INFORMACION CLIMATOLOGICA PARA LA APLICACION DE LA ENERGIA DE LA BIOMASA PREPARADO POR SANDRA ROBLES-GIL RAPPORTEUR DE ENERGIA SOLAR COMISION DE CLIMATOLOGIA ORGANIZACION METEOROLOGICA MUNDIAL AGOSTO 2001 LA PAZ, B.C.S. MEXICO 2 3 CONTENIDO I. Página INTRODUCCION.…….…..…………………………………………………….… 5 II. ALGUNAS CONSIDERACIONES ACERCA DE LA ENERGIA DE LA BIOMASA…………………………………………………………………. 7 III. PRINCIPALES TIPOS DE SISTEMAS DE ENERGIA DE LA BIOMASA Y SUS USOS…………………………………………..……………….. 9 A. Conversión Termoquímica.………………………………………………...… 9 1. Combustión Directa….…………………………………………….... 9 2. Pirólisis..………………………………………………………….….. 19 3. Gasificación..……………………………………………………….... 24 B. Conversión Bioquímica..…………………………………………………….. 29 1. Digestión Anaeróbica..………………………………………………. 29 2. Fermentación Alcohólica……………..…………….………….……. 35 C. Conversión Físicoquímica.…………….……………………………….…..... 39 1. Prensado/Extracción.………………..…………………………..…..... 39 IV. PLANTACIONES ENERGETICAS……………….………………………..…. 40 1. Plantaciones Energéticas…………………………………………….. 40 2. Plantaciones Energéticas y Mitigación del Cambio Global…..……… 43 V. REQUERIMIENTOS DE INFORMACION CLIMATOLOGICA……….……. 49 1. 2. 3. 4. Usuarios de Información Climatológica……………………..…….... 49 Requerimientos de Información Climatológica…………….…..….… 50 Información Climatológica proporcionada por los SMNs.…..….…... 55 Formas en que los SMNs pueden ayudar al desarrollo de la información climatológica para la aplicación de la energía de biomasa………………………………………………58 GLOSARIO…….........................…....................................................................…..…. 62 ABREVIACIONES USADAS…...............................................................…….......… 65 REFERENCIAS .........................................................................................….......…... 66 ANEXO 1 ..................................................................................................…............… 73 4 5 I. INTRODUCCION Desde tiempos remotos, la biomasa ha proporcionado a la humanidad no solamente comida, sino también combustibles, alimento para el ganado, materia prima, fibras y abonos (llamados las “6Fs”)1 . Los combustibles forestales constituyeron la principal fuente de energía hasta principios del siglo XX cuando, en gran medida, fueron reemplazados por los combustibles fósiles. Hoy en día, la biomasa es la cuarta fuente de energía más importante del mundo, proporciona alrededor del 13% del consumo mundial de energía. No obstante, es la principal fuente de energía en los países subdesarrollados, donde alcanza el 33% del total de la energía usada. Su contribución en los países industrializados es en promedio del 3% de la energía total consumida (Hall et al., 1999). Casi 2,000 millones de personas en los países subdesarrollados dependen de los combustibles tradicionales (madera, estiércol y residuos agrícolas) que son recolectados por lo general en sitios lejanos y, a menudo, utilizan tecnologías ineficaces que apenas les permiten satisfacer sus necesidades básicas de nutrición, calefacción ambiental e iluminación. Sin embargo, ya se están empezando a usar sistemas modernos de energía de biomasa, en especial en los países desarrollados donde suministran electricidad, combustibles líquidos y gaseosos. El interés por las fuentes de energía renovables ha aumentado en las últimas décadas, esto es debido al impacto negativo que el consumo de los combustibles fósiles causa al medio ambiente, al aumento en los precios de los combustibles convencionales, la dependencia de petróleo extranjero y la disminución en los recursos de combustibles fósiles. El problema que se tiene al quemar combustibles fósiles es que el carbono absorbido por la biomasa “antigua” es liberado después de millones de años como un bióxido de carbono “nuevo”, desequilibrando al ciclo del carbono. Así, pues, el uso de los combustibles fósiles no sólo disminuye los recursos no-renovables, sino que también contribuye con el efecto de invernadero. A pesar de algunas percepciones públicas negativas basadas en concepciones erróneas, la energía de la biomasa representa una de las opciones más prometedoras pues es una fuente renovable que puede ser producida y usada de manera limpia y sostenible. Es más, proporciona significativos beneficios al medio ambiente, al desarrollo socioeconómico local y a la seguridad energética nacional. Mientras que las preocupaciones ambientales, como las emisiones de bióxido de carbono y el calentamiento global, han motivado a los países industrializados a usar sistemas modernos de energía de biomasa; las consideraciones socioeconómicas, tales como la equidad para las comunidades de bajos ingresos y sus necesidades de combustible, han sido las que han propiciado que los países subdesarrollados mejoren el uso tradicional de la energía de biomasa. Los pronósticos realizados por el IPCC, la Shell, la IEA y la CNUMAD indican que la biomasa y otras fuentes de energía renovables, después del año 2020, jugarán un papel importante y creciente en la contribución futura de la energía mundial (Hall, 1998). 1 Por sus nombres en inglés: “food, fuel, feed, feedstock, fibre and fertiliser”, respectivamente. 6 Sin embargo, la biomasa todavía se enfrenta actualmente con muchos problemas económicos, sociales, técnicos e institucionales. Así, pues, es importante que haya una mayor colaboración y esfuerzo entre las instituciones para producir y usar la energía de la biomasa de manera más eficiente y sostenible. Nosotros, como climatólogos, podemos ayudar a implementar la energía de la biomasa teniendo una mejor comprensión de los sistemas y de sus necesidades, a fin de proporcionar el conocimiento climatológico y los datos necesarios que podrían ayudar a los usuarios a realizar y mejorar su trabajo. Por eso, en este estudio se hace un reporte de los principales usos actuales de la energía de la biomasa en el mundo, incluyendo su contexto tecnológico, económico y climático; así como los resultados de una encuesta que permitió evaluar las necesidades de información climatológica que se tienen en las aplicaciones de la energía de biomasa. AGRADECIMIENTOS Este reporte fue posible gracias a la contribución de tantas personas alrededor del mundo, quienes muy amablemente compartieron sus valiosos conocimientos y experiencias con nosotros. Quiero expresar mi gratitud también a todos los usuarios de información climatológica, quienes de manera sumamente cooperativa contestaron los cuestionarios reportando sus necesidades y preocupaciones, así como también por sus útiles recomendaciones. Y por último, agradezco a las siguientes Instituciones que tan gentilmente nos permitieron el uso de sus fotografías: Biblioteca de Fotos, División de Información de la FAO; Departamento de Energía, Ministerio Federal de Asuntos Económicos y del Trabajo de Austria (BMWA); Madhya Pradesh Urja Vikas Nigam Ltd. Bhopal, India (MPUVN); Comité Nacional para la Industria y Desarrollo Técnico de Suecia (Nutek); y Programa de BioEnergía del Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE). Así como también a los fotógrafos que tomaron dichas fotos, pues nos permiten visualizar mejor los diferentes tipos de sistemas de energía de biomasa. 7 II. ALGUNAS CONSIDERACIONES ACERCA DE LA ENERGIA DE LA BIOMASA La fuente de energía de la biomasa La energía de la biomasa es una forma de energía solar ya que depende de la fotosíntesis. Las plantas verdes transforman la energía de la luz solar en energía química, al convertir el bióxido de carbono del aire y el agua del suelo en compuestos orgánicos ricos en energía, principalmente azúcar, celulosa, almidón y lignina, pero también proteínas y aceites. La eficiencia de la fotosíntesis es un factor limitante. Las plantas usan solamente las longitudes de onda entre 0.4 y 0.7 micras (espectro visible), que comprenden alrededor del 45% de la energía solar que llega a la Tierra. Como una gran parte de esta energía es absorbida y dispersada por la atmósfera, la eficiencia máxima de la fotosíntesis es de 6.7% para las plantas C4 (llamadas así porque el primer producto es un azúcar de 4 carbones), como el maíz, el sorgo y la caña de azúcar que se desarrollan mejor en climas relativamente cálidos. Y de 3.3% para las plantas C3 , como el trigo, el arroz, el frijol de soya, los árboles y otras plantas que predominan en los climas templados y que abarcan el 95% de la biomasa total. La fotosíntesis se ve afectada por ciertos factores, tales como la temperatura, las enfermedades, la disponibilidad adecuada de nutrientes y agua, que disminuyen dichos valores a 2-3% y 1% para las plantas C4 y C3 , respectivamente (Hall et al., 1992b). Aunque este proceso no es muy eficiente, la energía generada es relativamente económica y se produce en grandes cantidades sobre vastas áreas en tierra. Esta energía química, aún cuando el Sol no se encuentre brillando, se almacena en los enlaces químicos de la biomasa producida (MBEP, 1999). Energía solar y productividad de la biomasa La Tierra recibe anualmente 178,000 TW de energía de la luz solar, misma que iguala 15,000 veces el consumo mundial de la energía comercial y más de 100 veces las reservas probadas de carbón, gas y petróleo del mundo. No obstante, las plantas sólo usan 100 TW al año para producir toda la biomasa mundial: cerca de 120,000 millones de toneladas de biomasa seca (Anderson y Ahmed, 1995; Shell, 1999). Al evaluar la magnitud de la radiación solar sobre la superficie terrestre, podemos encontrar que las áreas con una máxima radiación global (6-8 kWh m-2 diaria) se localizan alrededor de los 30º de latitud, dentro de los principales desiertos del mundo. Sin embargo, una manera de examinar la fotosíntesis como fuente de energía y de materia, es estimar la productividad en términos del carbono reducido (Calvin, 1974). La producción más grande de carbono fijo se encuentra no en las áreas donde la radiación solar es más alta, sino más bien en donde existen las mejores condiciones para su crecimiento durante todo el año. Así, la presencia de agua en el área ecuatorial favorece el crecimiento de una gran cantidad de vegetación natural. Recursos energéticos de la biomasa Los recursos energéticos de la biomasa son enormes y variados. La materia prima incluye los productos forestales, las plantas herbáceas, los cultivos agrícolas y sus residuos, 8 los desechos municipales sólidos, los desechos animales y humanos, los desperdicios del procesamiento de alimentos, y las plantas acuáticas. Algunas de las plantas usadas en la producción de energía se cultivan específicamente con este propósito. Pero, la mayoría de la biomasa utilizada con fines energéticos consiste de residuos que de otra forma se pudrirían, se quemarían en el bosque o se convertirían en un relleno sanitario. Los residuos representan un enorme potencial de energía fácilmente disponible que en la actualidad se encuentra sub-utilizado. 9 III. PRINCIPALES TIPOS DE SISTEMAS DE ENERGIA DE LA BIOMASA Y SUS USOS Los sistemas de conversión de energía de la biomasa van desde simples procesos tradicionales hasta tecnologías modernas altamente eficientes. En la actualidad, algunos de estos sistemas están establecidos comercialmente y se encuentran totalmente disponibles; otros, todavía requieren ciertas mejoras técnicas y que sus costos disminuyan; y algunos otros necesitan un financiamiento a largo plazo que permita el desarrollo de técnicas sostenibles, y alentar su reproducción. La mayoría de las materias primas se usan directamente como combustibles con una mínima preparación. Algunas veces, la biomasa no se quema directamente, sino que se procesa en formas más adecuadas en las cuales sus características permanecen básicamente sin cambios. Sin embargo, las tecnologías más eficientes requieren modificaciones significativas en las que los combustibles sólidos son transformados en combustibles secundarios con profundos cambios físicos, químicos y mecánicos. Los principales procesos de conversión son: A. Conversión Termoquímica 1. Combustión directa 2. Pirólisis 3. Gasificación B. Conversión Bioquímica 1. Digestión anaeróbica 2. Fermentación alcohólica C. Conversión Físicoquímica 1. Prensado/extracción A. Conversión Termoquímica La conversión termoquímica está basada en la descomposición de la biomasa por medio de calor. Esta transforma a la biomasa en productos con un más alto valor o más convenientes y, dependiendo de las condiciones del proceso, se obtienen diferentes proporciones de productos sólidos, líquidos y gaseosos (Kaltschmitt y Dinkelbach, 1997). 1. Combustión directa La combustión directa es el método más sencillo y común de capturar la energía contenida en la biomasa. Desde tiempos antiguos, la leña fue la principal fuente de energía hasta la Revolución Industrial cuando el carbón la desplazó casi totalmente. La biomasa todavía continúa siendo la principal fuente de energía en las áreas rurales de los países subdesarrollados. Sin embargo, a causa del aumento en la demanda de la leña y la insuficiente reforestación en algunas áreas, ésta se ha vuelto escasa provocando una crisis rural de energía conocida como la “crisis de la leña”2 (Rady, 1992). 2 Llamada también la “otra crisis energética”. 10 Operación y tecnologías El equipo usado en la combustión directa incluye fogatas a cielo abierto, estufas, hornos, carboneras y calderas. Estos, por lo general, son sencillos y están hechos de materiales locales. Las plantas de combustión directa son similares a las plantas térmicas convencionales, excepto por las calderas que deben diseñarse para manejar un mayor contenido de humedad y cenizas. Esta tecnología se encuentra bien desarrollada y hay diferentes tipos comerciales de calderas disponibles. La eficiencia en la conversión de la biomasa para cocinar y calentar – de manera tradicional - es bastante baja, alcanzando únicamente el 5-10%. No obstante, en años recientes el uso para aplicaciones modernas ha ido creciendo. La madera, por lo general, se corta y resquebraja en tamaños que facilitan su transporte (astillas y pellets) y se seca antes de quemarla. Y con el fin de superar la naturaleza voluminosa, la baja eficiencia y la emisión de humo de la leña y los residuos agrícolas, se han desarrollado algunas nuevas y atractivas formas de combustibles. Por ejemplo, mediante el prensado, los desperdicios son comprimidos en briquetas (“carbón blanco”) y en leños combustibles. La combustión directa es sólo económicamente atractiva en regiones donde los costos de la materia prima son significativamente más baratos que los combustibles fósiles, y en áreas alejadas de centros urbanos más desarrollados. Aplicaciones de la combustión directa La mayor parte del consumo de los combustibles forestales es para uso tradicional en los hogares, principalmente para cocinar, calentar agua e iluminar, y dependiendo del clima también para la calefacción ambiental. Otra parte se usa de manera extensiva en ciertas industrias agrícolas y no-agrícolas, y en pequeños establecimientos comerciales. La combustión directa es una tecnología comprobada en la generación de electricidad, especialmente en las mismas industrias que producen los residuos, como son los ingenios azucareros, las industrias de pulpa y papel y los aserraderos. Este uso proporciona grandes beneficios pues elimina los residuos, y reduce los costos de la electricidad y la disposición de la basura. La instalación de sistemas eficientes de co-encendido y cogeneración puede aumentar la eficiencia de la energía de la biomasa para aplicaciones de calor y generación de electricidad (COGEN, 1999; Johnson, 2000). El uso de la combustión directa en algunos países De toda la madera extraída en el mundo en 1995 (3,350 millones de m3 ), el 63% se usó para producir energía (FAO/FEF, 2000). Y del consumo total de los combustibles forestales en el mundo (Figura 1), los países asiáticos tienen la contribución más alta, con 43.6%; seguidos por Africa, con 21.1%; Canadá y los Estados Unidos, 11.8%; América Latina, 11.7%; y Europa, con sólo 8.5% Países subdesarrollados En los países subdesarrollados existe una muy importante contribución de los combustibles de biomasa en el abasto total de la energía primaria. La mayoría de los combustibles de biomasa usados provienen de los bosques, principalmente la leña y el 11 carbón vegetal. Sin embargo, la contribución de los residuos agrícolas y el estiércol animal en algunos países también es significativa. Figura 1. Distribución del Consumo de Energía Forestal por Regiones, 1995. Fuente: World Energy Council/FAO (1999). Oceanía Subdesarrollada 0.3% Europa 8.5% América Latina 11.7% Asia 43.6% URSS previa 1.9% Canada y EEUU 11.8% Oceanía Desarrollada 1.1% Africa 21.1% Leña El consumo de los combustibles leñosos en los países subdesarrollados es del 15%; en las áreas tropicales alcanza el 26%, y en las no-tropicales el 6% (WEC/FAO, 1999). Una perspectiva más detallada muestra que: • Africa depende fuertemente de la leña para satisfacer sus necesidades básicas de energía, especialmente en las regiones tropicales. En algunos países como Chad, Angola, Tanzania y Etiopía la contribución es mayor del 90%. • La leña es una importante fuente de energía también en el sur y sureste de Asia. La contribución más alta se encuentra en Laos, Nepal, Bután, Myanmar y Camboya con mas del 80% (RWEDP/FAO, 1999). • La mayor contribución en América Latina está en Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador, con más del 50% (Bouille y Gallo, 1993). • En las islas del Pacífico abarca la mitad de la energía total (Liebentahl et al., 1994). Desventajas de la combustión directa tradicional Existen varios reportes (Mercer y Soussan, 1992; Barnes et al., 1994; Hedon, 1995; WEC/FAO, 1999) que informan que el uso de tecnologías ineficaces en la combustión de los combustibles forestales tiene varios inconvenientes: • Desperdicio de valiosos recursos forestales. Aún cuando ésta no es la principal causa, exacerba la deforestación. • Emisión de grandes cantidades de contaminantes, como partículas, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, formaldehído y otros hidrocarburos. • Efectos adversos en la salud por causa del humo en áreas encerradas sin ventilación. La exposición humana puede exceder 10-20 veces los niveles recomendados por la OMS. Estudios recientes han encontrado que la prolongada 12 exposición al humo es una causa significativa de problemas en la salud humana: infecciones respiratorias agudas, enfermedad crónica del pulmón y cáncer, irritación en los ojos y bajo crecimiento intrauterino. • Consecuencias alimenticias negativas. La escasez de combustibles puede originar cambios en el número o en el tipo de comidas cocinadas, afectando a las mujeres en una manera desproporcionada. • La recolección de la leña es una dura actividad física que exige mucho tiempo. Una ardua carga, sobre todo, para las mujeres y los niños (Figura 2). • Falta de recursos energéticos modernos. Reduce la posibilidad de que haya cambios en la economía rural que podrían aumentar las actividades que generan un ingreso y mitigan la pobreza. Algunas preocupaciones y conceptos erróneos La recolección de la leña fue considerada como la principal causa de la deforestación. Sin embargo, investigaciones posteriores han demostrado que la transformación de las tierras forestales en zonas agrícolas, de pastoreo y en áreas urbanas debido al crecimiento de la población y al aumento en la demanda de alimentos, ha sido, más que cualquier otro factor, la causa de la deforestación (Lefevre et al., 1997; FAO, 1999). La explotación comercial para los mercados urbanos de leña y carbón vegetal sí tiene un impacto en muchas regiones. Por ejemplo: la producción de carbón vegetal para la fundición de acero en la región de Carjas, en Brasil, es una amenaza para la selva del Amazonas; y los bosques de acacia de la región de Bahía, en Somalia, están siendo devastados por la producción de carbón vegetal para el mercado de Mogadicio. Figura 2. Un niño lleva una carga de leña, Eritrea. (Foto R. Faidutti/FAO). 13 Estufas El principal uso doméstico de la dendroenergía es para cocinar. Se usan varios tipos de estufas, pero el más sencillo y de mayor antigüedad es el fogón de tres piedras. La mayoría de las estufas tradicionales de biomasa tienen bajas eficiencias y queman la leña de una manera incompleta, ocasionando la emisión de ciertos contaminantes. Otras desventajas importantes son la dispersión de las llamas y el calor causadas por el viento, un bajo control del fuego, la exposición al calor y al humo, y el riesgo de un incendio. Estufas mejoradas Las estufas mejoradas abarcan una tecnología de fuego cerrado, con un mecanismo a través del cual el usuario puede voluntariamente distribuir y controlar el calor. La estufa de biomasa mejorada constituye un paso importante hacia la autosuficiencia y un nivel más alto de vida para los millones de personas que tienen acceso a combustibles biomásicos de bajo costo y de fácil disponibilidad, pero que no les alcanza para estufas modernas ni combustibles más caros (Franco, 1994; World Bank, 1995). FAO/RWEDP (1996) informan que debido a la crisis del petróleo y a la preocupación por los recursos forestales, los primeros programas en los años de 1970 se enfocaron fuertemente en la eficiencia de las estufas y el ahorro de la leña. Sin embargo, muchos fracasaron pues no tomaron en cuenta los requerimientos de los usuarios. Hoy en día, los programas también toman en cuenta los aspectos socio-económicos, la salud y el medio ambiente. Existen muchos diseños de estufas en el mundo (Astra, Lorena, Rondereza, Ceta, Tsotso, etc.) que han logrado varios adelantos. Son más eficientes y prácticas, tienen una mejor presentación, y el uso de chimeneas contribuye también a disminuir el humo. El uso de las estufas mejoradas en algunos países De acuerdo con Barnes et al. (1994), China y la India cuentan con los programas de estufas más grandes del mundo. China tiene alrededor del 90% de las estufas mejoradas que están instaladas en el mundo, reportando la instalación en 1990 de 120 millones de estufas mejoradas que han sido un gran éxito. Estas estufas eran principalmente para cocinar, pero en las provincias del norte, donde las temperaturas en invierno son extremadamente bajas, incluyeron estufas de doble uso para la cocción de alimentos y la calefacción ambiental. El “Programa Nacional Hindú de Chulhas Mejoradas” comenzó en 1983, y se distribuyeron en los hogares rurales de la India 8 millones de estufas mejoradas. Sólo la mitad de las estufas mejoradas se encuentran todavía en uso, pues en realidad no ahorraban energía ni eliminaban humo, y no eran compatibles con los hábitos de cocinar. Algunos otros países, como Kenya, Madagascar, Rwanda, Burundi, Tanzania, Níger, Malí, Ghana, Laos y Honduras, han instalado con éxito un gran número de estufas mejoradas (Figura 3). 14 Figura 3. Mujer cocinando en una estufa mejorada que no produce humo, dentro de su choza, Ghana. (Foto P. Cenini/FAO) Algunos beneficios de las estufas mejoradas El uso de las estufas mejoradas beneficia principalmente a las mujeres y a aquéllos dentro de la sociedad con un nivel de ingresos medio y bajo. Una estufa mejorada permite a los usuarios obtener directamente los siguientes beneficios (Ellegård y Egnéus, 1993; Ahmed, 1994; Barnes et al., 1994; Hedon, 1995): • Ahorrar combustible, ya que las eficiencias son mayores (hasta del 30-50%). • Disminuir la presión local sobre los recursos forestales. • Reducir las emisiones de monóxido de carbono y metano a la atmósfera. • Mejorar la salud al: reducir la exposición al humo, mejorar la nutrición, contar con más combustible para hervir agua para beber, y reducir los dolores de espalda, las quemaduras y las escaldaduras. • Utilizar materiales de construcción accesibles a las comunidades (lodo, ruedas de automóviles). • Ahorrar dinero, especialmente en las familias urbanas que compran combustibles de biomasa. • Reducir el esfuerzo al aligerar la carga de trabajo de las mujeres y los niños. • Ahorrar el tiempo empleado en la recolección de la leña. Por ejemplo, las mujeres en Nepal destinan alrededor de 2.5 horas al día para recolectar leña, forraje y pastos (las encuestas en Africa y América Latina arrojan resultados similares). Se podría aprovechar más tiempo en el cuidado de los niños, la educación y en actividades que generen ingresos. • Mejorar la calidad de vida en los hogares al cocinar de manera más conveniente y facilitar la limpieza de la cocina y los trastes. El uso de las estufas mejoradas responde de muchas maneras al llamado de la Agenda 21, porque éstas ayudan a proteger el medio ambiente, combatir la pobreza y el subdesarrollo, promover la salud humana e intensificar el desarrollo de la mujer. 15 Algunas preocupaciones Franco (1994) considera que la introducción de las estufas mejoradas podría modificar las tradiciones al alterar la forma de vida familiar, pues las fogatas abiertas no sólo producen calor y luz, sino que también ofrecen un sitio muy importante de reunión. Residuos agrícolas y estiércol animal La FAO ha estimado que alrededor de 800 millones de personas en el mundo dependen de los residuos agrícolas y el estiércol animal para obtener energía, especialmente en ciertas partes del mundo subdesarrollado donde la leña es escasa (Hall et al., 1992a; Thomas et al., 1997). Los residuos agrícolas usados para obtener energía varían de un lugar a otro. Los más importantes son el bagazo de la caña de azúcar, la cáscara de arroz y la mazorca del maíz. El estiércol animal (Figura 4) contribuye considerablemente como una fuente de energía para cocinar en los hogares rurales de algunos países asiáticos como Bangladesh, India, Pakistán, Bután, Nepal y Viet Nam, y también en Perú, donde el estiércol de alpaca se ha usado por siglos. Después de ser recolectado, el estiércol generalmente se compacta y se seca al Sol antes de usarse mezclado con leña (Bala y Hossain, 1992; Bouille y Gallo, 1993; Lefevre et al., 1997). Figura 4. Una niña ha recolectado estiércol seco de vaca para su uso como combustible, India. (Foto G. Pangane/FAO). Industrias La leña es usada también para encender hornos y carboneras, secar o hervir productos, producir humo, vapor y electricidad para la energía mecánica en: • Agroindustrias: producción de azúcar, tabaco, secado de café y té, molienda de arroz, producción de aceite de copra y coco, preparación de forraje animal y especies. 16 • Industrias de procesado de alimentos: panaderías, productos lácteos, destilerías, pescado ahumado, conservas de frutas, puestos de comida y restaurantes. • Industrias de procesamiento de metales: fundiciones (hierro, latón), herrerías y fabricación de joyas que usan principalmente carbón vegetal. • Industrias basadas en minerales: fabricación de ladrillos y mosaicos, caleras y cerámica. • Productos madereros: secado de madera y aserraderos. • Industrias textiles: impresión textil, tinte de telas y fabricación de hilados. • Actividades diversas: curtido de pieles, elaboración de velas, cremaciones, construcción de carreteras (fundición de brea) y fabricación de jabón. Los ingenios azucareros y las destilerías de alcohol, por ejemplo, usan el bagazo para obtener energía eléctrica. En términos de eficiencia y flexibilidad, la caña de azúcar es una de las materias primas más apropiadas, y ha sido muy importante para la industria agrícola y la economía general de muchos países tropicales alrededor del mundo. Aunque los ingenios azucareros exportan una limitada producción de electricidad a las comunidades vecinas, el mayor desarrollo en su capacidad para la generación ocurrió en los años de 1970, cuando la industria azucarera consolidó sus quemadores de baja presión en unidades de alta presión que podían generar electricidad de manera más eficiente (Overend et al., 1996). En lugares como Cuba, Brasil, la India, Mauricio, Nicaragua, República Dominicana, Zimbabwe, Reunión y Hawai (Figura 5), existe una gran contribución del bagazo de la caña de azúcar en la participación total de la energía primaria. Algunos de éstos ya están usando sistemas avanzados de co-encendido y cogeneración con bagazo que producen electricidad con tarifas comercialmente competitivas (Horta y da Silva, 1996; Moreira, 1998; Jensen, 1999; Johnson, 2000). Figura 5. Uso de bagazo como combustible para generar energía, Brasil. (Foto NREL/EREN/DOE) 17 Países desarrollados Leña Van den Broek (1997) menciona que el consumo de la leña para la obtención de energía contribuye con el 4% del suministro total de la energía primaria en Europa y los otros países de la OCDE (Australia, Canadá, Japón, Nueva Zelandia y Estados Unidos). En algunos países éste es mayor, como en Austria que alcanza el 14%, y en Suecia y Finlandia con más del 17%. Del total de la leña en Europa extraída de los bosques, cerca del 30-50% se usa con fines energéticos. Algunas excepciones incluyen a Francia, Austria, Dinamarca, Albania y Turquía, en donde más del 70% del total de la remoción se utiliza como leña. En los países de la OCDE que no son europeos, este porcentaje es ligeramente inferior, de un 40%; pero en países como Canadá, solamente un 20% de sus remociones se usa para obtener energía. Mientras que el uso de la leña es de gran importancia en las áreas rurales de los hogares de Europa, sobre todo en Suecia, Francia y Austria, donde la biomasa se usa de manera extensiva en los calentadores de agua de pequeña escala; su contribución en el sector industrial y el de generación eléctrica es modesta. Pero debido a fuertes incentivos en la producción de calor, se han establecido algunas grandes plantas alimentadas con biomasa que generan calor, y muchas plantas que usan combustibles fósiles están siendo modificadas para el uso de biomasa (Gustavsson et al., 1995; Gustavsson 1998). La tecnología en la producción de briquetas se encuentra también bien desarrollada en países como Suiza, los Estados Unidos, Dinamarca, Canadá y el Reino Unido. Kaltschmitt y Dinkenlbach (1997) reportan que los recursos biomásicos más ampliamente usados en Europa son la leña, los residuos de madera de la industria maderera, los productos forestales recuperados, el licor negro (particularmente en los países nórdicos) y la paja (Figura 6). Figura 6. Licor negro usado en un aserradero para producir energía, Austria. (Foto SCA Fine Paper/BMWA) 18 Sin embargo, existe un gran potencial de recursos biomásicos que en la actualidad están sin uso: madera, residuos de madera (desmonte de las carreteras, parques públicos, jardines particulares), residuos agrícolas (poda de árboles frutales, plantaciones de olivos y viticultura) y cultivos energéticos (Olesen, 1996). Desechos municipales sólidos (basura) Europa se encuentra a la cabeza del resto del mundo en lo que se refiere al uso de los desechos municipales sólidos para la calefacción ambiental y la generación de electricidad. Su uso comenzó en el Reino Unido (Sheffield y Nottingham) y se ha extendido al continente, en donde algunos países ya están recuperando energía a partir de la basura. Por ejemplo, los incineradores en Suiza tienen que estar equipados para suministrar energía; la ciudad de Upsala usa los desechos municipales sólidos en el 42% de su sistema distrital de calefacción ambiental; y, en Francia, el 25% del total de los desechos municipales sólidos son incinerados para producir energía (DOE, 2000). Ventajas La energía moderna obtenida de la basura, junto con el reciclaje y/o el compostaje, es el ideal para un manejo efectivo y sostenible de los desperdicios, y tiene una gran capacidad para la cogeneración de calor y energía. Porteous (1997a-b) reporta que la energía producida a partir de la basura tiene algunos otros beneficios: • Reduce la gran cantidad de desechos enviados a los rellenos sanitarios. • Alcanza una significativa reducción neta de CO2 , en comparación con los combustibles fósiles. • Elimina el metano de los rellenos sanitarios. • Destruye las dioxinas. • Dispone de la basura de una manera higiénica y ambientalmente segura. • Ayuda a controlar el olor. • Produce un mejorador de suelos. • Proporciona el proceso de combustión más estrictamente controlado de la Unión Europea. Desventajas Debido a la mezcla tan heterogénea de los desechos municipales sólidos, la eficiencia térmica de la conversión es 10% menor que la alcanzada por un calentador de agua con un sólo combustible. Información climatológica Los datos de temperatura y precipitación son muy importantes en las necesidades de calefacción y secado. El mayor consumo de biomasa para uso energético, por ejemplo, se encuentra en los climas fríos, las montañas y en las comunidades con escasa población, restricciones de comunicación, y menor ingreso (Bouille y Gallo, 1993). El consumo de la leña también presenta ciertas variaciones estacionales del clima, éste es mayor en invierno, así como también durante las estaciones lluviosas y en las áreas afectadas por el monzón. Por ejemplo, las unidades de secado son necesarias cuando no es 19 suficiente secar los cultivos al Sol en los trópicos húmedos, donde por lo menos una cosecha se da en la estación húmeda (Ramachandra, 1998). La selección de la materia prima también está relacionada con el clima. Por ejemplo, el clima de algunos países nórdicos hace que los residuos forestales sean mucho más atractivos y económicos que la biomasa agrícola pues los niveles de las cosechas son bastante bajos (Sipilä et al., 1993); en tanto que en algunos lugares más secos, donde la leña es escasa, se pueden obtener residuos agrícolas, estiércol y arbustos. Las condiciones meteorológicas afectan tanto la demanda como el suministro de energía. Por ejemplo, una onda fría aumentará el consumo de leña; mientras que el excedente de ciertas materias primas, como la paja en el norte y centro de Europa, varía considerablemente año con año (Olesen, 1996). La combustión directa se ve afectada no sólo por la naturaleza de la madera, como es la proporción de humedad, su dimensión y densidad, sino también por ciertos factores externos, tales como el oxígeno y las condiciones meteorológicas (Mlaouhi et al., 1998a). El estado del tiempo puede agravar la contaminación generada por la combustión de la biomasa. Por ejemplo, durante las estaciones lluviosas y las ondas frías provoca una alta concentración de humo en áreas encerradas donde la mínima ventilación se ve, aún más, reducida; o, cuando se presenta una inversión térmica el humo permanece cerca del suelo. 2. Pirólisis El proceso termoquímico de la pirólisis es una forma de descomponer los compuestos orgánicos (carbohidratos, celulosa y lignina) en su carbono, hidrógeno y oxígeno elemental. Este proceso ocurre cuando el material orgánico (madera) es calentado a altas temperaturas (por encima de los 600º C) en una atmósfera lo suficientemente deficiente en oxígeno como para que ocurra la combustión (Cassedy y Grossman, 1998). Históricamente, la pirólisis ha sido usada para elaborar el carbón vegetal. Debido a las altas temperaturas que el carbón vegetal produce, éste fue el combustible que la gente usó para fundir los metales en las Edades de Cobre y Hierro. Hasta más recientemente es cuando la pirólisis ha sido utilizada en la producción de combustibles gaseosos y en aceite. Carbón vegetal Operación y Tecnologías El carbón vegetal se produce en su mayor parte de la leña y de los residuos de madera. El método más antiguo y, probablemente, el que todavía se usa más ampliamente en la producción del carbón vegetal es el horno parva de tierra, que en Europa data de hace más de 5,500 años. Existen dos tipos de hornos: el pozo de tierra y la pila de tierra. Su uso depende principalmente del tipo de suelo, por ejemplo, la pila de tierra se usa de manera preferente donde el suelo es rocoso, duro o somero, o donde el nivel freático está cerca de la superficie del suelo (Figura 7). 20 Figura 7. Hornos de pila de tierra para la producción de carbón vegetal, India. (Foto G. Bizarri/FAO) Los hornos de tierra pueden construirse con un mínimo costo. La tecnología se encuentra bien establecida en el mercado y ha sido perfeccionada por décadas; de ahí que la reducción potencial de los costos sea baja. La elaboración del carbón vegetal, por lo general, se lleva a cabo cerca del lugar donde la madera está disponible. Pero, cuando el transporte de la madera resulta relativamente sencillo, entonces, se realiza frecuentemente cerca de la casa de los carboneros a fin de controlar mejor el proceso de carbonización. Las carboneras permanentes se usan comúnmente donde hay una gran cantidad de madera disponible, y las carboneras temporales se utilizan con frecuencia donde hay una cantidad relativamente pequeña (FAO, 1997). Aplicaciones del carbón vegetal El carbón vegetal representa una parte muy pequeña del total de la biomasa usada como fuente de energía. Se utiliza sobre todo en el sector doméstico para cocinar, calentar agua y en la calefacción ambiental. El sector comercial, no obstante, usa el carbón vegetal también en la cocción de alimentos y el secado de cultivos. Hornos de carbonización mejorados La producción del carbón vegetal en algunas partes del mundo todavía es ineficaz, requiriendo un consumo de leña de tres a cuatro veces más su peso (DOE, 2000). No obstante, en varios países se han realizado esfuerzos desde hace mucho tiempo para mejorar los métodos de carbonización. El objetivo común de estos esfuerzos es el de disminuir la presión sobre los recursos forestales, al reducir el monto de la leña requerida para producir una cantidad dada de carbón vegetal (Mercer y Soussan, 1992). Las carboneras mejoradas no requieren un fuerte capital de inversión; simplemente necesitan un mejor entendimiento y control del proceso de carbonización. El secado de la leña, su tamaño, una mejor agrupación y control, en combinación con una chimenea para 21 forzar una corriente invertida, pueden aumentar la eficiencia de la carbonización de un 9% a más del 20%. El Banco Mundial ha financiado en años recientes varios programas para promover las estufas de carbón vegetal mejoradas para uso residencial y también industrial. Factores que determinan el uso del carbón vegetal como una alternativa viable El carbón vegetal presenta varias ventajas en comparación con la leña: una eficiencia y conveniencia más altas, así como mayor facilidad en su distribución. Es un combustible relativamente económico que satisface perfectamente las necesidades de los usuarios, y representa un aumento en su calidad de vida. Mucha gente en las zonas rurales, al no tener que usar leña o residuos agrícolas, considera que el carbón vegetal es más bien un combustible moderno que tradicional. Van der Plas (1995) señala las siguientes ventajas y desventajas de quemar carbón vegetal: Ventajas • Puede ser adquirido en las cantidades deseadas. • Se quema sin humo o llamas peligrosas que rodeen los recipientes de cocción. • Se almacena bien sin descomponerse. • Es usado en estufas sencillas y más económicas. • En las zonas rurales proporciona un número considerable de empleos. Por ejemplo, en Kenya y Camerún laboran en este sector unas 30,000 personas; y en Costa de Marfil, no menos de 90,000. • Es menos caro que los combustibles fósiles y la electricidad. Desventajas • Los hornos pobremente diseñados tienen bajas eficiencias: las carboneras tradicionales en ciertos países alcanzan un 8%, mientras que en algunos otros, más del 20%. • Produce altas emisiones de bióxido de carbono, monóxido de carbono y metano. • Aún cuando las estufas de carbón vegetal son más eficientes que las estufas de leña, son menos eficaces que las estufas de combustibles modernos (queroseno, GLP y eléctricas). • En los países subdesarrollados ha sido difícil la regulación en la producción del carbón vegetal. Algunas preocupaciones Por la manera destructiva con que se practica la producción del carbón vegetal actualmente en varios países, han habido algunos intentos para prohibirla. A pesar de ello, la demanda está aumentando y cambiar de los combustibles leñosos a los combustibles fósiles (queroseno y GLP) no es ahora rentable para las familias de bajos ingresos económicos. Pero, el carbón vegetal sería neutro al ciclo del carbono sí éste se produjera de manera sostenible, sin provocar la deforestación. 22 El uso del carbón vegetal en algunos países Países subdesarrollados El carbón vegetal sigue siendo una fuente importante de energía en muchos países de Africa, América Latina y Asia, sobre todo en las poblaciones urbanas pues éstas crean generalmente una fuerte demanda de carbón vegetal. Brasil es el principal productor de carbón vegetal en el mundo. La introducción de hornos de carbonización mejorados ha sido muy exitosa, y el carbón vegetal que se obtiene del cultivo de eucaliptos de corta rotación es usado ampliamente en las industrias de acero (WEC/FAO, 1999). Es más, una industria de carbón vegetal de Brasil llamada Mafla (Mannesmann Florestal) está comenzando a exportar carbón vegetal para uso doméstico a Europa (FAO/FEF, 1999a). Algunos países africanos, como Uganda, Chad, Ruanda, Senegal y Tanzania, han establecido exitosamente programas que promueven el uso de carboneras mejoradas. Estos proyectos se enfocan en la promoción del medio ambiente sostenible y la mitigación de la pobreza, y ayudarán a reducir la degradación del suelo, los incendios de matorrales y la deforestación (Mlaouhi et al., 1998a; MMEP, 1996). En ciertos países, como la India y México, se requieren permisos para convertir la madera en carbón vegetal, así como para su transporte a los mercados. En tanto que en algunos otros, como Nepal y Túnez, la producción de carbón vegetal es ilegal y los carboneros tienden generalmente a acelerar el proceso obteniendo un producto de baja calidad (FAO, 1997; Mlaouhi et al., 1998b). Un ejemplo de producción temporal de carbón vegetal es el Proyecto de Emergencia llevado a cabo en Nicaragua en 1999. Este proyecto duró 6 meses y los principales objetivos fueron crear fuentes de trabajo e ingresos para los damnificados por el huracán Mitch, aprovechando la gran cantidad de madera caída y enterrada (FAO/FEF, 1999b). Países desarrollados La contribución del carbón vegetal en la demanda de energía en Europa es pequeña. La mayor parte del carbón vegetal producido es para uso particular (como combustible en parrilladas) y para la producción de carbón activo (no para fines energéticos). Yudkevtich y Jagodin (1999) informan que, antes del siglo XX en Rusia, la elaboración del carbón vegetal era bastante sencilla y proporcionaba combustible, principalmente de los Urales, a las fraguas y pequeñas fábricas rurales. Las carboneras de ladrillo y metal aparecieron en el siglo XVIII, y las grandes industrias de carbón vegetal se crearon a principios del siglo XIX. Estas fábricas fueron las responsables de clarear casi toda la madera disponible en el área. La tendencia difundida actualmente en Rusia es la de producir carbón vegetal de calidad a partir de los residuos de madera y la corteza. Este proceso no solamente traerá beneficios económicos sino también ambientales, ya que algunas industrias de celulosa depositan miles de toneladas de corteza y residuos de madera en los basureros (Jagodin et al., 1999). Información climatológica El consumo de carbón vegetal varia de acuerdo con las regiones climáticas, las zonas semiáridas tienen una pequeña producción, mientras que en los climas húmedos la producción es más alta. 23 La humedad relativa es un parámetro meteorológico importante que debe conocerse para la carbonización, ya que la duración del proceso es proporcional a la cantidad de humedad que tiene la madera (Mlaouhi et al., 1998a). Aceite de pirólisis Operación y Tecnologías El aceite de pirólisis se obtiene a través de la descomposición termoquímica con el fin de recobrar tanto combustible líquido como sea posible. El aceite de pirólisis recibe también muchos nombres, incluyendo el de bio-oil, aceite de madera y madera líquida. Se puede usar una gran variedad de materias primas, en su mayor parte residuos y cultivos energéticos. Como la tecnología se encuentra en una etapa temprana de desarrollo, los costos resultan ser todavía altos y necesitan disminuir significativamente para poder alcanzar una producción de mercado. La pirólisis rápida (por flasheo) es un proceso avanzado de alta temperatura en el cual la biomasa, en ausencia de oxígeno, es calentada rápidamente. Como resultado, la biomasa se descompone generando sobre todo vapores y aerosoles, y algo de carbón vegetal. Después de que se enfría y condensa, se forma un líquido café oscuro que tiene un poder calorífico con un valor cercano a la mitad del de un combustible de petróleo convencional (Bridgewater, 1999). Para combustibles líquidos, la pirólisis rápida todavía es una industria incipiente con limitadas oportunidades comerciales. Aplicaciones del aceite de pirólisis Las aplicaciones potenciales del aceite de pirólisis son variadas. Puede ser usado en diversas formas para sustituir al petróleo crudo en múltiples aplicaciones estáticas, incluyendo calentadores de agua, calderas, motores y turbinas para la generación de calor o electricidad. El bio-oil puede mejorarse para ser usado como combustible en el transporte, pero actualmente no resulta económico. Otra práctica potencialmente robusta, puede ser el co-encendido con carbón mineral pulverizado (Bain y Overend, 1992). Factores que determinan el uso del aceite de pirólisis como una alternativa viable Ventajas El bio-oil tiene la gran ventaja de poder ser almacenado y transportado, así como el potencial de proporcionar un gran número de productos químicos valiosos. Sin embargo, se requiere mucho trabajo para poder caracterizar y estandarizar este líquido y desarrollar una mayor variedad de aplicaciones energéticas. El aceite de pirólisis ofrece también otros beneficios potenciales (Girard, 1999; Seidel, 2000): • Logra reducir grandemente las emisiones, tanto de bióxido de carbono como de bióxido de azufre. • Contribuye con un mayor uso de los recursos de biomasa, todavía sub-utilizados. • La reducción de los costos es alta. • Sustituye al diesel en una emergencia. Desventajas • Su poder calorífico es alrededor del 40% del petróleo o diesel. 24 • No se mezcla con combustibles de hidrocarburos. Algunas preocupaciones El bio-oil contiene cientos de diferentes químicos en variadas proporciones. De manera que al evaluar el impacto de las actividades de la pirólisis rápida, es necesario considerar los aspectos de salud, seguridad y medio ambiente (Girard, 1999). El uso del aceite de pirólisis en algunos países La integración del aceite de pirólisis en el sistema energético europeo para sustituir al petróleo crudo es sencilla, y la contribución potencial en el abasto de energía es enorme. Por ejemplo, en ciertas industrias forestales de Canadá y Suecia se está desarrollando la producción de aceite de pirólisis para su uso como combustible en calentadores de agua (Nutek, 1998). Debido al desarrollo en el conocimiento y la construcción de plantas de demostración, así como también a la promoción y difusión de esta tecnología mediante grupos de trabajo como el de PyNe (“European network on pyrolisis”), las actividades de la pirólisis rápida en Europa están aumentando. 3. Gasificación de la biomasa La gasificación de la biomasa es el proceso de conversión termoquímico de la biomasa sólida en un combustible gaseoso. Stassen (1995) reporta que los principios básicos de este proceso se conocen desde fines del siglo XVIII, y que las aplicaciones comerciales ya se usaban a mediados del siglo XIX cuando grandes áreas de Londres tenían lámparas de gas. Sin embargo, fue hasta los años de 1920 en que el gas combustible se uso para la combustión interna en motores estacionarios, así como también en automóviles, camiones y tractores. La gasificación de la madera o del carbón vegetal comprobó su viabilidad técnica e importancia en Europa en la 2ª Guerra Mundial, durante los tiempos de escasez de petróleo, cuando más de un millón de vehículos con gasificadores ayudaron a mantener en marcha los sistemas básicos de transporte. Después del aumento de los precios del petróleo en 1973, la tecnología revivió y hubo numerosos intentos a través de agencias de apoyo al desarrollo para introducir la gasificación en los países subdesarrollados (Foley, 1992; Stassen, 1995). A pesar de todo el progreso alcanzado en la gasificación de la biomasa, la tecnología se encuentra aún en una etapa de desarrollo y los costos son relativamente altos. De acuerdo a Cassedy y Grossman (1998), la gasificación es el método más novedoso para generar electricidad a partir de la biomasa, pero será atractivo hasta que suban los precios del petróleo en el mercado mundial. Operación y Tecnologías La gasificación de la biomasa es un proceso de dos pasos en el que la biomasa sólida, en un ambiente de escaso oxígeno, se descompone mediante el calor para producir un gas combustible, compuesto principalmente de metano (CH4 ), hidrógeno (H2 ) y monóxido de carbono (CO). La pirólisis ocurre en el primer reactor donde la biomasa se encuentra rodeada de arena caliente. Los componentes volátiles de la biomasa aquí son liberados como gases 25 combustibles y no-combustibles, alquitrán y vapor de agua, dejando como subproductos a los residuos de carbón (carbono fijo) y las cenizas. En el segundo reactor, el carbón es quemado para proporcionar calor a la pirólisis y a la gasificación del primer reactor. Finalmente, el gas pasa a través de un purificador donde las partículas son removidas (DOE, 1999). Los principales tipos de gasificadores de biomasa incluyen los de lecho fijo y los de lecho fluidizado. Estos se usan con un modo de encendido directo cuando los gasificadores se alimentan directamente de aire, produciendo un gas con bajo contenido calorífico; o, de modo indirecto, cuando se abastece externamente calor para gasificar la biomasa, generando un gas con un contenido calorífico medio (EREN, 1999). Como los gasificadores pueden usar materia prima con diferentes contenidos de humedad y cenizas, su disponibilidad para la gasificación es muy alta: leña, carbón vegetal, residuos de cultivos herbáceos, cultivos energéticos y desperdicios orgánicos, como los lodos de las aguas residuales. Aplicaciones de la gasificación de la biomasa Aún cuando el gas carburante no es un combustible de alta calidad, éste puede ser usado eficazmente en varias aplicaciones que requieran combustibles gaseosos limpios, similares al gas natural: 1. Gasificadores térmicos: un quemador externo produce calor en los calentadores de agua, secadores o carboneras. 2. Gasificadores eléctricos: un motor de combustión interna produce energía para generar electricidad, bombear agua, moler granos y aserrar madera. Los gasificadores eléctricos deben producir un gas muy limpio que pueda usarse en un motor de combustión interna, en consecuencia son más complejos en su diseño y operación, y más costosos que los gasificadores térmicos que no requieren sistemas elaborados para purificar el gas (Figura 8). 26 La gasificación de la biomasa, unida a ciclos avanzados de energía, ofrecerá a los productores de energía una gran flexibilidad, de manera similar a como lo hacen las plantas de co-encendido (Bain y Overend, 1992). Factores que determinan el uso de los gasificadores de biomasa como una alternativa viable Ventajas Los gasificadores de biomasa, en comparación con los sistemas convencionales de energía, son relativamente benignos para el medio ambiente. No producen óxidos de azufre, previniendo la formación de lluvia ácida; tienen bajos niveles de partículas; y, sí los gasificadores consumen biomasa producida de manera sostenible, no provocan un aumento neto en los niveles globales del CO2 . Algunos otros beneficios: • Crean fuentes de trabajo en las zonas rurales. • Pueden usar materia prima que no es adecuada para la combustión directa. • La reducción potencial de los costos es alta. • Los gasificadores térmicos de biomasa de pequeña escala son técnicamente confiables y económicamente viables. • Los subproductos filtrados se reciclan de regreso a los campos agrícolas. Desventajas Debido a la presencia del monóxido de carbono (CO), el gas combustible es tóxico. En su forma cruda, el gas tiende a ser extremadamente sucio, conteniendo cantidades importantes de alquitrán, hollín, cenizas y agua. Algunas preocupaciones La operación de los gasificadores de biomasa puede ocasionar una exposición a emisiones de gases tóxicos (CO), riesgos por incendio y explosión, y efluentes líquidos dañinos. Para evitar estos riesgos se debe, ante todo, de seguir las medidas de seguridad. Los riesgos de salud y seguridad se pueden mantener dentro de niveles aceptables o, inclusive, se pueden eliminar mediante la capacitación del operador, un equipo y procedimiento adecuados. El uso de los gasificadores en algunos países Los gasificadores de biomasa que en la actualidad proporcionan un gas con un contenido calorífico bajo/medio ya están operando tanto en los países industrializados como en los subdesarrollados. Pero, a pesar del considerable número de compañías que ofrecen gasificadores de leña y carbón vegetal en Europa y Norteamérica, el número de unidades instaladas es muy pequeño. Países desarrollados Cassedy y Grossman (1998) reportan que en los Estados Unidos se instalaron alrededor de 3,000 gasificadores de leña de tipo sencillo que proporcionan solamente energía térmica y con una modesta capacidad para uso interno de las industrias. Algunos de estos gasificadores ya han sido abandonados. 27 En Europa, se encuentra en operación sólo un pequeño número de gasificadores comerciales para aplicaciones térmicas. Las razones se deben a ciertos problemas técnicos y a los costos relativamente altos de esta tecnología de conversión (Kaltschmitt y Dinkelbach, 1997). La implementación de una tecnología a mayor escala y más avanzada está en camino. Los Estados Unidos han desarrollado dos proyectos importantes de conversión eléctrica: un gasificador de alta presión en Hawai, que produce gas de bajo poder calorífico a partir del bagazo de la caña de azúcar; y un gasificador indirecto de baja presión en Vermont, que produce gas con un poder calorífico medio a partir de astillas de madera (Figura 9). Y por el otro lado, la Unión Europea también ha iniciado un programa de investigación (THERMIE) para cambiar el uso de la materia prima, de carbón mineral a biomasa, en las instalaciones de gasificadores integrados (Bain y Overend, 1992; Kinoshita et al., 1997). Figura 9. Gasificador que usa astillas de madera para generar energía, Vermont. (Foto W. Gretz, NREL/EREN/DOE) Las tecnologías de cogeneración que usan biomasa gasificada se encuentran en una etapa piloto. La primera planta de demostración en el mundo que usa un gasificador presurizado de lecho fluidizado con una tecnología de ciclo combinado fue construida y probada durante la década de 1990 en Värnamo, Suecia (Gustavsson y Johansson, 1994). Esta tecnología todavía no está comercialmente disponible, y se requieren más pruebas y demostraciones (Gustavsson, 1998). Países subdesarrollados En respuesta a los altos precios del petróleo, algunos países subdesarrollados como China, la India, Brasil, Indonesia, las Filipinas y Tailandia han establecido el uso de gasificadores de biomasa basándose, sobre todo, en las tecnologías locales. La mayoría de los pocos gasificadores energéticos de pequeña escala de tipo comercial que están operando en el mundo se encuentran en China, donde hay unos cien gasificadores de cáscara de arroz. Este diseño chino ha estado funcionando también de 28 manera exitosa en Malí (Foley, 1992; Taylor y Bogach, 1998). La India ha mantenido también cierto nivel de producción de gasificadores para aplicaciones térmicas y eléctricas que usan leña y algunos residuos agrícolas, como el bagazo, la mostaza, los rastrojos de algodón, la cascarilla de arroz o de soya (Figura 10). Figura 10. Gasificador que usa cascarilla de arroz para generar electricidad, India. (Foto Madhya Pradesh Urja Vikas Nigam Ltd, Bhopal) Un número decreciente de gasificadores para generar energía a partir del carbón vegetal continúa en operación en América Latina, sobre todo en Brasil, y también se encuentran en operación algunos gasificadores eléctricos comerciales de leña, la unidad más grande está en una localidad Menonita en Paraguay. Uno de los principales proyectos para generar electricidad a partir de la biomasa en Brasil es el BIG-GT (“Biomass Integrated Gasifier - Gas Turbine”) que está siendo desarrollado por varias compañías (EletroBrás, Shell y MCT - Ministério de Ciência e Tecnologia -) con financiamiento del Banco Mundial (MST, 1998; BMD, 2000). 29 B. Conversión bioquímica La conversión bioquímica de la biomasa en un combustible se puede lograr por medio de la digestión anaeróbica o la fermentación. Ambas tecnologías están comercialmente disponibles y, para ciertos procesos y en algunos países, su aplicación es masiva. 1. Digestión anaeróbica La producción de un combustible gaseoso a partir de la biomasa, para diferentes fines, ha estado en uso desde el siglo XIX. En 1859, un grupo de misioneros instaló un biodigestor en una colonia de leprosos cerca de Bombay y utilizó el gas para cocinar y alumbrar; en 1896, el biogas fue utilizado en Exeter en el alumbrado público (Alonso y Rodríguez, 1985). Los principales esfuerzos de investigación sobre la digestión anaeróbica se realizaron entre 1930 y 1940. Pero con la llegada de los combustibles fósiles baratos la investigación se abandonó por varias décadas, hasta los años de 1970 cuando ocurrió la crisis petrolera y los precios del petróleo aumentaron. La producción del biogas se considera actualmente como una tecnología de punta. Es una de las tecnologías de biomasa más maduras en términos del número de instalaciones y los años de uso (Hall, 1991; Kaltschmitt y Dinkelbach, 1997). Operación y Tecnologías La digestión anaeróbica es el proceso mediante el cual ciertos microorganismos, en una atmósfera deficiente en oxígeno, descomponen la materia orgánica en biogas. Dependiendo de la materia prima y de lo completo del proceso, la composición del biogas producido en los digestores es de 50-65% de metano (CH4 ), con la mayor parte del resto de bióxido de carbono (CO2 ). El biogas es una opción para la materia prima que tiene un alto contenido de humedad y que no puede ser quemada directamente, como el caso del estiércol animal, los subproductos agrícolas, los lodos de las aguas residuales y los desperdicios de origen doméstico. Otra fuente la constituyen los rellenos sanitarios municipales, pues la descomposición ya ocurre dentro del vertedero y el gas resultante también es metano. Pero, en lugar de que por medidas de seguridad sea ventilado o quemado, podría ser captado y usado como combustible. Un biodigestor típico consiste de una cámara de digestión, un domo con un tubo de salida para el gas, una entrada y una salida para los sólidos y un agitador para el mezclado (Figura 11). La cámara de digestión puede ser un tanque de metal o simplemente un hoyo en el suelo emparejado con materiales locales (ladrillos o piedras). El domo atrapa al biogas que está por encima de la pasta líquida y mantiene al gas bajo presión, para ser liberado a través del tubo de salida (Cassedy y Grossman, 1998). Los tipos de digestores anaeróbicos más importantes son: • Chino, con un domo fijo de ladrillos que incrementa la presión a medida que se forma el gas. • Hindú, con una cubierta de metal flotante que mantiene constante la presión. 30 Aplicaciones de la digestión anaeróbica La digestión anaeróbica es considerada como una de las fuentes de energía más económicas y de fácil adquisición para pequeñas comunidades (Figura 12). El biogas obtenido puede ser utilizado para múltiples aplicaciones: cocción de alimentos, iluminación, refrigeración, calefacción ambiental para uso residencial y comercial, calor útil para procesos industriales, echar andar bombas de agua y otras maquinarias agrícolas, motores de combustión interna para energía motriz, y generación de electricidad (Hall, 1991). Figura 12. Una mujer cocinando con gas producido por estiércol animal y humano, Camboya. (Foto G. Buthaud/FAO). 31 Factores que determinan el uso de la digestión anaeróbica como una alternativa viable Ventajas La producción de biogas a partir de la digestión anaeróbica garantiza una fuente de energía renovable, confiable y más limpia porque: • Ayuda a mitigar el cambio climático, al prevenir que el metano sea liberado en el aire. • Reduce la contaminación del agua, al usar las materias primas que podrían terminar en ríos o lagos. • La materia prima es de fácil recuperación en ganado estabulado o donde los costos laborales son bajos. • Es económicamente viable con un abastecimiento regular de estiércol de ganado o de otra materia prima. • Requiere una área pequeña, en comparación con la disposición de los desechos municipales sólidos. • Incrementa las condiciones de higiene. • Reduce las molestias causadas por el olor. • Ayuda a reducir las plantas, que como los lirios acuáticos se han vuelto una plaga. Además del combustible, el proceso de fermentación proporciona lodos residuales que pueden usarse como alimento para animales o como abono de excelente calidad y de más rápida producción, contribuyendo de esta manera a la conservación y el sostenimiento de la fertilidad del suelo (Rady, 1992; Bala y Hossain, 1992). Desventajas La producción del biogas tiene todavía algunos problemas técnicos y económicos que han limitado su uso como un combustible energético (Foley, 1992; Li y Teo, 1993): • Los digestores son costosos porque, con el fin de evitar grietas, fugas y corrosión, tienen que construirse bajo un alto estándar estructural. • A causa de las impurezas corrosivas y a su menor contenido calorífico, comparado con el del gas natural, el biogas no es apropiado para ser comprimido o inyectado en un sistema de ductos. Pero, al eliminar el bióxido de carbono, el vapor de agua y los restos de sulfuro de hidrógeno, la proporción de metano aumentará hasta casi un 100%, incrementando su eficiencia y su valor económico. • La reducción potencial de los costos es baja. Algunas preocupaciones Como el estiércol es una importante fuente de fertilización, existe cierta preocupación de que se use para fines energéticos. Sin embargo, no habría problema alguno si el efluente del digestor se regresará al campo, ya que todos los minerales de la materia cruda se conservan en la pasta, la que resulta ser un mejor abono que el estiércol mismo. Es más, la digestión anaeróbica también tiene una función sanitaria. La aplicación directa del estiércol en el campo representa un riesgo potencial de infecciones. De acuerdo a Zubr (1993), el tratamiento anaeróbico de los desechos que están infectados es capaz de controlar algunos de los agentes patógenos (Salmonella, virus, larvas de Schistosoma, larvas de lombrices, etc.) y también a sus transmisores (las moscas). Y, un tiempo de retención prolongado reduce algunos otros de los patógenos persistentes. 32 El uso de la digestión anaeróbica en algunos países Países subdesarrollados La tecnología del biogas es conocida en la mayoría de los países subdesarrollados, misma que ha alcanzado un extenso uso en las últimas décadas. Los digestores en estos países son generalmente alimentados con estiércol animal, un recurso biomásico con un gran potencial. También se han instalado con éxito unidades más pequeñas, alimentadas con los desperdicios de las cocinas, lirios acuáticos, excremento humano y paja. China es un líder mundial en la aplicación de las tecnologías de la digestión anaeróbica. En los años de 1970, el gobierno chino desarrolló el primer programa de biomasa a gran escala cuando instaló: 7 millones de digestores, principalmente en la provincia cálida y húmeda de Sechuán, que proporcionan biogas para cocinar y alumbrar a unos 25 millones de chinos; y, alrededor de 10,000 digestores de tamaño grande y mediano que suministran electricidad a las granjas (Hall, 1991; Foley, 1992). Además de los millones de unidades de tamaño doméstico en China, en la actualidad hay unas 150 unidades que operan con aguas residuales de origen industrial. Y, por cuestiones ambientales, existe la prioridad de utilizar la digestión anaeróbica en las destilerías y en otras plantas industriales (Taylor y Bogach, 1998). El segundo programa más grande fue lanzado en la India, donde en 1985 se instalaron 280,000 digestores de pequeña escala (Foley, 1992). Aún cuando en ese país se encuentran en uso varios modelos de plantas de biogas, la “Deenbabdhu” (que significa amigo del pobre) ha sido rigurosamente probada en diferentes condiciones agroclimáticas, y es considerada como la más fuerte y barata. La India está empezando a producir biogas a partir de los desechos industriales. Un gran número de granjas lecheras, que durante muchos años habían sido una fuente importante de contaminación para los ríos, está usando ahora la metanización para procesar el estiércol animal y otros desechos, y el biogas resultante se usa para generar energía (Figura 13). En la actualidad se han instalado también plantas para el uso de las aguas residuales de algunas destilerías (MPUVN, 2000). Figura 13. Planta de metanización para procesar el estiércol de ganado en la generación eléctrica, India. (Foto Madhya Pradesh Urja Vikas Nigam Ltd, Bhopal) 33 Se han desarrollado proyectos de colaboración con el fin de promover el biogas en algunos países como Tanzania, Senegal, Viet Nam, Tailandia y, también, en América Latina. La transferencia de conocimientos y capacidades no es solamente una operación Norte a Sur, sino también Sur a Sur, como la India que promueve su tecnología en Camboya. No obstante, el número de proyectos de biogas que han tenido éxito fuera de China y la India es pequeño, y sólo algunos pocos han comprobado ser sostenibles en un período más largo de tiempo. Germano do Nascimento (1999) reporta que, durante los años de 1970 el gobierno brasileño instaló en la Provincia Noroeste alrededor de 200 digestores de diseño hindú y chino. Debido, en parte, al clima local ambos diseños tuvieron problemas de fracturas y corrosión, y en consecuencia fugas y pérdidas de gas. Recientemente, estos modelos han sido mejorados y adaptados a las condiciones locales, como el digestor “PE” que ahora está siendo usado con éxito en la generación de energía y la producción de abonos. Países desarrollados Los países industrializados tienen algunos programas de divulgación para el uso de los biodigestores, y han construido digestores más grandes y con un control más elaborado. En estos países, los digestores de metano tienden más a usar los lodos de aguas residuales, los desechos municipales sólidos o las aguas orgánicas residuales de origen industrial (procesamiento alimenticio, lecherías, cervecerías, farmacéuticas, pulpa y papel y producción de alcohol). Alemania, por ejemplo, ha implementado la primera planta piloto completa en un sistema vitivinícola sostenible que, con el fin de satisfacer su demanda de electricidad, usa las aguas residuales y los desechos para obtener energía a través de la conversión anaeróbica (Dobelmann y Müller, 2000). Algunos países, como Suecia, están usando en la producción de biogas también los subproductos de cultivos que tienen un bajo contenido de lignina, tales como el trigo y la alfalfa. Se ha encontrado que este último es un cultivo preferible debido a los bajos costos de sus insumos (Gustavsson et al., 1995; Johansson, 1996). El gas producido en los rellenos sanitarios está continuamente cobrando importancia. Existen algunas plantas generadoras de energía que ya están operando en Austria, Francia, Finlandia, el Reino Unido y los Estados Unidos. BMWA (1998) reporta que, además de algunas pequeñas instalaciones, la planta más grande que genera energía a partir de los rellenos sanitarios en Europa está en Viena, la cual ha recuperado gas para producir energía desde 1991 (Figura 14). Y algunos países con clima seco como Israel, que no pueden destinar grandes áreas agrícolas para la bioconversión de combustibles, han instalado plantas de biogas para la explotación de los desechos municipales y agrícolas, así como también de las aguas residuales. El gas es usado tanto para la generación de electricidad en motores de diesel modificados, o como una fuente de calor en procesos industriales (Tabor, 1996). 34 Figura 14. Recuperación de gas de un relleno sanitario. Se usa en una planta térmica y de fuerza motriz combinada, Austria. (Foto Jenbacher AG/BMWA) Se han desarrollado algunos programas de computación a fin de proporcionar una evaluación preliminar acerca de la viabilidad técnica y económica de la digestión anaeróbica del estiércol animal, los desechos y las aguas residuales industriales, los desechos municipales sólidos o de combinaciones (co-digestión). Los programas son completamente interactivos, permitiendo la selección de varios tipos de digestores y materias primas (IEA, 1998). Información climatológica Foley (1992) menciona que la tecnología de los digestores de biogas puede ser empleada en un clima continuamente húmedo y que los siguientes parámetros influyen en los sistemas: • Temperatura ambiente. El proceso del biogas es altamente susceptible a los cambios de temperatura: las bajas temperaturas disminuyen la producción de biogas, mientras que las altas temperaturas aumentan la proporción de la producción. El PNUD y el Banco Mundial (UNDP/World Bank,1997) reportan, por ejemplo, que la producción diaria de biogas en Sechúan durante el invierno fue de 1.6-1.8 m3 , mientras que en el verano aumentó a un promedio diario de 8.1 m3 de biogas. • Humedad. La alta humedad puede causar la corrosión de los materiales, en tanto que las sequías pueden provocar el agrietamiento de las estructuras. • Lluvia. Se requieren grandes cantidades de agua para que las plantas trabajen todo el año. La experiencia de los años de 1980 mostró que la tecnología del biogas no tuvo éxito donde no se cumplieron estas condiciones. Es más, la colaboración entre algunos países, tales como Suecia y China, ha traído varias mejoras a los digestores de biogas. Esta tecnología particularmente adecuada para los climas cálidos puede también ser usada en regiones mas frías. Pero, para alcanzar una alta 35 tasa de producción y eficiencia durante todo el año se tiene que suministrar calor en el invierno (Zubr, 1993). Un concepto muy progresista lo constituye el calentamiento solar pasivo del reactor. Con el fin de eliminar los efectos de condiciones meteorológicas inestables, como las de Dinamarca, se necesitan llevar a cabo las siguientes mejoras: • Construcción de un edificio para proteger el digestor. • Aislamiento del edificio. • Instalación de un sistema de calefacción (agua caliente circulando por unos tubos). 2. Fermentación alcohólica Las antiguas sociedades del mundo ya conocían y usaban la fermentación de la biomasa en la elaboración de vinos y licores. Su uso como fuente de energía comenzó sólo hasta el siglo XIX; una de las primeras aplicaciones fue la fermentación del maíz en la producción de alcohol para un sistema de alumbrado en Cincinati. Durante la 2ª Guerra Mundial se intensificaron los esfuerzos para obtener un combustible líquido a partir de la biomasa. Estos intentos decayeron en los años de 1950 debido a la gran disponibilidad de petróleo barato, pero renacieron cuando subieron los precios del petróleo (Alonso y Rodríguez, 1985). Operación y Tecnologías A partir de la biomasa se pueden producir tanto etanol como metanol. En la fermentación de etanol sólo se puede usar la biomasa rica en azúcar (remolacha, caña de azúcar) o en almidón (maíz, sorgo, trigo). La fermentación de azúcares es básicamente el mismo proceso que se utiliza en la elaboración de bebidas alcohólicas: se usa levadura y calor para descomponer los azúcares complejos (sucrosa) en azúcares más simples (glucosa), produciendo etanol. La fermentación de almidones requiere además pasos adicionales y diferentes enzimas para convertir primero los almidones en sucrosa (ABA, 2000). El proceso de fermentación necesita varios días para completarse y, después, la mezcla fermentada es destilada. Los productos de la destilación son 96% etanol y un 4% de fracción de agua y residuos sólidos (destilados). Antes de usarse como combustible, esta mezcla de etanol-agua debe deshidratarse en un paso por separado. La tecnología para producir alcohol, a partir del azúcar o del almidón contenidos en la biomasa, se encuentra actualmente muy desarrollada (Kaltschmidt y Dinkelbach, 1997). Existe otro proceso, relativamente nuevo, para producir etanol que utiliza la parte celulósica de la biomasa (árboles, pastos y desechos agrícolas), pero todavía no está disponible comercialmente. Aplicaciones Los combustibles líquidos de la biomasa albergan una esperanza particular para reemplazar, de una manera económicamente competitiva, a los combustibles fósiles (gasolina y diesel) en el transporte. Si los combustibles líquidos de biomasa, como el alcohol, pudieran producirse de forma masiva y competitiva, las ventajas tecnológicas y económicas de los motores de combustión interna pudieran ser llevadas a una nueva Era de energía sostenible (Cassedy y Grossmann, 1998; ABA, 2000). 36 El etanol (C2 H5 OH), conocido como “alcohol de grano”, puede ser fácilmente usado en el sector transporte en lugar de la gasolina o como una mezcla. En tanto que el metanol (CH3 OH), conocido como “alcohol de madera”, no es conveniente en la sustitución de combustibles debido a su alta toxicidad. La OMS indica que las directrices con respecto a la calidad del aire están excedidas en un gran número de grandes ciudades. De manera que la bioenergía podría contribuir considerablemente al suministro de energía de las ciudades en crecimiento, donde la contaminación del aire se ha convertido en un muy serio problema ambiental y de salud (FAO, 1996; Moreira, 2000). Factores que determinan el uso de la fermentación de la biomasa como una alternativa viable Ventajas El alcohol comparte con el petróleo algunas de sus ventajas más importantes. Por ejemplo, el contenido energético es equivalente, ambos tienen la misma capacidad de ser transportados y almacenados, y tiene una portabilidad similar a la de la gasolina, esto es que proporciona la distancia de manejo y la velocidad de los automóviles que usan combustibles fósiles. Los motores no requieren modificación alguna cuando el alcohol se usa como una mezcla. Además, el uso de los combustibles líquidos de biomasa, en particular del etanol, es mucho más benigno para el medio ambiente que la gasolina, porque: • La cantidad neta de bióxido de carbono liberado es cero. • Las emisiones de monóxido de carbono son menores. • No contiene aditivos de plomo. • Sus más bajas temperaturas de combustión provocan menores emisiones de óxidos de nitrógeno. • Se reduce el smog y el ozono fotoquímico debido a la ausencia de emisiones aromáticas. • Las mezclas de alcohol/gasolina producen menos contaminantes que la gasolina pura. • Un derrame de etanol es biodegradado más rápida y fácilmente. La producción de alcohol para fines energéticos ayuda a revitalizar las comunidades rurales creando un gran número de fuentes de trabajo dentro de muchos sectores, que van desde las plantaciones hasta las instalaciones de conversión. También incrementa la seguridad energética nacional pues proporciona una protección contra la dependencia del petróleo extranjero, el probable aumento en el precio de los combustibles convencionales y la disminución de los recursos petroleros. Desventajas Sin embargo, el uso del etanol como combustible presenta algunas desventajas: • Las emisiones de aldehídos son más altas que las de la gasolina. Estas pueden constituir un serio problema pues se conoce que los aldehídos son reactivos. • A pesar de que los costos de producción han disminuido en los últimos 15 años, los costos energéticos son todavía altos y la reducción potencial de los precios es baja. 37 Algunas preocupaciones Los cultivos energéticos que también son cultivos alimenticios, tales como el maíz y la caña de azúcar, producen una situación poco deseada al entremezclar el mercado alimenticio con el de los combustibles, distorsionando los precios y creando un impacto en el mercado. En Brasil, por ejemplo, se experimentaron significativos problemas de mercado cuando el país comenzó un programa de gran escala para producir etanol a partir de la caña de azúcar (Cassedy y Grossmann, 1998). El uso de la fermentación de la biomasa en algunos países El interés mundial sobre el etanol como un combustible ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. Muchos países han iniciado programas de etanol para combustible, tanto en pequeña como en gran escala. Brasil cuenta con el programa más grande de bioetanol, que también constituye el proyecto más importante de reducción de carbono en el mundo (Hall, 1991; Johnson, 2000). Países subdesarrollados La fermentación de la biomasa es una tecnología bien establecida que ha sido recomendada como un medio para proporcionar a los países subdesarrollados la capacidad de producir su propio combustible líquido (Foley, 1992). Brasil comenzó el desarrollo de un combustible para sustituir a la gasolina durante la 1ª Guerra Mundial. Este primer combustible de alcohol, llamado Usga, fue introducido comercialmente en 1927 y usado con una gran eficiencia en automóviles, locomotoras e industrias. El costo de este combustible de alcohol fue bastante bajo pues se producía a partir de la melaza, un subproducto de la producción del azúcar, y no directamente de la caña de azúcar. La implementación de una política energética más extensa ha aumentado también la demanda de este combustible (Aonde Vamos, 2000). Más recientemente, con el fin de sustituir a la gasolina, Brasil lanzó otro proyecto de alcohol a gran escala llamado ProAlcool (“Programa Nacional do Alcool”). Este programa representó un paso político fundamental en el compromiso a largo plazo del país para proporcionar un sustituto del combustible importado. ProAlcool, un agronegocio moderno y eficiente capaz de competir con cualquiera de sus contrapartes en el extranjero fue un éxito técnico. Sin embargo, cuando los precios del petróleo se desplomaron en los años de 1980, presentó serios problemas económicos (Hall et al., 1992a). Hoy en día, ProAlcool se encuentra prácticamente desactivado y su producción es un tercio menor a la que tuvo. Aún con esa producción, Brasil ha podido reducir su dependencia energética del exterior, el déficit de su balance comercial, así como también algunos problemas ambientales (Moreira, 1998). El gobierno está rescatando el programa bajo algunos otros objetivos de los que lo hicieron comenzar (el alto precio del petróleo y el riesgo en el abasto). Una de las metas más importantes es la de crear fuentes de trabajo en la industria azucarera. Aunque en una mucho menor escala, Zimbabwe y Malawi tienen otros programas significativos con éxitos similares. En ambos países, el etanol es más caro que la gasolina que reemplaza, y para poder asegurar la duración de estos programas se requiere que los costos bajen y que se tomen en cuenta algunas consideraciones políticas. 38 Algunas grandes ciudades ya están usando alcohol como un aditivo en la gasolina para disminuir la contaminación. Por ejemplo, en 1998 los vehículos públicos en la ciudad de México empezaron a utilizar etanol como una mezcla. Países desarrollados Las consideraciones sobre la seguridad en el abasto causadas por la crisis petrolera a principios de los años de 1970, dispararon también un programa de etanol en los Estados Unidos llamado Gasohol. La producción de etanol a partir del maíz ha estado operando en ese país a una escala mucho menor que la de Brasil. El potencial de este proceso de conversión para contribuir con la demanda de energía en Europa, así como para reducir las emisiones causadas por los energéticos, es bajo ya que la cantidad de tierra arable disponible para sembrar estos cultivos energéticos es limitada. La remolacha, no obstante, es un cultivo adecuado para producir etanol en Europa, y tiene una productividad muy alta en algunas regiones como el sur de Suecia, (Johansson, 1996). Algunos países ya están usando alcohol como combustible o en mezclas. Los Estados Unidos, por ejemplo, tienen varios modelos de automóviles que pueden usar un combustible alterno con mezclas tan altas de E85, 85% etanol y 15% gasolina. El uso de etanol en mezclas con niveles aún bajos (E10) puede proporcionar beneficios ambientales porque produce menos monóxido de carbono, bióxido de azufre y bióxido de carbono que la gasolina reformulada. Estas mezclas han ayudado a eliminar los problemas de monóxido de carbono en algunas ciudades de los Estados Unidos (Denver y Phoenix). El metanol en Europa se usa regularmente en la gasolina hasta con un nivel de 3% (Ahmed, 1994). Información climatológica El uso de etanol solo como combustible en el transporte en climas fríos representa, en cierta forma, un problema pues es menos volátil que la gasolina. Tiene que tener una adaptación para los diferentes comportamientos de encendido, requiriendo de un precalentador del motor. 39 C. Conversión físicoquímica 1. Prensado/extracción La ruta de conversión físicoquímica produce un biocombustible líquido a partir de la biomasa que contiene aceite vegetal. Esta tecnología es similar a las rutas de conversión para producir aceite vegetal en la industria alimenticia. El aceite vegetal se produce al prensar y/o extraer el aceite de la semilla. De manera que sólo se pueden usar especies que contienen aceite, como la semilla de colza, el girasol, el frijol de soya y el aceite de palma. La producción de aceite vegetal se considera, desde hace décadas, como una tecnología de punta, pero los costos energéticos son todavía altos y la reducción potencial de los precios es baja. El uso de este aceite como combustible es muy sencillo. En los sistemas de calefacción ambiental, por ejemplo, se puede usar puro o en mezclas dependiendo del tipo de quemador. También puede sustituir al diesel o ser añadido a éste sin problemas (BMFT, 1992). La producción del biodiesel se puede llevar a cabo ya sea a partir del aceite virgen o de los desechos de aceite y las grasas de origen vegetal o animal. Producción de aceite éster metilo Los aceites vegetales pueden utilizarse directamente como combustibles, pero tienen un mejor desempeño después de un tratamiento químico, un paso de esterificación que produce aceite éster metilo. Durante este proceso, el aceite se combina químicamente con el alcohol, ya sea metanol o etanol, y el combustible resultante se puede mezclar con diesel para su uso comercial. Para fines energéticos, la utilización del aceite éster metilo proveniente de aceites vegetales está relacionada con ciertas aplicaciones que proporcionan grandes beneficios ambientales, ya que su degradación biológica es más fácil comparada con la de los combustibles basados en el petróleo crudo. Esta propiedad es importante en el uso de combustibles para barcos o lanchas en lagos que contienen agua para beber (Shell, 1999). La producción del biodiesel ya está siendo aplicada, hasta cierto punto, en algunos países europeos como Austria, Italia y Francia. Y, aún cuando hay una gran necesidad de combustibles para el transporte, el potencial del aceite éster metilo vegetal para contribuir con el abasto energético es moderado pues la cantidad de tierra arable disponible para la producción de semillas oleaginosas es limitada. Seidel (2000) menciona que el aceite vegetal es cada día más apreciado en muchos lugares, en especial en áreas aisladas donde los combustibles convencionales son escasos y más caros. Este tiene algunos otros beneficios: • Reduce los residuos agrícolas. • Disminuye la contaminación ambiental. • Ayuda al desarrollo agrícola. Brasil desarrolló en los años de 1970 un proyecto llamado ProOleo, cuyo objetivo era el de sustituir el diesel por aceite vegetal usando sobre todo el aceite de palma. La tecnología ha estado disponible, pero todavía existen algunos detalles técnicos que deben mejorarse (BMD, 2000). 40 IV. PLANTACIONES ENERGETICAS 1. Plantaciones Energéticas La investigación acerca de los cultivos leñosos de corta rotación comenzó a mediados de los años de 1960 en los Estados Unidos. Durante las siguientes décadas, el desarrollo en el mundo se centró en las plantaciones de comunidades o en áreas forestales privadas que resultaron ser costosas y que tuvieron un éxito limitado. Sin embargo, una nueva manera de pensar - la explotación forestal sostenible floreció en los años de 1990. Las posibilidades de aumentar la producción de la biomasa a través de proyectos agroforestales, granjas forestales y el manejo natural de los bosques proporcionan varios beneficios, además de un aumento en la producción de la leña, el forraje, las medicinas, las frutas y los postes para la construcción (Hall 1991; World Bank, 1996; WEC/FAO, 1999). Hoy en día, existe una creciente colaboración especialmente entre los países desarrollados en relación con una serie de aspectos tecnológicos y políticas energéticas, denominadas a menudo como las “3Es”: desarrollo económico, seguridad energética y protección del entorno. Para alcanzar un desarrollo sostenible, estas “3Es” necesitan conciliarse (FAO, 1999). Cultivos energéticos Los cultivos energéticos pueden desarrollarse en plantaciones en cantidades potencialmente muy grandes. Los mejores cultivos energéticos son: • Arboles, que crecen muy rápido y vuelven a brotar después de ser cortados cerca del suelo, un proceso llamado “tala rasa o descopar”. Las mejores variedades para las regiones con un clima más fresco y húmedo son el álamo, el arce y el sauce; las mejores opciones para los climas templados son el sicomoro y el liquidámbar; y, en las áreas tropicales el eucalipto crece bien. • Pastos. Los pastos perennes de tallo delgado como el zacate látigo y el gran tallo azul crecen muy rápido en diferentes climas, y se pueden cosechar hasta durante 10 años antes de volverse a plantar. Los perennes de tallo grueso como la caña de azúcar y el zacate elefante se pueden cultivar en climas cálidos y húmedos. Estos cultivos son escogidos por sus características de crecimiento, manejo e impacto ambiental. Por ejemplo, la paja y el sauce tienen las emisiones más bajas de CO2 por unidad de energía liberada (Börjesson, 1998). Y el zacate látigo tiene un potencial muy alto para capturar carbono (ABA, 2000). Algunos de estos cultivos han sido desarrollados a través de la ingeniería genética para maximizar su crecimiento (“súper árboles”) o para consumir mucho más CO2 (“árboles come-smog”) que los árboles normales (FAO/FEF, 1998a). El uso de las plantaciones modernas en algunos países El concepto de cultivar la biomasa con fines específicamente energéticos es muy joven y la experiencia todavía es muy limitada. Sin embargo, su uso está aumentando rápidamente y las aplicaciones modernas de energía a partir de la madera se están volviendo más competitivas con las aplicaciones convencionales. 41 Países desarrollados Algunos países industrializados han establecido varios programas de investigación, demostración y desarrollo. Por ejemplo: dentro de los cultivos sembrados en Europa que resultan ser prometedores para fines energéticos están ciertos árboles de corta rotación como los sauces (Suecia) y los álamos (Figura 15); y algunos cultivos herbáceos como el sorgo dulce, la paja (Reino Unido) y el zacate elefante. Otros cultivos energéticos favorables incluyen las plantas que pueden ser procesadas para obtener combustibles líquidos, como la semilla de colza para el bio-oil (Hall, 1991; Overend et al., 1996; Olesen, 1996). Figura 15. Bosques energéticos de corta rotación. Cosecha y corte de álamos, Suecia. (Foto B. Danfors/Nutek, IEA) Los Estados Unidos han establecido al álamo híbrido y al zacate látigo como cultivos energéticos en el área continental; y, al eucalipto y la caña de azúcar en Hawai. La producción de cultivos leñosos de ciclo corto con fines energéticos ha alcanzado la etapa de demostración en Suecia y Finlandia, mientras que algunas compañías productoras de pulpa y papel han logrado el nivel de comercialización en los Estados Unidos (Overend et al., 1996). Países subdesarrollados Los países subdesarrollados también están implementando de una manera sostenible, programas de biomasa con fines energéticos (Figura 16). Existen varios ejemplos: los granjeros de Kenya, la India y Ruanda están regresando a las actividades agroforestales para responder a la demanda local de leña y para mejorar el medio ambiente. Otras experiencias efectivas se pueden encontrar en China, Brasil, Uruguay, Pakistán, Turquía, las Filipinas, Etiopía y Sri Lanka, las cuales han ayudado a mejorar algunos de los daños ambientales causados por anteriores deforestaciones (World Bank, 1996; Saraçoglu, 1998). 42 Figura 16. Pilas de leña en una plantación de eucaliptos, Uganda. (Foto R. Faidutti/FAO) Con una gran extensión de tierra para el cultivo, lluvia constante y relativa baja demanda de energía, Brasil cuenta con condiciones muy favorables para desarrollar un sistema de energía que dependa del proceso fotosintético para la conversión energética. Una de las compañías de celulosa más grandes del mundo, ARACRUZ, está produciendo electricidad por medio de un proceso de cogeneración, en el cual el 94% de la energía proviene de la madera de eucalipto cortada para la producción de pulpa (FAO/FEF, 1998b). FAO ha implementado en América Central un importante programa denominado MADELEÑA, diseñado para las plantaciones energéticas y el mejoramiento de estufas y hornos, así como también a otros sistemas que ahorran energía (Bouille y Gallo, 1993). Honduras, por ejemplo, tiene un proyecto en el que usa bambú para diferentes aplicaciones: comida, alimento para el ganado, papel y generación de electricidad (FAO/FEF, 1997). La crisis energética y económica en varios países, los ha forzado a realizar importantes cambios en sus políticas. Cuba, por ejemplo, vio a mediados de los años de 1990 una excelente oportunidad para vincular la recuperación agrícola con un nuevo sistema de abastecimiento energético basado en la energía de la biomasa. Como resultado, la electricidad generada a partir del bagazo de la caña de azúcar fue de más de 2,500 GW a mediados de los años de 1990, comparados con los 1,500 GW de 1990, y los 380 GW de 1959 (FAO, 1999). Beneficios La bioenergía moderna traerá muchos beneficios importantes (FAO, 1997; Börjesson, 1998; UCSUSA, 1999; ABA, 2000). Beneficios ambientales: • Los cultivos pueden proteger y mejorar el suelo, al añadir materia orgánica, reducir la erosión del agua y del viento, y retener los nutrientes. 43 • Los cultivos energéticos perennes tienen un menor impacto que los cultivos convencionales anuales, pues sirven para estabilizar el suelo y como un amortiguador para las corrientes de agua. • Los cultivos energéticos pueden reducir la contaminación del agua, ya que necesitan menos fertilizantes, herbicidas y pesticidas que los cultivos en surcos, ayudando a proteger la calidad del agua superficial y subterránea. • Los cultivos perennes ayudan a reducir las inundaciones, pues durante todo el año ofrecen una cubierta al suelo y una extensa red de raíces que favorece la infiltración del agua. • Los cultivos perennes pueden crear un mejor hábitat para la vida silvestre que los cultivos anuales, ya que atraen una mayor variedad de especies, principalmente aves y pequeños mamíferos. • Reducen las emisiones de gases de efecto de invernadero, así como también los de azufre y los metales pesados. • Mejoran las zonas áridas y deforestadas. Beneficios socio-económicos: • Ayudan a revitalizar las comunidades rurales, pues las plantas generadoras de energía se localizan por lo regular cerca de donde se cultiva la materia prima. • Crean un gran número de fuentes de trabajo, ya que incluyen la preparación del sitio, la siembra, la vigilancia, la cosecha, el manejo, el transporte, la disposición, el montaje y la venta del producto antes de que éste llegue al usuario final. • Diversifican la producción. • Reducen la migración hacia las zonas urbanas. • Ahorran dinero, pues los cultivos energéticos requieren una menor cantidad de químicos, y menos trabajo y manejo que los cultivos con fines alimenticios. • Fortalecen la economía local, pues mantienen el ingreso reciclándose en la comunidad. • Aumentan la estabilidad del ingreso, ya que los rendimientos de los cultivos energéticos son más confiables que los de los cultivos alimenticios. Beneficios energéticos: • Diversifican el abasto de combustibles, reduciendo el riesgo de manipulación de los precios por el monopolio o una interrupción inesperada en el suministro. • Incrementan la seguridad energética nacional. • Ahorran divisas extranjeras, a causa de la reducción en la importación de petróleo. • Proporcionan seguridad económica, pues las plantaciones serán menos susceptibles a la imposición de costos ambientales por tecnologías contaminantes. 2. Plantaciones energéticas y mitigación del cambio climático global El interés por la biomasa como una fuente de energía renovable, sostenible y limpia se ha reavivado en años recientes, debido a las serias preocupaciones ambientales, como son el cambio climático global asociado al uso de los combustibles fósiles. 44 Las plantaciones energéticas son una de las opciones más atractivas para considerar las preocupaciones del CO2 , ya que tanto su cultivo como conversión involucran el reciclaje del carbono atmosférico, dando como resultado el que no haya una agregación neta de CO2 en la atmósfera. De hecho, la cantidad de carbono capturado puede ser mayor que el liberado durante la combustión, pues la mayoría de los cultivos energéticos son perennes y se cosechan, más bien, cortándolos que sacándolos de cuajo, por lo que las raíces almacenan carbono y se regeneran al año siguiente (ABA, 2000). La deforestación es una fuente importante emisora de CO2 global, liberando anualmente 3 Gt a la atmósfera (FAO, 1996). La posibilidad de reducir este proceso a través de la protección de tierras boscosas, la reforestación y la forestación, es una parte potencialmente importante dentro de la estrategia para mitigar el cambio climático global. Las plantaciones forestales permanentes pueden actuar como un sumidero temporal de carbono. Pero la perspectiva de reemplazar a los combustibles fósiles por la biomasa producida de manera sostenible, reducirá el flujo neto del CO2 a la atmósfera (Figura 17). Y, origina que el potencial de usar los bosques para prevenir las emisiones de carbono sea mayor a largo plazo (Hall, 1991; Gustavsson et al., 1995; Beaumont, 1995; Schlamadinger y Marland, 1996; Swisher, 1997; FAO/FEF, 1999b). Figura 17. El zacate látigo usado para energía. También tiene un alto potencial para capturar carbono, EE.UU. (Foto EREN/ORNL/DOE) Cultivar y usar la biomasa de manera continua para sustituir a los combustibles fósiles, tiene claras ventajas en comparación con el uso de la biomasa para sólo capturar carbono (Hall, 1998; FAO, 1999). Los problemas de cultivar la biomasa únicamente como un sumidero de carbono son los siguientes: • Una vez que los árboles o las plantas alcanzan su madurez comienzan a perder el carbono almacenado. Por ejemplo, los árboles de rápido crecimiento fijan el carbono unas tres veces más que la proporción de crecimiento durante su madurez. 45 • Los costos por mantenimiento y protección se adquieren a lo largo de toda la vida de los árboles. Por ejemplo, mientras que una planta de energía de 1 MW que usa carbón mineral y opera durante 30 años, requiere de una plantación anual de 500 hectáreas de bosques permanentes para capturar las emisiones de CO2 ; una planta de energía de 1 MW, que usa combustibles forestales, requiere sólo de 500 hectáreas de bosques para compensar las emisiones de carbono a perpetuidad (FAO/FEF, 1998b). Además de reemplazar los combustibles fósiles por los biocombustibles, también es importante usar productos de madera que sustituyan otros materiales que en su producción requieren más combustibles fósiles, tales como el acero, los ladrillos, los plásticos, el aluminio (Schlamadinger y Marland, 1996). Una idea novedosa es la de conjuntamente producir energía y capturar carbono, y se alcanzará como resultado una reducción significativa en los costos. Esto se puede lograr en los llamados “complejos - energéticos” con la integración de procesos biológicos que podrían producir energía, tratar basura, capturar carbono y fabricar productos de utilidad (FAO, 1999). Esto significará el cambio de una “economía de hidrocarburos” fundada en recursos petroleros limitados, a una “economía de carbohidratos” basada en recursos renovables de biomasa (EECA/CAE, 1996). Control de las emisiones de bióxido de carbono y el “comercio del carbono” Históricamente, los gobiernos han intervenido en el sector energético para controlar las emisiones mediante dos acercamientos principales: un límite en las emisiones y los impuestos a la contaminación (Gustavsson y Börjesson, 1998). Sin embargo, en la Cumbre de Río de Janeiro en 1992, hubo un llamado a la comunidad internacional para que se tomaran medidas ante el amenazante cambio climático global. Como resultado, muchos países industrializados acordaron reducir las emisiones globales de los gases de efecto de invernadero (GHG). Algunas de las principales políticas que proporcionan los medios para lograr esta reducción son: • Eliminación a los subsidios de los combustibles fósiles. • Impuestos al carbono y a la energía. • Aumento en la eficiencia. • Incentivos a la energía renovable y la cogeneración. • Apoyos a la captura del carbono. Mitigación del cambio climático en algunos países Alrededor de 4 millones de hectáreas de bosques en el mundo son administradas actualmente con fondos para la mitigación de gases de efecto de invernadero (FAO/FEF, 2000). El potencial para capturar carbono es mayor en las selvas tropicales (80%), pero también es substancial en los bosques templados (17%) y boreales (3%) (Flavin y Dunn, 1997). 46 Países desarrollados Algunos países industrializados, especialmente de Europa, están comenzando a integrar en sus planes forestales de largo plazo las preocupaciones sobre el cambio climático. Dentro de los países que han alcanzado con mayor éxito sus metas voluntarias de estabilizar las emisiones de gases de efecto de invernadero al nivel que había en 1990, son Dinamarca, Alemania y los Países Bajos que tiene una cartera política muy fuerte. Alemania, por ejemplo, favorece la expansión de los bosques, en parte, a través de un “nuevo bono de forestación”. Y el plan forestal de los Países Bajos tiene como meta incrementar el área forestal mediante la combinación de fondos gubernamentales y acciones voluntarias, como son los sistemas de crédito de carbono en los que las compañías siembran árboles para compensar sus emisiones. Bouman (2000) reporta que las compañías que utilizan bio-oil y carbón vegetal para reemplazar al carbón mineral de las unidades de electricidad están recibiendo, en los Países Bajos, un subsidio en la inversión por reducir las emisiones de CO2 . Países como Francia, Japón, Suecia y el Reino Unido han realizado un progreso importante. En años recientes, por ejemplo, Francia ha establecido subsidios a la reforestación, ha aumentado su área forestal y el gobierno planea introducir en el 2001 un impuesto a la energía. Suecia cuenta, desde los años de 1990, con impuestos al carbono y a la energía, mismos que han permitido que la biomasa sea menos costosa para producir calor que el carbón mineral y el petróleo, y que los bosques en crecimiento compensen el 90% de las emisiones de carbono en el país. Al promover la forestación, el Reino Unido ha adquirido una cubierta forestal en constante aumento (Flavin y Dunn, 1997; Börjesson, 1998; FAO/FEF, 2000). El uso del petróleo como combustible en la industria de pulpa y papel en Canadá ha sido reducido a la mitad desde 1989, y más del 56% del combustible usado para generar energía proviene de la biomasa obtenida de actividades sostenibles. De tal manera que, esta industria está conduciendo al país en el compromiso que tiene para reducir las emisiones de CO2 (FAO/FEF, 1999b). Algunas industrias, tales como el grupo Royal Dutch/Shell, Mobil Corporation y Peugeot, están invirtiendo en proyectos forestales sostenibles en regiones en vías de desarrollo como Chile, Uruguay, Paraguay, Congo y el Amazonas. Con el creciente interés en opciones para mitigar el flujo neto del CO2 en la atmósfera, varios grupos de investigación están desarrollando modelos que examinan el impacto en el ciclo del carbono. Países subdesarrollados Aún cuando los países subdesarrollados no estuvieron incluidos en la meta acordada en Río de Janeiro, es importante mencionar que en la década pasada varios de ellos establecieron significativas reformas políticas. Estas incluyen reducciones en los subsidios a los combustibles fósiles, que han sido difíciles desde un punto de vista político y que han obtenido un notable resultado incrementando el uso de las energías renovables en Brasil y la India, y un aumento en la eficiencia en China (Flavin y Dunn, 1997). Brasil tiene varios proyectos que esperan reducir el calentamiento global, la producción de etanol a partir de la caña de azúcar y el carbón vegetal proveniente de plantaciones (MST, 1998). Tiene también un proyecto muy ambicioso de reforestación llamado FLORAM, cuyo objetivo principal es sembrar 10 billones de árboles nativos que absorberán por lo menos el 20% del bióxido de carbono liberado a la atmósfera por este 47 país. En otros países de América Latina se han establecido también proyectos de reforestación aunque no tan grandes como el brasileño, están el IFONA en Argentina y el BOSQUE en Ecuador (Bouille y Gallo, 1993). Comercio del carbono El Protocolo de Kioto (1997) proporciona tres flexibles mecanismos para ayudar a los países a reducir sus emisiones globales de gas (Marland y Schlamadinger, 1998; FAO/FEF, 1999a): • Un sistema de comercio de emisiones. Un país que exceda su meta de reducción de emisiones puede vender el exceso a otro que no ha alcanzado su objetivo. • Implementación conjunta. La creación de unidades de reducción de emisiones derivadas de las inversiones entre los participantes. • El mecanismo para un desarrollo limpio. La creación de reducciones certificadas de emisión, a través de inversiones en los países subdesarrollados, reguladas por una autoridad recientemente creada. Se espera que cada país reduzca sus emisiones o adquiera una cuota de otros países, de tal manera que la suma de estos dos no sea mayor al límite nacional de emisiones (WMO/UNEP, 1996). El uso de “créditos de carbono” para atraer fondos con el fin de secuestrar carbono ha sido ávidamente promovido por Costa Rica en intercambio por inversiones en proyectos que captan carbono. El gobierno de Costa Rica ha logrado la primera venta a escala mundial al gobierno de Noruega por 200,000 toneladas de CO2 , representando un ingreso de 2 millones de dólares para ser invertidos en programas de protección y renovación de los recursos naturales (Flavin y Dunn, 1997). Algunos otros países en América Latina, Europa Central y Oriental, y Asia están comenzando también, mediante proyectos de “implementación conjunta” con los Estados Unidos y algunos otros países, a atraer capital privado para capturar carbono. Información climatológica La principal área donde probablemente los datos climatológicos tienen una mayor aplicación es en la producción de cultivos energéticos. La información climatológica ha estado involucrada en la agricultura desde hace mucho tiempo y, más recientemente, desde el comienzo de la investigación forestal intensiva con rotación de especies, para los fines energéticos. Esta información es muy importante, en primera instancia para determinar el mejor clima para las especies y los clones considerados y para encontrar las zonas más adecuadas para su cultivo. Más adelante, las variables meteorológicas representan una parte importante en los estudios de los procesos ecológicos y fisiológicos de las plantas; y finalmente, la meta es obtener una simulación en la producción de un lugar dado o cierta región. Este enfoque de modelado continúa, pero con el objetivo de predecir la producción bajo diferentes circunstancias, de las cuales el estado del tiempo es un factor fundamental (Perttu, 2000; Karau, 2000). Muchas actividades en las granjas se ven afectadas por la radiación solar y pueden planearse mejor si se conoce la insolación. Por ejemplo, Jensenius (1989) informa que los pronósticos de insolación deben considerarse: 48 • En los modelos de cultivos para predecir con precisión las etapas críticas del desarrollo de las plantas. • En los horarios de riego, pues tanto la evaporación como la evapotranspiración se encuentran muy fuertemente relacionadas con la incidencia de la radiación solar. • Antes de la aplicación de pesticidas, fungicidas y herbicidas, pues la radiación solar afecta a muchos de estos compuestos químicos. • Durante el corte de algunas plantas que requieren un pronóstico de varios días de buen secado. La información climatológica ha sido de gran utilidad para los productores en la toma de decisiones y para publicar diferentes tipos de guías de cómo establecer, manejar, cosechar y utilizar la energía forestal. Algunos otros usuarios están estudiando el efecto de mitigación que tienen los bosques en el cambio climático y la absorción del carbono. El uso que le dan a la información climatológica es, sobre todo, para modelar los impactos de varias prácticas de cosecha en los ecosistemas forestales, y para modelar el impacto del cambio climático en los bosques. 49 V. REQUERIMIENTOS DE INFORMACION CLIMATOLOGICA El clima y el estado del tiempo, entre algunas otras variables, juegan un papel muy importante en la disponibilidad de los recursos de la biomasa, el consumo de la energía y la selección de los combustibles. Ambos afectan a los sistemas de energía de la biomasa y los procesos de conversión, así como a algunas de las actividades relacionadas con su uso, tales como el trabajo de campo, la irrigación, la cosecha y los métodos de recuperación, el fragmentado, el transporte y la distribución, el secado y el almacenamiento. 1. Usuarios de la información climatológica Para poder identificar a los usuarios y a la información climatológica requerida en las aplicaciones de la energía de la biomasa, se preparó un cuestionario (Anexo 1) que fue enviado por correo y correo electrónico a unos 390 diferentes grupos de trabajo de energía de biomasa en el mundo, la mayoría en países industrializados. Los cuestionarios contestados representan el 21%, con una proporción ligeramente superior de países desarrollados. Es importante mencionar que de todas las personas que contestaron, el 70% reportó también que para el desarrollo de sus actividades se necesita la información climatológica. Los principales usuarios de información climatológica para las aplicaciones de energía de biomasa que se encontraron en las encuestas son los siguientes: 1. Centros de Investigación, tanto en países industrializados como en vías de desarrollo. Estos incluyen diferentes departamentos de agricultura, silvicultura, ciencia, tecnología, medio ambiente e ingeniería de varias Universidades; y también Institutos de ingeniería, investigación eléctrica, recursos naturales y biocombustibles; en donde se llevan a cabo las siguientes actividades: • Evaluación de los recursos de biomasa. • Investigación, diseño y operación de la producción de la biomasa (plantaciones energéticas), combustión directa, digestión anaeróbica, pirólisis, gasificación, fermentación alcohólica y sistemas de compactado. • Investigación sobre el balance de los gases de efecto de invernadero en los sistemas de biomasa y de combustibles fósiles. 2. Departamentos Gubernamentales de Energía, Silvicultura y Agricultura, la mayoría en países desarrollados, que incluyen: • Programas nacionales que impulsan el desarrollo de las actividades energéticas de biomasa. • Programas nacionales que promueven el desarrollo de varias materias primas para diferentes aplicaciones de energía biomásica. • Investigación, diseño y operación de diferentes sistemas energéticos de biomasa. • Programas regionales que desarrollan la producción de la biomasa con fines energéticos. 3. Compañías, especialmente de los países industrializados, abarcando las siguientes áreas: investigación, diseño, construcción, operación, servicios, asesoría, ventas, exportación e importación. Y cuyas principales actividades son: 50 • Fabricación de sistemas de energía de biomasa (calentadores de agua, calderas, gasificadores, digestores). • Producción de materia prima y combustibles (cultivos energéticos, carbón vegetal, astillas, briquetas, bio-oil, gas combustible, biogas, etanol y biodiesel). • Uso de desechos municipales sólidos, aguas residuales, desperdicios animales e industriales para producir energía por medio de la combustión directa, la digestión anaeróbica y la gasificación. • Implementación de sistemas de co-encendido y cogeneración. • Desarrollo de tecnologías energéticas eficientes. • Estudios de impacto ambiental de la producción de biomasa y de las centrales eléctricas. Por otro lado, algunos grupos que trabajan con energía de biomasa informan que al no estar involucrados en el desarrollo de tecnologías, sus actividades no requieren de información climatológica. Estos grupos incluyen algunos Organismos de Cooperación Internacional, Centros y Asociaciones Científicas, y Compañías que tratan con aspectos políticos, socio-económicos, financieros o de mercados. Y, finalmente, otros pocos países como Arabia Saudita reportaron que no tienen actividades en el campo de la energía de la biomasa. 2. Requerimientos de Información Climatológica Como el clima y el estado del tiempo actúan de diversas maneras, sus efectos en los sistemas de energía de la biomasa y en los procesos de conversión son bastante diferentes. Por eso, la información climatológica requerida depende considerablemente del sistema y sus componentes, y también de las diferentes etapas de la actividad. Como los sistemas de energía deben ser diseñados cuidadosamente para operar de manera confiable, eficiente y a bajos costos, las etapas de planeación y de diseño tienen una mayor necesidad de información climatológica. Esta consiste, generalmente, de datos climatológicos promedio que se requieren en la evaluación de: • La disponibilidad de los recursos y las materias primas. • La selección del sitio para las plantas energéticas de biomasa. • El desempeño óptimo del sistema. • Las variaciones (estacionales) en la demanda de energía. • Los impactos ambientales. Una vez que el sistema de energía ya se encuentra operando, es menos probable que las condiciones medias del estado del tiempo y del clima afecten su funcionamiento. Por ejemplo, los usuarios tienen la concepción de que si hay los recursos suficientes para abrir una planta, entonces habrá bastantes recursos para operarla durante muchos años. Pero, los sistemas de energía pueden verse más comúnmente afectados por eventos poco usuales del estado del tiempo y la variabilidad climática, ya que éstos rara vez son incluidos en la etapa temprana del diseño y la planeación. Durante la etapa operativa se requiere sobre todo de información a tiempo real, pronósticos y avisos del estado del tiempo, especialmente para controlar las condiciones de crecimiento, las predicciones del rendimiento, el desempeño diario de los sistemas y para la toma de decisiones. 51 Por otro lado, el seguimiento y la predicción del clima resulta de gran ayuda en la planeación anticipada y para rectificar en caso de que se presenten ciertas anomalías de mayor escala. Requerimientos Tomando en cuenta el número de cuestionarios contestados que se recibieron y los requerimientos reportados, se puede considerar que la información climatológica tiene una mayor aplicación en los siguientes sistemas de energía de la biomasa: Producción de la biomasa - Plantaciones energéticas Los administradores agrícolas y forestales informan que el uso de la información climatológica es esencial para su trabajo, pues el clima y el estado del tiempo influyen de manera considerable en la productividad de una región. Los usuarios reportan que los parámetros más indispensables en la planeación, el diseño y la operación de una plantación energética son los valores medios y extremos de la precipitación y la temperatura, y la duración de la insolación (Tabla 1). Algunas otras variables necesarias o recomendadas son la radiación global, la temperatura del suelo, la distribución solar espectral, la velocidad y dirección del viento, la evaporación, la evapotranspiración, el número de días sin heladas, la humedad del suelo a 20 cm de profundidad y ciertas características del suelo, como son la capacidad de campo y el punto de marchitamiento permanente. Los productores necesitan saber cómo va a ser el estado del tiempo, ya que las plantaciones pueden verse afectadas por condiciones meteorológicas severas y eventos adversos, tales como granizadas, heladas, fuertes vientos, tormentas eléctricas, tornados, intensas lluvias, inundaciones y sequías. Por lo general, necesitan los pronósticos de la precipitación y los avisos de heladas. Los usuarios reportan también que la información climatológica es útil para estimar los recursos leñosos de la biomasa y la productividad anual de diferentes áreas agroecológicas. Se requiere, asimismo, en la aplicación de diferentes tipos de modelos como son: el crecimiento de los cultivos, la simulación del bosque, los flujos netos del carbono hacia y desde la atmósfera, y el impacto en el ciclo del carbono y la asignación de los créditos de carbono (o débitos). Combustión Directa La necesidad de información climatológica entre los usuarios es bastante variada pues los sistemas de combustión directa incluyen varios componentes y diferentes aplicaciones. Los usuarios reportan que las variables más importantes que se deben conocer en el diseño y la operación de los sistemas de combustión, por lo general, son los valores medios y extremos de la temperatura, la precipitación, el viento y la humedad relativa (Tabla 1). Las plantas de energía de biomasa, por ejemplo, están diseñadas tanto para situaciones extremas de temperatura como de humedad, las que determinan en gran medida su eficiencia. Tabla 1. Información climatológica requerida por los grupos de trabajo de biomasa. Aplicación Precipitación Temperatura del aire Humedad relativa Producción de la Biomasa Valores medios y extremos: 1 (P,D,O) Valores medios y extremos: 1 (P,D,O) Valores medios y extremos: 1 (P,D,O) Media: 1 (P,D,O) máxima: 3 (P,D,O) 1 (P,D,O) Valores Combustión medios y Directa extremos: Valores medios y extremos: 1 (D,O) 2 (P) Valores medios y extremos: 1 (D,O) 2 (P) Valores medios y máximos: 1 (D,O) 2 (P) 2 (P,D,O) Valores medios y extremos: 1 (P,D,O) Valores medios y extremos: 1 (P,D,O) Media: 1 (P,D,O) máxima: 1 (D) 2 (P,O) 1 (D,O) Actividad: Nivel: (P) = (D) = Planeación Diseño Operación 1 (D,O) 2(P) Valores Digestión medios y Anaeróbica extremos: 1 (P,D,O) Prioridad: 1 = requerida 2 = recomendada 3 = deseada (O) = Velocidad Duración Tempe- Radiación Nubodel viento insolación ratura del global sidad Suelo 1 (P,D,O) 1 (P,D,O) 1 (P,O) Evapo- Humedad Presión Distribución ración del suelo atmossolar férica espectral 1 (P,D,O) 1 (O) 3 (P,D,O) 1 (P,D,O) 2 (O) 1 (D,O) 3 (P,D,O) 3 (P,D,) 3 (P) 1 (P,D,O) 1 (P,D,O) 2 (P,D) 2 (O) 2 (P,D,O) 3 (P,D,O) 2 (P,D,O) 3 (P,D) 2 (P) 1 (P,D,O) 2 (P,D,O) 2(P,D,O,) 2 (P,D,O) 3 (P,D,O) Otra información Número de días con lluvia, granizo y sin heladas, y evapotransp iración. Capacidad de campo y punto de marchitamiento permanente. Ondas frías y de calor. Vientos dominantes. Pronósticos de precipitación y avisos de heladas. Vientos dominantes y patrones de circulación. Estimación de la carga del viento. Inversión de temperaturas. Ondas frías, de calor y pronóstico de precipitación. Vientos dominantes. Sequías y pronósticos de precipitación. Algunos otros parámetros, incluyendo la radiación global, la duración de la insolación, la humedad del suelo, la temperatura del suelo y la evaporación, son de igual forma recomendados. Dentro de la etapa operativa, los sistemas a veces necesitan algunos ajustes diarios, por lo que la información a tiempo real y los pronósticos del tiempo resultan muy útiles. Los siguientes ejemplos muestran la importancia que tiene la información climatológica y meteorológica dentro de la planeación, el diseño y la operación de las plantas de energía de biomasa: • El diseño de las plantas que se van a instalar en las zonas cálidas y húmedas puede complicarse un poco, ya que éstas pueden necesitar materiales especiales o recubrimientos que prevengan la corrosión, y su operación puede requerir sistemas de enfriamiento y de aislamiento. • Un diseño seguro de torres de enfriamiento requiere la estimación de la carga del viento, la que se basa sobre todo en valores históricos extremos del viento y en modelos de la capa de mezcla. • Los sistemas de condensación de vapor necesitan cierta información climatológica, como la temperatura, la humedad y la velocidad del viento, a fin de determinar las eficiencias del condensador de aire y de las torres de enfriamiento. • Las calderas que queman biomasa para producir vapor y electricidad, se ven afectadas por la precipitación, ya que ésta aumenta la humedad del combustible disminuyendo la eficiencia de la combustión. • El pronóstico de la generación de energía es muy susceptible a la temperatura. Por ejemplo, las compañías que generan energía planean con anticipación su producción de electricidad, por lo que necesitan conocer con anticipación eventos como son las ondas frías y de calor, ya que éstas pueden aumentar la demanda y el consumo de energía. • La materia prima requiere de secado cuando: el material crudo contiene más del 10% de humedad; es bagazo y aserrín; y en regiones donde la estación lluviosa dure más de seis meses (como en el sur de la India), pues el contenido de humedad permanece bastante alto. • La materia prima apilada puede verse afectada por una precipitación excesiva que puede causar avenidas o problemas con su manejo. Los usuarios informan que los estudios ambientales que toman en cuenta los efectos de la combustión de la biomasa, también requieren datos climatológicos y meteorológicos. La precipitación, la intensidad y la dirección del viento, el patrón de la circulación (por ejemplo: las brisas de mar y tierra) y la frecuencia de las inversiones de temperatura (datos de radiosondeo) son parámetros importantes, pues ayudan a determinar dónde y cuándo se presentan las condiciones más desfavorables que impiden la dispersión de los contaminantes en el aire. Los usuarios mencionan que para el diseño y la operación de los rellenos sanitarios se debe conocer la siguiente información: • Lluvia, en el manejo de los desechos y la estabilización de la basura. 54 • Vientos dominantes, para sembrar barreras de árboles y controlar las emisiones a fin de evitar problemas de salud y olores. • Inversiones de temperatura, porque los olores de los rellenos sanitarios se quedan cerca del suelo, contaminando las áreas cercanas. Digestión anaeróbica Muchos usuarios que trabajan en el desarrollo de la digestión anaeróbica alrededor del mundo, reportaron que la información climatológica es muy importante, sobre todo, en la etapa de diseño de las plantas de biogas. Esta información también es relevante en la evaluación de los recursos y cuando los componentes de la digestión de la biomasa se encuentran esparcidos sobre el terreno (por ejemplo: los lodos residuales y el agua filtrada obtenida al secar los desechos de los puercos). Los principales requerimientos de los usuarios son los valores medios y extremos de la temperatura, la humedad relativa y la precipitación; así como también la presión atmosférica, la velocidad del viento y la duración de la insolación (Tabla 1). En menor medida se necesitan la temperatura y la humedad del suelo. En tanto que se recomiendan la radiación global, la cobertura de nubes y la evaporación. Algunos usuarios, no obstante, informaron que, para ciertas tecnologías como son la digestión anaeróbica de sólidos en procesos totalmente encerrados y automatizados, el estado del tiempo no es un factor importante. Con relación a los otros sistemas de conversión de la biomasa (gasificación, pirólisis, fermentación alcohólica y extracción/prensado) solamente se recibieron muy pocos cuestionarios. No obstante, los usuarios reportaron los siguientes requerimientos climatológicos y situaciones. Producción de carbón vegetal Los usuarios mencionan que en la planeación para producir carbón vegetal en hornos se recomienda la siguiente información: valores medios y extremos de la precipitación, la humedad relativa y la temperatura; y también la cobertura de nubes y la duración de la insolación. En la etapa operativa, resulta muy importante conocer las condiciones meteorológicas, especialmente la humedad relativa y la probabilidad de lluvia, ya que ambas afectan el proceso de carbonización. Fermentación alcohólica Los principales requerimientos de información climatológica en la conversión alcohólica son para etapas de planeación y diseño de los sistemas. Los parámetros requeridos incluyen los valores medios y extremos de la temperatura y la humedad relativa, y la duración de la insolación. Gasificación Los usuarios reportan que los datos climatológicos usados en el proceso de gasificación son sobre todo para el diseño de los gasificadores, y comprenden los valores medios y extremos de la temperatura y la humedad relativa, así como también la velocidad media del viento y los vientos predominantes. 55 Esta información se requiere de forma mensual durante la etapa de diseño, y con una frecuencia diaria y horaria durante el funcionamiento del gasificador. Mitigación del cambio climático Dentro de la gasificación, la política en el uso de fuentes renovables de energía ha fomentado la sustitución del carbón mineral por leña, y algunos otros procesos como la producción del bio-oil por medio de la pirólisis de madera. Los usuarios reportan que ninguno de estos procesos, hoy en día, son viables comercialmente sin un apoyo financiero, para el cual es necesario e importante la información respecto al cambio climático, a fin de rectificar las decisiones políticas. Aceite de pirólisis Algunas personas involucradas en la tecnología de la pirólisis para producir aceite de alta calidad a partir de la biomasa mencionaron que este proceso no requiere de información meteorológica. 3. Información climatológica proporcionada por los Servicios Meteorológicos Nacionales (SMNs). Los Servicios Meteorológicos Nacionales pueden contribuir con la implementación de los sistemas de energía de la biomasa no sólo al proporcionar la información que los usuarios requieren, sino también al mejorar la calidad y la difusión de su información. Disponibilidad de la información La información climatológica requerida por la mayoría de los usuarios para las aplicaciones de la energía de biomasa es, por lo general, la que se mide rutinariamente en las estaciones sinópticas. Sin embargo, es importante mencionar que estas estaciones se encuentran comúnmente situadas en áreas urbanas o cerca de las ciudades, y que la red de cobertura es mucho más amplia en los países industrializados. Por otro lado, las estaciones climatológicas por lo regular están ubicadas en las áreas rurales y tienen una cobertura más amplia tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados. Sin embargo, estas estaciones miden menos parámetros de los requeridos por los usuarios de energía de biomasa, y no tan frecuentemente como lo hacen las estaciones sinópticas. Cierta información meteorológica que, comúnmente, no es medida por estas estaciones se obtiene de manera regular a partir de otros parámetros, mediante diferentes tipos de relaciones estadísticas de modelos físicos más o menos simplificados (por ejemplo: la evapotranspiración y la radiación solar global). Muchos países en el mundo ya han compilado su información climatológica nacional en mapas y atlas, mismos que resultan muy útiles para dar una idea general de las condiciones climatológicas. Varios países industrializados han desarrollado algunas bases de datos meteorológicos y de radiación solar, mismos que fomentan el uso de información de las ciencias atmosféricas en diferentes aplicaciones incluyendo, entre otras, la energía de la biomasa. Por ejemplo, en los Estados Unidos están el “National Solar Radiation Data Base” de la NOAA, y el “Surface Solar Energy” de la NASA (Olson et al., 2000); y en Europa, el “METEONORM” (Oficina Federal de Energía de Suiza). 56 Además de los datos climatológicos, se ha preparado algún otro tipo de información para fomentar el desarrollo de las tecnologías de la energía renovable. Por ejemplo, la Unión Europea ha apoyado la producción de unos CD-ROMs que proporcionan información técnica, económica y ambiental útil para diferentes aplicaciones como, por ejemplo, la combustión de la biomasa, y el biogas de la basura y del tratamiento de las aguas residuales (FAO/FEF, 2000). Calidad de la información Los usuarios que contestaron este cuestionario concuerdan, en términos generales, que la calidad de la información proporcionada por los SMNs en los países desarrollados es buena, pero que en los países menos desarrollados es insuficiente. Los usuarios también mencionaron que las mejoras que se hagan en los SMNs serán de gran ayuda para apoyar el progreso en el uso de la energía de biomasa. Países desarrollados Una perspectiva más detallada de los puntos de vista que tienen los usuarios con respecto a la calidad de la información muestra que, el 64% de los usuarios que respondieron el cuestionario coincide en que la claridad, la precisión, la oportunidad, la frecuencia y la terminología de la información meteorológica proporcionada por los SMNs en estos países es buena. En tanto que el 33% piensa que la calidad es razonable (Tabla 2). Tabla 2. Opinión de los usuarios con respecto a la calidad de la información climatológica de los SMNs en los países desarrollados. Buena Razonable Insuficiente (%) (%) (%) Claridad 68 32 0 Precisión 64 32 4 Oportunidad 65 35 0 Frecuencia 62 33 5 Terminología 63 32 5 Promedio 64 33 3 Sin embargo, examinando la pregunta sobre el mejoramiento de los servicios climáticos, el 61% de los usuarios contestó que los SMNs en los países desarrollados deberían de realizar algunas mejoras. El resto de los usuarios (39%) estuvo de acuerdo en que los servicios actuales son apropiados y que la información proporcionada para la aplicación de los sistemas de energía de la biomasa es adecuada, muy bien documentada y ampliamente disponible. Es más, ellos consideraron que sus necesidades de información climatológica se encuentran plenamente satisfechas y que no hay necesidad de que los SMNs mejoren. Países subdesarrollados Existe una opinión más heterogénea acerca de la información proporcionada por los SMNs de los países subdesarrollados (Tabla 3). En promedio, los usuarios coinciden que la 57 precisión de la información es razonable y la oportunidad es insuficiente. Sus puntos de vista con respecto a la claridad y la terminología de la información son diferentes, algunos de los usuarios piensan que son buenas, mientras que otros consideran que sólo son razonables o insuficientes. Y con respecto a la frecuencia, la mitad de los usuarios opina que ésta es razonable y la otra mitad que es insuficiente. Tabla 3. Opinión de los usuarios con respecto a la calidad de la información climatológica de los SMNs en los países subdesarrollados. Buena Razonable Insuficiente (%) (%) (%) Claridad 30 30 40 Precisión 0 60 40 Oportunidad 10 20 70 Frecuencia 0 50 50 Terminología 40 30 30 Promedio 16 38 46 En cuanto a la necesidad de que estos servicios climáticos mejoren, todos los usuarios creen que la información proporcionada por los SMNs en los países subdesarrollados debería de mejorar. El uso de otros servicios climáticos Con relación a otros servicios climáticos utilizados además de los proporcionados por los SMNs, se puede concluir por todas las respuestas recibidas que los usuarios de la información climatológica para fines energéticos de biomasa dependen principalmente de los SMNs de sus países para satisfacer sus necesidades. Sin embargo, se reportaron algunas situaciones diferentes: • La información climatológica en algunos países industrializados se encuentra ampliamente disponible y es adecuada en la planeación de proyectos y los participantes de energía de biomasa conducen, por lo general, sus necesidades climatológicas básicas de manera directa a través de otras agencias que reúnen y distribuyen rutinariamente dicha información. • Algunos otros usuarios hacen sus propias mediciones que en la mayoría de los casos satisfacen sus necesidades. Pero tienen ciertas desventajas, como una limitada duración de los registros y dificultades para su mantenimiento. • En algunos países subdesarrollados, la información climatológica a este nivel es bastante pobre. 58 4. Formas en que los SMNs pueden ayudar al desarrollo y la divulgación de la información climatológica para la aplicación de la energía de la biomasa. Algunas preocupaciones Las siguientes aseveraciones representan algunos de los problemas detectados o directamente reportados por los usuarios de la información climatológica para el desarrollo energético de la biomasa. Estos tratan principalmente con la distribución espacial de los observatorios meteorológicos, las preocupaciones relativas a la instrumentación, la falta de cierto tipo de información, la insuficiente divulgación y difusión, la confiabilidad de las mediciones, su distribución temporal, la presentación de los datos y las políticas. • Las redes de observación en algunos países o áreas se encuentran demasiado dispersas y las estaciones están situadas preferentemente donde vive la gente. Por eso, la cobertura de las estaciones es particularmente débil en algunas zonas como son los bosques, las granjas y las montañas, donde frecuentemente se localizan las plantaciones y ciertas centrales de energía de biomasa, y donde la información más se requiere. • Este limitado número de estaciones meteorológicas, en algunas áreas, hace que los usuarios utilicen datos no muy ajustados a los sitios. • Anteriormente, cierta información útil como la de los lisímetros del suelo estaba disponible en algunas estaciones. Y ahora, la mayoría de las estaciones sólo tienen datos del tanque de evaporación, y los usuarios en algunas ocasiones necesitan también la evapotranspiración. • De manera particular, los datos de precipitación en estaciones distintas a las sinópticas oficiales son a menudo medidos por voluntarios en algunos países. Esto puede representar cierta incertidumbre. • Algunas personas no utilizan la información climatológica porque no están familiarizadas con los SMNs, ni con la información que estos proporcionan. Recomendaciones La mayoría de los usuarios de información climatológica para aplicaciones de energía de biomasa consideraron que los servicios proporcionados por los SMNs deberían de una manera u otra mejorar. En general, piensan que las siguientes sugerencias podrían ayudar a su mejoramiento y divulgación: 1. Distribución espacial • Instalando un mayor número de estaciones para obtener una mejor cobertura y certidumbre, especialmente en aquéllas áreas del mundo donde éstas son escasas, y en sitios como bosques y granjas donde se necesita la información climatológica. 2. Instrumentación • Adquiriendo mejores instrumentos para garantizar una mayor precisión. • Proporcionando un mantenimiento regular y adecuado. • Introduciendo instrumentos útiles como los lisímetros de suelo que pueden medir con precisión la evapotranspiración, así como también algunos otros para la radiación solar y la calidad del aire. 59 • Realizando verificaciones y calibraciones periódicas con el fin de proporcionar datos más precisos (especialmente para los instrumentos de radiación solar). 3. Mediciones • Mejorando las técnicas de medición para obtener una mayor calidad de los datos. • Registrando y notificando los datos sobre la calidad del aire, como por ejemplo: las áreas urbanas con riesgo de desarrollar smog, y determinar los límites que prohiban el tránsito de automóviles particulares en favor del transporte público o de autos que usen combustibles con biodiesel ya que producen menos emisiones. 4. Distribución temporal • Recolectando y guardando información de manera más constante (horaria, diaria, decenal y mensual) que pudiera facilitar y mejorar las evaluaciones de la energía de la biomasa. • Consolidando la información anual, misma que debería ser proporcionada a todos los usuarios. 5. Presentación de los datos y medios de acopio • Teniendo una mejor disposición de información climatológica comprensible. • Mejorando el acopio de información de manera electrónica para que sea más accesible y útil. • Mejorando los cálculos de la información climatológica (por ejemplo, la evapotranspiración). 6. Divulgación de la información • Proporcionando información climatológica regularmente a los usuarios y manteniendo periódicamente boletines y pronósticos. • Mayor acceso y formas más expeditas de distribuir la información climatológica. • Pronta ayuda por teléfono. • Información detallada a través de la TV y el radio, con una frecuencia no menor de 4 veces al día. • Poniendo información climatológica comprensiva en el Internet, para un mayor y fácil acceso. • Análisis estructurales por países disponibles por Internet. • Un sitio de fácil acceso en el Internet que responda a preguntas específicas a escala global. 7. Costos • Proporcionando un acceso gratuito a la información climatológica para los proyectos de energía e investigación. • La información climatológica podría bajarse de forma gratuita del Internet. 8. Difusión • Los SMNs deberían de dar a conocer a los usuarios el tipo de información climatológica que pueden ofrecer, así como también los beneficios que los usuarios podrían obtener con esta información. 60 9. Aplicaciones • Se deberían de transferir a los SMNs un conjunto estándar de modelos de simulación (por ejemplo, evapotranspiración, producción de biomasa) y a partir de los cuales, los granjeros, los planificadores, los que toman las decisiones y los científicos que utilizan la energía de la biomasa y que necesitan información climatológica especialmente evaluada, podrían adquirir dicha información. • Identificando las áreas de alto riesgo por incendio, y proporcionando la información a través de la publicación de boletines a nivel más de predicción y con relación a las fases de sembrado, manejo y explotación de las plantaciones. • Para la aplicación energética de la biomasa se necesitan detalles sobre los tipos de biomasa disponibles en varios países. 10. Políticas • Incluyendo en la elaboración de los inventarios climatológicos nacionales los requerimientos básicos de los proyectos de biomasa. • Mayor participación por parte de los administradores de los SMNs en las discusiones sobre políticas dendroenergéticas. • Compartiendo la información con otros SMNs y con la OMM. • Elevando los servicios climáticos, la divulgación de la información y la capacidad de predicción de los países subdesarrollados a una calidad cercana a la de los países más desarrollados. • Promoviendo, en el ámbito de agencias gubernamentales, la integración horizontal de los diferentes proyectos de energía de biomasa llevados a cabo por las agencias gubernamentales, ya sea en el ámbito regional o nacional. • Administrando la OMM al Clima Mundial a través de un programa con una política regional de indicativos relativos al uso de la energía. • Adquiriendo la OMM la autoridad de manejar el Clima Mundial para servir mejor a las civilizaciones del mundo, en relación con las sequías, las inundaciones, los huracanes, etc. Conclusión A partir de ciertos comentarios expresados por varios usuarios de información climatológica para aplicaciones energéticas de biomasa, se puede concluir lo siguiente: • Muchos usuarios ya se están beneficiando de la información climatológica y meteorológica. Esta información les ayuda a efectuar sus actividades energéticas de biomasa, y también les ha proporcionado fundamentos significativos en los que se han basado importantes decisiones de ingeniería. • Algunas otras personas, que no tenían conocimiento de los SMNs y de la información climatológica proporcionada por éstos, se dieron cuenta con el cuestionario que recibieron, que dicha información podría ser útil no solamente para consideraciones de diseño, sino también para fines operativos. La necesidad que hay de información climatológica para aplicaciones energéticas de biomasa aumentará a medida que la biomasa gane reconocimiento como un recurso energético valioso y que su uso se expanda. Por eso, la práctica mundial de ciertos procesos 61 energéticos de biomasa, va a requerir y a beneficiarse de una información meteorológica y climatológica completamente científica. Para concluir, es importante trabajar juntos y continuar no sólo enfocándonos a las necesidades de los usuarios, sino también haciendo nuestro mejor esfuerzo para satisfacerlas. Pues un uso creciente y más eficiente de la energía de la biomasa podría resolver diferentes problemas, trayendo consigo significativos beneficios socioeconómicos a muchos países y personas, así como también mejoras ambientales esenciales para algunos otros que, en conjunto, podrían ayudar a hacer que nuestro mundo sea un mejor lugar para vivir. 62 GLOSARIO Astillas (“Chips”) - madera reducida a propósito en pequeñas piezas, proveniente de madera en bruto, o de residuos que resultan ser adecuados para fines energéticos. Por lo general son cortados con descantilladoras mecánicas (FAO). Biocombustible - biocarburante - (“Biofuel”) - combustible usado para el transporte, producido a partir de la biomasa, como el etanol, el metanol, el biodiesel y los aditivos de la gasolina reformulada. Los biocombustibles son usados de manera pura o mezclados con gasolina (NREL). Biodiesel (“Biodiesdel”)- combustible elaborado a partir de los aceites de las plantas, que puede sustituir al diesel o, bien, mezclarse con éste. Bioenergía - ene rgía de biomasa - (“Bioenergy”) - material producido directa o indirectamente por la fotosíntesis, y usado como materia prima en la producción de combustibles y sustitutos de petroquímicos, y de otros productos energéticos intensivos. Incluye también los desperdicios orgánicos forestales y agrícolas, y los desechos municipales sólidos, así como los estudios sobre aspectos técnicos y económicos, y los balances de gases de efecto de invernadero en los sistemas de bioenergía (FAO). Biogeneración de calor y electricidad (“Biopower”) - se puede producir calor y electricidad a partir de los procesos de combustión o gasificación. Incluye los de encendido/gasificación con biomasa solamente, o los de co-encendido/co-gasificación que combinan la biomasa y los combustibles fósiles. Biomasa (“Biomass”) - todos los tipos de material que provienen directa o indirectamente de reacciones fotosintéticas contemporáneas, como toda la materia vegetal y sus derivados: combustibles forestales, carbón vegetal, papel, estiércol y una gran parte de los desperdicios urbanos (FAO). Briquetas (“Briquettes”) - material (aserrín, residuos de cultivos, restos de carbón vegetal) compactado bajo presión (densificación) para mejorar las características de los materiales para el transporte y su uso como fuente de energía. Al estar comprimidos y tener un bajo contenido de agua, éstos tienen una mayor densidad energética que la leña común, y para su almacenamiento necesitan un espacio menor. Se les llama también “carbón blanco”. Carbón vegetal (“Charcoal”) - residuos sólidos derivados de la carbonización, la destilación, la pirólisis y la torrefacción de la madera (de troncos y ramas de árboles) y de subproductos de madera que usan hornos de carbonización de pozo, ladrillo y metal. Incluye también las briquetas de carbón vegetal hechas de carbón de origen leñoso. (CEERD/AIT). Co-encendido (“Cofiring”) - la práctica de introducir a la biomasa como una fuente complementaria de energía para los calentadores de agua de alta eficiencia que se encienden con carbón mineral (u otros combustibles fósiles). Cogeneración (“Cogeneration”) - basada en la producción simultánea de electricidad y calor, de las cuales ambas son usadas (COGEN). Combustibles biomásicos (“Biomass fuels”) - todos los combustibles orgánicos de origen biológico usados con fines energéticos. Incluye toda la vegetación terrestre y acuática, sus residuos, tales como la leña, las ramas delgadas, la hojarasca, las cáscaras; los cultivos y sus residuos, como la paja de los cereales, las vainas de las semillas, el bagazo; los productos pecuarios y sus residuos (por ejemplo: estiércol) (CEERD/AIT). 63 Combustibles forestales (“Woodfuels”) - incluye todos los tipos de biocombustibles que proceden directa e indirectamente de los árboles y los matorrales que han crecido en bosques y en áreas no boscosas. También incluye la biomasa procedente de las actividades silvícolas (raleo, poda, etc.) y cosecha y tala (copas, raíces, ramas, etc.), así como también los subproductos industriales que son usados como combustibles y que provienen de las industrias forestales primarias y secundarias. También abarcan los combustibles forestales que proceden de las plantaciones forestales energéticas (FAO). Los principales componentes de los combustibles forestales son la leña, el carbón vegetal y los combustibles derivados de la madera (por ejemplo: licor negro, metanol, etanol) (CEERD/AIT). Deforestación (países desarrollados) (“Deforestation”) - alteración de los bosques con una reducción a menos del 20% de la cobertura de las copas de los árboles (FAO). Deforestación (países subdesarrollados) (“Deforestation”) - alteración de los bosques con una reducción a menos del 10% de la cobertura de las copas de los árboles (FAO). Dendroenergía (“Dendroenergy”) - término comúnmente usado en América Latina para referirse a la energía forestal (FAO). Desarrollo sostenible (“Sustainable development”) - desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades (CNUMAD). Desechos de madera (“Wood wastes”) - aserrín y poda de árboles, desperdicios de papel y recortes de los patios. Desechos municipales sólidos (“Municipal solid waste” -MSW) - desperdicios recolectados en los predios caseros y urbanos, que son retirados estatutariamente por las autoridades locales. Eficiencia (“Efficiency”) - la conversión de una forma de energía a otra solamente es posible con pérdidas. De manera que la eficiencia del proceso indica el porcentaje de energía útil que permanece después de la conversión. Energía de biomasa - bioenergía - (“Biomass energy”) - energía derivada de la combustión de los combustibles biomásicos (CEERD/AIT). Energía forestal (“Wood energy”) - energía que proviene de los combustibles forestales (CEERD/AIT). Energía forestal - dendroenergía (“Forest energy”) - incluye todos los combustibles (sólidos, líquidos, y gaseosos) provenientes de bosques y árboles para ser usados como combustibles primarios o secundarios (por ejemplo: carbón vegetal), en la generación de energía térmica, eléctrica y/o mecánica. La FAO considera que la terminología usada actualmente como “leña”, no representa toda la variedad de los combustibles que puede provenir de la biomasa forestal (FAO). Forestación/re -forestación (“Afforestation/reafforestation”) - establecimiento de una área cultivada con árboles, la cual ha estado siempre o por mucho tiempo ausente. Cuando éste fracasa y vuelve a repetirse, se le llama re-forestación (FAO). Fuentes de combustibles forestales (“Woodfuel sources”) - de acuerdo a su origen los combustibles forestales se pueden dividir en tres grupos: combustibles forestales directos, que consisten de madera directamente removida de los bosques o de otras tierras forestales; combustibles forestales indirectos, consistentes en subproductos industriales derivados de las industrias madereras primarias (aserraderos, fábricas de pulpa y papel, conglomerados) y secundarias (ebanisterías, carpinterías), tales como productos defectuosos de los aserraderos, aserrín, virutas y astillas, corteza, licor negro; y combustibles forestales 64 recuperados, biomasa leñosa procedente de todas las actividades económicas y sociales fuera del sector forestal (FAO). Generación eléctrica a partir de la biomasa (“Biomass power”) - cuando los materiales biomásicos son usados en plantas de energía para generar electricidad. Leña (“Fuelwood”, “firewood”) - madera en bruto, proveniente de bosques así como también de áreas no boscosas, y que es usada únicamente para fines energéticos. La leña incluye varas, ramas, astillas de madera, pellets y polvo que proceden de bosques naturales o de otro tipo, o aún, de áreas no boscosas (por ejemplo: jardines particulares), de residuos industriales de madera y madera recuperada (CEERD/AIT) Leños combustibles (“Burnable logs”)- biodesechos compactados (aserrín, cascarilla de arroz, estopa de cáñamo, huesos de aceituna, paja, polvo de carbón vegetal y cáscaras de nuez) en pequeños leños inflamables (11 cm de diámetro) que son ideales para ser quemados (FAO). Licor negro (“Black liquor”) - exhausta solución alcalina proveniente de los digestores en la elaboración de pulpa de sulfato o sosa durante la producción de papel. El contenido energético proviene de la lignina removida de la pulpa de madera (WETT/FAO). Madera recuperada (“Recovered wood”) - se refiere a los residuos de actividades en procesos madereros, como la explotación forestal, los aserraderos y la fabricación de muebles. Pellets (“Pellets”) - combustibles provenientes de la auto-aglomeración de material leñoso resultado de la aplicación combinada de calor y alta presión en una máquina de expulsión. Estos tienen hasta un 96% de eficiencia de energía calorífica comparada con el 50-55% de un quemador de leña y el 15-20% de un fuego abierto (FAO). Plantaciones (“Plantations”) - bosques comerciales que han sido establecidos artificialmente para producir un cultivo forestal. Se encuentran tanto en tierras que previamente no tenían bosques por más de 50 años (forestación) o en tierras que han tenido bosques en los últimos 50 años y donde los cultivos originales han sido reemplazados por otros diferentes (reforestación) (IPCC). Reforestación (“Reforestation”) - plantación de bosques en tierras que históricamente tuvieron bosques pero que han sido convertidos para algunos otros usos (IPCC). Tipos de combustibles forestales (“Woodfuel types”) - de acuerdo a la conveniencia, los combustibles forestales pueden presentarse en cuatro tipos de productos: leña, carbón vegetal, licor negro y otros (etanol, metanol, gas combustible) (FAO). 65 ABREVIACIONES USADAS ABA - Asociación Americana de Bioenergía BMFT - Ministerio Federal de Investigación y Tecnología (Alemania) BMWA - Ministerio Federal de Asuntos Económicos (Austria) BTU – British Thermal Unit CEERD/AIT - Centro de Investigaciones y Desarrollo del Medio Ambiente y de la Energía en el Instituto Asiático de Definiciones CNUMAD - Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo DOE - Departamento de Energía (EE.UU.) EREN - Energy Efficiency and Renewable Energy Network (DOE) FAO - Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FEF – Foro de Energía Forestal GLP - Gas licuado de petróleo HEDON - Household Energy Donor Organisational Network IEA – Agencia Internacional de Energía IPCC – Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático MW - megawatt NASA – Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (EE.UU.) NOAA – Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (EE.UU.) NREL – Laboratorio Nacional de Energía Renovable (DOE) OCDE - Organización de Cooperación y Desarrollo Económico OMM - Organización Meteorológica Mundial OMS - Organización Mundial de la Salud ORNL – Laboratorio Nacional de Oak Ridge (DOE) PNUD – Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo RWEDP – Programa Regional de Desarrollo de la Energía Forestal (FAO) TW - terawatt UCSUSA - Union of Concerned Scientist of United States UNEP – PNUMA - United Nations Environment Programme – Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente WEC – Consejo Mundial de Energía WETT - Wood Energy Today for Tomorrow 66 REFERENCIAS ABA (2000). Taking Biomass into the 21st Century. American Bioenergy Association. http://www.aba.com Ahmed, K. (1994). Renewable Energy Technologies. A Review of the Status and Costs of Selected Technologies. World Bank Technical Paper No. 240, Energy Series, Washington, DC, 169 pp. Alonso, A. y L. Rodríguez (1985). Alternativas Energéticas. 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(1993). “New Industrially Produced Biogas Technology for Developing Countries.” Energy Sources 15: 135-143. 73 ANEXO 1 CUESTIONARIO RELATIVO A LA INFORMACION CLIMATOLOGICA REQUERIDA PARA EL APROVECHAMIENTO ENERGETICO DE LA BIOMASA Hoja 1 I. ¿Qué tipo de actividades relacionadas con el uso de la biomasa desarrollan? A) Combustión directa (leña y carbón): Sí____ No ____ B) Producción de biomasa (plantaciones): Sí ____ No ____ C) Digestión anaeróbica (biogas): Sí ____ No ____ D) Fermentación de biomasa (alcohol) Sí ____ No ____ E) Gasificación de biomasa ( leña, carbón) Sí ____ No ____ F) Otros: __________________________________________________ II. Según el tipo de actividad que realizan, ¿cuáles son los parámetros climatológicos que utilizan en las siguientes fases: planeación, diseño y operación de las diferentes tecnologías de biomasa? (Favor de llenar una tabla por cada actividad que desarrolla). 1. Actividad: _______________________ De acuerdo a la prioridad y periodicidad de la información requerida, favor de escribir: • una letra: N (necesaria), R (recomendada) o D (deseada); • diario, mensual, …?. Y marcar o realizar cualquier anotación cuando considere usted conveniente. Parámetros Planeación Diseño Operación 1. Temperatura del aire a) media b) máxima c) mínima 2. Presión atmosférica 3. Humedad relativa a) media b) valores extremos 4. Viento (intensidad, dirección?) a) medio b) dominante c) rachas máximas 5. Precipitación (lluvia, granizo?) a) media b) máxima 6. Radiación solar a) Global b) Distribución espectral 7. Nubosidad 8. Insolación (duración de luz) 9. Temperatura del suelo 10. Humedad del suelo 11. Otros: (rocío, evaporación?) 74 Hoja 2 2. Actividad: _____________________________ De acuerdo a la prioridad y periodicidad de la información requerida, favor de escribir: • una letra: N (necesaria), R (recomendada) o D (deseada); • diario, mensual, …?. Y marcar o realizar cualquier anotación cuando considere usted conveniente. Parámetros 1. Temperatura del aire a) media b) máxima c) mínima 2. Presión atmosférica 3. Humedad relativa a) media b) valores extremos 4. Viento (intensidad, dirección?) a) medio b) dominante c) rachas máximas 5. Precipitación (lluvia, granizo?) a) media b) máxima 6. Radiación solar a) Global b) Distribución espectral 7. Nubosidad 8. Insolación (duración de luz) 9. Temperatura del suelo 10. Humedad del suelo 11. Otros: (rocío, evaporación?) Planeación Diseño Operación 75 Hoja 3 III. Características de la información climatológica de los Servicios Meteorológicos Nacionales. 1. ¿Encuentra usted que la información climatológica disponible en los Servicios Meteorológicos Nacionales está suficientemente adaptada a sus problemas de aplicación? Calidad de la Información a) Claridad de la información b) Exactitud de la información c) Oportunidad d) Frecuencia e) Terminología utilizada Buena Razonable 2. ¿Considera que se deberían de mejorar estos servicios? Sí Insuficiente No 3. ¿Cómo cree usted que se podrían mejorar estos servicios? 4. ¿Cómo considera usted que los Servicios Meteorológicos Nacionales puedan ayudar en el desarrollo y la divulgación de la información climatológica para su aplicación en el aprovechamiento de la biomasa como fuente de energía? III. ¿Qué otros servicios de información climatológica utiliza? Tipo de servicio 1. 2. 3. ¿Satisface sus necesidades? Sí No Sí No Sí No