Capítulo V La banca universal o banca múltiple 147 Ningún otro país tiene un sistema bancario tan amplio y complejo como el existente en los Estados Unidos, por eso el análisis de su estructura y tendencias es de utilidad para interpretar otros sistemas bancarios. Dicho país tiene un sistema bancario dual que abarca bancos regidos por los Estados y bancos regidos por el Gobierno federal. Esta organización institucionalizada en forma paralela explica el número relativamente grande de bancos en ese país. Tradicionalmente, la industria bancaria norteamericana ha sido regulada por parte del Estado, los gobiernos federados y estatales y las agencias específicas de dichos gobiernos. En el pasado los principales propósitos de la regulación bancaria fueron: a) Asegurar un sistema financiero estable, especialmente, para salvarguardar el dinero de los depositantes. b) Contribuir con el logro de las metas económicas nacionales 42 por medio del control de la oferta monetaria. c) Fomentar la eficiencia en el proceso de intermediación financiera.43 Las instituciones financieras generalmente aceptan depósitos que se convertirán en pasivos para la institu42 43 Las metas nacionales incluyen la estabilidad en los precios, altas tasas de empleo, crecimiento económico y un equilibrio en los pagos de las transacciones internacionales. El proceso de proporcionar el servicio de conectar al prestamista con el prestatario se conoce como la acción de intermediación financiera. [149] 149 ción financiera y con este dinero adquieren activos en forma de créditos concedidos a prestatarios, bonos gubernamentales así como diversos instrumentos de crédito. d) Proporcionar financiamiento a un bajo costo a los compradores de bienes inmuebles. Hacia finales de los años 60 este sistema financiero se había desarrollado dentro de una estructura de cartel supervisado por agencias reguladoras gubernamentales. Se caracterizaba por una gran segmentación del mercado (separación). Se fomentaron tipos específicos de instituciones financieras para que proporcionaran ciertos servicios financieros muy específicos. Por ejemplo, a los bancos comerciales se les permitía aceptar depósitos sobre los cuales se podían girar cheques. A las instituciones de ahorro y cooperativas de crédito sólo se les permitía aceptar depósitos de ahorro y depósitos a plazos sobre los cuales no se podían girar cheques. Las regulaciones también fijaron las tasas de interés. A los bancos comerciales no se les permitía pagar intereses sobre depósitos en cuentas corrientes. La tasa que las instituciones de ahorro podían pagar sobre depósitos de ahorro y a plazo también eran fijas, aunque mayores de las que pagaban los bancos comerciales. Esta fijación de las tasas de interés era para evitar la competencia que pudiera inducir a buscar préstamos riesgosos. Existía una entrada restringida, a nadie se le permitía entrar al sector financiero libremente. Se requerían licencias estatales, federales o permisos legales y se forzaba al nuevo participante a demostrar la necesidad de contar con ciertas instituciones financieras. En resumen, había surgido un cartel bancario, regulado gubernamentalmente, que contaba con mercados segmentados, la fijación de tasas de interés y restricciones a la entrada. El sistema bancario fue razonablemente estable y a las instituciones financieras se las recompensó con mercados rentables y segmentados para servicios especializados. Con el tiempo la eficiencia del mercado sufrió sus consecuencias: dio como resultado una sobreinversión en vivienda, los servicios bancarios se sobrevaloraron y el margen 150 entre la tasa que las instituciones depositarias pagaban por los depósitos y la que cobraban era mayor al que hubiera sido bajo un sistema competitivo. A finales de los años 60, y en los 70, los cambios tecnológicos y las condiciones económicas revolucionaron la industria bancaria. El cajero automático (teller machine), la capacidad de almacenamiento de datos de las computadoras y los sistemas electrónicos de transferencia de información debilitaron el esquema del cartel en cuanto a la segmentación del mercado. Las nuevas condiciones planteaban que para cualquier institución financiera resultaba económico proporcionar paquetes de servicios financieros;44 así, los costos de las transacciones financieras se habían reducido notablemente. Además, estos cambios tecnológicos habían posibilitado a las instituciones financieras no comerciales ofrecer servicios financieros (tales como el privilegio de girar cheques que habían sido del dominio exclusivo de los bancos comerciales). El resultado del cambio en el ambiente económico45 dio origen a que las instituciones financieras llegaran a ver la regulación como una amenaza más que como un beneficio. En este contexto, la combinación de la desregulación y la innovación financiera transformó radicalmente la antigua organización del cartel. Ante la situación de las instituciones de ahorro, los reguladores en un principio se preocuparon por la incapacidad de las instituciones de ahorro para atraer depósitos. En lugar de eliminar los topes de la taza de interés prefirieron autorizar nuevos tipos de depósitos. El más importante fue la cuenta de depósito en el mercado monetario el cual permitía a las instituciones de ahorro competir directamente con los fondos monetarios. También posibilitaron que las instituciones de ahorro aceptaran depósitos cuya tasa de interés estuviese unida a más tasas de interés de mercado sin tope alguno. 44 45 Tales como cuentas corrientes, de ahorro, compensación bancaria de cheques, pago de facturas del cliente, compra de seguros de vida, etc. En ese período la tasa inflacionaria se incrementó y, por consiguiente, aumentó el nivel y la variabilidad de las tasas de interés. 151 En la década del 80 la banca se hizo más compleja. Tasas de interés inestables, nuevas formas de depósito, o la vista que devengaban intereses y la competencia de rivales no tradicionales, son factores que han cambiado el panorama de las operaciones bancarias. A comienzos de los años 80, veintiséis bancos se unieron para establecer el plus system que es una red nacional de cajeros automáticos. Esta red permite a los clientes de los bancos participantes la posibilidad de retirar dinero en efectivo, trasladar fondos de una cuenta a otra y verificar los saldos sobre los depósitos en cualquier lugar del país. En ese sentido, la Ley de Desregulación de las Instituciones Financieras y de Control Monetario, de 1980,46 permitió a las asociaciones de ahorro y préstamo invertir el 20% de sus activos en préstamos de consumo y en otros instrumentos de crédito. También permitió a los bancos de ahorro mutuo conceder préstamos para familias, empresas y corporaciones hasta en un 5% de sus activos. Posteriormente, como reacción a un gran número de quiebras en las instituciones de ahorros y préstamo, y en bancos de ahorro mutuo, se aprobó la Ley de Restructuración de las Instituciones de Ahorro, en 1982,47 que autorizaba a las asociaciones de ahorro y préstamo ampliar más sus inversiones en activos, en áreas como préstamo para consumidores, para financiar propiedades no residenciales, préstamos educacionales y pequeños negocios. En 1987 se aprobó el Competitive Banking Equality Act. Esta ley limita el tiempo durante el cual los bancos pueden demorar el acceso a los fondos depositados en cheque impone una moratoria sobre las actividades bancarias en propiedades raíces y seguros; asimismo, le exige al Comité regular a los integrantes del Federal Home Loan Bank System; prescribe estándares contables uniformes 46 47 152 Depositary Institutions Deregulation and Monetary Control Act(1980). Depositary Institutions Act (1983), conocido también como el Garn-St. Germain Act (1982). Para fines de 1980 cualquier institución financiera fue autorizada para ofrecer cuentas bajas, es decir, cuentas corrientes con interés que devengan intereses para individuos y organizaciones sin lucro. y redefine al banco como una institución respaldada por el Federal Deposit Insurance Corporation, entidad que asegura los depósitos existentes en los bancos afiliados. La nueva industria de servicios financieros ha cambiado completamente el escenario tan cuidadosamente trabajado en la década del 30. La segmentación del mercado y la entrada restringida están desapareciendo conforme surgen la banca interestatal y los acuerdos regionales. Actualmente, los grandes bancos tienen portafolios más diversificados y no están sujetos a negociaciones de préstamos para determinadas industrias. Además, los portafolios de activos en las instituciones de ahorro están más diversificados; estas instituciones encuentran que los préstamos residenciales representan un porcentaje menor de sus activos totales mientras que los bancos comerciales tienen un porcentaje más alto de préstamos residenciales en relación con el total de sus préstamos. De esta forma, una combinación de innovaciones, tasas de inflación crecientes y desregulación han modificado fuertemente la estructura regulatoria establecida en los años 30. Ahora existe una nueva estructura de fondos bancarios con nuevos costos además de una creciente variabilidad en tales costos; no hay distinciones entre banca y no banca ya que las entidades no bancarias ofrecen servicios bancarios y los bancos entran a participar en áreas tradicionalmente consideradas como no bancarias; además de que han desaparecido las restricciones geográficas para las operaciones bancarias. Las instituciones financieras y el riesgo Las instituciones financieras son intermediarios financieros que establecen una relación entre prestatarios y prestamistas.48 Los instrumentos que utilizan estas instituciones cuando realizan la función de intermediación son los instrumentos de crédito o valores. 48 El Estado peruano no participa en el sistema financiero nacional, salvo las inversiones que posee en COFIDE como banco de desarrollo de segundo piso, en el Banco de la Nación y en el Banco Agropecuario. 153 Los tipos más importantes de instituciones financieras norteamericanas son: Bancos comerciales: Son las más importantes y son los más diversificados en cuanto a activos y pasivos. Los depósitos a la vista han sido tradicionalmente su principal fuente de fondos; sin embargo, en las últimas décadas esto ha cambiado: las cuentas de ahorro y los depósitos a plazo, incluyendo los certificados de depósitos, se han convertido en sus fuentes de fondos más importantes. Asociaciones de ahorro: Tradicionalmente la fuente de fondos han sido los depósitos de ahorro; estas asociaciones compran préstamos hipotecarios con dichos fondos. Con la desregulación financiera se les ha permitido ampliar sus pasivos (pueden ofrecer cuentas corrientes y certificados de mercado monetario, una forma de depósito a plazo) y sus activos (pueden realizar préstamos a consumidores y empresas). Compañías de seguros: Éstas reciben fondos (primas) que aseguran a las personas, con lo cual adquieren activos a largo plazo; activos como bonos corporativos e hipotecas comerciales así como activos a corto plazo, altamente líquidos y de alto grado y calidad. Fondos de pensiones y retiro: Son instituciones similares a las compañías que ofrecen seguros de vida; sus fondos se invierten en bonos corporativos a largo plazo, acciones comunes de alto grado y calidad, depósitos a plazo en grandes denominaciones e hipotecas a largo plazo. Bancos de ahorro mutuo: Son instituciones similares a las asociaciones de ahorros con la diferencia de que todos estos bancos son de propiedad de sus depositantes, es decir, de sus accionistas. Comúnmente se les permite emitir cuentas corrientes (NOW); estos bancos invierten en hipotecas a largo plazo así como en bonos corporativos y valores del tesoro. Fondos mutuos: Surgieron a mediados de los años 60. Las personas compran participaciones en un fondo y tienen privilegios limitados para la expedición de cheques sobre éstas. Los fondos mutuos compran créditos a corto plazo, tales como certificados de 154 depósitos bancarios, obligaciones de tesoro a corto plazo y documentos comerciales de alto grado. Tipos más importantes de instituciones financieras peruanas Las empresas del sistema financiero peruano están clasificadas y son definidas según el artículo 282 de la Ley N.° 26702 en: Empresa bancaria: Es aquella cuyo negocio principal consiste en recibir dinero del público en depósito o bajo cualquier otra modalidad contractual; utiliza ese dinero, su propio capital y el que obtenga de otras fuentes de financiación en conceder créditos en las diversas modalidades, lo aplica a operaciones sujetas a riesgos de mercado. Empresa financiera: Es aquella que capta recursos del público y cuya especialidad consiste en facilitar las colocaciones de primeras emisiones de valores, operar con valores mobiliarios y brindar asesoría de carácter financiero. Caja rural de ahorro y crédito: Es aquella que capta recursos del público y cuya especialidad consiste en otorgar financiamiento preferentemente a la mediana, pequeña y microempresa del ámbito rural. Caja municipal de ahorro y crédito: Es aquella que capta recursos del público y cuya especialidad consiste en realizar operaciones de financiamiento, preferentemente a las pequeñas y microempresas. Caja municipal de crédito popular: Está especializada en otorgar crédito pignoraticio al público en general y se halla también facultado para efectuar operaciones activas y pasivas con los respectivos consejos provinciales y distritales y con las empresas municipales dependientes de los primeros, así como para brindar servicios bancarios a dichos consejos y empresas. Empresa de desarrollo a la pequeña y microempresa (Edpyme): Es aquélla cuya especialidad consiste en otorgar financiamiento preferentemente a las empresas de la pequeña y microempresa. Empresa de arrendamiento financiero: Son aquéllas cuya especialidad consiste en la adquisición de bienes muebles e inmuebles, 155 los que serán cedidos en uso a una persona natural o jurídica a cambio del pago de una venta periódica y con la opción de comprar dichos bienes por un valor predeterminado. Empresa de “Factoring”: Son aquéllas cuya especialidad consiste en la adquisición de facturas conformadas, títulos valores y, en general, cualquier valor mobiliario representativo de deuda. Empresa afianzadora y de garantías: Son aquéllas cuya especialidad consiste en otorgar afianzamientos para garantizar a personas naturales o jurídicas ante otras empresas del sistema financiero o ante empresas del extranjero, en operaciones vinculadas con el comercio exterior. Empresas de servicios fiduciarios: Son aquéllas cuya especialidad consiste en actuar como fiduciario en la administración de patrimonios autónomos fiduciarios o en el cumplimiento de encargos fiduciarios de cualquier naturaleza. Cooperativas de ahorro y crédito: Éstas pueden operar con recursos del público, entendiéndose por tal a las personas ajenas a sus accionistas, si adoptan la forma jurídica de sociedades cooperativas con acciones. Sus características son las siguientes: a) El capital social de estas sociedades cooperativas se encuentra representado por acciones sociales, regidas por la Ley N.° 26702 y por el régimen de sociedades anónimas de la Ley General de Sociedades. b) Se encuentran obligadas a constituir reserva legal a la cual se refiere el artículo 67° (las empresas del sistema financiero y del sistema de seguros deben alcanzar una reserva no menor al equivalente del 35% de su capital social), sin que les corresponda constituir reserva cooperativa alguna. c) La administración de estas sociedades cooperativas se rige por las normas de la Ley General de Sociedades, régimen de sociedades anónimas. d) Las cooperativas pueden realizar las siguientes operaciones: 156 - Recibir depósitos a plazo y de ahorro, así como en custodia. - Otorgar créditos directos, con o sin garantía. - Descontar y conceder adelantos sobre letras de cambio, pagarés y otros documentos comprobatorios de deuda. - Otorgar avales, fianzas y otras garantías, inclusive a favor de otras empresas del sistema financiero. - Realizar operaciones de crédito con empresas del país, así como efectuar depósitos en ellas. - Aceptar letras de cambio a plazo, originadas en transacciones comerciales. - Operar en moneda extranjera. - Adquirir los bienes inmuebles, mobiliario y equipo. - Efectuar cobros, pagos y transferencias de fondos, así como emitir giros contra sus propias oficinas y/o bancos corresponsales. - Actuar como fiduciarios en fideicomisos. - Celebrar contratos de mandato, con o sin representación, incluyendo los poderes generales o especiales para comprar y vender acciones, bonos y demás valores mobiliarios. e) Serán de aplicación a estas sociedades las normas contenidas en la Ley N.° 26702; y se encuentran sujetas a la supervisión directa de la Superintendencia de Banca y Seguros. f) No se rigen por la Ley General de Cooperativas, texto único ordenado aprobado por decreto supremo 074-90-TR. Bancos de inversión: Son sociedades anónimas que tienen por objeto promover la inversión en general, tanto en el país como en el extranjero, actuando sea como inversionistas directos sea como intermediarios entre inversionistas y los empresarios que confronten requerimientos de capital. Los bancos de inversión sólo operan en cartera negociable, afecta a los diversos riesgos de mercado, sin que les sea de aplicación los límites del artículo 200 (Límites globales por operaciones), ni el artículo 214 (Límites de carteras de riesgos crediticio y de riesgos de mercado). No pueden recibir depósitos del público, efec- 157 tuar colocaciones ni otorgar créditos contingentes ya que carecen de cartera crediticia. Deberán propender a la diversificación de los riesgos de mercado: Empresas de capitalización inmobiliaria: Son aquéllas cuya actividad consiste en comprar y/o edificar inmuebles y, con relación a los mismos, celebrar contratos de capitalización inmobiliaria individual con terceros y entregar en depósito al inversionista la correspondiente unidad inmobiliaria. Estos últimos contratos incluyen el derecho de opción del inversionista para la adquisición de la unidad inmobiliaria mediante el pago de su precio al contado, en cualquier momento. Estas empresas podrán celebrar contratos pasivos para el refinanciamiento de los inmuebles y emitir cédulas hipotecarias. Las empresas de capitalización inmobiliaria sólo podrán efectuar operaciones vinculadas con programas de capitalización individual relacionados al mercado inmobiliario y no podrán efectuar colocaciones. Principios de las instituciones financieras Las instituciones financieras tienen como principios de su administración: primero, mantener un portafolio diversificado; segundo, combinar, en forma adecuada, el vencimiento de los activos con el de los pasivos. En las economías de países desarrollados, a comienzos de los 80, se procedió a la desregulación del portafolio y una disminución en los controles de seguridad y de solidez. Ambos crearon un incentivo para que los bancos y las instituciones de ahorro incrementaran su aceptación de riesgos; las innovaciones financieras y la desregulación del portafolio ofrecieron mejores medios para incurrir en un mayor nivel de riesgo. Las instituciones financieras tienen un problema inherente de liquidez que las hace susceptibles a las corridas: éstas aceptan contratos de depósitos que son convertibles en dinero en efectivo a la vista y a una tasa de cambio a la par (de uno a uno). Por lo tanto, 158 las instituciones financieras han entrado en la tarea de sustituir su propio riesgo de liquidez por los riesgos de liquidez que existen en el sector real de la economía. El cargo de las primas uniformes les da a las instituciones financieras un incentivo para incurrir en un mayor riesgo. Es importante considerar que a medida que se debilita una institución, ésta tiene mayores incentivos para asumir más riesgos. Por una parte, si el riesgo más alto se compensa con mayores rendimientos, la institución puede salir de la lista de instituciones problema, que trae consigo más regulaciones y más restricciones en el comportamiento gerencial. Por otra parte, si una institución es insolvente y espera un cierre, o si ésta se acerca a la insolvencia, los directivos se sienten altamente inducidos a asumir un alto riesgo para evitar la quiebra. Por lo tanto, al no cerrar las instituciones insolventes, los aseguradores de depósitos inducen a asumir mayores riesgos mediante: a) Incremento en los niveles de apalancamiento: Método básico para aumentar el riesgo que consiste en incrementar el apalancamiento49 (deuda) de la institución reduciendo su porcentaje de capital en relación con los activos. Una manera de lograr esto es aumentar el tamaño de la institución financiándola mediante la toma de préstamos; otra forma sería emitir títulos de deuda y distribuir las ganancias a los accionistas en la forma de dividendos en lugar de adquirir activos adicionales. b) Variación en la composición de los activos o de los pasivos: Es un método para incurrir en un nivel de riesgo adicional (sin afectar el apalancamiento de su portafolio), consiste en aumentar el riesgo de su portafolio total. Esto se puede lograr al cambiar la composición de los activos que posee la institución o la composición de sus pasivos que se utiliza para financiar los activos. En los países desarrollados, a partir de los años 60, los bancos comerciales han ido 49 Es la relación entre pasivos/activos de la institución, que también se puede expresar como la relación bonos/acciones. 159 cambiando la composición de los activos al incrementar la proporción de sus préstamos en relación con la cantidad de sus títulos valores; en efecto, el porcentaje de los portafolios de estos bancos, invertidos en activos con alto riesgo de crédito (préstamos comerciales), ha aumentado a expensas de activos con bajo riesgo de crédito. El riesgo del portafolio también se puede elevar al incrementar el llamado riesgo de crédito; en los activos de un banco con un alto riesgo de crédito, los directivos de los bancos pueden reemplazar préstamos con menor riesgo por préstamos con mayor riesgo. c) Disminución de la diversificación del portafolio: Los directivos de los bancos también pueden incrementar el riesgo del portafolio al disminuir el grado de diversificación del mismo. En situaciones de dependencia excesiva de una institución en préstamos con intereses altos como fuente de fondos (en lugar de depósitos con un costo financiero más bajo) para sus inversiones, se incrementa el riesgo total al incrementarse el riesgo de los pasivos en su balance general. Finalmente, el riesgo total del portafolio se puede incrementar al desequilibrar los vencimientos de los activos y de los pasivos o al desequilibrar la sensibilidad de la tasa de interés de los activos y de los pasivos. Cambios en los mercados financieros internacionales Los recientes cambios en las finanzas internacionales han sido muy importantes. En primer lugar, se ha registrado una virtual globalización de los mercados financieros. En segundo lugar, las innovaciones financieras han transformado las antiguas formas de deuda en nuevos títulos valores que se comercializan globalmente. En tercer lugar, con la desregulación financiera, las corporaciones multinacionales, con una amplia gama de servicios financieros, están ejerciendo una influencia dominante en el mundo. 160 La globalización de los mercados financieros no es nueva. Los bancos estadounidenses desarrollaron redes mundiales de sucursales en los años 60 y 70 para préstamos, compensación de cheques y comercio de divisas extranjeras.50 Cambios estructurales en la banca mundial Tras la segunda guerra mundial el acceso de los países en desarrollo al crédito externo siguió pautas similares al período anterior a la segunda guerra mundial y posterior a 1929; la inversión extranjera directa y los préstamos gubernamentales oficiales fueron las principales fuentes de capital extranjero. Los organismos internacionales multilaterales, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, aportaron otra dimensión al mundo de las finanzas a fines de la década del 50 y en la década del 60. En cuanto a los bancos comerciales, hasta 1970 su actividad de préstamos, en relación con los países en desarrollo, se limitaba generalmente a operaciones de corto plazo con fines comerciales y a préstamos ocasionales para proyectos protegidos por garantías crediticias de exportación tales como los ofrecidos por el EXIMBANK (banco de exportación e importación norteamericana). La emisión de bonos era prácticamente inexistente dada la actitud restrictiva de los inversionistas ante los países en desarrollo y a la impresionante burocracia que imponían los gobiernos de los países desarrollados a las colocaciones de las entidades de países en desarrollo. Sin embargo, tras esas posiciones conservadoras se ocultaban algunos cambios de importancia que ocurrían en otros sectores bancarios mundiales y que terminarían por transformar a los banqueros en una importante fuente de financiamiento para países en desarrollo. 50 De igual forma las empresas extranjeras incursionaron en el territorio norteamericano; primero los bancos y posteriormente las firmas de títulos valores (acciones y bonos). Las cuatro grandes firmas de títulos valores del Japón (Nikko, Nomura, Daiwa y Yamaichi) tienen oficinas en Estados Unidos, Inglaterra y otros centros financieros internacionales. 161 Los cambios se iniciaron en los Estados Unidos en los años 50 cuando surgió un nuevo tipo de banquero, el vendedor nato, que ponía todo su empeño en conseguir nuevos negocios (D. Hayes 1977). Esa actitud fue causada por la elevada liquidez de los bancos en ese entonces. Al comienzo, los bancos estadounidenses concentraron su expansión en los mercados internos (antes de 1960 sólo seis bancos tenían sucursales extranjeras). Sin embargo, ya se hallaba en marcha la transnacionalización masiva de las actividades bancarias estadounidenses, que luego sería seguida por la de los bancos europeos y japoneses. Varios factores convergieron para promover esta expansión en el exterior entre ellos fue elemento clave el desarrollo del mercado de “eurodólares”. El origen del mercado de “eurodólares” se remonta a los años 20 cuando los dólares estadounidenses se depositaban en Alemania y Austria y se convertían en moneda local a fin de otorgar préstamos. Esas prácticas influyeron efectivamente en los mercados monetarios locales. Después de la segunda guerra mundial, en los acuerdos de Bretton Woods, el dólar estadounidense fue designado por el Fondo Monetario Internacional como moneda de intervención en el mercado de divisas. Esto estableció la aceptación común del dólar estadounidense como moneda clave para el comercio internacional, inversiones, el arbitraje cambiario y las liquidaciones de balanza de pagos. Los déficit constantes de la balanza de pagos de los Estados Unidos provocaron un crecimiento en las reservas oficiales en Europa Occidental y sus bancos centrales buscaron oportunidades de inversión con ganancias de corto plazo. En esas circunstancias los bancos europeos practicaban los principios de la economía de libre mercado estableciendo diferencias competitivas entre las tasas de interés de colocaciones y captaciones. El mercado europeo era un lugar atractivo para hacer negocios: como era en esencia una zona franca depositaria de divisas no estaba sometida a reglamentación alguna de las autoridades nacionales; por ende, estaba libre de exigencias de encaje y demás medidas reguladoras lo que en algunos casos disminuía el costo de las operaciones bancarias y permitía mayores utilidades. 162 El crecimiento del mercado se vio impulsado por una serie de otros factores. En 1958, Europa Occidental adoptó la plena convertibilidad, lo cual fomentó el comercio de bienes y monedas generando con ello necesidades de financiamiento internacional. Ese mismo año se formó la Comunidad Económica Europea (CEE). Luego, en la década del 60, al establecer el gobierno de Estados Unidos una serie de controles del capital y normas sobre tasas de interés para contener el creciente déficit de su balanza de pagos, los bancos estadounidenses encontraron en el mercado de “eurodólares” una fuente esencial de financiamiento de actividades tanto en el país como en el extranjero. La existencia del mercado de “eurodólares” facilitaba ciertamente la expansión de las actividades internacionales de los bancos estadounidenses; sin embargo, las operaciones de ultramar tenían como objetivo el auge de la inversión directa estadounidense en Europa a comienzos de los años 60. Para evitar el riesgo de perder las cuentas de grandes sociedades a manos de instituciones financieras extranjeras, los grandes bancos estadounidenses actuaron a la defensiva; siguieron a las empresas transnacionales a Europa, y otras partes, respondiendo a sus necesidades y procurando, simultáneamente, establecer posiciones generales de mercado en el ambiente internacional. A medida que estos grandes bancos aumentaban sus operaciones de préstamos internacionales, otros bancos estadounidenses menores se vieron obligados a seguirlos por razones de competencia. Frente a la expansión de los bancos estadounidenses los bancos europeos se vieron obligados a estudiar la posibilidad de adoptar una actitud más dinámica en relación con los préstamos, mientras los bancos canadienses y japoneses —aunque en menor grado— debieron también defenderse, dada la creciente presencia de los bancos estadounidenses en el exterior. Las instituciones financieras estadounidenses se pusieron a la vanguardia del crecimiento de la banca internacional, además introdujeron algunas importantes innovaciones que facilitaron un mayor movimiento internacional de préstamos. A fines de la década del 50, y comienzos de los 60, los préstamos del mercado de 163 “eurodólares” solían ser de corto plazo (menos de un año) lo cual reflejaba el carácter corriente de los depósitos bancarios; sin embargo, los bancos advirtieron pronto que podían comprar depósitos de corto plazo en el mercado para utilizarlos, mediante su continua renovación, para el financiamiento de préstamos de mayor largo plazo —entre tres y cinco años, período característico de esos años— (Wellons 1978). Otra innovación importante consistía en el empleo de consorcios bancarios. Los bancos descubrieron que el riesgo que corrían aisladamente podía minimizarse si formaban un grupo para conceder un determinado préstamo (Miossi 1978). De este modo podían movilizarse grandes sumas de dinero en beneficio de un prestatario, manteniendo en niveles modestos el riesgo que asumía cada institución. Además, el consorcio reducía el monto aportado por cada banco en una transacción dada y facilitaba así el ingreso de bancos más pequeños al escenario internacional. A finales de la década del 60 se había intensificado la expansión de la banca mundial. Un clima de rápido crecimiento mundial del comercio y de la inversión generaban nuevas oportunidades para préstamos en el extranjero; fueron muchos los bancos dispuestos a contar con una cartera internacional. Además, la actitud dinámica de los bancos estadounidenses se estaba haciendo cada vez más decidida y generalizada lo cual estimulaba también los préstamos al exterior. La psicología comercial vigente en la banca mundial era la del crecimiento mediante la expansión del activo y el poder multiplicador del capital. Y no había mejor modo de alcanzar esta meta que internacionalizarse y aprovechar los depósitos disponibles en el mercado de “eurodólares”, de tan rápido crecimiento. Hasta 1970 la mayoría de los préstamos bancarios de mediano plazo se realizaban entre países desarrollados; sin embargo, se habían colocado préstamos a algunos países en desarrollo, sobre todo a los más grandes —México y Brasil— en los cuales invertían las empresas transnacionales; esos préstamos se destinaban en mayor medida a los gobiernos y menos a los residentes en esos 164 países. Entre las principales razones de los préstamos a países en desarrollo estaban el incremento de la liquidez y la competencia, que se estimulaban recíprocamente. Posteriormente, se incorporó al mercado internacional sucesivas ondas de nuevos elementos: la búsqueda de utilidades fáciles y de la libertad de operación propia de un mercado no regulado. Esto tendió a estimular más la liquidez internacional. La recesión a inicios de los años 70, en los países desarrollados, constituyó un elemento determinante para desplazar la búsqueda de nuevos mercados hacia los países en desarrollo; al bajar la demanda de préstamos en los países desarrollados algunos de los bancos comerciales más dinámicos recurrieron a los países en desarrollo en su afán de captar clientes. La apertura del comercio mundial en la década del 60 posibilitó que muchos países registrasen altas tasas de crecimiento y situaciones favorables de sus balanzas de pagos; además, en vista de la débil articulación existente entre los bancos y las naciones en desarrollo podían formarse carteras sin mucho riesgo por un nivel excesivo de compromisos netos. Otro elemento de atracción era la seguridad atribuida a los préstamos a gobiernos; éstos no quiebran a diferencia de las empresas y por lo general estaban en condiciones de servir sus préstamos. Por último, los países en desarrollo generalmente recibían con avidez los préstamos dado el estancamiento de las corrientes de recursos oficiales y el excesivo trámite burocrático exigido para acceder a esas operaciones; los gobiernos estaban dispuestos a pagar primas elevadas con tal de obtener esos créditos bancarios.51 Entre 1973 y 1974 se produjo el alza más importante de precios del petróleo cuando los bancos estaban aún más dispuestos a conceder préstamos, aunque ahora sus motivos eran un tanto diferentes. Los bancos se encontraban inundados por depósitos 51 A modo de ejemplo: Brasil, uno de los principales prestatarios dentro de los países en desarrollo, obtenía regularmente créditos con vencimientos a 10 o a 15 años, con tasas recargadas de hasta 2,25%. Al mismo tiempo, los volúmenes de préstamos eran tan grandes que tuvieron la necesidad de adoptar políticas destinadas a moderar los préstamos de bancos extranjeros. 165 de los excedentes de los países exportadores de petróleo (los denominados “petrodólares”), dichos bancos se veían obligados a darles movimiento a través de nuevos préstamos. Por otro lado, los países en desarrollo requerían más recursos para encarar el alto costo del petróleo y de otros productos industrializados, como los alimenticios; por ello tenían urgente necesidad de nuevos préstamos. Además, era una vía para evitar un ajuste radical de sus balanzas de pagos deficitarios dado que no disponían de fuentes apropiadas de financiamiento a largo plazo. El deseo de prestar de los banqueros era cada vez mayor y la demanda de recursos por parte de los países en desarrollo era importante. Por lo que la estrategia general durante este período expansivo de la banca se caracterizó, al menos en una ocasión, por la hiperexpansión del crédito. Sin embargo, lo más importante fue que los banqueros, movidos por su deseo de formar carteras, solían descuidar la evaluación de aspectos tales como el uso del crédito, las facilidades para la transformación de vencimiento y la capacidad de un país para generar a mediano plazo las diversas necesidades para servir la deuda. Esta expansión eufórica y algo errática del crédito enfrentó una serie de bancarrotas y cundió, entonces, el temor entre los banqueros internacionales quienes revisaron sus políticas de préstamos. Su comportamiento se hizo regresivo y conservador al producirse un incremento en los márgenes sobre la tasa interbancaria de oferta de Londres (LIBOR) para estos préstamos (aumentaron de 1,50 a 1,75%), además los plazos ofrecidos se acortaron considerablemente. A mediados de los años 70 los banqueros aumentaron sus préstamos a los países en desarrollo, pero fueron mucho más selectivos en cuanto a sus clientes. Las condiciones se volvieron más onerosas debido a que los márgenes excedían el 2%. Con respecto a los vencimientos, menos del 20% de los créditos tenía un plazo superior a 6 años, en cambio antes era del 76%. Los préstamos con un vencimiento superior a los 10 años prácticamente habían desaparecido del mercado. 166 A finales de la década del 70 el mercado permaneció bastante restringido, sin embargo, las condiciones de crédito comenzaron paulatinamente a mejorar debido a que: a) Se acumulaban presiones de una creciente liquidez. b) Desaparecían las incertidumbres en torno a las bancarrotas y algunos bancos volvían al mercado internacional. c) Se consideraba improbable un incumplimiento generalizado por parte de los países en desarrollo. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedía a comienzos de la década del 70, las instituciones financieras se mantuvieron, en general, en actitud más cauta y sus préstamos fueron más selectivos. Resulta interesante diferenciar que los préstamos privados en los años anteriores a 1930 —los recursos provenían de instituciones y mercados financieros nacionales y, en cambio, en los años de la década del 70, provenían de bancos transnacionales—recurrían a reservas transnacionales de euromonedas no sujetas a la reglamentación nacional; además estas corrientes de recursos no se guiaban por las teorías convencionales existentes. La teoría sostiene que el comportamiento del capital privado se explica por los diferenciales de las tasas de interés, ajustadas conforme al riesgo. En los inicios del proceso de penetración en los mercados de los países en desarrollo, a fines de los años 60, los diferenciales en las tasas de interés, junto con conceptos modificados del riesgo, parecen haber sido los factores que influyeron en los préstamos bancarios. Sin embargo, al producirse la disminución de los márgenes diferenciales entre créditos otorgados a las economías en desarrollo y los otorgados a las economías desarrolladas se llegó a un punto en el cual dichos diferenciales al parecer no podían explicar el mantenimiento de cuantiosas y crecientes corrientes de crédito hacia los países en desarrollo. Esto sólo podría ser explicado dadas las imperfecciones reales del mercado mundial, como son la incertidumbre (que distorsiona la percepción del riesgo), las 167 preferencias de tiempo y liquidez, los obstáculos institucionales a los movimientos de capital, etc., que pueden determinar en forma más efectiva estos movimientos de capital que los diferenciales de tasas de interés ajustadas conforme al riesgo. Sin duda la transnacionalización del capital, ocurrido en el período posguerra, resulta una consideración fundamental para la búsqueda de una explicación de los préstamos bancarios a los países en desarrollo. Varios investigadores establecieron la insuficiencia de la teoría neoclásica de la cartera para explicar por sí sola los movimientos de capital en el caso de que gran parte del flujo emane de inversiones directas de las empresas. En una época en que las empresas transnacionales están integradas vertical y horizontalmente en todo el mundo, los factores tales como control, penetración del mercado, colusión, rivalidad, etc., podían incidir tanto como las tasas de rendimiento de las inversiones en las corrientes de inversión. En suma, los bancos transnacionales trabajan a escala mundial, poseen fuertes lazos con empresas productivas transnacionales e integran sus operaciones en forma horizontal y vertical. La globalización de los mercados financieros Los bancos norteamericanos desarrollaron redes mundiales de sucursales durante las décadas de los 60 y los 70 para préstamos y otras operaciones bancarias. De igual forma, bancos extranjeros extendieron sus operaciones en territorio norteamericano. De esa manera los mercados monetarios y de capitales tienen una característica fundamentalmente internacional. En 1986 el comercio de título valores del gobierno de norteamérica (deuda) era considerado como el mercado mundial de mayor crecimiento debido a: los modernos sistemas de comunicación y a la tecnología computarizada, a la desregulación de los mercados financieros externos, a la legislación norteamericana que permitía a los inversionistas extranjeros demandar títulos valores (deuda) del gobierno con retención de impuestos y a los grandes déficit anuales en el presupuesto norteamericano; esto 168 abrió una corriente continua de deuda negociable hacia los mercados mundiales. El mercado bursátil mundial comenzó a globalizarse hacia 1975, cuando el Securities Act prohibió las tasas de comisiones fijas en las bolsas de valores estadounidenses y el congreso aprobó una legislación que permitía el acceso a las bolsas de valores a todas las instituciones financieras que estuviesen en condiciones de cumplir las normas de requerimientos de capital. Las bolsas de valores del resto del mundo siguieron esa tendencia para evitar que los Estados Unidos absorbiera la mayoría de las inversiones internacionales. A mediados de los años 70 la actividad cambiaria extranjera se convirtió en un mercado a escala mundial. Actualmente se comercializan cada vez más instrumentos, tales como bonos soberanos, divisas extranjeras, acciones del mercado de valores y de productos en mercados financieros futuros, en todos los principales centros comerciales y financieros del mundo. Por último, en la década del 70 los bancos comerciales manejaban la mayor parte de la financiación a corto y mediano plazo en todo el mundo. Sin embargo, en la actualidad los bancos ya no pueden obtener fondos a bajo costo por depósitos a la vista y ahorros; deben compartir por fondos con una amplia gama de instituciones. Los prestatarios han desarrollado medios para obtener fondos directamente de los prestamistas, por ejemplo, por medio de la venta de instrumentos negociables a través de empresas de títulos valores en vez de tomar préstamos de los bancos. Una serie de experiencias negativas en deudas, en algunos préstamos a países en desarrollo, han llevado a una disminución en las ganancias y a un portafolio de activos de baja calidad. En la transformación de la deuda antigua en nuevos títulos valores los bancos han encontrado alivio a estos problemas mediante la “securitización”,52 que ha tenido un crecimiento rápido. 52 La securitización toma dos modalidades generales: la emisión directa de títulos valores o de un paquete de préstamos convencionales por parte de los bancos, y otros intermediarios, para ser vendidos a los mercados en forma de otros nuevos títulos valores. 169 Así la “securitización” internacional ha tomado la forma de un mercado privado para la deuda de los países en desarrollo. Los precios de descuento de esta deuda (en centavos por dólar) en el mercado privado, para mayo de 1987 y mayo de 1988, correspondían para Argentina entre 58-60 y para el Perú entre 14-18 en mayo de 1987; y entre 28,5-29,5 para Argentina y 4,0-9,0 para el Perú en mayo de 1988; esto indica que los negociadores en este mercado internacional cada vez tenían más dudas sobre la capacidad de dichos países respecto al pago de su deuda externa. Los sistemas financieros modernos Un sistema financiero moderno debe garantizar una eficaz asignación de los recursos financieros vía la eficiencia funcional y estabilidad financiera y monetaria. En el primer caso debe proporcionar al sistema económico los recursos financieros que éste precisa tanto en volumen como en su naturaleza, plazas y costos. En el segundo caso, debe permitir, a través de su estructura, el desarrollo de una política monetaria activa por parte de las autoridades monetarias, sin crisis y con una evolución estable de las principales macromagnitudes monetarias y financieras. Un sistema financiero cuando cumple dichas funciones no se limita a servir de canal de los recursos financieros entre ahorristas e inversionistas, sino que contribuye, con su propia estructura y a través del proceso de innovación financiera, en la generación de un mayor volumen de ahorro y que los recursos captados puedan dedicarse a la financiación de actividades productivas y de servicios, de acuerdo con los deseos de los diferentes potenciales universitarios. Existe dos clases de instituciones financieras: las instituciones financieras mediadoras y las instituciones financieras intermediadoras. En el primer caso se encuentran aquellas que realizan funciones de comisionistas (broker) o de mediador (dealer); en el segundo caso, se incluyen aquellas instituciones cuya función básica y distintiva es la de tomar fondos prestados y prestarlos. 170 Desde un punto de vista conceptual, las modalidades de intermediación financiera son: a) Instituciones que proporcionan financiación a los agentes económicos (Bancos y Cajas de Ahorro). b) Instituciones que ofrecen cobertura de riesgos con contratos de seguros (Compañías de Seguros y Reaseguros); y c) Instituciones que combinan activos negociados en los mercados financieros 53 o derivados, según las necesidades de los clientes (Sociedades Agentes de Bolsa). Dentro de las instituciones financieras intermediarias se suelen destacar las instituciones que configuran el sistema bancario de cada país, también conocidas como intermediarios financieros bancarios. Las funciones más destacadas de los mercados financieros son: a) Poner en contacto a los distintos agentes económicos. b) Constituirse en mecanismo de fijación de precios de los activos. c) Proporcionar liquidez a los activos, si el mercado se encuentra desarrollado. d) Reducir plazos y costos de intermediación. Tipos de mercados financieros a) Mercado monetario En los mercados monetarios se negocian activos financieros 54 a corto plazo a los que está asociado un reducido riesgo y alta liquidez. Los activos que se negocian en estos mercados por lo general 53 54 Se entiende por mercado financiero, en general, el lugar o mecanismo a través del cual se produce un intercambio de activos financieros y se determinan sus precios. Activo financiero: Cualquier tipo o valor que se posea. Activo intangible que representa un derecho legal sobre un beneficio futuro. 171 tendrán en última instancia las características de elevada liquidez y bajo riesgo. El reducido riesgo de los activos se obtiene por el grado de solvencia de las entidades emisoras, que pueden ser el Estado, organismo público, entidades financieras o grandes empresas. Se engloban bajo el término de mercados monetarios tanto a los mercados monetarios domésticos así como los mercados de divisas. En los primeros el riesgo es menor (por tratarse de operaciones en el ámbito interbancario); en cambio, en las operaciones en los mercados de divisas el nivel de riesgo es mayor debido a que al riesgo de crédito se le añade el riesgo del tipo de cambio. b) Mercado de capitales En los mercados de capitales se negocian activos financieros a largo plazo y comprende las operaciones de inversión y financiamiento. Dentro de los mercados de capitales se pueden diferenciar al: - Mercado de valores y - Mercado de créditos a) Mercado de valores: Se trata del mercado más importante, se divide a su vez en mercado de renta fija y mercado de renta variable. Se desarrollan fundamentalmente en las bolsas y proporcionan capital, a riesgo y capital en diferentes formas de deuda, a los emisores de valores. El mercado primario de valores introduce títulos a largo plazo o de inversión permanente; pero con la cualidad de ser negociables de inmediato en los mercados secundarios de valores; ello permite conjugar el alto grado de inmovilización de los fondos frente al emisor además de un grado aceptable de liquidez en función de la calidad de los valores. En estos mercados el riesgo se manifiesta fundamentalmente a través del precio de los valores con la consiguiente diferenciación entre los mercados de acciones y de deudas. 172 b) Mercado de créditos: Constituye el mecanismo mediante el cual se traspasan los recursos de los ahorristas a los inversionistas. Son intermediados en un volumen considerable por las entidades de crédito que captan el ahorro y atienden la demanda de fondos. En este mercado el riesgo es mayor que en los mercados monetarios a pesar de que existe una diversificación y dispersión de fondos prestados muy elevado. Sin embargo, la coyuntura económica afecta al conjunto del mercado crediticio de forma global pese a la selección y cuidado en el manejo del riesgo. Los mercados crediticios organizados están asistiendo a un fenómeno de “desintermediación” considerable y a un incremento del crédito interempresarial de carácter financiero. El riesgo de crédito se incrementa, pero se compensa con una mayor remuneración posible por el ahorro de costos de intermediación. Por otra parte los mercados financieros, según la fase de negociación, se pueden clasificar en: mercados primarios y mercados secundarios. En los mercados primarios tiene lugar la colocación de los activos primarios del emisor al inversionista a cambio de los fondos con los que habrá de financiarse. Por otro lado, un activo financiero es objeto de una única negociación en un mercado primario. Una vez emitidos estos activos pueden ser objeto de compraventa en el mercado secundario si cumple la característica de ser negociable legalmente. En los mercados secundarios los adquirientes de los títulos los compran a sus propietarios y no al emisor, como ocurría en el mercado primario. En estos mercados no existe ninguna nueva financiación, no hay transparencia de recursos hacia la inversión productiva. El nuevo escenario financiero internacional Este nuevo mercado financiero global no es sino el resultado de un conjunto de poderosas fuerzas de cambio en el ámbito mun- 173 dial, que a su vez está repercutiendo en los procesos concretos de cada sistema financiero en cada país. Entre las fuerzas que provocan el cambio de este escenario están: • La liberalización de los movimientos de capitales entre países. • La madurez de los sistemas tradicionales de intermediación financiera. • La innovación financiera 55 en los productos, servicios y procesos . • La globalización de los sistemas financieros como resultante integradora del proceso. El proceso de liberalización tiene su primera manifestación durante los años 60, cuando las crisis industriales y la recesión económica en los países desarrollados provocaron un incremento de los riesgos del sector bancario y ocasionaron una crisis bancaria tanto en Norteamérica como en Europa. Esta situación provocó la aplicación de políticas monetarias restrictivas con el fin de reducir la inflación, los déficit públicos y el incremento de las tasas de interés mediante la aplicación de una creciente volatilidad de las tasas de interés y una creciente relevancia del denominado riesgo de interés. Por el contrario, en los años 80 se incrementaron 55 174 La innovación financiera hay que entenderla en una triple dimensión de producto, de proceso y de mercado por lo que podrá ser definida como la aparición y desarrollo de nuevos procesos en los mercados financieros que incluyen la incorporación de mercados antes no existentes en un sistema financiero que aumenta la eficiencia de mercado o bien lo hace más completo. Los objetivos de la innovación financiera son: •La necesidad de buscar instrumentos o sistemas de cobertura de los riesgos, de distinta naturaleza, contraídos por las entidades financieras, en especial como consecuencia de la internacionalización del mercado. •La búsqueda de fórmulas que eviten las reglamentaciones y limitaciones legales y fiscales, y aprovechar determinados vacíos legales y •Como forma de incrementar la competencia y saber generar las ventajas competitivas, tanto de costos como de diferenciación de productos y servicios, para elaborar estrategias ofensivas que sepan aprovechar las oportunidades del nuevo escenario competitivo. los excedentes empresariales, se produjo una caída de las tasas de interés y una reducción del endeudamiento empresarial gracias al aumento de la autofinanciación y a un importante desarrollo de los mercados de valores de los países desarrollados. Evidentemente, todos estos cambios favorecieron una progresiva liberalización financiera y dinamizaron la economía mundial. La liberalización de los movimientos de capitales Este proceso de creciente liberalización de los movimientos de capital entre países ha supuesto la eliminación de barreras, reglas, normas o situaciones que restringían la competencia o el libre funcionamiento del mercado favorecido; así como el incremento de los grados de libertad en las transacciones financieras. El proceso de liberalización puede concentrarse en tres fuerzas que están impulsando los cambios de la banca moderna. Estas fuerzas de proceso son: a) La desregulación: Definida como la liberalización de los mercados financieros mediante la eliminación o atenuación de las normas que los rigen con el fin de aumentar la competencia y la eficiencia de dichos mercados. De esta manera tratan tanto de la desregulación del mercado como de la regulación de la actuación (supervisión y control) de las entidades de crédito. Entre los factores que favorecieron este proceso están: i) el avance de la tecnología; ii) la madurez de los clientes (la mayor cultura financiera de los consumidores hizo que cada vez estuvieran menos dispuestos a aceptar carencias del ahorro). Surgen clientes que quieren maximizar rendimientos a corto plazo; y iii) el elevado nivel de ahorro doméstico, iniciándose una carrera por incrementar la participación en el mercado en un ambiente donde las leyes proteccionistas se estaban paulatinamente derrumbando. b) La desintermediación: La desregulación trajo consigo la desintermediación, conjuntamente con el proceso de reduc- 175 ción de los coeficientes bancarios. Por una parte la liberalización provocó la entrada en el sector de otros agentes que han usurpado el papel tradicional del banco como intermediario financiero. En este proceso las propias empresas y los clientes de las entidades bancarias operan directamente en los mercados a través de la colocación de títulos propios como la forma de captar recursos financieros (titulización o securitización), operaciones en las que el banco sólo actúa como agente colocador (brokers). También son importantes los efectos en la desintermediación, tanto en la eliminación o reducción de coeficientes así como la no existencia de ellos, que generan en ocasiones actuaciones reguladoras para cubrir estos vacíos. Estos efectos han llevado a la emisión de pagarés de empresas u otros títulos similares, de la mano del propio proceso de generación de nuevos instrumentos financieros. c) La titulización: En definitiva, el proceso de liberalización a través de la desintermediación y de la titulización ha provocado una gran amplitud o desarrollo de los mercados monetarios y de capitales, siendo de importancia los mercados de cambios y de valores. Con todo ello se ha observado el papel creciente de la actividad financiera como negocio en sí mismo y aumentado, en consecuencia, la separación de la economía financiera respecto de la economía real, ello no deja de ser una de las causas más importantes de la actual inestabilidad económica, producto de su paso específico y del fenómeno de la volatilidad financiera, especialmente de la mano de la producida por los riesgos de cambio y de la tasa de interés. El desarrollo de la actividad bancaria Las funciones de ofrecer créditos y depósitos a la vista, como clásicos del negocio bancario, se están manifestando como cada vez más maduras y camino a extinguirse. En este sentido existe una menor 176 demanda de los productos tradicionales con el consiguiente incremento de la oferta de productos sustitutivos y la consecuente repercusión positiva en la cuenta de resultados. Por otro lado se produce una mayor competencia entre las entidades financieras y una convergencia de estrategias y de políticas comerciales que lleva a un paulatino estrechamiento del negocio bancario tradicional. Es decir, que tanto la ingeniería financiera —creadora de los nuevos instrumentos financieros de las últimas décadas y de la importancia de los nuevos productos derivados financieros— como la innovación en procesos que posibilitan nuevas formas de competencia bancaria en tiempo, canales comerciales, alternativas y complementarios, están configurando nuevas posibilidades de hacer el negocio bancario; que no sólo han modificado la cultura financiera tradicional, sino que permiten una mejor adaptación a la evolución actual de éste y a la propia dinámica de los mercados. En suma, los mercados financieros y concretamente el sector bancario han ido transformando su competencia doméstica e internacional a una competencia global. Esta concepción significa algo más que la tradicional competencia internacional basada en varios mercados exteriores. Esta integración de los mercados genera una cadena de valor internacional, conductiva del diseño de nuevas estrategias financieras. Pero, también frente a esta globalización se enfrenta la posibilidad de que las entidades bancarias puedan segmentar este mercado basadas en determinadas opciones producto-cliente, planteamiento perfectamente válido para saber competir en estas nuevas dimensiones. La banca de clientes En el enfoque de la banca de clientes las entidades financieras consideran al cliente como la clave fundamental de su actividad y supone, por lo tanto, un cambio radical de la cultura corporativa bancaria. En efecto, cuando el negocio de los servicios financieros se complica disminuye el margen financiero, las tasas de interés son volátiles y crece la competencia; se va afianzando la idea de que 177 el marketing tiene que ver con los clientes, no simplemente con conseguir clientes.56 La preocupación central de la actividad bancaria está centrada en el planteamiento de una posición dinámica como proceso multidimensional de tres etapas interrelacionadas: la posición del producto, la del mercado y la de la entidad. Estas relaciones pueden explicarse como etapas de desarrollo del negocio bancario, es decir: • De la banca de pasivo a la banca de activo, en la cual las entidades de crédito abandonan su tradicional orientación al producto por una actitud más orientada al mercado. • De la banca comercial tradicional a la banca universal de productos y servicios, coincidente en parte con la etapa anterior (segunda mitad de los años 80 hasta inicios de los 90); es expresión de una entidad que actúa con una cartera amplia de productos y servicios financieros y en fuerte competencia lo cual provoca una pérdida paulatina de margen financiero que ha de compensar con el cobro de comisiones y con otros ingresos de tipo bancario; y • De la banca de productos y servicios a la banca de relaciones que se inicia con la década actual y es una piedra angular de la nueva estrategia de los servicios financieros. El rasgo fundamental que caracteriza a la banca de clientes es la búsqueda de lazos de relaciones con cada uno de ellos. Su base se inscribe, precisamente, en su venta cruzada; ello significa que a un cliente no se le rentabiliza por una sola operación, sino por un conjunto de relaciones comerciales que se establecen, sean éstas de pasivo o de activo. La idea central es rentabilizar la relación con cada cliente y vincularla al máximo. Como enfoque estratégico la banca de clientes tiene determinadas ventajas y fortalezas sobre la banca de productos; implica 56 178 Es en esta transacción o proceso del pensamiento sobre el marketing de los servicios financieros cuando se populariza la idea de la banca de relaciones. desarrollo y ofrece mayor calidad y servicio al cliente lo cual confiere que la relación con éste sea mucho más profesional y personalizada; asimismo construye para el futuro pues mira a largo plazo, establece barreras de entrada para los competidores y se identifica mejor la rentabilidad. Esto supone cambios en el balance de los bancos ya que lo interesante es examinar la cuenta de resultados y comprobar qué rentabilidad obtiene la entidad en sus diferentes gamas de productos por segmentos de clientes: desarrollar un marketing en torno a los colectivos utilizando las técnicas de acercamiento a éstos y disponer de buenos sistemas de información que proporcionen, entre otras cosas, una base de datos de clientes. La banca tecnológica Para la nueva banca la tecnología se ha convertido en un recurso estratégico, tanto en su dimensión de actividad comercial como en el ámbito de conseguir competitividad en sus funciones y organización interna. Por lo tanto, como respuesta a los nuevos retos del entorno las empresas bancarias deben plantearse, como mínimo, cuatro retos tecnológicos: a) Convertirse en intermediarios de información, incorporando dicha función como un factor estratégico de apoyo a su tradicional función de intermediarios financieros. b) Utilizar la tecnología como recurso estratégico para reforzar las relaciones con sus clientes mejorando así el servicio y proporcionando mejor y más información a los gastos comerciales, dentro del nuevo modelo de banca de clientes. c) Mejorar los sistemas de distribución mediante la transformación de las redes de oficinas y del uso adecuado de la infraestructura de ordenadores y telecomunicaciones. d) Reducir los costos de estructura impulsando el autoservicio y simplificando e informatizando la contratación de los distintos productos. 179 En el futuro cercano se esperan nuevos cambios derivados del proceso de innovación tecnológica aplicados al sector bancario. Las autopistas de la información, la tecnología multimedia, la creación de productos de realidad virtual son herramientas que poco a poco se irán incorporando en las empresas para que en el momento preciso sean utilizadas de forma coherente en la estrategia del negocio bancario.57 Esto quiere decir que para llegar a los consumidores de la era de la información se precisa de una nueva disciplina comercial conocida bajo el nombre de marketing cibernético. El desarrollo de tecnologías más avanzadas será un factor clave para estimular el cambio estructural del sector bancario y establecer diferencias entre las distintas entidades financieras. Las tecnologías servirán para mejorar la productividad y la rentabilidad de las instituciones y contribuirá con el desarrollo de nuevos productos y servicios financieros; así como nuevos medios de pago (las tarjetas de crédito y débito y el monedero electrónico). La banca de relaciones Los cambios necesarios, como respuesta al nuevo entorno financiero, pueden resumirse de la siguiente manera: a) Se necesita modificar el papel de la oficina comercial bancaria en el sentido de ofrecer nuevos productos y servicios tanto bancarios como estrictamente financieros. b) Para un mayor acercamiento entre las oficinas y los mercados, a los cuales tienen que atender, se deben de especializar tanto en su forma de actuar comercial como en la segmentación por clientes. c) Uso de nuevas tecnologías de comunicación para atender los requerimientos de rapidez, flexibilidad y de mejora de los sistemas de comunicación. 57 180 Es decir, de la banca virtual, que opera con independencia del lugar físico donde tiene sus instalaciones, o una banca sin sucursales, donde los instrumentos sean: objetivo muy claro y rapidez en la consecución, flexible y amigable. Estos cambios deben girar alrededor de una redefinición de la función a realizar por las oficinas bancarias: considerar la oficina bancaria como una unidad de negocio y como un centro de beneficios. Es decir, debe orientarse hacia un objetivo de una banca de clientes relacional que mide el trato y que configura la red de oficinas hacia el objetivo de la venta y la fidelidad de los clientes. Es bueno diferenciar las estrategias de una banca orientada hacia el producto y otra orientada hacia la relación. La banca de producto se caracteriza por: - Ofrecer ampliamente sus productos y servicios. - Poner énfasis en la innovación, precios, tecnología, comunicación publicitaria y producto. - Segmentar por tipo de demanda. - Atender demandas parciales. - Tener una visión “taylorista” de la actividad económica. La banca de relación se caracteriza por: - Crear paquetes de productos y servicios integrales. - Poner énfasis en la especialización de los paquetes para distintos segmentos con incentivos para la consolidación de la relación. El focus es la relación basada en la calidad del servicio. - Segmentar por nivel socioeconómico, ciclos y estilos de vida. - Brindar atención global a la persona, desde una perspectiva histórica. - Tener una visión participativa de la actividad económica. La importancia de mantener una estrecha relación oficinacliente continua está plenamente justificada. La eficacia de una oficina depende principalmente de cuatro factores: buen trato al cliente, agilidad y rigidez en las operaciones, competencia de los empleados y profesionalismo de los directivos. Si bien el proceso de automatización de las oficinas, iniciado hace años, aumentará en el futuro pero se mantendrá el servicio personalizado al cliente. 181