Actualización en Medicina del Trabajo Año 5 - Número 17 Zoonosis profesionales Dr Walter R. Giusti, Jefe Médico Centro Médico Asociart Rosario Introducción Publicación de Asociart SA ART para la Sociedad de Medicina del Trabajo de la Provincia de Buenos Aires Se denominan zoonosis a las enfermedades que son transmitidas en condiciones naturales desde los animales vertebrados al hombre, aunque en un sentido más general suelen incluirse a todos los animales. Etimológicamente proviene del griego, zoo: animal y gnosis: enfermedad. Un número importante de enfermedades infecciosas se clasifican como zoonosis, debido a que los animales constituyen su reservorio natural. Las zoonosis son enfermedades compartidas entre los animales y el hombre, existen más de 200 de ellas, y se caracterizan por su distribución regional, pero sólo algunas de ellas son reconocidas como enfermedades profesionales por la normativa vigente en nuestro país. Existen dos grupos de zoonosis, en unas, los animales juegan un papel fundamental en el mantenimiento de la infección en la naturaleza y la transmiten al hombre, quien es un huésped accidental; en otras, el hombre y los animales generalmente se infectan de la misma fuente, agua, animales invertebrados y plantas. En este último caso, si bien los animales no desempeñan un papel esencial en el ciclo vital del microorganismo, pueden contribuir a la distribución y transmisión de las infecciones. La aparición de nuevas enfermedades zoonóticas está íntimamente ligada a los avances logrados en las investigaciones biomédicas y en la mayor interrelación entre el hombre y distintas especies animales. La emergencia de estas nuevas enfermedades humanas alertan sobre la probable introducción de agentes infecciosos, a través de sus reservorios, desde el ámbito natural a sitios de mayor presencia humana. La emergencia o reemergencia de las enfermedades están asociadas también a factores demográficos y a cambios en el comportamiento humano (migraciones poblacionales hacia o desde regiones con enfermedades endémicas, déficit de infraestructura básica y cambios en la estructura demográfica de las poblaciones). Las zoonosis son tan antiguas como la relación entre el hombre y los animales, pero la evolución de las técnicas de análisis cada vez más eficaces, de que se dispone actualmente, permiten identificar agentes infecciosos, principalmente virus, que tan sólo hace unos años habrían pasado inadvertidos o confundidos con virus próximos conocidos; de este modo, enfermedades que hasta hace poco eran desconocidas hoy representan un serio problema para la salud pública y la salud ocupacional; un ejemplo de ello es el Síndrome Pulmonar por Hantavirus (SPH). Los métodos de prevención de la lucha contra las zoonosis son limitados, precisamente por tratarse de enfermedades transmisibles al ser humano y capaces de producir epidemias. Debe tenerse en cuenta, además, que pueden afectar tanto a los trabajadores como a la población en general. De la misma forma que ocurre con la mayoría de enfermedades profesionales, la investigación de los casos en los que se pretende atribuir las zoonosis al riesgo profesional no siempre es fácil. En este caso, además, la enfermedad profesional no difiere clínicamente de la misma enfermedad contraída en otras condiciones, como por ejemplo comiendo, bebiendo, practicando deporte, etc. Todas las zoonosis pueden ser enfermedades de origen profesional. En el desarrollo de una enfermedad infecciosa están involucrados diferentes componentes: agente causal, reservorio del agente, puerta de salida del agente, mecanismo de transmisión, puerta de entrada del agente y susceptibilidad del huésped. La transmisión entre el animal y el hombre puede hacerse en forma directa, a través de la vía fecal oral, por carnivorismo, por picadura de insectos, por ingesta de leche o sus productos, por la vía aérea, por mordedura y por arañazo. Los animales que pueden ser la fuente de enfermedad comprenden desde los domésticos, los roedores, las aves, los animales de laboratorio, hasta los ectoparásitos y otros como los murciélagos. La variedad de enfermedades depende de cada uno de los microorganismos que afecten al hombre, del estado inmune de éste frente a un determinado microorganismo, de las medidas de prevención y de la exposición repetida del agente etiológico. Existen además otras enfermedades infecciosas (bacterianas y víricas) que, aunque ordinariamente no se transmiten del hombre a los 1 Actualización en Medicina del Trabajo animales, pueden afectar a ambos, para las cuales también se utiliza el término zoonosis. Se trata de agentes que viven de forma saprofítica en ciertos medios y son fuente de infección tanto para el hombre como para los animales, como por ejemplo la listeriosis. Entre las poblaciones mas afectadas por diferentes zoonosis se incluyen profesiones muy diversas que tienen en común el contacto con animales infectados y con sus tejidos o productos. Entre estas actividades podemos citar a agricultores, ganaderos, granjeros, veterinarios, pastores, carniceros, trabajadores de mataderos, tratantes y transportistas de ganado, empleados de la manufactura de la lana y el cuero, conservadores de animales salvajes, guardias rurales, leñadores, horticultores, personal de laboratorio e industrias farmacéuticas, entre otras ocupaciones. Clasificación de las zoonosis Las zoonosis pueden clasificarse desde distintos puntos de vista. Se pueden distinguir entre zoonosis bacterianas, víricas y parasitarias en función del agente infeccioso de que se trate. El Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Zoonosis, las clasifica en función de si el reservorio lo constituye el hombre o los animales. Se utilizan términos como antropozoonosis (infecciones transmitidas al humano por otros vertebrados; ej: babesiosis, fasciolosis), zooantropozoonosis (infecciones transmitidas por el humano a otros vertebrados;ej: giardasis, amebiasis) y anfixenosis (infecciones que se transmiten en ambos sentidos con igual magnitud, ej: Chagas, teniasis) para indicar además la dirección en que se transmite la infección. Otra clasificación del mismo comité, mucho más clara desde el punto de vista práctico, es la que se basa en el ciclo biológico del agente infeccioso. Para ello dividen a las zoonosis en cuatro categorías: 1. Zoonosis directas: son aquellas que se transmiten de un huésped (vertebrado infectado) a otro huésped susceptible de contraer la infección, por contacto directo, por un objeto contaminado o por un vector de tipo mecánico. En este caso, el agente infeccioso sufre pocas modificaciones durante su reproducción y posterior desarrollo. Por ejemplo, la brucelosis, la rabia y la triquinosis. 2. Ciclozoonosis: en este caso el agente infeccioso, para completar su ciclo evolutivo, requiere más de un huésped vertebrado, pero ninguno invertebrado. Es el caso de las teniasis humanas y la equinocosis. 3. Metazoonosis: infecciones que se transmiten mediante vectores invertebrados. El agente infeccioso puede multiplicarse y desarrollarse en el animal invertebrado y la transmisión a otro animal vertebrado sólo es posible tras un período de incubación extrínseca. Son ejemplos de este tipo las infecciones producidas por arbovirus, la esquistosomiasis y la peste. 4. Saprozoonosis: tienen a la vez un huésped vertebrado y un lugar de desarrollo no animal, como la materia orgánica, el suelo y las plantas. Son ejemplos de ello algunas micosis. La Organización Internacional de Trabajo (OIT), las clasifica desde el punto de vista profesional, divide a las zoonosis en tres categorías en función del grupo de animales que sirve de fuente de infección principal de la infección 2 humana. Se trata de una clasificación abierta ya que las infecciones se transmiten de un grupo animal a otro y algunas de estas especies pueden incluirse en más de una categoría: 1. Animales domésticos, aves de corral y animales caseros: Constituyen el grupo más numeroso y comprenden infecciones como el carbunco, la brucelosis, la fiebre Q, leptospirosis, etc. Entre el grupo de trabajadores con mayor riesgo de exposición, figuran los ganaderos, granjeros, veterinarios, trabajadores de mataderos, de la lana y el pelo, etc. 2. Animales salvajes y merodeadores o sinantrópicos: Las zoonosis derivadas de este grupo son, entre otras, la peste, la tularemia, la salmonelosis, la leptospirosis, fiebre Q, etc. Los trabajadores con mayor exposición son los cazadores, conservadores de animales salvajes, guardias rurales, leñadores, horticultores y otros trabajadores rurales. 3. Animales de laboratorio: Se incluyen en este grupo enfermedades infecciosas transmitidas principalmente por roedores y conejos de laboratorio, como por ejemplo la salmonelosis, fiebre por mordedura, leptospirosis, etc. No obstante, el uso creciente de primates en el campo de la investigación, ha incrementado las enfermedades transmitidas por este grupo animal, como la enfermedad de Marburg, transmitida con preparados de cultivos celulares a partir de riñones del mono Cercopithecus aethiops (mono verde). De acuerdo a la etiología de las zoonosis y al vector, y teniendo en cuenta, como se citó anteriormente, que todas las zoonosis podrían ser de origen profesional, siempre y cuando se determine fehacientemente la relación entre el agente y el huésped, en el ambiente laboral, se podrían clasificar de la siguiente manera: (ver cuadros página 3). Otra categorización interesante de las zoonosis, podría dividirlas en urbanas y rurales, haciendo hincapié en que las rurales se relacionan con mayor frecuencia a la actividad profesional. Zoonosis urbanas • Microfocos con tendencia centrípeta • Asociado con animales pequeños y mascotas • Originan casi siempre enfermedades inculpables • Afectan principalmente a niños • Producen pérdidas económicas indirectas Zoonosis rurales • Focos con tendencia centrífuga • Asociado con animales grandes y/o de trabajo • Originan casi siempre enfermedades profesionales • Afectan principalmente a adultos • Producen pérdidas económicas directas Las zoonosis profesionales en el decreto 658/96 Este decreto incluye el listado cerrado de enfermedades profesionales de la República Argentina y clasifica de acuerdo al riesgo, la población expuesta al mismo. Para darle el carácter de profesional a una enfermedad se exige que se haya demostrado una relación de causalidad o de asociación entre el agente y la enfermedad. La relación Zoonosis profesionales Microorganismos causantes de zoonosis transmitidas por mordeduras o arañazos Bacterias Pasteurella multocida Bartonella hanselae Spirillum minus Streptobacillus moniliformis Francisella turalensis Yersinia pestis Virus Rabia Coriomeningitis Linfocitica Hongos Sporothrix schenckii Microorganismos etiológicos de zoonosis transmitidas por contacto directo o por productos como sangre, saliva, heces, orina y materiales de la concepción Bacterias Bacillus anthracis Brucella spp Francisella tularensis Coxiella burnetii Pastereulla multocida Leptospira spp Mycobacterium Marinum Yersinia pestis Helmintos Ancylostoma spp Virus Herpes B Estomatitis Vesicular Orthopox Orf Hongos Microsporun canis Trichophyton mentagrophytes Artrópodos Sarcoptes Microorganismos causantes de zoonosis transmitidas por consumo de carnes, pescados, aves y productos lácteos Bacterias Pasteurella multocida Bartonella hanselae Spirillum minus Streptobacillus moniliformis Francisella turalensis Yersinia pestis Salmonella spp Yersinia spp Campylobacter spp Shigella spp Escherichia coli Brucella spp Bacillus anthracis Vibrio cholerae Francisella turalensis Listeria monocytogenes Streptobacillus moniliformis Helmintos Taenia solium Taenia saginata Trichinella spiralis Anisakis Clonochis sinensis Dyphyllobothrium Batum Angiostrongylus Opistorchis spp Capillaria philippinensis Paragonimus spp Cantonensis Protozoos Toxoplasma gondii de causalidad es el componente que exige los parámetros más estrictos para establecerla, porque hay fundamentos de diverso orden para darle el carácter de profesional a una enfermedad. Los fundamentos patológicos se refieren a la especificidad de un efecto biológico atribuible a la acción de un agente determinado, es decir hay una alteración bioquímica, funcional o anatómica que es característica del agente que la produce. La práctica de la medicina del trabajo ha permitido demostrar la existencia de algunas enfermedades que son más frecuentes en algunos grupos ocupacionales que en otros y que en la población general. Sin embargo las manifestaciones clínicas y patológicas Agentes etiológicos de transmisiónfecal oral productores zoonosis Bacterias Salmonella spp Shigella spp Escherichia coli Campylocater spp Yersinia pseudotuberculosis Yersinia enterocolítica Helmintos Toxocara canis Echinococcus spp Toxocara cati Protozoos Giardia lamblia Criptosporidium spp Toxoplasama spp Baylisascaris procyonis trichostrongylus Microorganismos involucrados en zoonosis transmitidos por vía aérea Bacterias Mycobacterium tuberculosis Bacillus anthracis Coxiella burnetii Yersinia pestis Rhodococcus equi Peseudomonas mallei Chlamydia psittaci Francisella tularenss Pasterurella multocida Brucella spp Virus Rabia Influenza porcina y humana Hanta Microorganismos transmitidos por artrópodos y causantes de zoonosis Bacterias Borrelia burgdorferi Borrelia spp Ehrlichia chaffeensis Francisella tularensis Coxella burnetti Rickettsia ricketsii Rickettsia spp Virus Orbibi Protozoos (Garrapatas) Babesia microti Babesia divergens Microorganismos transmitidos por artrópodos, mosquitos, y causantes de zoonosis. Virus Fiebre amarilla Encefalitis de San Luis Encefalitis de California Encefalitis la Crosse Encefalitis equina venezolana Bacteria Rickettsia akari Yersinia pestis Protozoario Tripanosoma cruzi Leishmania spp Tripanosoma rhodesiense Helmintos Brugia spp Dirofilaria immitis de ellas son semejantes a las de otros casos de la misma enfermedad, que no estuvieron expuestos a los agentes o condiciones de trabajo estudiadas. Las enfermedades transmisibles, no presentan ningún carácter específico de su origen ocupacional, excepto en algunos casos la localización, y su inclusión en las listas de enfermedades profesionales se fundamenta en su mayor prevalencia en los grupos ocupacionales expuestos, aunque no es el único fundamento para incluirlas. A continuación se detallan las patologías zoonóticas aceptadas por este decreto y por el Decreto 1167/2003 (inclusión de los agentes Hantavirus y Trypanosoma Cruzi al Listado de Enfermedades Profe- 3 Actualización en Medicina del Trabajo sionales). En este trabajo no se desarrolla la tuberculosis debido a que se relacionaría a una patología de contagio interhumano principalmente. Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA) Etiología: el agente etiológico es el virus Junin, perteneciente al grupo de los arenavirus. Fuente de infección y modo de transmisión: el reservorio del virus Junín es el roedor silvestre C. musculinus. En su reservorio, el virus desarrolla una infección crónica asintomática y el virus es eliminado a través de orina, saliva y materia fecal. El principal modo de transmisión al hombre es por la inhalación de aerosoles generados a partir de las secreciones o excreciones de los roedores infectados. Otras vías importantes de ingreso del agente infeccioso son por contacto directo con las membranas mucosas, pequeñas heridas o escoriaciones presentes en la piel o por la mordedura de un roedor infectado. Distribución geográfica: región central de Argentina abarcando el sur de la provincia de Santa Fe, noroeste de Buenos Aires, sureste de Córdoba y noreste de La Pampa. Una característica particular de esta enfermedad es la extensión progresiva del área endemoepidémica. Actualmente, el área endémica de la enfermedad es de aproximadamente 150.000 Km2. Si bien se producen casos de FHA durante todo el año, la mayor frecuencia se registra en el otoño e invierno. Enfermedad en el hombre: el período de incubación es de entre 6 y 14 días, con un rango de 4 a 21 días. La enfermedad está caracterizada por alteraciones hematológicas, renales, neurológicas, cardiovasculares e inmunológicas. El inicio de la enfermedad se presenta con síntomas inespecíficos, como decaimiento, fiebre moderada y dolor de cabeza. Posteriormente aparecen dolores musculares, articulares, lumbalgia, dolor detrás de los ojos, mareos, dolor abdominal, nauseas y vómitos. Pueden presentarse hemorragias discretas de nariz y encías. La ausencia de tos productiva o congestión nasal permite distinguir los síntomas iniciales de la FHA de los de las infecciones respiratorias. Durante la primera semana de evolución, los pacientes presentan erupción rojiza en la piel de cara, cuello y parte superior del tronco y hemorragias puntiformes aisladas o en forma de ramillete en las regiones axilares o en la cara interna del tercio superior de los brazos. Se observa además inyección conjuntival y edema periorbitario. En la boca se observa una erupción rojiza con hemorragias puntiformes y microvesículas en paladar. La lengua está seca y hay halitosis. En las encías, que suelen sangrar espontáneamente a la compresión, se observa un ribete gingival en la zona peridentaria. Disminución de la frecuencia cardíaca e hipotensión postural. Los pacientes presentan diferentes grados de deshidratación y una menor eliminación de orina. Somnolencia, irritabilidad, lentitud en las respuestas y un leve temblor en los dedos de las manos y la lengua. Un signo casi constante en las mujeres es la presencia de hemorragia vaginal leve o moderada. Durante la segunda semana de la enfermedad, el 70-80% de los enfermos mejoran. En el 20-30% restante se presentan entre los 8 y 12 días del inicio de los síntomas manifestaciones hemorrágicas o neurológicas severas, shock o complicaciones bacterianas. Las formas neurológicas graves 4 AGENTE: ARBOBIRUS-AVENOVIRUS-VIRUS JUNÍN (FIEBRE HEMORRÁGICA ARGENTINA) ENFERMEDADES • Síndrome febril • Afectación sistémica: enantemas exantemas • Síndrome vascular-hemorrágico • Alteraciones hepáticas • Cuadro encefálico • Insuficiencia renal. ACTIVIDADES LABORALES QUE PUEDEN GENERAR EXPOSICION • Trabajadores rurales. • Equipos de Salud en contacto con enfermos portadores del virus. AGENTE: BACILLUS ANTHRACIS (Carbunclo) ENFERMEDADES • Pústula maligna • Edema maligno • Carbunclo gastrointestinal • Carbunclo pulmonar ACTIVIDADES LABORALES QUE PUEDEN GENERAR EXPOSICION • Trabajos que ponen en contacto a los trabajadores con los animales enfermos o con los cadáveres de los mismos. Pastores, veterinarios y sus asistentes, matarifes, esquiladores. • Manipulación de cueros, pelos, crines u otros restos de animales contaminados con el bacilo. comienzan con confusión mental, excitación psicomotriz y temblores muy marcados, seguidos de estupor, convulsiones generalizadas y coma. Las formas graves ya sean hemorrágicas, neurológicas o mixtas producen la muerte en un 90%. La tasa de letalidad sin tratamiento puede ser de hasta un 30%. Diagnóstico etiológico: se realiza por la detección de un aumento en el título de anticuerpos en una segunda muestra de convalecencia respecto a una primera muestra obtenida en el período agudo de la enfermedad. La determinación de anticuerpos se realiza mediante las técnicas de ELISA o NT. El diagnóstico también se realiza mediante el aislamiento viral en cultivos celulares o en ratones o cobayos, a partir de muestras de sangre u órganos provenientes de los casos fatales. La aplicación de la PCR juega actualmente un rol importante en el diagnóstico de la enfermedad. Tratamiento: se realiza a través de la transfusión de plasma inmune dentro de los primeros ocho días desde el inicio de los síntomas. Este tratamiento específico reduce la letalidad de un 15-30% a menos del 1%. Inmunización/vacuna: existe una vacuna inocua, inmunogénica y eficaz a virus Junín vivo atenuado (Candid #1). Actualmente sólo se utiliza en la población adulta a mayor riesgo de adquirir la enfermedad, ya que existen cantidades limitadas. Carbunco o Ántrax cutáneo Etiología: Bacillus anthracis, bacilo gram positivo capsulado no móvil, esporulado (el esporo mide 1 a 5 micrones). Los factores de virulencia son la cápsula antifagocítica y Zoonosis profesionales AGENTE: BRUCELLA ENFERMEDADES • Brucelosis aguda con septicemia: Cuadro de fiebre ondulante. Cuadro pseudo gripal. Cuadro pseudo tífico. Orquitis, epididimitis. • Brucelosis subaguda con localización: Mono o poliartritis aguda febril. Bronquitis o neumopatía aguda. Reacción neuromeníngea. Pleuresía serofibrinosa. • Brucelosis crónica: Artritis serosa o supurada, osteoartritis, osteítis, sacrocoxitis. Prostatitis. Salpingitis. Bonquitis, neumopatía, o purulenta. Hepatitis. Anemia, púrpura, hemorragia, adenopatías. Nefritis. Endocarditis, flebitis. Reacción meníngea, meningitis, meningoencefalitis, mielitis, neuritis radicular. Reacciones cutáneas de sensibilización. ACTIVIDADES LABORALES QUE PUEDEN GENERAR EXPOSICION • Trabajos pecuarios con contacto con porcinos, ovinos, caprinos, bovinos. • Matarifes y trabajadores de frigoríficos y así como los que manipulan productos animales y sus desechos. • Trabajadores en los laboratorios microbiológicos para el diagnóstico de la brucelosis, la preparación de antígenos y vacunas y los laboratorios veterinarios. • Veterinarios. dos exotoxinas. El antígeno protector combinado con el factor letal constituyen la toxina letal del ántrax y el antígeno protector combinado con la proteína factor edema constituyen la toxina edema. Fuente y modo de transmisión: puede adquirirse por contacto directo con animales enfermos o muertos por carbunco. También pueden contraerse por las esporas de los B. anthracis presentes en las pieles, pelos de cabra, lana y huesos utilizados para la fabricación de determinados productos. Estas esporas son capaces de persistir por largos periodos, conservando su capacidad infectante. El ingreso del microorganismo (o de sus esporas) al organismo se produce a través de pequeñas lesiones en la piel, preexistentes o producidas por el elemento contaminante. Además, puede ingresar por vía inhalatoria o la ingestión de alimentos contaminados. Los animales se enferman cuando ingieren pastos o aguas contaminadas. Estos animales contienen grandes cantidades de microorganismos en sus tejidos y contaminan el suelo, el agua y el pasto. Los animales que pastorean en las cercanías, se infectan y trasladan la infección a otras regiones. Distribución geográfica: mundial con casos endémicos y esporádicos. Se trata de una enfermedad poco frecuente en el hombre en la mayoría de los países industrializados. Poblaciones de riesgo: constituye un riesgo laboral principalmente para los trabajadores que manipulan pelo, AGENTE: CESTODES Equinococus Granulosus, Equinococus Multiloculares (HIDATIDOSIS) ENFERMEDADES • Quistes hepáticos • Quistes de pulmón • Quistes en sistema nervioso central • Quiste peritoneal libre • Quistes óseos • Quistes sistémicos no mencionados en los puntos anteriores. ACTIVIDADES LABORALES QUE PUEDEN GENERAR EXPOSICION • Pastores en contacto con ganado. AGENTE: CLAMYDIA PSITTACI (PSITACOSIS) ENFERMEDADES • Síndromes febril Neumonía Endocarditis Diarreas Artritis • Síndromes renales ACTIVIDADES LABORALES QUE PUEDEN GENERAR EXPOSICION • Granjeros, trabajadores industriales de aves. Veterinarios, de los zoológicos, en contacto con aves. Venta de animales domésticos, todos los trabajadores que estén en contacto habitual con la crianza, comercialización y procesamiento de las aves. AGENTE: HISTOPLASMA CAPSULATUM (HISTOPLASMOSIS) ENFERMEDADES • Pulmonar aguda • Pulmonar crónica • Histoplasmosis Diseminadas ACTIVIDADES LABORALES QUE PUEDEN GENERAR EXPOSICION • Trabajadores de bodegas, cuevas o edificios viejos o abandonados. pieles, lanas y derivados, también veterinarios y agricultores en contacto con animales infectados. Enfermedad en el hombre: Período de incubación: variable según forma clínica: cutánea y gastrointestinal, 1 a 12 días (habitualmente 2 a 5 días) (foto 2), inhalatoria (depende del inóculo), puede ser hasta 60 días o mayor. Carbunco externo: fiebre y repercusión general leve a moderada.Pústula maligna: Se manifiesta en zonas descubiertas (mano, cabeza, cara)(foto 1). Generalmente es una lesión única. La secuencia clínica se caracteriza por Foto 1: Carbunco: pústula maligna en mano Foto 2: Carbunco: pústula maligna en rostro 5 Actualización en Medicina del Trabajo AGENTE: LEISHMANIA DONOVANI CHAGASI (LEISHMANIOSIS) AGENTE: PLASMODIUM (PALUDISMO) ENFERMEDADES • Síndrome febril • Leishmaniasis dérmica • Leishmaniasis visceral ENFERMEDADES • Síndrome febril • Esplenomegalia • Hemólisis • Insuficiencia renal ACTIVIDADES LABORALES QUE PUEDEN GENERAR EXPOSICION • Trabajadores rurales, desmalezadores • Trabajadores de la caña de azúcar • Trabajadores en la construcción de caminos • Dentro Zona endémica Argentina: Tucumán, Salta y Jujuy. AGENTE: LEPTOSPIRA (LEPTOSPIROSIS) AGENTE: VIRUS AMARILICOS (FIEBRE AMARILLA) ENFERMEDADES • Formas bifásicas típicas • Formas monofásicas o anictéricas • Formas Graves. Síndromes de Weil. Insuficiencia renal Insuficiencia hepática Meningitis ENFERMEDADES • Formas leves Síndrome febril • Formas graves: signo de Faget Hemorragias digestiva Ictericia Insuficiencia hepática Insuficiencia renal con proteinuria ACTIVIDADES LABORALES QUE PUEDEN GENERAR EXPOSICION • Trabajadores de huertas, de campos de arroz. • Limpieza de alcantarillas AGENTE: MYCOBACTERIUM TUBERCULOSIS ENFERMEDADES • Tuberculosis pulmonar • Tuberculosis extrapulmonar Artritis TBC intestinal TBC genital ACTIVIDADES LABORALES QUE PUEDEN GENERAR EXPOSICION • Trabajadores de la sanidad en contacto con enfermos incluyendo los veterinarios y sus ayudantes. prurito en la puerta de entrada, seguido de una lesión máculo papular que evoluciona a vesícula de 2 a 3 cm de diáme-tro, con contenido claro o seroso; y al cabo de 2 a 7 días del comienzo de la enfermedad, se observa una escara negra hundida, a veces rodeada de vesículas, y que asienta sobre una superficie edematosa. Es infrecuente el dolor y cuando ocurre se debe al edema o a una infección agregada. Ocasionalmente, múltiples lesiones cutáneas probablemente representen varias inoculaciones a través de la piel. Edema maligno: lesión edematosa indolora en zona expuesta. Carbunco interno: fiebre y grave afectación del estado general. Orofaríngeo: ulceración y edema de faringe con trastornos de deglución, adenopatías y edema cervical, tendencia al shock. Intestinal: cursa con afectación selectiva del íleon terminal y ciego, vómitos, diarrea rápidamente sanguinolenta y, en ocasiones ascitis. Evoluciona como un cuadro de abdomen agudo con shock. Respiratorio: se presenta en doble onda. La primera con síndrome febril, escalofríos, algias, cefa-lea, tos, dolor retroesternal leve, vómitos y malestar general. En 1 a 5 días 6 ACTIVIDADES LABORALES QUE PUEDEN GENERAR EXPOSICION • Trabajadores trasladados a las zonas endémicas de las provincias de Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones. ACTIVIDADES LABORALES QUE PUEDEN GENERAR EXPOSICION • Trabajadores trasladados por razones laborales a zonas endémicas. • Zonas endémicas en Argentina: Provincia de Formosa. evoluciona con sínto-mas agudos e insuficiencia respiratoria: disnea, estridor, hipoxia, tos. El hallazgo radiológico carác-terístico es el ensanchamiento mediastínico producido por la afectación ganglionar hemorrágica. Neurológico: la meningitis secundaria ha sido comunicada en las formas cutáneas, inhalatoria y gastrointestinal. Las manifestaciones son: síndrome meníngeo, alteración del estado de concien-ciencia, convulsiones. Es una meningoencefalitis hemorrágica. Diagnóstico: epidemiológico: antecedentes de riesgo de exposición ocupacional, incidental. Clínico: compatible según localización. Es necesario un alto índice de sospecha. Métodos auxiliares: recuento y fórmula leucocitaria (leucocitosis neutrófila). Estudio bacterioscópico, cultivo, aislamiento, tipificación en muestras de sangre, líquido ascítico, líquido pleural, LCR, material aspirado de vesícula. Serología. Material de necropsia: Linfadenitis hemorrágica necrotizante, meningitis. Tratamiento: la efectividad del tratamiento depende de la oportunidad del comienzo. Una vez instalado el cuadro respiratorio grave, los antibióticos son habitualmente inefectivos. Se utilizan penicilina, macrólidos, fluoroquinolonas (de primera elección), cloramfenicol y doxiciclina. También son eficaces las nuevas quinolonas fluoradas (levofloxacina, moxifloxacina y gatifloxacina). La duración del tratamiento es de 7 días en el carbunco cutáneo y de 60 días en la forma respiratoria. Medidas de prevención: eliminación de la infección en las granjas animales. Prevención del contacto con animales y/o sus productos infectados. Control del polvo y ventilación adecuada para las industrias con riesgo. Educación Zoonosis profesionales AGENTE: HANTAVIRUS ENFERMEDADES • Fiebre hemorrágica con Síndrome Renal (FSHR) • Síndrome Pulmonar ACTIVIDADES LABORALES QUE PUEDEN GENERAR EXPOSICION • Actividad agropecuaria: agricultor, quintero, galponero, criador de animales, desmalezador, hachero. • Actividades en las cuales se registren criterios de ruralidad: maestros rurales, gendarmes, guardaparques. • Actividades profesionales expuestas a riesgo: veterinarios, médicos y personal de la salud de nosocomios, personal de laboratorios y bioteros. • Actividades urbanas: mantenimiento de edificios, trabajadores de garages, plomeros y reparadores de cañerías de calefacción, changarines y cartoneros. AGENTE: TRYPANOSOMA CRUZI ENFERMEDADES • Solamente en su fase aguda (complejo oftalmo ganglionar o signo de Romaña, denominado chagoma de inoculación; fiebre, edema generalizado (hinchazón), aumento del tamaño del hígado y bazo, inflamación de ganglios, como síndrome de chagas agudo; manifestaciones agudas cardíacas y neurológicas). ACTIVIDADES LABORALES QUE PUEDEN GENERAR EXPOSICION • Trabajadores rurales que vivan en viviendas provistas por el empleador dentro del predio del establecimiento, y cuyo examen preocupacional diagnostique la reacción para investigación de Chagas Mazza negativo. • Personal de laboratorio y cirujanos por infección accidental en laboratorios médicos: por manipulación de vinchucas y animales infectados, cultivos de T. cruzi o material biológico proveniente de enfermos graves o de animales infectados. • Trabajadores que realizan la desinfestación de vinchuca. sanitaria, con especial referencia a la higiene personal, especialmente la relacionada con las lesiones cutáneas. Inmunización/vacuna: vacunación a los animales y a las personas expuestas. Brucelosis Etiología: el género brucela se clasifica dentro del grupo de cocobacilos gram negativos, aerobios, inmóviles. Dentro del género distinguimos seis especies con varios biotipos cada una de ellas, siendo las tres especies más importantes en nuestro medio: Brucella melitensis (3 biotipos), Brucella abortus (9 biotipos) y Brucella suis (4 biotipos). La B. melitensis biotipo 1 y 3 causa la mayor parte de los casos de enfermedad. Fuente y modo de transmisión: la infección humana es un accidente en la cadena epidemiológica de la brucela, siendo su huésped habitual el animal, la afinidad de cada especie de brucela por distintos animales no es selectiva. La Brucella melitensis afecta fundamentalmente a cabras y ovejas. La Brucella abortus es responsable de brucelosis bovina. La Brucella suis, infecta al ganado porcino y ovino. Las brucelas son eliminadas por animales infectados, tanto enfermos como asintomáticos, al medio natural a través de productos fetales, leche, sangre, heces, etc. La brucela atraviesa la barrera cutáneo-mucosa aún en ausencia de pérdida de solución de continuidad de la misma; la manipulación de productos fetales, contacto con polvo contaminado o el cuidado habitual del ganado pueden producir el contagio en el hombre. La Inoculación accidental, es de interés desde el punto de vista profesional en profesiones sanitarias ocurriendo en trabajos de laboratorio, vacunaciones, screening, etc. El contagio por vía respiratoria se produce por inhalación de aerosoles formados en operaciones de limpieza de establos, movimiento de ganado y en general todas las operaciones que puedan movilizar el polvo infectado. La Vía digestiva es de importancia en cuanto al contagio no profesional de la enfermedad; éste ocurre al ingerir productos lácteos no higienizados o alimentos crudos conteniendo deyecciones animales o regados con aguas infectadas. Distribución geográfica: las áreas de nuestro país donde se registran la mayoría de los casos de infección humana están directamente relacionadas con el número y la distribución del ganado. En las provincias del Noroeste y la precordillera de los Andes, donde el ganado caprino es importante, prevalece B. melitensis. En la Mesopotamia y la Pampa Húmeda, donde se cría tanto el ganado bovino como el porcino, prevalecen B. abortus y B. suis. Se estima que en la Argentina se encuentran infectados el 18% de los bovinos, entre el 40 y el 95% del ganado caprino (según las regiones) y entre un 15 a un 20% del ganado porcino. Poblaciones de riesgo: Se incluyen profesiones muy diversas que tienen en común el contacto con animales infectados o con sus tejidos. Entre estas profesiones cabe citar los agricultores, carniceros, trabajadores de mataderos, ganaderos, pastores, tratantes y transportistas de ganado y personal de laboratorio e industrias farmacéuticas. Enfermedad en el hombre: la brucelosis humana se describe como una enfermedad de manifestaciones proteiformes. Sin embargo, la presencia de fiebre es constante, pudiendo ser en picos y acompañada de escalofríos (en caso de bacteriemia); o puede ser consuntiva o prolongada. La perspiración maloliente es casi patognomónica. Los síntomas constitucionales suelen estar presentes y el examen físico es inespecífico, aunque a menudo se hallan linfadenopatías, hepatomegalia o esplenomegalia. La enfermedad osteoarticular es la complicación más común, existiendo tres formas diferentes: artritis periférica, sacroileítis y espondilitis. La artritis periférica es la más común y no es erosiva; suele afectar las rodillas, caderas, tobillos y muñecas. En las artritis periféricas también pueden estar afectadas las articulaciones protésicas. La brucelosis también ha sido propuesta como causa de artritis reactiva. Otra forma, caracterizada por sacroileítis, también se presenta en la etapa aguda. Por otra parte, la espondilitis sigue siendo muy difícil de tratar y se la suele considerar un daño residual. La más afectada es la columna vertebral. La espondilitis puede diagnosticarse con facilidad mediante una radiografía simple, siendo característico el signo de Pons (una erosión escalonada en el borde vertebral anterosuperior) o con un centellograma y resonancia nuclear magnética. A veces, las complicaciones osteoarticulares están relacionadas con una predisposición gené- 7 Actualización en Medicina del Trabajo tica, en asociación con HLA-B39. El sistema reproductivo es el segundo sitio más común de la brucelosis local, la cual puede presentarse en el hombre como una epididimoorquitis. En el embarazo agrega un riesgo importante de aborto espontáneo. La hepatitis es común, manifestada por hiper-transaminasemia leve. El absceso hepático y la ictericia son raros. Si la causa es B. melitensis y B. abortus, la biopsia puede mostrar granulomas. La ascitis es frecuente, debido a una exacerbación temporaria de una hepatopatía preexistente o por una peritonitis franca. El sistema nervioso central está afectado en el 5 al 7% de los casos y este tipo de complicaciones suele tener un carácter ominoso. Se han descrito meningitis, encefalitis, meningoencefalitis, enfermedad menin-govascular, abscesos cerebrales y síndromes desmielinizantes. La endocarditis sigue siendo la causa principal de mortalidad. En general, la válvula aórtica es la más afectada, y suele requerir el reemplazo quirúrgico inmediato de la misma. En cuanto se hace el diagnóstico, se inicia el tratamiento antibiótico; la ausencia de signos de insuficiencia cardíaca permitirían hacer un tratamiento conservador. Las complicaciones respiratorias (neumonía y derrame pleural) son raras. En resumen, la brucelosis puede afectar cualquier órgano o sistema, lo que refleja la importancia del diagnóstico diferencial en las áreas endémicas, aun si el cuadro clínico no es totalmente compatible. Es característica la leucopenia y la linfocitosis relativa, junto con anemia leve y trombocitopenia. La pancitopenia es multifactorial y atribuida al hiperesplenismo y el compromiso de la médula ósea. En ciertos casos, existe pancitopenia marcada; el déficit aislado puede ser atribuido a la coagulación intravascular diseminada, la hemofagocitosis o la destrucción celular inmunológicamente mediada. Las recaídas aparecen en el 10% de los casos, comúnmente en el primer año después de la infección; son menos graves que el episodio inicial y pueden tratarse con cursos repetidos de los regímenes antibióticos habituales. Diagnóstico: la sensibilidad de los hemocultivos es variable, dependiendo de la sensibilidad de cada laboratorio y cómo se recogen y realizan los hemocultivos. Los cultivos de médula ósea son considerados el estándar de oro para el diagnóstico de brucelosis, dado que tienen una concentración relativamente elevada de brucelas en el sistema reticuloendotelial, lo que hace más fácil su detección. Por otra parte, la eliminación bacteriana de la médula ósea es equivalente a su erradicación. La aglutinación sérica sigue siendo la herramienta diagnóstica más común. Los títulos mayores de 1:160 son considerados diagnósticos junto con un cuadro clínico compatible. Sin embargo, en las áreas endémicas, el uso de títulos de 1:320 brinda más especificidad diagnóstica. Existe un nuevo método mediante una tira reactiva que ofrece un diagnóstico confiable en la fase aguda de la brucelosis. El inmunoanálisis ligado a enzimas (ELISA) se utiliza para las proteínas citoplasmáticas como los antígenos. ELISA mide las inmunoglobulinas M, G y A, las cuales permiten interpretar mejor la clínica y dilucidar algunas dudas provenientes de la prueba de aglutinación sérica. Tratamiento: la OMS elaboró guías para el tratamiento de la brucelosis humana, las cuales presentan dos opciones; ambas incluyen la doxiciclina durante 6 semanas, combi- 8 nada con estreptomicina durante 2 a 3 semanas, o rifampicina durante 6 semanas. Ambas combinaciones son las más usadas. El régimen con estreptomicina es algo más eficaz para la prevención de las recaídas lo cual puede deberse a que la rifampicina regula hacia abajo los niveles séricos de doxiciclina. Se han utilizado combinaciones medicamentosas alternativas, incluyendo otros aminoglucósidos (gentamicina y netilmicina). La combinación trimetoprima-sulfametoxazol es muy usada en muchas zonas, usualmente en regímenes triples. Las combinaciones que incorporan ciprofloxacina y ofloxacina mostraron una eficacia clínica similar a los regímenes clásicos. Medidas de prevención: control de la enfermedad animal y eliminar adecuadamente los animales infectados mediante aislamiento o sacrificándolos. Desinfección de las áreas contaminadas. Formación e información adecuada al personal expuesto. Inmunización/vacuna: en la actualidad, no está indicada la vacunación en los grupos de riesgo porque la prevención de la brucelosis en los animales está perfectamente implantada y controlada. La administración de la vacuna en el hombre es compleja y existen efectos secundarios importantes. Leptospirosis Etiología: se reconocen dos especies, Leptospira interrogans, patógena para el hombre y los animales y L. biflexa que raramente produce infecciones en los mamíferos. Como agente zoonótico, la especie de interés es L. interrogans, que contiene más de 200 variantes serológicas. Fuente de infección y modo de transmisión: los reservorios más importantes son aquellos que presentan leptospiruria prolongada sin desarrollar enfermedad. Un ejemplo de ello lo constituyen las ratas que albergan el serotipo icterohaemorrhagiae, a veces relacionado con el tipo ictérico de la enfermedad. La infección del hombre se produce por vía directa o indirecta. La vía más común de infección es a través de aguas, suelo y alimentos contaminados por orina de animales infectados. La vía indirecta es a través de la piel y las mucosas, especialmente si está lesionada, por contacto con el agua, tierra húmeda y vegetación contaminada, así como por contacto directo con orina o tejidos de animales infectados. Estudios de roedores realizados en la ciudad de Santa Fe determinaron la presencia de especies reservorias de leptospiras patógenas para el hombre en zonas urbanas y periurbanas y permitieron aislar leptospiras a partir de muestras de R. rattus, R. norvegicus, y M. domesticus. En Río Cuarto se aislaron leptospiras de M. domesticus. Distribución geográfica: mundial, excepto regiones polares. Poblaciones de riesgo: algunos grupos ocupacionales se hallan especialmente expuestos, tales como los trabajadores de cañaverales, arrozales, alcantarillados, mataderos, cuidadores de animales, médicos veterinarios, mineros, pescadores, trabajadores de piscifactorías etc. Enfermedad en el hombre: pueden presentarse casos en forma esporádica o en brotes epidémicos. El período de incubación de la enfermedad es de 1 a 2 semanas, con un rango de 2 días a más de 3 semanas. La enfermedad se caracteriza por 2 fases: bacteriémica (leptospiras en san- Zoonosis profesionales gre) que dura de 7 a 10 días y la leptospirúrica (leptospiras en orina), que dura de una semana a algunos meses. La enfermedad en el hombre se presenta con manifestaciones clínicas variables y distinta severidad. Algunos casos se presentan en forma inaparente o subclínica. En general, se distinguen 2 tipos clínicos: ictérico y anictérico. El tipo anictérico es el más frecuente. La enfermedad de Weil (leptospirosis ictérica o hepatonefrítica grave) es la forma más severa y ocurre aproximadamente en el 10% de los casos. Los síntomas de la enfermedad aparecen bruscamente con fiebre, cefalea, mialgias, conjuntivitis, hemorragias puntiformes en la piel, hemorragias en el aparato gastrointestinal, hepatitis, infección en riñón e inflamación de las mem-branas que envuelven al cerebro. La sintomatología de los casos anictéricos es más leve, los pacientes se recuperan alrededor del mes. Otra presentación clínica de la enfermedad es bajo la forma hemorrágica pulmonar, sin pigmentación amarillenta en piel, compromiso del riñón u otras hemorragias. Esta forma de leptospirosis es frecuentemente fatal. Diagnóstico: se puede aislar el agente etiológico de la sangre, orina, líquido cefalorraquídeo (LCR) o tejidos. Detección de anticuerpos o mediante la utilización de técnicas de biología molecular. La disminución del Hematócrito y de la Hemoglobina sugiere hemólisis (aunque la ictericia del suero es por el daño hepatocelular). La anemia puede ser regenerativa o arregenerativa por falla hepática o renal. Trombocitopenia. Se observa leucocitosis con marcado desvío izquierdo (en la forma aguda y clínica) a partir del quinto día de infección. En la forma subclínica la leucocitosis puede estar ausente y hasta presentarse una leucopenia transitoria, hipoalbuminemia, hiperglobulinemia (en formas crónicas). Se presenta un aumento de ALT, AST, FA (en hepatitis) y CK (en miositis). Hay hiponatremia, hipopotasemia, hiperfosfatemia, hipocalcemia y reducción del CO2 total. En LCR se encuentran proteínas aumentadas, glucosa y cloruro normales, y pleocitosis linfocítica. Las características de la orina son: baja densidad, bilirrubinuria, proteinuria, cilindros granulosos y presencia de leucocitos y eritrocitos. Tratamiento: se debe iniciar tempranamente para evitar lesiones en los tejidos. Se basa en controles frecuentes del paciente y aplicación de medidas de sostén. La administración de anti-bióticos incluye a la penicilina G, doxiciclina, cefalosporinas, amoxicilina y ampicilina, entre otros. Como prevención en personas expuestas a alto riesgo puede utilizarse una dosis de doxiciclina semanal mientras persiste el riesgo de infección. Medidas de prevención: identificar y controlar los focos infecciosos, agua contaminada y población de ratas. Las medidas de control incluyen: higiene personal, uso de ropa protectora para el desarrollo de actividades que implican riesgo, construcciones a prueba de roedores, protección de alimentos, eliminación adecuada de desperdicios. Inmunización/vacuna: la inmunización de los animales de granja y animales domésticos previene la enfermedad, pero no impide que los animales puedan comportarse como reservorios de la enfermedad a través de la orina. La vacuna ha de prepararse con la cepa de leptospira dominante en la zona. La vacuna para el hombre se halla en estudio. Hidatidosis Etiología: es producida por un endoparásito del Phylum Plathelmintos, Clase Cestoda, familia Taenidae, género Echinococcus, especie granulosus. Fuente de infección y modo de transmisión: Alterna con un hospedador definitivo carnívoro (el perro) y uno intermediario (ovinos, bovinos, caprinos, suinos, equinos, hombre y en algunas especie también roedores). En el intestino del perro se encuentra la forma adulta, cuyos huevos son elimi-nados con la materia fecal y contaminan las pasturas y el ambiente, a partir del cual se infectan los hospedadores intermediarios. El contagio de los hospedadores se produce al ingerir los huevos eliminados por los carnívoros, hospedadores definitivos. Tras la ingestión de los huevos, se produce la disolución de la cubierta del embrióforo en el estómago e intestino, para lo cual se requiere la acción de las enzimas proteolíticas, y posteriormente se produce la activación de la oncosfera y la liberación de su membrana. La oncosfera evagina sus tres pares de ganchos y mediante las glándulas de penetración lisa los tejidos y al mismo tiempo protege las oncosferas de las enzimas digestivas del hospedador. Por otra parte, también los movimientos rítmicos del cuerpo, permiten la penetración de las oncosferas en las criptas de las vellosidades del yeyuno e íleon superior hasta alcanzar un pequeño vaso hemático o linfático, distribuyéndose pasivamente a diversos órganos. Una vez que las oncosferas alcanzan su lugar de elección, puede suceder que sean destruidas por la reacción celular, que mueran espontáneamente o que inicien su evolución vesicular para transformarse en un quiste hidatídico. La mayor parte de los oncosferas quedan retenidas en el hígado, otras pasan al pulmón y algunas pueden localizarse en riñones, bazo, tejido muscular, cerebro, huesos, etc. La localización y desarrollo de los quistes hidatídicos parece estar relacionada con algunas características anatómicas y fisiológicas del hospedador, así como la especie y cepa del parásito. Así por ejemplo, en los animales de abasto la mayor parte de los quistes hidatídicos se desarrollan en el hígado y el pulmón, mientras que en la especie humana también se desarrollan en otros órganos como cerebro o en huesos. Distribución: mundial, con distribución endémica. Poblaciones de riesgo: trabajadores que por su actividad laboral mantienen un estrecho contacto con perros, en las zonas rurales o en las urbanas. Un ejemplo del primer grupo son los pastores y sus familias, especialmente los que habitan en zonas endémicas. Ejemplos del segundo grupo son los veterinarios, adiestradores de perros y trabajadores de mataderos, entre otros. Enfermedad en el hombre: los efectos patógenos producidos inicialmente por las oncosferas y posteriormente por los metacestodos son variables en función del hospedador intermediario, de los órganos parasitados, del grado de infección, e incluso de la virulencia de las espe- Foto 3: Quistes Hidatídos cies y de las cepas. Los Hepáticos 9 Actualización en Medicina del Trabajo quistes hidatídicos se desarrollan en diversos órganos, preferentemente en hígado y pulmón, donde inicialmente los embriones provocan una acción irritativa con la consiguiente reacción inflamatoria que da lugar a la formación de la membrana adventicia del quiste. Los quistes actúan presionando los órganos donde se desarrollan, por lo cual al expansionarse provoca atrofia y posteriormente necrosis por presión en los tejidos circundantes. Una vez constituido el quiste, la membrana germinativa regula el paso de macromoléculas y el desarrollo del quiste produce una baja estimulación antigénica. Por otra parte, las sustancias contenidas en el quiste, principalmente proteínas, e histamina entre otras, pueden producir sensibilidad orgánica, con prurito, urticaria, e inclusive edema pulmonar. Una de las complicaciones más frecuentes es la rotura del quiste, que produce reacción anafiláctica y la formación de quistes hijos, lo cual es relativamente frecuente en el hombre y es poco frecuente en los animales como consecuencia de las menores expectativas de vida. Otro riesgo importante es la infección bacteriana secundaria, y en último lugar la calcificación del quiste. Se produce una respuesta humoral con producción de IgG, IgM, IgA E IGE y también reacción celular con disminución de la respuesta de células T. La lesión elemental está constituida por el propio quiste hidatídico, de forma globosa o subglobosa y dimensiones variables, se trata de un voluminoso granuloma parasitario consecutivo a un proceso de inflamación inicialmente subaguda y después crónica. Los quistes pueden evolucionar hacia la formación de un absceso por infección de la vesícula, bien de forma espontánea por fisura de la pared o accidentalmente como consecuencia de la punción. También pueden encontrarse caseificados en la periferia entre la cutícula y la cara interna del quiste. Por otra parte, los quistes calcáreos, contienen precipitados en el magma caseoso. Teniendo en cuenta la gran variedad de localizaciones, el cuadro clínico está directamente relacionado con la localización del quiste hidatídico. El período de incubación en el hombre, en general es de varios años e incluso puede ser superior a 40 años. En su mayor parte, los quistes se localizan en el hígado, en cuyo caso los signos más frecuentes son dolor abdominal, fiebre, nauseas, vómitos y diarreas. De forma semejante, cuando se localizan en pulmón producen un cuadro asintomático o signos como tos, fiebre, dolor, expectoración, nauseas y vómitos. Los quistes cerebrales producen signos precozmente como consecuencia de la presión intracraneal con manifestaciones convulsivas, hemiparesias, dolor de cabeza, vómitos, alteraciones de la visión y ataques epilépticos. La hidatidosis ósea produce dolor focal con lumbalgia, ciática, fracturas, compresión radicular, paresias o paraplejías completas y es de mal pronóstico. Diagnóstico: se utilizan numerosas técnicas serológicas, como la Intradermoreacción, conocida también como prueba de Cassoni, aparte de otras como la Fijación del Complemento, Hemoaglutinación, Aglutinación-látex, Inmunodifusión, Inmunoelectroforesis, Inmunofluorescencia, Electrosinéresis, Wester-blot, inmunoenzimáticas, y más recientemente otras como la detección de linfocitos sensibilizados mediante precursores del ADN marcados 10 para valorar la proliferación de mononucleares de sangre periférica. Tratamiento: el tratamiento de elección sigue siendo el quirúrgico, si bien es preciso tener en cuenta que durante la intervención se pueden generar diseminaciones secundarias debido al manejo de los quistes, por lo cual desde hace unos años antes de la intervención se administran diversos bencimidazoles (principalmente albendazol) que actúan como parasiticidas o parasitostá-ticos, con el fin de evitar posteriores recidivas. Medidas de prevención: control estricto del sacrificio de animales infectados, posterior incineración y/o enterramiento a gran profundidad, para evitar de esta forma el acceso de los perros a vísceras infectadas de los huéspedes intermediarios (herbívoros) y así evitar el contagio al hombre. Inmunización/vacuna: los aspectos inmunitarios de esta infección y sus posibles aplicaciones mediante la aplicación de vacunas elaboradas con antígenos metabólicos obtenidos de oncosferas, de líquido hidatídico, o de protoescólex puede augurar una esperanza en el futuro, aunque ciertamente existen limitaciones al respecto, principalmente derivadas de la complejidad antigénica del metacestodo. Psitacosis Etiología: Chlamydophila psittaci (Chlamydia psittaci) es una especie de bacteria intracelular. Fuente de infección y modo de transmisión: la psitacosis (ornitosis, fiebre del loro, clamidiosis) suele ser transmitida a los humanos por las aves pertenecientes a la familia de los loros, los pavos y las palomas. Se contagia por la inhalación de polvo de material fecal seco de jaulas de las aves y por la manipulación de aves infectadas en mataderos. Hasta ahora no se han informado casos de contagio entre personas. El material de desecho de la jaula de un pájaro puede mantener su condición infecciosa durante semanas. Distribución geográfica: los últimos brotes se registraron en las provincias de Entre Ríos, Neu-quen y Córdoba. En el año 2006 se registraron en Cipolletti, provincia de Río Negro, cuatro casos, dos sintomáticos y dos asintomáticos, posiblemente relacionados con palomas. Poblaciones de riesgo: el grupo de riesgo para esta zoonosis está constituido por veterinarios, trabajadores de comercio de mascotas y personas que han adquirido aves infectadas como campesinos, colombófilos, pajareros, criadores de aves y trabajadores de mataderos de aves de corral. Si bien esta enfermedad afecta comúnmente a adultos, los cuadros de mayor gravedad se presentan en niños y ancianos Enfermedad en el hombre: el cuadro clínico es muy variable en el hombre, presentándose como un cuadro gripal, como una neumonía o sin ninguna manifestación clínica. Luego de un periodo de incubación de 7 a 15 días, se presenta más frecuentemente como una neumonía. De comienzo insidioso, con malestar general, escalofríos y fiebre. Posteriormente aparece un intenso dolor de cabeza, rechazo a la luz (fotofobia), dolores articulares y musculares. La tos, que generalmente aparece en forma tardía, Zoonosis profesionales puede ser seca o productiva con eliminación de estrías de sangre. También se manifiesta dolor en el tórax, sensación de falta de aire y se observa una coloración azulada de la piel y las mucosas en los casos más graves. Otros órganos pueden verse afectados, no en forma aislada, sino acompañando al cuadro pulmonar, produciendo meningitis, anemias, alteraciones cardíacas, insuficiencia renal, artritis, etc. El curso de la enfermedad es muy variable, pudiendo prolongarse por más de un mes. Tratamiento: los antibióticos de elección son las tetraciclinas o la doxiciclina, durante un período de 21 días. La eritromicina, el cloranfenicol y la rifampicina, también pueden utilizarse como segunda línea. Cuando el tratamiento ha sido el apropiado, el pronóstico es favorable; la mortalidad actualmente no supera el 1% de los casos, considerando que años atrás (en la era pre-antibiótica) ascendía al 20 - 40%. Medidas de prevención: control de la comercialización de aves ornamentales en especial Psitácidas (loros) sobre todo al comienzo del verano donde se incrementa la venta ilegal de pichones. Detectar origen de la fuente. Incautación de animales sospechosos. Eutanasia y necropsia de lo enfermos. Estimular a los profesionales médicos a sospechar de la enfermedad, a través de comunicados o alertas en la temporada estival. Elementos de protección respiratoria adecuada en medios donde se manipulan o se está en contacto con aves. Inmunización/vacuna: no existe inmunización/vacuna para seres humanos. Leishmaniosis Etiología: protozoo del género Leishmania (L. infantum y L. Donovani). Fuente de infección y modo de transmisión: entre los reservorios conocidos se encuentran el perro salvaje y los marsupiales. En el ciclo doméstico intervienen principalmente los perros, que constituyen la principal fuente de infección para los vectores. La enzootia canina por lo general precede en el tiempo a la presentación de casos humanos. En el continente americano el hombre no es reservorio de la enfermedad. Se contagia por picadura del vector flebótomo Lutzomyia longipalpis (mosca de arena o sandfly, en inglés). El ciclo de vida parasitaria incluye al jején o flebótomo y a un Foto 4: Leishmaniosis cutánea huésped apropiado como el hombre, entre otros. Distribución geográfica: la Organización Mundial de la Salud considera que las leishmaniosis se encuentran distribuidas en Norte y Sudamérica, Europa, África y Asia y que son endémicas en las regiones tropicales Foto 5: Leishmaniosis mucocutánea y subtropicales de 88 países. Su distribución geográfica está limitada por la distribución de los flebotominos, la susceptibilidad de éstos a los climas fríos, su tendencia a ingerir sangre del hombre o únicamente de los animales y por su capacidad de soportar el desarrollo interno de las especies de leishmania. En el año 2006 se confirmaron los dos primeros casos autóctonos en Posadas, Misiones. El vector fue detectado a partir del año 2000 en las provincias de Misiones y Formosa. Zona endémica en Tucumán, Salta y Jujuy. Poblaciones de riesgo: los grupos ocupacionales que se hallan especialmente expuestos sérian los trabajadores de cañaverales, rurales, desmalezadores, que se desempeñan en la construcción de caminos, etc. Enfermedad en el hombre: las manifestaciones clínicas son variables y están relacionadas a la cepa de leishmania infectante, el medio ambiente y a la respuesta inmune del hospedero. Se describen cuatro formas clínicas: leish-maniasis cutánea(foto 3); leishmaniasis mucocutánea; leishmaniasis cutánea difusa y leishmaniasis visceral. Enfermedad sistémica (leishmaniosis visceral): Fiebre persistente y de larga duración (semanas) con ciclos irregulares, sudores nocturnos, fatiga, debilidad,pérdida de apetito, pérdida de peso, malestar abdominal vago, piel escamosa, piel grisácea, oscura, pálida, adelgazamiento del cabello. Enfermedad de la piel (leishmaniosis cutánea), cuyos síntomas son, entre otros: mácula o pápula eritematosa, úlcera cutánea que se forma en el área de la lesión original, úlcera que sana muy lentamente en cuestión de meses, pueden formarse lesiones más pequeñas alrededor de la úlcera (lesiones satélites). Los síntomas en las membranas mucosas (mucocutánea) (foto 4) pueden ser: obstrucción nasal, rinorrea, hemorragia nasal, úlceras y erosión tisular (boca, lengua, encías, labios, nariz, y tabique nasal), dificultad para deglutir (disfagia) con compromiso esofágico, dificultad para respirar con compromiso traqueal. Diagnóstico: el diagnóstico definitivo de la leishmaniasis requiere la visualización del parásito. Las muestras del sitio infectado se tiñen con Giemsa o tinción de Romanowsky y los amastigotes se examinan al microscopio, observándose unas células ovaladas, de 2 a 4 mm de diámetro con un núcleo y un kinetoplasto (este es una estructura mitocondrial especializada que contiene un DNA específico). Otras posibilidades de diagnóstico, consisten en el cultivo del protozoo o el uso de la PCR (Polymerase Chain Reaction) para amplificar e identificar el ADN del parásito. Entre los métodos indirectos de diagnóstico se encuentran métodos serológicos tradicionales (ensayos de anticuerpos mediante técnicas de inmunoflorescencia) que sin embargo no distinguen entre enfermedad pasada o presente y nuevas técnicas en vía de desarrollo como la producción de antígenos sintéticos específicos Tratamiento: el tratamiento antiparasitario de elección es la utilización de medicamentos antimoniales como el antimoniato de meglumida y estibogluconato de sodio durante tres semanas por vía intramuscular. En casos de sobreinfección bacteriana, deben utilizarse antimicrobianos específicos. Algunos estudios señalan que las recidivas representan aproximadamente el 50% de los casos. La anfotericina B puede utilizarse en tales casos. La asociación 11 Actualización en Medicina del Trabajo de alopurinol con los antimoniales en algunos casos ha resultado efectiva. Medidas de prevención: la completa destrucción del hábitat del flebótomo es la única forma permanente para el control del vector. Es indispensable el uso de repelentes en las zonas endémicas. Inmunización/vacuna: no existe inmunización/vacuna en la actualidad. Hanta virus Etiología: los hantavirus detectados en Argentina asociados a enfermedad en humanos son los virus Lechiguanas y Hu39694 en la zona centro del país; Andes en el sur; Orán, Bermejo y Laguna Negra-símil en la zona norte del país. Fuente de infección y modo de transmisión: los hantavirus se mantienen en la naturaleza infectando crónicamente a sus reservorios, roedores de la familia Muridae subfamilia Sigmodontinae: O. flavescens (Lechiguanas y Hu39694), O. longicaudatus (Andes y Orán), O. chacoensis (Bermejo) y C. callosus (Laguna Negra-símil) y roedores de la subfamilia Murinae: R. norvegicus, R. rattus (Seoul). El virus eliminado por los roedores infectados es transmitido al hombre por inhalación de aerosoles o penetra a través de heridas de la piel o mucosas. La transmisión persona a persona se ha documentado por primera vez en un brote en el sur del país, debido al virus Andes. Distribución geográfica: las tres áreas endémicas de Argentina afectan actualmente 8 provincias: Salta, Jujuy, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires, Neuquén, Río Negro y Chubut. Poblaciones de riesgo: trabajadores relacionados a la actividad agropecuaria: agricultor, quintero, galponero, criador de animales, desmalezador, hachero. Actividades en las cuales se registren criterios de ruralidad: maestros rurales, gendarmes, guardaparques. Profesionales expuestos a riesgo: veterinarios, médicos y personal de la salud de nosocomios, personal de laboratorios y bioteros. Actividades urbanas: mantenimiento de edificios, trabajadores de garages, plomeros y reparadores de cañerías de calefacción, changarines y cartoneros. Enfermedad en el hombre: el período de incubación de la enfermedad es variable entre 2 a 3 semanas, con un rango de 4 días a 6 semanas. La enfermedad se divide en 4 etapas: febril, cardiopulmonar, diurética y de convalecencia. La primera fase dura entre 3 y 5 días y se caracteriza por fiebre, dolor muscular, escalofríos, pérdida de fuerza, mareos, dolor de cabeza, falta de apetito, nauseas con o sin vómitos, dolor abdominal y diarrea. En general, no se observan manifestaciones de ataque de las vías respiratorias superiores. La segunda fase se caracteriza por tos, aumento en la frecuencia respiratoria y dificultad para respirar con el ejercicio, y marca el inicio del edema pulmonar, que puede evolucionar en un lapso de 4 a 24 horas. El inicio del edema de pulmón se observa en las radiografías de tórax. La etapa diurética comienza con un aumento en el volumen de orina en forma espontánea, caracterizada por la eliminación rápida del líquido del edema pulmonar y la resolución de la fiebre y del choque. La etapa de convalecencia puede durar desde 2 semanas a 2 meses con una recuperación probablemente completa. La letalidad 12 del SPH tiene un rango muy variable de entre el 10 y 50% observándose variaciones regionales que serían adjudicables a los diferentes virus circulantes. Diagnóstico etiológico: detección de anticuerpos IgM en muestras de suero de los casos agudos mediante la técnica de ELISA, seroconversión de anticuerpos IgG, detección de virus por PCR e inmunohistoquímica en los casos mortales. Tratamiento: no se dispone de tratamiento específico, por lo que las medidas están dirigidas a sostener una adecuada oxigenación, presión arterial y el equilibrio hídrico del paciente. Medidas de prevención: La prevención y el control de la enfermedad deberá basarse fundamentalmente en evitar el contacto con los roedores o sus excretas. Los roedores reservorios de estos virus habitan generalmente en zonas rurales aunque han sido capturados en áreas urbanizadas y se han encontrado roedores con anticuerpos para hantavirus en áreas suburbanas y peridomicilios. Inmunización/vacuna: no existe una vacuna eficaz contra los hantavirus en las Américas. Los virus que causan FHSR son antigénicamente distantes y no se ha demostrado la utilidad de los candidatos a vacuna contra estos virus para los hantavirus del Nuevo Mundo. Paludismo Etiología: es un protozoo (Plasmodium) que es transmitido al hombre a través de la picadura de la hembra del mosquito Anopheles. Existen cuatro especies de Plasmodium que causan la enfermedad en el hombre (P. vivax, P. ovale, P. malariae y P. falciparum). Las tres primeras producen un paludismo relativamente benigno, pero la cuarta produce un paludismo grave que amenaza la vida del enfermo. Fuente de infección y modo de transmisión: es transmitido al hom-bre a través de la picadura de la hembra del mosquito Anopheles. Tie-nen hábitos nocturnos son capaces de infectarse y de permitir el ciclo esporogónico completo del plasmodium. Los mosquitos no viven por encima de los 2.500 m de altitud; por lo tanto en la alta montaña no existe riesgo de transmisión del paludismo. Distribución geográfica: existe paludismo en América desde Méjico al Norte de Argentina, toda Africa Tropical, Oriente Medio, el subcontinente Indio, China, la Península Indochina, toda Insulindia y Melanesia. Para que en una región exista paludismo, es necesaria la existencia de ciertas condiciones ambientales para el desarrollo del mosquito vector. Temperaturas que oscilan entre los 27 y 30 grados centígrados y un gradiente de humedad determinado, son óptimos para el desarrollo del microorganismo dentro del mosquito. Poblaciones de riesgo: está dada, en nuestro país, por trabajadores trasladados a las zonas endémicas de las provincias de Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones. Enfermedad en el hombre: la manifestación clínica Foto 6: Mosquito Anopheles. Zoonosis profesionales típica del paludismo es el acceso palúdico: cada dos o tres días el paciente presenta escalofríos seguidos de fiebre alta; horas después presenta sudoración abundante y desaparece la fiebre. Este patrón de fiebre cada dos o tres días es muy característico y se da en el paludismo benigno; pero cuando se trata de paludismo por Plasmodium falciparum los accesos palúdicos pueden presentarse de forma irregular y acompañarse de otras manifestaciones clínicas que inducen confusiones en el diagnóstico. En ocasiones el paludismo se confunde con gripe, artritis, gastroenteritis u otras enfermedades. Diagnóstico etiológico: el diagnóstico de paludismo se establece al encontrar parásitos en el frotis de sangre grueso y delgado teñido con Giemsa. La película delgada se utiliza principalmente para la diferenciación de especies después de descubrir la infección en una película gruesa. En todas las infecciones la cifra de eritrocitos infectados rara vez excede del 2 % a excepción de la infección por P. falciparum que, ya que una infección grave por P. falciparum es de 10%, pero puede llega al 20 y 30% o más de células parasitadas. Tratamiento: está dirigido a suprimir la crisis, siendo la cloroquina la droga de elección, por un período de 48 - 72 horas. En caso de resistencia a dicha droga, la quinidina es la alternativa durante 7 días, asociada a la pirimetamina durante 3 días. Para la eliminación radical del microorganismo se utiliza la primaquina, por un período de 15 días. También puede utilizarse la mefloquina cuando existe resistencia a la cloroquina. Medidas de prevención: cuando una persona viaja a una zona endémica, para prevenir el desarrollo de la enfermedad puede tomarse un comprimido por semana de cloroquina, dos semanas previas al viaje; durante la estadía, un comprimido por semana durante la estadía. Al regreso tomará un comprimido por semana durante cuatro semanas. Las medidas preventivas deben estar dirigidas a erradicar el vector (mosquito Anopheles). Inmunización/vacuna: existe una gran variedad de vacunas sobre la mesa. Vacunas pre-eritociticas (vacunas que se dirigen a los parásitos antes de que llegue a la sangre), en particular, las vacunas basadas en CSP, forman el mayor grupo de investigación de la vacuna contra la malaria. Otras vacunas: las que tratan de inducir inmunidad a la sangre etapas de la infección, las que tratan de evitar las patologías más severas de la malaria mediante la prevención de la adhesión del parásito a la sangre y la placenta vénulas, y la transmisión de bloqueo de las vacunas que detienen el desarrollo del parásito en el mosquito justo después de que el mosquito ha tomado un poco de sangre de una persona infectada. Es de esperar que la secuenciación del genoma de P. falciparum proporcionará objetivos para nuevos medicamentos o vacunas. Fiebre Amarilla Etiología: flavivirus, de la familia Togavirus. Fuente de infección y modo de transmisión: se transmite de un primate enfermo (mono) a un indi- Foto 7: Mosquito Aedes Aegypti viduo sano, a través de un agente, el mosquito. Los casos reportados desde hace cuarenta años, correspondieron a la forma selvática transmitida por mosquitos del género Haemagogus pero el crecimiento del Aedes Aegyptii, hace muy factible que comience a transmitirse a través de este vector. Distribución geográfica: actualmente existe en las provincias de Formosa, Misiones, norte y litoral de frontera de Corrientes. En la zona de frontera entre Brasil y Argentina, correspondiente al Estado de Río Grande do Sul y las Provincias de Misiones y Corrientes respectivamente. Poblaciones de riesgo: está dada, en nuestro país, por trabajadores trasladados a las zonas endémicas, que realizan tareas rurales, veterinarios, o actividades en zonas selváticas. Enfermedad en el hombre: tiene una incubación de 3 a 6 días y los casos leves son muy indefinidos y hasta puede confundirse con el dengue. Los casos típicos inician con cefaleas, dolores musculares, fiebre y escalofríos intensos, postración, inyección conjuntival, náuseas y vómitos. En la enfermedad florida, es el momento de la llamada “etapa roja”: la cara y el cuello toman un acentuado tono rojizo y aparece el signo de Faget (fiebre alta con bradicardia). Luego sobreviene la “etapa de calma”, con una mejoría que puede durar horas o días. El avance de la enfermedad se caracteriza por un debilitamiento del pulso, lesiones hepáticas severas con ictericia que definen la “etapa amarilla” y lesiones renales de distintos grados hasta la insuficiencia. Hay síntomas hemorrágicos del sistema digestivo, que provocan el llamado vulgarmente “vómito negro”. La muerte sobreviene al cabo de unos 7 días, aunque la forma hiperaguda puede provocarla a los 3 días. Si se sobrevive, la inmunidad adquirida protege de por vida. En las zonas endémicas, son comunes las infecciones leves o inaparentes. Diagnóstico etiológico: se considera sospechosa de Fiebre Amarilla a aquella enfermedad de comienzo brusco seguido de ictericia luego de 2 semanas de iniciados los primeros síntomas y uno de los siguientes criterios:1) hemorragia nasal, encías, tracto gastrointestinal o piel. 2) muerte en tres semanas luego de la instalación de la enfermedad. El diagnóstico se hace mediante la identificación de anticuerpos específicos de Fiebre Amarilla, IgM e IgG. Se han desarrollado técnicas de ELISA. La IgM aparece después de 1 semana de iniciado los síntomas y es el diagnóstico definitivo de enfermedad. El diagnóstico mediante IgG requiere del aumento de 4 veces los títulos en dos muestras de sangre consecutivas. Esto es especialmente importante para las personas que viven en zonas endémicas de Fiebre Amarilla que pueden tener presencia de anticuerpos IgG por infecciones previas asintomáticas y por lo tanto no significar diagnóstico frente a los síntomas actuales. La identificación mediante cultivos, técnicas de amplificación molecular o inmunohistoquímica desde la sangre o tejidos es considerado también como diagnóstico definitivo. Tratamiento: no existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla. El tratamiento de los síntomas puede incluir: hemoderivados para el sangrado severo, diálisis en los casos de insuficiencia renal e hidratación parenteral. La fiebre amarilla fluctúa en severidad. Las infecciones graves 13 Actualización en Medicina del Trabajo con hemorragia interna y fiebre (fiebre hemorrágica) son mortales hasta en la mitad de los casos. Medidas de prevención: las medidas de prevención contemplan la protección frente a picadura de mosquito como el uso de pantalones y camisas manga larga, evitar el uso de perfumes y usar repelente de mosquitos que contengan DEET en concentraciones variables de acuerdo a la edad de las personas. Las medidas preventivas deben estar dirigidas a erradicar el vector. Inmunización/vacuna: la medida de prevención más efectiva y reconocida es la vacunación contra la Fiebre amarilla, la cual brinda protección por 10 años; se recomienda vacunarse 10 días antes de ingresar a zonas de riesgo. Contraindicada absolutamente en menores de 6 meses, alérgicos al huevo y sus derivados, inmunocomprometidos y embarazadas (sólo en situación excepcional a partir del sexto mes de gestación). Chagas Etiología: parasitosis producida por el protozoo flagelado Trypanosoma cruzi. Fuente de infección y modo de transmisión: la vigilancia de la enfermedad de Chagas en el ámbito laboral se basa en la detección y control de la transmisión vectorial del Triatoma infestans, vinchuca(foto 7). La vinchuca es una especie casi exclusivamente domiciliaria. Se la encuentra principalmente en la vivienda del hombre y también en los lugares propios de animales domésticos (gallineros, palomares, conejeras, Foto 8: Vinchuca. etc). Es hematófaga y tiene hábitos nocturnos. El reservorio natural lo constituyen los armadi- llos, roedores, murciélagos y primates silvestres, además de ciertos animales domésticos como perros, gatos, incluso ratas (Rattus rattus) y los cobayos; y es transmitida al hombre comúnmente por los triatominos hematófagos, el cual transmite Foto 9: Signo de Romaña. el parasito cuando defeca sobre la picadura que él mismo ha realizado para alimentarse. Distribución geográfica: la enfermedad de Chagas se distribuye por toda América, desde el sur de los Estados Unidos hasta Argentina, mayormente en áreas pobres y rurales de Centro y Sudamérica. La enfermedad está establecida casi exclusivamente en áreas rurales. En nuestro país se la encuentra en todas las provincias, con excepción de Santa Cruz y Tierra del Fuego. Poblaciones de riesgo: está dada, en nuestro país, por trabajadores rurales que vivan en viviendas provistas por el empleador dentro del predio del establecimiento; por personal de laboratorio y cirujanos por infección accidental en laboratorios médicos: por manipulación de vinchucas y animales infectados, cultivos de T. cruzi o material biológico proveniente de enfermos graves o de animales infectados y trabajadores que realizan la desinfestación de vinchuca. Enfermedad en el hombre: en la fase aguda, un nódulo cutáneo local llamado chagoma puede aparecer en el sitio de inoculación. Cuando el sitio de inoculación es la membrana mucosa conjuntival, el paciente puede desarrollar edema periorbital unilateral, conjuntivitis y linfadenitis preauricular. Esta constelación de manifestaciones se Ciclo biológico del Trypanosoma Cruzi 14 Zoonosis profesionales refiere como signo de Romaña el cual esta presente en muy pocos casos. La fase aguda suele ser asintomática, pero pueden presentarse fiebre, anorexia, linfadenopatía, hepatosplenomegalia leve y miocarditis. Algunos casos agudos (10 a 20%) se resuelven en un periodo de dos a tres meses dando lugar a una fase crónica asintomática ahora llamada fase indeterminada, la cual se caracteriza por la persistencia de la infección sin presentar problemas clínicos para reaparecer sólo varios años más tarde. La fase crónica es sintomática y puede aparecer años o décadas después de la infección inicial. La enfermedad afecta al sistema nervioso, al sistema digestivo y al corazón. Infecciones crónicas dan como resultado desórdenes neurológicos como por ejemplo la demencia, daño en el músculo cardíaco (miocardiopatía) y algunas veces la dilatación del tracto digestivo (megacolon y megaesófago) así como también puede haber pérdida de peso. Problemas de deglución pueden desembocar en la desnutrición del paciente. Después de pasar varios años en un estado asintomático, 27% de aquellos infectados desarrollarán daños cardíacos, 6% tendrán daños digestivos y un 3% presentarán con trastornos del sistema nervioso periférico. Sin tratamiento, la enfermedad de Chagas puede ser mortal, por lo general debido al componente de miocardiopatía. Diagnóstico etiológico: pruebas diagnósticas: examen al microscopio, buscando la motilidad del parásito en la sangre no-coagulada del paciente, lo que es posible solo en la fase aguda cerca de 2 semanas después de la picadura, permite detectar más de 60% de los casos en esta fase. El parásito puede ser también visualizado microscópicamente en un frote sanguíneo bajo la tinción de Giemsa. Antiguamente el diagnóstico se realizaba con la detección indirecta del organismo por el xenodiagnóstico, método donde el paciente es intencionalmente picado por el insecto transmisor no contaminado y, cuatro semanas después, su intestino es examinado en la búsqueda de parásitos; o bien por la inoculación de la sangre del enfermo en animales de laboratorio (ratones, por ejemplo) y verificación se desarrollan la enfermedad aguda, estos métodos han caído en desuso. En la actualidad se utiliza la detección del ADN del parásito por PCR. Pruebas inmunológicas: Detección de anticuerpos específicos contra el parásito en la sangre: Fijación del complemento; Hemaglutinación indirecta; ELISA; Aglutinación directa; Aglutinación de partícula. Tratamiento: los dos únicos medicamentos disponibles para el tratamiento de la enfermedad de Chagas son el Nifurtimox, desarrollado en 1960 por Bayer, no disponible en nuestro país y el Benznidazol, desarrollado en 1974 por Roche, contraindicado en el embarazo. En la fase inicial aguda, la administración de estos medicamentos ayuda a controlar la enfermedad y disminuye la probabilidad de cronicidad en más de un 90% de los casos. Medidas de prevención: las principales medidas preventivas deben estar orientadas a la vivienda del hombre y la de animales, como ser gallineros, palomares, conejeras, cuevas, nidos, dormideros protegidos de otros animales, etc, donde se desarrolle la vinchuca. Inmunización/vacuna: no existe en la actualidad una va- cuna. Prevención de las zoonosis de origen laboral De forma genérica la prevención de las zoonosis debe actuar sobre el foco de infección, el medio de transmisión y el trabajador expuesto. 1. Acciones sobre el foco de infección: • control de incorporaciones • control veterinario periódico • evitar contaminación de comida y bebida • vacunación • tratamiento adecuado de los animales y sus restos • aislamiento de animales enfermos • control de fronteras • restricción de movimiento de enfermos • eliminación de placentas y fetos abortados • sacrificio de reses • incineración de cadáveres • enterramiento a profundidad de vísceras 2. Acciones sobre el medio de transmisión: 2.1. Acciones sobre las instalaciones y utensillos de trabajo: • ventilación adecuada • humedecer el suelo antes de barrer • desinfección química • vestuarios y lavabos separados del ganado • desinsectación y desratización • utensillos fáciles de limpiar • buen mantenimiento 2.2. Medidas higiénicas generales y específicas • controlar el contacto persona-animal enfermo • no comer, beber ni fumar en zonas de trabajo • lavar separadamente la ropa de trabajo • cocinar suficientemente la carne • pasteurizar la leche de consumo • lavarse manos y brazos (antes de comer y tras contactos con animales) • evitar frotar los ojos con manos sucias • tomar precauciones especiales ante el contagio por vectores • no aplastar garrapatas en la piel • ajustar ropa en muñecas y tobillos y emplear repelente de insectos 2.3. Uso de equipos de protección personal • guantes • botas • gafas • mandiles • mascarillas 3. Acciones sobre el trabajador expuesto • control de higiene personal. • Información sobre los riesgos biológicos presentes en el lugar de trabajo • Formación sobre los métodos de trabajo y medidas preventivas o de protección a adoptar • Reconocimientos médicos específicos • Educación sanitaria a todos los trabajadores 15 Actualización en Medicina del Trabajo • Vacunación de trabajadores expuestos, en el caso de existir una vacuna efectiva. Bibliografía 1. www.alcha.org.ar 2. El Paciente Infectado en Zona Endémica: Chagas Agudo Vectorial.Patricia Morales Hospital Intendente Carrasco. Rosario, Santa Fe, Argentina. Comité de Enfermedad de Chagas, FAC. www.fac.org.ar/ccvc/llave/c322/morales. php 3. ZOONOSIS TRANSMITIDAS POR ROEDORES. Calderon Gladys. Serie Enfermedades Transmisibles 4. Zoonosis y enfermedades transmitidas por vectores. Boletín Epidemiológico Anual 5. www.estrucplanonline.com.ar 6. ESTADO ACTUAL DE LA ZOONOSIS. JORGE RAAD ALJURE. 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Zoonosis emergentes y reemergentes.Bernard Vallat. 2004. OIE. El autor expresa su agradecimiento a los Dres. Rubén Marcelo Solari y Luis Alberto de Carolis, especialistas en infectología, la revisión y corrección del presente trabajo. Autor Dr Walter R. Giusti · Médico Especialista en Medicina del Trabajo · Médico gastroenterólogo · Jefe Médico Centro Médico Asociart Rosario. Actualización en Medicina del Trabajo es una publicación de Asociart S.A. ART. Director de la publicación: Dr. Daniel De Filippi. Propietario: Asociart S.A. ART. Prohibida la reproducción parcial o total del contenido de este documento sin autorización expresa de Asociart S.A. ART. Noviembre de 2008 Av. Leandro N. Alem 621 (C1001AAB) Buenos Aires www.asociart.com.ar