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AÑO VI
NÚM. 243
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SE PUBLICA LOS DOMINGOS
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Una peseta al mes. J f ULTRAMAR
PROVINCIAS. . 12
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año. 5 ^ EXTRANJERO
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SALÓN DEL HERALDO
Redacción y Administración-Calle de las Fuentes, 6, segundo
TODA
E.A
CORRESPOnrDEJirCIA
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Clar/'n la emprende contra los catedráticos y dice de
sus colegas en £"/£'sj9a/M. , , , , , ,
, , , T.„ .
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(lAqui se ha hablado rauv mal de la Marina, porque ella
fué la que tuvo que perdernos en Cavite y en Santiago. Pero
todo es Marina: y si el triunfo ó la derrota hubiera dependido
de los catedráticos, las escuadras se hubieran perdido también,
Esto lo dice un catedrático. Y no con cinismo, sino con modestia, creyéndose en el número de los que se cuidan de trabajar
en cátedra y sin pizca de espíritu de cuerpo.
»Sobran todos esos catedráticos que hacen consistir su enseñanza en hacer á los jóvenes repetir de memoria el texto de un
Código (el civil, el mercantil, el penal, etc.) Para eso basta un
bedel, y aún es demasiado.
• • • • ' • •
»Por no molestarse los más de loa profesores siguen la rutina de hacer que los alumnos aprendan y reciten de memoria,
sm saber lo que dicen, el texto del libro, al pié de la letra.
«Hoy ya apenas nadie defiende la enseñanza rutinaria por
textos aprendidos al pie de la letra (digo apenas, porque yo o.
•* «os doctores defenderla.) Pero es en teoría. En la practica la
mayor parte de los profesores de Institato y muchísimos de Facuitad, continúan tmwido la lección de memoria por el libro de
texto. No por preocupación sistemática, sino por pereza sistemática y congénita.»
j.
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Llene razón que le sobra el critico de Oviedo. Núestro profesorado, incluso el técnico, no sabe otra cosa
e^T T ! f
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I
7 Universidades ocurre igualmente en
ucbíras escuelas Especiales. Esto se antojará horroroso
a los que entienden que á los futuros ingenieros de una
nación se les debe educar en la gimnasia del entendímiento y no en la de la memoria. Horroroso será, pero
*si es. Una de las grandeis torturad qufe padecen los
«OMBRE
DEL.
ADMIMISTRADOR
alumnos de nuestras Escuelas Especiales, es verse obli
gados á retener en la memoria un montón de nümeros
y fórmulas que se hallan en todas las tablas y en todos
los formularios. Eso si, los profesores alardean de que
no exigen números ni fórmulas, salvo en aquellos contadisimos casos en que la dolorosa exigencia es irreme..,,.,
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^'^^^^- ^"«&<> '"^«"^^^ <!"« ^<^« 'í^^^^' «^^'^^ abundan mas
<l"e '» ruda. Mas par tal procedimiento se dificulta considerablemente el estudio, y ya se sabe que aquí lo que
nos proponemos es que á los alumnos les cueste gran
trabajo aprender la lección diaria y aprobar la asignatura. Y no es eso lo peor. Lo peor es que muchos profesores se agarran á estas triquiñuelas para alcanzar r e putación de rigurosos, y cuando una publicación les dice
qug para desplegar tal rigor bastaba un cabo furriel,
p^^g^ g| ^^^^^ gjj g| ^^^^^^ y hablan de traiciones, y de
^^p.^j^^ ^^ ^^^^.p^^ y ^^ compañerismo, y de no sabemes cuántas majaderías.
Nosotros hemos conocido profesor de Escuela Espe^.j^^j ^^^ gg incomodaba con el alumno porque éste en su
^^^^j ^^ ^^^^ ^^ ^^^.^ ^^j^^^^ ^^ p^^.^.^^^ ¿^ ^^^ ^ . ^ ^ ^ j ^
nes que en resumidas cuentas eran la nada entre dos
,^^^^_ j j ^ ^ ^ ^ ^j^^o á otro «ilustre» profesor que pro^^^^^^^ ^^ ^^ ^^^,^ encomendar á la memoria cifras ni
„,
.
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formulas, ponerse muy mcomodado porque el alumno
"O recordaba de memoria el logaritmo de 2.
—«Yo tengo suficiente buen criterio—decia el maes«tro «esclarecido»—para no exigir de memoria el loga»ritmo de cualquier número. ¿Mas cómo perdonar que
,^^g .^^^^g ^j conocidísimo logaritmo de 2?.,
j j ^ ^ ^ ^ ^ j ^ ^ ^ ¿ ^^^^^^^^ ¿^ qyximicB. exigir pesos atómicos, densidades, temperaturas de fusión, etc., de los
^^^^^^^^ y p^^ ^^^ ^^^^^^ ^odo lo demás.
^ ^ qué citar ejemplos que pudieran prolongarse
hasta el infinito?
Si, tiene razón Leopoldo Alas. Aquí se habla pestes
de la Marina porque nos perdió en Cavite y en Santiago, y si el triunfo ó la derrota hubiera depettdido de
238
MADRID CIENTÍFICO
nuestro profesorado, la hecatombe hubiera sido idéntica. ¿Qué más Cavite ni Santiago que observar cómo los
ingenieros salidos de nuestras Escuelas andan lampando
por destinos de tres al cuarto? ¿Ocurriría esto si las Escuelas Especiales formaran verdaderos ingenieros? ¡Cavite y Santiago! Pues es flojo el Cavite que supone el
joven ingeniero que ha enterrado su juventud en los
encerados de una Escuela y que luego sale s'n saber
prácticamente lo que es una mina, ni una máquina, ni
un salto de agua, ni un camino, ni una lámpara eléctrica, ni
un nada.
Pues es flojo el Trafalgar que supone ver como esos
ingenieros extranjeros, esos practicones á quienes hasta
ahora veníamos despreciando, absorben los más saneados negocios industriales y otorgan una misera limosna, si es que la otorgan, á nuestra juventud técnica.
Días pasados hablábamos con uno de estos ingenieros, de nacionalidad suiza, y discurriendo acerca de la
enseñanza técnica de nuestro país, se expresaba en la
siguiente forma:
—«Yo comparo la ciencia del ingeniero con la de
freír un huevo. En nuestras Escuelas de Suiza nos enseñan á freir los huevos sin meterse en profundidades ni
dibujos que separan del objetivo principal. En cambio
en España, según yo he podido colegir en mi continuo
trato con los ingenieros jóvenes, y perdonen ustedes la
franqueza, el profesorado pierde el tiempo en divagaciones baldías y no enseña á freir los huevos. Enseñará, sí, todo lo concienzudamente que se quiera, la composición del carbón, la forma más adecuada de la sartén y las propiedades del aceite. Meten á los alumnos en
el cerebro cuanto de carbones han escrito los especialistas en la materia, y cuanto de sartenes han consignado
los más esclarecidos caldereros, y cuanto de aceites han
investigado los químicos más insignes. En el encerado
y en los dibujos, hcblando de calorías y de hidrocarburos, de equivalentes mecánicos y de leyes térmicas, de
formas geométricas de sartenes y de análisis profundos
de las hullas, hacen verdaderas maravillas. Mas, fenómeno original y curioso. Todas esas fuerzas que parece
debieran formar un excelente cocinero, producen una
resultante nula. El huevo no se fríe, por la sencilla razón de que no enseñan á freirlo.«
¿Hay un gran fondo de razón en las declaraciones de
nuestro suizo? Los santones de nuestra enseñanza aseguran que no. La realidad afirma que si. Entre unos y
otra prestamos más crédito á la realidad.
Que nuestras ideas no han de prosperar en el ambiente que respiramos, ya lo sabemos. Cada día los programas se recargan más, y en los exámenes se aprieta
más. Cada día se aumenta más la intensidad de los componentes, y, sin embargo, cada día se consolida más el
equilibrio del sistema pedagógico.
OBRAS PUBLICAS
Entre los ingenieros de Caminos se viene hablando
ya con algún conocimiento de causa, á lo que hemos podido entender, de las reformas de Fomento.
Buena parte del personal que hoy presta servicio en
Madrid pasará á provincias. Cuál sealel criterio que^pre!-
sida á los traslados que tal disposición entraña, es lo que
se ignora todavía.
La Intervención de ferrocarriles no sufrirá modificación alguna, con lo cual quedarán satisfechas la opinión
y las Cámaras de Comercio. No podemos menos de elogiar que el Sr. Catalina haya desistido de su propósito
de suprimir un organismo que bien organizado, puede
traer grandes ventajas á los intereses del público.
La supresión de las divisiones hidrológicas ignoramos si se consumará, máxime cuando se halla pendiente
de aprobación el plan de pantanos y canales que con
tantas simpatías ha sido acogido por la opinión.
Las gratificaciones del personal de Obras públicas
subsisten en los futuros presupuestos. Mas subsisten en
forma que es posible desaparezcan. En efecto, parece ser
que el Sr. Catalina, obrando en esto muy cuerdamente
á nuestro juicio, no ha querido tomar iniciativas en esto de las gratificaciones, y sólo se ha limitado á que se
haga constar clara y terminantemente las dichas gratificaciones sin englobarlas como hasta aquí en capítulos más
ó menos disimulados. Después de esto, si la comisión de
presupuestos las acepta, cosa que se nos antoja difícil,
pasarán; y si no, la comisión de presupuestos las echará
abajo, cosa muy probable dadas las actuales corrientes
de economías.
A las indemnizaciones se les pega también un tajo
regular, economía á todas luces absurda, pues el servicio habrá de resentirse por modo considerable.
Se asegura entre los ingenieros que para ultimar las
reformas consabidas se ha tenido muy en cuenta el parecer de los jefes de Negociado Sres. Acosta, Sauz, y
Arenas. Asegúrase igualmente que los dichos señores,
dando muestras de un muy loable desprendimiento,han
comenzado por renunciar á las gratificaciones de que
disfrutan.
En el ánimo del Sr. Catalina dícese que en las reformas de obras públicas han pesado grandemente las opiniones del jefe de Negociado de puertos, Sr. Sanz.
ECHEGARAY,FACTOR COMÚN
El Sr. Ministro de Fomento ha dispuesto que los libros de texto y programas que hayan de regir en la segunda enseñanza sean juzgados por una comis'ón compuesta de D. Juan Valera. D. Marcelino Menéndez P e layo, D. Eduardo Saavedra y D. José Echegaray.
»
•
•
El Sr. Ministro de la Gobernación ha nombrado ctnco
nuevos vocales para la comisión de Reformas Sociales.
Son los elegidos D. Eduardo Santa Ana, D. Manuel Troyano, D. Rafael Conde y Luque, D. José María Manresa y D. José Echegaray.
««
La Real Academia Española ha decidido celebrar
una sesión dedicada á la memoria de su ilustre miembro D. Emilio Castelar, acordándose que el elogio del
gran tribuno lo escriba D. José Echegaray.
*
««
Tambiéu el Ateneo de Madrid dedicará una velada
al recuerdo de Castelar, pronunciándose varios diSCur^
MADÍIID CIENTÍFICO
sobre «u vida y obras y haciendo el resumen de los mismes el presidente del Ateneo D. José Echegaray.
La Escuela Central de Artes y Oficios se dispone á
conmemorar de un modo señalado el centenario de la
pila voltaica. Indudablemente contribuirá al esplendor
del acto con un discurso ó conferencia el Sr. D. José
Echegaray.
**
Y no va más, es decir, no recuerdo más. Lo apuntado son noticias que leí en el transcurso de una semana.
Y el tomar nota de lo favorecido que se ha visto el insigne D. José, se me ha ocurrrido pensar á cual de los dichos encargos otorgara la preferencia. Posible es que la
contestación á et-ta pregunta sea de las que merecen pasar al método de Ahn presentándose en forma de artículo de Los Lunes de El Imparcial ó de una noticia sobje
la próxima campaña del Teatro Español.
Ante tal consideración y visto lo mucho que todos
se acuerdan de i). Juté Echegaray, pido á Diss que nos
lo conserve muchos años y le de fuerzas para atender ó
para resistirá ministiOi y protesores, académicos y cómicos, literatos y obreros, muertos y vivos.
JUAN INGE^uo
='e=.'fe=«*£í^»ii»!Z;%aa*5^ •
Los abonos orgánicos
7 los abonos minerales
La Fisiología vegetal y la Química agrícolasondos
ciencias cuya aur04'a aparece a mediados de nuestro
siglo.
Hasta hace muy poco tiempo detconociamos la mayor parte de los fenómenos biológicos de las plantas y
todas las teorías emitidas sobre este particular carecían
de verdadera base científica. Entre estos fenómenop,
uno de los más debatidos y mas obscuros para la ciencia
hasta una época muy reciente, fué el de la nutrición. El
agrónomo no proiundizaba mucho más que el labrador,
y ambos veían en los residuos orgánicos ios únicos elementos fertilizantes del suelo. Como consecuencia de
tal error la ciencia deducía que toda materia antes de
servir como abono debía haber pasado por el estado de
vida. El único recurso de que la agricultura disponía
para abonar la tierra era el estiércol, y el cultivador se
Veía obligado á sostener, como factor indispensable de
toda explotación rural, cierto número de animales, considerados como máquinas productoras de principios fertilizantes. Un célebre aforismo de Mateo de Dombasle
nos presenta el estado de la agricultura en esta época;
el ilustre agrónomo francés, dice: ¡e belail est un mal ne~
cessaire.
El alimento de las plantas provenía en último análisis de las plantas mismas, y por consiguiente ana región pobre se hallaba condenada á perpetua miseria, y
las tierras fértiles se empobrecían progresivamente á
causa de la exportación de sus productos.
Tal era el estado de la agricultura hace cincuenta
años, cuando en medio de tan densas tinieblas surge la
luz del genio, produciendo una verdadera revolución en
ja ciencia. Una maravillosa concepción brota del cere-
239
bro humano: Líebig, eminente sabio alemán, después de
haber consagrado una parte de su laboriosa existencia
al estudio de las ciencias físico-químico-naturales, descubre uno de los fenómenos más trascendentales de la
biología vegetal. En su notabilísimo trabajo Dieorganische C/iemic in ihrer Anwendung auf Agricultur un Physiologie, publicado en 1840, Liebig expone que las plantas
se nutren únicamente de materia mineral, y que los residuos orgán.cos no son absorbidos directamente y sólo
después de haberse mineralizado pueden ser asimilados
por los tejidos vegetales. Tal teoría no era completamente nueva, pues ya Bernardo de Palissy (1560) y Lavoisier (1743-94) la habían iniciado, si bien de manera
menos precisa, y Schattenmann en 1837 había demostrado que los vegetales pueden asimilar el ázoe del amoniaco, pero en realidad fué Liebig quien expuso una
teoría general.
La teoría de Liebig fué muy combatida por los sabios contemporáneos suyos, quienes la calificaban de
hipótesis ridicula é inadmisible; sin embargo, no todos
se dedicaron á discutir sistemáticamente las ideas del
ilustre químico alemán, y Bouseingault y Dumas, en
vez de perder el tiempo en ridiculizar su ilustre colega,
lo emplearon en el estudio de la teoría por él emitida.
Uu minucioso análisis del trabajo de Liebig convenció
tanto al agrónomo Boussingault como al químico Dumas que no se trataba de una hipótesis absurda, sino de
un descubrimiento maravilloso digno de inmortalizar
sus nombres. En una conferencia celebre preparada por
ef>tos dos sabios en la Escuela de Medicina de París en
1841 (Staiique des étres organiquesj, Dumas expuso la
teoría mineral de Liebig de manera aún más brillante y
precisa que lo había hecho su autor, teoría que podemos
resumir asi:
Las plantas absorben en el agua y en el aire el oxígeno, el hidrógeno y el carbono, así como el ácido fosr
forico, el ázoe, la potasa, etc., solubles que se encuentran en el suelo; transforman estas substancias minera^
les en materia orgánica, materia que sirve á la nutrición animal y transformada por la vida vuelve al suelo,
dande se mineraliza y es de nuevo utilizada por las
plantas; en una palabra, los vegetales son verdaderos
aparatos sintéticos destinados a organizar la materia
mineral.
Mas tarde la teoría de Liebig fué sancionada por la
práctica, y las experiencias culturales de Lavos y Gilbert, agrónomos ingleses, llevadas á cabo en su dominio de Kothamsted en 1844, acabaron de demostrarla.
A partir de este momento el empleo de los abonos
minerales constituyó práctica corriente, imprimiendo
un vigoroso impulso á la agricultura. La industria y el
comercio conquistaron asi un nuevo artículo de especulación, y los abonos minerales, como todo producto
mercantil, se convirtieron en panacea universal de la
agricultura. Industriales y comerciantes apelaron, como
es natural, á todos los medios posibles para aumentar la
venta de sus productos, y valiéndose de agrónomos de
conciencia y dignidan profesional un poco elástica, trataron de explotar la ignorancia del labrador, aconsejándole el empleo exclusivo de abonos Ininerales y haciendo una guerra encarnizada á los residuos orgánicos.
Campaña tan inmoral vino de rechazo contra esos mismos apóstoles de la teoría de Liebig, produciendo en
muchas regiones el resultado que era de esperar. Graa
240
MADRID CIENTÍFICO
numero de cultivadores que no dispoaían fácilmente del
estiércol necesario para abonar sus tierras y fascinados
por la charlatanería comercial, abandonaron casi por
completo el empleo de residuos orgánicos, sustituyéndolos por materias más ó menos puras, vendidas bajo
los nombres de guanos químicos (sic), abonos completos, etcétera, la mayor parte de las veces mezclas estravagantes hechas á gusto del comerciante (en las que la tierra
entraba como primer factor), de un valor intrínseco insignificante y vendidas á precios relativamente fabulosos. Esto, unido á la carencia de conocimientos para su
empleo, hizo que muchos agricultores, en vista de los
resultados desastrosos obtenidos, renegasen de los abonos minerales y calificasen á todos los agrónomos de
embusteros, ladrones, etc., etc. Hoy día, en la mayor
parte de los países las autoridades toman cartas en el
asunto y el labrador posee las garantías posibles desde
todos los puntos de vista. En Francia una legislación
especial rige el comercio de los abonos minerales, que
condena con penas severísimas los fiaudes más insignificantes, y un gran número de estaciones agronómicas
creadas por el Estado verifican á precios reducidísimos
los análisis de tierras y abonos y proporcionan gratis
todos los datos y consejos necesarios para el empleo de
estos últimos. Por otra parte un profesor departamenmental de agricultura se halla encargado de dar conferencias públicas en todas las aldeas, iniciando al cultivador en los secretos de la ciencia agronómica. Numerosos campos de experiencias permiten estudiar los cultivos propios á cada región, y en fia, la enseñanza agrícola forma parte del programa de las escuelas primarias.
Otro día desarrollaremos extensamente esta cuestión,
limitándonos ahora á demostrar la necesidad absbtuta
del empleo de los estiércoles en agricultura.
Abstracción hecha del estiércol como materia fertilizante, vamos á demostrar la necesidad de su empleo,
estudiando sus propiedades físico químicas.
(Se continuará).
JUAN BÁRDIA Y TRELLES.
Montargis (Francia) Mayo de 1899.
EL SR. FABIÉ Y LA ENSEÑANZA
Decretada por el señor marqués de Pidal la reforma
de la segunda enseñanza en términos que á él deben parecerle de perlas, pero que, aunque sea sensible, debemos declarar que no han satisfecho á la opinión, conviene todo el iimiido en que el nuevo plan de enseñanza
esta destinado a quedar en estado de decreto sin Legar en modo alguno á realizarse.
Un hecho, sin embargo, podrá presentarse á la consideración pública como consecuencia práctica del
arranque pedagógico del marqués de Pidal. Ese hecho
es la dimisión que el Sr. Fabie ha presentado del cargo
de Presidente del Consejo de lastrucción pública.
Un redactor de jtVÁjípa/ío/ ha visitado al honorable
farmacéutico para iufurmarse de este asunto.
Los motivos de la disensión entre los Sres. Pidal y
Fabie obedecen al ióuUo y á la forma en que se ha dictado el nuevo pian de tnseñaaza, pues aparte las diferencias de criterio sobre lo que debe ser el bachillerato,
el br. Fabié considera que ui la reforma podía hacerse
por decreto, ni se debía prescindir del dictamen del
Consejo de instrucción publica, por cierto ba'-tante mortificado por el Sr. Pidal con la creación de la nueva Junta Consultiva de textos y programas.
El Sr. Fabié, que en este punto concreto de las reEl estiércol que contiene en proporciones variables formas del Sr". Pidal acaso lleve razón, termina amenaácido fosfórico, ázoe, potasa y sal, es y será siempre el zándonos con la publicación de un opúsculo sobre las
abono por excelencia, y sobre todo el único elemento ca- reformas de la segunda enseñanza y las causas de su
paz de mejorar las propiedades fisilo-quimicas del suelo. dimisión.
Bien es verdad que, como ya hemos dicho, la mate«l¡;iaño54—ha dicho Fabié—publiqué un trabajo
ria orgánica necesita mineralizarse para que las plantas «contra la ley Moyano. Esta fué mi primera labor de
puedan asimilar los principios que encierra, pero este «publicista. Eso será también lo primero en el opúsculo.
inconveniente puede obviarse por medio de labores fre- «Después irán todos los artículos que he escrito y todos
cuentes y confiando al suelo los abonos orgánicos con «los discursos que he pronunciado en cuarenta años de
cierta anticipación á la siembra; de esta manera la com- «vida política sobre cuestiones de Instrucción pública,
bustión será más activa, sobre todo si favorecemos la «sin olvidar, por supuesto, la enmienda que presentanitrificución, fenómeno de que hablaremos más tarde, »mos á un proyecto de enseñanza el conde de Toreno,
incorporando al suelo cierta cantidad de cal.
«Silvela y yo.»
Los abonos minerales constituyen un complemento
Gomo se vé, las reformas del Sr. Pidal, que tienen
importante y necesario del estiércol; su empleo exclusi- algo de bueno y muy bueno á nuestro juicio, cual la
vo produce resultados desastrosos; por el contrario, aso- adopción del programa único y la fiscalización de los
ciados al estiércol en proporciones racionales, aumentan libros de texto, van a servir al Sr. Fabié para adquirir
considerablemente las cosechas. £n una región pobre alguna popularidad, y bien la necesita, por medio de su
donde la carencia de forrajes impide la producción del anunciado folleto.
estiércol necesario para abonar el suelo, el labrador va
Santo y bueno que el Sr. Fabié se crea en la obligairremisiblemente hacia la ruina si prescinde de los abo- ción de combatir al Sr. Pidal, pero por Dios que renunnos minerales. No cabe duda que en este caso el cultiva- cie á publicar sus discursos.
dor puede mejorar su situación sin necesidad de em]Un tomo con loa discursos de Fabiél
plear estos productos, pero entonces se ve obligado á
Huyamos
importar residuos orgánicos muchísimo más caros y
cuya acción lenta no produce los resultados inmediatos
y los rendimientos de los abonos químicos.
MADRID
241
CIENTÍFICO
EL DOCTOR MATA
Aunc[ue estostipuntes acerca del doctor Mata han visto la
luz en un periódico de gran circulación, encajan portal modo
las ideas vertidas en ellos con nuestra manera de pensar, que
no podemos resistir á la tentación de publicarlos. Nuestros lectores dirán si tiene ó no razón el autor de estos apuntes al hablar de nuestro ambiente cientiñco.
La ciencia médica española no ha tenido en el presente fcigio ñgura mas eminenie que la del ilustre autor
del Tratado de la razón humana. De él se podía decir, como se ha dicho de Goethe, que era la inteligencia más
poderosa y equilibrada de &u época. Mata hubiera sido
un Goethe en Alemania ó un Claudio Bernard en Francia: su espíritu eotaba unido al de estos hombres inmortales con los vínculos más estrechos de parentesco.
Aquellos tuvieron para formar su personalidad un medio social favorable que falto a nuestro compatriota. Si
en el panorama de la cultura europea la ügura de Mata
no se destaca al lado de la de Goethe y Bernard no se
debe á su propia deficiencia, sino a la deñciencia del
medio en que hubo de desenvolverse.
Dícese que Cánovas ha abominado alguna vez de la
pequenez de nuestro pueblo, que impedía la formación
de grandes estadistas. Cánovas tenia razón. Las olas
gigantescas no se forman en los vados de la playa, sino
mar adentro, donde pueden levantar enormes masas de
agua del Océano sin medida. Mata se formó en el extranjero, asimilánuose las grandes tendencias de la civilización univeí sal. La cultura española no podía sostener esta personalidad insigne, y aquí cayó maltrecha
y destrozada, sintiendo que ie faltaba b¡i,jo los pies el
terreno, como mueren, llegadas a la costa, faltas de masas en que seguir desenvolviéndose, las olas fraguadas
en el centro de los mares.
Con ser admirables los libros del doctor Mata, todos
tiWos, áQ&á& s>Vi Sinopsis/ilosüfico de la química hasta
Tratado de medicina legal, el autor era muy superior á
sus obras. Y es que la mayor parte, y debde luego la
parte más exquisita de las energiisde su espíritu, luvo
que gastarlas en vencer la enorme resistencia que oponía á sus ideas el misoneísmo—para emplear la palabra
más suave,—no tanto de sus mismos colegas, como de
los devotos de otras ciencias que por entonces dirigían
la vida intelectnal.
No es fácil formarse idea de este trabajo ciclópeo, el
más agotado é infecundo para un hombre de ciencia.
Desembarazado de ese trabajo, en un medio intelectual
abierto al progreso, pronto para acoger con simpatía
toda idea nueva, la personalidad de Mata hubiera sido
gloria de la humanidad. Una sociedad culta exalta la
producción cientiüca de los individuos privilegiados,
como la caja sonora refuerza las vibraciones de las cuerdas y las da fuerza y consistencia. Obligado á luchar incesantemente con un medio intelectual como el español,
entonces más apegado á la tradición que ahora mismo.
Mata puede decirse que fué victima de su empeño, y
agotadas sus fuerzas, cayó rendido ante la masa intelectual que pretendía modelar según sus ideas, ignorante de que esa masa tiene durezas, inüexibilidades y rigideces que no encuentran los escultores en los mármoles ni en los bronces.
Esta es la enseñanza que conviene deducii de la vida
de Mata para ponerla de maniliesto ante los ©jos de la
sociedad española. No con adulaciones vulgares al carácter nacional, sino juzgándole con la severidad que
merece, podemos preparar el espíritu para la obra de la
regeneración. La cultura de nuestro país, si sigue penosamente y de lejos la civilización humana, es porque
nuestro medio intelectual ofrece excepcionales resistenc u s á toda novedad. Ferri ha comparado los elementos
conservadores de las sociedades, frente á las ideas nuevas, con los glóbulos blancos de la sangre ante los cuerpos extraños que llegan á nuestro organismo. Los médicos suponen <jue cuando un cuerpo extraño penetra en
nuestra economía, los glóbulos salen de los vasos, le rodean, le acometen, tratan de destruirle. Ante cada idea
maeva que aparece en el horizonte de la vida intelectual
todos son glóbulos blancos en España.
Ese lamentable predominio de la congrieria es doblemente nefando por el retraso que ocasiona en el progreso científico, y porque empequeñece figuras llamadas á ser gloria de la ciencia universal, obligándolas á
luchas estériles, polémicas de vecindad en que gastan
fuerzas que la conquista de lo desconocido reclama. A
bien que los intelectuales se van preocupando más de
«hacer su obra» que de discusiones, la inutilidad de las
cuales ha demostrado Cajal en un inolvidable trabajo.
El día que nadie se entretenga á discutir con ella, desaparecerá esa congrieria que para hacerse notar tiene
que interponerse en el camino del sol, como el cometa
de la fábula de Bartrina.
Dr. Verdes Montenegro.
fe=*5í*3Ji=:^^9^=9---
CÁTEDRAS
Para el marqués de Pidal.
Varios doctores en ciencias nos escriben doliéndose
de los graves i etjuicios que les irroga el señor ministro
de Fomenso con su inexplicab.e resistencia á firmar las
reales órdenes convocando á oposición para proveer cátedras determinadas.
La suspicacia de nuestros comunicantes llega hasta
á temer que varias cátedras anunciadas á oposición no
se provean por oposición como ordena terminantemente
la ley, y como ya se ha anunciado en la Gaceta, y sólo
su
sirvan
para satisfacer ias codicias mal disimuladas de
unos cuantos caballeros tan amigos de cobrar del presupuesto de nuestra enseñanza como enemigos de acudir
a las lides de la enseñanza.
«—¿L'or qué,—preguntan nuestros comunicantes,—
«se resiste el señor ministro de Fomento á firmar los
xprogramao de las consabidas oposiciones, programa,
))que se halian aprobados por el Consejo de instrucción
«publica y que sólo se hallan pendientes de la firma del
«señor marqués de Pidal para pasar á la Gaceta.í)
Como nos hallamos seguros de que el señor ministro
de Fomento no piensa en vulnerar derechos respetabilísimos, nos limitamos á llamar su atención sobre el
particular, alentando la esperanza de que apenas Leguen á conocimiento del Sr. Pidal estas inexplicables
demoras satisfará, como es de extricta justicia, los deseos de nuestros comunicantes.
El ácido bórico en los vinos
Dice una revista francesa que en muchos vinos se ha
encontrado ác;do bórico en notables proporciones, y que
se le encuentra con más frecuencia en el blanco que en
tinto, debido á que la'gelatina y demás materias que se
le echan para clarificarlo tienden á descomponerse si no
seles añade una substancia que detenga lafermsntación.
Dicho ácido se añade también á los vinos para que sal-»
gan más dulces, pero la gran cantidad que algunos contienen no puede menos de ser perj udicial para quien loa
toma,
242
MADRID CIENTÍFICO]
Cálculo y constnicción de los alternadores
fContinuación.J
Es casi seguro que si hubiéramos atribuido al cáñamo
una resistencia de sólo 0,08 kilogramos por m/m cuadrado, el ancho de la polea no habría sido menoi de 70 á
80 centímetros, y por consiguiente insuficiente la resistencia del eje á causa del mayor momento de flexión
que se produciría al aumentar la distancia entre los
centros de la polea y coginete, lo que nos obligaría á
montar la citada polea entre dos coginetes, según dijimos anteriormente.
A lo expuesto sobre las piezas mecánicas añadiremos
dos palabras acerca de los coginetes para pasar de seguida á exponer algunos detalles sobre la construcción del
alternador.
Nada diremos sobre las dimensiones del coginete propiamente dicho, por ser generalmente conocidas.
Respecto á los dados, ó sean las piezas de bronce,
metal blanco anti-fricción, ó de ambos (según los casos)
que encajan en los citados coginetes, ya hemos visto
que su longitud será de 400 m/m.
El espesor mínimo de los referidos dados debe ser de
0'75 . d = 0-75 . 110 m/m = 8«25 m/m.
Nosotros le daremos 15 m/m.
Los dados del coginete de la polea serán de bronce,
como ya se ha dicho, y su aleación la siguiente, que nos
ha dado siempre buen resultado;
Cobre
80 partes.
Zinc
1'5
»
Plomo
0'5 »
Estaño . . . .
18
»
Para evitar el defecto señalado colocamos por vía
de ensayo en los citados alternadores unos anillos que
formamos primeramente liando guita ó bramante á su
alrededor en los sitios correspondientes á las canales
destinadas á recoger el aceite y después con aros de
goma vulcanizada en vista del favorable resultado obtenido, con el objeto de que el aceite al tropezar con ellos
se proyectara á causa de la fuerza centrífuga en las canales anteriormente citadas, evitándose de esta manera
los inconvenientes*anteriormente indicados.
Este resultado nos decidió á aplicar el procedimiento
referido á los alternadores que construímos, reemplazando naturalmente las sustancias indicadas por el hierro del mismo eje en el que torneamos los anillos de referencia que proponemos para el alternador que proyectamos, según se ve en la aludida figura 6.
Otro detalle del alternador de que nos estamos ocupando es el relativo á las coronas de polo susceptibles de
colocarlas á la distancia del inducido que se crea necesaria.
La movilidad de dichas piezas no está muy generalizada, y aun en los pocos alternadores en que puede
efectuarse esta limitada a ser igual en las dos coronas,
es decir, que ambas se aproximan ó separan del inducido á igual distancia con lo que nada se consigue cuando
por defecto de construcción ó por haberse hecho nuevos
carretes resulta que una de las coronas,polares tiene
más fuerza atractiva que la otra.
Total.. . . 100
»
Los dados del coginete de empuje serán de bronce y
metal antifricción: del primero la mitad del espesor exterior y del segundo la otra mitad interior.
La siguiente aleación da buen resultado:
Cobre
11'20 partes
Estaño
64
«
Antimonio . . . .
24
»
En este último caso as evidente que conviene equilibrar ambas fuerzas para que no se caliente el coginete
de empuje, lo que evitamos en nuestros alternadores y
evitaremos en el del proyecto haciendo fija ó móvil á
voluntad los casquillos-tuercas que por medio de sus
correspondientes ejes enroscados imprimirán el movimiento á uua sola de las coronas ó á ambas, según se
desee; así es que cuando haya necesidad de que sólo una
de las piezas citadas se ponga en movimiento paralelamente al inducido, no habrá más que dejar locos los referidos casquillos-tuercas de la otra, y si dicho movimiento no ha de ser paralelo se dejarán locos todos los
casquillos menos el del lado que se quiere poner en movimiento.
Total
100
partes
Esta y otras aleaciones se encuentran algunas veces
en el comercio, no siendo en este caso necesario prepararlas, pero conviene conocer sus proporciones para
cuando no se encuentren
Pasemos ahora á examinar algunos detalles del alternador.
Se habrá visto en la figura 6 que el eje tiene cuatro
anillos;» m m m úe sección casi triangular, cuyo objeto
vamos á explicar.
Por muy bien ajustado que esté el eje en sus coginetes, es de todo punto imposible en los usuales conseguir que el aceite no se salga de seguida, exigiendo este
defecto que tenían los de los alternadores ingleses á que
anteriormente hemos hecho referencia mayor consumo
de dicho fluido, aparte de las malas condiciones en que
se efectuaba la lubrificación y del perjuicio que causaba al inducido, porque corriéndose por el eje hasta el
cubo ó maza centrífuga contra los carretes, éstos se quemaban más ó menos tarde por las derivaciones á que
daban lugar las mencionadas proyecciones.
Para conseguir el objeto mencionado no se harán las
roscas en la misma mesa de los armazones de los inductores, sino en unos casquillos que son á los que nos acabamos de referir, que se ajustarái) en las armazones citadas, donde se harán fijos ó locos á voluntad por medio
de tuercas y contra-tuercas.
Otro detalle no menos importante es el referente á
los porta-escobillas, que en la casi totalidad de las dinamos, tanto de corriente continua como alternada que se
construyen actualmente, dejan bastante que desear desde hace algunos años. Desde 1887 que recibimos las primeras dinamos de corriente continua, cuyos porta escobillas estaban combinados de manera que las escobillas
podían avanzar, retroceder, y darles más ó menos presión con una gran exactitud en los límites deseados por
medio de un muelle y dos tornillos, no hemos vuelto á
ver otros iguales ó parecidos que produzcan los resultados señalados, reemplazándose en la casi generalidad de
las dinamos actuales por combinaciones ciertamente más
sencillas, pero que imposibilitan el imprimir á las escobillas aludidas los movimientos de precisión necesariot
MADHIDICIENTIPICO
que dan los tornillos y que no pueden obtenerse directamente por las manos.
Y como si este defecto no fuera aun bastante, se incurre sobre todo en las dinamos pequeñas, en el de hacer los citados porta-escobillas para una sola, cuyo resultado, cuando por cualquier accidente se desarreglan
las referidas escobillas en términos que hay que reemplazarlas por otras, es el dejar á oscuras el circuito, que,
como fácilmente se comprenderá, no puede suceder
cuando se tienen buenos porta-escobillas y para más de
una,
Y si lo que acabamos de exponer tiene importancia
en las dinamos de corriente continua, no menos la tiene
tratándose de corrientes alternadas de alta tensión, á
cuyas escobillas no puede tocarse sino por medio de alguna combinación convenientemente aislada.
Por virtud de estas consideraciones los porta-escobillas de nuestro alternador estarán dibpuestos de manera
que dos solos tornillos y un muelle perfectamente a.siado nos permitan mover las escobillas segün lo deseemos
con la precisión que es necesaria.
Creemos inútil el dar más explicaciones sin el auxilio
de figuras, que nos detendrian más tiempo del que por
ahora podemos disponer.
Respecto á la constiucción del alternador, poco podremos decir que no sea conocido de los constructores
mecánicos, especialmente en lo que se relaciona con sus
piezas mecánicas; asi es que nuestras indicaciones se dirigirán más bien á los que no arredrándoles el herramental deficiente de un taller de reparaciones, se decidieran a emprender la construcción de una máquina
eléctrica.
Concluidos los planos del alternador se procede á
fundir la bancada, Jos armazones de los inductores y demás piezas, asi como á tornear el eje, los núcleos de los
inductores y demás piezas de torno.
La fundición puede efectuarse por medio de modelos
ó plantillas.
En ambos casos pueden enviai se á la fundición los
planos, encargándose ésta de la preparación de las citadas plantillas ó modelos, pero siempre resultará más
económico entregarle unos ü otros.
En este ultimo caso lo más económico es hacerlos en
el taller de reparaciones, y como la generalidad de nuestras fundiciones exigen modelos, optaremos por hacer
los del alternador.
Para esto es conveniente ocupar á un carpintero modelista, pero á falta de él podemos servirnos del carpintero del taller, como lo hicimos nosotros siempre que
necesitábamos algún modelo.
Haciéndolo así comenzaremos por sacar croquis á
mayor escala que las de los planos generales de todas las
piezas que exigen la construcción de modelos que se
entregarán al carpintero citado acompañados de las explicaciones necesarias para que éstos tengan fác|l salida
de los moldes de arena y sus dimensiones el aumento
necesario para que á causa «le la contracción que sufren
las piezas fundidas, al enfriarse no resulten éstas de menores dimensiones que las que tienen en los citados
croquis.
A fin de evitar errores en las dimensiones mencionadas, es más conveniente que el carpintero se atenga á
las del plano, pero valiéndose de un metro especial construido para este objeto, cuy» longitud sea 8 á 10 ip/m
243
más largo que el nietro verdadero y usual, cuyo aumento es la contracción citada por metro que experimenta
la fundición al enfriarse.
Se tomará, por consiguiente, una regla de un metro
y un centímetro de largo y se dividirá en 10 partes
iguales, cada una de las cuales nos representará un decímetro. Estas á su vez se dividirán también en otras
diez partes iguales que nos representarán los decímetros, y por último cada una de estas últimas en diez
partes también iguales que representarán los milímetros.
El modelo de más importancia será el de la bancada,
compuesto de dicha pieza, los coginetes del inducido y
polea y de los auxiliares Tjara el movimiento de las coronas polares. Ademas, y naturalmente por separado,
hay que hacer uno de la tapa de los coginetes del eje del
inducido.
No es necesario fundir en una sola pieza, como proponemos, las ya mencionadas, en cuyo caso se harían
separadamente el de los coginetes del eje principal y
auxiliares, como lo hicimos cuando construimos el primero de los alternadores, pero lesulta mas económico
como proponemos é hicimos al construir el segundo,
por ser más fácil el ajuste general y evitarse ocho taladros, el empleo de ocho tornillos con las tuercas correspondientes y el aj usté de la base de los coginetes á la
bancada.
El modelo que le sigue en impoitancia es el délas
armazones que constituyen las coronas polares.
Este modelo se compone de dos medios anillos de las
dimensiones que dijimos en la segunda parte y de la
forma que se Vió en el fotograbado que se publicó en el
número 232, El diámetro medio del anillo es el mismo
que el del inducido, ó sea 1'26 metros.
El modelo de la rueda ó volante sobre cuya yanta se
construirá el inducido, llevará nueve radios ó sea uno
por cada dos carretes, El diámetro interior de la masa
ó cubo de dicha rueda ya fundida, deberá ser 3 á 4 m/m
menor que la que figura en el plano, á fin de que nos
resulte la de éste después de torneada.
Por el contrario, el de la yanta será 3 á 4 m/m. mayor por la misma razón.
Como las piezas polares serán de hierro fundido, hay
que hacer también un modelo de éstas, é igualmente
para los porta-colectores, casquillos y colectores.
Estos últimos suelen fundirse de fronce fosforoso;
sin embargo no hay inconveniente en emplear una
aleación igual ó parecina á la que dimos para los coginetes de bronce, puesto que los colectores de nuestros
alternadores que se fundieron con dicha aleación llevan
trabajando 5 á 6 años y aún les queda espesor bastante
para mucho tiempo.
Cuando las piezas están fundidas, lo primero qne hay
que hacer es trazar sobre ellas las medidas del plano,
puesto que ya se comprenderá que de fundición no tienen la exactitud ni el concluido necesario.
Para efectuar dicho trazado se necesita una superficie perfectamente plana, llamada mesa de trazado, sobre la cual se colocan las aludidas piezas para efectuar
el trabajo mencionado.
(Se continuará)
F. de la \^esca.
Cádiz.
244
MADRID CIENTÍFICO
Asociación de mecánicos,'industriales
y Electricistas.
El creciente y progresivo desarrollo que, de algunos
años á esta parte ha adquirido la industria española, en
sus varias manifestaciones, y la necesidad que por todos
se siente de'favorecer y avivar ese movimiento de avance, nos han inducido, cediendo á instancias de personas
interesadas y á las nuestras propias, á constituir la Asociación de Mecánicos, Industriales y Electricistas, para el
apoyo y mutua protección, como su nombre lo indica,
de industriales, cualesquiera que sea la industria en que
se empleen, mecánicos sin distinción, y peritos electricistas.
Previsto y alentado por las leyes de todos los paises,
el derecho de asociarse es uno de los más sagrados y del
cual, mediante inteligente dirección y acertado impulso,
habrán de obtener los diferentes elementos que constituyan la «Asociación», frutos que de otro modo jamás
estarán á su alcance. Hora es, pues, de que la industria,
que es la riqueza productora, y las brazos que la mueven, que son los operarios tengan una personalidad de
que siemprempre han carecido y de que, en estos momentos de regeneración y selecciones, están más faltos
que nunca.
Por este motivo, todos nuestros esfuerzos se encaminan á procurar en provecho de unos y otros que se borren las torpes diferencias que expíritus exaltados puedan crear; que se abandone el aislamiento pueril en que
se encuentran, que en el seno de nuestra «Asociación»
estrechando relaciones y conciliando intereses, se llegue
como fin primario, al progreso y perfeccionamiento de
la industria nacional por la mutua protección de los
asociados.
Como no se pretenue crear una sociedad de resistencia que ni siquiera merecería la benevoieucia de la generalidad, sino de apoyo, para conseguir el fin ya dicho
se hace precisa la unión de toda clase de industriales,
grandes y pequeños, tanto de Madrid como de provincias, sin que sea obstáculo el mayor ó menor desarrollo
de su industria; de mecánicos, encargados o maquinistas y operados de fabr.cas de tracción y de-luz eléctrica,
de gas, molinos harineros, máquinas heladoras, operarios de talleres de construcción, y de electricistas, etcétera, etc., pues siendo la electricidad de frecuente é inmediata aplicación en nuestra época, su importancia se
acrecienta mas cada día. Todos han de tener intervención directa en las tareas de la uAsociaciou» formando
parte de su Junta directiva, oponiendo fiscalización razonada á los acuerdos que se pretenden adoptar, proponiendo medidas en beneficio de los asociados, de manera que en ningún caso vayan divorciados y marchen
por el contrario, siempre unidos y con la conveniente
armonía á la prosecución del fin común.
El apoyo y mutua protección que forma parte importantísima del programa que ha de desenvolver la
Asociación de Mecánicos, Industriales y Electricistas, ha de
lograrse principalmente por la eficaz coopeíacíon de los
industriales á quienes, en cambio, se ofrece personal
apto é inteligente en las servicios que desempeñe, el
cual tendrá que acreditar con preferencia esas mismas
condiciones^ exigidas, en general por la uAsociacióuu y
en particular, por cada uno de los asociados, cuando lo
considere oportuno. Bajo esta base podrá conseguirse
que las relaciones entre industriales y operarios sean
siempre fáciles y de éxito seguro. Y á fin de que nunca
existan rozamientos que entorpezcan la buena marcha
de la «Asociación» y puesto que ésta, dado su objeto, no
ha de ostentar carácter político determinado, cabiendo
en ella todos los industriales y operarios vengan de donde vengan llámense como se llamen, sin que sea título
meritisimo las ideas á que cada cu il muestre más afición, estará terminantemente vedada cualquier discusión que tienda á tal resultado.
Además, si loh fines benéficos y humanitarios de los
asociados han de llevarse por buen camino, no será justo dejar en el abandono lo que se refiere á los aprendices, niños en su mayoría que el día de mañana han de
ser operarios y por los cuales debe velar la «Asociación»
con cuidado paternal. Hasta ahora, nadie se ha ocupado
en utilizar los medios que las leyes conceden para recabar de los poderes públicos una reglamentación prudente y adecuada del trabajo de los niños, estableciendo
horas que les permitan el reposo par-i el cuerpo y la instrucción para la inteligencia; y nosotros nos impondremos eba obligación en la cual no hemos de ceder hasta
que sea una hermosa realidad. Y si acaso la «AsociaciouM llegara a alcanzar los vuelos que en provecho de
sus individuos bon de desear, y fuesen permitidos dispendios de alguna importancia, nunca seria mas justificado hacerlo que en favor de los hijos de los asociados
montando al efecto un Centro de educación donde á semejanza de lo hecho por otias sociedadades, obtendrían
ébtos a poca costa y pagadas por sus propios padres, las
euseíiauzas que mejor cuadraran a sus propósitos.
f a r a subvenir a las necebidades que en lo sucesivo
tenga la «Abociaciou» la Junta directiva ha señalodo la
cuota mensual de una peseta, si bien teniendo en cuenta
la desigualdad de medios en que se mueve cada uno de
los asociados y las diferentes condiciones en que pueden
encontrarse, se ha creído conveniente abrir la admisión
de subvenciones, donativos voluntarios, suscripcionas,
etcétera, de cuantía ilimitada y iniiiimun de diez céntimos.
Los nobles deseos en que se inspira la «Asociación»
y la bondad de la idea que patrocina, han de merecer
siu duda alguna el aplauso incondicional de todos, industriales y operarios, siendo las continuas adhesiones
que recibe la Junta directiva la mejor prueba de que en
brevísimo plazo el éxito más seguro ha de coronar sus
esfuerzos, mediante la completa realización del programa señalado cuyas bases fundamentales son las siguientes:
1." • Apoyo mutuo entre los asociados pudiendo pertenecer á la «Asociación» Industriales, Directores, Jefes
de fabricas y todo el personal de las mismas. Constructores maestros de taller. Operarios en hierro y aparatos
de electricidad de Madrid y provincias.
2." Garantizar á los industriales ó directores que
pertenezcan á esta «Asociación» la aptitud, inteligencia
y honradez de los operarios que utilicen, para lo cual
éstos habrán de acreditar convenientemente esas condiciones.
3." Recabar de los poderes públicos que se reglamente el trabajo de los niños señalando una jornada legal.
4." Fundar un Centro instructivo donde loa tajos de
MADRID
los asociados, bien seaa industriales ó operarios, reciban
las enseñanzas que crean oportunas; primera enseñanza,
segunda, teórico práctica para el oñcio á que se les
piense dedicar ó preparatoria para estudios superiores,
cuyos gastos sufragara la «Asociación» destinando á este
objeto una parte de la cantidad que se obtenga por la
recaudación de cuotas mensuales ó por otros conceptos.
5." Los cargos de la «Asociación» han de ser distribuidos por igual entre industriales y operarios^ de modo
que no haya nunca desequilibrio numérico en el seno de
la Junta directiva.
6." Queda establecida la cuota de una peseta mensual,
admitiéndose donativos, subvenciones, etc., y la recaudación de sumas por cualquier concepto, siendo el mínimun de diez céntimos.
La Junta Directiva (provisional)
PRESICÜENTE: Leandro Serena, jefe de los talleres y
centrales de la Sociedad de Electricidad de Chamberí.
VicEpaESiDENXEs; Alanuel Borne, jefe de la instalación
eléctrica del Banco de España y Leoncio Suz, primer
maquinista de la tracción eléctrica del tranvía de Madrid.
CAJERO: Sebastián Armengol, primer maquinista de la
Compañáa Inglesa de electricidad.
¡áECRETARios: Teodoro Berenguer, mecánico-elevitricista, ex-primer montador de la casa «Peral»- y Bernardo
Jjarrieux, maquinista-jefe le la fabrica de hielo «La Heladora.»
Contador: Antonio Ibáñez, jefe de la instalado mecánico-eléctrica del Blanco y Negro.
Vocales: Vicente Mieto, primer maquinista de la fabrica de luz eléctrica «La Princesa.» Jobé Mana Bueno,
jefe de contadores de la Sociedad de Electricidad de
Chamberí, Atilano Moreno, maquinista jefe de la fábrica de luz eléctrica del Pacifico, Aníbal Bermejo, mecánico-electricista de la casa Falcó, Hermida y Peña. Manuel Márquez, maquinista jefe de la Equitativa. Celedonio Barahona, tornero ajustador de la Compañía Ma-
ai)
245
CIENTÍFICO
ELECTRICIDAD POPULAR
POR
iD.
^ Pedro Diz Tirado
li.geuiero de Camiaus
(CobtiUUÍtCiÓD.)
de la total,Qcomo derivábamos del cauce el caudal necesario para cada rueda de nuestro ejemplo. Cuando se
reúnen en esta forma las pilas se dice que están montadas en derivación ó en cantidad.
Finalmente, se comprende que cabe la agrupación
mixta o en series paralelas, de varias pilas, ó sea unión
en ca/íí<d«rfde grupos de pilas montadas t n serie, aumentando aún mas la potencia del sistema.
XiV. Clases y agrupación de máquinas.—Aparte del
acoplamiento análogo á la agrupación que para las pilas
hemos estudiado, admiten las dinamos diferentes disposiciones, que vamos á examinar.
Para eiio hemos de recordar que los inductores, el
inducido y el colector son los tres elementos esenciales
de toda dinamo: que los primeros son los que forman el
campo magnético necesario para que al girar el inducido nazca la corriente que recoge el colector.
drileña de electricidad. Rafael Maldonado, jefe electricista de la fábrica de Lavapiés. Faustino Sánchez, industrial mecánico electricista. Francisco Gómez, maquinista de la Gasa de la Moneda. Felipe Caraballa, electricista fogonero de la Casa de la Moneda. Joaquín García,
primer montador de la casa Sturgess y Foley. Ignacio
Sedeño, mecánico electric sta jefe de la fábrica de luz
de Jetafe. Benito Quirós, electricista de la tracción eléctrica del tranvía de Madrid, y Juan Eubio, maquinista
jefe de la fábrica de electricidad de Valdepeñas.
ELECTRICIDAD
Lo que cuesta una lamparilla
Citan los manuales de Economía política como ejemplo notable de división del trabajo las múltiples operaciones que se requieren para la fabricación de una aguja
de coser. No son menores seguramente los que precisa
una simple lámpara de incandescencia de las que utihzamos para el alumbrado de nuestias habitaciones,
constituyendo, por lo tanto, un ejemplo también notable de división y especializacion d;^! trabajo. Sin detallar todas ellas baste saber que constituyen operaciones
completamente independientes la fabricación de la bombilla, el casquillo, el lilameuto y el hilillo de platino. El
fabricante de la lampara propiamente dicha se limita
ordinariamente á reunir éstas diversas partes, hacer el
vaciu y terminar la lampara.
El costo de la lámpara corriente de 10 á 16 bugías
resulta en total de unos cincuenta céntimos de franco,
en cuya suma figura la bombilla por cinco céntimos,
por una suma igual el filamento y por otros cinco el
casquiílo.
bi se atiende solamente al peso de los materiales, el
filamento es el que resulta con precio más considerable,
Los inductores necesitan una corriente que circule
por ellos continuamente, para que se sostenga el magnetismo en el núcleo de aquellos, y por lo tanto parece á
primeía vista que no hay más medio de obtener corriente en el dinamo que valiéndose de otra fuente que alimente los inductores. Así en efecto sucede para las máquinas de excitación separada ó independiente.
El núcleo de inductores que han estado funcionando
por alguu tiempo conserva siempre algodei magnetismo
que le comunico la corriente y por lo tanto, si ante sus
polos giran los alambres uel inducido, se originará en
este una corriente débil en un principio, pero suficiente para que haciéndola pasar alrededor de los inductores, sea como el soplo que aviva las cenizas de dominado incendio, y aumente y sostenga el magnetismo del
núcleo y se cree ella misma el campo ó atmósfera en
que ha de vivir y conservarse.
La máquina así dispuesta, es decir, en la que la co->
rriente engendrada pa^a integra por los conductores, se
denomida dinamo serie ó de excitación en serie.
iSi en vez de pasar toda la corriente de la máquina
por los inductores es solo una parte de ella que derivamos para alimentar los electroimanes, obtendremos las
dinamos en derivación ó shunt-dinamo.
MADRID
246
al punto de sobrepujar toda previsión. El filamento de
una lamparilla de 10 bugías á 110 volts tiene un diámetro de 0,m/m04 y una longitud de 15 centímetros y es
tal su tenuidad que 5.000 no pesan más que siete gramos. Son, pues, necesarios 714,000 para hacer un kilogramo, y este kilogramo cuesta unos 36000 francos al
¿Eibricante de lámparas.
En estas mismas lámparas cada hiliilo de platino tiene 0,m/m03 de diámetro y 16 milímetros de longitud.
Un lote de 1.000 lámparas contiene l,gr.3 de filamentos
y 24 gramos de plaiino. Recogíase antes este platino,
pero hoy entra en tan exigua cantidad eu cada lampara, que no se cree valga la pena de recogerlo y este platino resulta entecamente perdido. Sin embargo, suponiendo un consumo anual de lüO.OOO.ÜOO de lámparas,
cifra que segummente no puede reputarse exagerada,
la pérdida de platino representa 2.400 kilogramos, ó sea
más de seis millones de francos, al precio actual del platino.
Al cabo de algunos años, y en vista del consuma sin
cesar creciente de este metal, puede asegurarse que llegará á tener un precio más elevado que el oro, y sería
por tanto de gran interés encontrarle un sucedáneo para
esta aplicación especial a fin de no aminorar exageradamente las reservas de tan escaso como precioso material.
CIENTÍFICO
su nueva teoría emitida sobre la ampliación de los sonidos.
En el fonógrafo el sonido ó la palabra es tanto más
intensa cuanto más lejos está el objeto que lo produce,
resultando, pues, de los ensayos:
1." Que el fonógrafo emitirá los sonidos áe un modo
más fuerte cuanto mayor sea el diámetro de los cilindros.
2." Que si se hace hablar un fonógrafo en presencia
de un segundo, cuyo diámetro del cilindro sea mayor
que el del primero, este segundo repetirá las palabras
con mayor intensidad que el primero.
Alcance de los tubos acústicos
Ampliación de los sonidos en los fonógrafos
M. Bussaud ha presentado á /a Academia de Ciencias de Paris un fonógrafo construido por Mis. Grivolas y Pathé, que constituye un notable perfeccionamiento en esta clabe de aparatos.
Con dicho fonógrafo, cuyos cilindros son de gran
diámetro, ha podido xVl. Uussaud corroborar fácilmente
En una reunión del comité de la Sociedad de Ingenieros de Berhn, Mr. H. Schab h i emprendido una serie de experimentos sobre el alcance de los tubos acústicos, utilizando tubos instalados en las minas de Westphafia, para el transporte de la fuerza mecánica por el
aire comprimido. Merecen consignarse algunos de los
resultados obtenidos. La mayor distancia á la que puede percibirse una señal sonora por medio de un tubo en
linea recta, es de unos 450 metros, no pudiendo pasar
de 500 metros.
Las mejores dimensiones son 50 milímetros para las
distancias menores de 200 metros y 52 para las distan cias superiores. Fara los si&ae.iias de ramales es necesario que los diámetros sean de 20 milímetros cuando se
trate de longitudes menores de 50 meti'os; 26 milímetros para longitudes comprendidas entre 50 y 150 rnetros; 40 para las de 150 a 3oU metros, y 5U si la longitud
fueoe mayor de 300 metros.
Cuando el diámetro es inferior á 30 m., el rozamiento interior es muy grande; cuando es superior á 52 la
voz humana no es bástame potente para hacer vibrar el
aire encerrado en el tubo con bastante intensidad. La
voz debe aumentar en intensidad ^ claridad con el dia
Por último, podemos enrollar en los inductores el
alambre exterior y otro derivado, ó sea reunir los dos
enrollamientos anteriores, recibiendo entonces la máquina el nombre de compound
Vemos, pues, que las máquinas serie shunt y compound, corriente extraña que alimente sus inductores;
ellas mismas ae excitan, son auto-excitatrices.
Las diversas clases de máquinas que hemos señalado
tienen diferentes propiedades, que las hacen aptas para
otras tantas aplicaciones, en cuyo examen no hemos de
entrar, dada la índole de esto^ artículos.
Cualquiera de las dinamos admiren las mismas agrupaciones indicadas para las pilas, bastando unir sucesivamente los polos de nombr* contrario, para tener acopladas varias máquinas en serie ó tensión y reunir en un
sólo punto todos los polos positivos y los negativos en
otro para acoplarlas en derivación ó cantidad, aumentándose en el primer caso el potencial y en el otro la intensidad, en proporción al número de eten»«fttos, del mismo
níodo que sucedía para las pilas.
Tales son las variaciones que admiten y la asociación
de fuerza á que se prestan las máquinas dinamo-eléctricas.
XV. Mectrolisis.—Uno de los fenómenos más notables
á que dan lugar las corrientes eléctrioaé es el conocido
con el nombre de elecíreüsis, del cual vamos á ocuparnos
antes de examinar las diver&as aplicaciones de aquéllas,
porque en él tienen su fundamento importantes servicios
prestados por la corriente.
Si en un vaso que contenga una disolución de una
sal química introducimos do^ láminas metálicas enlazadas á un generador de corriente, podrá suceder que ésta
pase á través del liquido de una a otra lámina, ó que,
no pudiendo vencer la resistencia que aquél le opone, se
inteirumpa la circulación eléctrica. En el primer caso
no atraviesa la corriente sin descomponer en sus dos
elementos el líquido del vaso, y decimos dos, porque toda sal química ó disolución descompuesta, puede considerarse formada por un metal ó cuerpo que haga sus veces y por un radical.
Asi también en términos generales podemos afirmar
que un río no ataca un cauce rocoso y que, cuando socava las orillas, lo hace siempre, separando la piedra de la
tierra con cuyos dos elementos se forman aquéllas, y
asimilando, el metal es como la piedra de nuestro ejemplo, que envuelto químicamente en otro elemento variable, que es el radical,está formando siempre las sales
que experimentamos.
Notas varias
MADRID CIENTÍFICO
meiro del tubo El sonido de l*s Tooales se transmite
mejor que el de las coneonantes.
El zinc, en razón de su poca elasticidad, es el metal
más á propósito, no obstante de que muy á menudo es
preferido el hierro galvanizado, que transmite mejor
los golpes de martillo. El tabo debe ser liso en su parte
interior, debiéndose evitar con «uidado los cambios de
sección. El mejor sonido á gran distancia se obtiene
golpeando el borde del tubo; se puede también emplear
una trompeta aplicando el pabellón contra la embocadura del tubo.
NOTICIAS
Iniciada por el capitalista bilbaino Sr. Aznar, se ha
celebrado en Santander unr reunión con objeto de tratar de la formación de una nueva flota de vapores vasco
cántabra.
Asistieron muchos capitalistas santanderinos, y en
poco tiempo se suscribieron acciones por valor de tres
millones de pesetas.
Parece que la nueva flota se compondrá de 48 vapores.
Por fin parece que se ha encontrado dinero para poner al observatorio de Madrid en condiciones de desempeñar la misión que le corresponde al verificarse el próximo eclipse total de Sol.
La Gaceta del día 2 de Junio, es d^cir, un año menos
cinco días antes del 28 de Mayo de 1900, publica un decreto del ministerio de Hacípnda concediendo un crédito
extraordinario de ciento cincuenta mil pesetas para la
adquisición del material científico necesario al citado
objeto.
Entre ingenieros y electricistas se viene comentando
estos días el ruidoso pleito que la Central de Tarragona
ha entablado contra el constructor Sr. Planas. La empresa de electricidad exigre al Sr. Planas una indemnización de cerca de 200.000 pesetas por no haber cumplido sus compromisos.
(12)
Tal comparación la hacemos sólo para ahorrarnos
entrar en descripciones científicas, que serían necesarias
para hablar con precisión. Creemos que el ejemplo tiene
algo de parecido con el hecho real, y sirviéndonos de él
y puesta en claro nuestra intención, vamos á proseguir.
La corriente eléctrica no se limita á desdoblar las
molé.;ulas constitutivas del líquido, sino que al mismo
tiempo clasifica y distribuye los elementos que lo forman, con tal fijeza, que deja siempre el radical en la lámina por donde entra la corriente en el vaso y arrastra al
metal hasta la otra lámina y esto Fea cualquiera el liquido que se electroliza, que por electrólisis se entiende esta
descomposición.,
La semejanza con nuestro ejemplo continua, porque
también los ríos clasifican y distribuyen sus arrastres,
depositando primero la piedra y luego, más lejos, la tierra, y del mismo modo que. si imaginamos suprimiendo
'in río de su cauce, podemos sin titubear, viendo los
arrastres, señalar el sentido en que corría, podemos
siempre examinando dos placas que han servido para
electrolizar un líquido, fijar perfectamente el sentido en
que pasó la corriente; la lámina que tenga depositado el
radical, dio entrada á la corriente.
Las dos barráis que presentaD los depósitos de metal
247
Parece ser que Mr. Grumieax ingeniero director de
la empresa belga propietaria de varios tranvías de Madrid, piensa alzarse contra la concesión del proyectado
tranvía subterráneo del Sr. Soria, por entender que la
mencionada concesión lesiona los intereses de las empresas de tranvías que representa.
Ha permanecido varios días en Madrid y ha salido
para Barcelona nuestro distinguido amigo el ingenierojefe de La Industria Eléctrica D. Luis Muntadas.
Por iniciativa del director de la Escuela Central de
Artes y Oficios nuestro querido amigo D. Ramón Diaz
Maroto, se prepara en aquél centro de enseñanza, una
velada en honor al ilustre Volta, asociándose de este
modo al centenario de la invención de la pila eléctrica,
que la ciudad de Como celebra actualmente con una Exposición de Electricidad y un Congreso de electricistas.
Dícese que en la fiesta hará uso de la pblabra D. José
Echegaray, y que los profesores de la Escuela procurarán dar prácticamente una idea de lo que era la ciencia
de la electricidad en tiempos de Volta, de lo que fué su
invento y del camino recorrido desde aquel punto de
partida hasta ahora.
Una Compañía belga ha pedido datos á varias personas de Ciudad Real para proceder á la instalación de
una fábrica de remolacha.
Como son varios 'os terrenos de regadío que en los
pueblos inmediatos de Miguelturra, Carrión, Torralba
y otros existen, es fácil pue dicha fábrica fuera establecida en Ciudad Real.
El domingo pasado se celebró junta de accionistas de
la Compañía del ferrocarril de Madrid, Zaragoza y Alicante, acordando reelegir en sus cargos de consejeros á
los Sres. Roshtchild. duque de la Victoria y Manglany,
y aprobando el nombramiento del Sr. Sus para reemplazar al director de la Compañía fallecido, Sr. Grebus.
Se acordó también que quedara fusionada á la expresada Compañía la del ferrocarril de Barcelona, Tarragona y Francia.
En resumen: se dio el visto bueno y se declaró explícitamente aprobado todo lo que había hecho el Consejo de Administración.
y radical, se están polarizadas por la corriente.
Si recordamos ahora lo que son las pilas, se comprenderá que el liquido de ellas se electrolice y que conforme á la ley señalada, el radical se quede siempre en el
polo negativo y se explica la polarización que indicamos
experimentan y sabemos ya de donde vienen los arras
tres que dijimos inutilizaban las pilas, después de algún
tiempo de servicio.
La electrólisis y polarización eléctrica son las bases
de los acumuladores que examinaremos en el siguiente
artículo.
XVI. Acumuladores.—Henaos visto que las pilas son
transformadores de la energía química puesta en juego
por la diferencia de potencia' entre las láminas polares
y el líquido activo, y convertida en corriente eléctrica,
conocemos también la electrólisis, oue no es otra cosa
que la transformación de la corriente en energía química que se comprueba por la descomposición del liquido
y polarización de las láminas en él sumergidas. Pues
bien, en el acumulador se reúnen estos dos fenómenos.
Enlacemos á cada uno de los polos de una dinamo dos
láminas ó barras de plomo sumergidas éstas en un vaso
que contengli agua acidulada. Estamos ya en condiciones áejtítg&i ló (Jüe sbcéílérá al pasar la corrieníe.
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MADRID CIENTÍFICO
Las olas han arrojado á la playa de Valdorino, inmediata á El Ferrol, una ballena muerta, de 30 metros de
longitud, y que desde tierra parecía el casco de un buque náufrago.
Movimiento de personal
Ingenieros
Han comenzado los trabajos para tender un hilo especial de cobre entre San Sebgstián y Burgos, que servirá para las comunicaciones telefónicas entre el palacio
ie Miramar, el de Madrid y la Presidencia del Consejo
de Ministros.
Ha sido destinado A prestar sus servicios á la provincia de Murcia D. Ricardo Ayuso y Navarro.
Ha cesado de prestar sus servicios en la provincia de
Lérida D. José Sanz Soler.
El Barón de Hortega ha solicitado de la Dirección
general de Obras públicas la concesión de un tranvía con
motor eléctrico de la puerta de Hierro á Ara vaca y Pozuelo.
Ha solicitado se le conceda la consolidación de su situación en la Península D. "Pederico Moreno Lacal.
D. Juan Ozores, D. Ángel Duran y D. Manuel Barja,
vecinos de la Coruña, en instancia dirigida al ministro
de Fomento, han solicitado se les conceda el monopolio
por diez años para establecer en toda Galicia un servicio
de automóviles dedicado principalmente á viajeros y secundariamente al trasporte de mercancías, obligándose
á prestar gratuitamente el servicio de correos entre los
pueblos por donde circulen los expresados automóviles.
Pronto quedarán colocadas en los dos grandes huecos de la fachada principal del ministerio de Fomento
las magníficas estatuas de mármol <ie Balmes y Ulloa.
La de éste colócase á la izquierda, y á la derecha la del
primero.
Después de larga y penosa enfermedad ha fallecido
en esta corte D. Manuel Criado y Baca, catedrático numerario de la Escuela de Artes y Oficios y ex-profesor
de la Universidad Central y de la extinguida Escuela
Politécnica.
El finado, distinguido paisajista discípulo predilecto
de Haes, había obtenido gran número de premios en distintas Exposiciones, fué el introductor el método Hendricks en España y celoso propagador de la instrucción
popular por medio del dibujo aplicado á las artes.
Ayudantes
Sobrestantes
Ha solicitado el reingreso en el servicio activo del
Estado D. Juan Antonio Aracil y Hernéndez.
MONTES
I nágprestar
e n i esus
r o servicios
s
Ha sido destinado
en la provincia de Palencia D. Federico Laviña y La viña.
Ha sido trasladado de la provincia de Palencia á la
de logroño D. Valeriano González Mateo.
MINAS
Ingenieros
Ha sido declarado en situación de supernumeririo
D. Manuel Cortes y Cicero.
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Comisarios
Ha sido nombrado vocal del Consejo superior de
Agricultura, Industria y Comercio, D. Eduardo Travesedo y Casariego.
Han sido relevados del cargo de Comisarios de la
provincia de Toledo D. Rafael Corcuera y Arguelles y
D. Jul'án Morales Diaz, y nombrados para' la misma
provincia D. José Diaz Repolliu, D. Francisco de Partearroyo y D. Juan Redondo; y en la provincia de Teruel, ha Hdo destituido D. Jaime Royo y nombrado don
Pedro Pantaleón Cortel y Tarín.
Madrid, 18?>9.—Traprenta. Caños. 4
El agua se descompone, el hidrógeno que hace las
veces de metal es arrastrado hasta la lámina que da salida á la corriente del vaso, el oxígeno se queda en la
otra lámina, todo conforme á las reglas señaladas en el
articalo anterior.
Las dos nuevas barras de plomo con hidrógeno la
una y de plomo con oxígeno la otra, dejémoslas en el líquido, pero en vez de unirlas al generador, como hacíamos antes, enlacémoslas por un alambre. Sucederá
>;ntonce8 que en éste circula una corriente contraria á la
que descompuso el agua, corriente que se denomina secvndaria y que nace del sistema formado por el agua y
las placas, que es el acumulador elemental, como se engendra la corriente en una pila cualquiera.
Lo sucedido en el acumulador es fácil de imaginar.
Polarizó sus placas una corriente extraña, descompuso
su elemento líquido, separando el oxigono del hidrógeno, pero al quedarse cada uno de estos pedazos de agua
en una y otra placa, quedan con la energía de combinación acumulada, están en ellas á la fuerza y dispuestos á
aprovechar la primera ocasión que se les presente para
lanzarse y de nuevo reconstituir el agua. Así en efecto
lo hacen, al unir por un alambrelasdos placas; la contlnuidiad del circuito basta para que se ponga de mani-
fiesto la diferencia de potencial eléctrico y nazca la corriente secundaria, y aprovechen el oxígeno é hidrógeno, esta corriente favorable á sus deseos, favorable,
porque tiende ahora á llevar oxígeno á la placa donde
está el hidrógeno y separar del agua átomos de hidrógeno que transporta á la placa del oxigeno, formándose
asi el agua alrededor de uno y otro polo.
Esto es en términos generales lo que ocurre en todo
acumulador, y del mismo modo que hay pilas diferentes, hay acumuladores en que varía la naturaleza de las
placas, del líquido ó de ambas cosas á la vez.
• El que nos ha servido de ejemplo es por decirlo así
el teórico, que luego Mr. Faure hizo entrar en el terreno de la práctica, empleando láminas de plomo recubiertas de óxido é introduciendo en el agua acidulada
paquetes de ellas en vez de las dos que nos sirvieron en
el experimento citado. Se aumentó asi la capacidad, la
duración y potencia del acumulador y emprendido el
camino del perfeccionamiento, siguen cada día con más
ahinco los escuerzos para lograr resolver el problema del
acumulador práctico.
A primera vista no se alcanza la utilidad del acumulador y pudiera pensarse que es mera curiosidad y nada
práctico el fenómeno de la corriente secundaria.
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