MADRID 1.° DE DICIEMBRE DE AÑO ÍI. DIRECTOR clOSH d e NúM. 6 7 . 1912. Se publica el 1,10 y 20 de cada mes. £laE:iZ£GlJl Pelada y sífilis. Como desconocemos la etiología y patogenia de la pelada, todas las hipótesis nuevas deben ser atendidas y comprobadas. Sabouraud ha formulado la suposición de que algunas peladas pudiesen depender de la sífilis, en razón al Wasoermann + existente en muchos pelados, exentos de síntomas clínicos y de sífilis, ó á existir síntoma claro de lúes ó á curarse al hacer tratamiento de sífilis. En los pelados, sobre todo de tipo universal, que tan rebeldes son á la terapéutica, algunas veces, por antecedentes claros ó Wassermamr +, he hecho tratamiento mercurial intenso', sin haber obtenido resultadoi alguno curativo'. Lo' mismo digo dé las peladas de tipoi recidivante bien acentuado ó de las totales de cuero cabelludo, con extensión más 6 menos importante á otras partes, y cito estos casos áe pelada y no los que solemos llamar vulgares, porque éstos, con la medicación local ó espontáneamente, se curan á veces en no largo tiempo, no siendo, por tanto, apropiados, aunque recaigan en sujetos sifilíticos, para juzgar de su etiología específica, porque durante el tiempo que se trate la infección se cura la pelada. A mi parecer, nada más demO'Strativo de la independencia de las dos enfermedades que aquellos casos de pelada que se dan en sifilíticos secundarios con numerosas manifestaciones, de las que curan todas menos la pelada, que aparece como cosa implantada en el sifilítico, pero extraña á la sífilis. De estos ejemplos, el caso que voy á referir, tratado cO'n salvarsán, es altamente demostrativo. N. N., de veinte años, albañil; ingresó en mi Clínica el 30 de Diciembre de 1911. lín Diciembre anterior había tenido¡ un chancro en el surco balánico, seguido de poliadenitis, sifílide papulosa generalizada, placas buco-faríngeas, artralgias y cefalalgias pertinaces. Con cuatro inyecciones de aceite gris y 16 fricciones mercuriales, desaparecieroin las manifestaciones, pero al cesar en la medicación se reprodujeron los dolores artrálgicos y las cefalalgias. Dos meses y medio antes de ingresar, ha comenzado la pelada por placas múltiples en la región occipital y rápidamente ha llegadoi á ser oasi total la depilación del cuero cabelludo y ha empezado á presentarse en las cejas. Una fórmula de cloroformo, alcohol y ácido' acético, que ha empleado durante unos días, no le ha mejorado. Estado actual.—Bastante pálido y algo ílojo. Se queja de dolores en los codos y en la artioulacicn coxo-femoral y de cefalalgias, acentuadamente nocturnas. Desde hace unos días tiene ruido de oídos sin sordera. La pelada se ha extendido aún más. En la cabeza sólo hay dos ó tres pequeños mechones y en la región de la barba se ven numerosas placas. Las cejas aparecen completamente alopécicas y en el pubis se inicia la GERENTE invasión peládica. Por la aparición de la pelada en pleno períodoi secundario, tipo invasor de la misma y recaída de las manifestaciones específioas, juzgamos era caso apropiado, si realmente la pelada tiene relaciones con la sífilis, para com-• probar los efectos benefi-ciosos de una terapéutica específica. El examen previo para inyección de áalvarsán, enseñó no había contraindioaciones, pues los ruidos de oídos dependían de obstrucción tübárica. El día 3 de Enero se inyectan 0,4 decigramos, siendo interesante consignar tuvo las diez horas siguientes á la inyección hipotermia (35,6) sin ningún otro fenómeno importante. Desaparecen los ruidos. Todos sus dolores se aliviaron mucho, pero á los pocos días se recrudecieron, por lo que, y en atención á la hipotermia observada, se eligió medicación mercurial y potásica, mediante mixtura y fricciones en el pubis, en donde la pelada aumentaba. Con unos cuantos días de esta medicación se quitan las artralgias y aliviaron las cefalalgias, pero la periostitis del radio seguía lo mismo. La pelada se extiende cada vez más é invade las piernas, y ya es casi total en la barba. Atendiendo á las impaciencias del enfermo, se dispone, el día 7 de Febrero, tratamiento', en el cuero cabelludo, con po'mada de crisarobina de titulación ascendente, comenzando por el 1 por 100 ; quince días después se inicia la ,repo<blación en el cuero cabelludo, en tanto sigue en lo demás ••^•^•f»4«f»f«|«4-«4-«4-»t«>-«-f.#4^+«4»4-»-f«+»4éié4-«TVIEMENTO 'é- ^ E D I C O PALUDlSm , ^ [oiniÉ aUidí ACUDO ó C«0N,CO n n Muy útil para personas sanas ó enfermas, que nece- llÉTHARSOt A base de carne digerida de vaca. 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Recidivan los dolores y cuela, adonde acuden escasamente una docena 'Si niños. El maestro, que cobra 300 jveseta.s anuales para él solo, es, a.demás, huevero, hortelano y fabricante de jaulas y ratoneras. Exporta los productos de su industria á la capital, y así puede ir tirando. Tampoco hay para las dos pueblos más que un cura, que es un infeliz, y un médico, que es un héroe ; pero hay dos alcaldes que son dos alcornoques. Claro es que los indígenas de Villatosca y Villacerril son por naturaleza y hasta por derecho propio y consuetudinario, toscos y cerriles. Pasé una vez por Villacerril y hablé con el médico, el cual me contó lo que va á Continuación, y que no es cuento: —Recién salido del Colegio de Medicina—me dijo—^acepté la titular de estos pueblos, bien decidido á cumplir estrictamente los deberes de mi sacerdocio. Me hice muy amigo del cura, única persona con quien podía hablar, y decíale yo El caso es bien instructivo', porque á ser la pe-- los primeros días : —i Ay, padre !... ¡ Pero qué brutos son los de lada dependiente de la sífilis,. parece lo natural se hubiese modificado como lo- hicieron los sínto- este pueblo! mas claramente específicos. Siendo, además, una —Sí, hijo mío—me contestaba— ; bastante contraprueba de valor, el que la parte sometida á brutos. un tratamiento local se repoblase, en tanto las Dos me-ses después aun le repetía casi á diarestantes, sometidas sólo á la influencia del trata- rio la misma canción; peroi pasó el tiempo y acamiento general, nada ganaron; unas y otras se bé por olvidar el tema, hasta que un día le dije agrandaron. al señor cura : —¡ Hombre ! ¿ Sabe usted que ya no me pareJuan de Ázúa. cen tan brutos los de este pueblo? —Pues lo siguen siendo como antes, amigo CUENTOS MÉDICOS mío—qOntestóme sonriendo con dulzura—. Lo que hay es que... se va usted contagiando. Y era verdad. Créame usted que nada hay que Villacerril dista de Villatosca irnos tres kilóme- embrutezca tanto comO' la convivencia con brutos. Al sahaje no se le puede civilizar de mogollón, tros. Para ambos pueblos no hav más que una es- aparecen periostosis en los cúbitO'S, por lo que se hace una segunda inyecrión. d'e 0,3 decigramos, el día 28 de Febrero^. El enfermo tuvo gran cefalalgia y algias difusas, pero no hipotermia ni más fiebre que 37,4. Los dolores artrálgicos y las periostitis se quitaron. La pelada, en el cuero cahelliido, mejora por la aparición de abundante vello blanco, pero en el resto, donde no se hace medicación local, sigue aumentando-, y en las piernas, se nota caída del pelo. Vuelve de nuevo á tener cefalalgias, y el día 13 de Marzo se inyectan 0,4 decigramos, que no dan más que 37,2, consiguiéndose la desaparición de la cefalalgia. La repoblación en el cuero cabelludo es bastante abundante, pero- ni en las cejas, barba, pubis ni piernas se nota indicio alguno de mejoría. El enfermo recibe el alta y un mes después presenta bastante pelo, ya negro, pero en lo demás que no había sido sometido á tratamiento local, no había modificación alguna favorable. i . ^ » » - Receta pesada. MBDJCA l>ero al bomljre civilizado le es facilísimo vol^'er al primitivo' estado de salvaje, Vo, después de iina larga novatada, me he con\encido de que con esta gente no valen razonamientos, ni correcciones de palabra... Hay que ser como ellos : usar de su astucia de zorra y .!-: sus argumentos de muía para defenderse. Vaya usted enterándose del procedimiento. Lo que voy á contar no lo hubiera hecho hace cinco años; pero, á costa de mi pellejo, he ido rhodificando el carácter bonachón y altruista que traje á este pueblo'. Una noche del invierno pasado, á eso de las tres de la madrugada, dcjrmía yo el sueño de los justos bajo el peso de un par de mantas (pues hacía un frío de todos los diablos), cuando me despertaron unos formidables porrazos que daban en la puerta. Era uno de los Morros, el mayor de los hermanos. La familia ó tribu de los Morros (aquí todo el mundo tiene mote) vive lejos del pueblo, en una hondonada, camino de Villatosca. El Morros mayor venía á decirme que su padre estaba muy malo, pero muy malo, á dos dedos de entrégala... ¡ Vaya por D i o s ! Esclavo-de mi deber, sacudí la pereza, me vestí, yoi mismo ensillé el rocinante y montando en él seguí á mi guía, que me condujo por unos atajos en los que cien veoes resbaló el somnoliento jaco', exponiéndome á caer en algún misterioso DarrancO', pues caminábamois en medio de las más espa'ntosas tinieblas. La noche era de las más perras y me azotaba el rostro un \entarrón helado. Llegué milagrosamente al aduar del tío Morros ; entré en SU ' ouarto, y á la vacilante luz de im candil le vi de bruces en la cama. Al aproximarme á él me dio en la nariz un fuerte olor á vino que tumbaba de espaldas. Le puse boca arri- BACTERICIDINA BASCUNANA SOLUCIÓN ISOTONICA iNYIECTABtl_E; DOSIFICADA AL U N O POR CIENTO DE I O D O L Á B I L . ES DECIR, EN TAL ESTADO DE EQUILIBRIO MOLECULAR INESTABLE, QUE BASTA EL CONTACTO DE LA SANGRE CON EL LÍQUIDO INYECTA'DO. PARA QUE EL IODO se PONGA EN LIBERTAD Y ACTÚE CON TODO SU PODER BACTERICIDA. 0Q DE ADMIRABLES RESULTADOS EN EL TRATAMIENTO DE LA ©.<3 0(3 iOEVO [OMPDEnO ARSEIIIÍIIL GRIPPE = A N G I N A S = F I E B R E S I N F E C C I O S A S ADENITIS AGUDAS ó CRÓNICAS = ERISIPELA = ÁNTRAX FLEMONES = FORUNCULOSIS = TUMORES BLANCOS, ETC. DEVENTA EN FARMACIAS Y DROGUERÍAS 11. A GOTAS Medicación científica y práctica. 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PIDmUE fOlLETeS EmiUIlVIK DEL X H LlMono: JUAN VIDAL Calle de Luís Espada, 21, ORENSE ESPAÑA MEDICA ba, le reconocí... estaba borracho como una cuba. tío Morros, sintiéndome sin valor para volver al Yo podía haber dicho á su hijo : —Pero, ven acá, abedul. ¿ Te parece cristiano' hacerme levantar de la cama con esta noche y traerme por esos andurriales, expuesto á romperme la crisma, para ver á tu padre borracho? Como esto hubiera sidoi inútil, me limité á dec«irle: —Con las prisas no he traído la cartera... Venga un papel y además un tintero ó un lápiz. Voy á extender una receta, porque tu padre está muy grave, y si no acudimos á tiempO' se las lía... La familia me oyó estupefacta, no por la gravedad del paciente, sino por mi petición de recado de escribir. De sobra sabía ya que en la casa no había papel, ni pluma, ni lápiz, ni nada, y que allí era más difícil ver esos objetos que ver un elefante volando. Pero yo tenía mi proyecto'. —Ya que no hay papel—dije al que me había servido de espolique—, hay que echar mano- de otra cosa... Tú que tienes fuerza, desencaja la puerta de la alcoba y tráeme un pedazo de cal ó tiza... A grandes males, grandes remedios; escribiré en la tabla la receta y tú te irás con ella á escape á la botica. La botica estaba en Villatosca, á más de dos kilómetros de allí. Me había propuesto pasar la noche en casa del pueblo. El zagalón hizo todo» lo que le decía, y extendí con un troizo de yeso lo siguiente : D. Disolución acuosa de N H^ 200 gramos. Por si ellos sabían lo que era amoníaco y adivinasen mi intención, loi puse en fórmula química para que no lo entendieran, si es que alguno sabía leer. El hijoi del tío Morros cargó con la puerta y se fué. Estaba diluviando. Hora y media después volvió hecho» una lástima, renegando:, y con la puerta sobre las costillas. La había cargado con la inscripción hacia arriba, y la lluvia no deje- ni rastro de la receta. El farmacéutico, obligado á levantarse á tales horas, le envió noramala, creyendo» que se trataba de una broma... Tuve la crueldad de repetir mi receta, haciéndole volver á Villatosca ; así completé mi venganza. Comenzaba á amanecer cuando regi'esó. Previos algunos pases de amoníaco .al enfermo, me dispuse á montar en mi cabalgadura, pero» antes le dije al primogénito! de los Morros : —Mira, hijo mío : cuando tu padre vuelva por la noche de la taberna y se ponga malo-, no vengas á buscarme hasta el día siguiente, porque... ¡ya ves! luego tienes que molestarte Ramiro Blanco. :: : RARO CASO : :, : TERATOLOGiCO; Solamente á título de curiosidad, pues no hay que plantear ni resolver ningún problema clínico en estos casos, voy á exponer uno que observé, bien casualmente por ciertoi, pues la enferma me consultaba por un mal que no tenía ninguna relación con sus deformidades. Al tomarla el pulsO' me c:hocó la forma de su dedo pulgar ; observé la otra manO' y era análoga ; miré á sus i^ies y su anchísimo' calzado' ya denotaba la anormalidad del contenido. Incjiúrí y observé, y he aquí los datos recogidos : Se trata de una seño'ra de cuarenta y seis años, casada y nulípara, de regular estado general. Tiene en lugar del pulgar de cada mano' dos dedos unidos por la piel hasta pequeña distancia de sus extremos ; todo'S con uña ; constan de tres falanges y tres articulaciones, pues siguiendo la palp)ac'ión por ja mar» se apretria que á cada dedo anormal corresponde un rnetacarjjiano. Df- modo que no semejan pulgares, sino índices un poco más cortos y un tanto desiguales, y aunque ^ - ^ en sus movimientos se oponen algo á los demás dedos formando pinza, no es tan perfectamente como lo hacen los ])ulgares normales. Las adjuntas radiografías de las dos manos demuestran mejor que todas las descripciones la forma, dimensiones y disposición de las falanges y metacarpianos y de la articulación de ambos con el hueso trapecio» del carpo» (1). Los pies son mucho más anormales que las manos, pues tienen nueve dedos cada uno y en tan semejante disposición que sólo hice radiografía de uno de ellos, el pie izquierdo». El primer dedo ó gordo tiene dos falanges, v los ocho restantes, tres, como normalmente ; las últimas desviadas en diferentes direcciones, indudablemente por la co'mpresión del calzado. Cada dedo tiene su metatarsiano', muy normales tO'dos menos el sexto más delgado y corto, de tal mo'do' que no llega al tarso ni se articula con ninguno de sus hueso'S, sino sólo» lateralmente con las extremidades superiores del quinto» v séptimo metatarsianos. Tiene el tarso» anterior un escafoicles y un cubtíides, y seis cuneiformes en lugar de tres, los cuales se articulan co'U los metatarsianos primero al quinto y el séptimO' y el cuboides con los .octavo y noveno, pues el sexto metatarsiano va dije que no llega al tarso. La adjunta radiografía del pie nO' es tan clara como la de las manos, porque tuve el descuido de hacerla con la media puesta (cuyo tejido' de punto se aprecia en los claros de la radiografía, así como también una línea bordeando el pie) v cuando al revelarla lo aprecié, va se había ausentaclo la enferma y no hubo ocasión de hacer otra radiografía, si bien ésta no deja de ser demostrativa. La deforme no sabía si en sus ascendientes 6 (1) N. de la 7?.--En las radiografías hechas por el Dr, Calleja, las dos manos son de igual tamaño y el pie mucho mayor, pero al hacernos en .'\leniania los fotograbados de ellas, xma mano ha sido empequeñecida y mucho más el pie. Como el enmendar la falta suponía gran retraso en la inserción del artículo, hemos preferido publicarlas así, parientes los había con análogos defectos, aun cuando suponía que no, al no hacerse mención de ello en la familia. Designación de la deformidad. Las deformidades congénitas de los dedos se denominan con variados nombres que indican co'n bastante claridad en qué co-nsisten ; así las anomalías se llaman: Polidactilia : mayor númerO' de dedos. Ectrodaciilia : menor número de dedos (mono, bi, tri, tetra-dactilia). Sindactilia : fusión ó adherencia de dos ó más dedos. MacrodacUlia : mayor volumen, de todos ó algunos dedO'S. Microdactilia : menor volumen, de todos ó algunos dedos. Dolicodaciilia : mayor longitud, de todos ó algunos dedos. Braquidactilia : menor longitud, de todos ó algunos dedos. La polidactilia se denomina regidar cuando los dedos son no'rmales en forma y dirección y ar- ticulados con los corre.spondniUes huesos suplementarios metacarpianos 3 i ai pianos ó metatar- ESPAÑA sianos y tarsianos; é irregular en caso contrario, siendo de éstas la más frecuente la bifidez. Por tanto el caso reseñado debe designarse : Polidactilia pareada y regular, con sindactilia •pulgar simétrica. Estas anomalías suelen ser hereditarias, especialmente en el sexoi femenino; á veces saltan una generación ó no existen más que en varones ó hembras (principalmente la polidactilia y ectro'dactilia) y sólo durante varias generaciones, pues á la quinta ó antes vuelven los descendientes al tipO' normal, como ocurre con las razas artificiales. Son menos hereditarias la braquidactilia y sindactilia y nada la macrodactilia. La polidactilia es más rara en el pie que en la mano (Follín) y más frecuente en dos C' en los cuatro miembros análogas anomalías que en uno solo. Muy frecuente un dedo suplementario, cubital ó radial : pulgar bíñdoi; meñique suplementario ; se han observado hasta tres pulgares suplementarios ; seis dedos es. tan relativamente frecuente, que hay familias con tal apellido'. E n la literatura teratológica se consignan como casos raros los de veinticuatro dedos, por lo cual es notable este desoripto que tiene treinta. La sindactilia puede ser; ósea, membranosa, de adosamiento, por brida congénita. En este caso es de adosamiento de dos dedos emplazados simé_ tricamente en lugar de los pulgares. Es tendencia natural de la mente tratar de saber el por qué de todo, y cuando no se puede averiguar claramente se inventan teorías, de las cuales hay varias para explicar la patogenia de estas anomalías. 1." Teoría atávica ; sostenida por Bardeleben, Keherer, Albrecht y Foltz (1863), creyendo que la mano primitiva tenía seis dedos y nuestro pulgar representa la coalescencia de dos y el bífido al contrario, un retorno hacia el tipo, primitivo. Según Dareste y Schenk existen primitivamente en el embrión más de cinco, dedos, y lo general es que ,se atrofien todos los suplementarios. 2.°" Teoría mecánica ; defendida por Ahlfeld quien halló un filamento del amnios en la bifurcación del pulgar bífido.. Dareste y Lannolongue admitieron la desviación de los botones digitales ocasionada por adherencias amnióticas y la interposición de estas bridas amnióticas sirvió también á Dareste para explicar las amputaciones congénitas de dedos de las manos ó pies. 3.^ Teoría embrionaria; Albrecht cree que cada unoi de los dedos es doble primitivamente; Gegembauer y Herschel dicen que todos, los embriones de vertebrados tienen el miembro superior compuesto de cuatro radios y la polidactilia sería un vestigio, de radios suplementarios, los cuales se observan en el estado normal en los animales inferiores. Como contraprueba puede aducirse el hecho de observación siguiente; cuando no se ha desarrollado el radio faltan el pulgar, su metaoarpiano, el trapecio y el escafoides, y cuando no se ha desarroillado el cubito, faltan totalmente el cuarto y quinto dedos. (Esta teoría de los rudimentos es una variante de la atávica.) 4.^ Teoría patológica y teratológica ; emitida por Pigne (1844) y Vircho.\\', diciendo que la polidactilia resulta de la fusión de dos gérmenes. Como se ha observado la polidactilia hereditaria, principalmente femenina, y Dareste consiguió hacer teratología experimental, resulta que ninguna teoría es suficiente para explicar todos los casos, por lo que podrían concillarse todas repartiéndoselos. Un comentario se me ocurre que nO' quiero dejar en el tintero.: la génesis orgánica es tan maravillosa é ignota cuando normal que cuando patológica. Dr. Casimiro Calleja. (De La Clínica Castellana). La más peligrosa de las locuras. MEDICA : ^ Caserío, Luoheni, Merino, Galeote; he aquí la morbosia cbiispa que h a de precipitar á su desequilibra.do cerebro. algunos de los muchos degenerados rnentai'.es que, aban.donados á los impulsos moríbosos de susí psicosis, perpetraron crímenes qu-a tuvie• L a historia morbosa da! procesado Galeote, ron por condena el patíbulo ó la obscura celda puede fáciímenta seguirse eir este manicomio de la prisión. IJini análisis superficial de lo.s hechos, y un estudio incompleto do su mentali- á partir del :nform.6 que en Abril de 1888 fué emitido por la Eeal Acade.mia de Medicina. La dad, precipitaron á los! designios de la dlira comisión nombrada al efecto, después de un sentencia á enfermos eni los cuales sus acatos, estudio preciso del caso, intorpreta.ndo las criai parecer, conscientes y prerrusditados, fueroii irresponsables á todas luces de sus acciones, sis de exciitación que con algunos intijrvalos, d'e tranquilidad ofrecía, sus anteoedentesí n©uro.pá" que sa realizaron bajo el estínmlo oouetant.e ticos familiares, el carácter veleidoso, díscolo, de u n impulso mental pajtológico que germ'nó violento ó inconsecuenite que presentó este suen sp cerebro, efecto de su invalidez y á fuer. jeto deisde niño, la exaltación de este carácter za de funestas enseñanzas. pofr las contrariedades.; de la vida, todas son L a opinión pública inició eil canrino para I crounstianoias que se van valorando en el inbertar al procesado Galeote, que mot'.va estas forme de la, sección forense de la Beal Acadelíneas, y la sociedad, rindiendo tributo á la ra,mia, paira llegar al estudio dal período crepuscular de la vesania de este enfermo, llamado hoy fase de interprot.ac.ión delirante, que se i antepone á la elección del perseguidor, y que en estas circunstancias,, cual de q-"dinaro ocurre, no habría de ser otro qu.o el de mayor jerarquía, y aquel que cumphendo su deber de sfuperior no pudo por menos que corregir las faltasi d© cumplimiento y conducta de este delincuente morboso. * El obis|)o de su diócesis, pr'mero de Madrid Alcalá, fué su enemigo encarnizado; contra él dirig'ó sus odios pa-tológicos, premedita su defensa, piensa eni, la just'cia de su causa, aparecen en é. ce.rebro de este desgraciado ideas de supeirioridad, que perfectamente nit-erpretadas en -a! mencionado i.nforme, contribuyen á determinar la explosión del cr'men en plena luz, con el ma.yor revestimiento escénico, en medio de una ceremonia eolesiást'ca, donde el mayor número de testigos h a n de darle la razón de la jusiticia que defiendiO, cumplida mediante u n asesiuiato que ejecuta en nombre de Dios, y como lógica consecuencia de sus premeditadas aberraciones. * r •J'. * Galeote. justicia de la investigación mental, dejó sin efecto la terrorífica condena del patíbulo, cambiándola por la permanente reclus'ón en el manicomio, donde aun ss halla; nada más justo que esta determiniación, ratificada por la continuada observación de-1 enfermo. Tar'de, sin duda, se sometió á este sujeto á su prisión manicomial, corno tarde se llega siempre á la reclusión de anormales en cuyos cere-bros late el germen morboso que loS) dispone con gran peligro soo'al al crimen. Pei'O ya que .este caso n.os ofrece por su larga vida en el asi'o u n ej.emplo claro de degcnei'ado vesánico, sírvanos slqu^^era para llamar la atención de la sociedad actual, tan dolorosamente castigada por los liorrendosi crímenes Í|UO, estos sujeto^ realizan, el que se estudien 1O.R medios de cumplir con un Eeformaitorlo en condiciones apropiadas al albergue preventivo y educador de estO'S seres, para (juntarlos del alcance de L a historia posterior de este enfermo, seg\iida por el Dr. Mazo, y en la actuai'idad por nosotros, v e n e á confirmar en u n todo las anteriores) apreciacion.es. Desde los primeros tiempos de su reclusión, pudo apreciarse en él una absoluta posesión de si mismo, que manifestada en todos IOÍSÍ aoto'S de su vida le lleva á imponerse con gran preponderancia sobre todos los demás enfermos, por estar convencido de que sus actos, lejos de ser castigados, consideración merecen de la sociedad entera, por tratarse de la justa defensa de u n pobre «perseguido», que á pesar de sus fundadas quejas nadie le oyó ni s(upo interpretarle; sólo ^ en este sentido, y convencido de que algún día llegaría au reivindicación, consintió pasar por loco en espera de demostrar al m u n d o su inocencia y la grandeza de sus procedieres. Como sn fantástica liistoria no s.e desenvuelve á medida de sus abe.rraciones, ca© en los momentos de verdadera contrariedad en crisis de excitación; protesta, pide, suplica, trama patrañas contra todos), dirige memoriales interminables al Papa, á su abogado defensor, al ministro del ramo que, aparte d'e la forma correcta da ellos, en todo se ve sobresaíir su const a n t e idea de persecución, mezclada á un delirio de grandeza, qrv:-- dominando todos sus actos le lleva á pedir la revis.ión d e su proceso, prefiriendo con OIIQ- su final aiiaratoso y t é t r c o en el patíbulo, que el olvido de su persona dis- T ÉSPAMA MÉDICA tinguirla, ^graride, poderosa y justiciera, en el reducido marco de las tapiaS) de un maniioomio. . E n t r e tanto, como su d e l i r o de persecución no. la abandona, en la actualidad no son ya los sacerdotes injustos. ni los. obispos impíos sus .onemigos; es el persona! facultativo del establecimiento, el administrador, las^ l)erm.amias, que no le dan cuanto solio'ita, hasta el p u n t o do afirmar que le fa¡'.ta el más absoluto sustenta., que mezclan el vino con substancias- perjudiciales á siu salud, y al encontrarse agobiado y perseguido afirma «que la car'dad á puerta cerrada es caridad pagada». E n esta historia hay u n a evasión realizada por el enfgrmo' y u n a agresión de obra al señor Mazo. E n la actualidad persisten, los accidentes d e l r a n t e s , notándose algún déficit mental con trastcpios de palabra, exaltación de reflejos, signos de arteriosoleriosis, pérdida del oído y debilitación de la memoi'ia, que hasta ha<c« poco a-3 consiervó con graní lucidez. * * * H e aquí, pues, en síntesis la historia larga de este degenerado, que al igual que la de otros tantos iregiciidas y magnicidas, acaba en el manicomio con unía vida que debió empezar en im acondicionado Eefomaat<jr>o, en el q u e los diíEerentes medios pedagógicos educadores, puestos al servicio de estosi seres, y destiinados á modificar sus tendencias, libran á su cereb"o de la morbosa explosión, de u n peligroso g'irmen latente, del que esi responsable á ello el p e m i o » s o influjo del contagio psíquico y la sugestión al que t a n expuestos se hallan estos delirantes razonadores. L a sistematizacióni delirante la refieren á u n a premisa falsa ó mal interpretada, díe la q u e arrancan deducciones por lo demás lógicas, que al traducirse en quiméricas neivindicaoiones, s© acompañan de u n a tenaz determinación agresjiva y peligrosa. L a lógica aparente, la lucidez en ot'erto modo- persistente, crea adeptos y fanát'eos sobre quienes influye con s(us aj-gumentos, dando origen á la psicosis inducida (locura a dos). Un) examen atento descubre en estos, seres anomalías físicas que indican su degeneración, siendo domintado su estado moral por el orgullo, hábito de nolorieda,d por los que á veces cometen las más inverosímiles aventuras y ios más grotescos y peligrosos de los atentados. E l tipo del delirante perseguido lo tenemos en este historiado, en el q u e d a desastrosa educación de su perturbado cerebro le llevó á rebela'S(6 par u n a amonestación de su superor, que lajosi de aceptarla resignado y obediente para su enmienda se revuelve contra ella, grita, reclama, protesta airado y orgulloso, dando motivo á otras amonestacionesi, que interpreta como nuevas. Injusticias, mot'vadoras de mayores protesitas y a sean públicas ó privadas, haciendo constar la legitimidad' de su causa, hasta que cansado de aguardar la indemnizac'ón que le ooiTíesponde en justicia, termina en u n persegtiidor funesto, tomándos,» aquélla por su mano para perpetrar el crimen á que le lleva su idea fija. E n "a reclusión, sea cual fuere, ven una nueva vejao'ón mal avenida á sus justas determülaciones y á la alcurnia de su grandeza. Todos estos persegu'dos'perseguidores, y a lo sean de este carácter descrito, ambiciosos, procesiyos, ciútíeos, celos|os, místicos, reformadores, y políticos iiegicidas ó magnicidas, se les ve orientar sus desastrosas determinaciones) eti la sugestión á que áe someten s|us intrínsecas j ocultas tendencias. * * . Sírvanos, para terminar, hacer mención de otras clases de psicosis que en los degenerados suele manifes(tarse por crisis, durante las cuales son capaces^ de cometer los' mayores atrópenos á la sociedad y 4 sus leyes, y á ias qua tal vez respondan la mayor partie de los crímenes 'ca,meat6 á los peregrinos qu.e regresan de L a Meca. Su pequeño puerto abrigado, su situación á los dos tercios del camino entre Djedhah y Suez, es p u n t o á propósito p a r a detener á su paso á la oía musulmana y á los barcos á lo menos once días, durante ios cuales el peregrino será desinfectado y no marchará convaleciente hasta que no tenga ninguna enfermedad contagiosa. P a r a comprender el rigor de las leyes sanitarias es necesario haber visto el estado de miseria fisiológica, de ruina, de caquexia, en que ei pregnno iiega á E l Tor. H a dejado u n lejano país hace meses: Rusia Oriental, Altas mesetas d e la China, Pérsia, Turquía, África del iSorte, desde Egipto al Senegal, porque el mundo m u s u l m á n es inmenso y no cesa de a u m e n t a r . Se pone en camino con su mujer y, á veces, con niños pequeños, y cuando llega á la Arabia santa, se mezcla con u n a m u l t i t u d que se calcula en 300.000 almas y va á conocer todos los sulrimientos. Pasará hambre y, sobre todo, sed (el agua, que, escasa y contaminada, se vende á peso de oro); suirirá el caior tórrido del día y las noches heladas, sin albergue ó en un albergue infectado. Innumerables fatigas sufren en el paso del desierto de L a Meca á Medina y de ésta á los puertos de embarque, Dejedhali y Yambo, donde les espera el barco. X a que es peiiectamente conocida de la soAdemás, la expatriación y la exaltación mísciedad la ex stencia de estos peligrosos seres, tica preparan ePterreno para las enfermedades tiempo es y a de ir pensando en el modo de dey los contagios que estas hordas miserables llefenderse de s u s tendencias m a l s a n a s ; y sin dejar áe perseguk" hasta extinguirilas cuantas van consigo ; y no es solamente el cólera traído tv ates existen de t a n funestas enseñanzas, del Ganges por los indios, sino la peste que espiénsese y realícese con urgencia, y a que aca- parcen legiones de ratas, la viruela, y, sobre bar con la degeneración mental es problema todo, la disentería. Se comprende, por lo tanto, que haya sido m á s hondo, la creación de centros que con el nombre de Reformatorios para anormales fiín- necesario poner u n a formidable barrera sanitacionan en algunos Estados,, donde la educación ria ante los peregrinos de L a Meca. El Tor ha sido, ai principio, como todos los de estos sujeto,s, desde su infancia, estando sulazaretos de Oriente, u n rincón del desierto, con bordinada á los más exactos principios de la algunas tiendas y u n cobertizo, en que había moral, del trabajo, de la abnegación, de la asiuna estufa para desinfectar las ropas. E n poduidad, del amor al prójimo, se consiguiera mocos años y bajo la dirección personal de dificar los instintos, las ideas y juicios de estos M. Ruffer, presidente de los lazaretos de Egipaeres por él camino de u n a lógica útil, que resto, se vio m u y pronto surgir de las arenas del ponda m á s tarde á un fin común de los, precepSinaí u n a gran ciudad módica, en la que, dutos humanitarios que informan la moral social. rante los tres meses que dura el regreso de la Si los altos poderes compírendieran Ja utilidad de estas instituciones, sp convencerían pronto peregrinación, se practican todos ios procedimientos de la higiene moderna, para preserá pesaj' de lo a,parentemente costoso de ellas, var al mundo del contagio de la peste. que n a d a hay m á s ca,ro que los, desquiciamienP a r a formarse idea de lo que es E l Tor, imatos sociales q u e estos seres determinan, y que ginarse u n a faja de arena comprendida entre tantas vece-si por desgracia lloramos ios espauna alta m o n t a ñ a y el mar, y en esta landa ñoles. u n inmenso campamento cuadrado de tres kiDr. José de Salas y Vaca. lómetros de lado, cercado por u n enverjado con Jefe facultativo del Manicomio del Estailo. puertas, guardadas por centinelas. Dentro hay cinco cuarteles ó barrios, dos para la administración y tres p a r a los peregrinos. E l primer barrio, el de la Dirección, resguardado por un bosque de palmeras, se halla agrupado alrededor del hotel del director. Se parece á las villas modernas de algunos países de América, donde hay de todo, menos habitantes. E n E n las orillas del Mar Rojo, en el desierto este barrio se llalla la estación, con un pequeño que se extiende entre Egipto y Palestina, he tren y sus locomotoras doradas, y de allí parvisto la m á s grande estación sanitaria del mun- ten las vías férreas para el arenal. H a y t a m do. E l Tor, en Sinaí, es un campamento muy bién las oficinas de correos, telégrafos y la moderno, compuesto de un hospital y u n laza- central del teléfono para todos los puntos del reto, donde 30.000 peregrinos que regresan de c a m p a m e n t o ; fábricas de electricidad, depóL a Meca son detenidos, vigilados, desinfectados sitos de agua dulce y del mar, con sus canalizaciones, y las demás oficinas é inmensos almay asistidos durante tres meses. Esto se practica con un método y u n a orga- cenes de comestibles. H a y que tener en cuenta nización t a n perfecta, que creo es m u y intere- que en algunos días es preciso alimentar 10.000 sante dar á conocer á los médicos franceses lo personas, y que el abastecimiento es m u y difíque este año he visto en este desierto moder- cil. También existen pabellones para talleres de varios oficios. nizado. E l segundo cuartel está destinado á la pohE l Tor es uno de los puestos principales de las cuarentenas con que en Egipto se lucha con- cía. Al principio, cuando había motines y amet r a la peste y el cólera asiático. Pero mientras nazas contra el cuerpo médico, ascendía á 250 el número de hombres armados. Ahora se reduque en Suez y en Port-Said y en los puertos del Canal, se vigila á los buques que vienen jo á 150 soldados egipcios, bajo las órdenes de del Extremo Oriente, el Tor está destinado úni- u n mayor inglés. qne con tanta frecuencia lloran las nac.ones, vistiendo luto por la pérdida violenta de sus m á s preclaros hombres: tales son dentro de esta categoría de degenerados;, los «locos rntora.les», de los que nacen como funesta rama lo& criminales insitintivos. Estos s|ujetos, sueltos y abandonados á sus perversos impulsos, son. esa pléyade de anormales, con olaTOs est.igmasi físicos, á veces de tend^enc.ias perversas siempre, insiensibles á ios regaños! y elogios, vanidosos, orgullosos de sí mismos, egoístas, indecisos para todo aquello que no sea satisfacción de su ciapricho; irritables pon lo adversp , violentos, rencorosos y vengativos, coléricos impulsivos, peligrosos hasta el punto de realizar con premed-tación y felonía las mayores oíueldades; por lo general vagabundos, pasjan su vida formando el h a m p a de las grandjBS ciudades, entregados al juego, al robo y al al oohol; son los expulsados de todos los centrosi serios y, en cambio, acogidos con giUsto en las reuniones ácratas, donde aprovechan la deBipierta inteligencia con que al parecer están dotados para ir sembrando, gracias á su insensibilidad moral, la peiTÚciosa semilla de destmccióni social, que á la ocasión primera ha de dar su fruto contra la familia, la nación y la sociedad ertteira. ¡^ BL TOR Baneía sanitaiia para los peíesiinos ile La Meta. É&PAAA MEbléÁ en la visita diaria. Van en un tren especial, en Banquete con que en el hotel ái la Paix, de Lérida, obsequian Ins alumnos de Anatomía de la Facultad d i Medicina al Dr. Francisco Rodríguez Porrúa, como agradecimiento por haber creado para dicha clase los premios que llevan su nombre.—fFo/. Dubois). Sigamos ahora á esta multitud de regreso de L a Meca, en los tres cuarteles donde en E l Tor va á hacer su peregrinación sanitaria.. Desinfecaión.—El edificio para este objeto es inmenso ; parece una gran fábrica con sus altas chimeneas, sus escapes de vapor, su ruido y movimiento. Allí entra el peregrino sucio y lleno de polvo y sale con su piel natural y desinfectados los vestidos. E s t a operación, que parece imposible pueda hacérsele : bañar, lavar y desinfectar á u n hombre que no lo desee, se ejecuta sin la menor dificultad. Los peregrinos entran, por grupos de veinte, en una sala que se parece á las de equipajes de una estación, y cuyos empleados son soldados. Dejan en el primer mostrador todas sus arm a s : sables viejos, pistolas y fusiles, que se guardan hasta su marcha. E n el segundo entregan sus provisiones : las que vienen de la Arabia son todas sospechosas, y por u n a medida fuerte pero necesaria, se las quema. E n el tercer mostrador ponen en fila todos los vestidos, telas y paquetes, que van á la estufa. Las botas y objetos de cuero se desinfectan con formol. Queda así el peregrino desnudo, desarenado y despojado. Pero, en cambio, recibe una larga camisa y u n número de sus vestidos, suspendido al cuello por u n bramante, y se le lleva á las salas de baños. Allí se le frota, raspa y jabona en agua caliente, y todo el polvo y suciedad son arrastrados por el agua. Y cuando sale limpio encuentra i oh, prodigio! en una. sala próxima sus paquetes y vestidos calientes, porque salen de una. estufa donde 100" han matedo toda la fauna microscópica y, sobre todo, la macroscópica. Entonces se viste, se une' á su mujer y á sus hijos, también limpios, y con su equipaje al hombro, marchan por el arenal á la sección, donde pasarán once días de observación. Las secciones.—Se preguntará cómo son est a s secciones, que deben encerrar grupos de 500 hombres. ¿ U n a hospedería ó un parador inmenso? N o ; es mucho más sencillo. Figurarse un parque del Jardín de Aclimatación. U n a verja alrededor de u n extenso cuadrado enarenado, y allí habitaciones, alineadas, pequeñas construcciones bajas, todas iguales, como u n a ciudad obrera. Cada habitación es un dormitorio, en que 20 ó 30 peregrinos extienden su lecho y colocan sus ut.en8Ílios de cocina. Eico'S y pobres no tienen más cama que u n tapiz ó alfombra, con alguna almohada, y la cocina se hace en el mismo suelo. Un almacén, que rodea la sección, provee de los alimentos necesarios, y el agua corre con abundancia en dos grandes fuentes. De este pequeño pueblo encerrado hay que sacar los enfermos. E s un apartado diario m u y difícil. Tiene én contra la fisonomía desconocida del semichino, del ára.be ó del negro ; el lenguaje, que apenas se comprende, y, sobre todo, la mala voluntad del peregrino, disgustado por tener que ir al hospital y te'miendo que le falte el barco para el regreso. E s una escuela especial de diagnóstico de urgencia, la que debe practicarse en estas cuarentenas de numerosas personas. Pronto se adquiere un golpe de vista rápido, necesario, y, merced á la visita diaria, raras Teces escapa el verdadero enfermo. E n fin, hay el recurso del examen de los excrementos, y esto es objeto, así como el baño forzoso, de rigor extraordinario en la cuarentena. Todo peregrino recibe á su llegada á la sección un vaso con una tapadera, sobre la cual se escribe su nombre y su número. Los vasos y su contenido se ponen alineados en un cobertizo reservado. Cu.a.ndo se han reunido un ciento, se llama al bacteriólogo, y las pruebas se hateen con mucha rapidez. Un enfermero presenta el vaso anunciando su número ; otro da la aguja quemada al doctor, y un tercero presenta el tubo de agua peptonada, y, por último, otro escribe el número. E s t a operación, repetida cien veces, dura una media hora. E n cuatro ó cinco días se examinan todos los peregrinos, á pesar de las desobediencias, á no ser los que se alimentan, homeopáticamente ó están estreñidos. Después de este examen de los excrementos hay un segundo trabajo de eliminación. Los sospechosos, los portadores de vibriones y los que padecen disentería se sacan de la sección y se llevan al hospital. El hospital.—Al principio, el hospital no tenía más objeto que el aislamiento; en estos últimos a.ños se ha completado con todas las instalaciones necesarias para el bienestar sanitario de esta concun-encia. Los pabellones de los médicos y de las nurses y la farmacia están en el centro, y en el mismo arenal una multitud de pabellones especiales, y próxima á la puerta principal lo que llamamos la consulta extema. Los enfemios llegan de todos los puntos donde se les h a reconocido; al desembarcar en la desinfección, al desnudarlos, y en las seeciones vagón abierto los en felinos y en vagón cerrado los moribundos. A treinta metros más lejos hay dos pabellones de Medicina general, uno para los hombres }• el harén para las mujeres. E n éste no entra ningún hombre, pties hay doctoras, nurses y enfermeras indígenas pa.ra el sei-vicio. Las salas del hospital son como nuestras salas n u e v a s : cuadradas, azules y blancas, anchas ventanas, camas de hierro y carritos para los curados. Alas lejos, una gran edificación de dos pisos, para los eníennos de disantería, con 2G0 camas. Disentería amibiana, disentería bacilar, disentería asociada. ¿ Será bastante grande este edificio '? Desde el primero al último día no se ven desocupadas las salas, ni los muertos, que son muchos, dejan vacías las camas, á pesar de que desde allí se distribuyen á otros servicios. A Cirugía, todos los que tienen complicaciones consiguientes á la disentería, abscesos múltiples, panadizos, parotiditis. A Medicina los que tienen pulmonía, nefritis, y al harén las mujeres con hemorragias y abortos. El pabellón de Cirugía, con su sala de operaciones, sus vitrinas, sus cajas de curas, el agua esterilizada, las lámparas y reflectores eléctricos, no se diferencia en n a d a de u n a hermosa sala moderna.. E s necesario que la figin-a amarillenta del opera.do ó las manos negras de los enfermeros nos recuerden que el Mar Eojo está á dos pasos. Se practica allí u n a cirugía especial, que puede llamarse de semiurgencia. No puede considerarse como u n a cura complet a ; sólo se t r a t a de que en quince días pueda ponerse en pie y en camino de curación el herido que entró allí. Llagas de todas clases, fracturas y luxaciones por caídas del camello, son las que más frecuentemente se t r a t a n en este pabellón, y cuando termina la cuarentena y los enfermos marchan, la úlcera estará cauterizada, la fractura ó luxación estará reducida, y la forzosa inmovilidad en el barco hará lo restante. A un kilómetro distante de la, cirugía hay un nuevo recinto, también cercado, para el aislamiento. A él s e llevan todos los contagios : pestíferos, coléricos y variolosos ; allí, aislados del hospital, están también aislados entre sí, por ingeniosas separaciones. Cada enfermo, ocupa mía cabana de madera, limpia y p i n t a d a de gris claro ; en ella tiene su lecho, su mesa y sus servicios, y cuando u n a epidemia declarada hace demasiado numerosos los enfermos, hay dispuestas grandes tiendas de campaña, de lienzo, que pueden contener de dos á cuatro lechos para abrigar esta multitud. Después de la sala de cirugía, el laboratorio en el desierto es otro objeto de admiración. Perfectamente instalado, con sus microscopios, sus estufas, y en un corral cobayas, conejos, un buey y cuatro caballos. E n Morgagni se hacen todas las autopsias metódicamente, y h e visto la especialidad de los embalsamadores del antiguo Egipto, ejecutar prontamente esta repugnante operación. Si la abundancia de enfeiTOos lo permitiese, ¡ cuánt a s enseñanzas para la anatomía patológica ! E n el hospital hay mucho personal: 25 á 30 médicos de diversos países, porque la obra de preservación es internacional; dos doctoras, porque la mujer m u s u l m a n a así lo exige, y sólo una mujer puede ver su rostro. Como enfermeras hay muchísimas nurses inglesas con su bonito traje blanco y á sus órdenes u n batallón de indígenas. L a gaíabrá (camisa blanca con cinturón de color rojo ó anaranjado que llevan los egipcios) hace sin gastos un perfecto vestido de enfermero ó de camillero. E n este centro de higiene, de confort, y de Hmpie?a no se ha a-bolido el tinte local. Los ESPAÑA MEDíCA medios de locomoción del antiguo Egipto marchan sobre las a r e n a s : el asno blanco del Cairo, el de p u r a sangre del desierto, el noble y despreciado camello, y para los que son menos partidarios del sport los sillones con ruedas, que sobre vías estrechas arrastran los corredores indígenas. Todo esto en u n a decoración de rara • belleza y con el dulce clima del alto Egipto. H e aquí en conjunto el alarde de trabajo realizado en El Tor establecido en el desierto. E s cierto que, tratando de impedir el paso de la peste y del cólera, se ha llegado á cuidar á los desgraciados peregrinos por otras c a u s a s ; poro se h a tenido en cuenta que así se hace una obra de humanidad. Desde el punto de vista científico. El Tor es u n centro raro de patología exótica, y allí se pix>siguen los estudios referentes al suero aiitidisentórico y á la propagación del cólera. Por último, desde un punto de vista especial, es una nueva escuela de disciplina sanitaria. Cuando se piensa que no hemos llegado en París á obtener los certificados de vacunación, el aislamiento de los contagiosos y el aseo de los escolares, es preciso que se sepa cómo se consigue que un m u s u l m á n sea lavado, examinado, asistido y hasta autopsiado, á pesar de Mahoma. Se comprende entonces que es preciso algunas veces querer el bien do los hombres, á pesar de ellos y contra ellos. Vendrá u n día que lo compi-enderán, y se someterán per sí mismos á las más severas leyes. diluir. Los glóbulos rojos para el sistema henio- sitiva de tuberculoso pulmonar y otra casi total, lítico lavados tres veces consecutivas y centrifugadas, diluyéndolos después al 50 por 100. La reaocicn la practicamos, en series de cinco tubos para cada examen ; en el primero, con cuatro gotas de antígeno ; en el segundo^, con cinco; en el tercero, con seis; en el cuarto, como testigo sin antígeno, y el quinto, oomoi testigo^ sin ambcceptor, y como contraprueba otra serie de otros cinco tubos con suero- de individuo ciertamente sano y una última serie de otros cinco. tubo's con suero de indi\'iduo ciertamente sifilítico. Todos estos sueros son recientemente extraídos y dejados sedimentar en la cámara frigorífica durante veinticuatro horas, al cabo de las cuales los inactivamos durante media hora á 55 grados con excepción, claro está, del complemento-. Las proporciones de los reactivos fuera ya de las del antígeno ya dichas, son : una gota de suero á examinar, una gota del complemento y otra de amboceptor á doble título de la prueba hemolítica preliminar, y como- vehículo 50 gotas de suero artificial al 8 V^ por 100. La prueba del sistema hemolítico la apreciamos también de tuberculoso pulmonar, además de un indicio de reacción positiva en un tuberculoso pulmonar, y en otro de orden de tuberculosis indicios de reacción en una co-xalgia supurada y en otra artritis tuberculosa. B. Th. Barthas. Influencia de la tuberculosis en la reacción (le Wassermann. [omunicatii presentada al seganilo [ongreso español lie la tubeitiilosis. FOK JÓSE BEGUIRISTAIN Y ÁNGEL CALLES Y OERRUDO Médico del Hospital. Farmacéutico del Hospital civil. Encargados del Laboratorio de análisis del mismo. SANSE B A S T Í A N La reacción de Wassermann no es específica de la sífilis. Sabido es que algunas enfermedades como la escarlatina, lepra, framboesia tropical, entre otras se comportan para la reaccicn que nos oculta perecidamente á la sífilis, pero hay otras muchas que influencian esta reaoción en cierto^ grado nada más, y entre éstas lá tuberculosis. Nuestro objeto tx3o el presente trabajo es apreciar ].)Gr nosotros mismos y por el procedimieitO' que empleamos las variaciones que las diversas manifestaciones, tuberculosas ejercen en la reacción. El procedimiento por iw>sotros empleado desde hace un año para el diagnóstico de la sífilis en más de 250 casos, y que nos da plena satisfacción, como hemos podidb apreciar en las numerosas Ijruebas y contrapruebas practicadas en enfermos sifilíticos y no sifilíticos, es el de Müller, con algunas ligeras variantes. Nos servimos cerno antígeno de extractos alcj'hólioos decoraron de feto sifilíticoi al 5 por 100 fíbtenido por nosotros mismos, y que hemos preferido al de hígado y al de corazón de cobayo por ser más igual y constante en sus efectos. De am~ bcceptor : el dte conejos grandes en plenitud de desarrollo, preparado por triple inyección distanciada de ocho en ocho días de emulsión reciente de glóbulos rojos d e ' carnero al S por 100 en suero fisiológic». El complemento de cobayo siu El Dr. Berlguistain, de San Sebastián. al cabo de una hora de permanencia en la estufa á 37°, y la definitiva á la hora y media en las mismas condiciones, leyendb el resultado' inmediatamente después de este tiempO', y á las doce horas, un.a vez que la sedimentación se ha \-erificado por completo en el testigo. Hechas estas ligeras consideraciones de los detallt/j del prccedimiento. seguido por nosotros \-amos á ocuparnois de la expO'Sición de nuestras cbservaciones actuales en cuanto á tuberculosis se refiere, bien entendido que nuestro principal estudio ha sido como antes decimos, la investigación sifilítica, á la que ha seguido comoi complemento la tuberculosis de ahora. En efecto, hemos procedido á la extracción de sangres por punción de las venas de flexura del codo á 50 enfermos tuberculosos actualmente acogidos en el Hospital ci\'il de San Antonio Abad de esta capital, donde prestamos nuestros ;;.er\'icios efectuandoi de una ^'ez todas las reacciones y (ion los mismos reactivos para todos y cada uno de los sueros examinados. E'.stos enfermos han sido : 22 tuberculosos pulmonares, 19 csteo-articulares, cuatro ganglionares, 2 gomas tuberculo-sos de la piel y tres peritonitis. Casi la totalidad de estos enfermos son febriles y con mahestadó.'"general. De estas 50 reacciones practicadas han resultadi,) 15 totalrnente negatj\'a,s, uiia ligeramente po- En el supuestoi de una sífilis, sobre todo en el segundo caso, se han tomado con toda minuciosidad los antecedentes y estado actual de los enfermos con resultado positivo. Nuestra atención se ha dirigido en primer término á la enferma afecta de tuberculosis con reacción casi total, es decir, casi total de hemolisis en los tres tubos. En sus antecedentes familiares no se encuentra más que algún aborto en, su madre y abortos en la enferma que pudieran tener relación con una infeccicn luética, ó una impregnación luética hereditaria ; por lo demás la enferma es una tuberculosa avanzada con fiebre héctica y expectoración rica en bacilos de Koch. A pesar de estos .escasísimos datos, un espíritu muy .minucioso pesaría mucho la hipótesis de .sífilis en tal caso que en rigor de verdad no puede ser excluido de plano. En otro tuberculoso pulmonar con indicios, de reacción existen anteoedentes de sífilis constitucional de alguna fecha que pudieran justificar el resultado de la reacción. En cambio, en los otros tres restantes, á saber : un pulmonar y dos articulares no hay nada en absoluto que abone la idea de sífilis. El primero es un tuberculoso- banal en período de agudeza y los quirúrgicos (una c;oxalgia y otra artritis tuberculosa) ; es, pues, fuerza confesar que influencias extrañas á la sílilis é inherentes á la tuberculosis que aquejan á estos enfermos, han obrado sobre la reacción alterándola en cierto sentido. ¿ D e qué manera? Prc-blema es este que espera aún una solución definitiva, y mientras no sepamos de una manera cierta é indudable el verdadero fundamento, la esencia de la reacción de Wassermann, no Uegarem.os á dar con la solución. El objeto, limitado de nuestro pequeño trabajo no se dirige á contribuir al esclarecimiento' de lo que acabamos de apuntar, sino á sentar hechos y obser\-acicnes que no so.m.os los primeros en señalar, pues ya muchos experimentadores, antes de nc.sotrO'S, lo han hecho, y como decimos al prin(dpio, nuestro objetivo es apreciar en un cierto número de casos y de una manera global con el procedimiento seguido por nosotros las variantes de la reacción en la tuberculosis. Aunque este número no es grande para permitirnos formular grandes conclusiones, sin embargo unido á otros anterioTes practicados en el curso de nuestra práctica de W'assermann, nos enseña y corrobora en la O'pinión de lo' oauto que conviene ser en la apreciación de lo'S resultado'S obtenidos.. En vista de lo que antecede nos creem^os autorizados á formular las siguientes conclusio.nes : 1.'' La reacción tO'tal de Wassermann en tuberculosos con exclusión de la sífilis es rarísima, si es que existe. En este último casoí es necesario l)esar mucho la idea de impregnación sifilítica,. 2.* Las reacciones parciales débiles soir relativamente frecuentes. 3.'' En la apreciación clínica del resultado de la reacción se hace preciso indagar, entre otros, los antecedentes tuberculosos y tenerlos muy en cuenta. San Sebastián, Septiembre 1912. VINO ONA del Dr. Aristegui. Quina-Kola, Acanthea, Virilis, Nuez vómica, Acido fosfórico. Es un tónico poderoso, un reconstituyente enérgico y un aperitivo excelente. Agradabih'simo al tomar. ESPAÑA MEDICA .y/^ I^EG-ANÉS (f^.. El manicomio do! Estado. ='^2^ %£r E r a necesario que un periódico profesional se ocupase ds, recordar á niuesteos gobernantes el inioump-imieintto &a que se halla la última ley de Beneficencia, prom¡ulgada en el día 20 d s J u n i o de 1849 que dispone h a y a en todo el Eaino «seis casas de dementes» propiedad del E s t a d o ; y siendo así que sólo hay uno, el manicomio de Leganés, E S P A Ñ A M E D I C A se ha creído en el deber de hacer u n a iniormación de dicho manicomio para ver si reúne 'as condi clones necesarias de amplitud que corresponden al estado de mentalidad de España, aunque á decir verdad, si á dicho estado nos referimos como único p u n t o de mira, habrían de necesitarse loa manicomios por rnillares y aun serían pocos para albergar á t a n t o loco suelto como anda por este pobre país da innumerables quijotes. E l jiefe fadultativo del establecimiento doctor SaJas y Vaca sp prestó m u y gustosO'—nosotros se lo agradecemos! m u y de veras—á acompañarnos durante nuestra visita. E l viaje, breve y desprovisto de incidentes, ae hizo bajo las caricias tibias de un espléndido sol otoñal que quebraba sus rayos sobre la superficie tersa y limpia del parabrisas. Y detrás, señalaba nuestro paso u n a nube de polvo que se levantaba revue'ta coino protestando de nuestra velocidad. Llegamos. E l doctor Salas nos presentó al módico residente doctor Mazo, al médico auxiliar doctor Y u n t a y al administrador, y comenzó la visita. E l mamficomio lo constituye un caserón que antes fué palacio del duque de Medinaceí'i. A este edificio se le elevó u n piso, y luego fueron eonsítruídos de rSueva planta el pabellón de mujeres y el de penados. Claro es que un,establecimiento de tal origen h a de careceí, forzosamente, de las debidas condiciones de higiene, salubridad, y clasificación que exige la ciencia m á s rudimentaria. Si en lo's pobres alienados no se ceba una peligrosa epidemia débese sini duda al'guna al celo extraordinario que desplega el Cue¡rpo fa- cultativo, eficazmente ayudado por los subalternos. E l establecimiento no está dotado de cantidad (Suficiente de agua, y no obstante en el pabellón de procesados instalaron un inodoro en cada celda, inodoros que luego tuvieron que quitar puesto que eran completamente inútiles por no haber agua, y además por el peligro que Las cocinas del Manicomio. ¡epnesentaba la cadena puesta en mauos de alienados de esta naturaleza. El pabellón de mujeres pobres es lo' m á s antimacionad y falto de condiciones higiénicas que pueda imaginarse. Si faltase la exagerada limpieza que tanto en él como e n todo el resto del edificio se nota, !?ie|ría u n verdadero peligro, no sólo para eí! manicomio' sino para el mismo Leganés. Muchas más deficiencias hallamos, que se quedan en el tintero para no aburrifí al lector. El Dr. Salas yjVaca en su despacho del Manicomio. pero tantas soai que se hace necesario u n inmediato remedio ó la clausura del manicomio. L a capilla ©s nueva, flamante, por cierto quo aún q'ueda algo por pagar al contratista. ¿ Porqué ? E s t a capilla fué m a n d a d a construir con u n capital de 30.000 pesetas, que u n a señora dio coni ese objeto. Se contruyó, pero se- había calculado mal, y costó 37.000 pesetas^; esto es, 7.000 más de ^¡o presupuestado. Y entonces so decidió regalársela al E s t a d o para que éste pagas© las 7.000 die más:, y esta es la hora en que aun no han sido pagadas. La cocina es, sencillamente, admirable. Una fuente enorme, repleta de capones recién sacrificados, una inmensa cacerola con u n suculento guiso de callos, beefteak (así, en inglés, para mayor claridad), cocido, repostería, en fin, de todo lo que pueda apetecer un estómago exigente. Unía monja rolliza y mofletuda revolvía de vez en vez el contenido de los recipientes, y por el orificio central de un disco de hierro asomaba tímida una llama azulada como de fuego fatuo. E n el gabinete de eleotiroterapia hay uiin magnifica máquina eleclrostátíca y un aparato ideado por el doctor Salas, que permite utilizar altennativamente la corriente ui-bana ó la producida por u n a batería de pi'as, que tiene e n su interior el mismo mueb'e. H a s t a ahora sólo hemos hab'ado del continente, esto es, del edificio y sus dependencia.s. ])e ahora en adelante hablaremos del contenido, de los locos. U n a amplia estancia que ,recibe la luz por s i techo de cristal. Hemos' observado. Un hombre de unos cuarenta años, camina rápido de mi lado á otro de la estancia; es encorvado su tronco, y susí bnazos acompasadamiente oscilan adelante y a t r á s ; parece u n a fiera enjaulada; padece manía persíecutoria. Otro, vestido de negro, de pie, está junto á la pared besándose los dedos y las manos, parece tener treinta años, es un demente precoz; él habla con seguridad de la época anterior de su demencia; es abogado, y á nuesjtras preguntas ha respondido los nombres de sus catedráticos y los domicilios particulares de cada uno. —/. Cuánto tiempo lleva usted aquí ? —Muchísimos años. — ; No sabe cuántosi ? —Unos dos mil. E s el. periodo de su demencia y no recuerda nada absolutamente. Sus ojos son pequeños y extraviados; no miran á nadie; sonríe ligeramente y sigue besándose sus ded'ogi. Salimos al patio y allí, tomando el sol tinos, á la sombra oteros, hay u n a veintena de enajenados. Sobre una eanetilla hay sentado un cretino, blancO', joven, voluminoso; su grasa se ha acumulado bajo su piel asemejándole á u n a masa de m a n t e c a : su cara, enorme, ost.-=nta un, trimentón blando y colgante, y su labio belfo deja ver? sus dientes disformes. H a s t a nogptros ha. venido u n viejo aeu rucado que parece una ardilla. 13. José Salas le ha dado uní cigaiTO, y h a cowido con él mascullando u n lenguaje inteligible. Un pobro muchacho de unos A'ehiticinco años, sonriente, con aspecto beatífico, lleva las ri'.a.nos' vendadas y la falta el labio inferior. -"—f, H a reñido ?—pregunté. —No, es que se muerde les dedos, los labios, la engua, ttxlo. — Por qué se muerde los dedos ?—le \n\-' guate. —Me dijeiou poi' te'éfono que eran de goma y yo lo creí, y me los comí. .-V algunos dedos les faltan falanges enteras. Un dement? de forrna paranoide, suelta coutirtaamente un aluvión de palabras incoheren-, tes; está demacrado, y su color es c e t ú n o ; unu boina inclinada sobre una oreja, cubi'js inopinpletamente su cabeza, y su ropavestá .destroza- ESPAÑA MEDICA da. Le liemos hecho unas preguntas y h a sonreído, continuando su sonsonete-. —Dios... la esiación... log tomates... los astros... imposible...los mozos... la tierra... el sueldo... malditos... —^Hazle una fotografía—le lie dicho á Moreno. H a visto que le enfocaba y se h a estado quieto. ¡ Hasta, los locos! Por u n a puq':ta h a entrado u n hombre corriendo ,<<á cuatro piesf». Sí, á cluatro pies, porque las manos la utiliza como pies. Nos hemos acercado y h a huido como u n a fiera. —Est3—dice el doctor Salas—vino aquí en estado verdaderamente salvaje; comía con los dedos, y bebía agua metiendo la cabeza en un r"6cipiente cualquiera, como u n perro. Ya h a cambiado mucho. A a sombra de u n árbol hay recosta.do, en a' suelo, u n individuo de unos cuarenta y cinco años. Le h a sal'udado D. José y h a r.jspondido ; ¡A, tí que te importa! Y h a seguido blasfemando h a s t a dejar t a m a ñ i t a la lengua peor do carretero alguno. Pasamos al departa-meuto de mujeres. Figuraos uno de los más escandalosos lavaderos y aún es poco para, formarse una imagen de lo que es aquello. U n a m'ujer joven (la edad en lag mujeresi locas y cuerdas es siempre u n enigma) h a llegado h a s t a nosotros, hablando con una rapidez increíble. No6| habla de política, de los libera'es, son sus ídolos. D. José da jxiedia vuelt-a para marcharse, y ella, furiosa, h a dicho: — L a bandera de Marruecos, la arrastim por el suelo cuando yo' paso, y usted me va á dejar con la palabra en la boca, ¡so m a m a r r a c h o ! Al pasar al departamento de distinguidas, se h a acercado á m i una señora m u y empe' ifoUada. —Ya usted á Bayona ? —-•Sí, señora. ¿ Desea usted algo ? —Que le dé usted esta carta al príncipe de... (aquí un nombr'.ei raro). —Con mucho gusto. L a carta es u n pedazo de periódico m u y bien doblado, síujeto con un hilo blanco. Dentro, al margen de u n periódico gráfico con dibujos de fichas de dominó, j - con una magnífica letra ingilesa y sin faltas de ortografía, u n a especie I, . ' «V Un loco acompañado por el practicante. de telegrama, que dice: «Al Príncipe de R. S'tanhals, capitán die dragones : Curación absoluta. Ya no estoy loca. Imposible permariec.c-r en Leganés. Jinvíe fondos.—La Duquesa de E . S'tanhals. v,.--yr-" Tjuego h a venido una loca gritando : Yo necesito ir al Banco. M i ma.rido es D. Carlos, gobernador del Banco, y me debe siete años de pensión, que n o h e cobrado... y h a emp.^zadó á llorar. D . José le h a dicho : —¡Cálmese, cálmese! Hn dejado de llorar y continúa su delirio de grandezasi. —: Pero usted era cigarrera!—le ha dicho el doctor Salas. —Sí, señor, y los emperadores, los reyes, los príncipes, los generales, venían á comprar loe eigatroi=i oue vo liaba. —;, Y también, tenía una zapatería ? —Sí, señor; en la calle de las H u e r t a s ; pero eran zapatos de oro y p l a t a ; y los brillantes v las perlas de misi sareillos se los llevó Don Carlos, y esto no LO puede consentir quien, como yo, n.eces'ta que re.yes y príncipes y embajadores vengan á sujetarme las cintas de les zapatos. Abaiudonamos el manicomio, y imestro corazón, encogido en prcseircia de aquellos descrraciados, máquinas p a d a n t í e unos, estatuas insensibles otros reyes y dioses os otros, ha sentido u n alivio inmenso al respirar el aire lu.' e.nvuelve al edificio. Y luego, durante el regiese, durante el día. durante la noche, hemosi tenido u n i'acuerdo )p ])iedad para los pobres locos de Leganés. Dr, Fernán»Pérez, Los Ores. Mazo, Salas y Yunta á la entrada del Establecimiento. rots Moreno Bubio, 10 ESPAÑA MEDICA sentan, además de otros caracteres, el de no dializar al través de las membranas animales. La albúmina, la goma, la gelatina, el glicógeno, etcétera, tienen este carácter permanente. Así como la solución de im cristaloide es homogénea físicamente, la de los coloides forma un conjunto heterogéneo, constituido por el medio líquido y partículas sólidas en suspensión, visibles como puntos brillantes cuando es examinada SEMICARTA, SEMiRRUEQO AL DR. SALAZAR una gota con el ultramicroscopio. Estas partículas vienen á medir db 0,1 á 0,01 pi, y se encuentran en constante suspensión aunque se cenLa circunstancia de haberme visto precisado á » vo de los organismos suj)eric;res, y cuál es su me- trifugue el líquido. D e aquí que algunos definan el estado coloidal diciendo que es una suspensión dirigir ai Dr.. Martín Salazar la carta abierta que » canismOí.» Es decir, que senté como ciencia positiva este ultramicroscópica. conocen nuestros, lectores, á ruegos del doctor Para Perrín, estas partículas están electrizaD. Pedro Mayoral, y en colaboración con él, y principio, á conciencia de que todavía entonces no los términos de la contestacicn un poco vagos y se había comprobado la existencia de las albumi- das con una msma electricidad, por lo cual se especiosos, son motivo que á mi ver me obligan noidolisinas y otros infinitos hechos que hoy no se repelen unas á otras permanentemente, y cada con toda cortesía, miramiento y consideración, hallan demostrados exf)erimenta,lmente, á pesar substancia colo'idal tiene su carácter eléctrico prono á replicar á mi ilustre correligionario, sino de considerar científica la doctrina el mismo doc- ])¡o, existiendo coloides electropositivos y coloides electronegativos. Cuando se neutraliza por á brindiarle, si la acepta, una amistosa contro- tor Salazar. 3.° (^ue es necesario que quede bien sentado cualquier medio su electricidad, se precipitan de versia, científica, en la cual se ponga en claro las analcigías y discrepancias de la doctrina que pro- que en rigor científico no cabe hablar de teoría la disolución, porque .se atraen mutuamente las fermentativa de las infecciones, porque la infec- partículas ultramicroscópioas. fesamos uno y otro, que, ó mucho me equivoco, Las pseudodiscluciones de substancias coloiíí no van tan aparejadas como fuera de creer, á ción tiene lugar merced á esíequiomerias cristadales, efecto de la extraordinaria división de loides y á estequiomerias coloides, y unas y otras juzgar por la carta del Dr. Salazar. éstas, multiplican enormemente su superficie li.se rigen por leyes diferentes; y los .modos de Debo aprcn-echar el párrafo final de la carta bre, con lo cual su éter circundante puede actuar de mi estimado amigo para significarle que nues- acción de las respectivas diáftoras son distintos, y tro común maestro el gran Letamendi, lejos de estas diferencias deben jjonerse en claro si no. se de un modo asombroso en relacicn con la pequenez de su cantidad ponderal. Así se comprende ]>oner un cierto gesto de desagrado en el otro quiere hacer media ciencia. que todas las diastasas sean substancias coloida4.° Que habiendo cometido yo-, pobre diablo, mundo al leer los términos de mi primera misiva y de la presente, ha de eücperimentar el mayor la demasía de haber trastornado de medio á medio les y que los protoplasmas vivientes sean asicontento .al ver que dbs de los que se precian pú- el ca])ítulo C]ue trata de los Agentes químicos y su mi.smo coloides. So'ii, pues, las substancias coloidales estequi;blicamente de mantener su doctrina, se estimulan acción, del texto> clásict,) de Leta.mendi, y modi (•entendiendo por todo lo alto y hondo, á fin de ficáílolo tan ¡¡rofundí.simamente, que resulta re- merias que, por su particular cO'nstitución físic:;dar testimonio fehaciente de las excelsitudes de hecho, y siendo evidente que un tal atrevimiento', (juímica, no gozan de la facnltad dialítica, per la doctrina que él creó. Y entiéndalo bien el doc- si es acertado' delie ¡irevalocer, y si es erróneo se lo (.:ual nO' pueden penetrar moiu proprio á travé.s tor Salazar, y no lo eche en saco roto el lector : hace un benefi(áo á mis alumnos, llamánclome á de las membranas organizadas, como tampcco' por lo que yo pretendo' es, tomando^ motivo en nues- rectificación, á la cual siempre estoy di.sjnie.st), nuestras barreras naturales, cutánea y mucosas. Condicionado, pues, su paso- al interior de h s tras cartas, y apoyo en nuestros libroiS doctrina- impetro, solicito y sujilico al Dr. Salazar, mi Jes y en nuestras publicaciones pretéritas, dar una amigo, que tan especialmente ha meditado y es- .seres vivientes, es necesario que tenga lugar su gallarda muestra de que, sin recurrir á autores tudiado estos importantes asuntos, rectifique, cri- a(,:oión á distan<na, por modo' notoriamente inducextranjeros, poseemos una teoría de la inmuni- tique ó avalore, según kj merezca, la labor ímpro- ti\'o. Sólo así se co'mprende que, estando en el pedad, completa y cimentada en el criterio indivi- ba por mí realizada, y que nO' tengo inconvenien- ricosmos ó mesoccsmos, impresione su pericosmos dualista ó unitario que profesamos Salazar y yo. te en anticiparle que tengoi píJi' lo mejor de mi ai- los elementos que se ponen en relación con el laboración personal al estudio, de la Higiene ge- correspondiente coloide, estimulndo la prO'ducción Que, seguramente, uno y otro HEMOS CONTRIBUÍneral . de diastasas especiales, adeciuada para digerir, DO MUCHO á darle FORMA DIDÁCTICA, y que la forma, oon parecer á la turbamulta cosa secunda' o." Que con O'bjeto. de UO' O'bligar á un gran ó .sea .sclubilizar y convertir en dialíticos aquellos ria y baladí, es para nosotros, en conformidad trabajo á mi amigo el Dr. Salazar, comenzaré cuerpos que no lo' eran. oon Letamendi, no menos que la expresión cons- por publicar ho'y el capítulo íntegro Agentes quíCuando una .substancia coloidal, viva ó muerta, tante de aquello que hay de constante en el fonmicos coloides de mi Higiene general, y si conti- hí.stica ó amorfa, se pone en contacto con un amido de las cosas ;. es decir, casi todo, ó por lo me- nuación el Dr. Salazar podrá hacer una á modo bo-, le estimula, y este estímulo no puede ser pronos, lo principal. de fe de erratas, ó com]")l.e.mento doctrinal, según ducido por sus componentes ni por su sustancia su criterio, ó ambas co'sas á la vez, si acepta como in integrum, por cuanto no tiene la facultad de No estoy en el caso de consentir á mi tan esti- esperO', mi invitación. ].)enetrar á través de la membrana celular del mado amigo que sostenga que, SEGÚN PARECE. Después, transcribiré el capítulo de Agentes ;imibo. Pero cjue le estimula es cierto, cuando el /icmos colaborado al período precientífico, teóriquímicos cristaloides, del .mismo libro, si no está amibo cambia de forma, rodea y envuelve al coco, meramente especulativo, porque ello valiera cc'iifo'rme co'iimigo en que éstos no se parecen á líide y lo aprisiona hasta incluirlo en el interior tanto como desautoaizar la teoría mecánica uni- los coloides en su modo, de obrar ; y vendrá luego de su ])ropio protO'],>lasma, donde tiene lugar una A-ersal de Aristóteles, sólo porque todos los des- su juicio crítico del correspondiente capítulo; y al « r d a d e r a digestión, intracelular. Si el coloide pecubrimientos modernos la comprueban. N o ; es final podremos, formular, á modo' de conclusiones, neti-a en el ajiarato digestivo de un animal supenecesario que se ponga en claro, porque así con- bien de conformidad, bien de discrepancia, como rior, el estímulo es más complejo, perO' el resul\-iene á la verdad de los hechos : muy bien, jjodría acontecer de no declarar el doc- tado final es el mismo-: la digestión es ahora ex1.° Que la novísima teoría fermentativa no tor Salazar, ciano no lo' hiz.o¡ á ruegos de nuestra tracelular y se efectúa en el interior del aparato tiene nada dé- no-^-ísima, pues la forma científica carta, que las leyes por que se rigen lo'S coloides digestivo, á fin de .solubilizaiie y po-nerle en conse la di yo hace larga fecha, y comprobaciones son diferentes de las. de los cristaloides, y aun de ilicáones de ser absorbido para, como en el caso del amibo, asimilárselo-. experimentales, tiénelas suficientes ha mucho las de los ¡íseudccoloides. tiempoi, casi para haber caducado, si no tuviese Debemos, por lo tanto, comenzar por dejar CC'nste, finalmente, (|U(" este torneo amistoso una base persistente y yO' diría inconmovible. lo considero, necesario para la aproximación doc- bien sentado este jirecedente : las .substancias cri.-;2.° Que en, 1908 el Dr. Salazar tenía el'con- trinal á la buena senda del Dr. Salazar, á quien taloides ijenetran directamente por diálisis en \-encimiento de la doctrina, y segiu-amente antes, quizá por exceso de traliajo juzgO' un tanto dis- nuestra economía, y según sea su composición, a,-í \-an á producir sus efectos saludables, patológicos aunque no la hubiese expuesto. Como es notorio traído \ (les\'iado' dcd riío. que nos une. que en Feb-rerO' de 1907, en mis ejercicios de opoY al lector amable jiido' perdb'nes creyendo' ser- (') terapéuticos, en determinados órganos, con la sicáón á mi cátedra, hube de explicar como lec- \vc\& i>;;niendn. los ]')untos sobre las íes en asuntos excepción de los cáusticos potenciales que, por su ción la inmunidad, y entonces mantuve lo mis.rao de tanta monta, que hov son lo más on IxJga, y ( ne-rgía química poderosa, ejercen- su acción per(|ue repetí en¡ No\'iembre de 1908. y que a]iarecic más discutible del fundamento científico' de la m,utati\a dondequiera que actúen sobre nuestra bio-meria. Mientras que los coloides, pior el conen mi Revista de Especialidades MMfcas, de Patología y de la Higiene. trario, ó no actúan sobre las bio-merias, si están linero de 1909 y en las lecciones de Higiene toB. COLOIDES (1) en el peri ó mesocosmos, ó comienzan por indumadas por Mayoral, v ouvot párrafo final, síntesis Graham ha denominado, coloides á ciertas subscirnos una determinada impresión que sea sufidel capítulo, dice á la letra : tancias de origen orgáni(,-o, cuyas soluciones pre- ciente á excitar la producción de una labo-r actittPor hoy bástanos con haber a\"eriguado la va secretora por parte de las mismas biomerias, «identidad del proceso asimílatorio y del defensi(I)3Forns: Higiene general, páginas 229 y siguientes. \ m k piifr en diro In íri II ÍHÉlIíl fliO J5 I! mpAñA MENÓÁ La reina de Bu^gari.i asistiendo como enfermera á los heridos de la guerra con Turquía. para que estas secreciooes desenvuelvan una serie ds acciones, todas de naturaleza defensiva y destinadas á la asimilación de aquel cuerpo extraño. EDI determinados y excepcionales casos, que más que en lo normal entran en lo patológico, pueden las substancias coloides penetrar á nuestro endccosmos (inyecciones medicamentosas, microbios patógenos que aprovechan soluciones de continuidad para invadirnos) ó son engendradas en su interior (bien como producto de excreción miicrcbiana, ó como resultado de la descomposición cadavérica de los microbios), y entonces acontece que, sea el que fuere el lugar que ocupen en nuestro emdocosmos las substancias coloidales, allí obran como en el aparatoi digestivo': 1.°, por acción inductiva, estimulando la proi luoción de diastasas digestivas, y 2.°, acabando' por ser solubilizadas y puestas en cooidiciones de ser asimiladas, merced á la digestión extracelular endocósmioa correspondiente. La ciencia actual ha pentrado' en el mecanismo de este trabajoi digestivo de los coloides, y de él he de dar un breve resumen (1). Hase visto que los co'loides ejercen, en primer lugar, uuia aixión inductiva primaria, y sólO' secundariamente tiene lugar otra acción permutativa ó propagativa. Esta inducción tiene lugar merced al éter circund'ante y al éter límite de las estequiomerias coloidales, y al coloide que actúa se le denomina aniígeno. El antígenoi excita la producción de dos clases de diastasas diferentes : la que actúa neutralizando la accic'n de su éter circundante, á la cual se dbnomina coagulina, y la Usina que es la que neutraliza el éter límite del antígeno llevando la eficacia de su actuación hasta su propio éter inscrito. Las substancias co'loidales pueden tener forma histica ó anatómica, ó simplemente forma molecular, en cuyo caso son amorfas; de aquí que las coagulinas de las primeras, ó hísticas, se conozcan con el nombre de aglutininas, y con el de •precifitinas el de las amorfas ó anhistas. De igual modo se denominan citolisinas las lisinas que actúan sobre los elementos morfos, y albuminoidolisinas las específicas de lo'S coloides anhistos. Lo verdaderamente admirable es que coagulinas y lisinas son unas y otras específicas para el antígeno que las indujo, y sólo» dentro' de ciertos límites ejercen acción, pero siempre más débil, sobre aquellas otras estequiomerias coloidales de contextura similar y naturaleza análoga. Así, las aglutininas que se encuentran en el suero sanguíneo' de un cordero al que se le hayan inyectado glóbulos rojos de liebre, pueden aglutinar igualmente los glóbulosi rojos del conejo, pero no los de la cabra, ni los del caballo. Las precipitinas que se producen en el caballo, al que se inyecta extracto de tejido- muscular de cordeio, precipitan el extrac/to de otros órganos del carnero, aunque no sean de sus músculos, sino' del hígado, pulmones, etc. Que las coagulinas obran sobre el área de éter circundante de las substancias coloidales, se demuestra porque los coloides, pierden aquel carácter de pseudo-disolución en que se encontraban, y parece co'mo' que se convierte la peculiar energía inductiva en fuerza de co'hesión', por cuanto se precipitan y contraen, conglomerándose y dejando' el líquido que los contenía en suspensicn límpidb, transparente y libre de la substancia coloidal. En cambio, esta substancia depositada continúa con la misma cualidad química para los efectos de su acción permutativa, pues sus componentes y disposición atómica no' han variado'. Y si bien esto no po-dríamos demO'Strarlo' en el estado actual de la ciencia, por modo directo, en los coloides amorfos, lo que es en los hísticos está comipro'bado' hasta la evidencia. Las aglutininas específicas contra loe micro'bios no» alteran, poco ni mucho, su vitalidad, pero' tampoco' su virulencia. Pueden los microbios, después de aglutinados, \ivir, crecer, multiplicarse y coniservar su poder patógeno, y algunas bacterias de las más temibles, como sucede coni el bacilo ácido-resistente (1) Quien desee mayores detalles, lea la Microbiología gene- tuberculoso de Koch, crecen sierqpre aglutinamy stí Técnica, por Forns y Mayoral, páginas 115 y siguientes. das, sin duda como castigo' á la perversidad de su adaptación al medio endocósmico del hombre. Empero los cultivos que experimentaron la acción de las aglutininas, perdieron la eficacia inducriva de su éter ciroundante, po'r cuanto inoculados á un animal receptible, no son capaces, de ocasionarle la producción de más aglutininas, conservando sólO' su acción estimulante de Usinas. De que estas coagulinas se engendran por la biomeria, lo mismoi para ser vertidas en sus mesooosmos que en el endocosmos, son una buena prueba la diastasas coagulantes digestivas, como es el fermento lab del jugo gástrico. Y que .su finalidad es inmo'vilizar el coloide y prepararlo para la Usis ó solubilizacicn, es evidente. Que la acción que ocasiona la producción de coagulinas es inductiva, lo demuestra la gran cantidad de ellas que se producen en relación con la pequeña cantidad de substancia que actúa cO'mo antígeno. Y que esta producción lujuriante sea mucho mayor que la que parece neceisaria para contrarrestar el antígeno, se explica por ser efecto de un estímulo sensorial. Así se comprende que un antígeno, circulando por nuestro endocosmos, vaya estimulando en cada territorio la producción de coagulinas por la acción de su éter circundante sobre cada elemento hístico ó anhístico de nuestra biomeria, pues todos los territorios son igualmente aptos para engendrar coagulinas, con tal que sean vivos, si son sensibles á su acción inductiva. Y co'mo al ser engendradas, éstas, el antígeno. ha sido transportado lejos del lugar donde dejó sentir su influjo, es enorme la cantidad de coagulinas que se engendra con una escasa cantidad de antígeno. Y que es fenómeno de sensibilidad y no substancial en lo que atañe á los fermentos digestivos, y en particular de los. coagulantes, son buena prueba la secreción psíquica del jugo gástrico, perfectamente estudiada por Paulo'W, que es la comprobación científica del dicho vulgar «hacerse la boca agua», á la vista de un manjar apetitoso.. ¿ Se deberán, por ventura, la hiperolorhidria y la misma enfermedad de Reichmann á una perturbación de esta sensibilidad normal que queden como proceso patológico? Jñ ESPAÑA MEDICA Bien podría suceder,; pues lo positivo es qvip los hiperclorliídricos curan á veces con anestesióos locales aun sin corregirse la excesiva producción de ácido clorhídrico. Y que el organismo aprende con facilidad á fa'wicar coagulinas y recuerda esta misma habilidad, se demuestra por la presteza con que reaparecen en el medio interno las coagulinas cuando al cabo de tiempo se \-uelve á inyectar el antígeno, y que siempre se engendran en cantidad enormemente desproporcionada con la del agente ocasional. Las Usinas, por el contrario, tienen por ^drtud actuar sobre la estequiomeria del antígeno y necesitaii ser estimuladas pox el éter límite, ejerciendo, más que una acción inductiva, otra frofagativa ó permutativa, según los casos. Es indiscutible que las Usinas, comoi las coagulinas, son substancias de naturaleza coloidal y de igual constitución que la biomeria, á cuyas expensas se produjeron. Empero así como las coagulinas no tienen la virtud de actuar sobre los coloides una vez precipitados ó conglomerados, las usinas actúan directa y activamente sobre sus antígencs específicamente, propagándoles su especial estado molecular con objeto de asimilarloís á la particular disposición físico-química del endocosmos del ser influido, puesto' que para esto las engendró. Y que su acción es propagativa en l a mayoría de los casos, lo demuestra la química digestiva, que reconoce que los fermentos digestivos no sólo degradan las moléculas complejas albuminoideas, sinoi que su transformación es un principio de anabolismo para asimilar su estructura á la del endocosmos, no actuando jamás sobre el individuo que las produce. Cierto, que en muchos de estos fenómenos de íisis se mezclan los heahos de propagación con los permutativos, teniendo lugar verdaderas reacciones, recíprocas perutativa y propagativa, dántación favorece,el mecanismo dialítico para traspasar las. barraras dte nuestras naturales aduanas. Así, la albúmina dfe huevo se peptoniza para atravesar el epitelio intestinal; pero al alcanzar á los capilares de la porta ya no es peptona, sino otra vez albúmina! pero no de huevo, sinoi análoga en propiedades á la de nuestro medio interno humano, pues tal fué su cambio dentro de la vellosidad intestinal. Sufrió una acción permutativa al peptonizarse, para acabar con la acción propagativa, que es la característica de la digestión. Cuando un coloide extraño, ó sea un antígeno. es engendrado en el seno de nuestro organismo (microbio ó sus toxinas 6 toxoproteínas), ya hemos dicho que además de las coagulinas ocasiona la producción de Usinas, y que estas lisinas efectúan una digestión extracelular endocósmica, análoga á la extracelular mesocósmica de la digestión en los seres superiores. Cuando estos antígenos penetran en el interior ó son englobados por determinados elementOiS de nuestra economía, oomoi los leucocitos, pongo, por ejemplo, entonces las Usinas engendradas son endocelulares ; pero, análogas en propiedades y finalidad á las lisinas anteriormente estudiadas, verificándose acciones recíprocas permutativa y prolpagativa, dándose uno de dos resultados : imperó la acción propagativa del elemento anatómicoi sobre el antígeno, pues resultó éste digerido y contribuye', quieras ó no, al mantenimientoi de nuestra v i d a ; por el contrario, propagó su especial constitución el coloide al elemento anatómico, pues enfermó ó murió el elemento biomérico, vinienHo en esté' caso á ser víctima del coloide influyente el elemento anatómico, pues actuó sobre él como fermento si era anhisto el coloide, ó acabé' por ser pasto ó alimento del antígeno si éste era un elemento vivo (microbio). Df. Fons. Catedrático de Higiene. ACADEMIA DE CIENCIAS D E FRANCIA Sesión del 28 de Octubre de 1912. Estrectococo sensibilizado y sarcoma—Monsieur Kober Odier ha obser\aclo que los estrectococos sensibilizados en el sueroi antiestretocócico, según el método^ de Üesredka, se vuelven inofensivos p'ara el o-rganismo, ccnservandoi sin embargo sus propiedades antagonistas enfrente de la célula maligna, sobre la cual el virus estrectocócico ejerce una acción nociva cualquiera cjue sea el punto del organismo' en que se inyecte. Parece que el estrectoco-co O'bra indirectamente sobre el sarcoma provccandoi en el organismo la íc'niiación de una substancja tóxica para la célula maligna. La nutrición mineral del bacilo tuberculoso. M. B. Sauton se ha ocupado en determinar los elementos úti!es.,para el bacilo' de Koch. Al efecto, ha cultivado' el bacilo tuberculoso en un medio apropiado y co-nstituído con productos muy puros, y ha investigado las variaciO'nes del cultivo cuandoi se modificaba uno de los elementos del medio. M. Sauton ha comprobado que el potasio no puede ser reemplazado por el lithio, el radio ó el cesio. I^a sustitución parcial del rubidio al potasio es posible, peroi ocasiona una baja de casi 10 por 100 del peso de la cosecha. Esta se triplica con el aumento- de una cienmilésima de hierro. La esterilización del agua.—MM. Víctor Henri y André Helbronner presentan una nueva lámpara de mercurio que funciona con una corriente de 500 voltios, y que emite un radiamiento ultravioleta más intenso que las lámparas de 110 voltios empleadas ordinariamente. Esta lámpara, de tan gran potencia en rayos ultravioletas, permite utilizar éstos en toda una serie de reacciones químicas y en la esterilización de grandes cantidades de a g u a ; el rendimiento es mejor que el que se obtiene con las lámparas de 220 voltios. El papel de la cafeína en la acción diurética del café»—MM. Tiffenean y H . Busquet han hecho experimentos para saber si la decafeinacicn atenúa la acción diurética de los cafés en los que se ha practicado, como lo hace en su acción cardíaca. Esta operación no suprime totalmente, pero reduce mucho la acción del café sobre la diuresis ; la cafeína es el agente principal, si no el único de la excitación que el café produce en el riñon. SOCIEDAD BIOLÓGICA DE FRANCIA Sesión del 9 de Noviembre de 1912. Acción caíalíptica de las aguas minerales so= bre algunas materias colorantes.—M. Roger Glenard. Muchas aguas de Vichy poseen al emerger un poder de descomposición so-bre el agua oxigenada, debido á la precipitación coloidal del óxido de hierro, seguido del desprendimiento de ácido Carbónico!. Por esta causa puede suponerse que estas aguas, en presencia del agua oxigenada so-n capaces de oxidar algunas materias colorantes. Los ensayos que ha hecho el autor con la tintura de guayaco, la fenolftaleína, el aldehido salicílico y la tintura de bencidina han confirmado esta suposicicn. Las aguas de Vichy, de gran coeficiente catalípfcico, obran como si contuviesen peroxidasos ú oxidasos' indirectos. Play paralelismo entre el coicñcienté catalíptico determinado precedentemente, y la intensidad de las reacciones colorantes; las dos están bajo la dependencia directa de los coloides ferruginosos. ("alentando á 80° desaparecen estas reacciones colorantes, que por otra parte sólo existen en el manantial ; el agua embotellada está completamente despro'vista de ellas. Actualmente no se puede afirmar si estos cO'loddes catalizado'res influyen en la eficacia de las aguas de Viohy. ' Hay una gran analogía entre las reacciones colorantes de estas aguas y las que son susceptibles de producir los oxidasos y peroxidasos de la sangre. Anatomía y fisiología de los centros diafilácticos bulbares—M. Bonnier, investigando el paralelismo de la digesticn de los alimeritos y de la digestión microbicida, halla que este paralelismo fisiológico se acompaña de un paralelismo anatómico y que los centros diafilácticos fonlian, en la bulba, una columna que se extiende á lo largo de los centros digestivos y experimenta como ella segmentaciones correspondientes á las reparticiones periféricas y á las especializaciones funcio nales. SOCIEDAD BELGA D E OTOLOGÍA RINOLOGIA Y LARINGOLOGÍA Esterilización espontánea de los instrumentos pequeños de oto-rino-laringología en la práctica corriente.—M. Trétón, de Anvers.—De las üivestigaciones bacteriológicas del autor, resulta que una solueión hirviendo de una mezcla en partes iguales de agua y de bálsamo de Opodeldoeh, esteriliza en algunos minutos los pequeños instrumentos cortantes ó punzantes. Esta solución amicrobiana y antiséptica no ataca nada el corte del metal. La esterilización se hace en un tubo de ensayo ó en cualquier recipiente. Los estretocos, estaíilocos, pneumococos y bacilos piooiánicos no resisten á este tratamiento. Nodulos bucales y laringoscopia directa.— M. Guiser, de París.—Los nodulos bucales son, entre todos los tumores laríngeos, los más difíciles de operar: 1.°, porque son tumores pequeños ; 2.°, porque no tienen cabeza, y 3.°, porque su situación, frecuentemente anterior, aumenta la dificutad de extraerlos por laringoscopia indirecta. Merced á la laringoscopia directa, que pone la glotis directamente bajo los ojos, en la extremidad del tubo-espátula, y que permite aislar la parte en que se halla ei nodulo, es posible, con una pinza especial, cogerle con todas las precauciones posibles. El autor operó por este medio diez enfermos, y el resultado ha sido completo, y la voz se les ha vuelto normal. Corea de la laringe y de la faringe.—-M. Delic.—Se trata de una joven de catorce años, atacada de corea, que presenta síntomas particulares del lado de la faringe y de la laringe; al hablar !da gritos monosilábico^; despu.ós un gruñido más ó menos prolongado, seguidos de un sonido corto, estridente, semejante al grito de la pintada. Los primeros ruidos se deben á una contracción convulsiva de las cuerdas bucales y de los pliegues aritheno-epligóticos;' los segundos á movimientos espasmódicios de los músculos de la faringe durante una expiración forzada. ESPAÑA MEDICA 13 E l diagnóstioo de coreo, exeluyondo el histerismo, está fundado en l a persistencia de los ruidos durante el reposo de los órganos. myí^- De la É i i ñ lo! espis. Datos de investigación propios, que sclo' han hecho confirmar los trabajos de que Roger dio cuenta tiempo ha, ponen en el caso de exponer mi diferente opinión á la emitida recientemente por el culto biólogo Dr. Coca, relativa á la albuminorreacción como medio de diagnóstico en los proctesos químicos pulmonares. Según el mencionado doctor, no puede considerarse como albúmi na la proteína, que tantos han descrito', encajando únicamente en el grupo de las metaproteínas y dentro de éstas en las albumosas. No he decir si podría ser, sólo diré si es ó no, y en efecto, no lo es. Tampoco he de hacer consideraciones sobre el método de investigación que haya empleado el Dr. Coca para concebir su teoría ; mucho más que nosotros sabe de esto el doctor Coca para que discutamos asuntO' tan elemental, sobre todo después de las objeciones que se le hiaieron en la Sociedad Biológica Española, y á las que tan atinadamente contestó. Yo, repito, sólo digo que en los procesos fímicos como en otros procesos, existe albúmina (serina y globulina), que la albumosa sclo puede admitirse si quiere el Dr. Coca, en cantidades tan exiguas que escapen á un análisis riguroso, es decir, que no existe, podría darse el caso de que existiera por obra de pequeñas fermentaciones que destruyeran el mosaico proteico, pero siempre al lado de la albúmina que se yergue sobre todas las pequeñas degeneraciones proteicas, vasallas, no todo lo fieles que conviene á la investigación del doctor Coca. ÍK La ultima ' promoción de médicos .*' Sí" militares, jurando la bandera. D[ 08 ]-/a gran extensión de terreno, vii'gen en su mayor pa^te de vías de comunicación; la hostilidad que el indígena siente por el europeo, hostihdad que si no activa e s p a s V a , pero visible, eni todos los casos; la topografía especial del país, en su mayor parte montañoso; el desconocimiento del indígena del oonv,9nio de Ginebra y de los m á s Rudimentarios pr incipios de caridad h u m a n a ; la gran movilidad de las coYo le rogaría me contestara en estas columnas, lumnas, puesto q u e así lo requiere el enemigo que me sacara de mi error, si es que en él he caícon quien is¡e h a de luchar, así como la gran disdo, le quedaría con ello profundamente agrade- tancia de los ce/nit("os d© operaciones, nos precido, pues yo uno á mi cariño al trabajo una fir- senta á resolver u n gran problema, t a n imporme convicción de que me equivoco muchas veces, t a n t e como el puramente rnilitar, si se tiene en y si de contestara, que me respondiera á estas cuenta que por cada herido hay diez enfermos, preguntas : ya qu's ei! clima y las condioiomes del país, en ¿ Las propiedades de precipitación por el Es- cuanto á h'giene se refiere, son pésimas para bach, el NO^H, e t c . , con desaparición por el el europeo, cuando éste tiene que sufrir una calor, se dan cuando no emplea la antiformina ? campaña como ésta. ,; Qué cantidad de ácido acético emplea para preAquí nio existen canreteras de ninguna clase; cipitar la mucina? sólo se ven cam''nos estrechos, hechos' por el Y ahora le pregunto : ¿ Sería tan amable el doc- tránsito del indígena, aunque mejor dicho sería tor Coca que me esclareciera las dudas que sus decir que h a n sido hechos por l a sabia Naturainvestigaciones me han sugerido? leza. De ahí, que las ambulanc'ias de montaña sean las que han de jugar ó deben jugar el prin" Florencio Moreno de Vega. oipal papel ; ademási, en cuainito viene el período Interno de la Clínica de San Carlos. de las lluvias, a^un para las ambulancias de montaña es penosísimo y expuesto el servicio que h a n de desempeñar; pues aparte que se constituyen inmensos lodazales, los caminos sis :,nte¡rceptan, y e n los siiitios peligrosos; el camino se hace resbaladizo. Por la naturaleza de l a campaña, ínterin no se hagan centros mi-itares secundarios que sirvan para colocar hospitales de campaña, los he(^''dos j ^enfermos tienen que ir en l a s columnas, lo cual constituye u n gran obstáculo, no sólo á los fines m'litares que el jefe de la columna persiga, sino que también á la marcha nq'"mal de la misma, así como, por la naturaleza de las enfermedades reiniantesi (tifus exante' mático, fiebre tifoidea, disentería, paludismo), hacen que ¡as columnas lleven cons'go u n foco de infección. D e ahí que deba formarse la agru" pación de los heridos y enfermos! de todas las columnas, para ser asistidos en u n p u n t o determinado ó transportados en u n a columna única, al centro de operaciones corr,9spondient.es, logrando de esa manera aminorar, e n parte, este gran inconveniente, que si en guerras regulares tiene gran importancia, fácilmente se deja ve¡r q u e aquí tendrá m u c h a m á s . Esto tiene t a n gran impo^tanc'a, que rnás de u n fracaso militar se debe á esta causa. Sin embargo, á pesar de la existencia de centros de operacilones secundarios, debe llevarse á los heridos y enfermos á los grandes oentTOS, pues en éstos es donde el soldado pue- ÍNTRAITS D A U S S E ALMORRANAS SOLUCIÓN VÁRICES O (5 gotas, 2i/eces al día) PILDORAS (2,3 pildoras al di a) LlTERATURAY MUESTRAS Laboratorios DAUSSE,4RueAubríofe,PARIS ESPAÑA MEDICA 14 momento aquel dolor que te aquejó y te hizo formular la consulta, y segundo, que ese tiempo más has de vivir. E s t a segunda razón rao va, ni con mucho, en contra de los propósitos del médico que escribe la receta, s,ino, m u y por el contrario, á confirmarlos, pues él desea que quedes en tal forma que no pueda dolerte mada, pues creo que así sucede allende esta vida; pero no me creas á pies juntillas, pocque a u n no se lo he oído decir á n,a,die que esté en la. otra, pues soy persona m u y puesta eni razón. Mas no habrán caído en la cuenta estos doctorcillos en agraz que podían hacer un negocio redando, un bonito negocio, y es que bien podían indicar-' u n específico de su propia invención, específico que no hace al caso, como alivio de todo quebranto y dolamas. Pero quede bien apuntado q\ie la tai! idea es mía, porque yo quiero ser, ¡qué demonio!, uno de los que ayuden á la ciencia á dar los dos ó tres pasitos que le quedan para llega.r al ápice ó colmo. NUEVO SISTEMA DE HIDROTERAPIA m¿<- Ducha de espalda. -'yh J . M. D. Un problema grave - 'KPl Ducha de cabeza. Ducha de piernas. de ser asistido convenientemente, pues aparte qu9 &n estos centros existe cuanto u n herido ó enfermo necesita, están donde deben estar Ano donde las exigencias de la campaña obliga que estén^ los centros secundarios. Unicamjente los enfermos muy graves que* no puedan trasladarse, en los que exista u n a inoompat'bilidad vital, debieran quedarse¡ en los centros, secundarios, bajo el cuidado profesional de los médicos de los mismos. Desde ¡ost centros de operaciones se podrían enviair las ambulano-as montadas al encuentro de las de m o n t a ñ a para hacerse cargo de los enfermos y heridos que éstaei trajeran, dejando libres de ,este modo á las ambulancdas da montaña, cuya prinioipal misión, sería la de seguir á las( columnas y transportar los heridos y enfermos pqr las zonas en que lag ambulancias montadas no puedan trans><tar. Así también, las columnas sanitarias de noche, si se encontrasen cerca del enemigo ó bajo los fuegos de él, debieran apagar-as luces, pues de lo contrar'o, el enemigo las hostilizaría ó atacría, porque; estte enemigo no quiere más que la desfcluoción de su contrario, sea sano, enfermo ó herido. Por la misma razón, toda columna sanitaria debe ir convenientemente protegida, debiéndose adoptar todas las precauciones necesarias. Como e n m u c h a s partes de nuestra zona el agua es salobre y de pésima calidad, las ambulancias sanitarias debiei'an llevar cautidad determioada y siufioiente de agua potable, no haoiendo uso de ella más que en, losi casos en que no quedase otro recurso. E n las zonas de territor'o que estiuviere tranquilo, é hiciese mucho calor durante el día, se debería hacer la marcha por la noche, es decifí, en cuanto el calor disminuyera, á menos que, por razones de otra índole, hubiese neceSi'.dad de llegar a,nt9s ; en el caso (jue las rnareha-S! sean noctut^nas, de día se descansaría a,l lado de los puestos mil'tares, resguardados por los íuegos de éstos. (Del Meggendorfer Blatter, de Munich). Si las, noches fuesen m u y obscuras, las marchas se harían a! amanecer. Ijas am.bulan(;ias montadas y de m o n t a ñ a .deberían llevar gasa para que los enfermos la utilicen corno mosq\iiteros cnaudo se pase por zonas palúdicas. Federico Gil Acebedo. Médico segum'o. DE I.A V I D A FBOFESIOITAI. ¿Qué más? I^uestra ciencia adela.nta que es un prodigio, una maravilla; segurame|nitie no podremos avanzar más porque hemos llegado á dar casi de narices con las columnas de Hércules, y el «Non plus ultra» se ostenta anta nosotros marcándonos el fin. Y es el caso, caro lectof;, y fíjate bien para que puedas percatarte del hecho, que no es cosa baladi, que ya no necesitas avisap al médico ni t ú ir' en su busca, que no es cosa fácil, sobre todo si lo busea,s, bueno; y aquí, entro paréntesis, te diré que más vale que te entregues en mano d.el primero que topes!, como quierr se juega algo á cara ó cruz ; y digo que no necesitas del médico cerca de ti, porque basta <]ue, con toda comodidad y soltura, tomes la i)luma, escribas que tienes tos ó (|ue no la tienes, y mandándd'o á m periódico te venga al día siguiente en sus columnas la receta que lia, de ser t u consuei'o. Ya ves qué sencillez, á qué olaí-idad y diafanidad de procedimiento hemos verido á parar. Parecerá á primera vista tpie el llegar la contestiación con un. día d-e intermedio puede tener sus inconvenientes, sobre todo para aqueUos casos di' suma, urgencia, y he tío decirte (-pie, nuiy al contrario, tiene uno grandes ventajas, (pie son: primero, (jue bien pudiera haber sido aprensión luya ó cosía de ¿LA Emmm DE m lUBEilllllOlDEBEeOBLlMTORIA? La Academia de Medicina de Francia, á petición del presidente del grupo de defensa contra la tuberculosis, va á contestar á esta grave cuestión : ¿ Debe ser obligatoria la declaración de la tuberculosis ? Actualmente esta declaración es facultativa. Puede ser hecha por el médico ó por el jefe de una colectividad, pero con el consentimiento de la familia. ¿Las ventajas que pudiera traer la obligación co'mpensarían sus inco.nvenientes ? No; según el criterio del Sindicato de los médicos del Sena, que protesta contra la medida y acaba de dirigir á la Academia su dictamen muy bien razonado. Las causas de la propagación de la tuberculosis, dice en resumen, son demasiado generales para que la lucha contra el microbio sea Siuficiente para hacer desaparecer la terrible enfermedad. Son, principalmente, la insalubridad dé las viviendas de lo's obreros, las malas condiciones higiénicas de la población y el alcoholismo. Son las causas reales de la exten.sión del .mal que es necesario co-mbatir. PoT lo que respecta á la declaración, dice el Sindicato, de los médicois del Sena, el temor que su eventualidad haría en el espíritu de los enfermas, sería causa que les impidiese recurrir con toda confianza al médico., único, capaz de asegurar la acción profiláctica pronta y necesaria y al contrario, del objeto que se propone se difundiría el contagio. ' En primer lugar deben vigilarse los lugares insalubres, á lo.? que las a,ütoridades harán una guerra sin cuartel. Agua y luz en las habitaciones,, higiene y limpieza en los talleres, son, las armas más po.dero.sas .])ara. luichar contra la .tubercuI0.SÍS. Por lili, iM). <--s necesaria la declaración, sino, la desinfe(x:ión, que debe hacerse obligatoria á todos los inquilini'js. Este medio, realizable sin faltar al secreto profesional, evitaría todO'S lO'S inco-n\'enientcs de la declaración y presentaría garantías eílcaces contra la' jiropagación de todas las enfermedades co.ntagiosas. Talos si'i'ii, (.:o.nclú\"C el referido. Sindicato, las medidas que deben adoptarse para luchar contra la luberciiiosis. La declaración, al cfflntrario', sería •casi iiiúfil V N'ojatoria para la |.xj.blación. Por lo tiuc concierne al medio., el Sindicato protesta «contra el papel de policía que, violando el secreto ESPAÑA MEDICA is Ijrofesional, quiera imponérsele, oViUgándole, por un abuso de la, confianza que en él tienen MJS enferffios, á denlarar los casos de tuV)erc'u]osis (|ue haya en su clientela» . • ^ • • w fc « • « ^ < H a fallecido el 26 de Noviembre la, -virtuosa señora, doña Clotilde Lefort Eeguera, madre de nuestro m u y querido amigo el distinguido médico D. Manuel Vázquez Lefort, al'que m u y de veras acompañamos e n su dolor. Salió para la Eepública Argentina, acomnañado de su diatinguida familia, el médico do. la Bene'fioencia Municipal de Madrid señoír dov^ Angeí SoutuUo. E n varios corrillos hemos oído comentar estos días muy vivamente los comentarios que respecto á la Jlunta de pensiones hizo hace días u n señor diputado. Claro que de estos comentarios hay que deacontar la pasión, t a n t o de aquellos que h a n sacado racha y por lo t a n t o están agradecidos, como de log desairados que se siente lastímadoS. P e r o lo que parece üidudaKe es que se citan demasiados hechos en que h a resiütado fallid'o el buen deseo de la J u n t a , del cual jamás podemos dudar noefotros, aunque no dejemos de comprender que hombres de nmchas ocuna- clones n,o disponen del preciso tiempo que para puntualizar bien, 'los méritos, mejor dicho, las condiciones (que á ello es á los que hay que ateuder) de log elegidog, y así resulta que de vez en cunado se desliza cada «gazapillo» que unido á esos otros que de vez en cuando también se deslizan al favor de ai'gún favOiritismo. forman u n a mesnada de penisionados que ¡ válgame Diosi lo que. de ellos habrá de aprovechar el p a í s ! E n ello no puede haber censura para los prohombres que componen la J u n t a de pen8Íoiie,a ¡ cómo h a de haberla! si renococemos la rectit u d de sus intenciones. Ahora sucede lo que — L a cura va bien, pqro... el ojo se pierde E l Sr. Euiz Jiméniez ha. pasft,do u n a ciircuhr á los presidentes de las Casas de Socorro de esta corte eneareoiéndoles se sirvan adoptar las disposiiciones m á s rigurosas para que se preste el' servicio de asistencia á do'micilio en los Casos de difteria, con toda la ma.yop brevedad, aplicando el persona.l médico el t r a t a m i e n t o en el domicilio de los enfermos, para evitar ©1 que tengan que salir de los mismos, con el consiguiente peligro para el enfermo y para el contagio, y procurándose por los jefes facultativos conocer y comunicar á la Alcaldía el ©stabLeoimiento de enseñanza en que existan los niños atacados, papa interesar la clausura de aquéllos^ si fuera neoesiario, y su desinfección en todo caso, y las medidas de prevención respecto á los enferm.os, no autorizando su reingreso sino mediante ceiHtifioa.ción ó volante del médico que los asisita, y que si pop consejo del mismo fuese necesario transportarlos á la Casa da Socor.o ó esta.blecimieoto que se designe, se prestará por al L a b d a t o r i o municipal el servicio de traaisportej en coches adecuados, previo el oportuno aviso á dicha dependencia. L a Sociedad E s p a ñ o l a de Higiene celebró J u n t a general, siendo aprobados por unanimidad los informes emitidos por las diferentes ponencias nombradas p a i a dictaminar juzgando los trabajos presentados, optando á los distintosi pnemios concursados. Eil resultado fué el siguieinite; «Premio Eernández Caro.—Accésit: D. Luciano Seoane y Seoane.—Mención honorífica: D. Eoseindo Giol y Figuerola. «Premio del E x c m o . Sr. D . Antonio Barroso.—Accésit: D . L u i s P u e n t e s y Gracia. «Premio Be'lmás».—Accésit: D . Aurelio Borneo Lozano. «Premios Pioel».—«Tema 1 . ° » . — P r e m i o s : D. Eduardo Buisáni.—Menciones honoTÍficas: D. J u a n Manuel Zapatero y González y don Erancisco Cabo Pastor.—«Teína 2.°».—Premio: D . Gerardo González Revilla.—Accésit: D. Alfonso Lozarao Ángulo.—Menciones honor í ñ c a s : D. José Soler y L a b e m i a y D. Julio Alonso Marcos. Escalafón de .inspectores provinciales de Sanidad, á los efectos del E e g l a m e n t o del mencionado Cuerpo, aprobado por E e a l orden de 15 de J u n i o de 1912 : 1, D . José Cali y Morros; 2, D . Aniceto Bercial y Gómez ; 3, D . W i s t a n o E o l d á n y Gutiérrez ; 4, D. Miguel Trallero y S a n z ; 5, D. Adolfo Eotler y YaUecillo; 6, D . J o s é Gadea y P r o ; 7, D . J u a n Morros García; 8, D. José Ciará P i n o l ; 9, D. Manuel Jimeno E g u r v i d e ; 10, don Mario González de Segoyia; 11, D . J u a n r — — '—"• • — Producto patentado en Australia, india, Japón, inglaterra, Bélgica, Francia, Suecia, Austria, Italia, Estados Unidos de América y Canadá. > Está preparado con ciertos hongos de la familia de los Aspergillus. Es el üuico fermento vegetal que lo mismo obra en medios ácidos, alcalinos que neutros; los demás fermentos utilizados hasta hoy carecen de esta notable propiedad. Sus propiedades peptonizantes son muy grandes: es muy rico en diastasa. Su acción se manifiesta de un modo seguro en todos aquellos casos en que la función digestiva está trastornada; puede emplearse sin temor en los niños de pecho, jóvenes y adultos. El DIGESTIN se presenta en el comercio en forma de polvo y tabletas; la dosis para los adultos es de 0,1 á 0,3 gs. polvo, ó bien una á tres tabletas; para los niños, la mitad. Mvestianiatiiitaspa losseiies lléiouue lanolitíten p \^ í ík fifS^i*^ lnn^n¡á>i*Ac al Wsilo peral y venta al poi mayor en España ^ * Y ^^ f^* • V I t í r d j l l i y i ; f l l l l » r U d * Sucesores de flifpedo Riera é Hijos (nombre regisfnado) israrpóles, i6S, Barcelona-* AOtJAS PURGANTES MINERALES DEPURATIVAS ANTIBIUOSAS Y ANTISÉPTICAS mum OE v^^x\lXr\D/^ r\ 16 ESPAÑA liostido r e n i á n d e z ; 12, T>. Mariano Morales Eillo; 13, D. Gamilo Castells y Ballespl; 14, don Francisco Laborde W i n t h u y s s e ; l o , don Luis Encina Candebat; 16, D . R o m á n García D u r a n ; 17, D. Gabriel Bonilla y BoniUa; 18, don Celestino Martín de Argenta; 19, D. Pablo Deo y B e n o s a ; 20, D. F e r m í n López de la Molina; 2 1 , D, F'lorencio Porpeta y Llórente; 22, D . Manuel López C o m a s ; 23, D . Miguel J . Fernández Alcaraz ; 24, D. Leonardo Eodrigo L a v í n ; 25, D . Carlos Ardil a y S a n d e ; 26, don J u a n Torres B o b i ; 27, O. Felipe Sáenz do C e n z a n o ; 28, D. Arturo Cubells B l a s c o ; 29, don Leopoldo Pérez Ordayo; ^'O, .1). Fernando Eubio M a r z o ; 3 1 , D . Miguel P e ñ a y L ó p e z ; 32, D.: J o s é García Villalba; 33, D . Valentín Matilla y PiniUo; 34, D. Adolfo Monfledo y Escudercí; 85, D . José Molina M a r t o s ; 36, don Julián Muñoz A t i e n z a ; 37, D. Mariano Sáinz García; 38, D . Tomás Aclia Briones; 3 9 ; don Domingo Aniel y Quiroga; 40, D . Francisco Blanco A r r a n z ; 4 1 , D . Andrés D u r a n y Lóp e z ; 42, D . León Carrasco G ó m e z ; 43, don Sinforiano Acinas Hortiguela; 44, D . Joaquín Febrel y E s t e r a ; 45, D . Francisco Llorca Llor e t ; 46, D . A n t d n i o F i g u e r o a ; 47, D . J u a n José González Peláez; 48, D . Carlos F e r r a n d ; 49, don Manuel Iglesias ; 60, D. Manuel Santos ; 51, D. Eduardo Méndez do C a ñ o ; 52, I). Aureliano Ximónez; 53, D. Francisco Bócaros; 54, D. Mariano Gómez Ulla, y 55, D. Emilio Domínguez. Poi Real orden (Z?. O. número 220) se nombra alumnos de la Academia Médico-Militar á los 35 aspirantes aprobados en todos los ejercicios, que SJC comprenden en la siguiente relación : D. Jesús Remacha Mozota, D. Manuel Pelayo Martín del Hierro, D . Francisco Tinoco Acero, D. Juan Ruiz Cuevas, D . José Iñesta Bas, don Manuel Amieba Escandón, D . Rafael López Diéguez, D. Rafael Fiol Paredes, D . José Moiya Ordóñez, D . Rafael Gómez Lachica, D. Policarpo Foca Plaza, D. Lorenzo Revilla Zancajo, don José Gamir Montejo, D . Juan Martín Rocha, D. Francisco Pérez Grant, D . Francisco Tarifa Mendoza, D . Tomás de la Rosa Cortina, D. Justo Vázquez de Vitoria, D. Jasé Fernández de la Portilla, D . Pedro Montilla Domingo, D. Isidro Garnica Jiménez, D. Salvador Vicente Estévez, D. Luis Gutiérrez Merino, D. Pedro González Rodríguez, D. Jacinto García Monje y Sánchez, D. José Oliveros Alvarez, D, Tomás Martínez Zaldí\-ar, D . Leopoldo Reínoso Trelles, D. José Blanco Hernández, D . Jerónimo Blasco Zabay, D. Joisé Barros Sanromán, D . Vicente Lloret Peral, D. Francisco Camacho Cánovas, D . Julián Rodríguez López y D. José de la Rosa Cortina. Reunión borrascosa y graves acuerdos. Cuando este número iba á entrar en prensa h a llegado hasta nosotrog ei! murmullo de algo trascendental, ocurrido en un Centro benéfico de esta corte. L a precipitación de última hora hace que sólo podamos dar detalles) incompletos. Sabemos que los profesores que prestan sus servicios en u n a ánstitución benéfica acordaron reunirse en sesión extraordinaria, invitando á ella á uno de sus colegas. 1 *?fJ!lP:L^„!'if5"!!.:¡ I ELIXIR POLIBROMURADO Instituto de uacunación de ternera. PflRfl bflS ENFERMEDADES NERVIOSAS Premiado con medalla de oro. Un tubo con vacuna para dos ó tree personas y lanceta 11 aséptica, 2 pesetas. m " Un wials con vacuna para diez- ó doce personas y lancetas ^ ¡I asépticas.7,50pesetas. n] I Un wials con vacuna para veinticinco personas y lance- [j n tas, 11,25 pesetas. nj I Precios especiales en los pedidos para cien personas en [jj n adelante.' a Se remiten á provincias \, 25. 4^ MADRID • MEDICA .25.1 1 II • I Cñim, • I AMARGOS REGULKRiZA Y fORTiflCA L05 NERVIOS Premiado en laM Exposiciones de París 1899 y Barcelona 1888. Universalmente recomendado por los médicos más eminentes. 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Mj médico tiene u n chico y quie¡re darle carrera, antes q u e médico, dice que quiere que se le muera. P a qué, p a q u é , p a qué estudié con t a n t o afán, si al fin y al cabo m e quedo ¡ los días 1 sin saber cómo es el p a n . 1 L a Bajita Cruz los valga! CURACIÓN RADICAL por la POMADA y el POLVO ^ del P R O F E T A Franco: ^^•"''^^ D ^ ^ ^ ' ' ^ ..,.r''^^^fí^\..rr'^'^ A w^.-- O ® peiela$ LIBROS RECIBIDOS Materia y fuerza, por D . Agustín Bravo, isxmacéutico de Cudillero (Asturias). Indudablemente, nuestros colegas, los farmacéuticos, saben hacer las cosas de tal modo qué bien pudieran servir de lección para los médicos. Un farmacéutico cultísimo ha distraído las horas plácidas de su vida provinciana realizando profundos estudios de mecánica universal, de energía, de materia, de electricidad, d e calor, de luz... y después, pausadamente, concienzudamente, literariamente, fué dando á conocer, en forma de artículos, los resultados curiosísimos de su investigación. Y luego tres farmacéuticos meritísimos, don Francisco Garcerá, D . Alejandro Moreno y don Gregorio López concibieron la idea de editarlos, en forma de un libro útil para los intelectuales, abriendo una suscripción que ellos encabezaron con crecidas sumas. Se editó el libro, y su autor, tan altruista como sabio, ha cedido sus derechos á la Caja del Montepío de Farmacéuticos titulares, acto muy digno de parangonarse con las meritísimas enseñanzas que acaudala Materia y fuerza. * ** £" IWM Fi'mací»» »Oroguírias depitsK. . 130. roa Aboakir, 130, ^ ' ' T h . FBtTSSE. I'hat"" if t" cla^s»-. PARÍS L a medicina hoy e n día se encuentra «desprestigia», porque aquellos que la ejercen los pobres n o ganan «na». P a qué, p a qué, p a qué estudié con t a n t o afán, si al fin y al cabo me quedo ¡ los días! sin saber cómo es el p a n . -•-•-•- OOPlkS Di LANCE ¡Cómo está ia profesión! Con música del «Ven y ven». * * * El día q u e yo asistí por vez primena á S a n Ciarlos, , debieron darme en la espalda siete m ' l quinientos palos. P a qué, p a qué, p a qué estudié con t a n t o afán si al ñ n y al cabo m e quedo j los días 1 sin saber cómo es el p a n . Las( consultas gratuitas s'rven para todo el mundo, sin fijarse sus doctores s: son ó no vagabundos. P a qué, p a qué, p a qué estudié con t a n t o afán, 'si al fin y al cabo me quedo ¡ los días! sin saber cómo es el p a n . * * * Materia y fuerza es de un inmenso valor cien- * * * SOCIETÉ FRANCAISE 9, Rué de ia Perle.—PARÍS Productos químicos y farmacéuticos puros. Sulfato de Quinina del Códex, S. 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ELIXIR GALLOL ^^e3ioaBQent^5robad^o^^RearaoademUniSSedictlna 7 Cirugía de Barcelona y recomendado adema» . p o r todas l a s eminencias médicas. asssBEíssa mfarlKaUutiet dé «Ma t^Hat, D. ¡Utftul CaUol, ka fingmtaá a SlUdr «M « M M » «1»« CdBol« 4 6«w «llMW^MtlMaB. I tr I—V^crtwiM para y » CÓLERA, TIFUS, DISENTERIA, etc. a O O P T A D O S O B R. O. POR BL niNISTBRIO OB MHRINa Y POR BL de Guerra, y recomendados por la Rftal Academia de Medlcln-a. Son falsas todas las cajas que no Ue-^en eu el prospecto insciipoión transpa.;, «> rente con los nomlires del medicamento y del autor. O iBl Wb N fUMtítt I ttlIMIW 1 tilico, y honra á la vez que á su autor á la clase íarmacóutica española. Ix>s pedidos deben hacerse á la Se(-retaría de la C'aia del Montcviío de 1 amiacóuticos titulares, paseo del Prado, 38,, entresuelo. Precio de cada ejemplar, cuatro -pesetas. 'acc&?Ueó ae TRIPERIE y^o^u/a^ ;. CÁDIZ.—Puerto 5erw«í?.;—Partido de Olvera. D e nueva creación. Con 1.500 pesetas. 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(\in 1.500 pesetas, asistencia á 155 familias pobr<ís. Igualas con 578 vecinos. Puede producir 5.000 pesetas. A 20 kilómetros de Toledo, con coche diario. Topografía llana. Solicitudes hasta si 18 de Diciembre. ZAMORA.—Peleas de AmSa.—Partido de Fuentesaúco. Por estai servida interinamente. Con 750 pesetas por asistencia á 30, familias pobres. Censo de población, 700 habitantes. Solicitudes hasta el 18 de Diciembre. VALLADOLID.—Castrotnembibre con Pobladura de Sotiedra. Partido de Mota del Marqués. Por renuncia. Con 1.000 pesetas. Asistencia á 20 familias pobres. Igualas, 1.75C de unos 90 vecinos de la cabecera, no señalando las que, produce el aneio. Exento de cargas,vecinales. Solicitudes hasta el 16 de Noviembre^-Vülafrades de C^OT'^^Í.^Partido de Villaioa. Por renuncia. Con 750 pesetas. Asistencia á cinco , familias pobreis. Igualas, 2.000 pesetas. Censo de población, 609 habitantes. —San Miguel del Pino con Villamarcial. Partido de Tordesillas. Con 750 pesetas pOr asistericia á 12 familias pobres. Solicitudes hasta el 12 de Noviembre. • Imprenta de A. Marzo, San Hermenegildo, 32. NUCLEARSITOL RQBIN FOSFO CREOSOTADA MEDICACIÓN NUCLEOFOSFATADA ARSENICAL (Nucleofostato de Cal y de Sosa metilarsínados) ANTITUBERGÜLOSQ, PODEROSO COMPRIiniDOS DOSIS ¡ 2 á 3 comprimidos dos veces! por día 4 l a s dos principnies comidas. Jo que hace 0,04 á 0,06 c e n t i g r a m o s d e metilai-sinato sódico p o r día- INYECTABLE Anlibac'lar, Tónica, Estimulanie de la nutrición. LINFATISMO, ESCRÓFULAS TUBERCULOSIS FIEBRES PALUDOSAS 'CAQUEXIA de los D O S I S : i á dos. inyecciones según los casos e n las 24 horas. ^^^^Venta REG^ONSTITUYENTE Por lljnar tres indicaciones ii.sustituíUes, por sus propiedades balsámicas y la especial eonibinación/js/o creosotada, perfe:tt mente tolerable, es un rredicaraeftto indispens.ilile en el trit?miento dclasafecciones del ai-aiatorespiratcrin, convalecencias difíciles y esta Joj consuntivos ea general. 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Un profesor de higiene d e l a Universidad de Klausenburg (Koloszvar), M. Gustavo Eigler, Ira heoho, según los periódicos húngaros, una invención sensacional. Después de seis años de experiencias, ha llegado á fabricar artificialmente una leche que, por su composición química y su valor nutritivo, tiene las mismas propiedades que l a mejor leche de vaca. E l profesor Eigler la obtiene empleando exclusivamente substancias vegetales por medio de u n aparato de sencillo mecanismo. Se introducen en éste varias especies de granos de los que se obtiene el líquido que él embotella. E s t a leche es blanca y su producción es 50 por 100 menos costosa que l a leche natural. Además, tiene u n gusto agradable, azucarado y sin el olor animal propio de algunas leches y que repugna á muchas personas. Siendo artificial dicha leche es naturalmente esterilizada, lo que impide l a propagación de los gérmenes de enfermedades. Se dice que en los hospitales húngaros se hacen actualmente ensayos para ©1 empleo práctico de esta invención, que s i d a buenos resultados, «será una de las m á s extraordinarias que se han hecho». La Eugenia prácHcaMuchas veces se h a n indicado, con razón. recordarlos. Según el número del 2 de Septiembre último, de. Journal of Amer. Med. Asodation, el hecho siguiente h a tenido lugar en Filadelfia. E n una reunión benéfica, con música y banquete, reunión en que se hallaban jóvenes de diez y seis á veintidós años, jugando á juegos inocentes, algunos premios se pagaban con besos. E s t a b a allí u n joTen de veintidós años, con u n chancro sifilítico en el labio y cuya naturaleza ignoraba, pero por el cual contaminó á siete señoritas, y otro joven fué también contaminado secundariamente. Total ocho personas infectadas del chancro del labio. E s t e hecho llegó á conocimiento del Consejo de higiene de Filadelfia; existe en este E s tado u n a antigua ley, en virtud de la qup todo individuo que se haya demostrado hai propagado una enfermedad infecciosa, puede ser sometidol á cuarentena. E l joven fué detenido, llevado al hospital municipal, y, con su consentimiento, tratado por el «606». El sueno del olvido. Mientras los Dres. Vicent y Chantemesse se congratulan de poder preservar á la Humanidad del virus tifoideo, y el Dr. Doyen trata de curarla del cáncer, y el Dr. Metchnikoff aspira á alargarle la existencia, una juventud descontenta, marchita y sin esperanza, se suicida con opio, morfina, cocaína, haxix y éter. Y la Prensa parisiense, á quien ya asustaba sobradamente la enorme disminución que. se observa en la natalidad francesa, se preocupa de los suicidios, len- Cxcelente ¡preparación, de gran utilidad para ios c o n v a l e c i e n t e s é indicada, por regla general, e n t o d o s los c a s o s d e Jispepsia, gastralgia, a n e mia, catarros g á s t r i c o s é intestinales, y s i e m p r e que la digestión s e e f e c t ú e de manera irregular. SANTALINO GAYOSO |j Cápsulas de sándalo y salol alcanforado. Para la curación de la Blenorragia, Cistitis, Catarros de la Vejiga y todos los flujos de los órganos getiitales sin necesidad de inyecciones. Esta nueva fórmula realiza la triple indicación balsámica de la esencia de sándalo, antiséptica del salo! y sedante del alcanfor; son de acción mucho más rápida y segura que todas las usadas de Sándalio, Copaiba, Cubeba, etc., y tienen sobre las de sándalo sólo, la ventaja de no producir la menor congestión sobre los riñones. 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N o tengo la idea de ser excepción; pero sí soy cuerda. No soy como los ilotas, de la antigüedad, que se embriagaban estúpidamente hasta perder la razón. Yo s.é dosificar y moderar mi intoxicación, y me contento con una dulce y continuada voluptosidad. Los más violentos venenos son excelentes remedios cuandO' se les administra en la medida conveniente. Yo aplico el método científico á mi intoxicación y no ceso de analizar los efectos con atención v curiosidad. Cuando empecé á saborear las alegrías del opio y las embriagueces del haxix, mi organismo estaba acostum^ brado á esos mismos venenos, parque al principio los absorbía en cantidades infinitesimales, y así pude evitar lo® accidentes que alcanzan á • gentes presurosas en demasía por conocer completamente el goce absoluto. Soy, pues, una intoxicada consciente y organizada, bien organizada en el aparente desorden de las costumbres. Si todos y todas tomasen las precauciones que he to- ( Laboratorio. 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Jamás, al pervertirme así, he perdido el sentido 5' la conciencia de mis actos, y cuenta que he conocido los goces más fuertes, l<x, sueños más dbliciosos, los ardores más exquisitos. Yo estimo que lo ignoran todos los que no han llevado á sus labios esta cpa encantada. Yo considero que han desperdiciado sus vidas los que no la consagraron' á la adoración de esos venenos sutiles, y me pregunto qué ha venido á hacer en el mundo.» Esta curiosa é interesante declaración, que tiene de fisiológica y de psicológica, no resuelve, á mi juicio, la cuestión. Más atinado me parece el diagnóstico del aludido médico que habló de penas del corazón, y también de penas pecuniarias ; que ya dijo Bartrina «que el que pierde, á su padre llora afligido, y el que pierde dinero se pega un tiro». El narcótico es el olvido, y procurar olvidar es un dbroího que no puede restringir una sociedad que todavía no ha logrado suprimir Irs penas del corazón ni las del bolsillo. Y así como la ley no se opone, porque su sanción sería inefectiva, á que el armero venda el arma que necesita el suicida, ni á que éste la emplee, en suprimirse violentamente, la ley no debiera oponerse á que el suicida, variando de procedimiento material, se suprima pocO' á poco-, sin ruido y sin dolor, con los narcóticos de las miserias humanas, soñando con olvidar... Luis Bonafoux. X^ ViNO ONA del Dr. Arisíegui. Quina-Kola, Acanthea, Virilis, Nuez vómica. Acido fosfórico. Es un tónico poderoso, un r e c o n s tituyente enérgico y un aperitivo excelente. Agradabilísimo al tomar. lli COW de Meilinna. Se ha recibido la circular para el X V I I Congreso Internacional de Medicina, que tendrá ¡u gar en Londres del 6 al 12 de Agosto de 1913, bajo el augusto patronato de S. M el Rey Jor ge V. La sesión solemne de apertura, que se realizará el 6 de Agosto en el Albert-Hall, es á cargo de S. A. R. el Príncipe Arturo de Connaught. Comité ejecutivo.—Presidente, Sir Thomas Barlow; tesoreros: G. H . Makins y Sir Dyce Duckworth; presidente del Comité, Sir Alf red iPearce Gould ; secretario general, Dr. W. P . Herringjiam. Ofidna central : Hinde Street, 13, London. Oficina de la Comisión permanente del Congreso Internacional de Medicina, La Haye (PaysBas), Hugo de Grootstraat, 10. Sesiones generales.—Tendrán lugar todos los días, exceptuando el sábado, en el Albert-Hall, dinrahte la duración del Congreso', á las cinco y media, y las sesiones tendrán el siguiente orden : Miércoles 6 de Agosto.-—«Medicina interna». Conferenciante, profesor Chauffard, de París. Viernes 8 de Agosto.—«Patología». Conferenciante, profesor Paul Ehrlich, de Francfort. Martes 12 de Ago.sto.— «Sanidad pública». Conferenciantes: profesores John Bunis, Harvey-Cushins, de Harvard.—-«Herencia». Conferenciante, W. Batcsen, F . R. S. El Congreso consta dfe 28 Secciones, y en la Sección 8.* corresponde la de «Obstetricia y Ginecología» en el siguiente orden : Presidente, Sir Franois H . Champneys; secretario, Herbert-Spencer. Jueves 7 de Agosto.—1." El tratamiento de la hemorragia placentaria (placenta previa y hemorragia accidental) en los últimos meses de la gestación. Ponentes : profesores Doderlein, Munich, y Essen-Moller, Londres. Viernes 8 de Agostoi.—2." Mortalidad infantil en las cuatro primeras semanas de vida. Ponentes : Dres. A. K. Chamers, Glascou ; HenriKolik, New-York ; Pinard, París. Lunes 11 de Agosto.—8.° Los rayos X y el radio en terapéutica ginecológica. Ponentes: Doctores Forcau de Cournelles, P a r í s ; Beruh-Kronig, Freiburg ; Alberts Schonber, Hamburgo. Martes 12 de Agosto.—4.° El cáncer del útero (cuerpo y cuello); técnica y resultados. Ponentes : Profesores Dr. D. de Ott, St. Petersbourg ; Dr. PoUoson, L y o n ; Fertheim, Viena. El número de comunicaciones anunciadas eS muy grande, y algunas de ellas interesantísimas. Se ha constituido el Comité español en la siguiente forma : Comité central.—Presidente, Recasens, Alcalá, 1 4 ; vicepresidente, Simonena, Orellana, 7 : vocales: Goyanes, Serrano, 8 0 ; Elicegaray, Ate cha, 2 2 ; Tapia, Alcalá, 6 2 ; Hernando, Lagasca, 11 ; Castro, Atocha, 89 y 91 ; Gómez Ocaña, Atocha, 127 ; Covisa (D. José), Lagasca, 11 ; Cifuentes, San Bernardo, 1 8 ; Ferná idez S a r i , Juan de Mena, íy ; Márquez, Puerta del Sol, 1 3 ; secretario, Covisa (D. Isidro), Atocha, ' 113. I Las pastillas BONALD | Enotanol Fosfatado del Dr. E. Tortosa. Sucedáneo del Aceite de Hígado de Bacalao. Combinación iodo, ácido tánico y lactofosfato de cal con vinos superiores de Jerez, Málaga y Naranjas.—Empleado con gran éxito contra el Raquitismo, Escrofulismo, Fosfaturia, Anemia, Tuberculosis incipiente, etc. IL Cada día tienen más aceptación las renombradas pastillas cloro-boro-sódicas BONALD, distinguido farmacéutico que fué el primero que elaboró dicho preparado. Curan toda elase de ronqueras, afonías, laringitis, faringitis, anginas y demás estados catarrales de las vías respiratorias. Su crédito es tan grande, que no sólo las recomiendan los médicos, sino que su fama alcanzó al público, que solicita las pastillas BONALD, seguro de obtener la curación. De venta en todas las Farmacias y en la del autor, BARQUILLO, 17.-MADRID. ^ LISTERINB PARA LA ANTISEPSIA Y PROFILAXIS DE LA BOCA Y FARINGE Es un compuesto de Eucalipto Baptisia, Gaulteria y Menta, y cada gramo contiene tres centf- ^^ gramos de ácido Benzo-borácico purificado y refinado. Jyj Preparado ideal como dentrífico de uso diario y en el tratamienio de estomatitis, aftas, tonsilitis é inflamaciones de la mucosa bucal. Fabricado por la «Lambert Pharmacal C°» en Saint Louis (Estados Unidos). De venta en todas las farmacias.—Recetas oListerine Lamberto para usar en coliitorios, mezclando una parte de Listerine en diez de agua. 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