ANÁLISIS TECNOLÓGICOS Y PROSPECTIVOS SECTORIALES Química de consumo Responsable: Santiago Juncal FEBRERO 2016 AUTORIDADES ■ Presidente de la Nación Ing. Mauricio Macri ■ Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva Dr. Lino Barañao ■ Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva Dr. Miguel Ángel Blesa ■ Subsecretario de Estudios y Prospectiva Lic. Jorge Robbio ■ Director Nacional de Estudios Dr. Ing. Martín Villanueva RECONOCIMIENTOS Los estudios sobre complejos productivos industriales fueron coordinados por el Dr. Juan Santarcángelo y asistidos por el Lic. Martín Kalos. La supervisión y revisión de los trabajos estuvo a cargo del equipo técnico del Programa Nacional de Prospectiva Tecnológica (Programa Nacional PRONAPTEC) perteneciente a la Dirección Nacional de Estudios del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva: Lic. Alicia Recalde. ■ Lic. Manuel Marí. ■ Lic. Ricardo Carri. ■ A.E. Adriana Sánchez Rico. ■ Se agradece a los diferentes actores del sector gubernamental, del sistema científicotecnológico y del sector productivo que participaron de los distintos ámbitos de consulta del Proyecto. No habría sido posible elaborar este documento sin la construcción colectiva de conocimientos. Por consultas y/o sugerencias, por favor dirigirse a [email protected] El contenido de la presente publicación es responsabilidad de sus autores y no representa la posición u opinión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. El estudio se realizó entre entre octubre de 2012 y abril de 2013. COMPLEJO QUÍMICA DE CONSUMO 1 1.1 PROCESOS PRODUCTIVOS Y TECNOLOGÍAS ACTUALES Procesos productivos El sector química de consumo final se encuentra integrado por dos grandes subsectores: la química cosmética y de higiene personal1 y la química para higiene doméstica, o productos domisanitarios2. Ambos sub-sectores involucran múltiples segmentos y productos. Una buena forma de diferenciarlos en el caso de la química cosmética es por las partes del cuerpo humano al que el producto apunte a higienizar, reparar o embellecer. De modo análogo, podría proyectarse una clasificación semejante para el sub-sector de productos domisanitarios, en el sentido de diferenciar los ambientes o superficies a los que estén abocados los productos correspondientes (cocina, living, baño, muebles, ropa, etc.). Esta gran variedad de productos involucrados nos lleva a categorizar al sector como multifunción, o multiproducto. Todos los entrevistados involucrados tendieron a coincidir en este punto. 1 Según la definición disponible en el sitio web de la Agencia Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), los productos cosméticos y de higiene personal y perfumes se definen como las “preparaciones constituidas por sustancias naturales o sintéticas o sus mezclas, de uso externo en las diversas partes del cuerpo humano: piel, sistema capilar, uñas, labios, órganos genitales externos, dientes y membranas mucosas de la cavidad oral, con el objeto exclusivo o principal de higienizarlas, perfumarlas, cambiar su apariencia, protegerlas o mantenerlas en buen estado y/o corregir olores corporales” (http://www.anmat.gov.ar/cosmeticos/definicion_cosmeticos.asp) 2 La ANMAT define los productos domisanitarios como los “que empleamos para la limpieza y desinfección de superficies inanimadas y ambientes, así como la desinfectación (combate de insectos y roedores) en el hogar y en ambientes colectivos públicos y/o privados, tales como escuelas, hospitales y lugares de esparcimiento, entre otros” (http://www.anmat.gov.ar/Domisanitarios/definicion_Domisanitarios.asp). 1 En el gráfico 1.1 se presenta un esquema básico de la cadena de valor del sub-sector cosméticos3, que con algunas salvedades puede servir también para comprender la realidad del sub-sector de domisanitarios. Los proveedores de materias primas y materiales de empaque constituyen el primer eslabón del sector. En el caso de las materias primas, los proveedores son en muchos casos importadores, ya que hay numerosos insumos químicos que no se fabrican en el país4. El segundo eslabón considerado en el esquema (que se define como el “sector” propiamente dicho) involucra una amplia y diversa gama de actividades, que pueden o no convivir en la operatoria de una misma empresa. En suma, los fabricantes de productos cosméticos y sus pares domisanitarios pueden: a) Llevar a cabo la mera producción a pedido de grandes empresas contratantes con marca propia, que además le brindan la formulación del producto por ella desarrollada; b) Desarrollar y elaborar sus propios productos, pero trabajando a pedido de empresas con marca que le demandan una cierta cantidad de los mismos; y c) Desarrollar productos con marca propia, para ser comercializados en diferentes tipos de mercado. Estos formatos de negocios no son mutuamente excluyentes, por lo que una firma puede operar en dos o hasta en los tres al mismo tiempo. Los dos primeros casos involucran diferentes grados de tercerización, que a la vez pueden estar caracterizados por distintos matices en algunos aspectos puntuales, como la responsabilidad en el financiamiento o provisión de insumos (tanto de las materias primas como de materiales de empaque) o los niveles de confidencialidad en el caso de que exista el otorgamiento de una formulación5. Del mismo modo, pueden existir casos intermedios entre la primera y segunda modalidad de negocios, dado que los 3 4 El esquema es tomado de CEP (2004). Esta información es suministrada por CEP (2004). A pesar de los años transcurridos desde la elaboración de aquel trabajo, la situación no se ha modificado en la actualidad; Pérez Damonte estima que alrededor del 70% de las materias primas utilizadas por el sector cosméticos (fragancias, tensioactivos, conservadores, colorantes, etc.) son importadas. 5 También puede ocurrir que haya formulaciones ya estandarizadas (“formulas tipo”) y difundidas por los propios proveedores de materias primas en el sector, por lo que aquí se anula la posibilidad de establecer cualquier clase de confidencialidad. 2 productos pueden ser elaborados en forma conjunta entre la empresa contratante y la denominada “tercerista”; o situaciones extremas en las que la empresa tercerista se aboque únicamente a fraccionar el producto a granel ya elaborado y provisto por la empresa contratante (CEP, 2004). La gestión de la calidad es un proceso que forma parte de las actividades necesarias del sector, pero que en cierta medida también puede ser llevada a cabo por un tercero que no sea el propio fabricante. En el caso de los productos cosméticos, por ejemplo, existen empresas que proveen servicios de cosmetovigilancia para asegurar la eficacia y la seguridad de los productos que otras firmas pretenden lanzar al mercado6. Finalmente, el eslabón final, que en el gráfico aparece nombrado como “canales de distribución”, también involucra un abanico de modalidades diferentes, que se replican en el caso del sub-sector de domisanitarios, aunque con ciertas diferencias: el canal denominado “profesionales” no está presente en el mismo, y la venta directa es prácticamente inexistente. Por último, el canal de farmacias y 6 La firma Claim, cuyo CEO es la Dra. Pérez Damonte (referente entrevistada para este trabajo), es una de las pocas firmas que proveen este tipo de servicios en el país. 3 perfumerías ha ido incorporando progresivamente a los productos domisanitarios, por lo que ambos sub-sectores conviven en estos puntos de venta. 1.2 Tecnologías empleadas La caracterización del sector en términos de la intensidad de uso de los factores de la producción resulta ciertamente compleja y variable en relación a sus respectivos subsectores y al tamaño de las firmas. En domisanitarios, Mazzía sostiene que las pequeñas y medianas empresas suelen tener un sesgo más trabajo-intensivo que las grandes, y que en la medida que las empresas tienden a crecer, es normal que se equipen e incrementen el capital físico en mayor medida que el volcado a salarios. Las empresas terceristas de menor tamaño relativo suelen ser mano de obra intensiva, lo que las favorece para ser flexibles a la hora de responder a diferentes tipos de servicios demandados por empresas clientes. En cuanto a los procesos propiamente dichos, Mazzía indica que toda tarea factible de llevarse a cabo en forma continua, se realiza de esa manera. En principio, la tendencia a una mayor tecnificación provoca que la mayoría de los procesos tiendan a llevarse a cabo “en equipo cerrado”, desde la selección de la materia prima hasta la fragmentación y envasado del producto final. De todos modos, en la práctica el fraccionamiento, acondicionamiento y envasado requieren de una etapa previa en que la producción se acumula a granel, segmentación que da margen para una eventual tercerización del proceso productivo. El fraccionamiento y el envasado son las etapas del proceso en las que existe una mayor incidencia de la mano de obra, aunque también pueden ser sujeto de cierto grado de automatización. En cuanto a la posibilidad de integrar en una misma planta los procesos de producción de materias primas del sector, los referentes sostuvieron que aquí entran a jugar muy fuertemente las economías de escala de las firmas. El equipo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) Química dio un ejemplo ilustrativo al respecto: las maquinarias que generan el cloro para producir lavandinas son de gran envergadura y precio, por lo que las firmas pequeñas que compiten en este segmento necesariamente se aprovisionan del cloro comprándoselo a otras firmas. 4 Asimismo, Mazzía sostuvo que como las materias primas suelen sufrir una serie de transformaciones hasta llegar al producto domisanitario final, cada firma tiende a iniciar su elaboración desde el punto de partida en el que su economía de escala se lo permite. En tanto, el sub-sector de cosméticos e higiene personal comparte con el de domisanitarios la complejidad inherente a su caracterización, a pesar de lo cual evidencia ciertos elementos diferentes al mismo. Uno de ellos radica en que, como destacaron los referentes de la Asociación Argentina de Químicos Cosméticos (AAQC), las empresas no necesariamente suelen ser más capital-intensivas a medida que crece su tamaño, y hasta en algunos casos puede darse el fenómeno inverso. Esto se explica por el hecho de que en las empresas de menor tamaño relativo suele haber uno o pocos empleados “que hacen todo”, y en la medida en que van creciendo, incrementan fundamentalmente su plantilla de personal, dividen la firma en diferentes áreas (administrativa, desarrollo de producto, logística, comercialización) e incorporan profesionales y recursos humanos más capacitados, antes que equiparse o adquirir nueva maquinaria. En cuanto a los procesos productivos propiamente dichos, también existe un contraste con la elaboración de domisanitarios. En parte por ser una industria en que la diferenciación de producto es alta, la fabricación de productos cosméticos no es de flujo continuo, salvo en algunos bienes que se elaboren en gran cantidad, como el caso de ciertos champús. En la gran mayoría de los productos, se utiliza la modalidad de “batch”. Desde ya, esto no obsta que existan etapas del proceso productivo con mayor o menor versatilidad en cuanto a la posibilidad de ser automatizados. En general, la elaboración de los productos propiamente dicha suele ser más capitalintensiva, mientras que los eslabones finales del proceso (envasado, etiquetado, etc.) son aquellos en los cuales se necesita más mano de obra. El estuchado, por ejemplo, es una tarea generalmente realizada en forma manual; en el envasado y etiquetado, es factible tener máquinas automatizadas llevando a cabo el proceso, pero en definitiva siempre es indispensable contar con algún empleado controlando el proceso. 5 Los referentes del sub-sector coincidieron en señalar que el tamaño de las empresas resulta una variable clave al momento de tomar este tipo de decisiones. La versatilidad y la diversidad de productos (en desmedro del volumen de producción) son ventajas con que suelen contar las PyME y que requieren justamente la falta de automatización de buena parte de sus procesos. Asimismo, los formatos de presentación de los productos suelen cambiar de forma permanente, lo que resulta un factor clave para disuadir a las firmas de iniciativas para automatizar la etapa de envasado. El tamaño relativamente pequeño del mercado argentino y los ciclos de vida cada vez más cortos de los cosméticos (atados a las modas y a una demanda de carácter aspiracional, en muchos casos) operan en ese mismo sentido. En líneas generales, puede sostenerse (al igual que en el caso de domisanitarios) que las empresas de mayor tamaño relativo (y que explican el grueso de la producción de cosméticos en el país) y/o que alcanzaron un cierto nivel de penetración en los mercados externos tienden a avanzar en procesos de automatización de forma más decidida que las firmas de menor envergadura, que representan la gran mayoría dentro del tejido productivo del sub-sector. 1.3 Presencia de instituciones de IyD y aglomeraciones territoriales El sector no cuenta con complejos productivos, clusters ni ningún tipo de aglomeración productiva destacable o digna de mención en el territorio nacional. Tampoco existen parques tecnológicos o emplazamientos similares. Se advierte la presencia de algunas empresas del sub-sector de cosméticos en el Parque Industrial Pilar, en la provincia de Buenos Aires, pero estas firmas conviven con firmas de otros sectores y no tienen ningún lazo asociativo entre sí. El sub-sector de domisanitarios no cuenta con ninguna institución específica de investigación y desarrollo. Mazzía indicó que en el caso de las empresas multinacionales que operan en el segmento, las actividades de I+D han sido llevadas a cabo en todo caso como parte de la interacción con las casas matrices u otras sucursales de mayor envergadura en la región (aunque no propiamente al interior de las firmas emplazadas en el país, dado que no cuentan con laboratorios de I+D). En 6 tanto, el referente señaló que los procesos de aprendizaje o innovación en las PyME se han desenvuelto tradicionalmente como consecuencia de la interacción entre éstas y las empresas proveedoras de materias primas, a través del otorgamiento de “formulas tipo” para que aquellas avancen en procesos de prueba y error hasta poder alcanzar un determinado producto final. Por su parte, en el sub-sector de cosméticos la única institución promotora de I+D es la propia AAQC. Sus referentes indicaron que la entidad tiene cinco grupos de investigación en marcha y seis en carpeta. En general, las empresas argentinas no realizan actividades de investigación y, al igual que en domisanitarios, este tipo de tareas llega de la mano de los proveedores de materias primas, que buscan explotar sus propiedades distintivas para lograr colocarlas en el mercado. La francesa L’oreal y la japonesa Shiseido son claros ejemplos de firmas marcadoras de tendencias innovadoras a nivel mundial en el sub-sector, pero Argentina no cuenta con este tipo de firmas de capital nacional. 1.4 Brecha respecto de las prácticas internacionales La comparación internacional de la industria de química de consumo revela matices entre sus dos sub-sectores. En domisanitarios, los referentes entrevistados sostuvieron que las empresas multinacionales (de fuerte incidencia en el sub-sector) no evidencian grandes diferencias tecnológicas con relación a sucursales semejantes en países de la región. Mazzía puntualizó que la entrada de multinacionales al país había tenido un “doble impacto”; si bien había generado que algunas empresas nacionales que competían en los mismos segmentos de mercado no pudieran equiparse para competir con ellas y quedaran rezagadas tecnológicamente, también habían provocado el efecto positivo de traer tecnología de punta desconocida en el país. En cuanto al sub-sector de cosméticos e higiene personal, los referentes del subsector indicaron que si bien la calidad de los cosméticos argentinos no era superada por la de los brasileños, la fortaleza de estos últimos residía muchas veces en la 7 buena presentación del producto, lo que se sostenía a su vez en el buen nivel de la industria de packaging brasileña, con un desarrollo claramente superior a la argentina. Asimismo, Pérez Damonte también indicó que los recursos humanos argentinos tendían a ser mejores en nuestro país que en el vecino. En tanto, la otra comparación relevante marcada por la referente en el plano latinoamericano fue la de la industria colombiana. Pérez Damonte sostuvo que en la actualidad buena parte de la inversión extranjera en el sub-sector se estaba volcando a Colombia, y que el reconocimiento de los productos cosméticos colombianos estaba igualando y hasta superando en cierta a medida al de los argentinos en el mundo. En cuanto a la comparación extra regional, Pérez Damonte indicó que no advertía grandes diferencias en materia de equipamiento y procesos entre ciertos países de Europa (como Italia y España) y la Argentina. No obstante ello, la referente señaló que la principal asimetría de esta comparación se apreciaba en el acceso a las materias primas para el sub-sector. En Europa, el aprovisionamiento de ciertos insumos para la actividad cosmética es mucho más sencillo que en nuestro país, habida cuenta de la existencia de empresas elaboradoras de esas materias primas en el continente. En contraste, la casi inexistencia de productores de insumos químicos en Argentina es un factor que marca un deterioro de la competitividad de los costos del sub-sector. 1.5 Heterogeneidad intrasectorial y eslabones La composición empresarial de los sub-sectores evidencia una diferencia importante: el peso de las multinacionales y empresas de mayor tamaño relativo es más fuerte en domisanitarios (donde las economías de escala juegan un papel relevante) que en cosméticos e higiene personal. En este sub-sector, existe un nutrido tejido de PyME que también coexiste con grandes empresas7, pero aquellas pueden competir mejor 7 La presencia de numerosas PyME en el sub-sector de cosméticos ya aparece en CEP (2003) y fue corroborada por información reciente suministrada por la Cámara Argentina de la Industria de Cosmética y Perfumería (CAPA), quienes indicaron que hay 450 empresas fabricantes y comercializadoras de cosméticos en el país, de las cuales la gran mayoría (alrededor del 80%, según los referentes de AAQC) son PyME y el 30% sólo terceristas. 8 dada la mayor variedad de productos del sub-sector y la consecuente versatilidad para ingresar en distintos nichos de mercado en comparación con el de domisanitarios, donde tradicionalmente ha habido pocos jugadores. Asimismo, la presencia de empresas terceristas es, como se dijo más arriba, una constante en ambos sub-sectores, siendo común que tarde o temprano logran lanzar productos similares a los consolidados en el mercado, conservando la función principal de dicho producto aunque no necesariamente la fórmula completa o sus componentes exactos. En sintonía con lo expuesto, cabe resaltar que, como sostuvo el equipo INTI Química, las innovaciones del sector suelen ser de carácter adaptativo, en el sentido de que se trata de ajustes a nuevas fórmulas o combinaciones desarrolladas fundamentalmente por los proveedores de materias primas. La habilidad central de las empresas locales consiste, en tal caso, en transformar las materias primas para adaptarlas a una “expresión de marketing” lo más atractiva posible (resaltando los beneficios de las propiedades intrínsecas del producto), dada la alta exigencia que tiene el mercado argentino, a pesar de su tamaño relativo pequeño. Según los referentes de la AAQC, esta exigente demanda signada por cuestiones estéticas se traduce, a veces, en un “exceso de innovación” por parte de las empresas, que no logran traducir las materias primas en un producto lo suficientemente atractivo para ciertos segmentos de mercado. Así se percibe, entonces, la presencia de una importante asimetría en el sector: el acceso diferenciado a materias primas provenientes del exterior 8 o la mayor vinculación con nuevos lanzamientos de productos a nivel internacional determina que las empresas multinacionales (o nacionales de mayor tamaño relativo) puedan incorporar o adaptarse más rápidamente a estas tendencias, lo que les permite a su vez ser los primeros en lanzar novedades en el mercado doméstico. Otra de las asimetrías muy marcadas es, según Mazzía, la que se aprecia en el sub-sector de domisanitarios entre los hipermercados y los terceristas. Allí se observan disparidades muy grandes sobre todo en cuanto a las condiciones de pago de los 8 En algunos casos, las empresas multinacionales adquieren sus insumos regionalmente y en grandes cantidades, lo que ya de por sí le genera una ventaja de costos con relación a las PyME. 9 servicios (plazos y formas), que suelen ser muy favorables a las grandes empresas minoristas en desmedro de los productores. En cambio, la relación entre las grandes empresas que operan en el sector (y deciden tercerizar parte de su producción) y sus correspondientes terceristas no suele ser tan asimétrica en ese aspecto, aunque sí refleja estrictas especificaciones del servicio prestado a cumplir por los terceristas. 1.6 Principales barreras a la entrada En sintonía con lo indicado más arriba, las economías de escala y la necesidad de hundir altos costos en capital físico son mayores en el sub-sector de productos domisanitarios que en el de cosméticos y afines. Por su parte y como ya se adelantó también, las dificultades y/o altos costos para alcanzar el aprovisionamiento de materias primas químicas (para la producción) y para acceder a canales minoristas masivos (para la comercialización de los productos) son, en cambio, barreras que operan con intensidad en ambos sub-sectores y que afectan, en particular, al desenvolvimiento de las empresas de menor tamaño relativo, sean estas terceristas o no. En cuanto a las normas que deben cumplirse para la elaboración de productos, la ANMAT dispone una regulación para cada sub-sector, con la correspondiente autoridad de aplicación en cada caso; el Instituto Nacional de Medicamentos (INAME) en cosméticos y el Instituto Nacional de Alimentos (INAL) en productos de higiene doméstica. El requisito de operar con arreglo a las normas de estos organismos genera, en sí misma, una barrera a la entrada adicional en el sector. Además de estas regulaciones de carácter obligatorio, en ambos sub-sectores existen normas voluntarias para llevar a cabo la elaboración de los productos. En domisanitarios, por caso, hay normas del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) que rigen para la producción de jabones y detergentes, que dictaminan especificaciones de diversa índole (composición y requisitos del producto, método de análisis, etc.) y sirven de marco de referencia para los acuerdos entre partes. En cosméticos y afines existen, en cambio, las Buenas Prácticas 10 Manufactureras (BPM), que también son otorgadas y reguladas por la ANMAT y disponen especificaciones en materia de recursos humanos, infraestructura, actividades tanto propias como contratadas y responsabilidades del Director Técnico de los establecimientos. En cuanto a la comercialización de los productos, así como se indicó que la dificultad de acceder a canales de comercialización masivos atraviesa a ambos sub-sectores, la llegada al consumidor suele ser aún más complicada en el sector de cosméticos e higiene personal, dada la connotación estética y el carácter aspiracional que suelen detentar este tipo de productos. En ese sentido, la estrategia de marketing, la publicidad y las determinaciones del envasado juegan un rol crítico que se manifiesta en la exigente selectividad de los productos por parte de los consumidores, al punto que a veces estos roles son tan importantes como las fragancias mismas de los perfumes. 1.7 Disponibilidad de recursos humanos La disponibilidad actual de recursos humanos en el sector es en términos generales adecuada y no presenta mayores inconvenientes, aunque los referentes entrevistados han indicado ciertos puntos críticos que merecen ser destacados. Según Mazzía, en el sub-sector de domisanitarios no suele haber problemas para encontrar trabajadores con los perfiles necesarios para trabajar en las distintas áreas de las firmas, aunque existan en la actual coyuntura algunas complicaciones para hallar personal técnico especializado en química. El referente de ALPHA atribuye esto a que la formación del sistema educativo no ha sido favorable a la actividad en el curso de los últimos años. De todos modos, Mazzía señaló también que las dificultades en el mercado laboral del sub-sector suelen surgir por el hecho de que las empresas tienden a contratar empleados sin experiencia para formarlos dentro de la cultura de la empresa (“fidelización laboral”), lo que provoca que a aquellos empleados que (por el motivo que fuese) han quedado inactivos por un tiempo les cueste reinsertarse en ciertas firmas que llevan a cabo esta política. En sintonía con esto, el equipo de INTI Química remarcó el hecho de que en el sub-sector de artículos 11 de limpieza la capacitación a los trabajadores del sector suele generarse fundamentalmente al interior de las firmas y, en mucho menor medida, en organismos o instituciones educativas externos vinculados a las mismas. Por su parte, desde la AAQC se informó que los típicos perfiles requeridos para los distintos puestos de laboratorio en el sub-sector son el de técnico químico (formación secundaria) o el de licenciados en química o farmacia (formación universitaria), cuyas tareas laborales específicas luego varían con arreglo a esa formación previa y al aprendizaje que obtengan al interior de las firmas. Al frente de una máquina envasadora, por ejemplo, las calificaciones requeridas pueden ser, en principio, básicas (las de un técnico químico o industrial, por ej.), aunque el perfeccionamiento posterior se efectúa luego a partir del empleo concreto de la maquinaria. Los referentes de la AAQC indicaron que los alumnos de los cursos que ellos dictan no tienen problemas para ser absorbidos por el sector empresario. De todos modos, remarcaron dos problemáticas que a su juicio están afectando actualmente al sector. La primera de ellas es la falta de técnicos especializados en control de calidad. La segunda radica en los conflictos de intereses que existen entre los Directores Técnicos de las empresas y los dueños de las mismas, que suelen traducirse en abusos ejercidos por ciertas firmas sobre sus Directores Técnicos en términos de sobrecarga de tareas9. El origen de este conflicto está vinculado con la sobreoferta de Directores Técnicos que existe en la actualidad en el mercado laboral de nuestro país. En cuanto al panorama de oferta académica vigente, el contraste entre ambos subsectores es muy marcado y favorable a la industria cosmética. La existencia de una entidad como la AAQC (referente internacional que no encuentra correlato en el subsector de domisanitarios) es uno de los elementos que explica esta asimetría. La AAQC, brinda diferentes capacitaciones: la Carrera de Químico Cosmético, el Curso de Química Cosmética para Cosmetólogas y Cosmiatras, el Curso Intensivo Anual de Perfumería y el Curso Intensivo de Protección Solar. La otra diferencia reside en la 9 El Director Técnico de una empresa cosmética está fundamentalmente a cargo del aseguramiento de la calidad de los procesos en la operatoria de la misma. 12 existencia de un posgrado de Producción de Cosméticos en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, en marcha desde principios de la década de 1990, orientado a profesionales con formación de grado farmacéutica o bioquímica. Esta carrera de especialización tampoco encuentra paralelismo en el sub-sector de domisanitarios, aunque tanto Mazzía como los referentes de INTI Química indicaron que la propia Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) estaba trabajando en el armado y futuro lanzamiento de un posgrado análogo al del subsector de cosméticos. Por último, es menester destacar que la Dra. Pérez Damonte señaló también la existencia del posgrado de Especialización en Dermocosmética en la Universidad Juan Agustín Maza (Mendoza), carrera destinada a farmacéuticos y cuenta con docentes provenientes de universidades argentinas y de países vecinos. 13 2 LAS TECNOLOGÍAS DEL FUTURO EN EL COMPLEJO A NIVEL MUNDIAL 2.1 Innovaciones y tecnologías con impacto en el sector Las principales tendencias innovativas en marcha, que se espera reconfigurarán parcialmente al sector en los próximos años, provienen fundamentalmente de dos grandes vías: las tecnologías de propósito general y los productos amigables con el medio ambiente y/o de origen natural. Si bien la consolidación de estas tendencias viene teniendo un impacto transversal en la estructura económica mundial (en el sentido de afectar a la totalidad de las actividades de producción de bienes), la forma en que incide sobre el sector bajo estudio es específica y adquiere particularidades dignas de mención. Asimismo, y como veremos, cabe destacar también que ambas vías pueden converger y potenciarse como también mostrarse contradictorias a la hora de avanzar en la concepción y desarrollo de nuevos productos. En ese sentido y en primer término, debe mencionarse que entre las tecnologías de propósito general de punta en el mundo actual es la biotecnología la que ha tenido tradicionalmente un mayor impacto en el sector. Según un estudio elaborado por la Federación Española de Centros Tecnológicos (FEDIT, 2009), existen numerosos insumos biotecnológicos utilizados en el mismo. Uno de ellos es el glicerol (o glicerina), que es un alcohol sumamente versátil y con aplicaciones en diversas ramas de la industria (farmacéutica, alimenticia, textil, papelera, etc.). En el sector de química de consumo final, se utiliza fundamentalmente en productos de tocador e higiene personal, tales como dentífricos, colutorios, productos para el cuidado de la piel y cabello y jabones. En dichos bienes actúa alternativamente con sus propiedades humectante, emoliente, disolvente y lubricante. El glicerol puede ser obtenido a través de diferentes métodos, tanto a partir de materias primas no renovables (petroquímicas) como renovables (biomasa). Tomando 14 este último caso, debe señalarse que el glicerol constituye el principal sub-producto de la industria del biodiesel, en la que se suele denominar “glicerol crudo”, debido a las numerosas impurezas (agua, metanol, aceites, grasas) presentes como resultado de su obtención. La necesidad de contar con glicerol altamente refinado para la industria cosmética (y otras) y los altos costos implicados actualmente en dicho proceso de purificación abren el espacio a la obtención de dicho bien por medios alternativos, entre los que se inscribe la biotecnología, a partir de procesos de transesterificación de triglicéridos catalizada por lipasas. Este método está en temprana etapa de desarrollo, pero resulta a la vez prometedor, en la medida en que implica suaves condiciones de reacción, facilidad en la purificación y reducción de residuos químicos. De superarse uno de sus principales obstáculos en la actualidad (alto coste de las lipasas), es de esperar que este proceso probadamente eficiente y sostenible pueda ser difundido a nivel industrial. Por su parte, las enzimas constituyen otros de los principales productos derivados de la biotecnología. Su principal uso se verifica en la elaboración de detergentes, a partir de la acción de proteasas, lipasas, amilasas y celulasas, que fueron incorporadas de forma progresiva a dichos bienes desde la cuarta década hasta los últimos años del siglo pasado. Estas enzimas son claves en la acción limpiadora de estos productos, fundamentalmente atacando los componentes proteicos, de aceite y grasas y de almidón de las manchas, y otorgando también cuidados especiales a los tejidos naturales. En la actualidad, se siguen realizando investigaciones para introducir variedades con propiedades blanqueantes, como el caso de las peroxidasas y oxidasas, lo que reduciría la utilización de productos más agresivos con esa misma función. Asimismo, existen también enzimas y microorganismos para tratamientos de limpieza de superficies. Uno de estos casos es el de los biofilms, generados por diversas bacterias resistentes que suelen tener una gran adherencia a ciertas superficies, causando problemas en distintas áreas. A pesar de la complejidad para combatirlos, existen en la actualidad numerosas preparaciones enzimáticas de uso industrial de origen microbiano, con potencial aplicación futura para la eliminación de biofilms. Otro ejemplo es el material de piedra de los edificios, donde suele emerger la 15 denominada “costra negra”, que es una capa superficial deteriorada del propio material. Dada la afectación negativa hacia el medioambiente y hacia la propia piedra que evidencian ciertos tratamientos químicos, ha surgido en los últimos años un método de limpieza biotecnológico basado en el empleo de determinados microorganismos, que no sólo han tenido propiedades limpiadoras, sino también efectos positivos para la conservación y consolidación del material. En contraste con lo acaecido hasta el momento en productos domisanitarios, las enzimas aún no han encontrado en el sector de higiene personal y cosmética un área de aplicación tan significativa, aunque existen ciertos desarrollos puntuales dignos de mención. La aplicación en productos para la limpieza de lentes de contacto y dentaduras postizas (desinfección y eliminación de proteínas y grasas adheridas a la superficie de los lentes), en dentífricos (acción desinfectante), en formulaciones para limpieza y suavizado de la piel (desescamamiento de piel dañada y reducción de daños por contaminación, bacterias, luz solar y otros factores), en teñido y desteñido del cabello y blanqueamiento de piel (evitando daños severos de productos químicos alternativos) y en la evitación de contaminación antimicrobiana en cosméticos, son ejemplos de desarrollos ya difundidos. Asimismo, existen ciertas investigaciones en curso con el xilitol (azúcar-alcohol con elevado poder edulcorante), que es aplicado a protección dental por sus propiedades anticariogénicas; dados los elevados costos monetarios y energéticos para la elaboración química de este producto a escala industrial, se están desplegando alternativas para producirlo de forma más eficiente y sustentable, principalmente a través de medios microbianos como la fermentación de xilosa. Otra familia de elementos biotecnológicos en el sector es la de los biotensioactivos. Los tensioactivos son sustancias que provocan descensos significativos en la tensión superficial de una disolución, lo que en detergentes y productos de limpieza se traduce facilitando la eliminación de las partículas de la suciedad de las superficies sólidas. Más de la mitad de la creciente producción de tensioactivos a nivel mundial se utiliza en detergentes para productos textiles y artículos de limpieza para el hogar. A pesar de que la mayoría de ellos son provistos por la industria petroquímica, la conciencia medioambiental y los avances biotecnológicos han dado espacio a que se 16 comenzara a considerar la producción de biotensioactivos, es decir, moléculas con propiedades tensioactivas elaboradas por organismos vivos, fundamentalmente microorganismos. En la actualidad, los dos ejemplos más conocidos de biotensioactivos (ambos producidos actualmente a escala industrial) son los ramnolípidos y los soforolípidos. Los primeros son producidos por bacterias y detentan excelentes propiedades detergentes, lo que ha conducido a su utilización en productos comerciales para remediación de suelos y para combatir la contaminación marina causada por derrames petroleros. En tanto, los soforolípidos son producidos por determinadas especies de levaduras y fabricados a escala industrial mediante procesos de fermentación, para ser utilizados en determinados productos cosméticos y de higiene personal, tales como desodorantes y champús con agentes anticaspa y bacteriostáticos. En tanto, la biotecnología ha dado origen también a ciertas fragancias y aromas. La gran mayoría (alrededor del 80%) de éstas que se fabrican con destino comercial se realizan mediante síntesis química, quedando el resto limitado a las originadas en productos naturales. En la medida en que los seres vivos cuentan con las propiedades necesarias (enzimas) para su síntesis, la biotecnología ofrece la posibilidad de transferir esas capacidades a microorganismos para que las reproduzcan por fermentación o de utilizarlas en procesos de conversión biocatalítica. Asimismo, muchos microorganismos son también en sí mismos productores naturales de estas sustancias, todo lo cual da una idea del amplio campo de acción de la biotecnología. En efecto, son numerosos los estudios que se están llevando a cabo para determinar la utilidad de hongos, levaduras y bacterias a estos fines. Dos claros ejemplos de fragancias obtenidas biotecnológicamente son la vainillina y la gamma-decalactona. La vainillina natural es un compuesto aromatizante sumamente apreciado y el elevado precio de su obtención natural ha generado el desarrollo de procesos alternativos para la elaboración de este compuesto, fundamentalmente a través de biotransformaciones, aunque más recientemente también a partir de fermentación de azúcares. Es sumamente utilizado no sólo en 17 productos cosméticos y perfumes, sino también en la elaboración de alimentos y productos farmacéuticos. Por su parte, la gamma-decalactona es una de las lactonas más utilizadas en la fabricación de fragancias para todo tipo de químicos de consumo final, aunque también es usado por la industria alimenticia, dado su aroma semejante al durazno. Su potencial en biotecnología es alto, dados los numerosos microorganismos (hongos, levaduras y bacterias) que la sintetizan; la forma más aceptada de producirlo es la que parte del ácido ricinoleico. Finalmente, es menester destacar la existencia de un buen número de ingredientes adicionales, que sirven fundamentalmente a la industria cosmética. Uno de ellos es el caso de la dihidroxiacetona, que es un compuesto natural no tóxico, con diferentes propiedades, pero aplicado principalmente a la fabricación de bronceadores. Este compuesto se puede producir biotecnológicamente a partir del glicerol, proceso que ha tenido ciertos problemas en la práctica, los cuales han sido solucionados por medio de la optimización de las condiciones de cultivo. Asimismo, el ácido kójico es un metabolito microbiano de origen asiático que ha sido utilizado con éxito en cosmética como agente blanqueador de la piel. El proceso de biosíntesis para su obtención se inicia a partir de la glucosa y su producción se realiza a través de la fermentación. Otros compuestos que sirven de base para productos para la piel son diferentes tipos de ácidos (como el hialurónico, el glicólico y el láctico, y en menor medida el cítrico, el tartárico y el málico), las ceramidas y los emolientes, que cuentan con propiedades rejuvenecedoras (“anti-edad”), restauradoras y suavizadoras. La producción de ácido hialurónico de origen animal es poco rentable, lo que ha llevado a la extensión de su fabricación a través de métodos biotecnológicos de fermentación microbiana. En tanto, el ácido glicólico (elaborado principalmente a partir de materias primas petroquímicas) se puede producir biotecnológicamente no sólo por fermentación, sino también por procesos de biocatálisis a nivel industrial. En cuanto a las ceramidas, las obtenidas por síntesis química también implican un proceso costoso, por lo que la biotecnología ha tenido un rol importante a partir de la realización de ensayos por intermedio de hidrólisis enzimática. Finalmente, la fabricación química convencional de emolientes incurre no sólo en elevados costos energéticos, sino 18 también en una alta generación de residuos, por lo que ha sido establecida una alternativa basada en reacción biocatalítica que ha logrado aliviar en gran medida estas problemáticas. Como puede apreciarse, estas innovaciones biotecnológicas varían sensiblemente según su antigüedad, su difusión en cada sub-sector y su grado de desarrollo industrial. En un extremo, la producción biotecnológica de glicerol, por ejemplo, tiene más de un siglo y medio de existencia, por lo que (al margen de que sus numerosas aplicaciones se fueron dando en diferentes etapas posteriores) se trata de un caso claramente “maduro” dentro del sector. Algo semejante puede decirse de las enzimas para uso en productos de limpieza doméstica, los que (como se indicó) datan de años previos a la Segunda Guerra Mundial. En contraste con estos ejemplos, pueden observarse ciertos casos mucho más recientes de innovaciones en el sector. Un ejemplo visible (e incluso, resaltado explícitamente en diversas publicidades de productos cosméticos) es el del ácido hialurónico en los productos antiage, que data de fines del siglo XX. De todos modos y a partir del análisis de FEDIT (2009), acaso sea posible aseverar que es en fragancias y aromas donde la biotecnología encuentra actualmente el campo con más potencial para desplegarse durante los años venideros. Por otro lado y debido en gran parte a su carácter más reciente, la nanotecnología ha jugado hasta el momento un rol bastante más acotado al desplegado por la biotecnología en el sector. Según un informe de la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN, 2012), existen una serie de aplicaciones de la nanotecnología en la industria cosmética a nivel mundial, tales como el uso de nanopartículas de diferente composición en protectores solares, cremas, lápices labiales, desodorantes y champús. En contraste, los domisanitarios aún no se han convertido en un campo de acción específico para esta disciplina de punta, aunque Mazzía consideró factible que pueda tener algún tipo de incidencia en el sub-sector en los años venideros. Más en general, el referente señaló que las principales oportunidades a futuro en el sector de domisanitarios radican en la elaboración de bienes con menor impacto ambiental posible y/o con mayores niveles de concentración, lo cual se traduciría en una reducción de los costos de envasado y transporte de bienes, entre otros beneficios. 19 De cualquier forma, un elemento insoslayable al analizar el rol de la nanotecnología en el sector es el cuestionamiento que está teniendo su aplicación a la industria cosmética a nivel mundial, especialmente en la Unión Europea. Este fenómeno fue destacado por Pérez Damonte y confirmado por diversos estudios que exponen ejemplos concretos al respecto. El cuestionamiento se vincula con dos aspectos puntuales. Por un lado, los productos elaborados bajo estos procesos (como cremas faciales y protectores solares) detentarían una potencial toxicidad, dado que no puede garantizarse que las diminutas partículas utilizadas no se comporten de manera inusual sobre la piel de los consumidores10. Asimismo, la utilización de nanopartículas en estos bienes también conllevaría la posibilidad de generar problemas medioambientales, habida cuenta del daño que suponen para microbios que cumplen un rol beneficioso en el ecosistema11. Con todo, es posible verificar que una mayor penetración de la nanotecnología en el sector en los próximos años queda supeditada a los resultados que arrojen las nuevas pruebas de seguridad que se adicionen a las existentes para testear el verdadero impacto de estos fenómenos. En tanto, los productos biotecnológicos también han sido objeto de controversia sobre sus efectos para la salud humana y su potencial riesgo medioambiental. En FEDIT (2009), se presentan al menos tres ejemplos en ese sentido. Uno de ellos es el de ciertas enzimas con aplicaciones en productos para la piel, que pueden irritar la misma como consecuencia de la continuación de su accionar por debajo de la misma. Asimismo, la producción biotecnológica de ácido hialurónico ha manifestado ciertos problemas de generación de endotoxinas presentes en el producto final, lo que condujo a la necesidad de experimentar con nuevas cepas recombinantes basadas en especies no patógenas. Por último, el ácido kójico tampoco ha estado exento de problemas, existiendo en la actualidad visiones enfrentadas acerca de su nivel de seguridad y del alcance de los riesgos dermatológicos implicados en su utilización. 10 11 http://avances-nanotecnologia.euroresidentes.com/2008/11/cuestionada-la-seguridad-de.html http://boletin-noticias-nanotecnologia.euroresidentes.com/2009/03/riesgos-de-las-nanoparticulas- en.html 20 Por su parte, los productos ecológicos (o “verdes”) se caracterizan por minimizar o reducir por completo el impacto negativo hacia el medio ambiente. Entre los factores que determinan esta cualidad, se destacan el alto grado de biodegradabilidad, la baja o nula toxicidad, la ausencia de testeos previos en animales, el hecho de no contener tinturas y fragancias artificiales y la presentación en envases susceptibles de reciclaje. Naturalmente, se apunta en general a que estos bienes tengan una eficiencia o calidad que al menos equipare a la de sus pares originados por síntesis química. Tanto el sub-sector de domisanitarios como el de cosméticos e higiene personal se encuentran permeados por esta tendencia a nivel mundial. Es importante destacar que (al igual que en lo ocurrido en otros bienes elaborados bajo procesos orgánicos o naturales) estos productos no necesariamente cuentan en la actualidad con un reconocimiento automático de mayor precio en los mercados internacionales, por lo que una eventual estrategia de diferenciación sobre esta base debería tener en cuenta esta limitante. Como corolario, cabe destacar que el impacto futuro de estas innovaciones en el mapa del sector puede proyectarse en las siguientes tres dimensiones. En primer lugar, la difusión de las tecnologías de propósito general generará la necesidad de desarrollar capacidades de innovación acordes a ese desafío, lo que se traduce en la necesidad de que los Estados Nacionales articulen sistemas de conocimiento en los que la ciencia y la técnica se conviertan prácticamente en condición inmediata de la producción. En segundo término, es esperable que se aprecien modificaciones en los canales de comercialización de los productos; así como en el sector alimenticio existen tiendas de productos dietéticos u orgánicos, la diferenciación de producto basada en la proliferación de bienes amigables con el medio ambiente y/o de origen vegetal está llamada a generar canales de comercialización especializados propios también en químicos de consumo. Un último elemento es la mayor importancia que detentará el eslabón de los servicios de control de calidad y seguridad de los bienes producidos. Las razones en que descansa este fenómeno son el reforzamiento de las normas de calidad y buenas prácticas de manufactura y (como fue dicho) el creciente control sobre el impacto de las tecnologías de propósito general en el sector, elementos que tienen repercusión a escala mundial y cuya progresiva instalación se hallará signada por el ritmo que le impriman los países desarrollados. 21 2.2 Posibilidades de adopción y desarrollo de innovaciones en el país El análisis del sector en nuestro país permite identificar el desenvolvimiento de las capacidades innovativas de carácter incipiente, que podrían resultar auspiciosas a futuro. Naturalmente, estos desarrollos se verifican en un marco general en el que Argentina está muy lejos de alcanzar el liderazgo innovador ejercido por las grandes empresas de los países desarrollados, tanto en productos cosméticos como en domisanitarios. Como ilustración de ello, los propios referentes de la AAQC indicaron, por ejemplo, que ninguno de los desarrollos biotecnológicos existentes en cosméticos tuvo su origen en territorio argentino y que las empresas locales del subsector siempre tendieron a absorber las innovaciones realizadas fundamentalmente en Estados Unidos y Europa. Asimismo, la ausencia de laboratorios de IyD de firmas multinacionales del sector en el país es un factor que también contribuye a obturar cualquier atisbo de transferencia tecnológica a nivel local. Con todo y por más reciente que pueda ser su emergencia, los elementos innovativos existen en el país y es objeto de este apartado exponer los proyectos o líneas de investigación en que dichos elementos se encarnan. En primer lugar, la propia nanotecnología ofrece la posibilidad de apreciar algunos desarrollos que se están llevando a cabo en nuestro país. De hecho, entre los seis proyectos pre-semilla con que cuenta actualmente la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN), uno tiene aplicaciones concretas en el sector de química cosmética. Se trata de un proyecto denominado Lipomize, el cual consiste en el desarrollo tecnológico de nanopartículas liposomales y es llevado a cabo en la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). El interés de estas investigaciones reside en que su aplicación ha posibilitado el desarrollo de productos con mejoras en el campo de la estética, dada su mayor estabilidad y penetración en la piel de ciertos componentes, como vitaminas y antioxidantes. En el ámbito de los productos de higiene doméstica, el hecho más importante a destacar es la reciente conformación de un grupo de trabajo integrado por profesionales del IRAM, ALPHA e INTI Química. Hasta el momento, este grupo ha 22 organizado en dos ocasiones, en los años 2011 y 2012, la Jornada Argentina de Detergencia, Tensioactivos y Afines, la cual pretende instituirse con periodicidad anual. Los trabajos expuestos en el evento por técnicos y profesionales argentinos y del exterior versaron sobre una multiplicidad de aspectos tales como las buenas prácticas manufactureras, los productos de desinfección y la salud, la clasificación de sustancias y mezclas y el estudio de emulsionantes y enzimas como componentes de productos domisanitarios. Es de esperar que la consolidación de este evento en los años próximos permita no sólo consolidar los lazos que unen a las tres instituciones organizadoras del evento, sino también instituir un polo de atracción regional e internacional para el intercambio de saberes y conocimientos con expertos foráneos en el sub-sector. En tanto, otro aspecto destacable en el sector se advierte en que la elaboración de productos ecológicos y con ingredientes naturales ha alcanzado un cierto grado de desarrollo en el país, fundamentalmente en el sub-sector de higiene personal y cosméticos. Una exploración por el sitio web Todoar permite detectar la presencia de numerosas firmas operando en este nicho, la gran mayoría de ellas ubicadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, pero existiendo también casos de firmas emplazadas en Córdoba, Santa Fe, Río Negro y La Pampa. La oferta de productos elaborados por estas firmas es amplia y variada, advirtiéndose fundamentalmente la presencia de fabricantes de artículos de cosmética natural (cremas, maquillaje, etc.) basados en diferentes insumos, tales como rosa mosqueta, nuez, miel y diferentes hierbas y frutos. En menor medida, se verifica la elaboración de determinados artículos de limpieza doméstica (detergentes, limpiadores para tapizados y alfombras, lavavajillas, etc.) y de artículos de tocador, como jabones y espumas para baños. Por más trascendentes que sean todos los elementos hasta aquí mencionados, ninguno alcanza a igualar la trascendencia que tiene en nuestro país la AAQC como entidad clave en la promoción de innovaciones en el sector. En el seno de esta institución, la Subcomisión de Ciencia y Técnica ha llevado a cabo esfuerzos de investigación en diferentes áreas, tales como cosméticos sin conservadores, interacciones entre aditivos reológicos, emulsiones múltiples, protectores solares, cosmética decorativa y narices electrónicas. Esto ha generado como uno de sus 23 resultados concretos la elaboración de una serie de trabajos sobre diferentes temáticas más específicas, tales como la obtención de polifenoles de sustancias de origen natural, el modelado de desarrollo molecular, el modelado de desarrollo de emulsiones, el estudio de factores para estabilidad de pigmentos inorgánicos en emulsiones y las narices electrónicas aplicadas a perfumería y cosmética. A mediados de 2012, la Subcomisión ha definido una treintena de líneas de investigación futuras con el objetivo de formar equipos de trabajo abocados a cada una de ellas, que se enumeran a continuación: Conservantes de origen natural: Se abocará tanto a validar los conservantes en venta actualmente en el mercado como a avanzar hacia el estudio de nuevos conservantes de interés para su uso en cosmética. Cabe destacar que los conservantes naturales se encuentran en alza en los productos comercializados en el sub-sector. Terapia fotodinámica: Actualmente utilizada en el campo médico, esta terapia resulta de la combinación de un equipo lumínico que emite luz en longitudes de onda visible con un producto tópico fotosensible. El objetivo de la línea reside en buscar una alternativa cosmética que responda a las necesidades del equipo y pueda provocar mejoras visibles en la piel. Medición de la capacidad inhibitoria a la formación de radicales libres (RL) de diferentes materias primas con capacidad inhibitoria declarada: La línea incluye una serie de pasos que se inician en la misma búsqueda de las materias primas, continúan en la preparación de diferentes fórmulas standard (en gel, en emulsión, en loción, etc.) y concluyen en la preparación y realización de diferentes ensayos probatorios de tipo comparativo y en diferentes concentraciones. Medición del poder inhibitorio de la formación de RL de productos terminados existentes en el mercado que declaran esta propiedad: la línea apunta fundamentalmente a tomar de las góndolas una batería de productos con 24 propiedades inhibitorias de radicales libres declaradas y medir la real capacidad de inhibición de los mismos en cada uno de ellos. Medición de la formación de RL en diferentes TiO2 micronizados del mercado: el proyecto involucra tres pasos: seleccionar diferentes tipos de TiO2 micronizados, elaborar emulsiones o/w y w/o con cada uno de los TiO2 seleccionados y medir la capacidad de formación de RL de cada formulación. Medición de la formación de RL en diferentes filtros solares del mercado que contienen (o no) TiO2 micronizado: las investigaciones apuntan a seleccionar diferentes productos comerciales que contengan TiO2 y medir la capacidad de formación de RL de sus respectivas formulaciones. Estudio de la toxicidad por inhalación del aire que rodea al cabello teñido con tintes de oxidación: la línea apunta a estudiar la presencia de moléculas vaporizadas en el aire que rodea al cabello teñido, hacer las mediciones para distintas temperaturas y tiempos desde el momento del teñido, incorporar lavados del cabello con champú y ver su efecto en la concentración de las diferentes moléculas ya encontradas en el aire que rodea al cabello, estudiar las consecuencias de su posible inhalación y cuantificar el efecto en los usuarios. Investigación sobre tecnología de autoconservación: se apunta a analizar la composición de los nuevos y diferentes ingredientes utilizados en cosmética, analizándose en especial la actividad del agua, Wa, su influencia y su acción combinada con otro factor como el pH. En este marco, se proyecta la posibilidad de investigar también sobre ciertas plantas con propiedades antimicrobianas. Propiedades de nanopartículas y nanoemulsiones cosméticas: se busca analizar las ventajas y riesgos de estas sustancias aplicadas al ámbito cosmético. 25 Células estaminales vegetales: se busca estudiar las distintas aplicaciones cosméticas de estas células. Estudio de minerales (micas, zeolitas, tierra de diatomeas, arcillas) de procedencia nacional, para evaluar su uso en la formulación de algunos productos cosméticos: Este proyecto trata de procesar y acondicionar específicamente los minerales para que cumplan con los requisitos de calidad exigidos por la normativa vigente en cosméticos. Esto implica que, además de la pureza química, no se alteren las propiedades funcionales por los procesos de purificación y acondicionamiento a los que fueran sometidos. Mecanismos de la formación del color en el cabello por medio de colorantes de oxidación. La línea apunta a estudiar la cinética de la reacción de formación de color por medio de colorantes de oxidación dentro de la fibra capilar, la influencia de los componentes de la cutícula y el córtex, los fenómenos de la reactividad relativa y difusión, y la velocidad de esta última. Solidez de los colorantes de oxidación utilizados en coloración capilar a la luz, al calor y a los tratamientos químicos de la fibra capilar: la iniciativa busca estudiar la solidez del producto de la reacción de los colorantes de oxidación utilizados en coloración capilar a la luz natural (UV A/UVB) y luz artificial, al calor (secador de cabello, rizador, planchas térmicas) y a los tratamientos químicos, como la permanente, y los sistemas de alisados de la fibra capilar. Difusión y mecanismos de vinculación de las materias primas de uso en cosmética capilar en la fibra de cabello humano relacionado con las mejoras de la resistencia mecánica de la fibra capilar: busca estudiar los mecanismos de vinculación de sustancias químicas catiónicas, aniónicas y no iónicas a la superficie de la fibra capilar, el tipo de film que se forma y la competencia entre las distintas sustancias en la vinculación a la superficie cuticular y en la formación del film. Asimismo, apunta a investigar cuales son las sustancias que difunden al interior de la fibra capilar y su correlación con las mejoras de la resistencia mecánica de la fibra capilar. 26 Cuidado de la piel sana y sin lesiones en pacientes oncológicos: La investigación requerirá la cuantificación de dos sustancias químicas, la caléndula y la alantoína, mediante su utilización en la piel sana y sin lesiones del paciente para obtener el balance hidrolipídico del estrato córneo regulando su pH, y la calificación de los resultados obtenidos por medio de un método científico, midiendo la elasticidad, maleabilidad, disminución de irritabilidad, calidad de la función barrera y el aumento de la impermeabilidad frente a agentes exógenos. Mejora de la difusión tópica de drogas antioxidantes incorporadas en sistemas de liberación controlada. Estudio de los cambios bioquímicos en la piel usando técnica no invasivas: se trata de un proyecto interdisciplinario que requiere de la colaboración farmacéuticos/cosméticos, para la y presencia de profesionales contribución en la elaboración de formulaciones de uso tópico, y de dermatólogos, para la clasificación del tipo de piel y análisis de posibles dermatosis. Estudio de ciertas propiedades de algas pardas marinas patagónicas. Diseño de formulaciones cosméticas sustentables para su investigación: se apunta a diseñar formulaciones que sean cosméticamente sustentables y amigables con el medio ambiente, a los efectos de medir sus capacidades antioxidante, antimicrobiana y de protección solar. Estudio de las propiedades cosméticas de un extracto de Larrea divaricada: esta especie botánica proviene de Mendoza, aunque también se halla en otras zonas del país. Se apunta a probar las propiedades antioxidantes, antimicrobianas, antifúngicas y descongestivas que la literatura les ha reconocido, de forma tal de proveer al mercado de una alternativa local (actualmente, su provisión es del exterior). Estudio de la incorporación de EGF (Epidermal Growth Factor) o KGF (Keratinocyte Growth Factor) como activos antiage en productos cosméticos: 27 la línea apunta a encontrar proteínas recombinantes para ser utilizadas como activos. Estudio comparativo in vivo de efectos de interés cosmético (antiarrugas, despigmentantes, antiacné, etc.) de diferentes activos: Dado lo costoso que son los principios activos que van apareciendo en el mercado (y su alta incidencia en los productos cosméticos) y sus rápidos cambios según las modas, la línea se propone recabar datos imparciales sobre su eficiencia comparándolos con algún activo de referencia. Óxidos de hierro incluidos en sílice mesoporosa para protección solar. Tratamiento de efluentes de tintes de oxidación por adsorción sobre arcillas. Estabilización de emulsiones por sólidos finamente divididos. Estabilización de emulsiones w/o por formación in situ de hidróxidos dobles. Extracto hidroalcohólico de hojas maduras de Nogal Pecán. Investigación de las propiedades de absorción UVB y Efecto Booster de SPF en protectores solares: sobre la base de las hojas de esta planta de frutas secas, se elaborarán emulsiones para las que se determinarán en vivo y fotográficamente el SPF (factor de protección solar). Remediación de efluentes en la industria cosmética Se apunta a estudiar comparativamente diversas metodologías para el tratamiento de efluentes y a analizar su aplicabilidad a los diferentes tipos de efluentes que se generan en las distintas especialidades de la industria cosmética. Identificación y aplicación de la Tagetes Patula en el campo cosmético: la Tagetes Patula es una planta ornamental común en jardines y de fácil reproducción. Se busca obtener extractos y aceites esenciales de distintas partes de la planta para determinar sus propiedades, que según estudios 28 previos serían antimicóticas, antiinflamatorias, antioxidantes y cicatrizantes, además de poder usarse los pigmentos de su flor como colorante natural. La diversidad de contenidos de estos proyectos revela fundamentalmente la presencia de investigaciones orientadas a determinar la utilidad de productos de origen natural (nogal pecán, algas marinas, minerales, Tagetes Patula, etc.), pero también de aplicación de tecnologías de propósito general, como el caso de la línea de nanopartículas y nanoemulsiones. Todos estos elementos indican que los esfuerzos de la institución se encuentran en sintonía con las tendencias innovativas vigentes para el sector a nivel mundial, ya expuestas a lo largo del trabajo. Asimismo, es posible apreciar que los proyectos involucran un amplio abanico de aplicaciones, hallándose investigaciones de muy diverso tipo tanto en productos para la piel como para el cabello. Si bien los propios referentes de la AAQC han manifestado que estas investigaciones se encuentran en estado iniciático, tanto la originalidad de las mismas como el propio prestigio de la institución permiten pronosticar un escenario futuro de obtención de resultados positivos concretos, al menos en algunas de las líneas mencionadas. 29 3 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES DE POLÍTICA El análisis precedente nos permite extraer una serie de conclusiones, que pueden resultar de utilidad para establecer un diagnóstico de la actualidad del sector en la Argentina. El delineamiento de las fortalezas y debilidades detectadas nos permitirá, a su vez, plantear el lanzamiento de posibles líneas de acción futuras que contribuyan a potenciar el desarrollo y la competitividad internacional del sector. Una de las ventajas con que cuenta nuestro país en el sector es su amplia y diversificada dotación de recursos naturales. Como pudo apreciarse, la necesidad de aprovechar esta fortaleza se hace evidente en diversas iniciativas existentes en el país, motorizadas por los esfuerzos de investigación y la oferta académica de instituciones como la AAQC y la Universidad Juan Agustín Mazza. Asimismo, fue posible advertir también la presencia de pequeñas y medianas firmas de capital nacional en diferentes regiones del país, que ya se encuentran elaborando productos con contenidos de origen vegetal. Si a esto se suma la numerosa cantidad de recursos aun no explorados ni incorporados a productos y desplegados por nuestro vasto territorio nacional, se obtiene una dimensión de la importancia de este activo como elemento indispensable para el desarrollo del sector. Otro de los puntos fuertes con que cuenta el sector de química de consumo final en Argentina son los recursos humanos. Más allá de ciertas carencias o problemáticas puntuales que existan para ciertos perfiles laborales (y que fueron mencionadas en el apartado correspondiente), todos los referentes tienden a coincidir no sólo en que la calidad de los recursos humanos argentinos es elevada, sino que además es una de las principales ventajas comparativas con que cuenta nuestro país en el sector. La reciente aparición y consolidación de posgrados ya existentes en el ámbito de la cosmética, el inminente surgimiento de una carrera análoga en productos domisanitarios en la Universidad de Buenos Aires y la destacada oferta académica disponible en la AAQC son factores que contribuyen a apalancar la formación de los cuadros técnicos del sector y que se constituyen en la mejor garantía de que el proceso tendrá continuidad en el futuro mediato. 30 En sí misma, la presencia de una institución de trayectoria y renombre como la AAQC es otros de los invaluables activos con que cuenta el sector, en particular en el ámbito de la cosmética. Con más de 40 años de vida institucional, la AAQC es un referente regional e internacional ineludible del sub-sector, organiza cursos de reconocido prestigio, cuenta con una sub-comisión de Ciencia y Técnica desde hace más de diez años, posee una biblioteca muy nutrida y especializada en ciencia y tecnología aplicada y edita una publicación técnica cuatrimestral (Revista Cosmética) que ya cuenta con más de un cuarto de siglo de existencia. Desafortunadamente, el valioso acervo de saberes y experiencias acumuladas y la renovada e incesante generación de nuevos conocimientos por parte de la Asociación no encuentran correlato institucional en el país en el plano de la producción de productos de higiene doméstica. Esta carencia de instituciones de capacitación de peso en domisanitarios constituye, precisamente, una de las debilidades halladas en el sector. Más importante aún resulta la ausencia de elaboración de numerosas materias primas químicas en el país. La necesidad de aprovisionarse en el exterior de estos insumos claves para el sector genera la imposibilidad de integrar la cadena de valor química en forma completa en el país e implica, por tanto, la existencia de obstáculos insalvables para incrementar la competitividad sistémica a lo largo de la misma. Esta problemática se agudiza, naturalmente, en coyunturas en las que el nivel del tipo de cambio es relativamente elevado o se implementan diferentes tipos de restricciones a la importación, lo que termina encareciendo sensiblemente a los productos finales fabricados en el país o limitando las posibilidades de producción a niveles inferiores al potencial. Otra de las debilidades resaltadas por los referentes entrevistados reside en la baja calidad de los formatos de presentación de los productos argentinos, particularmente en el caso de la industria cosmética. La desfavorable comparación con la industria de envasado brasileña fue, por caso, uno de los indicios destacados en ese sentido, con el elemento adicional de que la calidad del contenido de los productos argentinos suele ser igual o incluso superior a la del principal socio comercial del país. Esta falencia resulta de particular importancia en un sub-sector donde el contenido estético y el carácter aspiracional de los bienes comercializados es más que evidente, 31 a punto tal de jugar un rol no menor al de la calidad y eficiencia propias de su real contenido. La calidad es justamente otro de los elementos en los que puede advertirse una potencial amenaza a futuro para el sector. Si bien (como se dijo) los productos argentinos gozan de cierto prestigio y reconocimiento en la región, la escasez en el país de una oferta de empresas de servicios abocadas al control de eficacia y seguridad de los productos constituye un elemento que imposibilita la validación de dicho renombre a través de las pruebas y test correspondientes. La tendencia mundial hacia la proliferación de normas favorables a las buenas prácticas de producción y el reforzamiento de sus respectivos controles efectivos, en un marco general en el que va ganando peso la idea de auditar los recorridos completos de los productos hasta el momento de su consumo final (trazabilidad), permiten proyectar un escenario general en el que este tipo de servicios a la producción adquirirá un carácter cada vez más crítico en los años venideros, por lo que resulta indispensable avanzar lo antes posible en el desarrollo de capacidades en este eslabón de la cadena. Las aseveraciones esgrimidas hasta este punto permiten diagramar un panorama lo suficientemente acabado como para trazar una aproximación hacia una estrategia nacional de desarrollo para el sector. A tales efectos, una iniciativa a ponderar sería la de establecer un riguroso diagnóstico sobre las materias primas químicas que no se fabrican en el país. Concretamente, lo que interesa determinar son las razones (de costo, de tecnología, de falta de recursos naturales, etc.) por las cuales esto ocurre y el grado de factibilidad de que cada uno de esos insumos se pueda elaborar en el país en un futuro cercano. Para estos fines, resulta indispensable la participación de las entidades gremiales empresarias representativas de los proveedores de estos bienes, que son la Cámara Argentina de Productos Químicos (CAPQ) y la Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQYP). La consecución de este trabajo conjunto entre el gobierno nacional y las cámaras permitiría, en definitiva, conocer los alcances y limitaciones que caracterizarían y condicionarían a un eventual proceso de sustitución de importaciones en el eslabón. 32 Otro de las medidas a encarar en el marco de una estrategia integral sería el potenciamiento de las capacidades y la ampliación del campo de acción del INTI Química. Siendo una institución de política tecnológica insoslayable en el ámbito del Estado Nacional, hay instalada una visión de que el INTI podría desplegar una interacción más fluida e intensa con los tejidos empresariales de ambos subsectores. La existencia de una línea de trabajo específica abocada a los Productos de Limpieza y Cosmética en el Parque Tecnológico Migueletes, el reciente armado de un grupo de trabajo integrado por profesionales del IRAM, ALPHA y dicha línea y la presencia de infraestructura adecuada en el seno de la Institución (como ser la planta piloto de química fina ubicada en el propio Parque) representan indicios auspicios para revertir esa perspectiva. A eso deberían sumarse iniciativas adicionales de acercamiento a las empresas, que permitan sobre todo detectar las problemáticas reales que atraviesan las mismas y avanzar en una federalización del accionar de la Institución. La inclusión de agentes de apoyo para el sector no debería limitarse a fortalecer el accionar del INTI. Existen una serie de instituciones de carácter público y privado que cuentan con un rol clave a jugar en el apoyo científico y tecnológico al sector. En el ámbito biotecnológico, el Foro Argentino de Biotecnología (FAB) y el Consejo Argentino para la Información y el Desarrollo de la Biotecnología (ArgenBio) constituyen instituciones indispensables en ese sentido. Análogamente, la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN) y el Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la CNEA representan interlocutores de peso para traccionar la incidencia de esta disciplina en el sector. De forma complementaria, el Plan Nacional de Diseño (del Ministerio de Industria de la Nación) podría ser un instrumento importante para interactuar con las empresas a los efectos de mejorar el envasado y el packaging de los productos. Con todo, si bien se han podido registrar ciertas señales de interacción entre el sector y este tipo de instituciones (referentes de la AAQC han señalado, por caso, que están en tratativas con la FAN para comenzar a realizar charlas de interés conjunto para ambas organizaciones), se considera necesario que este tipo de lazos se profundicen, hasta alcanzar incluso la celebración de acuerdos de apoyo mutuo o instancias de institucionalización semejantes. 33 Finalmente, una propuesta específica para el sub-sector de domisanitarios radica en el establecimiento de una “mesa chica” que involucre exclusivamente a las pequeñas y medianas empresas fabricantes de dichos productos. El gravitante peso de las empresas multinacionales y la escasez de instituciones de capacitación que caracterizan al sub-sector (en contraste con lo ocurrido en productos cosméticos y de higiene personal) exponen a las firmas más pequeñas que operan en el mismo a un desamparo que debe ser subsanado con una intervención estatal focalizada. El establecimiento de este ámbito permitiría avanzar en la identificación de las problemáticas puntuales de estas empresas y en el armado de estrategias que apunten no sólo a la reducción de la brecha de competitividad con respecto a las firmas de mayor tamaño relativo, sino a la delineación de estrategias alternativas que se propongan, por ejemplo, incrementar la diferenciación de productos, explorar canales comerciales alternativos a los masivos tradicionales y organizar misiones comerciales o estudios de mercado en forma conjunta. Una vez encaradas todas estas iniciativas de carácter acotado y en la medida en que vayan verificándose resultados parciales exitosos en su consecución, es posible proyectar en una segunda instancia el armado de una amplia mesa nacional del sector, que recree la idea de los Foros de Competitividad sectoriales lanzados en el 2003 por el Ministerio de Economía de la Nación. Esto permitiría trazar políticas a más largo plazo para cada uno de los sub-sectores involucrados, que se enmarquen en el ámbito de la implementación de políticas ya lanzadas en años previos (como el caso del Plan Estratégico Industrial 2020), pero reconociéndole al sector su importancia dentro del sector manufacturero nacional y otorgándole un lugar en la política industrial acorde a tal incidencia. 34 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS - CEP (2004) “El sector de artículos de tocador, cosmética y perfumería en Argentina” en Síntesis de la Economía Real. Centro de Estudios para la Producción, Ministerio de Industria de la Nación. Buenos Aires, Nro. 47, pp. 49-77. Octubre de 2004. - FAN (2012) “Quién es Quién en Nanotecnología en Argentina” Fundación Argentina de Nanotecnología. Buenos Aires (disponible en el sitio web www.fan.org.ar). - FEDIT (2009) “Tendencias en el uso de la biotecnología en el sector químico” Observatorio Industrial del Sector Químico, Federación Española de Centros Tecnológicos (disponible en el sitio web www.fedit.com). Entrevistas realizadas - Autoridades de la Asociación Argentina de Químicos Cosméticos (AAQC): Lic. Eduardo Schvartzman (Presidente) y Dra. Claudia Groisman (Secretaria General). - CEO de Claim (empresa proveedora de Estudios Clínicos por Bioingeniería de Seguridad y Eficacia Cosmética) y exPresidenta de la AAQC: Dra. Silvia Pérez Damonte. - Equipo de trabajo del Centro de Química del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI Química) - Parque Migueletes: Marisa Arcángelo, Rodrigo Ramat, María del Pilar Orsini, Florencia Rey, Laura Renones. - Presidente de la Asociación Industrial de Artículos de Limpieza Personal, del Hogar y Afines (ALPHA): Lic. Leonardo Mazzía. 35