AÑO I # 1 MAYO - JUNIO 2015 PERIODICO UPEL MATURÍN DOCTORADO EN EDUCACIÓN Envío Postal Es este, nuestro primer envìo postal, nuestro comienzo del periódico Palabras. Un envío que no sabe lo que inicia, no sabe a quién escribe ni què destina. Pero se acoge en un comienzo que procura anidar la fuerza del deseo y la creación de la palabra por-venir. Formaciòn y experiencia; Narrar lo humano en el lìmite de la huida Elsa Guzmàn de Moya P.àginas 4-5. ¿DIJO USTED INTELECTUALES? Ensayo de Rigoberlo Lanz. Pàgina 3 Pag.1 Palabras Envío Postal Universidad Pedagógica Experimental Libertador Consejo Rectoral Prof. Raúl López Rector Profa. Doris Pérez Vicerrectora de Docencia Profa. Moraima Esteves Vicerrectora de Investigación y Postgrado Profa. María Teresa Centeno Vicerrectora de Extensión Profa. Nilva Liuval de Tovar Secretaria Instituto Pedagógico de Maturín “Antonio Lira Alcalá” Prof. Alcides Zaragoza Director-Decano Profa. Neida Montiel Subdirectora de Docencia Prof. José Acuña Evans Subdirector de lnvestigación y Postgrado Prof. Robín Ascanio Subdirector de Extensión Prof. Hernán Ferrer Secretario Equipo Académico de la Subdirección de Investigación y Postgrado Coordinadora General de Postgrado Dra. Rixima Caraballo Coordinador General de Investigación Dr. Maximino Valerio Coordinadora del Programa de Doctorado en Educación Dra. Grisel Parra Coordinador del Programa de Maestría en Educación Mención Enseñanza de la Geohistoria Dr. Nestor Garcia Coordinadora del Programa de Maestría en Literatura Latinoamericana Dra. Rixima Caraballo Coordinadora del Programa de Maestria en Educación Mención Enseñanza del Inglés Pro fa(MSc) Maira Moreno Coordinadora del Programa de Maestría en Gerencia Educacional Profa(MSc) Carmen Elena Martinez Coordinador del Programa de Maestria en Educación Mención Enseñanza de la Matemática Prof. (MSc) Omar Suniaga Coordinador del Programa de Maestría en Educación Superior. Dr. Freddy Rodriguez Coordinadora Programa Especialización en Procesos Didácticos para el nivel Basico Profa. (MSc) CarmenVelasquez Coordinador del Programa de Maestria en Lingüística Coordinadora Programa Especialización en EduProf. (MSc) Ricardo Andarcia cación Inicial Dra. Rixima Caraballo Coordinador del Programa Maestría en Educación Mención Enseñanza de la Coordinador Programa de Especialización en Educación Física. Educación Básica Dr. Norberto Arias Prof. (MSc) Pedro Luís Fuentes Coordinador del Programa de Maestría en Educación Ambiental. Dr. Ildemaro Febres Es este, nuestro primer envío postal, nuestro comienzo del periódico palabras. Un envío que no sabe lo que inicia, no sabe a quién escribe ni que destina. Pero se acoge en un comienzo que procura anidar la fuerza del deseo y la creación de la palabra por-venir. Nada se puede prever, nadie sabe qué sucederá. En estas letras hay voces, miradas, silencios que se aventuran al desafío de lo instituido. Sólo somos palabra que se resiste a la obediencia de la gramática instaurada para nombrar el mundo. Es desobediencia a lo dado, a la fatiga y el cansancio de las escrituras que buscan fortalecer lo que preexiste. Por eso creo que podemos pensar estos envíos, como búsquedas de grietas en el pensamiento orientado al logro de inventarnos permanentemente. Sólo si nos agrietamos daremos paso a la creación. Y tal como expresa Fernando Bárcenas “Creamos cuando decimos lo que no es”. Por esto la necesidad de buscar en cada entrega el infante que nos habita para donar con ella una apuesta por la posibilidad de llegar a un nuevo tejido de la vida. Un infante capaz de aprender el arte del balbuceo del decir de las palabras. Diría que se trata de un ejercicio del no poder decir y como tal del no poder pensar desde las formas acabadas. Dejado a cuenta, prefiero decir que de lo que se trata cada envío es de lo que nos destinamos: romper las aristas de las figuras monolíticas del pensamiento. Romperlas para mostrar el mundo como espacio de creación. Les damos finalmente nuestro agradecimiento a esos cómplices del balbuceo del mundo que escucharon nuestro pedido. Anibal, Elsa, José, Celso quienes de manera amorosa dieron el tiempo de su palabra para donarlas en un gesto hospitalario en este, nuestro primer envío. Envío que lleva la disyunción de toda identidad de la palabra. PALABRAS Año I. No.1 Mayo-Junio 2015 Coordinación de Publicaciones de la Subdirección de Investigación y Postgrado del Instituto Pedagógico de Maturín Correo electrónico: [email protected] Equipo Editor Coordinador Dra. Grisel Parra Dr. Celso Medina Lic. Anibal Lares Diagramador: Guillermo Lopéz Dibujo portada de Sebastiàn Làrez Pag.2 Palabras Reflexiones ¿DIJO USTED INTELECTUALES? “...el miedo se ha convertido hoy en una de las pasiones dominantes en las sociedades democráticas”. Rigoberto Lanz LUC FERRY: Familia y amor, p. 11 U nas brevísimas notas sobre la idea misma de lo que es un intelectual para evitar la trivialidad de creer que toda persona es un intelectual porque usa su intelecto. Así no es la cosa. Todo el mundo sabe escribir y de allí no se sigue que sean escritores. Mucha gente sabe sumar y restar pero ello no significa que obtendrán el Premio Nóbel de matemáticas. Eso basta para entender que sólo puede llamársele intelectual a la persona que tiene un cultivo de la función reflexiva, una trayectoria de producción intelectual, un desempeño público visible en el desarrollo de algún campo del pensamiento (artístico, científico, humanístico) Desde siempre las relaciones del mundo intelectual y los aparatos de poder han ido problemáticas. Lo son especialmente tensas en el campo de la izquierda donde el tema del compromiso y la militancia en las causas revolucionarias suelen derivar en alguna forma de hipoteca, sea del talante crítico (que es esencial), sea de la vitalidad creadora (que es igualmente capital) Los intelectuales prestados a la función pública (en el Estado o en los aparatos políticos) plantea el viejo problema de la funcionalización de la crítica, es decir, el imperativo de la pragmática de las conveniencias por encima de la distancia crítica que es vital para pensar los procesos. Los intelectuales que se mantienen independientes constituyen por igual un punto de tensión que al poder establecido le cuesta digerir. Las escaramuzas recientes del debate sostenido en el seminario del Pag.3 “Centro Internacional Miranda” ilustran bien este fenómeno: la pragmática del poder es alérgica a la crítica y más alérgica aún a los refinamientos teóricos, a los debates exquisitos, a las elaboraciones de alto vuelo. No es casual que las reacciones más deleznables provengan de los sectores más atrasados. El drama de una formación socio-política muy precaria se expresa justamente en la total incomprensión de las agendas en debate. El practicismo del funcionariado es inversamente proporcional a la agudeza intelectual que se requiere para entrar a alguna discusión en serio. El expediente de la descalificación es un viejísimo truco con el que se suele evadir un debate. Interpretar mañosamente lo que está planteado es también una práctica muy conocida. Las tesis se refutan con insultos, los argumentos se barajan con anécdotas, los análisis se responden con amenazas. Los aparatos stalinistas fueron siempre así. Los aparatos de Estado manejados por partidos de izquierda fueron siempre así. Allí no hay ninguna novedad. Lo interesante puede venir por otro lado: la gente comienza a tomar la palabra sin miedo. El debate puede colarse por las grietas de aparatos incapaces de contener el torrente crítico de la multitud. El poder constituyente se hace visible en la rebelión de la gente frente a los controles estatales (reaccionarios por definición) La fuerza subversiva de la multitud también se expresa en la palabra disidente, en la voz que no complace al burócrata, en la opinión autónoma de movimientos que construyen su propia agenda frente al paternalismo del Estado o el partido. El silencio de lo constituido va en la dirección del control y el disciplinamiento. La apelación crítica de la multitud va en la dirección de la revuelta de espíritu, del posicionamiento del poder popular en todas las esferas, del cultivo de una sensibilidad creadora que es esencial para la invención de nuevos modos de gestión política (más allá del partido, del gremio o los sindicatos) Una voluntad de transformación es vital para que las cosas cambien realmente. Esa voluntad está a la vista. Pero querer cambiar no basta: es fundamental contar con una visión transformadora, con una concepción que sea ella misma revolucionaria (no se hace una revolución con una teoría reaccionaria) El papel de los intelectuales no es ser buenos ingenieros o tractoristas. Nada sustituye el compromiso mayor de contribuir a entender en dónde estamos y por dónde podemos ir. Palabras T oda autentica búsqueda acarrea inquietudes. Por eso, pensar la educación hoy tal vez está en sentir el riesgo de disgregase entre multitudes de texturas, símbolos y signos, que dilatan al mundo expresivo de lo humano en diversos planos y significados, exigencia que lleva a encarar la pluralidad de imaginarios con escrituras originales que desnudan los paradigmas de la educación que nos posee. Mis palabras no persiguen trasmitir entusiasmo alguno por modelos que encadenen deseos y sensibilidades hacia un determinado ethos. De hecho voy narrar una historia que inteantará dejar ver fragilidades y rupturas que han acompañado mis búsquedas. Una historia que no aspira ofrecer respuestas armónicas y concluyentes, sino que siempre está dispuesta a los comienzos. Comienzos que Hannah Arendt confiesa no como el “inicio de algo, sino de alguien”. Momentos de encuentro como estos descubren la preocupación siempre latente por lo que solemos llamar investigación, y lleva preguntarse, ¿si lo que hacemos como investigación tendrá que ver con avivar el ímpetu subversivo del pensamiento? Inquietud asediada por semblanzas pesimistas, al advertir, ¿si será saludable hablar de investigación entre formalismos y rituales de la universidad, a sabiendas que los sistemas y prácticas de coherencia, continuidad, argumentación racional siempre han encontrado en esta institución su correlatora ejemplar? Con todo y pesimismo, no es una perogrullada increpar: ¿Hasta qué punto es la estabilidad escolar la que interrumpe, obstruye, sojuzga el movimiento del pensamiento, o somos los que convivimos en ella los que frenamos potencialidades e ímpetus? Lyotard nos reta cuando cuestiona: ¿Cómo podemos interrogar un tema sin ser interrogados por él? Pregunta que exalta preocupaciones en torno a: ¿Cómo hemos sido formados?, ¿De qué investigación habla la universidad? ¿Qué investigación encaramos? y ¿Con qué nos encara la investigación? Incertidumbres que trasiegan miradas y sentidos, y obligan admitir, que no sólo somos capaces de testimoniar contenidos y cuerpos conceptuales que la formación, investigación y docencia representan, sino que esos contenidos y conceptos son, muchas veces, testimonios fieles de lo que somos. Interpelar los abismos entre el discurso de la formación, la vida escolar y la docencia con el pensamiento y sus movimientos, precisala toma posición ante la perspectiva y coherencia que tales significaciones exponen, a la vez de percibir hijuelas que develen “cuestiones críticas” que de ellas pueden suscitarse.De este modo, cuando miramos las significaciones y determinaciones que la palabra docencia porta en el episteme moderno; los lugares y tiempos asignados (o roles) y cómo a través de configuraciones Pag.4 Travesìas FORMACIÓN Y EXPERIENCIA: NARRAR LO HUMANO EN EL LÍMITE DE LA HUIDA Elsa Guzmàn de Moya institucionalizadas de la formación y práctica son cristalizados ritmos para mantener determinados equilibrios semióticos, está claro, que el ser docente siempre es expuesto a narrativas donde el curso de los asuntos educativos es definido por la “visión fabricadora”, que ignora que los seres humanos no son sólo ejemplares de una especie, sino “individuosúnicos, de los cuales ninguno, aunque igual a todos, es idéntico”. Bajo la influencia de estas inclinaciones se impone una formalidad implícita en las decisiones conceptuales, la problematización de formas de pensar y sistematicidad de la actuación. Lo que convoca no puede oscilar únicamente en propuestas que renuncien a conceptos o redefinen para salvar perspectivas de observación y ganar instancias de poder-saber, sino problematizar tradiciones de pensamiento que se sostienen y sostienen la racionalización normativa. Crítica que apunta al cuestionamiento de los paradigmas educativos marcados por la metafísica de la linealidad, en torno al cual es constituido el corazón de la “educación racional”. Descartes inicia su más reconocida obra “Discurso del Método” con una afirmación concisa: “La razón es por su naturaleza igual en todos los hombres”. Afirmación central de la filosofía cartesiana, que funda el modo específico de la relación de lo humano como “SUJETO ”y el mundo como “OBJETO” .Paradójicamente este filósofo francés, que decide como metódica “partir de la duda para alcanzar la certeza”, inventa la noción de SUJETO RACIONAL capaz de conocer la naturaleza como "lo otro de sí”(Steiner, George, 2012, PP.: 83-84).Es decir, un sujeto que observe el mundo fuera de sí mismo, que “cumpla reglas” y se comporte "como debe ser". El horizonte de sentido que guía al espíritu moderno está en elaborar la representación o imagen de la REALIDAD como una totalidad organizada a partir de nociones y fundamentos “DE LA VERDAD”. La enorme diversidad y pluralismo del ser se diluye entre los términos de la verificación, renovación normativa y temporal, formas de la “PRAXIS” y en análisis de los contornos del RÉGIMEN LEGITIMADOR DE LA VERDAD. Contiguo al desarrollo técnico-científico-racional y de la transformación de una sensibilidad antropocéntrica, surgen otros diálogos con el mundo. Un progreso científico adyacente a las urgencias de la “revolución e ilustración”(burguesa o proletaria) converge en la formación una “conciencia científica” con tendencia “imperialista y carácter positivista”, que asiste con mucho énfasis la exploración de modos para la estandarización de las costumbres asociados al:“Prometeo moderno y la HISTORIA” como las instancias anheladas que habrían de compendiar “la independencia de los límites humanos”. Las relaciones que la visión moderna teje al delimitar la condición humana a su naturaleza, impulsa “el alejamiento de la pluralidad” al perfeccionar “la radical deshumanización de lo humano”. Lo que obse- Palabras siona al espíritu del visionario del SUJETO MODERNO está en expulsar fantasmas nacidos de la imaginación, de lo efímero y lo ambiguo. Modelo ideal con el que la empresa metafísica conjura cuerpos poliformes que tomen “el color y el calor de la carne viva". Son las fuerzas paradójicas de la esencia continua, evolutiva y progresista que orientan al talante futuro céntrista en la Modernidad, a las que se atribuye la incomprensibleausencia“del sí mismo”. El racionalista sometido al espíritu del orden, ve con ojos poco azorados en la unidad de las ideas, ese saber absoluto sin el cual se siente“extraviado”. Es el dominio de gestos logo céntricos fuera de los cuales no habría “nada que decir”, porque cualquier movimiento se da en la fidelidad de lo ya dicho. Así los aspectos múltiples de la vida son sacrificados en torno a la obsesión de lo homogéneo que no deja espacio a que lo distinto aparezca. El poder y el semblante moderno demanda de una educación que logre concordancia directa con "EL SUJETO ideal dentro de la “normalidad proyectada.”El ser humano, que pasa arepresentar“cuerpo y expresión a elaborarse”, trasmuta de ser diferenciado, plural y singular a un ser especializado y espacializado .La infinitud de la subjetividad humana al ser objetivada entre sistemas y equivalencias estructurales (bajo formatos doctrinarios, ideológicos, disciplinarios y epistemológicos),es erradicada entre categorías, conceptos, modelos analíticos y organizaciones funcionales. Resonancias de lenguas instrumentalizadas que procuran dar respuestas a exigencias de legibilidad que tienden a tranquilizar la percepción entre secuencias y repeticiones. Tras la mirada racional se escudan las fuerzas que deportan a la metáfora como configuración expresiva de imaginarios que fluyan entre bordes peligrosamente difusos y saberes extraños. Ante la incertidumbre emerge el desafío de cómo asumir el aturdimiento que originan estas primicias, cuando aparecen súbitamente escenarios para los cuales no fuimos preparados profesionalmente. Tal vez sean sensaciones de impotencia las que sentimos, cuando al aproximarnos a los asuntos de la formación humana parecemos atrapados entre engranajes que nos superan. Por ventura este desasosiego a su vez es aguijón que lleva a comprender que la resignación es la actitud más nefasta para hacer frente a lo por venir. Estoy convencida que afrontar el complejo asunto de la formación humana no puede tomarse como simple contemplación teórica. Esto me ha llevado a la búsqueda de intensidades en la condición humana que fragilizan las durezas de la palabra Educación. Me di cuenta, como creo que lo hacen muchos, que esta palabra en lugar de restringir, inhibir y anular burdamente la libertad de pensar puede, abriéndose a la pluralidad de estéticas existenciales, escurrirse entre formas impuestas e imágenes preservadas en el sentido formal de la gramática uso en la que la tradición académica Pag.5 “ Ante la incertidumbre emerge el desafío de cómo asumir el aturdimiento que originan estas primicias, cuando aparecen súbitamente escenarios para los cuales no fuimos preparados profesionalmente.” la ha cristalizado. Sin ceder al impulso de añadir o censurar es vital reconocer, que del respeto a la multiplicidad surge la expectativa de atravesar desconocidos campos de experiencias, que esperan entre espacios y temporalidades diferentes, suscitar diálogos que consientan volver sobre cuestiones desde una actualidad radicalmente nueva. De modo que cuando se anhela comprender al elemento extraño que turba la coherencia de las escenas conocidas, no es posible conformarse con formular contornos funcionales “metodológicamente opuestos”, sino apreciar, tal vez como anuncia Gastón Bachelard, la “aventura de ensoñación que acepta la ayuda de los grandes poetas” que lleva a percibir el encuentro entre memoria e imaginación “de los tiempos en que se soñaba pensando y se pensaba soñando”. No sólo es un supuesto el saberse habitante y habitado por imperiosos sentidos cambios suscitados por una desenfrenada circulación de bienes, sino asumirse como ser viviente de multitudes de incidencias y heterogéneas significaciones que puntean contornos radicalmente nuevos de subjetivación. La cuestión de ocuparse del complejo asunto de la formación hoy no está en dar cuenta de un clima influenciado de llamativos des-ordenamientos <<morales, ideológicos y políticos>> que el capitalismo global expone, sino al desconcierto y falta de orientación frente la multiplicidad humana que está emergiendo. En medio de tan dilemáticos asuntos, los significados y significantes sobre la pregunta por la investigación, sólo aparece en medio del diálogo perturbador que ponga en movimiento la voluntad de imaginar, sentir y pensar. Si ese dialogo perturbador no se dispara, esta pregunta continuará consumiéndose entre regularidad es registradas por observadores ajenos a su esencia. Me parece que nos sentimos demasiados limitados. Hay temas asombrosos que hoy son vitales estudiar, y que dejamos de lado por ser repetidores aturdidos por retóricas que movilizan sus dominios entre jergas y clichés del consumismo y/o politiquerías ramplo- nas. El reto va más allá de capturar la mirada que persiga algo diferente; pues cuando los sentidos son subordinados a espectros visores o encuadres de cualquier índole, el cuerpo sólo es un medio para que el ojo pueda ver lo reconocible ordinariamente. Lo otro, lo extraño se ignora al dejarse deslumbrar por avasallantes resplandores de lo explícito. Me persuade el sentimiento que en el complejo mundo de la formación, hay muchas cosas que no son para ser entendidas racionalmente. Lo que parece más significativo de este desafío, escon-sentir que las narrativas sobre la condición humana no están en las fuerzas de la veracidad que surge rápidamente de manera definitiva, sino en infinidades de sentidos, espacios y tiempos. Singularidades inabarcables que hacen cuestionar supuestos, que la condición humana es una totalidad organizada captable por nuestras cabezas sobre el énfasis obsesivo en el concepto de enseñanza aprendizaje que abrevie “al semejante”“a la imagen y semejanza de modelos integradores”. Suprema arrogancia en torno al cual acostumbran los asuntos educativos racionales simplificar la inconmensurabilidad humana a principios de la asimilación. En el campo de la formación y la docencia la escisión entre experiencia, conocimiento y sensibilidad es para mí el desafío más difícil de vencer. La historia de la formación y profesionalización del docente es quizás la revelación más clara de lo que Foucault califica como “el cuerpo viviente convertido en objetivo de estrategia”, que materializa el remplazo del cuerpo como dimensión de sabiduría a la norma y la normalización del cuerpo legislable. Subordinar los valores de pensar a los valores de las necesidades, será hoy y siempre, hacer un uso insubstancial del “adjetivo humano”. El tema sobre la educación no es posible pensarlo si no enfrentamos la pregunta por la vida. Una idea OTRA de educación es susceptible de fecundarse en esos momentos, que estando fuera del tiempo de cumplimiento, hacen brotar vínculos repentinos, profundos y pasionales con la pluralidad humana. Apariciones súbitas, que al ir transfigurándose entre relatosa-rítmicos de una conciencia del misterio, nacen de la aceptación de que el mundo no es sólo realidad sino experiencia y narración de la conquista de lo que somos. Narrar lo humano que se aparte de la pureza racional tal vez aparezca al darle a la escritura la apertura esencial que recobre la existencia. Esto podría hallarse en sentir que la escritura no es la fijación de un sentido en la huella de lo ya escrito, sino el anuncio del “límite de la huida”. Referencia Steiner, George (2012) La Poesía Del Pensamiento. Fondo de Cultura Económico-Siruela. México. Palabras Puesta en Escena “Valentía y sabiduría, para hacer las cosas” La valentía del papel que nos toca E n esta primera edición del periódico PALABRAS, un periódico que nace como tentativa y ensayo de pensar la palabra educación como cuerpo, como vida, como nacimiento y porque no como institución también, nos lleva a un dialogo más que una entrevista con nuestro subdirector de investigación y postgrado Dr. José Acuña Evans. En esta oportunidad para intercambiar palabras… G.- Siempre las entrevistas se inscriben en el formato de formular preguntas en tiempo pasado o futuro. Preguntas que giran alrededor del cómo fue tu vida o cuáles son tus proyectos. En esta oportunidad me gustaría que incorporáramos el presente como necesidad de un pensamiento por construir. Fuiste estudiante UPEL- IPM pero también Coordinador de Programa de Postgrado ahora Subdirector de Investigación y Postgrado. Caminaste por nuestras aulas no solo en postgrado sino en pregrado. Fuiste estudiante UPEL- IPM con un espíritu del que debate, investiga y pone en escena su pensamiento en formación. Hoy, estàs en otro escenario que es gestionar los estudios de postgrado. ¿Qué te dejò ese primer momento, el de ser estudiante UPEL-IPM que hoy tomas como lugar para reflexionar tu trabajo, un trabajo que exige otro compromiso con la universidad, que exige debatir el tema de la universidad con otro equipamiento cognitivo, afectivo? J : Es mucho lo aprendido, y es importante para mí lo vivido en aquel proceso como estudiante de postgrado, al que llegué con muchas expectativas y Pag.6 una reconocida necesidad de formación. Y en ese sentido, tuve la oportunidad, por qué no decirlo, el privilegio, de recibir clases con destacados Profesores que representaban una generación académica de valiosos quilates, como Erick Huerta, Jaime Picón, Pablo Rojas, Ronald Lárez, Eddy Córdova, Anibal Láres, quien aún comparte con nosotros en estos espacios; ellos se convirtieron en posibilidades para el debate, la búsqueda, el exponerse, el atreverse; realmente constituyeron estimuladores de mi formación académica y profesional, y que hoy me ayuda a cuestionar y a cuestionarme en un contexto universitario que requiere la mirada atenta y permanente para sostener ciertas convicciones que dan lugar importante al asunto verdaderamente formativo. G: Partiendo de lo anterior, podemos decir que tu compromiso con la Upel, parte de él, nace con tus estudios en nuestro Instituto. J: Efectivamente, así es, me permito mencionar mi etapa de Pregrado, que forjó en mi grandes y profundos sentimientos por esta Universidad. Llegué cuando éramos IUPEM, y tuve la oportunidad de participar en la lucha estudiantil, y asumí responsabilidades importantes en la transición para su transformación en la UPEL; pero, además, y de forma paralela, asumí también con mucha responsabilidad mi condición de estudiante universitario, y más relevantemente de la Especialidad de Ciencias Sociales, que así se le llamaba en ese entonces, porque había un legado histórico y toda una huella de los Grisel Parra estudiantes de esta especialidad, lo que requería un esfuerzo adicional delante del resto del estudiantado. Todas estas cosas, procesos, vivencias, anécdotas, devinieron en arraigos, y también en esperanzas, por cuanto desde que egresé en 1990, sentía que debía volver a mi Instituto, ahora en condición de Profesor de mi Especialidad. Y hoy añoro muchas cosas de aquella época, que sería oportuno rescatar en todos los ámbitos. G: Es difícil evadir el tema de la Universidad hoy cuando estamos atravesados por una crisis de la institución traducida en una crisis de la formación académica. Lo que lleva a decir que pensar esta crisis es intentar construir un nuevo modo de leer la universidad. ¿ Quienes te acompañan para pensarla? Porque en algo estamos de acuerdo, hay una realidad que te toca siempre interpretar, y para esto Morin dice hay que pensar el pensamiento. J: Ciertamente, estamos en el hoy, y nos acompañan conceptos, ideas, deseos, que amalgaman nuestro pensamiento y nuestro modo de estar y de ser. Muchos de esos conceptos se acercan a una idea de universidad que pueda reacreditar su principal producto, que es el egresado; y en este asunto, he podido verificar que no estoy solo, y no todo está perdido. Convivo con compañeros que no han perdido las esperanzas de retomar el rumbo académico de nuestro Instituto. Desde los Estudios de Postgrado, se han visualizado avances, con tropiezos y errores, como todo andar, pero Palabras con la mirada puesta en profundizar y ampliar los horizontes de comprensión en esto que llamamos Educación. Y si a la universidad, le sembramos, y le regamos, el fruto del perdón y de la tolerancia, entonces habría la posibilidad de quebrantar cualquier crisis, levantando estandartes de formación y de humanización del hombre contemporáneo. G: Parafraseando a Martin Hopenhayn diría entonces que impulsar cambios profundos en la institución amerita de voluntad y decisión política, ya que demanda ir contra las fuerzas de las cosas. ¿Cómo interpretas tal asunto de cara a la universidad por- venir? J: No ceso de pedirle a Dios valentía y sabiduría, para hacer las cosas; lo que pasa es que, fundamentalmente, somos seres humanos y el error es uno de los ingredientes del palpitar de nuestro corazón. Pero definitivamente, ha sido necesario, y seguirá siendo necesario, tener valentía, entendida como chispa de la voluntad, para confrontar y procurar la rectificación de aquellos conceptos y procesos que no coinciden con nuestra idea de universidad. Pero tal confrontación de ideas necesita de fundamentación, de miradas que oxigenen, de argumentos que promuevan e impulsen tales cambios; he aquí la importancia de la formación; porque valentía sin formación es como un proyecto sin recursos. En otras palabras, la decisión política de afrontar cambios y transformaciones está asociada a la valentía con la que se asuma el papel que nos toca en esa universidad por venir. G.- Quizás entonces el primer elemento a repensar sería eso que llamamos el papel que nos toca. ¿Qué es lo que nos toca? Porque en este repensar hay una generación en cuya vida hay que trazar propuestas que al tiempo que reanimen el debate sobre la universidad los impulsen a tomar la tarea de pensar la universidad pero también la vida. J: Me gusta esta idea de repensar el papel que nos toca y para esto me siento moral, académica y políticamente comprometido con promover la circulación de la valoración del sujeto con pensamiento autónomo. Esto significa el reconocimiento de lo humano con base de una noción de Pedagogía que coloca la formación y la experiencia como posibilidades de vida. En tal sentido, nuestros estudiantes asumirían una permanente actitud de desafío al por/ venir, de provocación para que brote lo cualitativamente humano, y asuman que ser Profesor pasa necesariamente por reconocer y reivindicar la condición humana del otro. G. Gracias por darme este tiempo del diálogo. Pag.7 Agenda ACTIVIDAD FECHA º PREINSCRIPCIÓN PERÍODO ACADÉMICO 2015-I º 23-02-2015 AL 28- 02- 2015 º INSCRIPCIONES PERÍODO ACADÉMICO 2015-I º 02 AL 13 DE MARZO 2015 º INICIO DE PERÍODO ACADÉMICO 2015-I º 13 DE MARZO DE 2015 (MATURÌN) º FINAL DE ACTIVIDADES PERÌODO ACADÈMICO 2015-I º 10 DE JULIO DE 2015 (MATURÍN) 25 DE JULIO DE 2015 (FORÁNEO) º PREINSCRIPCIÓN PERÍODO ACADÉMICO 2015-II º 29 DE JUNIO HASTA 10 JULIO CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES º PRESENTACIÓN DE LINEAS º PRESENTACION DE LINEAS DE INVESTIGACIÓN y CEN- DE INVESTIGACIÓN SEGUNTROS DE INVESTIGACIÓN. DO MOMENTO. FECHA: 07-05-2015 HORA: 8:30 am Lugar: Auditorio de postgrado. INVITADOS DR. MAXIMINO VALERIO COOR DINADOR DE INVESTIGACION Y POSTGRADO. MSC. ELSA GUZMÁN DE MOYA. CIPEDI. DRA. ANA JULIA MOTA CENTRO INVEST FECHA 05-06-2015. DR ALIXON REYES. DRA ESTHER NORIEGA. DRA YOSALIS ROSAS. ºCONVERSATORIO: LA TESIS DOCTORAL EN LA UPEL. Los investigadores conversan. FECHA: 04-06-2015 Lugar: Auditorio de postgrado ºPRESENTACION DE LINEAS Hora: 8:30 am DE INVESTIGACIÓN INVITADOS DR RICARDO ANDARCIA. COMITÉ ACADÉMICO DR ALIXON REYES FECHA: 19/06/2015 DRA ERLIZ ACEITUNO. NIC DRA OLIVIA URRIOLA. DR. JOSE GUEVARA DRA ROSA PONCE DRA. OLIVIA URRIOLA. DRA PAULINA BORZELINO DRA RIXIMA CARABALLO DRA GRISEL PARRA DR MAXIMINO VALERIO ºJORNADA REGIONAL DE FORMACION DE INVESTIGADORES ºTALLER: LA TESIS UPEL. UNA MIRADA AL PRESENTE Y AL FUTURO DE LA INVESFECHA: 12 DE JUNIO DE 2015. TIGACIÓN NOVEL EN VENEZUELA. Lugar: Auditorio de postgrado. HORA: 8:30 am Lugar: BARCELONA- ANZOADR RICARDO ANDARCIA. TEGUI. DRA OLIVIA URRIOLA. DR. LUIS PEÑALVER BERMUMSC. ANIBAL LÁRES. DEZ. DR. NELSON CARABALLO. ºVIDEO- FORO. DRA. NEREIDA SOLANO. EDUCACION Y ALTERIDAD FECHA: 16/07/2015 PRESENTACION DE PROYECTOS COHORTE 2013-II 10 y 17 de Julio de 2015. PRESENTACION DE PROYECTOS COHORTE 2012-II. Palabras Reseña T exto crucial para comprender el debilitamiento formativo de las estructuras de acogida del ser humano. En lenguaje moderno, estas estructuras, transformadas en instituciones, no transmiten signos formativos de calidad para la estructuración simbólica del ser humano. Las preguntas referidas a la vida, a la cultura y a la pedagogía, al tiempo y al espacio, al arte y la ciencia, se borran en los lenguajes economicistas, instrumentales e instruccionales que han cercenado su fecundidad. La familia, la escuela, la religión, los medios de transmisión de la cultura, entre otros, ya no instituyen vínculos sociales y emocionales requeridos para la formación de una vida física y psíquica que esté a la altura de un tiempo mesiánico, un tiempo de y para la creación, contrario al tiempo de adaptación y medición que los dispositivos del poder imponen por doquier. La desestructuración simbólica del humano es en este tiempo planetario el dato antropológico más acuciante. No se puede hablar del ser humano de manera neutral, objetiva, aséptica. El ser humano es una mediación histórica y biográfica; es la expresión de circunstancias y variaciones que conforman lo que los autores mencionan como el “gran teatro del mundo”. En este gran teatro, el ser humano escenifica y ejerce sus roles y funciones. Y en este juego escénico, el rol quizás más trascedente es el de hacer mundo. Para los autores, hacer mundo supone ir más allá de nuestra naturaleza humana, modificarla y transformarla en condición humana. Pero, ¿qué ocurre cuando la potencia humana histórica se torna impotencia para hacer mundo? La desestructuración simbólica que padecemos, ¿qué la ha desencadenado? Duch y Mélich sugieren que esto ocurre por el debilitamiento formativo y curativo de las estructura de acogida: éstas se tornan inhábiles para configurar relaciones humanas y humanizadoras; prevalece, al contrario, el provecho material, la ausencia de deferencia frente al otro, inexistencia de espacios para la cordialidad; la vida sagrada está totalmente confiscada por intereses instrumentales y prosaicos; esta confiscación se traduce en la pérdida del deseo de imaginar el mundo desde otras opciones vitales. Cabe interrogarse: ¿podemos hablar de mundo, de mundo de vida, cuando este mundo ha quedado circunscrito a una mera adaptación a lo realmente existente? ¿Vivir es adaptarse a lo que es, o, por el contrario, vivir implica recuperar nuestra condición de seres interrogativos, de seres que no abandonan la interrogante por qué? Pag.8 Este libro está pleno de inquietudes e interrogantes. Puede leerse como un diagnóstico filosófico y antropológico del mundo actual. Sus argumentos inquietan el presupuesto político, filosófico, epistemológico que prevalece en la confección del mundo actual: ese que reduce la vida a gestión técnica, a ejercicio de administración y control. Desde este presupuesto, se equipara la vida, la existencia, a reproducción y conservación, Para los autores, este presupuesto resulta problemático y lleva a interrogarnos en los siguientes términos: ¿la potencia política y afectiva de la vida y del modo de existir radica en su reproducción y gestión técnica? La pregunta anterior no es una pregunta epistemológica; es decisivamente una pregunta ética, que nos conduce a otras interrogantes: ¿cómo me hago presente en el mundo, de qué me hago cargo? ¿En qué consiste hacerme responsable del mundo que he recibido como herencia cultural? Presencia y disposición, asunto ético de primer orden, dado que desafía nuestra estancia en el mundo. No hemos venido al mundo sólo a preservar y conservar lo heredado; nuestra condición humana estriba en erigirnos por encima de lo recibido y para ello es decisivo lo que nos entregan como cultura las diversas estructuras de acogida en las que estamos involucrados. Son estructuras inmunológicas que acogen y protegen al ser humano mediante la cultura y poderes que nos entregan. Pero también pueden devenir en estruc- turas inmunes al cambio y a la alteración histórica. Lo que nos entregan puede implicar impotencia, imposibilidad de disponernos a ejercer nuestra presencia en el mundo. La potencia simbólica y espiritual, la posibilidad de imprimir finalidades existenciales cargadas de sentido mesiánico y esperanzador, desaparece, y aquello para lo que han sido creadas –formación de vínculos humanos, la configuración de una esfera pública común- termina mutilado, desdibujado, y el ser humano termina asumiendo una vida superflua, reducido a una pieza intercambiable dentro de un sistema de engranajes que operan como dispositivos para capturar y anular al sujeto como constructor de cultura y pensamientos. En lo que respecta a la educación, los autores entienden que es una de las estructuras de acogida más afectada por un mundo concebido como gestión técnica y administrativa. Enfatizan que la educación es eminentemente ética; cuando deja de ser concebida de este modo, aquella se convierte en adoctrinamiento, en instrucción y adaptación a la realidad existente. La experticia, la tecnificación pedagógica, el autoritarismo, configuran un sistema de nociones que imponen una moral educativa por encima de una ética de la educación: la educación se llena de deberes y derechos, se convierte en una relación estrictamente jurídica. Prohibido hablar más de una lengua y entre lenguas; por tanto, se otorga preeminencia a los estereotipos, a las palabras devaluadas. El conformismo histórico y cognitivo se erige en un gran dispositivo de anulación del ser humano. Este debilitamiento formativo de las instituciones educativas –estructuras de acogida-, ¿a dónde nos lleva? ¿Cuál ha de ser la principal exigencia ética y política de la educación y de los agentes que la encarnan? Disponernos a, hacernos presente en su presente: recuperar su valor y sentido como configuración de lazos sociales, afectar y afectarnos, recuperar el sentido del oficio de vivir, modificar desde la fecundidad nuestra relación con la cultura y el pensamiento, hacer de la educación una babel del espíritu. Regenerar los vínculos con el mundo y con los otros, hacer suya la inquietud de que a pesar que la pulsión de muerte parece imponerse a la pulsión de vida, el hombre si es posible. Aníbal Láres Palabras