Genil 59 21-43 - Escolapios Granada Genil

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un juego de espejos en la memoria”. La memoria es un regalo impagable de la vida que nos hace recordar lo que somos, por aquello
que hemos sido “construir el futuro no es más que elegir el pasado
que nos acompañará en la vida”.
“Y somos gracias, también, a los obreros que han trabajado infatigables para construirnos y edificarnos como personas de provecho”.
El hijo y el alumno, agradecido, rindió homenaje a su familia y a
sus profesores: “Mamá te llevaré a París…” Y los ojos de esa madre
orgullosa y abnegada se llenaron de lágrimas complacientes.
Prosiguió el poeta: “Gracias a los padres escolapios, al Padre Iniesta,
al Padre Mulet, por todo lo que me han transmitido, a ese profesor
que abrió las puertas de la escuela a la vida, D. Manuel Jerez…
…Y un sinfín de gracias desfilaron en una retahíla de elogios interminables. Todos compartimos esas gracias, y recordamos a nuestros profesores y a nuestros padres, y nos miramos en esa madre
abnegada y complaciente.
Yo desde mi ventana doy las gracias a todos los asistentes, a todos
los jóvenes que han participado en el certamen de poesía y narración, dando lo mejor de sí mismos: a Javier Ruiz Nievas, por “Una
densa oscuridad”, a Mª José Fuentes por “La tierra giró para acercarnos”, A Federico Molina por “Recuerdos”, a Pilar Alva por “Un lugar lleno de vida”, a Juan Luis Ruiz del Amo por “Espejos inseguros”
y a Pablo Plaza por “Ayer será presente”.
Gracias a Antonio Caballero, por su entrega para que el acto brillara con la luz de su sensibilidad artística.
Gracias a Manuel Jerez, por su delicadeza y humanidad.
Gracias a Nuria Fernández, por su impecable presentación.
Gracias a todos los miembros del Seminario de Lengua, que han
impulsado conjuntamente la práctica literaria.
Gracias al equipo de Primaria, por su inestimable colaboración.
Los poemas de
sus alumnos, chispas de ingenuidad e ingenio, nos hacen creer en
una savia nueva.
Gracias a las voces que pusieron música a la palabra, a Olga y a
Qui.
Gracias a José Luis Campos por dar color a la poesía y obsequiar
con su cuadro al poeta y con ello a todos nosotros.
Gracias a la dirección, a la comunidad educativa y a quienes han
construido la historia de los 150 años de nuestro colegio. Y a
quienes seguirán construyéndola…
“El colegio que no abre sus ventanas a la vida, no es colegio”. Me
quedo con esta frase lapidaria. Nuestro colegio tiene abiertas todas
sus ventanas.
Gracias a Luis García Montero por regalarnos aquella tarde mágica.
“Escribir es compartir, encontrarse con uno mismo y con el otro.
Es un acto de conciencia, mirarse hacia dentro para asomarse afuera”.
Ese día no hizo falta escribir nada porque en nuestro interior quedaron para siempre grabadas sus palabras.
Belén Sánchez
Genil 21
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Poemas
ganadores
LA TIERRA GIRÓ
PARA ACERCARNOS
La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros,
hasta juntarnos por fin en este espacio,
entre el Genil y el Darro bulliciosos.
Pasan los días, los meses, los años;
pasa el tiempo en minutos y milenios…
El colegio observa silencioso
el interminable paso del tiempo.
Ser fecha, clave y laberinto,
todo se desliza por sus ojos mágicos,
los nombres son efímeros,
los niños demasiado transparentes
y el tiempo se repite
como una sucesión de remolinos de agua.
Ancho espacio para la última lágrima,
pasillos y aulas se entrelazan,
como un viejo testigo de las cosas,
pupitres, sillas, murales y pizarras.
Somos un episodio, cierta historia,
un escalón de espejos, donde nos inventamos.
Mª José Fuentes (2ºA de ESO)
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RECUERDOS
Él recuerda su infancia,
recuerda su pasado,
recuerda aquellos días,
¡No ha podido olvidarlo!
Recuerda aquel colegio,
sus clases y su claustro,
la luz que iluminaba
sus pasillos gastados.
Recuerda a sus amigos,
sus caras y sus manos,
sus penas y alegrías,
sus risas y sus llantos.
Y ahora que la vejez
su cuerpo ha visitado,
sus manos no tan firmes
y con ojos cansados,
él recuerda y sonríe,
sonríe recordando.
Federico Molina (3ºB de ESO)
Espejos inseguros
Adquiere tono azul de amor helado,
O verde a la esperanza
De haber tornado aquel marrón templanza
En rojo perturbado.
Discurre alegre hoy, sus motivos tiene,
Su fiel amigo, otro año,
Decide darse el matutino baño
Al ojo del que viene.
Refleja tenue sus gastados muros
Que atrapa en espiral
Violenta y ágil, simple, eterna y mortal;
Espejos inseguros.
Refleja el muro su temor creciente;
Lo va disimulando
Mediante risa y enseñanza cuando
Se mueve inteligente.
Se animan cuando el profesor se sienta,
Sonríe y nos enseña
Que el grito vive con la voz que es dueña.
Ya son ciento cincuenta.
Juan Luis Ruiz del Amo
(2ºB de Bachillerato)
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El Silencio
El silencio es el
leguaje de los secretos.
Es pausado, tranquilo
y, sobre todo, sereno.
Puede ser de dos
especies distintas,
que a la vez
son parecidas.
Una es tranquila
y sencilla, precavida
y con esperanzas de
sentirse acogido.
Otra puede
ser triste,
con agonía con
ganas de deprimirte.
Pero los dos
son silencios que
hay que meditar
en los sentimientos.
Paula Fernández Morell 6ºA
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El Viento
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La casa se quedó muy sola,
Lola, porque tú no estás.
Sopla, susurra, silva,
entre las calles frías.
El viento es especial,
enfría todo a su pasar.
shshshsh, ¿Lo oyes?
No hay palabra ni consuelo
que nos quite este dolor.
Ángela Pérez 6º B
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A Lola
Sopla, susurra, silva,
serpentea en mi pelo.
Suave y sonoro es el viento
shshshsh, ¿Lo oyes?
El viento es así
al pasar,
mi gran despertar.
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Tú lo llenabas todo
con tu alegría y amor.
La casa se quedó muy triste
Lola, porque tú no estás.
¿Por qué te quisimos tanto?,
dicen los que no pueden comprender…
Que es palabra sin respuesta
pues, no pueden entender…
A veces creemos sentir tu presencia,
y es seguro que aquí estás,
Sufriendo al vernos tristes,
sin podernos consolar.
Tú eras la más bonita,
nadie te podrá igualar.
¿Por qué te quisimos tanto,
si nos ibas a dejar…?
Tal vez, de saberlo entonces,
¡te habríamos querido más!.
Paula Roldán 6º C
Genil 25
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Día de los
Abuelos
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Celebración del
Día de Andalucía
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Goyo,
J. A. Vergara Hurtado
Antonio Notario
Hoy en día soy jugador de futbol profesional. Quizá sea el
sueño de todo niño,
y en mí ese sueño
se hizo realidad; he
pasado toda mi vida
con una pelota: por
muchos equipos, destacando el Sevilla, en
el que estuve 7 años;
pero sin olvidar el
Granada....
1.- ¿Qué recuerdo te
viene a la memoria al
hablar del Colegio?
Hablar del colegio me
trae tantos recuerdos que podría estar escribiendo días y
días pero como no hay tiempo, recuerdo como si fuera
ayer todos esos amigos que hice, la primera chica de escolapios Natalia y a todos esos profesores que me hicieron sufrir y que hasta el día de hoy no te dabas cuenta de
que querían hacer de ti una buena persona.
2.- 150 años de Colegio junto al río ¿Qué crees
que ha aportado el Colegio a la ciudad?
El colegio aportó y sigue aportando mucho a
la ciudad. Es un buen colegio, en el que se han
educado grandes personas y mejores trabajadores
que han hecho cosas por Granada. No imagino el
paseo del Genil sin ese colegio dando vida a nuestro río.
3.- ¿Cómo definirías el Colegio con pocas palabras?
Serio, académicamente hablando, familiar, humano y
sobre todo, accesible.
4.- ¿Qué profesor recuerdas con más cariño?
La verdad es que para los nombres he sido siempre un
desastre espero que tú José Manuel lo puedas hacer por
mí. Recuerdo especialmente a mi profesor de historia
porque cuando me preguntaba no lo hacía de la materia
sino de fútbol. Era un madridista aférrimo. Sanmaniego
fue mi profesor de gimnasia, Juan mi profesor de inglés.
Bueno de todos tengo buenos recuerdos.
5.- Comenta una anécdota tuya en tus años de Colegio.
Recuerdo quizás, por la edad que teníamos, que estábamos deseando salir del colegio para sentarnos en el
muro del río, para ver pasar a las niñas del Sagrado Corazón.
6.-Escribe algo más que quieras contar.
Tengo un hijo llamado Daniel y si viviera en Granada
no tendría ninguna duda el colegio que elegiría para el
ESCOLAPIOS.
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1.- ¿Qué recuerdo te viene a la memoria al
hablar del Colegio?
Los años difíciles de la posguerra los buenos
amigos del colegio, los juegos que practicábamos y ya desaparecidos, como la lima, las
bolas, el frontón, los primeros chicles (bazooka) el patio y el campo de fútbol.
2.- 150 años de
Colegio
junto al río ¿Qué
crees que ha
aportado
el
Colegio a la
ciudad?
Mucha gente
de
prestigio
a la sociedad
granadina
y
también trabajadores de
oficio.
3.- ¿Cómo definirías el Colegio con pocas
palabras?
Unos de los mejores de Granada, por la buena labor que realizaba con el alumnado,
tanto escolar como humana.
4.- ¿Qué profesor recuerdas con más cariño?
Por supuesto, a nuestro maestro, el padre
Fabián, y también al padre Fidel, al que
ayudaba a misa en el Sagrado Corazón, Cruz
Roja, etc. y sus amenas conversaciones conmigo.
5.-Comenta una anécdota tuya en tus años
de Colegio.
En la Fiesta de los Santos, cuando se quitaba el catafalco, se me ocurrió la idea, de
ponerme la sotana del hermano Antonio, la
calavera sujeta con una escoba, haciendo de
mi cabeza, y de este modo me fui a la cocina, dando un buen susto a las cocineras y al
hermano José, lo que me costó un castigo,
que nunca olvidaré, ya que me encerraron
el sótano (economato) y en vez de castigo,
me di un festín de cacahuetes, miel, chocolate, etc.
6.-Escribe algo más que quieras contar.
La buena educación que no dio el padre Fabián, de la que hemos salido muchos granadinos con una sólida formación y responsabilidad para enfrentarnos a la vida.
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Antonio Quero
1.- ¿Qué recuerdo te viene a la
memoria al hablar del Colegio?
Innumerables. Hay que tener en
cuenta que estudié en el Colegio
durante 10 años (1960-70). De
los 5 a los 15 años de edad, la etapa de la vida en la que se forja y
se asienta la personalidad.
2.- 150 años de Colegio junto al
río ¿Qué crees que ha aportado el
Colegio a la ciudad?
Muchísimo. Si hay una distinción
merecida es la otorgada recientemente por el Ayuntamiento
al Colegio porque considero que
éste ha sido una institución clave en la vida de la ciudad. De los
alumnos de mi generación han
salido muchísimas personas que
hoy ocupan puestos clave en la
empresa, la política o la sociedad
granadina. Estamos ante una historia de 150 años… la aportación
a la ciudad ha sido inmensa.
3.- ¿Cómo definirías el Colegio
con pocas palabras?
Hablo de mi época (años 60 del
pasado siglo). El Colegio era una
institución que educaba en valores (esfuerzo, honradez, solidaridad, vocación de servicio…).
Alguien como yo, que ha estado
muchos años en primera línea de
la actividad política, puede valo-
rar que en aquellos
años, en plena dictadura franquista,
en el Colegio jamás
se nos inculcara ni
siquiera se nos hablara de los “valores” del régimen de
entonces…El Colegio, desde su lógica
inspiración cristiana, era una escuela
de libertad.
4.- ¿Qué profesor recuerdas con
más cariño?
Muchos. Sería imposible citarlos a
todos. De los seglares, D. Emilio,
D. Mariano, D. Modesto, D. José
Ferro, todos ellos de Primaria,
D. Francisco Caballero, D. José
Luis García Cano, D. Rogelio, D.
Cecilio, de Bachillerato, muchos
de ellos ya fallecidos, pero de los
que guardo un recuerdo imborrable. Entre los religiosos, el P. Juan
Manuel Fernández, el P. Millán,
el P. Vidal, el P. Rogelio…
5) ¿Una anécdota?
Podría recordar decenas de ellas,
aunque algunas, vistas de la perspectiva actual… me sonrojarían.
Me quedo con muchos recuerdos:
el desbordamiento del río Genil,
que llegó a arrastrar la pasarela
del Sagrado Corazón, los partidos de baloncesto que arbitraba
en ese colegio, lo que te permitía
conectar con las alumnas..., las
sesiones de cine de la tarde de
los jueves (posteriormente, los
sábados), la eterna rivalidad con
Maristas en las competiciones deportivas escolares…
6.-Escribe algo más que quieras
contar.
Mi gratitud hacia el Colegio. Lo que hoy pueda
ser lo debo, en buena
medida, a los diez años
que pasé en sus aulas.
Años después, mi hijo ingresó en preescolar y salió para
entrar en la Universidad.
Está claro que recomendaría los
escolapios a cualquiera… ¡Feliz
150 Aniversario!
1.- ¿Qué recuerdo te viene a la memoria al hablar del Colegio?
Solo tengo buenos recuerdos de amigos, profesores, situaciones, vivencias etc.... Los años que pasé en Escolapios marcaron
mi infancia, y no me cabe la menor duda que me formaron
ética y personalmente, algo que agradeceré siempre.
Pedro Chicote
2.- 150 años de Colegio junto al río ¿Qué crees que ha aportado el Colegio a la ciudad?
Es un enclave señero en la ciudad por su idiosincrasia y aporte de granadinos con una formación de nivel para afrontar la vida en cualquier estamento profesional
que uno se proponga.
3.- ¿Cómo definirías el Colegio con pocas palabras?
Bello, personal, único e intransferible.
4.- ¿Qué profesor recuerdas con más cariño?
Entre otros, padre Fernando , padre José Manuel , Valeriano
, Calpena y Samaniego.
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José Manuel Jiménez
Entré en el colegio hacia el año
1951, en párvulos. Siempre contaban mis padres que se tuvieron que pelear con el P. Vicente
Espiga, porque no tenía edad
suficiente para entrar en el
colegio. Nunca ha sido fácil la
entrada en este colegio, al parecer. Y estuve hasta 1966, que
salí con el “preu”, para acceder
a la universidad.
Actualmente soy religioso escolapio, desde 1968. Y estoy en la
comunidad del colegio de Granada, donde llevo 23 años, con
un paréntesis de dieciséis años
que estuve en Montequinto
(Sevilla).
Ahora ocupo el cargo de rector
de la comunidad, y asistente y
ecónomo de las “Escuelas Pías
Provincia Emaús”.
1.- ¿Qué recuerdos te vienen
a la memoria al hablar del
Colegio?
Recuerdo a religiosos
y profesores laicos: P.
Félix Alonso, P. José
Díez, P. Juan Manuel Fernández, P. Juan Moreno
Calahorro, P. Fidel López,
P. Rogerio López… D. José
Chinchilla, D. Manuel Bravo, D.
Francisco Caballero, D. Rogelio
Jiménez...
También a todos los compañeros de mi promoción, casi
puedo recomponer la lista del
curso con nombres y apellidos
de todos, aunque a la mayoría
de ellos no los he vuelto a ver
desde el último día de clase.
Pero sobre todo destacaría la
vida en el colegio, donde lo
pasamos fenomenal, y lo digo
no como una mirada nostálgica donde se olvida lo malo y
se destaca lo bueno. Había una
gran confianza con todos los
religiosos y profesores, y un
enorme compañerismo entre
los alumnos.
Las tardes de estudio en la Biblioteca del Salón; las misas de
todos los días y las sabatinas;
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los estudios obligatorios en 4º
y 6º de bachillerato; los castigos (unos merecidos y otros,
no tanto, pero que cumplíamos
deportivamente); las mañanas
de los domingos en el Estadio
de la Juventud; las sesiones de
cine de jueves y domingos, que
solían terminar con un corto
del “gordo y el flaco”; las excursiones; las trastadas que se
nos ocurrían y que llevábamos
a cabo, y que hoy serían impensables; los repartos de diplomas
con la actuación de la rondalla…
2.- 150 años junto al Río ¿Qué
ha aportado a la Ciudad?
Lógicamente los miles de niños que en estos 150 años han
pasado por sus aulas. De ellos,
aunque parezca mentira por la
fama que tiene el colegio, un
gran porcentaje lo han hecho
de forma gratuita. Cumpliendo
con el nombre de escuelas pías
= escuelas gratuitas.
Y lo han hecho siendo un colegio católico y liberal. Educando
en libertad, sin imponer ninguna ideología, ni religiosa ni política. Y siendo un colegio abierto, que no ha preguntado a las
familias por su afinidad religiosa ni política para matricular a
sus hijos.
El colegio ha destacado por su
preocupación por presentar a
sus alumnos la verdadera cultura andaluza y para ello ha contribuido con la creación de la
BITA (biblioteca de temas andaluces, la celebración del primer
ciclo de Historia de la Ciudad, la
recuperación de la tradición de
los “Seises” que cantan y bailan
delante del Santísimo, la celebración del primer pregón de la
Fiesta de las cruces de mayo.
En deportes la consecución
de títulos nacionales en el deporte escolar: campeones y
subcampeones de atletismo,
campeones de campo a través,
campeones de bádminton… Y
que el equipo de baloncesto del
Club Deportivo Escolapios, se
convertiría, años más tarde, en
el “CB” Granada.
Pero, sobre todo, los miles de
niños y jóvenes que han pasado por sus aulas. Algunos han
llegado a ser personas de renombre y otros muchos se han
integrado en la sociedad y empeñados en su transformación
desde posiciones políticas que
abarcan todo el espectro político, desde la derecha a la izquierda.
3.- Define el Colegio con tres,
cuatro palabras…
Es una tarea difícil, pero emplearía las palabras: religioso, cristiano, liberal, abierto,
acogedor, andaluz-granadino,
compañerismo…
4.- ¿Qué profesor y/o religioso recuerdas con cariño y por
qué?
Recuerdo a muchos, casi todos
los que me dieron clase, pero
especialmente a tres. D. José
Chinchilla y D. Manuel Bravo,
ambos me dieron matemáticas,
y disfruté en sus clases, no sólo
por cómo daban la asignatura,
sino por su trato y por las “charlas” que teníamos con ellos dentro de las mismas clases. Y el P.
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Félix Alonso. Me dio clase tres
años y lo tuve de prefecto. Gocé
con él en clase. Y lo tuve como
amigo durante muchos años.
5.- Una anécdota de tu vida en
el colegio.
Voy a contar tres.
En mis tiempos para entrar al
colegio por las tardes, esperábamos en la calle, el prefecto salía
a la cancela, tocaba el silbato, y
todos nos poníamos en fila, por
cursos, hasta que nos daban la
orden de entrar.
Estábamos en la calle esperando al prefecto, cuando pasó un
camión con una vaca o un toro
de grandes cuernos (al menos
eso nos pareció a todos), iba camino del matadero, que estaba
por detrás de lo que ahora es el
edificio Sánchez. Pero al llegar a
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la altura del puente Genil, saltó
del camión y salió corriendo hacia donde estábamos nosotros.
Todos los alumnos de bachillerato saltamos la verja del colegio, sin saber cómo lo habíamos
hecho. Fue el día que más prisa
tuvimos para entrar.
En el curso 1962-63 se incorporó al colegio el P. Ángel Sedano. Estuvo un tiempo riéndose
del río Genil. Eso no era río ni
“ná”. Los ríos asturianos eso sí
que eran ríos (él es asturiano,
aunque después se hizo “granaíno”). Pero la fortuna nos
sonrió, y en el mes de febrero
de ese curso, fue la famosa riada del Genil, cuando arrancó el
puente que está entre el colegio
del Sagrado Corazón y el quiosco de las Titas. Se tuvieron que
suspender las clases… ¡Lo que
Manuel R. Espejo
1. ¿Qué recuerdo te viene a la memoria al hablar
del colegio?
Infinitos y máxime después de haber escrito el segundo volumen de su Historia. Fueron años muy
felices.
2.- ¿Qué crees que ha aportado el colegio a la ciudad?
En el aspecto religioso un servicio religioso impagable, no sólo a los alumnos/as, sino también a
muchos adultos que celebraron la eucaristía diaria
o dominicalmente con los muchachos en “los escolapios” y recibieron el perdón multitud de veces. Los alumnos especialmente en la “Sabatina”
y los adultos dentro de las misas. En el orden de
la formación, cantidades de ciudadanos honrados,
trabajadores, buenos ciudadanos y, en los últimos
años, cuando se despertó la fiebre de las autonomías, profesionales comprometidos con la Andalucía real y lejos de la otra Andalucía de platillo y
pandereta. Como botón de muestra véase lo que
escribieron algunos de ellos en el libro “Cincuenta
niños y niñas andaluces denuncian”. Gracias a la
gratuidad, muchos encontraron no sólo estudios,
sino también trabajo.
3.- ¿Cómo definirías el colegio con pocas palabras?
Como lo hacían los documentos de los años 70 del
siglo pasado: cristiano, andaluz y granaíno.
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tuvo que aguantar!
Estaba en el curso de ingreso, el
último de la enseñanza primaria, cuando entró en clase, como
todos los días, el P. Félix Alonso. Pero aquella mañana venía
frenético. Unas familias habían
venido a protestar porque los
alumnos vigilados (los de pago)
y los gratuitos compartíamos el
recreo. Qué filípica nos echó. Y
cuánta razón. Naturalmente,
vigilados y gratuitos seguimos
compartiendo el recreo.
6.- Si nos quieres contar algo
más…
Destacaría el ambiente del colegio: confianza y compañerismo, responsabilidad y trabajo,
trastadas y castigos, normas y
libertad, autoridad aceptada,
convivencia…
4.- ¿Qué profesor recuerdas con más cariño?
Voy a desobedecer la pregunta, porque recordar a uno solo después de tantos años
de convivencia, me parece ingrato. Entre los seglares destaco a Paco Caballero
y entre los religiosos al P. Rogelio, que
llegó al cole cuando yo estudiaba 2º de Bachillerato, me dio varias asignaturas y luego
lo tuve de hermano de comunidad muchos
años, en los que siempre recibí ejemplo cabal de
servicio silencioso. A todos los demás también los
recuerdo “con cariño”.
5.- Comenta una anécdota tuya en tus años de Colegio
¿Una sola? ¿Porqué sois tan ‘encojíos’?. Ahí va
una: la pillería que le hice al P. Fabián, que como
me quitó más de un caramelo “pa’sus niños”, una
tarde, en el estudio, le lié un hueso de níspero
como si fuera un caramelo... y también me lo quitó “pa’sus niños’. Nunca supe qué diría cuando se
diera cuenta.
6.- Si nos quieres contar algo más...
Claro que quiero contar algo más. Estaría meses contando, pero me limitaré a deciros que he
disfrutado mucho escribiendo el 2º volumen de
la Historia del colegio y que lo he hecho con un
profundo sentimiento de agradecimiento, porque
–como le oí una vez al P. Bernabé Ruiz– todo lo
que soy se lo debo a la madre Escuela Pía, para mí
granadina en un 100%.
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Miguel Puga, Mago Migue
1.- ¿Qué recuerdo te viene a la
memoria al hablar del Colegio?
Mi paso por los Escolapios me
trae siempre muy buenos recuerdos: los amigos, las meriendas de por la tarde, el olor y
sabor del chocolate con pan (yo
fui medio pensionista, es decir
comía en el cole y nos daban
meriendas), la campana para
ir a clase, los profesores, todos
carismáticos y con los que aún
guardo una buena y cordial relación; la espera a la salida en la
puerta del colegio para ver pasar a nuestras “amadas” del Sagrado Corazón (entonces sólo
había niños en el cole); San José
de Calasanz quien siempre me
cayó muy bien, los partidos de
futbol, ¡qué malo era! y mi pupitre donde escondía mi mágica
baraja de cartas... y sobre todo
recuerdo las ganas de saber,
de conocer, de compartir.
2.- 150 años de Colegio
junto al río ¿Qué crees
que ha aportado el Colegio a la ciudad?
No soy yo el más indicado
para responder a esta pregunta, pero ya que me la hacéis
diré que el colegio ha aportado personalidad al río Genil a
su paso por Granada y a toda
esta zona. No es el paseo de
los Basilios... es “donde están
los escolapios....” lo que conoce
la gente. También ha aportado
muchos ciudadanos y ciudadanas formadas en valores y bien
preparadas para lo más importante que tenemos: la vida.
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4.- ¿Qué profesor recuerdas con
más cariño?
Son muchos y muchas los que
recuerdo con mucho cariño,
pero si tengo que elegir uno...
sentía debilidad y por el P. Fernando, un profesor adelantado
a su tiempo: por la manera de
enfocar sus clases, siempre interesantes y amenas, con un fino
sentido del humor. Espero que
se alegre de saber que somos
muchos alumnos los que le recordamos, desde donde está.
en la que ya desde muy pequeño mostraba mis dotes para el
espectáculo posando, mientras
todos mis compañeros hacían
un ejercicio. Yo recogí las cosas
y ¡a posar para la prensa!
También me acuerdo de las clases de Ciencias Naturales con D.
José Antonio Molina, a quien
le gustaba sacar a la pizarra a
los alumnos con una baraja de
cartas o de fichas, mezclando
y sacándolas al azar (cada uno
“éramos” una carta.... cuando
el profesor descubrió que a mi
me gustaba la magia me sacaba
para mezclar, y claro.. nunca me
tocaba a mí, jejejejeje.
5.-Comenta una
anécdota tuya en
tus años de Colegio.
Recuerdo
dos:
una foto (que
creo que tenéis)
que se hizo improvisadamente
para una revista
que había en el
colegio, Garnata,
6.-Escribe algo más que quieras
contar.
Tan sólo aprovechar esta oportunidad para felicitar de todo
hígado (que tan importante es
como el corazón) a todas las
personas que hacéis posible este
colegio con vuestro esfuerzo y
dedicación personal. Estad contentos pues se os recuerda toda
la vida. ¡A por otros 150 añitos
más!
3.- ¿Cómo definirías el Colegio con pocas palabras?
Amable, alegre, exigente.
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Juan Manuel, García Montero
1.- ¿Qué recuerdo te vienen a la memoria al hablar
del Colegio?
Me reencuentro con los años de mi infancia y de
mi primera juventud. El Colegio y la cita diaria con
sus galerías y sus patios es parte imprescindible de
mi vida y de mi formación personal y moral. Tengo miles de recuerdos y debo decir que todos son
buenos, no guardo resentimiento ni rencor alguno por nada. Quizás sea ese el mejor recuerdo, la
agradable sensación de formar parte de una institución escolar que me ayudó a ser una persona
decente, con la capacidad de apreciar a todo tipo
de actividades culturales. Este Colegio me ha hecho ser consciente de la importancia radical que
tiene, lo que podemos hacer por mejorar la vida
de los demás.
2.- 150 años de Colegio junto al río, ¿qué crees que
ha aportado el Colegio a la ciudad?
Muchísimo sin duda. El Colegio es una de las instituciones educativas y culturales más importantes
que ha tenido Granada en los siglos XIX y XX. Al
margen de la incuestionable labor pía en la enseñanza, el Colegio, supuso un antes y un después en
el panorama de la Granada de la época. Miles de
granadinos nos hemos formado en sus aulas, pero
cientos de miles de granadinos han disfrutado de
las actividades deportivas, teatrales, cinematográficas, musicales, literarias… Además, todo esto se
puso en marcha, cuando la formación y la cultura,
no tenían el reconocimiento social que hoy tienen.
Doble mérito.
3.- ¿Cómo definirías el Colegio con pocas palabras?
Es como otra casa familiar. Más que una definición, es un sentimiento. Pasear por el Colegio es
sentirme en mi propia casa.
4.- ¿Qué profesor seglar o religioso recuerdas con
más cariño?
Tengo cariño hacia muchos. Dicen que los alumnos más “traviesos”, yo lo era, se unen con unos
especiales lazos de amistad con sus profesores. De
todas maneras, el profesor que más ha marcado mi
cariño, es el Padre Enrique Iniesta. El Padre Iniesta,
no me gusta llamarle Enrique, es un intelectual de
primera división, es un hombre con una capacidad
impresionante de fabricar sueños. Andalucía, Granada, sus alumnos, hemos visto en él un ejemplo.
He tenido la suerte de viajar con él, de salir con
él a cenar o pasear por Granada. Ha bautizado a mis hijos, me casó en la Iglesia de
San José de Calasanz. Desde aquí, quiero
mandarle un abrazo muy fuerte.
5.- Comenta una anécdota tuya en tus
años de Colegio.
Siempre he recordado la manera alocada de
comprar los bocadillos en el bar del campo de
fútbol. Mas que hacer cola, aquello era más parecido a una melé de rugby. Lo más curioso, es que
aquel alocado sistema, era simplemente perfecto
y sincronizado. Jamás hubo altercado alguno y por
aquella pequeña ventanilla, que ya no existe, nos
fuimos alimentando recreo tras recreo soltando
las 15 pesetas que costaba un bocadillo y agarrando el bocadillo con una rapidez inusitada.
6.-Escribe algo más que quieras contar.
Estudiar en este Colegio, me dio la oportunidad
de encontrarme un día con la Cofradía del Cristo
de la Expiración y de la Virgen del Mayor Dolor,
es decir, la Cofradía de los Escolapios. A través de
la Cofradía, he mantenido un contacto reiterado
con el Colegio, muchos años después de terminar
el Bachiller. Quiero aprovechar esta oportunidad
para exponer el importante mérito que tiene la
Cofradía, como parte integrante de las Escuelas
Pías en Granada. Medio millar de personas que
pagan sus cuotas y que se sienten muy orgullosas
de pertenecer a esta otra institución Escolapia que
cumple también 75 años.
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Nicolás López Calera
1.- ¿Qué recuerdo te viene a la memoria al hablar
del Colegio?
Mi estancia en el colegio fue de 1947 a 1955. Eran
unos años muy duros, incluso tenebrosos. Pero mi
recuerdo del Colegio no es malo, tampoco agradable. No lo pasé bien (había mucha disciplina y
mucha exigencia en las clases), pero tampoco lo
pasé mal. Me vienen a la memoria decenas de recuerdos: aquellos “turnos eucarísticos” de las 8 y
media de la mañana, que nos permitían no ir a la
misa de 9 y media y jugar al fútbol hasta las 10,
aquel Padre Pío dando en las piernas con una vara
de bambú, aquellos curas que enseñaban mucho y
bien (menos matemáticas que no enseñaban normalmente ellos). Aprendí muchísimo latín, incluso
griego, literatura, filosofía y algo que ya no se enseña, ¡gramática histórica! Recuerdo aquel joven
cura recién llegado, el Padre Enrique Iniesta, siempre cercano y entusiasta de todo. Aquel mi primer
artículo en la revista GENIL, titulado “Alhambra,
último alcázar moro”. Recuerdo que en el colegio
estaba mal visto pertenecer al Frente de Juventudes. Aquellos partidos contra los Maristas, increíbles, llenos de la más sana y radical rivalidad.
Al pasar tantos años todos los recuerdos,
hasta los malos, se vuelven buenos.
2.- 150 años de Colegio junto al río ¿Qué
crees que ha aportado el Colegio a la ciudad?
Creo que una enseñanza rigurosa y exigente
y una educación muy centrada y lejos de extremismos y eso lo hacían también a finales de los
40. Desde luego no se puede juzgar su labor con
criterios de nuestro tiempo. Pero en su tiempo y
ahora, por lo que conozco, ha sido y es un gran
Colegio.
3.- ¿Cómo definirías el Colegio con pocas palabras?
Un espacio extraordinario de educación que nunca
debe ser abandonado.
4.- ¿Qué profesor seglar o religioso recuerdas con
más cariño?
A los Curas Padre Iniesta y Padre Rogerio. Y de seglares a don Francisco Macías, Jesús Thomas y los
hermanos Vallecillos.
5.-Comenta una anécdota tuya en tus años de Colegio.
Aquella bofetada del Padre Peña a Juanillo que se
cubría del sol en un estudio con un folleto de la
película “Niágara” de Marilyn Monroe.
6.-Si nos quieres contar algo más...
Creo que mis padres acertaron en llevarme a los
Escolapios.
Breve nota biográfica.
Estudié desde 1947 hasta 1955. En 1947 el Rector
era el P. Fidalgo y el Prefecto el P. Pío. El Preu lo
hice en el Instituto F. Suárez. He sido Catedrático
de Filosofía del Derecho de las Universidades de
Oviedo y Granada desde 1966. Actualmente soy
Catedrático Emérito de la Universidad de Granada.
Francisco Pedrajas
1.- ¿Qué recuerdo te viene a la memoria al hablar del Colegio?
Más que un recuerdo es una vivencia permanente. Todos los días voy
al Colegio a recoger a mis hijas y
entonces se me suscitan antiguos
recuerdos. Si os digo la verdad el
Colegio o los Escolapios representan uno de los elementos más importantes que configuran mi perso-
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nalidad y mi manera de estar en la
vida.
Hace ya 56 años (el 24 de octubre
de 1954, entonces día de san Rafael)
pisé el Colegio por primera vez y no
he dejado de estar en contacto desde entonces. Espacios hoy desaparecidos (el patio del frontón donde
estábamos los de Bachillerato, la
huerta por donde entrenábamos los
de fondo, el coro de la iglesia donde
ensayábamos y cantábamos con D.
Luis); entregas de diplomas el día
de la madre (el 8 de diciembre) en
el salón de actos; el cine los jueves
y los domingos; la misa obligatoria
de los domingos; el estudio de 7 a
9 por la tarde, obligatorio para los
que suspendían y voluntario para
otros.
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2.- 150 años de Colegio junto al río
¿qué crees que ha aportado el Colegio a la ciudad?
En Granada una buena tarjeta de
presentación ha sido siempre: “yo
estudio o yo estudié en los Escolapios”. El Colegio ha trasmitido al
entramado ciudadano la idea de
una buena preparación académica
de sus alumnos integrada en valores espirituales y cívicos. Con la
perspectiva que da el transcurso
de los años siempre he mantenido
y defendido que los Escolapios nos
trasmitieron también valores de
ciudadanía. Estoy hablando de los
primeros años de los “50”: en los Escolapios no se cantó nunca el “Cara
al sol” que era obligatorio en las escuelas públicas y que aun se cantaba en otros colegios religiosos. En
años posteriores el Colegio siempre
ha mantenido una relación solidaria
con la Ciudad.
3.- ¿Cómo definirías el Colegio en
pocas palabras?
No hablo del Colegio como institución educativa integral. Hablo de
“mi” colegio los ocho años que estuve como alumno. El Colegio era
mi primera casa, no mi segunda
casa. Cuando terminaban las clases
me quedaba jugando al fútbol en el
patio, estudiaba en el Colegio, los
jueves por la tarde me iba al Colegio a jugar al fútbol y al cine, los
domingos por la mañana íbamos a
misa al Colegio y por la tarde al cine
del colegio.
4.- ¿Qué profesor seglar o religioso
recuerdas con más cariño?
Podría citaros a todos los que
tuve, desde el primero en Ingreso
(1954/55) el Padre Félix Serrano
hasta los últimos en Preu (1962/63):
don José Chinchilla o don Manuel
Bravo. Con más cariño y respeto me
acuerdo del Padre Andrés Moreno
(le llamábamos la muerte) hombre
profundo en su pensar y de raíces
muy andaluzas. De D. José Pallarés
bondadoso como nadie. Recuerdo
también al Padre Félix Alonso cercano y buen consejero. A D. Miguel
Ruiz del Castillo (el Miguelón) sensible y paciente con nosotros en
clase de dibujo. El Padre Rogerio
buen profesor y trabajador incansable (la última vez que lo vi antes
de morir iba por los pasillos cargan-
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do una caja de botellas). D. Manuel
Vallecillo, hombre cultísimo que
nos introdujo en la apreciación del
arte pictórico y escultórico. Y aunque no fue profesor mío no puedo
dejar de tener un recuerdo especial
del Padre Iniesta que nos dio unos
impresionantes ejercicios espirituales en régimen de internado cuando
cursábamos Preu y con el que he
mantenido buena relación hasta el
año pasado que lo despedí cuando
se iba para Pamplona.
5.- Comenta una anécdota tuya en
tus años de Colegio.
A mis hijas, las grandes y las pequeñas, se las he contado mil veces. Van de Padre Félix (Serrano)
a Padre Félix (Alonso). La primera
fue en Ingreso (9-10 años): Suena
el silbato, se termina el recreo y
tenemos que ponernos en fila para
entrar cada uno a su clase. A mí se
me ocurre seguir botando y jugando con mi pelota (regalo de Reyes,
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¡el único regalo de Reyes! claro). El
Padre Félix me la requisa y yo me
excuso repetidamente: Padre, que
no estaba jugando que es que me
se ha caído. ¿Cómo que no estabas
jugando? –me decía– De verdad
Padre que es que me se ha caído.
Me costó una semana sin pelota y
50 veces “no se dice me se ha caído
se dice se me ha caído”. La de Preu
(17 años) fue por amor juvenil. Era
primavera. Por primera vez en mi
vida (también fue la última) hice
rabona por la mañana para darme
un paseo por el Carmen de los Mártires con una amiga. Vuelvo al Colegio poco antes de la hora de salida
y muy compungido le pido al Padre
Félix Alonso que me perdone y le
prometo que no lo volveré a hacer.
¿Qué no vas a hacer?, me dijo. Era
el Prefecto y no se había enterado
de mi ausencia. Por tu sinceridad y
nobleza –me dijo– ni te castigo ni se
lo comunico a tus padres. Me libré.
6.- Si nos quieres contar algo más…
Os decía antes que uno de los factores más importantes en
mi formación como persona ha sido el Colegio.
Mis inquietudes sociales
(por llamar de alguna
manera a mi vocación de
servicio público) se iniciaron
y me las consolidaron los Escolapios. El Padre Andrés Moreno nos enseñaba Filosofía en Preu
(curso 1962/63) y aunque yo era
de Ciencias me dijo premonitoriamente que yo iba a ser “abogado de
pobres”. Sus enseñanzas de alguna
manera cambiaron mi orientación
de Ciencias por la de Derecho. El
Padre Iniesta con su personalidad
y sus enseñanzas me despertó una
especial inquietud espiritual y educativa. Y el Padre Rogerio me suscitó una curiosidad política: Yo soy
de Priego de Córdoba, de donde era
D. Niceto Alcalá-Zamora Presidente
de la II República. Con 14 años (puede parecer extraño pero en aquellos
tiempos las cosas eran así) oí por
primera vez en mi vida ese nombre
y ese cargo: ¡Presidente de la República! Por lo que veía antes de Franco había en España “otra cosa”. Y
eso lo aprendí de un cura escolapio,
del Padre Rogerio (al que por cierto
y curiosamente le llamábamos “El
botas”).
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Charla de formación
sobre nuevas tecnologías
El pasado 30 de noviembre tuvimos el claustro al completo
una charla de formación sobre las nuevas tecnologías. Fue
un encuentro interesante, aunque las tecnologías no acompañaron, donde sobretodo reflexionamos sobre la necesidad de vivir y actualizar nuestra metodología a los tiempos
actuales. Conocimos la red de Escolapios 2.0 y la intranet
de los colegios de la provincia. El responsable de la charla
fue Alberto Cantero que se desplazó hasta nuestro cole para
acercarnos estas realidades. Muchas gracias por tu disponibilidad y tu cercanía.
Curso de Educadores escolapios
De nuestro colegio de Granada asistieron Puri Cifuentes y Mª José Iáñez. Junto a otros profesores de los
colegios de Escolapios Emaús asistieron 18 personas al Curso de Educadores Escolapios que tiene lugar
cada año, y que en esta ocasión era el primero que se realizaba conjuntamente desde el Secretariado de
Colegios de la Provincia.
Acompañados por compañeros del Secretariado de Colegios, el Curso tuvo lugar desde el 26 al 30 de octubre en Vitoria. Desde ese lugar se desplazaron cada día a un lugar de Presencia Escolapia en la zona norte
(Bilbao, Pamplona, Tafalla, Vitoria y Tolosa).
Los días fueron también motivo de encuentro para conocer a otros compañeros
del resto de colegios, intercambiar ideas
y reflexionar sobre nuestra propia tarea
en nuestros centros. Cuando se pudo,
también se aprovechó para conocer un
poco las diferentes ciudades. El Curso se
valora muy positivamente porque, entre
otras cosas, ayuda a situar nuestro trabajo dentro de un proyecto más grande,
más global y con más alcance, que es la
Provincia Emaús.
Puri y Mª José tuvieron ocasión de reencontrarse con dos de sus antiguos alumnos: Eloy Fernández y Antonio Entrena,
actualmente en la comunidad San Fermín
en el Casco Viejo de Pamplona.
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Orientadores y jefes de estudio andaluces
en Granada
El lunes 8 de febrero coincidieron en el Colegio
de Granada tres grupos de trabajo de los colegios escolapios de Andalucía (Sevilla, Córdoba y
Granada) convocados por el Secretariado de Colegios de Emaús. Por un lado los participantes del
Curso de Educadores Escolapios, que finalizaron
este Curso conociendo la presencia escolapia en
Granada. Por otro, los Jefes de Estudios de las diferentes etapas de los tres Colegios. Y por último,
los Orientadores de cada uno de los Centros (Sevilla, Córdoba y Granada).
Un total de 18 personas que, después de la
sesión inicial de acogida y exposición del plan
de trabajo de todo el día (que coordinó y animó
Roberto Fdez. como miembro del Secretariado)
se reunieron por grupos homólogos hasta las 12.
Posteriormente, Tras la reunión, tal y como estaba previsto en el plan de formación “En clave de
identidad” se puso fin al Curso de Educadores Escolapios en Andalucía de este curso, con la visita
a la presencia escolapia en Granada.
En primer lugar, profundizaron en el conocimiento de la realidad escolar. Josema y Paco
(Titular y Académico de Granada, respectiva-
mente) dieron a conocer la situación actual del
centro y parte de las instalaciones.
Después, se acercaron a la realidad del barrio
de Cartuja-Almanjáyar, para conocer otra parte
importante de la presencia allí. Los 15 participantes compartieron un rato con la comunidad de
Cartuja, recordando historia, repasando la vida y
el proyecto que se lleva adelante, la inserción en
el barrio, el nuevo proyecto Pechivirí,…
Tras la comida, la jornada continuó
en los locales para abordar la situación
de Itaka-Escolapios, las iniciativas que se
impulsan y todo lo que se está llevando
a cabo. En esta ocasión fue Inma Armillas,
ministra en formación y liberada en la oficina, junto a Ion Aranguren quienes explicaron
el trabajo de Itaka-Escolapios: repaso de las
áreas, grupos educativos, proyectos de acción
social, visita al Centro Juvenil, etc.
El encuentro finalizó sobre las 18’30. Fue un
día intenso pero fructífero en cuanto a intercambio y conocimiento de la presencia escolapia en
Granada.
Visita de la concejala de Área de Medio Ambiente
del Ayuntamiento de Granada
La concejala de Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Granada, María Dolores de la Torre, junto con otros técnicos y responsables del Ayuntamiento han visitado nuestro Colegio. Han
venido para proponernos la participación en el proyecto AGENDA 21, que es un compromiso de
toda la comunidad educativa para trabajar por y para el desarrollo sostenible del centro educativo
y de su entorno, basándose en la educación como medio para alcanzarlo. Ha sido un encuentro
muy agradable en el que hemos podido compartir nuestra preocupación por un desarrollo sostenible.
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