Descarga - Consejo Económico y Social

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E S PA Ñ A
1997
ECONOMÍA
TRABAJO
Y SOCIEDAD
MEMORIA
SOBRE LA SITUACIÓN
SOCIOECONÓMICA
Y LABORAL
CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL
Departamento de Publicaciones
NICES: 115-1998
Colección Memorias
Número 5
La reproducción de esta Memoria está
permitida citando su procedencia.
Primera edición, junio de 1998
© Para esta edición: Consejo Económico y Social. España. 1998
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MEMORIA
SOBRE LA SITUACIÓN
SOCIOECONÓMICA
Y LABORAL
DE ESPAÑA EN 1997
Aprobada en la sesión ordinaria del Pleno
del Consejo Económico y Social
celebrada el 27 de mayo de 1998
CONSEJO
ECONOMICO
Y SOCIAL
PRESENTACIÓN
Un año más, y ya es el quinto consecutivo, tengo la satisfacción de
presentar la Memoria que recoge las apreciaciones del Consejo sobre
la situación social, económica y laboral española correspondiente a
1997. Aprobada en la sesión del Pleno del 27 de mayo, se cumple así
puntualmente una de las funciones específicamente reconocida en la
Ley fundacional de 17 de junio de 1991: elaborar y elevar anualmente
al Gobierno, dentro de los cinco primeros meses de cada año, una
Memoria en la que se expongan sus consideraciones sobre la situación socioeconómica y laboral de la nación.
No puedo por menos que expresar el agrado de esta Institución
al comprobar la gran receptividad que este trabajo tiene en
múltiples foros, tanto profesionales como educativos, entre otros, y
las frecuentes citas que de sus consideraciones aparecen en
numerosos textos. Tal circunstancia, sin duda alentadora, es
previsiblemente consecuente con la característica quizás más
acusada de la Memoria: que es fruto del estudio y análisis
conjunto de las organizaciones representadas en el Consejo
—agrarias, de consumidores, de economía social, empresariales,
marítimo-pesqueras y sindicales—, de sus esfuerzos en encontrar
líneas comunes en la interpretación de las particularidades de la
situación española. Ello supone, efectivamente, un valor añadido
sobre cualquier otra publicación de similar contenido.
En la presente edición se mantiene una estructura que se
pretende ya consolidada, distinguiendo tres grandes capítulos. El
VII
MEMORIA 1997
primero se dedica a analizar el panorama económico en sus
distintas perspectivas y vertientes. El segundo se ocupa del
mercado de trabajo, de las relaciones laborales y de las políticas
de empleo. En el tercero entran cuestiones de especial significación social que ponen de manifiesto la situación y la evolución
de lo que se considera calidad de vida o bienestar real de los
ciudadanos.
Común denominador de todos los capítulos es que, además de
exponer y valorar los hechos más relevantes del año, permiten
hacer un seguimiento pormenorizado de los aspectos o temas más
destacados en años anteriores. Igualmente, se apunta en ellos el
posible futuro comportamiento, la tendencia de los
acontecimientos que presenta el año analizado. Se pretende así
un trabajo lo más completo posible que abarque los distintos
aspectos expresivos de la realidad española en cada campo
objeto de investigación.
Sin tratar de recoger en esta presentación todas las cuestiones
de específica consideración, sí quisiera destacar algunas de las
mismas con una no oculta finalidad: incitar al lector a que acuda y
descienda a cada uno de los apartados en que son tratadas
particularmente.
Antes que nada, cabe señalar que el año 1997 no ha sido un
año cualquiera; ha sido el año del examen europeo, que la
sociedad española ha conseguido aprobar y que ha supuesto
formar parte del grupo de once países que iniciarán el 1 de enero
de 1999 la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria.
Ciertamente, en la perspectiva económica, el año 1997 ofrece
un balance positivo: mayor crecimiento, avance en la corrección
de los desequilibrios básicos y una progresiva convergencia con
el resto de las economías europeas, son, sin duda, las notas
generales más sobresalientes. Es objeto de examen, en primer
lugar, el entorno internacional, cuyo mayor dinamismo ha
repercutido en un crecimiento de la economía española mayor
de lo esperado y por encima de la media comunitaria. Se trata
posteriormente el comportamiento de la economía por el lado de
la oferta, destacando la recuperación de la actividad industrial,
y por el de la demanda, con un mayor empuje de la interna que
VIII
PRESENTACIÓN
del sector exterior. Seguidamente se analiza la inflación, la
política monetaria, el sector público y el paulatino proceso de
integración europea, con una dedicación especial a la
denominada Europa Social y del Empleo y a las principales
líneas de actuación futura de la Unión Europea recogidas en la
Agenda 2000.
Como cuestión que ha tenido relevancia en 1997, se tratan en
este capítulo primero las “privatizaciones”de determinadas
actividades económicas, hasta fechas recientes dominadas por el
sector público empresarial, efectuadas desde 1985 hasta la
actualidad. Se distinguen así los enfoques del periodo socialista y
del correspondiente al Partido Popular de este complejo proceso
desinversor que ha permitido al Estado obtener unos cuantiosos
ingresos no financieros.
El capítulo segundo presenta también una línea de continuidad temática en relación con los contenidos de Memorias
precedentes. No obstante, el impulso y la concreción en resultados del diálogo social mantenido por los agentes sociales,
marcan un enfoque singular en el tratamiento de las diversas
cuestiones analizadas.
En una institución como el Consejo, de representación de
intereses socio-económicos y laborales y con clara vocación,
por tanto, de residenciar en su sede el debate permanente de
ese importante ámbito de la realidad del país, es obvio que se
preste una especial atención a la actividad desplegada por los
propios protagonistas de aquella realidad en la búsqueda de
mecanismos de mejora que incidan, de una parte, en la
corrección de los desequilibrios de nuestro mercado de trabajo
—fundamentalmente la elevada tasa de paro— como en los
instrumentos reguladores de la relación laboral, en particular
la negociación colectiva.
En este sentido, la perspectiva de los Acuerdos
Interconfederales firmados en abril de 1997, y en general de los
distintos acuerdos o debates sobre materias concretas, como
solución extrajudicial de conflictos laborales, formación continua,
seguridad y salud laboral constituyen un hilo argumental en el
desarrollo del capítulo.
IX
MEMORIA 1997
Al lector especializado quizás le pueda sorprender que un
informe como el presente, que acoge la situación de las relaciones
laborales, no entre en condiciones de trabajo tan significativas como
son la jornada y el salario (salvo desde el planteamiento de la
negociación colectiva). Esta cuestión fue ampliamente debatida en el
seno de la Comisión de Trabajo encargada de la elaboración de la
Memoria, que llegó a la conclusión de que el análisis que requieren
estas condiciones de trabajo hace aconsejable su concreción en un
informe específico, que permita un tratamiento más en profundidad y
amplitud del que se podría incluir en un informe más sintético y
globalizador como el de esta Memoria anual.
En el orden de exposición cabe destacar, en primer lugar, una
favorable evolución tanto de las cifras de creación de empleo como
en lo que respecta a la reducción del paro. En la observación de
estos indicadores se ha incorporado una panorámica territorial
que permite evaluar el grado de cohesión entre Comunidades
Autónomas, así como explicar el funcionamiento del mercado de
trabajo.
Por otra parte, se ha entendido oportuno realizar un análisis de
la estabilidad del empleo en el mercado laboral español en razón
al protagonismo que tal concepto ha asumido en la concertación
social de 1997 y que ha derivado en una decidida apuesta por
mejorar dicha estabilidad.
.
Como se ha señalado anteriormente, a la luz de los Acuerdos
Interconfederales se examinan los datos de evolución de entradas y
salidas del mercado de trabajo y del funcionamiento de la
negociación colectiva como instrumento de un modelo de relaciones
laborales con mayores dosis de autonomía.
Las políticas activas de empleo han cobrado una especial
relevancia a lo largo del año 1997, tanto en la Unión Europea
como en España, referenciándose en este capítulo el proceso de
definición y reorientación de estas políticas en los ámbitos
señalados.
En materia de formación profesional, y su consideración como
elemento de especial valor en la concepción de las políticas
activas de empleo, se da cuenta del nuevo Programa Nacional de
X
PRESENTACIÓN
Formación Profesional, 1998-2002, y de los indicadores de las
distintas ramas de formación profesional en el año de referencia.
Asimismo se hace un especial seguimiento de las prestaciones
por desempleo, con principal atención a las cifras de gastos y tasa
de cobertura.
El fuerte aumento de la siniestralidad laboral en 1997, así como
la progresiva implantación y desarrollo de la Ley de Prevención de
Riesgos Laborales, encuentra su síntesis en un epígrafe diferenciado
en el que se pone de manifiesto la necesidad de un cambio en la
cultura colectiva sobre estos temas y en la definitiva introducción de
los instrumentos previstos por la citada Ley.
El capítulo termina con un apartado dedicado a la conflictividad laboral, en el que junto a las cifras correspondientes a las
principales variables que integran esta materia, se muestran datos
de los sistemas, ya implantados, de solución autónoma de
conflictos.
No por ser el capítulo de calidad de vida y protección social
el tercero en términos ordinales, significa que se le preste menor
atención. De hecho es el colofón de los anteriores y ofrece un
panorama de cómo afecta la actividad económica y la evolución
del mercado de trabajo a la sociedad española, al analizar
detenidamente los distintos indicadores de calidad de vida que se
han seleccionado como más importantes y actuales. En efecto, la
educación, la sanidad, la vivienda, el consumo, el medio ambiente y la protección social son todas distintas vertientes que permiten vislumbrar cómo evoluciona el nivel de bienestar de la
sociedad española. Además, en este año se ha incluido un nuevo
apartado sobre la incipiente sociedad de la información y los
retos que puede plantear en el futuro. Con todo ello, el capítulo
tercero representa un esfuerzo por plasmar los efectos que tienen
las distintas políticas públicas destinadas a la mejora del
bienestar de sus ciudadanos.
Merece resaltar también de este capítulo de la Memoria, el
acompañamiento de unos cuadros de indicadores al final de cada
epígrafe que ofrecen una visión comparada de España con el resto
de países miembros de la Unión Europea en los principales aspectos
XI
MEMORIA 1997
analizados. Con estos datos, se pone de manifiesto que el desarrollo
de las distintas referencias de la calidad de vida de los españoles
recorre un camino desigual, pero que tiende a una cierta
convergencia con el resto de los países de la Unión Europea.
Como los capítulos precedentes, el tercero ofrece novedades frente
a anteriores ediciones de la Memoria. Así, en materia de educación,
se incluye un análisis detallado de los puntos importantes de la
adaptación de la educación a la nueva sociedad de la información,
de las reformas introducidas en el sistema a lo largo del curso 19961997 y de los resultados de la evaluación educativa. Asimismo, se
efectúa un examen de los cambios en el sistema de acceso a la
universidad y se trata la interrelación entre la educación y el acceso
al empleo.
También el sistema sanitario se encuentra en un periodo de
reformas importantes. El análisis de las medidas destinadas a la
cobertura universal y a la equidad en el acceso, la reflexión acerca
de la financiación del sistema y del gasto público en farmacia
reflejan una etapa de transición hacia la consolidación del sistema
y en aras a su futura supervivencia.
Característica actual del sector de la vivienda es su reactivación.
En el apartado correspondiente se estudian los distintos indicadores
de su problemática, entre los que se encuentran los precios, los tipos
de viviendas y sus equipamientos, los tipos de interés y las hipotecas.
Es nuevo un apartado relacionado con el suelo y el urbanismo, al
haberse visto inmerso en un proceso de revisión global de su marco
jurídico. En cuanto a las actuaciones de política de vivienda y de su
fiscalidad, se ha añadido una comparación con los países de la
Unión Europea.
La protección del consumidor ha merecido también un análisis
pormenorizado al considerarse sentadas las bases del marco
teórico, institucional y normativo y haberse aprobado el nuevo
plan estratégico para el periodo 1998-2001. No obstante, aún resta
avanzar en determinados aspectos que confluyan para conseguir
una protección efectiva.
En materia de medio ambiente, aparte de la consideración de
los principales aspectos del mismo —su financiación, el grado de
XII
PRESENTACIÓN
cumplimiento de la normativa, la evolución de la política del agua
y de las energías renovables—, se ha optado por introducir dos
epígrafes nuevos. Uno analiza el cambio climático y su regulación
a la luz de la Cumbre de Kyoto de diciembre de 1997, que giró,
sobre todo, en torno a la reducción de las emisiones de gases de
efecto invernadero. El otro epígrafe se ocupa de los residuos, tanto
industriales como urbanos, sobre los que recaen una creciente
preocupación por los problemas ambientales que producen y la
necesaria búsqueda de soluciones, no sólo en el ámbito legal sino
también en el de la gestión empresarial.
Este año también se ha modificado el marco de análisis del
apartado relativo al estado de la protección social. Además de
ofrecer un repaso de las principales cifras, se ha ampliado para
incorporar el análisis cualitativo de distintas perspectivas de la
protección social, desde las medidas de intensificación de la lucha
contra el fraude, la situación de las pensiones, de los sistemas
complementarios de la Seguridad Social, en especial los planes de
pensiones, hasta el examen del sistema público de servicios
sociales y de la participación de la sociedad civil en la provisión
de éstos.
Por último, como ya se ha indicado, ha sido objeto de atención
la sociedad de la información. Su nacimiento y la evolución de la
civilización industrial que hasta ahora ha vertebrado las
economías de los países avanzados, está obligando a las
Administraciones y a los agentes sociales a plantearse las
perspectivas y consecuencias de esta nueva fórmula,
fundamentada en el cambio tecnológico permanente y en su
asimilación e integración en la sociedad a una velocidad y
alcance de límites todavía imprevisibles.
Concluyo con un expreso reconocimiento a la Comisión de
Trabajo encargada de elaborar y presentar la propuesta
de Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral de la
nación, a su Presidente, D. Francisco Pérez de los Cobos, a los
ponentes de cada uno de los Capítulos: D. Francisco Gualda,
D. Enrique de la Lama-Noriega y D. Ignacio Faura, y al resto de
los Consejeros que la componen, representantes de los tres
Grupos del Consejo —D. Jorge Aragón y D. José Manuel
Morán, del Grupo Primero; D. Fernando Moreno y D. Roberto
XIII
MEMORIA 1997
Suárez, del Grupo Segundo; y D. Maximino Carpio, del Grupo
Tercero—, cuya dedicación y espíritu de diálogo y consenso, ha
permitido finalizar un trabajo que espero y deseo sea útil, no sólo
al Gobierno al que preceptivamente se eleva la Memoria, sino a
toda la sociedad española a la que este Consejo, como institución
pública, sirve.
Madrid, junio 1998
FEDERICO DURÁN LÓPEZ
Presidente del Consejo Económico y Social
XIV
ÍNDICE GENERAL
CAPÍTULO I. PANORAMA ECONÓMICO ..........................................................................
1
1. INTRODUCCIÓN .........................................................................................................
2. CONTEXTO INTERNACIONAL FAVORABLE ...................................................................
3
10
2.1. El comercio mundial repunta ........................................................................
2.2. Mayor dinamismo de las economías más avanzadas ....................................
2.3. La crisis asiática reducirá el crecimiento mundial ........................................
11
14
19
3. ACELERACIÓN DEL CRECIMIENTO ..............................................................................
30
3.1. La actividad volvió a crecer por encima de la media comunitaria ................
3.2. Resurge el sector industrial y languidece el agrícola ....................................
3.3. Todas las Comunidades Autónomas se beneficiarion del crecimiento .........
30
37
59
4. MAYOR DINAMISMO DE LA DEMANDA INTERNA QUE DEL SECTOR EXTERIOR ...............
64
4.1. La demanda interna tomó el relevo ...............................................................
65
4.1.1. Se consumió más de lo previsto .........................................................
4.1.2. Trayectoria ascendente de la inversión ..............................................
66
70
4.2. El sector exterior otra vez protagonista .........................................................
73
4.2.1. Las exportaciones crecieron más que las importaciones ...................
4.2.2. Auge del turismo ................................................................................
4.2.3. Rentas, transferencias y cuenta de capital .........................................
75
79
80
XV
MEMORIA 1997
4.2.4. Récord histórico de la inversión directa en el exterior .......................
81
5. LA INFLACIÓN Y LA POLÍTICA MONETARIA ................................................................
84
5.1.
5.2.
5.3.
5.4.
Mejora generalizada de los precios ...............................................................
El dinero acudió a los fondos de inversión ...................................................
Los tipos de interés cumplieron con la convergencia ....................................
La peseta, cómoda en el SME .......................................................................
84
95
98
104
6. SECTOR PÚBLICO: A UN PASO DE LA UNIÓN MONETARIA ............................................
105
6.1. Liquidación del Presupuesto del Estado para 1997 ......................................
107
6.1.1. Ingresos ..............................................................................................
6.1.2. Gastos no financieros .........................................................................
6.1.3. Operaciones financieras .....................................................................
108
117
122
6.2. Deuda Pública ...............................................................................................
6.3. Presupuesto para 1998: más allá del objetivo del euro .................................
126
130
6.3.1. Principales líneas económicas de los Presupuestos Generales del
Estado para 1998 ................................................................................
6.3.2. Políticas de gasto en los Presupuestos de 1998 .................................
131
134
6.4. Las privatizaciones: el estado de la cuestión .................................................
137
6.4.1. Las privatizaciones en el periodo socialista .......................................
6.4.2. Nuevo enfoque privatizador del Gobierno del Partido Popular .........
6.4.3. Las privatizaciones en 1997 ...............................................................
142
147
153
7. UNIÓN EUROPEA ......................................................................................................
155
7.1. La UEM en la recta final ...............................................................................
7.2. Un nuevo Tratado ..........................................................................................
158
170
7.2.1. Nuevo título de empleo ......................................................................
7.2.2. Política social en el nuevo Tratado ....................................................
171
174
7.3. La Europa social y del empleo ......................................................................
179
7.3.1. Nueva política de empleo ...................................................................
7.3.2. Política social en 1997 .......................................................................
7.3.3. Diálogo social ....................................................................................
180
183
186
7.4. Hacia el siglo XXI: la Agenda 2000 y ampliación .........................................
189
7.4.1.
7.4.2.
7.4.3.
7.4.4.
Ampliación .........................................................................................
Política agrícola .................................................................................
Políticas estructurales y de cohesión y perspectivas financieras .......
Saldo financiero entre las Comunidades Europeas y España ............
189
196
197
200
CAPÍTULO II. MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE
EMPLEO ...................................................................................................................
203
1. INTRODUCCIÓN .........................................................................................................
205
XVI
ÍNDICE GENERAL
2. PANORAMA GENERAL DEL EMPLEO ............................................................................
212
2.1. Evolución y tendencias de la ocupación, la actividad y el paro ....................
213
2.1.1. La industria, motor del crecimiento del empleo ................................
2.1.2. Más empleo asalariado, más estable y a tiempo parcial ....................
2.1.3. Características personales de los nuevos ocupados ...........................
216
219
228
2.2. El empleo no llega por igual a todas las regiones .........................................
233
2.2.1. Diferencias demográficas, económicas y laborales ...........................
2.2.2. ¿Se han acortado las diferencias? ......................................................
2.2.3. Una explicación pendiente .................................................................
235
244
247
2.3. Estabilidad en el empleo ...............................................................................
248
2.3.1. Características de la temporalidad .....................................................
2.3.2. Rotación y segmentación en el empleo ..............................................
250
254
3. NUEVOS ENFOQUES EN LAS RELACIONES LABORALES Y EL DIÁLOGO SOCIAL ..............
256
3.1. El AIEE, un esfuerzo de negociación ...........................................................
259
3.1.1.
3.1.2.
3.1.3.
3.1.4.
3.1.5.
3.1.6.
3.1.7.
3.1.8.
3.1.9.
Un nuevo contrato para una nueva filosofía laboral ..........................
La reforma de los contratos formativos .............................................
Ajustar la contratación temporal a la causa .......................................
Retoques en la regulación del contrato a tiempo parcial ...................
Nueva redacción de los supuestos de despido objetivo en el Estatuto
de los Trabajadores ............................................................................
El AIEE y las Empresas de Trabajo Temporal ..................................
Tiempo de trabajo y empleo en el AIEE ............................................
La Comisión Mixta de Seguimiento del AIEE: funciones, compromisos cumplidos y tareas pendientes .................................................
Incentivos en materia de Seguridad Social y Fiscales para el fomento de la contratación indefinida ..........................................................
3.2. La influencia del Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad del Empleo
en la contratación ..........................................................................................
3.2.1.
3.2.2.
3.2.3.
3.2.4.
3.2.5.
260
261
264
267
268
269
270
271
272
275
Contratación temporal causal .............................................................
Contratación a través de Empresas de Trabajo Temporal ..................
Contratos formativos ..........................................................................
Contratos a tiempo parcial .................................................................
La contratación indefinida usada para establizar plantillas ...............
277
281
283
286
287
3.3. Extinciones del contrato de trabajo ...............................................................
290
3.3.1. Regulaciones de empleo ....................................................................
3.3.2 Despidos conciliados ante los Servicios Administrativos .................
3.3.3. Despidos tramitados judicialmente ....................................................
291
292
293
4. LAS POLÍTICAS ACTIVAS DE EMPLEO ..........................................................................
295
4.1. Nuevos planteamientos .................................................................................
4.2. Servicios de empleo más cercanos a las necesidades locales .......................
295
304
XVII
MEMORIA 1997
4.3. La formación profesional ..............................................................................
4.3.1.
4.3.2.
4.3.3.
4.3.4.
308
El nuevo Programa Nacional de Formación Profesional ...................
Formación continua: renovación de los Acuerdos .............................
El desempleo y la formación ocupacional .........................................
La formación reglada: hacia una alternativa a la universidad ............
308
312
319
325
5. PRESTACIONES POR DESEMPLEO ................................................................................
331
5.1. Continúa la disminución de la cobertura de las prestaciones económicas
por desempleo ...............................................................................................
5.2. Características de los beneficiarios ...............................................................
5.3. El gasto en desempleo vuelve a descender ...................................................
333
335
337
PAPEL DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA EN UN SISTEMA DE RELACIONES LABORALES EN EVOLUCIÓN ...................................................................................................
339
6.1. Concertación social y negociación colectiva ................................................
340
6.1.1. Acuerdo Interconfederal sobre Negociación Colectiva .....................
6.1.2. Acuerdo sobre Cobertura de Vacíos ...................................................
344
356
6.2. La Negociación Colectiva en 1997 fue fluida y poco conflictiva .................
376
6.2.1. Planteamientos y curso de las negociaciones ....................................
6.2.2. Estructura de la negociación colectiva ...............................................
6.2.3. La negociación colectiva va más allá del incremento salarial ...........
377
381
393
7. PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES .......................................................................
433
7.1. El desarrollo del nuevo modelo de prevención en las empresas .....................
7.2. Evolución y consecuencias de la siniestralidad en el trabajo ..........................
433
439
8. CONFLICTIVIDAD LABORAL .......................................................................................
450
8.1. Huelgas y conflictos colectivos .....................................................................
8.2. Medios autonómos de solución de conflictos laborales ................................
450
455
8.2.1. Procedimientos autónomos de solución de conflictos laborales en
las Comunidades Autónomas .............................................................
8.2.2. Primeros resultados de los sistemas autonómicos .............................
457
461
CAPÍTULO III. CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL .............................................
465
1. INTRODUCCIÓN .........................................................................................................
467
2. EDUCACIÓN .............................................................................................................
478
2.1. Educación y la Sociedad de la Información ..................................................
2.2. Reformas educativas .....................................................................................
2.3. Cambios en la universidad ............................................................................
479
482
490
2.3.1. ¿Modificar la selectividad? ................................................................
2.3.2. El alumnado .......................................................................................
490
493
6. EL
XVIII
ÍNDICE GENERAL
2.4. Educación y empleo ......................................................................................
497
3. SANIDAD ..................................................................................................................
504
3.1.
3.2.
3.3.
3.4.
3.5.
Proyectos de reforma e iniciativas en curso ..................................................
Cobertura universal y equidad en el sistema sanitario ..................................
Nuevo modelo de financiación ......................................................................
A vueltas con el gasto farmacéutico .............................................................
La modernización del sistema: organización y gestión .................................
504
509
512
516
520
4. REVITALIZACIÓN DEL MERCADO DE VIVIENDAS .........................................................
528
4.1. Mejora el acceso a la vivienda ......................................................................
4.2. Reforma de la política urbanística ................................................................
4.3. Actuaciones en política de vivienda ..............................................................
529
534
539
4.3.1. La vivienda recibe el 19 por 100 del gasto fiscal ...............................
4.3.2. Ligeras modificaciones en el Plan de Vivienda .................................
546
547
5. PROTECCIÓN A LOS CONSUMIDORES Y USUARIOS .......................................................
552
5.1. Políticas de protección al consumidor: un año de transición ........................
552
6. MEDIO AMBIENTE ....................................................................................................
559
6.1. Aspectos generales del medio ambiente .......................................................
6.2. El cambio climático y su regulación .............................................................
559
565
6.2.1. Los gases de efecto invernadero ..........................................................
6.2.2. La Cumbre de Kyoto ...........................................................................
6.2.3. La posición de la Unión Europea y de España ....................................
566
568
571
6.3. Los residuos ..................................................................................................
573
6.3.1. Producción y gestión de residuos .......................................................
6.3.2. Ley Básica de Residuos .....................................................................
574
578
7. EL ESTADO DE LA PROTECCIÓN SOCIAL .....................................................................
582
7.1. Cifras básicas de la Seguridad Social ...........................................................
583
7.1.1. Posible estabilización sobre el PIB ....................................................
7.1.2. Adaptación de la estructura financiera ...............................................
7.1.3. Unas prestaciones económicas al alza ...............................................
584
588
595
7.2. Intensificación en la lucha contra el fraude ...................................................
600
7.2.1. Control de los recursos y aumento de la recaudación ........................
7.2.2. Reclamación y pago de las deudas con la Seguridad Social ..............
7.2.3. Acceso y permanencia en las prestaciones ........................................
602
604
607
7.3. La perspectiva de las pensiones ....................................................................
612
7.3.1. El peso de las pensiones contributivas ...............................................
7.3.2. Las importantes reformas de 1997 .....................................................
7.3.3. Pensiones no contributivas .................................................................
613
620
624
7.4. Sistemas complementarios de Seguridad Social ...........................................
626
XIX
MEMORIA 1997
7.4.1. Antecedentes: la Constitución y el Pacto de Toledo ..........................
7.4.2. Panorama legislativo. Algunas apreciaciones críticas .......................
7.4.3. La opción de los planes de pensiones: modalidades, características
y desarrollo ........................................................................................
7.4.4. La exteriorización de los compromisos de pensiones suscita controversia ..................................................................................................
627
629
7.5. El sistema público de servicios sociales .......................................................
653
7.5.1. Las competencias de las distintas Administraciones Públicas ...........
7.5.2. Estructura del sistema público de servicios sociales .........................
7.5.3. Hacia la consolidación del sistema público de servicios sociales .....
656
661
667
7.6. La sociedad civil y la provisión de servicios sociales ...................................
671
7.6.1. Recursos humanos: el voluntariado y la creación de empleo ............
7.6.2. Fuentes de financiación y áreas de actuación ....................................
672
676
8. LOS RETOS DE LA NUEVA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN ..........................................
681
8.1. Ejemplos del exterior ....................................................................................
8.2. Estrechando la convergencia regulatoria .......................................................
8.3. Equipamientos y teleaplicaciones .................................................................
682
684
686
ÍNDICES .........................................................................................................................
693
1. ÍNDICE DE CUADROS ...........................................................................................
2. ÍNDICE DE GRÁFICOS ...........................................................................................
3. ÍNDICE DE ANEXOS .............................................................................................
695
701
703
XX
639
646
CAPÍTULO I
PANORAMA ECONÓMICO
1. INTRODUCCIÓN
El año 1997 se ha caracterizado por una considerable aceleración
del crecimiento económico que contrasta con la moderación de la
actividad del año anterior, lo que ha permitido consolidar la etapa
expansiva del ciclo económico. Este mayor crecimiento ha venido,
además, acompañado de una corrección adicional de los desequilibrios básicos de la economía española, al haberse producido una
notable reducción de la inflación y del déficit público a lo largo del
año en un contexto, por segundo año consecutivo, de mantenimiento
de un elevado ritmo de creación de empleo. Todo ello se ha traducido en una progresiva convergencia de la economía española con el
resto de economías europeas, y finalmente en el cumplimiento, con
cierta holgura, de los criterios exigidos por el Tratado de Maastricht
para el paso a la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria
(UEM), que se iniciará el próximo 1 de enero de 1999, con la participación de once Estados miembros, tal y como acordó el 2 de
mayo de 1998 el Consejo Europeo.
1997: Balance
positivo para la
economía
española
El presente capítulo analiza, en primer lugar, el entorno internacional donde se enmarca la evolución de la actividad de la economía española. Describe a continuación el comportamiento de la
producción en los diferentes sectores y regiones, para luego centrarse en los componentes de la demanda. Estudia después el comportamiento de los precios y de la política monetaria instrumentada
por el Banco de España, que ha tenido un efecto favorable sobre
3
MEMORIA 1997
los tipos de interés a corto y largo plazo, en un contexto marcado
por la estabilidad cambiaria en el seno del Sistema Monetario
Europeo. Posteriormente se detallan los resultados del sector público y se incluye en esta ocasión un repaso del proceso de desinversión llevado a cabo en los últimos trece años en su ámbito empresarial. La última parte del capítulo muestra la consolidación
definitiva de la convergencia nominal en la mayoría de los países
de la Unión Europea, aborda los avances del proceso de integración
europeo, y analiza los contenidos de la Agenda 2000 ante el reto de
la ampliación de la Unión.
El comercio
mundial crece
el doble que
la producción
4
El contexto internacional en el que se desenvolvió la economía
española se caracterizó por la consolidación a lo largo de 1997 de
la fase de expansión de la economía mundial, lo que se tradujo en
un incremento del PIB mundial en términos reales del 4,1 por 100
según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el mayor crecimiento de la década de los noventa, a pesar de haber sido menor
de lo esperado debido a la incidencia de la crisis asiática, sobre
todo en la segunda parte del año. El comercio mundial, por su
parte, tras la desaceleración del año 1996 volvió a crecer el doble
de lo que lo hiciera la producción mundial, un 9,6 por 100 según
el FMI en términos reales frente al 6,2 por 100 de 1996, lo que ha
puesto una vez más de manifiesto la constante intensificación del
proceso de globalización de las economías. Por regiones, cabe
destacar el mantenimiento, por sexto año consecutivo, de la favorable evolución de la economía norteamericana, dando lugar a
una fase alcista del ciclo económico especialmente larga en un
contexto de ausencia de tensiones inflacionistas y de reducción de
la tasa de desempleo a niveles históricamente bajos. La Unión
Europea por su parte, a pesar de haber mostrado una clara aceleración de la actividad sobre todo en la segunda parte del año,
siguió manteniendo elevadas tasas de paro que incluso se incrementaron en Alemania e Italia. Japón, por el contrario, vio cómo
se estancaba su actividad, influido tanto por cuestiones internas
como por la evolución económica de los países de su entorno. En
efecto, uno de los acontecimientos más destacados del año a nivel
internacional, al que se dedica un apartado específico en este
capítulo, fue la crisis financiera del Sudeste asiático y la consiguiente pérdida de confianza en el modelo asiático de desarrollo,
cuyos efectos sobre el crecimiento económico mundial son
todavía inciertos.
PANORAMA ECONÓMICO
La economía española, tal y como se señala en el apartado tres,
mostró en 1997 una significativa aceleración de la actividad que se
concretó en un incremento del Producto Interior Bruto (PIB) del
3,4 por 100, dos décimas por encima de la previsión del Gobierno
y más de un punto superior a la tasa alcanzada el año anterior, con
un perfil claramente ascendente a lo largo del año. Esta favorable
evolución ha venido facilitada por un entorno europeo de revitalización de la actividad tras el parón de 1996, así como por factores
internos entre los que cabe destacar la instrumentación de una política monetaria más expansiva, concretada en la caída de los tipos
de interés reales sobre todo en el segundo semestre, conjugada con
una política fiscal moderadamente restrictiva.
Se acelera el
Por el lado de la oferta, el año se caracterizó por el cambio de
tendencia en la evolución del sector primario después del fuerte
incremento de 1996, así como por un resurgimiento del sector
industrial que tras la atonía del año anterior ha mostrado síntomas
de mayor vitalidad. La construcción por su parte, tuvo una trayectoria creciente a lo largo del año, produciéndose desde el segundo
trimestre un cambio en la tendencia contractiva que venía
observándose en el sector desde mediados de 1996. En todo caso,
al igual que en 1996, fue el sector servicios el que tuvo una mayor
aportación al PIB, cifrada en un 1,7 por 100, aunque muy dispar
entre sus dos componentes, los servicios no destinados a la venta y
los destinados a la venta.
Retroceso
crecimiento y se
corrigen los
desequilibrios
agrícola y
repunte del
sector industrial
En el ámbito sectorial, y al igual que sucediera en 1996, uno de
los debates que ha centrado la atención ha sido la reforma de la
Organización Común de Mercado (OCM) del aceite de oliva y
la absoluta discrepancia puesta de manifiesto entre el Gobierno
español, los representantes del sector y la Comisión Europea, en
cuanto a la orientación general de la reforma. Por lo que se refiere
al sector industrial, 1997 ha supuesto un año de cambios y avances
en los procesos de modernización y liberalización de determinados
sectores entre los que destaca el energético.
En el ámbito territorial, la actividad se ha acelerado respecto al
año anterior en todas las Comunidades Autónomas a excepción de
Extremadura y las dos Castillas, que se vieron perjudicadas por la
desaceleración de la producción agrícola, y de forma especial, por
la caída de las producciones de los cultivos de secano. En todo
Crecimiento
superior al 2,5
por 100 en todas
las Comunidades
Autónomas
5
MEMORIA 1997
caso, todas las comunidades registraron un incremento del PIB
superior al 2,5 por 100, con crecimientos que oscilaron entre el
máximo de Andalucía y el mínimo de Asturias. Por su parte, la
convergencia regional, medida en términos tanto de PIB per cápita
como de renta familiar bruta disponible, mostró un ligero empeoramiento respecto al año anterior, aunque menor en términos de renta
que de producción, lo que sigue poniendo de manifiesto el papel
redistributivo del Estado a nivel interterritorial.
Protagonismo de
la demanda
interna
El análisis de la actividad por el lado de la demanda, que se
aborda en el apartado cuatro, pone el énfasis en la intensificación
de la recuperación económica como consecuencia del mayor dinamismo de la demanda interna que por fin tomó el relevo de la
externa. No obstante, el sector exterior se comportó de forma más
expansiva de lo que cabía esperar al registrar las exportaciones de
bienes y el turismo unas importantes tasas de crecimiento que compensaron la sustancial aceleración de las importaciones a medida
que avanzaba el año.
Por lo que se refiere a los componentes de la demanda interna,
destaca tanto el comportamiento del consumo privado que con un
crecimiento medio del 3,1 por 100, registró una recuperación más
intensa de lo esperado, aunque menor a la alcanzada en anteriores
fases expansivas del ciclo económico, como el elevado dinamismo
de la inversión en bienes de equipo que se cifró en un crecimiento
medio del 10,4 por 100, influido sobre todo por el auge de las
exportaciones, la recuperación del consumo, la disminución del
coste del uso del capital y la fuerte recuperación de los márgenes
empresariales. Por su parte, el consumo público, si bien dentro de
un tono de moderación, experimentó un ligero aumento, mientras
que la inversión en construcción abandonó los registros negativos
de 1996.
Superávit por
cuenta corriente
6
En cuanto al sector exterior, uno de los principales protagonistas
de la expansión económica de 1997, destaca, por tercer año consecutivo, el superávit del saldo por cuenta corriente cifrado en un 0,5
por 100 del PIB, como consecuencia de la favorable evolución del
turismo y en menor medida, del incremento del superávit de transferencias corrientes, lo que ha permitido más que compensar el
deterioro del déficit comercial. En este sentido, todo parece apuntar
a que el tradicional desequilibrio externo observado en los periodos
PANORAMA ECONÓMICO
de mayor crecimiento económico, que solía condicionar el sostenimiento de la fase expansiva del ciclo, se manifiesta cada vez con
menor intensidad.
Desde el punto de vista de los precios, abordado en el apartado cinco, el año 1997 se caracterizó por una significativa mejora
del control sobre la inflación, lográndose la progresiva convergencia del Índice de Precios de Consumo (IPC) con las tasas
comunitarias a lo largo del año, hasta cumplir sobradamente el
criterio de precios establecido en Maastricht. La caída del IPC
hasta una tasa interanual media del 2,0 por 100, medio punto
inferior al objetivo fijado por el Banco de España en su programación monetaria a medio plazo, en un contexto de control de
las variables monetarias, de estabilidad de los tipos de cambio y
de esfuerzos notables a nivel presupuestario, permitió a la autoridad emisora reducir un punto y medio el precio del dinero, con
la consiguiente traslación a los tipos de interés a corto y largo
plazo. Por su parte, los agregados monetarios mostraron una contracción que no se deduciría de la evolución de la renta real ni de
los tipos de interés, tal y como demuestra la caída, cercana a los
tres puntos, de la tasa de crecimiento interanual de los Activos
Líquidos en manos del Público (ALP) a finales de año. Esta evolución se explica sin embargo, por el incremento de los movimientos hacia activos más líquidos en un contexto de despegue
del consumo privado, pero, sobre todo, por la persistencia de los
desplazamientos hacia la adquisición de participaciones en fondos de inversión. Este proceso de reestructuración de la riqueza
financiera de las familias y empresas se ha traducido en un
aumento del patrimonio de los fondos de inversión, que se estimaba a finales de 1997 en 27 billones de pesetas, es decir, 8,3
billones superior al del año anterior.
El IPC cae al
Por otra parte, la evolución bajista de los tipos de interés favoreció la progresiva reducción de los diferenciales entre los tipos de la
deuda pública española y alemana a largo plazo, hasta situarlos en
diciembre en niveles históricamente bajos de unas tres décimas,
lejos de los 1,2 puntos de finales de 1996. Paralelamente, el proceso de caída de los tipos de interés sirvió de estímulo para la actividad bursátil que vio aumentar sustancialmente su volumen de
contratación sustentada en el crecimiento de la demanda, sobre
todo de los pequeños accionistas.
Reducción de los
2,0 por 100
diferenciales de
tipos de interés
7
MEMORIA 1997
El déficit público
cae por debajo de
lo previsto
El apartado seis de este capítulo se abre con la principal noticia
del año 1997 para el conjunto del Sector Público, la de la significativa reducción del déficit en términos de Contabilidad Nacional
hasta situarse en el 2,6 por 100 del PIB, cuatro décimas por debajo
de lo previsto. Tras dos años de intenso ajuste, el saldo negativo de
las cuentas públicas de 1997 exhibe uno de los mejores registros
del último decenio.
Las cuentas del Estado fueron las que originaron este resultado,
al cerrar el ejercicio con un saldo negativo algo menor del 2,1 por
100 del PIB, más de cuatro décimas inferior al fijado en la
Actualización del Programa de Convergencia, mientras que los déficit correspondientes a la Seguridad Social y a las Administraciones
Territoriales se situaron, según lo previsto, en un 0,2 por 100 y un
0,3 por 100 del PIB respectivamente.
Los ingresos no financieros del Estado en términos de Contabilidad Nacional ascendieron en 1997 a 17,3 billones de pesetas, un
12,2 por 100 más que el año anterior. Por su parte, el gasto no financiero apenas se desvió de las obligaciones reconocidas sobre los créditos iniciales, lo que indica el esfuerzo de contención, y el buen
grado de ejecución.
Así, la economía española ha cumplido ampliamente el criterio
de convergencia básico referido a las cuentas públicas para el acceso a la Unión Económica y Monetaria. Aunque el otro objetivo que
se estableció en este ámbito, deuda pública no superior al 60 por
100 del PIB, ha quedado lejos de su cumplimiento, su favorable
evolución (en la Administración Central, 1,3 puntos de PIB inferior
a la de 1996) y la intensa modificación en su estructura de vencimientos hacia unos plazos más largos han supuesto que no fuera
obstáculo para el ingreso en la moneda única.
A continuación se ofrece una síntesis de los Presupuestos
Generales del Estado para 1998, pudiendo deducirse de su lectura
que los objetivos se centrarán en continuar la línea de austeridad del
gasto y la reducción del déficit, manteniendo la presión fiscal. El
monto consolidado de ingresos no financieros se prevé que aumente
un 3,0 por 100 respecto del que se consignó en el Presupuesto inicial de 1997, mientras que el gasto no financiero crecerá apenas un
1,5 por 100. El margen de recursos disponibles que así se obtenga
8
PANORAMA ECONÓMICO
se pretende orientar a relanzar las inversiones y a dotar con mayores
cantidades la provisión de algunos servicios esenciales, en particular
la sanidad, la educación, la defensa y la seguridad ciudadana.
Se recoge por último este año, un estudio de las acciones de liberalización de determinadas actividades económicas hasta ahora dominadas por el sector público empresarial. Para ello se empieza definiendo
el ámbito sobre el que se aplica, qué se entiende por privatización y
cómo se lleva a cabo. Una vez abordados los distintos aspectos del
complejo proceso que supone la privatización de empresas públicas,
se relatan las privatizaciones llevadas a cabo desde la integración de
España en las Comunidades Europeas hasta la actualidad, distinguiendo básicamente entre dos periodos: el decenio 1985-1995 de los sucesivos Gabinetes del Partido Socialista, y el periodo más reciente que
se inició con la llegada del Partido Popular al Gobierno en 1996 y la
puesta en práctica de un plan estratégico de privatizaciones de carácter global. En este contexto, tras reestructurar el sector público empresarial entorno a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales
(SEPI), el año 1997 se caracterizó por una intensificación del proceso
desinversor iniciado en 1996, destacando las ventas de las participaciones del Estado, mediante oferta pública de venta en empresas
emblemáticas, lo que permitió al Estado obtener unos ingresos no
financieros en términos de caja muy superiores a los del año anterior,
cifrados en 716.300 millones de pesetas.
Trece años de
Como en ediciones anteriores de esta Memoria, el capítulo se
cierra con un apartado dedicado a la Unión Europea donde, tras
describir el proceso de convergencia de las economías europeas a
lo largo de 1997, se destacan los hechos más significativos del
proceso de construcción europea en dicho año, como la aprobación de un nuevo Tratado y los pasos dados hacia la ampliación de
cara al siglo XXI. El año 1997 ha sido el de la consolidación definitiva de la convergencia nominal de una mayoría de países, gracias
al esfuerzo de consolidación presupuestario y de control de precios realizado, apoyado en el buen ritmo de crecimiento económico registrado en el conjunto de la Unión y en cada uno de los
Estados miembros. Esta mejoría ha sido tal que, al cierre de esta
Memoria se conoció la participación en la tercera fase de la UEM,
a partir del 1 de enero de 1999, de Alemania, Austria, Bélgica,
España, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo
y Portugal.
UE: once
privatizaciones
del sector
público
Estados integran
el euro
9
MEMORIA 1997
Avances en el
proceso de
construcción
europea
Una de las novedades ha sido la aprobación del Tratado de
Amsterdam que, aunque no ha incluido todas las cuestiones consideradas imprescindibles para afrontar la ampliación y los nuevos retos
políticos de la Unión Europea, al haber quedado pendiente la reforma
institucional, supone una ampliación de las competencias de la Unión
Europea y una mejora del marco institucional. En este sentido, cabe
destacar la introducción de un nuevo título dedicado al empleo, con el
cual se pretende aumentar la coordinación de las políticas de empleo
entre los Estados miembros y la Comunidad. Se faculta así a las instituciones comunitarias para desarrollar políticas activas de empleo,
reforzándose paralelamente el papel del Banco Europeo de
Inversiones con la idea de que contribuya a fomentar las inversiones
en favor del empleo especialmente en el ámbito de las Pymes.
Posteriormente, la Cumbre extraordinaria sobre el empleo celebrada
en Luxemburgo a finales de año, ratificó la puesta en marcha del título de empleo del nuevo Tratado y centró el debate en el diseño de las
medidas de empleo que deberán empezar a coordinar los Estados
miembros, siguiendo las cuatro líneas propuestas de empleabilidad,
empresariado, adaptabilidad e igualdad de oportunidades.
Por otro lado, en el área social, el Tratado incorpora una serie de
novedades y modificaciones entre las que cabe resaltar la creación
de una cláusula de no discriminación, así como la incorporación
del contenido del Acuerdo de Política Social (APS), básicamente
debido al cambio de postura del gobierno británico.
Por último, se describen las principales líneas de actuación de la
Unión Europea hasta el año 2006, recogidas en la Agenda 2000, y
que se concretan en la ampliación hacia los países del Este, la
reforma de la política Agrícola Común y las transformaciones de
las políticas estructurales y de cohesión, así como se detalla el
escenario financiero previsto hasta entonces.
2. CONTEXTO INTERNACIONAL FAVORABLE
La economía mundial consolidó en 1997 su fase de expansión con
un crecimiento en términos reales del 4,1 por 100 según el FMI. Este
crecimiento, menor de lo esperado debido a la incidencia, a partir de
mediados de año, de la crisis asiática que se comenta más adelante, es,
no obstante, el mayor en lo que va transcurrido de década de los
noventa. El comercio mundial, por su parte, tras la desaceleración del
año 1996, vuelve a crecer el doble de lo que lo ha hecho la producción
10
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-1
COMERCIO Y PRODUCCIÓN MUNDIAL, 1991-1998
(Tasas de variación interanual en volumen)
Conceptos
Producción mundial
Países avanzados *
Países en desarrollo
Comercio mundial
Importación
Países avanzados
Países en desarrollo
Exportación
Países avanzados
Países en desarrollo
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1,8
1,2
5,0
4,5
2,6
1,9
6,6
5,5
2,7
1,2
6,5
4,2
3,9
3,1
6,8
10,2
3,6
2,5
6,0
10,3
4,1
2,7
6,6
6,2
1997 1998 (p)
4,1
3,0
5,8
9,6
3,1
2,4
4,1
6,7
4,3
6,7
4,8
15,2
2,2
10,4
11,0
7,5
9,4
13,0
5,6
8,9
9,2
10,2
7,4
5,3
5,6
6,3
4,8
10,4
3,0
7,4
9,4
14,5
9,4
12,0
5,8
7,5
10,3
10,8
6,5
7,8
(p) Previsión.
* Desde mayo de 1997, el FMI incluye dentro de los países avanzados a Corea del Sur, Hong Kong, Israel,
Singapur y Taiwan, que previamente se clasificaban entre los países en desarrollo.
Fuente: FMI, Perspectivas de la Economía Mundial, mayo de 1998.
mundial. El crecimiento en 1997 del comercio mundial de mercancías
en térmimos reales fue del 9,6 por 100 según el FMI, una décima
menos según la Organización Mundial de Comercio (OMC), frente al
6,2 por 100 registrado el año anterior, lo que pone de manifiesto la
constante intensificación del proceso de globalización (cuadro I-1).
2.1. EL COMERCIO MUNDIAL REPUNTA
Conviene recordar, no obstante, que el mayor ritmo de crecimiento del comercio que de la producción, esconde una doble contabilización de las transacciones, al no medir las estadísticas de
comercio el valor añadido de las mercancías, sino el paso de éstas
por las distintas fronteras.
Aun así, el fuerte crecimiento del comercio en 1997 ha venido
propiciado por la mejoría global de los resultados económicos y en
especial por la recuperación de Europa y el fuerte crecimiento de la
demanda en América del Norte e Iberoamérica. Frente a ello, el
estancamiento de las compras al exterior de Asia, lo que ha supuesto
que por primera vez en más de una década sus importaciones no
hayan crecido más que el comercio mundial, no ha impedido el mencionado auge del comercio mundial. Pero para 1998 sí que se prevé
Asia no frenó el
comercio
mundial
11
MEMORIA 1997
una desaceleración con motivo de la crisis asiática, aunque no excesiva, dado que Asia representa una cuarta parte del comercio mundial y la mayoría de éste se realiza entre países de la misma área.
En Europa occidental las exportaciones crecieron por encima de
las importaciones pero la tendencia a medida que avanzaba el año,
era a que las importaciones cobrasen cada vez más protagonismo.
Lo contrario de lo ocurrido en el continente americano donde las
compras al exterior mostraron un mayor dinamismo que las ventas.
El protagonista destacado del comercio mundial sigue siendo
Estados Unidos, seguido de Alemania y Japón, pero si se considera
a los Estados miembros de la Unión Europea en conjunto y descontando el comercio intracomunitario, el primer lugar lo ocuparía la
Unión Europea. Por otro lado, aunque los mayores países exportadores e importadores siguen siendo los países desarrollados, los
países en desarrollo y las economías en transición cada vez participan más en el comercio mundial.
Por grupos de productos, los que más crecieron fueron los combustibles, las manufacturas y la automoción y los que menos las
materias primas agrícolas. En valor, el comercio de servicios
registró un mayor dinamismo que el de mercancías, confirmando la
tendencia hacia una mayor presencia del sector servicios en el
comercio mundial como consecuencia en parte de los avances liberalizadores alcanzados en el seno de la OMC.
Mercados
financieros más
abiertos
Así, en el ámbito del sistema multilateral de comercio cabe señalar
que aunque 1997 ha sido un año de transición entre la primera
Conferencia Ministerial, órgano supremo de la OMC, celebrada el
pasado año en Singapur y la segunda que se celebró en mayo de 1998
en Ginebra, se han seguido alcanzado acuerdos para promover la liberalización del comercio. En concreto, en el sector de los servicios
financieros, el año 1997 ha traído consigo importantes compromisos
de liberalización en el acceso a los mercados. Igualmente, se asumieron compromisos de liberalización en el acceso a los mercados en el
sector de los servicios de telecomunicaciones básicas que se plasmaron en un Protocolo que entró en vigor el 1 de enero de 1998.
En cuanto a los dos temas a los que se hacía referencia en la
Memoria del CES del año 1996 relativos al procedimiento de arbi-
12
PANORAMA ECONÓMICO
traje internacional de la OMC, el órgano de solución de litigios de
la OMC dirimió en 1997 en contra de la Unión Europea en el tema
del régimen comunitario de importación de plátanos, por lo que la
Comisión se ha visto obligada a elaborar una propuesta tendente a
reformar dicho régimen, mientras que en el litigio que mantienen la
Unión Europea y Estados Unidos respecto a la aplicación extraterritorial de la Ley Helms-Burton que restringe el comercio con las
mercancías de origen cubano y plantea la posibilidad de denegar la
entrada al territorio de Estados Unidos a extranjeros que comercien
con Cuba, la Unión Europea pidió el 25 de abril de 1997 que se
suspendieran los trabajos del grupo especial encargado de decidir
sobre el conflicto comercial a la espera de que el Congreso de
Estados Unidos revise dicha Ley.
En el ámbito de los acuerdos regionales, que cada vez adquieren
un mayor protagonismo, sigue siendo prioritario asegurar que éstos
sean compatibles con las normas comerciales multilaterales. En
1997, se han producido avances en el proceso de integración regional de entre los que destaca la propuesta de la Comisión de la
Unión Europea de admitir en breve como miembros de la Unión
Europea a Chipre, Eslovenia, Estonia, Hungría, Polonia y la
República Checa. Siendo este tema objeto de un mayor y más profundo desarrollo en el epígrafe relativo a la Unión Europea de esta
misma Memoria, cabe señalar no obstante en este apartado la
importancia que para la Unión Europea tendrá la progresiva adopción del acervo comunitario por parte de estos países y la consiguiente necesidad de adaptación de las políticas comunitarias, en
especial de la Política Agrícola Común (PAC), y de los Fondos
Estructurales y el Fondo de Cohesión a la nueva futura realidad.
De las relaciones que mantiene la Unión Europea con otros
interlocutores comerciales, en 1997 se profundizaron las que mantiene con el Mercosur, formado desde 1995 por Argentina, Brasil,
Paraguay y Uruguay y la posterior asociación de Chile y Bolivia y
que constituye el cuarto bloque comercial mundial por volumen,
con vistas a alcanzar en 1999 una zona de libre cambio Unión
Europea-Mercosur. La Unión Europea también reexaminó en 1997
los términos de sus relaciones con los 71 países que componen el
África, Caribe y Pacífico (ACP) ante la próxima expiración a
comienzos del año 2000 del cuarto Convenio de Lomé, que dará
paso a una nueva cooperación centrada en la lucha contra la pobre-
Avances en los
compromisos
regionales
13
MEMORIA 1997
za, el desarrollo regional y la integración de estos países en la economía mundial. Precisamente, en el marco de la OMC, se celebró
en Ginebra en octubre de 1997 una reunión de alto nivel en favor
de los países menos avanzados, en la que se acordó intensificar la
asistencia técnica en materia de comercio a unos países en serias
dificultades tras la crisis de la deuda externa de los años ochenta y
la caída del precio de las materias primas a comienzos de los
noventa. La gran insuficiencia de recursos financieros de estos países debe paliarse con financiación concesional, pero en 1997 la
ayuda oficial pública al desarrollo ha vuelto a caer mientras que la
inversión privada internacional se incrementó. Por otro lado, la
Unión Europea continuó desarrollando en 1997 los acuerdos de
asociación con los países mediterráneos, con el objetivo de establecer gradualmente una zona de libre cambio para el año 2010 que
abarcará a la mayoría de los intercambios. En este marco se celebró
a finales de noviembre en Casablanca la III Cumbre EconómicoSocial Euromediterránea de los Consejos Económicos y Sociales o
instituciones similares de la región, con el fin de profundizar en la
cooperación entre las dos riberas del Mediterráneo de acuerdo con
los principios adoptados en la Conferencia Euromediterránea de
Barcelona de noviembre de 1995, y que tuvieron su seguimiento en
la I Cumbre Económico-Social Euromediterránea que se celebró en
Madrid en la sede del Consejo Económico y Social de España a
mediados de diciembre del mismo año.
En definitiva, en 1997 se intensificó considerablemente el desarrollo del comercio mundial, previéndose para 1998 una desaceleración con motivo del impacto de la crisis asiática, aunque no muy
pronunciada. Además, tras la crisis asiática, en la ya mencionada
segunda Conferencia Ministerial de la OMC de mayo de 1998, tal
y como propone la Unión Europea se pretende establecer un compromiso comercial común consistente en negarse a ceder a la tentación de adoptar medidas proteccionistas y comprometerse, por el
contrario, a seguir abriendo los mercados.
2.2. MAYOR DINAMISMO DE LAS ECONOMÍAS MÁS AVANZADAS
UE y EEUU
consolidan el
crecimiento
mundial
14
Como ya se ha indicado, la economía internacional en 1997
registró un comportamiento globalmente satisfactorio. Su crecimiento se apoyó en una consolidación del crecimiento en las economías europeas y en la intensificación del mismo en la economía
PANORAMA ECONÓMICO
estadounidense, y ello a pesar del estancamiento de Japón. El
desempleo, por su parte, experimentó una mejoría acusada en
Estados Unidos, mientras que en la Unión Europa se redujo algo
de media pero en algunos de los principales países, en especial
Alemania, continuó aumentando. La tendencia hacia la estabilidad
de los precios fue un rasgo destacable en todas las áreas económicas (cuadro I-2).
La economía estadounidense registró un crecimiento anual del
3,8 por 100, el más elevado desde 1988, siendo ya el sexto año
consecutivo en que lo hace por encima del 2,0 por 100 dando lugar
a un periodo del ciclo expansivo especialmente largo. Además,
acabó el año a una tasa de crecimiento interanual del 3,9 por 100,
por debajo incluso de lo esperado debido al fuerte incremento de
sus importaciones en el cuarto trimestre. La inflación cayó a la
cota más baja de los últimos diez años, superando los temores de
repuntes inflacionistas que la fortaleza de la demanda interna
hacía albergar. La economía estadounidense goza pues de buena
salud, si se exceptúa su enorme déficit por cuenta corriente que
incluso tenderá a aumentar por efecto de la crisis asiática. El
desempleo, por su parte, alcanzó uno de los niveles más bajos de
su historia, el 4,9 por 100, y acabó el año incluso con una tasa del
4,7 por 100. No obstante, para 1998, con una previsión de crecimiento del PIB inferior en un punto al registrado en 1997, el
desempleo tenderá a aumentar.
En Japón la actividad se fue deteriorando a lo largo del año
hasta permanecer prácticamente estancada. Las previsiones de crecimiento del FMI en mayo de 1997 eran de un 2,2 por 100, pero
finalmente fue del 0,9 por 100. En 1996, al crecer al 3,9 por 100, la
economía japonesa parecía haber logrado superar una etapa de cuatro años de debilidad económica y emprendido la senda de la recuperación gracias a las medidas de estímulo fiscal adoptadas. En
1997 desaparecieron dichas medidas con el objetivo de sanear las
cuentas públicas. Se anularon las rebajas de impuestos, se aumentó
el impuesto al consumo y se redujeron las inversiones públicas. El
resultado fue una caída del consumo y una disminución de la producción. Todavía no superada su crisis bancaria e inmobiliaria que
se desató a comienzos de la década de los noventa, la de 1997, que
afectó a los países asiáticos de su área de influencia, repercutió
finalmente más de lo esperado sobre sus exportaciones a estos paí15
MEMORIA 1997
CUADRO I-2
INDICADORES SOCIOECONÓMICOS INTERNACIONALES, 1991-1998
(Tasas de variación interanual)
Indicadores
1991
Crecimiento PIB
Mundo
1,8
Países avanzados
1,2
Estados Unidos
–0,9
Japón
3,8
Canadá
–1,9
Unión Europea
1,6
Alemania
5,0
Francia
0,8
Italia
1,1
Reino Unido
–2,0
España
2,3
Países en desarrollo
5,0
África
1,9
Asia
6,6
Iberoamérica
3,8
Europa del Este sin Rusia –10,0
Rusia
–5,0
Inflación
Países avanzados
4,6
Estados Unidos
4,2
Japón
3,3
Canadá
5,6
Unión Europea
5,1
Alemania
3,5
Francia
3,2
Italia
6,3
Reino Unido
6,8
España
5,9
Países en desarrollo
36,1
África
24,3
Asia
7,8
Iberoamérica
129,1
Europa del Este sin Rusia 95,4
Rusia
92,7
Paro (tasa)
Países avanzados
6,6
Estados Unidos
6,8
Japón
2,1
Canadá
10,4
Unión Europea
8,6
Alemania
5,5
Francia
9,4
Italia
10,9
Reino Unido
8,0
España
16,3
1992
1993
1994
1995
1996
1997 1998 (p)
2,6
1,9
2,7
1,0
0,9
1,0
2,2
1,2
0,6
–0,5
0,7
6,6
0,4
9,5
3,2
–8,7
–14,5
2,7
1,2
2,3
0,3
2,5
–0,5
–1,2
–1,3
–1,2
2,1
–1,2
6,5
0,8
9,3
3,9
–3,6
–8,7
3,9
3,1
3,5
0,6
3,9
2,9
2,7
2,8
2,2
4,3
2,1
6,8
2,5
9,6
5,1
–3,0
–12,6
3,6
2,5
2,0
1,5
2,2
2,5
1,8
2,1
2,9
2,7
2,8
6,0
3,0
9,0
1,2
1,4
–4,0
4,1
2,7
2,8
3,9
1,2
1,7
1,4
1,5
0,7
2,2
2,3
6,6
5,5
8,3
3,5
1,5
–2,8
4,1
3,0
3,8
0,9
3,8
2,6
2,2
2,4
1,5
3,3
3,4
5,8
3,2
6,7
5,0
2,7
0,4
3,1
2,4
2,9
0,0
3,2
2,8
2,5
2,9
2,3
2,3
3,4
4,1
4,6
4,4
3,4
3,9
1,0
3,5
3,0
1,7
1,5
4,5
5,1
2,4
5,3
4,7
5,9
38,5
32,1
6,8
151,4
283,0
1.353,0
3,0
3,0
1,2
1,8
3,8
4,4
2,1
4,6
3,0
4,6
46,6
31,2
10,3
208,4
357,7
895,9
2,6
2,6
0,7
0,2
3,0
2,7
1,7
4,1
2,4
4,7
51,0
34,6
14,7
210,2
153,3
302,0
2,5
2,8
–0,1
2,2
2,9
1,8
1,8
5,2
2,8
4,7
22,7
33,9
11,9
35,9
75,3
190,1
2,4
2,9
0,1
1,6
2,5
1,5
2,0
3,9
2,9
3,5
13,7
26,2
6,7
22,3
32,4
47,8
2,1
2,3
1,7
1,4
1,9
1,8
1,2
1,7
2,8
2,0
8,5
10,5
3,9
13,1
38,4
14,7
2,1
2,0
0,9
1,5
2,0
1,6
1,4
1,8
2,9
2,1
10,2
7,5
8,0
9,1
17,2
8,1
7,4
7,5
2,2
11,3
9,9
7,7
10,3
10,7
9,7
18,4
7,7
6,9
2,5
11,2
11,2
8,8
11,6
10,2
10,3
22,7
7,6
6,1
2,9
10,4
11,6
9,6
12,3
11,3
9,3
24,2
7,3
5,6
3,1
9,5
11,2
9,4
11,6
12,0
8,2
22,9
7,3
5,4
3,3
9,7
11,4
10,4
12,4
12,1
7,5
22,2
7,1
4,9
3,4
9,2
11,1
11,5
12,5
12,3
5,6
20,8
7,0
5,0
3,6
8,5
10,6
11,4
11,9
12,0
4,9
19,7
(p) Previsión.
Nota: Las cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI) no siempre coinciden con las oficiales de cada país.
* Desde abril de 1997, el FMI incluye dentro de los países avanzados a Corea del Sur, Hong Kong, Israel,
Singapur y Taiwan, que previamente se clasificaban entre los países en desarrollo.
Fuente: FMI, Perspectivas de la Economía Mundial, mayo de 1998.
16
PANORAMA ECONÓMICO
ses que representan el 40 por 100 del total. Todo ello se tradujo en
una nueva y brusca desaceleración de la actividad económica que
puede desembocar a tenor de los resultados de comienzos del año
en un crecimiento cero para 1998.
La recuperación económica de la Unión Europea se confirmó en
1997 y la creación de empleo aumentó un 0,4 por 100, pero ello no
se tradujo en una significativa reducción del desempleo que se
mantuvo estancado en Francia y empeoró en Alemania e Italia. El
año estuvo fuertemente marcado por el examen de acceso a la tercera fase de la UEM que fue superado por once Estados miembros,
todos salvo Grecia y Suecia, que no cumplieron alguno de los
requisitos, y Dinamarca y el Reino Unido que se autoexcluyeron de
participar por ahora en el euro. La media de crecimiento en los
once Estados miembros que cumplieron las condiciones para la
adopción de la moneda única fue del 2,5 por 100, ampliamente
superado por dos de ellos, Irlanda sobre todo, con el 8,3 por 100 y
Finlandia con el 5,9 por 100. Los significativos progresos realizados en 1997 por los Estados miembros de la Unión Europea, tanto
en inflación como en ratio déficit público/PIB y en tipos de interés
se analizan en el epígrafe de este mismo capítulo relativo a la
Unión Europea.
Europa apenas
reduce el
desempleo
Dos de las principales economías europeas, Alemania y Francia,
obtuvieron un similar incremento del producto que supuso un
repunte respecto al de 1996. En Alemania el PIB creció de media
un 2,2 por 100 frente a un incremento del 1,4 por 100 en 1996,
pero no fue capaz de reducir su desempleo. Todo lo contrario, en
1997 Alemania alcanzó tal récord de parados que habría que
remontarse a la década de los treinta para observar una cifra semejante. La demanda interna se mantuvo débil, mientras que las
exportaciones, que habían sostenido la recuperación, fueron perdiendo fuerza en los últimos meses del año. Así, en tanto que las
previsiones para 1998 son de ganar alguna décima al crecimiento
del año anterior, el cuarto trimestre de 1997 ofreció una tasa de
variación interanual del 2,3 por 100.
En Francia, con un crecimiento medio del 2,4 por 100 y un 3,2
por 100 en el último trimestre, el año 1998 se presenta con un optimismo relativo al cifrar el Gobierno una previsión de crecimiento
del 3,0 por 100, apoyado en una recuperación de la demanda inter17
MEMORIA 1997
na que tomaría el relevo de las exportaciones que fueron el elemento más dinámico del crecimiento en 1997. El desempleo en Francia
fue protagonista del año no sólo por alcanzar una cifra de parados
del 12,5 por 100, sino también por las revueltas de desempleados
que se produjeron y los debates sobre la futura ley de las 35 horas.
No obstante, cerró el año con una notable disminución del paro
hasta situarse en el 12,2 por 100 de la población activa y con perspectivas de que siga disminuyendo en 1998.
El crecimiento en términos macroeconómicos de los países en
desarrollo en su conjunto fue considerable a pesar de la moderación del crecimiento en el área asiática. Iberoamérica creció un 5,0
por 100 como consecuencia de la continuación de la recuperación
de México y Argentina tras la crisis de 1995. México en especial
registró un crecimiento del 7,0 por 100, el mayor de los últimos
dieciséis años, pero para 1998 se prevé un crecimiento bastante
menor motivado por la caída del precio del petróleo y por los efectos de la crisis de Asia. El país de esta región que más se vio afectado en 1997 por dicha crisis fue Brasil, que aun creciendo
finalmente a una tasa del 3,0 por 100 sus perspectivas para el año
siguiente son mucho más modestas a tenor de las medidas de ajuste, como el fuerte aumento de los tipos de interés para frenar la
especulación sobre su moneda, que se vio obligado a desplegar a
finales de 1997.
El final del milagro
asiático
1997 supuso el final del milagro asiático, al pasar de ser un modelo de crecimiento a ser objeto de críticas generalizadas. Los países en
desarrollo de Asia crecieron de media un 6,7 por 100, cuando las
previsiones hace un año cifraban el incremento en el 8,3 por 100.
Para 1998, la revisión de la cifra ha sido más intensa, al pasar del 7,7
por 100 al 4,4 por 100. Esta revisión a la baja de las proyecciones de
crecimiento en el área asiática se debe a la crisis financiera cuyo origen, desarrollo e impacto se analiza más adelante.
Los países de Europa del Este en su conjunto registraron en
1997 tasas de variación positivas de su producto, tras la larga y profunda contracción registrada en su proceso de transición hacia una
economía de mercado. Rusia en concreto, con un 0,4 por 100,
obtuvo el primer crecimiento positivo en ocho años, aunque inferior a lo previsto. Los países más avanzados en la transición volvieron a ser los que lograron mayores crecimientos, aunque en
18
PANORAMA ECONÓMICO
Polonia y en la República Checa las graves inundaciones que se
produjeron en los meses centrales del año repercutieron negativamente sobre el resultado final. Sin embargo, países menos avanzados en dicha transición, como Bulgaria y Rumanía, volvieron a
registrar una contracción en su producto como consecuencia de las
medidas de estabilización macroeconómicas adoptadas.
En África lo primero que cabe resaltar es el crecimiento global
registrado del 3,2 por 100 y que el FMI pronostica alcanzará el 4,6
por 100 en el presente año y el 4,9 por 100 en 1999. Pero inmediatamente después hay que señalar que más de dos tercios de los 48
países que la Naciones Unidas califica de menos adelantados se
encuentran en el África subsahariana y que para reducir la profunda pobreza que les afecta, sus tasas de crecimiento deben incrementarse mucho más en el largo plazo. Para ello, no sólo debe
persistir la financiación concesional que, como ya se ha indicado
anteriormente, tiende a disminuir, sino que estos países deben
adoptar políticas macroeconómicas que doten de mayor seguridad
al crédito privado.
En resumen, y con el telón de fondo para el futuro inmediato de
la evolución de la crisis asiática, el entorno económico internacional en el que se movió la economía española en 1997 puede calificarse de favorable, por haberse dado una estabilidad económica y
monetaria y un crecimiento superior al del año pasado en los países
que más pueden influir sobre ella.
2.3. LA CRISIS ASIÁTICA REDUCIRÁ EL CRECIMIENTO MUNDIAL
Por las veces que ya se ha mencionado en esta Memoria, no
cabe duda de que el acontecimiento económico más destacado en
el ámbito internacional en 1997 fue el inicio de la crisis financiera
asiática, cuyos efectos sobre el crecimiento económico mundial y
en particular de España son todavía inciertos. Una vez más la ciencia económica no ha sabido anticipar el origen de una crisis, sino
que se ha limitado a explicar a posteriori lo que a tenor de las
explicaciones era inevitable que ocurriese. Los organismos internacionales, hasta el inicio de la crisis, destacaban las bondades del
modelo de desarrollo asiático, alababan los logros de las economías
inicialmente afectadas y consideraban que no existían indicios de
tensiones y desequilibrios en la economía mundial que presagiasen
19
MEMORIA 1997
su origen. No obstante, en la Memoria del CES correspondiente a
1996, se apuntaba un ligero retroceso en los resultados de estas
economías debido al empeoramiento en su sector exterior.
Sorpresa ante una
crisis anunciada
La crisis financiera, o de especulación financiera, que se destapó a mediados de 1997 en Tailandia, ha supuesto una clara sorpresa. Primero, por afectar a economías aparentemente sólidas, con
décadas de resultados económicos sobresalientes y consideradas
como modelos de crecimiento intenso y equilibrado; segundo, por
su intensidad; y tercero, por la rapidez con que se ha extendido una
vez iniciada.
En Tailandia, el déficit por cuenta corriente surgido en 1995 tras
el deterioro de sus exportaciones se financió mediante capital exterior a corto plazo que amplió la deuda externa e infló los precios de
los inmuebles y de los activos financieros. Esto se tradujo en junio
de 1997 en una crisis cambiaria y en la quiebra de instituciones
financieras.
La crisis tailandesa se contagió rápidamente a sus países vecinos. La devaluación de la moneda tailandesa supuso la merma de la
competitividad de las economías de la región. Los mercados financieros internacionales perdieron la confianza en estos países ante el
temor de que se reprodujeran los mismos hechos que en Tailandia.
Todo ello dio como resultado la pérdida de la credibilidad de la
paridad fija con el dólar que la mayoría de estos países mantenían y
la consiguiente venta de sus monedas y la compra de dólares.
Los países más afectados por la crisis han sido Corea del Sur,
Filipinas, Hong-Kong, Indonesia, Malaisia, Singapur, Tailandia y
Taiwan que contribuyen entre todos al 14,5 por 100 del comercio
mundial (cuadro I-3). Desde 1980 el producto mundial creció de
media anual un 3,4 por 100, mientras que estos países superaron el
7,0 por 100. En el mismo periodo las exportaciones mundiales de
bienes crecieron a un ritmo medio anual del 6,0 por 100 y las de
estos países por encima del 11,0 por 100.
Con esta crisis se han puesto de manifiesto las limitaciones del
modelo de crecimiento asiático, intensivo en mano de obra con
bajos salarios y que era puesto como ejemplo de crecimiento para
todos los países en desarrollo. El resultado va a ser una contracción
20
CUADRO I-3
INDICADORES SOCIOECONÓMICOS DE LOS PAÍSES
DEL SUDESTE ASIÁTICO
Población
(millones de
personas)
Países
Corea del Sur
Filipinas
Hong–Kong
Indonesia
Malaisia
Singapur
Tailandia
Taiwan
45
69
6
193
20
3
58
21
PIB por
habitante
Comercio
Crecimiento
mundial de del PIB, media
(dólares en paridad
bienes
90-96
de poder
adquisitivo)
11.450
2.850
22.950
3.800
9.020
22.770
7.540
12.319
(% sobre total)
(% de variación)
2,6
0,4
3,6
0,8
1,5
2,4
1,2
2,0
7,7
2,8
5,0
8,0
8,8
8,5
8,6
6,3
Crecimiento
Crecimiento del PIB, 1998
del PIB, 1997
(p)
Inflación
media 95-97
Balanza
por cuenta
corriente,
media 95-97
(% de variación) (% de variación)
(% variación IPC)
(% del PIB)
6,0
5,1
5,3
5,0
7,8
7,2
–0,4
6,7
–0,8
2,5
3,0
–5,0
2,5
3,5
–3,1
5,0
4,6
7,2
7,1
8,5
3,5
1,7
5,9
2,9
–3,0
–4,8
–2,2
–3,1
–6,6
15,9
–6,0
2,8
(p) Previsión.
Fuente: Banco Mundial, Atlas del Banco Mundial 1997; Organización Mundial del Comercio, Informe Anual 1997; y Fondo Monetario Internacional, Perspectivas de
la Economía Mundial, diciembre de 1997 y mayo de 1998.
21
MEMORIA 1997
de su actividad que repercutirá, sin duda, en el crecimiento económico internacional.
Al señalar las causas de la crisis, lo primero que cabe destacar
es que se desató sin concurrir una elevada inflación, ni un consumo
desmedido, ni una apreciación del tipo de cambio real, ni un descontrol de las cuentas públicas; si acaso, se había producido un
acelerado deterioro de la balanza por cuenta corriente, y no en
todos los países.
Exceso de
confianza
22
Común a todas las economías de la zona era un crecimiento
muy fuerte durante un largo periodo de tiempo, así como la existencia de sistemas bancarios inadecuados para este crecimiento de
la economía. No obstante, la competitividad de estos países, cuyas
monedas en muchos casos estaban como ya se ha indicado vinculadas al dólar, se venía deteriorando en los últimos años al registrar
inflaciones superiores a la estadounidense. La debilidad del dólar
en 1994 y 1995 contrarrestó su peor inflación, lo que favoreció su
competitividad, pero la apreciación del dólar desde 1996 supuso un
efecto adverso sobre el crecimiento, cuando además bajaron los
precios de algunos de sus productos de exportación por la saturación en el mercado mundial de productos electrónicos. Igualmente,
la creciente competitividad de la economía china estaba afectando
claramente a estas pequeñas economías asiáticas. En los últimos
años, la moneda china se depreció mientras que las monedas ligadas al dólar se apreciaron junto con él, lo que hizo que las exportaciones chinas de productos tradicionalmente exportados por las
economías afectadas por la crisis, productos manufacturados como
el textil y el calzado, sustituyesen a las de estas economías. Por
otro lado, el tipo de cambio fijo que mantenían muchos de estos
países con el dólar estimuló a su endeudamiento en el extranjero,
con tipos de interés menores, y a que invirtiesen en sus propios países para financiar las actividades de las empresas, lo que generó
una burbuja especulativa en los mercados inmobiliarios y bursátiles. El débil crecimiento de las economías occidentales y de Japón
desde comienzos de la década de los noventa hizo que la rentabilidad del capital disminuyese, por lo que el ahorro de esos países se
dirigió a los países asiáticos en rápido desarrollo con mayores rendimientos de las inversiones, buscando rentabilidades que no se
encontraban en las economías occidentales. Todo esto se tradujo en
un volumen excesivo de préstamos externos, destinados a financiar
PANORAMA ECONÓMICO
proyectos de alto riesgo sin cobertura cambiaria y contraídos a
corto plazo por el sector privado.
La retirada repentina y generalizada de los flujos de capitales
extranjeros originó una espiral de reducciones de precios de activos
financieros y reales que llevó a la devaluación de las monedas del
área y a la quiebra de instituciones financieras poco solventes.
Además, se utilizaron las reservas en divisas de los bancos centrales, por otro lado escasas, para pagar las deudas en moneda extranjera de las empresas, lo que incrementó la desconfianza de los
inversores extranjeros. Desconfianza acrecentada por un sistema
financiero ineficiente, frágil, sin adecuada regulación o supervisión
de las autoridades y con falta de transparencia en los vínculos entre
el gobierno, las empresas y las instituciones financieras.
En definitiva, los mercados internacionales retiraron su confianza, dando al traste con el modelo de crecimiento del Sudeste
asiático.
En un primer momento se pensó que la crisis sólo afectaría a los
países asiáticos, que sufrirían un parón en su crecimiento y el consiguiente incremento del desempleo y empobrecimiento generalizado, hasta que recompusiesen su ahorro interno para hacer frente a
los pagos externos. No obstante, el resto de la economía internacional se ha visto afectada, en mayor o menor medida, dependiendo
de la intensidad de las relaciones mantenidas con los países asiáticos. De esta forma, parece lógico prever que el mayor impacto lo
recibirán Japón, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, que
son los países que mantienen más relaciones con los del Sudeste
asiático.
Una crisis, con
ramificaciones
mundiales
Como ya se ha indicado, los países del Sudeste asiático sufrirán
un descenso de los flujos de capital privado dirigido hacia ellos.
Así mismo, experimentarán una disminución de la inversión, del
consumo y de las importaciones, por lo que a corto plazo se producirá un parón o incluso una contracción de la economía que traerá
consigo más desempleo.
No obstante, la depreciación del tipo de cambio supondrá una
mejora de la competitividad vía precios y por lo tanto una mayor
posibilidad de exportar. Esto, unido al menor crecimiento, o inclu23
MEMORIA 1997
so caída, de la demanda interna favorecerá la recuperación de la
balanza por cuenta corriente.
La crisis está teniendo igualmente unos efectos sociales en estos
países que merece la pena reseñar. En primer lugar, los derivados del
aumento del paro, agudizado por la quiebra de empresas nacionales
hasta ahora muy apoyadas por los gobiernos. Pero en segundo lugar,
la crisis está generando otros conflictos sociales, especialmente agudos en Indonesia, derivados de un cambio de actitud hacia lo exterior. Surgen conflictos entre comunidades o etnias dentro de un
mismo país, y con los extranjeros en general, países y organismos
internacionales, y la comunidad internacional en particular, por su
intervención en la crisis. La globalización de la economía puede ser
percibida como la causante de la crisis y provocar una introspección
hacia posicionamientos económicos y comerciales menos abiertos.
No obstante, los países industriales europeos y norteamericanos
disfrutan de un periodo de crecimiento económico equilibrado que
puede favorecer la recuperación de estos países vía balanza por
cuenta corriente. Actualmente, la demanda interna de los países
industrializados tiende a incrementarse, mientras que las exportaciones cada vez contribuyen menos al crecimiento, lo cual actúa en
favor del ajuste de las economías emergentes afectadas por la crisis.
La crisis repercutirá sobre otros países en desarrollo y sobre los
países más avanzados con una intensidad que dependerá del peso
de los vínculos comerciales y financieros. Es importante destacar
no sólo los vínculos ya existentes, sino la tendencia creciente a
incrementarse, dado que las relaciones con estos países son las que
más han crecido en los últimos años. Como consecuencia de la
recesión en el área asiática y el aumento de su competitividad por
la depreciación de sus monedas, el resultado para los países desarrollados será una reducción de sus exportaciones que la OCDE
cifra en el 0,5 por 100 y un aumento del 0,3 por 100 de las importaciones, es decir, un empeoramiento de su saldo comercial. El
incremento del comercio intra-industrial puesto de manifiesto en
los últimos años, característica del proceso de integración global
del comercio, también se verá frenado.
Así, los países desarrollados sufrirán pérdidas por sus participaciones en sociedades asiáticas en quiebra y por las inversiones que
24
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-4
POTENCIAL IMPACTO DE LA CRISIS
SOBRE EL CRECIMIENTO
(Tasas de variación interanual del PIB)
Revisión de las perspectivas del FMI
para 1997
Áreas
Mundo
Estados Unidos
Japón
Unión Europea
mayo 97 oct. 97
4,4
3,0
2,2
2,4
4,2
3,7
1,1
2,5
para 1998
dic. 97 mayo 98 mayo 98 oct. 98
4,1
3,8
1,0
2,6
4,1
3,8
0,9
2,6
4,4
2,2
2,9
2,9
4,3
2,6
2,1
2,8
dic. 98
mayo 98
3,5
2,4
1,1
2,7
3,1
2,9
0,0
2,8
Fuente: FMI, Perspectivas de la Economía Mundial, mayo, octubre y diciembre de 1997 y mayo de 1998.
tienen en estos países e, indirectamente, una disminución de la
demanda de importación de los países afectados y mayor penetración de los productos originarios de estos países, con lo que se verá
reducida su capacidad de exportación.
El riesgo mayor radica en los efectos sobre Japón, en un momento en el que atraviesa por dificultades y necesita impulsar su economía (cuadro I-4). Su sector financiero todavía no se ha recuperado
de la burbuja especulativa de finales de los ochenta que afectó a
muchas de sus instituciones financieras. En 1997 la economía japonesa no se ha recuperado, incluso se ha debilitado en la segunda
mitad del año como consecuencia de los mayores impuestos al consumo, que lo han retraído, y el incremento de los stocks de las
empresas con la consiguiente disminución de las inversiones empresariales. Esto ha dado lugar a un ajuste en los precios de los activos
que se puede traducir, como se verá más adelante, en un proceso
deflacionista. Aquí la posibilidad de suavizar la política monetaria es
escasa dado los bajísimos tipos de interés vigentes, pero las autoridades han reaccionado anunciando una bajada de impuestos y nuevas
inversiones estatales para intentar superar la crisis que, no obstante,
en 1998 se prevé más profunda en este país de lo que cabía esperar.
Aumenta el
riesgo en Japón
Los efectos sobre China también serán considerables, sobre
todo si decide devaluar también su moneda para hacer frente a la
25
MEMORIA 1997
pérdida de competitividad de sus exportaciones. Por lo demás, el
sistema financiero chino no es mucho más eficiente y ortodoxo que
el de los países afectados por la crisis.
Tampoco hay que olvidar el posible contagio a otras zonas
como la Iberoamericana, teniendo en cuenta la gran dependencia
de estos países del ahorro externo. Algunos países de Iberoamérica
están perdiendo la confianza de los inversores extranjeros, lo que
hace aumentar su prima de riesgo a las inversiones, como se está
poniendo en evidencia con la fuerte caída en sus Bolsas. No obstante, el balance final puede ser incluso positivo si acaban captando
parte de la inversión y del comercio que se dirigía al área asiática.
En cuanto a la repercusión sobre Estados Unidos y Europa, todo
apunta a que la economía norteamericana se verá más afectada
dado los mayores lazos comerciales que mantiene con el área asiática. No obstante, Estados Unidos, que ha alcanzado en 1997 la
mayor tasa de crecimiento de su prolongado periodo de expansión,
puede resultar favorecido por el relativo enfriamiento de su economía como consecuencia del impacto de la crisis. En Europa, la
repercusión será más suave por las menores relaciones con estos
países e incluso se verán favorecidos en sus exportaciones por la
apreciación del dólar. Pero Europa, con un grave problema de
desempleo, necesita crecer más. Tanto en la economía norteamericana como en la europea, las posibles tensiones sobre los tipos de
interés tenderán a desaparecer por la menor inflación y el menor
crecimiento. Además, se puede producir una desviación de las
inversiones de capitales que antes iban dirigidas al área en crisis y
ahora pueden afluir hacia activos de menor riesgo de Europa y
Estados Unidos.
Previsiones a la
baja
26
Los organismos internacionales han revisado a la baja sus estimaciones y previsiones del crecimiento para 1997 y 1998. El FMI,
en el mes de diciembre de 1997, modificó las cifras que había ofrecido en su informe semestral del mes de octubre, rebajando la estimación de crecimiento de la economía mundial en 0,1 puntos
porcentuales para 1997 y la previsión para 1998 en 0,8 puntos, para
dejarla en el 3,5 por 100. En el informe semestral de mayo de 1998
ha vuelto a rebajar la previsión otras cuatro décimas, hasta el 3,1
por 100. Los crecimientos en 1998 de los países directamente afectados irán desde el –5,0 por 100 de Indonesia al 5,0 por 100 de
PANORAMA ECONÓMICO
Taiwan, cuando desde finales de los años ochenta hasta hace dos
años lo hacían a tasas del entorno del 9,0 por 100.
En cuanto a los efectos directos sobre España, éstos serán en
principio reducidos dado el escaso peso de las relaciones con los
países en crisis, inferior a la media de los países desarrollados. Las
exportaciones españolas a los ocho países mencionados supusieron
en 1997 el 3,2 por 100 del total y las importaciones procedentes de
ellos el 3,8 por 100, mientras que las inversiones a y de estos países,
aunque al alza, tienen todavía un peso globalmente insignificante.
España poco
afectada por el
Sudeste asiático
No obstante, aun no siendo el impacto globalmente elevado, algunas industrias españolas se pueden ver negativamente afectadas,
como es el caso de las del textil y del calzado, ante la ganancia de
competitividad de las exportaciones de estos países en estos productos manufacturados. Igualmente, otras industrias o sectores, en
especial el del automóvil, se pueden ver afectados por la mayor
competencia en este caso de Corea del Sur. Es importante considerar
también, como se ve en esta misma Memoria en el epígrafe relativo
al sector exterior de la economía española, el hecho de la creciente
pujanza del comercio dirigido a esta área y a todos los países en
desarrollo en general en detrimento del mantenido con la Unión
Europea. Cabe destacar también los efectos indirectos sobre la economía española derivados del impacto de la crisis sobre el resto de
los Estados miembros de la Unión Europea que mantienen un mayor
volumen de intercambios con los países asiáticos, así como el resto
de la economía mundial en general. Finalmente, las inversiones
directas en España de estos países, con una clara tendencia al crecimiento en los últimos años, sobre todo las de Corea del Sur en sectores de bienes de equipo, también se pueden ver frenadas.
La presentación de las soluciones, o la posible evolución de la
crisis asiática, debe comenzar por señalar que ésta ha destapado las
limitaciones del sistema financiero global.
La crisis asiática ha vuelto a poner de manifiesto cómo la crisis
financiera iniciada en un sólo país se transmite al resto de la economía mundial, poniendo en evidencia la fragilidad de la globalización financiera. La liberalización de los movimientos de capitales
permite a éstos desplazarse de un país a otro en un periodo de tiempo extremadamente corto, mucho más rápido desde luego que los
Grietas en el
sistema
financiero global
27
MEMORIA 1997
bienes y servicios, lo que supone una importante restricción al ejercicio de la política económica de los gobiernos. Los países en desarrollo necesitan inversión extranjera para crecer, pero los préstamos
a corto plazo pueden generar inestabilidad. La búsqueda del elevado
beneficio especulativo a corto plazo puede ir en detrimento de la
financiación de las inversiones generadoras de riqueza y de empleo.
Por ello, algunas voces solicitan medidas capaces de frenar una
especulación internacional que puede dar al traste con economías
cuyas bases sean en principio equilibradas, es decir, controlar los
flujos financieros. O, por lo menos, implementar un sistema de
supervisión financiera internacional, de prevención precoz, que haga
más transparente el sector financiero y que palíe los efectos perversos del por ahora desconocido comportamiento de la globalización
financiera. Otras opiniones, no obstante, son contrarias a todo tipo
de control sobre los movimientos de capital por considerar que su
libre movilidad internacional constituye un elemento disciplinante
de las políticas económicas.
Por ahora, las propuestas de soluciones van más en la línea de no
poner trabas a las inversiones especulativas y de dotar con más
medios al FMI para que pueda socorrer y restablecer la confianza en
los países atacados, sin revisar el modelo financiero en su globalidad.
El FMI postula que un sistema financiero y de comercio internacional abierto, ayuda a remediar las consecuencias negativas de
la inestabilidad económica, y considera que los controles a los
movimientos transfronterizos del capital no reducen el riesgo de
crisis, sino que pueden incentivarlo al incrementar la desconfianza.
Por ello, el FMI propugna liquidar las entidades insolventes o
en quiebra y proporcionar apoyo a las viables que se encuentran en
dificultades, sin garantizar el pago de las deudas a los acreedores;
reforzar los mecanismos de control e incrementar las medidas prudenciales sobre el sistema bancario; elevar fuerte y temporalmente
los tipos de interés para evitar la salida de capitales; y romper la
dependencia tan grande del ahorro extranjero para sus inversiones,
con la finalidad última de recuperar la confianza.
Lo importante, y lo más probable, es que con ello vuelva la confianza de los inversores nacionales y extranjeros hacia estos países
que se habían caracterizado hasta ahora por un fuerte crecimiento.
28
PANORAMA ECONÓMICO
Esta es la opinión del FMI, que dice además que al prolongarse
la crisis, la desaceleración económica será mayor que si al iniciarse
se hubiesen tomado las medidas de endurecimiento de la política
monetaria. La desaceleración no es el efecto de la política económica recomendada ni de los programas de reforma para salir de la
crisis, sino que es la consecuencia del colapso de la confianza exterior ante la respuesta inadecuada y tardía a la situación. El retraso
en tomar las medidas de endurecimiento de las condiciones monetarias agravó el problema.
La falta de
medidas agravó
el problema
No obstante, las recetas del FMI no son de aceptación universal.
Sus detractores alegan, en primer lugar, que suponen un déficit
democrático al legitimar a una institución para que dicte las políticas económicas de países, como los del Sudeste asiático, que suman
una población de más de cuatrocientos millones de habitantes.
Institución que, además, en su informe semestral sobre perspectivas
de la economía mundial del mes de octubre de 1997, elogiaba el
comportamiento de la economía de estos países. En segundo lugar,
opinan que la contracción macroeconómica que propugna el FMI no
va precisamente a restaurar la tranquilidad en los mercados. En tercer lugar, que las operaciones de ayuda que ofrece el FMI pueden
traducirse tan sólo en que algunas instituciones financieras en dificultades rehuyan las pérdidas por créditos impagados. Y, en cuarto
lugar, porque una considerable elevación de los tipos de interés dirigida a encarecer las presiones especulativas puede dar lugar a una
menor inversión productiva que frene el crecimiento.
De una u otra forma, lo que sí parece indudable es que se va a
producir una contracción del crecimiento de las economías de los
países del Sudeste asiático y que la forma de superar cuanto antes
la crisis es conseguir recuperar la confianza perdida en sus mercados financieros.
Aun con información parcial, la evolución de los acontecimientos puede ir desde la consideración de los hechos como un tropiezo, incluso saludable, en el proceso de crecimiento de la economía
mundial, hasta que desemboque en una grave deflación.
La contención de la demanda de consumo en los países directamente afectados, la sobreproducción también existente en estos países, la caída de los precios de las exportaciones por las
Miedo a la
deflación
29
MEMORIA 1997
depreciaciones de las divisas de la zona junto con la caída también
de los precios de las materias primas, y la estabilidad de los precios
en los países occidentales puede desembocar en una deflación generalizada que distorsionaría la asignación óptima de los recursos. Los
efectos derivados de la mayor competitividad vía precios de los productos asiáticos que presionarán sobre los precios mundiales, serían
beneficiosos en una situación de alta inflación y elevados tipos de
interés. Sin embargo, no es el caso de Estados Unidos y sobre todo
de Europa, donde la capacidad de maniobrar con bajadas del tipo de
interés si el crecimiento se desacelera o hay riesgo de deflación es
escasa. Las economías occidentales deben pues mantener o incrementar su demanda para evitar los riesgos de deflación, sin que ello
suponga un abandono de las políticas dirigidas conscientemente a la
reducción de la tasa de inflación.
3. ACELERACIÓN DEL CRECIMIENTO
El año 1997 se ha caracterizado por una considerable aceleración del crecimiento económico que contrasta con la moderación
de la actividad del año anterior, lo que ha permitido consolidar la
etapa expansiva del ciclo económico. Este mayor crecimiento ha
venido además acompañado de una adicional corrección de los
desequilibrios básicos de la economía española, al haberse producido una notable reducción de la inflación y del déficit público a lo
largo del año en un contexto, por segundo año consecutivo, de
mantenimiento de un elevado ritmo de creación de empleo.
La favorable evolución de la economía española durante 1997
ha venido facilitada por un entorno europeo de revitalización de la
actividad tras el parón de 1996, así como por factores internos entre
los que cabe destacar la instrumentación de una política monetaria
más expansiva, concretada en la caída de los tipos de interés reales
sobre todo en el segundo semestre de 1997, conjugada con una
política fiscal moderadamente restrictiva.
3.1. LA ACTIVIDAD VOLVIÓ A CRECER POR ENCIMA DE LA MEDIA
COMUNITARIA
La economía española mostró en 1997 una significativa aceleración de la actividad que se concretó en un incremento del PIB del
3,4 por 100, dos décimas por encima de la previsión del Gobierno
30
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-5
CUADRO MACROECONÓMICO, 1994-1997
(Tasas de variación interanual)
Conceptos
1994
PIB y agregados
Producto Interior Bruto
2,2
Consumo privado nacional
0,9
Consumo público
–0,3
Formación bruta de capital fijo
1,8
— Bienes de equipo
2,0
— Construcción
1,6
Demanda interna
1,2
Exportación de bienes y servicios
16,7
Importación de bienes y servicios
11,4
Pro memoria:
PIB a p. constantes (miles de millones de ptas.) 40.592,3
PIB a p. corrientes (miles de millones de ptas.) 64.789,2
Precios y costes
Deflactor del PIB
4,0
Precios de consumo (diciembre)
4,3
Costes laborales unitarios nominales totales
0,8
1995
1996
1997(e)
2,7
1,5
1,3
8,2
11,0
6,8
3,1
8,2
8,8
2,3
1,9
0,1
0,9
5,9
–2,0
1,4
9,9
6,2
3,4
3,1
0,7
4,7
10,4
1,2
2,7
12,9
10,1
41.699,6
69.760,8
42.646,2
73.571,8
44.097,2
77.786,2
4,9
4,3
2,1
3,2
3,2
2,8
2,3
2,0
2,5
Mercado de trabajo
Variación del empleo
Tasa de desempleo
–0,9
24,2
2,7
23,3
2,9
22,6
3,0
20,8
Sector exterior
Saldo comercial en % del PIB (1)
Saldo por cuenta corriente en % del PIB (2)
–3,0
–0,9
–3,3
0,1
–2,8
0,1
–2,5
0,5
6,3
5,3
6,5
5,8
4,4
3,8
2,6
2,1
Necesidad de financiación AAPP, % PIB
Administraciones públicas totales
Administraciones públicas centrales
(e): Estimaciones.
(1): En términos de Balanza de Pagos.
(2): La metodología de la Balanza de Pagos cambió en 1995. Según la antigua, las cifras correspondientes a
1995, 1996 y 1997 serían respectivamente: 1,2; 1,2 y 1,6 por 100.
Fuentes: INE, Banco de España y Ministerio de Economía y Hacienda.
y más de un punto superior a la tasa alcanzada el año anterior, con
un perfil claramente ascendente a lo largo del año. En términos
absolutos, el PIB de 1997, a precios constantes, se situó en torno a
44 billones de pesetas mientras que, calculado a precios corrientes,
superó los 77 billones de pesetas (cuadro I-5). Aunque la tónica del
conjunto de la Unión Europea ha sido alcista, especialmente en los
31
MEMORIA 1997
GRÁFICO I-1
CICLO ECONÓMICO EN ESPAÑA Y EN LA UNIÓN EUROPEA,
1975-1997
(Tasas de variación interanual)
4
3
2
1
0
-1
1997-I
1996-I
1995-I
1994-I
1993-I
-2
6
5
4
3
2
1
0
-1
UE
1997
1995
1993
1991
1989
1987
1985
1983
1981
1979
1977
1975
-2
España
Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España y Eurostat.
dos últimos trimestres del año, la economía española ha superado a
la mayoría de las europeas con un crecimiento medio del PIB ocho
décimas superior a la media comunitaria (gráfico I-1).
La demanda
interna tomó el
relevo
32
A diferencia de lo que sucediera en 1996, lo más significativo
del comportamiento de la actividad ha sido la importancia creciente
de la demanda interna en detrimento de la demanda externa. La
tendencia iniciada a mediados de 1995 de desaceleración de la
demanda interna se invirtió a finales de 1996, dando paso a un
mayor protagonismo de este agregado a lo largo de 1997, situación
que en anteriores ciclos de la economía española se caracterizó
como etapa de maduración del ciclo. Esta evolución ha incrementado la demanda interna a lo largo del año desde el 1,4 por 100 de
1996 al 2,7 por 100, con una aportación al PIB del 2,7 por 100,
algo más de un punto superior a la del año anterior, como consecuencia del tirón tanto del consumo privado como de la formación
bruta de capital fijo. Por su parte, el sector exterior, a pesar de que
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-6
AGREGADOS MACROECONÓMICOS EN 1997
Consumo Privado Nacional
+
3,1%
Consumo Público
+
0,7%
Formación Bruta de Capital fijo
+
4,7%
Exportaciones de bienes y servicios
+
12,9%
Importaciones de bienes y servicios
+
10,1%
PIB 3,4%
Notas: Con (
) se indica crecimiento o decrecimiento.
Con (+ –) se indica incremento o disminución de la tasa de variación respecto a la
del año anterior.
Fuente: Elaboración propia a partir de INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España.
las exportaciones de bienes y servicios mantuvieron tasas cercanas
al 12,0 por 100 a lo largo del año, tuvo una evolución descendente
como consecuencia del empuje observado en las importaciones
sobre todo en el segundo semestre del año. Aunque la aportación
de la demanda externa al PIB, de 0,7 puntos porcentuales, fue similar a la alcanzada en 1996, su perfil ha sido de claro retroceso a lo
largo del año hasta registrar tasas negativas en el último trimestre.
El tirón de la demanda interna se explica tanto por el buen
comportamiento del consumo privado que, tras la mejora observada a finales de 1996, mostró una progresiva aceleración hasta
alcanzar una tasa de variación interanual del 3,1 por 100 frente
al 1,9 por 100 del año anterior, como de los distintos componentes de la inversión (cuadro I-6). La favorable evolución del consumo estuvo facilitada por la progresiva caída de los tipos de
interés de los dos últimos años, la sustancial moderación de los
precios a lo largo de 1997, el incremento del ritmo de creación
de empleo y la mejora de las perspectivas del mercado laboral
tras el acuerdo interconfederal firmado entre sindicatos y patronal1. Todos estos elementos contribuyeron a afianzar la confianza
de los consumidores tras un periodo, como el observado en los
1
Acuerdo interconfederal para la estabilidad en el empleo y la negociación
colectiva, abril 1997.
33
MEMORIA 1997
últimos ejercicios, caracterizado por la acumulación de ahorro
por parte de las familias y de las empresas y por la atonía del
consumo privado.
Por su parte, la formación bruta de capital fijo creció a tasas del
4,7 por 100, muy por encima del modesto 0,9 por 100 del año anterior, debido sobre todo al empuje de la inversión en bienes de equipo, que prácticamente duplicó su interanual desde el 5,9 por 100 de
1996 al 10,4 por 100. La inversión en construcción también mostró
una considerable mejora, especialmente en el segundo semestre,
creciendo su tasa interanual media a un ritmo del 1,2 por 100 frente
a la tasa negativa del 2,0 por 100 de 1996.
368.000 nuevos
empleos
La vitalidad de la actividad permitió un elevado ritmo de creación de empleo, aunque en el conjunto del año se creó prácticamente el mismo número de empleos que en el año anterior, a pesar
de que el PIB creció este año más de un punto porcentual más que
en 1996. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), 1997 cerró
con una media anual de 368.000 nuevos empleos, es decir, 14.000
más que el año anterior, lo que situó la tasa interanual de creación
de empleo en el 3,0 por 100, una décima por encima de la de 1996.
A diferencia de lo que sucediera el año anterior, el ritmo de creación de empleo ha vuelto a situarse por debajo del de actividad
(gráfico I-2), incrementando la productividad aparente del factor
trabajo tras la caída sufrida el año anterior.
Detrás de la evolución del mercado laboral, medido por la EPA,
subyace la idea de que los datos de 1996 podrían estar sobrevalorados, cuestión que se desarrolla con más detalle en el Capítulo II.
Sin embargo, dicha distorsión, debida en gran medida a la revisión
de las bases censales iniciada en 1995, se habría moderado a lo
largo de 1997, con lo que la valoración sobre la evolución del
empleo en el conjunto del año sería más positiva. Además esta
valoración queda reforzada por la aceleración del ritmo de creación
de empleo indefinido, sobre todo en el segundo semestre, motivada
por la modificación de los tipos de contrato tras la reforma del mercado laboral de abril.
Por otro lado, en términos de Contabilidad Nacional, 1997
arrojó en media anual 340.000 nuevos empleos, con una tasa
interanual del 2,6 por 100, algo más de un punto superior a la del
34
PANORAMA ECONÓMICO
GRÁFICO I-2
CICLO DE LA ACTIVIDAD Y DEL EMPLEO, 1980-1997
(Tasas de variación interanual)
6
5
4
3
2
1
0
-1
-2
-3
-4
Ocupados totales
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
1987
1986
1985
1984
1983
1982
1981
1980
-5
PIB ptas. constantes
Fuentes: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España y Encuesta de Población
Activa.
año anterior. Si bien la discrepancia entre ambas fuentes de
medición del empleo, Contabilidad Nacional y EPA, es habitual
como consecuencia de utilizar métodos de contabilización diferentes, el hecho de que la divergencia haya sido sustancialmente
menor este año que el anterior, año en que los datos de la EPA
duplicaron los recogidos por la Contabilidad Nacional, también
se explica por la salida este año del impacto de la revisión de las
bases censales anteriormente comentada sobre los datos de la
EPA.
De cara a 1998, las perspectivas para la economía española son
halagüeñas, tal y como señalan las previsiones de los organismos
internacionales —OCDE, FMI, Comisión Europea— que vaticinan una expansión adicional de la actividad respecto a la registrada en 1997, con el mantenimiento de un buen ritmo de creación
de empleo, aunque menor que en dicho año, en un contexto de
Previsión de
mayor
crecimiento en
1998
35
MEMORIA 1997
CUADRO I-7
PREVISIONES ECONÓMICAS PARA ESPAÑA Y LA UE PARA 1998
(Tasas de variación interanual)
Ministerio de
Economía
Comisión Europea
Conceptos
PIB
Consumo privado
Consumo público
Formación Bruta de capital fijo
— Bienes de equipo
— Construcción
Demanda interna
Exportación de bienes y servicios
Importación de bienes y servicios
Deflactor del Consumo privado
Costes laborales unitarios
Variación del empleo
Tasa de desempleo
Saldo comercial en % del PIB
Saldo por cuenta corriente en % del PIB
Necesidad de financiación AAPP, % PIB
— Administraciones públicas totales
— Administraciones públicas centrales
OCDE
España
España
UE
España
UE
3,7
3,3
1,2
8,2
12,4
5,3
4,2
10,8
11,9
3,6
3,2
2,0
6,6
10,1
5,1
3,9
9,7
10,5
2,8
2,5
1,2
4,7
6,4
3,3
2,8
7,4
7,0
3,6
3,3
2,4
5,9
7,0
4,5
3,7
9,0
9,3
2,8
2,5
1,1
4,3
5,5
2,9
2,7
7,3
7,1
—
—
2,2
1,9
1,9
1,0
2,4
2,5
2,1
1,1
2,9
19,2
2,4
19,7
0,8
10,2
2,3
20,0
0,9
10,9
—
—
—
0,7
—
1,3
—
0,6
—
1,6
–2,2
–1,8
–2,2
—
–1,9
—
–2,4
—
–2,3
—
Fuentes: OCDE, Economic Outlook, diciembre de 1997. Comisión Europea, Previsiones de primavera, 1998;
Ministerio de Economía; Revisión de los datos que acompañan a la Presentación del Proyecto de
Presupuestos Generales del Estado, 1998, abril 1998.
ausencia de tensiones inflacionistas y de reducción del déficit
público (cuadro I-7). Estas perspectivas se basan en una política
fiscal moderadamente restrictiva combinada con una política
monetaria que todavía se espera sea ligeramente expansiva en
España hasta que el próximo 1 de enero de 1999, pierda definitivamente su autonomía, al quedar constituida la Unión Monetaria
previa fijación de las paridades frente al euro de las divisas que
participen en la tercera fase de la UEM, y que, según el informe
36
PANORAMA ECONÓMICO
de la Comisión2 y la decisión del Consejo celebrado en mayo de
1998, son las de todos los Estados miembros de la Unión
Europea, a excepción de las de Dinamarca, Grecia, Reino Unido y
Suecia.
3.2. RESURGE EL SECTOR INDUSTRIAL Y LANGUIDECE EL AGRÍCOLA
Por el lado de la oferta, el año se ha caracterizado por el cambio
de tendencia en la evolución del sector primario —que engloba las
actividades agrícolas, pesqueras y ganaderas— después del fuerte
incremento del año anterior, así como por un resurgimiento del sector industrial que, tras la atonía de 1996, ha mostrado síntomas de
mayor vitalidad (gráfico I-3).
GRÁFICO I-3
COMPONENTES SECTORIALES DEL PIB, 1993-1997
(Tasas de variación interanual)
30
25
20
Agricultura
15
10
Industria
5
Servicios
0
-5
Construcción
-10
-15
IV
II
III
IV
1997-I
III
II
1996-I
III
IV
II
1995-I
III
IV
II
1994-I
IV
II
III
1993-I
-20
Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España.
2
Comisión Europea, EURO 1999, Informe sobre la convergencia y correspondiente recomendación con vistas a la transición a la tercera fase de la unión
económica y monetaria, 25 de marzo de 1998. Bruselas.
37
MEMORIA 1997
Retrocede la
producción
agrícola
La producción del sector primario mostró una sustancial desaceleración que contrasta con el crecimiento de 1996, cuya cosecha,
gracias a las favorables condiciones climatológicas, se calificó de
histórica. Pero la bonanza de 1996 dio paso a una moderación del
crecimiento desde principios de año, que derivó en contracción de
la actividad a partir del segundo semestre. Al final, el año cerró con
una caída de la tasa interanual media del 1,3 por 100, lejos del crecimiento del 22,4 por 100 de 1996. Por ello el sector agrario ha
pasado de la aportación positiva al PIB del 0,8 por 100 en 1996 a
una negativa cercana al 0,1 por 100 (cuadro I-8 y gráfico I-4).
En términos de valor, la producción final agraria se mantuvo en
torno a los 4,4 billones de pesetas con un escaso crecimiento respecto al año anterior, cifrado en el 0,9 por 100. En términos de volumen, la producción final agraria se incrementó en un 7,0 por 100
CUADRO I-8
ACTIVIDAD ECONÓMICA POR SECTORES, 1995-1997
(Tasas de variación interanual de los componentes del PIB
en pesetas constantes)
Años
Trimestres Agricultura y Industria Construcción Servicios
Pesca
1995
I Trim.
II Trim.
III Trim.
IV Trim.
Media
–17,1
–17,2
–13,4
–4,3
–13,2
7,7
6,6
3,9
1,1
4,8
6,2
7,7
7,7
5,3
6,7
2,8
2,8
2,7
2,6
2,7
1996
I Trim.
II Trim.
III Trim.
IV Trim.
Media
16,3
26,5
27,4
19,7
22,4
–0,4
–0,3
1,0
2,8
0,8
0,9
–2,0
–3,8
–3,9
–2,2
2,2
2,3
2,4
2,5
2,3
1997
I Trim.
II Trim.
III Trim.
IV Trim.
Media
6,3
–1,5
–4,7
–4,4
–1,3
4,5
5,3
5,3
5,2
5,1
–2,0
0,2
2,3
3,8
1,0
3,0
3,2
3,2
3,1
3,1
Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España.
38
PANORAMA ECONÓMICO
GRÁFICO I-4
EVOLUCIÓN DEL PIB Y DEL PIB NO AGRARIO, 1991-1997
(Tasas de variación interanual)
5
4
3
2
1
0
-1
1991-I
II
III
IV
1992-I
II
III
IV
1993-I
II
III
IV
1994-I
II
III
IV
1995-I
II
III
IV
1996-I
II
III
IV
1997-I
II
III
IV
-2
PIB
PIB no agrario
Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España.
respecto a 1996, con una evolución diferenciada entre sus distintos
componentes. Mientras la producción ganadera creció a un ritmo
del 2,0 por 100, en términos de volumen, la producción de la subrama agrícola lo hacía al 10,4 por 100 sustentada en la favorable evolución del olivar, que con tasas interanuales del 165,0 por 100
consiguió más que compensar la mala cosecha de los cereales de
invierno que, como consecuencia de las escasas lluvias y de las elevadas temperaturas de los primeros meses del año, experimentó una
caída del 15,0 por 100.
Por lo que se refiere a la producción de carne, en términos de
volumen, se mantuvo prácticamente en las tasas del año anterior,
mostrando, sin embargo, una evolución dispar de las producciones
de vacuno y de porcino. Mientras la primera, tras la caída de 1996
como consecuencia del mal de las “vacas locas”, mejoró este año
hasta tasas del 5,7 por 100, la segunda moderó su ritmo de creci39
MEMORIA 1997
miento hasta interanuales inferiores al 1,0 por 100 por la aparición
de la peste porcina clásica en determinadas regiones y el obligado
sacrificio de animales que ello supuso durante el año.
Por otro lado, el decrecimiento real de la actividad agrícola se
ha producido en un contexto de reducción de los precios en origen de los productos agrarios, que se intensificó a principios de
año a pesar del cambio de tendencia observado en la producción.
La bajada de los precios percibidos por los agricultores se inició
en 1996 como consecuencia del aumento de la oferta ante las
buenas cosechas del año, descenso que alcanzó tasas interanuales
mínimas del –20,0 por 100 en el primer trimestre de 1997 para
moderarse posteriormente, aunque ello no ha evitado que en el
conjunto del año dichos precios hayan registrado una variación
interanual del –5,0 por 100 frente al crecimiento del 0,9 por 100
del año anterior.
Los agricultores
perdieron renta
Por su parte, la renta agraria experimentó en 1997 una caída en
términos monetarios del 0,3 por 100, que contrasta con el fuerte
incremento del año anterior. Esta evolución se explica tanto por la
reducción de las cosechas como por la de los precios, lo que ha
supuesto un cierto drenaje de los resultados productivos de la actividad agraria de 1997 por la vía de los precios hacia otras actividades económicas, que no ha sido compensado por las
subvenciones agrarias a la explotación provenientes de la PAC.
Esta última rúbrica cuyo objetivo es el de compensar mediante
ayudas directas a los agricultores por la posible pérdida de su
renta agraria derivada de los procesos de extensificación y reducción de precios, moderó su crecimiento en 1997 al reducir su interanual del 18,0 por 100 del año anterior al 6,4 por 100. Ello ha
supuesto una caída del peso de las ayudas directas dentro del total
de la renta agraria, del 30,0 por 100 en los dos últimos años al
25,0 por 100 en 1997. Asimismo, en términos reales3, la renta
agraria per cápita mostró también cierta desaceleración al caer un
2,2 por 100, evolución descendente que se ha dado también en la
mayoría de los países de la Unión Europea, tanto en términos
absolutos como relativos.
3
El MAPA calcula la renta real agraria por persona ocupada y la deflacta por
el IPC. Eurostat, por su parte, utiliza el indicador “renta agraria real por UTA”,
deflactándola por el deflactor del PIB.
40
PANORAMA ECONÓMICO
Al igual que sucediera en 1996, uno de los debates fundamentales que ha centrado la atención del sector agrícola este año ha sido
el de la reforma de la OCM del aceite de oliva. Como ya señaló el
CES el año anterior4, la principal reivindicación española ha sido el
mantenimiento de la ayuda a la producción real en lugar de su sustitución por la ayuda al árbol, tal y como han planteado los sucesivos documentos comunitarios. El año ha discurrido con el debate
en torno al documento de análisis y opciones presentado por los
servicios de la Comisión5, con la absoluta discrepancia entre el
Gobierno español, los representantes del sector y la Comisión, en
cuanto a la orientación general de la reforma. También ha habido
diferencias sobre los datos estadísticos manejados en el citado
documento en lo referido tanto a la producción española de aceite
como al número de olivos.
A vueltas con la
reforma del
olivar
Por su parte, la Comisión de Agricultura del Parlamento
Europeo respaldó a finales de año, las peticiones españolas para
reformar la OCM del aceite de oliva, al aprobar el “Informe Jové”
en el que se proponía un plan alternativo de reforma al de ayuda al
árbol. El citado informe rechazaba el sistema de ayuda al árbol
basándose en la idea de que puede inducir el desarrollo de plantaciones especulativas sin tener en cuenta los objetivos de calidad y
estabilidad de los mercados, a la vez que puede suponer un grave
peligro para el medio ambiente dado el riesgo de despoblación
rural. Las propuestas alternativas al documento comunitario se centraron en: a) la instauración de una ayuda única a la producción en
lugar de una ayuda al árbol con el fin de garantizar un nivel de
renta equitativa para todos los productores en función de la producción real de aceite; b) el mantenimiento del mecanismo y del precio de intervención; c) la supresión de la ayuda al consumo,
concedida en la actualidad a las empresas de envasado, y la creación de un sistema integrado de control desde la producción al consumo; d) la creación de catastros oleícolas, lo que permitiría
4
Ver Consejo Económico y Social, Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral, 1996, págs. 35 y siguientes e Informe del CES 5/1996, de 23 de octubre, sobre la Organización Común de Mercado del aceite de oliva.
5
COM (97) 57 final, Nota al Consejo de Ministros y al Parlamento Europeo
sobre el sector de la aceituna y el aceite de oliva (incluidos los aspectos económicos, culturales, regionales, sociales y ambientales), la actual organización común
de mercado, la necesidad de reforma y las alternativas existentes. Estudio de las
opciones posibles.
41
MEMORIA 1997
verificar la producción declarada y el potencial productivo de las
explotaciones agrícolas; e) la prohibición de comercializar mezclas
de aceite de oliva con otros aceites a fin de preservar la calidad; f)
el aumento de la cantidad máxima garantizada ajustándola en función del consumo comunitario total y del promedio de exportaciones anuales; g) el establecimiento de las cantidades nacionales de
referencia en base a una estimación objetiva de la evolución de la
producción; y h) la creación de un régimen complementario de
ayudas a las pequeñas explotaciones para reforzar el empleo y
mantener la población rural.
En todo caso, si bien la reforma de la OCM del aceite de oliva
ha sido objeto de gran interés tanto por parte del sector como del
Gobierno, no está todavía concluida, por lo que se prevé que en
1998 se mantenga el debate en torno a la misma hasta que se alcance una decisión al respecto6.
La agricultura
ante la ampliación
de la UE
Por otro lado, en el ámbito comunitario, el año 1997 se ha caracterizado por el debate surgido en torno al documento Agenda 20007 elaborado por la Comisión Europea a mitad de año y respaldado por el
Consejo Europeo de Luxemburgo en diciembre8. En él, se describen
las perspectivas de desarrollo de la Unión Europea y de sus políticas
de cara al siglo XXI con el telón de fondo de la ampliación hacia los
países de Europa Central y del Este. El documento comunitario recoge
propuestas para reformar aspectos básicos de funcionamiento de la
Unión Europea tanto a nivel político y presupuestario como sectorial,
entre los que se incluyen aspectos que afectan al futuro desarrollo de la
PAC. En el capítulo específico sobre la PAC, se propone potenciar la
competitividad de la agricultura europea y de los sectores agroalimentarios en el contexto de la esperada demanda creciente de alimentos a
escala mundial y de la liberalización de los mercados agrícolas en el
marco de la Organización Mundial de Comercio. Para ello, se considera necesario profundizar en el proceso de reforma de la PAC iniciado
en 1992, lo que supone extender a todos los subsectores agrícolas el
El 18 de marzo de 1998 el Colegio de Comisarios aprobó la propuesta definitiva de la OCM del aceite de oliva, para trasladarla a continuación al Consejo de
Ministros de la UE donde se está discutiendo su contenido.
7
Comunicación de la Comisión Europea Agenda 2000: Por una Unión más
fuerte y más amplia, 16 de julio de 1997.
8
Ver apartado 7.4. del Capítulo I de la Memoria del CES de 1997: Hacia el
siglo XXI: Agenda 2000 y ampliación.
6
42
PANORAMA ECONÓMICO
sistema de ayudas directas a los agricultores en detrimento del de sostenimiento de precios, con el desarrollo paralelo de una política rural
coherente con dicho sistema. Entre las medidas contempladas se pretenden reducir los precios garantizados, para lo cual la Comisión estima recortar el precio de intervención de los cultivos arables en un 20
por 100, el de la carne de vacuno en un 30 por 100 y el de los productos lácteos en un 10 por 100.
Si bien se trata de un documento aceptado por los principales
Estados miembros, que contiene acertadas propuestas como por ejemplo la relativa a que las reformas de las OCM deban permitir un mejor
equilibrio entre sectores de producción, productores y regiones de la
Unión Europea, no ha sido ajeno a las críticas. Desde distintas instituciones y en concreto desde las asociaciones agrarias, se señala como
principal crítica la relacionada con las cuestiones financieras, ya que
parece comúnmente aceptado que la ampliación de la Unión Europea
no debería abordarse con la congelación de los recursos propios al
1,27 por 100 del PIB, ni con la prevista reducción del peso de la PAC
sobre el presupuesto total de gastos —del 44,2 por 100 estimado para
1999 al 43,6 por 100 en el año 2006—, máxime si se tiene en cuenta
que los países candidatos a la adhesión9 son fundamentalmente agrícolas, y la adaptación de sus respectivas agriculturas a los cánones
comunitarios requerirá destinar importantes recursos en detrimento de
los actualmente captados por los Estados miembros. El documento
comunitario pone demasiado énfasis en el ajuste de los gastos en la
perspectiva de la ampliación, no abordando el reto presupuestario que
para la Unión Europea debería suponer la financiación de la política
de cohesión económica y social asociada a todo proceso de reforma y,
de manera especial, al de reforma de la PAC.
Otra de las críticas se centra en el trato desigual dado a las distintas producciones agrícolas ya que las medidas sectoriales concretas
del documento se orientan sobre todo a las producciones continentales (cereales, oleaginosas, leche y carne), otorgando una importancia
menor a las producciones mediterráneas (frutas y hortalizas, aceite
de oliva, vino y tabaco), a pesar de que las OCM de las primeras se
Los cultivos
mediterráneos
salen perdiendo
La Comisión ha iniciado en marzo de 1998, las negociaciones con los once países candidatos a la adhesión, aunque los que tienen más posibilidades de entrar en la
primera ampliación son como se decidió en la Cumbre Europea de Luxemburgo:
Chipre, Eslovenia, Estonia, Hungría, Polonia, y la República Checa.
9
43
MEMORIA 1997
han venido reformando desde 1992, mientras que en el caso de las
segundas las reformas de las OCM, a excepción de la realizada en
1996 en el sector de frutas y hortalizas, están todavía pendientes.
Asimismo, este diferente trato entre producciones se observa en la
cuantía de los fondos destinados a uno y otro tipo de cultivo.
Por su parte, la producción pesquera volvió a incrementar su tasa
de cobertura hasta situarse en el 48,6 por 100, dos puntos por encima de la observada el año anterior, lo que supone mantener, por
segundo año consecutivo, dicha tasa por encima de los niveles del
40,0 por 100. Esta mejora ha sido posible gracias al impulso de las
exportaciones que, en términos monetarios, crecieron respecto a
199610 en torno al 22,0 por 100, por encima del 17,0 por 100 registrado por las importaciones, a pesar de que estas últimas aceleraron
sustancialmente su ritmo de crecimiento impulsadas por la reanimación del consumo privado. No obstante, el déficit de la balanza
comercial pesquera empeoró ligeramente hasta situarse en 234.683
millones de pesetas. Sin embargo, en términos de volumen, el déficit comercial se redujo en 15.500 toneladas, debido a que las importaciones casi duplicaron a las exportaciones.
La acuicultura en
España
Cabe señalar aquí el peso creciente que va teniendo la acuicultura en España, consecuencia del progresivo aumento del consumo
y de la demanda de determinadas especies a nivel europeo, lo que
se ha traducido en una mayor producción. Hay que recordar que la
acuicultura española tiene una fuerte caracterización geográfica,
destacando en la región del Cantábrico y del Atlántico Noroeste el
cultivo del mejillón, la ostra, la almeja y el rodaballo, mientras en
el área Mediterránea domina la dorada, la lubina, el mejillón, la
almeja, la ostra así como el atún, si bien su introducción es reciente. A medio plazo, las alternativas de producción que se contemplan incluyen el pulpo y el besugo en la primera región y el dentón,
la seriola y el pargo en la segunda. En los próximos años se espera
se mantenga dicha tendencia, que se concretaría, según previsiones
de los sectores, en un aumento de la producción cercano al 17 por
100, lo que supondría pasar de las 232.000 toneladas de 1996 a
270.514 toneladas en 1999. Por otro lado, la acuicultura continen10
Datos CUCI, en Información Estadística sobre el Comercio Exterior,
diciembre 1997, del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales del
Ministerio de Economía y Hacienda.
44
PANORAMA ECONÓMICO
tal, sobre todo la trucha, alcanzó en 1997 las 31.500 toneladas lo
que representó un incremento del 14 por 100 respecto a 1996.
El año 1997 ha sido, por otro lado, un año de transición para la
Política Común de Pesca, marcado por los debates, en el seno de la
Comisión Europea, sobre la reforma de los Fondos Estructurales
entre los que se encuentra el Instrumento Financiero de Orientación
de la Pesca (IFOP), así como sobre el futuro de dicha política.
Ambas cuestiones son fundamentales para el futuro del sector pesquero español que apuesta de forma decidida por una verdadera
política comunitaria capaz de eliminar las discriminaciones existentes en la actualidad, para que las distintas flotas puedan acceder a
los recursos pesqueros en igualdad de condiciones. Urge además
concluir el proceso de renovación de la flota pesquera, lo que
requiere mantener los Fondos Estructurales de la pesca más allá de
1999, año en que acaba el actual IFOP.
La pesca
española no
quiere
discriminaciones
En materia de control del ejercicio de la actividad pesquera, el
CES elaboró un Dictamen sobre el Proyecto de Ley por el que se
establece el Régimen de control para la protección de los recursos
pesqueros11, en el que se recomendó una mayor concreción en la aplicación del principio de responsabilidad solidaria, así como en el tratamiento dado a las medidas provisionales previstas y en la fijación de
plazos para la notificación escrita de las mismas. Asimismo, el CES
señaló que las sanciones accesorias deberían responder a criterios de
racionalidad, lo cual supone que, aunque tengan que desincentivar la
actividad infractora, no deberían ser de naturaleza expropiatoria.
Por otro lado, el año se ha caracterizado también por los problemas
surgidos en los acuerdos de pesca, fundamentalmente, con Argentina12
y Marruecos13 y la ausencia de firmas de los nuevos Acuerdos que estaDictamen del CES 3/1997, de 17 de septiembre sobre el Proyecto de Ley por
el que se establece el Régimen de Control para la protección de los recursos pesqueros.
12
Argentina aprobó una serie de normas que supusieron un trato discriminatorio para la flota española perteneciente a sociedades mixtas, cuestionando el principio de primacía del Derecho Internacional sobre el Nacional.
13
Marruecos incumplió el acuerdo pesquero con la Unión Europea al ampliar
de forma unilateral la parada biológica de dos a cuatro meses, ampliación que fue
aceptada tanto por el Gobierno como por la Unión Europea. Sin embargo, no fue
respetada por la flota marroquí lo que perjudicó al stock del pulpo, con el consiguiente quebranto económico para los armadores y tripulantes españoles.
11
45
MEMORIA 1997
ban previstos con Namibia, Rusia y Sudáfrica; así como por los conflictos con determinados países en cuanto a la delimitación de sus
zonas económicas exclusivas. Todo ello motivó la realización desde el
CES de un Informe sobre las Sociedades Mixtas14, peculiar forma jurídica constituida por uno o varios armadores de la Unión Europea y uno
o varios socios de un país tercero destinada a explotar los recursos pesqueros situados en las aguas bajo soberanía de este último, informe en
el que se recogen los problemas pendientes de resolver, tales como la
defensa de los puestos de trabajo y las medidas de fomento de los mismos, lo que requeriría un mayor apoyo y firmeza por parte de las autoridades nacionales y comunitarias.
Autocontrol de la
flota atunera
Por lo que se refiere a la conservación de los recursos pesqueros,
cabe destacar la veda voluntaria acordada por las flotas atuneras
española y francesa durante tres meses, para recuperar los túnidos
en el océano Atlántico, lo que permitió recuperar los stocks. A pesar
de dichos esfuerzos, persiste el problema con las flotas de países
terceros que incumplen sistemáticamente estas normas de conservación.
Asimismo, el año 1997 supuso un avance en lo referente a la
protección pesquera en el mar Mediterráneo con la aprobación, a
mediados de año, de un Real Decreto sobre la materia15 por el cual
se pretende acabar con la pesca incontrolada de buques de países
no pertenecientes a la cuenca mediterránea y mantener la flota artesanal dirigida a la pesca de calidad. El mar Mediterráneo está
sufriendo en los últimos años una excesiva explotación de sus
recursos pesqueros, por lo que resultaba necesario desarrollar una
política orientada a evitar el agotamiento de las poblaciones de
peces, conservación de los recursos que no parecía posible con las
medidas previstas en la Ley 15/197816 hasta ahora aplicable. En
efecto, la citada ley establecía en su disposición final primera, que
la extensión de la zona exclusiva española a 200 millas se aplicaría
solamente a las costas españolas, peninsulares e insulares del océano Atlántico, aunque se facultaba al Gobierno para extender dicho
límite a otras costas españolas. Sin embargo, hasta el momento el
Informe del CES 1/1998, de 21 de enero, sobre las Sociedades Mixtas en el
sector pesquero, la problemática del empleo.
15
Real Decreto 1315/1997, de 1 de agosto, por el que se establece una zona de
protección pesquera en el mar Mediterráneo.
16
Ley 15/1978, de 20 de febrero, sobre zona económica exclusiva.
14
46
PANORAMA ECONÓMICO
Gobierno no había utilizado dicha facultad, no resultando aplicable
esa normativa al mar Mediterráneo, de forma que España sólo
ostentaba competencias en este mar en un área de 12 millas17. El
Real Decreto aprobado en 1997, delimita una zona de protección
pesquera en el Mediterráneo distante 49 millas del punto que se
considera referencia, área sobre la cual el Reino de España tendrá
derechos soberanos a efectos de la conservación de los recursos
pesqueros, así como en la gestión y control de la actividad pesquera, teniendo en consideración las medidas que haya establecido, o
pueda establecer, al respecto la Unión Europea.
A pesar de los avances señalados en la normativa española, el
mar Mediterráneo, tal y como señala el Comité Económico y
Social de la Unión Europea18, sigue sin tener un sistema de regulación que permita evitar el deterioro de los recursos, la crisis de las
flotas, la pérdida de empleos y la distorsión del mercado, por lo
que sigue recomendando la necesidad de una armonización real y
global de la pesca en el área. En opinión del Comité, la armonización será posible cuando se eliminen, de forma gradual, las excepciones contempladas en el Reglamento (CE) núm.1626/9419 que no
tengan un fundamento científico, y se apliquen las mismas medidas
técnicas a todas las flotas. Ello contribuirá a mejorar las medidas
de control tanto sobre la flota de países ribereños como de terceros,
combatiendo de forma más efectiva la sobreexplotación a que está
sometida la mayoría de las especies del Mediterráneo.
Paliar la
Por lo que se refiere al sector industrial, que incluye energía,
manufacturas y construcción, superado el parón que supuso el año
1996, ha vuelto a mostrar una aceleración de su ritmo de crecimiento similar al de 1995. El incremento de la actividad se produjo
desde el primer trimestre, acentuándose el ritmo de crecimiento de
la producción, sobre todo en el segundo semestre del año, de forma
La industria
sobreexplotación
del Mediterráneo
superó el parón
de 1996
De conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar, ratificada por España el 15 de enero de 1997, España sólo ostenta competencias en el Mediterráneo, sobre las 12 millas náuticas del mar territorial
y competencias especializadas en las otras 12 millas correspondientes a la zona
contigua.
18
Dictamen del Comité Económico y Social de la Unión Europea, de 12 de
febrero de 1998, sobre la gestión de la pesca en el Mediterráneo.
19
Reglamento (CE) núm. 1626/94 del Consejo, de 27 de junio, por el que se
establecen determinadas medidas técnicas de conservación de los recursos pesqueros en el Mediterráneo.
17
47
MEMORIA 1997
generalizada en todas las ramas productivas. En el conjunto de
1997, el valor añadido bruto del sector creció un 4,3 por 100, muy
por encima del 0,1 del año anterior.
La industria, exceptuando la construcción, intensificó durante el
primer semestre el ritmo de crecimiento iniciado en la segunda parte
de 1996, mostrando posteriormente cierto agotamiento aunque se
mantuvo en tasas de crecimiento cercanas al 5,0 por 100 en los dos
últimos trimestres del año. En el conjunto de 1997, el valor añadido
bruto del sector industrial sin construcción creció un 5,1 por 100,
tasa que contrasta con el tímido 0,8 por 100 del año anterior, lo que
supuso una aportación al PIB del 1,4 por 100 (gráfico I-5). Por
tanto, la recuperación de la actividad industrial fue muy intensa en
1997 tras el parón sufrido el año anterior, impulsada por el creciente
dinamismo de la demanda interna y el mantenimiento del vigor
exportador.
El Índice de Producción Industrial (IPI), principal indicador de la
actividad del sector industrial, invirtió en 1997 la tendencia bajista
observada el año anterior. Con un perfil trimestral de progresivo
aumento hasta alcanzar tasas máximas en el tercer trimestre, a partir
del cual se observa una moderada desaceleración, el incremento
medio del índice general fue del 6,8 por 100 en el conjunto del año,
GRÁFICO I-5
RESULTADOS SECTORIALES EN 1997
(Aportación porcentual al crecimiento del PIB)
Porcentaje
No destinados
1,8
a la venta
1,6
1,4
Destinados
1,2
a la venta
1,0
0,8
0,6
0,4
0,2
0,0
-0,2
Agricultura
Servicios
y Pesca
Industria
Construcción
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE, Contabilidad Nacional Trimestral de
España.
48
PANORAMA ECONÓMICO
lo que constrasta con la caída del 0,7 por 100 de 1996. Corrigiendo
el índice general de los efectos del calendario laboral20, el crecimiento del IPI fue similar, ya que su variación interanual media fue
del 7,0 por 100; aunque partiendo de una tasa negativa del 1,3 por
100 en 1996, su aceleración a lo largo del año ha sido mayor.
Por destino económico de los bienes21, todos los componentes
del IPI tuvieron buenos registros aunque, por tercer año consecutivo, destacó el dinamismo de los bienes de equipo que alcanzaron
una tasa interanual media del 10,3 por 100, muy superior al 3,1 de
1996. Por su parte, los bienes de consumo crecieron un 6,7 por
100, mientras, los bienes intermedios, tras iniciar el año con tasas
negativas, se recuperaron con fuerza en la segunda parte del año
hasta ofrecer un incremento anual medio del 5,9 por 100.
Dinamismo de
los bienes de
equipo
La evolución mostrada por los componentes de la producción
industrial por destino económico de los bienes, explica las características del crecimiento del PIB por el lado de la demanda observado en 1997, basado en el creciente dinamismo de la demanda
interna, a su vez sustentado en el tirón del consumo privado y de la
inversión en bienes de equipo, y en el mantenimiento de la demanda de exportaciones.
Por ramas de actividad, las mayores subidas se concentraron, al
igual que en 1996, en el sector de construcción naval, con un incremento medio del 52,2 por 100, seguido de los sectores de construcción de material de transporte y de construcción de maquinaria y
material eléctrico con un 36,7 por 100 y un 13,2 por 100 respectivamente. Por el contrario, las actividades que ofrecieron un peor
registro fueron las de construcción de máquinas de oficina y ordenadores con una caída de su interanual media del 7,3 por 100,
seguida de la industria del cuero y del sector de fabricación de instrumentos de precisión ambas con caídas del 4,0 y 3,0 por 100.
El IPI filtrado se obtiene tras realizar la corrección del IPI general de los
efectos del calendario laboral con el fin de eliminar la influencia del número de
días laborables y de las festividades en las diferentes Comunidades Autónomas, lo
que facilita las comparaciones entre los mismos meses de años diferentes.
21
Por destino económico de los bienes, el IPI se subdivide en tres categorías
de bienes: Bienes de Consumo con una ponderación en el índice general del 38,1
por 100; Bienes de Equipo con una ponderación del 14,7 por 100; y Bienes
Intermedios con un peso del 47,2 por 100.
20
49
MEMORIA 1997
Cambios en el
sector energético
Dentro del sector industrial, 1997 ha supuesto un año de cambios y avances en los procesos de modernización y liberalización
de determinados sectores entre los que destaca el energético. Así,
se han producido importantes modificaciones normativas en el sector eléctrico con la promulgación de una nueva Ley del Sector
Eléctrico22 y la derogación de la LOSEN23, a la vez que la reconversión de la minería del carbón ha recibido un nuevo impulso con la
elaboración del plan de ajuste para el periodo 1998-200524. Por último, cabe señalar las modificaciones normativas previstas para los
sectores del petróleo y del gas, plasmadas en el Proyecto de Ley
del Sector Hidrocarburos.
Con la promulgación, a finales de año, de una nueva regulación
sobre el sistema eléctrico, se ha avanzado adicionalmente en el proceso liberalizador del sector tras el acuerdo alcanzado en 1996 con
la firma del Protocolo eléctrico entre la Administración y las principales empresas25. Como señala la exposición de motivos de la Ley
54/1997, la nueva regulación supone un importante cambio, ya que
la explotación unificada del sistema eléctrico deja de ser un servicio público de titularidad estatal desarrollado por el Estado
mediante una sociedad de mayoría pública, al asumir sus funciones
dos sociedades mercantiles privadas, responsables de la gestión
económica y técnica del sistema. Por lo que se refiere a la generación de energía eléctrica, la Ley 54/1997 reconoce el derecho a la
libre instalación, mientras para el transporte y la distribución la
liberalización se realiza mediante la generalización del acceso de
terceros a las redes, de manera que la propiedad de las mismas no
garantiza la exclusividad de su uso. En cuanto a la retribución
económica de la actividad, la de la generación se realiza mediante
la organización de un mercado mayorista abandonándose el sistema anterior que retribuía en función de unos costes de inversión
fijados administrativamente, mientras que la distribución y el transLey 54/1997, de 27 de noviembre, del Sector Eléctrico.
Ley 14/1994, de 30 de diciembre, sobre la Ordenación del Sistema Eléctrico
Nacional.
24
Plan 1998-2005, de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las
Comarcas Mineras, resultado del acuerdo entre la Administración y los sindicatos.
25
Protocolo para el establecimiento de una nueva regulación del Sistema
Eléctrico Nacional, firmado el 11 de diciembre de 1996. Dicho Protocolo carecía
de eficacia normativa aunque supuso la concreción de un diseño complejo y global
de transición de un sistema intervenido a un sistema más liberalizado del sector
eléctrico (ver Memoria del CES 1996, págs. 41 y siguientes).
22
23
50
PANORAMA ECONÓMICO
porte seguirán retribuyéndose de forma administrativa. En la presente Ley se posibilita la comercialización de energía eléctrica,
basada en los principios de libertad de contratación y de elección
de suministrador, estableciéndose un periodo transitorio, de forma
que la libertad de elección para los consumidores sea una realidad
en el 2007.
Si bien parecía necesario reformar la LOSEN puesto que, a pesar
de haber sido promulgada en el año 1994, apenas había sido aplicada, parece de momento prematuro valorar el alcance real de la
nueva regulación. No obstante, en opinión de la OCDE26, la reforma
que plantea la Ley 54/1997 es incluso más ambiciosa que la contemplada en la normativa comunitaria27 y aunque afirma que se traducirá en ganancias de eficiencia, considera que la producción y la
distribución seguirán muy ligadas, por lo que la liberalización del
mercado podría no ser completa. Por otro lado, valorando positivamente la creación de un órgano de control como la Comisión
Nacional del Sistema Eléctrico (CNSE), la OCDE considera que al
no poder fijar las tarifas, ni definir las prácticas óptimas, sus funciones son más limitadas que las de organismos similares en otros
países.
Por lo que se refiere a la minería del carbón, 1997 ha sido un
año de negociación orientado a elaborar un nuevo plan de ajuste del
sector, una vez agotada la vigencia temporal del plan 1995-1997.
La elaboración de dicho plan se enmarca además en el contexto de
liberalización del mercado de la energía en el ámbito europeo, así
como en la necesidad de mejorar la posición competitiva del sector
adecuándolo a las orientaciones dominantes en el mercado europeo
del carbón. Las principales características del Plan 1998-2005 de la
Minería del Carbón son: el establecimiento del principio de libertad de contratación entre las empresas mineras y eléctricas; y la
sustitución del sistema de cupos de venta asignados a cada empresa
minera por el sistema de garantía al consumo de carbón nacional
para las empresas productoras de energía eléctrica. El Plan pretende reducir la producción en un 28,0 por 100 hasta situarla al final
del periodo en 13 millones de toneladas, con una progresiva reduc-
Nuevo plan para
la minería del
carbón
OCDE, Études Économiques de l’OCDE. Espagne, 1998.
Directiva 96/922, del Consejo y del Parlamento Europeo, de 19 de diciembre, relativa a las reglas comunes para el mercado interior de la electricidad.
26
27
51
MEMORIA 1997
ción de las ayudas al funcionamiento previstas en la Decisión
3632/93/CECA, cifrada entre un 4,0 y un 6,0 por 100. Se prevé asimismo una reducción neta de la plantilla de entre 17.500 y 25.000
empleos. El coste del Plan se ha estimado en un billón de pesetas
que irá a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, repartido
casi por mitades entre coberturas sociales y un programa de ayuda
a las comarcas mineras 28 con el cual se pretende minimizar el
impacto de los ajustes mediante la reindustrialización de las regiones afectadas y la recolocación de la mano de obra.
Una ley para
liberalizar el
sector de
hidrocarburos
Por su parte, el Proyecto de Ley del Sector Hidrocarburos, sobre
el que se pronunció el CES a principios de 199829, refunde la actual
legislación sobre la materia30 en el actual contexto de progresiva
liberalización del sector, cuyo punto de referencia más cercano se
encuentra, en la construcción del mercado interior europeo de la
energía31. El citado Proyecto de Ley pretende así ampliar la actividad energética a la libre iniciativa empresarial, salvaguardando el
interés general, conjugándolo con una mayor preocupación por la
protección del medio ambiente. Se trata por tanto de renovar, integrar y homogeneizar la regulación actual de los subsectores del
petróleo y del gas natural, subsectores que gozan de un grado de
liberalización bien distinto, estando el primero bastante desarrollado, mientras por el contrario, el segundo mantiene de hecho una
situación monopolística tanto en aprovisionamiento como en distribución y comercialización. Se incluyen así modificaciones normativas en el conjunto de actividades de dichos subsectores que van
desde la exploración, investigación y explotación de yacimientos,
hasta la comercialización de combustibles gaseosos por canalización. Por lo que se refiere a la exploración, investigación y explotación de hidrocarburos, se introducen una serie de novedades entre
Plan de Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras, 1998-2005.
Dictamen del CES 1/1998, de 12 de febrero de 1998, sobre el Proyecto de
Ley del Sector Hidrocarburos.
30
Fundamentalmente la Ley 21/1974, de 27 de junio, sobre investigación y
explotación de hidrocarburos; la Ley 10/1987, de 15 de junio, de normas básicas
para un desarrollo coordinado de actuaciones en materia de combustibles gaseosos
y la Ley 34/1992, de 22 de diciembre, de Ordenación del Sector Petrolero.
31
Sus antecedentes más recientes son: el acuerdo alcanzado el 8 de diciembre
de 1997 en el Consejo de Ministros de Energía de la Unión Europea sobre el
Proyecto de Directiva sobre el Gas; la Directiva 96/92, de 19 de diciembre de 1996,
de normas comunes para el mercado interior de la electricidad y la Directiva 94/22,
de 30 de mayo, sobre prospección, exploración y producción de hidrocarburos.
28
29
52
PANORAMA ECONÓMICO
las que destacan: la adecuación de su normativa al ordenamiento
constitucional, la supresión de la reserva en favor del Estado, la
regulación de los almacenamientos subterráneos, la obligación para
el concesionario de desmantelar las instalaciones cuando revierta la
concesión y la creación de la figura del operador como responsable
del buen uso del dominio público que constituyen estos recursos.
En lo referente al sector del gas, las principales novedades del citado Proyecto de Ley se centran en la supresión de la consideración
de servicio público, manteniendo, sin embargo, la consideración de
actividades de interés general, así como la supresión de la obligatoriedad de distribución a domicilio de los gases licuados del petróleo (butano, propano...) envasados. Asimismo, se crea la Comisión
Nacional de Energía, único órgano encargado de regular y vigilar el
funcionamiento del mercado de la energía.
Si bien el Proyecto de Ley contribuye a liberalizar los sectores de
petróleo y gas, hay que tener en cuenta que las actividades de transporte, almacenamiento, manipulación y abastecimiento de dichos
productos tienden hacia la creación de monopolios naturales.
Por este motivo, el CES alerta sobre el riesgo de pasar de una
situación de monopolio a otra de oligopolio en la que un reducido
grupo de operadores, que actúe de forma concertada, mantenga el
control efectivo del mercado, sin que ello redunde en una sustancial
mejora para los consumidores. En este sentido, y con el fin de preservar el interés general, el CES entiende que los poderes públicos
deberán prestar especial atención al desarrollo de dichas actividades, estableciendo para ello los mecanismos de control e inspección
adecuados. Asimismo, en opinión del CES, es necesario garantizar
la información, la transparencia y el control social de dichos mercados, para lo cual considera que los agentes sociales más representativos del sector, cuya presencia no se contempla en la Comisión
Nacional de Energía, deberían estar representados en los consejos
consultivos de hidrocarburos.
El CES alerta
sobre el riesgo
de los
oligopolios
Por otro lado, el Proyecto establece cierta discrecionalidad para
permitir el desarrollo de las distintas actividades, basada en el cumplimiento de condiciones técnicas de seguridad, así como en la acreditación, por parte de la empresa que vaya a realizarlas, de su
capacidad legal, técnica y económico-financiera. El CES entiende
que puesto que la capacitación económico-financiera no es fácilmen53
MEMORIA 1997
te objetivable, deberían fijarse unos mínimos que aseguren una cierta
proporcionalidad entre la actividad a desarrollar y la capacidad
económico-financiera requerida, con el fin de evitar la imposición de
condiciones que asfixien la actividad empresarial o supongan de
facto barreras de entrada a dichos mercados.
Se reanima el
sector de la
construcción
La construcción, por su parte, registró una trayectoria creciente
a lo largo del año que se tradujo, desde el segundo trimestre, en un
cambio en la tendencia contractiva que venía observándose desde
mediados de 1996. A pesar de haber iniciado el año con tasas negativas, el vigor mostrado por la actividad del sector, sobre todo en el
último trimestre, permitió que el crecimiento medio de 1997 fuera
del 1,0 por 100 frente a la caída del 2,2 por 100 del año anterior,
con una aportación, sin embargo, aún muy moderada, cercana a
una décima, al crecimiento del PIB (gráfico I-5). La evolución del
sector se caracterizó por la mejora de todos sus componentes, entre
los que destaca el dinamismo de las obras de rehabilitación y las de
construcción no residencial. Por su parte, la obra pública, tras iniciar el año con caídas del 30,0 por 100, mejoró progresivamente
aunque no consiguió alcanzar tasas positivas, por lo que ha sido el
componente de la construcción que sin duda más ha contribuido a
frenar el resultado global del sector. En un contexto de recorte del
gasto público, la moderada mejora de este tipo de obra se ha debido
en gran medida al impulso de la licitación oficial a lo largo de 1996
tras el parón observado el año anterior. Según datos del Ministerio
de Fomento, en 1997 el volumen total de licitación oficial aumentó
ligeramente respecto al año anterior, de 1,77 billones de pesetas a
1,81 billones, lo que impulsará previsiblemente cierto incremento
de la obra pública a lo largo de 1998.
Atendiendo a la encuesta ECIC32, el valor total de los trabajos
realizados por las empresas creció casi un 2,0 por 100 en el conjunto del año, lo que contrasta con la caída del 1,8 por 100 de 1996,
impulsado por la edificación residencial, y en menor medida por la
no residencial, con tasas de crecimiento del 5,4 por 100 y del 4,0
por 100 respectivamente. Por el contrario, el valor de las obras de
ingeniería civil siguió cayendo aunque a una tasa más moderada
que la del año anterior, –2,2 por 100 frente al –8,2 por 100 de 1996,
32
Encuesta Coyuntural de la Industria de la Construcción (ECIC) elaborada
con carácter trimestral por el Ministerio de Fomento.
54
PANORAMA ECONÓMICO
resultado del continuo recorte de las inversiones públicas desde
1995.
Por último, por lo que se refiere al sector servicios, la actividad
mostró una considerable aceleración en el primer trimestre, con
una posterior estabilidad, lo que conllevó un crecimiento medio del
3,1 por 100, ocho décimas superior al de 1996. Al igual que en
1996, el sector servicios es el que ha tenido una mayor aportación
al PIB por el lado de la oferta, cifrada en un 1,7 por 100 frente al
1,2 por 100 anterior, con una contribución, sin embargo, muy dispar entre sus dos componentes, los servicios no destinados a la
venta y los destinados a la venta (gráfico I-5). Mientras los primeros mantuvieron la tendencia desaceleradora observada en 1996
con una reducción de su tasa interanual media del 1,0 al 0,6 por
100 y una aportación al PIB del 0,1 por 100, los segundos, cuyo
peso sobre el total supera el 75,0 por 100, incrementaron su interanual media del 2,8 por 100 al 3,9 por 100, con una aportación al
PIB del 1,6 por 100. No obstante, la favorable evolución de los servicios destinados al mercado experimentó cierta corrección a finales de año como consecuencia del agotamiento del impulso tanto
de la hostelería y de las actividades de restauración como del
comercio. Por lo que se refiere a los servicios no destinados a la
venta, hay que recordar que su evolución está estrechamente ligada
a la remuneración de asalariados de las administraciones públicas33,
remuneración que para el caso de las administraciones centrales
mostró un intenso proceso deflacionario desde 1996 como consecuencia de la política de contención del gasto público, tendencia
que sin embargo se invirtió moderadamente a finales de año.
Los servicios
Dentro del sector servicios, el de telecomunicaciones es el que
ha recibido un mayor impulso liberalizador, caracterizado a nivel
internacional por el acuerdo alcanzado en la Organización Mundial
de Comercio34, y en el ámbito europeo, por los avances realizados
ante la apertura global prevista para dichos mercados a partir de
Año agitado
aportaron la
mitad del PIB
en las telecomunicaciones
El valor añadido bruto de los servicios no destinados a la venta se obtiene de
la estimación del valor añadido bruto de la Administración Central del Estado y
de los Organismos Autónomos Administrativos así como de las transferencias
corrientes recibidas por las Comunidades Autónomas y por las Corporaciones
Locales.
34
OMC, Acuerdo sobre las telecomunicaciones básicas, de 15 de febrero de
1997.
33
55
MEMORIA 1997
1998, exceptuando España35, Portugal e Irlanda36. Ello ha conllevado la desaparición de los monopolios europeos estatales (con las
privatizaciones, entre otras, de France Telecom, Telecom Italia y
Telefónica37), así como un conjunto de alianzas, fusiones y adquisiones de empresas, a las que no ha sido ajeno el mercado español,
ante la necesidad de competir con un tamaño adecuado en una economía cada vez más globalizada.
En este contexto, el año 1997 ha supuesto un avance en la regulación española del sector con la promulgación de la Ley 12/1997,
de Liberalización de las Telecomunicaciones, por la que se creó la
Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) a la vez
que se modificaron determinados artículos de las leyes de
Ordenación de las Telecomunicaciones y de las Telecomunicaciones por Cable38. Según lo establecido en la citada normativa, la
CMT tiene por objeto salvaguardar, en beneficio de los ciudadanos, las condiciones de competencia efectiva en el mercado de
las telecomunicaciones, de los servicios audiovisuales, telemáticos e interactivos, así como velar por la correcta formación de
los precios y ejercer como árbitro en los conflictos que surjan en
el sector.
La telefonía móvil
bajo sospecha de
colusión
Si bien las reformas normativas suponen un paso significativo
hacia una mayor liberalización del sector, para que la competencia
sea realmente efectiva y se traduzca en una reducción de los precios
para el consumidor con el consiguiente efecto favorable en el IPC
general, parece necesario, en opinión de la OCDE39, preservar la
independencia del organismo regulador y que su capacidad de
actuación sea rápida, así como apoyar a los siguientes operadores
que accedan al mercado para que puedan realizar una competencia
Inicialmente se estableció un periodo transitorio de cinco años desde la
plena liberalización de las telecomunicaciones prevista a nivel europeo para el 1 de
enero de 1998. Sin embargo, el Gobierno español acordó con la Comisión Europea
adelantar dicho plazo hasta el 1 de diciembre de 1998.
36
La plena liberalización de las telecomunicaciones en Portugal e Irlanda se
prevé para el 1 de diciembre de 1999.
37
En 1997 se ha vendido el 21 por 100 de las participaciones que la Sociedad
Estatal de Participaciones Patrimoniales mantenía en Telefónica, mediante colocación de acciones en Bolsa (ver apartado 6.4 de esta Memoria).
38
Ley 31/1987, de 18 de diciembre, de Ordenación de las Telecomunicaciones
y Ley 42/1995, de 22 de diciembre, de las Telecomunicaciones por Cable.
39
OCDE, Études Économiques de l’OCDE. Espagne, 1998.
35
56
PANORAMA ECONÓMICO
efectiva a la empresa ya instalada. En todo caso, el riesgo de colusión es real como lo demuestra la subida de precios realizada de
forma coordinada para la telefonía móvil por Telefónica y Airtel por
tres veces consecutivas a lo largo de 1997, lo que impulsó al
Servicio de Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía
a abrir sendos expedientes para estudiar el asunto.
Por último, a principios de 1998, se ha aprobado la Ley General
de Telecomunicaciones40, que establece el marco legal del sector,
destacando como novedad la calificación de los servicios de telecomunicación como de interés general en régimen de competencia
frente a la de servicios esenciales de titularidad estatal reservados
al servicio público, así como otras cuestiones relacionadas con la
interconexión de redes, las autorizaciones generales, las licencias,
la portabilidad del número, etc., en línea con la normativa europea
y con las directrices de la Organización Mundial del Comercio.
Asimismo, está previsto que a lo largo de dicho año un tercer
operador de ámbito nacional pueda ofrecer servicios de telefonía
básica (actualmente sólo operan Telefónica y Retevisión) junto a
los operadores de cable que empezaron a ofrecer sus servicios en
sus respectivas demarcaciones el pasado 1 de enero, a la vez que se
otorgará una tercera licencia para la telefonía móvil.
No podría terminarse el análisis sectorial sin comentar de forma
breve, pues se desarrolla más detalladamente en el Capítulo II, la evolución del empleo por sectores. El de servicios es el que ha mostrado
un mayor dinamismo, aunque más moderado que el año anterior, al
haber sido responsable de la creación del 62,0 por 100 del total de
empleos frente al 92,0 por 100 de 1996. Esta evolución permitió la
creación de 230.000 empleos en media anual con una tasa de crecimiento interanual del 3,0 por 100, un punto y medio inferior a la del
año anterior. A diferencia de lo que sucediera en 1996, la mejora de
la actividad en los sectores industrial y de la contrucción se reflejó en
una mayor vitalidad de sus respectivos mercados laborales. Así,
mientras el primero creó 80.000 empleos en media del año frente a
los 14.000 de 1996, el segundo, 67.000 empleos, es decir, en torno a
27.000 más que el año anterior. Este comportamiento ha incrementado sus respectivas tasas interanuales desde el 0,6 por 100 al 3,2 por
40
Los servicios
crearon 6 de
cada 10 empleos
Ley 11/1998, de 24 de abril, General de Telecomunicaciones.
57
MEMORIA 1997
100 en el primer caso y del 3,6 al 5,7 por 100 en el segundo. No obstante, el sector primario fue el único que siguió destruyendo empleo
aunque a un ritmo mucho menor que el de 1996, a pesar de la desaceleración de la actividad mostrada por dicho sector desde principios de
año. Tras destruir de media cerca de 40.000 empleos entre 1994 y
1996, el sector primario redujo 9.000 empleos de media en 1997
(4.700 en el sector agrícola y 4.300 en el pesquero), con la consiguiente mejora de la interanual desde el –3,0 por 100 al –0,8 por 100.
Por último, una vez descrita la evolución de la actividad y del
empleo por sectores, y teniendo en cuenta las cautelas que entraña
cualquier interpretación de la evolución de la productividad, cabe realizar como en años anteriores, un somero análisis de la productividad
aparente del factor trabajo, resultado de relacionar el empleo y la actividad económica en cada uno de los sectores productivos. En 1997,
las productividades sectoriales fueron positivas en los sectores de la
industria y de los servicios, con una aceleración respecto al año anterior, aunque todavía mantuvieron tasas moderadas del 1,9 por 100 y
0,1 por 100 respectivamente. Por el contrario, el sector primario, una
vez superado el año atípico para la actividad que supuso 1996, volvió
a productividades negativas, aunque sin duda menores a las del periodo 1994-1995. Por su parte, el sector de la construcción mantuvo por
tercer año consecutivo una caída de su productividad del 4,7 por 100,
menor sin embargo que la del 5,8 por 100 del año anterior (cuadro I9). Hay que señalar sin embargo, que el contraste de la trayectoria de
CUADRO I-9
ACTIVIDAD, EMPLEO Y PRODUCTIVIDAD
POR SECTORES, 1995-1997
(Tasas de variación interanual, medias de los periodos considerados)
Sectores
1995
1996
1997
PIB real Empleo Produc. PIB real Empleo Produc. PIB real Empleo Produc.
(1)
(1)
(1)
Agricultura
–13,0
Industria
4,8
Construcción
6,7
Servicios
2,7
Total
2,8
–3,9
0,5
7,2
3,8
–9,1
4,3
–0,5
–1,1
22,4
0,8
–2,2
2,3
–2,7
0,6
3,6
4,5
25,1
0,2
–5,8
–2,2
–1,3
5,1
1,0
3,1
–0,8
3,2
5,7
3,0
–0,5
1,9
–4,7
0,1
2,7
0,1
2,3
2,9
–0,6
3,4
3,0
0,4
(1) PIB real por persona ocupada.
Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España y Encuesta de Población Activa.
58
PANORAMA ECONÓMICO
los datos de actividad del sector según la Contabilidad Nacional
Trimestral (CNTR) y los datos de empleo es de tal magnitud, que
hace prácticamente incompatibles ambas tendencias. Por ello es necesario recordar dos circunstancias: que las revisiones de los datos sobre
la construcción en esta fuente estadística suelen ser habitualmente elevadas, y que los resultados del sector vienen siendo muy discutidos
por su divergencia, sobre todo entre mediados de 1996 y el segundo
trimestre de 1997, con los de la Encuesta de Coyuntura de la Industria
de la Construcción (ECIC), siendo la tendencia de esta última fuente41
más acorde con la del empleo. Este hecho unido a las distorsiones que
sobre la productividad ejerce el peso del trabajo a tiempo parcial, hace
necesario aumentar las cuatelas que entraña todo análisis de productividad de forma especial en este sector.
3.3. TODAS
LAS
COMUNIDADES AUTÓNOMAS
SE BENEFICIARON DEL
CRECIMIENTO
Según las estimaciones que anualmente realiza la Fundación
de las Cajas de Ahorros Confederadas, el crecimiento del PIB de
la economía española fue del 3,9 por 100, cinco décimas superior
a los datos de Contabilidad Nacional del INE42, con una desigual
evolución por Comunidades Autónomas, aunque en todas ellas se
observaron, por tercer año consecutivo, tasas de variación positivas. La mayoría mostró una considerable aceleración del crecimiento respecto al año anterior, a excepción de Extremadura,
Castilla-La Mancha y Castilla y León. Este menor dinamismo de
Extremadura y
las dos Castillas
perjudicadas por
el año agrícola
Esta situación ha llevado a los analistas del sector a señalar que la CNTR no
mide aceduadamente la situación a corto plazo del sector por las limitaciones que
presenta el método de estimación adoptado. La CNTR estima la inversión en construcción a partir de tres indicadores adelantados: número de viviendas iniciadas,
superficie a construir en edificación no residencial y licitación oficial en obra civil,
proyectando su valor en el periodo desde un supuesto poco realista, el de que el
ritmo de ejecución es fijo, independientemente de los cambios de la situación
económica general.
42
La Fundación FUNCAS (antes más conocida como FIES), al igual que el año
pasado, considera que el PIB de la economía española creció sustancialmente por
encima de lo que reflejan los datos de la Contabilidad Nacional del INE. La diferencia entre ambas estimaciones suele ser habitual pues la Fundación utiliza los datos
al coste de los factores y evalúa el crecimiento sectorial en función de los precios
del año anterior, mientras el INE lo hace a precios de mercado y a precios constantes de 1986. Este año sin embargo, las principales discrepancias entre ambas cifras
se basan en las diferentes estimaciones sobre el comportamiento del sector agrícola
y del de la construcción.
41
59
60
GRÁFICO I-6
CRECIMIENTO DEL PIB POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS EN 1997
(Tasas de variación interanual respecto a 1996)
PIB
PIB sin Sectores Agrarios
4,8
Andalucía
4,7
Baleares
4,5
Extremadura
4,2
País Vasco
4,1
4
4,9
4,3
Navarra
4,2
Murcia
4,2
Canarias
Canarias
Cataluña
Cataluña
4
Andalucía
3,9
MEDIA ESPAÑA
3,8
4,2
3,9
Murcia
3,9
MEDIA ESPAÑA
3,8
Navarra
Aragón
3,8
3,8
Aragón
C. Valenciana
3,7
3,7
C. Valenciana
Cast. la Mancha
3,7
3,7
Madrid
Madrid
3,7
La Rioja
3,7
Cast. la Mancha
3,6
La Rioja
3,5
Cantabria
3,4
Galicia
3,4
5
Baleares
País Vasco
4
Galicia
3,5
Extremadura
3,5
Castilla y León
3,5
2,8
Ceuta
Ceuta
2,8
2,8
Melilla
Melilla
2,8
2,7
Castilla y León
2,7
Asturias
3
2
1
0
Fuente: FIES, El crecimiento económico de las Automías españolas, año 1997.
Asturias
2,7
Cantabria
1,2
0
1
2
3
4
5
PANORAMA ECONÓMICO
la actividad en estas tres autonomías, cuya estructura productiva
es fundamentalmente agrícola, se explica básicamente por la
caída de las producciones de los cultivos de secano (cereales de
invierno fundamentalmente), tras el excelente año agrícola registrado en 1996, como consecuencia de las peores condiciones climatológicas para dichos cultivos. En todo caso, todas las
Comunidades tuvieron un aumento del PIB superior al 2,5 por 100,
con crecimientos máximos en Andalucía, Baleares, Extremadura,
País Vasco y Canarias, con tasas superiores al 4,0 por 100 y mínimos en Asturias, Castilla y León, Melilla, Ceuta y Galicia (gráfico
I-6).
Como viniera sucediendo en los últimos años, la expansión de la
actividad sigue prevaleciendo en las Comunidades insulares y las del
litoral mediterráneo, lo que contrasta con los peores registros de la cornisa cantábrica, exceptuando este año el empuje mostrado por el País
Vasco. En efecto, aunque en términos generales la evolución de la actividad fue favorable en todas las comunidades, los mejores registros se
alcanzaron en aquellas donde el sector industrial y el turismo tienen un
mayor peso, salvo en Asturias, donde persistió el declive industrial
observado en los últimos años asociado a los problemas de los
Sectores Siderúrgico y del Carbón. En cuanto a las comunidades agrícolas, su evolución fue dispar en función de cuáles sean sus cultivos
fundamentales, oscilando el crecimiento del PIB entre el 2,7 de
Castilla y León y el 4,8 por 100 de Andalucía, apoyado este último
caso, por lo que al sector primario se refiere, en el empuje de la producción del sector olivarero, así como en la mejora del turismo y, en
menor medida, en el empuje industrial.
El Mediterráneo
y las islas
volvieron a
despuntar
Considerando el PIB de los sectores no agrarios, se observan de
forma más clara las tendencias comentadas, al modificarse la posición relativa sobre todo de las Comunidades con gran peso del sector agrícola, Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y
Castilla y León, al igual que se modifica la de aquellas cuya producción se basa principalmente en la industria y el turismo, como
por ejemplo, Baleares y el País Vasco (gráfico I-6).
Por lo que se refiere a la convergencia entre Comunidades
Autónomas, el año 1997 no sólo no fue un año de consolidación
de la tendencia de mejora observada en 1996, sino que, por el
contrario, se produjo un ligero empeoramiento tanto en términos
Ligero
empeoramiento de
la convergencia
regional
61
MEMORIA 1997
CUADRO I-10
PIB Y RENTA FAMILIAR BRUTA DISPONIBLE POR
HABITANTE Y POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1996 Y 1997
(Índice media española=100)
PIB
RFBD (poder de compra)
(Índice media española=100) (Índice media española=100)
Comunidades
Autónomas
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla-La Mancha
Castilla y León
Cataluña
C.Valenciana
Extremadura
Galicia
Madrid
Murcia
Navarra
País Vasco
Rioja, La
Ceuta
Melilla
1996
1997
1996
1997
72,02
108,61
87,76
151,18
102,14
92,85
81,17
91,05
124,25
99,75
72,00
82,61
127,48
81,36
118,77
110,97
119,74
79,55
73,82
71,78
109,09
87,28
152,30
101,77
92,97
80,28
90,64
124,91
99,36
72,29
82,57
127,69
80,89
119,07
111,88
119,36
78,68
72,64
82,98
114,65
96,59
132,71
94,74
101,35
95,34
103,26
111,53
100,20
86,62
93,70
108,09
85,22
112,02
108,05
124,48
94,22
84,51
83,34
114,90
95,92
133,17
94,04
101,45
94,47
102,82
111,85
99,86
87,21
93,71
108,31
84,50
111,28
108,64
123,41
93,25
83,19
Fuente: FUNCAS, El crecimiento económico de las Autonomías españolas, 1997 (abril
1998).
de PIB per cápita como de renta familiar bruta disponible43. En
términos de PIB per cápita, la diferencia entre la comunidad más
pobre y la más rica (Extremadura y Baleares respectivamente) era
en 1996 de 79,2 puntos mientras que en 1997 aumentó hasta 80,5
puntos (Andalucía y Baleares) (cuadro I-10). Comparando la
43
La renta familiar bruta disponible se obtiene añadiendo a la renta bruta,
las transferencias públicas, en especial las derivadas de la Seguridad Social, y
restándole las cuotas de la Seguridad Social, los impuestos directos familiares y, en menor medida, la parte de renta regional privada que no va a las
familias y que está constituida por los beneficios no distribuidos de las sociedades.
62
PANORAMA ECONÓMICO
renta familiar bruta disponible en términos de poder de compra,
es decir, considerando el nivel de los precios relativos, dicho índice tuvo un comportamiento desigual en las cuatro Comunidades
más pobres, mejorando en Andalucía y Extremadura, y empeorando en Melilla y Murcia. En todo caso, la divergencia entre la
Comunidad más rica y la más pobre creció ligeramente, al pasar
de los 49,7 puntos que separaban Baleares de Andalucía en 1996,
a los 50 puntos que separan Baleares de Melilla en 1997. El caso
de Melilla es significativo, pues viene registrando desde 1994 un
deterioro de su posición relativa en términos de renta familiar
bruta disponible, hasta quedar situada, este año, como la región
más pobre. En todo caso, la comparación de los índices de producción y de renta familiar sigue mostrando que la divergencia
entre Comunidades Autónomas es menor en términos de renta, lo
que sigue poniendo de manifiesto el papel redistributivo del
Estado a nivel interterritorial, mediante impuestos y transferencias.
Por último, abordar brevemente, puesto que es objeto de un
análisis más detallado en el Capítulo II, los rasgos fundamentales
de la evolución del empleo por Comunidades Autónomas a fin de
comentar algunos aspectos de la evolución de la productividad
aparente del factor trabajo por Autonomías. A pesar de la favorable evolución de la actividad, tres Comunidades, País Vasco,
Galicia y Asturias, destruyeron empleo en 1997, con caídas respectivas de sus tasas de variación medias del 2,2, 1,0 y 0,9 por
100. Por el contrario, nueve Comunidades crearon empleo a un
ritmo superior al registrado a nivel nacional, destacando el crecimiento medio del 11,9 por 100 observado en Murcia, seguido del
7,1 por 100 de Canarias y del 6,6 por 100 de Cantabria. Como
consecuencia, la evolución de la productividad aparente del factor
trabajo fue también dispar, produciéndose un incremento de la
misma en todas las Comunidades excepto en Canarias, Cantabria,
Castilla-La Mancha, Murcia y Navarra, con aumentos que oscilan
entre el 6,4 por 100 del País Vasco y el 0,6 por 100 de Aragón
(cuadro I-11).
País Vasco,
Galicia y
Asturias
destruyeron
empleo
63
MEMORIA 1997
CUADRO I-11
ACTIVIDAD, EMPLEO Y PRODUCTIVIDAD POR
COMUNIDADES AUTÓNOMAS EN 1997
(Tasas medias de variación interanual)
Comunidades
Autónomas
Actividad
Empleo
Productividad (1)
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla y León
Castilla-La Mancha
Cataluña
C. Valenciana
Extremadura
Galicia
Madrid
Murcia
Navarra
País Vasco
Rioja, La
4,8
3,8
2,7
4,7
4,1
3,4
2,7
3,6
4,0
3,7
4,5
3,4
3,7
3,9
3,8
4,2
3,5
3,1
3,2
–1,0
4,0
7,1
6,6
0,4
4,2
3,3
2,1
2,5
–0,9
2,2
11,9
5,9
–2,2
1,9
1,7
0,6
3,7
0,7
–3,0
–3,2
2,3
–0,6
0,7
1,6
2,0
4,3
1,5
–8,0
–2,1
6,4
1,6
Total
3,9
3,0
0,9
(1) PIB real por persona ocupada.
Fuente: FUNCAS, El crecimiento económico de las Autonomías españolas, 1997 (abril
1998).
4. MAYOR DINAMISMO DE LA DEMANDA INTERNA
QUE DEL SECTOR EXTERIOR
La intensificación de la recuperación económica en 1997 se
debió al mayor dinamismo de la demanda interna que por fin tomó
el relevo de la externa a la hora de impulsar el crecimiento económico. No obstante, el sector exterior se comportó de forma más
expansiva de lo que cabía esperar al registrar las exportaciones de
bienes y el turismo unas importantes tasas de crecimiento que compensaron la sustancial aceleración de las importaciones a medida
que avanzaba el año.
64
PANORAMA ECONÓMICO
4.1. LA DEMANDA INTERNA TOMÓ EL RELEVO
La demanda interna a lo largo del año tuvo una evolución ascendente hasta crecer de media un 2,7 por 100 frente al 1,4 por 100 del
año anterior. De sus componentes, tanto el consumo privado como
la inversión en bienes de equipo mantuvieron una trayectoria creciente (gráfico I-7), mientras que el consumo público experimentó
una ligera aceleración dentro de un tono de gran moderación, y la
inversión en construcción dejó de deteriorarse para alcanzar valores
positivos.
Mayor
dinamismo de la
demanda interna
El resultado fue el mencionado aumento de la demanda interna,
mayor de lo esperado sobre todo por el comportamiento del consumo privado, que ha supuesto una aportación al crecimiento del PIB
de 2,7 puntos porcentuales, 1,3 puntos más que en 1996, lo cual es
ya más acorde con lo habitual cuando la recuperación se consolida.
GRÁFICO I-7
CONSUMO, INVERSIÓN Y PIB, 1988-1997
(Tasas de variación interanual)
20
15
10
5
Consumo privado
Inversión*
PIB
0
-5
-10
-15
-20
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
* Formación bruta de capital fijo en bienes de equipo.
Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España.
65
MEMORIA 1997
4.1.1. Se consumió más de lo previsto
La recuperación del consumo privado fue más intensa de lo previsto, superior a la registrada por las grandes economías comunitarias con la excepción del Reino Unido. Según los datos de la
Contabilidad Nacional creció de media un 3,1 por 100, 1,2 puntos
más que el año anterior, acabando el cuarto trimestre a un ritmo del
3,3 por 100.
El consumo privado, desde que en 1993 registrase una importante contracción, comenzó a recuperarse lentamente, pero no ha
sido hasta 1997 cuando ha tomado verdadera fuerza. Su despegue
se ha debido a la continuación de la mejora de los factores que
determinan el comportamiento del consumo y además, por la
reducción de la tasa de ahorro familiar como consecuencia del
avance de la confianza del consumidor que en los últimos años no
se recuperaba y le hacía mantener una actitud cautelosa.
¿Ciclo menos
intenso pero más
largo?
El crecimiento medio mencionado, siendo ya considerable, se
encuentra lejos de los registrados en anteriores fases expansivas del
ciclo. No obstante, como se comenta más adelante, ello no se
puede considerar como un factor negativo, sino que por el contrario, ha contribuido a evitar las tensiones inflacionistas que se daban
en el pasado y a recomponer la tasa de ahorro familiar, dando lugar
a un ciclo menos intenso pero aparentemente más largo.
Los diversos indicadores del consumo mostraron un comportamiento desigual, al no reflejar todos la misma pujanza.
La Encuesta Continua de Presupuestos Familiares, que ofrece
información sobre el gasto en los hogares, está experimentando un
cambio metodológico que ha retrasado su aparición, por lo cual
sólo se dispone de los datos referidos hasta el segundo trimestre de
1997. Según dichos datos, la reactivación del consumo privado
queda patente en el aumento del gasto medio por hogar en pesetas
constantes en el segundo trimestre del año, en un 4,2 por 100 respecto al registrado en el mismo periodo de 1996. De los componentes del gasto, se observa un mucho mayor dinamismo en el
grupo de bienes no alimenticios, aunque el gasto en alimentación
dentro del hogar experimentó también un aumento cuando en los
últimos años registraba tasas de variación negativas.
66
PANORAMA ECONÓMICO
Otra encuesta, la de Coyuntura de Comercio al por Menor,
reflejó un incremento medio del índice de ventas general del 3,1
por 100 y del 7,1 por 100 en el mes de diciembre, el más elevado
desde que en 1995 comenzó a elaborarse la encuesta. El índice de
ventas en grandes superficies no especializadas, de esta misma
encuesta, mostró un incremento medio en 1997 e interanual en
diciembre aún mayor, siendo las previsiones, a tenor de los resultados de la encuesta de opiniones del comercio minorista, favorables
al mantenimiento de esta tendencia de crecimiento del consumo
según la intención de pedidos en los próximos seis meses.
El indicador de disponibilidades internas de bienes de consumo,
que se calcula en función de una ponderación del IPI y del comercio exterior en términos reales, experimentó una importante
mejoría en 1997 al crecer un 6,1 por 100 de media frente al –2,6
por 100 de 1996, pero los dos últimos meses del año mostraron un
cierto deterioro en el indicador. Se comportaron mucho mejor las
manufacturas no alimenticias y dentro de ellas especialmente los
bienes de consumo duradero.
La confianza de los consumidores se manifiesta mediante la evolución del índice de confianza del consumidor que el pasado año
registró un avance de 9 puntos de diciembre a diciembre para acabar
con un saldo de respuestas prácticamente nulo, de –1. No obstante,
la mejoría fue manifiesta hasta mediados de año, pero a partir del
mes de agosto en que el índice alcanzó un máximo del 2, el indicador se ha mantenido fluctuando en torno al mismo porcentaje de
respuestas positivas y negativas sobre la percepción de su situación
por parte del consumidor. Los tres componentes de este indicador,
opiniones sobre la situación económica general, del hogar y la convenencia actual de realizar compras importantes, registraron importantes avances, en especial el último de ellos que aun con mayoría
de respuestas negativas mejoró 20 puntos respecto al año anterior,
aunque también sufrió altibajos en el segundo semestre.
Mayor confianza
del consumidor
La evolución creciente de este tipo de compras se observa también
a través del comportamiento de las compras de automóviles, el crédito
interno al sector privado y las ventas a plazos. Las ventas de automóviles, medidas por la matriculación de turismos, crecieron un 12,6 por
100 frente al 11,2 por 100 de 1996. Los créditos concedidos por el sistema bancario a las familias para la adquisición de bienes de consumo
67
MEMORIA 1997
duradero crecieron de forma considerable en 1997, al igual que el
valor financiado en las ventas a plazos.
El índice de producción industrial de bienes de consumo
aumentó de media en 1997 un 6,6 por 100, frente a la caída del 1,5
por 100 de 1996, destacando el avance del componente de bienes
domésticos duraderos que creció un 12,3 por 100 en consonancia
con lo anteriormente comentado.
Finalmente, otros indicadores, como el consumo de gasolina o
las importaciones de bienes de consumo, reflejaron comportamientos divergentes. Mientras que el primero mostró una disminución
del 2,5 por 100, el segundo creció un 19,6 por 100, por encima del
incremento del total de las importaciones.
El consumo no
alcanza las tasas
del pasado
Bien es cierto que el incremento del consumo privado en 1997 no
ha alcanzado, como ya se ha comentado, ni parece vaya a alcanzar, las
elevadas tasas registradas en el pasado reciente. Las nuevas actitudes
ante el ahorro no son ajenas a ello. Ya se han comentado en anteriores
Memorias del CES las causas que propiciaron la atonía del consumo y
que tenían su principal exponente en la falta de confianza de los consumidores, en especial en su futuro laboral ante la elevada y persistente tasa de paro alcanzada durante la recesión de 1993 que dio lugar a
una mayor inseguridad en el puesto de trabajo. El elevado ritmo de
aumento del empleo en 1997 ha permitido una recuperación del consumo en cifras absolutas, pero también está contribuyendo al incremento del gasto medio por el avance gradual de la confianza del
consumidor. Otro aspecto que ha contribuido a la aceleración del consumo ha sido el efecto riqueza propiciado por la fuerte caída de los
tipos de interés desde 1995. La revalorización de los activos financieros en renta variable, como muestra el hecho de que las bolsas españolas hayan registrado una revalorización superior al 40 por 100 en 1997,
y la liberación de renta disponible que ha supuesto la revisión a la baja
de los créditos hipotecarios para la adquisición de vivienda a tipos
variables, se ha traducido en un aumento del consumo privado.
No obstante, a este aumento del consumo privado, contrariamente a lo que ocurría en anteriores fases expansivas del ciclo, ha
contribuido en escasa medida la disminución de la tasa de ahorro
familiar, al subsistir factores estructurales que motivan una actitud
cautelar de los consumidores. Como resultado, no cabe esperar un
68
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-12
¿CÓMO HAN ACTUADO LOS AGENTES
ECONÓMICOS EN 1997?
Familias:
— Recuperaron gradualmente la confianza.
— Redujeron ligeramente el ahorro.
— Incrementaron la compra de bienes duraderos.
Administraciones
públicas:
— Limitaron el aumento del empleo público.
— Congelaron el sueldo de los funcionarios.
— Incrementaron las compras de bienes y servicios
intermedios.
Empresas:
— Ampliaron sus niveles de rentabilidad.
— Incrementaron la inversión.
— Intensificaron sus exportaciones.
Fuente: Elaboración propia.
sustancial incremento del consumo privado en 1998 que pueda
poner en peligro la actual estabilidad de los precios y la consiguiente competitividad de la economía. A ello apunta la pérdida de
vigor del consumo privado manifestada en el último trimestre del
año 1997.
El consumo público, por su parte, contrariamente a lo previsto
según el actual marco o política de reducción del déficit, experimentó en 1997 una ligera aceleración. Registró una tasa de variación interanual del 0,7 por 100, destacando su inesperado avance
en el cuarto trimestre del 1,8 por 100, cuando lo previsto en los
Presupuestos Generales del Estado para 1997 era una contracción
del 0,3 por 100. De hecho, estas cifras todavía provisionales, fueron fruto de una revisión al alza de las estimadas hasta el tercer tri-
Inesperado
avance del
consumo público
69
MEMORIA 1997
mestre del año. Antes de la sustancial revisión, las tasas de variación del consumo público eran claramente negativas. La aceleración registrada se debió fundamentalmente a unas mayores
compras de bienes y servicios intermedios de las Administraciones
Públicas, ya que el gasto de personal mantuvo su tono de austeridad con la congelación del sueldo de los funcionarios y el limitado
aumento del empleo público (cuadro I-12).
4.1.2. Trayectoria ascendente de la inversión
La evolución de la inversión, medida por la formación bruta de
capital fijo, mostró una aceleración en 1997, superando la debilidad
manifestada el año anterior. Su tasa de variación media se situó en el
4,7 por 100, como consecuencia de la intensificación del crecimiento
del componente de bienes de equipo y del cambio de tendencia del
de construcción que había entrado en recesión a comienzos de 1996,
y acabó el año mostrando un perfil ascendente, con un crecimiento
del 6,9 por 100 que se prevé se incremente durante 1998.
Elevado grado de
utilización de la
capacidad
productiva
La inversión en bienes de equipo mostró un elevado dinamismo
en 1997 al crecer a una tasa del 10,4 por 100. Las decisiones de
inversión se vieron motivadas por la recuperación del consumo privado, el auge de las exportaciones, la disminución del coste de uso
del capital y la fuerte recuperación de los márgenes empresariales,
dando lugar a un elevado aumento del grado de utilización de la
capacidad productiva y a la consiguiente necesidad de ampliación
con nuevo equipamiento.
Todos los indicadores de la inversión en bienes de equipo reflejaron un perfil acelerado.
El índice de producción industrial de bienes de equipo registró
un crecimiento medio del 10,1 por 100, muy por encima del 3,1
por 100 de 1996. El subgrupo de material de transporte fue el que
más intensificó su crecimiento a lo largo del año, en consonancia
con el fuerte incremento registrado en el número de matriculaciones de camiones y otros vehículos de carga.
Otros indicadores como las disponibilidades de bienes de capital, mantuvieron una trayectoria fuertemente ascendente a lo largo
del año hasta registrar un crecimiento interanual en el mes de
70
PANORAMA ECONÓMICO
diciembre del 27,2 por 100, y un crecimiento medio en todo el año
del 10,3 por 100. Las importaciones de bienes de equipo, por su
parte, y como se comenta en el apartado relativo al comercio exterior de esta misma Memoria, crecieron un 16,0 por 100, siendo las
que contribuyeron en mayor medida al crecimiento de las importaciones totales. Aunque también se desarrolla con más detalle en su
apartado correspondiente, el empleo en la industria experimentó un
importante crecimiento en 1997 al crearse en media del año 80.000
empleos.
Las opiniones empresariales recogidas por la Encuesta de
Coyuntura Industrial reflejan un importante avance de la confianza. Por destino económico de los bienes, el nivel de confianza para los de inversión alcanzó valores positivos, el saldo entre
estados de opinión de signo contrario, a partir de junio de 1997,
lo que no había ocurrido en lo que va transcurrido de década.
Uno de los tres componentes de este indicador global del clima
industrial de los bienes de inversión, el de la cartera de pedidos,
tuvo un máximo en noviembre de 19 puntos, cuando en el año
1993 se conocieron cifras negativas superiores a los 60 puntos,
lo que da idea de la mejora de las expectativas registrada en
1997.
A ello no ha sido ajeno el mencionado aumento en la rentabilidad de las empresas. Según los resultados en el cuarto trimestre
de la muestra de empresas no financieras de la Central de
Balances Trimestral del Banco de España, 1997 fue un año de
intensa recuperación de los márgenes empresariales. La reducción
en un 14,8 por 100 de los gastos financieros y la de los costes
unitarios del trabajo que ha dado lugar a un moderado incremento
de los gastos de personal del 2,6 por 100, explican el importante
crecimiento de recursos generados del 19,1 por 100, muy superior
al 10,4 por 100 de 1996. Igualmente, las sucesivas reducciones de
los tipos de interés que propiciaron en gran medida la caída de los
gastos financieros por quinto año consecutivo y la mejora de la
actividad productiva, se tradujeron en una ampliación del resultado neto y la consolidación de los niveles de rentabilidad de las
empresas que experimentan una mejoría ininterrumpida desde
1994. Como consecuencia de todo ello, el apalancamiento financiero, que mide la diferencia entre la rentabilidad esperada de las
inversiones y el tipo e interés de los recursos tomados a préstamo,
Fuerte
recuperación de
los márgenes
empresariales
71
MEMORIA 1997
fue fuertemente positivo, del 4,4 por 100, lo que confirma la positiva situación en la que se encuentran las empresas para llevar a
cabo sus proyectos.
Como conclusión, la tendencia de aceleración registrada en
1997 en la inversión en capital fijo de bienes de equipo, cabe esperar que continúe en 1998, a tenor de la favorable evolución de los
factores que la determinan.
Por lo que respecta a la inversión en construcción, según el
agregado del PIB formación bruta de capital fijo en construcción,
su evolución en 1997 vino marcada por el abandono a partir del
segundo trimestre de las tasas negativas registradas desde un año
antes. Su tasa media de crecimiento fue del 1,2 por 100 y acabó el
año creciendo en el cuarto trimestre a una tasa interanual del 3,5
por 100.
Positivo cambio de
tendencia de la
inversión en
No obstante, esta modesta recuperación de la inversión en construcción es significativa por suponer una flexión al alza que la
mayoría de indicadores parece confirmar.
construcción
El consumo aparente de cemento experimentó un aumento del
10,3 por 100 frente a la caída del 5,0 por 100 del año anterior. Por
sectores, el empleo en la construcción fue el que más creció en
porcentaje, un 5,7 por 100. Pero la Encuesta de Coyuntura
Industrial relativa al sector de la construcción registró un empeoramiento de 7 puntos en el indicador de confianza global, e incluso
este deterioro fue mayor en el componente de la cartera de pedidos
total.
Como indicador adelantado, la licitación de obra pública
total aumentó un 2,4 por 100, lo que supone que, aunque levemente, se siga recuperando de la importante caída del año 1994,
aunque todavía esté marcada por las restricciones presupuestarias. En concreto, la de edificación creció con gran firmeza, un
47,2 por 100. No obstante, la licitación pública de obra de ingeniería civil ofrece unas perspectivas menos favorables. La licitación de obras de este tipo sufrió una caída del 10,1 por 100, lo
que no permite augurar una recuperación de la inversión para
1998.
72
PANORAMA ECONÓMICO
4.2. EL SECTOR EXTERIOR OTRA VEZ PROTAGONISTA
El sector exterior ha sido uno de los protagonistas principales de
la expansión económica de 1997. Por tercer año consecutivo el
saldo por cuenta corriente ha registrado un superávit, en esta ocasión del 0,5 por 100 del PIB44, como consecuencia de la muy favorable evolución del turismo y, en menor medida, del incremento del
superávit de transferencias corrientes, lo que ha compensado con
creces el ligero aumento del déficit comercial.
Todo apunta a que el tradicional desequilibrio externo, tanto
comercial como por cuenta corriente, que se daba en los periodos de
mayor crecimiento económico y que condicionaba el sostenimiento
de la fase expansiva del ciclo económico, se manifiesta cada vez con
menor intensidad. En fases expansivas anteriores, la gran debilidad
de la balanza comercial de mercancías provocaba cuantiosos déficit
El sector exterior
sigue impulsando
el crecimiento
CUADRO I-13
APORTACIÓN DE LA DEMANDA INTERNA Y DEL SECTOR
EXTERIOR AL CRECIMIENTO DEL PIB, 1987-1997
(Tasa de variación interanual del PIB y aportación de la demanda interna
y del sector exterior a su crecimiento en puntos porcentuales)
Años
Demanda interna
Sector exterior
Producto Interior
Bruto
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
8,1
7,2
8,2
5,1
3,0
1,0
–4,4
1,3
3,3
1,4
2,7
–2,5
–2,0
–3,4
–1,3
–0,8
–0,4
3,2
0,9
–0,6
0,9
0,7
5,6
5,2
4,7
3,7
2,3
0,7
–1,2
2,2
2,7
2,3
3,4
Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España.
44
Según la metodología aplicada hasta 1994, que incluía en el saldo por cuenta
corriente el actual saldo por cuenta corriente y de capital, el superávit ha sido del
1,4 por 100 del PIB.
73
MEMORIA 1997
por cuenta corriente que debían financiarse con entradas de capitales
externos que no siempre eran inversiones directas. En esta ocasión,
con una intensificación del crecimiento del PIB, el sector exterior de
bienes y servicios ha vuelto a registrar una aportación positiva, de
0,7 puntos porcentuales, al aumento del PIB, lo que contrasta con lo
que ocurría hasta hace pocos años (cuadro I-13). En 1989, con un
crecimiento del PIB del 4,7 por 100, el sector exterior le restó 3,4
puntos y en 1986, con un incremento del producto similar al registado en 1997, se produjo una aportación negativa de 1 punto porcentual. Así, se puede decir que el sector exterior, y más concretamente
la balanza de bienes y servicios, ya no es un obstáculo al crecimiento
sino que, tal y como se apuntaba en la Memoria del CES correspondiente al año 1996, constituye actualmente un motor del crecimiento
que no parece vaya a transformarse en un freno importante si se produce una mayor aceleración del crecimiento de la economía.
Efectivamente, en 1997, la contribución del sector exterior al
crecimiento fue decreciendo a lo largo del año. A medida que se iba
recuperando la actividad y la demanda interna, las compras al exterior experimentaban una aceleración, aunque en menor medida que
en otras ocasiones, por lo que se puede decir que actualmente la
elasticidad de las importaciones respecto al crecimiento es menor.
Las exportaciones, por su parte, mostraron un elevado dinamismo a
lo largo de todo el año. El resultado, en términos de balanza de
pagos, fue un saldo comercial negativo de 1.960,6 miles de millones
de pesetas, algo superior al de 1996, pero, una vez más, hay que
recordar que con un crecimiento económico sensiblemente mayor.
El grado de apertura de la economía española, medido por el porcentaje de la suma de las exportaciones e importaciones de bienes y
servicios (incluido el turismo) sobre el PIB, alcanza a precios corrientes el 54,8 por 100, cifra similar a la registrada en el resto de los países
desarrollados. La aceleración más espectacular del proceso de apertura
se registra desde la entrada en la Unión Europea en 1986, que supuso
una intensa pérdida de protección frente al exterior, tanto en términos
de desarme arancelario como de alineamiento con el Arancel Exterior
Común en los intercambios con el resto del mundo y desaparición de
la mayoría de las restricciones cuantitativas y, sobre todo, desde 1993
con la creación del Mercado Único Europeo y la desaparición de las
fronteras físicas intracomunitarias. Esta pérdida de los tradicionales
instrumentos de defensa comercial, en un momento además de sobre74
PANORAMA ECONÓMICO
valoración de la moneda española y de fuerte crecimiento de la
demanda interna, se tradujo en una importante pérdida de competitividad que dio lugar a cuantiosos déficit. Desde entonces, la competitividad ha mejorado por las devaluaciones de los años 1992, 1993 y
1995 y por la progresiva disminución del diferencial de inflación con
el resto de las economías desarrolladas, a lo que hay que añadir la cada
vez mayor propensión a exportar de las empresas españolas, que ya no
ven la colocación de sus productos en mercados foráneos como una
actividad residual a desarrollar sobre todo cuando la demanda interna
da señales de atonía, sino que constituye un fin en sí misma.
4.2.1. Las exportaciones crecieron más que las importaciones
El déficit comercial en términos de Aduanas45 fue en 1997 un
7,8 por 100 superior al registrado el año anterior. El comercio exterior, en general, mostró un fuerte crecimiento de las exportaciones,
debido a la mejora de la situación económica internacional y a la
depreciación de la peseta respecto al dólar, y un paulatino incremento de las compras al exterior a medida que la economía se aceleraba con el mayor crecimiento del consumo privado y de la
inversión. Como consecuencia, las exportaciones crecieron más
que las importaciones, en términos nominales un 18,1 por 100 frente a un 16,4 por 100, cuando las previsiones iniciales indicaban respectivamente crecimientos del 13,0 por 100, tasa equivalente a la
registrada en 1996, y 11,0 por 100 (cuadro I-14). En términos reaCUADRO I-14
BALANZA COMERCIAL 1992-1997
(En miles de millones de pesetas)
Conceptos
1993
93/92%
Exportaciones
7.754,60 16,5
Importaciones
10.131,00 –0,7
Saldo
–2.376,40 –33
Tasa de cobertura (%)
76,5
—
1994
94-93%
1995
95/94%
9.746,60
12.306,30
–2.559,60
79,2
25,7
21,5
7,7
—
11.423,10
14.318,30
–2.895,20
79,8
17,2
16,3
13,1
—
1996
96/95%
12.931,00 13,2
15.435,70
7,8
–2.504,70 –13,5
83,8
—
1997
97/96%
15.267,60
17.966,50
–2.698,80
85,0
18,1
16,4
7,8
—
Fuente: Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales.
45
La Balanza de Pagos que ofrece el Banco de España mide las exportaciones
y las importaciones en términos FOB “franco a bordo”, mientras que Aduanas
mide las exportaciones FOB y las importaciones CIF “coste, seguro, y flete”. Al
incluir Aduanas en el valor de las importaciones el coste del seguro y flete éstas
son más elevadas, con lo que el déficit comercial es mayor.
75
MEMORIA 1997
les, eliminando del crecimiento nominal la parte correspondiente a
los precios, las exportaciones crecieron un 14,9 por 100 y las
importaciones un 11,4 por 100, al registrar los precios de estas últimas un crecimiento mayor que los de las exportaciones.
La tasa de cobertura de las importaciones por las exportaciones
fue del 85,0 por 100, superior en 1,2 puntos porcentuales a la de
1996, lo que supone la mejor tasa de cobertura comercial en la historia reciente de la economía española. Cabe resaltar además, que la
tasa de cobertura comercial con la Unión Europea muestra una sensible recuperación hasta alcanzar el 91,0 por 100, cifra que coincide ya
con la del año de ingreso en la Unión Europea, lejos todavía del
111,8 por 100 de 1985, pero muy superior a la de los años del periodo transitorio de adhesión en los que la tasa de cobertura con la
Unión Europea llegó a descender hasta el 69,6 por 100 (cuadro I-15).
Persistente
fortaleza de las
exportaciones
El crecimiento real de las exportaciones ha vuelto a ser superior
al del comercio mundial, con lo que se incrementa la participación
de la economía española en el contexto mundial y se obtiene una
ganancia de cuota de mercado. Ganancia que se ha producido
CUADRO I-15
COMERCIO DE MERCANCÍAS DE ESPAÑA CON LA UE, 1985-1997
(En millones de pesetas)
Importaciones
Exportaciones
Años
Valor
% sobre total
Valor
% sobre total
UE
Total
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1.985.524,5
2.606.513,8
3.481.994,5
4.239.797,0
5.074.274,7
5.602.213,4
6.091.630,5
6.485.726,0
6.307.975,0
7.915.372,0
9.362.529,2
10.226.873,6
11.736.019,0
39,1
52,7
57,7
60,2
60,4
62,8
63,0
63,6
62,3
64,1
65,4
66,3
65,3
2.219.489,4
2.375.409,9
2.768.426,4
3.171.913,6
3.533.506,6
4.028.600,9
4.548.740,0
4.845.862,9
5.348.112,3
6.917.202,6
8.264.560,3
9.238.147,8
10.681.252,0
54,1
62,4
66,0
67,7
68,8
71,4
73,1
73,4
69,0
70,6
72,3
71,4
70,0
111,8
91,1
79,5
74,8
69,6
71,9
74,7
74,7
84,8
87,4
88,3
90,3
91,0
80,8
76,9
69,6
66,6
61,2
63,3
64,4
64,7
76,5
79,3
79,8
83,8
85,0
Fuente: Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales.
76
Tasa de cobertura
PANORAMA ECONÓMICO
además cuando el principal destino geográfico de las ventas, la
Unión Europea, no se ha distinguido por unos espectaculares resultados, lo que ha obligado nuevamente a las empresas españolas a
incrementar su presencia en mercados distintos de los tradicionales.
Así, en 1997 han crecido las ventas a los países no comunitarios
a una tasa del 24,2 por 100 frente al 15,6 por 100 que lo hicieron las
dirigidas a la Unión Europea. No obstante, las exportaciones a la
Unión Europea suponen todavía el 70,0 por 100 de la exportación
total. Dentro de la Unión Europea, las ventas a Francia y a
Alemania siguen constituyendo la mayoría, casi la mitad, pero cada
vez tienen menor peso en detrimento de las dirigidas a otros Estados
miembros. En 1997, destacaron los incrementos de las ventas a
Finlandia, un 56,6 por 100, a Italia, un 31,9 por 100, y en menor
medida, aunque claramente por encima de la media, a Dinamarca,
Suecia, Holanda y Portugal. De las exportaciones a mercados extracomunitarios destaca el auge del área de Europa del Este, con una
tasa de variación del 44,5 por 100, así como Iberoamérica con un
incremento del 25,7 por 100, en especial México con un 88,4 por
100, y Estados Unidos con un 24,6 por 100.
Mayor
Como ya se ha adelantado, el mayor dinamismo de las exportaciones en 1997 se ha debido al incremento de la actividad económica
en los principales mercados de destino, en concreto a la recuperación
económica de los países iberoamericanos y a la intensificación del
crecimiento en Estados Unidos, y a la ganancia de competitividadprecio de las exportaciones españolas. Según el Índice de Tendencia
de la Competitividad, que recoge el efecto conjunto de la variación
de los precios relativos y del tipo de cambio efectivo nominal frente
a los demás países de la OCDE y la Unión Europea, la ganancia de
competitividad vía precio frente a los países de la OCDE fue del 3,3
por 100, y frente a los Estados miembros de la Unión Europea del
2,2 por 100. Estos resultados se explican por la depreciación nominal
de la peseta en un 3,5 por 100 frente a la cotización media de las
divisas de los países de la OCDE y del 2,4 por 100 frente a los de la
Unión Europea, que compensó el incremento del nivel de precios
relativos que en ambos casos fue del 0,2 por 100. La depreciación de
la peseta frente al dólar en un 14,9 por 100 supuso en 1997, una
importante ganancia de competitividad vía precio, la mayor desde
1993, que ha permitido una favorable evolución de las ventas a las
áreas cuya mayor parte del comercio está denominado en dólares.
Se ganó
incremento de las
ventas fuera de
la Unión
Europea
competitividad
en precio
77
MEMORIA 1997
En cuanto a la evolución sectorial de las exportaciones, las del
sector de bienes de equipo, que son las que constituyen la mayoría
de ellas al representar el 21,5 por 100 del total, destacaron por su
dinamismo, ya que crecieron a una tasa nominal del 20,3 por 100.
Todos los subsectores que lo componen registraron un buen comportamiento, destacando los crecimientos experimentados por el
material de transporte y la maquinaria industrial y los equipos de
oficina y telecomunicaciones. Pero las manufacturas de consumo,
que representan una proporción menor de las exportaciones totales,
el 15,4 por 100, fueron las que más crecieron, a una tasa del 29,2
por 100. Mención especial requieren también las exportaciones de
alimentos que, al igual que el año anterior, crecieron de manera
considerable, en esta ocasión un 20,6 por 100.
Las importaciones
crecieron con el
año
La evolución de las importaciones en 1997 fue un fiel reflejo de
la que registró la economía en su conjunto. Su aceleración, a medida que se intensificaba el crecimiento económico en cada trimestre,
dio lugar a que a finales de año creciesen más que las exportaciones pero en el conjunto del año, como ya se ha indicado, su dinamismo fue inferior al de éstas.
Por sectores, las importaciones de bienes de equipo que son
las que tienen un mayor peso sobre el total, crecieron un 16,0
por 100, y de ellas, las de maquinaria industrial y las de material
de transporte fueron las más pujantes, lo que demuestra el elevado grado de actividad industrial desarrollado por la economía
española en 1997. También destacaron las compras de semimanufacturas, un 21,8 por 100 del total, que aumentaron un 17,9
por 100, y las de manufacturas de consumo que, aunque con una
menor participación sobre el total, se incrementaron en un 19,6
por 100.
Del origen geográfico de las importaciones destaca en primer
lugar el peso de las procedentes de la Unión Europea, un 65,3 por
100 del total, debido al rápido aumento registrado en los primeros
años de adhesión, pero en 1997 el incremento de las compras a países no comunitarios fue sensiblemente mayor, un 19,6 por 100
frente a un 14,8 por 100. Un tercio de las compras totales se realizan a Francia y Alemania, pero los mayores incrementos en 1997
fueron los que se registraron con Argelia e Irlanda, un 53,3 y un
52,9 por 100 respectivamente.
78
PANORAMA ECONÓMICO
4.2.2. Auge del turismo
Un año más, el buen comportamiento del sector turístico ha sido
el principal artífice del superávit por cuenta corriente. Los ingresos
por turismo y viajes registraron un incremento del 12,8 por 100 en
términos nominales, mientras que los pagos aumentaron un 5,9 por
100. El saldo entre ingresos y pagos por turismo, de 3.276,9 miles
de millones de pesetas, mejoró un 14,3 por 100 respecto al año
anterior y representó el 4,2 por 100 del PIB, lo que supone una
importante e inesperada aceleración respecto a la tendencia ya muy
favorable de los últimos años (gráfico I-8).
Esta positiva evolución del turismo en 1997 se explica por la
continuación en el esfuerzo de mejorar la calidad de los servicios y
alcanzar un elevado grado de diferenciación y diversidad del producto turístico español, así como por el efecto renta derivado de la
mejora económica registrada en los países europeos que tienen a
El turismo
otra vez
GRÁFICO I-8
AUGE DEL TURISMO, 1983-1997
(En miles de millones de pesetas)
4.000
3.500
3.000
2.500
Ingresos
Gastos
2.000
1.500
1.000
500
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
1987
1986
1985
1984
1983
0
Fuente: Banco de España, Boletín Estadístico.
79
MEMORIA 1997
España por principal destino de sus viajes. En especial, el Reino
Unido, que supone más de la cuarta parte del origen del turismo
español, experimentó en 1997 una fuerte expansión del consumo
privado a la vez que se aprovechó de la apreciación en un 21,2 por
100 de la libra frente a la peseta. Igualmente, la apreciación del
dólar ha impulsado unos mayores ingresos provenientes de los países que conforman el área de la divisa estadounidense.
Como resultado, el sector turístico español ha subido un puesto en
la clasificación de países por volumen de ingresos, desplazando del
tercer lugar a Francia y acercándose al segundo puesto ocupado por
Italia. Aunque la crisis económica en los países asiáticos redujo el
movimiento turístico mundial, España no se vio afectada y fue el destino que experimentó el mayor incremento en el número de visitantes,
lo que le permitió conservar el tercer puesto alcanzado en 1996.
4.2.3. Rentas, transferencias y cuenta de capital
El déficit por rentas se incrementó en un 27,5 por 100 debido a
la reducción del saldo positivo mantenido por el sistema crediticio residente. Otras operaciones de rentas, como los pagos de los
intereses de la deuda pública en poder de no residentes o los dividendos derivados de la participación extranjera en el capital de
las empresas residentes, experimentaron un comportamiento similar al del año 1996.
El superávit por transferencias corrientes fue un 34,1 por 100
superior al registrado el año anterior. En 1997, los ingresos de las
Administraciones Públicas experimentaron un importante incremento debido a los mayores fondos procedentes del Fondo Social
Europeo, así como los del sector privado por fondos procedentes
del FEOGA Garantía.
Finalmente, la cuenta de capital, constituida fundamentalmente por las transferencias de capital procedente de los Fondos
Estructurales de la Unión Europea, registró un superávit de
864,4 miles de millones de pesetas, un 6,3 por 100 superior al
del año anterior.
De esta forma, la balanza por cuenta corriente y de capital, coincidente con la anterior balanza por cuenta corriente, alcanzó un
80
PANORAMA ECONÓMICO
superávit de 1.224,1 miles de millones de pesetas, equivalente al
1,6 por 100 del PIB.
4.2.4. Récord histórico de la inversión directa en el exterior
La cuenta financiera, excluida la variación de reservas, registró
unas entradas netas por importe de 1.458 miles de millones de pesetas frente a unas entradas de 2.492 miles de millones de pesetas en
1996. Este resultado se debió al considerable incremento de los
depósitos del exterior en España, a la adquisición en firme de Deuda
Pública española por no residentes y a la disminución de los depósitos del sistema crediticio en el exterior. Pero lo más destacable ha
sido el también notable incremento de los activos frente al exterior
como consecuencia, sobre todo, del fuerte incremento de las inversiones españolas en el exterior, tanto directas como en cartera (cuadro I-16).
Según los datos de la Dirección General de Política Comercial e
Inversiones Exteriores encargada de autorizar los proyectos de inversión directa, que bajo determinados supuestos deben someterse a
verificación o autorización, durante 1997 la inversión directa española en el exterior alcanzó un récord histórico al incrementarse en un
CUADRO I-16
BALANZA FINANCIERA, 1996-1997
(En miles de millones de pesetas)
1996
Conceptos
Cuenta financiera
Inversiones de España en el exterior
Inversiones del exterior en España
Préstamos y depósitos de España en el exterior
Préstamos y depósitos del exterior en España
Reservas
Errores y omisiones
1997(1)
Variación Variación Saldo Variación Variación Saldo
de pasivos de activos
de pasivos de activos
3.377,9
—
1.125,0
—
2.252,9
—
—
4.408,3 –1.030,3
1.064,0 –1.064,0
—
1.125,0
–178,2
178,2
—
2.252,9
3.071,7 –3.071,7
450,8
–450,8
5.478,7
—
2.554,7
—
2.924,0
—
—
6.560,6 –1.081,9
3.836,9 –3.836,9
—
2.554,7
184,0
–184,0
—
2.924,0
1.722,4 –1.722,4
817,3
-817,3
(1) Datos provisionales para el último mes. Para el resto, los datos incorporan revisiones de las cifras
provisionales publicadas en los meses anteriores.
Fuente: Banco de España.
81
MEMORIA 1997
GRÁFICO I-9
PROYECTOS DE INVERSIÓN DIRECTA EXTRANJERA EN
ESPAÑA Y ESPAÑOLA EN EL EXTERIOR, 1988-1997
(En miles de millones de pesetas)
3.000
2.500
2.000
Invers. extranjera
Invers. española
1.500
1.000
500
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
0
Fuente: Ministerio de Economía y Hacienda.
59,0 por 100 respecto a la registrada en 1996, mientras que la inversión extranjera en España aumentó un 22,9 por 100 (gráfico I-9).
Récord histórico
de las inversiones
en el exterior
El aumento de las inversiones españolas en el exterior parece
responder a la voluntad de las empresas de consolidar la posición
adquirida anteriormente vía exportaciones, lo que demostraría el
carácter no coyuntural de la creciente internacionalización de la
economía española. Por otro lado, significaría que la recuperación
del ahorro privado y la reducción del desahorro público en los últimos años está permitiendo la compra de activos en el exterior.
Los principales sectores de destino de las inversiones españolas
fueron las empresas de gestión de sociedades de cartera, holdings,
con el 46 por 100 del total, y el sector financiero con el 38 por 100.
Por sectores de destino final de las sociedades holdings destacaron
el energético, el industrial y el de las telecomunicaciones. El cre-
82
PANORAMA ECONÓMICO
ciente protagonismo de estos sectores se debió a la penetración de
las empresas españolas en un mercado como el iberoamericano,
que se encuentra inmerso en un proceso de liberalización en sus
sectores de energía, infraestructuras y telecomunicaciones.
Precisamente, en lo que respecta al destino geográfico de las
inversiones españolas, Iberoamérica refuerza el primer lugar alcanzado en 1996, representando ya más de la mitad del importe total.
Por el lado contrario, destaca la pérdida de importancia como destino de las inversiones, de la Unión Europea, ya que las inversiones
dirigidas a la misma supusieron el 24,0 por 100 del total frente al
32,8 por 100 de 1996. En 1997, por segundo año consecutivo volvió a disminuir el importante peso que hasta hace pocos años
tenían las inversiones con destino Paraísos Fiscales, señal, como se
ha mencionado anteriormente, de la voluntad de las empresas de
consolidar sus mercados internacionales.
Iberoamérica
capta la mitad
de la inversión
en el exterior
Del aumento de la inversión extranjera directa en España hay
que destacar que casi la mitad ha tenido por destino operaciones
que tienen por objetivo el reajuste de la estructura accionarial de
los grupos inversores extranjeros, lo cual no implica una aportación
real de fondos a sociedades españolas. No obstante, descontando lo
anterior, la inversión extranjera creció en 1997 a una tasa del 8,0
por 100.
El principal sector de destino fue el de la industria manufacturera, que recibió el 46,2 por 100 del total, seguido del inmobiliario
con un 26,7 por 100, el comercio con un 11,6 por 100 y el de intermediación financiera con un 8,8 por 100. Dentro de la industria
destacaron las inversiones con destino a la fabricación de vehículos
de motor, con un 12,8 por 100 del total de las inversiones, y la
industria química y la producción de alimentos y bebidas, ambas
con un 9,0 por 100.
El origen geográfico de la inversión es homogéneo con lo ocurrido en los últimos años. La Unión Europea representa el 62,1 por
100 y Estados Unidos el 7,7 por 100. De los Estados miembros de
la Unión Europea, destacaron las inversiones procedentes de
Holanda, Alemania y Francia. Pero si se considera el país último
del que proceden las inversiones, se observa que Holanda canaliza
inversiones procedentes de otros países. Así, el primer puesto
83
MEMORIA 1997
pasaría a ocuparlo Estados Unidos con el 19,0 por 100 del total,
seguido de Francia, 18,0 por 100, Alemania, 17,0 por 100, y Reino
Unido, 13,0 por 100, mientras que Holanda reduce drásticamente
su peso al pasar del 16,0 por 100 al 3,0 por 100.
Por Comunidades Autónomas, se redujo ligeramente la diferencia favorable a Madrid con Cataluña. La inversión en Madrid representó el 43,0 por 100 del total y la que tuvo por destino Cataluña el
26,4 por 100. Pero más destacables fueron los incrementos registrados en las Comunidades Autónomas de Andalucía, el País Vasco y
Navarra, cuya participación en el total del 7,9, el 5,2 y el 5,0 por
100 respectivamente, se dobló respecto al año anterior.
5. LA INFLACIÓN Y LA POLÍTICA MONETARIA
El año 1997 se caracterizó por una significativa mejora del control sobre la inflación, lográndose la progresiva convergencia del
Índice de Precios de Consumo con las tasas comunitarias a lo largo
del año, hasta cumplir con cierta holgura el criterio de precios establecido en Maastricht. En un contexto de control de las variables
monetarias, de estabilidad de los tipos de cambio y de esfuerzos
notables a nivel presupuestario, la caída de los precios permitió al
Banco de España reducir un punto y medio el precio del dinero,
con la consiguiente traslación a los tipos de interés a corto y largo
plazo. Esta evolución permitió situar los diferenciales entre los
tipos de la deuda pública a largo plazo española y alemana a niveles históricamente bajos, a la vez que sirvió de estímulo para la
actividad bursátil que vio aumentar sustancialmente su volumen de
contratación sustentada en el crecimiento de la demanda, sobre
todo de los pequeños accionistas.
5.1. MEJORA GENERALIZADA DE LOS PRECIOS
El IPC pulveriza
las previsiones
84
El Índice de Precios de Consumo (IPC) terminó el año 1997 con
un crecimiento medio anual del 2,0 por 100, algo más de un punto
y medio por debajo del de 1996. Esta sustancial mejora de los precios permitió situar la tasa interanual también en el 2,0 por 100 en
diciembre, dos décimas por debajo de la última previsión del
Gobierno para dicha fecha, tras la revisión a la baja desde el 2,6
por 100 inicial, y medio punto inferior al objetivo fijado por el
Banco de España en su programación monetaria a medio plazo,
PANORAMA ECONÓMICO
que pretendía estabilizar la tasa de crecimiento interanual del IPC
en torno al 2,0 por 100 en 1998, lo que requería cerrar el año 1997
cerca del 2,5 por 100. Este buen resultado supone no sólo haber
alcanzado tasas de inflación mínimas en la historia de la economía
española reciente, puesto que habría que remontarse al año 1961
para alcanzar un nivel similar, sino que además tiene un valor adicional al haberse conseguido en un contexto de expansión de la
actividad económica.
Esta trayectoria descendente de los precios se debió a la reducción de todos los componentes del índice durante todo el año, siendo especialmente marcada la desaceleración de los precios de los
alimentos, tanto de los elaborados como de los no elaborados, en el
primer semestre del año. Se observa un comportamiento claramente diferenciado del IPC general entre los dos semestres del año,
estando el primero marcado por una fuerte caída de los precios de
los alimentos y de los productos energéticos, a lo que contribuyó el
abaratamiento del precio del petróleo en los mercados internacionales, consecuencia a su vez de la corrección esperada tras el
repunte que tuvo lugar en el mismo periodo del año anterior en
dichos componentes del índice. Asimismo, en la desaceleración de
los precios observada a principios de año, influyeron también las
medidas aplicadas desde la Administración en el sector de transporte por carretera y el recorte de los márgenes aplicados a los precios de los productos farmacéuticos.
Esta situación permitió al IPC alcanzar un nivel mínimo del 1,5
por 100 en el mes de mayo, para repuntar de manera progresiva en
los meses siguientes, impulsado, por un lado, por el repunte de los
precios de importación debido fundamentalmente a la apreciación
del dólar, y por otro, por el incremento de los precios de los servicios en los meses de verano. Este previsible cambio de tendencia
del índice general, si bien no ha comprometido el objetivo final de
inflación que ha quedado sobradamente bajo control, ha puesto de
manifiesto la persistencia de una inflación dual dentro de la economía española al mantener tasas de crecimiento bien distintas de
los precios de los servicios por un lado, y del resto de componentes
del índice, por otro.
Dos semestres
muy
diferenciados
La evolución de la inflación española fue similar a la registrada
en la Unión Europea, con una mayor desaceleración de los precios
85
MEMORIA 1997
en el primer semestre para invertir moderadamente dicha tendencia en la segunda parte del año. Tomando como base para realizar
comparaciones, el Índice de Precios de Consumo Armonizado
(IPCA)46, publicado por Eurostat desde el mes de marzo de 1997
en sustitución del Índice de Precios de Consumo Transitorio
(IPCT)47, la inflación media de la Unión Europea fue en 1997 del
1,7 por 100, sólo dos décimas inferior a la española. A diferencia
de lo que sucediera los dos últimos años, en 1997 registraron tasas
de inflación anual media superiores a la comunitaria no sólo los
países “tradicionalmente inflacionistas”, sino países que han decidido no participar en la UEM como Reino Unido, Dinamarca y
Suecia y algún país habitualmente considerado dentro del “núcleo
duro” como Holanda. Así, superaron la media comunitaria Grecia
con un 5,5 por 100, Holanda con un 2,0 por 100, España, Italia,
Portugal, Reino Unido y Suecia con un 1,9 por 100, y finalmente,
Dinamarca con un 1,8 por 100 (cuadro I-17).
Los precios
convergieron con
los comunitarios
Esta evolución de los precios ha supuesto una mejora de la convergencia de la economía española con todos los países de la Unión
Europea, con la consiguiente reducción del diferencial de inflación
entre España y la Unión Europea, desde el punto alcanzado en 199648
a las dos décimas de 1997. Frente a los tres países con una menor
inflación (en diciembre Austria, Bélgica e Irlanda pero en media del
año Austria, Finlandia y Francia), cuyo IPCA medio del año se situó
en el 1,2 por 100, el diferencial frente a España cayó a lo largo del
año desde algo más del punto y medio de enero a las siete décimas
de diciembre. En todo caso, España ha cumplido sobradamente este
46
El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) es el índice utilizado
por la Comisión Europea y por el Instituto Monetario Europeo (IME) para establecer qué países cumplen el criterio de convergencia en precios para participar en la
UEM. Dicho índice se calcula con una misma metodología para todos los Estados
miembros, excluyendo los componentes de más difícil comparación entre países e
incluyendo los precios de bienes y servicios recientemente significativos en el
gasto de las familias. En el caso español, por ejemplo, han quedado excluidos los
servicios médicos, los medicamentos subvencionados y la enseñanza reglada.
47
Eurostat empezó a publicar junto a los Índices de Precios de Consumo
nacionales el Índice de Precios de Consumo Transitorio (IPCT) a principios de
1996 para que la Comisión Europea y el IME pudieran realizar una mejor aproximación a la valoración del cumplimiento del criterio de convergencia en precios de
los distintos Estados miembros hasta que se dispusiese del Índice de Precios de
Consumo Armonizado (IPCA).
48
Medida por el IPCT, la inflación anual media de España fue del 3,5 por 100
en 1996 y la de la Unión Europea del 2,5 por 100.
86
CUADRO I-17
ÍNDICE DE PRECIOS DE CONSUMO ARMONIZADOS
EN LA UE, 1997
(Tasa de variación interanual)
Países
Ene.
Feb.
Mar.
Abr.
May.
Jun.
Jul.
Ago.
Sep.
Oct.
Nov.
Dic.
Media
Alemania
Austria
Bélgica
Dinamarca
España
Finlandia
Francia
Grecia
Holanda
Irlanda
Italia
Luxemburgo
Portugal
Reino Unido
Suecia
1,7
1,6
2,2
2,6
2,8
0,9
1,8
6,5
1,8
1,9
2,6
1,3
2,8
2,1
1,3
1,6
1,5
2,0
2,0
2,5
0,6
1,7
6,5
1,6
1,9
2,3
1,5
2,4
2,0
1,1
1,3
1,2
1,3
1,5
2,2
0,8
1,1
5,9
1,3
1,7
2,2
1,3
2,3
1,8
1,0
1,2
1,3
0,9
1,5
1,6
0,9
1,0
5,7
1,2
1,7
1,9
1,1
1,6
1,6
1,2
1,4
1,5
1,5
1,9
1,3
0,9
0,9
6,3
1,7
1,4
1,7
1,1
1,9
1,6
1,2
1,5
1,0
1,6
2,2
1,4
1,1
1,0
5,6
1,7
1,4
1,6
1,2
1,6
1,7
1,7
1,8
0,9
1,9
2,1
1,5
1,1
1,1
5,2
2,1
1,4
1,7
1,3
1,4
2,0
1,8
1,7
1,3
1,7
2,4
1,7
1,6
1,6
5,6
2,5
0,6
1,6
1,4
1,6
2,0
2,2
1,6
1,1
1,6
2,2
1,9
1,6
1,5
4,9
2,6
0,6
1,6
1,7
1,5
1,8
2,7
1,4
1,1
1,2
1,6
1,8
1,6
1,1
4,6
2,4
0,8
1,9
1,7
1,6
1,9
2,7
1,4
1,1
1,3
1,7
1,9
1,7
1,4
5,0
2,6
1,1
1,8
1,5
1,9
2,0
2,7
1,4
1,0
0,9
1,7
1,9
1,6
1,2
4,5
2,2
1,0
1,8
1,5
2,1
1,8
2,7
1,5
1,2
1,5
1,8
1,9
1,2
1,3
5,5
2,0
1,3
1,9
1,4
1,9
1,9
1,9
UE
2,2
2,0
1,7
1,5
1,5
1,6
1,7
1,8
1,8
1,7
1,8
1,6
1,7
1,0
1,0
Media
3 mejores
Criterio
Maastricht
1,2
1,1
1,0
0,9
1,0
(Fn-L-S)
(Fn-L-S)
(Fn-Au-S)
(B-Fn-Fr)
(Fn-Fr-L)
2,7
2,6
2,5
2,4
2,5
(Fn-Fr-Au) (Fn-Fr-Au)
2,5
2,5
Nota: Au: Austria; B: Bélgica; Fn: Finlandia; Fr: Francia; Ir: Irlanda; L: Luxemburgo; S: Suecia.
Fuente: INE.
1,1
1,1
1,0
1,2
1,0
1,2
(Au-Ir-L)
(Au-Ir-Fr)
(Au-Ir-Fr)
(Au-B-Ir)
(Au-B-Ir)
(Au-Fn-Fr)
2,6
2,6
2,5
2,7
2,5
2,7
87
MEMORIA 1997
año el criterio de convergencia en precios requerido para participar
en la UEM49, cuyo umbral se situó en el 2,7 por 100.
Analizando la evolución del IPC por sectores, en 1997 se produjo un aumento de la brecha que separa los precios de los servicios
de los precios de los bienes industriales. Mientras los primeros
cayeron sólo ligeramente en tasa interanual media respecto al año
anterior, del 3,7 por 100 al 3,4 por 100, los segundos pasaron de
una tasa interanual media del 3,3 por 100 en 1996 al 1,8 por 100 en
1997. Así, el diferencial entre los precios de los servicios y los precios de los bienes industriales se situó en 1,6 puntos en diciembre
de 1997, tras haber alcanzado un diferencial inferior al medio
punto a finales del año anterior (gráfico I-10).
GRÁFICO I-10
IPC POR SECTORES, 1996 Y 1997
(Tasas de variación interanual)
5,0
4,0
3,0
2,0
1,0
Alimentos
B. Indus.
Dic.
Oct.
Nov.
Ago.
Sept.
Jul.
Jun.
Abr.
May.
Feb.
Mar.
Ene.-97
Dic.
Oct.
Nov.
Sept.
Jul.
Ago.
Jun.
Abr.
May.
Feb.
Mar.
-1,0
Ene.-96
0,0
Serv. sin alqu.
Fuente: INE, Boletín Mensual de Estadística.
49
Se recuerda que el criterio de convergencia en precios se estableció en el
Tratado de Maastricht y consiste en no superar por más de 1,5 puntos la media resultante de la inflación media anual de los tres Estados miembros con un mejor registro.
88
PANORAMA ECONÓMICO
La evolución de los precios de los servicios supuso la inversión,
en el mes de mayo de 1997, de la tendencia bajista iniciada a finales
de 1996, observándose un tirón adicional en los meses de verano, lo
que situó la interanual en un nivel máximo del 4,1 por 100 en agosto, para después mejorar en los últimos meses del año hasta el 3,5
por 100 de diciembre. Sin embargo, la aceleración de los precios de
los servicios en los meses centrales del año no se extendió por igual
a todos sus componentes, sino que se centró en el aumento de los
precios del transporte no terrestre, y en especial del transporte aéreo
como consecuencia del encarecimiento de las tarifas de avión debido a la fuerte apreciación del dólar desde julio. Asimismo, se incrementaron en dichos meses los precios de los servicios turísticos
debido tanto a la campaña turística interna en un contexto de despegue del consumo privado, como de los viajes al extranjero por efecto de la apreciación de la divisa norteamericana. Por último,
también influyeron negativamente en la evolución de los precios de
los servicios el incremento de las cuotas médicas tras la introducción de un nuevo impuesto del 4,0 por 100 sobre las primas de seguros y el progresivo encarecimiento de los servicios ligados con la
vivienda en propiedad.
Los servicios,
más
inflacionistas
que el resto
Por su parte, los precios de consumo de los bienes industriales
no energéticos mostraron una progresiva desaceleración hasta el
mes de septiembre, llegando incluso a alcanzar tasas interanuales
negativas entre los meses de mayo y agosto, apoyados en la moderación de los precios al por mayor de estos bienes, tanto nacionales
como de importación. No obstante, a finales de año se produjo un
moderado repunte de la tasa interanual de dichos precios que se
situó en diciembre en el 1,5 por 100, en todo caso, en torno a un
punto y medio por debajo de la interanual del mismo mes del año
anterior.
Por clases de gasto, todos los componentes del IPC, considerando la tasa interanual media, registraron una significativa desaceleración, siendo los alimentos elaborados, el menaje y los alimentos
no elaborados los que alcanzaron mayores caídas cifradas en 4,1,
2,5 y 2 puntos respectivamente. Considerando la tasa interanual a
diciembre, todos los componentes, a excepción, al igual que sucediera en 1996, de los alimentos no elaborados, han registrado una
caída adicional de la misma entre finales de 1996 y finales de 1997.
Así, los alimentos elaborados, el transporte y el menaje fueron los
89
MEMORIA 1997
CUADRO I-18
COMPONENTES DEL IPC EN 1997
Ponderación
(%)
Incremento
(%) (1)
29,4
1,5
–
No elaborados
11,9
3,2
+
Elaborados
17,5
0,4
–
70,6
2,2
–
Vestido y calzado
11,5
1,9
–
Vivienda
10,3
3,2
–
Menaje
6,7
1,4
–
Medicina
3,1
3,0
–
Transporte
16,5
1,2
–
7,3
1,7
–
15,3
3,3
–
Componentes
Alimentación
No alimentación
Cultura
Otros
Respecto al Índice Respecto al año
General, 2,0% (
) anterior (+ –)
Notas: Con signo ( ) se indica mayor o menor incremento respecto del índice general. Con signo (+ –) se
indica aumento o disminución en 1997 respecto a la variación del índice de cada componente
experimentada en 1996.
(1) Tasas de variación interanual a diciembre.
Fuente: INE, Boletín Mensual de Estadística.
componentes que registraron un mayor descenso de sus tasas interanuales entre diciembre de 1997 y el mismo mes del año anterior,
hasta situarse en dicho mes en el 0,4 por 100, 1,2 por 100 y 1,4 por
100 respectivamente (cuadro I-18).
Por lo que se refiere a los precios de los alimentos, su evolución
fue claramente no inflacionista con una caída de su interanual
desde el 2,9 de finales de 1996 hasta el 1,5 por 100 en diciembre de
1997, favorecida por el buen año agrícola y el consiguiente aumento de la oferta de productos alimenticios. En dicha evolución
influyó asimismo, la vuelta a la normalidad de los precios del sector cárnico tras la alteración de los precios de la carne de vaca y de
90
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-19
PRINCIPALES RÚBRICAS DEL IPC EN 1997
(Tasas de variación anual media)
Las que más subieron
1. Tabaco (16,8%)
2. Leche (9,3%)
3. Enseñanza General Básica (6,8%)
4. Vivienda en alquiler (6,2%)
5. Pescado fresco y congelado (5,8%)
Las que más bajaron
1. Aceite y grasas (–26,8%)
2. Correos y comunicaciones (–6,8%)
3. Frutas frescas (–3,0%)
4. Preparados de hortalizas (–2,2%)
5. Patatas y sus preparados (–2,0%)
Fuente: INE, Boletín Mensual de Estadística.
sus sustitutos surgida el año anterior por el problema de “las vacas
locas”, así como la corrección a la baja experimentada por algunos
precios agrícolas entre los que destaca el del aceite de oliva. En
efecto, entre las principales rúbricas del IPC (cuadro I-19), los
aceites y grasas fueron las que mostraron las mayores caídas de sus
precios, mientras, por el contrario, entre las que experimentaron un
mayor crecimiento destaca el tabaco, debido a la traslación a precios finales, que todavía se produjo en los tres primeros meses de
1997, de la subida impositiva llevada a cabo por el Gobierno sobre
dicho bien en julio de 1996.
La inflación subyacente por su parte, definida como el IPC
menos los precios de los alimentos sin elaborar y los precios de los
productos energéticos, tras mantenerse desde mediados de 1996
por debajo del IPC general, tuvo una evolución distinta en 1997
(gráfico I-11). Si bien en los primeros meses del año la inflación
subyacente se mantuvo por debajo de la inflación general, dicha
tendencia se invirtió a medida que avanzaba el año. No obstante, el
núcleo de la inflación, obtenido por la eliminación de los componentes más volátiles del índice, también demostró estar bajo control al situarse en diciembre en el 2,0 por 100, en el mismo nivel
que el IPC general y un punto por debajo de la tasa interanual de
diciembre del año anterior.
La inflación de las Comunidades Autónomas siguió la tendencia
bajista del índice general nacional, con una evolución semestral
similar, lo que se tradujo en una considerable desaceleración de los
precios en los primeros meses del año y un moderado repunte a
Un IPC sin
grandes
divergencias
regionales
91
MEMORIA 1997
GRÁFICO I-11
EVOLUCIÓN DEL IPC
Y DE LA INFLACIÓN SUBYACENTE, 1993-1997
(Tasas de variación interanual)
7
6
5
4
3
2
IPC general
Jul
Oct
Abr
Oct
1997 - Ene
Jul
Abr
1996 - Ene
Jul
Oct
Abr
Oct
1995 - Ene
Jul
Abr
1994 - Ene
Jul
Oct
Abr
0
1993 - Ene
1
Inflación subyacente
Fuente: INE, Boletín Mensual de Estadística.
finales. Así, la tasa de inflación media anual siguió cayendo en
todas las Comunidades, con recortes en la mayoría de ellas que
oscilaron entre uno y dos puntos, a excepción de Extremadura que
registró la caída máxima, cifrada en 2,3 puntos, y Canarias que
redujo tan sólo su inflación media en tres décimas. Entre las menos
inflacionistas se encontraron Andalucía con una interanual media
del 1,5 por 100, Castilla-La Mancha, Extremadura y la Comunidad
de Madrid con un 1,8 por 100, y Galicia con un 1,9 por 100. Las
mayores tasas interanuales de inflación media fueron las de Navarra
con un 2,9 por 100, La Rioja con un 2,5 por 100, y Baleares,
Canarias y el País Vasco con un 2,3 por 100 (cuadro I-20). Esta evolución de los precios ha permitido además reducir la dispersión
entre las comunidades más inflacionistas y las menos por debajo del
92
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-20
IPC POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS EN 1997
(Tasa de variación interanual media)
Las más inflacionistas
1. Navarra (2,9%)
2. La Rioja (2,5%)
3. Baleares, Canarias, País Vasco (2,3%)
Las menos inflacionistas
1. Andalucía (1,5%)
2. Cast.-La Mancha, Extremadura, Madrid (1,8%)
3. Galicia (1,9%)
Fuente: INE, Boletín Mensual de Estadística.
punto y medio, tras mantenerse cercana a los dos puntos durante los
dos últimos años.
En el caso de otros índices de precios, cabe destacar la evolución de los precios de importación, que tras experimentar las máximas tasas de crecimiento del año en los meses de verano, como
consecuencia de la apreciación del dólar y de la consiguiente
depreciación del tipo de cambio efectivo de la peseta, mostraron
posteriormente una moderada desaceleración impulsados por la
caída de los precios del petróleo a finales de año, aunque ello no ha
evitado que en media del año su tasa de variación fuese del 4,5 por
100, dos puntos superior a la alcanzada el año anterior.
Aumentan los
precios de
importación
Por su parte, el Índice de Precios Industriales (IPRI) mantuvo
en 1997 la tendencia bajista iniciada en 1995, lo que se tradujo en
una caída de la tasa interanual media hasta el 1,0 por 100, siete
décimas por debajo de la del año anterior. Este recorte de los precios industriales es tanto más llamativo cuanto que se ha producido en un contexto de aceleración del crecimiento de la producción
industrial, hasta tasas cercanas al 7,0 por 100, y de incremento de
la utilización de la capacidad productiva, hasta situarse en torno al
nivel del 80 por 100 en el conjunto del año frente al 77,1 de finales de 1996.
Si bien la evolución del IPRI ha sido muy favorable durante
todo el año, en torno al verano se produjo un moderado cambio de
tendencia debido al incremento experimentado desde entonces por
los precios de los bienes intermedios. Desde mediados de año los
componentes por destino económico de dicho índice tuvieron un
93
MEMORIA 1997
comportamiento bien diferenciado. Mientras los precios de los bienes de consumo y de los bienes de equipo mantuvieron una tendencia decreciente que se tradujo en una caída de la interanual media
desde el 3,9 por 100 de 1996 hasta el 0,9 por 100 en el primer caso,
y desde el 2,4 por 100 hasta el 1,3 por 100 en el segundo, los precios de los bienes intermedios pasaron de una tasa negativa del 0,5
por 100 a una positiva del 1,1 por 100 de media en 1997 (gráfico I12). Tras mantener en los primeros meses del año tasas de crecimiento prácticamente nulas, los precios de los bienes intermedios,
invirtieron su tendencia en el segundo semestre hasta un máximo
del 2,9 por 100 en agosto, como consecuencia tanto del progresivo
aumento de los precios de las materias primas no energéticas como
de la incidencia negativa de la apreciación del dólar sobre los
energéticos. Sin embargo, este repunte fue moderándose a finales de
año hasta traducirse en una considerable reducción en diciembre del
componente energético, influido sobre todo por el desplome del preGRÁFICO I-12
COMPONENTES DEL ÍNDICE DE PRECIOS INDUSTRIALES, 1994-1997
(Tasas de variación interanual)
12
10
8
6
4
2
0
Bienes Consumo
Fuente: INE, Boletín Mensual de Estadística.
94
Nov.
Jul.
Sept.
Mar.
Bienes Intermedios
May.
Nov.
Ene.-97
Jul.
Sept.
Mar.
Bienes Equipo
May.
Nov.
Ene.-96
Jul.
Sept.
Mar.
May.
Nov.
Ene.-95
Jul.
Sept.
Mar.
May.
-4
Ene.-94
-2
PANORAMA ECONÓMICO
cio del crudo en los mercados internacionales. Así, en 1997 se ha
afianzado la ausencia de tensiones inflacionistas por el lado de los
costes detectada ya el año anterior, lo que además permite anticipar
una moderación del índice de precios general en los primeros meses
de 1998.
Por último el deflactor del PIB, indicador que incluye tanto los
precios de la producción como del consumo, creció un 2,3 por 100
en 1997, mostrando una clara desaceleración frente al 3,2 del año
anterior. A diferencia de lo que sucediera en 1996, año en que
mostró un perfil claramente descendente en los distintos trimestres
del año para situarse por debajo del IPC medio, en 1997 el deflactor del PIB tuvo un comportamiento bastante estable y se situó en
el conjunto del año tres décimas por encima del IPC medio.
El deflactor del
PIB, 3 décimas
superior al IPC
5.2. EL DINERO ACUDIÓ A LOS FONDOS DE INVERSIÓN
Por lo que se refiere a la evolución de los agregados monetarios,
el año 1997 se caracterizó por una contracción de la oferta monetaria, mostrando los Activos Líquidos en manos del Público (ALP)
una evolución bajista a lo largo del año y unas tasas de crecimiento
que no se deducirían del comportamiento de sus factores determinantes, como son la renta real y los tipos de interés. En un contexto
de crecimiento de la actividad y de reducción continuada de los
tipos de interés, los ALP registraron un crecimiento interanual a
finales de año del 3,6 por 100, lo que supuso una caída de casi tres
puntos respecto a las tasas de crecimiento de finales de 1996. Los
ALP crecieron en media anual un 5,1 por 100, muy por debajo, por
segundo año consecutivo, del objetivo del 7,0 por 100 fijado por el
Banco de España en la programación monetaria para 1997.
La oferta
monetaria
moderó su
crecimiento
Esta evolución se explica fundamentalmente por el incremento
de los movimientos hacia activos más líquidos en un contexto
económico de despegue del consumo privado, pero sobre todo, por
la persistencia de los desplazamientos hacia la adquisición de participaciones en fondos de inversión observados el año pasado.
En este sentido, el Banco de España ya señaló en 1996 el deterioro del nivel informativo suministrado por los ALP como agregado monetario de referencia, al verse sustancialmente distorsionado
por el progresivo crecimiento de los desplazamientos de activos
95
MEMORIA 1997
hacia los fondos de inversión, sobre todo en dicho año. Por ello, si
bien no se incluyó en la programación monetaria de 1997, el Banco
de España propuso la construcción y seguimiento de un indicador
complementario a los ALP que incorporara los fondos de inversión: los ALPF50, con la idea de que pudiese ser considerado como
un indicador más fiable de la evolución de los agregados monetarios en el futuro. Considerando dicho agregado más amplio, publicado desde enero de 1997 y seguido por la autoridad monetaria, la
evolución de la liquidez ha mostrado un perfil de desaceleración
más moderado puesto que, en tasa interanual, habría caído del 9,8
por 100 de finales de 1996 al 8,3 por 100 en diciembre de 1997. Si
bien los ALPF han crecido durante todo el año a tasas superiores a
las de los ALP, han mostrado en los últimos meses del año cierta
moderación debida, por un lado, a la desaceleración de los ALP, y
por otro, a la importancia creciente de los desplazamientos desde
depósitos hacia participaciones en fondos de renta variable dada la
favorable evolución bursátil, y en menor medida, hacia fondos en
divisas, estando las participaciones de ambos tipos de fondos
excluidas de la definición de ALPF debido a la volatilidad de sus
rentabilidades.
27 billones en
fondos de inversión
A lo largo de 1997 se ha acentuado el proceso de reestructuración de la riqueza financiera de las empresas y familias incentivado
por la disminución de los tipos de interés. Ello ha supuesto la búsqueda de activos financieros de mayor rentabilidad financiera y fiscal, lo que se ha traducido en la reducción de las tenencias
de activos de renta fija en favor de las participaciones en fondos de
inversión. Esta canalización de la demanda de activos tanto de renta
variable como de renta fija, por parte de los fondos de inversión, ha
aumentado de forma considerable el patrimonio de los mismos en
detrimento de los depósitos a plazo. Así, el patrimonio de los fondos de inversión a finales de 1997 se estimaba en 27 billones de
pesetas, es decir 8,3 billones de pesetas superior al del año anterior,
lo que muestra una aceleración respecto al incremento de 6,5 billones de pesetas registrado en 1996. Esta evolución contrasta con la
caída de los depósitos a plazo cifrada en 2,7 billones de pesetas
La variable ALPF se define como: Activos Líquidos en manos del Público
(ALP) - Activos Líquidos emitidos por las Administraciones Públicas + Activos
Líquidos emitidos por los fondos de inversión de renta fija puros y mixtos Activos Líquidos en poder de dichos fondos.
50
96
PANORAMA ECONÓMICO
GRÁFICO I-13
PATRIMONIO DE LOS FONDOS DE INVERSIÓN (1)
Y EVOLUCIÓN DE LOS DEPÓSITOS A PLAZO (2), 1992-1997
(En miles de millones de pesetas)
30.000
Miles de millones de pesetas
25.000
20.000
15.000
10.000
Fim + Fiamm
4T
3T
2T
4T
1T 1997
3T
2T
1T 1996
4T
3T
2T
4T
1T 1995
3T
2T
4T
1T 1994
3T
2T
4T
1T 1993
3T
2T
0
1T 1992
5.000
Dep. a plazo
Nota: (1) Patrimonio de los fondos de inversión. FIM y FIAMM (datos trimestrales).
(2) Datos a fin de mes.
Fuente: Banco de España, Boletín Estadístico.
este año, frente a la de medio billón registrada en 1996, con lo que
el volumen total de dichos depósitos se situó a finales de año en
21,5 billones de pesetas (gráfico I-13).
Por otro lado, la evolución de los ALP y de los ALPF en 1997
contrasta sustancialmente con la seguida por indicadores más estrechos como son la M1 y la M251, que mostraron una clara aceleración
a lo largo del año, como consecuencia de los avances de los depósitos a la vista y de ahorro, hasta alcanzar a finales de año tasas cer51
La M1 es la variable monetaria más restringida e incluye el efectivo en
manos del público y los depósitos a la vista. La M2 incluye las partidas de la M1
más los depósitos de ahorro.
97
MEMORIA 1997
canas al 12,0 y al 11,0 por 100 respectivamente, lejos del crecimiento del 7,5 por 100 alcanzado por ambos indicadores en
diciembre del año anterior. Esta evolución se explicaría, por un
lado, por el dinamismo del consumo y por la evolución de la formación bruta de capital a lo largo del año, lo que se ha traducido en
un incremento de la demanda de saldos líquidos por motivo transacción, y por otro, por la disminución de los diferenciales entre la
rentabilidad de los depósitos a la vista y de ahorro y los depósitos a
plazo, lo que ha reducido el coste de oportunidad de mantener saldos en los activos menos rentables.
Aumentó el crédito
a empresas y
familias
En cuanto a las contrapartidas de los ALP, el crédito interno a
empresas y familias concedido por el sistema crediticio y por los
mercados monetarios experimentó una aceleración progresiva a lo
largo del año, en consonancia con el dinamismo de la demanda
interna y de la trayectoria descendente de los tipos de interés. Así,
alcanzó un crecimiento interanual medio del 11,2 por 100, tres
puntos y medio superior a la media de 1996, rebasando, a diferencia de lo que sucediera el año anterior, el objetivo del 9,0 por 100
fijado por el Banco de España en la programación monetaria para
1997.
Por el contrario, la captación de recursos por parte de las
Administraciones Públicas del sistema crediticio y de los mercados
monetarios mantuvo la senda descendente iniciada a finales de 1995,
acentuándose respecto al año anterior como consecuencia de la decidida opción por contener el gasto público. Así, tras iniciar el año con
tasas cercanas al 4,0 por 100, el crédito interno a las Administraciones
Públicas cayó hasta el 0,2 por 100 en diciembre. Esta evolución permitió situar la interanual media de dicha variable en el 2,3 por 100,
casi cinco puntos inferior a la de 1996 y lejos del objetivo del 5,0 por
100 fijado por la autoridad monetaria en su programación para 1997.
5.3. LOS TIPOS DE INTERÉS CUMPLIERON CON LA CONVERGENCIA
La favorable evolución de la inflación y las perspectivas de cumplimiento de los objetivos fijados en precios para el conjunto del
año, junto con la estabilidad de la peseta en los mercados cambiarios y la mejora de las expectativas sobre el proceso de convergencia
de cara a la UEM, permitieron al Banco de España continuar el proceso de descenso de los tipos de interés oficiales reiniciado en 1996
98
PANORAMA ECONÓMICO
tras el parón observado el año anterior. Los logros conseguidos en el
proceso de convergencia nominal de la economía española frente a
sus socios europeos permitieron a la autoridad monetaria española
recortar los Certificados de Depósito del Banco de España (CBE)52
en un punto y medio en 1997, la mitad de la caída del año anterior,
en un contexto de estabilidad de los tipos de interés de referencia de
la mayoría de los países europeos, e incluso de moderado repunte a
finales de año, liderados por el movimiento alcista del tipo de referencia de la autoridad monetaria alemana en octubre53.
Así, el tipo oficial del dinero bajó hasta el 4,75 por 100 en
diciembre tras seis recortes de un cuarto de punto cada uno, cuatro
de ellos en el primer semestre del año. El comportamiento de la
autoridad monetaria se caracterizó, desde el verano, por una mayor
prudencia, influido tanto por los condicionantes internacionales,
como por la progresiva aceleración del crecimiento de la economía
española. Por lo que se refiere al contexto internacional, a mediados
de año se produjo un cambio en las expectativas sobre la evolución
de los tipos de interés en Estados Unidos, que se esperaba fueran
aumentando progresivamente ante el peligro de recalentamiento de
la economía norteamericana, así como en Europa, liderados por el
cambio de tendencia de los tipos de referencia alemanes. Asimismo,
se produjeron episodios concretos de inestabilidad en los mercados
cambiarios derivados de la apreciación del dólar y de la volatilidad
de las bolsas internacionales desencadenada por la crisis de las divisas del Sudeste asiático. Sin embargo, la creciente percepción de que
la convergencia nominal de la economía española con el resto de
economías europeas requería seguir aproximando los tipos de interés
españoles, básicamente a los tipos alemanes, ante la proximidad del
inicio de la UEM y de la política monetaria única en Europa, propició los dos últimos recortes de los CBE del Banco de España.
El dinero, un
punto y medio
más barato
Los Certificados de Depósito del Banco de España (CBE) indican el tipo de
interés de referencia sobre el que actúa el Banco de España para modificar la orientación de la política monetaria.
53
El Bundesbank fue reduciendo de forma progresiva sus tipos de interés de
referencia desde septiembre de 1992, no habiendo modificado los tipos de referencia lombardo y de descuento desde abril de 1996. Sin embargo, en octubre de 1997
incrementó el tipo de los repos que se mantenía en el 3,0 desde agosto de 1996,
hasta el 3,3 por 100, marcando un cambio de tendencia en la dirección futura de
los tipos de interés alemanes. Este movimiento preventivo de la autoridad monetaria alemana fue además, seguido por los bancos centrales de Francia, Austria,
Bélgica, Holanda y Dinamarca.
52
99
MEMORIA 1997
La suavización de las condiciones monetarias ha supuesto la
reducción de los tipos de interés en todos los plazos, con el consiguiente desplazamiento a la baja de la curva de rentabilidades y el
aplanamiento de la misma como consecuencia de haberse producido, en media anual, caídas de mayor intensidad en el plazo largo de
la curva. En todo caso, dichos recortes se tradujeron en el acercamiento progresivo de los tipos de interés españoles con los vigentes
en el resto de países de la Unión Europea. Por lo que se refiere a
los tipos de interés a corto plazo medidos por el tipo de interés del
mercado interbancario a tres meses, pasaron de un interés medio
del 7,5 por 100 en 1996 a un 5,4 por 100 este año, situándose en
diciembre en el 4,8 por 100, punto y medio por debajo del nivel de
finales del año anterior. Esta evolución ha supuesto la reducción del
diferencial de dicho tipo con el equivalente alemán hasta situarlo
en diciembre ligeramente por encima de un punto, frente a los 3,2
puntos de finales de 1996 (gráfico I-14).
GRÁFICO I-14
TIPOS DE INTERÉS: DIFERENCIALES CON ALEMANIA, 1994-1997
Imagen PostScript
Gr‡fico I-14.eps
Fuentes: Banco de España, Boletín Estadístico.
100
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-21
TIPOS DE INTERÉS REALES DE ESPAÑA, ALEMANIA Y FRANCIA, 1991-1997
Tipo a corto plazo (1)
Tipo a largo plazo (2)
Años
Alemania
Francia
España
Alemania
Francia
España
1991
5,5
6,3
7,3
4,9
5,8
6,6
1992
4,4
7,7
7,4
2,9
6,2
6,7
1993
2,7
6,2
7,1
2,0
4,7
5,,5
1994
2,6
4,0
3,3
4,2
5,5
4,6
1995
2,5
4,6
4,7
5,0
5,7
6,2
1996
1,7
1,8
4,0
4,7
4,3
5,2
1997
1,6
2,1
3,4
3,9
4,4
4,4
(1) Medias anuales de los tipos del interbancario a 3 meses, deflactados por el IPC medio anual.
(2) Medias anuales de los tipos de interés de la deuda a 10 años, deflactados por el IPC medio anual.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Banco de España y del Ministerio de Economía.
Por su parte, los tipos de interés reales a tres meses54 que son los
tipos más relevantes en la decisión de gasto de los agentes económicos, también tuvieron una favorable evolución al pasar a niveles
medios del 3,4 por 100 en 1997, frente al 4,0 por 100 del año anterior. Ello supuso asimismo, una reducción de los diferenciales de
dichos tipos frente a sus homólogos, tanto alemanes como franceses, diferenciales que pasaron del 2,3 por 100 al 1,6 por 100 en el
primer caso y del 2,2 por 100 al 1,3 por 100 en el segundo, mostrando la progresiva convergencia de la economía española con las
europeas (cuadro I-21).
Los tipos de
interés reales se
acercan a los
alemanes y
franceses
En cuanto a los tipos de interés a largo plazo, su evolución se
caracterizó por un progresivo recorte como consecuencia, por un
lado, del asentamiento en los mercados de la mejora de las perspectivas inflacionistas y de consolidación fiscal a medio plazo y,
54
Tipo de interés del mercado interbancario (MIBOR) a 3 meses deflactado
por la tasa interanual del IPC.
101
MEMORIA 1997
por otro, por la mayor confianza en el proceso hacia la UEM y en
la participación de la economía española en el grupo integrante
del euro. En este sentido, la decisión del ECOFIN informal de
septiembre de aclarar a comienzos de mayo de 1998 qué países
formarán parte de la UEM y de fijar las paridades de conversión
al euro de las divisas participantes, impulsó a la baja sobre todo
las rentabilidades de la deuda de los países del área mediterránea,
consolidando los diferenciales frente a la deuda alemana en los
niveles más bajos de los últimos años. Este elemento predominó
sin duda sobre otros, de tipo más coyuntural, surgidos despues
del verano, como el cambio de sesgo de la política monetaria del
banco central alemán o la turbulencia bursátil originada en los
mercados asiáticos, que no afectaron especialmente a las rentabilidades de la deuda europea en general, ni a la española en particular.
Así, los tipos de interés de las Obligaciones del Estado a diez
años se situaron en diciembre en torno al 5,6 por 100, casi un punto
y medio por debajo del cierre de 1996. Ello se tradujo en una sustancial reducción del diferencial entre los activos españoles y sus
homólogos alemanes, siendo algo más acusada en la primera parte
del año que en la segunda. El diferencial entre los bonos españoles
y el “bund” alemán pasó de situarse en 1,2 puntos a finales de 1996
a mantenerse de forma estable por debajo del medio punto tras el
verano, y cerrar el año a niveles históricamente bajos de unas tres
décimas (gráfico I-14).
Asimismo, los tipos de interés reales a largo plazo55 mantuvieron la tendencia bajista iniciada el año anterior, con una caída cercana al punto en el conjunto del año hasta situarse en media en el
4,4 por 100, lo que supone la equiparación con los tipos reales
franceses y el mantenimiento tan sólo medio punto por encima de
sus homólogos alemanes (cuadro I-21).
Bolsa: un año
volátil pero
rentable
Por otro lado, el continuo descenso de los tipos de interés a
largo plazo en un contexto de caída de los precios, de aceleración
de la actividad económica y de incremento de los beneficios empresariales, favoreció el incremento de las rentabilidades en los merca55
Tipos de interés de la deuda pública a diez años, deflactados por la tasa interanual de inflación.
102
PANORAMA ECONÓMICO
dos de renta variable de toda Europa. La bolsa española no fue
ajena a dicha evolución y al igual que el resto de bolsas europeas,
inició el año con una trayectoria claramente alcista que dio paso
posteriormente a una gran volatilidad, sobre todo en el segundo
semestre, al verse contagiada por los movimientos en otras bolsas
internacionales y por los cambios de las expectativas sobre la evolución futura de los tipos de interés en Estados Unidos y
Alemania. Así, las cotizaciones de la bolsa española experimentaron un considerable descenso en julio, que se acentuó en octubre a
raíz de la crisis monetaria y bursátil que afectó a los países del
Sudeste asiático.
En todo caso, 1997 se caracterizó por una notable expansión de
la contratación bursátil en las plazas españolas con un sustancial
incremento de la participación de los pequeños accionistas como
consecuencia de la menor emisión de renta fija, del aumento acumulado del ahorro financiero y de los procesos de privatización llevados a cabo durante el año. Todo ello se concretó en una favorable
acogida, sobre todo del inversor residente, de las acciones de las
empresas que empezaron a cotizar en Bolsa en 1997, así como de
las acciones provenientes de la venta de las participaciones del
Estado de determinadas empresas públicas, entre las que destacaron las colocaciones de acciones de Telefónica, Repsol, Endesa y
Aceralia56.
El pequeño
ahorrador
invirtió en Bolsa
Así, el índice general de la Bolsa de Madrid se situó en diciembre en torno al 630, casi 200 puntos por encima del cierre de 1996
tras mantenerse todo el año por encima del 450, nivel no alcanzado en ninguna sesión del año anterior. Por su parte, el Ibex-35,
índice compuesto por los 35 valores más significativos, mostró
también una clara tendencia alcista a lo largo del año, al superar
la cota del 5.000, valor tampoco alcanzado en ninguna de las
sesiones del año anterior. La rentabilidad de ambos índices se
situó en 1997 casi un 39 por 100 por encima de la del año anterior, aumentando los niveles de contratación de acciones desde 10
billones de pesetas en 1996 a 19,5 billones de pesetas en 1997,
tras haberse ya incrementado en un 50 por 100 el año anterior
respecto a 1995.
56
Ver apartado 6.3. “Un año de privatizaciones: el estado de la cuestión”, que
se desarrollará en este mismo Capítulo I de la Memoria.
103
MEMORIA 1997
5.4. LA PESETA, CÓMODA EN EL SME
Por segundo año consecutivo y a diferencia de la evolución de los
mercados cambiarios europeos desde 1992, el Sistema Monetario
Europeo (SME) se caracterizó por la estabilidad, en ausencia de
tensiones cambiarias significativas sobre las divisas del mecanismo de cambios europeo. A lo largo del año fue aceptándose la idea
de que las paridades efectivas de incorporación a la UEM de las
divisas europeas que integren el euro, se ajustarán previsiblementre
a los tipos de cambio de mercado. La evolución de la peseta a lo
largo de 1997 frente al resto de divisas europeas se explica así, en
gran parte, por los condicionantes derivados de la decisión de qué
monedas formarán parte del euro en 1998 y de cuáles serán los
tipos de conversión que se establezcan. En este contexto, la peseta
cotizó durante todo el año en la parte alta de su banda de fluctuación frente al marco, es decir, por debajo de su paridad central frente a la divisa germana que se sitúa en 85,07 pta./DM, acercándose
tan sólo a dicho nivel en los primeros meses del año. En el conjunto de 1997 la peseta se mantuvo en una cotización media de 84,4
pta./DM, lo que supuso una ligera depreciación frente al marco
alemán respecto a 1996, cifrada en un 0,3 por 100. Frente al franco
francés y la lira italiana la depreciación de la divisa española ha
sido algo mayor, 1,3 por 100 y 4,4 por 100 respectivamente en
media anual.
Fuerte
depreciación frente
al dólar
Pero sin duda lo más significativo del año 1997 fue la apreciación de las divisas anglosajonas, lideradas por el tirón alcista del
dólar como consecuencia de la confianza en la economía americana. En el caso español, esta evolución supuso una depreciación
media anual de la peseta del 15,6 por 100 frente al dólar, y del 21,2
por 100 frente a la libra esterlina.
En términos de tipo de cambio efectivo nominal (TCEN), es
decir, ponderado por el peso de las relaciones comerciales con sus
principales socios de la Unión Europea, la peseta se depreció casi
un 4,0 por 100 en media del año, en contraste con la moderada
apreciación del año anterior. La divisa española siguió la misma
evolución depreciadora en términos de tipo de cambio efectivo real
(TCER), es decir, deflactando el tipo de cambio efectivo nominal
por el Índice de Precios de Consumo, contribuyendo a mejorar la
competitividad vía precios de la economía española (cuadro I-22).
104
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-22
APRECIACIÓN (+) / DEPRECIACIÓN (–) DE LA PESETA, 1992-1997
(Tasas de variación interanual)
Periodos
Media 1995
Media 1996
Media 1997
Dic. 96-Dic. 97
Sep. 92-Dic. 97
Pta./DM
Pta./FF Pta./Lira Pta./Libra
Pta./$
TCEN
TCER
–5,4
3,3
–0,3
–3,5
0,9
–1,3
7,8
–7,2
–4,4
4,0
–0,5
–21,2
6,9
–1,6
–15,6
–1,4
0,3
–3,7
0,3
1,3
–3,5
–0,4
–25,6
–1,4
–27,7
2,6
0,2
–14,9
–38,4
–14,9
–54,2
–2,4
–18,5
–2,1
–13,7
Fuente: Banco de España, Boletín Estadístico.
6. SECTOR PÚBLICO: A UN PASO DE LA UNIÓN
MONETARIA
Las amplias repercusiones de la acción pública en la economía,
uno de cuyos principales instrumentos es el Presupuesto, hacen
necesaria una información detallada de las cuentas públicas para
poder apreciar su grado de influencia real. Sin embargo, esa información dista mucho de ser completa y coordinada, sobre todo por
la enorme diferencia temporal en la aparición de datos oficiales
acerca de la ejecución de lo presupuestado en los distintos ámbitos
públicos con capacidad de gasto. Esta circunstancia, por lo demás
crónica en tantas Haciendas con cierto grado de descentralización,
indica los cauces por donde ha de discurrir la descripción y el
comentario del año en lo que al Sector Público se refiere: habrá que
circunscribirlos a la Administración Central para las grandes cifras
—excepto el volumen de endeudamiento— y al Estado para un
mínimo detalle, pese a que el avanzado proceso de transferencia de
las políticas de gasto y de las fuentes de financiación indica que
han reducido de manera sustancial su importancia cuantitativa en el
conjunto.
A este panorama se añade una variable más, que modifica la
anterior estructura presupuestaria: el traspaso al ámbito autonómico —a las Comunidades Autónomas que acepten el nuevo sistema
de financiación— de un 15,0 por 100 del IRPF, ampliable hasta un
30,0 por 100 en cuatro años. Dicho traspaso incluye competencias
en la definición de la tarifa y de algunas deducciones. Esta deci105
MEMORIA 1997
sión, con fuerte repercusión en la autonomía financiera de las
Comunidades, se traduce también en un importante cambio metodológico en las cuentas del Estado, ya en 1998, que afecta a la
comparabilidad de las cifras previstas para este ejercicio con las
correspondientes a los anteriores.
Debe, por tanto, entenderse este capítulo no como un repaso al
panorama de las cuentas públicas, sino sólo a una parte de ellas,
aunque en ocasiones se expongan también algunos resultados de
otros dos grandes elementos del Sector Público, las Comunidades
Autónomas y las Corporaciones Locales. Como complemento, este
año se incluirá una síntesis de las acciones de liberalización de
determinadas actividades económicas hasta ahora dominadas por el
sector público empresarial, pieza que cierra el conjunto público en
sentido amplio.
Se cumplió
ampliamente el
objetivo de déficit
En todo caso, la principal noticia del año 1997 sí se refiere al
conjunto del Sector Público, y puede calificarse de excelente: el
déficit de las Administraciones Públicas en términos de contabilidad nacional se situó en 1997 en un 2,6 por 100 del PIB, cuatro
décimas menos del previsto. Tras dos años de intenso ajuste, el
saldo negativo de las cuentas públicas de 1997 exhibe uno de los
mejores registros del último decenio, aprovechando plenamente el
momento alcista del ciclo económico (gráfico I-15).
Las cuentas del Estado fueron las que originaron este resultado, al
cerrar el ejercicio con un saldo negativo algo menor del 2,1 por 100
del PIB, más de cuatro décimas inferior al fijado en el Programa de
Convergencia, mientras que los déficit correspondientes a la
Seguridad Social y a las Administraciones Territoriales se situaron,
según lo previsto, en un 0,2 por 100 y un 0,3 por 100 del PIB respectivamente.
España ha cumplido ampliamente el criterio de convergencia
básico referido a las cuentas públicas para el acceso a la UEM. Y
aunque el otro objetivo que se estableció en este ámbito, deuda
pública no superior al 60 por 100 del PIB, ha quedado lejos del
inicial, su favorable evolución y la intensa modificación en su
estructura de vencimientos hacia unos plazos más largos, han
supuesto que no fuera obstáculo para el ingreso en la moneda
única.
106
PANORAMA ECONÓMICO
GRÁFICO I-15
CICLO ECONÓMICO Y DÉFICIT PÚBLICO, 1986-1997
(Tasas de variación interanual del PIB a precios de mercado, pesetas constantes de 1986;
saldo anual de las cuentas públicas como porcentaje del PIB a precios de mercado,
pesetas corrientes)
6
4
2
0
-2
-4
-6
-8
1986
1987
1988
1989
1990
1991
Crecimiento económico
1992
1993
1994
1995
1996
1997
Déficit público (% PIB)
Fuentes: IGAE y Banco de España, Boletín Estadístico.
6.1. LIQUIDACIÓN DEL PRESUPUESTO DEL ESTADO PARA 1997
La evolución en términos de caja de la ejecución del Presupuesto
no financiero del Estado para 1997, muestra una reducción del 44,4
por 100 del déficit respecto al del año anterior. En estos términos, el
ejercicio de 1997 se cerró con un saldo no financiero negativo de
2,05 billones de pesetas, cuando el cierre de 1996 arrojó –3,68 billones de saldo (cuadro I-23).
Aun incluyendo el efecto sobre el gasto de 1996 de la regularización presupuestaria que se acometió en ese ejercicio57, llama la
El mejor
resultado del
decenio
57
A través del ya citado Real Decreto-Ley 12/1996. Si se descuenta tal efecto, el déficit
no financiero del Estado en términos de caja correspondiente a 1996 sería de 3,08 billones
de pesetas, de forma que su reducción entre ese año y 1997 resultaría de un 33,5 por 100.
107
MEMORIA 1997
CUADRO I-23
DÉFICIT NO FINANCIERO DEL ESTADO EN 1997
(Datos de caja, miles de millones de pesetas)
1996
1997
Evolución
96/97 (%)
Liquidación
(1)
Liquidación
(2)
Presupuesto
Ingresos
14.630
—
16.091
16.637
+546
Pagos
18.313
17.710
18.101
18.686
+585
Saldo no financiero
–3.683
–3.080
–2.011
–2.049
+38
Conceptos
Liquidación Diferencia
(1) (2)
13,7
—
2,0
5,5
–44,4 –33,5
(1) Incluyendo los pagos derivados de la regularización presupuestaria.
(2) Sin incluir tales pagos.
Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997.
atención la magnitud de esta disminución, la mayor de los últimos
diez años. La escasa desviación al alza de la liquidación sobre el
presupuesto, apenas un 1,9 por 100, indica un aceptable grado de
cumplimiento de lo previsto para 1997, si bien la desviación del
gasto ha sido mayor (un 3,2 por 100), compensada por un volumen
de ingresos también mayor que el presupuestado.
6.1.1. Ingresos
El importe total de los ingresos no financieros del Estado en
términos de caja se situó en 1997 en 16,64 billones de pesetas,
casi un 14 por 100 más que en el año anterior. Este crecimiento
es además superior al previsto, como se aprecia en la diferencia
positiva, de más de medio billón de pesetas, entre la liquidación
y el importe presupuestado. Por otra parte, los ingresos no financieros del Estado en términos de derechos reconocidos, que es el
criterio utilizado por la Contabilidad nacional para determinar la
necesidad de financiación de las Administraciones Públicas,
ascendieron en 1997 a 17,34 billones de pesetas, un 12,2 por 100
más que el año anterior. La diferencia entre esa cifra en 1997 y
la correspondiente a la recaudación dan lugar a un volumen de
derechos pendientes de cobro al final del ejercicio de algo más
de un billón de pesetas, un 5 por 100 menos que en 1996 (cuadro
I-24).
108
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-24
EJECUCIÓN DEL PRESUPUESTO DE INGRESOS DEL ESTADO
POR OPERACIONES NO FINANCIERAS, 1996-1997
(Miles de millones de pesetas y tasas de variación anual)
Fases presupuestarias
1. Presupuesto inicial
2. Derechos reconocidos y liquidados
3. Recaudación total
3.1 Del presupuesto corriente
3.2 De presupuestos anteriores
3.3 Pendientes de aplicar a presupuesto
4. Grado realización [(3/1)*100]
1996
1997(p)
15.184,2
15.451,1
14.629,6
14.368,4
246,8
14,4
96,3
16.090,9
17.335,0
16.636,7
16.306,7
371,8
–41,8
103,4
Variación
96/97(%)
6,0
12,2
13,7
13,5
50,6
—
—
(p) Provisional.
Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997.
Los ingresos impositivos, la partida más importante del conjunto, también crecieron por encima de lo previsto (cuadro I-25),
sobre todo los derivados del Impuesto de Sociedades. Esta figura
registró un aumento del 52,6 por 100 en su recaudación, sin duda
por las plusvalías derivadas de las privatizaciones (177.200 millones de pesetas) y por el aumento de los pagos a cuenta, pero tam-
CUADRO I-25
INGRESOS NO FINANCIEROS DEL ESTADO, 1996-1997
(Datos de caja, miles de millones de pesetas y tasas de variación anual)
1996
1997
Evolución 96/97 (%)
Diferencia
Conceptos
Impuestos directos
IRPF
Sociedades
IVA
Especiales
Otros
Ingresos patrimoniales
Resto
Total Ingresos
Recaudación Presupuesto Recaudación
R-P
Presupuesto Recaudación
6.750
5.249
1.373
3.618
2.054
269
931
1.136
7.528
5.916
1.475
3.878
2.164
359
1.060
1.238
7.885
5.540
2.095
4.004
2.065
431
1.284
1.218
+342
–376
+620
+126
–99
–72
+224
–20
9,8
12,7
7,5
7,2
5,4
33,8
13,9
9,0
12,5
5,5
52,6
10,7
0,5
60,2
37,9
7,2
14.630
16.091
16.637
+546
10,0
13,7
Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997.
109
MEMORIA 1997
bién por los mejores resultados que arrojaron las empresas, en
consonancia con la buena marcha de la actividad económica
general y con el intenso saneamiento de sus estructuras económico-financieras acometido en los años inmediatamente anteriores.
Más ingresos por
retenciones de
trabajo
El IRPF, por su parte, registró un aumento muy inferior, debido al importante descenso de las retenciones por rendimientos
del capital mobiliario (cifrado en un 15,5 por 100), sólo parcialmente compensado por el mayor pulso de las retenciones por
rendimientos del trabajo, y al nuevo aumento de las devoluciones
(gráfico I-16).
Además, para hacer homogénea la comparación entre 1996 y
1997, sobre el aumento del 13,6 por 100 en las retenciones del
trabajo habría que descontar el ingreso de las cuatro liquidaciones
de 1997 correspondientes a la Seguridad Social y de la última de
GRÁFICO I-16
RECAUDACIÓN EN EL IRPF, 1996-1997
(Miles de millones de pesetas)
6.000
5.000
1996
4.000
1997
3.000
2.000
1.000
0
Total
Cuota diferencial
neta y otros
ingresos/pagos
Pagos fraccionados
Empresarios
y profesionales
Retenciones rendimientos
capital mobiliario
Retenciones rendimientos
trabajo, Actividades
profesionales y Premios
-1.000
Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997.
110
PANORAMA ECONÓMICO
1996, ya que en ese ejercicio sólo se consignaron dos; de esta
forma, el aumento se situaría en un 7,7 por 100.
Igual que en 1996, la explicación inmediata del descenso de las
retenciones por rendimientos del capital mobiliario residiría en la
bajada en los tipos de interés y en el trasvase del ahorro a fondos
de inversión. Los excelentes resultados bursátiles, en plusvalías y
en volúmenes negociados, inducen a considerar que la fuerza de
este trasvase no responde sólo a motivos fiscales, sino también a
una expectativa de rendimiento claramente mayor.
Pero los resultados del IRPF siguen estando por debajo de lo
esperable. Este hecho, que ya se indicó en la edición de la Memoria
correspondiente a 1996, puede ilustrarse en esta ocasión con la
diferencia negativa entre el volumen recaudado y el previsto
(371.000 millones de pesetas). Aunque haya que esperar a la liquidación definitiva, parece difícil confiar en que el aumento de la
recaudación finalmente se ajuste más al 12,7 por 100 que se presupuestó para 1997.
Sigue la atonía
Es oportuno insistir en lo que se propuso como factor explicativo de esta relativa atonía, esto es, en la influencia de las características de los nuevos empleos sobre los volúmenes de
retenciones y devoluciones, que a la postre se traduce en una
merma de la mayor capacidad de recaudación del impuesto por el
empleo creado. La publicación de un nuevo Libro Blanco para la
reforma del IRPF58 abrió la discusión general acerca del funcionamiento del impuesto —no sólo de su potencial recaudatorio—
y de las razones que avalaban la necesidad de su reforma.
Posteriormente, el Gobierno remitió al CES un Anteproyecto de
Ley donde se plasmaban, como se indicaba en su Exposición de
Motivos, las líneas generales del Libro Blanco, aun cuando,
según también expresaba el Anteproyecto, la redacción correspondía esclusivamente al Gobierno, y en algunos casos se había
separado conscientemente de los planteamientos de la Comisión
que elaboró el citado informe.
58
Elaborado, a instancia del Ministerio de Economía y Hacienda, por una
Comisión de expertos dirigida por Manuel Lagares Calvo. Se presentó en febrero
de 1998.
111
MEMORIA 1997
El Dictamen del CES59, cuyo contenido fue polémico y suscitó
la formulación de un voto particular por parte de las organizaciones sindicales, que se oponían al sentido general de la reforma
propuesta, concluyó que ésta suponía un “avance en relación con
la situación presente en términos de modernización, de reducción
de la presión fiscal, de simplificación, de impulso al ahorro, de
aceleración del crecimiento económico, por la creación de empleo
y, en particular, de mejoras progresivas en la redistribución de la
renta”.
En 1999 habrá un
nuevo IRPF
Las principales líneas de la reforma60, cuya entrada en vigor está
prevista para 1999, se concretan en cuatro grandes áreas de actuación: reducción del número de tramos en la tarifa del impuesto;
sustitución de las anteriores deducciones en la cuota por circunstancias personales y familiares por una única deducción en la base,
denominada mínimo vital, en función de esas circunstancias; reducción de los tipos marginales; y recuperación de un concepto más
sintético de renta en el cómputo de la base imponible.
Con esta simplificación, la reforma pretende extender la base
de aplicación del impuesto y, con ello, aumentar su grado de cumplimiento y su equidad, así como reducir la concentración actual
de la carga tributaria sobre ciertos tipos de renta. Mejorarían también por esta vía la equidad vertical y horizontal del impuesto. Al
mismo tiempo, la simplificación de la base y la reducción del
número de contribuyentes, al agrupar las deducciones personales y
familiares en el mínimo vital, permitirían reducir los costes de
gestión del IRPF para la Hacienda Pública y lo que supone hoy
para los contribuyentes hacer frente a sus obligaciones para con
ella.
No obstante, para garantizar una plena absorción del impacto
negativo sobre la recaudación, el Libro Blanco insistía en que la
reforma debía extenderse no sólo al aspecto normativo del
impuesto sino también a su gestión, sobre la que proponía un
amplio conjunto de medidas tendentes a mejorar los niveles de
Dictamen del CES 3/1998, de 20 de abril, sobre el Anteproyecto de Ley del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
60
El Consejo de Ministros, en su sesión del 24 de abril de 1998, aprobó la
remisión al Congreso de los Diputados del Proyecto de Ley del IRPF.
59
112
PANORAMA ECONÓMICO
cumplimiento del IRPF. Lógicamente, todas esas medidas complementarias no se recogen en el texto del Anteproyecto, pero es
de esperar que el Gobierno plantee por los medios que proceda su
puesta en práctica.
En la imposición indirecta es preciso subrayar la importante
recuperación en 1997 del crecimiento de la recaudación por IVA,
que también se situó por encima de lo previsto (cuadro I-26), sin
duda por la fuerte reactivación del consumo privado a lo largo del
año. Esta recuperación, algo menor en operaciones interiores (8,8
por 100) que en importaciones (15,7 por 100), podría indicar asimismo que las medidas y planes adoptados en los últimos años
para mejorar la recaudación del impuesto comienzan a dar sus frutos, y que la consolidación de la buena marcha de la economía
ayuda a emerger actividades antes ocultas a efectos fiscales. No
obstante, sigue presente la necesidad de insistir de modo continuo,
a través de los distintos medios al alcance de las Administraciones
Públicas, en la punición, disuasión y persuasión del fraude y la evasión fiscal, tanto en esta figura como, según se acaba de exponer a
propósito de la reforma en el IRPF, en el conjunto del sistema tributario.
El IVA recaudó
más de lo
previsto
El escaso crecimiento de la recaudación por impuestos especiales en 1997, un 0,5 por 100 respecto al año anterior, es en buena
medida sólo aparente. La comparación habría de atender a varias
circunstancias, como el traspaso al País Vasco de los rendimientos
correspondientes a los impuestos especiales de fabricación61.
Dicho traspaso supone una menor recaudación, estimada en
104.500 millones de pesetas, en esta partida, compensada por el
aumento de las transferencias que el Estado percibe en concepto
de Cupo.
No parece haber, sin embargo, una explicación de este tipo para
la menor recaudación que la prevista en el nuevo impuesto sobre
las primas de seguros. Este gravamen se introdujo en la ley de
acompañamiento a los Presupuestos Generales del Estado para
1997, y en su Dictamen sobre el Anteproyecto de dicha Ley, el
El impuesto
sobre seguros,
por debajo de lo
esperado
61
Como consecuencia de la modificación del Concierto Económico entre la
Administración General del Estado y la Comunidad Autónoma del País Vasco, por
la Ley 38/1997, de 4 de agosto.
113
114
CUADRO I-26
RECAUDACIÓN DEL ESTADO POR IMPUESTOS INDIRECTOS, 1996-1997
(Miles de millones de pesetas)
1996
Conceptos
Recaudación
1997
Presupuesto
Recaudación
(p)
Diferencia R-P
Variación
96/97 (%)
Impuesto sobre el Valor Añadido
Importaciones
Operaciones interiores
Impuestos Especiales
Alcohol y bebidas derivadas
Cerveza
Labores del tabaco
Hidrocarburos
Productos intermedios
Medios de transporte
Tráfico Exterior
Impuesto sobre Primas de Seguros
Otros Impuestos indirectos
3.617,9
903,5
2.714,4
2.053,9
97,2
30,8
447,2
1.361,7
4,4
112,6
99,3
—
41,4
3.878,4
954,0
2.924,4
2.163,8
114,2
34,0
501,0
1.393,5
5,1
116,0
109,3
70,0
43,1
3.998,8
1.045,7
2.953,1
2.064,5
92,8
27,0
501,5
1.314,1
3,9
125,2
112,1
63,1
11,9
120,4
91,7
28,7
–99,3
–21,4
–7,0
0,5
–79,4
–1,2
9,2
2,8
–6,9
–31,2
10,5
15,7
8,8
0,5
–4,5
–12,3
12,1
–3,5
–11,4
11,2
12,9
—
–71,3
Total
5.812,5
6.264,6
6.250,4
–14,2
7,5
(p): Provisional.
Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997.
PANORAMA ECONÓMICO
CES62 expresó su opinión negativa acerca de un impuesto de esta
naturaleza, recordando —entre otros— su claro carácter inflacionista y la negativas repercusiones que podría tener sobre la actividad aseguradora. Es de esperar que los 7.000 millones de pesetas
de diferencia entre la cuantía finalmente recaudada y la presupuestada no haya tenido su origen precisamente en la reducción por esa
causa de la actividad aseguradora.
La evolución de los ingresos patrimoniales en 1997, que crecieron un 37,8 por 100 respecto al año anterior, estuvo muy por encima
de la que se había previsto. En estos ingresos se contemplan: los
beneficios del Banco de España en el ejercicio, que ascendieron a
634.000 millones de pesetas frente a los 578.500 del correspondiente
a 1996; los intereses generados por la cuenta corriente del Tesoro
Público en el Banco de España y por las cuentas corrientes en bancos
e instituciones financieras, que se elevaron a 41.100 millones de
pesetas; y los intereses obtenidos por la concesión de préstamos y
anticipos, que allegaron 37.200 millones de pesetas de ingresos a
esta partida.
El resto, más de un 40 por 100 del total de ingresos patrimoniales, procedió de la enajenación de acciones del Estado. Las
privatizaciones también comportaron, como ya se ha explicado,
un extraordinario aumento en la recaudación impositiva. Si se
descuentan los ingresos derivados de ellas, en el total de ingresos no financieros, el crecimiento de éstos habría sido un 10,3
por 100, cuatro puntos superior al que se presupuestó. Aunque
el proceso de privatizaciones será tratado en el apartado 6.4 de
este capítulo, parece conveniente recordar aquí que, desde el
punto de vista presupuestario y sin cuestionar la necesidad y la
oportunidad de ese proceso, el diseño de los próximos ejercicios
requiere tener muy presente el carácter irrepetible de esta situación.
Unos ingresos
irrepetibles
De hecho, la aplicación de estos ingresos se ha destinado al
saneamiento de la deuda y a la financiación, en forma de préstamos y avales, de las empresas que permanecen en el ámbito público y requieren de esta financiación para acometer su reequilibrio y
62
Dictamen del CES 5/1997, de 1 de octubre, sobre el Anteproyecto de Ley de
Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social.
115
116
CUADRO I-27
GASTOS NO FINANCIEROS DEL ESTADO, 1996-1997
(Miles de millones de pesetas)
1996
Conceptos
Personal
Bienes y servicios
Intereses
Transferencias corrientes
Inversiones reales
Transferencias de capital
Total gastos
1997
Liquidación
(1)
Liquidación
(2)
Presupuesto
2.978
399
3.525
9.654
938
820
2.933
372
3.525
9.301
830
750
18.313
17.710
Variación 96/97 (%)
Liquidación
Diferencia
L-P
Presupuesto
(1)
Liquidación
(1)
2.983
305
3.460
9.717
825
813
2.992
390
3.596
10.018
847
846
9
85
136
301
22
33
0,2
–23,6
–1,9
0,6
–12,1
–0,8
0,5
–2,2
2,0
3,8
–9,7
3,1
18.101
18.686
585
–1,2
2,0
(1) Incluyendo los pagos derivados de la regularización presupuestaria.
(2) Sin incluir tales pagos.
Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997.
PANORAMA ECONÓMICO
garantizar su viabilidad —pasos previos imprescindibles para su
posterior venta—. Pero tampoco tienen carácter habitual los
177.200 millones de pesetas recaudados por el Impuesto de
Sociedades que provienen de las privatizaciones. Parece, además,
que ya para el ejercicio de 1998 las normas comunitarias obligarán
a destinar la recaudación de sociedades por este concepto al
mismo fin que los ingresos directos derivados de él.
6.1.2. Gastos no financieros
El gasto no financiero del Estado en 1997 presentó un grado de
ajuste de las obligaciones reconocidas sobre los créditos iniciales
muy aceptable, 102 por 100, que indica el esfuerzo de contención,
y un grado igualmente bueno de ejecución, al suponer esas obligaciones un 98 por 100 de los créditos totales (cuadro I-27).
Hay algunas desviaciones notables con respecto a lo presupuestado, en especial —por su cuantía— las transferencias corrientes y
los pagos por intereses. Pero precisamente estos últimos son el origen de una de las modificaciones más importantes de los créditos
iniciales, por valor de 150.000 millones de pesetas, cuyo propósito
fue la amortización anticipada de deuda a tipos superiores al 12 por
100 y su canje por deuda a tipos cercanos al 6 por 100, es decir, el
saneamiento de la deuda del Estado.
Los gastos de personal y las compras de bienes y servicios presentan en 1997, una evolución desigual respecto a 1996, ya que
mientras en el capítulo de personal los pagos se ajustaron bastante
a lo presupuestado, en el de compras corrientes descendieron
mucho menos de lo que se había previsto.
Ajuste en los
gastos de
personal
Los gastos de personal crecieron un 0,5 por 100, como resultado
del descenso en un 11,7 por 100 de las cotizaciones, que contrarrestó los crecimientos de las retribuciones del personal activo, un
1,6 por 100, y de las pensiones de clases pasivas, un 2,5 por 100.
No obstante, este cálculo incluye el efecto de la regularización presupuestaria acometida en 1996, que supuso un aumento de 45.000
millones de pesetas en las cotizaciones de ese ejercicio, circunstancia que explica su aparente bajada en el de 1997. Descontando este
efecto, el capítulo de personal habría crecido un 2 por 100, en torno
a 0,3 puntos más de lo previsto.
117
MEMORIA 1997
Circunstancias
extraordinarias
elevaron las
compras corrientes
Las compras corrientes, aun cuando exhiban un descenso del
2,2 por 100 respecto a 1996, comportaron pagos por 390.000
millones de pesetas en 1997, resultando un gasto por este concepto superior en 85.000 millones de pesetas al consignado en el
Presupuesto. Buena parte de esta desviación, que supone un 27,9
por 100 sobre los créditos iniciales y representa un 15 por 100 de
la habida en el total del gasto no financiero, puede explicarse por
la necesidad de financiar gastos extraordinarios, como la participación de las Fuerzas Armadas en operaciones de la ONU en
Bosnia (20.000 millones de pesetas). Pero en todo caso parece
indicado recordar la necesidad de reforzar la aplicación y el desarrollo de las medidas adoptadas de austeridad y disciplina presupuestaria en este capítulo, tradicionalmente muy resistente al
ajuste.
Las transferencias corrientes, por su parte, ascendieron a algo
más de 10 billones de pesetas, lo que supone un incremento del 3,8
por 100 (gráfico I-17). La principal destinataria de estos fondos es
la Seguridad Social, que percibió 3,27 billones de pesetas para
GRÁFICO I-17
TRANSFERENCIAS CORRIENTES DEL ESTADO, 1996-1997
(Obligaciones reconocidas, miles de millones de pesetas)
4.000
3.500
S: Seguridad Social
CCAA: Comunidades Autónomas
CCLL: Corporaciones Locales
EXT: Exterior
FAM: Familias e Instituciones sin fines de lucro
OAA: Organismos Autónomos Administrativos
EPU: Empresas públicas y otros entes públicos
OACIyF: Organismos Autónomos Comerciales,
Industriales y Financieros
EPR: Empresas privadas
1996
1997
3.000
2.500
2.000
1.500
1.000
500
0
SS
CCAA
CCLL
EXT
FAM
OAA
EPU
OACIyF
EPR
Fuente: IGAE, Evolución de la Liquidación del Presupuesto del Estado, diciembre 1997.
118
PANORAMA ECONÓMICO
sufragar las operaciones corrientes del INSALUD. Este importe, un
15 por mayor que el de 1996, incluye 40.000 millones de pesetas
satisfechos en concepto de entrega a cuenta de la financiación sanitaria para 199863, los cuales se irán regularizando a lo largo de este
ejercicio.
Dentro de la Administración territorial, la otra gran destinataria de estas transferencias, las Comunidades Autónomas percibieron 2,56 billones de pesetas en 1997, un 11,8 por 100 más
que en 1996. La mayor parte de este importe (casi un 98 por
100) correspondió a las transferencias por participación en los
ingresos del Estado y como entregas a cuenta por la recaudación
en el tramo autonómico del IRPF. Esa cuantía supone un incremento del 18,2 por 100, pero en términos homogéneos el crecimiento sería menor, ya que habría que descontar los 150.800
millones de pesetas que se transfirieron para financiar los traspasos de competencias en universidades y que en 1996 figuraban
en otro programa, así como el abono de 81.600 millones más que
en ese año por liquidación definitiva de ejercicios anteriores y el
pago de 43.300 millones por obligaciones pendientes, ambos sin
correspondencia en 1996. Las Corporaciones Locales, a su vez,
percibieron un total de 1,26 billones de pesetas por transferencias, también en su mayor parte por participación en los ingresos
del Estado.
Más
transferencias a
las
administraciones
territoriales
El capítulo inversor siguió acusando en 1997, casi más que
ningún otro, la austeridad presupuestaria del Estado. De acuerdo
con los datos de la Dirección General de Cooperación Autonómica,
el total de este capítulo ascendió a un 3,7 por 100 del PIB, prácticamente igual al de 1996, pero este mantenimiento tuvo su origen en
el aumento del gasto en los presupuestos de las administraciones
territoriales, que compensó casi por completo la reducción en la
partida por cuenta del Estado (gráfico I-18).
Atendiendo a lo realmente gastado, la evolución de la actividad
inversora del Estado no ha sido tan negativa en 1997: la dotación
inicial se redujo un 22,8 por 100 respecto a la de 1996 y los créditos finales acusaron un descenso aún mayor, pero las obligaciones
reconocidas fueron sólo un 10,7 por 100 inferiores. Para que la
63
Según lo dispuesto en el Real Decreto Ley 23/1997.
119
MEMORIA 1997
GRÁFICO I-18
EVOLUCIÓN DEL PRESUPUESTO DE INVERSIÓN POR
ADMINISTRACIONES, 1994-1997
(Créditos iniciales, miles de millones de pesetas)
3.000
2.500
2.000
1.500
1.000
500
0
1994
1995
Ayuntamientos
Diputaciones
1996
CCAA
1997
Estado
Total
Fuente: Dirección General de Cooperación Autonómica e IGAE.
comparación entre los dos ejercicios fuese homogénea habría que
tener en cuenta además en estas cifras, el efecto de los pagos derivados de la regularización presupuestaria, que ascendieron a
108.100 millones de pesetas en el ejercicio de 1996 y sólo a 65.200
en el de 1997. Si se descuentan tales pagos en ambos ejercicios, el
importe correspondiente al último sería un 5,9 por 100 menor que
el del primero.
El Estado cumplió
el presupuesto de
inversiones
120
El cumplimiento de lo previsto ha sido también muy alto, con un
grado de realización no sólo superior al del ejercicio —por tantos
motivos calificable de atípico— de 1996, sino también mayor que
los de 1994 y 1995 (cuadro I-28). Ahora bien, para que estos resultados despejen las dudas que pudieran albergarse acerca de la sostenibilidad de un programa de inversiones en el cual la participación
privada es básica, habría que conocer el monto total de inversión
efectuada y lo que éste supone respecto de lo programado.
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-28
PRESUPUESTO Y EJECUCIÓN DE INVERSIONES DEL ESTADO, 1996-1997
(Miles de millones de pesetas)
Conceptos
1994
1995
1996
1997
Variación
96/97(%)
1. Créditos iniciales
n.d.
n.d.
1.068,2
824,6
–22,8
2. Modificaciones
n.d.
n.d.
220,1
143,8
–34,7
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
n.d.
182,9
12,2
20,7
4,3
87,3
1,6
24,5
30,4
–52,3
–86,9
18,4
607,0
1.081,0 1.111,1
1.288,3
968,4
–24,8
2.1 Créditos extraordinarios y suplementarios
2.2 Ampliaciones de créditos
2.3 Incorporación remanente ejs. anteriores
2.4 Otras modificaciones
3. Créditos finales [1+2]
Desviación [(3/1)x100]
4. Obligaciones reconocidas
n.d.
962,1
n.d.
971,3
120,6
981,0
117,4
875,9
—
–10,7
Realización [(4/3)x100]
5. Pagos realizados
89,0
895,7
87,4
977,4
76,1
938,2
90,4
846,7
—
–9,8
Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1996 y diciembre 1997.
Atendiendo únicamente a la parte a cargo del Estado, se puede apreciar que éste ha cumplido lo que se propuso, pero no la suficiencia
de la actividad inversora para la cobertura de necesidades que, como
la ampliación y mejora de las dotaciones en infraestructuras, son
básicas para la economía y la sociedad españolas.
En cuanto a los pagos por transferencias de capital concedidas
por el Estado, éstos se han elevado a 845.500 millones de pesetas,
un 3,1 por 100 más que en 1996. Las transferencias a las Comunidades
Autónomas, 213.100 millones de pesetas, aumentaron un 27,3 por
100. Más de la mitad de este importe, que fue el de mayor importancia cuantitativa dentro de las transferencias de capital en 1997
(gráfico I-19), corresponde a las satisfechas a través del Fondo de
Compensación Interterritorial.
Por su parte, los recursos transferidos a las empresas públicas
descendieron casi un 13 por 100, mientras que los que se destinaron a las empresas privadas por este concepto crecieron un 18,4 por
100. Entre estos últimos destacan los gestionados por el Ministerio
de Agricultura, Pesca y Alimentación, que satisfizo 71.500 millones de pesetas para la ordenación y mejora de la producción agraria
121
MEMORIA 1997
GRÁFICO I-19
TRANSFERENCIAS DE CAPITAL DEL ESTADO, 1996-1997
(Obligaciones reconocidas, miles de millones de pesetas)
250
CCAA: Comunidades Autónomas
EPU: Empresas públicas y otros entes públicos
EPR: Empresas privadas
FAM: Familias e Instituciones sin fines de lucro
OAA: Organismos Autónomos Administrativos
OACIyF: Organismos Autónomos Comerciales,
Industriales y Financieros
CCLL: Corporaciones Locales
SS: Seguridad Social
EXT: Exterior
1996
200
1997
150
100
50
0
CCAA
EPU
EPR
FAM
OAA
OACIyF
CCLL
SS
EXT
Fuente: IGAE, Evolución de la Liquidación del Presupuesto del Estado, diciembre 1997.
y pesquera, y los pagos efectuados por primas a la construcción
naval, cuyo importe fue de 29.700 millones.
Más ayudas a la
compra de
vivienda
Finalmente, las transferencias a familias e instituciones sin fines
de lucro ascendieron a 128.300 millones de pesetas, un 3 por 100
más que en 1996, destinándose más de la mitad de este importe a la
subvención de intereses en los préstamos para la adquisición de
viviendas de protección oficial.
6.1.3. Operaciones financieras
En los distintos presupuestos de las Administraciones Públicas,
el capítulo de variación de activos financieros recoge, en la vertiente del gasto, la financiación a través de diversos instrumentos
(como préstamos, avales, o aportaciones patrimoniales) del gasto
de algunos organismos de otras Administraciones, de agentes
económicos privados, o de programas específicos, en particular
los de ejecución de infraestructuras. Todos ellos comportan, aun
siendo parte del gasto, el nacimiento de un derecho de cobro
122
PANORAMA ECONÓMICO
futuro, que se computa a su vez, junto con los derivados de otros
activos financieros ya contemplados, como derechos reconocidos
en un capítulo de igual denominación en la vertiente de los ingresos.
De ahí que estas operaciones se consignen de modo separado, y
no integren ni el gasto ni los ingresos no financieros, cuya diferencia determina el saldo (déficit o superávit) que habitualmente se
maneja para evaluar la situación de las cuentas públicas. Sin embargo, su crecimiento en los últimos años y el carácter inversor de algunas de estas operaciones en la vertiente del gasto aconsejan estudiar
sus principales resultados.
En cuanto a la variación de Activos financieros en el Presupuesto de Gastos del Estado, los créditos iniciales para 1997 en
esta partida ascendieron a 964.500 millones de pesetas, un 16,9
por 100 más que en 1996, aunque este importe se redujo finalmente en casi 7.000 millones, resultando un incremento algo
menor. En términos de obligaciones reconocidas, el importe aplicado fue de 895.700 millones de pesetas, de forma que el grado
de realización fue alto (cuadro I-29), casi 10 puntos más que el de
1996.
La mayor partida de las que integran este capítulo es la concesión de préstamos del Estado, que se dotó con 748.500 millones
de pesetas en 1997. Dos tercios de esa dotación (casi medio
billón de pesetas) se destinaron a la Seguridad Social. La fuerte
reducción con respecto a 1996 (un 65 por 100) del importe del
préstamo dedicado a mantener el equilibrio financiero de ésta, se
compensó sobradamente con la dotación de uno nuevo para atender a los desfases de tesorería que pudieran producirse entre las
cuotas sociales devengadas y pagadas, de forma que la dotación
total de 1997 destinada a la Seguridad Social se incrementó en un
13,8 por 100. Obviamente, los importes de las obligaciones reconocidas y los pagos realizados en estos dos préstamos suponen el
100 por 100 de la dotación presupuestaria.
Préstamo de
También se dotaron en el ejercicio de 1997 cuatro nuevos programas, por un importe total de 167.800 millones de pesetas. El
primero de ellos, por valor de 25.000 millones, consistía en la ejecución por el Ministerio de Industria y Energía de políticas de rein-
La
medio billón a la
Seguridad Social
reindustrialización
no agotó su
presupuesto
123
124
CUADRO I-29
ACTIVOS FINANCIEROS EN EL PRESUPUESTO
DE GASTOS DEL ESTADO, 1997
(Miles de millones de pesetas)
Créditos
iniciales
Créditos
finales
Obligaciones
reconocidas
Del ejercicio
1997
Pagos realizados
De ejercicios
anteriores
Total
Préstamos concedidos
ICO
Cº. Compensación Seguros
Proyectos aeronáuticos y navales
Seguridad Social
— Equilibrio presupuestario
— Desfases de tesorería
Autopistas
Políticas de reindustrialización
Promoción vivienda
Otros préstamos
Depósitos y fianzas
Adquisición de acciones
Aportaciones patrimoniales
747,0
80,0
82,4
45,4
505,6
155,6
350,0
5,1
25,0
1,6
1,9
0,7
74,0
142,8
748,5
80,0
82,4
45,4
505,6
155,6
350,0
5,1
25,0
1,9
3,1
0,3
117,8
91,0
696,8
40,9
82,4
45,4
505,6
155,6
350,0
5,1
14,8
0,2
2,4
—
107,9
91,0
652,0
38,9
82,4
15,8
505,6
155,6
350,0
4,2
2,7
—
2,4
—
107,9
60,0
48,6
4,3
34,3
9,3
—
—
—
0,4
—
0,3
—
—
6,1
—
700,6
43,2
116,7
25,1
505,6
155,6
350,0
4,6
2,7
0,3
2,4
—
114,0
60,0
Total
964,5
957,6
895,7
819,9
54,7
874,6
Conceptos
Fuente: IGAE, Evolución de la Liquidación del Presupuesto del Estado, diciembre 1997.
PANORAMA ECONÓMICO
dustrialización, habiéndose cerrado el ejercicio con un total de
obligaciones reconocidas sensiblemente inferior y con un volumen
de pagos muy bajo, apenas un 11 por 100.
Los otros tres, cuyos créditos finales fueron bastante más reducidos que los iniciales (91.000 y 142.800 millones de pesetas respectivamente), tenían como objeto la dotación de recursos en
concepto de aportación patrimonial a determinadas actividades:
programa de financiación de infraestructuras hidráulicas y medioambientales (42.800 millones de crédito inicial, gestionado por el
Ministerio de Medio Ambiente); concesión de aportaciones patrimoniales para la financiación de infraestructuras de carreteras y al
Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (40.000 y 60.000 millones
de pesetas de crédito inicial para cada uno de ellos y ambos gestionados por el Ministerio de Fomento). Las dotaciones finales se han
aplicado completamente, y los pagos ascienden al 65,9 por 100 de
lo comprometido.
Las dotaciones finales para adquisición de acciones, por su
parte, se elevaron a 117.800 millones de pesetas, un 7,2 por 100
menos que en 1996, pese a que inicialmente se previó una reducción de más del 40 por 100. En contraste con el ejercicio anterior,
en el que las obligaciones reconocidas apenas alcanzaron el 42 por
100 de los créditos finales, el grado de ejecución en 1997 fue muy
alto, un 91,6 por 100. Según la IGAE, las adquisiciones más elevadas en 1997 corresponden a la participación en la Sociedad Estatal
de Aguas de la Cuenca del Ebro (42.800 millones de pesetas), en la
Sociedad de Infraestructura y Equipamiento Penitenciario (15.000
millones), en la Sociedad Estatal de Gestión de Infraestructuras
Portuarias (14.000 millones) y en la Sociedad Estatal de Gestión de
Activos (12.700 millones).
117.000 millones
para compra de
acciones
Por lo que se refiere a la variación de Activos financieros en el
Presupuesto de Ingresos del Estado, las previsiones iniciales
cifraron en 118.600 millones de pesetas los ingresos a obtener por
esta vía, lo cual suponía un 84,2 por 100 más que en 1996, procediendo casi la totalidad de reembolsos de préstamos. Aunque los
derechos reconocidos han sido muy superiores a esas previsiones
y se ha recaudado prácticamente todo su importe (cuadro I-30),
este comportamiento sólo se observa en la partida de reintegro de
préstamos.
125
MEMORIA 1997
CUADRO I-30
ACTIVOS FINANCIEROS EN EL PRESUPUESTO
DE INGRESOS DEL ESTADO, 1996-1997
(Miles de millones de pesetas)
1996
1997
Derechos
Derechos
Previsiones reconocidos Recaudación Previsiones reconocidos Recaudación
Conceptos
Enajenación de deuda
Reintegro de préstamos
Enajenación de acciones
—
64,4
—
—
200,0
3,5
—
199,7
3,5
—
111,1
7,5
—
248,6
—
—
248,4
—
Total
64,4
203,5
203,2
118,6
248,6
248,4
Fuente: IGAE, Evolución de la Liquidación del Presupuesto del Estado, diciembre 1997.
Buena parte de tales reintegros corresponden al reembolso efectuado por el Consorcio de Compensación de Seguros (130.300
millones) y al reintegro por parte del ICO de 22.000 millones de
pesetas, casi todo proveniente de préstamos FAD. Las unidades
económicas privadas reembolsaron en el ejercicio 24.800 millones
de pesetas, un 60,6 por 100 menos que en 1996.
6.2. DEUDA PÚBLICA
El resultado neto de todas esas operaciones sobre activos
financieros en ingresos y en gastos proporcionó 203.000 millones
de pesetas de recursos, que sirvieron para cubrir parte del déficit
de caja generado por las operaciones reales, de forma que, finalmente la necesidad de endeudamiento ascendió a 1,85 billones de
pesetas, un 64,2 por 100 menor que la generada en el ejercicio de
1996 (cuadro I-31).
Habría que descontar de este importe los movimientos de la
cuenta corriente del Estado en el Banco de España (efectivos y
depósitos), cuyo objeto es proporcionar al Estado un respaldo
financiero propio al que poder recurrir de forma inmediata en caso
necesario, y que han tenido una evolución muy distinta en 1996 y
en 1997. En el primero de esos dos años, el Estado incrementó
estos depósitos en 967.600 millones de pesetas, y en el segundo los
redujo en 892.700 millones, arrojando un saldo disponible a 31 de
diciembre de 1,64 billones. La necesidad de endeudamiento en
126
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-31
NECESIDAD DE ENDEUDAMIENTO DEL ESTADO, 1996-1997
(Miles de millones de pesetas)
Conceptos
1. Déficit de caja
2. Variación neta de activos financieros
2.1. Acciones y participaciones
2.2. Créditos
Al Crédito oficial
A la Seguridad Social
Otros créditos
2.3. Efectivos y depósitos
2.4. Otros activos netos
3. Capacidad (+) o Necesidad (–)
de Endeudamiento (1-2)
1997
Var. 96/97
(%)
–3.683,3
–2.048,8
–44,4
1.470,4
47,2
405,5
43,6
444,3
–82,4
967,6
50,1
–203,0
114,0
452,2
21,2
505,6
–74,6
–892,7
123,5
—
141,5
11,5
–51,4
13,8
–9,5
—
146,5
–5.153,7
–1.845,8
–64,2
1996
Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997.
1997 se situaría entonces en 2,74 billones de pesetas y la de 1996
habría sido de 4,19 billones, de forma que la variación entre ambos
ejercicios arrojaría más de un tercio de descenso.
La necesidad de endeudamiento del Estado generada en 1997
supone 2,4 puntos porcentuales a acumular, a través del cálculo de
la cuenta de Variación neta de pasivos financieros, al monto total
de deuda viva del Estado al cierre del ejercicio. A ello se añaden
los mayores saldos de deuda en los restantes centros de gasto que
componen el conjunto de Administraciones Públicas, que es el
relevante para el criterio de convergencia en este ámbito establecido en el Tratado de la Unión Europea. De acuerdo con los últimos
datos disponibles, el saldo de deuda pública a efectos del Tratado
de la Unión Europea sería en 1997 equivalente a un 68,8 por 100
del PIB, cuatro décimas menos que en 1996 (cuadro I-32).
Menos deuda
La menor deuda de la Administración Central (Estado, Seguridad
Social y Organismos Autónomos Administrativos), nada menos
que 1,3 puntos de PIB inferior a la de 1996, es el origen del descenso en el importe total. Es preciso subrayar además el saneamiento que se ha producido en la estructura de la deuda del Estado,
que garantiza una carga financiera futura menor y más equilibrada
Estado: menos
pública total
deuda, plazos
más largos y
tipos más bajos
127
MEMORIA 1997
CUADRO I-32
DEUDA DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS, 1994-1997
(Porcentajes sobre el PIB corriente a precios de mercado)
Ámbitos
Administración Central (Estado+S. Social+OAA)
Administraciones Territoriales: Total
Comunidades Autónomas
Corporaciones Locales
Total Administraciones Públicas
1994
1995
1996
1997
53,3
55,7
59,6
58,3
9,7
5,4
4,3
10,0
5,7
4,3
10,5
6,3
4,2
10,5
6,5
4,0
63,0
65,7
70,1
68,8
Fuentes: Banco de España, Boletín Económico, y Comisión Europea.
en sus plazos. Con los casi 3,60 billones de pesetas de recursos
financieros netos, allegados por emisiones de deuda pública exterior e interior, por préstamos negociados en divisas y por depósitos,
no sólo se ha cubierto en su totalidad la necesidad de endeudamiento generada a lo largo del ejercicio de 1997, sino que también
se ha intervenido en la composición de la deuda total, para reducir
algunos instrumentos, fundamentalmente los títulos a corto plazo
(cuadro I-33).
Además, a lo largo del ejercicio de 1997 el Tesoro Público fue
alargando la vida media de la deuda mediante emisiones de títulos
a más largo plazo. El volumen de Letras del Tesoro en circulación
se redujo en 1,25 billones de pesetas, en contraste con el aumento
CUADRO I-33
VARIACIÓN NETA DE PASIVOS FINANCIEROS DEL ESTADO, 1996-1997
(Miles de millones de pesetas y tasas de variación anual)
Conceptos
Letras del Tesoro
Deuda a medio y largo plazo
Créditos del Banco de España
Otros créditos en pesetas
Créditos en moneda extranjera
Otros pasivos netos
Variación Neta de Pasivos Financieros
1996
1997
1.834,1
2.995,0
–39,3
–149,9
193,9
319,9
–1.254,0
3.219,1
–39,3
–457,2
348,1
29,1
—
7,5
—
205,0
79,5
–90,9
5.153,7
1.845,8
–64,2
Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997.
128
Variación
96/97 (%)
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-34
DEUDA* DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1995-1997
(Miles de millones de pesetas. Cifras provisionales)
Comunidad Autónoma
1995
1996
1997
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla y León
Castilla–La Mancha
Cataluña
C. Valenciana
Extremadura
Galicia
Madrid
Murcia
Navarra
País Vasco
Rioja, La
690
109
66
46
114
35
132
75
965
417
73
331
421
89
131
293
22
845
122
67
44
167
25
141
83
1.176
502
82
372
459
91
129
327
20
989
131
76
40
132
31
152
84
1.300
526
96
403
485
91
128
355
20
var. 95/96 (%) var. 96/97 (%)
22,5
11,9
1,5
–4,3
46,5
–28,6
6,8
10,7
21,9
20,4
12,3
12,4
9,0
2,2
–1,5
11,6
–9,1
17,0
7,3
13,2
–8,2
–21,0
23,8
7,9
0,7
10,5
4,8
17,5
8,3
5,6
0,5
–0,6
8,6
–2,2
* No incluye los organismos autónomos de carácter comercial y empresas de su ámbito.
Fuente: Consultores de las Administraciones Públicas (AFI).
registrado en 1996, 1,84 billones. Por el contrario, las emisiones de
Bonos y Obligaciones del Estado en 1997 ascendieron a 7,61 billones de pesetas, y las amortizaciones a 4,39 billones, de forma que
el resultado neto al cierre del ejercicio, 3,22 billones de pesetas, fue
superior en un 7,5 por 100 al de 1996.
En contraste con esa favorable evolución de la Administración
Central, es apreciable la resistencia a la baja de la correspondiente
a las Comunidades Autónomas. O, mejor dicho, los sucesivos
incrementos de la deuda en algunas de éstas (cuadro I-34). El
aumento del endeudamiento en 1997 ha sido especialmente intenso
en Extremadura y Andalucía (en torno al 17,0 por 100 en ambas),
seguidas de Asturias (13,2 por 100) y Cataluña (10,5 por 100).
Resulta preocupante sobre todo el comportamiento de esta última y
el de Andalucía, ya que el volumen de endeudamiento de ambas
tiene un alto peso sobre el total de las Comunidades Autónomas.
Los notables aumentos registrados en la deuda de estas dos comu-
Preocupante
aumento de la
deuda en algunas
Comunidades
Autónomas
129
MEMORIA 1997
nidades en 1997 vienen a sumarse, además, a lo elevado de los que
se produjeron en el ejercicio de 1996 (un 22,5 por 100 en
Andalucía y un 21,9 por 100 en Cataluña). Las corporaciones locales, por último, habrían reducido su volumen de endeudamiento,
según datos provisionales64, en dos décimas de PIB.
6.3. PRESUPUESTO PARA 1998: MÁS ALLÁ DEL OBJETIVO DEL EURO
De forma previa al comentario de las grandes cifras de los
Presupuestos Generales del Estado para 1998, hay que indicar algunos
cambios en su confección y presentación. Estos cambios motivaron
algunas críticas, al entender que limitaban la estricta comparabilidad
de los Presupuestos para 1998 con los del año anterior, que a su vez
habían requerido de un proceso de homogeneización para su cotejo
con los que finalmente rigieron en 199665. Entre ellos, cabe destacar:
• La salida del Presupuesto de determinados organismos, al
convertirse en entidades públicas con carácter autónomo.
• El cambio de ubicación de las subvenciones a la explotación
concedidas a las empresas públicas con pérdidas monetarias,
que pasan a allegar esos recursos bien con cargo a los ingresos obtenidos por las privatizaciones, bien del Estado a través
de préstamos, bien de fuentes ajenas con aval del Estado (produciéndose en estos dos últimos supuestos un aumento de los
activos financieros en el Presupuesto).
• La contratación con empresas privadas de la realización de
proyectos de infraestructuras que serán abonados a plazos a
Al cierre de esta edición no se dispone aún de datos oficiales de deuda de las
Corporaciones Locales para todo el año 1997, sino sólo hasta el tercer trimestre.
65
Los PGE para 1996 fueron una prórroga de los correspondientes a 1995, con
varias ampliaciones de crédito, pero sobre ellos hubo también de aplicarse una
regularización por compromisos de pago originados en otros ejercicios sin consignación presupuestaria. Esta regularización, que se llevó a cabo a través del Real
Decreto-Ley 12/1996, de 26 de julio, supuso un aumento en los pagos del ejercicio,
aunque no su reflejo en el déficit, pues procedía imputarlo a ejercicios anteriores.
Por otra parte, se acometió una importante reorganización de los departamentos
ministeriales, que redujo asimismo la comparabilidad inmediata de las cifras en su
perspectiva orgánica, pero también, en ocasiones, en la funcional, al comportar la
reorganización administrativa cambios en las políticas (Ver al respecto este mismo
Capítulo 6 en la Memoria CES 1996).
64
130
PANORAMA ECONÓMICO
partir del momento de finalizar la obra, sistema (denominado
alemán) de abono que difiere el gasto al momento final de la
ejecución.
• Y, sobre todo, el cambio metodológico impuesto en la Unión
Europea, por el que con carácter general primará el criterio de
devengo frente al de caja para contabilizar ingresos y gastos.
Este cambio, recomendable para una mayor disciplina en la
vertiente del gasto, entorpece las comparaciones homogéneas
con ejercicios anteriores y puede influir en la correcta financiación de un organismo si, como ocurre en toda relación
derechos generados-derechos realizables, finalmente no se
prevén los eventuales fallidos e incobrables en las estimaciones sobre los ingresos actuales y futuros.
6.3.1. Principales líneas económicas de los Presupuestos
Generales del Estado para 1998
En todo caso, de la lectura de la Ley 65/1997, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1998, puede deducirse que los objetivos para este primer año de funcionamiento en
el área monetaria común se centran en continuar la línea de austeridad del gasto y la reducción del déficit, manteniendo la presión fiscal. El margen de recursos disponible se orienta a relanzar las
inversiones y a dotar con mayores cantidades la provisión de algunos servicios esenciales, en particular la sanidad, la educación, la
defensa y la seguridad ciudadana.
Sigue la
austeridad,
pero hay más
margen
El monto consolidado de ingresos no financieros se prevé que
aumente un 3 por 100 respecto del que se consignó en el Presupuesto
inicial de 1997, lo que supondría allegar 28,3 billones de pesetas
(cuadro I-35). Por su parte, el gasto no financiero se elevaría a 29,9
billones, apenas un 1,5 por 100 más que en el ejercicio anterior. No
obstante, como se ha indicado al principio de este apartado, hay cambios en la confección del Presupuesto que afectan a su comparación
con los anteriores.
Así por ejemplo, el cambio en el sistema de financiación autonómica hace que los ingresos del IRPF atribuidos a las Comunidades
Autónomas no figuren este año como transferencias del Estado, en el
capítulo de gastos, y minoren la recaudación del IRPF estatal, en el de
Objetivo:
un 18 por 100
menos de déficit
131
MEMORIA 1997
CUADRO I-35
PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA 1998:
CLASIFICACIÓN ECONÓMICA DE INGRESOS Y GASTOS NO FINANCIEROS
(Miles de millones de pesetas)
Total
PGE
Estado
OAA
Impuestos directos
Impuestos indirectos
Tasas
Transferencias corrientes
Ingresos patrimoniales
7.329,3
6.900,7
389,1
215,7
975,2
1.912,2
—
98,7
112,7
4,0
—
—
10,0
909,0
294,9
—
—
15,9
0,1
2,4
—
—
253,3
0,1
29,7
17.675,5
6.900,7
767,0
1.237,6
1.306,2
15.810,0
2.127,6
1.213,9
18,4
8.717,1
27.887,0
22,7
293,1
14,4
0,1
0,1
43,2
3,5
0,2
4,9
—
45,6
336,6
16.125,8
2.142,1
1.257,2
22,1
8.722,0
28.269,2
109,0
6.750,4
38,5
—
0,3
15,1
11,6
—
13,3
125,4
172,7
6.891,0
22.985,2
2.180,7
1.272,6
33,7
8.860,7
35.332,9
531,2
531,4
164,4
128,2
4.309,6
5.664,8
Total ingresos
23.516,4
2.712,1
1.437,0
161,9
13.170,3
40.997,7
Gastos
Estado
OAA
OAC
Personal
Bienes y servicios
Gastos financieros
Transferencias corrientes
3.068,2
315,6
3.190,2
5.113,2
119,8
198,5
0,3
2.220,6
118,1
23,7
5,7
910,8
103,5
25,7
—
0,7
913,6
518,4
14,3
11.068,5
4.323,2
1.081,9
3.210,5
19.313,8
Total operaciones
corrientes
11.687,1
2.539,2
1.058,3
129,9
12.514,8
27.929,3
870,8
825,5
93,2
54,1
49,8
57,2
31,9
—
85,5
4,5
1.131,2
841,3
13.283,4
2.686,5
1.165,3
161,8
12.604,7
29.901,7
1.042,9
4.333,9
0,5
—
0,4
18,4
0,1
—
35,0
0,1
1.078,9
4.352,4
18.660,3
2.686,9
1.184,0
161,9
12.639,8
35.332,9
4.856,1
25,2
253,0
—
530,5
5.664,8
23.516,4
2.712,1
1.437,0
161,9
13.170,3
40.997,7
Total operaciones
corrientes
Enajenación inversiones reales
Transferencias de capital
Total operaciones
no financieras
V. Activos financieros
V. Pasivos financieros
Total consolidable
Transferencias internas
Inversiones
Transferencias de capital
Total operaciones
no financieras
V. Activos financieros
V. Pasivos financieros
Total consolidables
Transferencias internas
Total gastos
OAC
Entes
Públicos S. Social
Ingresos
Entes
Públicos S. Social
Fuente: Ley 65/1997, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1998.
132
Total
PGE
PANORAMA ECONÓMICO
ingresos. De cualquier forma, la evolución más favorable prevista
para estos últimos determinaría una fuerte reducción del déficit no
financiero (del orden del 18,0 por 100), que se situaría en 1,6 billones de pesetas. Además, el Estado incrementa sus ingresos no financieros un 3,5 por 100 a pesar de no incluir el importe de
recaudación por el IRPF que irá directamente a las Comunidades
Autónomas. No obstante, la estimación del incremento por la recaudación en el IRPF, 5,0 por 100, puede parecer excesiva a tenor de su
evolución en los últimos ejercicios.
En el resto de la previsión de ingresos impositivos destaca un
crecimiento moderado del Impuesto de Sociedades y un incremento notable en la recaudación por impuestos indirectos, sobre todo
en los impuestos especiales y, aunque en menor medida, en el IVA,
en consonancia con la previsión sobre el ritmo de crecimiento de la
actividad económica general. Los demás ingresos no financieros
crecerán más lentamente, salvo el aumento de las transferencias
corrientes recibidas por el Estado, como consecuencia de la mayor
aportación del Cupo del País Vasco.
Por su parte, en la evolución del gasto no financiero presupuestado para el Estado cabe destacar el mayor crecimiento de las transferencias, tanto corrientes como, sobre todo, de capital. El presupuesto
de inversiones reales también presenta un crecimiento muy moderado, y los gastos corrientes apenas se incrementan. Los pagos por
intereses, por último, se reducen sensiblemente.
Aumentarán las
transferencias
del Estado
Entre los demás centros de gasto que integran el Presupuesto
consolidado destaca la Seguridad Social, cuyo proyecto inicial se
vio considerablemente aumentado en el trámite parlamentario al
incorporarse en éste el acuerdo con las Comunidades Autónomas
sobre financiación de la sanidad. El gasto total finalmente aprobado
para 1998, 13,14 billones de pesetas, supone un crecimiento respecto al ejercicio anterior superior al 8,5 por 100.
También aumentan considerablemente los ingresos de la
Seguridad Social, para los que está previsto en 1998 un crecimiento
cercano al 9 por 100, que los situaría en un importe de 13,03 billones de pesetas, reduciendo, en consecuencia, el déficit del organismo a 103.600 millones de pesetas, un 11,5 por 100 por debajo del
que arrojaba el presupuesto para 1997.
Se reducirá el
déficit de la
Seguridad Social
133
MEMORIA 1997
El crecimiento previsto es mayor para las transferencias del Estado
que para los ingresos propios, aunque sobre este mayor incremento es
determinante el volumen vinculado a la financiación sanitaria. Ello ha
acotado, pero no silenciado completamente, algunas de las más duras
críticas que se efectuaron al Proyecto de Presupuestos para 1998. Si
bien determinado por las normas comunitarias, el paso al criterio de
devengo (y, por tanto, la consignación como ingresos de todos los
derechos de cobro que se generen) no debería olvidar el importe de los
fallidos e incobrables que pesa sobre esas cantidades. Una menor aportación del Estado a sus ingresos avalada por un volumen de los propios
menor que el efectivamente realizable, podría llevar, a medio plazo, a
un nuevo repunte del déficit de la Seguridad Social y comprometer la
viabilidad financiera del gasto social que sustenta.
Del resto de los agentes que consolidan sus presupuestos con los
del Estado y la Seguridad Social, cuyo total previsto de gasto no
financiero asciende a 4,29 billones de pesetas, destaca el mayor incremento consignado para los Organismos Autónomos Administrativos,
que supera el 13 por 100. Cabe recordar, sin embargo, que en este crecimiento se está recogiendo la mayor necesidad de gasto derivada de
la creación de nuevos órganos. Además, también es mayor el aumento
estimado de sus ingresos (precisamente en el mismo porcentaje que el
previsto para sus gastos), de forma que finalmente se espera reducir
su déficit en más del 50 por 100 con respecto al de 1997.
6.3.2. Políticas de gasto en los Presupuestos de 1998
La evolución por programas del gasto presupuestado refleja,
salvando la falta de homogeneidad en las cifras antes mencionada,
un esfuerzo relativamente mayor en sanidad (6,8 por 100), educación (5,8 por 100) e infraestructuras y transportes (5,7 por 100).
Sobre todos ellos destaca el importantísimo aumento del presupuesto para investigación científica, técnica y aplicada, nada menos
que del 33,2 por 100. Por otro lado, la notable disminución del servicio de la deuda (9,2 por 100), ofrece un margen adicional para
aplicar los ingresos totales al resto de los programas.
Las pensiones son
la mayor partida
de gasto
134
Casi tres cuartas partes del gasto consolidado se aplicarán a
cinco funciones: pensiones, financiación de las Administraciones
Territoriales, asistencia sanitaria, servicio de la deuda y prestaciones por desempleo e incapacidad temporal (cuadro I-36).
CUADRO I-36
PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA 1998 POR FUNCIONES
(Miles de millones de pesetas corrientes)
Funciones
Alta dirección del Estado
Administración General
Relaciones Exteriores
Justicia
Protección y seguridad nuclear
Defensa
Seguridad y protección civil
Seguridad y protección social
Promoción social
Sanidad
Educación
Vivienda y urbanismo
Bienestar comunitario
Cultura
Otros servicios comunitarios
Infraestructuras y transportes
1998
Mmptas.
43,6
56,8
137,4
211,8
5,2
842,0
591,5
12.128,6
477,5
3.905,3
1.027,8
114,5
52,2
102,2
10,1
1.143,1
variación
97/98 (%)
4,8
74,8
10,5
–7,3
13,0
2,9
2,7
3,9
27,4
6,8
5,8
0,7
46,2
2,7
–7,3
5,7
Funciones
Comunicaciones
Infraestructuras agrarias
Investigación
Información básica y estadística
Regulación económica
Regulación financiera
Agricultura
Industria
Energía
Minería
Turismo
Comercio
Transferencias AATT
Relaciones financieras con UE
Deuda Pública
Total consolidado
1998
43,9
38,0
313,7
33,9
290,4
266,4
1.087,1
106,3
6,3
151,7
15,2
147,3
3.508,3
952,2
7.522,7
variación
97/98 (%)
–74,3
5,3
33,2
8,7
5,3
6,8
1,6
–10,7
0,0
2.067,1
0,7
18,9
–10,0
1,6
–9,2
35.332,9
0,1
Fuentes: Ley 65/1997, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1998; Ley 12/1996, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado
para 1997 (Anexos de cuadros resumen).
135
MEMORIA 1997
El importe más elevado corresponde a las pensiones, que
supondrán el desembolso de 8,36 billones de pesetas, más de una
cuarta parte del total. El crecimiento previsto en esta función, un
5,3 por 100, se explica tanto por el aumento estimado del número
de pensionistas (casi un 2 por 100) como por la actualización
garantizada de su importe (2,1 por 100) y por la entrada de nuevos
pasivos con pensiones más altas que, junto con la salida de otros
con pensiones menores, determina una cuantía media mayor. El
agregado de la función de Seguridad y Protección Social resulta de
12,13 billones de pesetas, casi un 4 por 100 superior al del presupuesto de 1997. La razón de este crecimiento más moderado del
total reside, básicamente, en el descenso previsto en prestaciones
por desempleo (por la mejora del empleo).
Del volumen de gasto destinado a sanidad, que se cifra para 1998
en 3,91 billones de pesetas, destaca la mayor aportación del Estado
para financiar los presupuestos del INSALUD y el importe para proveer los gastos de las Comunidades Autónomas con competencias en la
materia que, como es sabido, obtienen financiación por esta partida
condicionada al gasto ejecutado. Por el contrario, la previsión de financiación de las Administraciones Territoriales para 1998, 3,51 billones
de pesetas, es casi un 10 por 100 menos que la del ejercicio de 1997.
Se reduce la carga
de la deuda
Los recursos destinados al servicio de la deuda pública, 7,52
billones de pesetas, suponen un descenso, como ya se ha indicado,
superior al 9 por 100 sobre los que se consignaron en el presupuesto inicial para 1997. Ello se debe básicamente a la menor carga de
intereses, tanto por el descenso de los tipos como por el saneamiento acometido en 1997 sobre la estructura de la deuda que se explicó
en el apartado anterior.
Entre el resto de las políticas de gasto pueden subrayarse también, por su importancia relativa, las infraestructuras y transportes,
la agricultura y la educación, todas ellas por encima del billón de
pesetas. No obstante, mientras la primera y la última ven incrementado su presupuesto en casi un 6 por 100 respecto al de 1997, la
segunda crece por debajo del 2 por 100.
Por último, como políticas más expansivas han de citarse las
dotaciones a investigación, bienestar comunitario y promoción
social. Esta última incluye las bonificaciones en la cotización empre-
136
PANORAMA ECONÓMICO
sarial a la Seguridad Social derivadas de las medidas de apoyo a la
contratación, pero también se han aumentado considerablemente los
programas de formación profesional ocupacional. El altísimo incremento de los recursos destinados a la minería que se observa en la
comparación entre los ejercicios de 1997 y 1998 se explica por causas contables asociadas al cambio del régimen de subvención al
carbón. Igualmente, parte del aumento en los gastos en investigación
tiene su origen en varias dotaciones específicas a programas estratégicos de defensa.
6.4. LAS PRIVATIZACIONES: EL ESTADO DE LA CUESTIÓN
A nivel internacional la globalización de los mercados, el avance
tecnológico, la armonización de las regulaciones nacionales y la
necesidad de contención del gasto público han contribuido a cuestionar en los últimos años, las funciones del Estado en la economía,
desde una perspectiva diferente. En ocasiones se ha planteado incluso un intenso debate en torno a la modernización del sector público
y la necesidad de mejorar la eficiencia en las administraciones
públicas. Como consecuencia de todo ello, se ha ido otorgando un
peso creciente a las políticas de privatización de empresas públicas
apoyada en esta visión modernizadora del sector público.
Frente a esta idea dominante, los detractores de las privatizaciones, no negando la necesidad de adaptarse a los cambios derivados
de la globalización de la economía mediante una mayor racionalización de la actividad en determinados sectores y empresas, consideran que el papel del Estado sigue estando vigente tanto en
sectores considerados estratégicos como en aquellos donde existen
fallos de mercado, y defienden por ello la mejora de la gestión
pública empresarial en lugar de la desaparición de la misma. Por
otro lado, dudan de la eficacia que sobre el control de las cuentas
públicas tiene la venta de empresas públicas ya que, de existir, sería
sólo a corto plazo, puesto que a medio y largo plazo el Estado
estaría renunciando así a los ingresos que la gestión de la actividad
empresarial pudiera generar.
En el ámbito europeo, el progreso tecnológico también ha ido
cuestionando la existencia de determinados monopolios naturales,
sobre todo en los sectores de la energía y de telecomunicaciones, lo
que ha favorecido la progresiva entrada de nuevos operadores en
La mayor
competencia
impulsa las
privatizaciones
137
MEMORIA 1997
dichos sectores con su consiguiente reestructuración. La necesidad
de introducir competencia en los mercados tradicionalmente regulados, en el actual contexto de avance hacia la UEM, unida al objetivo de suprimir de forma progresiva el apoyo del Estado a las
empresas públicas, ha contribuido a impulsar las políticas privatizadoras en numerosos Estados miembros. España no ha sido ajena a
dicha tendencia, habiéndose impulsado en los últimos años nuevos
marcos reguladores que permitieran el acceso de terceros a redes
de suministro que hasta entonces habían funcionado en régimen de
monopolio, a la vez que se aceleraban los procesos privatizadores
de empresas públicas con el fin de reducir el peso del Estado en la
economía.
Para abordar las privatizaciones de empresas públicas hay que
empezar definiendo, por un lado, cuál es el ámbito sobre el que se
aplica, y por otro, qué se entiende por privatización y cómo se lleva
a cabo. Una vez abordados distintos aspectos del complejo proceso
que supone la privatización de empresas públicas, cabría abordar
las privatizaciones llevadas a cabo desde la integración de España
en la Comunidad Europea hasta la actualidad, lo que supone distinguir básicamente entre dos periodos; la década marcada por el
Gobierno del Partido Socialista entre 1985 y 1995, y el periodo
más reciente que se inicia con el cambio de Gobierno de 1996.
La posibilidad de desarrollar la iniciativa pública en el ámbito
empresarial aparece en el artículo 128.2 de la Constitución española de 1978, pudiendo realizarse tanto a nivel estatal como de las
administraciones territoriales, en el ámbito de sus competencias.
La empresa pública estatal se ha desarrollado en España en
torno al Instituto Nacional de Industria (INI), habiendo sufrido
importantes transformaciones y reordenaciones, desde su creación
en 1941. Por su parte, las administraciones territoriales, y especialmente las Comunidades Autónomas, han ido creando en los últimos años entidades de carácter territorial, configurando así un
sector público empresarial cuyo tamaño varía sustancialmente de
unas a otras (cuadro I-37).
Por lo que al ámbito de aplicación se refiere, hay que señalar la
dificultad de clasificar las empresas públicas dada su heterogeneidad, ya que la presencia pública abarca una amplia gama de secto138
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-37
CENSO DE ENTES DEL SECTOR PÚBLICO EMPRESARIAL
AUTONÓMICO Y LOCAL, 1996
Comunidades Autónomas
Comunidades
Autónomas
Corporaciones
Locales
OAC
Entes
Públicos
Empresas
Públicas
OAC
Sociedades
Mercantiles
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla y León
Castilla-La Mancha
Cataluña
Ceuta
C. Valenciana
Extremadura
Galicia
Madrid
Melilla
Murcia
Navarra
País Vasco
Rioja, La
—
1
—
—
1
—
—
—
9
—
3
—
2
4
—
1
—
—
—
7
1
4
9
2
1
2
—
19
—
8
1
3
4
—
5
—
2
—
27
6
11
7
22
6
15
—
19
—
9
15
13
19
—
7
29
76
3
4
1
—
—
2
—
—
1
22
1
2
2
—
1
—
3
—
1
—
193
17
10
8
36
4
15
9
179
3
49
17
9
36
4
12
6
67
—
231
26
25
24
63
11
32
10
248
4
71
35
27
64
4
28
35
146
3
Total
21
68
284
40
674
1.087
Total
Fuente: Dirección General de Coordinación con las Haciendas Territoriales. Censo de Entes, 1996.
res productivos con proyección y carácter estratégico distinto.
Asimismo, esa dificultad de clasificación se atribuye a la existencia
de diferentes criterios que pueden utilizarse, tales como jurídicos,
económicos, contables, etc. Atendiendo a criterios establecidos por
la Contabilidad Nacional las empresas públicas se clasifican en servicios comerciales del Estado; organismos autónomos comerciales,
industriales, financieros y análogos; entes públicos y sociedades
con forma mercantil.
En cuanto al término “privatización” hay que decir que no existe una única definición del mismo, utilizándose distintos matices en
función de los intereses y objetivos que persiga aquél que lo utiliza.
139
MEMORIA 1997
Definir privatización supone abordar la distinción entre lo público
y lo privado, cuestión por otra parte, difícil de establecer al tratarse
de conceptos dicotómicos y que conllevan una fuerte carga valorativa sobre el modelo económico y social que subyace.
De hecho, una
ayuda para reducir
el déficit
La privatización
no garantiza una
mayor eficiencia
En todo caso, los procesos de privatización llevados a cabo por
los distintos gobiernos han tendido a justificarse por razones de
índole financiera o de caja (en base a un mayor control del déficit
público), económicas (basadas fundamentalmente en la búsqueda
de una mayor eficiencia y en la adaptación a la innovación), o políticas (derivadas de la revisión del papel del Estado), siendo en la
práctica difícil de deslindar unas de otras. La justificación financiera de las privatizaciones, y una de las más utilizadas, se centra en la
necesidad de captar recursos que permitan sanear las cuentas públicas tras el deterioro causado por el incremento de las transferencias
corrientes y de capital a las empresas públicas. Si bien los recursos
captados no se pueden utilizar directamente para reducir déficit
público, en la práctica lo reducen, puesto que las ganancias obtenidas por la venta de activos públicos generan ingresos adicionales
en algunas figuras tributarias, como el impuesto de sociedades.
Asimismo, los recursos obtenidos pueden ser utilizados como subvenciones de explotación para empresas con escasa viabilidad
económica, para facilitar el ajuste de otras empresas del grupo,
para reducir la deuda acumulada y hacer frente a determinados
pasivos, así como para financiar inversiones.
La privatización por razones económicas se concibe como un
medio para mejorar la eficiencia organizativa y de asignación de
recursos, así como para facilitar la adaptación de las empresas y
sectores al nuevo entorno económico. Sin embargo, la privatización
no garantiza por sí sola una mayor eficiencia, por lo que en numerosas ocasiones es deseable que vaya acompañada de una progresiva apertura de los mercados regulados a la competencia. Por otro
lado, la búsqueda de una mayor eficiencia económica tampoco
debería deslindarse del mantenimiento de un adecuado equilibrio
social.
Las privatizaciones suelen abordarse de diferentes formas que
van desde la gestión privada de la empresa pública y el fomento de
la prestación privada de bienes y servicios públicos, hasta la venta
de activos de las empresas públicas, que sería el proceso privatiza-
140
PANORAMA ECONÓMICO
dor propiamente dicho. En este último caso suele hacerse la distinción entre la transferencia de la propiedad o control desde el sector
público al privado de una serie de activos de escaso uso o de
empresas de moderada relevancia económica y social, y la privatización de las grandes empresas públicas, lo que suele conllevar una
estrategia global de venta de empresas.
Todo proceso privatizador tiene que atender a las características
de las empresas que se pretenden privatizar, es decir a su viabilidad
económica presente o futura, como a las de su mercado (competitivo o regulado), así como a las condiciones de eficiencia de los mercados de capitales y de las agencias reguladoras, y a las
capacidades empresariales y directivas del país en que dichas
empresas operan.
Considerando todos esos elementos, la venta de empresas públicas puede realizarse mediante distintos procesos, entre los que destacan:
• La oferta pública de venta (OPV): supone la salida de las
acciones de empresas públicas a los mercados financieros previo ajuste de la oferta a las condiciones del mercado y a las
características de la empresa. Se pueden ofrecer así paquetes
de acciones específicos para inversores institucionales y para
minoristas, pudiendo diferenciarse, con condiciones especiales, las colocaciones destinadas a empleados y clientes de la
empresa del resto de los inversores.
• Venta directa de acciones: las acciones se adjudican al margen
de los mercados financieros, a uno o varios compradores previamente seleccionados, tras valorarse el potencial empresarial de los mismos. La venta se realiza mediante subasta, lo
que supone elegir la mejor oferta económica, o mediante concurso recogiéndose la propuesta más ventajosa. Este tipo de
venta puede dirigirse, mediante consurso, abierto o restringido, a un grupo estable de accionistas que se encargarán de
aportar capacidades empresariales (tecnológicas, comerciales
y/o financieras) y de controlar a los directivos.
• Reutilización de los activos de las empresas económicamente
inviables (fundamentalmente industrias de defensa y astille141
MEMORIA 1997
ros) previo estudio de las posibilidades de reasignación de los
activos de dichas empresas.
6.4.1. Las privatizaciones en el periodo socialista
En venta las
empresas del INI y
de Rumasa
En un contexto de política industrial caracterizada por la reconversión de determinados sectores (siderurgia, construcción naval,
minería del carbón...) y de progresiva adaptación a la política industrial europea tras la adhesión de España a la Comunidad Europea, en
el periodo 1985-1995 se produjo un proceso desinversor de determinadas empresas públicas basado en la necesidad de racionalizar y
redimensionar el sector público empresarial. Dentro de este proceso
cabe diferenciar, sin embargo, dos tipos de privatizaciones: las que se
han caracterizado como de “encubiertas” o “silenciosas”66, centradas
en empresas pertenecientes a los holdings públicos INI e INH, y en
menor medida, a la Dirección General del Patrimonio del Estado
(DGPE); y las reprivatizaciones motivadas tanto por la crisis del sistema bancario de finales de los años setenta, como por la expropiación de Rumasa a principios de los ochenta.
Asimismo, cabría diferenciar dentro de este periodo dos fases,
en función de los motivos principales que animaron las privatizaciones y la forma en que se realizaron. La primera, de 1985 a 1991,
estuvo caracterizada por la venta de empresas, fundamentalmente
industriales, a un comprador único, que en numerosos casos era
una multinacional extranjera (cuadro I-38), con el objetivo principal de mejorar la competitividad de las empresas y favorecer su
internacionalización. La segunda fase, de 1992 a 1995, estuvo más
centrada en el objetivo de obtención de ingresos, y se caracterizó
por un mayor recurso a las colocaciones bursátiles de empresas
públicas situadas en sectores regulados.
Por lo que se refiere a la privatización de empresas pertenecientes a los holdings públicos, destaca la realizada en el INI (cuadro
I-38 y cuadro I-39), desde donde se impulsó una política de desinversión que distinguía entre, por un lado, filiales y subfiliales de
empresas públicas que carecían de interés estratégico o no tenían
ninguna función específica en el grupo, por lo que carecía de senti66
1997.
142
Álvaro Cuervo: La privatización de la empresa pública. Ed. Encuentro,
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-38
EMPRESAS PÚBLICAS DEL INI PRIVATIZADAS ENTRE 1985-1995 (1)
Años
1985
1986
1987
1988
Empresa
Sector
Textil Tarazona Textil
Ingenasa
Inmun./genética
% Vendido
69,6
67,6
(51,0 en 1985;
14,2 en 1986;
2,4 en 1989)
Igfisa
Alimentación
100,0
Cesquisa
Química
45,4
Secoinsa
Electrónica
69,1
SKF Española Rodamientos
98,8
Marsans
Turismo
100,0
Entursa
Turismo
100,0
Frigsa
Alimentación
100,0
Gypisa
Alimentación
100,0
La Luz
Alimentación
100,0
Insisa
Bienes de Equipo
60,0
Remetal
Aluminio
66,6
(66,1 en 1986 y
0,5 en 1990)
Issa
Aluminio
100,0
Aluflet
Aluminio
40,0
Motores MBD Construcción Naval
60,0
(38,4 en 1986 y
21,6 en 1989)
Pamesa
Papel
100,0
Fovisa
Siderurgia
100,0
Indugasa
Automoción
50,0
Seat
Automoción
100,0
(75 en 1986 y
25 en 1990)
Telesincro
Electrónica
100,0
(40,0 en 1986;
33,9 en 1988;
26,1 en 1994)
Gesa
Gas/Electricidad
39,0
Dessa
C. Naval
50,0
Evatsa
Aluminio
100,0
Litofan
Aluminio
100,0
Alumalsa
Aluminio
44,0
Purolator
Automoción
97,4
Victorio Luzuriaga Automoción
33,3
Diasa
Alimentación
50,0
Miel Española Alimentación
51,0
Miraflores
Alimentación
Endesa
Electricidad
29,2
(20,4 en 1988 y
8,7 en 1994)
Comprador
Cima Eursa (Entrecanales)
ERT
Pleamar
Cepsa
Fujitsu España (Fujitsu*, CTNE)
Aktiebogalet SKF*
Trapsatur
CIGA/Hot. de lujo españoles
Saprogal*
Frig. Santana/ Los Norteños
Prevert
Acctas. Privados de Insisa
Socios Fundadores de Remetal
Aluperfil
Acctas. Privados de Aluflet
Klockner Humboldt Deutz AG*
Torras Hostench
Gekanor (GKN*. Acenor)
GKN*
Wolkswagen AG*
Bull*
(OPV)
Forestal del Atlántico
Cebal
Baumgartner Ibérica*
Montupet*
Knecht Filterwerke*
Eisenwerk Bruhl*
Saudisa (Promodes*)/BBV
Sugemesa (Agroalimen.)
Queserías Miraflores
(OPV)
143
MEMORIA 1997
CUADRO I-38 (Continuación)
EMPRESAS PÚBLICAS DEL INI PRIVATIZADAS ENTRE 1985-1995 (1)
Empresa
Ence
Sector
(y Empresa matriz)
Papel
Astican
MTM
Construcción naval
Bienes de equipo
Ateinsa
Bienes de equipo
Enfersa
Fertilizantes
1990
Oesa
Pesa
Ancoal
Adaro Indonesia
Alimentación
Electrónica
Aluminio
Ingeniería
1991
Enasa
Automoción
Años
1989
1992
1993
1994
1995
% Vendido
53,8
(39,3 en 1988 y
14,5 en 1995)
90,72
100,0
(85,0 en 1989 y
15,0 en 1992)
100,0
(85 en 1989 y
15 en 1992)
100,0
(80,0 en 1989 y
20,0 en 1991)
100,0
97,4
75,2
50,0
100,0
(60,0 en 1991 y
40,0 en 1993)
Gr. Empr. Alvarez Artesanía Industrial
100,0
(90,0 en 1991 y
10,0 en 1992)
TSD
Electrónica
100,0
Icuatro
Equipamiento Hospit.
90,0
Automoción 2000 Automoción
100,0
Fábrica S. Carlos Bienes Equipo
100,0
Palco
Aluminio
C. Trasatlántica
Tpte. Marítimo
Artespaña
ASDL
Sodiga
Artesanía Ind.
Aeronáutica
Sociedad Desarrollo
Industrial
Aluminio
Siderurgia
Refinalsa
Sidenor
100,0
(50,0 en 1993 y
50,0 en 1994)
100,0
100,0
87,7
51,2
50,0
50,0
Comprador
(OPV)
Italmar
GEC Alsthom*
GEC Alsthom*
Ercros
Ferruzzi*
Amper
Omnium Industriae*
lndonesia Coal*/Asimcco
Bara Utama /*Tirtamas
Majutamas*
Iveco/ Fiat*
Pickman (Estudesa)
Telepublicaciones
Grupo Alegre
Inversores Reo
Grupo Navacel/ Total
Technical Trade/Luis
Tellería Usabiaga
Alcan Deutschland
Naviera de Odiel/ Marít.
Valenc.
Medino. S.L.
Quadrant Group*
Xunta de Galicia
Remetal
Digeco-Roda
(Digeco/Olarra/Rodacial)
Notas: (*) Indica los compradores extranjeros.
(1) Las empresas se han clasificado según su dependencia institucional y fecha de su (primera)
privatización. No se han incluido ventas de participaciones que no hayan supuesto la pérdida del control
para el Estado (salvo OPV), ni ventas de activos. El porcentaje vendido supone el total de la participación
pública previa, salvo que se indique lo contrario.
No se han incluido las empresas procedentes del grupo Rumasa ni las empresas vinculadas a bancos de
los que se hizo cargo el Fondo de Garantía de Depósitos en el marco de la crisis bancaria del periodo
1977-1985.
Fuente: Álvaro Cuervo, La privatización de la empresa pública (Ed. Encuentro, 1997).
144
PANORAMA ECONÓMICO
CUADRO I-39
EMPRESAS PÚBLICAS DEL INH Y DE LA DGPE PRIVATIZADAS ENTRE 1985-1995
Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH)
Años
1989
1994
Empresa
Sector
Repsol
Petróleo/Gas
Enagas
Caivsa
Gas
Gas
% Vendido
Comprador
79,0
(26,4 en 1989
4,2 en 1989
2,9 en 1990
2,1 en 1992
9,8 en 1992
14,1 en 1993
19,5 en 1995)
91,0
100,0
(OPV)
BBV
Pemex*
Pemex*
(Canje de Bonos)
OPV-Institucional
(OPV)
Gas Natural (45,26% de Repsol)
Gas Natural
Dirección General del Patrimonio del Estado (DGPE)
1985
1990
1991
1993
1994
1995
Gossypium
Intelhorce
Hytasa
Imepiel
Dirsa
Seb. de la Fuente
Salinas Torrevieja
Coifer
Fridarago
Coisa
Argentaria
Royal Brands, S. A.
Incluye:
— Carcesa
— Consiber
— Artiach
— Marbú
R. Brands Portugal
RJR Alimentación
Telefónica
Lesa
Textil
Textil
Textil
Calzado
Distribución
Distribución
Sal
Alimentación
Alimentación
Alimentación
Banca
Alimentación
Alimentación
Alimentación
Telecomunicaciones
Alimentación
100,0
100,0
100,0
100,0
75,6
100,0
38,5
50,0
100,0
100,0
49,9
98,9
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
50,0
10,7
100,0
Textil Guadiana
Orefici*
Textil Guadiana
DFG Grupo Cusi
Diasa (Promodes*/BBV)
Cofidisa (BBV)
U. Salinera de España (Solvay*)
Alimentos naturales (BBV)
Rústicas
Rústicas
RJR Alimentación S.L .
RJR Alimentación S.L.
RJR Nabisco*
Leyma/Iparlat
Otras instituciones
1986
1991
Acesa
Jobac
Autopistas
Distribución
1993
Ineco
Ingeniería (Renfe)
57,6 OPV
100,0
(70,0 en 1991;
30,0 en 1995) Erosmer y Consum. (Eroski)
66,0
(55,0 en 1993;
11,0 en 1994)
Notas: Ídem Cuadro I-38.
Fuente: Álvaro Cuervo, La privatización de la empresa pública (Ed. Encuentro, 1997).
145
MEMORIA 1997
do su mantenimiento; y por otro, empresas participadas directamente por el grupo con importancia estratégica o significativa en la
política industrial o en la estructura empresarial española. En cuanto al primer tipo de empresas, el INI encargó su privatización a
Infoleasing, quien tras estudiar cada una de las empresas, decidía el
procedimiento a seguir para su venta, ofertando finalmente un precio base de negociación a los posibles compradores. La desinversión realizada en el segundo grupo de empresas se justificó en la
necesidad de adaptarse mejor a los cambios tecnológicos y a la
competencia creciente de los mercados europeos de cara al mercado único, lo que se tradujo, en determinados casos, en la integración de dichas empresas en multinacionales (fue el caso, entre
otras, de Seat, Secoinsa, Enfersa, Enasa, etc.).
Por otro lado, tras la crisis bancaria de finales de los setenta que
afectó a la mitad de los bancos que operaban por entonces en
España, las instituciones bancarias que sobrevivieron fueron saneadas y posteriormente privatizadas bien por el Fondo de Garantía de
Depósitos en Establecimientos Bancarios, con la ayuda directa del
Banco de España, bien con la colaboración directa de la banca privada. Ante las posibles alternativas privatizadoras con que contaba
el Fondo de Garantía, se optó mayoritariamente por el concurso
restringido dirigido a los equipos directivos de los bancos que
podían estar interesados en el reflotamiento de los bancos con problemas, realizándose posteriormente la adjudicación en base a las
ofertas presentadas.
Por último, en el periodo 1985-1995 se procedió a vender las
empresas expropiadas en 1983 al holding Rumasa67, estableciéndose que la enajenación se realizaría por concurso público68, salvo que
el Gobierno autorizase la venta directa de acciones dando cuenta de
ello al Parlamento. Con objeto de asesorar al Gobierno y facilitar la
operación, se creó una Comisión para la reprivatización de las
acciones y participaciones del grupo Rumasa, cuyas funciones
básicas consistieron en estudiar las características de cada empresa,
promover la presentación de ofertas para su venta y valorar las propuestas recibidas en cada caso.
67
La expropiación de las 370 sociedades que conformaban el holding Rumasa
se realizó por Real Decreto 2/1983, de 23 de febrero.
68
Ley 7/1983, de 29 de junio de expropiación de Rumasa.
146
PANORAMA ECONÓMICO
6.4.2. Nuevo enfoque privatizador del Gobierno
del Partido Popular
En un contexto de consolidación económica con las miras
puestas en la pertenencia a la UEM, el Gobierno del Partido
Popular, al llegar al poder tras las elecciones de 1996, consideró
necesario impulsar las privatizaciones de empresas públicas
españolas elaborando para ello un plan estratégico de privatizaciones 69. A diferencia de lo que sucediera en Francia, donde se
aprobó en 1993 una ley marco70 que recogía el proceso de privatizaciones, o en el Reino Unido donde se establecieron leyes concretas para cada una de las empresas públicas, el Gobierno
español optó por sentar las bases para reformar y modernizar la
empresa pública mediante el desarrollo de un programa de privatizaciones con carácter de globalidad. Dicho plan tiene como objetivos la reforma y modernización del sector público, el
fortalecimiento de la economía de mercado, la liberalización y el
aumento de la eficiencia y la competitividad de la economía, así
como la creación de empleo. Para alcanzar dichos objetivos se
articulan un conjunto de acciones en torno a tres ejes básicos: en
primer lugar, el saneamiento de las empresas públicas deficitarias
con el fin de obtener su progresiva desvinculación de los
Presupuestos Generales del Estado, la consolidación de proyectos
empresariales viables y de futuro, y por último, la puesta en práctica del proceso de privatización propiamente dicho.
Un plan
estratégico
global
El programa del Gobierno tiene como antecedentes más cercanos en el tiempo la Ley 5/199571, relativa al régimen jurídico de
enajenación de participaciones públicas en determinadas empresas,
así como el Real Decreto 5/1995, de 16 de junio, por el que desaparecieron el INI y el INH y se crearon la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales (SEPI) y la Agencia Industrial del
Consejo de Ministros, Programa de modernización del sector público
empresarial del Estado, del 28 de junio de 1996.
70
Ley francesa núm. 93-923, de 19 de julio de 1993.
71
Ley 5/1995, de 23 de marzo sobre Régimen Jurídico de Enajenación de
Participaciones Públicas en determinadas empresas. Dicha Ley afecta a las privatizaciones de empresas públicas en las que el Estado tiene una participación superior
al 25 por 100 del capital, a los casos en que el Estado reduzca su participación del
50 por 100 o dicha participación quede por debajo del 15 por 100, así como a los
casos en que se negocien participaciones del 10 por 100 o superiores. (Ver
Memoria CES 1995.)
69
147
MEMORIA 1997
Estado (AIE), agrupando la primera las empresas rentables provenientes de los dos holdings industriales públicos y la segunda las
empresas con pérdidas, y por tanto, dependientes de los
Presupuestos Generales del Estado (cuadro I-40).
Así, el programa de modernización del sector público empresarial diseñado por el Gobierno plantea una adicional reorganización
de la empresa pública estatal tras la realizada en 1995. Con el fin
de simplificar el esquema de participaciones públicas y centralizar
la gestión del proceso de privatizaciones, se suprime el holding
TENEO72, integrado desde 1995 en la SEPI. Por otro lado, se crea
la Sociedad Estatal de Participaciones Patrimoniales (SEPPA) que
tiene como objeto social la tenencia, administración, adquisición y
enajenación total o parcial de las acciones o participaciones de las
sociedades dependientes de la Dirección General de Patrimonio del
Estado (DGPE).
SEPI, SEPPA y
AIE agentes
gestores del
proceso
El programa del Gobierno estableció que los agentes gestores
del proceso privatizador serían la SEPI, la SEPPA, y la AIE, facultando a dichas sociedades para formular, tras realizar los estudios
oportunos, las propuestas concretas de privatización mediante el
procedimiento que consideren más adecuado. Se entiende por privatización “la transferencia total o parcial de la propiedad de las
empresas, participaciones en el capital de sociedades, acciones,
activos o unidades de negocio, y en todo caso, cuando la misma
suponga para el sector público estatal la pérdida de influencia decisiva en la empresa de que se trate”.
Los agentes gestores determinarán asimismo la conveniencia o
no de:
• conceder incentivos a determinados grupos sociales o categoría de inversores y de establecer, en su caso, descuentos
sobre el precio de referencia y otro tipo de ventajas;
La sociedad anónima TENEO fue constituida el 14 de julio de 1992, según
lo establecido en el artículo 107 de la Ley de Presupuestos Generales del Estado,
agrupando a las empresas del INI financieramente autónomas de los Presupuestos
y con capacidad para ser gestionadas con criterios empresariales. La disolución sin
liquidación de la sociedad mercantil TENEO S.A, fue acordada por su Junta
General en julio de 1996 y se realizó el 16 de septiembre de 1996, asumiendo su
único accionista, SEPI, la totalidad de sus activos y pasivos.
72
148
CUADRO I-40
ORDENACIÓN DE LA EMPRESA PÚBLICA ESPAÑOLA
Ministerio de Industria y Energía
Ministerio de Economía y
Hacienda
Instituto Nacional de Hidrocarburos
(INH, creado en 1981)
Gestiona participaciones públicas
en sector hidrocarburos, incorporando
entre sus activos las empresas de
combustibles líquidos del INI
1995
TENEO
Agrupa las
empresas
rentables del
INI:
• Aviaco
• Casa
• Babcok Wilcox
• Ence
• Enusa
• El Cano
• Endesa
• Ensa
• Iberia
• Inespal
• REE, etc.
Empresas
provenientes
del
• INH:
• Repsol, S.A.
• Enagas
• Gas Natural, S.A.
• Sagane, S.A.
etc.
Desaparece
TENEO (2)
Agencia Industrial del Estado
(AIE) (1)
Gestiona empresas provenientes del INI
y del INH inmersas en sectores en
reestructuración o en reconversión
que reciben subvenciones públicas:
•
•
•
•
•
•
•
Aesa
Astano
Barreras
Bazán
Santa Bárbara
Prod. Tubulares
AHV Ensidesa
•
•
•
•
•
•
Hunosa
Figaredo
Presur
Potasas de Subiza
CSI
Altos Hornos del
Mediterráneo
etc.
1996
Sociedad Estatal de Participaciones
Industriales (SEPI) (1)
Asume las participaciones de empresas
desvinculadas de los Presupuestos
Generales del Estado
Comunidades
Autónomas y
Corporaciones Locales
Dirección General del
Patrimonio del
Estado (DGPE)
1995
1995
TENEO
1997 (3)
1992
Instituto Nacional de Industria
(INI, creado en 1941)
Otros Ministerios
Sociedad Estatal de
Participaciones
Patrimoniales (SEPPA) (2)
Asume las empresas públicas
dependientes de la Sociedad
Estatal de Patrimonio ISA,
actuando como ente gestor
en los procesos de
privatización:
•
•
•
•
•
Argentaria
Tabacalera
Transmediterránea
ENA
Paradores de Turismo
etc.
Desde 1996
fundamentalmente
Ministerio de Fomento y
Presidencia del
Gobierno
Empresas:
• Renfe
• Aena
• Retevisión
• Correos y
Telégrafos
• Focoex
• FNMT
• Hispasat
• RTVE (TVE y
RNE)
• Loterías del Estado
etc.
Entes y Empresas del
sector público
empresarial
autonómico y local:
En 1996,
representaban
un total de
1.087 empresas
149
Notas: (1) Reforma de junio de 1995 por la que desaparecen el INI y el INH (Real Decreto-Ley 5/1995 de 16 de junio) y se crean la SEPI y la AIE.
(2) Reforma de 28 de junio de 1996 por la que desaparece TENEO y sus empresas se mantienen en SEPI y se crea la SEPPA (Resolución del Consejo de Ministros de 28 de junio de 1996).
(3) Reforma de 5 de septiembre de 1997 por la que desaparece la AIE, integrándose en SEPI (Real Decreto-Ley 15/1997, de 5 de septiembre).
Fuente: Elaboración propia.
MEMORIA 1997
• reservar determinados porcentajes para empleados o colectivos especialmente vinculados con la empresa;
• realizar un tratamiento diferenciado para inversores institucionales en determinados casos;
• vender la empresa, en parte o en su totalidad, a determinados
accionistas que se comprometan con su permanencia y garanticen la gestión de la misma.
Bajo la tutela del
Consejo
Consultivo de
Privatizaciones
Cuatro modelos
para cuatro tipos
de empresas
Por último, y con el fin de asegurar la publicidad, transparencia y
concurrencia de dichas operaciones, se creó un Consejo Consultivo
de Privatizaciones73 cuya función principal sería dictaminar sobre el
cumplimiento de dichos principios en todas las propuestas de privatización que realicen los gestores.
Con este nuevo enfoque se inició en 1996 la colocación en el
sector privado de determinadas participaciones del Estado en
empresas públicas, proceso que se acentuó a lo largo de 1997.
Como forma general de funcionamiento, las empresas se clasificaron en cuatro grandes grupos:
1. Las empresas que por estar consolidadas en sus respectivos
mercados y ser rentables, están en condiciones de ser privatizadas de forma inmediata mediante la venta de las participaciones estatales (sería el caso fundamentalmente de Repsol,
Telefónica, Argentaria, Tabacalera y Transmediterránea).
2. Las empresas que siendo rentables operan en sectores donde
todavía se deben realizar procesos de liberalización, con lo
cual la privatización no se realizará hasta que se desregule el
sector (es el caso del Grupo Endesa y de Red Eléctrica
Española).
3. Las empresas que requieren previamente la definición o
reformulación de un proyecto empresarial que asegure su viaEl Consejo Consultivo de Privatizaciones está compuesto por su Presidente y
un máximo de ocho Vocales nombrados todos ellos, entre personas de reconocido
prestigio, por acuerdo conjunto de los Ministros de Economía y Hacienda y de
Industria y Energía.
73
150
PANORAMA ECONÓMICO
bilidad (es el caso, entre otras, de Iberia, Casa o Babcok
Wilcox).
4. Las que no son privatizables ya que razones estratégicas o de
carácter social aconsejan su mantenimiento. Estas empresas
requieren sin embargo, un proceso de modernización o de reestructuración que mejore sus resultados (es el caso de Astilleros,
Santa Bárbara o Hunosa).
Siguiendo este esquema, el Gobierno acometió en 1996 la privatización de un conjunto de empresas, iniciándose los distintos
procesos con la elección, de forma directa o por convocatoria
(limitada o universal) del asesor financiero de la operación, cuyas
funciones van desde la valoración de la empresa, el diseño de la
estrategia de privatización, la búsqueda de posibles compradores
etc., dependiendo de si se realiza mediante oferta pública de venta
(OPV), venta directa u otro procedimiento. Las privatizaciones
realizadas en 1996 fueron básicamente de empresas integradas en
la SEPI, tal y como se recoge en el cuadro I-41, entre las que destacan la venta del 3,8 por 100 de la participación del Estado en la
empresa Gas Natural y del 11 por 100 en Repsol, ambas mediante
OPV.
La desinversión supuso para el Estado unos ingresos no financieros de 202.000 millones de pesetas en el conjunto del año,
representando los ingresos patrimoniales el 94 por 100 del total y
el resto los ingresos derivados del impuesto de sociedades.
CUADRO I-41
PRIVATIZACIONES O DESINVERSIONES REALIZADAS EN 1996
Agentes
Gestores
Sector
Empresa
% vendido
Comprador
Gas
Gas
Petróleo
Desarrollo Industrial
Ingeniería
Gas Natural
Sagane
Repsol
Sodican
Auxini
3,81
91,00
11,00
51,00
40,00
OPV (Institucional)
Enagas
OPV
Gobierno Autónomo de Canarias
OCP
DGPE
Banca
Argentaria
25,00
OPV
AIE
Fertilizantes
Sefanitro
52,65
Fertiberia
SEPI
Fuente: SEPI, Informe Anual 1996 y Álvaro Cuervo: La privatización de la empresa pública (Ed. Encuentro,
1997).
151
152
CUADRO I-42
PRIVATIZACIONES REALIZADAS EN 1997
Agente Gestor
Sector
Minería
Aluminio
Empresa
% Vendido
Comprador
100,0
100,0
100,0
100,0
10,0
9,0
100,0
Navan Resources, S.A.
Directivos
Alcoa
MBO (Directivos)
OPV
Venta directa a Gas Natural
Grupo marítimo Ibérico
(Soponata, Remolcanosa, Murueta)
OPV
Concurso (OPV)
Grupo Hambros
Agencia de desarrollo
de Castilla y León
Petróleo
Gas
Transporte marítimo
Almagrera
Iongraf (Inespal)
Inespal
Ferroperfil
Repsol
Enagas
Elcano
Electricidad
Construcción
Defensa
Servicios financieros
Endesa
Auxini
Surgiclinic
Sodical
25,0
60,0
50,0
51,0
Sociedad
Estatal de
Participaciones
Patrimoniales
(SEPPA)
Telecomunicaciones
Telefónica
21,0
OPV
Tisa
23,8
Telefónica
Distribución
Aldeasa
30,0
Tabacalera. OPV
Agencia Industrial
del Estado
(AIE)
Siderurgia
CSI (Aceralia)
42,0
35,0
11,2
1,0
100,0
OPV
Arbed
Aristrain
Gestamp
Tubos Reunidos
Ministerio de Fomento
Telecomunicaciones
Sociedad
Estatal de
Participaciones
(SEPI)
Productos Tubulares
Retevisión
70,0
Fuentes: SEPI, El Grupo SEPI en 1997 y Álvaro Cuervo, La privatización de la empresa pública (Ed. Encuentro, 1997).
Endesa-Stet
PANORAMA ECONÓMICO
6.4.3. Las privatizaciones en 1997
El año 1997 se ha caracterizado por la acentuación del proceso
liberalizador y privatizador iniciado el año anterior, así como por la
consolidación de la reordenación del sector público empresarial tras
la disolución de la AIE74 y la transferencia de todas sus acciones a la
SEPI (cuadro I-42). La transmisión de todos los derechos y obligaciones de la AIE a la SEPI forma parte del plan de actuaciones del
Gobierno, consistente en desvincular las empresas públicas industriales definitivamente de los Presupuestos Generales del Estado,
mediante el establecimiento y desarrollo de los mecanismos necesarios para su reestructuración financiera con vistas a asegurar su viabilidad. En este sentido, se pretende que dichas empresas obtengan
resultados positivos, un endeudamiento nulo y una clara solvencia
patrimonial en el año 2000. Así, a partir de 1998 ninguna de las
sociedades participadas por SEPI podrá recibir subvenciones, avales
o subrogaciones de deuda de los Presupuestos Generales del Estado,
de las Comunidades Autónomas ni de las Corporaciones Locales, a
excepción del carbón, tal y como acordaron el MINER y los sindicatos del sector.
Se acentúa el
proceso
privatizador
En el año 1997 se ha realizado la desinversión de las participaciones del Estado en diecisiete empresas, tal y como se recoge en
el cuadro I-42. Dicho proceso se ha centrado en empresas públicas
gestionadas por la SEPI, aunque también se han vendido participaciones de empresas gestionadas por SEPPA (entre las que destaca
la OPV de Telefónica), de la AIE (donde cabe resaltar la colocación en Bolsa de Aceralia) y la venta de Retevisión, dependiente
del Ministerio de Fomento.
Las privatizaciones realizadas a lo largo del año han supuesto
para la SEPI la obtención de unos ingresos por privatizaciones cercanos al billón de pesetas, generando una plusvalía cifrada en
621.000 millones de pesetas, casi cinco veces superior a la obtenida el año anterior75, lo que a su vez le ha permitido amortizar parte
de la deuda histórica proveniente del INI por un importe de
221.000 millones de pesetas.
74
Real Decreto-Ley 15/1997, de 5 de septiembre por el que se disuelve la
Agencia Industrial del Estado.
75
SEPI, El grupo SEPI en 1997.
153
MEMORIA 1997
CUADRO I-43
RELACIÓN DE EMPRESAS PÚBLICAS CON PARTICIPACIÓN
MAYORITARIA DE SEPI
Sector
de actividad
Empresa
% Participación %Participación
(diciembre 1996) (diciembre 1997)
Energía
Empresa Nacional de Electricidad, S.A (Endesa)
Red Eléctrica Española (REE)
Enusa
Transporte
Iberia
Aéreo
Aviaco
Aeroespacial Construcciones Aeronáuticas, S.A (Casa)
Electrónica e Indra
informática
Aluminio
Inespal
Aluminio Español
Celulosa
Ence
Minería
Almagrera
Suriak
Potasas de Llobregat
Bienes de
Babcok Wilcox España (BWE)
equipo
Ensa
Ingeniería
Initec
INI Medio ambiente
Auxini
Iniexport
TGI
Transporte
Elcano
marítimo
Seguros
Musini
Servicios
Infoinvest
Financieros
Infoleasing
Sodian
Sodiar
Sodicaman
Sodiex
Sodical
INI - Finance BV
66,9
65,9
60,0
100,0
99,9
99,3
66,1
41,9
30,0
60,0
100,0
67,0
99,3
63,3
99,7
93,7
51,6
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
60,0
100,0
100,0
100,0
—
—
51,6
—
—
58,2
100,0
100,0
100,0
—
—
—
100,0
—
100,0
100,0
60,3
51,0
51,0
61,2
51,0
100,0
55,7
100,0
100,0
60,3
51,0
51,0
61,2
—
Empresas provenientes de la AIE
Siderurgia
Defensa
Cons. Naval
Minería
Bienes de
equipo
Fuente: SEPI.
154
Productos Tubulares
(CSI) Aceralia
Bazán
Santa Bárbara
DCN
Figaredo
Hulleras del Norte, S.A. (Hunosa)
Presur
100,0
10,8
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
Imenosa
100,0
PANORAMA ECONÓMICO
Por su parte, el Estado captó unos ingresos no financieros, en
términos de caja, de 716.300 millones de pesetas, que se desglosan
en 177.200 millones en concepto de impuestos de sociedades y
539.100 millones por ingresos patrimoniales.
716.300 millones
en 1997
El año se ha caracterizado por una fuerte colocación en Bolsa
mediante OPV de las participaciones de grandes empresas públicas
como Repsol (concluyendo así el proceso de privatización con la
venta del 10 por 100 que quedaba en manos del Estado), Endesa,
Telefónica, Aldeasa y Aceralia (surgida de la reconversión acometida durante la última década en la empresa Corporación Siderúrgica
Integral). Asimismo, se han producido ventas directas de participaciones como por ejemplo las realizadas en Enagas (con la venta a
Gas Natural) o en Aceralia (con la venta de las participaciones a las
empresas Arbed, Aristrain o Gestamp) (cuadro I-42).
A principios de 1998, se ha continuado con la venta de las participaciones estatales en determinadas empresas públicas, entre las
que destaca la colocación en Bolsa mediante OPV nacional e internacional del 29,2 del capital de la SEPPA en la corporación bancaria Argentaria. Asimismo, a lo largo del año se pretenden realizar
desinversiones en Tabacalera, integrada también en la SEPPA.
Por lo que se refiere a la SEPI, a principios de 1998 se han alcanzado acuerdos para la venta de Sodicaman a Diputaciones y Cajas de
Ahorros de la Comunidad de Castilla-La Mancha y se pretende
seguir avanzando en la privatización de determinadas empresas
donde la SEPI mantiene una participación mayoritaria, como por
ejemplo en Babcok Wilcox (BWE), Endesa, Iberia, Indra, Initec,
Musini, Potasas de Llobegrat, Santa Bárbara (cuadro I-43).
7. UNIÓN EUROPEA
A lo largo de 1997 el proceso de integración en la Unión
Europea (UE) ha continuado progresando a buen ritmo destacando
algunos hechos muy significativos. Este año ha sido el de la consolidación definitiva de la convergencia nominal de una mayoría
de países, gracias al esfuerzo de consolidación presupuestario y de
control de precios realizado por una mayoría de países, que se ha
apoyado en el buen ritmo de crecimiento económico registrado en
el conjunto de la Unión y en cada uno de los Estados miembros.
155
MEMORIA 1997
Esta mejoría ha sido tal que se cuenta con la participación en el
euro de todos los países candidatos salvo Grecia y aquellos que se
han autoexcluido. En marzo de 1998, la Comisión Europea ratificó
esta mejoría proponiendo formalmente la puesta en funcionamiento de la Unión Monetaria con Alemania, Austria, Bélgica, España,
Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y
Portugal76. Pocos días antes de cerrar esta Memoria, el Consejo
Europeo reunido en Bruselas el día 2 de mayo de 1998, decidió
que esos once Estados miembros de la Unión Europea participaran
a partir del 1 de enero de 1999 en la tercera fase del proceso de
Unión Económica y Monetaria (UEM).
Convergencia para
todos
El año 1997 pasará a la historia como aquél en el que una inmensa
mayoría de Estados miembros de la Unión Europea cumplieron los
criterios de convergencia establecidos en el Tratado de Maastricht
para poder formar parte de la UEM. En este sentido, el comportamiento de la economía española ha sido notable, consiguiendo que
los dos criterios que todavía no cumplía en 1996 —inflación y déficit
público—, encajaran en el marco previsto. Los criterios de tipo de
interés y de estabilidad de tipo de cambio ya se cumplían en 1996, si
bien la reducción de los tipos de interés a lo largo de 1997 ha sido tal
que prácticamente han desaparecido los diferenciales respecto a los
de las monedas centrales europeas y en particular el marco alemán.
El Tratado permite una lectura flexible del criterio de deuda pública
acumulada, y a pesar de que España y una mayoría de países supera
el límite del 60,0 por 100 del Producto Interior Bruto (PIB) previsto,
en nuestro país se ha conseguido por primera vez en muchos años
reducir su cuantía, rebajándola desde el 69,6 por 100 de 1996 hasta
un 68,8 por 100, 1,3 puntos porcentuales sobre el PIB menos. Otros
países como Irlanda (6,4 puntos menos), Portugal (3 puntos menos),
Holanda (5 puntos menos), e incluso Bélgica (4,7 puntos menos) han
conseguido también reducir su deuda. Alemania y Francia, al contrario, como se ve en el cuadro I-44, vieron cómo el volumen de su
deuda se elevaba ligeramente.
Este comportamiento de la deuda se ha debido al importante
esfuerzo de consolidación fiscal realizado por todos los Estados
76
Euro 1999. Informe sobre la convergencia y correspondiente recomendación
con vistas a la transición a la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria
(UEM). Comisión Europea, 25 de marzo de 1998, Bruselas.
156
CUADRO I-44
LA CONVERGENCIA EN 1997
Inflación
IPCA
Déficit
(% del PIB)
Tipos de
Participación interés a
en el MC (1) largo plazo
Deuda Pública (% del PIB
Estados
miembros
Tipos de
cambio
Situación presupuestaria de las AAPP
Variación frente al año anterior
Enero 1998
1997
1997
1997
1996
1995
Valor de referencia
2,7
3,0
60,0
Alemania
Austria
Bélgica
Dinamarca
España
Finlandia
Francia
Grecia
Holanda
Irlanda
Italia
Luxemburgo
Portugal
Reino Unido
Suecia
1,4
1,1
1,4
1,9
1,8
1,3
1,2
5,2
1,8
1,2
1,8
1,4
1,8
1,8
1,9
2,7
2,5
2,1
–0,7
2,6
0,9
3,0
4,0
1,4
–0,9
2,7
–1,7
2,5
1,9
0,8
61,3
66,1
122,2
65,1
68,8
55,8
58,0
108,7
72,1
66,3
121,6
6,7
62,0
53,4
76,6
0,8
–3,4
–4,7
–5,5
–1,3
–1,8
2,4
–2,9
–5,0
–6,4
–2,4
0,1
–3,0
–1,3
–0,1
2,4
0,3
–4,3
–2,7
4,6
–0,4
2,9
1,5
–1,9
–9,6
–0,2
0,7
–0,9
0,8
–0,9
7,8
3,8
–2,2
–4,9
2,9
–1,5
2,2
0,7
1,2
–6,8
–0,7
0,2
2,1
3,5
–1,4
EUR
1,6
2,4
72,1
–0,9
2,0
3,0
Marzo 1998 Enero 1998
7,8
sí
sí
sí
sí
sí
sí
sí
sí
sí
sí
sí
sí
sí
no
no
5,6
5,6
5,7
6,2
6,3
5,9
5,5
9,8
5,5
6,2
6,7
5,6
6,2
7,0
6,5
6,1
(1) Mecanismo de cambios.
157
Fuente: Comisión Europea, Euro 1999. Informe sobre la convergencia y correspondiente recomendación con vistas a la transición a la tercera fase de la Unión
Económica y Monetaria (UEM), 25 de marzo de 1998.
MEMORIA 1997
miembros de la Unión Europea, en un contexto marcado por la austeridad presupuestaria y el crecimiento económico, que sin duda ha
contribuido a equilibrar las cuentas públicas. El déficit público
español se redujo desde el 4,4 por 100 hasta el 2,6 del PIB, lo que
representa una contención de un 40,1 por 100 del mismo en un sólo
año. Destacan también en este sentido el Reino Unido con una
reducción de 2,5 puntos sobre el PIB (un 43,1 por 100 menos),
Italia con 4 puntos menos (un 60 por 100 menos) y Austria,
Portugal, Suecia y Bélgica con reducciones similares a la española.
En cuanto al control de precios, tomando como referencia los
datos de diciembre, España redujo su tasa de inflación en 1997
desde un 3,5 por 100 en 1996 hasta un 1,9 por 100. Este buen comportamiento ha permitido reducir este índice medido en crecimiento interanual de la tasa media anual en 1,6 puntos, un 47,2 por 100
menos que el año anterior. Esta tendencia no es exclusiva de
España, otros países como Italia han reducido también su inflación
en 2 puntos (un 51,0 por 100), el Reino Unido lo ha hecho en un
1,1 puntos (un 36,6 por 100), Francia en 0,8 puntos (un 38,1 por
100), y Grecia en 3,2 puntos (un 39,0 por 100). En Suecia y
Holanda, por el contrario, aumentaron los precios.
Un nuevo Tratado
La otra gran novedad de 1997 ha sido la aprobación del Tratado
de Amsterdam. Aunque el nuevo Tratado no incluye todas las
novedades que se consideran imprescindibles para afrontar la
ampliación y los nuevos retos políticos de la Unión Europea, los
cambios introducidos mejoran el marco institucional en algunos
ámbitos de transcendencia y se amplían las competencias de la
Unión Europea. No obstante, todavía quedan pendientes de realizar
en un futuro próximo objetivos importantes como la reforma institucional y la del procedimiento de toma de decisiones, en principio
imprescindibles para que la Unión Europea pueda afrontar con
garantías su próxima ampliación hacia el este de Europa a lo largo
de la próxima década.
7.1. LA UEM EN LA RECTA FINAL
Convergencia,
estabilidad y
crecimiento
158
Los objetivos prioritarios en materia económica que la Comisión
Europea tenía previstos en su agenda para 1997, se cumplieron de
manera prácticamente íntegra. Éstos eran, en grandes líneas, cerrar
los preparativos del euro atendiendo a los últimos detalles como el
PANORAMA ECONÓMICO
diseño de monedas y billetes, fortalecer la disciplina financiera
tanto a escala comunitaria como en los Estados miembros, impedir
la competencia fiscal entre los Estados miembros, reforzar la lucha
contra el fraude fiscal, y aprobar un programa de medidas a escala
europea contra el desempleo.
La Comisión Europea presentó en abril su informe de previsiones
coyunturales económicas para 1997, el informe de primavera, en el
que ya se preveía que España cumpliera los criterios de convergencia
a finales de 1997, en la línea marcada por el Plan de Convergencia
1997-2000 recientemente presentado, así como una mayoría de países beneficiados por la confirmación de la recuperación económica,
aunque no Italia por culpa de su déficit público. La Comisión presentó entonces también las grandes orientaciones de política económica de los Estados miembros, así como los dictámenes y proyectos
de recomendaciones concernientes a los déficit excesivos observados
en los Estados de la Unión en 1996. Sólo cinco países cumplieron el
objetivo de déficit en 1996.
Más adelante, en el mes de mayo, el Consejo de Ministros de
Economía y Finanzas (ECOFIN) acogió favorablemente los planes de
convergencia de España y Portugal y suavizó las demandas a Italia.
Tan sólo Dinamarca, Finlandia, Holanda, Irlanda y Luxemburgo no
registraban en 1996 situaciones de déficit excesivo.
En el informe de otoño presentado en octubre, la Comisión
Europea estimó que la mejora de la situación económica era general en toda Europa y que aunque una mayoría de países cumplía ya
los criterios de convergencia —todos salvo Grecia a pesar de su
notable mejora—, existían todavía dudas razonables acerca de la
sostenibilidad del déficit para una mayoría de países, a pesar de
que la lista de los que ratificaban este requisito era ya muy amplia.
La Comisión consideró oportuno entonces declarar que Francia
podría no cumplir el criterio de déficit en 1997. En cualquier caso
este informe no tenía, según la Comisión, vinculación alguna con
la decisión sobre los países que formarán parte del euro prevista
para mayo de 1998.
La Comisión Europea estimó también entonces que cuestiones
particulares, como el debate sobre la revaluación del oro en Alemania,
no debían afectar en ningún caso al calendario de puesta en funcio159
MEMORIA 1997
namiento del euro, porque no tiene nada que ver con la credibilidad
del proceso al ser la política de precios y la convergencia duradera
cuestiones independientes de la misma.
Desde los primeros meses de 1997, las instituciones europeas
han continuado ultimando los detalles necesarios para poder poner
en marcha el euro en enero de 1999.
Duro pacto de
estabilidad
160
Con el fin de comenzar a entrar en materia, durante el semestre
de Presidencia de Holanda, el primer semestre del año, el ECOFIN
acordó en su reunión informal de Noordwijk endurecer y ultimar el
Pacto de Estabilidad y Crecimiento a propuesta de Alemania y de
los países del área marco. Las sanciones a los países ultradeficitarios serán definitivamente acumulables año tras año hasta un límite.
El pacto propuesto prevé efectuar un depósito sin interés de hasta
el 0,5 por 100 del PIB —un 0,2 por 100 fijo más una décima adicional por cada punto de exceso de déficit sobre el límite del 3 por
100— para los países que rebasen el límite de déficit público, que a
los dos años se transformaría en multa en el caso de no haber sido
capaz de corregir este desequilibrio. Según el nuevo acuerdo, la
parte variable del depósito —las décimas por cada punto de déficit— podría acumularse durante los años que perdure el déficit,
elevando el volumen de la sanción. Los países del área marco
defendieron entonces que toda la sanción, la parte fija más la variable, fuera acumulable sin límite durante años consecutivos de déficit, mientras que el resto deseaba que las sanciones tuvieran una
vigencia indefinida y sin llegar a acumularse. El ECOFIN también
comenzó entonces a trabajar en la definición del calendario de
imposición de sanciones cuando existan déficit excesivos. Además,
el ECOFIN progresó en el diseño de los reglamentos relativos al
fortalecimiento de la vigilancia y de la coordinación de las situaciones presupuestarias, y el relativo al procedimiento a seguir en el
supuesto de déficit excesivos, ambos con vistas a ser aprobados por
el Consejo en el mes de junio. El ECOFIN demandó también al
Parlamento Europeo que se pronunciara por vía de urgencia sobre
el pacto de estabilidad. En esta misma reunión, el ECOFIN ultimó
el calendario de 1998, según el cual se adoptarían las decisiones
relativas a la participación en la moneda única una vez que se dispusiese de la información macroeconómica relevante relativa a
1997. También avanzó en el diseño del Sistema Monetario Europeo
(SME) bis con vista a adoptar una resolución en el Consejo
PANORAMA ECONÓMICO
Europeo de Amsterdam, y en los reglamentos todavía pendientes
relativos al estatuto jurídico del euro.
El Parlamento Europeo (PE) ha intervenido con intensidad creciente en el proceso de Unión Económica y Monetaria, insistiendo
desde la primavera de 1997 en la necesidad de crear un gobierno
económico de Europa con el fin de contrarrestar la concentración de
poder monetario en el Banco Central Europeo (BCE) y para concertar democráticamente las políticas económicas, sociales, financieras,
de rentas, y estructurales necesarias para poner en funcionamiento
la UEM. También ha defendido la creación de un instrumento financiero de apoyo a los Estados con problemas de balanza de pagos,
incluso después de la entrada en vigor de la UEM. El Parlamento ha
instado a la Comisión a reconsiderar la situación de los instrumentos financieros existentes en virtud de los artículos del Tratado 109 H
y 103 A apartado 2.
Todas las
instituciones se
involucran
Poco antes del Consejo Europeo de Amsterdam de junio de
1997, el PE aprobó definitivamente dos reglamentos concernientes
al Pacto de Estabilidad y Crecimiento y solicitó que los intereses
sobre los depósitos y multas a cargo de los Estados miembros que
arrojen déficit excesivos se asignen al presupuesto comunitario. El
PE desea también que en la evaluación de la situación presupuestaria de los Estados miembros, antes de decidir posibles sanciones,
se tenga en consideración el volumen destinado a inversiones
públicas.
El Instituto Monetario Europeo (IME) presentó en abril de 1997
su tercer informe anual acerca del estado de preparación de la fase
final de la UEM en 1999 que, según estimó el Instituto en este
informe, avanza según lo previsto por el Tratado. El IME considera
que la creación de empleo evoluciona a un ritmo demasiado lento
en la Unión y lo achaca a la lentitud de los ajustes estructurales que
realizan los Estados miembros. En cuanto al proceso de convergencia, el déficit público sigue centrando sus críticas.
Cerca ya del final del semestre de presidencia holandesa, el
Consejo debatió la configuración y diseño de las monedas en euros
y abrió el capítulo de cuestiones fiscales a partir de los informes
presentados por el comisario Mario Monti. Entonces comenzó también el debate sobre el presupuesto comunitario para 1998.
161
MEMORIA 1997
El euro frente al
dólar
En este contexto, la proximidad de la fecha de la puesta en marcha del euro ha hecho aflorar cuestiones y preocupaciones nuevas.
Por ejemplo, en un informe de la Comisión Europea presentado en
abril se prevé que el euro desafíe al dólar en su hegemonía como
moneda dominante en los mercados internacionales. El euro copará
el 30,0 por 100 del total de exportaciones mundiales y un tercio de
las carteras de inversión. La Comisión tiene previsto adoptar una
comunicación relativa a los aspectos externos del euro, así como
pronunciarse acerca de la representación de los países del euro, en
el FMI, sobre la composición de los Derechos Especiales de Giro
(DEG), y sobre otras cuestiones vinculadas con las relaciones con
el FMI.
La presidencia holandesa en materia económica se cerró con el
ECOFIN del 9 de junio. El ECOFIN acogió favorablemente el nuevo
plan de Convergencia de Irlanda y se aceptaron las propuestas de la
Comisión en materia de monedas —metales y diseños— que se
remitieron al Consejo Europeo. También se adoptó la recomendación
sobre orientaciones de las políticas económicas, se presentó el programa de gestión financiera y de lucha contra el fraude SEM 2000, y
dos documentos de la Comisión relativos a la protección de los intereses financieros de la Comunidad Europea.
Sin embargo, en esta reunión Francia condicionó su apoyo al
Pacto de Estabilidad y Crecimiento, como había prometido en la
campaña electoral el recién elegido primer ministro Lionel Jospin,
a la puesta en marcha de una política europea contra el desempleo
instrumentable mediante una mayor coordinación de las políticas
económicas nacionales. Esta demanda contemplaba que el Pacto de
Estabilidad fuera acompañado por políticas activas de empleo, si
bien Francia no cuestionó entonces ni las cifras de las sanciones
previstas por el mismo ni el calendario propuesto.
Mayor
coordinación de
políticas
económicas en la
UEM
162
En definitiva el ECOFIN invitaba entonces al Consejo a estudiar
cómo se podría mejorar la coordinación de las políticas económicas en la fase final de la UEM. Con este objetivo, el ECOFIN preparó dos resoluciones sobre empleo y crecimiento que desarrollan
los artículos 102 y 103 del nuevo Tratado —sobre coordinación de
políticas— que debía aprobar el Consejo en Amsterdam. También
se instó al Consejo, Comisión e IME a estudiar las posibles aplicaciones del artículo 109 del Tratado, relativo a las orientaciones
PANORAMA ECONÓMICO
generales para la política de cambio frente a una o varias monedas
no comunitarias sin afectar al Banco Central Europeo (BCE), y las
relativas al artículo 109 apartado 4 concerniente a la posición internacional de la Comunidad, cuando se evoquen aspectos relacionados con la UEM y con la representación en organizaciones
internacionales. En cualquier caso, y con la vista puesta en el cumplimiento de los criterios de convergencia, el ECOFIN advirtió a
Francia del riesgo que supone incurrir en un déficit mayor del esperado, alegando que no se debe esperar participar en la UEM sólo
por razones políticas. A pesar de este aviso, Alemania y Francia
aseguraron en esta reunión su compromiso con 1999 y con el euro,
que se vería complementado por nuevas medidas de corte social y
escala europea. Finalmente el ECOFIN acordó también desarrollar
parte de sus propuestas en política de empleo y crecimiento a partir
del documento presentado dos semanas antes por el Gobierno laborista británico.
El Consejo Europeo de Amsterdam del 16 de junio de 1997,
consideró que se había ya prácticamente finalizado el marco jurídico, económico y operativo del euro. El Consejo admitió que el
nuevo Tratado ampare la posibilidad de que desde las instituciones
comunitarias se desarrollen políticas activas de empleo como contrapartida al Pacto de Estabilidad, aprobado finalmente en
Amsterdam. Por esta razón, la resolución del Consejo Europeo
sobre el Pacto de Estabilidad y Crecimiento se vio acompañada de
la Resolución sobre el Crecimiento y Empleo. El Consejo decidió
celebrar en el mes de octubre una Cumbre extraordinaria dedicada
exclusivamente a la cuestión del empleo. Hasta ese mes, los
Estados miembros se propusieron realizar un esfuerzo para cerrar
el apartado de empleo del nuevo Tratado, concretando por tanto, el
modo de coordinar las políticas económicas y el diseño del gobierno económico de Europa o Consejo de Estabilidad propugnado por
Francia, con el fin de formular la política económica del euro y llenar el vacío político de la UEM. El Consejo eligió también el
diseño de la cara europea de las monedas de euros.
El Consejo Europeo de Amsterdam obligó a acelerar el ritmo de
trabajo y de toma de decisiones con la vista puesta en la convocatoria del Consejo Extraordinario de Empleo del mes de noviembre y
por tanto, por la necesidad de ultimar numerosos acuerdos. Francia
y Alemania ratificaron en el ECOFIN de julio con el que arrancó el
163
MEMORIA 1997
semestre de Presidencia de Luxemburgo su firme deseo de cumplir
todos los plazos previstos para la UEM. En este encuentro del
ECOFIN se aprobó el Plan de Convergencia de Italia, si bien se
apuntó que este país debía adoptar medidas extraordinarias de
reforma del sistema de pensiones y de la Seguridad Social.
También, se encomendó al Comité Monetario de la Unión Europea
estudiar el presupuesto italiano para 1998. En esta reunión se decidió también que en otoño se celebraría una conferencia acerca de
los aspectos prácticos de la introducción del euro. Asimismo, se
adoptó la agenda para el semestre de Presidencia luxemburguesa,
en la que la coordinación de las políticas económicas, y su financiación, ocupan un lugar preponderante. La preparación de la 3.ª
fase de la UEM, la culminación de la legislación acerca del BCE y
la coordinación del lanzamiento del euro constituían el resto de
prioridades de Luxemburgo para el semestre.
La Comisión percibió favorablemente el impulso político surgido del Consejo de Amsterdam y se dispuso a ultimar las disposiciones necesarias para adoptar el euro según el calendario previsto. Las
resoluciones del Consejo de Amsterdam, que equilibran los aspectos monetarios y económicos de la UEM, concedieron un nuevo
impulso político a la realización y consolidación de la moneda
única. Durante el segundo semestre de 1997 varios hechos significativos, como la resolución de la Cumbre de Amsterdam en materia
de crecimiento y empleo, la ampliación de las grandes orientaciones
anuales de política económica y la aplicación anticipada del capítulo
de empleo del Tratado revisado, confirmaron esta tendencia reforzada con una mayor preocupación por cuestiones sociales. Durante
este tiempo han quedado definidos también los principales aspectos
de la transición de las monedas nacionales al euro —fase transitoria
de 1999 al 2002, y fase final a partir de esta fecha—, por lo que
prácticamente a partir de este momento ya sólo quedaba pendiente
que todos los Estados miembros definieran sus planes nacionales de
paso al euro —todavía sólo lo habían hecho seis—, que se eligiera
la fecha más conveniente para la introducción de billetes y monedas, que se determinara definitivamente durante qué periodo existirá
doble circulación de monedas y billetes, y que se alcanzara un
acuerdo sobre la doble indiciación de precios.
Continúa la
armonización fiscal
164
La Presidencia luxemburguesa dejó patente desde un primer
momento su deseo de profundizar en la armonización fiscal.
PANORAMA ECONÓMICO
Algunos Estados miembros propusieron que todos alcanzaran un
compromiso para evitar la fuga de capitales por medio de rebajas
tributarias competitivas. El Grupo de Política Fiscal, coordinado de
la Comisión, presentó entonces, como Comunicación, el proyecto
de Código de Conducta que pretende eliminar la competencia desleal en materia fiscal entre Estados miembros. Monti estimó entonces que el Consejo Europeo de Amsterdam había abierto la vía a
progresos en materia de aproximación de regímenes fiscales y
sobre la fiscalidad del ahorro.
La nueva estrategia fiscal presentada por el comisario Mario
Monti al ECOFIN consta de cuatro capítulos: un código de conducta para limitar la competencia fiscal, medidas encaminadas a eliminar las distorsiones existentes en la imposición sobre las rentas de
capital, disposiciones destinadas a acabar con las retenciones en la
fuente en los pagos transfronterizos de intereses y de cánones entre
empresas, y propuestas para eliminar las distorsiones en materia de
fiscalidad indirecta.
La Comisión Europea adoptó definitivamente esta Comunicación77
en dos fases, en los meses de octubre y noviembre, y la presentó
al ECOFIN en diciembre. Las medidas fiscales contemplan también los objetivos de creación de empleo que se trataron en la
Cumbre Extraordinaria de Empleo de Luxemburgo, como se ve más
adelante.
En la reunión del ECOFIN de septiembre en Mondorf, Luxemburgo,
se acordó que los criterios para determinar las paridades centrales de
la monedas europeas frente al euro se establecerán en la primavera
de 1998, el mismo día que se decida qué Estados acceden a la tercera
fase de la UEM, y de modo bilateral porque no todas las que conforman el ecu formarán parte del euro, y un ecu valdrá un euro, por lo
que habrá que esperar hasta enero de 1999 para conocer el valor
exacto de un euro en términos de cada moneda. Hasta entonces no se
adelantará más información para evitar distorsiones en los mercados.
77
Paquete de medidas para hacer frente a la competencia fiscal perniciosa en la
Unión Europea. COM (97) 495 final. Bruselas 05.11.1997. Hacia la coordinación
fiscal en la Unión Europea. Paquete de medidas para hacer frente a la competencia
fiscal perniciosa en la Unión Europea. COM(97) 495 final. Bruselas, 01-10-1997.
78
Los artículos 109 N, 109 O, 109 P, 109 Q, 109 R, 109 S del Título VI A pre-
165
MEMORIA 1997
La política cambiaria del euro será competencia ordinaria del BCE,
aunque el Consejo y los ministros podrán intervenir de modo no sistemático emitiendo orientaciones al respecto con carácter excepcional si existen crisis que así lo justifiquen. Aunque no se ha cerrado
todavía el diseño de cómo se coordinarán las políticas económicas en
la tercera fase entre todos los Estados miembros y entre los que participen en la moneda única, esta cuestión parece despertar menos polémica que antes. También, se decidió mantener hasta el año 2006 el
límite actual de recursos de la Unión en un 1,27 por 100 del
Producto Nacional Bruto (PNB) comunitario. También se propuso
que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) participe con tres nuevos
instrumentos en la política de empleo comunitaria. Alemania,
declaró públicamente por primera vez que no desea que los países
que accedan a la moneda única sigan optando a fondos del Fondo de
Cohesión.
Otoño de
importantes
avances
institucionales
En el mes de septiembre el IME publicó un informe acerca de
los instrumentos y procedimientos de política monetaria con los
que se dotará el BCE, y otro relativo a los avances en la preparación técnica del sistema de pagos Target. El objeto del primer
informe es familiarizar a los bancos e instituciones financieras con
las prácticas y procedimientos monetarios que se aplicarán a partir
de 1999.
En octubre, la Comisión Europea adoptó la Comunicación sobre
los aspectos prácticos de la introducción del euro. La Comunicación
formula propuestas en relación a los planes nacionales de acceso al
euro, cambios informáticos, emisiones de deuda, cara nacional de
las monedas, programas de comunicación de la introducción del
euro, régimen fiscal de las inversiones y gastos necesarios para el
cambio, puesta en circulación de los billetes y monedas de euros,
doble indiciación de precios y otros temas.
El Parlamento Europeo ha continuado intensificando su participación en los preparativos de puesta en circulación del euro para
intentar llenar el vacío de credibilidad democrática que algunos
contemplan en el proceso. Por esta razón el Parlamento Europeo
celebró una sesión extraordinaria el 2 de mayo de 1998 —después
del Consejo extraordinario de los días 2 y 3 de mayo— para pronunciarse, tal y como estipula el Tratado, acerca del primer grupo
de países que participarán en el euro.
166
PANORAMA ECONÓMICO
El ECOFIN de nuevo, en octubre en Luxemburgo, previamente
al Consejo extraordinario de empleo de Luxemburgo, estudió con
más profundidad la Comunicación presentada por la Comisión referente a la coordinación de política fiscal, la Comunicación referente
a los aspectos prácticos de la introducción del euro, adoptaron el
Plan de Convergencia del Reino Unido —en el que este país subraya la importancia de la movilidad y flexibilidad laboral para poder
tener éxito en la Unión Monetaria—, y estudiaron el futuro financiero de la Comunidad y la liberalización de los movimientos de capitales bajo la tutela del FMI, entre otros temas. El ECOFIN decidió
crear un grupo ad hoc que elaborará la propuesta fiscal definitiva a
partir de la Comunicación de la Comisión elaborada por el comisario de fiscalidad y que debería ser aprobada por el Consejo Europeo
de diciembre de Luxemburgo. El ECOFIN cree necesario profundizar todavía más de lo propuesto en materia fiscal, cuestiones como
el ámbito de aplicación del código de conducta, en particular en
relación a los paraísos fiscales relacionados con algunos Estados
miembros. También se planteó comenzar a estudiar las diferencias
que existen en las diferentes formas tributarias de los Estados miembros. El Consejo encargó al Comité Monetario la preparación de un
informe acerca de la manera de articular y consolidar los procedimientos de coordinación ya previstos, lo que se ha llamado gobierno económico de Europa. Oficiosamente se estimó que
probablemente todos los Estados miembros salvo Grecia cumplirían
los criterios de convergencia, si bien era probable que Dinamarca,
Finlandia, Suecia y el Reino Unido no formasen parte del euro, por
lo que serían once los Estados fundadores de la moneda única. El
Consejo contempla con optimismo la reactivación económica y cree
que se consolidará con el nacimiento del euro, aunque para generar
empleo exige más reformas estructurales. El Reino Unido acepta
formar parte del euro pero todavía se niega a confirmar cuándo.
El ECOFIN se reunió por segunda vez en octubre con el fin de
preparar propuestas para la inminente Cumbre Extraordinaria de
Empleo. El ECOFIN adoptó la propuesta de la Comisión relativa a
las líneas directrices de política de empleo de los Estados miembros en 1998, así como una propuesta de ampliación de los créditos
del BEI de 150 millones de ecus para acciones financieras específicas en materia de empleo, y en especial para las pequeñas y medianas empresas (Pymes), mediante operaciones de capital riesgo y
fondos de garantía.
167
MEMORIA 1997
El ECOFIN y el Consejo de Asuntos Sociales se reunieron conjuntamente varios días, antes del Consejo Extraordinario de
Empleo de los días 21 y 22 en Luxemburgo para ultimar propuestas. Se estudió, sin alcanzar acuerdos, las maneras de mejorar el
proceso de coordinación reforzada de las políticas económicas una
vez que comience la UEM, la posible creación de un Consejo
informal de países miembros de la UEM —el foro Euro X—, la
aplicación de las disposiciones del artículo 109 en materia de política de cambio, y las modalidades de diálogo entre el Consejo y el
BCE. Francia aseguró que este Consejo de coordinación se creará
de manera formal o informal, les guste o no a los países que no
accedan al euro, porque la coordinación será necesaria. Asimismo,
se discutieron diferentes fórmulas operativas para este consejo
informal, como incluir a los países pre-in, esto es, los que no estén
en la UEM pero que cumplan los criterios de convergencia, y la
posibilidad de que algunas veces los países out comparezcan como
observadores. El ECOFIN presentó una comunicación destinada a
consolidar la confianza de los consumidores en los servicios financieros. El 1 de enero del 2002 circularán los billetes y monedas de
euros. El Consejo repasó los progresos del programa de gestión
financiera y de lucha contra el fraude SEM 2000 y tomó nota de las
últimas notificaciones del Parlamento Europeo.
En la Cumbre Extraordinaria de Luxemburgo sobre Empleo
del mes de noviembre, los quince acordaron comenzar a aplicar
de manera inmediata las disposiciones en materia de empleo del
Tratado de Amsterdam. Se consignaron fondos e instrumentos
del BEI a la creación de empleo y a la promoción de Pymes y de
investigación y desarrollo (I + D). Se aprobaron las directrices de
empleo para 1998 y se establecieron unos objetivos en materia
de formación y de ofertas de empleo para los parados de larga
duración y para los jóvenes, que deberán ser cumplidos en un
plazo de 5 años. Atendiendo la demanda de España, los países
con tasas de desempleo por encima de la media europea disfrutarán de un margen más amplio para aplicar estas medidas.
Código de
conducta fiscal
168
En el Consejo Europeo de Luxemburgo de los días 12 y 13 de
diciembre se aprobó el Código de Conducta Fiscal que pretende
acabar con la competencia en materia fiscal que provoca la deslocalización de inversiones en el seno de la Unión Europea. Éste
incluye finalmente, referencias a los regímenes fiscales especiales
PANORAMA ECONÓMICO
de algunas Comunidades Autónomas españolas, y señala que en
un plazo de dos años se deberán eliminar los regímenes fiscales
perniciosos. También se acordó que los países que no formen
parte del euro participen limitadamente en el Euro-X, el Consejo
del euro, un órgano informal de coordinación de las políticas
económicas de los países del área euro. El Consejo estimó que
todos los preparativos para la puesta en funcionamiento del euro
deberían estar cerrados antes de mayo de 1998. El Consejo no
pudo cerrar la polémica sobre quién será el Gobernador del Banco
Central Europeo.
En el mes de diciembre, también, España presentó su informe
sobre el Plan Nacional para la Transición al Euro, que recoge el
esquema de actuaciones programadas para facilitar la transición al
euro de todos los agentes sociales. Este Plan, en lo que se refiere a
las empresas, establece la denominada opción euro completa, que
contempla las vías para la redenominación en euros del capital
social, el Registro Mercantil, el ingreso y pago de impuestos, las
declaraciones tributarias y los libros y registros contables.
Eurostat publicó también en el mes de diciembre una decisión
relativa a la contabilización y determinación del déficit público de
los Estados miembros, y que determina cómo contabilizar los gastos e ingresos resultantes de la revaloración o venta de reservas
exteriores, y de las intervenciones de los bancos centrales en el
mercado de divisas.
Los primeros meses de actividad de las instituciones europeas
en 1998 han estado centrados en la preparación del Consejo que
en el mes de mayo ha decidido quiénes participarán en la Unión
Monetaria y qué paridades cambiarias serán las definitivas. Los
acontecimientos negativos que se han registrado durante este
periodo de tiempo, como la crisis financiera de los principales países asiáticos o cierta resistencia a la desaparición del marco
alemán en algunos sectores sociales de este país, no han perturbado un proceso que para cerrarse ya sólo necesitaba conocer definitivamente las cifras macroeconómicas relativas a 1997, al tiempo
que se ultimaban los preparativos y se reforzaba aún más la convergencia, como han demostrado las continuas reducciones de los
márgenes diferenciales de los tipos de interés de las principales
monedas europeas.
169
MEMORIA 1997
Como ya se ha indicado, poco antes de cerrar esta Memoria, la
Comisión Europea presentó su Informe sobre la convergencia y
correspondiente recomendación con vistas a la transición a la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria, proponiendo formalmente la puesta en funcionamiento de la Unión Monetaria con la
participación de Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia,
Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal. El 2 de
mayo de 1998, el Consejo Europeo ratificó en Bruselas esta propuesta y determinó que los tipos de cambio irrevocables de los
once países que formarán el euro serán los tipos de cambio centrales del mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo. El
Consejo declaró que Grecia y Suecia no cumplían las condiciones
necesarias. El Consejo no especificó si el Reino Unido y
Dinamarca ratificaron estos requisitos, porque de acuerdo con las
provisiones del Tratado, el Reino Unido notificó al Consejo que no
tiene intención de pasar a la tercera fase de la UEM el 1 de enero
de 1999, y Dinamarca notificó que no tiene intención de participar
en la tercera fase de la UEM.
7.2. UN NUEVO TRATADO
El nuevo Tratado, el de Amsterdam, aprobado en el Consejo
Europeo celebrado en el mes de junio de 1997 en esta ciudad, no
ha colmado todas las expectativas que despertó cuando la Conferencia Intergubernamental comenzó a trabajar en marzo de
1996. En este sentido, el Tratado no ha incluido los cambios
esperados y necesarios en cuestiones como la reforma institucional y en el procedimiento de toma de decisiones, imprescindibles
para que la Unión Europea pueda afrontar con garantías su próxima ampliación hacia el este de Europa a lo largo de la próxima
década.
Aun así, el avance menor del esperado en materias esenciales de
integración no lo es tanto si se analiza con detenimiento el nuevo
texto, y en especial si se considera la proximidad y la trascendencia
de la puesta en funcionamiento de la moneda única. En líneas
generales, el Tratado no ha conseguido, además de en la reforma
institucional y en la toma de decisiones, el refuerzo que se pretendía en la política exterior de la Unión, especialmente en la
comercial. La política exterior sigue siendo, desde una perspectiva
más amplia, la asignatura pendiente de la Unión con países com170
PANORAMA ECONÓMICO
prometidos a intentar avanzar a este respecto como Francia, y otros
todavía, como el Reino Unido, dispuestos a ceder toda su confianza
a otras alternativas como la de la OTAN (Organización Tratado del
Atlántico Norte).
Sí se han producido, no obstante, avances en materias que pueden servir para aproximar más la Unión a los ciudadanos, como
las medidas de libre circulación de personas, control de fronteras,
asilo e inmigración en lo que se conoce como Área de Libertad,
Seguridad y Justicia. A partir de ahora los nuevos Estados miembros deberán comprometerse a respetar los principios básicos de
democracia, derechos humanos y los principios de la Ley. Su falta
de respeto puede incluso llevar a la Unión a bloquear el derecho
de voto de un Estado miembro. Del nuevo Tratado también se
deriva una futura mayor colaboración en materias como la lucha
contra el crimen, terrorismo, tráfico de personas, tráfico de drogas,
corrupción y fraude, áreas en las que además podrá participar el
Tribunal de Justicia Europeo. La extensión de la jurisdicción del
Tribunal de Justicia se complementa con la ampliación de las
materias y competencias en las que el Parlamento Europeo podrá
participar con la posibilidad de bloquear propuestas por medio de
la codecisión. Estos cambios cohesionan y dan solidez a las instituciones comunitarias. Otras novedades en su contenido, como las
consagradas a la transparencia, igualdad entre los sexos o empleo
también apuntan en esta dirección.
Finalmente, el Tratado altera la numeración de todos sus artículos y títulos con el objeto de simplificar su manejo, si bien la
utilización directa de la nueva numeración dificulta la comparación y análisis de los cambios introducidos. Por esta razón en este
capítulo se hace referencia tanto a la nueva como a la antigua
numeración.
7.2.1. Nuevo título de empleo
La principal novedad individual del Tratado de Amsterdam consiste en la creación de un nuevo título específicamente dedicado al
empleo. Este nuevo capítulo responde al antiguo deseo de la
Comisión de coordinar las estrategias de empleo de los Estados
miembros, al tiempo que diseña un esquema de acción en el campo
de la política económica de la Unión Europea mucho más coheren171
MEMORIA 1997
te. A pesar de que sus principales críticos sólo ven en este nuevo
capítulo una serie de declaraciones de buena voluntad relativas a la
necesidad de alcanzar elevados niveles de empleo, esta nueva política tal y como ha sido creada refleja el equilibrio entre los Estados
que desean una mayor competencia de la Comunidad en este
campo, como compensación del Pacto de Estabilidad y del resto de
exigencias resultado de la UEM, y aquellos que temían que la
Comunidad consiguiera poderes reales capaces de determinar las
políticas de empleo de los Estados miembros
El nuevo Título VIII según la nueva numeración del Tratado de
Amsterdam consolidado, dispone la coordinación de políticas de
empleo entre los Estados miembros y la Comunidad, potenciando
la mano de obra cualificada y adaptando los mercados a la evolución de la economía, artículo 109 N78. Esta política se coordinará a
su vez con las orientaciones generales de política económica de los
Estados miembros, artículo 10379 apartado 2, y coordinando las
políticas de empleo en el Consejo teniendo en cuenta las prácticas
nacionales relativas a las responsabilidades de los interlocutores
sociales, artículo 109 O. La Comunidad fomentará la cooperación
entre Estados miembros y apoyará las medidas aplicadas, respetando siempre las competencias de los Estados. La formulación de las
políticas deberá tener en cuenta el objetivo de alcanzar un alto nivel
de empleo, artículo 109 P.
El Consejo Europeo considerará la situación examinando el informe que presenten conjuntamente cada año la Comisión y el
Consejo. Tras consultar al Parlamento, Comité Económico y Social
(CES) y Comité de las Regiones (CR), y a propuesta de la
Comisión, el Consejo Europeo elaborará anualmente unas orientaciones generales, que se aprobarán por mayoría cualificada, para
que los Estados las tengan en cuenta a la hora de elaborar sus políticas de empleo. El Consejo efectuará un estudio anual de la aplicación de las medidas por parte de los Estados miembros a la vista de
las orientaciones formuladas al respecto. El Consejo por mayoría
cualificada podrá formular recomendaciones a los Estados miemsentan en el Tratado de Amsterdam consolidado, la nueva numeración de artículos
125, 126, 127, 128, 129 y 130 respectivamente, en el Título VIII.
79
Artículo 99 en el Tratado de Amsterdam consolidado.
80
Artículo 251 en el Tratado de Amsterdam consolidado.
172
PANORAMA ECONÓMICO
bros. Tomando como base ese estudio, anualmente, la Comisión y
el Consejo prepararán un informe sobre la situación del empleo y
sobre la aplicación de las orientaciones para el empleo, artículo
109 Q.
El Consejo, con arreglo a lo contemplado en el artículo 189 B80,
procedimiento de codecisión, y tras consultar al CES de la Unión
Europea y al CR, podrá adoptar medidas incentivadoras para
fomentar la cooperación entre los Estados miembros y apoyar su
acción mediante iniciativas destinadas a intercambios de información, análisis, prácticas concretas, asesoramiento, promoción de
planteamientos innovadores, y evaluación de experiencias recurriendo a proyectos piloto. El apartado incluye dos Declaraciones
que aparecen en el Acta Final en las que se especifica la modalidad
de financiación prevista, sus motivos, duración e importe, para
aportar fondos para estas medidas incentivadoras y que determina
que todos los gastos en los que se incurra en virtud de este artículo
se incluirán en la rúbrica 3 de las previsiones financieras.
El Consejo, artículo 109 S, tras consultar al Parlamento Europeo
creará un Comité de Empleo de carácter consultivo para fomentar
la coordinación entre los Estados miembros en materia de política
de empleo y de mercado laboral. El Comité supervisará la situación
de empleo y políticas aplicadas de los Estados miembros y de la
Comunidad, formulará dictámenes a petición del Consejo,
Comisión o por iniciativa propia, sin perjuicio de lo dispuesto en el
artículo 151 81, funcionamiento de la Secretaría General del
Consejo. Este Comité consultará a los interlocutores sociales para
llevar a cabo su actividad.
En definitiva, la política de empleo, a pesar de su aparente indefinición en las cuestiones más trascendentes como el tipo de políticas que se adoptarán desde las instancias comunitarias, supone un
importante avance al menos por la capacidad de coordinar las políticas en esta materia entre Consejo, Comisión y Estados miembros.
Esto debe permitir al menos diagnosticar mejor los problemas para
poder concentrar las medidas de política que se adopten sobre cuestiones más concretas y próximas al origen del desequilibrio a tratar.
81
82
Artículo 207 en el Tratado de Amsterdam consolidado.
Artículo 141 del Tratado de Amsterdam consolidado.
173
MEMORIA 1997
7.2.2. Política social en el nuevo Tratado
En el área social, además de en lo relativo al empleo que ya se ha
analizado, el Tratado de Amsterdam incorpora una serie de modificaciones y de novedades centradas en dos líneas primordiales:
• la creación de una nueva cláusula de no discriminación;
• la incorporación del contenido del Acuerdo de Política Social
(APS) en el Tratado.
Esto constituye un cambio considerable en la política social
comunitaria por razones tan obvias como la participación del Reino
Unido en la misma. Los derechos sociales reciben un tratamiento
más incisivo en el nuevo Tratado, como reconoce el nuevo párrafo
que confirma el compromiso de los firmantes de respetar los derechos sociales fundamentales definidos en la Carta Social Europea
de Turín 1961 y en la Carta de Derechos Fundamentales de los
Trabajadores de 1989. El respeto de los derechos sociales fundamentales constituye ahora por tanto, uno de los principios básicos
sobre los que se apoya la Unión.
El Protocolo
Social al Tratado
El principal cambio en el Tratado consiste en la inclusión íntegra del Acuerdo sobre Política Social (APS), al derogar el
Protocolo núm. 14 sobre política social anexo al Tratado, así como
el APS anexo a dicho Protocolo, básicamente debido al cambio de
postura del Gobierno británico. Los artículos del desaparecido APS
contienen, no obstante, algunos cambios significativos. El artículo
11982 del nuevo Tratado conmina a los Estados miembros a asegurar el principio de igualdad de salario entre hombres y mujeres para
trabajos de igual valor. Como consecuencia de la sentencia Kalenke83
el artículo reemplaza en su punto 4 la palabra “mujer” por la
expresión “sexo menos representado”, para asegurar la igualdad
plena en la práctica entre hombres y mujeres en la vida laboral. En
cualquier caso, la cuestión de la discriminación positiva dista
mucho de haber quedado resuelta con este cambio como demuestra la parálisis del proceso de modificación de la Directiva de 1976
sobre tratamiento equitativo, actualmente en el Consejo, y los nue83
84
174
SSTJC del 17 de octubre de 1995 (E. Kalenke-Freie Hansestad).
Artículo 13 del Tratado de Amsterdam consolidado.
PANORAMA ECONÓMICO
vos casos que han llegado al Tribunal de Justicia Europeo sobre
esta materia.
La nueva cláusula de no discriminación, artículo 6 A84, concede al Consejo, actuando por unanimidad y a propuesta de la
Comisión y tras consultar al Parlamento Europeo, la posibilidad
de adoptar medidas para acabar con cualquier tipo de discriminación. Esta cláusula, a pesar de la exigencia de unanimidad, va
mucho más lejos que la tradicional del Tratado de la Comunidad
Europea (TCE) que se limitaba a permitir la acción si el trato
desigual se debía a razones de nacionalidad. La disposición como
Declaración en el Acta Final relativa a la consideración de las
personas con minusvalías también constituye un avance en este
sentido.
La igualdad entre hombres y mujeres recibe un impulso al
incluir este objetivo entre los objetivos explícitos de la Comunidad
del artículo 2 del TCE y el artículo 3 también del TCE.
Como se observa, la derogación del Protocolo Social constituye
realmente un traslado de contenido al propio Tratado. Así, los nuevos artículos 117, 118, 118 A, 118 B, 118 C, 119, 119 A y 120,
suman a su redacción anterior el contenido de los desaparecidos
artículos 1 a 6 del Acuerdo sobre Política Social anexo al Protocolo
Social. Estos artículos del antiguo Título VII A presentan en el
Tratado de Amsterdam consolidado una nueva numeración diferente, la de los artículos 136, 137, 138, 139, 140, 141, 142 y 143 respectivamente, del Título X.
El artículo 117, que contemplaba el objetivo de la Comunidad
de fomentar el empleo y mejorar las condiciones de vida y trabajo
de los trabajadores de la Comunidad y la armonización de los sistemas sociales, se modifica al yuxtaponer el primer artículo del
APS anexo al Protocolo Social. Así, ahora se va más lejos y se
persigue mejorar las condiciones de vida y trabajo al tiempo que
se armonizan. El concepto de armonización se mencionaba en el
antiguo artículo 117 en relación a los sistemas sociales, mientras
que el resto del antiguo artículo 1 del Protocolo Social con los
demás objetivos en esta materia queda intacto.
85
Artículo 95 del Tratado de Amsterdam consolidado.
175
MEMORIA 1997
El artículo 118 reproduce literalmente el artículo 2 del APS que
especifica en qué áreas, cuándo y cómo, por unanimidad o mayoría,
la Comunidad podrá aprobar medidas en materia social. Como en el
caso de la nueva política de empleo, se incluye una Declaración en
el Acta Final del nuevo Tratado que determina que todos los gastos
en los que se incurra en virtud de este artículo se deberán incluir en
la rúbrica 3 de las previsiones financieras.
El artículo 118 A reproduce el artículo 3 del APS sobre consulta
a los interlocutores sociales por parte de la Comisión. También se
incluye una Declaración en el Acta Final del nuevo Tratado que
aclara que al establecer disposiciones mínimas en materia de salud
y seguridad de los trabajadores, la Comunidad no pretende hacer
discriminaciones de manera injustificada por las circunstancias en
contra de los trabajadores de las Pymes.
El artículo 118 B también reproduce íntegramente el artículo 4
del APS en el que se reconocen las relaciones convencionales entre
interlocutores sociales en el ámbito comunitario y la aplicación de
los acuerdos celebrados por el Consejo. En el Acta Final del nuevo
Tratado se incluye una Declaración sobre el apartado 2 de este
artículo que determina que la primera medida para la aplicación a
nivel comunitario de los acuerdos entre interlocutores sociales consistirá en desarrollar, mediante negociación colectiva sujeta a la normativa de cada Estado miembro, el contenido de los acuerdos y que,
en consecuencia, los Estados miembros no estarán obligados a aplicar los acuerdos directamente o a fijar normas para incorporarlos al
derecho nacional, ni a modificar la legislación nacional vigente para
facilitar su aplicación.
El artículo 118 C, mantiene el contenido del antiguo artículo
118, con algunas diferencias en la terminología, añadiendo al objetivo de fomentar una estrecha colaboración entre los Estados
miembros el fomento de la coordinación de sus acciones tal y
como definía el artículo 5 del APS ahora integrado en éste.
Como en el caso anterior, el nuevo artículo 119 abarca el contenido del antiguo artículo 6 del APS y del antiguo 119 en materia de
igualdad de retribución por razón de sexo. El punto 3 contempla la
posibilidad de que el Consejo adopte medidas para garantizar este
principio que antes, en la política a 11 y en el TCE, se dejaba como
176
PANORAMA ECONÓMICO
competencia de los Estados miembros. El punto 4 permite que los
Estados miembros, para asegurar la plena igualdad en la práctica
entre hombres y mujeres, adopten medidas de discriminación positiva. Para evitar problemas jurídicos, como se explicaba antes, el
artículo reemplaza la palabra “mujer” por la expresión “sexo
menos representado”. Se incluye una Declaración en el Acta Final
del nuevo Tratado sobre el deber de los Estados miembros de, al
adoptar medidas según este artículo, aspirar a mejorar la situación
de las mujeres en la vida laboral.
Los artículos 119 A y 129 son idénticos a los 120 del TCE y 7
del APS sobre las vacaciones y sobre los objetivos contemplados
en el artículo 117, respectivamente.
Asimismo, se han producido cambios en otros ámbitos que también forman parte de lo que se considera Política Social:
Otras novedades
sociales
El Tratado incluye un nuevo artículo 6 A del TCE que contempla la posibilidad de que el Consejo adopte medidas para luchar
contra todo tipo de discriminación. Este artículo presenta una
nueva redacción más avanzada de la cláusula de no discriminación.
El artículo 2 del Tratado de la Comunidad Europea, objetivos de la
Comunidad, se completa con una declaración en el mismo sentido
reforzando la igualdad entre hombre y mujer, también en el artículo
3 del TCE, así como el objetivo de desarrollar políticas de cohesión, solidaridad y destinadas a elevar la calidad y el nivel de vida.
También se incluye en la Declaración Final la necesidad de tomar
en cuenta a los minusválidos al elaborar medidas según el artículo
100 A85, relativo a la aproximación de legislaciones en cuestiones
diversas.
El artículo 12986 que determinaba el alcance de las actuaciones
de la Comunidad en materia de salud pública, ha sufrido importantes cambios. La Comunidad ahora ya no sólo recomienda o coordina a los Estados miembros, sino que puede pasar a la acción directa
para complementar sus políticas en áreas como la lucha contra las
enfermedades más extendidas, la investigación y la información y
educación sanitaria. El Consejo podrá adoptar medidas vinculantes
86
87
Artículo 152 del Tratado de Amsterdam consolidado.
Artículo 42 del Tratado de Amsterdam consolidado.
177
MEMORIA 1997
en cuestiones como la calidad de los órganos y sustancias de origen
humano, medidas fitosanitarias que tengan como objetivo proteger
la salud pública y medidas de fomento destinadas a proteger la
salud humana, respetando siempre las responsabilidades de los
Estados miembros para organizar y suministrar servicios sanitarios
y asistencia y sin intención de modificar las disposiciones nacionales en materia de donaciones o de uso de órganos y sangre.
Otras novedades
El Tratado delimita las áreas en las que se aplicará el procedimiento de codecisión en el que participa el Parlamento Europeo. En primer
lugar, el Tratado se refiere a sus nuevas disposiciones: empleo y medidas incentivadoras, artículo 109 R; política social, de igualdad de trato
y oportunidades, artículo 119; salud pública, artículo 129. A continuación, delimita las disposiciones que ya existían: normas de seguridad
social para trabajadores migrantes comunitarios, artículo 5187; aplicación de decisiones relacionadas con el Fondo Social Europeo, artículo
12588; formación profesional, artículo 12789.
El Tratado también determina las políticas en las que el Consejo
podrá adoptar decisiones por mayoría cualificada. Las nuevas disposiciones del Tratado en el área social susceptibles de este procedimiento son: directrices sobre empleo, artículo 109 Q del nuevo título de
empleo; medidas incentivadoras, artículo 109 R del nuevo título de
empleo; exclusión social, artículo 118 apartado 2; y salud pública,
artículo 129 apartado 4.
Comité Económico
y Social
El Comité Económico y Social de las Comunidades Europeas
(CES) será consultado sobre las directrices de política de empleo,
artículo 109 Q del nuevo título de empleo; medidas incentivadoras, artículo 109 R del nuevo título de empleo; asuntos sociales e
igualdad de trato, artículo 118 apartados 2 y 3 y artículo 119 apartado 3; y salud pública, artículo 129 apartado 4. A partir de ahora
el Parlamento Europeo podrá consultar al CES de la Unión
Europea. El Comité de las Regiones (CR) será consultado en las
mismas materias que el CES salvo en cuestiones de igualdad de
trato, artículo 119 apartado 3 y en cuestiones de medio ambiente,
Fondo Social, formación profesional y transportes.
88
89
90
178
Artículo 148 del Tratado de Amsterdam consolidado.
Artículo 150 del Tratado de Amsterdam consolidado.
Libro Verde. Cooperación para una nueva organización del trabajo. COM
PANORAMA ECONÓMICO
7.3. LA EUROPA SOCIAL Y DEL EMPLEO
En el Consejo Europeo de Amsterdam del 16 de junio de
1997 se decidió finalmente que el Tratado albergase la posibilidad de que desde las instituciones comunitarias se desarrollasen
políticas activas de empleo. Para reforzar este nuevo título se
acordó crear nuevas vías de política por las que las instituciones
comunitarias podrán desarrollar programas o medidas de creación de empleo. Como apoyo de esta nueva política, se acordó
también reforzar el papel del BEI para permitir que pueda invertir a favor del empleo especialmente en el ámbito de las Pymes.
De este modo se abría la posibilidad de que esta institución
financiera pública invierta en proyectos diversos en ámbitos nuevos e innovadores como los de lo social, tecnología, educación,
sanidad, urbanismo o medio ambiente, y permitiendo que con
sus reservas pueda tomar participaciones en proyectos de capital
riesgo. El BEI también podrá participar en la financiación a largo
plazo de las grandes redes transeuropeas de infraestructuras. El
origen de los fondos destinados a estas partidas serán además de
los suyos propios, los de la reserva de la CECA (Co-munidad
Europea del Carbón y del Acero) que podrá ser utilizada a partir
del año 2002, además de lo que se pueda obtener del resto de
políticas comunitarias.
Durante el primer semestre de 1997, de presidencia holandesa,
se puso en funcionamiento el Comité de Empleo y de Mercado de
Trabajo tal y como se había decidido en el Consejo Europeo de
Dublín de diciembre de 1996. La misión principal de este Comité
es seguir con atención la evolución del empleo de los hombres y
mujeres en la Comunidad, observar las políticas de empleo y de
mercado de trabajo en los Estados miembros y facilitar la información y el intercambio de experiencias entre los Estados miembros y
la Comisión en estas materias. El Comité tiene una función consultiva ante el Consejo. El Consejo de Trabajo y Asuntos Sociales del
17 de abril estudió y adoptó el Programa de Trabajo presentado por
el recién creado Comité. Durante el segundo semestre el Comité de
Empleo y de Mercado de Trabajo adaptó su programa a los acuerdos del Consejo de Amsterdam, en particular en lo relativo a la
adopción de un nuevo Tratado con un título dedicado exclusivamente al empleo y a la celebración de la Cumbre Extraordinaria de
Empleo durante ese semestre.
179
MEMORIA 1997
7.3.1. Nueva política de empleo
La Unión Europea decidió en el Consejo Europeo de Essen de 1994
situar la creación de empleo como objetivo prioritario de la Unión. Con
este fin, los Estados miembros han desarrollado desde entonces una
política de empleo coordinada por las instituciones comunitarias en
torno a las cinco recomendaciones de política de empleo establecidas
allí. Siguiendo este mandato, en septiembre de 1997 el Gobierno
español aprobó el segundo Programa Plurianual de Empleo.
No obstante, a pesar de los inminentes avances y éxitos alcanzados por lo que se ha venido a conocer como Estrategia de Essen, y
con motivo de la inminente puesta en funcionamiento de la Unión
Monetaria, la Unión Europea ha ido tomando conciencia de la
importancia de desarrollar una verdadera estrategia coordinada por
el empleo a escala europea, para lo cual la reforma del Tratado
ofrecía una oportunidad ideal.
Durante el primer semestre de 1997 la presidencia holandesa preparó
el informe provisional que se sometería al Consejo Europeo en
Amsterdam en junio, con vistas al desarrollo de las nuevas políticas de
empleo de la Unión. La presidencia propuso crear un código de conducta relativo a los cierres de empresas y desimplantaciones, a raíz del
malestar por el caso Vilvorde, que fue acogida favorablemente por el
Consejo. También se admitió la propuesta de estudiar la creación de un
mecanismo de conciliación y mediación al que podrán recurrir los interlocutores sociales para arbitrar conflictos industriales transnacionales.
Para ambas cuestiones se tomó en cuenta lo tratado en el
Consejo de Asuntos Sociales informal de Rotterdam de 14 y 15 de
marzo, en el que se contó con la participación de la Confederación
Europea de Sindicatos (CES) y de la Unión de Confederaciones de
la Industria y de Empleadores de Europa (UNICE), en el que se discutió las propuestas sobre la estrategia europea en materia de
empleo y la coordinación de las políticas de empleo.
La Comisión presentó entonces su Libro Verde90 sobre la organización del trabajo, Cooperación para una nueva organización del tra(97) 128 final. Bruselas, 16-04-1997.
91
Modernización y mejora de la protección social en la Unión Europea. COM
180
PANORAMA ECONÓMICO
bajo, que analiza las vías disponibles para crear empleo y mejorar la
calidad de la vida profesional. El libro analiza varias cuestiones: por
qué y cómo cambia la organización del trabajo, los retos políticos y
el proceso de consulta y las posibilidades de asociación entre empleadores, sindicatos y poderes públicos en el desarrollo de un nuevo
marco contractual de organización del trabajo. La Comisión considera que la nueva organización del trabajo deberá ser capaz de equilibrar la necesidad de flexibilidad para las empresas y la necesidad de
seguridad para los trabajadores. En el mes de junio el Gobierno británico presentó una propuesta de política de empleo basada esencialmente en una mayor flexibilidad de los mercados de trabajo.
En el Consejo de Asuntos Sociales de los días 7 y 8 de julio,
una vez terminada la presidencia holandesa, se comenzó a estudiar
cómo poner en marcha el nuevo título de empleo insertado en el
Tratado en Amsterdam, y también cómo involucrar al máximo a las
Pymes y al BEI como se había decidido en el Consejo de
Amsterdam. Las cuatro vías: empleabilidad, empresariado, adaptabilidad e igualdad de oportunidades, aparecieron por primera vez
en un documento oficial comunitario como futuras directrices de
las medidas que se acordarían en la Cumbre Extraordinaria de
Empleo del mes de noviembre.
En el mes de octubre, antes de que se celebrara el Consejo
Extraordinario de Empleo de Luxemburgo, y con motivo de la presentación del borrador definitivo de la Comunicación sobre el
Código de Conducta en materia fiscal, el comisario responsable de
cuestiones fiscales declaró que en ese contexto era importante resaltar la relación entre fiscalidad y empleo con el fin de fomentar la
competitividad de las empresas europeas y de crear empleo. En su
opinión, se deberían considerar fórmulas fiscales innovadoras capaces de desviar presión fiscal hacia nuevas figuras, probablemente
indirectas. Además, recordó que la resolución del Consejo Europeo
de Amsterdam invita también a revisar la fiscalidad sobre el empleo.
Sería deseable, concluyó el comisario, rebajar la presión fiscal sobre
algunas formas de empleo, en especial las menos cualificadas.
En la Cumbre Extraordinaria de Luxemburgo sobre Empleo de los
día 21 y 22 de noviembre de 1997, se ratificó la puesta en marcha anticipada del nuevo título de empleo del Tratado de Amsterdam. La parte
más importante del debate se centró en el diseño de las medidas de
Cumbre
Extraordinaria
de Luxemburgo
sobre Empleo
181
MEMORIA 1997
empleo que según las cuatro líneas propuestas debían comenzar a coordinar los Estados de la Unión Europea. Con este objeto se decidió establecer algún tipo de objetivo cuantitativo relacionado con esta nueva
coordinación, de manera similar o paralela a los objetivos de convergencia nominal que se marcaron para poder acceder a la moneda única.
El acuerdo alcanzado marca unos objetivos en materia de formación y
de ofertas de empleo que se ofrecerán a los parados de larga duración y
para los jóvenes, que deberán ser cumplidos en un plazo de 5 años. No
obstante, para los países como España que sufren tasas de desempleo
particularmente elevadas, como defendió el Gobierno español, este
plazo podrá ser mayor. El Consejo estudió las previsiones de creación
de empleo y líneas directrices de la Comisión para los próximos 5 años,
en torno a 12 millones de empleos según ésta, para lo cual aprobó destinar fondos y acciones dirigidas por el BEI a la creación de empleo, al
desarrollo de las Pymes, a las nuevas tecnologías, los nuevos sectores y
las redes transeuropeas. La filosofía de este acuerdo es que todas las
políticas europeas deberán servir al objetivo del empleo, tanto las del
mercado interior, competencia y competitividad, e incluso estructurales,
como las antes mencionadas. En este marco se aprobó una estrategia
coordinada para las políticas nacionales de empleo, apoyada en las
directrices de empleo de la Unión Europea para 1998 y que se desarrollarán en las cuatro líneas antes mencionadas siguiendo la propuesta de
la Comisión: mejora de la capacidad de inserción profesional, desarrollo del espíritu de empresa, fomento de la capacidad de adaptación de
los trabajadores y de las empresas y refuerzo de la política de igualdad
de oportunidades (ver Capítulo II.5.1).
Estas directrices deberán contemplarse en los Planes de Acción
Nacional de empleo que presentarán los Estados miembros y que serán
examinados en su definición y aplicación anualmente por el Consejo.
El Gobierno español presentó su Plan de Acción para el Empleo a los
interlocutores sociales españoles en el mes de marzo de 1998. El
empleo seguirá siendo una de las prioridades durante la presidencia
británica del primer semestre de 1998, habiendo mostrado ya su
interés este país por desarrollar especialmente las directrices de empleabilidad de los trabajadores y el fomento de las Pymes innovadoras y
creadoras de empleo. El Consejo Europeo de Cardiff de junio de 1998
examinará los Planes de Acción Nacional de cada Estado miembro.
La opinión de la
CES y UNICE
182
Los agentes sociales europeos han valorado positivamente los acuerdos de Luxemburgo y, aunque en opinión de la CES algunas de las con-
PANORAMA ECONÓMICO
clusiones se pueden catalogar como modestas, suponen medidas concretas y avances específicos que refuerzan la Europa social. La CES no
deseaba que se cambiaran las directrices de construcción europea, sino
que junto a los elementos económicos y monetarios se incorporaran
elementos sociales como ha ocurrido. La CES cree que ahora el empleo
forma parte de las políticas europeas y ello debe permitir que los ciudadanos y trabajadores europeos puedan considerar el proceso de construcción europea como algo propio. UNICE, por otro lado, también ha
recibido favorablemente los resultados del Consejo Extraordinario de
Luxemburgo sobre Empleo, en particular en lo que se refiere a las
directrices que insisten en la necesidad de reforzar la competitividad,
adaptabilidad y eficacia de empresas y particularmente de las Pymes
europeas. En la declaración conjunta que hicieron la CES, UNICE y
CEEP (Confederación de Empresas Públicas Europeas) antes de este
Consejo, se insistía en la necesidad de crear una política de empleo más
efectiva en la que el crecimiento económico tuviera contrapartidas claras en materia de creación de puestos de trabajo.
7.3.2. Política social en 1997
Como el resto de políticas comunitarias, la política social se ha visto
muy influida durante 1997 por las negociaciones del nuevo Tratado,
que en esta materia incorpora importantes novedades, así como por la
puesta en funcionamiento de la nueva política europea de empleo.
Durante el primer semestre de 1997, de presidencia de Holanda,
no se cerraron demasiados acuerdos aunque se consiguió avanzar
considerablemente en varias cuestiones de importancia. Así, en el
Consejo de Asuntos Sociales y de Trabajo del 27 de junio se logró,
tras muchos meses de negociación, alcanzar un acuerdo sobre el
proyecto de directiva respecto a la carga de la prueba en los casos
de discriminación basada en el sexo, en el que por primera vez participó el Reino Unido. La posición común quedó sólo pendiente de
cuestiones lingüísticas. En esta reunión del Consejo de Asuntos
Sociales se asumieron las principales conclusiones de la
Comunicación de la Comisión Europea sobre modernización y
mejora de la protección social en la Unión Europea, del 12 de
marzo de 199791, y se estudió el memorándum francés para un
(97) 102 final. Bruselas, 12-03-1997.
92
SSTJC del 17 de octubre de 1995 (E. Kalenke-Freie Hansestad).
183
MEMORIA 1997
modelo social europeo redactado a partir de las conclusiones del
Consejo Europeo de Turín del 29 de marzo de 1996, en el que se
solicitaba convertir el empleo en la prioridad de Europa, una de las
fuentes a partir de las que la Comisión ha elaborado sus propuestas
de política de empleo que fueron presentadas durante el segundo
semestre de 1997.
Con el objeto de cerrar definitivamente el diseño de la Directiva
sobre carga de la prueba en las discriminaciones basadas en el sexo,
durante 1997, se desarrolló también la segunda fase de consulta a
los interlocutores sociales en torno a una política global a nivel
comunitario para luchar contra el acoso sexual en el lugar de trabajo. El debate en el Parlamento Europeo ha reforzado cuestiones
como la importancia de que la extensión de la carga de la prueba
abarque a todos los ámbitos de la relación laboral donde las mujeres
deben enfrentarse a problemas de discriminación, precisando la
definición de discriminación indirecta. También se han tenido en
cuenta las implicaciones de la sentencia Kalenke92, en la que se
admite la necesidad de no oponerse desde una perspectiva general a
la aplicación de acciones positivas en favor de las mujeres.
Igualdad entre
ambos sexos
Esta línea de lucha contra la discriminación se vio reforzada tras el
fallo de la sentencia Marschall93, del 11 de noviembre de 1997, que
confirmaba la legalidad de ciertas medidas de discriminación positiva
a favor del empleo de las mujeres, siempre y cuando se salvaguarde la
posibilidad de que se produzca una decisión distinta y sin que existan
cuotas rígidas. Esta sentencia afianzaba la posición de la Comisión
adoptada tras el fallo Kalenke de 1995, como se ha explicado antes,
que además se verá consolidada cuando entre en vigor el Tratado de
Amsterdam y en particular su artículo 119 apartado 494, y cuando se
resuelva la propuesta de la Comisión sobre la nueva redacción del
artículo 2 apartado 4 de la Directiva 76/207 sobre acceso al empleo,
formación y promoción profesionales, y condiciones de trabajo.
El Consejo de Asuntos Sociales y de Trabajo con el que se cerró
la presidencia luxemburguesa en el mes de diciembre de 1997,
SSTJC del 11 de noviembre de 1997 (H. Marschall-Land NordheinWestfalen).
94
Ver epígrafe 7.2.2.
95
Directiva 97/80/CE del Consejo de 15 de diciembre de 1997 relativa a la
93
184
PANORAMA ECONÓMICO
aprobó la directiva sobre la carga de la prueba referida a la discriminación basada en el sexo95 y la relativa al acuerdo marco sobre
trabajo a tiempo parcial96 concluido el 6 de junio de 1997 por los
interlocutores sociales europeos. La directiva relativa al acuerdo
marco sobre trabajo a tiempo parcial no incluye el principio de no
discriminación tal y como deseaba y solicitó la Comisión, por lo
que la Comisión ha demandado que se incluya, así como un mecanismo de sanciones para los que no lo cumplan.
En esta reunión del Consejo también se aprobaron dos directivas por las que se ampliaba al Reino Unido la directiva de comités
de empresa europeos97 y la relativa al acuerdo marco sobre el permiso parental celebrado por UNICE, CEEP y la CES98. El Reino
Unido dispone de dos años de plazo para trasponerlas. El Gobierno
británico, todavía formalmente excluido de la política social,
mostró su interés en poder participar en esta política comunitaria
desde ese momento, o cuando menos poder ser escuchado y tenido
en cuenta antes de que el Tratado de Amsterdam sea ratificado y
entre en vigor. El resto de la sesión se centró en el estudio de la
vías de desarrollo de las medidas de las líneas directrices para las
políticas de empleo adoptadas en el Consejo Extraordinario de
Empleo del mes anterior, noviembre de 1997.
Directiva sobre
el permiso
parental
En cuanto a los sistemas de pensiones, el Parlamento Europeo
reconoció el 3 de octubre de 1997 la necesidad de reformar los sistemas nacionales de seguridad social salvaguardando el modelo
europeo de sociedad, para lo que solicitó a la Comisión la realizacarga de la prueba en los casos de discriminación por razón de sexo. DOCE,
20-1-98.
96
Directiva 97/81/CE del Consejo de 15 de diciembre de 1997 relativa al
Acuerdo marco sobre el trabajo a tiempo parcial concluido por la UNICE, el CEEP
y la CES. DOCE, 20-1-98.
97
Directiva 97/74/CE del Consejo de 15 de diciembre de 1997 por la que se
modifica y amplía al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte la Directiva
94/45/CE sobre la constitución de un comité de empresa europeo o de un procedimiento de información y consulta a los trabajadores en las empresas y grupos de
empresas de dimensión comunitaria.
98
Directiva 97/75/CE del Consejo de 15 de diciembre de 1997 por la que se
modifica y amplía al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte la Directiva
96/34/CE relativa al Acuerdo marco sobre el permiso parental celebrado por la
UNICE, el CEEP y la CES.
99
COM (97) 392 final. Bruselas, 23-07-1997.
185
MEMORIA 1997
ción de un informe acerca de las repercusiones de la evolución
demográfica en Europa. La Comisión propuso el 8 de octubre la
adopción de una directiva con el fin de salvaguardar los derechos a
pensión complementaria para los trabajadores asalariados y no asalariados que se desplacen en la Unión Europea. En relación a la
Comunicación de la Comisión Europea sobre modernización y
mejora de la protección social en la Unión Europea, el PE solicitó a
la Comisión que adoptara iniciativas para contribuir a esa modernización sin olvidar los imperativos de solidaridad.
Futuro de la
protección social
En la comunicación sobre la modernización y mejora de la protección social en Europa, la Comisión ha recogido las respuestas y
reacciones a sus propuestas y reflexiones realizadas sobre esta
cuestión durante los últimos años, concluyendo que la modernización y mejora de los sistemas europeos de protección social constituye un auténtico desafío. Esta reforma se debe producir en un
marco condicionado por la naturaleza cambiante del trabajo, el
envejecimiento de la población europea, la evolución de la participación de hombres y mujeres en la vida profesional y la necesidad
de coordinar los regímenes nacionales de Seguridad Social. La
Comisión subraya la estrecha relación que existe entre política
social y resultados económicos, por lo que propone considerar a
esta política como un factor productivo más.
Las líneas de reflexión que propone la Comisión son:
• orientar la protección social hacia la creación de empleo;
• adaptar la protección social al envejecimiento demográfico de
las sociedades europeas;
• adaptar la protección social a la evolución de la participación
de hombres y mujeres en la vida profesional;
• mejorar la protección social de las personas que se desplazan
dentro de la Unión.
7.3.3. Diálogo social
A pesar de los avances conseguidos en diferentes cuestiones, el
cierre de la planta de Renault en Vilvorde, Bélgica, fue el detonante
186
PANORAMA ECONÓMICO
de una crisis de identidad del diálogo social a escala europea
durante 1997. La sensación general era que Renault había incumplido las directivas europeas en materia de despido colectivo y de
comités de empresa europeos, lo cual afectaba a la confianza del
espíritu de construcción europea. No obstante, la Comisión
Europea estimó que debían ser los Tribunales nacionales de los países afectados por la decisión, o el Tribunal de Justicia Europeo en
su defecto, quienes se pronunciaran sobre la cuestión por no ser el
asunto competencia de la Comisión. La Confederación Europea de
Sindicatos y otras asociaciones internacionales sindicales opinaron
de manera similar. Siguiendo el mandato del Consejo informal de
Asuntos Sociales de Rotterdam de marzo de 1997, la Comisión
Europea y los agentes sociales europeos han debatido durante todo
el año un proyecto de código de conducta en materia de información y consulta de los trabajadores en los casos de reestructuraciones económicas.
Otro frente de diálogo social que atraviesa una fase complicada
es el protagonizado por el Grupo Davignon, creado con el fin de
encontrar soluciones que permitan desbloquear definitivamente el
Estatuto de la Sociedad Europea. El Consejo de Asuntos Sociales
del mes de junio adoptó las conclusiones presentadas sobre esta
cuestión por la presidencia holandesa, que servirán de punto de
partida para próximas discusiones, aunque el diálogo ha estado bloqueado durante el resto de 1997 por falta de acuerdo en cuanto a la
implicación de los trabajadores, pasando a constituir una de las
prioridades de la presidencia británica del primer semestre de 1998.
Estatuto de la
Sociedad
Europea
A pesar de estos problemas, las instituciones comunitarias continúan esforzándose para intentar que el diálogo social no sólo
mejore y abarque un ámbito competencial mayor, sino que alcance
también a más organizaciones sociales. En este sentido, la Comisión
prepara una nueva comunicación acerca del diálogo social a escala
europea que puede ampliar esta práctica a otras organizaciones
además de la CES, UNICE y CEEP.
En el mes de abril se hizo público el proyecto definitivo de
acuerdo entre UNICE, la CES y CEEP acerca del trabajo a tiempo
parcial. Una vez que las organizaciones evaluaron el acuerdo, se
firmó el día 6 de junio de 1997, y se solicitó a la Comisión que lo
sometiera al Consejo para que lo adoptara con arreglo al artículo 4
Acuerdo sobre
trabajo a tiempo
parcial
187
MEMORIA 1997
apartado 2 del Protocolo Social de Maastricht. La Comisión adoptó
su proyecto de directiva99 relativa al acuerdo marco sobre el trabajo
a tiempo parcial concluido por la UNICE, CEEP y la CES el 23 de
julio. Este es el segundo acuerdo alcanzado por esta vía después
del de permiso de lactancia. El objeto del acuerdo es prevenir cualquier forma de discriminación contra el trabajador a tiempo parcial,
mejorar la calidad de esta modalidad de empleo, facilitar el desarrollo del trabajo a tiempo parcial sobre una base voluntaria y contribuir así a una ordenación flexible del tiempo de trabajo. A partir
del éxito de esta directiva negociada, el Parlamento Europeo propuso en el mes de diciembre que se legislara una directiva que contemple todas las formas de relaciones laborales atípicas.
En el mes de junio de 1997 comenzó la primera etapa de consulta
de los interlocutores sociales europeos en torno a la información y
consulta de los trabajadores en el marco nacional, con el fin de estudiar la creación de un contexto que recoja a este nivel la legislación
comunitaria existente, y que prevea la información y consulta en circunstancias específicas como los traspasos de empresas y los despidos colectivos. La primera fase sólo pretendía determinar si los
agentes sociales consideran oportuno que la Unión Europea actúe en
este ámbito. En noviembre comenzó la segunda fase, en la que
durante seis semanas los agentes sociales debían pronunciarse respecto al documento presentado por la Comisión o decidir negociar
un acuerdo entre ellos según los términos del acuerdo en materia de
política social, que es la vía preferida por la Comisión. Si los agentes
sociales eligieran esta segunda alternativa, la Comisión les concedería un plazo de nueve meses para negociar. Los objetivos de la iniciativa son subsanar las lagunas identificadas en la legislación de los
Estados miembros y reconocer a nivel de la Unión Europea el derecho fundamental de los trabajadores a la información y a la consulta
en lo que se refiere a todas las decisiones que puedan afectarles, ultimar los dispositivos para adelantarse a las eventuales consecuencias
sociales de cambios en la vida, organización y funcionamiento de
una sociedad, y reforzar el vínculo entre la información y la consulta
en lo referente a cuestiones de estrategia y economía, por un lado, y
la consulta acerca de la forma de abordar las consecuencias sociales
de esas cuestiones por el otro. Las negociaciones se rompieron al
principio de 1998.
100
188
COM (97) 2000 final. Bruselas, 15-07-1997.
PANORAMA ECONÓMICO
El Consejo de Asuntos Sociales y de Trabajo con el que se cerró
la presidencia luxemburguesa del segundo semestre de 1997,
acordó que los interlocutores sociales europeos evalúen y sigan la
aplicación de las líneas directrices para el empleo desde el Comité
de Diálogo Social que reúne a los representantes de los interlocutores sociales europeos tradicionales —UNICE, CEEP y la CES—,
junto con los presidentes del Comité de Política Económica, y del
Comité de Empleo y de Mercado de Trabajo.
7.4. HACIA EL SIGLO XXI: LA AGENDA 2000 Y AMPLIACIÓN
La Comisión Europea adoptó el 15 de julio la Agenda 2000100,
también conocida como paquete Santer, en la que se marcan las
principales líneas de actuación de la Unión Europea para los primeros seis años del siglo XXI en las siguientes áreas: la nueva ampliación, la financiación de las nuevas actividades comunitarias, la
reforma de las políticas estructurales, la reforma de la Política
Agraria Común (PAC), y la ampliación (cuadro I-45 a cuadro I-48).
La Agenda 2000 comienza con una presentación en la que la
Comisión expone las razones que justifican la reforma de esta serie
de políticas, subrayando factores demográficos, sociales, la aparición de nuevas tecnologías en un buen número de áreas, las reestructuraciones económicas en curso y la globalización. También se
destacan los objetivos que deben cumplir las políticas comunitarias, no siempre cubiertos, como crear las condiciones para un crecimiento estable y generar el mayor número posible de empleos,
así como los cometidos de la política exterior.
7.4.1 Ampliación
La Comisión propone en la Agenda 2000 al Consejo, comenzar
a negociar simultáneamente con seis países candidatos: Eslovenia,
Estonia, Hungría, República Checa, Polonia y Chipre, los conocidos como 5+1, su adhesión a la Unión Europea, evitando establecer
ningún tipo de orden como se había previsto en un primer momento para eliminar discriminaciones subjetivas o posibles sensaciones
de agravio. Ello se debe a que, a pesar de la mayor proximidad de
relaciones con Hungría, Polonia y la República Checa, los otros
101
Ver apartado 1.3.2.
189
190
CUADRO I-45
CUADRO GENERAL DEL NUEVO MARCO FINANCIERO 2000-2006 PARA LA UNIÓN EUROPEA
(Miles de millones de ecus a precios constantes de 1997)
Créditos para compromisos
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Agricultura (línea directriz)
43,3
44,1
45,0
46,1
47,0
48,0
49,0
50,0
Acciones Estructurales
36,1
1,8
35,2
36,0
38,8
39,8
40,7
41,7
de las que adaptaciones anteriores
42,8
Políticas internas
6,1
6,1
6,4
7,3
7,5
7,7
7,9
8,1
Acciones exteriores
6,6
6,6
6,8
7,0
7,1
7,3
7,5
7,6
Administración
4,5
4,5
4,6
5,1
5,2
5,3
5,4
5,5
Reservas
1,2
1,0
1,0
0,8
0,5
0,5
0,5
0,5
Total créditos para compromisos
97,8
97,5
99,8
105,1
107,1
109,5
112,0
114,5
Total créditos para pagos
92,5
94,1
96,6
101,1
103,9
106,5
108,9
111,4
Créditos para pagos
(en porcentaje del PIB)
1,25
1,24
1,24
1,22
1,22
1,22
1,22
1,22
Margen
0,02
0,03
0,03
0,05
0,05
0,05
0,05
0,05
Límite máximo de recursos propios
1,27
1,27
1,27
1,27
1,27
1,27
1,27
1,27
Fuente: Comisión Europea, COM(97) 2000 final del 15-07-1997, Agenda 2000.
CUADRO I-46
RÚBRICA 2: GASTOS EN CONCEPTO DE ACCIONES ESTRUCTURALES, 1999-2006
(Miles de millones de ecus a precios constantes de 1997)
Conceptos
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Fondos Estructurales UE-15
31,4
31,3
32,1
31,3
30,3
29,2
28,2
27,3
Fondo de Cohesión
2,9
2,9
2,9
2,9
2,9
2,9
2,9
2,9
Nuevos Estados miembros (*)
—
0,0
0,0
3,6
5,6
7,6
9,6
11,6
Ayuda previa a la adhesión
—
1,0
1,0
1,0
1,0
1,0
1,0
1,0
34,3
35,2
36,0
38,8
39,8
40,7
41,7
42,8
Total
(*) Incluida la participación en el Fondo de Cohesión.
Fuente: Comisión Europea, COM(97) 2000 final del 15-07-1997, Agenda 2000.
191
192
CUADRO I-47
RÚBRICA 1: GASTOS AGRÍCOLAS, 1999-2006
(Miles de millones de ecus a precios corrientes)
Conceptos
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Línea directriz (precios corrientes) (*)
45,0
46,7
48,5
50,6
52,6
54,7
56,9
59,2
—
44,0
45,9
49,7
52,1
53,2
53,9
54,5
41,7
41,6
43,4
45,4
47,3
47,9
47,9
47,9
—
1,9
2,0
2,0
2,0
2,0
2,1
2,1
PAC (medidas de mercado)
—
0,0
0,0
1,1
1,2
1,2
1,3
1,4
Medidas específicas de acompañamiento rural
—
0,0
0,0
0,6
1,0
1,5
2,0
2,5
Ayuda previa a la adhesión (**)
—
0,5
0,5
0,6
0,6
0,6
0,6
0,6
Margen
—
2,7
2,6
0,9
0,5
1,5
3,0
4,7
Gastos agrícolas (precios corrientes)
Comunidad de los Quince
PAC reformada
Nuevas medidas de acompañamiento rural y
medidas horizontales en el ámbito de la pesca
Nuevos Estados miembros
(*) Hipótesis de un deflactor del 2% por año de 1999 a 2006.
(**) Es decir, 500 millones a precios constantes de 1997.
Fuente: Comisión Europea, COM(97) 2000 final del 15-07-1997, Agenda 2000.
CUADRO I-48
AYUDA PREVIA A LA ADHESIÓN Y GASTOS RELACIONADOS
CON LA ADHESIÓN DE NUEVOS ESTADOS MIEMBROS, 1999-2006
(Miles de milones de ecus a precios constantes de 1997)
Conceptos
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Total de la ayuda previa a la adhesión
1,3
3,0
3,0
3,0
3,0
3,0
3,0
3,0
rúbrica 1
—
0,5
0,5
0,5
0,5
0,5
0,5
0,5
rúbrica 2
—
1,0
1,0
1,0
1,0
1,0
1,0
1,0
rúbrica 4 (*)
1,3
1,5
1,5
1,5
1,5
1,5
1,5
1,5
Otros países candidatos (**)
0,5
1,2
1,2
3,0
3,0
3,0
3,0
3,0
Nuevos Estados miembros (**)
0,8
1,8
1,8
—
—
—
—
—
Importes para los nuevos Estados miembros
—
—
—
5,8
8,2
10,8
13,3
15,7
rúbrica 1 (***)
—
—
—
1,5
1,9
2,4
2,9
3,3
rúbrica 2
—
—
—
3,6
5,6
7,6
9,6
11,6
rúbrica 3
—
—
—
0,7
0,7
0,8
0,8
0,8
(*) El importe de 1999 es indicativo.
(**) El desglose de 1999 a 2001 es puramente indicativo.
(***) Datos transformados a precios 1997 para la comparación. Sólo son pertinentes las estimaciones a precios corrientes.
Fuente: Comisión Europea, COM(97) 2000 final del 15-07-1997, Agenda 2000.
193
MEMORIA 1997
candidatos también cumplían las condiciones económicas exigidas,
en el caso de Eslovenia y Estonia, o llevaban tiempo negociando su
adhesión como Chipre.
Primero los 5
países pre-in
La Comisión propuso comenzar a preparar las negociaciones
con Bulgaria, Eslovaquia, Letonia, Lituania y Rumanía, los 5 países pre-in y renunció a pronunciarse en cuanto a Turquía debido a
la inestabilidad de la situación vigente en este país. Esta decisión
colocó en una difícil tesitura las relaciones con Turquía, por lo que
desde entonces se vienen realizando diferentes propuestas que persiguen evitar el aislamiento político de Turquía y su inclusión en
algún tipo de foro de diálogo junto al resto de Estados miembros de
la Unión Europea y los candidatos a la adhesión. Esta difícil situación cristalizó definitivamente cuando el Consejo hizo suya la propuesta de la Comisión Europea en el encuentro informal de
Ministros de Asuntos Exteriores de Mondorf de los días 25 y 26 de
octubre de 1997. El Consejo Europeo de diciembre confirmó los
objetivos contemplados por la Agenda 2000 en todas sus líneas, así
como la necesidad de asegurar el marco financiero antes de hacer
frente a la ampliación.
La Comisión ha redactado un dictamen por cada país candidato,
en el que evalúa detalladamente la situación vigente en cada uno de
ellos y especifica los esfuerzos que deben realizar individualmente
para resolver las principales deficiencias que los separan de los
niveles exigidos en el seno de la Unión Europea, en especial en
cuestiones diversas (normas medioambientales, seguridad nuclear,
lucha contra el crimen organizado).
El Consejo Europeo de Luxemburgo de diciembre de 1997
aceptó formalmente la propuesta de la Comisión y decidió comenzar las negociaciones según lo antes expuesto en relación a los diez
países de Europa Central y Oriental (PECOS) y Chipre, y en el
orden predeterminado, primero los 5+1 y luego los pre-in, en lo
que se conoce como estrategia de preadhesión reforzada porque
permitirá acceder a Fondos Estructurales vía PHARE de manera
efectiva antes de formalizar el ingreso. Como parte de la estrategia
de preadhesión reforzada de los seis países con los que se van a
abrir negociaciones, se asignarán 45 mil millones de ecus a partir
del año 2000 de los 275 mil previstos con el fin de dotar posibles
acciones estructurales en áreas como el transporte y las infraestruc-
194
PANORAMA ECONÓMICO
turas ambientales de los países candidatos, para adecuarlos al nivel
de normas comunitarias y para permitir también que se familiaricen
con el funcionamiento de los Fondos Estructurales. Estos programas y recursos sustituirán a los recursos de la iniciativa PHARE a
partir de la fecha de adhesión. El Consejo mandató entonces a la
Comisión a comenzar las negociaciones formales a finales de abril
de 1998 con los 5+1, Chipre, Eslovenia, Estonia, Hungría,
República Checa y Polonia. También convocó una Conferencia en
el mes marzo de 1998 en la que participarían todos los países candidatos a la adhesión a la Unión, los diez PECOS y Chipre además
de Turquía, lo cual debía constituir también una fórmula adecuada
para incluir a Turquía en el proceso de ampliación. El Consejo
adoptó una estrategia europea especial para este país que incluye
varias medidas específicas. Sin embargo, al no ser invitado al proceso de adhesión, Turquía decidió el día 15 de diciembre no aceptar la invitación y de hecho no participó en esta Conferencia
rompiendo también el diálogo político con la Unión Europea. Las
negociaciones con el resto de candidatos, los 5 pre-in, comenzarán
en cuanto se produzcan suficientes progresos que lo justifiquen.
El día 30 de marzo de 1998 se inauguró en Londres la Conferencia
que abría las negociaciones formales de adhesión a Chipre y a los
diez candidatos de Europa del Este. La sensación dominante era de
optimismo.
Problemas con
Turquía
Todos ellos, los once candidatos, van a firmar acuerdos jurídicos
individuales de asociación de adhesión con la Unión Europea, y se
va revisar con todos ellos bilateral y multilateralmente el acervo
comunitario existente, el screening. Para los 5+1 ya han comenzado las negociaciones con la unidad especial, task force ampliación,
que ha puesto en marcha la Comisión.
Las negociaciones concretas de adhesión se van a centrar en 31
capítulos de los que la política social y de empleo, Pymes, políticas
sectoriales diversas, educación y formación y fiscalidad, constituyen algunos de los ámbitos más importantes.
Como era de esperar, la cuestión institucional, que no ha quedado resuelta en el Tratado de Amsterdam, ha condicionado la decisión de apertura de negociaciones de adhesión. El Tratado sólo
contempla una modificación, en las primeras adhesiones y hasta
195
MEMORIA 1997
que el número de Estados miembros no supere un número de 20, la
Comisión Europea contará con un nacional de cada Estado miembro, lo que implica que los países grandes tendrán que renunciar a
su segundo comisario en cuanto se produzca la ampliación. Por
esta razón la Comisión reclama en la Agenda 2000 la apertura de
una nueva Conferencia Intergubernamental institucional a partir del
año 2000.
7.4.2. Política agrícola
El proyecto de reforma de la Política Agraria Comunitaria
(PAC) pretende, según la Comisión101, reducir los precios en beneficio del consumidor convergiendo con los vigentes a escala mundial, eliminar normas demasiado estrictas de intervención del
mercado con el fin de reducir considerablemente los excedentes
para eliminar a su vez determinadas rentas abusivas, y conseguir
que cese la producción que no se destina al mercado sino a la propia intervención.
Las organizaciones agrarias europeas han reaccionado en contra
del proyecto de reforma de la PAC previsto en la Agenda 2000 y
han mostrado su preocupación porque estiman que pone en peligro
la supervivencia de la agricultura europea por atender exclusivamente a cuestiones presupuestarias. Las organizaciones reclaman
mayor atención a las cuestiones medioambientales y sociales para
preservar el modelo agrario europeo y corregir un proyecto de
reforma demasiado centrado en el mercado mundial. La gran cuestión que se plantea tras la reforma es cómo modular los pagos compensatorios en el nuevo marco normativo.
Estas organizaciones estiman que la Comisión no ha consultado
ni concertado previamente con ellas el alcance de la reforma propuesta, consideran que la reducción masiva de los precios institucionales no garantiza el futuro de los agricultores europeos y creen
que puede acabar ampliando los márgenes de los distribuidores sin
repercutir sobre los consumidores. La reducción de los precios
puede ser muy adversa para la renta agraria porque el mantenimiento de una renta aceptable para los agricultores no se va a poder
alcanzar mediante la reducción del número de agricultores, ni alte-
196
PANORAMA ECONÓMICO
rando los equilibrios regionales, ni intensificando la producción en
detrimento del medio ambiente. Por todas estas razones, concluyen
que la agricultura europea ya no podrá cumplir sus objetivos de
seguridad de suministro alimentario, ni de empleo, ni de protección
del medio ambiente, ni de ordenación del territorio.
Las organizaciones agrarias europeas se muestran a favor de la
adhesión de los países del este de Europa a la Unión Europea, pero
estiman que su coste no puede cargarse exclusivamente sobre los
agricultores. En materia de comercio exterior, y en relación a la
aplicación de los acuerdos de Marraquech de la OMC, el principio
de preferencia comunitaria se debe precisar y definir más adecuadamente, determinando de modo más nítido cuestiones relacionadas con la apertura comercial de este sector frente a terceros, como
las medioambientales, las distorsiones monetarias, y las implicaciones sociales. Los precios no pueden constituir el único referente
porque las normas fitosanitarias y medioambientales presentan
también mucha importancia. En definitiva, las organizaciones agrarias creen que la nueva PAC debe quedar cerrada y pactada antes de
comenzar a negociar con terceros países una mayor apertura
comercial en el sector.
7.4.3. Políticas estructurales y de cohesión
y perspectivas financieras
La reforma de los fondos estructurales propuesta por la Comisión
en la Agenda 2000 contempla una profunda simplificación, que se
alcanzaría mediante la reducción a tres de los objetivos actuales, y
por el mantenimiento de sólo tres fondos: FEDER, Fondo Social
y Fondo de Cohesión. Para el periodo de programación que
comienza en el año 2000 y que durará hasta el 2006, la Comisión
sugiere centrar los recursos disponibles en las regiones en proceso
de mutación y en los recursos humanos, sin incrementar el volumen de gastos pero sin reducirlo, manteniendo el esfuerzo en el
0,46 por 100 del PNB comunitario previsto para 1999. Para aumentar la eficacia del gasto se concentrarán recursos. La Comisión propone mantener el gasto de política estructural de los Fondos
Estructurales y del de Cohesión en torno a 33 por 100 del presupuesto comunitario para este periodo. Las transferencias no podrán
sobrepasar el 4 por 100 del Producto Interior Bruto (PIB) de cada
Estado miembro. Como novedad el 10 por 100 del total de los
197
MEMORIA 1997
Fondos Estructurales se consignará en reserva asignándose después
de un balance de etapa en el año 2003. Entonces se desembolsaría
ese 10 por 100 restante sobre los programas más eficaces incentivando a los mejores.
En cuanto a la reducción de los siete objetivos actuales a tres, la
Comisión propone:
• regiones atrasadas en cuanto a desarrollo. El apoyo a estas
regiones seguiría siendo el objetivo 1 con una aplicación de la
regla del umbral del 75 por 100 del PIB per cápita de la Unión
Europea. La ayuda de las regiones que sobrepasaran este límite se eliminaría gradualmente durante el periodo transitorio.
Se destinarían a este objetivo dos terceras partes del total de
recursos, como se hace ahora, lo que equivale a 275 mil
millones de ecus para el periodo en cuestión frente a los 200
mil del anterior (1993-1999);
• reconversión económica y social. El nuevo objetivo 2 agruparía algunas de las acciones industriales actualmente en
curso, zonas en declive y con problemas de desempleo, que
sufren mutaciones industriales, áreas rurales frágiles, barrios
urbanos desfavorecidos y zonas dependientes de la pesca.
Como en el caso anterior, las ayudas de las regiones que ya
no se calificaran se eliminarían gradualmente durante el
periodo transitorio;
• nueva estrategia de recursos humanos. El nuevo objetivo 3
abarcaría el conjunto del territorio de la Unión Europea
excepto el comprendido por los dos anteriores, y tendría como
fin promover políticas de empleo, luchar contra el desempleo,
prevenir los cambios sociales y económicos, apoyar el desarrollo de los sistemas de formación y aprendizaje a lo largo de
toda la vida, y combatir la marginación.
La Comisión Europea renunció definitivamente, al final de 1997,
a que los países que accedan a la moneda única dejen de percibir
financiación por parte del Fondo de Cohesión, como reclamaban
algunos Estados miembros, porque el esfuerzo de cohesión económica y social entre los Estados miembros debe seguir representando una prioridad política, por lo que debe mantenerse la solidaridad
198
PANORAMA ECONÓMICO
financiera actual. Así pues, los países con un Producto Nacional
Bruto (PNB) inferior al 90 por 100 de la media comunitaria,
seguirán beneficiándose de este Fondo para acciones y proyectos
relacionados con el medio ambiente y las infraestructuras de transporte, aunque va ser necesario replantearse la situación de Irlanda
que podría haber sobrepasado ya este umbral. La cuantía financiera
del Fondo se mantendrá como hasta ahora.
La Comisión tiene previsto aprobar su propuesta definitiva de reforma de los Fondos Estructurales durante el primer semestre de 1998,
con el fin de que el Consejo decida antes del final de este año.
En cuanto a las perspectivas financieras, la Comisión ha propuesto mantener hasta el año 2006 el techo para recursos propios equivalente al 1,27 por 100 del PNB comunitario, aunque algunos países
que son contribuyentes netos estiman que su aportación debería descender, mientras que otros consideran cuando menos difícil, hablar
de techos antes de conocer con exactitud cómo se realizará la
ampliación y siempre y cuando se respete el porcentaje del 0,46 por
100 para gastos estructurales. Durante 1998 la Comisión deberá presentar propuestas relativas a la adecuación al nuevo marco financiero
del sistema de recursos propios de la Unión Europea, que parece ya
decidido que no sobrepasarán el 1,27 por 100 del PIB de la Unión. Si
las aportaciones de cada Estado miembro se ajustan también al límite
del 1,27 por 100 del PIB de cada uno de ellos, es probable que se
tengan que compartir recursos de los Fondos Estructurales con los
recién llegados, especialmente de los de cohesión, de los que se
beneficia particularmente España, con los Estados que ingresen en la
Unión Europea en la próxima ampliación. Esta situación puede
endurecer las condiciones reales de acceso al euro de los países
menos ricos como España y Portugal.
Esta limitación de los recursos propios al 1,27 por 100 constituye el mayor foco de críticas a las propuestas de la Agenda 2000 por
cuanto podría constituir un verdadero giro en la construcción europea y podría también encorsetar a la Unión Europea en un marco
demasiado rígido, especialmente no sólo ante la perspectiva de la
ampliación, sino de las nuevas políticas y retos que se van a plantear
una vez que comience la Unión Monetaria. En este sentido, se han
realizado propuestas con el fin de reformar el sistema de recursos
propios de modo que se elimine la polémica que enfrenta los
199
MEMORIA 1997
Estados contribuyentes netos con los que reciben fondos netos, por
ejemplo basando más la aportación en la prosperidad relativa de los
ciudadanos. Los contribuyentes netos creen que con el margen de
10 centésimas que nunca se ha cubierto por debajo del 1,27 por
100 del PIB, además de con el ahorro que se va a derivar de la
reforma de la PAC y la revisión del Fondo de Cohesión, se generarán suficientes ahorros para financiar la ampliación y las nuevas
políticas.
La propuesta financiera completa contenida en la Agenda 2000
se desarrolla con detalle en los cuados I-45 a I-48.
7.4.4. Saldo financiero entre las Comunidades Europeas
y España
España como Estado miembro de la Unión Europea contribuye a
la financiación de las Comunidades Europeas aportando recursos
propios comunitarios (derechos de aduana, exacciones agrícolas y
cotizaciones sobre el azúcar e isoglucosa), el recurso del IVA y el
recurso del PNB. Las Comunidades Europeas realizan a su vez una
serie de gastos que en su mayor parte repercuten en los Presupuestos
Generales del Estado español y en el Presupuesto General de las
Comunidades Europeas, si bien algunos escapan a esta doble asignación como los fondos consignados al Fondo Europeo de Desarrollo
(FED), que no se reflejan en el Presupuesto de las Comunidades, o
los Fondos Estructurales para acciones cofinanciadas con las
Comunidades Autónomas, Corporaciones Locales o empresas que
son transferidos directamente a través de la Dirección General del
Tesoro y Política Financiera sin que aparezcan en los Presupuestos
Generales del Estado. Existe otro instrumento financiero comunitario, con autonomía propia, que se atribuye a la Comunidad Europea
del Carbón y del Acero (CECA), y cuyos fondos se transfieren íntegra y directamente a las empresas.
En cuanto al flujo y saldo financiero entre España y las
Comunidades Europeas en 1997 (cuadro I-49), ejercicio inscrito en
el marco financiero previsto para el periodo 1995-1999, los flujos
netos han registrado un saldo positivo a favor de España de
831.724,9 millones de pesetas, algo inferior al de 914.069,0 millones de 1996. La aportación española aumentó un 21,8 por 100,
mientras que los ingresos crecieron también, si bien en menor
200
CUADRO I-49
FLUJOS FINANCIEROS ENTRE ESPAÑA Y LA UE, 1986-1997
(Miles de millones de pesetas)
Concepto
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
I. Aportación española
a las Comunidades Europeas
110,9
137,4
223,0
287,4
374,6
545,9
647,8
Recursos propios tradicionales
27,3
68,8
84,7
83,2
81,9
100,9
101,6
Recurso IVA neto:
83,6
68,5
138,3
152,7
280,3
359,6
Recurso PNB neto:
0,0
0,0
0,0
43,8
1,6
Otros
0,0
0,1
0,0
7,7
1994
1995
1996
1997
740,6
803,4
615,9
739,3
900,4
89,0
93,9
118,5
99,8
104,8
444,1
485,3
432,3
358,1
411,7
456,8
72,4
87,6
150,7
259,6
123,7
218,8
327,0
10,8
13,0
14,4
15,6
17,5
15,7
8,9
11,7
102,5
176,3
385,0
474,8
501,0
942,1
979,3
37,9
87,3
259,1
248,4
271,6
423,9
457,5
595,3
694,1
733,8
647,6
754,6
0,0
2,8
9,6
36,4
26,6
82,1
84,6
111,7
51,8
143,4
156,8
122,0
FEDER
FSE
40,5
48,2
69,6
115,7
138,2
283,2
313,4
280,0
259,6
447,7
419,5
423,8
23,9
37,5
38,7
64,3
53,1
134,3
107,0
105,5
77,3
244,9
211,4
120,3
Fondo de Cohesión
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
0,0
32,4
60,6
170,3
210,5
120,3
Otros
0,2
0,2
8,1
10,1
11,5
18,6
16,8
11,5
11,8
15,9
7,5
9,3
-8,4
38,9
162,0
187,4
126,4
396,2
331,5
395,9
351,8 1.140,0
914,1
831,7
II. Ingresos procedentes de las
Comunidades Europeas
FEOGA-Garantía
FEOGA-O y Otros recursos
del sector
III. Saldo financiero (II-I)
1993
1.136,5 1.155,2 1.756,0 1.653,3 1.732,1
Fuente: Ministerio de Economía y Hacienda, Dirección General de Presupuestos, Subdirección General del Presupuesto Comunitario.
201
MEMORIA 1997
medida, un 4,7 por 100 por encima de los de 1996. En cualquier
caso, antes de alcanzar conclusiones sobre la tendencia general de
estos flujos se debe tener en cuenta la existencia de importantes
distorsiones provocadas por la concentración en los meses de
diciembre de los pagos o reintegros del recurso IVA de ejercicios
anteriores y de las liquidaciones definitivas de los saldos del recurso PNB, así como la existencia de tramos cuatrimensuales de contribución FED.
Por el lado de los pagos, los recursos propios tradicionales han
crecido un 5,0 por 100 gracias al incremento de los derechos de
aduana y a pesar de la caída de las exacciones agrícolas como consecuencia de los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio
(OMC). La aportación por IVA neto aumenta un 11 por 100, y la del
recurso PNB lo hizo un 49,5 por 100. La contribución al FED creció
un 31 por 100 respecto a la de 1996.
En relación a los ingresos, los procedentes del FEOGAGarantía crecieron un 16,5 por 100, un 1,0 por 100 el FEDER y un
43 por 100 el FSE, mientras que el FEOGA-Orientación y otros
recursos disminuyeron un 22,2 por 100. También en estas partidas,
debido a que los fondos estructurales se desembolsan por proyectos
a medida que se ejecutan los pagos, éstos se concentran en momentos de tiempo determinados, dificultando el análisis de la tendencia.
Por esta razón los ingresos con origen en los Fondos de Cohesión
disminuyeron un 42,9 por 100 en 1997 porque en el ejercicio anterior de 1996, en el que aumentaron un 24 por 100, los proyectos a
financiar se presentaron en el primer trimestre de ese año, por lo
que los anticipos se cobraron también en 1996; además, por otro
tipo de razones de programación, en 1997 se ha retrasado la presentación de nuevos proyectos.
202
CAPÍTULO II
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES
Y POLÍTICAS DE EMPLEO
1. INTRODUCCIÓN
Como es habitual, el Capítulo II de esta Memoria se dedica a
analizar los distintos aspectos del panorama socio-económico más
directamente vinculados con el empleo y las relaciones laborales.
Su primer cometido es ofrecer un panorama general del empleo,
donde se recogerán las grandes cifras de la ocupación, la actividad
y el paro, así como el desarrollo de sus principales dimensiones:
personal, sectorial, profesional y territorial.
De acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA), en 1997
trabajaron, en media, 368.500 personas más que el año anterior, lo
que supone un crecimiento de la ocupación del 3 por 100. Es en los
asalariados donde se puede apreciar dicho incremento: en media
anual, 425.000 más que en 1996 (de los que 300.000 lo hicieron con
contrato indefinido, y 120.000 con contrato temporal). No obstante,
el sector público perdió casi 16.000 indefinidos y aumentó el número de temporales en más de 31.000. Por su parte, durante 1997 se ha
duplicado con creces la utilización de las empresas de trabajo temporal como forma de reclutamiento de trabajadores temporales, lo
que ha supuesto que alrededor del 14 por 100 de la contratación
temporal se haya realizado a través de este tipo de empresas.
La tasa de paro es aún casi del 21 por 100, lo que supone una
diferencia de 10,5 puntos porcentuales con la tasa de paro armoni205
MEMORIA 1997
zada en el conjunto de la Unión Europea (UE). El paro afectó en
1997 a 183.600 personas menos, expresando una tendencia que se
mantuvo además a lo largo de los distintos trimestres del año.
Conviene reparar en que más de la mitad de los desempleados son
mujeres. Y la tasa de desempleo juvenil de los menores de 30 años
es superior al 33 por 100.
Junto a esa descripción, también se ha intentado dejar constancia de los factores que pueden contribuir a explicar y ponderar tales
cifras. El menor ritmo de incorporación de personas a la población
activa en 1997 (que creció un 1,2 por 100, cuando en 1996 había
aumentado un 2 por 100), y la relativa igualdad del aumento del
empleo respecto del año 1996, a pesar de haberse registrado un
mayor crecimiento económico son, sin duda, elementos a considerar en tal explicación.
Cabe destacar, como novedad en este capítulo, la incorporación
de un panorama territorial más detallado, que ofrece una imagen de
la diversidad con la que el empleo y el paro inciden en las
Comunidades Autónomas (CCAA). Ello no sólo resulta imprescindible para poder evaluar el grado de cohesión social entre las
Comunidades, sino que también sirve como punto de referencia
para la comprensión de los distintos factores que explican el funcionamiento del mercado de trabajo. Las diferencias territoriales
son notables en aspectos tales como las tasas de actividad, el volumen de empleo, las tasas de desempleo, o incluso en la cifra de
contratación temporal. En concreto, las tasas de actividad más alta
y más baja se corresponden con Cataluña y Asturias, con una diferencia de 10 puntos porcentuales. La tasa de empleo varía desde
casi un 48 por 100 en Baleares a un 33 por 100 en Extremadura, y
las tasas de paro van desde el 31 por 100 de Andalucía al 11 por
100 de Navarra.
Ahora bien, el propósito de todas estas cifras no se limita a una
mera descripción estadística de estas diferencias. Se intenta, al menos,
esbozar los factores que pudieran explicarlos y, en suma, evaluar si
realmente van acortándose o, por el contrario, se mantienen.
En definitiva, puede constatarse que las diferencias entre las
Comunidades Autónomas son más que relevantes, hasta el punto
de preguntarse si no habría que tratar el “mercado de trabajo”
206
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
español como una suma de segmentos territoriales mejor que
como un todo.
Finalmente, el panorama general del año se cierra con una referencia al análisis de la estabilidad del empleo en el mercado laboral
español. Poca duda hay de que el gran concepto que ha protagonizado la propia concertación social a lo largo del año 1997, y que ha
venido a constituir un nuevo eje de la política asumida en la materia,
ha sido el de introducir mayores dosis de estabilidad en el empleo.
Ha parecido oportuno, por ello, ofrecer una aproximación a dicho
concepto y a los de segmentación y rotación en el empleo, así como
aportar algunos de los principales indicadores de que se dispone
para evaluar el grado de estabilidad que presentan las relaciones
laborales. Por la misma razón se estudian también varias características de la temporalidad y con su grado de vinculación factores tales
como la edad, la cualificación profesional, el sexo, o la contratación
a tiempo parcial. Ello supone, en definitiva, fijar unas bases para
elaborar un diagnóstico del mercado laboral español.
Tres años después de la aprobación de la amplia reforma de la legislación laboral de 1994, aprobada por Ley sin el consenso de los interlocutores sociales, el año 1997 ha ofrecido, por la vía del diálogo
social, alternativas a las principales disfunciones del mercado de trabajo en los dos terrenos en los que el sistema de relaciones laborales
es determinante para su funcionamiento: la contratación —entradas y
salidas del mercado de trabajo— y la negociación de las condiciones
de trabajo.
Todos los sectores afectados han coincidido en la importancia
de los Acuerdos para la Estabilidad del Empleo, la Negociación
Colectiva y la Cobertura de Vacíos, firmados en la sede del
Consejo el 28 de abril de 1997.
El Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad del Empleo
(AIEE) reorienta el fomento del empleo hacia la contratación más
estable, intentando corregir la excesiva temporalidad en la contratación y sus consecuencias más negativas sobre el conjunto del sistema de relaciones laborales. En cuanto a sus primeros resultados, ya
se aprecia el mayor crecimiento de los asalariados con contrato
indefinido en 1997, en especial durante los dos últimos trimestres
del año. No obstante, su efecto sobre la tasa de temporalidad ha
207
MEMORIA 1997
sido reducido, aspecto que también se tratará de acotar, ya que probablemente el tiempo transcurrido es demasiado breve para ensayar
valoraciones definitivas.
Junto con el Acuerdo Interconfederal para la Solución Extrajudicial
de Conflictos de 1996, el Acuerdo sobre Negociación Colectiva
puede ser el instrumento de configuración de un nuevo sistema que
contribuya eficazmente a racionalizar su actual estructura, evitando
la atomización e impulsando la articulación entre los distintos
ámbitos negociales.
El Acuerdo Interconfederal de Cobertura de Vacíos pretende
culminar el proceso de derogación y sustitución de Ordenanzas
Laborales y Reglamentaciones de Trabajo, que dota de amparo
negocial a los 800.000 trabajadores, englobados en 23 sectores o
subsectores de actividad, que habían perdido el importante marco
regulador que ofrecían las normas laborales derogadas.
Las políticas activas de empleo, por su parte, han cobrado especial relevancia a lo largo del año 1997, tanto en la Unión Europea
como en España.
La aprobación del Tratado de Amsterdam, que incluye un nuevo
Título sobre empleo, la celebración del Consejo extraordinario sobre
el empleo en Luxemburgo, y sus conclusiones, han revitalizado unas
políticas destinadas a fortalecer el funcionamiento del mercado de
trabajo y a conseguir una reducción de las tasas de desempleo.
Como resultado del Consejo de Luxemburgo, se aprobaron unas
directrices comunes para el empleo, que son los ejes generales de las
medidas a tomar para reducir el desempleo en los Planes Plurianuales
de Empleo de los distintos Estados miembros de la Unión Europea.
Tales planes proponen, como primera medida, la mejora de la capacidad de inserción profesional para combatir el desempleo juvenil y de
larga duración, a través de planes preventivos, acuerdo entre los interlocutores sociales y la sustitución de medidas pasivas por medidas
activas de empleo.
En España, las políticas activas de empleo se encuentran en
pleno proceso de definición y reorientación, siendo unánime la
necesidad de hacer esfuerzos mayores para situarse en los niveles
208
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
del resto de los países de la Unión. El Programa Plurianual de
Empleo del Reino de España de 1997 se aprobó en septiembre para
contribuir a la creación y mantenimiento del empleo, pero no llegó
a hacerse operativo debido a los cambios en la estrategia para el
empleo de la Unión Europea, que se modificaron en noviembre
como resultado del Consejo de Luxemburgo. El nuevo Programa
deberá ajustarse a las directrices comunes definidas en ese Consejo,
y presentarse en la Cumbre de Cardiff en junio de 1998.
También en el análisis de estas políticas en España se ha tenido
especial cuidado de evidenciar su perspectiva territorial, dando así
atención a un aspecto que forma parte del debate actual pero que,
sin embargo, no suele ser objeto de suficiente consideración.
En materia de formación profesional el año ha sido muy activo. Se
ha aprobado el nuevo Programa Nacional de Formación Profesional,
1998-2002, cuyos objetivos básicos son crear empleo estable, facilitar
el acceso al primer empleo, formar a los trabajadores y mejorar la
calidad laboral dentro del concepto de unidad de mercado en el contexto del Estado de las Autonomías.
En cuanto a las distintas ramas de la formación profesional, su
desarrollo ha sido desigual. La formación continua, destinada a los
trabajadores ocupados, ha proseguido su expansión. La renovación de
los acuerdos relacionados con la formación, desde 1997 hasta finales
del año 2000, supone la continuidad del consenso entre los interlocutores sociales y de la percepción de la importancia de la formación
para la competitividad y la promoción profesional. La formación ocupacional, destinada a desempleados, se ha ocupado especialmente de
los más jóvenes; la proporción de formados mayores de 30 años ha
sido reducida, cuando es precisamente en este grupo donde se debería
fortalecer al tener los niveles educativos más bajos. Finalmente, la
formación reglada, destinada a los alumnos del sistema educativo, no
ha tenido buenos resultados en el mercado de trabajo, lo que puede
ser una de las razones del reducido número de jóvenes que siguen
estos estudios. Pero esta situación se encuentra en una etapa de innovaciones destinadas a mejorarla y aproximarla al mundo productivo.
También este capítulo hace un especial seguimiento de las cifras de
las prestaciones por desempleo. En 1997 vuelve a descender el número
de personas que percibieron prestaciones económicas por desempleo en
209
MEMORIA 1997
los dos niveles de protección, contributivo y asistencial, confirmándose
una tendencia que se viene registrando desde 1993. En consecuencia,
también desciende el gasto y la tasa de cobertura se sitúa en el 49,5 por
100, es decir, que de los aproximadamente dos millones de parados,
menos de la mitad percibieron prestaciones. Desde 1993 la tasa de
cobertura del desempleo ha bajado casi 18 puntos.
En cuanto al seguimiento de la negociación colectiva durante
1997, se comprueba, como ya ocurrió en el año anterior, el importante grado de fluidez con que se ha desarrollado, que ha tenido su reflejo inmediato en la caída de las cifras de conflictividad por tal motivo.
Los incrementos salariales pactados en la negociación han significado una ganancia de poder adquisitivo, al situarse su promedio
un punto por encima de la tasa interanual de inflación del año.
Por su parte, la jornada laboral pactada no ha tenido una alteración significativa, manteniéndose, en su cómputo anual, en cifras
muy similares a las de 1996.
La revisión de los contenidos de la negociación colectiva, en lo
que hace referencia a diversas condiciones de trabajo y empleo, es
asimismo objeto de comentario, aunque en aquellos aspectos que
responden al contenido material de los Acuerdos Interconfederales
de 1997, los datos que se proporcionan son todavía limitados dada
su escasa vigencia temporal.
La seguridad y salud en el trabajo también tiene su necesario
reflejo en las páginas que siguen. El fuerte aumento de la siniestralidad durante 1997 obliga a tomar con reservas la favorable impresión
de conjunto que podría derivarse de la observación del panorama
general del empleo y la contratación en el año. El total de accidentes
de trabajo con baja se ha incrementado casi un 10 por 100, manteniéndose, como en años anteriores, la tendencia al incremento de los
accidentes leves y a la disminución de los graves.
No obstante, lo más preocupante es que, rompiendo la positiva trayectoria descendente registrada desde 1989, los accidentes mortales
en jornada de trabajo crecen de forma importante en 1997, volviendo
a superar con creces los mil fallecimientos, lo que implica un incremento del 9 por 100. Este empeoramiento no obedece solamente al
210
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
crecimiento de la actividad económica vivido en 1997, aunque la consiguiente intensificación del ritmo de funcionamiento de las empresas
sea un factor de por sí generador de mayores riesgos en el trabajo.
Las únicas perspectivas de solución en este campo siguen apuntando a la todavía insuficiente difusión e implantación efectiva de la
cultura promovida por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de
1995 —lo que requiere mejorar la formación preventiva y la participación de trabajadores y empresarios—, así como a la necesidad de
que arranquen definitivamente los instrumentos previstos por aquélla, comenzando por los servicios de prevención en las empresas.
En efecto, la puesta en marcha de la Ley ha seguido pendiente de
otras disposiciones a las que se vinculó la entrada en vigor de aspectos sustanciales de la misma, con lo que el nuevo modelo de prevención de riesgos laborales que se quiso instaurar en las empresas
apenas ha podido comenzar a instaurarse en la práctica, pese al
complejo marco normativo de que se ha ido dotando.
El capítulo concluye con un apartado relativo a la conflictividad
laboral, en donde se analizan, principalmente, los datos relativos a
huelgas y conflictos colectivos, dada la mayor importancia que
revisten en el desarrollo de las relaciones laborales.
En términos globales, las cifras correspondientes a las principales variables no presentan oscilaciones muy acusadas en relación
con años anteriores. En general, se observa una tendencia a la disminución de los conflictos colectivos, que afecta sobre todo a las
huelgas, aunque se mantiene prácticamente idéntica la cifra de jornadas no trabajadas. La disminución afecta también, aunque en
menor medida, a los conflictos planteados ante instancias administrativas de conciliación y mediación.
La fluida, en general, negociación de los convenios colectivos
dio lugar en 1997 a un menor número de huelgas, lo que parece
guardar cierta sintonía con el clima de diálogo y entendimiento
mantenido por las organizaciones representativas de empresarios y
trabajadores a lo largo del año.
Estos resultados deben contemplarse en paralelo al inicio, en
unos casos, y la expansión, en otros, de los sistemas de solución
211
MEMORIA 1997
autónoma de conflictos operativos en el ámbito de las diferentes
Comunidades Autónomas.
La progresiva generalización de sistemas autonómicos de solución
de conflictos a lo largo de 1997 es, precisamente, otro de los datos más
relevantes y significativos de este año, y ello por los más que posibles
efectos beneficiosos que el recurso sistemático a estas vías tendrá a
medio plazo en el desarrollo de las relaciones laborales en su conjunto.
2. PANORAMA GENERAL DEL EMPLEO
1997 es el tercer año consecutivo en el que ha crecido el empleo
en España, y el primero en el que puede hablarse de una reducción
del paro no sólo en número de desempleados, sino también atendiendo a la proporción de éstos en la población activa, esto es, a la
tasa de paro, que disminuyó casi un punto.
El aumento del empleo ha sido prácticamente igual al de 1996,
lo que ha llevado a cuestionar, comparando ambos crecimientos con
las cifras de incremento del PIB en estos dos años, la bondad de ese
resultado. No obstante, hay que recordar que sobre el volumen de
ocupados en estos ejercicios gravita el proceso de renovación de las
secciones muestrales de la EPA: como es sabido, este proceso se
desarrolló entre el primer trimestre de 1995 y el segundo de 1996.
El efecto de este proceso en cada periodo, difícilmente cuantificable
de forma exacta, ha venido repercutiendo en las comparaciones
interanuales sobre distintos trimestres de la EPA hasta el tercero de
1997, siendo éste el primero en el que el término de comparación
interanual (o sea, el tercer trimestre de 1996) era ya completamente
homogéneo, al haber concluido la renovación de las secciones
muestrales en el segundo trimestre de 1996. Por tanto, en las comparaciones de los promedios anuales1 de 1997 con los del año anterior, también hay una distorsión estadística. Esta circunstancia, que
en 1996 se aducía para atemperar —reduciendo el incremento— la
cantidad de empleo creado en ese año, no puede pasarse por alto en
el siguiente para concluir que los resultados del binomio crecimiento económico-empleo de 1997 son peores que los de 1996.
1
Podría adoptarse el cuarto trimestre como referencia, pero además de que parece
menos correcto hablar del empleo al final del año que en el conjunto del año, esto no
resuelve el problema de comparar la evolución de 1997 con la de los años anteriores.
212
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Además de esas grandes cifras y sus dimensiones personal, sectorial, territorial y profesional, el panorama general del empleo en
1997 ha de prestar atención también a los primeros resultados que
haya podido tener el Acuerdo para la Estabilidad en el Empleo
(AIEE). Aunque éstos se estudiarán con más detalle en el apartado
II-3, puede avanzarse aquí el mayor crecimiento de los asalariados
con contrato indefinido en 1997, en especial durante los dos últimos trimestres del año. Su efecto sobre la tasa de temporalidad ha
sido, no obstante, reducido, aspecto que se tratará de acotar en
estas páginas. De igual modo, ha parecido oportuno introducir un
epígrafe específico para abordar la estabilidad en el empleo, objeto
central del AIEE.
2.1. EVOLUCIÓN Y TENDENCIAS DE LA OCUPACIÓN,
LA ACTIVIDAD Y EL PARO
De acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA), en
1997 trabajaron, en media, 368.500 personas más que el año anterior, lo que supone un crecimiento de la ocupación del 3 por 100.
Sumado a los obtenidos en 1995 y en 1996, este nuevo incremento enjuga con creces las pérdidas de empleo que sufrió la economía española durante la última crisis, entre 1992 y 1994
(cuadro II-1).
CUADRO II-1
EVOLUCIÓN DEL EMPLEO EN ESPAÑA, 1992-1997
(Número medio y variación anual de ocupados, miles de personas)
Periodo
Ocupados
Variación anual
1992
12.366,3
–243,2
1993
11.837,6
–528,7
1994
11.730,1
–107,4
Variación 1992-1994
–979,3
1995
12.041,9
311,8
1996
12.396,0
354,1
1997
12.764,6
368,5
Variación 1995-1997
1.034,4
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
213
MEMORIA 1997
GRÁFICO II-1
EVOLUCIÓN DEL EMPLEO EN ESPAÑA, 1995-1997
(Miles de personas, escala derecha, y
porcentajes de variación interanual, escala izquierda; trimestres)
4
13.000
12.800
12.600
3
12.400
12.200
2
12.000
11.800
miles
11.600
1
% var. interanual
11.400
4.° t-97
3.er t-97
2.° t-97
1.er t-97
4.° t-96
3.er t-96
2.° t-96
1.er t-96
4.° t-95
3.er t-95
2.° t-95
1.er t-95
11.200
0
11.000
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
Los resultados del empleo en el tercer trimestre del año, que
presentaban un interés especial al ser los primeros en los que no
cabría atribuir parte del incremento interanual a ningún efecto
estadístico, mostraron un descenso apreciable en la tasa de crecimiento, pero en el cuarto trimestre ésta ha vuelto a remontar (gráfico II-1). Así, aunque sea aún difícil precisar la tendencia para los
próximos periodos, hay una buena perspectiva para la creación de
empleo siempre que, entre otros factores, se mantenga la fortaleza
del crecimiento económico.
El paro español,
a más de 10 puntos
del europeo
El paro, por su parte, afectó en 1997 a 183.600 personas menos,
lo que supone una considerable reducción (más de un 5 por 100)
del número de desempleados, tendencia que se mantuvo además a
lo largo de los distintos trimestres del año (gráfico II-2).
El menor ritmo de incorporación de personas a la población
activa en 1997 (que creció un 1,2 por 100, cuando en 1996 había
aumentado un 2 por 100) explica el mejor resultado en términos de
214
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
GRÁFICO II-2
EVOLUCIÓN DEL PARO EN ESPAÑA, 1994-1997
(Miles de personas, escala derecha, y porcentajes de variación interanual,
escala izquierda; trimestres)
1
4.000
0
3.900
miles
3.800
% var. interanual
–1
3.700
–2
3.600
–3
3.500
–4
3.400
3.300
–5
3.200
–6
4.° t-97
3.er t-97
2.° t-97
1.er t-97
4.° t-96
3.er t-96
2.° t-96
1.er t-96
4.° t-95
3.er t-95
2.° t-95
1.er t-95
–7
3.100
3.000
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
descenso del paro. Hay que subrayar, no obstante, que la tasa de
paro es aún casi del 21 por 100. De acuerdo con Eurostat, la diferencia entre la tasa de paro armonizada, en diciembre de 1997,
entre España y el conjunto de la Unión Europea era de 10,5 puntos
porcentuales; asimismo, las distancias respecto a Finlandia y
Francia, los siguientes dos países de la Unión con mayor desempleo, todavía eran superiores a 8 puntos.
También hay que recordar que se requerirían al menos cinco
años consecutivos de esta combinación (aumentos anuales de la
población activa en torno al 1 por 100 y crecimientos anuales del
empleo del orden del 3 por 100) para llevar la tasa de paro al 15 por
100, y diez años para situarla en un 10 por 100. Si los crecimientos
anuales del empleo fuesen inferiores a 200.000 personas, la tasa de
paro en cinco y en diez años seguiría muy cerca del 20 por 100. La
duración e intensidad de la actual fase expansiva del ciclo económico es por tanto condición necesaria, aunque no suficiente, para aliviar de forma sustancial el problema del paro en España.
Diez años para
alcanzar la
media
comunitaria
215
MEMORIA 1997
2.1.1. La industria, motor del crecimiento del empleo
La mayor parte del nuevo empleo creado en 1997 correspondió
lógicamente al sector servicios, al ser, con gran diferencia, el de mayor
peso en la estructura sectorial de la ocupación. No obstante, el incremento medio anual, 230.000 personas, del volumen de empleo en este
sector fue bastante más bajo que en 1996, en contraste además con el
definitivo despegue del empleo industrial (gráfico II-3) y el fuerte crecimiento de la ocupación en el sector de la construcción (3,2 y 5,7 por
100 en media anual, respectivamente, lo que supone 80.000 y casi
70.000 ocupados más en cada uno de ellos). El sector primario, por su
parte, se instaló en un más lento declive, con pérdidas de empleo
mucho más acusadas en el sector pesquero que en el agrario.
GRÁFICO II-3
EVOLUCIÓN DEL EMPLEO EN ESPAÑA POR SECTORES, 1994-1997
(Porcentajes de variación interanual, trimestres)
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
1.er t-97
3.er t-97
1.er t-97
3.er t-97
1.er t-96
3.er t-96
–15
1.er t-96
–15
3.er t-95
–10
1.er t-95
–10
Servicios
3.er t-94
–5
3.er t-97
–5
1.er t-97
0
3.er t-96
0
1.er t-96
5
3.er t-95
5
1.er t-95
10
3.er t-94
10
3.er t-96
15
Construcción
1.er t-94
3.er t-95
–15
1.er t-95
–15
3.er t-94
–10
Industria
1.er t-94
–10
3.er t-97
–5
1.er t-97
–5
3.er t-96
0
1.er t-96
0
3.er t-95
5
1.er t-95
5
3.er t-94
10
1.er t-94
10
15
216
15
Agricultura y pesca
1.er t-94
15
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
En la industria, las tres ramas de metalmecánica (construcción de maquinaria y equipo mecánico, material y equipos eléctricos, electrónicos y ópticos, y fabricación de material de
transporte), que sólo representaban una quinta parte del empleo
del sector en 1996, explicaron más del 50 por 100 del incremento total de la ocupación entre ese año y 1997 (cuadro II-2). Otras
actividades con gran peso en el volumen de empleo de la industria, por el contrario, tuvieron unos crecimientos mucho más
moderados, e incluso en otras —como ocurrió en alimentación,
bebidas y tabaco— su volumen de ocupación fue menor que el
del año anterior.
Crecimiento
Uno de cada cuatro nuevos empleos en servicios se originó en
la rama “Actividades inmobiliarias y de alquiler y servicios
empresariales”, lo que supone una proporción mucho mayor que
la que tienen estas actividades en el total de ocupados del sector,
de forma que puede hablarse de un extraordinario dinamismo en
su comportamiento. En contraste con ellas, las actividades de
servicios personales crecieron mucho menos que la media, y el
servicio doméstico retrocedió más de un 5 por 100.
La industria tiró
industrial
concentrado
de los servicios
empresariales
Cabe relacionar ese fuerte dinamismo, al menos por lo que
respecta a los servicios empresariales, con el “tirón” de su
demanda, que habría provocado la mayor actividad industrial. La
rama de transportes y comunicaciones, muy relacionada también
con la marcha de la industria, tuvo un comportamiento mucho
más flojo, pero en el origen de esta relativa atonía se encuentran
los malos resultados del transporte marítimo, y algunas actividades anejas al transporte (como las de agencias de viajes), que
han contrarrestado el crecimiento del empleo en el transporte
terrestre y aéreo.
El contrapunto de esa buena evolución del empleo en la
industria y los servicios estriba en el preocupante comportamiento de la construcción. A pesar de su alto resultado en media
anual, no puede desatenderse la trayectoria descendente que
siguió a lo largo del año, a cuyo cierre el crecimiento del empleo
fue mucho menor, del orden del 1 por 100. Si se compara el
resultado del cuarto trimestre de 1997 con los correspondientes a
los mismos periodos de los tres años anteriores, cabría albergar
la sospecha de un cambio de trayectoria en el sector que, dado su
Preocupante
comportamiento
de la
construcción
217
MEMORIA 1997
CUADRO II-2
OCUPACIÓN POR SECTORES Y RAMAS DE ACTIVIDAD, 1996-1997
(Número y variación, miles de personas y porcentajes, medias anuales)
Sectores y ramas
1996
(Miles)
1997
(Miles)
Sector Primario
Agricultura, ganadería, caza, selvicultura
Pesca
1.076,4
1.015,8
60,6
1.067,4
1.011,1
56,3
–9,1
–4,7
–4,3
–0,8
–0,5
–7,1
Sector Industrial
Extracción de productos energéticos
Extracción de otros productos minerales
no energéticos
Alimentación, bebidas y tabaco
Textil y confección
Cuero y calzado
Madera y corcho
Papel, edición, Artes gráficas y reproducción
soportes grabados
Coquerías, refino de petróleo, tratamiento
combustibles nucleares
Industria química
Industrias de transformados del caucho y
materias plásticas
Industrias de otros productos minerales
no metálicos
Metalurgia y fabricación de productos metálicos
Industrias de la construcción de maquinaria
y equipo mecánico
Industrias de material y equipo eléctrico,
electrónico y óptico
Fabricación material de transporte
Industrias manufactureras diversas
Producción y distribución energía eléctrica,
gas y agua
2.500,3
40,0
2.580,3
35,8
80,0
–4,2
3,2
–10,4
34,0
378,0
247,1
91,8
78,9
30,8
371,5
255,7
92,5
85,2
–3,2
–6,5
8,6
0,7
6,3
–9,3
–1,7
3,5
0,7
8,0
170,5
179,1
8,5
5,0
12,2
131,4
11,6
133,7
–0,6
2,3
–4,9
1,7
81,4
89,4
8,0
9,8
146,9
297,7
141,2
313,0
–5,7
15,3
–3,9
5,1
162,4
174,3
11,9
7,3
126,8
227,7
183,6
141,9
244,8
197,9
15,1
17,1
14,3
11,9
7,5
7,8
90,3
82,1
–8,2
–9,1
Sector Construcción
1.175,5
1.242,7
67,2
5,7
Sector Servicios
Comercio; reparación vehículos y artículos
personales y de uso doméstico
Hostelería
Transporte, almacenamiento y comunicaciones
Intermediación financiera
Actividades inmobiliarias y de alquiler;
servicios empresariales
Administración Pública, Defensa y
Seguridad Social obligatoria
Educación
Actividades sanitarias y veterinarias;
servicios sociales
Otras actividades sociales y de servicios a la
comunidad; servicios personales
Hogares que emplean personal doméstico
Organismos extraterritoriales
7.643,8
7.874,2
230,4
3,0
2.066,5
750,2
737,4
336,3
2.123,8
780,4
753,8
335,5
57,3
30,2
16,4
–0,8
2,8
4,0
2,2
–0,2
737,2
792,4
55,2
7,5
805,6
716,0
822,2
746,4
16,6
30,4
2,1
4,2
678,4
714,4
36,0
5,3
461,4
353,6
1,3
467,9
335,7
1,9
6,5
–18,0
0,6
1,4
–5,1
48,1
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
218
Var. 96/97
(Miles)
(%)
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
carácter de indicador adelantado del ciclo, anunciaría un menor
crecimiento del empleo total en los próximos periodos2.
2.1.2. Más empleo asalariado, más estable y a tiempo parcial
El aumento del empleo en 1997 se debió exclusivamente al crecimiento del volumen de asalariados, cuya media anual fue superior a la
del año anterior en 425.000 personas, como consecuencia tanto del
mayor número de las que trabajaron con contrato indefinido (en torno
a 300.000 más que en 1996), como del aumento entre quienes se ocuparon con un contrato temporal (casi 120.000 más que el año anterior). En el trabajo por cuenta propia se produjeron descensos muy
importantes, excepto en la categoría de empleadores, cuyo número,
como ya ocurrió en 1996, creció de forma notable (cuadro II-3).
425.000
asalariados más
CUADRO II-3
OCUPADOS POR SITUACIÓN PROFESIONAL, 1996-1997
(Miles de personas y porcentajes de variación sobre el año anterior, medias anuales)
Variación 95/96
Variación 96/97
Situación profesional
1996
(Miles)
(%)
1997
(Miles)
Ocupados por cuenta propia
Empleadores
Autónomos
Miembros de cooperativas
Ayudas familiares
3.083,9
632,4
1.908,8
103,7
439,0
16,2
49,2
–4,5
–6,9
–21,6
0,5
8,4
–0,2
–6,2
–4,7
3.028,4
666,1
1.881,8
93,1
387,4
–55,5
33,7
–27,1
–10,5
–51,6
–1,8
5,3
–1,4
–10,2
–11,8
(%)
Asalariados
Contrato indefinido
Contrato temporal
No clasificables
9.284,1
6.141,6
3.136,5
6,1
341,4
321,4
19,4
0,6
3,8
5,5
0,6
10,2
9.709,1
6.442,0
3.254,4
12,7
424,9
300,4
117,9
6,7
4,6
4,9
3,8
109,9
Otros
28,0
–3,5
–11,0
27,1
–0,9
–3,2
Total
12.396,0
354,1
2,9
12.764,6
368,5
3,0
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
El contraste de esa trayectoria con los datos de producción en el sector según
la Contabilidad Nacional Trimestral es de tal magnitud que hace ambas tendencias
prácticamente incompatibles. Pero cabe recordar que las revisiones posteriores de
los datos sobre la construcción en esta fuente son habitualmente muy elevadas.
Además, sus resultados para 1997 han sido muy discutidos por su divergencia con
los de la Encuesta de Coyuntura de la Industria de la Construcción; la tendencia en
esta última, más acorde con la que se ha señalado para el empleo, muestra una
desaceleración significativa en los dos últimos trimestres del año.
2
219
MEMORIA 1997
En el origen de esta aparente sustitución entre trabajo asalariado y por cuenta propia se encuentran varios factores, que se vienen observando en los últimos años pero que quizá convenga
repasar brevemente. Se estaría produciendo, por una parte, un
mayor trasvase de empleo desde la categoría de autónomos a la de
empleadores, como consecuencia de la mejor situación económica general que, sin duda, contribuye a que las iniciativas empresariales que se emprenden de manera individual tengan, en mayor
proporción, éxito, consolidándose como negocio y ampliando su
actividad, de forma que es más frecuente la contratación de algún
asalariado.
Retroceso de las
ayudas familiares
Por otra parte, el continuo descenso de las ayudas familiares
podría responder también a esta mejora de la economía, pero
sobre todo a dos factores de cambio estructural en el empleo
español: la progresiva pérdida de peso de las actividades agrarias
(donde se concentraba la mayor parte de las ayudas familiares) y
el fuerte aumento, en paralelo al que experimenta su número, de
la cualificación de la mano de obra femenina, que habría ampliado sus oportunidades de trabajo mucho más allá de su tradicional
carácter de complemento a una actividad por cuenta propia en el
seno de la unidad familiar: en 1977, las casi 700.000 mujeres que
trabajaban como ayudas familiares representaban una quinta parte
del total de empleo femenino; en 1997 esa cifra se ha reducido a
menos de 240.000, y no supone sino el 5 por 100 del volumen total
de ocupadas.
Aunque el aumento del empleo asalariado de carácter indefinido
en 1997 ha sido superior al del empleo temporal, la diferencia con
respecto a 1996 es muy notable. Entonces casi podía afirmarse que
sólo había crecido —y mucho— el indefinido, mientras que ahora
las tasas de crecimiento de ambos difieren en apenas un punto porcentual. Además este acortamiento de distancias se ha producido
no sólo por un mayor empuje del empleo temporal, sino también
por un ritmo menos fuerte en el aumento del empleo indefinido.
Al final del año se
redujo la
temporalidad
220
Como consecuencia de ello, la tasa de temporalidad media para
1997 es sólo dos décimas inferior a la de 1996 (33,6 y 33,8 por 100
respectivamente). El panorama cambia bastante si se atiende a la
evolución de esa tasa a lo largo de 1997, ya que en un sólo trimestre, entre el tercero y el cuarto del año, la proporción de temporales
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
en el total de asalariados se redujo en 0,6 puntos porcentuales. De
igual forma, si se compara la que se alcanzó en el cuarto trimestre
de 1997 con las correspondientes a los mismos periodos de los últimos años (gráfico II-4), parece claro que se mantiene una buena
trayectoria descendente en la temporalidad que, por otra parte, también en este año se ha originado por un crecimiento más fuerte del
empleo indefinido y no —como ocurrió en 1992 y en 1993— porque descendiera menos que el empleo temporal.
El paradójico comportamiento del empleo público (cuadro II-4)
es otro factor muy importante en esa tendencia menos acusada de
la reducción de la temporalidad en 1997. Entre este año y 1996 el
Sector público perdió casi 16.000 asalariados con contrato indefinido (lo que supone un descenso cercano al 1 por 100) y aumentó
su número de temporales en más de 31.000 (lo que se tradujo en
un incremento cercano al 9 por 100). Este aumento, mucho mayor
que el que registró el sector privado (un 2,4 por 100), parece poco
Aumentan los
temporales en el
sector público
GRÁFICO II-4
EVOLUCIÓN DE LA TEMPORALIDAD, 1991-1997
(Porcentaje de temporales sobre el total de asalariados, cuartos trimestres)
35,00
34,75
34,50
34,25
34,00
33,75
33,50
33,25
33,00
32,75
4.° t-97
4.° t-96
4.° t-95
4.° t-94
4.° t-93
4.° t-92
4.° t-91
32,50
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
221
MEMORIA 1997
CUADRO II-4
ASALARIADOS POR TIPO DE CONTRATO
Y SECTOR INSTITUCIONAL, 1995-1997
(Miles de personas y variaciones interanuales en miles y en porcentajes, cuartos trimestres)
Sector Institucional
1995
Sector Privado
Total asalariados
indefinidos
temporales
Tasa de temporalidad
6.894,5
4.102,4
2.787,1
40,4
Sector Público
Total asalariados
indefinidos
temporales
Tasa de temporalidad
2.133,8
1.803,9
328,3
15,4
Variación
94/95
Variación
95/96
(Miles) (%)
1996 (Miles) (%)
237,6
122,7
115,1
Variación
96/97
1997 (Miles) (%)
3,6
3,1
4,3
7.210,3 315,8
4.378,1 275,1
2.826,3 39,2
39,2
4,6
6,7
1,4
7.625,8
4.718,6
2.894,9
38,0
415,5
340,5
68,6
5,8
7,8
2,4
85,3 4,2
89,0 5,2
–4,7 –1,4
2.244,4 110,6
1.891,8 87,9
352,0 23,7
15,7
5,2
4,9
7,2
2.261,2
1.876,2
383,4
17,0
16,8 0,7
–15,6 –0,8
31,4 8,9
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
consistente con el objetivo de promover la estabilidad en el
empleo.
En todo caso, es indudable que el retroceso de la temporalidad
fue menos intenso en 19973 ya que, atendiendo a esta división institucional, la tasa de temporalidad en el sector privado descendió 1,2
puntos entre 1995 y 1996 y 0,8 puntos entre 1997 y ese último año.
Siete meses son
pocos para valorar
el descenso de la
temporalidad
Podría pensarse entonces que el AIEE no ha tenido, al menos
por ahora, un efecto sustancial sobre la estabilidad laboral, pero
hay que establecer dos cautelas básicas a la hora de valorar ese
acuerdo. En primer lugar, parece más que prematuro fiar su valoración a un plazo tan corto ya que, en definitiva, sólo pudo operar
desde mediados de año. En segundo lugar, los criterios de valoración deberían centrarse en el crecimiento del empleo indefinido
3
Podría hacerse otra salvedad, el efecto estadístico en la comparación entre los
cuartos trimestres de 1995 y 1996, que ya no rige al comparar los cuartos trimestres
de 1996 y 1997. Pero habría que suponer que ese efecto fue mayor sobre el empleo
indefinido que sobre el temporal. Si afloró más empleo indefinido, la menor intensidad de ese retroceso en 1997 sería más pequeña que la que arroja la lectura inmediata de las tasas de variación.
222
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
antes que en la reducción de la tasa de temporalidad, pero no sólo
en estudios —como el que nos ocupa— de carácter general sobre
el empleo, sino también en los más específicos sobre el acuerdo.
Esta segunda cautela es evidente, puesto que atender en primer
lugar a la tasa de temporalidad podría llevar —por reducción al
absurdo— a preferir situaciones del empleo como la de 1993 sólo
porque la proporción de temporales se redujo mucho, si bien se
debió a que a costa de que la pérdida en éstos fuese mayor en cien
mil efectivos que la pérdida en los indefinidos.
La distribución del número de asalariados temporales según la
duración de sus contratos (cuadro II-5) también puede ilustrar esa
necesidad de asentar los criterios para valorar el AIEE. En los cuatro
últimos años el crecimiento se ha centrado en duraciones relativamente cortas, mientras que se redujeron las más largas, y la estructura de las duraciones ha acentuado su sesgo hacia las más cortas.
Aunque esto no sea sino una aproximación (pues no puede inferirse el tiempo que se ha ocupado y el que se va a ocupar el puesto
de trabajo), parece difícil suponer que esta trayectoria se va a
modificar y que además se van a sustituir asalariados con contratos
CUADRO II-5
ASALARIADOS CON CONTRATO TEMPORAL
POR DURACIÓN DEL CONTRATO, 1994-1997
(Miles de personas y porcentajes sobre el total de duraciones, cuartos trimestres)
1994
Duración
del contrato
Miles
Total
3.005,1
De 1 día
De 2 días a menos de 1 mes
De 1 a 3 meses
De 4 a 6 meses
De 7 a 11 meses
De 1 año a menos de 2
De 2 años a menos de 3
De 3 años o más
16,9
106,3
463,2
982,0
109,8
975,2
86,8
264,9
1995
%
%
s/total Miles s/total
Miles
3.115,3
3.178,3
0,6
3,5
15,4
32,7
3,7
32,5
2,9
8,8
8,2
112,8
507,7
1.086,9
138,2
875,8
127,8
257,9
0,3
3,6
16,3
34,9
4,4
28,1
4,1
8,3
1996
12,9
110,4
575,1
1.132,1
151,9
807,2
147,2
241,4
1997
%
s/total
%
Miles s/total
3.278,3
0,4
3,5
18,1
35,6
4,8
25,4
4,6
7,6
12,4 0,4
158,5 4,8
648,5 19,8
1.152,6 35,2
187,0 5,7
725,3 22,1
143,2 4,4
250,8 7,7
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
223
MEMORIA 1997
de plazos cortos por otros con contratos indefinidos, entre otras
cosas porque a una porción importante de ellos puede que sólo se
los necesite para ese breve plazo. Es también poco realista, por
tanto, pensar que se va a reducir sustancialmente, en el corto plazo,
el empleo temporal a través de medidas e incentivos como los que
recoge el AIEE y su traducción legal posterior. Si el acuerdo supone ante todo un cambio de modelo, se requerirá tiempo para apreciar todo su potencial, para lograr la nueva “cultura” laboral que
pretende implantar. No hay que olvidar, además, que el número de
nuevos contratos indefinidos en 1997 dobla al de los que se registraron en 1996. Así, al atender a las entradas de indefinidos al volumen total de empleo (que es lo que aproxima este dato), puede
afirmarse una buena tendencia para el trabajo estable en los próximos periodos.
Por otra parte, la pérdida de empleo público de carácter indefinido podría justificarse, al menos en cierta medida, por la reducción del número de ocupados en el sector público empresarial
como consecuencia, entre otras, del proceso de privatizaciones. De
hecho, en los últimos años éste ha reducido su volumen de empleo
mientras lo han aumentado las distintas Administraciones, particularmente la Seguridad Social y las Comunidades Autónomas (gráfico II-5). En la misma medida en que cupiese tal explicación, parte
del mayor ritmo de aumento del empleo indefinido en el sector privado se debería sólo al trasvase de titularidades, circunstancia que
también debería contemplarse, ahora y en el futuro, al valorar el
efecto del AIEE sobre la estabilidad en el empleo.
Recobra fuerza el
tiempo parcial
No puede quedar sin mención, en este breve repaso a las características de los empleos, la evolución de los que se ocupan a tiempo
parcial. El trabajo a tiempo parcial cada vez cobra más fuerza en el
panorama del mercado de trabajo español, no sólo por su peso creciente en el total, sino también por ser uno de los aspectos centrales
en el debate social actual sobre reparto del trabajo y creación de
empleo.
En 1996 se señalaba que el ritmo de aumento de los ocupados con
jornada parcial había disminuido de forma considerable, de forma que
quizá podría hablarse del final del auge de este tipo de empleo o, lo
que es lo mismo, su extraordinario crecimiento anterior podría atribuirse casi en exclusiva a una forma de ajuste defensivo frente a la crisis.
224
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
GRÁFICO II-5
EMPLEO PÚBLICO POR TIPO DE ADMINISTRACIÓN, 1994-1997
(Miles de personas, cuartos trimestres)
700
600
500
400
300
200
100
0
1994
1995
AC
SS
1996
CCAA
CCLL
1997
EPU
AC: Administración Central
SS: Seguridad Social.
CCAA: Comunidades Autónomas.
EPU: Empresas Públicas.
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
Sin embargo, a la luz de los resultados de 1997 parece ya claro que
habrá que desechar esta exclusividad en la explicación. El empleo a
tiempo parcial ha seguido creciendo más deprisa que el de jornada
completa, tanto entre los varones como entre las mujeres (gráfico II-6).
En la media del año, el número de ocupados a tiempo parcial
fue superior en 64.000 personas al de 1996, lo que supone un crecimiento del 6,7 por 100, tres veces más fuerte que el aumento en los
ocupados a jornada completa. De esta forma, la tasa de parcialidad
volvió a aumentar, situándose ya en un 8 por 100.
Como la diferencia entre varones y mujeres que trabajan a tiempo parcial es muy acusada en favor de las segundas, es evidente
que casi todos los nuevos efectivos a tiempo parcial fueron femeninos. Pero es que también en términos relativos el crecimiento del
El aumento del
tiempo parcial fue
mayor entre las
mujeres
225
MEMORIA 1997
GRÁFICO II-6
EVOLUCIÓN DE LOS OCUPADOS POR TIPO DE JORNADA Y SEXO, 1995-1997
(Porcentajes de variación interanual, trimestres)
25
j. completa
VARONES
j. parcial
20
15
10
4.° t-97
3.er t-97
2.° t-97
1.er t-97
4.° t-96
3.er t-96
2.° t-96
1.er t-96
4.° t-95
3.er t-95
2.° t-95
0
1.er t-95
5
25
j. completa
MUJERES
j. parcial
20
15
10
4.° t-97
3.er t-97
2.° t-97
1.er t-97
4.° t-96
3.er t-96
2.° t-96
1.er t-96
4.° t-95
3.er t-95
2.° t-95
0
1.er t-95
5
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
trabajo a tiempo parcial fue mayor para las mujeres (7,1 por 100,
frente a un 5,6 por 100 para los varones), de modo que continuó su
proceso de feminización.
226
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Si se atiende a la evolución en 1997 del tiempo parcial sólo
entre los asalariados, el panorama general es similar, aunque
mucho más acentuado, corroborando así la escasa validez de una
única explicación “defensiva”, para el auge de este tipo de jornada
durante el periodo 1992-1994, marcado por una fuerte crisis económica. Hay además una diferencia muy significativa en la evolución
del tiempo parcial entre los asalariados frente a la que se ha señalado entre el total de ocupados, aunque su repercusión cuantitativa
sea reducida: el número de varones asalariados a tiempo parcial
creció más, en términos relativos, que el de mujeres (cuadro II-6).
Esta circunstancia refuerza aún más la hipótesis de que el dinamismo del trabajo a tiempo parcial no fue sólo una reacción de
ajuste, explicación que en buena medida sustentaba su carácter de
primordial (cuando no de exclusiva) en el fuerte aumento de los
varones ocupados a jornada parcial durante el tiempo que duró esa
crisis. Podría indicarse, por tanto, que el aumento del empleo a
tiempo parcial en el último quinquenio se originó también, en un
grado tanto o más importante, en la concurrencia de otros factores,
como la necesidad de acomodar el tiempo de trabajo a sistemas de
CUADRO II-6
OCUPADOS Y ASALARIADOS POR TIPO DE JORNADA Y SEXO, 1996-1997
(Miles de personas y porcentajes, medias anuales)
1996
Conceptos
Total ocupados
Varones
Mujeres
Ocupados a tiempo parcial
Varones
Mujeres
Total asalariados
Varones
Mujeres
Asalariados a tiempo parcial
Varones
Mujeres
(Miles)
12.396,0
8.068,8
4.327,2
957,6
241,3
716,2
9.284,1
5.939,9
3.344,2
685,8
148,8
537,1
1997
Tasa de
parcialidad (Miles)
7,7
3,0
16,6
12.764,6
8.266,9
4.497,7
1.021,6
254,8
766,8
7,4
2,5
16,1
9.709,1
6.154,8
3.554,2
767,2
168,7
598,5
Variación 96/97
Tasa de
parcialidad (Miles)
(%)
8,0
3,1
17,0
368,6
198,1
170,5
64,0
13,5
50,6
3,0
2,5
3,9
6,7
5,6
7,1
7,9
2,7
16,8
425,0
214,9
210,0
81,4
19,9
61,4
4,6
3,6
6,3
11,9
13,4
11,4
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
227
MEMORIA 1997
producción y organización de la mano de obra que buscan más eficiencia.
2.1.3. Características personales de los nuevos ocupados
Los distintos rasgos evolutivos que se han ido apuntando afectan, obviamente, a las personas, que son el elemento central de este
panorama. Pero como no lo hacen de manera uniforme a todas
ellas, por múltiples factores de índole social y económica, es
imprescindible un mínimo acercamiento a los principales aspectos
diferenciales del panorama general ya trazado si se atiende a las
dos divisiones que parecen ser más relevantes en el ámbito personal: el sexo y la edad.
Crece más el
empleo femenino
El primero de esos aspectos destacados, continuo en los últimos
años, es el mayor dinamismo del empleo femenino que, sin embargo, no termina de traducirse en una mejor evolución, y mucho
menos en una mejor posición respecto de los varones, del paro
femenino (gráfico II-7).
Por lo que hace al empleo, esta diferencia entre ambos sexos ha
sido ligeramente menos acusada en 1997 que en el año anterior. De
los 368.600 ocupados más que se recogieron en la media del año,
casi la mitad fueron mujeres, proporción que sigue siendo, como en
1996, mucho mayor que la que éstas suponían en el total de personas con empleo (algo más de un tercio).
En el paro, sin embargo, se ha acentuado aún más la distancia,
al haberse producido descensos mucho más rápidos del número de
parados entre los varones que entre las mujeres: éstas empezaron el
año con tasas de reducción del paro cercanas al 3 por 100, pero lo
cerraron con un porcentaje inferior al 2 por 100; ellos, por el contrario, registraron en el primer y segundo trimestre porcentajes de
disminución del volumen de desempleados del orden del 7 por 100
y, lejos de moderar la caída en la segunda parte del año, obtuvieron
en el último trimestre una tasa de descenso casi del 10 por 100.
El 54 por 100
de los parados
son mujeres
228
Como consecuencia de estas diferentes trayectorias, el paro
femenino, que desde 1994 había alcanzado unos valores absolutos
tales que significaban la mitad del total, ha dado un nuevo salto
en 1997, aumentando su peso porcentual en más de dos puntos
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
GRÁFICO II-7
EVOLUCIÓN DEL EMPLEO Y EL PARO EN ESPAÑA POR SEXOS, 1996-1997
(Porcentajes de variación interanual, trimestres)
6
OCUPADOS
5
4
3
2
1
0
–1
–2
varones
–3
mujeres
3.er t-97
1.er t-97
3.er t-96
1.er t-96
3.er t-95
1.er t-95
3.er t-94
1.er t-94
–4
20
varones
15
PARADOS
mujeres
10
5
0
–5
–10
3.er t-97
1.er t-97
3.er t-96
1.er t-96
3.er t-95
1.er t-95
3.er t-94
1.er t-94
–15
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
respecto al de 1996. Mujeres son ya el 54 por 100 de los desempleados.
229
MEMORIA 1997
Y este mayor peso seguirá probablemente acentuándose año a
año porque, como se viene explicando también año a año en esta
Memoria, el dinamismo del empleo femenino es muy fuerte, pero
menor que el que requeriría el intenso cambio estructural en la actividad de las mujeres; mientras, el empleo entre los varones crece
menos deprisa, pero como a cambio la población activa masculina
retrocede, el número de parados varones desciende más.
Podría recordarse ese cambio estructural: en apenas 15 años, entre
1984 y 1997, las mujeres han modificado de forma radical su presencia en el mercado de trabajo. La retirada femenina a partir de los 30
años se ha reducido de tal forma que las tasas de actividad en 1997
son, a partir de esa edad y hasta casi los 50 años, prácticamente el
doble de altas que las de 1984. Al mismo tiempo, mujeres que antes
no trabajaban se han incorporado al mercado de trabajo, como ilustra
el gráfico siguiente (gráfico II-8), donde, al proyectar las tasas de actividad que tenía en 1984 cada grupo de edad femenino a las que tiene
diez años después el grupo diez años mayor (que es como seguir a las
mismas mujeres), puede verse que las líneas de proyección son claramente ascendentes hasta el grupo actual entre 45 y 49 años.
GRÁFICO II-8
TASAS DE ACTIVIDAD DE LAS MUJERES
POR GRUPOS DE EDAD, 1984-1997
(Porcentaje de activas sobre el total de mujeres en cada grupo de edad, medias anuales)
100
90
1997
1994
1984
80
70
60
50
40
30
20
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
230
70 +
65-69
60-64
55-59
50-54
45-49
40-44
35-39
30-34
25-29
20-24
0
16-19
10
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
La distribución por edades y sexos del crecimiento del empleo
en 1997 muestra, además, un comportamiento algo menos favorable para las mujeres, a diferencia del que venía siendo habitual en
los últimos años. Entonces eran las mujeres en edades centrales
quienes más contribuían a explicar el aumento de la ocupación;
ahora esa contribución, aunque sigue siendo alta, es menor. En
1997, dos grupos de jóvenes (entre 20 y 29 años) y uno de mayores
(entre 50 y 54 años) son los responsables de casi dos terceras partes
del incremento total del empleo. Y dentro de ellos, especialmente
en los jóvenes, el crecimiento de los varones no sólo es mucho
mayor en términos absolutos, sino también más elevado en porcentaje que el de las mujeres (gráfico II-9).
El mayor
aumento del
empleo se dio
entre los jóvenes
Los descensos del paro en 1997 alcanzaron prácticamente a
todos los grupos de edad entre los varones, con la notable excep-
GRÁFICO II-9
EVOLUCIÓN DEL EMPLEO POR SEXOS Y GRUPOS DE EDAD, 1996-1997
(Variaciones en miles de personas, escala izquierda, y porcentajes,
escala derecha; medias anuales)
60
15
50
10
40
5
30
0
20
10
–5
0
–10
–10
–15
–20
16-19
20-24
25-29
30-34
varones
35-39
mujeres
40-44
45-49
50-54
varones (%)
55-59
60-64
65-69
mujeres (%)
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
231
MEMORIA 1997
ción del grupo entre 35 y 39 años, donde se registró un ligero
aumento del número de parados. Entre las mujeres, por el contrario, volvió a crecer en todos los grupos de edad a partir de los cuarenta años. Las mayores reducciones del desempleo se dieron en
los jóvenes y fueron más intensas para los varones, salvo en los
menores de 20 años, donde los descensos fueron iguales para
ambos sexos (gráfico II-10).
Esta distribución del mejor comportamiento del paro en 1997
permite contemplar con una perspectiva algo más optimista la
situación de los jóvenes, pues con unas tasas de actividad muy
similares (incluso algo más altas las de las mujeres), las tasas de
paro han sido francamente menores que en el año anterior: la proporción de parados en el total de activos se redujo en 1997 casi
cuatro puntos respecto a la de 1996 para el grupo de entre 20 y 24
años y más de tres puntos para el de 25 a 29 años.
GRÁFICO II-10
EVOLUCIÓN DEL PARO POR SEXOS Y GRUPOS DE EDAD, 1996-1997
(Variaciones en miles de personas, escala izquierda, y porcentajes,
escala derecha; medias anuales)
10
10
5
0
5
–5
–10
0
–15
–20
–5
–25
–30
–10
–35
–40
–45
–15
16-19
20-24
25-29
30-34
varones
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
232
35-39
mujeres
40-44
45-49
varones (%)
50-54
55-59
mujeres (%)
60-64
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Ello no significa que el desempleo juvenil pueda dejar de ser una
preocupación de primer orden pues, como se explicó en la anterior
edición de esta Memoria, su volumen y la gravedad de sus posibles
consecuencias lo impiden de todo grado. Aunque en 1997 su número se haya reducido en casi 140.000 personas, los jóvenes desempleados menores de 30 años siguen concentrando la mitad del volumen
total del paro, cuando el número de activos jóvenes no es ni un tercio del total de activos, y la tasa de desempleo juvenil sigue siendo
más del doble que la de los mayores de 30 años (la media para 1997
fue, respectivamente, de un 33,4 y un 15,2 por 100).
El paro juvenil
sigue siendo más
del doble
2.2. EL EMPLEO NO LLEGA POR IGUAL A TODAS LAS REGIONES
Aunque el crecimiento del empleo alcanzó a casi todas las
Comunidades Autónomas, algunas presentaron aumentos, en términos relativos, mucho mayores. La primera, a gran distancia, fue
Murcia, donde se registró un porcentaje elevadísimo de incremento
en la ocupación, casi un 12 por 100, pero habría que recordar que
en esta Comunidad el empleo apenas había crecido el año anterior,
de forma que la recuperación actual puede no haber sido suficiente
como para hablar de una situación sustancialmente mejor respecto
a otras regiones. Algo similar, aunque más patente, ocurrió en
Cantabria, cuyo empleo creció en 1997 más de un 6,5 por 100,
pero había descendido los dos años anteriores casi un 4 por 100.
En otras cuatro Comunidades (Canarias, Navarra, Castilla-La
Mancha y Baleares) también se dieron incrementos superiores al
4 por 100, frente a una media para España del 3 por 100, pero a
diferencia de las otras dos citadas, continuando sus buenas trayectorias de crecimiento del empleo que ya se observaron en
1995 —salvo para Castilla-La Mancha— y en 1996.
Llama la atención, en el otro extremo, el mal resultado del País
Vasco, así como la recaída de la ocupación en Asturias y en
Galicia, donde la recuperación no parece haber llegado, pues en los
tres últimos años su número de ocupados no sólo no ha crecido,
sino que ha seguido bajando (gráfico II-11).
El empleo bajó
en tres
Comunidades
Autónomas
La reducción del paro en 1997 se observa en todas las Comunidades
Autónomas, sin excepciones. Claro que, como se recordará, casi en
ningún caso esos descensos pueden atribuirse en exclusiva al buen
233
MEMORIA 1997
GRÁFICO II-11
EVOLUCIÓN DEL EMPLEO EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1996-1997
(Porcentajes de variación sobre el año anterior, medias anuales)
9
1996
7
1997
5
3
1
–1
La Rioja
País Vasco
Navarra
Murcia
Madrid
Galicia
Extremadura
Comunidad Valenciana
Cataluña
Castilla y León
Castilla-La Mancha
Cantabria
Canarias
Baleares
Asturias
Aragón
–5
Andalucía
–3
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
comportamiento del empleo, porque el paro también depende de la
evolución de la población activa. Pero hay algunos resultados muy
llamativos, sobre todo el del País Vasco, donde a pesar de que se
obtuvo, como se acaba de señalar, un menor número de ocupados,
también se registró uno menor de parados.
El paro bajó en las
Comunidades
Autónomas más
que en 1996
Los descensos del paro en 1997 han sido, en casi todas las
Comunidades, mayores que los que se observaron en 1996, sobre
todo si se atiende a aquellas tres —Cantabria, Murcia y Madrid—
donde todavía en ese año el número de desempleados había seguido creciendo (gráfico II-12).
Ahora bien, los niveles generales de empleo y sobre todo las
tasas de paro de las distintas Comunidades Autónomas presentan a
lo largo de los años una dispersión altísima. En 1997, en Baleares
trabajó la mitad de toda su población mayor de 16 años, mientras
que en Extremadura, Andalucía y Asturias trabajaron menos de la
tercera parte de las personas mayores de esa edad. La tasa de paro
234
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
GRÁFICO II-12
EVOLUCIÓN DEL PARO EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1996-1997
(Porcentajes de variación sobre el año anterior, medias anuales)
10
1996
5
1997
0
–5
–10
–15
La Rioja
País Vasco
Navarra
Murcia
Madrid
Galicia
Extremadura
Comunidad Valenciana
Cataluña
Castilla y León
Castilla-La Mancha
Cantabria
Canarias
Baleares
Asturias
Aragón
Andalucía
–20
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
fue más distinta aún que la de empleo: en un extremo, Andalucía y
Extremadura soportaron un volumen de desempleo tal que casi una
de cada tres personas en el mercado de trabajo estaba buscando
empleo, mientras que en Navarra, en el otro extremo, sólo estaba
parada una de cada diez.
Merece la pena dedicar un poco más de atención a los factores
que subyacen a esas distancias, que hacen muy difícil, cuando se
recuerda su magnitud y su persistencia, hablar del mercado de trabajo español como un todo.
2.2.1 Diferencias demográficas, económicas y laborales
No sólo esas diferencias que se acaban de señalar para el
empleo y el paro, sino en general las de carácter económico,
demográfico y social entre las Comunidades Autónomas españolas
siguen siendo muy importantes.
235
MEMORIA 1997
En algunos aspectos tan básicos como la renta, parece claro que
en los últimos años han tendido a acortarse4. Aunque las regiones
más dinámicas han sido las del eje Mediterráneo-Valle del Ebro
(Valencia, Cataluña, Navarra, Aragón y La Rioja), así como
Madrid y los dos archipiélagos, el nivel de vida, al menos si se
aproxima por la renta familiar bruta disponible, ha tendido a una
mayor equiparación. En 1996, este indicador no estaba en ninguna
Comunidad por debajo del 80 por 100 de la media española y,
salvo Baleares y La Rioja, claramente distanciadas, las desviaciones al alza no eran mayores de 10 puntos porcentuales.
CUADRO II-7
ESTRUCTURA SECTORIAL DE LOS ACTIVOS
EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS*, 1980-1997
(Activos del sector en porcentaje del total activos, cuartos trimestres)
Agricultura
Industria
Construcc.
Servicios
Comunidades Autónomas 1980 1997 1980 1997 1980 1997 1980 1997
Andalucía
24,0
15,0
15,3
10,5
12,2
43,4
52,3
Aragón
20,6
9,1
28,0
24,7
8,4
7,5
40,2
54,0
Asturias
24,2
8,7
27,2
16,6
8,4
11,4
35,1
52,3
Baleares
11,5
2,1
18,1
11,2
11,6
11,0
56,8
73,0
Canarias
16,5
7,0
10,9
7,1
12,6
10,4
55,0
67,1
Cantabria
24,6
8,1
26,4
18,3
7,7
9,5
37,0
53,0
Castilla y León
30,3
11,6
19,3
16,0
9,9
9,7
36,1
52,6
Castilla-La Mancha
30,4
11,8
20,7
17,3
11,7
14,8
33,5
49,1
6,0
3,2
38,1
26,9
9,7
8,5
41,9
53,6
Cataluña
C. Valenciana
13,2
5,1
33,9
23,4
8,2
8,7
40,8
54,6
Extremadura
33,9
17,5
10,6
9,0
11,7
13,3
40,4
49,9
Galicia
40,4
17,5
16,4
15,7
10,0
10,6
30,5
47,2
Madrid
1,5
1,2
25,7
16,3
11,1
8,2
55,9
65,4
Murcia
22,7
12,4
22,1
17,3
10,0
8,9
40,7
53,2
Navarra
13,2
8,4
34,2
28,8
9,2
8,2
37,3
50,9
País Vasco
6,6
2,0
41,0
25,6
7,6
7,5
38,5
54,6
Rioja, La
21,3
8,9
36,2
30,0
8,1
9,3
32,0
46,6
* Excepto Ceuta y Melilla.
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
4
236
9,7
Ver Memoria 1996, cap. I-3-3 (págs. 53 y siguientes).
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
También en la estructura productiva se observa un notable acercamiento en los últimos dos decenios. Hasta los primeros años
ochenta esa estructura presentaba, en términos de empleo, un alto
peso relativo del sector primario en numerosas Comunidades. En
las regiones del Mediterráneo el desarrollo económico, con más
peso de la industria y los servicios, era mucho mayor, así como en
el Centro y en la Cornisa cantábrica, aunque en la actividad industrial de esta última predominaba de forma acusada un número muy
reducido de actividades (minería e industria pesada) sobre las que
recayó con fuerza el proceso de reconversión industrial de los años
ochenta.
Una estructura
productiva más
homogénea
Desde entonces se observa en todas partes un proceso de diversificación, con un claro retroceso del sector primario, sobre todo en
favor de los servicios (cuadro II-7). Y aunque es perceptible el
mayor peso del sector primario en algunas Comunidades, en muy
pocas de ellas podría atribuirse a un menor grado de desarrollo
económico, sino a la presencia de un modelo de especialización
productiva en el que la importancia de la industria agroalimentaria
condiciona un mayor volumen de actividad agraria.
Pero en muchos otros ámbitos no hay ni homogeneidad ni
claros signos de convergencia. Entre ellos podría destacarse en
primer lugar el demográfico. Como resultado de los fuertes flujos migratorios interregionales que se produjeron en los años
cincuenta y sesenta, la población se concentra en Madrid y en
las franjas costeras, en especial la mediterránea. Las cuatro
mayores en términos de población son Andalucía, Cataluña,
Madrid y la Comunidad Valenciana, y reúnen más de la mitad
(el 56 por 100) de toda la población española en 1997 (cuadro
II-8). Se observan, además, diferencias notables en la composición por edades.
La demografía
genera
diferencias
Los resultados de los mercados de trabajo regionales son particularmente diferentes (cuadro II-9): en 1997, la distancia entre la
tasa de actividad más alta y la más baja, que correspondían a
Cataluña y Asturias respectivamente, era de diez puntos porcentuales; las tasas de empleo (o porcentajes de ocupados sobre el total de
mayores de 16 años) variaban desde el 47,7 por 100 de Baleares
hasta el 32,9 por 100 de Extremadura, siendo la general para
España del 39,5 por 100; y las tasas de paro presentaban un rango
237
MEMORIA 1997
CUADRO II-8
INDICADORES DEMOGRÁFICOS
EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1997
(Miles de personas y porcentajes, cuarto trimestre)
P>
_ 16 años
%>
_ 65
%16-19
(Miles)
% España
años
años
5.673,5
17,4
17,7
8,6
Aragón
995,5
3,1
23,5
6,7
Asturias
918,3
2,8
22,4
6,0
Comunidades Autónomas
Andalucía
Baleares
594,5
1,8
19,3
7,4
Canarias
1.265,5
3,9
15,1
9,3
Cantabria
442,5
1,4
21,3
8,2
Castilla y León
2.109,3
6,5
24,1
6,9
Castilla-La Mancha
1.379,8
4,2
23,6
7,8
Cataluña
5.081,4
15,7
21,8
7,2
C. Valenciana
3.234,4
10,0
21,0
7,8
Extremadura
865,4
2,7
22,6
8,0
Galicia
2.305,6
7,1
23,9
7,4
Madrid
4.167,7
12,9
16,8
7,5
Murcia
866,7
2,7
16,5
9,3
Navarra
442,0
1,4
20,9
6,6
País Vasco
1.758,2
5,4
19,3
6,7
Rioja, La
218,3
0,7
25,3
6,0
Ceuta y Melilla
101,7
0,3
13,9
8,8
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
de variación altísimo, casi veinte puntos porcentuales entre la de
Andalucía (30,8 por 100) y la de Navarra (10,9 por 100).
La mayor o menor actividad podría en parte explicarse por las
diferencias regionales en la composición por edades de la población. Aunque la actividad no es por completo ajena a la propia
situación del empleo, cabría pensar que una proporción significativamente más alta de población muy mayor o muy joven resultaría
en una tasa de actividad menor, al ser más frecuentes los inactivos
en esos extremos, sin que ello reflejara una peor situación del mercado laboral.
238
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
CUADRO II-9
INDICADORES DE EMPLEO
EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1997
(Porcentajes, cuarto trimestre)
Comunidades
Autónomas
Actividad
Actividad
Empleo
Paro
(1)
mujeres
(2)
(3)
Andalucía
48,6
36,4
33,2
30,8
Aragón
48,1
35,6
42,0
14,8
Asturias
43,9
31,4
34,1
22,0
Baleares
53,8
42,1
47,7
13,4
Canarias
51,7
40,3
41,8
19,3
Cantabria
44,9
34,5
36,4
22,1
Castilla y León
46,1
33,1
37,3
19,9
Castilla-La Mancha
45,6
31,9
37,1
19,9
Cataluña
53,3
41,6
44,0
18,6
C. Valenciana
51,5
39,4
41,0
21,4
Extremadura
45,6
33,2
32,9
30,3
Galicia
48,5
37,4
39,2
19,7
Madrid
52,0
38,8
42,0
19,1
Murcia
49,3
40,3
41,2
20,9
Navarra
49,8
38,8
45,7
10,9
País Vasco
49,1
39,6
40,7
19,5
Rioja, La
47,8
32,1
41,3
12,7
Ceuta y Melilla
51,6
38,9
38,3
28,3
(1): Activos sobre total >
_ 16 años.
(2): Ocupados sobre total >
_ 16 años.
(3): Parados sobre total activos.
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
De esta forma la actividad, e incluso la tasa de empleo y la de
paro, podría ser algo distinta en cada región por esos motivos
demográficos. Pero las diferencias observadas son muy acusadas,
sin que tales factores puedan explicar sino una pequeña parte de
ellas (como ilustran las bajas correlaciones encontradas, que se
recogen en el cuadro anexo 1). Sólo la proporción de mayores de
65 años parece guardar cierta relación inversa con la tasa de actividad.
239
MEMORIA 1997
ANEXO 1
RELACIÓN DE LAS TASAS DE ACTIVIDAD, EMPLEO, PARO Y TEMPORALIDAD
CON LA COMPOSICIÓN DEMOGRÁFICA Y SECTORIAL DE LA ACTIVIDAD
EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1997
(Coeficientes de correlación* mayores de 60 por 100. Datos para el cuarto trimestre del año)
Relación con:
Actividad
Empleo
% Pob. 16-19 años
% Pob. 65 y más
Actividad femenina
NO
(–69,04)
(95,47)
NO
NO
(72,88)
NO
NO
NO
(–63,29)
NO
NO
NO
NO
(–61,07)
NO
NO
% Sector Primario
% Industria
% Construcción
% Servicios
Paro
% Empleo público
Temporalidad
(70,37)
NO
NO
NO
NO
NO
NO
NO
* El coeficiente de correlación mide la variación conjunta de dos series de datos, de forma que las variaciones
en cada una se explican por las variaciones en la otra, en la misma proporción que arroje el valor numérico
del coeficiente. El valor de este coeficiente puede estar, por construcción, entre –1 y +1, donde el signo
indica si la relación es inversa o directa. Si es igual a +/–1, la correlación (inversa o directa) será completa y,
por tanto, el 100 por 100 de las variaciones de cada serie se explicarán por las habidas en la otra; si es cero,
no habrá correlación alguna.
Se especifican sólo las posibles relaciones buscadas.
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa.
La actividad femenina sí está relacionada con la actividad para
ambos sexos. Esta relación no es tan obvia como parece, ni sería tan
fácil determinar su sentido causa-efecto, si es que lo tiene: distintos
grados de incorporación de las mujeres al mercado de trabajo podrían explicar diferentes tasas de actividad en las Comunidades
Autónomas, puesto que esa incorporación depende tanto de factores
económicos como de otros de tipo social y cultural que difícilmente
podrían considerarse uniformes en todo el territorio.
En todo caso, es preciso acudir a variables económicas para
encontrar razones más fuertes en el origen de las diferencias que
arrojan las tasas de paro y empleo entre las Comunidades
Autónomas. Si la dinámica de los sectores productivos no es la
misma y cada región presenta cierta especialización relativa en
algún sector, lo lógico es que parte de los distintos resultados del
mercado de trabajo en las Comunidades Autónomas tenga su explicación en los también distintos resultados que se observan en el
empleo para cada sector de actividad.
240
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
En la composición sectorial de la actividad se ha encontrado una
ligera correlación negativa entre el peso de la industria y el desempleo, de forma que cuanto mayor es el primero, menor es el segundo.
Si se excluyen Baleares y Canarias, cuyo mercado de trabajo parece
depender en muchísimo mayor grado de los servicios, esa correlación
ya es alta (83 por 100), aunque sin llegar a ser francamente buena.
Menos paro en
las zonas
industriales
Asimismo, el peso del sector agrario parece tener cierta relación
positiva con la tasa de paro y negativa con la de empleo. Ese peso
es alto en Andalucía y Extremadura, pero también en Navarra y La
CUADRO II-10
ASALARIADOS, EMPLEO PÚBLICO Y TEMPORALIDAD
EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1997
(Porcentajes, cuarto trimestre)
Asalariados
Empleo
Temporales
(1)
Público (2)
(3)
Comunidades Autónomas
Andalucía
77,1
27,1
43,5
Aragón
72,8
21,9
29,2
Asturias
70,2
30,0
24,2
Baleares
77,8
22,0
27,8
Canarias
81,9
25,3
41,3
Cantabria
72,7
24,9
28,9
Castilla y León
67,6
29,7
29,2
Castilla-La Mancha
68,4
27,6
38,7
Cataluña
78,9
15,2
30,5
C. Valenciana
78,8
18,1
40,6
Extremadura
70,9
35,1
32,9
Galicia
64,3
22,6
34,0
Madrid
85,6
25,9
21,3
Murcia
77,9
22,0
42,2
Navarra
72,0
20,6
27,4
País Vasco
78,0
18,6
31,6
Rioja, La
70,1
22,1
31,0
Ceuta y Melilla
79,4
50,6
28,0
(1): Asalariados sobre total ocupados.
(2): Asalariados Sector Público sobre total asalariados.
(3): Temporales sobre total asalariados.
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
241
MEMORIA 1997
Rioja, que son quienes exhiben los mejores resultados en términos
de empleo y paro, y en otras regiones con un comportamiento bastante bueno, como Aragón, Galicia y Murcia. Ahora bien, en las
primeras se combina con una proporción relativamente baja de
empleo industrial, mientras que en las demás ocurre lo contrario.
Como se explicó antes, al valorar el mayor peso del sector primario
hay que atender también al desarrollo de la industria alimentaria,
que tiene un fuerte arraigo en muchas de estas Comunidades.
Valor añadido de
la industria
alimentaria
Otros indicadores del mercado de trabajo, como el peso de los
asalariados en el total de ocupados y, dentro de aquéllos, la proporción de temporales, también arrojan diferencias considerables (cuadro II-10). Las tasas de temporalidad, en particular, presentan un
comportamiento muy distinto en cada Comunidad. Madrid ostenta
la tasa de temporalidad más baja, casi tres puntos por debajo de
Asturias, la única que podría considerarse su más inmediata seguidora, pues la distancia con la tercera (Navarra) es ya de seis puntos.
Las ramas de actividad dentro de cada sector presentan tasas de
temporalidad muy desiguales. Las más bajas, con diferencia, corresponden a Intermediación financiera, Energía y Administración Pública,
Defensa y Seguridad Social Obligatoria. Las más altas, también a
mucha distancia, son las de Construcción, Agricultura y Hostelería, 49
por 100 (cuadro II-11). Por tanto, una vez descontado el efecto de las
distintas composiciones por edad y sexo de las poblaciones asalariadas
CUADRO II-11
TASAS DE TEMPORALIDAD POR SECTORES Y RAMAS DE ACTIVIDAD, 1997
(Porcentaje de temporales sobre el total de asalariados
en cada sector y rama; cuarto trimestre)
Sector/Rama
Tasa
Sector Primario
Agricultura y ganadería
Pesca
Sector/Rama
56,2 Sector Servicios
58,9 Comercio
29,8 Hostelería
Transportes y Comunicac.
Sector Industrial
30,7 Intermediación Financiera
Industrias extractivas
20,5 Servicios a empresas
Industrias manufactureras 31,7 A. pública, defensa y SS
Energía
13,2 Educación
Sector Construcción
62,1
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
242
Tasa
31,8
38,1
48,8
25,8
12,2
39,7
13,5
17,9
Sector/Rama
Sanidad, serv. sociales
Otros s. soc. serv.
personales
Serv. doméstico
Tasa
27,9
37,1
23,7
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
en cada Comunidad, tras una temporalidad más alta debería haber una
mayor especialización en algunas actividades de servicios, como la
hostelería, y más importancia del empleo agrícola y de la construcción.
Por otra parte, de una proporción más alta de empleo público cabría
esperar una menor proporción de empleo temporal.
Pues bien, al descender a la especialización territorial del empleo
asalariado por ramas (cuadro II-12) puede observarse cómo las
Comunidades Autónomas que concentran más empleo en las cinco
ramas con más temporalidad tienen, lógicamente, una tasa mayor.
La temporalidad
no siempre está
ligada a los
sectores
CUADRO II-12
ESPECIALIZACIÓN PRODUCTIVA DE LAS COMUNIDADES
AUTÓNOMAS Y TASAS DE TEMPORALIDAD,1997
(Tasas de temporalidad en las Comunidades Autónomas y porcentaje
de asalariados en las 5 ramas con menos/más temporalidad
sobre el total de asalariados en cada Comunidad.
Datos del cuarto trimestre)
Comunidades Autónomas
Temporalidad
%5 menos
%5 más
Andalucía
43,5
26,0
44,6
Aragón
29,2
21,8
31,9
Asturias
24,2
19,6
38,4
Baleares
27,8
19,5
52,5
Canarias
41,3
23,7
52,2
Cantabria
28,9
22,6
32,1
Castilla y León
29,2
26,3
33,4
Castilla-La Mancha
38,7
24,4
40,4
Cataluña
30,5
19,4
32,9
C. Valenciana
40,6
19,9
40,1
Extremadura
32,9
31,0
44,2
Galicia
34,0
22,6
36,9
Madrid
21,3
26,3
35,4
Murcia
42,2
20,0
45,8
Navarra
27,4
20,8
26,3
País Vasco
31,6
22,2
29,3
Rioja, La
31,0
21,0
27,6
Ceuta y Melilla
28,0
45,1
31,9
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa (explotación directa de los ficheros
anonimizados de la encuesta).
243
MEMORIA 1997
Pero esta relación no es ni mucho menos tan estrecha como cabría
suponer, ni funciona como debería, al conjugar las ramas con más
temporales y las ramas con menos: Canarias tiene una tasa de temporalidad mucho mayor que la de Baleares, a pesar de que ambas
agrupan un volumen de empleo asalariado muy similar (en torno al
52 por 100) en las cinco ramas con mayor proporción de empleo
temporal, y a pesar de que en las cinco ramas con menor proporción
de este tipo de empleo el porcentaje de especialización de Canarias
es más alto que el de Baleares (23,7 y 19,5 respectivamente).
Al comparar Castilla y León con Madrid ocurre algo parecido, ya
que ambas presentan una especialización similar en las ramas con
menos temporales, pero en Madrid, donde la temporalidad es mucho
menor, el peso de las ramas con más temporales es más alto que en
Castilla y León; y la proporción de empleo público tampoco consigue explicar el porqué de la menor tasa de temporalidad de Madrid.
2.2.2 ¿Se han acortado las diferencias?
En síntesis, los principales indicadores del mercado de trabajo exhiben una gran variación regional, y ésta no puede explicarse de forma
cabal sin acudir a múltiples factores. Si, como es lógico, los factores
económicos tienen una importancia decisiva, los procesos de convergencia en niveles de renta y en composición de las actividades productivas en los últimos veinte años deben haber reducido esa variación. Por
otra parte, la posibilidad de la población de desplazarse en busca de
territorios con mejores oportunidades de empleo debería haber actuado
en el mismo sentido. Habrá que preguntarse si efectivamente así ha
sido. Y en caso contrario, habrá que preguntarse por qué no.
Una de las formas más simples de acercarse a esa pregunta es
observar el comportamiento de las tasas de paro regionales. Por su
construcción (proporción de los parados sobre el conjunto de los
activos), este indicador acusará menos que la tasa de actividad o la
de empleo los efectos de las posibles diferencias demográficas
regionales que antes se abordaron.
Un “ranking”
bastante estable
244
Pues bien, al observar la evolución en un amplio periodo temporal
de esas tasas de paro puede comprobarse cómo se mantienen, por una
parte, las posiciones de las distintas Comunidades, y cómo las diferencias, por otra parte, no parece claro que se hayan acortado. Para medir
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
esas diferencias se han construido dos indicadores de dispersión: la desviación absoluta y el denominado minimax. El primero representa el
promedio de las distancias, por más o por menos, entre la tasa de paro
de cada Comunidad Autónoma y la tasa de paro española en cada año.
Por tanto, cuanto mayor sea, mayor será la dispersión absoluta entre las
tasas de paro regionales. El segundo mide la proporción, en veces, entre
la menor y la mayor distancia en términos de la media nacional, lo que
proporciona una aproximación a su dispersión relativa.
La evolución de ambos indicadores es divergente, como cabría
esperar dadas las fuertes variaciones en la tasa de paro española a
lo largo del periodo considerado. Sin embargo, pueden observarse
pautas comunes en su evolución: descartando el año 1983, que
parece haber tenido un comportamiento atípico, la dispersión absoluta (gráfico II-13) tendió a aumentar hasta 1991, más suavemente
GRÁFICO II-13
DISTANCIA ABSOLUTA EN LAS TASAS DE PARO ENTRE
LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1976-1997
(Media de las desviaciones en valor absoluto sobre el promedio español, cuartos trimestres)
5,0
4,5
4,0
3,5
3,0
2,5
2,0
1996
1994
1992
1990
1988
1986
1984
1982
1980
1978
1976
1,5
Fuente: Elaborado a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa (Series revisadas hasta 1987 y
Resultados detallados para 1988-1997).
245
MEMORIA 1997
GRÁFICO II-14
DISTANCIA RELATIVA EN LAS TASAS DE PARO ENTRE
LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1976-1997
(Indicador MM sobre el promedio español; cuartos trimestres)
14
13
12
11
10
9
8
7
6
5
4
3
1996
1994
1992
1990
1988
1986
1984
1982
1980
1978
1976
2
Fuente: Elaborado a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa (Series revisadas hasta 1987 y
Resultados detallados para 1988-1997).
durante el periodo expansivo de la segunda mitad de los años
ochenta; posteriormente, la etapa recesiva de los primeros años
noventa parece haber traído consigo una reducción de ese indicador; la recuperación de estos últimos años, finalmente, volvió a elevarlo. La dispersión relativa (gráfico II-14), por su parte, decreció
notablemente hasta 1981; se mantuvo más o menos estable hasta
1986, año en el que inició un nuevo ascenso hasta los años de la
crisis, donde cayó rápidamente; entre 1994 y 1997, por último, ha
tendido a crecer otra vez.
Las diferencias
crecen en las
etapas expansivas
246
Cabe, por tanto, afirmar que durante las recesiones la dispersión
tiende a disminuir y que durante los periodos expansivos tiende a
aumentar. Esto es, que las tasas de paro en las Comunidades
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Autónomas tienden a ser más parecidas en las etapas de crisis, pero
que durante las expansiones tienden a distanciarse, como si la
mejora del empleo no alcanzara por igual a todos los territorios.
2.2.3 Una explicación pendiente
Ya se ha señalado que, como los factores económicos tienen una
importancia decisiva a la hora de explicar las diferencias en los
mercados de trabajo regionales, la convergencia en niveles de renta
y en composición de las actividades productivas en los últimos
veinte años deberían haber reducido esas diferencias.
Por otra parte, como también se ha indicado antes, la posibilidad de la población de desplazarse en busca de territorios con
mejores oportunidades de empleo debería haber actuado en el
mismo sentido. No obstante, este segundo factor no parece haber
operado, ya que —como avalan unos flujos migratorios interregionales relativamente bajos— la movilidad de las personas entre los
distintos territorios ha sido escasa.
Escasa movilidad
en busca de
empleo
A su vez, el origen de este comportamiento se ha atribuido a
varios factores económicos, como las diferencias regionales en los
salarios y las que se encuentran en los precios de la vivienda, y a
otros de tipo sociológico, como la resistencia al traslado que provoca la necesidad de romper o atenuar varios de los vínculos que
componían la “red social” en el lugar de origen, así como la de
establecer otros nuevos en el lugar de destino.
Habría además que sugerir algunos otros factores de índole
económica, como son la temporalidad o el carácter familiar de las
decisiones de traslado. La temporalidad frenaría la movilidad de
los parados en búsqueda de empleo, ya que sería poco racional
incurrir en los costes de todo tipo que supone un traslado si no es a
cambio de encontrar un empleo con una razonable perspectiva de
estabilidad. A su vez, en las decisiones de traslado muchas veces
sería preciso combinar la situación y las perspectivas para los distintos activos de la unidad familiar.
Y —sobre todo— habría que recordar cuáles serían las posibilidades reales de encontrar empleo en otra región. Merece la pena
subrayar la importancia de este último factor, pues en ocasiones
247
MEMORIA 1997
parece olvidarse cómo evaluarían las personas esas posibilidades:
por una parte, no hay ninguna Comunidad Autónoma con una tasa
de paro realmente baja, sólo algunas presentan una buena posición
relativa, lo que no parece base suficiente como para decidir un traslado a la búsqueda de empleo en ellas; por otra parte, el paro afecta
más a las personas con menos cualificación, y una tasa de paro baja
en una Comunidad Autónoma no necesariamente implica que la
correspondiente a las actividades con menor cualificación sea
igualmente baja. Finalmente, hay que recordar las enormes diferencias de tamaño en los mercados de trabajo regionales: el volumen
del paro en Andalucía, por ejemplo, es más de cuatro veces el total
de mayores de 16 años en Navarra. De haberse producido mayor
movilidad, las tasas de paro serían más parecidas, pero obviamente
más altas en muchas regiones.
Sea por la causa que sea, la movilidad no ha tenido apenas
influencia en el mercado de trabajo español, esto es, no ha contribuido a atemperar la segmentación regional que presenta. No obstante, sigue pendiente el primer interrogante que se planteó: por
qué no se han acortado las diferencias en el empleo si la producción, la renta y las estructuras productivas han tendido a acercarse.
Una simple aproximación a esta cuestión excedería con mucho
el propósito de esta Memoria pues, entre otras cosas, habría que
revisar el contenido de los distintos instrumentos de planificación
del desarrollo regional, el efecto de los mecanismos de compensación de rentas (como el subsidio agrario) o el propio diseño de
las políticas de empleo y la articulación de las promovidas desde
cada una de las instancias con competencias para ello. Sirvan
pues estas líneas simplemente para subrayar la necesidad de plantear su estudio.
2.3. ESTABILIDAD EN EL EMPLEO
Aunque el objeto de este panorama general es la descripción de
los principales resultados del empleo y el paro en el año, así como
su caracterización en algunas variables básicas, ha parecido oportuno, en el primer año del Acuerdo Interconfederal para la
Estabilidad en el Empleo (AIEE), repasar el concepto de estabilidad en el empleo y aportar algunos indicadores significativos
sobre el mismo.
248
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
En efecto, la mayor o menor estabilidad en el empleo5 se asocia
generalmente al menor o mayor grado de temporalidad, esto es, a
la proporción de personas que, en un periodo dado, tienen una relación laboral por cuenta ajena cuyo fin queda determinado por condiciones objetivas, tales como la expiración de cierto plazo, la
terminación de una tarea, la reincorporación de un empleado al que
se había reemplazado temporalmente, etc. Pero una apreciación
correcta de la estabilidad habrá de atender, además, a la concurrencia de otros dos factores, denominados segmentación y rotación, en
el volumen de temporalidad: la segmentación6 supondría la presencia de barreras que impiden o dificultan el tránsito desde el empleo
temporal al indefinido o más estable, de forma que la temporalidad
afectaría a los mismos individuos de manera prolongada; la rotación, consecuencia en parte del primer factor, sería la frecuencia
con que esos individuos combinan periodos de paro o inactividad
con otros de empleo temporal.
Segmentación y
rotación, facetas
negativas de la
temporalidad
Para este estudio ha de acudirse a la EPA, que ofrece las características demográficas y laborales de los asalariados temporales y
aproxima, mediante la referencia a la antigüedad en el empleo
actual, la importancia de la rotación en el empleo. Además, desde
hace relativamente poco tiempo, se efectúan dos explotaciones
complementarias, que se recogen en la Estadística de Flujos de la
Población Activa7. Ambas permiten ilustrar, aunque sólo para el
tiempo de permanencia en la muestra de los encuestados, el grado
de rotación entre empleo y paro y, en alguna medida, la presencia o
no de segmentación.
5
Como en el apartado II-3 se estudiará el Acuerdo Interconfederal para la
Estabilidad en el Empleo, donde se señalan las ventajas de su fomento, no es preciso recordarlas aquí ni, en el otro extremo, señalar los diversos problemas que genera un exceso de temporalidad y rotación. Por otra parte, en la Memoria del CES
correspondiente a 1993 se señalaron los efectos globales, positivos y negativos, de
un grado elevado de temporalidad (pág. 69).
6
La ya citada Memoria de 1993 también se detuvo con detalle en la explicación de estos dos fenómenos (pág. 76 y siguientes).
7
Las posibilidades y limitaciones del análisis longitudinal, tanto de procedencia como de evolución, que se efectúa en la Estadística de Flujos, así como algunos de los problemas derivados de la información retrospectiva que también
incorpora son, en general, de índole técnica (pérdida de muestra, inconsistencia,
aplicación de factores de elevación...) y exceden con mucho el propósito de este
apartado. El lector interesado puede acudir a las consideraciones metodológicas
que se encuentran en cualquier edición de dicha publicación.
249
MEMORIA 1997
También es interesante la información sobre contratos registrados que proporciona el Instituto Nacional de Empleo (INEM). Allí
se encuentra, además, una clasificación más precisa sobre las
modalidades de contratación vigentes, ya que la EPA establece una
distinta, tanto por la necesidad de mantener su cuestionario sin
variaciones como por el grado de complejidad del panorama contractual, que podría provocar una notable inseguridad en la validez
de las respuestas. Ahora bien, el registro del INEM no dice cuántas
personas tienen un contrato temporal o indefinido (u otras formas),
sino cuántos nuevos contratos de cada modalidad se han celebrado
a lo largo de un periodo. Por otra parte, como el volumen de los
contratos temporales depende de las duraciones pactadas pero el de
los indefinidos no, ni siquiera es muy correcto comparar uno y
otro. El segundo se acerca mucho más al número de personas que
obtienen una relación laboral estable, mientras que el primero tiende a reflejar las veces que se ha contratado bajo una u otra modalidad temporal, pero nada dice acerca de las personas que han
suscrito tales contratos.
Así, este estudio se centrará en los resultados de la EPA, como
complemento de la valoración de los efectos del AIEE que se realizará en el apartado II-3 siguiente, precisamente a partir de la
información sobre contratos registrados. Además, se limitará a
recordar las características más importantes de los asalariados
temporales y a introducir algunos datos sobre rotación y segmentación, pues ya se han tratado el volumen y evolución de la temporalidad en el año 1997.
2.3.1. Características de la temporalidad
Como es sabido, la temporalidad afecta con más frecuencia a
las mujeres y a los jóvenes. Sin embargo, no es tan conocida la distribución conjunta por sexo y edad de los asalariados temporales
(gráfico II-15), de la que se infiere un peso abrumador en los grupos de edad muy jóvenes, pero por igual para varones y mujeres, e
incluso algo mayor entre los primeros.
A mayor
cualificación,
menor
temporalidad
250
La proporción de temporales entre los asalariados del sector
privado mayores de 25 años, desciende en líneas generales cuando
aumenta su nivel de estudios terminados, pero es mayor para los
que tienen estudios secundarios o profesionales de grado medio
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
GRÁFICO II-15
TASAS DE TEMPORALIDAD EN EL SECTOR PRIVADO
POR SEXO Y EDAD, 1997
(Porcentaje de temporales sobre total asalariados del sector privado
en cada grupo de edad y sexo, cuarto trimestre)
100
90
Varones
80
Mujeres
70
60
50
40
30
20
65 y más
60-64
55-59
50-54
45-49
40-44
35-39
30-34
25-29
20-24
0
16-19
10
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa (explotación directa de los ficheros anonimizados de la encuesta).
que para los que han completado estudios primarios, así como en
los titulados universitarios de segundo y tercer ciclo respecto de
los de primer ciclo. Al atender a esta clasificación según el sexo
resulta, además, que la afirmación anterior es válida para los varones, mientras que las mujeres mantienen tasas de temporalidad
menos distintas en todos los niveles de estudios; es interesante
destacar, asimismo, que las tasas femeninas en categorías inferiores son más bajas que las masculinas (doce puntos porcentuales
menos en los analfabetos, siete en los que no tienen estudios primarios y dos en los que completaron estudios primarios) y, a la
251
MEMORIA 1997
CUADRO II-13
TASAS DE TEMPORALIDAD EN EL SECTOR PRIVADO
POR SEXO Y ESTUDIOS TERMINADOS, 1997
(Porcentaje de temporales sobre total asalariados del sector privado
en cada nivel de estudios y sexo, cuarto trimestre)
Total
Mayores de 25 años
Nivel estudios terminados
Varones
Mujeres
Ambos
sexos
Varones
Mujeres
Ambos
sexos
Analfabetos
Sin estudios
E. primarios
E. secundarios
Técnicos prof. medios
Técnicos prof. superiores
Universitarios 1.er ciclo
Universitarios 2.º y 3.er ciclo
53,1
44,6
33,6
40,5
44,3
34,4
22,7
23,3
39,1
36,5
31,4
43,8
44,5
46,8
37,2
41,8
46,2
42,0
33,0
41,7
44,4
38,7
29,5
30,6
51,9
43,3
30,1
30,4
31,5
24,5
18,9
22,0
39,3
36,1
28,0
32,6
33,5
32,4
30,3
37,4
45,6
41,0
29,5
31,1
32,3
26,9
23,9
27,8
Total
36,7
40,4
38,0
29,6
31,9
30,4
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa (explotación directa de los ficheros anonimizados de la encuesta).
CUADRO II-14
TASAS DE TEMPORALIDAD EN EL SECTOR PRIVADO
POR SEXO Y OCUPACIÓN, 1997
(Porcentaje de temporales sobre total asalariados del sector privado
en cada grupo de ocupación, cuarto trimestre)
Varones
Mujeres
Ambos
sexos
Técnicos y profesionales, científicos e intelectuales
Técnicos y profesionales de apoyo
Empleados de tipo administrativo
Trabajadores en servicios de restauración,
personales, protección y comercio
20,1
19,5
19,0
34,7
30,5
35,7
26,2
23,3
28,2
37,9
46,6
42,8
Trabajadores cualificados agricultura y pesca
Artesanos y tr. cualificados ind. manufacturera,
construcción y minería, excepto operadores
de maquinaria
36,4
63,3
38,8
42,1
46,4
42,4
Operadores de instalaciones y maquinaria;
montadores
Trabajadores no cualificados60,8
33,6
41,8
44,4
51,8
35,4
Total
36,7
40,4
38,0
Grupo de ocupación (CNO 94)
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa (explotación directa de los ficheros anonimizados de la encuesta).
252
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
inversa, crecientemente más altas en la categorías intermedias y
superiores (cuadro II-13).
Las diferencias en las tasas de temporalidad por ocupaciones
(cuadro II-14) son también muy acusadas y, sobre todo, muy distintas en uno u otro sexo. En 1997, las asalariadas temporales en el
sector privado que se ocupaban como administrativas eran un 36 por
100 del total; los varones, sin embargo, representaban un 19 por
100. La mayor diferencia, nada menos que 27 puntos porcentuales,
se daba en los trabajadores con cualificación en el sector primario,
reflejo quizá de una presencia femenina más estacional en el sector.
No obstante, entre los trabajadores no cualificados la temporalidad
de los varones era muy superior a la de las mujeres, con una distancia de casi 20 puntos porcentuales.
La temporalidad
es más alta en el
tiempo parcial
Puede, por último, indicarse que la frecuencia de los temporales
es mucho mayor entre los que trabajan a tiempo parcial. En 1997,
la tasa de temporalidad en el sector privado era del 32,6 por 100
para quienes tenían una jornada completa y del 54,8 por 100 para
los que tenían una parcial (cuadro II-15). Las mujeres que trabajan
a tiempo parcial gozan, al parecer, de mayor estabilidad en el
empleo que los varones. La condición de temporal es mayoritaria
para estos últimos, a tenor de la proporción que arrojan en 1997,
nada menos que un 74 por 100. El trabajo a tiempo parcial masculino, aunque sea una fórmula marginal, reúne varias condiciones
(otra más sería su concentración en ocupaciones sin cualificación)
para ser calificado como precario.
CUADRO II-15
TASAS DE TEMPORALIDAD EN EL SECTOR PRIVADO
POR TIPO DE JORNADA Y SEXO, 1997
(Porcentaje de temporales sobre el total de asalariados del sector
privado en cada tipo de jornada y sexo)
Jornada
Varones
Mujeres
Ambos sexos
Completa
35,6
37,8
36,2
Parcial
74,3
49,9
54,8
Total
36,6
40,4
37,9
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa (explotación directa de los ficheros
anonimizados de la encuesta).
253
MEMORIA 1997
2.3.2. Rotación y segmentación en el empleo
Todo lo anterior esboza el perfil de los contratados temporales
en España pero, como ya se ha indicado, el problema de la temporalidad reside antes en la presencia de rotación y segmentación que
en su volumen. Pueden avanzarse algunos indicadores para el primero de esos factores en el año 1997, cuya extensión parece haber
disminuido en los cinco últimos años mientras ha aumentado su
intensidad. Del segundo, por el contrario, no hay datos recientes, si
bien su carácter estructural permite suponer que no será hoy muy
distinto. Aunque los resultados no presentan gran firmeza, puede
sostenerse no sólo la idea de que las facetas nocivas de la temporalidad tienen un alcance amplio, sino también la de que es ciertamente excesivo suponer que se extienden a un tercio de los asalariados.
La rotación afecta
a menos
personas…
… pero es más
intensa
254
Una medida de la rotación en el empleo la proporciona el número de personas que lleva menos de tres meses trabajando en su
empleo actual, complementado con el de quienes han perdido su
empleo hace menos de tres meses y con el número de parados cuyo
último empleo tuvo menos de tres meses de duración. Evidentemente,
no se puede suponer que unos sustituyen a otros, por lo que estas
magnitudes no son medidas estrictas de rotación sino sólo un acercamiento a ella, pero es interesante observar que mientras para el
total de ocupados el porcentaje de los “nuevos” es de un 12 por
100, y para el de asalariados un 15 por 100, en los asalariados temporales esa proporción se eleva a un 41 por 100; al mismo tiempo,
los parados con experiencia laboral anterior que llevan menos de
tres meses en esa situación son 406.700 y, de ellos, un 84 por 100
quedó desempleado por haber terminado su contrato; el número de
aquellos cuyo último empleo duró menos de tres meses asciende,
por último, a algo más de medio millón de personas, esto es, la
quinta parte de todos los parados con experiencia (cuadro II-16).
La rotación es algo mayor que la que se observaba en 1992, aunque
si se descuenta el efecto de la muy distinta situación del empleo en
ese año y en 1997 (pues la fase actual es de fuerte crecimiento), es
posible afirmar que ha descendido.
En 1997, la duración más frecuente (un 37 por 100) de los contratos temporales entre los asalariados de la EPA era de cuatro a
seis meses, igual que cinco años atrás. El resto de las duraciones
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
CUADRO II-16
MEDIDAS APROXIMADAS DE LA ROTACIÓN EN EL EMPLEO, 1997
(Miles de personas y porcentajes, segundo trimestre)
Miles
% sobre total
de cada grupo
1.519,9
12,0
Asalariados
1.432,0
14,9
Asalariados temporales
1.341,4
41,4
406,7
15,8
Por haber finalizado su contrato
343,3
13,3
Su último empleo duró menos de 3 meses
545,3
21,1
Indicadores de rotación
Personas que llevan menos de 3 meses en el empleo actual:
Ocupados
Parados hace menos de 3 meses:
Total parados con experiencia
Fuente: INE, Encuesta de Población Activa.
presentaba unos porcentajes sobre el total muy similares pero, en
conjunto, las duraciones inferiores a seis meses eran un 59 por 100
del total, cuando en 1992 representaban casi dos tercios. Puede así
apuntarse que la duración media de los contratos ha aumentado
para los asalariados temporales. Este resultado es contrario al que
se obtiene de la información sobre contratos registrados del INEM,
lo que refuerza la idea de que la rotación afecta hoy a menos personas, pero a éstas les afecta más que antes.
De la Estadística de Flujos de la Población Activa un resultado
interesante para 1992 era que la mayoría de las personas que iniciaban un empleo en cada trimestre procedían de la situación (en el
trimestre anterior) de ocupado no temporal, es decir, de asalariados
indefinidos y de ocupados por cuenta propia. Habrá que esperar
resultados más recientes, pero no es aventurado suponer que también esta rotación ha disminuido, dado que en el periodo 19901992 se produjo una intensa sustitución de empleo indefinido por
temporal que no se observa en la actualidad.
Por otra parte, los resultados de esa estadística también apuntaban a la presencia de segmentación, pero ni mucho menos tan acusada como suele afirmarse: cada nuevo temporal presentaba mayor
probabilidad de permanecer en esa situación que quienes le prece255
MEMORIA 1997
dieron, propensión que disminuía con la edad (la máxima se daba
en el grupo hasta 19 años) al tiempo que aumentaba la de transición al paro y a la inactividad; el paso a un contrato indefinido era
bajo en cada trimestre, pero más del doble para quienes llevaban
tres o más años con contrato temporal; mientras el paso al paro no
era muy distinto que el anterior (7 y 10 por 100 respectivamente
entre el primer y el segundo trimestre de 1992), y sólo era más alto
para quienes llevaban menos de seis meses como temporales.
En definitiva, no toda la temporalidad se traduce en rotación y
segmentación, que son las facetas negativas del fenómeno, y éstas
pueden haber reducido su alcance, a cambio no obstante, de incrementar su intensidad entre los que las padecen.
3. NUEVOS ENFOQUES EN LAS RELACIONES
LABORALES Y EL DIÁLOGO SOCIAL
Más allá de la valoración que sobre su concreto contenido y alcance se realice, es posible afirmar que, con la aprobación el 28 de abril de
1997 en la sede del Consejo de los textos de la llamada reforma laboral
de 1997, se consolida el giro que en el modelo de concertación social
se había iniciado meses atrás y con el que se inaugura una nueva etapa
de diálogo social que transciende al conjunto del sistema de relaciones
laborales surgido del Estatuto de los Trabajadores de 1980.
La firma por los interlocutores sociales (CEOE, CEPYME,
CCOO y UGT), de los Acuerdos para la Estabilidad del Empleo,
la Negociación Colectiva y para la Cobertura de Vacíos tiene la
importancia que desde todos los sectores afectados se le ha atribuido, por cuanto tres años después de la aprobación de la amplia
reforma de la legislación laboral de 1994, aprobada por Ley sin el
consenso de los interlocutores sociales, éstos deciden dar una respuesta a problemas no resueltos por aquella reforma y ofrecer
alternativas negociadas a las principales disfunciones del mercado
de trabajo en los dos terrenos en los que el sistema de relaciones
laborales es determinante para su funcionamiento: en el de la contratación —entradas y salidas del mercado de trabajo— y en el de
la negociación de las condiciones de trabajo.
El primero de los Acuerdos, el Acuerdo Interconfederal para la
Estabilidad del Empleo (AIEE), trata de afrontar uno de los principa256
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
les problemas del empleo en España: la elevada tasa de temporalidad
y la excesiva rotación. Los dos restantes Acuerdos Interconfederales,
el Acuerdo sobre Negociación Colectiva y el Acuerdo sobre Cobertura
de Vacíos, son un paso significativo en el proceso de construcción de
un sistema de relaciones laborales en el que las condiciones de trabajo serán el resultado de reglas de carácter autónomo negociadas de
forma articulada y coordinada, reforzando así la función representativa que en el gobierno de las relaciones laborales corresponde a los
interlocutores sociales.
Para convertir en norma jurídica el contenido del AIEE se promulga el Real Decreto 8/1997 de 16 de mayo (BOE 17 de mayo),
de medidas urgentes para la mejora del mercado de trabajo y el
fomento de la ocupación indefinida, que posteriormente se tramita
como Ley, y cuyo contenido ha modificado varios preceptos de la
Ley de Estatuto de los Trabajadores —Texto Refundido aprobado
por Real Decreto Legislativo 1/1995 de 14 de marzo— que, aunque
no han sido muchos, revisten mayor calado del que podría deducirse del limitado número de disposiciones afectadas. Así las modificaciones han afectado8 a los contratos formativos, especialmente al
de aprendizaje en la denominación debida a la reforma de 1994, y
en menor medida, al de prácticas, a los contratos a tiempo parcial
de carácter marginal y limitadamente a la contratación temporal
causal, siendo su principal novedad en materia de contratación la
creación del contrato de fomento del empleo indefinido. Además
de estas reformas en materia de contratación se ha dado nueva
redacción al precepto que creó en 1994 la figura del despido objetivo bajo control judicial, de tan desafortunada redacción en la Ley
11/1994, de 19 de mayo, de reforma del Estatuto de los
Trabajadores, cuya aplicación judicial fue controvertida desde el
mismo momento en que entró en vigor.
Pocas reformas
pero de alcance
8
Con el fin de “conectar la dicción literal de la norma con los compromisos,
fines y resultados de lo previsto en el Acuerdo de estabilidad en el empleo”, tal
como refleja la Exposición de Motivos del mismo, el Gobierno dictó el Real
Decreto-Ley 8/1997, de 16 de mayo, de Medidas Urgentes para la Mejora del
Mercado de Trabajo y el Fomento de la Contratación, que posteriormente fue tramitado como Proyecto de Ley, dando lugar a la aprobación de la Ley 63/1997, de 26
de diciembre, de igual enunciado. Como complemento de las reformas aprobadas en
materia de contratación se aprueba el Real Decreto-Ley 9/1997, de 16 de mayo, por
el que se regulan incentivos en materia de Seguridad Social y de carácter fiscal para
el fomento de la contratación indefinida y la estabilidad en el empleo. Su posterior
tramitación como Proyecto de Ley dio lugar a la Ley 64/1997, de 26 de diciembre.
257
MEMORIA 1997
Un cambio en la
filosofía de la
contratación
El Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad del Empleo orienta
el fomento del empleo hacia la contratación más estable, intentando
propiciar un cambio de tendencia de la política en materia de contratación que había estado más volcada hacia la temporalidad, en particular a partir de los cambios legislativos de 1984, que junto a diversos
factores, como los cambios organizativos y productivos habidos, la
crisis del empleo, cierta permisividad en la aplicación de las modalidades causales, y por supuesto razones estructurales del empleo
características de algunos sectores, habían elevado en exceso las tasas
de temporalidad en los últimos años. Con el AIEE se introduce un
cambio de filosofía que ha de afectar a la cultura de temporalidad que
la dinámica generada por los factores señalados había logrado
implantar en el sistema de contratación y que se proyectaba de forma
negativa sobre el conjunto del sistema de relaciones laborales.
No es menor la importancia de los otros dos acuerdos firmados
junto al AIEE: el de Negociación Colectiva y el de Cobertura de
Vacíos. Con el Acuerdo Interconfederal para la Solución Extra-judicial de Conflictos de 1996 (ASEC), el Acuerdo Interconfederal sobre
Negociación Colectiva (AINC) puede ser el instrumento de configuración de un nuevo sistema de negociación colectiva que, superando
la situación existente y dentro del respeto al principio de autonomía
de las partes sociales representativas en cada ámbito de negociación,
contribuya eficazmente a racionalizar la estructura de la negociación
colectiva, evitando la atomización actual e impulsando la articulación entre los distintos ámbitos negociales, de manera que determinadas materias queden reservadas al convenio colectivo nacional
sectorial, otras pudieran ser desarrolladas en ámbitos inferiores
(territorial y de empresa) y, finalmente, otras puedan ser objeto de
negociación en estos últimos.
El contenido del AINC, que se analizará en el apartado II-6,
puede agruparse en tres tipos de obligaciones que las partes firmantes asumen: el compromiso de abordar determinadas materias de
forma preferente en los ámbitos nacionales o de rama de actividad,
a cuyo efecto se configura un modelo deseable de convenio de
dicho ámbito; obligaciones referidas al desarrollo de derechos sindicales y de información y consulta, que habrán de articularse a
través de la negociación colectiva sectorial; y, por último, un conjunto de reglas o criterios generales para el procedimiento de negociación, a modo de código de buenas prácticas negociadoras.
258
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
El tercero de los acuerdos, el Acuerdo Interconfederal de Cobertura de Vacíos (AICV), suscrito al amparo del artículo 83.3 del
Estatuto de los Trabajadores como Acuerdo sobre materias concretas,
de valor normativo, pretende culminar el proceso de derogación y
sustitución de Ordenanzas Laborales y Reglamentaciones de Trabajo.
En el plazo de vigencia de cinco años, a contar desde el 1 de enero de
1998, los sectores y subsectores citados en el mismo, en los que la
derogación de la Ordenanza o Reglamentación ha ocasionado un
vacío de regulación de condiciones de trabajo no cubierto por vía
negociada, dispondrán de un núcleo básico de condiciones que les
serán de aplicación en los términos regulados en el Acuerdo. Como
condiciones básicas a las que se dota de un contenido preciso se regulan las referidas a estructura profesional, promoción profesional,
estructura salarial y régimen disciplinario.
La firma de los tres acuerdos, dependiendo de cómo se apliquen
sus contenidos normativos y el grado de cumplimiento de los obligacionales, puede significar el alumbramiento de un nuevo modelo
en el que la negociación colectiva constituya el centro de gravedad.
Una negociación colectiva que, si se cumplen las previsiones del
AINC, se articulará desde el nivel estatal y sectorial, sin que eso
signifique renunciar a la negociación en ámbitos inferiores, incluidos los autonómicos y los de empresa, por los que la reforma de
1994 optó de forma decidida, y que se respetan, pese a que los
interlocutores sociales muestren sus preferencias por los de rama
como mejor forma de articular y ordenar la negociación.
La negociación
colectiva cobra
protagonismo
Por el momento y sin perjuicio de que el camino por recorrer en
el diálogo social es todavía largo, los acuerdos de abril de 1997 tienen en sí mismos un gran significado y alcance por el hecho de que
constituyen una clara respuesta de los agentes sociales en términos
de autogobierno de las relaciones laborales al nuevo marco normativo e institucional surgido de la reforma de 1994, al cual se incorporan, si bien rectificando aspectos importantes y asumiendo
nuevas responsabilidades en la gestión de las relaciones laborales
generadas por la paulatina aplicación de la misma.
3.1. EL AIEE, UN ESFUERZO DE NEGOCIACIÓN
Contribuir a la competitividad de las empresas, a la mejora del
empleo y a la reducción de la temporalidad y rotación en el mismo
259
MEMORIA 1997
son los objetivos globales del Acuerdo Interconfederal para la
Estabilidad del Empleo (AIEE). Con tales objetivos, como preámbulo de la declaración conjunta que suscriben, CEOE, CEPYME,
CCOO y UGT apuestan decididamente por “potenciar la contratación indefinida, favorecer la inserción laboral y la formación teórico-práctica de los jóvenes, especificar y delimitar los supuestos de
utilización de la contratación temporal, especialmente los contratos
de obra o servicio y eventual por circunstancias de la producción,
mejorar conjuntamente con el Gobierno el actual marco de la protección social del trabajo a tiempo parcial, entre otros”.
El cambio de orientación en pro de la contratación indefinida
auspiciado por el AIEE se concreta en las propuestas que realiza
para modificar la regulación de los contratos formativos y de los
contratos temporales causales, así como el cambio de modelo de
contratación para fomento del empleo de los colectivos con dificultades, para lo que se configura un modelo de contrato de fomento
de la contratación indefinida. Este nuevo contrato pretende que la
inserción laboral de dichos colectivos se realice a través de fórmulas estables. También promueve la transformación de contratos
temporales en contratos indefinidos.
Incentivar la
estabilidad
Como consecuencia de ello, se ha modificado el artículo 17.3
del Estatuto de los Trabajadores a fin de suprimir la disposición
que había venido dando cobertura desde 1984 al fomento de la contratación temporal como medida de fomento de empleo para determinados colectivos, sustituyéndola por un nuevo texto en el que se
establece que las medidas incentivadoras del empleo en favor de
grupos específicos —políticas activas de empleo que el precepto
avala— “se orientarán prioritariamente a fomentar el empleo estable de los trabajadores desempleados y la conversión de contratos
temporales en contratos por tiempo indefinido”.
3.1.1. Un nuevo contrato para una nueva filosofía laboral
La filosofía a favor de la creación de empleos más estables que
preside el AIEE se traduce en la propuesta acogida por vía legislativa de la creación del contrato de fomento de empleo indefinido. Son destinatarios de esta nueva figura desempleados
pertenecientes a grupos con especiales dificultades de inserción y
empleados temporales. En el primer caso, han de concurrir alguna
260
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
de las siguientes circunstancias: jóvenes desde dieciocho hasta
veintinueve años de edad, parados de larga duración que lleven al
menos un año inscritos como demandantes de empleo, mayores
de cuarenta y cinco años de edad o minusválidos. En el segundo
caso, los trabajadores empleados han de estarlo en la misma
empresa con un contrato de duración determinada o temporal,
incluidos los contratos formativos. También se puede concertar
con quienes hayan suscrito un contrato temporal durante el plazo
de un año desde la entrada en vigor de la norma. Transcurrido
dicho plazo, la conversión en contratación indefinida se articulará
por la negociación colectiva.
La regulación de la nueva modalidad de contrato indefinido de
fomento de empleo se establece con carácter experimental durante
cuatro años, dentro de los cuales deberán ser evaluados sus efectos
por el Gobierno y las organizaciones sindicales y empresariales más
representativas, a fin de proponer, en su caso, su eventual continuidad más allá del período de tiempo citado. Las limitaciones del
ámbito subjetivo de aplicación y las condiciones económicas de su
extinción por despido objetivo constituyen las particularidades de
este contrato, siendo ésta su principal singularidad respecto al contrato indefinido ordinario, de cuyo régimen jurídico general no difiere
salvo en la previsión de que, cuando el contrato se extinga por causas
objetivas y la extinción sea declarada improcedente, la cuantía de la
indemnización a percibir por el trabajador será de treinta y tres días
de salario por año de servicio, con el máximo de veinticuatro mensualidades, en lugar de los cuarenta y cinco días por año establecidos
en caso de despido objetivo declarado improcedente cuando se trata
de un contrato indefinido ordinario.
Periodo
Para evitar usos desviados de la figura se han establecido determinadas exclusiones que pretenden evitar la posible sustitución de
trabajadores despedidos en los doce meses anteriores por despido
colectivo autorizado por la autoridad laboral o despidos objetivos
declarados improcedentes, todo ello con posterioridad a la norma.
La diferencia
experimental de
cuatro años
reside en la
indemnización
3.1.2. La reforma de los contratos formativos
El segundo bloque de propuestas del AIEE en materia de contratación ha afectado parcialmente a la regulación de los contratos
formativos, y a los contratos temporales causales.
261
MEMORIA 1997
Poca variación del
contrato en
prácticas
El de
“aprendizaje”
vuelve a llamarse
de “formación”
Mientras el contrato en prácticas apenas ha sido modificado, el
contrato de aprendizaje diseñado por la reforma de 1994 ha sufrido una alteración significativa. La modificación en relación con el
primero consiste en asignar de forma expresa al convenio colectivo de ámbito sectorial o, en su defecto, a los convenios sectoriales
de ámbito inferior la posibilidad de determinar los puestos de trabajo, grupos, niveles o categorías profesionales objeto del contrato
en prácticas, lo que es congruente con los objetivos de atribuir preferentemente al convenio estatal de rama los aspectos relativos a la
contratación, dada la importancia que tiene en el funcionamiento
del mercado de trabajo la deseable homogeneización de las condiciones de acceso al empleo.
Mayores transformaciones sufre el contrato de aprendizaje que,
además de cambiar de denominación para volver a llamarse contrato para la formación, varía su anterior régimen jurídico en aspectos
substanciales. Con la finalidad de objetivar las exigencias del puesto se precisa ahora que el mismo “requiera un determinado nivel de
cualificación”, además de mantener la previsión de que el trabajo
efectivo que preste el trabajador ha de estar relacionado con las
tareas propias del nivel ocupacional, oficio o puesto de trabajo
objeto del contrato9.
Para reforzar el carácter formativo del contrato, que ahora prevalece sobre la finalidad de inserción del anterior, se modifica el
ámbito subjetivo, de manera que sólo podrá celebrarse con trabajadores mayores de dieciséis años y menores de veintiuno, salvo que
se trate de trabajadores minusválidos, en cuyo caso no se establece
límite de edad. También se excepcionan los límites de edad establecidos con carácter general cuando se trate de contrataciones realizadas en el marco de los programas públicos de empleo-formación
de Escuelas Taller y Casas de Oficio, elevando el máximo de edad
hasta veinticuatro años.
Por Real Decreto 488/1998, de 27 de marzo, se desarrolla el artículo 11 del
Estatuto de los Trabajadores en materia de contratos formativos. A efectos de lo
dispuesto en el citado precepto respecto al nivel de cualificación, el art. 5 de esta
disposición reglamentaria precisa que “se entenderá por nivel de cualificación cuya
adquisición puede ser objeto del contrato para la formación un nivel suscpetible de
acreditación formal o, en su defecto, el nivel de cualificación de base de cada ocupación en el sistema de clasificación de la empresa”.
9
262
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Se mantiene la anterior prohibición de que el trabajador ha de
carecer de titulación que le habilite para concertar un contrato en
prácticas y así mismo las limitaciones a su utilización en función del
tamaño de la plantilla10, con la novedad de que se establece la primacía del Convenio sectorial estatal o sectoriales de ámbito inferior
para establecer, en función del tamaño de la plantilla, el número
máximo de contratos a realizar, así como los puestos de trabajo
objeto de este contrato. Además, el convenio colectivo de empresa
también puede establecer las mismas limitaciones cuando en la
empresa exista un plan formativo.
Un contrato
abierto a la
negociación
colectiva
Otras modificaciones afectan a la duración, los tiempos de formación teórica, la retribución y los efectos de los incumplimientos
empresariales. Ahora se limita la duración máxima del contrato de
formación a dos años, frente a los tres de la reforma de 1994, si
bien con posibilidad de que los convenios sectoriales puedan modificar el máximo, con el tope de tres años, atendiendo a las características del oficio o puesto de trabajo a desempeñar y a los
requerimientos formativos del mismo.
Los aspectos referidos a la formación experimentan cambios relevantes. Se hace depender el tiempo dedicado a formación teórica de las
características del oficio o puesto a desempeñar y del número de horas
establecido para el módulo formativo adecuado a dicho puesto u oficio.
En todo caso, al igual que en la anterior regulación, la formación teórica no puede tener una duración inferior al 15 por 100 de la jornada
máxima prevista en el convenio aplicable o, en su defecto, de la jornada máxima legal. Respetando los anteriores límites, los convenios
colectivos —en este caso también los de empresa— pueden establecer
el tiempo dedicado a la formación teórica y su distribución, pudiendo
fijar en su caso el régimen de alternancia o concentración del mismo
respecto del tiempo de trabajo efectivo.
En la anterior regulación, la previsión respecto a la retribución
remitía a la fijada en convenio, estableciéndose en su defecto que
10
El Real Decreto 488/1998, de 27 de marzo, ha precisado el ámbito subjetivo,
al establecer que “se podrá celebrar con trabajadores (...) que no tengan la titulación
requerida para formalizar un contrato en prácticas en el oficio o puesto de trabajo
correspondiente”. El artículo 7 de este Real Decreto establece la escala del número
máximo de trabajadores para la formación por centro de trabajo que puede ser contratado, que se aplicará si los convenios habilitados para ello no lo determinasen.
263
MEMORIA 1997
no podría ser inferior al 70, 80 o 90 por 100 del salario mínimo
durante, respectivamente, el primero, el segundo o el tercer año de
vigencia del contrato, sin que en ningún caso la retribución de los
menores de dieciocho años pudiera ser inferior al 85 por 100 del
salario mínimo. La nueva regulación legal que surge del AIEE establece que la retribución sea la fijada en convenio colectivo, sin que,
en su defecto, pueda ser inferior al SMI en proporción al tiempo de
trabajo efectivo.
Nunca por debajo
del salario mínimo
Con la nueva regulación se pone fin a la problemática derivada
de los incumplimientos en materia de formación a los que la ley
anterior anudaba como consecuencia el abono de la totalidad de la
retribución, mientras que ahora se prevén expresamente los comunes a los supuestos de contratación en fraude de ley. La nueva
redacción de la norma establece que el contrato para la formación
se presumirá de carácter común u ordinario cuando el empresario
incumpla en su totalidad sus obligaciones en materia de formación
teórica.
Por último, constituye una importante mejora en materia de protección social el reconocimiento a los trabajadores en formación de
la prestación económica por incapacidad temporal derivada de riesgos comunes no comprendida, para ellos en la acción protectora
dispensada a los anteriores aprendices11.
3.1.3. Ajustar la contratación temporal a la causa
Respecto a la contratación temporal causal, especialmente los
contratos por obra o servicio determinado y eventuales por circuns11
Sólo ha quedado excluida de la acción protectora actual de los contratos formativos la protección por desempleo.
Por Orden de 26 de enero de 1998 (BOE 28 de enero de 1998), se establecieron
las normas sobre cotización de los trabajadores contratados para la formación y de
los contratados a tiempo parcial con duración inferior a doce horas a la semana o
cuarenta y ocho al mes, hasta que se procediera por el Gobierno a adoptar las disposiciones necesarias para la ampliación de la acción protectora de la Seguridad Social
en los términos que resultan de las propuestas del AIEE. El Real Decreto 488/1998,
de 27 de marzo, procede a desarrollar la nueva regulación relativa al alcance de la
acción protectora de la Seguridad Social en los contratos para la formación, haciendo efectiva la ampliación de la cobertura incorporada por la Ley 63/1997 y contemplando determinadas particularidades en el ámbito de las prestaciones económicas
por incapacidad temporal cuando la misma deriva de una contingencia común.
264
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
tancias de la producción, contratos que en 1996 supusieron más del
60 por 100 del total de los contratos registrados en el INEM, las partes firmantes del AIEE convinieron en la necesidad de “especificar y
delimitar los supuestos de su utilización, posibilitando así una mayor
estabilidad y una menor rotación en el conjunto del sistema de contratación”. Como consecuencia de ello realizaron propuestas precisas
de nueva regulación de la contratación temporal que han sido íntegramente incorporadas al Estatuto de los Trabajadores (art.15 ET).
La nueva redacción dada en el citado precepto al que constituye
objeto del contrato de obra precisa mejor los límites de la modalidad,
al señalar como tal objeto “la realización de una obra o servicio
determinado, con autonomía y substantividad propia dentro de la
empresa y cuya ejecución, aunque limitada en el tiempo es, en principio, de duración incierta”. Aunque la anterior redacción atribuía a
los convenios en general competencia para identificar trabajos y tareas que pudieran cubrirse con este tipo de contrato, la nueva redacción
especifica que podrán realizar tal identificación “los convenios sectoriales estatales y de ámbito inferior, incluidos los de empresa”, con lo
que se manifiesta el interés en que la acotación de tareas y trabajos se
realice en el ámbito que resulte más adecuado, pudiendo ser negociada en cualquiera de ellos a fin de restablecer la causalidad de los contratos de obra o servicio determinado, difuminada especialmente en
los últimos tres años coincidiendo con la derogación, en 1994, del
contrato temporal de fomento del empleo.
Más estabilidad
y menos rotación
Son significativas las modificaciones que se introducen en el
contrato eventual relacionadas con las facultades de ordenación
del mismo atribuidas a la negociación colectiva por la reforma de
1994, que ahora se corrigen acogiendo las propuestas del AIEE.
Se mantiene la definición del objeto, la duración máxima y el
periodo de referencia dentro del cual podrá concertarse el contrato, pero atribuyendo funciones ordenadoras a la negociación
colectiva en estos tres aspectos. Además, mientras que en la anterior regulación se confería al convenio colectivo sectorial, sin más
especificación, la posibilidad de modificar la duración máxima o el
periodo dentro del cual se podría concertar el contrato eventual
atendiendo al carácter estacional de la actividad en que las circunstancias que justificaban el contrato podían producirse, ahora se precisa que tal competencia la tendrá el convenio colectivo de ámbito
sectorial estatal o, en su defecto, el convenio colectivo sectorial de
265
MEMORIA 1997
ámbito inferior, lo que significa que prima el sectorial y sólo podrá
entrar a regular la duración el de ámbito inferior cuando el sectorial
estatal no haya hecho uso de tal posibilidad. Se mantiene, eso sí, la
prohibición de que los convenios de empresa puedan modificar la
duración máxima de los contratos eventuales.
Límites temporales
al contrato
eventual en los
convenios
Derogado el
contrato de “nueva
actividad”
266
Para el caso de que el convenio colectivo habilitado opte por
regular la duración máxima de la contratación eventual —de no ser
así la duración máxima será de seis meses dentro de un periodo de
doce— lo que la Ley permite, siguiendo la propuesta del AIEE, es
que el periodo de referencia se fije hasta un máximo de dieciocho
meses, dentro del cual la duración máxima de la contratación eventual no podrá superar las tres cuartas partes del citado periodo, es
decir trece meses y medio. También, por tanto cabe que, en atención al carácter estacional de la actividad en que las circunstancias
que justifican el contrato eventual se pueden producir, el convenio
sectorial estatal y, en su defecto, el sectorial inferior puedan fijar en
el periodo de referencia duraciones inferiores. Se ha previsto
además la posibilidad de que por convenio, y en este caso también
por convenio de empresa, se puedan determinar las actividades en
las que puedan contratarse trabajadores eventuales, así como fijar
criterios generales relativos a la adecuada relación entre el volumen
de esta modalidad contractual y la plantilla total de la empresa.
En coherencia con las reformas de la contratación temporal causal, las partes del AIEE acordaron proponer la desaparición del
contrato de lanzamiento de nueva actividad. En el texto del
Acuerdo no se apuntan las razones aunque cabe suponer que su
derogación responda a la idea de restablecer las tradicionales figuras de la contratación temporal. En este caso, la causa de la temporalidad del contrato se relacionaba con la asunción del riesgo
empresarial que comporta el inicio de una nueva actividad empresarial, pero tal riesgo, generalmente mayor al comienzo de toda
actividad, no se excluye en absoluto a lo largo de la misma al ser
inherente a toda iniciativa empresarial, lo que llevaría a considerar
a esta modalidad de contrato temporal más próxima al desaparecido contrato de fomento de empleo temporal, con el que compartía
igual régimen en cuanto a duración mínima, máxima y prórrogas,
que a las tradicionales modalidades de la temporalidad causal. La
nueva redacción del artículo 15 ET suprime en consecuencia, el
contrato temporal de lanzamiento de actividad.
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
3.1.4. Retoques en la regulación del contrato a tiempo parcial
Las propuestas que el AIEE realiza con relación a los contratos
a tiempo parcial se centran en tres aspectos: la recuperación del
contrato fijo-discontinuo, que perdió identidad como tal por la
regulación del contrato a tiempo parcial en la reforma de 1994; la
equiparación en protección social de los trabajos a tiempo parcial
de duración marginal (de servicios inferiores a 12 horas semanales
o 48 al mes); y la potenciación del contrato de relevo en el marco
de la negociación colectiva.
La recuperación del contrato fijo discontinuo se lleva a cabo
incorporando la denominación al enunciado de la Ley de Estatuto
de los Trabajadores (art. 12 ET). La virtualidad de la reforma en
relación con los aspectos más problemáticos, en especial los que
derivan de su confusión práctica con el contrato eventual y el contrato a tiempo parcial, requerirá ulteriores desarrollos reglamentarios, que por el momento no se han producido.
Recuperado
el “fijo
discontinuo”
La equiparación en protección social de los contratos a tiempo
parcial de duración inferior a 12 horas a la semana o 48 horas al
mes conlleva la supresión en el texto del Estatuto de los Trabajadores
de la referencia a este tipo de contratación de duración marginal, y
obliga a adoptar las disposiciones precisas en materia de cotización, previa consulta a las organizaciones empresariales y sindicales más representativas, para hacer efectiva la cobertura de la
totalidad de las contingencias de Seguridad Social de esos contratos. También en relación con la protección social de los trabajadores contratados a tiempo parcial se plantea en el AIEE la necesidad
de que por el Gobierno, previos los análisis correspondientes, se
pongan en marcha las previsiones establecidas en la Ley General
de Seguridad Social, respecto a periodos de carencia y cómputo de
cotizaciones que permitan perfeccionar las prestaciones de protección social, así como someter al Gobierno el estudio de la regulación actual de las prestaciones por incapacidad temporal en los
contratos a tiempo parcial12.
Por Real Decreto 489/1998, de 27 de marzo, se desarrollan las previsiones
establecidas en la Ley 63/1997, respecto a la Seguridad Social de los contratos de trabajo a tiempo parcial y a otros aspectos del régimen jurídico aplicable a los mismos,
siguiendo la orientación propuesta por los agentes sociales por medio del AIEE.
12
267
MEMORIA 1997
3.1.5. Nueva redacción de los supuestos de despido objetivo
en el Estatuto de los Trabajadores
Mayor precisión
del despido
objetivo
El AIEE trata de dar solución al problema planteado por la poco
satisfactoria redacción que en la reforma de 1994 se dio a la nueva
tipología de despidos objetivos por razones económicas, técnicas,
organizativas o productivas que, por primera vez, se sometió al procedimiento de control judicial. La figura extintiva creada por la
norma resultó polémica desde un principio, dados los problemas
aplicativos a que dio lugar en la jurisdicción social el enjuiciamiento
de cuestiones que tienen que ver con decisiones de gestión económica y estrategia empresarial, vinculadas al mismo tiempo con la salvaguarda de los derechos individuales y colectivos de los trabajadores,
en un sistema laboral en el que las decisiones de extinción del contrato de trabajo son causales, esto es, exigen una justificación justa.
A las dificultades aplicativas coadyuvó una redacción de la norma
poco precisa que, por tanto, propiciaba interpretaciones dispares.
En Memorias precedentes se han puesto de manifiesto los problemas suscitados por el tratamiento legal del despido objetivo en el
artículo 52.c), en relación con el artículo 51.1 del Estatuto de los
Trabajadores. El AIEE hace frente a este problema, para lo cual propone al Gobierno una nueva redacción de la norma con la que los firmantes estiman se puede dar solución a la dispar y no siempre predecible
interpretación del precepto, que se ha venido sucediendo desde que la
reforma de 1994 diseñara esta nueva tipología de despido.
Como consecuencia de ello se ha dado nueva redacción al apartado c) del artículo 52 de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, de
manera tal que, manteniendo el anterior texto en lo referido a la acreditación de las causas económicas, las cuales justificarán la decisión
extintiva del contrato “a fin de contribuir a la superación de situaciones económicas negativas”; se ha modificado respecto a las demás
causas de tal forma que la decisión extintiva se justificará por “causas técnicas, organizativas o de producción, para superar las dificultades que impidan el buen funcionamiento de la empresa, ya sea por
su posición competitiva en el mercado o por exigencias de la demanda, a través de una mejor organización de los recursos”.
Junto a la nueva redacción de las causas del despido objetivo, el
AIEE incorpora una propuesta significativa en materia de control
268
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
de este mismo tipo de despido objetivo en virtud de la cual se posibilita a la negociación colectiva la articulación de procedimientos
de información y seguimiento de los despidos objetivos en los
correspondientes ámbitos. La propuesta ha sido trasladada a la Ley
mediante la adición de una nueva disposición al Estatuto de los
Trabajadores (art. 85.2 ET).
3.1.6. El AIEE y las Empresas de Trabajo Temporal
Es manifiesto en el AIEE el interés por perfeccionar el marco
actual de regulación de la actividad de las Empresas de Trabajo
Temporal (ETT), en particular en algunos aspectos relativos a
determinadas condiciones de trabajo, como la contratación, el ejercicio de derechos colectivos y de información y la salud laboral. A
tal fin, el AIEE contempla “el establecimiento, con carácter de
urgencia, de un Grupo Tripartito, con la participación de la
Administración y de los agentes sociales, para analizar el funcionamiento del sector, definir la información estadística necesaria y
mejorar todos aquellos aspectos que permitan un mejor funcionamiento de las Empresas de Trabajo Temporal”.
Como propuestas concretas en relación con las ETT se realizan
las siguientes:
Un sector en
revisión
• Promover el diseño estadístico de los contratos de trabajo en
el entorno de las ETT.
• Impulsar la elaboración del Reglamento sobre actividades y
trabajos peligrosos para la seguridad o la salud.
• Promover la elaboración de un plan de actuación de la
Inspección de Trabajo respecto a las ETT.
• Promover la elaboración de un Real Decreto que fije un
modelo de contrato de trabajo temporal para las ETT, que clarifique la situación respecto a su relación con la causa alegada
en el contrato de puesta a disposición.
• Promover las modificaciones legales necesarias para garantizar el desarrollo del derecho de información de los representantes de los trabajadores de las empresas usuarias, sobre cada
269
MEMORIA 1997
contrato de puesta a disposición que las mismas celebren y el
motivo de su utilización.
• Estudiar las actividades que por sus especiales características
requerirían un tratamiento específico de las ETT.
• Atribuir la representación de los trabajadores en misión,
mientras ésta dure, a los representantes de los trabajadores de
las empresas usuarias a efectos de formular cualquier reclamación en relación con las condiciones de ejecución de la
actividad laboral, en todo aquello que atañe a la prestación de
sus servicios en éstas.
Esta última propuesta ha sido ya materializada mediante la
correspondiente modificación de la Ley de Empresas de Trabajo
Temporal13.
3.1.7. Tiempo de trabajo y empleo en el AIEE
Al AIEE no le resulta ajeno el debate sobre el tiempo de trabajo y su relación con el empleo, sobre el que esboza líneas de trabajo futuras. En este sentido, los firmantes reconocen la ne-cesidad
y oportunidad de que durante el primer año de vigencia del
Acuerdo se estudie todo lo relacionado con la gestión del tiempo
de trabajo, la duración y redistribución de la jornada, orientada a
contribuir a la mejor evolución del empleo y del funcionamiento
de las empresas. De manera más concreta, se propone solicitar al
Gobierno la apertura de un proceso de consultas con el fin de
establecer el procedimiento de aplicación de la previsión legal
contenida en el Estatuto de los Trabajadores (art. 35.2 ET) que
faculta al Gobierno para “suprimir o reducir el número máximo
de horas extraordinarias por tiempo determinado, con carácter
general o para ciertas ramas de actividad o ámbitos territoriales,
para incrementar las oportunidades de colocación de los trabajadores en paro forzoso”. Además de lo anterior, se realiza un llamamiento a que en la negociación colectiva se aborden estas
cuestiones.
13
La Ley 63/1997, de 26 de diciembre, y antes el Real Decreto Ley 8/1997, de
16 de mayo, han dado nueva redacción al artículo 17 de la Ley 14/1994, de 1 de
junio, por la que se regulan las empresas de trabajo temporal.
270
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
3.1.8. La Comisión Mixta de Seguimiento del AIEE:
funciones, compromisos cumplidos y tareas pendientes.
Con el fin de interpretar y aplicar lo pactado y, en definitiva,
velar por el cumplimiento de las obligaciones que ambas partes
asumen en el Acuerdo, se constituye una Comisión mixta integrada
por seis miembros de cada parte. La Comisión se dota de un reglamento de funcionamiento, y se compromete a elaborar un calendario de actuaciones y celebrar al menos cuatro sesiones anuales.
El grueso de las propuestas del Acuerdo implican modificaciones
legislativas que ya han sido convertidas en normas legales, pero existen otras propuestas en el AIEE que no se agotan con la elaboración
de la norma correspondiente, sino que necesitan el complemento de
otras medidas, bien sean desarrollos reglamentarios de la ley previstos
en el Acuerdo, estudios previos sobre aspectos relacionados con las
materias que se tratan en el Acuerdo que en el futuro se deberán abordar, o evaluaciones sobre el impacto de las medidas ya adoptadas. La
Comisión de seguimiento del AIEE asume, por tanto, funciones que
van más allá de la interpretación, aplicación y vigilancia del cumplimiento de las obligaciones asumidas por cada parte, entre las cuales
destacan las relacionadas con las propuestas que podrán ser dirigidas
a la Administración Pública a fin de mejorar la eficacia del sistema de
contratación, además de otras no menos importantes, debiéndose
resaltar los siguientes cometidos asumidos por los firmantes:
Propuestas
permanentes a la
Administración
• Instar la actuación de las organizaciones representativas ante
el Consejo General de Formación Profesional a fin de cumplir
las previsiones del Acuerdo referidas a la formación de los
trabajadores con contrato formativo.
• Proponer al Gobierno las medidas previstas para mejorar la
protección social de los trabajadores con contratos formativos,
en especial la cobertura de la prestación económica por incapacidad temporal.
• Efectuar los análisis precisos que permitan el seguimiento de
la evolución de los contratos eventuales y temporales en general, a cuyo efecto podrán recabar los datos e informes pertinentes de las correspondientes instituciones, pudiendo
proponer al Gobierno medidas correctoras.
271
MEMORIA 1997
• Dirigirse al Gobierno a efectos de que se estudie el actual
marco de protección social de los trabajadores contratados a
tiempo parcial.
• Dirigirse al Gobierno para estudiar medidas tendentes al
fomento de la contratación indefinida y del contrato de relevo.
• Evaluar los resultados de la aplicación del contrato para el
fomento de la contratación indefinida y, en función de ello,
proponer lo que se estime conveniente respecto de su continuidad.
A estas tareas se suman las que se derivan de lo acordado en
relación a las empresas de trabajo temporal y el tiempo de trabajo
que antes se han descrito.
Transcurridos los siete primeros meses de aplicación de la
nueva legislación en materia de contratación y tal como se preveía
en el Acuerdo, la Comisión de Seguimiento elaboró un primer
informe, que será tratado en el epígrafe siguiente. El balance que se
realizó en relación con otras materias se expone así mismo en el
epígrafe 3.3.
3.1.9. Incentivos en materia de Seguridad Social y Fiscales
para el fomento de la contratación indefinida
Respondiendo a las orientaciones del AIEE, los incentivos a
la contratación han sido objeto de una nueva regulación en la
que, aunque se mantienen transitoriamente algunos dirigidos a
colectivos específicos, se ha perseguido concentrar los recursos
financieros en el fomento del empleo indefinido. Los incentivos
se concretan en bonificaciones en las cuotas empresariales a la
Seguridad Social y exenciones fiscales14. Con el fin de no afectar a los ingresos de la Seguridad Social, los incentivos en materia de cotización se financian con cargo a las correspondientes
partidas presupuestarias del Instituto Nacional de Empleo (cuadro II-17).
14
Los incentivos vienen regulados en el Real Decreto Ley 9/1997, de 16 de
mayo (BOE 17 de mayo) y posteriormente en la Ley 64/1997, de 26 de diciembre
(BOE 30 de diciembre).
272
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
CUADRO II-17
INCENTIVOS A LA CONTRATACIÓN A PARTIR DEL 17 DE MAYO DE 1997
FOMENTO A LA CONTRATACIÓN INDEFINIDA1
CONTRATACIÓN INDEFINIDA INICIAL
Colectivos
Incentivos
• Jóvenes desempleados
Bonificación del 40 por 100
No se computarán como
menores de 30 años
en la cuota empresarial a la
asalariados durante los 2 años
• Desempleados inscritos en la Seguridad Social por
siguientes a su contratación, a
oficina de empleo por un
contingencias comunes
efectos de determinar el
periodo de, al menos, doce
durante los dos primeros años
rendimiento neto de las
meses.
del contrato.
actividades a las que resulta
aplicable y por las que no se
• Desempleados mayores de
Bonificación del 60 por 100 de haya renunciado a la
45 años.
la cuota empresarial a la
modalidad de signos, índices o
Seguridad Social por continmódulos del método de
gencias comunes durante los
estimación objetiva del
dos primeros años del contrato
Impuesto sobre la Renta de las
y de un 50 por 100 durante el
Personas Físicas.
resto de la vigencia del mismo.
Bonificación del 60 por 100 de
• Mujeres desempleadas de
larga duración en profesiones la cuota empresarial a la
Seguridad Social por continu oficios en los que el
gencias comunes durante los
colectivo femenino se halle
dos primeros años de contrato.
subrepresentado.
CONTRATACIÓN INDEFINIDA POR TRANSFORMACIÓN
DE CONTRATOS TEMPORALES
Colectivos
• Trabajadores con contratos
de duración determinada o
temporal, cualquiera que
sea la modalidad objeto de
transformación, celebrados
con anterioridad al 17 de
mayo de 1997.
• Contratos de aprendizaje,
prácticas, para la
formación, de relevo y de
sustitución por anticipación
de la edad de jubilación,
cualquiera que sea la fecha
de celebración.
Incentivos
Bonificación del 50 por 100
de la cuota empresarial a la
Seguridad Social por
contingencias comunes hasta
un periodo máximo de 24
meses siguientes a la
transformación en
indefinidos. Los trabajadores
cuyo contrato se haya
transformado en indefinido
durantes los 24 meses
siguientes a 17-5-97, durante
los 24 meses siguientes a
dicha transformación no se
computarán como personas
asalariadas a efectos de
determinar el rendimiento
neto de las actividades a las
que resulte aplicable y por las
que no se haya renunciado a
la modalidad de signos,
índices, módulos del método
de estimación objetiva del
IRPF.
(1) Ver Real Decreto-Ley 9/1997, de 16 de mayo por el que se regulan incentivos en materia de Seguridad Social
y de carácter fiscal para el fomento de la contratación indefinida y la estabilidad en el empleo. Asimismo, la
Ley 64/97, de 26 de diciembre, de igual enunciado.
273
MEMORIA 1997
CUADRO II-17 (Continuación)
INCENTIVOS A LA CONTRATACIÓN A PARTIR DEL 17 DE MAYO DE 1997
FOMENTO A LA CONTRATACIÓN TEMPORAL
Colectivos
Incentivos
• Desempleados de larga duraBonificación en la cuota empresarial por contingencias comunes
ción Contratados para sustituir a del 95 por 100 durante el primer año, 60 por 100 durante el
trabajadores en excedencia
segundo año y 50 por 100 durante el tercer año.
por cuidado de hijos (2).
FOMENTO A LA CONTRATACIÓN DE TRABAJADORES MINUSVÁLIDOS (3)
Modalidad de
contratación
Incentivos
• Contrato indefinido y a jornada - Subvención de 500.000 ptas. por cada contrato celebrado.
completa.
- Bonificación de las cuotas empresariales de la Seguridad
Social, incluidas las de accidentes de trabajo y enfermedad
profesional y las cuotas de recaudación conjunta durante toda la
duración del contrato en las siguiente cuantías:
• 70 por 100 por cada trabajador contratado menor de cuarenta y
cinco años.
• 90 por 100 por cada trabajador contratado mayor de cuarenta y
cinco años.
- Subvenciones para la adaptación de puestos de trabajo o
dotación de medios de protección personal hasta 150.000 ptas.
- Subvenciones para la formación profesional de los trabajadores
minusválidos.
• Indefinido como consecuencia Bonificación de 50 por 100 de la cuota empresarial a la
de la readmisión en la empresa
Seguridad Social por contingencias comunes durante un periodo
del trabajador declarado en
de dos años.
situación de incapacidad
permanente total o absoluta.
• Contratación temporal a jorna- Reducción del 75 por 100 de las cuotas empresariales a la
da completa (mínimo de 12
Seguridad Social por contingencias comunes.
meses, máximo de 3 años).
• Contratación indefinida por la Subvención de 500.000 ptas.
transformación de un contrato
Bonificación de 70 o 90 por 100 de las cuotas empresariales
de duración determinada.
a la Seguridad Social, incluidas las de accidentes de trabajo y
enfermedad profesional y las cuotas de recaudación conjunta
(desempleo y formación profesional), si el trabajador es menor o
mayor de 45 años, respectivamente, durante toda la vigencia del
contrato.
• Contratos en prácticas a jornada Reducción del 50 por 100 de la cuota empresarial de la
completa cualquiera que sea
Seguridad Social por contingencias comunes por toda
la forma de celebración.
la duración del contrato.
Contratos en aprendizaje y para Reducción del 50 por ciento de la cuota empresarial de la
la formación.
Seguridad Social prevista para estos contratos.
(2) Ver Disposición Adicional 14.ª del Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo, por el que se aprueba el
Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores.
(3) Ver Disposición Adicional Segunda de la Ley 64/1997, de 16 de mayo, que establece el derecho transitorio
aplicable a los incentivos a la contratación de trabajadores minusválidos.
Fuente: Elaboración propia a partir de la normativa citada.
274
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
3.2. LA INFLUENCIA DEL ACUERDO INTERCONFEDERAL
PARA LA ESTABILIDAD DEL EMPLEO EN LA CONTRATACIÓN
Con las limitaciones que derivan del todavía corto periodo transcurrido desde que en mayo de 1997 se introdujeron las reformas de la
contratación promulgadas para dar efectividad al AIEE, los datos
sobre contratos celebrados desde mayo a diciembre permiten realizar
una valoración positiva de los resultados en términos generales. El primer balance realizado por la Comisión de Seguimiento15 así lo pone de
manifiesto, en particular, en relación con la evolución de la contratación indefinida que califica de satisfactoria, mientras mantiene ciertas
cautelas sobre la evolución de la contratación temporal, porque al
mismo tiempo que “se ha triplicado la cifra de contratos indefinidos, lo
que implica un cambio de tendencia importante, (...) también ha
aumentado la contratación temporal (...), sin que pueda apreciarse una
reducción significativa de la tasa de temporalidad”. Para explicar este
hecho se apunta en el Informe a la negociación colectiva de 1997,
prácticamente finalizada cuando entraron en vigor las medidas de contratación, y también se señala “la posible incidencia de las prácticas
que en materia de contratación se han desarrollado en los últimos
años”. A estas razones podría añadirse un factor de estacionalidad en
el tercer trimestre del año, que entra de lleno en el período analizado
por el Informe de Seguimiento en el que se analizan datos entre mayo
y octubre.
Analizado todo el año 1997, se comprueba, en efecto, el importante aumento de la contratación indefinida, especialmente a partir del
mes de mayo (gráfico II-16). Conforme a los datos acumulados de
mayo a octubre, los contratos indefinidos representaron en media un
9,5 por 100 del total de la contratación, cuando en igual período del
año anterior significaban un 4,4 por 100, tal como se recoge en el
Informe. Al finalizar el año, el porcentaje de contratos indefinidos
sobre el total de contratos desciende un poco para situarse en el 7
por 100, a pesar de que en noviembre y diciembre siguió creciendo
la contratación indefinida, pues se suscribieron aproximadamente
cuatrocientos mil contratos indefinidos más que en los mismos meses
del año 1996. Esta pérdida de peso al concluir el año se explica, por
9,5 por 100 de
contratos
indefinidos
El primer Informe elaborado por la Comisión de Seguimiento del AIEE lleva
fecha de 13 de enero de 1998 y abarca el periodo comprendido entre mayo y octubre de 1997.
15
275
MEMORIA 1997
GRÁFICO II-16
EVOLUCIÓN DE LA CONTRATACIÓN INDEFINIDA
(Porcentaje de contratos indefinidos sobre el total de contratos)
10
9
8
Porcentajes
7
6
5
4
3
2
1996
1
1997
0
Ene.
Feb.
Mar.
Abr.
May.
Jun.
Jul.
Ago.
Sep.
Oct.
Nov.
Meses
Fuentes: INEM, Estadística de Contratos Registrados.
CUADRO II-18
CONTRATOS INDEFINIDOS POR MODALIDAD*, 1996-1997
(Número de contratos y variación anual en número y en porcentaje)
Variación 96/97
Modalidad
1996
1997
(Número)
(%)
Indefinido ordinario
Indefinido RDL 8/1997
Tiempo parcial
Mujeres subrepresentadas
Mujeres reincorporadas
Jóvenes menores 25 años
Jóvenes 25-29 años
Mayores de 45 años
Minusválidos
Otros contratos
204.235
—
109.991
155
322
831
723
6.872
4.815
0
162.423
126.308
123.178
53
99
259
292
3.055
5.725
38
–41.812
—
13.187
–102
–223
–572
–431
–3.817
910
38
–20,5
—
12,0
–65,8
–69,3
–68,8
–59,6
–55,5
18,9
—
Total contratos nuevos
327.944
421.430
93.486
28,5
26.428
286.051
259.623
982,4
354.372
707.481
353.109
99,6
Conversiones
Total contratos indefinidos
* Susceptible de duración indefinida.
Fuente: INEM, Estadística de Contratos Registrados.
276
Dic.
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
ello, no por el hecho de que al final de año se hubiera frenado la contratación indefinida, sino porque aunque siguió creciendo también en
dichos meses creció fuertemente la contratación temporal y en este
caso probablemente por razones de carácter estacional. El dato significativo es que al terminar 1997 el porcentaje de contratos indefinidos
sobre los temporales se había incrementado tres puntos respecto a
1996, gracias a que el número de los primeros era casi el doble que en
ese año (cuadro II-18).
3.2.1. Contratación temporal causal
Junto a la contratación indefinida también ha crecido en 1997 la
contratación temporal que, respecto a 1996, aumenta un 13,5 por
100, sin que la tasa de temporalidad registre apenas reducción,
como se señaló en el apartado II-2.
CUADRO II-19
CONTRATOS REGISTRADOS POR MODALIDAD, 1994-1997
(Número de contratos)
Modalidad
1994
1995
1996
1997
Indefinido ordinario
Indefinido RDL 8/1997
Indefinido por conversión de temporales
Obra/servicio
Eventual
Interinidad
Lanzamiento nueva actividad1
Temporal fomento empleo
Tiempo parcial
Prácticas
Aprendizaje2
Formación RDL 8/1997
Modalidades específicas3
Otros4
148.900
—
32.339
2.320.883
1.421.466
307.374
181.980
266.500
935.428
50.962
208.975
—
21.179
140.993
212.826
—
27.063
2.356.046
2.243.449
403.832
372.467
56.816
1.241.508
69.975
179.072
—
23.484
143.556
204.235
—
26.428
2.523.626
2.784.008
465.595
403.341
44.314
1.626.233
70.054
184.577
—
25.082
270.054
162.423
126.308
286.051
2.766.097
3.466.336
533.321
183.466
19.528
1.983.029
81.056
73.593
82.558
19.516
307.500
Total
6.040.602
7.330.094
8.627.547
10.093.565
(1) El contrato de lanzamiento de nueva actividad a partir del 17 de mayo de 1997 ha sido derogado por el Real
Decreto Ley 8/1997, de 16 de mayo.
(2) El contrato de aprendizaje ha sido sustituido desde el 17 de mayo de 1997 por el contrato de formación.
(3) Para mujeres subrepresentadas y reincorporadas, jóvenes, mayores de 45 años, minusválidos, relevo y
sustitución por jubilación a los 64 años, excepto en 1997 en que no se incluyen los de relevo.
(4) Otras modalidades y contratos con errores de forma que no permiten su clasificación en ninguna de las expresadas.
Fuente: INEM, Estadística de Contratos Registrados.
277
MEMORIA 1997
En 1997 se celebraron 723.078 contratos temporales causales más
que en 1996 (cuadro II-19). En esta cifra no se incluyen los contratos
temporales causales —obra o servicio, lanzamiento de actividad,
eventuales e interinos— celebrados a tiempo parcial. Desde mayo a
diciembre, derogado el contrato de lanzamiento de nueva actividad,
considerando las tres modalidades que se mantienen vigentes, sin
contar los contratos a tiempo parcial, se observa un notable aumento
en todas respecto a igual periodo de 1996. Aumentan los contratos
de obra o servicio en un 6,5 por 100, pero crece sobre todo la contratación eventual, con un 18 por 100 más de contratos celebrados,
correspondiendo las dos terceras partes del crecimiento de la contratación eventual a los contratos de duración más corta, menos de un
mes (cuadro II-20).
Fuerte aumento
del contrato
eventual
La contratación eventual desde 1996 es la de más peso en el
conjunto del sistema de contratación. Hasta 1996 no era así, porque durante la vigencia del contrato temporal no causal de
fomento del empleo —con duraciones entre 6 meses y tres
años— fue esta modalidad la que acaparó el mayor peso hasta
que su derogación, en la reforma laboral de 1994, situó a los
contratos de obra o servicio en los años que siguieron a dicha
reforma —claramente en 1994 y 1995— a la cabeza de las
modalidades contractuales superando al resto, incluidos los contratos eventuales. La situación cambia en 1996, pues en dicho
año, y por primera vez, la contratación eventual supera al resto,
aunque las distancias con los contratos de obra o servicio no fueran todavía grandes y entre ambas modalidades se repartiera el
peso de la contratación. En 1997 se amplía la distancia a favor de
los contratos eventuales, de tal forma que los mismos han pasado
a representar en el conjunto del año el 34,3 por 100 de los contratos frente al 32,2 por 100 de 1996.
El contrato de obra o servicio como causa o por efecto, entre
otros factores, de lo sucedido con el contrato eventual, ha perdido
peso en el conjunto del sistema al representar en 1997 el 27,4 por
100 frente al 29,2 de 1996 o el 32 por 100 de 1995.
Los contratos de interinidad también aumentan en 1997 un 12,7
por 100 respecto a 1996.
278
CUADRO II-20
CONTRATOS REGISTRADOS POR DURACIÓN Y MODALIDAD, 1996-1997
(Número de contratos anual en cada caso)
1996
<=1
Modalidades
Indefinido ordinario
Obra o servicio
Eventual circ. prod.
Interinidad
Lanz. nueva actividad
Indefinido RDL 8/1997
Temporal
Temporal minusválidos
Tiempo parcial
Relevo
Sust. jubilac. 64 años
Prácticas
Aprendizaje
Formación RDL 8/1997
Mujeres subrepresentadas
Mujeres reincorporadas
Jóvenes menores 25 años
Jóvenes 25-29 años
Mayores de 45 años
Minusválidos
Minusválidos en CEE
Otros contratos
Total contratos nuevos
Conv. en indefinidos
Total contratos
>1/ <=3
>3/<=6
Duración en meses
>6/<=12 >12/<=18 >18/<=24 >24/<=30
>30
Indetermi- Indefinida
nada
2.241.026
76
270.306
Total
204.235
2.523.626 157.665
2.784.008 1.775.195
465.595 136.009
403.341
204.235
53.935
608.599
43.704
40.782
370.650
12.108
338.271
44.314
1.626.233
213
2.779
70.054
184.577
440.397
30
292.416
23
311.278
29
29
51.579
163.098
27.680
28.159
2.841
59.309
1.523
1.049
338
2.393
584
174
85
925
104
26
13
141
327
80
191
2.302
42.422
1.073
184
12
623
67.547
49
2.088
17.306
18.888
2.437
8
123
746
1.162
482
11
13
423
454
165
20
1
1.072
43
2
100
846
155
322
831
723
6.872
4.815
8.372
1.710
933
1.510
1.358
31
270.054
40.339
7.531
14.357 12.481
564
8.601.119 2.551.345 1.007.170 1.303.662 280.128 11.447
26.428
8.627.547 2.551.345 1.007.170 1.303.662 280.128 11.447
279
Fuente: INEM, Estadística de Contratos Registrados.
400.448
109.991
522
155
322
831
723
6.872
4.815
7
342
3.684
2
47
631
13
626
6.125
2.808
193.767
3.108.993
3.684
631
6.125
3.108.993
327.944
26.428
354.372
280
CUADRO II-20 (Continuación)
CONTRATOS REGISTRADOS POR DURACIÓN Y MODALIDAD, 1996-1997
(Número de contratos anual en cada caso)
1997
<=1
Modalidades
>1/ <=3
>3/<=6
Duración en meses
>6/<=12 >12/<=18 >18/<=24 >24/<=30
>30
Indetermi- Indefinida
nada
2.462.654
149
309.212
Total
Indefinido ordinario
162.423
Obra o servicio
2.766.097 160.046
57.114
51.518 31.661 1.729
Eventual cic. prod.
3.466.336 2.220.149 733.119 471.081 39.682 1.971
Interinidad
533.321 160.403
47.278
13.065
2.791
424
Lanz. nueva actividad
183.466
154.417 26.516
933
Indefinido RDL 8/1997
126.308
Temporal
17.863
17.181
353
Temporal minusválidos
1.665
1.611
35
Tiempo parcial
1.983.029 612.578 368.198 311.482 63.261 2.090
Sust. jubilac. 64 años
2.783
59.831
2.081
116
Prácticas
81.056
63.532 19.742
945
Aprendizaje
73.593
45
75.597
8.701
511
Formación RDL 8/1997
82.558
6.090
269
Mujeres subrepresentadas
53
Mujeres reincorporadas
99
Jóvenes menores 25 años
259
Jóvenes 25-29 años
292
Mayores de 45 años
3.055
Minusválidos
5.725
Minusválidos en CEE
10.033
2.648
1.089
1.025
1.675
129
Otros contratos
307.500
45.610
8.299
20.648 11.992
574
Total contratos nuevos
9.807.514 3.201.434 1.215.142 1.222.196 232.984 10.079
Conv. en indefinidos
286.051
Total contratos
10.093.565 3.201.434 1.215.142 1.222.196 232.984 10.079
Fuente: INEM, Estadística de Contratos Registrados.
162.423
722
124
86
411
286
9
22
61
367
52
40
1.128
80
6
399
11
538
248
573
5
244
13
686
4
126.308
120
38
5
501.037
571
123.178
518
24
53
99
259
292
3.055
5.725
6
466
3.670
75
621
34
692
3.082
3.427
219.106
3.496.156
3.670
621
3.082
3.496.156
38
421.430
286.051
707.481
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
3.2.2. Contratación a través de Empresas de Trabajo Temporal
Una vez consolidada la actividad de las Empresas de Trabajo
Temporal, el balance de la contratación temporal no puede obviar
los resultados de este tipo de intermediación en el mercado de trabajo. Durante 1997 se ha duplicado con creces la utilización de las
ETT como forma de reclutamiento de trabajadores temporales por
el resto de las empresas. En concreto, se han celebrado 1.299.895
contratos de puesta a disposición entre empresas usuarias y ETT,
mientras que los trabajadores cedidos se acercan al millón y son
425 las empresas autorizadas (cuadro II-21).
ETT: un millón
trescientos mil
contratos
Aun cuando por el momento no es posible adelantar datos sobre las
contrataciones laborales a que han dado lugar en 1997 dichos contratos
de puesta a disposición entre ETT y empresas usuarias16, sí es posible
estimar ya que, si en 1996 los contratos registrados por ETT supusieron en torno al 10 por 100 del total de contratos temporales causales,
en 1997 al menos el 14 por 100 de las contrataciones temporales registradas por el INEM en 1997 se han gestionado a través de ETT.
CUADRO II-21
CONTRATOS DE PUESTA A DISPOSICIÓN, ETT
DE ÁMBITO SUPERIOR A LA COMUNIDAD AUTÓNOMA1, 1994-1997
(Número anual de contratos en cada caso)
Supuestos de utilización
19942
Obra o servicio determinado
Eventual por circunstancias de producción
Sustitución de trabajadores
Proceso de selección o promoción
Total
12.654
16.778
2.462
696
32.590
85.244
145.935
21.874
2.807
255.860
159.365
343.471
49.409
4.981
557.226
425.599
761590
100621
12085
1.299.895
Trabajadores
32.587
206.432
438.688
945.823
1
2
1995
1996
1997
ETT que actúan en más de una provincia de dos o más Comunidades Autónomas, requiriendo para ello la
autorización de la Dirección General de Trabajo de la Secretaría General de Empleo.
Desde julio.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Secretaría General de Empleo, 1998.
A 4 de mayo de 1998 continúa en proceso la explotación específica de la
base de datos de contratos registrados en el INEM, mediante el cruce de dicha base
con las cuentas de cotización a la Seguridad Social de las ETT que figuran en las
“Relaciones de contratos de puesta a disposición”.
16
281
282
CUADRO II-22
CONTRATOS REGISTRADOS EN EL INEM POR EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL,
SEGÚN SEXO, POR MODALIDAD DE CONTRATO
(Número de contratos anual y porcentajes sobre el total en cada caso)
Número
Ambos sexos
Modalidad del contrato
Hombres
Mujeres
1994 (1)
1995
1996
1994 (1)
1995
1996
1994 (1)
1995
1996
Total
55.797
361.816
748.923
34.335
225.629
458.212
21.462
136.187
290.711
Indefinidos ordinarios
Obra o servicio
Eventuales por circ. de la producción
Interinidad
Tiempo parcial
Lanzamiento de nueva actividad
Otros contratos (2)
No consta
44
26.646
10.982
2.048
15.563
190
93
231
183
140.738
94.503
18.165
103.262
1.455
375
3.135
322
243.521
223.919
41.741
235.436
2.148
358
1.478
22
16.885
7.849
1.055
8.251
75
34
164
73
94.171
62.391
9.959
56.032
483
107
2.413
133
173.814
137.093
21.692
123.653
837
131
859
22
9.761
3.133
993
7.312
115
59
67
110
46.567
32.112
8.206
47.230
972
268
722
189
69.707
86.826
20.049
111.783
1.311
227
619
Distribución porcentual
Ambos sexos
Hombres
Modalidad del contrato
Total
Indefinidos ordinarios
Obra o servicio
Eventuales por cc. de la producción
Interinidad
Tiempo parcial
Lanzamiento de nueva actividad
Otros contratos (2)
No consta
1994 (1)
100
0,1
47,8
19,7
3,7
27,9
0,3
0,2
0,4
1995
1996
1994 (1)
100
100
100
0,1
38,9
26,1
5
28,5
0,4
0,1
0,9
0
32,5
29,9
5,6
31,4
0,3
0
0,2
0,1
49,2
22,9
3,1
24
0,2
0,1
0,5
(1) Desde Julio.
(2) Otras modalidades susceptibles de contratación por las ETT.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Anuario de Estadísticas Laborales, 1997.
1995
100
0
41,7
27,7
4,4
24,8
0,2
0
1,1
Mujeres
1996
100
0
37,9
29,9
4,7
27,7
0,2
0
0,2
1994 (1)
1995
100
100
0,1
45,5
14,6
4,6
34,1
0,5
0,3
0,3
0,1
34,2
23,6
6
34,7
0,7
0,2
0,5
1996
100
0,1
24
29,9
6,9
38,5
0,5
0,1
0,2
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Con respecto a las características de las contrataciones realizadas a través de ETT, dado que la Estadística aparece casi con un
año de retraso, sólo cabe retrotraerse a lo acaecido en 1996, año en
el que, por lo que respecta a las modalidades de contratación utilizadas, se elevó la proporción de eventuales por circunstancias de la
producción hasta representar un tercio del total, al igual que los
contratos a tiempo parcial. Paralelamente, descendieron en términos relativos los contratos de obra o servicio que pasaron a suponer
el 32,5 por 100, casi siete puntos menos que en el año anterior,
siguiendo la tendencia general de la contratación temporal causal
que se apreció ya en 1996 y se ha visto reforzada en 1997 como ya
se ha apuntado (cuadro II-22). En cuanto a la duración aproximada
de los contratos registrados por ETT en 1996, prácticamente la
mitad tuvieron una duración de un mes o inferior a un mes, mientras que se sigue desconociendo la duración efectiva de prácticamente la otra mitad, clasificados como “de duración
indeterminada” (cuadro II-23). Por lo que concierne al nivel de
estudios terminados de los trabajadores contratados, aunque los
titulados de grado medio y superior hayan experimentado un notable incremento, que hace que supongan ya en torno al 7 por 100 del
total de trabajadores contratados por esta vía (con una notoria
mayor presencia de mujeres en ambos grupos), más del 70 por 100
de estos trabajadores tiene un nivel de estudios terminados igual o
inferior a BUP (cuadro II-24).
Para un mes o
menos
3.2.3. Contratos formativos
La nueva modalidad de contrato de formación creada por el AIEE
ha sido menos utilizada de lo que lo fue el contrato de aprendizaje al
que sustituye. Las razones de este menor uso se encuentran en la
nueva configuración legal del contrato de formación, que reduce el
universo de posibles destinatarios al rebajar la edad en que puede ser
suscrito desde los 25 a los 21 años, porque en el tramo de edad —1621— en que puede suscribirse es menor la tasa de actividad.
Además, los incentivos a la contratación indefinida, previsiblemente
hacen que se contraten bajo las nuevas formas de contrato indefinido
a trabajadores jóvenes que antes se contrataban como aprendices. Si
se comparan los contratos de aprendizaje celebrados hasta mayo y
los nuevos contratos formativos celebrados de mayo a diciembre, se
comprueba que se han realizado un 15 por 100 menos de contratos de
formación para la inserción laboral que en 1996 en los mismos periodos.
Sólo un tercio de
mujeres
contratadas
283
284
CUADRO II-23
CONTRATOS REGISTRADOS EN EL INEM POR EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL SEGÚN SEXO,
POR DURACIÓN DEL CONTRATO, 1994-1996
(Número de contratos anual y porcentajes sobre el total en cada caso)
Ambos sexos
Duración del contrato 1994 (1) %
Total
De 1 mes o menos
De 1 a 3 meses
De 3 a 6 meses
De 6 meses a 1 año
Más de 1 año
Indeterminada
Indefinida
55.797 100
3.084 5,5
1.126 2,0
631 1,1
100 0,2
12 0,0
50.709 90,9
135
1995
%
361.816 100
21.788 5,5
8.817 2,1
6.398 1,0
791 0,1
51 0,0
323.472 91,1
499 0,2
Hombres
1996
% 1994(1) %
748.923 100
354.306 47,3
34.075 4,5
14.277 1,9
1.314 0,2
201 0,0
344.076 45,9
674 0,1
34.335 100
1.873 5,5
713 2,1
347 1,0
44 0,1
6 0,0
31.272 91,1
80 0,2
1995
%
225.629 100
13.433 6,0
5.447 2,4
3.586 1,6
373 0,2
32 0,0
202.464 90,0
294 0,1
(1) Desde julio.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Anuario de Estadísticas Laborales, 1996.
Mujeres
1996
% 1994(1) %
458.212 100
207.381 45,3
19.957 4,4
8.335 1,8
693 0,2
109 0,0
221.431 48,3
306 0,1
21.462 100
1.211 5,6
413 1,9
284 1,3
56 0,3
6 0,0
19.437 91,0
55 0,3
1995
%
136.187 100
8.355 6,1
3.370 2,5
2.812 2,1
418 0,3
19 0,0
121.008 88,9
205 0,2
1996
%
290.711 100
146.925 50,5
14.117 4,9
5.943 2,0
621 0,2
92 0,0
122.645 42,2
368 0,1
CUADRO II-24
CONTRATOS REGISTRADOS EN EL INEM POR ETT, SEGÚN SEXO,
POR NIVEL DE ESTUDIOS TERMINADOS, 1994-1996
(Número de contratos anual y porcentajes sobre el total en cada caso)
Estudios
terminados
Total
Sin estudios
E. primarios
sin certificado
Certificado
escolaridad
EGB
BUP
Formación
Profesional
Titulación Grado
medio
Titulación Grado
superior
Ambos sexos
1994(1) %
55.797 100
2.579 4,6
1.129
2,0
13.356
25.080
3.943
1995
%
361.816 100
5.271 1,5
1.671
Hombres
1996
% 1994(1) %
748.923 100
356 0,0
34.335 100
1.626 4,7
830
2,4
1995
%
225.629 100
3.204 1,4
1.110
1996
% 1994(1) %
458.212 100
181 0,0
0,6
299
1,4
%
136.187 100
2.067 1,5
561
0,4
1996
%
290.711 100
175 0,1
4.653 0,6
24,0
45,0
7,1
67.035 19,0
203.049 56,0
25.080 6,9
149.677 20,0
293.080 39,0
132.892 18,0
8.923 26,0
15.932 46,0
1.931 5,6
44.888 19,9
126.304 56,0
13.373 5,9
102.431 22,4
192.090 41,9
70.651 15,4
4.433 20,7
9.148 42,6
2.012 9,4
22.147 16,3
76.745 56,4
11.707 8,6
47.246 16,3
100.990 34,7
62.241 21,4
8.131
15,0
49.877 14,0
113.591 15,0
4.404 13,0
32.475 14,4
69.437 15,2
3.727 17,4
17.402 12,8
44.154 15,2
815
1,5
5.376
1,5
26.837 3,6
391
1,1
2.394
1,1
9.903
2,2
424
2,0
2.982
2,2
16.934
5,8
764
1,4
4.457
1,2
27.837 3,7
298
0,9
1.881
0,8
10.731
2,3
466
2,2
2.576
1,9
17.106
5,9
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Anuario de Estadísticas Laborales, 1996.
2.788
21.462 100
953 4,4
1995
0,5
(1) Desde julio.
0,5
Mujeres
1.865
0,6
285
MEMORIA 1997
Pero esta primera apreciación no debe llevar a minusvalorar las cifras
de nuevos contratos de formación suscritos desde que entra en vigor
el AIEE porque, considerando las distintas poblaciones susceptibles
de ser contratadas en una y otra modalidad, menor en el nuevo contrato, el peso de cada una de las modalidades entre mayo y diciembre
de cada año ha sido prácticamente el mismo: en torno al 2 por 100 en
ambos casos. Por tanto, la valoración global de cómo ha funcionado
la nueva figura sería más positiva de lo que a simple vista podría
parecer. En cuanto a la distribución por sexo, del total de 82.558 contratos de formación registrados hasta diciembre, sólo un tercio fueron
suscritos por mujeres.
La otra modalidad de contrato formativo, el contrato en prácticas, ha
crecido ligeramente en 1997 y en este caso la proporción de varones y
mujeres es similar: 48 por 100 de mujeres y 52 por 100 de varones.
3.2.4. Contratos a tiempo parcial
En tres años se
duplica el tiempo
parcial
La contratación a tiempo parcial17 ha vuelto a experimentar un
fuerte crecimiento, que se suma al que se viene registrando
desde la reforma de 1994. Si en 1994 se llegaron a celebrar el
doble de contratos a tiempo parcial que en 1991, en 1997 los
contratos a tiempo parcial son más del doble de los que se contabilizan para el año 199418. En relación a 1996, los contratos a
tiempo parcial crecieron un 18 por 100 en 1997, si bien su peso
en el conjunto de la contratación descendió ligeramente (en
torno a un punto).
El 89 por 100 de los casi dos millones de contratos a tiempo
parcial suscritos se realizaron en el sector servicios y el 58 por
17
Los datos que se utilizan, procedentes del Registro de contratos del INEM,
incluyen todos los celebrados a tiempo parcial bajo la normativa que regula este
tipo de contratación, sea por tiempo indefinido, por duración determinada o tengan
la condición de fijos discontinuos, con independencia de que la frecuencia de prestación de servicios sea de un determinado número de horas al día, a la semana, al
mes o al año. También se incluyen los contratos de relevo. Las partes firmantes del
AIEE han pedido al Gobierno que desagrege los datos y mejore la estadística de
los contratos a tiempo parcial, al considerar que el contrato a tiempo parcial no es
una modalidad de contratación que se sume a las demás, sino que es una modalidad de ejecución (referida a la duración de la jornada de trabajo) que puede adoptar
cualquier tipo de contrato.
18
Memorias del Consejo Económico y Social 1994, 1995 y 1996.
286
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
100 fueron suscritos por mujeres, la misma proporción que en
el año anterior, siendo las ocupaciones principalmente contratadas entre la población femenina empleos no cualificados del
sector servicios, servicio doméstico, limpieza y similar (24 por
100), seguidas de las de tipo administrativo (19 por 100), hostelería y servicios personales (17 por 100) y comercio (16 por
100). En el caso de los varones, se diversifican más las ocupaciones, aunque también se localizan en mayor medida en trabajos poco cualificados, en especial en tareas de peonaje de todo
tipo, además de en hostelería y en tercer lugar en empleos
administrativos.
Del total de contrataciones a tiempo parcial realizadas en 1997,
sólo el 6 por 100 lo fueron con carácter indefinido y en cuanto a la
duración de los no indefinidos, las dos terceras partes tuvieron
duración inferior a los seis meses.
3.2.5. La contratación indefinida, usada
para estabilizar plantillas
Entre mayo y diciembre de 1997 se suscribieron 574.782 contratos indefinidos, cifra que triplica a los celebrados en igual periodo de 1996. Del total de contratos indefinidos celebrados, 412.359
corresponden a nuevos contratos indefinidos —fomento de contratación indefinida y conversión de contratos temporales—.
Considerando el total de trabajadores contratados temporalmente y
parados en el momento de la entrada en vigor de los nuevos contratos indefinidos, se habría beneficiado por los resultados del AIEE,
el 7,2 por 100 de los trabajadores, es decir, siete de cada cien. Las
nuevas contrataciones han beneficiado en mayor medida a quienes
estaban contratados temporalmente, porque han sido más los contratos celebrados procedentes de conversiones de contratos temporales que los suscritos con trabajadores procedentes del paro. Así,
nueve de cada cien trabajadores contratados temporalmente se han
beneficiado de los nuevos contratos indefinidos (cuadro II-25). Una
primera consecuencia, puesta de manifiesto en el Informe de la
Comisión de Seguimiento, es que el AIEE está sirviendo fundamentalmente para estabilizar las plantillas. También se ha de resaltar como aspecto positivo, como hace el Informe, que una tercera
parte de contratos correspondan al indefinido de fomento del
empleo dirigido a parados.
Más usado para
conversión de
temporales
287
288
CUADRO II-25
INCIDENCIA DEL ACUERDO PARA LA ESTABILIDAD DEL EMPLEO POR COLECTIVOS*
(Miles de personas, miles de contratos y porcentajes sobre el total de cada distribución y colectivo)
Colectivos susceptibles de acogerse
directamente (en el momento de
firma del acuerdo)
Distribuciones
Por sexos
Varones
Mujeres
Total
Por sectores
Agricultura
Industria
Construcción
Servicios
Parados + 3 años
Primer empleo
Total
Por edades
De 16 a 19 años
De 20 a 24 años
De 25 a 29 años
De 30 a 45 años
Más de 45 años
Total
Por tipo de contrato
Obra o servicio
Interinidad
Lanzamiento de nueva actividad
Temporales de fomento empleo
Formac., Prácticas y Aprendiz.
Eventuales y resto de contratos
Total
Acogidos entre el 17 de mayo y el 31 de diciembre de 1997
(Como indefinidos de fomento del empleo)
Reparto dentro % sobre el colecProcedentes del paro Conversiones
Total
de cada colectivo tivo susceptible de
(Miles)
(Miles)
(Miles)
(%)
acogerse
Temporales
(Miles)
Parados
(Miles)
Total
(Miles)
1.933,1
1.256,8
3.189,9
1.229,6
1.307,2
2.536,8
3.162,7
2.564,0
5.726,7
83,9
42,4
126,3
192,2
93,9
286,1
276,0
136,3
412,4
66,9
33,1
100,0
8,7
5,3
7,2
286,9
632,0
556,3
1.714,7
435,8
866,7
777,2
2.461,0
479,2
706,9
5.726,8
2,2
26,3
10,8
87,0
3,2
70,3
20,3
192,3
5,3
96,6
31,1
279,3
1,3
23,4
7,5
67,7
1,2
11,1
4,0
11,4
3.189,9
148,9
234,7
220,9
746,3
479,2
706,9
2.536,9
126,3
286,1
412,4
100,0
7,2
210,8
807,1
677,9
1.033,9
460,2
3.189,9
315,3
759,0
655,6
218,6
588,4
2.536,9
526,1
1.566,1
1.333,5
1.252,5
1.048,6
5.726,8
5,7
36,3
41,6
6,9
35,8
126,3
7,2
67,6
88,0
94,5
28,8
286,1
12,9
103,9
129,6
101,4
64,6
412,4
3,1
25,2
31,4
24,6
15,7
100,0
2,4
6,6
9,7
8,1
6,2
7,2
52,5
3,1
69,3
13,0
41,3
106,8
286,1
52,5
3,1
69,3
13,0
41,3
106,8
286,1
18,4
1,1
24,2
4,5
14,4
37,3
100,0
8,4
2,7
11,6
6,5
35,0
7,0
9,0
624,0
116,8
600,0
200,0
117,9
1.531,2
3.189,9
624,0
116,8
600,0
200,0
117,9
1.531,2
3.189,9
En la columna de parados se han considerado sólo los de larga duración.
Incluye el Tiempo Parcial.
* El mismo cuadro con datos hasta el 17 de noviembre de 1997 aparece en el Informe de Seguimiento del Acuerdo de 13 de enero de 1998.
Fuente: Elaborado a partir de datos del INEM y el INE.
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
En la distribución por sexo de los nuevos contratos se observa que
han beneficiado más a los varones, porque atendiendo a los trabajadores susceptibles de acogerse a la nueva contratación indefinida, siete
de cada cien contratos se han celebrado con varones y tres de cada
cien con mujeres. Si se considera el colectivo potencial distribuido
por sexos, el resultado varía un poco y lo que se observa es que se han
beneficiado un 8,7 por 100 de varones y un 5,8 por 100 de mujeres.
Por edades, el 31 por 100 de los contratos indefinidos se han realizado con jóvenes de entre 25 y 29 años. Les siguen, con un 25 por 100
en cada grupo, las franjas de edad entre 20 y 24 y de 30 a 45 años.
Dentro de esta última, es muy reducido el número de contratados procedentes del paro (6,9 por 100) aunque ello se compensa con los contratos indefinidos ordinarios que en este mismo tramo de edades tiene
más peso. Los parados mayores de 45 años se benefician en mayor
medida de los contratos de fomento de empleo indefinido (15,7 por
100). Este grupo es el único en el que los parados contratados como
indefinidos superan en número a los contratos indefinidos procedentes
de conversiones de contratos temporales, lo que es consecuencia de los
mayores incentivos que en este supuesto tiene el contrato. Los más
jóvenes —entre 16 y 19 años—, excluidos parcialmente del acceso a
los nuevos contratos desde el desempleo, si son menores de 18 años y
no son parados de larga duración, son los menos afectados por la contratación indefinida (3,1 por 100 de los contratos).
Más beneficiados
Por nivel de estudios terminados predomina en los nuevos contratos indefinidos del fomento de empleo el nivel de EGB, seguido del
certificado de escolaridad en el caso de los varones y del BUP en el
caso de las mujeres. En general, es mayor el nivel de formación de
las mujeres que acceden a los contratos indefinidos que el de los
hombres, de tal manera que mientras el 81 por 100 de las mujeres
contratadas posee titulación de EGB y superiores, porcentaje que se
eleva al 84 por 100 en los contratos procedentes de conversiones, en
el caso de los varones estos porcentajes son del 67 y el 72 por 100,
según se trate de contratación inicial o de conversión de contratos
temporales en indefinidos, pero en ambos casos para los varones con
claro predomio de la EGB y el certificado de escolaridad.
Para empleos
los mayores de
45 años
poco cualificados
El sector servicios acoge la mayor parte de los nuevos contratos
indefinidos (67,7 por 100), seguido por el sector industrial (23,4
por 100). En ambos es similar el porcentaje de contratos sobre el
289
MEMORIA 1997
colectivo potencialmente beneficiario. La construcción ocupa el
tercer lugar en número de contratos (4 por 100), lo que se explica
por las características del sector tratándose de contratos indefinidos. En agricultura, la contratación indefinida ha afectado al 1,2
por 100 de los posibles destinatarios.
Conversión en
empresas pequeñas
Las conversiones de contratos temporales han afectado principalmente a la contratación eventual, pues más de un tercio (37,3
por 100) de los contratos indefinidos concertados lo han sido con
trabajadores que tenían un contrato eventual; les siguen en número
de conversiones los contratos de lanzamiento de actividad que la
reforma deroga y, en tercer lugar, los de obra o servicio (18,4 por
100). Las modalidades de prácticas y formación, aunque ocupan el
cuarto lugar por número de conversiones (14,4 por 100), son las
más beneficiadas si se considera el colectivo susceptible de acogerse al nuevo contrato, y en este caso lo que se comprueba es que la
tercera parte del mismo en el periodo analizado —mayo a diciembre de 1997— ha alcanzado la estabilidad de su contrato.
La mayor parte de los contratos, por último, se han realizado en
empresas pequeñas, de menos de 25 trabajadores, tanto en los
supuestos de contratación indefinida inicial como en las conversiones desde la contratación temporal.
En resumen, coincidiendo con lo que se señala en el primer
Informe de la Comisión de Seguimiento, se puede afirmar que “el perfil más habitual de las personas que han sido contratadas por el
momento bajo la nueva forma contractual es varón, de entre 25 y 45
años, contratado temporal en una pequeña empresa del sector servicios y con una titulación académica baja”.
3.3. EXTINCIONES DEL CONTRATO DE TRABAJO
En anteriores ediciones de la Memoria se han analizado los despidos como salidas del mercado de trabajo conjuntamente con las
entradas a través de las distintas modalidades de contratación. En la
presente edición, el Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad en
el Empleo resulta de obligada referencia en el análisis de la evolución de la contratación, de ahí que se haya abordado la contratación
al tratar el primer balance de seguimiento del Acuerdo. Debido a
ello se dedica este epígrafe a los despidos para tratar las extincio-
290
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
nes del contrato por despidos realizados en las tres vías institucionales, conciliación administrativa, expedientes administrativos de
regulación de empleo y jurisdicción laboral.
3.3.1. Regulaciones de empleo
A efectos estadísticos, bajo el concepto de regulación de empleo
se recogen los datos de los expedientes presentados ante la
Administración estatal o autonómica a instancias de la empresa o
de los representantes de los trabajadores para adoptar modificaciones colectivas de los contratos de trabajo —suspensiones temporales y/o reducciones de jornada—, así como extinciones de los
mismos por despido colectivo que afecten a toda o a parte de la
plantilla según los parámetros establecidos legalmente19, considerando también las extinciones debidas a jubilaciones anticipadas,
cuando concurren causas económicas, técnicas, organizativas, de
producción o de fuerza mayor, o por extinción de la personalidad
jurídica del contratante.
En 1997 siguió descendiendo (un 10 por 100) el número de expedientes de regulación de empleo autorizados por las Administraciones
laborales que, en total, fueron menos de un tercio de los que se autorizaron en 1994 y casi la quinta parte que en 1993. Descienden tanto
los de extinción como los de suspensión y reducción de jornada. Los
relativos a suspensiones de contrato superan a los de extinción, lo que
no ocurría desde 1991. Disminuye sin embargo, el porcentaje de los
pactados entre empresa y representantes de los trabajadores respecto a
años anteriores.
En cuanto al número de trabajadores afectados durante 1997 por
expedientes de regulación, autorizados o no, fue algo superior al de
1996, siendo más elevado el número de trabajadores afectados por
suspensiones del contrato autorizadas que por extinciones del
mismo mediante despidos colectivos. En total, 157.043 trabajado-
El número de
despidos por
expedientes, el
más bajo de los
últimos 10 años
Según la Ley 11/1994, de 19 de mayo, que reformó el Estatuto de los
Trabajadores, se considera despido colectivo cuando afecte a la totalidad de una
plantilla de más de cinco trabajadores como consecuencia de la cesación total de la
actividad empresarial o, en un período de noventa días, al menos a 10 asalariados
en empresas con menos de 100 trabajadores, al 10 por 100 de la plantilla en empresas que ocupen entre 100 y 300 trabajadores o a 30 asalariados en empresas con
plantillas superiores.
19
291
MEMORIA 1997
res estuvieron involucrados en 1997 en expedientes de regulación
de empleo, de los que 31.536 extinguieron sus contratos por esta
vía y los restantes correspondieron a suspensiones temporales de la
actividad o a reducciones de jornada. El número de despidos
mediante expediente de regulación (despidos colectivos), fue el
más bajo de los últimos diez años. La media de horas por trabajador afectado por reducción de jornada o de días de suspensión descendió en ambos casos respecto a 1996 y años anteriores.
No existe información estadística acerca de las indemnizaciones
abonadas en los expedientes de extinción de contratos tramitados
ante la Administración laboral.
Sí la hay, en cambio, acerca de las cantidades globales que el
Fondo de Garantía Salarial abona en concepto de indemnizaciones,
en empresas de menos de veinticinco trabajadores, a los trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo con extinción de contratos (despidos colectivos y despidos objetivos). En
1997, dicha suma global ascendió a 7.338,8 millones de pesetas,
con 8.769 empresas afectadas y 22.497 trabajadores beneficiarios.
Más elevada es la cifra que anualmente abona el Fondo de Garantía
Salarial por salarios e indemnizaciones20, como consecuencia de
desequilibrios patrimoniales de las empresas a causa de insolvencia
declarada y reconocida judicialmente, suspensión de pagos, quiebra, fuerza mayor o concurso de acreedores. En 1997, por todas
estas causas el Fondo abonó 79.822,5 millones de pesetas a un total
de 155.495 trabajadores beneficiarios de 43.153 empresas.
3.3.2. Despidos conciliados ante los Servicios Administrativos
Las conciliaciones individuales celebradas ante los Servicios
Administrativos de conciliación por causa de despido descendieron
levemente en 1997, confirmando el lento declive que se viene produciendo desde 1994. Como ya se ha advertido en anteriores ocasiones, la introducción de la nueva tipología de despidos por causas
objetivas, que permite acceder directamente a la prestación por
20
La Ley 60/1997, de 19 de diciembre, de modificación del Estatuto de los
Trabajadores en materia de cobertura del Fondo de Garantía Salarial ha solventado
el problema de la falta de cobertura existente para los supuestos de extinción del
contrato por despido objetivo del artículo 52.c) ET a causa de insolvencia, suspensión de pagos, quiebra y concurso de acreedores.
292
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
desempleo si se reúnen los requisitos legales para ello, significa
que la aceptación de la indemnización legal o pactada en casos de
despido por tales causas obvia la tramitación de la conciliación
administrativa por lo que, en principio, no puede interpretarse el
descenso de despidos conciliados como expresivo de un descenso
general de la cifra de despidos. En este sentido, la información
sobre el número de altas de beneficiarios de prestaciones contributivas por desempleo, según la causa de acceso a la prestación, permite aproximar datos sobre la cifra de despidos objetivos resueltos
sin intervención administrativa ni judicial, esto es, aceptados por
los trabajadores afectados. Según dicha información, en 1997 accedieron a la prestación contributiva por causa de despido objetivo,
no tramitado en el servicio de mediación ni impugnado en el juzgado, 25.314 trabajadores.
En 1997, 137.294 conciliaciones por despido (sin que se pueda
precisar tipo de despido, disciplinario u objetivo), finalizaron con
avenencia ante los Servicios de Mediación, Arbitraje y Conciliación,
del total de 204.079 solicitudes presentadas. La media de cantidades abonadas por conciliación fue de 2.440.000 pesetas, pero debe
tenerse en cuenta que esta cifra no es representativa de la indemnización media, por cuanto las conciliaciones se clasifican en la
estadística como individuales, porque se accede al trámite individualmente, pero la avenencia puede afectar a un colectivo, y porque, además, en las cantidades acordadas en despidos conciliados
se suelen incluir otras que no son indemnizaciones sino salarios
pendientes.
204.079
solicitudes ante
el SMAC
3.3.3. Despidos tramitados judicialmente
El número de asuntos por despidos tramitados ante la jurisdicción social descendió levemente en 1997. Del total de los 46.051
despidos tramitados entre enero y noviembre, últimos datos de que
se dispone, el 40 por 100 concluyeron con sentencia favorable en
todo o en parte al trabajador, mientras el 22 por 100 fueron conciliados y el resto obtuvieron sentencia desfavorable, se desistieron o
concluyeron por otras causas (archivo del asunto, etc.).
Respecto a la cuantía de las indemnizaciones abonadas por despido en los juzgados durante 1997, la media por asunto, no por
despido, aspecto sobre el que no hay datos, ascendió a 1.498.351
293
MEMORIA 1997
pesetas en los concluidos por sentencia y 1.041.171 pesetas en los
conciliados, cuantías similares a las de 1996.
Sin estadísticas
sobre despidos en
los tribunales
La estadística de despidos tramitados judicialmente no ofrece
datos sobre los tipos de despido y sólo aporta información sobre el
sentido de la sentencia, favorable o desfavorable total o parcialmente, así como las demás formas de terminar el proceso, conciliación,
desistimiento, etc. Se ha intentado aproximarse a las cifras de despidos que según la causa, disciplinaria o despido objetivo, fueron tramitados judicialmente durante el año a través de los datos sobre
altas en las prestaciones contributivas por desempleo. Pero tales
fuentes no permiten precisar sino la solución final del despido
impugnado que, al haber seguido un proceso judicial, puede haber
pasado por vicisitudes varias sin que los tramitados por una causa
coincidan con la de acceso a la prestación, y menos sin que correspondan a tramos temporales que puedan ser comparados. Así, debe
repararse en que en este caso, a diferencia de lo que sucede con los
datos extraídos de esta misma fuente de información respecto a despidos objetivos no impugnados, en los que el tiempo que media
entre el despido y el alta en las prestaciones de desempleo es reducido, en el caso de las altas en la prestación provenientes de despidos
impugnados en el juzgado, el tiempo consumido en el correspondiente proceso judicial, más largo por lo general, hace difícil la
comparación temporal en tramos cortos al no poder imputar el
número de altas en las prestaciones al número de despidos producidos en el mismo periodo.
Lo que sí se puede conocer por esta fuente es que a lo largo de
1997 causaron alta en las prestaciones contributivas a consecuencia
de despidos objetivos no impugnados ante los juzgados de lo
social, 25.314 trabajadores, cifra que comparada con el total de
despidos tramitados judicialmente resulta significativa, pues aun
sin conocer cuántos del total seguidos en vía judicial son despidos
objetivos, implica que con frecuencia no se sigue por los afectados
ningún trámite judicial aceptando las decisiones extintivas del contrato basadas en causas objetivas.
Sin información estadística desagregada de las distintas tipologías de despido, la cifra de trabajadores afectados, sus perfiles
socioprofesionales, o las características de las empresas, el único
análisis posible para medir el impacto de la legislación en materia
294
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
de despido es el que desde la óptica jurídica puede realizarse sobre
la evolución de la interpretación jurisprudencial. Este tipo de análisis, pese a su indudable interés, presenta sin embargo, limitaciones
como en anteriores ocasiones se ha señalado. Pero, incluso para
una evaluación ceñida a los aspectos aplicativos judiciales de más
reciente reforma, es todavía pronto al haber transcurrido poco tiempo desde la modificación del enunciado de causas organizativas,
técnicas y productivas de los despidos objetivos realizada a consecuencia del AIEE21.
4. LAS POLÍTICAS ACTIVAS DE EMPLEO
4.1. NUEVOS PLANTEAMIENTOS
El año 1997 ha sido especialmente importante para los esfuerzos relacionados con la creación y el mantenimiento del empleo.
Los problemas de desempleo a los que se enfrentan los países
miembros de la Unión Europea (UE) les han obligado a replantearse la necesidad de tomar medidas para fortalecer el funcionamiento del mercado de trabajo y conseguir una reducción de las
tasas de desempleo que se mantienen desde hace varios años. Si
bien la economía de la mayor parte de los países ha experimentado crecimientos moderados, el empleo no ha seguido la misma
trayectoria.
Para intentar paliar esta situación, a lo largo de los últimos años
los países miembros de la Unión Europea han tomado medidas
diversas, tanto desde iniciativas conjuntas como individuales. Las
actividades de la Unión Europea relacionadas con el empleo comenzaron con el Libro blanco sobre crecimiento, competitividad y
empleo en 1993, que delimitó varios aspectos que se deberían tratar
para mejorar su situación. A raíz de ello, en diciembre de 1994, en la
Cumbre de Essen se definieron problemas que deberían ser áreas
prioritarias en la política de empleo a impulsar en el futuro. La denominada estrategia de Essen establecida por el Consejo Europeo, se
desarrolló en el Consejo Europeo de Madrid en 1995, en la Cumbre
de Florencia en 1996 y la de Amsterdam de 1997. De ellas han surgido distintas iniciativas que se plasman en estudios como el Informe
21
Por el Real Decreto-Ley 8/1997, de 16 mayo y, posteriormente, por la Ley
63/1997.
295
MEMORIA 1997
sobre Empleo y crecimiento en Europa: el camino de acceso, o el
Pacto de confianza de acción a favor del empleo en Europa.
Voluntad política
para atacar el
desempleo
Sin embargo, fue durante 1997 cuando el problema del desempleo vio verdadera voluntad política por parte de la Unión Europea
y de los Estados miembros. En la Cumbre de Amsterdam de junio
se reafirmó la importancia del fomento del empleo y la lucha contra el desempleo. Pero más importante fue la aprobación del
Tratado de Amsterdam en junio de 1997, que incorporó al Tratado
de la Unión Europea un nuevo Título sobre empleo22, concediendo
a las estrategias para combatir el desempleo la importancia merecida como asunto de interés común y coordinado. Según este Título,
la lucha contra el desempleo y la mejora de la situación del empleo
deben formar parte de un planteamiento global integrado que incluya políticas macroeconómicas sólidas, el buen funcionamiento del
mercado único y la consideración del empleo en todas las políticas
comunitarias. En él se cita la necesidad de desarrollar una estrategia coordinada para el empleo, compatible con las orientaciones
generales de política económica y donde se potencie la mano de
obra cualificada y adaptable al cambio tecnológico23.
Según el Tratado, el Consejo Europeo, conjuntamente con la
Comisión, y con previa consulta al Parlamento, al Comité Económico
y Social, al Comité de las Regiones y a un nuevo Comité de Empleo24
que se crea mediante el Tratado, queda encargado de elaborar un
informe conjunto anual sobre la situación del empleo en la
Comunidad, así como conclusiones que conformen unas orientaciones anuales de políticas de empleo.
Titulo VI bis: Empleo (Artículos 109 N al 109S), Tratado de Amsterdam por
el que se modifican el Tratado de la Unión Europea, los Tratados constitutivos de
las Comunidades Europeas y determinados actos conexos, Comisiones Europeas,
1997. El articulado del Título VI sobre empleo presenta en el Tratado de
Amsterdam consolidado la nueva numeración de artículos 125, 126, 127, 128, 129
y 130 respectivamente, en el Título VIII.
23
Ver en esta Memoria el Capítulo I.7.2.1. Nuevo título sobre empleo.
24
Este Comité de empleo, de carácter consultivo, contará con dos miembros
por Estado y dos por la Comisión, para fomentar la coordinación entre los Estados
miembros en materia de políticas de empleo y del mercado laboral, cuyas tareas
serán supervisar la situación del empleo y las políticas de empleo, elaborar dictámenes, a petición del Consejo, de la Comisión o por iniciativa propia, y contribuir
a la preparación de las medidas del Consejo. Este Comité deberá consultar a los
interlocutores sociales.
22
296
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Fruto de este proceso es el Informe conjunto sobre la situación
del empleo en la Comunidad25, donde se realiza un análisis general de las políticas de empleo de los países de la Unión, que se
centra en los problemas estructurales y las estrategias tomadas. El
Informe propone reformas que se deberían llevar a cabo para
intensificar la creación de empleo y mejorar el funcionamiento
del mercado del trabajo en distintos ámbitos, desde la activación
de políticas del mercado de trabajo y la reforma de los sistemas
fiscales hasta la política salarial. Asimismo, repasa las actuaciones realizadas para combatir los problemas estructurales del mercado de trabajo definidas en la cumbre de Madrid (prevención del
paro de larga duración, reducción del desempleo juvenil y la aplicación de la igualdad de oportunidades en el mercado de trabajo).
No se resta importancia a la educación y la formación como
mecanismos vitales para el desarrollo de las competencias necesarias en la adaptación al cambio tecnológico. Un último apartado
que también refleja las tendencias recientes seguidas en España
es la potenciación del papel de la dimensión regional y local en
las políticas de fomento de creación de empleo, así como reformas de los servicios públicos de empleo para que sean más sensibles a las necesidades de los mercados locales de trabajo y con
ello más eficaces.
Crear empleo y
Con este escenario como telón de fondo, en noviembre de 1997
se celebró el Consejo Europeo extraordinario sobre el empleo en
Luxemburgo. En él, aparte de resaltar la necesidad de paliar los problemas europeos de desempleo y recordar las distintas políticas
comunitarias que se pueden potenciar al servicio del empleo, se fijaron unas directrices comunes a seguir —que se analizan a continuación— y se dotó de fondos destinados a diversos frentes
relacionados con el empleo. Se aprobó un Programa de Acción
Especial de Amsterdam (PASA) del Banco Europeo de Inversiones,
destinado a movilizar nuevas tecnologías y sectores y redes transeuropeas en pequeñas y medianas empresas (hasta 10.000 millones de
ecus) hasta el año 2000, que ya cuenta con experiencias piloto.
Asimismo, se creó una nueva línea presupuestaria destinada a ayudar a Pymes a crear empleos duraderos (“Iniciativa Europea para el
Empleo”) dotada con 450 millones de ecus para los próximos tres
años.
El Consejo
25
mejorar el
funcionamiento
del mercado de
trabajo
Europeo
extraordinario
sobre el empleo
Informe conjunto del Consejo y la Comisión sobre el empleo 1997.
297
MEMORIA 1997
Las directrices para el empleo, basadas en un análisis común de
la situación, propuestas por la Comisión y aprobadas anualmente
por el Consejo Europeo, serán las que propondrán los ejes generales de las medidas a tomar para reducir el desempleo. Los objetivos
concretos se deberán tener en cuenta en los planes de empleo
nacionales, con una perspectiva plurianual, y serán supervisados
periódicamente según un procedimiento común de evaluación de
resultados, aunque siempre respetando el principio de subsidiariedad. Cada país remitirá su Plan de Acción para el Empleo y su
desarrollo, con objetivos fijados por los propios países en función
de su propio desarrollo y podrá variar su aplicación según su naturaleza, efectos para los Estados miembros y sus destinatarios.
Dadas las grandes divergencias entre los países miembros, las conclusiones de la Presidencia optaron por dejar mayor libertad de
acción, pactando que los objetivos nacionales se cuantificarán
siempre y cuando sea posible y que las diferentes situaciones se
reflejarían en soluciones y ponderaciones que pueden variar según
cada país.
Directrices
comunes para el
empleo
Formar al menos
un 20 por 100 de
los desempleados
Como resultado del Consejo Europeo extraordinario sobre el
empleo, se decidió dar vigencia inmediata a las disposiciones del
nuevo título sobre el empleo del Tratado de Amsterdam26, lo que
supone que a partir de 1998 se pone en marcha una estrategia coordinada de las políticas nacionales de empleo en torno a cuatro ejes
principales o directrices:
1. Como primera medida, se propone mejorar la capacidad de
inserción profesional. Con ello se trata de combatir el desempleo juvenil y de larga duración mediante la utilización de
planes preventivos, el acuerdo entre los interlocutores sociales de medidas para facilitar la inserción y la formación permanente, así como la sustitución de políticas pasivas de
empleo por políticas activas. Y para que los jóvenes tengan
una mejor transición al mundo laboral, se propone dotar, a
través de los sistemas educativos, de mayor capacidad de
adaptación a las transformaciones tecnológicas y económicas.
Dentro de este apartado se sugiere que los jóvenes en paro
reciban alguna acción formativa o de apoyo antes de enconArtículo 109Q del Tratado, artículo 128 en el Tratado de Amsterdam consolidado.
26
298
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
trarse seis meses en esa situación, y para los mayores de 25
años en paro se amplía a un año el plazo en el cual deberán
ser beneficiarios de alguna actividad. Como criterio para la
proporción de desempleados que perciban acciones de estas
características, se establece entre el 20 por 100 y la media de
los tres países con mejores resultados.
2. Desarrollar el espíritu de empresa. Las condiciones deben ser
favorables para la creación de empresas en lo referente a las
cargas administrativas y fiscales, especialmente para las
pequeñas y medianas empresas. También se deben aprovechar
las oportunidades de creación de puestos de trabajo que pueden
aportar las nuevas tecnologías y las innovaciones, los mercados
de trabajo locales, así como el empleo por cuenta propia.
Específicamente, se propone la reducción progresiva de la
carga fiscal sobre el trabajo y sus costes no salariales, el IVA
así como la conveniencia del establecimiento de una tasa sobre
la energía o las emisiones contaminantes.
3. Fomentar la capacidad de adaptación a las mutaciones
económicas de los trabajadores y de las empresas. Se pretende la modernización de la organización del trabajo negociada
entre los interlocutores sociales con fórmulas diversas, como
la reducción del tiempo de trabajo u otras fórmulas que
aumenten la productividad y competitividad, pero que a su
vez tengan un marco jurídico adecuado y ofrezcan seguridad
en el empleo. La capacidad de adaptación también se puede
fomentar con la mejora de los niveles de cualificación dentro
de las empresas, incentivando fiscalmente el desarrollo de
programas formativos en las empresas y facilitando la inversión en recursos humanos.
4. Reforzar la política de igualdad de oportunidades. La discriminación entre hombres y mujeres se puede combatir aumentando la tasa de ocupación femenina tanto en general como
en áreas donde se encuentren infrarrepresentadas. También es
extremadamente importante conciliar la vida laboral con la
familiar a través la mejora de las posibilidades de acceso a
servicios de guardería y de asistencia. Finalmente, el acceso
al empleo de las personas con discapacidad se apunta como
una prioridad para los Estados miembros.
Combatir la
discriminación
laboral entre
sexos
299
MEMORIA 1997
La Cumbre extraordinaria ha tenido resultados positivos. Fruto
de la reflexión y muestra de la voluntad política de mejorar la situación, supone un mínimo común denominador entre los 15 países de
la Unión que puede fortalecerse año a año según su evolución y
resultados. Asimismo, supone la elevación de la consideración del
empleo al mismo rango casi que la convergencia económica.
Además, establece un marco general a seguir anualmente, lo que
unifica todos los esfuerzos o declaraciones anteriormente elaboradas
a lo largo de los últimos años, y obliga a los Estados miembros a
elaborar planes anuales de empleo y a asegurar su cumplimiento.
Epaña, en la cola
en políticas activas
España ha seguido la ruta trazada por la Unión Europea en materia
de creación de empleo y de actividad económica. A lo largo de estos
años se han tomado medidas desde distintos frentes, que se ajustan a
las directrices para el empleo de 1998 y se enmarcan dentro de los distintos Programas Plurianuales para el Empleo del Reino de España. El
gasto destinado a políticas activas de empleo supuso en 1996 el 23,5
por 100 del gasto total, habiendo experimentado un ligero aumento
frente al año anterior, aunque inferior al gasto realizado en 1990 (cuadro II-26). No obstante, frente al resto de países de la Unión Europea,
CUADRO II-26
GASTO EN POLÍTICAS ACTIVAS DE EMPLEO, 1990 Y 1995
(Porcentajes sobre el PIB corriente
y sobre el total del gasto en políticas de empleo)
% del PIB
País
Alemania
Austria
Bélgica
Dinamarca
Finlandia
Francia
Grecia
Holanda
Irlanda
Italia
Portugal
Reino Unido
Suecia
España (1)
% del total gasto PE.
1990
1995
1990
1995
1,0
0,3
1,2
1,3
1,0
0,8
0,5
1,0
1,5
0,7
0,7
0,6
1,7
0,8
1,3
0,4
1,4
2,3
1,6
1,2
0,4
1,1
–
–
0,7
0,5
3,0
0,7
29,0
24,0
32,0
22,0
47,0
30,0
48,0
32,0
34,0
45,0
63,0
39,0
66,0
24,0
38,0
21,0
32,0
34,0
28,0
38,0
42,0
26,0
–
–
39,0
28,0
54,0
23,5
(1) Los datos de España son para 1990 y 1996.
Fuente: OECD, Implementing the OECD jobs strategy, member countries’ experience,
1997.
300
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
España solamente se situó por encima de Austria en esta proporción,
lo que apunta hacia la necesidad de fortalecer el gasto en este apartado
por parte del Gobierno, y es de esperar que el futuro Plan de Empleo
incluya los esfuerzos presupuestarios correspondientes.
De momento, para el año 1997, el Programa Plurianual de Empleo
del Reino de España27, reconoce que los poderes públicos no pueden
crear empleo desde la Administración, pero señala que pueden contribuir a ello con un marco claro y flexible que potencie y facilite la
actuación de las empresas y agentes sociales. Por ello, las prioridades
de creación de empleo son el acercamiento de los colectivos prioritarios —jóvenes, parados de larga duración, mayores de 45 años, mujeres y minusválidos— al empleo, apoyando la creación de actividad, a
través del autoempleo, tanto individual como colectivo, el trabajo a
tiempo parcial, así como mejorar la empleabilidad de la población
activa. Este marco debe tener un ámbito regional y local, dando al
territorio importancia vital a través de un marco descentralizado acercando así las políticas de empleo al territorio, con coordinación y
diseño común nacional. Este Programa, sin embargo, no ha llegado a
hacerse operativo, al quedar pendiente la aprobación de un nuevo
Plan de Empleo que se deberá presentar en la Cumbre de Cardiff de
junio de 1998. No obstante, al haber seguido las orientaciones fijadas
en Amsterdam, ha sido uno de los puntos de partida para el nuevo
Plan de Empleo y por ello conviene mencionarlo. En él se agrupan las
diversas medidas tomadas de mejora del funcionamiento del mercado
de trabajo bajo los cinco ámbitos de Essen: la mejora de las posibilidades de empleo mediante el fomento de las inversiones en formación, aumentar la intensidad de creación de empleo, reducir los costes
laborales no salariales, mejorar la eficacia de los mercados de trabajo
y reforzar las medidas en favor de los grupos particularmente afectados por el desempleo. Su utilidad se basa en que unifica bajo un solo
documento todas las actividades realizadas en materia de política de
empleo y ofrece una visión de las perspectivas de futuro.
Aunque la estructura del Programa separa los distintos objetivos y
medidas tomadas en función de los cinco ámbitos de Essen, a continuación se agrupan en tres categorías o grandes bloques de actuaciones. Por una parte, las actuaciones de formación pueden colaborar a
mejorar la cualificación y empleabilidad de la población activa y
27
Una de cada dos
pesetas, para
formación
Aprobado en Consejo de Ministros el 12 de septiembre de 1997.
301
MEMORIA 1997
CUADRO II-27
ORIENTACIÓN DEL GASTO EN POLÍTICAS ACTIVAS DE EMPLEO, 1995
(Porcentaje del gasto en políticas activas)
Gasto SPE (1) Formación (2) Subsidios (3) Creación de
Otros (5)
empleo (4)
País
Alemania
Austria
Bélgica
Dinamarca
Finlandia
Francia
Grecia
Holanda
Irlanda
Italia
Portugal
Reino Unido
Suecia
España
1990
1995
1990
1995
1990
1995
1990
1995
21
35
15
7
11
16
0
9
9
12
15
29
12
17
17
35
17
5
10
14
42
16
37
32
18
21
25
43
48
20
32
4
19
34
31
22
29
32
21
43
28
38
19
15
7
6
6
3
4
4
14
3
1
0
3
0
1
18
5
5
9
2
7
4
19
1
10
10
49
16
40
1
2
2
16
0
4
0
7
16
23
8
42
20
34
11
0
8
15
40
9
13
30
25
26
49
0
0
9
17
1
2
18
7
1990 1995
26
16
13
52
21
36
36
66
42
84
58
37
49
26
26
19
12
30
21
33
19
59
53
34
38
15
(1) Gastos de servicios y administración del Servicio Público de Empleo.
(2) Formación en el mercado de trabajo.
(3) Subsidios al empleo ordinario en el mercado de trabajo.
(4) Creación directa de empleo.
(5) Medidas para jóvenes, apoyo a la creación de empresas y discapacitados.
Fuente: OECD, Implementing the OECD jobs strategy, member countries’ experience, 1997.
facilitar la adaptación a las nuevas tecnologías. Las actuaciones formativas son las que ocupan la mayor parte del presupuesto español
dedicado a políticas activas, situándose en 1995 en el 49 por 100 del
total (cuadro II-27). Ello demuestra la importancia concedida a este
apartado, que ha sido el que más beneficiado se ha visto a lo largo de
los últimos años, con la reforma completa del sistema educativo
desde 199028, así como del sistema de formación profesional desde
1993, con la firma del I Programa Nacional de Formación Profesional
y del recientemente aprobado II Programa Nacional de Formación
Profesional29, de los que se da cuenta en el apartado 4.3.1. No obsVer en esta Memoria el Capítulo III.2. Educación.
Aprobado por el Consejo General de Formación profesional el 18 de febrero
de 1998.
28
29
302
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
tante, el análisis de la OCDE de las distintas actividades formativas
realizadas30, muestra que el acceso indiscriminado a la formación
ocupacional por todos los desempleados no da los resultados esperados y resulta muy costoso, por lo que es apropiado acompañar las
acciones formativas con actuaciones individualizadas de acompañamiento a la inserción en el mercado de trabajo.
Las acciones realizadas en materia de apoyo a la búsqueda de
empleo pueden mejorar asimismo la empleabilidad de los desempleados. De hecho, aunque no sea perceptible en la información sobre
gasto de políticas de mercado de trabajo, ha crecido el énfasis en el
apoyo a la búsqueda de empleo y asesoramiento dirigido a la población activa. Ello es debido a que, según los resultados de una evaluación de las políticas activas de empleo de los países de la OCDE, el
apoyo a la búsqueda de empleo ha dado buenos resultados en la reducción del desempleo, aumentando la empleabilidad de los parados a
través del diseño de itinerarios personales y profesionales definidos.
En España, los servicios integrados para el empleo (SIPES), creados
en el marco de apertura de intermediación en el mercado de trabajo, ya
cuentan con dos años de experiencia. Para 1997, las previsiones de
actuación suponían más de un millón de acciones entre información y
asesoramiento, desarrollo personal, búsqueda activa de empleo y el
desarrollo de un plan personal de empleo y formación (cuadro II-28).
Enseñar a buscar
empleo
CUADRO II-28
ACCIONES DE INFORMACIÓN, ORIENTACIÓN,
BÚSQUEDA DE EMPLEO Y AUTOEMPLEO, 1997
(Número anual de acciones)
Acciones
INEM
Ent. Asociadas
Total
Información profesional para el Empleo
Plan Personal de Empleo y Formación
Desarrollo de los Aspectos Personales
Búsqueda Activa de Empleo
Información y Asesoramiento para Autoempleo
140.389
23.859
8.578
106.771
15.946
369.162
133.950
72.240
282.986
81.492
509.551
157.809
80.818
389.757
97.438
Total
295.543
939.830
1.235.373
Fuente: Programa Plurianual de Empleo, 1997.
30
OECD, Implementing the OECD jobs strategy, member countries’ experience, 1997.
303
MEMORIA 1997
Asimismo, las medidas de promoción de empleo han variado
mucho a lo largo de los años. Se han dirigido distintas actuaciones
a colectivos desempleados en situación de especial dificultad.
Comenzaron con un elenco de programas de fomento del empleo
dirigidas a trabajadores con dificultades de inserción en el mercado
de trabajo, especialmente jóvenes demandantes de primer empleo,
trabajadores perceptores de prestación, mujeres con responsabilidades familiares, trabajadores mayores de 45 años y personas con discapacidad, pero estas medidas, como se ha dado cuenta en
versiones anteriores de esta Memoria, no han dado resultados muy
positivos. La inclusión de la mayoría de estos colectivos como
beneficiarios de las medidas definidas en el Acuerdo para la estabilidad en el empleo, que han incorporado como beneficiarios de
actuaciones a parados de larga duración, perceptores de prestaciones por desempleo, jóvenes, mujeres, mayores de 45 años y discapacitados y sobre los que se da cuenta en los apartados 3.1. y 3.2.
de este capítulo, ha derogado las medidas dispersas de las que se
beneficiaban anteriormente. Sobreviven pues, dentro del apartado
de fomento del empleo, tres grupos objeto de apoyo a la creación
de empleo31: cooperativas y Sociedades Laborales, autónomos, y
personas con discapacidad empleadas en centros especiales de
empleo. Para el primero de estos grupos se han previsto subvenciones, asistencia técnica, así como ayudas para la formación y promoción de cooperativas y Sociedades Laborales a las distintas
Comunidades Autónomas así como en cooperativas de trabajo asociado. Para el empleo autónomo se han establecido dotaciones para
rentas de subsistencia así como subvenciones financieras. Por último, para la integración laboral del minusválido se prevén ayudas
para el mantenimiento de puestos de trabajo, así como para creación de nuevos puestos de trabajo en centros especiales de empleo.
4.2. SERVICIOS DE EMPLEO MÁS CERCANOS A LAS NECESIDADES
LOCALES
Un concepto que está cobrando fuerza como actividad de mayor
eficacia frente a los problemas del desempleo, es el papel de la
Orden ministerial, de 3 de junio de 1997, por la que se distribuyen territorialmente para el ejercicio económico de 1997, las subvenciones correspondientes
a programas de apoyo a la creación de empleo y ayudas previas a la jubilación
ordinaria en el sistema de la Seguridad Social.
31
304
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
dimensión local en las políticas actuales dirigidas al fomento del
empleo. El Informe conjunto del Consejo y la Comisión lo sugiere
junto con la necesidad de reformar los servicios de empleo para que
sean más sensibles a las necesidades de los mercados locales de trabajo. Propone que la descentralización puede impulsar la mejora de
la eficacia de los servicios públicos para encontrar empleos a parados de más difícil colocación. Éstas son además prioridades del
Fondo Social Europeo, que favorecen la descentralización a nivel
local y regional. Aunque de difícil medición, parece que ejemplos
aportados por otros países como Francia o incluso dentro de
España, de iniciativas regionales y locales de empleo, muestran una
mayor efectividad en cuanto a resultados de inserción y de mayor
acercamiento entre la oferta y la demanda de trabajo.
Como medida de aproximación al territorio, en el Programa
Plurianual de Empleo para 1997 se define un embrión del nuevo
modelo de Servicio Público de Empleo (SPE) que actuará en colaboración con las Comunidades Autónomas. Supondría un modelo
único y estatal de carácter gratuito, descentralizado y gestionado
por las Comunidades Autónomas, posibilitando así la unidad del
mercado de trabajo español junto con la aproximación al territorio.
Se diseñaría un sistema de información y registro partiendo de una
base de datos unitaria que permita la intercomunicación entre los
distintos participantes, presupuesto único, con planificación y programación anual territorial y cofinanciación del Fondo Social
Europeo.
Las iniciativas
Al diseño de este nuevo sistema público de empleo hay que añadir las diversas medidas en materia de políticas activas de empleo
que se hallan repartidas por el territorio. Las Comunidades
Autónomas realizan un elenco de actividades en materia de política
de empleo que varían según cada una y oscilan desde el apoyo a la
reforma de las estructuras comerciales en el Gobierno de las Islas
Baleares, incentivos a la contratación, bonificaciones de un porcentaje sobre la cuota empresarial a la Seguridad Social en La Rioja,
hasta programas de apoyo al fomento industrial en Extremadura.
En la actualidad se está trabajando para sistematizar la información
disponible acerca de las mismas. Por ello, el propio Programa
Plurianual sugiere la necesidad de hacer compatibles las ayudas de
los diversos programas y Administraciones, posibilitando la integración y vertebración de las mismas.
Medidas
locales se
muestran más
eficaces
específicas por
Comunidades
Autónomas
305
MEMORIA 1997
En el Programa se propone la necesidad de colaboración armónica y organizada entre ambas Administraciones en la gestión de las
políticas de empleo, definiendo la situación actual como “atomizada”. Pero asimismo, dentro de este marco se encuentran las acciones
locales que se deberán coordinar con las políticas territoriales de las
Comunidades Autónomas, logrando finalmente una actuación integrada entre la Administración Central, la Autonómica y la Local.
Para ello, se propone que Ayuntamientos, Diputaciones y sus Asociaciones colaboren en la planificación y ejecución de acciones
sobre el empleo en el ámbito local y que así el ámbito local se convierta en la plataforma básica de actuación por el empleo.
Asimismo, dentro del Programa Plurianual se prevé la elaboración de Pactos Territoriales de Empleo. Éstos se dedicarán a la formación de recursos humanos, la autoocupación y desarrollo
empresarial, motivación y acompañamiento a la inserción, centros
de servicios a microempresas, apoyo a la función emprendedora y
potenciación de los “viveros de empresas”.
Traspasos a las
Comunidades
Autónomas
Este proceso comenzó con los traspasos de la gestión de la formación profesional ocupacional a distintas Comunidades Autónomas
(Cataluña en 1991, Valencia en 1992, Galicia y Andalucía en 1993,
Canarias en 1994 y Navarra en 1997) y parece que hay voluntad de
concluir el traspaso de la ejecución de la totalidad de las políticas
activas de empleo a las Comunidades Autónomas. En el año 1997 se
ha comenzado el traspaso de las políticas activas, con la aprobación
del traspaso de la gestión del INEM en el ámbito del trabajo, el
empleo y la formación a Cataluña32 y a Galicia33. Específicamente, en
materia de intermediación en el mercado de trabajo se traspasa a las
Comunidades Autónomas:
1. Funciones de ejecución en intermediación laboral e inscripción y registro de los demandantes de empleo, junto con la
obligación de los trabajadores de comunicar la terminación
del contrato de trabajo, así como la obligación de los empre32
Real Decreto 1050, de 27 de junio de 1997, sobre traspaso a la Comunidad
Autónoma de Cataluña de la gestión realizada por el Instituto Nacional de Empleo,
en el ámbito de trabajo, el empleo y la formación.
33
Real Decreto 1375/1997, de 29 de agosto, sobre traspaso a la Comunidad
Autónoma de Galicia de la gestión realizada por el Instituto Nacional de Empleo,
en el ámbito de trabajo, el empleo y la formación.
306
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
sarios de registrar o comunicar los contratos laborales, así
como la terminación del contrato de trabajo.
2. La autorización de las agencias de colocación cuyo ámbito
no supere el territorial de la Comunidad Autónoma correspondiente. Si no quedase limitada se debería recabar informe
preceptivo de dicha Comunidad.
3. Funciones del INEM relativas a las actividades de la Red
EURES (European Employment Services).
En cuanto a funciones de gestión y control de políticas de empleo se ha traspasado:
1. La gestión y control de las subvenciones y ayudas públicas
de la política de empleo del INEM.
2. La organización de convenios con entidades asociadas de los
servicios integrados de empleo.
3. La gestión y control de los programas nacionales de Escuelas-Taller y Casas de Oficios, que incluye la programación,
organización y gestión de las acciones, así como la homologación de las escuelas y la expedición de los certificados de
profesionalidad.
4. Las funciones atribuidas al INEM relativas a los Fondos de
Promoción de Empleo.
Se ha traspasado asimismo, la titularidad de los Centros
Nacionales de Formación Profesional Ocupacional que se encuentren
en las distintas Comunidades Autónomas. También se atribuye a éstas
potestad sancionadora en cuanto al cumplimiento de las obligaciones
de empresarios y trabajadores en materia de empleo y desempleo.
Finalmente, se incluye un apartado de funciones compartidas
entre la Administración Central y la de la Comunidad Autónoma
correspondiente, en donde se propone el intercambio de información
y la cooperación necesaria para un mejor conocimiento del mercado
de trabajo, el registro y tratamiento de la información derivada de las
actuaciones de intermediación para garantizar el acceso del Sistema
307
MEMORIA 1997
Público de Empleo, con un método de comunicaciones que garantice
un Sistema de Información nacional con gestión global por parte del
INEM. Y se sienta el principio de que se debe compartir información
estadística y coordinarla e integrarla en el ámbito estatal.
4.3. LA FORMACIÓN PROFESIONAL
4.3.1. El nuevo Programa Nacional de Formación Profesional
La importancia de la cualificación y recualificación de los
recursos humanos en la mejora de la competitividad y del empleo,
así como para la adaptación a los cambios tecnológicos y técnicos
se pone de manifiesto con la aprobación del II Programa Nacional
de Formación Profesional, 1998-2002, que se aprueba el 13 de
marzo de 199834 con el consenso de los agentes sociales35, las
Comunidades Autónomas y el Gobierno.
Se retrasa la
aprobación del II
PNFP
Novedades del
Programa
Este se aprueba —por fin— tras un largo proceso de consenso y
elaboración del mismo. Si bien el II Programa se debería haber aprobado a lo largo de 1997 para que fuera consecutivo con el Primer
Programa que terminó a finales de 1996, se ha producido un retraso
considerable, de más de un año, debido, especialmente al retraso en
la aprobación de la nueva configuración del Consejo General de
Formación Profesional 36 para dar cabida a las Comunidades
Autónomas, al corresponder la gestión de la educación y la formación profesional a muchas de ellas. Este Consejo ha sido el organismo encargado de su elaboración, por lo cual, sumados el plazo
dedicado a su constitución y el proceso necesario de consulta y preparación del documento, se ha producido el indicado retraso.
El II Programa aporta novedades que pueden contribuir a mejorar el diseño y aproximación al sistema productivo de todas las
enseñanzas de formación profesional y así lograr una mayor efecti34
Se aprueba la versión de 11 de febrero de 1998, que es el texto que elevó el
Consejo General de Formación Profesional al Gobierno. El resumen que se realiza
a continuación se refiere a esta versión, al no haberse publicado ni conocerse el
texto definitivamente aprobado el 13 de marzo. El CES echa en falta su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
35
Sin el apoyo de CIG y ELA.
36
Ley 19/1997, de 9 de junio, por la que se modifica la Ley 1/1986, de creación del Consejo General de Formación Profesional.
308
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
vidad en cuanto a la inserción o reinserción laboral o recualificación de la mano de obra. Éste se asienta en cuatro pilares:
• La consideración de la formación profesional como inversión
en capital humano.
• La integración de la formación profesional con las políticas
activas de empleo en clave comunitaria.
• La participación de la Administración General del Estado, de
los agentes sociales y de las Comunidades Autónomas en el
Consejo General de Formación Profesional.
• La creación del Sistema Nacional de Cualificaciones.
Estos pilares apoyan la construcción de un sistema integrado de
formación profesional unitario que ofrezca unas competencias profesionales aproximadas al sistema productivo y que se puedan cursar en los distintos subsistemas de la formación profesional, la FP
reglada, la ocupacional y la continua.
Coordinar y
homologar los
tres tipos de FP
Con ello, un joven se formará en una ocupación y obtendrá
un título que será homologable y ofrecerá competencias similares a las que adquiriría una persona desempleada en el sistema
de formación profesional ocupacional, o un trabajador ocupado
en la formación continua. Todo ello incluirá una mayor aproximación al sistema productivo a través del importante papel concedido a los agentes sociales, de las prácticas en empresas y de
un profesorado más próximo al mundo de la empresa y a sus
necesidades.
El II Programa está estructurado en cuatro apartados. El primero
apunta seis objetivos básicos de ámbito general cuya consecución
sería necesaria e instrumental para lograr esta integración. En el
resto de los apartados, el II Plan establece las actuaciones a realizar
en los distintos subsistemas de la formación, la reglada, ocupacional y continua, que incluyen medidas de aplicación específica en
función de los objetivos. Finaliza con una serie de anexos, entre los
que se encuentra el calendario de aplicación y una Memoria explicativa de cifras y datos económicos referidos a los presupuestos
destinados a formación para 1997 y 1998 y se realizan algunas esti309
MEMORIA 1997
maciones para 199937. Dicha memoria explicativa de cifras y aproximaciones presupuestarias debe consolidarse en el plazo de seis
meses desde la aprobación en Consejo de Ministros del Programa.
Hacia un sistema
nacional de
cualificaciones
profesionales
La colaboración
entre la empresa y
la escuela
El objetivo más importante es la creación del Sistema Nacional
de Cualificaciones Profesionales (SNCP) (objetivo 1), que constituiría el brazo principal de la integración, al ser un sistema que definiera global y coordinadamente las cualificaciones profesionales, con
un referente común de competencias diseñado a partir de la realidad
del sistema productivo. Se diseñaría al mismo tiempo un catálogo
integrado modular de formación asociado al sistema de cualificaciones y una red de centros formativos que ofrecieran este catálogo en
paquetes modulares para todos los posibles receptores. Las personas
formadas recibirían una acreditación de su cualificación que se identificaría claramente por empresarios y trabajadores. Para definir este
SNCP y proponer el sistema de acreditación, se deberá crear, en un
plazo de seis meses desde la aprobación del II PNFP, un Instituto
Nacional de Cualificaciones Profesionales como instrumento básico
al servicio del Consejo General de Formación Profesional.
La colaboración empresa-escuela debe contribuir a profesionalizar la inserción (objetivo 2) por lo que se debería potenciar a través
del establecimiento de vínculos estables y sistemáticos con las
empresas, para poder adaptar las ofertas formativas a sus necesidades. Específicamente, el II PNFP propone suscribir acuerdos y
convenios entre las Administraciones correspondientes y organizaciones empresariales, sindicales, corporaciones y otras entidades
para la gestión de la formación práctica en los centros de trabajo
establecida en las enseñanzas de FPR y de FPO, así como otras
modalidades de prácticas, potenciar el contrato para la formación y
prever su acreditación por el Certificado de profesionalidad.
La información y orientación profesional (objetivo 3) supone
informar a todos los posibles colectivos interesados sobre la situación del mercado de trabajo, así como acerca de los mecanismos de
adquisición de las competencias requeridas. Su consecución se propone a través del apoyo del sistema en la red de centros del servicio
público de empleo y de la información aportada por todas las
37
Según el propio Consejo General de Formación Profesional, estas cifras
están en proceso de revisión.
310
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
autoridades competentes en seis meses a partir de la aprobación del
II Programa, indicando previsiones, acciones y recursos para facilitar el intercambio y la puesta en red de los recursos existentes.
Con objeto de mejorar la calidad, la evaluación y el seguimiento
de la formación profesional (objetivo 4), el Programa establece la
necesidad de configurar una red integrada de los ahora existentes
centros de innovación y desarrollo de todos los subsistemas de FP,
fomentar los planes de formación de formadores, mejorar la infraestructura y equipamientos a la investigación y el desarrollo y
potenciar la calidad de la enseñanza a distancia.
La integración de la formación profesional en el marco de la
Unión Europea (objetivo 5) implica que para facilitar la libre circulación de trabajadores se debe llegar a la transparencia de las cualificaciones. También, a través de los fondos estructurales se debe
potenciar la movilidad de estudiantes y profesorado de formación
profesional y potenciar la formación en idiomas.
El último objetivo general gira en torno a las directrices aprobadas en la Cumbre de Luxemburgo de atender a determinados
colectivos con especiales dificultades en la inserción (objetivo
6), entre los que se encuentran los jóvenes desempleados menores de 25 años, a los que se les ofrecerá algún tipo de actuación
antes de haber estado seis meses en paro, que igualmente se ofrecerá a desempleados adultos antes de haber estado en desempleo
doce meses y a desempleados de larga duración.
Aunque el Plan se aprobó en marzo, y en el mismo se indicaba
que se acompañan como Anexos datos y proyecciones anuales
correspondientes a 1997-1999 así como las dotaciones presupuestarias destinadas a 1998, estos Anexos no son conocidos y debe
esperarse que el texto definitivo aprobado por el Gobierno los
incorpore. De momento, el II PNFP incluye poca información referente a las dotaciones requeridas para la aplicación de todos sus
objetivos establecidos.
Por otra parte, el calendario es apretado. Solamente en los primeros seis meses del año, se propone la creación y puesta en marcha de muchas de las instituciones y programas o proyectos que se
diseñan, incluso llegándose a solapar algunas que parecen incom311
MEMORIA 1997
patibles. En cambio, en otros objetivos que no incluyen plazo, se
proponen metas amplias y ambiciosas sin determinar los temas más
específicos de su puesta en marcha, lo que implica una cierta
ambigüedad en los planteamientos. Se incluye un escueto capítulo
sobre medios previstos para atender los objetivos del programa, su
vigencia y procedimientos de seguimiento que quizá se detalle con
mayor precisión en la versión definitiva.
La virtud del Plan es que al aglutinar las tres ramas de la formación profesional, aunque no tenga responsabilidad sobre ellas,
puede actuar como mecanismo de coordinación, especialmente en
la creación de un sistema integrado de formación profesional.
4.3.2. Formación continua: renovación de los Acuerdos
La necesidad de
adaptación a las
nuevas tecnologías
hace necesaria la
formación
La finalidad básica de formar a los trabajadores españoles es
vital tanto para ellos como para las empresas: para estas últimas,
por la necesidad de adaptación a las nuevas tecnologías, a la creciente internacionalización, a los retos permanentes del sistema
productivo y a la mejora de su competitividad; para los trabajadores, con objeto de mejorar su capital humano con los beneficios
personales y profesionales que ello puede aportar a largo plazo,
adaptarse a la evolución de los requisitos de los puestos de trabajo,
contribuir a su movilidad profesional, garantizar su empleabilidad
y evitar el riesgo de exclusión.
La creciente competencia internacional, el desarrollo de las tecnologías de la información y la rapidez con que están produciéndose estos
fenómenos están provocando cambios estructurales en el empleo. Cada
vez en mayor grado el empleo está tendiendo a concentrarse en actividades tecnológicamente avanzadas y, por ello, las estructuras ocupacionales de las actividades productivas están en constante evolución. Las
actividades son cada vez más intensivas en servicios de manipulación de
información y los puestos de trabajo son por el contrario menos intensivos en tareas manuales y más en manejo de información o de tecnologías de la misma38. Dentro de este nuevo modelo productivo, se
requiere un perfil de trabajadores cualificados, polivalentes y con capa38
Cecilia Castaño Collado, “Transformaciones productivas y empleo. Importancia de la formación permanente,” en Revista del Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales, Economía y sociología, núm. 1, 1997.
312
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
cidad de adaptación al desdibujarse las tareas tradicionales y ampliar el
abanico de tareas a realizar dentro de un puesto de trabajo. Para una persona, ya no sirve educarse solamente mediante la educación general
reglada, desde los 3 hasta los 18 años o hasta finalizar la carrera universitaria, sino que a lo largo de la vida productiva dicha educación se tiene
que complementar con la actualización de contenidos profesionales,
pues éstos cambian a una velocidad más rápida que la vida activa de un
trabajador. Por ello, la formación permanente se ha convertido es una
necesidad básica para el desarrollo de este nuevo modelo productivo.
Esta necesidad es un punto de encuentro entre todos los ámbitos
relacionados con el mundo laboral y, gracias a este consenso, en los
últimos años se ha producido una mejora significativa tanto del
nivel educativo de la población ocupada39 como de su formación
continua. En 1997, más de la mitad de la población de 16 y más
años cuenta con un nivel educativo superior al primario, mientras
que hace tan sólo cinco años era menos del 42 por 100. El perfil
educativo de la población ocupada es incluso mejor, ya que más del
65 por 100 tiene al menos estudios secundarios. También ha ido
creciendo el número de trabajadores que realiza cursos, tanto reglados como procesos de formación continua en las empresas, con un
promedio trimestral de ocupados realizando estudios de casi medio
millón en 199740. También lo ha hecho la financiación destinada a
actividades formativas financiadas mediante los Acuerdos de
Formación Continua, que comenzó en 1993 con casi 11.000 millones de pesetas y ha ido creciendo para situarse en 69.500 millones
en 1996, con previsiones de 90.000 millones de pesetas en 1997.
La mejora del
nivel educativo,
un punto de
encuentro
La renovación de los Acuerdos relacionados con la formación
continua41, de los que se dio cuenta en la Memoria de 1996, desde
1997 hasta finales del año 2000, supone la continuidad de este consenso y de la percepción de la importancia de la formación para la
competitividad. Las modificaciones se han centrado en la inclusión
de nuevos colectivos de trabajadores a percibir acciones formativas,
como los fijos discontinuos en su periodo de inactividad, trabajadoVer Capítulo III.2.4.
INE, Encuesta de Población Activa.
41
II Acuerdo Nacional de Formación Continua firmado por CEOE, CEPYME;
UGT, CCOO y CIG y el Acuerdo Tripartito sobre Formación Continua firmado por
el Ministerio de Trabajo, CEOE, CEPYME; UGT, CCOO y CIG ambos de 19 de
diciembre de 1996.
39
40
313
MEMORIA 1997
res autónomos y trabajadores del REASS, la creación de una
Comisión Tripartita de Formación Continua para la Administración
y Seguimiento del Acuerdo y la reestructuración organizativa de
los mecanismos de aplicación de los Acuerdos.
Según una encuesta de formación continua en las empresas realizada en la Unión Europea42, más de la mitad de las empresas de más
de 10 trabajadores de los países de la Unión Europea realizaron actividades formativas, aunque las diferencias por países fueron considerables, hallándose España en la franja inferior. Si más del 80 por
100 de las empresas danesas, alemanas e inglesas realizaban algún
tipo de formación, menos del 30 por 100 lo hacían en España,
Grecia, Italia y Portugal. En España, la firma y puesta en marcha de
los Acuerdos de Formación Continua desde 1993 han modificado
radicalmente esta situación, con un aumento importante de actividades formativas de los trabajadores ocupados.
Más formación en
determinados
sectores
Los idiomas,
asignatura
pendiente en
En España, en 1993, las empresas que formaban en mayor proporción fueron las dedicadas a actividades informáticas, de investigación
y desarrollo, intermediación financiera, maquinaria electrónica y de
precisión seguidas por las de venta de vehículos de motor, mientras
que en la media de la Unión Europea primó la intermediación financiera, producción de electricidad, gas y agua, venta y reparación de
vehículos y servicios a las empresas junto con las de actividades inmobiliarias. En 1996, la proporción de trabajadores formados en España
se asimiló en mayor grado al perfil formativo de la Unión Europea,
haciéndolo mayoritariamente en los sectores de producción y distribución de energía, educación, intermediación financiera y transporte,
almacenamiento y comunicaciones, creciendo considerablemente la
formación de trabajadores en el sector del comercio, reparación de
vehículos y artículos personales.
El tipo de curso realizado se asimilaba en España al resto de los
países de la Unión, concentrándose en técnicas de producción de bienes y servicios e informática, ventas, técnicas de mercado y distribu-
España
42
“Enquete sur la formation professionnelle continue dans les entreprises
(CVTS)”, Chiffres clés sur la formation professionnelle dans l’Union européene,
Communautés européennes, 1997. Los resultados de España de esta encuesta realizada en 1993 se incluyeron ya en la Memoria de 1995. No obstante, la comparación europea se ha publicado recientemente, por lo que, a pesar de que sea de
1993, merece la pena señalar los resultados comparados.
314
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
ción. Pero se encontró una diferencia que muestra una de las asignaturas pendientes del sistema productivo español. Se encontraba una
elevada proporción de cursos destinados al aprendizaje de idiomas.
Esto fue en 1993. En 1996 se mantuvo esa estructura e incluso creció
la proporción de participantes en el área de producción.
Según una evaluación realizada de las actividades de formación
financiadas mediante los Acuerdos, se presenta un lento pero progresivo cambio en los objetivos de los planes formativos. Si en
1994 la mayoría de los Planes de Empresa fueron destinados a la
modernización e innovación tecnológica, a cambios en la organización del trabajo, a la satisfacción en el trabajo y a la mejora del
clima laboral, y los Planes agrupados lo fueron a formación de trabajadores de reciente incorporación y prevención de dificultades
que podrían amenazar la continuidad de las empresas, en 1995 se
añadieron dos objetivos más, la promoción y desarrollo profesional
y la mejora en la gestión y en las decisiones empresariales. Pero el
análisis conjunto de todos los años muestra unos objetivos que van
en aumento y entre los que cabe destacar: la mejora del servicio al
cliente, la reconversión de las empresas hacia otro tipo de actividades, la seguridad e higiene en el trabajo, el incremento de la participación, la consecución de los objetivos de la empresa, el incremento
de la exportación y la mejora medioambiental, el desarrollo de la
capacidad de innovación y la mejora de la imagen de la empresa43.
Todo ello refleja los cambios en los procesos productivos que se
mencionaban anteriormente, los procesos de adaptación que están
realizando las empresas españolas y la creciente variedad de tareas
a realizar dentro de una misma empresa.
Formar para
nuevos procesos
productivos
Las actividades formativas financiadas a través de FORCEM se
aprueban en las Comisiones Paritarias, compuestas por representantes de organizaciones empresariales y sindicales y creadas como
órganos de seguimiento y control de los Acuerdos. Existen ya 54
Sectoriales (a mayo de 1998), que están cubriendo la mayoría de
los sectores de actividad económica. La financiación distribuida
según las distintas Comisiones Paritarias Sectoriales apunta en
1996, como en años anteriores, que la del sector metal ha sido la
que mayor financiación ha recibido y la que mayor número de participantes ha tenido. A ella le ha seguido la CP del sector comercio,
43
FORCEM, Memoria de actividades 1996, 1997.
315
MEMORIA 1997
como en el año anterior. Las actividades formativas de la CP de
hostelería han ido creciendo paulatinamente, hasta situarse en tercer lugar en 1996. La CP del sector construcción, la de alimentación y bebidas, la de químicas y las citadas anteriormente han sido
las que mayor financiación han obtenido año tras año. En cambio,
la de banca ha experimentado una reducción.
La creación de 16 Comisiones Paritarias Territoriales (a mayo
de 1998) permite dar cuenta de la extensión del Acuerdo por la
geografía española. En cambio, éstas no han obtenido tanta financiación como las Comisiones Sectoriales, ya que tienen sólo competencia para presentar Planes Agrupados que no tengan Comisión
Paritaria Sectorial constituida, dentro además del ámbito de su
Comunidad Autónoma.
La Comunidad de
Madrid es la que
más recibe
La distribución regional de las actividades formativas muestra
que en la Comunidad de Madrid se han realizado el 30 por 100 de
los planes y se ha concedido el 55,8 por 100 de la financiación; en
Cataluña el 25 por 100 de los planes y 14,9 por 100 de la financiación; en el País Vasco el 8,5 por 100 y 4,6 por 100 respectivamente,
y en Andalucía el 7,6 y el 7,2 por 100. Donde mayor repercusión se
ha dado en cuanto a su población asalariada ha sido en Madrid,
Andalucía, Aragón y Asturias, afectando a más del 19 por 100 de
la misma.
Es importante resaltar que el número de mujeres que se han ido
formando a lo largo de los años ha ido creciendo, especialmente en
relación a su participación en el mercado de trabajo. Así, si en 1993
se formó el 5 por 100 de las mujeres ocupadas, en 1996 la cifra
llegó al 19 por 100, proporción ligeramente superior a la de los
hombres, que supuso un 18 por 100.
El personal
cualificado recibe
más formación
continua
316
También merece especial atención la evolución de la participación de los trabajadores según su categoría profesional, ya que si
bien en 1994 eran los mandos más cualificados (dirección y mandos intermedios y técnicos) los que se formaban más, la proporción
de trabajadores cualificados y no cualificados ha ido ascendiendo a
lo largo de las distintas convocatorias, suponiendo en 1996 casi dos
de cada tres formados. No obstante, la comparación de los formados con la distribución total de los trabajadores asalariados señala
que son efectivamente los puestos más altos los que proporcional-
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
mente se forman más y que la proporción asimismo ha crecido
considerablemente (cuadro II-29).
CUADRO II-29
ASALARIADOS FORMADOS SEGÚN CATEGORÍA PROFESIONAL, 1994 Y 1996
(Número de asalariados en cada categoría, medias anuales, número anual de alumnos
formados y porcentaje sobre el total de asalariados)
1994
1996
Categoría
EPA (1)
ANFC
%
EPA
ANFC
%
Dirección
150.200 42.429
Mandos intermedios (2) 356.300 103.778
Técnicos
470.500 116.994
Trabaj. cualificados (3) 4.277.300 286.902
Trabaj. no cualificados 1.306.300 88.241
Sin datos
163.467
—
28,0
29,0
25,0
7,0
7,0
—
165.577
366.539
573.331
4.457.068
1.408.986
5.504
69.361
155.314
205.367
632.995
188.530
—
41,9
42,4
35,8
14,2
13,4
—
Total
12,0
6.971.500 1.257.071
18,0
6.560.600 801.811
(1) Incluye a trabajadores asalariados del sector privado.
(2) En la EPA figuran como técnicos profesionales, científicos e intelectuales.
(3) Son empleados administrativos, trabajadores de servicios, trabajadores cualificados de pesca y
agricultura, artesanos y trabajadores cualificados de industria.
Fuente: INE: Encuesta de Población Activa.
En el año 1997, ha crecido ligeramente el número de planes presentados frente al año anterior, y además se ha aprobado una mayor
proporción que en ese año, con un 76 por 100 frente a un 47 por
100 respectivamente. Esto supone un claro aumento en cuanto a
aprobación de planes frente al año anterior, cuando de 4.187 planes
se aprobaron 1.841 de ellos (cuadro II-30). La mayor parte de los
aprobados han sido planes de empresa, seguidos de los agrupados.
En cambio, han sido pocos los colectivos acogidos a las nuevas
modalidades, ya que al REASS se han presentado 56, habiéndose
aprobado el 82 por 100 de sus planes. También ha ocurrido lo
mismo con los Planes Intersectoriales de las Comunidades Autónomas, que de 90 se han aprobado el 83 por 100. En los planes
Intersectoriales Estatales, de 11 presentados solamente se han aprobado cuatro. La financiación total aprobada ha supuesto 63.500
millones de pesetas, casi la mitad destinadas a planes agrupados,
otra cuarta parte a los planes de empresa y el resto a los intersecto-
Más planes de
empresa
317
MEMORIA 1997
CUADRO II-30
FORCEM, CONVOCATORIA 1997
(Número de planes presentados y aprobados,
y financiación concedida en millones de pesetas)
Planes
Financiación
Planes presentados Planes aprobados (Millones de Ptas.)
Empresa
Agrupados
A. Autónomos
A. REASS
Inters. CCAA
Int. Estatales
2.210
2.269
120
56
90
11
1.731
1.678
62
46
75
4
14.390,5
34.634,1
460,2
1.486,2
6.746,5
5.842,8
Total
4.756
3.596
63.560,2
Fuente: Datos facilitados por FORCEM.
riales de las Comunidades Autónomas. Aún no es posible calibrar
el número de trabajadores que han participado en actuaciones formativas en 1997 al no haberse cerrado la finalización de los planes.
Según la EPA alrededor del 4,1 por 100 de la población ocupada
estaba realizando estudios en 1997.
Quizá los objetivos del nuevo II Programa Nacional de Formación
Profesional referidos a la formación continua puedan contribuir a
mejorar el panorama. Éstos son los siguientes:
• Desarrollar la formación continua para una mayor profesionalización e integración con el resto de los subsistemas.
• Establecer la certificación de acciones de formación continua,
en relación al Sistema Nacional de Cualificaciones, mediante
su integración en el sistema de Certificados Profesionales.
• Fomentar la formación de ocupados como instrumento de
mayor competitividad de las empresas y tejido empresarial,
estabilidad en el empleo y como factor de integración y cohesión social.
• Perfeccionar los procedimientos de seguimiento y evaluación
de la formación continua.
318
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Queda pendiente la integración de la certificación de las actuaciones formativas dentro del nuevo Sistema Nacional de Cualificaciones,
que sin embargo, parece extremadamente difícil por la diversidad de
actuaciones formativas que se dan en las empresas y por la necesaria
constante de evolución de las mismas. Por ello, el establecimiento de
titulaciones demasiado específicas podría suponer una excesiva rigidez para los procesos formativos.
4.3.3. El desempleo y la formación ocupacional
Mejorar la capacidad de inserción laboral es uno de los objetivos primordiales de las políticas de empleo, como se ha visto en las
directrices establecidas en Luxemburgo. En España, el perfil del
desempleo es claro: casi la mitad del total son jóvenes de 16 a 29
años, y más de la mitad son mujeres. Además, el nivel educativo de
las personas desempleadas se concentra especialmente en las
enseñanzas primarias (24 por 100) y en las secundarias (56 por
100) tanto generales como profesionales, y conjuntamente componen el 80 por 100 del total de parados.
Ello concuerda con el tipo de empleo que se está creando en los
últimos años, que, junto con el de ventas y servicios, es empleo de
mayor cualificación. A lo largo de estos años, el número de empleados en ocupaciones de alta cualificación ha aumentado incluso en
las etapas de bajo crecimiento económico, con una concentración
de pérdida de empleo en las ocupaciones de menor cualificación.
Este proceso se ha dado tanto en el periodo 1992-1994 como en el
periodo 1994-1996, donde ha sido patente el crecimiento de
empleo en el grupo de directivos, profesionales y técnicos. En
España, este cambio en grupos ocupacionales ha sido especialmente importante y además también se ha producido un fenómeno
paralelo: el aumento del empleo ha sido mayor para las mujeres
que para los hombres, especialmente en las categorías de técnicos y
profesionales44.
Necesidad de
Así, una de las principales necesidades de este colectivo es la
actualización de su formación por encima del nivel básico de educación con objeto de lograr unos mejores niveles de empleabilidad.
Actualización del
44
formación para
empleos de
mayor
cualificación
nivel educativo
European Commission, Employment in Europe, 1997, septiembre 1997.
319
MEMORIA 1997
Paro de larga
duración en todos
los niveles
formativos
Pero existe otro fenómeno importante en el desempleo, que es
la existencia de cotas elevadas de paro de larga duración (de más
de un año de duración), que afecta a la mayoría (54 por 100) y
ocurre con todos los niveles educativos. Ello concuerda asimismo, con el tiempo dedicado a la búsqueda de empleo, ya que es
un proceso largo, especialmente el paro de primer empleo, que
afecta de manera uniforme a los distintos niveles de estudios, de
tal modo que equilibra su diferente nivel de participación laboral.
Y es que se encuentra una gran igualdad, entre los diferentes
niveles de estudios, de la mediana de tiempo que llevan buscando
su primer empleo. Esta situación se da incluso en los universitarios, ya que también concuerdan estas conclusiones con las ofrecidas por un seguimiento de los graduados universitarios de la
UAM, donde se afirma que la incorporación al mercado de trabajo es comparativamente más lenta al comienzo del proceso de
búsqueda y transcurren normalmente unos once meses de media
hasta conseguir el primer empleo (ver capítulo III.2.4. Educación
y empleo).
GRÁFICO II-17
PARADOS QUE SIGUEN ALGÚN CURSO POR GRUPOS DE EDAD, 1997
(Porcentajes sobre el total de parados en cada grupo de edad, segundo trimestre)
25
20
15
10
5
0
16 a 19
25 a 29
Fuente: INE: Encuesta de Población Activa.
320
35 a 39
45 a 49
55 a 59
65 y más
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
La distribución del desempleo por nivel educativo y grupo de edad
muestra que son las personas mayores las que cuentan con niveles educativos más bajos, especialmente personas analfabetas y sin estudios así
como personas con estudios primarios, mientras que los jóvenes cuentan con un nivel más elevado de educación; y los procesos formativos
seguidos por las personas desempleadas muestran claramente una
mayor propensión a formarse cuanto mayor nivel educativo se tenga
(gráfico II-17). Así, si la media de parados que siguió algún tipo de formación en 1997 fue del 13,4 por 100, casi uno de cada cuatro jóvenes
de 16 a 19 años seguía algún curso, especialmente de educación secundaria general y profesional. Los de 20 a 24 años se formaban en casi
igual proporción, pero centrándose en mayor grado en estudios universitarios y otros. Los de 25 a 29, en cambio, realizaban mayoritariamente
otro tipo de curso, quizá de especialización, idiomas, etc., y la proporción de formados a partir de los 30 años descendía considerablemente,
para pasar a suponer tan sólo el 1 por 100 a partir de los 50 años. Este
dato es importante, pues es precisamente el grupo de mayor edad donde
se concentran los menores niveles educativos y los que sufren dificultades de adaptación a las nuevas realidades tecnológicas.
Se forman los
Parece así que se enfrentan dos problemas principales: a la lentitud en la capacidad de crear empleo suficiente, se une la de encontrar empleo de los jóvenes y la necesidad de formar a las personas
de mayor edad. Pero, no es sólo necesaria la formación ocupacional
de las personas desempleadas, sino que las políticas de empleo destinadas a la reducción del desempleo se vean acompañadas de medidas estructurales y preventivas, como la mejora de los niveles
educativos de la población activa, la inclusión de una formación
profesional de base en todos los niveles educativos, la educación de
adultos, la formación permanente y las medidas de acompañamiento
al proceso de búsqueda de empleo y la inserción. Es igualmente
importante contribuir a acortar los procesos de búsqueda de empleo.
Porque, según ha concluido la OCDE en su estudio de las políticas
activas de empleo y de la evaluación de los programas formativos,
los que se dirigen a todas las personas desempleadas y no se dirigen
a necesidades específicas del mercado de trabajo arrojan unos resultados insignificantes para la inversión económica realizada, que no
contribuyen a mejorar las oportunidades de encontrar empleo45. Por
La formación
más jóvenes
debe ir
acompañada de
otras actuaciones
45
OECD, Implementing the OECD jobs strategy: member countries’ experience, 1997.
321
MEMORIA 1997
ello, para poder actuar con efectividad, evitando procesos indiscriminados de formación, es necesaria la detección temprana de necesidades específicas de los colectivos receptores y la realización de
actuaciones de acompañamiento en función de los resultados del
seguimiento. Para mejorar la efectividad de las políticas de empleo
destinadas a parados, las recomendaciones de la OCDE a España
son el apoyo a los parados de larga duración y grupos de alto riesgo
y un cambio en los servicios públicos de empleo, quitando restricciones a los servicios privados de colocación y con una mayor colaboración entre los públicos y los servicios privados de empleo.
Crece el gasto
destinado a la
formación, pero
aún es insuficiente
El gasto destinado a la formación ha crecido en los últimos años
(cuadro II-27) dentro de la partida total de gasto en políticas activas
de empleo, si bien la proporción del gasto en políticas activas no ha
superado el 1 por 100 del PIB y es muy inferior a la que se encuentra en los países de la Unión Europea (cuadro II-26). Dado que las
tasas de desempleo españolas son las más elevadas de la Unión
Europea, parece apropiado aumentar esa partida, aunque las previsiones oficiales no parecen ir por este camino. El presupuesto destinado a formación profesional no creció entre 1995 y 1996, y lo
hizo de 1996 a 1997 debido al aumento del presupuesto destinado
al Acuerdo Nacional de Formación Continua. En cambio, el presupuesto destinado al INEM y a las Comunidades Autónomas con
competencias en la materia no ha crecido, si bien parece que para
el año 1998 está previsto un aumento en el gasto destinado al Plan
de Formación e Inserción Profesional (Plan FIP) destinado a parados46.
Según un estudio de la efectividad de las políticas activas de
empleo frente a la reducción del desempleo47, la única variable significativa de la salida del desempleo hacia la ocupación fue la formación.
Las previsiones del INEM son ofrecer formación a 227.000
parados anualmente hasta 1999 con objeto de formar y reciclar a
los trabajadores desempleados. En cuanto a los efectos de los
En el Programa Plurianual de Empleo para el Reino de España, 1997.
Serrano, Malo, Davia y Hernanz, Políticas activas de mercado de trabajo y
desempleo: un enfoque agregado, Ponencia presentado al III Simposio sobre
Igualdad y Distribución de la Renta y la Riqueza, Fundación Argentaria, 15 al 19
de diciembre de 1997.
46
47
322
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
cursos ofrecidos hasta la fecha, y que se analizan anualmente en
esta Memoria, los alumnos formados a lo largo del año 1995 y
seguidos durante el año 1996 lograron encontrar empleo en un
64 por 100 de los casos, cifra inferior a la que se dio en la inserción de 1995.
Una vez más, aunque se formaron menos hombres que mujeres,
éstos tuvieron mayor éxito en la colocación, con una tasa de 70
frente al 58,4 por 100 respectivamente. En cuanto a la edad se
refiere, se formaron un mayor número de jóvenes, especialmente
de 20 a 29 años, que además tuvieron mejores resultados que los
menores de 20 (63 por 100) y especialmente que los mayores de 44
años (44 por 100). Curiosamente, presentaron mejores resultados
los formados en enseñanzas secundarias de primer ciclo, tanto
generales como profesionales. Los mejores valores resultaron los
de las personas con enseñanzas de formación profesional seguidos
de los de EGB o Bachillerato, a los que le siguieron igualmente las
personas con educación primaria y los titulados de grado medio.
Finalmente, la colocación por familias profesionales (cuadro II31) demuestra que si bien la mayor parte del alumnado se formó en
la rama de administración y oficinas y servicios a las empresas, las
mayores tasas de inserción se produjeron en familias profesionales
que anualmente presentan mejores valores, como la minería y
transformación, industria pesada y construcciones metálicas, aunque en toda ellas el número de alumnos es mucho más reducido
que en las del sector servicios.
Por último, cabe resaltar los objetivos del II Programa Nacional
de Formación Profesional referidos a la formación ocupacional:
• Potenciar las políticas de formación y empleo: desarrollar su
interrelación mutua mediante la orientación y cualificación de
desempleados.
• Promover mecanismos de mutua integración y acreditación
entre la FPO y los otros dos subsistemas, adecuando los contenidos.
• Dirigir la FPO a los colectivos que lo precisen en función de
la igualdad de oportunidades en el mercado laboral.
323
324
CUADRO II-31
ALUMNOS DEL INEM PARADOS FORMADOS Y COLOCADOS POR FAMILIA PROFESIONAL, 1995-1996
(Número de alumnos anual y porcentaje de los colocados en el año siguiente)
Sector/ Familia profesional
Sector servicios
Administración y oficinas
Comercio
Docencia e investigación
Información y manifestaciones artísticas
Sanidad
Servicios a la comunidad y personales
Servicios a las empresas
Transportes y comunicaciones
Turismo y hostelería
Industria
Artesanía
Automoción
Fabricación de equipos mecánicos
Industrias agroalimentarias
Industrias gráficas
Industria pesada construc. metálicas
Industrias químicas
Industrias textiles, piel y cuero
Industrias de madera y corcho
Minería y primeras transformaciones
Montajes e instalaciones
Mantenimiento y reparación
Prod., transfor. y distrib. de energía y agua
Construcción
Edificación y Obras Públicas
Agrario
Agraria
Pesca y acuicultura
Total
Formados
en 1994
59.468
17.865
4.129
1.650
668
2.540
5.107
19.414
2.358
5.737
21.247
530
2.557
1.854
1.416
855
2.154
665
1.574
1.596
116
4.319
3.345
266
6.205
6.205
3.516
3.503
13
90.436
1995
Colocados
en 1995
42.474
12.652
3.388
1.256
445
1.793
3.710
12.577
2.068
4.585
16.790
288
2.118
1.597
1.070
583
1.883
432
1.070
1.233
100
3.475
2.724
217
5.094
5.094
2.663
2.651
12
67.021
Tasa de
inserción *
71,4
70,8
82,1
76,1
66,6
70,6
72,6
64,8
87,7
79,9
79,0
54,3
82,8
86,1
75,6
68,2
87,4
65,0
68,0
77,3
86,2
80,5
81,4
81,6
82,1
82,1
75,7
75,7
92,3
74,1
* Porcentaje de los colocados en el año sobre los formados en el año anterior.
Fuente: Datos facilitados por la Subdirección General de Informática y Estadística del INEM.
Formados
en 1995
65.147
21.857
5.303
1.842
696
3.500
4.412
19.559
3.506
4.472
18.699
339
2.707
1.337
1.210
502
2.190
690
1.363
1.096
190
4.119
2.886
70
5.748
5.748
3.039
3.039
1996
Colocados
en 1996
40.127
12.657
3.647
1.187
425
2.074
2.661
11.757
2.642
3.077
13.184
145
1.953
1.011
848
299
1.762
485
697
674
177
3.024
2.062
47
4.148
4.148
1.852
1.852
Tasa de
inserción *
62,0
57,9
68,8
64,4
61,1
59,3
60,3
60,1
75,4
68,8
71,0
42,8
72,1
75,6
70,1
59,6
80,5
70,3
51,1
61,5
93,2
73,4
71,4
67,1
72,0
72,2
61,0
60,5
92.672
59.332
64,0
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
• Desarrollar anualmente las directrices para 1998 del Consejo
de Luxemburgo para mejorar la capacidad de inserción profesional, combatir el desempleo juvenil y prevenir el desempleo
de larga duración.
• Potenciar las acciones formativas que favorezcan la innovación tecnológica, la calidad, el empleo autónomo, la economía social y los nuevos yacimientos de empleo.
4.3.4. La formación reglada: hacia una alternativa
a la universidad
La formación profesional reglada, para los alumnos del sistema
educativo, se está potenciando como la rama destinada a garantizar
la inserción de los jóvenes. Su objetivo es desarrollar las aptitudes
para el empleo mediante la adquisición de competencias específicas y generales. Por ello, en el nuevo modelo educativo diseñado
por la LOGSE, se ofrece formación de base a todos los estudiantes,
pero además, incluye una formación profesional específica de
grado medio y superior que se aproxima a las necesidades de la
realidad productiva. El hecho de que las personas desempleadas
realicen cursos de formación ocupacional para obtener una preparación profesional inicial, como se ha indicado en el anterior epígrafe, señala que, para evitar llegar a la situación de paro y contribuir
a reducirlo, es básica la preparación profesional inicial de los jóvenes en el sistema educativo.
Hasta hace poco tiempo la formación profesional había sido
minoritaria, con poco más de uno de cada cuatro jóvenes de 14 a
18 años frente a casi tres de cada cuatro en las enseñanzas generales. Incluso en este último curso 1996-1997 ha disminuido en
72.000 el número de alumnos de FP, descenso especialmente
acusado en la FP I y FP II, aunque ha crecido el número de
alumnos en los módulos profesionales II y III. Son varios los
factores que han confluido en esta reducción: por una parte, el
descenso general de jóvenes en este grupo de edad, fenómeno
que está provocando un descenso en el número total de alumnos;
por otra, la ampliación de la edad de educación obligatoria de los
14 a los 16 años, con un segundo ciclo de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en proceso de implantación anticipada
en algunos centros educativos; finalmente, la introducción de
1 de cada 4
jóvenes en
formación
reglada
325
MEMORIA 1997
GRÁFICO II-18
TASA DE PARTICIPACIÓN DE LA POBLACIÓN DE 15 A 19 AÑOS, 1993-1994
(Porcentaje de participantes en formación profesional reglada)
60
15 a 19 años
50
40
30
20
10
0
UE
B
DK
D
EL
F
IRL
LU
NL
AU
P
FI
S
UK
E
Fuente: EUROSTAT, Chiffres clés sur la formation professionelle dans l’Union Européenne.
nuevos estudios de formación profesional48 cuya entrada en vigor
está variando.
Esta baja participación se da también en la comparación con los
Estados de la Unión Europea, especialmente Bélgica, Alemania,
Austria, Suecia y los países del norte de Europa (gráfico II-18).
La formación no
mejora la tasa de
ocupación
Los resultados de la formación en el mercado de trabajo también pueden estar apuntando algunas razones acerca del reducido
número de jóvenes que siguen estos estudios. En una comparación
de las tasas de paro por estudios secundarios terminados, los únicos
países donde el desempleo era más elevado para alumnos de formación profesional que para alumnos de educación secundaria general
eran Grecia y Portugal; en España era prácticamente igual, mientras que en el resto la tasa de paro era considerablemente inferior
para los primeros que para los segundos (gráfico II-19). Así, en
España, en el curso analizado, la formación profesional no mejoraba las posibilidades de empleo. No obstante, esta comparación
48
326
Ver Memoria 1996 para una explicación pormenorizada.
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
GRÁFICO II-19
PARO JUVENIL SEGÚN TIPO DE ENSEÑANZA, 1995
(Tasa de paro de jóvenes de 20 a 29 años con educación general y educación profesional)
40
E. Secundaria General
E. Secundaria Profesional
35
30
25
20
15
10
5
0
UE
B
DK
D
EL
F
IT
NL
P
FI
UK
España
1997
Fuente: EUROSTAT, Chiffres clés sur la formation professionelle dans l’Union Européenne, 1997.
requiere algunos matices, al encontrarse una tasa de paro más alta
para la FP 1 que la FP 2. Aún así, al comparar las tasas de paro de
la enseñanza secundaria general con la profesional, la ESO (25,1
por 100) y la FP 1 (25,3 por 100) y el Bachillerato (20,7 por 100) y
la FP 2 (20,9 por 100), se muestra que las oportunidades no mejoran estudiando formación profesional.
Esta situación era similar al analizar la vulnerabilidad frente al
desempleo de los jóvenes, ya que en la mayoría de los países analizados para los que había datos, la formación profesional parecía
ofrecer una mayor seguridad en el empleo que la educación general (gráfico II-20), con diferencias pronunciadas en la mayoría de
los países salvo en España, donde la distancia era únicamente de
un punto porcentual.
Estos datos muestran que, sin haber entrado en vigor los nuevos
ciclos formativos, la formación no estaba cumpliendo su papel en
la inserción profesional. También los resultados de una evaluación
del sistema educativo apuntan a una proporción alta de alumnos
327
MEMORIA 1997
GRÁFICO II-20
VULNERABILIDAD FRENTE AL PARO DE JÓVENES
SEGÚN TIPO DE ENSEÑANZA, 1995
(Porcentaje de jóvenes de 20 a 29 años que trabajaban el año anterior
y han perdido el empleo)
12
E. Secundaria General
E. Secundaria Profesional
10
8
6
4
2
0
UE
B
DK
D
EL
F
IT
NL
P
FI
UK
España
Fuente: EUROSTAT, Chiffres clés sur la formation professionelle dans l’Union Européenne, 1997.
que no promocionan al siguiente grado, con más de uno de cada
cuatro en la FP 1 y la FP 2 general, y más de uno de cada tres en la
FP 2 especializada49.
La reforma de la
formación
contribuirá a
mejorarla
Pero esta situación está cambiando. La formación se encuentra
en una etapa de reformas y modificaciones que afectan tanto a su
concepción como a su estructura. Las nuevas enseñanzas de formación profesional50 están diseñadas para mejorarla y aproximarla al
mundo productivo. Además, la formación profesional reglada también se ha incluido en el II Programa Nacional de Formación
Profesional y en el futuro Plan de Empleo para el Reino de España,
que se dedican en parte a enfocar estos problemas. En 1997 se ha
finalizado la aprobación de un catálogo de 135 titulaciones (con 27
ciclos formativos en 1997) y ya se han implantado 98 en el territoMEC, Resultados de la evaluación de alumnos en EGB, FP y BUP-COU,
curso 1995-1996.
50
De las que se dio cuenta extensivamente en la Memoria de 1996.
49
328
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
rio MEC. El resto de titulaciones se irá introduciendo a medida que
avance la reforma de la LOGSE.
Uno de los cauces más apropiados para mejorar la formación
reglada es un mayor acercamiento entre el sector productivo y la
escuela, a través del intercambio de recursos humanos, con la incorporación de especialistas de las empresas en la impartición de
módulos profesionales y en la práctica del personal docente en las
empresas y mediante la promoción de vínculos estables entre los
mismos para adaptar las ofertas formativas.
La FP se acerca
Para los alumnos, es vital la realización de formación práctica
en la empresa. La comparación con los programas formativos de la
Unión Europea pone de relieve la baja proporción de cursos que
dividen su tiempo entre formación teórica y formación práctica en
España. En la mayoría de los países de la Unión Europea, la formación incluye módulos en el puesto de trabajo o programas combinados de formación teórica y en un centro de trabajo. España, junto
con Grecia, Finlandia y Portugal, son los países donde la proporción es más reducida.
Importancia de
al sector
productivo
formación
práctica en la
empresa
Las Administraciones Públicas no han sido ajenas a estos problemas, como ya apunta el Consejo General de Formación Profesional,
al matizar como uno de los objetivos del II Programa Nacional de
Formación Profesional la mejora de la formación profesional. Así, la
mayoría de los objetivos específicos destinados a la formación profesional se centran en la profesionalización, la innovación y la aproximación al mundo productivo. Sus objetivos se verán completados
por las propuestas de las administraciones correspondientes.
El primer objetivo apunta la necesidad de desarrollar una formación de calidad que favorezca la profesionalización. Para ello es
necesario promover mecanismos de mutua integración del subsistema con el resto de los subsistemas, junto con la elaboración de una
metodología apropiada para la revisión y actualización del Catálogo de Títulos Profesionales. También se apunta la necesidad de
mejorar la implantación de la Formación Profesional Reglada,
como también opina el Consejo Escolar de Estado51. Los diferentes
La FP no es
ajena a los
retrasos en la
LOGSE
51
MEC, Consejo Escolar de Estado, Informe sobre el estado y situación del
sistema educativo, curso 1995-1996, 1997.
329
MEMORIA 1997
ritmos de aplicación de la LOGSE, que además se han visto modificados por retrasos en el calendario, han dado lugar a ciertos desajustes que permiten coexistir tres sistemas distintos de formación
profesional en los centros: la formación profesional (FP 1 y FP2 en
el régimen de enseñanzas generales y especializadas); los módulos
experimentales, puestos en marcha antes de la reforma de la
LOGSE; y los Ciclos Formativos de la LOGSE de reciente creación. Todo ello repercute en el alumnado y profesorado de las distintas Comunidades Autónomas. Además, cada Comunidad tiene
un ritmo distinto de aplicación, y algunos aún no se han puesto en
marcha, dando lugar a un proceso que no terminará de consolidarse
hasta el curso 2003 según el nuevo calendario de aplicación52, que
acaba de retrasar en un año la implantación de la formación profesional. Problemas de diverso tipo, entre ellos los organizativos o
económicos, no deberían dificultar la implantación de la nueva formación profesional que debe situar a España en los niveles europeos
en lo que a estas enseñanzas se refiere.
También se propone la ampliación de modalidades de formación, mediante métodos a distancia, en horario nocturno y sistemas
que permitirían el acceso a un mayor número de personas que, por
problemas de ubicación, horario u otras causas, no puedan en la
actualidad estudiar.
Los objetivos segundo y tercero se destinan a la innovación y la
cualificación de los recursos humanos a través de la autonomía de
los centros docentes y de la motivación e incentivación del profesorado. Por supuesto, estas reformas requieren verse complementadas
con los recursos materiales, equipamientos y medios didácticos e
instalaciones que incluyan nuevas tecnologías, incluso utilizando,
mediante acuerdos, equipamientos de las empresas.
Una alternativa
real a la
universidad
Por último, en consonancia con las directrices establecidas en
Luxemburgo de tomar medidas destinadas a colectivos desfavorecidos, los programas de garantía social de la LOGSE se deberían
Disposición adicional vigésima séptima. Modificación de la Ley de Ordenación
General del Sistema Educativo, Ley 66/1997, de 30 de diciembre, de medidas fiscales,
administrativas y del orden social y Real Decreto 173/1998, de 16 de febrero, por el
que se modifica y completa el Real Decreto 986/1991, de 14 de junio, por el que se
aprueba el calendario de aplicación de la nueva ordenación del sistema educativo (ver
Capítulo III.2.2. de esta Memoria Reformas educativas).
52
330
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
potenciar, aumentando su oferta y relacionándolos con las políticas
de formación y empleo.
Estas mejoras están aportando a la formación profesional reglada una necesitada renovación que logrará a largo plazo, que los
estudiantes que finalicen la educación secundaria obligatoria la
consideren como una alternativa a la universidad.
5. PRESTACIONES POR DESEMPLEO
Desde la Unión Europea (UE) se vuelve a insistir en la necesidad de sustituir medidas pasivas por medidas activas en la lucha
contra el desempleo. Así aparece en las directrices del Consejo de
Luxemburgo de noviembre de 1997, en lo que fue uno de los más
significativos logros de la Cumbre con importantes consecuencias
presupuestarias. Entre las orientaciones para el empleo en 1998 que
forman parte del primer pilar —mejorar la capacidad de inserción
profesional—, se incluye la relativa a “revisar y adaptar los sistemas de prestaciones y de formación, cuando resulte necesario, de
modo que fomenten activamente la capacidad de inserción profesional e inciten realmente a los desempleados a buscar y aceptar un
puesto de trabajo o una formación”. La concreción de medidas
activas a adoptar en relación a la inserción profesional de los parados es una auténtica novedad que supone una elevación del grado
de compromiso asumido por los Estados a incorporar a sus Planes
de Empleo53. A las medidas de orientación y formación para la
reinserción y para prevenir el paro de larga duración se dedican en
el Plan elaborado por el Gobierno importantes partidas presupuestarias, estando previsto que el peso relativo de las políticas activas
se incremente en los próximos tres años. En 1997, según dicho
Plan, el gasto en políticas activas fue de 484.900 millones de pesetas, frente a 1,5 billones destinados a las pasivas.
En 1997, ha descendido de nuevo el número de personas que
perciben prestaciones económicas por desempleo en los dos niveles
de protección, contributivo y asistencial, confirmándose la tendencia que se iniciara en 1993, con lo que también el gasto en prestaciones desciende y la cobertura se sitúa en el 49,5 por 100. Es decir,
53
El Plan de Empleo del Reino de España ha sido presentado el día 15 de abril
de 1998.
331
MEMORIA 1997
GRÁFICO II-21
TASA DE COBERTURA POR DESEMPLEO, 1987-1997
(Porcentajes, medias anuales)
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1987
1988
1989
1990
1991
1992
Tasa Bruta Estadística (1)
1993
1994
1995
1996
1997
Tasa Neta Estadística (2)
(1) Porcentaje de beneficiarios de prestaciones económicas excluidos los de desempleo parcial y los de subsidio
de trabajadores eventuales agrarios sobre total paro registrado en el INEM.
(2) Porcentaje de beneficiarios de prestaciones económicas excluidos los de desempleo parcial y los de subsidio
de trabajadores eventuales agrarios y los fijos agrarios, sobre paro registrado en el INEM en industria,
construcción y servicios.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Boletín de Estadísticas Laborales.
que de los 2.094.000 parados registrados54 algo menos de la mitad
percibió algún tipo de prestación económica. Desde 1993 la tasa de
cobertura ha descendido en un 17,7 por 100 (gráfico II-21).
Se utiliza el concepto de tasa bruta, esto es, la que se obtiene dividiendo el
número de perceptores, excluido el desempleo parcial y los eventuales agrarios
subsidiados, por el paro registrado total. La tasa neta suprime del numerador los
perceptores del régimen agrario y del denominador, los parados registrados agrarios, así como los demandantes de primer empleo. Ambas tasas elaboradas a partir
de los datos de paro registrado, presentan deficiencias para medir la intensidad de
la cobertura dispensada a los desempleados pues no todos los perceptores de prestaciones económicas por desempleo están incluidos en las cifras de paro registrado
y, por otra parte, el paro registrado es un indicador deficiente del volumen real de
desempleo, al estar influido por las decisiones de inscripción de los individuos en
el INEM. Ello significa que no permiten conocer con precisión si las prestaciones
las perciben las personas que están paradas, esto es que “quieren y pueden trabajar”, según la expresión legal. Por ejemplo, a través de los datos de la EPA, se
54
332
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Centrado el debate de los interlocutores sociales en el fomento de
la contratación indefinida y en las reformas laborales que impulsen la
creación de empleo, con los resultados relativamente favorables que
el conjunto de medidas adoptadas está teniendo por el momento, en el
transcurso del año 1997 no se ha planteado una eventual revisión del
sistema de protección por desempleo por la vía del diálogo social.
Concluido el año, desde el lado sindical han comenzado a surgir peticiones en este sentido, especialmente con motivo de la presentación
del Plan de Empleo del Reino de España por parte del Gobierno55.
La cobertura cae
17 puntos en 4
años
5.1. CONTINÚA LA DISMINUCIÓN DE LA COBERTURA
DE LAS PRESTACIONES ECONÓMICAS POR DESEMPLEO.
El total de beneficiarios de prestaciones económicas por desempleo de los niveles contributivo, asistencial y eventuales agrarios
descendió en 1997 en aproximadamente cien mil personas respecto
al año anterior, descenso que fue más acusado entre los perceptores
de prestaciones contributivas (gráfico II-22). En relación con el
número de parados registrado, algo menos de la mitad percibió
algún tipo de prestación. En total, percibieron prestaciones
1.240.000 personas, de las que 530.000 fueron prestaciones contributivas y una cifra similar, 517.000, correspondieron al nivel asistencial. El número de trabajadores eventuales agrarios subsidiados
de Andalucía y Extremadura, conforme al nuevo sistema de protección, aplicable a partir de 1 de enero de 1997, con origen en el
Acuerdo para el Empleo y la Protección Social Agrarios, fue similar al del año 1996, y un poco más bajo que el de años anteriores.
Uno de cada dos
parados recibe
prestación
observa que un porcentaje de perceptores de prestaciones no son parados, en el
sentido de que no están buscando empleo o no están disponibles para trabajar, con
lo que se podría concluir que el nivel real de cobertura de los parados sería menor
que el mostrado por las tasas de cobertura neta, bruta y estadística que se manejan,
calculadas a partir de los datos de paro registrado en el INEM.
55
El Plan de Empleo del Reino de España no contempla medidas de revisión del
sistema de protección por desempleo. Las propuestas de las organizaciones empresariales tampoco aluden a ello, pero sí lo hacen las que han presentado las organizaciones sindicales, que abogan porque “en paralelo a los esfuerzos por incrementar las
políticas activas se abra un proceso de negociación entre el Gobierno y las organizaciones sindicales que permita, a lo largo de este año, abordar las modificaciones
necesarias para mejorar la actual tasa de cobertura y ampliar la protección familiar de
las personas desempleadas”. Aportación empresarial a la elaboración del Plan de
Empleo del Reino de España. CEOE y CEPYME, Madrid, 24 de marzo de 1998;
Propuestas para el desarrollo del Plan de Empleo, según las directrices de la
Cumbre de Luxemburgo, UGT y CCOO, Madrid, 25 de febrero de 1998.
333
MEMORIA 1997
GRÁFICO II-22
BENEFICIARIOS DE PRESTACIONES CONTRIBUTIVAS,
SUBSIDIOS Y REASS, 1984-1997
(Número de beneficiarios*, medias anuales)
900.000
800.000
700.000
600.000
500.000
400.000
300.000
200.000
Contributiva
Subsidio
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
1987
1986
1985
0
1984
100.000
Subsidio REASS
* Beneficiarios “estadísticos”, inclusive los de desempleo parcial en el nivel contributivo.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Boletín de Estadísticas Laborales.
Entre los beneficiarios de prestaciones contributivas, se acogieron al sistema de capitalización o pago único algo más de siete mil
trabajadores, de los que casi el 60 por 100 destinaron su cuantía a
la realización de actividades como socios de una cooperativa de
trabajo asociado y el resto a una sociedad laboral.
La evolución de beneficiarios de los tres niveles mantiene la
línea descendente iniciada a partir de 1993, lo que lleva a una tasa
neta de cobertura media en el año del 49,5 por 100, como antes se
señaló, y a una tasa bruta de algo más del 62 por 100.
334
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Existen importantes diferencias de protección por Comunidades
Autónomas. Mientras algunas están próximas a la tasa media de
cobertura, como es el caso de Andalucía, Murcia, Castilla-La
Mancha, Canarias, Comunidad Valenciana, Madrid, Navarra; otras
están por debajo como Extremadura, Castilla y León, Cantabria,
Galicia, La Rioja, Aragón, País Vasco, Asturias, Ceuta y Melilla.
Ambas ciudades (con el 37 por 100 Ceuta y el 26 por 100 Melilla),
junto con el País Vasco (41 por 100) y Asturias (38 por 100), tienen
las tasas de cobertura más bajas. Cataluña, con el 67 por 100,
alcanza la tasa más elevada, sólo superada por Baleares, donde la
fuerte presencia de trabajadores fijos discontinuos hace subir la
tasa de cobertura por encima del 100 por 100 (103 por 100).
Los parados
catalanes son los
más protegidos
5.2. CARACTERÍSTICAS DE LOS BENEFICIARIOS
En el conjunto de perceptores de los niveles contributivo y asistencial, excluyendo el subsidio agrario, son varones el 60 por 100,
y la misma proporción se mantiene en los dos niveles.
La prestación contributiva sigue siendo percibida de forma
mayoritaria por trabajadores en las edades centrales, entre 25 y 54
años, manteniéndose la proporción general del 40 por 100 de mujeres. En los niveles asistenciales el peso de los varones de más de 55
años, el 20 por 100, hace descender el de perceptores de edades
centrales hasta el 67 por 100, pero es mayor la proporción (45 por
100) de mujeres que en dichas edades centrales percibe el subsidio
que las que perciben prestaciones contributivas.
Entre los jóvenes menores de 25 años se ha seguido reduciendo
de forma significativa el número de beneficiarios de prestaciones
económicas. En el nivel contributivo se han reducido a la mitad
desde 1994 y ha sido aún más acusado en el asistencial, pues en
1997 cobraron el subsidio por desempleo la cuarta parte de los que lo
hicieron en 1994. Este fuerte descenso de los beneficiarios más jóvenes puede imputarse de forma combinada a las reformas legales del
sistema de protección realizadas en 1992 y 1993, que redujeron la
cobertura, y a las reformas de la contratación, que excluyeron de la
protección al contrato de aprendizaje, así como al incremento entre
los jóvenes de los contratos de duraciones más cortas, que en
muchos casos no generan derecho a la protección por desempleo en
ninguno de los dos niveles por insuficiencia de cotizaciones previas.
Disminuyen los
menores de 25
años con derecho
a prestación
335
MEMORIA 1997
Por terminación
del contrato
temporal
2.871 pesetas
diarias de media
El principal motivo de acceso a la prestación contributiva sigue
siendo la terminación de un contrato de duración determinada: el
57 por 100 de los beneficiarios. El resto son despidos, correspondiendo a los conciliados aproximadamente el 23 por 100 de las
causas de acceso a la protección. Entre los perceptores de prestaciones asistenciales, la principal causa de acceso es el agotamiento
de las prestaciones de nivel contributivo (el 39 por 100), seguido
de los mayores de 52 años (29 por 100) que, una vez que acceden
al derecho por cualquier otra causa, lo mantienen cuando reúnan
todos los requisitos para tener derecho a la jubilación, salvo la
edad. Respecto a 1996, desciende un poco la proporción de quienes cobran el subsidio después de haber agotado la prestación contributiva, proporción que en 1996 fue del 43 por 100. La tercera
causa en importancia de acceso a la prestación asistencial fue en
1997, al igual que en años anteriores, el carecer de cotizaciones
suficientes para tener derecho a prestación contributiva.
La cuantía media líquida de la prestación contributiva en 1997,
fue de 2.871 pesetas diarias, ligeramente superior a la media del
año anterior. Esta cuantía, en el caso de las mujeres, es inferior en
un 22 por 100 a la media. El importe líquido capitalizado como
media por trabajador acogido a la modalidad de pago único ascendió a algo más de 1.700.000 pesetas.
El periodo medio de derecho consumido fue de 15 meses aproximadamente, con diferencias significativas según la edad de los beneficiarios. Entre los menores de 25 años, el periodo medio se reduce a
la mitad y se alarga a partir los 45 años: 17 meses en el caso de los
varones de más de 45 años y 20 meses en los mayores de 55 años,
como consecuencia de contar éstos con mayores periodos de cotización y por tanto de derecho reconocido, con importante presencia de
parados de larga duración. Apenas existen diferencias entre varones
y mujeres en la media de meses de prestación económica consumidos (medio mes a favor de los varones). Las pequeñas diferencias a
favor de los varones, que en todos los tramos de edad consumen más
tiempo de prestación que las mujeres, lo que guarda relación con los
distintos modelos de vida laboral y de cotización, más cortos por lo
general en el caso femenino, se invierten sin embargo, en las edades
comprendidas entre los 30-40 años, en los que la media de meses de
prestaciones económicas consumidos por las mujeres supera en un
mes a la de los varones de ese mismo tramo de edad.
336
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
5.3. EL GASTO EN DESEMPLEO VUELVE A DESCENDER
El gasto total en protección al desempleo volvió a descender en
1997 (cuadro II-32), en consonancia con el menor volumen de
desempleo que soportó la sociedad española y con la ligera reducción de la tasa de cobertura que antes se señaló. Este descenso
correspondió en su totalidad a los registrados en los pagos por prestaciones contributivas y asistenciales, mientras que los destinados a
los subsidios agrarios se elevaron algo, como reflejo de la ampliación de la protección del desempleo en el régimen agrario a partir
de 1 de enero de 199756.
Es apreciable la continuación en 1997 de la tendencia a un
menor esfuerzo agregado, en términos de PIB, de la protección por
desempleo (gráfico II-23). Ahora bien, mientras que en 1995 y en
1996 ese descenso era claramente más acusado que los que se
recogían en la tasa de paro general y en la correspondiente a los
parados con experiencia anterior (cuya traducción no es otra que
una menor cobertura), en 1997 estas trayectorias se muestran bastante acompasadas, corroborando la pequeña entidad de la bajada
en las tasas de cobertura que elabora el INEM a partir de sus registros de parados y beneficiarios de prestaciones por desempleo.
Menor esfuerzo
en términos de
PIB
CUADRO II-32
GASTO* MEDIO TOTAL POR BENEFICIARIO, 1994-1997
(Pesetas corrientes)
Conceptos
1994
1995
1996
1997
A. Total gasto (prestaciones y cuotas)
en millones de pesetas corrientes
2.029.600
1.680.312
1.574.227
1.474.595
B. Total beneficiarios (contributiva,
asistencial y subsidio REASS)
1.759.383
1.458.481
1.342.100
1.240.800
Gasto medio total por beneficiario
en pesetas (=(A/B) x 1.000.000)
1.153.586
1.152.097
1.172.958
1.188.422
* Ejecución presupuestaria del Programa 321A “Prestaciones a los desempleados”. Capítulo 4 “Transferencias
corrientes”.
Fuente: Subdirección General de Prestaciones del INEM.
56
A consecuencia del Acuerdo para el Empleo y la Protección Social Agrarios
suscrito en noviembre de 1996 entre las federaciones del campo de CCOO y UGT
y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
337
MEMORIA 1997
GRÁFICO II-23
GASTO* EN PRESTACIONES POR DESEMPLEO EN PORCENTAJE DEL PIB Y
TASAS DE PARO, 1991-1997
(Porcentajes de gasto sobre el PIB a precios de mercado en pesetas corrientes,
escala derecha; porcentajes de parados totales y con experiencia
sobre la población activa, escala izquierda)
40
4
35
3,5
30
3
25
2,5
20
2
15
1,5
10
1991
1
1992
Tasa paro
1993
1994
1995
Tasa paro sin demandantes 1er empleo
1996
1997
gasto/PIB
* Ejecución presupuestaria del Programa 312A “Prestaciones a los desempleados”. Capítulo 4 “Transferencias
corrientes”.
Fuentes: Gasto: Avance Subd. Gral. Prestaciones INEM; PIB: INE, Contabilidad Nacional Trimestral; Tasas de
paro: INE, Encuesta de Población Activa.
El gasto medio por beneficiario aumentó en algo más de 15.000
pesetas en 1997, lo que supone un incremento de apenas un 1,3 por
100 sobre el año anterior. Además, al detallar el importe correspondiente a las prestaciones en cada nivel de protección (cuadro II-33)
es perceptible el mayor aumento en el contributivo que en los niveles subsidiados. En el primero, el incremento de la cuantía media
de prestaciones por beneficiario fue del 3,2 por 100; en el segundo,
338
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
CUADRO II-33
GASTO* MEDIO EN PRESTACIONES POR BENEFICIARIO,
NIVELES CONTRIBUTIVO Y ASISTENCIAL Y SUBSIDIO REASS, 1994-1997
(Pesetas corrientes)
Conceptos
A. Gasto en prestaciones contributivas
en millones de pesetas corrientes
B. Beneficiarios prestación contributiva
Gasto medio por beneficiario
en pesetas (=(A/B) x 1.000.000)
C. Gasto en prestaciones asistenciales
en millones de pesetas corrientes
D. Beneficiarios prestación asistencial
Gasto medio por beneficiario
en pesetas (=(C/D) x 1.000.000)
E. Gasto en subsidio REASS
en millones de pesetas corrientes
F. Beneficiarios subsidio REASS
Gasto medio por beneficiario
en pesetas (=(E/F) x 1.000.000)
1994
1995
1996
1997
968.800
739.094
807.837
626.624
767.925
592.400
767.925
592.400
1.310.794
1.289.189
1.296.295
1.296.295
472.400
793.074
373.888
615.758
339.129
557.400
339.129
557.400
595.657
607.200
608.412
608.412
105.500
227.215
121.720
216.199
126.130
192.300
126.130
192.300
464.318
563.000
655.902
655.902
* Ejecución presupuestaria del Programa 312A “Prestaciones a los desempleados”. Capítulo 4 “Transferencias
corrientes”.
Fuente: Gasto: Subdirección General de Prestaciones del INEM; Beneficiarios: MTAS, Boletín de Estadísticas
Laborales.
del 1,4 por 100 y en el subsidio agrario del 2 por 100. Al margen
de que esto puede significar tanto un aumento del periodo medio
consumido como uno en la cuantía media generada (que, a su vez,
depende de los salarios por los que cotizó y de las circunstancias
familiares del perceptor), esto implica una mayor intensidad de la
protección en el nivel contributivo.
6. EL PAPEL DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
EN UN SISTEMA DE RELACIONES
LABORALES EN EVOLUCIÓN
Los efectos producidos por la internacionalización y globalización de los mercados y economías, el avance tecnológico, la reorganización de los sistemas productivos y el incremento de la
competitividad, han impulsado una constatable evolución del sistema de relaciones laborales que incide directamente en el papel del
339
MEMORIA 1997
convenio colectivo, como expresión de la autonomía colectiva, en
la regulación del propio sistema de relaciones laborales. Junto a
ello la existencia de un nuevo escenario económico-monetario en el
seno de la Unión Europea y la persistente tasa de desempleo
española, conforman la realidad de un mercado de trabajo en el que
la negociación colectiva debe desarrollar una función que trasciende
la que hasta fechas recientes asumía, convirtiéndose en un instrumento válido en la colaboración y adaptación a los cambios y nuevas condiciones, así como en elemento central de organización del
trabajo.
En este epígrafe se tratará, en primer lugar, del diálogo social a
nivel confederal, sustancialmente en lo que atañe al Acuerdo sobre
Negociación Colectiva como propuesta de ordenación y vertebración de la negociación colectiva española, y al Acuerdo sobre
Cobertura de vacíos, que persigue la universalización de la negociación colectiva, en aquellos sectores o subsectores de actividad
en los que, una vez perdida la vigencia de las Ordenanzas laborales
de aplicación, carecen de amparo negocial.
En segundo lugar y como viene siendo habitual en anteriores
ediciones de esta Memoria, se ofrece información concreta sobre la
negociación colectiva de 1997, que integra tanto aspectos cuantitativos como aquellos otros que hacen referencia a innovaciones o
modernización del contenido de los acuerdos colectivos.
6.1. CONCERTACIÓN SOCIAL Y NEGOCIACIÓN COLECTIVA
Como se ha señalado en el apartado 3 del presente capítulo, los
Acuerdos Interconfederales suscritos en abril de 1997 por las
Organizaciones empresariales CEOE y CEPYME y las Organizaciones
sindicales UGT y CCOO representan un modelo de concertación
social, con rasgos diferenciados respecto de las fórmulas de concertación características de los primeros años de la transición
que tuvieron continuidad hasta la mitad de la década de los
ochenta.
Las especiales circunstancias socio-económicas y políticas por
las que atravesaba el país en los primeros años del nuevo régimen
democrático determinaron un modelo de concertación, a veces
bipartito, a veces tripartito, en el que si bien los acuerdos sobre cre340
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
cimientos salariales desempeñaron un papel destacado, también
contribuyeron a la modernización de nuestro sistema de relaciones
laborales y a la consolidación de las organizaciones sindicales y
asociaciones empresariales mayoritarias como interlocutores cualificados en la conformación y gestión del sistema de relaciones
laborales.
Los Acuerdos Interconfederales de abril de 1997 confirman un
esquema de negociación, sustancialmente bipartita y confederal,
que implica una regulación autónoma de las relaciones laborales, y
en la que el Gobierno ejerce como receptor de dichos Acuerdos
para su traslación normativa, en aquellos supuestos, el Acuerdo
Interconfederal para la Estabilidad del Empleo en concreto, en que
es reclamado por las partes signatarias a estos efectos.
Regulación más
autónoma de las
relaciones
laborales
En este enfoque de concertación o diálogo social, cabría considerar como precursores o antecedentes de los Acuerdos de 1997,
los Acuerdos Bipartitos de Formación Continua de 1992 y 1996, el
Acuerdo sobre Solución Extrajudicial de Conflictos Colectivos
(ASEC) suscrito el 25 de enero de 1996, e incluso el Acuerdo
Interconfederal en materia de Ordenanzas y Reglamentaciones de
Trabajo (AIOR) firmado a los pocos meses de la entrada en vigor
de la Ley 11/1994. Todos ellos comparten como características
básicas su naturaleza bipartita, aunque posteriormente los dos primeros fueron suscritos por el Gobierno, la afección a materias concretas y el ser acuerdos confederales al estar firmados por las
cúpulas de las asociaciones empresariales y organizaciones sindicales más representativas a nivel estatal, con la adhesión, en el de formación continua, del sindicato CIG, como organización asimismo
más representativa de carácter autonómico en Galicia.
En el conjunto de los tres Acuerdos Interconfederales sobre los
que se está tratando, corresponde al de Negociación Colectiva
(AINC) la tarea de marcar las pautas de un deseable modelo de relaciones laborales en el que el convenio colectivo sea real y eficazmente el instrumento central de la determinación de las condiciones
de trabajo y empleo. En este sentido, reviste especial importancia el
hecho de que, por primera vez, las organizaciones empresariales y
sindicales más representativas en el ámbito estatal, protagonistas
destacados, por tanto, de la negociación colectiva, alcancen un consenso sobre su diseño en los próximos años. Conviene señalar, por
341
MEMORIA 1997
otra parte, que los otros dos Acuerdos Interconfederales incorporan
también previsiones que complementan los planteamientos de negociación colectiva que el AINC propugna.
En la reforma laboral de 1994 la potenciación de la negociación
colectiva constituía, en palabras del legislador, uno de los ejes conductores de la misma. A estos efectos se alteró la tradicional relación Ley-convenio, modificándose los ámbitos de actuación de
cada uno de estos instrumentos normativos, cediendo espacios la
regulación estatal en favor del acuerdo colectivo, alcanzando éste
un protagonismo relevante en la regulación de las condiciones de
trabajo. Interesa, no obstante, recordar dos circunstancias que condicionaron de alguna manera aquella reforma. En primer lugar, fue
una reforma unilateralmente impuesta sin consenso con los agentes
sociales y particularmente de las Organizaciones sindicales. Además,
no atendió los graves problemas de estructura y articulación que
aquejan al tejido negocial español. Son precisamente estos dos
aspectos los que trata de corregir el AINC y los que dotan al
Acuerdo de una especial significación.
Con la reforma laboral de 1994 la negociación colectiva pasa a
ser el instrumento regulador de una serie de materias que hasta
entonces eran de exclusiva regulación legal: cuestiones relacionadas con la contratación, regulación de la jornada de trabajo, estructura salarial, sistema de clasificación profesional o aspectos que
inciden en la flexibilización de la relación laboral.
Por otra parte, la reforma de 1994 abre el abanico a diversas
manifestaciones colectivas, distintas del convenio colectivo estatutario, a las que se conceden espacios de actuación en la determinación de condiciones de trabajo, como son los acuerdos de empresa.
Se plantean también espacios de actuación a la autonomía individual, a través del contrato de trabajo, capacitado para regular una
serie de materias de la relación de trabajo.
Modernizar y
racionalizar la
negociación
342
En este nuevo panorama que ofrece la Reforma de 1994, en
torno a la institución negocial, es donde debe ubicarse el Acuerdo
Interconfederal sobre Negociación Colectiva, en el sentido de proceder a la racionalización de la estructura de la institución y a la
modernización de sus contenidos, objetivos básicos que se desprenden del texto del mencionado Acuerdo.
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Para ello, las partes firmantes del Acuerdo han partido de un
diagnóstico poco alentador sobre el funcionamiento de la negociación colectiva española.
El elenco de deficiencias y problemas que, desde diversos ámbitos, se imputan a la negociación colectiva en España, cabría esquematizarlo en los siguientes aspectos:
– Las deficiencias se manifiestan en primer lugar en un alto
grado de atomización y fragmentación, lo que supone la existencia de cerca de 5.000 unidades de negociación, en una
amplia variedad de niveles: desde los de ámbito estatal,
pasando por los interprovinciales y provinciales de sector,
hasta los de grupo de empresas, empresa, centro de trabajo o
franja. Esta numerosa expresión de la manifestación colectiva
carece de criterios de ordenación en la regulación de materias
en los distintos niveles, así como de reglas de articulación
entre los mismos, lo que provoca la negociación sucesiva de
esas materias en cada uno de ellos, produciéndose lo que se
ha venido a denominar “negociación en cascada”. Todo ello,
fomenta una innecesaria y excesiva regulación de contenidos
en la generalidad de los convenios colectivos, así como una
mayor conflictividad en el proceso de negociación.
Diagnóstico poco
alentador de la
actual
negociación
– Los efectos derivados de la extensa vigencia temporal de las
Ordenanzas y Reglamentaciones de Trabajo y la dificultad
para su sustitución, han proyectado unidades de negociación
poco acordes con la estructura de la actividad productiva
actual.
– La cobertura que otorga la negociación colectiva española no
responde a lo que cabría esperar de un sistema en el que predomina el convenio colectivo dotado de eficacia normativa y
general erga omnes: aproximadamente millón y medio de trabajadores asalariados no se encontraban cubiertos por convenio colectivo.
– Uniformidad y pobreza de contenidos, salvo limitadas excepciones, son rasgos significativos de la negociación colectiva
en España. El mimetismo legislativo, el condicionante de la
vigencia de Ordenanzas y Reglamentaciones de Trabajo,
343
MEMORIA 1997
implica que el convenio colectivo se constriña en su regulación, casi exclusivamente, a la determinación salarial y de
jornada máxima de trabajo en su ámbito de afección. El
arrastre convenio tras convenio de los contenidos normativos
de los mismos, ha sido práctica habitual, impidiendo una
regulación dinámica y actualizada de las relaciones laborales
acompasadas a la situación real, en cada momento, del sector
o empresa afectados.
Una regulación
poco dinámica y
actualizada
– Por último, la negociación colectiva española no ha desarrollado suficientemente instrumentos y procedimientos eficaces
de solución autónoma de conflictos, en el marco precisamente que es más propicio, sustrayéndolos al control judicial tan
extendido. En este sentido, la puesta en marcha del ASEC y
la consolidación de procedimientos extrajudiciales en diversas Comunidades Autónomas, pueden dar respuesta e incorporar a la autonomía colectiva la resolución de tales
conflictos —fundamentalmente colectivos— en orden a facilitar a la propia negociación la atención a dicha temática.
Es precisamente en este escenario de deficiencias, que inciden en la institución negocial, donde se enmarca el AINC y
donde la voluntad de las cúpulas de las Organizaciones sindicales y empresariales presentan de forma consensuada y compartida su oferta de mejora de la eficiencia de la propia
institución.
6.1.1. Acuerdo Interconfederal sobre Negociación Colectiva
La preocupación de los agentes sociales sobre la estructura y
articulación de la negociación colectiva no es nueva: por el contrario, ha sido un tema recurrente en los contactos al más alto nivel de
representaciones de empresarios y sindicatos.
Cuando en 1979 UGT y CEOE firmaron el Acuerdo Básico
Interconfederal, ya señalaban la necesidad de reducir el número de
unidades de contratación, ampliando el ámbito de las existentes, a
fin de reducir tensiones sociales innecesarias. Además, se apuntaba
la conveniencia de que los convenios de rama o sector agotaran los
temas objeto de negociación, dejando a otros ámbitos inferiores y
singularmente al ámbito de la empresa, la fijación de las condicio-
344
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
nes técnicas u objetivos con los que se presta el trabajo, así como la
aplicación y la adaptación del convenio de rama o sector. El
Acuerdo Marco Interconfederal de enero de 1980, el Acuerdo
Interconfederal de 1983 o el Acuerdo Interconfederal para la
Negociación Colectiva 1985-1986, incluido en el Acuerdo
Económico y Social, contenían cláusulas en las que, constatando la
atomización de la negociación colectiva española, manifestaban
la necesidad de superar dicha situación, mediante la promoción
de unidades sectoriales y el establecimiento de criterios de reparto de
materias entre los distintos niveles de negociación.
Entrando a considerar la naturaleza jurídica del AINC, debe
entenderse que es un Acuerdo Interprofesional de los previstos en
el artículo 83.2 del Estatuto de los Trabajadores, concertado entre
las Organizaciones sindicales y asociaciones empresariales más
representativas de carácter estatal, para establecer la estructura de
la negociación colectiva en tal ámbito. A pesar de ello las partes,
formalmente, no se han amparado en el precitado texto legal, aunque existe un reconocimiento explícito de tal extremo en el Acta de
aprobación y firma del Acuerdo. De hecho el Acuerdo fue publicado en el BOE57 mediante Resolución de la Dirección General del
Trabajo, en la que se señala expresamente su cobertura bajo el referenciado artículo 83.2 del E.T.
Las confederaciones signatarias atribuyen al Acuerdo un carácter obligacional que vincula precisamente a esas mismas confederaciones y que tiene la voluntad de desarrollar en ámbitos sectoriales el
compromiso adquirido por aquellos de reformar la estructura de la
negociación colectiva. Persigue, por consiguiente, orientar y dirigir
la actividad negocial de las federaciones y asociaciones de sector o
de rama de actividad, en ellas integrados, respetando, en todo caso,
el principio de autonomía de las partes sociales en cada ámbito de
negociación.
El AINC propone un modelo de negociación colectiva, al definir
la estructura y los contenidos básicos que los agentes sociales quieren dar a los acuerdos colectivos en España. Con este fin y atendiendo a la estructura de las Organizaciones sindicales y empresariales,
el Acuerdo Interconfederal se plantea como generador de otros con57
Un acuerdo
generador de
convenios o un
convenio para
convenir
Boletín Oficial del Estado de 6 de junio de 1997.
345
MEMORIA 1997
venios y prácticas negociales, por lo que en este sentido podría calificarse como un convenio para convenir. La efectividad y puesta en
práctica del AINC exige el traslado a la realidad de la negociación
colectiva de aquellos compromisos suscritos en un primer nivel por
las Confederaciones.
Esta circunstancia, la de ser un Acuerdo suscrito exclusivamente
por las Organizaciones más representativas de empresarios y trabajadores a nivel estatal, con ausencia de las Organizaciones más
representativas de las Comunidades Autónomas, puede generar dificultades en la articulación y desarrollo del Acuerdo cuando su puesta en práctica tenga que llevarse a cabo en aquellos territorios donde
gocen de efectiva implantación determinados sindicatos de ámbito
autonómico, como la CIG en Galicia y ELA-STV en el País Vasco.
Objetivos básicos
del Acuerdo de
En cuanto a los objetivos básicos del Acuerdo sobre
Negociación Colectiva, se deben señalar los siguientes:
Negociación
Colectiva
– Vertebrar la estructura de la negociación colectiva con soporte en el convenio colectivo estatal.
– Revisar y reformar los ámbitos de negociación.
– Articular los contenidos de las diversas unidades de negociación.
– Modernización y mejora de las materias y contenidos convencionales.
– Desarrollo de los derechos de participación.
– Establecimiento de reglas sobre el proceso de negociación de
los convenios colectivos.
De los objetivos expuestos, no cabe duda que la estructura y
articulación de la negociación colectiva constituyen el fin fundamental del Acuerdo, como así se dice en su Capítulo IV: “distribuir
las materias entre los distintos ámbitos negociadores por razones de
especialidad de las mismas y para procurar aprovechar al máximo
la capacidad y competencia para obligar a los distintos interlocutores sociales”.
346
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Ámbito material del Acuerdo
La apuesta clara por el convenio colectivo nacional/sectorial,
como instrumento vertebrador de la estructura de la negociación
colectiva, es el elemento de mayor significación del Acuerdo. Los
efectos derivados de la reforma laboral de 1994, en lo relativo a la
apertura de marcos autonómicos de relaciones laborales propiciados por el artículo 84 del Estatuto de los Trabajadores y la promoción de los acuerdos de empresa que aquella reforma implica, se
ven ahora, de alguna manera, corregidos en las propuestas del
Acuerdo, que aboga por una articulación de la negociación, en base
al convenio colectivo nacional/sectorial como eje del nuevo diseño
en el establecimiento de las materias a tratar en cada ámbito negocial, primando aquella unidad de negociación, sin menoscabo de
los niveles inferiores que tendrán espacios de actuación, tanto en el
desarrollo de lo regulado en ámbito superior como en la regulación
particular de determinadas materias, incluso con carácter exclusivo.
Vertebrar la
negociación
desde el convenio
nacional de rama
A juicio de las Confederaciones firmantes del Acuerdo, “un
hipotético convenio colectivo de sector debería agotar las materias
reservadas a dicho ámbito por el artículo 84 del Estatuto de los
Trabajadores, así como otras, siempre que de común acuerdo
ambas partes estimen necesario reservar al ámbito nacional o de
rama de actividad, la regulación laboral de cuestiones remitidas a la
negociación en ámbitos inferiores”.
En concreto, las materias en las que sería conveniente su tratamiento por el convenio colectivo nacional de rama de actividad,
serían las siguientes:
Materias bajo el
ámbito de la
negociación
nacional
– Ámbito funcional: mediante la delimitación precisa de los
afectados. En este sentido se efectúa una doble advertencia.
De una parte no reproducir los ámbitos funcionales de las
viejas ordenanzas laborales y, de otra, atender o crear unidades nuevas que den respuesta a las actividades productivas
actuales.
– Contratación laboral del sector: se recomienda la regulación de
todas aquellas materias relacionadas con la contratación laboral
en las que existe un reenvío legal a la negociación colectiva, y,
en especial a las remisiones que el AIEE hace al convenio
347
MEMORIA 1997
colectivo, fundamentalmente sectorial. Asumiendo, por tanto,
el convenio colectivo un destacado protagonismo en la ordenación de los contratos de trabajo, y singularmente en los aspectos relacionados con garantizar la causalidad en la contratación
temporal y la incorporación de fórmulas de fomento de la contratación indefinida.
– Estructura profesional: se pretende la sustitución de las categorías profesionales, por grupos profesionales delimitados
según los criterios que se fijan en el propio Acuerdo. A su vez
se introduce el concepto de área funcional, que integraría el
de grupo profesional en la adscripción de cada trabajador,
perfilando su cualificación profesional y ordenando las reglas
de aplicación de la movilidad funcional.
El convenio colectivo sectorial será el instrumento adecuado
para establecer el procedimiento a seguir a nivel empresarial
en la adaptación de las viejas categorías laborales a los nuevos
grupos profesionales, lo que en principio debe suponer la fijación por el convenio sectorial de los grupos profesionales, las
áreas funcionales, en su caso, y las aptitudes correspondientes.
Estructura
salarial sí,
subida salarial no
– Estructura salarial: los convenios colectivos nacionales de
rama de actividad deberían limitarse a establecer una estructura homogénea de articulación del salario, con una correcta
definición de los distintos conceptos que lo integran, pudiendo corresponder a los niveles inferiores de negociación la
cuantificación de cada concepto.
– Jornada: en materia de tiempo de trabajo el AINC reserva al
convenio colectivo nacional de rama de actividad la fijación
de la jornada máxima efectiva de trabajo, en el cómputo que
acuerden las partes, y los criterios de su distribución, así
como la posible reducción de las horas extraordinarias y su
compensación por tiempo de descanso.
Compromiso de
negociar la gestión
del tiempo de
trabajo
348
En este punto interesa recordar el compromiso, asumido en el
AIEE por los firmantes, de estudiar durante el primer año de vigencia, todo lo relacionado con la gestión del tiempo de trabajo: la
duración y redistribución de la jornada, el reforzamiento de la negociación colectiva de ámbito estatal en la reordenación de la jornada
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
máxima y su distribución, y en los compromisos para reducir la realización de horas extraordinarias y su posible sustitución por compromisos de empleo.
– Movilidad, cambio de condiciones de trabajo y otros: considera el AINC que la regulación legal de los poderes empresariales de movilidad y modificación de condiciones de
trabajo es de derecho necesario. No obstante, expone que los
convenios colectivos, independientemente en este caso de su
ámbito territorial o funcional, pueden incorporar precisiones
e instrumentos de información y consulta, así como procedimientos para resolver las discrepancias, teniendo en cuenta
las previsiones del ASEC en materia de conciliación y arbitraje.
– Derechos sindicales y régimen de información y consulta en
las relaciones laborales: a juicio de las partes, el convenio
colectivo es el instrumento idóneo para canalizar el desarrollo
de unas relaciones laborales más participativas y la comunicación un elemento válido en la eficacia de los procesos de
diálogo y participación.
En esta línea, el convenio colectivo sectorial podría abordar
el desarrollo del contenido, facultades y competencias que
prevé el Estatuto de los Trabajadores y la Ley Orgánica de
Libertad Sindical sobre la materia, y especialmente, en lo
relativo a la contratación y sus modalidades, a la información
del proceso de negociación y facultades de las comisiones
paritarias, a las reestructuraciones y fusiones, absorciones o
modificación del estatuto jurídico de las empresas, a la organización del trabajo y al cambio en las condiciones de la
prestación laboral. Paralelamente a lo establecido en el AIEE
respecto al artículo 85 del Estatuto de los Trabajadores, posibilita a la negociación colectiva sectorial para articular procedimientos de información y seguimiento de los despidos
objetivos.
– Criterios generales del procedimiento negociador: con el
objeto de favorecer una negociación fluida de los convenios
colectivos, las confederaciones han asumido una serie de
compromisos en el AINC, que tienen que ver con el conteni349
MEMORIA 1997
do del deber de negociar de buena fe. Estos compromisos
contemplan el conjunto del proceso negociador, desde su inicio, con la apertura del mismo una vez producida la denuncia
del convenio; su desarrollo fluido, evitando dilaciones, obstrucciones o impedimentos y sometiendo, en caso de producirse esas situaciones, a soluciones de mediación y arbitraje
del ASEC y al cumplimiento de los compromisos adquiridos
en la negociación mediante el establecimiento de los correspondientes procedimientos y reglas.
Este impulso a la obligación de negociar, preserva, no obstante, lo establecido en el artículo 89 segundo párrafo del Estatuto de los Trabajadores, que contempla la no atención a la
iniciativa negociadora cuando se trate de revisar un convenio
no vencido y ello a pesar de que las confederaciones, en el
marco de un Acuerdo como el que nos ocupa, podrían haber
excepcionado aquella regla para potenciar la negociación sectorial nacional, cuestión que no han considerado en razón al
respeto de la autonomía de las partes en cada nivel convencional.
Régimen
disciplinario,
seguridad y riesgos
laborales
– Régimen disciplinario, seguridad, salud y prevención de riesgos laborales: la fijación de las faltas y sanciones, en el oportuno capítulo de régimen disciplinario, deben figurar en el
contenido del convenio colectivo sectorial nacional que
homogeneice para todo el colectivo afectado esta materia.
Regulación que previsiblemente, y dado su carácter, tendrá
una vigencia temporal amplia.
Se entiende conveniente que los convenios colectivos desarrollen
las disposiciones existentes sobre seguridad e higiene, adaptándolos a lo previsto en la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales. En el ámbito de negociación sectorial, podrán constituirse Comisiones de Seguridad y Salud de carácter paritario
para realizar el seguimiento de lo convenido en la materia y evaluar la aplicación de la normativa vigente en cada sector.
– Articulación negociadora y concurrencia de convenios: como
se ha comentado anteriormente, el fortalecimiento de la
estructura de la negociación colectiva es un objetivo básico
en el Acuerdo Interconfederal.
350
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
En este sentido y asumiendo la existencia de distintas realidades negociales en cada sector, será posible encontrar un sector en el que la única norma reguladora convencional sea el
convenio colectivo de sector, junto a otros sectores en los que
concurra ese convenio con otros convenios, pactos o acuerdos
de ámbito territorial —fundamentalmente provincial o
autonómico— y también con convenios, pactos o acuerdos de
empresa. En estos casos, se hace necesario el establecimiento
de reglas que permitan una regulación sistemática y articulada del correspondiente sector.
Las Confederaciones firmantes del Acuerdo atribuyen al convenio sectorial estatal la definición de la estructura y la distribución de materias a negociar en cada ámbito, de forma que
unas serán de directa aplicación reservadas al ámbito sectorial estatal, otras requerirán un desarrollo posterior en ámbito
territorial y de empresa, y en otras se remitirá su negociación
íntegra a otros ámbitos diferentes al sectorial estatal.
En concreto, la propuesta de distribución material que lleva a
cabo el Acuerdo, esquematizadamente, sería como sigue:
Distribución de
materias a
negociar
– Se faculta exclusivamente al convenio colectivo estatal sectorial el tratamiento de materias como: fijación de la estructura salarial del sector; jornada máxima efectiva de trabajo y
los criterios generales de su distribución en el sector; desarrollo de las disposiciones existentes en materia de seguridad
e higiene, adaptándolas a lo previsto en la Ley de Prevención
de Riesgos Laborales; adaptación y reordenación de derechos sindicales y régimen de información y consulta en las
relaciones laborales.
– Al convenio colectivo de sector, independientemente del
ámbito geográfico que tenga: sustitución de las categorías
profesionales por grupos profesionales y aspectos relacionados con la formación profesional (adhesión al Acuerdo
Nacional de Formación Continua, entre otros).
– A los convenios nacionales, sin que su ámbito funcional
coincida necesariamente con el sector: fomento de la contratación indefinida; procurar el adecuado uso de las distin351
MEMORIA 1997
tas modalidades de contratación y potenciar la utilización
de los contratos formativos y la reducción de horas extraordinarias y su compensación por tiempo de descanso.
– Se entiende adecuada la negociación a nivel de empresa
para tratar las siguientes materias: adaptación de las previsiones de lo estipulado en el convenio de sector en lo relativo a la sustitución de las categorías profesionales por
grupos profesionales; adopción de medidas concretas y
procedimientos a seguir en cuestiones relacionadas con la
seguridad, salud y prevención de riesgos laborales.
– Por último, diversos contenidos carecen de una atribución
diferenciada a un ámbito de negociación concreto, por lo
que podrán ser regulados por cualquier unidad de negociación: establecimiento de cuantías salariales conforme a los
criterios ordenadores del convenio de sector nacional;
compromisos o estipulaciones que se establecen sobre la
distribución irregular o no de la jornada, vacaciones, jornadas especiales, etc.; criterios de compensación de horas
extraordinarias, su cuantía y distribución; precisiones sobre
movilidad y cambio de condiciones de trabajo; establecimiento del régimen disciplinario y procedimientos a seguir;
adopción de medidas concretas en cuestiones relacionadas
con la seguridad, salud y prevención de riesgos laborales,
etc.
En lo que hace referencia a la concurrencia de convenios
colectivos, el AINC no propone reforma legislativa alguna,
aunque en su disposición adicional contempla la posibilidad
de acudir a la modificación legislativa si su propuesta de
racionalización de la estructura de la negociación colectiva en
los términos establecidos en el propio Acuerdo, no prospera.
Abierta la puerta a
una modificación
legislativa en
materia de
concurrencia de
convenios
352
Asimismo, en relación con la concurrencia entre convenios,
la modificación de determinados artículos del Estatuto de los
Trabajadores, a iniciativa del AIEE, sobre preferencias competenciales del convenio colectivo sectorial estatal en determinadas materias de contratación laboral, corrigen, de alguna
manera, lo estipulado en el artículo 84 del Estatuto de los
Trabajadores, al posibilitar que el convenio colectivo sectorial
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
estatal condicione la aplicación de los convenios inferiores en
esas materias58, dejando de ser de aplicación durante la vigencia del convenio estatal, en razón a esa preferencia que el
legislador declara en estos supuestos de concurrencia.
– Administración del convenio, formación profesional y mediación y arbitraje: las facultades de las comisiones paritarias o
mixtas de los convenios, que, como es sabido, forman parte del
contenido mínimo y obligatorio del mismo, se concretan con
un marcado carácter imperativo por el Acuerdo en cuestiones
relacionadas con la interpretación del convenio, su aplicación y
la solución de discrepancias que puedan producirse entre trabajadores y empresarios afectados por aquel. A estas cuestiones
se añaden las de intervención de la comisión paritaria en procedimientos previstos en el ASEC en el sentido de constituir una
instancia previa a la propia de los órganos de dicho Acuerdo,
por lo que el convenio deberá articular claramente la participación de la precitada comisión paritaria a estos efectos.
Relacionado con lo anterior y en congruencia con el compromiso asumido por las partes signatarias del ASEC (coincidentes con
las del Acuerdo Interconfederal sobre negociación colectiva) y
organizaciones adheridas, se recomienda en el AINC que en los
convenios de rama de actividad, revisados o de nueva creación, se
incluya una cláusula expresa de adhesión al ASEC.
Igualmente, la renovación del Acuerdo Nacional de Formación
Continua hace conveniente que el Acuerdo sectorial o de rama de
actividad manifieste la adhesión al mismo, con la correspondiente
constitución de los órganos paritarios adecuados y diseño de acciones de promoción y desarrollo de la formación para el colectivo afectado, de acuerdo con los procedimientos y previsiones del II ANFC.
58
Estas materias son: 1) establecer el número máximo de contratos de formación, atendiendo al tamaño de la plantilla y los puestos que pueden ser objeto de
este contrato; 2) fijar la duración de los contratos de formación, dentro de los límites legales, en función de las características del oficio o puesto de trabajo y de sus
exigencias formativas; 3) puestos de trabajo, grupo, nivel y categoría profesional
objeto del contrato en prácticas; 4) modificación de la duración máxima de los contratos eventuales por circunstancias de producción o el periodo dentro del que pueden celebrarse, atendiendo al carácter estacional de dichas circunstancias, aunque
con las limitaciones marcadas legalmente.
353
MEMORIA 1997
Ámbito temporal y calendario operativo
En principio el AINC fija su vigencia en cuatro años, posibilitando a las partes a instar su renovación, mediante escrito fundado,
seis meses antes de su caducidad. Las partes deberán realizar evaluaciones semestrales y anuales sobre su grado de aplicación.
Garantizar el desarrollo del Acuerdo y la eficacia en su aplicación exige a las partes signatarias el cumplimiento de un calendario
operativo, que sustancialmente está recogido en el texto del propio
Acuerdo en los siguientes términos:
Evaluar la
estructura de una
negociación
colectiva actual
En el plazo de 6 meses, tras la firma del presente Acuerdo, las
Organizaciones que lo han suscrito deben dirigirse a sus Federaciones
o Asociaciones sectoriales en solicitud de un informe de situación
sobre la estructura de la negociación colectiva existente en su sector,
que abordará cuestiones como: convenios vigentes y sus ámbitos; partes legitimadas para negociar en estos ámbitos y constatación de posibles déficit de interlocución; contenidos de los convenios y
especificación de las materias tratadas en cada uno de ellos; propuestas en cada ámbito funcional sobre la aplicación concreta de criterios
de vertebración y articulación, así como las competencias y la distribución de materias que deben corresponder a las distintas unidades de
negociación.
Es decir, en esta primera etapa de aplicación del Acuerdo se traslada
a las Organizaciones y Asociaciones sectoriales, la labor de reconocimiento de la realidad negocial en cada rama de actividad, y la plasmación de propuestas, respetando su plena autonomía en el diseño de la
estructura y articulación de los convenios colectivos en cada sector.
Comisión Mixta
para el
cumplimiento del
Acuerdo
El 22 de julio de 1997 se constituyó la Comisión Mixta, prevista
en el Acuerdo, encargada especialmente del cumplimiento de las
obligaciones insertas en el calendario operativo, fijándose como
actuaciones prioritarias las siguientes:
– Elaboración del Reglamento de funcionamiento de la
Comisión.
– Elaborar un modelo de carta con el fin de dirigirse a las organizaciones sectoriales del ámbito estatal, sindicales y empre-
354
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
sariales, para solicitar que inicien de forma inmediata los trabajos de elaboración del informe, anteriormente comentado,
sobre la estructura de la negociación colectiva en cada uno de
los sectores.
– Recabar el informe, en caso de no recibirlo. Ofrecer buenos
oficios, mediar o arbitrar entre las partes, según los casos y a
requerimiento de las mismas.
– Recabar la colaboración institucional necesaria, y muy especialmente de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios
Colectivos, a los efectos de elaborar los informes sobre la
estructura actual de la negociación colectiva, entre otros.
– Elaborar una Memoria anual con el balance de lo realizado.
Aunque todavía es pronto para constatar resultados perceptibles,
algunos apuntes sí se pueden ofrecer de los escasos meses de
vigencia del AINC:
Un primer dato hace referencia a las dificultades que está
encontrando la recogida de información por parte de las confederaciones sindicales y empresariales, debido al retraso en su remisión
por sus respectivas federaciones sectoriales.
Un segundo aspecto, éste positivo, es la aparición de siete nuevos convenios sectoriales de ámbito estatal en 1997: Pizarra,
Industria Salinera, Agrios, Peluquerías de Señoras y Caballeros,
Residencias Privadas de Tercera Edad y Transporte de Mercancías
por Carretera.
Nacen siete
nuevos convenios
sectoriales
En tercer lugar, la firma de un Acuerdo sobre estructura de la
negociación colectiva en la Industria del Metal, que ajustándose a
las previsiones del AINC, es el primero que procede a la racionalización de dicha estructura conforme a los criterios de articulación y
vertebración que desde el Acuerdo se invocan.
Por último, la gestación de iniciativas adoptadas a nivel de
Comunidad Autónoma, que han dado lugar a convenios intersectoriales, en los que de su contenido se desprende la pretensión de
desarrollo del AINC. En este sentido, la Comisión Mixta de desa355
MEMORIA 1997
rrollo del Acuerdo ya ha mostrado su preocupación, recordando
que es del ámbito sectorial de negociación de donde debe partir la
concreción de las políticas de racionalización, vertebración y articulación de la negociación colectiva.
El AINC recoge finalmente, en una disposición adicional, la
posibilidad de solicitar modificaciones legislativas que, a tenor de
las experiencias y resultados que puedan producirse, entiendan las
Organizaciones signatarias que deban adoptarse para la efectiva
consecución del modelo de negociación colectiva que el Acuerdo
propugna.
Por consiguiente, cabe considerar el AINC como un importante
punto de partida que establece las bases para el futuro modelo de las
relaciones laborales en España. Modelo que las Organizaciones
empresariales y sindicales más representativas comparten, estableciendo una estrategia conjunta para llevarlo a efecto por sí mismas o,
en su caso, mediante el apoyo y colaboración de la regulación legal.
6.1.2 Acuerdo sobre Cobertura de Vacíos
Cerrar el proceso
de sustitución de
las ordenanzas
laborales
La sustitución negociada de Ordenanzas Laborales y Reglamentaciones de Trabajo, ha dado lugar a un dilatado y laborioso
proceso, que se inicia en 1980 con la entrada en vigor del Estatuto
de los trabajadores, se impulsa decididamente con la modificación
estatutaria derivada de la reforma laboral de 1994 y encuentra su
punto de cierre con el Acuerdo suscrito el 28 de abril de 1997 entre
CEOE y CEPYME por parte empresarial y CCOO y UGT por
parte sindical. Ésta es precisamente la finalidad del Acuerdo
Interconfederal sobre cobertura de vacíos (AICV) como así lo
señalan las propias partes signatarias: “las confederaciones empresariales y sindicales asumen la responsabilidad del presente
Acuerdo conscientes de la necesidad de atender los vacíos generados por el proceso de sustitución de Ordenanzas Laborales”.
Sin entrar a detallar el desarrollo de este proceso, que por otra
parte ha sido motivo de amplio comentario en anteriores Memorias
del CES59, sí interesa al menos apuntar los momentos más relevantes del mismo.
59
356
Ver Memorias CES años 1993 a 1996.
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
La reforma laboral de 1994 se planteó definitivamente la pérdida
de vigencia de las más de 125 Reglamentaciones y Ordenanzas
Laborales existentes en ese momento. A estos efectos, la Disposición
Transitoria 6.ª del Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los
Trabajadores60, señaló como fecha límite el 31 de diciembre de 1995.
El 7 de octubre de 1994 las Organizaciones sindicales y empresariales más representativas a nivel nacional suscribieron el Acuerdo
Interconfederal en materia de Ordenanzas y Reglamentaciones de
Trabajo (AIOR), con el objeto de instrumentar y facilitar la sustitución pacífica y ordenada de Ordenanzas y Reglamentaciones de
Trabajo por convenios colectivos.
Merece especial atención la clasificación que el AIOR realizó
sobre la situación en que se encontraban las Ordenanzas todavía
vigentes, distinguiendo cinco grupos:
– Ordenanzas y Reglamentaciones de sectores de actividad que
se correspondían con negociación colectiva de ámbito nacional.
– Ordenanzas y Reglamentaciones de sectores de actividad en
los que existía negociación colectiva generalizada, bien de
ámbito provincial, bien de ámbito de empresa.
– Ordenanzas y Reglamentaciones de sectores en los que existía
negociación colectiva, de ámbito provincial o de empresa, pero
sin que aquélla se encuentre generalizada y sin existir justificación para ello.
– Ordenanzas y Reglamentaciones de sectores en los que
existían problemas de interlocución y de legitimación para
negociar o donde no se posee la legitimación necesaria para
otorgar validez a lo negociado.
60
Dicha disposición establece que las Ordenanzas y Reglamentaciones continuarán siendo de aplicación como derecho dispositivo hasta el 31 de diciembre de
1994, en tanto no se sustituyan por convenio colectivo, y salvo que se establezca
otra cosa por un acuerdo específico al respecto entre las Organizaciones sindicales y
patronales más representativas. Asimismo la citada Disposición Transitoria, autoriza
al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social a derogar total o parcialmente de forma
anticipada las Ordenanzas y Reglamentaciones o prorrogar su vigencia hasta el 31
de diciembre de 1995 en aquellos sectores que presenten problemas de cobertura.
357
MEMORIA 1997
– Ordenanzas y Reglamentaciones de Empresa o Instituciones.
La Comisión de Seguimiento del AIOR elaboró un informe en
diciembre de 1994 sobre la situación en que se encontraba en esa
fecha el proceso de sustitución de Ordenanzas y Reglamentaciones de
Trabajo por negociación colectiva, remitiéndolo a la Comisión
Consultiva Nacional de Convenios Colectivos. Este informe sirvió de
base para que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social dictara una
Orden Ministerial61 por la que se prorrogaban hasta el 31 de diciembre
de 1995, íntegramente, 61 Ordenanzas y Reglamentaciones, parcialmente 9 de ellas, perdiendo su vigencia otras 56.
A partir de este momento, el proceso de negociación de sustitución de Ordenanzas se centra exclusivamente en los ámbitos de
afección de aquellos sectores de actividad en cuyas Ordenanzas de
aplicación fueron declaradas en situación de vigencia prorrogada
hasta el 31 de diciembre de 1995.
En los debates en los que se inserta el proceso que se comenta,
junto al papel protagonista desempeñado por las asociaciones y
representaciones sindicales y empresariales en aras a la consecución,
en sus ámbitos de influencia, de acuerdos colectivos de sustitución
de las Ordenanzas Laborales, debe unirse la labor desplegada en el
seno de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos
dirigida a la búsqueda de soluciones negociadas de cobertura de los
vacíos de regulación, derivados de la derogación de aquellas normas
reglamentarias. En este sentido, debe reseñarse por su especial significación, la definición de las materias que debían ser necesariamente
negociadas entre representaciones sindicales y empresariales a fin de
evitar los indicados vacíos de cobertura. Estas materias se refieren a
estructura profesional, promoción de los trabajadores, estructura
salarial y régimen disciplinario.
Ante la inminente pérdida de vigencia de las Ordenanzas
Laborales a 31 de diciembre de 1995, y constatándose la existencia de
un importante número de situaciones aún por cerrar, al no haber sido
posible alcanzar un acuerdo de sustitución de la Ordenanza o un
acuerdo sobre su prórroga, que excediera de aquella fecha, las organizaciones empresariales y sindicales más representativas se plantearon
61
358
Orden Ministerial de 28 de diciembre de 1994.
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
la posibilidad de utilizar los instrumentos que el Estatuto de los
Trabajadores prevé para atender los vacíos de regulación que inevitablemente se producirían una vez derogadas las Ordenanzas Laborales:
de una parte, la extensión por la Autoridad Laboral competente de un
convenio colectivo; de otra, el dictado por el Gobierno de una
Ordenanza de necesidad; por último, el arbitraje acordado en el seno
de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos.
Las organizaciones sindicales y empresariales más representativas, no plantearon, en aquellos momentos, la utilización del
Acuerdo Interconfederal, que hubiera aportado una solución con
carácter general a los problemas de vacíos de regulación en los sectores afectados y que responde más genuinamente al ejercicio de la
autonomía colectiva que preconiza la reforma laboral de 1994.
En el análisis del proceso se observa la existencia de un importante grupo de sectores en los que la sustitución de la Ordenanza
Laboral era difícil de llevar a cabo por la inexistencia de estructuras
de representación empresarial o por la insuficiente legitimación de
éstas para negociar. En estos sectores, en principio, debería acudirse a los procedimientos de extensión de convenio o, subsidiariamente, a la Ordenanza de necesidad, fórmulas que no han tenido
virtualidad práctica por la rigidez del régimen jurídico de la figura
de la extensión del convenio, de una parte, y por el cariz intervencionista que supone la Ordenanza de necesidad, de otra.
Ausencia de
negociadores
En el diálogo social entre las cúpulas empresariales y sindicales
que concluyó con los acuerdos de abril de 1997, las partes signatarias han entendido oportuno cerrar definitivamente el proceso de
sustitución negociada de las Ordenanzas Laborales, suscribiendo,
ahora sí, un Acuerdo Interprofesional que atienda los vacíos generados por dicho proceso para los sectores con especiales dificultades en ejercer la negociación colectiva.
Por tanto, el AICV debe entenderse como expresión de la
voluntad de las confederaciones empresariales y sindicales de
resolver el dilatado proceso de sustitución de las Ordenanzas
Laborales, adoptando al efecto un instrumento especialmente idóneo para ello: un Acuerdo Interprofesional que cumple un doble
cometido, poner fin al repetido proceso y, a su vez, cubrir los vacíos
de regulación en sectores con déficit de interlocución.
359
MEMORIA 1997
Al objeto de ofrecer una panorámica general del proceso de sustitución de Ordenanzas y Reglamentaciones de Trabajo, en el
Anexo 2 se recoge, en base a información trasladada por la
Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos, la situación a marzo de 1998.
Naturaleza jurídica del Acuerdo
Como el propio texto del Acuerdo indica, se trata de un
Acuerdo Interprofesional sobre materias concretas suscrito a tenor
de lo previsto en el artículo 83.3 del Estatuto de los Trabajadores,
dotado, por tanto, de eficacia normativa y general. Como tal producto convencional, ha sido inscrito y publicado en el BOE62.
El Acuerdo establece la regulación sustantiva de las condiciones
de trabajo, en las que se ha considerado que se produce un déficit
de cobertura ante la ausencia de normativa convencional y que
coinciden con las que previamente se acordaron en el seno de la
Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos, es decir:
estructura profesional, promoción de los trabajadores, estructura
salarial y régimen disciplinario.
Independientemente de lo expuesto, de un detenido examen del
texto del Acuerdo se desprende la incorporación de disposiciones
que trascienden esa primera vocación reguladora de determinadas
condiciones de trabajo y que afectan o desempeñan una función de
ordenación y coordinación de la negociación colectiva en otros
ámbitos. Estipulaciones sobre determinación de sistemas de clasificación profesional, promoción profesional o estructura salarial, en
las que expresamente se señala la sujeción de la negociación colectiva a los criterios fijados sobre esta materia en el Acuerdo, o las
propias reglas de concurrencia entre el Acuerdo y otras regulaciones convencionales, dando preferencia aplicativa, en caso de divergencia, a estas últimas.
Impulsar la
negociación
En este sentido, el AICV debe calificarse como un acuerdo
mixto que, además de reglamentar concretas relaciones individuales de trabajo, impulsa la negociación colectiva en ámbitos inferio62
Resolución de la Dirección General de Trabajo, de 17 de mayo de 1997
(BOE, 9 de junio de 1997).
360
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
res y sobre determinadas materias en una marcada dirección, interrelacionándose, en este aspecto, con ciertas previsiones contenidas
en el AINC.
Ámbito de aplicación del Acuerdo
En primer lugar interesa señalar que el AICV ha supuesto dotar
de cobertura negocial a 800.000 trabajadores englobados en los 23
sectores o subsectores de actividad que conforman su ámbito funcional.
El AICV será de obligada aplicación si no existiese texto legal o
convencional que contemple el tratamiento de alguna de las materias que en el mismo se desarrollan. Asimismo, el Acuerdo establece que lo convenido en éste no pueda afectar a lo dispuesto en los
acuerdos o convenios colectivos vigentes. De la interpretación de
ambos preceptos se deducen claramente los términos de su aplicación. En primer lugar, el Acuerdo se aplicará en su integridad a
aquellos sectores o ramas de actividad en los que no existe negociación colectiva estatutaria o donde aun existiendo, no se regulan
las materias objeto de tratamiento en el Acuerdo. Y se aplicará parcialmente en aquellos supuestos en que, existiendo negociación
colectiva, ésta no atienda en su regulación a la totalidad de las
materias que integran el Acuerdo.
De obligada
aplicación
A su vez, y en virtud de las reglas de concurrencia previstas en
el Acuerdo, la entrada en vigor de un convenio colectivo que regule
la totalidad o algunas de las materias contempladas en aquél,
supondrá la inaplicación total o parcial del mismo. Evidentemente,
esta regla de concurrencia es congruente con la propia finalidad del
Acuerdo, es decir, evitar los déficit de regulación producidos por la
desaparición de las Ordenanzas Laborales, por lo que si existe
acuerdo colectivo que cubra dichos déficit su contenido desplaza a
la regulación del AICV. En todo caso, interesa señalar que el producto convencional previsto para la regulación de estas materias en
los sectores afectados, debe ser un convenio colectivo estatutario,
lo que descartaría que el efecto de sustitución lo provocaran los
acuerdos de empresa, a pesar de que esta figura convencional, conforme al Estatuto de los Trabajadores, en su redacción posterior a
la reforma de 1994, está avalada en la regulación de determinadas
materias coincidentes con las del Acuerdo, en concreto la ordena361
MEMORIA 1997
ción del sistema de clasificación profesional, recibo de salarios y
ascensos en las que el Estatuto se remite en defecto de convenio
colectivo al acuerdo de empresa. La falta de competencia del acuerdo de empresa para sustituir al AICV deriva de la naturaleza supletoria de aquél respecto a la existencia de un convenio colectivo
estatutario, condición que, como ya se ha expuesto, reúne el
Acuerdo Interconfederal.
Por otra parte, las referencias contenidas en el AICV a los acuerdos de empresa —establecimiento de los sistemas de clasificación
profesional, régimen del complemento salarial de antigüedad, fijación del salario base de grupo y de los complementos salariales—
se establecen como desarrollo de las previsiones del propio Acuerdo
y de forma subsidiaria a la existencia de convenio colectivo.
Más dudas se plantean en lo que respecta a la determinación del
nivel de negociación idóneo para producir la inaplicación del AICV.
En principio cabría interpretar de la propia literalidad del Acuerdo
(art. 1.2) que cualquier convenio colectivo estatutario, con independencia de su ámbito de afección, estaría facultado para disponer de
la totalidad o de alguno de los contenidos del Acuerdo. Sin embargo, de la redacción de otros apartados del Acuerdo podría deducirse
una cierta preferencia en algunos supuestos por el convenio colectivo sectorial nacional, en paralelo, por otra parte, con los criterios
mantenidos en el AINC por las Confederaciones signatarias en relación con determinadas materias y más globalmente por la estipulación contenida en la Disposición Adicional del AICV, que obliga a
respetar los contenidos y reglas de actuación pactados en el
Acuerdo sobre negociación colectiva a los procesos de negociación
previos y posteriores a la entrada en vigor del AICV.
En relación con el ámbito territorial del Acuerdo y conforme a
la representación que ostentan las confederaciones que lo han pactado, se extiende y es de aplicación en todo el territorio del Estado.
Su ámbito funcional queda limitado a los sectores o ramas de
actividad que se relacionan en su anexo 163, en consonancia con la
finalidad que motiva el Acuerdo.
63
AICV.
362
En el Anexo 1 se relacionan los sectores y subsectores afectados por el
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
La vigencia temporal del Acuerdo, contempla singularidades
que responden a la finalidad misma de éste y que afectan a las
siguientes cuestiones:
• La entrada en vigor se difiere al 1 de enero de 1998, con el
objeto de que las partes legitimadas para negociar un convenio colectivo estatutario establezcan acuerdos sobre las materias reguladas en el Interconfederal en los sectores donde no
exista negociación sobre las mismas. Por consiguiente, alcanzado acuerdo en ese periodo, el AICV no tendrá virtualidad
jurídica en el ámbito correspondiente.
• La duración prevista es de cinco años, si bien antes de que
transcurra este plazo podrá decaer su aplicación total o parcialmente si mediante convenio colectivo se alcanza acuerdo
sobre la totalidad o parte de las materias a que se refiere el
AICV. Esta previsión se enmarca en la propia finalidad del
Acuerdo, explicitada en su texto, de fomentar la negociación
en los ámbitos inferiores en los que existan partes legitimadas
y a potenciar la constitución de éstas en los sectores donde no
existan en el ámbito sectorial estatal.
Cinco años de
duración
• Una vez transcurridos los cinco años, el Acuerdo perderá su
vigencia, al no establecer previsiones sobre prórroga de sus contenidos. De persistir situaciones de vacíos de regulación al término de vigencia del Acuerdo, las partes signatarias remiten su
solución al procedimiento de extensión de convenios colectivos.
Condiciones de trabajo reguladas en el AICV
Los negociadores del AICV han delimitado su contenido normativo en la regulación de aquellas materias en las que la Comisión
Consultiva Nacional de Convenios Colectivos entendió que, de no
estar tratadas por la negociación colectiva, producirían vacíos de regulación una vez finalizada la vigencia de las Ordenanzas Laborales.
Estas materias, como ya se ha señalado, se refieren a sistemas de clasificación profesional; promoción de los trabajadores, tanto profesional
como económica; estructura salarial y régimen disciplinario.
Conviene recordar que la modificación estatutaria derivada de la
reforma laboral de 1994, procedió a derogar la normativa que hasta
363
MEMORIA 1997
ese momento venía regulando estas cuatro materias —Ordenanzas
Laborales y determinados Reglamentos de ejecución—, facultando a
la negociación colectiva para establecer las condiciones básicas sobre
las mismas. Circunstancia, la de existencia de convenio colectivo,
que de no producirse abocaría a la desregulación de dichas materias
y consiguientemente a la generación de factores de desprotección
para los trabajadores afectados.
• Estructura profesional
La derogación de las Ordenanzas Laborales y los vacíos de
regulación que tal circunstancia provoca se constatan claramente en
el tratamiento del sistema de clasificación profesional.
Si bien la negociación colectiva, ya desde la aprobación del
Estatuto de los Trabajadores en 1980, estaba habilitada para regular
los diferentes aspectos relacionados con la clasificación profesional, el balance de actuación de los convenios colectivos en esta
materia acredita una importante escasez de contenidos que excedan
de las previsiones que, en esta temática, planteaban las normas
reglamentarias ya derogadas.
Pocos avances en
clasificación
profesional
Por consiguiente, el diseño de la estructura profesional en la
negociación colectiva se mantiene, en gran parte, anclado en los
rígidos esquemas de clasificación profesional de las ordenanzas
laborales, basados, como es sabido, en un elevado número de categorías profesionales con una estricta definición de las mismas, que
impide y dificulta una correcta adecuación de la prestación laboral
a las necesidades actuales de un sistema de trabajo en evolución,
que poco tiene que ver con el imperante en los momentos de aprobación de las citadas Ordenanzas.
La situación se agrava en aquellos sectores o ramas de actividad
carentes de negociación colectiva, por cuanto una vez derogada la
Ordenanza que cubría la regulación de esta materia, únicamente
cabría, acudiendo a formulaciones basadas en el uso o costumbre o
apelando a la condición más beneficiosa, mantener aquella regulación ordenancista, extremo que, por otra parte, desvirtúa la naturaleza de la regulación de la clasificación profesional, eminentemente
colectiva, como el propio Estatuto de los Trabajadores indica, en
razón a las consecuencias que de ella derivan y que afectan tanto a
364
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
la determinación de las funciones a realizar como a la fijación salarial o promoción profesional.
Las estipulaciones del AICV sobre la clasificación profesional
comienzan con una casi literal reproducción de lo establecido en el
artículo 22 del Estatuto de los Trabajadores, señalando que
“mediante la negociación colectiva, o en su defecto acuerdo entre
la empresa y los representantes de los trabajadores, se establerá el
sistema de clasificación profesional de conformidad con lo previsto
en este Acuerdo”. Estipulación que previsiblemente no pretende
obligar a los convenios colectivos suscritos con posterioridad a la
entrada en vigor del Acuerdo a establecer un sistema de clasificación profesional, siguiendo pormenorizadamente el guión utilizado
por el mismo, lo que sería contradictorio con lo establecido en el
artículo 1.2 del propio Acuerdo, que posibilita a las partes legitimadas para negociar un convenio colectivo a disponer de la totalidad o
de alguno de sus contenidos, entendiendo que, por el contrario, la
estipulación remarca la naturaleza colectiva de la regulación de esta
materia, impidiendo su individualización, resultando, por consiguiente, de obligada aplicación las estipulaciones del Acuerdo en aquellos
sectores o ramas de actividad con vacíos de regulación en esta
materia, y recomendando por otra parte que, respetando la autonomía de las partes, en la regulación convencional se tengan en
cuenta los criterios de dicho Acuerdo.
El Estatuto de los Trabajadores, después de remitir a la negociación colectiva o en su defecto al acuerdo de empresa la determinación
del sistema de clasificación profesional, señala que se establecerá por
medio de categorías o grupos profesionales.
Por su parte, el AICV opta claramente por el grupo profesional
como eje articulador del sistema, coincidiendo en este punto con
las previsiones contenidas en el AINC.
La señalada clasificación en grupos profesionales se realiza
teniendo en cuenta un doble elemento: de una parte, a tenor de la
interpretación y aplicación de factores de valoración; en segundo
término, por las tareas y funciones básicas más representativas que
desarrolla el trabajador. Es decir, el Acuerdo, en primer lugar, establece un determinado nivel profesional conforme a unos factores
de encuadramiento que deberán valorarse en el momento de adscri-
Sobre tareas y
funciones básicas
365
MEMORIA 1997
bir al trabajador a un grupo profesional, completándose el perfil del
grupo mediante la descripción de funciones que quedan integradas
en el mismo.
Este diseño del sistema de clasificación profesional, habitual en
algunos convenios colectivos, es congruente con el amplio y diverso ámbito funcional del Acuerdo, que dificultaría la concepción del
grupo profesional partiendo de una descripción de funciones.
Como factores de encuadramiento, el Acuerdo considera los
siguientes: conocimientos, experiencia, iniciativa, autonomía, mando
y complejidad.
Teniendo presentes los referenciados factores de encuadramiento,
el Acuerdo distingue ocho grupos profesionales, a los que corresponde un determinado nivel de formación y de titulación profesional,
cuando proceda.
El grupo profesional podrá dividirse en áreas funcionales, admitiéndose la presencia de las viejas categorías profesionales, que
podrán ubicarse en el interior del grupo profesional o de las áreas
funcionales.
El contenido de las funciones que integran cada grupo profesional se recoge en el Anexo 2 del Acuerdo, que señala asimismo, la
inclusión de todas aquellas actividades que, por analogía, resultan
equiparables a alguna o algunas de las que se mencionan. Del análisis de tales funciones se desprende el carácter heterogéneo de las
asignadas a cada grupo profesional, lo que podría ocasionar problemas de aplicación a los límites de la movilidad funcional.
Tablas de
equivalencia
366
Definidos los elementos centrales del sistema de clasificación
profesional propuesto por el Acuerdo, su aplicación o traslación a
cada sector hace necesario que se proceda a las adaptaciones precisas a tenor de las características de dichos sectores, fundamentalmente en lo que afecta a la transición de las antiguas categorías
profesionales a los nuevos grupos. En este sentido, la Disposición
Transitoria Única del Acuerdo establece que, con el fin de propiciar una mejor adaptación, la Comisión Paritaria de este Acuerdo, a
petición de los sindicatos u organizaciones empresariales interesadas, podrá elaborar y aprobar tablas de equivalencia entre las cate-
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
gorías profesionales de cada Ordenanza Laboral ya extinguida y los
grupos profesionales que se describen en el Acuerdo.
Este proceso de adaptación de los contenidos del Acuerdo a
cada sector o subsector incluido en su ámbito de aplicación, plantea diversas cuestiones:
• En primer lugar, la previsión de que el impulso del proceso de
adaptación se otorgue a los sindicatos u organizaciones empresariales interesadas tendrá nula o escasa operatividad en aquellos sectores o subsectores carentes o con déficit de estructura
organizativa —como lo son gran parte de los incluidos en el
Acuerdo—. En estos supuestos, no sería posible la negociación
sectorial a este fin de adaptación, y la petición a la Comisión
Paritaria del Acuerdo en orden a la elaboración de tablas de
equivalencia, encontraría, asimismo, dificultades de articulación.
• Por otra parte, es previsible una importante demora en la aplicación de la nueva estructura profesional en los sectores o
subsectores en los que previamente la Comisión Paritaria del
Acuerdo deba elaborar y aprobar tablas de equivalencia entre
categorías profesionales y nuevos grupos profesionales. Además,
en algunos supuestos sería necesario, también, el ajuste del
sistema de clasificación profesional establecido sectorialmente a nivel de empresa.
En cuanto a la movilidad funcional, el Acuerdo diferencia los
distintos supuestos legales de la figura en razón al carácter sustancial o no de aquélla.
Las estipulaciones del AICV sobre la movilidad funcional no
sustancial se corresponden con lo regulado al respecto por el
Estatuto de los Trabajadores. Es decir, se faculta al empresario para
realizar cambios de funciones, por ser éstas asimilables a las pactadas tanto en contenido como en requerimientos de nivel profesional, sin necesidad de alegar causa que los justifique. No obstante,
se precisa que esta movilidad se produzca dentro del grupo profesional, con el límite de la idoneidad y aptitud necesaria para el
desempeño de las tareas que se encomienden al trabajador en cada
puesto de trabajo, previa realización, si ello fuera necesario, de procesos simples de formación y adaptación.
Mayor movilidad
dentro del grupo
profesional
367
MEMORIA 1997
Asimismo, se exige el respeto a la dignidad del trabajador, a su
formación y promoción profesional y al derecho a la retribución
correspondiente a las funciones que efectivamente realice.
Respecto a la movilidad funcional sustancial, que engloba tanto
la temporal como los cambios de funciones que alteran la prestación pactada con el trabajador al inicio de la relación laboral, el
AICV se remite escuetamente a lo preceptuado en el artículo 39 del
Estatuto de los Trabajadores, por lo que en estos casos deberán
entrar en juego las limitaciones que tal precepto establece, tales
como: existencia de razones técnicas y organizativas que la justifiquen, limitación temporal, comunicación a los representantes de
los trabajadores, posibles promociones, acuerdo de las partes o
sometimiento a trámite de modificación sustancial de condiciones
de trabajo, según se trate de llevar a cabo una u otra movilidad funcional de carácter sustancial.
Como dato de interés, el AICV incorpora, en el tratamiento de
esta materia, la facultad de la negociación colectiva para establecer
procedimientos con el fin de resolver las discrepancias, teniendo en
cuenta a este respecto lo previsto en el ASEC en materia de conciliación y arbitraje.
• Promoción de los trabajadores
Las reglas del AICV sobre promoción de los trabajadores hacen
referencia a dos cuestiones: promoción profesional y promoción
económica —pluses de antigüedad.
Las reglas de promoción profesional previstas en el Acuerdo se
limitan a la concreción del sistema de ascensos. Interesa recordar
que el Estatuto de los Trabajadores, al regular esta cuestión (art.
24), traslada al convenio colectivo, o en su defecto al acuerdo
colectivo entre empresa y representación de los trabajadores, la
fijación del sistema de ascensos, que deberá realizarse dentro del
sistema de clasificación profesional, teniendo en cuenta la formación, méritos, antigüedad del trabajador, así como las facultades
organizativas del empresario.
El AICV, como convenio colectivo que es, ha optado en primer
lugar por trasladar al empresario la facultad de amortizar o proveer
368
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
las plazas vacantes en la empresa, si bien en caso de optar por la
amortización de la plaza se deberán atender aspectos relacionados
con el nivel de actividad, desarrollo tecnológico u otras circunstancias que aconsejen tal medida.
En el supuesto de que el empresario opte por la provisión de la
plaza vacante, el sistema de cobertura podrá ser bien la libre designación, bien la promoción interna, horizontal o vertical.
Por el sistema de libre designación se cubrirán los puestos de
trabajo que hayan de ser ocupados por personal cuyo ejercicio profesional comporte funciones de mando o especial confianza, en
cualquier nivel de la estructura organizativa de la empresa.
En el procedimiento de promoción interna se exige su ajuste a
criterios objetivos de mérito y capacidad, estableciéndose pruebas
selectivas a tal fin, así como el previo informe-consulta de la representación legal de los trabajadores.
Criterios
objetivos de
mérito y
capacidad
En cuanto a la promoción económica, el AICV se limita, de una
parte, a reconocer y mantener el plus de antigüedad como complemento de carácter personal para aquellos trabajadores que lo vinieran percibiendo, y de otra, faculta, en lo sucesivo, al convenio
colectivo, pacto entre los representantes de los trabajadores y la
empresa, o, en su defecto, en el ámbito individual del contrato de
trabajo, para el tratamiento de esta materia.
• Estructura salarial
La modificación estatutaria producida por la reforma de 1994, a
pesar de no alterar un número importante de preceptos reguladores
del régimen legal del salario, sí tuvo una incidencia cualitativa relevante. La derogación de las disposiciones reglamentarias que regulaban la materia salarial comporta un cambio significativo en la
composición y dinámica interna de las retribuciones. A ello debe
añadirse la derogación de las Ordenanzas Laborales, que asimismo
recogían un amplio tratamiento de esta temática.
El retroceso de la norma estatal en beneficio de la norma pactada caracteriza la propuesta modificativa de la reforma de 1994. La
negociación colectiva o, en su defecto, el contrato de trabajo serán
369
MEMORIA 1997
los encargados de determinar la estructura salarial, con la única
limitación legal —en ambos casos— de que deberá comprender el
salario base, definido como retribución por unidad de tiempo o de
obra. Los complementos salariales podrán formar parte del salario
si se pactan en acuerdo colectivo o contrato individual.
Principio de
causalidad en los
complementos
salariales
En el supuesto de que se pactasen complementos, se deberá respetar el principio de causalidad, señalándose tres tipos diferentes
de estas partidas salariales: los fijados en función de las circunstancias personales del trabajador, del trabajo realizado, o de la situación y resultados de la empresa. Los criterios para su cálculo deben
ser objeto de pacto, abandonando la tradicional referencia al salario
base. Igualmente se pactará el carácter consolidable o no de los
mismos, no permitiéndose pacto de consolidación para los ligados
al puesto de trabajo o a la situación y resultados de la empresa.
Con todo ello, la reforma de 1994 pretendió establecer un
marco de mayor flexibilidad en la estructura salarial, potenciando a
la negociación colectiva en la ordenación salarial.
En esta línea, el AINC recuerda que los convenios colectivos
han venido estableciendo, hasta ahora, una estructura salarial polarizada en torno a pocos conceptos, así como que es posible utilizar
distintos modelos salariales, siendo, en todo caso, deseable que la
estructura salarial de éstos sea clara y comprensible, con una
correcta definición de los distintos conceptos, recomendando, por
otra parte, que sea el convenio nacional de rama de actividad, el
que establezca los conceptos o criterios que definen la estructura
salarial vigente en cada sector, sin que ello implique el establecimiento de cuantía alguna.
La primera consideración a realizar sobre las previsiones del
Acuerdo en materia salarial es su adecuación, como no podía ser de
otra forma, a las prescripciones del Estatuto de los Trabajadores.
Así, la estructura salarial se articula sobre el salario base de grupo
—en congruencia con la propuesta de estructura profesional del propio Acuerdo—, o salario de contratación, y, en su caso, con los complementos salariales. En caso de existir acuerdo colectivo, será el
salario base de grupo el que determinará la estructura del salario, y en
su ausencia entrará la autonomía individual en su fijación. Este salario
370
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
base podrá integrar muchos de los complementos actualmente existentes que tengan derecho a percibir los trabajadores afectados por el
Acuerdo, lo que supone, en principio, una presunción a favor de aquel
concepto retributivo, de todas aquellas partidas salariales que no respondan a las exigencias de causalidad que se establecen para los distintos complementos salariales. El salario base no podrá, en ningún
caso, ser inferior al mínimo interprofesional en cómputo anual.
A pesar de que el Estatuto de los Trabajadores prevé que la fijación del salario base tenga como referencia la unidad de tiempo o
la unidad de obra, el AICV opta claramente por la primera, al señalar que remunera tanto la jornada como los periodos de descanso
en los términos en los que éstos se encuentren establecidos mediante convenio colectivo o norma legal.
En cuanto a los complementos salariales, el Acuerdo se propone
una labor racionalizadora de los mismos a la vista de la gran variedad y pluralidad existente.
Para ello, el Acuerdo marca unas pautas a seguir por la negociación colectiva en orden a la adaptación de la actual estructura salarial a los criterios del Acuerdo. Encomendando, por consiguiente, a
las partes implicadas en cada proceso negociador a la realización
de la correspondiente adaptación, no contemplándose, en este caso,
la participación de la Comisión Paritaria del Acuerdo, a estos efectos, como se prevé en el proceso de adaptación de los sistemas de
clasificación profesional.
Los criterios a seguir por la negociación colectiva, con el fin de
alcanzar la adaptación que desde el Acuerdo se propugna, se concretan en los siguientes puntos: a) Racionalizar la variedad y pluralidad de complementos salariales existentes; b) La consideración
del salario base de grupo como elemento central de la estructura
salarial, manteniendo los complementos salariales derivados de una
causa concreta que justifique su conservación como tales; c) La
necesidad de que la retribución variable se refiera exclusivamente a
la compensación de carácter personal, por calidad y cantidad de
trabajo y de puesto de trabajo.
El elenco de complementos salariales que prevé el AICV coincide con el recogido estatutariamente, es decir, los que traen su
371
MEMORIA 1997
causa de las condiciones personales del trabajador, los establecidos
en función del trabajo realizado y los derivados de la situación y
resultados de la empresa.
No todos los
complementos
serán consolidados
Las reglas sobre consolidación o no de dichos complementos
salariales se fijan en el Acuerdo en los siguientes términos: en
principio se faculta al acuerdo colectivo para señalar el carácter
consolidable o no de los complementos; los complementos personales y los de cantidad y calidad de trabajo serán consolidables
salvo pacto en contrario; los complementos debidos a circunstancias de la producción y los relativos a las condiciones en las que se
preste el trabajo —de puesto de trabajo— no son consolidables,
salvo pacto en contrario; y los que dependen de la situación o
resultados de la empresa se abonarán cuando concurran las circunstancias previstas especificadas en pacto colectivo o en su
defecto individualmente.
El AICV contempla, también, la garantía ad personam de las
condiciones más beneficiosas que se hubieran pactado individual o
colectivamente o se hubieran concedido unilateralmente por el
empresario, sin perjuicio de la posibilidad de absorción y compensación en los términos previstos en el artículo 26.5 del Estatuto de
los Trabajadores.
Por último, el Acuerdo no aporta novedades sustanciales, con
respecto a la normativa estatal, en lo que hace referencia a la
forma del pago del salario. Únicamente cabe apuntar como novedoso —aunque ya existe cierta práctica negocial en este sentido—
el derecho del trabajador a solicitar que la firma del recibo de salario se realice en presencia de testigos: órganos de representación
de los trabajadores o, en su defecto, ante la presencia de un compañero de trabajo.
• Régimen disciplinario
El Estatuto de los Trabajadores, al regular las faltas y sanciones
de los trabajadores, se limita a introducir unas breves indicaciones
o principios generales, remitiendo el desarrollo del poder disciplinario a las previsiones que se establezcan en las disposiciones legales o convenio colectivo de aplicación. Esta escasa regulación
estatutaria necesita, por tanto, ser completada mediante los instru-
372
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
mentos indicados para su efectiva operatividad, en razón al principio de tipicidad exigible en todo régimen sancionador.
La negociación colectiva, hasta el momento, ha sido poco receptiva a incorporar entre sus contenidos aquellos que afectan a esta
materia, fundamentalmente por la cobertura que otorgaban las
Ordenanzas Laborales y Reglamentaciones de trabajo que, sin
excepción, contemplaban lo relativo a la misma. En todo caso, ha
venido siendo práctica habitual la traslación casi literal del contenido de la norma reglamentaria al clausulado de los convenios que
tenían previsiones al respecto.
Regulado
básicamente en
las Ordenanzas
Por todo ello, la definitiva derogación de las Ordenanzas
Laborales para los sectores cubiertos por el Acuerdo supone un claro
vacío normativo para los mismos, que imposibilitaría el ejercicio del
poder disciplinario, en aquellos supuestos en los que no existiera
tipificación legal de la falta laboral —es decir, los previstos en el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores que dan lugar al despido
disciplinario—. Situación que comportaría la paradoja de poder sancionar conductas de máxima gravedad con el despido disciplinario y
no aquellas otras debidas a incumplimientos contractuales menores.
Interesa recordar que el AINC al referenciar esta materia, residencia su regulación en el convenio colectivo sectorial de ámbito
nacional.
La regulación que contiene el AICV sobre el régimen disciplinario no tiene un carácter exhaustivo, en razón a la propia naturaleza subsidiaria del Acuerdo que, en su caso, deberá ser desarrollado,
adecuado o completado por la autonomía colectiva, en cada ámbito
sectorial de negociación. Esta regulación no acabada responde, asimismo, a la heterogeneidad del ámbito funcional del Acuerdo que
impide contemplar las peculiaridades sectoriales que dicho acuerdo
abarca.
Sin carácter
exhaustivo
El régimen disciplinario que se recoge en el AICV se encuentra
en tres preceptos que respectivamente atienden a sus principios de
ordenación, graduación de faltas y sanciones.
En cuanto a los principios de ordenación, contiene en primer
lugar una indicación sobre la finalidad y justificación del propio
373
MEMORIA 1997
régimen disciplinario, señalándose en este sentido que “las normas
de régimen disciplinario persiguen el mantenimiento de la disciplina
laboral, aspecto fundamental para la normal convivencia, ordenación técnica y organización de la empresa, así como para la garantía
y defensa de los derechos e intereses legítimos de los trabajadores y
empresarios”. Seguidamente, se referencian los incumplimientos
contractuales que darán lugar a las correspondientes sanciones, se
establece la clasificación de las faltas en leves, graves y muy graves
y, por último, se señalan los requerimientos formales de comunicación por escrito motivado al trabajador de la falta, cualquiera que
sea su graduación, y notificación a los representantes legales de los
trabajadores de la imposición de sanciones por faltas muy graves.
En la regulación de las faltas laborales el Acuerdo procede a
una mayor concreción de la que era habitual en las Ordenanzas
Laborales, alejándose de la utilización de cláusulas generales o
analógicas, reforzando con ello el principio de tipicidad. Por otra
parte, se actualiza la tipología de las infracciones, incorporándose
algunas que no figuraban en las viejas Ordenanzas, caso de la
“inobservancia de los servicios de mantenimiento en caso de huelga” —conforme al artículo 16 del Real Decreto-Ley 17/1977—
calificada como falta muy grave, o el “acoso sexual”, considerado
asimismo como falta muy grave.
Por lo que respecta a las sanciones, se regulan sus máximos con
la siguiente concreción: a) La falta leve podrá sancionarse con amonestación verbal o escrita y suspensión de empleo y sueldo de hasta
dos días; b) La falta grave, con suspensión de empleo y sueldo de
tres a catorce días; y c) Las faltas muy graves con suspensión de
empleo y sueldo de catorce días a un mes, traslado a centro de trabajo de localidad distinta durante un periodo de hasta un año y despido disciplinario.
Más suaves que en
las Ordenanzas
Con carácter general se aprecia una cierta suavización de las
sanciones con respecto a las que establecían las Ordenanzas
Laborales.
Por último, el Acuerdo se refiere en esta materia a los plazos de
cancelación de las anotaciones desfavorables que como consecuencia de las sanciones impuestas pudieran hacerse constar en los
expedientes personales.
374
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Administración y desarrollo del Acuerdo
El Acuerdo prevé la constitución de una Comisión Paritaria
de aplicación e interpretación que fue efectivamente constituida
el 22 de julio de 1997, y está formada por ocho representantes
de las Organizaciones sindicales y otros ocho de empresariales.
Esta Comisión deberá reunirse al menos una vez al trimestre y
tendrá que elaborar anualmente un Informe sobre sus actividades. Las decisiones en el seno de la misma se adoptarán por
mayoría.
En cuanto a las funciones atribuidas a la Comisión, se concretan
en una doble vertiente: en primer lugar, atender al seguimiento de
los progresos de negociación sectorial en la sustitución de las materias contenidas en el Acuerdo y en un plano más concreto, la aprobación de tablas de equivalencia entre las categorías profesionales
de cada Ordenanza laboral derogada y la de los grupos profesionales definidos en el Acuerdo, todo ello previo requerimiento de las
Organizaciones sectoriales.
Gobernado por
una comisión
paritaria
Un último punto que conviene tratar es el de la posibilidad de
persistencia de vacíos de regulación en determinados sectores, una
vez transcurridos los cinco años de vigencia del Acuerdo. Al respecto, las Organizaciones firmantes se han comprometido a cubrir
los referenciados vacíos mediante el procedimiento de extensión de
convenios colectivos.
En este sentido, y al objeto de dotar al procedimiento de extensión de eficaz operatividad, en noviembre de 1997, las partes signatarias del AICV alcanzaron un acuerdo sobre la modificación legal
del citado procedimiento, que fue remitido al Ministerio de Trabajo
y Asuntos Sociales a los efectos correspondientes.
En síntesis, el borrador de propuesta de modificación de la
extensión de convenios colectivos presentado por las organizaciones empresariales y sindicales atiende, de una parte, a la adaptación
de competencias de la autoridad laboral a la realidad de las competencias trasferidas a las Comunidades Autónomas y, de otra, propugna una agilización y simplificación de los procedimientos, tanto
en lo que respecta a la reducción de plazos como al propio impulso
procedimental.
375
MEMORIA 1997
6.2. LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA EN 1997 FUE FLUIDA
Y POCO CONFLICTIVA
Un año más, el Consejo Económico y Social quiere dar a conocer los datos de negociación colectiva en España, reseñando en este
epígrafe lo acontecido al respecto durante 1997.
Marcada por los
resultados
económicos
La negociación colectiva, como elemento central en un sistema de
relaciones laborales desarrollado, no es ajena al comportamiento de
las diversas variables socio-económicas que inciden y referencian su
evolución en un periodo determinado. En este sentido, y esquemáticamente, el contexto que enmarca la negociación colectiva de 1997 se ha
caracterizado por una apreciable aceleración del crecimiento económico, una importante estabilidad en los precios, que se ha traducido en
una significativa reducción de los tipos de interés, y un aumento del
empleo con una disminución de la tasa de paro de casi un punto.
A todo ello habría que añadir el desarrollo de las negociaciones
interconfederales, que han dado lugar a Acuerdos con clara influencia en la institución y que por consiguiente, deben considerarse en
el análisis de la misma.
El incremento
salarial pierde
peso en la
negociación
Dos apuntes más interesa realizar. De una parte, la creciente
importancia de la dinámica de las relaciones laborales como política destinada a desempeñar un papel significativo en la regulación
de la competencia, una vez que, incorporada España a la Unión
Económica y Monetaria (UEM), el juego de otras políticas hasta el
momento utilizadas se hace más restrictivo. De otra, el cambio en
la propia dinámica de la negociación de los convenios que, debido
a la drástica reducción de las tasas de inflación y tipos de interés,
se centra cada vez menos en la discusión del incremento de la tarifa
salarial y más en cuestiones relacionadas con los elementos que la
determinan, concibiéndose, por otra parte, como un instrumento de
regulación de las relaciones laborales que potencie la competitividad de las empresas y la creación de empleo.
Metodológicamente, conviene reseñar que, con carácter general,
en la realización de este informe sobre la negociación colectiva del
año 1997, se han tomado como base los convenios colectivos con
efectos económicos en dicho año, registrados hasta el 31 de diciembre, razón por la cual la información adolece de un cierto grado de
376
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
provisionalidad, porque es habitual que el registro de la totalidad de
los convenios de cada año se prolongue durante varios meses una
vez finalizado el mismo.
6.2.1. Planteamientos y curso de las negociaciones
A comienzos de año, las confederaciones de UGT y CCOO presentaron el documento unitario sobre criterios de negociación
colectiva, fijando como objetivos centrales los siguientes:
CCOO-UGT:
objetivos
sindicales
unitarios
– Reducir la temporalidad y la alta rotación en el empleo, mejorar su calidad y evitar su destrucción.
– Conseguir un reequilibrio en la desigual participación de los
trabajadores en la renta nacional por medio del empleo o de
los salarios.
– Fortalecer y articular la negociación colectiva.
– Mejorar la capacidad de intervención de los convenios para
continuar limitando los efectos desreguladores de la reforma
laboral.
– Contribuir a la reducción de las más graves desigualdades
laborales y a la desaparición de las discriminaciones.
Estos objetivos generales responden, en su mayor parte, a los planteamientos que en esos momentos UGT y CCOO defendían en la
negociación interconfederal con CEOE-CEPYME, señalando al respecto que dicha negociación y las expectativas que generaba no
deberían suponer un bloqueo en el curso normal de la negociación.
En términos más concretos, los sindicatos más representativos a
nivel nacional establecían las siguientes orientaciones para los convenios colectivos a negociar este año:
– En materia de contratación: preservar el principio de causalidad en la contratación temporal; establecer cláusulas de creación de empleo, fundamentalmente mediante la conversión de
contratos temporales en indefinidos; reforzar la actividad y
competencias de las Comisiones Paritarias en el control de los
377
MEMORIA 1997
procesos de contratación y subcontratación; garantizar la igualdad de trato y condiciones laborales en el trabajo a tiempo parcial; controlar la subcontratación de actividades de ETT.
– En materia de jornada: reducción de la jornada laboral avanzando hacia las 35 horas; suprimir o reducir la realización de
horas extraordinarias; establecer controles sindicales en la distribución e implantación irregular de la jornada; acordar la
posibilidad de optar a una jornada reducida.
– Por lo que respecta a la política salarial: alcanzar incrementos
salariales por encima del IPC previsto, de forma que suponga
una clara recuperación del poder adquisitivo y, en todo caso,
garantizar un incremento no inferior al IPC previsto por el
Gobierno para finales de año —2,6 por 100—; inclusión de
cláusulas de revisión salarial con carácter retroactivo; regulación en los convenios sectoriales de un salario mínimo; introducción en los convenios de ámbito superior a la empresa de
criterios sobre las cláusulas de inaplicación o descuelgue salarial; consolidar estructuras salariales claras que eviten la individualización y eliminen discriminaciones; impulsar la
creación de fondos de pensiones y externalizar los existentes.
– En cuanto a la clasificación profesional: modernizar desde el
ámbito sectorial estatal las actuales estructuras de clasificación profesional, adaptándolas a las nuevas realidades, estableciendo controles sindicales y constituyendo Comisiones
Paritarias en los distintos ámbitos para la adecuación, seguimiento e implantación de los procesos de reclasificación.
– En relación con la formación profesional: desarrollar de
forma negociada los planes agrupados en el marco de los
convenios colectivos estatales; potenciar las funciones de las
Comisiones Paritarias sectoriales; posibilitar el acceso a la
formación continua de los trabajadores con contrato a tiempo
parcial.
– Sobre salud laboral: interesa el cumplimiento y desarrollo de
la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y Reglamentos
que la desarrollan, haciendo especial hincapié en la constitución de Comités de Seguridad y Salud de ámbito sectorial y
378
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
de Servicios de Prevención en las empresas de más de 250 trabajadores o con especial riesgo.
– Por último, se recomienda incluir en el articulado de los convenios, cláusulas de adhesión al ASEC en aquellos sectores
que no lo hayan realizado anteriormente.
CEOE y CEPYME, partiendo de la consideración de que los
convenios colectivos deben configurarse como un instrumento de
mejora de la competitividad de las empresas, propugnan la modificación de sus contenidos en consonancia con los objetivos y demandas de mayor flexibilidad, así como la actuación prudente en
materia de costes laborales, dada su clara influencia en el objetivo
de estabilizar la inflación en línea con los criterios de convergencia.
CEOE Y
CEPYME:
mejorar la
competitividad
Sobre las materias que, habitualmente, forman parte del articulado de los convenios, CEOE y CEPYME recogen los siguientes
criterios de actuación:
– Vigencia de los convenios: se deberá considerar la procedencia de vigencias superiores al año, teniendo en cuenta el
marco económico estable y la incorporación a los convenios
de contenidos nuevos en la línea de modernizar las relaciones
laborales. Se insiste en la conveniencia de limitar los efectos
de la denominada “ultra-actividad”, bien de forma general o
para algunas cláusulas en particular.
– Contratación: se recomienda no limitar la utilización de
modalidades contractuales previstas legalmente, ya que puede
dificultar la adopción de medidas flexibilizadoras.
– Jornada de trabajo: se desaconseja reducir la jornada por el
incremento de costes laborales que supone; en aras a obtener
una mayor flexibilidad y racionalización de la prestación
laboral, se hace necesaria la fijación de la jornada de trabajo
en cómputo anual, así como su posible distribución irregular
a lo largo del año.
Jornada en
cómputo anual
– Clasificación profesional y estructura salarial: se considera
procedente sustituir las viejas categorías profesionales por
grupos profesionales. Por lo que respecta a la estructura sala379
MEMORIA 1997
rial, sería conveniente afrontar un cambio, que comporte la
reducción o supresión de complementos personales ajenos a
las vicisitudes que afectan a la carrera profesional del trabajador, debiéndose implantar, en cambio, complementos productivos que retribuyan la adscripción a un puesto de trabajo
vinculado a la situación concreta que afecte a la empresa. En
materia salarial se aboga, asimismo, por incrementar el salario variable en detrimento del fijo.
– Política salarial: como viene siendo habitual, CEOE y CEPYME recomendaron, en la fijación de las condiciones económicas de los convenios, tener como referencia básica los costes
laborales totales de las empresas. En este sentido, el crecimiento de los costes laborales unitarios, especialmente en
empresas que compitan en el exterior, deberá tener como referencia básica el previsto, en promedio, para los países de la
Unión Europea, es decir, el 1,4 por 100. Igualmente en relación con los incrementos salariales nominales a pactar en convenios, deberá tenerse presente el citado incremento de costes
laborales unitarios en la Unión Europea, los deslizamientos
salariales y el resto de costes sociales, de forma tal que la cifra
resultante permita a las empresas mantener el grado de competitividad actual.
– Por otra parte, se desaconseja la inclusión de cláusula de revisión salarial y, en sentido contrario, la incorporación de cláusulas de inaplicación del régimen salarial (descuelgue), así
como el procedimiento para llevarlo a cabo en función de las
circunstancias específicas de cada sector.
– Finalmente, la circular para la negociación colectiva de CEOE
y CEPYME señala diversas orientaciones y aclaraciones en
torno a materias como formación profesional continua, prevención de riesgos laborales, compromisos por pensiones, mediación y arbitraje y absentismo laboral e incapacidad temporal.
El curso general de la negociación colectiva en 1997 se ha desarrollado con notable fluidez, a pesar de algunas incertidumbres a
comienzos de año en espera de los resultados de la negociación a
nivel interconfederal. La fluidez y agilidad en el ritmo negociador
han propiciado además una cifra de conflictividad —en relación
380
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
con jornadas no trabajadas por huelgas derivadas de la negociación
colectiva— claramente menor que la del año anterior.
Como ya se apuntó en los comentarios al AINC y al AICV, en el
año 1997 se han abierto siete nuevos ámbitos de negociación sectorial
estatal, alcanzándose además acuerdos sobre materias concretas, a
tenor de lo establecido en el artículo 83 del Estatuto de los
Trabajadores, en el subsector de Mantenimiento de Cabinas, y gestado
el Acuerdo sobre estructura de la negociación colectiva de la Industria
del Metal, cuyo pacto definitivo se produjo el 24 de marzo 1998.
Es importante además señalar que, a finales de febrero de 1998,
cerca de tres millones y medio de trabajadores tenían ya cerrados
sus acuerdos colectivos para dicho año, con una subida salarial
media de un 2,48 por 100.
6.2.2. Estructura de la negociación colectiva
La información utilizada procede fundamentalmente de la Subdirección General de Estadísticas Sociales y Laborales del
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, recurriéndose en casos
concretos a otras fuentes. En este sentido, se toman como base los
convenios colectivos con inicio de efectos económicos durante
1997 y que han sido registrados hasta el 31 de diciembre de dicho
año. Se recoge información de la negociación colectiva estatutaria,
es decir, de eficacia general, comprendiendo tanto convenios colectivos nuevos como revisiones salariales, incluidas las automáticas
—derivadas de convenios plurianuales que establecen el incremento salarial para 1997—, cuando concurran los requisitos de legitimación y tramitación exigidos para el convenio colectivo
originario. Asimismo, se recogen las adhesiones a otros convenios,
arbitrajes voluntarios, extensiones de convenio y otros acuerdos
registrados con eficacia general en convenio.
Los pactos de eficacia limitada o convenios extraestatutarios se
incluyen cuando existe constancia de sus datos. No se incorpora
información sobre los acuerdos de empresa emanados de la reforma laboral, al no existir tratamiento estadístico de los mismos. Es
preciso señalar, además, que la información correspondiente a 1996
es también provisional, ya que no está cerrado el registro de convenios que iniciaban sus efectos económicos en ese año.
381
MEMORIA 1997
Conviene recordar que puede existir solapamiento de cifras en
el conjunto de empresas y trabajadores afectados, de una parte por
el entramado de convenios colectivos negociados en diferentes
ámbitos territoriales, e incluso funcionales, y de otra por la posibilidad de que una misma empresa pueda estar afectada por más de
un convenio, al poder firmarse éste para una determinada categoría
o grupo profesional o para cada centro de trabajo.
• Número de convenios
Aumentan las
empresas y
trabajadores con
convenio
El número de convenios con inicio de efectos económicos en 1997
y registrados hasta el 31 de diciembre de dicho año asciende a 3.763,
que afectan a 847.502 empresas y 7.226.762 trabajadores (cuadro
II-34) apreciándose un significativo incremento en estas dos últimas
variables en relación con 1996, poniéndose de manifiesto el dato ya
apuntado del acelerado ritmo de negociación en el último año.
CUADRO II-34
CONVENIOS COLECTIVOS, 1993-1997
(Número de convenios, empresas y trabajadores)
Convenios registrados a 31 de diciembre de cada año
con inicio de sus efectos económicos en el mismo año
Convenios
Años
Número
1993
1994
1995
1996
1997
3.722
3.192
3.599
3.550
3.763
Empresas
Variación (%)
–7,1
–14,2
12,8
–1,4
5,7
Miles
845,8
617,6
709,0
760,8
847,5
Variación (%)
0,1
–27,0
14,8
7,3
10,2
Trabajadores
Miles
5.915,1
5.184,3
6.098,9
6.120,7
7.226,8
Variación (%)
–5,2
–12,4
17,6
1,4
15,3
Total convenios según año de inicio de efectos económicos
Convenios
Años
1993
1994
1995
1996*
1997**
Empresas
Número
Variación (%)
4.749
4.581
4.827
4.919
4.177
–5,2
–3,5
5,1
1,9
—
Miles
1.048,2
950,7
975,1
1.008,4
899,2
Trabajadores
Variación (%)
Miles
Variación (%)
–0,7
–9,3
2,6
3,3
—
7.737,1
7.502,1
7.605,1
7.997,2
7.514,8
–2,3
–3,0
1,4
4,9
—
* Datos provisionales, por estar todavía abierto el registro de convenios.
** Convenios registrados hasta el 31 de marzo de 1998.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
382
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
CUADRO II-35
NÚMERO DE CONVENIOS, DE EMPRESAS Y TRABAJADORES
1983-1997
Año
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996*
1997**
Convenios
Empresas
Trabajadores
3.655
3.796
3.824
3.790
4.112
4.096
4.302
4.595
4.848
5.010
4.749
4.581
4.827
4.919
4.177
869.700
836.900
847.100
891.800
996.800
958.331
982.651
1.037.906
1.006.167
1.055.084
1.048.193
950.700
975.100
1.088.400
899.200
6.226.300
6.181.900
6.131.100
6.275.100
6.867.700
6.864.738
6.993.751
7.623.867
7.821.850
7.921.935
7.737.138
7.502.100
7.605.100
7.997.200
7.514.800
* Datos provisionales.
** Convenios registrados hasta el 31 de marzo de 1998.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
En consecuencia, a finales del año 1997, aproximadamente el
90 por 100 de los trabajadores amparados por convenio colectivo
tenían ya cerrada su negociación para dicho año. Además, y dado
que el registro de convenios por parte del Ministerio de Trabajo
adolece de cierto retraso, podría deducirse la existencia de un
mayor número de convenios concluidos en ese periodo temporal
que no figuran todavía en ese registro.
En una amplia perspectiva temporal (cuadro II-35) de evolución de
los convenios colectivos, se observa una tendencia creciente en su
número que alcanza el máximo en 1992, en el que se registran más de
5.000 convenios, descendiendo a partir de ese año para alcanzar otra
vez en 1996 una cifra similar. En ese año, además, se registró un máximo en el número de trabajadores cubiertos, casi ocho millones.
Teniendo en cuenta que, conforme a los datos de la EPA, el empleo
asalariado alcanzó en el cuarto trimestre de 1996 los 9.954.000 efecti383
MEMORIA 1997
vos, se podría deducir que la cobertura de la negociación colectiva se
mueve en un porcentaje significativamente elevado, toda vez que de la
citada cifra, habría que excluir a los empleados públicos no laborales,
vinculados por una relación administrativa o estatutaria, cuyas condiciones de trabajo se desarrollan al margen de los convenios colectivos.
Su número se estima en más de un millón de personas.
• Ámbito funcional
72 por 100
de empresa
Del total de convenios registrados a 31 de diciembre de 1997, el
72 por 100 son de empresa. El resto son convenios negociados en
ámbito superior al empresarial, predominando los de sector provincial, que representan el 85 por 100. En número de trabajadores
cubiertos, los convenios de empresa acogen a menos del 11 por
100, consolidándose una doble tendencia: crecimiento del número
de convenios de empresa, pero a su vez una mayor concentración
de trabajadores en ámbitos de negociación distintos del empresarial
(cuadro II-36). Por otra parte, son asimismo los convenios sectoriales provinciales los que agrupan a un mayor número de trabajadores, un 51 por 100 (cuadro II-37). En cuanto al número de empresas
afectadas, un 75 por 100 lo están por convenios de sector provinciales.
CUADRO II-36
ESTRUCTURA DE LOS CONVENIOS COLECTIVOS
SEGÚN ÁMBITO FUNCIONAL, 1984-1997
(Porcentajes sobre el total de convenios registrados y de trabajadores afectados)
Convenios registrados
Ámbito funcional
1984
1987
1992
1993
1994
1995
Convenios de empresa
Convenios de otro ámbito
66,9
33,1
68,5
31,5
72,4
27,6
71,0
29,0
70,6
29,4
71,7
28,3
1996* 1997**
72,8
27,2
71,9
28,9
Trabajadores afectados
Convenios de empresa
Convenios de otro ámbito
1984
1987
1992
1993
1994
1995
1996
1997
17,2
82,8
16,1
83,9
15,0
85,0
13,5
86,5
13,6
86,4
13,7
86,3
12,9
87,1
10,6
89,4
* Datos provisionales por estar todavía abierto el registro de convenios.
** Convenios registrados hasta el 31 de marzo de 1998.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Estadística de Convenios Colectivos.
384
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
CUADRO II-37
CONVENIOS, EMPRESAS Y TRABAJADORES AFECTADOS,
POR ÁMBITO FUNCIONAL, 1997*
Ámbito funcional
Convenios
Empresas
Trabajadores
Convenios de empresa
Provincial
Autonómicos
Interautonómicos
2.688
2.318
86
284
2.688
2.318
86
284
745.952
373.303
60.713
311.936
Convenios de otro ámbito
Grupo de empresas
Provincial
Autonómicos
Interautonómicos
Sector local-comarcal
Sector provincial
Sector interprovincial
Autonómicos
Interautonómicos
Sector Nacional
1.075
45
30
4
11
20
910
35
32
3
65
844.814
146
85
11
50
1.364
637.649
47.280
46.994
286
158.375
6.480.810
23.675
7.037
1.881
14.757
9.179
3.717.542
402.068
398.483
3.585
2.328.346
Total
3.763
847.502
7.226.762
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
El ligero pero constante incremento de convenios de empresa
puede responder a diversas causas, aunque sería lógico pensar que el
intento de introducir regulaciones específicas y más ajustadas a la realidad empresarial, desarrollando contenidos de determinadas unidades
de negociación de ámbito superior, tiene algo que ver en esta situación.
En cuanto a los convenios sectoriales de ámbito nacional, representan en 1997 un 1,7 por 100, vinculando, no obstante, a más del
32 por 100 de los trabajadores y casi al 19 por 100 de las empresas;
se observa una constante ampliación de la cobertura de estos convenios nacionales (cuadro II-38) en detrimento, aunque en escaso
porcentaje, de los provinciales.
Los sectoriales
agrupan al 32
por 100 de los
trabajadores
Los convenios colectivos interprovinciales de Comunidad
Autónoma siguen teniendo una escasa presencia en la negociación
colectiva española, advirtiéndose, no obstante, un importante crecimiento en su número.
385
MEMORIA 1997
CUADRO II-38
CONVENIOS DE SECTOR DE ÁMBITO PROVINCIAL Y NACIONAL, 1992-1997
(Porcentajes sobre el total de convenios y sobre el total de trabajadores)
Convenios
Trabajadores
Años
Ámbito provincial
Ámbito nacional
Ámbito provincial
Ámbito nacional
1992
1993
1994
1995
1996*
1997**
24,1
25,2
25,3
24,0
23,3
24,2
1,4
1,3
1,5
1,6
1,5
1,7
54,8
55,1
54,7
55,3
51,6
51,4
25,1
21,6
24,3
27,1
28,8
32,2
* Datos provisionales.
** Convenios registrados al 31 de diciembre de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Estadística de Convenios Colectivos.
En todo caso, debe señalarse que la situación descrita sobre
ámbitos funcionales de la negociación colectiva en España, no
es uniforme desde una perspectiva sectorial, existiendo desde
sectores o subsectores de actividad mayoritariamente regulados
por un convenio nacional, a sectores con una importante fragmentación negocial, donde coexisten convenios provinciales o
de Comunidad Autónoma con un gran número de convenios de
empresa. En este aspecto, el AINC puede jugar un importante
papel en la racionalización de la estructura negocial de determinados sectores.
La plantilla media de trabajadores amparados por convenios de
empresa, fue, en 1997, de 277, y de 6.028 en convenios de otro ámbito. La plantilla media de las empresas sujetas a convenios de
ámbito distinto al empresarial, no alcanzó los ocho trabajadores, en
consonancia con el tamaño de gran parte de las unidades productivas españolas.
• Ámbito temporal
Prácticamente la mitad —el 48,4 por 100— de la negociación
colectiva desarrollada en 1997, corresponde a revisiones de convenios firmados en el año, o años anteriores, y el resto a convenios
386
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
CUADRO II-39
CONVENIOS COLECTIVOS SEGÚN ÁMBITO TEMPORAL, 1997*
(Número de convenios y de trabajadores, y porcentajes sobre el total en cada ámbito funcional)
Convenios
Ámbito funcional y temporal
Trabajadores
Número
Porcentaje
Número
Porcentaje
Total convenios
Firmados por un año
Firmados con vigencia superior al año
Revisados
3.763
963
977
1.823
100,0
25,6
26,0
48,4
7.226.762
1.318.154
2.327.490
3.581.118
100,0
18,2
32,2
49,6
Convenio de empresa
Firmados por un año
Firmados con vigencia superior al año
Revisados
2.688
649
677
1.362
100,0
24,1
25,2
50,7
745.952
116.470
214.643
414.839
100,0
15,6
28,8
55,6
Convenios de otro ámbito
Firmados por un año
Firmados con vigencia superior al año
Revisados
1.075
314
300
461
100,0
29,2
27,9
42,9
6.480.810
1.201.684
2.112.847
3.166.279
100,0
18,5
32,6
48,9
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
firmados en este año, manteniéndose la misma proporción en trabajadores afectados (cuadro II-39).
Por otra parte, se confirma que cada vez son más los convenios
que se firman con una vigencia plurianual. Así, más de la mitad —el
50,4 por 100— de los firmados en 1997 tienen una vigencia superior
al año. Como ya se ha argumentado en ediciones anteriores de esta
Memoria, las razones que explican este hecho pueden responder a
diversas circunstancias: la vigencia plurianual puede contribuir tanto
a los procesos de renovación productiva u organizativa de las empresas como a la consolidación y análisis de nuevos contenidos incorporados a los convenios, asumiendo las últimas modificaciones
normativas. Al mismo tiempo, el descenso de las tasas de inflación y
su efecto como indicador en la negociación para la fijación de los
incrementos salariales permite una vigencia plurianual al eliminarse
posibles incertidumbres en la relación entre precios y salarios.
Cada vez más
plurianuales
La proporción de convenios de ámbito distinto a la empresa firmados con vigencia plurianual es mayor que en los de empresa 28
y 25 por 100 respectivamente; de igual forma, los porcentajes de
387
MEMORIA 1997
trabajadores afectados son mayores en convenios de otro ámbito, el
32 por 100, que en los de empresa, el 29 por 100.
Como viene siendo habitual, el porcentaje de convenios anuales
firmados en 1997 y de trabajadores afectados por los mismos fue
mayor en los convenios de otro ámbito, 29 por 100 y algo más del
18 por 100 respectivamente, que en los de empresa, con un 24 por
100 de convenios y casi un 16 por 100 de trabajadores.
Finalmente, la proporción de convenios revisados es mayor en
convenios de empresa, un 51 por 100, que en convenios de otro
ámbito, un 43 por 100, al igual que en trabajadores afectados, un
56 por 100 en convenios de empresa frente a un 49 por 100 en convenios de ámbito distinto.
• Ámbito territorial
Este apartado se propone una aproximación a la diferente incidencia que tiene la negociación colectiva en las distintas Comunidades Autónomas, tanto en volumen como por su dispersión o
concentración.
Se debe advertir que, al desconocer la incidencia de los convenios colectivos de ámbito superior al de Comunidad Autónoma en
cada una de ellas, el análisis queda condicionado.
Como se observa en el cuadro II-40, a 31 de diciembre de 1997,
la Comunidad Autónoma con mayor número de convenios es
Andalucía, seguida de Cataluña, Castilla y León, País Vasco y
Madrid, destacando al respecto y en relación a años anteriores el
ascenso de Castilla y León y el que no figure en los primeros lugares la Comunidad Valenciana.
Por volumen de trabajadores afectados, Andalucía ocupa igualmente el primer lugar, seguida de Cataluña, Madrid, Comunidad
Valenciana y País Vasco.
Interesa resaltar la importante incidencia de la negociación
colectiva que supera el ámbito de una Comunidad Autónoma, ya
que supone el 10 por 100 del total de convenios y el 37 por 100 de
los trabajadores afectados.
388
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
CUADRO II-40
NÚMERO DE CONVENIOS Y TRABAJADORES
POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1997*
(Número, porcentajes sobre el total nacional en cada caso
y número de trabajadores por convenio)
Comunidades
Autónomas
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla-La Mancha
Castilla y León
Cataluña
Ceuta y Melilla
Comunidad Valenciana
Extremadura
Galicia
Madrid
Murcia
Navarra
País Vasco
Rioja, La
Interautonómicos
Total
Convenios Trabajadores % Convenios % Trabajadores Trab./convenio
494
145
92
74
154
98
162
330
410
30
292
65
253
300
86
74
305
33
363
932.030
140.424
106.526
140.158
188.096
55.261
160.692
203.755
841.628
11.143
401.381
108.610
196.511
585.839
142.098
82.141
209.955
24.455
2.658.624
13,1
3,9
2,5
2,0
4,1
2,6
4,3
8,8
10,9
0,8
7,8
1,7
6,7
8,0
2,3
2,0
8,1
0,9
9,7
13,0
2,0
1,5
2,0
2,6
0,8
2,2
2,8
11,7
0,2
5,6
1,5
2,7
8,2
2,0
1,1
2,9
0,3
37,0
1.887
968
1.158
1.894
1.221
564
992
617
2.053
371
1.375
1.671
777
1.953
1.652
1.110
688
741
7.324
3.760
7.189.327
100
100
1.912
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
Considerando el número medio de trabajadores por convenio, es
Cataluña, con más de 2.000 trabajadores por convenio, la que
ocupa el primer lugar, seguida de Madrid, Baleares y Andalucía. A
estos efectos, la actividad económica predominante en cada zona
geográfica, la actividad sindical desarrollada en ella, la mayor o
menor articulación de la negociación en convenios de superior
ámbito, y la dimensión de la estructura empresarial son factores
con especial incidencia.
• Convenios por sectores económicos
Las características de la negociación colectiva por sectores de
producción (cuadro II-41) se han mantenido sin cambios importantes en los últimos años y responden a la distribución general de los
389
MEMORIA 1997
CUADRO II-41
CONVENIOS COLECTIVOS POR SECTORES, 1997*
(Número de convenios, empresas y sectores, y porcentajes sobre el total en cada caso)
Convenios
Sectores
Agrario
Industria
Construcción
Servicios
Empresas
Trabajadores
Número
Porcentaje
Número
Porcentaje
Número
Porcentaje
64
1.525
56
2.118
1,7
40,6
1,5
56,2
141.343
221.830
49.307
435.022
16,7
26,2
5,8
51,3
656.995
2.563.927
627.205
3.378.635
9,1
35,5
8,7
46,7
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
asalariados. Los servicios y la industria aportan la gran mayoría de
los convenios, 97 por 100, mientras que el sector agrario y la construcción apenas suponen el 3 por 100 del total.
En cuanto a trabajadores afectados, el sector servicios es el que
concentra a un mayor número, en consonancia con su peso relativo
en el volumen total de asalariados. Destacan sin embargo el sector
industrial con una proporción por encima del 35 por 100, superior a
la que este sector tiene por número de ocupados en la economía
española. En ello influye una importante implantación sindical con
respecto a otros sectores y su tradición negociadora.
Por número de empresas, el sector servicios representa más del
50 por 100 de las afectadas por convenio; como dato significativo,
cabe apuntar además, el notable número de empresas del sector
agrario.
El análisis de los datos muestra, por otra parte, la mayor dimensión de los convenios de construcción y agricultura, tanto si se
atiende al número de trabajadores promedio por convenio como al
de empresas afectadas, destacando en el primer aspecto la construcción y en el segundo, con gran diferencia, la agricultura.
Por el contrario, los convenios en la industria y los servicios tienen
una afección mucho más reducida, debido fundamentalmente a que la
mayor parte de los convenios de empresa se negocia en estos sectores.
390
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
CUADRO II-42
COMPOSICIÓN DE LAS MESAS NEGOCIADORAS, POR CONVENIOS,
TRABAJADORES Y REPRESENTANTES, 1997*
(Número y porcentajes sobre el total en cada caso)
Total convenios
Trabajadores
Representantes
Afiliación representantes
Convenios
Número
En %
Número
CCOO
UGT
Otros sindicatos
Grupo de trabajadores
2.406
2.433
1.096
850
6.821.768
7.027.902
2.290.864
206.399
94,4
97,3
31,7
2,9
8.308
7.939
3.199
2.488
En %
37,9
36,2
14,6
11,3
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuentes: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos y Boletín de Estadísticas
Laborales.
• Representación de los trabajadores en la negociación colectiva
En la evaluación del grado de representación de los sindicatos
en las mesas negociadoras de los convenios que se ofrece (cuadros
II-42 y II-43), se desglosa sólo para los sindicatos más representativos a nivel estatal, es decir, CCOO y UGT. En la rúbrica “otros sindicatos” se incluye fundamentalmente a los representativos en el
ámbito de Comunidad Autónoma (ELA-STV, CIG y LAB), otros
de ámbito estatal (USO, CGT) y sindicatos específicos de sector o
de empresa, así como los de cuadros profesionales. Dentro del
encabezamiento “grupos profesionales” están los que han participado en la negociación sin representar a ningún sindicato.
Procede señalar que en los datos existen solapamientos al intervenir, por lo general, varias centrales sindicales u otros representantes en la negociación de cada uno de los convenios. Por
consiguiente, el número de representantes en la negociación por
cada grupo, se tiene que interpretar en relación con el total de
representantes en cada ámbito funcional considerado.
La característica básica de la representación sindical en la negociación colectiva de 1997 es, como en años anteriores, la presencia
mayoritaria de los sindicatos más representativos a nivel estatal,
UGT y CCOO, en las mesas de negociación, 65 y 64 por 100 res-
Presencia
mayoritaria de
UGT y CCOO
391
392
CUADRO II-43
COMPOSICIÓN DE LAS MESAS NEGOCIADORAS,
SEGÚN ÁMBITO FUNCIONAL, 1997*
(Número de convenios, trabajadores y representantes, y porcentajes sobre el total en cada caso)
Empresa
Afiliación
representantes
CCOO
UGT
Otros sindicatos
Grupo de trabajadores
Trabajadores
Otro ámbito
Representantes
Trabajadores
Representantes
Convenios
Número
%
Número
%
Convenios
Número
%
Número
1.474
1.475
783
819
633.823
637.163
453.377
120.201
85,0
85,4
60,8
16,1
5.038
4.682
2.403
2.382
34,7
32,3
16,6
16,4
932
958
313
31
6.187.945
6.390.739
1.837.487
86.198
95,5
98,6
28,4
1,3
3.270
3.257
796
106
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuentes: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos y Boletín de Estadísticas Laborales.
%
44,0
43,8
10,7
1,4
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
pectivamente, participación articulada bien mediante representantes
directos o por la participación de sus afiliados en las comisiones
negociadoras a través de las representaciones unitarias; los porcentajes de trabajadores afectados por estos convenios son, por otra
parte, notablemente más elevados, el 97 por 100 en el caso de UGT
y 94 por 100 en el de CCOO.
Es significativa, asimismo, la presencia en relación con el porcentaje de trabajadores afectados, de “otros sindicatos”, tanto en
convenios de empresa, el 61 por 100, como en convenios de ámbito
superior, el 28 por 100.
Por último, los representantes del “grupo de trabajadores” forman parte de las mesas negociadoras en un 23 por 100 de los convenios pactados en el año, que afectan, no obstante, a menos de un
3 por 100 del total de trabajadores cubiertos.
6.2.3. La negociación colectiva va más allá del incremento
salarial
El análisis de los contenidos de la negociación colectiva que se
efectúa en este apartado se lleva a cabo sobre la base de las materias que tradicionalmente forman parte del clausulado de los convenios, así como de aquellas otras que, de forma progresiva, se van
incorporando a los mismos y que responden a un intento de mejora
del propio convenio como instrumento normativo que debe dar respuesta eficaz a los requerimientos actuales del marco de relaciones
laborales de las empresas y sectores.
Salarios
En este apartado se procederá, de una parte, a comentar los porcentajes de incremento de la tarifa salarial de 1997, y de otro, a
revisar aspectos más cualitativos en torno a las cuestiones relacionadas con la remuneración.
Incremento salarial
El incremento salarial medio pactado en convenios colectivos
con efectos económicos a partir del 1 de enero de 1997, registrados
hasta el 31 de diciembre de dicho año, incluyendo tanto los firma393
MEMORIA 1997
CUADRO II-44
AUMENTOS SALARIALES PACTADOS EN CONVENIOS, 1985-1997
(Porcentajes medios con incorporación de cláusulas de salvaguarda)
Años
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996*
1997**
Aumento salarial (1)
(con cláusula de
salvaguarda)
IPC real
(media anual) (2)
IPC previsto
(diciembre)
Ganancia poder
adquisitivo (1-2)
7,9
8,2
6,5
6,4
7,8
8,3
8,0
7,3
5,5
3,6
3,9
3,8
3,0
8,8
8,8
5,2
4,8
6,8
6,7
5,9
5,9
4,6
4,7
4,7
3,6
2,0
7,0
8,0
5,0
3,0
3,0
5,7
5,0
5,0
4,5
3,5
3,5
3,5
2,2
–0,9
–0,6
1,3
1,6
1,0
1,6
2,1
1,4
0,9
–1,1
–0,8
0,3
1,0
* Datos provisionales.
** Convenios registrados hasta el 28 de febrero de 1998.
Fuentes: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos y Boletín de Estadísticas
Laborales.
dos en el año como los que se pactaron en años anteriores con
vigencia superior al año y que son de aplicación en 1997, fue de un
2,98 por 100. Con la incorporación de las cláusulas de salvaguardia
por desviación de IPC, computadas hasta el 28 de febrero de 1998,
el incremento salarial medio alcanzó el 2,97 por 100.
El incremento salarial registrado a 31 de diciembre de 1997 es
el menor de los habidos a lo largo del año, que comenzó con 3,04
por 100 y obtuvo su máximo, un 3,18 por 100, en abril.
La ganancia de poder adquisitivo de los salarios se cifra, por
tanto, en un punto (cuadro II-44) en relación con la tasa interanual
de inflación del año, consolidando la tendencia apuntada en el año
anterior. El incremento salarial es superior, asimismo, a la previsión de inflación inicial para el año 1997 —2,6 por 100— que referenció el inicio del proceso negociador y, por supuesto, de la
revisada con posterioridad del 2,1 por 100.
394
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
En este sentido, las previsiones oficiales de inflación a comienzos de año, que referenciaron gran parte de la negociación de incrementos salariales, han provocado el despegue de los datos de
aumento salarial resultantes a finales de año en relación con la tasa
interanual de inflación.
A pesar de lo expuesto, ha continuado la tendencia de descenso
de los incrementos salariales, apreciada a partir de 1995, reduciéndose en 0,8 puntos con respecto a 1996.
Por otra parte, la ganancia de poder adquisitivo de los salarios se
ha producido en un contexto en el que los datos de inflación presentaron una indudable mejoría, al igual que los crecimientos de la productividad, los resultados empresariales y el aumento del empleo.
Continúan siendo mayoría los convenios colectivos que referencian el incremento salarial sobre la inflación prevista por el Gobierno para el correspondiente ejercicio económico. La presencia
de procedimientos de indexación salarial, es decir, el cálculo del
incremento salarial sobre inflación pasada, tiene alguna relevancia
en los convenios de ámbito provincial. Por otra parte, la negociación se lleva a cabo sobre el modelo de tablas salariales, con alguna
incidencia, en torno al 15 por 100, del modelo de negociación
sobre masa salarial bruta en el caso de los convenios sectoriales
nacionales.
Mayoritaria
referencia a la
inflación prevista
Con independencia de lo expuesto y como ya se apuntó en la
Memoria de 1996, se aprecia una mayor complejidad en la negociación de la tarifa salarial, incorporándose, junto a las habituales
referencias a la inflación, otras consideraciones que tienen que ver,
entre otros, con la productividad, los resultados económicos de las
empresas, los compromisos de empleo o mejora del mismo, o la
mayor participación de las representaciones de los trabajadores en
la adopción de determinadas medidas organizativas o técnicas.
El crecimiento salarial medio pactado en convenios firmados a
lo largo de 1997 fue de un 2,93 por 100 y de un 3,04 por 100 en los
convenios revisados. El porcentaje de aumento salarial pactado en
los firmados en el año es menor en los convenios con vigencia únicamente para el mismo, un 2,82 por 100, que en los de vigencia
plurianual, un 2,99 por 100.
395
MEMORIA 1997
CUADRO II-45
CONVENIOS, EMPRESAS Y TRABAJADORES AFECTADOS Y AUMENTO
SALARIAL PACTADO, POR ÁMBITO FUNCIONAL
Y TRAMOS DE AUMENTO SALARIAL, 1997*
(Número y porcentaje medio del aumento pactado)
Tramos salariales
Convenios
Empresas
Trabajadores
Aumento
salarial (%)
Total
Inferior al 2%
Del 2% al 2,59%
Igual al 2,6%
Del 2,61% al 3%
Del 3,01% al 4%
Del 4,01% al 5%
Superior al 5%
3.763
387
345
784
720
1194
217
116
847.502
13.777
79.737
192.167
225.070
237.217
91.508
8.026
7.226.762
227.926
592.598
1.777.715
2.099.466
2.088.548
404.622
35.887
3,0
0,6
2,4
2,6
2,9
3,5
4,6
6,5
Convenios de empresa
Inferior al 2%
Del 2% al 2,59%
Igual al 2,6%
Del 2,61% al 3%
Del 3,01% al 4%
Del 4,01% al 5%
Superior al 5%
2.688
366
241
572
453
794
169
93
2.688
366
241
572
453
794
169
93
745.952
124.111
58.451
292.222
93.826
150.332
18.821
8.189
3,5
2,5
0,3
2,3
2,6
3,0
3,5
4,5
Convenios de otro ámbito
Inferior al 2%
Del 2% al 2,59%
Igual al 2,6%
Del 2,61% al 3%
Del 3,01% al 4%
Del 4,01% al 5%
Superior al 5%
1.075
21
104
212
267
400
48
23
844.814
13.411
79.496
191.595
224.617
236.423
91.339
7.933
6.480.810
103.815
534.147
1.485.493
2.005.640
1.938.216
385.801
27.698
3,0
0,9
2,4
2,6
2,9
3,5
4,6
6,4
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
Un 3 por 100
de trabajadores
perdieron poder
adquisitivo
396
En cuanto a la distribución según tramos (cuadro II-45), el 50
por 100 de los convenios se concentran en el tramo de incrementos
salariales entre el 2,6 y el 4 por 100, afectando al 58 por 100 de trabajadores. Únicamente un 3 por 100 de trabajadores vieron reducido su poder adquisitivo al aumentar sus emolumentos menos que la
inflación. En el extremo opuesto, un 6 por 100 de trabajadores
aumentaron sus percepciones salariales en un porcentaje que duplica la citada inflación. Todo ello acredita una cierta dispersión a la
hora de pactar los incrementos salariales, que se está consolidando
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
en los últimos años, corrigiendo la imputación de uniformidad atribuida a la negociación colectiva en esta materia.
Por otra parte, el colectivo de asalariados que integran las
Administraciones Públicas sufrieron en el año 1997 una nueva congelación de sus retribuciones, justificando el Gobierno esta medida
en base a las necesidades de contención del gasto público, en cumplimiento de los criterios de convergencia para acceder a la Unión
Monetaria.
En un 42 por 100 de convenios se incorporan cláusulas de salvaguarda o de garantía salarial, afectando a un 56 por 100 de trabajadores, porcentaje que en los dos años anteriores se situaba
sobre el 62 por 100. Este proceso de disminución puede estar
motivado por el entorno de baja inflación que resta intensidad en
su negociación.
La cláusula de garantía salarial se incluye en un 39 por 100 de
los convenios de empresa, que representan el 45 por 100 de los trabajadores amparados por este tipo de convenio. Por su parte, tienen
cláusula de garantía salarial el 50 por 100 de los convenios de
ámbito superior al empresarial, representando el 57 por 100 de trabajadores afectados.
En la gran mayoría de los convenios, la cláusula opera garantizando la actualización de la diferencia entre la previsión de inflación tenida en cuenta al pactar el convenio y la inflación real
habida en el año, situándose el límite de actuación de estas cláusulas, globalmente consideradas, en el 2,75 por 100 en 1997, casi un
punto por debajo de las pactadas en 1996.
Como se ha indicado en anteriores ediciones de esta Memoria,
no existe información estadística que recoja los efectos que las
cláusulas de inaplicación del régimen salarial —descuelgue—,
obligatorias en convenios sectoriales, han podido tener sobre el
incremento real de los salarios en la negociación colectiva del año.
El incremento salarial pactado en convenios supraempresariales,
el 3,04 por 100, coincide prácticamente con el incremento medio
(gráfico II-24), siendo superior en los convenios revisados, el 3,13
por 100, que en los firmados en el año, 2,95 por 100.
397
MEMORIA 1997
GRÁFICO II-24
AUMENTO SALARIAL PACTADO EN CONVENIOS SEGÚN ÁMBITO
FUNCIONAL, 1997*
(Porcentaje medio de aumento pactado en cada ámbito)
3,5
3
3,0
2,9
3,0
3,1
2,7
2,4
2,5
2
1,5
1
0,5
0
Total
De empresa
Firmados año 1997
De otro ámbito
Revisiones
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
En el citado ámbito supraempresarial, el mayor porcentaje de incremento salarial lo registran los convenios interprovinciales de
ámbito autonómico, con un 3,7 por 100 (cuadro II-46). En los convenios de sector provincial, que acogen al mayor número de trabajadores cubiertos por la negociación colectiva del año, el incremento
salarial pactado alcanzó el 3,03 por 100, mientras que el conjunto de
los convenios de sector nacional tuvo un incremento medio del 2,94
por 100, apreciándose, en este aspecto, una gran aproximación, a
diferencia de años anteriores, en los que los incrementos pactados
en convenios nacionales presentaban crecimientos salariales claramente inferiores a los obtenidos en convenios provinciales.
Como es habitual, los convenios de empresa manifestaron
una mayor moderación salarial (2,52 por 100), tanto en convenios firmados en el año como en revisiones de convenios plurianuales (2,67 y 2,40 por 100 respectivamente). Dentro de ellos,
398
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
CUADRO II-46
AUMENTO SALARIAL PACTADO,
POR ÁMBITO FUNCIONAL, 1997*
(Número de convenios y porcentaje medio de aumento pactado)
Ámbito funcional
Convenios
Aumento salarial (%)
Total
3.763
3,0
Convenios de empresa
Provincial
Autonómicos
Interautonómicos
2.688
2.318
86
284
2,5
2,7
0,7
2,6
Convenios de otro ámbito
Grupo de empresas
Provincial
Autonómicos
Interautonómicos
Sector local-comarcal
Sector provincial
Sector interprovincial
Autonómicos
Interautonómicos
Sector Nacional
1.075
45
30
4
11
20
910
35
32
3
65
3,0
2,3
2,7
3,4
2,0
3,2
3,0
3,7
3,7
3,3
2,9
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
los de ámbito provincial, mayoría en este grupo de convenios,
son los que pactaron incrementos más altos, un 2,71 por 100.
Por sectores de actividad, únicamente el agrario supera claramente
la media, con un incremento del 3,33 por 100, situándose el resto de
sectores en porcentajes muy aproximados a dicha media (cuadro II-47).
El sector agrario
superó la media
del incremento
salarial
Sectorialmente, la mayor diferencia entre incrementos pactados,
según se atienda a convenios de empresa o de ámbito superior, se
observa en el sector servicios, en el que los convenios de empresa,
además de evidenciar la tasa de mayor moderación entre los convenios de ese ámbito, registraron un incremento apreciablemente
menor, 2,26 por 100, que los supraempresariales, 3,09 por 100.
Por secciones de actividad (cuadro II-48), y con independencia de
la relativa a “Administración pública, defensa y Seguridad Social
organismos extraterritoriales”, que en razón a las medidas de contención del gasto público únicamente registró un incremento del 0,73 por
399
400
CUADRO II-47
CONVENIOS, EMPRESAS Y TRABAJADORES AFECTADOS Y AUMENTO SALARIAL PACTADO,
SEGUN ÁMBITO FUNCIONAL, POR SECTORES, 1997*
(Número de convenios, empresas y trabajadores, y porcentaje medio pactado)
Total convenios
Sectores
Total
Agrario
No agrario
Industria
Construcción
Servicios
Convenios
Empresas
3.763
64
3.699
1.525
56
2.118
847.502
141.343
706.159
221.830
49.307
435.022
Convenios de empresa
Aumento
Trabajadores salarial (%)
7.226.762
656.995
6.569.767
2.563.927
627.205
3.378.635
3,0
3,3
3,0
2,9
2,8
3,0
Convenios
2.688
26
2.662
1.114
10
1.538
Convenios de otro ámbito
Aumento
Aumento
Trabajadores salarial (%) Convenios Trabajadores salarial (%)
745.952
1.383
744.569
339.313
2.065
403.191
2,5
3,2
2,5
2,8
2,6
2,3
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Estadística de Convenios Colectivos y Boletín de Estadísticas Laborales.
1.075
38
1.037
411
46
580
6.480.810
655.612
5.825.198
2.224.614
625.140
2.975.444
3,0
3,3
3,0
3,0
2,8
3,1
CUADRO II-48
CONVENIOS, EMPRESAS Y TRABAJADORES AFECTADOS Y AUMENTO SALARIAL PACTADO,
SEGÚN ÁMBITO FUNCIONAL, POR SECCIÓN DE ACTIVIDAD, 1997*
(Número de convenios, empresas y trabajadores, y porcentaje medio de aumento en cada ámbito y sección)
Total Convenios
Secciones de actividad
Total
Agricultura, ganadería, caza, silvicultura
Pesca
Industrias extractivas
Industria manufacturera
Producción y distribución de
energía eléctrica, gas y agua
Construcción
Comercio. Reparación de vehículos
de motor y de artículos personales
Hostelería
Transportes, almacenamiento y
comunicaciones
Intermediación financiera
Actividades inmobiliarias y de alquiler.
Servicios empresariales
Administración Pública, Defensa y Seguridad
Social. Organismos extraterritoriales
Educación
Actividades sanitarias y veterinarias.
Servicios sociales
Otras actividades sociales y de servicio
prestados a la comunidad. Servicios personales
Hogares que emplean personal doméstico
Convenios de Empresa
Convenios de otro ámbito
Aumento
Aumento
Trabaja- salarial
Trabaja- salarial
TrabajaConvenios Empresas
dores
%
Convenios dores
%
Convenios
dores
Aumento
salarial
%
3.763
54
10
57
1.366
847.502
141.107
236
672
220.531
7.226.762
651.108
5.887
33.811
2.499.332
2,98
3,33
3,66
2,30
2,94
2.688
21
5
45
982
745.952
1.068
315
20.464
291.933
2,52
3,22
3,14
1,99
2,91
1.075
33
5
12
384
6.480.810
650.040
5.572
13.347
2.207.399
3,04
3,33
3,69
2,78
2,95
102
56
627
49.307
30.784
627.205
2,52
2,78
87
10
26.916
2.065
2,45
2,61
15
46
3.868
625.140
3,01
2,78
506
133
184.575
138.116
995.811
519.005
2,87
3,40
271
93
73.036
15.809
2,72
2,91
235
40
922.775
503.196
2,88
3,42
340
37
24.448
1.010
217.822
299.579
2,82
3,09
234
27
106.947
20.931
2,63
3,05
106
10
110.875
278.648
2,99
3,10
240
27.530
671.970
3,57
164
18.989
2,63
76
652.981
3,60
258
47
260
24.205
98.585
258.946
0,73
2,27
257
29
98.385
3.195
0,73
1,53
1
18
200
255.751
0,00
2,28
101
6.304
167.044
2,66
75
20.808
2,65
26
146.236
2,66
451
5
20.571
8.003
138.477
11.396
2,96
3,02
385
3
44.795
296
3,10
2,60
66
2
93.682
11.100
2,89
3,03
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
401
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
MEMORIA 1997
100, las que pactaron mayores aumentos salariales fueron “Pesca”,
“Actividades inmobiliarias y de alquiler, servicios empresariales” y
“Hostelería”. Las actividades de “Educación” e “Industrias extractivas” fueron las que experimentaron menores crecimientos salariales.
La influencia de los convenios colectivos nacionales sectoriales
ha sido relevante en la moderación salarial de determinadas ramas
de actividad —cajas de ahorro, industrias cárnicas, industrias lácteas, marroquinería, perfumería y afines, pastas alimenticias, textil,
artes gráficas—, donde los incrementos pactados no superaron el
2,60 por 100, produciéndose el efecto contrario en casos como
seguros y mutuas, corcho o madera, en los que se pactaron aumentos salariales por encima del 3,50 por 100.
Navarra y País
Vasco por encima
de la media
Por Comunidades Autónomas (cuadro II-49), once registraron
aumentos salariales pactados superiores a la media nacional, destacando
CUADRO II-49
AUMENTO SALARIAL PACTADO POR COMUNIDADES
AUTÓNOMAS, 1997*
(Porcentaje de aumento medio pactado)
Comunidad
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla-La Mancha
Castilla y León
Cataluña
Comunidad Valenciana
Extremadura
Galicia
Madrid
Murcia
Navarra
País Vasco
Rioja, La
Ceuta y Melilla
Interautonómicos
Aumento salarial
Diferencia con media nacional
(puntos porcentuales)
3,14
3,03
2,60
2,93
2,82
3,22
3,06
2,70
3,25
2,76
3,22
3,12
2,87
3,04
3,43
3,43
3,03
3,43
2,90
0,16
0,05
–0,38
–0,05
–0,16
0,24
0,08
–0,28
0,27
–0,22
0,24
0,14
–0,11
0,06
0,45
0,45
0,05
0,45
–0,08
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
402
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
los incrementos producidos en Navarra y País Vasco, con un 3,43 por
100. En seis Comunidades el aumento salarial ha sido inferior a la media
y especialmente en Asturias, 2,60 por 100, y Castilla y León, 2,70 por
100. Por otra parte, ninguna Comunidad Autónoma ha perdido poder de
compra en relación a la tasa de inflación media del año (2 por 100).
Otras cuestiones relacionadas con el salario en la negociación
colectiva
En lo que se refiere a la estructura salarial, su regulación en la
negociación colectiva es muy heterogénea. La intensidad en la regulación de la materia difiere mucho de unos convenios a otros. En
este sentido, aunque prácticamente la totalidad de los convenios
contienen referencias a cuestiones retributivas, son escasos los que
establecen una verdadera estructura salarial.
El ajuste a las modificaciones que sobre esta materia impulsó la
reforma de 1994 se está produciendo muy lentamente. Es decir, una
proporción todavía muy alta de convenios colectivos sigue utilizando
la estructura salarial anterior a la modificación de la normativa laboral
señalada, no asumiendo las competencias reguladoras que el Estatuto
de los Trabajadores les otorga, lo que se traduce en una ordenación de
las distintas partidas salariales contraria a las que el texto legal prevé.
Lenta variación
en la estructura
salarial
Conviene tener en cuenta que los planteamientos retributivos
fijados en la negociación colectiva han estado referenciados por las
estructuras de clasificación profesional, por lo que es de prever que
la evolución de aquéllos y éstas tengan un desarrollo en paralelo.
En cuanto al salario base, es prácticamente inapreciable el porcentaje de convenios que lo establecen en base a la unidad de obra,
predominando, por consiguiente, la unidad de tiempo en sus distintas variables —salario hora, día, mes y año.
Sigue siendo habitual que sobre el salario base se calculen los
diversos complementos salariales, personales, de puesto de trabajo
y por calidad o cantidad de trabajo.
El complemento de antigüedad es el que está presentando un
mayor grado de evolución. Al respecto existe cierto consenso, entre
los sujetos negociadores, del carácter restrictivo de este comple-
Mayor grado de
evolución en la
antigüedad
403
MEMORIA 1997
mento, susceptible de reorientación en base a diferentes criterios.
Así, las propuestas sindicales abogan por la consolidación de la
antigüedad ya generada como complemento específico, y el establecimiento de fórmulas compensatorias: compensación económica
colectiva, fondos de pensiones o cláusulas de creación y estabilidad
en el empleo. Por su parte, las organizaciones empresariales han
propuesto fórmulas que van desde su supresión hasta su renegociación, sustituyéndolo por otro de naturaleza distinta vinculado a
otras contraprestaciones, o manteniéndolo como complemento personal.
De hecho, el 80 por 100 de los convenios nacionales, así como
el 90 por 100 de los provinciales y de empresa, siguen manteniendo el complemento de antigüedad. En los supuestos en los que se
ha alterado la regulación de este complemento, se ha acudido bien
a su congelación manteniéndose como complementos ad personam, bien a su integración en otros complementos salariales, o
incluso a su supresión, siendo ejemplo al respecto el Convenio
General del sector de la Construcción.
Respecto de los complementos de puesto de trabajo, la regla
general hace depender su devengo de la efectiva prestación de trabajo en el puesto asignado y en las condiciones que causalizan dicho
complemento. Su presencia es relevante en la negociación colectiva,
recogiéndose fundamentalmente en la empresarial —más del 50 por
100— y con menos intensidad en los convenios colectivos nacionales —30 por 100— y provinciales de sector —17 por 100.
Tímido trasvase de
retribución fija a
variable
404
Los complementos de calidad y cantidad de trabajo relacionados con la productividad, el resultado o la mayor duración del trabajo, están experimentando en los últimos años un cierto
crecimiento, provocando un tímido trasvase de las retribuciones
salariales fijas a variables. Sin embargo, en un gran número de
casos su regulación convencional no responde a criterios organizativos o de mejora de la productividad suficientemente claros,
limitándose a simples declaraciones de intenciones o arrastrando
regulaciones de las viejas ordenanzas laborales. Estos complementos tienen su mayor plasmación en los convenios de empresa
—50 por 100— reduciéndose al 30 por 100 en los convenios sectoriales nacionales y con menos incidencia en los provinciales
—13 por 100.
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
En orden a la regulación convencional de la inaplicación del
régimen salarial (descuelgue), cabe realizar las siguientes consideraciones:
• Pese al carácter de contenido mínimo en los convenios de
ámbito superior al de empresa, esta cláusula se encuentra
recogida únicamente en el 65 por 100 de los convenios de
dicho ámbito, si bien se observa una tendencia expansiva en
su asunción.
• Son mayoritarios los convenios que limitan la materia afectada por el descuelgue únicamente al incremento salarial
pactado.
• Los requisitos documentales para el descuelgue hacen
referencia a: balances; cuentas de resultados; declaración
de impuesto de sociedades; auditorías y planes de viabilidad.
• Las causas justificativas del descuelgue se concentran en las
condiciones económicas de las empresas basadas en pérdidas
anteriores.
• La intervención de la Comisión Paritaria del Convenio en la
determinación del descuelgue tiene diversa intensidad según
convenios. A estos efectos, en un alto porcentaje de convenios
se establece el carácter imperativo de la intervención de la
Comisión Paritaria en la acreditación del déficit o pérdidas de
la empresa, fijando la propia Comisión el aumento o congelación de salarios y el periodo de aplicabilidad de dicha medida.
En un menor número de supuestos, el procedimiento de intervención de la Comisión Paritaria es voluntario, solventando
las discrepancias entre empresa y representación de los trabajadores de no existir acuerdo.
Jornada
La jornada media pactada en los convenios de 1997, registrados
hasta el 28 de febrero de 1998, asciende a 1.769 horas al año, lo
que supone un incremento de 1 hora y 18 minutos respecto de la
acordada en 1996. Sobre la base de 30 días naturales de vacaciones
405
MEMORIA 1997
CUADRO II-50
JORNADAS PACTADAS EN CONVENIOS COLECTIVOS
1987-1997
(Número medio de horas anuales pactadas)
Años
Jornada anual
Diferencia con año anterior
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997*
1.782,1
1.778,8
1.772,2
1.769,7
1.768,0
1.766,6
1.763,5
1.763,5
1.765,9
1.767,7
1.769,0
—
–3,3
–6,6
–2,5
–1,7
–1,4
–3,1
0,0
2,4
1,8
1,3
* Convenios registrados hasta el 28 de febrero de 1998.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
al año y 6 días laborables a la semana, la jornada pactada equivale
a 38 horas con 44 minutos semanales64.
Analizando los datos de evolución de la jornada en los últimos
años (cuadro II-50) se observa una tendencia decreciente en el
número de horas pactadas, que se quiebra en 1993, invirtiéndose la
tendencia a partir de entonces con crecimientos perceptibles en los
tres últimos años. La explicación de este hecho podría encontrarse
en el mayor peso de la negociación sectorial en relación al volumen
de trabajadores afectados, que tradicionalmente pactan jornadas
significativamente más elevadas que las de los convenios de empresa, ya que, en muchos casos, la negociación sectorial desempeña un
papel de “mínimos” en la fijación del tiempo de trabajo.
Conforme a la Encuesta de Coyuntura Laboral (ECL) del
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, la jornada media efec64
El procedimiento utilizado para los convenios, que se adoptó en el Acuerdo
Interprofesional de 1983 y desde entonces se utiliza normalmente, consiste en
obtener la jornada anual multiplicando los días normalmente trabajados (previendo
14 festivos, de los que uno cae en periodo de vacaciones) por el cociente de dividir
la jornada semanal entre seis días laborales a la semana. En este caso, la operación
es: J.S. = (1.769 x 6) / 274 = 38,73.
406
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
tiva por trabajador a tiempo completo en cómputo anual65 fue de
1.768 horas con 30 minutos, es decir, casi siete horas más que la
registrada por la citada Encuesta en 1996 y muy cerca de la pactada en la negociación colectiva de 1997. No obstante, debe señalarse que dada la metodología 66 utilizada por la ECL para el
cálculo de la jornada efectiva del trabajo, no cabe establecer términos de homologación o contraste rígidos con la jornada pactada en convenios colectivos. Sin embargo, es interesante apuntar la
tendencia creciente de los datos en los últimos años en una y otra
fuente.
La jornada media efectiva por trabajador a tiempo parcial se
elevó en 1997, conforme a la ECL, a 940 horas con 12 minutos en
cómputo anual, apreciándose aquí también un repunte en horas trabajadas por este colectivo respecto a las ofrecidas en 1996 —927
horas con 54 minutos—. Por otra parte, la jornada media efectiva
por trabajador a tiempo parcial supone, en 1997, un 53 por 100 de
la jornada media efectiva a tiempo completo.
El nuevo tratamiento y regulación que la reforma laboral de
1994 llevó a cabo respecto a la contratación a tiempo parcial, reforzada por las modificaciones legales derivadas de los Acuerdos
Interconfederales de 1997, han tenido un efecto evidente, manifestado tanto en el crecimiento de este tipo de contratos como en la
constante elevación de la jornada media realizada por los trabajadores sujetos a esta modalidad contractual.
Por lo que respecta a las horas extraordinarias, ha continuado la
tendencia al alza iniciada en 1994 (cuadro II-51). Independientemente de los efectos de mejora que el ciclo económico provoca
sobre el crecimiento del volumen de las horas extraordinarias realizadas, otras causas han podido afectar a dicho incremento.
65
Los datos de la Encuesta de Coyuntura Laboral corresponden al tercer trimestre de 1996 y a los tres primeros de 1997, al no haberse publicado a la fecha de
elaboración de este Informe los datos del cuarto trimestre de 1997.
66
La Encuesta de Coyuntura Laboral excluye de su ámbito al sector agrario y
Administración Pública, Defensa y Seguridad Social obligatoria, Organismos
Extraterritoriales y Organizaciones religiosas, del sector servicios. Por otra parte,
para el cálculo de la jornada media efectiva, tiene en cuenta las horas anuales pactadas (por convenios colectivos o acuerdo empresario-trabajador) o jornada que
teóricamente esté prevista realizar y horas extraordinarias realizadas, restándose las
horas no trabajadas por diversos motivos.
407
MEMORIA 1997
CUADRO II-51
HORAS EXTRAORDINARIAS REALIZADAS, 1991-1997
(Miles de horas y horas por trabajador, totales anuales)
Total horas (miles)
Horas por trabajador
que las ha realizado
1991
75.858,8
104,2
12,1
1992
64.399,4
98,4
10,5
1993
49.966,9
95,1
8,8
1994
53.606,1
95,9
9,7
1995
57.770,2
100,6
10,3
1996
64.550,2
107,7
11,5
1997*
70.668,7
123,7
10,3
Años
Horas por trabajador
a tiempo completo
* 4.º trimestre de 1996 y 1.º, 2.º y 3.º de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Encuesta de Coyuntura Laboral.
En este sentido, las partes signatarias del AINC plantean en el propio acuerdo la apertura por parte del Gobierno de un proceso de consultas con el fin de establecer el procedimiento de aplicación de su
régimen legal, con el objetivo de incrementar las oportunidades de
colocación de los desempleados.
En un ejercicio teórico, el conjunto de horas extraordinarias realizadas en 1997 supondría 39.950 empleos a tiempo completo. En
otro orden de cosas, el contraste de los datos sobre volumen total
de horas extraordinarias realizadas en 1997 con las horas extraordinarias trabajadas por trabajador a tiempo completo, permite deducir un incremento de la presencia de trabajadores a tiempo parcial
en la realización de esas horas extraordinarias.
La remuneración de la hora extraordinaria, según datos de la
Encuesta de Salarios en la Industria y los Servicios del INE, ha
descendido —como ya ocurrió el pasado año— casi siete puntos
con respecto a 1996, pasando de 1.752 pesetas/hora de retribución
media en el conjunto de sectores en ese año, a 1.632 pesetas en
1997. Además, considerando la tasa de incremento retributivo de la
hora extraordinaria respecto a la ganancia media por hora ordinaria, también se aprecia un descenso, situándose esta relación en un
408
CUADRO II-52
GANANCIA MEDIA POR HORA TRABAJADA. PAGOS ORDINARIOS EN JORNADA NORMAL
Y EXTRAORDINARIA POR SECTORES DE ACTIVIDAD, 1997
(Pesetas por hora y porcentajes de aumento en la hora extra sobre la normal, tercer trimestre)
Total
Sectores de actividad
Todos los sectores
Industria
Construcción
Servicios
Hora normal
1.339
1.437
1.156
1.311
Empleados
Aumento Hora
Hora extra extra/normal Hora normal
1.632
1.963
1.391
1.310
Fuente: INE, Encuesta de Salarios de la Industria y Servicios.
21,9
36,6
20,3
–0,1
1.637
1.932
1.655
1.526
Obreros
Hora extra
Aumento Hora
extra/normal
1.570
2.489
2.167
1.311
–4,1
28,8
30,9
–14,1
Hora normal Hora extra
1.082
1.210
1.009
943
1.667
1.866
1.342
1.307
Aumento Hora
extra/normal
54,1
54,2
33,0
38,6
409
MEMORIA 1997
21,9 por 100, cuando en 1996 presentaba un 35,7 por 100 de diferencia (cuadro II-52).
Atendiendo a la ganancia media por hora trabajada por sectores
de actividad, es el sector industrial el que ofrece un mayor porcentaje de incremento de la remuneración de la hora extraordinaria en
relación con la hora trabajada en jornada normal. Por el contrario,
en el sector servicios, la retribución de la hora extraordinaria no
presenta variación con respecto a la de la hora trabajada en jornada
normal.
Una segunda conclusión a extraer sería la importante diferencia
en el incremento retributivo de la hora extraordinaria según grupo
profesional del trabajador, alcanzando porcentajes elevados en el
de obreros —54,1 por 100— frente a la asimismo sorprendente
menor retribución, respecto a la hora normal, en el grupo empleados —un 4,1 por 100 inferior—, debido sustancialmente al efecto
del sector servicios, pero resultando, en todo caso, difícil de explicar a no ser que las horas extraordinarias se realicen con mayor frecuencia por trabajadores de niveles salariales inferiores.
Retomando las jornadas pactadas en la negociación colectiva de
1997, los convenios revisados, junto a los firmados en el año con
vigencia plurianual, fueron los que pactaron jornadas más altas,
1.771 horas al año, mientras que los firmados en el año con vigencia exclusivamente para el mismo tiempo fijaron su jornada anual
en 1.757 horas.
En este punto interesa destacar que los convenios plurianuales,
fundamentalmente los supraempresariales, registraron un crecimiento salarial superior a los firmados con vigencia anual, por lo
que el pacto de vigencia superior al año, en la negociación colectiva de 1997, ha supuesto tanto el mayor crecimiento de los salarios,
como del tiempo de trabajo pactado.
Como viene siendo habitual, para 1997 los convenios de sector
(gráfico II-25) han establecido una jornada superior, 1.774 horas y
12 minutos, a la pactada en los convenios de empresa, 1.723 horas
con 33 minutos, cifras muy parecidas a las registradas en 1996 con
un mínimo crecimiento horario en el último año, en convenios de
ámbito supraempresarial, apenas 12 minutos en cómputo anual. En
410
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
GRÁFICO II-25
JORNADA ANUAL PACTADA EN CONVENIOS SEGÚN
ÁMBITO FUNCIONAL, 1985-1997*
(Número medio de horas anuales pactadas)
1.800
1.780
1.760
1.740
1.720
1.700
Total
Empresa
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
1987
1986
1985
1.680
Otro ámbito
* Para 1996, convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
todo caso, se debe reiterar que se trata de datos provisionales que
pueden presentar variación cuando se complete el registro de convenios para 1997.
En convenios de empresa la jornada pactada presenta diferencias importantes según sea el tamaño medido de la misma en
número de trabajadores. Así, cuanto mayor es la plantilla de la
empresa, menor es la jornada laboral pactada: 1.714,53 horas en
empresas de más de 500 trabajadores; 1.726,99 en empresas entre
251 y 500 trabajadores; 1.743,96 en las de 101 a 250 trabajadores,
1.764,30 en las de 26 a 50 trabajadores y 1.767,21 en las de más de
6 y menos de 25 trabajadores. La única salvedad la ofrecen las
411
MEMORIA 1997
empresas de más reducida dimensión —menos de 6 trabajadores—
donde la jornada laboral pactada se cifró en 1.726,69 horas.
En convenios de empresa, un 91 por 100 de trabajadores no han
tenido reducción de su jornada en 1997, cifrándose este porcentaje
en el 84 por 100 en convenios de ámbito superior a la empresa.
Servicios la
jornada más corta
Por sectores de actividad (cuadro II-53), y sin cambios en este
sentido con respecto a años anteriores, el sector agrario registra el
mayor número de horas/año: 1.796; en la industria, la jornada se
eleva a 1.783 horas/año; en la construcción a 1.765 y el sector servicios computa 1.753, apreciándose al respecto una disminución
horaria con respecto a 1996 en la construcción —4 horas— y los
servicios —2 horas.
En cuanto a la regulación por la negociación colectiva de aspectos más cualitativos del tiempo de trabajo, sintéticamente cabría
recoger las siguientes cuestiones:
El módulo temporal más utilizado para determinar la duración
máxima de la jornada es el anual, que se establece de forma mayoritaria en los convenios colectivos nacionales, un 90 por 100,
menos intensamente en los de empresa, 70 por 100, reduciéndose
su práctica al 58 por 100 en los de ámbito provincial. Es muy frecuente encontrar, junto al módulo anual, la referencia semanal,
aspecto que puede restar operatividad al establecimiento de criterios flexibilizadores de gestión de la jornada, basados en su distribución irregular a lo largo del año.
Los acuerdos sobre distribución irregular de la jornada están
encontrando eco en la negociación colectiva, fundamentalmente a
nivel de empresa, presentando diversas variantes: lo más habitual
se concreta en estipulaciones que permiten la superación de los
topes de 40 horas semanales y 9 diarias, justificándolo en razón a la
necesidad de atender periodos puntas de producción, puesta a
punto de instalaciones, urgencias, criterios de estacionalidad, etc.
En otros supuestos y con base fundamentalmente en las reseñadas
razones, lo que se establece en una bolsa horaria de disponibilidad
que, si bien se realizan, en principio, fuera de la jornada ordinaria,
se compensan con descansos, de tal forma que la duración anual
del tiempo de trabajo no varía. En ambos casos se suelen contem-
412
CUADRO II-53
TRABAJADORES AFECTADOS, SEGÚN TRAMOS DE JORNADA PACTADA Y JORNADA MEDIA, POR SECTORES.
TOTAL CONVENIOS, 1997*
(Número de trabajadores y promedio de horas anuales pactadas)
Trabajadores según tramos de jornada pactada
Sectores
Total
Agrario
No agrario
Industria
Construcción
Servicios
Total
trabajadores
7.226.762
656.995
6.569.767
2.563.927
627.205
3.378.635
Menos de 1.712 de 1.712 a 1.758 de 1.759 a 1.803
horas/año
horas/año
horas/año
601.270
425
600.845
74.604
203
526.038
600.405
18.750
581.655
186.870
9.094
385.691
3.846.481
364.646
3.481.835
1.715.617
617.694
1.148.524
de 1.804 a 1.825
horas/año
1.826
horas/año
Jornada media
por trabajador
(horas/año)
1.202.647
94.151
1.108.496
471.406
—
637.090
975.959
179.023
796.936
115.430
214
681.292
1.769,0
1.796,3
1.766,2
1.783,3
1.765,2
1.753,5
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos y Boletín de Estadísticas Laborales.
413
MEMORIA 1997
plar ciertas cautelas que hacen referencia a la exigencia de preaviso
al trabajador afectado, a la exclusión de determinados colectivos de
trabajadores, generalmente los sujetos a turnos o trabajos nocturnos
y a la forma del disfrute de descanso compensatorio.
20 por 100 con
distribución
irregular de
En una estimación aproximada, cabría considerar que algo más
de un 20 por 100 de convenios colectivos recogen acuerdos concretos sobre distribución irregular de la jornada.
jornada
Llama la atención la escasa regulación convencional de cuestiones relacionadas con posibilidades de reducción de la jornada laboral
a voluntad del trabajador, así como de estipulación sobre jornadas a
tiempo parcial.
Declaraciones
genéricas sobre
reducciones de
horas extras
En lo que concierne a las horas extraordinarias, lo primero que
habría que consignar es el compromiso incorporado en un buen
número de convenios de reducir las horas extraordinarias. Sin
embargo, este compromiso, en un buen número de casos, se limita
a declaraciones genéricas sin articular o prever mecanismos concretos al respecto. Así, es habitual encontrar manifestaciones sobre
la necesidad de reducir o suprimir las horas extraordinarias habituales.
Como regla general, la realización de horas extraordinarias es
voluntaria excepto las motivadas por fuerza mayor y salvo que su realización se haya pactado en convenio colectivo o contrato individual.
En cuanto a la modalidad de pago, sigue predominando el establecimiento de la compensación económica, aunque están creciendo
las cláusulas que contemplan la posibilidad de la doble compensación, económica o mediante descanso, crecimiento que se comprueba de manera particular en los convenios nacionales.
Con datos de la Estadística de Convenios del Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales, son 1.445 convenios, un 38 por 100 de
los registrados en 1997, los que incluyen cláusulas sobre horas
extraordinarias, afectando a un 39 por 100 del total de trabajadores.
De estos convenios, 359 establecen la eliminación de las horas
extraordinarias, afectando a 861.556 trabajadores. Otros 231 convenios estipulan la reducción de horas extraordinarias respecto al
año anterior o respecto al tope máximo legal.
414
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Otros contenidos de la negociación colectiva67
Las competencias que actualmente asume la negociación
colectiva en la regulación de la relación laboral, en un contexto
marcado por la flexibilidad y por la conveniencia de ajustar la
normativa a la realidad sectorial y empresarial, hacen del análisis
de contenidos del acuerdo colectivo un instrumento valioso de
conocimiento del propio sistema de relaciones laborales. En este
sentido se trata de abordar, aunque sólo sea de forma esquemática, el grado de evolución y avance de la negociación colectiva en
la asunción de las materias sobre las que ostenta competencia,
así como de la renovación y modernización de sus cláusulas normativas.
Contratación
La utilización por los convenios colectivos de la dispositivación
a su favor efectuada por el Estatuto de los Trabajadores está alcanzando progresivamente una cierta relevancia, si bien con diferente
intensidad según modalidades contractuales.
Con carácter general se observa que los convenios colectivos
desarrollan aquellos contratos que con mayor habitualidad inciden
en la actividad propia del ámbito de afección del correspondiente
convenio, remitiéndose en los restantes a la regulación estatal.
Por otra parte, el traslado a la negociación colectiva de las
modificaciones legales impulsadas por los Acuerdos Interconfederales, y particularmente por el de Estabilidad en el empleo,
son de difícil apreciación dada su escasa vigencia temporal, si
bien se puede adelantar alguna manifestación en este sentido,
como seguidamente se indicará en el tratamiento de cada uno de
los contratos.
Sobre modelos de
contratación
Para la elaboración de este apartado se ha tomado como base una muestra de
125 convenios colectivos publicados en el BOE en el periodo enero-diciembre de
1997, así como informes sobre negociación colectiva del citado año procedentes
del Consell de Treball de la Generalitat de Cataluña; Consejo Andaluz de
Relaciones Laborales; Consello Galego de Relacions Laborais, Consejo
Económico y Social de la Comunidad de Madrid y Consejo de Relaciones
Laborales del País Vasco.
67
415
MEMORIA 1997
Contrato en prácticas
Los planteamientos de la negociación colectiva en torno a esta
figura, se establecen en una proporción inferior al 15 por 100 sobre
el total de convenios, limitándose, en su mayor parte, a refrendar los
preceptos estatutarios. Las regulaciones específicas aparecen fundamentalmente en la negociación empresarial y hacen referencia al
período de prueba y retribución de los trabajadores. En este último
aspecto, la tónica general es la de elevar la retribución del primer
año del contrato al 80-85 por 100 del salario fijado en convenio para
su categoría profesional y al 90, y en algunos casos 100 por 100,
para el segundo año de contratación. En algún supuesto de convenio
sectorial, se excluye esta modalidad para las tareas penosas, peligrosas e insalubres. El resto de nuevas posibilidades de regulación que
ofrece el Estatuto de los trabajadores en versión 1997 —determinación de niveles, grupos o categorías objeto del contrato— no han
encontrado eco, por el momento, en la negociación colectiva.
Contrato para la formación
Se hace necesario señalar, en primer lugar, que las regulaciones
analizadas hacen referencia de forma mayoritaria al contrato de
aprendizaje, hoy sustituido por el contrato para la formación.
Como se comentó en el apartado 3.1.2. de este Capítulo, el contrato de aprendizaje, en razón a las propuestas del AIEE trasladados a la norma estatal, ha sufrido una significativa transformación,
ya que además de cambiar su denominación, varía su anterior régimen jurídico en aspectos sustanciales.
Amplia regulación
del contrato de
aprendizaje
El contrato de aprendizaje es una de las modalidades de contratación
donde los convenios colectivos han desarrollado una mayor regulación
específica. Así, prácticamente la mitad de los convenios sectoriales
prestan atención a estos contratos, alcanzando el 15 por 100 en los convenios de empresa, apreciándose, por otra parte, diferencias según sector de actividades, de acuerdo con la mayor o menor tradición de los
mismos en la utilización de la referida modalidad contractual.
En cuanto al requisito de edad para suscribir este tipo de acuerdo
—16 a 25 años, en la anterior regulación estatutaria del contrato de
aprendizaje y entre 16 y 21 en el contrato para formación actual—,
416
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
la tendencia más generalizada ha sido la de reducir la edad máxima,
a límites que oscilan normalmente entre los 21 o 22 años, aunque
también es posible encontrar edades inferiores —18 o 20 años—.
En este sentido, por tanto, la negociación colectiva se ha adelantado
a las innovaciones producidas por la reforma legal de 1997.
Con respecto a la limitación de carencia de titulación profesional, las cláusulas convencionales recogen en términos amplios
dicha cautela sin matizaciones específicas.
Las previsiones sobre duración del contrato, se fijan, en general,
conforme a los límites estatutarios, concretándose las estipulaciones, cuando se hace uso de la disponibilidad por el convenio colectivo sectorial, en reducir la duración máxima —normalmente a dos
años, coincidiendo con su actual duración— o bien ampliando el
mínimo inicial, en ambos casos como forma de proteger al aprendiz.
Abundan las determinaciones de mejora del régimen salarial,
anticipándose también en este caso la regulación convencional a la
modificación legal aprobada en 1997.
Respecto a la formación teórica a dispensar, por lo general los
convenios colectivos coinciden con la normativa legal, señalando
que el tiempo a dedicar a la misma sea como mínimo un 15 por
100 de la jornada máxima prevista en convenio.
Además de lo señalado, la negociación colectiva ha incorporado
una serie de cláusulas limitativas de la utilización de la figura,
excluyéndola en determinados puestos de trabajo, estableciendo
una relación tasada de oficios en los que sí cabe o restringiendo en
un porcentaje determinado de la plantilla —habitualmente un 5 por
100— al personal susceptible de contratación.
Contrato a tiempo parcial
La regulación convencional del contrato a tiempo parcial ha
continuado siendo escasa en la negociación de 1997, afectando sustancialmente al establecimiento de mínimos por debajo de los cuales se prohíbe su utilización, así como a aspectos relacionados con
la forma de cómputo de la jornada. En menor proporción, se contemplan cláusulas que limitan el porcentaje de plantilla contratada
417
MEMORIA 1997
bajo esta modalidad, prohibiendo, en otros casos, la realización de
horas extraordinarias por estos trabajadores.
Contrato eventual
Las modificaciones introducidas en el contrato eventual, acogiendo las propuestas del AIEE, no han encontrado reflejo significativo en los convenios colectivos suscritos desde la firma del
citado acuerdo.
Únicamente un 40 por 100 de convenios sectoriales de ámbito
estatal contienen regulaciones específicas sobre esta modalidad contractual. Interesa recordar que, conforme al Estatuto de los trabajadores reformado en 1997, se da prioridad a los convenios sectoriales
estatales para delimitar la duración máxima de estos contratos y el
periodo de referencia dentro del cual pueden concertarse. En uso de
esta facultad, los convenios que establecen regulaciones al efecto,
contemplan ampliaciones a la referencia legal, tanto en duración
como en periodo de cómputo, acercándose mayoritariamente a los
topes máximos que admite el Estatuto, es decir, fijando el periodo
máximo en 18 meses y la duración en 12-13 meses.
Las cláusulas sobre determinación de actividades en las que
pueden contratarse trabajadores eventuales y las de fijación de criterios de adecuación entre volumen de esta modalidad contractual y
plantilla total de la empresa, para las que está habilitado cualquier
convenio colectivo con independencia de su ámbito funcional o
territorial, son más escasas que las relativas a la duración del contrato, presentando rasgos más significativos las que operan como
control de la utilización del contrato, bien mediante la fijación de
porcentajes sobre plantilla, bien estableciendo la previa autorización de la representación sindical, bien prohibiendo la repetición
del contrato para un mismo puesto de trabajo.
Contrato de obra o servicio determinado
La regulación de este contrato en la negociación colectiva
alcanza menor intensidad que la referida al contrato eventual,
concentrándose fundamentalmente en los convenios de la construcción y en sectores relacionados con actividades de suministros a ésta.
418
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Haciendo uso de la habilitación legal, los convenios que proceden a la identificación de los trabajos o tareas con sustantividad
propia dentro de la actividad normal de la empresa, que pueden ser
cubiertos con contratos de esta naturaleza, continúan con una cierta
ambigüedad, que afecta a la propia definición del objeto del contrato y a la duración del mismo, circunstancias que en determinados
supuestos desvirtúan la finalidad del contrato. En otros casos el
perfil de esta modalidad contractual previsto en el convenio invade
el campo de actuación de otros contratos, como el eventual o incluso el de interinidad.
Igual ocurre con el contrato eventual, ya que las precisiones
aportadas por la modificación de la normativa de 1997 no se han
plasmado de forma suficiente en la negociación colectiva.
En este sentido, es de esperar que las intenciones del AIEE de
corrección de los excesos advertidos en la regulación convencional
de este contrato, y también del eventual68, se plasmen en la negociación colectiva de 1998.
Fomento de la contratación indefinida
Conforme a los datos ofrecidos por la Estadística de Convenios
Colectivos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, un 7 por
100 de los convenios con inicio de efectos económicos en 1997,
registrados hasta el 31 de diciembre de ese año, contiene cláusulas
de conversión de empleo temporal en fijo, con incidencia especialmente en la negociación colectiva empresarial en que estas cláusulas afectan a acuerdos colectivos que acumulan un 18 por 100 de
trabajadores sujetos a este tipo de convenios frente al 9 por 100 en
el caso de convenios supraempresariales.
Un 7 por 100
con cláusulas
de conversión
Por otra parte, también se observan cláusulas de conversión de temporales en fijos, a través de la modalidad de fijo-discontinuo, cuando
alcancen prestación de servicios que exceda de una determinada duración, o en caso de vacante en la plantilla de fijos de la empresa.
Con independencia de lo expuesto, debe apuntarse la existencia
de acuerdos específicos de mejora de calidad en el empleo, suscri68
Memoria CES 1996, capítulo II, apartado 7.1.3.
419
MEMORIA 1997
tos a la luz del AIEE. Compromisos efectuados a nivel empresarial
y con alguna Administración Autonómica o Local, que plantean la
transformación en indefinidos de determinados contratos temporales vigentes a la plasmación normativa del Acuerdo para la Estabilidad en el empleo (17 de mayo de 1997), así como compromisos a
partir de esa fecha de respetar el principio de causalidad en la contratación temporal y establecer como regla general que los nuevos
contratos lo sean por tiempo indefinido.
Por último, cabe señalar, que la negociación colectiva en general no ha regulado el nuevo contrato para el fomento de la contratación indefinida ni, por consiguiente, ha establecido previsiones de
conversión de contratos temporales en estos contratos de fomento
de la contratación indefinida.
Empresas de trabajo temporal
A pesar de que la negociación colectiva es ciertamente escasa en
contenidos que hagan referencia a las actividades de empresas de trabajo temporal (ETT) en el seno de una empresa usuaria, es posible
encontrar alguna manifestación en este sentido, siempre de carácter
restrictivo, y respondiendo a formulaciones diversas: compromisos
de no recurrir a contratación a través de ETT cuando sea posible utilizar otras formas de contratación, necesidad de acuerdo con la representación de los trabajadores de la empresa usuaria, establecimiento
de determinados porcentajes de contratación o topes en relación con
la plantilla; equiparación de derechos laborales entre trabajadores
cedidos y propios de la empresa usuaria, entre otras.
Como novedad importante puede indicarse la que recoge el
Convenio de la Industria Química, que contempla el conocimiento
por parte de la representación de los trabajadores de la empresa usuaria, de los contratos de puesta a disposición entre la empresa química
y la ETT, así como de los contratos laborales entre ésta y sus trabajadores.
Estructura y clasificación profesional
Nuevos criterios en
la estructura
profesional
420
En los dos últimos años se constata una mayor voluntad, de las
partes negociadoras de los convenios, de introducir nuevos criterios
en la estructura profesional de sus pactos colectivos. Voluntad que
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
se refleja tanto en planteamientos concretos en el texto de los convenios, o acuerdos sectoriales específicos, como en declaraciones
sobre la necesidad de una reforma y sustitución efectiva de los contenidos de las ya derogadas Ordenanzas Laborales en esta materia.
Esta tendencia al alza en la renovación de las estructuras profesionales tiene mayor intensidad en la negociación colectiva sectorial estatal. En este sentido, aproximadamente el 60 por 100 de los
convenios nacionales basan su estructura profesional en grupos
profesionales, normalmente clasificados por niveles, porcentaje que
desciende al 15 por 100 en convenios sectoriales de ámbito inferior
al estatal y en el nivel empresarial.
La conformación de la estructura profesional en torno al grupo se
simultanea, en un significativo número de casos, con la clasificación
por categorías profesionales, si bien con una disminución numérica
de las mismas y una actualización de sus contenidos, al objeto de
facilitar la realización de un mayor abanico de tareas y funciones respecto de las anteriores definiciones de categorías profesionales.
Con carácter mayoritario en los convenios que presentan innovaciones en esta materia, el grupo profesional se define atendiendo
a distintos factores de valoración, como el nivel de conocimiento,
la experiencia, iniciativa, responsabilidad, titulación, o la complejidad de las tareas a realizar, incorporando con posterioridad la descripción de funciones que describen el contenido básico de la
prestación y que abarca distintas áreas funcionales. Este modelo
permite una más intensa flexibilidad de la clasificación profesional,
en cuanto las posibilidades de polivalencia son más amplias.
En menor medida, algunos convenios parten de la identificación
de las distintas áreas funcionales, definiendo por separado los grupos profesionales conforme a los factores de valoración anteriormente señalados. Este modelo delimita más restrictivamente la
clasificación profesional, que comporta una regulación más precisa
de la flexibilidad en el encuadramiento profesional.
Movilidad funcional
Desde la reforma de 1994, las cláusulas en los convenios sobre
movilidad funcional han experimentado un importante avance, no
421
MEMORIA 1997
sólo por la reformulación legal de la materia, sino posiblemente
también por la necesidad de atender los cambios tecnológicos y
organizativos de las empresas.
Movilidad
funcional en un
15 por 100
de convenios
En el conjunto de la negociación colectiva de 1997, estas cláusulas están recogidas en el 15 por 100 de los convenios, que acumulan al 20 por 100 de los trabajadores cubiertos, con mayor
incidencia en la negociación colectiva empresarial —afectan a
un 28 por 100 de trabajadores— que en la sectorial —10 por
100.
La obvia relación entre movilidad funcional y sistemas de clasificación profesional exige un grado de armonización de ambas
cuestiones que no siempre se produce en su traslación a la negociación colectiva.
En lo que respecta a la movilidad funcional horizontal o intragrupo, manifestación clara del ius variandi empresarial, la regulación convencional mayoritaria se lleva a cabo de forma no del
todo clara y uniforme, por cuanto que en algunos convenios se
prevé el ejercicio de la movilidad funcional en el seno del grupo o,
en su defecto, en relación a categorías que puedan considerarse
equivalentes, sin necesidad de concurrencia de causa específica,
mientras que en otros, con un mayor o menor grado de rigidez, sí
se establece nexo causal, con indicación especial de la adecuada
aptitud profesional del trabajador afectado. En algún supuesto las
previsiones de movilidad funcional se relacionan con los trabajos
de superior o inferior categoría, evidenciando, en este sentido, una
inadecuada asimilación de la última reforma legislativa sobre la
materia.
Los convenios colectivos adaptados a la actual redacción del
artículo 39 del Estatuto de los Trabajadores contemplan la movilidad funcional causal y temporal, de carácter vertical, y por tanto,
para la realización de funciones no correspondientes al grupo profesional o categorías equivalentes, si bien el tenor de dichos convenios no supone alteración significativa del precepto estatutario. Así,
es habitual encontrar referencias genéricas a la concurrencia de
causas justificativas, temporalidad e información a los representantes de los trabajadores, idoneidad profesional o capacidad del trabajador.
422
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Prevención de riesgos laborales. Salud Laboral
El tratamiento en la negociación colectiva de temas relacionados con la prevención de riesgos laborales, salud laboral, condiciones sobre seguridad e higiene y medidas y ambientes de trabajo, no
ha experimentado en 1997 el avance que cabía esperar a la vista de
la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y
de sus Reglamentos de aplicación. En parte, ello es debido al carácter de derecho necesario de la citada Ley y de sus disposiciones de
desarrollo, lo que produce, dada la amplia y minuciosa regulación
legal, que los convenios colectivos, cuando hacen referencia a esta
materia en la mayor parte de supuestos, remitan directa o indirectamente a aquellos contenidos legales.
La Ley de Salud
Laboral
influye poco en
la negociación
A pesar de ello buena parte de los convenios colectivos del año
todavía referencian su regulación conforme a la ya derogada
Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el trabajo o, como
en el caso de la construcción, a la Ordenanza Laboral sectorial.
No obstante lo expuesto, se pueden señalar diversos aspectos
que apuntan una línea de progreso en esta temática. Así, en lo que
concierne al reconocimiento de un mínimo de horas para formación, se están suscribiendo acuerdos generales entre los que cabría
citar los siguientes:
– Acuerdos tripartitos para la formación en el País Vasco y Navarra,
que prevén la formación de los delegados de prevención de
ambas Comunidades Autónomas en el periodo 1997-1998.
– Acuerdo en Cataluña entre las organizaciones sindicales y
PIMEC, en el que se establece la formación para los delegados de las pequeñas y medianas empresas asociadas a dicha
organización y un protocolo de evaluación de riesgos.
– Acuerdo en Castilla-La Mancha sobre evaluación del nivel de
riesgos en pequeñas empresas.
– En el sector público, el Acuerdo con el Instituto Nacional de la
Salud, en el que se recogen, entre otras cuestiones, las referidas
a la existencia de un Comité de Salud Laboral, programas de
prevención de riesgos y cursillos en materia de salud laboral.
423
MEMORIA 1997
El convenio de
construcción,
el más sensible
Por otra parte, comienzan a aparecer, aunque en escaso número,
acuerdos generales, fundamentalmente de carácter sectorial, en los que
se asumen compromisos de adaptación a la Ley de Prevención de
Riesgos Laborales. Tal es el caso del convenio de la construcción, que
prevé la constitución de una comisión paritaria sectorial de seguridad y
salud en el trabajo y la ampliación de servicios de la Fundación
Laboral de la Construcción en materia de prevención a empresas y trabajadores. Así mismo, la Mesa General de la Función Pública también
ha alcanzado un acuerdo para adaptar la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales a la realidad específica de las Administraciones Públicas.
Por último, a tenor de los datos de la Estadística de Convenios
Colectivos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (cuadro II54), se han incluido cláusulas de Salud Laboral en 2.860 convenios
que afectan a 3.974.354 trabajadores, es decir, un 55 por 100 del
total de trabajadores sujetos a convenio colectivo.
Formación profesional
Un 35 por 100 de los convenios colectivos de 1997 incluyen
cláusulas sobre formación profesional, afectando al 57 por 100 de
los trabajadores cubiertos por negociación colectiva, con una presencia más elevada de estas cláusulas en los convenios de empresa
—afectan al 67 por 100 de trabajadores— que en los de ámbito
superior —55 por 100 de trabajadores.
Por tipo de cláusulas destacan las relativas a planes de formación, que benefician a un 30 por 100 de trabajadores, y en menor
medida, las que contemplan los permisos retribuidos para la formación y las ayudas de estudios al trabajador, que afectan respectivamente a un 12 y un 6 por 100 de asalariados.
Asimismo, y en lo que respecta a la formación continua, la gran
mayoría de los convenios sectoriales estatales han procedido a
renovar y adoptar sus propios acuerdos sectoriales de formación al
Segundo Acuerdo Nacional de Formación Continua suscrito en
diciembre de 1996 por UGT, CCOO y GIG, por parte sindical, y
CEOE y CEPYME por la empresarial.
Precisamente la existencia de acuerdos sectoriales nacionales
sobre formación continua produce que el tratamiento de esta mate-
424
CUADRO II-54
CLÁUSULAS SOBRE SALUD LABORAL EN LOS CONVENIOS COLECTIVOS, 1997
(Número de convenios y trabajadores, y porcentaje sobre el total de trabajadores cubiertos en cada caso)
Totales
Cláusulas
Salud Laboral
Existencia de comité de SH
Programa Prevención Riesgos
Cursillos en materia SL
Reconocimiento médico anual
a cargo de la empresa
Reconocimiento ginecológico
Convenios Trabajadores
Convenios Empresa
%
Convenios Trabajadores
Convenios Sector
%
Convenios Trabajadores
%
2.860
1.929
1.108
1.032
3.974.354
2.717.966
1.254.690
1.070.385
55,0
37,6
17,4
14,8
2.277
1.677
991
938
702.945
668.051
443.436
459.855
94,2
89,6
59,5
61,7
583
252
117
94
3.271.409
2.049.915
811.254
610.530
50,5
31,6
12,5
9,4
2.437
453
3.034.970
585.378
42,0
8,1
1.941
382
542.277
221.220
72,7
29,7
496
71
22.492.693
364.158
38,5
5,6
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos.
425
426
CUADRO II-55
CONVENIOS Y TRABAJADORES AFECTADOS POR CLÁUSULAS ESPECIALES
SEGÚN ÁMBITO FUNCIONAL POR TIPO DE CLÁUSULA, 1997*
(Número de convenios y de trabajadores, y porcentaje de amparados por cada cláusula sobre el total de trabajadores)
Total
Empresa
Trabajadores
Cláusulas
Total
Empleo
Creación neta empleo
Mantenimiento del empleo
Creación empleo por jubilación anticipada
Conversión temporal fijo
Otras sobre contratación
Movilidad geográfica
Movilidad funcional
Definición y funciones grupos profesionales
Otras relativas al empleo
Horas extraordinarias
Eliminación de horas extraordinarias
Reducción respecto año anterior
Reducción respecto al tope máximo legal
Otras
Jubilación
Complementos de prestaciones sociales
Formación profesional
Salud Laboral
Actividad sindical
Otros temas objeto de negociación
Indemnización por no renovación
Participación trabajadores en la organización
del trabajo
Existencia salario mínimo convenio
Incentivos ligados a productividad
Cláusula de salvaguarda
Otro ámbito
Trabajadores
Convenios
Número
Porcentaje
Convenios
Número
3.763
1.573
82
271
311
273
440
364
565
264
1.445
1.445
359
111
110
915
1.701
2.738
1.314
2.860
2.300
2.444
246
7.226.762
4.252.736
339.774
676.935
1.335.582
717.815
1.834.528
1.631.269
1.454.232
891.672
2.809.868
2.809.868
861.556
253.742
271.856
1.631.610
3.486.432
4.466.545
4.084.961
3.974.354
5.483.282
4.878.149
1.441.095
100,0
58,9
4,7
9,4
18,5
9,9
25,4
22,6
20,1
12,3
38,9
38,9
11,9
3,5
3,8
22,6
48,2
61,8
56,5
55,0
75,9
67,5
19,9
2.688
1.134
66
222
171
223
263
254
440
207
1.077
1.077
247
97
78
691
1.171
2.040
989
2.277
1.719
1.873
88
745.952
533.824
30.677
128.717
84.335
135.455
195.738
188.105
211.168
173.545
372.003
372.003
68.917
34.847
29.729
247.336
482.319
646.708
499.494
702.945
638.342
653.909
15.291
100,0
71,6
4,1
17,3
11,3
18,2
26,2
25,2
28,3
23,3
49,9
49,9
9,2
4,7
4,0
33,2
64,7
86,7
67,0
94,2
85,6
87,7
2,1
520
787
1.028
1.581
1.372.033
2.331.935
2.295.768
4.054.316
19,0
32,3
31,8
56,1
433
574
879
1.046
200.797
194.027
398.242
339.271
26,9
26,0
53,4
45,5
Trabajadores
Porcentaje Convenios
* Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos y Boletín de Estadísticas Laborales.
Número
Porcentaje
1.075
439
16
49
140
50
177
110
125
57
368
368
112
14
32
224
530
698
325
583
581
571
158
6.480.810
3.718.912
309.097
548.218
1.251.247
582.360
1.638.790
1.443.164
1.243.064
718.127
2.437.865
2.437.865
792.639
218.895
242.127
1.384.274
3.004.113
3.819.837
3.585.467
3.271.409
4.844.940
4.224.240
1.425.804
100,0
57,4
4,8
8,5
19,3
9,0
25,3
22,3
19,2
11,1
37,6
37,6
12,2
3,4
21,4
46,4
46,4
58,9
55,3
50,5
74,5
65,2
22,0
87
213
149
535
1.171.236
2.137.908
1.897.526
3.715.045
18,1
33,0
29,3
57,3
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
ria en los convenios colectivos de ámbito territorial menor, tanto
sectoriales como empresariales, sea significativamente inferior.
Otras cláusulas
La recogida de datos por parte de la Administración Laboral, a
partir de la cumplimentación de hojas estadísticas que acompañan
al texto del convenio colectivo en el trámite de registro, ofrece
información sobre las cláusulas que forman parte del contenido de
la negociación colectiva y que, brevemente, se exponen a continuación (cuadro II-55).
Las cláusulas sobre empleo, tendentes a su creación y mantenimiento, están recogidas en un 18 por 100 de convenios, afectando a
un 33 por 100 de trabajadores.
Creación y
mantenimiento
de empleo
Las competencias y facultades de los representantes de los trabajadores han sido reguladas a través de cláusulas sindicales en el
61 por 100 de los convenios, vinculando al 76 por 100 de los trabajadores, cifras muy parejas a las ofrecidas en 1996.
En un 73 por 100 de la negociación colectiva del año se prevén
mejoras en lo referente a complementos de prestaciones sociales
(complementos de jubilación, invalidez, viudedad, orfandad, etc.).
427
MEMORIA 1997
ANEXO II-1
SECTORES AFECTADOS POR EL AICV
• Agentes de Cambio y Bolsa, Corredores de Comercio y Colegios Profesionales de los
mismos.
• Embarcaciones de Tráfico Interior de Puertos (Empleados de Prácticos).
• Empleados de Fincas Urbanas.
• Espectáculos Públicos y Deportes (Deportes).
• Establecimientos Sanitarios de Hospitalización.
• Frutos Secos.
• Industrias de Producción, Transporte y Distribución de Gas (excepto Gas Natural).
• Oficinas y despachos, excepto: Gestorías Administrativas; Empresas de ingeniería y
Oficinas de Estudios Técnicos; Empresas Consultoras de Planificación; Agencias de
Viaje y Entidades de Financiación y Arrendamiento Financiero: Leasing y Factoring.
• Industria de Pesca de Cerco y otras Artes.
• Pesca en Buques Arrastreros al Fresco.
• Pesca Marítima en Buques Congeladores (excepto Congeladores de Marisco).
• Piel (Marroquinería, Recolección Piel, Peletería, Guantes, Ante, Napa y Doble Faz).
• Industria Pimentonera.
• Pompas Fúnebres.
• Prensa (excepto no diaria).
• Profesionales de la Música.
• Prótesis Dental.
• Empresas de Radiocomunicación.
• Radiodifusión.
• Profesionales de Teatro, Circo, Variedades y Folclore (Variedades y Folclore) y (Teatro,
excepto Madrid y Barcelona).
• Industrias de Tintorería y Limpieza.
• Transporte por Carretera (Garajes).
• Teléfonos (Empresas de Contratas y Locutorios Telefónicos).
428
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
ANEXO II-2
PROCESO DE SUSTITUCIÓN DE ORDENANZAS
Y REGLAMENTACIONES DE TRABAJO
(Situación a 31 de marzo de 1998 de las 70 Ordenanzas y Reglamentaciones
prorrogadas total o parcialmente por Orden de 28 de diciembre
de 1994, BOE del 29)
Grupo 1.º: Grupo Ordenanzas Laborales y Reglamentos de Trabajo cuyo proceso de
sustitución se ha de entender cerrado:
A)Por considerar la Comisión de Seguimiento del AIOR y la CCNCC que no plantean problemas de vacíos de regulación:
Industria de la Cinematografía (Distribución y Producción).
Compañía de Coches Cama y Grandes Expresos Europeos.
Empresas de Contratas Ferroviarias.
Empresa Nacional BAZÁN.
Espectáculos Taurinos-Corridas de Toros y Novillos.
Ferrocarriles de uso público no integrados en RENFE.
Fotográficas.
Fundación Generalísimo Franco.
Metropolitano de Madrid.
Pesca Marítima de Arrastre.
Pesca Marítima.
Piel (Curtido y Calzado).
Practicantes y Matronas de Asistencia Médico-Farmacéutica.
Industrias de la Resina.
Profesionales de Teatro, Circo, Variedades y Folclore (Circo).
B) Por haber alcanzado las partes acuerdo sustitutorio:
Manipulado y Envasado de Agrios (Acuerdo pendiente de publicación).
Industrias de la Alimentación.-Confitería, Pastelería, Bollería, Repostería, Heladería y
Platos Cocinados (BOE 11-3-1996).
Industrias de la Alimentación.-Pastas Alimenticias (BOE 10-5-1996).
Industria Azucarera (CONVENIO BOE 24-4-1997).
Baños y Aguas Mineromedicinales.-Balnearios (incluidos en el Acuerdo Estatal de
Hostelería).
Banca Privada (BOE 27-2-1996).
Bebidas Refrescantes (BOE 16-9-1996).
Agencias Distribuidoras de Butano (BOE 10-4-1996).
Comercio (BOE 9-4-1996).
Construccion.-Derivados del Cemento (Convenio Nal. BOE 27-6-1996).
Construcción.-Sector Pizarra (Convenio BOE 10-4-1997).
Construcción.-Vidrio y Cerámica (BOE 4-3-1996).
Cooperativas de Crédito (BOE 10-6-1996).
Industrias de Corcho (BOE 27-5-1996).
429
MEMORIA 1997
Embarcaciones de Tráfico Interior de Puertos-Amarradores (Convenio Nal. BOE
2-8-1996).
Estaciones de Servicio (Acuerdo de 11-12-1995).
Hostelería (Acuerdo Estatal BOE 2-8-1996).
Limpieza Pública, Riegos y Recogida de Basuras (BOE 7-3-1996).
Industrias de la Madera (BOE 20-6-1996).
Industria Metalgráfica (BOE 22-10-1996).
Oficinas y Despachos.-Agencias de Viaje (Convenio Nal. BOE 1-3-1996).
Oficinas y Despachos.-Empresas Consultoras de Planificación (Convenio Nal. BOE
1-9-1995).
Oficinas y Despachos.-Entidades de Financiación y Arrendamiento Financiero (LEASING Y FACTORING) (Convenio Nal. 27-2-1996).
Oficinas y Despachos.-Gestorías Administrativas (BOE 20-6-1996).
Oficinas y Despachos.-Empresas de Ingeniería y Oficinas de Estudios Técnicos y
Delineantes (Convenio Nal. BOE 20-7-1995).
Peluquerías de Señoras y Caballeros, Inst. Belleza y Gimnasios (BOE 30-5-1997).
Pesca Marítima en Buques Congeladores de Marisco (Convenio Nal. BOE
27-2-1996).
Prensa no diaria (Convenio Nal. BOE 6-11-1996).
Industria Salinera (Convenio Nal. BOE 2-5-1997).
Seguros y Capitalización (Entidades Aseguradoras y Mutuas) (preacuerdo de 30 de
octubre de 1996) (Convenio General del Sector de Seguros, Reaseguros y
Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad
Social).
Profesionales Teatro, Circo, Variedades y Folclore (Teatro) Madrid.
Industria Textil (BOE 16-5-1996).
Transporte por Carretera.-Aparcamientos (BOE 11-3-1998).
Transporte por Carretera.-(Autopistas).
Transporte por Carretera.-Mercancías (BOE 29-1-1998).
Transporte por Carretera.-Taxis (Convenio Nal. BOE 20-6-1996).
C)Por haber sido sometidas a arbitraje las discrepancias, con laudos dictados:
Aceites y sus Derivados (Laudo 12-7-1996. BOE 28-8-1996) (Impugnado. Se declara
incompetente la Sala de lo C.A. del Tribunal Superior de Justicia de Madrid).
Industrias de la Alimentación (Laudo 29-3-1996. BOE 4-6-1996) Impugnado.
Baños y Aguas Mineromedicinales-Envasadores de Agua Mineral (Laudo 3-4-1996.
BOE 24-5-1996) Impugnado.
Industria Cervecera (Laudo 27-3-1996. BOE 27-5-1996) Impugnado.
Minas de Carbón (Laudo 11-3-1996. BOE 24-4-1996) (Laudo aclaratorio 11-3-1996.
BOE 24-4-1996) Impugnado, con sentencia modificatoria.
Industria de la Panadería (Laudo 6-2-1998).
Trabajos Aéreos (Laudo 12-3-1996. BOE 23-4-1996).
Transporte por Carretera.-Alquiler de Coches (Laudo 1-7-1996. BOE 24-8-1996).
Industrias Vinícolas (Laudo 29-3-1996. BOE 28-5-1996) (Impugnado. Caducado el
recurso por no haber formalizado la Demanda. T. S. J. ANDALUCÍA).
430
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
D)Por cobertura de vacíos derivada del Acuerdo Interconfederal (Anexo I) BOE (9-6-1997):
Agentes de Cambio y Bolsa, Corredores de Comercio y Colegios profesionales de los
mismos.
Embarcaciones de Tráfico Interior de Puertos.-Empleados de Prácticos.
Empleados de Fincas Urbanas.
Espectáculos Públicos y Deportes.-Deportes.
Espectáculos Públicos y Deportes.-Espectáculos Públicos (Excepto Exhibición
Cinematográfica).
Establecimientos Sanitarios de Hospitalización.
Frutos Secos.
Industrias de Producción, Transporte y Distribución de Gas (Excepto Gas natural).
Oficinas y Despachos, excepto Gestorías Administrativas; Empresas de Ingeniería y
Oficinas de Estudios Técnicos; Empresas Consultoras de Planificación; Agencias
de Viaje y Entidades de Financiación y Arrendamiento Financiero: Leasing y
Factoring.
Industria de pesca marítima de Cerco y otras Artes
Pesca Marítima de arrastre.-Pesca en Buques Arrastreros al Fresco.
Pesca Marítima en Buques Congeladores (excepto Congeladores de Marisco).
Piel (Marroquinería, Recolección Piel, Peletería, Guantes, Ante, Napa y Doble Faz).
Industria Pimentonera.
Pompas Fúnebres.
Prensa (excepto no diaria).
Profesionales de la Música.
Prótesis Dental.
Empresas de Radiocomunicación.
Radiodifusión.
Profesionales de Teatro, Circo, Variedades y Folclore (Variedades y Folclore) y (Teatro
excepto Madrid y Barcelona).
Industrias de Tintorería y Limpieza (Negocian convenio).
Transporte por Carretera (Garajes).
Teléfonos (Empresas de Contratas y Locutorios Telefónicos).
Grupo 2.º: Ordenanzas y Reglamentaciones cuya sustitución se encuentra en proceso abierto:
A)Por continuar negociaciones, o no haberse agotado sus posibilidades:
Trabajo en el Campo (terminada la negociación con acuerdo, están pendientes de fijar
fecha para firma del texto definitivo del convenio).
Espectáculos y Deportes.-Exhibición cinematográfica (Siguen negociaciones; convocada la mesa para los días 1 y 2 de abril).
Construcción (Sector Azulejos).
431
MEMORIA 1997
Pesca Marítima en Buques Bacaladeros (Requeridos para que hagan la tramitación
preceptiva, según el Estatuto de los Trabajadores, para constituir formalmente una
Comisión Negociadora legitimada. ELA-STV aporta escrito de comunicación de
iniciativa para negociar convenio en Guipúzcoa).
Plátanos y demás Frutas de Canarias (Se negocia Ordenanza Agrícola para Canarias,
que comprende este sector).
Empresas de Publicidad (Negociados los cuatro puntos de vacíos. Falta el contenido
económico, paralizado).
Profesionales Teatro, Circo, Variedades y Folclore (Teatro de Barcelona).
Transporte por Carretera (Viajeros).-Siguen las negociaciones. Suspendida reunión del
16-3-1998, están pendientes de nueva convocatoria.
B) En proceso de Arbitraje:
– Pendientes de dictar Laudo:
Industrias de Captación y Distribución de Agua.
Limpieza de Edificios y Locales.
C) Con acuerdos de Prórroga:
Construcción.-Sector Cementero (hasta 31 de marzo de 1998, en nuevo acuerdo).
Embarcaciones Tráfico Interior de Puertos.-Remolcadores (Prórroga hasta 31 de
diciembre de 1996, comprende sólo los 4 puntos de cobertura. Firmado con UGT,
pendiente de información sobre alcance del pacto).
Marina Mercante. Preacuerdo, pendiente de firma (Suspendido en tanto el arbitraje
acordado).
Metropolitano de Barcelona (hasta 31 de diciembre de 1996) (Próxima firma de Texto
Refundido).
Seguros y Capitalización (Agentes y Corredores de Seguros) (Terminada la negociación, firmarán el texto definitivo en sala de juntas de la CCNCC el día 16 de
abril).
432
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
7. PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
El lento curso de implantación del nuevo modelo de prevención
de riesgos laborales ha coincidido en 1997 con un fuerte aumento
de la siniestralidad que, sobre todo en relación a la mortalidad en el
trabajo, hace del pasado el peor de los últimos cinco años en este
aspecto. Este empeoramiento no obedece solamente al crecimiento
de la actividad económica vivido en 1997, aunque la consiguiente
intensificación del ritmo de funcionamiento de las empresas sea un
factor de mayores riesgos en el trabajo. Tampoco la notablemente
mayor presión inspectora y sancionadora aplicada durante 1997
parece guardar relación alguna con los resultados en materia de
siniestralidad en el trabajo. Las únicas perspectivas de solución en
este campo siguen apuntando a la todavía insuficiente difusión e
implantación efectiva de la cultura de la prevención promovida por
la LPRL de 1995 —lo que requiere mejorar la formación preventiva y la participación de trabajadores y empresarios—, así como a la
necesidad de que arranquen definitivamente los instrumentos previstos por aquélla, comenzando por los servicios de prevención en
las empresas.
7.1. EL DESARROLLO DEL NUEVO MODELO DE PREVENCIÓN
EN LAS EMPRESAS
Para el desarrollo efectivo del nuevo sistema de prevención de
riesgos laborales, que se quiso implantar a partir de la aprobación
de la LPRL en 1995, era preciso un importante esfuerzo de desarrollo normativo que, transcurrido el año 1997, se encuentra prácticamente concluido. Sin embargo, tal desarrollo tampoco ha implicado
la puesta en marcha inmediata del modelo, que ha seguido pendiente de otras disposiciones a las que se vinculó su entrada en vigor.
Se trata de un mecanismo de aprobación de normas, comenzando
por la propia Ley de Prevención de Riesgos Laborales, cuya aplicación efectiva se ha supeditado, en buena parte, al desarrollo posterior de otras normas concatenadas sucesivamente, lo que en
algunos aspectos relativiza la vigencia de una ley aprobada hace
más de tres años.
En efecto, gracias al importante impulso que en cuanto a producción normativa ha supuesto la puesta en funcionamiento de la
Comisión Nacional de Seguridad y Salud, durante 1997 se ha apro-
Impulso
normativo
433
MEMORIA 1997
bado por fin el Reglamento de los Servicios de Prevención y su
orden de desarrollo, así como las disposiciones por las que se
incorpora al Derecho nacional el contenido de las Directivas comunitarias ligadas a la Directiva Marco que estaban pendientes de
transposición69 (Anexo II-3). Además, se ha producido un avance
esperado con la aprobación en el mes de julio del Reglamento
sobre seguridad en la construcción. Por consiguiente, la producción
normativa está prácticamente completada, quedando, no obstante,
pendientes de desarrollo reglamentario el artículo 8 de la Ley
14/1994, de 1 de junio, así como la transposición de las Directivas
sobre seguridad en industrias extractivas y en actividades de sondeos. Asimismo quedaría por concretar la constitución de la
Fundación prevista en la Disposición Adicional Quinta de la Ley
de Prevención de Riesgos Laborales.
Los servicios de
prevención se
retrasan
Como ya se ha adelantado, pese a representar una pieza clave
para la aplicación de la nueva organización de la prevención de
riesgos laborales, no se han despejado del todo los obstáculos para
la entrada en vigor del Reglamento de los Servicios de Prevención70,
de cuyos principales contenidos se dio cuenta en la pasada edición
de la Memoria, ni lo que es más importante, para su puesta en práctica efectiva. Por citar algunas cuestiones no despejadas en el propio Reglamento, no se concretaban en el mismo las condiciones
mínimas que han de reunir las entidades especializadas para ser
acreditadas como Servicios de Prevención, para desarrollar actividades de auditoría de los mismos, ni para certificar los niveles y
funciones de cualificación exigidos. De hecho, al finalizar 1997
sólo figuraban 30 entidades acreditadas en todo el Estado para
actuar como servicios de prevención externos, de las que sólo 6
Las seis Directivas que debían haber sido traspuestas a más tardar el 31 de
diciembre de 1992 y cuya no adopción dio lugar al fallo condenatorio de la
Sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (Sala sexta) de 26
de septiembre de 1996, dictada en el asunto C-79/95 (Comisión de las Comunidades Europeas contra el Reino de España) eran la Directiva Marco 89/391/CEE, la
Directiva 89/654, sobre seguridad y salud en los lugares de trabajo; la Directiva
89/655/CEE, sobre equipos de trabajo; la Directiva 89/656/CEE, sobre equipos de
protección individual; la Directiva 90/269/CEE, sobre manipulación manual de
cargas que entrañe riesgos deslumbrantes; la Directiva 90/270/CEE, sobre pantallas
de visualización y la Directiva 90/354/CEE, sobre exposición a agentes carcinogénicos.
70
Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento
de los Servicios de Prevención.
69
434
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
contaban con la autorización definitiva, mientras que no había ninguna entidad acreditada como auditora externa.
Mientras que durante 1997 no se había iniciado todavía la obligatoriedad de los servicios de prevención propios, la propia norma
prevé el excepcional retraso de la entrada en vigor de sus preceptos
relativos a la formación exigible a los especialistas en prevención
con que deberán contar los servicios de prevención, supeditándose
su operatividad real al posterior desarrollo y certificación de las
actividades formativas en materia de prevención de riesgos laborales: en concreto, la Disposición Final Segunda posponía hasta el 31
de enero de 1998, la entrada en vigor de los preceptos relativos a
los requisitos académicos para desempeñar funciones de nivel básico, intermedio y superior.
En atención a su experiencia en la colaboración en la gestión de
contingencias profesionales y a su futura actuación como servicios
de prevención, se aprobó antes la normativa específica provisional de
funcionamiento de las Mutuas de trabajo y enfermedades profesionales71, que la general de desarrollo del Reglamento aplicable a otras
entidades que quieran constituirse como servicios de prevención ajenos. Los requisitos mínimos que han de cumplir estos últimos,
incluida una fórmula transitoria de acreditación de la formación a
través de entidades autorizadas por la Autoridad Laboral, se desarrollaron en la mitad del año72. Lo tardío de la aprobación de las condiciones de acreditación de entidades y de formación de especialistas,
su complejidad en algunos casos y la falta de criterios comunes entre
las distintas Administraciones competentes, hacen presagiar más
retrasos en el arranque de este instrumento básico de la organización
de la prevención en las empresas. De hecho, la escasez de profesionales en el mercado de trabajo con la acreditación requerida en el
Faltan
expecialistas en
prevención de
riesgos
71
Orden de 22 de abril de 1997 por la que se regula el Régimen de funcionamiento de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la
Seguridad Social en el desarrollo de actividades de prevención de riesgos laborales.
72
Orden de 27 de junio de 1997 por la que se desarrolla el Real Decreto
39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención, en relación con las condiciones de acreditación de las entidades especializadas como servicios de prevención ajenos a las empresas, de autorización de las
personas o entidades epecializadas que pretendan desarrollar la actividad de auditoría
del sistema de prevención de las empresas y de autorización de las entidades públicas
o privadas para desarrollar y certificar actividades formativas en materia de prevención de riesgos laborales.
435
MEMORIA 1997
momento de cumplirse los plazos fijados, junto con la brevedad del
tiempo transcurrido desde que se dieron las condiciones para el desarrollo y certificación de actividades formativas, han dado lugar a que,
ya entrado el año 1998, se hayan ampliado los plazos transitorios
establecidos en el Reglamento de Servicios de Prevención, y se haya
facilitado la acreditación de profesionales con probada experiencia y
conocimientos equivalentes a los exigidos73.
Construcción:
mayor control de
contratas,
subcontratas y
autónomos
Reforzar la
cooperación entre
administraciones
En uno de los sectores históricamente más afectado por la siniestralidad laboral se ha producido otro avance por la vía normativa
con la aprobación durante 1997 del Reglamento sobre Seguridad en
la Construcción74. Uno de los factores que tradicionalmente ha complicado el problema de los accidentes de trabajo en la construcción,
ha sido la presencia habitual de contratas, subcontratas y de trabajadores autónomos. La presencia de sujetos y colectivos de trabajadores no vinculados directamente a la empresa ha ido ligada en este
sector a la dificultad del control de las condiciones de trabajo relacionadas con la salud y seguridad. El Reglamento toma en consideración este problema, ocupándose de las obligaciones del promotor,
proyectista, subcontratista y trabajadores autónomos, introduciendo
además las figuras del coordinador en materia de seguridad y salud
durante la elaboración del proyecto de obra y del coordinador en
materia de seguridad y salud durante la ejecución de la obra. El
avance que puede suponer en el ámbito de la construcción la transposición de la normativa comunitaria mediante este Reglamento
tiene que hacerse extensivo todavía a otros sectores, como industrias
extractivas y sondeos, que cuentan con Directivas comunitarias
específicas que están pendientes de transposición.
A salvo de lo comentado, estando prácticamente completo el
marco normativo básico estatal, en materia de prevención de riesgos laborales se detecta una clara necesidad de cooperación entre
las distintas Administraciones competentes en varios aspectos. Las
grandes diferencias territoriales en cuanto a resultados de siniestralidad (gráficos II-26 y II-27) plantean la necesidad de estudios al
respecto y de intercambio de experiencias, para lo que existen sufi73
Real Decreto 780/1998, de 30 de abril, por el que se modifica el Real
Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los
Servicios de Prevención.
74
Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción.
436
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
GRÁFICOS II-26 Y II-27
EVOLUCIÓN DE LA INCIDENCIA DE ACCIDENTES DE TRABAJO CON BAJA,
SEGÚN GRAVEDAD, 1992-1997
(Número total de accidentes y accidentes leves por cada 1.000 trabajadores.
Graves y mortales por cada 10.000)
12
70
68
10
66
64
8
62
60
6
58
4
56
54
2
52
50
Total
Leves
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1997
1996
1995
1994
1993
1992
0
Mortales
Graves
Fuente: MTSS, varios años (1997, datos provisionales).
cientes instrumentos en el momento actual, tanto desde la Comisión
Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo como desde las comisiones de análoga naturaleza que se creen en el ámbito autonómico.
Por otro lado, es necesario reforzar la cooperación entre las
Comunidades Autónomas que tienen atribuida la competencia de
ejecución de la legislación de prevención laboral, que son todas
excepto Asturias, Ceuta y Melilla. La labor de la inspección se
desarrolla a nivel autonómico y éste es también el ámbito en que se
determinan los criterios de la actuación inspectora.
Además del lanzamiento de campañas divulgativas dirigidas a
toda la población75, parece que, una vez dado a conocer el modelo
75
Recuérdese la campaña “Ahora es el momento” del MTAS difundida por los
medios de comunicación durante todo el año, que concurre con los proyectos del
Instituto Nacional de la Seguridad e Higiene en el Trabajo (EVALUA, DINOR,
Aplicaciones informáticas y atención específica a Pymes), junto con la intensa
divulgación que llevan a cabo los sindicatos y organizaciones empresariales.
437
MEMORIA 1997
ya durante 1996, año el que la inspección procedió por ese motivo
con cierta prudencia, en 1997 se ha hecho patente la necesidad de
reforzar el control y la disuasión a través de la actividad sancionadora de la Inspección de Trabajo. Sin embargo, difícilmente podrá
actuar la Inspección sobre determinados aspectos de la LPRL,
como la exigencia de servicios de prevención, cuando no se dan
todas las condiciones normativas y objetivas para su aplicación.
Los convenios
deben promover la
cultura preventiva
Incentivos a los
esfuerzos en
prevención de
riesgos
Como era de esperar, los Acuerdos entre los agentes sociales,
que han protagonizado el escenario de las relaciones laborales
durante 1997, abrieron una reflexión sobre el ámbito adecuado del
desarrollo del nuevo modelo de prevención de riesgos laborales en
la Negociación Colectiva. Así, en el Acuerdo Interconfederal sobre
Negociación Colectiva de abril de 1997 se incluía la seguridad, la
salud y la prevención de riesgos laborales como un supuesto de
contenido negociador que exige dos ámbitos en su tratamiento: el
convenio colectivo (de ámbito superior) puede desarrollar las disposiciones existentes en materia de Seguridad e Higiene adaptándolas a lo previsto en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales,
mientras que las medidas concretas a adoptar y los procedimientos
a seguir deberían ser pactados en convenios de ámbito inferior, preferentemente en el de la empresa.
La LPRL contiene un régimen sancionador bastante exhaustivo
que incluye la prohibición de concurrir a contratos y concursos convocados por Administraciones y organismos públicos a las empresas
que hayan incurrido en delitos (arts. 316 y 317 del Código Penal) o
en infracciones administrativas muy graves (arts. 48 a 54 LPRL). Ya
se ha aludido a la necesidad de cumplimiento efectivo de la Ley
tanto en sus aspectos preventivos como sancionadores. Añadido a
ello, durante 1997 se ha planteado la posibilidad de incentivar a las
empresas que demuestren mayor esfuerzo en prevención de riesgos
laborales, para lo que la Ley de Presupuestos Generales del Estado
para 199876 prevé el establecimiento por el Gobierno, en el plazo de
un año, de una nueva tarifa para el seguro de accidentes de trabajo,
en la que se contemplen factores y resultados en atención a los cuales
puedan reducirse o aumentarse las cuotas que, con carácter de básicas, se establezcan por aplicación de la nueva tarifa.
76
Disposición Adicional decimoséptima de la Ley 65/1997, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1998.
438
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Con todo lo expuesto, cabe concluir que en estos momentos el
marco teórico normativo de la prevención de riesgos en España
está bastante completo. Su lenta aplicación sólo cabe relacionarla
con su todavía escasa traslación al plano organizativo empresarial,
carencia que, a tenor de lo previsto en el Acuerdo Interconfederal
sobre Negociación Colectiva, se pretende corregir a través de ésta.
La necesidad de cooperación entre las Comunidades Autónomas
para determinar criterios de coordinación es manifiesta, tanto en
políticas de fomento y difusión del nuevo modelo como en el reforzamiento de lo ya iniciado, en este terreno, en el ámbito de la actividad inspectora y, sobre todo, en el desarrollo coordinado del
Reglamento de los Servicios de Prevención, cuya complejidad
puede estar dificultando su arranque.
Es hora de que
funcione el nuevo
modelo
7.2. EVOLUCIÓN Y CONSECUENCIAS DE LA SINIESTRALIDAD
EN EL TRABAJO
El intenso ritmo de desarrollo legislativo al que se asiste desde
la aprobación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en
1995, y la evolución de la siniestralidad laboral en España siguen
discurriendo por distintos cauces. Los resultados de 1997 vuelven a
confirmar la distancia existente entre el progreso en la producción
normativa y el estancamiento en su aplicación: el total de accidentes de trabajo con baja se ha incrementado casi un 10 por 100 (cuadro II-56). En general, los accidentes en jornada de trabajo con baja
han mantenido, como en años anteriores, la tendencia al incremento de los accidentes leves junto a una disminución de los graves. Lo
más preocupante es que, rompiendo la positiva trayectoria descendente registrada desde 1989, los accidentes mortales en jornada de
trabajo han vuelto a crecer en 1997 de forma importante, volviendo
a superar con creces los mil fallecimientos: un incremento del 9 por
100, al que ha contribuido el carácter masivo de algún siniestro
como el de un astillero valenciano.
La siniestralidad,
al margen de los
avances legales
En todo caso, el hecho de que el 98 por 100 del total de accidentes en jornada de trabajo con baja se clasifiquen como leves, no
debe inducir a restar importancia al constante aumento de este tipo
de accidentes. No se trata de incidentes irrelevantes, teniendo en
cuenta que la duración media de la baja por este tipo de accidentes
era en 1996 de 24,3 días y supusieron 14.806 miles de jornadas no
trabajadas. Si bien en los accidentes graves la duración media de la
439
440
CUADRO II-56
ACCIDENTES DE TRABAJO Y ENFERMEDADES PROFESIONALES
CON BAJA, 1995-1997
(Número de accidentes y porcentajes de variación respecto del año anterior)
Accidentes de trabajo
y enfermedades profesionales
con baja
Accidentes con baja
En jornada de trabajo
leves
graves
mortales
In itinere
leves
graves
mortales
Enfermedades profesionales
con baja
leves
graves
mortales
Número
Variación interanual
1995
1996
1997
1994
1995
1996
1997
626.268
589.661
578.110
10.543
1.008
36.607
34.174
2.092
341
655.575
616.237
604.570
10.685
982
39.338
36.815
2.201
322
720.303
676.644
665.181
10.393
1.070
43.659
41.139
2.136
384
–0,1
0,0
0,1
–5,3
–8,1
–0,7
0,4
–13,4
–20,7
9,5
9,7
9,9
1,7
–1,8
7,0
7,2
5,5
3,3
4,7
4,5
4,6
1,3
–2,6
7,5
7,7
5,2
–5,6
9,9
9,8
10,0
–2,7
9,0
11,0
11,7
–3,0
19,3
5.838
5.666
169
3
7.069
6.885
183
1
8.440
8.275
164
1
–0,9
5,0
–59,1
50,0
21,5
22,7
–8,6
0,0
21,1
21,5
8,3
–66,7
19,4
20,2
–10,4
0,0
Fuente: MTAS, Estadística de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, 1997
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
baja se situaba en 72,7 días, el total de jornadas no trabajadas que
suponían se reducía a 785.000 en aquel mismo año.
A la hora valorar estas cifras cabe recordar que la siniestralidad
en el trabajo provocó en 1996 más de cuatro millones de jornadas
no trabajadas más que el año de mayor conflictividad laboral,
1988, cuando se perdieron 11.641 millones de jornadas no trabajadas por huelgas y 10 veces más que en 1996. Aunque la comparación no sea exacta en términos de costes, téngase en cuenta que en
la evaluación de un fenómeno como el de la conflictividad laboral
se tienen habitualmente en cuenta las jornadas de trabajo perdidas a
efectos de la medición de la competitividad de las empresas en el
mercado internacional. Sin embargo, las pérdidas materiales por
siniestralidad laboral han merecido una escasa atención desde
todos los ámbitos, ya sea por pudor o por una cierta concepción
casi fatalista de los mismos, que los equiparaba a riesgos consustanciales al trabajo, lo que ha podido influir en el escaso arraigo de
la cultura preventiva en España.
La siniestralidad
cuesta más que
la conflictividad
El coste económico total de los accidentes de trabajo en España
se ha calculado para 1995 en 2,2 billones de pesetas (más del 3 por
100 del PIB de aquel año), contando tanto el coste indirecto de las
horas de trabajo perdidas, como el coste directo en concepto de
cuotas, pensiones de invalidez, supervivencia, gasto sanitario y
recargos en las prestaciones (incremento del 30 al 50 por 100 de la
prestación a cargo del empresario, compatible con las otras responsabilidades y no asegurable). Al comenzar 1997 había un total de
182.909 pensiones en vigor causadas por accidentes de trabajo y
44.779 por enfermedades profesionales.
En el año 1997 el aumento de la siniestralidad ha coincidido,
además, con un fuerte incremento de la actividad inspectora en
materia de prevención de riesgos laborales. De hecho, las actas de
infracción, cuyo número iba en descenso desde 1994, crecieron el
44,5 por 100 en 1997 (en total 15.521). Se paralizaron 1.095 trabajos, frente a los 691 de 1996, los 690 de 1995 y los 796 de 1994, y
el importe de las sanciones propuestas alcanzó la cifra de 7.190
millones de pesetas, lo que supuso un incremento superior al 75
por 100 con respecto al año anterior. Entre las principales causas
directas productoras de las sanciones se cuentan las irregularidades
detectadas en escaleras, plataformas y aberturas, seguidas de
Reforzar la
inspección no es
suficiente
441
MEMORIA 1997
medios de protección personal y máquinas, motores y aparatos. Sin
embargo, la propia Inspección destaca la relación entre los niveles
de siniestralidad, el bajo nivel de formación sobre el contenido del
puesto de trabajo y el escaso grado de mentalización sobre la prevención de riesgos en el trabajo, lo que enlazaría con el hecho de
que, de las 93.077 denuncias presentadas en 1997 ante las
Inspecciones provinciales, sólo el 6,6 por 100 corresponden a la
materia de prevención de riesgos laborales77.
Con las cautelas que impone la limitada comparabilidad entre
este tipo de estadísticas, según los últimos datos de Eurostat,
correspondientes a 1994, la incidencia de accidentes en jornada de
trabajo con baja superior a tres días en España, únicamente era
superada por Luxemburgo y Portugal, y sólo por este último atendiendo a los accidentes mortales.
La siniestralidad
aumenta por
encima de la
ocupación
Por otro lado, volviendo al llamativo empeoramiento de la situación en 1997, este incremento de los accidentes no puede ser explicado en su totalidad por el aumento del empleo, puesto que si en
1995 y 1996 se pudo apreciar una ralentización del ritmo de crecimiento interanual de la incidencia, en 1997 parece haberse producido un acusado repunte de la misma, a excepción de los accidentes
graves, en los que se observaría un ligero descenso. La experiencia
de años anteriores (1995 en relación a 1994 y 1996 con respecto a
1995), en los que el empleo tuvo también un comportamiento favorable, aunque menos, demuestra que tanto el índice de incidencia
como el de frecuencia, que permiten separar en buena parte el efecto del aumento de efectivos, también aumentaron aunque de forma
cada vez menos pronunciada. En efecto, entre 1994 y 1996 la incidencia total aumentó de 56,1 accidentes por cada mil trabajadores
en el primer año a 60,6 en el segundo, para elevarse ligeramente
hasta 61,9 en 1996. Los cálculos, si bien todavía provisionales, de
incidencia en el año 1997 apuntan sin embargo, a que el aumento
de la incidencia total de accidentes en jornada de trabajo, así
como la de accidentes leves se ha hecho más pronunciada. Por su
parte, la incidencia de accidentes graves por cada 10.000 trabajaDirección General de Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Actividad y
resultados de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en materia de prevención de riesgos laborales. Año 1997. Informe para la Comisión Nacional de
Seguridad y Salud en el Trabajo.
77
442
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
dores habría continuado descendiendo ligeramente mientras que,
por el contrario, el notable incremento de accidentes mortales habría
quebrado la tendencia descendente de la incidencia de este tipo de
siniestros por cada 100.000 trabajadores (gráficos II-26 y II-27).
Se sigue manteniendo en 1997 la distribución por sectores de los
accidentes en jornada de trabajo con baja. Prácticamente el 40 por
100 de los accidentes en jornada de trabajo con baja tuvo lugar en el
sector servicios, el 33,4 por 100 en industria, el 20,2 en construcción
y el 6,5 por 100 en el sector agrario. Teniendo en cuenta el total de
accidentes sin atender a la gravedad, en 1997 el sector agrario, construcción y servicios han registrado el mayor aumento de la siniestralidad, con incrementos del total de accidentes en cada sector del 11,3
por 100, 11 y 12,7 por 100 respectivamente con respecto al año anterior, valores que coinciden aproximadamente con el incremento
experimentado en estos tres sectores por los accidentes leves. Por lo
que hace a los accidentes graves, el sector agrario ha sido el único
que ha experimentado un aumento, en torno al 6 por 100, rompiendo
la tendencia descendente de anteriores años, en tanto que en el conjunto de los sectores no agrarios los accidentes graves han disminuido, en media, en un 4 por 100, destacando una importante
disminución, en torno al 9 por 100, en el sector industrial.
Más accidentes
1997 ha sido el peor de los últimos cinco años en cuanto a los
accidentes mortales en jornada de trabajo. Su significativo
aumento —han sido 1.070 las muertes, un 9 por 100 más que el
año anterior— ha quebrado así la tendencia descendente de los
fallecimientos por accidentes en jornada de trabajo que se apreciaba desde 1993. A excepción del industrial, todos los sectores
han registrado más víctimas mortales que el año anterior, pero
hay que llamar la atención sobre el aumento del 18 por 100 en el
sector servicios, y de casi un 8 por 100 en la construcción (gráfico II-28).
Aumenta la
Andalucía, Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana engloban prácticamente el 60 por 100 del total de accidentes, lo que responde a la concentración en ellas de buena parte de la población
ocupada. Sin embargo, atendiendo a los índices de incidencia por
cada 1.000 asalariados, en 1996 fueron Asturias, Murcia, la
Comunidad Valenciana y Baleares las Comunidades que reflejaron
mayores valores, seguidas de Navarra, el País Vasco y Cataluña.
Asturias, Murcia,
graves en la
agricultura y
menos en la
industria
mortalidad en
servicios
Valencia y
Baleares arrojan
la mayor
incidencia
443
MEMORIA 1997
GRÁFICO II-28
EVOLUCIÓN DE LOS ACCIDENTES EN JORNADA DE TRABAJO CON BAJA,
POR GRAVEDAD Y SECTORES
(Porcentajes de variación anual)
20
15
10
5
0
–5
–10
–15
–20
LEVES
–25
–30
1993-92
94-93
95-94
96-95
97-96
96-95
97-96
96-95
97-96
20
15
10
5
0
–5
–10
–15
–20
GRAVES
–25
–30
1993-92
94-93
95-94
20
10
0
–1
–20
–30
–40
MORTALES
1993-92
94-93
Agrario
95-94
Industria
Construcción
Fuente: MTAS, Estadística de accidentes de trabajo, varios años.
444
Servicios
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
GRÁFICO II-29
INCIDENCIA TOTAL Y DE ACCIDENTES MORTALES DE TRABAJO
SEGÚN COMUNIDAD AUTÓNOMA, 1996
(Accidentes en jornada de trabajo con baja por cada 1.000 trabajadores
y accidentes mortales por cada 100.000)
Incidencia Total
100
90
Incidencia Mortales
25
Media = 68,4
80
Media = 12
20
70
60
15
50
40
10
30
20
5
0
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla-La Mancha
Castilla y León
Cataluña
C. Valenciana
Extremadura
Galicia
Madrid
Murcia
Navarra
País Vasco
Rioja (La)
0
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Cantabria
Castilla-La Mancha
Castilla y León
Cataluña
C. Valenciana
Extremadura
Galicia
Madrid
Murcia
Navarra
País Vasco
Rioja (La)
10
Fuente: MTAS, Estadística de accidentes de trabajo, 1996.
Extremadura, Madrid y Galicia eran las que presentaban menores
índices de incidencia. En accidentes mortales, sin embargo,
Asturias, Cantabria, Galicia, Aragón y Castilla y León mostraban
la mayor incidencia (gráfico II-29). Entre otros factores, en la situación territorial influye de manera importante la mayor concentración en determinadas Comunidades de actividades de mayor
siniestralidad, donde se deben concentrar también más esfuerzos en
prevención: Asturias destaca por la presencia de actividades de
“Extracción y aglomeración de carbón”, Galicia por la “Pesca y
acuicultura” y Murcia y Valencia cuentan con importante volumen
de ocupados en “Industria de alimentos, bebidas y tabaco”, rama
cuyo índice de incidencia casi dobla la media.
Desde la Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo de 1993
no se ha vuelto a realizar un muestreo estadístico sobre la influencia de determinados factores, la temporalidad, trabajo a tiempo parcial, nocturno, en fines de semana, etc., en la prevención de los
¿Cómo influyen
las condiciones
de trabajo?
445
MEMORIA 1997
riesgos en el trabajo y en las tendencias de la siniestralidad. Sin
embargo, ya en aquel año se ponían de manifiesto algunos datos
inquietantes como la asociación entre modificación tecnológica y
aumento de la siniestralidad, con el tipo de contratación en la
industria y con los ritmos elevados de trabajo en los servicios78.
La contratación de
calidad, necesaria
pero no suficiente
Trabajo y salud:
conocer para
prevenir
En 1996, la Estadística de accidentes de trabajo seguía confirmando que el índice de incidencia de accidentes de trabajo es aproximadamente el doble en los trabajadores con contrato temporal que
en los trabajadores con contrato indefinido. Además, de año en año
se incrementan los accidentes que se producen entre trabajadores
con menos de un año de antigüedad en la empresa, que sufren prácticamente la mitad del total de accidentes (47 por 100). Por edades,
el grupo de mayor incidencia es el de trabajadores de 16 a 19 años
(101 accidentes por cada 1.000 asalariados). Una cuarta parte de los
accidentes se producía en empresas de 6 a 25 trabajadores. El
Programa Plurianual de Empleo del Reino de España considera que
la tendencia y los incentivos al aumento de la contratación indefinida incidirán positivamente en una disminución de los accidentes
laborales. Aunque no se ha podido apreciar todavía, es evidente que,
en materia de Salud Laboral, la mejora de las condiciones en la contratación es un factor que puede surtir sus efectos. Pero debe acompañarse, en todo caso, de la plena consolidación y cumplimiento del
modelo preventivo implantado por la LPRL.
En cuanto a las enfermedades profesionales, un año más no
cabe sino señalar los escasos avances en el conocimiento real de
los efectos de las condiciones del trabajo en la salud de los trabajadores. Como los accidentes de trabajo suelen concitar gran parte de
la atención en materia de salud laboral, es necesario fomentar los
estudios sobre la morbilidad en el trabajo, en colaboración con las
instituciones sanitarias, que contribuyan a conocer la realidad y a
mejorar la salud y el medio ambiente del lugar de trabajo, más allá
de la actual conceptualización de las enfermedades profesionales,
excesivamente ligada a sus efectos indemnizatorios y de reconocimiento de prestaciones. No en vano, el Reglamento de los Servicios
de Prevención aprobado en 1997, parece avanzar en esta dirección
78
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (MTAS), Encuesta
Nacional de condiciones de trabajo 1993. En la Memoria del CES correspondiente
a 1995 se realizaba un comentario sobre sus principales resultados (págs. 323 y
siguientes).
446
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
al prever la colaboración de estas entidades con el Sistema
Nacional de Salud en varias áreas, en concreto las relativas con el
diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de enfermedades relacionadas con el trabajo, planificación sanitaria de salud pública en las
Áreas de Salud, así como en la provisión de un Sistema de
Información Sanitaria en Salud Laboral por las autoridades sanitarias, en colaboración con las Comunidades Autónomas.
ANEXO II-3
SITUACIÓN DE LA TRANSPOSICIÓN DE NORMATIVA COMUNITARIA
SOBRE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO A PARTIR DE LA LPRL
Y LA DIRECTIVA MARCO
Título de la Directiva
Instrumento y estado de la transposición
Directiva Marco 89/391/CEE, sobre
Aplicación de medidas para promover la
mejora de la seguridad y de la salud de los
trabajadores en el trabajo.
Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de
Prevención de Riesgos Laborales
Real Decreto 39/1997, de 17 de enero,
por el que se aprueba el Reglamento de
los Servicios de Prevención.
Directiva 91/383/CE, sobre Trabajadores
Atípicos.
Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de
Prevención de Riesgos Laborales.
Directiva 92/85/CEE, sobre Trabajadoras
embarazadas. Aplicación de medidas para
promover la mejora de la seguridad y de la
salud en el trabajo de la trabajadora embarazada, que haya dado a luz, o en periodo
de lactancia.
Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de
Prevención de Riesgos Laborales.
Directiva 94/33/CE, sobre Protección de
Jóvenes en el Trabajo.
Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de
Prevención de Riesgos Laborales.
Directiva 93/104/CE, relativa a determinados Aspectos de la ordenación del tiempo
de trabajo.
Estatuto de los Trabajadores modificado
por Ley 11/1994.
Directiva 89/654/CEE, de Disposiciones
mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
Real Decreto 486/1997, de 14 de abril,
por el que se establecen las Disposiciones
mínimas de Seguridad y Salud en los
lugares de trabajo.
447
MEMORIA 1997
Título de la Directiva
Instrumento y estado de la transposición
Directiva 77/576/CEE, de Aproximación
de las legislaciones relativas a la señalización de seguridad en el centro de trabajo,
modificada por Dva. 79/640/CEE y Dva.
92/58/CEE, sobre Disposiciones mínimas
en materia de señalización de seguridad y
de salud en el trabajo.
Real Decreto 485/1997, de 14 de abril,
sobre Disposiciones en materia de señalización de seguridad y salud en el trabajo.
Directiva 92/57/CEE, sobre Disposiciones
mínimas de seguridad y salud en el trabajo
de obras de construcción.
Real Decreto 1627/1997, de 24 de
octubre, por el que se establecen
Disposiciones mínimas de seguridad y
salud en las obras de construcción.
Directiva 92/104/CEE, sobre Disposiciones
mínimas de seguridad y de salud de los trabajadores de las industrias extractivas a
cielo abierto o subterráneo.
Pendiente. A transponer antes del 3-121994.
Directiva 92/91/CEE, sobre Disposiciones
mínimas de seguridad y de salud de los
trabajadores de industrias extractivas por
sondeo.
Pendiente. A transponer antes del 3-121994.
Directiva 92/29/CEE, sobre Disposiciones
mínimas de seguridad y de salud para promover una mejor asistencia médica a bordo
de los buques.
Pendiente. A transponer antes del 31-121994.
Directiva 93/103/CE, sobre Disposiciones
mínimas de seguridad en el trabajo a bordo
de los buques de pesca.
Real Decreto 1216/1997, de 18 de julio,
por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud en el trabajo a bordo de los buques de pesca
Directiva 89/655/CEE, sobre Disposiciones
mínimas de seguridad y de salud para la
utilización por los trabajadores en el trabajo de equipos de trabajo.
Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio,
por el que se establecen las disposiciones
mínimas para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo.
Directiva 90/270/CEE, sobre Disposiciones
mínimas de seguridad y de salud relativas
al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización.
Real Decreto 488/1997, de 14 de abril,
sobre disposiciones mínimas de seguridad
y salud relativas al trabajo con equipos
que incluyen pantallas de visualización.
Directiva 90/394/CEE, sobre Protección de
los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos.
Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo,
sobre la protección de los trabajadores
contra los riesgos relacionados con la
exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo.
448
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Título de la Directiva
Instrumento y estado de la transposición
Directiva 80/836/EURATOM, sobre
Normas básicas relativas a la protección
sanitaria de la población y trabajadores
contra los peligros que resultan de las
radiaciones ionizantes, modificada por
Dva. 84/467/EURATOM.
Dva. 90/641/EURATOM, sobre Protección
operacional de los trabajadores exteriores
con riesgo de exposición a radiaciones
ionizantes por intervención en zona controlada.
Real Decreto 413/1997, de 21 de mayo,
sobre protección operacional de los trabajadores externos con riesgo de exposición
a radiaciones ionizantes por intervención
en zona controlada.
Directiva 90/679/CEE, sobre Protección de
los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos, modificada por Dva. 93/88/CEE
(DOCE L268 29-10-1993).
Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo,
sobre la protección de los trabajadores
contra los riesgos relacionados con la
exposición a agentes biológicos durante
el trabajo.
Directiva 90/269/CEE, sobre Disposiciones
mínimas de seguridad y de salud relativas a
la manipulación manual de cargas que
entrañe riesgos, en particular dorsolumbares, para los trabajadores.
Real Decreto 487/1997, de 14 de abril,
sobre disposiciones mínimas de seguridad
y salud relativas a la manipulación
manual de cargas que entrañe riesgos, en
particular dorsolumbares, para los trabajadores.
Directiva 94/9/CE, del Parlamento Europeo
y del Consejo, sobre Disposiciones mínimas de seguridad y de salud en trabajos en
atmósferas explosivas.
Real Decreto 400/1996, de 1 de marzo,
por el que se dicta las disposiciones de
aplicación de la Dva. del Parlto. Europeo
y del Consejo 94/9/CE, relativa a los aparatos y sistemas de protección en atmósferas potencialmente explosivas.
Directiva 89/656/CEE, sobre Disposiciones
mínimas de seguridad y de salud para la
utilización por los trabajadores de equipos
de protección individual.
Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo,
sobre disposiciones mínimas de seguridad
y salud relativas a la utilización por los
trabajadores de equipos de protección
individual.
Fuente: Elaboración propia a partir de la normativa citada.
449
MEMORIA 1997
8. CONFLICTIVIDAD LABORAL
Siguió
disminuyendo el
número de
conflictos
colectivos
En términos globales, el año 1997 presenta un panorama de disminución de los conflictos colectivos laborales que continúa la tendencia de años anteriores. Ya se trate de conflictos que desembocan
en huelgas, o de conflictos planteados ante, y resueltos por, instancias administrativas o judiciales, la conflictividad experimenta un
suave descenso con respecto a 1996.
El aspecto más interesante lo ofrece la generalización de los
órganos y procedimientos de solución autónoma extrajudicial de
conflictos laborales en el marco de las Comunidades Autónomas,
en unos casos con la puesta en marcha efectiva de estos mecanismos, en otros con la firma de los correspondientes acuerdos y la
previsión de una pronta entrada en funcionamiento de los órganos y
procedimientos que prevén.
Lo anterior, unido al reciente comienzo de actividades del
Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), órgano
encargado de la gestión de los procedimientos contemplados en el
ASEC, conforma un panorama incipiente, pero extraordinariamente prometedor, de gestión autónoma de la conflictividad derivada
de las relaciones laborales, solución autónoma que, es de esperar,
se irá afianzando progresivamente y terminará por desplazar de su
posición hegemónica a los cauces heterónomos de solución de conflictos.
Esta transición implicará sin duda, de imponerse definitivamente
en la cultura laboral española, una transformación en las actitudes
de los actores de las relaciones laborales que incidirá positivamente
en los demás aspectos de aquéllas, propiciando un sistema de relaciones industriales más moderno y autónomo.
8.1. HUELGAS Y CONFLICTOS COLECTIVOS
Disminuyó el
número de huelgas
450
Con carácter general, el número de huelgas disminuyó en 1997,
continuando así con la tendencia a la baja que se observaba en 1996.
En todo el año, en efecto, se contabilizaron 670 huelgas, un 17 por
100 menos que en 1996. A lo largo del año se produjo una línea descendente en el número de conflictos, con una importante bajada en el
segundo semestre y un repunte en los dos últimos meses.
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
El número de trabajadores participantes registró también un
fuerte descenso, más de medio millón, sobre el de 1996. Sin
embargo, la proporción de trabajadores participantes respecto de la
plantilla total convocada en los distintos centros de trabajo fue ligeramente superior: 37 por 100, frente a un 35 por 100 en 1996.
El fuerte descenso en el número de participantes se reflejó en
todos los sectores, a excepción de la construcción, la cual experimentó un aumento de 73.500 participantes, confirmando la tendencia al alza que se viene produciendo en dicho sector desde 1995.
Por el contrario, destaca la fuerte disminución registrada en el sector servicios, con 531.600 participantes menos respecto de 1996,
situándose la cifra de nuevo en niveles próximos a 1994-1995.
En cuanto al número de jornadas no trabajadas, dato clave para
valorar la magnitud de los conflictos huelguísticos, en 1997 se registró
una cifra sólo ligeramente inferior, un 1,5 por 100, a la habida en 1996
(cuadro II-57). La circunstancia de haber disminuido de manera
Una cifra similar
de jornadas no
trabajadas
CUADRO II-57
PRINCIPALES INDICADORES DE LAS HUELGAS, 1987-1997
(Número de huelgas, de participantes y de jornadas no trabajadas)
Participantes
Años
(1)
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
Número de
huelgas
1.497
1.193
(1.192)
1.047
1.231
1.552
1.296
(1.295)
1.131
.890
.(889)
.866
.807
.670
Total (miles)
1.881,2
6.692,2
(1.894,5)
1.382,1
864,0
1.944,5
5.169,6
(1.678,6)
997,2
5.427,7
(452,8)
569,9
1.078,0
577,0
Jornadas no trabajadas
Por huelga
Total (miles)
Por huelga
Por
participante
1.257
5.610
(1.589)
1.320
.702
1.253
3.989
(1.296)
.882
6.099
.(509)
.658
1.336
.871
5.025,0
11.641,1
(6.853,4)
3.685,4
2.442,8
4.421,3
6.246,5
(4.055,8)
2.012,7
6.254,7
(1.279,8)
1.442,9
1.552,9
1.529,2
3.356,7
9.757,8
(5.749,5)
3.520,0
1.984,4
2.848,8
4.819,8
(3.131,9)
1.779,6
7.027,8
(1.439,6)
1.666,2
1.924,0
2.282,4
2,7
1,7
(3,6)
2,7
2,8
2,3
1,2
(2,4)
2,0
1,2
(2,8)
2,5
1,4
2,6
(1) Hasta 1990 sin datos del País Vasco.
Entre paréntesis, cifras sin considerar las huelgas generales de ámbito estatal.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Boletín de Estadísticas Laborales, abril 1998.
451
MEMORIA 1997
importante el número de huelgas y de trabajadores participantes, unida
al mucho menor descenso en el número de jornadas no trabajadas,
parece indicar una mayor duración media de los conflictos en 1997.
Por sectores, los resultados en términos de jornadas no trabajadas
divergen de los relativos a trabajadores participantes. Así, mientras que
en la construcción se mantuvo una cifra prácticamente idéntica
(358.000), en el sector servicios, a pesar del descenso en el número de
participantes a que se ha hecho referencia, se produjo un sensible
aumento de las jornadas no trabajadas (un 12 por 100), lo que puede
estar indicando, nuevamente, una mayor duración de los conflictos.
Este aumento de las jornadas no trabajadas por huelgas en el sector servicios continúa una evolución creciente que se observa desde 1995. Por
último, cabe destacar también el descenso en el sector industrial, que
consolida la tendencia a la baja observable en los últimos años.
Si se desciende al análisis por ramas de actividad, puede apreciarse que durante 1997 se produjeron importantes reducciones en
el número de jornadas no trabajadas en ciertas ramas: textil, extracción de carbón y Administración Pública. Por el contrario, se registraron aumentos significativos en otras, como metalurgia,
fabricación de automóviles y transporte terrestre. Se mantuvo prácticamente en los mismos términos, sin embargo, en la construcción.
Menos huelgas
derivadas de la
negociación
colectiva
Disminuyeron
ligeramente las
conciliaciones
colectivas
452
En cuanto a los motivos que han desencadenado la conflictividad
huelguística en 1997, perdió peso la conflictividad derivada de la
negociación del convenio colectivo. Así, las huelgas desencadenadas
por los procesos negociadores movilizaron a casi 80.000 trabajadores
menos, y, en conjunto, representaron 124.200 jornadas no trabajadas
menos que en 1996. Con todo, la mayor bajada se produjo en las
huelgas agrupadas bajo la rúbrica de “no estrictamente laborales”,
como consecuencia de la huelga de los empleados públicos de 1996,
con 551.700 trabajadores y 381.000 jornadas no trabajadas menos.
Por el contrario, fueron protagonistas otro tipo de causas, ajenas a la
negociación de los convenios, implicando a 130.400 trabajadores participantes y 481.400 jornadas no trabajadas más que el año anterior.
Los datos sobre conciliaciones colectivas tramitadas ante órganos
administrativos muestran un mínimo descenso, 0,2 por 100, en el año
transcurrido, hecho significativo por cuanto rompe la tendencia al
alza que se venía registrando en los dos últimos años (cuadro II-58).
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
CUADRO II-58
CONCILIACIONES COLECTIVAS TERMINADAS, TRABAJADORES
Y EMPRESAS AFECTADOS, POR TIPO DE SOLUCIÓN, 1995-1997
(Número de conciliaciones, trabajadores y empresas)
Conceptos
1995
1996
1997
Total
Conciliaciones
Trabajadores afectados
Empresas afectadas
1.704
2.345.700
23.089
1.804
1.985.093
54.554
1.799
2.402.722
27.515
Con avenencia
Conciliaciones
Trabajadores afectados
Empresas afectadas
128
154.962
1.248
152
30.029
760
171
107.050
3.045
Sin avenencia
Conciliaciones
Trabajadores afectados
Empresas afectadas
1.133
1.720.625
20.128
1.229
1.370.498
49.445
1.162
1.958.100
20.763
Intentadas sin efecto
Conciliaciones
Trabajadores afectados
Empresas afectadas
298
362.808
1.485
292
439.326
3.998
298
142.104
2.388
Otras (1)
Conciliaciones
Trabajadores afectados
Empresas afectadas
145
107.405
248
131
125.238
351
168
195.468
1.319
(1) Se han agrupado “las tenidas por no presentadas”, “desistidas” y “otros tipos”.
Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Mediación, Arbitraje y Conciliación.
Por el contrario, el número de trabajadores afectados por aquéllas
aumentó ostensiblemente, viéndose implicados 437.629 trabajadores
más, esto es, un 22 por 100 de incremento con respecto a 1996. Por
otro lado, el descenso en casi la mitad del número de empresas afectadas sugiere que las demandas de conciliaciones colectivas se localizaron en 1997 en empresas de mayores dimensiones.
Del total de conciliaciones colectivas habidas en 1997, 232 fueron de ámbito interautonómico, siendo tramitadas, por tanto, por la
Dirección General de Trabajo del MTAS. Estas conciliaciones, que
representan sólo el 12,8 por 100 del total de las celebradas a lo largo
de 1997, afectaron, sin embargo, a 1.648.130 trabajadores, lo cual
453
MEMORIA 1997
representa el 68,5 por 100 del total de afectados por este tipo de
conflictos para todo el año. En media, durante 1997 hubo un 33 por
100 más de trabajadores afectados por conciliación celebrada ante
la Dirección General de Trabajo del MTAS.
Escasa eficacia de
las conciliaciones
ante órganos
administrativos
En cuanto al tipo de resoluciones, la tendencia es, en 1997, la
misma de años anteriores, esto es, un predominio abrumador, 64,5
por 100 del total, de las conciliaciones intentadas “sin avenencia
frente a las intentadas “con avenencia”, un 9,5 por 100. Por ello, a
pesar del descenso, casi cuatro puntos, que experimentaron las primeras y del aumento de las segundas, se deben seguir manteniendo
las valoraciones hechas en la Memoria de 1996, en el sentido de que
la conciliación intentada ante órganos administrativos constituye una
vía ciertamente poco eficaz de resolución de los conflictos, predominando su función de trámite preprocesal obligatorio (cuadro II-58).
Por sectores, la mayor parte de conciliaciones colectivas se
localizaron en el de servicios, seguido, a gran distancia, de la industria, al igual que en años anteriores. Sin embargo, en 1997 se produjo un enorme incremento de este tipo de conflictividad en el
primero de los sectores citados, pasando de representar un 59 por
100 del total en 1996, a un 81 por 100 en 1997. Por su parte, la
industria cayó desde un 38 por 100 en 1996 a un 17,6 por 100.
Los resultados por Comunidades Autónomas no difieren mucho
de los de 1996. Así, en 1997 siguió siendo Cataluña la Comunidad
con un número mayor de conciliaciones celebradas, 285, seguida
de Madrid, con 221, y Andalucía, con 216.
Más espectacular resulta la evolución en el número de trabajadores afectados por el conflicto, variable que experimentó un
importante incremento en las Comunidades Autónomas que venían
encabezando estas cifras con anterioridad. Así, Andalucía, que el
año anterior había visto reducirse el número de trabajadores afectados en un tercio, triplicó en 1997 las cifras de 1996, hasta alcanzar
los 170.481 trabajadores. Un aumento también muy pronunciado
experimentó la Comunidad Valenciana, con 146.687 trabajadores,
aumentando también, aunque en menor medida, en Madrid y
Cataluña. Por último, también creció este tipo de conflictividad en
Murcia y el País Vasco, comunidades que triplicaron y duplicaron,
respectivamente, sus cifras de 1996.
454
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
En cuanto a las mediaciones, en 1997 continuó la senda de descenso en la utilización de este instrumento de composición del conflicto, con 126 terminadas frente a las 136 de 1996. También el
número de trabajadores fue considerablemente inferior respecto de
ese año, afectando a 71.593, frente a los 123.669 de 1996.
Disminuyó sensiblemente la eficacia de las mediaciones en relación con el año anterior, alcanzándose acuerdo en un 52 por 100 de
ellas, frente al 62 por 100 de 1996.
Menor número
Por último, en vía judicial se resolvieron 249.421 asuntos, alrededor de 10.000 menos que en 1996. Del total de asuntos resueltos,
1.680 fueron conflictos colectivos, experimentando un fuerte
aumento con respecto a 1996 (374 litigios más), tal como ocurriera
ese año con respecto a 1995.
Menos litigios
de mediaciones y
menor eficacia
de las mismas
resueltos en vía
judicial
Del volumen total de litigios resueltos el año pasado, 83.628
finalizaron con sentencia favorable al trabajador (33,5 por 100), lo
que supone, en términos porcentuales, casi un 1 por 100 menos que
en 1996. Al mismo tiempo, recayó sentencia desfavorable en 63.515
casos (25,4 por 100), cifra prácticamente idéntica a la de 1996. Por
otra parte, se resolvieron mediante conciliación o finalizaron por
desistimiento un 8,7 y un 16 por 100, respectivamente, de casos.
8.2. MEDIOS AUTONÓMOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS LABORALES
En la anterior edición de esta Memoria se daba cuenta de la
firma, en enero de 1996, del Acuerdo sobre Solución Extrajudicial
de Conflictos Laborales (ASEC), y de su Reglamento de aplicación. Igualmente, a mediados de ese año, se firmaba el Acuerdo
Tripartito en materia de solución extrajudicial de conflictos laborales, que, como se sabe, daba entrada a la participación de la
Administración en la puesta en marcha efectiva de los órganos y
procedimientos previstos en el ASEC, a través de la aportación de
los necesarios recursos financieros. Dichos acuerdos preveían la
creación de un Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje
(SIMA), de composición paritaria, encargado de la gestión de los
procedimientos de composición de conflictos diseñados en el
ASEC. Por último, se preveía la constitución del Servicio
Interconfederal bajo la forma jurídica de una Fundación, con ámbito estatal y bajo el protectorado del Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales.
455
MEMORIA 1997
Comienzo efectivo
de los
procedimientos
previstos en el
ASEC
56 sectores
adheridos, y casi
5.000.000 de
trabajadores
vinculados
Desde la firma del Acuerdo Tripartito hasta el comienzo efectivo de las actividades del SIMA, ha transcurrido algo más de un año
y medio, durante el cual se ha procedido a dotar al Servicio de una
sede y de los medios humanos y materiales imprescindibles para
desarrollar su labor. Finalmente, en febrero de 1998 han comenzado de manera efectiva las actividades del SIMA, tras la firma el 21
de enero de 1998 del Acuerdo de determinación de la aplicación de
los procedimientos de mediación y arbitraje establecidos en el
ASEC79 y su efectiva entrada en vigor el día 20 de febrero.
En el momento inicial de su andadura, el ASEC cuenta, según
datos del propio SIMA, con la adhesión de 56 sectores y subsectores, entre los cuales se cuentan los principales: Construcción,
Metal, Hostelería, Textil, Transportes, Químicas, Madera, Grandes
Almacenes y Artes Gráficas. Junto con ellos hay que mencionar,
por el volumen de trabajadores afectados, al más reciente sector de
Empresas de Trabajo Temporal. Estos grandes sectores y subsectores se estima que suman más de tres millones y medio de trabajadores. En total, el número de trabajadores afectados por el ASEC
se situaba en torno a 4.830.000 en el momento de comienzo de las
actividades del SIMA. En cuanto a sectores afectados, pues, hay
pocas ausencias significativas, entre las cuales destaca sobre todo
la de Banca. Por el contrario, es todavía muy poco significativa la
lista de empresas expresamente adheridas80.
Los convenios colectivos y los acuerdos sobre materias concretas,
principales vías de adhesión al ASEC para los sectores y subsectores,
presentan diferencias en cuanto a los órganos y procedimientos en
torno a los cuales articulan la solución autónoma de la conflictividad
laboral. Así, aunque lo usual es la adhesión, sin más, al ASEC, sin
contemplar especialidad alguna, bastantes convenios y acuerdos
prevén instancias y/o procedimientos específicos de mediación y arbitraje, en algunos casos muy detallados. No obstante, lo anterior no
representa problema alguno desde el momento en que el propio ASEC
contiene una regla de articulación entre él y los órganos y procedimientos eventualmente regulados por la autonomía colectiva, regla por
la que se respetan los cometidos de tales órganos específicos de mediación y arbitraje, quedando éstos integrados en el SIMA (art. 5.2).
79
80
456
BOE, 9 febrero 1998.
Puede verse, el Anexo II-8-1, la relación de sectores y empresas adheridas.
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
8.2.1. Procedimientos autónomos de solución de conflictos
laborales en las Comunidades Autónomas
La firma del ASEC fue seguida de las de otros acuerdos de creación de sistemas de solución extrajudicial y extraadministrativa de
conflictos laborales en el ámbito de algunas Comunidades Autónomas, sistemas que, en buena medida, se configuran siguiendo las
soluciones del Acuerdo de ámbito estatal. De esta manera, comunidades como Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La
Mancha, Navarra, Andalucía y Murcia, vieron la firma de acuerdos
de esta naturaleza a lo largo de 1996, o la sustitución del antiguo
acuerdo por uno nuevo, como en el caso de Valencia (marzo de
1997). La más tardía de estas incorporaciones se ha dado en
Extremadura, con la firma del Acuerdo en marzo de 1998. Así, sumadas las anteriores Comunidades Autónomas a las que habían sido
pioneras en este terreno, País Vasco, Cataluña y Galicia, en un primer
bloque, y, posteriormente, Madrid, Canarias y La Rioja, son ya dieciséis las comunidades que cuentan con órganos y procedimientos de
este tipo, con la sola excepción del Principado de Asturias.
Generalización
Por otro lado, la andadura de los sistemas de solución extrajudicial de conflictos de Comunidad Autónoma más recientemente creados es, en la mayoría de los casos, muy corta aún. Incluso hay
cinco Comunidades Autónomas en las cuales el sistema todavía no
ha entrado en funcionamiento: Aragón, Castilla y León, Andalucía,
Murcia y Extremadura. En los restantes casos, el inicio efectivo de
las actividades tuvo lugar a lo largo de 1997 (Baleares, Canarias,
Cantabria, Castilla-La Mancha, La Rioja y Valencia), con dos
excepciones en las que el comienzo de actividades tuvo lugar a
finales de 1996 (Madrid y Navarra).
Corta
de los
procedimientos
autónomos de
solución de
conflictos en las
Comunidades
Autónomas
experiencia aún
de los sistemas
de ámbito de
Comunidad
Autónoma
Aunque no es éste el lugar para analizar con detalle los contenidos de esos acuerdos, sí parece oportuno, dada la generalización de
los mismos en el ámbito de las Comunidades Autónomas, hacer
referencia a algunos contenidos de carácter general, tales como la
creación o no de órganos específicos, el ámbito territorial de aplicación de dichos acuerdos, el tipo de conflictos que asumen, y los
procedimientos que regulan.
En relación con la primera cuestión, todos ellos contemplan la
creación de un órgano específico, tribunal laboral, servicio regional
457
MEMORIA 1997
de conciliación, mediación y arbitraje, etc., de composición paritaria, encargado de la gestión de los procedimientos. El Acuerdo
Gallego (AGA) y el Acuerdo Vasco (PRECO-II), por su parte, se
dirigían a los respectivos Consejos de Relaciones Laborales de esas
comunidades, solicitando de éstos la instauración de los correspondientes servicios.
La cuestión del ámbito territorial de los diferentes acuerdos es
un asunto de cierta complejidad, derivada de la coexistencia de un
sistema de ámbito estatal con sistemas de ámbito autonómico. Tal
coexistencia puede suscitar problemas de delimitación de los respectivos ámbitos de aplicación en determinados tipos de conflictos.
En concreto, en los conflictos jurídicos derivados de la interpretación o aplicación de los convenios colectivos de ámbito supracomunitario, ya sean convenios supraempresariales o convenios de
empresa con centros de trabajo en distintas Comunidades Autónomas, por un lado, y, por otro lado, los conflictos jurídicos de
interpretación o aplicación de decisiones o prácticas de empresa
cuando los efectos de dicha decisión o práctica trascienden asimismo, el territorio de una Comunidad Autónoma.
Esta cuestión se planteó ya en el seno del Consejo Económico y
Social con ocasión de la elaboración del Informe sobre procedimientos autónomos de solución de conflictos laborales81, en el cual
se optó por definir algunos criterios de delimitación competencial
en relación con los principales tipos de conflictos.
El Informe del CES venía a entender que basar la competencia
de los órganos y procedimientos de ámbito autonómico en el criterio del ámbito del conflicto planteado no representaba siempre la
solución más deseable, y no desde luego en los supuestos antes
citados, por el riesgo que podría entrañar de ruptura de la unidad de
los convenios colectivos o de la unidad de la gestión empresarial.
El balance que cabe hacer de los sistemas autonómicos de solución extrajudicial de conflictos en relación con esta cuestión es que,
en términos generales, han sido escasamente sensibles a la misma
desde el momento en que, o bien se desentienden de la cuestión,
omitiendo una delimitación suficiente de su ámbito territorial (País
81
458
Informe del CES 2/1994.
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
Vasco, Baleares, La Rioja, Andalucía), o bien priman el criterio del
ámbito del conflicto, declarando su aplicabilidad a los que se susciten en su territorio con independencia del ámbito del convenio, o
de la decisión o práctica de empresa objeto de la controversia
(Cataluña, Galicia, Aragón, Madrid, Canarias, Castilla-La Mancha,
Extremadura). Más aún, algunos de entre ellos sientan una regla de
sumisión expresa de las partes del conflicto al sistema autonómico
de que se trate, declarando su aplicabilidad en virtud de dicha
sumisión voluntaria, aun cuando los efectos de dicho conflicto
superen las fronteras de la Comunidad Autónoma en cuestión
(Cantabria, Castilla y León).
Resulta excepcional, a este respecto, el Acuerdo de solución
extrajudicial de conflictos laborales en Murcia, el cual delimita su
ámbito de aplicación en función del ámbito de la norma objeto del
conflicto, en el caso de los conflictos supraempresariales. Así, los
procedimientos en él previstos serán de aplicación a los conflictos
de “sector o subsector de actividad regulado por convenio colectivo
de ámbito comarcal, local o regional”. Sin embargo, para los conflictos de ámbito empresarial emplea el criterio del ámbito del conflicto.
Un caso parecido es el del Acuerdo de solución de conflictos
laborales de la Comunidad Valenciana, que, en su versión de 1993,
llevaba a cabo una impecable delimitación de su ámbito territorial
de aplicación en atención al ámbito del convenio o de la decisión o
práctica empresarial controvertidos, mientras que el nuevo Acuerdo, de marzo de 1997, resulta más ambiguo, al mantener ese
mismo criterio para los conflictos derivados de la interpretación o
aplicación de convenios supraempresariales, e introducir el del
ámbito del conflicto para los derivados de convenios, o decisiones
o prácticas, de empresa.
En cuanto al abanico de conflictos a los que extienden su competencia, los sistemas autonómicos siguen dos modelos. Así, por
un lado, el modelo configurado, podría decirse, por el AGA, dirigido a la resolución de conflictos colectivos exclusivamente, dejando
al margen los conflictos individuales, si bien algunos de los sistemas que acogen esta opción contienen compromisos de las partes
firmantes del correspondiente acuerdo de estudiar la futura extensión del sistema a la resolución de conflictos individuales, variante
459
MEMORIA 1997
esta última prefigurada por el sistema vasco. Por otro lado, el
modelo que prefiguró en su día el Tribunal Laboral de Cataluña,
abierto tanto a conflictos colectivos como individuales, si bien
dejando fuera importantes excepciones en relación con estos últimos. Al primer tipo, sólo conflictos colectivos, pertenecen, además
de las ya citadas, Madrid, Valencia, Cantabria, Andalucía, Castilla
y León y Castilla-La Mancha. Al segundo tipo, conflictos colectivos e individuales, se adscriben Aragón, Baleares, Canarias, La
Rioja y Navarra.
Por otro lado, todos los sistemas se extienden tanto a conflictos
jurídicos (de interpretación o aplicación de normas estatales, convenios colectivos y decisiones o prácticas de empresa) como a conflictos de intereses o de regulación.
En relación a los procedimientos regulados para tramitar la
solución de los conflictos, hay pocas diferencias entre los distintos
sistemas. A grandes rasgos, cabría distinguir, por una parte, los
acuerdos anteriores a la firma del ASEC, los cuales suelen regular
un procedimiento de conciliación-mediación, sin separar ambas
figuras, y un procedimiento de arbitraje. Por otra parte, están los
sistemas creados con posterioridad a la firma de aquél, y que se
diseñan sobre la planta del mismo. Estos sistemas contemplan un
procedimiento de mediación y un procedimiento arbitral, configurando normalmente a la mediación como obligatoria cuando la solicita una de las partes del conflicto, y, en todo caso, como requisito
preprocesal obligatorio y como instancia preceptiva previa a la
huelga.
Una última característica que cabría reseñar es que los sistemas
autonómicos dejan a salvo las funciones de las comisiones paritarias reguladas en los convenios en relación con la conflictividad
derivada de la interpretación y aplicación de los mismos, estableciendo la intervención previa y preceptiva de aquéllas a la utilización por las partes de los órganos y procedimientos de los acuerdos
autonómicos. Por otro lado, los acuerdos diseñados sobre la planta
del ASEC, además de lo anterior, contemplan la integración de los
órganos y procedimientos específicos de solución autónoma de
conflictos que puedan eventualmente recogerse en los convenios
colectivos dentro de los órganos paritarios de conciliación, mediación y arbitraje previstos en los propios acuerdos autonómicos.
460
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
8.2.2. Primeros resultados de los sistemas autonómicos
Procede, a continuación, exponer las cifras sobre conflictividad
resuelta en 1997, pareciendo oportuno circunscribir la exposición a
aquellos sistemas autonómicos que han actuado durante todo el año.
Las tres Comunidades Autónomas que fueron pioneras en la
creación de sistemas de solución autónoma de conflictos laborales
están en plena fase de expansión de dichos sistemas, registrándose
en todos ellos un importante crecimiento en 1997 en el número de
conflictos gestionados.
Sistemas de
ámbito de
Comunidad
Autónoma
gestionaron más
conflictos
Así, el Tribunal Laboral de Cataluña (TLC) tramitó a lo largo
del año 361 procedimientos, esto es, 63 más que el año anterior,
aunque el número de empresas y trabajadores afectados fue bastante inferior. Del total de procedimientos, 335 corresponden a
conciliaciones y 26 a arbitrajes. El grado de eficacia de las conciliaciones, al igual que en años anteriores, continuó siendo bastante
alto (un 56,8 por 100 finalizaron con avenencia), lo que contrasta
con los pobres resultados de la conciliación seguida ante órganos
administrativos.
En total, el TLC resolvió 315 conciliaciones colectivas, acumulando 775 empresas y 49.272 trabajadores afectados. Algo más de
la mitad de dichas conciliaciones terminaron con avenencia, afectando a 267 empresas y 24.622 trabajadores. Por otro lado, del total
de conciliaciones colectivas, 54 correspondieron a huelgas,
alcanzándose avenencia y la correspondiente finalización del conflicto en veinte casos.
En segundo lugar, los conflictos suscitados en el marco del
Acuerdo Vasco, PRECO-II, fueron 88, casi los mismos que en
1996 (85), si bien el número de trabajadores afectados fue de
63.349, frente a los 47.658 del año anterior. De los tres procedimientos contemplados en dicho acuerdo, el mayor número correspondió, como en anteriores años, a las mediaciones (un 66 por 100
del total), de las cuales finalizaron con acuerdo el 53,4 por 100, con
11.381 trabajadores afectados.
En el marco del AGA, por su parte, se tramitaron 16 expedientes, el doble que el año anterior, afectando a 9.246 empresas (3.176
461
MEMORIA 1997
más que en 1996), y a 22.980 trabajadores, algo más del doble que
en 1996.
El Instituto Laboral de la Comunidad de Madrid intentó 21 procedimientos, de 22 que le fueron solicitados. De ellos, 19 correspondieron a mediaciones y 2 a arbitrajes. Ambos tipos de procedimientos
afectaron a 13.172 empresas y 61.200 trabajadores. También en esta
comunidad se aprecia un alto grado de eficacia de los procedimientos, habiéndose alcanzado avenencia en 9 de las 19 mediaciones
intentadas.
Por último, el Tribunal de solución de conflictos laborales de
Navarra registró 524 expedientes de conciliación, con un 50 por
100 de avenencias, y 136 convenios arbitrales. No obstante, del
total de conflictos gestionados por este órgano solamente 27 casos
correspondieron a conflictos colectivos.
462
MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO
ANEXO II-4
SECTORES Y EMPRESAS ADHERIDOS AL ASEC (*)
A)Sectores
• Agrios: manipulado y envasado para el comercio y exportación de agrios (30.000).
• Ambulancias: transporte de enfermos y accidentados en ambulancia (1.546).
• Arroz: industrias elaboradoras (1.875).
• Artes Gráficas (119.700).
• Autoescuelas (25.000).
• Bingo (empresas organizadoras del juego del bingo) (16.600).
• Calzado (artesano y ortopédico, a medida, y talleres de reparación y conservación de
calzado usado (1.684).
• Calzado: industrias del calzado (42.000).
• Cemento: derivados del cemento (35.000).
• Combustibles sólidos (carbón) (comercio).
• Comercio (600.000).
• Comercio al por mayor de productos químicos, droguería y perfumería (15.000).
• Comercio de droguerías, herboristerías, ortopedias y perfumerías (detalle) (15.000).
• Conservas vegetales (32.302).
• Construcción y Obras Públicas (850.000).
• Corcho (2.700).
• Curtidos, correas y curtición de pieles para peletería (7.688).
• Elaboración de pizzas y productos cocinados para su venta a domicilio (Hostelería)
(5.200).
• Empresas de Trabajo Temporal (250.000).
• Enseñanza: centros de asistencia y educación infantil (48.328).
• Enseñanza: centros de educación universitaria e investigación (2.251).
• Enseñanza: enseñanza reglada sin ningún nivel concertado o subvencionado
(36.812).
• Enseñanza: peluquería y estética, de enseñanzas musicales, y artes aplicadas y
oficios artísticos (4.500).
• Entidades de financiación, arrendamiento financiero (Leasing) y de factoring (3.000).
• Entrega domiciliaria (3.000).
• Estaciones de servicio (27.512).
• Farmacia: comercio y distribución de especialidades y productos farmacéuticos al
mayor (9.036).
• Flores y plantas (comercio) (10.000).
• Fotografía: industria fotográfica (7.000).
• Frío industrial (7.278).
• Grandes almacenes (comercio) (200.000).
• Granjas avícolas y otros animales (7.560).
• Hostelería (400.000).
• Limpiezas públicas (22.000).
• Madera (256.000).
• Marroquinería, cueros repujados y similares (1.300).
• Metal (Industria siderometalúrgica) (600.000).
• Metalgráfica y fabricación de envases metálicos (5.088).
* Entre paréntesis, número de trabajadores.
Fuente: SIMA. Marzo, 1998.
463
MEMORIA 1997
• Minusválidos: centros de asistencia, atención, diagnóstico y rehabilitación de
minusválidos (2.500).
• Oficinas y despachos: empresas consultoras de planificación, organización de
empresas y contabilidad (30.000).
• Papel y Artes Gráficas (comercio) (22.800).
• Papel: pastas, papel y cartón (17.500).
• Peluquerías, institutos de belleza, gimnasios y similares (30.000).
• Perfumería y afines (17.700).
• Piensos (alimentos compuestos para animales) (12.000).
• Químicas (170.713).
• Residencias de la Tercera Edad (70.000).
• Salinera (Industria) (500).
• Sastrería, modistería, camisería y demás actividades afines a la medida (50.000).
• Seguros, reaseguros y mutuas de accidentes de trabajo (59.123).
• Tejas, ladrillo y piezas especiales de arcilla cocida (13.000).
• Teléfonos: mantenimiento de cabinas, soportes y teléfonos de uso público (814).
• Textil y confección (267.250).
• Transporte de mercancías por carretera (300.000).
• Transporte, servicios anexos y puertos (autotaxi) (4.500).
• Vidrio y cerámica y extractivas, incluido el comercio al por mayor (52.115).
B) Empresas
• Compañía Logística de Hidrocarburos, CLH, S. A. (379).
• Diario El País, S. A. (805).
• Mercadona, S. A. (12.000).
• Repsol Butano, S. A. (1271).
• Repsol Comercial de productos petrolíferos (729).
• Repsol Derivados, S. A. (36).
• Repsol Petróleo, S. A. (3283).
• Repsol Química, S. A. (1.157).
• Simago (3.600).
• Sociedad Anónima El Águila (1.138).
• Tabacalera, S. A. (7.348).
• Vidrieras Españolas, S. A. (VICASA) (1.226).
464
CAPÍTULO III
CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL
1. INTRODUCCIÓN
Otro año más, la Memoria del Consejo se ocupa en este capítulo de
los aspectos más significativos de la calidad de vida y la protección
social. Además de los temas generales objeto de análisis —educación,
sanidad, vivienda, consumo, medio ambiente y protección social— se
ha incorporado un apartado dedicado a los retos de la nueva sociedad
de la información. En la misma línea de incluir información útil para
calibrar la situación española en estas materias, se han añadido al final
de los apartados unos cuadros con los indicadores más representativos
en comparación con los de otros países del entorno.
A lo largo del año 1997, el sistema educativo español ha experimentado cambios que pueden tener claras repercusiones en el futuro. La Unión Europea continúa planteando la necesidad de adaptar
el sistema educativo a la nueva sociedad de la información para que
sea el motor del cambio. Sobre todo, su función debe ser el fortalecer las economías de la Unión Europea mediante un capital humano europeo mejor formado, crear un espacio social y cultural
europeo y la consecución de una cierta convergencia de resultados
educativos en línea con la convergencia económica.
En España, se ha continuado la implantación de las reformas
introducidas por la LOGSE, con la puesta en marcha del primer
curso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Asimismo,
los resultados de la evaluación de las nuevas enseñanzas primarias,
Reformas y
debates en
materia
educativa
467
MEMORIA 1997
la ampliación del supuesto de elección de centros educativos, la
reducción de los precios máximos de descuento de los libros de
texto, el debate acerca de la reforma de las enseñanzas de humanidades y del cambio del sistema de acceso a la universidad (la selectividad), han sido actividades que han caracterizado el año. Junto
con ellas, se ha dado una elevada participación social en la petición
de ampliación de recursos presupuestarios.
Los resultados de la enseñanza en España son alentadores, pero
aún queda un largo camino por recorrer. Según la evaluación educativa de las nuevas enseñanzas, los conocimientos de los alumnos
de 14 años son aceptables, pero no demasiado satisfactorios, y los
de los alumnos de 16 años mejoran ligeramente. El profesorado
hace una valoración global y positiva sobre la intención de la reforma propiciada por la LOGSE, si bien se encuentra ante dificultades
prácticas en su puesta en marcha, como el elevado número de
alumnos asignado al profesor. En comparaciones internacionales,
el nivel educativo de la población está aún por debajo de la media,
pero este nivel se concentra en las edades más avanzadas y la brecha generacional se va cerrando poco a poco. En titulaciones superiores, la OCDE señala que en España la proporción de graduados
en carreras científicas es insuficiente para la competitividad económica y el empleo en los campos de alta tecnología. También se da
una baja proporción de alumnos extranjeros en España y viceversa
frente a otros países.
El papel de la
selectividad
La reforma de la selectividad ha sido una de las propuestas realizadas en el Senado. Esta prueba se considera necesaria para permitir la homologación de los conocimientos adquiridos en la
enseñanza secundaria, evaluar la madurez del alumno y ubicar a los
alumnos en función de sus habilidades y vocación. No obstante,
como paso previo es necesario reforzar la orientación ofrecida a los
alumnos de educación secundaria sobre los distintos tipos de estudios y opciones disponibles al finalizar este nivel, para que parte
del alumnado deje de considerar la universidad como la única alternativa válida.
Los resultados que el desarrollo del proceso educativo está
teniendo en el mercado de trabajo, también apuntan a la mayor
posibilidad de empleo a medida que asciende el nivel educativo,
pero perviven unas características similares a otros años: la coloca-
468
CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL
ción en niveles inferiores al nivel de estudios (el subempleo), el
largo periodo de tiempo que tardan los jóvenes en encontrar empleo
y la situación desigual de las mujeres. Además, atendiendo a la ocupación de los niveles destinados a la inserción laboral, se podría
señalar que la formación profesional no acaba de ofrecer mayores
posibilidades de inserción, mientras que la universidad sí lo hace.
Durante 1997 el avance de la reforma sanitaria ha intentado discurrir en el marco de la acción política de los grupos parlamentarios,
donde se quiso alcanzar un consenso, finalmente frustrado, sobre las
bases de una reforma integral del sistema. Pese a la falta de consenso,
la iniciativa se plasmó en un Informe de la Subcomisión para avanzar
en la consolidación del Sistema Nacional de Salud (SNS), con el estudio de las medidas necesarias para garantizar un marco financiero estable y modernizar el sistema sanitario, manteniendo los principios de
universalidad y equidad en el acceso. Sin esperar a los resultados de
dicha iniciativa, en este año, el sistema sanitario ha continuado reformas coincidentes en buena parte con las líneas maestras del Informe y
consecuentes con anteriores cambios parciales comentados en
Memorias precedentes, como la apertura a las nuevas formas de gestión hospitalaria y el mercado de genéricos, sin olvidar la profundización en el desarrollo del modelo de SNS configurado a partir de 1986.
Pasado el año 1997, todavía no se ha desarrollado plenamente el
modelo auspiciado con la creación del SNS a través de la Ley
General de Sanidad en 1986: dentro del conjunto del SNS, siete
Comunidades Autónomas gestionan sus propios servicios de salud
(el 61 por 100 del gasto sanitario público), mientras que las diez
restantes constituyen todavía el ámbito gestionado por el INSALUD no transferido. Este último, por su parte, ha acometido en
1997 un Plan Estratégico para el próximo cuatrienio que, partiendo
del análisis de los problemas que caracterizan al sistema, redefine
su estructura organizativa. Entretanto, una de las primeras dificultades para evaluar la situación actual y que afecta sobre todo a los
Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas con competencias ya transferidas, es la falta de información homogénea, periódica y actualizada sobre indicadores sanitarios y de gestión que
permita ofrecer una visión sobre el conjunto del SNS. Reparando
en este aspecto, el Acuerdo de la Subcomisión parlamentaria prevé
la creación de sistemas de información integrados a partir de criterios homogéneos para la recogida de datos.
En espera del
nuevo modelo
sanitario
469
MEMORIA 1997
El marco financiero del sistema sanitario se ha intentado apuntalar
con la renovación del modelo de financiación de los servicios de
Sanidad para el periodo 1998-2001, mientras que la Ley de consolidación y racionalización del sistema público de Seguridad Social establece el horizonte del año 2000 para que las prestaciones sanitarias se
financien exclusivamente con cargo a los Presupuestos Generales del
Estado. Por otro lado, el crecimiento de una de las partidas con la que
se suele relacionar buena parte del gasto público sanitario, la del
medicamento, se ha intentado atajar desde varios frentes continuando
la línea iniciada el pasado año y comentada en la anterior Memoria.
En este sentido, 1997 ha sido testigo de numerosas controversias
sobre las posibles soluciones a este problema. El Acuerdo del Consejo
de Política Fiscal y Financiera de 27 de noviembre de 1997, sobre
financiación de los servicios de sanidad en el periodo 1998-2001,
señaló dos medidas de ahorro por esta vía en el Sistema Nacional de
Salud: el desarrollo de una política activa de genéricos y la restricción
de financiación pública para los medicamentos de escaso valor
terapéutico. Mientras la última de estas dos propuestas se ha materializado ya entrado el año 1998, habiendo tenido el CES ocasión de
pronunciarse sobre ella en su Dictamen 4/1998, se sigue echando en
falta una política más activa en favor de los medicamentos genéricos.
Mejora la
accesibilidad a la
vivienda
El mercado de viviendas ha experimentado una reactivación a lo
largo del año 1997 en la mayoría de sus indicadores, lo que parece
reflejar la mejora de la situación económica general del país. El
precio de la vivienda ha experimentado un ligero aumento, entre un
1,6 por 100 y un 3,4 por 100, según la fuente utilizada así como el
tipo de vivienda analizado, que se ha visto compensado con una
reducción de los tipos de interés hipotecarios. La accesibilidad a la
vivienda —indicador que representa la proporción de la cuota mensual a pagar por un comprador para un préstamo medio con un
salario medio, con desgravaciones fiscales incluidas— ha descendido de 32,2 por 100 a 27,4 por 100 en 1997. Así, junto con la mejora del empleo y el aumento de la renta disponible se ha producido
una revitalización del sector, dando lugar a un mayor ritmo en la
promoción y la compra de viviendas. Además, también mejora la
calidad de las nuevas viviendas, que cuentan con más dotaciones
urbanísticas en su entorno y con buenos equipamientos.
En cambio, el alquiler de viviendas continúa estancado, a pesar
de todas las medidas tomadas a lo largo de los últimos años para
470
CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL
revitalizar este mercado. La LAU de 1995, la creación de Fondos
de Inversión Inmobiliaria y la desgravación fiscal por alquiler de
vivienda no han conseguido aumentar la proporción de hogares que
residen en régimen de alquiler, que incluso ha descendido al 13,8
por 100 frente al 15 por 100 de 1993.
La política de vivienda también está conociendo un periodo de
cambios. El marco jurídico del suelo se ha visto inmerso en un proceso de revisión a lo largo de 1997, fruto en parte de la situación
creada por la Sentencia 61/1997, de 20 de marzo, del Tribunal
Constitucional, que declaró inconstitucional la mayor parte del
Texto Refundido de la Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación
Urbana, así como de los esfuerzos por liberalizar el sector del
suelo. La aprobación de un nuevo régimen jurídico del suelo en
abril de 1998 ha dado respuesta a esta situación.
El tratamiento fiscal a la vivienda apunta, asimismo, futuras
modificaciones de indudable alcance. En los países de la Unión
Europea se encuentra un régimen fiscal variado y de difícil comparación, siendo el subsidio mediante la deducción de pagos por intereses uno de los mecanismos más comunes, aunque existen otros,
como el apoyo al ahorro, ayudas a la compra o personales. En
España, en el año 1997, casi el 20 por 100 del gasto fiscal se destinó a la vivienda, con casi 200.000 millones a intereses hipotecarios y deducciones de la cuota del IRPF.
Dentro del Plan de Vivienda 1996-1999, se han realizado
125.000 actuaciones destinadas a viviendas y 20.000 a suelo. Este
Plan se ha modificado para facilitar el primer acceso, así como para
potenciar el alquiler de viviendas de régimen especial, y a finales
de año se ha planteado la necesidad de reformar el marco de apoyo
al acceso a la vivienda, ya sea con un nuevo marco de viviendas de
protección oficial o con la reforma del marco de la imposición indirecta.
A la altura de 1997 las políticas de protección al consumidor en
España se encuentran en una situación de tránsito determinante
para su futuro, con la perspectiva del recién aprobado Plan de
Protección al Consumidor para el periodo 1998-2001. En una primera aproximación, cabe considerar como fructífera la evolución
de estas políticas, sobre todo por lo que se refiere a la elaboración
Las políticas de
protección al
consumidor en
transición
471
MEMORIA 1997
del marco teórico, institucional y normativo de la protección al
consumidor, cuyas bases se pueden considerar ya sentadas. No obstante, queda mucho camino por andar, según la percepción de los
consumidores: en la última Encuesta del CIS sobre defensa del
consumidor, el 67 por 100 de los entrevistados creía que los consumidores españoles no están protegidos frente a los posibles fraudes
y abusos existentes en el mercado, si bien el 54 por 100 admitía
que el grado de protección era mayor que diez años atrás.
Sin embargo, en todas las áreas en las que deberán centrar su
actuación los poderes públicos (control del mercado, normativa,
fomento del asociacionismo, acceso a la justicia, información, formación y educación, cooperación institucional e integración en
otras políticas) siguen existiendo carencias preocupantes desde el
punto de vista de la protección del consumidor que es obligado
señalar en esta Memoria.
A finales del año 1997 y principios de 1998, ha tenido especial
resonancia pública el caso del fraude en los contadores de gasolina a
través de su manipulación por parte de una empresa distribuidora de
carburantes en todo el territorio nacional. Estos hechos han representado todo un compendio de los efectos de la falta de coordinación o colaboración a todos los niveles, en definitiva, de los fallos
del control del mercado en materia de consumo que conviene subsanar cuanto antes. A pesar de la quizá mayor difusión que ha caracterizado a estos sucesos con respecto a otros fraudes seguramente tan
cotidianos como éste, este tipo de acontecimientos debería propiciar
una revisión de los medios técnicos y humanos que realizan la labor
de control del mercado, así como una reflexión sobre las vías de
colaboración de las asociaciones con las administraciones públicas.
Por último, cabe recordar el importante papel que compete a las
Administraciones Públicas en el ámbito de la información, la formación y la educación de un consumidor responsable y exigente, a
fin de que éste pueda ejercer con pleno conocimiento de causa su
derecho a elegir. Este derecho se manifiesta en un entorno cada vez
más permeable a los retos a que se enfrenta la sociedad de consumo de fin de siglo y a los que deben dar respuesta a corto plazo las
políticas de protección al consumidor: nuevas tecnologías, liberalización de servicios públicos y asunción de la necesidad de caminar
hacia un consumo sostenible.
472
CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL
En materia de medio ambiente, el acontecimiento internacional
más destacable en 1997 ha sido la celebración en diciembre de la
Cumbre del Clima en Kyoto (Japón). Los trabajos preparatorios
para la Cumbre han centrado buena parte de las actividades realizadas tanto en la Unión Europea como en España. El Protocolo aprobado establece unos compromisos de reducción en las emisiones de
gases de efecto invernadero del 5,2 por 100 en el periodo 20082012, en relación con su nivel de reducción del 8 por 100 en dicho
periodo. España, para hacer frente a los compromisos adquiridos
por la Unión Europea, ha constituido el Consejo Nacional del
Clima.
Se constituye
el Consejo
Nacional del
Clima
En el ámbito estatal se han destacado algunos aspectos de actualidad durante 1997. Entre ellos se señala la aprobación, en octubre,
del Real Decreto 1994/1997 que regula la deducción por inversiones destinadas a la protección del medio ambiente.
Asimismo, para el cumplimiento de la normativa medio
ambiental comunitaria, en 1997 se han incorporado al derecho
interno español cuatro Directivas, cuyo plazo de trasposición había
vencido (Residuos Peligrosos, Liberación y utilización conjunta de
Organismos Genéticamente Modificados, Envases y Residuos de
Envases e Incineración de Residuos Peligrosos). Están pendientes
de trasposición total o parcial otras cuatro cuyos plazos también
han vencido (de Pilas y Acumuladores, en 1992; Residuos, Nitratos
y Aves Silvestres, en 1993).
Se ha continuado asimismo con la necesidad de avanzar en la
elaboración y aprobación del Plan Hidrológico Nacional. También
se hace una referencia a la necesidad de incentivar las energías
renovables (en particular, como consecuencia de los acuerdos suscritos en la Cumbre de Kyoto), así como la conveniencia de impulsar las acciones dirigidas al mantenimiento de la biodiversidad y
protección de espacios naturales.
Necesidad de
incentivar las
energías
renovables
Finalmente, la intensa actividad legislativa en materia de residuos ha aconsejado dedicar un epígrafe a este tema. La aprobación
de la Ley 11/97, de 24 de abril, sobre Envases y Residuos de
Envases, así como la de dos Reales Decretos correspondientes a
Residuos Tóxicos y Peligrosos (RTP) y a incineración de RTP y
residuos municipales, han sentado en España las primeras bases de
473
MEMORIA 1997
una política de residuos, que se ha venido a completar con la
recientemente aprobada Ley Básica de Residuos (Ley 10/1998, de
21 de abril).
En lo que respeta a este ámbito, se puede destacar que las
Administraciones Públicas españolas tienen que realizar un esfuerzo
adicional en la modernización de los vertederos de residuos y que
las dos leyes mencionadas (la de Envases y Residuos de Envases y
la Básica de Residuos) constituyen los dos pilares sobre los que
pivotarán en los próximos años la producción y gestión de los residuos urbanos e industriales, sin perjuicio de que se puedan aprobar
normas específicas para algunos de ellos.
La indudable evolución del Estado del Bienestar, que en todos
los países se está desarrollando y para cuya conservación parece
compartirse el criterio de que requiere una política social avanzada hasta los límites de lo que sea económicamente posible, justifica la continuidad en el análisis de la protección social en
España. Como se sabe, los gastos de ésta en relación con el PIB
se sitúan cinco puntos por debajo de la media de la Unión
Europea.
Avance en la
racionalización de
la Seguridad
Social
Una cuestión sobresaliente es, sin duda, el avance en la consolidación y racionalización de la Seguridad Social, en particular la
adaptación de la estructura de sus recursos a los criterios de separación y clarificación de las fuentes de financiación. Hasta la fecha,
las prestaciones contributivas están cubiertas con las cotizaciones
sociales, por lo que el sistema genera excedentes para la constitución de reservas. Por su lado, las aportaciones del Estado financian
parcialmente las prestaciones no contributivas pero con porcentajes
crecientes año a año, estando presupuestado alcanzar en 1998 el 79
por 100.
Objeto especial de estudio son las pensiones contributivas,
cuyos gastos superan los 7 billones de pesetas y equivalen al 89 por
100 de las prestaciones contributivas y al 58 por 100 del total de
gastos de la Seguridad Social, con la característica añadida de presentar una firme tendencia creciente desde principios de la década
de los noventa. Además, su alcance se pone de manifiesto al existir
actualmente 2 cotizantes por pensión cuando en 1980 esta relación
era de 2,5.
474
CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL
En la problemática de la pervivencia del sistema de pensiones,
el año 1997 ha traído importantes modificaciones. Destacan las
medidas relativas a la pensión más significativa —la jubilación—,
entre ellas la ampliación a 15 años del periodo de determinación de
la base reguladora y la nueva proporcionalidad de los años de cotización acreditados. También las pensiones de incapacidad permanente, de viudedad y de orfandad presentan novedades. Y otra
cuestión de alcance es la garantía definitiva del mantenimiento del
poder adquisitivo de las pensiones mediante la revalorización al
comienzo de cada año en función del IPC previsto, con la actualización que corresponda en caso de desviación respecto al IPC real;
no obstante, no se aplicó en 1997 la absorción a los pensionistas de
una ganancia de tres décimas por una interpretación flexible de la
gradualidad de la Ley.
Modificaciones
en las pensiones
Novedad específica de este capítulo respecto a años anteriores
es el apartado dedicado a las actuaciones de la Administración en
la lucha contra el fraude en la Seguridad Social. Es evidente la
intensificación de las medidas para conseguir el control de los
recursos y el aumento de la recaudación, habiendo tratado de perfeccionarse los mecanismos de recaudación y pago de las deudas
tanto desde el sector privado como del público. También, en la
línea de las recomendaciones del Pacto de Toledo, la política se ha
centrado en evitar el fraude en el acceso y permanencia en las prestaciones, básicamente en las de incapacidad temporal e incapacidad
permanente. Se han ido estableciendo así unas actuaciones añadidas, importantes algunas, pero que no parecen responder a un plan
de conjunto. Parece llegado el momento de recapitular sobre el rendimiento y la utilidad de las medidas hasta ahora adoptadas para
mejorar la gestión y evitar las causas del fraude.
Otra novedad en la Memoria de este año es el apartado destinado a la situación y perspectiva de los sistemas complementarios de
pensiones. Una de las recomendaciones del Pacto de Toledo es la
de abordar la ordenación de la previsión social complementaria,
potenciándola como elemento de consolidación de la protección
social configurada en la Constitución. Se trata de fortalecer las
modalidades de previsión, tanto individuales como colectivas, pero
siempre complementarias y no sustitutivas ni debilitadoras de las
pensiones públicas. Especial atención se presta a la opción de planes de pensiones como el instrumento más utilizado para la exte-
Los sistemas
complementarios
de pensiones
475
MEMORIA 1997
riorización de los compromisos adquiridos por las empresas. La dispersión y complejidad en la ordenación legal de los sistemas complementarios, y la falta del desarrollo reglamentario, provoca una
situación de insuficiencia que limita profundamente tanto la posibilidad de exteriorizar los compromisos por pensiones como la aparición de nuevos sistemas. Se concluye pues con la necesidad de
continuar con el perfeccionamiento de los sistemas complementarios de la Seguridad Social.
El apartado dedicado a la protección social acaba con la consideración de los servicios sociales con una doble perspectiva: la que
estructura el sistema público y la que corresponde a la participación de la sociedad civil en la prestación de tales servicios.
Consolidación del
sistema público de
Servicios Sociales
La sociedad civil
se conciencia
476
Respecto a la primera se ha entrado en las competencias de las
distintas Administraciones Públicas, tratando seguidamente de la
configuración del conjunto de prestaciones y servicios dirigidos a
toda la población en dos niveles de atención; un nivel de atención
primaria, cuya gestión depende en la mayoría de los casos de la
Administración Local, y un segundo nivel de atención constituido
por los servicios sociales especializados cuyo ámbito de actuación
se sitúa en los planos comarcal, regional, o incluso nacional. Especial
hincapié se hace en la consolidación del sistema público de servicios sociales, significando la importancia de avanzar en la coordinación necesaria y en la cooperación voluntaria de todas las
políticas sociales entre el Estado, las Comunidades Autónomas y
las Corporaciones Locales.
Asimismo, se ha experimentado en los últimos años, la creciente concienciación de la sociedad civil de atender situaciones de
necesidad, que ha implicado el crecimiento y diversificación de las
entidades privadas no lucrativas que prestan servicios sociales.
Asociaciones, Fundaciones, Cooperativas, Mutualidades y Sociedades Laborales, son las figuras jurídicas que adoptan estas entidades, aunque la novedad legislativa para el año 1997 se encuentra en
la aprobación de la Ley del Voluntariado. La creciente responsabilidad social ha llevado a que los ciudadanos desempeñen un papel
cada vez más importante en el diseño y ejecución de las políticas
públicas sociales, especialmente la erradicación de las situaciones
de marginación de ciertos colectivos. Pero además del trabajo
voluntario, estas entidades son generadoras de empleo y también,
CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL
en el caso de cooperativas y sociedades laborales, juegan un importante papel en la integración sociolaboral de colectivos desfavorecidos.
Finalmente, como novedad de este año se incluye un apartado dedicado a la sociedad de la información. Su nacimiento y la paulatina sustitución de la civilización industrial que ha vertebrado las economías de
los países avanzados, está obligando a las Administraciones y a los
agentes sociales a analizar las perspectivas y consecuencias de esta
nueva fórmula, que se fundamenta en el cambio tecnológico permanente y en su asimilación e integración en los procesos económicos.
Por ello, se debe hacer una breve mención a cómo se está concretando
la sociedad de la información en España, con el análisis de las políticas
que están haciendo las distintas Administraciones y tejidos empresariales.
Los retos de la
nueva sociedad
de la
información
Por otro lado, la creciente importancia de las teleaplicaciones
obliga a hacer una referencia a lo que significan como elementos
transformadores de los distintos procesos empresariales, sociales o
administrativos en las que cabe insertarlas. Cuáles son las tendencias
que marcan el acercamiento a la Sociedad de la Información, cómo
se está produciendo la evolución regulatoria española y las distintas
trasposiciones de la normativa comunitaria y cuáles son las teleaplicaciones y proyectos más notables emprendidos, son cuestiones a
analizar.
Por una parte, en España el panorama regulatorio viene definido
por el desarrollo de una política de licencias, que ha consistido en
poner en marcha un segundo operador (Retevisión) al que se han
incorporado activos que no estaban pensados inicialmente para dar
servicios de telecomunicaciones y que son susceptibles de utilización en este ámbito, como es el caso, fundamentalmente, aunque
no exclusivamente, de las redes de las compañías eléctricas y de
RENFE, y en su momento también de Correos y Telégrafos.
Además, la política de liberalización seguida en España es la
política de tarifas que es, probablemente, la parte más polémica de
cualquier política de liberalización de telecomunicaciones. También,
el proceso de apertura regulatoria hay que verlo en un proceso de
creciente equipamiento de infraestructuras y desarrollo de servicios
que ha permitido que España haya pasado de contar con menos de
477
MEMORIA 1997
15 millones de líneas telefónicas (14,6) a finales de 1994, hasta
alcanzar más de 16 millones de líneas al inicio de 1998. Por último,
no se puede ignorar la importancia naciente de las teleaplicaciones
en temas como la educación, interconectividad de los centros universitarios y de I+D, telecomunicaciones para Pymes, redes para la
asistencia sanitaria, y un largo etcétera de sectores que se podrían
citar aquí.
Al carecerse de iniciativas globales, la sociedad española precisaría abordar el tema de la aparición de la Sociedad de la
Información con un informe multidisciplinar, que bien pudiera ser
objeto de un Informe de Iniciativa Propia del Consejo.
Esta introducción resalta el interés del Consejo por abordar los
distintos aspectos expresivos de la calidad de vida de la población,
no con la intención de abarcarlos todos, sino más modestamente,
según se indicó al principio, con el objetivo de conservar un “común
denominador” para todos los años, de forma que permita una continuidad en el análisis, y la inclusión de nuevas perspectivas y temas
que complementen el estudio y que por sus propias características no
requieran su consideración anual.
2. EDUCACIÓN
La educación, en constante proceso de reforma para adaptarse a las cambiantes realidades sociales y económicas, ha continuado la misma senda en 1997. A lo largo del año, tanto en su
marco europeo como en España, se han producido modificaciones ideológicas y prácticas que están contribuyendo a cambiar
la estructura del sistema en su adaptación a la nueva sociedad de
la información.
La continuación de las reformas introducidas por la LOGSE,
con la puesta en marcha del primer curso de la Educación
Secundaria Obligatoria (ESO) y los resultados de la evaluación de las
nuevas enseñanzas primarias, la ampliación del supuesto de elección de centros educativos, la reducción de los precios máximos de
descuento de los libros de texto, el debate acerca de la reforma de las
enseñanzas de humanidades y del cambio del sistema de acceso a
la universidad (la selectividad), han sido actividades que han caracterizado el año. Junto con ellas, se ha dado una elevada participa478
CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL
ción social en cuanto al debate referente al futuro de la educación, especialmente en la petición de ampliación de recursos presupuestarios. Los resultados que está teniendo en el mercado de
trabajo apuntan a la mejor posibilidad de empleo a medida que
asciende el nivel educativo, pero perviven unas características
similares a otros años: la colocación en niveles inferiores al nivel
de estudios (el subempleo), el largo periodo de tiempo que tardan
los jóvenes en encontrar empleo y la situación desigual de las
mujeres.
2.1. EDUCACIÓN Y LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN
La educación se presenta como el gran marco de acción para
enfrentarse a la sociedad del futuro, a la sociedad de la información. Su función está en estos últimos años, sufriendo una transformación para convertirse en una de las principales bases para el
desarrollo de las personas dentro de la sociedad. En ella, los conocimientos y el acceso a la información son ejes básicos de participación, y por ello, desde todas las instancias se está intentando
potenciar la continua reforma y mejora de los sistemas educativos.
Además, para evitar la creciente exclusión social que se puede derivar de la capacidad de acceso a la información y de participación
en la sociedad del conocimiento, la educación debe actuar como
mecanismo integrador e igualador de oportunidades para todos los
ciudadanos.
En el marco de la Unión Europea, desde 1995, con la aprobación del Libro Blanco sobre la educación y la formación, se han
realizado diversas actividades de las cuales se ha dado cuenta en
anteriores ediciones de esta Memoria. La Unión Europea está
potenciando la educación por tres razones principales: una, para
fortalecer las economías de la Unión Europea, su competitividad y
mejorar la situación del empleo mediante un capital humano europeo mejor formado; otra, para la creación de un espacio social y
cultural europeo; la última, para la consecución de una cierta convergencia de resultados educativos en línea con la convergencia
económica y los recientes esfuerzos en materia de empleo.
El año 1997 se sitúa en medio del Plan de acción para una iniciativa europea de educación, 1996-1998. Además, en este año se
han publicado los resultados del Grupo de Estudio sobre Educación
Hacia la
educación del
siglo XXI
479
MEMORIA 1997
y Formación establecido por la Comisión en 19951. Según el
mismo, es necesario enfrentarse a los retos que trae la entrada del
siglo XXI, y para ello se proponen los siguientes cambios en los respectivos sistemas:
1. Utilizar y explotar las oportunidades que brinda la sociedad
de la información. Se han identificado potenciales cambios
que tendrán claros efectos sobre los procesos educativos y los
participantes: la transición de un conocimiento objetivo a uno
construido, la transición de una sociedad industrial a una
sociedad de conocimiento, el cambio de la misión educativa
de instrucción a la provisión de métodos para la enseñanza
personalizada, el crecimiento del papel de la tecnología en el
proceso de comunicación y adquisición de conocimientos, y
el cambio de instituciones formales de educación hacia
estructuras aún por determinar.
Orientar la
educación hacia la
ocupación
2. Orientar los sistemas educativos y formativos hacia las ocupaciones demandadas, el análisis de la velocidad de cambios en
las ocupaciones, fomentar las competencias transversales e
interculturales y potenciar la calidad y la innovación. Para este
desarrollo sería necesario mejorar las relaciones entre la educación general y la profesional, para que esta última sea la
continuación de las competencias básicas adquiridas en la educación general, así como la participación del sector empresarial en la formación profesional, el estímulo de la cultura
formativa en la empresa y la coordinación entre el sector
empresarial y el sector educativo, ofreciendo asimismo, oportunidades de experiencia profesional a estudiantes. La movilidad se facilitará con sistemas de acreditación donde se incluya
la definición de competencias y perfiles ocupacionales.
3. Mantener la cohesión social en Europa. El sistema educativo
debe ser un mecanismo para igualar oportunidades y trabajar
en aras a la prevención de la pobreza y la exclusión social. Se
debe garantizar que todos los jóvenes europeos finalicen la
enseñanza obligatoria con unos conocimientos y cualificaciones básicas. Cuando los resultados sean insuficientes, debería
1
Comisión Europea: Accomplishing Europe through education and training.
Study group on education and training. 1997.
480
CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL
flexibilizarse el sistema para realizar enseñanzas especializadas o incorporar medidas específicas para alumnos con necesidades especiales. Asimismo, la educación preescolar se
debe generalizar y se debe ofrecer apoyo a los jóvenes para
ayudarles en su proyecto profesional.
4. La construcción de la ciudadanía europea a través de la educación y la formación. Los valores comunes a los que habría
que acogerse son los derechos humanos, las libertades fundamentales, la democracia, la paz, el respeto, la solidaridad, la
igualdad de oportunidades, el mantenimiento del ecosistema
y la responsabilidad personal. Para facilitar la enseñanza de
estos valores, se deberían mejorar los conocimientos de idiomas y de culturas europeas, modernizar los currículos de historia y geografía, especialmente enfocados al proceso de
desarme, apoyar gobiernos democráticos en los centros educativos, invertir en la formación del personal educativo y facilitar su movilidad por Europa.
La ciudadanía
europea
Finalmente, para facilitar la adaptación de los sistemas educativos a las nuevas necesidades del mundo del conocimiento, el
Informe apunta varias pautas generales que se podrían seguir. Entre
ellas se identifica la importancia de orientar los sistemas educativos
y formativos hacia los usuarios, la mejora de su productividad y
eficacia y de la percepción de la función de los profesores y gestores educativos, la introducción de procesos de evaluación y una
mayor apertura a la cooperación con otras organizaciones.
También a finales de año se aprobó una Comunicación que
presentaba las orientaciones de las futuras actuaciones comunitarias en el ámbito de la educación, la formación y la juventud
para el periodo 2000-20062. Gira en torno a las políticas destinadas a la sociedad del conocimiento, incluyendo la potenciación
de las políticas de innovación, investigación, educación y formación como ejes fundamentales de las políticas de la Unión y
otras medidas dirigidas a la construcción de la Europa del conocimiento.
2
Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité
Económico y Social y al Comité de las Regiones: Por una Europa del Conocimiento.
COM (97) 563 final de 12 de noviembre de 1997.
481
MEMORIA 1997
2.2. REFORMAS EDUCATIVAS
Con todo ello se llega al profundo proceso de reforma que está
atravesando el sistema educativo español y que no ha estado exento
de debate. En este año, los partícipes del sistema se han movilizado
para expresar sus opiniones acerca de las reformas propuestas por
el Ministerio de Educación y Cultura.
El debate y las dificultades de una planificación coordinada de
lo que debiera ser la política educativa, dio lugar en septiembre a la
firma de una Declaración conjunta en favor de la educación3 que
contó con el apoyo de una gran parte de organizaciones, públicas y
privadas, de asociaciones de padres, alumnos, profesores, centros
educativos, sindicatos y organizaciones representativas del sector
educativo. Esta declaración, que reclamaba la educación como
asunto de máxima prioridad política, y consideraba imperativo no
someterla a los vaivenes de la coyuntura política y económica, se
convirtió sobre todo en un apoyo a las líneas básicas de la reforma
educativa introducida por la LOGSE, para asegurar la continuidad
en su aplicación y el apoyo financiero necesario para ello.
Reto: el 6 por 100
del PIB a
educación
Con respecto a la estructura del sistema educativo, apuntaba la
necesidad de incluir la participación de las Comunidades Autónomas y las organizaciones sociales y sindicales en la definición
de la red de centros, favoreciendo
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