18-2013 Inconstitucionalidad Sala de lo Constitucional de la Corte

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18-2013
Inconstitucionalidad
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. San Salvador, a las catorce horas y
cuatro minutos del día seis de febrero de dos mil trece.
Por recibido el Oficio n° 0127, de fecha 21-XII-20l2, suscrito por la Jueza de lo Civil de - - Delgado, departamento de San Salvador, mediante el cual remite certificación de la resolución
pronunciada el 21-XII-2012, en la que declaró la inaplicabilidad del art. 14 inc. I° parte final del
Código Procesal Civil y Mercantil (C.Pr.CM, en lo sucesivo), en el proceso declarativo abreviado
de cancelación de presentaciones registrales marcado con referencia n° 13-DV-12-6.
La disposición inaplicada prescribe:
"Art. 14.- [inc. 1° parte final] En consecuencia, deberá conducir los procesos por la vía
procesal ordenada por la ley, no obstante que la parte incurra en error."
I. 1. Por Decreto Legislativo n° 45, de fecha 6-VII-2006, publicado en el Diario Oficial n°
143, Tomo n° 372, de fecha 7-VIII-2006, la Ley de Procedimientos Constitucionales (L.Pr.Cn.)
fue reformada, mediante la adición de un tipo especial de inconstitucionalidad, cuando ésta haya
sido advertida por algún tribunal de justicia.
En dicha regulación la ley dejó indeterminado el trámite a seguir para alcanzar una
sentencia de fondo; sin embargo, y atendiendo a una interpretación integrada de las disposiciones
de la Ley de Procedimientos Constitucionales y que guarde congruencia con la Constitución, esta
clase de procesos deberá desarrollarse en concordancia con el contexto normativo -en materia de
plazos, informes, traslados y demás- que aporta el Título II de la L. Pr. Cn., y más
específicamente con el trámite previsto por los arts. 7, 8 y 9 de la referida ley.
Lo anterior, debido a que una de las finalidades determinantes para la reforma de las
disposiciones legales que desarrollan el control difuso de la constitucionalidad de las leyes -art.
185 Cn.-, consiste en la unificación de criterios, por parte de esta Sala, respecto de la
interpretación de las disposiciones constitucionales, ante la inaplicación de normas secundarias
por los tribunales de la República.
2. A. Ahora bien, esta Sala ha acotado que para que la declaratoria de inaplicabilidad
pueda originar la tramitación y posterior decisión de un proceso de inconstitucionalidad deben
reunirse los presupuestos mínimos prescritos en los arts. 77-A, 77-B y 77-C de la L.Pr.Cn.,
entendiendo por tales requisitos: (i) la relación directa y principal que debe tener la disposición
inaplicada con la resolución del caso o de la que dependa su tramitación; (ii) la inexistencia de
pronunciamiento, por parte de esta Sala, respecto de las disposiciones inaplicadas; (iii) el
esfuerzo del juzgador, previo a la inaplicación, de interpretar la disposición conforme a la
Constitución; y, finalmente, (iv) la relación de la disposición inaplicada, la norma o principios
constitucionales supuestamente vulnerados y las razones que sirven de fundamento a la
inaplicación.
B. En el presente caso, la Jueza de lo Civil de - - - Delgado afirma que inaplica el art. 14
C.Pr.C.M. en virtud de que habilita al juez a reconducir las pretensiones de los demandantes por
la vía procesal correcta. Dicha circunstancia -sostiene-, se traduce en una vulneración a los arts.
4, 6, 11, 18, 22 y 23 Cn.
a. Al examinar la decisión de inaplicabilidad pronunciada por la jueza de lo civil, se
observa que esta contiene el análisis liminar de la demanda presentada por un litigante, mediante
la cual promueve un "Proceso Declarativo Abreviado de Cancelación de Presentaciones
Registrales de conformidad a lo dispuesto en el art. 22 de la Ley de Procedimientos Uniformes
para la presentación y Trámite y Registro o Depósito, Social de de Inmuebles, de Comercio y
Propiedad Intelectual" (sic).
En dicha decisión, la mencionada funcionaria judicial expone que de la "exegesis de lo
dispuesto en el art. 22 de la ley especial citada" se infiere la ausencia de contención en el tipo de
proceso requerido por el demandante, en consecuencia la vía procesal invocada no se enmarca en
la naturaleza de los proceso declarativos contemplados en el Código Procesal Civil y Mercantil,
según lo dispone el art. 17 C.Pr.C.M. Por lo anterior, la referida funcionaria decidió inaplicar el
art. 14 inc. 1° parte final C.Pr.C.M.
b. Sobre los fundamentos de la inaplicabilidad, la autoridad judicial requirente
manifiesta que el precepto legal objetado consagra el "Principio de Impulso Oficial del
procedimiento", y ve con “suma preocupación" la facultad conferida a los jueces mediante la
disposición inaplicada, ya que la vía procesal que determinará el curso de un proceso viene
implícita en la pretensión del actor, pues es a partir de ella que surge la posibilidad de tutelar un
derecho de manera judicial.
En ese sentido -continúa-, la voluntad de la parte actora se materializa en la demanda. La
pretensión no puede, ni debe, bajo ningún motivo, ser modificada por la interpretación subjetiva
de un tribunal, puesto que la pretensión en definitiva se traduce en la voluntad del tutelado.
La reorientación o modificación de la pretensión por parte del juez -arguye- rompe el
deber de imparcialidad y probidad que le exigen la Constitución y las leyes; en consecuencia, se
afecta el derecho de libertad de las partes, pues una de las manifestaciones de este derecho lo
constituye el libre planteamiento de la pretensión en los términos expuestos en la demanda,
mismos que deben ser tutelados por el tribunal respectivo en la forma planteada, limitando al
órgano a rechazar o admitir las pretensiones en los términos en ellas esgrimidos.
La autoridad judicial requirente señala que si el juzgador conduce los procesos por la vía
ordenada por la ley, aún cuando la parte haya incurrido en error -tal como lo dispone el art. 14
inc. 1° parte final C.Pr.C.M-, se justificaría una evidente intromisión al deber de cumplir con la
ley por parte del gobernado, puesto que bien o mal, la manifestación del justiciable en la
demanda no puede ser modificada por el juzgador, bajo el pretexto del cumplimiento de la ley, ya
que la vía procesal adecuada es una consecuencia del planteamiento adecuado e idóneo de la
pretensión.
La funcionaria judicial afirma que la vía procesal invocada para la sustanciación de un
proceso jurisdiccional deber ser una obligación del justiciable, quien debe plantear sus
pretensiones en apego a la ley y la Constitución, de lo contrario estaría infringiendo el principio
de legalidad contenido en el art. 3 C.Pr.C.M.
Asimismo, la Jueza de lo Civil de Delgado sostiene que la disposición impugnada
transgrede el derecho de libertad de los justiciables -arts. 1 inc. 3°, 4, 6, 11, 22 y 23 Cn.- por
cuanto, el planteamiento de una pretensión procesal en los términos deseados por un demandante,
constituye una manifestación de su derecho de libertad, sin perjuicio de la valoración que haga el
juez a fin de admitirla o rechazarla, pero sin modificar o recomponer la voluntad del demandante
en cumplimento de la ley.
Dicha violación, igualmente afecta por vía refleja el "deber de imparcialidad del Juez"
como director del proceso -arts. 3 y 11 Cn.-, dado que el juzgador al conducir los procesos por la
vía procesal ordenada por la ley, aunque la parte incurra en un error, interviene en la voluntad e
intención de una de las partes procesales, recomponiendo o modificando su pretensión, la cual
solo puede tener cabida a instancia del mismo quejoso.
II. Tomando en cuenta el razonamiento de la Jueza de lo Civil de - - - Delgado en relación
con la inaplicabilidad del art. 14 inc. 1° parte final C.Pr.C.M. y con el propósito de emitir la
decisión que corresponda, resulta imprescindible realizar unas breves consideraciones sobre (1) el
principio iura novit curia, para finalmente (2) decidir la procedencia del requerimiento de
inaplicabilidad.
1. Como enunciado normativo, el principio iura novit curia -el juez conoce el derechoposibilita al juez calificar jurídicamente los hechos ofrecidos en el proceso, con prescindencia de
las normas invocadas por las partes. En otras palabras, a través de los actos postulatorios, las
partes incorporan al proceso los hechos y los medios probatorios que los amparan,
independientemente de la calificación jurídica que le brinden a dichos hechos; el juez, como
técnico conocedor del derecho e intérprete de la ley, deberá subsumirlos en la norma material que
sea aplicable al caso en concreto, aunque la norma no haya sido invocada por las partes, o haya
sido invocada de forma errónea.
En esa línea argumentativa, el art. 14 inc. 1° parte final C.Pr.C.M prescribe que el juez
deberá conducir los procesos por la vía procesal ordenada por la ley, no obstante la parte haya
incurrido en error.
Sobre esta disposición, es dable señalar que el importante papel que desempeña el juez en
la nueva configuración del proceso civil y mercantil, no se reduce a un mero espectador pasivo de
las iniciativas procesales de las partes en la contienda, sino que le manda a actuar en la
contribución activa para su normal desarrollo. Este, sin dejar de ser el árbitro imparcial en el
litigio, se convierte entonces en su verdadero director a fin de encausarlo y orientarlo para lograr
la resolución definitiva de un litigio mediante el descubrimiento de la verdad objetiva.
El principio de dirección y ordenación del proceso recogido en la disposición inaplicada
constituye una atemperación al principio dispositivo de las partes, el cual, de aplicarse
enteramente, impediría la realización de los diversos actos tendientes a lograr la celeridad del
litigio. Así, la dirección y ordenación implica el poder-deber que posee el juez para ejercer un
impulso y conducción del juicio.
En cumplimiento de dicho principio, es obligación del juzgador reconducir y adecuar de
oficio el trámite erróneo requerido por las partes. A efectos de mantener el orden del proceso,
este deber implica darle a la demanda el tramite que legalmente le corresponda, aun y cuando el
señalado por las partes aparezca expresado de forma errónea. Ello constituye una aplicación
inobjetable del principio iura novit curia, del cual se colige, que el juzgador no se halla atado por
los errores u omisiones de derecho de las partes para poder realizar un impulso eficaz del juicio.
La no intervención judicial en la dirección del proceso, cuyo fin es la procuración de
justicia, habilitaría evidentes deformaciones procesales que pudiesen dar lugar a la arbitrariedad
de alguna de las partes y a la dilación del mismo. De igual forma, violentaría la pronta y eficiente
administración de justicia, la cual implica, tanto la toma de medidas necesarias para lograr dicho
objetivo, como para lograr una mayor economía procesal. Dejando a un lado la pasividad, el juez
debe tomar, a petición de parte o de oficio, todas las medidas necesarias para prevenir o sancionar
cualquier acción u omisión contraria a los principios legales y constitucionales. De igual forma,
este debe controlar los presupuestos procesales, puesto que de la concurrencia de los mismos
depende la validez del proceso y la posibilidad de que se pronuncie sentencia de fondo. El Juez,
además, debe superar cualquier clase de rigidez o formalismo técnico a fin de conservar el
respeto al debido proceso y evitar que estos se conviertan en una finalidad en sí mismos.
2. Corresponde ahora examinar si la solicitud de requerimiento de inconstitucionalidad
cumple con los requisitos exigidos por la ley y la jurisprudencia de esta Sala para su procedencia.
A. Tal como se consignó en párrafos precedentes, el primer presupuesto que debe cumplir
el requerimiento de inconstitucionalidad es la relación directa y principal -juicio de relevanciaque debe tener la disposición inaplicada con la resolución del caso.
Sobre lo anterior, al examinar la decisión por medio de la cual la Jueza de lo Civil de
Delgado inaplicó el art. 14 inc. 1° parte final C.Pr.C.M., se advierte que la autoridad requirente
expuso las razones por las cuales consideraba que el demandante había hecho un uso incorrecto
de la vía procesal para tramitar su pretensión y consecuentemente inaplicó la disposición legal
contrastada.
De lo evidenciado, esta Sala no logra colegir la conexión que guarda el desacuerdo de la
Jueza de lo Civil con la vía procesal utilizada por el demandante y las razones por las que dicha
funcionaria decidió inaplicar el art. 14 inc. 1° parte final C.Pr.C.M.
En función de lo anterior, no es posible evidenciar los motivos por las cuales la Jueza
requirente decidió inaplicar el art. 14 inc. 1° parte final C.Pr.C.M. Por tanto, los argumentos que
figuran en la resolución de inaplicabilidad, no demuestran la vinculación directa de la disposición
objetada y el caso concreto; en consecuencia, dicha resolución no cumple con el primero de los
presupuestos derivables de los arts. 77-A, 77-B y 77-C de la L.Pr.Cn., para la admisión del
requerimiento de inconstitucionalidad.
B. Otro requisito necesario para tener por configurado el requerimiento de inaplicabilidad
lo conforman las razones exteriorizadas por la autoridad requirente que sirven de fundamento a la
inaplicabilidad -fundamento material de la pretensión de inconstitucionalidad-.
Al respecto, resulta procedente acotar que, en esencia, el argumento de la Jueza de lo
Civil de - - - Delgado para inaplicar el art. 14 inc. 1° parte final C.Pr.C.M. radica en que dicha
disposición, al permitir que el Juez de la causa reconduzca los procesos por la vía ordenada por la
ley -en caso de error de las partes-, vulnera su derecho de libertad, por cuanto se estaría
tergiversando la voluntad procesal plasmada en la demanda a instancia de una autoridad judicial.
De lo expuesto se infiere que la autoridad requirente ha interpretado erróneamente el
objeto de control, pues según su criterio, la disposición inaplicada faculta a los jueces para
configurar de oficio la pretensión de los demandantes mediante una reconducción de la vía
procesal correspondiente.
Sobre lo anterior, debe tenerse en cuenta que la nueva configuración del proceso, confiere
al juez un rol relevante en la resolución del conflicto que se le plantea, con base en el cual debe
darle a la demanda el trámite que legalmente le corresponda cuando lo señalado en ella, en cuanto
a derecho se refiera, aparezca equivocado Dicha facultad se traduce en una aplicación clara del
principio iura novit curia, el cual como ya se dijo, autoriza al funcionario judicial a suplir de
oficio los errores u omisiones pertenecientes a derecho en que incurran las partes a fin de
reconducir el proceso por la vía correcta.
En esa línea, la finalidad del art. 14 inc. 1° parte final C.Pr.C.M., contrario a lo entendido
por la autoridad judicial requirente, no es permitir al juez de la causa modificar la voluntad
procesal -pretensión- de un demandante mediante la alteración de la demanda; sino todo lo
inverso, dicha disposición lo faculta para examinar y verificar que los hechos argüidos en la
pretensión guarden congruencia con el derecho pedido, y en caso de no concordar, reorientar el
proceso por la vía correspondiente en la forma requerida por la ley.
Lo anterior no debe entenderse como un derecho del demandante a que se enmienden los
vicios en que posiblemente pueda incurrir al elaborar su pretensión, pues dicha facultad judicial
de suplir los errores pertenecientes a derecho, parte del supuesto que la demanda cumple con los
requisitos mínimos formales exigidos por la ley, de lo contrario, dependiendo del tipo de error
que se evidencie podrá prevenirse para la corrección de la demanda o bien rechazarse la misma.
Sobre la base de la argumentación anterior, es dable concluir que la Jueza de lo Civil de - - Delgado ha realizado una interpretación errónea del objeto de control, circunstancia que se
traduce en un vicio del requerimiento de inaplicabilidad, la cual impone un valladar a la
tramitación del presente proceso constitucional; por tanto, es procedente declarar sin lugar el
mismo.
C. No obstante el razonamiento jurídico expuesto, llama la atención a esta Sala la manera
en que la autoridad judicial requirente ha iniciado la sustanciación del proceso ordinario que
desencadenó en la inaplicabilidad sometida a examen; por tal motivo resulta procedente exponer
lo siguiente:
a. Resulta importante recordar que el proceso constitucionalmente configurado es el
mecanismo que el Estado pone a disposición de las personas para solucionar de forma pacífica
sus peticiones o conflictos, con lo cual evita el recurso a la autotutela (dimensión positiva del
principio de exclusividad jurisdiccional -art. 172 inc. 1° frase r Cn.-). Si ello es así, el Estado
tiene un especial interés en procurar que el proceso se tramite con arreglo al principio de
legalidad procesal, sin que pueda utilizarse con fines distintos y en perjuicio de alguno de los
sujetos que en él intervienen.
b. Asimismo, este Tribunal no puede obviar el argumento esgrimido por la Jueza de lo
Civil de Delgado referido a que si el justiciable elige una vía procesal incorrecta para iniciar un
proceso, este incurre en una vulneración al principio de legalidad.
Sobre tal afirmación, es procedente tener en cuenta que el principio de legalidad genera
prescriptivamente una vinculación de los diferentes poderes del Estado al ordenamiento jurídico.
Sólo en su referencia a dicho ordenamiento encuentran tales poderes la condición de su capacidad
de actuar.
En nuestro sistema constitucional, y especialmente, de acuerdo al principio contenido en
los arts. 15 y 86 Cn., prima el criterio de la vinculación positiva, como condición previa y de
existencia del accionar por parte de los órganos del Estado, es decir, se aplica el principio de
Derecho Público, en donde dichos órganos sólo puede hacer lo que está permitido.
Desde la perspectiva del Derecho Procesal, el principio de legalidad supone que los jueces
no tienen más facultades que las otorgadas por la Constitución y la ley. Con ello, dicho principio
se constituye en una herramienta de certeza para el individuo, en el sentido que se exige -como
derivación de la seguridad jurídica- que la norma que se utiliza para juzgarlo no sólo esté vigente
y sea predeterminada, sino que además se aplique bajo los parámetros constitucionales, en el
sentido de buscar su interpretación conforme a la Ley Suprema.
III. En virtud de lo anterior, con base en los arts. 6 ord. 3°, 77-B y 77-C L.Pr.Cn. esta Sala
RESUELVE:
1. Sin lugar el inicio del proceso de inconstitucionalidad, requerido mediante la remisión
de la certificación de la resolución dictada por la Jueza de lo Civil de - - - Delgado, constitutiva
de requerimiento hacia esta Sala para pronunciarse sobre la constitucionalidad del art. 14 inc. 1°
parte final del Código Procesal Civil y Mercantil, en tanto que no se ha cumplido con dos de los
presupuestos necesarios para su tramitación.
2. Notifíquese.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------J.S.PADILLA ----F.MELENDEZ---J.B.JAIME----E.S.BLANCO R----R.E.GONZÁLEZ B.----------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN----------------------------------------------E.SOCORRO C.-------------SRIA.-----------------------------------------------------------------------------------RUBRICADAS-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
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