El reintegro parcial del capital invierte la regla del art. 109 LSC Bernardo Carlino 1 Resumen. Se analiza la variante de reintegro parcial del capital, por parte de algunos de los socios, ante la existencia de pérdidas, admitida por el art. 96 LSC, en cuanto a su operatoria de registro contable y la ulterior decisión de liquidación societaria por cualquiera de las otras causales del art. 94. En tal ocasión, si el liquidador contase con excedentes luego de cancelado el pasivo social, se propone alterar la regla del art. 109 en el sentido de priorizar la devolución de los reintegros, y si existiesen excedentes proceder al reembolso del capital y de existir saldos, finalmente distribuirlos entre los socios según las reglas del contrato. Desarrollo La LSC ha previsto diversas alternativas para evitar la disolución de la sociedad comercial, entre las cuales propongo analizar las fases jurídico-contables del reintegro parcial del capital, acogido por el art. 96, que textualmente dice: “En el caso de pérdida del capital social, la disolución no se produce si los socios acuerdan su reintegro total o parcial del mismo o su aumento.” Se hacen necesarias algunas precisiones para determinar el alcance de sus términos y la operatoria de su registro, al margen de la asociación contraria que el uso del término “reintegro” produce, ya que se asocia más fácilmente a la devolución del capital al socio, y no a la inversa. 1) Por pérdida del capital debe entenderse la suma del saldo de las cuentas que originalmente registraron las contrapartidas de los aportes de los socios: “…cuotas sociales”, “…acciones”, etcétera, más el saldo de la cuenta “Ajuste del Capital” si lo hubiere. 2) El inc. 5° del art. 94, que enumera las causales de disolución, no establece un valor, porcentaje o medida de la cuantía de la pérdida que la configura. En vista de lo cual, es la reunión de socios la que debe resolverla como tal: no puede operar de plenos derecho. 3) El art. 100 establece el criterio de la subsistencia de la sociedad en caso de duda sobre la existencia de una causal de disolución. 4) El reintegro parcial del capital se hace para incrementar el valor del patrimonio. Como dato referencial, el art 205 faculta a la asamblea extraordinaria resolver la reducción del capital por pérdidas sufridas por la sociedad, para 1 [email protected] 11 III Jornada Nacional de Derecho Contable – La Plata restablecer el equilibrio entre el capital y el patrimonio sociales, que es obligatoria cuando las pérdidas insumen las reservas y el cincuenta por ciento. Adoptada la decisión societaria, el reintegro parcial del capital permite a los socios hacer efectiva la entrega de dinero o bienes para incrementar el valor patrimonial y no el del capital social, ya que en tal caso la alternativa a utilizar será la del aumento del mismo. La norma lo introduce como alternativa al aumento del capital, y no establece regla o criterio de preeminencia de alguno de los dos mecanismos ante la situación de pérdida del capital ajustado y es totalmente voluntaria puesto que nada obliga al socio que ha limitado su responsabilidad hasta el monto del aporte a adoptar el compromiso, ni a acompañar a los demás socios que quiera hacerlo. Tampoco es causal de ejercicio del derecho de receso por no estar contemplada en la ley, ni implicar una reforma contractual. No altera la estructura del mismo ni implica desembolso no convenido o reconfiguración de los derechos políticos y patrimoniales preexistentes. No debe tampoco encuadrarse a tales reintegros de “aportes” por cuanto el sentido que le otorga la LSC a este término en la parte general, es el de contrapartida a la participación en el capital, y en este caso, los socios hacen un reintegro sin tal contraprestación. En términos simples, reintegran el capital a cambio de “nada”, pues el capital ya estaba en el patrimonio societario y lo poseían con anterioridad a cambio de los aportes oportunamente cumplidos. Como nuestra contabilidad se apoya en sistema de “partida doble” para asentar cualquier movimiento en sus cuentas, en los libros contables los socios entregan a la sociedad lo que convienen como reintegro del capital, a cambio de “algo”. El asiento del ingreso de lo entregado -no necesariamente debe tratarse de dinero efectivo, ya que otros bienes pueden tener igual aptitud para solucionar la cuestión de fondo, cual es la reintegración del capital- se encuadrará dentro del patrimonio neto societario, pues si se tratase a los socios que concretan tal entrega como acreedores, aumentarían activos y pasivos en igual medida sin modificación de la situación que motivó la decisión. La operación encaja en el art. 63, 2º, II, d): “Todo otro rubro que por su naturaleza corresponda ser incluido en las cuentas de capital, reservas y resultados.”, correspondiendo contabilizarlo precisamente bajo cuentas denominadas “Reintegro de Capital”, ingresando lo que cada socio entrega en la cuenta del activo que refleje adecuadamente la naturaleza de los bienes que concurran. De este modo y en forma sintética, el Patrimonio neto resultante será la suma algebraica de los Resultados acumulados (pérdidas) por una parte, y de las reservas, el capital, el ajuste y los reintegros por otra. Para el objeto de esta ponencia es necesario ubicarse en una etapa posterior en la que luego de enderezada la situación, la sociedad decidiera disolverse y liquidarse por cualquiera de las otras causales y luego de la liquidación existieran remanentes superiores al capital y los reintegros. 12 I – Derecho Contable El art. 109 manda a los liquidadores que, extinguido el pasivo social, confeccionen el balance final y el proyecto de distribución, reembolsando las partes de capital y, salvo disposición en contrario del contrato, distribuyan el excedente en proporción a la participación de cada socio en las ganancias. La norma impone la siguiente secuencia: 1) reembolso del capital; 2) reembolso del excedente según reglas del contrato o de la participación en las ganancias, ya que ambas pueden ser diferentes. Si todos los socios hubieran aceptado concurrir al reintegro del capital en la misma proporción de sus participaciones originales en las ganancias -que pueden ser asimétricas a las de capital- no caben dudas que tal, y en tal medida, será el destino de los excedentes de liquidación, incluidos los reintegros. Pero si solo algunos de ellos hubieran reintegrado el capital y otros no, el criterio debe varíar. Descarto por improbable que un contrato societario sea tan previsor al punto que contenga disposiciones sobre el destino del reintegro del capital en caso de que no lo hubieran enfrentado todos los socios en sus respectivas proporciones, pero de existir reglas al respecto serán ellas las que resuelvan el sentido de esta ponencia. De no existir tales previsiones, es probable que la reunión de socios hubiera tomado precauciones en tal latitud, la más razonable de las cuales sea que en caso de remanente de liquidación se satisfaga primero a los saldos de cuentas de reintegro de capital, para lo cual deben estar debidamente abiertas con los nombres y apellidos de los socios que participaron, y ello impone al liquidador cumplir con el mandato. Lo que sostengo, en defecto de previsión contractual o asamblearia, es que el liquidador debe invertir el orden de la regla del art. 106, priorizando la cancelación de las cuentas de reintegros de capital de quienes lo haya efectivizado, y recién considerar como remanente al saldo liquidable en las condiciones contractuales o legales de participación de todos los socios. De no proceder así y englobar los reintegros parciales de capital como excedente liquidable, de igual modo que si proviniese del resultado de ganancias acumuladas o del mayor valor de los bienes de los activos liquidados, se estarían beneficiando del valor de tales reintegros los socios que no los hicieron. El hecho de haber resultado de voluntad e interés de algunos socios el conjurar el peligro de disolución y liquidación por perdida del capital, cuando no el estado de insolvencia y el posterior falencial, y no haber previsto en la reunión extraordinaria una salvaguarda para una liquidación futura por otras causas, no puede enriquecer por igual a los que en su momento no tuvieron tal interés. Por lo tanto, el liquidador debe invertir el orden del art. 109, procediendo de la siguiente manera: 1) Extinguido el pasivo social, confeccionará el balance final y el proyecto de distribución, según el orden que sigue. 2) Reembolso de los reintegros de capital. 13 III Jornada Nacional de Derecho Contable – La Plata 3) De existir excedente luego de cancelado lo anterior, reembolso de las partes de capital y, 4) salvo disposición en contrario del contrato, de existir excedente luego de cancelado lo anterior, se distribuirá en proporción a la participación de cada socio en las ganancias. A partir de lo cual seguirá los pasos previstos en los arts. 110 y ss. Si bien esta propuesta no garantiza la aceptación de los socios, lo que aquí se propone es una regla de actuación procesal para el liquidador en el caso de reintegro parcial del capital. 14