Bodas de sangre.

Anuncio
Bodas de sangre.
Federico García Lorca nos muestra una obra escrita a partir de un hecho real ocurrido en Almería, España, en
1928, bodas de sangre. Esta obra ha sido montada bajo la visión del director teatral Andrés Céspedes, quien
nos representa un desenvolvimiento de la obra, en un ambiente puramente con cultura campesina.
En esta obra se debate el amor de una mujer entre la razón y la pasión. Por un lado está su compromiso
conyugal (la razón) y por otro el hecho que la arrastra a abandonar su relación el mismo día de la boda (la
pasión).
La pasión se desenvuelve como una locura desesperada y sin salida, en donde no se razona en el daño que se
pueda causar. Quizás el amor que hubo antes, fue un amor bello e inolvidable. Fue un amor con encanto y sin
engaños, en donde se necesitaba de la verdad para estar juntos por siempre, sin embargo, un tropiezo en las
nubes de la pasión, lo lleva a un enredo que termina con traición.
La pasión es un sentimiento muy doloroso, en donde la persona herida por esa traición se destroza dejando
caer sus lágrimas en cada momento, dándonos a conocer la tragedia que al final vendrá. La pasión se nos
ejemplifica como una enfermedad o padecimiento sin razón. En esta obra se provoca un conjunto de
fenómenos pasivos del alma, generando un estado afectivo: cólera, envidia, temor, piedad, amor, rencor, etc.,
es decir, una pasión.
La pasión se demuestra como algo muerto, un sentimiento por el cual se lucha, una obsesión, es un amor
pasado, pero inalcanzable. Todo se transforma en estar con la persona amada en cada momento, es una
especie de embriagades en el cerebro y el corazón. No se nos presenta como algo cotidiano, sino que un
sentimiento fuera de lo común en nuestros tiempos. Es un arma muy peligrosa, que se debe saber utilizar y no
se debe transformar en una tragedia, sino más bien en una experiencia.
Esta tragedia, en la cual, la mayor parte del tiempo se relaciona con la pasión, no nos deja recapacitar de
acuerdo a la razón.
La única razón que se presenta, es la del compromiso con la persona que se ama. Un compromiso con verdad
y sin mentiras, sin embargo, la mujer traiciona este acuerdo mutuo, dejándose llevar por el instinto más fuerte
que puede existir la pasión, no piensa en el daño que causa.
Como todo caballero traicionado, el novio debe mantener su honor, es aquí en donde la tragedia por culpa del
engaño nos envuelve y seduce, observamos atentos y nos dejamos llevar a la cúspide de la obra, aquí se nos
muestra la sangre después de la boda, el honor del caballero campesino y el dolor de la familia por esta
traición.
La pasión solo causo una tragedia, que trajo consigo la muerte, nunca se ha visto una pasión tan desgarradora
y lamentable. Una obsesión tan ciega, que no piensa las cosas con coherencia.
Si fue una boda de sangre no hay más culpable que la pasión, aquella que se nos presento como un callejón sin
salida, como una desesperación aun más grande que la muerte. Hemos visto como un simple sentimiento o
capricho para algunos, trajo sufrimiento y dolor a otros.
La pasión todo lo contrario a la razón, como agua y aceite, por ende, se debe amar sin pensar.
1
Descargar