Para publicación inmediata 18 de junio de 2015 Contacto: Sr. Terry

Para publicación inmediata
18 de junio de 2015
Contacto:
Sr. Terry Davis 209-466-0636
Director de comunicaciones
Diócesis de Stockton
El Obispo Blaire reflexiona sobre la llamada del Papa Francisco para actuar por los pobres y la
creación de Dios
Recibimos hoy, con entusiasmo y damos la bienvenida a la tan esperada Encíclica del Papa
Francisco: EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN. EL título oficial: LAUDATO SI, en Italiano, lo tomó el
Papa del Cántico de las Criaturas, de San Francisco, y se traduce Alabado Seas (mi Señor). El
Papa Francisco presenta a San Francisco de Asís como "el ejemplo por excelencia en el cuidado de
los más vulnerables y de una ecología integral vivida con alegría y autenticidad".
La Encíclica del Santo Padre sobre la ecología humana y ambiental es un documento teológico,
reflexionando sobre cómo la economía, tecnología y comportamiento humano afectan el medio
ambiente y a otros seres humanos en el mundo. Se fundamenta en la Enseñanza Social Católica
de los Papas anteriores, St. Juan XXIII, el Beato Pablo VI, St. Juan Pable II y Papa Emérito
Benedicto XVI, con respecto al cuidado y respeto para la creación y cómo el mundo natural debe
ser protegido y utilizado sabiamente en beneficio de todos.
La Encíclica subraya que somos mayordomos de la creación de Dios. Enfatiza que la creación no ha
de ser manipulada y explotada para beneficios egoístas, en detrimento del bien común, sino que
debe ser preservada y protegida como un regalo de Dios para el bien de todos.
Escribe el Papa Francisco: “En esta Encíclica me gustaría entablar un diálogo con todas las personas
sobre nuestra casa común.” Él hace esta afirmación en el contexto de diálogo y con el
reconocimiento de que no se dice aquí la última palabra sobre las cuestiones planteadas.
Reconoce la realidad de las diversas opiniones que existen. Sin embargo él ve nuestra "casa común
caer, seriamente deteriorada" y que estamos "llegando a un punto de quiebra total" en la
degradación humana y ambiental. Pero no pierde la esperanza, si todos nosotros en solidaridad,
como una familia humana trabajando juntos, que podremos resolver nuestros problemas.
Este documento, escrito para todas las personas de buena voluntad, tiene especial importancia
aquí en la diócesis de Stockton, que incluye partes de la Sierra Nevada, Foothills y el Valle de San
Joaquín. Cada una de estas regiones se enfrenta a desafíos ecológicos sin precedentes con la
sequía, riesgo de incendios forestales y la mala calidad del aire que llega a ser peligroso. Sabemos
que son sobre todo los residentes más pobres y más vulnerables los que sufren de estas realidades
ambientales. A nivel mundial, son los más marginados los que sufren y llevan el mayor peso del
cambio climático.
El mensaje pastoral del Papa Francisco sobre un desarrollo integral y sostenible que cuide de
nuestro medio ambiente y a la familia humana, es un asunto moral que suena cierto para todos
nosotros. El cuidado de la creación de Dios ayudará a gente necesitada ahora, y dejará un mundo
mejor para nuestros hijos y nietos.
Como Católicos, reconocemos el fuerte vínculo que existe entre el respeto a la dignidad humana y
el cuidado del mundo natural. Cuidar el medio ambiente es parte de la ética católica sobre la vida,
y deseamos unirnos a todas las personas de buena voluntad en proteger nuestro mundo. El Papa
Francisco nos ha llamado a actuar no sólo en un nivel internacional sino a nivel local, en nuestras
comunidades, en nuestras parroquias y en nuestros hogares. Siempre debemos cuidar de quienes
sufren más por estos desafíos: los pobres y los más vulnerables de nuestras comunidades.
El Papa Francisco, en su Encíclica, nos reta con el ejemplo de San Francisco de Asís, a ver "que es
inseparable el lazo entre el cuidado y preocupación por la naturaleza, la justicia para con los
pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior." Exhorto vigorosamente a cada persona, a
que consideren todo lo que Papa Francisco ha dicho en "Laudato Si" y a aceptar este llamado
profético a "Cuidar de Nuestra Casa Común".