San Salvador, a las doce horas del catorce de enero de dos m

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No. 1506 S.S.
VII
SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las
doce horas del catorce de enero de dos mil tres.
Vistos en casación de la sentencia definitiva, pronunciada en apelación, por la Cámara
Primera de lo Civil de la primera Sección del centro, a las diez horas del veintisiete de
noviembre de dos mil uno, en el juicio ejecutivo mercantil, promovido por el doctor Carlos
Amílcar Amaya, en calidad de apoderado del FONDO DE SANEAMIENTO Y
FORTALECIMIENTO FINANCIERO, que se abrevia FOSAFI, contra el señor RAFAEL
ARTURO HIDALGO y contra las sociedades INTERDATA, S.A. DE C.V., COMPAÑÍA
ANGLO-SALVADOREÑA DE SEGUROS, S.A., INVERTEC, S.A. DE C.V. y DATA
PC, S.A. DE C.V., reclamándoles cantidades de dinero, intereses y costas.
Han intervenido en el juicio, en primera y segunda instancia y en Casación, el doctor Carlos
Amílcar Amaya, abogado, de este domicilio, como apoderado general judicial de la parte
actora; así mismo han intervenido en primera y segunda instancia los doctores Alberto
Ulloa Castro y Mario Ernesto Mezquita, ambos abogados y de este domicilio, como
apoderados generales judiciales de la COMPAÑÍA ANGLOSALVADOREÑA DE
SEGUROS, S.A. DE C. V., y en casación sólo intervino el doctor Alberto Ulloa Castro, en
el carácter en que se ha mencionado.
LEIDOS LOS AUTOS, Y,
CONSIDERANDO I: La resolución apelada es una interlocutoria con fuerza de definitiva,
pronunciada por la Juez Primera de lo Mercantil, de este distrito, a las once horas del cuatro
de julio de dos mil uno, que en lo pertinente dice: "El Juicio Ejecutivo es aquel proceso
donde sin entrar en la cuestión de fondo de las relaciones jurídicas, se trata de hacer
efectivo lo que consta en un título el cual la ley le da la misma fuerza que a una ejecutoria.
Se ha dicho doctrinariamente que este procedimiento sumario no constituye en vigor un
juicio sino un medio expedito para la efectividad de sentencias y documentos que hacen fe
y tiene fuerza compulsiva especial; que para que sea despachada su ejecución es necesario
que traiga aparejada ejecución.--- Se ha entendido siempre que para que se despache la
ejecución es necesario que el título base de la pretensión contenga una obligación líquida en
dinero o especie, que además sea exigible, es decir que no se sujete el cumplimiento a
ninguna modalidad y que el plazo para el cual se pactó la obligación haya vencido. En
consecuencia se deduce que para que la acción ejecutiva exista se necesitan cuatro
requisitos, a saber:--- a) Acreedor Legítimo--- b) Título o instrumento ejecutivo c) Deudor
y,--- d) Obligación exigible civilmente.--- En el caso subjudice analizaremos uno de los
requisitos exigidos, de la siguiente manera: ---ACREEDOR LEGITIMO--- El acreedor de
los créditos que están pretendiendo ejecutarse es el extinto BANCO DE CREDITO
POPULAR quien los transfirió por medio de una dación en pago a favor del Fondo de
Saneamiento y Fortalecimiento Financiero mediante la Escritura Pública que consta en
autos, debidamente inscrita en el Registro de la Propiedad correspondiente, quedando con
ello debidamente demostrado que es el acreedor legítimo, no obstante que en nuestra
legislación no hay regulación expresa respecto a la Dación en Pago o "Datio in Solutum"
que con rigorismo clásico era llamada, y considerada además, como un medio de extinción
de las obligaciones; pero en aquellos casos que la cosa dada en pago al acreedor fuese un
crédito, este contrato deberá juzgarse por las reglas de la cesión de derechos.--- En este
orden de ideas la dación de derechos sí está regulada en nuestro ordenamiento legal y
establece en el Art. 1691 y 1692 que la cesión para que tenga efecto entre el cedente y
cesionario deben llenarse los requisitos que establece el Art. 672 y para que surta efecto
contra el deudor y los terceros deben ser notificados por el cesionario al deudor o aceptado
por este.--- En consecuencia con lo expuesto es obvio que para despacharse la ejecución es
condición sine qua non la notificación de la cesión al deudor, de manera que éste conozca
el cambio de acreedor o que conste la aceptación de éste, lo cual en el caso que nos ocupa
no consta en autos y al admitirse y despacharse la ejecución la suscrita no se percató de
ello, por lo que considerando requisito subsanable se le previno a la parte actora presentara
la notificación la cual a la fecha no ha sido evacuada, en consecuencia:--- Revócase la
resolución proveída a las quince horas del día veintiséis de abril del presente año y todo lo
que fuese su consecuencia.--- Levántese el embargo decretado en bienes propios de los
demandados SOCIEDAD INTERDATA, S.A. DE C.V:, SOCIEDAD COMPAÑÍA
ANGLO-SALVADOREÑA DE SEGUROS, S.A., señor RAFAEL ARTURO HIDALGO;
SOCIEDAD INVERTEC, S.A. DE C.V. y SOCIEDAD DATA PC, S.A. DE C.V.--Previénesele al Ejecutor de Embargos señor José Luis Guadrón Villanueva, en :
Residencial San Antonio, pasaje 4, Block E W 28, Nueva San Salvador, devuelva el
mandamiento de embargo en el estado en que se encuentre, en el plazo de CUARENTA Y
OCHO HORAS contadas a partir del día siguiente al de la notificación de esta resolución,
bajo pena de incurrir en las sanciones que establece la ley, por su incumplimiento, para ello
comisiónase al Juez Tercero de Paz de Nueva San Salvador y líbresele provisión con
inserción de lo pertinente para que practique la diligencia encomendada hasta por esquela si
fuese necesario."
CONSIDERANDO II: La resolución de la Cámara, de la cual interpuso recurso de casación
el doctor Amaya, en lo pertinente, reza así: "La resolución que ha motivado la alzada es la
que revoca la admisión de la demanda y todo lo que fuere su consecuencia y levanta el
embargo decretado, en razón de no habérsele dado cumplimiento a los Arts. 1691, 1692 y
672, todos del Código Civil. El apelante aduce en su expresión de agravios, que se está en
presencia de una figura jurídica diferente a la cesión de créditos, pues el documento base de
la acción es una Dación en pago, la cual, opera de manera diferente a la cesión de créditos y
por lo tanto, tiene diferentes requisitos, motivo por el cual, no le son aplicables los artículos
que regulan la figura expresada por la Juez a quo. Sobre lo anterior, este Tribunal hace las
consideraciones siguientes:--- La Cesión de Créditos es la transferencia de una parte a otra,
del derecho que le compete contra su deudor, con entrega adicional del título, cuando
exista. La doctrina menciona cuatro requisitos básicos para que la cesión de créditos tenga
eficacia: a) el crédito debe ser susceptible de cederse; b) existencia previa de un título
traslaticio que preceda y justifique la cesión; c) entrega del título del cedente al cesionario,
con las formalidades del Art. 672 C; y d) Notificación o aceptación del deudor. Art. 1692
C. Con respecto a este último literal, cabe agregar que la aceptación puede ser expresa o
tácita, y que la notificación debe realizarse cumpliendo dos requisitos: que se haga, no por
una notificación privada, sino por notificación judicial. Art. 950 Pr., y que de acuerdo con
el Art. 1693 C., ésta debe hacerse con exhibición del título del crédito cedido, si lo hubiere,
o instrumento de traspaso, de que habla el Art. 672 C. De lo anterior, se colige que,
mientras no medie la aceptación o notificación, el legislador supone que no ha habido
desplazamiento del crédito, del patrimonio del cedente, al cesionario.--- Por otra parte, la
Dación en Pago, es un modo de extinguir obligaciones en el cual, al acreedor, se le entrega
en pago una cosa distinta de la debida, y es necesario para que opere: a) la existencia previa
de una obligación que se trate de extinguir; b) que haya diferencia entre la prestación
debida y la que se sustituye; c) Que exista consentimiento de ambas partes; d) capacidad
del acreedor y del deudor; y e) Que se haga con las solemnidades legales. Como se ve, a fin
de extinguir la obligación, puede darse en pago uno o varios créditos personales, como ha
ocurrido en el caso de autos, más, por la naturaleza de la prestación, los Arts. 1691, 1692 y
672, todos del Código Civil, debe entenderse que se ha cedido un crédito personal, el cual
debe ser aceptado o notificado, para que pueda surtir efectos legales, que en el presente
caso, sería dotar de fuerza ejecutiva al documento base de la acción. La importancia de la
aceptación o notificación, en su caso, no solo radica en que por ellas se perfeccionan ambas
figuras, sino que además, debe hacérselas saber al deudor el cambio del acreedor, a fin de
que no se encuentre en desventaja, con respecto a la defensa de su derecho.--- La
notificación previa al deudor, del cambio de acreedor, hace que el documento base de la
acción, tenga la fuerza suficiente para dar inicio a la acción ejecutiva. La Juez a quo en su
sentencia dice: "en consecuencia con lo expuesto es obvio que para despacharse la
ejecución, es condición sine qua non la notificación de la dación al deudor, de manera que
éste conozca el cambio de acreedor o que conste la aceptación de éste, lo cual en el caso
que nos ocupa no consta en autos y al admitirse y despacharse la ejecución la suscrita no se
percató de ello, por lo que considerando requisito subsanable, se le previno a la parte actora
presentara la notificación, la cual a la fecha no ha sido evacuada…" Cuando el Juzgador
advierte que el instrumento carece de fuerza ejecutiva, no le es dable a la parte interesada
remediar la situación, como supone la Juez a quo, puesto que para el inicio de la acción
ejecutiva "es condición sine qua non", que el documento presentado como base de la
acción, contenga la fuerza necesaria para decretar el embargo, esto es, que sea
autosuficiente para cumplir su cometido. La notificación del cambio de acreedor debe ser,
como arriba se dijo, previa al inicio del procedimiento ejecutivo, no puede suplirse
posterior a ello, porque su carencia, no le da al instrumento el carácter suficiente como para
iniciar con él, juicio ejecutivo.--- La Juez al advertir a instancia del deudor, la falta del
requisito antes dicho, obró apegada a Derecho, motivo por el cual este Tribunal
RESUELVE: Confírmase la interlocutoria apelada y condénase en costas al apelante. --Vuelva la pieza principal al Juzgado de su origen con certificación de ley".
CONSIDERANDO III: La parte actora, estando inconforme con la resolución pronunciada
por la Cámara, interpuso recurso de casación, en los términos siguientes: " I-CAUSA
GENERICA INVOCADA--- Quebrantamiento de alguna de las formas esenciales del
juicio. Art. 2 letra b) L. de Cas.---II-MOTIVOS ESPECIFICOS INVOCADOS--- Art. 4
número 4 y número 5 L. de Cas.. que dicen: "4°- Por falta de recepción a prueba en
cualquiera de las instancias, cuando la ley lo establezca"--- 5° Por denegación de pruebas
legalmente admisibles y cuya falta ha producido perjuicios al derecho o defensa de la parte
que la solicitó".--- III PRECEPTO INFRINGIDO--- Art. 1024 Pr. ---CONCEPTO EN QUE
LO HA SIDO --- En el libelo de expresión de agravios que mi mandante presentó ante vos
Honorable Cámara, a páginas 9 fte. y siguientes expresó: --- "Más sin embargo, aceptando,
sin admitirlo, que el criterio del tribunal sea el correcto, la exigencia de la notificación
dicha tampoco tiene fundamento a la luz del contrato de la cesión de créditos, pues la
cesión realizada entre el Banco de Crédito Popular y FOSAFI ya había sido aceptada por
ANGLOSAL en los términos que expresa los Artículos 1692 y 1694 del C.C. que dicen:
"La cesión no produce efecto contra el deudor ni contra terceros, mientras no ha sido
notificada por el cesionario al deudor o aceptada por éste" y "La aceptación será expresa y
consistirá en un hecho que lo suponga, como la litis contestación con el cesionario, un
principio de pago al cesionario, etc." A la luz de lo dicho por este artículo resulta evidente
que habiéndose notificado y emplazado de la demanda ANGLOSAL, ( fs. 146 a 148 y fs.
153 P.P. ésta se ha colocado en los supuestos fácticos del Art. 1694 citado, por cuanto ha
realizado hechos que suponen el conocimiento y aceptación de la dación o cesión según el
tribunal; al haberse dado ANGLOSAL por emplazada; siendo los casos que el artículo
dicho cita a título ejemplificativo tal como se colige del uso que el legislador hace del
adverbio "como" y de la expresión "etcétera", lo que quiere decir que si existieren otros
hechos que supongan la aceptación de la dación o cesión como aquí ocurre, repetimos, el
darse por notificada y emplazada de la demanda la sociedad ejecutada, vuelve innecesario
cualquier requisito formal de notificación como lo exige el tribunal, pues ya se perfeccionó
la aceptación tanto de la cesión Art. 1962 C--- Cabe citar además Honorable Cámara, otras
situaciones que encajan también en el supuesto fáctico del Art. 1964 C ya citado. En efecto,
ANGLOSAL tenía pleno conocimiento de la existencia de los créditos que ahora se le
reclaman ejecutivamente desde mucho antes de la presentación de la demanda, así como
sabía perfectamente que esos créditos le habían sido dados en pago al FOSAFI por el
extinto Banco de Crédito Popular; se colige lo dicho de la abundante correspondencia
girada entre el Banco de Crédito Popular y ANGLOSAL reclamándole el pago de los
créditos adeudados, ya sea a título de principal o como garante, correspondencia que se
inicia desde el 16 de noviembre de 1989 y continúa hasta el año 1993; luego sigue hasta en
1996 la comunicación sobre el mismo tema con el Banco Salvadoreño, S.A., como Banco
administrador de los créditos ahora ejecutados y termina con correspondencia sobre lo
mismo con el FOSAFFI desde 1997 hasta el año 2000; esa correspondencia se encuentra en
los archivos de FOSAFI, de donde pido sean compulsados.--- Como se ve, Honorable
Cámara, ANGLOSAL tenía pleno conocimiento de dos circunstancias: (a) la existencia de
los créditos reclamados; y (b) que estos habían dados en pago al FOSAFFI, es decir, sabía
quien era su nuevo acreedor.--- Además de lo anterior existe otro hecho, Honorable
Cámara, que evidencia plenamente el conocimiento por parte de ANGLOSAL de las dos
circunstancias antes citadas, ya que sus apoderados promovieron diligencias de jactancia en
el mismo Juzgado Primero de lo Mercantil de esta ciudad, aduciendo que el FOSAFI se
jactaba de que ANGLOSAL le era deudora, deuda que se originaba, precisamente sobre los
mismos créditos que han servido de base al juicio ejecutivo del que ahora Vos conocéis en
apelación. De manera Honorable Cámara, que también este hecho encaja en el Art. 1694 C.
que antes se ha citado; dichas diligencias también pido sean compulsadas. Esta última
situación también constituye motivo de aceptación tácita de la dación (o cesión) Art. 1962
C.--- Por lo expuesto a Vos pido:--- Tener por expresados agravios de mi parte; --- Abráis a
pruebas este incidente, Art. 1024 Pr., para practicar compulsa de : (a) la correspondencia a
la que me he referido en el párrafo final de la página diez que concluye en la página once
de este libelo, la que deberá practicarse en las oficinas del FOSAFI, situadas en Primera
Calle Poniente, Edificio Banco Central de Reserva, Segundo Nivel, San Salvador; (b) las
diligencias de jactancia promovidas por ANGLOSAL en el Juzgado 1° de lo Mercantil de
esta ciudad, cuya referencia es DV-82-2000"--- Honorable Cámara la particular situación
de la aportación de prueba en segunda instancia especialmente tratándose de juicio
ejecutivo, requiere necesariamente de que haya apertura a prueba en el mismo, de tal suerte
que al negarse ésta es imposible que pueda aportarse aquella, que es lo que precisamente ha
ocurrido en el presente caso y por ello hemos invocado ambos motivos específicos, el del
número 4 y el del número 5 del Art. 4 de la Ley de Casación. Hecha esta necesaria
aclaración, procederemos a explicar por que fue indebidamente negada la apertura a prueba
en segunda instancia y como consecuencia de ella negada también la práctica de la prueba
por compulsa que habíamos solicitado.--- IV.- Como se ve, la petición del FOSAFI
transcrita en el párrafo III de este escrito, iba encaminada a establecer, a través de la
compulsa, que los deudores conocían de la existencia de los créditos que se les reclamaban
aún antes de ser demandados y que además de este conocimiento y en base a lo dispuesto
en los Arts. 1692 y 1694 C.C., había operado la aceptación tácita de la cesión de créditos
hecha por el BANCO DE CREDITO POPULAR, ahora extinto, al Fondo que represento.
En otras palabras Honorable Cámara, la petición de compulsa referida tenái un evidente fin
probatorio que Vos sin haber agotado el trámite que indica el Art. 1024 C.C., por auto de
las doce horas del día diecinueve de octubre de dos mil uno rechazasteis aduciendo lo
siguiente: " El mencionado profesional ha solicitado la apertura a prueba con objeto de
establecer el conocimiento que los demandados tenían de la existencia del crédito
reclamado. Si bien introducido el recurso de apelación abre la Segunda Instancia, esto no
significa que se deba conocer y cambiar la naturaleza de lo planteado en la Primera
Instancia, si no que se limita a examinar la decisión impugnada, sobre la base del material
reunido en la primera. Por una simple deferencia del legislador la Cámara podrá conocer
hechos que planteados en primera instancia no fueron resueltos por el Juez a quo. Por las
razones expuestas este Tribunal RESUELVE: Declárase sin lugar la apertura a prueba
solicitada".---El Art. 1024 Pr. C. que cito como infringido no hace más distinción en cuanto
a la recepción de prueba en juicio ejecutivo, de que se pida para practicar una compulsa, y
los Arts. 1020 y 1021 Pr. C. relacionados con el anterior señalan el trámite que ha de
dársele a la solicitud de apertura a pruebas, trámite que sin ninguna explicación vos
omitisteis. Al haber interpretado Vos que por las razones que expresáis en la última
resolución citada no procedía la apertura a prueba indudablemente habéis causado un grave
daño a mi mandante, no se trata como Vos lo decís que "por una simple deferencia del
legislador la Cámara podrá conocer hechos que planteados en primera instancia no fueron
resueltos por el Juez a quo". No se trata Honorable Cámara de una deferencia, las leyes no
se dictan para ser respetuosas ni corteses con nadie, que eso es lo que significa deferencia,
las leyes, sobre todo las de carácter procedimental, como las que nos ocupan, regulan
situaciones fácticas y garantizan a las partes el ejercicio del debido proceso legal.--- V.- Lo
que Vos resolvisteis en el proveído de las doce horas del diecinueve de octubre del año
recién pasado y cuya parte pertinente hemos transcrito en el párrafo anterior, refleja
exactamente vuestro criterio sobre el fondo de la cuestión discutida y ahí radica
precisamente el perjuicio que habéis irrogado a FOSAFFI al negar la apertura a prueba y
como consecuencia de ello imposibilitar la práctica de la compulsa solicitada, la cual había
sido hecha con el único y exclusivo fin de probar de que había operado la aceptación tácita
de la dación en pago de los créditos hecha a FOSAFFI por el extinto Banco de Crédito
Popular, S.A. Con esa única finalidad pedimos la apertura a pruebas y la realización de la
compulsa y así con esa claridad os lo dijimos Honorable Cámara. Pero Vos desviando el
tema que era exclusivamente procedimental, entráis a resolver sobre el fondo del asunto
casi prejuzgando, pues de una vez te pronunciáis sobre que las circunstancias alegadas por
FOSAFFI no pueden ser objeto de decisión vuestra y por ende tampoco pueden ser objeto
de prueba. Esa actitud tuya Honorable Cámara, causa el perjuicio a que se refiere el número
5 del Art. 4 de la Ley de Casación que hemos invocado.--- Tan cierto es lo que afirmo, que
cualquier persona sólo con leer la resolución de las doce horas del día veintiuno de octubre
de dos mil uno, sabía desde ese momento que la sentencia definitiva iba a ser desfavorable
a FOSAFFI. En el párrafo de esa resolución que arriba hemos citado se fundamental
totalmente vuestra sentencia definitiva; de manera Honorable Cámara que al haber negado
la prueba de compulsa que legalmente procedía practicar, esa negativa ha incidido
directamente en las sentencias que ahora impugno, habiéndole producido al FOSAFFI
perjuicios en su derecho y obviamente en su leal defensa. --- Por todo lo expuesto a Vos
pido: --- Tengáis por presentado este recurso; --- lo remitáis al tribunal correspondiente con
las copias de ley, y una vez admitido éste ha de pronunciarse en definitiva casando la
sentencia que ahora impugno con las consecuencias legales y económicas que
corresponde."
Analizado el escrito por la Sala, por resolución de las ocho horas y veinte minutos del
dieciséis de abril de dos mil dos, admitió el recurso interpuesto, por el motivo genérico:
Quebrantamiento de alguna de las formas esenciales del juicio, Art. 2, Lit. b) Cas. y por los
motivos específicos: a)Falta de recepción a prueba en cualquiera de las instancias cuando la
ley lo establezca y b) Por denegación de pruebas legalmente admisibles y cuya falta a
producido perjuicios al derecho o defensa de la parte que la solicitó, Art4 Nos. 4º y 5º Cas.,
siendo el precepto infringido para ambos motivos el Art. 1024 Pr. C. En la misma
resolución, la Sala ordenó pasar los autos a la Secretaría, para que las partes presentaran sus
alegatos, dentro del término de ocho días contados a partir del siguiente al de la última
notificación.
ADMISIBILIDAD DEL RECURSO DE CASACION
En este estado, el doctor Alberto Ulloa Castro, en el carácter en que actúa, ha solicitado que
se declare inadmisible el recurso de casación por no darse los supuestos legales para su
admisibilidad, puesto que no se ha cumplido con el Art. 7 C., según el cual, para admitir el
recurso por quebrantamiento de forma, es indispensable que la parte que lo interponga,
haya reclamado la subsanación de la falta, haciendo uso dentro del respectivo
procedimiento, de los recursos que deben conocerse por un Tribunal superior en grado,
salvo que el reclamo hubiese sido imposible o no existiere recurso, circunstancia que, en
este caso, no ha quedado clara. Agrega el doctor Ulloa Castro que, en base al Art. 7 Cas.
citado, resulta que el recurso interpuesto por el doctor Amaya, como apoderado de
FOSAFFI, es inadmisible, ya que al leer las piezas del proceso, de primera y segunda
instancia, aparece evidente que lo que alega para interponer el recurso de casación, en la
forma que ahora lo establece, no lo había mencionado ni en primera ni en segunda
instancia.
Al respecto, esta Sala, antes de pronunciar la resolución que admitió el recurso de casación,
hizo un análisis del escrito en que se interpuso, tal como lo ordena la ley, y habiendo
encontrado en él todos los requisitos legales, resolvió admitirlo. Y es que el Art. 7 Cas.
establece la regla general, invocada por el doctor Ulloa Castro, y al mismo tiempo señala
dos excepciones: a) cuando el reclamo hubiere sido imposible y b) cuando no existiere
recurso. En el presente caso, tomando en cuenta el desarrollo del proceso, no era posible
reclamar, en primera instancia la denegatoria de apertura a pruebas, por una parte y, por
otra, no era posible, sin abrir a pruebas, solicitar la compulsa que el doctor Amaya pidió a
la Cámara; por consiguiente tampoco era posible que se hiciera uso de algún recurso; de
donde resulta que el caso sub judice está comprendido en los casos de excepción a que se
refiere el Art. 7 Cas. y es procedente la admisión del recurso.
NULIDAD ABSOLUTA
El doctor Alberto Ulloa ha afirmado que por ser el doctor Carlos Amílcar Amaya,
Colaborador Jurídico de la Corte Suprema de Justicia, está inhibido de la procuración, de
conformidad con lo que dispone el Art. 99 No. 5 Pr. C., dando origen a incapacidad asoluta
o ilegitimidad de la parte que ha intervenido en el juicio, lo cual constituye nulidad absoluta
que en ningún momento ratifica, solicitando que se declare así.Esta Sala considera que, según lo expresa el mismo peticionario doctor Ulloa Castro, y
consta en la copia agrgada al epediente de Casación, existe un contrato de Servicios
Profesionales en Asistencia Jurídica y elaboración de anteproyectos de leyes, entre el
Presidente de la Corte Suprema de Justicia y la sociedad "C.A. Amaya y Cía", cuyo
representante legal es el Doctor Carlos Amilcar Amaya y fue celebrado en esta ciudad, el
veintiuno de enero de dos mil dos. Las partes en el contrato de servicios profesionales, son
por un lado, la Corte Suprema de Justicia y por otro, la sociedad "C.A. Amaya y Cía". El
doctor Carlos Amilcar Amaya no resulta obligado en virtud de tal estipulación, siendo una
persona natural muy distinta de la sociedad que representa; tampoco tiene la calidad de
colaorador jurídico de la Corte Suprema de Justicia, ni la de servidor del Organo Judicial a
que se refieren los Arts. 99 Nos. 5 y 14 Pr.C. y Arts. 2 y 24 de la Ley de la Carrera Judicial;
por consiguiente, puede el doctor Amaya ejercer la procuración en forma legal, sin incurrir
en incapacidad o ilegitimidad, siendo legítimo procurador. Sería totalmente violatorio de
las leyes, el hecho de que, sin motivo alguno, se privara al doctor Amaya del ejercicio de la
profesión de abogado. Por todo lo expuesto, se debe declarar sin lugar, por improcedente, la
nulidad solicitada por el doctor Alerto Ulloa Castro.MOTIVOS DE CASACION
El recurso de casación fue interpuesto y así admitido, por el motivo genérico:
Quebrantamiento de alguna de las formas esenciales del juicio, Art. 2 Lit. b Cas.,
invocando los motivos específicos siguientes: a) Falta de recepción a prueba en cualquiera
de las instancias cuando la ley lo establezca, y b)Por denegación de pruebas legalmente
admisibles y cuya falta ha producido perjuicios al derecho o defensa de la parte que lo
solicitó, Art. 4 Nos. 4° y 5° Cas., señalando como disposición legal infringida únicamente,
para ambos motivos, el Art. 1024 Pr.C.
El primer motivo específico alegado es el de falta de recepción a prueba en cualquiera de
las instancias cuando la ley lo establezca. Este motivo se presenta cuando la ley ordena
imperativamente la apertura a pruebas. El Art. 1019 Pr.C. enumera los supuestos en que es
procedente abrir a pruebas en segunda instancia; uno de ellos es el señalado en el Art. 1014
del mismo Código, que faculta a las partes reforzar con documentos los hechos alegados en
primera instancia, que en concordancia con el Art. 1024 Pr.C. permite abrir a pruebas en
segunda instancia en juicio ejecutivo, en forma excepcional, cuando sea para pedir
compulsa de algún instrumento.
En el presente caso, al revocar el decreto de embargo y haber apelación de la resolución, ya
no pudó avanzar el proceso hasta apertura a pruebas, pedido por el doctor Amaya en
segunda instancia al contestar agravios, precisamente para compulsar instrumentos. La
Cámara de Segunda Instancia declaró sin lugar la apertura a prueba solicitada, porque el
apelante la solicitó, con el objeto de establecer el conocimiento que los demandados tenían
de la existencia del crédito reclamado; si bien es cierto, dice la Cámara, que introducido el
recurso de apelación se abre la segunda instancia, ello no significa que se deba conocer y
cambiar la naturaleza de lo planteado en primera instancia, si no que se limita a examinar la
decisión impugnada, sobre la base del material reunido en la primera.
Esta Sala estima que a pesar de haberse planteado la petición de apertura a pruebas, para
probar con posterioridad un elemento que es inherente al documento ejecutivo, como es el
conocimiento que debe tener el deudor de la cesión del crédito, tal como lo expresa la
Cámara, no es procedente abrir a pruebas en segunda instancia, en este caso, por las razones
siguientes: la dación en pago opera como título, es decir, como causa o motivo de la
adquisición de un derecho, que necesita tradición para transferir el dominio; en el presente
caso, lo que se da en pago son varios derechos de crédito, que necesitan la tradición del
deudor a su acreedor, a fin de que este obtenga el dominio del crédito; el Art. 672 C.
Determina la forma de hacer la tradición de un crédito, disposición que es complementada
por el Art. 1691 C. Que dispone que la cesión de un crédito personal, a cualquier título que
se haga, no tendrá efecto entre cedente y cesionario si no se han cumplido los requisitos que
ordena el Art. 672 C., para que la cesión de créditos surta efectos contra el deudor y
terceros, es necesario que se notifique la cesión, por el cesionario, al deudor, o que
conociendo el deudor la cesión haya sido aceptada por éste. Art. 1692 C., la prueba de que
ha habido notificación o aceptación, en los términos dichos, debe acompañar a la demanda
para que pueda decretarse el embargo, puesto que la cesión de los créditos dados en pago,
ya debe haber surtido efectos entre las partes; no es una prueba que se puede presentar en el
juicio, con posterioridad a la demanda, porque de lo contrario se estaría dando efectividad a
una cesión que aún no ha surtido efectos entre las partes por falta de notificación. En el
presente caso, por tratarse de documentos mercantiles, de conformidad con el Art. 9 de la
Ley de Saneamiento y Fortalecimiento de Bancos Comerciales y Asociaciones de Ahorro y
Préstamo, la notificación exigida por la ley se puede realizar mediante publicaciones en
extracto de la transferencia, por una sola vez, en dos periódicos de circulación nacional, lo
cual ocurrió el día doce de junio de dos mil uno, en los periódicos Colatino y El Mundo,
pero sucede que la demanda fue incoada con anterioridad, el día veintinueve de marzo de
dos mil uno, quedando demostrado que a la fecha de la interposición de la demanda la
cesión de los créditos dados en pago, todavía no había surtido efectos entre el nuevo
acreedor y los deudores, razón por la cual a esa fecha no eran ejecutivos los documentos de
obligación que sirven de base a la demanda y era impertinente abrir a pruebas. Por las
razones anteriores, por orden en el prroceso, para llenar las etapas procesales
correspondientes, y por economía procesal, no es procedente acceder a la apertura a
pruebas solicitada por el apelante doctor Amaya y habiendo resuelto la Cámara conforme a
derecho, no se presenta el motivo específico de casación alegado.
El segundo motivo específico de casación planteado, es denegación de pruebas legalmente
admisibles y cuya falta ha producido daño al derecho o a la defensa de la parte que la
solicitó. De conformidad con el Código de Procedimientos Civiles, Art. 235, prueba es el
medio determinado por la ley para establecer la verdad de un hecho controvertido. Un
requisito indispensable para admitir la prueba es que sea pertinente, es decir, que la prueba
sea concerniente al hecho que se desea establecer, o sea que debe ceñirse al hecho de que se
trata. Una prueba es impertinente cuando de antemano se sabe que no contribuirá al
esclarecimiento del asunto, o cuando por dispoción de la ley, no es admisible en
determinados casos; las pruebas deben producirse además en el término probatorio, con las
formalidades de ley. (La Normativa de Casación-ROMERO CARRILLO, Roberto,
Ministerio de Justicia-2° Edición-Págs. 179 y sig.) En el presente caso la prueba
instrumental que se recibiría por medio de la compulsa no iba a dar la calidad de ejecutivo
al instrumento presentado con la demanda, puesto que procesalmente, la etapa de la
demanda ya haía pasado y la prueba del conocimiento que una de las sociedades
demandadas tenía, del traspaso del crédito a la parte actora, hubiera sido fuera de contexto,
no pertinente. La notificación de la cesión de créditos por dación en pago, es una diligencia
que, conforme el Art. 11 L. Pr. Merc. Debe ser ejecutada por medio de diligencias
judiciales o notificar por acta notarial, dispoción especial para los documentos mercantiles,
y especificamente el Art. 9 de la Ley de Saneamiento y Fortalecimiento de Bancos
Comerciales y Asociaciones de Ahorro y Préstamo, que vuelve impertinente la recepción
de la prueba solicitada por el recurrente doctor Amaya, quien tiene la oportunidad de iniciar
el procedimiento que más le convenga. Por tales razones, la resolución de la Cámara ha
sido pronunciada conforme a derecho y no se presenta el motivo específico de casación
invocado, siendo procedente declararlo así.
POR TANTO: De conformidad con las razones expuestas, disposiciones legales citadas y
Arts. 428 y 429 Pr.C., y 23 Cas., a nombre de la República, la Sala FALLA: 1) Declárase
sin lugar por improcedente la solicitud de inadmisibilidad del recurso planteada por el
doctor Alberto Ulloa Castro; 2) Declárase sin lugar la solicitud de declaratoria de nulidad
absoluta pedida por el mismo doctor Ulloa Castro; 3) Declárase que no ha lugar a casar la
sentencia recurrida; 4) Condénase al FONDO DE FINANCIAMIENTO Y
FORTALECIMIENTO FINANCIERO (FOSAFFI) al pago de los daños y perjuicios a que
hubiere lugar y al doctor CARLOS AMILCAR AMAYA al pago de las costas del recurso.Vuelvan los autos al tribunal de origen con certificación de esta sentencia, para los efectos
de ley. NOTIFIQUESE. A.DE BUITRAGO-M.E.VELASCO-V. DE AVILES.
PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.
MANUEL EDGARDO LEMUS. RUBRICADAS.-
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