Elecciones Brasil 2014 Informe CELAG

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 Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica
INFORME CELAG ELECCIONES BRASIL 2014 Enrique Sánchez y Agustín Lewit La recta final de la campaña presidencial brasileña, cuya primera vuelta se celebrará el próximo domingo 5 de octubre, estuvo caracterizada por significativas fluctuaciones en las encuestas que midieron la intención de voto, lo cual evidencia en términos generales un escenario volátil y poco predecible. La principal razón de ello ha sido el sacudón político provocado por la repentina muerte en un accidente aéreo de Eduardo Campos, uno de los competidores presidenciales. Con una carrera prometedora pero aún lejos de consolidarse a nivel federal, Campos era candidato a la presidencia por el Partido Socialista Brasileiro (PSB), al cual todas las encuestas lo ubicaban en el tercer lugar, detrás de las coaliciones lideradas por Dilma Rousseff -­‐en representación del oficialista Partido dos Trabalhadores (PT)-­‐ y de Aécio Neves -­‐
encabezando al Partido da Social Democracia Brasileira (PSDB). Tras el trágico suceso, la ecologista Marina Silva –compañera de fórmula del fallecido Campos-­‐ se posicionó como la nueva candidata presidencial del PSB, aumentando considerablemente la intención de votos hacia su partido, lo cual alteró de manera significativa la configuración de la escena pre-­‐electoral. En efecto, lo que en principio se presentaba como una reelección segura y sin mayores sobresaltos a favor del oficialismo, devino en una pelea cabeza a cabeza con la nueva candidata, provocando un escenario cargado de incertidumbres. Ahora bien, si Marina Silva -­‐impulsada por la poderosa red de medios hegemónicos históricamente antipetistas-­‐ tuvo un crecimiento exponencial de adhesiones durante algunas semanas, afectando principalmente la intención de votos de Neves pero también de la propia Rousseff, las últimas mediciones han reposicionado nuevamente a la actual presidenta como la candidata que despierta mayores apoyos. Ejemplo de ello, es la encuesta recientemente publicada por el Centro Datafolha. 1 Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica
Intención de voto en la primera vuelta Fuente: Datafolha, septiembre de 2014, en http://datafolha.folha.uol.com.br/ . Intención de voto en la segunda vuelta Escenario Dilma-­‐Marina Escenario Dilma-­‐Aécio Fuente: Datafolha, septiembre de 2014, en http://datafolha.folha.uol.com.br/ . Se observa en la misma que a finales de agosto, tras el posicionamiento de Marina Silva como principal candidata del PSB, existía una previsión de empate técnico para la primera 2 Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica
vuelta entre ella y la presidenta-­‐candidata. En un segundo turno, las estimaciones indicaban que Silva ganaría por diez puntos porcentuales ante Rousseff. Sin embargo, tal como adelantamos, ese pronóstico se ha revertido durante las últimas semanas, mostrando nuevamente un claro favoritismo de Dilma en el primer turno, y -­‐si bien con menor margen-­‐ también en la segunda vuelta. La popularidad de Marina Silva era ya superior a la de Campos antes de su fallecimiento, pero en ningún caso superaba en intención de votos a Dilma, aun cuando las encuestas preguntaban sobre un hipotético liderazgo de Marina dentro de la candidatura del PSB. De acuerdo a la mayoría de los analistas, algunos elementos explicativos de este viraje en las encuestas fueron el efecto emotivo por la muerte de Campos, los malos resultados económicos conocidos durante el último mes y el mayor protagonismo en los medios de Silva. Lo que es casi seguro hasta aquí es que, tal como ocurrió en las últimas tres elecciones presidenciales celebradas en 2002, 2006 y 2010, ninguno de los candidatos alcanzará el 50 por ciento de los votos necesarios, ni la ventaja mínima respecto al segundo que le otorgue el triunfo en primera vuelta. Así, antes que una novedad, la casi insorteable instancia del ballotage es a esta altura un dato que refleja el comportamiento del electorado brasileño en las últimas casi tres décadas. Por otro lado, de confirmarse la mayoría de las tendencias que evidencian un desplazamiento del PSDB al tercer lugar, se pondría fin al principal clivaje ordenador de la disputa presidencial brasileña de los últimos 22 años, que centró la tensión entre dicho partido y el gobernante PT, esbozando contornos bipartidistas al sistema de partidos brasileño. Ya en las elecciones de 2010, cuando Marina Silva y su Partido Verde obtuvieron un destacable casi 20 por ciento de los votos, este escenario había dado unos primeros indicios de resquebrajamiento. Análisis de los principales candidatos La Presidenta Dilma Rousseff enfrenta la alarma de algunos indicadores económicos negativos. En los dos últimos trimestres hubo una caída continuada del PIB (0,2% y 0,5% respectivamente), lo que coloca al país en una recesión técnica. Se suman a estos datos la cifra de inflación actual (6,5%) y las altas tasas de interés (11%) del Banco Central de Brasil. Sin embargo, en paralelo, continúa reduciéndose el desempleo (5%) y se observan datos positivos actuales en otros indicadores sociales y económicos: aumento del salario mínimo, reducción del trabajo infantil y aumento de la tasa de alfabetización. 3 Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica
Varios escándalos en la gestión de Petrobras, la organización del Mundial de Fútbol y las protestas de junio de 2014 también han sido temas clave que han afectado a la imagen de Dilma. A su favor, sigue teniendo mucho peso el éxito de los programas sociales potenciados durante su mandato (con “Bolsa Familia” a la cabeza); el apoyo decidido en la campaña por parte del expresidenta Lula, cuyo legado es todavía uno de los ejes electorales del PT; y la determinación firme de Rousseff de acabar con la corrupción, imagen transmitida tras la expulsión de varios políticos de peso del partido envueltos en casos de corrupción. Marina Silva, por su parte, tiene un largo recorrido político, destacándose principalmente por su labor ambientalista a nivel nacional e internacional. Fue ministra de Medio Ambiente durante casi seis años en el gobierno de Lula da Silva y en las últimas elecciones presidenciales fue la tercera candidata en número de votos con el Partido Verde, sumando 19 millones de apoyos. En estas elecciones inicialmente vio frustradas sus opciones de presentarse como candidata a la presidencia con un nuevo partido -­‐ Rede Sustentabilidade-­‐ al no reunir las firmas requeridas, por lo que tuvo que unirse a la candidatura del PSB acompañando a Eduardo Campos. Esa adaptación no voluntaria a un nuevo partido, junto a la indefinición programática y personal de Marina Silva, ha sido objeto de duras críticas durante las últimas semanas. Su condición de evangélica también siembra dudas sobre su posible influencia en la producción legislativa del Congreso cuando se consideren ciertas materias como el aborto, el matrimonio igualitario o la legalización de la marihuana. Por otra parte, la acusación por parte del PT de la eliminación de los principales programas sociales en el caso de que gane Marina, ha calado en un buen número de electores y también ha influido en la nivelación de la intención de voto de su candidatura. Aun acomodándose en su sorpresiva candidatura, Marina echó mano al pragmatismo como principal herramienta de posicionamiento. A un pasado que podría definirse dentro del universo de la centro-­‐izuiqerda, le contrapuso un programa de gobierno con claros guiños hacia el mercado, reforzado con declaraciones cargadas de definiciones propias del discurso neoliberal, que han evaporado las diferencias con el candidato Neves. Por ello, ha despertado voluntades de los más diversos sectores anti-­‐petistas que incluyen desde los “indignados” brasileños –que no habían encontrado hasta entonces un candidato que los sedujera-­‐, hasta las fracciones más duras del mundo financiero y económico brasileño, que por estas horas repiten abiertamente que “Marina es como una ruleta rusa pero Dilma es un revólver cargado”. Por el fuerte respaldo que Silva despierta en sectores acomodados de la sociedad brasileña –entre ellos, sólidos vínculos con el Banco Itaú y la empresa de cosméticos Natura-­‐, el posicionamiento novedoso del PSB desplazando a la socialdemocracia como principal contrincante del PT, podría leerse apenas como un nuevo reordenamiento partidario que mantiene inalterable la tensión que ha atravesado el Brasil de los últimos años entre los 4 Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica
sectores más y menos favorecidos: todo parece indicar que, con Marina, la polarización cambió de nombre pero no de contenido. El tercer candidato en las encuestas es Aécio Neves, candidato por el PSDB (Partido da Social Democracia Brasileira), actualmente identificado en el espectro ideológico de centro-­‐
derecha tras la experiencia de gobierno durante los mandatos del expresidente Fernando Henrique Cardoso. El candidato Aécio Neves es nieto del expresidente Tancredo Neves y fue gobernador del estado de Minas Gerais durante siete años. Sus apoyos principales se concentran en el estado de Sao Paulo, con el mayor cuerpo electoral del país. Tiene, entre sus propuestas, la autonomía del Banco Central de Brasil o la reforma de Petrobras. A pesar de haber subido su estimación de voto durante el último mes, no tiene opciones reales de disputar la segunda vuelta. Se espera que su electorado se vuelque entonces en la candidatura de Marina Silva, más próxima ideológicamente y alternativa al poder del PT. Otros ocho candidatos, con apoyos minoritarios y sin opciones, se candidatan para las elecciones presidenciales: Pastor Everaldo (PSC) (1%), Eduardo Jorge (PV) (1%), Luciana Gentro (PSOL) (1%), José Maria (PSTU), Mauro Iaci (PCB), Eymael (PSDC), Levy Fidelix (PRTB) e Rui Pimenta (PCO). Principales temas de la campaña electoral Los principales temas debatidos durante la campaña fueron los siguientes: Integración regional. Dilma Rousseff ha ratificado la adhesión a los distintos bloques regionales de los cuales Brasil forma parte, en especial resaltando la importancia del Mercosur. Por su parte, Silva y Neves han criticado respectivamente el rumbo externo actual brasileño por considerarlo “demasiado ideologizado”, planteando la necesidad de buscar nuevos horizontes y vinculaciones por fuera de la región. Desaceleración de la economía y bajas perspectivas de crecimiento. Como se señaló anteriormente, varios datos macroeconómicos vislumbran un enfriamiento de la economía brasileña. Casos Pasadena y Lava-­‐Jato en Petrobras. El primero, relacionado con una gestión de compra de la refinería Pasadena en el año 2006, en Estados Unidos. Esa operación no tuvo los frutos esperados, generando grandes pérdidas para la empresa petrolera. Salpica directamente a la Presidenta Rousseff, que por entonces era miembro del Consejo de Administración. El segundo es un caso de blanqueo de dinero y evasión de impuestos. Se relaciona con Petrobras porque el exdirector de la compañía, Paulo Roberto Costa, está entre los acusados. 5 Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica
Inseguridad ciudadana y repunte de los índices de homicidios en el país. Los efectos positivos iniciales del Programa de Unidades Pacificadoras están perdiendo fuerza, al tiempo que son polémicas las acciones de ocupación militar de favelas. Gastos en la organización del Mundial de Fútbol. Muy ligadas a las protestas de junio de 2013, fueron muchas las voces que criticaron los excesivos gastos de las obras realizadas para este acontecimiento deportivo y pusieron en duda los beneficios de su organización. Asimismo, la estrepitosa eliminación de Brasil no ayudó a la Presidenta Dilma, cuya popularidad habría podido aumentar en caso de una victoria de la selección nacional. Políticas sociales. La actual configuración del sistema de pensiones y la política de transferencia de rentas en programas como Bolsa Familia son temas recurrentes en los últimos debates y discursos de campaña. Otros temas. La autonomía del Banco Central de Brasil, la escasez de energía hidroeléctrica en el estado de Sao Paulo, la legalización de la marihuana, la despenalización del aborto y, recientemente, la posición de Brasil sobre la intervención militar en el Estado Islámico de Irak, han sido otros de los temas relevantes de esta contienda electoral. Además de la elección de los candidatos a la presidencia del gobierno, el próximo domingo 5 de octubre también se elegirán a los 27 gobernadores de las unidades federales, a un tercio de los miembros del Senado Federal, a la totalidad de los miembros de la Cámara de Diputados y a los representantes de los órganos legislativos estaduales. En el estado de Sao Paulo se prevé una amplia victoria del candidato del PSDB y actual gobernador, Geraldo Alckmin. En Río de Janeiro la carrera por el gobierno estadual está más disputada, con el candidato del PMDB, Pezão, y el de PR, Garotinho, como favoritos en las encuestas. En Minas Gerais, la ventaja del petista Fernando Pimentel es significativa respecto al candidato tucano Pimenta da Veiga (PSDB). Actualmente el PSDB es el partido que cuenta con más gobernadores, ocho en total, si bien el PT junto a su tradicional aliado, el PMDB, aglutinan el gobierno de diez estados federales. Las previsiones para la Cámara de diputados son más inciertas. Se espera, no obstante, una ligera reducción del PT y del PMDB, aunque mantendrán su predominio en la cámara baja. Actualmente son el primer y segundo partido, respectivamente, con más representantes. Son socios dentro el bloque del gobierno. Les seguirá el PSDB como tercera fuerza con más representantes y como principal partido de la coalición opositora. 6 
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