Número de registro: 19186 Novena Época Instancia: Tribunales

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AMPARO DIRECTO 413/2005.
Número de registro: 19186
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XXII, Diciembre de 2005
Página: 2516
AMPARO DIRECTO 413/2005. PEMEX GAS Y PETROQUÍMICA BÁSICA.
CONSIDERANDO:
QUINTO. De las constancias que integran el expediente laboral 183/2003, del índice de la
Junta Especial Número 36 Bis de la Federal de Conciliación y Arbitraje en el Estado, de
donde emana el acto reclamado, se desprende que dicho asunto fue promovido por Alfredo
Vázquez López, quien demandó de Pemex Gas y Petroquímica Básica diversas prestaciones,
entre las que se encuentran su reinstalación en la categoría de ayudante especial de operación
(destilación), clasificación 11.57.25, jornada 1, con adscripción al Departamento de Planta
Criogénica II del Complejo Petroquímico de Gas Nuevo Pemex, el pago de salarios caídos a
partir del once de abril de dos mil tres, hasta su reinstalación, entre otras.
Dicho asunto laboral fue resuelto mediante laudo dictado el veinticinco de febrero de dos mil
cinco, el cual constituye el acto reclamado en el presente asunto, en el que la Junta
responsable determinó esencialmente que el actor Alfredo Vázquez López acreditó
parcialmente sus acciones, mientras que la demandada Pemex Gas y Petroquímica Básica
justificó parcialmente sus defensas y excepciones, condenando a dicha demandada, ahora
quejosa, a la reinstalación del actor en la categoría de ayudante especial de operación plantas
(destilación), clasificación 11.57.25, jornada (1) turno continuo, con adscripción al
Departamento de Planta Criogénica II Complejo Procesador de Gas Nuevo Pemex, al pago de
los salarios caídos a partir del once de abril de dos mil tres, hasta que fuera reinstalado el
actor en el puesto antes descrito a razón de trescientos setenta y seis pesos con treinta y cinco
centavos ($376.35), más los aumentos y mejoras que se generaran en dicho salario, así como
al reconocimiento de la antigüedad que se generó durante la tramitación del juicio.
La paraestatal quejosa expone como conceptos de violación, los siguientes:
a) Que el laudo reclamado viola en su perjuicio los artículos 841 y 842 de la Ley Federal del
Trabajo y, por ende, las garantías de legalidad y seguridad jurídica que establecen los
artículos 14 y 16 constitucionales, al considerarlo infundado e inmotivado.
b) Que el laudo es incongruente, al haberse apartado de la litis planteada, la cual quedó
establecida con la demanda, ampliación y contestación de la misma, con motivo de la
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rescisión del contrato de trabajo al tercero perjudicado, en el que Pemex Gas y Petroquímica
Básica, le rescindió su contrato de trabajo por haber exhibido una factura apócrifa por la
compra de lentes y mediante la cual obtuvo la cantidad de cinco mil novecientos cincuenta
pesos ($5,950.00), situación que quedó plenamente acreditada en autos del juicio obrero.
c) Que la Junta no consideró que de la declaración del trabajador al contestar el interrogatorio
ofrecido por la ahora quejosa se desprende la falta de probidad y honradez conforme al
artículo 47, fracciones II y XV, y fracciones I y VII del artículo 134 de la Ley Federal del
Trabajo, incurriendo con ello en un acto de deshonestidad y falta de rectitud e integridad
hacia la empresa al ser beneficiado con una cantidad económica mediante un acto de fraude,
que constituye una falta grave que hace imposible la continuación de la relación de trabajo.
d) Que la responsable no analizó debidamente la instrumental de actuaciones que integran el
sumario laboral, en específico, la contestación a la demanda efectuada por el sindicato
respectivo, quien en ningún momento manifestó que no se hubiera dado cumplimiento a la
cláusula 24 contractual y menos que no se le hubiese notificado a la sección la decisión de la
paraestatal de rescindirle el contrato de trabajo al tercero perjudicado, lo cual no fue materia
de litis en el juicio laboral.
e) Que no existe probanza en autos del juicio obrero que conste que la sección 44 se haya
inconformado respecto a que no se le comunicó la decisión de rescindir el contrato individual
del tercero perjudicado Alfredo Vázquez López, como se deriva de los autos del juicio
laboral 183/2003.
f) Que aunque sobre el tema controvertido existe criterio de este Primer Tribunal Colegiado
del Décimo Circuito, éste deriva de asuntos distintos al resuelto por la Junta responsable.
g) Que es incorrecta la apreciación y consideración de la responsable de que no se le notificó
a la sección sindical respectiva, la decisión de rescindir el contrato de trabajo con tres días de
anticipación, pues si bien es cierto que el oficio en el que se le hizo del conocimiento la
pretensión de rescisión data del cuatro de abril de dos mil tres, y que le fue notificado a la
sección sindical el siete de abril de dos mil tres, lo cierto es que se señaló en dicho oficio que
la medida de rescisión surtiría efectos a partir del once de abril de dos mil tres, con lo cual se
dio cumplimiento a lo previsto en la cláusula 24 del contrato colectivo de trabajo.
h) Que al condenar a la quejosa al pago de salarios caídos la Junta responsable sin
razonamiento legal alguno tomó en cuenta un salario diario de trescientos setenta y seis pesos
con treinta y cinco centavos ($376.35), omitiendo analizar el tabulador de salarios vigente a
partir del uno de agosto de dos mil dos, ofrecido en el escrito de pruebas respectivo, con el
objeto de acreditar que el salario que le correspondía a la categoría reclamada era de
doscientos cuatro pesos con cincuenta y seis centavos ($204.56).
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i) Que es ilegal la condena respecto a los conceptos de canasta básica, bonificación de gas,
productividad y gasolina, toda vez que de la instrumental de actuaciones y la presuncional
legal y humana se deriva que la quejosa realizó el pago al demandante de dichos conceptos,
sin que la Junta responsable fundamentara ni motivara tal determinación.
Una vez precisado lo anterior, por ser de estudio preferente se procede a analizar el primer
argumento de la quejosa en el que afirma que el laudo reclamado viola en su perjuicio los
artículos 841 y 842 de la Ley Federal del Trabajo y, por ende, las garantías de legalidad y
seguridad jurídica que establecen los artículos 14 y 16 constitucionales, por considerarlo
infundado e inmotivado, y además porque la responsable tiene la obligación de dictar sus
laudos en forma clara, precisa y congruente con la demanda, contestación y demás
pretensiones.
Este argumento resulta infundado, pues de la lectura del mencionado laudo, se aprecia que la
autoridad responsable sí lo fundó y lo motivó, pues citó como sustento los artículos 80 de la
Ley Reglamentaria de los Numerales 103 y 107 Constitucionales, 841, 842 y demás relativos
y aplicables de la Ley Federal del Trabajo; y expresó la razones especiales y particulares que
tomó para su emisión, existiendo adecuación entre los motivos expuestos y las normas
legales que aplicó para configurar las hipótesis normativas, por lo que satisfizo estos
requisitos en forma tal que la afectada conoce la esencia de los argumentos legales y los
hechos en que se apoyó la autoridad responsable, de manera que quedó plenamente enterada
para alegar en contra de su argumentación jurídica; por lo que se insiste contrario a lo
argumentado por la quejosa, en este aspecto el laudo impugnado no resulta violatorio de
garantías, ya que al pronunciarlo la Junta apreció correctamente los hechos sometidos a su
potestad y resolvió a verdad sabida y buena fe guardada, ajustándose al contenido de los
artículos 841 y 842 de la Ley Federal del Trabajo.
Tiene aplicación a lo anterior la jurisprudencia 260, publicada en el Apéndice del Semanario
Judicial del Federación 1917-1995, consultable en el Tomo VI, página 175, Materia Común,
que a la letra dice:
"FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. De acuerdo con el artículo 16 de la Constitución
Federal todo acto de autoridad debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado,
entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable
al caso y, por lo segundo, que deben señalarse, con precisión, las circunstancias especiales,
razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la
emisión del acto; siendo necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos
y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis
normativas."
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Por otra parte, en relación con los conceptos de violación antes identificados con los incisos
b), c), d) y e), éstos resultan inoperantes por insuficientes para revocar el laudo impugnado.
Se arriba a la anterior determinación, en razón de que los mismos se encuentran dirigidos a
demostrar que la rescisión del contrato al trabajador fue legal por encontrarse acreditado en el
expediente laboral la actualización de una causal que origina tal circunstancia; sin embargo,
con independencia de lo expuesto en tales argumentos, lo cierto es que este Tribunal
Colegiado considera correcta la determinación de la Junta responsable al afirmar que en el
caso la rescisión de la relación de trabajo se funda en una investigación administrativa que
carece de las formalidades correspondientes, ante la inobservancia de la cláusula 24 del
contrato colectivo de trabajo (folio 117 del expediente obrero), por lo que resulta incorrecta la
afirmación de la quejosa en el sentido de que el laudo es incongruente.
Para explicar las razones por las cuales se arriba a la anterior determinación, conviene señalar
que dicha cláusula dispone, entre otras cosas, lo siguiente:
"Cláusula 24. ... Concluida la investigación y sin perjuicio de la facultad del patrón para
aplicar la sanción o rescindir el contrato de trabajo del o los trabajadores involucrados, el
sindicato con la oportunidad debida podrá presentar otros elementos tendientes a esclarecer
los hechos motivo de la investigación, los que valorarán conjuntamente procurando llegar a
un acuerdo que resuelva el caso específico. En caso de no ponerse de acuerdo, el patrón
procederá a aplicar la sanción que considere pertinente. Invariablemente, el patrón
comunicará al sindicato con 3 -tres- días hábiles de anticipación su decisión de aplicar una
sanción o rescindir el contrato del trabajador, informándole sobre las razones de su
determinación y los fundamentos legales en que la apoya."
De la cláusula parcialmente transcrita se advierte que una vez concluida la investigación y sin
perjuicio de la facultad del patrón para aplicar la sanción o rescindir el contrato de trabajo del
o los trabajadores involucrados, el sindicato con la oportunidad debida podrá presentar otros
elementos tendientes a esclarecer los hechos motivo de la investigación, los cuales valorarán
conjuntamente el patrón y el sindicato, procurando llegar a un arreglo que resuelva el caso
específico; que en caso de no ponerse de acuerdo, el patrón procederá a aplicar la sanción que
considere pertinente, y debe comunicar al sindicato con tres días hábiles de anticipación su
decisión de aplicar una sanción o rescindir el contrato del trabajador, informándole sobre las
razones de su determinación y los fundamentos legales en que la apoya.
Lo anterior constituye un pacto que obliga invariablemente al patrón a cumplir en sus
términos el procedimiento señalado, antes de rescindir la relación laboral con sus trabajadores
sindicalizados; en esa virtud, en el caso aun cuando en la comparecencia del sindicato al acta
administrativa y al juicio laboral, no manifestó nada respecto de si se le notificó con tres días
de anticipación la decisión de la rescisión del actor, aquí tercero perjudicado, lo cierto es que
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tal cuestión constituye un presupuesto contractual para hacer procedente la rescisión, por lo
que su observancia no está sujeta al arbitrio de las partes, ya que de permitirlo se
perjudicarían los intereses de quienes son los representados por los signantes del pacto
colectivo, el cual una vez suscrito adquiere carácter imperativo y de cumplimiento
obligatorio, tanto para quienes lo suscribieron como para quienes fueron representados al
firmarlos, de manera que su observancia engendra también el derecho de impedir actos
arbitrarios patronales; de ahí que el hecho de que el sindicato no haya expresado
inconformidad alguna en ese sentido no exime a la empresa quejosa de cumplir con notificar
a dicha sección sindical con tres días hábiles de anticipación su decisión de rescindir el
contrato al trabajador, como se comprometió a actuar en esos casos al aceptar la cláusula en
comento.
En ese contexto, se tiene que en el caso concreto la quejosa Pemex Gas y Petroquímica
Básica no cumplió con lo establecido en la mencionada cláusula 24 del pacto contractual,
porque si bien exhibió copia del oficio 2.1/AT/0394/2003, signado por el jefe del Área de
Recursos Humanos, dirigido a José Jesús Zamudio Aguilera, secretario general de la Sección
44 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, que contiene un sello
de la sección 44 del sindicato petrolero, con esto no se acredita que cumplió con lo exigido
por la referida cláusula 24 del contrato colectivo de trabajo, puesto que además de que ese
sello no contiene firma de quien lo recibió, y en consecuencia no se tiene certeza de que
efectivamente fue recibido por el sindicato (foja 171), principalmente porque de tal oficio se
desprende que la fecha del sello de recibido que obra en el mismo es de siete de abril de dos
mil tres, mientras que la notificación al actor del aviso de rescisión de su relación individual
de trabajo (foja 170) se realizó el dos de abril de dos mil tres, de lo que se concluye que,
como lo sostuvo la Junta responsable, la paraestatal demandada, ahora quejosa,
supuestamente notificó a la representación sindical la determinación de aplicar la rescisión de
contrato al actor cuando ya había tomado la determinación de rescindirle el contrato y le
había notificado tal determinación a dicho obrero, siendo que, como se mencionó, de
conformidad con la cláusula 24 contractual, tal patronal estaba obligada a notificarle al
sindicato titular del contrato colectivo, con tres días de anticipación la determinación de
rescindir el contrato al trabajador; ello evidencia una transgresión al pacto contractual, en
cuanto establece que para ser procedente la rescisión derivada de un acta de investigación
administrativa sindical, debe ceñirse a lo pactado en dicha cláusula.
Tiene aplicación a lo anterior la tesis X.1o.70 L, aprobada por el Pleno de este Tribunal
Colegiado y publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XXI, mayo de dos mil cinco, página 1576, que es del tenor siguiente:
"TRABAJADORES DE PETRÓLEOS MEXICANOS. ES INVÁLIDA LA RESCISIÓN
DEL CONTRATO DE TRABAJO SI NO SE LE NOTIFICÓ AL SINDICATO CON TRES
DÍAS HÁBILES DE ANTICIPACIÓN, EN TÉRMINOS DE LA CLÁUSULA 24 DEL
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CONTRATO COLECTIVO QUE LOS RIGE. El párrafo séptimo de la citada cláusula
establece que una vez concluida la investigación, y sin perjuicio de la facultad del patrón para
aplicar la sanción o rescindir el contrato de trabajo del o de los trabajadores involucrados, el
sindicato, con la oportunidad debida, podrá presentar otros elementos tendientes a esclarecer
los hechos motivo de la investigación, los cuales serán valorados conjuntamente por el patrón
y el sindicato, procurando llegar a un arreglo para resolver el caso específico; además,
dispone que de no ponerse de acuerdo el patrón aplicará la sanción que considere pertinente,
y que invariablemente debe comunicar al sindicato con tres días hábiles de anticipación su
decisión de aplicar una sanción o rescindir el contrato del trabajador, informándole sobre las
razones de su determinación y los fundamentos legales en que la apoye; lo cual constituye un
pacto que obliga al patrón a cumplir en sus términos el procedimiento señalado antes de
rescindir la relación laboral con sus trabajadores sindicalizados; consecuentemente, resulta
intrascendente que en la comparecencia del sindicato al acta administrativa y al juicio laboral
no haya manifestado nada respecto a que no se le notificó con tres días de anticipación la
decisión de la rescisión del trabajador, porque siendo un presupuesto contractual para hacer
procedente la rescisión, su observancia no está sujeta al arbitrio de las partes, ya que tiene
carácter imperativo y es de cumplimiento obligatorio, tanto para quienes lo suscribieron
como para quienes fueron representados al firmarlos, en razón de que su observancia
engendra el derecho de impedir actos arbitrarios patronales; de ahí que la omisión del patrón
de cumplir con notificar al sindicato con tres días hábiles de anticipación su decisión de
rescindir el contrato al trabajador, invalida la sanción de rescisión al transgredir dicho pacto."
De lo anterior deviene lo inoperante de los argumentos en estudio, por ser insuficientes para
revocar el laudo impugnado, dado que los mismos se encuentran dirigidos a demostrar que la
rescisión del contrato al trabajador fue legal por encontrarse acreditado en el expediente
laboral la actualización de una causal que origina tal circunstancia, siendo que, por las
razones expuestas, se considera correcta la determinación de la Junta responsable al afirmar
que en el caso en estudio la rescisión de la relación de trabajo se funda en una investigación
administrativa que carece de las formalidades correspondientes, ante la inobservancia de la
cláusula 24 del contrato colectivo de trabajo.
Con base en los anteriores argumentos, también se considera infundada la inconformidad de
la quejosa en la que afirma que es incorrecta la apreciación y consideración de la responsable
de que no se le notificó a la sección sindical respectiva, la decisión de rescindir el contrato de
trabajo con tres días de anticipación, pues si bien es cierto que el oficio en el que se le hizo
del conocimiento la pretensión de rescisión data del cuatro de abril de dos mil tres, y que le
fue notificado a la sección sindical el siete de abril de dos mil tres, lo cierto es que se señaló
en dicho oficio que la medida de rescisión surtiría efectos a partir del once de abril de dos mil
tres, con lo cual se dio cumplimiento a lo previsto en la cláusula 24 del contrato colectivo de
trabajo.
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Se arriba a la anterior determinación, en razón de que, con independencia de que en el oficio
en el que la empresa quejosa notificó a la sección sindical respectiva se señaló que tal
notificación surtía efectos tres días después de realizada, lo que ocurrió es que, como lo
señaló la responsable, de conformidad con la cláusula 24 contractual en mención, la
paraestatal tenía la obligación de comunicarle al sindicato la determinación de rescindir el
contrato al actor antes de tomar en forma definitiva tal decisión, siendo que en el caso se hizo
manifiesta la determinación del patrón de rescindir al trabajador mediante la notificación a
éste de tal cuestión (dos de abril de dos mil tres), y posteriormente hizo del conocimiento del
sindicato su pretensión de rescisión; motivo por el cual, se reitera, se concluye que fue
correcto que la Junta considerara que la investigación administrativa adolece de vicios
formales cuya repercusión surte efectos en perjuicio de la parte obrera, al haberse incumplido
por el patrón lo establecido en la cláusula 24 en cita, por no haber comunicado al sindicato
con la oportunidad debida su voluntad de rescindir el contrato al trabajador, para que dicho
sindicato tuviera la oportunidad de presentar otros elementos tendientes a esclarecer los
hechos motivo de la investigación.
En el diverso argumento de la quejosa, identificado anteriormente con el inciso h), afirma que
al condenarla al pago de salarios caídos la Junta responsable sin razonamiento legal alguno
tomó en cuenta un salario diario de trescientos setenta y seis pesos con treinta y cinco
centavos ($376.35), pero que omitió analizar el tabulador de salarios vigente a partir del uno
de agosto de dos mil dos, que ofreció en el escrito de pruebas respectivo, con el objeto de
acreditar que el salario que le correspondía a la categoría reclamada era de doscientos cuatro
pesos con cincuenta y seis centavos ($204.56).
En relación con tal concepto de violación, es de mencionar que, contrario a lo afirmado por la
quejosa, la responsable al determinar el monto de la condena en contra de dicha demandada
sí tomó en consideración las pruebas ofrecidas por ésta, toda vez que en el laudo reclamado al
respecto señaló que de los tabuladores de salarios ofertados por la patronal, para acreditar el
monto del salario del actor, no se justificó la cantidad real que venía percibiendo dicho
trabajador que la demandada, ahora quejosa, señaló en su contestación de demanda, toda vez
que de los recibos de pago aportados por el actor, visibles de la foja 88 a la 93 de autos del
juicio obrero, se aprecia que el actor venía percibiendo los conceptos de productividad, gas,
canasta básica y gasolina, de lo que se desprende que el último salario ordinario diario que
venía percibiendo el actor era de doscientos cuatro pesos con cincuenta y seis centavos
($204.56), al cual se le integraban los conceptos de productividad, por la cantidad de
diecinueve pesos con cuarenta y tres centavos ($19.43); gas doméstico por la cantidad diaria
de veinticinco pesos con noventa y seis centavos ($25.96); canasta básica por la cantidad
diaria de veintinueve pesos con noventa y dos centavos ($29.92), y por el concepto de
gasolina la cantidad diaria de noventa y seis pesos con cuarenta y ocho centavos ($96.48),
mismos que sumados hacen el total de trescientos setenta y seis pesos con treinta y cinco
centavos ($376.35), por lo que la Junta concluyó que ese era el salario que debía tomarse
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como base para las condenas establecidas, de conformidad con lo establecido en el artículo
82 de la Ley Federal del Trabajo, que define como salario toda retribución que debía pagar el
patrón al trabajador por su trabajo, al constituir toda prestación que percibiera el trabajador
como parte integrante del salario.
De lo anterior se desprende lo infundado del concepto de violación en estudio, relativo a la
omisión de valoración de pruebas, así como el diverso referente a la falta de fundamentación
y motivación, toda vez que, como se expuso, la Junta responsable sí tomó en consideración
los tabuladores de salarios ofrecidos por la demandada, ahora quejosa, y expresó las razones
por las cuales consideró que no eran aptos para demostrar el salario diario percibido por el
actor, en los términos antes citados, lo cual no será materia de análisis de fondo por parte de
este tribunal, al no haberse combatido con argumento alguno por parte de la solicitante de
amparo.
Por lo anterior es que resulta inoperante lo manifestado en el último concepto de violación
precisado, toda vez que la quejosa se limita a afirmar que es ilegal la condena respecto a los
conceptos de canasta básica, bonificación de gas, productividad y gasolina, porque de la
instrumental de actuaciones y la presuncional legal y humana se deriva que la quejosa realizó
el pago al demandante de dichos conceptos; siendo que, además de que no justifica la razón
de su dicho al no exponer las causas de su aseveración, lo cierto es que, como se mencionó, la
responsable al determinar la condena al pago por dichos conceptos expuso las razones por las
cuales consideró procedente tal cuestión, y la quejosa de ninguna manera las objeta; luego,
sin prejuzgar sobre lo correcto o no de ellas deben seguir rigiendo en ese aspecto el sentido
de dicho laudo.
Resulta aplicable al presente asunto, por analogía, la tesis I.6o.C. J/20, sostenida por el Sexto
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, publicada en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, tomo 86, febrero de 1995, página 25, que
dice:
"CONCEPTOS DE VIOLACIÓN INOPERANTES, CUANDO NO CONTROVIERTEN
TODAS LAS CONSIDERACIONES DE LA SENTENCIA RECLAMADA.-Cuando son
varias las consideraciones legales en que descansa la sentencia reclamada y los conceptos de
violación no controvierten la totalidad de éstas, los mismos resultan inoperantes, porque aun
en el caso de que fueran fundados, no bastarían para determinar el otorgamiento del amparo,
debido a la deficiencia en el ataque de los fundamentos en que se sustenta el referido fallo,
los que con tal motivo quedarían firmes, rigiendo a éste."
Como consecuencia, al ser ineficaces la totalidad de los conceptos de violación expuestos por
la parte quejosa, para demostrar la ilegalidad del laudo reclamado, lo procedente es negarle el
amparo de la Justicia Federal solicitado; negativa que se hace extensiva a sus actos de
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ejecución, al no impugnarse por vicios propios.
Por lo expuesto, fundado y con apoyo, además, en lo que ordenan los artículos 184, 188 y
190 de la Ley de Amparo, 34, 35 y 41, fracciones II y V, de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación, se resuelve:
ÚNICO.-La Justicia de la Unión no ampara ni protege a Pemex Gas y Petroquímica Básica,
en contra de los actos que reclamó de la Junta Especial Número 36 Bis de la Federal de
Conciliación y Arbitraje en el Estado de Tabasco, de su presidente y del actuario, con
residencia en Villahermosa, consistentes en el laudo dictado el veinticinco de febrero de dos
mil cinco en el expediente 183/2003, y su ejecución.
Notifíquese, y anótese en el libro de registro, con testimonio de esta resolución, devuélvase el
juicio laboral 183/2003 a la mencionada Junta y, en su oportunidad, archívese el expediente
como asunto totalmente concluido.
Así, por unanimidad de votos de los señores Magistrados Joel Carranco Zúñiga, presidente,
Roberto Alejandro Navarro Suárez, ponente, y René Silva de los Santos, lo resolvió el Primer
Tribunal Colegiado del Décimo Circuito.
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