Sumario: efecto del recurso en medidas cautelares de “corralito

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Sumario: efecto del recurso en medidas cautelares de “corralito”.
CAUSA N° 122.924/2002 “Val Silvina Noemí y otros -RQU c/ PEN- ley 25.561- DTO
1570/01 214/02 s/ queja”
En
Buenos
Aires,
a
los
30
días
del
mes
de
mayo
de
2002,
se
reunieron en acuerdo los señores jueces de la sala IV de la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal a los efectos de conocer acerca
de la admisibilidad del recurso de queja interpuesto fs. 2/8 vta.;
El Dr. Alejandro Juan Uslenghi dijo:
I. La señora juez de primera instancia admitió la medida cautelar
peticionada y, en consecuencia, -previa caución juratoria- dispuso la suspensión
preventiva del inciso a) del artículo 2° del decreto 1570/01, y de la pesificación a
$ 1,40, ordenando al Estado Nacional y a los Bancos Río y de la Provincia de Buenos
Aires
que
permitieran
a
la
actora
extraer
la
suma
de
dólares
estadounidenses
equivalente al 50% de los depósitos a plazo fijo que poseía en las entidades
privadas (confr. fs. 12/13).
II. Contra esa decisión los representantes del Estado Nacional Ministerio de Economía- interpusieron y fundaron su recurso de apelación (conf. fs.
14/30), el que fue concedido con efecto devolutivo (conf. fs. 31).
III. La demandada ocurre en queja ante esta alzada objetando el
efecto con el que fue concedido el recurso intentado (conf. fs. 2/8 vta.).
IV. El recurso de queja constituye el remedio procesal tendiente a
obtener que el Tribunal competente para conocer en segunda instancia, tras revisar
el juicio de admisibilidad efectuado por el órgano inferior, declare admisible la
apelación y disponga sustanciarla en la forma y con los efectos que correspondan -si
ella hubiera sido denegada- (conf. art. 282 del C.P.C.C.N.), o la conceda con un
efecto distinto al otorgado en el acto de concesión del recurso (conf. art. 284 del
C.P.C.C.N.).
V. En primer término, cabe recordar que la actora
promovió la
presente acción de amparo con el objeto de que se declarara la inconstitucionalidad
del decreto 1570/01 y de la ley 25.561 por cuanto restringían y afectaban de forma
directa derechos y garantías reconocidos por la Constitución Nacional, y que se
dispusiera la devolución del dinero depositado en distintas entidades bancarias.
VI. Es menester destacar que en el artículo 15 de la ley de
amparo se establece que el recurso de apelación “deberá interponerse dentro de
las 48 horas de notificada la resolución impugnada y será fundado, debiendo
denegarse o concederse en ambos efectos dentro de las 48 horas”.
VII.
Esta
Sala
ya
tenido
oportunidad
de
señalar
que
la
constitucionalización del amparo -operada en 1994- tuvo por finalidad robustecer
el derecho a la tutela judicial efectiva, también receptado en diversos tratados
internacionales con jerarquía constitucional en virtud de lo normado en el
inciso 22 del artículo 75 de la Constitución Nacional (confr. art. 18 de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; art. 8° de la
Declaración Universal de Derechos Humanos; art. 25 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos y art. 2°, punto 3, ap. b del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos; conf. esta Sala, “Adamo Héctor y otros c/ Estado
Nacional - C.S.J.N.”, 29-5-95; “Río Negro SRL c/ DGA -Resol. Dfido 74/98 y
otro”, 2-9-98; e “Iribar Élida Beatriz c/ Lotería Nacional Sociedad del Estado”,
22-9-99).
VIII. Como consecuencia de ello, el nuevo texto constitucional
ha venido a introducir -tácitamente- modificaciones en el régimen del amparo
vigente
hasta
entonces,
en
todo
aquello
que
contradiga
a
los
principios
inspiradores de la reforma, puestos de resalto en el párrafo anterior. Por ello,
y en cuanto se refiere puntualmente al caso sub examine, es menester examinar si
la
prescripción
contenida
en
el
citado
artículo
15
-respecto
al
efecto
suspensivo con el que debe concederse el recurso de apelación contra una medida
cautelar solicitada en el marco de un amparo- resulta contrario al nuevo régimen
estatuido en la Carta Fundamental.
IX. En ese sentido, no resulta coherente con la finalidad propia
del proceso de amparo -concebido como un medio expedito y rápido de protección
de derechos fundamentales de los ciudadanos- que la apelación de las medidas
cautelares produzca la suspensión de los efectos de esa medida. Insistir en la
vigencia de la norma mencionada importaría, dentro del marco constitucional bajo
examen, hacer prevalecer la norma infraconstitucional y restar eficacia a la
tutela sumaria garantizada por el amparo. En efecto, suspender los efectos de la
medida adoptada por la magistrada de primera instancia, hasta tanto trascurran
todas
las
instancias
ordinarias,
lleva
necesariamente
a
desnaturalizar
el
instituto en cuestión, concebido primeramente para tutelar de modo rápido y
efectivo los derechos sustanciales afectados de modo arbitrario y manifiesto
(confr. esta sala, “Costantino Francisco -Rqu- c/ EN -INSSJ y P- Pami- dto
894/01 s/ queja”, 8/11/01).
No puede dejar de hacerse mérito de que la previsión de la ley
16.986 lleva ineludiblemente a interpretar que los derechos patrimoniales pueden
hallar tutela inmediata -en tanto regidos por el código procesal (conf. art. 198
del C.P.C.C.)- mientras que los restantes derechos y libertades constitucionales
deben
esperar
para
encontrar
debida
protección
al
agotamiento
de
las
dos
instancias ordinarias y, eventualmente, al de la extraordinaria (conf. Carrió,
Genaro, “Recurso de amparo y técnica judicial”, citado por Vallefín-Morello, “El
amparo, régimen procesal”, 4a edición, Librería Editora Platense, Buenos Aires,
2000, pag. 150; este tribunal, fallo cit.); lo que implica un contrasentido.
Finalmente, cabe señalar que la solución a que se arriba es la
que mejor se compadece con lo garantizado en el artículo 28 de la Carta Magna.
Por todo lo expuesto, voto por desestimar el recurso de queja
incoado.
El Dr. Guillermo Pablo Galli:
I. La señora juez de primera instancia admitió la medida cautelar
peticionada y, en consecuencia, -previa caución juratoria- dispuso la suspensión
preventiva del inciso a) del artículo 2° del decreto 1570/01, y de la pesificación a
$ 1,40, ordenando al Estado Nacional y a los Bancos Río y de la Provincia de Buenos
que permitieran a la actora extraer la suma de dólares estadounidenses equivalente
al 50% de los depósitos a plazo fijo que poseía en las entidades privadas (confr.
fs. 12/13).
II. Contra esa decisión los representantes del Estado Nacional Ministerio de Economía- interpusieron y fundaron su recurso de apelación (conf. fs.
14/30), el que fue concedido con efecto devolutivo (conf. fs. 31).
III. La demandada ocurre en queja ante esta alzada objetando el
efecto con el que fue concedido el recurso intentado (conf. fs. 2/8 vta.).
IV. El recurso de queja constituye el remedio procesal tendiente a
obtener que el Tribunal competente para conocer en segunda instancia, tras revisar
el juicio de admisibilidad efectuado por el órgano inferior, declare admisible la
apelación y disponga sustanciarla en la forma y con los efectos que correspondan -si
ella hubiera sido denegada- (conf. art. 282 del C.P.C.C.N.), o la conceda con un
efecto distinto al otorgado en el acto de concesión del recurso (conf. art. 284 del
C.P.C.C.N.).
V. En primer término, cabe recordar que la actora
promovió la
presente acción de amparo con el objeto de que se declarara la inconstitucionalidad
del decreto 1570/01 y de la ley 25.561 por cuanto restringían y afectaban de forma
directa derechos y garantías reconocidos por la Constitución Nacional, y que se
dispusiera la devolución del dinero depositado en distintas entidades bancarias.
VI. Entrando en el examen de la cuestión planteada, es menester
destacar que en el artículo 15 de la ley de amparo se dispone que el recurso de
apelación “deberá interponerse dentro de las 48 horas de notificada la resolución
impugnada y será fundado, debiendo denegarse o concederse en ambos efectos dentro de
las 48 horas”.
VII. Esta Sala ya ha tenido oportunidad de resolver que, tras la
reforma constitucional de 1994, las normas reglamentarias de la acción de amparo
establecidas en la ley 16.986 -sancionada con anterioridad a la modificación del
texto
constitucional-
conservan
vigencia
en
la
medida
en
que
no
aparezcan
en
contradicción con el instituto del amparo del artículo 43 de la Ley Fundamental y
con los principios contenidos en los pactos celebrados por la Nación y que han
adquirido jerarquía constitucional en virtud de las modificaciones introducidas en
el artículo 75, inciso 22.
Sobre
consideración
la
base
el principio
de
lo
expuesto
constitucional
de
la
y
en
“tutela
especial,
judicial
tomando
en
efectiva”,
se
consideró que no cabía otorgar efecto suspensivo a las apelaciones interpuestas
contra las medidas cautelares que hubieran sido resueltas en una acción de amparo.
VIII. Sin perjuicio de lo expuesto, en el sub lite median razones
de excepción que llevan a decidir de modo contrario al criterio adelantado.
En
primer
término,
porque
las
circunstancias
de
hecho
de
los
precedentes invocados difieren de las del sub examine. Adviértase que en tales
supuestos se trataba de decisiones en las que de ninguna manera se obligaba a la
demandada a la entrega de sumas de dinero como ocurre en autos.
En segundo lugar, porque del examen del contenido de la medida
cautelar dispuesta en conjunción con el objeto de la acción de amparo intentada se
desprende
que
menoscabo
del
lo
resuelto
derecho
de
importa
defensa
un
en
claro
exceso
juicio
de
jurisdiccional,
la
contraparte;
con
grave
principio
constitucional que debe ser preservado con igual intensidad que los enunciados en el
considerando anterior.
Debe recordarse que la medida cautelar resulta configurada, con
respecto a la actuación del derecho sustancial, como una tutela mediata, pues más
que
hacer
justicia
sirve
para
asegurar
el
eficaz
funcionamiento
de
ésta
(Calamandrei, “Introduzione alo studio sistemático dei provvedimenti cautelari”,
pág. 21).
No puede soslayarse que la entrega en efectivo del 50% de las
sumas, cuya restitución constituye el objeto de la acción, implicaría, en los hechos
-y teniendo en consideración el volumen de causas análogas a las de autos que
tramitan ante el fuero-, una desarticulación del sistema establecido en las normas
que en autos se impugnan, sin que exista un pronunciamiento definitivo respecto de
su constitucionalidad y, lo que es mas grave, sin que las demandadas hayan tenido
oportunidad de ser oídas.
En tal contexto, y toda vez que no se ha demostrado que en el caso
concurra alguna circunstancia excepcional que lo justifique, no parece irrazonable
suspender el cumplimiento de la decisión apelada, cuanto menos, hasta que exista
pronunciamiento del tribunal respecto del recurso interpuesto por la demandada.
Por lo expuesto voto por hacer lugar al recurso de queja deducido
y, en consecuencia, otorgar efecto suspensivo a la apelación deducida por el Estado
Nacional -Ministerio de Economía- contra la medida cautelar dispuesta por el a quo
el 8 de marzo de 2002.
La Dra. María Jeanneret de Pérez Cortés dijo:
1.
Doy
por
reproducidas
las
consideraciones
efectuadas
en
los
puntos I a IV por mis estimados colegas.
2. Coincido con la solución propuesta por el Dr. Galli, atento a
que en sub lite median razones de excepción que llevan a reconocer el efecto
suspensivo -otorgado en la ley 16.986- a la apelación deducida en los términos de su
artículo 15, sin perjuicio de la solución que corresponda adoptar al conocer en el
recurso.
3. Según el mencionado precepto: “Sólo serán apelables la sentencia
definitiva, las resoluciones previstas en el artículo 3° y las que dispongan medidas
de no innovar o la suspensión de los efectos del acto impugnado. El recurso deberá
interponerse dentro de cuarenta y ocho (48) horas de notificada la resolución
impugnada y será fundado, debiendo denegarse o concederse en ambos efectos dentro de
las cuarenta y ocho (48) horas...”
4. Esta Sala ya ha tenido oportunidad de resolver que, tras la
reforma constitucional de 1994, las normas reglamentarias de la acción de amparo
establecidas en la ley 16.986 -sancionada con anterioridad a la modificación del
texto
constitucional-
conservan
vigencia
en
la
medida
en
que
no
aparezcan
en
contradicción con el instituto del amparo del artículo 43 de la Ley Fundamental y
con los principios contenidos en los pactos celebrados por la Nación y que han
adquirido jerarquía constitucional en virtud de la modificaciones introducidas en el
artículo 75, inciso 22.
5.
consideración
Sobre
la
el principio
base
de
lo
constitucional
expuesto
de
la
y
en
“tutela
especial,
judicial
tomando
en
efectiva”,
se
consideró que no cabía otorgar efecto suspensivo a las apelaciones interpuestas
contra las medidas cautelares que hubieran sido resueltas en una acción de amparo.
6. El criterio expuesto no es aplicable en el caso, pues no se está
en presencia de una medida cautelar típica, en sentido propio, tendiente a preservar
la eficacia de la sentencia respecto del derecho que se quiere asegurar -esto es,
para garantizar el resultado eventualmente favorable del proceso-, sino que mediante
un trámite similar al de dichas medidas, inaudita parte y sin invocación -en el
fallo- de una situación -concreta- excepcional de urgencia, se permitiría que la
parte actora obtuviera parcial y anticipadamente su pretensión consistente en el
pago de una suma de dinero.
Por ello, voto por hacer lugar al recurso de queja y otorgar efecto
suspensivo a la
apelación deducida por la parte
demandada en autos contra la
sentencia que obra, en copia, a fojas 12/13.
En virtud del resultado de que instruye el acuerdo que antecede, se
resuelve: HACER LUGAR al recurso de queja y otorgar efecto suspensivo a la apelación
deducida por la parte demandada
Regístrese, notifíquese y agréguese a los autos principales.
ALEJANDRO JUAN USLENGHI
MARIA JEANNERET DE PEREZ CORTES
GUILLERMO PABLO GALLI
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