25 años del incendio en la central de Vandellós I Publicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net) 25 años del incendio en la central de Vandellós I Enviado por pabloelorduy el Mié, 10/22/2014 - 08:00 Antetítulo portada: Energía nuclear Artículos relacionados portada: Fukushima, tres años después y Rajoy sigue sin entender nada Foto portada: Antetítulo (dentro): El peor accidente de la historia nuclear española Sección principal: Global Cuerpo: La central de Vandellós I era propiedad de la empresa hispano-francesa Hifrensa y empezó a funcionar en 1972. Tenía 480 Mw de potencia y era notablemente distinta del resto de las centrales nucleares españolas, puesto que estaba refrigerada por agua y moderada por grafito, lo que resulta problemático para la seguridad. En este tipo de reactores el tratamiento de los residuos está sometido a salvaguardias para evitar la proliferación nuclear porque se puede extraer plutonio con fines militares de su combustible gastado. Y otro problema es que el grafito radiactivo no se puede gestionar como un residuo de media y baja actividad porque tiene más de 5.000 años de vida media, que supera la permitida para ser depositado en El Cabril (Córdoba). El 19 de octubre de 1989 a las 21.39h se produjo un incendio en el alternador número 2, en el edificio de turbinas, donde se produce la energía eléctrica. El incendio comenzó en la turbina por unas fisuras en los anclajes, que se podrían haber detectado con técnicas convencionales. De hecho, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) recomendó que se realizaran estas inspecciones. Además de esta recomendación, el CSN exigió una serie de modificaciones a la central que en 1989 aún no se habían puesto en práctica: no se habían instalado sistemas de refrigeración de emergencia, ni se había aislado el reactor del sistema eléctrico. De haberse hecho, el accidente habría sido menos grave. Cerca del desastre El incendio progresó por los trenes de cables y llegó a quemar varias tuberías y equipos clave de la central. Se produjo la inundación del cajón del reactor por agua de mar que inutilizó dos de los cuatro turbosoplantes de gas que refrigeraban el reactor. Durante unos momentos, los parámetros del reactor estuvieron a punto de superar los valores seguros, lo que habría dado lugar a la fusión del núcleo, a una explosión y a una fuga masiva de radiactividad. Por suerte el agua de mar no subió más y los otros dos turbosoplantes siguieron funcionando. La casualidad jugó aquí un papel favorable. El incumplimiento de la empresa gestora podría haber dado lugar a un accidente nuclear tan grande como Fukushima El CSN había pedido a la central en más de una ocasión que controlara esos defectos de la turbina, cosa que Hifrensa no hizo. Este incumplimiento pudo dar lugar, como se ha visto, a un accidente nuclear tan grave como el de Fukushima y, a pesar de eso, el CSN no paralizó Página 1 de 4 25 años del incendio en la central de Vandellós I Publicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net) la central, en una lamentable tradición de mano ancha. Lo que sí hizo el CSN fue pedir al Ministerio de Industria por dos veces que sancionara a la central, cosa que este organismo hizo. Pero esas sanciones ascendieron a 600.000 y un millón de pesetas respectivamente (3.600 y 6.000 euros), que resultaron irrisorias. Estos hechos fueron llevados ante la Justicia. El encargado de la acusación popular fue el abogado Marc Viader. La sentencia llegó el 6 de marzo de 2000 y, sorprendentemente, fue absolutoria al determinar que el accidente de Vandellós I fue fortuito e imprevisible. Los grupos Acció Ecologista y AEDENAT señalaron, de forma acertada, que en ese caso debería procederse a la paralización cautelar de todas las centrales, nucleares o no, con turbinas similares a la de Vandellós I, puesto que en cualquier momento podían producirse incendios como aquél. Finalmente, se decidió el cierre definitivo de la central, como colofón al accidente más grave de la historia nuclear española. El riesgo de la energía nuclear Por sus características, la energía nuclear es inherentemente peligrosa, como demuestra el accidente de Vandellós I y otros que se han producido en el mundo, sobre todo Harrisburg (EE UU, 1979), Chernóbil (Ucrania, 1986) y Fukushima (Japón, 2011). Se trata de un riesgo transversal, puesto que han sufrido accidentes diversos modelos de centrales y reactores ubicados en diferentes países. Llama la atención la resistencia de muchos gobiernos a aprender esta lección fundamental y empeñarse en mantener en funcionamiento las centrales. Esto sólo se explica por una fe absoluta en que los medios de seguridad funcionarán al 100%, cosa que la realidad se empeña en desmentir, o porque los intereses de una minoría se ponen por delante de los de la mayoría. El riesgo nuclear posee unas características especiales, que lo convierten en muy difícil de gestionar. La probabilidad de que se produzca un accidente es baja, pero los efectos son tan devastadores que el riesgo resulta inasumible. Por otra parte, se trata de un riesgo global, no localizado, que procede de una de las apuestas tecnológicas del siglo XX. En estos momentos deberíamos tener ya suficiente madurez para distinguir aquellas tecnologías que traen avances a nuestras vidas de aquellas cuyos inconvenientes no compensan sus aportaciones, como es el caso de las centrales nucleares. El problema es que el mundo actual se basa en las soberanías estatales y no existen formas de gobernanza global que permitan acometer estos riesgos. Y, como vemos cada día en nuestro país, las soberanías estatales están mediatizadas por multitud de intereses espurios. La imposición del riesgo nuclear, precisamente por su naturaleza global, resulta profundamente antidemocrática. Se obliga a las personas a que acepten este peligro, sin que obtengan beneficio alguno y sin tener en cuenta su opinión. Los poderes públicos, el Gobierno español en nuestro caso, decide poner los intereses de los beneficiarios de la industria nuclear por delante de los de la mayoría de la población. Recuadro: Los riesgos de la Energía nuclear en siete actos Palomares 1966 La colisión de dos aviones de EE UU hizo caer sobre Almería cuatro bombas termonucleares, cada una de ellas 75 veces más potente que la de Hiroshima. La nube radiactiva se asentó en un área de 226 hectáreas. Madrid, 1970 El 7 de noviembre de 1970, la Junta de Energía Nuclear, en Ciudad Universitaria, vertió entre 40 y 80 litros de desechos radiactivos al alcantarillado. La contaminación llegó a los ríos Manzanares, Jarama y Tajo, con valores de exposición entre 10.000 y 75.000 veces superiores a la dosis máxima permitida. Página 2 de 4 25 años del incendio en la central de Vandellós I Publicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net) Garoña, 1970-1978 Según fuentes oficiales, en los primeros años de funcionamiento de la central de Garoña (Burgos), se habrían fugado más de 40.000 litros de agua contaminada que afectaron a extensas zonas de regadío de Álava, La Rioja y la ribera navarra. Garoña, 1998 En diciembre de 1998 volcó un camión que circulaba por la carretera, con dos grandes piezas radiactivas procedentes de la central. Aunque el CSN afirmó que las piezas estaban descontaminadas, según Ecologistas en Acción es un hecho que las dos piezas emitían radiactividad. El mismo año, una planta de Acerinox en Cádiz fundió una fuente de chatarra contaminada con cesio-137, causando una nube radiactiva detectada en Francia, Italia, Suiza, Alemania y Austria. Vandellós II, 2004 En agosto de 2004 se produjo una fuga radiactiva en la central de Vandellós II, gestionada por la Asociación Nuclear Ascó Vandellós (ANAV), participada por Endesa e Iberdrola. Fue calificada por el CSN como el incidente más grave desde el de Vandellós I. La investigación reveló que la gestora intentó ocultar el accidente y mantuvo la central en condiciones de “seguridad degradada”. Ascó I, 2007 A finales de 2007 y principios de 2008, Greenpeace –alertada por un trabajador de Ascó I– denunció la liberación de partículas radiactivas de esta central nuclear de Tarragona. Una vez más, la ANAV no informó hasta meses después. Vandellós II, 2008 El 24 de agosto de 2008 se produjo un incendio de dos horas en esta central de Tarragona, causado por un fallo en el interruptor de generación del turboalternador, que produjo la parada automática del reactor y por tanto su desconexión de la red. Pie de foto: Imagen de la central nuclear de Ascó. Temáticos: Número 232 energía nuclear Geográficos: Ascó Tarragona Catalunya Vandellós I Nombres propios: Garoña Artículos relacionados: Greenpeace 'desmantela' Garoña Edición impresa: Página 3 de 4 25 años del incendio en la central de Vandellós I Publicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net) Licencia: CC-by-SA Posición Media: Cuerpo del artículo Compartir: Tipo Artículo: Normal Info de la autoria: Es integrante de Ecologistas en Acción, especialista en energía nuclear. Autoría: Francisco Castejón Formato imagen portada: grande Página 4 de 4