XIV CONGRESOARGENTINO MULTIDISCIPLINARIO en ALERGIA, ASMA e INMUNOLOGÍA 2014 Lic Lina Ledesma INTERDISCIPLINA Y TRABAJO GRUPAL Los integrantes del Comité Psique damos la bienvenida a lodos los presentes, a los que respondieron a la convocatoria de este Encuentro y a quienes generosamente accedieron a compartir sus saberes con nosotros. Este es el primer Taller sin la presencia de la Dra. Nora Koszer, quien fuera “el alma mater” de este Comité. En una institución como AAIBA, con predominio de la mirada y el discurso médicos, Nora armó el Comité Psique. Creó así un espacio integrador cuyo objetivo era indagar de qué modo se interpelan síntoma orgánico y subjetividad. En su trayectoria, desde el 2000 hasta hoy, este Comité encaró actividades y temáticas diversas : tuvo presencia en los Congresos de AAIBA, se hicieron Talleres en la comunidad sobre estrés en enfermedades crónicas, sobre técnicas de autocondicionamiento en asma, sobre estrés profesional, etc. Pero, en mi opinión, la continuidad estuvo marcada por el grupo que se reunía dos veces al mes para pensar “lo psico-somático”. Es el dispositivo grupal el que apuntaló esas búsquedas que no eran solo teóricas. Eran la práctica de aprender a pensar de otra manera. El Comité Psique trabajó como un grupo autogestivo formado por gente procedente de distintas disciplinas relativas a la salud. Dermatólogos, bioquímicos, narradores, inmunólogos, psiquiatras, psicólogos, todos y cada uno fuimos compartiendo nuestras experiencias y formulando interrogantes para debatir y estudiar. La composición del grupo varió a lo largo del tiempo. También los ejes temáticos fueron cambiando. Más allá de las variables personales, lo que nos convocaba a la mayoría era la necesidad de enriquecer nuestra mirada y nuestros recursos para responder a los requerimientos de los pacientes. Gilles Deleuze dice que “la teoría es exactamente como una caja de herramientas” que “es preciso que sirva, que funcione”. Eso era lo que todos esperábamos de estos intercambios interdisciplinarios. Una comprensión totalizadora que ampliara nuestros márgenes de maniobra. En este punto resulta imprescindible hacer algunas puntuaciones epistemológicas. La ruptura psique-soma, mente-cuerpo está inscripta a fuego en la ciencia occidental. No sé de cuándo data esta creencia, pero es René Descartes quién la instituye como verdad científica en el siglo XVII. Sustancia extensa (cuerpo, organismo) y sustancia pensante (psique, mente) son de naturaleza totalmente diversa, pero solo el estudio de la sustancia extensa (el cuerpo) pudo tener status científico. La psique, el alma, la mente fue objeto de la Filosofía, la Religión, etc. Lo curioso es que la locura, en tanto situación a controlar, fue la llave que abrió la ciencia médica para la psique. El paradigma cartesiano, además de instituir un ser humano dividido, es un cuerpo de conceptos que funcionaron como axiomas básicos para la ciencia de la Modernidad. Algunos de los ejes de este paradigma son : La razón es la que legitima el conocimiento. El conocimiento busca el dominio de la naturaleza. El sujeto cognoscente queda fuera del conocimiento que él mismo produce en aras de la objetividad. El mundo es un todo ordenado que podemos conocer si lo analizamos por partes, lo que significa la multiplicación de disciplinas separadas. Al respecto, Gaston Bachelard habló de OBSTACULO EPISTEMOLOGICO como la imposibilidad de producir determinado pensamiento científico por la dificultad en desprenderse de conceptos primordiales que se creen fijados para siempre. Dice Bachelard : “cuando el espíritu conservador domina, el crecimiento espiritual se detiene”. Está hablando del “espíritu científico”. Los “dogmas” cartesianos circunscribieron lo que era pensable y lo que era visible. Pasaron casi tres siglos, la ciencia creció y se multiplicó de tal manera que produjo cambios en todos los órdenes de la vida. La “especialización” creó nuevas disciplinas, cada cual con lenguajes específicos difícilmente compatibles. Esto agudizó el aislamiento de los saberes parciales. Como casi siempre, es la práctica de los científicos la que interpela las viejas certezas. Hace más de un siglo empiezan a surgir pensadores que plantean otra manera de “hacer ciencia”. Se trata de reunir lo disperso y conectar los saberes regionales a través del diálogo entre los científicos. Producto de estas búsquedas son la Multidisciplina, la Interdisciplina, la Transdisciplina. Los nuevos paradigmas de la ciencia piensan el mundo, no como un todo ordenado, divisible y predecible, sino como una unidad diversa y compleja cuyo abordaje excede a la razón. Hay distintos niveles de realidad como distintos niveles de percepción. El sujeto que conoce es parte del conocimiento que produce, es una variable importante porque opera en el campo cuyo conocimiento construye. No hay certezas. Solo saberes abiertos a nuevos desafíos. La mirada transdisciplinar permite hacer de “lo humano” un nuevo objeto de conocimiento con categorías nuevas para ser pensado. Un ejemplo es la Psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE) que “invita a la reconciliación del saber entre especialistas de distintas vertientes que han entendido que en la integración se alla una respuesta útil a la comprensión de la naturaleza humana, y que buscan, infatigablemente, la respuesta a los múltiples interrogantes que presenta el enigma clínico de sus pacientes” (Andrea Márquez López Mato). ¿Qué es la Transdisciplina? Citando a Edgar Morin, “La Transdisciplina es una organización de los conocimientos que trasciende las disciplinas en forma radical. El énfasis está puesto en lo que está ENTRE las disciplinas, en lo que las ATRAVIEZA a todas y en lo que está MAS ALLA de ellas”. La clave es el prefijo “trans”, a traves de… La Transdisciplina no es una megaciencia. Es más bien una ACTITUD científica que descansa en “el diálogo de saberes, la vivencia de la complejidad y el mundo entendido como pregunta y como aspiración” (Morin) Basarab Nicolescu escribe en 1996: “Volvemos entonces a la imperiosa necesidad de proponer, vivir, aprender y enseñar un pensamiento complejo, que vuelva a tejer las disciplinas como posibilidad de humanidad en completud; y que solo de esta manera se vencería la limitación y fragmentación del sujeto separado de sí mismo en la búsqueda del conocimiento” (“La Transdiciplinariedad. Manifiesto”, Ed. Du Rocher) Volvamos al Comité Psique y al grupo de trabajo interdisciplinario. En “el grupo de los jueves” lo que afrontamos una y otra vez es lo que E. Pichon Rivière llamó OBSTACULO EPISTEMOFILICO. El obstáculo estaría dado por las resistencias personales a conectarnos con determinados conocimientos que interpelan los saberes desde los cuales interpretamos la realidad. Confrontar es inherente tanto al trabajo grupal como al aprendizaje del pensamiento transdisciplinar. Las construcciones grupales son siempre singulares. En nuestro caso fuimos produciendo, como en el teatro, una dramática que nos obligaba a tolerar e incorporar lo diferente. Más allá de las rivalidades posibles y esperables, hay momentos o situaciones en que los otros se nos revelan como extraños; sus certezas no son las mías y los malentendidos dan cuenta de cómo cohabitan códigos incomprensibles para unos y otros. Procesar todo esto exige un importante esfuerzo adaptativo. Lo gratificante es sentir cuando entre todos confrontamos criterios, deconstruimos certezas, inventamos herramientas. Pero el costo narcisista es un poco fuerte. Las verdades científicas a las que adherimos funcionan como emblemas identificatorios y nos dan pertenencia : “soy alergista”, “soy psicólogo”, “soy bioquímico”… El trabajo grupal interdisciplinario pone en tela de juicio estas “identidades profesionales” y ubica a cada uno en una ambigüedad desprovista de los soportes lógicos habituales. El tránsito por esta experiencia es justamente lo que permite gestar un pensamiento transdisciplinar. En el grupo hay PRODUCCION COLECTIVA y APROPIACION SINGULAR. No intentamos consensuar, totalizar, unificar ópticas. El objetivo es volver pensable lo plural. BIBLIOGRAFIA: Gaston Bachelard : “La ciencia es la estética de la inteligencia” Paulo Freire : “Cambiar supone SABER que es posible hacerlo”