Número de registro: 1083 Octava Época Instancia

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AMPARO EN REVISION 435/93.
Número de registro: 1083
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: Tomo XIII, Marzo de 1994
Página: 163
AMPARO EN REVISION 435/93. JUEZ PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA DE
ORIZABA, VERACRUZ.
CONSIDERANDO:
III. Para una mejor comprensión de los términos en que será emitida esta ejecutoria, cabe
destacar que el acto reclamado en el juicio de garantías al que este toca se contrae se hizo
consistir en el auto de bien preso dictado el nueve de junio del año retropróximo en contra del
disconforme Alejandro Morgado Rodríguez como presunto responsable de los delitos de robo
en perjuicio de Irma Iturriaga de Takahashi y María Candelas Francisco Doce y de asociación
delictuosa en agravio de la seguridad colectiva, por estimar el Juez natural, esencialmente,
que el material probatorio allegado al proceso penal número 267/993 "acredita plenamente
los elementos materiales del delito a estudio ya que como de las mismas se aprecia se
llevaron a cabo varios apoderamientos de diversos vehículos con ánimo de dominio y uso y
lucro ya que en algunas ocasiones se quedaron con los vehículos y en otras procedieron a su
venta sin el consentimiento de las personas para darlo quedando actualizada de esta manera la
hipótesis contenida por el numeral 173 del Código Penal de la materia y en consecuencia se
tiene por comprobado el cuerpo del delito de robo", así como la corporeidad del ilícito citado
en segundo término por justificar que Morgado Rodríguez, a más de otros, "formaban una
banda de más de tres personas de manera permanente y con ánimo de delinquir, pues en
forma conjunta perpetraron múltiples robos todos ellos relacionados con vehículos
automotores con lo que se tiene por comprobado el cuerpo de dicho ilícito", así como que los
mismos elementos de convicción demostraban también la probable responsabilidad del
disconforme, a más de otros, en la comisión de tales antisociales.
Ahora bien, resultan inatendibles los agravios hechos valer en esta vía, cuenta habida de que:
a) No se ve por qué la autoridad recurrente afirma que "Es incierto que el AUTO DE
FORMAL PRISION, dictado por el Juzgado Primero de Primera Instancia de la ciudad de
Córdoba, Veracruz, con fecha diecinueve de junio del año en curso, no se encuentra fundado
ni motivado, como lo hace valer su señoría en la resolución recurrida", pues basta imponerse
de la sentencia que se analiza para advertir que el a quo no llegó a tales conclusiones; b) En
contra de la estimación del Juez de Distrito inherente a que "del análisis de los elementos en
que se apoyó el auto de formal prisión que se combate, si bien se desprende la existencia del
cuerpo del delito de robo, por cuanto hace a Alejandro Morgado Rodríguez, no se desprende
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que haya quedado acreditada su presunta responsabilidad en relación con el mismo, pues por
una parte el artículo 173 del código adjetivo citado que define el tipo penal del robo, requiere
para que se consume este delito, entre otros elementos, del apoderamiento, y ninguno de los
que se ha hecho alusión es indicativo de que haya efectuado el apoderamiento de los
automóviles en cuestión sin el consentimiento de las personas legitimadas para darlo (en el
caso Irma Iturriaga de Takahashi y María Candelas Francisco Doce), con ánimo de dominio,
máxime que no confesó haber robado ninguno de los vehículos descritos, ni fue desposeído
de unidad alguna y sí por otro lado quedó establecido únicamente que con posterioridad supo
que los vehículos eran robados", el Juez revisionista arguyó que Morgado Rodríguez "acepta
que iba en compañía de Javier y su primo Sergio en una camioneta propiedad del papá de
Javier y que anduvieron en la feria, además de manifestar de que tiene año y medio que su
primo Sergio García le solicitó al declarante pasar unos días en su casa que tiene en Monte
Blanco, a lo cual accedió, y que su citado primo llegó junto con Gamaliel y su primo de
nombre Edgar, que llegaron en una camioneta Rand Charger color gris, la cual era conducida
por Gamaliel y supo que era robada; que aceptó guardar dicha camioneta en su casa, así como
otros carros, que posteriormente se enteró que de igual manera eran robados, pero que él no
participó en dichos hechos, pero como se dijo con anterioridad, dicha negativa no es de
tomarse en consideración, ya que acepta que andaba en compañía de Gamaliel Alarcón, un
primo de éste de nombre Edgar así como de Sergio García Morgado y asimismo, se enteró
con posterioridad que los carros que guardaba en su casa eran robados, quedando así
debidamente demostrado que dicho acusado dolosamente prestó ayuda para la comisión del
delito de robo, y participación en el mismo, dando vida jurídica a lo previsto por el artículo
28 fracción VI del Código Penal", lo que implica una variación en las consideraciones en las
que se apoyó dicho juzgador para sujetar al quejoso a la traba de la formal prisión por lo que
hace al antisocial en cita, en la inteligencia de que según lo ha sostenido este órgano
colegiado al decidir los amparos en revisión números 289/993, 233/993, 313/993 y 206/993,
interpuestos por los Jueces Primero y Tercero de Primera Instancia de Jalapa, Veracruz,
Primero de Primera Instancia local y el Juez de Distrito en el Estado de Tlaxcala,
respectivamente, las autoridades responsables no pueden modificar en el escrito de agravios
el motivo en que se apoyaron para dictar el acto reclamado, pues además de que ello
entrañaría una indebida alteración de tal acto en la forma en que se juzgó en primera
instancia, se privaría al quejoso de la oportunidad de rendir pruebas para destruir la validez
del nuevo motivo con el que se sustituye al anterior, y c). Por cuanto hace al delito de
asociación delictuosa es de verse que el Juez disconforme se limitó a sostener en su capítulo
de agravios que "con tales elementos de prueba, quedó debidamente demostrado que el
indiciado Alejandro Morgado Rodríguez, Julio César García, Gamaliel y Javier Luna Avila
formaban una banda de tres personas, con ánimo de delinquir, ya que en forma conjunta
realizaron múltiples robos, todos ellos relacionados con vehículos ya que aunque existe la
negativa del indiciado Alejandro Morgado al manifestar que ignoraba las operaciones que
realizaban los coacusados arriba mencionados, éste no demostró su dicho con algún medio de
prueba que lo hiciera creíble", sin ocuparse de impugnar los razonamientos vertidos por el
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juzgador federal en el sentido de que "Por otra parte en lo que se refiere al artículo 213 del
código en cita por cuando ve al ilícito de asociación delictuosa, habrá que considerar que los
elementos materiales del delito de asociación delictuosa son la existencia de un grupo o
banda de tres o más personas que se reúnen con carácter más o menos permanente, con el
firme propósito de delinquir, esto es, en forma organizada; en el caso a estudio de los
elementos probatorios en que se apoyó el Juez responsable no se desprende, según su
contenido, que el ahora quejoso haya formado parte de un grupo de personas con las
características antes apuntadas, pues ni siquiera se advierte que se haya reconocido en alguno
de ellos jerarquía o mandato como jefe de banda. En otras palabras, conforme al numeral en
comento es indispensable que la banda o asociación se organice con el fin de delinquir
cuantas veces se presente la ocasión, sin que baste la participación conjunta de tres o más
personas en la comisión de un delito para que se cometa la infracción denominada asociación
delictuosa, pues de admitirse esto se confundiría el delito con la coautoría; por lo que se
concluye que no se demuestra fehacientemente la existencia de los delitos en cuestión", y en
esas condiciones cobra aplicación al caso la tesis de jurisprudencia del más Alto Tribunal del
país número 116 que bajo el epígrafe "AGRAVIOS INSUFICIENTES" puede consultarse en
la página ciento ochenta y nueve de la Segunda Parte del Apéndice al Semanario Judicial de
la Federación editado en mil novecientos ochenta y nueve, cuya sinopsis reza: "Cuando en
los agravios aducidos por la recurrente no se precisan argumentos tendientes a demostrar la
ilegalidad de la sentencia, ni se atacan los fundamentos legales y consideraciones en que se
sustenta el sentido del fallo, se impone confirmarlo en sus términos por la insuficiencia de los
propios agravios.".
Así las cosas, debe confirmarse la sentencia que se revisa.
Por lo expuesto y fundado, y con apoyo además en el artículo 90 de la ley de la materia, se
resuelve:
PRIMERO.-Se confirma la sentencia definitiva dictada el veintisiete de agosto del año
retropróximo por el Juez Tercero de Distrito en el Estado en el juicio de garantías número
1805/993, promovido por Alejandro Morgado Rodríguez contra los actos y la autoridad que
se puntualizan en el primer resultando de esta ejecutoria, mediante la que otorgó el amparo
pedido.
SEGUNDO.-Notifíquese; con testimonio de la presente resolución vuelvan los autos al lugar
de origen y, en su oportunidad, archívese el asunto.
Asi, por unanimidad de votos de los Magistrados Rosa María Temblador Vidrio, Gilberto
González Bozziere y Luis Alfonso Pérez y Pérez, lo resolvió el Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Séptimo Circuito. Fue ponente el último de los nombrados. Doy fe.
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