CAMBIOS EN LA CUBIERTA VEGETAL Y RECURSOS HÍDRICOS: UN ANÁLISIS DE LA INTERCEPTACIÓN EN LA CUENCA DEL DUERO. José MARTÍNEZ FERNÁNDEZ. Departamento de Geografía. Universidad de Salamanca. Cervantes, 3. 37002 Salamanca. [email protected] RESUMEN En este trabajo se hace un análisis de la evolución de la superficie forestal en la Cuenca del Duero en los últimos 30 años, y su repercusión en la interceptación de la lluvia y, por extensión en los recursos hídricos. Las transformaciones que se están produciendo en el mundo rural están propiciando un incremento de la superficie forestal y, en especial, de la dedicada a bosque. Este incremento se viene observando en diferentes zonas de Europa, siendo España uno de los países donde el proceso es más intenso. El aumento de la superficie forestal supone una situación nueva que puede afectar considerablemente a la dinámica natural de extensos territorios. Uno de los ámbitos en los que va a tener una incidencia directa va a ser el de los recursos hídricos. De los diferentes procesos hidrológicos con los que interactúa la vegetación el de la interceptación es, probablemente, el más directo y, al mismo tiempo, uno de los que menor atención recibe. En este trabajo se realiza un análisis conjunto de la evolución de la superficie ocupada por especies forestales muy representativas de la cuenca del Duero y de la interceptación de la lluvia. Los resultados muestran la enorme incidencia que puede tener este factor en el balance de agua y, sobre todo, el error que se puede cometer en la gestión de los recursos hídricos si no se tiene en cuenta el nuevo escenario. 1.- INTRODUCCIÓN En España, como en otros países de su entorno, se están produciendo cambios profundos en los usos del suelo de extensos territorios. Las notables transformaciones de la sociedad en los últimos años están teniendo un fiel reflejo en el paisaje. Uno de los ámbitos donde dichos cambios presentan un carácter más acentuado es el del mundo rural. Se trata de un fenómeno constatable a escala europea. La población rural de los países de la Unión Europea ha experimentado un acusado descenso y las previsiones indican que dicha regresión va a continuar en los próximos años (Westhoek et al. 2006). El despoblamiento del mundo rural y el abandono de sus tierras, están provocando cambios profundos en los usos del suelo y, como consecuencia de ello, en su cubierta vegetal. Verburg et al. (2006) han analizado este fenómeno en países tan diversos como Francia o la República Checa, constatando el enorme índice de abandono de tierras de cultivo en los últimos años y la tendencia a continuar en los próximos, y el paralelo incremento de las áreas forestales, sobre todo en zonas próximas a las de vegetación natural. En los últimos treinta o cuarenta años se han aunado en España una serie de factores que han desembocado en una destacada transformación del mundo rural. El éxodo de la población hacia las zonas urbanas, el envejecimiento de las áreas despobladas y los cambios en los sectores agrícola y ganadero propiciadas por la Política Agraria Comunitaria, han tenido como consecuencia cambios considerables en el paisaje rural español. Uno de los más notables ha sido el de la regeneración y expansión de las áreas forestales y, más concretamente, de la superficie de bosque. Los factores mencionados anteriormente han propiciado el abandono de tierras agrícolas, en unos casos, y la disminución de la presión sobre los terrenos forestales, en otras. La menor o nula carga ganadera y el cese de las actividades extractivas (madera, leña, carboneo, aromáticas, etc.) han contribuido decisivamente a la expansión del bosque. Los datos de los tres Inventarios Forestales Nacionales realizados hasta ahora, desde principios de los años 70 del siglo pasado, muestran un resultado incontestable. La superficie forestal y, sobre todo, la arbolada, ha experimentado en los últimos 30 años un crecimiento sin precedentes. Se trata de un escenario nuevo que, sin duda, puede modificar el funcionamiento de determinados procesos naturales. Uno de los ámbitos en los que la afección puede ser más inmediata es el de los recursos hídricos. No son muchos los trabajos que hasta el momento se han realizado en España, en relación con la influencia de tales cambios en los procesos hidrológicos. Sin embargo, los resultados que se están obteniendo muestran que el balance de agua se está modificando notablemente. Gallart y Llorens (2004) encontraron que el incremento de la superficie de bosque en 23 cuencas de cabecera en los Pirineos entre 1945 y 1995 ha provocado una notable disminución de la escorrentía. Beguería et al. (2003) han estimado en un 30% la reducción de la escorrentía en diversas cuencas del Pirineo aragonés, como consecuencia del incremento del bosque durante la segunda mitad del siglo XX. Uno de los efectos que provoca la presencia de vegetación es la modificación del flujo de precipitación hacia el suelo y, más concretamente, el fenómeno de la interceptación. La lluvia es retenida por las superficies vegetales y una fracción nunca llega al suelo, ya que es devuelta mediante la evaporación a la atmósfera. Son numerosos los estudios a lo largo de las últimas décadas que se han centrado en la cuantificación de dicha fracción para las especies más extendidas. En la Tabla 1 se exponen los datos de algunos de estos trabajos para especies arbóreas bastante comunes, todas ellas presentes en España. Tabla 1. Porcentaje de agua interceptada por diferentes especies forestales presentes en España. Especie Fagus silvatica Quercus petrea Quercus ilex Quercus ilex Picea abies Pinus pinaster Pinus sylvestris Pinus halepensis Pinus radiata País Francia Francia España Francia Bélgica Portugal España España Australia Autor/es Pontaillier et al. 1988 Nizinski, Saugier 1989 Mateos Rodríguez, 2003 Ettehad, 1971 Petit, Kalombo 1984 Valente et al. 1997 Llorens et al. 1997 Belmonte Serrato, 1997 Crockford, Richardson 1990 Interceptación (%) 18 29 30 31 34 17 24 27 18 En general, la interceptación de la lluvia por especies arbóreas se encuentra entre el 20 y el 30%. Eso significa que una fracción importante de la precipitación en los territorios cubiertos de bosque no llega nunca al suelo y, por tanto, no participa de los procesos hidrológicos subsiguientes. Esto puede conducir a estimaciones erroneas del resto de componenetes del balance hidrológico, en el caso de que dicho factor no sea tenido en cuenta. En este trabajo se lleva a cabo un análisis de los cambios recientes en la cubierta vegetal en la cuenca del Duero, en especial, de las variaciones acaecidas en la superficie cubierta de bosque, y de la incidencia que pueden tener en relación con la interceptación de la lluvia, y, por extensión, en los recursos hídricos. 2.- CAMBIOS RECIENTES EN LA CUBIERTA VEGETAL DE LA CUENCA DEL DUERO A raíz de la publicación de los Inventarios Forestales Nacionales, (MA, 1968–1974; MAPA, 1990–1997), sobre todo del Segundo y los resultados conocidos hasta ahora del Tercero, se puso de manifiesto la aparición de un nuevo escenario en el paisaje español. En la mayoría de las regiones se ha producido un notable incremento de la superficie forestal. Es importante destacar que el fenómeno se ha dado en todos los ámbitos geográficos y bajo las condiciones bioclimáticas más diversas. En la figura 1 se muestra la evolución de la superficie de bosque en diferentes comunidades autónomas, representativas de condiciones típicamente mediterráneas como Cataluña, atlánticas como Galicia o mediterráneas continentales como Extremadura y Castilla y León. 3500 superficie bosque (x1000 has) 3000 2500 2000 1500 1000 500 0 1er IFN (1970) Cataluña 2º IFN (1992) Estremadura 3er IFN (2002) Galicia Castilla y León Figura 1. Evolución de la superficie de bosque en Cataluña, Galicia, Extremadura y Castilla y León, a partir de los datos de los Inventarios Forestales Nacionales. A pesar de que los límites geográficos y la superficie de la Cuenca del Duero y de Castilla y León no coinciden plenamente, por razones prácticas y por considerar que la escala de análisis lo permitía, en este trabajo se han utilizado los datos de los Inventarios Forestales Nacionales (IFN) de dicha comunidad autónoma, haciéndolos extensivos a la cuenca duriense en su conjunto. La información y los datos de los IFN utilizados son los publicados por la Junta de Castilla y León en el informe “Castilla y León crece con el bosque” (JCL, 2005). En los últimos treinta años la superficie forestal se ha visto incrementada en casi seiscientas mil hectáreas, lo que supone un aumento del 14%. Aun siendo importante esta variación, quizá lo más destacado ha sido el cambio acaecido en los bosques de la Cuenca del Duero. Los procesos de transformación del medio rural, comentados más arriba, se han dado aquí, probablemente, con una mayor intensidad que en otras regiones españolas. Algunos de los factores, como el de la despoblación, han experimentado en esta región una evolución más destacada. Esta especificidad puede contribuir a explicar el hecho de que, dentro de esa fase de crecimiento de la superficie forestal, el bosque haya experimentado un incremento todavía mayor (Fig. 1). En la actualidad hay un 58% más de bosque que a principios de los años 70 del siglo pasado. Una parte muy importante de ese incremento tan espectacular se ha producido a costa de la superficie forestal desarbolada, que ha disminuido apreciablemente durante ese periodo (Fig. 2). La menor presión ejercida sobre los espacios forestales motivada, sobre todo, por el despoblamiento rural y por los cambios socioeconómicos, ha propiciado una considerable regeneración y expansión del bosque. superficie bosque (x1000 has) 4000 3000 2000 1000 0 1er IFN (1970) 2º IFN (1992) monte arbolado 3er IFN (2002) monte no arbolado Figura 2. Comparación de la evolución de la superficie forestal arbolada y no arbolada en Castilla y León entre 1970 y 2002. El incremento de superficie se ha producido en todos los tipos de bosque presentes en la Cuenca del Duero (JCL, 2005). Sin embargo, conviene destacar la evolución llevada a cabo por las formaciones de las especies más representativas y que mayor extensión superficial ocupan. Los encinares y melojares suponen conjuntamente casi la mitad (48,5%) del bosque en la actualidad. Ambas especies han experimentado un crecimiento destacadísimo en los últimos 30 años (Fig. 3). La superficie de bosque de Quercus ilex ha aumentado un 76%, mientras que la de Quercus pyrenaica lo ha hecho en un 85%. El hecho de que el área de estos bosques se haya casi duplicado en tan solo tres décadas supone un cambio cuantitativo y cualitativo sin precedentes. Al mismo tiempo, esta situación se ha traducido en la generación de un escenario nuevo en el mundo rural y, sobre todo, en los sectores de montaña media, en las cabeceras de los ríos. Procesos de índole similar se han detectado en otras regiones españolas (Poyatos et al. 2003; García-Ruiz et al. 2005) y, aun siendo de una magnitud inferior, están provocando modificaciones sensibles en el medio natural y, muy especialmente, en los recursos hídricos. 800 superficie bosque (x1000 has) 700 600 500 400 300 200 100 0 1er IFN (1970) 3er IFN (2002) Roble melojo Encina Figura 3. Comparación de la evolución de la superficie ocupada por encina (Quercus ilex) y roble melojo (Quercus pyrenaica) en Castilla y León entre 1970 y 2002. 3.- UN ANÁLISIS DE LA INTERCEPTACIÓN DE LA LLUVIA EN LA CUENCA DEL DUERO Para llevar a cabo una estimación de la interceptación de la lluvia en los bosques de la Cuenca del Duero, se han utilizado los datos de superficie forestal arbolada que aparecen en el primer (1970) y en el tercer (2002) IFN. Se ha realizado una estimación para cuatro de las especies más representativas de la cuenca: Pinus pinaster, Pinus sylvestris, Quercus ilex y Quercus pyrenaica. De esta forma están representadas, al mismo tiempo, quercíneas y coníferas, caducifolias y perennifolias. Se trata de los principales tipos de bosque en la Cuenca del Duero, pues suponen en la actualidad entre los cuatro casi 2.2 millones de hectáreas, es decir, alrededor de las tres cuartas partes (74%) de la superficie de bosque (Tabla 2). Para el cálculo del volumen de agua interceptada por los árboles, se ha recurrido a los resultados de trabajos experimentales llevados a cabo con anterioridad para cada una de las especies. En el caso de Pinus pinaster se ha empleado como referencia el resultado del trabajo de Valente et al. (1997) para pinares de esta especie en Portugal. Se ha utilizado el coeficiente de interceptación encontrado por Llorens et al. (1997) en bosques de pino silvestre en el Pirineo catalán. Para la estimación de la interceptación de la lluvia en los encinares de la Cuenca del Duero se aplicó el coeficiente encontrado por Mateos Rodríguez (2003) en dehesas de la provincia de Cáceres. Finalmente, los datos para el roble melojo (Quercus pyrenaica) se han obtenido de los resultados obtenidos por Martínez Fernández et al. (2005) en un bosque (Cuenca Experimental de Rinconada) de la vertiente norte del Sistema Central, en la provincia de Salamanca. En este último caso, por tratarse de una especie caducifolia se ha utilizado el coeficiente de interceptación del periodo sin hoja (17%), por un lado, y, por otro, el correspondiente a la época de máxima biomasa foliar (32%). Se han considerado dos grados de cobertura: bosque denso (pinar y melojar) y bosque abierto (encinar). Como porcentajes de cobertura de referencia se han utilizado los medidos en la Cuenca Experimental de Rinconada (melojar, bosque denso, 68%) y en la Cuenca Experimental de Morille (bosque abierto, encinar, 14%), ambas estaciones experimentales del Grupo de Investigación en Recursos Hídricos de la Universidad de Salamanca. En cuanto a la precipitación de las distintas tipologías boscosas, y en función de lo reflejado en el mapa de distribución de bosques publicado en JCL (2005), se ha elegido como criterio la isoyeta de los 500 mm anuales para los encinares y la de los 800 mm anuales para los pinares y robledales analizados. En ambos casos, en el de la referencia utilizada para el grado de cobertura del suelo y en el de la lluvia anual, se ha considerado que se trataba de criterios ponderados y representativos de condiciones medias en el ámbito de la Cuenca del Duero. Tabla 2. Estimación de la interceptación en diferentes tipos de bosque de la Cuenca del Duero entre 1970 y 2002. 1970 Bosque Pinus pinaster(1) Pinus sylvestris(2) Quercus ilex (3) Quercus pyrenaica(4) Total de los cuatro tipos 2002 Superficie (ha) Superficie relativa (%) Volumen de agua interceptada* (Hm3/año) Superficie (ha) Superficie relativa (%) Volumen de agua interceptada* (Hm3/año) 290.843 15,4 269,0 412.713 13,8 381,7 175.269 9,3 228,8 336.742 11,3 439,7 412.096 21,9 86,5 724.001 24,3 152,0 390.894 20,8 420,0 722.773 24,2 776,5 1.269.102 67,4 1004,3 2.196.229 73,6 1749,9 * Datos estimados a partir de: (1) Valente et al. 1997 (2) Llorens et al. 1997 (3) Mateos Rodríguez, 2003 (4) Martínez Fernández et al. 2005 Los resultados de la estimación de la interceptación en los diferentes bosques analizados, aparecen reflejados en la Tabla 2. Se ha hecho una comparación entre la situación expuesta en el primer IFN (1970) y en el tercero (2002). En el primer caso, el volumen de agua interceptada habría sido de unos mil hectómetros cúbicos al año. Este dato es similar, por ejemplo, a la capacidad del segundo mayor embalse de la Cuenca del Duero. Tres décadas después ese valor se habría incrementado en casi 750 Hm3. En los dos casos suponen cifras altamente significativas. Por un lado, se trata de un volumen de agua que no llega nunca al suelo y que, por tanto, no se implica en la dinámica hidrológica. Pero su mayor relevancia radica, sobre todo, en que son datos que no se tienen en cuenta en el balance de agua de la Cuenca del Duero. El valor de interceptación estimado para 2002 referido a la superficie de la Cuenca del Duero, equivale a 22.2 mm. En principio, podría parecer una cifra modesta, pero si se consideran otras magnitudes como, por ejemplo, la escorrentía total de la cuenca (MMA, 2000) estimada en 173 mm, calculadas sin haberlo tenido en cuenta, el análisis se torna distinto. En cualquier caso, se trata de una cantidad de agua considerable que sistemáticamente es ignorada en las cuentas del agua y que es fruto de un factor, el incremento de la superficie de bosque, que no ha sido tenido en cuenta hasta ahora. No puede caber duda de que estamos ante una situación que, como ya ha quedado demostrado en los estudios citados, tiene una influencia directa en los recursos hídricos. Aunque el aumento de las zonas boscosas no continuara en el futuro, cosa poco probable pues los factores que lo han posibilitado siguen vigentes, se trata de un elemento que tiene que estar presente y de manera destacada, en cualquier análisis de recursos hídricos que se plantee. La consideración del escenario de cambio climático hace todavía más perentoria esa necesidad, pues se trata de ámbitos especialmente sensibles en relación con dicho problema ambiental. 4.- CONCLUSIONES La menor presión ejercida sobre los espacios forestales motivada, sobre todo, por el despoblamiento rural y por los cambios socioeconómicos, está propiciando en España una regeneración y una expansión del bosque sin precedentes. Este cambio del paisaje forestal está teniendo una especial incidencia en la Cuenca del Duero. En la actualidad hay un 58% más de bosque que a principios de los años 70 del siglo pasado. El bosque interfiere en los procesos hidrológicos de diversas formas. Una de ellas es la interceptación, mediante la cual los árboles retienen y devuelven a la atmósfera una fracción de la lluvia que, por ese motivo, jamás llega al suelo. Por tanto, el incremento de la superficie forestal lleva a aparejado, indefectiblemente, un aumento del volumen de agua interceptada. A partir de la estimación del agua interceptada en los principales tipos de bosque de la Cuenca del Duero, se ha observado que las cifras implicadas en dicho proceso son de una magnitud suficiente para ser tenidas en cuenta. Además, en solo tres décadas ese volumen de agua habría crecido en un 75%. La presencia del bosque reporta inumerables beneficios desde cualquier punto de vista que se analice. Su espectacular crecimiento le va a dar un protagonismo aún mayor. Por todo ello, la planificación territorial tendrá que hacerse de cara a esa realidad. Tanto el análisis que se haga de los recursos hídricos como su gestión, tienen que contemplar dicha situación. En un escenario de cambio global se hace imprescindible una análisis cada vez más riguroso y ajustado de los procesos naturales. En un ámbito tan sensible como el de los recursos hídricos esta necesidad se convierte en acuciante. BIBLIOGRAFÍA BEGUERÍA, S., LÓPEZ-MORENO, J.I., LORENTE, A., SEEGER, M., y GARCÍA-RUIZ, J.M. (2003). Assessing the effect of climate oscillations and land-use changes on streamflow in the Central Spanish Pyrenees. Ambio, 32: 283-286. BELMONTE SERRATO, F. (1997). Interceptación en bosque y matorral mediterráneo semiárido: Balance hídrico y distribución espacial de la lluvia neta. Tesis doctoral. Universidad de Murcia. Murcia. 385 pp. CROCKFORD, R.H. y RICHARDSON, D.P. (1990). Partitioning of rainfall in a eucalipt forest and pine plantation in Southeastern Australia. II. Stemflow and factor affecting steamflow in a dry sclerophyll eucalipt forest and a Pinus radiata plantation. Hydrological Proc. 4: 145-155. ETTEHAD, R. (1971). Recherches sur la dynamique et el bilan de l’eau des sols de deux écosystèmes méditerranéens à chêne vert. Thèse Sc. Université Montpellier. 125 pp. GALLART, F. y LLORENS, P. (2004). Observations on land cover changes and water resources in the headwaters of the Ebro catchments, Iberian Peninsula. Phys. and Chem. of the Earth, 29: 769-773. GARCÍA-RUIZ. J.M., ARNÁEZ, J., BEGUERÍA, S., SEEGER, M., MARTÍ-BONO, C., REGÜES, D., LANARENAULT, N. y WHITE, S. (2005). Runoff generation in an intensively disturbed, abandoned farmand catchment, Central Spanish Pyrenees. Catena, 59: 79-92. JCL (2005). Castilla y León crece con el bosque. Consejería de Medio Ambiente. Junta de Castilla y León. Valladolid. 48 pp. LLORENS, P., POCH, P., LATRON, J. y GALLART, F. (1997). Rainfall interception by a Pinus sylvestris forest patch overgrown in a Mediterranean mountainous abandoned area I. Monitoring design and results down to the event scale. J. of Hydrology, 199: 331-345. MA (1968–1974). Primer inventario forestal de España. Ministerio de Agricultura, Dirección General de Montes, Caza y Pesca Fluvial, Madrid. 50 vol. MAPA (1990–1997). Segundo inventario forestal nacional: 1986–1995. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza, Madrid. MARTINEZ FERNANDEZ, J.; CEBALLOS BARBANCHO, A.; HERNÁNDEZ SANTANA, V.; CASADO LEDESMA, S. y MORÁN TEJEDA, C. (2005). Procesos hidrológicos en una cuenca forestal del Sistema Central: Cuenca Experimental de Rinconada. Cuadernos de Investigación Geográfica, 31: 7-25. MATEOS RODRIGUEZ, A.B. (2003). Intercepción de la lluvia por la encina en espacios adehesados. Univ. Extremadura. Cáceres 152 pp. MMA (2000). Libro blanco del agua en España. Ministerio de Medio Ambiente. Madrid. 637 pp. NIZINSKI, J. y SAUGIER, B. (1989). Dynamique de l’eau dans une chênaie (Quercus petrea) en forest de Fontainebleau. Ann. Sci. Forest. 46: 173-186. PETIT, F. y KALOMBO, K. (1984). L’interception des pluies par différents types de couverts forestiers. Bull. Soc. Géogr. Liège. 20: 99-127. PONTAILLER, J.Y.; NIZINSKI, J. y SAUGIER, B. (1988). Bilan de l’eau et évapotranspiration de forêts feuillues. Dans R. Calver (Ed.) Etudes sur les transferts d’eau dans le système sol-plante-atmosphère. INRA. 329-355. POYATOS, R., LATRON, J. y LLORENS, P. (2003). Land use and land cover change after agricultural abandonment. The case of a Mediterranean mountain area (Catalan Pre-Pyrenees). Mountain Res. and Develop., 23: 362-368. VALENTE, F., DAVID, J.S. y GASH, J.H.C. (1997). Modelling interception loss for two sparse eucalipt and pine forests in central Portugal using reformulated Rutter and Gash analytical models. J. of Hydrology, 190: 141162. VERBURG, P.H.; SCHULP, C.J.E.; WITTE, N. y VELDKAMP, A. (2006). Downscaling of land use change scenarios to assess the dynamics of European landscapes Agric. Ecos. & Envir. 114(1): 39-56. WESTHOEK, H.J.; VAN DEN BERG, M. y BAKKES, J.A. (2006). Scenario development to explore the future of Europe's rural areas. Agric. Ecos. & Envir. 114(1): 7-20.