Número especial – Diciembre de 2007 Comisión Europea Revista del Espacio Europeo de la Investigación política marítima El Océano a fondo ISSN 1830-8007 research eu research*eu, la revista del Espacio Europeo de la investigación, que pretende ampliar el debate democrático entre la ciencia y la sociedad, está escrita por periodistas profesionales independientes. Presenta y analiza proyectos, resultados e iniciativas cuyos actores, hombres y mujeres, contribuyen a reforzar y a federar la excelencia científica y tecnológica de Europa. research*eu se publica en inglés, francés, alemán y español, a razón de diez números al año, por la Unidad de Comunicación de la DG de Investigación de la Comisión Europea. edito research*eu Redactor jefe Michel Claessens El Planeta Mar Estamos ante otra de las paradojas europeas. A pesar de contar con un territorio tres veces mas pequeño que África, Europa dispone de una superficie costera que supone el triple del litoral de dicho continente. Sin embargo, nuestra política marítima sigue estando fragmentada y se gestiona a nivel nacional. No obstante, los mares y los océanos atañen de cerca a todos los Estados de la Unión, tanto en el sentido literal del término, ya que cerca de la mitad de sus ciudadanos viven a menos de 50 km de las costas, como en el sentido figurado, puesto que los desafíos (económicos, medioambientales y sociales) en este ámbito son considerables. Pesca, transporte, comercio, contaminación, calentamiento climático, turismo: los mares y los océanos son los protagonistas de un gran número de procesos, que interactúan estrechamente unos con otros. Una gestión integrada, transversal y trasnacional se hace necesaria. Este es el objetivo fijado por la Comisión en su “Libro Azul” publicado recientemente. Un documento político y visionario que reconoce el papel de la investigación científica como elemento clave de esta visión política, lo que advertirán nuestros lectores con sumo interés. El mar es la cuna de la vida en la Tierra, cuyo nacimiento se remonta a unos 3.800 millones de años. El agua es el símbolo de la vida y hace que nuestro planeta sea un astro único en este pequeño rincón del Universo. Por este mero carácter de origen y vida, deberíamos respetar este elemento natural. Ahora bien, la especie humana, que tan sólo es uno de los representantes de la biodiversidad terrestre, perturba y amenaza el gigantesco “organismo vivo” que es el océano. Es preciso tratar en conjunto este sistema complejo de equilibrio, interdependencia e interacción: su supervivencia y la nuestra dependen de ello. Esperemos que estas consideraciones de fondo provoquen algunos remolinos en las esferas políticas. Michel Claessens Redactor jefe Las opiniones presentadas en este editorial, así como en los artículos de este número, no comprometen de forma alguna a la Comisión Europea Formulario de suscripción a la versión impresa de research*eu Puede suscribirse gratuitamente a la revista a través de la página Web http://ec.europa.eu/research/research-eu Versión(es) lingüística(s) que desea recibir: □ francesa □ inglesa □ alemana □ española También puede rellenar este formulario con letra de imprenta y enviarlo a la dirección siguiente: research*eu ML DG1201 Apartado de correos 2201 L-1022 Luxemburgo Si desea recibir varios ejemplares de una versión lingüística determinada, puede enviar su formulario con su dirección completa y una breve justificación. • por correo electrónico: [email protected] • por fax (+32-2-295 82 20). 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Revisores de las versiones lingüísticas Julia Acevedo (español), Stephen Gosden (inglés), Régine Prunzel (alemán) Coordinación general Jean-Pierre Geets, Charlotte Lemaitre Coordinación de redacción Didier Buysse, Jean-Pierre Geets Periodistas Charlotte Brookes, Delphine d’Hoop, Carlotta Franzoni, Matthieu Lethé, Cyrus Pâques, François Rebufat, Julie Van Rossom Traducciones Martin Clissold (inglés), Silvia Ebert (alemán), Michael Lomax (inglés), Consuelo Manzano (español) Diseño Gérald Alary (jefe de proyecto), François Xavier Pihen (paginación), Yaël Rouach (coordinación y seguimiento de la producción), Daniel Wautier (corrección de pruebas) Búsqueda de ilustraciones Christine Rugemer Versión en línea Dominique Carlier, Katherine O’Loghlen En portada Entrada de gruta submarina en la costa de Marsella (Le Veyron). En el centro de la imagen, la esponja tubular Haliclona mediterranea, rodeada de pólipos de escleractinios (corales) y de una multitud de otros organismos sésiles. Laboratorio de Diversidad, Evolución y Ecología funcional marina, Marsella (Francia). © CNRS Photothèque/Thierry Perez. Uauro Impresión Enschedé/Van Muysewinkel, Bruselas Producción general PubliResearch La tirada de este número ha sido de 322.000 ejemplares. Todas las ediciones de research*eu se pueden consultar en línea en la página Web de la DG de Investigación: http://ec.europa.eu/research/research-eu Editor responsable: Michel Claessens Tel.: +32 2 295 9971 Fax: +32 2 295 8220 Correo electrónico: [email protected] © Communautés européennes, 2007 Reproducción autorizada, si se menciona la fuente. Ni la Comisión Europea ni ninguna persona que la represente son responsables del uso que pueda hacerse de la información que contiene esta publicación o de los errores eventuales que puedan subsistir a pesar del esmero en la preparación de estos textos. SUMARIO Transversalidad 4 Por una visión integrada de las zonas marítimas En una Unión en la que las zonas marítimas son más amplias que las zonas terrestres se necesita una gestión racional de los mares y los océanos. Presentación del trabajo de la task-force creada para tal efecto por la Comisión Europea en 2005. 5 “El viejo y el mar”, un cambio de rumbo necesario Entrevista con Boris Worm, biólogo marino de la Universidad de Dalhousie (Canadá). Cómo lograr una interacción positiva y sostenible entre el hombre y el medio ambiente marino. El ecosistema primario Biodiversidad 8 Carrera contrarreloj en las profundidades Los ecosistemas marinos y la biodiversidad están en peligro. Los investigadores de la red europea MARBEF tienen la misión de desvelar la biodiversidad de los océanos, antes de que desaparezca. Panorama de un mundo abisal de las mil y una especies. Grandes fondos marinos 10 La cara oculta de la Tierra La plataforma científica HERMES, que explora los relieves submarinos y sus ecosistemas únicos, está sacando a la luz algunos de los misterios de los grandes fondos. Carbono 13 El CO2 entre el cielo y el mar Las aguas planetarias absorben el CO2, pero los límites de este gigantesco sumidero de carbono empiezan a verse. El programa de investigación CARBOOCEAN analiza este fenómeno y anticipa las consecuencias que podría tener una posible saturación. Mar materna Sobrepesca 16 Desenredar una situación enrevesada ¿Cómo se puede reducir la sobreexplotación de los recursos marinos protegiendo a la vez una profesión ancestral? Balance de la situación de la pesca y de sus sinsabores. Acuicultura 19 El “plato marino” del mañana La acuicultura se presenta como la alternativa por excelencia a la pesca, pero hay que practicarla en armonía con el medio ambiente. Biotecnología azul 22 Mina de oro acuática para la biotecnología Remedios potenciales contra el cáncer, plásticos biodegradables, antibióticos revolucionarios, producción de energía… Los océanos y los seres que lo pueblan, a veces en hábitats extremos, están llenos de recursos preciados para el hombre. Energía 25 La fuerza de Wave Dragon Cada vez hay más proyectos de captación de la energía marina en los litorales europeos, entre ellos Wave Dragon, generador de energía eléctrica a partir del oleaje.. Fronteras frágiles Gestión costera 27 89.000 km de litoral europeo La UE lleva a cabo una Gestión Integrada de las Zonas Costeras para conseguir que cohabiten de forma sostenible los sistemas naturales complejos y variados de los litorales. El proyecto SPICOSA elabora escenarios prospectivos para predecir las degradaciones de las costas. 30 Hay turismo… y turismo La llegada masiva de visitantes al litoral europeo representa cada año un verdadero catalizador para el crecimiento y el empleo de la UE. No obstante, quien dice turismo dice también daños sobre el tejido social, el equilibrio económico y la calidad del medio ambiente. Contaminación 32 El refuerzo marino En la lucha contra la contaminación, uno de los principales males que minan la salud de nuestros mares, algunos organismos resultan ser nuestros aliados. Espacio marítimo Transporte 35 La investigación, en primera línea de los avances de la construcción naval Balance del sector estratégico de la construcción naval. Europa se prepara para hacer frente al futuro con la Plataforma Tecnológica WATERBORNE TP, coalición para la innovación marítima, que pretende garantizar una competitividad duradera. 38 Los puertos en punto muerto En un contexto de frenética intensificación de los intercambios portuarios, la capacidad de absorción del “Viejo Continente” llega a su límite. Existen varias soluciones innovadoras, pero no se aplican. El proyecto CAPOEIRA estudia las razones de este desfase entre la investigación y la sociedad. Navegación 41 Una torre de control del tráfico marítimo ¿Cómo se pueden gestionar 20.000 buques que surcan el litoral europeo permanentemente? Frente a la avalancha de información que se transmite entre los buques y las autoridades costeras, el programa MARNIS hace de árbitro racionalizando, organizando y limitando los riesgos. Investigación oceanográfica 42 Resultado obtenido: Sobresaliente La excelencia, verdadera prioridad de la investigación oceanográfica, se extiende por toda Europa. Repaso de algunos centros que son el orgullo de la UE en este tema. ONGs 43 “Las banderillas” de la sociedad civil Cuando el planeta Mar está en alerta, las ONGs sensibilizan, actúan y hacen presión sobre los políticos mejor que nadie. Presentación de la labor de estos activistas de gran corazón. La ciencia en imágenes 44 Victor y las fuentes cálidas El robot sumergible del IFREMER. research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 3 Por una visión integrada de las zonas marítimas Ni un solo ciudadano de la Unión Europea vive a más de 700 km del litoral y casi la mitad vive a menos de 50 km de las costas. La Unión Europea está bordeada por cuatro mares y dos océanos, es decir, 89.000 km de costas, más del doble del litoral ruso. Las zonas marítimas, situadas bajo la jurisdicción de los Estados miembros, son más amplias que las zonas terrestres. La conclusión parece evidente: hace falta una gestión racional de los mares y los océanos. A ctualmente, la gestión de los territorios marítimos se hace de forma fragmentada: las diversas autoridades competentes toman decisiones que pueden resultar contradictorias, tener un impacto negativo sobre el medio ambiente o perjudicar la buena salud económica de otro sector de actividad. Para evitar este tipo de conflictos, la Comisión Europea creó una task-force a principios de 2005. Dicha task-force, dirigida por los Comisarios europeos responsables de las políticas sectoriales relacionadas con los asuntos marítimos, funciona dentro del marco de los objetivos estratégicos 2005-2009, con vistas a relanzar el proceso de Lisboa. John Richardson, director de esta task-force, lo explica: “Nuestra misión consistía en revitalizar la economía y el empleo en las zonas costeras europeas, teniendo en cuenta a la vez la calidad del medio ambiente marino y la calidad de vida en las regiones costeras”. Tras una serie de consultas preliminares, algunas ideas fueron recopiladas en un “Libro Verde sobre la futura política marítima de la Unión”, publicado el 7 de junio de 2006. Todas estas ideas apuntaban 4 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 hacia una gestión transversal de los asuntos relacionados con el mar. La voz de la sociedad civil John Richardson manifiesta: “Basándonos en este Libro Verde lanzamos una amplia consulta destinada a la sociedad civil. Se organizaron más de 250 conferencias y seminarios sobre este tema, en toda Europa y, paralelamente, nos llegaron más de 480 aportaciones a través de Internet, con nuevas ideas”. J. Richardson comenta con entusiasmo: “No sólo no imaginábamos que íbamos a conseguir tantas aportaciones, sino que además, se puede decir que las reacciones son globalmente positivas con respecto a las propuestas del Libro Verde: la inmensa mayoría de quienes se expresaron están a favor de una política marítima integrada de la Unión Europea, a pesar de que lógicamente haya divergencias sobre la forma exacta de actuar”. ¿Cómo continuará esta iniciativa? John Richardson lo explica: “En otoño está previsto que la Comisión presente y adopte un Libro Azul. Incluirá los resultados de esta gran consulta, pero también ofrecerá una visión política © Shutterstock TRANSVERSALIDAD de lo que debería ser en el futuro una política marítima integrada, con un primer plan de acción y medidas para ponerla en marcha”. “La investigación científica como motor de la acción política” John Richardson añade: “Tanto en el Libro Azul, como en el Libro Verde, la investigación científica está identificada como el elemento clave de esta visión política. De hecho, da a los europeos todas las bazas para seguir a la cabeza en el sector marítimo y hacer frente a la competencia mundial, pero también la investigación científica es simplemente un motor para una mejor gestión de las aguas y, por lo tanto, para una toma de decisiones coordinada en los asuntos marítimos”. Los mares y los océanos están en el centro de un gran número de interacciones y de procesos. Para optimizar las decisiones políticas hay que comprenderlos bien. Los ecosistemas y sus mecanismos de funcionamiento tienen que considerarse en toda su complejidad, así como las perturbaciones ocasionadas por la actividad humana. La pesca, el turismo, el comercio, el transporte, el calentamiento climático y los distintos tipos de contaminación tienen efectos indeseables en el medio ambiente marino. Todas estas problemáticas están detalladas en el presente número. Una vez puestas en común, dan una idea de la complejidad del “sistema mares y océanos”: todo está interconectado, todo depende de todo, todo actúa sobre todo. Para una gestión eficaz de este sistema, la única solución es enfocarlo todo como un conjunto. Matthieu Lethé TRANSVERSALIDAD “El viejo y el mar”, un cambio de rumbo necesario ¿Puede el hombre agotar los océanos? Según Boris Worm, especialista en biología marina de la Universidad de Dalhousie en Halifax (Canadá), las poblaciones de peces explotadas hoy en día podrían reducirse drásticamente de aquí a mediados de siglo (1). No obstante, no se deja guiar por el alarmismo y busca cómo lograr que cohabiten el hombre y el medio marino investigando otras formas de gestionar los océanos. Propone el paso de una visión local y fragmentada a un enfoque global por cada ecosistema, a fin de preservar una biodiversidad esencial para la supervivencia de los océanos... y del hombre. El océano no podrá absorber indefinidamente los impactos causados por el hombre. ¿Cuáles son sus signos visibles? Son numerosos y de distintos tipos. Las poblaciones de peces disminuyen, las capturas mundiales se reducen lentamente, y todo ello a pesar de una mayor intensidad de pesca y el uso de mejores técnicas. Numerosos expertos coinciden en reconocer que se ha llegado al límite de la explotación, e incluso que se ha superado. Al mismo tiempo, los signos de contaminación a lo largo de los litorales son flagrantes. Las famosas “zonas muertas” en las que se pueden observar floraciones masivas de algas planctónicas son cada vez más numerosas. Al descomponerse en el fondo, agotan el oxígeno del agua, asfixiando a todos los animales marinos de la zona. Del mismo modo, el calentamiento climático altera las comunidades planctónicas que son la base de la cadena alimentaria y afecta a las poblaciones de peces que se nutren de ellas, desequilibrando todo el ecosistema costero. Según el Banco Mundial, el 50 % de la población mundial vive a menos de 50 km del mar y esta cifra no deja de aumentar... Sí, es un verdadero desafío para la humanidad. Los ecosistemas costeros son muy importantes para la vida de los océanos. Filtran y transforman los numerosos desechos y contaminantes que vertemos al mar. Por ejemplo, una sola colonia de ostras puede filtrar el agua de una bahía en algunos días. Son también lugares de reproducción, de cría y de alimentación para numerosas especies marinas: peces, mamíferos, aves… La contaminación y la destrucción de zonas como los manglares o las praderas submarinas conllevan la deterioración de la calidad de las aguas y el aumento de los riesgos sanitarios relacionados con el consumo de productos del mar. Estas floraciones planctónicas evocadas anteriormente matan a los peces y contaminan los moluscos, haciéndolos tóxicos para el consumo. Es verdad que estos fenómenos son naturales, pero se amplifican con el aporte de nutrientes, debidos principalmente a los vertidos Boris Worm “Los signos de contaminación a lo largo de los litorales son visibles y las ‘zonas muertas’ son cada vez más numerosas”. en el mar de los abonos nitrogenados utilizados en la agricultura. La aparición frecuente de tales floraciones indica probablemente un desequilibrio y una alteración de importantes procesos ecológicos. Tras sus recientes trabajos ha llegado a la conclusión de que se producirá una reducción catastrófica en la mayoría de las poblaciones de peces de aquí a mediados de siglo (1). ¿La industria pesquera está tan mal gestionada? Son muy pocas las industrias pesqueras bien administradas. Los principales factores responsables del agotamiento de los recursos son el exceso de capacidad de las flotas, las cuotas de pesca muy superiores a las aconsejadas por los científicos, o las prácticas de pesca ilegal. Por ejemplo, en el caso del bacalao del Mar del Norte, el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) estima que las capturas declaradas tan sólo suponen del 35 al 65 % de las efectivamente realizadas y señala fallos en la gestión del control de las research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 5 © Shutterstock TRANSVERSALIDAD “Hasta ahora, la pesca se gestionaba especie por especie. El enfoque ecosistémico considera un ecosistema en su totalidad”. capturas. Estos problemas aumentan considerablemente en las regiones explotadas por varios países, como en alta mar o en el Mar Mediterráneo, en donde suele haber falta de reglamentaciones y de controles, a la vez que numerosos conflictos de intereses. Algunos creen que es suficiente esperar a que una población diezmada se reconstituya. ¿Es así de simple? En absoluto. Se constata que numerosas poblaciones de peces diezmadas no se restablecen si llevan mucho tiempo amenazadas. Por citar un ejemplo, la población de bacalao de Terranova, un pez al que no se pesca desde hace 15 años y que sigue sin reconstituirse. Hacen falta años, e incluso décadas, para que una moratoria pueda dar sus frutos. Pero no basta con detener la pesca para que una población se reconstituya, ya que con frecuencia se ha alterado todo el ecosistema. Por ejemplo, cuando una población de predadores disminuye drásticamente, las especies de pequeño tamaño proliferan, alimentándose entonces de los huevos y de las larvas de los predadores, que no pueden reproducirse. Al Este de Canadá, las poblaciones de arenques aumentaron tras el descenso de la población de bacalao, que se alimenta de ellos. Se podría pensar que el bacalao tiene entonces más comida y que su población se reconstituye más rápidamente. Pero sería olvidar el hecho de que el arenque se alimenta de larvas de bacalao, impidiendo así el restablecimiento de esta población. Probablemente haya que tomar en cuenta otras especies en el estudio de este tipo de 6 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 interacción, lo que implica considerar a todo el ecosistema en la elaboración y la implantación de medidas de gestión. La biodiversidad es capital, tanto entre las especies como dentro de una misma especie, puesto que la diversidad genética es una riqueza que favorece las posibilidades de adaptación de una especie desestabilizada. ¿En qué consistiría tal enfoque por ecosistema? Hasta ahora, la pesca se gestionaba especie por especie. El enfoque ecosistémico considera un ecosistema en su totalidad, como una unidad, estudia sus componentes y su interdependencia, para deducir un modo de gestión adaptado. Toma en cuenta las interacciones entre las especies, los cambios climáticos y oceanográficos, las variaciones de calidad de las aguas, el hábitat, pero también el conjunto de las actividades humanas que actúan en el medio marino: la pesca, el turismo, la explotación del petróleo, la ordenación del litoral, las actividades contaminantes… Al integrar estas múltiples dimensiones, se pretende aplicar una gestión capaz de adaptarse a los cambios, a fin de optimizar todas las expectativas societales. Por supuesto, todavía hay que realizar investigaciones para comprender mejor los ecosistemas marinos, pero nuestros conocimientos son suficientes como para adoptar estos enfoques. Tenemos que empezar inmediatamente e ir completando nuestros conocimientos de manera progresiva, estudiando los efectos de las medidas que tomemos. Sin duda, será mejor plantearse esta forma de gestión en vez de quedarnos de brazos cruzados esperando adquirir más conocimientos sobre los ecosistemas marinos. Son muchos los que hablan de ampliar y multiplicar las Zonas Marinas Protegidas… En efecto, las ZMP (2) constituyen la piedra angular de la gestión por ecosistema. Sirven de refugio a numerosas especies, preservan hábitats frágiles y permiten limitar el impacto de los errores de gestión cometidos en otros sitios; también son “zonas testigo” útiles para evaluar el estado de los ecosistemas. Las ZMP representan el 1 % de los océanos, mientras que numerosos científicos estiman que entre el 20 y el 30 % de los océanos tendría que estar protegido (3). Una pista interesante es combinar las ZMP en redes, con una separación entre cada zona que permita los intercambios de especies y de frezas. Su capacidad para resistir a los cambios aumentaría claramente. Se estima entre 5 y 19 mil millones de dólares el coste anual de mantenimiento de tal red global. La operación crearía alrededor de un millón de empleos. Este coste es mucho menor del que se dedica hoy en día al apoyo de la industria pesquera (de 15 a 20 mil millones de dólares al año). ¿Por qué no pensar en una reasignación de estas subvenciones? Y finalmente, ¿qué le gustaría decir a los responsables de la gestión de los océanos? Como científico, recomendaría que se generalizara una gestión ecosistémica para restaurar las zonas de pesca agotadas, preservar los hábitats importantes, controlar la contaminación y proteger las especies amenazadas. Las subvenciones que fomentan la sobrecapacidad pesquera tendrían que destinarse a una mejor gestión de la pesca y a la preservación de los ecosistemas. Elaborar leyes para ofrecer alicientes económicos sería otra forma de animar a la comunidad de pescadores a llevar a cabo prácticas más respetuosas con el medio ambiente marino. Además, tales enfoques han logrado efectos positivos, tanto para los ecosistemas marinos como para los profesionales del mar. François Rebufat (1) Science, 3 de noviembre de 2006, vol 314. (2) Véase el artículo, Desenredar una situación enrevesada, pág. 16. (3) Cifras establecidas en el 5th World Parks Congress, Durban, en 2003. myweb.dal.ca/bworm/ © WWF-Canon/Cat Holloway © WWF-Canon/Jürgen Freund © CNRS Photothèque/Claude Carre El ecosistema primario “Voy a ver, en las extremidades de la madre tierra, el Océano, origen de los dioses”. Así habla Hera, esposa de Zeus, en La Ilíada. La visión de Homero no es falsa. El mar es el crisol “original” que hizo posible la vida sobre la Tierra, hace unos 3.800 millones de años. Las cianobacterias constituyeron la primera forma de vida. Los investigadores siguen descubriendo aún el mundo submarino, verdadero tesoro lleno de seres sorprendentes, que viven en ausencia absoluta de luz y en condiciones extremas. Saben ahora que los océanos, piezas claves del equilibrio atmosférico, almacenan más del 90 % del carbono existente en el planeta, así como enormes cantidades de metano. Un “depósito” cuya situación es determinante en el contexto del cambio climático global. research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 7 BIODIVERSIDAD Carrera contrarreloj en l L La vida, aparecida en los mares hace alrededor de 3.000 millones de años, no ha dejado de diversificarse para colonizar hasta los entornos con las condiciones más extremas. Pero actualmente, la sobreexplotación, la destrucción del hábitat, la contaminación, la introducción de especies exóticas y el cambio climático amenazan los ecosistemas marinos y la biodiversidad. Los investigadores de la red europea MARBEF (Marine Biodiversity and Ecosystem Functioning) han emprendido la última odisea marítima: descubrir las numerosas formas de vida presentes en los océanos antes de su posible desaparición. os océanos, considerados como la “cuna de la vida” en el planeta azul, encierran una inimaginable diversidad de ecosistemas y especies. Además, esta riqueza es relativamente poco conocida: aunque se hayan registrado unas 240.000 especies marinas, quedarían por descubrir unos 10 millones más. A fin de saber más sobre estas especies y sus entornos, la red europea de investigación MARBEF (1) intenta desvelar el funcionamiento de los ecosistemas marinos relacionados con la biodiversidad. Esta plataforma, que reúne a más de 700 científicos de 92 centros distribuidos en 24 países europeos, permite la integración de investigaciones multidisciplinarias sobre la biodiversidad marina y la puesta a disposición de esta información para un público más amplio. “Al reunir un gran número de proyectos, la red permite observar las tendencias en toda Europa”, precisa Herman Hummel, director general adjunto de MARBEF. “Nuestras 18 líneas de investigación se centran en las tendencias globales de la biodiversidad marina en los ecosistemas, en el funcionamiento de éstos últimos y en la importancia socioeconómica de la biodiversidad”. Caranx sexfasciatus (o jurel ojón) desplazándose en el Océano Pacífico. Las amenazas que se ciernen sobre la biodiversidad conciernen a todas las especies vivas de los océanos y su periferia, puesto que están intrínsecamente relacionadas. 8 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 © WWF-Canon/Jürgen Freund Biodiversidad frágil Todos los mares no albergan la misma riqueza de especies. “Algunos ecosistemas comportan apenas más de de cien especies mientras que otros, cuentan con varios miles”, destaca Herman Hummel. “Estas diferencias se deben a múltiples razones: la biodiversidad es mucho menos elevada en el Mar Báltico (liberado del hielo hace unos 10.000 años) que en las zonas tropicales libres de glaciaciones y en las que más especies tuvieron la posibilidad de evolucionar desde mucho antes. Dentro de un mismo sistema, la presencia de un hábitat particular puede generar una mayor diversidad, como las chimeneas hidrotermales (fuentes hidrotermales con forma de chimenea) observadas en las fosas abisales”. Del mismo modo, la destrucción de los hábitats marinos, como la destrucción observada en los BIODIVERSIDAD as profundidades El efecto mariposa Del fitoplancton de 2 µm hasta las ballenas, pasando por los calamares gigantes, todas las especies que pueblan los océanos están estrechamente relacionadas. Cada grupo desempeña un papel fundamental en el equilibrio de su entorno y participa en el mantenimiento de las demás formas de vida. Por lo tanto, cualquier modificación que afecte a una especie puede tener repercusiones en un gran número de organismos relacionados entre ellos. Por ejemplo, la sobrepesca no amenaza únicamente a las especies capturadas: perjudica también el funcionamiento global de los ecosistemas hasta el punto de hundirlos en el caos. Según diferentes estudios, entre ellos los publicados en las revistas Science y Nature, la biodiversidad de los animales predadores ha disminuido radicalmente en todas las regiones oceánicas del planeta en el transcurso de los últimos cincuenta años, período durante el cual las poblaciones de predadores (en particular, las ballenas) disminuyeron de forma generalizada en un 90 % en los grandes océanos. Estas desapariciones desencadenan una reacción en la cadena alimentaria. Los peces de pequeño tamaño proliferan y consumen zooplancton. La merma del zooplancton permite la multiplicación del fitoplancton (del que se nutre), lo que tiene consecuencias para numerosas especies. De hecho, las algas fitoplanctónicas fomentan el desarrollo de bacterias que reducen el nivel del oxígeno en el agua. Algunas algas producen igualmente potentes neurotoxinas que, introducidas en la cadena alimentaria, amenazan tanto a los crustáceos, los peces, las aves, los mamíferos marinos… como a los hombres, que consumen estos organismos directa o indirectamente. Los ecosistemas también se ven perturbados por la introducción de especies exóticas. Estos invasores, transportados en los cascos, en el lastre de los navíos o en los intercambios entre criaderos de marisco, se desarrollan bruscamente lejos de su hábitat de origen, en competencia con las especies autóctonas. Un ejemplo histórico es el de Crepidula fornicata: este molusco de la Costa Este de los Estados Unidos, introducido en Europa en el siglo XVIII a tenor de las transferencias de ostras, se ha apropiado del espacio y de la comida de estas últimas. ¿Restaurar el equilibrio? Si la urbanización creciente de las zonas costeras conlleva el empobrecimiento de los hábitats costeros, un problema aún más grave se cierne sobre las aguas profundas. Los océanos, que absorben una parte del CO2 atmosférico, se están acidificando hasta tal punto que ponen en riesgo los primeros eslabones de la cadena alimentaria: los corales, los bivalvos y los crustáceos. Además, el agua más ácida capta menos CO2, que al persistir en la atmósfera Cnidaria, Anthomedusae. Los cnidarios, que constan de miles de especies, existen en dos formas: fijas (corales, anémonas de mar...) o libres, como las medusas. acentúa el calentamiento climático. Se trata de un problema particularmente grave en la Región Ártica en la que el aumento de las temperaturas es el doble o el triple del que se registra en otros lugares: 3°C en los últimos cincuenta años. En treinta años, entre un 15 y un 20 % del casquete glaciar se ha derretido y, de no invertirse esta tendencia, la flora y fauna locales podrían verse afectadas irremediablemente. “Las presiones ejercidas sobre el medio ambiente hacen presagiar la desaparición de ciertas especies antes incluso de que sean descubiertas”, destaca Herman Hummel. “Por eso tenemos que hacer el balance de la biodiversidad marina lo antes posible. Nuestra red ya ha creado decenas de bases de datos en las que están censadas unas 70.000 especies presentes en Europa”. Hay que medir el impacto de la actividad humana sobre los ecosistemas marinos para definir medidas políticas a favor de un planeta azul sostenible. ¿Pero bastará con eso? “Habrá que pensar en una red de zonas protegidas aptas para preservar eficazmente la biodiversidad”, estima Herman Hummel. “Sin duda, estas zonas deberán abarcar varios centenares de kilómetros cuadrados para permitir el establecimiento duradero de estas poblaciones”. Charlotte Brookes (1) La Unión Europea financia la red de excelencia MARBEF con 8,7 millones de € para cinco años. © CNRS/Photothèque/Claude Carre bosques primarios, conlleva la desaparición de sus ocupantes. ¿Y en Europa? “Nuestros ecosistemas marinos sufren los efectos de la sobreexplotación, la destrucción del hábitat, la contaminación, la introducción de especies exóticas y el cambio climático global”, explica Herman Hummel. “Tenemos un profundo desconocimiento de las consecuencias de todo ello sobre la biodiversidad. Las diferentes especies realizan funciones variadas y un número mínimo de estos ‘participantes’ es necesario para que el ecosistema pueda funcionar correctamente”. research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 9 GRANDES FONDOS MARINOS © T.Lundalv, TMBL La cara oculta de la Tierra La exploración reciente de los grandes fondos suscita numerosos interrogantes a la vez que desvela muchos secretos. ¿Los grandes fondos albergan nuevos recursos explotables? ¿La contaminación y el cambio climático alteran sus ecosistemas únicos? ¿Cómo preservarlos? Numerosas cuestiones a las que los científicos como los del proyecto HERMES (1) empiezan a responder. Continente CAPA SEDIMENTARIA Margen continental Plataforma continental (0º 07’’) Ruptura de pendiente (132 m de media) Cuenca oceánica Talud continental (4º) Elevación continental CORTEZA CONTINENTAL Llanura abisal (4.000-6.000 m) Dorsal medio-oceánica (2.000-3.000 m) CORTEZA OCEÁNICA Fuente Planète-Terre/Pierre-André Bourque. 10 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 Los márgenes continentales, objeto de numerosas investigaciones, concentran la mayoría de las explotaciones potenciales de los grandes fondos. M ontañas, volcanes, cañones, fuentes hidráulicas… La representación del relieve submarino, tanto para el profano como lo presentado en la literatura oceánica tradicional, no refleja ni toda su diversidad ni su complejidad. Estos ecosistemas, variados debido a la multitud de estructuras propias del mundo bentónico (2) y complejos por sus modos de funcionamiento, son además interdependientes, lo que complica enormemente la tarea de los científicos. Actualmente, los estudios intentan comprender, por separado, las especificidades propias de cada parte del relieve submarino, puesto que, a pesar de que los mares y los océanos cubren el 70 % del globo terrestre, tan sólo conocemos un 1 % de los seres que allí viven. Vivir al margen de los continentes Los oceanógrafos se interesan especialmente por los márgenes continentales, que son la prolongación de las plataformas continentales hasta las llanuras abisales. Los márgenes continentales, lugar de encuentro entre las placas © T.Lundalv, TMBL. GRANDES FONDOS MARINOS Gorgonocefalos (Gorgonocephalus caput medusae) que viven a 290 metros de profundidad en la región de Skagerak, a la altura de la costa de Noruega. continental y oceánica, están recorridos por fallas, a través de las cuales escapan numerosos gases, principalmente el metano. También son el punto en el que se acumulan los sedimentos terrestres que proceden de la desembocadura de los ríos o de las corrientes marinas antes de caer en los fondos oceánicos profundos. Contrariamente a las llanuras abisales, en las que la vida es escasa, numerosos organismos colonizan las pendientes del talud continental y se alimentan principalmente de la materia orgánica contenida en los sedimentos que lo recubren. Son ecosistemas únicos, muy frágiles al estar adaptados a los grandes fondos, lugares extremos en los que la temperatura es baja, la luminosidad escasea y falta el oxígeno. Cualquier variación súbita de este biotopo podría acabar con una gran cantidad de organismos, a menudo desconocidos, que desaparecerían así de la superficie de la Tierra. “Las industrias petroleras y el sector pesquero codician cada vez más los fondos marinos, al estar disminuyendo los recursos disponibles en los lugares más accesibles. Por lo tanto, urge comprender mejor el medio Corales de agua fría E s difícil hablar de los corales sin pensar en las magníficas playas de las regiones tropicales del globo. No obstante, un coral de otro tipo se desarrolla en los fondos oscuros de los mares, menos coloreado que sus famosos primos del sur, pero presente en una zona mucho más amplia, lo que se descubrió recientemente gracias a las mejoras en las tecnologías de exploración de los grandes fondos. Estos arrecifes de coral crecen Colonia de Lophelia pertusa a profundidades de 40 a 6.500 m, en todos los que vive en el Sacken Reef, Noruega. mares de Europa, desde los fiordos de Noruega hasta las aguas templadas del Mediterráneo, así como en el resto del mundo. Aunque Lophelia pertusa, un coral blanco, sea su más ilustre representante, tan sólo en la parte noreste del Océano Atlántico se han registrado hasta la fecha no menos de 1.300 especies diferentes. Los arrecifes de coral de agua fría, capaces de extenderse sobre varios kilómetros de largo, son un elemento fundamental de un rico ecosistema, que proporciona protección, cobijo y comida a numerosos organismos marinos, entre ellos, una multitud de peces con valor comercial. No obstante, además de los impactos debidos al cambio climático y de los causados por la explotación de los hidrocarburos en offshore, grandes áreas de corales de agua fría son arrancadas por las redes de arrastre de grandes fondos, que rascan los suelos marinos para pescar. Estos corales crecen diez veces más lentamente que los corales tropicales, y en un instante se reducen a la nada cien años, incluso mil años de crecimiento. Algunos países, como Noruega, Irlanda y el Reino Unido, han impuesto en estos últimos años medidas de protección de estos especimenes poco conocidos. Un marco legislativo que por fin responde a los numerosos llamamientos de los científicos intrigados por este biotopo de la sombra. bentónico para evaluar su fragilidad y, en el futuro, poder proponer formas de explotación sostenible a los responsables políticos”, declara Philip Weaver, investigador en el National Oceanography Center of Southampton – NOCS (Reino Unido) y coordinador del proyecto europeo HERMES, una plataforma científica multidisciplinaria destinada a estudiar los márgenes continentales europeos. Un desafío especialmente importante para la Unión Europea, con sus tres millones de kilómetros cuadrados de margen continental. Ante la amplitud de la tarea, los investigadores de HERMES se centran en siete zonas estratégicas, consideradas como “puntos calientes” a nivel ecológico. El Gran Cañón de Portugal Entre estas zonas están los cañones portugueses. Nazaré, un gigantesco cañón a la altura de las costas de Portugal, se extiende sobre unos 250 km, lo que permitiría casi compararlo con su primo americano de Colorado. Su profundidad llega a los 5.000 metros en algunos sitios. Nazaré constituye una de las últimas etapas para los sedimentos terrestres trans- portados hacia las llanuras abisales, situadas en la parte final del talud continental. Los organismos que viven en los fondos oceánicos profundos dependen en gran medida de este aporte sedimentario, puesto que arrastra una gran cantidad de materia orgánica. El mecanismo propio de este fenómeno es simple, pero eficaz: los sedimentos se acumulan dentro del cañón y van creando con el tiempo enormes taludes. Cuantos más depósitos de sedimentos se suceden, más inestables se vuelven los taludes. Cuando se desmoronan, tras un fenómeno geológico como un terremoto o por mera pérdida de equilibrio, crean verdaderos aludes sedimentarios denominados “corrientes de turbidez”. Impulsadas por la gravedad, grandes columnas de agua llenas de sedimentos caen al fondo del cañón y acaban su recorrido en su garganta, formando un cono sedimentario submarino. Los sedimentos recorren así largas distancias a una velocidad que puede llegar a varias decenas de km/h. La fuerza de estas corrientes, cuya frecuencia varía según el cañón (alrededor de cada 400 años en el caso de Nazaré), es capaz research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 11 © NOCS GRANDES FONDOS MARINOS El cañón oceánico de Nazaré, estudiado por los investigadores del proyecto HERMES, puede aclarar las relaciones complejas que esta grieta submarina tiene con su entorno. de romper cables de telecomunicación submarinos o de arrancar estaciones de observación científica amarradas a los flancos del cañón. “Las corrientes de turbidez oradan los cañones y destruyen todo a su paso. Estamos intentando determinar la capacidad de los ecosistemas para recuperarse después de tales fenómenos. Así podremos evaluar el impacto de las diferentes actividades humanas que pueden realizarse en torno a los cañones”, añade Philip Weaver. Volcanes de lodo La acumulación de los sedimentos al pie de los taludes continentales origina otro fenómeno geológico característico de los márgenes continentales. Grandes cantidades de hidrocarburos se escapan de los fondos marinos, a través de simples chimeneas gaseosas, pockmarks (3) o volcanes de lodo. Los científicos denominan a estos derrames “surgencias frías”, en oposición a las fuentes hidrotermales, muy calientes, presentes en las proximidades de las dorsales oceánicas, donde la actividad volcánica es intensa. “Estas emanaciones, de metano principalmente, son el resultado de la descomposición de la materia orgánica contenida en los sedimentos, o pueden originarse a más profundidad en los depósitos de petróleo. El metano, así como el agua contenida en los sedimentos, quedan atrapados bajo la capa sedimentaria y, por efecto de la presión, se escapan a través de las fisuras de los fondos 12 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 marinos”, explica Jean-Paul Foucher, coordinador de la sección “surgencias frías” en HERMES e investigador del Departamento de Geociencias Marinas del IFREMER (4). “Actualmente, intentamos hacer un inventario y comprender mejor los volcanes de lodo, sus emisiones de gas y de agua, muy abundantes a veces, así como el ecosistema particular que los caracteriza”. Una multitud de organismos pueblan estas estructuras atípicas cuyo inventario se enriquece de forma continua gracias a los avances de la cartografía submarina. Recientemente se concluyó una misión en el Golfo de Cádiz a bordo del James Cook, un barco oceanográfico que pertenece al NOCS. Pero otras muchas expediciones organizadas por HERMES estudian los volcanes de lodo submarinos. Uno de los más impresionantes, el Häkon Mosby, está situado a 1.100 metros de profundidad, a la altura de las costas de Noruega. “Desde hace una década se observa una actividad de desgasificación excepcional en la superficie del Häkon Mosby. Este volcán de lodo es objeto de observaciones continuas para comprender mejor sus sacudidas así como el ecosistema que lo caracteriza. En el Häkon Mosby y en otros volcanes de lodo o pockmarks, una parte del metano emitido queda capturado en forma de cristales de hidrato, una mezcla sólida de gas y agua, que podría constituir una valiosa fuente de energía para el futuro, aunque al mismo tiempo representa un peligro potencial debido al calentamiento de los océanos (5)”. Los habitantes de lo extremo ¿Cómo funcionan los volcanes de lodo? ¿A qué profundidad se encuentra la fuente de esta emanación puntual de agua, metano y otros gases? Como señala Jean-Paul Foucher: “Cada volcán es diferente, por lo que la tarea de los científicos es enorme. Pero ese tipo de estructura es el lugar de vida de los extremófilos, cuya principal fuente de energía no es la fotosíntesis sino la quimiosíntesis, es decir, la producción de energía a partir de los componentes químicos de los fluidos fríos, principalmente del metano”. Esta fauna atípica y la intensa actividad microbiana consumen buena parte del metano emitido por las fuentes de fluidos fríos. El resto queda absorbido dentro de la columna de agua. Pero los investigadores temen los impactos del cambio climático sobre el biotopo característico de las surgencias frías, ya que si desaparecieran los extremófilos, la liberación masiva del gas no consumido en la atmósfera podría tener consecuencias desastrosas. En efecto, el metano contiene un potencial de calentamiento global (PCG) 23 veces superior al del CO2, lo que hace que sea un potente gas de efecto invernadero. El estudio de este biotopo permite completar los conocimientos aún insuficientes sobre las interacciones entre los océanos y la atmósfera y sobre todo confirma su influencia determinante sobre el clima. Anticipar la evolución del mismo pasa necesariamente por un estudio más minucioso de los fenómenos marinos, en particular de los que rigen este lado oscuro del planeta formado por los grandes fondos. Julie Van Rossom (1) Hotspot Ecosystem Research on the Margins of European Seas. (2) La palabra bentónico designa la vida de los fondos marinos. (3) Un pockmark es una huella dejada en la superficie de los sedimentos por la filtración de fluidos a través de la columna sedimentaria. (4) Institut Français de Recherche pour l’Exploitation de la Mer. (5) Véase a este respecto “El extraño universo del metano oceánico”, artículo publicado en el I+DT info, nº 48, febrero de 2006, pág. 9. HERMES www.eu-hermes.net/ NOCS – Classroom at sea www.classroomatsea.net/ IFREMER – Fondos marinos www.ifremer.fr/exploration/ CARBONO ©Leanne Armandi El CO2 entre el cielo y el mar Microalga silícea (diatomea) típica de la meseta oceánica de Kerguelen, en el Océano Austral, estudiada por los investigadores de KEOPS. E l CO2 no hace distinción entre el aire y el agua. Pasa fácilmente del uno al otro, intentando ocupar estos dos medios de la forma más uniformemente posible. Cuando aumenta la concentración atmosférica en carbono, lo que está ocurriendo desde hace décadas, el océano absorbe el exceso y restablece el equilibrio. No obstante, aunque el CO2 se comporte de forma relativamente estable en el aire, en el mar sus interacciones son múltiples y se resumen en dos grandes mecanismos: bombeo físico y bombeo biológico. Las peripecias del carbono oceánico El bombeo físico funciona gracias a la circulación termohalina de los océanos, el gigantesco intercambiador de calor del planeta. En los polos, el agua del mar se enfría considerablemente, entonces aumenta su salinidad, lo que conlleva la formación de la banquisa al no entrar la sal en la formación de los hielos. El agua, más fría y salada, se vuelve más densa y Los océanos son verdaderos sumideros de carbono sin los cuales el calentamiento climático se habría notado aún más y desde hace casi dos siglos. No obstante, siguiendo al ritmo actual de emisiones antropogénicas de CO2, este gigantesco sumidero está dando signos de saturación. Para comprender este fenómeno, el programa de investigación europeo CARBOOCEAN se lanzó a las aguas planetarias, en busca de indicios que permitieran evaluar su potencial de absorción de CO2 y las consecuencias que podría tener una posible saturación. se sumerge en las profundidades oceánicas. Después emprende un largo periplo hacia las zonas intertropicales, donde se calienta y, al perder así parte de su densidad, remonta a la superficie antes de volver a los polos. Un circuito de unos 80.000 km que una molécula de agua recorre en un milenio, a razón de algunos milímetros por segundo. Esta “cinta transportadora” oceánica bombea aspirando una parte del gas carbónico de nuestra atmósfera. De hecho, el agua de los polos captura grandes cantidades de CO2, más soluble en el agua fría, para llevarlo a las grandes profundidades. Varios siglos más tarde, cuando las aguas llegan a las zonas intertropicales, se calientan y se vuelven sobresaturadas en CO2, que vuelve entonces a la atmósfera. No obstante, una parte del carbono disuelto en el agua no ha tenido tiempo de unirse a este circuito, y es consumida directamente por el fitoplancton en la fotosíntesis y después por los demás organismos marinos en el proceso propio de la cadena alimentaria. Es el princi- pio del bombeo biológico. La materia orgánica procedente de estos organismos marinos (cadáveres, restos organicos) se recicla en las aguas de superficie y, en un periodo de tiempo que varía entre algunos días y algunos meses, el CO2 que contenía vuelve a la atmósfera. No obstante, como dicen los especialistas, alrededor de una décima parte de esta masa orgánica es “exportada” hacia las aguas más profundas. Allí el carbono permanecerá durante un siglo, un milenio, e incluso por periodos de tiempo geológico si se deposita en el fondo en forma de sedimentos marinos. ¿Está estropeado el bombeo físico? Estos dos mecanismos, el bombeo físico sobre todo y el bombeo biológico en menor medida, tienen la capacidad de almacenar, por lo menos temporalmente, una gran parte del CO2 antropogénico liberado en la atmósfera. Pero, ¿en qué proporción? ¿Hasta cuándo? Y si el pozo oceánico se saturara ¿cuáles serían las consecuencias de semejante saturación? research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 13 El enorme proyecto de investigación europeo CARBOOCEAN, lanzado el 1 de enero de 2005, intenta responder a todas estas preguntas. “Queremos cuantificar mejor las masas de CO2 que absorbieron los océanos desde el principio de la era industrial (hace 200 años), las que absorben actualmente y las que absorberán en el futuro hasta alrededor del año 2200”, explica Christoph Heinze, coordinador de CARBOOCEAN. La Comisión Europea atribuyó 14,5 millones de euros a este proyecto del Sexto Programa Marco cuyo presupuesto global es de cerca de 20 millones de euros. Las investigaciones de CARBOOCEAN se centran esencialmente en el Océano Atlántico, incluyendo el Ártico, y en el Océano Austral. Christoph Heinze continúa: “Según los primeros resultados de nuestros análisis, parece ser que el bombeo físico del Atlántico Norte, que exporta el CO2 hacia las profundidades, ya no funciona tan bien como antes. Se pueden barajar diferentes hipótesis para explicarlo, pero estamos esperando más información para poder sacar conclusiones sobre las causas y los efectos de esta pérdida de eficacia. Recientemente, hemos constatado el mismo fenómeno en el Océano Austral”. ¿“Dopar” el bombeo biológico? Desde hace muchos años, los investigadores han venido observando que, en determinados lugares del planeta (el Océano Austral, Pacífico Este-Ecuatorial, Pacífico Norte), el bombeo biológico también ha perdido parte de su velocidad de funcionamiento debido a la carencia de fitoplancton. Algunos sostienen que tan sólo habría que relanzarla para poder absorber más CO2 atmosférico. Pero ¿a qué se debe esta carencia? A que al fitoplancton le falta hierro. Algunos experimentos llevados a cabo desde 1993 revelan que el hierro es un nutriente esencial para el crecimiento de las microalgas. Es indiscutible que, al echar pequeñas cantidades de hierro al océano, el fitoplancton se recupera, aumentando así los índices de CO2 captados por la fotosíntesis. Pero para Stéphane Blain, director de la expedición KEOPS (Kerguelen Ocean and Plateau compared Study): “Estos experimentos dejan algunas dudas. Es evidente que tras esta fertilización, la actividad biológica en la superficie se intensifica (por ejemplo, la fotosíntesis), aunque queda planteada la cues- 14 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 © Andrea Volbers CARBONO Esta expedición, iniciada por los investigadores de CARBOOCEAN, ha hecho posible que algunos alumnos noruegos pudieran participar en un crucero en el barco científico Hans Brattstrøm, equipado con una red de captura de fitoplancton y con sensores hidrográficos. tión de la proporción de CO2 absorbido que se va a las profundidades. Ahora bien, esta transferencia hacia las profundidades es precisamente el signo del verdadero funcionamiento del bombeo biológico”. Algunas empresas comerciales como Planktos no dudan en seguir avanzando a pesar de esta incertidumbre. Funcionan según un principio bastante simple: venden créditos de CO2 a empresas o a autoridades territoriales contaminantes para que su balance en materia de emisiones de CO2 sea neutro. Planktos se encarga de compensar las emisiones de sus clientes, por ejemplo, invirtiendo en proyectos de repoblación forestal en los continentes. Pero dentro de poco desea proponer también la fertilización de las zonas de fitoplancton. No obstante, nada hace presagiar que la operación vaya a dar sus frutos y que el CO2 sea exportado de forma efectiva a largo plazo hacia las profundidades oceánicas. En todo caso, los primeros experimentos han dejado a los científicos bastante escépticos, por no hablar de los posibles efectos adversos. Para aclarar esta cuestión delicada, la expedición KEOPS, desde principios de 2005, ha llevado a cabo observaciones en la zona de la plataforma oceánica de Kerguelen en el Océano Austral. Un lugar especialmente seleccionado por su abundancia en fitoplancton de carácter estacional, “que se debe claramente a un aporte de hierro”, explica Stéphane Blain. “Este hierro es natural, proviene de las capas más profundas del océano. La comprensión de las causas de este aporte era un aspecto de nuestro estudio, y otro aspecto era observar las consecuencias del mismo. Al estudiarlo nos dimos cuenta de que el sistema natural es eficaz para exportar CO2 a las profundidades. Pero las condiciones de este aporte natural son completamente diferentes de lo que se pueda hacer de forma artificial arrojando hierro a las capas superficiales. A modo de conclusión, es cierto que un aporte artificial de hierro aumenta la captura de CO2 en las aguas de superficie, pero no se puede afirmar con ello que habría una exportación de CO2 duradera hacia las capas profundas del océano”. CO2 + H2O = ácido carbónico Cuando el CO2 se disuelve en el agua, la reacción química resultante produce ácido carbónico. En otras palabras, el CO2 absorbido por el océano, aunque sea de forma natural, aumenta la acidez del agua. Antes del inicio de la era industrial, el pH (1) oceánico era de 8,16 y hoy en día tan sólo es de 8,05. Al ritmo actual de emisiones de carbono a la atmósfera y, por lo tanto, de absorción por los océanos, el pH en 2100 tendría que situarse en alrededor de 7,60. Ahora bien, como recuerda Christoph Heinze: “La supervivencia de un gran número de organismos marinos, estando algunos de ellos en la base de la cadena alimentaria del medio oceánico, depende entre otras cosas del pH. Por lo tanto, la acidificación podría cambiar la vida en los océanos. En particular, los organismos de concha calcárea serían los más afectados”. A modo de conclusión, el coordinador de CARBOOCEAN afirma: “Si los sumideros de carbono oceánico siguen debilitándose, probablemente habrá que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que implica para las colectividades una necesaria disminución del consumo de energía, gran productora de CO2 atmosférico”. Matthieu Lethé (1) En la escala de medición de la acidez, las materias más ácidas tienen un pH 0, las más básicas un pH 14 y el agua pura, neutra, un pH 7. © WWF-Canon/Mike R.Jackson © WWF-Canon/Isaac Vega © Greenpeace/Gavin Newman Mar materna Se pensaba que era inagotable, pero al mar se le va la vida. Según el World Wild Fund (WWF), el 76 % de las poblaciones de peces comercializadas están sobreexplotadas o a punto de estarlo. Cada año, quedan atrapados en las redes 300.000 mamíferos marinos. Y no obstante, la “pesca sostenible” no es ningún mito. Tan sólo habría que velar por que las capturas no excedieran el umbral de renovación de los recursos. Esta gestión implica una reglamentación, modalidades de captura y zonas marinas protegidas. Frente a las necesidades, la acuicultura puede ser una baza alimentaria, si se realiza en condiciones controladas, tanto para los productos de cría como para las especies silvestres próximas o el medio ambiente del litoral. El océano, protegido y bien gestionado, ofrece enormes riquezas, así como pistas para la investigación farmacéutica y las nuevas energías, sobre todo gracias a la fuerza de sus olas. research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 15 SOBREPESCA Desenredar una situación enrevesada Rindámonos ante la evidencia: el océano no es como el cuerno de la abundancia. Y la imagen de nobleza asociada a la pesca se ha ido empañando por la sobreexplotación de los recursos marinos. Los científicos y los pescadores están enfrentados, los primeros alertan acerca de los impactos catastróficos de la sobrepesca, los últimos defienden la profesión con la que se ganan la vida. Todos parecen coincidir en que se deben preservar los recursos pesqueros a largo plazo. ¿Pero cómo? La investigación científica no ha encontrado aún todas las respuestas. Y aún así, haría falta que las instancias políticas las tomaran en cuenta. © IFREMER/Olivier Barbaroux 16 ¿E © Australian Fisheries Management Authority Pesca del atún rojo en Favgnana (Sicilia, Italia). Este pez nómada, sobreexplotado, recorre largas distancias desde las aguas frías del Atlántico Norte y los mares adyacentes, en las que se alimenta, hasta las regiones cálidas, en las que se reproduce. research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 ¿Pesca milagrosa? Pesca industrial centrada en una especie, la orange roughy (reloj anaranjado). uropa ha gestionado sus recursos marinos a la ligera? Tras 25 años de Política Pesquera Común (PPC), las constataciones siguen siendo muy alarmantes. Los informes de la FAO (1) sobre el estado de los recursos pesqueros a nivel mundial revelan que el porcentaje de las especies explotadas de forma sostenible no ha dejado de disminuir, pasando de un 40 % en 1974 a sólo un 23 % en 2005. Y la Unión Europea está directamente implicada. El Atlántico Nordeste, del que provienen más de dos tercios del volumen de las capturas de la industria pesquera europea, forma parte de las zonas en las que la biodiversidad está más amenazada (2). Allí un 46 % de los recursos pesqueros están sobreexplotados, agotados o en fase de recuperación, frente a un 25 % en el caso de los recursos pesqueros a nivel mundial. Con la PPC “no se ha logrado una explotación sostenible de los recursos pesqueros, por lo que será necesario modificarla si se quiere alcanzar ese objetivo. Sus deficiencias tienen que ver con la conservación y con aspectos económicos y políticos”, señala el Libro Verde de la Comisión sobre el futuro de la PPC de 2001. Por fin una reforma ambiciosa... La dificultad de los responsables políticos para conciliar imperativos económicos y ecológicos es una de las principales razones de este fracaso. El 76 % de los procedimientos de incumplimiento en materia de PPC contra los Estados miembros tienen que ver con la sobrepesca. La PPC, lanzada en 1982, no ha sido aplicada con mano dura. Es cierto que ha causado la disminución de los conflictos marítimos entre intereses nacionales, pero no ha podido contrarrestar de forma eficaz la sobreexplotación. ¿Supremacía económica o intenciones electoralistas? Sea como fuere, el mundo político raramente ha conseguido imponer cuotas de pesca de acuerdo con el Total Admisible de Captura (TAC), científicamente definido con vistas a garantizar la renovación de las poblaciones. Además, algunos subsidios pretendían reducir progresivamente la flota, modernizando los navíos restantes. Un esfuerzo muy loable pero ineficaz: la disminución del número de barcos se ha compensado con el aumento de la capacidad de captura individual de los buques. Se sabe hoy en día que la biodiversidad de los océanos es el resultado de un complejo enredo de sinergias entre los diferentes organismos marinos, cuya supervivencia depende del frágil equilibrio que regula su entorno. Una complejidad poco entendida en la época en que se creó la PPC, que evalúa el estado de los recursos pesqueros tomando sólo como indicadores la abundancia y la mortalidad debida a la pesca, en función de cada especie, independientemente de la evolución de los ecosistemas. Por último, la PPC, revisada en 2002, pretende establecer una explotación sostenible de los recursos marítimos, lo que exige una mayor contribución de la investigación, ya que los conocimientos sobre el “sistema oceánico” son aún demasiado escasos para aplicar eficazmente el nuevo enfoque “ecosistémico” adoptado por la Comisión. © WWF-Canon/Jason Rubens SOBREPESCA ¿Contar lo incontable sin equivocación posible? “Trabajamos en la evaluación de un recurso para el cual no se pueden contar los individuos uno por uno. Por lo tanto, estamos obligados a evaluar el estado de las poblaciones de forma indirecta, utilizando modelos estadísticos”, explica Pierre Petitgas. Este biólogo y geoestadista del IFREMER es el coordinador de FISBOAT, un proyecto europeo cuyo objetivo es perfeccionar los modos de evaluación de los recursos marinos. De hecho, el proceso actual se basa en una combinación de datos que provienen, por un lado, de campañas de muestreo realizadas en el mar por los científicos y, por otro, del producto declarado de las capturas de pesca. Mientras que los errores de muestreo en el mar pueden calcularse y corregirse, no se puede determinar en qué medida los pescadores declaran el número real de capturas y de peces rechazados. Por lo tanto, es necesario aumentar la fiabilidad de los métodos de evaluación, basados a la vez en las extracciones científicas y en lo que declaran los pescadores. “La cuantificación del grado de incertidumbre es una parte fundamental de las recomendaciones científicas. Se trata de una condición necesaria para integrar el enfoque de precaución en el proceso de toma de decisiones a nivel político”, señala el IFREMER. Otro error consiste en apoyar las decisiones políticas en datos parciales. “Tomar en cuenta tan sólo los indicadores demográficos equivale a establecer un diagnóstico parcial de la situación real, como un agricultor que únicamente examina su trigo dentro de un perímetro reducido sin comprobar si todo el cultivo crece a un ritmo normal”, exclama Pierre Petitgas. Sin duda por ello Canadá perdió una buena parte de su población de bacalao antes de que se El 20 % de las especies de tiburones están en vías de extinción, particularmente porque los especimenes más jóvenes quedan atrapados accidentalmente en las redes. Uno de los últimos ganadores de Smart Gear, concurso de innovación que favorece una pesca sostenible organizado por el WWF, ha concebido un sistema de imanes que permiten alejarlos de los arrastreros-palangreros que pescan el atún y el pez espada. aprobara una moratoria en 1992. En esa época, varios indicadores biológicos medidos en las campañas científicas (índice de mortalidad, edad de madurez sexual, distribución espacial de la población) no fueron integrados en los informes destinados a los políticos. No obstante, su examen a posteriori revela que existían índices de deterioro de la población mucho antes de que se informara a la sociedad civil de la situación. De ahí que el espacio marítimo europeo necesite evaluaciones más fiables y predictivas. Es el papel de FISBOAT, cuyos métodos de evaluación serán probados dentro del CIEM (3). Smart Gear: replantearse las técnicas de pesca Otro desafío fundamental radica en la elaboración de técnicas de pesca menos destructivas para el entorno marino. El desafío es enorme, teniendo en cuenta el gran número de organismos capturados accidentalmente en las redes. Desde un 3,8% para las técnicas de pesca menos destructivas a un 50% en el caso de algunos buques, como los equipados con redes de arrastre de fondo que además causan daños inestimables a los hábitats marinos más frágiles, como los corales de agua fría. Los oceanógrafos y las asociaciones de defensa de la naturaleza se manifiestan cada vez más en contra de estas técnicas. De hecho, las consecuencias exactas de las mismas sobre el ecosistema bentónico, muy lento en restablecerse, aún quedan por determinar de forma precisa. Ahora cabe proponer otras opciones a los pescadores. Desde 2005, el WWF organiza “Smart Gear”, un concurso internacional abierto a los inventores de cualquier ámbito: profesionales, ingenieros, profesores o estudiantes. Pretende promover inventos que research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 17 concilien el respeto al medio ambiente y la rentabilidad de las industrias pesqueras. Las soluciones más innovadoras son a veces de una simplicidad desconcertante. El invento ganador de la edición de 2006 permite limitar el impacto de la pesca sobre los tiburones, puesto que el 20 % de sus especies están al borde de la extinción. La idea consiste en sacar provecho de la aversión de los tiburones por los campos magnéticos intensos y de su capacidad única de detectarlos. Se los puede alejar de las líneas mortales con potentes imanes, situados por encima de los anzuelos de los palangres utilizados por los pescadores de atún y de pez espada. El tercer premio, un invento danés, permite reducir las capturas accidentales de peces juveniles y pequeños, cambiando la red de retención dispuesta a la entrada del copo (4). Con pequeños tubos flexibles fijados a la cuerda, la red presenta mallas de “geometría variable” que tan sólo retienen las capturas de gran tamaño, dejando que se escapen indemnes los peces más pequeños. El sistema es más flexible, más fácil y menos peligroso de manipular, y ha sido ampliamente adoptado por los pescadores de bacaladilla de las islas Feroe tras la entrada en vigor, en junio de 2006, de una ley que hacía obligatoria la utilización de la red de retención. El futuro: las zonas marinas protegidas No obstante, estos perfeccionamientos técnicos no resuelven un problema fundamental: la pesca extrae los peces más grandes que ponen más huevos y de mejor calidad. Es una selección que favorece los individuos pequeños y menos fértiles, perturba la estructura demográfica de las especies más apreciadas, fragilizando las poblaciones ya al borde de la extinción y reduciendo las esperanzas de restauración de la biodiversidad marina. A este respecto, se observa una disminución de la edad media de madurez sexual en el bacalao, una especie ampliamente sobreexplotada, lo que podría limitar definitivamente el tamaño y la capacidad de reproducción de esta especie. Lo ideal sería establecer zonas de reposo que permitan que los organismos realicen plenamente su potencial. Pero cada especie crece en un entorno bien específico. Para que sean eficaces con respecto a la gran biodiversidad marina, las zonas de reposo tendrían que 18 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 © WWF-Canon / Michel Gunther SOBREPESCA Tortuga Caretta, especie protegida en la bahía de Laganas, en Zakinthos (Islas Iónicas, Grecia). abarcar muchos y diversos espacios. Ahora bien, desde el punto de vista socioeconómico, el establecimiento a gran escala de reservas naturales cerradas a cualquier actividad de pesca es casi inconcebible, puesto que sería fatídico para el sector pesquero. No obstante, nada impide que se delimiten zonas estratégicas en las que las actividades pesqueras estén reguladas más estrictamente para garantizar una protección mayor de los ecosistemas. Ese es el concepto de Zona Marina Protegida (ZMP), una de las prioridades de la reforma de la PPC de 2002. Un término un poco confuso, ya que se utiliza para designar tanto a las reservas naturales cerradas a cualquier actividad pesquera, como a las zonas de regulación más severa de las actividades pesqueras, cuyas reglas pueden variar según el ecosistema a preservar: un enfoque más general, que pretende conciliar las necesidades ecológicas y los imperativos socioeconómicos. Pero ¿cómo se pueden delimitar y gestionar tales espacios? ¿Qué indicadores se pueden elegir para evaluar la eficacia de los mismos? Algunos proyectos europeos como PROTECT pretenden dar respuesta a estas preguntas, particularmente a través del análisis de las experiencias anteriores. En un informe publicado en febrero del 2006, los investigadores de PROTECT examinaron en detalle seis casos de ZMP (5) en el Atlántico Norte. Los cinco casos europeos tenían un punto en común… el no producir resultados satisfactorios. No es de extrañar: no quedaba bien especificado el objetivo de su implantación y pocos indicadores se habían definido previamente para evaluar el impacto de las ZMP. “Eso no significa que el sistema sea ineficaz. Las implantaciones de las ZMP tienen como desafío tomar en consideración todos los procesos y actividades de la zona objetivo, así como la previsión de los impactos sociales y económicos a largo plazo” explica Ole Vestergaard, investigador del DIFRES (6) y coordinador de PROTECT. “Intentamos desarrollar modelos de previsión para hacer posible una planificación óptima. Esto abarca, por ejemplo, la formulación de objetivos de gestión precisos y la definición de las informaciones previas necesarias sobre las diferentes interacciones del medio ambiente y de las actividades humanas”. Existen grandes expectativas sobre las investigaciones llevadas a cabo con vistas a realizar una gestión ecosistémica de la pesca. Una proeza especialmente difícil por la increíble diversidad de las sinergias del mundo marino. Queda por ver la acogida que dará la esfera política a estos nuevos modos de gestión. Los expertos lo tienen claro: para que una ZMP tenga éxito tiene que estar apoyada por una legislación clara, exenta de cualquier ambigüedad y aplicada con rigor. Julie Van Rossom (1) Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación – desde 1974, la FAO publica los informes SOFIA, que evalúan el estado de los recursos pesqueros a nivel mundial. (2) Esta lista incluye también el Atlántico Sudoriental, así como el Pacífico Sudoriental y las zonas de pesca de atún en alta mar de los océanos Pacífico y Atlántico (SOFIA 2006). (3) Consejo Internacional para la Exploración del Mar. (4) El copo se encuentra en la extremidad de la red de arrastre. (5) Definida aquí como cualquier medida de gestión para una zona marina. (6) Instituto danés de pesca e investigación marina. FAO www.fao.org FISBOAT www.ifremer.fr/drvecohal/fisboat PROTECT www.mpa-eu.net ACUICULTURA Aporte vital de proteínas para algunas poblaciones, factor de salud para otras, el pescado se consume cada vez más, hasta tal punto que los recursos naturales ya no son suficientes para responder a la demanda mundial. Una formidable oportunidad económica para la acuicultura que, no obstante, sigue enfrentándose a numerosos desafíos medioambientales y sanitarios. E n un momento en el que la producción total de la pesca de captura está estancada en alrededor de 95 millones de toneladas anuales, todas las esperanzas están puestas en la acuicultura, que abarca ya el 46% de la producción destinada a la alimentación. En Europa, su desarrollo concierne esencialmente al sector de la maricultura, no muy desarrollado dentro de la Unión a pesar de que representa más de la mitad de la producción acuícola mundial. “La mayoría de las costas europeas están demasiado expuestas a las olas y a los vientos del Atlántico, un factor que complica la creación de este tipo de cría”, declara Alistair Lane, director ejecutivo de la Sociedad Europea de Acuicultura (EAS, por sus siglas en inglés). “Pero, dentro de poco numerosas innovaciones van a posibilitar el aumento de la maricultura europea. Una perspectiva prometedora, sobre todo para los pescadores, que ya están perdiendo numerosos puestos de trabajo, como consecuencia inevitable de la sobreexplotación de los recursos pesqueros. Asociarlos al desarrollo de la acuicultura marina supone ventajas, puesto que conocen este entorno mejor que nadie”, concluye Alistair Lane. Por lo tanto, la acuicultura podría constituir una solución de calidad a la sobrepesca, siempre que este arte ancestral se practique en armonía con su entorno. El bienestar de las especies silvestres depende de ello, como la sostenibilidad de todo el sector. Con este enfoque, la Comisión lanzó en 2002 su primera Estrategia para el Desarrollo Sostenible de la Acuicultura Europea, que determina los ejes de investigación por explorar (con vistas a aumentar la producción), mantener una calidad óptima para el consumidor y garantizar un nivel de protección elevado del medio ambiente. Aunque dicha Estrategia haya sido objeto de una amplia consulta en 2007 con el fin de mejorar el sistema, los tres objetivos fundacionales de 2002 se han mantenido. Limitar los impactos medioambientales Los desafíos medioambientales de la acuicultura son múltiples: nitratos y fosfatos derivados de las deyecciones, antibióticos, detergentes o incluso introducción de especies alóctonas. © European Aquaculture Society El “plato marino” del mañana Acuicultura en Turquía. Esta granja, situada cerca de una urbanización turística, debería ser desplazada para no perjudicar el desarrollo turístico local. Todos estos problemas espinosos están siendo estudiados por los investigadores, puesto que el funcionamiento exacto de los ecosistemas marinos no se conoce lo suficiente. Según el “principio de precaución” dictado particularmente por la nueva Política Pesquera Común (1) de 2002, ante la incertidumbre científica relacionada con una actividad en el mar, al menos hay que poder contar con una sólida evaluación previa de los riesgos medioambientales. Tal enfoque también es del interés de las explotaciones de acuicultura, cuya rentabilidad depende ampliamente de un medio ambiente de calidad, como lo demuestran las pérdidas periódicas sufridas por los conquilicultivadores tras la proliferación de algunas algas productoras de toxinas. Pero subsisten aún otros interrogantes, particularmente en lo que se refiere a los desechos, al no poderse instalar en las explotaciones marícolas un sistema de recirculación del agua, lo que hace que vayan a parar al mar todos los desechos. En cuanto a los peces que se escapan de las granjas acuícolas, los especialistas temen la alteración del patrimonio genético de las especies research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 19 ACUICULTURA Cría de salmones en Vestnes (Noruega). Una práctica que podría contrarrestar la sobrepesca y proteger las especies silvestres próximas. Breve historia de la acuicultura L os vestigios de las primeras pisciculturas rudimentarias, que se remontan al año 2000 a.C., fueron descubiertos en China y en Egipto. Unos 1.500 años más tarde, los griegos empezaron la cría de ostras mientras que la vallicultura, que consiste en mantener a peces capturados durante su remontada hacia las aguas salobres, apareció en el siglo XV. Hubo que esperar el descubrimiento de la fecundación artificial de los salmones en el siglo XVII para poder dominar todo el ciclo de vida de una especie de pez. El siglo XX propició el auge de la acuicultura como nueva fuente de proteínas en un contexto de demografía mundial incontrolable. Las primeras granjas de cría de anguilas nacieron en Japón en los años cincuenta. Una década más tarde, la producción de la trucha arco iris se generalizó en Europa y en los Estados Unidos. A partir de los años setenta aparecieron con el medregal, el pez gato y algunos mariscos, los primeros pastoreos marinos, en los que las etapas precoces de desarrollo estaban controladas con vistas a garantizar la repoblación en el medio ambiente natural. Las décadas siguientes marcaron la llegada de las nuevas acuiculturas, principalmente situadas en medio marino, con la producción de salmón, gambas, lubinas o doradas, y más recientemente de atún, cuya reproducción se controla aún mal: los alevines se capturan en el mar y se alimentan en cautividad, pero esta práctica ha sido condenada por algunas ONGs de defensa del medio ambiente… silvestres cruzadas con peces de acuicultura, aunque nuestros conocimientos en la materia sean aún insuficientes. Cuantificar los riesgos de la acuicultura constituye el objetivo principal de ECASA (2). Este proyecto propone determinar los mejores indicadores para evaluar el impacto de la acuicultura sobre el medio ambiente con vistas a desarrollar modelos adaptados a las diferentes explotaciones de maricultura europeas. El proyecto pretende también seleccionar los espacios más adecuados para el desarrollo de piscifactorías, ante la ardua competencia que existe con los demás usuarios del mar (turistas, puertos de recreo, pescadores, etc.). Los resultados son como verdaderas cajas de herramientas pedagógicas destinadas a ayudar a los explotadores a que comprendan mejor el vínculo entre la acuicultura y el medio ambiente. Alimentos para peces sostenibles © WWF-Canon/Jo Benn La maricultura europea se concentra esencialmente en la cría de especies piscívoras. Las tres principales especies producidas son: el salmón atlántico, el rodaballo y la lubina, y estas especies se alimentan exclusivamente de peces dentro de su medio natural. Así, hacen falta cuatro kilos de pescado para producir la suficiente harina y aceite como para obtener un kilo de salmón atlántico: una práctica que plantea un gran problema en términos de sostenibilidad. La ampliación de la cría de los piscívoros 20 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 ACUICULTURA Optimizar la producción acuícola Sin duda, los consumidores quieren que el producto que consumen sea sano, pero no es el único criterio de calidad. En efecto, antes que nada, comemos con la vista: rechazaríamos sin duda un pez con deformidades. Un fenómeno que se regula automáticamente con la predación en el medio natural, representa pérdidas para los criaderos, puesto que un pez con malformaciones consume también más comida y tiene que ser descartado de la producción. Determinar los factores que favorecen la aparición de deformidades y controlarlos para La estación noruega de investigación en acuicultura (Fiskeriforskning) de Tromsø participa en la sección “Ética” del proyecto europeo SEAFOODPLUS. Los investigadores observan especialmente los comportamientos y la tolerancia al estrés de las diferentes especies de peces de cría. ción y el entorno del estanque de cría. “Intentamos determinar cómo se pueden optimizar estos factores para limitar el índice de peces con deformidades en cinco tipos de criaderos diferentes”, declara Margreet van Vilsteren, asistente del proyecto dentro de la FEAP. “Una primera fase experimental se lleva a cabo en los centros de investigación. Seguidamente, se prueban los resultados in situ dentro de los 10 criaderos que participan en el proyecto. Esto nos permite probarlos en situación comercial real y garantizar al máximo su eficacia”. Otros estudios intentan aprovechar el control que permite la acuicultura de cada estadio de cría de los peces para aumentar las propiedades benéficas de los productos marinos. Dentro del marco de SEAFOODPLUS (7), otro amplio proyecto de investigación apoyado por fondos europeos cuyo objetivo es el aprovechamiento de los productos marinos, Edward Schram, investigador dentro de IMARES (8), propone enriquecer los filetes de pescado con selenio orgánico, que se piensa que contiene componentes con propiedades anti-cancerígenas. El científico ha añadido ajo, por su alta concentración en selenio orgánico, a las harinas destinadas a la acuicultura. El experimento ha tenido éxito: la carne de los peces estudiados, peces gato africanos, contienen una gran concentración de selenio, sin que por ello se haya perturbado su metabolismo. “Ahora estamos esperando que la Universidad de Madrid desarrolle un método experimental que permita identificar y cuantificar todos los componentes de selenio detectados en los filetes. Se ha comprobado la © IFREMER/Olivier Barbaroux limitar las pérdidas permitiría aumentar la producción de los criaderos. Una mejora que conllevaría una disminución del costo de producción de los alevines y que beneficiaría a todo el sector acuícola. FINEFISH (6), un proyecto gestionado por la Federación Europea de Productores Acuícolas (FEAP, por sus siglas en inglés), pretende paliar este problema estudiando tres factores principales de los que se sabe con certeza que causan malformaciones en los juveniles: la temperatura, la alimenta- © Sandie Millot presupone un aumento de la presión ejercida sobre las poblaciones de pequeños pelágicos (3), con escaso valor comercial, necesarios para la fabricación de la harina y del aceite de pescado. Algunos sustitutos de origen vegetal ya están integrados en los alimentos destinados a las granjas pero la técnica tiene que ser mejorada para reducir el impacto de la acuicultura sobre los recursos pesqueros. Se trata de un problema al que pretenden dar respuesta varios proyectos de investigación, entre ellos AQUAMAX (4), financiado en gran parte por la Comisión Europea. Este proyecto pretende desarrollar nuevos alimentos, evaluar la calidad de los mismos y sus efectos sobre el ciclo de vida de un pez de acuicultura, la cría, así como sobre el consumidor y el medio ambiente. “La mayor dificultad está en determinar la composición vegetal ideal que garantiza un régimen alternativo de calidad. Un trabajo a largo plazo, puesto que cada especie tiene necesidades específicas”, declara Bente Torstensen, investigadora dentro del NIFES (5) y responsable de la sección “Metabolismo lipídico de los salmones” en AQUAMAX. Un enfoque cuya ventaja no radica únicamente en limitar las capturas de peces silvestres, sino también en mejorar la calidad del producto. “El entorno natural contiene a menudo numerosos contaminantes, acumulados por los organismos acuáticos silvestres”, precisa Bente Torstensen. “Al minimizar las capturas se puede controlar mejor el nivel de contaminación de los peces de cría, limitando los riesgos para el consumidor. No obstante, la utilización de recursos vegetales podría aumentar el índice de pesticidas del producto. No existe una solución milagrosa, así que conviene siempre sopesar las ventajas y los inconvenientes para determinar el sustituto ideal”. Distribución de granulados en las jaulas de lubinas de Cannes Aquaculture en Golfe-Juan (Francia). transferencia de selenio, pero tenemos que estar seguros de que la sustancia que deseamos infiltrar esté presente en la carne del pescado”, explica Edward Schram. Queda por saber cómo reaccionarán los consumidores. Un estudio llevado a cabo dentro del marco de SEAFOODPLUS revela que son algo reticentes a los productos naturales mejorados... JVR (1) Véase artículo Sobrepesca págs. 16-18 (2) An Ecosystem Approach for Sustainable Aquaculture. La Comisión Europea financia el proyecto con 2,5 millones de euros. (3) Pez que vive en alta mar en las capas superiores de la columna de agua (de 0 a 200m) (4) Sustainable Aquafeeds to Maximise the Health Benefits of Farmed Fish for Consumers – La Comisión lo financia con 10,5 millones de euros, sobre un presupuesto total de 15 millones de euros. (5) National Institute for Nutrition and Seafood Research (Noruega) (6) Improving sustainability of European fish aquaculture by control of malformations – El presupuesto total es de 4,8 millones de euros, la Comisión lo financia con 3 millones de euros. (7) Health promoting, safe seafood of high eating quality in a consumer driven fork-to-farm concept (8) Institute for Marine Resources and Ecosystem Studies (Países Bajos) www.ecasa.org.uk/ www.aquamaxip.eu/ www.aquamedia.org/finefish/ www.seafoodplus.org/ research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 21 BIOTECNOLOGÍA AZUL Mina de oro acuática para Desde los peces polares hasta las bacterias de las fuentes hidrotermales, algunas criaturas marinas se instalan en medios tan inhóspitos que es difícil imaginar cómo pueden sobrevivir allí. Su resistencia en condiciones excepcionales, como un fuerte índice de salinidad y temperaturas extremas, o su capacidad para producir substancias tóxicas, intriga a los investigadores de la red de excelencia europea MARINE GENOMICS (1). Con paso lento pero seguro,las biotecnologías se interesan por esta naturaleza sorprendente, susceptible de facilitar nuevos remedios contra los cánceres, o conseguir plásticos biodegradables y antibióticos revolucionarios. “A lgunos organismos sobreviven a profundidades extremas, casi sin oxígeno, resistiendo a temperaturas extraordinariamente calientes o frías”, constata Mike Thorndyke, responsable de los aspectos Evolución, Desarrollo y Biodiversidad dentro de la red MARINE GENOMICS. “¿Cómo consiguen adaptarse estos animales a tales condiciones? ¿Cómo pueden resistir a las profundidades, temperaturas y presiones exorbitantes? Intentamos comprenderlo, estudiando sus metabolismos podemos hacer descubrimientos útiles para todos, incluso en términos de salud humana. Las enzimas de estos organismos son más interesantes que las utilizadas habitualmente: por ejemplo, podemos utilizarlas con soluciones muy salinas y a temperaturas extremas”. Extremófilos Tomemos el caso de los peces polares. ¿Cómo consiguen resistir a las temperaturas heladas? Tras treinta años de intensas investigaciones se ha podido poner al descubierto el secreto 22 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 de su resistencia a las aguas heladas. Un equipo de biólogos canadienses ha demostrado que algunas proteínas “anticongelantes”, diez veces más activas que las que se conocen, se fijan sobre los cristales de hielo para impedir que aumenten. Una propiedad que podría ser muy útil en el campo médico, particularmente para el almacenamiento de órganos y para la criocirugía, una técnica que consiste en destruir las células cancerígenas congelándolas. Otro ejemplo: la bacteria Desulfotalea, resistente al frío puesto que vive en los sedimentos marinos a temperaturas bajo cero. Al sustituir las enzimas de esta bacteria por sus homólogas mesófilas (que actúan únicamente a temperaturas moderadas), la industria agroalimentaria o el sector de los detergentes podrían conseguir importantes ahorros de energía. En el otro extremo del termómetro, la bacteria Pyrococcus abyssi vive en las fuentes hidrotermales. Mantiene una actividad enzimática óptima a temperaturas que oscilan entre 80 y 110 °C. La naturaleza bioquímica de sus enzimas podría ser de utilidad para las tecnologías futuras de recombinación del ADN. Algunas enzimas ya están disponibles en el mercado: el ADN polimerasa I, aislado a partir de la bacteria termófila Thermus aquaticus, se utiliza en el transcurso de las reacciones en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) para producir múltiples genes para las investigaciones in vitro. La lista de las sustancias marinas útiles en biotecnología no deja de ampliarse para englobar tanto a las proteínas como a los lípidos, o las denominadas cazymes (del inglés, Carbohydrate-Active enZymes), enzimas capaces de transformar glúcidos complejos en “gasolina verde”. Algunas bacterias se utilizan en la descomposición de los polímeros, procedimiento a partir del cual los científicos del IFREMER (Instituto Francés de Investigación para la Explotación del Mar) fabrican plástico completamente biodegradable. “Al utilizar microorganismos capaces de resistir a muy altas temperaturas o de sobrevivir en condiciones extremas, podríamos llegar a aplicaciones industriales revolucionarias”, explica Philippe Goulletquer, coordinador nacional de la biodiversidad marina y costera del IFREMER. “Por eso la biodiversidad es fundamental para la biotecnología”. Guerra química Las virtudes de los organismos marinos no se explican únicamente por su hábitat sino también por su forma de existencia. El sedentarismo y el tener un cuerpo blando hacen que algunos seres sean verdaderos “holgazanes” de las profundidades, cuya seguridad se garantiza mediante complejos mecanismos de defensa químicos. Gracias a los metabolitos secundarios, moléculas que realizan funciones distintas a las de supervivencia del organismo (lucha contra los competidores ecológicos o los predadores) también sintetizan sustancias tóxicas o explotan a otros microorganismos para conseguirlas. Estos productos naturales, particularmente potentes (tienen que ser eficaces en el agua) y tan diversificados como la microfauna y la flora que los producen, interesan enorme- BIOTECNOLOGÍA AZUL la biotecnología mente a los científicos. Allí encuentran una inmensa reserva de sustancias que, por ejemplo, podrían servir para desarrollar nuevos tratamientos contra enfermedades infecciosas o los cánceres. Más de 16.000 nuevos compuestos de este tipo han sido aislados gracias a organismos tales como las esponjas, las ascidias o las laminarias. Diversidad genética En Europa, la red MARINE GENOMICS contribuye a la puesta al día de nuestra información sobre numerosos metabolitos. “Secuenciamos los fragmentos de ADN para medir la diversidad genética de diferentes emplazamientos en las costas europeas, pero igualmente en otros sitios como en el Océano Antártico. Es importante para poder estudiar los extremófilos, es decir, los organismos que viven en condiciones extremas”, explica Mike Thorndyke. La red crea amplias bases de datos genéticos que apoyan la investigación biotecnológica, como el Brotes de energía desarrollo de antibióticos a partir de fragmentos de ADN, la creación de chips microconductores o la puesta en marcha de bioreactores destinados a producir a escala industrial sustancias raras como las hormonas de crecimiento. William Fennical, director del Centro de Biotecnología Marina y Biomedicina de San Diego (EE.UU.) es uno de los pioneros en la investigación de nuevas moléculas marinas anticancerígenas. Su equipo, pasando del estudio de los invertebrados al de los microorganismos, ha descubierto que innumerables actinomicetos colonizan los sedimentos bentónicos, contrariamente a las hipótesis más frecuentes según las cuales no estaban presentes en el mar. En 2003, estos investigadores demostraron que la Salinosporamida A, un compuesto aislado a partir de uno de estos actinomicetos, tenía la capacidad de fijarse sobre un tumor y de neutralizar el crecimiento del mismo. En la actualidad, algunas P roducir energía verde a partir de la lechuga de mar, Ulva lactuta, es el desafío prometedor de un equipo de investigadores daneses del Instituto Nacional de Investigación Medioambiental (NERD-DMU). Aunque el estudio de la producción de bioetanol a partir de este alga verde está aún en sus inicios, las primeras estimaciones son alentadoras: la lechuga de mar proporciona una biomasa por hectárea 700 veces superior a la de un campo de trigo tradicional. La Ulva y otras especies similares están muy extendidas por la mayoría de las regiones del mundo, en particular, en las zonas eutróficas en las que su abundancia perjudica a los ecosistemas locales. Un problema medioambiental que la recogida de algas y su transformación en biocarburante permitiría resolver. Además, las plataformas de producción previstas en Dinamarca podrían utilizar CO2 excedentario producido por las centrales eléctricas y los abonos. ¿Quién da más? Innovaciones culinarias A lrededor del 20 % de las proteínas consumidas diariamente por la humanidad provienen de los océanos. Los beneficios de los productos del mar sobre la salud son notorios y el futuro parece muy prometedor. Los avances de la genética posiblemente abrirán la vía a los así llamados nuevos “alicamentos”, basados en organismos marinos: al ser ricos en ácidos grasos saturados y en proteínas de pescado podrían reducir los riesgos relacionados con varias enfermedades crónicas. Por otra parte, numerosos organismos marinos contienen enzimas que interesan especialmente a la industria agroalimentaria. Por ejemplo, algunos aminopéptidos específicos del atún reducen el sabor agrio de algunos alimentos, mientras que las proteasas del pescado eliminan la piel de las sepias, los calamares o incluso de las huevas de pescado. Algo que sería muy útil en la preparación del caviar de salmón… © CNRS/Photothèque/Odile Richard Detalles de frondas del alga roja Chondrus crispus. Las algas, cuando son agredidas por microbios, pueden ser verdaderas fábricas de derivados oxidados de ácidos grasos, que se podrían utilizar como medicamentos. research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 23 BIOTECNOLOGÍA AZUL “A pesar de estas aplicaciones prometedoras, la investigación relacionada con los organismos marinos y el amplio potencial de los mares sufre un enorme déficit. Sin embargo, los mares están llenos de riquezas que hay que aprovechar lo mejor posible antes de que desaparezcan”, destaca Mike Thorndyke. En efecto, a la industria farmacéutica le falta interés por este tipo de investigaciones, debido entre otras cosas a incertidumbres jurídicas y a problemas de disponibilidad. De hecho, es difícil aplicar los métodos tradicionales de prueba y de desarrollo en el caso de un compuesto producido en muy pequeñas cantidades por una esponja que está a varios centenares de metros de profundidad… Pero gracias a algunos apasionados del mar, la odisea de la biotecnología marina sigue su camino. Desde hace unos veinte años, la empresa biotecnológica PharmaMar (España) intenta determinar las posibles propiedades anticancerígenas de los productos marinos descubiertos por sus propios investigadores o por otros científicos. Actualmente, la empresa española ha censado unos 40.000 organismos y compuestos marinos susceptibles de tener un potencial terapéutico. Seis de ellos están en fase de pruebas clínicas. En el futuro, la investigación podría prescindir de las criaturas abisales inaccesibles. Numerosas sustancias interesantes podrían cultivarse en laboratorio, ya que no siempre provienen de organismos marinos sino más bien de las bacterias asociadas a los mismos. Otra opción consiste en aislar el gen responsable de la síntesis del compuesto con vistas a “injertarlo” en un organismo más fácil de manejar. Sea como fuere, estos avances no se pueden lograr sin inversiones, tanto públicas como privadas, como lo recuerda el Libro verde sobre Política Marítima de la Comisión Europea sugiriendo la creación del llamado “Fondo de Inversión Azul” (2). Charlotte Brookes (1) Financiado por la Comisión con 10 millones de euros para cuatro años y medio. (2) Libro Verde de la Comisión: Hacia una futura política marítima de la Unión: perspectiva europea de los océanos y los mares (7 de junio de 2006). 24 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 Medicamentos pescados en el océano Ecteinascidia turbinata. Este invertebrado del Caribe o del Mediterráneo es la base de la sustancia anticancerígena Yondelis (PharmaMar). Actinomicetos. Extraído de la bacteria actinomiceta Micromonospora marina, el producto farmacéutico anticancerígeno Tiocoralina está en fase de desarrollo en PharmaMar. Bugula neritina. Este briozoario marino cosmopolita vive en simbiosis con una bacteria capaz de secretar una biomolécula activa, la briostatina, que actúa como repulsivo de los peces predadores. Se conoce por sus virtudes contra los cánceres de páncreas y de hígado, los leucomas, los melanomas y los linfomas del tipo no Hodgkin. Está en fase clínica. Cianobacterias. La escitonemina es un pigmento de crema solar ultravioleta amarillo-verde que se encuentra en el azul-verde acuático de ZALYPSIS®, las algas. Se puede utilizar para desarrollar inhibidores en los productos YONDELIS®, antiinflamatorios y antiproliferativos. APLIDIN® ilustran Aplidium albicans. Este invertebrado ha permitido a la empresa investigaciones PharmaMar aislar a un agente marino anticancerígeno, el Aplidin, sobre el cáncer, realizadas a partir de actualmente en fase de prueba. Tiburones. Los tiburones están poco expuestos a los cánceres, partiespecies marinas cularmente gracias a la escualamina, una molécula presente en su utilizadas por la hígado. Podría servir para luchar contra algunos tumores cerebrales. empresa de Esponja japonesa. El KRN 7000 no es una molécula natural sino un biotecnología análogo de síntesis de una serie de compuestos extraídos de una española esponja japonesa, Agelas mauritianus. Probada sobre los ratones, ha PharmaMar. demostrado su efecto sobre los tumores y es útil para el tratamiento del cáncer de colon. Conus magus. Este molusco de la familia Conidae paraliza a su presa con una espina venenosa. El veneno, que actúa sobre el dolor de forma mucho más potente que la morfina, ya existe en el mercado con el nombre de Prialt. Gusano nemertinos. GST 21 es la primera molécula de origen marino probada para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Marthasterias glacialis. El CNRS de Roscoff (Francia) ha extraído la molécula Roscovitina de esta estrella de mar espinosa. Bloquea las células cancerígenas sin afectar las células sanas y, por lo tanto, podría constituir una nueva arma química y terapéutica contra los tumores. © PharmaMar Una larga odisea Fauna de las aguas frías del Atlántico Norte, que viven en una zona marina protegida estudiada por los investigadores del proyecto MARBEF. El Gadus morhua (o bacalao común) destaca sobre el fondo de coral blanco (Lophelia pertusa) y naranja (Paragorgia arborea), en el norte de Noruega, a 200 metros de profundidad. © Institute of Marine Research (IMR) pruebas clínicas pretenden evaluar su eficacia para el tratamiento del mieloma múltiple, un tipo de cáncer sanguíneo. ENERGÍA Wave Dragon Además de sus vientos intensos, sus corrientes marinas y el poder de sus mareas, el mar ofrece otro potencial energético: la fuerza de sus olas. El presente artículo ofrece un análisis de Wave Dragon, un dispositivo que produce electricidad a partir del oleaje. E n 1986, Erik Friis-Madsen, un ingeniero danés, observó un atolón del Pacífico Sur y cómo las olas rompían en sus playas. Cuando eran lo bastante potentes, franqueaban los diferentes niveles de playa y se acumulaban en el centro del atolón, en la laguna. Cuando dicha laguna estaba demasiado llena, el agua salía por los pasajes, hasta volver al océano. El ingeniero quedó convencido de que se podía reproducir este fenómeno natural para producir energía. Entonces se lanzó a la realización de los primeros bocetos de lo que había de convertirse, una década más tarde, en el Wave Dragon: una estructura circular parecida a un “atolón flotante”, con una turbina en el centro por la que el exceso del agua puede salir. Del sueño al prototipo Pero hubo que esperar a 1997 para que el proyecto tomara forma. Erik Friis-Madsen se rodeó de un equipo de colaboradores. HansChristian Sorensen tomó la dirección de la empresa Wave Dragon (Dinamarca) y sigue coordinando sus actividades en la actualidad. Los dos socios, con el apoyo científico y logístico de empresas y universidades europeas, perfeccionaron sus conocimientos hidráulicos y eléctricos. Probaron varios modelos en laboratorio. © Earth-vision.biz La fuerza de Wave Dragon, parecido a un “atolón flotante”, con sus dos largos brazos, acumula el agua de las olas en un depósito central a una altura ligeramente superior al nivel del mar. El agua acciona las turbinas cuando se vacía el depósito. Erik Friis-Madsen explica: “La idea inicial es utilizar los principios tan conocidos de las instalaciones hidroeléctricas clásicas, pero en una versión off-shore. Por lo tanto, es bastante simple. El Wave Dragon está compuesto por dos largos brazos que concentran las olas hacia el centro del aparato, el cual flota a una altura ligeramente superior al nivel del mar. El agua se acumula en un gran depósito y sale por el centro accionando una serie de turbinas generadoras de electricidad”. En 2002, la Unión Europea se unió al proyecto y lo dotó de 1,5 millones de euros para la realización y la puesta en funcionamiento de un modelo a escala 1:4,5. Con un peso total de 237 toneladas, se lanzó al mar en junio de 2003, en las costas danesas. Según Hans-Christian Sorensen: “Fue sin duda el momento más importante en el desarrollo de Wave Dragon: cuando empezamos a proporcionar periódicamente electricidad a la red danesa”. No obstante, la producción de electricidad de este prototipo reducido del Wave Dragon sigue siendo modesta y no llega a superar los 20kW. Una auténtica central off-shore “Pero vamos a mejorar”, continúa Hans-Christian Sorensen. “Gracias a una nueva contribución de la Unión Europea (de 2,4 millones de euros) pudimos firmar en abril de 2007 un acuerdo con las autoridades de Gales para instalar en sus costas una unidad de producción a tamaño real de 7 MW. Esperamos que empiece a funcionar en agosto de 2008. Después, en los tres años siguientes, pensamos que podremos crear diez unidades más, para una producción total de 77 MW”. Evidentemente, Wave Dragon no puede hacerle la competencia a una central nuclear clásica que genera entre 500 y 2.000 MW de electricidad, pero el sistema presenta ventajas nada despreciables. Primero, se puede modular el tamaño de las unidades de producción (por ejemplo, constituyendo una “central” de diez o veinte aparatos) y el número de turbinas que cada aparato puede contener (hasta 24). Luego, Wave Dragon necesita un mantenimiento mínimo, que cuesta mucho menos. Y finalmente, el dispositivo tiene poco impacto visual y medioambiental, por lo que será más fácil conseguir la aprobación de los inversores, los responsables políticos y la opinión pública. Por eso podemos ser optimistas sobre la viabilidad del proyecto. Matthieu Lethé www.wavedragon.net research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 25 © Shutterstock © Shutterstock © Shutterstock Fronteras frágiles El 40 % de la población mundial vive cerca de las costas. En cinco años, las ciudades se han ido extendiendo hasta apropiarse de una parte del litoral, concretamente un 34 % en Portugal, un 27 % en Irlanda y un 18 % en España. Las inmediaciones del Mediterráneo reciben una cuarta parte del turismo mundial: 158 millones de personas al año. Pero, desde 1993, el mar se adentra en las tierras unos 3 mm al año de promedio, a causa de la dilatación térmica de los océanos, el deshielo de los glaciares y de los casquetes polares. Algunos modelos predicen una elevación de 20 a 60 cm de aquí a 2100. El hombre destruye la biodiversidad y el cambio climático dilata los océanos. Para afrontar esta degradación, ya en marcha, numerosos países están poniendo en práctica una “gestión integrada de las zonas costeras” (GIZC). 26 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 GESTIÓN COSTERA © Shutterstock 89.000 km de litoral europeo Europa, con un territorio tres veces menor que el de África, tiene un litoral tres veces más extenso. En dicho litoral, el hombre está poniendo en peligro los recursos hídricos, la estabilidad de los suelos, la ecología marina y, lo más preocupante, la calidad de las aguas. La UE pretende aplicar una Gestión Integrada de las Zonas Costeras (GIZC), para que puedan cohabitar de forma sostenible estos sistemas naturales complejos y variados. Pero frente a la lentitud de los procesos de restablecimiento de los equilibrios naturales, el nuevo proyecto SPICOSA (1) pretende prevenir los daños antes que remediarlos. L os fiordos de Noruega, los lagos de Escocia o las rías de Galicia ilustran los contrastes de las costas europeas y la geografía tan diversificada del continente. Sus propiedades naturales y socioeconómicas heterogéneas conllevan condiciones medioambientales específicas y formas de vida adaptadas. Lugares de vida para la fauna de los pantanos y para las aves silvestres (el litoral cuenta con el 30 % de sus zonas de protección) en los que los humanos también están presentes. Van acompañados de paisajes rurales y urbanos únicos, reflejos de culturas centradas en el comercio y volcadas hacia el exterior. Pero actualmente el litoral está cambiando. Cerca de la mitad de la población europea vive a menos de 50 km del mar y explota sus riquezas: turismo, pesca, acuicultura e industria. Estas actividades, a veces en competencia, amenazan los equilibrios naturales, la biodiversidad y la identidad cultural de las costas. El cambio climático también supone una amenaza. La subida del nivel de los mares, junto con el aumento de la frecuencia y de la intensidad de las tormentas costeras, dejan presagiar graves repercusiones. Además, estas problemáticas abarcan más de un ámbito y las políticas sectoriales consiguen pocas veces detener los procesos de degradación. Una gestión integrada, pero no lo suficientemente proactiva “La alarma frente a las problemáticas costeras no es algo nuevo”, relata Denis Bailly, coordinador científico de SPICOSA y director adjunto del CEDEM/UBO (2). “En los años setenta surgió la idea de planificar las costas de forma integrada, reuniendo a todos los actores de una zona para comprender sus problemáticas y remediarlas. Frente a los conflictos entre urbanización, turismo y preservación de la naturaleza, Europa se interesó por este nuevo concepto y firmó en 1992 la Declaración de Río que oficializaba la GIZC”. Para conciliar sosteniblemente la actividad humana y los sistemas naturales, la gestión integrada debe tomar más en cuenta los desafíos físico-naturales, socioeconómicos y jurídico-administrativos del territorio costero. Pero en Europa los primeros pasos de la aplicación de dicha gestión no fueron fáciles, puesto que las problemáticas identificadas y las estructuras locales eran demasiado variadas. La acción, más paliativa que reparadora, tan sólo vino tras la identificación de los cambios en el medio ambiente. Anticipar con SPICOSA Para impedir a tiempo los cambios irreversibles, la Unión pone a prueba una nueva metodología con el proyecto SPICOSA, financiado con 10 millones de euros entre 2007 y 2011. “Frente a las degradaciones inminentes y a las pérdidas vitales, se deben acelerar los procesos de decisión teniendo en mente una política costera preventiva en vez de reparadora”. La espiral de retroalimentación contemplada por SPICOSA se basa en escenarios prospectivos, que se elaborarán gracias a una concertación más abierta, un método de recopilación de información lo suficientemente fiable para apoyar la acción política y eficientes herramientas (multimedia y virtuales) de cruce de datos científicos y socioeconómicos, aún demasiado segmentados. Este enfoque transversal integra también los efectos colaterales, como los de la Política Agrícola Común (PAC). “53 socios, universidades, PYMEs y ONGs de 21 países de la Unión están creando herramientas para integrar los conocimientos y apoyar la concertación”. Pero SPICOSA tendrá que tomar en cuenta también las especificidades de cada zona costera, para que su marco metodológico pueda aplicarse tanto a los cordones de dunas de Dinamarca como al Parque Nacional del “Banc d’Arguin” francés o a las infinitas playas de Portugal. Delphine d’Hoop (1) Science and Policy Integration for COastal System Assessment. (2) Centro de Derecho y Economía del Mar de la Universidad de Bretaña Occidental (Francia). www.spicosa.eu research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 27 GESTIÓN COSTERA SPICOSA, del Mar Báltico al Mar Negro Pictures © Shutterstock 12 1 Barcelona, Mar Mediterráneo La urbanización y el vertido de aguas contaminadas El marco metodológico de SPICOSA se probará a partir de septiembre de 2007 en 18 lugares con características muy variadas. Seis de ellos ilustran los desafíos a los que se enfrentarán los investigadores. El golfo de Riga, Mar Báltico Contaminación química y eutrofización En Riga, la mayor ciudad báltica, capital de Letonia, 720.000 ciudadanos viven en las inmediaciones del golfo del Daugava y su productiva bahía, con una alta densidad de población y con intensas actividades agrícolas, turísticas e industriales. Pero esta efervescencia, sin infraestructura adecuada de gestión de los desechos, va contaminando la capa freática y propiciando la incidencia de la eutrofización, con la afluencia de los desechos industriales de Riga y de otras ciudades, entre ellas Pärnu. El concepto de eutrofización designaba en su origen la riqueza en nutrientes de un medio acuático. Actualmente, se refiere a un exceso de nutrientes que el sistema no puede absorber con la suficiente rapidez, transformando gradualmente los estanques en pantanos. Las plantas acuáticas, alimentadas en exceso, captan los rayos luminosos y van agotando las reservas de oxígeno del agua, ya de por sí treinta veces menores que las del aire. Entonces, el medio se vuelve hipóxico, después anóxico, y reúne las condiciones propicias para la aparición de gases deletéreos, como el metano. Como consecuencia, desaparecen los organismos aeróbicos (insectos, crustáceos, peces, plantas marinas). El biotopo del subsistema de la bahía, así como todo el ecosistema del golfo se va transformando, modificando a su vez la cadena alimentaria. Para los ribereños se trata de una urgencia: el 30% del agua potable letona no satisface las normas químicas del país. 28 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 En 2006, España obtuvo el récord de urbanización costera más rápida de Europa. Barcelona, la segunda zona demográfica de España con 4 millones de habitantes, alberga centros de ocio, turísticos, comerciales y algunas industrias pesqueras, actividades que contrastan con la agricultura y la industria pesada aguas arriba en los ríos Besòs y Llobregat. Dichos ríos atraviesan zonas industriales, urbanas y rurales, llegan al alcantarillado y se vierten en la plataforma continental de la ciudad. En España, el 13% de las aguas residuales se vierten directamente al mar. En 1979, Barcelona instaló una fábrica depuradora de aguas residuales en las desembocaduras de los dos ríos. Pero los grandes volúmenes de agua y las partículas que conllevan siguen afectando las interacciones entre la tierra y el mar. Las bacterias y la eutrofización invaden las playas; el transporte y la resuspensión de los sedimentos provocan erosión. Además, la urbanización integral de 30 km de litoral rectilíneo se basa en un suelo frágil de fango y arena, cuyos granos de diferentes tamaños pueden desencadenar desprendimientos de tierras. Incluso el derrumbe de los terrenos de golf, por ejemplo, tendría un gran impacto socioeconómico sobre los recursos inmobiliarios adyacentes. 6 7 8 9 10 13 12 Venecia, Mar Adriático La explotación de los recursos biológicos La ciudad de los Dogos y sus góndolas seduce cada año a 14 millones de turistas, además de acoger actividades portuarias, recreativas, industriales, agrícolas o pesqueras, que influencian las dinámicas naturales y la capacidad de recuperación de la laguna del Adriático norte, y degradan su medio ambiente. Desde siempre, las actividades pesqueras rodean a “la Serenísima”. El 60 % de las almejas italianas provienen de sus aguas. Actualmente, se pescan los caparozzoli, bivalvos con gran valor comercial. Pero los barcos a motor y la mecanización fraccionan y desvían los sedimentos, que se quedan mucho más tiempo en suspensión, siguen las 5 11 Los 18 emplazamientos estudiados por los investigadores de SPICOSA. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 Golfo de Riga Golfo de Gdansk Estuario del Oder Himmerfjarden Limfjord Sonderled Mar de Clyde Puerto de Cork Delta del Escalda GESTIÓN COSTERA 15 3 8 18 corrientes marítimas y arrastran con ellos nutrientes y contaminantes. El fenómeno agrava la erosión y desvía las masas hacia las vías navegables poco profundas, que precisan de dragados costosos. Además, este “arado” continuo empobrece la fauna y la flora. Los daños en el ecosistema afectan a los pescadores puesto que, entre 1997 y 2001, perdieron el 40% de la producción de marisco. 4 El delta del Danubio, Mar Negro Los turistas deforman los paisajes 1 2 3 18 15 17 14 10 11 12 13 14 15 16 17 18 16 Pertuis Charentais Estuario del Guadiana Costa de Barcelona Laguna de Thau Taranto Mare Piccolo Laguna de Venecia Golfo de Thermaikos Bahía de Kocaeli Delta del Danubio El Danubio atraviesa 17 países europeos y forma un delta en la costa rumana y ucraniana. Este santuario de la vida silvestre, considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, refugio de millones de aves migratorias procedentes de Siberia, es una zona de pantanos y cañaverales con un ecosistema frágil y complejo, protegido desde la antigüedad. Hoy en día, 15.000 personas viven en simbiosis con este entorno. Numerosos pescadores tradicionales parecen vivir a espaldas de la modernidad. Pero más lejos, la ciudad de Tulcea (Rumania) se hace cada vez mayor. Los recién llegados pretenden sacar provecho del tesoro turístico local y, a pesar de las advertencias, las construcciones ilegales van alterando el paisaje. Y las futuras carreteras, depuradoras de aguas residuales y servicios relacionados con el turismo traerán consigo un gran número de trabajadores a los que habrá que alojar. La llegada de inversores extranjeros, que buscan beneficios rápidos, acentúa la necesidad de que se establezca una estrategia global para conservar su ecosistema y su atractivo. Estuario del Oder, Mar Báltico La cooperación germano-polaca Antes de llegar al mar, el Oder, el mayor río de los países bálticos, forma una laguna con dos partes: Kleines Haff (Alemania) y Wielki Zalew (Polonia). Esta región de estuario protegida, de gran valor ecológico y cultural, alberga la fauna de los bosques, las dunas o los pantanos dentro de paisajes excepcionales. Pero las jóvenes generaciones descuidan estos parajes debido a la crisis económica. La elevada tasa de desempleo (de casi un 25 %) y las disparidades entre los niveles de vida de Alemania y Polonia hacen que el turismo sea la principal esperanza, basándose en una naturaleza protegida. Precisamente, para gestionar los litorales del Oder, se está organizando una cooperación germano-polaca. En 2002, los dos ministros de medio ambiente firmaron la “Agenda 21 – Laguna del Oder – Región de dos naciones”, con objetivos idénticos a los de la GIZC. La colaboración se articula en torno a diez campos de acción que se centran en el desarrollo sostenible y la gestión costera. Un Forum 21 fija y aplica las prioridades (la cooperación científica, la educación y el turismo sostenible) y hace posible que los ciudadanos y los representantes alemanes y polacos cooperen activamente, compartiendo sus resultados y apoyando sus aplicaciones. El puerto de Cork, Mar del Norte La biodiversidad frente a la subida de las aguas Más abajo de las murallas del siglo XVII, el puerto natural de Cork está al lado de una gran zona industrial irlandesa. Como segundo puerto del país, alberga una refinería y un centenar de industrias farmacéuticas, entre ellas, los gigantes Pfizer, Novartis y Janssen Pharmaceutica. Las riquezas biológicas del ecosistema costero benefician también al turismo y a la pesca. Los pescadores capturan truchas, salmones o bacalaos, actividad que se complementa con los grandes criaderos, la conquilicultura y la ostricultura. Pero el cultivo de las tierras adyacentes y el funcionamiento del puerto agotan el medio ambiente. Por ejemplo, la agricultura aumenta las concentraciones de fósforo y de nitrógeno en el agua, con efectos desastrosos para la acuicultura. Y más globalmente, las amenazas del cambio climático afectarán casi con seguridad a la región. La subida del nivel de las aguas, asociada a tormentas más fuertes y más frecuentes, amenaza directamente el puerto. Además, hay que tomar en cuenta que cinco ríos desembocan en el mismo y que se prevé el aumento del 15 % de las lluvias en invierno. Este agua erosionará el litoral de Cork, formado por sedimentos no consolidados. Es urgente elaborar modelos de simulación y escenarios posibles para establecer una estrategia a largo plazo. DDH research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 29 GESTIÓN COSTERA Hay turismo… y turismo La Unión Europea ocupa una posición central en el mercado del turismo mundial, y los 458 millones de visitantes que afluyen cada año al territorio de sus Estados miembros representan un motor económico incuestionable: el 5 % del PIB europeo proviene directamente del turismo y el 10 % indirectamente. No obstante, aunque sea generador de empleo y fuente de crecimiento, el turismo también puede pasar a ser víctima de su propio éxito. Eso es especialmente cierto en el caso de las zonas costeras, que sufren con regularidad la llegada masiva de turistas, con consecuencias negativas para su tejido social, su equilibrio económico y la calidad de su medio ambiente, lo que también termina perjudicando a su atractivo turístico. Del turismo no sostenible… Supone todo un reto enumerar los impactos de un turismo costero mal gestionado, puesto que se podría hacer una lista de varias páginas. No 30 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 © Shutterstock E n algunas décadas, el turismo se ha convertido en un fenómeno de sociedad ineludible. Cada año, centenares de millones de viajeros se cruzan en los cuatro puntos cardinales del planeta, sin olvidar lo esencial: bañador, juegos de playa y crema solar. De hecho, del gran número de destinos propuestos, las zonas costeras son el destino más preciado y con diferencia: el sol, el mar y las playas idílicas tienen un poder de atracción nada despreciable. Según Gabor Vereczi, responsable del desarrollo sostenible dentro de la Organización Mundial del Turismo (OMT): “El Mediterráneo es el primer destino turístico en el mundo, muy por delante de los demás, con cerca de 160 millones de turistas en sus costas europeas en 2006”. invertido masivamente en infraestructuras pesadas destinadas a facilitar la vida de los turistas (aeropuertos, carreteras y autopistas, diques, urbanizaciones...). Aunque luego aparece la otra cara de la moneda, en particular, para la población local. La estructura del empleo cambia con el turismo. Las actividades relacionadas con la industria, la agricultura y la pesca tienden a desaparecer, mientras que se van generalizando los empleos de temporada. Como consecuencia, con lo que ganan los trabajadores no pueden hacer frente al aumento del coste de la vida (en particular, en el mercado inmobiliario) inducido por la afluencia de una población acomodada. Este último aspecto tiene además un impacto sociocultural. Frente a la expansión de complejos hoteleros y de residencias secundarias a lo largo del litoral, las poblaciones locales suelen emigrar hacia el interior de las tierras. Muy a menudo quienes han preferido quedarse, no tienen más remedio que adaptarse a la demanda turística: creación de comercios de todo tipo, artesanía local que tiende hacia los Arena dorada y sombrillas de paja en Bulgaria. obstante, los expertos en estas cuestiones coinciden al definir tres grandes categorías de impactos: los impactos económicos, los impactos socioculturales y los impactos medioambientales. Desde el punto de vista económico, es evidente que la llegada de los turistas tiene efectos positivos para las administraciones locales. Esto representa un aporte de divisas considerable y por esa razón las autoridades a menudo han estereotipos, etc. Así se va perdiendo la identidad cultural de la población, un fenómeno agudizado por la desaparición de los empleos tradicionales. Y finalmente, desde el punto de vista medioambiental, las consecuencias de un turismo costero mal gestionado son muchas: - La urbanización a ultranza y la construcción de vías de comunicación suplementarias ocasiona numerosos problemas para el medio ambiente: desforestación y destrucción de zonas naturales, destrucción de los hábitats de la fauna, extracción de arena marina para los materiales de construcción, etc., sin olvidar el impacto visual, verdadera contaminación paisajística. - Las reservas de agua potable son cada vez más limitadas, por el notable exceso de consumo para satisfacer las necesidades de los turistas, que utilizan cotidianamente hasta el triple de agua dulce que la población local (piscinas, riegos, higiene...). Además, se produce con demasiada frecuencia el vertido de las aguas residuales al mar sin ninguna forma de tratamiento. - Lo que ocurre con el agua también ocurre con las diversas fuentes de energía: el consumo de electricidad y de combustibles fósiles por parte de los turistas es muy elevado (aire acondicionado y calefacción, transportes...), lo que conlleva elevadas emisiones de gases contaminantes. Además, los turistas producen gran cantidad de basura, que las administraciones locales tienen que gestionar como buenamente pueden. - La erosión costera: los diques, los rompeolas y otros espigones tienen un efecto positivo al proteger las playas y los centros urbanos del efecto de las olas, de la erosión y de las posibles inundaciones. Pero muy a menudo, el problema se traslada más allá de las zonas urbanizadas, es decir, a sitios donde no existen tales infraestructuras, erosionando poco a poco dichas zonas. …al turismo responsable “Desde hace varios años, las autoridades locales, nacionales e internacionales se han sensibilizado ante el hecho de que el turismo, si se desarrolla mal, puede minar su propio desarrollo”, manifiesta Jean-Pierre Martinetti, especialista del turismo sostenible y miembro del Grupo para la Sostenibilidad del Turismo creado por la Comisión Europea para reflexionar sobre la problemática del turismo sostenible. Y continúa: “Cuando se habla de turismo sostenible, siempre hay que tener en cuenta esta ambivalencia: por un lado, el turismo puede ser predador y destructor de todo un medio, llegando incluso a autoinmolarse, ya que además de dañar el medio en el que se integra, se destruye a sí mismo al hacerse incontrolable. En ese sentido, nada © WWF-Canon/Cat Holloway GESTIÓN COSTERA Los tres pilares del turismo sostenible E conomía, sociedad y medio ambiente. Tres palabras clave ineludibles cuando se habla de turismo sostenible. En efecto, se trata de generar prosperidad a diferentes niveles de la sociedad, aunque preocupándose por la rentabilidad de los diferentes sectores de la actividad económica. Paralelamente, se deben respetar los derechos humanos y la igualdad de oportunidades para todos, hay que combatir la pobreza y reconocer las diferentes culturas. Y finalmente, hay que preservar el medio ambiente en toda su diversidad, en particular, los recursos no renovables y los que son vitales para el hombre. Pierre Martinetti explica: “Para conseguir el último objetivo que es la viabilidad de esos tres pilares, hay que desarrollarlos de forma equilibrada. Muy a menudo se han cometido errores porque se ha destacado tan sólo uno de los tres pilares, en detrimento de los demás”. Por lo tanto, el turismo tiene que desarrollarse siguiendo una sabia combinación de estos tres elementos para conseguir un futuro sostenible. De ser así, entonces el medio en el que se desarrolla será respetado en toda su diversidad. Vídeo submarino. Otro aliciente para las costas exóticas. tiene que ver con los principios de sostenibilidad. Dicho esto, por otro lado, puede ser impulsor del desarrollo sostenible, si es fuente de desarrollo económico, avances sociales, intercambio entre los seres humanos, conocimiento y valorización de las culturas, y si es respetuoso con el medio ambiente”. Este Grupo para la Sostenibilidad del Turismo, compuesto por expertos activos en todos los sectores relacionados con el turismo y procedentes de todos los países de la Unión Europea, empezó sus trabajos en enero de 2005. Dos años más tarde, publicó su informe final (1), sometido a una amplia consulta. Según JeanPierre Martinetti: “A medida que se realizaban los trabajos, se fue desprendiendo una cultura común de turismo sostenible, y eso a pesar de los diferentes orígenes y sensibilidades. Los retos aparecieron de forma evidente: reducción del carácter estacional de la demanda, gestión del impacto del transporte turístico, mejora de la calidad de los empleos turísticos, mantenimiento y refuerzo de la prosperidad y de la calidad de vida locales, racionalización y minimización de los recursos y la producción de basuras, observación y valorización del patrimonio natural y cultural, acceso a las vacaciones para todos y, en fin, la utilización del turismo como palanca del desarrollo sostenible”. El experto continúa: “El Grupo pretende generar medidas prácticas y por eso emitimos una serie de propuestas concretas que responden a estos desafíos y que están destinadas a los diferentes actores de la industria del turismo: los responsables públicos y privados en los lugares de destino, las empresas turísticas y, por supuesto, los propios turistas y toda la influencia que se pueda ejercer sobre ellos en materia de actitudes y comportamientos sostenibles (educación, asociaciones de consumidores, ONGs, etc.)”. Jean-Pierre Martinetti concluye: “Cada uno tiene que aportar su contribución por un turismo más sostenible; todos ellos comparten esta responsabilidad”. Matthieu Lethé (1) http://ec.europa.eu/enterprise/services/tourism/ tourism_sustainability_group.htm research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 31 © Jakub Kanta CONTAMINACIÓN En Filipinas, equipos de la empresa Dekonta (República Checa) trabajan en soluciones para el tratamiento biológico de la contaminación tras la marea negra que alcanzó las costas vecinas del estrecho de Guimaras en 2006. El refuerzo marino T El océano está en baja forma y a su sistema inmunitario le cuesta cada vez más hacer frente a las amenazas. La lucha contra la contaminación, uno de los principales males que minan la salud de nuestros mares, se convierte en una de las prioridades de la investigación europea, que encuentra a su paso algunos aliados excepcionales: los propios organismos marinos. 32 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 arde o temprano, la casi totalidad de la contaminación terrestre acaba yendo a parar a las profundidades marinas. Aunque el océano posea propiedades autodepuradoras, no va a poder seguir absorbiendo este incesante aporte heteróclito provocado por la acción del hombre. Tal y como explica Christophe Rousseau, director adjunto de Cèdre (1): “La contaminación marina es tan inmensa que no se puede contrarrestar con medidas uniformes. En Cèdre nos ocupamos únicamente de las contaminaciones accidentales, causadas sobre todo por el transporte marítimo. Esta problemática de por sí implica una multitud de limitaciones técnicas. No obstante, el trabajo no es tan amplio como en el caso de las contaminaciones crónicas causadas por las actividades terrestres del hombre. Estas últimas son infinitamente más numerosas y heterogéneas que las causadas por los buques”. De esta breve exposición de los hechos se puede concluir que cada tipo de contaminación tiene su propia solución y que cada fuente de contaminación precisa de una acción específica. Estamos así ante una multitud de temas de investigación para los que en algunos casos, afortunadamente, se cuenta con la ayuda de la naturaleza. Desde los “mejillones centinelas”... Una jaula, algunos mejillones, un sistema de fondeo… ¡y nada más! En esto consiste una estación de vigilancia de la contaminación de las aguas costeras. Las soluciones más simples a veces son las más eficaces y los creadores del proyecto MYTILOS, lanzado en 2004, lo aplicaron bien al elegir el control biológico activo para la elaboración de una red de control de contaminantes químicos. Este proyecto cuenta con un presupuesto de más de 1,5 millones de euros, 800.000 de los cuales fueron obtenidos a través del programa Interreg III B Medocc, financiado por el FEDER (2). El objetivo de MYTILOS es precisamente aprovechar el control biológico activo, una técnica simple y poco costosa, para vigilar la contaminación en el Mediterráneo Occidental. “Teníamos un gran déficit de información homogénea sobre el estado de contaminación de este mar frágil, cuyas aguas se renuevan de forma muy limitada por su estructura semicerrada”, explica Charlotte Blottière, coordinadora del proyecto en Toulon Var Technologies, la estructura de animación de la red MYTILOS, bajo coordinación científica del IFREMER. “Es cierto que los Estados responsables realizaban un control periódico de las aguas, pero cada uno aplicaba CONTAMINACIÓN © IFREMER/Olivier Barbaroux © IEO & IFREMER © Cèdre Vigilancia del El control biológico realizado por los fitoplancton tóxico en el investigadores de proyecto MYTILOS. laboratorio del Centro IFREMER de Nantes. su propia metodología de vigilancia, definida a nivel nacional, lo que hacía imposible la comparación de los resultados a nivel transregional”. El control biológico consiste en utilizar organismos vivos, en este caso mejillones, para evaluar el nivel de contaminación química de un medio natural. Los mejillones han sido elegidos como elementos de referencia, puesto que filtran constantemente el agua del mar buscando el plancton del que se alimentan. Su fisiología hace de ellos perfectos “bioacumuladores” al concentrar las diferentes sustancias presentes en los océanos. En definitiva, son magníficas herramientas de medición de la contaminación química. “La utilización de los mejillones como sensores biológicos de la contaminación fue sugerida ya en los años setenta, pero las primeras pruebas utilizaban especies directamente extraídas del medio natural. Al hacerlo así, se planteaban numerosos problemas, como la evaluación de la contaminación de origen, la comparación de los resultados obtenidos a partir de diferentes especies o incluso la disponibilidad de mejillones en partes del litoral en los que no había”, explica Charlotte Blottière. “Para subsanar estas dificultades, MYTILOS promueve el control biológico activo. Tras realizar una localización con un sistema GPS, los expertos instalan las estaciones artificiales de mejillones mediante un sistema de cestas y de fondeo, denominado caging. Todos los especimenes son de la misma especie (Mytilus galloprovincialis) y provienen del mismo lote de referencia, lo que permite evaluar precisamente la contaminación de origen”. A finales de junio de 2007, los iniciadores de la red MYTILOS presentaron una primera imagen del nivel de contaminación de la cuenca mediterránea occidental. Aunque los resultados no divergen en lo fundamental de los obtenidos anteriormente por los estudios nacionales, este dispositivo es el punto de partida de una © Cèdre Contaminación debida a los petroleros Prestige en Galicia (España), en 2002, y Erika (a la derecha) en Francia, en 1999. colaboración y uniformización de los métodos de vigilancia de contaminación a nivel transregional. Mytimed, un proyecto del mismo tipo, se lanzó en 2006 con vistas a ampliar la red existente hacia la parte oriental de la cuenca. ... hasta las bacterias “devoradoras de petróleo” La contaminación marina se asocia a menudo con las mareas negras. Pero aunque el vertido de hidrocarburos constituya un grave peligro para el medio ambiente, estos contaminantes tienen la ventaja de ser biodegradables, ya que algunas cepas de bacterias, naturalmente presentes en el entorno marino, utilizan el petróleo como fuente de carbono y, por lo tanto, de energía. Un proceso más o menos rápido según el tipo de hidrocarburo, de bacteria o de ecosistema. No obstante, las comunidades que dependen del mar no se pueden quedar de brazos cruzados esperando a que la naturaleza actúe. Por lo tanto, a veces es necesaria una “pequeña ayuda” para acelerar la biodegradación. “Estos organismos existen en la naturaleza, en la mayoría de los medios naturales contaminados por hidrocarburos. Por ejemplo, al optimizar la temperatura, la concentración de oxígeno o el contenido de nutrientes, podemos crear condiciones ideales para la proliferación de las bacterias, acelerando así la biodegradación”, precisa Petra Zackova, del laboratorio del departamento de Tratamiento biológico de la contaminación y Medio Ambiente dentro de Dekonta, una empresa checa especializada en la prevención y en la reabsorción de la contaminación. Esta experta fue enviada a Filipinas por el Mecanismo comunitario de protección civil para aconsejar a las autoridades locales sobre las diferentes opciones de tratamiento biológico de la contaminación causada por la marea negra que degrada las costas vecinas del estrecho de Guimaras desde agosto de 2006. Esta región, que cuenta con muchas zonas de manglares y arrecifes de coral, encierra una biodiversidad única en el mundo y permite la subsistencia de toda una comunidad de pescadores artesanales. “En un primer momento, recogimos muestras de suelo y de agua en diferentes sitios con vistas a confirmar la existencia de bacterias autóctonas y a determinar su potencial de degradación del petróleo. Los resultados de las pruebas de laboratorio revelaron que, al añadir los catalizadores apropiados, se podía utilizar la microflora local. Por ejemplo, en un mes, las bacterias acuáticas estimuladas habían degradado alrededor del 90% de los hidrocarburos”, prosigue Petra Zackova. “Ahora estamos trabajando para aislar estas cepas bacterianas, a fin de garantizar que su utilización no conlleve ningún riesgo para el medio ambiente. En efecto, algunos de esos organismos podrían liberar toxinas perjudiciales para todo el ecosistema tratado”. Los tratamientos biológicos de la contaminación no son una solución milagrosa, puesto que su utilización sólo se contempla como complemento de los métodos mecánicos y químicos existentes para combatir las mareas negras, pero permite recordar el increíble potencial de los océanos, del que sólo se ha censado hasta la fecha el 1% de su biodiversidad. Julie Van Rossom (1) Centro de Documentación, Investigación y Experimentación de Contaminación Accidental de las Aguas, un organismo francés de referencia mundial. (2) Interreg III B Mediterráneo Occidental (Medocc) es un programa de promoción para la cooperación transfronteriza europea apoyado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. MYTILOS mytilos.tvt.fr/ Dekonta www.dekonta.com Mecanismo comunitario de protección civil ec.europa.eu/environment/civil/ research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 33 © Shutterstock © ESPO © ESPO Espacio marítimo Cada año, se embarcan o desembarcan dos mil millones de toneladas de mercancías en los puertos de la Unión Europea. En ellos se realizan, además de la gestión de los contenedores, actividades de pesca, servicios relacionados con el mar y, a veces, construcción naval. Su importancia estratégica, cada vez mayor, hace que se esté produciendo una saturación y se esté generando una competencia cada vez más encarnizada entre ellos. El refuerzo de los puertos intermedios podría desbloquear la situación, ofreciendo lugares ideales para las conexiones del transporte intermodal. La combinación de los modos de transporte conlleva numerosas opciones, tanto económicas como ecológicas. El transporte marítimo, cinco veces más barato que el de carretera, representa en la actualidad hasta un 90 % del comercio exterior de la Unión Europea y más de un 40 % de sus intercambios internos, y además, genera unos 3 millones de empleos en Europa. 34 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 TRANSPORTES ¡Avante toda! La investigación, motor de avance para la © CESA construcción naval E Prueba del ferry Berlioz. Astilleros del Atlántico (Francia). Con un rendimiento estándar en Europa de 13 mil millones de Euros en 2006, la construcción naval es un sector estratégico. Desde que Japón y Corea del Sur se apropiaron del mercado de los buques simples, producidos en serie, Europa mantiene su ventaja en la fabricación puntera y la innovación. Pero los dos países asiáticos, con China pisándoles los talones, han emprendido la construcción de buques para cruceros, que hasta ahora se consideraba casi un monopolio europeo y la base de la actividad del viejo continente en este sector. Frente a la amenaza, Europa afila sus armas con la creación de la plataforma WATERBORNE TP – Technology Platform, que reúne a todos los representantes del transporte marítimo con el fin de remodelar el proceso de decisión estratégica de la investigación en este sector y garantizar una competitividad duradera, con vistas al año 2020. l astillero de Saint Nazaire (Francia) es inmenso, más grande que quince campos de fútbol. A lo largo de los diques secos (dedicados a la construcción), las grúas alineadas y el elevador de 70 metros de alto apuntan hacia la parte superior de los hangares, las cadenas de corte de acero, los talleres de ensamblaje. Los soldadores se afanan en su trabajo, algunos descansan fumando un cigarro bajo su casco. En lo alto, tres hombres suspendidos en sus arneses finalizan la pintura del casco. 7.300 personas trabajan en las 108 hectáreas de uno de los astilleros más antiguos de Europa, a orillas del río Loira. Allí se mezclan expertos en motorización, fabricantes de equipamiento para puentes, técnicos electrónicos, arquitectos de interior, y otros tantos especialistas. Cada uno viene a equipar el esqueleto de acero de Poesia, futura “ciudad-balneario” flotante, con 325 m de largo, y capacidad para acoger hasta 6.400 pasajeros... un verdadero ejemplo de las tecnologías integradas. Todo el proceso sigue un minucioso y exacto calendario de intervenciones de los subcontratistas y que ha sido establecido por Aker Yards, grupo internacional propietario desde 2006 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 35 TRANSPORTES de los antiguos Astilleros del Atlántico y de otros 17 astilleros por todo el mundo. Las reglas del juego Esta agrupación de astilleros ilustra la intensa competencia que rige este mercado. Tras la Segunda Guerra Mundial, Corea del Sur y Japón constituyeron su estructura industrial invirtiendo en la construcción naval, una actividad que genera un gran número de puestos de trabajo y que fomenta la innovación tecnológica y la entrada de divisas extranjeras. Pero el exceso de inversiones gubernamentales de forma masiva alteró el tablero comercial internacional. En 1999, Corea del Sur, tras haber multiplicado su capacidad de producción sin tomar en cuenta la evolución de la demanda, se puso a la cabeza del mercado mundial. La industria naval europea encajó el golpe de estas políticas de lleno, perdiendo el 75 % de los puestos de trabajo en sus astilleros en las tres últimas décadas. Pero gracias a su historia marítima única (que va desde las rutas de la expansión comercial hasta la conquista geográfica), Europa no se ha ido a pique y ha mantenido su ventaja en la construcción de los buques complejos. Mientras la producción en serie de los petroleros simples se implanta en Asia, la mano de obra europea se especializa en la construcción y la integración de equipos sofisticados. Esta red de subcontratistas especializados ha ofrecido desde entonces una gran reactividad a la demanda y tecnologías punteras. Más de 9.000 productores externos (PYMEs en su mayoría) generan en el viejo continente alrededor del 70 % de la producción total. Gracias a ellos, Europa conserva hoy en día los nichos del mercado de los buques con alto valor añadido, tales como las plataformas petrolíferas offshore, los buques de transporte de gas y de productos químicos, los buques de dragado, los megayates y sobre todo el mercado del crucero, del que tiene prácticamente el monopolio. Alta tecnología en el mar Aunque sea difícil de creer, estos buques de turismo encierran tras sus tabiques verdaderos laberintos de circuitos y sistemas. Basándose en las normas actuales de comodidad, seguridad y ecología, los buques se equipan con instalaciones de aire acondicionado (uno de los mayores 36 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 epígrafes del presupuesto), distribución del agua, almacenamiento de los alimentos, electricidad, sistemas de socorro, gestión informatizada incorporada, además de un dispositivo de tratamiento de aguas residuales, un incinerador y un compactador de basuras para no tener que arrojar nada al mar. Es muy raro que salgan dos buques idénticos de un mismo astillero. Teniendo en cuenta que los plazos para su producción y renovación son bastante grandes (tres años de construcción para una duración de vida de 30 años), estos gigantes de los mares integran aplicaciones tecnológicas propias, desarrolladas caso por caso. La adaptación a los criterios de la demanda conlleva una innovación constante, muy característica del sector. Y tan sólo un tejido industrial riguroso, fiable y con experiencia puede responder a las expectativas de los armadores, quienes insisten en que no haya retrasos en la entrega ni errores financieros. Se debe al hecho de que los presupuestos comprometidos obligan a anticipar la explotación del buque aunque esté aún desmontado en el astillero. La versatilidad industrial europea ofrece en este caso una ventaja innegable. Si bien es verdad que Asia contrata los servicios de ingenieros extranjeros, aún no ha conseguido destronar al viejo continente en la construcción de los buques complejos... ¿Pero por cuánto tiempo más se mantendrá esta situación? Corea y Japón tienen las miras puestas en los buques para cruceros desde hace unos quince años. Inquietos por la reciente entrada de China en el mercado de la construcción naval, los dos países confirman actualmente sus ambiciones. Según los industriales europeos, habrá que esperar al menos diez años para conseguir un producto acabado. [NDLR: los astilleros surcoreanos STX Shipbuilding han adquirido el 39,2 % de Aker Yards]. La investigación en el centro de la batalla Pascal Monard, responsable del servicio de investigación y desarrollo de Aker Yards en Saint-Nazaire, advierte: “Con este desfase, Europa no puede dormirse en los laureles. China pretende acabar su primer buque de aquí a 2012-2015. A partir de 2003, en el lanzamiento de la experiencia Leadership 2015 (1), Europa se concienció de que tenía que defender su posición en el mercado”. Como prolongación directa, desde 2003, el proyecto INTERSHIP (2) desarrolla herramientas, métodos de concepción y de producción para seguir a la cabeza en los aspectos relativos al medio ambiente y la seguridad, así como para mejorar la rentabilidad y optimizar el ciclo de vida de los buques. Pascal Monard explica: “En Saint-Nazaire, el proyecto INTERSHIP nos ha permitido cooperar con otros astilleros europeos, por ejemplo, sobre la fusión de las redes informáticas (la aplicación de la informática móvil en los astilleros y a bordo de los buques). Concretamente, se trata de simplificar todos los datos integrando los sistemas digitales y analógicos. En la actualidad, ya se han fusionado 15 aplicaciones de a bordo”. Una gran parte de la comunidad (7 astilleros, fabricantes de equipo, empresas de clasificación y otras industrias) se beneficia de los avances de la investigación gracias a INTERSHIP, que inició una colaboración horizontal y vertical con éxito y que, en octubre de 2007, logró su objetivo de competitividad. “A pesar de la fuerte competencia existente en nuestro sector, la colaboración ha sido un éxito puesto que se ha tratado el desarrollo de procedimientos, más fácil de compartir que la innovación aplicada”, continúa Pascal Monard. “Se ha creado una red de intercambios y enlaces impensable hace algunos años. Nuestra participación en otros proyectos, como Flagship (2007-2011) (para realizar un sistema de a bordo para la ayuda a la toma de decisiones, al pilotaje y mejora de la seguridad) se realizó en el ámbito de las relaciones establecidas en INTERSHIP”. Y finalmente, de cara al futuro, manifiesta: “Además, INTERSHIP ha permitido definir las bases de la cooperación a partir de 2008”. Reaccionar enérgicamente Esta nueva colaboración constituye un gran avance. Pero para seguir en buena posición en la carrera mundial, Europa debe mirar más allá. Desde 2005, la Plataforma Tecnológica WATERBORNE TP inaugura un foro que reúne a las asociaciones europeas de las empresas de cada sector implicado (los armadores, los reparadores, los fabricantes de equipo) con los representantes políticos, los centros de investigación, las universidades y los sindicatos. Paris Sansouglou, Secretario de la Plataforma y del CESA (3) que la coordina, describe los objetivos buscados: “La Plataforma emprende una refle- TRANSPORTES tas”. Paris Sansouglou opina lo mismo: “La reflexión a largo plazo constituye un problema general para las empresas. Pero al repartirla entre varios participantes, por un lado, se obtienen mejores resultados y por otro, se disminuyen los costos de cada uno”. No tienen otro remedio, puesto que la innovación constituye el fundamento de la competitividad duradera en la construcción de los buques para cruceros, el cimiento de la construcción naval europea. Delphine d’Hoop Astillero de Setúbal (Portugal). (1) Reunión de personas emblemáticas, expertos de todos los campos del sector en Europa. (2) Concepción y producción colaborativa e integrada de los buques para cruceros, paquebotes y RO-Pax (buques de pasaje y transporte de cargas rodadas). (3) Comunidad Europea de Asociaciones de Astilleros. www.cesa.eu www.intership-ip.com/ www.flagship.be/ www.waterborne-tp.org/ © CESA xión fundamental para establecer y coordinar la estrategia de I+D europea. Implica a sus participantes desde la definición estratégica hasta los proyectos de investigación resultantes. Esto permite garantizar que se acepte la estrategia europea y que todos sus representantes la apoyen. Y, frente a los desafíos del mercado, fija objetivos que ponen a prueba las innovaciones en la industria. Por ejemplo, se sabe que el objetivo de ‘emisión cero’ es irrealizable: ¡los pasajeros tendrían que dejar de respirar! Pero no por eso dejamos de tender hacia este objetivo”. “Los participantes describen esta nueva estrategia en tres documentos. El primero es la Visión a medio y largo plazo, denominada “Vision 2020”, que define tres pilares: transporte marítimo seguro, sostenible y eficaz; industria marina europea competitiva; y gestión del crecimiento de los volúmenes de transporte así como de los cambios en las tendencias comerciales”, completa Paris Sansouglou. “A partir de ahí, los representantes de la Plataforma evalúan los desafíos de la industria y formulan las acciones necesarias para lograr los objetivos resultantes en la Agenda Estratégica de Investigación Marítima (WSRA, por sus siglas en inglés), que delimita las etapas a seguir hasta el año 2020. Y finalmente, tiene que establecerse un plan de puesta en marcha, el WSRA Implementation Plan, a partir de dicha Agenda. Igualmente, se definirán los proyectos y los miembros que participarán en el mismo”. Y añade: “Este plan de aplicación práctica incluye la recogida de fondos para los proyectos ‘más delicados y políticos’, ya que afectan a las especificidades comerciales de cada interviniente, en este sector en el que todo está interconectado a través de la subcontratación”. WATERBORNE TP, con estas medidas, pretende influenciar la política de investigación en los ámbitos europeo, regional, nacional y privado. Además de las especificidades de cada uno, otra dificultad aparece en lo que se refiere a los plazos. La cooperación del sector privado en la investigación a largo plazo no siempre se asume como algo lógico. En Aker Yards, Pascal Monard confirma: “La dificultad radica en la sincronización entre los imperativos económicos, de aplicación a medio plazo, y los determinados por la lógica de la investigación, a largo plazo, generalmente sin aplicaciones inmedia- research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 37 TRANSPORTES Los puertos en “P punto muerto © Shutterstock ¿Hay que demostrar el papel esencial desempeñado históricamente por los puertos en la economía? Sin embargo, el volumen de mercancías no ha dejado de aumentar con la globalización, causando problemas logísticos. La investigación mira con buenos ojos la solución de los puertos intermedios, pero las ideas no superan la fase de prototipo. ¿Por qué la investigación y la sociedad no acaban de comprenderse? CAPOEIRA (1) pretende estudiar con detenimiento las experiencias pasadas para reducir los riesgos futuros. Pero el tiempo apremia y la situación, ya de por sí crítica, podría empeorar. 38 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 uerto” viene del latín “portus” y del griego “poros”: el pasaje. Desde Alejandría, o incluso con los fenicios, los puertos florecieron siguiendo así la estela de la expansión del comercio. Y de “pasaje”, “puerto” se convirtió en derivado del verbo “portar” y tomó el sentido de la carga máxima de embarque. Hoy en día, la semántica no ha cambiado: 6 mil millones de toneladas de materias primas (en bruto) o de productos diversos recorrieron los mares en 2005, representando el 90% del transporte mundial de mercancías. Centros estratégicos del transporte Una característica fundamental del transporte marítimo y de su creciente demanda radica en la mayor internacionalización de las prácticas económicas. Desde finales de los años cincuenta, la invención de los contenedores ha facilitado el trasbordo entre diferentes modos de transporte. Una vez llegados a puerto, se descargan los contenedores en el muelle mediante elevadores, transportándose luego la mayoría de las veces por carretera o por tren. Sus dimensiones estándares y su sistema de fijación única hacen que sean “la unidad de referencia del transporte intermodal”. Las limitaciones geográficas no constituyen la única razón por la que se utilizan sucesivamente varios modos de transporte. Por ejemplo, el menor coste de los desplazamientos marítimos llevó a los especialistas del sector a contemplar seriamente estas soluciones. En consecuencia, los puertos se han adaptado y algunos se han convertido en “hubs”: plataformas que centralizan y distribuyen los contenedores a escala de un país, incluso de un continente. El problema actual de la densidad de tráfico por carretera favorece también el transporte TRANSPORTES Nudo de tope Los puertos intermedios, mayoritarios en Europa, podrían resultar sumamente útiles para llevar las mercancías al interior con un menor impacto ecológico. Pero ¿cómo se puede convencer a los armadores de los beneficios que ello supone? ¿Cómo se pueden transportar contenedores en muelles de 30 metros de ancho, cuando se genera en ellos un flujo denso y continuo de unos 200 vehículos? Para esta pregunta, el proyecto ASAPP – Automated Shuttle for Augmented Port Performance – ha encontrado una respuesta, basándose en un concepto de la empresa Reggiane (Italia): un sistema de descarga de los contenedores en altitud, en una plataforma intermedia, que duplica el espacio explotable. De esta manera los contenedores son transportados por una lanzadera automática, cuyo rendimiento se asimila al de los vehículos pesados utilizados actualmente. Según sus diseñadores, este sistema optimiza el empleo de los elevadores de carga (al procesar 200 contenedores/hora) y permite rentabilizar rápidamente las inversiones. La idea y el prototipo habrían podido seducir a los operadores y a los armadores, pero, desde 2001, fecha de finalización del proyecto, ninguna nueva plataforma En 2005, Rótterdam, número uno de los puertos europeos, procesó 9,3 millones de contenedores y un volumen de flete de 396 millones de toneladas. No obstante, el esplendor de los puertos del Norte de Europa empieza a verse eclipsado por el avance de los del Sur. Valencia, Algeciras y Barcelona forman parte de la lista de los 10 puertos de contenedores más activos por sus intercambios con el Extremo Oriente. ni lanzadera inspirada en el proyecto ASAPP ha aparecido en las costas europeas (2)… Análisis de aguas turbias… Para comprender el destino de las investigaciones llevadas a cabo sobre las terminales (entre ellas ASAPP), el proyecto CAPOEIRA utiliza un cuadro de lectura que toma en cuenta las estrategias de todos los participantes: desde el concepto, pasando por la propuesta, la constitución del consorcio, la vida del proyecto, hasta sus resultados. Jean-Louis Deyris, antiguo operador de terminal terrestre y uno de los coordinadores del proyecto ASAPP, nos explica dónde se detuvo este último: “Efectivamente, las investigaciones llegaron al concepto de la terminal y al desarrollo de una lanzadera. Su prototipo, construido en Trieste (Italia), incluso estuvo seguido por un segundo – ASAPP 1 – capaz de transportar tres contenedores al mismo tiempo. Pero todo eso quedó en agua de borrajas”. CAPOEIRA, proyecto financiado íntegramente por la Comisión (con 500.000 €), lleva a cabo un enfoque de evaluación hasta 2008. Antes de construir el futuro, hace falta una primera fase, en la cual se estudien los antiguos proyectos, para esclarecer el porqué de su fracaso. Según Jean-Louis Deyris, igualmente implicado en CAPOEIRA, en el que trata las cuestiones metodológicas: “Los obstáculos observados constituyen una problemática compleja y van más allá de la cuestión de los costes. Utilizamos un enfoque sistémico transversal para averiguar los criterios de éxito o de fracaso. Este trabajo igualmente empírico saca a la luz factores muy diversos y toma en cuenta las necesidades de los intervinientes (armadores, operadores de los puertos) o la forma de organizar la investigación dentro de la Comisión Europea. Asimismo, el mercado ha evolucionado, pasando de una situación en la que la oferta de los industriales se imponía a los operadores, a un sistema en el cual la demanda de los participantes se toma en cuenta”. …y del caso de los puertos Además, la incapacidad de los participantes de unirse y colaborar ha aparecido como una de las iniciativas. “Cada puerto está en La vida de los puertos a nivel estadístico L os puertos son puntos centrales de distribución de mercancías hacia las redes interiores: en caso de incidente, las repercusiones afectan a toda la cadena de suministro. Eso muestra su importancia, puesto que 3.500 millones de toneladas transitan cada año en más de 1.200 puertos europeos, es decir, respectivamente, un 90 % y un 43 % del comercio exterior e interior del continente. Si se pusieran en fila india, estos contenedores medirían la mitad de la circunferencia terrestre. Los puertos de la Unión, centros llenos de vida, embarcaron y desembarcaron en 2005 a más de 500 millones de pasajeros, casi cerca de dos de cada tres europeos, según el informe anual 2006-2007 de la ESPO (3). El sector emplea a 350.000 personas, teniendo en cuenta los servicios directamente relacionados con las actividades portuarias. Y finalmente, como entorno costero, un puerto europeo medio alberga a 250 especies de animales marinos, 70 de aves y 60 tipos de plantas. © ESPO intermodal. Por lo tanto, los cargueros sacarían partido poniendo rumbo a los puertos intermedios, situados dentro de las ciudades. Una ventaja que sin embargo hace que su posición en el mercado sea más difícil, puesto que no tienen suficiente espacio y no pueden absorber la actividad necesaria para construir infraestructuras y aumentar la velocidad de transferencia de las mercancías. No obstante, este rendimiento es un factor determinante para competir con el transporte por carretera. research*eu SPÉCIAL MER I DÉCEMBRE 2007 39 TRANSPORTES Se acerca la tormenta Efectivamente, Europa está a la zaga. Sus mayores puertos no se han podido ampliar lo bastante rápidamente como para absorber las exportaciones exponenciales de Asia. En concreto, Rotterdam no ha podido ampliarse por litigios medioambientales. Esto conlleva una densidad de tráfico caótica, retrasos en las entregas, incluso el desvío de los buques, por falta de espacios de amarre suficientes, y suscita dudas entre los puertos asociados. En el primer trimestre de 2007, el 73 % de los contenedores fueron descargados con retraso debido a esta razón. Y según la Organización de Puertos Marítimos Europeos (ESPO, por sus siglas en inglés) (3), el transporte marítimo se multiplicará entre 2006 y 2015. Como conclusión temporal, Deyris precisa: “Hay que hacer cambios radicales aunque sean difíciles de aceptar, como la construcción de puertos en alta mar y la nueva logística de distribución que seguirá. Pero ni la investigación, ni el mercado están actualmente lo bastan- Los puertos, vías de acceso a las “autopistas” del mar C Cada año, los atascos bloquean el 10% de la red viaria europea y causan la pérdida del 0,5 % del PIB. Tan sólo en la UE de los 15, se prevé que el transporte de flete aumente en un 70 % de aquí a 2010. La carretera, con sus gastos de infraestructura, su impacto paisajístico y su contribución de un 90 % en las emisiones de CO2 del sector del transporte total, ha superado su punto de saturación, paralizando la buena marcha del transporte, que habría que reorganizar urgentemente. Este es objeto del proyecto AUTOPISTAS DEL MAR de la DG de Energía y Transporte, centrado en el transporte marítimo de corta distancia. Este modo de transporte es más seguro, fluido y económico en términos de consumo de carburante. Además, está en pleno auge (más del 25% entre 1995 y 2002) y es más competitivo en tiempo y costes que la mayoría de los itinerarios por carretera, sobre todo de cara a los obstáculos naturales, como las cadenas montañosas. Los frutos y hortalizas que salen cada año de España a bordo de 60.000 camiones para alimentar Irlanda e Inglaterra reducirían su trayecto entre 600 y 1.200 km si su itinerario pasara por el mar. Pero estos productos perecederos no pueden esperar ni un día en el muelle. El transporte marítimo tiene que poder intensificar sus servicios para absorber el flujo constante de mercancías llegadas por carretera, tren o por vía fluvial. El desarrollo de la navegación (el 30% de los presupuestos de investigación del sector marítimo en el 6PM) se inscribe dentro de una perspectiva más amplia, que toma en cuenta todas las modalidades de transporte y sus articulaciones. Este enfoque multimodal (intermodal cuando se habla de contenedores) es una de las claves de la política de la UE. Exige que se vuelva a pensar toda la gestión del transporte, que se aumente por supuesto la frecuencia de los servicios marítimos, pero también que se definan verdaderas cadenas logísticas que concentren los flujos de todas las modalidades de transporte, siendo cada una como un eslabón de la cadena, hacia un número limitado de puertos rigurosamente seleccionados que unan las autopistas del mar. Ya se han designado cuatro corredores principales: en el Mar Báltico, en Europa Occidental, en el Sudeste de Europa y en el Suroeste de Europa. 40 research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 te maduros como para entrever estos horizontes. Dicho esto, desde hace poco, parece que la tendencia se va invirtiendo: algunos grandes puertos manifiestan un deseo de participar en los proyectos en curso o futuros”. DDH (1) Coordinated Action of Ports for integration Of Efficient Innovations and development of adequate Research, development and innovation Activities. (2) No obstante, próximamente se realizarán pruebas en un gran puerto europeo. (3) Organización de Puertos Marítimos Europeos. www.capoeiraproject.com ec.europa.eu/transport/white_paper/ La actividad de los puertos se contabiliza en millones de EVP. Como ejemplo, Rotterdam (Países Bajos) obtiene una cota de 9,3, Amberes (Bélgica) de 6,5 y Algeciras (España) de 3,2. EVP significa “Equivalente a Veinte Pies” y es una unidad de referencia utilizada para medir el transporte por contenedores, que generalmente tienen esta longitud (es decir, poco más de seis metros). © ESPO © ESPO competencia con los otros para adquirir y conservar su propio tráfico. Si bien algunos proyectos excepcionales reúnen a siete u ocho socios, lo que ocurre generalmente es que cada uno conserva sus propios conocimientos. Algunos disponen incluso de su propia ingeniería. Y no obstante, en otros sectores donde existe una fuerte competencia, como la aeronáutica o el automóvil, la investigación se realiza de forma concertada entre varios participantes y la competencia se limita a las aplicaciones específicas de cada uno”, prosigue Deyris. Además, hay que lamentar la falta de concertación de los interlocutores sociales en algunos países. La etapa de análisis de los proyectos pasados concluyó con recomendaciones que fueron presentadas en París el 19 de octubre. “Toda la comunidad esperaba con impaciencia los resultados, puesto que antes de construir escenarios predictivos, nos habíamos tomado el tiempo necesario para el análisis”. Todo ello a pesar de la enorme urgencia del desarrollo de los puertos europeos. NAVEGACIÓN Una torre de control del tráfico marítimo Según la ESPO (1), más de tres mil millones y medio de toneladas de mercancías transitan cada año en los 1.200 puertos de mar distribuidos por las costas europeas. Unos 20.000 buques surcan nuestro litoral permanentemente: un verdadero rompecabezas logístico para los controladores marítimos, puesto que este intenso tráfico genera una avalancha de información entre los propios navíos, pero también con las autoridades costeras. Desde noviembre de 2004, el programa de investigación MARNIS (Maritime Navigation and Information Services) pretende racionalizar y organizar estos flujos de información, para limitar los riesgos de accidente. H erald of Free Enterprise, Erika, Prestige… recordamos estos nombres y las pérdidas humanas, las rocas llenas de petróleo, las aves impregnadas de alquitrán. ¡Nunca más! Y aún así, con demasiada frecuencia, siguen ocurriendo accidentes en el mar, con o sin catástrofe medioambiental, con o sin drama humano. Los pescadores están especialmente expuestos a los riesgos: el índice de mortalidad de la profesión llega a proporciones inquietantes, del orden de 2 por cada 1.000, mientras que en otros sectores de actividad de riesgo, como la construcción o la explotación minera, “tan sólo” se eleva al 0,3 por cada 1.000. Ahora bien, muy a menudo, estos accidentes se deben a la falta de comunicación entre los buques. La generalización de los dispositivos AIS Para remediar este problema, la Comisión Europea pretende ampliar la obligación de llevar aparatos AIS (Automatic Identification System) a todos los buques y barcos de pesca de más de 15 metros, mientras que, según las prescripciones de la Organización Marítima Internacional, tan sólo son obligatorios en los barcos de pasajeros y en los barcos de mercancías que tengan un volumen de carga de más de 300 grt (300 Gross Registered Tonnage, o toneladas de registro bruto); es decir, 849m3. Pero, ¿qué es el AIS? Este sistema de identificación es un aparato de intercambio automatizado de mensajes que utiliza ondas de radio de muy alta frecuencia (VHF). El AIS, conectado a los demás dispositivos de navegación del navío (indicadores de posición, de velocidad, de cambio de rumbo, etc.), envía automáticamente, a intervalos periódicos, una serie de información que permite que tanto los otros navíos como los sistemas de vigilancia situados en las costas lo localicen de forma precisa. Asimismo, proporciona infor- mación complementaria sobre su carga, sus dimensiones, su destino, etc. Al mismo tiempo, el AIS integra la misma información proveniente de los navíos que pasan cerca. Gabriele Mocci, responsable de los estudios sobre telecomunicaciones marítimas de alta velocidad, en el centro Telespazio (Italia) afirma: “Este sistema permite claramente aumentar la seguridad en el mar pero para aumentar la eficacia del mismo, haría falta que el sistema fuera ampliado a escala mundial, en todos los barcos”. La Comisión pretende precisamente esta generalización, al menos a nivel europeo. MARNIS por una gestión integrada Como Cas Willems, coordinador del proyecto, explica, “Paralelamente, gracias al proyecto de investigación MARNIS, la Comisión pretende desarrollar mejor las potencialidades del AIS”. MARNIS, lanzado en noviembre de 2004 en cooperación con más de 40 socios (entre ellos Telespazio), en 13 países europeos, se ha fijado como ambicioso objetivo el de mejorar la seguridad global en las aguas europeas. “Para conseguirlo, los sistemas de telecomunicación desempeñan un papel preponderante”, destaca el coordinador de MARNIS: “En particular, intentamos combinar lo mejor posible la información proporcionada por el AIS con una serie de datos como las imágenes de satélite, las indicaciones enviadas por los sistemas LRIT (Long Range Identification and Tracking Systems), las herramientas de localización como GPS y Galileo, o los sistemas de visualización cartográfica. Con la integración de todos estos datos y su representación gráfica en una interfaz única, el tráfico marítimo podría gestionarse a través de un único centro de operaciones, una especie de torre de control única, como se hace en la aviación”. Matthieu Lethé (1) Organización de Puertos Marítimos Europeos (ESPO son las siglas de European Sea Port Organization). www.marnis.org research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 41 INVESTIGACIÓN OCEANOGRÁFICA RESULTADO OBTENIDO: SOBRESALIENTE En junio de 2007, la conferencia EurOcean (1) reunió a las figuras más emblemáticas de la investigación marítima europea en torno a la cuestión del papel de las ciencias y de las tecnologías marinas en Europa. Se trataba de un evento sin precedentes en este campo. En lo que se refiere al conocimiento de los océanos y al procesamiento de datos, Europa dispone de un dominio mundial que debe mantener y desarrollar. Eso se plasma en el refuerzo de la coordinación, a nivel europeo, de los institutos nacionales especializados, así como en la puesta en marcha de ambiciosos programas de investigación. El presente artículo es un repaso de algunos grandes pilares de la excelencia oceanográfica europea que dejan el listón aún más alto. ponerla en relación con otras regiones oceánicas del mundo en los ámbitos biológico, físico, químico y geológico. © Cédric d'Udekem d'Acoz www.horta.uac.pt/ Anfípodo del Antártico. AWI I Instituto Alfred Wegner (DE) Con una sólida experiencia en la materia, el Instituto Alfred Wegner, basado en Bremerhaven, coordina toda la investigación polar en Alemania y asegura el seguimiento de una parte de las investigaciones llevadas a cabo en los Océanos Ártico y Antártico. Lideró la iniciativa del Polarstern, un enorme rompehielos que acaba de llevar a cabo la primera campaña de exploración biológica profunda de los fondos marinos del Antártico (véase Research*eu 52). ICES I Consejo Internacional para la Exploración del Mar (DK) El ICES realiza la coordinación y la promoción de la investigación marítima en el norte del Atlántico y en otros mares adyacentes como el Báltico o el Mar del Norte. Este organismo hace las veces de centro de reunión de más de 1.600 científicos procedentes de 20 países del Atlántico Norte. Su objetivo: recoger el máximo de información sobre el ecosistema marino y solventar la falta de conocimientos sobre el mismo. pretende ser catalizador de decisiones de los ámbitos político y social. © IFREMER/Vicking 2006 Storegga que vive a la altura de las costas de Noruega. IFREMER I Instituto de Investigación para la Explotación del Mar (FR) Este emblema de la investigación marítima francesa trabaja en 25 emplazamientos repartidos en todo el litoral francés y en ultramar. Sus principales misiones: la explotación sostenible de los recursos oceanográficos, la vigilancia y la protección del medio marino costero y el desarrollo económico del mundo marítimo. www.ifremer.fr IOPAN I Instituto de Oceanografía de la Academia Polaca de las Ciencias (PL) El IOPAN es el mayor instituto de ciencias marítimas de Polonia. En 2003, la UE le otorgó el estatus de centro de excelencia en estudio de los mares continentales. Funciona principalmente en las regiones del Mar Báltico así como en el Atlántico Norte y en las regiones europeas árticas. www.ices.dk/ DOP/Universidad de las Azores I Departamento de Oceanografía y Pesca (PT) Las Azores, que rebosan de riquezas aún no explotadas, atraen a los investigadores oceanográficos de todos los campos. Las investigaciones del DOP/ UAç tratan esencialmente de la descripción, la experimentación y la modelización de los sistemas oceánicos. A bordo del navío Arquipélago, el joven equipo de las Azores se esfuerza por comprender mejor esta dinámica y 42 www.ieo.es research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 © NOCS Buceador-investigador. NOCS I Centro Nacional de Oceanografía de Southampton (UK) El NOCS, situado en un campus al lado del mar, es uno de los cinco mayores institutos marinos del mundo. Sus 520 científicos se ocupan tanto de la flota nacional de investigación oceanográfica como de programas estratégicos para el National Environmental Research Council o NERC (Consejo Nacional de Investigación Medioambiental). Favorece también la transferencia de conocimientos, compartiendo su experiencia con el gobierno, las empresas y los organismos de utilidad pública. www.noc.soton.ac.uk © Stein Sandven, NERSC. www.iopan.gda.pl www.awi.de/de/ IEO I Instituto Español de Oceanografía (ES) Este centro de investigación multidisciplinaria se centra principalmente en los problemas derivados de la explotación de los recursos y en la contaminación. Al realizar acciones de investigación y de asesoría, el IEO contribuye al desarrollo y al mantenimiento de las actividades industriales, sociales y económicas relacionadas con la explotación sostenible de los océanos. www.nioz.nl © NIOZ Barco científico Pelagia. NIOZ I Real Instituto Neerlandés para la Investigación Marina (NL) El NIOZ, fundado en 1876, es una de las instituciones oceanográficas más antiguas de Europa. Trabaja estrechamente con físicos, químicos, geólogos y biólogos. Busca una investigación pluridisciplinaria volcada sobre todo en las costas y los mares continentales y, en la medida de sus posibilidades, El oso polar en el logotipo de un instituto preocupado por el cambio climático y el deshielo de los glaciares. NERSC I Centro Nansen para el Medio Ambiente y la Teledetección (NO) El NERSC pretende comprender, vigilar y anticipar mejor las fluctuaciones ecológicas y climáticas a una escala a la vez regional y mundial. Sus trabajos se centran principalmente en la modelización oceánica, la asimilación de datos, la teledetección y la investigación climática. www.nersc.no/main (1) www.eurocean2007.com/ ONGS LAS BANDERILLAS DE LA SOCIEDAD CIVIL Sus acciones apasionadas y llenas de humanidad movilizan a la opinión pública. Según una encuesta de Euractiv (1), las organizaciones no gubernamentales (ONGs) serían los comunicadores más eficaces para dar profundidad al debate entre la UE y los ciudadanos. Se convierten en verdaderos lobbies, capaces de hacer presión ante las autoridades políticas y los dirigentes de empresa para lograr sus objetivos. Cuando el planeta Mar está en peligro, las ONGs más emblemáticas dan la señal de alarma. Greenpeace, la agitadora Greenpeace, verdadero activista en defensa del planeta, denuncia abiertamente a los “maleantes” del océano y les confronta con sus “fechorías”. Su talento reside en su capacidad de llegar directamente a los ciudadanos llevando a cabo acciones de envergadura y mediatizadas. Las campañas espectaculares de lucha contra la caza de la ballena en Japón (en las que los militantes protegían a las ballenas poniéndose directamente en la línea de tiro de los arponeros) se han convertido en una de sus principales marcas de fábrica. Desde 2002, el navío Esperanza (bautizado así por los ciberactivistas de Greenpeace) lleva a cabo © Greenpeace/Daniel Beltrá El barco Esperanza, en guerra contra los balleneros, acercándose a Sidney. misiones muy específicas como la campaña contra los arrastreros asesinos de delfines en el Canal de la Mancha o la pesca de arrastre de fondo en el Atlántico Norte. Greenpeace, con ocasión del Día Mundial del Océano el 8 de junio de 2007, destacó tres temas prioritarios en su campaña de sensibilización: la protección del atún rojo demasiado sobreexplotado, la información a los consumidores sobre la necesaria diversificación de las especies consumidas y la creación de una amplia red de reservas marinas en el 40% de los océanos que permitiría reavivar los ecosistemas y reconstituir los recursos marinos. oceans.greenpeace.org/fr/ WWF, la diplomática WWF (World Wide Fund for Nature), está fuertemente implicada en el desarrollo sostenible, y es la mayor organización independiente de protección de la naturaleza en el mundo. Sus grupos de expertos trabajan en más de 40 países prestando especial atención a una veintena de regiones ecológicas marítimas que incluyen tanto los casquetes glaciares del Gran Norte como los arrecifes de coral. Para desarrollar lo mejor posible su misión, WWF ha instalado una Oficina de Política Europea en Bruselas que actúa como catalizador de influencias y puede orientar de modo decisivo la toma de decisiones a nivel europeo. Al adoptar una visión transversal de la protección del mar, WWF se alinea con (o más bien inspira) la nueva estrategia marítima europea y trabaja estrechamente con científicos, pescadores, economistas, abogados, grupos de presión y otros expertos de la comunicación para continuar su propio programa marítimo. El 2002, WWF lanzó una campaña con vistas a cambiar la Política Pesquera Común en Europa. Sus objetivos de aquí a 2020: la implantación de un sistema de pesca altamente sostenible y la creación de zonas marinas protegidas en el 10 % de los océanos. Friends of the Earth International, la solidaria Desde 1969, la mayor red ecologista mundial (70 países) se moviliza contra los problemas medioambientales actuales considerándolos dentro de un contexto a la vez económico, social y político. Estos Amigos de la Tierra actúan como una especie de confederación, siendo cada miembro autónomo en sus acciones. Está presente en eventos al alcance de todos (festivales, manifestaciones no violentas) y difunde una información que pretende ser pertinente y unificadora. Esta ONG, que busca crear acciones comunes con las asociaciones, los sindicatos y otros movimientos sociales que comparten sus objetivos, sensibiliza al ciudadano sobre su papel activo en la protección del medio ambiente. Así, desde 1992, el programa Mediterráneo MedNet reúne a las organizaciones miembro de Croacia, Chipre, España, Francia, Italia, Túnez y Oriente Medio para reforzar cualquier movimiento ecológico en torno al Mediterráneo. A más largo plazo, el programa MedNet espera desarrollar un modelo turístico, organizar la gestión de la basura en la región y destacar (de aquí a 2010) los impactos negativos relacionados con la introducción de una zona de libre cambio en el área euromediterránea. www.foeeurope.org/ (1) www.euractiv.com Algunos otros defensores del Océano Seas at Risk www.seasatrisk.org Oficina Europea de Conservación y Desarrollo (EBCD, por sus siglas en inglés) www.ebcd.org Fundación Nicolas Hulot “Planeta agua” www.planete-eau.org EUCC - Unión Litoral www.eucc.net Oceania www.oceania.org Deepwave www.deepwave.org www.worldwidelife.org/oceans/ research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007 43 © IFREMER/Campagne Phare 2002 KI-AH-07-S03-ES-C LA CIENCIA EN IMÁGENES Victor y las fuentes cálidas A 2.630 metros de profundidad, en el Pacífico Oriental, Victor 6000 efectúa muestreos y mediciones en una fuente hidrotermal. Este robot sumergible teledirigido, que pertenece al IFREMER, es un factor clave de la campaña Phare 2002. Ayuda a los investigadores a analizar el funcionamiento de las comunidades biológicas que viven en estos medios naturales calientes (algunas fuentes llegan hasta los 350°C), descubiertos a finales de los años setenta. Desde entonces, Victor 6000 continúa su trabajo. En 2006, exploró con sus ocho cámaras la vida subterránea de las emisiones hidrotermales de la dorsal medio-atlántica en el sur de las Azores, durante la campaña Momareto.