celebrada el lunes, 7 de noviembre de 1988

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111 Legislatura
Comisiones. Núm. 127
Ano 1988
CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
SENADO
COMISION ESPECIAL DE INVESTIGACION DE LA VIOLENCIA
EN LOS ESPECTACULOS DEPORTIVOS, CON ESPECIAL
REFERENCIA AL FUTBOL
PRESIDENCIA DE DON BERNARDO BAYONA AZNAR
Sesión informativa
celebrada el lunes, 7 de noviembre de 1988
Orden del día:
- Comparecencia de los señores Presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles y Secretario General de la Asociación de Jugadores de Baloncesto.
Se abre la sesión a las doce horas y cinco minutos.
El xiior PRESIDENTE:Comenzamos la sesión. Se va
a distribuir a los setiores portavoces de los grupos parlamentarios las actas números 4 y 5 de esta Comisión Especial sobre la violencia en los espectáculos deportivos,
con objeto de que puedan disponer de ellas, y al. término
de la sesión de la mañana de hoy procederemos a su aprobación si no hay observaciones que hacer por parte de los
distintos portavoces.
Ruego al señor Letrado pase lista de las asistencias.
Por el señor Letrado se procede a la comprohucihii úc los
señores Senadores presentes y representudos.
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El señor PRESIDENTE: La Comisión de esta mañana
tiene por objeto la comparecencia de los representantes
de la Asociación de jugadores de fútbol y de la Asociación
de jugadores de baloncesto. En nombre de la Asociación
de,Futbolistas Españoles, de la AFE, comparece su nuevo
Presidente el señor González Movilla, y en nombre de la
Asociación de Jugadores de Baloncesto, en la que también
se ha producido un cambio en la presidencia, el Secretario General señor Deulofeu. Como es habitual, intervendrán ellos en primer lugar para una breve presentación
del tema que nos ocupa en esta Comisión y posteriormente abriremos el turno de portavoces. Por tanto, va a hacer
uso de la palabra el señor González Movilla, Presidente
de la AFE.
El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DE FUTBOLISTAS ESPAÑOLES (González Movilla): Señorías,
muy buenos días. En mi primera intervención pública
como representante del colectivo de futbolistas, confío en
que la óptica que les presente les ayude a tratar el problema de la violentia en el sentido de colaboración completa, y desde aquí apostamos por ello.
Al iniciar la exposición de estas reflexiones sobre la violencia en el fútbol, hechas desde la perspectiva del futbolista, se me vienen a la memoria las imágenes de los capitanes del Liverpool y de la Juventus cuando, en un estadio Heysel asolado por la tragedia, hacían un dramático llamamiento a la concordia futbolística para que aquella tristísima final pudiera disputarse sin más traumas.
Apenas dos años después supimos de la noticia que protagonizaban los jugadores holandeses cuando, a raíz de
aquellos lamentables incidentes en el encuentro internacional con Chipre, se dirigían a los pobladores de los graderíos pidiéndoles cordura y deportividad antes de que se
disputaran los partidos de la última jornada del campeonato.
Los futbolistas españoles no han sido insensibles a este
fenómeno que azota con frecuencia el planeta balompédico y así, el pasado mes de marzo, la asociación que les
aglutina, AFE, decidió llevar a cabo un estudio que permitiera pulsar la opinión de los propios jugadores sobre
un problema que les afecta de lleno y que muchas veces
padecen directamente. Quizá muchos de ustedes ya conozcan los contenidos y las conclusiones de tal estudio
que, en todo caso, ha querido tener la virtualidad de erigirse en un instrumento que coadyuve al tratamiento del
problema de la violencia en el deporte y en nuestro deporte, partiendo de las opiniones del propio colectivo que
no elude todas sus facetas y las aborda mediante un reflexivo autoanálisis de su conducta. Los futbolistas españoles tenemos la misma inquietud que otros estamentos.
Por eso abordamos la iniciativa anterior y por eso estamos aquí, ante esta Comisión, para exponer -con el
máximo respeto y a la vez con el máximo reconocimiento
por concedérsenos la posibilidad- nuestras consideraciones y nuestra propia experiencia, en la confianza de que
los testimonios sean útiles a la misma Comisión y a los
planteamientos que con vistas al futuro puedan hacerse
en orden a la solución dcl problcnia.
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La primera de las conclusiones a que se llega en el citado muestreo, cuya copia íntegra adjuntamos, es que el
conjunto de factores que explica la aparición de la violencia, tanto en el terreno de juego como fuera de él, «escapa completamente a la voluntad concreta del jugador profesional, ya que -se puede afirmar con rotundidad- este
fenómeno surge y se desarrolla en un enfrentamiento público local-árbitro)).El porqué de este enfrentamiento tiene una respuesta densa y compleja, y seguro que alguno
de sus aspectos ya ha sido abordado por otras personas
que han comparecido ante la Comisión para exponer sus
puntos de vista. Sin querer desviar culpas o asirnos a un
concepto genérico desde el que justificar conductas, parece claro que la heterogeneidad de la sociedad y el cúmulo de circunstancias que condiciona el desenvolvimiento de ésta sean las razones que impulsan comportamientos que luego generan las situaciones más reprobables. Acaso las palabras de Rafael Cortés Elvira, Director
General del Consejo Superior de Deportes (CDS), en ocasión de la presentación de nuestra encuesta, sean suficientemente indicativas de las raíces sociales que se encuentran en el problema de la violencia. ((Existe-decía Cortés- porque la sociedad está sumida en una degeneración y marginación social, al tiempo que se da una falta
total de integración de muchos sectoreso.
Pero el futbolista es parte activa y, por tanto, no puede
escurrir el bulto ni permanecer impasible ante ese enfrentamiento. Es más, ha de contribuir para superarlo procurando conservar puras las esencias del deporte o del espectáculo. Puede que, dfcho así, suene a música celestial
o a objetivos urópicos, pero no es menos cierto que, siepdo plenamente conscientes del rol que nos toca asumir, estamos obligados a aportar lo que de nosotros pueda esperarse con tal de mitigar el problema, ya sea revisando estructuras o esquemas sociales, ya sea transformando sustancialmente las conductas que puedan dar lugar a otros
conflictos. En definitiva, los futbolistas hemos de salir
también de la espiral de la violencia.
El jugador profesional ha de tener sus propias claves
ante una serie de condicionamientos que se dan durante
su ejercicio activo. Ha de percibir, por ejemplo, la violencia con que se emplee el contrario. Pero ha de medir también su reacción de violencia o de inhibición ante el comportamiento influido por la violencia propia y la del contrario. A nadie escapa, por aproximarnos a las consecuencias más palmarias, que existen los riesgos de lesiones, y
en ese campo hay toda una experiencia personal sobre la
que hablar, analizada incluso desde la diversidad de las
demarcaciones en la cancha. Ya cetiidos al juego, se hace
necesario diferenciar entre violencia y agresión. N o olvidemos la violencia verbal, el cruce de insultos, típica antesala de las grescas. Hasta la teatralidad, bien por inexistencia de la falta, bien por exageración de algún lance,
debe tenerse en cuenta.
Como se verá, hay un conjunto de factores sobre el que
debemos posicionarnos. Sólo así seremos capaces de
afrontar otra de las respuestas contenidas en el estudio
que ha servido de base para esta intervención y que no
cxime a los jugadores de su condición de agentes de la vio-
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lencia. Y hay que tener cuidado porque nosotros mismos
sufrimos las consecuencias, como lo prueba este dato de
referencia. En Alemania Federal, en la décima jornada del
campeonato de la temporada pasada, un tercio de los jugadores titulares no pudieron alinearse por encontrarse
lesionados. Ello prueba, a su vez, la necesidad de salir de
la espiral, en la que si el componente agresivo trasciende
desde el exterior al graderío desde aquí se extrapola a la
cancha de juego.
Estamos decididamente inclinados por las medidas
preventivas, y desde aquí anunciamos nuestra voluntad
de participar en cuantas iniciativas disipen las irregularidades que inciden negativamente en el desarrollo futbolístico. No se trata, además, de prevenir sobre hechos consumados o cuando todavía está fresca alguna tragedia, tal
como reflejamos al principio de la intervención. Hay que
procurar todo un programa de acciones sobre el que una
y otra vez giren los protagonistas. Los futbolistas estamos
claramente dispuestos. Así se refleja en el contenido de
una circular remitida a nuestros asociados. En ella se expresa nuestra preocupación por este asunto, de manera
que nos dirigimos a todos los futbolistas «para que las situaciones que puedan producir atisbos de violencia sean
desconsideradas, empezando -leemos textualmentepor las declaraciones públicas antes y después de los partidos, en especial de los propios compañeros, y cuando se
den circunstancias de gran rivalidad)).((Calentar el ambiente -decía nuestra circular- está bien y es bueno
para atraer a los espectadores que son quienes, en definitiva, permiten que el fútbol siga siendo lo que es. Pero los
métodos deben cambiarse ofreciendo espectáculo en lugar de riñas; esparcimiento y recreo en lugar de estrés;
opiniones constructivas en lugar de críticas personales)).
También subrayábamos que se trataba de fórmulas que
todos los componentes de este mundo futbolístico, clubes,
jugadores, árbitros, entrenadores, dirigentes y medios de
comunicación, pueden comenzar a utilizar. Y nuestra última recomendación: «Los futbolistas, con nuestra forma
de comportarnos día a día, hemos de hacer ver que, aunque el fútbol es un deporte fuerte, duro a veces, está siempre dentro de unas normas de comportamiento que no
traspasan el límite del respeto a los demás y, en especial,
que el deporte y la violencia son dos ingredientes que juntos no hacen servicio alguno.))
Está clara, pues, nuestra predisposición a particular en
todas las actuaciones que vayan directamente a la raíz
del mal para acabar con ella progresivamente. Es un esfuerzo ingente, lo sabemos, pero no quedará por los futbolistas españoles si se trata de avanzar. En este sentido
nos gustaría que otras instituciones apostasen decididamente; igual que lo hacemos nosotros. Es significativo
que, en la encuesta que elaboramos, otra de las conclusiones haga referencia a que la Federación Española no
funciona ante la violencia. Los jugadores de Segunda Divisiím « A » son los más críticos en este aspecto. Y como
quiera que entre los resultados hay mayoritarias respuestas en el sentido de incorporar a los profesionales en los
brganos de trabajo de la propia Federación, reafirmamos
aquí no sólo nuestra predisposición para hacerlo, sino
para colaborar con otras instituciones o poderes públicos
que están obligados a impedir el fortalecimiento del fenómeno de la violencia. Los futbolistas, que nos sentimos
perjudicados por las características de tal fenómeno, tambén abogamos por un cambio en la mentalidad que sólo
es posible desde compromisos serios, rigurosos y conjuntos. Si a nosotros se nos pide -y miren que estamos aquí
tratando de ser autocríticos y poco complacientes-, es
justo que también solicitemos de las otras partes asuman
su cuota de responsabilidad y , lejos de permanecer cruzados de brazos, pongan en marcha iniciativas que hagan
del fútbol el espectáculo al que el instinto de la violencia
no tiene derecho a desvirtuar.
El Príncipe Rainiero de Mónaco, Presidente de la liga
autoviolencia, escribió que para eliminar la violencia
«hay que dejar de lado numerosas costumbres rutinarias
y principios falsos, que actualmente llevan a ciertos responsables a cegarse ante la evolución de las costumbres
y el medio ambiente y a encerrarse dentro de un conservadurismo cómplice y culpable: el inmovilismo condena
así al deporte a una degradación continua e ineluctable)).
Nuestra opinión personal es que el hecho de abordar
ante esta representación del Poder Legislativo un problema tan trascendente revela sensibilidad e inquietud. Si
nuestro país se adhirió al Convenio Europeo en agosto del
pasado año, si se han sucedido pronunciamientos públicos de autoridades deportivas y de dirigentes en general,
no sólo condenando hechos reprobables sino clamando
por la necesidad de variar radicalmente conductas y comportamientos, estamos dando pasos para acabar con las
rutinas advertidas por el príncipe monagesco y para hacer ver a quienes están anclados en el inmovilismo que deben afrontar otra dinámica. A esa degradación también
contribuyen la irresponsabilidad y la falta de sentido común cuando, perdido todo norte de objetividad, se dicen
o se hacen cosas que agravan el ustatu quon. De ahí nuestro anterior llamamiento, nuestra invitación a que se tenga la m i h a capacidad de autoanálisis para encarar el
problema y encauzar sus soluciones. Si los futbolistas somos conscientes de que la vulneración de las reglas de juego acarrea siempre una sanción para el infractor, también planteamos que las conductas de responsables de
otros estamentos no deben estar signadas por la inhibición o por la decisión presionada de los más variados intereses. Los futbolistas también aplaudimos cuantas medidas, vengan desde la iniciativa oficial o privada, se institucionalicen para apremiar el juego deportivo y leal. Y
hasta nos permitimos solicitar de los medios de comunicación que les concedan la misma o igual importancia que
a otros hechos destacados por distinta naturaleza. Téngase en cuenta que, según los resultados de nuestra encuesta, los medios no son considerados como elementos motores del fenómeno, aunque podrían aumentar su esfuerzo para combatirlos.
El periodista tinerfeño Salvador García escribió hace
unos anos que la violencia desaparecía en la medida que
la sociedad evolucionara y adquiriese una madurez que
le permitieran distinguir las dimensiones deportivas y
condenar las desviaciones que en su contexto se produjc-
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ran. Tal como han transcurrido las cosas, puede decirse
que ese planteamiento del periodista se ha convertido en
una apelación al pacifismo. Y es que tal como afirmó Rainiero de Mónaco, «los terrenos de deportes deben quedar
fuera del alcance de las agresiones de la vida moderna y
convertirse en el lugar de refugio donde uno se afirma y
se supera a sí mismo, tanto en ia victoria como en la
derrota)).Estas palabras son todo un mensaje que los futbolistas españoles queremos asimilar y poner en práctica. En el nombre de la Asociación que los agrupa, nos
complace el haber podido expresar aquí estas ideas; ideas
que deben dar paso a los hechos. Son los que la sociedad
nos demanda; son los que nuestro propio colectivo espera. Reiteramos que estamos dispuestos a colaborar. Jugaremos nuestro papel con responsabilidad, sin comportamientos huidizos. Apelamos al pacifismo en las canchas,
conscientes de que fuera de ellas hay también mucho que
hacer y meditar. Cuenten también con nosotros. Aquí están nuestra encuesta y nuestro testimonio.
Muchas gracias.
El sefior PRESIDENTE: Gracias, señor González Movilla.
Quiero anunciar a sus señorías que el estudio-encuesta
dirigido por la AFE, a que ha hecho referencia su Presidente, ha sido enviado a fotocopiar para distribuir a los
señores Senadores a lo largo de esta comparecencia.
A continuación tiene la palabra el señor Deulofeu, Secretario General de la Asociación de Jugadores de Baloncesto.
El señor SECRETARIO GENERAL DE LA ASOCIACION DE JUGADORES DE BALONCESTO (Deulofeu Gibert): Muy buenos días, señorías, medios de información
y demás asistentes.
Que la violencia es un fenómeno social actual de enorme envergadura, cuyos orígenes son básicamente extratios al deporte, denuncia y proclama el Convenio europeo
sobre violencia en el deporte en su exposición de motivos.
Efectivamente, la violencia en el deporte no es un fenómeno que aparece por generación espontánea, sino que se
trata, sin duda, de un reflejo de la violencia que existe en
la misma sociedad y que se proyecta ineludiblemente en
el deporte de masas, por cuanto se dan en él unas circunstancias propicias para su desarrollo. La violencia está en
la calle, está en las proyecciones cinematográficas, en diversos espectáculos multitudinarios y se nos muestra cotidianamente a través de todos los medios de información.
Factores como el desempleo y la drogadicción, estrechamente conectados entre ellos, infuyen de una manera considerable sobre la generación de estas circunstancias que
propician la violencia. Su erradicación, o en su defecto su
paliación, es una necesidad social que se impone con
suma urgencia y a la que todos estamos obligados a contribuir. La profesionalización del deporte, como un reflejo de una sociedad más consumista, es un factor que sin
duda ha contribuido también a generar estas circunstancias que pueden propiciar la violencia, cn cuanto que esta
profesionalización genera mayorcs csigcncias, mayor rcs-
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ponsabilidad, tanto por parte de sus protagonistas como
por parte de sus dirigentes.
¿Cuáles serían las medidas eficaces para poder paliar o
erradicar esta violencia? ¿Tendremos que enumerar cada
una de ellas, que son sobradamente conocidas de ustedes?
Sería un trabajo arduo o innecesario para sus señorías. El
convenio Europeo antes mencionado y todas las medidas
que se han adoptado a través del Ministerio del Interior,
del Ministerio de Educación y Ciencia y del propio Consejo Superior de Deportes serían suficientes para erradicar este problema que tanto nos preocupa a todos.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Deulofeu .
Concluidas las intervenciones iniciales a los señores
comparecientes, se abre el turno de portavoces. En primer lugar tiene la palabra el señor Aizarna, en nombre
del Grupo Mixto.
El señor AIZARNA AZULA: Señor Presidente, por descontado y en primer lugar agradecer a los señores González Movilla y Deulofeu su comparecencia y la información que nos han proporcionado en forma de resumen.
No quiero alagarme puesto que los demás representantes de los grupos del Senado también intervendrán, y quisiera plantear algunas preguntas concretamente al señor
González Movilla. ¿La vinculación que existe entre los jugadores de fútbol y la AFE, sea la que sea la división a
que pertenezcan, supone para ellos una relación más íntima, más vinculante -si vale la expresión-, que con sus
propios clubs? Es decir; en algún momento puede la AFE
dar algunas instrucciones que no estén en consonancia
con las que el propio club dé a sus jugadores y éstos se
inclinen más por atender a la AFE? Otra pregunta, derivada de esta misma, sería la siguiente: ¿Cómo estima la
Asociación de Futbolistas Españoles que es valorada o admitida en su relación por los propios clubs? En la circular que se ha enviado a los jugadores, según se dice, se les
recuerda, porque el jugador ya lo ha experimentado en su
propia persona en casi todos los partidos, que calentar el,
ambiente es bueno, pero no llegar al extremo de que suponga una riña o un enfrentamiento o incluso, como hemos leído en la prensa, que un árbitro haya tenidp que salir protegido por la fuerza pública en la jornada de ayer.
¿Tiene posibilidad la AFE de sancionar, al jugador por la
vía directa de su relación independientemente de las medidas que tome el club? Y por lo que se refiere a las esencias puras del deporte -que es una frase que nos llega a
todos v que ha sido pronunciada por el Director del Consejo Superior de Deportes-, no le pido una definición exhaustiva porque comprendo que es una expresión muy genérica, pero teniendo en cuenta la profesionalización a la
que se ha referido el señor Deulofeu ¿qué supondría hoy
día para los jugadores las esencias puras del deporte?
Respecto al señor Deulofeu -ya lo ha mencionado de
paso- sería casi un tópico atribuir a la sociedad las causas de la violencia, en que seguramente será cierto, pero
lo que deseamos en esta Comisión es tratar de especificar
cuáles son los aspectos que directamente inciden en la
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violencia en los espectáculos deportivos como reflejo de
la parte de la sociedad que a ellos asiste y en cuanto a
sus practicantes. Tengo muy en cuenta lo que antes ha dicho -y ya lo he expresado así- respecto de que la profesionalización en el deporte viene a exigir más a los propios jugadores, a los clubs, a los directivos, a los entrenadores, etcétera. Quisiera, pues, que me concretara, si fuera posible, aspectos más amplios concernientes a la influencia que la profesionalización pueda tener respecto a
la violencia en el deporte.
El señor PRESIDENTE: A continuación tiene la palabra el Senador Gaminde, del Grupo de Senadores Nacionalistas Vascos.
El señor GAMINDE ALIX: Señor Presidente, como es
natural deseo agradecer su presencia en esta Comisión y
sus explicaciones.
Al señor González Movilla debo decirle que me ha sido
francamente grato oírle decir que los jugadores pueden
ser agentes de la violencia con determinadas conductas.
Estamos todos convencidos de que la violencia en el deporte forma parte de la violencia general de la sociedad.
Pero el hecho cierto es que hay determinadas motivaciones que pueden generar una violencia específica y particular. Y digo que me ha gustado mucho su expresión porque este autorreconocimiento, viniendo precisamente de
los jugadores, me parece francamente positivo. En esta
Comisión un determinado Presidente de una importante
federación decía que el juego en la cancha no genera violencia, opinión con la que estoy absolutamente en contra
y que usted me ha ratificado. Estoy de acuerdo con su exposición y vuelvo a repetirle que me ha agradado enormemente que el representante de los jugadores profesionales se haya manifestado como lo ha hecho.
Respecto al señor Deulofeu, quiero glosar sus palabras
sobre que la profesionalización puede haber sido una de
las causas engendradoras de la violencia en los espectáculos deportivos. Dicho esto, como el Senador Aizarna
-no compañero de partido pero sí compañero de Senado
y conciudadano míha hecho la pregunta que yo tenía
pensado formular, la relativa a si la AFE tiene medios
para conseguir, a través de sanciones, que los jugadores
se comporten correctamente, me abstengo de hacer más
preguntas después de estas exposiciones que me han aclarado mis conceptos mentales.
El señor PRESIDENTE: Gracias, Senador Gaminde.
Tiene la palabra el Senador Valverde, por el'Grupo del
Centro Democrático y Social.
El señor VALVERDE ORTEGA: Gracias a los dos comparecientes por sus declaraciones.
A la altura en que llevamos los trabajos de la Comisión,
me ha sido grato el escucharles puesto que se ha planteado una cuestión que hasta ahora no se había tratado. Hasta el momento estábamos teniendo dos tipos de comparecientes, los que denomino agentes activos de los espectáculos deportivos y agentes pasivos, sobre todo institu-
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ciones, órganos, presidentes, directivos, etcétera; agentes
pasivos en cuanto a la dinámica interna de los propios espectáculos deportivos. Ustedes han hecho dos referencias
interesantes, especialmente usted, señor González MoviHa: la profesionalización, cuestión clave para que la esencia del espectáculo adquiera sus máximas cotas de deportividad y las mínimas cotas de violencia. Y, a la vez, ha
dicho algo que ya hemos recogido aquí: ¡ojo al inmovilismo de los responsables! Y no porque lo haya dicho usted,
sino porque lo transmitía incluso de instancias superiores a la propia AFE. Me gustaría que usted nos explicara
de viva voz, aunque todos lo intuimos, de qué manera perciben ustedes ese inmovilismo de los responsables de los
organismos deportivos. Aquí hemos hablado muchas veces -y se lo digo para su consuelo- de esa enmarañada
red de reglamentos y disposiciones que rigen las estructuras del deporte y que han quedado ya desfasadas. Pero,
jcómo percibe eso el jugador profesional, tanto de fútbol
como de baloncesto?
También ha mencionado algo muy importante: premios al juego deportivo y leal. Nosotros hemos señalado
también en la Comisión que hay una insensibilidad social
grave, e incluso una insensibilidad pedagógica, en algunos medios, especialmente la televisión. Que ahora se nos
diga que el juego deportivo y leal debe tener -yo he creído entenderlo así y le ruego que me lo aclare- como una
especie de reconocimiento más que de premio, de reconocimiento social, amplio, es un terreno que, en mi opinión,
no se produce todavía, está inédito. No sé, ustedes quizá
lo puedan saber mejor que yo, pero creo que la entrega
de una copa al final de un trofeo no mide exactamente las
condiciones de deportividad, sino solamente el éxito de
una composición, no los valores humanos, que es a lo que
usted se refería.
El señor Deulofeu ha dicho algo que también hemos
oído aquí y que en baloncesto llama la atención: los orígenes de la violencia en factores extraños al deporte, y se
ha citado, la calle, el cine, los espectáculos, el desempleo,
la drogadicción, etcétera, y ha dicho que la erradicación
de la violencia es una necesidad social.
Es cierto que en el baloncesto -y es una opinión coincidente en la Comisión- no hay una violencia tan clara
como en el fútbol; es otra videncia más selectiva, permítanme la expresión. Pero yo creo que, en la cancha, hablando ahora de los agentes dinámicos del deporte, existe una violencia potencial que pudiera ser en algunos momentos bastante más explosiva que la del fútbol. ¿Quizá
ocurre, y ésa es la cuestión, que hay una mayor capacidad de autocontrol o una mayor profesionalidad en el jugador de baloncesto que en el de fútbol? Lo diré de otra
manera: acaso llegar a ser un jugador destacado de baloncesto sea más difícil que ser un buen jugador de fútbol y puede que se deba a eso. Esta es una matización que
a mí me gustaría conocer para medir también lo que decía el señor González Movilla de que es menester profesionalizar bastante al jugador de fútbol, y no profesionalizarlo sólo con contratos y con rcsponsabilidades marcadas por entrenadores y directivos, sino quizás desde dentro del propio jugador.
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Y termino diciendo -es mi particular opinión y me
gustaría que ustedes la contrastaran- que los llamados
agentes activos del deporte, del espectáculo deportivo,
son los más profesionales, los que mejor tienen medidas
las consecuencias de sus actos, los que en definitiva evitan que la violencia se produzca en grados máximos. Y
también es mi particular opinión que los llamados agentes pasivos -en este momento aquejados de un fuerte inmovilismo y de una fuerte carga de retrogradismo, o como
lo quieran llamar, en sus organizaciones y en sus estructuras- contribuyen en mayor medida que los profesionales a generar algunas condiciones de violencia. Esa es mi
particular opinión. Si estoy equivocado me gustaría que
me lo dijeran. Si estoy acertado no hace falta que me lo
digan, pero convendría oírles.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el Senador de
Alianza Popular, señor Bris.
El señor BRIS GALLEGO: En primer lugar, quiero
agradecer la presencia del Presidente de la AFE y del Secretario General de la Asociación de Baloncestistas Profesionales.
A lo largo de estas comparecencias se está llegando a
muchas conclusiones, alguna de ellas es que la violencia
que se genera en los terrenos de fútbol o en las canchas
de baloncesto tiene después un reflejo en los graderíos, teniendo en cuenta que los protagonistas son los árbitros y
los jugadores y, en todo caso, también los entrenadores o
masajistas. Aquí se ha dicho, entre otras cosas, por el Presidente de la AFE que muchas veces la violencia escapa a
la voluntad concreta del jugador profesional. En la encuesta que él menciona, o si no en ésa por lo menos en
una que publicó el diario «El País», se decía que un 29
por ciento de la violencia se achacaba al comportamiento de los jugadores dentro del terreno de juego o bien en
las canchas de baloncesto. Concretamente esta encuesta
se refería al fútbol, por ser un deporte más de masas. La
violencia, por desgracia, es un factor importante dentro
del deporte. Hay muchos futbolistas -se decía en esa encuesta que un 30 por ciento- que son violentos. Lo que
sucede es que esa violencia que se genera en el campo de
fútbol es como la pescadilla que se muerde la cola, porque luego vuelve a reflejarse en las gradas y , como consecuencia, se descarga otra vez en el jugador. La opinión
que existe es que quizá el futbolista, el baloncestista, el
deportista, esté presionado y que haya una serie de causas que le obliguen a ser un agente generador de violencia, como se ha dicho.
A mí me gustaría que nos comentase esas causas. Así,
por ejemplo, la opinión que le merece la declaración de
los dirigentes o de los propios entrenadores presionados
siempre por un resultado.
La encuesta también decía que un 20 por ciento de futbolistas habían sido inducidos a la violencia por parte de
directivos. iQué piensa usted al respecto de las declaraciones de los dirigentes y del comportamiento de los cntrcnadores ante los partidos de fútbol?
Otra causa importante son los intcrcscs economicos que
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se mueven en este mundo en estos momentos. El futbolista necesita triunfar, tiene que ganar, y el balocestista
lo mismo. Hay unos grandes intereses. Están las casas comerciales, están los «sponsors»,está el que una firma determinada de botas le haga u11 contrato, o que se juegue
con un balón o que se vista con un chandal. En cierto
modo -y yo creo que las asociaciones deberían luchar
por evitar todo esto- el deportista está convirtiéndose en
una especie de hucha al que en un momento determinado únicamente le está importando ganar dinero. Concretamente hoy, por ejemplo, se reúnen para tratar las primas de la selección nacional. Yo creo, o por lo menos así
ha sido considerado siempre por el deportista, que ya el
mero hecho de vestir una camiseta nacional de España es
algo importante y en estos momentos están anteponiendo sus intereses económicos. Quisiera que también se hablara sobre esto y de las posibilidades que tienen las asociaciones para hacer menos mercantil el deporte y hacerlo más deporte, porque el otro día un presidente de club
nos decía aquí que nos olvidemos de que el fútbol es un
deporte, que el fútbol es únicamente un espectáculo.
También en otras comparecencias -se ha hablado mucho en los medios de comunicación- se ha llegado a decir -afirmaciones que nuestro Grupo no comparte- que
una calificación de un deportista tiene durante tres partidos consecutivos un cero o un guión le hundía. El deportista tiene que poner todos los medios de su parte para
triunfar, porque ha de defender los intereses que se mueven a su alrededor y su propia imagen.
En el informe del Parlamento Europeo se ha hablado
muchas veces del U doping» como consecuencia de la violencia. Querría preguntar tambikn si existe «doping» en
los dos deportes que están aquí representados (baloncesto y fútbol), y si consideran acertadas las medidas de control anti-«doping» que se van a establecer en esa lucha
contra la violencia en el caso del fútbol, o si el baloncesto
piensa adoptarlas en breve.
Quiero hablar asimismo de otra causa de la violencia,
que es lo muy sobrecargadas que están las temporadas,
los muchos partidos que juega el deportista. También se
ha dicho en cierta medida por parte de los estamentos europeos que esto es causa generadora de violencia porque
la tensión del deportista es muy grande. Los clubes únicamente se preocupan de hacer taquilla, ganar dinero, cubrir el presupuesto. ¿Va a intervenir AFE y la Asociación
de Balocestistas para influir en los calendarios, y cómo lo
va a hacer?
Estas causas provocan una serie de consecuencias que
todos conocen, que son: la protesta del deportista de manera elocuente y provocativa ante las decisiones arbitrales por considerar que ha habido un error, las declaraciones a las que se han referido los representantes de los profesionales que nos acompañan, las agresiones y acciones
violentas. Pero lo importante sería hablar de las medidas
que se podrían adoptar.
El Presidente de la AFE se ha referido a medidas preventivas. Pero creo que habría que establecer medidas
cducat ivas.
Se ha dicho que la mayoría de los futbolistas de Espa-
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ña no conocen el reglamento, lo que es causa de que se
produzca violencia, puesto que no aceptan las decisiones
del árbitro, que muchas veces son legales. Querríamos
que se nos aclarara qué es lo que están haciendo AFE y
la Asociación de Baloncesto para dar a conocer este
reglamento.
El Presidente de la Federación Española de Fútbol, en
su comparecencia, decía que tenía la suerte de haber salido de una escuela de fútbol, de la de Lezama. A través
de las dos asociaciones de profesionales, ¿cómo se va a potenciar las escuelas de jugadores de baloncesto y futbolistas: Lezama, Mareo, Ciudad Deportiva, etcétera?
Cuando se llega al momento de cometer la infracción,
hay que hablar de sanciones. Se puede aplicar varios tipos de sanciones; se ha hablado de las económicas, de suspensión de partidos al jugador, de cierre de campo. ¿Qué
creen que sería lo más acertado? Como han dicho ciertos
compañeros míos, ¿piensan ustedes que las asociaciones
respectivas de baloncesto y de fútbol pueden actuar sancionando a su propio jugador? Como se decía el otro día
en el programa de la NBA, ¿esas sanciones podrían ser exclusivamente de tipo económico pero de gran volumen y
s610 al jugador, de tal forma que se salvase el espectáculo, con idea de que un jugador importante no estuviese
sin jugar durante varios partidos? ¿Se pueden aplicar sanciones acumulativas, como sucede en Inglaterra en el caso
del fútbol, para que no existiera sólo la posibilidad de la
expulsión o tarjeta roja o amarilla, sino que existiera una
acumulación de puntos, de tal manera que según llegase
a noviembre, febrero o junio, y en función del número de
puntos que se haya acumulado por actos indisciplinarios
dentro del campo de juego o de la cancha, se le castigase
con tres, dos o un partido, según el tope a que haya
llegado?
Por último, me voy a referir a las medidas de protección del deportista. A éste se le exige mucho primeramente y muy poco en un número determinado de años. El deportista puede pasar de ser una persona carismática, dentro de la sociedad, a ser olvidada totalmente ...
El Parlamento Europeo, con respecto a los deportistas,
aconsejaba que existiera un control constante médico,
mental y social. ¿Qué opinan ustedes sobre esto?
También quiero tratar el aspecto del reciclaje del deportista al retirarse. Esto tiene importancia dentro del
mundo de la violencia porque él se ve obligado a triunfar
en muy pocos años y a edificar su posible futuro. Sobre
este tema me gustaría que me informasen.
El seiior PRESIDENTE: Quiero advertirle que el objeto de esta Comisión especial es investigar la violencia en
los espectáculos deportivos.
Quizá su planteamiento sobre la opinión general acerca del control anti-«doping»,sino sobre la violencia, por
lo que las referencias al udopingn únicamente se podrán
justificar en tanto en cuanto tengan que ver con la
violencia.
Creo que ésa sea la intención del señor Senador. (El senor Bris Gallego pide la palabra.) Tiene la palabra.
COMISIONES.-NÚM.
127
El señor BRIS GALLEGO: Señor Presidente, el «doping» es una de las causas fundamentales que genera violencia en los espectáculos deportivos, según el informe europeo. En ese sentido iba encaminada mi intervención, no
en un ámbito más general.
El señor PRESIDENTE: De acuerdo, senador Bris. Circunscrito así el tema del «doping»,continuamos el debate.
A continuación tiene la palabra el Senador del Grupo
Socialista, señor Alonso.
El señor ALONSO ALONSO: Quiero agradecer la comparecencia del señor Deulofeu, Secretario General de la
Asociación de Baloncesto Profesional, y del señor González Movilla, Presidente de la AFE, así como aprovechar
esta oportunidad para desearles toda clase de éxitos al
frente de las mismas. También deseo manifestar el recuerdo para el primer presidente de la AFE, excelente jugador y mejor persona que es Joaquín Sierra, «Quina», que
hoy tiene la delicadeza de acompañarnos.
Dicho esto, quería manifestar que estoy totalmente de
acuerdo con su intervención en el sentido global de que
el futbolista tiene una buena disposición contra la violencia. Ha puesto el ejemplo de la Juventus-Liverpool, pero
en todos los campos de fútbol vemos esta actitud frecuentemente. Si esto es cierto, no lo es menos que hay excepciones. Esos gestos antideportivos, esa teatralidad de los
jugadores profesionales en muchos casos, esas entradas
violentas que provocan que el público se encare fundamentalmente con las decisiones arbitrales pueden calentar claramente el ambiente, como se dice en términos futbolísticos. Parte de la teatralidad y de los gestos de los mitos son imitados por los niños y por los adolescentes que
mañana serán hombres, con lo que la cadena nunca
finaliza.
Quisiera referirme fundamentalmente a la AFE. Le extrañará guizá el porqué de esta intervención. Desearía
que la AFE no fuera sólo un sindicato absolutamente reivindicativo, como tiene que serlo, y que su acción concluyese ahí. Creo que hay que posibilitar -y sé que lo están
intentando, me gustaría conocer alguna de las medidas
que están a d o p t a n d w que el futbolista no sea sólo profesional, no dependa exclusivamente del fútbol. Cuando
es así, cuando depende de la relación de un contrato,
cuando su vida futbolística termina pronto, porque su
carrera es corta, genera actitudes y posiciones violentas
dentro y fuera del campo, así como declaraciones generadoras de violencia. Por eso la AFE ha de trabajar en esa
dirección, porque es bueno para el propio futbolísta, que
muchas veces no sabe en qué ocuparse al terminar su vida
deportiva, y quizá desea alargarla, en ocasiones en exceso.
El señor Presidente y todos ustedes perdonarán que
ruente una anécdota personal, y ya sé que conocen mu:has. Cuando en etapa juvenil participé en uno de esos
partidillos que se efectúan los jueves, en dos ocasiones
tuve la suerte de driblar al defensa central quc cn aquel
momento habia.en ese equipo, y ante la rcgañina del entrenador en la tercera ocasión me dijo: Lo sicnto, chaval,
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7 DE NOVIEMBRE DE 1988
pero no pasas más. Creí que era una amenaza, pero se convirtió en realidad. Comprendo que él era un profesional
y yo un «amateur».
En ese sentido creo que la AFE tiene que trabajar. Es
tremendamente importante que lo hagan para mentalizar a la gente. Se ha preguntado anteriormente por ciertos portavoces que cuál era su fuerza. Me parece que no
puede ser coercitiva, sino indicativa para lograr la mentalización de los propios futbolistas profesionales.
En cuanto la profesionalización del baloncesto, como
ha dicho muy bien el Secretario General, efectivamente
se ha producido un cambio en parte de sus estructuras.
Antes era hermoso contemplar a los profesionales del baloncesto. Al no ser profesionales, vivían el baloncesto desde un punto de vista «amateur» y existía una concepción
mucho más limpia y hermosa del deporte. La sociedad y
las circunstancias mandan para que ahora no sea así y a
nadie se le escapa que los baloncestistas profesionales tienen que hacer un esfuerzo de superación. Recordemos
aquellas imágenes del partido Madrid-Barcelona en el
que se produce una agresión del jugador Flores a Juan
Corbalán; esto provoca una mala imagen deportiva para
todo el país, y va generando lo que es casi habitual en las
canchas de baloncesto: la propia violencia.
Por eso deseo a ambas asociaciones mis mejores deseos
de éxito para el futuro. También hago el ruego de que se
trabaje en la citada dirección porque, evidentemente, esta
Comisión puede emitir un dictamen, pero nadie puede ser
ajeno a la existencia de la violencia y mucho menos los
deportistas profesionales.
El señor PRESIDENTE: Terminado el turno de portavoces y para responder a las observaciones y preguntas
hechas por ellos, tiene la palabra, en primer lugar, el senor González Movilla.
El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DE JUGADORES DE FUTBOL (González Movilla): Sobre el primer
punto expuesto por el Senador del Grupo Parlamentario
Mixto -perdón por no haber recogido su nombre, pero
no me h a dado t i e m p e , sobre la vinculación de AFE y
los jugadores y qué relación existe, le diré que la relación
que existe desde el primer momento es la defensa de ese
colectivo. Hay que pensar que durante muchísimos años
los reglamentos, que estaban muy marcados por el inmovilismo que anteriormente comentaba un Senador, permitían que los clubes tuviesen prácticamente todos los derechos y los futbolistas solamente dependían de la buena
voluntad de los dirigentes. En algunos casos se podrían
mejorar sus contratos dependiendo, aparte de la actitud
deportiva, de esa relación de bondad que podría existir
entre el jugador y el club.
A partir de aquí, AFE intenta luchar por el desequilibrio en la relación. En aquellos momentos no hay que dudar de que las fuerzas deportivas de este país estaban en
su sitio y los débiles éramos nosotros. Nos costó la lucha
muchísimos sacrificios. Muchos futbolistas quedaron desterrados del mundo deportivo v profesional por la defensa de esos intereses y , como dccía cl conipañero que está
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al otro extremo de la Presidencia, fue precisamente él,
como primer presidente, quien tuvo que luchar contra
esas fuerzas.
En estos momentos, afortunadamente, debido a que
hay un cambio democrático, la actitud de algunos dirigentes favorece la relación entre clubes y jugadores. No
hay que dudar que el Real Decreto 1006 ha conseguido
un equilibrio entre los jugadores y los clubes y perm.ite
una relación de tú a tú, cosa impensable hace unos años.
Lo primero que me piden los jugadores en AFE es que
defienda sus intereses y me atenga a las expectativas de
sus puestos de trabajo y de sus honorarios, que su condición social y deportiva estén dignamente representadas.
Es la primera relación entre jugadores y AFE.
Me habla S. S. de calentar el ambiente (segunda pregunta). Está claro que los jugadores no somos ajenos a
esta presión, ya que se intenta que acuda mucha gente a
los campos de fútbol. El aficionado parece que está necesitado de declaraciones explosivas y piensa que la mesura no es lo vendible. Los jugadores, muy a pesar suyo, me
imagino, en cierta forma tienen que ceder ante esa pretensión e intentar jugar como actores de un teatro en el
que el objetivo es que haya muchos espectadores dentro
del campo y que, en cierta forma, tienen que conseguir
que se llenen mediante este tipo de declaraciones. Con
esta circular que ha remitido la AFE, y que ya conocen,
intentamos que, a partir de ahora, se empiece a ver un deporte profesional con otros caracteres. Los futbolistas
creo que han ido tomando conciencia. Se está notando un
respeto en los compañeros que hace unos años quizá no
se producía y empezamos a ver que las lesiones más importantes se van rebajando. No hay que dudar que los medios de prensa y la televisión son un factor fundamental
porque denuncian las entradas no deportivas y, de esta
forma, empiezan a descalificar al futbolista en el ámbito
nacional. Creo que el jugador es consciente de ello y en
ese aspecto vamos mejorando.
Ha hablado S . S. de la esencia pura del deporte. Creo
que el futbolista, cuando empieza a jugar, ve realizado su
objetivo: juega al fútbol porque le gusta. El niño, cuando
empieza a jugar y elige este deporte es porque se siente
realizado con él, y en el colegio o en la calle intenta practicar un deporte que le encanta. Posiblemente, en esta
profesión -de la que soy un defensor a ultranza, porque
la practiqué- se conjugan las dos cosas; es decir, haces
del juego una profesión y, al mismo tiempo, io haces porque te gusta. Dentro de las cosas favorables que tiene el
fútbol, según el futbolista, es que es un profesional que
está realizando una actividad remunerada y que le apetece hacerlo.
Me dice S. S. que el juego no engendra violencia, en general. Estimamos que en un deporte profesionalizado,
como está en estos momentos, y tan competitivo, los jugadores no son ajenos a que los resultados mandan y que
la clasificación del equipo puede marcar su actuación
dentro del mismo. El futbolista, por la temporalidad de
su vida deportiva y tal como está planteado en estos momentos el fútbol, no hay que dudar que sus objetivos son
cobrar unos emolumentos lo más elevados posible y que
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7 DE NOVIEMBRE DE 1988
su vida deportiva se prolongue y en las mejores condiciones. A veces, precisamente presionado por esta situación,
se encuentra obligado de defender los intereses de ese
equipo, aunque en algún momento se extralimite en su actitud deportiva.
Con todo lo anterior confío en haberle contestado a sus
preguntas.
El representante del CDS me hablaba sobre agentes activos, agentes pasivos, dinámica interna, el inmovilismo
y la reglamentación. ¿Qué ocurría? Ahora, afortunadamente, hay una ley que permite que las asambleas sean
elegidas democráticamente, con lo cual, cada representante se vea representado en asamblea. Anteriormente, y
en el caso de los futbolistas, esto no ocurría. Era un sistema cerrado en el que prácticamente los poderes locales
dominaban esas federaciones y, por semejanza y cerrazón
a nivel nacional, pasaba lo mismo.
A partir de que hay unas asambleas participativas en
las que cada estamento elige a sus representantes, podemos pensar que algo en esta organización puede cambiar.
Estamos empezando. Todavía quedan fuerzas inmovilistas dentro de estos grupos que tienen un arraigo importante en el deporte de este país. Estimamos que de aquí
a cuatrolocho años esta dinámica de cambio se pueda producir, tanto a nivel de reglamentación como de la actitud
de estas personas, ya que aún no han aceptado que el deporte debe marcarse por otras directrices y quieren mantener el contexto en que se han desarrollado hasta el
momento.
Me hablaba S.S.de los premios deportivos y los valores humanos. Creo que, en general, todo el mundo piensa
que se debe premiar el juego deportivo. En el ámbito de
competición, sobre todo profesional, a lo mejor el más deportivo no queda campeón y lo que vale son los resultados. Es muy difícil hacer un trabajo que consiga objetivos claros, porque marca unos intereses, marca una afición, y ésta no entiende en general que el deporte deba
ser otra cosa que obtener buenos resultados. La afición entiende que ese equipo debe ganar y que si queda campeón
es mejor que quedar en último lugar. Lo único que hay
que intentar es que todas las partes del deporte que componen el mundo del fútbol busquen conjuntamente esa actitud. Va a ser muy difícil arraigarlo porque por desgracia, todavía mandan los resultados, y las aficiones y los
socios son más o menos en la medida en que el equipo consiga resultados deportivos importantes.
El representante de AP me ha hablado de protagonistas, árbitros y jugadores, y que el 30% de los jugadores... (El senor Bris Gallego pronuncia palabras que no se
perciben.)
El señor PRESIDENTE: Ruego que no establezcan diálogos. Posteriormente puede haber un nuevo turno para
aclaraciones o para reiterar cuestiones que no hayan quedado contestadas.
Con respecto al dato que usted me apunta sobre quiénes son los que generan la violencia dentro de la cancha,
efectivamente, el futbolista es la parte activa de esta violencia, y eso lo reconocemos y lo asumimos, pero el con-
COMISIONES.-NÚM. 127
flicto que puede causar graves problemas al aficionado
que va al fútbol es el que se produce entre el público local y el árbitro. Yo creo que ahí es donde están la guerra
y las iras, más que con el jugador en activo.
En cuanto a los dirigentes yo creo que hay una labor
que ellos mismos deben considerar, y entender que por
encima de la competitividad debe haber una relación entre los eguipos. Algunos de estos dirigentes hacen que el
día del partido o el anterior se reúnan los Presidentes y
se promueva una relaci6n deportiva entre los clubes. Yo
creo que eso tiene influencia en la afición. Pero no todo
el mundo cumple con esas normas, y es un problema que
los dirigentes, repito, tienen que dilucidar.
Referente a los entrenadores, yo creo que el problema
-aunque no quiero defenderles, ni muchísimo menoses que hay muchos entrenadores y pocas ofertas de trabajo. Por tanto, ellos saben que dependen de los resultados. No se aprueba el trabajo del entrenador, por muy serio que sea, ni la planificación, ni seriedad del trabajo,
sino que se premian los resultados. En cuanto los resultados no son óptimos, todos sabemos que automáticamente al entrenador se le rescinde su contrato, por muy bien
que haya realizado su trabajo.
En cuanto al tema del «doping»y la consecuencia de
la violencia, tengo que decir que los futbolistas, y sobre
todo la AFE desde que se inició, hemos sido defensores
del deporte por deporte y la limpieza y pureza del mismo. Todas las medidas que vayan a implantar el control
anti-«doping»han tenido una respuesta por parte de los
futbolistas. Y yo creo que con las Comisiones en que hemos participado, y aunque quedan temas por resolver,
quizá en un mes y medio o dos meses podremos evitar esa
connotación que el tema «doping»tiene con la violencia,
favoreciendo que los futbolistas se encuentren en las mejores condiciones para que el deporte sea lo más limpio
posible.
Respecto a lo que me dicen de participar en la confección de calendarios por la cantidad de partidos que juegan los futbolistas, he de decirle que es una petición que
yo llevo mucho tiempo haciendo el que los representantes de los futbolistas podamos participar en la confección
de esos calendarios, ya que el jugador participa en muchos partidos y muchas competiciones oficiales se le produce una tensión importante que en un momento dado
puede llevarle a acciones antideportivas. Hasta el momento, nuestras peticiones han sido denegadas y seguimos al margen de la elaboración 9 1 0 s calendarios de fútbol. Eso lo sigue haciendo hasta este momento la Federación, y parece ser que delega competencias en la Liga Nacional de Fútbol Profesional, pero hasta el momento, repito, las peticiones de los futbolistas no han sido recogidas.
Referente a medidas educativas, todos sabemos que es
interés de todos que el niño, cuando empieza a participar
en el fútbol, esté en las mejores condiciones posibles para
desarrollar su personalidad y su educación como parte de
su desarrollo individual. Creo que el problema quc cxistc
es que en el fútbol base no tenemos quizá los mcjurcs rcpresentantes a nivel educativo, ni tcncmos quiLá los diri-
7 DE NOVIEMBRE DE 1988
gentes más preparados; posiblemente tenemos los dirigentes más entusiastas y a los que menos se reconoce su
labor, pero en el nivel de infantiles y juveniles, que es un
mundo en el que la gente participa por afición a ultranza, dedicando muchas horas de su cotidiano trabajo y los
fines de semana, no podemos exigir más nivel cultural.
Los dirigentes y entrenadores de estos clubes podemos intentarlo, pero creo que no es labor nuestra, aunque sí podamos tratar de que futbolistas.de nombre nacional o internacional hagan exhibiciones o visitas a estos equipos
para implantar con mayor éxito el fútbol.
En cuanto a las sanciones a los jugadores, nosotros somos una asociación que defiende sus intereses, y creo que
hay ya bastantes reglamentos que castigan a los jugadores. Sancionar a un deportista en un momento dado me
parece justo; me parece que debe entenderse que se debe
mantener el deporte como órgano de expresión del conjunto de los equipos. Pero nuestra Asociación lo único que
intenta es que estos reglamentos sean lo más justos posibles y que puedan ser sancionadas todas las partes. En el
caso de la violencia pueden tener implicación no solamente los clubes, sino también los dirigentes con esas declaraciones que puedan provocar actos de violencia.
En lo referente al reciclaje del futbolista, este es uno de
los programas culturales que tiene la AFE, y quizá el reto
más importante, una vez conseguido un equilibrio en la
relación laboral. Como sabe usted --o si no lo sabe y o se
lo coment-,
la AFE tiene dentro de su presupuesto un
programa cultural por el que incentivamos a los deportistas a que cursen estudios. Estos futbolistas que son afiliados a la AFE pueden inscribirse e n carreras o e n estudios de diverso tipo, y son apoyados económicamente por
la Asociación, que les sufraga sus gastos. Estamos intentando que sea mucho mayor el presupuesto de esta dotación, pero por desgracia los presupuestos de AFE son muy
limitados y atendemos a nuestros asociados en la medida
de nuestras posibilidades. No hay que dudar que uno de
los temas importantes para nosotros es precisamente que
al terminar el futbolista la edad activa o la edad profesional, pueda incorporarse a la sociedad en las mejores
condiciones posibles, y eso simplemente pasa por un nivel cultural amplio y por una base de competitividad a nivel de trabajo.
El representante del PSOE me habla de las expresiones
favorables a la violencia por parte de los futbolistas y sobre las entradas violentas en el juego. La propia encuesta
señala que dentro del equipo hay unos jugadores que se
pueden calificar de duros y otros de técnicos, y parece que
está aceptada por el colectivo de entrenadores la fórmula
de que el futbolista que es hábil, que es técnico, que produce espectáculo en el ámbito del fútbol, debe ser controlado por una persona que tenga menos calidad técnica,
pero que implante su poderío físico, su fuerza, y en cierta
forma poder rebatir esa habilidad personal que tiene
como deportista. Nosotros no podemos indicar que todos
los futbolistas sean técnicos y sean habilidosos. Lo que hemos hecho a través de nuestras circulares y de nuestra visita a plantillas es que el espíritu deportivo se mantenga
v que tengan cuidado con esas entradas que pueden pro-
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COMISIONES.-NÚM. 127
vocar que un profesional del fútbol le pueden dejar durante muchísimo tiempo apartado de esta profesión.
Sobre el tema que usted me recomienda, sin duda lo
asumimos por completo. Efectivamente, nos gustaría que
AFE, además de ser un sindicato se convierta en una asociación a nivel nacional de todos los futbolistas.
En cuanto al tema de elecciones, siempre hemos defendido que representamos al colectivo en general, aunque
tenemos instrumentos para defender al colectivo profesional. Pero hasta el momento somos pocos y nuestros
presupuestos económicos no nos alcanzan para cubrir con
dignidad las necesidades de los futbolistas profesionales,
aunque hagamos defensa en asambleas y dentro de la Federación de Fútbol de los intereses del fútbol amateur.
Con respecto a la administración de futuro, yo creo que
una vez que la Asociación ya esté implantada dentro de
la sociedad deportiva en este país a nivel de fútbol, los
años y las nuevas generaciones harán cambiar la imagen
de la propia asociación y posiblemente se desarrolle ese
tipo de labor más que la otra. Esto se deberá a que a lo
mejor la otra la hayamos salvado, posiblemente, por la actitud de los dirigentes y de los clubes con una relación positiva laboral de estos dirigentes con los jugadores.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor
Deulofeu.
El señor SECRETARIO GENERAL DE LA ASOCIACION DE JUGADORES DE BALONCESTO (Deulofeu Gibert): Contestando al señor Aizarna, únicamente me ha
dirigido una pregunta, qué aspectos inciden de una forma más directa en el desarrollo de la violencia. Yo creo
que aquí no hay lugar a dudas. El problema más preocupante y significativo es la violencia organizada, esas bandas de alborotadores que existen en todas las canchas y
que en ocasiones han sido promovidas y alimentadas por
el propio club. Sin duda todos los clubes conocen perfectamente sus nombres y apellidos y está en sus manos erradicarlo aplicando las medidas adecuadas. Para mí, este es
el factor más preocupante de todos.
El señor Gaminde no está presente, por lo que paso a
responder al señor Valverde, que preguntaba de qué manera detectan los deportistas este inmovilismo por parte
de los dirigentes. Precisamente, -y enlazando con la contestación a la anterior pregunta- aquí es donde se nota
una inhibición absoluta por parte de los dirigentes. Quizá en estos momentos se están sensibilizando más con el
problema y creo que las normas son relativamente fáciles. Existen medidas disciplinarias, la inmensa mayoría
le estos grupos organizados son socios del club, con lo
que se pueden abrir expedientes disciplinarios y se les
mede separar como socios de la entidad.
En cuanto al reconocimiento al juego limpio, hay unas
:ampañas ya promovidas por el Consejo Superior de DeJortes que tienden a instaurar un premio para aquellos
4ue se han significado por actitudes más deportistas. Es
iecir, lo que conviene es ejecutar todo esto, pero las meiidas existen ya.
Me preguntaba usted también por qué hay menos bro-
7 DE NOVIEMBRE DE 1988
tes de violencia en el baloncesto que en el fútbol. Yo creo
que porque es un deporte distinto, hay menos roces, y además usted sabe que al menor contacto físico se penaliza
en baloncesto, cosa que no sucede en el fútbol. Prácticamente los contactos físicos que-se dan en el baloncesto y
que no están penalizados se producen en la lucha por el
rebote, que es donde se pueden ocasionar más incidencias
en este sentido, pero no creo que sea por más dificultades
en la práctica del deporte en sí.
Contestando al señor Bris que me preguntaba, en qué
medida las manifestaciones públicas de dirigentes y entrenadores pueden influir en la generación o desencadenamiento de violencia en el deporte, es evidente que muchas de estas manifestaciones son absolutamente tendenciosas y que pretenden calentar el ambiente para presionar al equipo arbitral, que en definitiva tiene una influencia decisoria en el desenvolvimiento del juego.
En cuanto a la profesionalización del deporte, a la que
usted ha aludido anteriormente, yo también me he referido a ello. Efectivamente, son factores que pueden contribuir a generar más violencia, por cuanto existen mayor responsabilidad y más exigencias, ya que hay que contentar a los patrocinadores que invierten sumas considerables en el deporte y que obviamente pretenden rentabilizarlas, y por otro lado porque hay necesidad de cubrir
esos presupuestos.
Yo discrepo de usted en cuanto a que casi se escandalizaba porque los jugadores que forman parte del equipo
nacional negocien sus primas. Hay que tener en cuenta
que los jugadores de baloncesto y de fútbol son profesionales que lucen prendas deportivas con logotipos comerciales insertados en la prensa, que devengan una cantidad de dinero importante y que hay una explotación de
imagen clarísima del jugador. De lo contrario no aportarían este dinero, y es lógico, en justa correspondencia, que
ellos participen de estas ganancias que se producen.
Preguntaba usted si existe «doping» también en el baloncesto. Yo puedo decir que en este momento en el baloncesto no está reglamentado, pero se nos ha anunciado
por parte del Consejo Superior de Deportes la voluntad
de instaurar la reglamentación a partir de esta temporada en plan experimental, aunque yo particularmente estoy convencido de que no existe «doping»en el baloncesto, por lo menos por parte de los jugadores nacionales.
Desconozco la situación de los jugadores extranjeros, pero
en los nacionales estoy convencido de que no existe «doping,, entendiendo por «doping» aquellos mecanismos
que se utilizan para obtener un mejor resultado físico, es
decir, un .doping» preconcebido, buscando una mejora
en el rendimiento. Estoy absolutamente convencido, repito, de que no existe en el baloncesto.
Respecto a los calendarios a que usted aludía, efectivamente, por lo menos en nuestro caso este año tenemos un
calendario que me atrevería a calificar de descabellado,
no va a permitir en adelante a los jugadores poder compaginar sus otras actividades, como puedan ser estudios
u otras profesiones que puedan ejercer, lo cual significa
que tendrán que dedicarse exclusivamente al baloncesto.
Nosotros no podemos participar en la confección del ca-
COMI.SIONES.-NÚM.
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lendario, aunque el actual decreto de estructuras federativas permite que todos los estamentos estén representados en los órganos de gestión y gobierno de las federaciones y, por consiguiente, permite a todos ellos poder participar en la confección de los calendarios, por ser uno de
los temas de competición. En el baloncesto se da la circunstancia de que estas competencias en estos momentos
están referidas por delegación a las asociaciones de clubes, y ellas son quienes confeccionan el calendario, sin
que los restantes estamentos puedan participar mínimamente. Es un hecho lamentable y nosotros, por nuestra
parte, insistiremos todo lo que haga falta para reivindicarlo de nuevo.
La Asociación de Jugadores tampoco tiene competencias para sancionar a los jugadores que se hayan significado por prodigarse en violencia, ni consideramos que nos
corresponda. Existen ya unos reglamentos federativos que
contemplan estas medidas. Téngase en cuenta que se trata de asociaciones de carácter sindical y que, por consiguiente, nosotros no tenemos ninguna competencia para
entrar a enjuiciar cómo desempeñan su trabajo nuestros
afiliados.
En cuanto al reciclaje del deportista, es un tema que
no se le ha planteado a la Asociación de Jugadores hasta
el presente, por cuanto ya decía anteriormente que no
existen dificultades hasta la fecha para poder compaginar sus actividades deportivas con otro tipo de actividades, ya fueran académicas, docentes o laborales. A partir
de esta temporada es evidente que esto está dando un giro
importante y que habrá que planteárselo en un futuro inmediato, porque el jugador de baloncesto en adelante ya
no tendrá ninguna posibilidad de compaginar su actividad deportiva con otras actividades.
Respondiendo al señor Alonso, del Partido Socialista,
él se refería a la teatralidad por parte del jugador en determinados lances del juego. Es cierto que existe a menudo, en ocasiones para justificar errores propios y en ocasiones, quizá las menos, para volcar esa masa de público
hacia el equipo arbitral, de manera que este equipo arbitral reciba mayores presiones y poder alcanzar de este
modo el resultado pretendido. Esto es así. ¿Qué otros factores pueden contribuir? Por supuesto, antes me he referido a la profesionalización del deporte, que tiene mucho
que ver con ello y las consignas del entrenador, por ejemplo. El entrenador transmite la tensión al jugador porque
es el que más gesticula, el que más protesta a los árbitros, el que tiene más posibilidades de pensar fríamente
en qué momento conviene que el público se eche encima
del equipo arbitral. Esto yo lo veo así.
Me ha dado la sensación que usted se refería a la profesionalización del deporte como un aspecto negativo,
pero hay que ver también su lado positivo. No cabe duda
que profesionalizar el deporte lo hace más competitivo,
porque el deportista puede destinar mucho más tiempo a
su preparación y alcanzar cotas mucho más elevadas. Es
decir, que no todo lo que tenga que ver con la profcsionalización del deporte son aspectos negativos. Además, e l
deporte es una profesión tan digna como cualquier otra.
También se ha referido a la famosa agresión quc hubo
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7 DE NOVIEMBRE
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entre Flores y Corbalán hace seis o siete años. Esto es cierto, pero son lances que se producen en ocasiones. Por otro
lado, no hay que olvidar que a veces los jugadores han
contribuido considerablemente a paliar los ánimos encrespados del público, como sucedió últimamente durante el último encuentro de liga que se disputó en la fase
uplay off» en Barcelona, enel que hubo una invasión multitudinaria de público y los jugadores salieron a la cancha para poder ayudar a las fuerzas del orden. Es cierto
que hay lances que son brotes de violencia, pero hay ocasiones en que ha demostrado el jugador que cuando puede contribuir a paliarla no duda en hacerlo.
El señor PRESIDENTE: Vamos a abrir un turno de preguntas de los señores Senadores, rogándoles que especifiquen a qué compareciente va dirigida. En este turno utilizaremos el procedimiento de responder inmediatamente a las preguntas de cada Senador. Es decir, después de
la intervención de cada Senador concederemos la palabra al compareciente que haya sido preguntado. (El señor
Alonso Alonso pide la palabra.)
¿El Senador Alonso pide la palabra para aclarar alguna interpretación anterior? (Asentimiento.)
Tiene la palabra el Senador Alonso.
El señor ALONSO ALONSO: Mi pregunta sobre el reciclaje ya ha sido contestada.
Respecto a la profesionalización, no lo había dicho en
un sentido peyorativo. Yo creo que el representante de la
AFE también lo ha entendido así: Lo que he expuesto ha
sido la queja que usted acaba de apuntar en el sentido de
que como la vida del deportista es corta, si no se crean
mecanismos para que cuando termine su actividad deportiva pueda ser un trabajador normal en otra actividad,
tiene el inconveniente de que en muchos casos quiere alargar excesivamente esa vida deportiva en función de la situación económica que tiene. Pero insisto en que no lo he
dicho en un sentido peyorativo, sino refiriéndome a la necesidad de la complementación que ambos han recogido
antes.
El señor PRESIDENTE: Pasamos ya el turno de preguntas a los señores Senadores. ¿Senadores que soliciten
hacer uso de la palaba? (Pausa.)
Tiene la palabra el Senador García Vico.
El señor GARCIA VICO: Voy a plantear a los señores
comparecientes una serie de preguntas escuetas. Yo creo
que en el fútbol se empieza a generar la violencia desde
el principio de la temporada, que es cuando se confecciona el equipo. Se dice muchas veces que hay que reforzarlo, que hay que fichar a alguien que imponga respeto en
el campo. ¿Usted cree que premeditadamente, con este tópico de que hay que fichar a alguien que imponga respeto en el campo, de entrada se está incitando un poco a
que se genere violencia?
Otra pregunta que quería hacer para que me conteste
indiferentemente cualquiera de los dos comparecientes es
si creen que la situación económica y cultural de los pro-
COMISIONES.-NÚM.
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fesionales, de los jugadores, tiene algo que ver con que
sean más o menos violentos en la cancha. La AFE, en una
reunión que celebró con la Comisión Interministerial en
el Consejo Superior de Deportes se comprometió a que
iban a convocar, si mal no recuerdo, el 28 de marzo una
reunión a la que invitarían a los jugadores, a los árbitros
y a los medios de comunicación para tratar este tema. A
mí me gustaría saber si se ha hecho algo en este sentido
y si tienen algún resultado sobre ello.
También me gustaría aclarar algo que yo he sufrido en
mis propias carnes como jugador pseudoprofesional, porque no dependía exclusivamente de los ingresos que me
reportaba concretamente el fútbol. En mi época, hace seis
u ocho años, se dio la paradoja (y esto ocurrió en un partido donde jugábamos el pasar de segunda a tercera y se
me quedó grabado) de que cuando teníamos empatada la
eliminatoria tanto el presidente del club como el entrenador la única consigna que nos dieron en el descanso fue
la de que había que salir a matarlos porque no se podía
perder. Esto ocurría hace seis u ocho años, y a mí me gustaría que el señor Movilla, como representante de los jugadores, me diga si hoy, en el año 1988, que sigue diciendo esto.
Finalmente, me gustaría saber si ustedes consideran
que los reglamentos disciplinarios son lo suficientemente
duros para castigar la violencia o habría que endurecerlos más, aunque yo soy partidario de que hay que tomar
medidas preventivas, que quizá sean más efectivas que
las medidas sancionadoras. Pero habida cuenta de la situación en la que nos encontramos respecto a la violencia, a lo mejor hay que empezar forzosamente por las medias represoras y sancionadoras.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Conzález Movilla.
El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DE FUTBOLISTAS ESPAÑOLES (González Movilla): Respecto a
su primera pregunta sobre la confección del equipo y contratar figuras deportivas que se hagan respetar en el campo, tengo que decirle que esto es una realidad que se produce cada año. En algunos casos esto sucede por un desequilibrio deportivo y económico. Es decir, aquellos clubes que su capacidad económica les permite tener dentro
de su equipo los mejores jugadores posiblemente no hagan esas declaraciones, pero hay equipos que por su desequilibrio económico con respecto a los poderosos piensan que la única forma que tienen de defenderse ante la
habilidad y la técnica de los mejores jugadores de otros
equipos es conseguir unos jugadores con cierta habilidad
que puedan conseguir sus objetivos. Esto va a ser muy difícil de erradicar, muy a pesar nuestro, porque en el mundo del fútbol, nos guste o no, siempre va a haber tres o
cuatro equipos que por su prestigio y sus presupuestos
marcarán la pauta y los otros intentarán defenderse de la
mejor forma posible, y una de las formas puede ser esta
que usted plantea.
Me pregunta si un jugador con una situación económica v un nivel cultural aceptable es más o menos violento.
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No hay que dudar que el nivel de cultura marca la posibilidad de que una persona pueda ser mucho más objetiva con respecto al mundo del deporte. Una persona con
un buen nivel cultural facilita no sólo la relación con el
entrenador y los dirigentes, sino que dentro del campo del
fútbol puede tener otra visión del deporte. Pero la situación económica no incide directamente en que un jugador sea o no violento.
Sobre la reunión del 28 de marzo, tengo que decirle que
la AFE celebró una reunión en Madrid en la que estuvieron representados el Consejo Superior de Deportes, por
don Rafael Cortes Elvira; la Prensa, a través de José María García; el mundo del arbitraje, a través de Muñoz, y
también estuvieron representados los futbolistas a través
de Valdano.
Luego tuvimos la opinión del técnico, con el que celebramos una mesa redonda amplia sobre la violencia y la
visión que ellos tenían de cómo solucionarlo a nivel legal.
Si tiene mucho interés, yo le facilitaría el resultado de
esta reunión por si lo estima interesante.
El señor Deulofeu tiene la palabra.
El señor SECRETARIO GENERAL DE LA ASOCIACION DE JUGADORES DE BALONCESTO (Deulofeu Gibert): Respondiendo la pregunta de si la situación económica y cultural de los jugadores puede influir en hechos
violentos, respondería que en mi opinión es un factor que
no tiene ninguna relevancia al respecto. Sin embargo, sí
tiene importancia la situación cultural en cuanto que cultura es sinónimo de educación, y educación equivale a
educar la forma de reprimir los instintos primarips. En
este sentido, obviamente la situación cultural puede tener mucha influencia al respecto.
Respecto a si consideramos que los reglamentos disciplinarios son suficientemente duros, yo diría que para
erradicar los brotes de violencia que se producen en la
cancha son suficientes si se aplican con rigor. Son dos aspectos distintos: Uno, lo que dice la letra; y , otro cómo se
aplica posteriormente la misma. Para erradicar la violencia organizada en las canchas, es evidente que no lo son.
Los clubes deben tener mayor responsabilidad al respecto y, en la medida que asuman esta responsabilidad, tendrhn mayor interés en sofocar estos brotes de violencia
organizada.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora
Sainz.
La señora SAINZ GARCIA: Agrada conocer las declaraciones de representantes de los principales protagonistas
de los deportes de los que hoy nos ocupamos, los jugadores, que piden medidas para erradicar la violencia, a pesar de esas conclusiones que figuran en la encuesta que
se nos acaba de distribuir (que para mí resultan escalofriantes), de que tres de cada diez jugadores está alineados en los distintos equipos por su condición de hombres
violen tos.
Se ha hablado aquí de medidas represivas, fundamentalmente. Estoy segura de que a todos nos gustan más (lo
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decía también el Senador que antes ha hecho sus preguntas) las medidas positivas, de estímulo, de premio. Yo
quería preguntarle (mis preguntas van dirigidas a los dos
representantes, Presidente y Secretario General de las dos
Asociaciones),si se han barajado medidas positivas, de estímulo, dentro de las Asociaciones a las que ustedes pertenecen, cuáles están en funcionamiento pero no se utilizan lo suficiente o por lo menos no hacen el efecto que todos desearíamos; y cuáles se podrían introducir, si es que
se les ocurren algunas en este momento.
Ustedes saben que los jóvenes, los niños, ven a muchos
de los mejores deportistas como líderes o campeones a
imitar. De hecho, todos vemos anuncios en los diferentes
medios de comunicación en donde se utilizan a estas personas. Mi pregunta es: ¿No sería un buen ejemplo y la mejor propaganda realizar «spots» publicitarios con estos
deportistas para llamar a los jóvenes, a los niños, de hecho a la sociedad en general, a la deportividad, al espectáculo en recreo, para ver los partidos como ese último reflejo de un deporte que ayuda al desarrollo de la personalidad del niño, del joven, y que el espectáculo camine
en un término que el señor González ha utilizado y que a
mí me gusta especialmente, de mesura?
Decía antes que las conclusiones de la encuesta que nos
han pasado son preocupantes. Tomando una de ellas, formulo esta pregunta: ¿Por qué creen ustedes que la Federación Española no funciona ante la violencia? ¿Cuáles
son las razones de que aparezca esa conclusión en la
encuesta?
El Secretario General de la Asociación de Baloncesto
en su primera exposición hizo referencia a que sería suficiente la adopción de una serie de medidas por diferentes Ministerios y, en concreto, citó al Ministerio de Educación. A mí me gustaría que me dijese cuáles son esas
medidas a las que se refiere, porque tal vez yo las
desconozca.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, en primer lugar, el señdr González Movilla.
El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DE FUTBOLISTAS ESPAÑOLES (González Movilla): Le voy a
responder al tema de la campaña, en primer lugar, y, luego, a lo de la Federación Española de Fútbol.
La campaña es un ofrecimiento que hemos hecho al
Consejo Superior de Deportes, en las reuniones que hemos mantenido, precisamente porque los niños ven en estas figuras el ejemplo a seguir. Aportamos la imagen de
unos futbolistas deportivos, que tiene un reconocimiento
deportivo dentro de la cancha de juego. No quiero dar
nombres de algunos futbolistas, pero algunos compañeros míos de la Junta Directiva y otros de selección estarían favorablemente dispuestos a hacer esta campaña de
forma gratuita porque son los defensores del mundo del
fútbol y los primeros interesados en que esta deportividad llegue a todas las bases.
Al ver a esta gente, el nino participa cn dos aspectos.
Además de vcr esa figura, quiere verla de cerca. Por las
limitaciones prolcsionalcs dc estos jugadores, práctica-
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7 DE N O ~ I E M B R EDE 1988
mente no tienen tiempo de hacer campañas en muchas zonas de este país, aunque sería práctico destacar a esos jugadores mitos a Barcelona, Madrid, Sevilla, es decir, a
toda la geografía española. No cabe duda que estas campañas tendrían influencia en el fútbol territorial, que al
fin y al cabo es el fútbol más importante porque es donde
participan más jugadores y, en definitiva, también donde
se producen los problemas más graves para el colectivo
de árbitros: Donde se producen las agresiones más importantes no es en el fútbol profesional (afortunadamente
para ellos, tienen una presión ambiental importantísima
a través de los medios de prensa, pero no soportan presión física porque debido a las medidas de seguridad de
los medios policiales en los estadios); es en los campos de
aficionados donde el árbitro se juega el pellejo y donde
cada domingo una decisión que en un momento dado puede ser justa le pueda ocasionar al árbitro graves perjuicios a la salida del campo de fútbol. Nosotros en este momento ofrecemos a nuestros mejores futbolistas para participar en esta campaña de forma totalmente gratuita. Les
aseguro que van a colaborar de la mejor manera posible.
En cuanto a que la Federación no funciona, yo creo que
deben cambiar muchísimas cosas. Nosotros somos dirigentes de ella desde hace muy poco tiempo e intentamos
que nuestras opiniones sean consideradas. Hasta el momento el Presidente no las está asumiendo. Eso no significa que él no tenga voluntad de entedernos y de acercar
nuestros planteamientos, sino simplemente que tiene una
dinámica difícil y que el mundo del fútbol es muy complicado. Espero que a partir de un cierto tiempo -yo calculaba en cuatro años- ante esta situación dentro de la
Federación y las soluciones al tema de la violencia, partícipe en forma activa, porque hasta la fecha no han tomado más medidas, excepto el Reglamento.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor
Deulofeu.
El señor SECRETARIO GENERAL DE LA ASOCIACION DE JUGADORES DE BALONCESTO (Deulofeu Gibert): Me sorprende que ustedes no tengan conocimiento
ni en su poder todos aquellos textos que han sido elaborados en el Consejo Superior de Deportes a través de las
comisiones de expertos que han participado, entre las que
estaba el Ministerio de Educación y Ciencia. Muchas de
las formas que ustedes predican como posibles para contribuir a erradicar la violencia están contempladas en estos documentos. Lo que sucede es que no se han ajecu tado.
El señor PRESIDENTE: Perdone un momento señor
Deulofeu.
Quiero aclarar a los señores Senadores que esta misma
mañana hemos recibido en el Senado toda esa documentación que habíamos solicitado después de la comparecencia del señor Director General, y que en estos momcntos se está procediendo a su fotocopia para distribuir a
los señores Senadores. Quizá no en el día dc hov pcro sí
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COMISIONES.-NÚM.
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próximamente podrán disponer de todas las actas y de la
documentación del Consejo Superior de Deportes.
Le ruego continúe.
El señor SECRETARIO GENERAL DE LA ASOCIACION DE JUGADORES DE BALONCESTO (Deulofeu Gibert): Respecto a la oportunidad de instaurar una campaña con «spots» protagonizados por figuras relevantes
del deporte, es una medida que está contemplada ya en
la comisión.
En cuanto a las medidas previstas por parte del Ministerio de Educación y Ciencia, hay muchísimas. Entre
ellas, destacaría la preparación de material audiovisual;
el lanzamiento por televisión y radio de cuñas y ((spots))
dirigidos a todos los sectores; la preparación de campañas en los centros con material audiovisual, folletos, pegatinas, etcétera; las proyecciones, charlas de deportistas,
acentuación de los aspectos de juego, superación individual, compañerismo, medio de relación social del deporte; etcétera. Todos ellos se contemplan en un documento
elaborado por el Ministerio de Educación y Ciencia que
le puedo facilitar.
El señor PRESIDENTE: Quedan todavía cinco intervenciones de Senadores. Por tanto, me veo obligado a rogar la máxima brevedad posible.
A continuación, tiene la palabra el Senador Aizarna.
El señor AIZARNA AZULA: Intentaré ser muy rápido.
Se ha comentado que la AFE no tiene los ingresos que
pudieran ser necesarios. Yo pregunto: iSe sustenta sólo
con las cuotas de los asociados o tiene algún otro ingreso?
En cuanto al informe que nos ha entregado esta mañana, quiero subrayar que, aparte de unos aspectos (como
ha mencionado ya la Senadora Sainz) realmente tristes y
escalofriantes, hay una constante: la mala opinión que se
tiene de los árbitros. La asociación, la AFE itiene algún
contacto con el colegio de árbitros para mejorar esta
opinión?
Respecto a la campana para tratar de influir en los jóvenes, cuanto antes se haga mejor. Yo soy Senador por
Guipuzcoa y, como ya es conocido, en las playas de La
Concha y Zarauz, cuando lo permite el espacio y el tiempo, la bajamar, se celebran veinte partidos a la vez, de alevines, juveniles, etcétera. Es,curioso ver allí cómo se.imitan - c o m o ha mencionado el Senador Alonso que en este
momento no está en la Sala- los gestos de los jugadores.
Meten un gol y, sea o no decisivo, jallá van todos en manada! Algún día va a haber alguna clavícula rota. También sería interesante que vieran eso.
Quiero advertir como dato positivo que más del 90 por
ciento de los afiliados a la AFE se muestran favorables a
secundar todas las iniciativas que se tomen para erradicar la violencia.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor González Movilla.
El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DE FUT-
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BOLISTAS ESPAÑOLES (González Movilla): Con respecto a su primera pregunta, la cuota de asociados, el presupuesto de AFE hasta el momento está fijado por la cuota
de socios - e n este caso los afiliados-, que se distingue
por categorías: primera división; segunda división A; segunda división B; tercera división y retirados. En total
unos 1.250 afiliados. En estos momentos, por la situación
de AFE, se ha incrementado el número de afiliados y mi
objetivo, como Presidente, es que consigamos su totalidad.
Tenemos como recursos atípicos unos ingresos por publicidad, con el famoso derecho de imagen de los futbolistas. Asimismo, vendemos colecciones de cromos a dos
compañías importantes, precisamente con una de ellas intentaré firmar mañana. Esto es lo que hace que en algunos momentos podamos dar ese programa de subvenciones a aquellos futbolistas que realizan estudios. No hay
duda de que para dar una reinserción cultural a los futbolistas necesitamos más medios económicos. También es
nuestra intención hacer conciertos con el Ministerio de
Educación y Ciencia y con los institutos municipales de
deportes de cada Comunidad. También tenemos interés
en que aquellos deportistas que puedan hacer estudios de
la INEF, es decir aquella gente que practica el deporte,
puedan aprovechar sus aptitudes deportivas para, en un
momento dado, realizar su labor con profesores, pero con
un nivel cultural suficiente para que esta docencia sea
aprovechable.
Dice usted que en principio el futbolista tiene una imagen no muy positiva del árbitro. Es interesante destacar
que a lo mejor se debe a unas influencias de hace años
que aún no se ha conseguido desterrar. Preocupada por
esta opinión, la AFE tuvo contacto con los dirigentes arbitrales. Incluso en la mesa de reunión del Consejo de Deportes se invitó a un representante del Colegio de Arbitros para que participan en este tema de la violencia pero
tengo que destacar que el Presidente del Colegio de Arbitros no acudió a esa asamblea. Hay cosas que cambiar.
Por ejemplo, que los futbolistas intenten buscar una vía
de diálogo y de conexión con el mundo arbitral y que su
Presidente no acuda a esa famosa reunión del día 28 de
marzo en la que sí apareció el colegio de Madrid, pero no
su presidente.
Efectivamente, los gestos significan triunfo. El que los
niños los imiten es una acción positiva que hay que valorarla como un acto más del juego.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor
Valverde.
El señor VALVERDE ORTEGA: Dos preguntas de distinto tipo.
En relación con lo que se ha dicho hoy aquí, me encuentro sorprendido porque se plantea otra metodología nueva para mí en la Comisión. Hay dos tipos de violencia
-han manifestado al principio los comparecientes, distinguiendo entre agresividad y violencia-: la interna de
los agentes actores, la que se genera dentro de los propios
clubes; y la que se genera en relación con dos aspectos
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muy importantes : uno, el que ha señalado aquí el señor
Deulofeu, el contacto físico; y, otro, el que se recoge precisamente en esta encuesta, la actuación arbitral. Estos
pueden ser los dos aspectos más importantes de la violencia interna. Se nos dice que hay una situación de impunidad, de irresponsabilidad, de no actuación en cuanto a
los agentes internos.
El segundo tipo de violencia (es la que nos preocupaba
a todos y a la que el señor González Movilla ha hecho alusión) es la de Heysel; es decir, los efectos catastróficos de
la violencia cuando ésta supone alteración social e incluso daño en personas o bienes. La Comisión había comenzado por la segunda parte, por la violencia con efectos catastróficos. Pero ante su intervención, yo me voy a centrar en esa otra violencia interna que existe en los agentes internos del deporte (directivos, árbitros, entrenadores, etcétera), y muy concretamente en el fútbol. Mi opinión es que la violencia interna se mueve en esas áreas
de impunidad, de irresponsabilidad y, yo diría muy duramente, de inmoralidad. ¿Comparten ustedes esa opinión?
La segunda pregunta es la siguiente: ¿Qué pueden hacer las asociaciones que dirigen para colaborar en la erradicación de la violencia? En última instancia, ya que están en el Senado, ¿qué creen ustedes que podemos hacer
nosotros?
El señor PRESIDENTE: Unicamente por lo que afecta
a los trabajos de la Comisión, quiero decirle señor Senador que la metodología procedimental es la misma que
en todas las sesiones, incluida la del 27 de octubre a la
que el Senador Valverde no pudo asistir. Quizá la única
sesión en la que hubo alguna modificación fue la última
celebrada el 31 de octubre; por tanto, creo que no ha lugar a decir que se ha cambiado la metodología de trabajo.
El señor VALVERDE ORTEGA: Señor Presidente, no he
queridg decir eso. Decía que para este Senador personalmente surgía una nueva dimensión metodológica. No
quiero, en absoluto, hacer mención a la metodología de
nuestras reuniones.
EL señor PRESIDENTE: Gracias por la aclaración, señor Valverde. Siempre es bueno que surgan nuevas aportaciones en los puntos de vista de cada uno de los Senadores miembros de la Comisión.
Para responder, tiene en primer lugar la palabra el señor González Movilla.
El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DE FUTBOLISTAS ESPAÑOLES (González Movilla): Cuando usted comenta la violencia interna, yo me imagino que quiere referirse a la actitud que muestran los clubes, dirigentes, jugadores y árbitros en conjunto. Yo creo (represento
en estos momentos al colectivo de jugadores), que aportar un documento en el que ellos mismos reconocen su
participación, se debería reconocer como una actitud honesta para solucionar el problema. Sin culpar a nadie,
puesto que no es ése nuestro interés, sería intcrcsanlc que
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los grupos que participan de esta violencia interna lo hagan en la misma medida que los futbolistas. Nosotros empezamos a reconocer nuestros defectos y estamos enviando circulares a nuestros afiliados, pero sólo somos una
parte de ese conjunto. Lo que demandamos es que todas
las partes que componen esa violencia interna, asuman
su responsabilidad y sean honestos con una posición conjunta de erradicar la violencia.
En cuanto a la segunda pregunta, es interesante que conozcan cuál es nuestra versión, cuál es nuestra solución,
o darles ideas para que ustedes puedan tomar decisiones.
Sin meternos en otros campos, parece ser que a la gente
en general le preocupa la segunda parte de la violencia;
la que yo comentaba de Heysel y de los estadios donde
las personas que van a ver un espectáculo deportivo SUfren el riesgo de agresiones físicas. Tendría que existir una
jurisprudencia que sancionara de forma eficaz ese problema y que ello llevara consigo unas sanciones que la gente
entendiera. Es importante, reforzar el crédito en la justicia, conseguir que la opinión pública española, sea sensible a la peligrosidad ,de los actos, que exista una legislación eficaz que permita que el culpable sea justamente
sancionado. Lo digo porque en el caso del famoso botellazo que le ocurrió a Hugo Sánchez, en el campo del Sestao, la legislación permite que ese señor esté libre a los
cinco o seis días, lo que provoca que otras personas que
van a esos espectáculos realicen los mismos actos sabiendo que no hay una legislación que los condene. Para el
mundo del deporte esto no es positivo. Hay que proteger
a la gran mayoría contra la imposición de esta minoría
que perjudica al mundo del deporte.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra cl señor
Deulofeu.
El señor SECRETARIO GENERAL DE LA ASOCIACION DE JUGADORES DE BALONCESTO (Deulofeu Gibert): Nosotros estamos intentando sensibilizar al jugador, a través de circulares y charlas, de la responsabilidad que pueden tener actitudes que en un momento dado
puedan provocar situaciones violentas en las gradas.
Por otro lado, vamos a celebrar charlas entre todos los
agentes directamente implicados en el deporte (árbitros,
tScnicos y jugadores) a fin de acercarnos más, que haya
más diálogo, y que podamos saber cuáles son los problemas y los factores que provocan esa violencia. Creo que
es muy interesante que se produzcan a menudo estas
charlas entre los agentes directos del deporte.
El señor PRESIDENTE: Insisto en la brevedad de las
intervenciones que todavía quedan pendientes.
Tiene la palabra el Senador Bris.
El señor BRIS GALLEGO: Voy a intentar ser breve.En
primer lugar, yo creo que la Comisión está abordando desde el primer día esa violencia de la que estamos hablando: interna y externa. Nos preocupa tanto la de fuera
como la que se gcncra dentro de los campos de fútbol, precisamente por esa conexión que csistc cntrc ambos.
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COMI.SIONES.-NÚM. 127
Ha habido un tema que no se ha tocado en la Comisión
pero es importante: el de los grupos ultras. Es una pregunta dirigida al Presidente de la AFE.
Puesto que el futbolista es un poco culpable de su nacimiento, no en el plano violento, sino en cuanto a la animación de estos grupos, jcómo puede el futbolista actuar?
[Hay alguna norma? ¿Están dispuestos a evitar la erradicación de la violencia? Como estas personas son líderes
importantes, creo que estos grupos les respetarían incluso más que a los propios directivos. ¿Cómo podría incidir
el futbolista ante estos grupos para que se convirtiesen en
grupos animadores y no violentos?
Respecto a la unificación arbitral, aunque ya se ha dicho que ni siquiera el Presidente del Colegio de Arbitros
acudió a la reunión, jcómo podría la AFE influir en que
existiera una unificación de criterios arbitrales? En los ú1timos partidos de fútbol ha habido una serie de jugadas
polémicas porque el árbitro no utiliza esa unificación que
creemos tan importante.
La tercera pregunta a la AFE sería con respecto al futuro del fútbol. El Presidente de la Liga de Fútbol Profesional nos ha dicho que el socio de los clubes de fútbol es
mayor de los 45 años, y que precisamente la no asistencia a los partidos de mujeres y jóvenes, aumenta la violencia. ¿Ha contemplado ese asunto la AFE?
Al Secretario General de la Liga de Baloncestistas quiero decirle, con respecto a las primas -uno de los elementos en los que se basan los intereses económicos que generan esa violencia-, que nosotros y todos los que estamos en esta Comisión, somos defensores a ultranza del deportista, que es el que más nos preocupa. Precisamente
por esa preocupación no estoy de acuerdo en que los ingresos que se generen en la propia Federación de Fútbol
o de Baloncesto vayan destinados a ellos, sino para la formación de escuelas de las que estamos hablando, es decir, para esa faceta educativa que tanto tiene que ver con
la erradicación de la violencia. A este respecto, quiero manifestar que hace unos días que han inaugurado unas escuelas de futbolistas, que va a dirigir un futbolista internacional. Ese dinero no debe ir a los internacionales, que
ya cobran mucho en sus clubes, sino que precisamente
hay que dedicarlo a la formación educativa.
La última pregunta que haría al Secretario General sería si entiende que debe existir una responsabilidad de los
clubes ante la actuación aislada de un individuo violento. Esto es muy grave e incluso en Derecho se pueden dar
situaciones que no sean claramente demostrables cuando
se castiga a un club porque ha habido un espectador, dentro o fuera de la cancha, que ha cometido un acto violento. La FIBA, la FIFA y la UEFA utilizan este argumento
para castigar al club. Nos gustaría saber cuál es la opinión al respecto de la Liga de jugadores profesionales de
baloncesto.
El sefior PRESIDENTE: Con referencia a las alusiones
al señor Presidente del Colegio Nacional de Arbitros de
Fútbol, quiero decir a la Comisión que este Presidente ha
entrado en contacto con él y ha respondido en una carta
con algunas observaciones; como conocen SS. SS., está
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prevista su comparecencia también a lo largo de los trabajos de esta Comisión. Por tanto, tendrán ocasión de exponer sus puntos de vista.
Tiene la palabra el Senador Bris.
El señor BRIS GALLEGO: Me refería a la reunión que
tuvo la AFE, a la que no asistió el Presidente del Colegio
de Arbitros; no a que no compareciera aquí en el Senado.
El señor PRESIDENTE: Efectivamente, pero quería
anunciárselo, para que tuvieran una visión completa.
Tiene la palabra el señor Gonzáles Movilla.
El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DE FUTBOLISTAS ESPANOLES (González Movilla): En relación
con lo que pregunta el señor Bris, tengo que decir que estoy seguro de que es el primer defensor de los árbitros.
Se intentará que ese colectivo esté en las mejores condiciones para desarrollar su labor.
Antes hablaba del inmovilismo y pienso que, a lo mejor, la AFE, en algunos momentos y sitios, aún no está
aceptada por ciertos grupos. Que no haya asistido él a esta
reunión de Valencia es por una actitud que aún no ha
aceptado; a lo mejor, dentro de un tiempo, en mejores
condiciones, iría a este tipo de reunión.
Me pregunta sobre la posibilidad de solucionar el tema
de los grupos ultras con nuestros líderes, con las figuras
más representativas. Podía ser una solución. No hay que
olvidar que precisamente los grupos ultras lo que quieren es que se les distinga dentro del estadio; que se vea
que son reconocidos por los jugadores de élite y que les
reconocen su actitud. Todos sabemos que los grupos ultras están compuestos por gente que va con atuendos muy
marcados, con actitudes violentas, que van a defender los
intereses del equipo pero buscando notoriedad, tanto en
la llegada al estadio de fútbol como en la salida del
mismo.
Lo que sí he visto positivo es que, por ejemplo, cuando
un espectador, a nivel individual, lanza un objeto al terreno de juego, el resto de espectadores lo descalifica y empieza a señalar el sitio; en algunos momentos, incluso la
policía participa de forma activa en la detención de este
individuo. Sin embargo, no puede procederse así cuando
un conjunto de personas, que están unidas, se manifiestan de forma violenta, pues puede darse que las personas
que denuncian los hechos se vean implicadas a nivel
físico.
Lo que hay que intentar -lo comentaba el compañero
de b a l o n c e s t e es que los clubes indentifiquen perfectamente a estas personas; que dentro del estadio haya unas
condiciones determinadas, como pueden ser cámaras de
vídeo, etcétera, para el posible control de esa violencia
que allí se genera; en el futuro, los clubes se deben plantear que los estadios tengan unos asientos cómodos; esto,
a lo mejor, facilitará una situación más relajada y sedante del espectador; estar dos horas de pie en un partido,
en cierta forma, puede inducir al nerviosismo y a la actuaci6n violenta.
Hay un estudio de una ponente europea que dice que
COMISIONES-NÚM.127
hay tres tipos de seguidores o espectadores violentos: uno,
los que buscan sensaciones fuertes; otro, aquéllos guiados
por motivaciones políticas y un tercero, que persigue la
violencia por la violencia. Yo creo que en estos grupos ultras se dan estas tres situaciones y lo que hay que hacer
es controlarlos y luego hacer una legislación que permita
penalizarlos y erradicarlos de los estadios.
¿Me preguntaba sobre el tema arbitral?
El señor PRESIDENTE: ¿Quiere concretar, señor Bris?
El señor BRIS GALLEGO: Hablaba de la edad del espectador de fútbol; si la AFE contempla, de alguna manera, que se pueda atraer a la gente más joven; el Presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles nos hablaba de una media de socios de 45 años y creemos que
la presencia de mujeres, de jóvenes normales y de niños
podría en buena parte también contribuir a la erradicación de la violencia en los espetáculos deportivos.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Conzález Movilla.
El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DE FUTBOLISTAS ESPAÑOLES (González Movilla): Todas las
medias que lleven a que las nuevas generaciones de niños
y jóvenes vayan a los estadios son buenas.
Nosotros representamos al colectivo de deportistas y
una parte de ellos lo hacen de forma profesional. En definitiva, dentro del mundo del fútbol, los más necesitados, para que este deporte se siga manteniendo dentro de
unas coordenadas lógicas, tanto a nivel deportivo como’
económico, somos los propios futbolistas. Lógicamente,
hay que apostar por cualquier medida que favorezca la
asistencia de nuevas generaciones a los campos.
Sobre las primas por partido de la selección -me he olvidado de comentarlo en su anterior intervención-, tengo que decirle que se va a negociar hoy precisamente. Sobre esto le voy a comentar lo siguiente: el niño, cuando
habla de mitos, se refiere a muchas cosas; habla de mitos
a nivel deportivo y como ejemplo está la figura de ese futbolista que es aclamado en los estadios; pero no hay que
olvidar también que ese mito tiene unos ingresos económicos que también son envidiables para el niño; aquel
niño no solamente quiere llegar a ser futbolista sino a ganar mucho dinero. Estos ejemplos se están manteniendo
hasta la fecha y así los futbolistas que van a la selección,
como máximos exponentes de un deporte en el que son
los mejores ejecutores, entiendo -entendemos todosque deben cobrar primas por jugar los partidos. Y le voy
a decir más. Fíjese si somos generosos que si la Federación Española de Fútbol no cobrase entrada en los estadios, ni tuviera ingresos por televisión, a lo mejor, los futbolistas no cobrarían dinero.
El señor PRESIDENTE: Hay dos preguntas más del Senador Bris, que corresponde al señor Deulofeu contestar.
El señor SECRETARIO GENERAL DE LA ASOCIA-
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CION DE JUGADORES DE BALONCESTO (Deulofeu Gibert): La primera de ellas ya la ha contestado en gran medida mi compañero González Movilla.
Le reiteraría lo que he dicho antes. Estoy convencido
de que los jugadores de baloncesto, al igual que los de fútbol, lucen con mucho orgullo la camiseta nacional. Esto
no impide que haya unos intereses económicos detrás que
explotan su imagen comercialmente y es justo que participen en ello en la medida en que generan estos ingresos.
En cuanto a la pregunta de si considero conveniente o
no que los clubes tengan responsabilidad por los actos de
violencia que se producen en su recinto, yo estoy absolutamente convencido de que debe ser así. Es ya así y se
debe mantener de esta manera. Es decir, tienen que tener
una responsabilidad subsidiaria de todos los altercados
que se produzcan en el recinto deportivo; tienen quc ser
responsables de todo lo que acontece y de velar por el orden y el buen desenvolvimiento del juego y de la competición.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el Senador
Gaminde.
El señor GAMINDE ALIX: Le prometo ser brevísimo,
señor Presidente.
Me voy a referir exclusivamente al informe que se nos
ha presentado hoy.
La Senadora Sainz lo ha calificado de escalofriante;
luego ha matizado un poco más y ha dicho preocupante;
y a mí me ha resultado asombroso. No voy a hacer ningún comentario sobre él, aunque merece la pena; simplemente le voy a hacer una pregunta: ¿Qué uso práctico
piensan hacer de las conclusiones que aquí obtengan?
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor González Movilla.
El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DE FUTBOLISTAS ESPAÑOLES (González Movilla): Está claro
que el estudio que promovimos a través de la prestigiosa
agencia «Gallup» era un objetivo. A veces los objetivos
son finales y creo que deben crearse las condiciones necesarias para que puedan serlo. Estamos trabajando para
que la relación AFE-plantillas se coordine, para que cuando celebremos asambleas haya unidad a nivel de interks
común. Sé que, a nivel individual, cada futbolista defiende su profesión, su contrato y su dinero, por lo cual buscar soluciones mágicas es imposible, pero nuestra labor
está en saber cuál es la opinión de los futbolistas, cómo
ha respondido el colectivo y, a partir de ahí, empezar a
tomar medidas.
Grandes medidas no se han adoptado porque, repito,
nuestra infraestructura, por desgracia, no cubre todos
nuestros deseos, pero aseguro que nuestro contacto con
las plantillas permitirá tratar a fondo estos temas, así
como relacionar el mundo del deporte, aun entendiendo
que todos defienden su profesión y su equipo.
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El señor PRESIDENTE: Independientemente del uso
que de la encuesta haga la Asociación de Futbolistas, no
cabe duda que esta información va a ser útil para esta Comisión, la cual tendrá en cuenta los resultados que se nos
han facilitado a través de la encuesta.
La última intervención de los señores Senadores en este
turno de preguntas corresponde al Senador Lorda.
El senor LORDA 1 ALAIZ: Por ser el último, me veo obligado a utilizar un estilo telegráfico.
Parto de la constatación de que el fenómeno de la violencia en el deporte es inevitable. Ante ella hay dos procedimientos; por una parte, la represión (medidas de sanción, etcétera) y, por otra, la disuasión o prevención. A mí
me interesa mucho más la disuasión o prevención.
Sobre todo en fútbol, el factor más importante, generador quizás de la violencia, es que se trata de un espectáculo, por lo que pregunto a los distinguidos señores comparecientes si no se conseguiría un efecto disuasivo alterando su estructura, en el sentido de introducir en él otros
espectáculos no competitivos que tuvieran el carácter de
diversión. Divertir, etimológicamente, quiere decir distraer de la tensión existente en el público, ocasionada por
lo que se está presenciando. Creo que si se introdujeran
otros espectáculos de ese carácter, con el fin de conducir
el estado de ánimo del público hacia una especie de euforia y sosiego, se haría olvidar las tensiones producidas
por las incidencias del juego. Me refiero, por ejemplo, a
un desfile de bien modeladas «majorettes)),o bien a bizarros representantes del sexo fuerte, o a un número de
payasos de circo, etcétera. Crco que eso podría contribuir
enormemente a pacificar el ánimo. No me digan que es
una sugerencia pueril, porque en realidad el deporte nos
retrotrac a todos a nuestros años infantiles.
El señor PRESIDENTE: Indepcndientemente de que su
concepto telegráfico coincida o no con el del Presidente
(Risa;.), creo que ha conseguido divertir, en el sentido de
amenizar, aunque espero que no distraer del objeto central.
Tiene la palabra el señor González Movilla.
El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DE FUTBOLISTAS ESPAÑOLES (González Movilla): Creo que todos los que estamos presentes queremos que el mundo del
deporte funcione por otras directrices a nivel de participación deportiva. Su sugerencia es una idea más, pero
para llevarla a cabo sería necesario cambiar la filosofía
del fútbol.
Hay que educar a los dirigentes, a los árbitros, a los jugadores, para que todos participemos en la erradicación
de la violencia en los estadios. Como comentaba anteriormente el compañero, no hay que olvidar las situaciones
de ascenso o descenso. Esos noventa minutos dc ,juego
pueden producir el regocijo de una ciudad, de una piuvincia. Dentro de esa victoria se mezclan los valores 1 1 1 0 rales de esa ciudad, los valores de lucha y de gcricrositlxl
de los deportistas que representan, e introducir oiro tipo
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7 DE NOVIEMBRE DE 1988
de actos dentro del campo de fútbol desvirtuaría la filosofía del fútbol. Distraer al espectador en un momento
dado puede ser favorable, pero creo que esta filosofía no
sería bien aceptada por el mundo del fútbol en general.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor
Deulofeu.
El señor SECRETARIO GENERAL DE LA ASOCIACION DE JUGADORES DE BALONCESTO (Deulofeu Gibert): No tengo más remedio que admitir que la idea encaja en el baloncesto, porque los americanos ya la han
puesto en práctica. Ahora bien, creo que esto corresponde plantearlo a los clubes más que a nosotros. Es evidente que esto incrementa sus presupuestos y no sé hasta qué
punto estarían dispuestos a realizar esta inversión para
distendir los ánimos de los espectadores, pero quizás podría ser un instrumento válido. Por sí solo entiendo que
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COMISIONES.-NÚM.
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no sería suficiente para erradicar la violencia, pero que
puede contribuir, como una medida más, quizás si.
El seiior PRESIDENTE: Esta cuestión también surgió
en la comparecencia de los señores presidentes de la Federación de Clubes de Baloncesto y de la Federación de
Baloncesto.
Quiero agradecer, en nombre de la Comisión, la presencia y la colaboración de los señores González Movilla y
Deulofeu.
Antes de levantar esta sesión, quiero preguntar a los señores portavoces si no tienen ninguna objeción que hacer
a las Actas 4 y 5, correspondientes a los días 27 y 31 de
octubre. (Pausa.){Se dan por aprobadas? (Asentimiento.)
Quedan aprobadas.
Se levanta la sesión.
Eran las catorce horas y quince minutos.
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