La coordinacion de actividades empresariales con autonomos

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COMENTARIO A LEY 20/2007, DE 11 DE JULIO, DEL ESTATUTO DEL
TRABAJADOR AUTÓNOMO, SOBRE ASPECTOS DE LA SEGURIDAD Y
SALUD LABORAL
1.- LA SITUACIÓN DEL TRABAJADOR AUTÓNOMO EN MATERIA DE
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES ANTES DE LA PUBLICACIÓN
DE LA LEY 20/2007 DEL ESTATUTO DEL TRABJADOR AUTÓNOMO.
La normativa en prevención de riesgos laborales, en principio no es de
aplicación a los trabajadores autónomos, en tanto en cuanto dentro de su
ámbito de aplicación incluye a las relaciones laborales contempladas por el
Estatuto de los Trabajadores, las relaciones de carácter administrativo o
estatutario del personal al servicio de las Administraciones Públicas y a las
sociedades cooperativas, constituidas de acuerdo con la legislación que les sea
de aplicación, en las que existan socios cuya actividad consista en la
prestación de un trabajo personal. La normativa en prevención sólo será de
aplicación a los trabajadores autónomos cuando de ella se deriven derechos y
obligaciones específicos, lo que hace que estos tengan que estar recogidos
expresamente por la norma.
La normativa de prevención de riesgos laborales recoge la figura del trabajador
autónomo en materias de coordinación de actividades empresariales, tanto por
su mención expresa en el artículo 24 de la Ley 31/1995, como en su posterior
desarrollo reglamentario a través del artículo 171/2004. También hace una
mención expresa al trabajador autónomo en la actividad de construcción, tanto
en el Real Decreto 1627/1997 de disposiciones mínimas de seguridad en las
obras de construcción, como en la Ley 32/2006 reguladora de la
subcontratación en el sector de la construcción y en el Real Decreto 1109/2007
de desarrollo.
Así pues, la normativa de prevención de riesgos laborales contempla la figura
del trabajador autónomo y es fuentes de derechos y obligaciones para este, si
bien, en ningún momento contempla dentro del régimen sancionador sanción
alguna para el trabajador autónomo que incumpla con sus obligaciones en
materia de seguridad y salud laboral, lo que implica que la tutela del
cumplimiento de las obligaciones en materia de seguridad y salud laboral por
parte de los trabajadores autónomos queda en manos de las empresas que los
contratan para ejecutar obras o servicios.
2.- CONCEPTO DE TRABAJADOR AUTÓNOMO.
La nueva ley determina el concepto de trabajador autónomo en su artículo
primero que dice “La presente ley será de aplicación a las personas físicas que
realicen de forma habitual, personal, directa, por cuenta propia y fuera del
ámbito de organización y dirección de otra persona, una actividad
económica o profesional a título lucrativo den o no den ocupación a
trabajadores por cuenta ajena”
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De la definición del trabajador autónomo a efectos de considerarlo dentro del
ámbito de aplicación de la Ley tiene especial importancia las características
destacadas en negrita. Por un lado, para ser considerado autónomo tiene que
tener una organización propia del trabajo, tanto de los medios productivos
como del tiempo de trabajo, si esta característica no concurre y está dentro del
ámbito de organización y dirección de otra persona (entiéndase empresa)
estaremos ante una relación laboral por cuenta ajena. La segunda
característica resaltada es verdaderamente novedosa puesto que introduce
dentro del ámbito de la ley, y por tanto sujetos de derechos y obligaciones de la
misma a empresarios, siempre y cuando estén dentro de uno de esos grupos:
•
•
•
•
Socios industriales
de sociedades regulares colectivas y de
sociedades comanditarias.
Los comuneros de las comunidades de bienes y los socios de
sociedades civiles irregulares.
Quienes ejerzan las funciones de dirección y gerencia que conlleva el
cargo de consejero o administrador, o presten servicios para una
sociedad mercantil capitalista, a título lucrativo, de forma habitual,
personal y directa, cuando posea el control efectivo, directo o indirecto
de aquella.
Los trabajadores autónomos económicamente dependientes.
3.- DERECHOS Y OBLIGACIONES CONTENIDOS EN LA LEY, EN
ESPECIAL LOS REFERIDOS A LA SEGURIDAD Y SALUD LABORAL.
La Ley 20/2007 sobre el Estatuto del Autónomo tiene como característica que
es una norma complementaria que operará siempre que sus disposiciones no
se opongan a las legislaciones específicas aplicables a la actividad del
autónomo.
El trabajo realizado por cuenta propia no está sometido a la legislación laboral,
consecuentemente, al ser la legislación en materia de prevención de riesgos
laborales legislación laboral, esta no sería de aplicación al trabajador
autónomo, salvo en aquellos supuestos que la norma expresamente así lo
determine.
Las normas que en materia de prevención de riesgos laborales hacen mención
expresa del trabajador autónomo son:
•
•
•
Real Decreto 1627/1997 sobre disposiciones mínimas de seguridad en
obras de construcción.
Real Decreto 171/2004 que desarrolla el artículo 24 de la Ley 31/1995
en materia de coordinación de actividades empresariales.
La Ley 32/2006 reguladora de la subcontratación en el sector de la
construcción
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En lo que se refiere a derechos la ley comentada el artículo 4 recoge los
derechos profesionales del trabajador autónomo, y en su número 3 letra e)
hace referencia a que tiene derecho “a su integridad física y a una
protección adecuada de su seguridad y salud en el trabajo”.
La redacción dada al formular el derecho parece atenuar el contenido de este
con respecto al contenido del mismo para los trabajadores por cuenta ajena, ya
que lo que para estos debe de ser una protección eficaz para aquellos basta
con una protección adecuada.
Con respecto a las obligaciones del trabajador autónomo en la letra b) de su
artículo 5 la Ley dice que es un deber del trabajador autónomo “cumplir con
las obligaciones que la ley o los contratos que tengan suscritos les
impongan, así como a seguir las normas de carácter colectivo derivadas
del lugar de prestación de servicios”
La norma establece tres fuentes de deberes en materia de seguridad y salud
laboral:
•
•
•
La Ley.
Los contratos
Normas de carácter colectivo derivadas del lugar de prestación de
servicios.
La tercera de las fuentes está incluida dentro de la primera pues obedece a un
precepto legal como es la coordinación de actividades empresariales, a lo que
dedicaremos un comentario posterior.
Lo verdaderamente novedoso de esta Ley es que hace mención expresa a los
contratos como fuente de deberes en materia de seguridad y salud laboral para
los trabajadores autónomos. Esto quiere decir que además de las obligaciones
recogidas por la Ley, la empresa que contrata un trabajador autónomo puede
establecer deberes adicionales en materia de seguridad y salud laboral fruto de
la autonomía de la voluntad de las partes a la hora de contratar. Esto supone
que muchas empresas pueden exigir a los trabajadores autónomos que
cumplan con una serie de obligaciones, más allá de las exigidas por la Ley,
para que puedan trabajar con ellos, sin que se puedan generalizar y sólo
tengan validez dentro del ámbito de dicha contratación. El incumplimiento por
el autónomo de estos deberes u obligaciones puede llevar aparejado la
resolución del contrato, multas económicas o incluso indemnizaciones de
cualquier tipo, siempre y cuando estas se hayan pactado expresamente en el
contrato que regula la prestación del trabajo autónomo.
La forma y duración del contrato viene recogida en el artículo 7 de la Ley y
dice que podrá ser escrito o de palabra, si bien, cualquiera de las partes podrá
compeler a la otra a la formalización del contrato por escrito. El contrato podrá
celebrarse para la ejecución de una o varias obras o servicios, y tendrá la
duración que las partes acuerden.
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4.- LA REGULACIÓN DE LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN
LA LEY 20/2007 DEL ESTATUTO DEL AUTÓNOMO.
El artículo 8 de la Ley regula la prevención de riesgos laborales con respecto a
los trabajadores autónomos y hace una división en cuatro temas
fundamentales:
•
•
•
•
El papel de las Administraciones Públicas en relación con los
trabajadores autónomos.
La relación del trabajador autónomo con respecto a quien le contrata en
relación a la coordinación de actividades empresariales.
La situación de riesgo grave e inminente.
Las obligaciones del trabajador autónomo cuando actúa como
empresario de trabajadores por cuenta ajena.
En cuanto a las administraciones públicas la Ley prevé que deberán asumir
papel activo en relación a la prevención de riesgos laborales, mediante de
actividades de promoción de la prevención, asesoramiento técnico y vigilancia
y control del cumplimiento por los trabajadores autónomos de la normativa en
prevención de riesgos laborales.
Esto se queda en una mera manifestación de intenciones en tanto en cuanto no
se establece que tipo de medidas son las que se van aplicar, ni cuales son los
órganos encargados del asesoramiento y ni quien va a ser quien realice la
vigilancia y control del cumplimiento de la normativa en prevención de riesgos
laborales, ni cuales son las consecuencias del incumplimiento, puesto que la
normativa no prevé sanción alguna para estos incumplimientos.
Como función de las Administraciones Públicas se establece la promoción de
una formación específica y adaptada a las peculiaridades de los trabajadores
autónomos.
En este sentido es de destacar que se contemple expresamente la formación
como base para establecer una cultura preventiva en este sentido la
Disposición adicional duodécima, titulada participación de trabajadores
autónomos en programas de formación e información de prevención de
riesgos laborales, establece que con la finalidad de reducir la siniestralidad y
evitar la aparición de enfermedades profesionales en los respectivos sectores,
las asociaciones representativas de los trabajadores autónomos y las
organizaciones sociales más representativas podrán realizar programas
permanentes de información y formación correspondiente a dicho colectivo,
promovidos por la administración competente en materia de prevención de
riesgos laborales y de reparación de las consecuencias de los accidentes de
trabajo y de las enfermedades profesionales.
En cuanto a la relación del trabajador autónomo con su comitente,
estableciendo los supuestos en los números 3,4 y 5 del artículo 8 y en número
6 del mismo artículo cuales son las consecuencias del incumplimiento.
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El número 3 contempla los supuestos recogidos en los números 1 y 2 del
artículo 24 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, el número 4
contempla el supuesto recogido en el número 3 del artículo 24 mencionado y lo
regulado en el número 4 de este se refleja en el número 6 de la Ley 20/1997.
Nada dice la norma de las relaciones en materia de prevención entre el
trabajador autónomo y su comitente si este no es empresa, entendiendo que la
responsabilidad derivada de la aplicación de la norma no sería de aplicación al
comitente en este caso.
El tercer apartado recoge expresamente el derecho del trabajador autónomo a
interrumpir su actividad y abandonar su lugar de trabajo cuando considere que
dicha actividad entraña un riesgo grave e inminente para su vida o salud.
Evidentemente, y aunque no lo dice la norma el abandono no puede tener
repercusiones negativas para el trabajador autónomo, si bien, en este caso la
dificultad estará en establecer cuando existe un riesgo grave e inminente para
su salud, y sobre todo quien lo origina, puesto que si lo origina la propia actitud
del trabajador autónomo, entendemos que esto pueda derivar de un
incumplimiento contractual.
Por último, establece una diferenciación entre el trabajador autónomo objeto
de esta ley y el empresario individual, que tendrá que cumplir con todas las
obligaciones que en materia de prevención de riesgos laborales tenga con
respecto a los trabajadores que tenga contratados por cuenta ajena.
5.- EL TRABAJADOR AUTÓNOMO
ACTIVIDADES EMPRESARIALES.
Y
LA
COORDINACIÓN
DE
La actividad de coordinación de actividades empresariales es en la que el
trabajador autónomo tiene mayor protagonismo. El artículo 8 de la Ley 30/2007
hace referencia expresa al artículo 24 de la Ley 31/195 de prevención de
riesgos laborales en lo que se refiere a sus número 1 y 2.
El trabajador autónomo deberá comunicar los riesgos que su actividad pueda
afectar a los trabajadores de otras empresas, para ello es fundamental que el
trabajador autónomo conozca cuales son sus riesgos y para ello deberá tener
realizada una evaluación de riesgos de su actividad.
Así como, el cumplimiento de las instrucciones que en materia de seguridad le
facilite la empresa titular del centro de trabajo donde este realice su actividad,
si bien, el incumplimiento sólo tendrá efectos en el marco de su relación
contractual.
De muy distinta forma trata la Ley a las obligaciones del empresario que
contrate a un trabajador autónomo que se concretan en:
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•
Cumplir la obligación de informar al trabajador autónomo de los riesgos
que su actividad pueda repercutir en este.
• El empresario titular de un centro de trabajo dar las instrucciones de
seguridad necesarias al trabajador autónomo.
• En caso de que el trabajador autónomo opere con equipos, productos,
materias o útiles proporcionados por la empresa para la que ejecutan su
actividad profesional y caso de que esta actividad se realice fuera del
centro de trabajo de esta, la información necesaria para que la utilización
y manipulación de la maquinaria, equipos, productos, materias primas y
útiles de trabajo se produzca sin riesgos para su seguridad y la salud.
• Las empresas que contraten la realización de obras o servicios
correspondientes a su propia actividad deberán vigilar el cumplimiento
de la normativa de prevención de riesgos laborales por los trabajadores
autónomos.
Si no se cumplen cualquiera de las obligaciones anteriores y como
consecuencia de ello se produzca un accidente, el empresario responderá
de los daños y perjuicios que tengan como causa el incumplimiento del
empresario.
Las indemnizaciones serán compatibles con que el trabajador tenga
aseguradas las contingencias profesionales (accidente de trabajo y
enfermedad profesional)
6.- EL TRABAJADOR AUTÓNOMO Y LA SUBCONTRATACIÓN.
El trabajador autónomo en principio puede contratar otros trabajadores
autónomos para la ejecución de parte de las obras o servicios que le han
encomendado, salvo en los supuestos siguientes:
•
•
OBRAS DE CONSTRUCCIÓN. El trabajador autónomo no podrá
subcontratar los trabajos a él encomendados ni a otras empresas
subcontratistas ni a otros trabajadores autónomos. Esta prohibición
viene determinada por la Ley 32/2006 Art. 5 e).
No cabe la subcontratación para el trabajador económicamente
dependiente, si lo hiciera perdería esta condición.
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