SEGURIDAD SOCIAL Clasificación de las empresas en el seguro de riesgos de trabajo: Una mirada a sus complicaciones 132 C.P.C. Leobardo Muñoz Tapia, es vicepresidente de la Comisión Representativa ante Organismos de Seguridad Social del Colegio de Contadores Públicos de México, S.C., y Socio de Biadvisory, S.C. Mayo 2014 En últimas fechas, las autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) han puesto énfasis en la fiscalización de las empresas respecto a su adecuada clasificación conforme a la actividad que realiza, la cual se localiza en el Catálogo de Actividades de ese Instituto. Por ello, la necesidad de analizar la actividad real y/o giro de la empresa para clasificarla adecuadamente y evitar con ello el pago de multas y cargos accesorios, que además de ser onerosos para las empresas, también pueden resultar en créditos fiscales que, incluso, tuvieran que litigar ante los Tribunales INTRODUCCIÓN U n aspecto primordial en las empresas es el adecuado cumplimiento de las obligaciones en materia de Seguridad Social, algunas de las cuales se refieren a su correcta categorización de acuerdo con su actividad en el Catálogo de Actividades para la Clasificación de las Empresas en el Seguro de Riesgos de Trabajo. En la actualidad, las autoridades del IMSS se han enfocado en la fiscalización de las empresas respecto a su adecuada clasificación conforme a la actividad que realizan. Sin embargo, la complicación viene cuando las compañías realizan diversas actividades señaladas en uno o varios registros patronales, mismas que pueden tener diferentes categorías dentro del Catálogo de Actividades del Seguro Social ya mencionado. AUTOCLASIFICACIÓN Es obligación de las empresas, que al registrarse por primera vez o al cambiar de actividad, deberán “autoclasificarse” conforme al catálogo de actividades del Reglamento de la Ley del Seguro Social en materia de Afiliación, Clasificación de Empresas, Recaudación y Fiscalización (RACRF), en la división y grupo económico, fracción y clase, que en cada caso les corresponda de acuerdo a su actividad. Por tanto, resulta necesario analizar la actividad real y/o giro de la empresa para clasificarla conforme al artículo 196 del RACRF. Para ello, deberá considerar los siguientes elementos: 1. Productos elaborados o servicios prestados. 2. Materias primas y materiales indispensables que utiliza la empresa para elaborar los productos o prestar los servicios. 3. Maquinaria y equipo que se emplea para transformar los insumos o materias primas, en los productos o servicios de la empresa, sean de su propiedad o no. 6. En su caso, si se realizan actividades complementarias a la principal con el objetivo de prestar un mejor servicio o atención a los clientes. Autoclasificación por analogía 1. Si la actividad de una empresa no se señala en forma específica en el catálogo de actividades, el patrón o en su caso el Instituto procederán a determinar la clasificación ya sea por analogía o similitud de la actividad; los procesos de trabajo, y los riesgos de la misma, con los establecidos en el catálogo mencionado. 2. La situación de clasificar a una empresa por analogía trae problemas, debido a que esta discrecionalidad finalmente queda a criterio de la autoridad, y puede clasificar a los patrones en fracciones que no necesariamente corresponden a la actividad que realizarán, y resultar en una prima de riesgos mayor. 3. Desde hace algún tiempo, las autoridades del IMSS se han manifestado en el sentido de estar elaborando un nuevo catálogo de actividades, el cual supuestamente puede llegar a considerar alrededor de 900 de éstas. Este catálogo aparentemente vendría a ser más preciso que el vigente, para efectos de la clasificación de las empresas con lo que, en la medida de lo posible, se evitarán aspectos como los mencionados en el punto anterior. Patrones con varias actividades o centros de trabajo en un mismo municipio 1. Si una empresa tiene varias actividades o diversos centros de trabajo en el territorio de un mismo municipio o en el Distrito Federal (DF), por ejemplo, se fija una sola clase y no se disocian sus diversas actividades, de conformidad con lo señalado en el artículo 26, fracción I del RACRF. 4. Equipo de transporte utilizado para el desarrollo de sus actividades, sean de su propiedad o no. 2. La situación anterior presenta el problema de determinar en qué clase se clasificará el registro patronal. El RACRF es omiso en indicar qué criterio tomar, por lo que considero que debe de clasificarse conforme a la actividad preponderante. 5. Proceso de trabajo de la actividad del patrón, precisando los procesos iniciales, intermedios y finales. 3. Existen tesis de los Tribunales que se han pronunciado en dos sentidos; uno de ellos menciona que la actividad sobresaliente es aquélla donde se Mayo 2014 133 invierten más horas-hombre y se relaciona con estar más expuesto al riesgo de la actividad. El otro pronunciamiento se refiere a la actividad de la cual se obtenga el mayor ingreso por la facturación. 4. Siendo los Tribunales a los que les corresponde interpretar la norma, deberemos estar atentos para vigilar qué criterio eventualmente deberá subsistir, puesto que en la especie, tales criterios aparentemente entran en contradicción, lo cual evidentemente no resuelve el problema. Por tanto, si somos congruentes con las disposiciones tanto de la Ley del Seguro Social (LSS) como del RACRF, esto nos llevaría a considerar que el criterio a seguir, en estos casos, es aquél en el cual se invierten más horas-hombre, relacionado con el objeto social de la empresa, y no tanto por el monto de su facturación. Patrones con centros de trabajo con actividades diferentes o similares en diversos municipios 1. Las actividades o grupos componentes para empresas con varios centros de trabajo con movimientos similares o diferentes en diversos municipios o en el DF, serán consideradas como una sola unidad de riesgo en cada lugar, y deberá asignarse una sola clasificación. 134 2. La mayoría de las empresas que tienen centros de trabajo con las características del punto anterior, están clasificadas como una sola unidad de riesgo por las actividades que realizan por cada municipio (aspecto que está reglamentado en el artículo 26, fracción II del RACRF). 3. Sin embargo, últimamente la autoridad está pretendiendo que las empresas se clasifiquen en todos sus registros patronales de conformidad con la actividad principal de la empresa, y no de acuerdo a su actividad específica, pues se argumenta que de alguna manera las diversas actividades de los registros patronales contribuyen a la realización de esa actividad principal. 4. Considero que la postura del IMSS no es correcta, dado que la empresa está pagando sus cuotas del seguro de riesgos de trabajo, de conformidad con la actividad que realizan sus trabajadores en cada registro patronal, además de que su normatividad así lo establece. No obstante, varios de estos casos se han tenido que dirimir ante los Tribunales Mayo 2014 con respuestas favorables para los intereses de los patrones. Clasificación para las empresas prestadoras de servicios de personal (outsourcing) 1. Aquellas personas físicas o morales que mediante un contrato de prestación de servicios realicen trabajos con elementos propios en otro centro de trabajo serán clasificadas de acuerdo con la actividad “más riesgosa” que desarrollen sus trabajadores. 2. Lo anterior aplica si derivado de un contrato, como parte de las obligaciones contraídas, el patrón pone a disposición trabajadores u otros sujetos de aseguramiento para que ejecuten los servicios o trabajos acordados, bajo la dirección del beneficiario de los mismos en las instalaciones que éste determine. 3. En este caso, el patrón podrá solicitar al IMSS un registro patronal por cada una de las cinco clases de riesgo previstas en el artículo 73 de la LSS, para que realice la inscripción de sus trabajadores a nivel nacional. 4. Esta facilidad administrativa ha permitido a las empresas de outsourcing el inscribir a sus trabajadores de acuerdo con el tipo de riesgo al que están realmente expuestos al prestar sus servicios, lo cual es congruente para el patrón. 5. Sin embargo, esta facilidad no aplica para empresas que presten servicios diversos (no de personal); por el contrario, la autoridad les aplica el criterio de clasificarlas en la actividad más riesgosa, por lo cual la totalidad de sus trabajadores quedan inscritos en la prima de riesgo más alta, aun cuando una parte de ellos (sin importar la proporción de trabajadores), no estén expuestos al riesgo más alto. SITUACIONES QUE DEBEN INFORMARSE AL IMSS Para efectos del seguro de riesgos de trabajo, los patrones están obligados a dar aviso al IMSS, dentro de un plazo de cinco días hábiles, contado a partir de que ocurra alguno de los siguientes supuestos: 1. Clausura, suspensión, reanudación, cambio o término de actividades. 2. Cambio de nombre, denominación, razón social o domicilio. 3. Sustitución patronal, fusión, escisión. 4. Cambio o incorporación de actividades o compra de activos. los accidentes y/o enfermedades que estén calificados como “de trabajo”, los cuales son los derivados de la actividad laboral que realiza el trabajador. Si la empresa debe cambiar de clase por encontrarse en alguno de los supuestos antes previstos, será colocada en la prima media de su nueva clase, con la que debe de pagar por un periodo del 1 de enero al 31 de diciembre. El no llevar un adecuado control de la siniestralidad de la empresa puede originar que la prima de riesgos de trabajo se determine en forma incorrecta, y posteriormente se generen pagos complementarios. CASOS EN QUE PROCEDE LA RECTIFICACIÓN DE CLASIFICACIÓN DE EMPRESAS POR EL IMSS En ambos casos, las diferencias en cuotas más cargos accesorios y multas, pueden ser onerosas para las empresas, y resultar en créditos fiscales que incluso tuvieran que litigarse ante los Tribunales. El Instituto, en términos del artículo 29 del RACRF, tendrá la facultad de rectificar la clasificación de un patrón cuando: PROBLEMÁTICA EN EL ANEXO V DEL DICTAMEN IMSS 1. Lo manifestado por el patrón en su inscripción patronal sea incorrecto. 2. Por omisión o imprecisión en las declaraciones del patrón. 3. Por cambios en la situación patronal. 4. Cuando existe desacuerdo patronal en cuanto a su clasificación. 5. Cuando se derive de una corrección patronal o de un dictamen emitido por Contador Público Autorizado. 6. Cuando ocurra un cambio de actividad. De acuerdo con lo señalado en el artículo 30 del RACRF, en el caso de rectificación por dictamen de Contador Público Autorizado, la fecha será la de entrega de resultados al Instituto. Sin embargo, aunque existe una disposición legal al respecto, el IMSS no lo está respetando y su criterio es cobrar las diferencias en cuotas derivadas de la reclasificación por todo el ejercicio dictaminado, siendo importante que como dictaminadores defendamos o argumentemos está situación, con base en la fundamentación legal del RACRF, y no haya un temor fundado de que el Instituto proceda con base en sus criterios internos y pretenda hacer una recaudación de cuotas improcedente. Por otro lado, también es relevante mantener un control de los accidentes que ocurran en la empresa, para efecto de realizar su declaración anual de riesgos de trabajo correctamente, y sólo se consideren Esta situación de cobro indebido también se ha visto reflejada en las modificaciones que realizó el IMSS al Anexo V del dictamen, debido a que el Contador Público Autorizado que dictamina y el representante legal de la empresa, tienen que realizar una declaratoria de que están adecuadamente clasificados; situación que se complica en la medida que la(s) actividad(es) de la empresa sean diversas y no estén claramente identificadas en alguna fracción del RACRF. Como ejemplo de lo comentado, hubo casos en los dictámenes del ejercicio de 2012, en los cuales la autoridad no aceptaba su recepción, pues conforme a su juicio consideraba que de acuerdo con la información del citado anexo V, la empresa estaba “mal clasificada”, y por tanto procedía una reclasificación, misma que debía reflejarse en el citado anexo, con el consecuente pago de diferencias en cuotas por todo el ejercicio y un incremento en la prima de riesgos de trabajo. CONCLUSIÓN En tanto no se modifiquen las disposiciones del RACRF por otras más precisas, existirá una serie de inconsistencias y ambigüedad de criterios que parten desde el propio IMSS, el cual con un ánimo recaudatorio de cuotas, no deja las reglas claras, sobre todo en lo que respecta a la clasificación y rectificación de la prima y grado de riesgo de las empresas derivadas del dictamen en materia del Seguro Social. • Mayo 2014 135