EN AUTOS:“ZARATE GASTON EZEQUIEL Y OTRO p.ss.aa. de

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ES COPIA. AUTO INTERLOCUTORIO NUMERO CINCUETA Y OCHO
Río Cuarto, veintisiete de Agosto del dos mil siete.- Y
VISTA: La presente causa “INCIDENTE DE NULIDAD Y OPOSICIÓN
EN AUTOS:“ZARATE GASTON EZEQUIEL Y OTRO p.ss.aa. de
homicido y abuso sexual” Expte. Letra “O” 21/07 a fin de
resolver el incidente de nulidad del informe pericial F-235 y oposición
al ofrecimiento de prueba deducida por los letrados Marcelo Brito y
Soledad Nieto, defensores del imputado Facundo Macarrón.
Y
CONSIDERANDO: I) Que a fs. 2291/2305, la defensa del imputado
Facundo Macarrón, insta la declaración de nulidad del informe pericial
elaborado por el CEPROCOR (F-235 de fecha 25/05/2007) por el cual
se determina ADN (haplotipo Y) a partir de las muestras recuperadas
y relacionadas al hecho que se investiga y en consecuencia, se
declare la nulidad de todos los actos procesales anterioeres y
posteriores que de él dependan. En prieta síntesis el incidentista
sostiene su argumentación en un exceso en los límites de su
actuación, por parte del perito oficial Dra. Nidia Modesti y en la
carencia de fundamento científico de las conclusiones periciales
expuestas en el informe F-235.- En este sentido (ver punto V del
escrito impugnativo), refieren que la pericia química originariamente
ordenada (decreto de fecha treinta de noviembre de dos mil seis...y
oficio respectivo...) limitaba el objeto de la pesquisa a la detección de
ADN
procedente
del
semen
presuntamente
existente
en
las
evidencias remitidas (exudados) y la eventual determinación de su
patrón genético, a los efectos de su posterior cotejo con el perfil
genético de la muestra de sangre extraída al por entonces imputado
Magnasco. Luego, tras el anuncio de los resultados preliminares de
los primeros estudios ordenados, mediante decreto de fecha doce del
mismo mes y año, el señor Fiscal amplió el objeto de la pericia a las
restantes evidencias remitidas –sábanas, bata y cinto de toalla- pero,
supeditándola
a
una
circunstancia
condicionante:
la
previa
determinación de presencia de semen... (decreto de fs.88 y oficio de
fs.96). Pues bien, practicados los análisis previos tendientes a
determinar la presencia de semen en las aludidas evidencias, los
mismos arrojaron resultado negativo, conforme lo acreditan las
constancias del informe químico 15680 de fecha veintiuno de
Diciembre de dos mil seis.” “...Por tanto, según la condición impuesta
por el señor Fiscal de Instrucción, no habiéndose determinado la
presencia de semen en las sábanas, bata, cinto de toalla y tubos, la
perito genética doctora Modesti, no estaba facultada a practicar
pericia de ADN en esas evidencias. Siendo ello así, es harto evidente
que la perito oficial se excedió en el ejercicio de su poder-deber, ya
que dictaminó sobre puntos que no eran objeto de pericia. Por otra
parte, y ya en lo que concierne estrictamente a la “...determinación
del haplotipo del cromosoma Y de todos los individuos de sexo
masculino que pudieran haber contribuido a las evidencias...”
(ordenado mediante decreto de fecha trece de marzo del año en
curso- fs.698) corresponde señalar que la medida dispuesta por el Sr.
Fiscal de Instrucción se orientaba al exclusivo propósito de descartar
la hipótesis de contaminación de las muestras producto de una
transferencia accidental de ADN (por su manipulación, estornudo,
etc..) desde el hallazgo del cadáver de la señora Nora Dalmasso
hasta la recepción de las evidencias en aquella institución. En cambio,
si se pretendía utilizar posteriormente el resultado aquél como
elemento de convicción para fundar una imputación, lo que imperiosa
y legalmente debió hacerse...era notificar al Asesor Letrado en
salvaguarda de los derechos defensivos de un eventual imputado aún
no individualizado (art. 118, última parte del ordenamiento ritual)...”.
Luego de otras valoraciones sobre el mismo punto, concluyen: “...por
las razones de hecho y de derecho expuestas, instamos la nulidad
absoluta del informe pericial F-235, de fecha veintidós de mayo de
dos mil siete y de todos los actos procesales que de él dependan,
según lo expresado supra.
Respecto al planteo vinculado a la
carencia de fundamento científico de las conclusiones expuestas en el
Informe N° F-235, en el punto VI expresan que: “... carece de toda
rigurosidad centífica la aseveración de una correspondencia exacta
(...”es igual...”) entre el haplotipo presuntamente detectado en las
evidencias analizadas y el perfil de ADN masculino correspondiente a
la línea biológica paterna de Félix Macarrón, como así también la
etiología asignada al mismo (...procedente del bajo número de copias
presente en las muestras analizadas), en desmedro de la hipótesis
científicamente más acertada o factible de su procedencia (originada
en una contaminación de las mismas) que la doctora MODESTI
infundadamente descarta. Entre otras valoraciones, y siempre en
relación al dictamen F-235, consideran: 1) que ese dictamen pericial
carece de una descripción pormenorizada de todas las operaciones
científicas que se practicaron, como así también de las pruebas que
abonen
la
realización
de
dichas
operaciones;
2)que,
como
consecuencia de la falta de aquella relación detallada y de la carencia
de las pruebas pertinentes, las conclusiones a las que arriba la perito
oficial lucen huérfanas de una explicación razonada de los motivos
científicos por los cuales concluye como lo hace (arg. Art. 242 inc.3
del CPP) que, además del vicio señalado precedentemente, que por si
solo es suficiente para nulificar dicho dictamen, la contaminación de
las muestras, también por si sola, torna carente de fundamentación
científica el referido Informe, por lo que corresponde declarar la
nulidad
del
mismo
(art.
242
inc.
3
cit.),
haciendo
otras
consideraciones a las que me remito en honor a la brevedad. II) En
respuesta a dicho planteo, con fecha 13/08/2007 el Sr. Fiscal
resuelve rechazar la nulidad deducida por la defensa técnica del
imputado Facundo Macarrón en contra del informe pericial F-235
elaborado por la perito genetista designada en autos (arts. 184 y 185
inc. 3º “a contarios sensu” del C.P.P. Funda su postura, en que
ningún vicio se advierte que acarree ineficacia al documento que se
impugna. En ese orden de ideas, como el mismo nulidicente expone
haciendo un análisis retrospectivo de la labor ordenada por este
Ministerio Público y llevada adelante por los peritos, se dispuso a fs. 3
(aclaración: todas las fojas que se indican en el presente dictamen,
salvo aclaración, se corresponden al “para agregar” que se compila
por separado del principal) una pericia química sobre las sábanas
secuestradas y muestras recabadas en el lugar del hecho, a los fines
de determinar si en las telas y en los exudados vaginal y anal se
hallaban restos de semen…, designando para la labor al bioquímico
Dr. Daniel Zabala. Como la investigación se encontraba en ciernes y
no habían sido aún individualizados imputados en la causa, atento a
las previsiones del art. 118 del C.P.P. se notificó al Sr. Asesor
Letrado, dándosele la posibilidad que proponga perito de control,
medida que fuera notificada por diligencia con fecha veintisiete de
noviembre de dos mil seis.- Posteriormente por decreto de Fs. 15 se
ordenó la imputación de Rafael Magnasco a tenor de lo prescripto en
el art. 306 “última parte” del Rito, disponiéndose expresamente “…la
extracción de muestras de sangre…” “…para el oportuno estudio de
acidodesoxirribonucleico (ADN)…”, circunstancia harto indicativa que
ya desde entonces, lo que la fiscalía procuraba era obtener un perfil
genético distinto al de la víctima, que posibilitara su comparación con
el del posible autor del hecho. Si bien esto fue así, en la inteligencia
que el informe del perito bioquímico Dr. Daniel Zabala daba cuanta de
la presencia de semen en el exudado vaginal, anal y en algodón que
se levantó -muestra vulvar- (fs. 16), se extrajo sangre al imputado
Magnasco (fs. 18) para determinar a través de pericia química con
examen de ADN “si el patrón genético de la misma se corresponde
con el existente en las muestras de exudado vaginal y anal
oportunamente extraídas del cuerpo de la víctima, Nora Dalmasso… ”
(fs. 19). A poco que se indague en los decretos mencionados, y a
riesgo de parecer redundantes, fácil resulta advertir que la incógnita
que la investigación procuraba revelar era la posible presencia de un
ADN diverso al de la occisa, y no si en las muestras había o no
semen, pericia que correspondía a técnicos bioquímicos o químicos, y
no a aquellos expertos en biología molecular a los que les competía la
comprobación de la existencia de ADN, para el caso, peritos de
CEPROCOR (Acordada Nº 2, serie “B” de fecha 27/08/96) . Tal es así
que el libelo del oficio remitido a la Dirección de Servicios Judiciales
(ver fs. 20) señala” se sirva designar al profesional del CEPROCOR
que corresponda, quien deberá realizar: A) pericia química con
examen de ADN, a los fines de determinar si la sangre extraída del
cuerpo de Rafael Magnasco, contiene el mismo patrón genético que el
existente en las muestras de exudado vaginal y anal extraído del
cuerpo de la víctima…”. En igual sentido se le indicaba a la perito
oficial (ver fs. 29)
“que proceda a realizar pericia química con
examen de ácido Desoxirribonucleico (ADN). Ahora bien, por qué en
el mismo oficio se consignó “que determine si el patrón genético de la
muestra de sangre extraída del cuerpo de Marcelo Rafael Magnasco,
se corresponde con el del semen existente en las muestras de
exudado vaginal y anal oportunamente extraídas del cuerpo de la
víctima Nora Dalmasso”,
simplemente por lo especificado por el
perito bioquímico sobre el hallazgo de semen en los hisopos
peritados. Pero ello, de ningún modo acotaba o restringía la búsqueda
u obtención de ADN. Por otro lado, se designó al perito de parte
Carlos
María
Alfredo
Vullo
como
contraloreador
de
los
actos
periciales, salvaguardándose de este modo todos los derechos
procesales y constitucionales del acusado. De tan meridiana claridad
y fácil interpretación aparecía el cometido pericial, que el propio
Centro Científico el 11 de diciembre de 2006 remitió a esta Fiscalía
resultados “preliminares” (fs. 81/2), en los que se indicaba que se
habían aplicado en las evidencias metodologías que se utilizan de
rutina, recuperándose sólo un perfil de ADN femenino que es igual al
perfil de Nora Dalmasso. Se destacó en la oportunidad, que se
continuaba trabajando con dichas evidencias aplicando diferentes
“variables metodológicas” lo que palmariamente advierte que el
objetivo estaba encaminado desde el inicio a la posible obtención de
ADN, sin limitarse exclusivamente a lo que se indicó como semen.
Para dar mayor certeza al trabajo no sólo se solicitó que se practicara
por intermedio de la Policía Judicial un análisis de antígeno prostático,
marcador específico de líquido seminal, sino la remisión de los tubos
en los que fue realizada la pericia bioquímica en Río Cuarto, y
evidencia sin peritar para estudio de ADN. Este análisis era
precisamente el que siempre le fue encomendado al laboratorio, por
lo que carece de sustento el vicio procesal intentado. Tal es así, que
por decreto de fs. 88 se dispuso la remisión de tubos, sábanas,
cabellos, salida de baño o bata y cinto al laboratorio, para que con
colaboración del perito de Policía Judicial Néstor Gutierrez se
determine la presencia de semen en las telas y tubos, y en caso
positivo se practique pericia de ADN, y de establecerse que los
cabellos eran masculinos patrón genético de los mismos mediante
pericia de ADN. Siguiendo los lineamientos expuestos, la falta de
determinación de semen de ninguna manera podría resultar obstáculo
o impedimento para la prosecución de las labores periciales que tanto
en telas o en cabellos estaban encaminadas a la obtención de un
patrón genético distinto al de Nora Dalmasso. Aparece como de
excesivo rigor formal el pretender circunscribir el objeto de la pericia
al
hallazgo
de
semen,
cuando
desde
el
vamos
se
muestra
acabadamente transparente que la meta encomendada por la fiscalía
al perito genetista, propia de su ciencia, era la de procurar la
obtención de perfiles genéticos. Es así,
que el estudio de ADN
abarcaba todas las evidencias, inclusive los cabellos, agregándose
cualquier otro dato de int erés (fs. 96). La nueva medida, aunque
existía un imputado en la causa, fue notificada al Asesor Letrado para
que ejerciera todos los derechos que le acuerdan las normas
procesales
(ver
fs.
88
vta.).-
He
de
destacar
-para
dejar
completamente claro que esta Fiscalía tenía conocimiento de todos
los pasos de la labor pericial, y que por ende no ha existido exceso
por parte de la experta genetista que reste eficacia probatoria a la
pericia- que a fs. 126 en nota dirigida al Ministerio Público Fiscal, se
informaba que el “día 14 de diciembre de 2006 en horas de la
mañana, se recibieron en agencia Córdoba Ciencia S.E. evidencias de
la causa de referencia, y a las quince horas se le entregaron al
Bioquímico Néstor Gutierrez, Jefe del Laboratorio de Química Legal de
Policía Judicial, con el objeto que dicho laboratorio realice las pericias
bioquímicas de rutina como investigar la presencia de manchas y
aislarlas, investigar la presencia de semen, saliva, sangre, etc. en
una fracción de cada una de las manchas, para luego remitir las
fracciones remantes sin peritar de cada una de ellas al laboratorio de
Biología Molecular para la realización de pericia de ADN” (ver fs.
126/128), misiva que demuestra que el estudio no sólo se iba a
proyectar sobre semen sino saliva, sangre etc…- El acta que
documenta la entrega (fs. 127) se encuentra rubricada por el perito
de parte Carlos Vullo, único propuesto hasta ese momento y quien,
obviamente, estaba en conocimiento de lo actuado, por lo cual no
advertimos que se haya conculcado ningún derecho que haga al
correcto ejercicio de la defensa o del debido proceso como lo
pretende el instante.- Por otro lado, la posterior decisión de remitir
evidencias
al
F.B.I.
tampoco
acarrea
nulidad
que
afecte
la
consecución de los trabajos encomendados al CEPROCOR (fs. 241).El informe F-198 (ver fs. 255/63) deja bien en claro los alcances de la
pericia que se estaba realizando, indicando que su
“objeto” se
encaminaba a la “determinación de los perfiles de ADN a partir de los
materiales biológicos remitidos, y el posterior cotejo de los mismos”
dejándose perfectamente establecido en el documento la metodología
implementada y las conclusiones arribadas acordes a la técnica
utilizada. Si bien ello es así, nada habilita a entender, como pretende
el letrado defensor, que se trate de una pericia agotada, cuyo
objetivo, mucho más vasto, era la obtención del ADN contenido en la
evidencia. Este documento sólo complementa acabadamente lo
adelantado a fs. 81/2 y 93/4, de donde fluye lo provisorio de los
estudios. Provisionalidad que se refuerza con la nota obrante a fs.
376, fechada el 18 de enero de 2007, en la que la perito señala “que
en oportunidad de la entrega del informe de la pericia genética,
realizada el 29 de diciembre de 2006, le informé al Dr. Marcelo
Hidalgo, que se continuaba trabajando con una fracción de las
evidencias correspondientes a “exudado vaginal”, exudado anal”,
“algodón vulva peritazo” e “hisopo vulva” procurando la detección de
ADN mitocondrial. Asimismo, también se está trabajando sobre
diferentes alternativas técnicas orientadas a optimizar la detección de
ADN que pudiera estar presente en muy baja concentración”. Se hizo
saber en esa oportunidad que “además se procesó una fracción de la
evidencia recibida con fecha 26 de dici embre, correspondiente a
“muestras identificadas como Nº 1, 2, 3, 4 y 5 de la sábana de
abajo, y del cinto de toalla. En la actualidad se están determinando
los perfiles de ADN a partir de las mismas, y los resultados que se
obtengan serán remitidos a la brevedad posible”.
El acta labrada en
la Agencia Córdoba Ciencia citada por la defensa, corre agregada a fs.
238 y hace referencia a la entrega de partes fraccionadas de
evidencias para ser enviados al F.B.I., consignándose que son
muestras ya recibidas y analizadas por nuestros laboratorios, cuyos
informes finales ya fueron entregados a los fiscales intervinientes en
la causa. Indudablemente hace referencia al documento identificado
como F-198, sobre el que expusimos sobre su carácter preliminar. Lo
que sí debe reputarse como final y definitiva es la conclusión a que se
arribara utilizando la metodología de rutina, y no la que ya se habían
empezado a aplicar dando sustento científico al informe F -235, que
hoy se pretende tachar de nulo. En ese orden de ideas, se muestra
cabalmente transparente la continuidad pericial con el pedido
formulado por la genetista el 7 de febrero de 2007, para procesar el
material remanente
de las evidencias remitidas
y rotuladas por
Policía Judicial “identificadas como número 4 y 5 de la sábana de
abajo y del cinto toalla”. En la oportunidad se indicó que se estaban
obteniendo resultados en los sistemas de cromosoma Y. Que sería
necesario
reprocesar
dichas
evidencias,
no
quedando
material
remanente de las mismas para futuros estudios. No obstante lo
apuntado, subsistía la posibilidad de contraprueba porque fracciones
de la evidencia habían sido remitidas al F.B.I., fue proveída por la
fiscalía el ocho de febrero (fs. 410), y el veintiséis del mismo mes se
libró un oficio dirigido a la Dr. Nidia Modesti para que informe el
“estado de avance de los estudios que se están realizando en ese
centro en relación a las muestras oportunamente remitidas en la
causa
de
marras”.
El
veintiocho
se
evacuó
el
requerimiento
haciéndose saber a este Ministerio Público que si bien los estudios no
habían concluido, se estaban obteniendo resultados esencialmente
reproducibles en los sistemas de cromosoma Y (marcadores genéticos
distintivos
de
individuos
de
sexo
masculino).
Se
destacó
específicamente que dichos resultados serían generados por ADN en
bajo número de copias, descrito en la bibliografía internacional como
LCN
(Low
Copy
Number).
En
la
oportunidad
siguiendo
recomendaciones estrictamente científicas y a fin de descartar una
posible transferencia accidental, se entendió necesario determinar el
haplotipo Y de todo individuo de sexo masculino que pudiera haber
contribuido a las evidencias. Es decir que hubiera estado en contacto
con las mismas. Otro indicador ineludible que no permite disociar el
acto pericial lo podemos extraer del decreto de fs. 634, en cuanto
dispone que una vez que sean retiradas las muestras devueltas por el
FBI, debían ser entregadas al CEPROCOR para que la perito
“continúe” con las tareas que le fueran ordenadas. La ampliación de
dicho decreto, por el que se designaba a un comisionado para retirar
las muestras, acto al que se dio posibilidad de asistencia a las partes,
fue notificado a los defensores y querellantes (fs. 667, 688, 689) sin
que expresaran reparos a la medida, en el entendimiento evidente
que la pericia lejos de agotarse se estaba profundizando. En ese
orden de cosas, la extracción de sangre dispuesta por la Fiscalía el
trece de marzo de 2007 a todos aquellos que posiblemente hubieran
estado en contacto con la evidencia, con claras miras a continuar con
la investigación científica (fs. 698), tampoco mereció negativa de
partes, resolución que, para más, a diferencia de lo que sostiene el
nulidicente, fue notificada al Asesor Letrado a fs. 698 vta. . No
obstant e, las partes ya habían sido autorizadas a examinar las
actuaciones, contando con copias del expediente, por lo que no se
puede aducir desconocimiento de lo actuado (698 vta., 700, 705). El
decreto que fijaba lugar, día y hora de extracción, tampoco fue
impugnado, pese a estar correctamente notificado a las partes (fs.
751, 752, 759, 760,761, 773, 788, 789). En orden a los fundamentos
expuestos, y en lo que a este punto respecta, ha de descartarse la
nulidad impetrada, toda vez que desde el inicio mismo del trabajo
pericial, encaminado a obtener, como insistentemente se dijo, un
perfil de ADN, que como haplotipo Y fue recuperado de diversas
evidencias y fuera documentado en el informe que hoy se pretende
atacar, se salvaguardaron todas las garantía procesales que tornan
legitimo el quehacer de esta fiscalía y de la perito oficial. En
referencia al segundo de los embates procesales, tachando al informe
F-235 como carente de Fundamentacion, corresponde referirse, en
primer lugar, a lo que debe contener un documento pericial para que
sea considerado completo como elemento probatorio. En ese sentido,
el dictamen pericial “expresará los resultados y las conclusiones a que
arriben los peritos conforme a los principios de su ciencia, arte o
técnica, sobre las cuestiones plantadas a su consideración” (CPP
Cafferata y Tarditti tomo 1 pag. 579). Ahora bien, para alcanzar una
adecuada
fundamentación
el
documento
deber
contener
determinados requisitos que partiendo de la descripción del motivo de
la pericia encomendada, transitando por la descripción de los objetos
sujetos a análisis, detalle de la fecha y
operaciones que se
practicaron y de su resultado y las conclusiones que los expertos
formulen debidamente explicadas, conduzcan a un juicio asertivo o
conclusivo lógico. Así las cosas, en lo que al informe cuestionado
respecta,
restándole
documento
no aparece ningún vicio que atente contra su validez,
eficacia
pericial
probatoria.
demuestra
Un
repaso
del
acabadamente
contenido
que
se
del
han
contemplado todos los pasos que exige la normativa legal en el art.
242 del C.P.P..- Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el
Informe F-235, sin apartarse de la exigencia de la norma, detalla
claramente el objeto de la pericia, consistente en la “determinación
de los perfiles de ADN a partir de los materiales remitidos”, los que
aparecen correctamente descriptos en la pieza procesal. Transcribe a
continuación y a modo de “INTRODUCCIÓN” particularidades del
genoma humano, a partir del cual se puede construir el perfil de ADN
(Ácido Desoxirribonucleico), el cual es único y distintivo de cada
individuo. Describe pormenorizadamente los treinta y nueve sistemas
implementados en el laboratorio, luego de indicar como se obtiene lo
que se denomina “alelo” e ilustrar que el perfil obtenido en todos los
sistemas de STRs analizados, constituyen lo que se llama el perfil de
ADN o Perfil genético. Se explaya la pericia sobre los genotipos XX –
femenino-
y
XY
–masculino
y
su
relación
con
los
sistemas
mencionados, explicando que el perfil de ADN que se obtiene en los
sistemas del cromosoma Y (24 al 39 sólo en individuos de sexo
masculino) se denomina haplotipo de cromosoma Y. Que toda
persona
de
sexo
masculino
presenta
el
mismo
haplotipo
de
cromosoma Y que los hombres de su misma línea biológica paterna
(padres, hijos, hermanos, tíos paternos, abuelos paternos etc.). Se
sostiene que la identificación de personas a partir de vestigios
biológicos se hallan validados por estudios poblacionales. Que para
ello se utilizan las frecuencias alélicas de los estudios poblacionales
de STRs realizados por Agencia Córdoba Ciencia y la frecuencia de la
población caucásica de Estados Unidos publicadas por Promega. Que
las frecuencias del haplotipo de cromosoma Y utilizadas son de la
base de datos internacionales, los que se especifican adecuadamente.
A la más que ilustrativa introducción,
se agrega bajo el título
“metodología utilizada” una descripción de las operaciones que se
practicaron, las que en honor a la brevedad, y para no entrar en lo
exclusivamente técnico, resumiré en tres puntos que no agotan la
explicación agregada en el informe, 1-purificación de ADN a partir de
manchas de fluido biológico. 2-purificación de ADN a partir de
hisopados vaginales, anales y manchas de fluidos biológicos con
procesamiento diferencial y 3- purificación de ADN a partir de
muestras de sangre. Se explicó que del material analizado se
tomaron varios trozos de distintos lugares, tratando de cubrir la
evidencia en su totalidad, transcribiéndose pormenorizadamente
como fue procesada cada muestra y las variables metodológicas
utilizadas y como se denominaron las muestras a partir de cada
metodología impetrada, verbigracia: “muestra identificada como Nº 5
de la sábana de abajo” utilizando la metodología 1 se obtuvo la
muestra denominada sábana 5 A, aplicando la metodología 2 sábana
5 B. En un tercer procesamiento con la metodología 1 se procesaron
todos los trozos remanentes del material, los cuales se denominaron
sábana 5 C. De este modo la perito fue detallando cada muestra
indicando metodología aplicada y denominación. Para una mejor
comprensión de la ya difícil tarea de analizar rigurosamente el
documento por quien no es técnico en la materia, la perito incorpora
cuadros
consignando
los
resultados
tanto
de
los
SISTEMAS
AUTOSOMICOS como de CROMOSOMA Y, con la respectiva nota al pié
que contribuye a su comprensión. Se aclaró además que con el objeto
de optimizar la detección de ADN que pudiera estar presente en muy
baja concentración, se ensayaron distintas alternativas técnicas en
todas las evidencias recibidas, tanto en la etapa de purificación, como
en las de amplificación y detección del ADN. Que además se utilizaron
dos tipos de reactivo para la detección del cromosoma Y: “el kit
Powerplex
Y-system
de
Promega
que
analiza
11
marcadores
genéticos, y el Kit de Applied Biosystems que detecta 16 marcadores
genéticos. Para la interpretación de los resultados se fijaron criterios
basados en las recomendaciones de la Sociedad Internacional de
Genética Forense. Al momento de arribar a las conclusiones, que a
criterio de este Ministerio Público aparecen como una derivación
razonada de todos los antecedentes periciales, la experta deja
palmariamente acreditado en qué evidencia se determinaron los
perfiles de ADN y en cuales se estudiaron Cromosoma Y y sistemas
autosómicos. Si suficiente fundamento por parte de la perito mereció
el análisis de los sistemas autosómicos que determinó un único perfil
genético correspondiente a Nora Dalmasso, lo concluido respecto a
los estudios realizados en los sistemas de cromosoma Y, lejos de
cualquier atisbo de duda sobre una posible oscuridad, confusión o
falta
de
precisión
correspondencia
sobre
total
el
con
cometido
lo
pericial,
antecedente,
guarda
una
concluyendo
fundadamente, salvando cualquier nulidad, que: “I) En la muestra 1,
correspondiente a la evidencia denominada sábana 5 A, se recupera
un haplotipo de 13 marcadores genéticos, indicativo de la presencia
de un perfil de ADN masculisno. En las muestras 2 y 3,
correspondientes
a
las
fracciones
epitelial
y
potencialmente
espermática (ver metodología) de la evidencia denominada sábana 5
B, se recuperó un haplotipo de cromosoma Y de 5 marcadores
genéticos.
denominada
En
la
muestra
sábana
5
C,
4,
se
correspondiente
recupera
un
a
la
evidencia
haplotipo
de 15
marcadores genéticos. Cabe destacar que sólo no fue posible
asignar ningún alelo en el sistema DYS19. La sábana 5 A, la
sábana 5 B y la sábana 5 C, corresponden a tres procesamientos de
la “muestra 5 de la sábana de abajo” (ver material analizado). El
haplotipo recuperado en cada una de dichas evidencias es diferente
al de RM1, y es igual al haplotipo de Félix Macarrón.- II) En la
muestra 5, correspondiente a la evidencia denominada sábana 1, se
recupera un haplotipo de 10 marcadores genéticos, indicativos de la
presencia de un perfil de ADN masculino. Dicho haplotipo de
cromosoma Y es diferente al de RM1, y es igual al haplotipo de
Félix Macarrón.- En la muestra 6, correspondiente a la evidencia
denominada cinto A, se recupera un haplotipo de 7 marcadores
genéticos,
indicativo
de
la
presencia
de
un
perfil
de
ADN
masculino. En las muestras 7 y 8, correspondientes a las fracciones
epitelial y potencialmente espermática (ver metodología) de la
evidencia denominada cinto B, no se recuperó ningún haplotipo de
cromosoma Y. En la muestra 9, correspondiente a la evidencia
denominada cinto C, se recupera un haplotipo de 13 marcadores
genéticos. El cinto A, el cinto B y el cinto C, corresponden a tres
procesamientos de la “muestra del cinto de toalla” (ver material
analizado). El haplotipo recuperado en el cinto A y el cinto C es
diferente al de RM1, y es igual al haplotipo de Felix Macarrón.En la muestra 10, correspondiente a la evidencia denominada
algodón vulva peritado B se recupera un haplotipo de 10
marcadores genéticos, indicativo de la presencia de un perfil de
ADN masculino. Dicho haplotipo de cromosoma Y es diferente al
de RM1, y es igual al de Felix Macarrón.- V) En la muestra 11,
correspondiente a la evidencia denominada sábana 4 A, se recupera
un haplotipo de 6 marcadores genéticos, indicativo de la presencia de
un
perfil
de
ADN
masculino.
En
las
muestras
12
y
13,
correspondientes a las fracciones epiteliales y potencialmente
espermática (ver metodología) de la evidencia denominada sábana 4
B, no se recuperó ningún haplotipo de cromosoma Y. En la muestra
14, correspondiente a la evidencia denominada sábana 4 C, se
recupera un haplotipo de 2 marcadores genéticos, insuficientes para
el cotejo. La sábana 4 A, sábana 4 B y sábana 4 C, corresponden a
tres procesamientos de la “muestra 4 de la sábana de abajo” (ver
material analizado). El haplotipo recuperado en la sábana 4 A es
diferente al de RM1, y es igual al de Felix Macarrón. En la
muestra 15, correspondiente a la evidencia denominada exudado
vagina l B, se recupera un haplotipo de 6 marcadores genéticos,
indicativo de la presencia de un perfil de ADN masculino. Dicho
haplotipo de cromosoma Y es diferente al de RM1, y es igual al de
Felix Macarrón. La frecuencia del haplotipo de cromosoma Y
recuperado en las evidencias mencionadas en los puntos anteriores,
fue determinada a partir de la base de datos de CEPROCOR – ACC
con 223 individuos de la población de Córdoba, y de la base de datos
internacional YHRD (Chromosome Haplotype Reference Database),
con 23.073 individuos de poblaciones de América Latina, América del
Norte, Europa, Asia, África, etc. El haplotipo recuperado en dichas
evidencias, no fue detectado ninguna vez en los 223 haplotipos de
la población de Córdoba, ni tampoco en los 3.207 haplotipos de
Latinoamérica ni en los 9.353 haplotipos de Europa. Es importante
destacar que un individuo masculino posee el mismo haplotipo de
cromosoma Y que todos los individuos masculinos de su línea
biológica paterna: padre, hijo, nieto, hermano, abuelo paterno, tíos
paternos, primos paternos, etc.. Por otra parte cabe destacar que en
todas las evidencias mencionadas, no fue posible asignar ningún
alelo en el sistema DYS19. El mismo resultado se observó en el
haplotipo de cromosoma Y recuperado a partir de la sangre de Félix
Macarrón, donde tampoco fue posible asignar ningún alelo en el
sistema DYS19. Resultado que se interpreta como la presencia de un
alelo nulo en dicho marcador. Si bien en la bibliografía se describe la
presencia de alelos nulos en sistemas del cromosoma Y, no está
descripta la frecuencia de los mismos para el sistema DYS19. No
obstante, en la base de datos YHRD se han detectado sólo 4
haplotipos (diferentes al determinado en la presente pericia),
portadores de un alelo nulo en el sistema DY S19, en un total de
51.253 haplotipos de 447 poblaciones a nivel mundial actualización
“21” del 13/04/07). Por lo expuesto la presencia de un alelo nulo en
el sistema DYS19 en las evidencias mencionadas y en el perfil
genético de Félix Macarrón, refuerza que el haplotipo recuperado
corresponda a la línea biológica paterna de Félix Macarrón. En la
muestra 16, correspondiente a la evidencia denominada exudado
anal B, no se recuperó ningún haplotipo de cromosoma Y, distintivo
de individuos de sexo masculino. En la muestra 17, correspondiente a
la evidencia denominada sábana 3, no se recuperó ningún haplotipo
de cromosoma Y, distintivo de individuos de sexo masculino. En la
muestra 18, correspondiente a la evidencia denominada hisopo
vulva B, se recuperan alelos en 10 marcadores genéticos, y en los
sistemas DYS439 y DYS392, se recuperan dos alelos (ver nota
aclaratoria sobre contaminaciones). A partir de lo indicado en dicha
nota, no es posible definir si se trata de 1 ó 2 haplotipos.
No
obstante, muchos de los alelos recuperados en el hisopo vulva B, son
diferentes a los de RM1 y a los de Félix Macarrón.
En la
interpretación de los resultados obtenidos en la presente pericia, es
necesario tener en cuenta que la detección de un perfil genético
femenino en los sistemas autosómicos y un perfil masculino sólo en
los sistemas de cromosomas Y, se interpreta como la superposición
de ADN femenino en forma mayoritario y de ADN masculino en
forma
minoritario.
En
los
sistemas
autosómicos
ocurre
una
competencia entre el ADN femenino y el ADN masculino, en tanto que
en los sistemas del cromosoma Y no existe dicha competencia. Esto
explicaría la recuperación del perfil masculino sólo en los sistemas del
cromosoma Y.”. Merece especial tratamiento en la presente la nota
sobre contaminaciones que obra en el informe, pues de su lectura
surge incuestionable que la facultativa sólo hace referencia al punto
X) de las conclusiones en el que expresamente se consigna (ver nota
aclaratoria sobre contaminación)
y no de lo informado en los
restantes tópicos, por lo que no puede interpretarse extensivo a todo
el
documento como lo propicia el nulidiciente. Se agrega en el
documento, por último, la bibliografía utilizada. La prieta síntesis que
me permití transcribir de un informe mucho más abarcativo, aparece
con suficiente rigor lógico y científico, lo que posibilita descartar el
vicio de falta de fundamentación invocado, toda vez que el
documento ha sido motivado conforme a derecho (art. 242 del Rito),
razón por lo cual debe incorporarse al proceso con todos sus
alcances. Hecha esta ineludible aclaración, he de referirme en
particular al tema que inquieta a la defensa en orden a una posible
contaminación en el laboratorio de biología molecular (CEPROCOR).
En ese orden de ideas, al referirse la perito a los parámetros de
calidad que rigurosamente se respetan en las instalaciones del
organismo del estado, lugar, por cierto, al que este Representante del
Ministerio Público tuvo acceso junto a las partes que hoy pretenden
invalidar
lo
actuado,
descarta
toda
posible
contaminación
de
evidencias en esta y en cualquier otra causa, debido a todas las
precauciones que se toman al respecto. Resumiendo el basto informe
sobre seguridad en el tratamiento de la evidencia remitido por Nidia
Modesti, podemos sintetizar que tal como se recomienda para los
laboratorios de biología molecular de diagnóstico, el CEPROCOR
cuenta con- “Laboratorio con cabina de seguridad biológica para la
purificación de muestras biológicas de referencia (sangre, hisopado
bucal, etc. de víctimas y sospechosos ), - Laboratorio con cabina de
seguridad biológica para la purificación de ADN a partir de evidencias
- Sala de Pre-PCR con 3 cabinas: una utilizada sólo para reactivos de
PCR, otra sólo para colocar el ADN de las muestras indubitadas y la
última sólo para trabajar con el ADN de las evidencias.- Sala de PCR,
con 3 termocicladores - 3 salas de Post-PCR, una para el análisis
manual y otras dos para el análisis automatizado de los productos de
PCR. Que cada sala dispone de guardapolvos para que los operadores
se los coloquen al entrar y se lo retiren antes de salir. Respecto a la
metodología de trabajo, se hizo saber que las evidencias se procesan
días diferentes que las sangres, y cada laboratorio y cabina de
seguridad poseen su propias pipetas automáticas y material de
plástico
estéril
y
descartable,
de
manera
tal
que
nunca
se
intercambian dichos materiales. Que tanto la amplificación del ADN
de las evidencias, como su detección, se realiza en forma totalmente
independiente a la amplificación y detección del ADN de las muestras
de referencia indubitadas de sospechosos y/o víctimas. Se colige de
lo expuesto, que nunca las evidencias o el ADN de las mismas están
en contacto con las muestras de referencia o su ADN purificado, lo
que descarta rotundamente la posibilidad de contaminación de
evidencias en el laboratorio. Por otro lado, incontrastable resulta que
tanto la purificación del ADN como la detección de un haplotipo de
cromosoma Y en varias evidencias, fue recuperado antes de
obtenerse la sangre de Félix Macarrón. Surge palmario de las
constancias del sumario (ver fs. 376), que ya por ese entonces se
había comenzado a procesar una fracción de la evidencia recibida el
26 de diciembre, correspondientes a muestras identificadas como Nº
1, 2, 3, 4 y 5 de la sábana de abajo y del cinto de toalla, en las que
se estaban determinando los perfiles de ADN. A ello hay que añadir lo
hecho conocer a la fiscalía el 7 de febrero de 2007, referente a que se
estaban obteniendo resultados en los sistemas de Cromosoma Y
(marcadores genéticos distintivos de individuos de sexo masculino).
El día 26 de febrero se solicitaron informes sobre el estado de avance
de los estudios que se estaban realizando en ese centro, en relación a
las muestras oport unamente remitidas, recibiendo respuesta el 1 de
marzo de 2007, especificando, una vez descartada la posibilidad de
contaminación en ese laboratorio, que se estaban obteniendo
resultados
esencialmente
reproducibles
en
los
sistemas
de
cromosoma Y, marcadores genéticos distintivos de individuos de sexo
masculino. Desde ese entonces ya se informaba sobre la nueva
metodología de trabajo implementada, al especificar que dichos
resultados serían generados por ADN en bajo número de copias
descrito en la bibliografía internacional como Low Copy Number,
técnica diferente, por otra parte, a la utilizada para arribar a las
conclusiones que da cuenta el primer informe denominado F-198. De
acuerdo a recomendaciones de la “Internacional Society of Forensic
Genetic”, a criterio de la perito, se tornaba imprescindible descartar
cualquier transferencia accidental desde el hallazgo del cadáver hasta
la recepción de la evidencia en la Institución, razón por lo cual a fs.
698 la Fiscalía ordenó practicar una inspección corporal, consistente
en extracción de muestras de sangre, las que una vez obtenidas
fueron remitidas al CEPROCOR y recibidas en fecha 29 de marzo de
2007 (fs. 1402/3 del principal). Así las cosas, la fuerza de lo
documentado torna imposible que el haplotipo Y, como lo propone el
instante, haya sido obtenido con posterioridad a la extracción de
sangre de Félix Macarrón. Para más, la perito oficial revela que ya a
fines de enero y principio de febrero se había logrado determinar un
haplotipo de cromosoma Y en varias evidencias, y alrededor del 6 de
febrero tuvo una reunión con el Dr. Vullo, perito de parte del por ese
entonces imputado Rafael Magnasco, a quien le fueron exhibidos los
resultados obtenidos, corroborando que el haplotipo recuperado en
varias evidencias era diferente al mencionado. Los electroferogramas
obtenidos a partir de algodón vulva peritado, muestras identificadas
como Nº 5 de la sábana de abajo, y de cinto de toalla, aventan
cualquier sospecha sobre la cronología de los hechos. Más aún,
cuando en la parte superior de los mismos consta el código de la
evidencia (descrito en hojas de procesamiento) y la fecha en que fue
realizada la corrida electroforética. Es de destacar que dicha fecha
queda documentada en el equipo resultando imposible modificarla. A
guisa de colofón, y en lo referente a la nota sobre contaminación
agregada al documento, adujo la perito que por la detección de más
de un haplotipo de cromosoma Y en una sola evidencia (hisopo
vulva), lo cual era además un resultado incongruente con el haplotipo
recuperado en el algodón vulva, se consideró necesario descartar que
el perfil recuperado en el hisopo vulva no se tratara de una
contaminación. Que fue a consecuencia de ello que se solicitó
material biológico de todas las personas que pudieran haber tenido
acceso a la evidencias, toda vez que se correspondía con lo indicado
en los casos de ADN en bajo número de copia, para descartar
contaminación o transferencia de ADN accidental. Lo dicho, deja
expresamente
establecido
que
la
duda
de
la
experta
sobre
transferencia accidental radicaba sobre esa evidencia, y no sobre
el haplotipo Y, que luego se correspondería con el obtenido de la
sangre de Félix Macarrón, el que ya había sido recuperado de las
restantes evidencias (ver informe de fecha 9 de agosto del corriente
año). En orden a lo expuesto y lo normado por los arts. 184, 185 inc.
3º “a contrario sensu” del C.P.P., debe rechazarse el planteo de
nulidad deducido por improcedente. III) A fs. 2388 obra escrito de
oposición
de
la
defensa
manteniendo
la
postura
nulificante,
fundamentos que en honor a la brevedad doy por reproducidos, a lo
que el Sr. Fiscal con fecha 17/08/07 mantiene su criterio rechazando
la declaración de nulidad solicitada, remitiéndose a los fundamentos
expuestos oportunamente y disponiendo elevar las actuaciones por
ante este Juzgado de Control a sus efectos. IV) A fs. 2320, los
incidentistas proponen al instructor de la causa, medidas probatorias
consistentes
la
solicitud
de
copia
autenticada
de
todos
los
electroferogramas obtenidos del estudio de la totalidad de las
evidencias analizadas y en particular, los correspondientes a la
determinación
del
haplotipo
Y
del
personal
masculino
de
la
institución; copia fehaciente de los controles (positivos y negativos)
de cada corrida electroforética, del electroferograma correspondiente
al control negativo de la extracción de ADN e informe respecto a la
fecha del último mantenimiento o service preventivo y correctivo –se
se hubiese realizado- del analizador genético ABI PRISM utilizado en
el estudio de las muestras en relación a la fecha en que fueron
procesados los materiales genéticos obtenidos de las evidencias
analizadas,
considerando
que
tal
documental
además
de
ser
pertinente y útil, es imprescindible y absolutamente necesaria a los
efectos conocer si el aplotipo del cromosoma Y presuntamente
recuperado
de
algunas
de
las
muestras
reprocesadas,
fue
determinado con anterioridad a la extracción de sangre del Sr. Félix
Macarrón, y
acreditar debidamente los extremos que sustentan
nuestra pretensión nulificatoria. Medidas éstas, que con fecha
08/08/07
el
Sr.
Fiscal
de
Instrucción
resuelve
provéase
oportunamente si resultare de interés para resolver la nulidad
impetrada. V) A) Contra dicho resolutorio, la defensa presenta
escrito de oposición (fs. 2382), fundando el mismo en idénticas
razones a las expuestas al solicitar las medidas, haciendo otras
consideraciones a las que me remito en honor a la brevedad y doy
por reproducidas. B) Que con fecha 15/08/07, el Sr. Fiscal, mantiene
el proveído atacado, argumentando que la utilidad y pertinencia de la
documental solicitada estaba daba a fin de establecer la fecha en que
había sido obtenido el haplotipo Y, circunstancia que advierte ha sido
develada con la recepción del informe de la Perito Genetista obrante a
fs. 2331/2361, que motivó la resolución de fecha 13/08/07 al
rechazarse
el
incidente
de
nulidad
planteada,
disponiendo
en
consecuencia, su remisión a este Tribunal a sus efecto (art. 338 del
C.P.P).- VI) A) El reparo defensivo que atribuye condición impuesta para
practicar pericias de ADN a la determinación de semen, debe ceder ante el
mandato judicial que fijó estudios comparativos de perfiles genéticos como punto
de dictamen (30/11/2006). Por ello, no existe exceso en el procesamiento de las
evidencias denominadas hisopos de exudado vaginal, anal y algodón vulva sin
peritar e hisopo vulva y muestras identificadas con número 1,2,3,4 y 5 de la
sábana de abajo y del cinto toalla, por no trasuntar diversidad con la materia
ordenada y cuya dirimencia es interrogante decisivo de la investigación al efectuar
conclusiones útiles para concretar tareas de cotejo. Evidentemente, la actividad
cuestionada se revela con pertenencia a una integridad operacional que,
ensayando técnicas alternativas distintas, se presentó razonable por conducencia
para lograr despejar gradualmente el tipo de perfil que en calidad de incógnita
persistía. En consecuencia, descartada la ausencia de alteración en el alcance de las
cuestiones a elucidar, la verificación en autos del efectivo control de parte en las
operaciones (aceptación de cargo y participación del perito contraloreador Dr. Vullo
hasta la instancia de conocimiento del haplotipo de cromosoma Y consenso),
tornan ineficaz la pretensión nulificadora intentada. B) Resulta improcedente
declarar la nulidad de la pericia por omisión de conminar a quienes debían
extraerse muestras sanguíneas a proponer abogado defensor, ya que los sujetos
no estaban señalados como partícipes de un delito y la falta de individualización
tornó operativo el mandato previsto en el art. 118 del C.P.P, asegurándose la
asistencia técnica por letrado oficial de quien pueda resultar involucrado al sólo
efecto de la práctica de los actos definitivos e irreproductibles. Tampoco se ha
violado la disposición del art. 236 CPP por no haber mediado previa notificación a
los dadores si en esa ocasión no habían revestido la calidad de pasivos legitimados.
Ello, porque no resulta razonable exigir, previo a la realización de una prueba
pericial, de terceras personas cuya inspección deviene necesaria para obtener
evidencia que pueden proporcionar, facultades para proponer peritos o puntos de
análisis sobre la tarea técnica..- C) En tanto que bajo la imputación de carencia de
fundamentos científicos, la defensa niega existencia de exacta correspondencia
entre el haplotipo presuntamente detectado y el perfil de ADN masculino
correspondiente
a
la
línea
biológica
paterna
de
Félix
Macarrón,
los
cuestionamientos que efectúa se refieren a disidencias críticas con el
objeto instalar una hipótesis alternativa, cual es la de la contaminación.
Cuando aduce que esos marcadores fueron mayoritariamente incompletos, lo que
sumado al similar informe de otro haplotipo parcial en muestra N° 18 de hisopado
en vulva, indica que las muestras fueron contaminadas y agrega que escapa al
sentido común obtener un marcador genético desde la muestra diluida cuando
sobre una concentrada el resultado fue negativo, alude a falta de basamentos
científicos que incluyen análisis axiológicos enderezados a restar eficacia
al dictámen. Descree, con el mismo fin, de la aseveración de Modesti en cuanto a
que el riesgo de contaminación sólo existió en las etapas de recolección,
manipulación ó traslado puesto que, en ese caso el haplotipo ya debió ser
encontrado en el informe F-198 y no acepta la exclusión categórica de interferencia
en el laboratorio al resultar contradictorio con las pruebas efectuadas para
descartarlas por iniciativa de la propia perito oficial. Cabe estimar, a través de
las disquisiciones resaltadas, que el incidente planteado se erigió en
elemento hábil para consagrar una opinión divergente enarbolada por la
defensa, aspecto que se manifiesta al confrontar sus argumentaciones
con las explicaciones que aportó la perito para justificar las conclusiones
embestidas. Así, rescatando las tácticas que desarrolló la profesional en orden a
los reparos expuestos, corresponde destacar que, ante los resultados negativos de
ADN masculino obtenidos en el informe F-198 y a los fines de optimizar su
detección, se reprocesaron las evidencias ensayando distintas alternativas técnicas,
con modificaciones metodológicas que determinaron los resultados observados en
el informados F-235. Dice que el obstáculo configurado por la presencia de células
en muy baja concentración, pudo tener su origen en las tareas previas de análisis
que sobre las evidencias efectuó el perito Zabala, afectando la calidad y cantidad de
ADN en las muestras. Aclara que por determinarse sólo en la muestra N° 18
“hisopo Vulva” una mezcla de haplotipos no compatibles con el de consenso, en
ella se introdujo el concepto de contaminación por transferencia accidental,
induciendo su producción antes del arribo de las muestras a la institución, por ser la
única disidencia y atendiendo que los antecedentes refieren un trabajo inicial del
bioquímico como algodón de vulva que luego se convirtió en hisopo. Confirma
ausencia de transferencia accidental en el laboratorio ante el resultado negativo del
cotejo con los haplotipos de cromosomas Y del banco de datos. La comparación
de las disidencias esbozadas confirma declaraciones de ciencia
divergentes, obtenidas a partir de operaciones valorativas encontradas
que, argüidas por la defensa constituyen disconformidad con las
conclusiones de la perito oficial. Por ello, desconceptualizado el agravio
defensivo de fundamentación procedimental, corresponde la remisión al
trabajo realizado en el CEPROCOR con la finalidad de constatar el
cumplimiento de las exigencias contenidas en el art. 242 del C.P.P. 1- Se
ha constatado la enunciación por la perito de las reglas técnicas
pertinentes. Utilizando los protocolos clásicos de la bibliografía internacional, se
aplicó el proceso de “fraccionamiento diferencial y no diferencial”, para los
marcadores genéticos de los sitemas autosónicos el kit ampfister identifiler de
applied biosystem, obteniéndose un perfil de ADN igual al de Nora Dalmaso, y para
los marcadores genéticos del cromosoma Y, el kit power plex Y system de
Promega, no logrando ningún haplotipo de cromosoma Y(F-198). A fin de
optimizar la detección de ADN que pudiera estar presente en muy baja
concentración, se reprocesaron las evidencias analizando otros trozos de distintas
partes de las mismas, se ensayaron distintas alternativas reduciendo las etapas de
purificación, evitando las resuspensiones con Buffer PBS, y se procesaron por
primera vez muestras identificadas como N° 1,2,3,4 y 5 –sábana de abajo y de
cinto de toalla- dejando material remanente sin analizar para futuros estudios. Las
muestras que habían sido manipuladas por el bioquímico Zabala, se
resuspendieron en 20 ul, es decir, la mitad del volumen utilizado en el informe F198-, y utilizando la técnica de “franccionamiento no diferencial” e implementando
el kit amp fister Y-filer de applied biosystem – con mayor sensibilidad y poder de
resolución permitió consiguir 16 marcadores, 5 más que el kit usado previamente-,
lográndose obtener un haplotipo de cromosoa Y de consenso. Se remarca la
recepción en el laboratorio de biología molecular de 26 muestras de sangre de
referencia entre el 25 y 30 de abril, entre las que estaba la de Félix Macarrón, o sea
un par de meses después del período comprendido entre el 02/01 y el 09/02/07
en que se procesaron las muestras que determinaron el hallazgo del haplotipo Y.
2- Aplicación de las técnicas explicitadas a los hechos o evidencias del
proceso. El material analizado estuvo integrado por las muestras recuperadas en
hisopos del exudado vaginal, anal y algodón vulva sin peritar e hisopo vulva, y en
las numeradas 1,2,3,4 y 5 de la sábana de abajo y cinto de toalla. 3) Como
enunciado de las deducciones concretadas, la perito determinó que el
haplotipo recuperado desde las evidencias es igual al de Félix Macarrón. El
relevamiento de la pericia permite asegurar el cumplimiento de las formalidades
instrumentadas para garantizar el control de las partes, especialmente por existir
una relación detallada de las operaciones y su resultado, sin omitir experimentos
practicados, pasos seguidos y sustancias y materiales utilizados. Por ello, de
frente a las constancias de la causa, la nulidad articulada debe
rechazarse ante la ausencia de vulneración de las formas esenciales,
descartada a partir de la legalidad procesal que ostenta la diligencia
probatoria. Así como el correcto sentido que debe otorgarse a los diversos tipos
de razones que habilitan impugnación impide que el recurso prospere en invalidéz,
nada obsta para que el razonamiento desarrollado se relacione con la ponderación
probatoria conducente respecto de la resolución final. En esa inteligencia, resta
manifestar la impertinencia para efectuar valoración jurisdiccional alguna
en esta instancia sobre el fondo de la pericia llevada a cabo, pues no
corresponde exclusión que prive al sentenciante del mérito para producir
convicción que decida sobre la bondad con que han sido evacuados,
desde distinto ángulos, los puntos sometidos a los expertos. D) Acuerdan
las partes que la remisión solicitada por la defensa de los electroferogramas
correspondientes a la obtención del haplotipo Y del personal masculino del
laboratorio se vincula con la verificación temporal de su recuperación. En ese
rumbo, la incógnita controvertida fue acabadamente señalada en el pedido de
nulidad, configurando formalmente la incontaminación un punto de decisión
impugnado. Su oportuna fundamentación elaborada sobre los antecedentes de las
operaciones, demuestra el acceso a los datos técnicos de identificación
cromosómica y tuvo como consecuencia dejar limitada la competencia funcional
del tribunal al análisis de la posibilidad de contaminación. Por lo tanto, al decidirse
sobre la improcedencia de la invalidéz planteada, el acto dio respuesta en la
medida que el interés de la parte lo propuso en su introducción, demostrando que
la
pretensión
probatoria
impulsada
se
presenta
inadmisible
pues
su
implementación extralimitaría los márgenes de la competencia revisora, aspecto
que también debe descartarse porque como la oposición se rige básicamente por
los principios que informan el recurso de apelación, la producción de prueba en esta
instancia examinadora no resulta procedente. Pero, aunque no incida sobre el
incidente de nulidad articulado, surge plausible que se acoja la iniciativa del letrado
pues, a su estrategia perfilada con el cuestionamiento a las fechas manuscritas por
la perita Modesti y la insinuación sobre el mantenimiento y estado de los equipos,
resulta pertinente para garantizar el principio de libertad probatoria sobre el objeto
del proceso. Por ello y normas legales citadas, RESUELVO: I) Rechazar la nulidad
articulada en contra del Informe Pericial F-235 elaborado por la perito oficial
designada en autos (art. 184 y 185 inc. 3° “a contrario sensu” del C.P.P) II) No
hacer lugar a la oposición interpuesta por la defensa en relación a las medidas
probatorias cuya introducción se requirió en forma previa a la resolución del
incidente.
PROTOCOLICESE,
NOTIFIQUESE
Y
OPORTUNAMENTE
REMITASE A LA FISCALIA DE ORIGEN. FDO. DR. DANIEL MUÑOZ (JUEZ)
ANTE MI: DR. LUIS M.WERLEN ZBRUN (SECRETARIO)
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