FISCAL Marzo 2016 DOCTRINA ADMINISTRATIVA Y JURISPRUDENCIA 1. Consultas de la DGT 2. Jurisprudencia 3. Otros documentos de interés OPINIÓN Infracciones tributarias en casos de conflicto en la aplicación de la norma. Luis Rodríguez-Ramos DOCTRINA ADMINISTRATIVA Y JURISPRUDENCIA 1. Consultas de la DGT Consulta vinculante número V3438-15, de 11 de noviembre de 2015. La DGT se ha pronunciado sobre la aplicabilidad de la exención del artículo 21 LIS en relación con el reparto de dividendos de una sociedad domiciliada en Malta. Dicha consulta trata el supuesto de una sociedad española que constituye una joint venture con una sociedad francesa, constituyendo al efecto una sociedad filial en Malta participada al 50% por ambos socios. De acuerdo con la normativa maltesa, la filial estará sujeta a un tipo de gravamen en el IS del 35%, si bien se reconoce el derecho a obtener la devolución de parte del impuesto satisfecho en Malta (“credit refund”) en la medida que la sociedad reparta dividendos a los accionistas con cargo a los beneficios gravados. Dicha devolución tiene un tope máximo de 6/7 del impuesto soportado por la filial. La DGT confirma que se cumplen las exigencias del artículo 21 LIS, aunque la sociedad maltesa esté sujeta al régimen del credit refund, al darse los requisitos de porcentaje, antigüedad y existencia de convenio en vigor con cláusula de intercambio de información entre España y Malta, con independencia de que el tipo efectivo de gravamen satisfecho en Malta sea inferior al 10 por ciento. La consulta aclara que las cantidades percibidas por la sociedad española de la administración tributaria maltesa en virtud del régimen mencionado, deberán asimilarse, en su régimen fiscal, al de los dividendos, por lo que dichas cantidades podrán beneficiarse de la exención del artículo 21 LIS. Consulta vinculante número V3868-15, de 3 de diciembre de 2015. La DGT analiza la aplicación de la exención para evitar la doble imposición sobre dividendos y rentas derivadas de la transmisión de valores representativos de de los fondos propios de entidades residentes y no residentes en territorio español, en el caso de una sociedad que tiene una filial con residencia en Guatemala. El sistema tributario de Guatemala establece dos modalidades de tributación en el impuesto local que grava los beneficios de las sociedades: (i) una modalidad general cuyo tipo impositivo es del 28% calculado sobre los beneficios de la sociedad y; (ii) una modalidad simplificada de carácter opcional, cuyo tipo impositivo es del 7% calculado sobre los ingresos de la sociedad. La DGT concluye que, en la medida en que el tipo nominal sobre beneficios que resultaría de aplicación sea superior al 10% y, asimismo, el tipo efectivo al que está sometida la entidad sea también superior al 10%, debe entenderse cumplido el requisito establecido en el artículo 21 LIS, con independencia de que la entidad opte por aplicar la modalidad simplificada que grava al tipo del 7% los ingresos. Consulta vinculante número V4163-15, de 30 de diciembre de 2015. La DGT establece que, en el caso de un grupo fiscal, no hay orden de prelación legal para su compensación entre las bases imponibles negativas generadas a nivel individual con carácter previo a la incorporación al grupo fiscal o las generadas por el grupo fiscal, dado que el artículo 62.f LIS no regula ningún orden preferente de aplicación. Por tanto, el sujeto pasivo podrá elegir entre aplicar con carácter previo las que considere oportuno, siempre que se cumplan los límites y condiciones señaladas dentro del régimen fiscal especial. 2. Jurisprudencia STS, de 29 de junio de 2015. El supuesto trata sobre una persona física que concede una opción de compra en el ejercicio 2005 sobre un inmueble que adquirió en 2002. A cambio de dicha concesión percibe una prima. La normativa vigente en el momento de la concesión del derecho de opción y, por tanto, cuando se percibe la prima es el Real Decreto Legislativo 3/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del IRPF. El contribuyente incluye dicha prima en la parte especial del IRPF, al considerar que su período de generación es superior a un año. La Dependencia Regional de la Inspección de la AEAT de Valencia dicta un acuerdo de liquidación donde considera que la prima debe integrarse en la parte general de a base imponible del IRPF. El recurrente alegó, en recurso de casación para la unificación de doctrina frente al TS, que dicha ganancia no debería integrarse en la base imponible general del IRPF sino en la base imponible especial, al tener la ganancia patrimonial un periodo de generación superior a un año, ya que el inmueble sobre el que se concedió la opción fue adquirido en 2002 y la concesión del derecho de opción se realizó en 2005. El TS resuelve afirmando que la concesión de una opción conlleva una alteración en la composición del patrimonio ya que supone un ejercicio y limitación del “ius disponendi” de su titular. Adicionalmente, el TS entiende que el contrato de opción no necesita de una actividad posterior de las partes y la alteración del patrimonio del concedente no deriva de una previa adquisición, por lo que deberá integrarse en la parte general de la renta, al no haber periodo de generación alguno. STS, de 21 de diciembre de 2015. El sujeto pasivo consideró que, para el cálculo de la ganancia patrimonial, derivada de la transmisión de un inmueble, debía considerar como valor de adquisición el valor comprobado previamente a efectos de ITPAJD por la Comunidad de Madrid, en lugar del coste de adquisición, tal y como establece la normativa del IRPF. El TS apoya esta pretensión concluyendo que en la determinación del precio de enajenación de los inmuebles, la Administración del Estado queda vinculada por la valoración realizada por la Administración autonómica a efectos de un tributo cedido como el ITPAJD, concluyéndose en un sentido positivo. STS, de 27 de enero de 2016. El TS entiende que se produce la prescripción del derecho a liquidar el ITPAJD en su modalidad de AJD por parte de la Administración autonómica, dado que la misma no había quedado interrumpida por la actuación de la misma Administración tendente a liquidar ITPAJD en su modalidad de TPO, cuyo hecho imponible es diferente del concepto que finalmente fue objeto de liquidación. De esta forma, no habiendo efecto interruptivo y habida cuenta de que, según las fechas que se hacen figurar en los antecedentes, habían transcurrido más de cuatro años desde la realización del hecho imponible cuando se giró la liquidación última por el ITPAJD en su modalidad de AJD, se considera prescrito el derecho de la Administración a la determinación de la deuda tributaria. S TSJ de Valencia, de 28 de octubre de 2015. El TSJ anula las liquidaciones dictadas por entender que el método de valoración utilizado por la Administración autonómica, aplicando parámetros de valoración colectivos, no contrastados por peritos y ajenos a cualquier individualización, nada tienen que ver con el valor real que constituye la base imponible de ITPAJD, y que no están amparados por la normativa de dichos tributos. La sentencia afirma que, la descripción catastral o el valor catastral, no tienen por qué ser válidos para determinar el valor fiscal de un bien inmueble. De hecho, a su entender, no refleja su valor real. En definitiva, entiende el Tribunal que con la utilización de este método de valoración, la Administración no se cerciora del estado real del inmueble, por lo que hay una falta o insuficiencia de individualización en la valoración del inmueble, anulándose en consecuencia la valoración realizada. 3. Otros documentos de interés Informe de la Subdirección General de Ordenación Legal y Asistencia Jurídica de la AEAT de 7 de marzo de 2016 relativo a la deducibilidad en el IS de los intereses de demora derivados de liquidaciones dictadas por la Administración tributaria. Confirmando el criterio establecido por las resoluciones del TEAC (resoluciones de 23 de noviembre de 2010 y de 7 de mayo de 2015), el reciente Informe relativo a la deducibilidad en el IS de los intereses de demora derivados de liquidaciones dictadas por la Administración tributaria, publicado con fecha 7 de marzo de 2016 por la AEAT, rechaza las conclusiones alcanzadas en la reciente consulta vinculante de la DGT número V4080-15, de 21 de diciembre de 2015. De conformidad con el informe de la AEAT: 1.- Los intereses de demora contenidos en las liquidaciones administrativas derivadas de procedimientos de comprobación, no son partidas deducibles a la hora de determinar la base imponible del IS, siguiendo el criterio establecido en la resolución del TEAC. 2.- Los intereses suspensivos, debido a su naturaleza financiera, sí son deducibles a la hora de determinar la base imponible del IS, equiparándose así a los aplazamientos. 3.- En los casos que sea necesario dictar una nueva liquidación, en virtud del artículo 26.5 de la LGT, y hubiera mediado suspensión, los intereses de demora liquidados sobre la nueva cuota no serán deducibles desde que se produjo el incumplimiento por parte del obligado tributario hasta que se produce la primera liquidación administrativa en la que se corrige dicho incumplimiento. Los intereses devengados a partir de ese momento sí serían deducibles. Decisión de la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea de 5 de febrero de 2016 considera las nuevas deducciones fiscales al cine compatibles con el régimen de ayudas de Estado. Por otro lado, con el fin de incentivar las inversiones en España, la citada reforma fijó una deducción del 15% de los gastos efectuados en España para las producciones extranjeras, siempre y cuando dichos gastos sean, al menos, de un millón de euros, con un límite de deducción de dos millones quinientos mil euros. Una vez realizada la reforma, el Gobierno notificó estos cambios a la Unión Europea y la Comisión Europea ha declarado que son compatibles con el régimen de ayudas de Estado y con el mercado interior comunitario, en concreto con el artículo 107 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. La reforma de la Ley del Impuesto sobre Sociedades amplió la deducción fiscal en dicho impuesto para producciones audiovisuales del 18% al 20% para el primer millón de euros de base de deducción, el resto continúa al 18%, con un límite de deducción de tres millones de euros por producción. Del mismo modo, se establece una deducción del 20% de los cotes técnicos, artísticos y promocionales realizados en producciones de espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales. OPINIÓN Infracciones tributarias en casos de conflicto en la aplicación de la norma. Luis Rodríguez-Ramos La Ley 34/2015, de Modificación Parcial de la LGT, eliminó la referencia a la improcedencia de la imposición de sanciones que contenía el artículo 15 LGT e introdujo un nuevo artículo 206 bis LGT. Como a nadie se le escapará, el artículo 206 bis LGT simplemente señala que las infracciones actualmente tipificadas en los artículos 191, 193, 194 y 195 de la LGT constituirán infracción tributaria cuando se declare el conflicto en la aplicación de la norma tributaria siempre que, con carácter previo a la declaración, se haya hecho público por la Administración que se ha declarado el conflicto en supuestos sustancialmente idénticos. A nuestro juicio, la posibilidad de imponer sanciones en supuestos de conflicto en la aplicación de la norma tal y como está planteada en la LGT plantea problemas de constitucionalidad a la vista de la jurisprudencia del TC sobre el fraude de ley (figura que la Sala Tercera considera equivalente al conflicto) y el principio de legalidad penal. El artículo 178 LGT señala que “La potestad sancionadora en materia tributaria se ejercerá de acuerdo con los principios reguladores de la misma en materia administrativa con las especialidades establecidas en esta ley”. De acuerdo con el artículo 129 de la Ley 30/1992, puede definirse el principio de tipicidad como aquel en virtud del cual sólo constituyen infracciones administrativas las vulneraciones del ordenamiento jurídico previstas como tales infracciones por una ley (que debe ser previa a la comisión de la infracción en virtud del principio de irretroactividad), siendo únicamente posible la imposición de sanciones (en todo caso delimitadas por la ley) por la comisión de infracciones administrativas, sin que sea posible la aplicación analógica de las normas definidoras de infracciones y sanciones. En definitiva, el principio de tipicidad supone la plasmación administrativa del principio de legalidad penal y, en caso de dudas sobre el alcance de aquel, el principio de legalidad penal deberá ser aplicado directamente, al menos, en los aspectos de dicho principio que derivan directamente del artículo 25 de la Constitución, dada la posición igualitaria que delitos, faltas e infracciones administrativas ocupan en dicho precepto constitucional. En consecuencia, existirán tres exigencias ineludibles: (i) una ley (lex scripta), previa al hecho sancionado (lex praevia), y que la ley describa un supuesto de hecho estrictamente determinado (lex certa). Además, debe tenerse en cuenta que no cabe la analogía in malam partem (artículos 9.3 y 25.1 CE, 4.2 CC y 4.1 CP). Pues bien, el TC en su Sentencia 75/1984, de 27 de junio, relativa a una sentencia en la que la Audiencia Nacional condenó como delito de aborto una interrupción del embarazo de una ciudadana española llevado a cabo en el extranjero, rechazó el uso del fraude de ley en el plano penal al señalar que “sólo se puede anudar la sanción prevista a conductas que reúnen todos los elementos del tipo descrito y sean objetivamente perseguibles. Esta exigencia se vería soslayada, no obstante, si a través de la figura del fraude de ley, se extendiese a supuestos no explícitamente contemplados en ellas la aplicación de normas que determinan el tipo o fijan condiciones objetivas para la perseguibilidad de las conductas, pues esta extensión es, pura y simplemente, un aplicación analógica” (F. 5). Posteriormente en sus conocidas sentencias 120/2005, de 10 de mayo y 48/2006, de 13 de febrero, reiterando los argumentos de la mencionada sentencia 75/1984, ha afirmado que no cabe basar una condena por delito fiscal en la figura del fraude de ley tributaria por vulnerarse el principio de legalidad penal. La STC 120/2005 niega la posibilidad de considerar la existencia de delito fiscal en los casos de fraude de ley tributaria por ser una aplicación analógica del tipo penal que resulta lesiva del derecho a la legalidad penal reconocido en el artículo 25.1 CE, señalando además “A mayor abundamiento (…) la configuración del fraude de ley tributaria como conducta punible a título de delito fiscal sería también lesiva del indicado derecho por aplicación del canon de examen utilizado por este Tribunal cuando se aducen vulneraciones del mismo por razón de las operaciones judiciales de subsunción de los hechos en las normas penales preexistentes. Recuérdese que el mencionado modelo de análisis nos ha conducido, en constante jurisprudencia, a apreciar lesionado el derecho a la legalidad penal cuando tales operaciones obedezcan a una aplicación de la norma punitiva tan carente de razonabilidad «que resulte imprevisible para sus destinatarios, sea por apartamiento del tenor literal del precepto, sea por la utilización de pautas valorativas extravagantes en relación con el ordenamiento constitucional, sea por el empleo de modelos de interpretación no aceptados por la comunidad jurídica, comprobado todo ello a partir de la motivación expresada en las resoluciones recurridas”. Considerando que el principio de legalidad penal y la prohibición de analogía in malam partem son, como hemos visto, aplicables al Derecho administrativo sancionador, entendemos que sería inconstitucional una ley que basase el tipo infractor en la declaración de conflicto en la aplicación de la norma tributaria por cuanto implicaría una aplicación analógica incompatible con el principio de legalidad previsto en el artículo 25.1 CE. Si en la declaración de conflicto, la analogía es imprescindible porque no se ha realizado el hecho imponible, no puede hablarse de la existencia de una ley escrita previa y cierta, sencillamente porque no existe tal ley, lo único que existe es una interpretación administrativa según la cual, mediante aplicación analógica, se exigen a un determinado contribuyente las cantidades dejadas de ingresar o indebidamente devueltas, o se deniega la devolución o la acreditación de determinados importes. El hecho de que únicamente pueda cometerse la infracción cuando exista “igualdad sustancial entre el caso objeto de regularización y aquel o aquellos otros supuestos en los que se hubiera establecido criterio administrativo y éste hubiese sido hecho público” no desvirtúa en absoluto lo anterior, pues lo que está haciendo la Administración al declarar el conflicto es aplicar analógicamente la norma y el hecho de que esa aplicación analógica ya se haya realizado con carácter previo en otros casos y sea pública, no implica que la imposición de sanciones basada en una aplicación analógica no vulnere el artículo 25.1 CE. Es cierto que la publicidad del criterio hace que no quepa considerar vulnerado el derecho de legalidad penal porque la subsunción de los hechos en las normas preexistentes carezca de razonabilidad y resulte imprevisible para sus destinatarios. Sin embargo, la vulneración del principio de legalidad penal se produce, no solo por una subsunción imprevisible (cosa que evidentemente no ocurre si se ha publicado el criterio), sino por exigir la deuda tributaria mediante una aplicación analógica. De hecho, la propia STC 120/2005 distingue dos tipos de vulneración del principio de legalidad penal. En los Fundamentos 1 a 5 explica profusamente por qué si se sancionasen conductas en fraude de ley se vulneraría el principio de legalidad penal (en síntesis porque es precisa la analogía para entender que se ha cometido el tipo infractor) y sólo en el Fundamento 6º señala “A mayor abundamiento cabe señalar que la configuración del fraude de ley tributaria como conducta punible a título de delito fiscal sería también lesiva del indicado derecho por aplicación del canon de examen utilizado por este Tribunal cuando se aducen vulneraciones del mismo por razón de las operaciones judiciales de subsunción de los hechos en las normas penales preexistentes”. Es decir, la publicidad de los criterios subsanará esa segunda vulneración del principio de legalidad penal que el Tribunal Constitucional señala “a mayor abundamiento”, pero no subsanará la primera, la consistente en declarar falta de ingreso, obtención indebida de devoluciones, solicitud indebida de devoluciones o acreditación indebida de partidas mediante analogía in malam partem (la declaración de conflicto en la aplicación de la norma). Abreviaturas utilizadas AEAT: Agencia Estatal de la Administración Tributaria. AJD: Actos Jurídicos Documentados. AN: Audiencia Nacional. BOICAC: Boletín Oficial del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas. BORME: Boletín Oficial del Registro Mercantil. CC: Código Civil. CCom: Código de Comercio. DGRN: Dirección General de los Registros y del Notariado. DGT: Dirección General de Tributos. ICAC: Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas. IRPF: Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. IS: Impuesto sobre Sociedades. ITPAJD: Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. IVA: Impuesto sobre el Valor Añadido. LGT: Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria. LIP: Ley 19/1991, de 6 de junio, del Impuesto sobre el Patrimonio. LIRPF: Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio. LIS: Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto sobre Sociedades. LISD: Ley 29/1987, de 18 de diciembre, del Impuesto sobre sucesiones y donaciones. LIVA: Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor añadido. LJCA: Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa NRV: Norma de Registro y valoración. OS: Operaciones Societarias. PGC: Plan general de Contabilidad. SAN: Sentencia de la audiencia Nacional. Sexta Directiva: Sexta Directiva 77/388/CEE del Consejo, de 17 de mayo de 1977, en materia de armonización de las legislaciones de los Estados miembros relativas a los impuestos sobre el volumen de negocios-Sistema común del Impuesto sobre el Valor Añadido: base imponible uniforme. SOCIMI: Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario. STC: Sentencia del Tribunal Constitucional. STS: Sentencia del Tribunal Supremo. STSJ: Sentencia del Tribunal Superior de Justicia. TC: Tribunal constitucional. TEAC: Tribunal Económico Administrativo Central. TEAR: Tribunal Económico Administrativo Regional. TJCE: Tribunal de justicia de las Comunidades Europeas. TJUE: Tribunal de Justicia de la Unión Europea. TPO: Transmisiones Patrimoniales Onerosas. TRLITP-AJD: Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/1993, de 24 de septiembre. TS: Tribunal Supremo. TSJ: Tribunal Superior de Justicia. © 2016 Ramón y Cajal Abogados, S.L.P. La información contenida en esta Newsletter es de carácter general y no constituye asesoramiento jurídico. Contactos: Madrid Barcelona Alejandro Fernández-Zugazabeitia [email protected] Mar Alcaraz [email protected] Andrés Jiménez [email protected] Alberto Heras [email protected] Gonzalo Molina [email protected] Sergi Rovira [email protected] Luis Rodríguez-Ramos [email protected] Pablo Vidal [email protected] www.ramonycajalabogados.com Almagro, 16-18 28010 Madrid T +34 91 576 19 00 F +34 91 575 86 78 Caravel•la La Niña, 12, 5ª planta 08017 Barcelona T +34 93 494 74 82 F +34 93 419 62 90 Emilio Arrieta, 6 1º Derecha 31002 Pamplona T +34 94 822 16 01