Internacionales - Juventud Rebelde

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INTERNACIONAL
DOMINGO
06 DE DICIEMBRE DE 2015
Elecciones legislativas hoy en Venezuela
El futuro está
en las urnas
por WILMER RODRÍGUEZ
FERNÁNDEZ, especial para JR
CARACAS.— Venezuela está hoy en
las urnas para determinar la composición legislativa en el suceso
político más importante del año en
esta nación sudamericana: candidatos de partidos de izquierda, independientes y de derecha se enfrentarán para conquistar la mayoría de
los 167 asientos de la Asamblea
Nacional.
Mientras en las semanas de campaña electoral el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar —la coalición de
partidos de izquierda fundada por
Hugo Chávez, simpatizantes todos
del Gobierno nacional— se volcó a
las calles movilizando a los votantes, visitando casa por casa a los
venezolanos, realizando ensayos y
simulacros para perfeccionar su
maquinaria electoral y alcanzar lo
que han llamado «la victoria rotunda del seis de diciembre», la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) desarrolló una estrategia
en la que aparentó estar enmudecida y desmovilizada.
Sin embargo, sabemos que no
fue así, porque no dejaron de atacar al Gobierno y lo han hecho en
lo que se conoce como guerra de
cuarta generación: han desplegado una artillería comunicacional
emitiendo mensajes en los que
llamaron a votar por «una Venezuela mejor», por «un cambio».
Los representantes de la MUD
fueron visibles en los medios de
comunicación durante los últimos
días solo para felicitar al recién
electo presidente argentino Mauricio Macri, y también para decir que
no firmarían el acuerdo de la Unión
de Naciones Suramericanas
(Unasur), acompañante internacional en estas elecciones que propuso tanto a la izquierda como a
la derecha la realización de unas
elecciones en paz, así como respetar los resultados electorales.
La oposición expresó que solo
los reconocerán si ellos alcanzan
la mayoría en la Asamblea; de lo
contrario no darán fe al anuncio
del Consejo Nacional Electoral.
Como es tradición, si pierden,
la derecha dirá que es un fraude,
y entonces desencadenarían una
nueva ola de violencia. Estas manifestaciones pueden comenzar
desde la tarde o la noche y continuar los días siguientes.
Lo que se pretende es la desestabilización que pueda ser utilizada desde el exterior como pretexto para una injerencia directa. Por
ello preocupa la decisión del imperio norteamericano de movilizar
fuerzas militares cerca de las fronteras terrestres y marítimas de
Venezuela. No debe perderse de
vista que Estados Unidos recientemente violó el espacio aéreo
bolivariano y cuestionó a través de
la OEA, en la voz de su secretario
general Luis Almagro, la transparencia del sistema electoral venezolano.
Estas parlamentarias, a diferencia de las últimas celebradas
en octubre de 2010, se desarrollan en medio de una crisis económica en Venezuela, ocasionada
por el acelerado descenso en el
último año de los precios del barril
de petróleo y la guerra económica
que le hace al pueblo bolivariano
la oposición interna vinculada con
el Gobierno estadounidense.
Todo ello ha generado que sectores sociales, fundamentalmente
las clases medias y pobres culpen
al chavismo de ser incapaz de
solucionar la escasez de alimentos y otros bienes indispensables
para vivir. Esa ha sido la gran estrategia de la derecha para desalojar a la izquierda del poder,
maniobra que tiene como fin
estremecer la principal base que
sustenta al Gobierno democrático
venezolano: el pueblo.
Pero lo que no dijeron ni dice
los spots publicitarios de la MUD,
los tuits o la prensa escrita de derecha, es que el Gobierno y pueblo venezolanos han resistido la
arremetida violenta en las calles,
los intentos de golpe de Estado,
el sabotaje eléctrico y las continuas campañas de desmoralización y desprestigio de la que
han sido víctimas en los últimos
tiempos.
Tampoco han hablado de los
tres millones de ancianos pensionados, de las casi un millón de
Este pueblo quiere hacer su Revolución en paz y democracia, ha dicho Maduro. Foto: Reuters
Las fuerzas revolucionarias están movilizadas. Foto: AVN
viviendas construidas en menos
de cuatro años por el chavismo,
de la llegada de los misioneros
cubanos a ofrecer servicios de
salud, educación, cultura y deporte a cientos de comunidades pobres, de los que ya se benefician
millones de venezolanos.
Todo ello bien lo conoce la oposición, pero también sabe que
como único puede hacerle perder
popularidad al Gobierno es jugando con las necesidades del pueblo, ya que controlan gran parte de
la producción, almacenamiento y
abastecimiento de alimentos,
medicinas y otros bienes. Y eso
es lo que han hecho desde hace
dos años, y ahora utilizan la problemática socioeconómica que
ellos mismos generaron, como el
principal argumento para convencer al electorado para que vote por
sus candidatos.
Aunque no se les vea en las
calles, como al Gran Polo Patriótico,
la MUD inició su campaña desde
hace mucho tiempo. Recuerden
los ataques a personalidades políticas revolucionarias, las críticas a
la gestión del mandatario Nicolás
Maduro, las operaciones de propaganda para desprestigiar a las
misiones sociales y para culpar a
los ministros chavistas por la crisis, y todo ello como intento de
desconectar al Gobierno bolivariano del pueblo, ese que en las
urnas decide.
Por eso ahora, después de tanta maldad, se presentaron como
los salvadores del país, como los
diputados que les devolverán a los
venezolanos lo que les niega el
«oficialismo». Y es esta su estratagema.
Recordemos que el discurso
del «necesario cambio», fue el
más utilizado por el derechista
Mauricio Macri en su campaña
por la presidencia de Argentina, y
todos vimos que surtió efecto,
porque al final inclinó a su favor al
electorado, ese que es víctima de
manipulación y engaños por parte
de la guerra psicológica y mediática que se diseña desde laboratorios ideológicos en Estados Unidos con el fin de desestabilizar
los movimientos sociales y políticos de izquierda en América Latina y el Caribe.
A todo ello se enfrenta el Gran
Polo Patriótico Simón Bolívar este
seis de diciembre. El escenario no
le resulta para nada fácil al chavismo, una fuerza revolucionaria que
por vez primera acude a unas parlamentarias sin la presencia física
de su líder histórico y en medio de
una crisis que puede elevar el índice de abstencionismo.
El triunfo de la izquierda depende la capacidad y efectividad movilizativa de la vanguardia política en
cada una de las 87 zonas electorales y del buen funcionamiento de
toda su maquinaria, que incluye
transporte, comunicaciones, etc.
Hoy se pone a prueba la conciencia del pueblo, y el respaldo o
no al chavismo más allá de las
limitaciones económicas. Serán
12 horas, en las que 19 millones
de electores eligirán de forma
secreta a los 167 diputados que
en los próximos cinco años decidirán desde el poder legislativo, el
futuro de una República en Revolución y asediada.
La garantía de los comicios parlamentarios
TIBISAY Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral, informaba el día del cierre de la campaña, que el
99,7 por ciento del material electoral se entregó en los
14 515 centros de votación de todo el país sudamericano.
Ratificó que «las garantías están dadas, todo está
dispuesto para el beneficio de los electores y electoras.
Los resultados serán el fiel reflejo de la soberanía».
De acuerdo con el protocolo electoral, se tiene previsto
que a las 6H00 hora local se abran las mesas de votación
este domingo y se cerrarán a las seis de la tarde, horario
que se extenderá si hay electores en cola.
Igualmente la Rectora electoral recordó a los partidos
políticos que deben colocar sus puntos de información a
200 metros de los centros de votación, límite que deben
cumplir rigurosamente.
Reiteró que el Plan República, los operadores y técnicos
del CNE deben permitir el acceso de los ciudadanos,
observadores nacionales y acompañantes debidamente
acreditados a los centros de votación.
Además, reiteró el llamado a los electores para acudir a los centros de votación a ejercer su derecho al
voto.
Sobre el acompañamiento de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), indicó Tibisay Lucena que cada vez
más «hemos perfeccionado, practicado y compartido los
protocolos para mejorar la calidad del proceso».
juventud rebelde
DOMINGO
06 DE DICIEMBRE DE 2015
INTERNACIONAL
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Nueva crisis de la
migración cubana
por WILLIAM M. LEOGRANDE*
DIC 4, 2015
El Consejo de Expertos Electorales en América Latina (Ceela)
y los testigos ratificaron la confiabilidad y transparencia del
sistema electoral venezolano. Foto: Telesur
Venezolanos
alertas
Insta el Gobierno a respetar el
resultado de los comicios
de hoy domingo
CARACAS, diciembre 5.— Apenas unas horas antes de
abrir los colegios electorales en toda la geografía venezolana, el jefe de campaña de las organizaciones de izquierda
en Venezuela, Jorge Rodríguez, denunció nuevas maniobras
opositoras para adelantar un supuesto fraude en los comicios legislativos de este domingo.
El dirigente del Gran Polo Patriótico instó en ese sentido
a respetar los resultados de la consulta, que solo podrá
emitir el Consejo Nacional Electoral (CNE), con lo que salió
al paso a reiteradas afirmaciones de la oposición al dejar
claro que no aceptará ningún resultado electoral que le sea
adverso. Tampoco aceptó firmar los acuerdos de respeto a
los resultados de las parlamentarias como garantía de paz,
que fueron propuestos por el Gran Polo Patriótico Simón
Bolívar y los 14 partidos políticos que lo conforman y por la
Misión de Acompañamiento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), recordó AVN.
Rodríguez condenó además la cruzada mediática en las
redes sociales contra su país que impulsa la derecha nacional
y mundial, respaldada por informativos como los diarios españoles El País y ABC, así como la cadena televisiva estadounidense CNN.
De acuerdo con PL, el también Alcalde del municipio de
Libertador, de Caracas, recordó que el sistema electoral venezolano es invulnerable,cualidad que mostró en 19 procesos de
este tipo en los últimos 16 años.
Contrastó esa postura injerencista con los testimonios
de decenas de corresponsales extranjeros acreditados en
Caracas para estos comicios, quienes a partir de la campaña mediática esperaban encontrar un país en guerra y
aprecian una nación en paz, en condiciones de total normalidad.
Para estos comicios están llamados a votar 19 496 296
venezolanos, para lo que se habilitaron 14 515 centros de
votación en todo el país,en los que estarán dispuestas 40 601
mesas de votación.
En ese sentido, la presidenta del Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), Tibisay Lucena, informó este
sábado que la entidad tenía instaladas el 100 por ciento de
las máquinas electorales e hizo un llamado a los miembros
de mesa, a fin de que asistieran temprano este domingo.
También en esta jornada previa a los comicios parlamentarios, la canciller Delcy Rodríguez recibió a varios ex
presidentes: de Colombia, Andrés Pastrana; de Bolivia, Jorge Quiroga; de Costa Rica, Laura Chinchilla y Miguel Ángel
Rodríguez; de Panamá, Mireya Moscoso; y de Uruguay, Luis
Alberto La Calle, invitados de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para los comicios.
Al término del encuentro, Pastrana reveló que la MUD se
comprometió ante esos invitados internacionales a respetar en paz los resultados electorales de mañana domingo.
En tanto, el ministro venezolano de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, alertó sobre la intencionalidad de violencia en el fronterizo estado de Táchira (oeste)
por parte de sectores paramilitares, pero afirmó que la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) garantiza el
orden en municipios fronterizos para el ejercicio de la soberanía popular, dijo Xinhua.
WASHINGTON.— El callejón sin salida
creado en las últimas semanas, en la
cual han quedado atrapados cientos de
emigrantes cubanos en la frontera de
Costa Rica con Nicaragua, mientras
intentaban llegar a los Estados Unidos,
es muestra fehaciente de que la política
migratoria de Washington hacia Cuba ya
no es sostenible. De no cambiarse, podría generar una crisis similar a la del puente marítimo del
Mariel en 1980 o la crisis de los balseros en 1994 —si
es que ya no ha comenzado a producirse.
La actual política, basada en los acuerdos migratorios
negociados con La Habana en 1994 y 1995, compromete a
los Estados Unidos a admitir por lo menos a 20 000 inmigrantes legales cubanos cada año, y devolver a los emigrantes cubanos que sean interceptados en el mar en su intento
por entrar ilegalmente a los Estados Unidos.
Unilateralmente, los Estados Unidos también adoptaron la
política de «pies secos/pies mojados» que le permite a los
cubanos que lleguen a los Estados Unidos («pies secos») permanecer en el país bajo un estatus especial llamado «parole» y, un año después, ser elegibles, en virtud de la Ley de
Ajuste Cubano de 1966, para solicitar residencia permanente. Ninguna otra nacionalidad extranjera disfruta de este estatus privilegiado.
Desde hace tiempo, el Gobierno cubano ha expresado
que estas políticas estimulan la emigración ilegal y la trata de
personas. Sin embargo, el problema de los cubanos que llegan a los Estados Unidos por vías ilegales había sido un problema relativamente menor hasta hace muy poco.
Durante los años transcurridos desde que se firmaron los
acuerdos migratorios, alrededor de 4 000 cubanos han eludido anualmente al Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos, han llegado a las playas de la Florida y han reclamado el
estatus de «pies secos». Unos 2 000 a 3 000 han sido interceptados en el mar («pies mojados») cada año y han sido
devueltos a Cuba. Como el cruce por el Estrecho de la Florida
en balsas destartaladas o botes en estado ruinoso es tan peligroso, y la probabilidad de ser apresados por el Guardacostas
es tan alta, el flujo de emigrantes ilegales se había mantenido
dentro de límites manejables.
Pero ya no. El número de emigrantes ha aumentado vertiginosamente desde el pasado mes de diciembre, cuando el
Presidente Obama y su contraparte cubano, Raúl Castro,
anunciaron su intención de normalizar relaciones. Los emigrantes potenciales temen que la reconciliación prefigure la
derogación de la Ley de Ajuste Cubano, lo cual obliga a los
emigrantes a actuar de inmediato, no sea que pierdan su
oportunidad.
Teniendo en cuenta esta posibilidad, los cubanos han
encontrado una ruta aire-tierra para llegar a los Estados Unidos, mediante la cual todos pueden ser «pies secos» y aspirar a ser admitidos en los Estados Unidos. Durante los últimos 12 meses, más de 45 000 cubanos han entrado a los
Estados Unidos desde México —sin haber enfrentado el riesgo de cruzar un desierto peligroso, como hacen los mexicanos y los centroamericanos.
La nueva ruta es posible porque en el año 2013 el Gobierno cubano abolió el requerimiento de que los ciudadanos
obtuviesen el permiso del Gobierno para viajar al exterior.
Actualmente, la mayoría de los cubanos puede viajar a cualquier país que les conceda visa. Ecuador los admitió incluso
sin visa hasta el pasado martes, y Guyana aún los admite.
Como resultado de ello, los emigrantes potenciales han
estado volando hacia el Ecuador para dar inicio a una larga y
subrepticia travesía hacia el Norte, sin visas, pasando por
Colombia, América Central y México. En la frontera de Texas,
ellos simplemente declaran su nacionalidad y son admitidos
en virtud de la política de «pies secos».
El alquiler de los «coyotes», nombre dado a los traficantes
de inmigrantes, como guías de dicha travesía, es costoso,
pero muchos cubanos tienen familiares en los Estados Unidos que están dispuestos a pagar. Recientemente, varios
cubanos, provistos de teléfonos celulares, han estado divulgando libremente
sus propias rutas de contrabando siguiendo las recomendaciones publicadas en
las redes sociales por aquellos que han
hecho la travesía antes que ellos.
La actual crisis en América Central se
desencadenó el 10 de noviembre, cuando las autoridades costarricenses desarticularon una operación de contrabando,
dejando varados a 1 600 cubanos. Cuando Costa Rica intentó enviarlos rumbo
Norte, Nicaragua cerró las fronteras. Dado que día tras día
llegan cada vez más cubanos, la cifra de los que se encuentran varados allí ha ascendido a 4 000, sin que se vislumbre
el fin de esta situación.
En una reunión celebrada recientemente entre diplomáticos de la región, Costa Rica propuso crear un «corredor humanitario» que les permitiera a los cubanos cruzar libremente hasta la frontera de los Estados Unidos. Nicaragua rechazó la propuesta, pero incluso la mera insinuación de dicho
plan debe ser una señal de advertencia para Washington.
Los latinoamericanos se están cansando de aplicar una política migratoria estadounidense hacia Cuba que no está surtiendo efecto y que discrimina a sus propios ciudadanos. La
diferencia entre el trato privilegiado que le concede Washington
a los emigrantes cubanos y su frialdad hacia los centroamericanos,incluidos los niños que huyen de la violencia criminal,es
indefendible.
No obstante, el Gobierno de Obama ha declarado en repetidas ocasiones que no tiene intención de cambiar la actual
política migratoria por temor a que cualquier atisbo de cambio
desencadene una estampida. Los diplomáticos estadounidenses reafirmaron esa posición en una reunión con sus contrapartes cubanos el pasado lunes. La reunión no produjo ninguna idea nueva acerca de cómo resolver la crisis.
Existe una solución a este acertijo. Si los emigrantes cubanos que tratan de llegar a los Estados Unidos por vía terrestre
fuesen tratados de la misma manera que los que son interceptados en el mar y son devueltos a Cuba, el estímulo a
enfrascarse en la larga y peligrosa travesía hacia el Norte se
reduciría considerablemente.
Ello no requeriría que se enmiende la Ley de Ajuste Cubano, que establece el ajuste de estatus solo para los cubanos
que han sido admitidos o han recibido un estatus de parole
en los Estados Unidos. Solo sería necesario cambiar la política de «pies secos» en virtud de la cual se admite, bajo parole, a cualquier persona que pise el territorio de los Estados
Unidos. Esa política es un asunto de discreción ejecutiva. Para
evitar un éxodo de último minuto desde Cuba, dicha política
pudiera ser rescindida por el Fiscal General sin previo aviso.
El fin de la diferenciación que significa la política de «pies
secos/pies mojados» debe ir acompañada de un aumento
significativo de la cifra de cubanos que son admitidos legalmente, para que aquellos que deseen emigrar hacia los Estados Unidos tengan más oportunidades de hacerlo de manera segura.
Sin embargo, no hacer nada equivaldría a enfrentar una
crisis migratoria en cámara lenta que sería interminable.
Cuba no impondrá nuevamente restricciones de viaje a
sus ciudadanos, y América Latina no cooperará indefinidamente bloqueando el tránsito de los cubanos cuando la política de Washington es permitirles la entrada a todos los cubanos que lleguen a su territorio —y dejar fuera a otros latinoamericanos.
Para Washington, el hecho de negarse a cambiar una política en el momento en que las nuevas circunstancias hacen
que resulte absolutamente ineficaz, tiene tanto sentido como
el intento del Rey Canuto de detener la marea. (Tomado de
The New York Times)
*William M. LeoGrande es profesor de Ciencias Políticas de
la American University en Washington D.C. y co-autor, junto a
Peter Kornbluh, del libro Back Channel to Cuba:The Hidden
History of Negotiations between Washington and Havana (Un
canal secreto con Cuba: La historia oculta de las negociaciones entre Washington y La Habana)).
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