- Revista Boliviana de Derecho

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0240/2016-S2
Sucre, 21 de marzo de 2016
SALA SEGUNDA
Magistrada Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de libertad
Expediente:
13291-2015-27-AL
Departamento:
Cochabamba
En revisión la Resolución 21/2015 de 1 de octubre, cursante de fs. 118 a 121 vta., pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Jofrey Yerey Montaño Claros contra Oscar Flores Zeballos, Juez Segundo de
Instrucción en lo Penal de Quillacollo del departamento de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 30 de septiembre de 2015, cursante de fs. 26 a 32, el accionante manifestó lo
siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Como emergencia del proceso penal seguido por el Ministerio Público a querella de Adrián Peña Olivera, en
su contra y otros coimputados, por la presunta comisión del delito de estafa, a través de Resolución de 21 de
octubre de 2014, presentada ante el Juez Segundo de Instrucción en lo Penal de Quillacollo -ahora
demandado-, fue formulada imputación formal contra todos ellos, solicitando la aplicación de la medida
cautelar de detención preventiva; con la cual, habiendo sido notificados los sindicados incluida su persona,
cada uno por cuerda separada, formularon incidentes y excepciones de previo y especial pronunciamiento
contra la imputación opuesta, interponiendo: a) Por memorial de 26 de noviembre de 2014, Joaquín Rolando
Lafuente Beramendi, incidente impugnatorio, impetrando la nulidad de la imputación formal; b) Su persona,
por escrito de 18 de diciembre de igual año, presentó incidente de actividad procesal defectuosa, pidiendo se
disponga la nulidad de la imputación formal; y, c) Joaquín Rolando Lafuente Beramendi, por memorial de
fecha 20 de enero de 2015, interpuso excepción de incompetencia; los cuales, por Autos de 30 de junio del
referido año, emitidos por la autoridad ahora demandada, fueron rechazados.
Aduce que si bien el Juez demandado, en el Auto de rechazo de la excepción de incompetencia opuesta por
el co-imputado Joaquín Rolando Lafuente Beramendi, además de haber señalado audiencia de aplicación de
medidas cautelares personales para el 4 de agosto de 2015, a horas 16:30, también emitió conminatoria al
Fiscal Departamental, para presentar el requerimiento conclusivo de la etapa preparatoria en el plazo de cinco
días, bajo prevención de extinguir la acción penal; presentada que fue por Mario Mariscal Rodríguez, Fiscal de
Materia, la Resolución de sobreseimiento de 9 de “junio” de igual año, sobreseyendo al nombrado imputando,
dicha autoridad también formuló requerimiento conclusivo de acusación formal el 9 de junio de 2015, contra
su persona y Juan Mamani Escalante, por la presunta comisión del delito de estafa que según el cargo de
recepción fue presentado en realidad el 9 de julio del indicado año, a horas 18:22; ameritando que, por Auto
de 22 de igual mes y año, el Juez demandado, dispusiera que las actuaciones pertinentes fuesen remitidas al
Tribunal de Sentencia Penal de turno vía repartos, ordenando entre otros el archivo de obrados.
Sin embargo de ello, la autoridad judicial demandada no obstante haber dispuesto la clausura de la etapa
preparatoria, sin dar cumplimiento a la remisión del proceso y a los nueve días hábiles siguientes de haber
determinado el archivo de obrados, de manera ilegal y arbitraria abrió nuevamente su competencia por Auto
de 4 de agosto de 2015, con la única finalidad y propósito de conocer y resolver la solicitud de aplicación de
medidas cautelares, emitiendo ilegalmente declaratoria de rebeldía contra su persona, en cuya virtud se libró
mandamiento de aprehensión el que se encuentra vigente, sin considerar que no fue legamente notificado
con el señalamiento de la aludida audiencia, por cuanto no tuvo conocimiento real y efectivo de ese actuado
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procesal por haber sido practicada la diligencia de notificación en su domicilio procesal; cuando debió haber
dejado sin efecto el señalamiento de la referida audiencia y permitir que sea el Tribunal de Sentencia Penal
de Quillacollo quien determine dicha situación; toda vez que, en derecho, lo accesorio sigue la suerte de lo
principal, inobservando además que el art. 44 del Código de Procedimiento Penal (CPP), establece que la
competencia penal de los jueces y tribunales es improrrogable; es decir que, dicho acto procesal debió ser
considerado y resuelto antes de la presentación del pliego acusatorio y fundamentalmente antes de emitir la
orden de remisión del proceso.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
El accionante señala como lesionados sus derechos a la seguridad jurídica y al debido proceso vinculado a la
libertad de locomoción; citando al efecto los
arts. 22, 23.I, 115.I, 117.I, 178.I y 180.I de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se le conceda la tutela, disponiéndose: 1) El cese inmediato de la persecución indebida, y sea anulando
el Auto de 4 de agosto de 2015; y, en consecuencia, se declare sin efecto y valor legal alguno el mandamiento
de aprehensión de 5 de igual mes y año, ambos emitidos por la autoridad demandada; y, 2) Se determine la
existencia de responsabilidad civil y penal, además de la calificación de daños y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 1 de octubre de 2015, según consta en el acta cursante de fs. 116 a 117, se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante a través de su abogado ratificó in extenso su memorial de demanda.
I.2.2. Informe de la autoridad demandada
Oscar Flores Zeballos, Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del Quillacollo del departamento de
Cochabamba, a través de informe escrito cursante a fs. 36 y vta., señaló lo siguiente: i) Habiendo el ahora
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accionante presentado incidente de actividad procesal defectuosa y nulidad de la imputación formal, previos
los trámites procesales, su autoridad emitió la Resolución de 30 de junio de 2015, además de otra
determinación de la misma fecha, resolviendo una excepción de incompetencia opuesta por uno de los coimputados, ahora sobreseído, Joaquín Rolando Lafuente Beramendi, determinando en la parte dispositiva de
dicha Resolución, que siendo el estado de la causa se programaba audiencia de medida cautelar para los
imputados Juan Mamani Escalante, Joaquín Rolando La Fuente Beramendi y Jofrey Yerey Montaño Claros señalando expresamente sus nombres-, a realizarse el 4 de agosto del indicado año, a horas 16:30; ii) La
Resolución emitida el 30 de junio del citado año, no era de carácter definitivo; además, la parte que dispone
la programación de audiencia sólo atañía al desarrollo procesal del estado de la causa; por lo que, las
notificaciones fueron practicadas en el domicilio procesal establecido; iii) El ahora accionante fue notificado
en su domicilio procesal, conforme se tiene de la respectiva diligencia, de modo que el Auto de declaratoria
de rebeldía es absolutamente legítimo y legal; y, iv) Niega que al haberse presentado la acusación, hubiese
perdido competencia para llevar a cabo la audiencia de medidas cautelares, por cuanto su programación (30
de junio de 2015) fue anterior a la presentación de la acusación, efectuada el 9 de julio del indicado año, por
cuanto además de conformidad a lo establecido en las SSCC 1333/2005-R y 1675/2001-R, no cesa la
competencia cuando se hubo programado cualquier género de medidas cautelares personales antes de la
radicatoria de la causa; entendimiento por el cual, al haberse programado con anterioridad la audiencia
impugnada, dicho actuado se llevó a cabo, donde no comparecieron lo imputados; por lo que, al haber sido el
propio accionante quien en conocimiento, quiso suplir su propia negligencia o de su abogado patrocinante
con la presente acción de libertad, pide se deniegue la tutela impetrada.
I.2.3. Resolución
El Juez de Partido, Penal, Liquidador y Sentencia de Quillacollo del departamento Cochabamba, constituido
en Juez de garantías, por Resolución 21/2015 de 1 de octubre, cursante de fs. 118 a 121 vta., “denegó” la
tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: a) El ahora accionante desde la imputación formal vino
ejerciendo su derecho de defensa, señalando inclusive domicilio procesal; además, de haber solicitado la
suspensión de la audiencia en razón a que su abogado defensor se encontraba en otro actuado judicial,
estableciéndose que el acusado en ningún momento estuvo en estado de indefensión y por ende tampoco
existe vulneración al debido proceso, no siendo viable la presente acción de defensa en razón a que no cumple
con el segundo requisito para establecer la lesión al referido derecho; y, b) El señalamiento de audiencia para
considerar la petición de aplicación de medidas cautelares de carácter personal solicitada por la representante
del Ministerio Público fue señalada con anterioridad a la presentación del requerimiento conclusivo
acusatorio, que la audiencia señalada para el 4 de agosto de 2015, lo cual fue de conocimiento del ahora
accionante; consecuentemente, la obligación del mismo era presentarse a dicho actuado judicial y plantear lo
que en derecho correspondía; toda vez que, todo ciudadano que tiene conocimiento de un actuado judicial
tiene la obligación de presentarse y en el caso que nos ocupa el ahora accionante no se presentó al mismo,
motivando la declaratoria de rebeldía; consecuentemente, el Juzgador como es la autoridad demandada
declaró su rebeldía dentro el marco de lo que establece la ley, máxime si se tiene en cuenta que el cuaderno
principal fue remitido al Tribunal de Sentencia Penal el 7 del indicado mes y año, y que la causa penal fue
radicada el 12 del mencionado mes y año; consiguientemente, los actos emitidos por el Juez cautelar
demandado se encuentran enmarcados dentro de lo establecido por ley, y efectivamente tiene competencia
para resolver la solicitud de aplicación de medidas cautelares de carácter personal; por lo que, bajo estos
antecedentes la acción de libertad interpuesta resulta inviable.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en el expediente, se establece lo siguiente:
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II.1. Dentro del proceso investigativo seguido a querella de Armando Pacheco Sánchez en representación
legal de Adrián Peña Olivera contra Jofrey Yerey Montaño Claros -ahora accionante- y otros, por la presunta
comisión del delito de estafa, mediante memorial de 21 de octubre de 2014, ante el Juez Segundo de
Instrucción en lo Penal de Quillacollo -ahora demandado-, María Luz Pérez Vargas, Fiscal de Materia asignada
al caso, imputó formalmente al nombrado imputado y otros sindicados, por los delitos atribuidos, solicitando
su detención preventiva (fs. 5 a 7 vta.).
II.2. Contra la resolución precedente, según antecedentes procesales fueron presentados los siguientes
incidentes: 1) Por memorial de 26 de noviembre de 2014, Joaquín Rolando Lafuente Beramendi, incidente
impugnatorio, impetrando la nulidad de la imputación formal; 2) Su persona, por escrito de 18 de diciembre
de igual año, incidente de actividad procesal defectuosa, pidiendo se disponga la nulidad de la imputación
formal; y, 3) Nuevamente Joaquín Rolando Lafuente Beramendi, por memorial de fecha 20 de enero de
2015, interpuso excepción de incompetencia (fs. 8 a 9 vta., 11 a 14, y 15 a 16).
II.3. Mediante Auto interlocutorio de 30 de junio de 2015, el Juez Segundo de Instrucción en lo Penal de
Quillacollo, rechazó el incidente opuesto por Jofrey Yerey Montaño Claros, de defectos absolutos a la
Resolución de la imputación formal de 21 de octubre de 2014, declarándolo manifiestamente malicioso y
dilatorio, por su emergencia de interrupción de plazos de prescripción de la etapa preparatoria; señalando
expresamente conforme lo establecido por los arts. 403.2 y 404 del CPP, que la Resolución era susceptible del
recurso de apelación incidental en el plazo de tres días; asimismo, por Resolución de igual fecha, en lo
principal, rechazó in límine, la excepción de incompetencia por razón de materia deducido por Joaquin
Rolando Lafuente Beramendi; señalando por otra parte que, siendo el estado de la causa, para considerar la
situación jurídica del nombrado imputado, Juan Mamani Escalante y Jofrey Yerey Montaño Claros, señaló
audiencia de aplicación de medidas cautelares para el 4 de agosto de 2015, a horas 16:30, puntualizando que
tomando en cuenta que la Resolución de la imputación formal era de 27 de octubre de 2014, los imputados
fueron notificados personalmente tanto en sede fiscal cuanto en sede judicial el 26 de noviembre de 2014, a
la fecha se encontraba fenecida la etapa preparatoria; por lo que, conminó al Fiscal Departamental presentar
el requerimiento conclusivo de la etapa preparatoria en el plazo de cinco días, bajo prevención de extinguirse
la acción. Notificándose al ahora accionante con dicha determinación el 3 de julio de 2015, en su domicilio
procesal (fs. 11 a 17).
II.4. A través de requerimiento de 9 de julio de 2015, Mario Mariscal Rodríguez, Fiscal de Materia asignado al
caso, presentó ante el Juez Segundo de Instrucción en lo Penal de Quillacollo acusación formal, solicitando se
dicte sentencia condenatoria contra el imputado Jofrey Yerey Montaño Claros y otro, por la presunta comisión
del delito de estafa, previsto y sancionado por el art. 335 del Código Penal (CP), con costas, daños y perjuicios;
asimismo, estando el proceso sometido a procedimiento común, impetró se disponga la remisión de
antecedentes ante el Tribunal de Sentencia Penal de Quillacollo a fin de que se realice el juicio oral público,
continuo y contradictorio. Pidiendo en su otrosí que encontrándose los nombrados imputados con libertad
irrestricta, se señale audiencia de medidas cautelares; en mérito a lo cual, mediante proveído de 22 de julio
de 2015, dispuso que las actuaciones pertinentes fuesen remitidas al Tribunal de Sentencia Penal de turno vía
repartos, debiendo a dicho fin proveerse las fotocopias necesarias dentro del plazo de veinticuatro horas (fs.
18 a
21 vta.).
II.5. Cursa acta de audiencia pública de aplicación de medidas cautelares y consiguiente declaratoria de
rebeldía de 4 de agosto de 2015, emitida por el Juez Segundo de Instrucción en lo Penal de Quillacollo; por la
cual, previo informe de secretaría, ante la inconcurrencia de Jofrey Yerey Montaño Claros, declaró su rebeldía,
ordenando se expida mandamiento de aprehensión en su contra alegando que mediante Resolución de 30 de
junio de 2015, fue programada dicha audiencia para el 4 de agosto del indicado año, a horas 16:30, por
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diligencia de fs. 241 y 242 del expediente original, fue notificado legalmente al ahora accionante; sin embargo,
no asistió a la audiencia, lo que constituye una desobediencia judicial; toda vez que, no presentó justificativo
legal y legítimo alguno antes o a tiempo de la audiencia (fs. 22 y vta.).
II.6. Cursa mandamiento de aprehensión expedido el 5 de agosto de 2015, contra Jofrey Yerey Montaño
Claros, por Oscar Flores Zeballos, Juez Segundo de Instrucción en lo Penal de Quillacollo, ordenando su
aprehensión a cualquier funcionario público hábil no impedido del departamento de Cochabamba, ordenado
por Auto de 4 de igual mes y año (fs. 24).
II.7. A través de nota de 7 de agosto de 2015, el Juez demandado, remitió el cuadernillo procesal ante el
Juzgado de Sentencia Penal de turno de Quillacollo, en cumplimento al Auto de 22 de julio de igual año, el que
fue radicado en el Tribunal Primero de Sentencia Penal de Quillacollo el 11 de agosto del mismo año, a horas
11:55, según formulario de sorteo IANUS 309101201506906 (fs. 25 y 88).
III.
FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la seguridad jurídica y al debido proceso
vinculado a la libertad de locomoción; alegando que, dentro del proceso penal seguido por Ministerio Público
contra su persona y otros imputados por la presunta comisión del delito de estafa, el Juez ahora demandado,
no obstante haber rechazado a través de Auto de 30 de junio de 2015, la excepción de incompetencia opuesta
por uno de los coimputados, señaló alternativamente audiencia de aplicación de medidas cautelares para el
4 de agosto de igual año, a horas 16:30, además de emitir conminatoria al Fiscal Departamental para presentar
requerimiento conclusivo de la etapa preparatoria en el plazo de cinco días bajo prevención de extinguir la
acción penal; ante cuya emergencia, el 9 de julio de 2015, el Fiscal de Materia asignado a la investigación
presentó dos requerimientos, uno determinando sobreseimiento en favor del nombrado
co-imputando
y otro de acusación formal contra su persona y Juan Mamani Escalante, ameritando que por Auto de 22 de
igual mes y año, el Juez demandado dispusiera que las actuaciones pertinentes fuesen remitidas al Tribunal
de Sentencia Penal de turno, así como el archivo de obrados; sin embargo, a pesar de lo determinado y de
haber perdido competencia al declarar fenecida la etapa preparatoria, ilegal e indebidamente instaló la
audiencia de aplicación de medidas cautelares antes señalada y ante su inconcurrencia declaró su rebeldía
ordenando se expida mandamiento de aprehensión en su contra, sin que su persona tuviese conocimiento
real y efectivo del señalamiento de dicha audiencia de medidas cautelares por haber sido practicada la
diligencia de notificación de manera ilegal en su domicilio procesal.
En consecuencia, en revisión corresponde establecer si los hechos denunciados son evidentes, a objeto de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1.
Sobre la competencia de los tribunales de sentencia para conocer la aplicación, modificación o
sustitución de medidas cautelares
Respecto a las atribuciones de la autoridad jurisdiccional para para conocer y resolver la aplicación o
modificación de medidas cautelares una vez concluida la etapa preparatoria, la SCP 0942/2014 de 23 de mayo,
precisó que: “En relación a la competencia para conocer y resolver la aplicación, modificación o sustitución de
medidas cautelares durante la etapa preparatoria y juicio oral por los juzgados de instrucción en lo penal y los
jueces o tribunales de sentencia, la SC 1167/2011-R de 29 de agosto, estableció: ‘Con relación a los jueces que
se consideren incompetentes para conocer una solicitud de cesación de la detención preventiva, el Tribunal
Constitucional en la
SC 0745/2007-R de 24 de septiembre, estableció: «En el mismo sentido,
tratándose de solicitudes de cesación de la detención preventiva, la jurisprudencia también ha establecido
que el Juez a cargo del control jurisdiccional puede resolver esas solicitudes no obstante haberse presentado
acusación, conforme razonó este Tribunal en la SC 0487/2005-R de 6 de mayo: '…el mismo día señalado para
la audiencia de consideración de cesación de detención preventiva, se sorteó la causa al Tribunal Tercero de
Sentencia, a raíz de la acusación formal presentada por el Ministerio Público contra el recurrente y otros co
imputados el día 29 de marzo de 2005; motivo por el cual la autoridad recurrida se negó a considerar la
solicitud con el argumento de haber perdido competencia; cuando al margen de la demora injustificada, debió
proceder a su consideración, sobre todo tomando en cuenta que ya existía audiencia señalada al efecto y
todavía no se procedió a la radicatoria de la causa ante el mencionado Tribunal de Sentencia, toda vez
conforme lo ha establecido este Tribunal conformidad al art. 54.1 del CPP, en relación a los arts. 302 y 223 del
CPP, la autoridad competente para resolver la aplicación, modificación o sustitución de medidas cautelares y
sus emergencias, en la etapa preparatoria, es el Juez de Instrucción en lo Penal que está a cargo del control
jurisdiccional de la investigación. Concluida esta etapa y presentada la acusación, es competencia del juez o
Tribunal de Sentencia que conoce la causa, tramitar las solicitudes sobre la aplicación o modificación de dichas
medidas cautelares…'.
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Conforme al entendimiento antes anotado, toda solicitud vinculada a la libertad del imputado, debe merecer
un trámite acelerado, y, por la importancia de ese derecho, es posible que el juez o tribunal, aun
considerándose incompetente, pueda resolver una solicitud de medidas cautelares cuando con carácter
previo fijó audiencia para la consideración de esas medidas»'.
En ese sentido, a través de la jurisprudencia referida se ha determinado que la autoridad jurisdiccional para
conocer y resolver la aplicación o modificación de medidas cautelares una vez concluida la etapa preparatoria
es el juez o tribunal de sentencia, autoridad que ejerce control jurisdiccional dentro del proceso.
En relación a la supuesta pérdida de competencia del juez o tribunal de sentencia, a causa de la existencia de
un nuevo sorteo o de una disposición que resuelva la remisión del proceso ante otro juzgado, la misma
jurisprudencia citada determinó que es el juez o tribunal de sentencia que conoció la solicitud de medida
cautelar, quien antes de remitir el proceso ante el juzgado correspondiente, deberá conocer y resolver la
misma; es decir, en tanto el proceso aún no se haya radicado en el juzgado o tribunal de sentencia al cual
debe ser remitido, todas las solicitudes relacionadas a medidas cautelares, en virtud al carácter fundamental
y primordial del derecho a la libertad, deben ser resueltas independientemente de que este haya perdido
competencia en el proceso” (el resaltado fue añadido).
III.2.
Presupuestos de activación de la acción de libertad
La previsión contenida en el art. 23.I de la CPE, categóricamente determina que toda persona tiene
derecho a la libertad y seguridad personal, la que podrá ser sólo restringida en los límites señalados por ley,
para lograr el descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales; por su
parte, el art. 13.I de la Ley Fundamental, dispone que los derechos reconocidos por la Constitución, son
inviolables, universales, interdependientes, indivisibles y progresivos, siendo deber del Estado el promoverlos,
protegerlos y respetarlos.
La Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento que forma parte del bloque de
constitucionalidad, en su art. 8, establece el derecho de toda persona a contar con un recurso efectivo ante
los tribunales competentes, para resguardar sus derechos, criterio también recogido por el art. 25 de la
Convención Americana Sobre Derechos Humanos.
En este marco, el art. 125 de la CPE, establece: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que
es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá
interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se
guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya
su derecho a la libertad”.
En cuanto a los presupuestos de activación de esta acción tutelar, la SCP 2171/2013 de 21 de noviembre,
precisó que: “La acción de libertad es una garantía constitucional de carácter jurisdiccional idónea y efectiva
para resguardar los derechos a la vida, a la integridad física, a la libertad personal y a la libertad de circulación,
no estando sujeta al agotamiento previo de medios o recursos legales; además, su procedencia se encuentra
prevista en el art. 47 del CPCo, que establece que esta acción procede cuando cualquier persona crea que: ‘1.
Su vida está en peligro; 2. Está ilegalmente perseguida; 3. Está indebidamente procesada;
4. Está
indebidamente privada de libertad personal’.
Consecuentemente, la activación directa de la protección que brinda la acción de libertad para reparar de
manera inmediata y eficaz los derechos que resguarda, está enmarcado dentro los límites fijados por la
Constitución Política del Estado y el Código Procesal Constitucional.
La SCP 0031/2012 de 16 de marzo, siguiendo el entendimiento de las SSCC 004/2011-R y 0100/2011-R entre
otras, al referirse a la acción de libertad señaló: ‘…se constituye en una garantía jurisdiccional esencial, pues
su ámbito de protección ahora incorpora al derecho a la vida -bien jurídico primario y fuente de los demás
derechos del ser humano- junto a la clásica protección al derecho a la libertad física o personal, la garantía del
debido proceso en los supuestos en que exista vinculación directa con el derecho a la libertad física y absoluto
estado de indefensión (SC 1865/2004) y el derecho a la libertad de locomoción, cuando exista vinculación de
este derecho con la libertad física o personal, el derecho a la vida o a la salud (SC 0023/2010-R)” (el resaltado
fue agregado).
III.3.
Análisis del caso concreto
En el presente caso el accionante identifica como acto lesivo de sus derechos invocados el Auto de 4
de agosto de 2015, pronunciado dentro el proceso penal que le sigue el Ministerio Público por el supuesto
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delito de estafa, sosteniendo que el Juez demandado, por Auto de 30 de junio del indicado año, rechazó la
excepción de incompetencia opuesta por el co-imputado Joaquín Rolando Lafuente Beramendi, además de
señalar audiencia de aplicación de medidas cautelares para el 4 de agosto de igual año, a horas 16:30 y a su
vez emitió conminatoria al Fiscal Departamental, para presentar el requerimiento conclusivo en el plazo de
cinco días bajo prevención de extinguir la acción penal; lo que motivó que el 9 de julio de 2015, el Fiscal de
Materia asignando al caso presente el respectivo requerimiento emitiendo sobreseimiento en favor del
nombrado imputando y requerimiento conclusivo de acusación formal contra el ahora accionante y Juan
Mamani Escalante, dando lugar a que por Auto de 22 de igual mes y año se dispusiera la remisión de
actuaciones al Tribunal de Sentencia Penal de turno, así como el archivo de obrados. Sin embargo, el Juez
demandado, a pesar de haber dispuesto con dicho actuado la clausura de la etapa preparatoria y por ende,
estar concluida su competencia; omitiendo dar cumplimiento a la remisión del proceso, de manera ilegal y
arbitraria abrió nuevamente su competencia pronunciando el Auto de 4 de agosto de 2015, motivo de la
presente acción tutelar, con la finalidad de conocer y resolver la solicitud de aplicación de medidas cautelares
y emitir una declaratoria de rebeldía ilegal contra su persona, librándose en consecuencia mandamiento de
aprehensión, sin considerar además que no fue legamente notificado con el señalamiento de la aludida
audiencia, por haber sido practicada la diligencia de notificación en su domicilio procesal, cuando lo correcto
era dejar sin efecto el señalamiento de la referida audiencia y permitir que sea el Tribunal Primero de
Sentencia Penal de Quillacollo, quien determine con plena competencia su situación procesal.
De los actuados procesales antes señalados, se advierte que los hechos denunciados como ilegales y
arbitrarios por el ahora accionante no son evidentes; por cuanto si bien es cierto que de acuerdo a los
razonamientos expresados en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, que determina que la autoridad jurisdiccional para conocer y resolver la aplicación o
modificación de medidas cautelares, una vez concluida la etapa preparatoria, es el juez o tribunal de sentencia
penal como autoridad que en la fase subsiguiente ejerce control jurisdiccional del proceso; sin embargo, la
misma jurisprudencia expresa como excepción a esta regla, que tratándose de la aplicación, modificación o
sustitución de medidas cautelares, el juez a cargo del control jurisdiccional puede resolver las referidas
solicitudes, no obstante haberse presentado acusación formal, sobre todo si ya existía audiencia señalada al
efecto y todavía no se hubiere procedido a la radicatoria de la causa ante el Tribunal de Sentencia Penal de
turno, supuesto que concurre en el caso en análisis; cuando de antecedentes se tiene que, la audiencia de
aplicación de medidas cautelares de 4 de agosto de 2015, por una parte fue señalada con anterioridad a la
presentación del requerimiento conclusivo de acusación formal; y por otra, que dicho actuado fue celebrado
antes de que los antecedentes del caso fueran remitidos al Tribunal Primero de Sentencia Penal de Quillacollo
del departamento de Cochabamba, lo que permite inferir que el referido actuado procesal se efectuó en el
marco de las previsiones contenidas en los arts. 54.1, 223 y 302 del CPP, que establecen que la autoridad
competente para resolver la aplicación, modificación o sustitución de medidas cautelares y sus emergencias,
en la etapa preparatoria, es el juez de instrucción en lo penal que está a cargo del control jurisdiccional de la
investigación.
En cuanto a la denuncia de declaratoria de rebeldía del accionante, dispuesta en el citado Auto de 4 de agosto
de 2015, fue de igual forma una actuación arbitraria e ilegal; de antecedentes se tiene que, el Juez demandado
al declarar rebelde al accionante ante su inconcurrencia a la audiencia de aplicación de medidas cautelares
señalada para la indicada fecha -4 de agosto de 2015-, y disponer las medidas inherentes a ese acto procesal,
no incurrió en vulneración del derecho a la libertad del acusado -ahora accionante-, ni mucho menos puso en
riesgo su libertad de locomoción; por cuanto la exigencia de que la notificación con el acto de señalamiento
de audiencia de medidas cautelares no haya sido practicada en forma personal, no es un justificado que
tenga un sustento legal para incumplir la obligación que tenía de concurrir al aludido actuado procesal;
máxime si se considera que, la notificación personal con dicho actuado no está contemplado en el art. 163 del
CPP, resultando válida en consecuencia la notificación efectuada en su domicilio procesal; por ende, surte
eficacia ya que la misma cumplió con su finalidad. En consecuencia, la orden de aprehensión dispuesta como
efecto de su declaratoria de rebeldía, fue en mérito a una orden emitida por autoridad competente donde se
definió su situación jurídica considerando su inconcurrencia a la citada audiencia de medidas cautelares;
aspecto que, permite concluir que no existe detención ilegal ni procesamiento indebido, ni mucho menos que
en el caso concurran los supuestos de activación de esta garantía jurisdiccional desarrollados en el
Fundamento Jurídico III.2 de este fallo constitucional, que establecen claramente los supuestos en los cuales
se viabiliza la tutela que brinda la acción de libertad, como son la existencia de una evidente lesión a los
derechos a la vida, a la integridad física, a la libertad personal y de circulación de toda persona, en los cuales
la acción de libertad se constituye en el medio idóneo, efectivo y oportuno para resguardarlos, sea a través
de la tutela a la vida, al restablecimiento de las formalidades legales, al cese de la persecución ilegal o indebida
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y la restitución de la libertad cuando fuere suprimida a consecuencia de actos ilegales u omisiones indebidas;
supuestos que, en el caso concreto no existen, por cuanto la vida del accionante no se encuentra en peligro,
tampoco se encuentra perseguido ni privado ilegalmente de su libertad, ya que su aprehensión fue dispuesta
como emergencia del proceso penal que le sigue el Ministerio Público por la presunta comisión del delito de
estafa; en tal antecedente, corresponde denegar la tutela impetrada.
Por lo expuesto, el Juez de garantías, al “denegar” la tutela impetrada, efectúo una adecuada compulsa de los
antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la autoridad que le confiere la
Constitución Política del Estado y el art. 44.1 del Código Procesal Constitucional; en revisión, resuelve:
CONFIRMAR en todo la Resolución 21/2015 de 1 de octubre, cursante de fs. 118 a 121 vta., pronunciada por
el Juez de Partido, Penal, Liquidador y Sentencia de Quillacollo del departamento Cochabamba; y, en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga MAGISTRADA
Fdo. Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado MAGISTRADO
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