AL REGISTRO CIVIL DE TELDE EL FISCAL, en el Expediente de Matrimonio Civil número 431/2005, que con fecha de 2 de agosto del presente ano ha tenido entrada en esta Fiscalía, evacuando el traslado conferido mediante Providencia de fecha 29 de julio de 2005, y dentro del plazo concedido para alegaciones, dice: Por el Titular encargado de ese Registro se da traslado a la parte que insta el expediente y al Fiscal para que aleguen lo que estimen oportuno acerda de la pertinencia de plantear cuestión de inconstitucionalidad respecto de las disposiciones legales que luego se dirá. El análisis de dicha pertinencia deberá hacerse al dictado de lo contenido en la Circular de la Fiscalía General del Estado número 2/1999, de 30 de diciembre, "Sobre intervención del Fiscal en las cuestiones de inconstitucionalidad en sede judicial ", intervención que responde a la finalidad de poner en práctica la misión que la Constitución encomienda al Ministerio Fiscal consistente en promover la acción de la Justicia en defensa de la legalidad. Objeto de control de constitucionalidad La Providencia mencionada senala la norma que en su caso sería objeto de la cuestión de constitucionalidad, el artículo 44, párrafo segundo, del Código Civil, anadido con la siguiente redacción por Ley 13/2005, de 1 de julio: "el matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o diferente sexo ". En tanto que dicho objeto constituye una norma con rango legal, se cumple con la exigencia contenida en el artículo 27.2 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LOTC). A su vez, esa mención junto a la del precepto constitucional que pudiera verse infringido, que igualmente contiene la citada Providencia (artículo 32.1 de la Constitución Espanola, CE) cumple con el requisito que exige el artículo 35.2 de la citada LOTC. Siendo, pues, correcta, por suficiente, la determinación del objeto de la cuestión de constitucionalidad, debemos decir que de igual modo entendemos excesiva la mención en dicha Providencia de normas internacionales como referente normativo, pues numerosas resoluciones del Tribunal Constitucional han dejado claro que las leyes y tratados internacionales ratificados por Espana constituyen únicamente un elemento de referencia para la interpretación de las normas constitucionales que amparen derechos constitucionales y libertades públicas. En ese sentido ha de interpretarse lo dispuesto en el artículo 10.2 de la Constitución Espanola, sin que por tanto quepa su mención como objeto de la cuestión de inconstitucionalidad. Sin embargo, aparte de la determinación explícita del objeto normativo, el artículo 35 LOTC establece en sus dos apartados un requisito procesal que en la presente Providencia ha sido obviado. Nos referimos al denominado juicio de relevancia, o argumentación referida a la dependencia del fallo respecto de la norma cuestionada. El Juez proponente nada dice referente a en qué medida la resolución de esta cuestión prejudicial por el TC es necesaria para determinar el contenido del fallo. A la pertinencia de esta mención se refieren diversas sentencias del TC, tales como las n° 17/1981, 166/1986, 46/1992, 174/1998, 130/1999, y 109/2001. Legitimación para plantear la cuestión de inconstitucionalidad El artículo 163 de la CE faculta al titular de un órgano judicial para plantear dicha cuestión, cumplidos los requisitos correspondientes, respecto de una norma con rango legal aplicable al caso, de cuya validez dependa el fallo, en algún proceso. Esta limitación, cuya literalidad es expresiva, ha sido desarrollada y apuntalada en su primitivo y literal significado por la propia LOTC, que en su artículo 35.2 habla de nuevo en términos que nos remiten necesariamente a lo angosto de aquel concepto, al emplear, además de la propia palabra proceso, otras tales como procedimiento, y frases como "dentro del plazo para dictar sentencia", y "sentencia firme ". Pues bien, a nadie se escapa que el expediente del que nace la cuestión carece de ese carácter procedimental, al no ser propio de las funciones jurisdiccionales del proponente, ni contener como objeto principal una contienda entre partes que nos remitiera a aquel concepto restrictivo. El artículo 1811 de la Ley de Enjuiciamiento Civil circunscribe este tipo de expediente registral a la esfera de la jurisdicción voluntaria, definida como la relativa a actos en que sea necesaria o se solicite la intervención del juez sin estar empenada, ni promoverse, cuestión alguna entre partes conocidas y determinadas. Tampoco despejan completamente la duda sobre esta legitimación las cuestiones de inconstitucionalidad resueltas por el Tribunal Constitucional y referidas a supuestos que trascienden aquel limitado concepto de proceso. Nos referimos, por ejemplo, a sentencias que recaen en cuestiones nacidas en el seno de expedientes de jurisdicción voluntaria, tal como la n° 261/1998, relativa a un supuesto de aplicación de normas en expediente de esterilización de incapaz. O la sentencia n° 76/1992, referida a un supuesto de solicitud de autorización judicial para entrada en domicilio social, instada por la Seguridad Social. Aun cuando desbordan por su objeto la esfera procedimental senalada, bien es cierto que constituyen supuestos específicos que no deben suponer la generalización de dicho desborde y la desaparición virtual del texto constitucional y legal del término proceso y su significado restrictivo. En consecuencia, entendemos que la naturaleza del expediente del que nace la propuesta del planteamiento de la cuestión de inconstitucionalidad no habilita al órgano judicial a llevarla a cabo, por no ser la función del Juez encargado del Registro Civil propiamente jurisdiccional. Este último extremo es dejado meridianamente claro por el propio Tribunal Constitucional en sentencias, entre otras, n° 56/1990 y n° 62/1990. Lo que pensamos puede dar lugar a su rechazo, caso de planteamiento final de la cuestión, por faltar las condiciones procesales para la misma, de acuerdo con lo que dispone el artículo 37.1 LOTC. La constitucionalidad de la norma cuestionada Debemos recordar que al fiscal que suscribe no corresponde dictaminar acerca del fondo del asunto, del carácter constitucional o no de la norma referida, que queda reservado al Fiscal General del Estado por imperativo legal. Pero sí que es preciso abordar desde el margen el problema, y reflejar en su caso la presencia de aquellos datos que sean el fundamento de la duda razonable. Al respecto he de mencionar lo que dice la Circular 2/1999 FGE, arriba citada, "la cuestión de inconstitucionalidad no sirve para solventar simples dudas o problemas de interpretación de una norma, sino la inicial apreciación de que la misma es contraria a la Constitución " En nuestra opinión, la naturaleza de la controversia tiene sede únicamente en los foros sociales y políticos, pero no judiciales, aparte de lo que el presente caso y otro similar significa. La formación de debates múltiples, de opiniones comunicadas a la ciudadanía por múltiples medios, y pronunciamientos a título particular por diversas autoridades, también judiciales, no deben formar aquel fundamento de que hablamos, pues éste, en la fase procesal en que nos encontramos, solo podrá estar constituido con la suficiente solidez por dictámenes y resoluciones de carácter oficial. Al respecto, y con ese carácter, podemos citar como destacado el Dictamen del Consejo de Estado de fecha 16 de diciembre de 2004, que informaba el anteproyecto de Ley por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio. Este alto órgano consultivo discute de forma senalada la nueva normativa sobre matrimonio civil entre personas del mismo sexo, entre otros motivos, por causa de su concreta denominación, amparando el reconocimiento de efectos jurídicos a aquella unión. Recordemos que una de sus conclusiones es la que refiere que "los objetivos perseguidos por esa normativa están amparados por la Constitución": Es de destacar, igualmente, el Informe elaborado por la Sección de lo Civil de la Fiscalía del Tribunal Supremo, de 13 de junio de 2005, que se pronuncia sobre la consulta remitida por la Fiscalía del T.S.J. de Cataluna sobre el problema de aplicabilidad del nuevo artículo 44.2° del Código Civil a contrayentes de un mismo sexo nacionales uno o ambos de países que no permiten este matrimonio. Sin hacer, lógicamente, referencia al problema que aquí tratamos, lo cierto es que profundiza en el análisis de preceptos relacionados con el que aquí se cuestiona desde distintos aspectos, incluido el constitucional, siendo llamativo, a lo que nos interesa, que en ningún momento se expresa duda alguna acerca de la constitucionalidad del mismo. Por último, no obstante abstenerme de entrar en un análisis de fondo de un precepto constitucional, no se puede dejar de mencionar que la literalidad del artículo 32.1 de la CE, origen de la duda que se plantea, no parece excluir esta forma matrimonial entre personas del mismo sexo, pues en la frase "el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica " debería incluirse además las palabras "entre sí"para entenderse fuera de su ámbito cualquier otra forma de matrimonio. Por todo lo cual, entendemos que no queda acreditada la existencia de dudas razonables suficientes para plantear cuestión de inconstitucionalidad sobre la nueva regulación matrimonial. En Las Palmas de Gran Canaria, a 9 de agosto de 2005. Fdo.: Ernesto Vieira Morante.