COLOMBIA DE ESPALDA A UNA REALIDAD JURÍDICA INTERNACIONAL: EL CASO DEL CRÉDITO DOCUMENTARIO AUTORES: Walter René Cadena Afanador Germán Cubillos Guzmán PANEL: Derecho Económico y Globalización UNIVERSIDAD LIBRE – BOGOTÁ GRUPO: DERECHO PRIVADO Y GLOBALIZACIÓN “D.P.G” (Categoría “B” Colciencias) Walter René Cadena Afanador Abogado, Universidad Autónoma de Bucaramanga. Magíster en Relaciones Internacionales, Universidad Javeriana. Director del grupo de investigación en Derecho Privado y Globalización, “DPG” de la Universidad Libre. Director del Programa de Relaciones Internacionales y Estudios Políticos a Distancia, Universidad Militar Nueva Granada. Par académico Conaces, Par investigador Colciencias. Libros e investigaciones publicadas: “Introducción al Estudio del Derecho”, “Aproximación Práctica al Derecho Comercial”, “Negociación y Contratación Internacional”, “Derecho Internacional Privado”, “La nueva Lex Mercatoria y la transnacionalización del Derecho”. Libro próximo a publicación: “La asimilación de las Reglas Uniformes sobre Crédito Documentario de la CCI en Colombia”. Correo electrónico: [email protected]; [email protected] Germán Cubillos Guzmán Abogado, Universidad Externado de Colombia; Especialista en Derecho Comercial y Procesal, Universidad El Rosario. Jefe del Área de Derecho Privado de la Facultad de Derecho, Universidad Libre, Bogotá. Docente e investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad Libre. Coinvestigador de la línea de investigación en Derecho Privado y Globalización. 1 COLOMBIA DE ESPALDA A UNA REALIDAD JURÍDICA INTERNACIONAL: EL CASO DEL CRÉDITO DOCUMENTARIO * Walter Cadena Afanador ** Germán Cubillos Guzmán *** RESUMEN El entorno mundial actual precisa la existencia de una serie de dispositivos e instrumentos legales comunes, flexibles, ágiles, que hagan parte de una ley común a los mercaderes y operadores internacionales. En buena medida, el crédito documentario responde a estos criterios ya que lo suscriben como parte de ese corpus internacional de la nueva Lex Mercatoria, al permitirle a las partes obtener fluidez, seguridad y certeza jurídica en sus operaciones comerciales. Sin embargo, la asimilación legislativa y jurisprudencial en Colombia del crédito documentario no ha sido tan eficaz ni vanguardista como la dinámica internacional requiere. Se denotan incongruencias, vacíos y contradicciones legales que tornan complejo el conocimiento de este mecanismo bancario de garantía comercial. * Ponencia elaborada para el VI Encuentro Nacional de Centros y Grupos de Investigación Jurídica y Sociojurídica, con base en los resultados del proyecto de investigación denominado “La asimilación en Colombia de las Reglas Uniformes sobre Crédito Documentario, RR.UU 500 de la CCI”. El proyecto hace parte de la línea de investigación en Derecho Privado y Globalización, DPG, la cual está reconocida por Colciencias con la categoría B. Integrantes del Semillero de Investigación: Diego Castaño Morales, Janeth Correa Pineda, Mercedes Garzón Amaya, Lizbeth Jaime Jaime, Eric Leiva Ramírez, Gonzalo López Osorio y Ximena Torres Moreno. ** Investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad Libre. Director de la línea de investigación en Derecho Privado y Globalización. Abogado, UNAB; Magíster en Relaciones Internacionales, PUJ; Director del programa de Relaciones Internacionales y Estudios Políticos a Distancia, UMNG; Par académico Conaces; Par investigador Colciencias. Correo electrónico: [email protected]; [email protected] *** Docente e investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad Libre. Coinvestigador de la línea de investigación en Derecho Privado y Globalización. Jefe del Área de Derecho Privado de la Facultad de Derecho, Universidad Libre, Bogotá. Abogado, Universidad Externado de Colombia; Especialista en Derecho Comercial y Procesal, Universidad El Rosario. 2 Este trabajo tiene por objetivo analizar el nivel de asimilación del crédito documentario en Colombia, a partir de las principales normas que lo regulan y los más importantes fallos jurisprudenciales que sobre el tema se han emitido. PALABRAS CLAVE Crédito Documentario, Reglas Uniformes, CCI de París, Derecho Bancario, Normatividad Colombia, Jurisprudencia Colombia, Nueva Lex Mercatoria. ABSTRACT The precise current world environment the existence of a series of devices and common, flexible, agile legal instruments that make part of a law common to the merchants and international operators. In good measure, the documental credit responds since to these approaches they subscribe him like part of that international corpus of the new Lex Mercatoria, when allowing to the parts to obtain fluency, security and artificial certainty in its commercial operations. However, the legislative assimilation and jurisprudential in Colombia of the documental credit have not been as effective neither avant-garde as the international dynamics it requires. Incongruities, holes and legal contradictions are denoted that complex tornan the knowledge of this bank mechanism of commercial guarantee. This work has for objective to analyze the level of assimilation of the documental credit in Colombia, starting from the main norms that regulate it and the most important shortcomings jurisprudential that it has more than enough the topic have been emitted. KEY-WORDS Documentary Credit; Uniform Rules, ICC of Paris, Banking Law, Colombian law, Colombian jurisprudence, New Lex Mercatoria. 3 INTRODUCCIÓN El crédito documentario ha sido uno de los instrumentos legales y comerciales que mayor desarrollo práctico ha alcanzado a nivel internacional tanto en los procesos exportadores como en las diversas transacciones financieras. De igual manera, a nivel mundial su desarrollo teórico ha sido significativo por cuanto sus principales figuras y procedimientos han sido analizados de manera precisa por la Cámara de Comercio Internacional (CCI) y la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI). Se define el crédito documentario como un instrumento de tipo convencional sui generis y sui iuris, producto de un fenómeno económico. Su fuente es el pago de una obligación surgida de una compraventa o la prestación de un servicio. Por ser un instrumento que se utiliza en transacciones mercantiles internacionales, las partes actúan bajo medios jurídicos diferentes, con ordenamientos y familias jurídicas diversas. De allí que una de sus virtudes consiste en la disminución de la incertidumbre de los comerciantes que hacen parte de la relación contractual. El crédito documentario es definido por las Reglas y Usos Uniformes relativos a los Créditos Documentarios (RR.UU) No. 500, en su artículo 2º. como todo acuerdo, cualquiera que sea su denominación o descripción, por el que un banco (“Banco Emisor”), obrando a petición y de conformidad con las instrucciones de un cliente (“Ordenante”) o en su propio nombre: I. Se obliga a hacer un pago a un tercero (“Beneficiario”) o a su orden, o a aceptar y pagar letras de cambio (instrumento/s de giro) librados por el Beneficiario. II. autoriza a otro banco para que efectúe el pago, o para que acepte y pague tales instrumentos de giro III. Autoriza a otro banco para que negocie, contra la entrega del/de los documento/s exigido/s, siempre y cuando se cumplan los términos y las condiciones del Crédito. A los efectos de los presentes artículos, las sucursales de un banco en países diferentes se consideraran como otro banco. 4 Al crédito documentario se le atribuye como función principal ofrecer confianza y seguridad jurídica y económica a las partes. Posee una función financiera fundamental al brindar al beneficiario (comerciante) la oportunidad de acceder a un crédito gracias al compromiso firme y unilateral del Banco de pagar las obligaciones contenidas en la carta de crédito 1 . Este sistema tiene también unas características básicas, que son las que le dan ese carácter peculiar de estar conformado por varias prestaciones, pero que se fusionan tras un fin económico y mercantil. El entorno mundial actual precisa la existencia de una serie de dispositivos e instrumentos legales comunes, flexibles, ágiles, que hagan parte de una ley común a los mercaderes y operadores internacionales. En buena medida, el crédito documentario responde a estos criterios ya que lo suscriben como parte de ese corpus internacional de la nueva Lex Mercatoria, al permitirle a las partes obtener fluidez, seguridad y certeza jurídica en sus operaciones comerciales. En el plano nacional, el desarrollo teórico y la aplicación práctica del crédito documentario no ha sido tan prolijo, debido, en parte, al perfil secundario que Colombia posee dentro del circuito comercial internacional y debido también a una falta de mayor conocimiento de alcances jurídicos del crédito documentario y las garantías de seguridad que ofrece a sus partes. Como objetivo de este trabajo se procurará realizar un balance específico del nivel de asimilación en Colombia de las Reglas Uniformes sobre Crédito Documentario Folleto No. 500 (RR.UU 500), a la luz del marco normativo y jurisprudencial. 1 La carta de crédito es diferente al crédito documentario. Tal como lo señala la Superintendencia Bancaria colombiana, la carta de crédito es el documento, el medio instrumental que contiene la carta de crédito: “la carta de crédito nace de la celebración del crédito documentario y es el documento que refleja los términos del mismo”. (Memorando OJ -014 de enero 21 de 1980). 5 PROBLEMA El problema general de este trabajo es: ¿Cuál es el estado de asimilación normativa y jurisprudencial de las Reglas Uniformes sobre Crédito Documentario, RR.UU No. 500 en Colombia? 1. EVOLUCIÓN DE LAS RR.UU SOBRE CRÉDITO DOCUMENTARIO La Cámara de Comercio Internacional de París, CCI, es considerada como uno de los íconos en materia de instituciones para la resolución de conflictos en materia de nueva Lex Mercatoria 2 . Ella busca la armonización del derecho mercantil internacional, a través de principios, reglas y costumbres comerciales comunes a las diversas familias jurídicas del mundo. En desarrollo de esta función, la CCI ha establecido normas internacionales para la práctica y utilización del crédito documentario, como un mecanismo que brinda mayor seguridad a las partes comerciales en el cumplimiento de sus obligaciones recíprocas, generadas en la celebración de un contrato de compraventa a distancia. Anteriormente este tipo de contrato era manejado directamente por la costumbre mercantil, lo cual no garantizaba el cumplimiento de las obligaciones de las partes, convirtiéndose en un contrato de riesgo, para el vendedor el riesgo de no recibir el precio y para el comprador el riesgo de no recibir la cosa objeto del contrato. La normatividad desarrollada por la CCI para los Créditos Documentarios se denomina Reglas y Usos Uniformes Relativos al Crédito Documentario, RR.UU, de las cuales se han realizado varias publicaciones por estar sometidas cada una a modificaciones que se van requiriendo a medida como evoluciona la practica 2 La CCI es un órgano no estatal, deslocalizado en cuanto a adopción de jurisdicciones nacionales, por cuanto procura resolver los conflictos de manera neutral, dándole prelación al contrato y las cláusulas convenidas por la partes como principal fuente de derecho. Cadena (2004: 151 y s.s.). 6 comercial internacional. Cada modificación es elaborada y editada por la CCI a través de Folletos tal como se refleja en la Tabla No. 1. Tabla 1. Folletos de las Reglas y Usos Uniformes Relativos al Crédito Documentario (RR.UU) Folleto No. 74 2 Años de Vigencia 1929 – 1933 1933 – 1951 151 1951 – 1963 222 1963 – 1975 290 1975 – 1984 400 1984 – 1993 500 1994 – Hasta la fecha Comentarios Aprobado en Ámsterdam. No tuvo mayor trascendencia debido a la falta de adhesión de Inglaterra. Segunda revisión elaborada en el marco del Congreso de la CCI reunido en Lisboa. No alcanzó mayor impacto. Aprobado en el décimo noveno (19º) Congreso reunido en Ciudad de México. Consta de 46 artículos distribuidos en 5 capítulos: 1º. Forma y notificación de los créditos; 2º. Obligaciones y responsabilidades; 3º. Documentos; 4º. Disposiciones varias, y 5º. Transferencia. Incluye un capítulo final con disposiciones y definiciones generales. Dentro las modificaciones capitales están la inclusión de las innovaciones en materia de transporte, mercados de divisas. Se hizo mención específica a la participación de un tercer banco en el proceso de reclamación de reembolso. Por primera vez, este folleto fue auspiciado por la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, CNUDMI, recomendando su uso a los países miembros de las Naciones Unidas. Incluye disposiciones generales y definiciones. Por primera vez se le asignan títulos a los artículos. Establece las funciones del banco reembolsador y se suprime el tema relacionado a la Franquicia. Su división capitular es: A. Disposiciones generales y definiciones; B. Forma y notificación de los créditos; C. Obligaciones y responsabilidades; E. Disposiciones varias y F. Transferencia. Cuenta con 49 artículos distribuidos en los siguientes capítulos: A. Disposiciones generales y definición; B. Forma y notificación de los créditos; C. Obligaciones y responsabilidades; D. Documentos; E. Disposiciones varias; F. Crédito transferible; G. Cesión del producto del crédito. Incorpora modificaciones en temas como Conocimiento de embarque marítimo, Conocimiento de embarque sujeto a contrato de fletamento, Documento de transporte multimodal, Documento de transporte aéreo y Documento de transporte por carretera, ferrocarril o navegación fluvial. Establece de manera más clara las 7 funciones del banco reembolsador, la sustitución de la cláusula de todo riesgo en los contratos de seguro por la llamada cláusula A y el reconocimiento expreso de las cartas de crédito Stand-by. 2. ASIMILACIÓN LEGISLATIVA EN COLOMBIA DE LAS RR.UU SOBRE CRÉDITO DOCUMENTARIO Los instrumentos jurídicos nacionales sobre el crédito documentario no son tan variados ni completos como los que existen a nivel internacional. De por sí, se detallan dos fenómenos significativos: • Nuestra legislación nace a partir de la adaptación de las normas internacionales y sus periódicas modificaciones de actualización. • Dos, que existen vacíos jurídicos en la legislación local y en muchos casos, yerros de técnica jurídica, conceptualización y aplicación que contradicen las normas aceptadas en la comunidad internacional. Entre estos yerros, uno de los que llama la atención es la tendencia a confundir el crédito documentario 3 con la carta de crédito 4 y la garantía bancaria 5 . En la tabla No. 2 se hace una síntesis de la normatividad nacional sobre el tema: 3 Las operaciones de crédito documentario inician con la solicitud de apertura de un crédito y que puede terminar con dicha aceptación, caso en el cual le dará vida a la Carta de Crédito, pues esta es consecuencia del crédito documentario. 4 La carta de crédito hace referencia a que el Banco Emisor pagará la suma establecida por el ordenante al beneficiario contra la presentación de ciertos documentos estipulados. De esta manera, la carta será entregada al beneficiario en señal de compromiso del pago. 5 En las garantías bancarias se establece que el Banco Emisor cancelará el importe cuando el ordenante incumpla una de sus obligaciones respecto del beneficiario, siendo el Banco Emisor el responsable ante el beneficiario del pago. 8 Tabla No. 2 Normatividad Nacional NORMA Código Terrestre (1887) Código de Comercio (decreto 410 de 1971) Decreto 663 de 1993 Decreto 923 de 1997 Decreto 1516 de 1998 Resolución 36 de 1967 (Junta Monetaria) COMENTARIO Primer antecedente del crédito documentario en Colombia. Es definido como una solicitud que hace el tomador al dador para que el dador le otorgue una carta de crédito, con el fin de garantizar una compraventa internacional, y se le denominó como Cartas Órdenes de Crédito (artículo 915). Vale destacar que este Código, a pesar de su antigüedad, trasluce la verdadera naturaleza jurídica del crédito documentario, esto es, como una solicitud de apertura de un crédito. En el Título XVII (Contratos Bancarios), Capítulo VI (Cartas de Crédito) regula el crédito documentario en los artículos 1408 a 1415. Se confunde la carta de crédito con el crédito documentario. Reproduce muchas de las disposiciones de las RR.UU 222. Estatuto Orgánico del Sistema Financiero. Aumenta el número de entidades que pueden emitir avales, garantías y cartas de crédito, al aceptar que además de los bancos y las corporaciones financieras, también pueden emitirlas las compañías de financiamiento comercial. Se autoriza a las entidades financieras que estando autorizadas para emitir cartas de crédito también puedan emitir cartas de crédito stand-by, en donde el primer obligado al pago es el importador, y el banco que emite esta carta sólo tendrá que cancelar el importe si el importador incumple su obligación. Establece las entidades autorizadas para emitir créditos documentarios: 1. Entidades del sector público; 2. Entidades sometidas al control y vigilancia de la Superintendencia Bancaria; 3. Asociaciones gremiales de productores debidamente reconocidas por el Gobierno nacional. Así mismo señala las obligaciones que de el crédito documentario se pueden desprender: 1. Las derivadas de la emisión y colocación de bonos, y de títulos provenientes del proceso de titularización; 2. Las derivadas del otorgamiento de Cartas de Crédito Stand-by; 3. Las derivadas de la emisión y colocación de papeles comerciales mediante oferta pública previamente aprobada por la Superintendencia de valores; 4. Cualquier otra clase de obligación en moneda legal, salvo las que se deriven de contrato de mutuo o de préstamo de dinero, siempre que no aseguren el pago se títulos valores de contenido crediticio. Prohíbe a los bancos, corporaciones financieras, compañías de seguros, sociedades administradoras de inversión y a las demás entidades sometidas al control de la Superintendencia Bancaria otorgar garantías o avales de obligaciones en moneda legal o prorrogar las existentes. Esta prohibición se extiende al otorgamiento de seguros de crédito individual solidario y al de 9 Resolución 24 de 1990 (Junta Monetaria) Resolución 3 de 1991 (Junta Monetaria) cualquier otro sistema que sustituya los avales o garantías de acuerdo con lo que al efecto reglamente la Superintendencia Bancaria. Señala que las entidades autorizadas para emitir crédito documentario son los bancos y las corporaciones financieras, pero continúa la prohibición para emitir las garantías o avales en moneda legal a las entidades sometidas al control y vigilancia de la Superintendencia Bancaria. Complementa la Resolución 24 de 1990 al permitir a las entidades bancarias y las corporaciones financieras otorgar avales y garantías en moneda legal para respaldar obligaciones derivadas de la emisión y colocación de papeles comerciales mediante oferta pública previamente aprobada por la Comisión Nacional de Valores. 3. ASIMILACIÓN JURISPRUDENCIAL EN COLOMBIA DE LAS RR.UU SOBRE CRÉDITO DOCUMENTARIO Es escasa la jurisprudencia que se ha referido de manera específica al crédito documentario o la carta de crédito. Sin embargo, se destacan siete fallos de la Corte Suprema de Justicia en los cuales se refleja la postura general de las Altas Cortes sobre el tema. (Ver Tabla No. 3) Tabla No. 3 Fallos Jurisprudenciales de la Corte Suprema de Justicia – Sala de Casación Civil y Agraria Partes Magistrado Fecha Fuente de Ponente Derecho Camilo Emilio Andrade Dr. Humberto 14 de diciembre Códigos Civil y vs. Banco Nacional. Murcia Ballén. de 1983. de Comercio. Inversiones Migdal Ltda. vs. Banco del Occidente. Mallorca Limitada y otros vs. Banco del Comercio. Dr. Héctor Marín Naranjo. Dr. Rafael Romero Sierra. Banco de Comercio vs. Dr. Pedro Empresas Públicas de Pianetta. Villavicencio. 7 de diciembre de 1989. 22 de marzo de 1991. Códigos Civil y de Comercio. Códigos Civil y de Comercio. Lafont 13 de junio de Códigos Civil y 1991. de Comercio. Camilo Londoño Dr. Eduardo García 24 de febrero Códigos Civil y González vs. Banco del Sarmiento. de 1992. de Comercio. Comercio. 10 Inversiones Vilachi, Dr. Carlos Esteban 10 de julio de Códigos Civil y Peña Torres & Cia S.C.S Jaramillo Schloss. 1998. de Comercio. vs. Banco del Comercio. Melchor Escrig Dr. José Fernando 25 de febrero Códigos Civil y Magdalena y otros vs. Ramírez Gómez. de 2002. de Comercio. Banco de Occidente. A continuación se analizan las conclusiones temáticas concomitantes de estas sentencias: 3.1. PARTES INTERVINIENTES Y RELACIÓN La Corte Suprema de Justicia ha reiterado en diversos fallos una posición particular frente a las partes que intervienen en el crédito documentario. En el caso Camilo Emilio Andrade vs. Banco Nacional, el demandante mediante contrato de compraventa compraba al IDEMA una mercancía con la exigencia por parte del vendedor de emitir a su favor una carta de crédito irrevocable y confirmada. El demandante obtuvo la apertura de la carta de crédito en el Banco Nacional pero con la condición de que la mercancía que amparaba la carta sería pignorada a favor el banco emisor. El vendedor, como beneficiario de la carta de crédito, la endosó a favor de la Corporación Financiera de la Sabana S. A. Posteriormente, el banco emisor de la carta la devolvió a la Corporación por no cumplir con los requisitos de la misma, es decir, por la falta de pignoración de la mercancía. La corporación levantó el endoso a favor del banco. Tanto los fallos de primera y segunda instancia, así como las consideraciones de la Corte, señalaron la naturaleza jurídica de la carta de crédito como una una relación sustancial tripartita. De una parte, la que surge entre el ordenante y el beneficiario, ligados entre sí por un contrato de compraventa. Otra, la que emerge entre ordenante y emisor, relación literalmente determinada por las condiciones 11 plasmadas en la carta de crédito. Y, una tercera, la que se cumple entre emisor y el beneficiario, también reglada por las formas de la carta, particularmente en todo lo que atañe con la presentación de un cierto número de documentos. De esta manera, la jurisprudencia sostiene que las tres relaciones en la carta de crédito hace que esta sea un negocio jurídico completo, en el que intervienen varios contratos diversos, considerados individualmente, pero, como lo dice la doctrina, unidos entre sí por una finalidad económica. La Corte no casa la sentencia ad quem ya que solamente IDEMA, como beneficiario de la carta de crédito, habría podido alegar que las prestaciones recíprocas entre el Banco y el ordenante no le eran oponibles, pero que tal alegación no podía esgrimirla precisamente Carlos Emilio Andrade, quien como solicitante del crédito documentario incumplió sus obligaciones. De la misma manera la Corte se pronunció seis años después de este fallo en sentencia No. 459 del 7 de diciembre de 1989, Inversiones Migdal Ltda. vs. Banco del Occidente (Ver la síntesis de estos dos casos en la Gráfica No. 1). Se trata de una compraventa internacional, donde el Banco de Occidente como banco emisor acudió a la Unión de Bancos Suizos como banco corresponsal. Para ello, el banco emisor tramitó ante el Banco de la República la constitución de un depósito previo para obtener la autorización de giro al exterior. El demandante depositó en la cuenta corriente del banco emisor los recursos requeridos. Sin escudriñar más en el caso por cuanto no es relevante para los objetivos de este análisis, se destaca que la Corte señaló en las consideraciones de este fallo que las partes del crédito documentario son: a) El cliente del banco, técnicamente conocido como ordenador, y quien es el que suscribe la que comúnmente como “solicitud de apertura de crédito 12 documentario”, en la que se habrán de indicar las condiciones en las que luego la carta de crédito se expedirá; b) El banco que extiende la carta de crédito, denominado banco ordenado o emisor, y cuya responsabilidad hállase desligada del negocio que le dio origen al crédito documentario (art. 1415 ib.). Al lado de este banco suelen hallarse otros, cuya función puede ir desde notificarle al beneficiario la existencia del crédito abierto en su favor, hasta la del pago de la carta de crédito al beneficiario por cuenta del banco emisor; c) El beneficiario, quien no será otro que aquel en cuyo favor se otorga la carta de crédito. La Corte establece que las gestiones de depósito hechas por el ordenante ante el Banco de la República están regidas por las reglas propias del mandato; aunque reconoce que se esta postura la aparta de otros sistemas jurídicos, como el common law donde esta relación se enmarcaría en un contrato tácito o de una relación cuasicontractual nacida de las prestaciones de servicios, o de un préstamo mutuo. Gráfica No. 1 Jurispudencias sobre las partes intervinientes y su relación jurídica Inversiones Migdal Ltda vs. Banco de Occidente Camilo Emilio Andrade vs. Banco Nacional ORDENANTE Mecanismo Instrumental ENTIDAD EMISORA Carta de Crédito Obligación de la carta de crédito Contrato de Compraventa BENEFICIARIO 13 Esta postura de la Corte es incompleta ya que la naturaleza jurídica debe versar sobre el crédito documentario y no sobre la carta de crédito, ya que esta no es más que su manifestación instrumental. Así mismo, la relación entre ordenante y beneficiario no solamente se suscribe a los contratos de compraventa o mutuo, sino que puede versar sobre diversas relaciones comerciales, como la prestación de servicios, tal como sucede con el crédito stand by. De esta forma la adecuada relación sustancial tripartita en el crédito documentario es la que muestra la Gráfica No. 2. Llama la atención en el fallo supra, la Corte reconoce los vacíos legales que presenta nuestra legislación en materia de crédito documentario 6 . Gráfica No. 2 Teoría General: Naturaleza Jurídica ORDENANTE Mecanismo Instrumental ENTIDAD EMISORA Relación Comercial Crédito Documentario Obligación incluida en la Carta BENEFICIARIO 6 Al transcribir el artículo 1408 del C. de Co., se vio como éste, en una definición de talante descriptivo, señala que en el crédito documentario hay un acuerdo entre el cliente (ordenador) y el banco (emisor). ¿Cuál es la naturaleza de este acuerdo y, por ende, cuáles las normas llamadas a gobernarlo? La formulación y el ulterior esclarecimiento de este interrogante son puntos a todas luces necesarios no sólo porque, como es sobreentendido, estas relaciones existen, sino también por que ni la regla citada ni las que subsiguen se ocupan del tema. (Colombia, Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil y Agraria, sentencia del 7 de diciembre de 1989, magistrado ponente: Héctor Marín Naranjo). 14 3.2. FASES QUE RECORRE EL CRÉDITO DOCUMENTARIO La Corte Suprema de Justicia se señaló en el caso Banco de Comercio vs. Empresas Públicas de Villavicencio, las fases del crédito documentario, que por su importancia jurisprudencial nos permitimos transcribir: Se encuentra ab initio, un contrato fundamental o subyacente (que originalmente fue el de compraventa, pero que bien puede ser otro como el de fletes o el de prestación de servicios), contrato en el cual el vendedor y el comprador acuerdan que el precio se pague al primero de parte de un banco, previa presentación al banco de unos documentos determinados para acreditar el cumplimiento por ese vendedor de las obligaciones pactadas en el contrato originario o fundamental. En desarrollo de lo pactado, surge entonces, como segundo eslabón, el contrato de apertura de crédito documentario (art. 1408 del C. Co), en virtud del cual el comprador en el contrato originario (deudor), solicita a un banco la apertura de ese crédito, con indicación específica de las instrucciones para que pague a un beneficiario determinado una suma de dinero, o para que pague, acepte o negocie letras de cambio giradas por el beneficiario, pero siempre de conformidad con las instrucciones impartidas para el efecto, en las cuales se determinan los documentos que el acreedor ha de presentar al banco ordenado, así como las demás condiciones y términos establecidos por el ordenador. En tercer lugar, el Banco ordenado se transforma en emisor de la carta de crédito al beneficiario, con quien adquiere una obligación autónoma y propia, de pagar una suma de dinero, o de pagar, aceptar o negociar letras de cambio, según lo hubiere convenido con el ordenante y conforme a las instrucciones de éste, entre las cuales se encuentra la presentación de los documentos exigidos en la propia carta. 15 3.3. NEXO DE CAUSALIDAD La carta de crédito es independiente del contrato en relación con el cual debe aplicarse el crédito documentario. De igual forma, la culpa que pueda recaer en el banco emisor ha de tener un claro nexo causal con las obligaciones propias del banco. Tal situación se analiza en la sentencia No. 4994 del 10 de julio de 1998, Inversiones Vilachi, Peña Torres & Cia. S.C.S vs. Banco del Comercio. Allí, la sociedad demandante endilgó una culpabilidad por parte del banco al emitir 21 cartas de crédito aparentes en las que se hizo figurar como ordenantes a personas que no solicitaron crédito del Banco ni eran clientes suyos, haciéndose figurar como beneficiarios a personas que para nada intervinieron. La demandante sostuvo que fue afectada por un gran perjuicio ya que efectuó la entrega de mercancías con fundamento en dichas cartas de crédito expedidas a su nombre. Tanto en sentencia ad quo como ad quem se negaron las pretensiones de la demandada, posición que sostiene la Corte al no casar la sentencia. La razón fundamental estribó en que no existía como antecedente la apertura de un crédito documentario y por lo tanto no existió un contrato subyacente de compraventa. Esta situación la reconoció la propia demandante. Por ello se rompió cualquier nexo de causalidad y desvanece la responsabilidad banco emisor, no sólo por la propia culpa o torpeza del autor pues el banco no asumió ninguna clase de prestación frente a los demandantes (sic) ante la falta de causa en el libramiento de las llamadas cartas de crédito, sino también por la inexistencia de un verdadero contrato de compraventa. Similar situación se presenta en el caso Mallorca Limitada y otros vs. Banco del Comercio (Ver la síntesis de estos casos en la Gráfica No. 3). Los demandantes alegaron la existencia de un contrato de mutuo como antecedente y que debido a 16 su incumplimiento, el Banco emisor de las cartas de crédito tuvo responsabilidad, al obrar de mala fe y ser proclive a un enriquecimiento ilícito. Tanto en sentencia ad quo como en ad quem fueron rechazadas las pretensiones de los demandantes. La Corte no casó el falló ya que el contrato de apertura de crédito no fue la causa del contrato contenido en la carta de crédito, y más aún cuando la obligación de pagar al beneficiario de la carta de crédito es autónoma e independiente del motivo del relación comercial entre las partes. Como no se probó en el proceso la existencia de una relación comercial entre las partes, fuese contrato de compraventa, mutuo o un animus donandi, no se coligió responsabilidad del banco emisor, al no existir nexo de causalidad entre ambas situaciones. Gráfica No. 3 Jurispudencias sobre el nexo de causalidad Mallorca Ltda y otros vs. Banco del Comercio Inversiones Vilachi Peña y Cia vs. Banco del Comercio Emisión de carta de crédito Relación Comercial Nexo de causalidad Causa extraña Culpa exclusiva del demandante 17 3.4. RESOLUCIÓN DEL CRÉDITO DOCUMENTARIO En la sentencia No. 5925 del 25 de febrero de 2002, Melchor Escrig Magdalena y otros vs. Banco de Occidente, se analizan las circunstancias en que se resuelve el crédito documentario, así como la autonomía que existe entre los vínculos jurídicos de las partes (Ver su síntesis en la Gráfica No. 4). Los demandantes fueron ordenantes de una carta de crédito emitida por el demandado para garantizar la compra de una mercancía importada, con la condición de nacionalizarlas. La beneficiaria utilizó el monto de la carta de crédito mientras que los ordenantes no realizaron la gestión de nacionalizar las mercancías. El banco emisor promovió proceso ejecutivo contra los ordenantes de la carta de crédito por incumplimiento. Así mismo, la mercancía fue rematada por la mora en el pago de bodegajes en el Terminal de Barranquilla. Los demandantes arguyen perjuicios múltiples generados por parte del banco emisor por el proceso ejecutivo en su contra y solicita la terminación del crédito documentario. En sentencias ad quo o ad quem se desestiman las pretensiones de los demandantes, en especial la de resolución del crédito documentario al no concurrir al proceso todas las partes ya que existían otros vínculos jurídicos a su alrededor. La Corte identifica un error del fallador ad quem ya que las relaciones jurídicas que vinculan las partes en un crédito documentario son autónomas. También se equivocó, por ver como conexas relaciones de derecho que no lo son, cuando invocó la irrevocabilidad de la Carta de Crédito, por haber sido utilizada por su beneficiario, como causa de irresolubilidad del contrato de Crédito Documentario, habida cuenta que la extinción del derecho otorgado al Banco ordenado para 18 revocar el crédito, por haber sido utilizado por el beneficiario, en nada se altera por la resolución del contrato de Crédito Documentario, por que se insiste son relaciones autónomas. La Corte no accede a las pretensiones de los demandantes por su falta de legitimación pues en su condición de contratante incumplido (sic), declarada por la jurisdicción, carece de legitimación para formular dicha reclamación, por lo anterior dicha reclamación estaría llamada a fracasar. Gráfica No. 4 Jurispudencia sobre resolución del crédito documentario Melchor Escrig Magdalena y otros vs. Banco de Occidente Beneficiario utilizó la carta de crédito Ello no impide su resolución Los vínculos jurídicos creados son diferentes Otorgante Beneficiario Emisor Contratante incumplido No es resoluble: falta de legitimación 3.5. CESIÓN En la sentencia No. 049 de 24 de febrero de 1992, Camilo Londoño González vs. Banco del Comercio, se aborda el tema de la cesión del crédito documentario. 19 La Corte sienta jurisprudencia al indicar que el beneficiario no es, frente al banco emisor, el extremo de un contrato, sino el titular de un derecho de crédito. De esta manera, si el beneficiario traspasa su derecho, lo que cede es un crédito contra el banco pero en manera alguna un contrato que nunca ha celebrado con el emisor. Situación particular plantea la Corte cuando el beneficiario de la carta de crédito que ha cedido, sigue obligado contractualmente con el otorgante – comprador, no es un contrato el que él cede, - explica – sino un derecho de crédito personal, que sólo es reclamable frente al banco emisor, quien adquiere una responsabilidad autónoma con la apertura de dicha carta (art. 1415 del C. de Co). En la ya citado sentencia No. 5925 del 25 de febrero de 2002, la Corte señala que el banco emisor se obliga de manera directa hacia el cesionario de la carta según los principios de literalidad y autonomía. Por ello, el banco actúa en nombre propio aunque por cuenta ajena, y como obligado para el cesionario de la carta, de la cual es acreedor. RESULTADOS Y CONCLUSIONES 1. Las RR.UU sobre crédito documentario son una costumbre mercantil internacionalmente aceptada, emanada por un órgano de carácter mercantil y privado. Por lo tanto, es una expresión tangible de la nueva lex mercatoria. 2. Dentro del entorno comercial y financiero, el crédito documentario se ha consolidado como un mecanismo de garantía seguro y eficaz, de vocación universal y de ágil utilización. 3. Las RR.UU definen con claridad la naturaleza jurídica del crédito documentario, sus características, relaciones, partes, clases, derechos y obligaciones, entre otros. 4. La normatividad nacional está en muchos aspectos rezagada o de espalda a los desarrollos del ámbito internacional. Ello se ve reflejado en ciertos aspectos, tales como que el Código de Comercio confunde las figuras de 20 crédito documentario y carta de crédito; la falta de actualización de su articulado ya que continúa anclado en los Folletos No. 222 y 400, o la nula acogida que tienen las RR.UU como fuente normativa en temas de crédito documentario en las jurisprudencias dictadas por la Corte Suprema de Justicia. 5. Los temas más importantes sobre crédito documentario que han sido motivo de análisis jurisprudencial por parte de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil y Agraria, han sido las partes intervinientes y sus relaciones, etapas que recorre, nexo de causalidad, resolución y cesión. BIBLIOGRAFÍA • BOIX SERRANO, Rafael. Los créditos documentarios, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1986. • BUSTO, Charles del. Guía CCI sobre las operaciones de crédito documentario para las reglas y usos uniformes, RR.UU No. 500; Paris: Cámara de Comercio Internacional, 1994. • CADENA AFANADOR, Walter René. La nueva Lex Mercatoria: La transnacionalización del Derecho, Universidad Libre, Bogotá, 2004. • CÁMARA DE COMERCIO DE BOGOTA. “Jurisprudencia arbitral” En Revista Cámara de Comercio de Bogotá; No. 69 (Dic., 1988), Bogotá, La Cámara, p. 31-50. • CÁMARA DE COMERCIO DE BOGOTÁ. Nuevo reglamento internacional de las cartas de crédito: reglas y usos de la Cámara de Comercio Internacional. Seminario Orden Jurídico Crédito Documentario. Bogotá: Cámara de Comercio de Bogotá, 1984. • DAVIS, Michael A. The documentary credits handbook; ICC Publication, no. 454; Londres: Woodhead-Faulkner, 1989. • ESPINOSA P., Carlos Antonio. Guía del crédito documentario, 2ed.; Medellín: Biblioteca Jurídica Dike, 1994. • MARCUSE, Roberto Jacques. Operaciones bancarias internacionales, 2 ed. 21 rev.; Bogotá: FELABAN, 1983. • RODNER, James Otis. El crédito documentario, Caracas, Editorial Sucre, 1989. • PEÑA CASTRILLÓN, Gilberto. Las Garantías, su crisis y el aval; Bogotá: Editorial Kelly, 1989. • RENGIFO, Ramiro. Crédito documentado: cartas de crédito, 2a. ed.; Bogotá: Temis, 1983. • RODRÍGUEZ AZUERO, Sergio. Contratos bancarios: su significación en América Latina, 5a.ed.; Bogotá: Legis S.A., 2002. • ROWE, Michael. Cartas de crédito; Bogotá: FELABAN, 1985. • SIERRALTA RÍOS, Aníbal. Operaciones de crédito documentario; Bogotá: Editorial Temis, 2004. SENTENCIAS: • COLOMBIA. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil y Agraria, sentencia del 14 de diciembre de 1983, magistrado ponente: Humberto Murcia Ballén. • COLOMBIA. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil y Agraria, sentencia del 7 de diciembre de 1989, magistrado ponente: Héctor Marín Naranjo. • COLOMBIA. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil y Agraria, sentencia del 22 de marzo de 1991, magistrado ponente: Rafael Romero Sierra. • COLOMBIA. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil y Agraria, sentencia del 13 de junio de 1991, magistrado ponente: Pedro Lafont Pianetta. • COLOMBIA. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil y Agraria, sentencia del 24 de febrero de 1992, magistrado ponente: Eduardo García Sarmiento. 22 • COLOMBIA. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil y Agraria, sentencia del 10 de julio de 1998, magistrado ponente: Carlos Esteban Jaramillo Schloss. • COLOMBIA. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil y Agraria, sentencia del 25 de febrero de 2002, magistrado ponente: José Fernando Ramírez Gómez. 23