ESCUELA SUPERIOR DE POLICIA

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ESCUELA SUPERIOR DE POLICIA
Comisario Inspector ® Aníbal ALLEN
04/03/2015
Asignatura: Formación Ética y Ciudadana
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ASIGNATURA: FORMACION ETICA Y CIUDADANA
1- Introducción
2- Objetivos generales.
3- Ejes centrales de la materia
4- Diagrama general de la materia (contiene la bibliografía)
Objetivos generales

Contribuir a la formación de personas íntegras, poniendo énfasis en la educación ciudadana.

Aprender para actuar en la vida democrática.

Respetar los aspectos morales de la realidad, salud, educación, trabajo, solidaridad, igualdad de
oportunidades, construcción de la opinión pública.

Comprender ampliamente el significado del funcionamiento del Sistema Político. Esquemas de
Representatividad y Participación.

Conocer todo tipo de respuestas comunitarias a situaciones de riesgo.
Ejes centrales de la materia
LA PERSONA
Analizaremos dos dimensiones una singular, que tiene que ver con la dignidad, capacidades
para conocer, querer, elegir, sentir, expresarnos.
Reflexionaremos en consecuencia sobre las vivencias propias (nuestras experiencias),
aprenderemos las distintas concepciones de “la persona”; conoceremos sus fundamentos a través
del aprendizaje que nos transmite el arte, la sabiduría popular, en síntesis la cultura.
Otra dimensión es la social: aquí las capacidades tienen que ver con comunicación, pertenecer a
grupos familiares, religiosos, educativos, etc.; participar en instituciones políticas, colaborar,
representar y ser solidarios con los otros.
LOS VALORES UNIVERSALES
Estudiaremos cuáles son los principios y creencias reconocidas universalmente, porque somos
personas libres y racionales.
Basamos los principios en la promoción del bien la búsqueda de la verdad, la vida, el amor, la
justicia, la tolerancia, la honradez, el entendimiento internacional e intercultural, es decir la paz.
Por todo esto la corrupción de valores en la política, y en los grupos sociales ciertamente son
significativas.
Por todo esto debemos comprender el significado del escepticismo corriente que sostiene la
imposibilidad de valores únicos; los relativistas (consideran a los valores dependientes de las
circunstancias del momento, ya sea históricas, individuales o culturales).
Asimismo los fundamentalistas persiguen ideas cerradas, con valores excluyentes y absolutos,
que se transforman en autoritarios y peligrosos.
LAS NORMAS Y LOS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
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Analizaremos por un lado: - las relaciones entre los miembros de la sociedad y sus normas para
poder vivir en ella, y por el otro, - las normas jurídicas, las necesidades e intereses de los
ciudadanos, sus derechos, sus deberes, el poder y su legitimación.
La Constitución como norma fundamental de la convivencia social entre los argentinos,
resultado del proceso de una compleja formación y organización de la Nación y de las sucesivas
necesidades de adaptarse a los nuevos protagonistas de las acciones y a las nuevas situaciones
sociales.
Junto al análisis de la Constitución Nacional, reflexionaremos sobre la práctica social y la vida
cotidiana, porque la vigencia del orden constitucional se traduce en modos de convivencia social, en
estilos de vida democrática, en formas pacíficas de resolver problemas y en construir estilos de vida
con verdadera igualdad de oportunidades.
LOS DERECHOS HUMANOS
Aprenderemos sobre el origen de los mismos ¿por qué históricamente nacen?. ¿En qué
consisten?
Analizaremos formas de discriminación y marginación. ¿Cuándo fueron violados y por qué?.
La vinculación estrecha entre el respeto por los derechos humanos y los político-civil, como así
también lo social económico y cultural.
-
El análisis de la pobreza, las necesidades básicas insatisfechas.
hacinamiento
condiciones sanitarias
condiciones educativas
capacidad de subsistencia
La discapacidad física y psíquica son temas de derechos humanos y nos involucran a todos.
DIAGRAMA GENERAL DE LA MATERIA
TEMAS
CONTENIDOS
Vivir y Convivir. El Hombre y la Sociedad. Vida y actividad comunicativa. La palabra. La Sociedad: los hombres y sus
relaciones. Sociedad y Cooperación. El hombre – social. Las relaciones sociales. Las relaciones culturales. Los
impulsos del hombre.
La persona y la ética.
Dignidad y libertad. El hombre libre. Pensar no es delito. Las ideas. Relaciones religiosas.
Creencia y convivencia. Condicionamientos de las acciones humanas. Libertad, autonomía y responsabilidad.
Universalidad de los valores y su relación con la Dignidad humana. Dignidad y organización de la sociedad. Bien
común y responsabilidad personal. La corrupción.
Características de las normas. Norma jurídica y norma social. Funcionamiento de la Justicia. Garantías
constitucionales. Estado de derecho. Convivencia social. Resolución de conflictos. Comprensión histórica de la
Constitución. Breve reseña de las reformas.
Normas
y
Constitución Nacional Historia de las sucesivas rupturas del orden constitucional. Democracia. Organización representativa y federal del
Estado. Derechos constitucionales. Garantías y deberes ciudadanos.
Declaración de derechos. Necesidad de universalización. Defensa frente al hambre, el genocidio, la ignorancia y la
persecución.
Derechos humanos
Derechos civiles, políticos económicos, sociales y culturales. Responsabilidad individual, social y política en defensa de
los derechos.
Defensa y mejoramiento del medio ambiente. Intereses políticos y ecología.
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Bibliografía:
-
Montagú A. ¿Qué es el hombre?, Bs.As. Ed. Paidós. 1981
Polanyi m. “El estudio del hombre” Bs. As. Ed. Paidós . 1980
Warr E. “La formación de los sentimientos sociales” kapeluz. 1970
Labourdette S. “Política y Constitución”. Bs. As. A-Z. 1993
Labourdette S. “Política y Poder” Bs.As. A-Z. 1994
Kelsen H. “Esencia y valor de la democracia” Barcelona Ed. Labor 1977
“Constitución Nacional y Reformas de 1994” Bs.As. Edit. A.-Z. 1994
“Democracia como forma política y de vida” Friedrich C. Madrid. Ed. Tecnos 1966
CONSIDERACIONES GENERALES
1- La materia estará contenida en dos módulos de autoaprendizaje.
2- El primer módulo abarcará todos los aspectos relacionados con La Persona y Los valores.
3- El segundo módulo considerará todos los aspectos relacionados con LAS NORMAS y LA
CONSTITUCIÓN, y los DERECHOS HUMANOS.
FORMAS DE TRABAJO

Sobre los contenidos:
Para facilitar el proceso de aprendizaje, el alumno deberá prestar su mayor atención a los símbolos que se
detallan a continuación.
Cada tema dará comienzo con una FRASE CLAVE, que se identificará con distinto tipo de letra.
Así identificaremos la información básica, que consiste en los conocimientos mínimos que debe
poseer el alumno.
Así identificaremos la información complementaria, que consiste en testimonios, aportes
periodísticos, literarios y científicos que posibilitarán la profundización de los conceptos y
ofrecerán otras perspectivas.
 Así identificaremos los Cuadros de Relación, unen los conceptos aprendidos y ayudan a sintetizar la idea.
1 .-LA PERSONA
“ El hombre, un ser sociable”
Existir implica coexistir; vivir es convivir.
“Nadie es una isla. Nadie es una isla, completo en sí mismo”.
“Todos los hombres son una parte, del Continente, una parte del Océano; si un terrón es arrastrado por el
mar, Europa queda empequeñecida, lo mismo que si hubiese sido arrastrada una casa de tus amigos; la
muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy con la humanidad.
Entonces la reciprocidad en el afecto humano es un hecho.”
Citado por Ashley Montagu “Qué es el hombre?”
Cuando decimos que el hombre debe ser independientemente y libre, no queremos decir que deba
funcionar con independencia de los intereses y derechos de los demás.
Este tipo de comportamiento, podríamos denominarlo de “Independencia negativa”, conduce a la soledad,
al aislamiento y al miedo. El hombre debe bregar por una “Independencia positiva” que lo lleve a formar
parte de un grupo, a ser querido. Por eso afirma que “Nadie es una Isla”.
-La vida es una actividad comunicativa.
El hombre no vive solo ni aislado; necesita de los demás para desarrollar su vida. “Existir implica
coexistir, vivir es convivir”.
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Ningún organismo vivo es biológicamente solitario en su origen y pocos –afirman los biólogos- lo son
durante su vida. La mayor parte de los organismos vivos –tanto los inferiores como los superiores- se hallan
normalmente comprometidos, en cierta manera, en una clase de vida social.
Vivir es CONVIVIR con los otros, pues la existencia humana, es nuestra propia vida. Es una actividad
comunicativa.
-
El hombre no vive aislado.
“En la historia de la humanidad no es posible encontrar personas aisladas. La evolución de la
humanidad sólo fue posible porque el género humano era una comunidad.
Todos los problemas de la vida humana exigen capacidad para la cooperación y preparación para
ella, signos visibles del sentimiento social.
En esta disposición se incluyen el valor y la felicidad que no se los encuentra en ninguna otra parte…”
Autor: Alfred Adler. Interés social: “Un desafío de la raza humana”.
- Ningún organismo vivo es biológicamente solitario.
“La mayoría de los animales y plantas viven en asociaciones, resabios, colonias o sociedades, y aún las
llamadas especies solitarias, son miembros obligatorios más o menos cooperativos de grupos o asociaciones
de individuos de diferentes especies…”
Autor: W.M. Wheeler “La vida social de los insectos”.
“Un individuo solitario, independiente por completo de los demás, es en gran medida una ficción. En realidad
la mayoría, más aún, casi todos los seres vivientes, existen en comunidades más o menos integradas y la
capacidad para mantener esas asociaciones implica cierta cooperación…”
2- LA PALABRA. Un atributo del hombre
La capacidad de pensar y de hablar son atributos sobresalientes de los seres humanos.
La palabra es ineludible, está presente en todas las actividades del hombre.
El lenguaje permite incrementar la capacidad de información.
La necesidad de convivir impulsa al hombre a crear relaciones sociales.
- la capacidad de pensar es el atributo sobresaliente del hombre, la superioridad de la
inteligencia del ser humano sobre las otras especies animales está dada por la posibilidad que
tiene de razonar y de hablar.
Al poseer la capacidad de razonar y de hablar, el hombre transforma constantemente su forma de vida.
Utiliza sus conocimientos que en conjunto constituyen su cultura para perfeccionarse; desde obtener su
alimento y guarecerse, hasta ampliar su saber y satisfacer sus necesidades materiales y espirituales.
Su propia experiencia de vida permite al hombre desarrollar nuevas ideas y transmitir, de generación en
generación, los resultados de esa experiencia.
4- LA SOCIEDAD: Los hombres y sus relaciones
La sociedad está compuesta de personas (hombres y mujeres que se relacionan entre sí).
Podemos afirmar, entonces, que la sociedad está integrada por la totalidad de los seres humanos y sus
relaciones.
En un sentido menos amplio, cuando se piensa en una sociedad determinada, se alude a un conjunto de
seres que viven o vivieron juntos en un determinado territorio o Estado.
En tal sentido, es común hablar de sociedad argentina o sociedad primitiva o sociedad urbana.
La Sociedad exige cooperación. El hombre tiene una gran cantidad de necesidades fisiológicas, debe
respirar, comer, beber, dormir, mantener su salud, evitar el dolor, etc. Estas necesidades básicas constituyen
la condición biológica mínima que deben satisfacer todos los hombres para vivir.
4- El don humano de la palabra
Los animales carecen de palabra y la enorme superioridad del hombre sobre los animales se debe casi por
completo al don humano de la palabra.
Los lactantes e infantes de hasta dieciocho meses de edad no son mentalmente muy diferentes de los
chimpancés de la misma edad; sólo cuando comienzan a aprender el lenguaje aventajan con rapidez a sus
contemporáneos simios.
Incluso los adultos no muestran una inteligencia netamente superior a la de los animales mientras su mente
carece de la ayuda del lenguaje.
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En ausencia de claves lingüísticas el hombre ve, oye y siente cosas, se mueve, explora sus alrededores y
aprende a conocer su camino de manera muy similar a la de los animales.
Autor Michel Polanyi; “El estudio del hombre”.
Sin embargo, si quisiéramos buscar la palabra que describiese la sociedad mejor que ninguna otra, esa
palabra sería cooperación. Los impulsos hacia la conducta cooperativa se encuentran presentes en el hombre
desde el nacimiento. Cooperación debe ser entendida, entonces, como una interacción entre los hombres con
vistas al apoyo mutuo.
¿Qué pasa cuando el hombre pierde sus impulsos a la cooperatividad?
Este sentimiento es reemplazado por una exagerada tendencia a la combatividad y por un desaforado
impulso competitivo generando conductas antisociales.
Antropólogos y psicólogos sociales coinciden en afirmar que las conductas antisociales son hijas de la
frustrada necesidad de cooperar.
5- EL HOMBRE TIENE: “Apetito social”
La necesidad de convivir impulsa al hombre a crear relaciones sociales es decir, conductas y acciones
denominadas en su conjunto interacciones, desplegadas con otros hombres o grupos, a fin de satisfacer
ciertas necesidades.
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El valor de la palabra
Nos ofrece la ventaja
la comunicación
verbal.
Nos beneficiamos con
la información que
Recibimos de segunda
mano.
Nos permite de
incrementar la posibilidad de
Información.
El pensamiento humano solo se desarrolla en el lenguaje y como el mismo solo puede
existir en la sociedad, todo pensamiento tiene su raíz en la sociedad.
A través de las Relaciones el hombre:
Se comunica con los
demás y cambia
información.
Se renueva
intelectualmente,
aprende y se
perfecciona
Satisface necesidades
espirituales y afectivas
también de coopera
ción .
Por eso afirma que el hombre tiene Apetito Social
6- ALGO PARA LAMENTAR
Actualmente notamos que el hombre moderno es absolutamente egoísta con su tiempo, cada
uno vive para sí, y si es necesario, contra sus semejantes.
Así, en el mundo occidental cada hombre ha llegado a estar solo, como una isla completa en sí misma,
pues si uno no es para sí, quién lo será?. La misma competencia es la ley de la vida.
Por consiguiente competimos.
Esta visión de la vida es peligrosamente falsa, y sin embargo motiva en gran parte la conducta de la
mayoría de las personas del mundo de Occidente y han llevado al hombre al lamentable estado de
conflicto personal, interpersonal e internacional en el que hoy se encuentra.
ACTIVIDADES
7- RELACIONES CULTURALES
Todas las actividades del hombre son parte de las relaciones culturales del hombre.
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Las relaciones sociales determinan en el hombre “relaciones culturales”, que son aquellas interacciones
que reflejan un particular estilo de vida que caracteriza las actividades del grupo.
Todo lo que el hombre crea y transforma forma parte de su cultura. Pero la cultura no es obra del
hombre aislado: toda sociedad cooperativamente contribuye a formarla.
8- RELACIONES MORALES
Todo hombre –no importa su raza o sus creencias- tiene derecho al respeto de su honra y su
dignidad sin sufrir injerencias arbitrarias en su vida privada.
Las relaciones morales se definen como el comportamiento aceptado por todos. Morales deriva del “latín
mores” que significa “costumbres”. Son éstas las que establecen los valores fundamentales de una buena
convivencia.
Todos los usos y costumbres de la sociedad están regulados por la “ética”, que es la disciplina que trata de
la moral y las obligaciones de la convivencia humana.
Las normas éticas o morales no plantean COMO DEBEN ser las interacciones con los otros hombres: fijan
lo que está bien según lo aceptado por el conjunto de la sociedad. Es decir, entonces, que el código moral
usado por determinada sociedad puede no corresponderse totalmente con el utilizado en otras.
La deshonestidad, la mentira, la intolerancia, la falta de cooperación, el insulto son inmorales, es decir,
están reñidos con la moral.
Las normas morales regulan el comportamiento humano, desde el punto de vista del bien común.
No son patrimonio de un grupo ni de una elite ni de una clase social.
9- LA DIGNIDAD HUMANA
Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad.
Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias y abusivas en su vida privada, en la de su
familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su hornra y reputación.
Art. 11. Pacto de San José de Costa Rica. 1969. (incorporado a nuestras propias normas constitucionales).
Las relaciones religiosas ligan a los creyentes mediante un sentimiento espiritual garantizado por la
libertad de cultos.
Del latín religo, que significa (atar, ligar, sujetar), son parte de un sentimiento espiritual que la mayoría de
los hombres tiene desde sus orígenes. Al plantearse el origen de la vida y su destino final.
La muerte es una fuente de reflexión para el ser humano que poco a poco lo ayuda a elaborar varias y
diferentes respuestas.
Surgió así un Dios, un conjunto de fuerzas sobrenaturales en las que cree y a quienes rinde culto.
Las relaciones religiosas tienen una fuerte base moral a la que el creyente debe sujetarse. Así un cristiano,
un judío o un musulmán –por ejemplo- y sólo para nombrar las más importantes religiones monoteístas de
nuestro tiempo se ligan a los dogmas y prácticas rituales que cada una de ellas determina.
Antiguamente una creencia religiosa tendía a imponerse sobre las demás o sobre los no creyentes de
manera imperativa e intolerante. Esta actitud dio lugar a crueles persecuciones y actos de discriminación.
Hoy en día las relaciones entre las distintas creencias religiosas (o entre los creyentes y los que no
practican ninguna), se fundamentan en los países democráticos en uno de los atributos básicos de nuestra
sociedad: la libertad de cultos, sin la cual no hay convivencia posible.
Las relaciones religiosas forman parte de un cuerpo de creencias espirituales fundamentadas en el amor a
un ser supremo y en una fe incuestionable para el creyente. De ellas han surgido valores morales que a
menudo se extienden a la sociedad toda, aún a los no creyentes. La tolerancia de esa disparidad conduce a
un mutuo enriquecimiento moral.
10-EL HOMBRE TIENE DIGNIDAD
Ser digno significa merecer algo de manera favorable, tener honor en el obrar, es no cometer ni
tolerar actos vergonzantes ni humillantes.
La dignidad es pues una condición específicamente humana sobre la que debe fundamentarse la
actuación del hombre en la sociedad de la que forma parte.
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Las relaciones culturales
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Desde una Obra Artística
Hasta un producto de un artesano
Desde el politeísmo
Hasta las creencias monoteístas.
Desde el descubrimiento del poder
Hasta las obras de riesgo
Desde una sinfonía
Hasta una canción folklórica
Desde un simple raspador de los indios
Hasta una máquina
La Dignidad Humana
Un hombre digno
No puede plantearse
como objetivo de vida,
Debe comenzar respetándose
a sí para respetar a los demás
Debe ser honrado,
solidario y tolerante.
Ser digno implica compromiso de cooperación y respeto con los otros
11 – DIGNIDAD Y LIBERTAD
La libertad es responsabilidad y la responsabilidad de cada uno de nosotros es hacer lo que
podamos, en todas partes, para mejorar la suerte del hombre.
El hombre como ser sociable, que se comunica y se integra a un grupo o a una comunidad, necesita
que estos le garanticen una “existencia digna”.
Los elementos básicos de la dignidad humana son:
-
Derecho a trabajar y ganarse su sustento.
Derecho al sano esparcimiento.
Derecho a una protección social.
Derecho al respeto por sus creencias religiosas y opiniones políticas.
12- EL HOMBRE ES LIBRE
Cualquier persona que analice la sociedad en que vive tendrá que resolver un “Problema” que se
plantea en dos enunciados.
El hombre fue hecho para el Estado, o el Estado fue hecho para el hombre.
13- PENSAR NO ES UN DELITO
Quien piense lo contrario será autoritario, totalitario, dado que acepta que el Estado está por encima del
hombre, hasta el punto de hacerle perder su libertad.
14- LOS FALSOS VALORES
La vida de todo ser humano es parte de la nuestra.
Todos estamos comprometidos con la humanidad. Cada uno de nosotros es responsable de todo,
ante todos los demás.
Los seres humanos desgarrados y atormentados por inseguridades y distensiones internas, por dudas y
ansiedades, y condicionados por competir los días laborales y a amar a sus semejantes los domingos, no
pueden resistir mucho tiempo más.
Un pueblo con tales personas debe zozobrar finalmente en el escollo de sus falsos valores.
Autor: A. Montagu “¿Qué es el hombre?”
15- VALORES SIGNIFICATIVOS DEL HOMBRE.
SALUD Y TRABAJO: Atributos que dignifican al hombre.
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La salud es el bien más preciado de la existencia. Es el producto de una vida sana, ordenada, sin
excesos. Se define como el estado de completo bienestar físico, moral y social, no se puede afirmar que se
tiene salud cuando el estado no garantiza la tranquilidad espiritual de la sociedad en la que se vive.
La falta de salud crea limitaciones muy grandes. Los países con pocas capacidades de desarrollo son
aquellos que no poseen buenas bases poblacionales en lo sanitario y educativo.
-
El estado deberá de:
difundir la prevención de enfermedades,
prolongar la vida humana,
fomentar la salud y el bienestar individual,
divulgar principios de higiene personal,
organizar la asistencia médica y de enfermería,
diagnosticar y tratar preventivamente.
16- EL TRABAJO
El contar con dinero para hacer frente a las necesidades de la vida son asuntos de permanente atención
para los seres humanos.
El trabajo es un tema hoy, actualmente las dificultades en la inserción laboral y el desempleo son
mayúsculos.
Se carece de una idea clara y completa del papel de los trabajadores, de su dignidad de la obra
creadora del hombre asociado a un mundo mejor, a una humanidad más feliz.
Los programas de los políticos, las planificaciones sociales, los planes ejecutivos de las empresas tienen
razón de ser si su punto de partida es la valoración del trabajo y de los trabajadores.
El trabajo es la obra y el resultado de la actuación del hombre, de ser inteligente y libre. Es también una
exigencia de la misma exigencia humana.
El trabajo es vida. Actividad dignificada por la Biblia. Obligación universal de servicio. Ello lo otorga una
verdadera ley moral. De allí que la pereza es considerada un vicio.
En cada ecosistema (una laguna, un bosque, un campo), existe una materia inerte (tierra, agua, aire) y
organismos vivos (plantas, animales). Cada organismo vivo está en su propio ambiente, relacionado con todos
los elementos.
Un prejuicio causado a cualquiera de esos elementos se traduce una degradación del ecosistema.
¿Quién pude ser el agente de esa degradación’
Sólo puede hacerlo el hombre. Solo él puede alterarlo como consecuencia perjudicial para todos.
El ejemplo más común es el de un río en el que vierten todo tipo de desechos, en especial sustancias
químicas que alteran su equilibrio.
Al cabo de un tiempo desaparecen de ese río algunas plantas, los peces y otros animales. El resultado final
es que el agua de ese río se convierte en algo perjudicial para el hombre, no será posible ni beberla ni
bañarse en ella.
La naturaleza ha sido degradada por el hombre.
VIVIR JUNTOS Y EN PAZ
A continuación se transcribe un fragmento del discurso que debió pronunciar el presidente norteamericano
Roosevelt, en la conmemoración de una fecha patria en el año 1945, día en que él no vivió para pronunciarlo:
..”no basta la simple victoria sobre nuestros enemigos. Debemos seguir haciendo todo lo que esté a nuestro
alcance para vencer las dudas y temores, la ignorancia y la codicia que han hecho posible este horror”…
Hoy nos vemos ante el hecho destacado de que, si queremos que sobreviva la civilización, debemos
cultivar la ciencia de las relaciones humanas la capacidad de todos los pueblos y todas las razas para vivir
juntos y trabajar juntos en el mismo mundo y paz.
RESPETO POR LA NATURALEZA
En la tarea del desarrollo de su capacidad creadora y transformadora el hombre, muchas veces, ha
producido cambios en los seres vivos del planeta, ha alterado el orden o equilibrio de la vida que existe en la
tierra.
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Al cambiar las condiciones de vida de los animales y de las plantas, al exterminar unos y desarrollar otros,
al desmontar laderas y crear lagunas artificiales, al establecer poderosas y humeantes industrias olvida o
menosprecia, muchas veces las leyes naturales.
En algunos aspectos este olvido o error humano es tan grave que actualmente hay científicos que se
preguntan si en un futuro inmediato la tierra o algunas de sus regiones ofrecerán las condiciones necesarias
para el desarrollo normal de la vida.
Este tema se relaciona con la contaminación ambiental, fenómeno negativo que perturba el desarrollo de
todos los seres vivos afectando al aire, la tierra y el agua.
Por lo tanto, es compromiso de todos defender los ritmos naturales de la vida mediante la
preservación del medio ambiente.
La educación es un elemento fundamental para la prevención de toda esta problemática.
LA DEMOCRACIA Y EL ESTADO EN LA SOCIEDAD ACTUAL.
LA DEMOCRACIA:
El término viene del griego: DEMOS = PUEBLO o conjunto de ciudadanos,
KRATOS = AUTORIDAD y KRATEIN = GOBIERNO.
En la antigüedad se practicaba la DEMOCRACIA DIRECTA: el pueblo reunido en el “ágora” (plaza pública
de los estados – ciudades de la Grecia de entonces) ejercía DIRECTAMENTE las tres funciones primordiales
del Estado: dictar la ley, ponerla en funcionamiento, o sea ejecutarla y aplicarla a situaciones concretas.
Sin embargo, esta forma de ejercer el poder no era tan perfecta como nos parece a simple vista, ya que de
esas asambleas no podían participar las mujeres, ni los extranjeros y mucho menos los esclavos.
FORMAS DE DEMOCRACIA
DIRECTA:
También llamada DEMOCRACIA PURA. Ya hemos visto en el punto anterior como se nos presenta. En la
actualidad resulta impracticable.
Nos parece impensable que se pudiera poner en práctica en la actualidad esta forma de gobernar.
Sólo se usa en pequeñas ciudades europeas –sobre todo suizas- para resolver asuntos de interés local y
de poca relevancia.
INDIRECTA:
El pueblo, mediante el voto, elige a sus representantes, para que en su nombre , lo gobiernen.
Por esto, esta forma de democracia se llama indirecta y más correctamente, representativa.
Es la adoptada por nuestra Constitución Nacional, la que en su artículo 1 dice: “La Nación argentina adopta
para su gobierno la forma representativa...”, precisando luego esos términos en el art. 22: “El pueblo no
delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución...”.
SEMIDIRECTA:
Sin dejar de lado la democracia indirecta o representativa, la reforma constitucional de 1994 ha
introducido nuevos medios de participación del pueblo en el gobierno. En efecto, con la democracia
semidirecta los ciudadanos tienen un papel más protagónico en algunas cuestiones de importancia nacional.
Estos medios son las siguientes:
a) Derecho: a presentar proyectos de ley directamente ante la Cámara de Diputados del Congreso Nacional,
lo que antes estaba reservado exclusivamente al Poder Ejecutivo y a los propios legisladores. Se entiende
que esta facultad sólo la tienen aquellos que gozan de los derechos políticos (ciudadanos mayores de 18
años).
b) Consulta popular: tanto el Congreso como el Poder Ejecutivo Nacional podrán consultar al Pueblo, se
entiende a aquellos habitantes en condiciones legales de votar, sobre la conveniencia o no de la sanción
de una ley o sobre asuntos de importancia nacional. A esta consulta se la llama “referendo o plebiscito”.
Ambos pueden ser vinculantes, (quiere decir que en caso de serlo, el voto de la mayoría de la ciudadanía
es obligatorio; para el pueblo y para el poder que convocó a la consulta”.
No son vinculantes cuando se invita a la población a emitir su opinión, mediante el voto, sin que éste sea
obligatorio o sea que vota quien quiere. En este caso, tampoco genera obligación para el consultante, en el
sentido de respetar la opinión de la mayoría.
Para ejemplificar lo principal del punto, diremos que algunos países, por caso Francia, Italia y más
recientemente Irlanda y España, han utilizado con alguna frecuencia el sistema. Al otro lado del Plata, el la
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República Oriental del Uruguay, tiene vigencia la iniciativa popular, es decir, la posibilidad de que un
ciudadano cualquiera presente proyectos de leyes.
En síntesis: En la República Argentina rigen conjuntamente la Democracia Indirecta o representativa, y la
Semidirecta, para los casos que hemos señalado.
LOS PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA DEMOCRACIA:
Algunos autores los denominan “leyes de la democracia”, pero para no introducir confusiones
terminológicas sobre todo con la expresión “leyes” preferimos llamarlos PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA
DEMOCRACIA.
Si bien mediante el ejercicio de los derechos políticos el pueblo participa, en mayor o menor medida del
gobierno, es necesario que toda la sociedad comprenda y cumpla estos “principios”.

Participación popular: la ciudadanía ejerce el gobierno, ya sea en forma directa (como lo hemos visto
anteriormente), impracticable en estas épocas salvo excepciones apuntadas), o por medio de sus
representantes, libremente elegidos por los ciudadanos en condiciones de hacerlo, por medio del voto.

Predominio de la voluntad de la mayoría: Cuando el pueblo vota, siempre hay un sector político que
obtiene la “mayoría”. Los que no ganaron o sea “las minorías” deben respetar esa decisión.

Respeto por las minorías y tolerancia de ideas y creencias: En el concepto actual de Democracia, el
predominio de la voluntad mayoritaria debe ejercerse en un contexto de alto respeto de los derechos de
las minorías, sean políticas, raciales, religiosas, económicas, etc.
Tanto es así, que le art. 85 de la Constitución Nacional, cuando trata de la designación del Auditor
General de la Nación, funcionario de la máxima importancia en el control de la gestión económica y
financiera del gobierno, impone que tal nombramiento debe hacerse a propuesta del partido
político de oposición con mayor número de legisladores en el Congreso.

Vigencia del pluralismo político: La plenitud de la DEMOCRACIA sólo es posible por lo general a
través de la libre existencia de los partidos políticos, organizaciones cívicas que estudiaremos en su
momento.

Vigencia de la libertad/respeto de los derechos del hombre: Esta es una de las principales
características que definen a la democracia moderna, más que como una forma de gobierno, como un
Estilo de Vida en sociedad.
Por supuesto, esta vigencia de la libertad y respeto por los derechos del hombre no puede darse sino en
el ESTADO DE DERECHO, expresión cuyo significado podemos esquematizar diciendo que es:
a) El ejercicio de las formas de gobierno dentro del más absoluto acatamiento a la legislación vigente y
principios generales del Derecho natural.
b) El absoluto respeto a los derechos de los habitantes de una nación organizada.
c) El cumplimiento de estos últimos de sus deberes como habitantes, y sobre todo, como personas
humanas, con los demás y con sí mismos.
d) Todo, dentro de la más estricta sujeción a un ORDEN JURÍDICO, es decir conformado por leyes,
decretos, reglamentos y sentencias judiciales, dictados para promover y salvaguardar el Bien común
social, objetivo primordial del Estado.
e) Y esto, controlado por un Poder Judicial independiente de la ingerencia de los otros poderes del
Estado (Ejecutivo, Legislativo) responsable y con sus miembros dotados de la sabiduría necesaria,
teórica y práctica, estabilidad en sus funciones (mientras duren su buena conducta y condiciones
personales) que los pongan a resguardo de toda sospecha injustificada de incapacidad, parcialidad o
impulsividad en sus decisiones.
No ha sido fácil a la humanidad la lucha por llegar a este Estado de Derecho.
Quizá no la ha completado aún. De allí la importancia que reviste que todos los habitantes de un país
conozcamos de la mejor manera posible, nuestros derechos y obligaciones para saber ejercerlos y cumplirlas
en beneficio de toda la comunidad y de nosotros mismos.
Nunca viviremos mejor que en el Estado de Derecho, único y valedero sostén de la DEMOCRACIA.
“Y que no quede duda que es el pueblo el que confiere la autoridad o mando”(Del voto del Gral. Cornelio
Saavedra en el Cabildo Abierto del día 22 de mayo de 1810).
FORMA DE GOBIERNO
SISTEMA REPRESENTATIVO, REPUBLICANO Y FEDERAL
Dice la Constitución Nacional:
Artículo 1: La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma Representativa, Republicana y Federal,
según lo establece esta Constitución.
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Hemos subrayado la frase: “Según lo establece esta Constitución”, porque –como lo veremos más
adelante- nuestra forma de gobierno tiene particularidades propias que la diferencian un tanto de los modelos
clásicos, sobre todo en materia de federalismo.
A continuación examinaremos detalladamente cada uno de los elementos del preciso texto constitucional
teniendo en cuenta las modificaciones que se hicieron a la Carta Magna en 1994 y las anteriores.
Sistema Representativo:
Como ya señaláramos anteriormente, mediante el voto, el pueblo otorga un “mandato” a quienes elige para
gobernar la Nación.
República:
El término deriva del latín “res publicae” que significa: “cosa pública” o “de todos”.
En la actualidad, aquella “cosa de todos” de los antiguos romanos, tiene vigencia, puesto que la Nación, el
país, nos interesa “a todos”, como así también su destino y el bienestar general.
Con esto queremos indicar que no es “cosa del gobierno”, sino de la sociedad en su conjunto.
La ciencia política exige que para que exista “La República” sean necesarios las siguientes condiciones:
a) División de Poderes: Los establecidos por la Constitución Nacional, son tres:
-LEGISLATIVO
-EJECUTIVO
-JUDICIAL
Esta característica impide que la acumulación en una sola persona de todas las funciones de gobierno,
traiga como consecuencia el establecimiento de una “tiranía”, con lo cual se correría el riesgo de menoscabar
la libertad.
b) Perioricidad de los mandatos: La forma republicana de gobierno, según lo establece nuestra
Constitución, requiere que los mandatos de los representantes del pueblo, designados para gobernar, se
renueven periódicamente, o sea que se los nombra por un tiempo limitado.
No significa que no pueden ser reelectos, pero esta reelección está limitada por la propia Constitución.
Tratándose del Presidente y el Vicepresidente de la Nación, a dos períodos consecutivos, no así en el
caso de los legisladores, que pueden ser reelectos indefinidamente. Pero, notemos bien que ello no
vulnera el principio de perioricidad, pues la reelección se produce mediante el voto popular y en los casos
admitidos por la propia Constitución.
c) Publicidad de los Actos del Gobierno: Es esencial a la República que los actos de los gobernantes
sean entregados al conocimiento público a fin de que los habitantes de la Nación estén suficientemente
enterados de lo que hace el Gobierno. Con esa finalidad se publican en el Boletín Oficial todas las leyes y
decretos y otros actos de gobierno y administrativos.
Por supuesto, esta publicidad, si bien cumple los recaudos legales, es insuficiente para un real
conocimiento de la actividad de gobierno por todos los habitantes, función que cumple en general la
prensa escrita (diarios), oral (radio) y audiovisual (cinematográfico y televisión), que para eso necesitan
gozar de amplia libertad para obtener las informaciones y difundirlas.
d) Responsabilidad de los funcionarios públicos: la Constitución y las leyes señalan las obligaciones que
tienen aquellos que han sido elegidos o designados para ocupar un cargo público, además de las que
tienen como cualquier otra persona. Si esas normas no se cumplen, pueden incurrir en los siguientes
supuestos:
- Mal desempeño de sus funciones
- Delitos contra el Estado
- Delitos comunes
De allí aparecen varios tipos de responsabilidad:
-
POLÍTICA
PENAL
CIVIL
ADMINISTRATIVA
1.- POLÍTICA: Es la que surge cuando el funcionario no cumple el programa de gobierno que prometió, o lo
hace mal, o conduce la “cosa pública” de manera perjudicial para el país.
Se hace efectiva de diversas formas: Tratándose del Presidente y Vicepresidente de la Nación, los Ministros
del Poder Ejecutivo, o los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, mediante el “Juicio Político”
en el cual la Cámara de Diputados lo “acusa” ante la de senadores, que para esto funciona como si fuera un
Tribunal, y lo “juzga”. Los únicos resultados que puede tener son “la destitución” del funcionario, o su
“absolución” es decir, llegar a la conclusión de que no tiene responsabilidad de este tipo.
En cuanto a los legisladores, pueden ser suspendidos o destituidos por la propia Cámara a la que
pertenecen, y los jueces inferiores ( o sea los que no integrar la Corte Suprema), pueden ser sometidos a
13
14
juicio en un Tribunal de Enjuiciamiento de Magistrados, integrado por otros jueces, legisladores y abogados
de prestigio que ejercen privadamente su profesión, y son designados para integrarlo.
También en estos casos, los resultados pueden ser los mismos que en el “juicio político”.
2. PENAL: Cuando se ha destituido al funcionario por alguno de los medios que hemos señalado, puede
ocurrir, sin embargo, que se descubra que ha cometido algún delito en el ejercicio de su cargo. En estos
casos, la resolución que lo destituye manda además que sea procesado por la justicia para determinar su
culpabilidad o inocencia.
3. CIVIL: Si se ha demostrado que cometió un delito y que éste causó daños económicamente mensurables,
tendrá que repararlos, de acuerdo a los principios generales del Derecho Civil, mediante el pago de la suma
de dinero que fije el Tribunal Judicial que interviene en el proceso.
4. ADMINISTRATIVA: Cuando no se trata de los funcionarios que hemos mencionado, la Administración
Pública tiene procedimientos para determinar la responsabilidad de los mismos, mediante un “sumario
administrativo”. (En el orden militar, usted lo puede percibir a través de lo que conoce como “actuaciones de
justicia” ) y en los cuales se determina si hay algún tipo de responsabilidad.
Si hay, se le aplicará alguna sanción disciplinaria, leve o grave, que puede llegar a ser “expulsiva” (cesantía,
exoneración, baja obligatoria, destitución) o de “suspensión en sus funciones” y en el orden militar las que
Uds. Conocen y están tratadas en la Reglamentación respectiva.
Por supuesto, si en esta investigación administrativa se descubre algún delito, los antecedentes del asunto
pasan a la Justicia, de la misma forma que hemos visto para los funcionarios sujetos a juicio político o en los
casos de legisladores o jueces.
También puede resultar responsabilidad civil, de la misma manera ya vista más arriba. Como puede advertir
fácilmente, este tema de las distintas responsabilidades de los funcionarios, está muy entrelazado. Lo
importante es que sepa que el hecho de ser “funcionario público” de clase o importancia que fuese, no implica
la “impunidad” del mismo. Como cualquier ciudadano, está sometido a las leyes.
e) Igualdad ante la ley: a propósito lo hemos dejado para el final de estas condiciones. La igualdad ante la
ley de todos los habitantes de un país es una condición esencial del régimen republicano. Ya la Asamblea
del año 1813 la había establecido muy claramente al dejar sin efecto los privilegios y títulos de nobleza y
abolir la esclavitud entre otras cosas.
No debe creerse, sin embargo, que esta igualdad, de la que habla claramente el art. 16 de la Constitución
Nacional, es Absoluta. Por cierto, no son iguales en el ejercicio de sus derechos los menores de edad, los
que no tienen adquirida su ciudadanía, respecto de los mayores o de aquellos que la tienen.
Por eso, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ha dicho en reiterados pronunciamientos, que la
igualdad ante la ley es la igualdad entre los iguales, en iguales circunstancias. Por eso, sin ir más lejos,
pagan el impuesto a los bienes personales quienes los tienen en una gran cantidad, no así quienes no
llegan al mínimo. Los primeros van a pagar una proporción igual. Los demás no pagarán nada. Ese es el
concepto de IGUALDAD, en este caso respecto a los impuestos, que nos enseñan los estudiosos y
recogió la corte en numerosas decisiones.
La igualdad ante la ley es, como le dije, un principio fundamental de la forma republicana de gobierno y
su vigencia debe ser respetada por los gobernantes.
Si como ciudadanos vemos que el Poder Político nos coloca en situación desigual respecto a otros
ciudadanos “iguales”, debemos recurrir a los medios legales, que los hay, para que se reconozca nuestra
condición.
EN RESUMEN: El gráfico siguiente le puede aclarar las características generales de la forma republicana
y su funcionamiento.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
DE LA FORMA REPUBLICANA DE GOBIERNO
* Existencia de una constitución o ley fundamental.
* División de los poderes de gobierno, en ejecutivo
legislativo y judicial
* Igualdad ante la ley de todos lo habitantes de la
Nación.
* Perioricidad de los mandatos de
los funcionarios públicos.
* Responsabilidad de los funcionarios públicos (política, administrativa, penal y civil)
* Publicidad de los actos de go
Bierno
Por cierto, estos caracteres fundamentales no son exclusivos de la forma republicana en la actualidad. Hay
numerosas monarquías (por ejemplo España, Holanda, Dinamarca, Suecia, etc.) que tienen incorporados
algunos o todos ellos, a excepción de la elección popular del monarca, rey o emperador. Son las llamadas
monarquías constitucionales o democráticas, y en rigor de verdad muchas veces son más respetuosas de
la libertad y los derechos individuales que algunos países que se titulan REPÚBLICAS.
14
15
Pero, éste es un tema que más bien lo dejamos insinuado a título informativo, pues corresponde al estudio
del Derecho Político, pero consideramos que deben tener alguna noción al respecto, y alguna pregunta
haremos sobre él en su oportunidad.
Por lo demás, creemos que el cuadro precedente se explica por sí mismo, por lo cual no abundaremos en
mayores precisiones, pero tal como dinámica de este curso a distancia, gustosamente atenderé su consulta
personal en los días fijados en la Escuela o bien por mail, como debe ser costumbre, suponiendo que le
hubiese quedado alguna duda.
LA FORMA FEDERAL DE GOBIERNO
a) Nociones preliminares: En la etapa de la organización institucional argentina se debatió la posibilidad
de organizar el país según dos formas distintas: un gobierno centralizado políticamente (unitario) o un
régimen descentralizado (federal) imponiéndose este último después de arduos debates y luchas de
muchos años, por la voluntad de la mayoría de los Constituyentes.
En un régimen Unitario o centralizado, las atribuciones políticas aparecen concentradas en un Gobierno
central, del cual los agentes locales en cada lugar son simplemente eso “agentes”.
Es un sistema típico y adecuado para países de poca extensión territorial, inaplicable en absoluto a la
Argentina de 1853 y difícilmente a la actual, pese a cierta tendencia centralizadora que se observa en los
hechos (y desde la mitad de este siglo), en el gobierno nacional, y que actualmente todos tratamos de
revertir.
En cambio, en un régimen federal como el nuestro, el poder aparece repartido entre dos clases de
gobierno diferentes, el nacional o central y los gobiernos locales o provinciales o estatales, como se los
llama en los Estados Unidos, México, Brasil o Venezuela, por ejemplo.
No todos los regímenes federales son iguales. Por eso hay que tener mucho cuidado cuando se compara
el argentino con otros. Sabiamente el artículo primero de la Constitución es claro y terminante cuando
expresa : “...Federal según lo establece esta Constitución”.
Lo que sí parece ser un principio general en todo el mundo, salvo algunas contadas excepciones, es que
se trata de un régimen apto principalmente para países de gran extensión territorial, como el nuestro y la
mayoría de los Estados que cuentan con grandes territorios y que lo han adoptado casi siempre desde su
organización definitiva.
Este sistema, en nuestro sistema, tiene origen en el Pacto Federal, de 1831, que habrá estudiado Ud. en
Historia Argentina. Notablemente, quien lo plasmó perfectamente en una obra famosa el Dr. Juan Bautista
Alberdi, nacido en 1810, de vastísima cultura jurídica, económica, política y general.
Jurídicamente, la característica fundamental de nuestro régimen federal es que la Soberanía reside en la
Nación, mientras que las provincias que la componen (nótese bien que decimos “la componen” y no “en
que se divide”), gozan de autonomía bajo ciertas condiciones puestas por la Constitución Nacional, que
fue dictada por representantes de esas mismas provincias. Hubo una “autorrestricción” por parte de esos
representantes A fin de lograr la tan ansiada “unidad nacional”.
b) El gobierno federal o nacional: denominamos Gobierno Nacional al gobierno federal de la República: a
los tres poderes del Estado nacional, quien ejerce todas las facultades que le otorgaron las provincias, en
el acto constituyente. La Nación ostenta la “soberanía” (originada en el pueblo, pues es un sistema
democrático, como ya lo hemos visto), y las provincias, ya lo hemos dicho pero vale la pena remarcarlo,
son autónomas.
Las provincias, que históricamente son “anteriores” a la Nación, conservaron para sí otros
poderes o facultades, pero renunciaron expresamente a separarse de la Nación, no pueden por lo
tanto declararse “estados independientes”.
EN SINTESIS: El régimen federal consiste en la coexistencia simultánea de un gobierno central, llamado
nacional o federal, y gobiernos locales, llamados provinciales, divididos todos en las tres tradicionales ramas
del poder:
Nación
Congreso Nacional
Provincias
Legislaturas provinciales
Nación
Presidente de la Nación
Provincias
Gobernador de la provincia
Nación
Corte suprema de justicia y demás
tribunales inferiores de la Nación.
Provincias
Cortes supremas provinciales o tri
bunales superiores de justicia (como
son llamados en algunas) y demás
tribunales inferiores de cada pro
Legislativo
Ejecutivo
Judicial
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vincia
c) Deslinde de competencia entre la Nación y las provincias que la componen:
(Breve síntesis de lo principal que “pueden” hacer el gobierno federal y los gobiernos de provincia)
GOBIERNO FEDERAL
 Manejo de las Relaciones exteriores del
país.
 Régimen aduanero e impositivo nacionales.
 Presupuesto del Gobierno nacional.
 Manejo de la deuda externa de la Nación.
 Emisión de moneda (billete y monedas
metálicas).
 La legislación Nacional llamada “de fondo”
(Código civil, penal, de comercio, de justicia,
militar, leyes d e trabajo, etc.) Al respecto
ver art. 75 de la Constitución Nacional.
 La Defensa nacional (incluyendo el mando
de las Fuerzas Armadas y de Seguridad
Nacionales.
 La Administración de Justicia en materias
delegadas a la Nación por las provincias.
 Fijar límites de la Nación.
 Intervenir por medio de la Corte Suprema en
los conflictos interprovinciales.
 Algunas facultades concurrentes con las
provincias y que veremos al hacer el estudio
por menorizado de la Constitución.
GOBIERNOS PROVINCIALES
 Conservan todo el poder no delegado a la
Nación a través de la Constitución Nacional.
 Actúan como “agentes naturales” del
gobierno federal para hacer cumplir en cada
provincia la Constitución y las leyes de la
nación.
 Administrar la justicia en materia no
delegada a la Nación.
 Dictar las leyes necesarias al buen gobierno
de la provincia.
 Dictar su propias constituciones provinciales
con respecto a la forma republicana de
gobierno y a los principios fundamentales de
la Constitución Nacional.
 La Seguridad de los habitantes de la
provincia que no corresponda a Fuerzas
nacionales (Armadas o de Seguridad) por
medio de sus organizaciones policiales.
 Según la Reforma constitucional, la ciudad
de Buenos Aires, sin perder su c ondición de
Capital de la República y sede del Gobierno
Federal, tendrá un régimen de gobierno
autónomo, parecido al de las provincias, el
que estará regido por un Estatuto.
LAS PROVINCIAS Y MUNICIPIOS
a) Las provincias: A estas alturas, luego de haber hecho un gran esbozo, Ud. ya puede, con un breve
razonamiento, conocer la naturaleza de las Provincias Argentinas. Pero, se deben afinar algunos
conceptos.
Sin perjuicio de que, cuando tratemos la totalidad del orden constitucional argentino, surgirán nuevas e
interesantes cuestiones, seremos breves en este módulo.
Creemos que el punto fundamental del tema de la naturaleza de las provincias está situado en la gran
pregunta ¿son simples divisiones administrativas de la Nación o por el contrario son estados provinciales
integrantes de un Estado Nacional?. La respuesta no es sino la segunda. En el sistema argentino, son
auténticos Estados, integrantes de un estado mayor, que llamamos Nacional.
Y, en este sentido, los estudiosos de la Constitución nos han enseñado algo definitorio sobre el tema
cuando han dicho: “La Nación Argentina es un estado indestructible formado por estados indestructibles”
(las provincias). Así es la cuestión.
Pero, dirá Ud. ¿cómo es posible que existan en un mismo país dos tipos de Estado? Buena pregunta.
Pero la respuesta es simple: cuando la Constitución de ese país prevé, como en la Argentina, las
relaciones de la Nación con los Estados provinciales y las de estos entre sí, es absolutamente posible tal
coexistencia, teniendo en cuenta algo que ya dijimos al tratar más arriba el régimen federal de gobierno.
Quien detenta la Soberanía es la Nación. Las provincias gozan de autonomía.
Pero... volvemos a la objeción: ¿por qué la Nación detenta la Soberanía y las provincias son simplemente
autónomas?
También la respuesta es fácil, porque las provincias unidas del Río de la Plata, cuando decidieron
constituir definitivamente la República Argentina, creyeron necesario que la soberanía, es decir la mayor
parte del poder político interno y sobre todo externo, recayera en el Estado Nacional, reteniendo para los
gobiernos locales aquello que las particularidades propias de cada provincia hacía necesario, sumado a
un conjunto de normas que son comunes a todas.
Si revemos el gráfico de deslinde de atribuciones entre la Nación y las provincias de la página anterior,
nos daremos cuenta muy fácilmente cuales son las normas comunes a todas las provincias. Dejo por su
cuenta, como ejercicio práctico, sacar sus conclusiones, teniendo presente lo que diremos a continuación.
Cuando las provincias constituyeron la República en 1853, lo hicieron sobre la base de Pactos
preexistentes entre ellas, siendo el de mayor importancia el llamado Pacto Federal de 1831, como lo
dijimos anteriormente. En cumplimiento de esos pactos preexistentes, como expresa el Preámbulo
constitucional, se dictó la Constitución de 1853.
16
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Y ella misma se ocupó de regular toda la compleja trama de relaciones entre los Estados Nacional y
provinciales, pero no por imposición de un órgano superior sino por voluntad propia de las mismas
provincias, cuyos representantes creyeron más conveniente que ciertas facultades las tuviese la Nación,
en salvaguardia del interés general.
No son muchas, sin embargo, esas regulaciones. Las veremos a todas a lo largo de lo que resta del
curso. Basta por ahora expresar algunos principios fundamentales que surgen de la Constitución nacional
con relación a las provincias.
El primero y principalísimo, es aquel en que las provincias se reservan todo el poder no delegado a la
Nación art. 121. Al decir esto estamos reforzando las respuestas a las preguntas que nos hemos
formulado más arriba.
El segundo contenido en el artículo siguiente es: “las provincias se dan sus propias instituciones locales y
se rigen por ellas”, eligen sus gobernadores, sus legisladores y demás funcionarios de provincia sin
intervención del gobierno federal.
Pero, para gozar de estos derechos no delegados a la Nación, toda Provincia argentina debe dictar su
propia constitución (CN art. 123) en las condiciones del art. 5 (adoptar el sistema representativo
republicano de gobierno), y además, según lo dispone este mismo artículo:
1.
2.
3.
4.
Que la constitución provincial esté de acuerdo con los principios de la constitución nacional.
Que asegure la Administración de justicia.
También que asegure el régimen municipal, y
La educación primaria.
Concluye el artículo con una expresión terminante y clara: “bajo estas condiciones, el gobierno federal
garantiza a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones”
Porque si la provincia no lo hace, el art. 6 de la constitución prescribe que el gobierno federal puede
intervenir en el territorio de una provincia en los casos que allí se mencionan y que le ruego leer.
b) Los municipios: Vimos recién que para que la Nación garantice a las provincias el libre goce y ejercicio
de sus instituciones, las constituciones provinciales debe asegurar “el régimen municipal”. Y ¿qué es
esto?. Nada más que reconocer que la célula siguiente a la familia en la organización social es el
municipio.
Desde la fundación de nuestras primeras ciudades en el siglo XVI, y hasta los primeros años de vida
independiente de la naciente República Argentina, existieron los cabildos, única organización política en la que
tenían participación nuestros primeros criollos (hijos americanos de los colonizadores europeos).
En este ámbito se reunían los vecinos, (propietarios residentes) quienes elegían sus representantes, que
desde diferentes misiones, se ocupaban del funcionamiento de la ciudad, en materias tan diversas como la
salubridad, escasa en aquellos tiempos, la higiene pública, el abastecimiento de mercaderías ,etc.
Los cabildos tuvieron un papel importantísimo en nuestra historia y subsistieron hasta 1821 en que fueron
sustituídos por otras instituciones, ya precursoras directas de nuestras actuales municipalidades.
Algunos autores consideran al municipio una institución natural (lo que hemos esbozado un poco antes) y
otros una pura creación de la ley. Creemos que ambos tienen algo de razón.
La ley se ha ocupado en regular el funcionamiento de un organismo natural y vivo, para posibilitarle realizar
sus finalidades en el complejo mundo de hoy. Es lo que llamamos “la adecuación del derecho al tiempo que
se vive”, sin lo cual es muy difícil el progreso social.
Las municipalidades están organizadas bajo la forma republicana de gobierno, hay un Departamento
Ejecutivo, cuyo titular se llama intendente y a veces alcalde, un Departamento Deliberativo que es llamado
Concejo Deliberante y frecuentemente tienen algún órgano de tipo judicial destinado a juzgar faltas y
contravenciones (desorden, ebriedad, conducir imprudentemente, producir ruidos molestos, etc.)
Las provincias argentinas han adoptado dos sistemas para organizar los municipios, el de la provincia de
Buenos Aires, que tiene un municipio en cada partido, aunque este contenga varias ciudades o pueblos, y el
de la mayoría del resto, que admite varios municipios en cada partido o departamento. Por supuesto, los
municipios están organizados con mayor o menor complejidad según sean el tamaño y la importancia de la
población a la que sirven.
Es distinta, en cantidad, no en calidad, la organización que debe tener una ciudad de más de 500.000
habitantes que la organización de un pequeño poblado de dos o tres mil habitantes o menos, o una ciudad de
tamaño intermedio.
Retomando el tema de la provincia de Buenos Aires, no es que se piense que desde una ciudad, por
ejemplo Punta Alta, se puede gobernar todo un partido, Coronel Rosales, sino que existe un gobierno
municipal central en Punta Alta, la cabecera del partido, y Delegaciones Municipales en Pehuen – Co, Bajo
Hondo y algún otro lugar que no viene al caso.
17
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Ciertamente, ésta no es una organización federal, más bien parecería ser unitaria, y lo es. Desde el gran
centro municipal se gobierna a otras ciudades. No está ni bien ni mal si ese gobierno realmente cumple con
sus misiones primordiales y ha sido elegido por el pueblo de todo el partido en elecciones libres. Pero parece
mejor el sistema de las otras provincias, donde cada partido o departamento puede haber más de una
municipalidad, aunque sean de distinta categoría.
Así ocurre en la mayoría de las demás provincias argentinas, por ejemplo Tucumán, Córdoba y otras. Si la
suya no ha sido citada, no se sienta mal. No podemos nombrarlas a todas. Y... ¿qué le parece si le escribe a
algún familiar suyo que viva en su tierra de origen y le pide que le cuente cómo es el sistema municipal?. Por
supuesto, si no lo conoce Ud. o no tiene los medios de hacerlo sin recurrirlo a ello.
LA CONSTITUCIÓN NACIONAL
La noción esencial de Constitución Nacional, reside en la comprensión de que se trata de la Ley
Suprema o Fundamental de un Estado, en nuestro caso de la República Argentina, porque organiza
jurídica y políticamente al Estado Nacional, en parte a los Estados provinciales, y sobre todo porque
reconoce la totalidad de los principales derechos de los habitantes de la Nación garantizando su
efectivo ejercicio.
De esta simple noción surgen dos aspectos básicos:
1. La organización Jurídico – política del Estado,
2. El reconocimiento de los derechos fundamentales de los habitantes.
La organización está dada precisamente por la Constitución Nacional, que establece:
-
La forma de gobierno (art. 1)
-
La división de los poderes del Estados según la forma republicana y quienes serán las personas que los
ejercerán, cumpliendo las funciones básicas del mismo (dictar leyes (poder legislativo), ejecutarlas (poder
ejecutivo y según la nueva Constitución el jefe de gabinete de ministros o ministro coordinador en asuntos
de menor importancia) y finalmente, aplicarla en los casos concretos que llegan a su conocimiento (poder
judicial, ya sea Federal, nacional de la Capital Federal, o provincial, según el caso de que se trate).
En lo que hace a derechos y garantías de los habitantes de la Nación, como Ud ya lo conoce, no son
sino facultades innatas al hombre y la ley, en este caso la Constitución Nacional, no hace sino
reconocerlos, concretándolos en textos claros y precisos, garantizando su ejercicio mediante normas
instrumentales que veremos en detalle en su momento. Todo esto que venimos diciendo se concreta en lo
que se conoce como “supremacía de la Constitución Nacional”, y claramente expuesto en su art. 31, será
objeto de examen pormenorizado más adelante.
Lo que interesa que quede claro es que los Derechos fundamentales de los hombres, son anteriores a la
propia ley, y la Constitución no los crea, no los establece, reconoce que existen y los regula conforme a los
principios básicos que la orientan.
EL PODER CONSTITUYENTE
Esta expresión que aparece por primera vez en estos apuntes, no hace sino precisar en forma
concreta “quién es la autoridad facultada para dictar o modificar la Constitución Nacional argentina”.
Según Ud. recordará en nuestra historia política, cada vez que se pretendió dictar una Constitución (por
caso 1819, 1826, 1853), se convocaba a las provincias existentes en ese momento, llamadas Provincias
Unidas del Río de la Plata, para que enviasen representantes a las reuniones respectivas, a fin de que todas
ellas fueran partícipes de la discusión y sanción de la Carta Magna.
Y, tal como expresa claramente el Preámbulo, la Constitución Nacional es dictada por los representantes
del pueblo de las provincias, reunidos en Congreso General Constituyente. O sea, en términos muy simples, el
Poder Constituyente reside en el pueblo de las provincias argentinas, a través de sus representantes y según
el procedimiento establecido en la misma Constitución.
Ese poder constituyente no está reflejado concretamente con tal nombre en ningún texto de la Constitución
Nacional, porque es anterior a la propia Constitución, y distinto y superior a los poderes del Estado a los que
nos venimos refiriendo constantemente, y los representantes que lo componen se reúnen exclusivamente para
dictar o modificar la Constitución.
¿Puede reformarse la Constitución Nacional?
Naturalmente, Sí.
Como todo orden jurídico, una Constitución debe adecuarse a las realidades de cada tiempo, y no es lo
mismo dictar una Constitución Nacional en 1853, que hacerlo en el 2000, cuando las comunicaciones, la
cultura, la ciencia, la técnica y las nuevas formas de vida a que han dado lugar, hacen que éstas deban ceder
paso a nuevos conceptos.
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Por supuesto, se discute entre los constitucionalistas “hasta dónde es posible reformar la Constitución”.
Mucho se ha hablado y escrito sobre el tema, pero bastan dos conceptos fundamentales:
1. La reforma nunca podría abolir los derechos y garantías ya consagrados en la Constitución anterior y
2. Tampoco sería posible cambiar el régimen de gobierno, representativo, republicano y federal, aunque en
cuanto a este último se admite que sería posible , por voluntad de las provincias cuyos representantes
integran la convención reformadora, fusionar algunas provincias en una sola o bien dividir, alguna muy
grande en dos o más provincias nuevas.
¿Cómo se reforma la Constitución Nacional?
La Constitución Nacional puede reformarse total o parcialmente (con las limitaciones que hemos visto en el
punto anterior) mediante un procedimiento establecido con precisión por su art. 30. El proceso de reforma
requiere tres pasos:



Que el Congreso de la Nación dicte una ley señalando la necesidad de la reforma, y los puntos precisos
que entiende deben modificarse (ello significa una importante limitación, necesaria, para la posterior
Convención Reformadora).
Que se convoque y reúna tal Convención Reformadora, integrada por representantes del pueblo de las
provincias, que se eligen de la misma forma que los Diputados Nacionales.
Que la Convención se pronuncie concretamente sobre la reforma de los artículos propuestos por el
Congreso Nacional, y que de su seno se expida una Resolución disponiendo la reforma.
LA SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL
La Constitución Nacional es la Ley Suprema de la Nación, porque todas las demás normas del orden
jurídico argentino deben estar subordinadas y de acuerdo, conceptualmente, con lo que ella dispone.
Así, lo dice claramente el art. 31 que establece el orden de prelación (de precedencia, digamos en un
lenguaje más accesible) del sistema legal argentino.
Entonces, tenemos de acuerdo con las interpretaciones más usuales del texto mencionado:
1) La propia Constitución Nacional y los tratados con otras naciones “con jerarquía constitucional”, (lo
entrecomillado se refiere al nuevo texto del art. 75 inc. 22 de la Constitución Nacional reformada en
1994). Antes no se hablaba de ello.
2) Las Leyes Nacionales.
3) Los tratados comunes con otras naciones, debidamente ratificados por ley del Congreso Nacional
4) Los Decretos del poder ejecutivo nacional.
5) Las constituciones provinciales.
6) Las leyes provinciales.
7) Las normas municipales.
Este principio de la supremacía del orden constitucional nacional no es nuevo, ya era conocido poco
después de la Revolución Francesa de 1789, y por primera vez en la historia, la Corte Suprema de los
Estados Unidos, en 1801, lo plasmó en un célebre fallo, que toda la jurisprudencia de dicho Tribunal ha
sido un importante aporte a la formación del criterio de interpretación constitucional en nuestros estrados
judiciales.
La referencia del párrafo precedente viene al caso porque el guardián de la Supremacía constitucional es el
Poder Judicial, ya se trate del Federal, el Nacional de la ciudad de Buenos Aires, o los Provinciales, que en
casos concretos, donde se pone en juego la validez de legislación de menor rango que la Constitución
Nacional, puede declarar la “inconstitucionalidad” de una norma, en otros términos que es contraria a la
Constitución Nacional, quién dirá la última palabra será la Corte Suprema Nacional..
Lo cual nos lleva a la conclusión de que es solamente el Poder Judicial quien puede declarar la adecuación
o no de una norma inferior a la Constitución nacional, y ello en un caso concreto. No puede hacerlo en forma
abstracta.
Es necesario que exista un proceso judicial donde se haya planteado la discusión constitucional. Es lo que
comúnmente los juristas denominan “el caso federal” o “la cuestión constitucional”, y está claramente legislado
en el art. 14 de la ley 48, una de las primeras dictadas luego de la vigencia de la Constitución de 1853.
No abundaremos más en este tema por tratarse de cuestiones muy especializadas. Con lo dicho, es
suficiente para que Ud. tenga una idea clara de que la Constitución Nacional es la Ley suprema de la Nación,
que cualquier ciudadano a través de una acción judicial puede pedir se declare insconstitucional (contraria a la
Constitución) una norma inferior, y que tal misión corresponde al Poder Judicial, sobre todo a la Corte
Suprema de Justicia de la Nación.
ESTRUCTURA DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL
Cuando decimos “estructura” queremos señalar cómo está formada, cuáles son sus partes, para
poder seguir un método u orden en el estudio de la Constitución.
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Tome su ejemplar de la Carta Magna, y busque el índice allí encontrará la estructura de la Constitución, que
no es otra que la que exponemos a continuación:
a) Preámbulo
b) 1 era. Parte:
Cap. I.
Cap. II
c) 2 da. Parte:
Cap. I
Cap. II
Declaraciones y derechos y garantías.
Nuevos Derechos y Garantías.
El Gobierno Federal
Gobierno de Provincias
c) Disposiciones transitorias
Examinémoslas ahora por separado:
a) PREÁMBULO: la palabra significa “lo que va adelante”, o sea introducción, la presentación.
El preámbulo sintetiza el contenido ideológico de la Constitución.
Sus autores, los representantes del pueblo de las provincias que componían y componen la Nación
Argentina, quisieron dejar plasmado en sus expresiones sus ideas filosófico – políticas, sus anhelos y
esperanzas sobre qué país pensaban y deseaban para su tiempo y para el futuro.
Lea detenidamente el Preámbulo. En las actividades correspondientes a este módulo trabajaremos sobre
él.
b) 1era. PARTE: Trata de los Derechos, Deberes y Garantías, y de los “Nuevos derechos y garantías”
incorporados por la reforma de 1994, se la llama “dogmática” y la
c) 2da. PARTE: Que como hemos visto trata de las Autoridades de la Nación, recibe el nombre de
“orgánica”.
“Dogmática”, la primera, porque resume una filosofía política y de vida que se quiso y se quiere
establecer en la Argentina.
“Orgánica”, la segunda, porque establece, en términos prácticos, quiénes y cómo se van ejercer las funciones
del Estado.
Ahora veremos qué significan los términos “Declaraciones”. “Derechos” y “Garantías”.
DECLARACIONES
Son manifestaciones de carácter político que establecen cómo deben ser y qué deben hacer los distintos
poderes del Estado. Como ejemplo citaremos algunos de esos enunciados. Así:
El art. 1 establece la forma de gobierno, el art. 5 los principios básicos de las autonomías provinciales, el
art. 36 que se refiere a la vigencia de la Constitución Nacional, aunque por un hecho de fuerza o de violencia
interior se quiebre el orden institucional, norma, etc.
DERECHOS
Como ya hemos dicho reiteradamente en módulos anteriores, “son todas las facultades” que tiene el
hombre de hacer o no hacer algo, debido a su condición de “ser dotado de libertad”.
Los derechos no los “crea” ni “otorga” la Constitución, porque son anteriores a toda ley e inherentes a la
naturaleza humana.
GARANTÍAS
Son las seguridades que da la Constitución Nacional para que los derechos puedan ser efectivamente
ejercidos y no queden en letra muerta en los ejemplares de la Constitución. Ya veremos cuáles son estas
garantías.
Clasificación de los Derechos
Los derechos pueden ser clasificados, muy genéricamente en Civiles, sociales y políticos.
a) Los derechos civiles son esenciales para el desarrollo de la personalidad humana, por eso, los gozan los
ciudadanos como quienes no lo son, en definitiva, todos lo habitantes de la Nación. Están enunciados en
los arts. 14 a 20 y 36 a 43 de la Constitución Nacional.
El art. 33 por su parte, trata de los derechos no enumerados, o sea todos aquellos dere
chos, que aunque no están implícitamente enunciados, también son reconocidos. No son otros que los
derechos naturales, que tiene todo hombre por el solo hecho de serlo, como son por ejemplo:
1.- El derecho a la vida
2.- El derecho a la salud
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3.- El derecho a la integridad física y moral.
4.- El derecho de formar una familia
5.- El conjunto de derechos y obligaciones que conforman lo que se llama “patria potestad”, y están referidos a
la relación padres – hijos.
A continuación, mencionaremos en detalle, algunos derechos civiles, según lo exponen el Dr. Norberto
Fraga y el profesor Gabriel Ribas en su Instrucción Cívica, A – Z Editora, Buenos Aires, 1995.
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De trabajar: es la facultad, derecho, de todo
individuo de elegir libremente y dentro de la
ley, el tipo de trabajo que le permitirá
ganarse la vida y desarrollarse física y
espiritualmente.
De ejercer toda industria lícita: deriva del
anterior y debe entenderse por “industria
lícita” aquello que no sea contrario a la
moral y a las buenas costumbres y que no
perjudique a otros. El Estado ejerce un
control (“poder de policía”) para evitar que el
desarrollo de una actividad de este tipo
perjudique la seguridad de las personas, la
salubridad o la moral pública.
De navegar y comerciar: se le aplican las
mismas condiciones que al punto anterior.
La libertad de navegación rigen en los ríos
interiores, la libertad de comercio se refiere
al tráfico de mercaderías dentro del país.
De peticionar a las autoridades: faculta a los
individuos o grupos sociales a dirigirse a las
autoridades para presentar reclamos o
elevar solicitudes diversas. Algunos autores
lo consideran un derecho político. Es un
derecho político cuando el motivo de la
petición es de interés público, en cambio,
puede considerárselo como derecho civil,
cuando la petición tiene alcance personal.
De entrar, permanecer, transitar y salir del
territorio argentino: implica la libertad de
tránsito de individuos. (La ley ha establecido
una reglamentación especial para los
extranjeros)
De publicar ideas por la prensa sin censura
previa: es una forma de la libertad de
expresión. consiste en la facultad de todo
individuo de manifestar su pensamiento en
forma pública y por los diversos medios de
comunicación (prensa escrita, radiotelefonía,
televisión, cine, teatros, etc.), sin que el
Estado pueda impedir o dificultar su difusión.
Se llama censura previa al control por parte
del Estado de un texto o mensaje cualquiera
antes de ser dado a publicidad. La
Constitución prohibe expresamente esa
limitación a la libertad.
De usar y disponer de su propiedad: la
protección constitucional del derecho de
propiedad abarca todo lo perteneciente a
una persona, susceptible de tener un valor
económico (bienes, inmuebles o muebles,
derecho de autor, sobre obras diversas,
derecho sobre inventos, etc.
De exigir la protección del medio ambiente.
En los últimos años, se ha tomado
conciencia de las graves consecuencias
producidas a corto o largo plazo por la
contaminación o el deterioro del medio
ambiente. Es por ello, que en la reforma
sancionada en 1994, se ha incluído este
derecho art. 43.
De exigir la protección del usuario y del
consumidor: es la facultad de reclamar la
protección
de
la
Justicia,
ante
adulteraciones a la calidad de los productos
o servicios que se ofrecen en el mercado
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De asociarse con fines útiles: cualquier
individuo puede unirse a otros para constituir
una entidad colectiva (por ejemplo, una
empresa comercial o un club social) con una
finalidad lícita y útil a la sociedad. La
Constitución ampara el derecho de una
asociación de desarrollar la actividad para la
que fue creada.
De profesar libremente su culto: es la
facultad de practicar, exteriorizar y difundir
las creencias religiosas libremente elegidas,
siempre que no atenten contra el orden y la
moral pública.
Derecho de enseñar y de aprender: todo
individuo tiene derecho a transmitir a otros
sus conocimientos y a recibir enseñanza de
quien crea conveniente. El reconocimiento
de este derecho es fundamental para
estructurar una sociedad abierta y pluralista
y debe reconocerse en todos los ámbitos
posibles:
familiar,
religioso,
escolar,
universitario, etc. Esto no significa que el
Estado debe desentenderse del tema,
renunciar a sus deberes en la materia y
omitir la necesaria labor de control
académico para la habilitación de títulos
profesionales, por ejemplo. Nada impide, en
nuestra Constitución, la coexistencia de la
enseñanza oficial con la privada.
De no ser discriminado: consiste en la
facultad de solicitar la protección de la
Justicia par impedir ser excluido de un
empleo por razones religiosas, raciales, de
sexo o ideológicas, también protege al
individuo al que se impida el acceso a
determinados lugares por los mismos
motivos etc. Art. 43 de la Constitución.
De tomar conocimiento po medio de la
justicia de los datos que se refieren a su
persona existentes en los registros o bancos
de datos públicos o privados y de la finalidad
con que se han reunido dichos datos, en
caso de que estos datos sean falsos o
hayan sido redactados con fines de
discriminación, el interesado tiene el
derecho de exigir supresión, rectificación o
actualización de los mismos, así como
también su confidencialidad ( o sea que no
sean dados a publicidad)
De exigir la protección de la libre
competencia; es el derecho a reclamar por
vía judicial ante prácticas monopólicas y
preservar la transparencia del mercado Art.
43 de la Constitución.
Derechos “no enumerados”. El art. 33 de la
Constitución establece claramente que las
declaraciones, derechos y garantías que
enumera la Constitución, no serán
entendidos como negación de otros
derechos y garantías no enumerados, pero
que nacen del principio de la soberanía del
pueblo y de la forma republicana de
gobierno. Son los derechos implícitos, a los
que hicimos referencia anteriormente.
Es importante recordar que el art. 20 de la
Constitución reconoce a los extranjeros el
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art. 43
goce de los mismos derechos civiles que
aquellos que disfrutan los argentinos.
b) En cuanto a los derechos sociales, están contenidos en el art. 14 bis de la Constitución, según la reforma
de 1957, y que estudiaremos conforme al cuadro siguiente, tomado de la obra Instrucción Cívica, del Dr.
Roberto Kechichian, Ediciones Braga, Bs.As. 1985.
Derechos del trabajador considerando individualmente:
- condiciones dignas y equitativas de labor,
- jornada limitada,
- descanso y vacaciones pagados,
- retribución justa,
- salario mínimo vital móvil,
- igual remuneración por igual tarea,
- participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la
dirección,
- protección contra el despido arbitrario,
- estabilidad del empleado público,
- organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial,
Derechos de los gremios o sindicatos:
- concertar convenios colectivos de trabajo,
- recurrir a la conciliación y al arbitraje,
- derecho de huelga,
- los representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión
sindical y de las relacionadas con la estabilidad de su empleo.
Derechos de la seguridad social:
- la seguridad social tendrá el carácter de integral e irrenunciable,
- seguro social obligatorio, a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y
económica, administrada por los interesados con la participación del Estado, sin que pueda existir
superposición por aportes,
- jubilaciones y pensiones móviles,
- protección integral de la familia,
- defensa del bien de familia,
- compensación económica familiar,
- acceso a una vivienda digna.
Por lo que hace a los derechos políticos, están expuestos en una forma más limitativa que los dos grupos
anteriores, pues sólo gozan de ellos los ciudadanos argentinos. Los estudiaremos conforme los exponen el Dr.
Fraga y el Prof. Ribas en la obra ya citada en la siguiente forma:
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Derecho a adquirir la ciudadanía: lo poseen los argentinos nativos al cumplir 18 años de edad y los
extranjeros que lo soliciten luego de residir dos años en nuestro país (art. 20 de la Constitución ).
Derecho a elegir a sus gobernantes y derecho a ser elegido para los cargos públicos mediante el voto (se
encuentra implícita o explícitamente en los art. 1, 22, 37, 45, 54, 94, etc)
Derecho a peticionar a las autoridades: (ya fue explicado entre los derechos civiles, se lo considera un
derecho político).
Derecho a la iniciativa popular para presentar proyectos de ley en la Cámara de Diputados de la Nación
(art. 39, primer párrafo). Esta facultad de los ciudadanos no puede utilizarse para presentar proyectos de
ley que se refieran a la reforma de la Constitución, a tratados internacionales, materia impositiva, temas
del presupuesto nacional y materia penal.
Derecho de votar en las consultas populares (plebiscitos o referéndum, art. 40)
Derecho de resistencia contra actos de fuerza que amenacen el orden constitucional (art. 36 cuarto
párrafo)
LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES
Son una forma de asegurar el ejercicio de los derechos, en otras palabras, son una defensa de la vida,
libertad, propiedad, trabajo y seguridad material y jurídica de las personas, dando a los habitantes de la
Nación la posibilidad de pedir a las autoridades, en estos casos el Poder Judicial, más concretamente,
protección para sus personas y sus derechos.
Las principales garantías están contenidas en los artículos 18, 19 y 43 de la Constitución Nacional.
Análisis de los arts. 18, 19 y 43 de la Constitución Nacional.
Estas normas contienen una serie de principios básicos:
-
Nadie puede ser arrestado (detenido) si no lo es por orden escrita de un juez (autoridad competente). Sin
perjuicio de ello, hay que tener en cuenta que en algunas situaciones (contravenciones civiles y faltas
disciplinarias, por ejemplo) la orden puede provenir de otros funcionarios y ser, por lo general, legítima.
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Lo que quiere la Constitución Nacional es que nadie pueda ser privado arbitrariamente de su libertad, sin
que exista un motivo valedero para ello, evaluado por autoridad competente.
-
A nadie se le puede aplicar una pena si antes no ha habido un juicio previo en el que se haya demostrado
la responsabilidad del condenado en la comisión de algún delito que haya estado tipificado en ley previa al
hecho que motiva el proceso. Se considera inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos.
Obviamente vigente para los casos de justicia militar.
-
Nadie puede ser obligado a declarar en su contra sí mismo (por eso cuando el juez recibe declaración
indagatoria al imputado de un delito, le advierte que puede abstenerse de declarar sin que ello pueda ser
tomado en su contra). La previsión constitucional ha hallado adecuado tratamiento legislativo en el art.
296 del Código Procesal Penal de la nación y en la casi totalidad de los Códigos provinciales).
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El domicilio y los papeles privados son inviolables (se incluye por supuesto a la correspondencia).
También rige en el orden militar.
-
Quienes están cumpliendo una condena deben ser respetados, no serán sometidos a torturas, ni a ningún
castigo físico. Las cárceles de la Nación y de las provincias deben ser limpias y sanas porque, como lo
dice la propia Constitución (art. 18 último párrafo) “Las cárceles... (continúe Ud. con la lectura, por favor).
-
El art. 19 protege la libertad de conciencia, expresando que aquellos actos realizados por el hombre en la
intimidad sólo pueden ser juzgados por Dios, y prohibe a los jueces (y por extensión a todo funcionario)
inmiscuirse en la vida privada de las personas siempre que tales actos no ofendan la mora pública ni
perjudiquen a otras personas.
El mismo artículo 19 contiene lo que se ha dado en llamar el “principio de reserva” y que no significa otra
cosa que considerar que “nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni privado de lo que ella no
prohíbe”.
Lamentablemente, en el último medio siglo de nuestra vida nacional parecería que se lo ha interpretado
al revés y por eso es frecuente que a un abogado se le consulte: ¿puedo hacer tal cosa? ...Si el letrado
contesta que sí, enseguida viene la pregunta: Dr. ¿dónde está escrito que “puedo”?. La respuesta del
letrado será, invariablemente, contra preguntarle ¿Dónde está escrito que no puede?.
Este imaginario diálogo entre un abogado y su cliente no demuestra de qué manera se ha deformado
nuestra conciencia cívica en asuntos básicos.
-
Por su parte, el art. 43 de la Constitución Nacional protege derechos fundamentales mediante los recursos
de amparo, de Hábeas Corpus y de Hábeas Data.
Por “recurso” debemos entender en estos casos la posibilidad de acudir a un juez competente pidiéndole
protección para un derecho que se considera violado o que está en peligro de serlo. En rigor de verdad, el
término correcto para designarlo es “acción”, pero por tradición y costumbres se lo sigue denominando
“recurso”
El recurso de amparo protege todos los derechos reconocidos por la Constitución a excepción de la
libertad física, materia del “habeas corpus” y de los derechos protegidos por el “habeas data”, los que
veremos más adelante.
Cuando el ejercicio de un derecho ha sido restringido o está amenazado ya sea por la acción de una
autoridad pública o un particular cualquiera, la persona afectada puede presentarse a un juez solicitando
el amparo o sea la protección de la justicia.
Presentada la acción o recurso de amparo, y previo informe del demandado, el juez debe resolver lo más
rápido que le sea posible
El recurso o acción de habeas corpus, muy antigua institución jurídica originada en el derecho inglés del
siglo XIII, que recogió algunos antecedentes romanos, tiende a la protección inmediata de la libertad
personal o física y por supuesto, la libertad ambulatoria.
Cuando una persona es detenida y se cree que lo ha sido arbitrariamente, o no se conoce la causa de la
detención o el lugar en que éste se efectiviza, cualquier familiar, amigo, vecino, conocido o abogado
puede acudir a un juez solicitando su libertad.
Ante la presentación de la acción ( o recurso) el juez se informa rápidamente (lo que es muy fácil
actualmente por los modernos medios de comunicación) acerca de la situación del detenido, examina el
caso y manda que el detenido sea traído a su presencia, de allí el nombre de la acción “habeas corpus”
(enseñe o traiga el cuerpo).
Si encuentra que no están reunidos los requisitos legales para prolongar su detención ordena su
inmediata libertad. Si, por el contrario, llega a la conclusión de que tales requisitos concurren en el caso,
rechazará la acción pero mandará que el detenido sea puesto de inmediato a disposición del juez
competente para entender en el problema.
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Como en estos casos está en juego la libertad de una persona, este recurso puede ser interpuesto
incluso en días y horas inhábiles (todos los tribunales tienen guardias para ello) y debe ser resuelto por el
juez en forma inmediata una vez que cuente con la información necesaria.
Por lo que hace al recurso o acción de Habeas Data, introducido en la Constitución por la reforma de
1994, puede iniciarlo cualquier persona para que un magistrado ordene se le exhiban los datos,
informaciones o antecedentes que sobre ella tengan instituciones públicas o privadas, y para que se le
explique el destino que se dará a dicha información, es decir, que se le diga para qué va a ser usada.
Asimismo, si los datos fueran erróneos, se puede pedir al juez, y éste ordenarlo, su rectificación para
adecuarlos a la realidad.
EL ESTADO DE SITIO Y EL HABEAS CORPUS
Nociones Generales
El estado de sitio es una medida excepcional, contemplada en los arts. 23, 75 inc. 29 y 99 inc. 16 de la
Constitución Nacional y tiene por objeto facilitar la gestión del poder ejecutivo cuando la estabilidad
institucional está amenazada por situaciones internas o externas a la Nación.
Tales situaciones son:
1) Conmoción interior: se configura cuando se producen hechos gravísimos que alteran el orden público,
insurrecciones armadas, graves tumultos populares, terrorismo, subversión, etc.
En estos casos el Estado de Sitio es declarado por el Congreso de la Nación, si estuviera en época
de receso, puede declararse por Decreto del Poder Ejecutivo (Presidente de la Nación), debiendo
inmediatamente convocar al Congreso para que apruebe o suspenda la medida. En general se
acepta que durante el tiempo en que el Congreso demora en reunirse o expedirse, es de plena
validez la norma dictada por el Poder Ejecutivo.
2) Ataque exterior: ante guerra declarada, inminente o de hecho, que produzca una invasión de tropas
extranjeras al territorio nacional o su posibilidad inmediata, el Poder Ejecutivo puede declarar el Estado de
Sitio, requiriéndose solamente la convalidación, acuerdo, del Senado de la Nación. Es decir, tratándose de
una hipótesis de mayor gravedad por lo menos teóricamente, que la conmoción interior, no es necesario
una ley del Congreso sino simplemente la conformidad del Senado de la Nación.
Sólo el gobierno nacional declara el estado de sitio, los gobiernos provinciales, NO, pero pueden pedir
al gobierno federal que lo haga en su provincia si está afectada por el problema. Y si el gobierno
federal no lo declaró antes, una vez surgida la situación.
ALCANCES DEL ESTADO DE SITIO
1) Ámbito geográfico: puede declararse el Estado de Sitio en uno o en varios puntos del territorio nacional,
es decir en todo él o en una o varias provincias o partes de ellas.
2) Plazo de vigencia: en caso que sea declarado por el poder ejecutivo en un supuesto de “ataque exterior”
(ya vimos el alcance de estas expresiones), debe serlo por un tiempo limitado.
En los hechos, lo será en tanto y en cuanto dura la emergencia nacional motivada por la acción hostil de
un Estado extranjero. La ley de Defensa Nacional y sus Decretos Reglamentarios, si bien actualmente
poco y nada dicen del Estado de Sitio, ayudarían a una interpretación correcta de la norma constitucional
en un supuesto como el que estamos comentando.
Por el contrario, cuando la causa de la declaración del Estado de Sitio es la situación de “conmoción
interior”, la Constitución Nacional nada dice al respecto. Sin embargo, es corriente que el Congreso fije un
término, aunque, obviamente, puede ser ampliado por el Congreso de la Nación, si fuese necesario.
3) Efectos del Estado de Sitio: durante su vigencia se suspenden las garantías constitucionales y el
ejercicio de derechos que puede afectar la paz y/o el orden público.
Por ejemplo, durante el Estado de Sitio se suspenden o limitan los derechos de reunión, de huelga,
etc.
Pero, los efectos más importantes son las facultades extraordinarias que la Constitución acuerda al
Poder Ejecutivo que puede:
- Ordenar el arresto (detención) de personas aunque no hayan cometido delito o falta alguna.
- Trasladar a dichas personas de un punto a otro del territorio nacional, con la particularidad de que la
persona detenida tiene la opción de salir de la Nación si no quiere continuar detenida.
- Pero, el Poder Ejecutivo, no puede condenar, ni aplicar penas, ni negarse a conceder la opción para salir
del país.
A esta altura de nuestro análisis surge naturalmente la pregunta ¿se puede hacer uso de la acción de
Habeas Corpus durante el Estado de sitio?. Por supuesto que sí, y así lo prevé claramente el art. 43 de
la Constitución Nacional, que ya habremos leído concienzudamente, tal como se lo recomendamos con
frecuencia.
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En estos casos, promovida la acción de Habeas Corpus ante un juez, éste puede rechazarla argumentando
que la detención del beneficiario de la acción ha sido legítimamente dispuesta por autoridad competente: en
otros términos que las causas de la declaración del Estado de Sitio existen realmente y son válidas para tal
medida, en cuyo caso el magistrado se limita a comprobar las condiciones de detención del causante y en
caso de ser necesario, ordenar que se “humanicen” tales condiciones.
Pero si el juez entiende que no están dadas las condiciones necesarias para la declaración del Estado de
Sitio o se ha prolongado indebidamente sin causa la conformidad del Congreso o el Senado en su caso,
puede declarar la inconstitucionalidad.
Por supuesto, la resolución del juez es suceptible de todos los recursos judiciales habituales y lo corriente
en estos casos es que en definitiva sea la Corte Suprema quien tenga la última palabra, como en todos los
casos constitucionales (ver el punto de éste módulo de la Supremacía Constitucional).
AUTORIDADES DE LA NACIÓN
En su segunda parte, llamada “orgánica” la Constitución Nacional legisla sobre los Poderes del Estado.
Como ya lo hemos dicho, está dividida en dos títulos: el primero, referido al Gobierno Federal y el segundo,
a los gobiernos de provincia. Luego, al final, encontramos las Disposiciones Transitorias, introducidas por la
reforma de 1994.
El gobierno federal:
Se llama así al Gobierno Nacional, al Gobierno central de la República.
Como ya lo dijimos al estudiar las características del sistema republicano es imprescindible la división de
funciones para que detrás del poder no se encuentre una sola persona.
La Constitución organiza al Gobierno Federal dividiéndolo en tres poderes o departamentos vinculados a
determinada función, de la siguiente forma:
- Poder Legislativo
- Poder Ejecutivo
- Poder Judicial
Cuando estos tres poderes actúan coordinada y armónicamente, cuando operan los con
Troles constitucionales, cuando se efectiviza la responsabilidad de los funcionarios (recuerde lo que vimos
anteriormente), podemos decir “el gobierno funciona bien”.
Pero cuando esa actuación coordinada y armónica no se evidencia en el diario quehacer gubernativo,
cuando los controles constitucionales no se ejercen y los funcionarios se convierten en “irresponsables” o
“intocables”, obviamente las cosas no marchan bien. Felizmente otro de los principios del régimen republicano
es la periodicidad de los mandatos de los miembros de los Poderes Legislativo y Ejecutivo. En la siguiente
elección el pueblo seguramente ejercerá lo que ha dado en llamarse el “voto castigo”, desaprobando mediante
el sufragio, la gestión del gobierno de turno.
EL PODER LEGISLATIVO
Composición
Es ejercido por el Congreso de la Nación, formado por la
Senadores.
Cámara de Diputados y la Cámara de
Representación
Los Diputados representan al pueblo de la Nación.
Los Senadores representan a las provincias.
Funciones
La función específica y primordial del congreso (o sea del conjunto de Senadores y Diputados) es dictar y
dejar sin valor “derogar” las leyes que son innecesarias o se oponen a las nuevas que se van dictando.
Sobre los cambios que deben producirse en el orden jurídico al compás de los tiempos. Le recomiendo
releer el tema de la Reforma de la Constitución.
Además tienen otras misiones que analizaremos a medida que avancemos en el estudio del módulo, pero la
principal y que no debe ser omitida es precisamente la señalada: dictar leyes bajo las cuales se gobierna la
Nación entera.
Todos los proyectos de ley deben ser estudiados, tratados, discutidos, y aprobados por cada una de las
Cámaras (de Diputados y de Senadores), en forma separada.
Cuando una de las Cámaras aprueba un proyecto de ley, se dice que “tiene media sanción” y pasa a la otra
Cámara para que a su vez , y mediante el tratamiento y votación del caso lo apruebe o rechace.
Pueden presentar proyectos de ley:
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-
Los Diputados
Los Senadores
El Poder Ejecutivo
Los ciudadanos individualmente considerados, pero exclusivamente ante la Cámara de Diputados.
Una vez presentado el proyecto, comienza a ser tratado en la Cámara donde se origina
(llamada Cámara de origen, precisamente por ello). Se dice entonces, valga la redundancia, que tiene origen
en esa Cámara.
Y, debo hacer una pequeña digresión sobre las repeticiones de palabras y redundancias. Si bien el derecho
no es una ciencia exacta como la matemática, la geografía, la física o alguna rama de la biología, etc., las
palabras de contenido jurídico tienen por lo general un sentido muy preciso y terminante que las hace poco
susceptibles de ser reemplazadas sin caer en el uso de términos complicados, poco usados o de difícil
entendimiento.
Volvamos al Congreso. La Constitución Nacional dispone que algunas leyes deben tener origen en una
determinada Cámara. Se trata, lo repetimos, solamente de “esas” leyes y no de otras. Pero, no se crea que
basta con la aprobación por la Cámara de origen. A diferencia del hecho de deber ser originados en
determinada Cámara, los respectivos proyectos siguen el trámite normal de cualquier otro.
La Constitución Nacional dispone que deben tener origen en la Cámara de Diputados, las leyes que se
refieran a:



Contribuciones (impuestos que debe pagar el pueblo de la Nación)
Reclutamiento de tropa par las Fuerzas Armadas.
Promoción de Juicio político. Aunque trataremos el tema, le sugiero releer el tema de la responsabilidad
de los funcionarios públicos desarrollado anteriormente.
Por el contrario, deben originarse en el Senado de la Nación (o Cámara de Senadores),
las leyes que se refieran a convenios entre la Nación y las provincias sobre coparticipación federal impositiva,
las que tratan sobre el poblamiento del territorio nacional, el desarrollo de las provincias y regiones
geográficas.
Correlativamente a la facultad de la Cámara de Diputados de promover el juicio político a los funcionarios
sujetos a él, le corresponde al Senado de la Nación juzgarlos.
Además, el Senado debe prestar su conformidad (acuerdo) para que el Poder Ejecutivo pueda:





Designar a los miembros de la Corte Suprema de justicia de la Nación y demás magistrados inferiores
federales (en todo el país) y nacionales de la Capital de la República.
Ascender a la Jerarquía de Oficial Superior y promover, dentro de ésta, a Oficiales de las Fuerzas
Armadas.
Designación de embajadores.
Declarar el Estado de Sitio en caso de ataque exterior (Revea la parte de este módulo referida al estado
de Sitio).
Otras designaciones y acuerdos previstos en leyes especiales, por lo general orgánicas de grandes
reparticiones del Estado, y que sería largo enumerar y dificultoso recordar, sobre todo teniendo en cuenta
que lo que nos interesa principalmente son los Acuerdos previstos en la Constitución Nacional.
CÁMARA DE DIPUTADOS
Como ya lo hemos dicho, los diputados representan al pueblo de la Nación, para lo cual cada
provincia y la ciudad de Buenos Aires constituye un distrito electoral.
La cantidad de diputados es proporcional al número de habitantes de cada distrito y el número actual de
diputados nacionales es de unos doscientos cincuenta y cuatro.
La duración de los mandatos de los Diputados nacionales es de cuatro años, pudiendo ser reelectos
indefinidamente, pero la Constitución establece que la Cámara se renovará por mitades cada dos años, o sea
que vencido tal término, la mitad de los representantes deberá dejar su banca, para que entren los que han
sido elegidos.
Los requisitos paras ser elegido Diputado nacional son:
1. Ser argentino, nativo, por opción o naturalizado.
2. En caso de ser naturalizado (extranjero que adquirió la ciudadanía argentina) tener por lo menos cuatro
años de ejercicio de esa ciudadanía.
3. Tener veinticinco años de edad como mínimo.
4. Haber nacido en la provincia ( o en su caso en la ciudad de Buenos Aires) donde se concrete su elección
o haber tenido dos años de residencia en ella (se entiende que inmediatamente anteriores a la elección).
CÁMARA DE SENADORES
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Tal lo venimos diciendo, los senadores representan a las provincias y a la ciudad de Buenos Aires en
cuanto tales. No a su pueblo, Si al Estado provincial o municipal de Buenos Aires.
Cada una de las provincias y la Ciudad de Buenos Aires elige tres senadores, con lo que queda demostrado
que en el Senado de la Nación todas las provincias y la ciudad de Buenos Aires tienen igual importancia y
peso político.
De esos tres Senadores, dos corresponden al partido político con mayor número de votos en la última
elección verificada antes de la designación de los Senadores, y el restante al partido que le sigue en cantidad
de sufragios.
Esto, que ha sido introducido por la reforma de 1994, permite que toda las provincias argentinas y la ciudad
de Buenos Aires tengan representación senatorial por la mayoría y por la minoría, evitándose de esta forma
situaciones anteriores donde aparecían hegemonías no muy democráticas en la Cámara Alta, como también
se denomina vulgarmente a la de Senadores.
Los senadores son elegidos actualmente por las legislaturas provinciales y directamente por elección
popular, en la ciudad de Buenos Aires, pero la nueva Constitución Nacional de 1944, según las Disposiciones
transitorias números 4 y 5, establece que a partir del año 2001 los senadores habrán de ser electos
directamente por el pueblo de cada provincia, continuando, obviamente, el mismo régimen actual en la ciudad
de Buenos Aires.
La duración de sus mandatos es de seis años y la Cámara debe renovarse por tercios cada dos años, lo
que significa que transcurrido ese lapso, parte de los senadores dejan sus cargos para que ingresen los
nuevos electos.
En cuanto a las condiciones o requisitos para ser senador nacional, son las siguientes:
Ser argentino nativo o por opción o naturalizado, en este último caso con seis años de ejercicio de la
ciudadanía.
 Haber cumplido treinta años de edad.
 Ser nativo de la provincia que lo elige o tener dos años de residencia inmediata en ella.

La presidencia de la Cámara de Senadores, cargo de singular importancia pues se
Encuentra en la línea de la sucesión presidencial, es ejercida por el vicepresidente de la Nación, quien tiene
voz (puede opinar) pero carece de voto. El senado elige también de entre sus miembros un Presidente
Provisional, que sustituye al Vicepresidente de la nación cuando es necesario.
Atribuciones del Congreso Nacional
Conforme lo dispone el art. 75 de la Constitución Nacional, el Congreso Nacional puede y debe dictar leyes,
o ejercer funciones, que versen sobre los siguientes temas:
1) Organización económica y financiera del Estado:
a) Establecer Aduanas
b) Fijar el presupuesto de gastos y recursos de la Nación.
c) Crear un banco con facultad de emitir moneda (se trata del actual Banco Central de la República
Argentina)
d) Proveer lo conducente a la prosperidad de la Nación.
e) Ejercer, a través de la Auditoría General de la Nación, organismo creado por la reforma de 1994, el
control patrimonial, económico y financiero del gobierno.
2) Organización Institucional:
a) Dictar y modifica los códigos Civil, Penal, de Comercio, de Minería y del Trabajo y de la Seguridad
Social: en otros términos lo que llamamos “legislación de fondo”. Nuestro conocido Código de Justicia
Militar surge de otro inciso de este mismo artículo.
b) Declarar el Estado de Sitio en caso de conmoción interior (conviene releer lo referido al Estado de
Sitio, desarrollado anteriormente en este módulo).
c) Dictar leyes sobre ciudadanía y naturalización.
3)
4) Organización Administrativa:
a) Crear y establecer Tribunales Federales y Nacionales (estos últimos en la ciudad de Buenos Aires
hasta que se apruebe el nuevo Estatuto Organizativo de la ciudad según surge de la 15 Disposición
Transitoria, introducida en la Constitución Nacional por la reforma de 1994).
b) Arreglar y establecer los medios de comunicación de la Nación.
c) Designar y remover el Defensor del Pueblo, funcionario instituido por la Reforma de la Constitución de
1994, cuya misión es defender y proteger los derechos de los habitantes de la Nación ante actos de la
Administración Pública, que pudieran afectarlos. Aunque este funcionario podría ser objeto de estudio
aparte del Congreso, lo hacemos aquí ateniéndose a la metodología constitucional.
Puede destacarse que pese a ser designado y removido por el Congreso, actúa con plena autonomía
y libertad. Dadas sus importantes funciones, no podría ser de otra forma.
5) Relaciones exteriores:
a) Arreglar cuestiones de límites. Un ejemplo de esto es el Tratado con la República de Chile sobre el
tema de los hielos continentales. Si bien ambos presidentes han firmado un convenio que pone fin al
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litigio, necesita la ratificación de ambos Congresos (el argentino y el chileno) la que se encuentra
demorada por razones de política interna en ambos Estados.
b) Aprobar o desechar tratados suscriptos con otros Estados (este tema lo veremos con amplitud más
adelante. Por ahora basta con saber que es una facultad del Congreso). Tiene directa vinculación con
el comentario del punto anterior.
6) Organización Militar:
a) Dictar leyes relacionadas con las Fuerzas Armadas, por ejemplo la ley 14029 y modificatorias, Código
de Justicia Militar , la ley 19101 Ley del Personal Militar, complementarias y modificatorias, etc.
b) Permitir la salida al exterior de fuerzas militares argentinas (Recuerde la Operación “Desert Storm” en
el golfo Pérsico, en 1991, que requirió aprobación del Congreso). Pero, cuando la salida es solamente
de paz y cortesía, como es el caso de los viajes anuales de la Fragata ARA “Libertad”, se entiende no
es necesario.
7) Funciones judiciales y de control:
a) Conceder amnistías, que no es lo mismo que “indulto”, lo que es facultad del Presidente de la Nación
o de los gobernadores de provincia, según sea el caso. En este sentido, y en tema que no toca de
cerca, se dictó una ley de amnistía para el personal de Tropa Voluntaria que había cometido
deserción, hace poco tiempo.
b) Todo lo relativo al juicio político.
c) Prestar acuerdo (el Senado) para la designación de los magistrado judiciales tal como lo decimos en
páginas anteriores.
d) Interpelar a los Ministros del Poder Ejecutivo nacional (es decir interrogarlos y discutir con ellos
determinados asuntos de importancia nacional).
8) Funciones preconstituyentes:
Declarar la necesidad de la reforma de la Constitución.
EL JUICIO POLÍTICO
Es el juzgamiento de la conducta de los funcionarios por el Congreso de la Nación.
Están sometidos a juicio político:
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


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El Presidente de la Nación.
El Vicepresidente de la Nación.
El jefe del gabinete de ministros.
Los ministros del Poder Ejecutivo.
Los jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Causas que dan lugar al juicio político:
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
Mal desempeño de las funciones.
Delito contra la administración pública.
Delito común.
Procedimiento.
La Cámara de Diputados tiene la atribución de acusar al funcionario cuestionado ante la Cámara de
Senadores.
Los Senadores, una vez recibida la acusación, prestan un juramento especial y estudian las pruebas
aportadas por los Diputados y por el acusado.
Se pasa a votación. El Senado puede absolverlo o condenarlo políticamente.
En caso de condena, se lo destituye, y si correspondiera, se elevan los antecedentes y actuaciones al
Poder Judicial, para que se lo juzgue como a cualquier persona a quien se atribuye un delito.
En caso de que el acusado sea el Presidente de la Nación debe presidir el Senado el Presidente de la Corte
Suprema de Justicia y si lo es el Vicepresidente de la Nación, el Presidente Provisional del Senado.
EL PODER EJECUTIVO
Leemos en el art. 87 de la Constitución que el Poder Ejecutivo será ejercido por el Presidente de la Nación.
Como vemos fácilmente, surge del texto constitucional que este Poder del Estado es Unipersonal, de allí
que la figura del presidente tenga alta relevancia, lo que no implica de por sí que esté por encima de los otros
poderes del Estado.
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El vicepresidente no forma parte del Poder Ejecutivo. Ya vimos que es el Presidente de la Cámara de
Senadores, y reemplaza al Presidente en caso de ausencia transitoria o definitiva. En éste último supuesto
asume la Presidencia de la Nación y completa el período para el que fuera electo el presidente a quien
sustituye (cuatro años). Por lo demás, y para ver en detalle todos los supuestos que se pueden presentar en
esta delicada cuestión, deberá leer y retener en su memoria, hasta donde pueda hacerlo, el art. 88 de la
Constitución Nacional.
Condiciones para ser electo Presidente y Vicepresidente


Ser argentino nativo o hijo de argentinos nativos.
Haber cumplido treinta años de edad.
Forma de Elección:
-
a) La elección es directa, o sea que el pueblo vota por una fórmula única para ambos cargos. En
recientes elecciones presidenciales se ha dado el fenómeno de que algunos partidos han presentado
el mismo candidato a Presidente que otro u otros, lo mismo que en el caso del Vicepresidente. Es una
forma absolutamente legítima y permitida por la Constitución Nacional y el Código Electoral Nacional.
b) Porcentajes que deben alcanzar las fórmulas para ganar la elección arts. 94, 96, 97 y 98 de la
Constitución Nacional.
Si una obtiene el 45 % (o más) de los votos válidamente emitidos, es consagrada ganadora
Si logra entre un 40 % y 45 % y hay una diferencia del 10 % con la que le sigue en número de votos,
también gana la elección. Ese 10 % se cuenta sobre el total de votos válidos.
Si no se alcanzan esos porcentajes, la Constitución Nacional dispone que se haga una segunda vuelta o
“ballotage”. En este caso, intervienen solamente las dos fórmulas más votadas.
Duración del mandato:
La Constitución reformada en 1994 dispone que es de cuatro años, permitiéndose la reelección por una
sola vez. Si tanto el Presidente como el Vicepresidente son reelectos, en cualquiera de los dos cargos,
deberán dejar pasar cuatro años para volver a presentarse.
Atribuciones y Deberes:
El presidente de la Nación es el responsable político de la administración de la República Argentina y ejerce
lo que se ha dado en llamar “tres jefaturas” o “atribuciones ejecutivas”, a saber:
1) Es el jefe supremo de la Nación, siendo por consiguiente responsable político del Gobierno Federal.}
2) Es el “jefe de Estado” ejerciendo la representación de la República ante las potencias extranjeras y los
organismos internacionales.
3) Es el comandante en jefe de las fuerzas armadas ordenando y disponiendo su distribución y entrada en
operaciones, declara la guerra, asciende a la jerarquía de oficial Superior y dentro de ésta a oficiales de
las tres fuerzas armadas.
4) Posee funciones “colegislativas”:
- Puede presentar proyectos de leyes.
- Ejerce el derecho de Veto (cuando considera que una ley sancionada por el Congreso es inconveniente
o no responde a la política del gobierno o a los intereses de la Nación, etc.) ,puede rechazarla vetándola
total o parcialmente antes de su publicación y dentro de un plazo de diez días de haberla recibido del
Congreso.
- Reglamenta, cuando es necesario las leyes dictadas por el Congreso a fin de que puedan ser
“operativas” por sí mismas (la mayoría). Al reglamentar las leyes, el Presidente debe tener cuidado de no
alterar su espíritu con excepciones reglamentarias (art. 99 inc. 2).
- Hace anualmente, el primero de marzo, la apertura de las sesiones extraordinarias del Congreso, las
prorroga una vez vencido su término, treinta de noviembre, y convoca, si es necesario y conveniente a
sesiones extraordinarias, en las cuales sólo pueden tratarse los temas que motivaron la convocatoria.
- Puede dictar decretos de necesidad y urgencia. Esta nueva atribución, introducida por la reforma de
1994, ha sido muy criticada (no en su introducción en el texto constitucional, sino en su ejercicio concreto)
ya que en algunos casos se ha imputado al Poder Ejecutivo, con razón o sin ella, gobernar por decreto,
sin intervención del Congreso.
5) El poder Ejecutivo y la justicia:
- El Presidente de la Nación no puede intervenir en causas judiciales de cualquier naturaleza que se hallen
en trámite, es decir, sin lo que se denomina “sentencia firme” o bien “casa juzgada”, como lo establece
claramente el art. 109 de la Constitución Nacional.
- Sin embargo, la propia Constitución lo faculta a indultar y a conmutar penas, lo que significa que si una
persona ha sido condenada por el Poder Judicial o la Justicia Militar porque cometió un delito, y se da el
caso de que la sentencia está firme y la cuestión es “cosa juzgada” (ver párrafo anterior) el Presidente
puede:
a) Indultar al condenado, o sea en término comunes “perdonarlo”, con lo que recupera su libertad si la
condena hubiera implicado su privación.
b) Conmutar la pena, que implica cambiar la que se le impuso en la justicia por otra menor o menos
rigurosa.
Sobre este punto del indulto y la conmutación, debo decirle que en general los presidentes argentinos han
sido siempre muy prudentes en el ejercicio de estas facultades, que solamente han usado en casos en que
estaba interesada la alta política nacional o por razones humanitarias. No es, por otra parte, un asunto
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exclusivo de la Constitución Nacional Argentina. Son innumerables los países occidentales que acuerdan
estas facultades al rey, al presidente o a veces al Primer Ministro.
6) El Jefe de Gabinete y los Ministros
Para poder cumplir con eficiencia y eficacia el cúmulo de funciones que le imponen la Constitución Nacional
y las leyes, el Presidente es secundado por un “Gabinete de Ministros”. Estos funcionarios no forman parte del
poder ejecutivo. Ejercen sus funciones “en el ámbito del poder ejecutivo”, lo cual es muy distinto.
Los ministros son designados y removidos en cualquier momento por el presidente de la Nación.
En cuanto al Jefe del Gabinete, es un nuevo cargo establecido por la Constitución Nacional de 1994, figura
ciertamente novedosa entre nosotros. Tiene, en general, las siguientes funciones:
a) Ejerce la Administración, no el gobierno, General del país, hace recaudar las rentas de la Nación,
nombra empleados nacionales y expide los reglamentos necesarios para un buen funcionamiento de la
Administración Pública.
b) Coordina las sesiones del Gabinete de Ministros, pero no las preside él, sino el Presidente de la Nación
o el Vicepresidente, en su caso.
c) Concurre periódicamente al Congreso para informar a los legisladores sobre la marcha general del
Gobierno
d) Su designación corresponde al Presidente de la Nación, quien puede removerlo, lo mismo que puede
hacer el Congreso mediante el juicio político
Por su parte los Ministros, dirigen sus respectivas “áreas” o “carteras”, asesoran al Presidente pero no
pueden, por sí solos, tomar resoluciones a excepción del régimen administrativo y económico de sus
respectivos departamentos.
Esta disposición, que claramente surge del art. 103 de la Constitución no se cumple en absoluto, y
en los hechos los Ministros acostumbran dictar “resoluciones” que prácticamente tienen el mismo
alcance que un decreto del Poder Ejecutivo.
Por supuesto, son inconstitucionales, pero, como ya lo hemos visto anteriormente, esta situación debe ser
resuelta por el Poder Judicial en un caso concreto.
En tanto, las Resoluciones de los Ministros son, en general, cumplidas.
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En la actualidad hay ocho ministerios:
Del Interior.
De Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
De Defensa
De Economía y Obras y Servicios Públicos.
De Justicia
De Trabajo y Seguridad Social
De Cultura y Educación
Los Ministros, como ya hemos visto, son los principales colaboradores del Presidente de la Nación y
además de poder ser removidos por él, pueden ser destituidos por el Congreso mediante el juicio político.
EL PODER JUDICIAL
Para una mejor comprensión de este punto, es necesario decir que el Estado, Nacional o Provincial, para
cumplir el objetivo constitucional de “afianzar la Justicia” dicho en el Preámbulo de la Constitución Nacional,
debe organizar los órganos de administración de Justicia, que no son otra cosa que el Poder Judicial.
De acuerdo a la organización republicana y federal de nuestro país, se establecen en la Constitución
Nacional (art. 108) y un Poder Judicial Provincial en cada una de las provincias que componen la República
Argentina (art. 5 de la Constitución).
El Poder Judicial Federal o Nacional
a) Composición: Según el ya citado art. 108 será ejercido por_
- Corte Suprema de Justicia
- Tribunales Inferiores (tribunales Orales en lo Criminal, Cámaras de Apelaciones, Juzgados).
b) Particularidades del Poder Judicial nacional:
1. Todos sus integrantes deben poseer el título universitario de Abogado.
2. No todos tienen asiento de sus funciones en la Capital Federal. Por eso vemos
que hay Tribunales Federales en todas las capitales de provincia y además en las
ciudades más importantes.
3. Los magistrados nacionales o federales no son “elegidos” por el pueblo sino
“designados”.
4. No se da para ellos el requisito de la forma republicana de gobierno de
“perioricidad de los mandatos”. Permanecen en sus cargos “mientras dure su
buena conducta” (se entiende también que “mientras conserven su capacidad
mental y la buena salud” que les permita ejercer correctamente sus funciones).
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c) Las funciones: Su función es dictar resoluciones, llamadas con propiedad “sentencias”, aplicando la
Constitución Nacional y las leyes de la Nación. En casos concretos, nunca en abstracto.
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
1) COMPOSICIÓN:
La Corte Suprema de Justicia de la Nación se integra con 9 (nueve) jueces letrados, es
Decir, con título universitario de abogado, a los que además de “Jueces de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación”, se da comúnmente el nombre de “ministros de la Corte”.
Constituye, como ya lo hemos dicho varias veces, el más alto tribunal judicial de la República Argentina,
respecto de la Justicia Federal, como de las de las provincias, cuyas resoluciones pueden ser recurridas ante
ella por vía del “recurso extraordinario de Inconstitucionalidad”, al cual ya nos hemos referido (art. 14 de la ley
48).
En cuanto a las condiciones para ser miembro de la Corte, las encontrará en el art. 111 de la Constitución
Nacional que le sugiero leer y retener.
2) DESIGNACIÓN:
Los miembros de la Corte son designados por el presidente de la Nación con el acuerdo
del senado (Cámara de Senadores), integrada la corte, ella misma es quien nombra a su presidente.
3) FUNCIONES:
Ud. recordará pues lo hemos dicho varias veces, todo el Poder Judicial es el guardián de
la Constitución, y más precisamente, es la Corte Suprema, quien será la última y definitiva instancia en las
cuestiones constitucionales.
a) Atribuciones originarias y exclusivas: “originaria” significa que un determinado proceso judicial se
inicia “originariamente” ante la Corte, en casos muy excepcionales, por ejemplo:
1) Casos en que una provincia es parte del proceso, que pueden darse cuando se inicia un pleito
entre dos o más provincias (recuerden el viejo pleito entre Mendoza y La Pampa por el
aprovechamiento de las aguas de ríos nacidos en Mendoza y que llegan a La Pampa).
También, si llega a juicio el asunto de las inundaciones en la provincia de Buenos Aires
causadas por el Río Quinto, intervendrá la Corte “originariamente” pues estarán involu
cradas las provincias de Buenos Aires, Córdoba y San Luis.
Y, un último ejemplo, si llegara a plantearse una cuestión insolubre “por las buenas”
entre la Nación y la provincia de Buenos Aires por algún asunto vinculado a las Bases
Navales de esta zona, será competencia originaria de la Corte.
2) Casos entre una provincia y un estado extranjero (por ejemplo alguna cuestión entre Entre Ríos y la
República oriental del Uruguay por problemas que pudieran surgir en el Río Uruguay).
3) Casos en que estén involucrados representantes diplomáticos extranjeros. Por eso es que la Corte hace
directamente, en lugar de hacerlo un juez común de instrucción en lo criminal, el sumario por el atentado
que derrumbó la sede de la Embajada de Israel en Buenos Aires.
Lo mismo ocurriría si se sosprende a un diplomático acreditado ante nuestro gobierno cometiendo algún
delito.
En estos supuestos están en juego cuestiones de alta política interna o internacional, por lo tanto la
Constitución Nacional dispone que el más alto Tribunal de la Nación tenga competencia originaria y exclusiva
en ellos.
“Exclusiva” quiere decir que en los casos de su competencia no puede intervenir otro tribunal más que ella.
b) Competencia por apelación: La Corte puede decidir en “última instancia” los asuntos que le lleguen
por vía de apelación.
Esa apelación puede ser originaria y ello está previsto para las resoluciones de los tribunales
Federales o Nacionales de la ciudad de Buenos Aires, y está regulada en los Códigos Procesales
Nacionales.
Pero, cuando el recurso se interpone en contra de una resolución de un Tribunal provincial o de un
ente administrativo (Por ejemplo, el poder ejecutivo, una Universidad Nacional, la máxima autoridad
de la Armada, etc.) se rige por las normas del artículo 14 de la ley 48, que ya hemos mencionado,
bajo la forma del recurso extraordinario de inconstitucionalidad.
Por supuesto, este recurso extraordinario de inconstitucionalidad puede ser interpuesto también,, bajo
las condiciones de la norma mencionada, contra decisiones de la justicia federal o nacional de la
ciudad de Buenos Aires, cuando ya se han agotado los recursos originarios
Lo importante a recordar en este tema es que siempre es la corte suprema de justicia de la Nación la que
tiene la última palabra en materia constitucional, recordemos lo visto sobre supremacía de la Constitución
Nacional y entenderemos fácilmente el punto
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c) Formadora de criterios y normas de interpretación: Cuando la Corte “interpreta” una norma
cualquiera del orden jurídico nacional o provincial, se dice que esa sentencia es “Doctrina de la Corte”,
y si bien no es obligatoria para los tribunales inferiores pues ello significaría que el Poder judicial
tendría la facultad de legislar, lo que ya vimos es exclusivo del Poder legislativo, tiene tal autoridad
científica, política y moral que es muy difícil que en lo sucesivo los tribunales inferiores se aparten de
ella en sus decisiones.
d) Demolición: Los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sólo pueden ser removidos
mediante el procedimiento del juicio político, que ya hemos visto extensamente más arriba en este
módulo y en el anterior.
LOS TRIBUNALES INFERIORES
Se trata de todos los tribunales pluripersonales (Cámaras y Tribunales en lo criminal de juicio oral) o
unipersonales (juzgados) distribuídos en todo el territorio nacional, que han sido creados por el Congreso
Nacional a medida que se fue viendo la necesidad de hacerlo, ya sea por crecimiento de la población, o para
facilitar el a cceso a los órganos judiciales nacionales a los habitantes de las provincias más apartadas,
provincialización de los territorios nacionales, etc.
a) Designación: En la justicia federal o en la nacional de la ciudad de Buenos Aires, los designa el
presidente de la Nación con acuerdo del Senado de la Nación.
Pero el presidente, cada vez que debe designar un magistrado, debe hacerlo a propuesta del Consejo
de la Magistratura, organismo creado con excelente criterio, por la reforma constitucional de 1994.
Expliquemos esto: cuando se produce una vacante por renuncia, destitución, ascenso, muerte o
cualquier otra razón en un cargo de magistrado Federal, el consejo de la magistratura, eleva al Poder
Ejecutivo nacional la nómina con tres candidatos (llamada “terna”), debiendo el Presidente designar a
uno de esos tres, no puede nombrar a alguno que no figure en tal lista o terna.
Por eso la Constitución dice que “la terna es vinculante”. Se entiende que para el Poder Ejecutivo,
porque el senado puede o no prestarle acuerdo.
b) Remoción: Ya hemos dicho que todos los magistrados judiciales permanecen en sus cargos
“mientras dure su buena conducta”, lo que los hace “inamovibles”.
Esto quiere decir que para que puedan ser destituídos se les debe hacer un “juicio de enjuiciamiento
de magistrados”, llamado “jury”. Los integrantes del jury, conforme a la reforma de 1994, de la
Constitución Nacional pues antes esta institución no existía, deberán ser legisladores, otros jueces y
abogados que ejerzan libremente su profesión.
La Reforma Constitucional dispone asimismo, que cuando los magistrados cumplan 75 años de edad,
deberán ser objeto de una nueva designación por cinco años y vencidos estos por otros cinco más y
así sucesivamente (art. 99 inc. 4 de la Constitución Nacional).
c) Funciones: La justicia federal es “competente” ( o sea que puede entender en ciertos asuntos), en
los siguientes casos que surgen del artículo 116 de la Constitución Nacional
1) Cuando la Nación sea parte (por ejemplo si la Armada es demandada o debe ejercer alguna
acción judicial).
2) En casos relacionados con la Constitución Nacional, según ya hemos visto ampliamente.
3) En las causas de jurisdicción marítima (Por ejemplo colisiones de buques en aguas territoriales
argentinas, asuntos laborales entre personal de la marina mercante y armadores, propietarios o
responsables de buques surtos en puertos argentinos, cualquiera sea su nacionalidad, buques
pesqueros extranjeros que infrigen la ley 17500, de pesca, en nuestra zona económica exclusiva,
etc. Le sugiero leer el art. 116 de la Constitución para tener un panorama más completo de la
cuestión.
4) Lo importante es que sepa que la justicia federal es excepcional, porque lo normal es que la
mayor parte de las cuestiones judiciales se ventilen en los Tribunales provinciales, ya que es una
de las premisas del régimen federal de gobierno.
EL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA
Es un organismo de la mayor importancia institucional, creado por la reforma de 1994.
Por lo tanto, para desentrañar sus funciones, atribuciones y deberes, composición y competencia, nos
atendremos al texto del art. 114 de la Constitución Nacional.
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Integración:
Órganos políticos resultantes de la elección popular
Magistrados judiciales federales
Abogados de la matrícula federal
Personalidades del ámbito científico – jurídico y académico (profesores universitarios o miembros de las
respectivas academias nacionales).
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Ello, según dice el art. 114 de la Constitución Nacional en la forma que indique la ley
Funciones:
 Seleccionar mediante concurso público a los candidatos para ocupar cargos de jueces o camaristas
federales.
 Elevar la propuesta vinculante a que nos hemos referido anteriormente al poder ejecutivo para la
designación de dichos magistrados.
 Administrar los recursos del poder judicial.
 Ejercer facultades disciplinarias y disponer la constitución de los “jurados de enjuiciamiento de
magistrados” (jury) en los casos que corresponda.
LOS PODERES JUDICIALES DE PROVINCIAS
Ya hemos visto que de acuerdo al art. 5 de la Constitución Nacional las provincias deben asegurar la
administración de justicia, por oposición a la justicia federal, la justicia provincial es la común, la
originaria, la que recibe la mayor cantidad de casos comunes no sometidos a la justicia federal, que ,
lo repetimos, es extraordinaria o excepcional.
Lo normal es que en una contienda judicial entre particulares o si se debe juzgar un delito común, no
sometido a la jurisdicción federal por el Código Penal o leyes especiales, entiendan los órganos judiciales
provinciales.
En general, la organización judicial en la gran mayoría de las provincias es similar a la federal. Varían
algunas cuestiones de detalle por particularidades locales e idiosincracia de la población de cada provincia.
Por otra parte los consejos de la magistratura y los jury de enjuiciamiento de magistrados rigen ya desde
hace varios años por lo menos en una o dos provincias.
GOBIERNOS DE PROVINCIA
Por lo que hace a los gobiernos de provincia, nada diremos ahora, en atención a la amplitud con que
hemos tratados el tema anteriormente, como no sea recomendarle una atenta lectura de los arts. 5, 21,
y 121 a 128 de la Constitución Nacional
LA SOBERANÍA
Se dice que un estado es soberano cuando es independiente de cualquier otra potestad, es decir
que no hay otro poder superior a él en el orden jurídico. Naturalmente, a veces la política internacional
no va de la mano de lo jurídico.
Como ya lo venimos diciendo en nuestro estudio, quien detenta la soberanía es la Nación entera, la
República Argentina.
La soberanía aunque es un término indivisible, puede ser estudiada, o mejor dicho, desde distintas facetas:
Soberanía interna: es el poder o “imperium” que el Estado ejerce sobre su territorio y las personas que lo
habitan con arreglo a la Constitución del estado.
Soberanía externa: quiere decir que no hay en el mundo un poder más alto que pueda inmiscuirse en los
asuntos internos de un Estado.
Ámbito de ejercicio: son todos los lugares geográficos sometidos al poder de la Nación Argentina.
- El territorio continental, su espacio aéreo y subsuelo, y los espacios marítimos (estos según la ley 23968)
que fijó los límites marítimos de la Nación y se reflejan en la carta 50, del Servicio de Hidrografía Naval.
- En cuanto a las Islas Malvinas, la cláusula 1 de las Disposiciones Transitorias de la Constitución de 1994,
ratifica la soberanía argentina sobre dichas islas, las Georgias del Sur y Sandwich del Sur, por ser parte
integrante del territorio nacional, aunque separadas del sector continental . Y, continúa diciendo algo
respecto de una futura recuperación, que le sugiero leer y retener.
El sector antártico argentino y la soberanía:
Por lo que hace a la soberanía sobre el Sector Antártico argentino, la República firmó en 1959 el Tratado
Antártico, debidamente ratificado por ley de la Nación, que es un convenio internacional entre los países con
intereses (territoriales, económicos o simplemente científico) en la Antártida. Los firmantes originarios del
Tratado fueron además de nuestro país, Australia, el Reino de Bélgica, La República de Chile, El Reino Unido
de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, El Imperio de Japón, El Reino de Noruega, La República de Nueva
Zelanda, La Actual República Sudafricana, la República Francesa, Los Estados Unidos y la entonces Unión de
Repúblicas Soviéticas Socialistas (hoy Rusia). Luego adhirieron otros países.
Por razones geográficas nuestro país, al igual que la República de Chile, Australia, Sudáfrica y Nueva
Zelanda, han reclamado territorios en la Antártida. Otros lo han hecho por razones políticas o por arrogarse el
derecho del “descubrimiento” (Gran Bretaña y Noruega) y otros simplemente tienen un interés científico en el
continente blanco.
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En síntesis, el Tratado Antártico establece.
1) Quedan “congeladas” las reclamaciones territoriales, pero se establece que la firma del tratado no implica
renuncia a las reclamaciones anteriores (muy importante para la Argentina).
2) La Antártida solo se usará para fines pacíficos.
3) Se reserva el continente antártico para investigación científica, reconociéndose, bajo estrictas condiciones
impuestas por el tratado, la “libertad de investigación científica”.
4) Se promueve el intercambio de personal científico y de investigaciones.
5) Se comprometen los Estados partes del Tratado a hacer interconsultas periódicas, fijándose como sede
de dichas consultas la ciudad de Canberra, en Australia.
6) El hecho de que según el punto 2. Precedente la Antártida sólo se usará para fines pacíficos, no implica
que las dotaciones de las Bases y Estaciones científicas no puedan estar integradas por personal militar,
como en los hechos ocurre, de los países signatarios del Tratado, además del personal civil científico.
7) En la Antártida está prohibido “cualquier uso” de materiales nucleares, con cualquier finalidad.
8) El tratado se firmó originalmente por treinta años, y a su vencimiento se prorrogó por otros tantos años
más, o sea que tenemos “tratado antártico” hasta el año 2019.
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