Sacrificio

~
Jueves
10
EDITORIALES
Sacrificio
desigual
Mariano Rajoy está obligado a demostrar en
poco tiempo que el esfuerzo que exigió ayer
sirve para crecer y crear eÍnpleo
El presidente Rajoy expuso ayer ante el Congreso las nuevas medidas de consolidación
fiscal que venían apuntándose
durante las
últimas semanas como «lo único que se puede hacen, con el objetivo de ahorrar al erario 65.000 millones de euros en el plazo de
dos años. La defensa de las medidas expuestas como una política
carente de alternativa representa, desafortunadamente,
algo más
que un ardid dialéctico. Los recortes de gasto y las modificaciones impositivas responden a las recomendaciones
de Bruselas y a
las indicaciones de las instancias que se han convertido en intérpretes de las exigencias de los mercados para con un pais sobreendeudado como España. Pero que ni en el ámbito internacional
ni
en el nacional se vislumbren otras salidas a lo anunciado por el presidente tampoco significa que las mismas sean infalibles o vayan
a surtir los efectos pretendidos.
Rajoy dio muestras ayer de decisión y autoridad encomendándose
a sus obligaciones más que a sus
convicóones y preferencias. Peto no será la virtud moral de su comprometida actirud lo que se juzgue al final del camino, sino el acierto en la terapia prescrita para «crecer y crear empleo» como meta
última y redentora de cuanros sacrificios se impongan mientras
tanto. En este sentido surge una primera duda en cuanto a la eficacia de las medidas que pretenden incrementar
ingresos respecto a aquellas que rebajarán el gasto presupuestado
hasta la fecha.
Porque del mismo modo que la reducción de costes -corno la suspensión de la segunda paga extra del año a los empleados públicos
o el recorre del subsidio de desempleopuede cuantificarse
sin
margen de error, resulta más imprevisible
el impacto recaudatorio de la subida del IVA, de la tributación medioambiental,
de la supresión de la deducción por compra de vivienda -rnedida que de
momento no afecta al País vasco-, e incluso de las bonificaciones
a la contratación. Otra fuente de inquierud es que los recortes y los
cambios impositivos contribuyan a agravar la depresión económica que afecta a España a través de un mayor retraimiento
del consumo y de la actividad dependiente
de la demlnda interna.
l·
Más medidas
La diabólica confluencia de un creciente endeudamiento
exterior
y de una segunda recesión impide a nuestro pais afrontar la disyuntiva entre austeridad
y crecimienro
con margen suficiente
como pará equilibrar este binomio. Es evidente que una política
económica tan atenazada e intervenida
no está en condiciones de
garantizar que la aplicación de los ajustes anunciados procurarán
beneficios que serán percibidos a medio y largo plazo. En el fondo
Rajoy solicitó un margen de confianza para demostrar que los sacrificios socialmente
desiguales e incluso' njusros servirán para
reacrivar la economia y generar puestos de trabajo. Una petición
frente a la que se alza el extendido temor de que estas no sean las
últimas ni las penúltimas
medidas de ajuste a las que se vea obligado el Reino de España. Es lo que reflejan tanto las primeras respuestas sindicales como la preocupación que se extiende entre los
sectores sociales más vulnerables
a los recortes. Frente a ello la
reacción de los mercados, aun siendo positiva, se mostró tan cauta que no asegura un horizonte de recuperación de la credibilidad
que precisa la economia española para liberarse del cautiverio exterior y para devolver la confianza que requiere una sociedad ernpantanada en la ininterrumpida
sucesión de las malas noticias.
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~av~er
(MUNDO). Manu Álvarez
(CORRESPONSAL
ECONÓMICO).
12.07.12
EL CORREO
Los nuevos recortes
del Gobierno
SARA DE LA RICA
CATEDRÁTICA DE ECONOMIA DE LA UPV E INVESTIGADORA DE FEDEA
¿Servirán de algo estas medidas? Servirán al menos para
recortar la brecha fiscal, y esto calmará algo a los mercados
-nuestros acreedores-, aunque no garantizan ni mucho
menos la salida de la crisis
or fin el presidente
del Gobierno
ha comparecido ante el Congreso
de los Diputados con un anuncio
concreto y pormenorizado
sobre
los nuevos recortes que previsiblemente el Consejo de Ministros de
este viernes aprobará y en consecuencia
entrarán en vigor inmediatamente.
Y digo por fin porque estamos cansados de enteramos de nuevos
recortes por entrevistas
concedidas bien por el
presidente o por sus ministros a medios extranjeros. A ver si este paso no es sino el primero de
una nueva manera de proceder ante una situación tan delicada como la que nos encontramos.
Esto es lo minimo que nos merecemos los ciudadanos españoles, claridad y comparecencia
habitual del presidente ante la Cámara que representa a sus ciudadanos.
Pero vayamos al análisis de las medidas concretas tomadas ayer por Mariano Rajoy. Estas están
en su totalidad dirigidas hacia la consolidación fiscal, bien por la via del incremento
de ingresos o
por la vía de reducción de gastos, y el objetivo es
conseguir un ajuste de 65.000 millones de euros
para finales de 2014 (un 6,5% del PIB). Las medidas son dolorosas, por supuesto, y provocan un
rechazo generalizado
de los ciudadanos.
Destacaré y evaluaré aqui algunas de ellas, las que
considero más relevantes pOt diferentes motivos.
Entre las iniciativas que provocan un aumento de los ingresos, la más
destacable, que no la
única, es la subida del
IVA en tres puntos (del
18 al 21%), lo que deja a
España con una tributación sobre el consumo
superior a la de Alemania (19%), Holanda (19%)
y Francia (19,6%), iguala a la de Italia, mientras
que sigue por debajo de
la de otros paises, como
Polonia, Grecia, Irlanda
y Portugal
-todos al
23%-. La subida del !VA,
aunque dolorosa, es totalmente necesaria para la consolidación
fiscal a
la que estamos obligados, dado que el descenso
del PIB ha provocado una caída muy sustancial en
los ingresos trIbutarios. Para cerrar la brecha fiscal a corto plazo es totalmente
necesario que aumenten los ingresos tributarios como porcentaje del PIB. El IVA, si bien repercutirá sin ninguna
duda negativamente
sobre el consumo de las familias, ya de por si enormemente
debilitado tras
cuatro años de crisis, es menos distorsionante
que
OtrOS impuestos, como el IRPF.
Sobre los recorres en los gastos, destacaría principalmente dos. Por una parte, se recorran gastos
en el mercado laboral: se eliminan la mayoria de
las bonificaciones
a la contratación
y el subsidio
por desempleo
se reduce del60 al 50% del salario a partir del sexto mes para los nuevos perceptores del subsidio. Las bonificaciones a la contratación han resultado ser muy ineficaces en el
pasado por no haber provocado ningún aumento
de la misma, sino que simplemente
han permití-
P
do una contratación
más barata a quien ya tenia
decidido hacerla. La medida, por tanto, permitirá reducir gastos sin afectar negativamente
a la
contratación
y es por tanto positiva. Con respecto a la reducción en el subsidio de desempleo
a
partir de los 6 meses, si bien se trata de una decisión altamente impopular para los desempleados, los estudios empiricos realizados tanto para
nuestro país como para otros de nuestro entorno
nos indican que no disponer de un subsidio de desempleo o agotar la prestación
son dos factores
que aumentan
notablemente
la probabilidad de
encontrar un empleo. Es necesario, por tanto, incentivar la búsqueda activa de trabajo para todos
los parados de modo que resulte siempre más beneficioso para el trabajador un salario que un subsidio de desempleo. No está claro que esto sea asi
en la actualidad, bien porque los salarios son muy
bajos o porque el subsidio es relativamente
elevado. La medida tomada va en esa dirección al reducir el montante de la prestación, pero la situación de parálisis del mercado laboral hace necesario el acompañamiento
de esta medida con otras
que ciertamente
ayuden a los parados a encontrar un empleo; políticas activas eficaces, que son
parte de las reformas estructurales
que España
tiene pendientes
y que ni ahora ni antes se han
puesto en práctica.
Por otra parte, se recortan gastos procedentes
de la eliminación
de la deducción por vivienda.
El Gobierno no debiera
haber reinstaurado
esta
medida al llegar al poder,
debido a que fomenta la
compra en lugar del alquiler y precisamente
España necesita fortalecer un mercado de alquiler famélico. Se trata de
una deducción regresiva ya que favorece más
a las rentas más altas,
puesto que éstas son
quienes consiguen mayores deducciones
por
su mayor capacidad ad:: J05~ IBARROCA
quisitiva, y alimenta las
burbujas inmobiliarias.
Bienvenida sea por tanto
la eliminación
de esta deducción.
¿Servirán de algo estas reformas? Servirán al
menos para recortar la brecha fiscal, y esto calmará algo a los mercados -nuestros acreedores-, aunque no garantizan ni mucho menos la salida de la
crisis, que pasa inexorablemente
por el crecimiento del PIB. Ninguna de estas medidas apunta en
esa dirección, aunque previsiblemenre
España,
que necesariamente
ha de seguir las indicaciones
de la Comisión Europea, deberá hacer caso del recientemente
publicado Memorándum,
donde en
su articulo 31 insta al Gobierno a implementar
medidas adicionales que favorezcan la dinamización de la economía, como la liberalización de los
servicios profesionales,
la eliminación
de barreras para el emprendizaje,
completar
la liberalización del sector eléctrico, o profundizar
en la
reforma laboral que hasta ahora ha sido daramente insuficiente
para la creación de empleo estable.
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