clinicas de enfermeria intensiva

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CLINICAS DE ENFERMERIA
INTENSIVA
2000
EDITO RES
E.U. RUTH JOHANNA ENGELS
•
E.U. M. VERONICA MORENO S.
Fundación Internacional de Desarrollo, Educación, Ciencia y Cooperación
Viña del Mar - Chile
PUBLICACION CIENTIFICA DE LA FUNDACION FIDECO VIÑA DEL MAR - CHILE
Ediciones FIDECO
Alvarez 1532
Viña del Mar
Chile
Fono-fax: 56-32-63.19.47
e-m ail: [email protected]
pagina web: http://www.fideco.co.cl
Primera edición: Agosto 2000
FIDECO - Bélgica
6800 Libramont
Rue de la Cité 37
Belgica
Traducciones: Ruth Engels
Diseño Gráfico: wseba
Impresiones: Imprenta Albatros
Inscripción: Derecho de autor 115.858
ISBN 956-7824-02-09
LOS DERECHOS DE ESTA PUBLICACION ESTAN RESERVADOS.
La reproducción de una parte o de todo el texto, en cualquier forma, sea electrónica o
mecánica, incluyendo la informática, está prohibida, salvo autorización escrita del editor.
El contenido de los artículos de este libro es de responsabilidad de cada uno de los autores.
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Comité Organizador 2000:
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Médicos:
Dr. Sergio Gálvez
Dr. Juan C. M aurelia
Dr. Héctor Ugar te
Dr. Juan Añasco
Dr. Car los Merino
Dr. Eduardo Labarca
Dr. Victor Nicovani
Dr. Vinko Tómicic
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Directorio Fideco:
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En América
Presidente :
Secretaria :
Tesorera :
Directorio :
Latina:
Dr. Sergio Gálvez G.
Sra. Astrid Ohlson Q.
E.U. Ruth Johanna Engels
Dr. Carlos Merino M.
E.U. M. Verónica Moreno S.
Sra. Elizabeth Guerrero D.
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Enfermeras :
E.U. Ruth Engels
E.U. M. Ver ónica Moreno
E.U. Yolanda Miranda
E.U. Patricia Valenzuela
E.U. Cecilia Villarroel
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En Bélgica:
Pre side nte :
Sec retaria :
Tesorera :
Directorio :
Dr. Didier Raymond Neuber g
Mrs. Annick Roger de Plaen
Mrs. Nadine Elizabeth Laveux
Mrs. Ruth Johanna Engels
Dr. Sergio Gálvez Gómez
INDICE
CAPITULO I: CARDIOVASCULAR
• Monitoreo Electrocardiográfico Optimo .......................................................... Pág.
10
E.U. Laura Donoso, T.P. Paola Ramírez S., T. P. Andrea Mansilla B.
• Arritmias en la Unidad de Cuidado Intensivo .............................................. Pág.
22
Dr. Jos é Pardo G.
• Atención Prehospitalaria del Shock Hemorragico ......................................... Pág.
32
Dr. Humberto Torres H.
• Shock Hipovolém ico ......................................................................................... Pág.
44
Dr. Carlos Marino M.
CAPITULO II: RESPIRATORIO
• Drenaje Pleural ................................................................................................. Pág.
49
Dr. Raúl Oyarce L.
• Ventilación no Invasiva .................................................................................... Pag.
57
Dr. Osvaldo Garay C.
• Humidificación en ventilación Mecánica........................................................ Pág.
63
E.U. Nancy Leonelli L.
• Combitubo® para Emergencias de la VIa Aérea ........................................... Pág.
77
Dr. Ricardo Urtubia V.
CAPITULO III: METABOLICO - DIGESTIVO
• Balance Hidroelectrolítico ................................................................................ Pág.
89
Dr. Bernhard Westerberg M.
• Manejo de la Hipoglicemia y de la Hiperglicemia ...................................... Pág.
98
Dra. Victoria Novik A.
CAPITULO IV: EMERGENCIAS
• Planificación Hospitalaria ................................................................................. Pág. 108
Dr. Humberto Torres H.
CAPITULO V: TRAUMATOLOGICO - NEUROLO GICO
• Trauma Abdominal ............................................................................................ Pag. 123
Dr. Julio Ibarra C.
INDICE
• Enfermería en tracción Transesquelética ........................................................ Pág. 130
E.U. Raquel Belmar, E.U. Jenny Gonzáles
• Manejo de Fracturas expuestas ....................................................................... Pág. 142
Dr. Anthony Jackson S.
CAPITULO VI: INFECCIOSO
• Sinusitis aguda en U.C.I. ................................................................................. Pág. 152
Dr. Raúl Castro J,
• Staphylococcus aureus resistente a la Meticilina (MRSA) .................................. Pág. 159
E.U. Maria Canals
• Infección Nosocomial u Hospitalaria.............................................................. Pág. 165
E.U. Maria Canals
• Neumonia Nosocomial ...................................................................................... Pág. 173
E.U. Maria Canals
CAPITULO VII: ENFERMERIA
• Manejo de las heridas en la Unidad de Emergencia .................................. Pág. 182
E.U. Rodrigo Díaz L., E.U. Mauricio Fernández O.
• Manejo de los catéteres venosos centrales ................................................... Pág. 188
E.U. Catherine Henrioulle
• Riesgos de quemaduras en procedimientos electroquirúrgicos .................... Pág. 192
T.E. Ricardo Quiroga
• Las Escaras ......................................................................................................... Pág. 200
E.U. Catherine Henrioulle
• Intervención de enfermería en el paciente gran quemado ......................... Pág. 210
E.U. Cecilia Villarroel
CAPITULO VIII: DESARROLLO EN ENFERMERIA
• Investigación en Enfermería ¿Cómo y Qué? ................................................. Pág. 227
E.U. Cecilia Campos S.
• Análisis de la encuesta nacional sobre la formación de
enfermería en cuidado intensivo ...................................................................... Pág. 239
E.U. Ruth Johanna Engels
ED ITORIAL
LA CIENCIA Y LA ENFERMERIA
¡La Ciencia de la Enfermería es una Ciencia Práctica! (1) Esta
afir mación planteada por una enfermera que contribuye a este texto, nos hizo
reflexionar en los conceptos y sus alcances que la Ciencia y la Tecnología
significan. En primer lugar, es preciso definir lo que cada palabra implica.
Ciencia es una palabra que tiene su origen en el latín y proviene de
“scientia”, de “scrire” que significa conocer. El sentido más amplio del termino
se refiere al conocimiento sistematizado en cualquier campo, pero suele
aplicarse sobre todo a la organización de la experiencia sensorial objetivamente
verificable. La búsqueda del conocimiento en ese contexto se conoce como
“ciencia pura”. (2)
La “Ciencia Aplicada”, es la búsqueda d e uso s pr áctico s del
conocimiento científico. (2)
La palabra “Tecnología” proviene del griego “tecné” vale decir “oficio
u arte, y “logos” “conocimiento”, por lo tanto, significa “estudio de los oficios”.
A través de ella se llevan a cabo las aplicaciones. (2, 3)
Sus orígenes datan de la prehistoria, que nos dejo dibujos en las cuevas
o grabaciones de datos numéricos en trozos de madera o huesos. Los primeros
testimonios escritos datan aproximadamente de 2000 años a.C. en donde ya
existían observaciones astronómicas, de sustancias químicas, síntomas de
enfer medades y las primeras tablas matemáticas. A partir de 600 a.C. nos
en contr amos co n no mbre s muy co noci dos com o Pitágor as para las
matemáticas, Platón y Aristóteles con sus Filosofías Lógicas, Arquímedes y
sus conocimientos en la mecánica y hidrostática, Herófilo y Erasístrato para
la anatomía y fisiología mediante la disección. Los primeros siglos d.C. fueron
marcados por el filósofo y médico Galeno cuyas obras médicas se convirtieron
en tratados científicos de referencia. Los mayas fueron los primeros en
descubrir y aplicar el “Cero” en los cálculos astronómicos.
1
EDITORIAL
2
EDITORIAL
La China alcanza un alto nivel durante el siglo XIII en las ecuaciones
algebraicas, mientras Europa vivía la controversia sobre el Método Científico.
La gran epidemia de peste y la guer ra de Cien Años interrumpió el avance
científico, hasta reanudarse en el siglo XVI a través del astrónomo Copérníco
y del anatomista belga Vesalio para llegar a la era de la ciencia moderna. A
fines del siglo XVII se observa la gran ampliación en la experimentación y
nos encontramos con destacados Científicos como Isaac Newton y su obra
de los Principios Matemáticos de la Filosofía Natural y Antoine Laurent de
Lavoisier que inicio la revolución de la Química Cuántica a través del Tratado
Elemental de la Química. Charles Darwin provocó la gran polémica con su
libro “El Origen de las Especies”. (2)
Pero el conocimiento humano, ¿qué es finalmente? ¿Cómo podemos
ordenar lo que es Conocimiento, Ciencia y Profesión? El análisis fue ordenado
mediante un mapa o cartografía mental originado por el ingles Tony Buzan
(4). (Ver mapa mental de la página anterior)
El centro de nuestra investigación es justamente el Conocimiento
Humano, que tiene sus inicios en la curiosidad humana. Los niños pequeños
hacen exploraciones, sin saber nada de la ciencia, al igual que nuestros
antepasados prehistóricos, que lo expresaban a través de sus dibujos. La
exploración es una simple observación de algún fenómeno u objeto. ¿Y quién
no ha observado a un niño que pone a prueba la ley de gravedad?, como sus
ojos siguen el objeto que lanza al suelo una y otra vez y siempre con el mismo
resultado y c on el mismo aso mbro. Esta experienc ia ind ividual es un
Conocimiento No Sistematizado, intuitivo y práctico. Pero, ¿qué pasa con el
Conocimiento Humano Sistematizado? Este corresponde al Conocimiento
Científico y Tecnológico.
En el caso de la Tecnología no es posible clasificarla como una Ciencia
por tratarse de aplicaciones y herramientas prácticas incluso antes de conocer
los principios científico que explican su funcionamiento, como es el ejemplo
de la máquina de vapor. Pero también hay tecnologías modernas que serían
impensables si no dependieran de la Ciencia para alimentarse, como la energía
nuclear. En tér minos simples, la Tecnología es tangible y la Ciencia intangible.
Entrando al campo de la Ciencia, estamos observando una separación
entre las Ciencias Puras y Aplicadas. Las Ciencias Puras se dividen entre las
3
EDITORIAL
Ciencias Físicas y Químicas y la de la Vida y la Tierra. Las Ciencias de la
Vida se subdividen entre las Humanas y No Humanas. Aquí según nuestro
jui cio pode mos or den ar to das aque llas Cien cias co mo la an atomía ,
microbiología, fisiología, psicología, etc. Las Ciencias Aplicadas tienen una
sub-rama, que es la Biológica Aplicada, la cual tiene mucha importancia en el
quehacer diario de las profesiones relacionadas con la salud.
Y nuevamente nos preguntamos ¿Donde cabe la Enfermería? ¿Es una
Ciencia o no?
Hemos concluido que la Profesión de Enfermería como la de la
Medicina no son Ciencias en sí mismas. Las profesiones se nutren de ella para
adquirir un Conocimiento Sistematizado. La Enfermería se nutre de muchas
Ciencias Puras como Aplicadas y de las Ciencias nacen las profesiones como
el hijo de la madre. Pero la Enfermera lleva a la práctica su conocimiento y
también las aplicaciones técnicas. Pero debe seguir evolucionando a través
de estudios post grado, de investigación y también conocimientos tecnológicos
pudiendo llegar a aplicar Ciencias, todo en el beneficio del paciente, objeto
de su profesión. Hoy día la profesión esta nuevamente viviendo un cambio
fuerte, en lo cual la Tecnología juega un rol fundamental. Ya no es suficiente
el cuidado directo del paciente y cumplir con las ordenes médicas, sino es un
conjunto complejo, sobre todo en una UCI, manejar un mar de información
provenie nte d e mo nitores, comp utado ras y otros equipos sumamen te
sofisticados y llevarlos hacia el paciente para su recuperación. ¿Pero las
Enfermeras están realmente preparadas para ese fin? Detrás de cada resultado,
cada observación debe haber un porqué. La Enfermera debería ser capaz de
contestar las interrogantes de su diario quehacer o ser capaz de consultar e
investigar cuando no tiene la respuesta. Sólo a través del conocimiento pleno
del porque y como cuidamos a los pacientes podemos llegar a una nueva
concepción de la profesión. La Enfermería tiene que integrar a su curriculum
conceptos nuevos como la Investigación Clínica y un Conocimiento profundo
de las Tecnologías Aplicadas para así opinar objetivamente en los campos de
su queh acer y apo rtand o y e nriqu ecie ndo así l as Cie ncias. Estam os
convencidos también que la Enfer mera puede llegar hasta las Ciencias Puras,
pero dejará de practicar su profesión y se dedicara al estudio del Conocimiento
Científico Abstracto.
No olvidemos que la curiosidad es el motor del Conocimiento que
4
EDITORIAL
puede llevar a cualquier persona desde el Conocimiento Práctico hasta las
Ciencias Puras, el único límite es la capacidad individual.
Nuestra Fundación ha definido claramente la vocación de educación,
difusión y extensión científica como herramientas claves en el desarrollo de
las tareas nuevas en el ca mpo sanitario. Las e nor mes inve rsio nes en
equipamiento e infraestructura sólo tendrán el rendimiento adecuado si el
personal de salud y en particular el de Enfermería se incorporan plenamente
al Conocimiento de las Ciencias Aplicadas y de la Tecnología. Ello no
convertirá en Ciencia a la Enfermería, pero aportará profesionales de alta
calificación para la solución de problemas sanitarios, cada vez más complejos
y tecnológicos en el siglo que comienza. Finalmente no olvidemos que el
objetivo de la profesión de Enfermería es la persona humana enferma, debiendo
los profesionales dedicarse no sólo al análisis de los parámetros impersonales
aportados por la Ciencia y la Tecnología, sino que además apoyar con afecto
y humanismo a estas personas.
DR. SERGIO GALVEZ GOMEZ
P residente F ideco
RUTH JOHANNA ENGELS
EU. Manag er Fi deco
M. VERONICA MOREN O S.
EU. Supervisora
UCI Hospital Dr. Gustavo Fri cke
R EFE RE NC I AS
1. Investigación en Enfermería ¿Co mo y Que?, Cecilia Campo s, Clínicas d Enfermería Intensiva 200 0.
Fideco.
2. “Ciencia” En ciclop ed ia Microsoft ® Encarta ®99. 1993-1998 Mi crosoft C orpo ration
3. “Tecno logía” Enciclopedia Microsof t ® En carta ® 99. 19 93-1 998 Micro soft Corporation.
4. El libro de lo s Mapas Mentales, Ton y Buzan con Barry Buzan, 1996 Ed iciones Urano, Barcelona
5. “Enfermería” Enciclop ed ia Microsoft ® Encarta ® 99. 1993-1998 Microsoft Corpo ration.
5
PRE FACIO
Autor:
DR. CARLOS NARVAEZ M.
RECUERDOS DE MI ESTANCIA EN UCI
Hay áreas del quehacer médico, que parecieran distanciarse del ser
humano, es el caso de Servicios de alta complejidad como la Unidad de
Cuidados Intensivos y Pabellones Quirúrgicos. La tecnología parece ser la
protagonista, esa es la impresión. Quizás esa es la realidad.
En mi formación como Anestesiólogo, viví esta realidad desde la
perspectiva del profesional. Con delantal blanco, con el fonendoscopio al
cuello, soñando con manejar el conocimiento de la molécula, el concepto del
capilar pulmonar, el distress respiratorio, siempre apurado, corriendo a
laboratorio, a scanner, ganando un procedimiento más, etc., Tuve una segunda
oportunidad. Esta vez en pijama, en posición horizontal, con una parálisis
muscular generalizada y progresiva. Ya no había apuros. Buscaba esquivas
respuestas en los rostros de los médicos.
¿Qué m e escond en? ¿Sab en co n cer teza mi di agn óstico? ¿La
plasmaferesis es efectiva...., por qué a pesar de ella la parálisis sigue progresando?
¿Cuándo me voy a levantar de la cama?. La palabra más repetida era: paciencia.
Era un Guillan Barré en una versión atípica.
Los médicos nos fijamos metas y objetivos con los pacientes; tantas
veces el sacar adelante un paciente se convierte en un reto científico, en otras
una muestra de la necedad frente a la naturaleza. ¿Cuál es el límite?, ese es un
tema que ha sido motivo de muchas disquisiciones éticas.
En el afán del manejo de la vía aérea, de la estabilidad hemodinámica,
del juicioso uso de los medicamentos vasoactivos, se nos pasa el tiempo, se
6
PREFACIO
nos acaba el tiempo. En muchas ocasiones unos minutos, dedicados a explicar,
a infor mar lo que está sucediendo al paciente, contar nuestras cer tezas o
incertidumbres respecto de una enfermedad, podría marcar la diferencia para
superar nuestro quehacer y hacerlo cualitativamente superior.
Recordemos que cuando tenemos un paciente en una cama de UCI ,
generalmente hay un grupo familiar involucrado. Ellos también necesitan
infor mación, orientación. Se merecen unos minutos de nuestro invaluable
tiempo.
El confort, la sedación, el dolor, la alteración de ritmos y horas de
sueño. Son muchos los detalles donde nos queda mucho por avanzar. Muchas
veces la burocracia entorpece nuestro quehacer, y entonces nos escudamos en
las normas y las reglas. Es cierto, las normas y los reglamentos ayudan a que
un sistema funcione con facilidad y eficiencia.
Pero estemos atentos, nuestro objetivo principal es el paciente.
Creo que quienes trabajan habitualmente en estos servicios, tienen una
sobrecarga emocional muy fuerte. Las gratificaciones personales de ver buenos
resultados a veces son escasas, quizá por eso establecemos distancia con los
pacientes. Que lo límite de nuestro trabajo nos haga ser mejores, más sensibles,
más humanos. Finalmente, a todos quienes trabajan las UCIs, y a nombre de
quienes hemos sido sus pacientes, muchas gracias; trabajen por ser mejores y
en ocasiones redefinan sus tiempos y prioridades respecto de las necesidades
de los pacientes.
7
AUTORES
• BELM AR, Raquel E.U.
Unidad de Emergencias I.S.T.
Viña del Mar - Chile
• CAMPOS, María Cecilia, E.U.
Enfermera Profesor Titular Escuela Enfermería U.C.
Santiago – Chile
• CANALS, María, E.U.
Operativa de Higiene y Control Infección Hos pitalaria,
Consorcio Hospitalario de Parc Taulí,
Sabadell – Es paña
• CASTRO, Raúl, Dr.
Médico Intensivista, Becado Fundación FIDECO, Hospital Dr. Gustavo Fricke
Viña del Mar – Chile
• DIAZ, Rodrigo, E.U.
Unidad de Emergencias Adultos, Hosp. Dr. Gustavo Fricke
Viña del Mar – Chile.
• DONOSO, Laur a, E.U.
U.T.I., Hospital Naval Almirante Nef
Viña del Mar – Chile
• ENGELS, Ruth, E.U.
Manager Fundación Fideco Area Latinoámericana
Viña del Mar – Chile
• FERNANDEZ, Mauricio, E.U.
Unidad de Emergencias Adultos, Hosp. Dr. Gustavo Fricke
Viña del Mar – Chile
• GARAY, Osvaldo, Dr.
Unidad de Cuidados Especiales, Hospital Valparaíso
Valparaíso – Chile
• GONZALEZ, Jenny, E.U.
Unidad de Emergencia I.S.T.
Viña del Mar – Chile.
• HENRIOULLE, Catherine, E.U.
U.C.I. General. Centro Hospitalario Universitario Liège
Liège – Bélgica
• IBARRA, Julio, Dr.
Servicio de Cirugía, Hosp. Dr. Gustavo Fricke
Viña del Mar – Chile
• JACKSON, Anthony, Dr.
Traumatólogo I.S.T.
Viña del Mar – Chile
8
AUTORES
• LEONELLI, Nancy, E.U.
UCI Adultos, Hosp. Dr. Gustavo Fricke
Viña del Mar – Chile.
• MANSILLA, Andrea, T.P.
U.C.I. Hos pital Naval Almirante Nef
Viña del Mar – Chile
• MERINO, Carlos, Dr.
Médico Hematólogo, Residente U.C.I. Adultos Hospital Dr. Gustavo Fricke
Viña del Mar – Chile
• NARVAEZ, Carlos, Dr.
Médico Anestesiólogo, Hospital Dr. Gustavo Fricke
Viña del Mar – Chile
• NOVIK, Victoria, Dra.
Médico Endocrinólogo Universidad de Valparaíso,
Servicio Medicina Hospital Dr. Gustavo Fricke
Viña del Mar – Chile
• OYARCE, Raúl, Dr.
Médico Cirujano, Servicio de Cirugía Adultos ,
Unidad de Emergencia Adultos Hosp. Dr. Gustavo Fricke
Viña del Mar - Chile
• PARDO, José, Dr.
Médico Cardiólogo, Servicio Cardiología Hospital Militar
Santiago – Chile
• PEREZ, Patricia, E.U.
U.C.I. Adultos Hospital Dr. Gustavo Fricke
Viña del Mar – Chile
• QUIROGA, Ricardo,
Técnico Electrónico INACAP, Administrador Público UPLA, Hosp. Dr. Gustavo Fricke
Viña del Mar - Chile
• RAMIREZ, Paola, T.P.
U.C.I. Hos pital Naval Almirante Nef
Viña del Mar – Chile
• SANCHEZ, Gilda, Dra.
Médico Es pecialis ta en Salud Pública, Jefe SOME Hospital Dr. Gus tavo Fricke
Viña del Mar – Chile
• URTUBIA, Ricardo, Dr.
Médico Anestesiólogo, Hospital Mutual de Seguridad – C.CH.C.
Santiago – Chile
• VILLARROEL, Cecilia, E.U.
U.C.I. Adultos Hospital Dr. Gustavo Fricke
Viña del Mar – Chile
• WESTERBERG, Bernhard, Dr.
Médico Cardiólogo, U.T.I. Cardiovas cular Hospital Dr. Gustavo Fricke
Viña del Mar – Chile
9
Capítulo I
C ARDIOVASCULAR
MONITOREO
ELECTROCARDIOGRAFICO OPTIMO
Autores: EU. LAURA DONOSO
TP. PAOLA RAMÍREZ S., TP. ANDREA MANSILLA B.
I NTR OD UC CIO N
En los Servicios críticos de los Centros Asistenciales, la monitorización
constituye un elemento diagnóstico fundamental por permitirnos un registro
real en el tiempo, del ritmo y la frecuencia cardíaca, resultando fundamental
la obtención de un trazado eléctrico confiable y oportuno.
Por ende, resulta vital que el personal esté debidamente capacitado
para la obtención de un trazado electrocardiográfico confiable.
O BJET IVOS
1. Conocer el trazado electrocardiográfico nor mal y los factores que
condicionan la confiabilidad de este, para así entregar información
fidedigna en el momento oportuno.
2. Reconocer alteraciones del monitoreo electrocardiográfico.
3. Estandarizar los cuidados de enfermería del paciente sometido a
monitoreo cardíaco.
D EF INICIO N
La monitorización Electrocardiográfica es la detección de los impulsos
eléctricos por medio de electrodos cutáneos, los que se transforman en
señales u ondas eléctricas.
La despolarización cardíaca produce un gradiente de potencial entre
ambos electrodos que se conoce como señal electro cardiográfica. Sin
embargo, se produce un grado de interferencia importante, la que disminuye
al colocar un tercer electrodo.
Los electrodos deben colocarse de forma que magnifiquen las ondas de
EKG, preferentemente el electrodo negativo (rojo) se situará en la zona
in frac lavicular der echa ; el e lectr odo p ositivo (amar illo) en la zona
10
MONITOREO ELECTROCARDIOGRAFICO...
CAP. I
infraclavicular izquierda, el tercer electrodo (neutro) se sitúa en la línea axilar
anterior izquierda (borde de la parrilla costal).
Existen monitores que se utilizan con cinco electrodos cuya posición
es similar a la anterior, incorporando los otros dos a las extremidades inferiores.
I nic ialme nte, lo s mo nitor es mostraba n solo e l comp lejo
electrocardiográfico, posterior mente se acoplar on las alarmas y sistemas
computarizados de detección de arritmias. Estos son capaces de detectarlas
basándose en el reconocimiento de la frecuencia cardíaca, variabilidad del
ritmo, intervalos, longitud de segmentos, amplitud de complejos y morfología.
Estos sistemas son susce ptibles a errores provocados por movimientos,
artefactos y señales de ruido, por lo que es recomendable siempre la super visión
de una persona experimentada.
ELECTROCA RDIOGRAMA
Es un registro gráfico de la actividad eléctrica del corazón. Cada onda
de EKG representa un impulso eléctrico único que se desplaza por el corazón.
El EKG se emplea habitualmente para detectar la transmisión irregular de los
impulsos pero también proporciona información sobre la posición eléctrica
del corazón (el eje) y el tamaño de las cavidades cardíacas.
n
Derivaciones del EKG:
Son diferentes localizaciones del cuer po que permiten registrar la
actividad eléctrica del corazón. Existen tres tipos de derivaciones:
1 . Precordiales: V1 - V2 - V3 - V4 - V5 - V6, estas miden la actividad
eléctrica de las caras anterior, posterior y lateral. Registran las fuerzas
cardiacas en el plano frontal del corazón.
11
MONITOREO ELECTROCARDIOGRAFICO...
CAP. I
DERIVACIONES PRECARDIALES UNIPOLARES
2. Unipolares: Miden las fuerzas cardíacas en el plano frontal del
corazón. Se emplean para comparar el potencial eléctrico de un lugar
con el centro del corazón (punto cero).
• AVR (aumento de voltios derecho)
• AVL (aumento de voltios izquierdo)
• AVF (aumento de voltios pies)
3. Bipolare: Estas registran la diferencia de la fuerza eléctrica entre
dos electrodos:
I - II - III
12
MONITOREO ELECTROCARDIOGRAFICO...
CAP. I
GENESIS DEL IMPULSO ELECTRICO O
SISTEMA DE CONDUCCION
En el corazón normal existen unas áreas especializadas que ejercen el
control eléctrico sobre el ciclo cardíaco. Aunque no sean anatómicamente
distintas, estas áreas exhiben diferencias fisiológicas en relación al resto del
miocardio, formando una vía de conducción para los impulsos eléctricos. El
nódulo sinoauricular o sinusal que inicia un impulso autogenerado, es el
marcapaso primario o biológico, y establece el ritmo del corazón en alrededor
de 60 a 70 latidos por minuto. Está localizado en la unión de la vena cava
superior y la aurícula derecha. Una vez generado este impulso eléctrico, se
establece el ritmo de las contracciones y viaja a través de ambas aurículas por
medio de una red especializada hasta el nódulo AV. Este nódulo, localizado
en el suelo de la aurícula derecha, recibe el impulso y lo transmite hacia el
Haz de His.
CONDUCCION CARDIACA
El Haz de His se divide entonces en una rama derecha y dos ramas
izquier das. Estas terminan en una compleja red, denominada fibras de
Purkinje, las cuales se extienden por todo el ventrículo. Cuando el impulso
alcanza al ventrículo, la estimulación del miocardio produce la despolarización
de las células y se produce la contracción. El nódulo AV sirve como puerta
para retrasar la conducción eléctrica y de este modo, evitar que entre en el
ventrículo un número excesivo de impulsos auriculares.
13
MONITOREO ELECTROCARDIOGRAFICO...
CAP. I
Onda P: Ac tividad asociada con el impulso de l nódulo sinusal y la despolarización de la
aurícula.
Intervalo PR: Es e l tiempo que e l impulso emplea para desplazarse a tra vés de la auríc ula
hasta el nodo AV, el sistema de His - Purkinje . Su duración normal es de 012 a 0,20seg.
Complejo QRS: Despolarización eléctrica y contracción de los ventrículos. Duración normal
de 0,04 a 0,12seg.
Seg me nto ST: Periodo entre la compresión de la despolariz ación y el princ ipio de la
repolarización de los v entrículos.
Onda T: Fa se de recupera ción o de repolarizac ión de los ventrículos.
COMPLEJO QRS
CARACTERISTICAS DE PAPEL
El trazado Electrocardiográfico se imprime en un papel gráfico, con
medidas universales. En éste, el voltaje es medido en la escala vertical,
en la cual el cuadro más pequeño de 1 mm = a 0,1 mV y el cuadro más
grande de 5 mm = a 0,5 mV. El tiempo es medido en eje horizontal.
1 mm = 0,04 seg y 5 mm = 0,2 seg. Por lo tanto, 5 cuadrículos
grandes de 5 mm muestran 1 segundo de actividad eléctrica.
A RR IT MIAS
n
Arritmias de origen Sinusal:
Es la variación del ritmo cardíaco producido durante la inspiración o
espiración del individuo, cuando esta variación se prolonga en el tiempo,
14
MONITOREO ELECTROCARDIOGRAFICO...
CAP. I
recibe el nombre de Arritmia Sinusal.
• Taquicardia Sinusal: Se produce un aumento de la frecuencia a más
de 100 latidos por minuto.
• Bradicardia Sinusal: Existe un descenso de la frecuencia a menos de
60 latidos por minuto.
• Ritmo Nodal: Aparece como respuesta cuando existe baja frecuencia
del Nódulo Sinusal o cuando falla el Nódulo Aurículo-Ventricular.
El QRS es de 40 a 60 latidos por minuto, la onda P puede o no aparecer,
el PR es invertido siendo menor de 12 segundos. El paciente puede
presentar síntomas como mareos, fatiga, hipotensión y disnea.
15
MONITOREO ELECTROCARDIOGRAFICO...
n
CAP. I
Ar ritmias de origen Auricular:
También reciben el nombre de Arritmias Supraventriculares o Ritmos
Extra Sistó lico s Supr ave ntric ulare s. Se o riginan f uera de l N ódulo
Sinoauricular por lo que reciben el nombre de Foco Ectópico. Puede ser en
la aurícula o en el Nódulo Aurículo-Ventricular,
• Extrasístoles Supraventriculares: El complejo QRS es normal con
una onda P aberrante. No tienen importancia clínica.
• Taquicardia Paroxística Supraventricular: Se manifiesta con un
ritmo regular mayor a 200 por minuto, comienza y termina en forma
brusca, al electrocardiograma se dificulta observar la onda P.
• Flutter: La aurícula late a una frecuencia mayor a 240 latidos por
minuto, por lo que estos impulsos no alcanz an a transmitirse al
ventrículo. Las ondas P son anchas y ondulantes (dentadas) reciben el
nombre de Ondas F, con un QRS normal y regular. El paciente puede
presentar mareos, palpitaciones, hipotensión, malestar toráxico, síncope.
• Arritmia Completa por Fibrilación Auricular: El QRS es normal,
pero los impulsos eléctricos de origen auricular (Ondas F) son irregulares
p or lo qu e llegan al Nódulo Aurículo- Ventr icula r en for ma
desordenada. Debido a esto, la aurícula no se contrae simultáneamente
y la frecuencia ventricular se hace rápida, acortando el tiempo de llenado
ventricular lo que origina una disminución del volumen sistólico
produciendo un acúmulo sanguíneo en la aurícula con el riesgo de
16
MONITOREO ELECTROCARDIOGRAFICO...
CAP. I
trombosis, sobre todo en pacientes con enfermedad mitral o Disfunción
Ventricular Izquierda.
n
Ar ritmias de origen Ventricular:
Se originan bajo e l Nódulo Aur ículo-Ventricular y del Fascículo
principal de Haz de His.
• Extrasístoles Ventriculares: Ocur re cuando un foco ectópico en
l os ve ntríc ulos pr ovoca latidos p rema tur os. El QR S apar ece
tempranamente y su ancho es mayor a 0.12 segundos, la onda T es
opuesta al QRS, van seguidas de una pausa compensatoria.
• Taquicardia Ventricular: El intervalo R – R es regular, el QRS es
ancho y regular mayor a 0.12 segundos, la frecuencia varía entre 100 y
240 latidos por minuto. Ocurre cuando un foco ectópico ventricular,
provoca tres o más contracciones ventriculares prematuras.
17
MONITOREO ELECTROCARDIOGRAFICO...
CAP. I
• Fibrilación Ventricular: Es una urgencia vital. Se caracteriza por
una ausencia de onda P, complejo QR S y un trazado ondulado. Se
produce cuando muchos focos ectópicos ventriculares actúan como
un marcapaso cardíaco y estimulan el corazón a trabajar a una frecuencia
m ás r ápid a, lo q ue da c omo r esultado un ri tm o caó tico sin
despolarizaciones ni r epolarizaciones eficaces, lo que originan un
volumen de eyección nulo.
• Ritmo Ideoventricular: Es un ritmo de escape muy bajo, a nivel de
ventrículos con frecuencias muy lentas (30 por minuto), es regular sin
ondas P, el QRS es ancho mayor a 0.12 segundos.
• Disociación Electromecánica: Es letal, ritmo eléctrico en el corazón
sin contracción mecánica originando la ausencia de pulso, todo el
complejo depende del ritmo eléctrico.
n
Bloqueos
- Se entiende por Bloqueo el espaciamiento o detención total del
estímulo que se propaga a través del Sistema de Conducción del
Corazón. Se producen por:
a) Alteraciones electrolíticas: potasio, calcio, magnesio.
b) Degeneración del sistema de Conducción por la edad, ya que el
tejido de conducción es reemplazado por tejido fibroso.
c) Infecciones: Endocarditis, Miocarditis.
d) Cirugías: Enfermedades congénitas.
• Bloqueo Aurículoventricular en primer grado: Los estímulos llegan
al ventrículo pero con cierto enlentecimiento, el inter valo P - R es
mayor a 0.20 segundos.
18
MONITOREO ELECTROCARDIOGRAFICO...
CAP. I
• Bloqueo Aurículoventricular en segundo grado: El Nódulo Sinusal
genera impulsos eléctricos, pero no todos llegan a los ventrículos.
Existen dos tipos:
a) Mobitz I (Wenckebach): El P - R se va alargando hasta que se
produce el bloqueo de una onda P.
b) Mobitz II: Los intervalos P – R se mantienen constantes, con
ondas P y complejos QRS normales, pero unas ondas P conducen
y otras no.
• Bloqueo III grado: No existe relación entre las ondas P y los
complejos QRS
• Bloqueo de Rama Derecha: El estímulo eléctrico que viene del
Nódulo Sinusal pasa por el Nódulo Aurículoventricular pero se detiene
en la rama derecha del Haz de His, el ventrículo recibe la estimulación
del ventrículo adyacente con un retraso siendo el QRS mayor a 0.12
19
MONITOREO ELECTROCARDIOGRAFICO...
CAP. I
segundos, siendo positivo en V1, con un complejo r-R’.
• Bloqueo de Rama Izquierda: Aquí el estímulo se bloquea en la
rama izquierda siendo también el QRS mayor 0.12 segundos y positivo
en V6.
CUIDADOS DE ENFERMERIA
El trabajo de enfermería dentro de cualquier procedimiento clínico es
esencial, ya que permite al personal médico evaluar en qué condiciones está
un paciente y si evoluciona favorablemente. Es por este motivo que una
óptima monito rización va a per mitir que el médico evalúe un trazado
electrocardiográfico confiable.
Existen sencillos cuidados de enfermería que nos permiten cumplir
este objetivo:
1 . Educar al paciente, informándole en qué consiste la monitorización,
los cuidados que debe tener con los cables y mencionarle el sistema de alarmas
que se va a activar en caso que exista algún tipo de arritmia o simplemente si
el se mueve, con el fin de no aumentar su nerviosismo y disipar dudas.
2. En relación a la instalación de electrodos:
a) Verificar indemnidad de la piel sobre la que se instalan.
b) Si es necesario, se deberá recortar el exceso de vello de las zonas
seleccionadas.
c) Desengrasar la piel con alcohol al 70%
d) Verificar el estado del gel de los electrodos. Si es escaso, o está en
mal estado, reforzar con pasta conductora.
e) No instalar sobre partes óseas.
3. Si se considera necesario, fijar con tela o fixomull la colección de la
guía al electrodo con el objeto de evitar la excesiva tensión sobre él.
4. Si es necesario, cambiar el (los) electrodos, rotar sitios de adhesión
para evitar maceración de la piel.
5. No instalar electrodos sobre zonas en las que se realiza el masaje
card íaco exte rno, desf ibrilaci ones o que cor responda n a der ivacio nes
precordiales.
6. Cambiar los electrodos cada 24 hrs. para mantener el poder de
adherencia.
20
MONITOREO ELECTROCARDIOGRAFICO...
CAP. I
7. Evitar elementos que favorezcan interferencia (máquinas de infusión,
ventilador mecánico, frazadas eléctricas).
CO NCLUSI ONE S
Al término de esta presentación, resulta fácil rescatar la importancia
de la mo nito rización ya que constituye un apoyo p ara la evaluació n y
diagnóstico de las patologías.
N osotros, per so nal Paramé dico, ju gam os un ro l vital en l a
monitorización electrocardiográfica:
1 . Educando al paciente en relación al procedimiento.
2. Aportando una monitorización oportuna y confiable.
3. Siendo capaces de detectar precoz y oportunamente, alteraciones
del ritmo cardíaco, que podrían llevar incluso a un compromiso vital.
R EFE RE NC I AS
1. Man ual de Medicina Intensiva, Lorenzo, Mo ntejo, O rtíz, Planas, Monit orización Electrocardiográfica,
Pág. 44, 1997.
2. María Canubbi o, Transto rno s Cardiovascu lares Tomo I I. Bibl ioteca de Enferm ería Mosb y. Año 199 4,
Pág. 15 - 41 - 42 - 64
3. Pub licaciones Técnicas Mediterrán eo , I ntrod ucció n a la Electrocardiografí a, 1era. Reimpresi ón año
199 4
4. Nursi ng Mayo 1 993, Util ización Correcta d e las Derivacion es Cardiacas; Pág. 40 a la 44
5. Nursi ng 1995 J unio - Julio , Bradicardia Sinusal. P ág. 2 2 al 24
6. Nursi ng 1995 Ago sto - Septi em bre, Taquicardia sin usal . Pág 18 al 2 0
7. Nursi ng 1998 Mayo, Fibrilaci ón Ven tricular. P ág. 2 8
8. Nursi ng 1998 Mayo, Taquicardi a Ventri cul ar. Pág. 29
9. Nursi ng 1998 Octubre, Bloq ueo Aurícu lo Ven tricular. Pág. 40 al 41
10. Nursi ng 1998 Octubre, Ritm o de la Unión. Pág 95
11. Nursi ng 1997 No vi em bre, Flutter Auricu lar. Pág. 37
12. Nursi ng 1997 No viem bre, Bradicard ia, co nservar el im pulso eléctrico. Pág. 8 a la 12
13. Nursi ng 1998 Enero, Contracciones Ventriculares Prematuras. Pág. 25
21
ARRITMIAS EN LA UNIDAD DE
CUIDADO INTENSIVO
Autor:
DR. JOSE PARDO G.
I NTR OD UC CIO N
Las arritmias cardíacas son frecuentes en el paciente de Unidad de
Cuidado Intensivo (UCI). Constituyen un motivo frecuente de ingreso y de
morbimortalidad intrahospitalaria. Generalmente se encuentran en presencia
de cardiopatía estructural, pero también en ausencia de ésta, complicando
muchas veces la e voluci ón de diversas patolo gías mé dico-quirúr gicas,
prolongando estadías y aumentando los costos del tratamiento.
El reconocimiento de una arritmia cardíaca se basa al igual que en
cualquier cuadro médico, en tres pilares básicos: una buena anamnesis, un
completo exámen físico y una correcta interpretación del electrocardiograma
(ECG) de 12 derivaciones.
ANAM NES IS
Estará dirigida a la pesquisa de palpitaciones, mareos, síncope, angina
y disnea, manifestaciones del aumento del volúmen sistólico eyectivo, bajo
débito, y mayor consumo de oxigeno respectivamente. El solo antecedente
de ser cardiopata coloca al paciente en una zona de alto riesgo. No olvidar
el antec eden te de in gesta de dr ogas, espe cial mente a ntiar rítmi cos,
be tabloq ueado res, digital, blo queado res de l ca lcio, d iuré ti cos, y
antihistamínicos, todos capaces de generar arritmias graves. Especialmente
en UCI, es de gran importancia identificar, la circunstancia en la cual se
observó la arritmia, por ejemplo: intubación, traslados, colocación de línea
central, trombolisis, introducción de marcapaso transitorio, diálisis, etc.
EXAMEN FISICO
Fundamental en UCI para evaluar la repercusión hemodinámica
de la arritmia, ya que el estado de muchos pacientes y la gravedad del trastorno
eléctrico, no permiten una evaluación más completa, y solo hay que tratarla
de inmediato. Se dará énfasis en el compromiso del gasto cardíaco, con descenso
22
ARRITMIAS EN LA UNIDAD DE---
CAP. I
de la presión arterial, pulso arterial filiforme, desaturación de oxígeno arterial
y compromiso de conciencia.
Si la situación hemodi námica lo p ermite, se buscarán signos de
cardiopatía, como soplos cardíacos, crecimiento de ventrículo izquierdo,
edemas, u otras condiciones causantes de arritmias, como la disfunción tiroidea.
ECG DE 12 DERIVACIONES
La clave del diagnóstico electrocardiográfico de una arritmia cardíaca
se basa en un análisis cuidadoso y sistemático de los siguientes parámetros:
1.
2.
3.
4.
5.
¿Existe onda P?, ¿qué relación tiene con el complejo QRS?
¿Son nor males la onda P, el complejo QRS, el intervalo PR y QT?
En taquicardia, ¿cómo es el intervalo RP y PR?
¿Cuál es la frecuencia de aurícula y ventrículo?, ¿es igual o distinta?
¿El intervalo PP y RR es regular o irregular?
Desafortunadamente, es muy frecuente que el paciente de UCI
tenga una situación clínica y hemodinámica inestable, que no permite
tomar un ECG completo, por lo que muchas decisiones terapéuticas,
principalmente en taquiarritmias, deben ser tomadas en base al registro
de un monitor cardíaco, idealmente con las derivaciones DI, DII, DIII,
V1 y V6.
En este documento se pretende que la enfermera de UCI conozca las
causas de las arritmias más frecuentes, sepa reconocerlas de la forma más
sencilla y rápida posible, sabiendo que hacer y que no hacer, e idealmente
que pueda identificar al paciente en riesgo de tenerlas.
ETIOLOGIA DE ARRITMIAS EN UCI
CARDIOPATIA ESTRUCTURAL
FACTOR GATILLANTE
Enfermedad coronaria
Stress, desbalance metabólico-electrolítico
Valvulopatía reumática
Intubación traqueal
Miocardiopatía
Isquemia, hipoxia, hipercapnia
Disfunción sinusal y QT largo
Drogas, antiarrítmicos
Wolff-Parkinson-White
Procedimientos diagnósticos y terapéuticos
(endoscopías,líneas centrales, trombolísis)
23
ARRITMIAS EN LA UNIDAD DE---
CAP. I
Una arritmia cardíaca se puede clasificar en base a:
1 . Frecuencia ventricular (bradicardia: < 60, taquicardia: >100 latidos
por minuto).
2. Regularidad del inter valo RR: regular o irregular.
3. Complejo QRS: angosto o ancho (0.12 s).
TAQUICARDIAS REGULARES
ANGOSTAS
ANCHAS
Taquicardia sinusal
Taquicardia ventricular
Flutter / Taquicardia auricular
Taquicardia paroxística supraventricular/
Flutter/Taquicardia auricular con bloqueo
de rama, aberrancia, o preexcitación
ventricular
Taquicardia paroxística supraventricular
TAQUICARDIAS IRREGULARES
ANGOSTAS
ANCHAS
Fibrilación auricular
Fibrilación auricular con bloqueo de rama,
aberrancia, o preexcitación ventricular
Taquicardia ventricular polimorfa
BRADICARDIAS REGULARES
ANGOSTAS
ANCHAS
Bradicardia sinusal
Bradicardia sinusal con bloqueo de rama
Ritmo de la unión aurículo ventricular
Bloqueo AV II grado Mobitz II y III grado
Ritmo idioventricular
AV: aurículo-ventricular
BRADICARDIAS IRREGULARES
ANGOSTAS
ANCHAS
Arritmia sinusal
Fibrilación auricular con bloqueo de rama
Fibrilación auricular
Bloqueo AV de II grado Mobitz I
24
ARRITMIAS EN LA UNIDAD DE---
CAP. I
Junto con el registro electrocardiográfico de la arritmia, existen una
serie de elementos de la historia clínica del paciente, hallazgos del exámen
físico y del ECG basal previo a la arritmia, problema que puede ser de
utili dad p ara o rie ntar e l diagnó stic o y optimi zar el tr atamien to. A
continuación se señalan algunas sugerencias en este sentido.
TAQUICARDIAS REGULARES
ANCHAS
ANGOSTAS
Anamnesis
Joven, palpitaciones, cardiopatía
Infarto antiguo, palpitaciones,
asintomático
Exámen físico
Fiebre, dolor, hipotensión,
hipoxemia
Hemodinamia estable, shock
cardiogénico
ECG basal
Normal, crecimiento de cavidades,
preexcitación.
Ondas Q, preexitación, normal
TAQUICARDIAS IRREGULARES
ANGOSTAS / ANCHAS
Anamnesis
Edad, cardiopatía, drogas antiarrítmicas, alteraciones electrolíticas,
hipertiroidismo, alcohol.
Exámen físico Insuficiencia cardíaca, colapso cardiocirculatorio, bocio.
ECG basal
Crecim iento de cavidades, isquemia, bloqueo de ram a, preexitación
ventricular, QT largo.
BRADICARDIAS REGULARES
Anamnesis
ANGOSTAS
ANCHAS
Joven, betabloqueadores,
reacción vagal por procedimiento
Síncope, infarto, beta bloqueadores,
diltiazem, amiodarona
Cardiopatía, bajo débito, etapa
terminal.
Exámen físico Vagotonía, hipotiroidism o
ECG basal
Normal, bajo voltaje, disfunción
nodo sinusal
Ondas Q, crecim iento cavidades,
bloqueo de rama
BRADICARDIAS IRREGULARES
ANCHAS
ANGOSTAS
Anamnesis
Joven deportista sano, cardiopatía,
digital
Insuficiencia cardíaca, bajo débito
Exámen físico Normal, valvulopatía
ECG basal
Cardiopatía, digital ,síncope,
insuficiencia renal
Vagotonismo, crecimiento de
cavidades
25
Bloqueos de rama, crecimientos de
cavidades, hiperkalemia, acción
digitálica
ARRITMIAS EN LA UNIDAD DE---
CAP. I
ENFRENTAMIENTO DEL PACIENTE
CON ARRITMIA EN UCI
Habitualmente la arritmia que vemos en el paciente de UCI, es otra
complicación más en su evolución, por ejemplo: paciente séptico que en el
curso de una falla multiorgánica presenta una fibrilación auricular de alta
frecuencia con edema pulmonar cardiogénico, paciente cardiopata coronario
antiguo en ventilación mecánica con distress respiratorio por neumonía, que
hace una taquicardia ventricular con severo deterioro hemodinámico que
obliga a una cardioversión de urgencia, o aquel diabético que ingresa con
insuficiencia renal e hiperkalemia que desar rolla un bloqueo AV completo
con síncope secundario, que requiere una sonda marcapaso transitoria.
Por otra parte se dan situaciones, en que la arritmia pasa desapercibida
por el paciente, es letal y sólo el monitoreo puede registrarla, por ejemplo:
bloqueos AV de alto grado y ritmo s idioventriculares en pacientes con
intoxicación digitálica, pacientes que cursando un in far to al miocardio,
presentan bradiarritmias extremas que culminan en taquicardia y fibrilación
ventricular, bloqueos AV paroxísticos en cirugía cardíaca, que pueden matar
a un paciente que hasta ese momento evolucionaba bien.
Para quien trabaja en UCI, los ejemplos sobran, son dramáticos y no
se olvidan.
La enfermera de UCI, en su permanente contacto con el paciente y su
ciclo vital, juega un rol fundamental en el diagnóstico oportuno y tratamiento
adecuado de cualquier arritmia cardíaca. Tiene una oportunidad única que
no puede despreciar.
Obviamente si la arritmia compromete hemodinámicamente al
paciente, en el caso de una taquiar ritmia, se debe ir rápidamente a una
cardiover sió n s in demo ra. Pos terior mente se deben indicar l os
antiarrítmicos adecuados e ir a tomar las medidas apropiadas para prevenir
las recurrencias.
Si se trata de una bradiarritmia extrema o un bloqueo AV de alto
grado y/o sintomático, el implante de un marcapaso transitorio es
perentorio.
Por otra parte si no hay compromiso hemodinámico, tenemos la
posibilidad, con un diagnóstico certero, de corregir el factor gatillante,
por ejemplo: hipoxemia, hipokalemia, isquemia, etc; y posterior manejo
de la cardiopatía estructural. Este esquema terapéutico evitará el uso de
drogas y procedimientos innecesarios, como el uso indiscriminado de
26
ARRITMIAS EN LA UNIDAD DE---
CAP. I
antiarrítmicos y de sondas marcapasos, no exentos de riesgo.
A continuación mencionaremos algunos tipos de arritmias observadas
en UCI, como manejarlas y que no hacer cuando se presentan.
• Taquicardia sinusal: no requiere tratamiento específico. Éste debe ir
dirigido a la enfermedad causal, correción de hipoxemia, anemia, aliviar
el dolor, y bajar temperatur a. Much as veces es manifestación de
insuficiencia cardíaca que debe ser manejada en for ma habitual.
• Bradicardia sinusal: no requiere tratamiento específico. Frecuente
d e ver e n suje to s sanos, j óve nes, c omo respu esta vagal a un
procedimiento de UCI, y en presencia de tratamiento betabloqueador.
Si se asocia a manifestaciones de bajo débito, insuficiencia cardíaca, o
síncope, está indicado el uso de Atropina 1 mg ev o la administración
de Isoproterenol ev 1 mg en 250 cc de suero glucosado 5%, titulando la
infusión según evolución clínica. De no haber respuesta considerar el
uso de marcapaso transitorio, y definitivo si se presenta en el contexto
de una enfer medad del nodo sinusal sintomática.
• Extrasistolía auricular: muy frecuente de ver a cualquier edad. En
ausencia de cardiopatía y síntomas no requiera tratamiento específico.
• Extrasistolía ventricular: muy frecuente en todo paciente crítico.
Sólo requiere tratamiento específico si adquiere una for ma compleja
(frecuente, en pares y tripletas) especialmente en el curso de una
insuficiencia coronaria aguda, o disfunción ventricular izquierda severa.
Responde bien al uso de Lidocaina 1-2 mg por minuto, en suero
glucosado al 5%. Muchas veces es manifestación de hipokalemia, e
hipoxemia transitoria.
• Arritmia completa por fibrilación auricular (ACxFA) es la arritmia
cardíaca crónica más frecuente en la práctica clínica, afectando a sujetos
con o sin cardiopatía, observándose en forma paroxística en pacientes
sépticos, postoperados de cirugía cardiotoráxica, limitadores crónicos
al flujo aéreo, nefrópatas en diálisis, etc. Es un factor descompensante
habitual del paciente con cardiopatía. Los objetivos del tratamiento
están destinados a:
1. Control de fr ecuencia ventricular : Cedi lanid 0.4 mg ev,
Amiodarona ev 5 mg /kg en 30 minutos, seguida de infusión
continua ev 600-1200 mg en 250 cc SG 5% en 24 hrs. Evitar el uso
de Verapamilo, p otente vasodilatador e hipotensor que puede
deteriorar la hemodinamia, ya comprometida por la taquiarritmia,
además de que si estamos frente a una AC x FA en un paciente con
27
ARRITMIAS EN LA UNIDAD DE---
CAP. I
síndrome de Wolff-Parkinson-White la conver tirá en fibrilación
ventricular.
2. Restauración de ritmo sinusal: si la arritmia es rápida y se asocia
a compromiso hemodinámico la cardioversión eléctrica (CVE)
sincronizada con 100-200 Joules debe ser inmediata. Si la ACxFA
no c ompromete la hemodinamia y tie ne me nos de 24 hrs de
evolución podrá hacerse CVE sin anticoagulación. Si tiene entre
24-48 hrs de evolución, o se elige la conversión far macológica, se
inicia Heparina ev 800-1000 u/hora según TTPK, con mantención
de te rapia hasta 12-24 hrs post c onve rsió n. Para conversión
farmacológica habitualmente usamos Amiodarona ev 5-10 mg/kg
en 30 minutos, seguida de 600-1200 mg/24 hrs en infusión ev
continua. Si la arritmia tiene más de 48 hrs o es de fecha no precisada,
diferimos la CVE hasta completar 3 semanas de anticoagulación
oral con cumarínicos, que debe mantenerse por 4 semanas postCVE.
Si la situación hemodinámica está conservada, y el paciente tiene
una AC x FA de larga data, con aurícula izquierda de 50 mm o más,
o se presenta con una patología no corregida, por ejemplo: estenosis
mitral severa, insuficiencia cardiorespiratoria o hipertiroidismo, la
CVE no tiene sentido, e incluso puede ser de riesgo.
Cuando se presenta una AC x FA espontáneamente bloqueada con
frecuen cias inferior es a 60 latidos por minuto, en ausencia de
tratamiento con digital, amiodarona, bloqueadores beta o del calcio,
debemos sospechar fuertemente una enfer medad del sistema excito
conductor, otra condición que proscribe una CVE, sin la protección
de una sonda marcapaso.
3. Prevención de recurrencia: una vez en ritmo sinusal, y corregido
el facto r gati llante in terc urr ente, re come ndamo s el uso de
Amiodarona 200-300 mg/ día vía oral, siempre y cuando el paciente
tenga riesgo de repetir la ACxFA. Un único episodio no es sinónimo
de terapia antiarrítmica indefinida.
4. Prevención de tromboembolismo arterial: es la complicación
más te mida y devastador a de la ACxFA. La dec isión de
anticoagulación es individual, y debe considerar la edad del paciente,
el riesgo tromboembólico clínico-ecocardiografico (mayor de 65
años, diab etes, hip ertensión ar terial, in sufi cienci a c ardíac a y
antecedente de AVE, dilatación de aurícula izquierda >de 47 mm
y disfunción VI al ECO 2D ), jun to con la existe ncia de
28
ARRITMIAS EN LA UNIDAD DE---
CAP. I
contraindicaciones clásicas del tratamiento. El beneficio clínico debe
superar al riesgo hemorrágico.
• Flutter auricul ar: menos frecuente que la ACxFA, se presenta en
condiciones semejantes y su enfrentamiento terapéutico es similar. De
gran utilidad son las maniobras vagales y el uso de Adenosina ev 6-12
mg, que evidencia la onda de Flutter. Puede convertirse con CVE con
25-50 Joules.
• Taquicardia paroxística supraventricular: intentar conversión con
maniobras vagales y maniobra de Valsalva, que perderán efectividad si
la taquicardia lleva mucho tiempo. Usar Adenosina 6-12 mg ev o como
alternativa Verapamilo 5-10 mg ev. Si no se logra conversión o el paciente
se presenta con deterioro hemodinamico, ir directamente a CVE
sin cron izad a c on 50-100 Joul es. No insistir en la co nversión
f ar macól ogica ni postergar la CVE, por rie sgo de acen tuar el
compromiso hemodinámico, y generar arritmias graves.
• Taquicardia ventricular monomorfa sostenida (>30 segundos):
es la causa mas frecuente de taquicardia regular a complejo ancho en el
adulto (95%). Si el paciente tiene el antecedente de infarto antiguo al
miocardio, el porcentaje alcanza casi el 100%.
Si la hemodinamia es inestable ir directamente a CVE sincronizada
con 50-100 Joules.
Con hemodinamia estable, administrar 50 mg de Lidocaina ev en bolo
y co ntinuar con 1-2 mg por min uto en suero glucosad o al 5%,
co rrigiendo en for ma simultáne a el factor gatillante: hipoxe mia,
hipokalemia, bradicardia, acidosis, etc. De no responder se puede utilizar
Amiodarona ev 5-10 mg/kg en 30 minutos, para continuar con 6001200 mg/24 hrs, en infusión ev continua.
No perder tiempo en hacer diagnóstico diferencial con taquicardia
paroxística supraventricular conducida con aber rancia. Lo anterior
evitará el uso de Verapamilo ev, droga altamente peligrosa en taquicardia
ventricular, por su efecto hipotensor e inótropo negativo.
Jamás descartar taquicardia ventricular por el hecho de conservar la
hemodinamia.
• Taquicar dia ventricular pol imo rfa: si e xiste comp romi so
hemodinámico se indica CVE con 100-200 Joules.
En ausencia de QT largo, se asocia a isquemia miocardica o bradicardia
extrema, que deben ser corregidas a la brevedad.
29
ARRITMIAS EN LA UNIDAD DE---
CAP. I
En presencia de QT largo, se debe elimin ar e l factor gati llante :
h ipokal emia, hip ocal cemia , hi pomagne se mia, antiar rítmic os
(Quinidina, Flecain ide,Amiodarona, Sotalol), Eritromicina, sulfas,
antihistamínicos, organofosforados.
Muy ocasionalmente se puede ver asociada a accidente vascular,
h ipote rmia, reacción anafiláctica, cirugía caro tídea, y estados de
caquexia.
• Fibrilación ventricular: desfibrilación inmediata con 200-300 Joules.
Reanimación cardiopulmonar y cerebral habitual.
BRADIARRITMIAS Y BLOQUEOS
AURICULO-VENTRICULARES
• Sin indicación de marcapaso: bradicardia asintomática, bloqueo AV
de I grado, bloqueo AV de II grado Mobi tz I (Wenckebach), bloqueo
bifascicular preexistente, ritmo idioventricular acelerado.
• Con indicación de mar capaso : a sistol ía (re anima ción
cardiopulmonar y cerebral), bradiarritmia sintomática sin ritmo de escape
adecuado, bloqueo AV de II grado Mobitz II, bloqueo AV de III grado o
completo, bloqueo de rama derecha e izquierda alternante, aparición de
bloqueo completo de rama izquierda o completo de rama derecha más
hemibloqueo izquierdo anterior o posterior, especialmente en el curso de
infarto agudo al miocardio.
• Indicación controvertida de marcapaso: bloqueo AV de II grado
Mobitz I (Wenckebach) con hipotensión que no responde a Atropina ev,
bradic ardia sinusal que no responde a Atr opina ev, sobr estimulación
ventricular por taquicardia ventricular incesante, bloqueo bifascicular o
bloqueo completo de rama izquierda asociado a bloqueo AV de I grado, de
tiempo de evolución no precisada , situación no infrecuente en el paciente
que ingresa por infarto agudo al miocardio.
30
ARRITMIAS EN LA UNIDAD DE---
CAP. I
R EFE RE NC I AS
1. VLAY SC. A Practical Approach to Cardiac Arrhyt mias, Secon d Edition. Li ttle, Brown and Company
199 6.
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3. ATLLE JA. Perioperative Card iac Dysrhythmias. Diagnosis and Man agement. Anesthesiology 199 7;
Vol 86, Nº 6: 139 7-1 424.
4. GARRAT CJ, GRIFFITH MJ. Electrocard iographic Diagnosis of Tachycardias. Clinical Approach es to
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5. FAJ URI A , GO NZA LEZ R, BARTO LUC CI J , A SENJ O R. Man ej o d e A rrit mi as C ardí acas :
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31
ATENCION PREHOSPITALARIA DEL
SHOCK HEMORRAGICO
Autor:
E.U. PATRICIA PEREZ
I NTR OD UC CIO N
El shock se asocia con frecuencia al traumatismo, convir tiéndose
muchas veces en el factor que aumenta las tasas de letalidad. El concepto que
popularizaron los centros de trauma que hablan de la «hora de oro» incorpora
el concepto que la resucitación efectiva debe realizarse de inmediato para
mejorar la sobrevida. El diagnóstico inicial se basa en el hallazgo clínico de
signos de perfusión orgánica inadecuada. En segundo término el manejo
inicial del shock es identificar la causa probable.
La gran mayoría de los pacientes traumatizados presentan shock
hipovo lémico, sin embargo en ocasion es el shock puede ser de origen
cardiogénico.
Un estado de hipoperfusión tratado inadecuadamente conduce a una
falla orgánica y finalmente a la muerte del paciente. Además es importante
recordar que las muer tes por trauma siguen una distribución trimodal. El
primer peak tiene lugar en los primeros minutos post-trauma y se debe a
graves heridas al sistema nervioso central o corazón.
El segundo peak de muerte, que ocurre alrededor de una hora y media
post-trauma, es causado por shock hemorrágico secundario a heridas de
vísceras o fracturas extensas. En este grupo donde se puede intervenir y aplicar
en forma precoz la resucitación y los principios de la ATLS.
El tercer peak de mortalidad acontece aproximadamente de 7 a 10 días,
post-traumatísmo; estas muertes son causadas por TEC grave, sepsis o falla
multisistémica.
CLASIFICACION DE SHOCK
1 ) Shock hipovolémico:
Es la for ma más común de sh ock que afecta a los p acientes
traumatizados, se caracteriza por presiones sistólicas y diastólicas
bajas. Además como en cualquier tipo de shock, la oxigenación
32
ATENCION PREHOSPITALARIA DEL SHOCK...
CAP. I
tisular es inadecuada.
2) Shock séptico:
Es una complicación tardía de la infección y de la reanimación
prolongada del shock. En este tipo de shock hay una disminución
de la resistencia vascular sistémica y gasto cardiaco, que se refleja
con la disminución de la presión diástólica. Es de mal pronóstico.
3) Shock espinal:
Es una consecuencia de un daño medular por pérdida de la inervación
simpática con vasodilatación cutánea y pulsos fir mes, a pesar de la
hipotensión. Es frecuente en trauma raquimedular.
4) Shock cardiogénico:
Este tipo de shock se caracteriza por un débito cardíaco insuficiente
secundario a un tamponamiento cardíaco, contusión miocárdica u
ocasionalmente infarto al miocardio.
FISIOPATOLOGIAS DEL SHOCK HEMORRAGICO
La respuesta circulatoria inmediata a la pérdida sanguínea es una
vasocontricción progresiva periférica de los territorios cutáneos, visceral y
muscular con el fin de preser var el flujo sanguíneo hacia los pulmones, corazón
y cerebro. La aparición de taquicardia es el signo circulatorio objetivo más
precoz.
A escala celular, la perfusión inadecuada desplaza el metabolismo
aeróbico a metabolismo anaeróbico, lo que conduce a la formación de ácido
láctico y desarrollo de acidosis metabólica.
DEFINICION DE HEMORRAGIA
Es la pérdida aguda de sangre circulante, la cual si sobrepasa el 35% del
volumen circulante puede ser fatal. La siguiente tabla muestra la distribución
de los líquidos corporales en un hombre adulto de 70 Kg. en donde el agua
corporal total corresponde al 60% del peso aproximadamente.
33
ATENCION PREHOSPITALARIA DEL SHOCK...
CAP. I
DISTRIBUCION DE LOS LIQUIDOS CORPORALES
COMPARTIMENTO
VOLUMEN (L)
% ACT
• INTRACELULAR
23
55
• INTERSTICIAL
8.4
20
• HUESO
6.3
15
• PLASMA
3.2
7.5
• ACTIVIDADES CORPO RALES
1.1
2.5
• TOTAL
42 L
100%
LA RESPUESTA A LA PERDIDA SANGUINEA
En el paciente adulto sano se puede clasificar la respuesta natural a la
hemorragia en tres fases:
1º Fase:
En la primera hora desde el comienzo de la hemor ragia el líquido
intersticial pasa a los capilares. Este suceso continúa por 36 a 40 horas
y puede alcanzar el volumen de 1 Lt.
2º Fase:
La pérdida de volumen sanguíneo activa el sistema renina-angiotensina
reteniendo sodio por los riñones y reponiendo el déficit de líquido en
el espacio intersticial.
3º Fase:
A las horas después de la hemorragia la médula ósea produce
eritrocitos, pero esto e un proceso lento, puede tomar hasta 2 meses
aproximadamente.
El llenado transcapilar precoz deja un déficit en el espacio intersticial y
no del intravascular, por lo tanto, la hemorragia leve debe ser tratada con
cristaloides debido a que el sodio se distribuye en forma pareja en el espacio
extracelular y el 80% de este espacio es extravascular. Cuando la hemorragia
es más grave, es necesario expandir el intravascular con coloides por su
capacidad o propiedad coloideosmática.
34
ATENCION PREHOSPITALARIA DEL SHOCK...
CAP. I
CLASIFICACION DE LA PERDIDA DE VOLUMEN
(AMERICAN COLLEGE OF SURGEONS)
GRADO
SIGNOS CLINICOS
% de pérdidas de vólumen
I
TAQUICARDIA
15
II
HIPOTENSIO N ARTERIAL
20 - 25
III
HIPOTENSION-OLIGURIA
30 - 40
IV
CONFUSIO N
> 40
MECANISMOS CONPENSATORIOS
La disminución del volumen circulante conlleva a una disminución
del débito cardíaco por disminución de las presiones de llenado del corazón.
Este suceso depende de:
a) Volumen sanguíneo perdido
b) Mecanismos fisiológicos compensadores:
1.
2.
3.
4.
Taquicardia
Aumento de la contractabilidad cardíaca
Traslocación de volumen cardiopulmonar central
Llenado transcapilar o hemodilución post-hemor rágica.
La combinación de los me canismos compen satorios ya descritos
disminuyen los efectos de la hemorragia (shock compensado) hasta que llega
a un nivel crítico de hipovolemia. Después de este nivel crítico, se produce el
shock progresivo, esta transmisión se asocia con una diminución del débito
cardíaco y la presión arterial a menos que se comience con una reanimación
adecuada , tomando medidas que e viten la mayor pérdida sanguín ea y
reemplazo del volumen perdido, el paciente caerá en un shock ir reversible,
causando inadecuada perfusión tisular. El shock irreversible se caracteriza
por una disminución progresiva del débito cardíaco y la presión arterial hasta
que el paciente fallece, a pesar de reemplazar la pérdida sanguínea.
EL OBJETIVO DE LA REANIMACION DEL SHOCK ES
“Restaurar el consumo de oxigeno a los niveles necesarios para
repagar la deuda de oxigeno inducida por el shock, antes que el
corazón sufra un daño irreversible”
35
ATENCION PREHOSPITALARIA DEL SHOCK...
CAP. I
PROBLEMAS RESPIRATORIOS EN EL SHOCK HEMORRAGICO
El shock hipovolémico reduce el f lujo sanguíneo a los músculos
esqueléticos respiratorios por lo que no pueden soportar las necesidades
ventilatorias. Inicialmente hay hipoxia, hipocapnia y acidosis metabólicas;
sin embargo, en hipovolemia extrema disminuye el débito cardíaco lo que
altera la excreción de Co2 con acidosis metabólica y respiratoria profunda. El
principal riesgo es la aspiración de contenido gástrico durante la intubación
endotraqueal, la colocación de una sonda nasogástrica aminora las posibilidades
de este problema, pero no anula el riesgo.
PROBLEMAS NEUROLOGICOS
El paciente en shock hemor rágico, con lesiones cráneo-encefálicos
plantea algunos problemas difíciles de manejar. Uno de los criterios de
apreciación clínica de hipovolemia, es cuando hay alteración de conciencia.
El restablecimiento de la hemodinámica es parte de la reanimación
neurológica, prima en particular sobre la realización de cualquier otro examen
de urgencia.
PROBLEMAS RENALES
El shock hemorrágico reduce el flujo sanguíneo renal para conservar
la perfusión a los órganos nobles. El riñón es capaz de compensar una
disminución significativa sanguínea de la presión arterial y el débito cardíaco,
a través de la vasodilatación de las arteriolas aferentes glomerulares, mientras
las arteriolas eferentes se contraen. Esta combinación mantiene constante la
presión y la velocidad de filtración glomerular.
A hora en el shock p rogr esivo, se sobre pasa el l ímite de esta
autoregulación renal. En cuanto al efecto de las catecolaminas y vasopresina
que se encuentran elevadas en el shock tiende a reducir el flujo sanguíneo
renal y la velocidad de filtración renal, reteniendo agua y sal, lo que disminuye
aún más la diuresis.
En la medida que disminuye la diuresis la hemoglobina libre cristaliza
produciendo daño a las células tubulares y necrosis tubular aguda. La isquemia
re nal p rol ongada pro ducir á eventua lmente nec rosis isquém ica r enal
produciéndose insuficiencia renal aguda oligúrica.
36
ATENCION PREHOSPITALARIA DEL SHOCK...
CAP. I
PROBLEMAS METABOLICOS
El shock hemorrágico prolongado produce acidosis metabólica que
luego de una compensación respiratoria lleva a una acidemia. La disminución
del PH y la acumulación de lactatos produce sufrimiento tisular: disminución
de la contr actibilidad mio cárdica, disminució n de la vasocon tr icción ,
disminución de la respuesta a las catecolaminas y baja del calcio ionizado.
La ACTH liberada de las hipófisis, estimula la liberación del cortisol
por parte de la corteza suprarenal, así mismo la hipófisis secreta mayor cantidad
de la hormona del crecimiento. El pancreas secreta mayor cantidad de glucagón
y menor cantidad de la insulina, por lo tanto, la glicemia está elevada,
produciéndose una llamada “diabetes del trauma”.
Otros efectos metabólicos son:
•
•
•
Hipokalemia
Lipolisis
Síntesis de proteínas de fase aguda
(fibrinógeno, proteína C. reactiva complemento)
EVALUACION Y VALORACION CLINICA DEL
PACIENTE EN ESTADO DE SHOCK
El objetivo en la evaluación primaria es encontrar cualquier anor malidad
sugerente de metabolismo anaeróbico.
Se deben utilizar simultáneamente ojos, oídos y manos para obtener
toda la información posible y a la vez ir comparándolos con los parámetros
normales para poder identificar las anor malidades y poder actuar rápida y
eficazmente siguiendo un orden de prioridades de acuerdo al grado de amenaza
a la vida.
Al iniciar la evaluación, obser vando situación general, escena del
accidente, posición del paciente estado de conciencia y si hay signos de
hemorragia. Posterior mente tomar pulso carotídeo, temperatura y humedad
de la piel. Visualiza el tiempo de llenado capilar y coloración de la piel;
preguntar al paciente que es lo que pasó. Una respuesta verbal indica que la
vía aérea está abierta y que se está ventilando bien, cualquier compromiso a
este nivel o de la circulación deben ser manejadas inmediatamente.
37
ATENCION PREHOSPITALARIA DEL SHOCK...
CAP. I
VIA AEREA, VENTILACION Y OXIGENACION
La primera y más importante preocupación debe ser: asegurar una vía
aérea adecuada, iniciar la ventilación con O2 al 100% y trasladar sin demora.
SIGNOS DE ADECUADA OXIGENACION
•
Piel rosada.
•
Ventilaciones amplias, llenas y fáciles.
•
Frecuencia respiratoria 12 a 20 X’.
SIGNOS DE OXIGENACION INADECUADA
Y ACIDOSIS METABOLICA
•
Polipnea.
•
Cianosis.
PE RF USIO N
La valoración de la perfusión se inicia con la evaluación del nivel de
estado de conciencia. La ansiedad debe asumirse como que el paciente presenta
una isquemia cerebral y metabolismo anaeróbico.
En segundo término en la evaluación de la perfusión es el pulso. El
pulso radial no es palpable si la presión sistólica se encuentra por
debajo de 80 mmHg., el pulso femoral no es palpable cuando la presión
está debajo de 70 mmHg., y el pulso carotídeo no lo es cuando la
presión está por debajo de 60 mmHg.
Si el pulso es palpable debe valorarse su característica y fuerza, ¿es
fuerte o débil (filiforme), luego su frecuencia ¿es muy rápida, normal o muy
lenta?, finalmente su regularidad.
COLORACION DE LA PIEL
La coloración rosada de la piel en un paciente indica que su nivel de
oxigenación se encuentra normal. La piel azul o cianótica indica que la
hemoglobina circulante esta insaturada de oxigeno y existe oxigenación
pulmonar inadecuada.
38
ATENCION PREHOSPITALARIA DEL SHOCK...
CAP. I
La piel pálida implica flujo sanguíneo inadecuado por:
•
Vasoconstricción periférica.
•
Anemia
•
Interrupción del suministro de oxígeno a esa porción
del cuerpo (fractura).
Cuando nos encontramos con un paciente pálido debemos controlar
este signo con la presencia de otros hallazgos como taquicardia para precisar
si la palidez es local o sistémica. A medida que la palidez aumenta por la
vasoconstricción, la palidez se torna a una piel traslúcida o grisácea.
TEMPERATURA DE LA PIEL
La temperatura de la piel disminuye por vasoconstricción periférica
refleja, ya que el or ganismo desvía el f lujo sanguíneo hacia los órganos
importantes, la piel fría al tacto indica shock.
LLENADO CAPILAR
El análisis del nivel de función del sistema cardiovascular, mediante la
comprensión de los capilares para exprimir la sangre contenida en ellos y a
continuación medir el tiempo de llenado, nos permite evaluar la perfusión o
hipoperfusión de los lechos capilares. El mejor parámetro de resucitación
adecuada es la presencia de un ortejo mayor o dedo pulgar caliente, seco y
rosado.
PRESION ARTERIAL
La presión arterial es uno de los signos más tardíos y más sensibles del
estado de shock, aunque sí el más severo; la presión arterial baja indica que el
paciente esta severamente hipovolémico.
En los paciente con TEC, la hipotensión es causada cuando el cerebelo
comienza a herniarse a través de la incisura y el foramen magno, por lo que la
hipotensión debe atribuirse a lesiones asociadas.
39
ATENCION PREHOSPITALARIA DEL SHOCK...
CAP. I
MANEJO DEL PACIENTE EN SHOCK HEMORRAGICO
El diagnóstico y el tratamiento en pacientes traumatizados deben ser
efectuados en forma rápida, segura y sistemática. Este examen físico se dirige
al diagnóstico inmediato de aquellas lesiones que tienen riesgo de muerte, e
incluye la evaluación de acuerdo con el esquema ABC.
A) 1. Evaluar la Respiración:
- Asegurar si existe una vía aérea permeable.
- Evaluar la ventilación.
- Administrar oxigeno para mantener una pO2 de 80-100 mmHg
B) 1. Control de la Hemorragia:
- El sangrado externo se puede controlar con la compresión directa
en el sitio de la hemorragia.
- El pantalón neumático antishock se puede usar para controlar la
hemorragia que se producen en la pelvis y en las fracturas abiertas
de las extremidades inferiores.
1. 1. Vías de Acceso Vascular:
Es básicamente importante la instalación de dos catéteres venosos
periféricos de grueso calibre (Nº16 o mayor)
Las localizaciones preferentes de inserción son:
- Vías periféricas del antebrazo o antecúbito.
- La velocidad máxima de infusión está determinada por el tamaño
de la vena canulada. El calibre del catéter es siempre más estrecho
que el de la vena y las dimensiones del catéter dictarán la resistencia
al flujo.
La influencia del tamaño del catéter sobre la velocidad de infusión
está descrita por la ecuación del Hagen - Paisseulle:
Esta ecuación dice que:
Q=(P x
4) / 8Ul
La velocidad de infusión (Q) está relacionada directamente con el
gradiente de presión a lo largo del tubo (P) y la cuarta potencia del
radio del catéter (r) y está relacionado inversamente a la longitud
del catéter (L) y la viscosidad del líquido (u). Esto significa que el
40
ATENCION PREHOSPITALARIA DEL SHOCK...
CAP. I
flujo será menor en catéter largos y estrechos.
La viscosidad se describe como la resistencia al flujo, causada por la
fricción entre estas capas concéntricas de líquido.
1.2. Maniobras de Gravedad:
Hay maniobras que usan la fuerza de gravedad para promover un
aumento del retorno venoso:
a) Elevación de las piernas
b) Posición del Trendelenburg.
Ninguna de estas maniobras ha demostrado aumentar el volumen
de la sangre en las venas centrales o aumentar el débito cardíaco.
Las venas son un sistema de capacitancia, y los sistemas de este tipo
están diseñados para absorber cambios de presión, es decir, la presión
aplicada a un extremo de la vena será absorbida o se perderá, debido
a que la vena se puede hinchar y actuar como reser vorio.
La posición Trendelenburg aumenta la presión intracraneana (PIC),
lo cual debe tomarse en cuenta en los pacientes con TEC en que el
aumento de la PIC puede ser letal.
C) Pantalones Antishock (Military antishock trousers - MAST):
El uso de esta maniobra pretende mejorar el llenado cardíaco y
venoso para hacer menos difícil su canulación.
Los MAST inflados comprimen las extremidades inferiores, pelvis
y parte baja del abdomen. Así evitan el influjo de sangre arterial a
las piernas, elevando la resistencia vascular periférica y la presión
arterial en las extremidades superiores.
El efecto del MAST se ve al mejorar la posibilidad de obtener mejor
acceso endovenoso en los pacientes hipovolémicos al bloquear a la
aorta abdominal distribuyendo el flujo a las extremidades superiores.
Además que permiten estabilizar fracturas de pelvis y extremidades
inferiores.
El uso de este método es controversial ya que no ha sido demostrado
que mejoren la sobrevida, es más, en muchas ocasiones produce
complicaciones como isquemia de la piel y tejidos superficiales bajo
el pantalón, acidosis e hiperkalemia, restricción ventilatoria por el
componente abdominal, arritmia, daño muscular, elevación de la
PI C, aumento de la per meabilidad cap ilar, tro mbosis ve nosa
profunda, coagulopatía y aumento de los productos de trombolisis.
41
ATENCION PREHOSPITALARIA DEL SHOCK...
CAP. I
Ahora el mayor peligro se puede producir al desinflar los pantalones,
el cual debe ser bajo estricto monitoreo de la presión arterial y la
oportuna administración de volumen.
Esta maniobra no reemplaza en ningún caso la infusión de líquidos
para compensar la hemorragia.
D) Administración de Volumen:
El objetivo central de una reanimación es mantener el consumo de
O2 tisular (VO2) en un nivel adecuado para el metabolismo celular.
En consumo de O2 tisular se representa por la siguiente fórmula:
VO2 = DC: x Hb x13 x (S a O2 – SvO2)
Entonces:
En una hemor ragia donde estos factores disminuyen, el débito
cardíaco (DC) y la hemoglobina (Hb). Los problemas más relevantes
de una hemorragia son: hipovolemia y bajo de débito cardíaco. En
segundo término la anemia y la hemostasia es la tercera prioridad,
aunque se intenta abordar los tres problemas simultáneamente.
Los líquidos con más densidad celular en su composición tienen
mayor viscosidad y responden a la ley de Hagen-Poiselle.
Los líquido s acelulares (coloides y plasma) aumentan con más
facilidad el débito cardíaco que los líquidos con mayor densidad
celular como los glóbulos rojos, incluso algunos estudios demuestran
que los glóbulos rojos pueden incluso disminuir el débito cardíaco.
La elección del líquido e infundir depende de su capacidad de
aumentar el débito cardíaco.
E) Conservar el calor corporal:
El pac iente en shock es par ticular mente crí tic o mantener la
temperatura corporal, es importante cubrir a los pacientes ya sea
con sábanas de plástico grueso o con cobijas manteniéndolo seco y
en un ambiente cálido. Los líquidos intravenosos deben administrarse
tibios (40ºC: idealmente).
42
ATENCION PREHOSPITALARIA DEL SHOCK...
CAP. I
CO NCLU SI ON
1 ) El shock es un estado clínico que compromete gravemente al
paci ente, don de se desarro lla un metabo lismo celul ar an aeróbic o que
disminuye las posibilidades de sobrevida.
2) El diagnóstico de shock implica un reconocimiento claro de los
signos clínicos. La detección temprana de estos hallazgos son decidores en la
prevención y tratamiento de complicaciones mayores que pueden conducir
al paciente una situación grave e irreversible.
3) La optimización en la administración de oxígeno debe ser la primera
prioridad en el manejo de estos casos. Este procedimiento debe ser efectuado
eficientemente desde el lugar del accidente y con traslado rápido a un centro
asistencial donde se apliquen los cuidados definitivos para el control de la
hemorragia y el reemplazo de la sangre en forma adecuada.
R EFE RE NC I AS
1. Montiel Jaim e, Anest esia en el p aciente en sh ock h em orrági co . 1999 Servicio de Anestesiología
Hospital d e Urgenci as Asi sten cia P ública, Santiago de Chil e.
2. Co mi té de Apo yo Vital P reho spi talari o en t raum a d e l a As ocia ción Nac ion al de TUM en
colaboración con el Co legio Americano de Ciru jan os PHTLS Básico y Avanzad o. Segu nda edición.
43
SHOCK HIPOVOLEMICO
Autor:
DR. CARLOS MERINO M.
I NTR OD UC CIO N
El shock es un síndrome (complejo de síntomas, signos y anormalidades
de laboratorio), que se define por la incapacidad de la circulación de proveer
adecuada concentración de oxígeno para los requerimientos metabólicos de
los tejidos, que lleva a hipoxia celular y finalmente a falla orgánica múltiple.
El metabolismo oxidativo depende de un constante transporte de O2
por el aparato circulatorio. Si el transporte de O2 disminuye en el caso de
mantenerse una demanda metabólica constante, la extracción de O2 aumenta
y el consumo de O2 permanece constante hasta que la extracción llega a un
máximo. Si el transporte de O2 disminuye bajo el nivel crítico el consumo de
O2 disminuye también llevando a un déficit de O2 a nivel celular, aumentando
el metabolismo anaeróbico con la producción de lactato con la consiguiente
acidosis metabólica. Si el déficit de O2 se prolonga se agotan los almacenes
intracelulares de ATP (adenosin trifosfato) resultando en alteración de procesos
bioquímicos claves como el funcionamiento de la bomba de iones a nivel de
membrana, guiando a la depolarización de membrana, edema intracelular,
deterioro en la regulación de las concentraciones de calcio intracelular, pérdida
de la integridad de membrana y finalmente muerte celular (1).
CLASIFICACION DEL SHOCK
1 . Hipovolémico, debido a inadecuado volumen circulante como en
el caso de una hemorragia masiva.
2. Cardiogénico, causado por falla de bomba como en el caso de un
infarto agudo al miocardio.
3. Distributivo, por mal distribución del volumen sanguíneo como
en la sepsis.
4. Obstructivo, atribuido a obstrucci ón extrac ardíaca del flujo
sanguíneo como en el tamponamiento cardíaco (2).
44
SHOCK HIPOVOLEMICO
CAP. I
SHOCK HIPOVOLEMICO
El shock hipovolémico se produce como consecuencia de una reducción
de más del 20% de volumen sanguíneo circulante, debido a hemorragia aguda,
depleción de líquidos o deshidratación, que produce una disminución de la
precarga con un inadecuado llene ventricular y por tanto una disminución
del gasto cardíaco, reflejado en una disminución de la presión sistémica.
F IS IO P AT OLO GIA
Con la pérdida del 10% del volumen sanguíneo total, mecanismos
compensatorios son activados para mantener el gasto cardíaco a pesar de la
disminución de las presiones de llenado. La aumentada actividad adrenérgica,
resultante del aumento de la descarga simpática y liberación adrenal de
catecolaminas, lleva a vasoconstricción arterial y venoconstricció n con
aumento del retorno venoso y taquicardia. La r educ ción en la presión
hidrostática en los capilares, con vasoconstricción arteriolar, favorece el paso
de fluídos desde el espacio extravascular a los vasos. Contracción del volumen
intravascular guía a la activación del sistema renina-angiotensina, aumentando
la liberación de la hormona antidiurética y elevados niveles de ACTH y
aldosterona estimulan la retención de agua y sodio a nivel renal. Estas
adaptaciones pueden ser suficientes para mantener la presión arterial, e
hipotensión ortostática puede ser el único signo de hipovolemia. Si el 20-25%
del volume n sanguín eo e s per dido rápi damen te , lo s mecan ismos
compensatorios comienzan a fallar y aparece el síndrome clínico del shock.
El gasto cardíaco disminuye, y hay hipotensión a pesar de la vasoconstricción
generalizada, y la reducida perfusión tisular lleva al metabolismo anaeróbico,
manifestado por elevados niveles de lactato y acidosis metabólica. La descarga
adrenérgica es intensificada, y el flujo es r edistribuído para mantener la
perfusión al cerebro y al corazón. Excesiva vasoconstricción puede reducir
aún más el flujo y daño celular ocurre. El daño al endotelio vascular lleva a la
pé rdida de f luídos y pro te ínas desde la circ ulació n, exacer bando l a
hipovolemia. Finalmente se produce daño orgánico ter minal llevando a la
falla orgánica multiple (3).
El shock hipovolémico se subdivide en dos categorías:
1 . Shock hipovolémico hemorrágico.
2. Shock hipovolémico no hemorrágico.
45
SHOCK HIPOVOLEMICO
CAP. I
SHOCK HIPOVOLEMICO HEMORRAGICO
El diagnóstico del shock debido a una hemorragia puede ser obvia si
hay un sangramiento externo. La hemorragia externa puede ser manifestada
de muchas maneras, incluyendo sangramiento desde la piel y laceraciones de
tejidos blandos; sangr amie nto quirúrgico durante operaciones; pér dida
sanguínea a través de tubos pleurales después de un trauma o cir ugía torácica;
pérdida sanguínea a través de drenajes abdominales o pélvicos después de
procedimientos quirúrgicos; sangramiento gastrointestinal superior o inferior
o sangramiento vaginal después de cirugía pélvica o complicaciones durante
el parto.
A vece s el sangra mien to p uede ser oc ulto per o sin e mbargo
suficientemente masivo para causar el shock. El sangramiento oculto es una
causa frecuente de shock en pacientes con trauma. La hemorragia interna
oc asi onal mente lleva al shoc k e n el p erío do po sto per atorio pre coz .
Sangramiento oculto puede ser causado por una variedad de problemas en
ausencia de trauma o cirugía reciente, que son usualmente intraabdominales,
incluyendo ruptura de la aorta o de una arteria visceral que frecuentemente
se presentan como dolor abdominal o ubicado en el dorso, y el examen físico
puede demostrar ausencia de ruidos intestinales, sensibilidad abdominal,
distensión abdominal o masa abdominal pulsatil.
En el diagnóstico la radiografía de tórax puede ser útil para descar tar
sangramiento intratorácico oculto. La presión venosa central es típicamente
baja (<5 mmHg). Ocasionalmente estudios especiales como tomografía axial
computada pueden ser de ayuda; pero usualmente como estos pacientes son
tan inestables, una exploración inmediata es necesaria basada sobre la historia,
el examen físico y alteraciones de laboratorio indicativo de una catástrofe
intraabdominal (3, 4).
SHOCK HIPOVOLEMICO NO HEMORRAGICO
El inadecuado volumen circulante puede resultar de la pérdida de fluído
libre de células del compartimiento intravascular. Comúnmente esto es causado
por deshidratación global secundaria a pérdidas excesivas gastrointestinales o
urinarias, con inadecuada reposición de volumen. Secuestro masivo en el así
llamado tercer espacio de fluídos, que ocurre en una variedad de condiciones
incluyendo quemados, extensa injuria de tejidos blandos, obstrucción intestinal
y pancreatitis aguda.
46
SHOCK HIPOVOLEMICO
CAP. I
CUA DRO CLINICO
El paciente presenta disminución del turgor de la piel, mucosas secas,
taquicardia (con 15% del volumen perdido), hipotensión ortostática (con 20
a 35% del volumen perdido), palidez, piel fría, oliguria (con 30 a 40% del
volumen perdido) y alteración de conciencia (con más del 40% del volumen
perdido).
D el monito reo he modi námic o d esta ca presió n ven osa c entral
disminuída con menos de 5 mm de Hg, una presión de capilar pulmonar
muy disminuída y un gasto cardíaco bajo.
De los exámenes de laboratorio destaca un hematocrito elevado en el
caso de un shock hipovolémico no hemorrágico y un hematocrito normal en
el sh ock he mor rágico en los pr imer os mom entos y posteri or mente
disminuído. También puede haber hipernatremia, acidosis metabólica con
láctico elevado y en el caso de un shock hemor rágico en el que se ha
reemplazado más de 11/2 volemia trombopenia y alteraciones de las pruebas
de coagulación (5).
TR ATAM IENT O
El éxito del tratamiento depende del aumento del transporte de O2 a
los tejidos vía reposición del volumen intravascular, aumento de la capacidad
de transporte de O2 de la circulación, y prevención de nuevas pér didas
sanguíneas, intervención que debe ser lo más precoz posible.
El tratamiento puede ser dividido en tres fases:
1 . expansión de volumen.
2. transfusión de glóbulos rojos.
3. corrección de las alteraciones de la coagulación.
La infusión de fluídos tanto por vías venosas periféricas como centrales
es fundamental en el tratamiento de la hipovolemia aguda, para restaurar las
presiones de llenado cardíaco a nivel óptimo lo más pronto posible sin inducir
edema pulmonar y compromiso de la oxigenación, siendo la meta establecer
una adecuada perfusión del tejido cerebral y miocárdico con sangre bien
oxigenada. Para esto, es imprescindible el monitoreo con el examen físico y
mediciones hemodinámicas durante la resucitación.
Si la pérdida de volumen es men or del 40% debe administr arse
cristaloides o coloides para aumentar el transporte de O2 sin causar edema
por sobreexpansión del volumen de fluido intersticial. No hay diferencia en
47
SHOCK HIPOVOLEMICO
CAP. I
el desar rollo de edema pulmonar o mortalidad en la r esucitación con
cristaloides o coloides (6).
Si el volumen sanguíneo perdido es mayor del 40% se debe reponer
con sangre total, que es la única indicación actual de este hemoderivado,
prefiriéndose los concentrados de glóbulos rojos más cristaloides y/o coloides,
para un hematocrito mayor o igual a 21% (7, 8).
La co agulo patía en el shock hip ovol émico se pro duce por dos
mecan ismo s, p or dilución y consumo. En el caso de las plaquetas su
disminución crítica se produce cuando se ha llegado a pérdidas de 11/2 volemia
y en el caso de los factores de coagulación a 2 volemias de recambio por lo
cual se debe comenzar con la administración de hemoderivados. En el caso
de los concentrados plaquetarios estos deben ser administrados 1 U c/10 kg
por dosis, y en el caso del plasma fresco congelado 10-15 ml/kg por dosis y
en el caso de los crioprecipitados 1 U c/10 kg por dosis.
R EFE RE NC I AS
1. Bone RC. Septi c Sho ck. Crit Care Clin . 1989 ;5: 83.
2. Rippe JM. Intensive Care Medicine. Thrird Edition . Little, Brown an d Company. 19 96: 1857 -188 6.
3. Gould SA. Hi povolemic Shock. Crit Care Clin. 1 993; 9 : 239.
4. Wud el J. Massive transfu sion: ou tcome in bl unt trauma patients. J Trauma. 1 992; 3 1:1
5. Hewi tt EP. Massi ve blo od tran sfusion. BMJ. 199 0; 300 : 107.
6. Grif fiel MI. Colloids vs cristall oids. Crit Care Med. 1999 ; 27: 2 00.
7. Heb ert PC. A Multicen ter, Random ized, Contro lled Clinical Trial of Tran sfu sio n Req ueriments in Critical
Care. N Engl J Med. 199 9; 340 : 409.
8. Goodn ouges LI. Medical Progress: Transfusio n Medi cin e (First of Two Parts)-Blood Transf usion. N
Engl J Med . 1999 ; 340: 438.
48
Capítulo II
RESPIRATORIO
DRENAJE PLEURAL
Autor:
DR. RAUL OYARCE L.
I NTR OD UC CIO N
Las dos cavidades pleurales son absolutamente independientes entre sí
y cada una consta de una pleura visceral que cubre el pulmón en su totalidad
hasta el hilio, y una pleura parietal, que cubre el interior de la pared costal, el
mediastino, el pericardio y el diafragma.
La pleura visceral adhiere en for ma íntima al parénquima pulmonar,
siendo quirúrgicamente inseparable de él. Su ir rigació n proviene de la
circulación pulmonar, por lo que soporta una baja presión hidroestática. Su
iner vación es automática, lo que explica la ausencia de dolor frente a los
estímulos mecánicos.
La pleura parietal, en cambio, adhiere en forma más laxa a la fascia
endotoráxica y a las estructuras mediastínicas, aunque se une más firmemente
al diafragma. Esto hace posible la pleurectomía quirúrgica. Su ir rigación
proviene de la circulación sistemática a través de ramas de arterias intercostales,
mamarias internas y diafragmáticas superiores, soportando así una presión
hidro estática mayor. Su iner vació n es somática, lo que explica su alta
sensibilidad.
A mbas ple uras co mpar ten f uncio nes secr etoras, re absortivas,
macrofágicas e inmunológicas, además de las mecánicas, en la mantención
de una presión negativa intratoráxica, que varía, en promedio, entre 15 cms.
De H2O en la inspiración, pudiendo llegar hasta + 50 cms. De H2O con la
tos.
DEFINICION Y OBJETIVOS
Se def ine el drenaje pleural como el vaciamiento contínuo de las
colecciones pleurales. El carácter de contínuo lo diferencia de la tóracocentesis.
Las colecciones pleurales pueden ser aéreas, líquidos (transudados, exudados,
sangre, pus, quilo y otros ) o mixtas.
Los objetivos del drenaje pleural son dos: evacuar completamente
49
DRENAJE PLEURAL
CAP. II
colecciones pleurales y lograr la expansión pulmonar.
REQUISITOS DEL SISTEMA DE DRENAJE
Los requisitos fundamentales se enumeran a continuación:
1 . Esterilidad: tanto la realización de la pleurotomía mínima, como
las mediciones periódicas de lo drenado y la mantención de los líquidos
y conexiones, deben ser hechas en condiciones de esterilidad.
2. Her meticidad: el sistema no debe per mitir la entrada de aire
atmosférico en nigún punto.
3. Irreversibilidad: el flujo del sistema es unidireccional, desde el tórax
hacia los frascos y nunca en sentido opuesto.
4. Aspiración eventual: condición optativa, puesto que la válvula de
Heimlich, la trampa de agua y el drenaje balanceado no incorporan la
aspiración.
CARACTERISTICAS DEL TUBO
Las características más importantes del tubo son las siguientes:
1 . Calibr e gr ueso: dependiendo de la viscosidad y partículas en
suspensión, se eligirán tubos desde 24 French hacia arriba. Mientras
mayor es el calibre es mejor.
2. Transparente: Para permitir ver la naturaleza de lo drenado y su
velocidad de flujo.
3. Graduado: ojalá en centímetros para poder controlar el largo del
segmento introducido al tórax.
4. Radiopaco: para facilitar su visualización en una película radiográfica
de tórax standard. Basta con una línea radiopaca que se interrumpa en
el orificio lateral más proximal.
5. Multifenestrado: debe tener un orifico en la punta y varios en las
paredes laterales del segmento distal, puesto que esto retarda la oclusión
del tubo por grumos de fibrina o coágulos sanguíneos.
6. Material: se prefiere materiales inertes, como la silicona, que además
se angula menos y es mejor tolerada por el organismo.
El caucho o látex se ocluye fácilmente al apoyarse el enfermo sobre él,
y suele provocar una mayor reacción de cuerpo extraño sobre las pleuras.
50
DRENAJE PLEURAL
CAP. II
METODOS DE COLOCACION DEL TUBO
Estos métodos son los siguientes:
1 . Trócar universal: el trócar consta de una empuñadura atornillada
a un punzón, sobre el que se monta una camisa metálica. Se introduce
todo el conjunto a la cavidad pleural, retirando luego la empuñadura y
el punzón, dejando en el sitio la camisa metálica, a través de la cual se
introduce un tubo: finalmente se retira la camisa y se fija el tubo. La
gran desventaja es que este método está disponible en calibres máximos
de 16 French, en nuestro medio.
2. Argylle: consta de un tubo de óptimas características, por dentro
del cual corre un punzón metálico, cuyo extremo asoma por la abertura
del tubo y que tiene una empuñadura posterior. Se introduce todo el
conjunto y luego se retira el punzón, fijando por último el tubo. Su
principal desventaja es que se trata de un método ciego, por lo que
e xi ste una mayor p robab ilidad de le sio nar ór gan os tor áxic os o
abdominales. El método requiere una radiografía de tórax previa, que
certifique que la cavidad pleural es real y no virtual. Está contraindicado
en la situación de un traumatismo como método inicial, cuando no
existe la radiografía de tórax necesaria.
3. Método cr uento: en este caso se incinde la piel con bisturí, se talla
luego un túnel subcutáneo e intercostal oblícuo con pinza Kelly cur va
o con tijera cur va, hasta la cavidad pleural. Se introduce un dedo, que
certifica la posición intrapleural y que descarta así posibles iatrogenias;
finalmente, se introduce el tubo guiado por una pinza Kelly curva. Su
gran ventaja radica en la posibilidad de exploración digital y de poder
introducir cualquier calibre de tubo.
4. Méto do Quirúrgico: a través de una toracotomía abierta, se
introduce el tubo en forma retrógada, a través de un punto de declive
de la pared torácica.
TECNICA QUIRURGICA DE LA PLEUROTOMIA MINIMA
1 . Premedicación: la Atropina es imprescindible para prevenir reflejos
vagales, administrada en dósis de 0,3 a 1,0 mgrs. Im o ev, 10 a 15 minutos
antes del procedimiento, según peso, edad y patología concomitante.
Es opcional el uso de Benzodiazepinas.
2. Explicación al paciente: se le explica al enfermo la técnica a realizar
51
DRENAJE PLEURAL
CAP. II
y la necesidad de hacerlo, solicitando su colaboración (mantener la
posición).
3. Elección del sitio de la pleurotomía: en general, la primera elección
es el 5° espacio, en la línea axilar media (LAM) o línea axilar posterior
(LAP) porque:
a) se puede usar con el paciente en decúbito dorsal, con el brazo en
abducción
b) la pared torácica es más delgada, evitando el pectoral mayor y el
dorsal ancho y
c) es más estético, ya que la cicatriz se oculta con el brazo en posición
anatómica. Otros sitios alternativos complementarios o secuenciales,
son el 2° espacio intercostal (EI) en la línea media clavilular (LMC)
y el 9° espacio intercostal en la línea axilar posterior (LAP).
Debe evitarse instalar tubos más posteriores que la LAP, porque el
apoyo del paciente sobre ellos produce dolor y oclusión. Las colecciones
pleurales residuales deben drenarse con tubos ubicados en cualquier
sitio que parezca el más apropiado, guiados por la radiografía de tórax
y la ecotomografía pleural.
4. Posición del paciente: depe nder á del sitio ele gid o para la
pleurotomía, logrando su mejor exposición; decúbito dorsal con brazo
en abducción, semisentado en cama o en camilla con respaldo elevado,
sentado al borde de la cama con los pies apoyados en una silla o escabel
y los antebrazos cruzados apoyados contra una almohada sobre los
muslos, o sentado en una silla abrazando el respaldo.
5. Preparación del campo estéril.
6. Anestesia local: se utiliza Lidocaína al 1% diluyendo Lidocaina al
2% con solución fisiológica o agua destilada para lograr más volúmen
con igual eficacia y menos toxicidad. Se infiltra la piel y también un
trayecto oblícuo ascendente, hasta el plano pleural parietal.
7. Toracocentesis: es un paso indispensable de la técnica, a realizar
con la aguja de la anestesia local o con un trócar de anestesia raquídea.
El objetivo es certificar que es el sitio apropiado para la pleurotomía o
decidir cambiarlo, y obtener muestras de líquido pleural para exámenes
de laboratorio.
8. Incisión-Tunelización: se incinde la piel con bisturí y se talla un
túnel subcutáneo oblícuo ascendente, hasta la cavidad pleural pasando
sobre el borde superior de la costilla.
52
DRENAJE PLEURAL
CAP. II
9. Exploración pleural digital (método cruento): el pulpejo del dedo
índice palpa la pared pleural parietal, el diafragma, según el sitio elegido
y el pulmón en inspiración. Se certifica así el cor recto acceso a la
cavidad pleural y la ausencia de iatrogenia.
1 0.Introducción del tubo: el tubo preparado y pinzado en su extremo
posterior es introducido según el método seleccionado.
1 1 .Fijación: se pasa un punto en U de material 00 (seda) alrededor del
tubo, estrechando el orificio cutáneo alrededor de éste con una lazada
simple, y ambos cabos se enrollan varias veces alrededor del tubo y
finalmente se anuda de tal forma que pueda soltarse el nudo con
facilidad, al momento del retiro del tubo.
1 2.Curación sellada: basta con ubicar dos gasas cuadradas y tela
adhesiva ancha.
1 3.Conexión al sistema de drenaje: maniobra conjunta, en condiciones
de esterilidad, realizada por el operador y la enfermera. El adaptador
usado como conector debe ser también ancho, para no constituir un
punto estrecho del sistema.
1 4.Contr ol radio lógico: debe ser inmediato, si hay dudas de la
ubicación intrapleural del tubo o sospecha de iatrogenia. Si éste no es
el caso, la radiografía puede diferirse.
COMPLICACIONES DE LA PLEUROTOMIA MINIMA
Las complicaciones más importantes son:
1 . Reacción vagal: náuseas, vómitos, lipotimia, bradicardia o paro
cardíaco. Su prevención involucra el uso adecuado de Atropina.
2. Lesión de órganos: puede existir lesión de la arteria, el ner vio o la
vena intercostal, el diafragma, el pulmón, el hígado, el bazo, esófago,
etc. La prevención de estas lesiones se fundamenta en el respeto de la
técnica quirúrgica.
3.- Edema pulmonar ex vacuo: si el vaciamiento de la colección pleural
y, por lo tanto, la reexpansión pulmonar son demasiado bruscas se
pr oduce un ef ecto de suc ción hacia el árb ol vascular pulmon ar,
aumentando súbitamente la presión hidrostática de los vasos de las
paredes alveolares, exudando líquido hacia el intersticio y hacia el lúmen
alveolar. Esto se manifiesta como disnea y tos productiva, y la falla
respiratoria aguda puede llegar a ser fatal. Se previene enlenteciendo la
53
DRENAJE PLEURAL
CAP. II
salida del contenido pleural, pinzando el tubo inter mitentemente, luego,
conectándolo a trampa de agua y tardíamente, a aspiración contínua.
TIPOS DE SISTEMAS
Los distintos tipos de sistema de drenaje pleural son:
1 . Válvula de Heimlich: sistema básico, preconizado por algunos para
la atención prehospitalaria y traslados.
FIG. 1
2. Trampa de agua: útil en traslados, prevención de edema pulmonar
exvacuo y fístulas broncopleurales.
FIG. 2
54
DRENAJE PLEURAL
CAP. II
3. Aspiración continua: el sistema, compuesto por dos o tres frascos,
garantiza una presión de aspiración de la cavidad pleural, conocida y
estable. Lo habitual es ejercer 10 a 15 cms de agua.
FIG. 3
4.- Drenaje balanceado: sólo indicado en neumonectomías, con el
propósito de mantener el mediastino centrado y el control permanente
de lo drenado desde la cavidad pleural vacía. Facilita la aparición de
enfisema subcutáneo. El tubo debe retirarse a las 24 horas para evitar la
contaminación de la cavidad.
FIG. 4
55
DRENAJE PLEURAL
CAP. II
MANEJO DEL DRENAJE PLEURAL
1 . El paciente debe permanecer semisentado y ser instado a sentarse
en la cama.
2. Entre el paciente y el frasco colector, el tubo debe ser frecuentemente
ordeñado para mantenerlo permeable y vacío.
Así mismo, debe evitarse tubos cortos que no permitan la adecuada
movilización del paciente o tubos muy largos que forman asas en el
suelo que pueden constituir puntos de obstrucción del sistema.
3. La administración de analgésicos por la vía apropiada para cada
p acien te debe se r ge ner osa, p ara pe rmi tir así la kinesiote rapia
respiratoria.
4. Se debe insistir en la realización frecuente de ejercicios de reexpansión
pulmonar, sea practicando inspiración forzada y sostenida, inflando
glo bos, utiliz ando el Trif lo, o c oop erand o activame nte co n el
kinesiólogo.
5. El personal de enfermería debe registrar, con la frecuencia que sea
necesaria, la cantidad y las características de lo recolectado en el frasco
colector.
CRITERIOS PARA EL RETIRO DEL TUBO PLEURAL
1 . Haber logrado la reexpansión pulmonar completa.
2. El débito diario deberá ser menor de 100 cc., idealmente menor de
50 cc.
3. El líquido drenado no debe ser sangre ni pus; idealmente deberá ser
líquido seroso y no deberá observarse la salida de aire.
R EFE RE NC I AS
1. Lee KF., Olak J: Anatomy and Physiology of the Pleural Space. Chest Surg. Cl in. Of North Am. 4:39 1,
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5. De Meester T R., Lafont ain e E.: The Pleura, Su rgery of the Ch est, Fif th Edition , Sab iston and Spencer,
Chapter 16,19 90.
56
VENTILACION NO INVASIVA
Autor:
DR. OSVALDO GARAY C.
I NTR OD UC CIO N
La ventilación no invasiva (VNI) se refiere a toda técnica que aumenta
la ven ti lació n alveo lar sin nece sid ades de i ntubac ión tr aqueal .
Tradicionalmente la VNI ha sido realizada con el uso de aparatos que aplican
presión extratoráxica negativa inter mitente. En los años de la epidemia de
poliomielitis, se usó el pulmón de acero; consistía en un tanque de acero de
gran tamaño dentro del cual se introducía al paciente excepto la cabeza y el
cuello, quedando conectado a un ventilador que ejer cía presión negativa
intermitente, y permitía la inspiración. La espiración se realizaba de forma
pasiva debido a la elasticidad pulmonar. Posteriormente se desarrollaron otros
ventiladores con presión negativa, entre ellos cabe destacar el poncho (que se
fijaba alrededor del tórax y abdomen) y la coraza (semejante al anterior, pero
más rígido). Con la introducción de la vacuna de polio, y el desarrollo de los
ventiladores mecánicos con presión positiva e intubación traqueal a finales
de los años 50, el uso de la VNI cayó drásticamente. En la pasada década la
VNI con presión positiva aplicada con máscara nasal o facial incrementó su
aceptación para el soporte de la falla ventilatoria aguda y crónica, siendo el
método más ampliamente usado actualmente. Este interés actual en la VNI
parte de la constatación de dos hechos, por un lado, se ha demostrado que la
asistencia ventilatoria nocturna mejora el intercambio gaseoso diurno en ciertas
enfermedades que cursan con insuficiencia respiratoria crónica, principalmente
enfermedades neuromusculares y deformidades de la caja torácica. Por otro
lado, el desar rollo comercial durante los año s 80 de mascaras nasales,
relativamente confortables para el tratamiento del Síndrome de apneas
obstructivas del sueño mediante CPAP (continuos positive airways pressure)
nasal nocturna, ha permitido aplicarlas para la administración de ventilación
con presión positiva no invasiva (VPPNI).
INDICACIONES DE VPPNI EN UCI
La mayoría de estudios con VPPNI han demostrado mayor eficacia en
situaciones que cursan con insuficiencia respiratoria hipercápnica aguda o
57
VENTILACION NO INVASIVA
CAP. II
crónica agudizada. El uso de VPPNI debería plantearse cuando aparecen signos
de gravedad c omo son la pr esencia de acidosis respiratoria, taquipnea
progresiva, signos de encefalopatía hipercapnica o signos de incoordinación
toracoabdominal. En estas situaciones es previsible que si no se instaura alguna
modalidad de soporte ventilatorio, el riesgo de llegar a la situación de paro
respiratorio, a corto plazo, es elevado. La VPPNI puede suponer un beneficio
potencial en:
• EPOC agudizada
• Falla respiratoria hipoxémica
• Extubación postoperatoria precoz
• Enfer medades torácicas restrictivas agudizadas: alteraciones de caja
torácica, enfermedades neuromusculares.
• Facilitar y adelantar el destete de la ventilación mecánica convencional.
FORMAS DE ADMINISTRACION
En el momento actual existen dos tipos de máscara para administrar
VPPNI
• Máscaras nasales
• Máscaras faciales.
Todas deben ser fijadas a la cabeza mediante un arnés o correaje para
mantener la hermeticidad de la vía aérea, evitando las fugas de aire. Se
recomienda una mascara liviana, flexible, blanda y transparente, de tal manera
que permita visualizar la eliminación de secreciones. Algunos modelos usan
una almohadilla inflable con presión regulable, otras usan almohadillas de
silicona y otros materiales afines que se adaptan al contorno facial. Los estudios
realizados muestran que la eficacia de ambos tipos de mascaras (nasales y
faciales) es similar aunque hay diferencias potenciales entre ellas. Las mascaras
nasales, al contrario que las faciales son más confortables, minimizan la
sensación de claustrofobia que a veces acompaña al uso de estas mascaras,
permiten el habla y la deglución durante su utilización, aunque su eficacia
puede empeorar debido a la presencia de fugas bucales, las cuales disminuyen
con las máscaras faciales. Así mismo muchos pacientes con insuficiencia
respiratoria agudizada y muy disneicos respiran preferentemente con la boca,
lo cual resta eficacia a las mascaras nasales. La tolerancia del paciente es
esencial para el éxito de VNI, debe lograrse un ajuste adecuado de la máscara,
se recomienda que pasen dos dedos entre mascara y piel, una pequeña fuga
58
VENTILACION NO INVASIVA
CAP. II
de aire es bien tolerado si el volumen espirado es adecuado. En pacientes
edentados y con barba la fijación de la máscara es dificultosa, se recomienda
máscara nasal, a pesar de esto en edentados a veces es imposible.
MODALIDADES DE VPPNI
La VPPNI puede ser admin istrada por ventiladores de volume n,
ventiladores controlados por presión, ventiladores de dos niveles de presión
positiva (bilevel PAP), o aparatos de presión positiva continua de la vía aérea
(CPAP). Pequeños ventiladores portátiles están disponibles para realizar VNI
nocturna o intermitente en el hogar. Existen dos modalidades de ventilación:
• Ventilación controlada por volumen:
En la cual el ventilador entrega un volumen establecido para cada
respiración. La tolerancia de los pacientes a este modo ventilatorio es
pobre, en parte debido a que la presión inspiratoria puede ser elevada,
lo que produce disconfort y fugas de aire.
• Ventilación controlada por presión:
En la c ual el ventilador entrega un nive l de presión inspir atoria
predeter minada y mediante un flujo aéreo descendente, se mantiene
un nivel de presión constante a lo largo de la inspiración. Para esta
modalidad se puede utilizar ventiladores bMevel PAP o ventiladores
estándar con presión de soporte o controlados por presión.
La administración de VNI a través de una mascara nasal o facial y un
ventilador estándar nos permite programar la fracción inspirada de oxigeno,
pr eve nir la respirac ión del air e exh alado y el uso de los sistemas de
monitoriz ación y al ar mas del ventilador. El modo presión de sopor te
incrementa la presión cuando el ventilador censa el inicio inspiratorio del
paciente y termina el apoyo cuando detecta una caída en el flujo por debajo
del valor umbral o después de un período de tiempo. La presión de soporte es
usualmente bien tolerada por los pacientes. Sin embargo, puede ocurrir cese
del flujo inspiratorio cuando existen fugas o si el flujo inspiratorio es
prolongado, como ocurre en pacientes con severa obstrucción de la vía aérea.
Este problema puede prevenirse con el uso de ventiladores ciclados por presión,
en el cual se programa un tiempo inspirado fijo y una frecuencia respiratoria
de respaldo.
Ventiladores BIPAP aportan flujo continuo que cicla entre dos niveles
de presión positiva. En el modo espontáneo, el BIPAP responde al tipo de
flujo del propio paciente y cicla entre un nivel de presión positiva alto
59
VENTILACION NO INVASIVA
CAP. II
(inhalació n) y uno bajo (e xhalació n). Esto per mite c ensar el esfuerzo
inspiratorio del paciente, incluso si existe fuga de aire en el circuito. Cuando
la inspiración es detectada, la presión de soporte inspiratorio es entregada por
un tiempo fijo o hasta que el flujo sea inferior al nivel de presión umbral. El
modo espontáneo del BIPAP se rige por conceptos semejantes a la ventilación
ciclada por presión. La terminología difiere, en que la presión espirada en el
BIPAP es equivalente a la presión positiva al final de la espiración (PEEP), y
la presión inspiratoria es equivalente a la suma del PEEP y la presión de
soporte. Con BIPAP el suplemento de oxígeno es diluído por un alto flujo de
aire a través del sistema. Aparatos que usan una línea común para la inspiración
y espiración pueden presentar hipercapnia persistente por respiración del aire
que exhalado, se ha descrito en relación al uso de máscaras tradicionales y
bajos niveles de presión espiratoria, durante el apoyo en BIPAP. El uso de un
mascara de exhalación con dispositivo especial o niveles de PEEP de por lo
menos 4 cm. de agua reduce la recirculación de dióxido de carbono.
CRITERIOS DE SELECCION DE PACIENTES PARA VPPNI
VNIPP optimiza el trabajo ventilatorio si el paciente esta relajado,
diminuye en forma importante su eficacia si el paciente esta ansioso, no
cooperador o lucha con el ventilador. La adecuada preparación y selección
del paciente es crítica para iniciar VNI.
1 . Paciente cooperador y alerta, con excepción de COPD y narcosis
por dióxido de carbono.
2. Estabilidad hemodinámica, sin arritmias agudas, sin IAM.
3. No cumplan criterios de intubación orotraqueal: ej.: protección de
vía aérea (Obnubilación mental, deterioro de capacidad deglución o
sangramiento activo de tracto digestivo alto). Excesivas secreciones
bronquiales.
4. Ausencia de falla de órganos extrarespiratorios.
5. Fijación adecuada de la máscara. Esto descarta pacientes con trauma
facial agudo.
MONI TO RI ZACI ON
Oximetría de pulso con alarmas, es caso de severa hipercapnia se debe
considerar una línea arterial. La programación del ventilador puede ser ajustada
basado en los resultados de gases en sangre arterial obtenida en la primera
60
VENTILACION NO INVASIVA
CAP. II
hora y según necesidad en intervalos de 2 a 6 horas.
La corrección de la acidosis puede ser lenta con VPPNI, dependiendo
del modo de ven tilac ión, c antid ad de pre sión aplicada y se veri dad de
enfermedad de base. Pacientes que muestran mejoría de los gases arteriales
dentro de las primeras horas, probablemente no requieran intubación. La
primera hora de VNI es primordial, de intensa labor, requiriendo la presencia
de la enfermera y/o médico al lado del paciente, explicándole el procedimiento
y preguntando el grado de alivio de su disnea al ajuste de los parámetros del
ventilador y para eventuales correcciones de la posición de la mascarilla del
paciente.
Además de la monitorización de gases, los siguientes parámetros clínicos
deben ser seguidos:
1 . Respuestas subjetivas: - Disnea
- Confort
- Estado mental
2. Respuestas objetivas:
- Frecuencia respiratoria
- Frecuencia cardíaca
- Uso de músculos accesorios de la
respiración
A demás se de be ob ser var po sib les compl icaci ones: Distensión
ab domin al, ne cro si s f acia l por pr esión, reten ció n de se cre cion es
traqueobronquiales, irritación ocular.
CRITERIOS DE DISCONTINUAR LA VPPNI
1 . Intolerancia a la máscara por disconfort o dolor.
2. Incapacidad para mejorar intercambio de gases o disnea persistente.
3. Criterios de intubación orotraqueal para manejo de secreciones o
protección de la vía aérea.
4. Inestabilidad hemodinámina.
5. Evi denc ias de isquemi a ca rdía ca o ar ritm ias ventri cular es
significativas.
6. Fracaso para mejorar el estado mental en 30 minutos de iniciada la
VNI, en pacientes por CO2 o agitados por hipoxemia.
61
VENTILACION NO INVASIVA
CAP. II
RETIRO DE LA VPPNI:
Después de la mejoría de la falla respiratoria aguda, el destete se realiza
con la diminución de la cantidad de presión aplicada o por período fuera de
la VNI según tolerancia, con semejanza a las pruebas con Tubo en T.
R EFE RE NC I AS
1. Hi ll b erg R. D ou gl ass J . No ni nv asi ve Ve nt il at io n. N En gl J M ed 3 37 : 1 74 6-1 7 52 , 1 99 7
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62
HUMIDIFICACION EN VENTILACION
MECANICA
Autor:
E.U. NANCY LEONELLI L.
I NTR OD UC CIO N
Mantener condiciones fisiológicas de calor y humedad en la mucosa
respiratoria es escencial para obtener un buen intercambio gaseoso, indemnidad
de la mucosa respiratoria y una buena función ciliar.
Al mantener la vía aérea con un T.E.T. o T.Q.T., se están alterando los
mecanismos naturales de humidificación y calefacción del gas inspirado. Si
agregamos ventilación con gases clínicos fríos y secos estamos provocando
daño a la mucosa y actividad ciliar, con múltiples complicaciones respiratorias
que influyen en la evolución del paciente, prolongando su estadía en UCI y
dificultando el destete del ventilador mecánico.
Existen diferentes sistemas para aportar humedad y calor en for ma
ar tifi cial a e stos p acientes y lograr dar ter apia intensiva conser vando
condiciones fisiológicas de intercambio gaseoso.
Diferentes estudios demuestran que no hay diferencia significativa en
la capacidad para entregar calor y humedad entre los tipos de humidificadores,
pero dada las ventajas demostradas por los filtros intercambiadores de calor
humedad en cuanto a costos, seguridad biológica, mantención, manejo y aporte
adecuado de humedad y calor, están desplazando el uso de los humidificadores
en cascada.
H U M E D A D
n Humedad: Cantidad de vapor de agua contenido en un gas. Un
volumen fijado de gas, con una temperatura dada, no puede contener más
que una cantidad finita de vapor de agua.
n Humedad absoluta: Masa de vapor de agua contenida en un litro de
gas. Cantidad real de agua que está siendo transportada en una masa de gas.
Como masa tiene un peso y se expresa en mgr de vapor de agua por litro de
gas inspirado por un paciente.
n
Capacidad máxima de transporte de vapor de agua: Corresponde
63
HUMIDIFICACION EN VENTILACION---
CAP. II
a la máxima cantidad de vapor de agua que puede transportar un gas a una
temperatura x. En la vía aérea inferior corresponde a 44mgs de vapor de agua.
La capacidad de transporte es proporcional al aumento de la temperatura,
a mayor temperatura mayor capacidad de transportar vapor de agua. Los
equipos de humidificación son calefaccionados, por lo tanto, la temperatura
extra que se aporta aumenta la capacidad de transportar vapor de agua.
n Humedad Relativa: Relación que hay entre la humedad absoluta y
la capacidad máxima de transporte de vapor de agua a una temperatura dada.
Se expresa en porcentaje.
HUMEDAD ABSOLUTA
CAP. MÁXIMA DE TRANSPORTE
X 100
Cuando se alcanza la máxima cantidad de agua que puede contener un
gas, se dice que el gas está saturado y tiene una humedad relativa del 100%.
A temperatura baja disminuye la capacidad de transporte, por lo tanto
en un clima seco, el poco vapor de agua existente en el medio estaría saturando
la máxima capacidad de transporte.
Si aumentamos la temperatura, la humedad absoluta se mantiene, pero
aumenta la capacidad de transportar vapor de agua. En consecuencia al
aumentar la temperatura disminuye la humedad relativa a una misma humedad
absoluta.
Al analogar este ejemplo a lo que pasa en el circuito de un ventilador;
tenemos que si partimos al inicio del circuito a una temperatura de 35ºC, y al
llegar al paciente tenemos 37ºC, al aumentar la temperatura aumenta la
capacidad de transporte de vapor de agua y disminuye la humedad relativa.
Al contrario, si al inicio del circuito la temperatura está a 37ºC, tenemos
el gas totalmente saturado por lo que estamos transportando 44 mgr de agua,
pero al llegar al paciente, está a una temperatura de 30ºC, se produjo una
disminución de la temperatura y por lo tanto, disminución de la capacidad de
transporte de vapor de agua. El excedente de humedad se condensa en las
mangueras del circuito.
n Punto de saturación isotér mica: Sitio bajo la carina (normalmente
a unos 5 cm) en donde logramos condiciones ideales para un buen intercambio
gaseoso:
• Tº:
37º C
• Cap. máx.: 44 mgr
• H R:
100%
64
HUMIDIFICACION EN VENTILACION---
CAP. II
Por debajo de este punto los niveles de calor y humedad permanecen
constantes a pesar de los cambios en el aire inspirado.
HUMIDIFICACION EN VIA AEREA NORMAL
Toda la vía respirator ia, desde las fosas nasales a los bronquiolos
terminales se mantienen húmedas por una capa de moco que reviste toda la
superficie.
n
n
El moco se segrega por:
• Células caliciformes aisladas situadas en el revestimiento epitelial
de las vías aéreas.
• Pequeñas glándulas submucosas.
• Tran sud ació n del espac io vasc ular y f luido a lve olar, que
contribuyen al mucus traqueobronquial que contiene app. 95% de
agua.
Funciones del moco:
• Mantener húmedas las superficies.
• Atrapar pequeñas partículas del aire inspirado y evitar que la
mayoría de ellas alcancen los alvéolos. El movimiento ciliar hace
que el moco fluya lentamente a una velocidad aproximada de 1
cm/min. hacia la faringe. Se expulsa por deglución o es expulsado
al exterior mediante la tos.
En condiciones fisiológicas el aire inspirado al pasar por las fosas nasales
debe ser humidificado y calentado, esta función es alternante y tiene ciclos de
aproximadamente 10 min. mientras una fosa nasal humidifica la otra calienta
para llegar a los alveolos a una temperatura de 37ºC y a una humedad relativa
del 100%para lograr un buen intercambio gaseoso
n
Funciones de las fosas nasales:
• El aire se calienta por las extensas superficies de los cornetes y
tabiques, cuya área total es de unos 160 cm2
• El aire se humidifica casi por completo, incluso antes de que
termine de pasar por las fosas nasales.
• El aire se filtra. Partículas grandes de 5 a 15 micrones se filtran en
la nariz y sólo las pequeñas de 1 micrones o menos alcanzan los
bronquiolos y alvéolos donde son depositadas y luego exhaladas
Estas se llaman funciones de acondicionamiento del aire de las vías
respiratorias superiores, cuando éstas están imposibilitadas de cumplir esta
65
HUMIDIFICACION EN VENTILACION---
CAP. II
función, la tarea de calentar y humidificar el aire recae en las vías aéreas bajas,
ya que el aire inspirado nunca llegará a los alveolos en condiciones distintas a
las antes mencionadas.
El 75% del aire inspirado se calienta y humidifica en el tracto respiratorio
superior.
La vía aérea superior es el elemento principal de humidificación y
calefacción del gas inspirado .Por ejemplo tenemos una temperatura ambiente
de 20ºc, el gas inspirado a medida que pasa por la vía aérea superior se va
calentando y humidificando, a nivel de la traquea tiene una tº de 33ºC,con
una humedad de 26mg/lt, aumentando su capacidad de transporte de vapor
de agua con una humedad relativa de 74% , a nivel de carina hay 35ºC con
una HR del 78%, transportando casi 35 mgs de agua. 4 cms. bajo la carina
logramos condiciones ideales para un buen intercambio gaseoso, es decir 37ºC,
HR 100% y capacidad máxima de transporte de vapor de agua (44 mgs),es
decir en el punto de saturación isotér mico. Por debajo de este punto las
condiciones de calor y humedad se mantienen constantes a pesar de los
cambios en el aire inspirado.
FIGURA 1
Durante la inspiración el aire frío al pasar por la vía aérea superior
adquiere temperatura y humedad de la mucosa, al aumentar la temperatura
aumenta la capacidad de transporte de vapor de agua en la vía aérea.
Durante la espiración, el aire alveolar caliente y saturado entra en
contacto con la mucosa que está a una temperatura inferior. El aire espirado
66
HUMIDIFICACION EN VENTILACION---
CAP. II
se enfría y sufre una disminución gradual en la temperatura a medida que
pasa a través de los bronquios, la traquea, la faringe y la nariz. El aire permanece
saturado (100% HR) con vapor de agua durante toda la ruta espiratoria. Cuando
se enfría el aire, disminuye su capacidad para contener agua y la elimina
condensándola en la mucosa. Como resultado, se libera vapor de agua,
calentando la mucosa y humidificándola como preparación para la siguiente
inspiración.
El calor y el agua de la mucosa son transferidos al aire en la nueva
inspiración, por lo que el moco y mucosa disminuyen su contenido de
humedad, aumentando la gradiente temperatura y humedad entre la mucosa
y el aire espirado en la siguiente espiración (temperatura aire alveolar 37ºC y
temparatura aire nariz 32ºC produciéndose una diferencia de 5ºC).
HUMIDIFICACION EN VIA AEREA ARTIFICIAL
Al bypasear la vía aérea superior, se deja de utilizar parte importante
del intercambiador calor-humedad natural, desplazando el punto de saturación
isotérmica a la periferia llegando casi al alvéolo. La humedad y calor va a ser
entregada por la vía aérea inferior, ya que la evaporación del tubo endotraqueal
sólo aporta de 2 a 7 mg/lt, logrando en la traquea superior 8mg/lt, el resto de
humedad, es decir los 36 mg/lt serán aportados por traquea inferior, bronquios
y alveolos, exponiendo a la mucosa de ésta zona a condiciones adversas, que
no podrá compensar por mucho tiempo.
FIGURA 2
67
HUMIDIFICACION EN VENTILACION---
CAP. II
Si comparamos la humedad en traquea superior con vía aérea normal
que es de 26 mg/lt con la humedad aportada por el T.E.T. que es de 2-7 mg/
lt. tenemos una diferencia de 19 a 24 mg/lt que al no compensar en forma
externa se va a producir:
• deshidratación de la mucosa con aumento de la densidad de las
secreciones.
• Aumento del tr abajo de lo s cilios para mover las secr eciones,
p rodu cien do in actividad cili ar c on r etenc ión de secr eci ones e
impactación de éstas en la vía aérea, provocando tapones mucosos que
bloquean el paso del gas.
Si no se corrige el problema de humidificación se produce:
• Inestabilidad de la membrana basal del epitelio respiratorio.
• Inestabilidad bronquial y obstrucción.
• Atelectasia.
• Invasión bacteriana, la impactación de secreciones es caldo de cultivo.
• Alteración del surfactante pulmonar, dada la mala ventilación y
oxigenación a nivel alveolar.
• Hipoxemia con aumento del trabajo respiratorio.
"Bastan solo 4 hrs de aporte de gas seco y frío a un paciente con la
via aerea superior bypaseada para tener las condiciones antes
mencionadas"
Al entregar calor y humidificación óptima, la actividad ciliar se recupera
a las 24 a 48 hrs.
Si las condiciones inhóspitas no se corrigen se daña la membrana basal,
la que puede demorar entre 2 a 3 semanas en mejorar después de corregir
las condiciones adversas.
Dado que los gases clínicos son completamente secos y no tenemos en
uso el intercambiador natural de calor humedad, debemos proporcionar en
forma ar tificial las condiciones necesarias para lograr una respiración con
calor y humedad lo más cercana a lo normal. En general se considera una
humidificación óptima si se mantiene el punto de saturación isotér mica en su
posición original, es decir 4 cm bajo la carina. Esto es posible lograrlo si se
utiliza un humidificador asociado al circuito de ventilación mecánica.
68
HUMIDIFICACION EN VENTILACION---
CAP. II
FACTORES QUE MODIFICAN LA TEMPERATURA
DEL GAS INSPIRADO
n
n
n
n
n
n
n
Longitud del circuito
Flujo aéreo
Frecuencia respiratoria
Uso de nebulización
Nivel de agua condensada en el circuito
Temperatura ambiente
Uso de cable calefactor
RESUMEN DE RIESGOS DE LA HUMIDIFICACION
INSUFICIENTE
Cambios en la citología traqueal.
n Aumento de la viscosidad de las secreciones, con formación de costras,
incr ustación y retención de éstas.
n Pérdida de la función del mucus
n Pérdida de la función ciliar
n Disecación de la mucosa respiratoria
n Disminución de la compliance pulmonar
n Atelectasias, radiológicamente demostradas
n Aumento de la resistencia de la vía aérea
n Disminución de la capacidad residual funcional
n Aumento del shunt pulmonar
n Pérdida de la función del surfactante
n
METODOS DE HUMIDIFICACION
Características de un humidificador óptimo:
n Proporcionar adecuado nivel de humedad debe entregar un mínimo
de 24 mg/lt. de aire inspirado.
n Mantener la temperatura corporal.
n Ser seguro en el manejo, es decir no debe tener riesgos de falla en el
equipo, de descarga eléctrica, de mala conexión, de fuga, etc.
n Bajo riesgo de infección. Los organismos no deben sobrevivir o
69
HUMIDIFICACION EN VENTILACION---
CAP. II
desarrollarse dentro del equipo, ni debe aumentar la colonización dentro
del árbol respiratorio.
n Propiedades físicas óptimas:
• Tamaño adecuado.
• Baja resistencia al flujo de aire.
• Espacio muerto funcional mínimo.
• Defor mación de su interior debe ser baja.
• Conectores apropiados para el t.e.t. y circuito.
n Fácil de usar, limpiar y almacenar
n Bajo costo, tanto de inversión como de mantención.
EQUIPOS DE HUMIDIFICACION
Capacidad para entregar temperatura:
n Humidificador calefaccionado: Están asociados a un calefactor, por
lo tanto entragan una HR del 100% a 37ºc
n Humid ifica dor no c alef accio nado : Fun cio nan a temp eratura
ambiental entregando bajo contenido de humedad. Utiles para pacientes
con vía aérea indemne (bigotera, Mascarilla)
Capacidad de entregar humedad:
n Humidificadores activos: Tienen una fuente de humedad activa, la
cual contiene un nivel de agua provisto de un calefactor que calienta el
agua del nivel produciendo vapor de agua.
n Humidificadores pasivos: Funcionan con la temperatura y humedad
del paciente.
TIPOS DE HUMIDIFICADORES
Actual mente existen varios tipos d e h umidif icad ores, p ero
desarrollaremos en mayor detalle sólo dos de ellos, que son los más utilizados
en pa cien te s con vía aére a by paseada : Humi dific ador en casca da y
humidificador intercambiador de calor humedad (HME).
Otros Humidificadores:
n De sobrepaso: Cúpula con un nivel de agua en que el gas entra por
un lado y sale por el otro. La capacidad de humidificación está dada
por el tiempo en que el gas va a estar dentro del humidificador. Existe
70
HUMIDIFICACION EN VENTILACION---
CAP. II
un gran número de estos y pueden ser calefaccionados o no. Dan un
bajo aporte de humedad (menor del 25%).
n De burbuja: El flujo de gas pasa a través de agua burbujeando,
(Mamaderas). La interacción entre el gas y la humedad va a estar dado
por el burbujeo. Tienen una capacidad de humedad relativa del 35 al
45%. Son no calefaccionados. Son los más utilizados a nivel hospitalario.
n Tipo jet: En vez de absor ver agua del ambiente, tienen un capilar
que absorve parte del líquido. El choque entre el líquido y el alto flujo
produce partículas de agua dejando sólo vapor de agua (especie de
nebulización). Capacidad de humidificación mayor que el anterior.
Pueden ser calefaccionados o no calefaccionados.
n De camisa: Sistema de papel absorbente en que hay gran área de
contacto entre el líquido y el gas. La capacidad de humidificación va a
estar dada por la interacción del gas con este papel absorbente que va a
estar humidificado. Son calefaccionados y tienen una humedad relativa
del 100%.
HUMIDIFICADOR DE CA SCADA
Sistema de burbujeo con calefactor, funciona como humidificador
principal del ventilador. Suministra un 100% de humedad a temperatura
corporal, gracias a una mayor superficie de contacto entre el gas y el líquido.
Produce vapor de agua, logrando una mayor condensación en el circuito,
también se produce cierto grado de enfriamiento del gas desde el humidificador
al paciente, por lo que es inevitable la condensación de agua en el circuito.
El uso co nti nuado p ue de p rovo car defectos en el con tr ol de la
temperatura ocasionando calentamiento excesivo que tiene como consecuencia
la quemadura de la vía aérea, o calentamiento insuficiente produciendo pérdida
de calor corporal.
Si no se mantiene un nivel correcto de agua , las mucosas del paciente
pueden irritarse al respirar aire seco y caliente, haciéndose presente todos los
riesgos de una humidificación insuficiente.
Son frecuentes la colonización bacteriana del agua dentro del depósito
del humidificador y el agua condensada en el circuito. Si a esto agregamos la
excesiva manipulación de los accesorios al cambiar al agua de la cascada,
vaciar el exceso de agua condensada en los circuitos, el riesgo de colonización
de microorganismos aumenta.
71
HUMIDIFICACION EN VENTILACION---
CAP. II
Requiere mayor tiempo enfer mera y paramédico (ar mado y manejo)
Tienen un costo para la unidad tanto en la adquisición como en la
mantención y reparación.
Pueden tener falla técnica y del operador.
El agua condensada en el circuito y la mayor cantidad de vapor de agua
producida aumentan el riesgo de sobrehumidificación, la que al igual que la
falta de humidificación produce lesiones graves en el paciente.
RIESGOS DE LA SOBREHUMIDIFICACION
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Aumento de la resistencia de la vía aérea.
Hiperter mia.
Quemaduras de vía aérea.
Balance positivo de agua.
Infección o proliferación de microorganismos.
Alteración del epitelio ciliar.
Alteración de la función pulmonar.
Alteración de la función del surfactante pulmonar.
Atelectasias.
INTERCAMBIADOR CALOR/HUMEDAD (HME)
El HME consiste en un sistema de papel absorbente que está impregnado
en sales de calcio, que tienen la particularidad de captar vapor de agua y
temperatura cuando el paciente espira, así el gas caliente y húmedo al entrar
en contacto con una superficie fría en el HME se desprende una cantidad
definida de agua, produciéndose condensación, al mismo tiempo se calienta
la superficie del humidificador y en la nueva inspiración el gas toma calor y
humedad del HME, así el calor y humedad del gas espirado son transferidos
al gas inspirado disminuyendo la pérdida de agua y calor de la mucosa
respiratoria. En general se recomienda su uso por períodos cortos, pero se ha
tenido muy buena experiencia al usarlos por períodos largos de ventilación
mecánica, manteniendo una buen monitoreo de las secresiones del paciente.
Se dice que el HME imitaría la función de acondicionamiento del aire,
que en for ma natural realizan las vías aéreas superiores.
72
HUMIDIFICACION EN VENTILACION---
CAP. II
FIGURA 3
n
DESVENTAJAS:
• Se deben cambiar cada 24 horas, no es que entreguen poca
humedad o calor, sino que captan tanta humedad que aumentan la
resistencia al flujo del aire, empieza a ser elemento restrictivo.
• En cada cambio de HME se saca mojado, esto es humedad y
calor que se le está quitando al paciente, por lo tanto aunque
funcionen en forma óptima, siempre va a ser un sistema que se
llene de humedad y temperatura del paciente.
• En pacientes con muchas secreciones, se corre el riesgo que se
tapen de secreciones y aumenta la resistencia al flujo alterando la
ventilación del paciente.
• Aumentan el espacio muerto.
• No entregan humidificación activa.
n
VENTAJAS
• Tienen más seguridad biológica, reduce el riesgo de infección al
no condensar agua en el circuito
• Tienen costo para el paciente y no para la unidad, siendo más
barato.
• Fácil de usar, lo que elimina el proceso de entrenamiento.
73
HUMIDIFICACION EN VENTILACION---
CAP. II
• Su eficiencia está dada por la capacidad de retener agua en su
interior.
• Son desechable s, lo que e limina el pro ceso d e l impiez a y
esterilización.
• Proporciona humedad adecuada. Da un mínimo de 24 mgs/lt,
para imitar las condiciones normales de humedad y calor en la
traquea superior y mantener la función ciliar.
• Circuito respiratorio simple y con menor riesgo de desconección.
n
La producción de humedad depende de:
•
•
•
•
Condiciones de eficiencia del HME
Parámetros del ventilador ( Vt, PF )
Factores pulmonares
Temperatura corporal y ambiental.
TIPOS DE HME
n
Filtros Hidrofóbicos de Membrana Plegable
La hidrofobicidad de la membrana se traduce en una diferencia de
temperatura mucho mayor que el humidificador Higroscópico, lo que significa
una condensación mayor y por lo tanto hace que se conserve mayor humedad
en la inspiración del paciente.
Durante la primera inspiración, el gas frío y seco pasa a través del filtro
hacia el paciente. La traquea distal calentará y humedecerá los gases para que
exista una Tº de 37ºC y 100% HR. La primera espiración enviará gas caliente
al filtro saturándolo, se producirá condensación y ésta calentará el elemento.
Se pierde algo de calor y humedad.
En la segunda inspiración, el gas seco y frío atravesará una membrana
caliente y húmeda y por lo tanto cederá calor y humedad y como consecuencia
el enfriamiento de la membrana por evaporación.
En la ter cera in sp irac ión está funci onan do óptim amente
proporcionando al paciente niveles fisiológicos de calor y humedad.
Tiene filtro bacteriano compuesto por fibra de vidrio, las que están
unidas en una matriz rígida por un descubrimiento hidrofóbico de resina
inerte, esto impide que el medio filtrante se empape y aumente las presiones.
Su for ma rectangular influye en la producción de escaras en las zonas
de apoyo de éste.
74
HUMIDIFICACION EN VENTILACION--n
CAP. II
Filtros Higroscópicos:
Par a mantener sus propiedades de calor y humedad se usan sales
higroscópicas como Mg, Ca, o Li, estas sustancias atrapan moléculas de agua
y aumentan la performance de los HME por aumento de su capacidad de
retener agua. Algunos están cubiertos con substancias bacteriostáticas o
equipados con filtros bacterianos o virales.
Tienen un contenedor de agua como papel especial, espuma de celulosa
o espuma de poliuretano o polietileno.
Su capacidad de humidificación está dada por su capacidad de retener
agua.
Alcanza su total eficiencia en humidificación después de un máximo
de 10 minutos de instalado.
En la inspiración el gas frío pasa a través del filtro a la traquea distal,
donde se calienta y humedece. Durante la espiración tanto las unidades
condensadoras como las higroscópicas atrapan la humedad. En la siguiente
inspiración la unidad condensadora cederá humedad porque al existir gradiente
de vapor de agua entre el gas inspirado y las sales higroscópicas, se liberan
más moléculas de agua.
No existe enfriamiento por evaporación.
C O N C L U S I O N
A l elegir un sistema de h umidi ficac ión hay que con si dera r las
características físicas, seguridad biológica, aporte calor – humedad, espacio
muerto adicional y riegos potenciales para el paciente; por lo tanto, el mejor
sistema de humidificación serían los HME por sobre el humidificador de
cascada. Entre los HME hay varios tipos según el sistema de membrana que
posee para aportar calor – humedad, viéndose en los diferentes estudios que
los mejores HME serían los higroscópicos en base a sales de calcio por sobre
los hidrofóbicos de membrana plegable.
R EFE RE NC I AS
1. J. RATHGEBER, K. Zuchwer, and H. Bu rchardi : yearb ook of intensive care and em ergency medicine.
Cond itionin g o f air in mechanicall y ventilated p at ien ts. Pag.501-518;1 996.
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chaptes 7 hu midification an d himid ifiers.
3. Linda Urden, Mary laugh, Kahleen Stacy: cuid ad os intensivos en enf ermería, segund a edi ció n; pág.
271 -274 ;1998 .
75
HUMIDIFICACION EN VENTILACION---
CAP. II
4. Arthur Guyton, Joh n Hall: tratado de fisiolo gía médica. Ventilación pulm onar; cap. 37, pág. 52 8-53 1;
199 6.
5. PV Equ ip Ltda: manual d e humidi ficación de engst rön ed ith.
6. Almédica art ícu los médicos: manual filtros resp iratoríos in tersurgical.
7. Pall Biomedi cal corporat ion, m an ual filtros intercambi ado res de calor y humedad.
8. Lauren t T homsch ot, MD; Xavier Viviand , MD the cardio pul monary and crit ical care j oun mal:
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efficacy and the rate of m osocial pneumo nia; novemberg 1 998; 114 (5= 1383-138 9.
76
COMBITUBO® PARA EMERGENCIAS
DE LA VIA AEREA
Autor:
DR. RICARDO URTUBIA V.
I NTR OD UC CIO N
La evaluación y manejo rápidos de las estr ucturas r espiratorias son
vitales en la resolución exitosa de las urgencias de la vía aérea (1). La intubación
endotraqueal es el “estándar de oro” para ventilar los pulmones y aislar la vía
aérea inferior del tubo digestivo, con el objeto de evitar la aspiración de
contenido gástrico. Sin embargo, se requiere de entrenamiento especial y
co ntinuo p ara ad quirir destrez a en esta téc nica. Por otro lad o, este
procedimiento puede verse dificultado debido a diferentes cir cunstancias,
algunas de ellas relacionadas con características anatómicas del paciente
(obesidad, etc.), posición del mismo (sentado, etc.) y otras, las cuales pueden
poner en serios aprietos incluso al anestesiólogo más avezado. Además, con
cier ta frecuencia se observa que el tubo endotraqueal (TET) es insertado
inadvertidamente en el esófago, lo cual puede llevar a un rápido deterioro
hipóxico y muerte del paciente. Estas dos situaciones mencionadas (intubación
difícil e intubación esofágica) se dan más frecuentemente en el escenario
extrahospitalario, pero también dentro del hospital, en aquellos lugares donde
se realizan procedimientos; como por ejemplo, el pabellón quirúrgico, UCI,
salas de hemodinamia, escáner y rayos, servicios de urgencia, etc.
La experiencia, conocimientos y destreza del operador son los elementos
más gravitantes en el resultado final de este tipo de urgencias (2). Por esta
razón, debido a que tanto en centros asistenciales de menor complejidad
(consultorios, hospitales de provincias, postas rurales, etc.) como en escenarios
extrahospitalarios (rescates domiciliarios o en la vía pública, centros de diálisis,
etc.), generalmente es un operador con poca o ninguna experiencia en el
manejo de la vía aérea el que debe enfrentar este tipo de urgencias, es necesario
diseñar un plan de manejo y disponer de dispositivos que brinden un alto
porcentaje de éxito y seguridad.
DE SC RI PC ION
A diferencia del TET, que sólo funciona cuando es correctamente
insertado e n la tráquea, el Esófago-Tr áquea Co mbitubo ® (ETC, Tyco77
COMBITUBO® PARA EM ER GENCIAS DE...
CAP. II
Healthcare/Kendall, Mansfield, MA) puede ser insertado tanto en la tráquea
como en el esófago, logrando ventilar los pulmones en cualquiera de los dos
casos (3). De esta forma, combina las funciones de sus precursores, el obturador
esofágico y el TET.
El ETC es un tubo de material plástico de doble-lumen y con dos
balones (Fig.1). Un lumen, llamado “lumen faríngeo” tiene un extremo distal
ciego, con 8 orificios en su pared lateral en la porción que queda entre los dos
balones, y un extremo proximal que tiene un conector de color azul. El otro
lumen, llamado “lumen traqueoesofágico” tiene un extremo distal abierto y
posee un conector de color blanco en su extremo proximal (4). El conector
az ul e s adem ás más largo que el con ector b lanco p ara faci litar su
reconocimiento y porque es el que se usa más frecuentemente. El balón
pr oxim al o “far íngeo” sella la cavidad o rofar íngea y el cuff dista l o
”traqueoesofágico” sella la tráquea o el esófago, según se ubique una vez
insertado.
Figura Nº 1
Combitubo® 37 F SA (Tyco Healthcare/Kendall, Mansfield, MA) (4).
78
COMBITUBO® PARA EM ER GENCIAS DE...
CAP. II
Está disponible en dos modelos de diferente tamaño: 37 French SA
(Small Adult) y 41 French. El criterio para saber cuál modelo utilizar en cada
paciente es la estatura, de modo que se ha sugerido que el modelo 37 F se use
en pacientes entre 1.22 y 1.85 m y el modelo 41 F en pacientes mayores de
1.85 m (5, 6).
TECNICA DE INSERCION, INFLADO DE
BALONES Y VENTILACION
El ETC puede ser insertado a ciegas o con un laringoscopio, siempre
que se pueda abrir la boca del paciente y sin importar su posición en relación
con el operador, incluso si está sentado o en decúbito ventral. La técnica de
inserción a ciegas consiste en abrir la boca del paciente e introducir el dedo
pulgar para enganchar la lengua por su base, mientras que con los otros
dedos se tracciona la mandíbula hacia anterior y caudal, de modo que se
obtenga una adecuada apertura bucal. Aunque esta té cnica es exitosa
especialmente en urgencias, se recomienda usar un laringoscopio para abrir
la boca e inser tar el ETC bajo visión di recta, lo que evitar ía lesionar
inadvertidamente la mucosa faríngea o la glotis.
La inserción del ETC en la cavidad orofaríngea debe hacerse con un
suave movimiento curvo avanzando hacia la hipofaringe hasta que las marcas
circulares coincidan con los dientes o con el reborde alveolar, o hasta que se
perciba resistencia. La inserción a ciegas puede facilitarse doblando la porción
distal entre ambos balones por algunos segundos (maniobra de Lipp), lo que
aumenta su curvatura. Otra técnica consiste en dirigir el extremo distal hacia
la pared posterior de la hipof aringe. U na vez inser tado, el fabrican te
recomienda inflar primero el balón faríngeo con 40 a 85 ml en el modelo 37
F y con 40 a 100 ml en el modelo 41 F; a continuación se infla el balón
traqueoesofágico con 5 a 12 ml en el modelo 37 F y con 5 a 15 ml en el
modelo 41 F. Al inflar el balón faríngeo, nor malmente la lengua protruye
discretamente hacia adelante porque el balón la empuja desde su base. Si ésto
no ocurre y es posible observar el balón inflado desde el exterior, el ETC no
está en una posición correcta y debe ser reinsertado (7).
La ventilación se realiza generalmente a través del conector azul vía
lumen faríngeo debido a que el extremo distal se sitúa más frecuentemente en
el esófago (>96%). En este caso la glotis se ubica entre los dos balones y justo
frente a las perforaciones laterales (Fig. 2). Si el extremo distal queda en la
tráquea, la ventilación se realiza a través del lumen traqueoesofágico, y el
ETC funciona como un TET convencional (Fig. 3).
79
COMBITUBO® PARA EM ER GENCIAS DE...
CAP. II
Fig. 2.
Posibles posiciones del Combitubo al ser insertado:
a) Extremo distal en el esófago, ventilación a través del lumen faríngeo.
b) Extremo distal en la tráquea, ventilación a través del lumen traqueoesofágico
Nótese que en ambas posiciones se logra ventilar y aislar la vía aérea del tubo digestivo.
80
COMBITUBO® PARA EM ER GENCIAS DE...
CAP. II
Ventilando por el conector azul, la auscultación de mur mullo vesicular
y la ausencia de insuflación gástrica confirman la ubicación esofágica del
extremo distal. Si al ventilar por el conector azul no se ausculta murmullo
vesicular y se observa insuflación gástrica, el ETC ha sido puesto en la tráquea
y la ven tilaci ón deb e h acer se po r el cone ctor bla nco vía el lumen
traqueoesofágico. En casos ocasionales no se obtiene ventilación por ningún
lumen porque el ETC ha sido insertado muy profundamente, de modo que
el balón faríngeo obstr uye la glotis. Si esto ocurre, el ETC debe ser retirado
unos 3 cm y se debe reiniciar la ventilación a través del lumen faríngeo. Para
identificar la posición del extremo distal del ETC puede también usarse un
capnógrafo, un detector de CO2 o un balón autoinflable (8).
En relación con la intubación endotraqueal clásica, la técnica del ETC
tiene algunas diferencias notables:
1 ) La cabeza del paciente no requiere ser puesta en la clásica “posición
de olfateo” recomendada para la intubación endotraqueal. La cabeza del
paciente debe permanecer en posición neutral, característica que permite el
uso del ETC en el trauma raquimedular cervical. Sin embargo, algunos
investigadores prefieren extender la cabeza.
2) El operador puede ubicarse ya sea:
•
•
•
Detrás del paciente, especialmente si se usa un laringoscopio
Al lado de la cabeza del paciente
Cara a cara, con el operador ubicado al lado del tórax del paciente
En estas tres posiciones es necesario insertar el ETC con un movimiento
curvo en dirección dorsocaudal.
A modo de reflexión sobre la secuencia de inflado de los balones del
ETC, es importante destacar que aunque el fabricante recomienda inflar
primero el cuff traqueoesofágico y luego el balón faríngeo, otros autores
prefieren usar la secuencia inversa, especialmente en pacientes con estómago
lleno. Esta secuencia permitiría sellar primero el esófago ante una eventual
regurgitación masiva de contenido gástrico. El argumento del fabricante es
que el ETC sólo funciona bien con la secuencia de inflado que recomienda
porque el balón faríngeo perdería su propiedad de auto-ajuste de la vía aérea
si se usa la secuencia inversa. Este controversial punto no está del todo
dilucidado; sin embargo, la posibilidad de ventilar al paciente siempre ha de
ser prioritaria frente al riesgo de aspiración. Como el ETC es un dispositivo
que generalmente se usa cuando la intubación endotraqueal falla o no es
posible, el tratar de evitar la aspiración de contenido gástrico pasa a ser un
objetivo secundario.
81
COMBITUBO® PARA EM ER GENCIAS DE...
CAP. II
ESTUDIOS CLINICOS Y EXPERIMENTALES
En 1987, la función y efectividad del ETC fue evaluada primero en
animales de experimentación (9) y poster ior mente en humanos (10). La
efectividad de la ventilación con el ETC fue comparada con la proporcionada
por el TET durante cirugía electiva (11). La ventilación con el ETC fue similar
con ambos dispositivos, destacando que la paO 2 fue mayor con el ETC.
La utilización del ETC durante la reanimación cardiopulmonar (RCP)
fue investigada y documentada en dos reportes. El primero (12) se dividió en
dos partes: la primera, se analizó los gases en sangre arterial en 19 pacientes
luego de 15 minutos de ventilación con el ETC; y la segunda, en que también
se analizó los gases en sangre arterial de 12 pacientes en que se cambió el ETC
por un TET. Los resultados mostraron mayores cifras de paO 2 y un pH
levemente menor durante la ventilación con el ETC. Las cifras de PaCO 2 no
fueron significativamente diferentes.
El segundo estudio (13) describe el uso del ETC durante la RCP dentro
del hospital. En una secuencia aleatoria, se usó tanto el ETC como el TET en
43 pacientes. Una vez lograda su estabilización cardiorrespiratoria, los tubos
fueron remplazados por un dispositivo alternativo. Nuevamente las cifras de
paO 2 fueron mayores con el ETC. Otro resultado destacable fue que el tiempo
de intubación fue menor con el ETC, lo cual podría mejorar la posibilidad de
éxito de la RCP.
Otros estudios más recientes han confirmado la utilidad del ETC
tanto en paci entes en par o r esp irato rio (14, 15) c omo en p aro
cardiorrespiratorio (16).
Las razones que explicarían las mayores cifras de paO 2 durante la
ventilación con el ETC fueron investigadas en 12 pacientes sometidos a cirugía
electiva, utilizando un fino catéter cuyo extremo distal se ubicó a 10 cm bajo
las cuerdas vocales (17). Luego, los pacientes fueron ventilados mediante una
máscara facial, un ETC y un TET en una secuencia aleatoria. Se registró las
presiones obtenidas tanto en la tráquea como en los extremos proximales de
cada dispositivo. Se encontró las siguientes diferencias durante la ventilación
con el ETC: menor alza de presión durante la inspiración, tiempo espiratorio
prolongado y un pequeño efecto PEEP (presión positiva al final de la
espiración). Por otro lado, a pesar de que las presiones en el extremo proximal
de los dispositivos puedan ser elevadas debido a la resistencia mayor del tubo
de doble lumen, las presiones intratr aqueales fueron similar es al TET.
Comparado con la máscara facial, la paCO2 fue menor con el ETC.
El ETC también ha sido utilizado para ventilación prolongada (18,
82
COMBITUBO® PARA EM ER GENCIAS DE...
CAP. II
19). En 7 pacientes en una unidad de cuidados intensivos, el ETC fue usado
durante 2 a 8 horas de ventilación mecánica. Los resultados mostraron que la
ventilación fue adecuada al compararla con la obtenida posterior mente con
el TET.
APLICACIONES Y VENTAJAS
El ETC es una alternativa efectiva a los métodos tradicionales de
intubación/ventilación. Está incluido en los algoritmos de manejo de la vía
aérea de la Sociedad Americana de Anestesiología (20), del Consejo Europeo
de Resuscitación (21) y de la American Heart Association (22). Esta última
entidad le ha otorgado recientemente la calidad de recomendación clase IIa
para el manejo de la RCP (23). Ha sido activamente incorporado a los equipos
de emergencia y rescate móvil, y en la literatura se describe su utilidad para el
manejo extrahospitalario de la vía aérea por paramédicos de rescate en
diferentes escenarios (16, 24). En los dos únicos estudios comparativos entre
el ETC, máscara laríngea (ML) y otros dispositivos (EGTA y PTLA) en rescate
extrahospitalario por paramédicos, el ETC muestra una tasa de éxito en
inserción/ventilación superior a los otros dispositivos (16, 25).
• No-invasivo, pues no se manipula la vía aérea infraglótica.
• Es posible su inserción a ciegas si no se dispone de laringoscopio o éste no es de
utilidad (paciente sentado). Sin embargo, se recomienda su uso siempre que sea
posible.
• No es necesario movilizar el cuello, por lo que es ú til en pacientes con trauma
cervical.
• Al inflar el balón faríngeo se obtiene fijación instantánea del ETC, de utilidad en
los procedimientos de traslado del paciente.
• Permite presiones de vía aérea elevada, siendo útil en presencia de
broncoespasmo o distensibilidad pulmonar disminuida (obesidad).
• Sin riesgo de insuflación gástrica en ven tilación mecánica.
• Funciona tanto en po sición traqueal como esofágica.
• Riesgo mínimo de aspiración. El aislamiento de la vía aérea del tubo digestivo
parece ser eficaz.
• Útil en circunstancias de limitación de iluminación y espacio.
• Independiente del aporte de energía ( pilas del laringoscop io).
Tabla 1
Ventajas del Com bitubo (1)
El ETC tiene un amplio espectro de aplicaciones y ventajas (Tabla 1).
Aquellos que pueden beneficiarse de su uso incluyen anestesiólogos (en casos
cr ítico s co mo la situac ión “no p uedo i ntubar - n o pue do ventila r”,
especialmente si existe estómago lleno, y en ciertos tipos de cirugía), médicos
83
COMBITUBO® PARA EM ER GENCIAS DE...
CAP. II
de urgencia (tanto en hospitales urbanos como rurales), médicos en su práctica
privada (po r e jemplo, al ver se enfr entados a reaccion es anafilácticas),
enfermeras y paramédicos de rescate o en lugares fuera del hospital (postas
rurales, consultorios, centros de diálisis, etc.) (26).
En muchos casos, la RCP debe hacerse en lugares con pocos recursos
a la mano, recintos poco iluminados, o con acceso difícil a la cabeza del paciente
(atrapado en el asiento de un vehículo accidentado). De esta for ma, la técnica
de inserción a ciegas del ETC permite que pueda ser utilizado con una alta
probabilidad de éxito por operadores poco experimentados y en una diversidad
de situaciones.
El ETC ha sido usado exitosamente en pacientes con traumatismo
encefalocraneano, fracturas faciales y mandibulares (24) y trauma raquimedular
cervical (27). En pacientes con la faringe ocupada por sangre (sangrado
maxilofacial masivo) o vómito, la incapacidad de visualizar las cuerdas vocales
que impide la intubación traqueal es una de las principales indicaciones del
ETC. En estos pacientes, el balón faríngeo evita la aspiración de sangre
proveniente de la nasofaringe.
Por otro lado, si el paciente requiere de una vía aérea definitiva una vez
estabilizada la situación que motivó el uso del ETC y tiene una vía aérea
nor mal, es posible intubar directamente la tráquea sin retirar previamente el
dispositivo. Al desinflar el balón faríngeo, se puede insertar un laringoscopio
entre el ETC y la lengua, e intubar directamente la tráquea. Este mismo
procedimiento se puede realizar con la ayuda de un fibroscopio, especialmente
si la indicación del ETC fue intubación difícil (28).
Otro aspecto destacable es que el ETC no requiere fijación adicional
para mantenerse en su posición debido a que el balón faríngeo inflado se
ancla detrás del paladar duro. Esto es de mucha utilidad en el traslado del
paciente puesto que otorga un elemento adicional de seguridad de que la
ventilación no tendrá riesgo de interrumpirse por desplazamiento del ETC, a
diferencia de lo que puede ocurrir con el TET o con la ML.
El riesgo de aspiración es mínimo pues el cuff traqueoesofágico sella la
tráquea o el esófago según su ubicación al ser inser tado. Una eventual
regurgitación de contenido gástrico seguiría la ruta que le ofrezca menos
resistencia; es decir, el lumen traqueoesofágico, y no se escurriría alrededor
del cuff para pasar a la faringe y luego a la tráquea. Deroy y Ghoris (27)
reportar on vómito de 200 ml a través del lumen traqueoesofágico en el
despertar de un paciente luego de osteosíntesis de columna cervical. El ETC
es el único dispositivo alternativo a la intubación endotraqueal que protege
adecuadamente la vía aérea frente a la regurgitación de contenido gástrico.
84
COMBITUBO® PARA EM ER GENCIAS DE...
CAP. II
ENSEÑANZA DE LA TECNICA
Varios estudios describen la facilidad de la técnica de inserción del ETC
(29, 30, 31). El ETC ha sido inser tado por miles de par ti cipantes en
“workshops” en 10 a 20 segundos y casi todos han concordado que el ETC
fue el dispositivo más rápido y de más fácil aprendizaje entre los disponibles
actualmente (32). En nuestro país destaca el brillante desempeño de una
enfermera que sin entrenamiento previo logró ventilar a una paciente que
presentó un paro respiratorio durante un procedimiento de diálisis (15). En
escenarios bélicos simulados, el ETC también fue el preferido por los
participantes (33). El sitio web del ETC es útil para dar un rápido vistazo a la
técnica (40).
I NDIC ACIO NES
El ETC está indicado en el manejo general de la vía aérea difícil como
dispositivo de ventilación frente a una intubación fallida, especialmente en
pacientes con estómago lleno. También en casos en que no se puede hacer
laringoscopía (paciente sentado). En la embarazada sometida a cesárea de
urgencia bajo anestesia general, cuando falla el segundo intento de intubación
con el objeto de no seguir traumatizando la glotis con intentos repetidos (34).
Fuera del hospital, cuando la vía aérea va a ser manejada por una
enfemera, kinesiólogo o paramédico. La intubación esofágica es de relativa
frecuencia entre estos operadores. Este fue el espíritu original del uso del
ETC, como dispositivo transitorio de ventilación hasta que se establezca una
vía aérea definitiva. El ETC es mejor que la máscara facial para ventilar a un
paciente en paro, puesto que asegura la vía aérea y permite un traslado en
mejor forma (23).
CONTRAINDICACIONES
El ETC está contraindicado en las siguientes circunstancias:
1) Pacientes con estatura menor de 122 cm.
2) Reflejos de deglución intactos, sin consideración al nivel de
conciencia.
3) Pacientes con patología esofágica proximal conocida, ingesta de
cáusticos.
4) Obstrucción de la vía aérea superior (cuerpos extraños, tumores,
etc.).
85
COMBITUBO® PARA EM ER GENCIAS DE...
CAP. II
Las limitaciones se relacionan con su inserción sólo por vía oral, la
imposibilidad de aspirar secreciones traqueales al quedar el extremo distal en
el esófago, y la no-existencia de modelos pediátricos. Sin embargo, se ha usado
con éxito el modelo 37 F SA en niños de 7 a 11 años (127 a 147 cm de estatura
y 26 a 46 kg de peso) (35).
C OM P LICAC IO NES
Hay r eportes aislados de complicaciones, incluyendo perforación
esofágica, fundamentalmente causadas por una técni ca inapr opiada de
inserción (36) o inf lado de los balones con volúmenes mayores que los
recomendados(37, 38). Su uso inadecuado o descuidado puede producir
lesiones, por lo que es esencial seguir las recomendaciones.
ASPECTOS FUTUROS
El desarrollo futuro del ETC incluye la disponibilidad de un modelo
pediátrico para niños menores de 1.22 m de estatura, la inclusión de un orificio
lateral para fibroscopía (39). Aunque la recomendación actual del fabricante
es que el ETC es de un solo uso, es posible su reesterilización repetida con
óxido de etileno. Los estudios para una recomendación oficial en este sentido
están en desarrollo. También están en curso estudios para determinar los
volúmenes óptimos de inflado de ambos balones, para ajustarse a la anatomía
de cada paciente y reducir la posibilidad de daño a las mucosas por volúmenes
excesivos (5).
CONCLUSIONES
El ETC ha demostrado ser tan efectivo como el tubo endotraqueal en
urgencias de la vía aérea tanto en el escenario extrahospitalario así como
también dentro del hospital. Posee todas las ventajas necesarias en situaciones
extremas: rápida inserción, ventilación adecuada, protección de la vía aérea
frente a la regurgitación gástrica y la aplicabilidad de presiones de vía aérea
elevadas (broncoespasmo, obesidad). Estas características hacen de este
dispositivo la primera elección cuando falla o no es posible la intubación
endotraqueal. El amplio campo de aplicaciones y facilidad de su uso hacen
del ETC un elemento valioso dentro del equipo de vía aérea. El ETC ha
ganado amplia aceptació n e ntr e quie nes se han familiarizado co n sus
características y uso. Por último, es imprescindible que los profesionales que
manejan eventualmente urgencias tengan un entrenamiento adecuado en las
86
COMBITUBO® PARA EM ER GENCIAS DE...
CAP. II
diferentes técnicas de manejo de la vía aérea.
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CAP. II
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88
Capítulo III
METABOLICO-DIGESTIVO
BALANCE HIDROELECTROLITICO
Autor:
DR. BERNHARD WESTERBERG M.
I NTR OD UC CIO N
El equilibrio del medio interno permite un transporte adecuado de
oxígeno a los tejidos, y una correcta homeostasis celular. Esta constancia
depende del equilibrio entre los aportes y pérdidas de agua y electrolitos.
Los pacientes a menudo no están en condiciones de mantener por sí
solos el equil ibrio h idroe lectro lítico ad ecuado, o padec en trastorn os
secundarios del mismo, esto es aún más notorio en el paciente crítico. En
estos casos, se hace necesario el tratamiento médico a base de líquidos y
electrolitos. Para ello es necesario un diagnóstico exacto de estos equilibrios;
una corrección de estos equilibrios y una adecuación de los aportes en función
de las necesidades basales y de las pérdidas diarias (balance hidroelectrolítico
diario).
En el hombre, el agua corporal total corresponde a un 60% del peso
corporal total. Esta agua se distribuye en dos compartimentos: Intracelular,
que corresponde a dos tercios (40%) del agua corporal total, y el extracelular,
que representa un tercio (20%) de los cuales el 75% corresponde al líquido
intersticial, y el 25% al intravascular. Por ejemplo un individuo de 70 Kg.
tendrá en su composición 42 litros de agua, de los cuales 28 litros corresponden
al líquido intracelular, y 14 litros al extracelular, de estos últimos 9 litros
corresponden al líquido intersticial, y 3 a 5 litros al intravascular. El volumen
de sangre está dado por la suma del intravascular (plasma) y la masa de glóbulos
rojos, siendo de aproximadamente 70 a 80 ml x Kg.
Los fluídos, de acuerdo a sus efectos osmóticos, son definidos en
términos de osmolaridad, osmolalidad, presión osmótica, tonicidad y presión
coloido-oncótica. La osmolaridad es el término que expresa la actividad
osmótica por volumen de solución (solutos más solventes), esta se puede
calcular usando la siguiente formula.
Osm. Plas. = 2 x (Na)+(glucosa)+(nitrógeno ureico)= 290 mOsm/Kg H2O
18
2,8
89
BALANCE HIDROELECTR OLITICO
CAP. III
La osmolalidad es el término que expresa la actividad osmótica por
volumen de solvente. La actividad osmótica de un soluto es la expresión de la
concentración del soluto o de la densidad de las partículas del soluto de un
fluido, por lo tanto es la suma de las actividades osmóticas individuales de
cada uno de los solutos que lo componen; esta actividad se expr esa en
miliosmoles. Los cambios en la osmolaridad, determinada primariamente
por la concentración de sodio, son sensados por osmorreceptores ubicados
en el hipotálamo, estos osmorreceptores inciden en la ingesta y excreción de
agua, a través del me canismo de la sed y de la secreción de hormona
antidiuretica. La disminución de la osmolaridad plasmática inhibe la secreción
de ADH, eliminándose agua libre por la orina. La hiperosmolaridad aumenta
la permeabilidad de los tubos colectores del riñón inducido por la ADH lo
que produce reabsorción de agua libre. La tonicidad describe los solutos
osmóticamente activos en una solución. (1)
La difusión de solutos y gases entre el plasma y el líquido intersticial se
produce a nivel capilar. Debido a que estos son permeables al sodio, glucosa
y otros iones, estas sustancias no se comportan como osmoles efectivos, y
están en virtual equilibrio a ambos lados de la membrana capilar. Importante
es además recordar la proporción de la actividad osmótica atribuible a las
proteínas del plasma es pequeña (1 mOsm/Kg), siendo determinante en el
equilibrio de los fluídos en el compartimento extracelular, siendo esta presión
mayor en el intravascular, llamada presión coloido-osmótica o presión
oncótica, fundamental para mantener el volumen intravascular. El valor de
esta se estima en 24 mmHg, de los cuales el 80% (esto es 19 mmHg) es ejercido
por la albúmina plasmática, y el resto por el Fibrinógeno y globulinas (1).
La membrana entre el espacio vascular e intersticial es per meable a la
mayoría de los electrolitos, mientras que la membrana que separa el espacio
extracelular del intracelular no permite el paso pasivo de los mismos (2).
Por lo tanto, los principios para el correcto balance hidroelectrolítico
son los siguientes:
1 ) Administrar los requerimientos diarios basales.
2) Reemplazar pérdidas y corregir déficits.
3) Prever y corregir pérdidas adicionales.
Para poder cumplir con este propósito es necesaria la valoración del
mismo, la cual se centra en los siguientes aspectos:
1 ) Monitorización del peso.
2) Control de ingresos y egresos.
90
BALANCE HIDROELECTR OLITICO
CAP. III
3) Valoración a través de niveles electrolitos en plasma y orina.
4) Evolución clínica.
Una vez diagnosticada la depleción hidroelectrolítica y considerado
todos los factores antes mencionados se debe iniciar la correcta reposición, en
este ar tículo consideraremos fundamentalmente al agua cor por al (como
expansor de volumen), al sodio (en íntima relación con el agua), y al potasio.
Con rela ción a l agua sab emos que d ebemo s r ep oner como
mantenimiento de 1000 a 2000 ml/día (20 a 30 cc/Kg/día), junto a las perdidas
para tratar de mantener un balance neutro, pudiendo ser mayores (en caso de
diabetes insípida, fiebre, hiperventilación, etc.), o con restricción (en caso de
oligoanuria, ICC, etc.). Para este propósito contamos con dos grandes grupos
de líquidos de reposición (los cuales además pueden aportar una variable
cantidad de electrolitos), siendo estos:
n
Cristaloides.
1.
2.
3.
4.
5.
n
Solución glucosa 2,5%, 5%, 10%.
Solución salina 0,45%, 0,9%, 3%, 5%.
Suero glucosalino.
Ringer simple.
Ringer lactato.
Coloides.
1.
2.
3.
4.
Albúmina 20%.
Dextrano 40, 70.
Poligelina.
Hidroxietilalmidón.
CRI STA LO IDE S
Son los fluídos de reanimación de primera línea, independiente de la
causa de hipovolemia, y en forma rápida y segura, de bajo costo y no tóxicos;
de todos los cristaloides la solución salina isotónica y el Ringer lactato son
los más usados, al ser infundidos son rápidamente distribuidos en el líquido
extracelular, siendo su efecto transitorio, y a las dos horas no más del 20% del
volumen infundido permanece en el intravascular, aunque suele ser bien
tolerado puede ocasionar problemas posteriores, esto es en pacientes con
grandes cambios de volumen, alteración de la permeabilidad o reserva cardíaca
disminuída; se considera que al distribuirse principalmente al intersticio se
91
BALANCE HIDROELECTR OLITICO
CAP. III
produce la formación de edema tisular, lo que disminuiría la tensión de oxígeno
tisular, al nivel pulmonar produciría un deterioro del intercambio gaseoso.
En caso de las soluciones hipotónicas se las prefiere en casos de deshidratación
con hipernatremia, diabetes insípida, hiperosmolaridad; mientras que las
soluciones hipertónicas, no disponibles teniendo que ser preparadas con
adición de cloruro de sodio, se creen indicadas en grandes quemados, shock
hemorrágico, y trauma craneoencefálico grave, aunque no totalmente probados
y con serias complicaciones potenciales (2). El Ringer que contiene menos
cantidad de sodio (quien da la tonicidad de la solución), pero con un aporte
de 4 meq/lit de potasio, tiene la misma distribución que las soluciones salinas
(2). Las soluciones de glucosa o glucosal inas son poco utilizadas en
reanimación por ser hiposmolares (bajo contenido de sodio), y la glucosa es
rápidamente metabolizada, se las emplea para la corrección de situaciones de
hipernatremia (2).
CO LOI DE S
Son moléculas de alto peso molecular, que pueden ser humanos
(albúmina) o sintéticos. La albúmina (PM 69000) al 20% contiene 125 a 160
meq/lit de sodio, una vez infundida pasa gradualmente al intersticio, con una
vida media intravascular de 16 horas, pudiendo acortarse dependiendo de la
patología de base, provoca un incremento de volumen cinco veces superior a
la cantidad aportada, esto ocurre a los 30 a 60 minutos, debido a su elevado
poder oncótico, su inconveniente es el elevado costo, no ha demostrado
superioridad en resucitación frente a otros más económicos, pudiendo además
pr ovo car, aunque r aram ente (0,2%) reac cion es simi lares a las d e las
transfusiones, además parecería producir depresión de la función miocárdica,
por reducción del calcio iónico (2).
Entre los coloides sintéticos tenemos al Dextran (PM 40000 o 70000)
poco utilizados en la actualidad por poseer un número considerable de efectos
secund arios tales como r eacc ione s alér gic as, fr acaso rena l o diatesis
hemorrágica, falsa elevación de bilirrubinas y glicemia, además de interferencia
en la determinación del grupo sanguíneo, se los indica solamente como
antiagregante plaquetario (deprimiendo además al facto VIII), y en dosis no
mayores a 20 ml/Kg/día. Las Gelatinas (Haemaccel) se obtienen del colágeno
de bovino con un amplio rango de peso molecular (medio 100000) su duración
es de 3 a 6 horas, con pocos efectos secundarios, no se recomienda superar los
2000 cc/día (aunque puede ser mayor), de los coloides es el de menor poder
oncótico y no se le reconocen efectos adversos sobre la función renal y
coagulación, junto a los almidones son los coloides más usados en la actualidad.
92
BALANCE HIDROELECTR OLITICO
CAP. III
Los Hidroxietilalmidones (HAES) moléculas sintéticas provenientes del maíz
o el trigo con tamaño heterogéneo (PM medio 40000 a 70000), siendo las de
menor tamaño eliminados por via renal, y las demás a través del sistema
reticuloendotelial, son excelentes expansores, con un incremento de la volemia
ligeramente superior a la cantidad infundida, con una duración de acción de
6 a 24 horas, la dosis limite es de 20 ml/Kg/día, con escasos efectos secundarios,
de ellas el efecto sobre la coagulación es más notorio en los almidones de alto
peso molecular, pudiendo elevar los niveles de amilasa hasta tres veces su
valor sin alteración de la función pancreática.
¿QUÉ USAR, COLOIDES O CRISTALOIDES?
La utilización de coloides o cristaloides en la reanimación del paciente
crítico, ha sido tema de múltiples revisiones, discusiones, estudios, y metaanalisis; con resultados controversiales, tales como el meta-análisis realizado
por Velanovich (3), donde sé encontró una mejoría en la mortalidad en
pacientes resucitados con coloides; frente al meta-análisis de Schierhout(4)
donde se encontró un incremento absoluto de riesgo de mortalidad del 4% en
los pacientes resucitados con coloides, frente a cristaloides. Además aun no
esta claramente demostrado que coloide es el mejor; por lo que la elección
del fluído a utilizar en la resucitación está aún dado por el perfil clínico del
pa cien te , expe rie ncia pe rsona l, c onside raci ones eco nómi cas y de
dispon ibilid ad, etc., en espera de r esul ta dos y r ecome ndaci ones más
concluyentes.
S O D I O
Es el principal catión extracelular, se encuentra en íntima relación con
el agua corporal, siendo sus requerimientos diarios de 1 a 1,4 meq/Kg, con
una eliminación renal de 20 meq/lit, siendo sus niveles plasmáticos normales
de 138 a 142 meq/lit.
La hiponatremia es frecuente en el medio intrahospitalario, es más
rara en el medio ambulatorio, pudiendo manifestarse con letargia, apatía,
desorientación, calambres musculares, náuseas, anorexia y agitación; mientras
que al examen físico se puede encontrar alteraciones sensoriales, hiporreflexia,
re sp irac ión de Ch eyne -Stokes, hip oter mia, par álisis seudo bulba r y
convulsiones. Se debe descartar la seudohiponatremia (extracción de muestra
en ve na por don de se i nfunden solucione s hipotónicas, pacientes con
hiperlipidemias o hiperproteinemias), y la hiponatremia con hiperosmolaridad
del líquido extracelular (por presencia de sustancias osmóticamente activas
93
BALANCE HIDROELECTR OLITICO
CAP. III
como el manitol y la hiperglicemia, donde puede disminuir en 1,6 meq/lit
por cada elevación de 100 mg% de glicemia), además de recordar que 1 gramo
de cloruro de sodio equivale a 17 meq/lit (5).
Se considera hiponatremia moderada entre 125 a 138 meq/lit, y severa
menor a 125 meq/lit; teniendo como causas las siguientes: (7)
1 ) Hiponatremia con hipovolemia y Sodio urinario >20 mg/Lt.=
Pé rdid as rena les (Exc eso de diur esis, d efic ienc ia de
mineralocorticoides, nefropatía perdedora de sal, acidosis tubular
renal con alcalosis metabólica, cetonuria, diuresis osmótica)
2) Hiponatremia con hipovolemia y Sodio urinario <20 mg/Lt.=
Pérdidas extrarrenales (vómito, diarrea, quemaduras, pancreatitis,
trauma).
3) Hiponatremia con normovolemia y Sodio urinario >20 mg/Lt.=
Defic ienci a gluc ocor ticoid ea, hipo tiroid ism o, estrés, drogas,
secreción inadecuada de hor mona antidiurética.
4) Hiponatremia con hiper volemia y Sodio urinario >20 mg/Lt.=
Falla renal aguda o crónica.
5) Hiponatremia con hipervolemia y Sodio urinario <20Lt.=
Síndrome nefrótico, cirrosis, falla cardíaca.
El tr atamiento consiste en repo ner e l sodio n ecesario, calculado
mediante la formula: “meq deseado x ACT=meq a infundir”, con un a
corrección máxima a razón de 1 a 2 meq/lit/h, primeras 24 horas no se debe
aumentar más de 8 meq/lit. de exceder esa velocidad se puede provocar la
mielonisis central pontina. (6)
Otras opciones son la restricción de fluídos, litio, demeclociclina,
antagonistas de la vasopresina, furosemida. (7)
La hipernatremia es más frecuente en niños, ancianos y sujetos muy
enfermos. Se puede manifestar inicialmente con inquietud, irritabilidad y
letargo; posteriormente contracturas musculares y ataxia; cuanto más rápida
es la instauración de la hiper natremia, más floridos son los síntomas. Con
osmolalidades plasmáticas > de 357 mosm/Kg de H2O existe espasticidad
muscular, convulsiones y muerte. En muchos casos, suele faltar la sed. (5)
Se considera hipernatremia moderada con niveles entre 142 a 155 meq/
lit, y severa con niveles mayores de 155 meq/lit. (7)
1 ) Hipernatremia con hipovolemia y Sodio urinario >20=
Diuréticos osmóticos o de asa, enfermedad intrínseca renal.
94
BALANCE HIDROELECTR OLITICO
CAP. III
2) Hipernatremia con hipovolemia y Sodio urinario <20=
Sudoración excesiva, quemaduras, diarrea, fístulas.
3) Hiper natremia con normovolemia y Sodio urinario variable=
Diabetes insípida, hipodipsia, pérdidas insensibles (respiratorias y
dérmicas).
4) Hipernatremia con hipervolemia y Sodio urinario >20=
Hi peraldosteronismo primario, Sín drome de Cushing, diálisis
hipertónica, bicarbonato de sodio hipertónico, tabletas de cloruro
de sodio.
El tratamiento consiste en corregir el déficit o el exceso de agua con la
formula:
(Na sérico – 140) x Agua corporal total
1 40
Recordando que debe ser corregido en 48 a 72 horas, con una tasa de
disminución de 0,5 meq/lit/h, máximo 12 meq/lit en 24 horas. (6)
P O T A S I O
El potasio es el catión más abundante en el organismo. En el adulto el
98% de los 4000 mmol totales se encuentran en el intracelular, existiendo
solo 60 mmol en el liquido extracelular, en perfecto equilibrio, aún con la
ingesta diaria que se aproxima al contenido total del liquido extracelular. (8)
El potasio corporal total es por lo tanto 55 meq/Kg, con requerimientos
diarios de 0,7 a 0,9 meq/Kg; ademas los niveles plasmáticos pueden variar 0,6
meq/lit por cada 0,1 U de cambios en el pH. Recordar ademas que 1 gramo
de cloruro de potasio equivalen a 13 meq, y que la excreción renal es de 30
meq/lit.
La hiperkalemia se considera desde 5 meq/lit, siendo el exceso estimado
de 1 meq/lit por cada 200 meq de más; pudiendo pr oducir la siguiente
sintomatología: Debilidad, parálisis, hipor reflexia, irritabilidad, confusión,
además de cambios secuenciales en el EKG tales como incremento de la
amplitud de las ondas T, disminución de la amplitud de R con aumento de la
amplitud de S, depresión del ST, prolongación del QRS y PR, taquiarritmia
ventricular y asistolía, recordar descartar la seudo hiperkalemia (muestra
hemolizada, leucocitosis o megacariocitosis, caquexia). (5)
95
BALANCE HIDROELECTR OLITICO
CAP. III
Como causas de hiperkalemia tenemos: (8)
1 ) El aumento del aporte.
2) La redistribución (acidosis, hipoinsulinismo, beta bloqueante s,
sobredosificación de digitálicos, succinilcolina, infusión de arginina o
parálisis hiperkalemica familiar).
3) Tr astor nos de la elimi nación (hi poaldo ster onismo, fá rmac os
ahorradores de potasio, seudohipoaldosteronismo, cortocircuito del
cloro, ciertos fár macos como la ciclosporina).
4) Filtrado bajo (volumen del extracelular disminuído, ingestión muy
baja de cloruro de sodio, e ingestión proteica baja).
Entr e las opciones ter apéuticas podemos consider ar las siguientes
opciones: (8)
1)
2)
3)
4)
5)
6)
7)
8)
Gluconato de calcio.
Bicarbonato de sodio.
Glucosa más insulina.
Beta 2 adrenérgicos.
Furosemida.
Resinas de intercambio (kayexalate).
Procedimientos dialíticos.
Restricción de la ingesta de potasio.
La hipokalemia es el más común desorden electrolítico en la práctica
clínica, con niveles menores a 3,5 meq/lit, se encuentran en por lo menos el
20% de los pacientes hospitalizados. El déficit estimado es de 200 a 370 meq/
lit por cada meq/lit de disminución. La sintomatología puede ser la siguiente:
Debilidad, hipor reflexia, parestesias, anorexia, n áuseas, ileo paralítico,
polidipsia, nefropatías, arritmias, hipersensibilidad a los digitálicos, ondas T
aplanadas o invertidas, ondas U, depresión del ST, paro cardíaco. (9)
Entre las causas de hipokalemia tenemos: (9)
1 ) Disminución del aporte.
2) Pérdidas extrarrenales (Sudoración excesiva, diarreas, fístulas, abuso
de laxantes, Síndrome de Zollinger Ellison, sondajes gástricos, vómitos,
adenomas vellosos, etc.).
3) Pérdidas renales (acidosis tubular renal, diuréticos no ahorradores
de potasio, c etoacidosis diabética, Síndrome de Fanconi, nefritis
intersticial, fase diurética de la necrosis tubular aguda, leucemia, etc.).
96
BALANCE HIDROELECTR OLITICO
CAP. III
4) Redistribución (alcalosis, insulina, beta 2 adrenérgicos, teofilina,
cafeína, verapamilo, cloroquina, altas dosis de glucocor ticoides y
antibióticos, parálisis hipokalémica familiar, intoxicación por bario).
El tratamiento consiste en corregir la causa de base, aumentar el aporte
de potasio oral (alimentos ricos en potasio, o suplementos de potasio), o
endovenoso, recordando que la concentración máxima tolerada es de 0,2
meq/ml, la máxima velocidad de infusión periférica es de 10 meq/h, y por
infusión central es de 40 meq/h.
En conclusión, el poder conocer y mantener un cor recto balance
hidroelectrolítico es una de las piezas claves en la reanimación y tratamiento
en el paciente crítico, lo que nos obliga a tratar de tener un conocimiento
suficiente para el correcto manejo del mismo.
R EFE RE NC I AS
1. Guyton AC, Hal l JE. Textboo k of Physiolo gy, 9 na edició n. Ed itorial WB Saund ers. Philadelphi a, 199 6,
Pag 183 -197 .
2. Garnacho Montero J. y Ortiz Leyba C. Rep osición de flu idos, en Manual De Medicin a Intensiva.
Primera edició n. Editorial Harcourt Brace. 19 96. Pag. 20 3-2 07.
3. Velano vich V. Crystalloid versus co lloid fluid resu scitatio n: A meta-analisis of m ortalit y. Surgery 198 9;
Vol 105 . Pag. 65-71.
4. Schierhou t G. Rob erts I . Fluid resuscitation with colloid or crystalloid solu tions in critical ly ill patients:
A system at ic review o f rando mized trials. BMJ 199 8. Vo l 316. Pag 961-964.
5. Muñoz B., de Villa LF. Hiponatremia, en Manu al de Medicina Clínica. P rimera edición. Clínica P uerta
del Hierro. España. 19 87. Pag 26 7-26 8.
6. Bazerque F. Síndro mes hiposmo lares e hiperosmolares. En Terapia Intensiva. Segu nda edición. Edito rial
Panameri cana. 1 995. P ag 3 69-384.
7. Kumar S. Berl T. Sodiu m. The Lancet. 1998 . Vol 352. P ag 22 0-22 8.
8. Halperin M L. Kamel K S. Potasium. T he Lancet 19 98. Vol 352 . Pag 135-140.
9. Gennari J . Hipokalemia. New England Journ al of Medicine 1998 . Vol 339. Pag 4 51-4 58.
97
MANEJO DE LA HIPOGLICEMIA Y
DE LA HIPERGLICEMIA
Autor:
DRA. VICTORIA NOVIK A.
MANEJO DE LA HIPOGLICEMIA
n
Introducción:
La hipoglicemia (glicemia < 50 mg/dl) es un evento agudo grave que
puede ocurrir en un paciente diabético en tratamiento, o en un paciente sin
antecedentes de diabetes, lo que puede dificultar su diagnóstico oportuno.
De una sospecha diagnóstica adecuada depende un manejo precoz y,
por lo tanto, el buen pronóstico vital y la ausencia de secuelas para el paciente.
n
Causas de Hipoglicemia:
Son variadas las causas de esta urgencia, y es importante tenerlas en
mente para sospecharlas oportunamente.
1 . En el paciente No Diabético:
1.1. reactivas
1.2. inducidas por medicamentos
1.3. tumores secretores de insulina
1.4. insuficiencia hipofisiaria o suprarrenal
1.5. insuficiencia hepática
1.6. autoinmunes
2. En el paciente Diabético:
2.1. exceso de insulina
2.2. aumento de sensibilidad a la insulina
2.3. apor te alimentario inadecuado
2.4. ejercicio físico
2.5. alcohol
2.6. medicamentos que potencian el efecto de las Sulfonilureas.
98
MANEJO DE LA HIPOGLICEMIA Y ...
CAP. III
1 ) Hipoglicemia en el Paciente No Diabetico:
1. 1. Hipoglicemias reactivas:
Sobrevienen sistemáticamente a distancia de las comidas que
contienen hidratos de carbono, especialmente al término de la
mañana. No ocurren jamás en la noche.
A menudo se catalogan de funcionales, porque no se logra
evidenciar ninguna causa orgánica.
A veces preceden en años la aparición de una intolerancia
glucídica o una diabetes.
El diagnóstico se objetiva por una hipoglicemia a distancia de
la alimentación, o por la aparición tardía de la hipoglicemia (a
las 3 o 4 hrs) en la prueba de sobrecarga oral a la glucosa.
El m anejo de l as h ipo gli cemia s r eactivas con lleva un
fraccionamiento alimentario, evitar azúcares de tipo sacarosa
y/o fructosa (de absorción rápida), prescripción de fibras o de
acarbosa antes del alimento “culpable”.
1.2. Hipoglicemias inducidas por medicamentos:
Generalmente ingestión voluntaria de hipoglicemiantes orales,
o in yecci ón de insulina co n intentos de autoagresión o
autoeliminación.
1.3. Tumores secretores de insulina:
a) Insulinoma: benignos en el 90% de los casos. Desarrollados
a expensas de las células Beta de los islotes de Langerhans
pancreáticos. El tratamiento es quirúrgico.
b) Otros tumores: no Beta, de localización extrapancreática.
Generalmente tumores malignos de origen mesenquimatoso,
usualmente voluminosos, hepatomas o cor ticosurrenalomas.
Son tumores secretantes de un factor de crecimiento (IGF-2)
que se unir ía al r ece ptor de insulina . El tratamie nto es
quirúrgico.
1.4. Insuficiencia hipofisiaria o suprar renal:
Se debe medir cortisol plasmático y urinario, y de confirmarse
el diagnóstico, indicar tratamie nto c on cor ti sol pr imero
endovenoso y luego oral.
99
MANEJO DE LA HIPOGLICEMIA Y ...
CAP. III
1.5. Insuficiencia hepática.
1.6. Otros medicamentos:
Generalmente asociados a otras causas predisponentes:
a)
b)
c)
d)
salicilatos
Beta bloqueadores
antidepresivos (fluoxetina, inhibidores de la MAO)
inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina.
1.7. Hipoglicemias autoinmunes:
Raros casos de hipoglicemias por anticuerpos antiinsulina que
se han descrito asociados con la ingesta de Propiltiouracilo en
pacientes hipertir oídeos. También se han descrito casos de
anticuerpos anti-receptor de insulina.
2) Hipoglicemia en el Paciente Diabético:
Complicación frecuente del tratamiento. Se dice que todo paciente
diabético bien controlado, presenta hipoglicemias con cierta frecuencia. De
no ser así, es posible que se encuentre “crónicamente descompensado”.
2. 1. Por exceso de insulina:
a) Error de dosis
b) Mejor absorción de insulina (ejercicio, inyección
abdominal)
c) Insuficiencia renal (aumenta la vida media de la insulina).
2.2. Por aumento de la sensibilidad a la insulina:
a) Adelgazamiento
b) Ejercicio físico.
2.3. Por aporte alimentario inadecuado:
a)
b)
c)
d)
Olvido de una comida
Aporte insuficiente de glúcidos
Vómitos
Mala absorción.
10 0
MANEJO DE LA HIPOGLICEMIA Y ...
CAP. III
2.4. Por ejercicio físico:
Sólo en el caso que no haya suplemento glucídico.
2.5. Alco hol:
Sobre todo en ayunas, inhibe la neoglucogénesis hepática.
2.6. Medicamentos que potencian el efecto de las Sulfonilureas:
a) Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina
b) Alo purinol
c) Esteroides anabolizantes
d) Cloramfenicol
e) Derivados cumarínicos
f) Ciclofosfamida
g) Fibratos
h) Fluoxetina
i) Salicilatos.
n
Manifestaciones Clínicas de la Hipoglicemia:
Distinguimos los siguientes síntomas: El cuadro 1 indica, para un sujeto
no diabético, los umbrales glicémicos aproximados en que aparecen los signos
periféricos y centrales.
HIPOGLICEMIA: SECUENCIA CLINICA
+/- 60: signos adr enérgicos
+/- 50: disfunción cognitiva
+/- 40: anomalías lectroencefalográficas
+/- 30: convulsiones / coma.
(glicemia mg/dl)
n
Síntomas adrenérgicos de hipoglicemia (periféricos):
- temblor de manos
- sudoración profusa (“fría”)
- taquicardia
10 1
MANEJO DE LA HIPOGLICEMIA Y ...
CAP. III
- palidez
- sensación de hambre imperiosa
- náuseas.
n
Síntomas centrales de hipoglicemia (neuroglucopénicos):
- parestesias peribucales
- dificultad de concentración o de lenguaje
- alteraciones del comportamiento: lenguaje incoherente,
agresividad, negativismo, confusión onírica.
- alteraciones visuales
- cefaleas migrañosas (al levantarse en la mañana)
- bradipsiquia, somnolencia
- crisis clónicas
- coma agudo
- alteraciones electroencefalográficas (ondas lentas)
- muerte.
Las manifestaciones adrenérgicas (que son los signos de alar ma) son
más precoc es. Aquellos síntomas ligados a la n eur oglucopenia (menos
perceptibles por el paciente) son más tardíos.
Es importante señalar que no existe un paralelismo sistemático entre
los síntomas y el nivel de glicemia, y que para un paciente dado, los signos de
hipoglicemia varían y pueden disminuír con el tiempo.
Otro factor a considerar en la aparición de manifestaciones clínicas de
la hipoglicemia es la velocidad de disminución de la glicemia. Por ejemplo,
un paciente podría pasar de 330 mg/dl a 70 mg/dl en pocos minutos por la
acción de la insulina, y esto gatillar la aparición de síntomas adrenérgicos, sin
que sea una hipoglicemia propiamente tal. Otros diabéticos, ancianos y/o
portadores de una neuropatía diabética autonómica, no presentan NINGUN
SINTOMA ADRENERGICO (o lo manifiestan muy tardíamente) y llegan
a los síntomas neuroglucopénicos sin signos premonitorios. Esto mismo puede
ocurrir en pacientes en tratamiento con beta bloqueadores.
n
Consecuencias de las Hipoglicemias:
Las hipoglicemias, aunque a veces espectaculares, se corrigen con el
tratamiento y no tienen consecuencias vitales, salvo algunas excepciones,
como por ejemplo las causadas por el efecto de Sulfonilureas, que pueden ser
gravísimas. Si ocurren en ancianos y/o en pacientes con ateromatosis avanzada,
10 2
MANEJO DE LA HIPOGLICEMIA Y ...
CAP. III
hay que temer la aparición de complicaciones cardiovasculares.
La recuperación del sistema nervioso central no siempre ocur re si se
retrasa el tratamiento. El tiempo máximo que puede transcurrir para que un
paciente en hipoglicemia no presente secuelas sea variable, depende de la
velocidad de instalación, de la causa de la hipoglicemia y de la edad del paciente.
En general, hay que pensar que se cuenta con 10-15 minutos máximo para
rever tir la situación.
n
Tratamiento de la Hipoglicemia:
1. Tratamiento Curativo:
Todas las manifestaciones ceden rápidamente con la administración
de glucosa.
1. 1. Manejo en el paciente consciente:
Comer o beber: jugo de naranja con azúcar, bebida dulce,
glucosa. No es útil ingerir fructosa (el azúcar de la fruta), pues
no cr uza la barrera hemato-encefálica.
1.2. Manejo en el paciente inconsciente:
La alimentación oral está contraindicada pues existe riesgo de
aspiración.
- Glucagón: 1 ampolla intramuscular (IM). Es ineficaz si el
glicógeno hepático está agotado como es el caso del (esfuerzo
físico e hipoglicemias repetidas).
- Pequeña cantidad de miel o jarabe por boca o rectal.
- Glucosa endovenosa: ampollas al 30%. Administrar 2 o 3,
hasta que el paciente recupere su normalidad.
1.3. Consideraciones Importantes:
a) Ante un paciente con sospecha de hipoglicemia, tomar
muestra para glicemia y administrar glucosa endovenosa aunque
aún no se tenga la confirmación de la glicemia. Esto puede
salvar una vida y/o evitar secuelas.
b) Una vez superado el episodio agudo, mantener con solución
glucosada al 10% endovenoso al menos 1000cc en 24 hrs. para
evitar reaparición de la hipoglicemia. Se debe mantener en los
siguientes casos:
10 3
MANEJO DE LA HIPOGLICEMIA Y ...
CAP. III
- Hipoglicemia por Clorpropamida: 4-5 días (o más en caso
de falla renal).
- Hipoglicemia por Glibenclamida: 2-3 días (o más en caso de
falla renal).
- Insulina Cristalina: 4 hrs.
- Insulina Intermedia: 12-16 hrs.
Lamentablemente, no son infrecuentes los casos en que se
diagnostica la hipoglicemia, se corrige con glucosa endovenosa
y luego se da de alta al p aciente, quien debe vo lver por
r eaparici ón de la h ipoglicemia hor as más tard e, dado la
mantención de la causa de la hipoglicemia (hipoglicemiantes
orales).
c) N o ol vi dar d isminuír la dosis de insulina y/o
hipoglicemiantes orales para evitar una nueva hipoglicemia.
2. Tratamiento Preventivo:
Siempre considerar la oportunidad de educar para evitar repetición
del episodio.
Educación del paciente diabético:
- Portar azúcar
- Adaptar tratamiento según trabajo, horarios, etc.
- Uso de Glucagón intramuscular.
- En caso de actividad física, adaptar la alimentación y/o
dosis de insulina.
Educación en caso de Hipoglicemia Reactiva:
- Fraccionar la alimentación
- Evitar el consumo de azúcares de absorción rápida (miel,
mermelada, pan, azúcares en general).
MANEJO DE LA HIPERGLICEMIA
n
Introducción:
Al consultar un paciente diabético con hiperglicemia, se debe considerar
si se trata de una hiperglicemia crónica o aguda.
En el primer caso, más imp ortante que el de scender la glicemia
10 4
MANEJO DE LA HIPOGLICEMIA Y ...
CAP. III
rápidamente a valores nor males, es ajustar el tratamiento habitual de ese
paciente (aumentar las dosis de hipoglicemiantes orales, agregar algún
hipoglicemiante oral o aumentar la dosis de insulina).
En el segundo caso (hiperglicemia aguda) es importante buscar la causa
de la descompensación para tratarla si corresponde (infección, infarto agudo
del miocardio, stress).
Las manifestaciones son inespecíficas y a veces ausentes (baja de peso,
poliuria, polidipsia, can sancio, prurito vaginal). Muchas veces se puede
presentar como una alteración de conciencia en un paciente diabético.
Frente a un diabético en coma, se deben considerar varias causas:
a) Hiperglicemia: - cetoacidosis diabética (CAD).
- hiperglicemia hiperosmolar no cetósica (HHNC).
b) Hipoglicemia.
c) Otras: - accidente vascular encefálico
- traumatismo encéfalo craneano
- intoxicaciones.
n
Laboratorio de Paciente Diabético en Coma:
ORINA
PLASMA
Glucosa
Cetona
Glucosa
Bicarbonato
C etona
Osmolaridad
CAD
++ A +++
++++
-
¯
+++
+ ++
HHNC
++ A + ++
Ausente
-
Normal o
Normal -
Ausente
++++
Ausente
Ausente
¯
Normal
Ausente
Normal
Hipoglicemia
n
Tratamiento de la Hiperglicemia:
1. Manejo general del coma:
a) Vía aérea permeable
b) Establecer vía venosa permeable (tomar exámenes).
c) Administrar 50 ml de glucosa al 30% endovenosa (a menos
que el hemoglucotest sea elevado).
d) Administrar 1 ampolla de Naloxona endovenosa y 1 ampolla
de Tiamina endovenosa, de modo de descartar otras causas de
coma, (ej.: intoxicación por opiáceos, etc.)
10 5
MANEJO DE LA HIPOGLICEMIA Y ...
CAP. III
2. Manejo de la cetoacidosis diabética:
2. 1. Medidas de resucitación inmediata:
Idealmente en UCI. Se trata de un cuadro grave, con mortalidad
de 5-10% y potencialmente de buen pronóstico si se maneja en
forma adecuada.
2.2. Medidas específicas:
Cada caso es único y no se pueden considerar indicaciones fijas.
a) Insulina cristalina: 0.3 U/kg endovenosa en un bolo inicial.
Luego 0.1 U/kg/hr endovenosa o intramuscular o en infusión
continua de 1 U/hr hasta normalización del pH y glicemia<
250 mg/dl. Programar dosis de insulina subcutánea, p ara
cuando empiece la alimentación oral (0.5 U/kg repartidas en
4 dosis diarias de insulina cristalina subcutánea antes de cada
comida).
b) Reposición de volumen:
Solución fisiológica de 1 lt en 1-2 hrs. Repetir si es necesario.
Cuando glicemia llega a 250 mg/dl, iniciar goteo de solución
glucosada al 5% para evitar hipoglicemia o edema cerebral.
Apenas sea posible, iniciar alimentación oral.
c) Bicarbonato: es discutible su utilidad, pero suele ser necesaria
su administración sí pH < 7.1
d) Potasio: a menos que exista hipocalemia inicial, iniciar su
aporte a la 2a o 3ª hora. Monitorizar con electrolitos plasmáticos
y electrocardiograma.
2.3. Búsqueda y tratamiento del factor desencadenante.
2.4. Educación para evitar repetición del cuadro:
con sulta pr ecoz, aumentar do sis de insulina en casos de
infección, etc.
3. Manejo del estado hiperglicémico hiperosmolar no cetónico:
Generalmente ocurre en diabéticos de mayor edad, es frecuente en
ancianos que p asan solos y que no puede n i nge rir agua. El
pronóstico es ominoso, con una mortalidad de 40-70%.
10 6
MANEJO DE LA HIPOGLICEMIA Y ...
CAP. III
3. 1. Reposición de volumen:
La deshidratación es característica. Si existe shock, administrar
soluc ión sali na isotón ica y si no hay shock, solu ción
hipotónica.
El volumen a administrar es variable, hasta 4-6 lt en las primeras
8-10 hrs. Se debe realizar un monitoreo estricto: pulso, presión
arterial, diuresis y eventualmente presión venosa central.
3.2. Reposición de potasio:
Aporte leve pero precoz. Existe menor depleción de potasio
que en la cetoacidosis diabética.
3.3. Terapia con insulina:
El ap orte de l íquido s pue de por sí solo d ism inuír
considerablemente la glicemia.
Dosis inicial: 10 U de insulina cristalina endovenosa más 10 de
insulina cristalina intramuscular.
No admin istrar insulin a su bcutáne a ini cial mente (l a
deshidratación y shock no permiten una absorción adecuada).
Suele ser útil mantener al paciente con insulina endovenosa en
una solución glucosada al 5% hasta estabilización del paciente
(en general, 4-6 Uds. cada 500 cc de solución glucosada al 5 %).
3.4. Búsqueda del factor precipitante y tratamiento de éste
(infección, infarto agudo del miocardio, stress).
3.5. Educación del paciente y familiares para evitar recurrencia
del cuadro.
R EFE RE NC I AS
1. G. Bolli. Hypo glycemia unawareness. Diabetes and Metabolism. 23:29 -35, 1997.
2. M. Buysschaert. Diab ét ologie clinique. De Boeck an d Larcier S.A., 1 998.
3. T. Jon es. From Diabetic ket oacid osis to hyperglycemic hyp erosmolar n onketotic syndrome. Critical
Care Nursing Clinics of No rthAm erica. vol.6 Nº 4:70 3-72 0, Dec 1994.
4. K. Hill man. The management of acute d iab et ic emergencies. Cl inical In tensive Care, vo l. 2 Nº3: 154162 , 1991.
5. M. García de los Ríos. Di ab etes Mellitus. Fun dació n de In vestigaci ón y Perfeccion am ien to Médico.
199 2.
10 7
Capítulo IV
EMERGENCIAS
PLANIFICACION HOSPITA LARIA
Contingencia por eventos con atención masiva de pacientes
Autor:
DRA. GILDA SANCHEZ C.
I NTR OD UC CIO N
En 1994 se realizó una Conferencia Mundial, en Yokohoma, Japón,
do nde se establ eció u n comp romi so i nter naci onal p ara di smi nuír la
vulnerabilidad frente a los desastres naturales, sobre todo la que se refiere a la
vulnerabilidad hospitalaria.
En esta conferencia se definió el compromiso con las estrategias de
aumentar la calidad técnica de la constr ucción hospitalaria, realizar campañas
de información pública y diseñar los planes de acción de alertas tempranas y
así cumplir con el hecho de proteger la vida de los pacientes y miembros del
personal hospitalario y mantener los servicios vitales como atención médica,
agua, saneamiento y otros durante y posterior de un evento de emergencia.
El programa tiene que ver con un desarrollo sostenible y no sólo una
respuesta única frente a un tipo de emergencia. El cumplimiento de tal meta
se justifica porque en el presente siglo la frecuencia y la severidad de los
desastres naturales y/o los accidentes con atención masiva de personas ha
pr ovo cado da ños conside rabl es tan to a l a infra estr uctur a como a la
funcionalidad de los sistemas de salud. El 50% de los hospitales en América
Latina están en zona de riesgo. En los últimos 15 años más de 90 hospitales y
540 centros de salud han colapsado y han quedado en situación de alta
vulnerabilidad y con pérdida de 3.120 millones de dólares.
¿Cuál es la importancia del análisis de la mitigación hospitalaria
elaborando planes y programas de acción? Los hospitales son construcciones
que tienen características arquitectónicas, de funcionamiento y de misión
muy propias como son:
1 . Tipos de personas que alberga: Pacientes que son personas enfermas
en e stado c rítico o d e depe nden cia con r esi denci a f ija en estado de
hospitalización y con tratamientos, además alberga al personal que allí trabaja
y además todas aquellas personas que por alguna razón está, de tránsito en el
establecimiento. Esto hace que los hospitales ante una catástrofe se vuelvan
las principales trampas para las personas.
10 8
PLANIFICACION HOSPITALARIA
CAP. IV
2. Pero además lo s plan es son vitales por que los hospitales se
constituyen en los centros de atención durante y después de las contingencias,
aparte de mantener a las personas referidas en el punto uno.
OBJETIVO DE UN PROGRAMA DE MITIGACION
El objetivo de un plan de mitigación frente a una contingencia es
mantener en funcionamiento el hospital como por supuesto proteger la vida
de sus pacientes y de los que laboran en él. El r iesgo que cor re n las
instalaciones de salud frente a un desastre natural o por atención masiva de
víctimas se entiende como: la relación que existe entre la probabilidad de
ocurrencia de un evento y la vulnerabilidad de sus componentes físicos (2).
Por lo tanto lo impor tante de un plan de contingencia es disminuír la
vulnerabilidad de los elementos susceptibles de ser afectados, para mantener
el funcionamientos del hospital. Las ideas centrales de este objetivo son:
• Disminuír la vulnerabilidad del establecimiento.
• Ejecutarlo a un costo razonable.
• Garantizar la continuidad de ser vicio.
La disminución de la vulnerabilidad hospitalaria se representa en el
concepto de mitigación, el cual se define como las acciones que se adoptan
previamente a la ocurrencia del evento, que tienen por objeto proteger contra
las amenazas ya sea modificando la causa, por lo tanto disminuyendo el
riesgo o aminorando lo s efectos o sea disminuyendo la vulnerabilidad.
Cualquier plan de contingencia debe focalizar su atención en este concepto.
Y en ese sentido pasaremos a definir las principales estrategias que deben
estar presentes en un plan de contingencia o de mitigación hospitalaria.
ESTRATEGIAS DE UN PROGRAMA DE MITIGACION
1 . Formación de un grupo de coordinación: Con las características
de ser multidisciplinario (.....ingenieros, personal de salud, arquitectos, personal
de equipamiento....otros) deben cuidar los siguientes aspectos: Estructura,
Elementos Arquitectónicos, Líneas Vitales, Equipamiento, Organización y
Funcionalidad, Entor no.
2. Descripción del sistema de salud: Son importantes los siguientes
puntos: Aspectos históricos, Aspectos de organización, Relaciones públicas
y privadas, Interacciones, Diferenciación por complejidad.
3. Estimación de las amenazas: En las variables que continúan:
10 9
PLANIFICACION HOSPITALARIA
CAP. IV
Intensidad, Frecuencia, Efectos, Vida útil, Definición del riesgo aceptable en
sus criterios económicos, técnicos, políticos y de salud.
4. Evaluación previa de la vulnerabilidad: Calificación y priorización
de la metodológica apropiada con una alta capacitación multisectorial más
una importante valoración de la vulnerabilidad: Estructural, No estructural,
y Organizativa.
5. Selección de edificios a ser analizados: El criterio corresponde
según vulner abilidad: alta, median a y baj a vulner abilidad, la más alta
vulnerabilidad corresponde a una amenaza.
6. Evaluación cuantitativa de las estructuras seleccionadas: Planos
arquitectónicos, estructurales, de instalaciones y otros, Trabajo de campo,
pa ra co mple tar p lano s y de verif icaci ón, Estudi os de simul acio nes,
Anteproyecto de refuerzo.
7. Priorización para proyectos de inversión; Criterios organizativos,
políticos, técnicos y financieros.
8. Diseño detallado de la inter vención y gestión del financiamiento,
para la elaboración del proyecto.
CLASIFICACION DE VULNERABILIDAD
Es importante para la elaboración de los planes de co ntingencia,
determinar la clasificación de la vulnerabilidad:
• Vulnerabilidad Estr uctural: Se considera lo referente a las partes
que sostienen la edificación encargada de resistir sismos (calidad de la
construcción).
• Vulnerabilidad no estructural: Elementos arquitectónicos (ventanas,
fachadas.....). Líneas vitales de funcionamiento (agua, energía.....).
Muebles y equipamiento.
• Vulnerabilidad funcional: Distribución de los espacios, usos y su
organización.
PLAN DE EMERGENCIA HOSPITALARIA
En América Latina como se ha señalado existe una gran posibilidad de
ocurrencia de eventos de desastres naturales o accidentes y que provocan:
110
PLANIFICACION HOSPITALARIA
•
•
•
•
•
CAP. IV
Grandes traumas
Catástrofes económicas y sociales
Afectación súbita del estado de salud de la población
Afectación del ambiente
Afectación epidemiológica
Si se agrega a la ocurrencia elevada de eventos el nivel de vulnerabilidad
de lo s ho sp itales, la impor tanc ia de la ela bora ción d e los plane s de
contingencias se convierte a una prioridad vital.
CARACTERISTICAS DE UN PLAN DE CONTINGENCIA
1.
2.
3.
4.
5.
Oper ativo
Funcional
Flexible
Conocido y Difundido
Actualizado Regularmente
COMPONENTES DE UN PLAN DE CONTINGENCIA
1 . Identificación Hospital aria: información básica, dirección, tipo
de institución, nivel de complejidad, capacidad hospitalaria (camas,
equipamiento, índice ocupacional.)
2. Plano Externo e Interno: Vías de acceso, flujos de pacientes, áreas
de triage.
3. Alarma: Aviso de activación del plan, campana o silbato o mensaje.
Definición como se efectuará la alar ma, quién activa la alar ma, cómo
se efectúa (fono, radio), forma de transmisión y cómo se activa la cadena
de transmisión después de activada la alarma.
4. Niveles de Alerta: permiten determinar grados de alistamiento.
- Alerta Verde: Alistamiento co n reten domiciliario, personal
rutinario con organización para la emergencia, resto del personal
disponible para refuerzo.
- Alerta Amarilla: Alistamiento con presencia física en el hospital,
la organización cuenta con todo el recurso, pero aún no está en fase
de atención.
- Alerta Roja: Se establece la demanda asistencial a raíz del desastre
o evento crítico. En este estado de alerta desaparece la organización
formal y se reemplaza por un esquema funcional.
111
PLANIFICACION HOSPITALARIA
CAP. IV
5. Niveles de Preparación: corresponde según la magnitud del desastre
o evento crítico.
Nivel I : Recurso humano y físico disponible....autosuficiente
Nivel II : Se convocan todos los recursos para la atención.
Nivel III : Se sobrepasa capacidad del hospital.
6. Organización Funcional: Durante la atención de la contingencia
se suspende temporalmente la estructura organizacional for mal y se
reemplaza por una organización simplificada, constituída por un equipo
d e aten ción a las pe rsonas, ser vi cio d e ap oyo di agn ósti co y
administración.
a) Comité de Contingencia o de Emergencia: Grupo Profesional
multidisciplinario directivo.
b) Subcomités o Areas operativas durante la contingencia.
1. Ar ea Médica: Se simplifica la organización hospitalaria
habitual, por niveles de complejidad de atención progresiva.
- Urgencia.
- Pabellón.
- Hospitalización.
- Consultorio Externo.
- UCI.
2. Area de Atención Diagnóstico y de Apoyo
- Laboratorio.
- Banco de Sangre.
- Rx.
- Morgue.
- Far macia.
- Trabajo social.
- Voluntarios.
3. Area de Atención Administrativa
- Mantención.
- Comunicaciones.
- Transporte.
- Alimentación.
- Estadísticas.
- Suministros.
- Seguridad.
- Lavandería.
- Relaciones Públicas.
112
PLANIFICACION HOSPITALARIA
CAP. IV
c) Constitución Funcional de las Areas
Cada área está coordinada y 4 a 5 funcionarios desempeñan funciones
antes, durante y después de la contingencia. Están designados
formalmente por resoluciones y tienen reemplazantes oficiales.
7. Atención a las Personas: aplicación del triage convencional para la
categorización de víctimas.
• Definición del Triage: Es el proceso diagnóstico para ofrecer
asistencia al mayor número de pacientes, priorizando la atención y el
transpor te, teniendo como parámetro la gravedad de las lesio nes,
pronóstico y el beneficio que se puede aportar.
• Prioridad en el Triage: Definido por un color
Rojo
Amarillo
Negro
Verde
Crítico Recuperable
Diferible
Difícilmente recuperable
Levemente lesionado
Prioridad
Prioridad
Prioridad
Prioridad
1
2
3
4
• Asignación de Personal según concepto Triage: Se basa en 4
áreas fundamentales según la priorización y de los equipos asistenciales
(médica, apoyo y administrativo).
Area
Area
Area
Area
Area
Roja o de recuperación
Amarillo o de mantención.
Negro o de obser vación.
Verde o de atención mínima.
de fallecidos.
Cada equipo de trabajo debe tener tareas y funciones específicas y
asignadas personalmente, en un tablero visible en el hospital. La persona
debe tener la máxima experiencia que pueda reunir.
EQUIPOS DE ATENCION (MODELOS DE ATENCION)
1 . Equipo Triage
Personal: Personal de máxima experiencia
Lugar: Lo más cerca posible al servicio de emergencia, pero fuera
de él y próximo a las ambulancias.
Definición: Punto donde se deriva a los pacientes hacia las áreas de
atención inicial.
Constitución: 1 Médico entrenado, 1 enfermera, 1 auxiliar,
113
PLANIFICACION HOSPITALARIA
CAP. IV
1 estadístico, 2 camilleros, 1 voluntario. El número deter minado
por el nivel de demanda.
Funciones: Clasificación de pacientes, Derivación de pacientes,
Información al comité de emergencia.
2. Equipo de Estabilización
Per sonal: con experiencia
Lugar: en las unidades de emergencia o en pabellón
Definición: Lugar de atención propiamente tal, e instancia de
procedimientos.
Constitución: 1 médico, 1 enfermero, 1 camillero, 1 voluntario.
Pueden existir varios equipos de estabilización lo cual necesitará
una coordinación.
Funciones: Atención del p ac iente, efectuar procedimien tos y
tratamientos, determinar el destino final del paciente, información
al comité de emergencia.
3. Equipo Quirúrgico
Personal: experiencia habitual hospitalaria.
Lugar : pabellones.
Definición: Lugar de atención habitual de pabellones del hospital.
Constitución: equipo quirúrgico habitual.
Funciones: Se suspenden las operaciones electivas y reorganiza el
material instrumental, catastro de personal, proporcionar la atención
qui rúrgic a pr opiamente tal, co ntemplar las áreas de pabellón
habituales y de expansión según necesidad, informar al comité de
emergencia y jefe de urgencias.
4. Equipo cuidados especiales
Per sonal: Calificado para UCI. De no tenerlo, se debe efectuar la
coordinación previa en los planes de emergencia y contemplar un
espacio donde concentrar pacientes que necesitan mayor cantidad
de cuidados.
5. Equipo Amarillo
Es el personal que atiende a los pacientes que se derivaron desde la
zona triage, por prioridad, son atendidos en área de consultorio
externo.
Está conformado por 1 médico, 1 enfermero, 1 auxiliar, 1 voluntario
114
PLANIFICACION HOSPITALARIA
CAP. IV
6. Equipo Verde
Es el personal que atiende al paciente levemente lesionado. Están
atendidos por enfermeras y auxiliares. Es de carácter ambulatorio y
su lugar debe estar lo más alejado del ser vicio de emergencia.
7. Equipo Hospitalario
Enfermera a cargo del paciente hospitalizado, más todo el equipo
normal que atiende las hospitalizaciones. Tiene funciones especificas
como, evaluar el alta precoz, asegurar cama disponible, determinar
área de expansión, asegurar suministro, comunicar al comité de
emergencia.
8. Equipos ser vicios de apoyo
- Laboratorio clínico.
- Rx.
- Morgue.
- Farmacia.
- Trabajo Social.
- Coordinación Voluntarias.
- Establece turnos no más de 12 horas con funciones pre-establecidas.
9. Equipo de Administración
- Mantención.
- Comunicaciones.
- Transporte.
- Alimentación.
- Estadística.
- Suministros.
- Seguridad.
- Lavandería.
- Establecer sistemas de turno, no más de 12 horas, determinar áreas
críticas, stock críticos, difusión de medidas tomadas, planos de los
flujos, bodegas y llaves. Establecer claves de comunicación.
1 0.Centro de Información
Sitio independiente, coordinado por relacionador público y asistentes
sociales, debe estar en un lugar apartado de las zonas de atención de
público. Sus principales funciones corresponden a la recolección de
infor mación, otorgar infor mación sobre pacientes y su estado,
coordinar con otros sistemas y hospitales, velar por la identificación
de pacientes.
115
PLANIFICACION HOSPITALARIA
CAP. IV
AREAS DE MAYOR VITALIDAD EN MOMENTO DE
LA ATENCION MASIVA DE PACIENTES
• Area Triage: continua a servicio de emergencia, libre acceso a ser vicio
de ambulancia. Claramente identificada en mapas.
• Area de Expansión de Camas: No utilizar pasillos ni corredores.
Los espacios ideales son: residencias, salones de conferencia, capillas,
salas de esperas.
Se deben describir: ubicación, área en m2, número de camas que alberga,
proximidad a servicio de emergencia, sistemas de oxígeno, electricidad,
aspiración.
Establecer posibles usos: Recuperación, Observación, hospitalización,
área de cuidados especiales.
• Area de Estacionamiento: de Ambulancias, del helipuerto y otros
vehículos de emergencia.
• Hospitales de referencia y de apoyo: Se deben anotar sus
características, distancias, Nº de camas, tiempo empleado en llegar,
n ive l de comp lejid ad, tipo de p acie nte, apoyo de ambulan cias,
posibilidad de apoyo de recursos humanos.
• Grupos de apoyo al hospital: Debe existir catastro completo de
todos ellos, descripción, nóminas de personas, dirección, funciones,
habilidades, fortalezas.
FUENTES DE APROVISIONAMIENTO
• Agua: Fuente princ ipal, c aracterístic as, co ndiciones de la red ,
estanques, reposición en horas y distancias.
• Energia: Tipo de energía, mono-trifásico, subestaciones, aspectos
relativos a la vulnerabilidad, reposición,
• Combustibles: Expendio, parque automotriz, calderas, análisis de
vulnerabilidad, reposición.
• Gas y O xígeno: sumin istro, re posici ón, re des, stock críti co,
almacenajes.
• Medicamentos e Insumos: Abastecimiento, reposición, stock
mínimo y de criticidad, almacenajes, bodegas y llaves.
116
PLANIFICACION HOSPITALARIA
CAP. IV
PLAN DE EMERGENCIA INTERNA DE EVACUACION
Existe una gran variedad de eventos donde la estructura hospitalaria se
coloca en riesgo y a las personas que se encuentran en su interior: movimientos
sísmicos, incendios, explosiones y atentados. Donde es necesario evaluar la
continuidad de la permanencia en el lugar. Frente a determinadas circunstancias
es necesario proceder a evacuar el establecimiento.
• Maniobra: La evacuación
• Dependerá: del estado de la estructura física y funcionalidad del
equipo y ser vicio; de la integridad del personal y de su capacidad de
respuesta.
• Definición de Evacuación: Con junto d e activida des y de
procedimientos tendientes a conservar la vida y la integridad física de
las personas en el evento de verse amenazada mediante el desplazamiento
a través y hasta lugares de menor riesgo. La evacuación puede ser total
o parcial.
• Decisión: Solamente el Director del hospital, asesorado por el jefe
de atención médica, administrador, eje de enfermería y médicos de
turno. También importa opinión externa como la de los servicios de
bomberos, arquitectos e ingenieros.
• Prioridad de evacuación de personas: Menores, incapacitados,
mujeres y varones.
• Elementos estratégicos:
- Ruta de evacuación.
- Puertas de salidas.
- Destino Final.
- Sistemas contra incendios.
- Mensajes y avisos.
- Simulacros.
- Vías de escapes.
- Espacios libres.
- Planos externos e internos.
• Secuencia de evacuación:
- Alerta: Jefe de turno conectado con director del hospital.
- Orden de evacuación: Director.
- Prioridad: Las personas.
- Los materiales: Peligrosos, útiles de emergencia, documentos.
117
PLANIFICACION HOSPITALARIA
CAP. IV
- Ejecución: Personal de mayor experiencia
- Recomendaciones: el orden es lo prioritario, máxima organización
una sola voz de mando, la mayor conducta la de no estorbar y siempre
ayudar a su compañero, no usar zapatos con tacos, no utilizar los
ascensores, si las personas se caen, mover a un lado y luego parar, no
se debe buscar lo que se pierde, colaborar permanente con la voz de
mando.
PROGRAMA PRE-HOSPITALARIO
n
Enfoque Básico
LUGAR DEL ACCIDENTE
VICTIMAS
TRASLADOS
LUGAR DE ATENCION
POSIBILIDAD
Sobre demanda, se traslada el problema
del lugar del accidente al lugar de atención sin regulación.
n
Enfoque Clásico
ADI ESTRAMIENTO BASICO A PERSONAS QUE VAN A
LUGAR DEL ACCIDENTE
TRIAGE BASICO
ATENCION MINIMA
EVACUACION A CENTRO DE ATENCION
POSIBILIDAD
Caos. Se yuxtaponen la organización del
incidente con la organización receptora.
118
PLANIFICACION HOSPITALARIA
CAP. IV
SISTEMAS DE ATENCION DE VICTIMAS EN MASA
n
Requiere una necesaria articulación de los componentes:
• Servicios cotidianos de emergencia satisfactorios.
• Procedimientos adecuados para la coordinación diaria.
• Transición rápida y eficaz entre lo cotidiano y lo contingente.
• Protocolos para la atención masiva de pacientes.
D EFINIC IONES
Evento víctima en masa: Nº de víctimas suficientemente elevado
y que altera el curso normal de las secuencias de emergencia y atención
de salud.
n
Ser vicio de Emergencia: Servicios destinados a responder de manera
cotidiana a situac ion es de emergencia. Ej. bomberos, socor ristas,
unidades de emergencia de hospitales
n
Servicio de atención de Salud: Servicios destinados a prestar
atención de salud a cualquier tipo de paciente agudo o crónico.
n
Atención de víctima en masa: Es la dirigida a las víctimas de un
evento con un saldo numeroso de heridos con el objeto de reducir al
mínimo las discapacidades y pérdidas de vida.
n
Sistemas de atención de víctimas en masa: Grupo de unidades
organizaciones y sectores que funcionan conjuntamente aplicando
procedimientos, para reducir al mínimo las discapacidades y las pérdidas
de vida, ocasionadas en siniestros que gen eran demanda masiva,
mediante la utilización eficaz de todos los recursos disponibles.
n
• El sistema de atención se basa en:
1. Protocolos: de rutina y de emergencia
2. Eficiencia y Eficacia en el uso de los recursos
3. Respuesta Multisectorial
4. Estricta coordinación: planificada
• El sistema de atención se establece para:
1. Agilizar los procedimientos.
2. Establecer una respuesta multisectorial coordinada
3. Reestablecer con prontitud los servicios.
119
PLANIFICACION HOSPITALARIA
n
CAP. IV
Sistema de Atención Básica
ORGANIZACION
PREHOSPITALARIA
ORGANIZACION
HOSPITALARIA
ZONA DE IMPACTO
Búsqueda
Rescate
1º Auxilios
Atención en foco
PLAN DE
CONTINGENCIA
HOSPITALARIA
PUESTO DE MANDO
Triage
Estabilización
Evacuación
CONTROL DEL
TRANSITO Y
REGULACION
DE EVACUACION
PUESTA EN MARCHA SISTEMA DE ATENCION
1.
2.
3.
4.
Un depar tamento de urgencia hospitalaria eficiente.
Red Básica de radiocomunicaciones.
Protocolos de coordinación.
Brigada de rescatistas.
ORGANIZACION EN EL HOSPITAL
Una buena organización de la atención que un hospital puede otorgar
ante un evento que produzca una gran demanda de pacientes lesionados
permite:
• Movilizar organizadamente los recursos.
12 0
PLANIFICACION HOSPITALARIA
•
•
•
•
•
CAP. IV
Coordinar con la atención pre-hospitalaria.
Manejar los enfermos hospitalizados y el flujo de víctimas.
Manejar la atención masiva sin colapsar.
Manejar el adecuado flujo de evacuación de enfermos.
Manejar la infor mación adecuadamente y actualizamente.
Se requiere de un plan específico, divulgado, probado y actualizado.
ACTIVACION DEL PLAN Y SUS ETAPAS
1 . Proceso de alerta: La alerta debe estar originado en el centro de
comunicaciones, se comunica directo con enfermera o médico de turno
e n unidad es de e mergenc ia. En conjun to con equi po dire ctivo
hospitalario y comité de emergencia se tomará decisión de activar el
plan. Operador telefónico activa las llamadas.
2. Movil ización: Los móvile s asistirán al sitio del evento si se
encuentran a una distancia menor de 20 minutos o existe una gran
cantidad de víctimas. El personal hospitalario clave se debe presentar
de inmediato (director, subdirectores, enfermera coordinadora, jefe de
abastecimiento, jefe de farmacia, jefe de laboratorio, personal de
lavandería, esterilización según turno pre-establecido). El personal de
refuerzo se presenta a medida de lo que se requiera a nivel del sitio de
evento si no existe una organización prehospitalaria distinta al personal
del hospital. Rota en forma centrípeta, siendo el núcleo las áreas clínicas
de: emergencia, cirugía, pabellón, laboratorio, Rx, UCI.
3. Areas claves: Urgencia, pabellón, cirugía, laboratorio, Rx, Uci.
4. Areas de apoyo cl aves: Abastecimiento, seguridad, mantención,
lavandería, alimentación, comunicaciones.
5. Coordinación con otros sectores: Policía, Bomberos, Cr uz Roja,
R adioaficionados y voluntarios.
6. Puesto de mando y comunicaciones en el hospital: Sala amplia
para 10 persona pre equipado con radio, telex, fax, fono.
7. Preparación para recibir víctimas: Organización preestablecida
en relación uso de pabellón, camas, alta precoz de pacientes.
8. Cálculo de la capacidad del hospital: Depende del número de
camas y del equipo médico que a su vez depende de la capacidad
quirúrgica y de las UCI. Organizado el triage que requiere mas o menos
12 1
PLANIFICACION HOSPITALARIA
CAP. IV
2 minutos por paciente, continúa la atención de cada paciente que se
calcula que requiere alrededor de 2 horas para operar o para estabilizar.
Por tanto si cada equipo quirúrgico necesita cirujano, anestesista y
personal de apoyo, se calcula periódicamente según número de víctimas
y de equipos, informando posteriormente al puesto de mando.
9. Zona de áreas hospitalaria en la contingencia. Area roja, amarilla
verde, negra y de fallecidos
R EFE RE NC I AS
1. Documento conferencia mu ndial Yo ko homa Japó n: Com prom iso del d ecenio intern acio nal para
redu cción de los desastres naturales. 1 994
2. Bitran Daniel, Im pacto Econ ómico de los Desastres Naturales en Infraest ructura de salu d, lc/
nex/l291 .2
3. OPS Disaster Mitigati on Guidelines for h ospitals an d other h ealth care facilities in the caribbean.
Enero 1992
4. OPS Mitigación d e desastres en las instalaci ones d e salud. Vol. 1, 1993 Aspectos gen erales y capitu lo
5 : Aspecto s administrativos.
5. OPS Mitigación de d esastres sí sm icos en las instalaciones de salud Volu men 2, 1993
6. OPS Establecimiento de un modelo de atención. Del program a de preparativos para situaci ones de
emergencia y socorro en casos d e desastres: Dr.Jean Louis Bordonado.
7. Enferm ería en desastres. Planificación - Evaluación e Intervención. Loretta Malm Garcia 1989 cap.
Planificación para caso s de desastres y o tros aspectos adm inistrativos en situación m asiva extrema.
12 2
Capítulo V
TRAUMATOLOGICO - NEUROLOGICO
TRAUMA ABDOMINAL
Autor:
DR. JULIO IBARRA C.
I NTR OD UC CIO N
Los traumatismos ocupan la primera causa de muerte en los primeros
cuatro decenios de la vida. Su incidencia aumenta cada año por los accidentes
automovilísticos y la inseguridad en las zonas urbanas. En trauma contuso
las tasas de mortalidad son más elevadas, quizás por los problemas para un
diagnóstico seguro; sin embargo, con el progreso de la tecnología y con las
ayudas complementarias como los medios de transporte, antisepsia, anestesia,
transfusiones, antibióticos, unidades de cuidado intensivo, soporte nutricional
y metabólico, y desde luego una adecuada cirugía, se han alcanzado resultados
exitosos.
PRIORIDAD POR LESION
De acuerdo con lo inmediato de la lesión, hay tres categorías de
pacientes. El primer gr upo incluye lesiones que interfieren con la función
fisiológica vital y en consecuencia amenazan la vida de inmediato como
obstrucción de la vía aérea y controlar la hemorragia. Es posible que este tipo
de lesionado requiera tratamiento quirúrgico por una hemorragia inter na
masiva en el transcurso de 5 a 10 minutos de su arribo a la sala de urgencias.
Cuando estos pacientes ingresan a la sala de urgencias es necesario avisar al
quirófano y no perder el tiempo. Con frecuencia el control de las hemorragias
depende de una toracotomía o una laparotomía rápidas para excluir vasos
mayores lesionados.
Un segundo grupo de pacientes son los que presentan lesiones que no
implican un peligro inmediato para la vida. Comprende a quienes han recibido
heridas por ar ma de fuego, arma blanca o traumáticas en el tórax y abdomen
pero cuyos signos vitales son estables. La mayoría de los pacientes lesionados
corresponde a este grupo. Aunque requerirán cirugía en el transcurso de 1 a 2
horas, hay tiempo para obtener información adicional.
El tercer grupo de pacientes corresponde a aquellos con lesiones que
producen daño oculto y está constituído principalmente por quienes han
12 3
TRAUM A ABDOMINAL
CAP. V
sufrido un traumatismo contuso del abdomen que quizás requieran una
intervención quirúrgica y en quienes no es evidente la naturaleza exacta de la
lesión. En estos pacientes suele haber tiempo para estudios extensos de
laboratorio, rx, y un examen físico más completo.
El trauma abdominal constituye un desafió para el equipo médico, el
examen clínico acucioso es extremadamente importante, para una correcta
interpretación del cuadro. Las injurias no reconocidas continúan siendo una
lamentable causa de muerte en el trauma abdominal. Los signos peritoneales
son en general sutiles u oscurecidos por el dolor de injurias asociadas o
enmascaradas por T.E.C. o intoxicaciones. Hasta un 20 % de los pacientes
con hemoperitoneo agudo presentan un examen abdominal normal al ser
valorados por primera vez en la sala de urgencias. Más aún, la cavidad peritoneal
puede ser el reservorio de una gran pérdida sanguínea oculta. Cualquier
paciente que haya sufrido una lesión grave por desaceleración o una herida
penetrante en el torso debe considerarse como víctima potencial de una herida
visceral abdominal.
Para un acercamiento diagnóstico deberá conocerse el mecanismo del
trauma, por ejemplo:
La elevación súbita de la presión intraabdominal pueden producir
ruptura de víscera hueca o estallido de órganos sólidos.
La compresión de las vísceras entre la fuerza aplicada a la pared anterior
contra la pared posterior puede producir injurias por compresión.
Desaceleraciones bruscas causan desgarros de órganos o pedículos
vasculares.
El factor principal en la evaluación y el manejo del trauma abdominal
no es llegar al diagnóstico exacto de un tipo especifico de lesión, sino
deter minar que existe una lesión intrabdominal y que se re quier e una
intervención quirúrgica.
12 4
TRAUM A ABDOMINAL
CAP. V
En las distintas literaturas todos coinciden en el baso, que es el órgano
más afectado, seguido por el higado, mesenterico, urológico, páncreas, intestino
delgado, colon, duodeno, vásculares, gástricos y vesícula viliar.
El abdomen consta de tres compartimientos anatómicos que pueden
considerarse separados. El peritoneo, el retroperitoneo y la pelvis.
La cavidad peritoneal puede dividirse en dos segmentos: el intratorácico
y el abdominal. El abdomen intratorácico es la parte que está cubierta por el
tórax óseo, e incluye el diafragma, el hígado, el bazo, el estómago y el colon
transverso. El diafragma puede subir hasta el cuarto espacio intercostal durante
una espir ación pr ofunda , p or lo que en un trauma tor ácico in ferior ,
especialmente por heridas penetrantes, hay gran riesgo de lesión visceral
abdominal.
La presencia de fracturas de costillas inferiores aumenta la sospecha de
una lesión hepática y/o esplénica.
El retroperitoneo contiene la aorta, la vena cava, el páncreas, los riñones,
y los uréteres, así como segmentos del colon y el duodeno. Las lesiones en las
vísceras retroperitoneales son muy difíciles de reconocer porque el área es de
difícil acceso al examen físico y tampoco pueden valorarse con el lavado
peritoneal.
En la pelvis se encuentra el recto, la vejiga, los vasos ilíacos, y en las
mujeres, los genitales internos. El diagnóstico temprano de estas lesiones se
dificulta debido a su localización anatómica.
H I S T O R I A
Los detalles del accidente son de especial utilidad en la evaluación inicial
del trauma cerrado múltiple. Esta importe información debe obtenerse del
personal pre-hospitalario que atendió al paciente antes de llegar al hospital.
Entre las preguntas más importantes están: hora del accidente, mecanismo y
velocidad estimada del impacto, daños a los vehículos accidentados, uso y
tipo de cinturones de seguridad, y condición de las demás víctimas del
accidente. Algunos de los datos más valiosos en la evaluación de las lesiones
penetrantes son: la hora, el tipo de arma , el calibre del arma de fuego, distancia
del agresor, él numero de puñaladas o disparos recibidos, y la cantidad de
sangre en el lugar de los hechos. El paciente, si está consciente, es el más
indicado para suministrar la mayoría de estos datos, pero la policía también
puede haberlos obtenido durante la investigación preliminar.
12 5
TRAUM A ABDOMINAL
CAP. V
EXAMEN FISICO
La presencia de signos claros de irritación peritoneal, defensa muscular
involuntaria, sensibilidad difusa o presencia de rebote, justifican practicar
con p rontitud un a la parotomía sin efectuar exámene s conf irmator ios
adicionales. El examen físico debe practicarse en forma meticulosa y en la
secue ncia convencional, es decir, inspección, auscultac ió n, percusión y
palpación.
El paciente debe ser desvestido completamente. Se debe inspeccionar
el abdomen anterior y posterior así como el tórax inferior en busca de
abrasiones, contusiones, laceraciones y heridas penetrantes. Debe rotarse al
paciente para practicar un examen completo; con frecuencia se pasa por alto
la exploración del espalda y el perineo. El abdomen se debe auscultar para
determinar la presencia de r uidos intestinales, la presencia de sangre o
contenido entérico así como lesiones extra abdominales (fracturas costales,
columna y pelvis) pueden producir íleo. Un soplo que aparece después de un
traumatismo sugiere una fístula arteriovenosa importante.
La pe rcusión ab domina l después d e un tr auma tiene c omo fin
primordial producir dolor sutil de rebote. La palpación ofrece información
subjetiva como objetiva. El paciente puede localizar su dolor, el dolor precoz
es por lo general de origen visceral, y por lo tanto está mal localizado. La
defensa involuntaria de los músculos es un signo confiable de irritación
peritoneal.
El examen rectal es un componente importante del examen abdominal.
Los objetivos principales de este examen, en caso de heridas penetrantes son:
buscar la presencia de sangre que indica la perforación intestinal, y determinar
el tono del esfínter para evaluar la integridad de la médula espinal. Después
de un trauma cer rado, se palpan las paredes del recto para determinar la
presencia de elementos óseos fracturados y la posición de la próstata en relación
a la r uptura uretral. Puede producirse una laceración de la vagina como
consecuencia de heridas penetrantes o fragmentos óseos provenientes de una
fractura pélvica.
MANEJO INICIAL
La prioridad es la resucitación A,B,C,D,E. El tratamiento específico de
las lesiones del trauma abdominal no debe sustituír estas medidas críticas
destinadas a optimizar la distribución de oxígeno y la perfusión tisular.
• Muestras de sangre: Debe incluirse Hto, recuento de blancos total y
12 6
TRAUM A ABDOMINAL
CAP. V
diferencial de leucocitos, y determinación de la amilasa sérica, grupo y
Rh. Estas pueden variar por lo cual son impor tantes.
• Sonda nasogástrica: Esta se realiza con fines terapéuticos y como
diagnósticos, así disminuye el contenido gástrico y se pr eviene la
aspiración. La presencia de sangre en el contenido gástrico sugiere una
r uptura en el tracto gastrointestinal superior. En el caso de fractura
maxilofacial severa, la S.N.G. debe introducirse por la boca. Si existe
un a fr actur a de la lámina crib ifor me, la S.N.G. puede desvi arse
accidentalmente al cráneo.
• Sonda vesical: Descomprime la vejiga y permite el monitoreo del
gasto urinario, además se puede detectar hematuria. Si hay sospecha de
fractura pélvica, el examen rectal debe realizarse antes de insertar la
sonda vesical. Las contraindicaciones para colocar una sonda vesical
son: próstata alta, sangre en el meato urinario, o hematoma escrotal.
En esta situación y si es posible palpar la vejiga, se debe considerar la
posibilidad de realizar una cistostomía suprapúbica percutánea.
• Radiografías diagnósticas : Lo s estudios radio gráf icos deben
plantearse de acuerdo con el estado general del paciente y con el
mecanismo de la lesión. En el trauma cerrado múltiple, las radiografías
más impor tantes en orden prior itario son: La later al de columna
cer vical, tórax, y pelvis. La pr esencia de aire libre por debajo del
diafragma o de aire extraluminal en el retroperitoneo indica una ruptura
de víscera hueca, y exige una laparotomía de urgencia.
Todas las l esiones penetrantes de la pared abdominal se exploran
localmente en la sala de urgencias para establecer si hay penetración a la
cavidad abdo minal. La exp loración suele llevarse prep ar ando el áre a,
infiltrando con anestesia local y extendiendo la herida si fuese preciso par
seguir definitivamente su trayecto. De ninguna manera debe explorarse una
herida a ciegas. Si el trayecto finaliza antes de penetrar la cavidad peritoneal
(esto ocurre en aproximadamente la mitad de los pacientes a los que se realiza
esta exploración) la herida debe ser tratada como una laceración profunda.
Cuando no es posible establecer el grado de penetración o la herida penetró
la cavidad abdominal, se explora el abdomen y se debe excluír la afectación
de alguna víscer a. La morbilidad y la mor tal idad por una exploración
abdominal negativa es insignificante, pero cuando no se diagnostican lesiones
como las de colon o hígado durante varias horas es posible que se desarrolle
peritonitis y otras complicaciones.
Todas las heridas del abdomen por arma de fuego deben explorarse sea
obvia la penetración o no. Las ondas de choque por heridas con arma de
12 7
TRAUM A ABDOMINAL
CAP. V
fuego no penetrante de la pared abdominal pueden seccionar transversalmente
con facilidad el intestino o lacerar hígado o bazo sin penetrar la cavidad
abdominal. Casi todas las heridas penetrantes por arma de fuego dañan un
vaso, un órgano o una víscera hueca.
Los Traumatismos contusos del abdomen pueden producir lesiones
intraperitoneales o retroperitoneales graves con alteraciones físicas mínimas.
Es posible que no se pierdan los ruidos intestinales durante varias horas y en
el transcurso de hasta 18 horas no se evidencie alguna pr ueba de lesión
retroperitoneal o intraabdominal.
En pacientes con lesiones por traumatismos contusos del abdomen
con: datos físicos equívocos (Las fracturas de las costillas inferiores y las
fracturas de la pelvis y de la columna lumbar pueden enmascarar los hallazgos),
poco confiable por alteración del conocimiento asociado a la ingestión de
sustancias intoxicantes,T.E.C. o paraplejia, imposible de realizar debido a
que el paciente es sometido a estudios radiológicos prolongados o a anestésia
general para el tratamiento de lesiones extrabdominales puede practicarse un
lavado peritoneal diagnóstico al inicio del período de observación. También
se indica el lavado peritoneal diagnóstico si hay hipotensión o pérdida de
sangre (disminución del hematocrito) inexplicable. Una punción para lavado
positiva tiene una precisión diagnóstica del 95%. El resultado negativo no
descarta una lesión intrabadominal y debe vigilarse mediante lavado peritoneal
o estudios de TAC. Los pacientes con signos de irritación peritoneal requieren
laparotomía exploratoria incluso cuando el lavado peritoneal es negativo.
En general, el apropiado manejo del trauma abdominal depende de la
evaluación inicial cuidadosa, la adecuada solicitud de exámenes y una terapia
rigurosa para solucionar los problemas hemodinámicas iniciales.
E X P L O R A C I O N
Todas las exploraciones abdominales en los adultos se realizan a través
de una incisión media larga por su versatilidad. En los niños menores de 6
años conviene una incisión transversal. Si el paciente ha estado en choque o
presenta inestabilidad hemodinámica no debe intentarse el control de las
hemorragias de la pared abdominal hasta que se identifiquen y controlen las
principales fuentes hemorrágicas.
La hemorragia masiva que puede encontrarse al abrir el abdomen casi
siempre se debe a lesión del hígado, aorta, vena cava inferior o vasos iliacos.
Si el origen es el hígado debe aplicarse de inmediato una pinza en el pedículo
hepático (maniobra de Pringle). Luego se comprime el hígado hacia atrás,
12 8
TRAUM A ABDOMINAL
CAP. V
para lo cual se colocan varias compresas entre la lesión hepática y el lado
inferior de la pared torácica anterior derecha. Esta combinación de maniobras
controla temporalmente la hemorragia de casi todas las lesiones hepáticas a
las que puede sobrevivir el sujeto.
Si la hemo rragia masiva se origina cerca de la línea media en el
retroperitoneo, se aplica presión manual directa con una compresa, se expone
la aorta a nivel del hiato diafragmático y se le aplica una pinza. En la pelvis se
utiliza el mismo abordaje, excepto que puede aplicarse una pinza infrarrenal
con mayor facilidad y seguridad porque se evita la isquemia esplácnica y
renal. Las lesiones de los vasos ilíacos representan un problema particular
para el control urgente de la hemorragia. Como hay tantos vasos grandes
cerca con frecuencia se obser van muchas lesiones vasculares. Las lesiones
venosas no se controlan con la colocación de una pinza en la aorta. Una
maniobra útil en estos casos es el aislamiento vascular pélvico. Las pinzas
aór ticas proximale s al h ematoma también repr esentan una precaución
prudente para los pacientes estables con grandes hematomas de la línea media.
R EFE RE NC I AS
1. Trauma Abdo minal en Libro del estudiante d el A.T.L.S. 19 88 capitulo 5 11 7-13 2.
2. Trauma abdom inal en Principios de cirugía ; Schwartz ; 6ta edición ; Vol I ; 179-184 : 1997.
3. Critical Care Medicin e ; Blun t Trau ma; Shoemaker W; Vol 1 6 1119 -12 08.198 8.
4. Trauma Abdo minal Diagn ostico por por Imagenes en Manejo Del P aciente Critico ; Georgette Pose
; 50-56 ;1 993.
5. Contu sión abdomin al comp licada en Cu ad ernos Chilenos de cirugía XXXIII Con greso An ual P aciente
Qui rúrgico Critico ; Go nzalo Lo pez ; 104-111 ; 1989.
12 9
ENFERMERIA EN TRACCION
TRANSESQUELETICA (TTE)
Autore s: E. U. RAQUEL BELMAR V.
E. U. JENNY GONZALES
I NTR OD UC CIO N
Es una técnica utilizada en traumatología y ortopedia, realizada por el
médico en la cual tiene una alta participación enfermería como apoyo.
Consiste e n la i nse rción de un metacl avo Kirshner o Steinman
directamente en el hueso, el cual a través de un sistema de estribo, piola y
pesos ejerce una tracción contínua, logrando la inmovilización de una fractura
por tiempo prolongado.
El objetivo de la tracción transesquelética es:
•
•
•
•
Conseguir alineamiento y estabilidad transitoria de la fractura.
Disminuír el dolor
Favorecer el cuidado de tejidos blandos
Eventualmente promover la formación de callo óseo
TIPOS DE TRACCIONES UTILIZADAS ACTUALMENTE
CRANEO CERVICALES
TRANSOLECRANEANA
EXTREMIDAD SUPERIOR
TRANS METACARPIANA
SUPRA CONDILIA
TRANSCALCANEA
EXTREMIDAD INFERIOR
TRANSTIBIAR
1 . Tracción Cráneo cervical
Se usa para reducir y estabilizar una luxo fractura de columna cervical.
Se utiliza el compás de Crutshfield que va inserto en ambos lados del
cráneo en la zona temporal o parietal y mediante piola que pasa por
una roldana se le agregan pesos a la tracción indicada por el medico,
13 0
ENFERM ERIA EN TRACCION...
CAP. V
que se basa en radiografías secuenciales que controlan su efecto. Se
debe ejercer contratracción mediante alzacatre en la cabecera de la cama
la que se ha invertido previamente.
También se usan en este tipo de fracturas el Halovest, especie de corona
de metal con púas que van insertas en cuatro puntos del cráneo y luego
de instalado se complementa con una chaqueta que lleva soportes para
el Halo, permitiendo la deambulación del paciente traccionando y
fijando la lesión.
2. Tracción transolecraneana (Figura 1):
Esta indicada en:
•
•
•
•
Fracturas de antebrazo y húmero asociadas.
Fracturas supracondilias
Severa conminución de fractura intraarticular
Lesiones de piel que impiden tratamiento quirúrgico u ortopédico.
FIG. 1
3. Tracción Supracondilia ( Extremo distal del fémur)
Esta indicada en :
• Fractura de fémur.
• Fractura de cotilo.
13 1
ENFERM ERIA EN TRACCION...
CAP. V
FIG. 2
4. Tracción Transtibial
Esta indicada en:
•
•
•
•
Fractura de diáfisis femoral.
Fractura de cadera.
Fractura de pilón tibial.
Co mbinadas.
5. Tracción Transcalcánea
Esta indicada en:
•
•
•
•
Fracturas de pierna.
Daño de partes blandas.
Fractura de pilón tibial.
Co mbinadas.
INDICACIONES GENERALES
En todas las TTE instaladas en extremidades inferiores se deben elevar
los pies del catre mediante alzacatres para favorecer la contratracción.
Siempre se debe tomar la precaución de que la piola no roce ningún
punto del catre u otro anexo para no disminuír el efecto de tracción.
Los kilos que se colocan para la tracción corresponden generalmente al
10% del peso corporal del individuo, pudiendo ser inferior para evitar daños
tisulares por exceso de roce y de acuerdo a tolerancia del paciente.
13 2
ENFERM ERIA EN TRACCION...
CAP. V
El sitio elegido para la inserción del Kirschner va de acuerdo a la técnica
de corrección definitiva que se programe para cada paciente, por ejemplo si se
decide instalar un clavo endomedular en fractura de fémur no se colocará
tracción supracondilia.
C OM P LICAC IO NES
1 . Derivadas de la instalación, pueden producirse lesiones neurológicas,
lesiones vasculares o sangramiento al dañar estructuras nobles asociadas.
2. Infección en el sitio de inserción del Kirschner por asepsia inadecuada
durante la instalación y o mal cuidado posterior del clavo.
3. Problemas derivados por la inmovilidad como escaras por decúbito,
infecciones respiratorias, urinarias y alteraciones gastrointestinales
(estitiquez).
4. El paciente puede presentar trastorno en la esfera emocional.
COME NTA RI OS
La TTE con las técnicas quirúrgicas actuales es menos utilizada como
tratamiento definitivo de una fractura.
Desde el punto de vista terapéutico, es importante en el logro de la
alineación de la fractura, favorecer la mejoría de la piel y tejidos blandos para
soportar cirugía y en el transporte de un paciente actuando como analgésico.
ATENCION DE ENFERMERIA EN PACIENTES
CON TRACCION TRANSESQUELETICA
I. INSTALACION DE LA TRACCION TRANSESQUELETICA
Primeramente, veremos la participación de Enfermería en la instalación
de una tracción transesquelética.
1 . Preparación de equipo, el cual está compuesto por:
a) Caja estéril de tracción, que contiene:
- Clavos o alambres Kischner y Steiman de diferentes números.
- Motor percutor de baja presión.
- Llaves de punta y corona y llave de copa.
- 2 copelas.
- Paño cerrado y perforado.
13 3
ENFERM ERIA EN TRACCION...
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
i)
j)
g)
h)
CAP. V
Estribos o compás de Crushfield.
“S” metálicas.
Piola o lienza.
Férula de Brawn.
Roldanas o poleas.
Pesos que pueden ser de fierro o bolsas de arena.
Guantes estériles.
Povidona yodada al 10%.
Tijera para recortar pelo.
Dimecaína.
Alzacatre.
2. Preparación de área:
Se debe si es necesario recortar el pelo de la zona en la cual se va a
trabajar, limpiando la piel con una solución jabonosa.
3. Preparación sicológica del paciente:
Se debe tranquilizar al paciente, explicándo le en que consiste el
procedimiento. Acomodar posición del paciente.
PROCEDIMIENTO DE INSTALACION DE LA
TRACCION TRANSESQUELETICA
1 ) Una vez pr eparada la pi el, el médico y la enfer mera colocan
extremidad inferior fracturada sobr e la fér ula de Br own (Figura 3) y la
acomodan en la mejor posición para el procedimiento.
Figura 3:
Férula de Brown
13 4
ENFERM ERIA EN TRACCION...
CAP. V
2) El médico se coloca los guantes estériles y pincela la piel con
antisépticos en ambos lados (entrada y salida del clavo). Luego infiltra las
zonas con lidocaína. Ubica el punto de inserción del clavo con el motor
percutor con clavo instalado en el extremo, lo traspasa a través del hueso
elegido.
3) La enfermera pasará el estribo previamente elegido al médico, quien
lo instala a ambos lados del clavo ajustándolo con las llaves de copa y llave
punta corona para dar la tensión necesaria.
4) La enfermera colocará las “S” metálicas en los orificios del estribo y
anudará a ellas la piola con nudo corredizo. Acto seguido, pasará la piola por
la roldana ubicada en el extremo inferior de la férula de Brown y le agregará
los pesos indicados dejándolos caer suavemente.
5) El médico o enfermera pincela la entrada y salida del clavo con
antiséptico y coloca gasa estéril.
6) Se acomoda la extremidad en la férula y al paciente en su cama.
7) Cuando se trata de extremidad superior se colocan fierros con una
roldana al costado de la cama, por la cual se pasa la piola y se colocan los
pesos indicados (Figura 4).
Figura 4: Tracción lateral
13 5
ENFERM ERIA EN TRACCION...
CAP. V
8) Colocar alzacatre a los pies de la cama (extremidad inferior).
9) Registrar en hoja de enfermería condiciones del paciente, número
de pesos indicados y sitios de inserción del clavo.
ASISTENCIA DE ENFERMERIA EN LA INSTALACION DE UNA
TRACCION CERVICAL CON COMPAS DE CRUTCHFIELD
n
Obj etivo: Conseguir r educción o inmovilizar una luxación o
fractura cervical, evitando así provocar o aumentar el daño neurológico por
desplazamiento de los fragmentos óseos fracturados.
Se instala en la unidad del paciente con él en posición decubito supino.
Equipo:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
n
Caja estéril con compás de Crutchfield.
Bandeja de sutura.
Bisturí
Guantes estériles.
Solución antiséptica (Povidona al 10%)
Dimecaína ampollas.
Paño perforado y paño cerrado.
Jeringa de 5 y 10 cc.
Agujas desechables Nº23-22
Piola, alzacatre.
S metálicas.
Pesas.
Procedimiento:
a) Preparación del equipo.
b) Preparación sicológica del paciente.
c) Preparación del área: recorte de pelo y aseo con agua jabonosa
en ambos lados parietales.
d) El médico después de pincelar el área con solución antiséptica la
infiltrará con dimecaína, luego practica una pequeña incisión en la
prolongación de la apófisis mastoidea. Acto seguido instalará el
compás con las púas colocadas en las incisiones y girando las tuercas
laterales perforará la tabla externa de los parietales hasta fijar el
compás. Proteger sus salidas con gasa estéril (Figura 5). Se colocan
13 6
ENFERM ERIA EN TRACCION...
CAP. V
las “S” (2) y se anuda la piola dejándola pasar sobre una roldana y
colocarle los pesos indicados.
n
Consideraciones Generales
• Se debe registrar en hoja de enfer mería condiciones del paciente
antes y después de la instalación del compás.
• Se coloca el alzacatre en la cabecera de la cama para evitar que el
peso se lleve a paciente hacia atrás.
• Tomar radiografía de cráneo para comprobar que las púas del
compás estén ubicadas en la tabla externa de los parietales.
• Controles de ciclo y escala de Glasgow seriadas durante las primeras
24 horas para descubrir cualquier complicación, como por ejemplo
hematoma cerebral provocado por las púas del compás al traspasar
la duramadre accidentalmente.
Tratándose de pacientes generalmente tetraplégicos, los cuidados de
enfermería son muy importantes, en especial la parte sociológica.
Figura 5: Instalación de compás de Crutchfield.
13 7
ENFERM ERIA EN TRACCION...
CAP. V
II ATENCION DE ENFERMERIA
Deb emos pensar que e s un paciente con pérdida temporal de la
movilidad, generalmente prolongada. Los objetivos de enfermería deben
ser:
1 . Conservar una integridad estr uctural fisiológica de los sistemas
orgánicos, para ello se describen las siguientes acciones de enfermería:
• Enseñar y ayudar a realizar ejercicios de movilidad activa en los
miembros no afectados.
• Ayudar con los ejercicios pasivos en los miembros afectados, dentro
de los límites impuestos por la lesión.
• Hacer pequeños cambios posturales cada dos horas.
• Controlar y dar masaje en las zonas propensas a que haya presión
de la piel.
• Controlar el calor, sensación, movilidad de los dedos de manos y
pies en las extremidades dañadas, así como los pulsos periféricos en
dichas extremidades.
• Controlar la ingesta adecuada de líquidos y alimentos ricos en
fibra para impedir que haya problema en la eliminación vesical e
intestinal.
• Enseñar y controlar la realización de ejercicios respiratorios de
inspiración y espiración profunda (Triflow).
• Proveer dispositivos de acojinamiento en las zonas de prominencias
óseas, tales como picarones, taloneras, colchón antiescaras.
• Colocar aparatos de ayuda, como por ejemplo arco balcánico o
trapecio, para aumentar la capacidad de movilizar y cuidar de sí
mismo al paciente (Figura 6).
• Mantener higiene completa adecuada permitiendo y alentando la
participación del paciente dentro de sus posibilidades. Estimular la
máxima independencia.
13 8
ENFERM ERIA EN TRACCION...
CAP. V
Figura 6:
Arco balcánico
2. Evi ta r co mpli cacio nes secun dari as como inf ecci ón, heri das
accidentales, maceración de la piel, dolor y complicación de la fractura
como angulaciones o desplazamientos. Las siguientes acciones de
enfermería se describen para este objetivo:
• Curar diariamente, con alcohol o suero fisiológico los clavos o
alambr es, r egi stra ndo co ndici ones de la z ona e inf or mando
oportunamente al médico de alteraciones encontradas.
• Mantener protección de puntas de alambres o clavos con goma,
tela adhesiva, tubitos de silicona.
• Mantener ropa de cama y cubiertas de acojinamiento limpias, secas
y estiradas.
• Revisar a lo menos tres veces al día la cor recta alineación de la
extremidad traccionada y su correcta ubicación sobre la férula.
• Instruír al personal sobre la forma de lavar y secar adecuadamente
la extremidad traccionada con máxima precaución en el foco de
fractura.
• Instruír al paciente y al per sonal sobre la imp ortanc ia de la
continuidad de la tracción de modo que no se levanten ni se retiren
las pesas al realizar cualquier procedimiento.
• Instruír al personal, al paciente y a las visitas sobre evitar tropezar
y golpear las pesas y disminuír en todo lo posible la oscilación de la
cuerda al movilizar el catre.
13 9
ENFERM ERIA EN TRACCION...
CAP. V
3. Mantener la eficacia mecánica del montaje. Las siguientes son las
acciones de enfermería para este objetivo:
• Diariamente revisar nudos, cuerdas, pesos y poleas.
• En cuan to a liber tad de mo vi miento, bue n esta do, sitio y
colocación precisas:
• Que las pesas cuelguen libremente, sin roce ni apoyo de éstas o de
las cuerdas en parte alguna.
• Que los nudos de las cuerdas se encuentren fir mes y alejados de
las poleas.
• Que las piolas deterioradas sean reemplazadas.
• Que el peso sea el indicado por el médico.
• Que pernos y tuercas se encuentren firmes
Figura 7:
Sistema de Poleas
4. Pr opor ciona r apoyo emo cion al y sic ológico al pac iente. Las
siguientes acciones de enfermería se describen para cumplir este objetivo:
• Satisfacer en lo posible sus necesidades, aclarando dudas e
inquietudes.
14 0
ENFERM ERIA EN TRACCION...
CAP. V
• Solicitar colaborac ión de un equipo multidiscipl inario, para
disminuír la frustración y el aburrimiento del paciente.
• Promover actividades recreativas, especialmente de acuerdo a sus
aficiones y capacidades que les satisfagan.
• Prom over la vi sita de fam iliare s y ami go s que inte ractuen
positivamente y le transmitan apoyo, afecto y ánimo.
• Facilitar y examinar la expresión de sus sentimientos.
• Escuchar activamente.
• Ayudar al paciente a describir las consecuencias de la enfermedad
sobre las actividades cotidianas, ocupaciones y la familia.
• Dar esperanzas al describir situaciones en las que otros pacientes
han superado dificultades similares.
• Proporcionar información sobre las distintas estrategias que
aumentan o favorecen el alivio del dolor. (Concentración mental
dirigida, relajación, actividades recreativas, etc.)
R EFE RE NC I AS
1. DE FALME, “Atlas d e tratamiento de fracturas y luxacio nes”.
2. SCHMEISSER, “A clinical manual o f ort hopedic tractio n techniques”.
3. SCUDERI, C. “Atlas of o rtho pedic traction procedures”.
4. “Manual de enf ermeria I ST ”
14 1
MANEJO DE FRACTURAS EXPUESTAS
Autor:
DR. ANTHONY JACKSON S.
I NTR OD UC CIO N
Las fracturas expuestas son aquellas que comunican en forma directa el
foco fracturario y su hematoma con el medio ambiente a través de una herida
de la piel.
Como consecuencia, existe de regla de contaminación bacteriana de la
herida, variados grados de daño tisular y desvascularización que favorecen el
desarrollo bacteriano y significativa alteración en el proceso natural de la
consolidación ósea.
El pronóstico en las fracturas expuestas está determinado primariamente
por la cantidad de tejido blando desvitalizado y el tipo y cuantía de la
contaminación bacteriana.
El objetivo más importante en el tratamiento de las fracturas expuestas
es rescatar la extremidad y su función lo más pronto y completo posible. Para
lograr esto, se debe prevenir la infección, restaurar los tejidos blandos, lograr
la consolidación ósea e instaurar una rehabilitación precoz. De estos, lo más
importante es evitar la infección.
ETIOLOGIA Y MECANISMO DE LESION
La magnitud del daño tisular generado por un traumatismo sobre una
extremidad depende directamente de la energía aplicada a un área determinada
y se expresa en la ecuación E=MV 2/2, en donde E es la energía cinética, M
la masa y V la velocidad al cuadrado. Esta ecuación hace referencia a que el
daño potencial sobre el cuerpo originado por una colisión, dependerá de la
resistencia del tejido y de su capacidad de absorber o disipar la energía.
En la vida civil estamos expuestos al riesgo de sufrir un traumatismo
de alta energía. Los accidentes motorizados son la primera causa en generar
fracturas expuestas, en especial los choques vehiculares de motocicletas y
automóviles. También liderará este tipo de traumatismo los atropellados por
vehículos y las caídas y aplastamientos. Son menos frecuentes las fracturas
14 2
MANEJO DE FRACTURAS EX PUESTAS
CAP. V
abiertas por ar mas de fuego.
F IS IO P AT OLO GIA
Las lesiones de alta energía que afectan el sistema músculo esquelético
se caracterizan por una disrupción masiva del tejido óseo y de las partes blandas
circundante s. Normalmente se introduce a la herida material extraño y
ba cteria s que gen era n segmento s tisu lares i squ émico s y d epr ivad os
metabólicamente. El hematoma local invade los tejidos blandos llenando
espacios muertos y creando un medio de cultivo ideal para el desarrollo
bacteriano.
En l as pr imer as ho ras post-trauma e xiste una mo vi lizac ión de
neurotróficos y macrófagos sobre la herida, pero más tarde los monocitos
son más frecuentes. Simultáneamente a nivel focal actúan serotonin a,
prostaglandinas y kininas liberadas por las plaquetas y también se activa la
cascada de la coagulación llevando a la dilatación vascular, que junto a
histamina, aumenta la permeabilidad vascular.
En una etapa más tardía, ocurre exudación de proteínas plasmáticas y
leucocitos. Algunos componentes del complemento facilitan la opsonificación
de bacterias y material extraño. Por último, se produce fagocitosis de bacterias
y material necrótico por neutrófilos y macrófagos.
Si se realiza una buena descontaminación de la herida y eliminación
del tejido necrótico, la respuesta inflamatoria se controla y la reparación tisular
comienza. Por el contrario, si existe contaminación masiva y tratamientos
locales insuficientes, la respuesta inflamatoria se potencia por liberación de
enzimas proteolíticas lisosomales provenientes de macrófagos muertos. Como
co nsecue ncia el tejid o n ecró tico aumen ta p otenc iando la re sp uesta
in flama to ria, l legand o incl uso a sín dro mes comp artam entale s y a la
diseminación de la infección.
C LASIFI CAC ION
En el capítulo de las fr actur as expuestas, la adec uada y pr ecisa
clasificación agrupando en categorías de gravedad lesional permiten delinear
un tratamiento apropiado, aventurar un pronóstico y comparar resultados.
Aquí fundamentalmente lo que se debe consignar son el grado de compromiso
cutáneo y de partes blandas, tipo de fractura, grado de contaminación y el
estatus neurovascular de la extremidad lesionada. Para este propósito, es casi
universalmente aceptada la clasificación de Gustilo y Anderson cuya mayor
14 3
MANEJO DE FRACTURAS EX PUESTAS
CAP. V
falencia fue el haber puesto mucha atención al tamaño de la herida, ya que
hoy sabemos que incluso fracturas mínimamente expuestas pueden ocultar
grandes lesiones de partes blandas, en especial del tejido muscular.
En las fracturas expuestas tipo I, la herida es menor de 1 cm., usualmente
una espícula ósea que rompe la piel de adentro a fuera, c on muy baja
contaminación y lesión de partes blandas. El rasgo fracturado por lo general
es transverso, oblicuo o espiroideo sin conminución.
La tipo II tiene una laceración cutánea de más de 1 cm., sin daño extenso
de partes blandas, con una fractura moderadamente conminuta.
La tipo III presenta extenso daño de partes blandas incluyendo la piel,
músculos y estructuras neurovasculares, con un alto grado de contaminación.
El plano óseo es conminuto o con fracturas segmentarias altamente inestables.
Las fracturas tipo III se dividen en 3 subtipos: tipo III A, en donde la
cobertura cutánea del hueso esta conservada. En la tipo III B, esta asociada a
extenso daño o perdida de tejidos blandos que impiden cubrir el plano óseo.
La tipo III C, es una fractura expuesta con daño vascular arterial.
La incidencia de infección en pacientes que tienen una fractura expuesta
se correlaciona directamente con la extensión del daño de partes blandas.
Para las fracturas Tipo I la frecuencia de infección es de 0% a 2%; para la Tipo
II de 2% a 7%; para la Tipo III de un 10% a 25%.
Las fracturas expuestas tipo III C tienen una frecuencia de infección
ente un 25% a 50% y de amputación de un 50% o más.
LESIONES VASCULARES EN FRACTURAS EXPUESTAS
En la actualidad por la mejoría en el tratamiento general de pacientes
po litrauma ti zados y el avance y c ompr ensión de l as le sio nes local es
traumáticas, más enfermos llevan a plantear el dilema de proceder al rescate
de la e xtr emidad o r ealiz ar una amp utación p rimar ia. Pa ra tratar de
estandarizar criterios que ayuden al rescate de la extremidad o realizar una
amputación primaria. Para tratar de estandarizar criterios que ayuden en la
toma de decisiones. Johansen y colaboradores desarrollaron un score de
severidad en extremidades gravemente lesionadas (MESS), basándose en energía
del trauma, estatus hemodinámico, grado de isquemia de la extremidad y la
edad del paciente. A pesar del intento por tratar de estandarizar criterios en la
toma de decisiones, aún este sistema no está plenamente validado y sólo debe
servir como referencia para el equipo quirúrgico al momento de decidir una
amputación.
14 4
MANEJO DE FRACTURAS EX PUESTAS
CAP. V
Las fracturas expuestas asociadas a lesión vascular presentan una
frecuencia de amputación que varia entre un 25% a un 90%. Las dos causas
mayores de amputación son la infección y la falla en obtener flujo arterial
dentro de las primeras 6 horas.
Las lesiones vasculares traumáticas de extremidad pueden presentarse
con una isquemia relativa o absoluta. La diferencia clínica de estas dos
situaciones dependen de la localiz ación del daño arterial y el grado de
compensación por afluentes colaterales. No es infrecuente ingresar a pacientes
con buenos pulsos distales y luego de la manipulación del foco de fractura y
partes blandas desarrollan una isquemia absoluta por un trombosis arterial
originada en un daño endoarterial inicialmente silencioso.
Luego de una reparación vascular la gran causa de falla está dada por la
infección de los tejidos circundantes y necrosis tisular local que llevan a una
trombosis secundaria.
Hay dos indicaciones absolutas de amputación primaria;
1 ) una lesión tipo III C asociada a lesión neurológica (ner vio tibial
posterior);
2) una lesión tipo III C con severa lesión de partes blandas, masiva
contaminación, fractura altamente conminuta o con pérdida de masa
ósea segmentaria.
Cuando uno decide el rescate de la extremidad gravemente lesionada
debe proyectar un resultado funcional que supere al que se obtendría con una
prótesis. Las amputacio nes diferidas conllevan un costo económico y
emocional mucho mayor en comparación a cuando se realizan en for ma
primaria.
Otra forma de compromiso vascular en fracturas expuestas es el
síndrome compar timental secundario a la respuesta inflamatoria que hace
edematizar los músculos cubiertos por sus naturales facias y vainas en cuyo
inter ior cursan ven as, arteri as y ner vios. Much os de estos síndro mes
compartimentales pasan inadver tidos por falta de sospecha y evaluación
apropiada, en especial por el concepto erróneo de que una fractura es expuesta
tiene un natural cauce de drenaje, pero los compartimentos en las extremidades
son independientes entre sí, de tal manera que deben ser evaluados por
separado.
14 5
MANEJO DE FRACTURAS EX PUESTAS
CAP. V
TR ATAM IENT O
Los objetivos en el tratamiento de fracturas expuestas son la prevención
de la infección, lograr la consolidación de la fractura y restaurar la función
de la extremidad. Los aspectos quirúrgicos del manejo incluyen; prolijo y
repetido debridamiento de la herida, estabilización de las fracturas, cobertura
cutánea e injerto óseo precoz. La antibioticoterapia efectiva también es un
factor de mayor importancia para prevenir infecciones. Todas las fracturas
expuestas deber ser consideradas una emergencia quirúrgica y los pacientes
evaluados inicialmente en forma minuciosa para detectar lesiones corporales
que puedan comprometer la vida. Es conveniente seguir las pautas de la ATLS
en lo que ha resucitación se refiere para no omitir lesiones potencialmente
graves. La mayoría de las veces las lesiones traumáticas de extremidades son
las más vistosas e impactantes de un politraumatizado pero éstas, rara vez
llegan a una hemorragia masiva que comprometa la vida. En un 40% a 70%
de los pacientes con fracturas expuestas se asocia una lesión de un órgano
vital como el SNC, tórax o abdomen.
IRRIGACION Y DEBRIDAMIENTO
El aseo quirúrgico en las fracturas expuestas es la acción más importante
en el tratamiento y la de mayor efectividad para prevenir la infección. En el
manejo pre-hospitalario de las fracturas expuestas, corresponde al equipo de
rescate descubrir la zona afectada, colocar un apósito absorbente estéril y
detener posibles hemorragias con sistemas de vendajes compr esivos. Los
torniquetes en las extremidades sólo se reservan a sangramiento de grandes
vasos y no deben mantenerse más de una hora.
U na vez llegado el enfermo a la unidad de emergencia el cirujano
traumatólogo a cargo realizará una evaluación de la herida en for ma visual
consignando el grado de contaminación, severidad en el daño de partes blandas
y el status neurovascular. Luego la herida será nuevamente sellada con un
apósito estéril hasta ser descubierta en pabellón.
En pabellón el cirujano debe hacer la evaluación real de la fractura y
metódicamente tratará la piel, músculos, tendones y plano óseo. Se establece
un primer campo quirúrgico para el tratamiento de partes blandas e irrigación
copiosa de la herida. El ideal es utilizar una solución electrolítica isotónica en
una cantidad entre 5 a 10 litros. El flujo de líquido puede ser inyectado a
presión para favorecer la limpieza por arrastre y descolgar partículas de material
extraño que queden atrapados entre las fibras musculares y espacios muertos.
La piel se amplia en bayoneta resecando los bordes contundidos. La grasa
14 6
MANEJO DE FRACTURAS EX PUESTAS
CAP. V
subcutánea, libre y desforrada deben ser desprendida de la dermis y puede
dejarse como injerto fenestrado sobre músculo viable.
El plano muscular es uno de los más importantes y difíciles de evaluar
en cuanto a su vitalidad. Los dos signos más fieles para cuantificar la vitalidad
del músculo son el calor y la contractibilidad.
Los tendones y fascias son de menor atención ya que rara vez están
primariamente lesionados, pero pueden sufrir desecación cuando quedan
expuestos al aire sin cobertura cutánea.
El plano óseo debe ser tratado con criterio biológico más que mecánico.
Cuando la fractura es simple, con trazos transversos, oblicuos, epiroideos o
en ala de mariposa, se reduce la fractura al mejor contacto posible. La vitalidad
de los bordes es imposible precisar en un primer aseo quirúrgico. En las
fracturas con fragmentos intermedios mayores unidos o no a su fuente de
irrigación muscular y perióstica, tienen que ser preser vados y monitorizada
su incorporación, ya que más de una vez, fragmentos catalogados como
perdidos nos dan la grata sorpresa de incorporaciones magníficas. En aquellas
fracturas de alta conminución preservaremos el máximo de tejido esponjoso
y las necrectomías ulteriores serán mezquinas y cuidadosas. Lo fundamental
es mantener el foco estable, con la extremidad cor rectamente alineada en
todos sus planos y sin acortamiento ni sobre elongación del foco. En fracturas
con pérdida de un segmento inicial, la estabilidad entre los segmentos evita
los procesos infecciosos que se desarrollan en los espacios muertos creados.
El debridamento e irrigación de la herida se repite de regla a las 24
horas o 48 horas en fracturas tipo III, permitiendo monitorizar la vitalidad de
los tejidos blandos, realizar necrectomías progresivas y movilización de detritus
que reducen la respuesta inflamatoria local.
ANT IBI OTI COT ER API A
La antibióticoterapia es terapéutica, y se instaura una vez hecho el
diagnóstico de fractura expuesta. Patzakis y Col demostró que la frecuencia
de infección fue de un 13,9% en un grupo de pacientes que recibió solo placebo,
comparado con un 2,3% en un grupo que fue tratado con cefazolina.
Antes de iniciar la antibióticoterapia se toman cultivos de la herida.
Los estudios clínicos de fracturas expuestas revelan que al menos un 70% de
las heridas están contaminadas con bacterias. Este porcentaje de cultivo (+)
de la herida se reduce notablemente luego del aseo quirúrgico inicial. Cabe
hacer notar que la toma de muestra debe ser para gérmenes aeróbios y
anaeróbios y preferiblemente obteniendo un trozo de tejido.
14 7
MANEJO DE FRACTURAS EX PUESTAS
CAP. V
Los cultivos iniciales de las heridas de fracturas expuestas han informado
mayoritariamente flora microbiana normal de la piel (estafilococos epidermis,
propionibacterium acnes, coyneobacterium y microco cus). Sin embargo
cuando aparecen bacilos Gram negativos la probabilidad de infección es más
alta. En ciertas condiciones hay gérmenes que se desarrollan con mayor
probabilidad; las heridas contaminadas en terrenos agropecuarios se pueden
contaminar con Clostridium perfringens, las heridas expuestas al agua se
asocian a un mayor desar rollo de Pseudomonas aeruginosa y Aeromonas
hydrophila. Una vez ingresado el paciente a recintos hopitalarios los cultivos
se positivisan a Pseudomo na y Estafilococo Aur eus, con fir mando l a
importancia de las infecciones nosocomiales en fracturas expuestas. Los
antibióticos se suministran por un período de 3 días y su mantención y
eventuales modificaciones dependerán de los signos clínicos de infección local,
grado de nocrosis y exposición de la herida al medio ambiente.
Es re come ndab le ini ciar el tratam iento con u na cef alospo rina
(cefazolina), en dosis de 2 grs. iniciales para continuar con 1 gr. cada 6 u 8 hrs.
Si la fractura está altamente contaminda se agrega al el esquema desde un
comienzo un aminoglicósido (gentamicina) para cubrir el espectro de Gram
negativo.
PROFILAXIS ANTITETANICA
Siempre en una fractura expuesta se debe realizar profilaxis antitetánica.
El clostridium tetani es un germen saprófito de la flora intestinal del hombre
y varios animales. La posibilidad infectiva es mayor en aquellas heridas que
han tenido contacto con el suelo en donde las heces abundan (granjas y ter renos
agrícolas).
La profilaxis antitetánica está bien normada en la actualidad, y depende
de l tip o de her ida, grado d e contam inac ión y los antec eden tes de
inmunizaciones antitetánicas que ha recibido el paciente.
ESTABILIZACION OSEA
La estabilización en fracturas expuestas juega un rol primordial en el
tratamiento ya que evita el daño agregado a las partes blandas vecinas al foco
fractuarario, favoreciendo su cicatrización; controla el proceso infeccioso local,
permite la movilización de las articulaciones vecinas y mejora el confort del
paciente, favorece el manejo de enfermería, permite realizar aseos quirúrgicos
repetidos en forma expedita y por último es el factor principal del cual depende
la consolidación de la fractura.
14 8
MANEJO DE FRACTURAS EX PUESTAS
CAP. V
En la etapa pre-hospitalaria y de traslados de los pacientes portadores
de fracturas expuestas, es necesario utilizar férulas apropiadas para cada
segmento óseo comprometido. En extremidades inferiores (fémur y tibia), es
de gran utilidad la férula de Thomas, que junto con dar un apoyo posterior a
la extremidad, efectúa tracción axial controlada lo que permite alinear en el
eje la fractura con alivio significativo del dolor.
Una vez evaluada la anatomía fracturaría y las condiciones de partes
blandas, el cirujano debe elegir la mejor opción de estabilización ósea, que
asegure la consolidación ósea y favorezca la cicatrización de partes blandas,
tratando de evitar las técnicas que desvascularicen aún más la zona fracturada.
Debemos pensar siempre con un criterio mecánico y por sobre todo biológico
al tratar estas fractur as. La desvascular ización pe riostal y endostal son
indeseables en estos casos.
En aquellas fracturas de mayor energía, altamente conminutas, con
segmento intermedios o defectos segmentarios primarios, la planificación
pre operatoria es mandatoria. En esto s casos la dec isión en el tip o de
etabilización ósea depende de la cobertura cutánea prevista. Es por esta razón
que podemos utilizar en la planificación pre operatoria e l conc epto de
estabilización transitoria en espera de las mejores condiciones locales que
permitan la estabilización definitiva que permita la consolidación ósea. En
las fracturas expuestas de tibia tipo I y II podemos optar al mismo método de
estabilización que regularmente empleamos en fracturas cerradas, ya que los
porcentajes de infección son menores al 5% siempre y cuando los criterios en
el tratamiento de la herida estén correctamente aplicados. De elecciones se
elegirá un clavo intramedular bloqueado sin fresado intramedular. Esta técnica
puede realizarse en f orma p rimar ia en la urgencia o en fo rma difer ida
estabilizando inicialmente la fractura con un fijador externo convencional o
de púas no transficciantes, e incluso instalar una tracción tranesquelética como
habitualmente se ocupa en el fémur. El cambio de un fijador externo a clavo
intramedular sobre los 10 días desde el inicio del tratamiento esta asociado a
porcentajes de infección sobre un 20%, lo cual hace este esquema riesgoso.
Otra corriente más convencional en el manejo de fracturas expuestas,
utiliza de regla en fijador externo con diferentes modalidades de dinamización
del aparato, y dejan la fractura consolidar con el fijador en situ, con o sin
aporte de injerto óseo, o terminan convirtiendo a un yeso de tipo funcional.
En las fracturas tipo III, por ende más complejas en su composición, la
vitalidad de los fragmentos óseos es incierto y sólo se hace evidente a través
de los aseos quirúrgicos repetidos dejando muchas veces defectos segmentarios.
Si el defecto óseo es mayor a 3 cm. o 4 cm., se debe utilizar una técnica de
14 9
MANEJO DE FRACTURAS EX PUESTAS
CAP. V
reemplazo óseo (autoinjerto óseo, aloinjerto, injertos óseos vascularizados) o
de regeneración ósea (transporte óseo o acortamiento – elongación). Si el
defecto óseo segmentario es predecible al ingreso del paciente, se puede utilizar
un fijador externo modular en la urgencia y después de delimitada el área
necrótica instalar el marco y sistema adecuado para un transporte óseo. Hoy
en día cumple pleno cometido la utilización del fijador externo híbrido, que
consiste en la unión de una o varias barras longitudinales al eje del hueso con
un anillo semi circular en el área metafisiaria proximal o distal. Este sistema
es altamente estable, los kirshner pueden resistir en su lugar tiempo prolongado
y permite realizar tr an spor te óse o o en su defecto acor tamien to de la
extremidad y luego elongación.
En resumen la fijación externa es una herramienta indispensable en el
tratamiento de fracturas expuestas ya que es mínimamente invasivo, otorga la
estabilidad suficiente y permite el manejo de las partes blandas.
COBERTURA CUTANEA
En las fracturas expuestas una vez terminado la debridación de partes
blandas y la estabilización ósea, la piel se debe dejar abierta. La cobertura
cutánea precoz de la herida es también un objetivo principal en el tramiento.
La herida abierta a pesar de ser sometida a debridamientos e irrigación seriada
es recolonizada por bacterias sobre los 10 días. El plano óseo idealmente debe
quedar cubierto para evitar su desecación y en este sentido es muy útil emplear
mioplastias locales primarias. En la pierna se puede transferir y rotar con
cierta seguridad el músculo soleo y gemelos, en especial para el tercio medio
y proximal de la tibia. El músculo expuesto resiste bien su exposición al medio
ambiente, granula con facilidad y aporta circulación y protección al plano
óseo evitando así las infecciones.
La herida puede ser cerrada con una sutura diferida, empleando injertos
dermoepidérmicos sobre las masas musculares, con colgajos fascios o músculos
cutáneos pequeños cuando se utiliza una técnica de Papineau, los bordes de
la herida epitilizan sobre el plano óseo en forma asombrosa. En defectos óseo
– cutáneos de mayor tamaño, sometidas a técnicas de transporte óseo, también
ocurre un verdadero arrastre de la piel cerrando en forma espontánea defectos
significativos sin tener la necesidad de realizar injertos musculares libres.
15 0
MANEJO DE FRACTURAS EX PUESTAS
CAP. V
R EFE RE NC I AS
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15 1
Capítulo VI
INFECCIOSO
SINUSITIS AGUDA EN UCI
Autor:
DR. RAUL CASTRO J.
I NTR OD UC CIO N
La sinusitis es una importante fuente de infección oculta en la unidad
de cuidados intensivos, y debería ser investigada en todo paciente con fiebre
sin un foco precisado. En cuanto a la prevalencia no hay consenso, ya que
lo s criter ios di agn ósticos n o son unif or mes y su con tribuc ión a la
epidemiología de las infecciones en la UCI no está claro (1).
I NCID ENCI A
La incidencia de la sinusitis en la UCI varía enormemente con un rango
de 0% a 100% (2, 3), esto por los diferentes criterios de diagnóstico empleados
en cada estudio, especialmente antes del año 1990, cuando sólo se consideraba
la presencia de signos radiológicos, con o sin secreción purulenta para hacer
el diagnóstico(4, 5, 6, 7, 8).
Los signos radiológicos, que incluso pueden ser encontrados en la
tomografía axial computada, como el e ngro samiento de la mucosa, la
opacificación o la presencia de niveles hidro-aéreos no predicen la presencia
de infección(8, 9, 10).
Otro factor a considerar es que las poblaciones estudiadas no han sido
uniformes, hallándose una incidencia mayor en los pacientes neuroquirúrgicos
que en los pacientes médicos o quirúrgicos(11).
Los estudios más recientes fueron realizados con criterios más uniformes,
encontrándose una incidencia que va entre el 18 y el 32%(8, 9, 10, 11)
FACTORES DE RIESGO Y PREVENCION
La intubación nasal representa el mayor riesgo, siendo éste de un 96%
y un 22.5% respectivamente para la intubación naso-traqueal versus la orotraqueal(10). En cuanto al uso de sondas nasogástricas no hay ningún estudio
que demuestre que éstas aumentan la incidencia de sinusitis, pero el sentido
15 2
SINUSITIS AGUDA EN UCI
CAP. VI
común dice que éstas al disminuír el adecuado drenaje de los senos paranasales
se convertiría en un factor de riesgo(1).
Por la anatomía de los senos paranasales no es sorprendente que la
intubación naso-traqueal aumente el riesgo de sinusitis. Los senos paranasales
están recubiertos normalmente por un epitelio pseudo-estratificado ciliado
de tipo columnar con glándulas sub-mucosas que proveen una capa de mucus
que es removido de la superficie por los cilios y llevado hacía el ostium para
su drenaje natural. Este drenaje puede estar reducido en el ostium lateral por
efecto de la inflamación y edema causados por la irritación y trauma local de
la mucosa. Además se agrega la obstrucción mecánica y el cr ecimiento
bacteriano que produce la sonda.
Otros factores de riesgo a considerar son la inmovilización de la cabeza,
el taponamiento nasal, uso de altas dosis de corticoides, fracturas craneales y
faciales, sedación e inconsciencia.
DIAGNOSTICO RADIOLOGICO
La evaluación clínica y la endoscopía nasal son el pilar del diagnóstico
de la sinusi tis en el paci ente ambulator io(12). Shapiro y R achele fsky
describieron criterios mayores y menores para el diagnóstico de sinusitis(11).
La presencia de 2 criterios mayores (tos y/o descarga purulenta naso-faringea)
o un criterio mayor y 2 menores (edema peri-orbitario, cefalea, dolor facial,
dolor dental, dolor de oídos, odinofagia, halitosis, respiración bucal o fiebre)
por más de 7 días sugiere una sinusitis aguda bacteriana. Sin embargo, el
diagnóstico en los pacientes de la UCI es mucho más difícil, puesto que, los
síntomas comunes como el dolor, cefalea y descarga nasal purulenta no están
presentes. Por ejemplo un estudio mostró que sólo el 27% de los pacientes
con diagnóstico radiológico y microbiológico de sinusitis tuvo descarga nasal
purulenta.
Existe controversia entre el uso de radiología estándar y el de la
tomografía axial computada (TAC) para el diagnóstico, encontrándose una
tasa de un 87% de concordancia entre ambas técnicas.
Para lograr una sensibilidad de un 88% con la radiología convencional
se deberían tomar por lo menos 5 placas en distintas posiciones, ya que, al
disminuír a 4, la sensibilidad podría caer en un 24%. Por lo tanto en el
diagnóstico actual de la sinusitis requiere del uso de la TAC.
Otro método diagnóstico actual es la ecotomografía de los senos
paranasales que tiene una sensibilidad de un 93% (13), pero una menor
especificidad , por lo que se tendría que utilizar como una prueba de screening
15 3
SINUSITIS AGUDA EN UCI
CAP. VI
solamente.
Por último cabe mencionar la Resonancia nuclear magnética, que es la
herramienta más sensible(14) y con la más alta resolución, pero es costosa y
po co prá ctica por e l tie mpo que dem ora el examen y po r a lgun as
contraindicaciones como el uso de marcapasos y cuerpos extraños metálicos.
Se concluye por lo tanto que el examen de elección es la TAC (15).
DIAGNOSTICO MICROBIOLOGICO
El diagnóstico de sinusitis infecciosa puede ser confirmado solamente
con la aspiración sinusal y un cultivo positivo. Normalmente los pacientes de
la UCI tienen colonizadas las fosas nasales con bacterias potencialmente
patógenas. Por lo anterior el riesgo de contaminación de una muestra de
aspirado es alto. Se ha intentado diferenciar colonización de la infección con
el uso de cultivos cuantitativos con un corte superior a 103µfc/ml, pero esto
no ha demostrado ser suficiente. Los cultivos positivos se correlacionan bien
con la presencia de polimorfonucleares, y por lo tanto, deberían estar presentes
si un cultivo va ser considerado positivo.
Antes de hacer una punción es muy importante realizar una estricta
desinfección, recomendándose el uso de una solución de povidona yodada
para diminuír el riesgo de contaminación. La inadecuada desinfección puede
ser responsable de cultivos falsamente positivos.
Los microorganismos más comúnmente aislados son:
Pseudomonas
Gram negativos: 60%
Escherichia coli
15.9%
7.6%
Streptococcus ß-hemolítico 4.3%
Staphylococcus species
15%
Gram positivos 31%
Proteus mirabilis
7.2%
Levaduras 8.5% siendo Cándida Albicans la que se ha aislado con mayor
frecuencia.
15 4
SINUSITIS AGUDA EN UCI
CAP. VI
TRATAMIENTO Y RESULTADOS
La sinusitis es una infección que se produce en un espacio cer rado y
debe ser tratada como tal. Se debe dar un tratamiento definitivo a todos los
pacientes diagnosticados ya que la falla o la falta de éste, están relacionadas
con sepsis severa, disfunción orgánica múltiple y muerte.
No existe un consenso sobre el tratamiento, pero las recomendaciones
incluyen:
-
Remoción de los tubos naso-traqueales o nasogástricos.
Posición semi-reclinada.
Uso de descongestionantes tópicos.
Antibióticos sistémicos.
Antihistamínicos para disminuír la inflamación.
• Intervenciones invasivas
- Aspiración transnasal, con o sin colocación de un drenaje para
irr igación.
- Creación por vía quirúrgica de una ventana para el correcto drenaje
de las secreciones.
Aproximadamen te un 67% de los pacientes con sinusitis maxilar
responde al drenaje como única medida(10), esta tasa baja de éxito podría
estar condicionada por la alta frecuencia de asociación de otro foco sinusal
como el etmoidal o el esfenoidal que no son susceptibles de ser drenados.
Por esto siempre se debe instaurar una terapia antibiótica sistémica
adecuada a los resultados del cultivo obtenido por punción.
La utiliz ación de variados antibióticos ha sido descrita, pero las
penicilinas sintéticas y los aminoglicosidos usados en una dosis diaria han
mostrado que logran una concentración bactericida en el líquido sinusal.
No hay datos del tiempo óptimo de tratamiento, pero la respuesta
individual puede ser vir de guía. Sí el paciente no responde luego de 7 días de
tratamiento la inserción de un catéter de drenaje debe ser considerada.
La sinusitis puede ser el punto de partida de otras infecciones como:
-
Infecciones intracraneales (16, 17)
Bacteremia (5, 10, 18, 19)
Empiema pleural (20)
Neumonía nosocomial (3, 10)
15 5
SINUSITIS AGUDA EN UCI
CAP. VI
La mortalidad por sinusitis nosocomial puede llegar a ser tan alta como
de 11%.
En general la morbilidad y mortalidad de la sinusitis nosocomial parece
haber disminuído como resultado de la mejoría en el diagnóstico y tratamiento.
Sin embargo, la sinusitis sigue siendo un gran factor de riesgo para el desarrollo
de la neumonía nosocomial.
Resumen sob re las pautas para el diagnóstico y manejo
de la sinusitis nosocomial (1)
Recomendaciones
2
Opciones
3
Evitar intubación
nasotraqueal o
minimizar su duración.
Disminuír la duración
de la intubación en
general. Evitar
intubación nasogástrica
y nasotraqueal en forma
simultánea.
Evitar inmovilización
de la cabeza.
Evitar la posición en
decúbito total (sin
inclinación)
La sinusitis radiológica
debe ser buscada con
TAC de senos
paranasales.
La sinusitis radiológica
debe ser confirmada
con cultivo obtenido a
través de la punción,
luego de la
descontam inación
estricta del campo.
No existen datos
suficientes para dar
una recomendación
para el adecuado
diagnóstico.
En los casos
confirmados la
existencia
concomitante de otros
sitios de infección
debe ser descartada:
infección intracraneal,
bacteremia, neumonía
nosocomial y empiema
pleural deben ser
considerados.
Todos los pacientes
con sinusitis
confirmada por TAC y
cultivo deben recibir
tratamiento antibiótico
ajustado al
antibiograma.
Si la terapia antibiótica
fracasa, se deberá
instalar un drenaje
adecuado.
Los tubos endonasales
deberán ser
cambiados, si se
requiere continuar con
ellos.
La antibióticoterapia
puede ser comenzada
en forma empírica si
se requiere por la
condición clínica del
paciente o esperar el
resultado del gram y
cultivo de la punción.
Minimizar la
inmovilización de la
cabeza.
Penicilinas o
aminoglicosidos
pueden ser utilizados
sólos o combinados
para el tratamiento.
TR A TA M IEN TO
PREVENCION
Estándar 1
DIAGNOS TICO
Objetivo
Tabla 1
Nota:
1. Los estándares están basados en evidencia de tipo I producto de estudios prospectivos
y aleatorios.
2. Las recomendaciones es tán basadas en evidencia tipo II producto de estudios prospectivos.
3. Las opciones están bas adas en estudios retrospectivos o en opiniones de expertos.
15 6
SINUSITIS AGUDA EN UCI
CAP. VI
COMENTARIO FINAL
La Sinusitis Nosocomial sigue siendo hoy en día un problema, ya que,
para su diagnóstico de certeza no existe aún un consenso, lo que hace difícil
comparar distintos estudios.
En cuanto a los factores predisponentes que se pueden manejar, quizás
el uso de las sondas nasoenterales sea un punto que se pueda modificar. Este
hábito adquirido en UCI, debido a la costumbre de utilizarse en pacientes
despiertos por su comodidad, puede ser una práctica inadecuada en un paciente
ya intubado por vía orotraqueal, que esta sedado y con analgesia y en el cual
no existiría este inconveniente.
Por lo tanto, sería de utilidad el comparar el uso de sondas oroenterales
versus nasoenenterales en este tipo de pacientes y su relación con la sinusitis
nosocomial, cambiando la vía oroenteral a nasoenteral sólo en aquellos
pacientes que serán extubados.
R EFE RE NC I AS
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15 7
SINUSITIS AGUDA EN UCI
CAP. VI
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15 8
STAPHYLOCOCCUS AUREUS RESITENTE
A LA METICILINA (MRSA):
Un programa de Vigilancia, Prevención y Control.
Consorcio Hospitalario de Parc Tauli Sabadell - España
Autor:
E.U. MARIA CANALS
EP IDE M IOLOG IA
El Staphylococcus aureus es una de las bacterias, no formadoras de
esporas, más resistentes a las condiciones ambientales, que coloniza fácilmente
al ser humano, convirtiéndose en vehículo de transmisión de este germen.
Las mucosas y la piel favorecen la adherencia del microorganismo que se
transmite básicamente por contacto de las manos del personal asistencial y la
piel o mucosas del paciente.
En la década de los 50, poco tiempo después de introducirse la penicilina,
la mayoría de cepas de S aureus (productoras de pelicinasa B-lactamasas) eran
resistentes a la penicilina. Con el desarrollo de las penicilinas sintéticas en
1960 se solucionó el problema, pero un año después ya se aislaban cepas
resistentes a la meticilina conocidas como MRSA (Staphylococcus aureus
meticilino resistente).
Las características epidemiológicas y los mecanismos de resistencia a la
acción de los antibióticos que posee el S aureus, hace de los hospitales un
lugar propicio para mantener un cierto nivel de contaminación ambiental, de
colonización y consecuentemente de infección. Entre un 1 y 6% del personal
asistencial que trata a los pacientes colonizados o con infección por MRSA,
puede colonizarse de forma asintomática y ser portador de MRSA, hecho
que facilita extraordinariamente su diseminación entre el personal asistencial
y los pacientes.
IMPORTANCIA DEL CONTROL DEL MRSA
La importancia de su control se basa en que:
1 ) Las infecciones por MRSA no sustituyen a las MSSA sino que
representan un aumento absoluto.
2) Los tratamientos prescritos, no contemplan la posible resistencia y
comportan una mala evolución de la infección.
3) El impacto de las medidas de control han demostrado la reducción
de brotes.
15 9
STAPHYLOCOCCUS AUREUS RESITENTE...
CAP. VI
4) El coste del no control es mayor que cuando se controla.
5) Algunas cepas provocan verdaderas epidemias intrahospitalarias.
Todas estas razones, han favorecido el desarrollo de programas para su
control que incluyen básicamente:
• La identificación microbiológica del MRSA
• Disponer de una guía asistencial que incluya aspectos de vigilancia
para la detección de los casos y las medidas de precauciones apropiadas
para el cuidado de los pacientes colonizados o infectados por MRSA.
FACTORES DE RIESGO
Los pacientes con lesiones en la piel (úlceras por presión y vasculares,
cirugía...), con largas estancias en el hospital, tratados con antibioterapia de
amplio aspectro y con una amplia dependencia funcional, presentan un alto
riesgo de colonización y consecuentemente de infección por MRSA. Estos
pacientes suelen estar ingresados en Unidades de Cuidados Intensivo s,
Unidades de quemados, Neonatología, Neurología, Cir ugía, Ortopedia y
Unidades de larga estancia.
MEDIDAS DE PREVENCION Y CONTROL
Dado que la transmisión es por contacto directo entre persona portadora
y persona sana o por contacto indirecto a través del material contaminado,
dispondremos como medidas básicas para su prevención la correcta aplicación
de las medidas estándar para evitar la contaminación cruzada que incluye: el
lavado de manos aplicado correctamente, utilizando jabón de arrastre o
alcohol de 70º, entre pacientes o entre los procedimientos o técnicas aplicadas
en un mismo paciente, después de estar en contacto con sangre, fluídos
corporales, secreciones y material contaminado, usando guantes o no y después
de retirarse los guantes. La utilización de guantes (no estériles) cuando se
requiera estar en contacto con sangre, fluídos corporales, secreciones y material
contaminado y para tocar mucosas y piel no intacta. Los guantes deben retirarse
inmediatamente después de su uso. Utilización de protección ocular, máscara
y bata para proteger los ojos la nariz y la boca y la piel en los procedimientos
que pueden generar salpicaduras con sangre, fluídos corporales o secreciones.
Efectuar una limpieza y desinfección apropiada del material contaminado
de forma que prevenga la contaminación de mucosas y piel no intacta con
microorganismos de otros pacientes.
16 0
STAPHYLOCOCCUS AUREUS RESITENTE...
CAP. VI
Ante la identificación de un colonizado y/o infectado por MRSA deben
aplicarse las medidas específicas para evitar su diseminación:
1 . Precauciones por contacto que incluye: la habitación individual
o compartida con otro paciente MRSA, con lavabo y zona específica
para el personal. El uso de guantes de contacto (no estériles) y vestir
bata al entrar en la habitación y estar al cuidado del paciente. Limitar
los traslados del paciente fuera de la habitación, en caso de ser necesario
deben tomarse las precauciones para minimizar el riesgo de transmisión
de los microorganismos a otros pacientes y avisar al servicio receptor.
El material como los estetoscopios, esfignomanómetros, ter mómetros...
será preferentemente de uso individual, de no ser posible se requerirá
una adecuada limpieza y desinfección antes de salir de la habitación.
Diariamente se procederá a una limpieza minuciosa de las superficies
y equipamiento.
2. Seguir y tratar a los portadores hasta su erradicación. Estableciendo
como criterio de er radicación: 3 cultivos negativos.
3. Dar de alta a los pacientes MRSA siempre que sus condiciones
clínicas lo permitan.
Cuando se detecta a más de un paciente con MRSA relacionado con
una Uni dad, Se rvic io o Instituci ón, d ebe efec tuarse un a valora ción
epidemiológica, para identificar los factores de riesgo que han favorecido la
situación de brote, e instruir al personal en las precauciones apropiadas para
el cuidado de los pacientes colonizados o infectados por MRSA incidiendo
especialmente en el lavado de manos y las medidas para evitar la transmisión
por contacto. Un aspecto muy importante en una situación de brote epidémico
es la Identificación de los por tadores entre los pacientes y el personal
asistencial de la unidad o servicio.
La reducción de un brote epidémico por MRSA siempre será posible
sí:
• Se adaptan de forma inmediata las medidas extraordinarias de control.
• Se proporciona, por parte del equipo de control de infecciones, la
infor mación y formación para sensibilizar al personal asistencial en
las medidas de control.
• Se dispone del reconocimiento y apoyo de la Institución.
16 1
STAPHYLOCOCCUS AUREUS RESITENTE...
CAP. VI
VIGILANCIA DEL MRSA
La vigilancia prospectiva es el fundamento de los programas diseñados
para el control de la propagación del MRSA y se basan en:
1 . El seguimiento diario de los resultados de Microbiología permite
detectar la aparición del MRSA en un cultivo determinado y poner en
marcha las medidas de precaución por contacto en el cuidado de estos
pacientes.
2. La identificación de los pacientes portadores de MRSA. La
identificación de los pacientes previamente colonizados o infectados
por MRSA y los pacientes trasladados de otros Centros Hospitalarios
o de Crónicos.
3. Identificación del personal portador de MRSA. La incorporación
de personal sanitario nuevo en un Centro, que haya desar rollado
actividad asistencial en otros Centros Hospitalarios o de Crónicos. Este
requisito es prioritario para el personal que se incorpore a unidades de
alto riesgo.
Para una detección eficiente del MRSA en pacientes se incluye el frotis
nasal, de lesiones cutáneas (heridas, úlceras por presión, ostomías), urinocultivo
en pacientes portadores de sonda vesical, broncoaspirado en pacientes con
ventilación mecánica, en pacientes con dispositivos vasculares cultivo del
catéter y punto de punción, también están indicados los frotis perineales,
axilares, inguinales, y de faringe.
EXPERIENCIA Y RESULTADOS DE LA CORPORACION PARC TAULI
La experiencia de nuestro Centro en relación con el MRSA se establece
en dos períodos:
1 er período: Hasta 1991 la vigilancia se efectuaba por el seguimiento
diario de los resultados de Microbiología, durante este período el aislamiento
de MRSA fue ocasional.
2 do período: En 1992 se detectaron dos brotes de MRSA, uno en el
Centro Socio Sanitario y el segundo en UCI médico quirúrgica. Para su
control se aplicaron las medidas específicas y la identificación de portadores.
A partir del control de los brotes epidémicos y ante la evidencia de que
no todas las cepas presentaban el mismo patrón nos llevó ha establecer un
sistema de vigilancia activa, que nos permitiera detectar a los portadores de
MRSA en el mismo momento de su ingreso. Con este propósito se estableció
16 2
STAPHYLOCOCCUS AUREUS RESITENTE...
CAP. VI
de forma prioritaria, la detección al ingreso de:
1 . Los pacientes dados de alta colonizados aún por MRSA, los pacientes
ex-MRSA (tres controles negativos) y los pacientes que habían estado
en contacto con algún caso índice (paciente MRSA), pero habían sido
dados de alta antes de efectuar su identificación.
2. Los pacientes que procedían de otro Hospital o bien de un Centro
de crónicos o Residencia.
En colaboración con los Servicios de Epidemiología y Admisiones se
estableció un sistema de detección a través de la codificación de las historias
de los pacientes, en el programa infor mático del hospital. De manera que al
introducir los datos del paciente para un nuevo ingreso aparece en la pantalla:
“paciente MRSA” o “paciente riesgo MRSA” “coloque una etiqueta en la
hoja de asistencia”. El personal de admisiones dispone de dos tipos de etiquetas
que colocan en función del enunciado de pantalla:
n
Riesgo MRSA: recoger frotis nasal.
n MRSA: aislamiento cutáneo, recoger frotis nasal, contactar con
control de infecciones.
Diariamente, la responsable del Programa de Higiene y Control de la
Infección Hospitalaria, dispone de un listado sobre los ingresos de estos
pacientes (MRSA, Ex-MRSA y contactos) y de los pacientes procedentes de
otros centros, así como de los pacientes MRSA visitados en CCEE. Esta
información permite efectuar un seguimiento del estado de colonización o
erradicación del paciente y garantizar la información al personal asistencial
para adaptar las medidas de control del primer momento del ingreso del
paciente.
• Con este sistema de detección precoz, ha sido necesario evaluar desde
1992, un total de 1.431 pacientes, que representan un 0,5% de todos los
ingresos hospitalarios.
• Los pacientes colonizados/infectados por MRSA han representado
un 7% de los pacientes de riesgo valorados y un 0,1% del total de los
ingresos.
• La detección de los reingresos de MRSA y Ex-MRSA es el motivo de
control más efectivo con un 16% de positividad.
• La detección precoz, en el momento del ingreso se ha incrementado
de un 14% al 64%.
16 3
STAPHYLOCOCCUS AUREUS RESITENTE...
CAP. VI
CO NCLUSI ONE S
El sistema de vigilancia implantado permite detectar precozmente a los
portadores de MRSA y reducir el riesgo de diseminación intrahospitalaria.
Los recursos necesarios son fácilmente asumibles y probablemente
inferiores a los requeridos en el caso de un brote.
No se ha detectado ningún otro brote epidémico en la UCI.
R EFE RE NC I AS
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16 4
INFECCION NOSOCOMIAL U HOSPITALARIA
Epidemiología y sistemas de vigilancia
Consorcio Hospitalario de Parc Tauli Sabadell - España
Autor:
E.U. MARIA CANALS
INFECCION NOSOCOMIAL U HOSPITALARIA (IN)
Se define como infección nosocomial u hospitalaria (IN) a la infección
que un paciente adquiere durante su estancia en el hospital y que presenta
sus manifestaciones clínicas a las 48-72 horas del ingreso. En este concepto
también se incluyen las infecciones adquiridas en el hospital pero que no se
manifiestan hasta después del alta. (Ej.: en infecciones urinarias o respiratorias,
el perío do que nor malmente se establece es la semana posterior al alta
hospitalaria. Para infecciones de herida quirúrgica, el seguimiento y valoración
se efectúa hasta un mes después de la intervención quirúrgica, y en cirugía
protésica de fémur y rodilla el seguimiento y valoración se realiza durante 6
meses).
IMPORTANCIA Y FRECUENCIA DE LA IN
La IN, constituye un importante problema de salud, por la morbilidad
y mortalidad que causan, se estima que entre el 1% y 1,5% de pacientes con
IN mueren como consecuencia directa de la infección y se le atribuye que un
3 o 4% puede contribuír a la muerte a un 3% o 4% de los pacientes. Así como
el costo económico y social que supone la IN, que debe valorarse a través de
los costos directos vinculados a la asistencia del paciente (prolongar su estancia
hospitalaria, requerir tratamientos adicionales etc.), los costos indir ectos
relac ionados co n la pér dida de pr oductividad y los costos intangibles
vinculados a la incomodidad (molestias sufrimientos secundarios, etc.). La
prevalencia de la IN en los hospitales españoles, está entre el 8% y 10% y
afecta a un 7,7% de los pacientes asistidos, siendo las unidades de cuidados
intensivos con un 27% de pacientes infectados, las de mayor prevalencia de
IN. Pero el factor más importante, es que un porcentaje de estas infecciones
se pueden PREVENIR y EVITAR.
EPIDEMIOLOGIA DE LA INFECCION
Para que se desarrolle una infección, se requiere un engranaje completo
16 5
INFECCION NOSOCOM IAL U HOSPITALARIA...
CAP. VI
de los elementos que componen la cadena epidemiológica:
1 . Ger men o micr oor ganismo: según la cantidad, virulen cia o
agresividad que presente puede actuar como agente infeccioso con
capacidad de alterar o lesionar los tejidos donde se establezca.
2. Reser vorio o fuente de infección: hábitat natural o lugar donde
los microorganismos viven nor malmente y desde los cuales pueden
propagarse hacia el organismo humano.
3. Vías de contagio o vía de transmisión: recorrido que efectúan los
agentes infecciosos desde la fuente o reservorio hasta el organismo
humano. La vía de contagio o transmisión puede ser directa o indirecta.
4. Puer ta de entrada: lugar donde se establecen inicialmente los
agentes infecciosos (colonización), desde donde efectuarán propagación
o difusión.
5. Huésped susceptible: según el estado de conser vación de las barreras
protectoras de ser infectado, su capacidad defensiva y de respuesta
inmunológica.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA IN
En la evolución reciente de los patrones asistenciales, se encuentran
factores que facilitan el desarrollo de este tipo de infecciones:
•
Capacidad agresiva de las maniobras diagnóstico-terapéuticas como
la cirugía, ventilación asistida, sondajes, dispositivos intravasculares, etc.
•
Incremento de ingresos de pacientes con edad avanzada, procesos
graves o impor tante afectación de su estado general, disminución de su
respuesta inmunológica por la propia enfermedad (SIDA, Hodkins...), por el
tratamie nto (citostáticos, corticoides...), o por alteraciones fisiológicas
(inmovilizaciones, heridas...).
•
Aparición de resistencias bacterianas por el uso de antibióticos de
amplio espectro que dificultan el tratamiento.
•
Los pacientes con patología infecciosa ingresados pueden ser una
fuente de transmisió n de las infeccion es (TBC, enf erme dades víricas,
salmonelosis...), a otros pacientes ingresados y al personal.
•
Atención de los pacientes por un número limitado de profesionales
sanitarios facilita el intercambio de gérmenes y desplaza así la propia flora del
paciente, por la flora dominante en el hospital.
16 6
INFECCION NOSOCOM IAL U HOSPITALARIA...
CAP. VI
FACTORES PARA REDUCIR LA IN
La metodología de trabajo para reducir la IN, está basada en el
engranaje de tres aspectos dirigidos a la prevención, la vigilancia y el control,
con el objetivo de minimizar al máximo el riesgo de infección durante la
hospitalización de los pacientes.
n
Prevención: Es el hecho de establecer las medidas destinadas a
disminuír el riesgo de contraer una IN, y están dirigidas a:
• Reducir las posibles fuentes de contagio, manteniendo al nivel
máximo las condiciones higiénicas del personal, de los pacientes y
medio ambientales.
• Incidir so br e las vías de transmisión de los gér menes,
especialmente las manos y reduciendo la iatrogenia infecciosa de las
instr umentaciones.
• Mantener las defensas del huésped, tanto las barreras fisiológicas
como las respuestas inmunitarias en las mejores condiciones posibles,
para evitar las acciones patogénicas de los gérmenes.
Actualmente, disponemos de información suficiente sobre la eficacia
probada de las medidas de prevención de la IN como la correcta aplicación:
del lavado de manos, la limpieza, desinfección y esterilización del material,
cuidado y vigilancia de los catéteres intravasculares y equipos de ventilación,
utilización de drenaje urinario cer rado, implantación de una política de
antibioticoterapia adecuada. Aunque no todas las medidas tienen el mismo
impacto, por lo que debemos exigir el cumplimiento de los procedimientos
útiles y descartar, a pesar de su tradición, los que han demostrado no serlo
(Eickoff 1980).
n
Vigilancia: Es el hecho de estar atentos, observar los posibles eventos
relacionados con la IN. La detección de la IN es prioritaria, para hacerlo es
necesario organizar diferentes sistemas de vigilancia epidemiológica que nos
permitan conocer las tasas de IN de nuestro Centro y los factores relacionados.
Estos sistemas permitirán evaluar las actividades de prevención y tratamiento,
conocer los cambios o tendencias en las tasas de infección y de los patógenos
microbiológicos y según la información establecer las medidas de control.
Un programa de vigilancia efectivo debe recoger la información de las
diferentes fuentes que per mitan la detección de la IN. Dado que el seguimiento
de todos los pacientes es imposible, se deben desarrollar sistemas que permitan
el seguimiento de los pacientes de riesgo a través de:
16 7
INFECCION NOSOCOM IAL U HOSPITALARIA...
CAP. VI
• Resultados del Laboratorio de Microbiología nos per mite conocer
la etiología de la infección, la sensibilidad de los microorganismos y la
identificación de brotes epidémicos, completando esta información con
la valoración de la historia clínica del paciente para saber si se trata de
una infección, colonización o posible contaminación de la muestra.
Pero no siempre se realizan cultivos ante la sospecha de infección y no
todos los patógenos pueden ser fácilmente aislados, por lo que debemos
recurrir a otras fuentes como el Servicio de Farmacia (seguimiento del
uso de antibióticos), Ser vicio de Diagnóstico por la I magen (RX de
posibles neumonías) y Servicio de Anatomía Patológica.
• Estudios de prevalencia y de incidencia que nos permitirán obtener
datos globales de las características de las infecciones:
- Estudios de prevalencia.
Son los estudios más utilizados por su menor requerimiento de tiempo
y recursos. Permiten cuantificar el número de casos de IN que existen
en una colectividad en un momento puntual en el tiempo: determinar
frecuencia de la IN, la localización de la infección más frecuente, la
distribución de la infección en función de los servicios del hospital,
estudiar los factores relacionados con la IN (s. vesical, dispositivos
intravasculares, ventilación asistida, úlceras por decúbito...), obtener
datos sobre el consumo de antibióticos.
La fiabilidad de los datos aportados por este tipo de estudio es sólo
aproximativa (menor) y útil para el control de algunos tipo s de
infe cción , en todo c aso los prob lemas d etectados, cam bios o
variaciones entre encuestas pueden ser con siderados como una
indicación de estudios de incidencia más precisos y dir igidos al
problema específico.
Prevalencia =
Nº de infecciones existentes en un tiempo determinado
Nº de pacientes existentes en un tiempo determinado
x 100
Desde hace 10 años, viene efectuándose en mi país con periodicidad
anual el EPINE, un estudio de prevalencia multicéntrico (participan
123 a 224 centros). Este dispone de un protocolo donde se especifican
las variables a registrar, el cual te permite disponer de los datos sobre
la IN relacionados con cada Centro y poder compararlos con el resto
de hospitales participantes.
Según la evolución de los resultados del estudio sobre de la prevalencia
16 8
INFECCION NOSOCOM IAL U HOSPITALARIA...
CAP. VI
de las infecciones nosocomiales en los hospitales españoles (EPINE)
sabemos que en nuestros hospitales:
1 . La prevalencia de infección nosocomial y de pacientes tiende a
disminuír.
2. La infección urinaria es la más prevalente con tendencia a la baja
y le siguen la infección respiratoria, que oscila con la infección
quirúrgica en segundo y tercer lugar y por último encontramos a las
bacteriemias con tendencia a incrementar.
3. Las áreas de UCI son sin excepción las de mayor prevalencia y
tienden a incrementarse.
4. Las patologías crónicas como la diabetes, la neoplasia y la obesidad
son los factores de riesgo asociado al paciente que pueden predisponer
a la IN.
5. Existe una tendencia general de incremento de la instrumentación,
con una mayor prevalencia del cateterismo intravascular periférico y
la inter vención quirúrgica.
6. La IN es mayor en los pacientes graves, menor en los de riesgo
moderado y escasa en enfermos leves.
- Estudios de incidencia: se utilizan para medir el número de casos
nuevos de IN que se producen en una comunidad, durante un tiempo
determinado. Son estudios muy fiables pero requieren mayor tiempo
(>2 meses), y personal suficiente para llevarlos a cabo. Estos estudios
pueden dir igirse a problemas específicos, determinados ámbitos,
pacientes o procedimientos:
• Vigilancia por localización de la infección. Ej. Las bacteriemias
asociadas al catéter de NPT.
• Vigilancia por unidades Ej.: seguir la incidencia de IN en la UCI.
• Vigilancia dirigida a identificar grupos de pacientes de más riesgo
según factores intrínsecos o extrínsecos. Ej. IN en los pacientes
quirúrgicos.
• Vigilancia de brotes epidémicos de IN. Normalmente producida
por gérmenes no habituales en la flora del hospital. Ej. MRSA
• Vigilancia rotatoria, alternando determinadas áreas del hospital.
Permite evaluar todos los servicios en uno o dos años.
Las prioridades en la vigilancia se deben establecer en función de las
características propias de cada centro hospitalario, según la población
16 9
INFECCION NOSOCOM IAL U HOSPITALARIA...
CAP. VI
atendida y los recursos disponibles.
Existen dos conceptos aplicados a la incidencia: incidencia acumulada
(IC) que mide el riesgo que tiene un paciente a infectarse y densidad
de incidencia (DI) que mide la velocidad de aparición de la infección
en el tiempo. Dado que la IN está muy relacionada con la estancia de
un paciente en el hospital, a más estancia más probabilidad tiene de
desarrollar una infección, la DI sería la medida epidemiológica más
correcta, pues nos refiere el riesgo que existe por cada día de estancia.
Ejemplo sobre la incidencia de bacteriemias asociadas al catéter de
NPT
IC =
DI =
Nº de bacteriemias relacionadas al catéter de NPT
nuevas en un tiempo determinado
Nº de pacientes con NPT en un tiempo determinado
x 100
Nº de bacteriemias relacionadas al catéter de NPT
nuevas en un tiempo determinado
Suma de días de catéter de NPT en un tiempo determinado
x 100
Control: Es el hecho de comprobar que ha sucedido un evento,
n
valorar los factores relacionados o causales e intervenir con medidas concretas
destinadas a corregirlo.
• Ante la sospecha de un brote epidémico.
• Ante el incremento de un tipo concreto de infección.
• Ante la aparición de microorganismos multir resistentes.
MODELO ORGANIZATIVO CORPORACION PARC TAULI
La vigilancia, prevención y control de la IN en la Corporación Parc
Taulí se desarrolla a través de dos programas específicos: el de Infección
Nosocomial (médico adjunto de medicina) y el de Higiene y Control de la
Infección Hospitalaria (enfermera), estos programas tienen una dependencia
funcional del Programa Asistencial de Enfermedades Infecciosas y para su
operativa, se interaccionan con profesionales del Laboratorio de Microbiología,
Farmacia y Epidemiología. También representantes de los servicios de UCI,
medicina interna, pediatría y cirugía se incorporan a las reuniones de Grupo
de Control de Infecciones que se efectúan periódicamente para discutir los
problemas, analizar resultados y consensuar mecanismos de mejora.
17 0
INFECCION NOSOCOM IAL U HOSPITALARIA...
CAP. VI
Sus funciones se engloban en cinco grandes apartados:
• Análisis de los problemas relacionados con la infección nosocomial,
tanto endémica como epidémica.
• Diseño de los sistemas de vigilancia y de las medidas de control.
• Seguimiento de los indicadores, estándares y de los objetivos de
reducción.
• Coor dinac ión de la polí ti ca de antib iótico s, de si nfec tantes,
esterilización y otros aspectos relacionados con la higiene hospitalaria.
• Proporcionar formación, continuada.
Anualmente se establecen unos objetivos generales y específicos
consensuados con el Director del Programa y los responsables de los diferentes
servicios asistenciales implicados. También se elabora una memoria donde se
recogen las actividades realizadas, los indicadores de calidad y los protocolos
y procedimientos desarrollados, para dar r espuesta al "Plan de Salud"
instrumentoque utilizado por el Gobierno de la Generalitat de Cataluña para
establecer prioridades y distribuir de forma equitativa y eficiente los recursos
del sistema sanitario público.
¿CON QUE ELEMENTOS TRABAJAMOS?
• La comunicación e infor mación interactiva de los resultados a las
unidades asistenciales.
• La f or mació n c ontin uada y la doc enci a pa ra i ncre menta r la
participación de todo el personal, especialmente de enfermería, en la
prevención y detección de la IN.
• La investigación, es muy importante realizar tareas de investigación
clínica aplicada. Ello significa aprovechar al máximo el trabajo diario
rutinario para plantear nuevas hipótesis y planificar estudios dirigidos
a demostrar o desechar dichas hipótesis.
• El trabajo multidisciplinar, las actividades derivadas del control de la
I N, no se puede realizar de forma aislada, sino con la participación
activa de todos los profesionales relacionados con el tema.
Todos estos elementos son factores de éxito para el control de la
I nfec ció n N osocom ial en los c entr os ho sp italar ios, req uerim iento
indispensable en la mejora de la calidad asistencial. Su puesta en practica
requiere la implicación de todos los ser vicios del hospital recayendo su
17 1
INFECCION NOSOCOM IAL U HOSPITALARIA...
CAP. VI
responsabilidad en la Comisión de infecciones y su puesta en práctica en el
Equipo de Control de la Infección.
R EFE RE NC I AS
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17 2
NEUMONIA NOSOCOMIAL
Epidemiología y medidas de prevención
Consorcio Hospitalario de Parc Tauli Sabadell - España
Autor:
E.U. MARIA CANALS
I NTR OD UC CIO N
La neumonía nosocomial (NN) es la infección pulmonar que aparece
en un paciente hospitalizado a las 72 horas de su ingreso y no la presentaba ni
estaba en período de incubación en el momento del ingreso. También la que
se detecta en un paciente en la semana posterior al alta.
Las infecciones respiratorias, representan aproximadamente entre un
15% (NNIS) y un 20% (EPINE) del total de las infecciones adquiridas en el
hospital, ocupando el segundo lugar en frecuencia después de las urinarias.
Su incidencia puede oscilar entre 5 y 10 episodios por cada 1000 ingresos
según el tipo de hospital.
Los pacientes con intubación y ventilación mecánica son los que tienen
un mayor riesgo de adquirir una NN, con una incidencia entre un 10% y un
25%. En determinadas poblaciones y enfer medades pulmonares (síndrome
del distrés respiratorio) pueden alcanzar un 60 o 70%. La presencia de una
neumonía asociada al ventilador (NAV) comporta una prolongación de la
estancia y de la propia ventilación mecánica, ocasionando un aumento de los
costes directos, especialmente de farmacia. La mortalidad atribuida a la NAV
se calcula entre un 27-33%, incrementándose a un 50-80% si la neumonía es
pro ducida por deter minados micr oorganismos como P. aeruginosa,
Acinetobacter spp o MRSA.
Atendiendo al alto riesgo que comporta y a los costes que genera, la
NN constituye el mayor problema de control de infecciones de las unidades
de cuidados intensivos (UCI).
FACTORES ASOCIADOS A LA NN
Existen unos factores de riesgo que pueden influír en la adquisición y
curso de una NN, estos pueden estar relacionados con:
• El huésped como la edad y severidad de la enfermedad de base,
incluyendo la inmunosupresión.
17 3
NEUM ONIA NOSOCOMIAL
CAP. VI
• El incremento de la colonización orofaringea y tracto digestivo a través
de la antibioterapia previa, ingreso hospitalario, enfermedades crónicas,
neoplasia y coma.
• Factores que impiden una adecuada expectoración como la cirugía
craneal, de tórax o abdominal alta, y la inmovilización debida al traumatismo
o enfermedad.
• Factore s asoci ados con la in str ume ntació n, la intub ación
endotraqueal, la inserción de la sonda nasogástrica, etc… que favorecen la
aspiración y reflujo.
• Uso prolongado al equipamiento respiratorio incrementa el riesgo
de exposición potencial a equipos contaminados o el contacto con las manos
colonizadas o contaminadas del personal sanitario.
ETIOLOGIA DE LA NN
Los microor ganismos p ue den llegar al espacio alve olar por tres
mecanismos, que asociados a los factores de riesgo de paciente, favorecen el
desarrollo de la NN.
1 . Aspiración de la flora orofaringea
La causa más frecuente de neumonías es por aspiración en las vías
aéreas bajas de las secreciones orofaringeas colonizadas o por
regurgitación del contenido gástrico especialmente en pacientes con
alteraciones en la deglución, depresión del reflejo de la tos, coma...
Debemos tener en cuenta que un 45% de las personas sanas pueden
producir microaspiraciones durante el sueño.
2. Inhalación de aerosoles contaminados
Otro me cani smo es l a tr ansmisión por vía b ron quial de
microorganismos que pueden acceder al tracto respiratorio bajo, a
través de la inhalación de aerosoles contaminados generados por
equipos de terapia ventilatoria y de anestesia. La diseminación de
bacterias por aerosoles contaminados es una causa importante de
NN en pacientes intubados en la UCI y salas de reanimación, por
que en los pacientes intubados se produce el acceso directo.
3. Vía hemática
La existencia de un foco distante (urinario, flebitis séptica...) son
causas ocasion ales de infec ción pulm onar. U n me cani smo
17 4
NEUM ONIA NOSOCOMIAL
CAP. VI
alter nativo, aún en estudio, es la translocación bacter ian a por
isquemia de la mucosa gástrica e intestinal.
AGENTES ETIOLOGICOS
Los agentes etiológicos pueden ser diferentes según el momento de
adquirir la NN o los factores de riesgo asociados:
• Microorganismos que forman parte de la flora habitual de la tráquea
o tracto gastrointestinal y están asociados al desarrollado de la NN durante
los primeros días del ingreso: Streptococcus neumoniae, Neumococo,
S.aureus, Haemophylus influenzae.
• Microor ganismos adquiridos durante la estan cia hospitalaria. El
ingreso hospitalario conlleva una mayor incidencia de colonización del tracto
aér odigestivo por bac ilos G ram negativo s, a soc iados a la NN tardía :
Enterobacterias, P aeruginosa, Acinetobacter, MARSA, que incrementa
su frecuencia con la edad, en pacientes con patología grave, enfermedad
respiratoria previa, disminución de la acidez gástrica, con sonda nasogástrica,
intubación endotraqueal y con tratamiento antibiótico.
• Microor ganismos que llegan directamente a la vía respiratoria sin
colonización previa de la orofaringe ni de la vía intestinal, asociados a la NN
(exógena): Legionella, Aspergilus, Pseudomona aureoginosa, cinetobacter...
ESTRATEGIAS PARA LA PREVENCION DE LA NN
De acuerdo con su etiología, la prevención de la NN se fundamenta
en: 1) reducir la microaspiración y el reflujo gástrico; 2) interrumpir los
mecanismos de transmisión; 3) incrementar los mecanismos de defensa del
huésped; 4) Formación continuada y vigilancia.
1 . Prevenir la microaspiración y el reflujo gástrico
Existen diversas estrategias para disminuir las microaspiraciones de las
secreciones orofaringeas y prevenir el reflujo gástrico.
• Posición del enfer mo.
La posición semi incorporada o semi fowler a 45º del enfermo,
como medida de prevención de la NN, fue enfatizada por Border y
Col. en 1987. Algunos años después Torres y Col. confirmaron
que en los pacientes que requieren intubación y ventilación mecánica
la posición semincorporada previene parcialmente la aspiración de
17 5
NEUM ONIA NOSOCOMIAL
CAP. VI
contenidos gástricos en las vías aéreas, aunque no previene los reflujos
gástricos, sí reduce su incidencia. Un estudio más reciente demuestra
que la posición supina durante las primeras 24h es un predíctor
independiente de NN y de mortalidad en el paciente. La posición
semincorporada es una técnica sencilla a adoptar, siempre que el
estado del enfermo lo per mita.
• Sondas nasogástricas.
La utilización de sondas nasogástr icas finas (<3mm) cuando el
paciente requiera nutrición enteral, es otra medida sencilla y eficaz
que permite disminuír el reflujo gastroesofágico producido por el
relaj amien to del e sf ínter esofágico. El cui dado d e la sonda
nasogástrica irá dirigido a garantizar la correcta colocación, evitar
su obstrucción, así como a administrar cuidadosamente la nutrición
enteral, evitar el llenado gástrico excesivo por la administración en
bolus ó por dificultad de vaciado son medidas elementales que
complementan la prevención del reflujo gástrico.
• Aspiración subglótica
La aspiración subglótic a contínua se ha demostrado como un
pro cedim iento efec tivo, p ara e vi tar la micro aspira ción
traqueobronquial y reducir la incidencia de NN en los pacientes
intubados. Para ello, se debe disponer de un tubo endotraqueal
especial con un canal de aspirado por encima del Cuff, que permite
la aspiración de for ma continuada (100 mb) de las secreciones
acumuladas en el espacio subglótico. Valles y Col. demostraron que
la aspiración contínua de las secreciones subglótidas disminuía
significativamente la incidencia de la NAV de 39,6 a 19,9 episodios
/1000 días de ventilación en los primeros 8 días. También se ha
demostrado que los pacientes con falla del drenaje de secreciones
subglóticas durante 24h o con un volumen escaso, la incidencia de
NN ha sido mayor. Para garantizar su funcionamiento, se requiere
el control periódico de la cantidad de secreciones aspiradas y presión
de neumotaponamiento.
• Presión del Cuff
Adicionalmente a la aspiración continua de subglótidas, se debe
mantener una presión adecuada en el Cuff, que oscilará entre 25 y
30cm H 2 O, para evitar el paso de las secrecione s hacia la vía
respiratoria y las lesiones en la tráquea. Se ha asociado una mayor
incide ncia de NN a lo s pac ientes con una p resión de l Cuff
17 6
NEUM ONIA NOSOCOMIAL
CAP. VI
(neumotaponamiento) inferior a los 20cm H2 O. La presión del
neumotaponamiento puede variar por presión de la vía aérea sobre
el manguito, tono muscular de la pared y otros más, que hace se
deba comprobar y cor regir la presión periódicamente.
2. Interrupción de la transmisión de microorganismos
• Lavado de manos
Se reconoce como una medida importante para prevenir la NN
pero infrautilizada. Un estricto lavado de manos combinado con
otras medidas de control han reducido brotes epidémicos de NAV
atribuidos a patógenos de alto riesgo.
Las manos deben lavarse entre pacientes y entre procedimientos en
un mismo pacien te. Antes y después de manipular el equipo
respiratorio y después de estar en contacto con mucosas, secreciones
respiratorias o material contaminado con secreciones, usando o no
guantes.
• Limpieza y desinfección o esterilización del material.
Según la clasificación de Spaulding y posteriormente ratificado por
el Center for Disease Control and Prevention (CDC), el material y
equipamiento de terap ia r espi ratoria es co nsi derado material
semicrítico por estar en contacto directo con membranas mucosas,
por lo que se requiere aplicar una desinfección de alto nivel o
esterilización, entre pacientes. No se debe reprocesar el material
fabricado para un solo uso!
Medidas generales:
a) El material debe limpiarse minuciosamente y posteriormente
sumer girlo en un desinfectante de alto nivel o proceder a la
esterilización entre pacientes;
b) Manipular asépticamente;
c) Utilizar líquidos estériles para nebulizar y humidificar, no se
debe usar agua del grifo o destilada para el aclarado y rellenado
del reservorio, dado el riesgo de introducir microorganismos
incl uyen do la Le gio nell a spp que pue den multip licar se
rápidamente y exponer a los pacientes que reciben la terapia de
inhalación.
La eficacia de un proceso de desinfección depende:
a) del nº de microorganismos y resistencia de los mismos a los
desinfectantes;
17 7
NEUM ONIA NOSOCOMIAL
CAP. VI
b) de la concentración del desinfectante; c) tiempo de exposición
y temperatura;
d) otros factores como pH, restos de jabón...
f) c onfiguración física del objeto. Después del proceso de
desinfec ción el materi al debe aclar arse con agua estéril y
manipularlo asépticamente para evitar la contaminación durante
el proceso. Como desinfectantes de alto nivel disponemos del
gluteraldehydo 2%, peróxido de hidrógeno 6% y ácido peracético
<1 %.
• Cambios del circuito de ventilación.
La co loni zaci ón de lo s cir cuitos ven ti latori os a p artir de
microorganismos procedentes del paciente, se produce rápidamente
durante las 24 horas de su conexión. Sin embargo Dreyfus y Col.
han demostrado que no es necesario cambiar el circuito cada 48h y
que este puede permanecer durante el proceso de ventilación sin
incrementarse el riesgo de NAV. Un cambio rutinario de los circuitos
(cada 24h) supone una mayor manipulación, e incrementa el riesgo
NAV. No obstante estos circuitos deberán cambiarse ocasionalmente
si están manchados (vómitos, sangre).
• Humidificadores de calor.
Se han asociado a una alta contaminación bacteriana que se acumula
principalmente en lugares donde existe condensación. Un estudio
donde se comparaba la contaminación de los circuitos utilizando
dos sistemas de humidificación, el de calor o tipo cascada y el de
intercambio de calor y humedad (HME) con propiedades filtrantes,
demostró una importante reducción usando HME, pero la incidencia
de la colonización orofaringea y gástrica, y la neumonía nosocomial,
no difirió entre los dos grupos. Lo que sugiere que la colonización
del circuito tiene una función mínima en el desarrollo de la NN.
No obstante el uso de humidificadores de calor requiere un drenaje
periódico del condensado a través de los purgadores en la parte más
declive del circuito inspiratorio y expiratorio y puede predisponer a
una NAV por dos mecanismos:
1) el reflujo inadvertido del condensado, hacia la vía respiratoria
del paciente;
2) la in fecc ión c ruz ada co n las mano s c ontami nadas del
condensado. Los HME e vitan la for mación de condensado,
17 8
NEUM ONIA NOSOCOMIAL
CAP. VI
requieren un recambio diario lo que simplifica el trabajo del
personal de enfermería. En resumen aunque los HME con filtro
mantienen los circuitos limpios y libres de condensación no
reducen la incidencia de la NN.
• Nebulizadores, ventilador manual, broncoscopios
Los ne buliz adore s pue den ser reser vori os imp ortan tes si se
contaminan con las manos del personal, por el fluído no estéril o
por una inadecuada desinfección/esterilización entre uso. Son
numer osos los bro te s a soc iado s al uso de ne buliz ador es
contaminados, que producen gran cantidad de pequeñas partículas
(<4(m), si el fluído está contaminado con bacterias, el aerosol
producido puede contener una gran concentración de ellas. Suponen
un alto riesgo por la cantidad y el tamaño de las partículas que
genera. Los nebulizadores debe limpiarse y secarse después de cada
tratamiento en un mismo paciente y proceder a una desinfección,
entre pacientes, si no se utiliza material de un solo uso.
Se deben limpiar y desinfectar o esterilizar todas las piezas que
componen el ventilador manual (ambú) después de su uso o proteger
el sistema con un filtro bacteriano.
El broncoscopio es un instrumento delicado por su diseño y
material. Para su limpieza es importante utilizar jabón enzimático,
sumergir durante 20 minutos con un desinfectante de alto nivel,
aclarar posteriormente con agua estéril y secar con aire comprimido
y alcohol antes de guardar. Este proceso debe incluir todas las partes
del apar to, supe rfic ies e xter nas, canal es in tern os (ce pill ado,
suc cion ado y dr enaj e), válvulas, p iez a de mano. Pequeñ os
desperfectos en los canales pueden ser causa de focos persistentes
de bacterias.
• Aspiración de secreciones
La aspiración endotraqueal es una ruta potencial de contaminación
de la vía aérea, ésta debe realizarse con la máxima asepsia. Existen
dos sistemas el abierto o convencional que utiliza un catéter de un
uso y el sistema cerrado que utiliza un catéter multiusos. El sistema
de circuito cerrado suprime la necesidad de desconectar al paciente
de la ventilación, disminuyendo el riesgo de hipoxia y evita la
manipulación directa del catéter, disminuye la manipulación cruzada
y los costes. No obstante, el riesgo de desarrollar una NN es similar
en los dos sistemas.
17 9
NEUM ONIA NOSOCOMIAL
CAP. VI
• Transmisión aérea
Sistema de ventilación: disponer en áreas de alto riesgo (quirófanos
y habitaciones postransplantes) de aire filtrado en tres niveles (último
HEPA), presión positiva, humedad entre 40% y 50%, temperatura
de 20º-22º, renovaciones >12/h, 50% de aire externo y garantizar
mantenimiento adecuado (difusores, cambios de filtro, limpieza
interior de conducción (tramo último filtro - difusor) de los sistemas
de climatización del resto del hospital.
Para prevenir la contaminación por Aspergillus spp. las medidas se
dirigirán a aislar con barreras físicas las zonas de las obras del resto
de áreas asistenciales.
Las medidas de prevención de la Legionella spp. irán dirigidas al
manten imien to de los si stem as de c onduc ción d e agua :
hipercloración, elevar temperatura del agua >50º y como alternativa
a ambas hay la ionización.
3. Mejorar los mecanismos de defensa
• La fisioterapia respiratoria es una importante medida que facilita
la movilizació n y dren aje de las secrec iones br onquiales y se
preconiza sobre todo en paciente postquirúrgicos.
• Las camas rotatorias son una alternativa para pacientes que no
pueden ser movilizados por enfer medad o postraumatizados, tienen
un elevado coste y faltan estudios que demuestren su efectividad.
• Mantener un estado nutricional correcto
4. Formación continuada y vigilancia de la infección
• For mar al personal periódicamente en las medidas de prevención
de la NN. En enfermería, los programas estarán dirigidos a la
formación específica del manejo y aplicación de los procedimientos
relacionados con la terapia respiratoria y también al desarrollo de
su función educativa dirigida a los pacientes y familiares que les
permita alcanzar las necesidades básicas para su autonomía.
• Programa de vigilancia especialmente dirigida a pacientes de
unidades de alto riesgo de adquirir una NN (UCI) o ante la presencia
de posibles brotes de NN de transmisión aérea, para identificar las
tendencias e identificar los problemas potenciales.
18 0
NEUM ONIA NOSOCOMIAL
CAP. VI
Como método de vigilancia no deben realizarse cultivos rutinarios
a pacientes, material o equipamiento de terapia respiratoria.
CO NCLUSI ONE S
Los procedimientos invasivos son un arma de doble filo, son de necesidad
vital pero eliminan los mecanismos de defensa y predisponen a complicaciones
infecciosas. Es muy importante revisar constantemente la necesidad o no de
mantenerlos.
En la prevención de la NN, inter vienen muchos factores que deben
afrontarse de forma interdisciplinar (médicos, enfermeras, fisioterapeutas,
dietistas, equipo de control de infecciones...). Enfermería especialmente de
áreas críticas, tiene un importantísimo ROL en la prevención de las NN, que
pasa por aplicar de forma exhaustiva los procedimientos y garantizar el
funcionamiento, mantenimiento y reproceso del equipamiento de terapia
ventilatoria.
R EFE RE NC I AS
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18 1
Capítulo VII
ENFERMERIA
MANEJO DE LAS HERIDAS EN LA
UNIDAD DE EMERGENCIA
Autores:
E.U Rodrigo Díaz L.
E.U. Mauricio Fernández O.
I NTR OD UC CIO N
El problema de los accidentes y violencias es en nuestro país y el mundo
la tercera causa de mortalidad general, constituyendo la primera causa de
hospitalización en varones de 15 a 45 años. De las lesiones provocadas por
accidentes y violencias, un 18% son heridas, tema del presente trabajo.(1)
Para la salud pública el conocimiento de la prevención, y el manejo
correcto de las heridas es fundamental, pues no sólo se asocia con problemas
de salud individual para las personas, sino que también para su familia, la
comunidad y para las instituciones de salud, tanto públicas como privadas,
que son finalmente las que deben afrontar la atención primera de tales
entidades.
Es en este contexto que las unidades de emergencia deben afrontar una
gran cantidad de consultas debido a heridas, de diversa consideración y
tratamiento,(ver experiencia local); la principal complicación de las heridas
son las infecciones, muchas veces producto de un manejo inadecuado de la
misma.
A continuación, expondremos el marco teórico de las heridas y el
tratamiento que en nuestra unidad de emergencia es administrado.
MARCO TEORICO
Definición:
Una definición funcional de herida es: solución de continuidad de las
células de la piel (primera barrera de defensa del organismo contra las
infecciones).(3)
n
Estas heridas pueden tener efectos diversos para la salud humana, desde
el dolor, a la hemorragia, deformidad y contaminación bacteriana, de
ahí que el manejo aséptico de estas heridas sea el factor más importante
para reducir estos traumas al mínimo y mejorar el bienestar de la persona
afectada.
18 2
MANEJO DE LAS HERIDAS EN LA...
n
CAP. VII
Clasificación:
Las dos clasificaciones más usadas para tipificar a las heridas son:
a) De acuerdo a su etiología.
b) De acuerdo a su grado de contaminación.
a) Según su etiología tenemos:
•
•
•
•
Incisiones.
Contusiones.
Desgarros.
Heridas por objetos cortopunzantes.
Las incisiones son heridas provocadas por un instrumento preciso, como
lo es el bisturí, cicatrizando por primera intención (Fig. 1).(3)
Las contusiones son producto de la aplicación de fuerza con un objeto
romo, lesionando tejidos blandos, hemorrágia y edema posterior.
Los desgarros son heridas con bordes irregulares y zigzagueantes, como
los producidos por el corte con un vidrio.
Cicatrización por primera intención
Figura 1
Cicatrización por segunda intención (contracción y epitelización)
Figura 2
18 3
MANEJO DE LAS HERIDAS EN LA...
CAP. VII
Las heridas por objetos cortopunzantes se producen principalmente
por la acción de arma blanca, produciendo pequeñas soluciones de
continuidad de la piel, pero una gran destrucción interna de tejidos.
b) Según su grado de contaminación tenemos:
•
•
•
•
Heridas
Heridas
Heridas
Heridas
limpias.
potencialmente contaminadas.
contaminadas.
sucias.
Las heridas limpias son las incisiones quirúrgicas no infectadas y que
cier ran por primera intención. (Fig. 1).(3)
En las heridas potencialmente contaminadas, y sucias no es aconsejable
el cierre primario de éstas, debido principalmente al alto índice de
infección que tienen, por lo que es necesario efectuar curaciones
reiteradas y esperar su cicatrización por contracción y epitelización
ulterior (segunda intención) (Fig. 2).(3)
n
Experiencia Local
En un período de tres meses, se registraron 34.851 consultas en la UEA
del Hospital Dr. Gustavo Fricke; de las cuales 1858 correspondieron a
pacie ntes h ospitalizados (5,33%); a su vez 46 de éstos pacientes
presentaron como diagnostico principal de ingreso las heridas, sufriendo
un deterioro tal de la integridad de sus estructuras anatómicas y/o
problemas de infecciones que fue necesaria su observación en un centro
h ospitalar io, co rr espon dien do a un 2, 47% d el to ta l de
hospitalizaciones.(5)
n
Manejo
A las unidades de emergencia acuden innumerables pacientes con un
signo objetivo de alteración de su integridad: heridas, de distinta
etiología, y por ende, de distinto manejo. Para tener una dimensión del
problema hemos tomado en cuenta los tres diagnósticos más comunes
como causa de consulta y de hospitalización, los que son:
• Traumatismos superficiales múltiples.
• Herida de región no especificada del cuerpo.
• Heridas de abdomen.
En general las heridas limpias y planas cicatrizan por primera intención,
sien do de rápid a e vol ución hac ia la mejorí a; no así l as her idas
18 4
MANEJO DE LAS HERIDAS EN LA...
CAP. VII
contaminadas y/o sucias, las que muchas veces significan un real
problema de salud, debido a las infecciones que hacen necesaria su
hospitalización y tratamiento con antibióticos encareciendo los costos
de atención.
Es importante considerar con mucha atención para el manejo de heridas
que el proceso fisiológico de regeneración tisular se realiza de mejor
manera en condiciones de humedad, y temperatura similares al medio
inter no.(4)
El objetivo principal debe ser la mantención de la herida limpia la
mayo r c antidad de tie mpo posible, hasta su cur ación comp leta,
manteniendo la homeostasis local y evitando la colonización bacteriana.
Para estos efectos es útil aplicar el criterio de tres colores para dilucidar
la evolución de la lesión (Fig. 3).(4)
COLOR DE LA HERIDA
ROJO
AMARILLO
NEGRO
Granulación
Fibrina
Necrosis
1
2
3
Figura 3
1 ) Granulación:
La creación de nuevos capilares en el fondo de la herida, trae consigo el
crecimiento tisular que terminará por cerrar la lesión. Estos capilares
reciben el nombre de tejido de granulación, que se caracteriza por su
color rojo/rosado y por tener facilidad para la hemorrágia.
En el manejo de estas heridas debiera utilizarse exclusivamente suero
fisiológico para su limpieza, dejando el fondo con una gasa empapada
en NaCl al 0,09%, cubierta con un apósito seco, con el fin de mantener
18 5
MANEJO DE LAS HERIDAS EN LA...
CAP. VII
la humedad, o gasa emparafinada (Jellonet), que impide la evaporación
de la humedad local y evita a la vez la adherencia excesiva de los apósitos.
2) Fibrina:
Producto de la reacción normal del cuerpo a la agresión, se forma fibrina,
a partir del fibrinógeno circulante,(proteínas ambas que intervienen en
la cascada de la coagulación). Esta fibrina tiene un color amarillo/
seroso, es fácilmente retirada por arrastre, no tiene mal olor y NUNCA
se acompaña de los otros signos clásicos de infección: calor, dolor,
eritema y mal olor.
El manejo de este tipo de heridas debe ir destinado a la preservación de
la esterilidad y la mantención de las redes tisulares iniciales de la
cicatrización; no obstante se debe realizar un lavado por arrastre de
todo detritus celular excesivo, lo que se consigue irrigando suero
fisiológico con una presión adecuada (jeringa de 20 cc con una aguja
19G)(4); posteriormente se cubre de la misma for ma que en el punto
anterior.
3) Necrosis:
La necrosis, o for mación de una escara en la herida, significa que el
manejo que hasta el momento se hizo de la lesión fue inadecuado. En
nuestros centros de atención pública, es frecuente la necesidad de realizar
“escarectomía”, esto es, debridar todo el tejido desvitalizado para dar la
oportunidad al tejido subyacente de regenerarse. Actualmente a nuestro
medio están llegando nuevos productos que hacen innecesaria tal
intervención, acortando tiempo de estadía y recuperación tales como
hidrogeles y placas transparentes, especiales para la necrosis de las
heridas. La decisión del tratamiento debe ser tomada en conjunto con
médicos, enfermeros/as y familiares, orientada siempre al bienestar
del paciente y su posibilidad de recuperación en un corto y/o mediano
plazo.
PASOS A SEGUIR EN LA CURACION DE HERIDAS (2)
• El primer paso a r ealiz ar en el manejo de cualquier herida, no
importando su clasificación, es el lavado de manos de tipo médico.
• El segundo paso a seguir es el aislamiento de la herida mediante la
pincelación de un antiséptico, desde la clorhexidina al alcohol yodado,
pasando por la povidona yodada para evitar la proliferación bacteriana
por alrededor de la pérdida de continuidad de la piel.
18 6
MANEJO DE LAS HERIDAS EN LA...
CAP. VII
• No se debe pincelar sobre la herida con este tipo de antisépticos,
pues su acción es histolítica y destruirá el tejido de granulación.
• Una vez realizada esta limpieza en arrastre, se procederá a retirar
todo el material desvitalizado, secreciones y/o cuerpos extraños del
interior de la herida con la ayuda de una pinza o bisturí y apósitos
estériles.
• En este punto debemos detenernos, ya que es aquí donde se produce
el mayor error reconocido en el manejo de la herida: recortar el tejido
regenerativo de los bordes de la herida, que se puede reconocer por su
color rojo/rosado. También con relación al fondo de la herida hay que
recordar que la presencia de secreciones y fibrina es normal siempre y
cuando no se acompañen de mal olor o signos de infección local.
• Para limpiar la herida propiamente tal se utilizará solución fisiológica
en forma de irrigación con una jeringa de 20 cc. De forma no muy
violenta ya que podríamos arrastrar también fibrina y/o tejido de
granulación del interior de la herida. Se utiliza suero fisiológico pues
mantiene el equilibrio químico del medio interno, mejorando las
condiciones para la cicatrización.
• Por último para cubrir la herida se utilizará una gasa húmeda con
suero fisiológico en el fondo de ésta, para asegurar las condiciones de
humedad necesarias para una mejor cicatrización, todo esto cubierto
por un apósito seco que absorberá todo el exceso de secreción.
R EFE RE NC I AS
1. Apu ntes de la cátedra de Enfermerí a Médi co -qu irú rgica en Urgencias. Escuela d e Enferm ería y
Obstetricia, Universidad d e Valparaíso. 1997.
2. Bavestrello L. Et al: Manual de proced imientos en el control de las IIH; Unidad de Infect ología Hospital
Dr. Gustavo Fricke S. , Viñ a del Mar. 1 998; 3 9-4 2.
3. Smeltzer S.C., Bare B.G.: Enfermería po so peratoria. Enfermería Médi co Quirúrgica de Brun ner y
Suddarth. Séptima Edición. Ed itorial McGraw-Hil l. 1994 ; 5: 47 9-4 81.
4. Sothers R.: Con cepto s bási co s en el m anejo de heridas. Bol. Hosp. Viña del Mar, 56 (1-2); 20 00; 6469.
5. Unidad de Emergencia Adu ltos Hospital Dr. Gustavo Fricke S.: Libro de Ingresos a la unid ad . Julio de
199 9- Marzo d e 2000; Marzo de 2000 en adelan te.
18 7
MANEJO DE LOS CATETERES
VENOSOS CENTRALES
Centro Hospitalario Universitario de Liège - Bélgica
Autor:
E.U. CATHERINE HENRIOULLE
I NTR OD UC CIO N
La frecuencia de las infecciones asociadas a catéteres venosos centrales
es variable según los servicios de reanimación.
Dieciocho estudios prospectivos realizados en reanimación encuentran
una incidenc ia pr omedio de colonizac ión del 13.4 % y de bacteremia
relacionadas a catéteres del 3 %.
A pesar de la falta de información en la literatura sobre las consecuencias
de estas infecciones en cuanto a morbilidad y mortalidad, las infecciones son
severas y difíciles de tratar.
Estos elementos indican la necesidad de una pr evención eficaz de
protocolos de cuidados precisos a respetar por todos.
Veamos ahora los factores de riesgos, las vías de contaminación, las
técn icas m icrob iológicas, el diagnóstico y fin almen te la s medi das de
prevención.
FACTORES DE RIESGOS
• Sitio de inserción: las vías femolares y yugulares presentan un riesgo
infeccioso de 1.5 a 10 veces superior a la de la vía sub-clavia.
• Manipulación de la vía: los riesgos infecciosos aumentan paralelamente
con la frecuencia de las manipulaciones.
• La duración del cateterismo: el riesgo se multiplica por 2 después de
4 días de mantención del catéter, por 4 después de 7 días y por 7 después de 14
días.
VIAS DE CONTAMINA CION
• En el período inicial, el punto de introducción del catéter representa
la vía principal de contaminación.
18 8
MANEJO DE LOS CATETER ES...
CAP. VII
• La contaminación endoluminal del catéter, muchas veces es secundaria
a las manipulaciones descuidadas de las conexiones.
• En los casos de los catéteres de larga duración (> 3 Semanas), la vía
intraluminal se vuelve proporcionalmente la más importante.
• La vía hematológica es poco frecuente.
TECNICAS MICROBIOLOGICAS
• La Técnica semi-cuantitativa de Maki: el extremo distal del catéter (5
cm), se cultiva sobre una placa de agar sangre. Esta técnica analiza solamente
la par te externa del catéter, y aísla de este modo preferencialmente los
microorganismos de origen cutáneo. El catéter es considerado como positivo
si presenta más de 15 U.F.C.
• La técnica cuantitativa de Brun-Buisson: el extremo, distal del catéter
es puesto a la técnica vortex, en un medio líquido y (agitado vigorosa) a través
de vibraciones fuertes. Esta técnica permite el cultivo de microorganismos
presentes sobre la pared externa y en el interior del lumen del catéter. El
catéter es considerado como positivo si presenta más de 1.000 gérmenes por
ml .
DIAGNOSTICO DE INFECCION ASOCIADOS A CATETER
El diagnóstico de infección asociada a catéter se hace en base a:
• Cultivo del catéter positivo, la epidemiología de las infecciones de
18 9
MANEJO DE LOS CATETER ES...
CAP. VII
catéteres pueden estar modificados por numerosos factores asociados a los
servicios, al tipo de paciente y a los métodos de cultivo. En nuestra experiencia
parece que la frecuencia de aparición de los gérmenes está cambiando, pues
anteriormente existía el 50% de GRAM+ y actualmente, estos llegan a 68%,
pero es cierto que en estos momentos prácticamente ya no tenemos infecciones
por catéter (1 por 1.000 días de catéter).
• Hemocultivo positivo a los mismos gérmenes.
• No hay otros focos infecciosos con los mismos gérmenes.
MEDIDAS DE PREVENCION
• Vestimenta quirúrgica y campo amplio para la instalación del catéter.
Dejar que el antiséptico tenga suficiente tiempo de acción antes de empezar
a puncionar.
• Asepsia estricta del sitio de punción.
• Apósito oclusivo, cualquier sea el momento del día.
• Limita ción d e las m anip ulacio nes, juntand o o agr upando las
inyecciones.
• Retirar el catéter lo más pronto posible o de inmediato si se presenta
pus o el punto de inserción está enrojecido.
• Cambio de catéter únicamente cuando hay signos de infección y no
de manera rutinaria cada 10 días.
• Apósito semi-permeable y transparente. Esto evita tener que abrir el
apósito cada día para la verificación del estado del sitio de punción. Y cambio
de apósito cada 3 a 4 días.
• Cambio de alargadores cada 2 a 4 días.
• La conexión del catéter alargador debe estar dentro del apósito para
evitar que el paciente lo manipule.
• Protocolos por escrito en cuanto al apósito del catéter como la técnica
de cultivo con el fin de evitar falsos positivos: desinfección de la piel con
alcohol de 70º, dejar secar y entonces solamente retirar el catéter y cortar los
4 cm del lado distal. No desinfectar con antiséptico como para evitar que
este se deposite sobre el catéter y elimine los gérmenes presentes en la superficie
del catéter.
• Vigilancia de la tasa infección calculada sobre la duración total del
cateterismo (esto permite comparar las tasas internas porque los resultados
19 0
MANEJO DE LOS CATETER ES...
CAP. VII
son interpretados de la misma manera). Esto mantiene un alto grado de
conciencia del problema.
PERSPECTIVAS DEL FUTURO
• Catéteres impr egnados de clor hexidin a y sulfadiazin a de plata.
Diferentes estudios han sido realizados mostrando una reducción de los riesgos
de colonización (0.44) y una reducción de bacteriemia sobre catéteres de origen
cutáneo (0.56).
Los inconvenientes de estos catéteres son un eritema local más frecuente
(54% versus 35%) y los costos.
No existe en estos momentos evidencia de resistencias en los gérmenes
encontrados.
• Catéteres impregnados de antibióticos.
Dudas aparecen en cuanto al espectro de antibióticos, y su duración
de acción.
¿Cuál es el riesgo emergente de resistencia?
¿Cuál es el riesgo de Hipersensibilidad?
En conclusión debemos retener que un catéter no es una cosa banal,
todo acto invasivo es un alto riesgo de contaminación: manipulamos entonces
el catéter con todas las precauciones de utilización, donde la higiene de las
manos sigue siendo un elemento esencial.
Debe cuestionarse el mantenimiento del catéter diariamente.
Revisar diariamente el estado de la curación, si esta se encuentra limpia
y oclusiva, esta no debe supeditarse a un horario establecido.
Verificar también que todas las llaves de 3 pasos tengan sus tapitas.
R EFE RE NC I AS
1. Microbi ol.contamin ati on of intravenou s and arterial Catheters. S.E. TEBBS, A. GHOSE, T.S. ELLIOTT.
Intensive care medecine 22 (3): 2 72-2 73
2. G.PROTS – J.Clin.Micro biol. 0 7/97
3. Gestion d es catheters veineux centrau x. Synt hese d e la 12 i em e Conférence de Con sen su s-Juin 94.
19 1
RIESGOS DE QUEMADURAS EN
PROCEDIMIENTOS ELECTROQUIRURGICOS
Autor:
T.E. RICARDO QUIROGA
I NTR OD UC CIO N
Desde el punto de vista eléctrico el cuerpo humano está constituido
por células que poseen una membrana aislante. en un medio interno que es
agua con diversas sustancias, algunas de ellas iónicas, en suspensión o disueltas.
Estas células son excitables a muy bajas frecuencias con una amplitud de 1
milivolts (1/1000), para entender esto, r ecordemos que los potenciales
electrofisiológicos cardíacos son de muy bajas frecuencias y de una amplitud
aproximada de 1 milivolt, que al ser detectados por algún equipo de E.K.G.
pueden ser graficados en un plano. Ahora cuando por éstas células hacemos
pasar frecuencias del orden de 1 Megaherz a una amplitud 300.000 veces más
alta (300 Volts) no se produce estimulación, sino tan sólo efectos térmicos.
Este es el fundamento del electrobisturí o diatermia quirúrgica.
Aún cuando los equipos electrobisturies han sido perfeccionados,
todavía existe el fantasma de las quemaduras, en pacientes sometidos a
procedimientos o cirugías donde es imprescindible la utilización de estos
dispositivos.
Estos equipos están formados por un oscilador que es capaz de generar
frecuencias altas que van desde los 300.000 Hertz a los 2.000.000 Hertz /seg.
A una potencia máxima de 400 Watts. (Los principales fabricantes han
establecido 500 Khz)
FIG. 1
19 2
RIESGOS DE QUEM ADURAS EN...
CAP. VII
El funcionamiento básico de estos equipos, es que son capaces de emitir
por un electrodo de corte con una sección de aproximadamente 2 mm 2
(muy pequeña) una corriente eléctrica de radiofrecuencia de magnitud
suficiente para evaporar rápidamente el liquido de las células o tejidos al
contacto coagulando las proteínas, es decir nos encontramos con dos principios
físicos; la evaporación y la solidificación.
QUEMADURA =
CALOR x TIEMPO
AREA
Otra forma de explicar el fenómeno es que al aplicar dos electrodos
sobre un mismo cuerpo (Toda corriente eléctrica que circula a través de los
cuerpos esta dada por dos polos o diferencia de potencial en este caso un
activo y un neutro) (Fig. 1) uno de ellos es activo solamente por tener menor
superficie de contacto, aclaro esto poniendo por ejemplo el caso que una
persona se pare en el agua esta se hundirá irremediablemente, pero si lo hace
sobre una puerta de madera que está flotando en el agua lo más probable es
que también permanezca a flote.
FIG. 2
FIG. 3
19 3
RIESGOS DE QUEM ADURAS EN...
CAP. VII
FIG. 4
Con esta analogía podemos decir que dicha puerta corresponde a la
placa neutra de nuestro equipo en estudio y la superficie del agua a la superficie
cutánea. Eléctricamente ha sido demostrado que con un electrodo esférico
(activo) de 3mm de diámetro a 1mm distante del tejido, la temperatura de
este se eleva entre 20y 80°C (Fig. 3 y 4). En cambio en un electrodo de
retorno con un área de 100 cm2 la temperatura se eleva sólo 0,001°C
La problemática comienza cuando el electrodo neutro o placa tiene
una mala calidad de contacto eléctrico, en este caso la energía deliberada desde
el electrodo de cor te, buscará algún camino alternativo para retornar al
generador a través de cualquier parte del cuerpo, pudiendo producir lesiones
como las que veremos mas adelante. (Fig. 5)
FIG. 5
FIG. 6
PRINCIPALES CAUSAS DE FALLAS DE CONTACTO
DE LA PLACA NEUTRA
• Falta de adherencia de placa desechable reh usada. Debe usarse
solamente una vez porque el agente conductor autoadhesivo (gel) pierde
ambas propiedades con el calor corporal, grasitud o cualquier otro
agente líquido. (Fig. 7)
19 4
RIESGOS DE QUEM ADURAS EN...
CAP. VII
• Placa desechable con autoadhesivo conductor seco por estar expuesto
al ambiente fuera de su envase.
• Placa instalada en zona
de superficie irregular. No se anatomiza.
• Placa instalada en sitio topográficamente apropiado pero muy lejano
del epicentro eléctrico del polo activo (Demasiado lejos del área de la
operación).
FIG. 7
• Placa instalada sin preparación cutánea (Con alguna secreción, grasitud
o vellosidad) Se recomienda rasurar la zona de la placa en pacientes
hombres y/o limpiar con alcohol como desengrasante.
El mal contacto de la placa es la principal causa de accidentes, ya que
en una primera fase, esta anomalía engaña al cirujano haciéndole creer que el
equipo tiene baja potencia, éste al ver el bajo rendimiento del equipo pide
que se incremente la potencia, cuando esto sucede, bajo la placa se produce
una necrosis que altera la impedancia (I mpedancia, es la resistencia que
presentan los cuerpos al paso de una corriente alternada) subiéndola a tal
grado que disminuye aún mas el rendimiento. El cirujano puede pedir por
segunda vez que se incremente la potencia, pero en ese minuto los filtros de
los monitores y otros equipos de apoyo están en el límite de ser “violados”,
produciéndose una fuga a través de los electrodos de monitoreo (Fig. 8)
causando necrosis por debajo de ellos, como se puede observar en las imagenes.
19 5
RIESGOS DE QUEM ADURAS EN...
CAP. VII
FIG. 8
Los fabricantes de equipos han diseñado un sistema de monitoreo del
estado eléctrico de la placa, si este no es eficiente, el generador no es autorizado
para deliberar energía. Esta etapa electrónica está incluida en el mismo
electrobisturí y consiste en un circuito eléctrico que se cierra en la placa
misma, la cual está dividida en dos partes que al ser adherido al paciente,
cierra el circuito a través de la piel. El equipo electrobisturí envía un voltaje
de baja amplitud en el orden de los milivoltios, que al retornar pasando por
una sección cutánea vuelve a la tarjeta de control la cual a su vez, da la señal
a un relevador electrónico que autoriza la emisión de radiofrecuencia. Si esto
no se cumple, quiere decir que el circuito de placa esta interr umpido y
sencillamente no funcionará hasta que sea resuelto el problema. (Fig. 9)
19 6
RIESGOS DE QUEM ADURAS EN...
CAP. VII
FIG. 9
El uso del equipamiento electroquirúrgico en el interior de un pabellón
minimiza los riesgos, debido a que estos están implementados con sistemas
de alimentación aislada, que por lo menos protegen de las fugas eléctricas de
baja frecuencia, es decir los 50 hertz típicos en nuestras redes, pero no sucede
lo mismo con la radiofrecuencia, que es más difícil de bloquear en su afán de
retornar al equipo a través de cualquier medio conductor.
PRECAUCIONES QUE SE DEBEN TOMAR ANTES DE
UN PROCEDIMIENTO ELECTRO QUIRURGICO
Se debe verificar el estado funcional del enchufe tomacorriente, con su
correspondiente conexión a tierra debidamente conectada al planeta y no
flotante, (La única forma de verificar el estado de la tierra eléctrica, es a través
de personal calific ado y co n su debida instr um entación.) p ue s podría
contaminar con radiofrecuencia a otros equipos médicos conectados a la red.
Verificar que todos los equipos de apoyo clínico y diagnóstico estén
debidamente aterrizados.
Verificar si el paciente tiene algún tipo de sonda de estimulación o de
monitoreo intracardíaco. Si la hubiere, una fuga de radiofrecuencia de mediana
magnitud podría ocasionar una fulgur ación en el punto de contacto del
extremo distal del catéter, alterando la conducción de los potenciales normales
de la función cardíaca.
Verificar y cuidar que el paciente no esté tocando directamente partes
metálicas de poca superficie, eventualmente podría transfor marse en un
electrodo activo.
19 7
RIESGOS DE QUEM ADURAS EN...
CAP. VII
Cuidar que la zona bajo el paciente este libre de soluciones ácidas o
alcalinas es decir de PH distintos a siete. (Una solución ácida o alcalina es
permeable a la corriente eléctrica según se aleje del punto neutro o PH=7).
FENOMENO RADIOELECTRICO DE ULTRATERMIA
Este fenómeno se refiere a una fuga de Radiofrecuencia a través de la
lona húmeda o mojada con algún agente líquido conductor, ya sea sueros
salinos, orina, etc. La fuga que va desde el paciente hacia la mesa quirúrgica o
a cualquier superficie metálica, a través de la tela, que en su estado natural
tiene ciertas propiedades dieléctricas (no conductoras) las cuales se ven alteradas
por la presencia de estos agentes líquido conductores.
El resultado de esta fuga es una curva de temperatura que puede alcanzar
al menos y no más de 100 °C en la tela misma en contacto con la piel, sobre
todo si esta zon a co rre sp ond e a al gun a pro mine ncia ósea, que por
aplastamiento reduce la distancia entre la masa corporal toda energizada, con
respecto a la mesa o partes metálicas que se transforma, para este caso, como
un electrodo neutro por defecto, provocando quemaduras que no son
eléctricas, sino más bien el equivalente a quemaduras con agua caliente y esta
seguirá lesionando mientras la lona esté húmeda. En nuestro hospital en dos
oportunidades tuvimos este tipo de lesiones usando un tipo de generador que
no con taba con el Sistema de Control de Placas Ne utr as, e l c ual fue
definitivamente dado de baja por esta causa. Las zonas más vulnerables a este
fenómeno fueron las de menor superficie de contacto tales como: talones,
pantorrillas, codos y antebrazos. Por no haber tenido mas información acerca
de otras lesiones en otras prominencias óseas, como la zona sacra es que es
subjetivo relacionarlo con la formación de escaras, pero no se descarta la
incidencia de este fenómeno en este tipo de lesiones en post-operados.
R EFE RE NC I AS
1. José Mompin Poblet et al. “Introducción a la Bioin gienería” Editorial Marco mbo S.A. 1988
2. Neuman, R.N. (197 8): Th erapeutic and pronosti c d evices en Webster, J.G. (ed.) Medical
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3. AAGL Technical Bulletin Com mittee, “Electro surgical Saf ety”, AAGL Technical Bulletin , January,
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4. Lucy Jo Atkin so n, “Biotechnology: Specialized Surgical Tools”, Ch ap ter 10, Berry & Kohn’s
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6. Bruce Mc Lu cas, “Hazard s of Surical Sm oke”, Department of O B-GYN, UCLA, Los An geles,
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19 8
RIESGOS DE QUEM ADURAS EN...
CAP. VII
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8. “Mono polar Electrosurgical Safety During Laparoscop y” ECRI Heal th Devices, January, 199 5,
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9. Pat P atterson, “OR Exp osure t o Electrosurgery Smoke a Concern”, OR Manager, Ju ne 199 3, Vol
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12. Robert D. Tucker, C. Ran dle Voyles, “Laparoscopic Electrosurgery: Co mplication s and P revention ”,
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13. “Upd ate: Cont rollin g the Risks of Electrosurgery”, ECRI Healt h Devices, Decem ber, 1 989, Vol.
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15. Theirry G. Vancallie, “Electrosu rgery: Pri nciples and Risks” Center of Gyn ecolo gic Endo scop y,
San Anton io, Texas, 19 94.
19 9
LAS ESCARAS
Centro Hospitalario Universitario de Liège - Bélgica
Autor:
E.U. CATHERINE HENRIOULLE
I NTR OD UC CIO N
Etimológicamente, el término escara significa costra.
La escara se defi ne c omo u na ne crosis tisular loca liza da, una
consecuencia de una isquemia del tejido cutáneo y sub-cutáneo, provocado
por una comprensión constante y prolongada de las partes blandas sobre un
plano oseo prominente sub-yacente (úlcera de presión o de decúbito), o que
se deba al roce o fricción que se ejercen sobre los tejidos, al desplazarse.
F IS IO P AT OLO GIA
Una presión exterior superior a 32 mmHg de mercurio que se ejerce
sobre un punto del cuerpo durante cierto período, siendo superior a la presión
capilar, hace que el flujo sanguíneo disminuya y resulta en isquemia de los
tejidos y hipoxia, y acidosis tisular, provocando, una extravasasión y una
trombosis vascular. Estos diferentes fenómenos conducen a la necrósis, que
es la que resulta de:
• Pr es ión Directa: esta se ejer ce perpe ndicular mente a la piel ,
encadenando una comprensión de los tejidos entre 2 planos duros y
entonces heridas profundas.
• El Roce: este se ejerce paralelamente a la superficie provocando un
estiramiento y una compresión de los vasos sanguíneos y ruptura de
las arterias.
• Fricción: es una fuerza oblicua entre 2 superficies en movimiento,
causando una erosión mecánica y entonces una lesión superficial.
En la genesis de la presión, dos componentes intervenien:
• El gradiente: que depende la posición del paciente y del tipo de
soporte.
• La duración de la fuerza.
20 0
LAS ESCARAS
CAP. VII
Es así que por ejemplo, en decúbitos dorsal sobre un colchón ordinario,
la presión que se ejerce al nivel del sacro es de 40 a 100 mmHg, al nivel de los
talones de 30 a 50 mmHg y al nivel occipital de 10 a 30 mmHg.
A mayor presión, menos tiempo se requiere para producir la necrosis
(relación proporcionalmente inversa).
El gradiente de la presión varía igualmente en función del soporte sobre
cual se encuentra el paciente: por ejemplo en decúbitos dorsal al nivel del
sacro, la presión que se ejerce es de 170 mmHg si el paciente está sobre una
mesa de pabellón; ella es de 88 mmHg si la camilla es blanda; es de 50 mmHg
en una cama stryker, pero si el paciente esta sobre un colchón ordinario con
un colchón de espuma de 6 cm de espesor, la presión es de 23 mmHg entonces
inferior a la presión capilar de 32 mmHg y nos encontramos entonces en la
zona de seguridad.
C LASIFI CAC ION
Existen 5 grados en la evolución de la escara:
n
n
n
n
n
Grado
Grado
Grado
Grado
Grado
1:
2:
3:
4:
5:
el eritema
la flictema
la necrósis cerrada
la necrósis abierta
la epidermización
En lo que consiste el tratamiento, henos elaborados protocolos precisos
en colaboración con médicos y revisados regularmente en función de nuevos
productos que aparecen en el mercado, lo ideal es establecer un protocolo
simple, manera que pueda respetarse lo mejor posible y utilizando un mínimo
de productos diferentes, limitando así el riesgo de confusión.
FACTORES DE RIESGO
Existen a la vez, factores extrínsecos como intrínsecos.
1 . Factores extrínsecos:
• Presión
• Fricción
• Roce
• Productos químicos
20 1
LAS ESCARAS
CAP. VII
2. Factores intrínsecos:
•
•
•
•
•
•
Inmovilidad
Desnutrición
Incontinencia
Humedad excesiva (maceración)
Edad (disminuye la sensibilidad y la vascularización)
Patologías (coma, paraplejía, hipotensión)
¿Cuál es la situación en Bélgica?
¿Existen muchas escaras?
¿Dónde se desarrollan?
¿Es un problema, y para quién?
¿Qué hacemos cuando existe?
¿Qué hacemos para evitar que no exista?
Aquí una tabla de prevalencia de escaras en Bélgica en función del tipo
de servicio:
PREVALENCIA DE LAS ESCARAS
FIG. 1
1 ) Como podemos ver, las unidades que más escaras registran, son los
cuidados intensivos y la geriatría. De allí la necesidad de buscar los medios de
prevención adaptados a estos ser vicios. El paciente de cuidado intensivo
20 2
LAS ESCARAS
CAP. VII
muchas veces, en razón de los equipos pesados o de la inestabilidad de sus
funciones vitales, es difícil de movilizar. Hemos probado colchones de aire
que modifican automáticamente los puntos de presión sin tener que movilizar
al paciente (colchones NIMBUS o PEGASUS) (un ciclo dura 7 minutos,
cada una de las 3 células a pasado entonces por cada periodo durante estos 7
minutos). Los colchones se adaptan asi automáticamente al peso del paciente
y a su posición. Aquí un esquema de estos colchones. (Fig. 2)
FIG. 2
2) Observemos ahora de donde provienen las escaras. Efectivamente,
en el 28% de los casos, el paciente llega al hospital con una escara ya formada.
La mitad de las escaras son entonces extra hospitalarias. La tabla que sigue
nos resume el origen de las escaras. (Fig. 3)
FIG. 3
20 3
LAS ESCARAS
CAP. VII
3) La siguiente tabla nos precisa las localizaciones de las escaras.
Podemos ver que el primer sitio es el sacro 40% y que en el 28% de los casos,
se trata de sitios múltiples. Para los cuidados intensivos, la repartición no es
exactamente la misma: el primer sitio son los talones. Desde la utilización de
nuestros colchones anti-escaras, ya no tenemos mas escaras del sacro, pero
nos encontramos todavía con escaras en los talones o al nivel occipucio. Es
cierto que la altura de colchones está fijado a evitar que el paciente se mueva
constamente, inmobilizandolo. Para las escaras de los talones todavía no
hemos encontrado una explicación.
LOCALIZACION DE LAS ESCARAS
FIG. 4
¿CUAL ES LA SITUACIÓN EN EL CHU DE LIÈGE?
Aquí la curva de prevalencia en función del tiempo y en función de los
cambios aportados: a saber que la instauración de protocolos como la
utilización de un número creciente de colchones anti- escaras (Fig. 5). La
for mación de protocolos es necesaria en un primer tiempo, el aumento del
número de colchones nos ha permitido reducir la incidencia de escaras de
manera significativa. Actualmente y después de haber demostrado estos
hechos, todas nuestras camas de cuidados intensivos disponen de estos
colchones, se requirió una inversión grande al comienzo pero la economía en
término de carga de trabajo y de costos de tratamiento nos per mitirá
recuperarla rápidamente en el mediano plazo.
20 4
LAS ESCARAS
CAP. VII
FIG. 5
La escara significa para el paciente no solamente un dolor importante,
un impedimento significativo ya no puede apoyarse más en ese nivel donde le
dificulta defecar, pero también un aumento de costo, al aumentar el tiempo
de hospitalización y del tratamiento a instaurar.
La escara implica para las enfer meras también, una sobre carga de
trabajo.
Por todas estas razones, es entonces indispensable tratar de prevenir al
máximo su aparición sin olvidarse que el 0% de escara es probablemente
difícil de obtener dada la edad cada vez más avanzada de nuestros pacientes y
la gravedad de las patologías asociadas. La prevención, si queremos que sea
eficiente debe empezar desde la admisión del paciente y seguir incluso en
pabellón. Para adecuar la prevención, es necesario definir los pacientes a riesgo.
¿Cómo determinar cuales son los pacientes a riesgo? En nuestro centro
hospitalario universitario de Liège, hemos optado por la escala AVQ (actividad
de la vida cotidiana).
9 actividades son evaluadas todos los días:
1 . Lavarse
2. Vestirse
3. Moverse
20 5
LAS ESCARAS
4.
5.
6.
7.
8.
9.
CAP. VII
Ir al baño
Come r
Incontinencia
Comunicación
Comportamiento psico-social
Sentido de orientación
Para cada una de estas actividades, se atribuye un puntaje de 1 a 4, por
ejemplo para lavarse
1
2
3
4
=
=
=
=
puede completamente lavarse sin ayuda alguna.
necesita ayuda parcial para lavarse desde la cintura hacia abajo.
necesita una ayuda parcial para lavarse el cuerpo completo.
necesita ayuda completa para lavarse el cuerpo completo.
La suma de todos los puntos de cada una de las 9 actividades dará, el
total obtenido. Entonces en función del protocolo en rigor, definimos
primeramente si adaptará el método de prevención:
Si el total AVQ < 17: significa higiene estricta y sin prevención específica
Si el total AVQ > 17: significa higiene estricta más colchón de espuma
Si el total AVQ > 24: significa higiene estricta más colchón anti-escara
o colchón de espuma más un esquema de movilización cada 3 hrs.
Los afiches que siguen han sido elaborados por la dirección del cuerpo
de enfermería del CHU del Liège para resumir la política de nuestro hospital
y permitir a cada miembro del personal saber lo que hay que hacer.
Por un lado está la pirámide de prevención en función de la clasificación
AVQ (Fig. 6) y por otro lado la pirámide de tratamiento en función del estado
de gravedad de escara. (Fig. 7)
Como podemos ver, la prevalencia de escaras aumenta con el AVQ.
En el caso de la clasificación 24 a 36 puntos de AVQ que encontramos
más escaras: el 40%, entonces en este tramo de AVQ que se encuentran todos
nuestros pacientes de cuidados intensivos. Si miramos la gravedad la mitad de
las escaras, están en un estado de enrojecimiento o de flictenes.
20 6
LAS ESCARAS
CAP. VII
FIG. 6
20 7
LAS ESCARAS
CAP. VII
FIG. 7
20 8
LAS ESCARAS
CAP. VII
En conclusión, pienso que cada hospital debería evaluar su propia
incidencia de las escaras para comenz ar. Después, hay que establecer
protocolos de prevención y de cuidados para finalmente para evaluar los
resultados obtenidos en términos de reducción de la incidencia de escaras.
I gualmente es importante de difundir los resultados de registros al
personal para que puedan infor marse y darse cuenta de la magnitud del
problema tanto de la mejoría eventual obtenida gracias al protocolo como
por los retrocesos en los indicadores. Motivar a cada miembro, es un elemento
primordial, esto es el secreto de todo éxito.
En fin, impor tante es también quedar a la espera del progreso de la
materia sea este en términos de tratamiento o medidas de prevención: de allí
que las soluciones deberán adaptarse en el transcurso del tiempo ya que nada
es realmente definitivo.
Retener en la mente esta máxima de Benjamin Franklin:
Tu me dices, yo olvido.
Tu me enseñas, yo me recuerdo
Tu me implicas, y yo reacciono.
B. FRANKLIN
R EFE RE NC I AS
1. Extrait de p roto co le des soins d es escares du CHU de Liège
20 9
INTERVENCION DE ENFERMERIA EN EL
PACIENTE GRAN QUEMADO
Autor:
E.U. CECILIA VILLARROEL
D E F I N I C I O N
Lesión tisular originada por la exposición del tejido vivo a la acción de
diversos agentes: físicos, químicos, radiactivos; los cuales pueden provocar
alteraciones que varían desde un simple enrojecimiento hasta la destrucción
total de las estructuras afectadas.
Agentes causales:
• Físicos: fuentes térmicas, fuentes eléctricas.
• Químicas: álcalis, ácidos.
• Radiactivos
Mecanismos productores de las quemaduras:
•
•
•
•
•
Escaldaduras: líquidos calientes, vapor de agua, llamas.
Contacto con sólidos a elevadas temperaturas.
Electricidad: Golpe de corriente con alto o bajo voltaje.
Abrasiones: Roce o fricción.
Químicas: Alcalis y ácidos.
F IS IO P AT OLO GIA
1 ) Zona quemada: Se produce edema por extravasación de plasma
vasodilatación y aumento de la permeabilidad capilar. Es de comienzo
inmediato y alcanza el máximo a las 24 horas para ir cediendo lentamente.
a) Nivel microvascular:
- Disminución inmediata y transitoria del riego sanguíneo.
- Vasodilatación arterial y aumento de la permeabilidad capilar.
- Restablecimiento de la irrigación adecuada a los tejidos.
Estos tres fenómenos nos llevan a la formación de edema en las primeras
6-8 hrs. posterior a la quemaduras. El principal cambio fisiopatológico es el
21 0
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
aumen to de la pe rmea bilidad vascula r lo que c ondicio na la salida de
macr omoléc ulas com o p roteínas causando hipo proteine mia relativa y
desequilibrio entre las presiones oncótica e hidrostática, esta es la razón
principal por la que no deben ser administrados coloides en las primeras 24
hrs. de tratamiento.
Se cree que también contribuiría aumentar la permeabilidad capilar la
in mediata liber ació n de sustanc ias vasoa ctivas, com o: Leuc otrie nos,
prostaglandinas, histaminas, radicales de oxígeno en la zona quemada.
b) Alteración de la membrana celular:
Se ha comprobado experimentalmente que hay una disminución
del potencial de la membrana celular en +/- 30 mv. (milivoltios)
bajando de 90 mv. a 70 mv. (teniendo en cuenta que cifras inferiores
a 60 mv. provocan muerte celular ) esto se debe al desplazamiento
de Na+ y H2O hacia el interior de la célula.
c) Aumento de la presión osmótica en el tejido quemado:
Esto se debe a la acumulación de sodio (Na+) en los tejidos
quemados uniéndose este último al colágeno lesionado.
2) Zona no quemada: Edema por descenso de la presión oncótica del
plasma y entrada de líquido a las células musculares.
3) Nivel sistémico: La hipovolemia se debe a un fenómeno exudativo
y de evaporación excesiva con relación a la superficie quemada pudiendo
llegar a un aumento del hematocrito superior al 50% (hemoconcentración).
Otros efectos sistémicos son: el incremento de las catecolaminas circulantes,
la hiperglicemia, retención renal del Na+ y por ende de H 2O, síndrome de
respuesta inflamatoria sistémica (S.R.I.S.)
CLASIFICACION DE LAS QUEMADURAS
Cuando hablamos de la clasificación de las quemaduras es necesario
recordar que el pronóstico y tratamiento inicial varia de acuerdo a la magnitud
de la quemadura, en base a ello tenemos:
a) Profundidad
b) Localización
c) Extensión
d) Agente causal
211
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
a) Profundidad de la lesión: (C1asificación según Benaim)
Tipo A:
• Son de aspecto enrojecido.
• Do loro sas p or irr itació n d e las te rm inaci ones n er viosas
superficiales.
• Pueden ser eritematosas o flictenulares (pasaje plasma a través de
la pared celular del plexo superficial debido a la vasodilatación del
mismo).
• Evolución satisfactoria.
• No se acompañan de sintomatología general.
Tipo AB:
• Existe destr ucción de la epidermis así como del cuerpo capilar.
• El plexo vascular superficial esta trombosado.
• Incluye destrucción parcial de la parte superior de la dermis.
• No hay posibilidad de regenerac ión epitelial inmedia ta por
destr ucción del epitelio germinativo.
• Pueden ser superficiales (fondo rosado oscuro, muy dolorosas y
exudativas) o profundas (con fondo ampollar blanquecino, menos
exudativas y casi indoloras).
Tipo B:
• Existe modificación completa de todos los elementos de la piel
incluyendo la epider mis y la dermis dando origen a la llamada escara.
• La analgesia es consecuencia de la destrucción completa de los
elementos nerviosos cutáneos.
• Son de aspecto amarillo marrón (pergaminoso).
• Siempre requieren injertos.
b) Localización de la lesión:
b1) Zonas neutras: Se considera aquellas zonas del cuerpo donde
la movilidad es menor y por lo tanto la retracción de los tejidos en
el proceso cicatricial y la posibilidad de secuelas funcionales también
es menor.
b2) Zonas especiales: Son aquellas ubicadas en lugares como
mamas, cara, cuello, zonas de flexión, gran movilidad y capacidad
de extensión. Siendo las secuelas funcionales más frecuentes e incluye
21 2
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
principalmente quemaduras de tipo B.
c) Extensión de la lesión:
Esta relaciona los segmentos corporales con la extensión para ello
utiliza la tabla de Pulansky Tennison o más conocida como “Regla
de los nueve”. En que se asigna muy esquemáticamente valores
porcentuales a los diferentes segmentos corporales.
• Cabeza y cuello
9%
• Extremidades superiores 9% c/u
18%
• Extremidades inferiores 18% c/u
36%
- Pie
3%
- Piernas
6%
- Muslo
9%
• Tronco anterior
18%
• Tronco po sterior
18%
• Genitales
1%
FIG. 1
En base a lo anterior Mario Garcés ha diseñado una clasificación de
riesgo vital:
Edad real solo mayores de 20 años
% Quemaduras
A x 1
AB x 2
B x 3
TOTAL
=
=
=
:
X
Y
Z
X + Y + Z puntos.
Esta cifra total se ubica en algunos de los cinco grupos de pacientes
clasificados:
Grupo I
Leve
Grup o II
Moderado
41 a 70 ptos.
Gru po III
Grave
71 a 100 ptos.
Grupo IV
Crítico
101 a 150 ptos.
Grupo V
Mortal
> 15 0 ptos.
< 40 ptos.
21 3
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
d) Agente causal
d1) Quemaduras Tér micas: Son de mayor frecuencia y su agente
causal está dado principalmente por escaldaduras y contacto con
sólidos a elevadas temperaturas.
Los gr upos de edad mayormente afectados son niños entre 2 y 4
años al comienzo de la deambulación (escaldaduras); los adultos
jóvenes entre 17 y 25 años generalmente hombres, suelen padecer
quemaduras por líquidos inflamables (accidentes laborales). Las
quemaduras por fuego son responsables de menos de 5% de los
ingresos hospitalarios pero supone más de 45% de las muertes por
esta misma causa.
Las quemaduras térmicas se clasifican en tres zonas concéntricas de
lesión desde una zona central mas gravemente afectada hasta una
zona periférica menos dañada. La zona más externa se denomina
zona de hipertermia y es similar a una quemadura de primer grado.
A continuación se encuentra una zona de estasis con alteración de
la perfusión tisular. La zona es la que ha estado en contacto directo
con la fuente de calor y en donde se produce la muerte celular.
d2) Quemaduras eléctricas: Todas las quemaduras eléctricas por
generalidad se consideran graves. Con mayor frecuencia ocurren en
el hogar y trabajo.
En las quemaduras eléctricas es necesario conocer:
•
•
•
•
•
•
Voltaje
Resistencia del punto de contacto
Resistencia del punto de toma de tierra
Duración del contacto
Vías de paso de la corriente por el cuerpo
Susceptibilidad individual
Toda quemadura eléctrica debe tener un punto de entrada y un punto
de salida, siendo este último el que provoca mayor daño.
Factores que deter minan mayor gravedad:
• Duración de contacto
• Voltaje
Niveles de resistencia de los tejidos.
Al paso de la corriente eléctrica a través del cuerpo se le oponen
21 4
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
diferentes estructuras; en nuestro organismo, el tejido óseo es el que
opone mayor resistencia generando una gran cantidad de calor lo
que destruye a todas las estructuras adheridas a estas (mayormente
los músculos).
Las estructuras que oponen resistencia al paso de la corriente eléctrica
en orden descendentes son:
•
•
•
•
•
•
Tejido óseo.
Tejido adiposo
Tendones
Piel
Músculos
Vasos y ner vios
La electricidad se dirige siempre hacia el suelo. Esta trayectoria se
realiza siempre en forma rápida y a través del sistema circulatorio,
nervioso, muscular, tegumentario y finalmente los huesos, siendo
el mejor conductor de electricidad la san gre. Las quemaduras
eléctricas son con frecuencia mucho mas graves de lo que su aspecto
sugiere ya que a medida que la corriente avanza en su paso por el
cuerpo daña tejidos internos dejando pocas evidencias de la superficie
cutánea. Dentro de las alteraciones más graves incluye el desequilibrio
ácido base e insuficiencia renal aguda originada por la mioglobina
componente nor mal del músculo que tras su destrucción masiva es
liberada la circulación sanguínea, siendo altamente nefrotóxica y
supone una grave amenaza para la función renal.
La desestabiliz ación de la membr ana ce lul ar que compo ne la
musculatura cardíaca es otro de los efectos nefastos aumentando la
probabilidad de arritmias.
d3) Quemaduras químicas: Las quemaduras químicas están
provocadas por ácidos y álcalis siendo este último el que provoca
mayor daño tisular.
La concentración de agente químico y la duración de la exposición
de este son los factores claves que deter minan el alcance y la
profundidad del daño. Aprox. el 70% de las quemaduras ocurren en
las manos.
Antiguamente, el lavado de la zon a quemada co n solucio nes
neutralizantes al agente productor (ácidos álcalis o compuestos
orgánicos) tenía como objetivo limitar la extensión y profundidad
21 5
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
de la quemadura; sin embargo, el agente neutralizante podía no ser
conocido o no estar disponible lo que inducía a errores y perdida de
tie mpo vital; por otro lado, e stos po dían originar reaccio nes
exotérmicas (producen calor) incrementando así el daño tisular.
Actualmente se recomienda el lavado de la zona quemada con grandes
cantidades de agua excepto en quemaduras producidas por cal.
FASES EVOLUTIVAS DE UNA QUEMADURA
n
Fase de déficit de volúmen y/o shock cardiopulmonar
• Del 1º al 5º día.
• Se encuentra en pacientes con compromiso del 60% de la S.C.Q.T.
• Esta fase se caracteriza por la inestabilidad cardiopulmonar,
desequilibrio hidroeléctrico e hipovolemia aumentando el riesgo de
muerte de los pacientes.
• El microorganismo más frecuentemente encontrado en la fase
aguda del quemado es: Streptococo B-hemolítico del grupo A.
• Los factores que contribuyen al shock hip ovolémico so n el
aumento de la permeabilidad por el edema y el aumento del secuestro
de líquidos en las células.
n
Fase tóxica infecciosa
• Del 7º al 14º día.
• Se caracteriza por fiebre mantenida o peak febriles.
• Deben tomarse rastreos bacteriológicos: Cultivos de secreción del
área de la quemadura, hemocultivo, urocultivo y antibiograma.
• Hay mayor probabilidad de muerte intra hospitalaria secundaria
al shock séptico.
n
Fase hipoproteinémica distrófica
• Del 14º día en adelante.
• En esta fase se puede deter minar exactamente el grad o de
profundidad de la quemadura y realizar el tratamiento local adecuado.
• Es de prioridad evaluar el estado nutricional del paciente y dar el
sopor te nutricional adecuado, debido al hipercatabolísmo con el
cual este cursa.
21 6
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
n
CAP. VII
Factores que rigen el pronóstico de un quemado
• Edades extremas ( menores de 3 años y mayores de 55 años )
• Extensión de la quemadura
• Presencia o ausencia de lesiones inhalación
n
Indicaciones para la derivación a un centro hospitalario
• Quemaduras > 20% S.C.Q.T., en individuos entre 10 – 55 años
de edad.
• Quemaduras > 10% de S.C.Q.T., en niños < a 10 años.
• Quemaduras localizadas en zonas especiales.
• Quemaduras causadas por agentes eléctricos o químicos.
• Quemaduras de espesor total vale decir quemaduras circulares,
que abarquen más de un 5% de la S.C.Q.T.
n
Curso clínico de las quemaduras
a) Fase de reanimación.
- Tratamiento de lesiones por inhalación.
- Permeabilidad de las vías respiratorias.
- Sustitución de líquidos.
- Mantenimiento de la perfusión tisular: renal, cerebral, periférica
y gastrointestinal.
- Termorregulación.
b) Fase de cuidados agudos.
- Escisión temprana de la herida y procedimientos de injertos
cutáneos.
- Cuidado local de las lesiones.
- Sopor te nutricional.
- Control de la lesión.
- Tratamiento del dolor.
- Soporte emocional.
c) Fase de rehabilitación.
- Ejercicio físico.
- Cuidado continuo de las lesiones.
- Cir ugía reconstructiva.
- Resocialización.
21 7
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
ATENCION DE ENFERMERIA EN EL
PACIENTE GRAN QUEMADO
Este está basado en cinco prioridades:
•
•
•
•
•
n
Conservar la función cardiorrespiratoria.
Analgesia.
Dar apoyo psicológico.
Prevenir las infecciones.
Mantener el equilibrio hidroelectrolítico.
Diagnóstico de enfermería según Nanda
1 . D olor asoci ado a lesión tisular manif esta do p or i nquietud
d esesta bi1iza ción hem odin ámica (taq uicar dia, h ipote nsión) y
verbalmente por el paciente.
2. Alteración de la. integridad de los tejidos asociado a lesión tisular
provocado por la quemadura.
3. Riesgo potencial a déficit de volumen circulante asociado aumento
de pérdidas insensibles, formación de tercer espacio y exudado.
4. Riesgo potencial de infección asociado a pérdida de la continuidad
de la piel.
5. Riesgo potencial de alteración hemodinámicas asociado a:
- Déficit de volumen circulante.
- Aumento de pérdida excesiva por concepto de exudación y
evaporación.
6. R iesgo potencial de alteración de la perfusión renal asociado a
disminución del flujo sanguíneo renal.
7. R iesgo p oten cial a desestabili zaci ón m etaból ica asoc iada a
hipercatabolismo.
8. Deterioro del intercambio gaseoso relacionado con los cambios en
la ventilación / perfusión secundario a la lesión por inhalación.
9. Alteración sensorio perceptivas relacionadas con la sobrecarga y
de privación sensorial.
1 0. Alteración del patrón del sueño asociado a disconfort.
1 1 . Trastorno de la imagen corporal relacionada con el aspecto físico
actual y secuelas posteriores.
21 8
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
1 2. R iesgo potencial a arritmias asociado a desestabilización de la
membrana celular del músculo cardíaco por golpe eléctrico.
1 3. Riesgo potencial a alteración de la integridad de la mucosa gástrica
asociado a hipersecreción y acidez gástrica.
n
Acciones de Enfermería
a) Fase de reanimación
• Permeabilidad de las vías aéreas.
Debe sospecharse lesión por inhal ac ión en lo s pacientes con
quemaduras en la cara y aquellos expuestos a fuego en recinto cerrado.
Valorar el patrón respiratorio (frecuencia y profundidad)
Obser var mani festa cione s clíni cas de ap remio re spi ratorio y
alteración del intercambio gaseoso.
• Oxigenoterapia.
Asegurar el aporte de oxigeno a los tejidos.
Inicialmente debe administrarse oxígeno al 100% a todos los pacientes
con quemaduras graves o con sospecha de lesiones por inhalación y
combatiendo así la intoxicación por CO.
• Sustitución de líquidos. Según la fórmula de PARKLAND
4 ml de solución salina-lactato x Kg. peso corporal x % S.C.T.Q. = 24 hr.
En las primeras 8 hrs. después de la lesión, se administra al paciente
la mitad de la cantidad calculada vale decir el 50% del cálculo total,
el 25% se administra en las 8 hrs. siguientes y el 25% restante en las
últimas 8 hrs. Es necesario destacar que las soluciones por administrar
en las primeras 8 hr. corresponden a las primeras 8 hr. después de
la quemadur a y n o en las pri meras 8 h rs. despué s de la
hospitalización.
La administración de un volumen inferior al que se requiere puede
pro ducir un a per fusión o rgá nica i nadec uada y co nvertir las
quemaduras de grosor parcial en grosor total. Por el contrario, el
exceso de volumen puede colaborar a la formación de edema agudo
pulmo nar.
Restricción de coloides las primeras 24 hrs debido entre otros
fenómenos al aumento de permeabilidad capilar.
21 9
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
Las solución recomendada es ringer lactato para individuos con
niveles de potasio normal o bajo (hipokalemia) y suero fisiológico
para niveles de potasio elevado (hiperkalemia).
Asegurar una vía venosa de gran calibre sin descartar la colocación
de un C.V.C. y mante ner una P.V.C entre 5 a 10 cm. de H2 0
(evaluación indirecta de la volemia).
• Termorregulación
Evitar la exposición excesiva e innecesaria de la superficie quemada.
Prevenir la pérdida de calor a través de la evaporación y conducción.
Mantene r l a unidad del pacien te en dos grado s super ior a la
temperatura del resto de la unidad, manteniendo las puertas de la
unidad cer radas.
Cubrir la superficie corporal con sábanas estériles evitando el
contacto directo con la piel, mediante la utilización de alza ropas.
En algunos casos se puede utilizar bolsas de polietileno estéril para
cubrir zonas de quemaduras extensas, disminuyendo de este modo
la perdida de evaporación y calor.
En pacientes con temperaturas rectales < 36ºC. se tratan calentando
los líquidos empleados en la reanimación.
El proceso de recalentamiento de los pacientes con temperaturas
<33ºC. puede asociarse a arritmias mortales. Estos pacientes deben
ser recalentados lentamente y sometidos a monitorización continua.
• Balance hídrico estricto.
Realizar balance hídrico según se requiera para la reposición de
líquidos y el estado de pacientes, cada 6 hrs. en los dos primeros
días y cada 12 hrs en los días subsiguentes.
• Ingresos: - Nutrición enteral
- Nutrición parenteral.
- Sueros.
- Ingesta hídrica.
• Egresos: a) Frecuencia respiratoria:
1 ml. x c/respiración > 20 x minuto x Nº hrs.
22 0
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
b) Pérdidas insensibles:
10 ml x Kg. peso en 24 hrs. o Kg. peso x 0.5 ml x Nº hrs.
c) Temperaturas:
6 ml x c/grado > a 37º C por nº hrs.
Se recomienda pesar la ropa antes y después de colocarla al paciente
para calcular exactamente las pérdidas por concepto de exudado, ya
que éstas no son de una cantidad despreciable.
Total Egresos: A + B + C + Pérdidas medidas
• Inmunización antitetánica, pr incipalme nte en quemaduras
térmicas, debido al alto riesgo de contaminación con tierra.
• Prevenir las infecciones.
Manejo estéril de las heridas. Uso de guantes estériles, mascarilla y
delantal al estar en contacto directo con el paciente.
Utilizar precauciones estándares en un aislamiento de contacto.
• Valoración del sensorio.
Valo rar el estado conc ienc ia, orie ntació n te mpor o e sp acial
diariamente; un deterioro en el estado de conciencia puede ser un
signo precoz de infección.
Observar trastornos conductuales (encefalopatía, edema cerebral).
• Valoración e interpretación de exámenes de laboratorio.
Toma de muestras de exámenes: E.L.P., glicemia, creatinémia,
hematocrito, nitrógeno uréico urinario, urémia, enzimas cardíacas
y E.C.G.
• Valoración de circulación periférica.
Evaluar llene capilar debido a que la liberación de trombos a la
circulación periférica no es poco usual y se debe al compromiso
plexo vascular superficial y profundo. El edema que se desarrolla
después de la lesión suele obstruir el retorno venoso y entre los
síntomas tempranos destacan endurecimiento y dolor profundo de
las extremidades.
22 1
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
• Descompresión gástrica.
Los pacientes con quemaduras en más del 20% de la superficie
corporal son propensos a dilatación gástrica por íleo paralítico; la
disminución de la función gastroin testinal está causada por la
combinación de los efectos de la hipovolemia y de las respuestas
neurológica y endocrina a la lesión. Normalmente, la actividad
gastrointestinal se recupera en 24-48 hrs. El ileo intestinal puede
verse prolongado por el uso de narcóticos, como morfina y fentanilo
utilizados como analgésicos potentes.
La instalación de S.N.G. es obligatoria en pacientes con superficie
cor por al que mada >= 20% a fin de p reveni r la distensión
abdominal, los vómitos y la posibilidad de aspiración.
• Evaluación de la función renal. Medición y mantención de
débito urinario superior a: 30-50 ml/hr. (ó 1 ml/kg. peso/hora).
Observar las características de la orina: una orina de color porto
nos debe hacer sospechar una mioglobinúria.
Esta proteína de origen muscular se precipita en los tubulos renales,
sobre todo en un ambiente ácido. La administración de bicarbonato
de sodio y un déb ito uri nari o ele vad o deb erían pre ve nir la
insuficiencia renal que representa un riesgo en el gran quemado.
Uso de catéteres urinarios a permanencia.
b) Fase aguda
• Soporte emocional.
- Facilitar la expresión de dolor.
- Explicar cada procedimiento.
- Evitar el dolor innecesario, administrando analgésico a cada
curación y/o balneoterápia.
- Evaluar la necesidad de reajustar la dosis analgésica.
• Soporte nutricional:
Las lesio nes té rm icas m ayore s ori gin an una re sp uesta
hipermetabólica proporcional a la gravedad de la quemadura. El
gasto metabólico basal puede aumentar 40-100% arriba de lo normal
en pacientes con quemaduras que exceden al 30% del área total de
superficie corporal. El aumento de gasto de energía está mediado
por la respuesta neuroh ormonal al estr és. Durante el período
22 2
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
inmed iato po ster ior a una quem adura h ay un ca ta bolismo
importante que se caracteriza por aprovechamiento de proteínas,
aumento de los índices de gluconeogénesis disminución de las
concentraciones de insulina y aumento de los valores de glucagón
en plasma, que indican un aumento del flujo de la glucosa a la herida.
Este incremento en la producción de glucosa se refleja por una mayor
producción de urea y en consecuencia el nitrógeno de la urea en la
orina puede ser vir como base para estimar las necesidades de
nitrógeno.
Necesidades calóricas:
25 Kcal
x
Kg. peso corporal + 40 Kcal
x
% S.C.
Del total de calorías, 20 a 25% deben estar en forma de proteínas.
Los minerales y vitaminas se suministran en raciones que sean dos a
tres veces las diarias recomendadas . La vía preferida es la enteral, y
la nutrición parenteral se reserva para casos excepcionales.
Por otr o lado utilización precoz del tubo digestivo mediante la
nutrición enteral previene tanto la traslocación bacteriana e infección
secundaria a ésta como la atrofia de las vellosidades intestinales.
• Prevención de complicaciones gastrointestinales (G.I.) propias
de la quemadura.
La complicación gastrointestinal más importante es la úlcera de
Curling; esta puede pr oducirse en las primeras 96 hrs. tras la
quemadura por lo cual debe intentar reducirse la acidez gástrica
durante el período de reanimación manteniendo el pH del aspirado
gástrico por encima de 4. Las úlceras por estrés en pacientes con
más del 50% de superficie corporal quemada están causadas por el
estrés propio de la quemadura y principalmente por sepsis en cifras
inferiores a esta.
Observar el contenido gástrico, aspecto y cantidad.
• Cuidados de los sitios de punción.
La curación de los sitios de inserción de catéteres debe ser realizada
diariamente, evaluando y registrando en la hoja correspondiente el
esta do de é stos y avisand o opo rtunam ente al médic o su
enrojecimiento.
El sitio de inserción debe quedar completamente protegido ya sea
con gasa estéril o tela (curación oclusiva).
22 3
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
La instalación de los catéteres debe realizarse según las normas
establecidas y en lo posible en sitios de completa integridad de la
piel.
• Cuidado local de las lesiones.
Balneoterápia diaria (si existe una tina exclusiva para balneoterápia)
Baño con suero fisiológico ( 4 –6 litros ) en cama 3 o 4 veces al día
en la primera semana diaria según el estado de las heridas y la cantidad
de exudado.
La utilización de bolsas de polietileno puede servir para disminuir
la superficie expuesta y la pérdida de agua por evaporación.
Por otro lado el uso antisépticos tópicos es cada vez menos utilizado
ya que no pueden ser aplicados directamente en la superficie cruenta
pero son lo suficientemente útiles para el lavado por arrastre en las
etapas previas al injerto específicamente el antiséptico de elección
es la clorhexidina. La utilización de vaselina estéril para lubricar
principalmente las zonas de epitelización (en quemaduras tipo A)
permite la pronta regeneración de la piel.
• Prevención de úlceras por presión
Si bien es cierto que la utilización de colchón antiescara es de mucha
utilidad en éste tipo de paciente, la movilización en cama es
fundam ental p ara la pr evenc ión de úlcer as p or p resión
principalmente en la tercera fase evolutiva de las quemaduras, la
cual se caracteriza por el déficit nutricional del paciente.
• Escisión temprana de la herida e injertos cutáneos.
El objetivo pr incipal de los injer tos es disminuir al máximo la
superficie corporal expuesta a pérdida de calor y agua, y compensar
en parte la desprotección de la bar rera inmunitaria superficial (la
piel).
- Escarotomía: incisión de la escara en toda su profundidad con
lo que se alivia la presión a que están sometidos los vasos
sanguíneos, tal incisión se realiza sin anestesia ya que no hay
sensibilidad en las quemaduras de grosor total.
- Método de separación de escara: desprendimiento espontáneo,
enzimático, mecánico (quirúrgico y no quirúrgico).
22 4
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
Tratamientos más comunes:
ª Escisión secuencial: el método de uso más frecuente en el
tratamiento quirúrgico de una quemadura incluye la eliminación
diaria de los desechos sueltos durante la hidroterápia unido a las
escisiones cortantes repetidas de la escara con navajas protegidas
para injertos cutáneos una o dos veces a la semana.
Escarectomía: Algunos extirparán las quemaduras obvias de
espesor total unos 10 días después de la lesión seguido de la
aplicación inmediata de autoinjertos, suele haber hemor ragia
moderada y es obvia la separación entre tejido viable y no viable.
ª
ª Escisión tangencial: Consiste en afeitar la escara con navajas
protegidas para injertos cutáneos hasta el tejido con hemorragia,
seguido de la aplicación inmediata de auto o aloinjertos, suele
aplicarse 48-72 horas después de la quemadura.
Escisión primaria: La escisión hasta el nivel de la fascia se
practica muy tempranamente (48-72 horas), es una técnica muy
antigua; se utiliza electrobisturí, un escalpelo alentado o láser de
dióxido de carbono para cor tar la piel que mada y el tejido
subcutáneo hasta el nivel de la fascia superficial, hay menos
hemor ragia que con la escisión tengencial y no hay duda en
cuanto al injerto en tejido viable.
ª
Autoinjertos o heteroinjertos: La utilización de cualquiera
de estos procedimientos va a depender de: la posibilidad de
superficie dadora del paciente, la preparación y estado del área
cr uenta para el injerto; siendo el procedimiento de elección el
autoinjerto. Dentro de los heteroinjertos más utilizados está la
piel de cerdo.
ª
• Cuidados de los injertos.
Deben ser descubiertos transcurridos siete días después del injerto
por el médico o por indicación directa a la enfermera, se debe
obser var la adherencia de éstos según sus características, un injerto
blanquecino y suelto es un signo de desvitalización y debe ser
retirado; se debe tener especial cuidado al retirar los apósitos y por
ningún motivo lavar por arrastre; por otro lado no se debe aplicar
ningún tipo de antiséptico en las curaciones y evitar la compresión
al vendar las zonas injertadas.
22 5
INTERVENCION DE ENFER MER IA EN EL...
CAP. VII
a) Fase de rehabilitación: El objetivo primordial de esta fase es
recuperar la funcion alidad de las áreas afectadas m ediante la
ejercitación activa y pasiva de todas las extremidades.
Si bien es cierto la mayor cantidad de las acciones de enfermería se
llevan a cabo fuera de la unidad de cuidados intensivos, es importante
recordar prevenir posteriores complicaciones como son trastor nos
en el sistema músculo-esquelético y la formación de escaras mediante
la posición anatómica principalmente de las extremidades y la
evaluación constante del estado de la piel. En el caso específico de
las manos: la posición de hiperextensión máxima puede ser muy
dolorosa para el paciente pero evitará retracciones futuras en la
extremidad.
R EFE RE NC I AS
1. Secret os de los cuidados intensivos; segunda ed ici ón año 199 9 Editorial McGraw-Hill Interamericana;
Autores Polly E. Parsons,MD, Jean ine P. Wiener-Kronish, MD; capítul oVIII p . 461 – 4 67.
2. Man ual de medicina intensiva; segunda edición año 1997 Edi torial Harcourt Brace Madrid España;
Autores J.C.Montejo, A. García de Lorenzo, C.Ortiz, M.Planas; cap ítulo1 4, p. 4 01 - 403.
3. Internet; roberto. brito @saln et .net
4. Cuidado s intensivos en enfermería; segund a edición añ o 1998 ; Ed itori al Harcou rt Brace Madrid
España; Autores Li nda D. Urd en, Mary E. Lou gh , Kathl een M. Stacy; capí tulo 24 p. 44 2 – 453 .
5. Man nuel de l’infirmiere d ’ urgence, Deuxiem e edit ion 199 1; Ro bert Askenasi et Michel Rommes
Cap. 8,3 ,6, Les brû lures, p - 17 6-18 0.
22 6
Capítulo VIII
DESARROLLO EN ENFERMERIA
INVESTIGACIÓN EN ENFERMERIA:
¿COMO Y QUE?
Autor:
E.U. CECILIA CAMPOS S.
I NTR OD UC CIO N
La investigación en enfermería es considerada un deber, sin el cual, no
podría existir un verdadero ejercicio profesion al, ya que un cuer po de
conocimiento teórico como producto del trabajo investigativo, es inherente
al concepto de responsabilidad profesional. La investigación es una de las
for mas a tr avés de la cual las enfer meras adquieren su con ocimiento,
constituyendo éste, la ciencia de la enfer mería, base científica para la práctica
que organizada en teorías ayuda a describir, explicar y predecir los fenómenos
propios de la intervención de enfermería.
La Ciencia de Enfermería es una ciencia práctica aplicada (1)( *) cuyo
objetivo es conocer la realidad relativa al cuidado de la salud, para inter venir
en ella con el propósito de contribuir al mejoramiento de los cuidados y de
las condiciones de salud de las personas. El núcleo central de sus conocimientos
incluye (2 ):
• La forma como las personas y familias se adaptan al bienestar y a la
enfermedad, junto a las medidas que utilizan para proveer su salud,
prevenir la enfermedad y lograr un óptimo funcionamiento.
• El cómo el ambiente físico, biológico, psicológico y sociocultural
afecta la mantención de la salud de las personas.
• Las formas de ayuda tanto físicas como interpersonales a pacientes y
familias para reducir o aminorar las consecuencias de la enfermedad y
desarrollar o incorporar conductas saludables.
Este conocimiento deriva de una visión compartida en torno a los cuatro
conceptos claves del paradigma general de enfermería: la persona, objeto y
sujeto del cuidado; la salud entendida como una condición de la persona que
le permite su realización, razón por la cual se cuida con el fin de promoverla
o recuperarla; el ambiente que rodea a la persona y gravita su salud y cuidado;
y la enfermería, arte y ciencia del cuidado. Es de este núcleo central del cual
(*)
Nota del editor : Ver editorial
22 7
INVESTIGACIÓN EN ENFERMERIA...
CAP. VIII
deben derivar las preguntas de la investigación en enfermería definida como
“la investigación en la cual la práctica y lo relativo a la salud es analizado
desde la perspectiva de enfermería”(3)
Hildegard Peplau, destacada enfermera estadounidense quien por sus
importantes contribuciones a la profesión y cuidado de la salud ha recibido el
reconocimiento internacional, en su discurso con motivo del premio que se
le otorgó en el XXI Congreso Internacional de Enfermería en Vancouver,
Canadá en 1997, dijo: “La principal preocupación de las enfermeras en este
siglo que ya ter mina, ha sido dar respuesta a la pregunta ¿Qué hacen las
enfermeras?. La interrogante del siglo XXI debe ser ¿Qué saben las enfermeras
y cómo usan ese conocimiento para beneficiar los cuidados que otorgan a las
personas?".( 4) Quiero hacer notar que en ese momento H. Peplau, doctora de
enfermería, fallecida este año, tenía 88 años de edad (5) .
En enfermería la inquietud por explicitar los conocimientos propios y
sus fundamentos surgió con mayor fuerza a partir de la década del 50 en los
Estados Unidos, época en que númerosas enfer meras la mayoría con estudios
de post grado comienzan a publicar los resultados de sus trabajos surgiendo
un fuerte movimiento de desarrollo teórico.
En Chile las enfermeras hace mas de 20 años en un congreso de la
Federación Panamericana de Enfermería, realizado en Argentina, plantearon
que:
“Enfermería, recién se esta abocando a la tarea de for mular teorías para
conformar su cuerpo de conocimientos, hasta la fecha (año1977), el centro de
sus preocupaciones ha girado en torno a la solución de los problemas en el
dominio del hacer”( 6)
Hoy corresponde preguntarnos ¿En qué medida este planteamiento
sigue vigente en los albores del siglo XXI? ¿Cuántas enfermeras continúan
solamente preocupadas de lo contingente y aún más, su práctica clínica se
limita sólo al cumplimie nto d e i ndicacio nes méd icas y reali zación de
procedimientos rutinarios que se mantienen sin cambios independientes del
resultado de trabajos de investigación que aportan evidencias para modificar
la práctica?.
En esa opor tun idad se for muló una política par a d esar rollar la
investigación, quedo establecido que en Chile y América Latina el desarrollo
científico de enfermería ha sido difícil, identificándose como factores, entre
otros a la falta de equipos estructurados de investigación, junto a instituciones
que los acojan y estimulen; la dificultad para difundir el conocimiento generado
debido a la ausencia de publicaciones; y la disociación entre la investigación,
docencia y asistencia, situación que ha dificultado la for mación de una
22 8
INVESTIGACIÓN EN ENFERMERIA...
CAP. VIII
comunidad científica en enfer mería. Junto a estos problemas también se
mencionaron otros relacionados con los recursos económicos, de tiempo y
de formación en investigación.
¿QUÉ PASA HOY DIA?
Al examinar la situación actual, transcurridos más de 20 años de la
reunión citada, se puede concluir que si bien se han realizado grandes progresos,
especialmente a nivel de la formación de pregrado, aún persisten muchos de
los problemas identificados en ese entonces. Es posible afirmar que en nuestro
medio son escasos los equipos estructurados, como también las instituciones
que los apoyan. Un trabajo de tesis de alumnos realizado este año, constató
que en ningún hospital tipo 1, de 18 estudiados a lo largo del país, existe una
estructura o un grupo formal dedicado a la investigación( 7) . A nivel de las
universidades en muchas escuelas de enfermería, sí existen estructuras de apoyo
y financiamiento a la investigación, pero los vínculos con la asistencia son
aún débiles e insuficientes.
Con respecto a los organismos financiadores, en ellos no existen por
se parado un área para catalogar la enfermería, por lo cual, al postular a
financiamiento nos debemos incluir en el área biomédica o en la que más se
nos asemeje, compitiendo muchas veces en desigualdad de condiciones.
Un estudio publicado en 1997 en el Journal of Advanced Nursing( 8) ,
en que se describe la visión de las enfermeras con respecto a la utilización de
los resultados de la investigación, muestra que tanto el grupo de profesionales,
como de alumnos estudiados (n= 70) hacen baja utilización de los resultados
de investigaciones en su práctica diaria, la que por lo general está basada en
tareas rutinarias o formas de hacer las cosas por costumbre. Una de las razones
de ello, a pesar de la gran disponibilidad de investigaciones es la negativa a
implementar cambios por parte de los equipos más antiguos y lo poco
aplicables que encuentran sus resultados. Si bien en nuestro país no se ha
realizado un estudio de este tipo no es difícil pensar que los resultados serían
similares. La siguiente tabla muestra el uso de los aportes de la investigación
en actividades diarias de enfermería en el estudio recién mencionado.
22 9
INVESTIGACIÓN EN ENFERMERIA...
CAP. VIII
UTILIZACION DE LA INVESTIGACION EN LA PRACTICA
Estudiantes (n 34)
ACTIVIDADES
Profesionales (n 36)
NBI %
BI %
NBI %
BI %
Rasurado Quirúrgico
71
29
67
33
Area de cuidados críticos
56
44
69
31
Observación (guardia)
85
15
78
22
47
53
42
58
Baño matutino
97
3
94
6
Administración de Medicamentos
94
6
89
11
Admisión Hospitalaria
50
50
58
42
Manejo
62
38
69
31
Inyecciones IM (Cambio de vía)
68
32
56
44
Lavado de manos
71
29
64
36
Planes
71
29
64
36
29
71
28
72
Control del Dolor
Cuidados del Catéter
(*)
(*)
BI = BASADO EN INVESTIGAC ION
NBI = NO BASADO
MEDIOS PARA DIFUNDIR EL CONOCIMIENTO
Con respecto a los medios para publicar, sólo en los últimos años a
nivel de la Universidad Católica y la Universidad de Concepción, se edita
una revista de enfer mería con carácter científica. En Chile las publicaciones
en enfermería son escasas, lo que ha dificultado en desarrollo de la disciplina;
esta conformada por dos tipos de literatura, la no convencional o gris que es
la mayoritaria; incluye los infor mes técnicos, la tesis de alumnos, los trabajos
presentados en congresos entre otros, y la literatura convencional, más escasa,
conformada por los libros y las revistas. Una revisión hecha por Cianelli de
lo generado entre los años 90 y 97 en la que se consideraron sólo los libros
que han seguido las normas de las empresas editoras, reveló la existencia de
sólo 6 libros publicados en nuestro país por enfermeras. Con respecto a las
revistas que circulan en la actualidad, sólo disponemos de cuatro: Horizontes
de En fermer ía de la U niversidad Católica; Ciencia y Enfer mería de la
Universidad Concepción; Enfer mería del Colegio de Enfer meras y Perfil del
Laboratorio Saval. Sólo una de ellas es exclusiva de investigación, la de la
Universidad de Concepción.
23 0
INVESTIGACIÓN EN ENFERMERIA...
CAP. VIII
PUBLICACIONES PERIODICAS DE ENFERMERIA EN CHILE(9)
REVISTA
AÑO
PERIODICIDAD
TEMATICA
INST. EDITORA
Enfermería
1965
Trimestral
Diversa
Colegio Enferm.
Horizontes de Enfermería
1990
Semestral
Diversa
PUCCH
EPAS
1983
Discontinuada
Autocuidado
PUCCH
Ciencia y Enfermería
1995
Anual
Investigación U. Concepción
Perfil de Enfermería
1997
Cuatrimestral
Diversa
Lab. Saval
Al limitado número de publicaciones periódicas existentes se suma el
bajo uso, que las enfermeras hacemos de la literatura disponible. En la
actualidad, profesores de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica
en conjunto con el Colegio de Enfermeras, están realizando un estudio de los
hábitos de lectura de las enfermeras chilenas; resultados preliminares per miten
decir que no son buenos, a lo que se suman barreras de idioma para acceder a
la literatura extranjera fundamentalmente en inglés.
Ho y día con mucha faci lidad se pue de ac cede r vía inter net a
innumerables sitios, bases de datos, y grupos de enfer mería para buscar e
intercambiar información o relacionarse con grupos de interés y así estar al
día con los avances de nuestra profesión.
PRODUCCION CIENTIFICA
Con re lación a la prod uc ción cie ntífica, el único estudio sobre
Tendencias de la Investigación en Enfer mería( 10) realizado con el auspicio de
la OPS con motivo del primer Coloquio Panamericano de Investigación en
enfermería en 1987, nos mostró la realidad de una escasa producción, similar
a la del resto de los países participantes (Brasil, Ecuador, Honduras, México y
Perú), pero en los cuales, la enfermería no tiene la larga trayectoria profesional
del nuestro. Recordemos que Chile fue el primer país de América Latina que
inició la formación de enfermeras al interior de la Universidad, hecho ocurrido
en 1906.
En los hallazgos de dicho estudio, se observó que las investigaciones
revisadas, más de 300, en su gran mayoría (45%) eran de carácter descriptivo,
lo que demostró el nivel inicial de desarrollo teórico en que nos encontramos.
Llama la atención la tendencia a realizar estudios en forma individual, por
in iciativa de las pr opias enf er mer as la s que en su mayo ría fu eron
autofinanciados (sólo 16,8% de las investigaciones revisadas correspondió a
23 1
INVESTIGACIÓN EN ENFERMERIA...
CAP. VIII
estudios realizados por iniciativa institucional).
Con respecto a la difusión de los resultados, alrededor de un tercio de
las investigaciones dieron origen a publicaciones en revistas o libros; el resto
no fue publicado, o lo hizo en forma interna, o en un medio de difusión no
reconocido. Se dice que la investigación no publicada no existe y que la
publicación es el modo social para dar cuenta del conocimiento adquirido.
Manfredi, en su conferencia con motivo de las 1ras. Jornadas Internacionales
de Investigación en Enfermería, realizadas en Concepción en 1991, insiste en
la importancia de la difusión de los hallazgos, manifestando que: Mientras las
enfermeras hacen grandes esfuerzos para construir un cuerpo de conocimientos
a través de la investigación, muchos de estos estudios quedan sin publicarse y
sus resultados permanecen inéditos y desconocidos”( 11).
Otro aspecto que quedó de manifiesto en el estudio de tendencias citado,
fue el que se relaciona con la definición de áreas o líneas de investigación; no
fue fácil observar una claridad en consonancia con el paradigma general de
enfermería, en la mayoría de las investigaciones revisadas se observó una
fuerte influencia del modelo biomédico, situación que dificulta precisar con
exactitud la contribución par ticular del conocimiento de enfer mería al
cuidado de la salud de las personas.
DESARROLLO ACADEMICO PARA INVESTIGAR
Si bien todas las enfermeras en sus estudios de pregrado tienen formación
en investigación y aún más en muchas escuelas es exigencia de itulación la
defensa de una tesis, la preparación avanzada es escasa. El estudio “Recurso
de Enfermería en Chile” realizado en 1994(12) mostró que de un universo de
3.668 profesionales, sólo una enfermera tiene grado académico de “Doctor”.
Este grado es el que otorga el más alto nivel de preparación y ubica a los
profesionales en las condiciones más ideales para producir conocimiento. En
la actualidad el número de doctoradas a aumentado, existiendo alrededor de 7
quienes ejercen funciones académicas en las escuelas de enfer mería. Ellas
constituyen el principal capital para el desarrollo de la investigación en nuestro
país.
Con respecto al grado de maestría no más de un 20% de las enfermeras
chilenas lo poseen, pero la minoría en Ciencias de la Enfermería; un estudio
sobre intereses por realizar estudios de postgrado en enfermeras de América
Latina, mostró interés por realizar dichos estudios en el 50% de las enfermeras,
si bien la mayoría expresó dificultades personales, económicas y de idioma
para realizarlos.( 13)
23 2
INVESTIGACIÓN EN ENFERMERIA...
CAP. VIII
Con relación al tiempo dedicado a las diferentes funciones, el estudio
de Recursos de Enfermería (1994) reveló que a investigación, sólo dedican un
1,6% del tiempo.
A través de conversaciones informales, con enfermeras que ocupan
cargos jerárquicos a nivel de los ser vicios de salud del país, he podido constatar
que la mayoría realiza trabajos importantes y de magnitud destinados a evaluar
la calidad de la atención, estudiar la necesidad de introducir cambios, medir
impacto, entre otros. Desgraciadamente casi ninguno de estos estudios es
realizado con una mirada investigativa, y sus resultados sólo terminan en
valiosos informes que avalan toma de decisiones; pero sí, muchos de ellos son
utilizados por otros profesionales en presentaciones científicas. Considero
que las enfermeras debemos aprender, y por sobre todo, valorar la importancia
de realizar nuestro quehacer siempre con mirada investigativa, en la cual el
denominador común, sea explicitar el aporte al conocimiento propio de
enfer mería.
¿COMO INVESTIGAR EN ENFERMERIA?
Esta interrogante puede responderse de diferentes formas; una de ellas
se relaciona con la motivación y disposición para investigar, conducta deseable
en todo profesional, ya que la capacidad para analizar críticamente la realidad
y buscar formas de transformarla en beneficio del servicio que se otorga,
constituye su característica esencial. Para ello es necesario detenerse cada día
y dedicar un tiempo a pensar con mayúscula la enfer mería. ¿Qué he realizado
hoy día? ¿podría poner a prueba, una forma diferente de otorgar estos cuidados
con mejores resultados?.
La fuente inspiradora de estas interrogantes para las que debemos buscar
respuesta, es a través de la investigación y se encuentran en la realidad diaria
del cuidado. Es por ello que las enfermeras asistenciales deben dedicar una
fracción de su tiempo a reflexionar sobre su práctica y a investigar; es deseable
que e n los ser vicio s asistenc iales exista una po lític a al respe cto. El
establecimiento de alianzas con enfermeras investigadoras puede tener como
resultado un progreso en esta área, ellas portaran el conocimiento especializado
para llevar a cabo la investigación, pero el problema y la necesidad de resolverlo,
tal vez lo identificará mejor el equipo asistencial.
La investigación se aprende haciendo, para lo cual además de la capacidad
de cuestionar la realidad, se requiere de un ambiente que la favorezca, de una
masa cr ítica con for mación básica y de organismos que le den apoyo y
direccionalidad.
23 3
INVESTIGACIÓN EN ENFERMERIA...
CAP. VIII
Otra forma de responder al ¿cómo investigar? Tiene que ver con el
paradigma general de la ciencia en el que nos apoyemos( 14). Enfer mer ía
fundamentalmente se ha orientado en dos: El paradigma del positivismo
empírico o de la totalidad, y el paradigma del naturalismo inductivo o de la
simultaneidad. El primero concede imp ortancia fundamentalmente a lo
ob jetivo, dan do origen a investigacio nes de tip o c uantitativo.
Conceptualmente, refleja un estudio de los atributos mensurable de los
fenómenos que se estudian. El segundo concede a lo subjetivo dando origen
a investigaciones preferentemente cualitativas, reflejando un estudio en
términos comprensibles. Es así como ello, entre otros determina el tipo de
diseño metodológico a emplear.
Otra manera de responder al ¿cómo? Se relaciona con el establecimiento
de estrategias que nos permiten realizar investigación. Entre ellas se pueden
mencionar, la incorporación a equipos con trayectoria, la colaboración en
investigaciones de otro, el establecimiento de alianzas con profesores de
enfer mería, el poner a disposición de alumnos temas a investigar, por
menci onar algunas. Lo importante es que siemp re seamos capaces de
incorporar nuestra visión particular de enfermería: la persona y su familia en
sus respuestas frente a salud y enfermedad, de modo que los resultados
permitan explicitar o precisar el aporte de dicha investigación al conocimiento
de enfermería.
¿QUE INVESTIGAR EN ENFERMERIA?
El que investigar en enfermería en términos generales se debe enmarcar
en el núcleo central de nuestro conocimiento; la especificidad del tema y la
prioridad que se le asigne está determinada por la situación de salud junto a la
realidad del cuidado. En nuestro país no existe aún un organismo encargado
de formular una política de investigación en enfermería, probablemente esto
lo asuma en el corto plazo la Asociación Chilena de Escuelas de Enfermería.
A nivel mundial el Consejo Inter nacional de Enfermería (CIE)( 15) a
comienzos de esta década en una reunión que congregó a países de Europa,
Asía, Norte América, estableció por consenso, en un primer esfuerzo de este
tipo, las siguien tes pr ior idade s par a la investigaci ón de enfe r mería
inter nacional:
• Promover el desarrollo de una base sólida de conocimiento para la
práctica de enfer mería.
• Reconocer la investigación en enfermería, como una parte integral
de la práctica y de la educación de enfermería, en todos los países.
23 4
INVESTIGACIÓN EN ENFERMERIA...
CAP. VIII
• Facilitar las investigaciones multinacionales.
• Estimular a las aso ciacion es nacionale s de enfer mería para que
establezcan estándares de investigación y ética.
Con respecto a las prioridades de los diferentes países, están variando
en cuanto al rango de las áreas temáticas presentadas, entre las cuales se destacan
las siguientes:
• Cuidados para el adulto mayor: problemas alimentarios, actividad
funcional post accidentes vasculares y continuidad en los cuidados.
• Alta precoz de madres y recién nacidos por parto de alto riesgo.
• Cuidado mater no infantil para mujeres que trabajan.
• Promoción de la salud, bienestar y autocuidado.
• Revisión de la calidad en control de enfermedades.
• Prevalencia del abuso de drogas.
En los países con mejor nivel de desarrollo en enfermería como Estados
U nido s de Nor te Am éric a, Can adá, Th ailan dia, existe n p rio ridad es
establecidas, así como también organismos nacionales que las apoyan y otorgan
financiamiento.
En los Estados Unidos el “National Institute of Nursing Research”
(NINR) (16) , organismo estatal dispone de presupuesto para financiar el
desarrollo de investigaciones en enfermería. Para el año 2000, tiene asignado
presupuesto de 71.73 millones de dólares, y anualmente financia acerca de
200 investigaciones. Las principales líneas de investigación se relacionan con:
salud de la mujer; mejoramiento de cuidado; ancianos; manejo de síntomas;
promoción de la salud Comunitaria y rural; niños y familias. Como ejemplos
de esas líneas se pueden mencionar los siguientes estudios.
• Manejo del estrés en mujeres producto del resultado de biopsia de
mamas.
• Apoyo a la toma de decisiones con relación a terápia hormonal de
reemplazo.
• Estudios de costos, satisfacción y seguimiento del cuidado de ancianos
en hogares.
• Definición del rol de enfermería en el confort del paciente.
• Mejorando la calidad de vida de los pacientes con Alzhaimer y de sus
cuidadores.
23 5
INVESTIGACIÓN EN ENFERMERIA...
CAP. VIII
• Disminución de costos y aumento de la satisfacción de pacientes.
• Uso de protectores de caderas para prevención de fracturas en ancianos.
• Prediciendo las nauseas inducidas por la quimioterápia en pacientes
con cáncer.
• Introduciendo opciones saludables en las salas de clases rural.
• Efecto de los programas masivos de detención de cáncer en población
vulnerable en una mayor probabilidad de buena salud
• Descubriendo detrás del llanto, las claves del dolor del niño.
NUESTROS DESAFIOS
• El primer gran desafío es comprometerse con la aventura de investigar,
hacerlo, perder el miedo. Recordemos que la investigación es una de
las cosas que se aprende haciendo.
• Estar al día en los avances científicos, conocer de los resultados de
investigaciones, leer y valorar la literatura de enfer mería, sustentar
nuestra práctica en las evidencias.
• Reconocer y dar crédito a los aportes de nuestros pares, interesarnos
en los estudios realizados por enfermeras, referirlos en los trabajos que
realizamos.
• Establecer alianzas que nos faciliten el desarrollo de investigaciones.
• Publicar el resultado de nuestros estudios y experiencias.
• Informar a la población sobre las investigaciones de enfermería, dando
a conocer cómo se beneficia el cuidado de la salud.
En síntesis nuestro desafío, como toda disciplina académica es organizar
el co noci miento, de mod o tal, que se a p osible r esponde r a nuestras
interrogantes, las que se relacionan con el campo de las respuestas del hombre
frente al estado de salud y enfer medad, las intervenciones para restaurar la
salud y la autonomía de las personas en su cuidado.
Debemos ser capaces de precisar con exactitud la contribución particular
de enfer mería al cuidado de la salud del hombre. Responder a la pregunta
que nos dejó de herencia H. Peplau: ¿Qué saben las enfermeras y cómo usan
ese conocimiento para beneficiar los cuidados que otorgan a las personas?.( 17)
Con su respuesta nuestra profesión estará siempre segura.
23 6
INVESTIGACIÓN EN ENFERMERIA...
CAP. VIII
Tengamos siempre presente que:
“El conocimiento otorga poder y el poder confiere autonomía”
R EFE RE NC I AS
1. Bases conceptuales de l a en fermerí a prof esio nal, Leddy Susan , O rganización Mundial d e la Salu d,
Edit. Lippn co tt 1º ed i., en esp añ ol 1985 pág. Cap. 5: Condi cio nes d e enfermería como disciplina
científica; cap.6: p roceso de in vestigación, p ág. 1 09-1 27
2. Urrutia M., (19 92)La disciplina d e enf ermería. Horizontes de Enfermería 2 ( 3):59-62
3. Arau jo Ferreira J. R. 81 994) El rol de l a en ferm era investigado ra. Co nferencia d el IV Co loqu io
Panameri cano de Investigació n en Enf ermería
4. Peplau, H. (1997) Discurso, 2 1 Cuadrienal Congreso Internaci onal d e Enferm ería, Vancuver, Canadá,
Junio .
5. http ://www.uwo.ca/nursing/hom epg/ peplau.html
6. Colegio En fermeras de Ch ile “P ropo sicio nes para una política d e desarrollo de la invest igación en
Enferm ería, Enfermería 12 (56 ): 4-8, 197 8.
7. Carrasco, P., (19 99), Perfil bio sociodemográfico de las enferm eras que realizan in vestigación, Escuela
de Enfermería, Tesis PUCCH.
8. Camiah S., (1 997) Uti lizatio n of n ursin g resarch in practice, J ourn al of Advanced Nursin g 26: 1193120 2
9. Cianelli, R., (1 997, P ublicacio nes de Enfermería en Chile, Horizo ntes de Enfermería, 8 (1): 35-40
10. Nuñez, N., et al., (19 87) Estudio sob re tendencias d e la investigación so bre la práctica d e enfermería
en países de América Latina (19 83-1987). Informe final de Ch ile.
11. Man fredi M., (199 1) Conferen cias Primeras Jornadas Internacionales de Invest igación en Enferm ería,
Concepción .
12. Men eses M. , (1 994). Recurso del prof esio nal de Enferm ería en Chile. Sociedad C hilena d e Educaci ón
en Enferm ería y Ministerio de Sal ud.
13. Lange I., et al. (1 991). Interés y Dif icu ltades para real izar estudio s de Maestría y Doctorad o en
Enferm eras de Améri ca Latina, Revista Horizonte de Enf ermería 1(1):13 .
14. Figueroa M., (19 92) Modelos d e en fermerí a en la atención de salud comu nitaria, Horizontes de
Enferm ería 2 (3) : 70-77
15. Hinshaw, Ad a-Sue (1997 ) El estado del arte de la investi gación en enfermería., Revist a Horizonte de
Enferm ería 8 (1) : 12-24
16. www.nih .go v/ ninr/
17. Peplau H.: Discu rso Sesi ón inaugural 21 st Anadrien al Con gress In ternational Canecil of Nurses,
Van cou ver, Canadá Ju ne 1997 “Notas del Asisten te”
18. Bases conceptuales de l a en fermerí a prof esio nal, Leddy Susan , O rganización Mundial d e la Salu d,
Edit. Lippn co tt 1º ed i., en esp añ ol 1985 pág. Cap. 5: Condi cio nes d e enfermería como disciplina
científica; cap.6: p roceso de in vestigación, p ág. 1 09-1 27
19. Urru t ia M. , ( 19 9 2) La d i sci pl i na d e en fe rme ría . Ho riz on t es d e En ferm erí a 2 ( 3) : 59 -6 2
20. Arau jo Ferreira J. R. 81 994) El rol de l a en ferm era investigado ra. Co nferencia d el IV Co loqu io
Panameri cano de Investigació n en Enf ermería
21. Peplau, H. (1997) Discurso, 2 1 Cuadrienal Congreso Internaci onal d e Enferm ería, Vancuver, Canadá,
Junio .
22. http ://www.uwo.ca/nursing/hom epg/ peplau.html
23. Colegio En fermeras de Ch ile “P ropo sicio nes para una política d e desarrollo de la invest igación en
Enferm ería, Enfermería 12 (56 ): 4-8, 197 8.
24. Carrasco, P., (19 99), Perfil bio sociodemográfico de las enferm eras que realizan in vestigación, Escuela
de Enfermería, Tesis PUCCH.
23 7
INVESTIGACIÓN EN ENFERMERIA...
CAP. VIII
25. Camiah S., (1 997) Uti lizatio n of n ursin g resarch in practice, J ourn al of Advanced Nursin g 26: 1193120 2
26. Cianelli, R., (1 997, P ublicacio nes de Enfermería en Chile, Horizo ntes de Enfermería, 8 (1): 35-40
27. Nuñez, N., et al., (19 87) Estudio sob re tendencias d e la investigación so bre la práctica d e enfermería
en países de América Latina (19 83-1987). Informe final de Ch ile.
28. Man fredi M., (199 1) Conferen cias Primeras Jornadas Internacionales de Invest igación en Enferm ería,
Concepción .
29. Men eses M. , (1 994). Recurso del prof esio nal de Enferm ería en Chile. Sociedad C hilena d e Educaci ón
en Enferm ería y Ministerio de Sal ud.
30. Lange I., et al. (1 991). Interés y Dif icu ltades para real izar estudio s de Maestría y Doctorad o en
Enferm eras de Améri ca Latina, Revista Horizonte de Enf ermería 1(1):13 .
31. Figueroa M., (19 92) Modelos d e en fermerí a en la atención de salud comu nitaria, Horizontes de
Enferm ería 2 (3) : 70-77
32. Hinshaw, Ad a-Sue (1997 ) El estado del arte de la investi gación en enfermería., Revist a Horizonte de
Enferm ería 8 (1) : 12-24
33. www.nih .go v/ ninr/
34. Peplau H.: Discu rso Sesi ón inaugural 21 st Anadrien al Con gress In ternational Canecil of Nurses,
Van cou ver, Canadá Ju ne 1997 “Notas del Asisten te”
23 8
ANALISIS DE LA ENCUESTA NACIONAL SOBRE LA
FORMACION DE ENFERMERIA EN CUIDADO INTENSIVO
Autor:
EU. RUTH JOHANNA ENGELS
I NTR OD UC CIO N
La tarea de la Fundación Fideco es el impulsar proyectos que puedan
mejorar la capacitación del personal médico y de enfermería a través de
numerosas actividades como también a través de un Programa de Post Grado
de Formación de Médicos Especialistas en Medicina Intensiva y Reanimación
de la Red Interuniversitaria ALREAMI, que se encuentra en funcionamiento
ininter rumpido desde el año 1993, siendo probablemente uno de los más
extensos del país (1). Pero la Fundación no quiere detenerse ahí, sino pensamos
que este desarrollo debe producirse para todos los estamentos, de acuerdo a
sus necesidades y quehacer laboral. Nuestra siguiente meta es elaborar un
Programa de Especialización de Enfermería en UCI. Para ese fin es necesario
conocer la opinión de aquellas enfermeras que trabajan específicamente en
Unidades de Cuidados Intensivos.
MATERIAL Y METODO
Se diseño una encuesta que abar ca 9 temáticas con un total de 25
preguntas. Previo a la encuesta, el cuestionario se puso a prueba y se hicieron
lo s c ambio s c orr espon dien te s p ara e vitar co nfusio nes y lo gr ar un
entendimiento óptimo de las preguntas con sus alternativas respectivas. Las
alternativas de respuestas se presentaron de la siguiente manera: selección
múltiple, dicotómicas y numéricas. Solo dos preguntas contenían texto.
En paralelo a este trabajo se hizo contacto telefónico con todas las
Un idades de Cuidados Intensivos Adulto s, p úblicas co mo p rivadas, y
específicamente con la Enfermera Supervisora. Esto permitió personalizar la
Encuesta Nacional (EN) y saber cuantas enfermeras trabajan en UCI en el
ámbito nacional. La EN fue enviada a 68 Unidades para un total de
exactamente 612 enfermeras. A estos envíos agregamos un sobre franqueado
para facilitar el reenvío de las respuestas. Cabe destacar que la EN era
absolutamente personal, voluntaria y anónima.
23 9
ANALISIS DE LA ENCUESTA NACIONAL...
CAP. VIII
24 0
ANALISIS DE LA ENCUESTA NACIONAL...
CAP. VIII
Las nueve temáticas de la EN fueron distribuidas de la siguiente manera:
1 . LOS DATOS DEMOGRAFICOS contienen las preguntas sobre
la edad, los años de profesión y años de ser vicio en UCI. Todas aquellas
con repuestas numéricas.
2. Para EL LUGAR DE TRABAJO se define la institución y el
Ser vicio donde trabajan las enfer meras (selección múltiple)
3. En LA F OR MACIO N DE PRE GRADO pre gunta mos si
realizaron internado en UCI, de cuanto tiempo fué la duración del
internado y en que año de formación. (dicotómico y numérico)
4. EL CARGO distingue entre Enfer mas Supervisoras y Enfermeras
Tratantes. (selección múltiple)
5. EL ENTRENAMIENTO consulta sobre la capacitación recibida
en la misma U CI. También investiga el grado de participación en
cursos, congresos, etc. y presentación de trabajos en estos últimos.
(selección múltiple)
6. EL TRABAJO EN UCI se analiza mediante el tiempo de adaptación
necesario y la visión personal. (selección múltiple)
7. En los ESTUDIOS REALIZADOS se pide anotar cuales fueron y
donde se realizaron.
8. El aspecto más importante de la EN son las consultas referente a la
E SPE CIALIZACION E N UCI, que se investigan mediante 7
preguntas que son las siguientes: Si existe la necesidad, si las enfermeras
están dispuestas en realizar una Especialización For mal. Si el Programa
A cadém ico d ebe c onten er lo s a sp ectos pe diátri cos y adu ltos
conjuntamente, la opinión sobre la duración de una Especialización,
Cuales son los más importantes impedimentos y que grado académico
seria deseable para esta Especialización. Y finalmente donde debería
realizarse un internado, solo en centros nacionales o también en el
ámbito internacional. (selección múltiple y dicotómico)
9. La última pregunta dejó espacio abierto para cualquier tipo de
OPINIÓN o COMENTARIO PERSONAL. (texto)
En el análisis se consideran sin respuesta todas las preguntas sin contestar
o alternativas imposibles de interpretar o más de una alternativa en aquellas
preguntas a selección múltiple.
24 1
ANALISIS DE LA ENCUESTA NACIONAL...
CAP. VIII
RESULTADOS Y DISCUSION
1 . Análisis estadístico de la encuesta
La EN o estudio descriptivo se han usando Muestras Aleatorias Simples
con los siguientes parámetros del tamaño de población de 700, una prevalencia
esperada del 50% que dio el nivel de confianza entre un 90 y 95 % (tamaño de
la muestra necesaria entre 195 y 248 encuestas analizadas)
Fueron enviadas 612 Encuestas a 68 unidades del Sector Público y
Privado, Mutuales e Instituciones de las Fuerzas Armadas. Fueron contestadas
231 Encuestas que equivalen al 37,74% del universo total. De estas fueron
eliminadas 7 encuestas por que estas enfermeras nunca habían trabajado en
una Unidad de Cuidados Intensivos. Finalmente se analizaron 224 encuestas.
2. Resonancia por sectores
La mayor parte de las Encuestas enviadas pertenecen al Sector Público,
con 41 unidades y representan el 60,78% (372 encuestas) del total. De estas
encuestas enviadas analizamos 151 (40,6%), entonces una respuesta por sobre
el promedio global.
El Sector Privado se representó con 14 U nidades y 124 encuestas
enviadas, que es el 20,26% del total. Solo 19 Encuestas fueron analizadas, que
son el 15,3% en este grupo especifico y muy por debajo del promedio global
lo que limita seriamente el resultado de las respuestas de ese sector.
Las Mutuales están representadas con 8 unidades y un total de 73
Encuestas enviadas, el 11,95% del total. 23 Encuestas (31,51%) fueron
analizadas en este grupo especifico y acercandose al promedio global.
Las Instituciones de las Fuerzas Armadas están representados con 5
unidades y 43 Encuestas enviadas, que son el 7% del total enviado. Las
Encuestas analizadas son 31 con un 72,1% de participación en su grupo
específico. Entonces la tendencia aumentó al doble versus la representación
global.
Podemos concluir que la resonancia o respuesta fue del siguiente orden:
las Instituciones de las Fuerzas Ar madas, el Sector Público, las Mutuales y
finalmente el Sector Privado. A pesar de las grandes diferencias en el peso
estadístico en las respuestas de cada sector, se observó una similitud muy
marcada en muchas de las preguntas que analizaremos a continuación.
24 2
ANALISIS DE LA ENCUESTA NACIONAL...
CAP. VIII
3. Datos Demográficos
3. 1. La edad promedio de las enfermeras que trabajan en UCI es de
33,9 años, en un rango de 22 a 58 años. El análisis por rangos de edad
muestra que el 36.6% se encuentra entre 21 y 30 años, 35.3% entre 31
y 40 años, el 21.4% entre 41 y 50 años y finalmente un 4% entre 51 y
60 años de edad. El 2,7% no contesto esta pregunta.
3.2. La segunda pregunta es sobre los años de profesión. El promedio
es de 10,7 años como Enfermera, (entre < 6 meses y > de 30 años)
concentrándose en rangos de 1 a 5 años el 32.2%, de 6 a 10 años el
27.7%, de 21 a 30 años el 13,4% y con más de 30 años el 1,3%. El 1,3%
no contesto.
3.3. La ter cera pregunta el sobre los año s de expe riencia como
Enfer mera en una U nidad de Cuidados Intensivos. El promedio de
experiencia en UCI es de 7,1 años (entre < 6 meses y 24 años) en lo
cual el grupo más importante con 120 Enfermeras (53,6%) se encuentran
en el rango de 1 a 5 años y 52 Enfermeras (23.2%) de 6 a 10 años, 37 de
ellas (16.5%) entre 11 y 20 años, y solo 12 Enfermeras (5.4%) entre 21
y 30 años y solamente 3 (1.3%) quedaron sin contestar. En el rango con
más de 20 años de experiencia se encuentran aquellas Enfermeras que
han participado en la fundación de los Ser vicios de Cuidados Intensivos
de este país.
4. Lugar de Trabajo
Esta sección esta compuesta por dos preguntas que abarcan por un
lado la institución y por el otro lado el servicio o la unidad en donde trabajan
las Enfermeras.
4. 1. De las 224 Encuestas, el mayor número trabaja en el Sector Público
24 3
ANALISIS DE LA ENCUESTA NACIONAL...
CAP. VIII
con 150 (67%) Enfermeras, seguido por las Instituciones de las Fuerzas
Armadas con 31 Enfermeras (14.7%), las Mutuales con 23 Enfermeras
(10,9%) y las Clínicas Privadas con 19 Enfermeras (8%). Un 0.9% o 2
Enfermeras trabajan en más de una institución.
4.2. El mayor porcentaje trabaja en una UCI Adultos o General, que
figura con un 72% o 160 Enfermeras, seguido por Unidades de Paciente
Crítico que es un conjunto del Cuidado Intensivo con el Cuidado
Intermedio con 35 (15.6%) Enfermeras. Aunque las respuestas de las
Unidades de Paciente Crítico son importantes, no significa, que este
tipo de servicios sea particular mente numeroso, al contrario, fueron 3
Unidades en total, pero dada su estructura organizativa y administrativa
representan una gran dotación de personal. Pero no estamos analizando
el número de servicios sino el número de Enfermeras que trabajan en
ellas y que nos han contestado. La UTI Cardiovascular se representó
con 26 Enfermeras (12.1%). Dos Enfermeras (0.9%) no contestaron.
5. Pre Grado en UCI
Respecto a esta información se hicieron 4 preguntas, que fueron las
siguientes:
5. 1. Las enfermeras r ealizaron un pre grado en UCI ? 62 de ellas
contestaron que si (27,7%), 161 no lo han hecho (71,9%), solo 1 (0,4%)
no contestó a esta pregunta. Entonces podemos observar que la mayoría
de las enfer meras no tienen un entrenamiento básico específico desde
su formación de pre grado para el tipo de pacientes críticos.
5.2. De las 62 enfermeras que si realizaron un pre grado en UCI, se
pregunto dónde lo habían hecho. 52 (83,9%) de ellas lo hicieron en el
Sector Público, 6 (9,7%) en el Sector Privado, 3 (4,8%) en ambos sectores
y solo una (1,6%) no contesto.
5.3. Se consulto sobre la duración de este pre grado, que fue de 4,4
semanas en promedio, con un mínimo de 3 días y un tiempo máximo
de 6 meses. Podemos observar entonces cuan disparejo es la formación
de pre grado en UCI. Estamos hablando entonces desde una visita
informativa hasta cuasi un nivel de post grado.
5.4. La consulta en que año de formación se realizo el pre grado en
UCI refuerza lo anterior, porque no se observa una línea clara en este
aspecto porque lo realizaron en cualquier momento de su formación
como Enfermera. 1 Enfer mera (1,6%) en el primer año, 2 (3,2%) durante
el segundo año, 14 (22,6%) en el tercer año, 18 (29,1%) durante el cuarto
24 4
ANALISIS DE LA ENCUESTA NACIONAL...
CAP. VIII
año y 8 (12,9%) en el quinto año. Un número bastante significativo de
19 enfermeras (30,6%) no contestaron. Supongamos porque no se
acordaron con exactitud, de hecho es la única pregunta, que no fue
contestada por un número importante de Enfermeras.
6. Los Cargos
Del total de las Encuestas analizadas, 24 (10,7%) Enfermeras ocupan el
cargo de Enfermera Supervisora (ES), 8 (3,6%) el de ES y Enfermera Tratante
(ET) simultáneamente, en total entonces 32 ES. 188 (83,9%) ocupan el cargo
de ET y solo 4 (1,8%) no contestaron.
7. Entrenamiento en UCI
En esta sección se hicieron 3 preguntas, que abarcan la capacitación
realizada al llegar a una Unidad de Cuidados Intensivos, la participación en
cursos, congresos y simposiums y también si han presentado trabajos en estos
últimos, ya que esto implica también revisar y estudiar temas determinados
del ambiente.
7. 1. La capacitación recibida en UCI, solo 8 enfer meras (3,6%) no
recibieron ninguna, 78 (34,8%) solo una breve información, 116 (51,8%),
entonces la mayoría tuvo una capacitación organizada en la misma
Unidad y sólo 6 enfer meras (2,7%) hicieron un examen de acreditación.
Pero no se destaca ante que comisión se rindió el examen. 16 (7,1 %)
no contestaron a esta pregunta. Podemos observar entonces que las
unidades están cubriendo la falta de entrenamiento dentro del mismo
trabajo de UCI.
24 5
ANALISIS DE LA ENCUESTA NACIONAL...
CAP. VIII
7.2. En los perfeccionamientos posteriores se obser va un gran número
de enfermeras inquietas por adquirir más y mejores conocimientos.
185 de ellas o el 82,6% participan en todo tipo de perfeccionamiento
posterior a los estudios, que muestra el gran interés de ellas. Solo 36
(16,1%) no han participado en ninguna actividad científica, solo 3
(1,3%) no contestaron.
7.3. En cuanto a presentación de trabajos, las cifras son mas bien
inversas. En este contexto 74 enfermeras (33%), si han presentado
trabajos, 138 (61,6%) no y 12 (5,4%) no contestaron.
8. Trabajo en UCI
Esta sección analizó tres contextos, el tiempo de adaptación necesaria
para integrarse al trabajo en UCI, la visión personal de cada una de ellas y los
incentivos para optar a un cargo en cuidados intensivos.
8. 1. El análisis del tiempo de adaptación refuerza nuevamente que la
falta de entrenamiento básico durante el pre grado juega un Rol
determinante. 30 enfermeras (13,4%) han requerido 3 meses para esta
adaptación, 63 (28,1%) 6 meses y la gran mayoría 114 (50,9%) mínimo
un año. 17 (7,6%) no contestaron. Nuevamente se confirma que la
falta de capacitación tiene relación directa con el tiempo de adaptación
que se alarga considerablemente.
8.2. La visión personal previa de cada enfermera frente al trabajo en
U CI fue evaluada entre poco claro, trabajo sub evaluado o sobre
evaluado y acorde a la realidad. 119 enfermeras (53,1%) no tenían una
visión real previamente, 90 (40,2%) poco claro, 13 (5,8%) sub evaluado
y 16 (7,1%) sobre evaluado. Solo 97 (43,3%) tenían la idea clara sobre
lo que significa la labor en una UCI.
8.3. Los incentivos de las Enfermeras para optar a Unidades de Cuidado
Intensivo, la mayoría de ellas 196 (87.5%) les gusta el trabajo con los
pacientes críticos y sus patologías que presentan, 10 (4,5%) ingresaron
p or falta de cupo en otros ser vicios y 7 (3,1%) p or una mejor
remuneración, 11 (4.9%) no contestaron.
24 6
ANALISIS DE LA ENCUESTA NACIONAL...
CAP. VIII
9. Estudios de Post Grado realizados
9. 1. 56 Enfermeras (25%) si han realizado un total de 70 cursos distintos.
Algunas de ellas han hecho hasta tres post grados.
9.2. Se analizo la distribución de estudios versus los cargos. El 25% de
ellas son Enfermeras Supervisoras y el 75% todas Enfermeras Tratantes.
9.3. 7 Enfermeras realizaron un post grado en Cuidado Intensivo que
es solo un 3,1% del universo global, entonces un grupo muy pequeño
ha sido preparado adecuadamente para esta labor. Los demás cursos
fueron los siguientes, expresado numéricamente:
GESTION
LICENCIATURA EN ENFERMERIA
ESTADIA UCI PEDIATRICA
ESTADIAS EN UCI
INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS
PACIENTE CRITICO
NEUROCIRUGIA
PROGRAMA PARA JEFES
FARMACOLOGIA
19
9
8
6
4
2
2
1
1
ENFERMERIA EN OBSTETRICIA
HERIDAS
AUTOCUIDADO
EPIDEMIOLOGIA
ECG
INVESTIGACION
ADMINISTRACION RECURSOS HUMANOS
NUTRICION
1
1
1
1
1
1
1
1
24 7
ANALISIS DE LA ENCUESTA NACIONAL...
CAP. VIII
10. Especialización Post Grado en UCI
Este capítulo es el más importante de esta investigación y en ello se
concentran 7 preguntas, que apuntan a la necesidad de la especialización, si
estarían de acuerdo en realizar un post grado, que opinan al respecto del
programa académico, cual debería ser su duración, cuales son los impedimentos
para realizar este post grado, el grado académico y estadías para la práctica.
10. 1. 207 enfermeras (92.4%) opina que la formación de post grado en
cuidado intensivo es una absoluta necesidad, 9 (4%) creen que la
orientación es suficiente y solo una (0,5%) piensa que no es necesario.
7 (3,1%) no opinaron.
10.2. En la consulta si las enfermeras estuviesen dispuestas en realizar
una formación post grado en UCI, a 190 enfermeras (84,8%) si lo harían,
solo 14 (6,3%) dijeron que no y 20 (8,9%) no opinaron.
10.3. Toda acción tiene impedimentos y en el caso específico de esta
formación se pidió poner puntaje (1 punto = mayor impedimento, 2
= medio mayor, 3 = medio menor, 3 menor impedimento) a los
siguientes impedimentos: los costos, la familia, los años de estudios y
las expectativas de trabajo. El puntaje más bajo refleja el mayor
impedimento (cifra inversa). 20 enfermeras (9.5%) no opinaran al
respecto. Los costos con 297 puntos es con mucha distancia a los otros
el mayor impedimento. La familia sigue con 491 puntos también juega
una Rol fundamental, considerando todas las responsabilidades que
genera para la mujer. En cuanto a los años de estudios con 608 puntos
y las expectativas de trabajo con 626 puntos no representan realmente
un impedimento y no tienen mayor influencia sobre la decisión de
hacer un post grado o no.
24 8
ANALISIS DE LA ENCUESTA NACIONAL...
CAP. VIII
Esto es importante porque cualquier Programa de For mación de
Especialización en Enfermería en Cuidado Intensivo que logre resolver
el problema de costos a través de becas y de otorgar facilidades para las
diversas situaciones familiares tendrá una alta posibilidad de éxito.
10.4. En cuanto a programa académico, 128 enfermeras (57,2%) piensan
que si debiese contener los módulos adulto e pediatrico en conjunto,
89 (39,7%) piensan que no y 7 (3,1%) no opinaron.
10.5. En cuanto a duración de un programa como este, la mayoría,
113 (50,5%) optan por un año completo, 82 (36,6%) por 6 meses y solo
22 (9,8%) por 3 meses de duración. 7 (3,1%) no contestaron.
10.6. El grado académico: 157 Enfermeras (70.1%) piensan que debería
ser una formación de post grado, 32 (14,3%) que debería incluirse en la
formación pre grado, 22 (9,8%) que puede realizarse a través de otros
organismos además de las universidades y 13 (5,6%) no opinaron.
La consulta si las Enfermeras que realizan una Formación en Cuidado
Intensivo debiesen tener una formación internacional, 109 (48,6%) dijeron
que no, 105 (46,9%) que si y 10 (4,5%) no opinaron. Al contrario a la pregunta
por la rotación en centros nacionales, 212 (94,7%) lo consideran importante
y solo 3 (1,3%) que no y 9 (4%) no opinaron.
11. Opiniones Personales
Las opiniones personales han sido múltiples, abarcando los mismos
contextos ya analizados. Quiero destacar solamente un comentario que es
una mira hacia el futuro de esta profesión y un incentivo para todas las
Enfer meras continuar con su inquietud de gran profesionalismo.
“CREAR REDES INTERUNIDADES PARA
INTERCAMBIO DE EXPERIENCIA”
CONCLUSIONES Y PROPUESTAS
En gener al podemo s conc luir que la enfer mer a e n UCI es una
profesional muy inquieta y motivada por su trabajo. Los altos % de motivación
y participación en congresos lo demuestran claramente como el deseo por
hacer una especialización en el área, solo que la poca cobertura y los altos
costos no lo permiten.
Se ha destacado que la preparación durante el pre grado es absolutamente
insuficiente y en la mayoría incluso ausente. La falta de capacitación y
24 9
ANALISIS DE LA ENCUESTA NACIONAL...
CAP. VIII
preparación se refleja directamente en tiempo que requiere la enfermera para
su adap tació n. La b rech a de cono cimi entos de be ser com pensada
posteriormente en los mismos servicios de Cuidados Intensivos, cuando ya la
Enfermera forma parte de un staff de personal. Mas del 50% de las Enfermeras
han tenido que completar su formación a través de capacitaciones dentro de
la misma unidad, cuando ya tenían responsabilidades frente a los pacientes.
Las consultas sobre la for mación e n U CI durante el pre grado
demostraron, que no existe una línea clara dentro de las mismas Universidades.
La gran diversidad en cuanto a tiempo y momento de formación no puede
transmitir conocimientos sólidos sobre el tema a la Enfermera en formación.
Creemos que debe elaborarse una malla curricular uniforme e integrarla a los
Programas de Enfermería.
Existe una gran demanda por un Programa de Especialización en
Cuidado Intensivo y las Enfermeras reconocen ampliamente la necesidad de
esta misma, pero también están conscientes que esta demanda tiene cobertura
insuficiente y fracasa por los altos costos, que estos implican. De hecho
muchos comentarios personales enfocan justamente este detalle.
En la Fundación pensamos que todas propuestas de mejoramiento deben
llegar de la base, de aquellas personas que conocen y trabajan diariamente en
esta realidad. Con ese fin actualmente se esta formando un gr upo de trabajo,
integrado por enfermeras y médicos del área para analizar, crear y proponer
soluciones al respecto. La fundación cuenta con contactos nacionales e
intern ac ionales para el apoyo del presente proyecto. Debemos seguir
analizando la situación nacional en cuanto a programas y especializaciones
vigentes actualmente.
Nuestra Fundación tiene como objetivo esta tarea aportar becas y dar
pasos necesarios para resolver los problemas relacionados a los impedimentos
relevantes ya mencionados y este determina también el tiempo de estudios y
la for ma de su realización.
R EFE RE NC I AS
1. Dr. SERGIO GALVEZ, Edito rial Cursus Pu blicus de la Fundación FIDECO, añ o 2000 , Número 2.
25 0
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