STS 3981/2011 - ECLI

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Roj: STS 3981/2011 - ECLI:ES:TS:2011:3981
Id Cendoj: 28079130052011100323
Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Contencioso
Sede: Madrid
Sección: 5
Nº de Recurso: 477/2008
Nº de Resolución:
Procedimiento: RECURSO CASACIÓN
Ponente: EDUARDO CALVO ROJAS
Tipo de Resolución: Sentencia
SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a dieciséis de Junio de dos mil once.
La Sala constituida por los Excmos. Sres. Magistrados relacionados al margen ha visto el recurso
de casación nº 447/2008 interpuesto por la Procuradora de los Tribunales Dª Concepción Calvo Meijide
en representación de Dª Celestina contra la sentencia de la Sección 2ª de la Sala de lo ContenciosoAdministrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, sede de Santa Cruz de Tenerife (recurso
contencioso-administrativo 162/2006 ).
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La Sección 2ª de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia
de Canarias, sede de Santa Cruz de Tenerife, dictó sentencia con fecha 3 de diciembre de 2007 (recurso
contencioso-administrativo nº 162/2006 ) en la que se desestima el recurso contencioso-administrativo
interpuesto por Dª Celestina contra el acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de San Cristóbal de la Laguna de
21 de julio de 2005 de aprobación definitiva y parcial del Plan Especial de Protección del Casco Histórico de
La Laguna, condicionado a la subsanación de deficiencias.
SEGUNDO .- La mencionada sentencia, tras identificar el objeto del recurso en el fundamento jurídico
primero, aborda en el fundamento segundo, y termina desestimando, la alegación de la recurrente de que su
parcela, situada en la CALLE000 NUM000 , esquina con Esperanto, había sido incluida indebidamente en
el Plan Especial de Protección al no estar comprendida dentro de la delimitación del Conjunto Histórico. Este
fundamento tiene el siguiente tenor literal:
<< (...) SEGUNDO.- Los inmuebles de la margen izquierda de la CALLE000 no están incluidos dentro
de la delimitación del casco histórico, que sí dentro del entorno de protección (artículo 26 de la Ley 4/1999,
de 15 de marzo, de Patrimonio Histórico de Canarias ). La delimitación del entorno de protección del conjunto
histórico no está suficientemente motivada en la memoria del plan, pero este defecto formal no afecta a
la demandante, ya que es evidente que el inmueble de su propiedad debe ser incluido en ese entorno de
protección por encontrarse en la acera de enfrente del límite del conjunto histórico>>.
Finalmente, el fundamento jurídico tercero se examina la cuestión central de la controversia, referida a
la asignación de alturas al tramo de la calle el que se sitúa la finca de la recurrente. El texto de este fundamento
es el siguiente:
<< (...) TERCERO.- Los Planes Especiales de Ordenación pueden, excepcionalmente y mediante
resolución motivada, modificar alguna de las determinaciones pormenorizadas del Plan General, sin alterar la
ordenación estructural ( artículo 37.4 del Decreto legislativo 1/2000, de 8 de mayo , por el que se aprueba el
Texto Refundido de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias y Espacios Naturales de Canarias).
La respuesta que se da a las alegaciones presentadas por la demandante durante la tramitación del
plan, satisfacen la exigencia de motivación de la modificaciones de las determinaciones pormenorizadas del
Plan General.
El informe pericial no comparte el criterio técnico del Equipo Redactor del Plan Especial, pero de
sus conclusiones no se aprecia que la decisión adoptada sea arbitraria. Ante diferentes soluciones posibles
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debe imponerse el criterio discrecionalmente adoptado por la Administración en el ejercicio de la potestad
planificadora.
El plan especial opta por permitir cuatro alturas en una parte de la CALLE000 donde la edificación en
esa altura está consolidada. El tramo restante se rebaja a tres alturas "para dar un tratamiento unitario a los
dos frentes de calle (...). A partir de la calle Esperanto, se reducen las alturas a tres plantas para recuperar una
escala urbana más adecuada con el ancho de la calle. El hecho de que en las primeras manzanas de la calle
el proceso de sustitución a cuatro plantas ya sea prácticamente irreversible no significa que se deba continuar
a toda su longitud". Estos son los argumentos del Equipo Redactor del Plan para modificar la regulación de
alturas.
A juicio del perito judicial no tiene sentido rebajar las alturas respecto de un tramo de la calle, en el que
además se encuentran tres edificaciones que superan la establecida, y que quedarán fuera de ordenación,
cuando la mayor parte de las edificaciones se mantiene con cuatro plantas. Esto no deja de ser una respetable
opinión del perito, pero aunque la medida adoptada sólo en parte logrará armonizar las alturas de ambos lados
de las calles no por ello debe tomarse la decisión de permitir a lo largo de toda la calle que se consoliden
las cuatro alturas.
El perito judicial, además, sostiene que la altura más acorde con el ancho de la calle sería una planta.
Desde luego que sí, y nosotros diríamos aún más, lo ideal serían espacios libres en el entorno del conjunto
histórico; sucede que el planificador no ha tratado de imponer restricciones máximas en el entorno del conjunto
histórico, sabedor de que la consolidación de la edificación es irreversible, por lo que ha optado por soluciones
intermedias.
Se argumenta que justo enfrente de la propiedad de la demandante se permite en una unidad de
actuación construir cuatro plantas en una parcela de una unidad de actuación, pero las razones de este
trato excepcional están sobradamente justificadas; se trata de remediar el desaguisado ocasionado con la
construcción de un edificio de aparcamientos de cinco plantas, que ha dejado una enorme medianera a la
vista; el edificio de cuatro plantas contiguo, y los posteriores de tres, amortiguarán el desagradable imagen
estética que en el conjunto histórico produce la medianera.
Además, se dice que si una de las finalidades del plan especial es la eliminación o paliación de las
antiestéticas medianeras, no se comprende porqué se permiten que estas se generen entre la propiedad de
la demandante y el edificio colindante, situado en la calle esperanto. Pero una cosa es la eliminación de las
medianeras en el conjunto histórico y otra las que se generen en el entorno de protección, donde se ha puesto
mayor interés en procurar la armonización entre las alturas de uno y otro lado de la CALLE000 >>.
TERCERO.- La representación procesal de Dª Celestina preparó recurso de casación contra dicha
sentencia y luego formalizó la interposición mediante escrito presentado el 5 de marzo de 2008 en el que,
después de exponer los antecedentes del caso, aduce tres motivos de casación, todos ellos al amparo del
artículo 88.1.d/ de la Ley reguladora de esta Jurisdicción. El enunciado de tales motivos es, en síntesis, el
siguiente:
1. Infracción de los artículos 31.2 y 37.4 del Texto Refundido de las Leyes de Ordenación del Territorio
de Canarias y de Espacios Naturales, aprobado por Decreto Legislativo 1/2000, de 8 de mayo , señalando
la recurrente que los edificios que flanquean la margen izquierda de la CALLE000 no debieron incluirse en
el entorno de protección del Conjunto Histórico de La Laguna y al hacerlo se contraviene el Plan General,
vulnerándose con ello el citado artículo 31.2 en cuanto dispone que los planes de desarrollo que enumera, entre
ellos los planes especiales de ordenación, deberán ajustarse a las determinaciones de los Planes Generales,
no justificándose la concurrencia del supuesto excepcional contemplado en el artículo 37.4 del Texto Refundido
de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias y de Espacios Naturales, que permite a los Planes
Especiales de Ordenación, excepcionalmente y mediante resolución motivada, la modificación de alguna de
las determinaciones pormenorizadas del Plan General sin afectar a la ordenación estructural.
2. Infracción de la doctrina jurisprudencial relativa a los límites de la potestad discrecional de
planeamiento. En el desarrollo de este motivo se alega que, aparte de la respuesta del Equipo Redactor
del Plan Especial a la alegación realizada en su día por la recurrente, sobre la cuestión litigiosa solo obra
en el proceso el dictamen evacuado por el perito procesal, habiendo manifestado el mencionado perito
en sus aclaraciones que el criterio seguido para la delimitación de alturas en la zona que nos ocupa no
estaba suficientemente razonado y era contradictorio, lo que se encuentra en contradicción con la conclusión
plasmada en la sentencia en el sentido de no apreciar que la decisión adoptada por el equipo redactor fuese
arbitraria. La recurrente llama la atención sobre el problema que supone la existencia de medianerías vistas
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en el tramo de la calle cuestionado, siendo una de las finalidades declaradas del Plan Especial la eliminación
de tales medianería, a pesar de lo cual la sentencia de instancia devalúa las explicaciones ofrecidas por el
perito al referirse a la ocultación de medianerías en una parcela próxima y, sin embargo, ignora las que se
producen casi enfrente de su parcela por la reducción a tres alturas y los consiguientes saltos respecto a las
demás edificaciones. En otro orden de ideas, la recurrente se queja de que tanto el equipo redactor del Plan
como la sentencia justifiquen la necesidad de reducción a tres plantas la altura para dar un tratamiento unitario
al tramo de calle, sin expresar la razón o las razones por las cuales sea preciso que tengan ese tratamiento,
cuando existen muchos ejemplos en los que los dos lados de una misma calle lo tienen distinto.
3. Infracción de la jurisprudencia sobre el principio de igualdad en la aplicación de la Ley por las
Administraciones públicas, en razón de que la alegación 152 presentada durante la información pública por
otro afectado en situación de partida idéntica fue informada favorablemente por el equipo redactor y estimada
por el Ayuntamiento en el acuerdo de aprobación definitiva.
Termina el escrito solicitando que se dicte sentencia que case y anule la sentencia recurrida y, en su
lugar, integrando en los hechos admitidos como probados el contenido del informe pericial practicado en el
procedimiento, anule el acto recurrido en los términos interesados en el escrito de demanda.
CUARTO. - Admitido el recurso por providencia de la Sección Primera de 13 de octubre de 2008 y no
habiendo comparecido otras partes, quedaron las actuaciones pendientes de señalamiento para votación y
fallo, fijándose finalmente al efecto el día 14 de junio de 2011, fecha en que tuvo lugar la deliberación y votación.
Siendo Ponente el Excmo. Sr. D. Eduardo Calvo Rojas ,
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- El presente recurso de casación lo interpone la representación de Dª Celestina contra la
sentencia de la Sección 2ª de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de
Canarias, sede de Santa Cruz de Tenerife, de 3 de diciembre de 2007 (recurso nº 162/2006 ) en la que se
desestima el recurso contencioso- administrativo interpuesto por la Sra. Celestina contra el acuerdo del Pleno
del Ayuntamiento de San Cristóbal de la Laguna de 21 de julio de 2005 de aprobación definitiva y parcial del
Plan Especial de Protección del Casco Histórico de La Laguna, condicionado a la subsanación de deficiencias.
La controversia entablada en el proceso de instancia, al margen de otras cuestiones sobre las que
no se ha suscitado debate en casación -como es la relativa a la inclusión de su finca en el ámbito objeto
de ordenación- se centraba en la altura máxima de tres plantas que el Plan Especial asigna a las parcelas
ubicadas en el tramo comprendido entre los números impares de gobierno 1 al 25, ambos inclusive, del
lado izquierdo o sur de la CALLE000 . En la demanda se interesaba, como acción de plena jurisdicción,
la declaración de que a todo lo largo de dicho margen, desde la confluencia de la calle Maya con la calle
Montaraz hasta la confluencia de la calle Prolongación de La Higuera con la plaza Antonio Mederos Sosa, la
altura edificable permitida debía ser de cuatro plantas, sin ninguna discontinuidad intermedia.
Han quedado reseñadas en el antecedente segundo las razones que se exponen en la sentencia
recurrida para fundamentar la desestimación del recurso contencioso-administrativo. Procede entonces que
entremos a examinar los tres motivos de casación aducidos, cuyo enunciado y contenido hemos dejado
resumido en el antecedente tercero.
SEGUNDO.- Al leer el primer motivo de casación, en el que se denuncia la infracción de los artículo
31.2 y 37.4 Texto Refundido de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias y de Espacios Naturales,
aprobado por Decreto Legislativo 1/2000, de 8 de mayo , de inmediato se advierte que todas las normas
citadas como infringidas son disposiciones autonómicas y, por ello mismo, inhábiles para fundar el recurso de
casación ordinario, tal como resulta de los artículo 86.4 y 89.2 de la Ley Reguladora de esta Jurisdicción, al
quedar excluida de la revisión casacional la interpretación del derecho autonómico realizada por el Tribunal
Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma.
En consecuencia, este primer motivo de casación ha de ser rechazado.
TERCERO.- Para examinar el segundo motivo de impugnación, en el que se denuncia la infracción
de la jurisprudencia relativa a los límites de la potestad discrecional de planeamiento, ha de notarse que el
recurrente, tanto al comienzo de su escrito de formalización del recurso de casación, antes incluso de los
antecedentes, como en el suplico, está solicitando que se integren dentro de hechos probados o admitidos
las apreciaciones contenidas en el informe pericial practicado en el procedimiento; y, a partir de ahí, el
desarrollo del motivo está dirigido a discutir abiertamente la valoración de la prueba pericial llevada a cabo en
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la sentencia; aunque debe notarse que no se trata tanto de cuestionar extremos fácticos propiamente dichos
sino determinadas apreciaciones valorativas sobre la calidad de la ordenación cuestionada.
La sentencia dedica su fundamento jurídico tercero, en lo sustancial, a evaluar las conclusiones
alcanzadas por el perito en contraposición con el punto de vista del equipo redactor del Plan, otorgando la Sala
de instancia prevalencia al criterio adoptado por la Administración en ejercicio de su potestad discrecional,
al no tratarse, en opinión de la Sala, de una decisión arbitraria y porque, según explica la sentencia, ante
diferentes soluciones posibles debe imponerse el criterio discrecionalmente adoptado por la Administración
en el ejercicio de la potestad planificadora.
Así, la sentencia expone los argumentos del equipo redactor del Plan en los que se sustenta la
determinación de las alturas controvertida, según los cuales el Plan Especial opta por permitir cuatro alturas
en una parte de la calle La Higuera donde la edificación en esa altura está consolidada, mientras que en el
tramo restante se rebaja a tres alturas "...para dar un tratamiento unitario a los dos frentes de calle (...). A partir
de la calle Esperanto, se reducen las alturas a tres plantas para recuperar una escala urbana más adecuada
con el ancho de la calle. El hecho de que en las primeras manzanas de la calle el proceso de sustitución a
cuatro plantas ya sea prácticamente irreversible no significa que se deba continuar a toda su longitud".
A continuación, la sentencia examina el parecer del perito judicial, para quien no tiene sentido rebajar
las alturas respecto de un tramo de la calle cuando la mayor parte de las edificaciones se mantiene con cuatro
plantas y cuando en el mismo tramo al que afecta la medida existen tres edificaciones que superan la altura
establecida y quedarán fuera de ordenación. Frente a este parecer la Sala de instancia, respetando la opinión
del perito, otorga sin embargo prevalencia al parecer de los redactores del Plan señalando que, aunque la
medida adoptada sólo logrará armonizar las alturas de ambos lados de un tramo de la calle, no por ello debe
tomarse la decisión de permitir que a lo largo de toda la calle se consoliden las cuatro alturas. Y no solo
eso, sino que la sentencia profundiza en la cuestión examinando el argumento de que frente a la propiedad
de la demandante se permiten cuatro alturas, determinación que la Sala de instancia considera justificada
como intento de "remediar el desaguisado ocasionado con la construcción de un edificio de aparcamientos de
cinco plantas, que ha dejado una enorme medianera a la vista". En fin, frente al alegato de que la limitación
a tres alturas generaría una antiestética medianería entre la finca de la demandante y la colindante, siendo
así que es objetivo del Plan Especial precisamente el de eliminar o paliar las medianería antiestéticas, la
Sala sentenciadora responde que "...una cosa es la eliminación de las medianeras en el conjunto histórico y
otra la de las que se generen en el entorno de protección, donde se ha puesto mayor interés en procurar la
armonización entre las alturas de uno y otro lado de la calle La Higuera".
Vemos así que el debate se desarrolla, más que en el terreno de los hechos, de los que puede predicarse
la verdad o falsedad, en el de las valoraciones y apreciaciones que presiden determinados aspectos de la
ordenación, en los que son posibles varias soluciones igualmente lícitas y justas, y por tanto indiferentes
desde el punto de vista de la legalidad, pues no hay una solución que sea más ajustada a la norma que las
otras y tampoco existe entre ellas un orden valorativo objetivo que determine la preeminencia de una de las
alternativas; y esto es lo que quiere expresar la sentencia cuando manifiesta su respeto por la opinión del perito.
Ahora bien, situaciones como la descrita son precisamente las que delimitan el ámbito de la discrecionalidad
de la Administración, lo que lleva a afirmar, desde parámetros jurídicos, la validez de la solución adoptada por
la Administración, al no haber datos que permitan apreciar irracionalidad o arbitrariedad en la solución acogida.
CUARTO.- Queda por examinar el motivo tercero, en el que la recurrente sostiene que se ha producido
infracción de la jurisprudencia constitucional sobre el principio de igualdad en la aplicación de la Ley por las
Administraciones públicas.
Señala la recurrente que la alegación nº 152 presentada por otro interesado, en la que también solicitaba
el mantenimiento de las cuatro plantas de altura que permitía el Plan General en una ubicación perimetral
del Caso Histórico, fue informada favorablemente por el equipo redactor y resultó finalmente estimada por el
Ayuntamiento de La Laguna en el acuerdo de aprobación definitiva. Se trataba, en concreto, de la alegación
presentada por el presidente del Consejo Rector de la Sociedad Cooperativa del Campo la Candelaria respecto
de un edificio situado en la calle Marqués de Celada, 91, en la que razonaba que debía permitirse la altura
de cuatro plantas -en lugar de las tres que contemplaba el instrumento aprobado inicialmente- porque en otro
caso quedarían fuera de ordenación edificios de cuatro plantas ubicados en la misma manzana y que tenían
poco más de un año de construcción; y también porque a escasos metros y mucho más cerca de la zona
Casco se volvían a permitir cuatro plantas, lo que, en su opinión, supondría un perjuicio para la zona donde
no habría motivo para rebajar el número de plantas.
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El motivo no puede ser acogido.
Como es sabido, el principio de igualdad en la aplicación de la ley, que es el que invoca la recurrente,
alberga a la prohibición de tratamientos distintos ante supuestos idénticos o sustancialmente iguales. Por
tanto, para considerar vulnerado ese principio, plasmado en el artículo 14 de la Constitución, debe quedar
justificado que se ha producido un tratamiento desigual en supuestos iguales; en el bien entendido de que
no basta la mera similitud de situaciones, pues para afirmar que ha habido trato discriminatorio es necesario
que la disparidad de soluciones se haya dado ante situaciones iguales (sentencias del Tribunal Constitucional
SsTC STC 49/1985, de 28 de marzo , 55/1988, de 24 de marzo , 181/4987, de 13 de noviembre y 1/1990,
de 15 de enero , entre otras muchas).
Pues bien, en el caso que nos ocupa no existe ese término de comparación válido pues el señalado por
la recurrente se refiere a otra calle distinta y, según parece, en aquel caso la decisión de permitir las cuatro
alturas respondió al propósito de no provocar la situación de fuera de ordenación en edificios recientemente
construidos, mientras que para el tramo de calle de la Higuera al que se refiere la controversia que aquí se
examina el Plan Especial establece la altura de tres plantas para dar así un tratamiento unitario a los dos
frentes de calle y recuperar una escala urbana más adecuada con el ancho de la calle. Por tanto, siendo
distintas las situaciones de partida, no cabe apreciar discriminación por el hecho de que la solución urbanística
adoptada sea diferente.
QUINTO. Por las razones expuestas el recurso de casación debe ser desestimado, lo que comporta
la imposición de las costas a la recurrente, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 139.2 de la Ley
reguladora de esta Jurisdicción.
Vistos los preceptos citados, así como los artículos 86 a 95 de la Ley de esta Jurisdicción,
FALLAMOS
No ha lugar al recurso de casación nº 477/2008 interpuesto en representación de Dª Celestina contra
la sentencia de la Sección 2ª de la Sala de lo Contencioso- Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de
Canarias, sede de Santa Cruz de Tenerife (recurso contencioso-administrativo 162/2006 ), con imposición de
las costas de este recurso de casación a la parte recurrente.
Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos . PUBLICACIÓN.- Leída y
publicada fue la anterior sentencia estando la Sala celebrando audiencia pública, lo que, como Secretario,
certifico.
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