131 ROSA LUNA VS REPÚBLICA DE AZAR ROL: COMISIÓN 131 ÍNDICE I. Contexto Histórico y Hechos del Caso. 1 II. Admisibilidad de la Petición. 7 III. Competencia de la Corte para Conocer del Caso. 8 IV. Procedimiento ante la Comisión 8 V. Violación a la Integridad Personal de Rosa Luna 9 VI. Obligación de Azar de respetar las Garantías Fundamentales 13 VII. Violación de las Garantías Judiciales y la Protección Judicial en contra de Rosa Luna durante el Proceso Penal tramitado en su contra 15 VIII. Violación a la Integridad Personal de Rosa Luna so pretexto de la existencia del “Memorando Confidencial”. IX. 18 Obligación de Azar de adecuar su legislación Interna conforme a Convenios Internacionales. 23 X. Responsabilidad Internacional de Azar. 25 XI. Petitorio 26 XII. Bibliografía 27 131 BIBLIOGRAFIA • García Ramírez Sergio, “Los Derechos Humanos y la Jurisdicción Interamericana”, Universidad Autónoma de México, México. • Ortiz Ahlf, Loretta “Derecho Internacional Púbico, 2da Edición, Oxford (Ed), 1998. • Pisciotti Cubillos Doménico, Tésis de Grado, “Los derechos de tercera generacion, los intereses difusos o colectivos y sus modos de protección”, Facultad de Derecho, Universidad Externado de Colombia • Seara Vázquez Modesto, “Derecho Internacional Público”, Porrúa (Ed), México 2000 • Vallarta Plata José Guillermo, “La Corte Interamericana de Justicia y los Derechos Humanos en México”, Ed. Porrúa, México 2003. DOCUMENTOS DE SISTEMA INTERAMERICANO • Convención Americana de Derechos Humanos Pacto San José • Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura • Convención Interamericana para Prevenir Sancionar y Erradicar la violencia contra la Mujer “Convención Belem Do Pará” • Convención Interamericana contra la Corrupción • Reglamento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos • Reglamento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos • Estatuto de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos • Estatuto de la Corte Interamericana de Derechos Humanos 131 SENTENCIAS • Caso Neira Alegría y otros, Sentencia del 19 de enero de 1995, Serie C No 20. • Caso El Amparo, Sentencia del 18 de enero de 1995, Voto Disidente del Juez A.A Cancado Trindade • Caso Velásquez Rodríguez, Sentencia del 29 de Julio de 1988, Serie C No.4. • Caso de Irlanda Vs. El Reino Unido, Sentencia de Enero 18, 1978., Series A No.25, Párrafo 167. • Caso Caesar vs Trinidad y Tobago Sentencia de 11 de Marzo de 2005, párrafo 50-J • Caso Paniagua Morales y otros. Sentencia del 8 de marzo de 1998. Serie C, Núm. 37, Párrafo 173. OPINIONES CONSULTIVAS • Opinión Consultiva, O.C.-8/87 El Hábeas Corpus bajo Suspensión de Garantías, del 30 de enero de 1987. • Opinión Consultiva, O.C.-6/86 La Expresión “Leyes” en el artículo 30 de la CADH, del 9 de mayo de 1986. • Opinión Consultiva OC-14/94”Responsabilidad internacional por expedición y aplicación de leyes violatorias de la CADH (art. 1 y 2 de la CADH)” del 16 de diciembre de 1994. Serie A, Núm. 14. • Opinión consultiva OC-9/87 “Garantías Judiciales en Estado de Emergencia”, del 6 de octubre de 1987. Otros Documentos • Caso Godínez Cruz, Excepciones preliminares, sentencia del 26 de junio de 1987 párrafo 90. 131 • Cancado Trindade, Revista do Instituto Brasileiro de Dereitos Humanos, Fortaleza, Brasil, año 2, Núm. 2, 2001. • Caso de Irlanda Vs. El Reino Unido, Sentencia de Enero 18, 1978, Series A No. 25, párrafo 167 • www.corteidh.or.cr 131 I.- CONTEXTO HISTÓRICO Y HECHOS DEL CASO 1. La República de Azar (en adelante Azar) un país de tradición jurídica-civilista adoptó como forma de gobierno el sistema democrático en 1993. Se realizaron reformas a la Constitución y se le otorga el mismo rango constitucional a los acuerdos y tratados internacionales de derechos humanos. Azar se incorpora como miembro de la Organización de Estados Americanos y de las Naciones Unidas. En 1995 Azar ratificó la Convención Americana sobre Derechos Humanos Pacto de San José (en adelante CADH) y aceptó la jurisdicción obligatoria de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante la Corte), ratificó la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, así como diversos instrumentos que pugnan por la protección de los Derechos Humanos. 2. En 1950 Raúl Luna fundó el grupo denominado “UNO” la Unión Nacional Organizada. A partir del año 2003 la organización inició con métodos de intervención directa por todo el territorio de Azar. La familia Luna y los habitantes de la región rechazan completamente las actividades de la organización. 3. Se detuvieron a dos miembros de la Organización y uno de ellos, Josué Guevara implicó y señaló a Rosa Luna catedrática de la Universidad Católica de Azar, y sobrina de Raúl Luna, como una de las personas involucradas en el Grupo UNO. 4. El viernes 13 de junio del 2003 a las 5.30 hrs. de la tarde, Rosa Luna fue detenida y se le hizo de su conocimiento que se le imputaba su participación en el delito de terrorismo en calidad de co-autora, concretamente el apoyo financiero con una suma de 200 dólares americanos a la “Fundación por los Pobres”, organización que canalizaba ilegalmente fondos a favor del Grupo UNO, así como también la participación como cómplice de tentativa de robo contra un almacén de Nueva Armenia. Rosa Luna fue trasladada al Centro Femenino de Detención. 1 131 5. El primer fin de semana que estuvo Rosa Luna en el Centro Femenino de Detención, estuvo recluida sola en una celda fría, húmeda, con muy poca iluminación y sin acceso a un baño. No se le permitió el contacto con ninguna otra persona del Centro con excepción de los carceleros, quienes no le daban la oportunidad de utilizar un baño a pesar de que en reiteradas ocasiones Rosa Luna lo solicitó. El sábado de ese fin de semana, no pudo recibir ninguna visita ya que según las autoridades eso no era posible en tanto no se terminara el periodo inicial de interrogatorio. Rosa Luna amaneció el día sábado con su periodo menstrual, y solicitó a los guardias toallas higiénicas, pero le dijeron que no era posible proporcionárselas si no hasta el día lunes, razón por la cual Rosa Luna pasó el fin de semana en condiciones antihigiénicas. 6. El lunes 16 de de junio Rosa Luna fue llevada a la enfermería donde un médico hizo constar su estado de salud en el momento que ingresó al Centro, asimismo se entrevistó con el psicólogo Luciano Duche, haciéndole saber su temor a la violencia, suciedad y enfermedades que podría contraer durante su estancia en la prisión, ese mismo día se le suministraron 2 toallas higiénicas y ropa limpia. Rosa Luna pudo ver a su abogada durante 15 minutos, y a su compañero Juan Sol se le negó la autorización. 7. La tarde del 16 de junio, Rosa Luna fue interrogada por tres hombres quienes la cuestionaron en una sala con poca iluminación sobre sus supuestas actividades dentro del Grupo UNO. Se contó con la presencia de un psiquiatra, el Dr. Líbero Carnelluti, fue un interrogatorio de 12 horas dentro las cuales únicamente tuvo a su disposición agua y té con azúcar, así como el uso del baño en dos ocasiones exclusivamente. Una vez concluido el interrogatorio, no se le facilitó ningún tipo de alimento, toallas higiénicas o acceso a una ducha. Entre el martes 17 y el 20 de Junio Rosa Luna fue sometida a interrogatorios de 14 horas por día, conducidos por los sargentos Fortunato y los coroneles Lino Lona y José Jundia. El viernes 20 de junio, Rosa Luna se entrevistó con su abogada por tan sólo 15 minutos de nueva cuenta. 2 131 8. A partir del viernes 20 de junio, Rosa Luna fue sometida a un nuevo método de interrogatorio impuesto por el sargento Jorge Fortunato, el cual consistía en el sometimiento a tratos inhumanos como mantener a Rosa Luna con los brazos en alto por periodos de 40 minutos, durante 5 ocasiones en ese día, durante un lapso de 4 horas continuas. Rosa Luna únicamente tuvo un desayuno diario durante la semana del lunes 16 al viernes 20 de junio, no contó con toallas higiénicas y no pudo bañarse. No fue hasta el sábado 21 de junio cuando Rosa Luna pudo bañarse y obtener un paquete de toallas higiénicas, desayunó por primera vez en el comedor común, y pudo salir al patio del centro de detención. Ese mismo sábado continuaron los interrogatorios, los malos tratos empeoraron y en esta ocasión se le gritaron obscenidades, y fue expuesta a grabaciones de personas gritando de dolor además de recibir amenazas. 9. El domingo 22 de Junio el sargento Fortunato regresó al método inicial de interrogatorio en una sala con poca iluminación. 10. Pese a que Juan Sol, visitó casi diariamente el Centro de Detención, desde el arresto de Rosa Luna, fue el 23 de junio de año 2003, cuando se le autorizó visitarla por media hora en una sala común. Ese mismo día, María Chumbipa, abogada de Rosa Luna, fue autorizada para mantener con ella una entrevista de dos horas. Asimismo, los interrogatorios cesaron; sin embargo, Rosa Luna permaneció detenida, sometida a un proceso por su supuesta vinculación con el grupo terrorista UNO. 11. El 26 de junio de 2003, Rosa Luna fue citada por primera vez a declarar ante el juez a cargo del proceso y sobreseída por causal de insuficiencia de pruebas y puesta en libertad inmediatamente el 28 de julio de 2003. 12. Actualmente, Rosa Luna padece graves problemas de columna causados por la tensión generada durante los interrogatorios y por su permanente estado de alerta que se agudizó ante tal situación. Su carácter también sufrió cambios considerables, es una persona pesimista y fatalista; 3 131 le es muy difícil concentrarse y leer. De igual manera el encarcelamiento repercutió en su relación afectiva y sexual con su pareja. Rosa Luna dice que ya no confía en nadie, no puede relajarse, y se siente culpable por lo que dijo en los interrogatorios. 13. Una vez puesta en libertad, Rosa Luna inició una acción legal contra los responsables de los tormentos y humillaciones que padeció durante su detención. 14. El 25 de mayo del 2004, Rosa Luna efectuó una denuncia penal ante la Fiscalía de Azar, alegando que había sufrido torturas en virtud de las acciones del sargento Jorge Fortunato, los coroneles José Jundia y Lino Lona, el Psicólogo Luciano Duche, el médico Psiquiatra Líbero Carnellutti, el Ministro del interior, la Ministra de defensa, el Ministro de Justicia y el asesor honorario de dicho Ministerio y el Profesor de la Universidad Privada de Azar, Dr. Gabriel Guerra. Delitos previstos por el Código Penal de Azar y tipificados bajo el Título II “Delitos contra la libertad”, en el capítulo I “Delitos contra la libertad individual” así como como “Delitos contra las personas”, capítulo II “Delitos de lesiones”. 15. Rosa Luna argumentó que había sido sometida a condiciones inhumanas de detención en razón de la falta de alimentos, de luz y las restricciones al uso de los sanitarios. Denunció haber sido sometida a humillaciones faltando a su condición de mujer. Alegó que todas estas acciones le causaron dolor extremo y le ocasionaron lesiones físicas y psicológicas de carácter irreversible. 16. Se inició un proceso penal para investigar los hechos denunciados. Se determinó que los interrogatorios se realizaron conforme al “memorando confidencial” elaborado por el Profesor Guerra encomendado por el Ministerio del Interior y aprobado por la Ministra de Defensa y el Ministro de Justicia. 17. El memorando contenía lineamientos para la conducción de interrogatorios en los casos en que estuviera en juego la seguridad nacional. En sus fundamentos establecía que su objetivo 4 131 era adecuar los interrogatorios a las obligaciones internacionales del Estado y a las que surgen del derecho penal internacional. En la Sección “Técnicas Admitidas” el memorando contenía lo siguiente entre otras cosas: “ Los detenidos podrán ser interrogados por hasta 20 horas seguidas al día; los detenidos podrán ser interrogados sentados, parados con los brazos en alto o acostados…; los detenidos podrán ser mantenidos en celdas individuales o colectivas; las celdas podrán mantener luz artificial durante todo el día. Adicionalmente en la Sección “Control de Interrogatorios”, el memorando reglamentaba. 18. Una vez concluida la investigación, el sargento Fortunato, los coroneles Lona y Jundia, el Ministro del Interior, la Ministra de Defensa y el Ministro de Justicia fueron acusados por la Fiscalía por su participación en el delito de tormentos en calidad de autores mediatos e inmediatos, considerando para su proceder, las pruebas presentadas al Ministerio Público, las cuales constaban en los informes proporcionados por los médicos allegados a Rosa Luna. Sin embargo, la fiscalía consideró que no era posible vincular penalmente al Profesor Guerra, por una parte, por no ser funcionario público; por lo que no revestía la calidad de autor del delito, y por otra porque; al no pertenecer a la Estructura del Estado, la elaboración del memorando solicitado por una autoridad ministerial no lo convertía ni en cómplice ni en instigador del delito de tormentos. Respecto del Lic. Duche y el Dr. Carnellutti, la Fiscalía estimó que, en su condición de Psicólogo y Psiquiatra respectivamente, sus aportes no habían sido determinantes para la comisión del delito de tormentos. 19. El 2 de junio del 2006, la jueza de primera instancia, la Dra. Gelman, dictó sentencia en el caso condenando al sargento Fortunato a la pena de 4 años de prisión por considerarlo autor del delito de tormentos, consecuencia del sometimiento de la Sra. Luna a posiciones que le 5 131 provocaron dolor, sumado a las secuelas físicas y psicológicas ocasionadas, configurando el delito previsto y reprimido en el art. 100 del código penal de Azar. 20. Respecto de la acusación contra los coroneles Jundia y Lona, el Ministro del Interior, la Ministra de Defensa y el Ministro de Justicia, la Jueza interpretó que “el delito de tormentos era un delito de mano propia que para su consumación requería la intervención directa del autor”; argumentos que tomó para la absolución de dichos funcionarios públicos aunque proclamó la falta de un tipo penal específico que permitiera cumplir cabalmente con las obligaciones internacionales del Estado. 21. El Sargento Fortunato y la Fiscalía objetaron la condena mediante recurso de apelación, por lo que la Cámara Penal, confirmó la condena recaída sobre el sargento Fortunato y a su vez condenó a 4 años 1 mes de prisión a los coroneles Jundia y Lona, responsabilizándolos por su participación directa en la supervisión de los hechos calificados como tormentos. 22. El 18 de septiembre del 2006 quedó firme la sentencia emitida por la Cámara Penal. 23. El 5 de diciembre de 2006, Rosa Luna presentó su denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante CIDH) en la cual denunció a Azar por las violaciones a los derechos contenidos en los arts 1, 2, 5, 7.3, 8 y 25 de la CADH. Asimismo denunció la violación de los arts. 2, 3 y 6 de la Convención Interamericana para Sancionar y Prevenir la Tortura; los arts. 2, 3 y 7 de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (“ Convención Belem do Pará”) y el art. 1 de la Convención Interamericana contra la Corrupción. 24. La CIDH declaró la admisibilidad del caso respecto de las faltas denunciadas. Y estableció que Azar había violado los artículos referidos previamente (supra párr. 24). El Estado se rehusó a cumplir con las recomendaciones de la CIDH, 6 131 25. Una vez reunidos los tramites requeridos en la CIDH y en el Reglamento de la CIDH, el caso fue sometido a la jurisdicción de la Corte. II. ADMISIBILIDAD DE LA PETICIÓN 26. El presente caso ha sido sometido a la Corte de conformidad al art. 46.1 de la CADH que exige como requisito de admisibilidad que: “se hayan interpuesto y agotado los recursos de jurisdicción interna, conforme a los principios del Derecho Internacional generalmente reconocidos; que sea presentada dentro del plazo de seis meses, a partir de la fecha en que el presunto lesionado en sus derechos haya sido notificado de la decisión definitiva”. Para alegar agotamiento de recursos internos Rosa Luna está en condiciones de probar y demostrar que en el ejercicio de su acción hizo uso de los recursos de apelación ante los Tribunales de Azar lo que significa entonces que se agotaron los recursos procesales que las leyes locales establecen y que son un requisito “sine qua non” para acudir ante esta Corte. 27. Por otro lado, suponiendo sin conceder que Azar opusiera la excepción de no agotamiento de recursos debió promoverla en un momento procesal oportuno, expresamiento que la Corte ha sostenido en otras ocasiones ´´la excepción de no agotamiento de los recursos internos, para ser oportuna, debe plantearse en las primeras etapas del procedimiento, a falta de lo cual podrá presumirse la renuncia tácita a valerse de la misma por parte del Estado interesado” 1 28. Como se ha comentado, de la revisión del caso, queda plenamente demostrado el agotamiento de los recursos internos ante la Fiscalía de Azar (supra párrafo 14). Una vez resuelto en primera instancia se promovió recurso de apelación en contra de la resolución emitida por la Fiscalía (supra párrafo 22). Por lo que queda plenamente demostrado el agotamiento de los recursos internos. 1 Caso Godínez Cruz, Excepciones preliminares, sentencia del 26 de junio de 1987 párr. 90 7 131 29. De tal suerte que ha transcurrido el suficiente tiempo desde que Rosa Luna fue lesionada en sus derechos, fue notificada de la decisión definitiva y la materia de la petición o asunto no se encuentra pendiente de otro procedimiento de arreglo internacional. III. COMPETENCIA DE LA CORTE PARA CONOCER DEL CASO 30. La Corte es competente para conocer del presente caso, en virtud de que Azar ratificó la CADH en 1995, por virtud de la cual se comprometió con fundamento en el art. 1.1 a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción….¨ así mismo el art. 61.2 de la CADH el cual establece que la Corte es competente para conocer de cualquier caso, siendo necesario que sean agotados los procedimientos previstos en los arts. 48 al 50 de la CADH. Estas diligencias se confirmaron con la emisión del informe correspondiente por parte de la CIDH, poniéndolo a disposición del Estado y sin posibilidad de que de común acuerdo se diera solución a la petición del interesado, el caso es sometido a la jurisdicción de la Corte respetando el plazo que prevé el art. 51 de la CADH. IV. PROCEDIMIENTO ANTE LA COMISIÓN 31. Con base en el análisis y en las conclusiones del Informe de la CIDH, ésta recomendó a Azar que: a. Reconozca públicamente su responsabilidad internacional por todas las violaciones a los derechos humanos determinadas por la CIDH en el presente informe y se comprometa a que hechos similares a los del caso no se repitan en el futuro. b. Investigue efectivamente las violaciones de los derechos humanos analizadas en este informe con el fin de identificar, juzgar y sancionar a los responsables. 8 131 c. Repare integralmente a Rosa Luna y a sus familiares tanto por los daños materiales como los daños morales. Dicha reparación debe incluir una indemnización pagada por Azar, que debe ser calculada conforme a los parámetros internacionales, y debe ser por un monto suficiente para resarcir tanto los daños materiales como los daños morales sufridos con ocasión a las violaciones a los derechos humanos a que se refiere dicho informe. El pago de dicha indemnización no estará sujeto a que los familiares de la víctima tengan que interponer ningún recurso o acción prevista en la legislación de Azar. d. Pague a la víctima las costas y gastos razonables en que hayan incurrido en el proceso interno y en el presente procedimiento internacional ante el sistema interamericano de protección de los derechos humanos. A pesar de lo anterior Azar se rehusó a cumplir con las recomendaciones de la CIDH. 32. El caso fue sometido a la Jurisdicción de la Corte, toda vez que a la fecha Azar ha sostenido: “que existían obstáculos legales insalvables que lo obligarían a violar los derechos de los sobreseídos penalmente para cumplir con la decisión del órgano de protección” lo que en opinión de esta CIDH constituyen per se violaciones a lo expresado por la CADH, más aún las obligaciones contraídas a nivel internacional por Azar. V. VIOLACIÓN A LA INTEGRIDAD PERSONAL DE ROSA LUNA 33. No existiendo impedimento procesal alguno, la Corte debe proceder a analizar las cuestiones de fondo que habrán de demostrar que Azar vulneró garantías fundamentales propias de los individuos previstas en los términos que serán expuestos a continuación. 34. La CADH en su art. 5 claramente establece que “toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral así como que nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o 9 131 tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano.” 35. Este derecho tutelado en el artículo referido relativo a la integridad personal, ha sido violentado en múltiples ocasiones pese a ser un derecho fundamental del individuo, la Corte ha sostenido un criterio firme protector de la integridad personal que se ha aunado a la propia doctrina de carácter internacional, “toda persona privada de la libertad tiene derecho a vivir en condiciones de detención compatibles con su dignidad personal y el Estado debe garantizarle el derecho a la vida y a la integridad personal. En consecuencia, el Estado, como responsable de los establecimientos de detención, es el garante de los derechos de los detenidos 2 . 36. Esta CIDH considera que en el caso que nos ocupa Azar ha violentado tal disposición, toda vez que hechos del caso se desprenden dichas violaciones, desde el preciso momento en que se concretó la detención de Rosa Luna. 37. Todas las situaciones a las que fue expuesta Rosa Luna son violatorias del derecho a la integridad personal reconocido en el art. 5 de la CADH (supra párrafos 7 y 8). En primer lugar el hecho del aislamiento y las condiciones descritas que de manera desafortunada padeció Rosa Luna representan un tratamiento cruel e inhumano que lesiona la integridad psíquica y moral de la persona y el derecho de todo detenido a un trato respetuoso de su dignidad. 38. Podemos presumir la existencia de una práctica de tratos crueles, inhumanos y degradantes al caso concreto de Rosa Luna, en total violación al derecho de la Integridad Personal consagrado en la CADH. 39. Quedó plenamente demostrado que durante el tiempo de su aislamiento y prisión sufrió constantes humillaciones y vejaciones (a)Aislamiento en celda reducida sin luz natural, (b)no acceso al sanitario quedando la autorización al arbitrio de los carceleros, (c)restricciones al 2 Caso Neira Alegría y otros, Sentencia del 19 de enero de 1995, Serie C No 20, párrafo 60. 10 131 régimen de visita, (d)no provisión de toallas higiénicas, algodón y papel pese a constantes solicitudes de Rosa Luna, en razón de su periodo menstrual, (e)el pasar un fin de semana completo sin posibilidad de higienizarse, (f)dos entrevistas limitadas con su abogada defensora, (g) interrogatorios en tiempos prolongados hasta por 14 horas, (h)su sometimiento a gritos de dolor, obscenidades, amenazas y posiciones incomodas durante los interrogatorios. Desde que Rosa Luna dejó la cárcel se ha transformado en una persona muy pesimista y fatalista, siente una incapacidad de relacionarse plena y libremente con su marido en su vida afectiva y sexual. Rosa luna dice que ya no puede confiar en nadie, que no puede relajarse, que siente mucha culpa por las cosas que le hicieron decir en los interrogatorios. 40. La mera circunstancia de su detención y el trato inadecuado que recibió Rosa Luna de las autoridades que como se comprobó la sometieron a vejámenes, crueldades y torturas representa la inobservancia, por parte de Azar del deber que le impone el art. 1.1 en relación con los párrafos 1 y 2 del art. 5 de la CADH. “La garantía de la integridad física de toda persona y de que todo aquél que sea privado de su libertad sea tratado con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano, implica la prevención razonable de situaciones virtualmente lesivas de los derechos protegidos.´´ 3 41. Como ha quedado dicho, los tratos inhumanos y las propias torturas de que fue objeto Rosa Luna, no encuadran en un sistema legal democrático que reconoce los tratados y principios internacionales, “en una sociedad democrática los derechos y libertades inherentes a la persona, sus garantías y el Estado de Derecho constituyen una tríada, cada uno de cuyos componentes se define, completa y adquiere sentido en función de los otros. 4 11 3 4 Caso Velásquez Rodríguez, Sentencia del 29 de Julio de 1988, Serie C No.4, párrafos 159, 185 y 187 Opinión Consultiva O.C.-8/87 El hábeas corpus bajo suspensión de garantías, párrafo 26 131 En ese sentido la actuación del Estado y/o sus representantes jamás podrá estar por encima de los principios consagrados en la Declaración de los Derechos y Deberes del Hombre, aún menos en los de la CADH, que en su conjunto, representan una colección de garantías que protege al individuo per se. La suspensión de garantías ya de por sí cuestionable, no debe ser motivo de una alteración a los ordenamientos internos e inclusive internacionales “algunos de los límites legales de la actuación del poder público pueden ser distintos de los vigentes en condiciones normales, pero no deben considerarse inexistentes ni cabe, en consecuencia, entender que el gobierno esté investido de poderes absolutos más allá de las condiciones en que tal legalidad excepcional está autorizada. Como ya lo ha señalado la Corte en otra oportunidad, “el principio de legalidad, las instituciones democráticas y el Estado de Derecho son inseparables.´´ 5 42. La infracción del derecho a la integridad física y psíquica de las personas es una clase de violación que tiene diversas connotaciones de grado y que abarca desde la tortura hasta otro tipo de vejámenes o tratos crueles, inhumanos o degradantes. “La Corte Europea de Derechos Humanos ha manifestado que aún en la ausencia de lesiones, los sufrimientos en el plano psíquico y moral acompañados de turbaciones psíquicas durante los interrogatorios pueden ser considerados como tratos inhumanos. El carácter degradante se expresa en un sentimiento de miedo, ansia e inferioridad con el fin de humillar y degradar y de romper la resistencia psíquica y moral de la víctima.” 6 Dicha situación es agravada por la vulnerabilidad de una persona ilegalmente detenida. Las situaciones a las que fue expuesta Rosa Luna claramente demuestran dichas violaciones y como bien ha quedado claro inclusive, por las declaraciones hechas por Rosa Luna a los médicos y psicólogos, que tenía un sentimiento de miedo e inferioridad ante las 12 5 6 Opinión Consultiva O.C.-6/86 La Expresión “Leyes” en el artículo 30 de la CADH, párrafo 32 Caso de Irlanda Vs. El Reino Unido, Sentencia de Enero 18, 1978, Series A No. 25, párrafo 167 131 figuras de autoridad representada por los coroneles y guardias, lo que provocaba que Rosa Luna tuviera un alto temor a la violencia que en cualquier momento pudiera suscitarse e su contra. 43. Las necesidades de la investigación y las dificultades innegables del combate al terrorismo no debe contraer restricciones a la protección de la integridad física de la persona, máxime que en Azar a la fecha no hay evidencia plena de encontrarse en estado de emergencia. VI. OBLIGACIÓN DE AZAR DE RESPETAR LAS GARANTÍAS FUNDAMENTALES 44. La CADH en su art. 27, sobre suspensión de garantías fundamentales establece la Suspensión de garantías en “casos de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado parte, otorgándole la facultad para adoptar disposiciones que en medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud de la CIDH siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las obligaciones que impone el derecho internacional y no entrañen discriminación alguna fundada en motivos de raza, color , sexo, idioma, religión, u origen social”. 45. Pese a la disposición precedente no se autoriza la suspensión de los siguientes derechos arts. 3 (derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica); 4 (derecho a la vida); 5 (derecho a la integridad personal); 6 (prohibición de la esclavitud y servidumbre); 9 (Principio de la legalidad y de retroactividad); 12 ( Libertad de conciencia y de religión); 17 (protección a la familia); 18 ( derecho al nombre); 19 (derechos del niño); 20 (derecho a la nacionalidad) y 23 (derechos políticos, ni de las garantías judiciales indispensables para la protección de tales derechos. 46. No obstante que la propia CADH permite la suspensión de garantías en los casos previstos por el mismo instrumento, también establece que no es posible la suspensión entre otros el de los 13 131 derechos de integridad personal, lo que nos demuestra que inclusive si Azar considera el delito de terrorismo como un asunto de “peligro público o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado”, lo que confirma la tesis de que bajo ningún supuesto es factible violentar la integridad personal, en este caso de Rosa Luna. 47. Ya en previas ocasiones la Corte ha hecho un análisis que permite definir o delimitar el concepto de garantías, al respecto, ha sostenido que: “son aquellos procedimientos judiciales que ordinariamente son idóneos para garantizar la plenitud del ejercicio de los derechos y libertades a que se refiere dicho artículo”, así mismo dejó claro que “el carácter judicial de tales medios implica la intervención de un órgano judicial independiente e imparcial, apto para determinar la legalidad de las actuaciones que se cumplan dentro del estado de excepción” 7 , por tanto concluimos que el régimen de protección judicial dispuesto en el art. 25 de la CADH se refiere a aquellos derechos que no son susceptibles de suspensión en estado de emergencia, en el caso concreto son justamente los derechos violentados en contra de Rosa Luna. 48. Ahora bien, Azar posee un sistema jurídico interno insuficiente y obsoleto que pauta el curso de un proceso penal respecto de presuntos responsables por el delito de terrorismo. Por otro lado, en relación a los procesos judiciales en Azar, queda plenamente demostrada la ineficacia del poder Judicial en Azar, consecuencia de la carencia de decisión para actuar con imparcialidad o por que falten los medios para ejecutar sus decisiones; o por cualquier otro acontecimiento que constituya un plano de ineficacia de justicia, como sucede cuando se priva a Rosa Luna, de sus derechos primordiales, situación que se encuentra vinculada con la falta de un justo proceso judicial, con las condiciones que este contrae, lo que es materializado en la suspensión de derechos fundamentales como lo es el derecho a la integridad personal y a pesar de que Azar ha 7 Opinión Consultiva OC-8/87, párrafo 30 14 131 firmado acuerdos internacionales como la CADH, lo que significa que cuenta con una legislación no actualizada con los lineamientos de los tratados o convenciones previamente ratificados. 49. Por consiguiente, Azar quebrantó disposiciones de la CADH actuando en perjuicio de la lesionada Rosa Luna, bajo la envestidura de la función pública, definida como “toda actividad temporal o permanente, remunerada u honoraria, realizada por una persona natural en nombre del estado o al servicio del Estado de sus entidades, en cualquiera de sus niveles jerárquicos” 8 , en virtud de las acciones de los servidores públicos a cargo del Centro Femenino de Detención; el Sargento de Policía Fortunato, los coroneles José Jundia y Lino Lona, el Psicólogo Luciano Duche, el Médico Psiquiatra Libero Carnellutti, el Ministro del interior, la Ministra de defensa, el Ministro de Justicia y el asesor de dicho Ministerio, el Dr. Gabriel Guerra, incurriendo en el delito de tortura, protegido y tutelado en el art. 3 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, pues en su carácter de empleados al servicio del Estado, de manera mediata e inmediata y estando en posibilidades de impedirlo, incurrieron en el delito de tortura en contra de Rosa Luna durante su procesamiento por supuesta vinculación con organizaciones terroristas. VII. VIOLACIÓN DE LAS GARANTÍAS JUDICIALES Y LA PROTECCIÓN JUDICIAL EN CONTRA DE ROSA LUNA DURANTE EL PROCESO PENAL TRAMITADO EN SU CONTRA. 50. Una de las principales garantías que la CADH establece para todos aquellos que se encuentren sujetos a un proceso judicial, es la establecida en el art. 8 de la CADH la cual establece las garantías judiciales elementales correspondientes, a probables responsables de determinados delitos. Si bien, por ahora quedará al margen de la discusión o el análisis que Azar 8 Véase Convención Interamericana contra la Corrupción, Art. I 15 131 fundó la detención de Rosa Luna en la testimonial de Josué Guevara, es preciso dejar claro que las dispuesto en tal art. establece que “1)Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter; 2)Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: a)derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si no comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal; b)Comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada; c)Concesión al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa; d)Derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y de comunicarse libre y privadamente con su defensor; e)Derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no según la legislación interna, si el inculpado no se defendiere por sí mismo ni nombrare defensor dentro del plazo establecido por la ley; f)Derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos; g)Derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable, y h)Derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior”. 51. Así pues el Art. 8 reconoce el debido proceso legal, “que abarca las condiciones que deben cumplirse para asegurar la adecuada defensa de aquellos cuyos derechos y obligaciones 16 131 están bajo consideración judicial” 9 . Siendo que Azar, bajo un argumento débil, puso en riesgo la vida e integridad de Rosa Luna, justificando su proceder en el perseguido vínculo terrorista, cuyo único alegato versó en una testimonial que carece de valor probatorio pleno, debido a esto y en base a los hechos objeto del presente caso, consideramos que en las circunstancias que Rosa Luna protagonizó, posterior a su detención, no se respetaron, en esencia, lo establecido en la CADH respecto de Garantías Judiciales, las cuales según la Corte ha emitido, constituyen “el conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales para que pueda hablarse de verdaderas y propias Garantías Judiciales” 10 . 52. Por otro lado el art. 25 de la CADH establece “que toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales”. La Corte ha declarado que esta disposición constituye uno de los pilares básicos, no sólo de la CADH, sino del propio Estado de Derecho en una sociedad democrática pues reconoce que los Estados serán responsables cuando actúen contra la salvaguarda de los principios fundamentales de derecho de los gobernados, por lo que confirmamos que Azar contravino tal disposición dando lugar al no ejercicio de prerrogativas indispensables que garantizaran la legalidad del proceso judicial a favor de Rosa Luna como presunta implicada. Lo cual nos ejemplifica la íntima relación con la obligación general del art. 1.1 de la CADH, puesto que una vez mas se reitera su compromiso para con lo establecido por la CADH. 53. Sostenemos que Azar violó en perjuicio de Rosa Luna: a) su derecho a ser juzgada dentro del “plazo razonable”, establecido en el artículo 7.5 de la CADH, b)su derecho a ser oído por un 9 Véase art. 8 de la CADH Opinión Consultiva OC-9/87 “Garantías Judiciales en Estado de Emergencia”, del 6 de octubre de 1987 párr. 27 10 17 131 tribunal competente establecido en el artículo 8.1 de la CADH, c) el principio de presunción de inocencia establecido en el artículo 8.2 de la CADH. 54. Ahora bien, el argumento vertido por Azar de tener previamente establecido un “memorando confidencial” que establece las técnicas de interrogatorio empleadas, no pueden estar por encima de las garantías más fundamentales que justamente establece la CADH, además que habiendo firmado Azar parte de los acuerdos internacionales, se presume que sus disposiciones aplicables en virtud de estos serán adoptadas acorde al proceso legislativo cumpliendo con el objeto de la protección de los derechos humanos, sin embargo este tipo de ordenamientos, demuestran lo contrario pues poseen normas inadecuadas e insuficientes, agraviando determinantemente los derechos del procesado(Rosa Luna). VIII.- VIOLACIÓN A LA INTEGRIDAD PERSONAL DE ROSA LUNA SO PRETEXTO DE LA EXISTENCIA DEL “MEMORANDO CONFIDENCIAL”. 55. Rosa Luna fue privada del Derecho de Libertad Personal establecido en el art. 7 de la CADH, sin ser llevada inmediatamente ante un Juez o tribunal competente a fin de que éste decidiera sin demora sobre la legalidad de su arresto o detención u ordene su libertad si considerará que el arresto o la detención fueran ilegales. 56. En este sentido debe entenderse que: a) el concepto de ´´trato inhumano´´ incluye el de trato ´´degradante´´; b) la tortura es una forma agravada de trato inhumano perpetrada con el propósito de obtener información, confesiones o infligir un castigo. El criterio esencial para distinguir la tortura de otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes deriva de la intensidad del sufrimiento infligido; c) varios instrumentos de derechos humanos y de derecho humanitario prohíben expresamente los tratos inhumanos. Además, numerosos tribunales y autoridades internacionales 18 131 y nacionales tales como el Relator Especial de la ONU sobre la Tortura, el Comité de Derechos Humanos de la ONU, la Corte Europea de Derechos Humanos y la Comisión Europea para la Prevención de la Tortura y Tratos o Penas Inhumanos o Degradantes, han fortalecido el criterio de eliminar dichas prácticas en los procesos judiciales. d) el obligar a la Sra. Rosa Luna a pararse con los brazos en alto por periodos de ´´40 minutos´´ pretende y logra el efecto de causar grave sufrimiento físico, mental y psicológico, así como daños físicos en el cuerpo de la víctima; e) el periodo en el cual se aplicó el trato inhumano referido en el párrafo anterior causó grave angustia, estrés así como sufrimiento mental. 57. Por otro lado, al imponer a Rosa. Luna los tratos inhumanos justificados por Azar en su memorando confidencial, violó su derecho a que se respete su integridad física, mental y moral, conforme el artículo 5.1 de la CADH, y su derecho a no ser sometido a tortura o a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, conforme el artículo 5.2 de la misma; a) en el periodo en el cual la Sra. Luna fue interrogada y expuesta a escuchar sometimiento a gritos de dolor, obscenidades, amenazas, causó gran angustia, estrés y temor, pues fue expuesta a sufrimiento de otros detenidos sometidos a castigos que provocaron los gritos de dolor, b) No es viable justificar bajo ninguna denominación o formato las torturas, vejaciones y demás de que fue objeto Rosa Luna, “las normas internacionales que rigen la conducta del personal de salud de las prisiones (tal como los principios 2 y 4(b) de los Principios de las Naciones Unidas de Ética Médica), establecen la función del personal de salud, especialmente los médicos en la protección de personas presas y detenidas contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas y degradantes” 11 En este caso el médico psicólogo Luciano Duche se percató 11 Caso Caesar vs Trinidad y Tobago Sentencia de 11 de Marzo de 2005, párrafo 50-J 19 131 en su momento del estado anímico de la Sra. Luna y se percató del sentimiento de temor a la violencia, maltrato, a la suciedad y a las enfermedades que podía contraer durante su estadía en el presidio, haciendo caso omiso de dichas circunstancias. En uno de los interrogatorios se contó con el asesoramiento de un médico psiquiatra, el Dr. Líbero Carnelluti, quien trabajó con los funcionarios de las fuerzas de seguridad orientando cada una de las etapas de la interpelación y constatando la reacción de Rosa Luna a las técnicas empleadas. Lo anterior demuesra que pese a que los médicos se percataron de dicha situación, no hicieron nada al respecto c) En ambos casos los médicos presentes durante la imposición de los tratos inhumanos y degradantes a los que fue sometida Rosa Luna autorizaron y avalaron el uso de dichos métodos pese el conocimiento del estado físico, anímico y moral de Rosa Luna. Dichas situaciones plantean graves interrogantes sobre el cumplimiento de las normas internacionales que rigen la conducta del personal de salud de la prisión. d) En lo que corresponde a la forma de interrogatorio establecido por el Memorandum Confidencial elaborado por el Profesor Guerra en el cual se establecían ´´Técnicas Admitidas´´ (supra 17) en los interrogatorios a los detenidos en los cuales estuviera en juego la seguridad nacional, el hecho de que el interrogatorio siguió los lineamientos establecidos por dicho memorando, no afecta la obligación del Estado de abstenerse de llevar a cabo un comportamiento contrario a los parámetros del artículo 5.1 y 5.2 de la CADH, pues la prohibición de la tortura y de otros tratos y penas crueles e inhumanas o degradantes es absoluta y además ha sido ratificado mediante la firma de los tratados internacionales que Azar ha expresamente reconocido. e) El Estado a través de sus “entes materiales” no respetó la obligación general que le impone el art. 2 de la CADH de dar efecto legal interno y adoptar las medidas legislativas o de 20 131 otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos los derechos y libertades establecidas por la propia CADH así como de dar efecto legal interno a los derechos consagrados en el artículo 5 de la misma, al mantener un reglamento o memorando que permita infligir tratos inhumanos o degradantes como lo son las ´´Técninas Admitidas´´ (supra párrafo 17) para los interrogatorios por el memorando elaborado por el Profesor Guerra. f) El Estado no respetó la obligación general que le impone el artículo 2 de la CADH de dar efecto legal interno y adoptar las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos los derechos y libertades establecidas por la propia CADH así como de dar efecto legal interno a los derechos consagrados en el art. 5 de la misma, al mantener un reglamento o memorando que permita infligir tratos inhumanos o degradantes como lo son las “Técnicas Admitidas” (supra párrafo 17) para los interrogatorios por el memorando elaborado por el Profesor Guerra. 58. Las “Técnicas Admitidas” para interrogatorios son por su naturaleza, intención y efectos, incongruentes y contrarias a las normas de un trato humano previstas en el artículo 5.1 y 5.2 de la CADH, por tanto, “el Estado está obligado por el artículo 2 de conformidad a la misma a derogar dicha disposición siempre y cuando se haya establecido que si el ejercicio de los derechos y libertades mencionados en el artículo 1o no estuviere ya garantizado por disposiciones legislativas o de otro carácter. Los Estados Partes se comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta CADH, las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades así como remover obstáculos que se opongan a este designio” 12 . 12 Cancado Trindade A.A. Acerca del amplio alcance de las obligaciones de los estados derivadas de la CADH, cfr, Revista do Instituto Brasileiro de Dereitos Humanos, Fortaleza, Brasil, año 2, Núm. 2, 2001, pp. 23. 21 131 En 1996, el Azar firmó la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (en adelante la Convención Belem do Pará) la cual en sus arts. 2.c, 3 y 7 refrenda la protección de la mujer en contra de la violencia lo cual resulta contradictorio pues el trato y las humillaciones que Rosa Luna padeció no solo lo hace responsable en virtud de los mismos, sino que le suman las consecuencias producidas a efecto de lo anterior y su negativa a adecuar su legislación a las disposiciones internacionales. No obstante y pese a su expresa voluntad para actuar conforme a tal ordenamiento, Azar sometió a Rosa Luna a determinadas humillaciones y a la violencia no solo física sino también psicológica faltando de sobre manera a tal ordenamiento. De acuerdo a la Convención “Belem do Pará” “se entenderá que violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, donde quiera que ocurra” 13 . Por tanto es inconcebible pasar desapercibido la indebida conducta del Azar que mediante sus funcionarios, quebrantó una vez tras otra las garantías tuteladas por la Convención “Belem Do Pará”, las cuales tienen por objeto evitar situaciones como esta, donde la trasgresión y vulnerabilidad de derechos fundamentales, se hacen objeto de juicios como el presente. ¿Qué más prueba de la responsabilidad del Estado, que la impunidad de los delitos que se cometen dentro de su jurisdicción y competencia, aunado a la justificación vana su proceder mediante criterios como “la protección de derechos de los sobreseídos“, para no aplicar la justicia en su totalidad? De esta manera el Azar incumplió normas internas e internacionales exponiendo a Rosa Luna a circunstancias arbitrarias en su detención (supra Párr. 5, 6 y7), violando derechos humanos tales como la integridad física, psíquica y moral, constituyendo tratos o penas crueles, inhumanas y degradantes( citar), agravado esto por su condición de mujer protegida por la Convención “Belem Do Pará” así como el 13 Véase art. 2º de la CADH Americana Para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, “Convención Belem Do Pará”. 22 131 derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como el privado 14 , además de la obligación de todo Estado, de condenar todas las formas de violencia por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer” 15 , y velar por que las autoridades a su servicio se comporten de conformidad con dicha obligación evitando su incurrencia en la responsabilidad internacional. 59. Azar perjudicó a Rosa Luna, le produjo lesiones físicas y psicológicas de carácter irreversible, por lo cual consideramos debe afrontar su responsabilidad y reparar conforme sus faltas, bajo el principio denominado “Deber de justicia penal” 16 , cuyo propósito además del restablecimiento del orden jurídico en el caso concreto, es la lucha contra la impunidad 17 . IX. OBLIGACIÓN DE AZAR DE ADECUAR SU LEGISLACION INTERNA CONFORME A CONVENIOS INTERNACIONALES. 60. Ha quedado claro que Azar a través de sus autoridades judiciales ha controvertido lo establecido por la CADH, toda vez que la legislación interna no está homologada con los acuerdos de carácter internacional. 61. Lo anterior plantea que “no solo el poder ejecutivo, constituido por órganos y personas correspondientes a esta estructura del Estado, sea el que incurra en violaciones de derechos humanos. Esta puede provenir de actos del legislativo”, normas generales que entran en conflicto 14 Ibidem Véase Art. 3º. Ibidem Véase Art. 7º . 16 La Corte Interamericana ha señalado, en una opinión consultiva, que “la promulgación de una ley contraria a las obligaciones asumidas por un Estado al ratificar o adherir a la CADH, constituye una violación de esta y que, en el evento de que esa violación afecte derechos y libertades protegidos respecto de individuaos determinados, genera responsabilidad internacional para el Estado” Responsabilidad internacional por expedición y aplicación de leyes violatorias de la CADH (art. 1 y 2 de la CADH) Opinión consultiva OC-14/94 del 16 de diciembre de 1994. Serie A, Núm. 14, Párr. 50. 17 Se ha definido la impunidad como la falta en su conjunto de investigación, persecución, captura, enjuiciamiento y condena de los responsables de las violaciones de los derechos protegidos por la CADH Americana, toda vez que el Estado tiene la obligación de combatir tal situación, por todos los medios legales disponibles, ya que la impunidad propicia la repetición crónica de las violaciones de derechos humanos y la total indefensión de la victimas y sus familiares”. Caso Paniagua Morales y otros. Sentencia del 8 de marzo de 1998. Serie C, Núm. 37, Párr. 173 15 23 131 con las estipulaciones de la CADH o que resultan insuficientes para los fines de la tutela nacional de los derechos humanos 18 . 62. “Los ordenamientos jurídicos internos deben armonizarse con las disposiciones convencionales, y no viceversa, esto no con el fin de acatar las normas internacionales, que consecuentemente se generan, sino con el fin primordial de crear o construir un propio sistema de responsabilidad interna, con la única visión del respeto y tutela de derechos esenciales de todo ser humano…“no se puede legítimamente esperar que dichas disposiciones convencionales se adapten o se subordinen a las soluciones de derecho constitucional o de derecho público interno, que varían de país a país, y aún menos a ordenamientos particularmente circunscritos, y de aplicación por definición especial o limitada, como lo son las legislaciones militares y relativas a los fueros militares” 19 . La CADH, además de otros tratados de derechos humanos, buscan, a contrario sensu, tener en el derecho interno de los Estados partes el efecto de perfeccionarlo, para maximizar la protección de los derechos consagrados, llevando a cabo, en este propósito, siempre que sea necesario, la revisión o revocación de leyes nacionales precisamente para subsanar este tipo de incongruencias. 63. La simple aprobación y promulgación de una ley en desarmonía con sus obligaciones internacionales convencionales de protección, o la no-adecuación de su derecho interno para asegurar el fiel cumplimiento de tales obligaciones, o la no-adopción de la legislación necesaria para dar cumplimiento a éstas últimas, sin lugar a dudas constituyen la responsabilidad de Azar. La aprobación y promulgación de una ley que, per se, por su propia existencia, y su aplicabilidad, afecta los derechos humanos protegidos, genera un daño adicional. 18 García Ramírez Sergio, Los Derechos Humanos y la Jurisdicción Interamericana, “Responsabilidad Global del Estado” Universidad Autónoma de México, México, 2002, pp. 107 19 Voto Disidente del Juez A.A Cancado Trindade, caso El Amparo Sentencia del 18 de enero de 1995, párr. 14 24 131 64. Será determinante la actuación de Azar, para evitar la repetición del tipo de sucesos en cuestión, puesto que para que su legislación garantice la protección de derechos humanos será necesario, el reconocimiento por parte del mismo de su responsabilidad al aplicar determinada normatividad carente de legalidad en perjuicio de Rosa Luna. X. RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL DE AZAR 65. Debe reconocerse la responsabilidad internacional de Azar a partir de violaciones claramente expresadas de derechos humanos, protegidas justamente por los instrumentos legales, más aún tratándose de garantías fundamentales de cualquier ser humano. La existencia de una violación de normas convencionales trae aparejada una responsabilidad para Azar, en base a los hechos que mediante sus autoridades judiciales se llevaron a cabo de igual manera será imputable la reparación de los mismos. 66. Es conveniente concretar que Azar al adherirse a un pacto internacional e incurrir en su incumplimiento, funda el motivo de tal responsabilidad, pues ha quedado claro que su ratificación implica la salvaguarda de lo expresado por la Convención. Sin embargo la responsabilidad internacional del Estado se compromete a partir del momento en que deja él de cumplir una obligación internacional, independientemente de la verificación de falta o culpa de su parte, y de la ocurrencia de un daño adicional. Más que una presunta actitud o falla psicológica de los agentes del poder público, lo que realmente es determinante es la conducta objetiva de Azar que en este sentido se constituye por la violación de garantías fundamentales propiamente, en perjuicio de Rosa Luna. 67. Es perfectamente posible concebir una “situación legislativa” contraria a las obligaciones internacionales de un determinado Estado, la cual puede originarse por mantener una legislación contraria a las obligaciones convencionales de protección de los derechos humanos, o por no 25 131 adoptar la legislación requerida para dar efecto a tales obligaciones en el derecho interno, sin embargo; el Estado está en posibilidades de corregir y enmendar tal situación. 68. Sin lugar a dudas Azar debe remediar inmediantamente tales circunstancias, de lo contrario, puede configurarse una “situación continuada” violatoria de los derechos humanos, conformando el campo de acción de la Corte. En virtud de lo expuesto solicitamos a esta H. Corte: PETITORIO: 1) Declarar que el estado de Azar es responsable de la violación en perjuicio de Rosa Luna, del Derecho a la Integridad Personal, a la Libertad Personal y a las Garantías Judiciales que reconocen respectivamente los arts. 1,2,5,7.3,8,25, de la CADH. 2) Recomendar al Estado de Azar que, en consideración al análisis de los hechos y del derecho realizado por la Comisión, una vez recibida la notificación del presente Informe, proceda de inmediato a reformar y adecuar su legislación interna, conforme a las disposiciones internacionales. 3) Recomendar al Estado de Azar que pague una indemnización compensatoria a la reclamante en el presente caso, por el daño causado como consecuencia de la privación ilegal de su libertad, torturas, además del inadecuado trato por virtud de la misma. 4) Que se ordene al Estado de Azar, la investigación efectiva de las violaciones de derechos humanos de este informe con el fin de identificar, juzgar y sancionar a los responsables. 5) Que se condene a Azar a pagar las costas de este proceso. 26