Renovables y Medio Ambiente http://www.energuia.com Análisis de generación eólica en sistemas eléctricos de potencia (y II) D. Galván, G. Luengo, S. Tomanovic y R. Portales ABB Transmission and Distribution Systems, S.A. y E. Llorente ABB Power T&D Company Inc. - Dimensionamiento de las celdas e interruptores de media y baja tensión Igual que ocurre con los cables, las celdas de media tensión tienen como criterio más restrictivo el de cortocircuito. En este caso se considera para el diseño tanto el límite térmico de las celdas (intensidad máxima de corta duración), como el límite dinámico de las mismas (máxima corriente instantánea). Por norma general, la relación entre la intensidad de cresta y la intensidad máxima de corta duración es de 2,55 veces. De hecho los fabricantes de celdas se atienen a esta relación estándar a la hora de fabricar las celdas. En algunos casos, sobre todo en las celdas de cabecera, que son las que reciben más aportación de la red externa en caso de cortocircuito, ocurre que la selección de una celda dimensionada por el criterio del límite térmico no cumple sin embargo con el límite dinámico, por lo que hay que elegir la celda inmediatamente superior aunque ello suponga que esté sobredimensionada respecto al límite térmico. Esto es debido a que el principal aporte de los aerogeneradores es a la primera punta de intensidad de falta. Valores típicos estándar de las celdas de media tensión de los parques eólicos estudiados por ABB T&D Systems han sido 16 kA o de 25 kA en algunas de las celdas de cabecera. 104 Para los interruptores se determinarán los valores de corriente de cortocircuito inicial, y en tiempo de apertura, para definir el poder de cierre y el poder de corte - Dimensionamiento del régimen de neutro MT Existen diversos aspectos que deben ser tenidos en cuenta a la hora de definir el régimen de neutro del parque eólico. Sin ser exhaustivos cabe citar: - El régimen de neutro de la red a la que se conecta el parque, ya que de modificarlo se podrían cambiar los valores de potencia de cortocircuito monofásico en la zona, afectando al resto de usuarios. - La capacidad de detección de faltas monofásicas en el parque. - El evitar, en la medida de lo posible, sobretensiones de maniobra en el despeje de este tipo de faltas. - El evitar daños en el estátor de las máquinas en presencia de faltas monofásicas internas. En el caso de que se produzca una falta monofásica en el nivel de media tensión, existen diversas soluciones posibles para limitar sus efectos en función del grupo de conexión de los transformadores. Cuando el nivel de tensión de la red externa a la que se conecta el parque no es muy alto (por ejemplo 45 kV), el grupo de co- Energía www.alcion.es nexión de los transformadores principales suele ser triánguloestrella, independizando de esta forma al parque de las faltas monofásicas que se producen en alta tensión. De esta forma se tiene neutro accesible en el nivel de media tensión, y para limitar las faltas monofásicas que se produzcan se suele instalar una resistencia de puesta a tierra con un valor que haga que la corriente de cortocircuito sea suficientemente grande para que sea detectable, y a su vez evitar sobretensiones de maniobra, pero suficientemente pequeña para no provocar daños o un dimensionamiento exagerado de las pantallas de los cables. En el caso de que el nivel de tensión de la red externa a la que se conecta el parque sea de muy alta tensión (por ejemplo, 220 ó 400 kV), lo que cada vez es más frecuente dados los grandes volúmenes de potencia eólica que se quiere exportar, el grupo de conexión de los transformadores principales suele ser estrella-triángulo, de forma que el devanado de alta tensión del transformador principal pueda disminuir así su nivel de aislamiento. En este caso, al no tener el neutro accesible en MT se suele recurrir a una reactancia zig-zag o a un combinado de reactancia+resistencia en el neutro (para limitar sobretensiones). La ausencia de esta reactancia provocaría que, ante una falta monofásica, no haya circulación de corrientes por tierra y sin embargo se produzcan sobretensiones, cosa no deseable. Valores de corriente de defecto en torno a 600 A suelen suponer una buena solución de compromiso entre la ausencia de daños y la ausencia de sobretensiones para parques conectados a redes AT o MAT. Un aspecto interesante a destacar, por su evidente impacto económico es el hecho de que para los actuales diseños de explotación eólica, que imponen potencias instaladas por encima de los 50 MW, es factible en muchos casos evitar la instalación del cable de acompañamiento del sistema de distribución de 20 kV sin que ello afecte a la seguridad de las personas en el caso de falta monofásica. Esta circunstancia se ha comprobado en reiteradas ocasiones en las que se han analizado grandes parques eólicos (con grandes longitudes en cables MT) por medio de análisis específicos de dispersión de corriente por las pantallas de los cables, mallas de tierra, electrodos de puesta a tierra y electrodos. Este tipo de estudios requieren de modelos muy especiales y detallados de la instalación y el terreno y su explicación queda fuera del alcance de este artículo. 4.3. Dimensionamiento de los transformadores principales ––––––––––––––––––––––––––––––– Como es conocido, las horas de utilización anuales de un parque eólico son del orden del 30% de la capacidad instalada. Si la potencia nominal de los transformadores principales se elige de acuerdo a la capacidad de generación total instalada en el parque, tal y como se hace habitualmente en instalaciones industriales o en sistemas de generación o distribución, se está infrautilizando gran parte de la capacidad de transformación la mayor parte de las horas del año. Tomando en cuenta la norma CEI 354: "Guía de carga de transformadores sumergidos en aceite" es posible elegir una potencia nominal total, menor que la de la capacidad de generación del parque, en muchas ocasiones, sin que por ello disminuya significativamente la vida útil del transformador o se alcancen temperaturas cercanas al punto caliente del mismo. Efectivamente, esta guía establece dos criterios a la hora de seleccionar la mejor potencia nominal de los transformadores principales: - Que la vida útil relativa del transformador tenga un valor al menos igual que el que especifica el fabricante (alrededor de 30 años). - Que la temperatura del punto caliente del transformador no supere el límite de 140 - 160°C ante ciclos de emergencia. En cuanto al primero de los criterios la vida útil relativa del transformador se expresa como: Vida útil a θ h V = ––––––––––––––– = 2(θh-98)/6 Vida útil a 98°C (1) donde: - θh: es la temperatura del punto caliente del transformador (hot spot temperature). Esta temperatura se alcanza normalmente en el aceite que se encuentra en la parte superior del transformador. Por supuesto, esta temperatura es diferente dependiendo del grado de carga del transformador y también de la temperatura ambiente. Habitualmente se toma como referencia de vida útil el valor de 1, siendo este valor la vida útil relativa del transformador especificada por el fabricante para una temperatura del punto caliente del transformador de 98°C. Esta temperatura corresponde con una ambiente de 20°C y un incremento de la temperatura del punto caliente del transformador de 78 K. Como se puede observar en la expresión (1), el ratio es extremadamente sensible con la temperatura. Disminuciones (incrementos) de 6°C hacen que la vida útil del transformador disminuya (aumente) a la mitad (al doble) respecto a la que especifica el fabricante. En la Tabla I se dan los valores del ratio para distintos valores de la temperatura del punto caliente del transformador. Como se puede ver la temperatura marzo/abril 02 105 Renovables y Medio Ambiente 1 + R · kij2 θhj = θa + ∆θ br · –––––––––– 1+R Tabla I. Ratio de vida útil relativa para distintas temperaturas del punto caliente θh [ 0,125 0,250 0,500 1,000 2,00 4,000 8,000 16,00 32,00 64,00 128,0 del transformador juega un papel importantísimo en la vida útil del mismo. En el caso de los parques eólicos lo que se trata de obtener es el ratio de vida útil relativa total considerando la distribución real de potencia generada y las distintas temperaturas ambientes a lo largo del año. En la Tabla II se ofrece la distribución de carga de nuestro parque típico (horas/año). La distribución se ha dividido en estaciones, y para cada una de ellas se indica la temperatura ambiente media. La temperatura del punto caliente en cada período se calcula entonces con la siguiente expresión en el caso de transformadores ONAN, o también en los tramos sin ventilación forzada de transformadores ONAN/ONAF: kij2 x 1+R θhij = θa + ∆θ br · ––––––––– 1+R [ + Hgr · kijy ] + (2) En los tramos con ventilación forzada de transformadores ONAN/ONAF se añade un término a la expresión anterior(1). (1) Normalmente se utiliza la relación 1.33 entre la potencia ONAF y la potencia ONAN. 106 + + 2 · [∆θimr - ∆θbr] · kijy + Hgr · kijy (3) Ratio de envejecimiento 80 86 92 98 104 110 116 122 128 134 140 ] x donde: k, se define para cada uno de los tramos de carga como Pij /cosφ kij = ––––––––– Sn (4) donde: - i: Cada una de las 4 estaciones en las que se ha dividido el año. - j: Cada uno de los 12 tramos de la curva de carga del parque. - θhij: Temperatura del punto caliente para el período i, tramo j. - θa: Temperatura ambiente en cada período considerado. - ∆θbr: Es la temperatura del aceite en el punto inferior. - R: Es el ratio de pérdidas. - x: Es el exponente del aceite. - ∆θimr: Es el incremento medio de la temperatura del aceite. - y: Es el exponente del arrollamiento. - Hgr: Es el gradiente entre la temperatura del punto caliente y la del aceite en la parte alta de la cuba. - k: Es la carga del parque en % en cada uno de los períodos considerados. Los parámetros anteriores se eligen conforme a lo que se especifica en la norma CEI citada anteriormente. En cuanto al factor de carga - Pij: Es la potencia generada por el parque en cada uno de los 12 tramos de carga definidos. - cosφ: Es el factor de potencia del parque en cada uno de los tramos de carga. - Sn: Es la potencia nominal del transformador que hemos elegido, ONAN en los tramos sin ventilación forzada, ONAF en los tramos con ventilación forzada. Si la carga y la temperatura ambiente (o la temperatura ambiente media) son constantes durante un período, la pérdida relativa de vida útil es igual a V*t, siendo t las horas año del período considerado. Cuando las condiciones de operación y la temperatura ambiente cambian, la vida útil relativa varía con el tiempo. Se calcula entonces la vida útil relativa promedio como: 1 L = ––– · t ∫ t2 V · dt (5) t1 Tabla II. Curva de distribución de cargas vs. horas/año Carga (%) Ene/Mar 8,3° Abr/Jun 17,8° Jul/Sep 23,5° Oct/Dic 10,4° Anual 15° 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 429,25 263,00 256,50 239,75 220,75 200,75 180,00 157,75 133,00 102,25 0,25 0,25 387,50 250,00 251,50 240,00 225,25 208,75 191,00 170,25 145,25 112,5 1,00 1,00 457,25 276,00 264,50 243,75 221,00 197,75 174,00 148,25 118,25 82,25 0,25 0,25 536,50 296,75 269,50 239,00 209,50 181,00 154,25 127,50 99,50 68,50 0 0 1810,50 1085,75 1042,00 962,50 876,50 788,25 699,25 603,75 496,00 365,50 1,5 1,5 Total Horas 8760 Como nuestros períodos de cálculo son discretos la ecuación se convierte en: 1 N=48 L = –––– · ∑ VN · tN T N=1 Tabla III. Vida útil relativa total vs. potencias nominales (6) donde T es 8.760 horas (= ∑ tN ) N=48 N=1 Es necesario calcular por tanto el ratio de vida útil relativa para cada uno de los 48 períodos considerados (12 tramos de carga y cuatro temperaturas ambientes medias en cada estación del año). Para ello se calcula la temperatura del punto caliente θλ, teniendo cuidado de utilizar la expresión correcta (2) ó (3) para cada grado de carga en función de si los transformadores se encuentran en el tramo ONAN o en el tramo ONAF con ventilación forzada(2). Una vez obtenidos los 48 ratios Vij no hay más que aplicar (6) para obtener la vida útil relativa total. En el parque que se está siguiendo como ejemplo, con una capacidad de generación instalada de 100 MW y dos transformadores principales, se calculó este Ratio total para distintos casos de potencia nominal de los mismos, desde 25 MVA hasta 50 MVA Los resultados de dicho cálculo se encuentran en la Tabla III y se representan también en la figura 23. Como se puede observar en la Tabla III y en la figura 23, la primera potencia nominal a partir de la cual se obtiene un valor de vida útil relativa total inferior a 1 es 44 MVA ONAF que en principio, y si no tuviéramos en cuenta más que este criterio, sería suficiente para transformar la mitad de potencia del parque eólico (es decir, elegiríamos dos transformadores de 44 MVA ONAF/ 44*0.75 = 33 MVA ONAN). (2) Se supuso una relación típica de fabricante entre la potencia ONAN y ONAF de 0,75. Potencia nominal ONAF L. Total 25 MVA 26 MVA 27 MVA 28 MVA 29 MVA 30 MVA 31 MVA 32 MVA 33 MVA 34 MVA 35 MVA 36 MVA 37 MVA 38 MVA 39 MVA 40 MVA 41 MVA 42 MVA 43 MVA 44 MVA 45 MVA 46 MVA 47 MVA 48 MVA 49 MVA 50 MVA 654731003 72128052 9977430 1680886 336184.26 78128.96 20718.16 6172.737 2039.119 738.414 290.253 122.792 55.492 26.616 13.471 7.159 3.976 2.299 1.382 0.858 0.549 0.362 0.244 0.169 0.120 0.088 Como se puede ver, el hecho de tener muchas horas al año con cargas bajas hace que en esos períodos la temperatura del punto caliente del transformador sea pequeña, y por tanto también son pequeños los ratios de vida útil relativa correspondientes a esos períodos. Además en el cálculo final son precisamente esos ratios los que más pesan. Por tanto se ha podido reducir la potencia nominal desde un valor esperado de más de 50 MVA(3) (contando con que el factor de potencia es algo menor que 1), hasta un valor de 44 MVA. El segundo criterio exigible tiene que ver con la respuesta del transformador a ciclos de emergencia en los que se supera el 100 % de la potencia de generación del parque debido a condiciones puntuales de muy altas velocidades de viento. Los ciclos teóricos que define la norma son los siguientes: - Ciclo de emergencia largo Se define este ciclo según se muestra en la figura 24, es decir, 1 hora al día con el parque generando al 110 % y las 23 horas restantes generando al 80 %. La norma considera los siguientes parámetros para analizar la temperatura del punto caliente que alcanza el transformador en un ciclo de emergencia: - K1: Porcentaje de la carga (3) Se supuso factor de potencia constante para todos los grados de carga. Los 100 MW suponen en realidad un valor mayor de MVA a transformar. Figura 23. Vida útil relativa total para distintas potencias nominales. marzo/abril 02 107 Renovables y Medio Ambiente Figura 24. Ciclo de emergencia largo. de la parte baja del ciclo referida a la potencia nominal del transformador. - K2: Porcentaje de la carga de la parte alta del ciclo referida a la potencia nominal del transformador. - t: Duración de la parte alta del ciclo (en este caso 1 hora). - θa: Temperatura ambiente. En el ejemplo con el que hemos venido trabajando se utilizó para calcular los porcentajes k1 y k2 los 44 MVA que se eligieron a partir del criterio de vida útil relativa(4). Por otro lado se consideró una temperatura ambiente desfavorable de 35 °C. - Ciclo de emergencia corto Este ciclo está definido de la siguiente manera: 10 minutos/día al 120% de la potencia nominal del parque y el resto de las horas del día al 80%. Los dos tipos de ciclos producen a su vez dos efectos que se cuantifican en la guía de carga: - Aumento de la temperatura del punto caliente a niveles en los que es necesario comprobar si superan el límite de 140°C (límite establecido con un criterio conservador). (4) Nótese que para los ciclos de emergencia siempre nos encontramos en el tramo ONAF del transformador. 108 Figura 25. Ciclo de emergencia corto. - Disminución puntual de la vida útil del transformador expresado en días. En cuanto a la disminución de la vida útil, los efectos suelen ser la disminución de pocos días por cada uno de los ciclos. Teniendo en cuenta que en los parques eólicos el número de horas en las que se sobrepasa el 100% de carga son muy reducidas, el resultado es que la vida útil del transformador apenas se ve afectada y no se suele tener en cuenta. En cambio, el aumento de la temperatura del punto caliente por encima de límites es un efecto puntual importante, basta con que se produzca una sola vez para que cause daños irreparables en el aceite del transformador. Por tanto es necesario comprobar, para cada uno de los dos ciclos, que las temperaturas que se alcanzan en ambos casos no superan los 140°C (sumando a la temperatura ambiente de 35°C el incremento de temperatura debido a las sobrecargas). Si en alguno de los dos casos no se cumple la condición, será necesario aumentar la potencia nominal del transformador y volver a realizar las comprobaciones de manera iterativa hasta se alcance el objetivo deseado. En el ejemplo anterior hubo que subir hasta una potencia ONAF de 47 MVA para que se cumpliera la condición requerida. Cuanto menor es el número de horas de utilización equivalentes de una instalación, es más probable que el criterio de sobrecarga sea el más restrictivo, situación característica en los parques eólicos. En muchos de los parques analizados se han podido reducir las potencias nominales necesarias de los transformadores principales con el consiguiente beneficio económico. 4.4. Diseño del sistema de compensación de reactiva ––––––––––––––––––––––––––––––– El objeto de los estudios de compensación de reactiva es analizar el consumo de reactiva del parque eólico a fin de optimizar el factor de potencia (cosϕ) en el nudo de interconexión del parque con la compañía eléctrica. Esto permite, de acuerdo a la Legislación española, bonificar el precio de venta de la energía con una prima en función de la mejora de dicho cosϕ. En los parques eólicos, en donde los aerogeneradores son de tipo asíncrono, los consumos de potencia reactiva provienen en primer lugar de los propios aerogeneradores. Efectivamente, estas máquinas eléctricas generan potencia activa pero consumen reactiva como ya se indicó anteriormente. Lógicamente el consumo de reactiva es mayor cuanto mayor es la generación de potencia activa. Normalmente, los fabricantes equipan los aerogeneradores con baterías de condensadores en baja tensión, que mejoran el factor de potencia directamente en bornes de los mismos. Esta compensación suele ser regulada con varias etapas de condensadores que van conectándose o desconectándose secuencialmente en función del grado de carga que tenga el generador en cada momento. Esta compensación acaba ofreciendo unos factores de potencia mejorados en bornes de generación que están entre 0,97 y 0,99 para cualquier grado de carga. Por otro lado, al compensar este consumo directamente en bornes de generación, se están limitando las pérdidas que esa potencia produciría en cables y transformadores de la instalación si se compensara en algún lugar "aguas arriba" de los generadores. Otros elementos de consumo de reactiva son los transformadores. Estos elementos tienen un consumo constante de energía reactiva (pérdidas de vacío) que es necesario para que cumplan con su principio de funcionamiento (consumo de la rama magnetizante del esquema equivalente del transformador). Estas pérdidas se producen siempre que el transformador esté en tensión para cualquier grado de carga, incluso aunque esté trabajando en vacío. Por otro lado, el transformador introduce un factor de consumo de potencia reactiva variable con el grado de carga. En concreto es función cuadrática de la corriente y se expresa como I 2*X, donde X es la reactancia de Kapp del transformador. Lógicamente, las mayores pérdidas de reactiva se producen en los transformadores principales del parque, pero tam- bién hay que tener en cuenta las pérdidas de los transformadores MT/BT de cada aerogenerador. Por último, los cables de media tensión tienen por un lado consumo de reactiva proporcional al cuadrado de la corriente y a la reactancia del mismo, y por otro lado generación de reactiva por efecto de la capacitancia propia con independencia del grado de carga del parque. Esta generación de reactiva por parte de los cables es función de la relación U 2/Zc, donde Zc es la impedancia capacitiva del cable (Zc=1/(ω*C)), y se mantiene bastante constante si la regulación de tensión del parque consigue mantener la tensión dentro de una banda estrecha. Hay que hacer notar que al igual que sucede con las pérdidas de vacío de los transformadores, la generación capacitiva de los cables de media tensión se produce también aunque el parque esté en vacío (velocidades de viento menores de 4 m/s). Hay ocasiones, cuando el parque está en vacío (sin generación de potencia activa pero conectado), en las que algunos parques que cuentan con grandes longitudes de cable llegan a tener un factor de potencia capacitivo en la interconexión con la red externa. Esto sucede al superar la generación de potencia reactiva de los cables las pérdidas de vacío de los transformadores y generadores. Para otros grados de carga, lo normal es que el parque tenga consumo de reactiva y por tanto un factor de potencia inductivo en la interconexión. Lógicamente el consumo de reactiva es mayor, o lo que es lo mismo el factor de potencia menor, cuanto mayor es el grado de carga del parque si tenemos en cuenta que los consumos variables crecen cuadráticamente con dicho grado de carga como ya se ha explicado anteriormente. En España, la tarifa eléctrica para generadores eólicos incluye un término que les penaliza o les bonifica en función del factor de potencia existente en la interconexión, obteniéndose máxima bonificación cuanto más cerca se esté de 1. Se suele especificar una compensación de reactiva que aumente el factor de potencia medio del parque hasta un valor óptimo desde el punto de vista de rentabilidad de la inversión (compensación adicional a las baterías locales de los aerogeneradores). Ese óptimo suele encontrarse cercano a un factor de potencia medio en la interconexión de 0,99 y la compensación habitual suele realizarse introduciendo baterías de condensadores en las celdas de media tensión de cabecera de línea. A continuación se define el cosϕ medio en la interconexión parque eólico - red externa y se muestra el procedimiento para calcularlo. - Factor de potencia medio Según la legislación vigente en España, el valor porcentual Kr a aplicar a la facturación básica para calcular el recargo o bonificación es el siguiente: 17 Kr(%) = –––––– -21 cos2 ϕ Cuando el resultado es negativo se aplica una bonificación en porcentaje igual al valor absoluto del mismo. La línea divisoria entre recargo y bonificación se encuentra en factor de potencia igual a 0,9. El término de recargo o bonificación anual dependerá por tanto del factor de potencia con que se entregue en el punto de conexión la potencia que genera el Parque, así como del número de horas en que se produce esa circunstancia. El factor de potencia medio se calcula como resultado de ponderar cada uno de los factores de marzo/abril 02 109 Renovables y Medio Ambiente Figura 26. Compensación de reactiva en S/E principal. Tabla IV. Factor de potencia antes de compensación Carga del parque en % cosϕ 25% 50% 75% 100% 0,99 0,98 0,96 0,93 potencia que se obtienen para cada caso de velocidad de viento por los siguientes factores: - Porcentaje de carga sobre la potencia nominal del parque en cada caso (grado de carga). - Horas de utilización de cada grado de carga. En la Tabla IV se muestra un ejemplo del factor de potencia para el parque eólico tipo con distintos grados de carga, previamente a realizar la compensación de reactiva en las celdas de cabecera de media tensión. Utilizando la distribución de carga del parque eólico, se obtuvo un factor de potencia medio ponderado de 0,965, que es un factor medio muy bajo desde el punto de vista del inversor que quiere maximizar el rendimiento económico del Parque, por lo que en un caso como éste se hace necesario introducir compensación de reactiva adicional. El objetivo será determinar qué compensación de reactiva adicional resulta atractiva para el inversor. Obviamente la respuesta a este objetivo será añadir tanta compensación como sea necesaria, mientras la bonificación obtenida durante la vida útil supere a la inversión realizada en compensación. Para realizar esta compensación adicional, se suelen introducir baterías de condensadores en las celdas de media tensión de S/E principal. Aunque se podría optimizar el factor de potencia para cada uno de los grados de carga a través de 110 baterías con varios saltos de compensación, lo cierto es que cada una de las baterías que se introducen en cada "step" necesita una celda de media tensión independiente y esta solución, aunque óptima desde el punto de vista técnico, resultaría muy cara. En los parques eólicos estudiados se optó habitualmente por introducir únicamente una batería, que está fuera de servicio para valores bajos de grado de carga en donde no es necesario aporte de reactiva, y que entra en servicio a partir de una cierta velocidad de viento. El procedimiento para determinar la cantidad de compensación necesaria, así como la velocidad de viento a partir de la cual tiene que entrar en servicio, consiste de nuevo en un proceso iterativo hasta que se obtiene un cosϕ medio cercano a 0,99. En el caso real correspondiente al ejemplo tipo se comprobó que, habida cuenta de las muchas horas en las que el parque está generando poca potencia, es suficiente con alcanzar factores de potencia de alrededor de 0,975 en situaciones de máxima exportación, para que el factor medio anual se sitúe en torno a 0,99. Los factores de potencia superiores a 0,99 que se alcanzan en situaciones de baja producción en el Parque, compensan suficientemente los peores factores de potencia obtenidos para situaciones de fuerte exportación. La solución óptima para el caso real representado por el ejemplo tipo, supuso la instalación de baterías que se conectaban de forma automática a partir de una potencia generada en el Parque equivalente al 60% de la potencia instalada para obtener el factor de potencia medio deseado. En la Tabla V se muestran los cálculos necesarios para evaluar el factor de potencia medio ponderado. En la misma se refleja la potencia generada a distintas velocidades medias del viento, ponderada por el número de horas esperadas para dicha velocidad del viento, así como los factores de recargo/bonificación esperados según la Legislación española. La compensación entraría en servicio a partir de los 10 m/s. A continuación se explica detalladamente el significado de cada columna de la Tabla V. - Vi: Velocidad de viento en m/s. Para velocidades menores de 4 m/s no se genera potencia activa y por tanto no se calcula factor de potencia. - Geni (kW) y Geni(%). Régimen de carga de un sólo aerogenerador. Se supone que todos los aerogeneradores están cargados de la misma forma. - Ptot y Qtot. Potencia activa y reactiva exportada por el conjunto del Parque (signos – indican importación). - cosϕ. Calculado para cada régimen de carga a partir de P y Tabla V. Compensación de reactiva Vi (m/s) Geni (kW) Geni (%) Ptot Qtot cosϕ kWh Rec/Bon (%) 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 19,5 53,1 97,4 155,3 244,6 349,2 462,2 564,5 640,5 696,3 729,8 745,5 750 744,6 734,8 723 711,9 701,4 694,3 692,8 695,2 700,6 2,6 7,08 12,99 20,71 32,61 46,56 61,63 75,27 85,4 92,84 97,31 99,4 100 99,28 97,97 96,4 94,92 93,52 92,57 92,37 92,69 93,41 2554,7 6998,2 12820,2 20426,7 32140,7 45791,8 60487,9 73734,6 83516,1 90681,5 94978,8 97002,4 97568,4 96877,6 95629,6 94109,9 92690,2 91337,5 90432,2 90283,2 90548,4 91241,6 2556 1872,6 881,2 -585,9 -3163,7 -6725,8 160 -4980,5 -13868 -17728,8 -20179,9 -21377,9 -21685,5 -21295,8 -20578,7 -19691,5 -18892,5 -18173,5 -17593,4 -17518,4 -17662,5 -18131,4 0,7069 0,9659 0,9976 0,9996 0,9952 0,9894 0,9999 0,9977 0,9865 0,9814 0,9782 0,9766 0,9762 0,9767 0,9776 0,9788 0,9798 0,9808 0,9816 0,9817 0,9815 0,9808 250,69 729,43 1337,05 2016,74 2865,52 3536,28 3889,82 3804,87 3338,16 2712,95 2057,49 1473,29 1007,30 659,31 416,34 254,55 151,29 87,44 49,35 27,31 14,77 7,81 13,01 -2,78 -3,92 -3,98 -3,83 -3,63 -3,99 -3,92 -3,53 -3,35 -3,23 -3,17 -3,16 -3,18 -3,21 -3,26 -3,29 -3,32 -3,35 -3,36 -3,35 -3,33 Q (es inductivo o capacitivo en función del signo de Q: Q-inductivo, Q+ capacitivo). - kWh. Energía activa para cada régimen de viento ponderada por el número de horas según la curva de probabilidad. - Recargo o bonificación. Calculado para cada uno de los regímenes de carga: “+” indica recargo, “-” indica bonificación. En España, lo habitual hoy en día es conectarse niveles de tensión por encima de 66 kV. A pesar de conectarse a redes cada vez “más fuertes”, son habituales las variaciones de tensión a lo largo del día (y del año), lo que implica la necesidad de determinar si la operación del Parque se desarrollará en condiciones apropiadas o no. Esto es especialmente crítico en el caso de utilización de genera- Por último el factor de potencia medio se calcula como: dores asíncronos sin capacidad de regulación de tensión, y por supuesto si la tensión de conexión es inferior a 66 kV por tratarse de redes más “débiles” (<Pcc). En la figura 27 se puede observar la monótona de tensión en el punto de conexión a la red de 220 kV en un punto determinado de la red española. Las tensiones máxima y mínima para el período observado son respectivamente 243 y 225 kV que implican una variación del 8% entre valor máximo y mínimo. Según información de los fabricantes, el punto de operación ideal para este tipo de máquinas se sitúa en ±5 % de su tensión nominal. De hecho se recomienda el funcionamiento a tensión nominal para cualquier grado de carga (muy variable en Parques eólicos). Estas variaciones de tensión no sólo afectan al comportamiento de la máquina, sino al nivel de pérdidas de la instalación en su conjunto, y la bonificación/recargo obtenidos por la compensación de reactiva, tanto a nivel de aerogenerador como a nivel de subestación principal. Por todo ello, en nuestra experiencia resulta recomendable en numerosas ocasiones, tanto desde el punto de vista técnico como económico, implementar un sistema de control de tensión ∑kWhi · cosϕi cosϕ = ––––––––––––– ∑kWhi donde i es cada uno de los regímenes de carga. 4.5. Diseño del sistema de regulación de tensión ––––––––––––––––––––––––––––––– A medida que los parques eólicos han ido incrementando su potencia instalada en los últimos años, las tensiones de distribución de las redes externas a las que se conectan dichos parques también han ido aumentando. Figura 27. Monótona de tensión 220 kV. marzo/abril 02 111 Renovables y Medio Ambiente para hacer frente a las grandes oscilaciones de la misma que se reciben de la red externa, y para cualquier grado de carga del parque eólico. La solución habitual es instalar un regulador de tensión en carga, utilizando cambiadores automáticos de tomas en los transformadores de la subestación principal. De esta forma los transformadores van adecuando su relación de transformación automáticamente de forma que mantienen constante la tensión en el secundario, es decir, en las celdas de cabecera de media tensión. Normalmente se suele ajustar ese valor aproximadamente a 1,01 ó 1,02 pu. El proceso a seguir en el análisis es el siguiente: • Elegir la relación de transformación nominal de los transformadores en función del valor medio de la monótona y de la curva de carga del Parque eólico. Si por ejemplo elegimos la tensión nominal del secundario igual al nivel de media tensión del parque (por ejemplo 20 kV), es conveniente que la tensión nominal del primario esté centrada entre los valores máximo y mínimo de oscilación de la red externa. Normalmente la tensión "moda", es decir, la de mayor probabilidad está suficientemente centrada en dicho intervalo. • Una vez elegida la relación de transformación nominal, comprobar que el regulador de tensión elegido es capaz de mantener la tensión especificada en barras de media tensión para las tensiones extremas entre las que oscila la red externa y para cualquier grado de carga del parque. Los casos más desfavorables son los siguientes: - Tensión de red máxima y el parque trabajando en vacío (grado de carga igual a 0%). En este caso sin el regulador de tensión se produciría en el parque la si- 112 tuación de sobretensión extrema. Calculando el flujo de cargas con estas condiciones se comprueba si la toma necesaria para mantener la tensión en barras de media tensión al valor de ajuste es igual o inferior a la toma máxima del regulador. - Tensión de red mínima y el parque trabajando al 100 % de grado de carga. Esta es justo la situación inversa a la anterior. Sin el regulador automático estas condiciones producirían una situación de subtensión. En este caso lo que se calcula en el flujo de cargas es la toma mínima del regulador necesaria para mantener la tensión de ajuste comprobando su validez. Si las dos tomas calculadas fueran respectivamente mayores o menores que el alcance del regulador en estudio, significaría que tenemos que aumentar el alcance de dicho regulador. Esto ciertamente no es lo habitual, y los valores obtenidos se sitúan dentro de los estándares de fabricación. 4.6. Impacto de las pérdidas en el diseño ––––––––––––––––––––––––––––––– Un factor importante en el estudio de viabilidad económica de un parque eólico es el cálculo de las pérdidas que se producen en los distintos elementos que lo componen. De hecho muchos inversores con experiencia, fijan un límite máximo de pérdidas a la hora de diseñar la instalación (por ejemplo <3% de la energía anual exportada). Las pérdidas técnicas en un Parque eólico son: - Pérdidas constantes independientes del grado de carga del parque (si ésta no afecta a la tensión de manera significativa). Son las pérdidas de vacío de transformadores y generadores eólicos. - Pérdidas que dependen del grado de carga que el parque tenga en cada momento. Son las pérdidas en el cobre de transformadores, cables, y generadores (I 2*R). Las pérdidas de los parques eólicos se suelen dar por niveles de tensión. Las pérdidas de los transformadores principales del parque se asignan al nivel de alta tensión. Las pérdidas de los cables se asignan al nivel de media tensión y, por último las pérdidas de los transformadores MT/BT de los aerogeneradores se asignan al nivel de baja tensión junto con las pérdidas de los generadores. Las pérdidas de vacío en las máquinas tienen valores constantes (si no hay fuertes variaciones de la tensión) que habitualmente especifica el fabricante de los equipos. Para el cálculo de las pérdidas variables es necesario utilizar de nuevo la curva de carga del parque. Igual que hacíamos en el estudio de la compensación de reactiva, el cálculo de pérdidas ha de extenderse al número de períodos discretos en el que se divide la curva de carga. En el ejemplo utilizado en este artículo se tienen 25 casos de viento, de 0 a 25 m/s. Se calculan entonces las pérdidas para los 25 casos de generación, se suman agregadas por nivel de tensión, y finalmente se calculan los porcentajes medios de pérdidas respecto a la energía producida durante el año (no sobre la capacidad instalada del parque) de la siguiente manera: pl1·h1+pl2·h2+…+pli·hi+…+pl25·h25 % = ––––––––––––––––––––––––––––––––––– · 100 pnom1·h1+pnom2·h2+…+pnomi·hi+…+pnom25·h25 donde: • pli: pérdidas del período i. • hi: probabilidad del período i (horas al año del período i en tanto por 1). • pnomi: potencia nominal del período i. Nótese que el denominador Tabla VI. Porcentajes medios sobre energía producida Nivel de tensión Porcentaje de pérdidas respecto energía producida Baja tensión Media tensión Alta tensión 1,57% 0,35% 0,58% TOTAL 2,5% de la ecuación expresa en realidad la energía producida total del parque en un año y no la capacidad instalada. Los porcentajes que se obtienen en los niveles de alta y baja tensión dependen de las características constructivas de transformadores y generadores típicos (reactancias de vacío y de Kapp) y la mejora de sus valores sólo se hace en casos especiales, pues resulta excesivamente caro. Sin embargo, el porcentaje promedio final de las pérdidas en el nivel de media tensión, que dependen esencialmente de las secciones de los cables y de su longitud, sí puede ser reducido de manera económicamente rentable, situándose los valores típicos entre 0,5%-0,6% de la energía total generada. Valores inferiores, aunque técnicamente alcanzables, no se justifican en la mayoría de las ocasiones mediante un análisis de rentabilidad económica. dia tensión aumentan hasta 0,50,6%, manteniéndose las pérdidas en alta y baja tensión en valores similares. En la figura 28 se han representado gráficamente los porcentajes de pérdidas en media tensión individualizados por período (25 porcentajes). Es decir, Si ese valor, normalmente fijado por el inversor, es superado, es conveniente replantearse el aumento de las secciones de algunos cables, que hasta este momento se habían calculado para el correcto funcionamiento en régimen permanente y cortocircuito (normalmente es difícil variar la longitud de los cables pues la localización de las turbinas está elegida de forma que el aprovechamiento eólico sea óptimo). pli % = ––––––– · 100 pnomi En la figura 28 se puede observar claramente lo que ya hemos expresado con anterioridad en este artículo, y es que las pérdidas aumentan cuadráticamente con el grado de carga. Obsérvese que se reproduce también la saturación de los aerogeneradores a partir de los 17 m/s. En la Tabla VI se han incluido resultados típicos del análisis de pérdidas para un parque tipo de 25 MW de potencia instalada, utilizando aerogeneradores de 750 kW, con un diseño optimizado (reducción de pérdidas vs. rentabilidad). 4.7. Diseño del sistema de tierras ––––––––––––––––––––––––––––––– Los resultados finales, expresados como %promedio sobre energía producida en la Tabla VI, incluyen tanto las pérdidas constantes como las variables. La práctica habitual consiste en unir los electrodos de puesta a tierra de los diversos generadores entre sí y con la malla de puesta a tierra de la subestación colectora. La realización de instalaciones de puesta a tierra separadas presenta los siguientes inconvenientes: El bajo nivel de pérdidas en media tensión se debe a una potencia del parque eólico (y, en consecuencia, una extensión) de tipo medio (del orden de 25 MW). Para parques de más de 100-150 MW las pérdidas en me- - La intensidad de puesta a tierra de diseño para cada aerogenerador sería la nominal de falta monofásica en el sistema de media tensión, típicamente entre 250 y 600 A. Esta intensidad produce normalmente tensiones de contacto inadmisibles, que sólo podrían corregirse en terrenos favorables y mediante obras costosas (electrodos profundos). Figura 28. Porcentajes de pérdidas parciales en MT. - Para aislar las puestas a tierra es necesario desconectar las pantallas de los cables de media tensión al menos en un extremo, lo que origina fatigas dieléctricas en los terminales y cubiertas del extremo abierto, que pueden derivar en deterioros inadmisibles, detectables mediante termografías. Además, las intensidades de cortocircuito tri- marzo/abril 02 113 Renovables y Medio Ambiente fásico originan potenciales de contacto peligrosos en el extremo abierto. que las tensiones de contacto en cada aerogenerador se mantienen también dentro de límites. Si las tierras están unidas mediante las pantallas de los cables se evitan los problemas dieléctricos en los terminales y, debido a la existencia de conductores de retorno, el defecto monofásico en media tensión no produce tensiones de paso ni de contacto. Sin embargo, el diseño de un sistema correcto de puesta a tierra a veces obliga a enterrar unos cables de tierra adicionales que unen la malla de la subestación y las máquinas. Estos cables, prácticamente indispensables en parques de menos de 50 MW, suelen enterrarse en las zanjas de los cables de media tensión, a los que “acompañan”, y suponen un gran incremento de la capacidad de disipación del sistema. El coste de esta medida puede ser elevado, pero es inferior a otro tipo de refuerzos, tipo “electrodos profundos”. En estas condiciones, el diseño del sistema de tierras conjunto está determinado por la intensidad de falta monofásica en el nivel de alta tensión en la subestación colectora. Al aumentar la potencia generada en los parques eólicos es cada vez más habitual la conexión directa a la red de transporte (220 kV) de parques de 50-200 MW con transformación directa AT/MT. En estos casos concurren las circunstancias de elevada intensidad de falta, reducida extensión de la malla de puesta a tierra y, en muchos emplazamientos montañosos, elevada resistividad del terreno. Generalmente, una malla diseñada de acuerdo con los criterios habituales no puede impedir la aparición de tensiones de paso y contacto inadmisibles en la subestación. Sin embargo, la interconexión con los electrodos de los aerogeneradores origina una disminución de la intensidad de puesta a tierra en la subestación, a costa de que cada una de las máquinas colabore en la disipación de intensidad. La falta en alta tensión es, por tanto, la que determina el diseño de la puesta a tierra tanto en la subestación como en los generadores. En parques de más de 50 MW es posible que la colaboración de los aerogeneradores permita una reducción de las tensiones de contacto a niveles admisibles sin que sea preciso adoptar medidas adicionales, aunque es preciso comprobar que las pantallas de los cables aislados no se sobrecargan térmicamente y 114 Para el diseño de estas extensas redes de puesta a tierra no son válidos, en general, los métodos simplificados de análisis similares al expuesto en la norma ANSI/IEEE Std 80-1986, “IEEE Guide for safety in AC substation grounding”, debido a que los electrodos no pueden considerarse equipotenciales y a la necesidad de modelar las pantallas de los cables aislados. Es necesario el empleo de programas informáticos que resuelvan las ecuaciones de campo mediante elementos finitos, y con capacidad suficiente para modelar sistemas extensos. 5. Conclusiones El crecimiento de la potencia instalada por parque eólico, junto con la importante penetración de este tipo de generación en diversos países, ha dado lugar a un doble fenómeno desde el punto de vista de los sistemas eléctricos implicados: - Por un lado, se hace necesario analizar el impacto real de este tipo de instalaciones en las redes existentes, tanto desde el punto de vista de planificación como de su operación. - Por otra parte, los estudios técnico-económicos adecuados permiten, en numerosas ocasio- nes, realizar un diseño optimizado de la instalación que redunde en una mayor rentabilidad y fiabilidad de los proyectos. En este artículo se ha descrito brevemente la experiencia de ABB T&D Systems en el análisis de este tipo de instalaciones, con un rango de potencias instaladas (o planificadas) desde 5 MW hasta 2.500 MW, para dar una visión global de la problemática y de los estudios requeridos por este tipo de instalaciones. 6. 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