Teoría de la clase ociosa; Thornstein Bunde Veblen

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Trabajo sobre Teoría de la clase ociosa
IDEAS FUNDAMENTALES DE LA TEORÍA DE LA CLASE OCIOSA
Capítulo I − Introducción.
Clase ociosa bárbara:
Las clases altas están exentas de las ocupaciones industriales y sólo hacen tareas como gobernar, guerra,
religión. Las clases bajas son las encargadas de conseguir los medios de vida. A la clase alta pertenecen
guerreros, sacerdotes, etc.
Cuanto mayor es la economía, más alto es el rango.
Por otra aparte aparece la comunidad salvaje, que no tiene jerarquización y son una parte pequeña del ser
humano.
Las condiciones para que surja una clase ociosa son:
a)Que la comunidad ha de tener hábitos de vida depredadores o estrategias de caza.
b)Tener medios de subsistencia para permitir que parte de la comunidad quede exenta de trabajar.
En la clase ociosa existe una discriminación de tareas que cambia según se desarrolla la cultura:
a)Dignas: las que están relacionadas con hazañas.
b)Indignas: no existen elementos de proeza.
Esto supone una distinción entre quien realiza hazañas y quien no(tráfago).
Se ha de distinguir entre los objetos animados y los inanimados y que basándose en esta discriminación, se
distinguen dos clases de actividad:
a)Hazaña: conversión hacia los propios fines de energías antes encaminadas a otro fin.
b)Industria: esfuerzo para crear una cosa nueva
Las actividades relacionadas con las hazañas recaen en el varón haciendo este las actividades bélicas y de caza
mientras que la mujer realiza el resto. La actividad exenta de proeza es indigno para el hombre.
La hazaña, proeza, honor, es una afirmación de la superioridad de fuerzas. La agresión y la fuerza suponían
reconocimiento y dignidad. La lucha y el belicismo hacían honorable lo que en un primer momento no parecía
serlo.
La fase cultural depredadora se consigue cuando la actitud depredadora se ha convertido en una actitud
espiritual habitual.
Capítulo II − Emulación pecuniaria
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La aparición de la clase ociosa coincide con el comienzo de la propiedad.
La propiedad privada lleva a la lucha entre los hombres por la posesión. Según la teoría clásica, la lucha por la
riqueza se interpreta como una lucha por la existencia. Esta lucha hoy en día incluye otro elemento: la
comodidad.
La propiedad no surge por la subsistencia, sino que lo hizo por la distinción valorativa unida a la riqueza, pero
la distinción valorativa pasa a ser una comparación entre el propietario y otros miembros del grupo.
A medida que la actividad industrial se desarrolla, la propiedad acumulada sustituye a las hazañas como
exponente de prepotencia y éxito, es más, la posesión es la base de la reputación corriente.
Todo esfuerzo realizado, lo es para demostrar la riqueza.
En la clase ociosa, un aspecto importante es la demostración de poder bien por fuerza o, más adelante, bien
por riqueza.
Capítulo III − El ocio ostensible
El trabajo indica inferioridad porque se está bajo las órdenes de un amo. Esto es indigno en un hombre de
buena posición.
La gente ha de saber de la riqueza que uno posee para impresionar al resto de componentes de as clases. La
estima sólo se otorga ante su evidencia.
Los miembros de las clases altas muestran repugnancia por las clases bajas y vulgares de trabajo.
Desde hace mucho tiempo el ser humano ha considerado necesario para vivir, un grado determinado de
ociosidad y de exención de los procesos industriales de la vida cotidiana. El ocio aporta esplendor y consigue
el respeto de los demás.
La vida ociosa es la muestra inequívoca de superioridad pecuniaria y, por tanto, de poder.
La abstención del trabajo implica éxito pecuniario.
La clase ociosa existía desde el comienzo de la cultura depredadora, pero no es hasta la siguiente etapa de
cultura pecuniaria en la que se consolida.
El estadio posterior a la industria cuasi−pacífica tiene como principal característica la aparición de la
esclavitud. En ese momento la característica de la clase ociosa es la exención de toda tarea útil.
Otra característica de la clase ociosa es que se asemeja su historia madura con sus inicios en cuanto a sus
ocupaciones: guerra, gobierno, religión.
El no trabajar por decisión propia significa honor, riqueza y una buena posición social.
Si se da el canon de ocio ostensible de forma que opere con libertad, aparecerá una clase ociosa secundaria
que será pobre y precaria, pero que será capaz de lanzarse a empresas lucrativas.
Ocio es pasar el tiempo sin hacer nada productivo bien por un sentido de la indignidad del trabajo productivo
o bien como demostración de una capacidad pecuniaria que permite una vida de ociosidad.
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La persona que ha vivido momentos de ocio que no han sido vistos por otros espectadores, necesita encontrar
medios para poner de manifiesto dichos momentos. Esto se consigue mediante la exhibición.
Hoy en día se equipara el ocio con las hazañas.
Las personas ociosas han de ser educadas, corteses, formales. Los modales son expresión de la relación de
estatus.
Los modales, la buena educación, etc. exige tiempo, gastos, de forma que no pueden ser adquiridos por as
personas que se dedican a trabajar.
La institución de la propiedad comienza con la propiedad de las personas y sus incentivos son:
a)Propensión a dominar y coacciones.
b)Utilidad de aquellas personas como demostración de la proeza de un sueño.
c)La utilidad de sus servicios.
Ocio vicario es aquel que realizan personas que no son económicamente libres. Lo llevan a cabo esposas y
criados. Por el ocio vicario surge una clase ociosa subsidiaria, que mantienen el ocio vicario para mantener la
reputación de la clase primaria.
El criado demuestra, mediante su utilidad, la capacidad de pago, en cuanto a su instrucción, del amo.
La posesión y mantenimiento de sirvientes productivos es indicador de riqueza, pero indica más riqueza y
posición mantener sirvientes no productivos.
Los sirvientes surgen ante compromisos sociales de los amos y los trabajos demasiado duros y abundantes que
estos no son capaces de hacer.
Capítulo IV − Consumo ostensible
El hecho de consumir bienes de forma improductiva es un signo de honor.
Al producirse el estadio industrial cuasi pacífico, la esclavitud se institucionaliza, los siervos son considerados
cosas y aumenta el instinto de trabajo eficaz.
Las clases bajas solo han de consumir lo necesario para la subsistencia ya que los lujos son para la clase
ociosa.
Los vicios solamente podrán ser tomados por las clases altas debido a su alto coste, aunque siempre existen
excepciones. El abuso de vicios (alcohol, drogas, etc.)se considera honorífico puesto que quien los toma
puede pagarlos.
El consumo ilimitado de bienes en las primeras etapas del desarrollo económico corresponde a la clase ociosa.
La persona de clase ociosa no consume lo mismo que un siervo, sino que lo hace muy por encima del mínimo
exigido y consume cosas de mayor calidad.
Los siervos se afilian o feudalizan a personas de clase alta para aumentar su reputación.
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Las tareas ociosas son consideradas nobles y las no ociosas innobles.
La base de la comunidad industrial es la fortaleza pecuniaria y eso se demuestra con el consumo ostensible
de bienes de forma continua.
La población urbana dedica mayor parte de sus ingresos en el consumo ostensible que la población rural. El
consumo es más importante en la población urbana que en la rural, en la que impera el ahorro y la comodidad
hogareña.
Durante la evolución del gasto ostensible, tanto de bienes como de servicios, se da el supuesto obvio de que
para que un consumo mejore de modo eficaz la buena fama del consumidor, tiene que ser de cosas superfluas.
La buena reputación la crea el que un individuo sea derrochador.
Puede ocurrir que algo que empezó siendo un derroche, acabe por convertirse en algo necesario para la vida.
Capítulo V − Nivel pecuniario de vida.
Es más difícil retroceder en la escala de gastos una vez adoptada dicha escala, que ampliar la escala
acostumbrada como aumento de la riqueza. Es difícil deshabituarse en cuanto al consumo de artículos por
puro derroche.
La propensión emulativa es uno de los más fuertes motivos económicos.
En toda comunidad moderna las personas dedicadas a tareas académicas están en contacto con clases
pecuniariamente superiores a ellas. El alto nivel de honor pecuniario que está en vigor en esas clases
superiores se trasfunde a las clases académicas.
Capítulo VI − Cánones pecuniarios de gusto
Aunque el consumo es en gran parte exigencia del derroche ostensible, el motivo que impulsa a hacerlo es un
deseo de adaptarse a los usos establecidos(de evitar observaciones y comentarios desfavorables, de vivir de
acuerdo con los cánones de honor e relación con la clase, cantidad y grado de bienes).
Sólo en las expresiones más groseras de devoción, se mezclan los cánones pecuniarios con los ideales
devotos. Los cánones pecuniarios regulan la reputación en cuanto a la relación con la divinidad.
Los objetos no sólo se valoran por lo prácticos que sean, sino por su valor económico. Se valora más una
cuchara de plata que una de aluminio y ambas cumplen la misma función.
El canon de lo costoso afecta también a nuestros gustos de tal modo que confunde en nuestro criterio lo
costoso con lo bello.
Actualmente están comenzando a aparecer discrepancias en cuanto a los ideales . La parte de la clase ociosa
que ha estado exenta de trabajo y los cuidados pecuniarios durante una generación o más, es suficientemente
grande como para sostener una opinión en cuanto al gusto.
El gasto se guía por criterios de reputación pecuniaria.
El canon pecuniario también se aplica al ámbito de los animales domésticos. Los animales productivos como
cerdos, ovejas, ganado mayor, no son considerados bellos, mientras que animales como pájaros, gatos, perros,
caballos, son bellos debido a que son artículos de consumo ostensible y no son productivos.
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El animal doméstico que más honores otorga, es aquel que supone un mayor coste. Si el animal de uno supera
en cualidades(velocidad, pelaje, etc.)al de algún conocido es un hecho honorífico en cuanto a la
ostensibilidad.
El canon de la buena reputación pecuniaria hace legítimo el libre aprecio de cualquier belleza o utilidad que
pueda poseer.
El caballo es, posiblemente el animal que mayor honor otorga.
Las emulación pecuniaria exigió en su momento esclavos sensuales; en otro, la práctica ostensible del ocio
vicario, pero hoy en día en todo el mundo puede disfrutar del ocio.
El físico también demuestra la ociosidad. El ideal de belleza exige un físico delgado, con manos y pies
diminutos, demostrando que la persona que tenga esas características no puede realizar esfuerzo útil y ha de
ser mantenida en la ociosidad de su propietario.
Nos realizamos espiritualmente si damos uso a algo que nos parece caro . El método de producción manual
hace que los productos elaborados aumenten la reputación pecuniaria.
Los artículos baratos del consumo diario en las comunidades industriales modernas están hechos a máquina.
Los artículos hechos a mano son considerados signo de superioridad desde el punto de vista de la belleza.
Capítulo VII − El vestido como expresión de la cultura pecuniaria.
La ventaja de gastar ostensiblemente en vestir, es que los vestidos están siempre de manifiesto y ofrecen al
observador un indicador de nuestro poder pecuniario a primera vista.
Está tan integrada en nosotros la exigencia en el precio, que las ropas que no sean costosas nos resultan de
forma instintiva odiosas. No criticamos si una prenda es fea o defectuosa, sino que estos adjetivos vayan
unidos a que no sea caro. Si alguna falsificación se descubre, todas las características positivas mencionadas
de dicha prenda son derruidas y rechazadas.
Para que el vestido cumpla su función ostentosa ha de demostrar que es caro y que su usuario no se dedica a
ningún trabajo productivo. Los vestidos elegantes demuestran su elegancia no sólo por ser caros, sino por ser
símbolo de ocio.
El traje de las mujeres demuestran de una forma más clara la exención del trabajo debido a su peculiaridad.
No importa si el vestido hace perder atractivo si con ello se hace ganar reputación.
Si la moda es considerada más bella, se la considera más cara. En cuanto que la moda es menos estable, se
atribuye el principio de derroche ostensible, mientras que si la moda es más estable, se atribuye el de ocio
ostensible.
Los cambios de moda exigen un nuevo estilo que ha de conformarse a las exigencias de un derroche y una
futilidad susceptibles de contribuir a realzar la reputación.
La gente adopta las nuevas modas para sentirse diferente. La belleza de las modas es transitoria y eso se pone
de manifiesto al no resistir estas mucho tiempo.
La reputación exige que el vestido muestre el gasto derrochador.
Las mujeres de las clases mas pobres no emplean habitualmente el vestido espectacular salvo días de fiesta
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como imitación de lo cánones de honor de una clase superior.
El corsé era, hasta hace relativamente poco, signo inequívoco de reputación pecuniaria.
En el caso en que las personas se convirtieran en nuevos ricos, en su etapa de desembarazamiento de los
cánones plebeyos, se usa el corsé como muestra de clase pecuniaria superior. El corsé se mantiene en la etapa
esnobista(paso de pobre a rico). Los atuendos de la clase pecuniaria resultan incómodos para los nuevos ricos
en su etapa esnobista.
Capítulo VIII − La exención de tareas industriales y el conservadurismo.
La vida del hombre en la sociedad es una lucha por la existencia y un proceso de adaptación selectiva.
La evolución social ha sido un proceso de selección natural de instituciones. Las instituciones tienden a
cambiar y a desarrollarse y el desarrollo de dichas instituciones supone el desarrollo de la sociedad.
El presente modela las instituciones, pero estas están adaptadas a las circunstancias pasadas y por ello no están
de total acuerdo con las exigencias pertinentes. Este proceso de adaptación selectiva no puede alcanzar nunca
a la situación progresivamente cambiante que se encuentra en la comunidad en cualquier momento.
Esas instituciones transmitidas, puntos de vista, hábitos y actividades mentales son un factor conservador.
La estructura social sólo cambia mediante un cambio en los hábitos mentales.
La clase ociosa rica se encuentra en tal situación protegida con respecto a las fuerzas económicas, que
favorecen el cambio. Las fuerzas que favorecen un cambio de instituciones son de naturaleza económica.
La creación de un método para los cambios técnicos requerirá que algunos de los miembros de la comunidad
cambien sus hábitos de vida para poder adaptarse a los nuevos métodos industriales.
La persona a la que se le exija un cambio en sus hábitos de vida sentirá contrariedad entre su antiguo esquema
de vida y el que se le exige ahora.
El medio ejerce presión sobre el grupo, que reajusta la vida del medio, actuando sobre los miembros a través
de exigencias pecuniarias.
El retroceso se da con mayor facilidad que le progreso.
La clase ociosa está protegida contra la presión de las exigencias económicas y de las de la lucha por los
medios de vida. La case ociosa es la clase conservadora y su función en la evolución social es retrasar el
movimiento en intentar conservar el anticuado.
La clase rica es conservadora y hay dos explicaciones que lo constatan:
a)Peyorativa: los ricos tienen un interés creado en el mantenimiento de las condiciones actuales.
b)Instintiva: la oposición de la clase ociosa a los cambios es instintiva y es un comportamiento instintivo ante
cualquier apartamiento del modo aceptado de hacer o considerar las cosas. Este cambio sólo puede ser
superado por la fuerza de las circunstancias.
Lo conservador tiene una consideración de respetable, honorífico, de clase superior, mientras que lo
innovador es considerado vulgar o de una clase inferior.
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La innovación está mal vista.
Lo usos, actos y opiniones de la clase ociosa suponen un canon prescriptivo de conducta y esto hace que las
personas conservaduristas cuiden su reputación.
Cuando un intento de reforma en el sistema implica una remodelación pequeña, la perturbación es
imperceptible, mientras que si se ha de cambiar alguna institución importante, las perturbaciones a las que el
esquema se ve sometido son mayores. Como ejemplo está la supresión de la familia monogámica, la
propiedad privada o la fe teísta.
El miedo a una innovación es lo mismo que repudiar a un esquema extraño al propio, puesto que es
desagradable y requiere un esfuerzo.
Los cambios en el sistema robustecen la resistencia instintiva en los hábitos mentales de los hombres.
El reajuste de la vida aceptada implica un esfuerzo mental.
El conservadurismo se da en clases sociales muy pobres, no por comodidad, sino porque tiene todas sus
fuerzas concentradas en la lucha por la existencia y no pueden pensar en otra cosa, y en las ricas(clase ociosa)
porque no están descontentas con su situación.
La reputación pecuniaria exige:
a)No dejar disponible para fines que no sean el consumo ostensible el mínimo necesario para la subsistencia.
b)Absorber todo excedente de que se pueda disponer una vez que se hayan satisfecho las necesidades físicas
de la vida.
Como resultado de estas exigencias se robustece la actitud conservadora de la comunidad. La institución de la
clase ociosa pone obstáculos al desarrollo cultural por:
a)La increpancia de la propia clase
b)Por su ejemplo prescriptivo de gasto ostensible y conservatorio.
c)Por medio del sistema de desigual distribución de la riqueza y los medios de subsistencia en la que se basa
esa institución.
A la clase ociosa le interesa que las cosas se queden como están. Es el exponente y el vehículo del
conservadurismo y el retroceso en la estructura social. La relación de la clase ociosa con el proceso
económico es una relación pecuniaria.
Capítulo IX − La conservación de rasgos arcaicos.
Las creación de una clase ociosa produce efectos no sólo sobre la estructura social, sino también sobre el
carácter de cada uno de los miembros de la sociedad.
La evolución social es un proceso de adaptación selectiva bajo la presión de circunstancias de la vida en
común.
El material humano de la sociedad varía con el cambio de condiciones de la vida.
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El hombre de nuestras comunidades industriales se reproduce según uno de tres tipos étnicos principales:
1)Doliocéfalo − rubio
2)Braquiocéfalo − moreno
3)Mediterráneo
Dentro de cada uno de estos tipos étnicos, al reversión varía de dos formas, bien pacífica, bien depredadora.
La pacífica se acerca al tipo genérico en todos los casos ya que forma la representante retrógrada. Representa
a los antepasados del hombre civilizado actual en la fase pacífica y salvaje de la vida predecesora de la cultura
depredadora., el estatus y el desarrollo de la emulación pecuniaria.
La depredadora se considera como supervivencia de una modificación más reciente de los tipos étnicos y de
sus híbridos.
En los rasgos arcaicos, supervivientes a la fase cultural pacífica, se encuentra el instinto de solidaridad racial
que se denomina conciencia y el instinto de trabajo eficaz, en su expresión no valorativa.
El proceso mediante el que se fijan esos rasgos a la constitución espiritual del tipo, tiene que haber durado un
tiempo relativamente largo y no haber sufrido interrupciones .
En cualquier fase cultural la bondad no favorece la vida pecuniaria del individuo, mientras que los rasgos que
denoten falta de escrúpulos, honestidad y de apego a la vida aumenta el éxito en la vida pecuniaria.
Cuando se llega al estadio depredador de la vida se cambia el carácter con respecto a las condiciones para
triunfar.
La situación anterior se caracterizaba por la diferenciación de intereses, la posterior, por una imitación que
aumenta su intensidad a la vez que reduce su ámbito.
El temperamento producido por el hábito depredador de la vida favorece la supervivencia y la plenitud de vida
del individuo en cuanto a la emulación. Favorece la supervivencia y el éxito del grupo si su vida es de
competencia hostil con otros grupos.
Las tareas pecuniarias que tienden a conservar el temperamento depredador sin las que están relacionadas con
la propiedad y la funciones subsidiarias relativas a su adquisición y acumulación.
Las ocupaciones de la clase ociosa en la industria moderna mantienen algunos hábitos depredadores. A
medida que los miembros de esas clases participan en el proceso industrial, su actividad tiende a conservar el
temperamento bárbaro.
Para la admisión en la clase ociosa no sólo es necesario que las personas tengan características pecuniarias en
un grado alto.
El fundamento de la selección fue:
• En la etapa depredadora(1ª parte de la era bárbara) ! Proeza
• En la cultura bárbara posterior ! Acumular riqueza, prácticas astutas y marrullería.
• En la cultura pecuniaria ! Características pecuniarias y tenacidad(rasgo bárbaro depredador)
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Capítulo X − Supervivencias modernas de la proeza
La clase ociosa vive para la comunidad industrial más que con la comunidad industrial. Su relación con la
industria tiene carácter pecuniario y no industrial.
La clase ociosa la forma una selección en lo superior del material humano
El esquema general de la vida selecciona en el sentido de conservar rasgos e ideales de la época bárbara.
En el estado depredador, la guerra es honorable y las proezas bélicas son honoríficas a los ojos de los
hombres. En las comunidades que alcanzan un desarrollo industrial avanzado, el espíritu de agresión bélica
está desaparece, lo que no significa que esto se de en todos los individuos de la comunidad.
Esta diferencia de temperamento se puede deber a una diferencia en la herencia de caracteres adquiridos o a
una diferencia étnica.
En la clase ociosa, no se hace la guerra como proeza, sino que se hace el duelo. Lo suelen hacer:
a)Delincuentes
b)Militares
El duelo se considera como una obligación social para mantener la reputación.
El hombre corriente no lucha así como así.
Hoy en día son las manifestaciones de temperamento depredador las que se clasifican como hazañas.
Toda vida considerada como honrosa ha de tener actividades clasificadas como ocio ostensible.
La afición a los deportes atléticos es característico de la clase ociosa.
Capítulo XI − La creencia en la suerte.
Los juegos de azar son un rasgo de los bárbaros. Este rasgo tiene un valor económico directo y es un
impedimento para la máxima eficiencia industrial.
La creencia en la suerte surge en una etapa anterior a la depredadora. Un ejemplo de creencia es el juicio de
dios.
Los rasgos psicológicos de la creencia son:
1)El hábito mental emulativo depredador(proeza), que es una variable del instinto del trabajo eficaz.
2)El estatus, que es una expresión formal de tal comparación debidamente medida y graduada con arreglo a
una taba sancionada.
3)El culto antropomórfico, que es una institución, cuyo elemento característico está constituido por una
relación de estatus entre el sujeto humano(inferior)y el agente preter−natural personificado(superior).
Capítulo XII − Observaciones devotas
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Hay que mostrar la relación que hay entre los cultos y la cultura, el temperamento bárbaro y la forma en que
están relacionados la supervivencia y eficacia de los cultos y el predominio de sus prácticas devotas con la
creación de una clase ociosa y las fuentes de acción que ello trae.
El espíritu deportivo o de los juegos de azar comprende algunos de los elementos psicológicos que
contribuyen a hacer un creyente en dogmas y un observante de las formas devotas establecidas; el punto de
coincidencia es la creencia en una pensión en la secuencia de acontecimientos.
El mismo temperamento que inclina a la gente al deporte la inclina a los cultos hacia figuras humanas. La
habituación a los deportes desarrolla las propensiones que encuentran satisfacción en las observancias
devotas.
Para la vida colectiva actual, el temperamento devoto supone un obstáculo por la diferencia con la comunidad
moderna en cuanto a la industria.
La vida industrial moderna tiende a eliminar del espíritu de las clases industriales los rasgos de la naturaleza
humana.
La devoción está en decadencia entre los miembros de la comunidad industrial y pervive con mayor rigor en
aquellas clases que no se consideran principalmente como factor industrial en la comunidad.
Antiguamente, en las comunidades de Europa, la clase ociosa, junto con las masas indigentes, es la más dada a
la devoción que el resto de la clase media.
En EE.UU. excepto en el sur, que es dado a la observación devota, no hay una clase ociosa importante. Las
creencias del sur son más anticuadas que las del norte. También es más primitiva la organización industrial del
sur, que la del norte.
La mentalidad devota alcanza su mejor desarrollo en una cultura relativamente arcaica y es mayor y más
compleja en las clases que tienen más ocio y dinero. La institución de una clase ociosa opera tendiendo a
conservar el primer tipo de naturaleza humana que la evolución tiende a eliminar.
Capítulo XIII − Supervivencias del interés no valorativo
A medida que avanza el tiempo, el culto humano se va desintegrando debido a la presión de las exigencias
económicas y a la decadencia del sistema de estatus.
El residuo no valorativo de la vida religiosa actúa de modo muy intenso en la modelación de los hábitos
mentales del hombre en cuanto a finalidades económicas.
En las actividades de la clase ociosa que se realizan en base a un interés no−valorativo y no−religioso, las
mujeres participan más y con mayor ímpetu que los hombres.
La posición pecuniaria de las mujeres es de subordinación, lo que las impide realizar obras de gasto alto.
El estatus de las mujeres acomodadas y del clero en la vida cotidiana es mayor que el de la mayoría de
hombres.
En la cultura pecuniaria, lo honroso y el indicante de una buena reputación, exigen el esfuerzo como signo de
una vida pecuniariamente impecable.
En las comunidades industriales, el carácter humano es el que tiende a la paz, a la buena voluntad, a la
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eficiencia económica y no a una vida de egoísmo, fraude y dominación.
Las posibilidades de supervivencia de los componentes de la clase ociosa disminuye debido a los cánones de
derroche ostensible.
Las exigencias del derroche no dejan margen para ninguna expresión de la vida que no esté relacionada con el
valor.
Capítulo XIV − El saber superior como expresión de la cultura pecuniaria.
La comunidad, por sentido común, incorpora la disciplina en el esquema general de la vida.
Ha predominado el que la admisión de las mujeres en los privilegios del saber superior fuera contrario a la
dignidad del gremio erudito. Recientemente y en comunidades industriales avanzadas, se ha abierto a la mujer
los estudios superiores.
A los miembros de la clase ociosa que hayan participado de la clase media o baja, se les da mayor posibilidad
de que hayan ejercicio aptitudes del conocimiento.
Los hombres que han realizado refuerzos para ampliar el conocimiento, no han sido bien considerados por los
intelectuales de su época.
El mecenazgo es una relación de estatus. El hombre que trabaja bajo la protección de un patrono practica en
honor de este los deberes de una vida científica vicaria.
Los miembros de la clase ociosa han incurrido en el derecho, la política y la administración como campos de
conocimiento.
Los clásicos sirven para dar forma a la actitud intelectual y rebajar la eficiencia económica de la nueva
generación erudita; esto se consigue mediante el rechazo hacia todo saber útil frente al que no es mas
honorífico y empleando el tiempo y el esfuerzo del estudiante en adquirir un conocimiento que no es útil.
Es difícil que la clase ociosa haya podido tener influencia directa en la introducción de los clásicos dentro del
esquema general del saber superior.
La palabra clásico implica esa nota de derroche y arcaísmo.
Las formas de hablar y escribir otorgan una buena reputación.
El uso del lenguaje clásico implica una exención de toda ocupación industrial y favorece a la reputación
debido a su complicación, lo que significa, un derroche de tiempo.
Conclusión
El libro ilustra perfectamente lo que es la clase ociosa, sus características, su origen, la pecuniaridad, la
ostentación, el ocio, las creencias de la clase ociosa, el significado de las proezas en las antiguas clases
ociosas. El único inconveniente es que los comentarios y la propia teoría puede que se hayan quedado
obsoletos ya que existen rasgos de la clase ociosa que no se corresponden con los de la sociedad actual en los
lugares que el libro menciona, aunque hay elementos que sí se siguen correspondiendo con la clase ociosa a
pesar del paso del tiempo como puede ser lo relativo al ocio o a la demostración de pecuniaridad.
Puede que los caracteres de la clase ociosa mencionada en la teoría sean similares a los de la sociedad actual
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con la diferencia de que la ostentación y la cantidad de elementos ostentables son ahora mucho mayores que
en los marcos históricos de los que el libro habla.
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