Rock y danza en la Universidad

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editorial
Insistencias
C
omienza un nuevo año lectivo en la Universidad, y eso siempre es motivo
de renovadas expectativas y esperanzas. Es mucho y muy importante lo
que hay por hacer este año en la UNGS, que es una institución académica
activa, en constante revisión y en pleno crecimiento, y donde nos esperan una
serie de retos muy estimulantes. Al mismo tiempo, no es sin serios motivos de
preocupación que nos planteamos hoy los modos de encarar estos desafíos.
Un nuevo gobierno ha iniciado su jornada en el país, y la orientación de sus
primeras definiciones nos lleva a pensar que es más que eso, que es un nuevo ciclo político, de características posiblemente muy distintas e incluso en
muchos puntos contrapuestas al inmediatamente previo, el que, por imperio
del voto popular, se ha iniciado.
Tal vez sea aún muy pronto para adivinar la orientación que vayan a asumir a partir de ahora las políticas nacionales en general, y las universitarias
en particular, pero en cualquier caso un conjunto contundente de señales
sobre el ánimo que inspira el sentido general de la acción del nuevo equipo
de gobierno nos impide estar tranquilos respecto a lo que podemos esperar.
Nos alarman, en efecto, y nos obligan a expresar nuestra más enérgica reprobación, las evidencias de un trato muy poco respetuoso de la ley, la división
de poderes y la voz de la Justicia, de una indiferencia ante la suerte de miles
y miles de personas despojadas de la noche a la mañana de sus fuentes de
trabajo y de sustento y de un abuso de los recursos represivos que hacía tiempo
no veíamos aplicarse como en estas últimas semanas.
Frente a estos y otros motivos de inquietud, es más que nunca necesario, en
la UNGS, insistir en el compromiso con un conjunto de designios que toda la
comunidad universitaria ha abrazado hace tiempo como irrenunciables: el de
asegurar el derecho a la educación, el de producir conocimientos valiosos para
el abordaje de los problemas del territorio, el de contribuir con el desarrollo
social, productivo y cultural de la región y del país a través de la formación,
la investigación y las acciones con la sociedad, el de asegurar mecanismos y
espacios cada vez más democráticos de discusión y decisión, el de participar
de los grandes debates nacionales, el de velar por el cumplimiento de las condiciones de trabajo del personal docente y no docente en los términos previstos
en los correspondientes convenios laborales.
Este breve inventario de propósitos resume el expuesto por la rectora Gabriela Diker en su presentación del Plan Anual de Actividades 2016 aprobado
por el Consejo Superior de la UNGS a fin del año pasado, que detalla después
un ambicioso plan de despliegue de la oferta formativa de la Universidad, de
desarrollo de su infraestructura y de avance en un conjunto importante de
procesos actualmente en marcha. Esta idea de marcha, de movimiento, de crecimiento que no puede ni debe detenerse, y la idea, ya señalada, de insistencia,
de perseverancia en un espíritu democrático que tampoco puede renunciar a
seguir afirmándose como horizonte y sentido de la acción de la Universidad,
resumen el espíritu de lo que a lo largo de este año estamos seguros de que
vamos a poder seguir informando en las páginas de
Noticias UNGS
Equipo
Rectora: Gabriela Diker.
Director: Eduardo Rinesi.
Secretaria de redacción: Brenda Liener.
Grupo editor: Marcela Bello, Andrés
Espinosa, Yanina Fuggetta, Alejandra
García, Mariana Luzzi, Lucas Rozenmacher
y Darío Stukalsky.
Coordinación de diseño: Andrés Espinosa.
Diseño y diagramación: Franco Perticaro
y Daniel Vidable.
Fotografía: Pablo Cittadini
y Luciano Gigliotti.
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Noticias UNGS / Marzo
Colaboran en este número:
Martín Cortés, Félix Crous,
Daniel Maidana, Fabián Domínguez,
Arturo Fernández, Juan Carlos Junio,
Mario Lipsitz, Daniel Lvovich,
Hugo Rodrigo Serra, Gisela Suazo,
Sebastián Torres y Horacio Verbitsky.
La versión digital de la revista puede
leerse en www.ungs.edu.ar/noticiasungs.
Jaime González
F
ue nuestro Secretario Legal y Técnico desde agosto del año 2010. Era
abogado y docente y contaba con una
amplia experiencia en áreas jurídicas de
diversas instituciones públicas y órganos
legislativos. Aunque no había trabajado
antes en el ámbito universitario, su conocimiento del derecho administrativo
y su experiencia profesional en órganos
deliberativos le permitieron entender
rápidamente las particularidades de los
aspectos jurídicos que ordenan la vida de
una universidad pública. Y no sólo eso.
También aprendió y comprendió como
pocos las muchas singularidades (administrativas, organizativas, políticas) que,
como bien sabemos, caracterizan a esta
universidad. Y así, en poco tiempo, Jaime se convirtió en uno más de la UNGS.
En los últimos cinco años contribuyó
a ordenar nuestra normativa y a mejorar nuestros procedimientos, resolvió
problemas jurídicos de distinto orden,
garantizó la legalidad de las normas que
produce el Consejo Superior y coordinó
el trabajo de las áreas a su cargo con una
calidez y un respeto que sus equipos le
han reconocido públicamente. Pero por
sobre todas las cosas, Jaime pensaba
políticamente la Universidad. Y sabía
que toda esa literatura gris contenida
en los innumerables expedientes, resoluciones, normativas y reglamentos que
invadían su oficina expresaba y materializaba decisiones políticas cuyo sentido
le interesaba discutir. Esa era la medida
de su compromiso con esta Universidad.
Quizás por ello, a pesar de la función silenciosa y de “retaguardia” que
desempeñaba, extrañamos su voz, sus
opiniones, su despacho siempre abierto,
su buen humor, su disposición a siempre
encontrar una solución a los problemas
que se le planteaban, la felicidad con que
cursaba la carrera de Filosofía Política
de la UNGS, la alegría que le producía
saberse parte de un proyecto colectivo.
Quienes compartimos con él muchas
horas durante estos cinco años perdimos
a un compañero y un amigo entrañable.
La Universidad Nacional de General
Sarmiento perdió a un militante.
Gabriela Diker
A 40 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO
Hacer memoria para garantizar derechos
C
uando nos preguntamos cómo
llevar adelante una política de derechos humanos desde una universidad
pública, parece razonable partir de lo
más propio y conocido: la formación,
la investigación y las acciones con la
comunidad. Es cierto que esta cuestión,
por su contenido, atraviesa todos los
campos disciplinares, las unidades
académicas, los proyectos de investigación y la intervención social que la
Universidad realiza. Es difícil imaginar
que cada una de estas acciones –de
modo más explícito en unos casos que
en otros– no se proponga la defensa
irrestricta de la vida humana, de un
régimen democrático para la organización de las decisiones comunes, del
medio ambiente, de los derechos a la
salud, la educación y el trabajo. Esta
universalidad nos permite entender
que son muchas y variadas las formas
en las que la Universidad puede expresar su política de DD.HH. El Programa
de Popularización de la Ciencia del
Instituto de Ciencias, por ejemplo, o
la iniciativa “Judith” del Instituto de
Industria, que permite a estudiantes
ciegos acceder al conocimiento de
contenidos matemáticos, las jornadas
anuales sobre derechos económicos
sociales y culturales (DESC) que rea-
liza el Profesorado de Economía del
Instituto del Desarrollo Humano o el
programa radial “Zona Urbana” del
Instituto del Conurbano son solo algunas de las iniciativas que llevan a cabo
investigadores docentes, estudiantes,
graduados y nodocentes de la UNGS.
Han sido también muchísimos los
proyectos de voluntariado orientados
a la intervención socio-comunitaria e
impulsados por los propios estudiantes.
Ninguna de estas iniciativas deja de
estar atravesada por una problemática
social y por la intención de defender o
conquistar un derecho. Al mismo tiempo, cada una de ellas está interpelada,
cada vez más, por la presencia de la
comunidad, expresada en el Consejo
Social de la Universidad. La Diplomatura en Géneros, Política y Participación y
la Diplomatura en Derechos Humanos
e Intervención Territorial expresan
el resultado de ese diálogo con la comunidad.
Pero también es cierto esta transversalidad, en una institución pública
compleja y diversa como lo es una universidad, puede hacer que, por ser de
todos, a este asunto no lo encarne nadie
en particular. Por eso es relevante que
la Universidad sostenga unas políticas
específicas en este campo, cuidando que
todas las voces encuentren su expresión.
Así, la UNGS se ha dado la tarea, que despliega hoy desde la Secretaría General,
de dinamizar iniciativas, estimular la elaboración de nuevas agendas y sistematizar del modo menos burocrático posible
las distintas acciones que se proponen
sus diferentes actores y referentes con
el propósito de que la propia institución
pueda tener una memoria de sí y una
reflexión que le permita mayor lucidez
a la hora de planificar acciones. En este
sentido, una política de DD.HH. es una
apuesta abierta, en permanente discusión. Sus rasgos más amplios están marcados, como se dijo, por la promoción y
defensa de los DESC, con cierto énfasis,
dado por la propia historia institucional,
en la cuestión de la memoria. Este último
es un rasgo que por condicionamientos
geográficos y determinaciones históricas
–la cercanía al mayor centro clandestino
de detención de nuestro país, Campo de
Mayo– ha configurado la intervención
de la UNGS en cuestiones vinculadas
con las luchas por Memoria, Verdad y
Justicia. En los últimos años, quizás de
manera más notoria en tanto la UNGS
puso en marcha el Programa Memoria y
Territorio, se han desarrollado algunas
acciones locales, nacionales e internacionales en la perspectiva de la lucha por la
Noticias UNGS / Marzo
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memoria. Más allá de su participación en
instancias ya conocidas, la Universidad
ha tomado la iniciativa de trabajar este
tema, de un modo muy activo, con estudiantes de las escuelas secundarias de
la región, con un resultado sorprendente
en cuanto a la masividad, continuidad y
autonomía de la participación juvenil.
También ha impulsado una iniciativa
parlamentaria para la creación de un Instituto para la preservación de la memoria
en Campo de Mayo.
No puede soslayarse, sin embargo,
la influencia que ha tenido en estas y
otras tantas iniciativas el hecho de que
en los últimos doce años el Estado nacional haya desplegado una elocuente
política de reparación frente al Terrorismo de Estado. A 40 años del golpe nos
encontramos hoy, en cambio, con un gobierno que lamentable y dolorosamente
plantea la retirada acelerada del Estado
nacional respecto de estas políticas. El
desmantelamiento de programas enteros de DD.HH. en distintas secretarías
y ministerios hace pensar en una nueva
ofensiva contra las políticas de Memoria, Verdad y Justicia y reflexionar una
vez más sobre el rol de una universidad
pública en esta materia. En Argentina,
el trabajo de Memoria, Verdad y Justicia
ha cruzado los campos académicos,
jurídicos y políticos de un modo singularísimo. La Universidad es parte del
Estado y éste tiene un alto poder de
determinación de la subjetividad. No
da igual que un Estado reconozca a las
víctimas del terrorismo de Estado o que
no lo haga. La inscripción de cada uno
de nosotros en la trama social requiere,
para empezar, del reconocimiento de
los derechos elementales, como –por
ejemplo– el de la identidad. Por otra
parte, una universidad que, como la
nuestra, reconoce y trabaja para garantizar el derecho a la educación superior
no puede hacerlo sin sospechar que para
que ese derecho sea efectivo se deben
conjugar también otros. Y que para que
eso ocurra debe asociarse con otras instancias institucionales. Es por ello que,
a 40 años del golpe, imaginamos que la
lucha por Memoria, Verdad y Justicia
se debe expresar en consonancia con
la defensa irrestricta de los derechos
económicos, políticos, sociales, culturales y ambientales conquistados. La
universidad puede ser, en tanto espacio
público –y sabiendo que en el marco de
una política económica neoliberal todo
espacio público está bajo amenaza–, el
sostén de diversas prácticas que busquen garantizar esos derechos. Lo será
en tanto no deje de ser espacio de la
crítica y la imaginación política.
Gustavo Ruggiero
Secretario General
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Noticias UNGS / Marzo
hugo cañón (1947-2016)
Ejemplo de lucha
E
s difícil agregar algo a lo que ya se ha dicho sobre Hugo Cañón. Su rechazo
a las leyes de Obediencia Debida, Punto Final e indultos, que derivó en
declaraciones de inconstitucionalidad por parte de la Cámara Federal de Bahía
Blanca, sus investigaciones en casos de corrupción, violencia institucional y
daños ambientales, su rol como co-presidente de la Comisión Provincial por
la Memoria, su incursión por la política partidaria en el Encuentro por la Democracia y la Equidad. A fin de 2010 Cañón se acercó a nuestra Universidad,
fortaleciendo los vínculos de la UNGS con la CPM, sobre todo con el programa
“Jóvenes y Memoria”.
Pero en el contexto político que estamos transitando en la Argentina, me
resuena especialmente parte de la experiencia compartida a su lado en Bahía
Blanca, donde se puso en evidencia una de sus facetas más ponderables: su
tenacidad e inteligencia para identificar oportunidades de lucha en escenarios desfavorables. Me refiero a los Juicios por la Verdad realizados a fines
de los 90, cuando el entonces Procurador General de la Nación instruyó a los
fiscales federales de todo el país para implementar medidas procesales que
ayudaran a esclarecer el destino de las víctimas de la represión ilegal durante
la última dictadura.
Iniciados en 1998, aún vigentes las leyes de impunidad, esos juicios buscaban revelar “la verdad” de lo ocurrido entre 1976 y 1983. Tres años antes,
un importante porcentaje de argentinos había reelegido al presidente Carlos
Menem, ratificando el rumbo de sus políticas y generando un panorama en
el que, en un marco de derrota para el movimiento de DDHH, las luchas por
la memoria, la verdad y la justicia parecían perder eficacia. En Bahía Blanca,
Cañón debió enfrentar el escepticismo de muchos militantes que afirmaban
que a la “verdad” ya la conocíamos, y que si no permitían imputar y condenar
a los culpables los Juicios eran una pérdida de tiempo.
Sin embargo, su repercusión pública fue muy significativa, y muchos bahienses literalmente “descubrieron” las aberraciones de la dictadura gracias
a la difusión de las audiencias, que tuvieron una interesante cobertura por
diversos medios de comunicación, algunos de ellos posiblemente convencidos
que se trataba de una inofensiva catarsis. Allí pudieron escucharse impactantes revelaciones de víctimas y familiares, así como de (desmemoriados)
victimarios y cómplices. Testimonios
de sobrevivientes que tras 15 años
de democracia no habían hablado
con nadie sobre lo que habían vivido.
Los Juicios ampliaron el consenso en el repudio a los crímenes de la
dictadura y al terrorismo de Estado,
dieron ocasión a varios pedidos de
procesamiento por falso testimonio
(como los del cura Aldo Vara y el
Teniente Coronel Julián Corres)
y sobre todo permitieron acopiar
información valiosísima que varios
años después, derogadas las leyes
de impunidad, fue utilizada en los
juicios contra los perpetradores del
genocidio y permitió la condena a los responsables del V Cuerpo de Ejército,
la Base Naval Puerto Belgrano y diversas fuerzas de seguridad impulsada por
los sucesores de Cañón: los fiscales Córdoba, Palazzani y Nebbia.
En síntesis: una (aparentemente) pequeña batalla se volvió jalón de un
histórico hecho político por la profunda reparación jurídica y social que significó ese conjunto de condenas y por la apertura al enjuiciamiento a civiles,
sacerdotes y empresarios. Ojalá que la memoria y el ejemplo de Hugo Cañón
nos ayuden a que la derrota no se vuelva derrotismo y a que la desilusión
no incube exasperaciones miopes ni espejismos de atajos milagrosos. Ojalá
aprendamos su actitud de mantener la serenidad, la mirada larga y la convicción de que así como ninguna victoria es irreversible, tampoco ninguna
caída es definitiva.
Daniel Maidana (ICO)
La dictadura y el Poder Judicial
Un momento de los Juicios a las Juntas Militares, en 1985. / Foto: Archivo Télam
E
l 24 de marzo de 1976 fue cesanteado un puñado de jueces designados
en la breve primavera camporista, una
especie exótica en la fauna forense. Una
defensora, un fiscal y decenas de trabajadores judiciales fueron asesinados y
desaparecidos. Pero nada pasó para el
Poder Judicial. El foro porteño aportó
a la dictadura sus cuadros y acompañó
al régimen sin cuestionamientos. El paquete de leyes represivas que esperaban
el golpe para ver la luz fueron aceptadas
y aplicadas. Es que el Poder Judicial se
autopercibe, con más o menos hipocresía, como un ente cuya legitimidad no
se valida con los estándares republicanos y democráticos de la Constitución
Nacional. En la agonía de la dictadura,
unos pocos jueces avanzaron en algunas causas por crímenes de los que hoy
llamamos de lesa humanidad. A la par,
pasaron el 10 de diciembre de 1983 las
causas que pretendieron darle soporte
a la apropiación de empresas bajo la
acusación de “subversión económica”,
mientras languidecían aquellas donde
se investigaba el latrocinio del patrimonio nacional.
Poca fue la zozobra para el Poder
Judicial con el retorno democrático:
obligados a recibir el acuerdo del Senado, solo fueron removidos los jueces
federales, los más identificados con la
dictadura, algunos de los cuales fueron
designados en las justicias locales. Con
el menemismo, muchos más de los antes
desplazados volvieron a cargos relevantes de la justicia federal. Una decisión
del Presidente Alfonsín quebró la apa-
cible vida de la grey judicial: el Juicio a
la Juntas desacreditaba la legalidad del
régimen que había habitado la mayoría
de los jueces, funcionarios y empleados
judiciales de la novel democracia, entre
ellos los de la propia Cámara Federal.
Pero tal contraste no se extendió a toda
la justicia federal: en el resto del país
los tribunales imprimieron el tradicional ritmo cansino a los procesos por
los crímenes de la dictadura, de modo
que cuando llegaron las normas de
impunidad ninguno había perturbado
a los imputados. Pocas excepciones
rompieron el unánime consentimiento
del Poder Judicial a esas normas. La
Corte no estuvo entre ellas.
Poco después, el menemismo ejecutó una formidable obra de ingeniería
judicial con la reforma del sistema de
enjuiciamiento penal federal, que garantizó la impunidad para los delitos de
corrupción. A quince años de ese gobierno pocas causas quedan en pie y menos
aún finalizaron con condenas. Con la
llegada del kirchnerismo, que apoyó el
proceso de apertura de los juicios por
crímenes de lesa humanidad emprendido años antes, una parte del Poder
Judicial federal dio un salto respecto
de sus colegas de la primera etapa de la
transición democrática. Más allá de las
dificultades, esto permitió el juzgamiento de los crímenes de la dictadura por los
tribunales regulares y con la legislación
ordinaria, características inéditas en el
mundo. Hoy, jueces que comenzaron
las investigaciones de esos crímenes
están presos por haber protagonizado
los hechos que debían juzgar, lo que
demuestra una vitalidad destacable
de este dispositivo estatal. Queda el
interrogante acerca de cuánto de ella
se mantendrá sin que el juzgamiento
de esos crímenes sea política de Estado.
Desde aquellos años del menemismo se visualiza al Poder Judicial federal
como un entramado promiscuamente
relacionado con la comunidad de inteligencia del Estado como intermediaria
con el Poder Ejecutivo en relaciones de
armonía, sumisión o desafío, según la
etapa que atraviese esa relación ilegal.
Cuando las políticas de Estado comenzaron a desafiar a los poderes fácticos
concentrados, el Poder Judicial se alineó claramente con ellos, abandonando
al Poder Ejecutivo mientras favorecía
a sectores de la política alineados con
aquellos poderes. La suerte de la judicialización de la ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual es el ejemplo
más elocuente, pero no el único. Es este
un tiempo en el que el Poder Judicial
se ha transformado en un actor de la
política cuya intervención ha excedido su cometido constitucional, hasta
contribuir a definir el resultado de las
disputas electorales. A cuarenta años
del golpe, queda pendiente una activa
política para su democratización y el
retorno a su quicio constitucional.
Félix Pablo Crous
Fiscal de la Procuración
General de la Nación.
Miembro fundador y directivo
de Justicia Legítima.
Noticias UNGS / Marzo
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Otros cuarenta años
N
o podemos pasar otros cuarenta años hablando de los
cuarenta años –decía el personaje que interpretaba José
Sacristán en el film español Solos en la madrugada. Era el monólogo final, y a su vez el cierre, en la ficción, de la temporada
del programa radial que daba título a la película, aunque en
realidad era la reflexión sobre la España de 1977, cuando la
entrada a la vida democrática era irreversible. El monólogo
tiene frases geniales, pero no entra en esa categoría la que
elegí para empezar, pues los hechos nos demuestran que el
silencio pactista de los españoles fue como coser una herida
infectada, que con el tiempo se gangrena. Hoy, cuarenta años
después, muchos españoles reclaman por sus padres y abuelos
asesinados o desparecidos hace ochenta años, y eso es porque
no se habló ni actuó en su momento.
Pero no me convocaron a hablar de España sino de la Argentina, y de los cuarenta años del inicio de la dictadura. El
24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas llevaron adelante
un golpe de Estado para implementar un plan económico a
favor de las clases más altas, pero para ello debieron aplicar un
sistema de terror para que nadie se interpusiera. Un grupo de
civiles convocó a los militares para formatear al país a su imagen y semejanza, y para ello convencieron a los uniformados
de que eran los salvadores de la civilización occidental y cristiana frente a sistemas foráneos, ateos y socializantes. Mientras
se despedían trabajadores, se reprimía en las calles, fábricas,
escuelas y universidades. Mientras desaparecían obreros, se
abría la importación y se cerraban empresas. Mientras torturaban obreros, se establecía un sistema cambiario donde el
dólar tenía un costo tal que muchos argentinos viajaban al
exterior y cada vez que veían algún producto que les interesaba
decían “deme dos”. Mientras robaban y distribuían bebés, la
deuda externa era multiplicada más de diez veces, es decir que
de 4 mil millones de dólares en 1975 se pasó a deber 60.000
millones en 1983. Mientras cientos de argentinos vivían en el
exilio, toda una generación de jóvenes era enviada a guerrear
contra los ingleses y la OTAN en las islas Malvinas.
Y queda mucho en el tintero, pero es necesario decir que a
lo largo de cuarenta años hubo gente que resistió, que luchó,
que se organizó, que no se cayó ni calló, que logró juicios, que
obtuvo condenas, que consiguió recuperar más de cien bebés
robados, que buscó y localizó los restos de algunos de los desaparecidos. Gracias a eso hoy se puede hablar, con dolor, pero
con fundamentos, sobre el genocidio que se perpetró durante
el terrorismo de Estado. Gracias a ese hablar y convencer, los
negacionistas del genocidio argentino hoy son rechazados de
manera frontal por la sociedad.
Agenda para un territorio
Y nosotros: ¿hablamos o callamos? Me refiero a los que
estamos relacionados con la UNGS y caminamos la región
vinculada a Campo de Mayo, ese territorio al que los militares
denominaron Zona 4 y que abarcaba una veintena de municipios del norte del Gran Buenos Aires. Durante los primeros 20
años hubo silencio y el armado de organizaciones de DD.HH.
fue casi inexistente. La penumbra que proyectaba la guarnición
militar siguió, con cuartelazos en 1987 y 1989, y luego con
la desagradable noticia de tener a un militar sedicioso como
intendente de San Miguel, a partir de 1996. El silencio y la
desmemoria dejaban sus huellas en el territorio.
Hay que reconocer que el 2003 fue un punto de inflexión,
y además de la anulación nacional de las leyes de impunidad,
en lo local surgieron grupos como el Serpaj, la Comisión de
Campo de Mayo, la activación de docentes a través de los
encuentros de Jóvenes y Memoria, y hasta el intento de expropiar por ley algunas hectáreas de la inmensa unidad militar
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Noticias UNGS / Marzo
Fabián Domínguez (der) con Alfredo Sayus,
autores de La sombra de campo de Mayo. / Foto: José Curto
y generar un espacio de memoria. Tiempo antes el diario La
Hoja llevó adelante una campaña de publicación de los actos
del terrorismo de Estado, pero era una voz solitaria en pleno
apogeo neoliberal. En la justicia se abrió una causa judicial
gigante, y se desglosaron casos en los que fueron juzgados y
condenados los que estuvieron vinculados a los centros clandestinos de detención de Campo de Mayo.
Y llegamos a un momento crucial para el territorio, cuando se cumplen 40 años de la instauración de la política genocida de la última dictadura. Desde el terreno académico hay
poco investigado, escrito y publicado sobre Campo de Mayo;
las voces de los que protagonizaron la historia se apagan sin
que se guarden registros orales, y se corre el riesgo de que
las nuevas generaciones entren al reinando del silencio y la
desmemoria. A ello se agregan tres décadas intensas donde
hubo nuevas políticas, con etapas como la consolidación
democrática, la avanzada neoliberal, la crisis de 2001 y los
gobiernos del bicentenario. La agenda es intensa para los
investigadores, los docentes, los militantes y los ciudadanos
en general. Es necesario hablar de lo que ocurrió en los
últimos cuarenta años, para poder proyectar las próximas
cuatro décadas.
Fabián Domínguez
Profesor de Historia, documentalista
y co-autor de La Sombra
de Campo de Mayo
Hoy no somos miles, somos millones
La historia de Victoria Montenegro impacta, no importa las veces que uno la haya leído o escuchado. Conmueve
profundamente la vida de una mujer que logró transformar la violencia, la mentira y la muerte en un camino de lucha
por recuperar y reconstruir su identidad, y por un país más justo y equitativo. A 40 años del Golpe, Victoria habló
con Noticias UNGS sobre su historia, los cambios de la sociedad, los derechos conquistados en los últimos años y
las perspectivas a futuro.
N
ieta restituida, militante por los derechos humanos y
dirigente de la agrupación Kolina, durante 2015 fue
subsecretaria en el Consejo Nacional de la Mujer y candidata
a diputada en la ciudad de Buenos Aires. Victoria fue secuestrada a pocos días de nacer, en febrero de 1976. Sus padres,
Hilda Ramona Torres y Roque Orlando Montenegro, salteños,
militantes del ERP, fueron secuestrados (y luego desaparecidos) en un operativo dirigido por el coronel Herman Teztlaff,
quien se apropió de Victoria y la crió, en la mentira, hasta que
ella recuperó su identidad.
¿Qué recorrido hizo la sociedad desde el último golpe a hoy?
Antes del 76, la sociedad argentina estaba acostumbrada a los
golpes, los aceptaba como algo que ocurría cada tanto en el
país. Estela (de Carlotto) siempre me dijo que si ella hubiera
salido a las calles en el golpe anterior, su hija quizá no hubiera
desaparecido, el “Proceso” no se hubiera naturalizado. Después, con la desaparición de personas, la mayoría pasó a vivir
en el miedo y la indiferencia. Y en la perversa idea de que no
había terrorismo de Estado, sino que nuestro país vivía una
guerra. En los primeros años de democracia, se instaló fuertemente la idea de “dejar el pasado atrás y avanzar en la unidad
y reconciliación nacional”, siempre desde la teoría de los dos
demonios. Fue recién en los últimos doce años, con políticas
públicas de promoción y defensa de los derechos humanos y la
memoria, que logramos comprender qué pasó en la dictadura.
Desde 2003 se llevaron adelante los juicios a los militares y
condenaron a más de 600 genocidas, se recuperaron centros
clandestinos para transformarlos en espacios culturales y de
la memoria y se amplió el concepto de derechos humanos. Se
promovieron leyes como la de igualdad de género, el matrimonio igualitario, de identidad, entre otras. Hubo un Estado
que “empujó” para que la sociedad entendiera y se apropiara
de sus derechos.
¿Cómo influyeron estas políticas públicas en tu propia
historia?
Cuando “aparezco” en el año 2000, lo primero que siento
es vergüenza. No lloraba porque mis papás estaban desaparecidos, lloraba de vergüenza: “soy hija de la subversión”,
pensaba. Pero a través de varios años, con el acompañamiento Abuelas y del juez Roberto Marquevich, empecé a
acercarme a mi historia. En ese proceso fue muy importante
el Banco Nacional de Datos Genético; no tener que donar
sangre para que juzguen a quien hasta ese momento es
tu padre, te corre del lugar de culpable en el que muchos
HIJOS nos sentimos. En mayo de 2012, se identifican los
restos de mi papá, enterrado como NN en un cementerio
en Uruguay (lo tiraron al río en los vuelos de la muerte).
Fue muy duro. Tetzlaff me había dicho que a mis padres los
habían matado la noche del enfrentamiento, cuando me
secuestran, eso abonaba la teoría de una guerra. Una idea
que me tranquilizaba. Fue la única vez que insulté a Tetzlaff,
parece absurdo porque me había mentido muchas veces,
pero en ese momento pude entender lo perverso de toda la
historia. Yo no hubiera podido llevar adelante este camino
sin un Estado presente: en los juicios, en las audiencias escuché lo que nunca hubiera escuchado sola. Eso me permitió
dejar de ser leal a mi apropiador.
¿Cómo ves hoy la continuidad de las políticas en DD.HH?
Hay un cambio muy profundo, y no porque el gobierno de
Macri esté comprometido con los genocidas que están en la
cárcel. Su preocupación pasa porque en los juicios queda en
evidencia y se investiga la complicidad civil, por ejemplo, de
Clarín, de La Nación y La Nueva Provincia en la apropiación
de Papel Prensa. Empresas que blindan mediáticamente al
macrismo y lo llevaron al gobierno, igual que hace 40 años le
dieron el poder a las Fuerzas Armadas para llevar adelante el
asesinato de los miles que no se callaban. Hoy ya no somos miles, somos millones y matarnos no es una opción. La sociedad
de hoy no es la misma que cerraba la cortina en los 70, ni la de
los 90 que pensaba en la salvación era individual. El gobierno
de Macri quiere desactivar esa conciencia social. Y así como
en los 70 fueron los subversivos; hoy “la otredad enemiga”
son los ñoquis, los trapitos, los militantes. Está más claro que
nunca: no hay dos proyectos de país, hay uno solo, el actual
es un proyecto de colonia. No existe entonces la posibilidad
del fin de la grieta. El PRO tiene una enorme capacidad de
propaganda pero no propone nada nuevo, es la derecha de
siempre, intimida y se vale de la persecución para instalar su
modelo neoliberal. Pero soy optimista, tenemos una base social
como nunca antes, y nunca antes la historia estuvo tan presente. Trabajaremos estos cuatro años para que la derecha no
vuelva nunca más, para que el argentino trabajador entienda
que por más caras lindas o frases bonitas, no debemos dejar
que avasallen los derechos del pueblo.
Victoria en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo. / Foto: Brenda Liener
Brenda Liener y Esdenka Sandoval
Noticias UNGS / Marzo
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Memoria en Campo de Mayo
Junio, acompañado por Suárez, Diker y Fernández, en la presentación del proyecto de ley en la UNGS
E
l proyecto parlamentario de mi autoría, que firman también los diputados Carlos Heller y Carlos Raimundi, fue
el resultado de un prolongado trabajo
que se inició en la UNGS en el año 2004.
Desde un claro compromiso con la idea
de recuperar la historia, se creó entonces, con organizaciones de DD.HH., la
Comisión por la Recuperación de la Memoria de Campo de Mayo. Pronto se fue
armando un proyecto investigativo en la
Universidad, junto a organizaciones de
la comunidad de la zona oeste y norte
del Gran Buenos Aires. El trabajo abordó
las temáticas de DD.HH., arte y cultura,
buscando desentrañar la trama, la dimensión y las características que tuvo el
genocidio en ese centro clandestino de
detención durante la última dictadura
cívico-militar.
Nuestro proyecto se enmarca en una
política de Estado de DD.HH. iniciada
en 2003 por el gobierno del presidente
Kirchner, que tuvo como eje la reanudación de los juicios a militares y civiles
por los crímenes de lesa humanidad y la
difusión de la memoria sobre el terrorismo de Estado. Desde esa determinación
política, muchos han sido los ex centros
clandestinos de detención que fueron
recuperados y transformados en sitios
y espacios de Memoria. El caso de la ex
ESMA es paradigmático por su magnitud
y simbolismo. Pero ninguno de los centros clandestinos que funcionaron en la
guarnición militar de Campo de Mayo
fue recuperado para la memoria histórica, pese a que allí fueron desaparecidos
más de 5000 de nuestros compañeros y
compañeras.
8
Noticias UNGS / Marzo
Nuestra propuesta parlamentaria
propone la creación del Instituto para
la preservación y la recuperación de la
Memoria de Campo de Mayo a fin de
“promover la profundización del sistema
democrático, consolidar una cultura de
protección de los DD.HH., fortalecer los
valores de la vida, la libertad y la dignidad humana, fomentando el estudio y la
difusión de la lucha contra la impunidad
y sus implicancias en los planos normativo-ético, político e institucional.” Si bien
la peculiaridad de emplazar el Instituto
para la Memoria dentro de una guarnición militar en funcionamiento le agrega
complejidad, podría ser una experiencia
muy valiosa a casi 33 años de nuestra
reconquistada democracia.
Siempre tuvimos claro que el trámite
parlamentario tiene que atravesar los
caminos de la búsqueda de consensos,
pero que ese devenir debía ser acompañado de acciones políticas y culturales
hacia y con la sociedad. En ese sentido,
desplegamos junto a la Universidad, su
rectora Gabriela Diker y la Comisión
de la Memoria una serie de actividades
públicas que rodearon al proyecto de
una intensa militancia social y política,
favoreciendo su instalación en los medios
de comunicación y en la opinión pública.
Ciertamente, todavía el proyecto debe
ser aprobado, primero por la Comisión
de DD.HH. de la Honorable Cámara de
Diputados de la Nación, y luego por las
de Defensa y Presupuesto.
Todos los que participamos de esta
gran iniciativa lo hacemos convencidos
de que nuestro pueblo y la democracia
argentina tienen una particular deuda
con los 5000 desaparecidos de Campo
de Mayo, con sus familiares, hijos, madres, padres y hermanos. La ausencia
de nuestros compañeros nos obliga a
seguir luchando para que estén siempre
presentes, ahora y en el futuro, y sean
historia viva para las nuevas generaciones. El próximo 24 de marzo, a 40
años del golpe perpetrado por las clases dominantes y el imperialismo, las
organizaciones de DD.HH., las fuerzas
políticas, la Universidad y el pueblo de
la zona oeste y norte del GBA marcharán
una vez más por el interior de la guarnición para homenajear a los compañeros
y reiterar el compromiso con la memoria
y su ejemplo de lucha.
Este notable y original evento que
se viene realizando hace una década
demuestra que no existen sueños inalcanzables cuando se amalgaman las grandes
ideas con los luchadores decididos a encarnarlos y llevarlos a cabo. Seguramente
la Plaza de Mayo mostrará también un
inmenso pueblo manifestando por la
continuidad de las políticas de Memoria,
Verdad y Justicia. Desde ese grito, que
convocará a todo el pueblo argentino,
nos fortaleceremos en la lucha para que
el proyecto de creación del Instituto de
Campo de Mayo sea una realidad. La fuerza de los militantes de las organizaciones
de DD.HH. y la de una Universidad que,
como dijo su rectora, “hace lo que tiene
que hacer”, fue la fragua que cimentó este
proyecto parlamentario.
Juan Carlos Junio
Diputado Nacional Partido Solidario
(MC 2011-2015)
El nuevo gobierno
Redistribución regresiva y rediseño social
Un nuevo ciclo político se ha iniciado en la Argentina, y será necesario estar atentos a los movimientos de las distintas
dimensiones de la vida colectiva que se están viendo agitadas por las nuevas orientaciones que desde fines del año
pasado presiden el manejo de la cosa pública. En esta nueva sección de Noticias UNGS se tratará de ir dando cuenta
de estas importantes transformaciones, entre las que parecía conveniente comenzar prestando una atención muy
especial a los movimientos de la economía. Es lo que hace en estas páginas el profesor Ricardo Aronskind.
Foto: Reuters
M
auricio Macri –cabeza indiscutible de la coalición PRO-UCR– es
un típico producto de la derecha latinoamericana favorable a “los mercados” (los grandes capitales), el
endeudamiento externo, la sumisión
económica a poderes corporativos
globales y política a las potencias
atlánticas encabezadas por Estados
Unidos. En otros términos, la adaptación pasiva a la división internacional
del trabajo propuesta desde los centros
hegemónicos, y la adaptación de todas
las instituciones pública y privadas, los
actores sociales y la cultura local a la
concepción neoliberal de la globalización. La nutrida presencia en el elenco
gubernamental de directivos de firmas
multinacionales es en sí una manifestación de esta voluntad “globalista”.
El nuevo presidente imprimió a
su gestión un ritmo vertiginoso, bordeando la ilegalidad. El objetivo fue
generar un “shock” redistributivo en
el corto plazo, a favor de los sectores
más concentrados, y contra el resto de
la población. Los fuertes cambios de
precios impulsados desde los primeros
días (tipo de cambio, precios de los
productos, tarifas públicas) son parte
del rediseño del esquema distributivo
tendiente a concentrar la riqueza.
El cambio redistributivo que se está
promoviendo desde el estado, contra
los asalariados, está lejos de haber concluido y de estar consolidado. Por un
lado porque todo el sistema de precios
está en movimiento, dado el tradicional comportamiento inflacionario del
propio empresariado. Por otro lado,
porque todavía no está claro cuál será
la reacción de la mayoría de la sociedad frente a la pérdida significativa
de ingresos, y en casos crecientes, del
propio empleo.
Estamos transitando el momento en
el que los diseños de política económica
se encuentran con los actores sociales
reales. Dado que está en curso un severo
enfrentamiento con los intereses materia-
les concretos de las mayorías, el gobierno
apuesta al acuerdo con las cúpulas sindicales, el arreglo con sectores parlamentarios opositores –a cambio de fondos para
provincias y municipios–, el apoyo de la
prensa hegemónica, la despolitización
del debate público y la movilización de
las ideas conservadoras presentes en
diversos sectores de la sociedad.
El objetivo fue generar un “shock”
redistributivo en el corto plazo,
a favor de los sectores más concentrados, y contra el resto de la
población.
Para poder fijar un salario real
menor al previo (¿20/25%?) las fórmulas que el neoliberalismo argentino
ha probado con eficacia han sido el
desempleo y la creación de un clima
lúgubre de desesperanza y resignación,
Noticias UNGS / Marzo
9
para promover “voluntariamente” la
aceptación de la rebaja en los ingresos
de los trabajadores. En esta etapa el
disciplinamiento social es la precondición necesaria para asegurar una caída
permanente del salario.
La reconexión con el mercado financiero global está en plena marcha.
Hay que desbrozar el camino para el
reendeudamiento. Una vez hechas las
concesiones que requieran los “buitres”, se despejará el acceso “libre” a
un mercado financiero global ávido
por prestarle a quien sea. Argentina, en
el mundo actual, es un gran candidato.
El PRO necesita consolidar su poder político territorial; harán falta
recursos para obras públicas que
no provendrán de la recaudación
tributaria sino del endeudamiento externo.
El acceso al crédito internacional es
muy importante en el esquema macrista
por varias razones. En primer lugar,
porque desde su perspectiva ideológica
es “regresar al mundo” del que nunca se
debió salir: el de la dependencia neo-colonial del capital financiero.
Pero en un terreno político más concreto, porque el PRO necesita consolidar
su poder político territorial, y harán falta
recursos para obras públicas, que no
provendrán de la recaudación tributaria
(prohibido “desalentar” con impuestos
a los ricos), sino que financiarán con renovado endeudamiento externo. En un
contexto de achicamiento fiscal (por caída de la actividad económica), la forma
de construir una base política afín y de
generarles negocios a grupos locales que
tienen fuertes dificultades competitivas
externas será con obra pública.
Al mismo tiempo el gobierno sabe
que hay elecciones dentro de dos años, y
que la profundización del esquema neoliberal requiere ganarlas. Si las medidas
que se están tomando son fuertemente
contractivas del salario, de la demanda
y del mercado interno, ¿cómo llegar
dentro de dos años con posibilidades
electorales razonables para Cambiemos? Es probable que, también en base
al endeudamiento externo, se lancen
planes de financiación de viviendas para
clase media con hipotecas a 30 años.
El rediseño neoliberal de nuestro
país está en marcha. Avanza sobre
las debilidades del entramado social.
Es, nuevamente, otra prueba para la
“densidad nacional” de la sociedad
argentina.
Ricardo Aronskind
10
Noticias UNGS / Marzo
Desarrollo y mercado interno
Como parte del ciclo de entrevistas desarrolladas en el campus de la
UNGS y registradas, en el marco de un proyecto compartido con el grupo
editor de la revista Debates y Combates, por el equipo de producción
audiovisual de la Universidad, visitaron los estudios de televisión del
campus de Los Polvorines los economistas argentinos Aldo Ferrer y
Mercedes Marcó del Pont, quienes –en una perspectiva coincidente con
la desplegada aquí por Ricardo Aronskind– se refirieron a los desafíos
que enfrentan hoy las economías argentina y latinoamericana en un
contexto signado por la fuerte crisis internacional y los cantos de sirena
de las viejas recetas neoliberales.
“Devaluar no es la solución”
“Es fundamental tener un buen diagnóstico sobre lo que está pasando en el
país, la región y el mundo, y entender
que el ciclo de auge se truncó con la
crisis internacional, que va a durar un
tiempo y que se está materializando
con una desaceleración muy fuerte del
crecimiento mundial, una caída brutal
del comercio internacional y un deterioro en los precios de los principales
productos que exportan el país y la
región. En ese contexto lo que tiene la
Argentina es una ventaja maravillosa
lograda a partir de las políticas anticíclicas desarrolladas durante los gobiernos anteriores. La CEPAL acaba de
publicar un documento que dice que los problemas de América Latina se
están manifestando en el sector externo y que las exportaciones de la región
van a caer por tercer año consecutivo: es la caída más alta desde la crisis del
30. Frente a esto la devaluación no parece ser la solución: los países de la
región están devaluando y no sólo no mejoran las exportaciones sino que
además se les está dañando el mercado interno porque aumenta la inflación
y bajan los ingresos.”
Mercedes Marcó del Pont
“Construir un pensamiento nacional”
“Para que un país salga adelante hay
cuatro condiciones. La primera es la
inclusión social: no hay desarrollo si
la gente queda al margen. La segunda
es que los líderes tengan un profundo
sentimiento nacional, es decir, que
estén convencidos de que su país es
viable, y no de que tiene que estar
sujeto a lo que nos digan de afuera. La
tercera es la estabilidad institucional.
Ahí hemos avanzado mucho, porque
hemos consolidado la democracia,
todo lo que pasa en Argentina ahora
pasa dentro de la ley y eso es un dato
importante. La cuarta es tener una visión propia de la realidad, observar
la realidad desde nuestras propias perspectivas. Raul Prebisch decía hace
muchos años que teníamos que evitar estar subordinados al pensamiento
que elaboran los centros de poder mundial, que teníamos que tener un
pensamiento crítico. Por eso lo que se hace acá en la Universidad es fundamental: enseñar economía política y construir un pensamiento nacional,
realista, que permita el despliegue de buenas políticas.”
Aldo Ferrer
José Pablo Martín (1938-2016)
José Pablo Martín nació en San Juan, leyó a Aristóteles y tradujo a Filón de Alejandría, y alguna vez, charlando entre amigos un poco en broma y un poco en serio, como lo hacía casi siempre, sugirió que era por esas tres cosas que quería ser
recordado. Fue un artífice fundamental de la Universidad Nacional de General Sarmiento, de la que fue el primer secretario
académico, en la que cumplió, siempre con extraordinario compromiso, las más diversas y variadas responsabilidades
institucionales, y a la que consagró sus mejores horas de trabajo, de investigación y de enseñanza durante los últimos
veinte años. Fue profesor titular de Filosofía en el Instituto del Desarrollo Humano, y en los últimos años fue distinguido
primero como Profesor Consulto y luego como Profesor Emérito de la Universidad. Sus colegas, sus discípulos, sus estudiantes de Metafísica, de Gnoseología, de Antropología Filosófica, de Filosofía Antigua y Medieval, se vieron conmovidos
y desolados por la noticia de su muerte, ocurrida en los primeros días de este año.
L
a trayectoria intelectual de José Pablo Martín describe un camino en el
que dejaron sus huellas la evolución de
sus propias búsquedas filosóficas y los
dramáticos movimientos de la historia
nacional. Años atrás, cuando recibió de
la Universidad el cargo de Profesor Consulto, el propio José Pablo reconstruyó
ese camino en un texto extraordinario,
que luego se convirtió en un libro: La
pretensión de pensar un mundo en movimiento. Se trata de un sorprendente ejercicio de revisión retrospectiva, reflexiva,
crítica, de un itinerario intelectual, cuyo
propio protagonista recrea destacando
las continuidades y los impasses, las indagaciones iniciadas, interrumpidas por
las más diversas circunstancias y luego
retomadas, o a veces abandonadas para
siempre, la motivación constante (hay
una frase impresionante de José Pablo,
que dice que toda su vida lo acompañó
una pretensión: la de encontrar “la paz
del alma en la identificación de alguna
cosmovisión filosófica a partir de la
cual comprender el mundo y orientar
la vida”) y la comprensión del necesario fracaso de semejante expectativa,
la seducción de la coherencia (la de
San Buenaventura y la de Hegel, la del
tomismo y la del estructuralismo, ese
“otro tomismo”, como dice por ahí) y la
seducción, opuesta, de la libertad, las
lecturas de sus años de estudio en Roma
y en Maguncia, desde las requeridas por
la marcha de sus investigaciones más
formales hasta las motivadas por una
inquietud que lo condujo a examinar
el marxismo y la fenomenología, el
psicoanálisis y la teoría crítica. Y sus
dos descubrimientos fundamentales:
el de Filón, al que lo llevó su estudio de
las transposiciones lingüísticas entre la
filosofía griega, la literatura cristiana y
el mundo moderno, y el de Aristóteles,
al que lo dirigió su frecuentación de
Heidegger y de Ricoeur.
Pero además de estas evoluciones
de su pensamiento, José Pablo daba
cuenta aquella vez del impacto de otros
elementos, que forman parte de la “historia externa” de sus indagaciones, pero
que incidirían decisivamente sobre ellas:
desde los cambios operados en la Iglesia
a partir de un Concilio llamado a tener
enormes efectos en todas partes y sobre
todo en América Latina hasta la marcha
de las luchas políticas (y, si podemos
decirlo así, “teológico-políticas”) en
nuestro país. Aquí, de vuelta de sus incursiones en la vida académica europea,
José Pablo se ocupó sobre todo de dos
asuntos principales. Uno, desde su decisivo libro sobre El movimiento de sacerdotes para el Tercer Mundo(1992, reeditado
por la UNGS en 2010), el estudio de la
historia del catolicismo argentino, al que
se dedican también La Iglesia Católica
Argentina (2008) y Ruptura ideológica
del catolicismo argentino(2013), ambos
editados por la UNGS. Por cierto, esta
preocupación no hizo a José Pablo descuidar las evoluciones más recientes del
pensamiento del papado, sobre las que
pueden destacarse sus artículos “Ratzin-
Noticias UNGS / Marzo
11
José Pablo Martín recibe de manos de la Rectora Diker el título de Profesor Emérito. / Foto: Emilce Parra
Paella y vino tinto. / Foto: Gentileza de Irene Martín
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Noticias UNGS / Marzo
ger versus Kant”, publicado en Le Monde
Diplomatique, y “Catolicismo y papado”,
aparecido en una colección de ensayos
de investigadores de la UNGS en el diario Página 12: si en el primero José Pablo
destacaba y rechazaba la oposición del
papa alemán al ideario de la Ilustración,
en el otro señalaba la más sutil operación
por la que el papa argentino recurría a
la figura, típicamente humanista, de la
“revolución copernicana”, pero no ya
para decir, como Kant, que había que dar
vuelta las cosas para poner al hombre en
el centro de nuestras preocupaciones,
sino para sugerir que había que volver
a darlo vuelta todo para desalojar al
hombre de ese sitio en el que lo habían
puesto su ambición y su arrogancia y dejar que a ese lugar de privilegio volviera
a ocuparlo Dios.
El otro asunto al que consagró José
Pablo una parte de sus esfuerzos de
estas últimas décadas fue la construcción, puesta en marcha y sostenimiento
de la vida académica e institucional de
la UNGS, donde cumplió, siempre con
increíbles dedicación, buen humor y
afán pedagógico, las funciones más
diversas y más relevantes, entre las que
no seríamos justos si no recordáramos la
organización de las proverbiales reuniones gastronómicas que animó durante
años con los colegas y estudiantes de
sus cursos, que se convertían, por el arte
de su convocatoria y de su culinaria, en
protagonistas de una reiterada ceremonia de confraternidad que nadie que las
haya protagonizado deja de recordar
con reconocimiento y gratitud. Los
mismos sentimientos nos inspiran su
dedicación a la investigación y el compromiso con el que durante todos estos
años, incansablemente, y por cierto que
mucho más allá de lo que nadie podría
haberle exigido, José Pablo asumió la
tarea fundamental de la formación de
sus estudiantes. De sus estudiantes de
grado, a los que dedicó una pasión y
un esfuerzo que son un ejemplo, una
enseñanza y una obligación para todos
nosotros. De los jóvenes que, completados sus estudios, continuaron con él sus
lecturas y su trabajo. De los colegas ya
más maduros a los que nunca dejó de
privilegiar con su apoyo, su consejo, su
erudición y su interés siempre renovado por las cosas. José Pablo Martín fue
un profesor notable, un académico de
primera línea y un intelectual sobresaliente. Una referencia fundamental en
amplios campos del debate de nuestro
tiempo. Un espíritu crítico, abierto
y generoso. Un orgullo para nuestra
Universidad y para todos los que la integramos. Vamos a extrañarlo con afecto
y a recordarlo con admiración.
E. R.
Recuerdo por partida doble: en el ángulo inferior izquierdo, escuchando a José Pablo Martín, su estudiante Jaime González. / Foto: Emilce Parra
Una huella de magisterio y hospitalidad
Aquellos que educan bien merecen
más honra que los padres, porque los segundos sólo han dado la vida, los
primeros el arte de vivir bien.
Aristóteles, Ética Nicomaquea
U
no de los filósofos sobre los que más
había leído, estudiado, escrito y enseñado José Pablo Martín es Aristóteles.
La detenida y minuciosa lectura de los
sábados a la mañana de la Metafísica
en sus memorables clases de la materia
homónima, con un aula poblada por
casi doscientos estudiantes absortos en
la discusión sobre las ideas aristotélicas,
y sus contrapuntos con los jónicos y
el platonismo, es seguramente, junto
con el riquísimo análisis del tratado De
anima en Gnoseología, una experiencia inestimablemente valiosa para los
estudiantes y graduados de la UNGS
que transitaron por esos espacios, y a
quienes era y es común escuchar decir
que fue ahí donde les nació el deseo de
continuar haciendo filosofía.
El respeto, la admiración y el afecto
que le profesáramos estudiantes y graduados es resultado de la relación de
aprendizaje con un Maestro que sabía
construir conocimiento a partir de la
lectura, el diálogo, la discusión y, sobre
todo, la escucha. De verdad, José Pablo
enseñaba a aprender y a enseñar desde
el arte de la escucha y la respuesta singular a ese otro que esperaba ser acompañado en la aventura hermenéutica
que había emprendido, animado por
la confianza de nuestro Profesor en
la capacidad y sensibilidad filosófica
particular de cada uno de sus estudiantes. Y parados allí, a veces más, a veces
menos perplejos en la lectura o en los
análisis (en instancias de exámenes, de
elaboraciones de escritos, etc.), esperábamos con certeza la mano afectuosa y
cálida de José Pablo, quien templado
de serenidad, y, subrayo: cargando ese
instante de relevancia decisiva, ayudaba
a desanudar confusiones y equívocos y
donaba nuevos recursos que nos permitían seguir adelante.
La obra de José Pablo trasciende
en sentido pleno, porque va más
allá de su propio tiempo, pues
está encaminada a abrir nuevos
porvenires a las otras generaciones,nuevos confines de posibilidades más allá del suyo propio.
Dicen que un maestro se define por
su obra, y que la obra, a su vez, se distingue por su trascendencia. El aporte
de José Pablo a la historia de la filosofía
es magnífico, porque, entre otras cosas,
acompañado por un sobresaliente equipo
internacional de investigadores, legó a
las nuevas generaciones el acceso a la
obra de Filón de Alejandría en español
con exquisita traducción y comentarios.
En el orden de las instituciones, fue uno
de los arquitectos de la idea de la UNGS
y uno de sus constructores más comprometidos en el diseño de una Universidad
para una comunidad históricamente
apartada del acceso a la educación superior. En el plano de la teoría y en el plano
práctico, la obra de José Pablo trasciende
en sentido pleno, porque va más allá de
su propio tiempo, pues está encaminada
a abrir nuevos porvenires a las otras generaciones, nuevos confines de posibilidades más allá del suyo propio. El trabajo
intelectual, académico y pedagógico de
José Pablo apunta a un tiempo más allá
del horizonte de su propio tiempo y en
esto hay que reconocer su enorme generosidad. En lo que a la significación de su
obra respecta, José Pablo Martín es, sin
duda alguna, nuestro Maestro.
Emmanuel Levinas –un filósofo que
me incitó a leer José Pablo– explica
que las relaciones fecundas consisten
en brindarle al otro una dimensión de
hospitalidad a partir de la cual ese otro
retome sus variados vínculos con el
mundo. Como dice este filósofo, quizá
la función de paternidad o maternidad
cumplan con esta necesidad existencial
de recibimiento hospitalario para todos
los sujetos. Pues bien, he de reconocer
por mi parte, con profunda gratitud y
orgullo, que es José Pablo Martín quien
incesantemente, durante los últimos
veinte años (desde que lo conocí), me
sorprendió con su recibimiento y hospedaje espiritual, además de su cariño,
que siempre voy a extrañar.
Gisela Suazo (IDH)
Noticias UNGS / Marzo
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José Pablo en 2013 analizando la llegada de Francisco al Vaticano. / Foto: José Curto.
La voz pensante
J
osé Pablo fue uno de los pilares
fundamentales en la construcción
de nuestra Universidad. Será necesario
emprender un trabajo sistemático para
poder honrar en su justa medida el enorme valor de su entrega y la magnitud de
sus aportes y contribuciones. También
fue José Pablo un extraordinario profesor de filosofía –lo atestiguan todos
aquellos estudiantes que han tenido la
suerte de atravesar algún momento de la
historia de nuestra disciplina llevados de
la mano por su erudición, su inteligencia
y su humor. Y ha sido también un colega
queridísimo y respetado por todos.
La muerte nos deja ,a poco tiempo
de su irrupción, imágenes que son
apenas los emergentes visibles de poderosas emociones y afectos grabados en
nuestra carne. La voz de José Pablo –su
cadencia particular, manifiestamente
labrada por la obra del pensamiento– y
también el entusiasmo, donde aquella
rigurosa métrica se distendía unos instantes antes de volverse a tensar, son
dos imágenes que quiero recordar.
La voz es la más inmaterial de las
partes del cuerpo. Y mucho más que
cada pieza de la anatomía convencional,
ella es única, portadora de lo estrictamente personal e irrepetible. Son estas
las pruebas irrefutables de la cercanía
entre la voz y el alma. Por esto es que
en cada voz que uno escucha se entrevé
14
Noticias UNGS / Marzo
también la soledad y el trabajo en que
consiste ser sí mismo, la bienvenida carga que sin embargo uno no ha escogido.
Se podía oír en él que hablar es
pensar… si se diese voz a la Filosofía seguramente la de José
Pablo habría de ser una de sus
voces necesarias.
La voz de José Pablo exhibía de un
modo ejemplar este trato entre la materia
y la inasible interioridad indeclinablemente personal de la vida. Era la voz del
hombre pensante que, haciendo pie en el
abismo, emergía a la luz solo y únicamente
después de haber recorrido el laberinto
lleno de condiciones y objeciones que
el cuerpo, todos los cuerpos y el mundo
ponen al alma, y de negociar con ellos
–luego de batallas agotadoras– alguna
solución racional o al menos alguna salida
razonable. Debido a este trabajo constante del hombre que piensa, la cadencia de
la voz de José Pablo era inconfundible.
Las palabras notablemente precisas, las
frases perfectamente rigurosas y controladas llegaban tras las batallas en ráfagas
vacilantes y entrecortadas. Así, quien escuchaba sus palabras no solo comprendía
exactamente lo que decían sino también
el precio pagado por su conquista y la pro-
fundidad de donde emergían. Se podía oír
en él que hablar es pensar. Me encantaba
escucharlo y siempre consideré que si se
diese voz a la Filosofía seguramente ésta,
la de José Pablo, habría de ser una de sus
voces necesarias.
Recuerdo también cómo esta mesura y esta métrica rigurosa conquistadas
por el pensamiento eran desbordadas a
veces por la emoción ante un descubrimiento intelectual. En el 2001 presté a
José Pablo un ejemplar del último libro
de Michel Henry: Yo soy la verdad. Por
una filosofía del cristianismo. Me interesaba enormemente la opinión de mi
admirado colega filósofo que además
era un profundo conocedor de la teología cristiana. Tres semanas después del
préstamo, en el Campus, escuché una
fuerte voz que provenía desde unos cien
metros de donde yo me encontraba:
era José Pablo que corría a través del
césped en mi dirección dando pequeñas
zancadas. José Pablo corría, y corría
como nunca lo había visto ni imaginado antes. Traía, para devolvérmelo, el
ejemplar del libro en una de sus manos
y al acercarse escuché su voz que reía
excitada y que casi gritaba: “Es un nuevo
gnosticismo! Un nuevo gnosticismo!”.
Guardo su querida voz pensante
como una voz de la filosofía.
Mario Lipsitz (ICI)
Rinesi, Verbitsky, Mallimacci y Martín (desde la izq.) en la presentación de El movimiento de Sacerdotes para el tercer Mundo.
José Pablo Martín, mi amigo de la vejez
L
a muerte de José Pablo Martín es una
de las peores noticias de este año,
que trae tantas. Fuimos amigos de la
vejez, que es una de las categorías más
bellas y extrañas de la amistad, porque
se basa en la afinidad más profunda y
en el respeto por la personalidad y la
admiración por la obra del otro.
Su libro de 1992 El Movimiento de
sacerdotes para el Tercer Mundo. Un
debate argentino es apasionante, porque
expone con una gran riqueza los debates fundamentales de las décadas de
1960 y 1970, que no eran tan distintos
dentro que fuera de la Iglesia Católica.
Pero, además, impresiona por el rigor
del método de la investigación. Al leerlo me preguntaba si el autor sería un
sociólogo o un historiador. De allí la
sorpresa al conocerlo y saber que era
filósofo y teólogo, además de ex sacerdote salesiano. Esto le confiere una
multidimensionalidad poco frecuente,
que explica el placer y el provecho con
que se lee.
En mi caso se suma la gratitud,
por haberme permitido acceder al
protocolo de entrevistas a un centenar
de eclesiásticos de distintas jerarquías
que formó el andamiaje de su investigación y enriqueció la mía. Lo insté a
publicarlo y me alegró que me pidiera
el Prólogo para ese libro, Ruptura ideológica del catolicismo argentino. Junto
con su breve balance La iglesia católica
argentina. En democracia después de la
dictadura forman un corpus extraordinario, del que nadie podrá prescindir
para comprender una problemática
central de la política, la historia y la
cultura argentinas del siglo pasado. A
eso debe sumarse su obra monumental
de traducción del griego de la obra de
Filón de Alejandría.
La dictadura extiende a las filas
eclesiásticas la política de la sospecha, el recelo y el exclusivismo
que la jerarquía había inculcado
a las Fuerzas Armadas. Esto provoca una enorme sorpresa dentro
de la Iglesia.
Orientado por las conclusiones de
José Pablo, descubrí el corpus doctrinario compartido por el MSTM y la
Juventud Peronista y el paralelismo
entre el mensaje que Perón les dirige
a los sacerdotes del tercer mundo y los
conceptos con los que él enfrenta a la JP
y Montoneros. Son discursos gemelos,
porque Perón veía a ambos como parte
de las fuerzas que él había impulsado en
la resistencia a la dictadura y a las que
de vuelta al país se propuso someter a
su disciplina.
A partir del golpe del 76, la dictadura extiende a las filas eclesiásticas
la política de la sospecha, el recelo y
el exclusivismo que la jerarquía había
inculcado a las Fuerzas Armadas. Esto
provoca una enorme sorpresa dentro
de la Iglesia, cuyos jerarcas estaban
acostumbrados a ser los acusadores,
los que definían la verdad, nunca los
acusados. Pero sus discípulos militares
se arrogaron el derecho de discernir lo
que está bien de lo que está mal dentro
de la propia Iglesia, que no fue capaz
de hacerlo en sus propias filas, porque
este grupo de jóvenes revoltosos había
puesto en crisis su estilo vertical de conducción y provocado un enorme resentimiento en la conducción episcopal. Esto
hizo posible que al producirse el golpe
un sector significativo de la conducción
eclesial sintiera que la espada era vindicatoria de sus prerrogativas, desafiadas
por este grupo de sacerdotes y, lejos de
protegerlos, convalidara su represión.
Así puede entenderse la contradicción
entre un Episcopado que es el que más
bajas tuvo por la represión dictatorial
de toda América Latina (dos obispos
asesinados con el método del autazo,
que también se aplicó contra un obispo
de Chile y otro de Bolivia) y al mismo
tiempo el de mayor compromiso con esa
misma represión.
El epígrafe de uno de mis libros
es una frase de Quarracino, tomada
de la entrevista que le hizo José Pablo
Martín. Cuenta una visita al penal de
Magdalena, donde estaban presos los ex
comandantes luego del juicio de 1985.
Videla, sonriendo, le dijo:
–Aquí estamos, monseñor, por hacer
lo que ustedes nos enseñaron.
José Pablo le pregunta:
–Y usted ¿qué le respondió?
–Yo también sonreí, y no dije nada,
cuenta Quarracino.
No hacía falta decir más.
Horacio Verbitsky
Noticias UNGS / Marzo
15
Adiós a un maestro
S
e puede saber en qué aula es la
clase de gnoseología?” Este era uno
de los chistes que le gustaba contar a
José Pablo, y la expresión de un estilo
a través del cual lograba combinar
los grandes problemas de la filosofía
con un tono llano y divertido. Muchos
recordaremos –y extrañaremos– las
conversaciones con José Pablo, en las
que podía pasar de Filón de Alejandría
a Kant, y de allí a la receta de la paella
o a un consejo sobre vinos sanjuaninos,
pasando por sus comentarios siempre
agudos sobre la vida política argentina. Nunca faltaba una anécdota que,
contada morosamente, daba cuenta de
historias extravagantes con las que nos
contagiaba su buen humor.
Más parecido a su tiempo que a sus
padres, como decía Bloch, la trayectoria
de José Pablo se articula de una manera
apretada con la trama de la historia del
siglo XX. El Concilio Vaticano II y los
debates que posibilitó, los movimientos
sociales de la década de 1960, el diálogo
entre cristianos y marxistas, marcaron a
fuego su biografía, despertaron nuevos
intereses y lo condujeron a lecturas inesperadas. Formado en el catolicismo pero
incómodo en la Iglesia, filósofo de un
cultura extensísima pero sabedor –como
dijo en ocasión de recibir la designación
de Profesor Consulto en 2006– del “desvalimiento del saber frente a complejas
encrucijadas histórico-políticas”, hombre
interesado en la intervención política
aunque escéptico acerca de las posibilidades de fundar la acción política de
modo racional, José Pablo no abandonó
sin embargo nunca la esperanza en la
posibilidad de resistir y combatir las
injusticias.
Fue ante todo un maestro, fuertemente preocupado por el aprendizaje de sus estudiantes y por el
desarrollo de lazos horizontales.
José Pabló publicó centenares de
artículos académicos y veinte libros, de
los que la UNGS editó, entre otros, El
Movimiento de Sacerdotes para el Tercer
Mundo: un debate argentino y la Ruptura
ideológica del catolicismo argentino, 36
entrevistas entre 1988 y 1992. Fue un
investigador muy reconocido, que desde
2004 dirigió el proyecto internacional
PhiloHispanicus para la traducción y edición en castellano de las Obras de Filón
de Alejandría, y durante más de medio siglo se desempeñó como profesor, en una
trayectoria que de Salta lo llevó a Roma
y a Maguncia, y de regreso a Argentina a
16
Noticias UNGS / Marzo
Algunos libros de José Pablo Martin en la vidriera de la libreria de la Universidad. / Foto: Pablo Cittadini
la Universidad del Salvador y a la UNGS.
Sin embargo, no exagero nada
al decir que fue ante todo un maestro, fuertemente preocupado por el
aprendizaje de sus estudiantes, por el
desarrollo de lazos horizontales y por
la construcción de una Universidad
tan democrática como abierta a los
problemas más complejos de la ciencia,
el pensamiento y la política. Tampoco
exagero un ápice al decir que muchas
de las mejores cualidades de la UNGS
son el resultado de su dedicación, como
él dijera, ya no a transformar toda la
historia humana, sino a “colaborar en
la plantación, en una esquina del planeta, de algunos árboles frutales”. Esta
voluntad de construcción fue la que lo
orientó como secretario académico y
como investigador docente de nuestra
Universidad, que a su vez le reconoció
su extraordinaria contribución otorgándole la condición de Profesor Emérito.
Adiós, maestro. Lo vamos a extrañar.
Daniel Lvovich (IDH)
EDUCACIÓN SECUNDARIA
La Universidad y las escuelas
En las siguientes páginas de este número de Noticias UNGS se da cuenta de la importancia que tiene para la Universidad
su relación con el sistema de escuelas secundarias de la región y del país. En primer lugar se reflexiona sobre diversas
formas de vinculación entre la UNGS y las escuelas de su zona. Después se comentan los resultados de un trabajo de
evaluación llevado adelante por un equipo de investigación de la Universidad sobre la implementación del programa
“Conectar Igualdad”. Finalmente, continuando con la tarea de dar a conocer a los lectores la marcha del ejercicio de
conversación colectiva que vienen desarrollando los distintos claustros de la UNGS en torno al proyecto de reforma
de su Estatuto General, se reseña una discusión sostenida, a instancias y con la coordinación del Rectorado, sobre
el mejor modo de regular el funcionamiento y el gobierno de la escuela de la propia Universidad.
Nuevos escenarios
D
esde su fundación la Universidad
Nacional de General Sarmiento trató con especial atención las relaciones
con las instituciones de su comunidad,
y muy particularmente con las escuelas
secundarias. Desde el año 2015 se han
reforzado los vínculos con los directivos,
docentes y estudiantes de las escuelas
secundarias de la zona de influencia
de la UNGS, con varios objetivos. Por
un lado, visibilizar la UNGS y sus propuestas de formación para los jóvenes;
por otro, fortalecer la red de lazos con
directivos conformando un espacio de
diálogo sobre sus necesidades. Esto for-
ma parte de una función que la Universidad desarrolla de muchos modos y que
no es otra que la de intentar comprender
las claves de su territorio e imaginar
acciones concretas que mejoren tanto
los vínculos institucionales como la
calidad de los espacios de participación
ciudadana.
El vínculo con estudiantes tiene ya
un largo recorrido y conoce modalidades
diferentes que van desde las tradicionales visitas de estudiantes al campus y
las charlas que la Universidad ofrece en
las escuelas hasta la “Expo de carreras”
donde los Institutos reciben a los estu-
diantes secundarios para difundir principalmente su oferta formativa. Estas
acciones complementan un conjunto de
iniciativas que, desde los Voluntariados,
el Museo Imaginario, el Programa de
Estimulación en Ciencias para Jóvenes,
el Museo de la Lengua y el Programa
Memoria y Territorio, permiten que los
jóvenes que se acercan conozcan la Universidad y sus propuestas y participen de
la vida universitaria mediante acciones
concretas que visualizan este proyecto
institucional.
Con respecto a los docentes, la tarea
inmediata es encontrar canales de deba-
Noticias UNGS / Marzo
17
te disciplinar y didáctico que estimulen
la comprensión de nuevos escenarios
educativos y permitan diseñar nuevas
prácticas de enseñanza en las escuelas
secundarias. No se trata de que los
docentes vengan a la UNGS a buscar
soluciones definitivas a los actuales
problemas educativos, sino, en todo
caso, de que lo hagan para construir
conjuntamente, en un proceso de desarrollo profesional de todos los actores
intervinientes, las mejores estrategias
para que los estudiantes aprendan más
y mejor. Ofrecer desde la Universidad
un espacio de análisis sistemático de
la realidad escolar, de los límites y las
posibilidades de los actuales formatos,
estimulado por distintas perspectivas
filosóficas y pedagógicas, puede ser
un aporte significativo para docentes y
directivos de nuestras escuelas.
Es por ello que durante 2015 se
inició un Ciclo de Conversaciones, a fin
de poner en debate la cuestión de la enseñanza en la escuela secundaria. Con
la intervención inicial de algunos especialistas en educación que oficiaron
como motivadores de los intercambios,
se discutieron perspectivas teóricas,
tensiones conceptuales y experiencias
educativas, lo que permitió que todos
los participantes encontraran en ese
espacio de reflexión un ámbito propicio para imaginar posibles dispositivos
institucionales dentro de las escuelas
secundarias. El propósito del ciclo es
poner en juego todas las voces (las de
los docentes, los investigadores, los
directivos), superando los estereotipos
y lugares comunes instalados en torno a
la idea de “crisis de la educación”.
La primera conversación tuvo como
protagonista a la rectora Gabriela
Diker, quien se ocupó de discutir qué
es enseñar y propuso un recorrido por
diferentes momentos en la historia de
la educación y por diversas concepciones que ponen en juego las políticas
educativas, los Estados y la propia
escuela. De visita en la Argentina pasó
también por este espacio la filósofa
Laurence Cornu, quien ofreció una
original reflexión sobre la confianza
en las relaciones pedagógicas. Finalmente cerró el Ciclo 2015 el secretario
académico de la UNGS Oscar Graizer,
quien se refirió al debate sobre los
sentidos de la enseñanza a partir de
la pregunta sobre quién enseña en las
instituciones educativas, desplazando
formas convencionales de entender el
problema al poner en el centro de la
tarea de enseñar a las propias organizaciones y no a los individuos. El cliclo
continuará en abril.
Para mayor información contactarse
a [email protected]
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Noticias UNGS / Marzo
Feria de Carreras en la UNGS, 2015. / Foto: Luciano Gigliotti
Feria de carreras
U
niversidades e institutos terciarios de la región participaron en el Campus de
Los Polvorines en la primera edición de la “Feria de Carreras” de la UNGS,
un encuentro dirigido a estudiantes de nivel secundario de la zona y destinado a
darles a conocer la oferta formativa con la que cuentan. Más de 800 alumnos de
40 escuelas públicas y privadas participaron del evento, que fue organizado por
la Secretaría General de la Universidad.
Las universidades nacionales de Hurlingham, José C. Paz, Luján, Moreno y
San Martín, la Facultad Regional de General Pacheco de la UTN, los institutos de
formación docente Nº36 de José C. Paz, 112 de San Miguel, 182 de Los Polvorines y los Centros de Formación Profesional 401 y 403 instalaron sus stands en el
Multiespacio Cultural para asesorar a los jóvenes sobre sus propuestas académicas
y sobre los planes de estudio de sus carreras.
Además de informarse sobre las carreras de grado, los profesorados y los
cursos de las distintas instituciones, los estudiantes asistieron a una charla sobre el ingreso universitario desarrollada por la Dirección General de Bienestar
Universitario de la UNGS, recorrieron el Campus y visitaron los laboratorios de
Química, Física, Ingeniería, Informática e Información Geográfica, así como la
Biblioteca y el Museo de la Lengua.
La tecnología en el aula
Recepción de netbooks en la Escuela Secundaria UNGS. / Foto: Luciano Gigliotti
E
s un hecho que las nuevas tecnologías
cambiaron las prácticas de la vida
diaria y se incorporaron en el ámbito de
la enseñanza. Pasamos de la búsqueda
en las enciclopedias de la biblioteca a la
búsqueda por google, del uso de diccionarios de idiomas a traductores on line,
y los grabadores fueron sustituidos por
los programas de audio de los celulares.
Al principio el uso de las Tecnologías
de la Información y la Comunicación
(TIC) en el aula fueron un poco resistidas por los docentes, pero con el correr
de los años, y gracias al fortalecimiento
de la formación docente en este campo,
esa resistencia parece haber cedido.
Así lo afirma el estudio Escenarios para
la integración de TIC en la enseñanza:
condiciones pedagógicas e institucionales,
coordinado por Alicia Merodo, especialista en educación e investigadora
docente del Instituto del Desarrollo
Humano de la UNGS.
Esta investigación, financiada por
el Ministerio de Educación de la Nación, constituye la tercera etapa de un
estudio centrado en evaluar el impacto
del Programa “Conectar Igualdad”,que,
en sus cinco años de vida y según cifras
oficiales, distribuyó 5.317.247 netbooks
entre docentes y estudiantes de 11.585
establecimientos educativos de todo el
país. Entre ellos, la escuela secundaria
de la UNGS.
Aula aumentada
Según el estudio realizado por la
UNGS y centrado en escuelas secundarias de la provincia de Buenos Aires, la
llegada de las netbooks a las escuelas
potenció los espacios de intercambio de
material entre docentes y estudiantes
con la creación de blogs y de grupos en
redes sociales, el uso de carpetas compartidas a través de intranet o aplicaciones como Dropbox. “El aula aumentada
desdibuja los márgenes del aula física y
supone un intercambio permanente y
en otros ámbitos, y también multiplica
el tráfico y la producción de contenidos
digitales al habilitar intercambios y
publicaciones a gran escala”, dice el
estudio, que subraya la importancia de
la comunicación digital y sostiene que
el uso de las computadoras portátiles
sirvió para sentar las bases de una cultura escolar que aprecia esta forma de
comunicación como un recurso ágil,
rápido y necesario.
Las computadoras del “Conectar
Igualdad” traen una serie de contenidos
precargados ordenados según los destinatarios (docentes, alumnos, familia) y
compuestos por diccionarios y programas y aplicaciones para física y química,
para geometría dinámica y analítica,
para graficar funciones matemáticas,
para experimentar en el laboratorio y
para diseñar mapas y gestionar proyectos, entre otros fines. “El uso de estos
materiales, escasamente registrado
en las etapas evaluativas anteriores,
comienza a extenderse, probablemente
de la mano de la difusión de las instancias de formación docente continua”,
explican los especialistas, y agregan:
“Comienza a vislumbrarse el inicio de
una nueva etapa, más cercana al cambio
cultural y pedagógico que significa una
verdadera integración de las TIC en la
enseñanza”.
Recientemente UNICEF Argentina
publicó la Encuesta Nacional sobre
Integración de TIC en la Educación
Básica Argentina. El relevamiento se
realizó en segundo semestre de 2013
en escuelas primarias y secundarias de
gestión estatal y privada de la Ciudad de
Buenos Aires y 23 provincias del país.
Según la encuesta, “las computadoras,
los televisores y los reproductores de
DVD conforman una suerte de kit tecnológico que se encuentra muy extendido
y distribuido de modo homogéneo en el
sistema educativo”.
En cuanto al uso escolar de la tecnología, los datos obtenidos durante el relevamiento muestran que las computadoras
son la herramienta TIC más utilizada en
la secundaria: 8 de cada 10 estudiantes
afirman haberla utilizado con sus docentes. “La implementación del programa
“Conectar Igualdad” ha diversificado
fuertemente el modelo de integración
de las computadoras en las escuelas
secundarias estatales, propiciando un
mayor uso de dispositivos portátiles en
las aulas de clase. De todas formas, no ha
reemplazado por completo al tradicional
espacio de laboratorio”, señala el estudio.
Marcela Bello
Netbooks en la Secundaria
J
unto a algunos cambios en la dinámica habitual, en el aula y en los recreos,
la incorporación de 94 netbooks en la Escuela Secundaria de la UNGS, a mediados de 2015, provocó un proceso de reflexión sobre el programa “Conectar
Igualdad”, sobre sus potencialidades y sobre la necesidad de generar espacios de
capacitación para los docentes.
“Estar atentos a la navegación que hacen los estudiantes nos permite, como
docentes, conocer sus intereses y así reflexionar y pensar sobre ello”, explica Graciela Bellome, vicedirectora de la Escuela. El trabajo a partir de aulas virtuales,
videos y medios interactivos les permite a los estudiantes abordar los contenidos
desde un lugar que les es propio, con una combinación de lenguajes amigables y
conocidos. Y advertimos un nivel de compromiso mucho mayor al que mostraron
trabajando en el formato convencional”.
Para Bellome, los estudiantes tienen un saber sobre las nuevas tecnologías que
se sustenta en el probar, errar y reintentar, pero necesitan el espacio de reflexión
y registro de los diferentes intentos. “Ese es uno de los propósitos del trabajo en
la escuela: convertir ese saber en conocimiento válido y transmisible”.
Noticias UNGS / Marzo
19
reforma del estatuto
Formas de gobierno y de vinculación
Alderete, Diker, Agrati e Yrigoyen en el encuentro desarrollado en la UNGS. / Foto: Pablo Cittadini
Q
ué aspectos de la actividad de la
escuela secundaria de la Universidad debería regular su Estatuto?
Para pensar ese problema la UNGS
convocó a la secretaria académica de
la Universidad Nacional de Córdoba
Ana María Alderete, a la prosecretaria
académica de la Universidad Nacional
de La Plata Laura Agrati y al secretario
académico de la Universidad Nacional
del Litoral Miguel Yrigoyen, quienes
bajo la coordinación de la rectora de
la UNGS Gabriela Diker discutieron
distintos modelos de gobierno y de
dependencia funcional de las escuelas
universitarias.
En su presentación, la rectora
Diker destacó las singularidades de
las experiencias de las escuelas de
esas tres importantes universidades
nacionales: la del Litoral, que tiene
varias, de todos los niveles educativos,
bajo su administración, la de La Plata,
donde últimamente se han introducido
innovaciones muy importantes en los
sistemas de ingreso, y la de Córdoba,
cuyo antiguo Colegio Montserrat
comparte con el Colegio Nacional de
Buenos Aires la característica de anteceder a las propias universidades que
hoy los albergan.
Yrigoyen señaló la complejidad
histórica del sistema de relaciones entre
las varias escuelas (jardín, primarias y
secundarias) dependientes de la UNL
y la propia universidad, destacando
que la Secretaría Académica tiene un
rol de coordinación y alberga un consejo asesor de todas las escuelas. Los
directores de las escuelas son elegidos
por los profesores de las Facultades de
las que dependen, y a su vez participan
de sus consejos directivos. Pero no hay
un órgano de gobierno propio del nivel
preuniversitario.
20
Noticias UNGS / Marzo
“Esto es un problema” –subrayó Yrigoyen– que tiene que ver también con un
conflicto entre la institución universitaria, eminentemente universitaria, que
sin duda somos, y esa suerte de “extensión” de esa institución en otros niveles
educativos, inferiores. Reconociendo la
dificultad de ese conflicto, Yrigoyen ponderó, de todos modos, la participación de
los profesores universitarios en la dirección de las escuelas, y el papel del consejo
asesor de las escuelas, que está integrado
por todos los claustros, incluidos –en las
escuelas medias: no en las primarias– los
de estudiantes y graduados.
A su turno, Agrati indicó que la
UNLP tiene una escuela de nivel inicial,
una primaria y tres secundarias: el
colegio Nacional, el Liceo Víctor Mercante y el Bachillerato de Bellas Artes,
además de una escuela agraria fuera
de la ciudad, y destacó los históricos
vínculos entre los cuerpos docentes de
las escuelas y los de la Universidad. Ese
vínculo, dijo, facilitó que los docentes
de las escuelas consiguieran, en 2003,
tener una representación en el Consejo
de Enseñanza Media y Primaria de la
Universidad, que a su vez puede hacer
oír su voz en el Consejo Superior.
Pero a su vez los directores de las
escuelas integran ese Consejo Superior
y sus distintas comisiones (enseñanza,
extensión o economía y finanzas), lo que
los hace participar activamente en la vida
universitaria, comprender sus distintas
dimensiones y trasladar algo de esa
dinámica también a las escuelas. Como
ejemplos, Agrati destacó la importancia
de haber podido incorporar ciertas
funciones universitarias fundamentales
como las de investigación y extensión
en la vida de las escuelas de la UNLP,
por medio de convocatorias anuales en
ambos campos.
Alderete repasó la rica historia de
los dos colegios nacionales dependientes de la UNC: el de Monserrat,
humanista, creado en 1687, y el Manuel
Belgrano, orientado a la economía y el
comercio, de 1938. Ambos tienen entre
1700 y 1800 estudiantes, en ambos se
dictan también tecnicaturas, y ambos
dependen de la Secretaría de Asuntos
Académicos de la Universidad a través
de su Área de colegios preuniversitarios, cuyo coordinador “es el que se
ocupa directamente de gestionar y de
hacer de nexo entre el rectorado, la
secretaria académica y los colegios.”
Este coordinador, a su vez, cuenta
con un consejo asesor, que está integrado por los directores y los regentes
de los dos colegios, y que ha sido muy
importante en la elaboración de normativas. Además, hay una comisión
de colegios preuniversitarios en el
Consejo Superior de la Universidad, y
los directores de los colegios, a pesar
de no integrar el CS, sí integran esa
comisión. Los colegios –cuya estructura
de gobierno, dijo Alderete, es bastante
compleja– tienen a su vez sus propios
consejos asesores, integrados por docentes, estudiantes y padres.
En el cierre, Diker destacó la importancia de comparar estas experiencias y
las contrastó con la muy incipiente de la
escuela secundaria de la UNGS. Indicó
el interés de las figuras de “consejos
asesores” de las universidades y también
de las propias escuelas, y la importancia
de esas formas “intermedias” –dijo–,
“más próximas a formas colegiadas”, de
discusión de los problemas. “Pero que no
terminan de ser de toma de decisiones”,
remarcó, “lo que deja muchos matices y
alternativas para considerar”. Será tema
de discusión, sin duda, en el proceso de
reforma en curso.
fotogalería
Pasado para pensar el presente
Uno de los fotomontajes que componen la muestra.
C
ontinuando con el objetivo de promover el diálogo abierto y la reflexión a
partir de imágenes, durante marzo y en
el marco de las actividades realizadas
por la UNGS para conmemorar los 40
años del golpe que dio inicio a la última
dictadura cívico militar, la FotoGaleríade
la Universidad exhibirá la muestra “El pasado del presente”, de Natalia Calabrese.
Se trata de fotomontajes que aluden a
la memoria de la dictadura tanto en sus
aspectos represivos como en la indiferencia o temor de los ciudadanos frente
a lo que ocurría en el espacio público y a
plena luz del día.“Mediante la potencia
de sus imágenes, esta muestra artística
documental nos invita a crear y recrear
nuestra identidad como sujeto social, a
reconocer el pasado reciente, a visibilizar
lo oculto, interrogarnos, a recuperar la
historia y la memoria”, describe Iris Bar-
boza, responsable de la programación de
la FotoGalería.
“La historia presente nos muestra
que ningún golpe de Estado es posible
sin algún apoyo civil. Las fotografías de
archivo expresan de distintas maneras
este consenso tácito, puesto que muestran procedimientos militares y secuestros realizados frente a testigos en plena
vía pública. A través de la técnica el montaje es posible entretejer diferentes tiempos y espacios, proponiendo un ejercicio
autorreflexivo que se interroga acerca de
los posibles alcances de esa complicidad
en la actualidad”, dice la autora en su sitio web (www.nataliacalabrese.com.ar).
La muestra puede visitarse desde el 14
de marzo al 28 de mayo en la FotoGalería de la UNGS, ubicada en la Unidad de
Biblioteca y Documentación, en el Campus de Los Polvorines. De lunes a viernes
de 9 a 21 y los sábados de 9 a 14.Visitas guiadas: [email protected].
Tel: 4469-7611
Marcas que fortalecen
D
urante marzo, en la FotoGalería se podrá visitar también
la muestra“Pintura Resiliente”, de
Leonardo La Valle. En palabras del
autor: “Quien se expresa con alguna
forma de arte, lo hace atravesando
sus pensamientos, sentimientos,
sus miedos y alegrías. La resiliencia
del título refiere a la capacidad de
reponerse frente a la adversidad de
ese camino y salir fortalecido”. La
muestra se exhibirá hasta el 31 de
marzo en la Biblioteca, ubicada en
el Campus de Los Polvorines.
Noticias UNGS / Marzo
21
DIPLOMATURAS
Rock y danza en la Universidad
Si en la página anterior se daba cuenta de las novedades que propone para los primeros meses del año la Fotogalería
de la UNGS, y si en las dos siguientes se informa sobre sendos encuentros académicos en torno al tratamiento de los
problemas de la cultura y el arte, aquí se pueden leer dos breves testimonios de algunas de las actividades desarrolladas
en la Universidad como parte de sus propuestas formativas en los campos de la música y la danza.
Mirá quién vino
a charlar
E
ntre las distintas ofertas formativas
de la UNGS en el campo de la cultura y de las artes, ocupa un lugar desde
el año pasado la Diplomatura en Rock
Argentino. Coordinada por Oscar Peretto, la diplomatura, que se dicta a lo
largo de dos semestres, contó con una
primera cohorte de 28 estudiantes.
El programa de estudios incluye elementos de historia nacional y mundial necesarios para comprender el movimiento
del rock en el país, así como asignaturas
vinculadas con la poesía del género y el
lenguaje musical. A lo largo del curso
se constituyen ensambles musicales que
se ocupan de preparar y presentar un
repertorio de piezas clásicas del género.
En ese marco, y para conversar
con los estudiantes y con el público en
general, visitaron la UNGS dos de los
Emilio del Guercio (der.) y Rodolfo García durante la charla en el CCUNGS.
integrantes de la emblemática banda
“Almendra”: Emilio del Guercio y Rodolfo García, que expusieron sobre la
contracultura musical de los años 60
y ofrecieron su visión de la escena del
rock argentino actual.
Música, baile y formación
L
a Diplomatura de Danzas y Bailes
Populares y el Elenco de Danzas
Folklóricas de la UNGS, coordinados por
Adrián Velazquez, llevaron adelante en
el Campus de Los Polvorines la quinta
edición del Encuentro Nacional de Danzas Folklóricas de la UNGS, un evento
con espectáculos, talleres y seminarios
de formación gratuita en el que participaron más de cinco mil personas.
“La UNGS danza” reunió a 64 elencos de distintos puntos del país que
desarrollaron distintas actividades de
capacitación con los integrantes del
Ballet Folklórico Nacional. Este, por su
parte, se presentó en las dos jornadas
centrales del encuentro.
Desarrollado en el Anfiteatro y en
el Multiespacio Cultural del Campus, el
encuentro estuvo organizada por la Diplomatura en el marco del proyecto “TRAMA
Universidad: Territorio más Igualdad”,una iniciativa federal dirigida a consolidar
espacios de exhibición y reflexiones comunitarias, con el foco puesto temáticas
de género, adultos mayores, diversidad y
pueblos originarios, entre otras.
22
Noticias UNGS / Marzo
Presentación durante “La UNGS Danza”. Fotos: Pablo Cittadini.
humor gráfico
Un mito contemporáneo
El lugar del humor gráfico en el mundo de la cultura y la política viene ocupando a los equipos de la UNGS desde hace
tiempo, como lo testifican los valiosos libros de la investigadora docente Florencia Levin (Humor político en tiempos de
represión y Humor gráfico. Manual de uso para la historia, este último editado por la Universidad) y más recientemente
la tesis de licenciatura de Flavia Navalón sobre el humor político durante el conflicto entre el gobierno nacional y las
patronales agrarias en 2008. En el marco de una conferencia organizada por la Maestría en Historia Contemporánea de
la UNGS, la historiadora Isabella Cosse presentó en el campus de Los Polvorines su Historia social y política de Mafalda
(FCE, 2014), cuyos primeros capítulos había podido discutir en su momento con los miembros del equipo de investigación
sobre familia, infancia e identidades del Instituto de Ciencias de la Universidad, y conversó con Noticias UNGS.
concreto: la paz, la injusticia, la hipocresía. Es sorprendente observar cómo esas
viñetas mantienen su vigencia y han sido
resignificadas y reinterpretadas en los
años posteriores. Esa cualidad la convirtió en un fenómeno social singular.
–Después de 52 años, ¿una viñeta tiene
la capacidad de intervenir la realidad?
–Hace pocas semanas el diario El País
de España utilizaba a Mafalda en la tapa
para referirse a la campaña electoral.
Poco antes, la Defensoría del Pueblo
Argentina la usaba como mensaje contra
la violencia femenina. Los dos ejemplos
nos hablan del poder simbólico y social
del personaje, que interviene en la realidad aunque lo haga de un modo diferente a cuando Quino seguía produciendo
tiras. Hoy Mafalda opera como un mito
contemporáneo, en el que se afirman
las cualidades perdurables que deberían
legarse a las nuevas generaciones.
Escultura de Mafalda en una esquina del barrio de San Telmo.
–¿Por qué un libro sobre Mafalda?
–Me interesaba analizar las potencialidades del humor para abordar lo político y
la vida cotidiana, y ese interés me llevó a
Mafalda. Mafalda es un ícono argentino.
Cobró vida fuera de los cuadros y aún hoy
está con nosotros. Confrontaba los mandatos sociales instituidos a mediados de
los 60, que presuponían que las niñas
eran dulces y domésticas. Expresaba un
nuevo modelo femenino que tomaba forma entre las jóvenes que desafiaban esas
reglas: el de unas mujeres que buscaban
realizarse en lo profesional y no volverse
meras amas de casa.
–El libro estudia, entonces, la dimensión social y cultural de la historieta.
–La historieta da cuenta de la representación de una clase heterogénea
atravesada por sus diferencias ideológicas y culturales (por los conflictos
entre las Mafalda, las Susanita y los
Manolito), y esos procesos simbólicos
fueron centrales porque dialogaron
con la realidad concreta, económica,
social y política que experimentaba en
aquellos tiempos la sociedad argentina.
Ese diálogo resultó muy potente por el
modo en que Quino trabaja el humor:
exigiendo producir lo risible, haciendo
que los lectores completen el sentido y,
al hacerlo, produzcan una relación de
pertenencia e identidad.
–Mafalda atravesó distintos momentos
sociales y abordó temáticas universales.
–Quino dejó de producir nuevas tiras en
1973 (comenzó a publicarlas en 1966)
y hasta entonces Mafalda opinaba y
reflexionaba sobre la coyuntura política,
social y cultural, aunque también sobre
temas atemporales y filosóficos que involucran valores más allá de un contexto
–Además de su difusión en América Latina, Mafalda se publicó en Europa y Asia.
¿Cada paísla adaptó a su idiosincrasia?
–Mafalda trascendió fronteras y lo hizo
en una compleja intersección entre
fenómenos que tenían entidad global
(la modernización social o las confrontaciones de los jóvenes y las mujeres) y
otros procesos locales y nacionales: la
lucha contra el franquismo en España
o el exilio en México. En cada país,
incluso, fue recibida y leída de modo
diferente por diversos grupos sociales.
–¿La lectura puede constituir una
acción de resistencia?
–La lectura no tiene un sentido prefijado. Leer ciertos textos –entre ellos
Mafalda– fue una manera de resistirse a
los sentidos ideológicos de la dictadura.
La historieta no fue prohibida en Argentina, pero sus confrontaciones con las
autoridades de la familia, la represión
y la censura la habían convertido una
década antes (con el golpe de Onganía)
en un emblema antiautoritario.
Yanina Fuggetta
Noticias UNGS / Marzo
23
Ticio Escobar en la UNGS
La pregunta es el comienzo
“Los artistas contemporáneos son guardianes de la pregunta: ella es una forma de resistencia”. “Es posible hablar de
una cultura latinoamericanista siempre que se conciba como una construcción histórica y política. Sin embargo, la cultura
regional está más cerca del mainstream euronorteamericano que de la indígena”.“La posición de un artista que logra
introducir la duda en el sistema de representaciones siempre es una representación política”. “El arte más crítico es
aquel que se opone a la hegemonía del mercado, que pretende trasparentar todo, que no tiene más nada que ocultar”.
D
etrás de estas afirmaciones se encuentra uno de los intelectuales
más destacados de la región: Ticio Escobar, Secretario de Cultura del Paraguay
durante la presidencia de Fernando
Lugo (2008 a 2013), investigador sutil y
original de la cultura indígena de su país
y militante de la defensa y los derechos
de esa cultura. Abogado, licenciado en
Filosofía y crítico de arte, Escobar no
duda en afirmar, provocador, que “las
manifestaciones artísticas de Paraguay
nunca formaron parte de la historia del
arte latinoamericano”.
Escobar participó a fines de 2015 en
las III Jornadas “Paraguay Territorios y
Fronteras”, organizadas por el Programa Cultura, Historia, Ideas, Política y
Arte del Paraguay (CHIPA) del Instituto
del Desarrollo Humano de la UNGS. En
esa oportunidad se refirió a las ideas de
su último libro Imagen e intemperie: “El
eje central del texto apunta a discutir
cuáles estrategias o posicionamientos
podría tener el arte,en una escena
dominada por el mercado. Me refiero
a mercados globales que tratan a la
imagen como objetos mercancía de
la industria del entretenimiento y espectáculo” –sostuvo Escobar, quien se
preguntó, en ese marco: “¿Cuáles son
las posibilidades políticas, poéticas y
éticas que tiene el arte en un mundo
donde ganaron los malos?”.
La relación entre Ticio Escobar y la
UNGS se remonta a 2013, cuando en el
Paraguay fue destituido el presidente
Lugo. En ese contexto, un equipo de investigadoresdocentes dela Universidad
promovió la visita de Escobar a la Universidad, que lo declaró visitante ilustre
de la casa. Un año después, la UNGS
editó por primera vez en la Argentina un
texto notable de Escobar, La maldición
de Nemur, aparecido en su país en 1999
y hasta hace poco imposible de conseguir acá. Se trata de un extraordinario
estudio sobre un pueblo ancestral del
Paraguay: los Ishir.
“La maldición de Nemur no trata de
pensar acerca de lo verdadero y de lo
falso, sino acerca de las pinturas corporales, la obsesión por los colores, los
mitos y rituales como formas artísticas.
La obra de Escobar promueve el respeto
hacia las diferentes etnias, denuncia la
24
Noticias UNGS / Marzo
Ticio Escobar con un integrante del pueblo Ishir.
violación de los derechos indígenas y a
la vez ubica la cultura indígena como
escena de creatividad y autoafirmación
étnica”, reseñaba Rocco Carbone, coordinador del CHIPA.
Por su parte el profesor de la Licenciatura en Cultura y Lenguajes Artísticos
de la UNGS Roberto Amigo decía sobre
La maldición…: “La primera intención
de Escobar es estudiar el arte de los
ishir del Gran Chaco Paraguayo. Pero
ese mismo objeto lo obliga a detenerse
en los escenarios interconectados del
rito y el mito. La maldición de Namur es,
fundamentalmente, un ensayo sobre la
forma, mejor dicho: sobre el esplendor
de la forma en la cultura indígena. La
escritura es, sin duda, una toma de
posición teórica que puede moverse
desde la descripción necesaria del diario
de campo a páginas de barroca belleza
literaria que conviven con los fascinantes relatos de los indígenas, a veces a
dos o tres voces, fotografías de archivo
y extraordinarios dibujos.
Pero La maldición de Nemur, de igual
modo que toda la obra de Escobar, es
también un libro de acción política, de
respeto por la diferencia étnica. Sobre
ese aspecto político son fundamentales
las palabras del propio autor quien
afirma que “los indígenas no son solo los
habitantes más explotados y humillados
de ese país: son también grandes artistas y poetas, creadores de cosmovisiones, inventores de maneras alternativas
de sentir y pensar el mundo”.
“Existen en la Argentina pocas instituciones donde se trabaje de manera sistemática la problemática del Paraguay a
partir de una perspectiva democrática,
regional y comprometida como la de
la UNGS. Es prioritario contar con este
espacio: nos habla de una universidad
emepñada en apostar a determinadas
prácticas relacionadas con el debate y
análisis. Como dijo Rocco, estamos ante
un caso de estudio muy potente para
analizar”, expresó Escobar al finalizar
el encuentro.
Libros, revistas y otros papeles
Planes para 2016
Desafíos editoriales
Foto: Ediciones UNGS
E
l año que comienza se anuncia
como un año de grandes desafíos
para Ediciones UNGS. El proceso de
profesionalización iniciado a fin de
2015 a partir del convenio firmado con
el Programa de Calidad de la Secretaría
de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación viene
permitiendo desplegar un conjunto
de tareas vinculadas a los procesos de
preedición, edición y postedición, así
como el trabajo articulado con otras
editoriales universitarias para proyectos específicos y con el conjunto de la
red de editoriales de las universidades
nacionales del país, REUN.
En el mismo contexto, hemos tenido
y proyectamos seguir teniendo en año
que se inicia un fuerte despliegue de
las actividades de la librería de la Universidad, en permanente crecimiento
y con una cada vez mayor llegada a la
comunidad académica y a la sociedad
en general. La librería de la UNGS se
caracteriza por el cuidado del material
del que dispone y por sus permanentes
innovaciones, entre las que próximamente se incorporará la del servicio
de librería digital. En ese sentido, son
cada vez más los proveedores de muy
buenos fondos editoriales que visten sus
estanterías y responden a los pedidos de
los usuarios.
Para todo esto ha sido fundamental
el refuerzo de los equipos de la editorial
y de la librería, que durante 2015 se vieron beneficiadas por la incorporación de
personal de las áreas de administración,
diseño y edición, y que de la mano de
esas incorporaciones pueden planificar
un 2016 que será también de crecimiento y expansión. El catálogo de Ediciones
UNGS, de unos 400 títulos a la fecha,
se incrementará durante los próximos
meses en no menos de cuarenta, que
alimentarán las diferentes colecciones
existentes y darán lugar también a
algunas nuevas, en las que ya están
trabajando los equipos de investigación
y docencia de la Universidad.
Durante la Feria del Libro de Buenos
Aires 2016, Ediciones UNGS contará,
por quinto año consecutivo, con un
stand propio: será el 536 del Pabellón
Azul. Además, participará, como siempre, del stand colectivo del conjunto
de las editoriales de las universidades
nacionales del país, que esta vez será el
1505, frente a la entrada del Pabellón
Amarillo. El año pasado fue de fortísimo
incremento de las ventas de los libros
de Ediciones UNGS en la librería de la
Universidad, en el local de la Librería
Universitaria Argentina ubicado en el
centro de la ciudad de Buenos Aires, y
en muchas librerías del país.
A ello hay que agregar las ventas
institucionales al Ministerio de Educación de la Nación y a la Comisión
Nacional de Bibliotecas Populares, cuyo
incremento a lo largo de los últimos
años revela la consolidación de la propuesta editorial de la Universidad, que
esperamos reafirmar en el momento sin
duda desafiante que representa el inicio
de este nuevo año. Ediciones UNGS ha
encontrado un lugar de importancia en
el ecosistema del libro, en el que la Universidad cumple lo que consideramos
una de sus obligaciones fundamentales
como institución pública de investigación y de enseñanza: contribuir al
desarrollo y al enriquecimiento de los
grandes debates colectivos. En eso nos
seguiremos empeñando.
Darío Stukalsky
Noticias UNGS / Marzo
25
Libros
En esta sección de Noticias UNGS destinada a reseñar las novedades bibliográficas aparecidas bajo el sello editorial de la
Universidad se da comentario esta vez a cuatro obras diferentes, expresivas de las distintas preocupaciones que animan
a los equipos de la casa dentro del campo amplio y variado de las ciencias sociales. En esta página se presentan sendos
trabajos de sistematización de la producción desarrollada en el marco de la Maestría en Economía Social y de análisis
de las transformaciones en las relaciones laborales en el país. En la siguiente se da cuenta de la aparición de un nuevo
libro de una colección destinada a pensar los desafíos de la democracia en nuestros países y de los resultados de una
importante investigación desarrollada por un egresado de la Universidad.
Economía social y solidaria
El mundo del trabajo
Diez años de producción de conocimiento sobre la economía social y
solidaria. Las tesis de la Maestría en
Economía Social.
José Luis Coraggio y María Victoria
Deux Marzi. Ediciones UNGS. Colección Lecturas de economía social. Los
Polvorines, 2015.
Recomposición del capital y respuestas sindicales en Argentina.
¿Hacia nuevas relaciones laborales?
Marcelo Delfini y Juan Montes Cató
(compiladores). Ediciones UNGS. Colección Política, políticas y sociedad.
Los Polvorines, 2015.
J
osé Luis Coraggio y María Victoria Deux Marzi analizan
en este trabajo el cuerpo de las tesis producidas en la
Maestría en Economía Social de la UNGS y defendidas entre
2006 y 2013 agrupándolas según aborden el trabajo y sus
condiciones en la Economía Social y Solidaria, lo urbano,
el territorio y el desarrollo, el diálogo con otros campos de
conocimiento, las finanzas sociales, los procesos educativos
y las políticas públicas. Los autores describen cada tesis, la
examinan pormenorizadamente, valoran su aporte al campo de la Economía Social y Solidaria y concluyen con una
propuesta crítica de agenda de investigación.
Un trabajo de este tipo era necesario y esperado, tanto
por quienes hacen de la Economía Social y Solidaria su tema
de estudio principal como por quienes tienen un contacto
colateral con el tema. En el cuerpo bibliográfico que los
autores revisan se expone una porción representativa de
lo que se ha escrito y publicado sobre la Economía Social
y Solidaria en los últimos años, porque en gran medida las
tesis presentadas tocan todos los temas que la ESS reclama
como propios (microfinanzas, economías plurales, educación, capacitación, trabajo, teorías sustantivas), a la vez que
se hace un balance respecto a los espacios donde deberían
concentrarse los trabajos futuros. En un campo teórico que
se caracteriza por su dispersión, la Maestría en Economía
Social es un espacio central de producción teórica que reúne
buena parte de la producción escrita sobre la cuestión. De
ahí la importancia de un relevamiento de lo producido en el
seno de este espacio educativo. De esta forma, este libro pone
a dialogar entre sí toda la amplia producción de un espacio
de tanta relevancia: nada menos que 37 tesis de maestría.
Por todas estas razones, este libro es una referencia
ineludible para quienes desarrollan estudios y para quienes
buscan materiales de lectura en el área, porque presenta los
temas que se han trabajado y los espacios que es necesarios
llenar con nueva producción de conocimiento. Pero, además
de presentarse como una muestra representativa de la actualidad del campo de la Economía Social y Solidaria, es también
una herramienta necesaria para quienes trabajan sobre los
temas de este campo teórico en cuanto campo de producción
de conocimiento. Para ellos el libro ofrece representatividad
de los diálogos y debates del espacio intelectual.
Hugo Rodrigo Serra
26
Noticias UNGS / Marzo
E
l proceso iniciado en 2003 con la llegada al gobierno de
Néstor Kirchner y el conjunto de transformaciones operadas
en los planos económico, político y social abrieron en el ámbito
académico y en el de la política el debate sobre la profundidad,
orientación y extensión de esos cambios. Para indagar sobre las
relaciones laborales este libro se plantea de manera sugerente sí
esas transformaciones han conducido hacia nuevas formas de
vinculación que permitan enunciar la idea de un nuevo modelo
de relaciones del trabajo. Las reflexiones que presentan los
artículos que componen este volumen compilado por Marcelo
Delfini y Juan Montes Cató invitan a la complejización de la
temática evitando proposiciones simplistas y lineales.
El punto de partida es el contexto sobre el cual se han desarrollado las relaciones capital-trabajo durante los últimos
años; para ello se presentan dos capítulos que analizan el
desenvolvimiento económico, sus continuidades y rupturas
con el modelo neoliberal, el grado de concentración y sus
efectos sobre el mercado de trabajo. A continuación, los
trabajos abordan el derrotero seguido por la negociación
colectiva, el contenido de la misma y las relaciones laborales que la sustentan. Se trata de observar en qué medida
se abandonan las lógicas de negociación de los años 90 y
si su contenido se ha transformado de manera decisiva. La
tercera parte del libro contiene una variedad analítica en
torno a la acción colectiva de los trabajadores y, vinculado a
ello, muestra los rasgos característicos de la representación
sindical y la conflictividad laboral desarrollada tanto a nivel
de las empresa como a nivel sectorial.
Una de las principales fortalezas del libro es que expresa
la diversidad de miradas sobre la problemática, invitando
al lector a reflexionar sobre los procesos que se sostuvieron
durante doce años de continuidad institucional y política sin
perder una estructura integrada y coherente. En definitiva,
se trata de un obra que invita a conocer en profundidad la
dinámica adoptada por las relaciones del trabajo, provee de
elementos para comprender sus avances, limites y contradicciones, alienta al lector a hacer su propio balance, abre
nuevos interrogantes y propone claves para reflexionar
sobre el pasado pero también sobre los debates y desafíos
futuros en este campo de investigación clave para comprender la vida política de nuestro país.
Arturo Fernández
Los nombres de una época
La libertad de los pueblos
Gramáticas plebeyas.
Populismo, democracia y nuevas
izquierdas en América Latina.
Claudio Véliz y Ariana Reano
(compiladores). Ediciones UNGS
y UNDAV. Colección Gramáticas
plebeyas. Buenos Aires, 2015.
El peronismo republicano.
John William Cooke en el Parlamento Nacional.
Cristian Leonardo Gaude. Ediciones UNGS. Colección Política,
políticas y sociedad. Los Polvorines, 2015.
S
P
i toda época de fuertes transformaciones trae consigo
la necesidad de renovar los nombres con que pensamos la política, estamos frente a un libro imprescindible. Gramáticas plebeyas es un denodado esfuerzo por
nombrar esto que ha estado sucediendo en Argentina y
en América Latina en los últimos diez o quince años. Su
primer mérito es no buscar esos nombres desde fuera
y desinteresadamente, sino con una admitida vocación
partisana. Hay allí toda una sugerencia de fondo acerca
de las tareas contemporáneas del intelectual: bajo el iluminador influjo de Ernesto Laclau, aparece la necesidad
de pensar la reflexión como una forma de participación
en un momento político.
Este trabajo colectivo (quizá otra de las coordenadas
de las tareas intelectuales
de nuestra época) cuenta
con ocho lúcidas participaciones (siete artículos y
una precisa introducción
de Gabriel Vommaro) que
buscan desentrañar los misterios de términos clave del
presente como populismo,
democracia e izquierda. Sólo
para señalar una vía posible
de lectura del libro (entre
muchas otras), diríamos que
en todos los artículos pueden
Ernesto Laclau
reconocerse dos grandes
preocupaciones.
La primera, donde podemos destacar los esfuerzos de
Eduardo Rinesi, Sebastián Barros, Claudio Véliz y Roberto
Follari, es la de no leer la época con lentes moralizantes.
Esto implica comprender los dilemas de estos tiempos
aceptando –con gusto, diríamos– sus impurezas, excesos y
complejidades (y aquí la elogiada vaguedad del concepto
de populismo que atraviesa el libro es crucial). Se trata
entonces de no caracterizar estos tiempos por su aproximación o distancia respecto de pretensiones teóricas que
los anteceden, sino de partir de su riqueza y densidad
para pensar allí de qué modos anida en estos procesos
políticos una pulsión emancipatoria quizá inédita en la
historia latinoamericana.
La segunda preocupación, en la que sobresalen los
textos de Ariana Reano, Pierre Ostiguy y Carlos Vilas,
remite a una dimensión más estrictamente conceptual:
todos ellos nos invitan a pensar las categorías que nuestros
procesos políticos reclaman. Es el momento de presencia
más efectiva de los rastros de la teoría de Laclau, pero también de los grandes debates teóricos latinoamericanos de
las últimas décadas y, detrás de todos ellos, de la siempre
requerida figura de Antonio Gramsci. Así, la hegemonía,
la democracia, el socialismo y el populismo son revisados
y recuperados para orientar su potencia hacia las necesidades de nuestra actualidad.
or muchos motivos, la historia ha tensado hasta lo
irreconciliable la relación entre republicanismo y
peronismo. Los usos político mediáticos de una alquimia
imposible no se aleja mucho de una historiografía que
tampoco se ha preocupado por explorar el encuentro
entre las experiencias populares y las formas institucionales, donde se define de manera viva nuestro lenguaje
político moderno, de la libertad, la igualdad, la soberanía,
la emancipación y la justicia.
El libro de Cristian Gaude reúne con claridad excepcional la singularidad de un nombre propio, la densidad
de la experiencia histórica del peronismo y la teoría política republicana contemporánea para guiarnos por un
argumento, de cuño maquiaveliano, que es tan sencillo
como contundente: en la república popular los conflictos
sociales –tumultos entre humores contrapuestos en una
sociedad cuya dinámica política piensa las instituciones
como dispositivos de exclusión y dominación de los
sectores populares– se vuelven el motor de una nueva
relación entre el Estado y las masas olvidadas, signado
por el encuentro entre una idea de soberanía nacional
anti-imperialista y una democracia de los muchos cuya
vitalidad surge de la irrupción de las fuerzas populares
en la escena política argentina. Este original estudio recurre a los discursos de Cooke en el parlamento, en cuya
cortante potencia explora Gaude el ideario de un republicanismo que lleva el conflicto a lo que fuera el living de
los dueños del país para exponerlos y quitar de un golpe
la máscara liberal de la dependencia y la subordinación.
La cuestión de la libertad,
baluarte de una tradición
que ha despreciado a las
mayorías, se convierte en
una clave de este estudio,
no para azuzarla con la idea
de igualdad social –como si
ésta fuese su contrincante–,
sino recuperándola como
no-dominación, como libertad de los pueblos, como
igual-libertad que requiere
y reclama al Estado como
instrumento legítimo para
John William Cooke
intervenir sobre los poderes
de facto que detentan las
élites, y que, en nuestra vida nacional, define también
las características de los liderazgos políticos populares.
Valgan estas pocas palabras como bienvenida a un
libro cuya claridad y simpleza conviven con las complejas
y múltiples dimensiones abordadas. En esta justa y lúcida
intervención, fundamental en nuestra coyuntura histórica
presente, se juega el lenguaje político de una experiencia argentina y latinoamericana que aún es única en su
capacidad para iluminar un horizonte de emancipación
popular.
Martín Cortés
Sebastián Torres
Noticias UNGS / Marzo
27
Carreras de
posgrado
Doctorado y Maestría en Ciencias Sociales
(UNGS-IDES)
Categorización CONEAU “B”
Doctorado y Maestría en Estudios Urbanos
Doctorado: dictamen CONEAU Sesión Nº 368 (17-12-12)
Maestría: reconocimiento oficial provisorio Res. (ME) Nº 491/15
Doctorado en Ciencia y Tecnología
Categorización CONEAU “B”
Maestría en Economía Social
Categorización CONEAU “A”
Maestría en Economía y Desarrollo Industrial con
Mención en PYMES (UNGS-UNMdP)
Categorización CONEAU “A”
Maestría en Historia Contemporánea
Reconocimiento oficial provisorio Res. (ME) Nº 142/11
Maestría en Gestión de la Ciencia, la Tecnología y
la Innovación (UNGS-IDES-REDES)
Categorización CONEAU “B”
Maestría en Estudios Organizacionales
Reconocimiento oficial provisorio Res. (ME) Nº 1467/15
Maestría en Interculturalidad y Comunicación
Dictamen CONEAU Sesión Nº 432 (16-11-2015) para
reconocimiento oficial provisorio.
Especialización en Filosofía Política
Categorización CONEAU “B”
Especialización en Didáctica de las Ciencias con
Orientación en Matemática, Física o Química
Juan M. Gutiérrez 1150,
Los Polvorines, Bs. As., Arg.
[email protected]
(54 11) 4469-7623
www.ungs.edu.ar
Reconocimiento oficial provisorio Res. (ME) Nº 1929/11
Especialización en Prácticas Sociales
de Lectura y Escritura
Categorización CONEAU “C”
Especialización en Política y Gestión
de la Escuela Secundaria
Dictamen CONEAU Sesión Nº410 (03-11-2014) para reconocimiento oficial provisorio.
Especialización en Política y Gestión Universitaria
Reconocimiento oficial provisorio Res. (ME) Nº 1436/15
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