DICTAMEN N.º 299/2011, de 28 de diciembre.* Expediente relativo al recurso extraordinario de revisión interpuesto por D. X contra la desestimación del recurso de alzada confirmatoria de la resolución por la que se le denegaba la jubilación voluntaria. ANTECEDENTES Primero. Solicitud de jubilación.- Con fecha 28 de febrero de 2011, D. X, catedrático de enseñanza secundaria, presentó ante la Consejería de Educación, Ciencia y Cultura solicitud de jubilación voluntaria anticipada, al amparo de lo previsto en la disposición transitoria segunda de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, en la que declaraba que reunía los requisitos exigidos en la referida disposición para acceder a dicha jubilación en el curso escolar 2010/2011. En el apartado de datos personales de la solicitud hacía constar que había nacido el día 31 de agosto de 1951. El mismo día 28 de febrero, el Sr. X presentó otro escrito al que adjuntaba la copia del registro de entrada de la demanda de rectificación en el Registro Civil del asiento registral de su fecha de nacimiento porque tenía un error. Posteriormente, la Jefe de la Sección de Personal de la Delegación Provincial de la Consejería de Educación, Ciencia y Cultura en Albacete, remitió a la Dirección General de Personal Docente, mediante telefax, una copia del Documento Nacional de Identidad del Sr. X, en el que constaba como fecha de nacimiento el día 8 de septiembre de 1951. Segundo. Denegación de la jubilación.- El día 6 de abril de 2011, el Director General de Personal Docente dictó resolución denegatoria de la solicitud de jubilación presentada por el Sr. X, constando en la misma como motivo de desestimación: “Incumplimiento del requisito establecido en el Apartado Segundo 1.b) de la Resolución de 27/01/2011 por la que se regula la convocatoria para el año 2011 de la jubilación voluntaria anticipada, y que establece: “Tener cumplidos sesenta años de edad a fecha 31 de agosto de 2011”. Tercero. Recurso de alzada.- Contra la resolución denegatoria de la jubilación formuló el interesado recurso de alzada con fecha 10 de mayo de 2011, aduciendo que junto a la solicitud de jubilación adjuntó carátula de presentación de demanda judicial para rectificación de error en el Registro Civil, la cual había sido admitida a trámite, encontrándose pendiente de resolución definitiva. Alegaba que la resolución judicial que se dictase, de ser estimatoria, acreditaría la concurrencia del requisito de edad al existir una discordancia entre la fecha real de nacimiento (31 de agosto de 1951) y la fecha de inscripción registral del mismo (8 de septiembre de 1951), por lo que solicitaba la revocación de la resolución desestimatoria y la suspensión del proceso de jubilación. Al recurso adjuntó un Decreto de la Secretaria Judicial del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Albacete, en el que se acordaba la admisión a trámite de la demanda. Cuarto. Resolución del recurso de alzada.- Previo informe emitido el día 18 de mayo de 2011 por el Servicio de Secundaria, en el que se decía que la resolución desestimatoria de la jubilación se había dictado tras comprobar que en el Documento Nacional de Identidad del interesado aparecía como fecha de nacimiento el 9 de septiembre de 1951, la Consejera de Educación, Ciencia y Cultura, por resolución de 2 de junio de 2011, acordó desestimar el recurso de alzada interpuesto por el recurrente, ya que no había quedado acreditado el requisito exigido en el punto segundo de la resolución de 27 de enero de 2011. Quinto. Recurso extraordinario de revisión.- El día 10 de octubre de 2011, D. X presentó ante la Consejería de Educación, Cultura y Deportes un escrito en el que exponía que “con fecha 16/09/2011 se ha dictado Sentencia 109/2011 por el Juzgado de Primera Instancia n.º 7 de Albacete, por la que se declara que “la fecha de nacimiento del actor es el 31 de agosto de 1951 y no el 8 de septiembre de 1951, debiéndose proceder a la correspondiente rectificación de la fecha de nacimiento que consta en la inscripción de nacimiento practicada en el Registro Civil de Albacete, tomo 0228, página 225, n.º 1.238”. En este escrito solicita que como quiera que la desestimación del recurso de alzada se fundamenta en la fecha de nacimiento, se proceda a la revisión de la resolución de 10 de mayo de 2011, dictándose otra resolución por la que se declare su jubilación con efectos de 31 de agosto de 2011, incluidos los daños y perjuicios que se puedan generar por la prosecución en el servicio activo. Junto con el escrito aporta una copia de la Sentencia 109/2011, dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 7 de Albacete, cuyo fallo es coincidente con lo manifestado por el interesado y que ha sido trascrito anteriormente. Asimismo aporta una diligencia de ordenación de la Secretaria del referido Juzgado, de fecha 3 de octubre de 2011, en la que se dice que “habiendo transcurrido el plazo para recurrir sin que se haya presentado recurso alguno, acuerdo declarar la firmeza de dicha resolución”. Sexto. Informe-propuesta.- A la vista de la documentación presentada por el interesado, la Jefa del Servicio de Régimen Jurídico de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, en el informe emitido el día 29 de noviembre de 2011, tras calificar el escrito presentado por el Sr. X como recurso extraordinario de revisión, estima que en el presente supuesto concurre la circunstancia prevista en el artículo 118.1.3ª de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen * Ponente: Enrique Belda Pérez-Pedrero 1 Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, por lo que estima que procede aceptar el referido recurso. En tal estado de tramitación V.E. dispuso la remisión del expediente a este Consejo Consultivo, en el que tuvo entrada con fecha 9 de diciembre de 2011. A la vista de dichos antecedentes, procede formular las siguientes CONSIDERACIONES I Carácter del dictamen.- Se somete al dictamen de este Consejo el recurso extraordinario de revisión interpuesto por D. X contra la desestimación del recurso de alzada confirmatoria de la resolución por la que se le denegaba su solicitud de jubilación voluntaria anticipada. El artículo 119.1 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, establece que el órgano competente para la resolución del recurso extraordinario de revisión “podrá acordar motivadamente la inadmisión a trámite, sin necesidad de recabar dictamen del Consejo de Estado u órgano consultivo de la Comunidad Autónoma, cuando el mismo no se funde en alguna de las causas previstas en el apartado 1 del artículo anterior o en el supuesto de que se hubiesen desestimado en cuanto al fondo otros recursos sustancialmente iguales”. El inciso incluido en el precepto que prevé la excepción de la intervención del correspondiente órgano consultivo en los supuestos de inadmisión a trámite del recurso de revisión, parece conducir a la conclusión de la necesidad de contar con su pronunciamiento en la generalidad de los casos, cuando el recurso sea admitido y deba ser sustanciado el correspondiente procedimiento para llegar a acordar su resolución. Así lo ha interpretado el Tribunal Supremo al señalar, en su Sentencia de 14 de marzo de 2002. (Ar. RJ 2002, 3696), que “cabe afirmar que ha salido reforzada la intervención del correspondiente órgano consultivo -el de la Comunidad o el propio Consejo de Estado en su caso- tras la reforma de la Ley 30/1992 [...], puesto que al suprimir la necesidad de audiencia consultiva únicamente cuando se haga razonada declaración de inadmisión a trámite del recurso extraordinario de revisión en el supuesto del artículo 119.1, se está confirmando inequívocamente la obligatoriedad de solicitar dicho dictamen fuera de tan específico supuesto. [...] Por virtud de lo dispuesto en el nuevo artículo 119.1 de la Ley 30/1992, la intervención del órgano consultivo en este tipo de recursos es ineludible”. Esta conclusión, que en el ámbito estatal se corresponde con la exigencia prevista en el artículo 22.9 de la Ley Orgánica 3/1980, de 22 de abril, del Consejo de Estado, que establece que su Comisión Permanente deberá ser consultada en los recursos administrativos de revisión, es igualmente aplicable al ámbito de la Comunidad Autónoma pues, aun omitiendo el artículo 54 de la Ley 11/2003, de 25 de septiembre, del Gobierno y del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha, toda referencia expresa a los recursos de revisión entre la relación de los asuntos que han de ser informados preceptivamente por este Consejo, el carácter básico con que está dotado el artículo 119.1 mencionado en párrafos anteriores, implica la necesidad de que se produzca la incuestionable intervención de este órgano en los procedimientos de este tipo, so pena de nulidad de pleno derecho de la resolución que se adopte careciendo de este trámite esencial (Sentencias del Tribunal Supremo de 28 de enero de 2002, Ar. RJ 2002, 900; o del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 27 de julio de 2004, Ar. JUR 2004, 271398). Siendo esto así, la obligatoriedad de dictaminar este Consejo Consultivo los recursos extraordinarios de revisión resulta también del precitado artículo 54, en su apartado 10, donde se establece que el mismo deberá ser consultado en “aquellos otros [asuntos] en los que por precepto expreso de una Ley, se establezca la obligación de consulta”. Procede emitir en consecuencia el presente dictamen con carácter preceptivo. II Examen del procedimiento tramitado.- En cuanto al ámbito procedimental se refiere no prevé el artículo 119 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, un procedimiento específico a sustanciar en los supuestos de recursos extraordinarios de revisión, contemplando únicamente, tal como se ha expresado en la consideración precedente, la especialidad de la intervención del alto órgano consultivo de manera previa a la resolución. Será por ello preciso acudir a las normas comunes recogidas en el artículo 107 y siguientes de dicha disposición legal dedicados a los principios generales que regulan los recursos administrativos, en cuya regulación habrá de integrarse la especialidad señalada en el párrafo anterior de la intervención del órgano consultivo que corresponda, completándola en lo no previsto por ella con lo dispuesto genéricamente en el Título VI denominado “De las disposiciones generales sobre los procedimientos administrativos”. El expediente sustanciado se inicia mediante escrito presentado por el interesado contra la desestimación del recurso de alzada formulado contra la denegación de la jubilación solicitada. Aunque en el referido escrito se hace mención al 2 artículo 102 y siguientes de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, que regula la revisión de oficio, dado que la petición de revisión de la resolución se fundamenta en la existencia de un error en la inscripción registral de la fecha de nacimiento, así declarado en una sentencia judicial firme, el cual tiene su origen en la manifestación del padre del niño ante el Registro Civil, manifestación que, según la sentencia, no se ajustó a la realidad, la actuación de la Administración instructora del procedimiento de calificar el referido escrito como recurso extraordinario de revisión, resulta ajustada a derecho, ya que esta actuación se ha efectuado al amparo de lo dispuesto en el artículo 110.2 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, que establece que el error en la calificación del recurso por parte del recurrente no será obstáculo para su tramitación, siempre que se deduzca su verdadero carácter. Examinado el expediente instruido cabe concluir que el procedimiento ha sido sustanciado correctamente, obrando en el expediente remitido los documentos necesarios para que este órgano consultivo pueda emitir su dictamen sobre dicho recurso, por lo que procede examinar los aspectos sustantivos o de fondo derivados del asunto sometido a consulta. III Naturaleza jurídica del recurso extraordinario de revisión.- El recurso de revisión se regula en los artículos 118 y 119 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, como un remedio extraordinario y excepcional contra los actos firmes en los que, por los documentos incorporados al expediente o por acontecimientos posteriores, existan dudas razonables acerca de la legalidad de los mismos, considerándose como “una excepción a la firmeza de los actos administrativos y al principio de defensa de la validez de los mismos” (Sentencia del Tribunal Supremo de 20 de mayo de 1992, Ar. RJ 1992,4463). Su finalidad es, según se expresa en la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía de 31 de enero de 2001 (Ar. RJCA 2001,606), “corregir la manifiesta injusticia de una decisión que ha ganado firmeza y que, en consecuencia, resulta inatacable mediante los mecanismos ordinarios dispuestos legalmente, siendo necesario que dicha injusticia aparezca con posterioridad a la firmeza del acto, lo cual resulta plenamente acorde con el principio de seguridad jurídica, pues si las circunstancias de las que resulta la injusticia no aparecen con posterioridad sino que estaban presentes y se conocían al tiempo de dictarse el acto, éste pudo ser combatido a través del sistema de impugnación ordinario legalmente previsto, sin que pueda quedar a la voluntad de la parte interesada el atacar los actos administrativos bien por los mecanismos ordinarios, bien por los extraordinarios”. Su carácter extraordinario supone que, frente a la generalidad de los recursos, únicamente podrá interponerse en los supuestos previstos de manera expresa por la Ley y en base a las circunstancias fijadas de modo taxativo en la misma, de lo que deriva necesariamente la inviabilidad de que, con ocasión de su interposición, se susciten nuevas cuestiones propias de los recursos de carácter ordinario. Tal afirmación ha sido recogida por el Tribunal Supremo en numerosos pronunciamientos (entre otros muchos baste citar las Sentencias de 1 de diciembre de 1992, de 20 de mayo de 1992, de 4 de octubre de 1993, de 28 de julio de 1995, o de 23 de julio de 2001; Ar. RJ 9740, 4463, 7342, 6275 y 5895, respectivamente), manifestándose en similar sentido el Consejo de Estado en multitud de dictámenes (entre otros muchos baste citar el 251/1991, de 18 de abril; 511/1993, de 22 de junio; 485/1994, de 21 de abril; 4685/1998, de 21 de enero de 1999; o 765/2000, de 16 de marzo). Por su carácter extraordinario queda excluido del mismo “todo aquello que se refiera a cuestiones jurídicas, apreciación de la trascendencia o alcance de los hechos indubitados, valoración de las pruebas e interpretación de las disposiciones y calificaciones que puedan establecerse” (Sentencia del Tribunal Supremo de 4 de octubre de 1993, ya aludida). Su excepcionalidad requiere que sea objeto de una interpretación estricta, alejada de cualquier aplicación extensiva (Sentencias del Tribunal Supremo de 18 de febrero de 1977, de 18 de julio de 1986, y de 28 de julio de 1995, Ar. RJ. 769, 5523 y 6275, respectivamente), siendo inviable que se convierta en una vía para abrir plazos fenecidos, pues así resultaría desnaturalizado, al no atender en esencia a las finalidades para las que lo previó el ordenamiento (dictamen del Consejo de Estado 765/2000, de 16 de marzo). Las características mencionadas se manifiestan en la regulación que de la citada figura hace el propio artículo 118 al exigir que el mismo sólo pueda interponerse contra actos firmes en vía administrativa, y dentro de unos plazos concretos, que son el de cuatro años siguientes a la fecha de notificación de la resolución impugnada para el que tenga como fundamento el motivo primero y de tres meses a contar desde el conocimiento de los documentos o desde que la Sentencia devino firme en el resto de los supuestos. El recurso habrá de interponerse además ante el órgano administrativo que dictó la resolución recurrida, el cual será también competente para resolverlo, según se establece en el artículo 118.1 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre. En el supuesto sometido a consulta, el recurso contra la resolución de la Consejera de Educación, Ciencia y Cultura por la que se desestimaba el recurso de alzada interpuesto contra la denegación de la solicitud de jubilación voluntaria anticipada, resolución que tiene el carácter de firme en vía administrativa de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 109.a) de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, por lo que habrá de ser este mismo órgano el competente para su resolución. El citado recurso se ha presentado ante el órgano que dictó el acto, alegando como fundamento, la existencia de un error en la fecha de nacimiento que del actor consta en la inscripción registral que dio lugar a que ese mismo error se padeciese en el Documento Nacional de Identidad del interesado. Según se acredita en la Sentencia 109/2011 del Juzgado de Primera Instancia de Albacete, la inscripción registral se practicó sólo en base a la manifestación personal del padre del 3 niño y del examen de las pruebas practicadas en el acto de juicio, la juzgadora ha estimado que la manifestación del padre del recurrente no se ajustó a la realidad, o lo que es lo mismo, se trató de una manifestación falsa, dado que la fecha real de nacimiento de X fue la de 31 de agosto de 1951 y no la de 8 de septiembre de 1951, como figura en la inscripción de nacimiento practicada en el Registro Civil de Albacete, por lo que la causa alegada se incardina en la prevista en el artículo 118.1.3ª del citado cuerpo legal. IV Análisis del supuesto sometido a consulta.- Se somete al dictamen del Consejo Consultivo el recurso extraordinario de revisión interpuesto por el Sr. X contra la resolución dictada el 2 de junio de 2011 por la Consejera de Educación, Ciencia y Cultura, desestimatoria del recurso de alzada por él presentado contra la denegación de la solicitud de jubilación voluntaria anticipada prevista en la disposición transitoria segunda de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo. La referida disposición transitoria segunda establece lo siguiente en su apartado 1: “Los funcionarios de carrera de los cuerpos docentes a los que se refiere la disposición adicional séptima de la presente Ley,(entre ellos los catedráticos de enseñanza segundaria y los profesores de enseñanza secundaria) así como los funcionarios de los cuerpos a extinguir a que se refiere la disposición transitoria quinta de la Ley 31/1991, de Presupuestos Generales del Estado para el año 1992, incluidos en el ámbito de aplicación del régimen de clases pasivas del Estado, podrán optar a un régimen de jubilación voluntaria hasta la fecha en que finalice el proceso de implantación de la presente Ley establecido en la disposición adicional primera, siempre que reúnan todos y cada uno de los requisitos siguientes: a) Haber permanecido en activo ininterrumpidamente en los quince años anteriores a la presentación de la solicitud en puestos pertenecientes a las correspondientes plantillas de centros docentes, o que durante una parte de ese período hayan permanecido en la situación de servicios especiales o hayan ocupado un puesto de trabajo que dependa funcional u orgánicamente de las Administraciones educativas, o bien les haya sido concedida excedencia por alguno de los supuestos contemplados en el artículo 29, apartado 4 de la Ley 30/1984, de 2 de agosto, de Medidas para la Reforma de la Función Pública, modificado por la Ley 39/1999, de 5 de noviembre, y por la Ley 51/2003, de 2 de diciembre. b) Tener cumplidos sesenta años de edad. c) Tener acreditados quince años de servicios efectivos al Estado. Los requisitos de edad y período de carencia exigidos en las letras b) y c) anteriores, deberán haberse cumplido en la fecha del hecho causante de la pensión de jubilación, que será a este efecto el 31 de agosto del año en que se solicite. A tal fin deberá formularse la solicitud, ante el órgano de jubilación correspondiente, dentro de los dos primeros meses del año en que se pretenda acceder a la jubilación voluntaria”. Al objeto de que los funcionarios en quienes concurriesen los requisitos legales pudiesen solicitar y obtener la jubilación voluntaria anticipada, la Consejera de Educación, Ciencia y Cultura dictó la resolución de 27 de enero de 2011, por la que se regula la convocatoria, para el año 2011, de la jubilación voluntaria anticipada contemplada en la Disposición Transitoria Segunda de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo de Educación, en la que se establecía el ámbito subjetivo, los requisitos, la gratificación extraordinaria a que se tenía derecho en función de las circunstancias que concurriesen en los solicitantes y el procedimiento de aplicación. Dentro del plazo establecido en el apartado cuarto de la anterior resolución, D. X presentó solicitud de jubilación voluntaria anticipada, haciendo constar en la misma que reunía todos los requisitos, si bien posteriormente remitió un escrito en el que manifestaba que la fecha de nacimiento que figuraba en su Documento Nacional de Identidad era errónea, por lo que había presentado una demanda de rectificación del asiento registral correspondiente. Esta solicitud fue resuelta en sentido desestimatorio por el único motivo de no tener cumplidos sesenta años a fecha 31 de agosto de 2011, por ser éste un requisito exigido en la disposición transitoria segunda de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo. Presentado recurso de alzada contra la resolución desestimatoria, el mismo fue desestimado por el mismo motivo, concluyendo la Administración que aunque se hubiese presentado demanda de rectificación del registro registral, no procedía la suspensión de la tramitación de la solicitud de jubilación. En el escrito que ha dado origen al presente dictamen, el recurrente alega que la desestimación se fundamenta en la fecha de nacimiento, dato que, como ya advirtió en sus anteriores escritos, estaba pendiente de subsanación, por lo que al haberse dictado sentencia por el Juzgado de Primera Instancia número 7 de Albacete, en el que se declara que la fecha de su nacimiento es la de 31 de agosto de 1951 y no la de 8 de septiembre del mismo año, como figura en el Registro Civil y en el Documento Nacional de Identidad, deben revisarse las anteriores resoluciones, reconociéndole su derecho a ser declarado jubilado con efectos de 31 de agosto de 2011. Calificado el referido escrito por la Administración como recurso extraordinario de revisión, procede examinar si en el presente caso concurre la circunstancia extraordinaria a la que se refiere el interesado, que permita dar una respuesta favorable a sus intereses por el procedimiento del recurso extraordinario de revisión. El artículo 118.1 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, establece que “Contra los actos firmes en vía administrativa podrá interponerse el recurso extraordinario de revisión ante el órgano administrativo que los dictó, que también será el competente para su resolución, cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias: […] 3ª. Que en la resolución 4 hayan influido esencialmente documentos o testimonios declarados falsos por sentencia judicial firme, anterior o posterior a aquella resolución”. Atendiendo al significado y alcance de la circunstancia 3ª del apartado 1 del artículo 118, se hace preciso señalar que para poder aplicar dicha causa es necesario, en primer lugar, que la misma haya tenido una importancia esencial la concurrencia del documento o testimonio falso, esencialidad que se patentiza en que de no haber sido por el contenido de ese documento o testimonio la resolución no se hubiere dictado o hubiere sido distinta. En segundo lugar se requiere que la falsedad del documento o testimonio haya sido declarada en sentencia judicial firme, lo que supone que la aplicación de esta circunstancia requiere la previa existencia de una sentencia, y que la misma sea firme, bien porque no se haya recurrido o porque no quepa recurso contra la misma. En cambio, a diferencia de lo establecido en la anterior Ley de Procedimiento Administrativo de 17 de julio de 1958, ya no se exige que la falsedad sea desconocida por el interesado antes de dictarse la resolución. Conforme se dice en la resolución del Director General de Personal Docente de 6 de abril de 2011, así como en la resolución desestimatoria del recurso de alzada, dictada por la Consejera de Educación, Ciencia y Cultura el día 2 de junio del mismo año, el único motivo por el que se desestimó la solicitud de jubilación anticipada fue la de no tener cumplidos sesenta años de edad a fecha 31 de agosto de 2011. A pesar de que en la solicitud de jubilación el interesado indicaba como fecha de nacimiento el día 31 de agosto de 1951, la Administración, teniendo en cuenta que en el Documento Nacional de Identidad del afectado que obraba en la Administración figuraba como fecha de nacimiento el 8 de septiembre de 1951, desestimó la solicitud. Posteriormente, el Juzgado de Primera Instancia número 7 de Albacete, en Sentencia 109/2011, de 16 de septiembre, falló que la fecha de nacimiento del actor era el 31 de agosto de 1951 y no el 8 de septiembre de 1951, ordenando que se procediese a la rectificación de la fecha de nacimiento en el Registro Civil de Albacete. En el fundamento jurídico tercero de esta Sentencia se dice que “Según se refleja en la propia inscripción de nacimiento, ésta se practicó sólo en base a la manifestación personal del padre del niño”, quien debido a su acreditado carácter religioso y de devoción a la Virgen de los Llanos, cuya festividad se celebra el 8 de septiembre, deseaba que la fecha de su hijo coincidiera con la celebración de esta festividad. De lo anterior se desprende que el testimonio del padre del recurrente, que sirvió de base para la inscripción registral fue falso por no adecuarse a la realidad, sin importar en este momento las circunstancias que pudieron llevar al padre a dar dicho testimonio. Por otra parte, y aunque ello no se encuentre documentado en el expediente, es notorio que para expedir el primer documento nacional de identidad se precisa un certificado del Registro Civil donde figure inscrito la persona a cuyo nombre se vaya a expedir. Consiguientemente, el reflejo que en el Documento Nacional de Identidad figura como fecha de nacimiento del Sr. X no es sino consecuencia del error que figuraba en el registro civil como consecuencia del testimonio falso. Por otra parte, tal y como ya se ha dicho en los antecedentes, la Sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 7 de Albacete tiene la consideración de firme al no haberse presentado recurso contra ella. Establecido lo anterior, del examen de la resolución de 6 de abril de 2011, del Director General de Personal Docente, por la que se deniega la jubilación, así como de la de 2 de junio del mismo de la Consejera de Educación, Ciencia y Cultura, por la que se confirma la anterior, se desprende que el único motivo de denegación es el de no tener cumplida la edad de sesenta años a fecha 31 de agosto de 2011, lo que supone que una vez acreditado que en esta fecha el interesado cumplía los sesenta años, el mismo tiene derecho a que se le reconozca la jubilación con efectos de esa misma fecha y en las condiciones determinadas en la resolución de la Consejería de Educación, Ciencia y Cultura de 27 de enero de 2011. En consecuencia, en este supuesto ha quedado acreditado que la fecha de nacimiento que de forma errónea figuraba en el Documento Nacional de Identidad del Sr. X ha sido la determinante de la denegación de la jubilación. Finalmente, queda por examinar si el recurso ha sido presentado en el plazo establecido para ello, que de conformidad con lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 118 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, para la causa prevista en el apartado 1.3ª del referido artículo es de tres meses a contar desde que la sentencia judicial quedó firme. Según se ha reflejado en los antecedentes, la firmeza de la sentencia se declaró por Diligencia emitida el día 3 de octubre de 2011por la Secretaria del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Albacete y el escrito calificado como recurso extraordinario de revisión fue presentado el día 10 del mismo mes y año, por lo que resulta evidente que se ha interpuesto dentro del plazo de tres meses exigido en el referido apartado 2 del artículo 118. En conclusión y a la vista de lo expuesto ha de afirmarse que procede apreciar la causa establecida en el artículo 118.1.3ª de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, y, por ende, la estimación de recurso interpuesto. En mérito de lo expuesto, el Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha es de dictamen: Que procede estimar el recurso extraordinario de revisión interpuesto por D. X contra la desestimación del recurso de alzada confirmatoria de la resolución por la que se le denegaba la jubilación voluntaria anticipada, al concurrir la causa 5 prevista en el artículo 118.1.3ª de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del procedimiento Administrativo Común. 6