Rimas y Juegos de Dedos Su significado para el desarrollo integral infantil porTamara Chubarovsky, Villanueva de la Vera, octubre 2012 Las rimas y los juegos infantiles son y siempre fueron una fuente de alegría, diversión y encuentro entre adultos y niños. Lo que nuestros ancestros sabían intuitivamente y lo que Rudolf Steiner a través de sus investigaciones científico‐espirituales descubrió, hoy se ve constatado por las más modernas corrientes de la neurología: Las rimas y los juegos infantiles de movimiento promueven el desarrollo físico y sensorial, el lenguaje y la comunicación, la capacidad de atención, concentración, memoria, imitación. En definitiva, promueven aquellas facultades imprescindibles para el aprendizaje cognitivo y para el despliegue de la vida afectiva. Ya cada vez son más los autores (Ayres, Goddard, Audry Mac Allen, Bein‐Wierbinski etc.) que verifican que para garantizar un adecuado desarrollo emocional y éxito en el aprendizaje académico es fundamental haber adquirido una serie de patrones de movimientos maduros. Esto significa: reflejos primarios inhibidos, lateralización correcta, buena integración sensorial, coordinación visomotora. Sabemos además que a esto hay que añadirle aspectos lingüísticos, como diferenciación auditiva, lenguaje claro y rico… lo que no resta importancia al desarrollo del movimiento, ya que éste es la base del desarrollo del lenguaje, que es en primera instancia, motricidad de los órganos de fonación. Si a las enormes virtudes del control del movimiento sumamos las virtudes de un lenguaje correcto en el más amplio sentido de la palabra, entonces vemos que las rimas y canciones con movimiento, ya sea de juegos de dedos o de todo el cuerpo, constituyen una verdadera joya y un regalo para el desarrollo infantil, ya que además de “estimular” lenguaje y movimiento, por su carácter lúdico, alegre y rítmico‐sonoro, respetan la integridad del niño: no aceleran el proceso intelectual, le permiten ser niño, divertirse, jugar… Sería prematuro hacer “gimnasia” con niños de preescolar, así como lo sería hacer “logopedia” desde la mecánica fonética. Para los niños, movimiento y lenguaje son una unidad inseparable. El lenguaje alegre y rítmico es el que impulsa el movimiento adecuado, así como el movimiento preciso y controlado impulsa la correcta fonación de los sonidos. Las rimas de la serie de tres DVD “Rimas para una infancia sana” mantienen esta unidad entre imagen, gesto y sonido. Esta concordancia entre lenguaje, contenido movimiento, sentimiento, pensamiento y acción, ofrece además al niño sentido de unidad, seguridad, confianza, paz. Rudolf Steiner explicaba cómo los juegos de dedos y otras tareas que fomentan su destreza impulsan el desarrollo del cerebro y más tarde, la capacidad de pensar. El neurólogo profesor de la Universidad de Helsinski, Matti Bergstrom lo define de esta manera: “El cerebro descubre lo que los dedos exploran. Si no usamos nuestros dedos, si durante la infancia nos convertimos en ‘ciegos de los dedos’, la rica red de nervios empobrece, lo que representa una pérdida enorme para el cerebro y merma el desarrollo global del individuo. Si descuidamos el desarrollo y la educación de los dedos de nuestros niños y la capacidad formadora creativa de los músculos de las manos, lo que descuidamos es el desarrollo de su comprensión de la unidad de las cosas, mermamos sus capacidades creativas y éticas. Los que crearon nuestras viejas tradiciones siempre comprendieron esto. Pero hoy, la civilización occidental, obsesionada por la información que supervalora la ciencia e infravalora lo que verdaderamente tiene valor, lo ha olvidado todo. Sufrimos un ‘daño de valores’.” tamarachu@yahoo www.tamarachubarovsky.com El pedagogo Christopher Clouder, lo expresa así: “El desarrollo de las habilidades de coordinación matemática surge de las habilidades prácticas de coordinación motora, así como la habilidad verbal surge de recitar poemas rítmicos, elegidos cuidadosamente por su contenido lingüístico, lo que refuerza los sonidos y especialmente el reconocimiento de las sílabas, una importante condición previa”. Respecto a la “adecuada elección” de las rimas dice Rudolf Steiner: “Tratándose de la infancia más temprana, es importante darse cuenta del valor de las canciones infantiles como medio educativo. Estas han de causar una impresión agradable y rítmica en los sentidos. Se debe valorar más la belleza del sonido que su significado. Cuanto más viva la impresión auditiva, mejor. Los movimientos que danzan al ritmo de la palabra o la música, ejercen una influencia poderosa en el desarrollo de los órganos físicos y esto tampoco se debe subestimar.” En los niños pequeños el movimiento y el sonido interactúan constantemente. La neurología y la neurolingüística actuales han descubierto que los niños que no pueden realizar ciertos movimientos, tampoco pueden producir ciertos sonidos; corroboran así la relación entre desarrollo del movimiento y desarrollo del lenguaje de la que ya hablaba Rudolf Steiner hace casi 100 años. “La logopedia de la primera infancia es la motricidad fina, el movimiento ágil y coordinado de los dedos. El movimiento de dedos ayuda a adquirir una correcta articulación y a su vez, una articulación buena y clara promueve un pensamiento claro”. Sally Goddard describe cómo en los bebés existe un movimiento reflejo de mano y boca, el reflejo palmar, similar al de los cachorros de gato al mamar. Este reflejo se inhibe, cuando el niño adquiere el movimiento de pinza, el diferenciado e independiente movimiento de cada dedo. Si este reflejo permanece, se verá afectada tanto la motricidad como la articulación, que serán deficientes. Habrá un déficit en la movilidad y el tono muscular de los labios. Por otro lado, por Rudolf Steiner sabemos que el movimiento consciente de la punta de los dedos ayuda a formar los sonidos labiales (M, B, P), sonidos que a su vez ayudan a controlar el cierre de la boca, fundamental para la percepción de uno mismo, para una buena articulación y una saludable respiración nasal. Rudolf Steiner va más allá: sabemos por sus investigaciones que la correcta pronunciación de los sonidos permite que éstos ejerzan sus sanas influencias sobre el organismo. Los sonidos son vibración. Si el fonema (K, L, R) suena acorde a su cualidad, es decir, la L con su carácter fluido, la R móvil y dinámica, la K, consistente y cortante, entonces estos sonidos vibran adecuadamente. Si la vibración es adecuada, pueden ejercer su sana influencia sobre los órganos y especialmente sobre el cerebro, ayudándolo a configurarse, estructurarse, crear conexiones neuronales y estimular los centros de lenguaje. En resumidas cuentas, facilitar las actividades musicales (1) y de movimiento durante los años preescolares del niño, pondrá los fundamentos de un desarrollo sano, que tendrá ramificaciones en todos los ámbitos de su vida. Artículo escrito para la Revista “El Puente”, de Buenos Aires, Número de Diciembre 2012 1 En las Rimas se resalta el elemento musical del lenguaje: el ritmo, melodía de la frase y sonoridad de los fonemas, por eso los niños las perciben también como música y te dicen “cántalas otra vez”.