POSGRADO Y DESARROLLO Arturo Pacheco Espejel * I. Desarrollo Hablar de la crisis por la que atraviesa la economía y la sociedad mexicana resulta ya chocante. Su análisis, o la simple mención de ella se ha convertido en el punto de partida obligado de todo trabajo de investigación. Desde el discurso oficial y a partir de la Administración Pública pasada, pero más claramente en la presente, se ha planteado un radical cambio estratégico, en relación al modelo anterior de desarrollo caracterizado por la sustitución de importaciones. Esta nueva estrategia está dirigida a convertir al país en una “potencia exportadora”, y el primer paso fue ingresar al GATT en 1985. Se instrumentó entonces, una reconversión industrial para hacer competitivos a nuestros productos en el mercado internacional. Actualmente se le llama a esta medida, modernización industrial, entendida como la actualización tecnológica de la planta productora. Con la exportación de nuestros productos se contará con las divisas necesarias para activar la inversión productiva y así generar más empleos. El resultado final será el incremento del nivel de vida de la población. Sin embargo cabrían las siguientes preguntas en términos de duda: ¿Realmente los países centrales nos facilitan la tecnología de punta? ¿Estará la planta productora nacional preparada para asimilar esa tecnología avanzada? Es decir, ¿su introducción en las empresas, las hará más productivas y competitivas? ¿Los países centrales nos permitirán introducir nuestros productos en sus mercados, tal como lo estamos permitiendo nosotros con los suyos?, ¿o instrumentarán medidas proteccionistas que impidan la “libre competencia”, tal como ya lo hacen actualmente? No hay que olvidad que los países industrializados lo son, no por contar con la tecnología avanzada, sino porque ellos mismos la producen, la utilizan y la exportan. Es por ello que la planaza tecnológica del desarrollo no puede consistir en la simple importación de la tecnología de punta, ya que, en el mejor de los casos cuando realmente lo que se importa sea tecnología de punta, esta medida solucionará sólo temporalmente el problema de la baja productividad de las empresas. ¿Cuánto tiempo?, tanto como el breve tiempo que transcurre entre una innovación y otra en los países exportadores de la tecnología. Después de ese tiempo se requerirá otra vez importar la nueva tecnología o de lo contrario se entrará irremediablemente en un proceso de obsolescencia industrial. Además, esta “solución” resulta ser muy costosa no sólo en términos económicos, sino también desde el punto de vista social y cultural. Cuando se importa una tecnología, se están * Sección de Graduados de la UPIICSA-IPN comparando también concepciones del mundo ajenas a nuestra realidad, y esto puede crear serios choques culturales que repercutan negativamente en los niveles de su utilización. En muchas ocasiones se compran más problemas que soluciones. Por otro lado está el problema de la distribución de la riqueza. Si una modernización, teóricamente, induce una mayor cantidad y mejor calidad de satisfactores, de ninguna manera asegura que éstos lleguen a la mayoría de la población. Se convierte, entonces, en condición necesaria, pero no suficiente para elevar el nivel de vida de la población. La modernización industrial, por sí sola no garantiza desarrollo socioeconómico y no sólo esto, sino que se corre el riesgo de reproducir el círculo vicioso de la dependencia tecnología. Nosotros consideramos que existe otro tipo de modernización que realmente conlleve a un desarrollo socioeconómico. Esta estrategia deberá basarse, también, en un actualización tecnológica, pero no tomando como referencia el avance tecnológico logrado por los países centrales, sino en términos de su adecuación a las necesidades de la población, de las grandes mayorías del país. Esta estrategia alternativa estará también encaminada al aumento de la productividad pero sin detrimento del empleo, lo que permitirá estimular la demanda del mercado interno, reactivándose la economía en su conjunto. El nivel de vida de los asalariados tenderá a incrementarse y con ello, la posibilidad de elevar los niveles educativos de la población; es decir, existirán las condiciones para intensificar la capacitación de la fuerza de trabajo. Así, dentro de esta estrategia que tiene a nuestro juicio una mayor posibilidad de generar desarrollo socioeconómico, la capacitación de la fuerza de trabajo adquiere otra dimensión. II. Posgrado Es claro que la capacitación de la fuerza de trabajo se puede dar dentro y fuera de la empresa; es decir, en la empresa o en la escuela. Dentro de la educación formal y aunque la capacitación de la fuerza de trabajo empieza en la educación elemental, podemos suponer como preparación propiamente para alguna área específica, a partir de la educación técnica, hasta el doctorado. La capacitación de la fuerza de trabajo se puede dar en dos direcciones: hacia la especialización (verticalmente) y hacia la actualización (horizontalmente). La actualización se entiende como renovación de los conocimientos en el área de especialización determinada; es decir, busca actualizar el conocimiento adquirido anteriormente dentro de la misma área de especialización. Con la especialización se pretende profundizar en un área específica del conocimiento. Cada eslabón hacia arriba de la pirámide de la especialización implica pasar de un área a una subárea más específica del conocimiento. Convencionalmente, por los estudios de posgrado se entiende tanto los estudios de actualización como los de especialización posteriores a los estudios de licenciatura. El Instituto Politécnico Nacional (IPN), por ejemplo, en su Reglamento de Estudios de Graduados, los define de la siguiente manera: ARTICULO 3 Son estudios de graduados los que se realizan después de los estudios de licenciatura y comprenden los cursos de actualización y especialización y los grados académicos de maestría y doctorado. ARTICULO 4 Los cursos de actualización tienen por objeto ofrecer la oportunidad de renovar conocimientos en determinadas disciplinas y especialidades, así como el de capacitar en las nuevas técnicas de la investigación científica y tecnológica. ARTICULO 5 Los cursos de especialización tienen por objeto preparar especialistas en las distintas ramas de una profesión determinada, mediante la realización de estudios de perfeccionamiento técnico-científico. ARTICULO 6 Los estudios de maestría tienen por objeto formar personal docente de alto nivel, capacitándolo en el ejercicio de actividades de investigación científica, tecnológica y educativa. ARTICULO 7 Los estudios de doctorado tienen por objeto preparar a los profesionales para desarrollar y dirigir la investigación científica, tecnológica y educativa. Como se puede apreciar, las actividades de investigación están presentes en la reglamentación, como origen y destino de los estudios de posgrado. Sin embargo, en la práctica no ha sucedido así. Existe un divorcio entre la investigación y la docencia. Esta situación es aún más grave debido a la ruptura que hay entre la industria y la escuela, lo que se manifiesta en una desactualización creciente de los planes de estudio. Lo que se enseña en las aulas muchas veces no corresponde con lo que se vive y requiere en las naves industriales. Aquí es importante distinguir entre los posgrados en áreas de la ciencia básica (biología, matemáticas) y los posgrados en áreas de la ciencia aplicada (ingeniería, administración). Para ambos tipos de posgrado, hacer investigación es de vital importancia. Por lo que toca al perfil del egresado existen diferencias de fondo. En los posgrados básicos, se buscará principalmente formar investigadores y docentes. En cambio en los posgrados aplicados se intenta formar cuadros para las empresas productoras de bienes y servicios. La necesidad de vincularse con la industria, como lo es para los posgrados aplicados, ya que, como se mencionó anteriormente, ignorar las necesidades del sector productivo se traduce inevitablemente, en desactualización. Es importante subrayar que debe existir una estrecha relación entre ambos tipos de posgrado principalmente a través de la investigación intercambiando conocimientos. III. Posgrado y desarrollo Con esta caracterización de los estudios de posgrado se deberá responder a las necesidades que señale la estrategia alternativa de desarrollo aquí planteada, en términos de actualización y especialización de la fuerza de trabajo. Para lograr en la práctica que las partes de esta cadena cumplan con su función es necesario que se lleven a cabo algunas medidas como las que a continuación proponemos: La columna vertebral de los posgrados básicos debe ser la investigación, y la de los aplicados, la vinculación con la industria. Los posgrados aplicados deberán estrechar su intercambio con las industrias pequeñas y medianas mexicanas a través de sus egresados y cursos de actualización, para lo cual deberá realizar permanentemente diagnósticos para detectar tales necesidades. Se deberá incrementar el presupuesto otorgado por el estado a los posgrados básicos con el fin de fortalecer y activizar sus laboratorios.