los planetas - Los Eskakeados

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Astronomía
LOS PLANETAS
Junto con la Luna los planetas son los objetos celestes cuya observación produce más
satisfacción al principiante. Pero hay que advertir que tampoco se debe ser excesivamente
optimista ni albergar grandes expectativas acerca de lo que se va a ver. Me atrevería a decir
que para todos nosotros la primera visión de Saturno fue una mezcla indescriptible de alegría,
sorpresa, excitación, entusiasmo... y decepción; después sólo queda una: entusiasmo.
Dependerá de las capacidades de nuestro telescopio que esas primeras emociones se
ponderen a favor de unas u otras.
Al recorrido del Sol en la bóveda celeste se le llama Eclíptica y no es más que la proyección de
la órbita de la Tierra en su movimiento de traslación. Puesto que el resto de planetas tienen
planos orbitales muy próximos al nuestro los vemos también siguiendo ese mismo recorrido a
lo largo de una estrecha franja. Sólo Mercurio y Plutón consiguen traspasar esa franja
imaginaria hasta alcanzar alejamientos inusuales a uno y otro lado debido a la mayor
inclinación de sus planos orbitales.
Se llaman planetas interiores aquellos cuyas órbitas están entre la Tierra y el Sol y planetas
exteriores aquellos otros cuyas órbitas se sitúan más allá de la de la Tierra. Los planetas
interiores (Mercurio y Venus) se observan siempre muy próximos a un lado o al otro del Sol
debido al tamaño aparente de sus órbitas vistas desde la Tierra. Este hecho provoca que
Mercurio y Venus puedan ser vistos por un relativo corto espacio de tiempo después de la
puesta del Sol o antes del amanecer. Las mejores condiciones son aquellas en las que su
elongación (separación respecto al Sol) es máxima, siendo de 28° en el caso de Mercurio y de
47° para Venus. En cambio los planetas exteriores (Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y
Plutón) recorren toda la bóveda celeste porque el tamaño aparente de sus órbitas es mayor
que la de la Tierra, pudiendo alcanzar una separación de 180° con respecto al Sol, es decir,
salir por el horizonte Este cuando el Sol se está poniendo por el Oeste.
La tabla siguiente contiene algunos datos interesantes por sí mismos y que además pueden
ayudar a comparar las magnitudes que acompañan a cada planeta para después apreciar
mejor la visión que de ellos vamos a obtener en nuestro telescopio.
Planeta
Diámetro
Distancia media
ecuatorial
al Sol (Km)
(Km)
Distancia media
a la Tierra (Km)
Velocidad Duración Magnitud
Satélites
orbital
de la
máxima
conocidos
(Km/s)
órbita
aparente
4.878
57.910.000
91.690.000
47,89 87,97 d
-1,4
0
VENUS
12.103
108.200.000
41.400.000
35,03
224,70
d
-4,4
0
TIERRA
12.756
149.600.000
0
29,79
365,26
d
6.786
227.940.000
78.340.000
24,13
1,88 a
-2,8
2
JÚPITER
142.984
778.330.000
628.730.000
13,06 11,86 a
-2,8
16
SATURNO
120.536 1.426.980.000 1.277.380.000
9,64 29,46 a
-0,3
18
URANO
51.118 2.870.990.000 2.721.390.000
6,81 84,01 a
+5,5
15
NEPTUNO
49.528 4.497.070.000 4.347.470.000
5,43
164,79
a
+7,8
8
2.284 5.913.520.000 5.763.920.000
4,74
248,54
a
+13,6
1
MERCURIO
MARTE
PLUTÓN
1
Lo que viene a continuación es una descripción de lo que podemos esperar ver con un
telescopio de no más de 120 mm de abertura. Estas descripciones no son en absoluto
rigurosas y si bien son en ocasiones pesimistas no pretenden limitar las muchas actividades
que pueden llevarse a cabo con la observación de los planetas y mucho menos desalentar esa
observación. Remito al lector a las revistas especializadas, manuales, libros y en general a
cualquier otro material que le provea de los conocimientos precisos para extraer todo el
rendimiento posible a esta actividad.
Sólo Venus, Júpiter, Saturno y ocasionalmente Marte ofrecen una visión clara e inmediata al
aficionado, el resto de planetas requieren elevadas dosis de paciencia y experiencia. Pero no
por ello debe abandonarse su observación porque si se persiste en ello se comprobará cómo
se alcanzan pequeños logros cada vez. Ese es el reto.
MERCURIO - Debe ser localizado al Oeste poco después de la puesta del Sol o al Este poco
antes del amanecer. Estos condicionantes hacen que sea realmente difícil de ver, agravados
además porque por su proximidad al horizonte su imagen aparece muy afectada por las
turbulencias atmosféricas y se ve muy borrosa. Si el objetivo se consigue podrá advertirse la
existencia de fases en una imagen diminuta. La mejor oportunidad para su estudio es cuando
su elongación es máxima.
VENUS - Es el astro más luminoso del firmamento hasta el punto que puede verse durante el
día si se conoce su posición exacta. Al ser un planeta interior puede ser observado a no
mucha distancia del Sol bien al atardecer o a la madrugada. Tiene una tamaño semejante al
de la Tierra y es además el astro más cercano a nosotros por lo que su visión es mucho mejor
que la de Mercurio aunque también se vea afectada por el fenómeno de las turbulencias.
Debido a la densa atmósfera de Venus veremos poco más que sus fases y ligeramente alguna
que otra sombra sobre el ecuador si se emplean filtros coloreados. Puede observarse entre los
50X y los 160X y mejor al crepúsculo que es cuando la atmósfera aparece menos densa y
turbulenta que al atardecer.
MARTE - Con un diámetro ecuatorial que es la mitad del de la Tierra, Marte tampoco es un
planeta fácil de observar. Por la noche destaca por su color rojo anaranjado y por un brillo
superior al de cualquier otra estrella. Cuando la atmósfera está limpia y las condiciones son
buenas en general pueden observarse los casquetes polares y algunas zonas oscuras hacia el
centro del disco. El filtro más útil es el rojo-anaranjado y los aumentos entre 100X y 250X.
JÚPITER - Con unos simples prismáticos puede distinguirse fácilmente este gran planeta
gaseoso y sus principales satélites Io, Europa, Ganímedes y Calixto. Con un telescopio,
aunque pequeño, se observará sin mucha dificultad las dos características bandas
ecuatoriales de este planeta e incluso la Gran Mancha Roja. En días sucesivos podrá
comprobarse cómo esa mancha se desplaza siguiendo el que es el movimiento de rotación del
planeta, por lo que en ocasiones no podremos observarla al estar en la cara opuesta. La
observación de estas características se debe llevar a cabo con no menos de 100X.
SATURNO - Después de Júpiter es el planeta que mejor se ve con telescopio y junto con éste
el que vuelve a dar aliento y esperanzas al aficionado principiante. Incluso con unos buenos
prismáticos puede observarse su anillo y con telescopio alguna que otra banda ecuatorial y su
satélite más grande Titán, de 5150 km de diámetro. Con un telescopio potente podrán verse
otros tres satélites. El filtro más adecuado para usar con Saturno es el amarillo.
URANO y NEPTUNO - Después del entusiasmo que producen Júpiter y Saturno volvemos otra
vez al mundo de lo pequeño en nuestro ocular, apenas un diminuto disco iluminado.
PLUTÓN - Con un diámetro menor que el de la Luna
y a una distancia de casi 6.000 millones de
kilómetros lo hace inaccesible al astrónomo
aficionado. En todo caso, conociendo exactamente
su posición, podremos ver un diminuto punto
semejante a una estrella de brillo débil.
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