El Océano a fondo

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Número especial – Diciembre de 2007
Comisión Europea
Revista del Espacio Europeo de la Investigación
política marítima
El Océano
a fondo
ISSN 1830-8007
research eu
research*eu, la revista del Espacio Europeo de la investigación, que pretende ampliar el debate democrático entre
la ciencia y la sociedad, está escrita por periodistas profesionales independientes. Presenta y analiza proyectos,
resultados e iniciativas cuyos actores, hombres y mujeres, contribuyen a reforzar y a federar la excelencia científica
y tecnológica de Europa. research*eu se publica en inglés, francés, alemán y español, a razón de diez números
al año, por la Unidad de Comunicación de la DG de Investigación de la Comisión Europea.
edito
research*eu
Redactor jefe
Michel Claessens
El Planeta Mar
Estamos ante otra de las paradojas europeas. A pesar de contar con un territorio tres
veces mas pequeño que África, Europa dispone de una superficie costera que supone
el triple del litoral de dicho continente. Sin embargo, nuestra política marítima sigue
estando fragmentada y se gestiona a nivel nacional. No obstante, los mares y los
océanos atañen de cerca a todos los Estados de la Unión, tanto en el sentido literal del
término, ya que cerca de la mitad de sus ciudadanos viven a menos de 50 km de las
costas, como en el sentido figurado, puesto que los desafíos (económicos, medioambientales y sociales) en este ámbito son considerables. Pesca, transporte, comercio,
contaminación, calentamiento climático, turismo: los mares y los océanos son los protagonistas de un gran número
de procesos, que interactúan estrechamente unos con otros. Una gestión integrada, transversal y trasnacional
se hace necesaria. Este es el objetivo fijado por la Comisión en su “Libro Azul” publicado recientemente. Un
documento político y visionario que reconoce el papel de la investigación científica como elemento clave de
esta visión política, lo que advertirán nuestros lectores con sumo interés.
El mar es la cuna de la vida en la Tierra, cuyo nacimiento se remonta a unos 3.800 millones de años. El agua es el
símbolo de la vida y hace que nuestro planeta sea un astro único en este pequeño rincón del Universo. Por este
mero carácter de origen y vida, deberíamos respetar este elemento natural. Ahora bien, la especie humana, que
tan sólo es uno de los representantes de la biodiversidad terrestre, perturba y amenaza el gigantesco “organismo
vivo” que es el océano. Es preciso tratar en conjunto este sistema complejo de equilibrio, interdependencia
e interacción: su supervivencia y la nuestra dependen de ello. Esperemos que estas consideraciones de fondo
provoquen algunos remolinos en las esferas políticas.
Michel Claessens
Redactor jefe
Las opiniones presentadas en este editorial, así como en los artículos de este
número, no comprometen de forma alguna a la Comisión Europea
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Revisores de las versiones lingüísticas
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Coordinación general
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Coordinación de redacción
Didier Buysse, Jean-Pierre Geets
Periodistas
Charlotte Brookes, Delphine d’Hoop,
Carlotta Franzoni, Matthieu Lethé,
Cyrus Pâques, François Rebufat,
Julie Van Rossom
Traducciones
Martin Clissold (inglés),
Silvia Ebert (alemán), Michael Lomax
(inglés), Consuelo Manzano (español)
Diseño
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François Xavier Pihen (paginación),
Yaël Rouach (coordinación y seguimiento
de la producción),
Daniel Wautier (corrección de pruebas)
Búsqueda de ilustraciones
Christine Rugemer
Versión en línea
Dominique Carlier,
Katherine O’Loghlen
En portada
Entrada de gruta submarina en la costa
de Marsella (Le Veyron). En el centro de
la imagen, la esponja tubular Haliclona
mediterranea, rodeada de pólipos de
escleractinios (corales) y de una multitud
de otros organismos sésiles. Laboratorio
de Diversidad, Evolución y Ecología
funcional marina, Marsella (Francia).
© CNRS Photothèque/Thierry Perez. Uauro
Impresión
Enschedé/Van Muysewinkel, Bruselas
Producción general
PubliResearch
La tirada de este número ha sido de
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Michel Claessens
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© Communautés européennes, 2007
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del esmero en la preparación de estos
textos.
SUMARIO
Transversalidad
4 Por una visión integrada de las zonas
marítimas
En una Unión en la que las zonas marítimas
son más amplias que las zonas terrestres se
necesita una gestión racional de los mares
y los océanos. Presentación del trabajo de
la task-force creada para tal efecto por
la Comisión Europea en 2005.
5 “El viejo y el mar”, un cambio
de rumbo necesario
Entrevista con Boris Worm, biólogo marino
de la Universidad de Dalhousie (Canadá).
Cómo lograr una interacción positiva
y sostenible entre el hombre y el medio
ambiente marino.
El ecosistema
primario
Biodiversidad
8 Carrera contrarreloj en las profundidades
Los ecosistemas marinos y la biodiversidad
están en peligro. Los investigadores de la
red europea MARBEF tienen la misión de
desvelar la biodiversidad de los océanos,
antes de que desaparezca. Panorama de un
mundo abisal de las mil y una especies.
Grandes fondos marinos
10 La cara oculta de la Tierra
La plataforma científica HERMES, que explora
los relieves submarinos y sus ecosistemas
únicos, está sacando a la luz algunos de los
misterios de los grandes fondos.
Carbono
13 El CO2 entre el cielo y el mar
Las aguas planetarias absorben el CO2,
pero los límites de este gigantesco sumidero
de carbono empiezan a verse. El programa
de investigación CARBOOCEAN analiza este
fenómeno y anticipa las consecuencias que
podría tener una posible saturación.
Mar materna
Sobrepesca
16 Desenredar una situación enrevesada
¿Cómo se puede reducir la sobreexplotación
de los recursos marinos protegiendo a la vez
una profesión ancestral? Balance de
la situación de la pesca y de sus sinsabores.
Acuicultura
19 El “plato marino” del mañana
La acuicultura se presenta como la
alternativa por excelencia a la pesca,
pero hay que practicarla en armonía con
el medio ambiente.
Biotecnología azul
22 Mina de oro acuática para la biotecnología
Remedios potenciales contra el cáncer,
plásticos biodegradables, antibióticos
revolucionarios, producción de energía…
Los océanos y los seres que lo pueblan,
a veces en hábitats extremos, están llenos
de recursos preciados para el hombre.
Energía
25 La fuerza de Wave Dragon
Cada vez hay más proyectos de captación de
la energía marina en los litorales europeos,
entre ellos Wave Dragon, generador de energía
eléctrica a partir del oleaje..
Fronteras frágiles
Gestión costera
27 89.000 km de litoral europeo
La UE lleva a cabo una Gestión Integrada de
las Zonas Costeras para conseguir que
cohabiten de forma sostenible los sistemas
naturales complejos y variados de los
litorales. El proyecto SPICOSA elabora
escenarios prospectivos para predecir las
degradaciones de las costas.
30 Hay turismo… y turismo
La llegada masiva de visitantes al litoral
europeo representa cada año un verdadero
catalizador para el crecimiento y el empleo
de la UE. No obstante, quien dice turismo
dice también daños sobre el tejido social,
el equilibrio económico y la calidad del
medio ambiente.
Contaminación
32 El refuerzo marino
En la lucha contra la contaminación,
uno de los principales males que minan la
salud de nuestros mares, algunos organismos
resultan ser nuestros aliados.
Espacio marítimo
Transporte
35 La investigación, en primera línea
de los avances de la construcción naval
Balance del sector estratégico de la
construcción naval. Europa se prepara para
hacer frente al futuro con la Plataforma
Tecnológica WATERBORNE TP, coalición para
la innovación marítima, que pretende
garantizar una competitividad duradera.
38 Los puertos en punto muerto
En un contexto de frenética intensificación de
los intercambios portuarios, la capacidad
de absorción del “Viejo Continente” llega
a su límite. Existen varias soluciones
innovadoras, pero no se aplican. El proyecto
CAPOEIRA estudia las razones de este desfase
entre la investigación y la sociedad.
Navegación
41 Una torre de control del tráfico marítimo
¿Cómo se pueden gestionar 20.000 buques
que surcan el litoral europeo permanentemente? Frente a la avalancha de información
que se transmite entre los buques y las
autoridades costeras, el programa MARNIS
hace de árbitro racionalizando, organizando
y limitando los riesgos.
Investigación oceanográfica
42 Resultado obtenido: Sobresaliente
La excelencia, verdadera prioridad de la
investigación oceanográfica, se extiende
por toda Europa. Repaso de algunos centros
que son el orgullo de la UE en este tema.
ONGs
43 “Las banderillas” de la sociedad civil
Cuando el planeta Mar está en alerta, las
ONGs sensibilizan, actúan y hacen presión
sobre los políticos mejor que nadie.
Presentación de la labor de estos activistas
de gran corazón.
La ciencia
en imágenes
44 Victor y las fuentes cálidas
El robot sumergible del IFREMER.
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
3
Por una visión integrada
de las zonas marítimas
Ni un solo ciudadano de la Unión Europea vive
a más de 700 km del litoral y casi la mitad vive
a menos de 50 km de las costas. La Unión Europea
está bordeada por cuatro mares y dos océanos,
es decir, 89.000 km de costas, más del doble del
litoral ruso. Las zonas marítimas, situadas bajo
la jurisdicción de los Estados miembros, son más
amplias que las zonas terrestres. La conclusión
parece evidente: hace falta una gestión racional
de los mares y los océanos.
A
ctualmente, la gestión de los
territorios marítimos se hace de
forma fragmentada: las diversas
autoridades competentes toman
decisiones que pueden resultar contradictorias,
tener un impacto negativo sobre el medio
ambiente o perjudicar la buena salud económica de otro sector de actividad.
Para evitar este tipo de conflictos, la Comisión
Europea creó una task-force a principios de
2005. Dicha task-force, dirigida por los Comisarios europeos responsables de las políticas
sectoriales relacionadas con los asuntos marítimos, funciona dentro del marco de los objetivos
estratégicos 2005-2009, con vistas a relanzar el
proceso de Lisboa. John Richardson, director
de esta task-force, lo explica: “Nuestra misión
consistía en revitalizar la economía y el
empleo en las zonas costeras europeas,
teniendo en cuenta a la vez la calidad del
medio ambiente marino y la calidad de vida
en las regiones costeras”. Tras una serie de
consultas preliminares, algunas ideas fueron
recopiladas en un “Libro Verde sobre la futura
política marítima de la Unión”, publicado el
7 de junio de 2006. Todas estas ideas apuntaban
4
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
hacia una gestión transversal de los asuntos
relacionados con el mar.
La voz de la sociedad civil
John Richardson manifiesta: “Basándonos en
este Libro Verde lanzamos una amplia consulta
destinada a la sociedad civil. Se organizaron
más de 250 conferencias y seminarios sobre
este tema, en toda Europa y, paralelamente,
nos llegaron más de 480 aportaciones a través
de Internet, con nuevas ideas”.
J. Richardson comenta con entusiasmo: “No
sólo no imaginábamos que íbamos a conseguir
tantas aportaciones, sino que además, se puede
decir que las reacciones son globalmente
positivas con respecto a las propuestas del
Libro Verde: la inmensa mayoría de quienes se
expresaron están a favor de una política marítima integrada de la Unión Europea, a pesar
de que lógicamente haya divergencias sobre
la forma exacta de actuar”.
¿Cómo continuará esta iniciativa? John
Richardson lo explica: “En otoño está previsto
que la Comisión presente y adopte un Libro
Azul. Incluirá los resultados de esta gran consulta, pero también ofrecerá una visión política
© Shutterstock
TRANSVERSALIDAD
de lo que debería ser en el futuro una política
marítima integrada, con un primer plan de
acción y medidas para ponerla en marcha”.
“La investigación científica como motor
de la acción política”
John Richardson añade: “Tanto en el Libro
Azul, como en el Libro Verde, la investigación
científica está identificada como el elemento
clave de esta visión política. De hecho, da a
los europeos todas las bazas para seguir a la
cabeza en el sector marítimo y hacer frente a
la competencia mundial, pero también la
investigación científica es simplemente un
motor para una mejor gestión de las aguas y,
por lo tanto, para una toma de decisiones
coordinada en los asuntos marítimos”.
Los mares y los océanos están en el centro de
un gran número de interacciones y de procesos.
Para optimizar las decisiones políticas hay que
comprenderlos bien. Los ecosistemas y sus
mecanismos de funcionamiento tienen que
considerarse en toda su complejidad, así
como las perturbaciones ocasionadas por la
actividad humana. La pesca, el turismo, el
comercio, el transporte, el calentamiento climático y los distintos tipos de contaminación
tienen efectos indeseables en el medio
ambiente marino.
Todas estas problemáticas están detalladas en
el presente número. Una vez puestas en
común, dan una idea de la complejidad del
“sistema mares y océanos”: todo está interconectado, todo depende de todo, todo actúa
sobre todo. Para una gestión eficaz de este sistema, la única solución es enfocarlo todo
como un conjunto.
Matthieu Lethé
TRANSVERSALIDAD
“El viejo y el mar”,
un cambio de rumbo necesario
¿Puede el hombre agotar los océanos? Según Boris Worm,
especialista en biología marina de la Universidad de
Dalhousie en Halifax (Canadá), las poblaciones de peces
explotadas hoy en día podrían reducirse drásticamente de
aquí a mediados de siglo (1). No obstante, no se deja guiar por
el alarmismo y busca cómo lograr que cohabiten el
hombre y el medio marino investigando otras formas de
gestionar los océanos. Propone el paso de una visión local
y fragmentada a un enfoque global por cada ecosistema,
a fin de preservar una biodiversidad esencial para la
supervivencia de los océanos... y del hombre.
El océano no podrá absorber
indefinidamente los impactos causados
por el hombre. ¿Cuáles son sus signos
visibles?
Son numerosos y de distintos tipos. Las poblaciones de peces disminuyen, las capturas
mundiales se reducen lentamente, y todo ello
a pesar de una mayor intensidad de pesca y el
uso de mejores técnicas. Numerosos expertos
coinciden en reconocer que se ha llegado al
límite de la explotación, e incluso que se ha
superado. Al mismo tiempo, los signos de
contaminación a lo largo de los litorales son
flagrantes. Las famosas “zonas muertas” en las
que se pueden observar floraciones masivas
de algas planctónicas son cada vez más numerosas. Al descomponerse en el fondo, agotan
el oxígeno del agua, asfixiando a todos los
animales marinos de la zona. Del mismo
modo, el calentamiento climático altera las
comunidades planctónicas que son la base de la
cadena alimentaria y afecta a las poblaciones de
peces que se nutren de ellas, desequilibrando
todo el ecosistema costero.
Según el Banco Mundial, el 50 % de
la población mundial vive a menos de
50 km del mar y esta cifra no deja de
aumentar...
Sí, es un verdadero desafío para la humanidad.
Los ecosistemas costeros son muy importantes
para la vida de los océanos. Filtran y transforman los numerosos desechos y contaminantes
que vertemos al mar. Por ejemplo, una sola
colonia de ostras puede filtrar el agua de una
bahía en algunos días. Son también lugares de
reproducción, de cría y de alimentación para
numerosas especies marinas: peces, mamíferos,
aves… La contaminación y la destrucción de
zonas como los manglares o las praderas submarinas conllevan la deterioración de la calidad
de las aguas y el aumento de los riesgos sanitarios relacionados con el consumo de productos
del mar. Estas floraciones planctónicas evocadas
anteriormente matan a los peces y contaminan
los moluscos, haciéndolos tóxicos para el consumo. Es verdad que estos fenómenos son
naturales, pero se amplifican con el aporte de
nutrientes, debidos principalmente a los vertidos
Boris Worm
“Los signos de
contaminación a lo
largo de los litorales
son visibles y las ‘zonas
muertas’ son cada vez
más numerosas”.
en el mar de los abonos nitrogenados utilizados
en la agricultura. La aparición frecuente de tales
floraciones indica probablemente un desequilibrio y una alteración de importantes procesos
ecológicos.
Tras sus recientes trabajos ha llegado
a la conclusión de que se producirá una
reducción catastrófica en la mayoría
de las poblaciones de peces de aquí
a mediados de siglo (1). ¿La industria
pesquera está tan mal gestionada?
Son muy pocas las industrias pesqueras bien
administradas. Los principales factores responsables del agotamiento de los recursos son el
exceso de capacidad de las flotas, las cuotas de
pesca muy superiores a las aconsejadas por los
científicos, o las prácticas de pesca ilegal. Por
ejemplo, en el caso del bacalao del Mar del
Norte, el Consejo Internacional para la
Exploración del Mar (CIEM) estima que las
capturas declaradas tan sólo suponen del 35 al
65 % de las efectivamente realizadas y señala
fallos en la gestión del control de las
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
5
© Shutterstock
TRANSVERSALIDAD
“Hasta ahora, la pesca se gestionaba especie
por especie. El enfoque ecosistémico considera
un ecosistema en su totalidad”.
capturas. Estos problemas aumentan
considerablemente en las regiones explotadas
por varios países, como en alta mar o en el Mar
Mediterráneo, en donde suele haber falta de
reglamentaciones y de controles, a la vez que
numerosos conflictos de intereses.
Algunos creen que es suficiente
esperar a que una población diezmada
se reconstituya. ¿Es así de simple?
En absoluto. Se constata que numerosas
poblaciones de peces diezmadas no se restablecen si llevan mucho tiempo amenazadas.
Por citar un ejemplo, la población de bacalao
de Terranova, un pez al que no se pesca desde hace 15 años y que sigue sin reconstituirse.
Hacen falta años, e incluso décadas, para que
una moratoria pueda dar sus frutos. Pero no
basta con detener la pesca para que una población se reconstituya, ya que con frecuencia se
ha alterado todo el ecosistema. Por ejemplo,
cuando una población de predadores disminuye drásticamente, las especies de pequeño
tamaño proliferan, alimentándose entonces de
los huevos y de las larvas de los predadores,
que no pueden reproducirse. Al Este de Canadá,
las poblaciones de arenques aumentaron tras
el descenso de la población de bacalao, que
se alimenta de ellos. Se podría pensar que el
bacalao tiene entonces más comida y que su
población se reconstituye más rápidamente.
Pero sería olvidar el hecho de que el arenque
se alimenta de larvas de bacalao, impidiendo
así el restablecimiento de esta población.
Probablemente haya que tomar en cuenta
otras especies en el estudio de este tipo de
6
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
interacción, lo que implica considerar a todo
el ecosistema en la elaboración y la implantación de medidas de gestión. La biodiversidad
es capital, tanto entre las especies como dentro de una misma especie, puesto que la diversidad genética es una riqueza que favorece las
posibilidades de adaptación de una especie
desestabilizada.
¿En qué consistiría tal enfoque por
ecosistema?
Hasta ahora, la pesca se gestionaba especie
por especie. El enfoque ecosistémico considera
un ecosistema en su totalidad, como una unidad, estudia sus componentes y su interdependencia, para deducir un modo de gestión
adaptado. Toma en cuenta las interacciones
entre las especies, los cambios climáticos y
oceanográficos, las variaciones de calidad de
las aguas, el hábitat, pero también el conjunto
de las actividades humanas que actúan en el
medio marino: la pesca, el turismo, la explotación del petróleo, la ordenación del litoral, las
actividades contaminantes… Al integrar estas
múltiples dimensiones, se pretende aplicar una
gestión capaz de adaptarse a los cambios, a fin
de optimizar todas las expectativas societales.
Por supuesto, todavía hay que realizar investigaciones para comprender mejor los ecosistemas
marinos, pero nuestros conocimientos son
suficientes como para adoptar estos enfoques.
Tenemos que empezar inmediatamente e ir
completando nuestros conocimientos de
manera progresiva, estudiando los efectos de
las medidas que tomemos. Sin duda, será
mejor plantearse esta forma de gestión en vez
de quedarnos de brazos cruzados esperando
adquirir más conocimientos sobre los ecosistemas marinos.
Son muchos los que hablan de ampliar
y multiplicar las Zonas Marinas
Protegidas…
En efecto, las ZMP (2) constituyen la piedra
angular de la gestión por ecosistema. Sirven
de refugio a numerosas especies, preservan
hábitats frágiles y permiten limitar el impacto
de los errores de gestión cometidos en otros
sitios; también son “zonas testigo” útiles para
evaluar el estado de los ecosistemas. Las ZMP
representan el 1 % de los océanos, mientras
que numerosos científicos estiman que entre
el 20 y el 30 % de los océanos tendría que estar
protegido (3). Una pista interesante es combinar
las ZMP en redes, con una separación entre
cada zona que permita los intercambios de
especies y de frezas. Su capacidad para resistir
a los cambios aumentaría claramente. Se estima
entre 5 y 19 mil millones de dólares el coste
anual de mantenimiento de tal red global. La
operación crearía alrededor de un millón de
empleos. Este coste es mucho menor del que
se dedica hoy en día al apoyo de la industria
pesquera (de 15 a 20 mil millones de dólares al
año). ¿Por qué no pensar en una reasignación
de estas subvenciones?
Y finalmente, ¿qué le gustaría decir
a los responsables de la gestión de los
océanos?
Como científico, recomendaría que se generalizara una gestión ecosistémica para restaurar
las zonas de pesca agotadas, preservar los
hábitats importantes, controlar la contaminación y proteger las especies amenazadas. Las
subvenciones que fomentan la sobrecapacidad
pesquera tendrían que destinarse a una mejor
gestión de la pesca y a la preservación de los
ecosistemas. Elaborar leyes para ofrecer alicientes económicos sería otra forma de animar a la
comunidad de pescadores a llevar a cabo
prácticas más respetuosas con el medio
ambiente marino. Además, tales enfoques han
logrado efectos positivos, tanto para los ecosistemas marinos como para los profesionales
del mar.
François Rebufat
(1) Science, 3 de noviembre de 2006, vol 314.
(2) Véase el artículo, Desenredar una situación enrevesada,
pág. 16.
(3) Cifras establecidas en el 5th World Parks Congress,
Durban, en 2003.
myweb.dal.ca/bworm/
© WWF-Canon/Cat Holloway
© WWF-Canon/Jürgen Freund
© CNRS Photothèque/Claude Carre
El ecosistema
primario
“Voy a ver, en las extremidades de la madre tierra,
el Océano, origen de los dioses”. Así habla Hera,
esposa de Zeus, en La Ilíada. La visión de Homero
no es falsa. El mar es el crisol “original” que hizo
posible la vida sobre la Tierra, hace unos 3.800 millones
de años. Las cianobacterias constituyeron la primera
forma de vida. Los investigadores siguen descubriendo
aún el mundo submarino, verdadero tesoro lleno de
seres sorprendentes, que viven en ausencia absoluta
de luz y en condiciones extremas. Saben ahora que
los océanos, piezas claves del equilibrio atmosférico,
almacenan más del 90 % del carbono existente en
el planeta, así como enormes cantidades de metano.
Un “depósito” cuya situación es determinante en el
contexto del cambio climático global.
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
7
BIODIVERSIDAD
Carrera contrarreloj en l
L
La vida, aparecida en los mares hace alrededor
de 3.000 millones de años, no ha dejado de
diversificarse para colonizar hasta los entornos
con las condiciones más extremas. Pero actualmente, la sobreexplotación, la destrucción del
hábitat, la contaminación, la introducción de
especies exóticas y el cambio climático amenazan los ecosistemas marinos y la biodiversidad.
Los investigadores de la red europea MARBEF
(Marine Biodiversity and Ecosystem Functioning)
han emprendido la última odisea marítima:
descubrir las numerosas formas de vida presentes
en los océanos antes de su posible desaparición.
os océanos, considerados como la
“cuna de la vida” en el planeta azul,
encierran una inimaginable diversidad
de ecosistemas y especies. Además,
esta riqueza es relativamente poco conocida:
aunque se hayan registrado unas 240.000 especies marinas, quedarían por descubrir unos
10 millones más. A fin de saber más sobre
estas especies y sus entornos, la red europea
de investigación MARBEF (1) intenta desvelar el
funcionamiento de los ecosistemas marinos
relacionados con la biodiversidad. Esta plataforma, que reúne a más de 700 científicos de
92 centros distribuidos en 24 países europeos,
permite la integración de investigaciones multidisciplinarias sobre la biodiversidad marina y
la puesta a disposición de esta información
para un público más amplio.
“Al reunir un gran número de proyectos, la red
permite observar las tendencias en toda
Europa”, precisa Herman Hummel, director
general adjunto de MARBEF. “Nuestras 18 líneas de investigación se centran en las tendencias
globales de la biodiversidad marina en los
ecosistemas, en el funcionamiento de éstos
últimos y en la importancia socioeconómica
de la biodiversidad”.
Caranx sexfasciatus
(o jurel ojón)
desplazándose en
el Océano Pacífico.
Las amenazas que se
ciernen sobre la
biodiversidad conciernen
a todas las especies
vivas de los océanos y
su periferia, puesto que
están intrínsecamente
relacionadas.
8
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
© WWF-Canon/Jürgen Freund
Biodiversidad frágil
Todos los mares no albergan la misma riqueza de especies. “Algunos ecosistemas comportan apenas más de de cien especies mientras
que otros, cuentan con varios miles”, destaca
Herman Hummel. “Estas diferencias se deben
a múltiples razones: la biodiversidad es mucho
menos elevada en el Mar Báltico (liberado del
hielo hace unos 10.000 años) que en las zonas
tropicales libres de glaciaciones y en las que
más especies tuvieron la posibilidad de evolucionar desde mucho antes. Dentro de un mismo
sistema, la presencia de un hábitat particular
puede generar una mayor diversidad, como
las chimeneas hidrotermales (fuentes hidrotermales con forma de chimenea) observadas en
las fosas abisales”.
Del mismo modo, la destrucción de los hábitats
marinos, como la destrucción observada en los
BIODIVERSIDAD
as profundidades
El efecto mariposa
Del fitoplancton de 2 µm hasta las ballenas,
pasando por los calamares gigantes, todas las
especies que pueblan los océanos están estrechamente relacionadas. Cada grupo desempeña
un papel fundamental en el equilibrio de su
entorno y participa en el mantenimiento de las
demás formas de vida. Por lo tanto, cualquier
modificación que afecte a una especie puede
tener repercusiones en un gran número de
organismos relacionados entre ellos. Por ejemplo, la sobrepesca no amenaza únicamente a
las especies capturadas: perjudica también el
funcionamiento global de los ecosistemas hasta
el punto de hundirlos en el caos.
Según diferentes estudios, entre ellos los
publicados en las revistas Science y Nature, la
biodiversidad de los animales predadores ha
disminuido radicalmente en todas las regiones
oceánicas del planeta en el transcurso de los
últimos cincuenta años, período durante el cual
las poblaciones de predadores (en particular,
las ballenas) disminuyeron de forma generalizada en un 90 % en los grandes océanos. Estas
desapariciones desencadenan una reacción en
la cadena alimentaria. Los peces de pequeño
tamaño proliferan y consumen zooplancton.
La merma del zooplancton permite la multiplicación del fitoplancton (del que se nutre),
lo que tiene consecuencias para numerosas
especies. De hecho, las algas fitoplanctónicas
fomentan el desarrollo de bacterias que reducen
el nivel del oxígeno en el agua. Algunas algas
producen igualmente potentes neurotoxinas
que, introducidas en la cadena alimentaria,
amenazan tanto a los crustáceos, los peces, las
aves, los mamíferos marinos… como a los
hombres, que consumen estos organismos
directa o indirectamente.
Los ecosistemas también se ven perturbados
por la introducción de especies exóticas. Estos
invasores, transportados en los cascos, en el
lastre de los navíos o en los intercambios entre
criaderos de marisco, se desarrollan bruscamente lejos de su hábitat de origen, en competencia
con las especies autóctonas. Un ejemplo
histórico es el de Crepidula fornicata: este
molusco de la Costa Este de los Estados
Unidos, introducido en Europa en el siglo
XVIII a tenor de las transferencias de ostras, se
ha apropiado del espacio y de la comida de
estas últimas.
¿Restaurar el equilibrio?
Si la urbanización creciente de las zonas
costeras conlleva el empobrecimiento de los
hábitats costeros, un problema aún más grave se
cierne sobre las aguas profundas. Los océanos,
que absorben una parte del CO2 atmosférico, se
están acidificando hasta tal punto que ponen en
riesgo los primeros eslabones de la cadena
alimentaria: los corales, los bivalvos y los
crustáceos. Además, el agua más ácida capta
menos CO2, que al persistir en la atmósfera
Cnidaria,
Anthomedusae.
Los cnidarios,
que constan de miles
de especies, existen en
dos formas: fijas
(corales, anémonas
de mar...) o libres,
como las medusas.
acentúa el calentamiento climático. Se trata de
un problema particularmente grave en la
Región Ártica en la que el aumento de las temperaturas es el doble o el triple del que se
registra en otros lugares: 3°C en los últimos
cincuenta años. En treinta años, entre un 15 y
un 20 % del casquete glaciar se ha derretido y,
de no invertirse esta tendencia, la flora y fauna
locales podrían verse afectadas irremediablemente.
“Las presiones ejercidas sobre el medio ambiente
hacen presagiar la desaparición de ciertas especies antes incluso de que sean descubiertas”,
destaca Herman Hummel. “Por eso tenemos que
hacer el balance de la biodiversidad marina lo
antes posible. Nuestra red ya ha creado decenas
de bases de datos en las que están censadas
unas 70.000 especies presentes en Europa”. Hay
que medir el impacto de la actividad humana
sobre los ecosistemas marinos para definir
medidas políticas a favor de un planeta azul
sostenible. ¿Pero bastará con eso? “Habrá que
pensar en una red de zonas protegidas aptas
para preservar eficazmente la biodiversidad”,
estima Herman Hummel. “Sin duda, estas zonas
deberán abarcar varios centenares de kilómetros cuadrados para permitir el establecimiento
duradero de estas poblaciones”.
Charlotte Brookes
(1) La Unión Europea financia la red de excelencia MARBEF
con 8,7 millones de € para cinco años.
© CNRS/Photothèque/Claude Carre
bosques primarios, conlleva la desaparición de
sus ocupantes. ¿Y en Europa? “Nuestros ecosistemas marinos sufren los efectos de la
sobreexplotación, la destrucción del hábitat, la
contaminación, la introducción de especies
exóticas y el cambio climático global”, explica
Herman Hummel. “Tenemos un profundo
desconocimiento de las consecuencias de
todo ello sobre la biodiversidad. Las diferentes
especies realizan funciones variadas y un
número mínimo de estos ‘participantes’ es
necesario para que el ecosistema pueda funcionar correctamente”.
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
9
GRANDES FONDOS MARINOS
© T.Lundalv, TMBL
La cara oculta de la Tierra
La exploración reciente de los grandes fondos
suscita numerosos interrogantes a la vez que
desvela muchos secretos. ¿Los grandes fondos
albergan nuevos recursos explotables?
¿La contaminación y el cambio climático alteran
sus ecosistemas únicos? ¿Cómo preservarlos?
Numerosas cuestiones a las que los científicos
como los del proyecto HERMES (1) empiezan
a responder.
Continente
CAPA
SEDIMENTARIA
Margen continental
Plataforma
continental
(0º 07’’)
Ruptura de pendiente
(132 m de media)
Cuenca oceánica
Talud
continental (4º)
Elevación
continental
CORTEZA CONTINENTAL
Llanura
abisal
(4.000-6.000 m)
Dorsal medio-oceánica
(2.000-3.000 m)
CORTEZA OCEÁNICA
Fuente Planète-Terre/Pierre-André Bourque.
10
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
Los márgenes
continentales, objeto
de numerosas
investigaciones,
concentran la mayoría
de las explotaciones
potenciales de los
grandes fondos.
M
ontañas, volcanes, cañones,
fuentes hidráulicas… La representación del relieve submarino,
tanto para el profano como lo
presentado en la literatura oceánica tradicional, no refleja ni toda su diversidad ni su complejidad. Estos ecosistemas, variados debido a
la multitud de estructuras propias del mundo
bentónico (2) y complejos por sus modos de
funcionamiento, son además interdependientes, lo que complica enormemente la tarea de
los científicos. Actualmente, los estudios intentan comprender, por separado, las especificidades propias de cada parte del relieve
submarino, puesto que, a pesar de que los
mares y los océanos cubren el 70 % del globo
terrestre, tan sólo conocemos un 1 % de los
seres que allí viven.
Vivir al margen de los continentes
Los oceanógrafos se interesan especialmente
por los márgenes continentales, que son la
prolongación de las plataformas continentales
hasta las llanuras abisales. Los márgenes continentales, lugar de encuentro entre las placas
© T.Lundalv, TMBL.
GRANDES FONDOS MARINOS
Gorgonocefalos
(Gorgonocephalus caput medusae)
que viven a 290 metros de profundidad
en la región de Skagerak, a la altura de
la costa de Noruega.
continental y oceánica, están recorridos por
fallas, a través de las cuales escapan numerosos
gases, principalmente el metano. También son
el punto en el que se acumulan los sedimentos
terrestres que proceden de la desembocadura
de los ríos o de las corrientes marinas antes de
caer en los fondos oceánicos profundos.
Contrariamente a las llanuras abisales, en las
que la vida es escasa, numerosos organismos
colonizan las pendientes del talud continental
y se alimentan principalmente de la materia
orgánica contenida en los sedimentos que lo
recubren. Son ecosistemas únicos, muy frágiles
al estar adaptados a los grandes fondos, lugares
extremos en los que la temperatura es baja, la
luminosidad escasea y falta el oxígeno.
Cualquier variación súbita de este biotopo
podría acabar con una gran cantidad de
organismos, a menudo desconocidos, que
desaparecerían así de la superficie de la
Tierra. “Las industrias petroleras y el sector
pesquero codician cada vez más los fondos
marinos, al estar disminuyendo los recursos
disponibles en los lugares más accesibles. Por
lo tanto, urge comprender mejor el medio
Corales de agua fría
E
s difícil hablar de los corales sin pensar en las
magníficas playas de las regiones tropicales
del globo. No obstante, un coral de otro
tipo se desarrolla en los fondos oscuros de los
mares, menos coloreado que sus famosos primos
del sur, pero presente en una zona mucho más
amplia, lo que se descubrió recientemente gracias
a las mejoras en las tecnologías de exploración de
los grandes fondos. Estos arrecifes de coral crecen
Colonia de Lophelia pertusa
a profundidades de 40 a 6.500 m, en todos los
que vive en el Sacken Reef, Noruega.
mares de Europa, desde los fiordos de Noruega
hasta las aguas templadas del Mediterráneo, así como en el resto del mundo. Aunque Lophelia pertusa,
un coral blanco, sea su más ilustre representante, tan sólo en la parte noreste del Océano Atlántico
se han registrado hasta la fecha no menos de 1.300 especies diferentes. Los arrecifes de coral de
agua fría, capaces de extenderse sobre varios kilómetros de largo, son un elemento fundamental de
un rico ecosistema, que proporciona protección, cobijo y comida a numerosos organismos marinos,
entre ellos, una multitud de peces con valor comercial. No obstante, además de los impactos debidos
al cambio climático y de los causados por la explotación de los hidrocarburos en offshore, grandes
áreas de corales de agua fría son arrancadas por las redes de arrastre de grandes fondos, que rascan
los suelos marinos para pescar. Estos corales crecen diez veces más lentamente que los corales
tropicales, y en un instante se reducen a la nada cien años, incluso mil años de crecimiento. Algunos
países, como Noruega, Irlanda y el Reino Unido, han impuesto en estos últimos años medidas de
protección de estos especimenes poco conocidos. Un marco legislativo que por fin responde a los
numerosos llamamientos de los científicos intrigados por este biotopo de la sombra.
bentónico para evaluar su fragilidad y, en el
futuro, poder proponer formas de explotación
sostenible a los responsables políticos”, declara
Philip Weaver, investigador en el National
Oceanography Center of Southampton – NOCS
(Reino Unido) y coordinador del proyecto
europeo HERMES, una plataforma científica
multidisciplinaria destinada a estudiar los márgenes continentales europeos. Un desafío
especialmente importante para la Unión
Europea, con sus tres millones de kilómetros
cuadrados de margen continental. Ante la amplitud de la tarea, los investigadores de HERMES se
centran en siete zonas estratégicas, consideradas
como “puntos calientes” a nivel ecológico.
El Gran Cañón de Portugal
Entre estas zonas están los cañones portugueses.
Nazaré, un gigantesco cañón a la altura de las
costas de Portugal, se extiende sobre unos
250 km, lo que permitiría casi compararlo con
su primo americano de Colorado. Su profundidad llega a los 5.000 metros en algunos
sitios. Nazaré constituye una de las últimas
etapas para los sedimentos terrestres trans-
portados hacia las llanuras abisales, situadas
en la parte final del talud continental. Los
organismos que viven en los fondos oceánicos
profundos dependen en gran medida de este
aporte sedimentario, puesto que arrastra una
gran cantidad de materia orgánica.
El mecanismo propio de este fenómeno es
simple, pero eficaz: los sedimentos se acumulan
dentro del cañón y van creando con el tiempo
enormes taludes. Cuantos más depósitos de
sedimentos se suceden, más inestables se
vuelven los taludes. Cuando se desmoronan,
tras un fenómeno geológico como un terremoto o por mera pérdida de equilibrio, crean
verdaderos aludes sedimentarios denominados
“corrientes de turbidez”. Impulsadas por la
gravedad, grandes columnas de agua llenas de
sedimentos caen al fondo del cañón y acaban
su recorrido en su garganta, formando un
cono sedimentario submarino. Los sedimentos
recorren así largas distancias a una velocidad
que puede llegar a varias decenas de km/h. La
fuerza de estas corrientes, cuya frecuencia
varía según el cañón (alrededor de cada 400
años en el caso de Nazaré), es capaz
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
11
© NOCS
GRANDES FONDOS MARINOS
El cañón oceánico de Nazaré, estudiado por los investigadores del proyecto HERMES,
puede aclarar las relaciones complejas que esta grieta submarina tiene con su entorno.
de romper cables de telecomunicación
submarinos o de arrancar estaciones de observación científica amarradas a los flancos del
cañón. “Las corrientes de turbidez oradan los
cañones y destruyen todo a su paso. Estamos
intentando determinar la capacidad de los
ecosistemas para recuperarse después de tales
fenómenos. Así podremos evaluar el impacto
de las diferentes actividades humanas que pueden realizarse en torno a los cañones”, añade
Philip Weaver.
Volcanes de lodo
La acumulación de los sedimentos al pie de los
taludes continentales origina otro fenómeno
geológico característico de los márgenes continentales. Grandes cantidades de hidrocarburos
se escapan de los fondos marinos, a través de
simples chimeneas gaseosas, pockmarks (3)
o volcanes de lodo. Los científicos denominan a
estos derrames “surgencias frías”, en oposición
a las fuentes hidrotermales, muy calientes,
presentes en las proximidades de las dorsales
oceánicas, donde la actividad volcánica es
intensa. “Estas emanaciones, de metano
principalmente, son el resultado de la descomposición de la materia orgánica contenida
en los sedimentos, o pueden originarse a más
profundidad en los depósitos de petróleo. El
metano, así como el agua contenida en los
sedimentos, quedan atrapados bajo la capa
sedimentaria y, por efecto de la presión, se
escapan a través de las fisuras de los fondos
12
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
marinos”, explica Jean-Paul Foucher, coordinador de la sección “surgencias frías” en HERMES
e investigador del Departamento de Geociencias
Marinas del IFREMER (4). “Actualmente, intentamos hacer un inventario y comprender mejor
los volcanes de lodo, sus emisiones de gas y
de agua, muy abundantes a veces, así como el
ecosistema particular que los caracteriza”.
Una multitud de organismos pueblan estas
estructuras atípicas cuyo inventario se enriquece de forma continua gracias a los avances
de la cartografía submarina. Recientemente se
concluyó una misión en el Golfo de Cádiz a
bordo del James Cook, un barco oceanográfico
que pertenece al NOCS. Pero otras muchas
expediciones organizadas por HERMES estudian los volcanes de lodo submarinos. Uno de
los más impresionantes, el Häkon Mosby, está
situado a 1.100 metros de profundidad, a la
altura de las costas de Noruega. “Desde hace
una década se observa una actividad de desgasificación excepcional en la superficie del
Häkon Mosby. Este volcán de lodo es objeto
de observaciones continuas para comprender
mejor sus sacudidas así como el ecosistema
que lo caracteriza. En el Häkon Mosby y en
otros volcanes de lodo o pockmarks, una parte
del metano emitido queda capturado en forma
de cristales de hidrato, una mezcla sólida de
gas y agua, que podría constituir una valiosa
fuente de energía para el futuro, aunque al
mismo tiempo representa un peligro potencial
debido al calentamiento de los océanos (5)”.
Los habitantes de lo extremo
¿Cómo funcionan los volcanes de lodo? ¿A qué
profundidad se encuentra la fuente de esta
emanación puntual de agua, metano y otros
gases? Como señala Jean-Paul Foucher: “Cada
volcán es diferente, por lo que la tarea de los
científicos es enorme. Pero ese tipo de estructura es el lugar de vida de los extremófilos,
cuya principal fuente de energía no es la
fotosíntesis sino la quimiosíntesis, es decir, la
producción de energía a partir de los componentes químicos de los fluidos fríos, principalmente del metano”. Esta fauna atípica y la
intensa actividad microbiana consumen buena
parte del metano emitido por las fuentes de
fluidos fríos. El resto queda absorbido dentro de
la columna de agua. Pero los investigadores
temen los impactos del cambio climático sobre
el biotopo característico de las surgencias frías,
ya que si desaparecieran los extremófilos, la
liberación masiva del gas no consumido en la
atmósfera podría tener consecuencias desastrosas. En efecto, el metano contiene un potencial de calentamiento global (PCG) 23 veces
superior al del CO2, lo que hace que sea un
potente gas de efecto invernadero.
El estudio de este biotopo permite completar
los conocimientos aún insuficientes sobre las
interacciones entre los océanos y la atmósfera
y sobre todo confirma su influencia determinante sobre el clima. Anticipar la evolución del
mismo pasa necesariamente por un estudio
más minucioso de los fenómenos marinos, en
particular de los que rigen este lado oscuro del
planeta formado por los grandes fondos.
Julie Van Rossom
(1) Hotspot Ecosystem Research on the Margins
of European Seas.
(2) La palabra bentónico designa la vida de los fondos
marinos.
(3) Un pockmark es una huella dejada en la superficie
de los sedimentos por la filtración de fluidos a través
de la columna sedimentaria.
(4) Institut Français de Recherche pour l’Exploitation
de la Mer.
(5) Véase a este respecto “El extraño universo del metano
oceánico”, artículo publicado en
el I+DT info, nº 48, febrero de 2006, pág. 9.
HERMES
www.eu-hermes.net/
NOCS – Classroom at sea
www.classroomatsea.net/
IFREMER – Fondos marinos
www.ifremer.fr/exploration/
CARBONO
©Leanne Armandi
El CO2 entre el cielo y el mar
Microalga silícea (diatomea) típica
de la meseta oceánica de Kerguelen,
en el Océano Austral, estudiada por los
investigadores de KEOPS.
E
l CO2 no hace distinción entre el aire
y el agua. Pasa fácilmente del uno al
otro, intentando ocupar estos dos
medios de la forma más uniformemente posible. Cuando aumenta la concentración atmosférica en carbono, lo que está
ocurriendo desde hace décadas, el océano
absorbe el exceso y restablece el equilibrio. No
obstante, aunque el CO2 se comporte de forma
relativamente estable en el aire, en el mar sus
interacciones son múltiples y se resumen en
dos grandes mecanismos: bombeo físico y
bombeo biológico.
Las peripecias del carbono oceánico
El bombeo físico funciona gracias a la circulación termohalina de los océanos, el gigantesco
intercambiador de calor del planeta. En los
polos, el agua del mar se enfría considerablemente, entonces aumenta su salinidad, lo que
conlleva la formación de la banquisa al no
entrar la sal en la formación de los hielos. El
agua, más fría y salada, se vuelve más densa y
Los océanos son verdaderos sumideros de
carbono sin los cuales el calentamiento
climático se habría notado aún más
y desde hace casi dos siglos. No obstante,
siguiendo al ritmo actual de emisiones
antropogénicas de CO2, este gigantesco
sumidero está dando signos de saturación.
Para comprender este fenómeno,
el programa de investigación europeo
CARBOOCEAN se lanzó a las aguas
planetarias, en busca de indicios que
permitieran evaluar su potencial de
absorción de CO2 y las consecuencias
que podría tener una posible saturación.
se sumerge en las profundidades oceánicas.
Después emprende un largo periplo hacia las
zonas intertropicales, donde se calienta y, al perder así parte de su densidad, remonta a la superficie antes de volver a los polos. Un circuito de
unos 80.000 km que una molécula de agua
recorre en un milenio, a razón de algunos milímetros por segundo. Esta “cinta transportadora”
oceánica bombea aspirando una parte del gas
carbónico de nuestra atmósfera. De hecho, el
agua de los polos captura grandes cantidades
de CO2, más soluble en el agua fría, para llevarlo a las grandes profundidades. Varios siglos
más tarde, cuando las aguas llegan a las zonas
intertropicales, se calientan y se vuelven sobresaturadas en CO2, que vuelve entonces a la
atmósfera.
No obstante, una parte del carbono disuelto
en el agua no ha tenido tiempo de unirse a
este circuito, y es consumida directamente por
el fitoplancton en la fotosíntesis y después por
los demás organismos marinos en el proceso
propio de la cadena alimentaria. Es el princi-
pio del bombeo biológico. La materia orgánica procedente de estos organismos marinos
(cadáveres, restos organicos) se recicla en las
aguas de superficie y, en un periodo de tiempo que varía entre algunos días y algunos
meses, el CO2 que contenía vuelve a la atmósfera. No obstante, como dicen los especialistas,
alrededor de una décima parte de esta masa
orgánica es “exportada” hacia las aguas más
profundas. Allí el carbono permanecerá
durante un siglo, un milenio, e incluso por
periodos de tiempo geológico si se deposita
en el fondo en forma de sedimentos marinos.
¿Está estropeado el bombeo físico?
Estos dos mecanismos, el bombeo físico sobre
todo y el bombeo biológico en menor medida,
tienen la capacidad de almacenar, por lo
menos temporalmente, una gran parte del
CO2 antropogénico liberado en la atmósfera.
Pero, ¿en qué proporción? ¿Hasta cuándo? Y si
el pozo oceánico se saturara ¿cuáles serían las
consecuencias de semejante saturación?
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
13
El enorme proyecto de investigación
europeo CARBOOCEAN, lanzado el 1 de enero
de 2005, intenta responder a todas estas preguntas. “Queremos cuantificar mejor las masas
de CO2 que absorbieron los océanos desde el
principio de la era industrial (hace 200 años),
las que absorben actualmente y las que absorberán en el futuro hasta alrededor del año
2200”, explica Christoph Heinze, coordinador
de CARBOOCEAN. La Comisión Europea atribuyó 14,5 millones de euros a este proyecto del
Sexto Programa Marco cuyo presupuesto global
es de cerca de 20 millones de euros. Las investigaciones de CARBOOCEAN se centran esencialmente en el Océano Atlántico, incluyendo
el Ártico, y en el Océano Austral. Christoph
Heinze continúa: “Según los primeros resultados
de nuestros análisis, parece ser que el bombeo
físico del Atlántico Norte, que exporta el CO2
hacia las profundidades, ya no funciona tan
bien como antes. Se pueden barajar diferentes
hipótesis para explicarlo, pero estamos esperando más información para poder sacar conclusiones sobre las causas y los efectos de esta
pérdida de eficacia. Recientemente, hemos
constatado el mismo fenómeno en el Océano
Austral”.
¿“Dopar” el bombeo biológico?
Desde hace muchos años, los investigadores
han venido observando que, en determinados
lugares del planeta (el Océano Austral,
Pacífico Este-Ecuatorial, Pacífico Norte), el
bombeo biológico también ha perdido parte
de su velocidad de funcionamiento debido a
la carencia de fitoplancton. Algunos sostienen
que tan sólo habría que relanzarla para poder
absorber más CO2 atmosférico.
Pero ¿a qué se debe esta carencia? A que al
fitoplancton le falta hierro. Algunos experimentos llevados a cabo desde 1993 revelan
que el hierro es un nutriente esencial para el
crecimiento de las microalgas. Es indiscutible
que, al echar pequeñas cantidades de hierro al
océano, el fitoplancton se recupera, aumentando así los índices de CO2 captados por la
fotosíntesis. Pero para Stéphane Blain, director
de la expedición KEOPS (Kerguelen Ocean
and Plateau compared Study): “Estos experimentos dejan algunas dudas. Es evidente que
tras esta fertilización, la actividad biológica en
la superficie se intensifica (por ejemplo, la
fotosíntesis), aunque queda planteada la cues-
14
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
© Andrea Volbers
CARBONO
Esta expedición, iniciada por los investigadores de CARBOOCEAN, ha hecho posible que algunos
alumnos noruegos pudieran participar en un crucero en el barco científico Hans Brattstrøm,
equipado con una red de captura de fitoplancton y con sensores hidrográficos.
tión de la proporción de CO2 absorbido que
se va a las profundidades. Ahora bien, esta
transferencia hacia las profundidades es precisamente el signo del verdadero funcionamiento
del bombeo biológico”.
Algunas empresas comerciales como Planktos
no dudan en seguir avanzando a pesar de esta
incertidumbre. Funcionan según un principio
bastante simple: venden créditos de CO2 a
empresas o a autoridades territoriales contaminantes para que su balance en materia de
emisiones de CO2 sea neutro. Planktos se
encarga de compensar las emisiones de sus
clientes, por ejemplo, invirtiendo en proyectos
de repoblación forestal en los continentes.
Pero dentro de poco desea proponer también
la fertilización de las zonas de fitoplancton. No
obstante, nada hace presagiar que la operación
vaya a dar sus frutos y que el CO2 sea exportado de forma efectiva a largo plazo hacia las
profundidades oceánicas. En todo caso, los
primeros experimentos han dejado a los científicos bastante escépticos, por no hablar de
los posibles efectos adversos.
Para aclarar esta cuestión delicada, la expedición
KEOPS, desde principios de 2005, ha llevado a
cabo observaciones en la zona de la plataforma
oceánica de Kerguelen en el Océano Austral.
Un lugar especialmente seleccionado por su
abundancia en fitoplancton de carácter estacional, “que se debe claramente a un aporte de
hierro”, explica Stéphane Blain. “Este hierro es
natural, proviene de las capas más profundas
del océano. La comprensión de las causas de
este aporte era un aspecto de nuestro estudio,
y otro aspecto era observar las consecuencias
del mismo. Al estudiarlo nos dimos cuenta de
que el sistema natural es eficaz para exportar
CO2 a las profundidades. Pero las condiciones
de este aporte natural son completamente
diferentes de lo que se pueda hacer de forma
artificial arrojando hierro a las capas superficiales. A modo de conclusión, es cierto que un
aporte artificial de hierro aumenta la captura de
CO2 en las aguas de superficie, pero no se
puede afirmar con ello que habría una exportación de CO2 duradera hacia las capas profundas
del océano”.
CO2 + H2O = ácido carbónico
Cuando el CO2 se disuelve en el agua, la
reacción química resultante produce ácido
carbónico. En otras palabras, el CO2 absorbido
por el océano, aunque sea de forma natural,
aumenta la acidez del agua. Antes del inicio
de la era industrial, el pH (1) oceánico era de
8,16 y hoy en día tan sólo es de 8,05. Al ritmo
actual de emisiones de carbono a la atmósfera
y, por lo tanto, de absorción por los océanos,
el pH en 2100 tendría que situarse en alrededor
de 7,60.
Ahora bien, como recuerda Christoph Heinze:
“La supervivencia de un gran número de organismos marinos, estando algunos de ellos en
la base de la cadena alimentaria del medio
oceánico, depende entre otras cosas del pH.
Por lo tanto, la acidificación podría cambiar la
vida en los océanos. En particular, los organismos de concha calcárea serían los más
afectados”.
A modo de conclusión, el coordinador de
CARBOOCEAN afirma: “Si los sumideros de
carbono oceánico siguen debilitándose, probablemente habrá que reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero, lo que implica para las colectividades una necesaria disminución del consumo de energía, gran
productora de CO2 atmosférico”.
Matthieu Lethé
(1) En la escala de medición de la acidez, las materias más
ácidas tienen un pH 0, las más básicas un pH 14 y el agua
pura, neutra, un pH 7.
© WWF-Canon/Mike R.Jackson
© WWF-Canon/Isaac Vega
© Greenpeace/Gavin Newman
Mar materna
Se pensaba que era inagotable, pero al mar se le va
la vida. Según el World Wild Fund (WWF), el 76 %
de las poblaciones de peces comercializadas están
sobreexplotadas o a punto de estarlo. Cada año,
quedan atrapados en las redes 300.000 mamíferos
marinos. Y no obstante, la “pesca sostenible” no es
ningún mito. Tan sólo habría que velar por que las
capturas no excedieran el umbral de renovación
de los recursos.
Esta gestión implica una reglamentación,
modalidades de captura y zonas marinas protegidas.
Frente a las necesidades, la acuicultura puede ser
una baza alimentaria, si se realiza en condiciones
controladas, tanto para los productos de cría como
para las especies silvestres próximas o el medio
ambiente del litoral. El océano, protegido y bien
gestionado, ofrece enormes riquezas, así como pistas
para la investigación farmacéutica y las nuevas
energías, sobre todo gracias a la fuerza de sus olas.
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
15
SOBREPESCA
Desenredar una situación
enrevesada
Rindámonos ante la evidencia:
el océano no es como el cuerno de
la abundancia. Y la imagen de
nobleza asociada a la pesca se
ha ido empañando por la sobreexplotación de los recursos marinos.
Los científicos y los pescadores están
enfrentados, los primeros alertan
acerca de los impactos catastróficos
de la sobrepesca, los últimos
defienden la profesión con la que
se ganan la vida. Todos parecen
coincidir en que se deben preservar
los recursos pesqueros a largo plazo.
¿Pero cómo? La investigación
científica no ha encontrado aún
todas las respuestas. Y aún así,
haría falta que las instancias
políticas las tomaran en cuenta.
© IFREMER/Olivier Barbaroux
16
¿E
© Australian Fisheries Management Authority
Pesca del atún rojo en Favgnana
(Sicilia, Italia). Este pez nómada,
sobreexplotado, recorre largas
distancias desde las aguas frías
del Atlántico Norte y los mares
adyacentes, en las que se alimenta,
hasta las regiones cálidas, en las
que se reproduce.
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
¿Pesca milagrosa?
Pesca industrial
centrada en una
especie, la orange
roughy
(reloj anaranjado).
uropa ha gestionado sus recursos
marinos a la ligera? Tras 25 años
de Política Pesquera Común
(PPC), las constataciones siguen
siendo muy alarmantes. Los informes de la
FAO (1) sobre el estado de los recursos pesqueros a nivel mundial revelan que el porcentaje
de las especies explotadas de forma sostenible
no ha dejado de disminuir, pasando de un
40 % en 1974 a sólo un 23 % en 2005. Y la
Unión Europea está directamente implicada.
El Atlántico Nordeste, del que provienen más
de dos tercios del volumen de las capturas de
la industria pesquera europea, forma parte de
las zonas en las que la biodiversidad está más
amenazada (2). Allí un 46 % de los recursos
pesqueros están sobreexplotados, agotados o
en fase de recuperación, frente a un 25 % en
el caso de los recursos pesqueros a nivel
mundial. Con la PPC “no se ha logrado una
explotación sostenible de los recursos pesqueros, por lo que será necesario modificarla
si se quiere alcanzar ese objetivo. Sus deficiencias tienen que ver con la conservación y
con aspectos económicos y políticos”, señala el
Libro Verde de la Comisión sobre el futuro de la
PPC de 2001.
Por fin una reforma ambiciosa...
La dificultad de los responsables políticos para
conciliar imperativos económicos y ecológicos es una de las principales razones de
este fracaso. El 76 % de los procedimientos
de incumplimiento en materia de PPC contra
los Estados miembros tienen que ver con la
sobrepesca. La PPC, lanzada en 1982, no ha sido
aplicada con mano dura. Es cierto que ha causado la disminución de los conflictos marítimos
entre intereses nacionales, pero no ha podido
contrarrestar de forma eficaz la sobreexplotación. ¿Supremacía económica o intenciones
electoralistas? Sea como fuere, el mundo
político raramente ha conseguido imponer
cuotas de pesca de acuerdo con el Total
Admisible de Captura (TAC), científicamente
definido con vistas a garantizar la renovación
de las poblaciones. Además, algunos subsidios pretendían reducir progresivamente la
flota, modernizando los navíos restantes. Un
esfuerzo muy loable pero ineficaz: la disminución del número de barcos se ha compensado
con el aumento de la capacidad de captura
individual de los buques.
Se sabe hoy en día que la biodiversidad de los
océanos es el resultado de un complejo enredo
de sinergias entre los diferentes organismos
marinos, cuya supervivencia depende del frágil
equilibrio que regula su entorno. Una complejidad poco entendida en la época en que se
creó la PPC, que evalúa el estado de los recursos pesqueros tomando sólo como indicadores
la abundancia y la mortalidad debida a la pesca,
en función de cada especie, independientemente de la evolución de los ecosistemas. Por último,
la PPC, revisada en 2002, pretende establecer
una explotación sostenible de los recursos marítimos, lo que exige una mayor contribución de
la investigación, ya que los conocimientos
sobre el “sistema oceánico” son aún demasiado
escasos para aplicar eficazmente el nuevo enfoque “ecosistémico” adoptado por la Comisión.
© WWF-Canon/Jason Rubens
SOBREPESCA
¿Contar lo incontable sin
equivocación posible?
“Trabajamos en la evaluación de un recurso
para el cual no se pueden contar los individuos
uno por uno. Por lo tanto, estamos obligados a
evaluar el estado de las poblaciones de forma
indirecta, utilizando modelos estadísticos”,
explica Pierre Petitgas. Este biólogo y geoestadista del IFREMER es el coordinador de FISBOAT, un proyecto europeo cuyo objetivo es
perfeccionar los modos de evaluación de los
recursos marinos. De hecho, el proceso actual
se basa en una combinación de datos que provienen, por un lado, de campañas de muestreo
realizadas en el mar por los científicos y, por
otro, del producto declarado de las capturas
de pesca. Mientras que los errores de muestreo
en el mar pueden calcularse y corregirse, no
se puede determinar en qué medida los pescadores declaran el número real de capturas y
de peces rechazados. Por lo tanto, es necesario
aumentar la fiabilidad de los métodos de evaluación, basados a la vez en las extracciones
científicas y en lo que declaran los pescadores.
“La cuantificación del grado de incertidumbre es
una parte fundamental de las recomendaciones
científicas. Se trata de una condición necesaria
para integrar el enfoque de precaución en el
proceso de toma de decisiones a nivel político”,
señala el IFREMER.
Otro error consiste en apoyar las decisiones
políticas en datos parciales. “Tomar en cuenta
tan sólo los indicadores demográficos equivale
a establecer un diagnóstico parcial de la situación real, como un agricultor que únicamente
examina su trigo dentro de un perímetro reducido sin comprobar si todo el cultivo crece a
un ritmo normal”, exclama Pierre Petitgas. Sin
duda por ello Canadá perdió una buena parte
de su población de bacalao antes de que se
El 20 % de las especies de tiburones
están en vías de extinción,
particularmente porque los
especimenes más jóvenes quedan
atrapados accidentalmente en las
redes. Uno de los últimos ganadores
de Smart Gear, concurso de innovación
que favorece una pesca sostenible
organizado por el WWF, ha concebido
un sistema de imanes que permiten
alejarlos de los arrastreros-palangreros
que pescan el atún y el pez espada.
aprobara una moratoria en 1992. En esa época,
varios indicadores biológicos medidos en las
campañas científicas (índice de mortalidad,
edad de madurez sexual, distribución espacial
de la población) no fueron integrados en los
informes destinados a los políticos. No obstante,
su examen a posteriori revela que existían
índices de deterioro de la población mucho
antes de que se informara a la sociedad civil
de la situación. De ahí que el espacio marítimo
europeo necesite evaluaciones más fiables y
predictivas. Es el papel de FISBOAT, cuyos
métodos de evaluación serán probados dentro
del CIEM (3).
Smart Gear: replantearse
las técnicas de pesca
Otro desafío fundamental radica en la elaboración de técnicas de pesca menos destructivas
para el entorno marino. El desafío es enorme,
teniendo en cuenta el gran número de organismos capturados accidentalmente en las redes.
Desde un 3,8% para las técnicas de pesca
menos destructivas a un 50% en el caso de algunos buques, como los equipados con redes de
arrastre de fondo que además causan daños
inestimables a los hábitats marinos más frágiles,
como los corales de agua fría. Los oceanógrafos
y las asociaciones de defensa de la naturaleza se
manifiestan cada vez más en contra de estas
técnicas. De hecho, las consecuencias exactas
de las mismas sobre el ecosistema bentónico,
muy lento en restablecerse, aún quedan por
determinar de forma precisa.
Ahora cabe proponer otras opciones a los
pescadores. Desde 2005, el WWF organiza
“Smart Gear”, un concurso internacional abierto
a los inventores de cualquier ámbito: profesionales, ingenieros, profesores o estudiantes.
Pretende promover inventos que
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
17
concilien el respeto al medio ambiente
y la rentabilidad de las industrias pesqueras.
Las soluciones más innovadoras son a veces
de una simplicidad desconcertante.
El invento ganador de la edición de 2006 permite limitar el impacto de la pesca sobre los
tiburones, puesto que el 20 % de sus especies
están al borde de la extinción. La idea consiste en
sacar provecho de la aversión de los tiburones
por los campos magnéticos intensos y de su
capacidad única de detectarlos. Se los puede
alejar de las líneas mortales con potentes
imanes, situados por encima de los anzuelos
de los palangres utilizados por los pescadores
de atún y de pez espada.
El tercer premio, un invento danés, permite
reducir las capturas accidentales de peces
juveniles y pequeños, cambiando la red de
retención dispuesta a la entrada del copo (4).
Con pequeños tubos flexibles fijados a la
cuerda, la red presenta mallas de “geometría
variable” que tan sólo retienen las capturas de
gran tamaño, dejando que se escapen indemnes los peces más pequeños. El sistema es
más flexible, más fácil y menos peligroso de
manipular, y ha sido ampliamente adoptado
por los pescadores de bacaladilla de las islas
Feroe tras la entrada en vigor, en junio de
2006, de una ley que hacía obligatoria la utilización de la red de retención.
El futuro: las zonas marinas protegidas
No obstante, estos perfeccionamientos técnicos
no resuelven un problema fundamental: la
pesca extrae los peces más grandes que
ponen más huevos y de mejor calidad. Es una
selección que favorece los individuos pequeños
y menos fértiles, perturba la estructura demográfica de las especies más apreciadas, fragilizando las poblaciones ya al borde de la
extinción y reduciendo las esperanzas de restauración de la biodiversidad marina. A este
respecto, se observa una disminución de la
edad media de madurez sexual en el bacalao,
una especie ampliamente sobreexplotada, lo
que podría limitar definitivamente el tamaño y
la capacidad de reproducción de esta especie.
Lo ideal sería establecer zonas de reposo que
permitan que los organismos realicen plenamente su potencial. Pero cada especie crece
en un entorno bien específico. Para que sean
eficaces con respecto a la gran biodiversidad
marina, las zonas de reposo tendrían que
18
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
© WWF-Canon / Michel Gunther
SOBREPESCA
Tortuga Caretta,
especie protegida en
la bahía de Laganas,
en Zakinthos
(Islas Iónicas, Grecia).
abarcar muchos y diversos espacios. Ahora
bien, desde el punto de vista socioeconómico,
el establecimiento a gran escala de reservas
naturales cerradas a cualquier actividad de
pesca es casi inconcebible, puesto que sería
fatídico para el sector pesquero.
No obstante, nada impide que se delimiten
zonas estratégicas en las que las actividades
pesqueras estén reguladas más estrictamente
para garantizar una protección mayor de los
ecosistemas. Ese es el concepto de Zona
Marina Protegida (ZMP), una de las prioridades
de la reforma de la PPC de 2002. Un término un
poco confuso, ya que se utiliza para designar
tanto a las reservas naturales cerradas a cualquier actividad pesquera, como a las zonas de
regulación más severa de las actividades pesqueras, cuyas reglas pueden variar según el
ecosistema a preservar: un enfoque más general, que pretende conciliar las necesidades
ecológicas y los imperativos socioeconómicos.
Pero ¿cómo se pueden delimitar y gestionar
tales espacios? ¿Qué indicadores se pueden
elegir para evaluar la eficacia de los mismos?
Algunos proyectos europeos como PROTECT
pretenden dar respuesta a estas preguntas,
particularmente a través del análisis de las
experiencias anteriores. En un informe publicado en febrero del 2006, los investigadores
de PROTECT examinaron en detalle seis casos
de ZMP (5) en el Atlántico Norte. Los cinco
casos europeos tenían un punto en común…
el no producir resultados satisfactorios. No es
de extrañar: no quedaba bien especificado el
objetivo de su implantación y pocos indicadores
se habían definido previamente para evaluar el
impacto de las ZMP. “Eso no significa que el
sistema sea ineficaz. Las implantaciones de las
ZMP tienen como desafío tomar en consideración todos los procesos y actividades de la
zona objetivo, así como la previsión de los
impactos sociales y económicos a largo plazo” explica Ole Vestergaard, investigador
del DIFRES (6) y coordinador de PROTECT.
“Intentamos desarrollar modelos de previsión
para hacer posible una planificación óptima.
Esto abarca, por ejemplo, la formulación de
objetivos de gestión precisos y la definición de
las informaciones previas necesarias sobre las
diferentes interacciones del medio ambiente y
de las actividades humanas”.
Existen grandes expectativas sobre las investigaciones llevadas a cabo con vistas a realizar
una gestión ecosistémica de la pesca. Una
proeza especialmente difícil por la increíble
diversidad de las sinergias del mundo marino.
Queda por ver la acogida que dará la esfera
política a estos nuevos modos de gestión. Los
expertos lo tienen claro: para que una ZMP
tenga éxito tiene que estar apoyada por una
legislación clara, exenta de cualquier ambigüedad y aplicada con rigor.
Julie Van Rossom
(1) Organización de las Naciones Unidas para la agricultura
y la alimentación – desde 1974, la FAO publica los
informes SOFIA, que evalúan el estado de los recursos
pesqueros a nivel mundial.
(2) Esta lista incluye también el Atlántico Sudoriental,
así como el Pacífico Sudoriental y las zonas de pesca
de atún en alta mar de los océanos Pacífico y Atlántico
(SOFIA 2006).
(3) Consejo Internacional para la Exploración del Mar.
(4) El copo se encuentra en la extremidad de la red de arrastre.
(5) Definida aquí como cualquier medida de gestión para
una zona marina.
(6) Instituto danés de pesca e investigación marina.
FAO
www.fao.org
FISBOAT
www.ifremer.fr/drvecohal/fisboat
PROTECT
www.mpa-eu.net
ACUICULTURA
Aporte vital de proteínas para algunas
poblaciones, factor de salud para otras,
el pescado se consume cada vez más, hasta
tal punto que los recursos naturales ya no
son suficientes para responder a la demanda
mundial. Una formidable oportunidad
económica para la acuicultura que, no obstante,
sigue enfrentándose a numerosos desafíos
medioambientales y sanitarios.
E
n un momento en el que la producción total de la pesca de captura está
estancada en alrededor de 95 millones
de toneladas anuales, todas las
esperanzas están puestas en la acuicultura,
que abarca ya el 46% de la producción destinada a la alimentación. En Europa, su desarrollo
concierne esencialmente al sector de la maricultura, no muy desarrollado dentro de la
Unión a pesar de que representa más de la
mitad de la producción acuícola mundial. “La
mayoría de las costas europeas están demasiado expuestas a las olas y a los vientos del
Atlántico, un factor que complica la creación
de este tipo de cría”, declara Alistair Lane,
director ejecutivo de la Sociedad Europea de
Acuicultura (EAS, por sus siglas en inglés).
“Pero, dentro de poco numerosas innovaciones
van a posibilitar el aumento de la maricultura
europea. Una perspectiva prometedora, sobre
todo para los pescadores, que ya están perdiendo numerosos puestos de trabajo, como consecuencia inevitable de la sobreexplotación de los
recursos pesqueros. Asociarlos al desarrollo de
la acuicultura marina supone ventajas, puesto
que conocen este entorno mejor que nadie”,
concluye Alistair Lane.
Por lo tanto, la acuicultura podría constituir
una solución de calidad a la sobrepesca, siempre que este arte ancestral se practique en
armonía con su entorno. El bienestar de las
especies silvestres depende de ello, como la
sostenibilidad de todo el sector. Con este
enfoque, la Comisión lanzó en 2002 su primera
Estrategia para el Desarrollo Sostenible de la
Acuicultura Europea, que determina los ejes
de investigación por explorar (con vistas a
aumentar la producción), mantener una calidad óptima para el consumidor y garantizar
un nivel de protección elevado del medio
ambiente. Aunque dicha Estrategia haya sido
objeto de una amplia consulta en 2007 con el
fin de mejorar el sistema, los tres objetivos
fundacionales de 2002 se han mantenido.
Limitar los impactos medioambientales
Los desafíos medioambientales de la acuicultura
son múltiples: nitratos y fosfatos derivados de
las deyecciones, antibióticos, detergentes o
incluso introducción de especies alóctonas.
© European Aquaculture Society
El “plato marino”
del mañana
Acuicultura en Turquía.
Esta granja, situada cerca
de una urbanización
turística, debería ser
desplazada para no
perjudicar el desarrollo
turístico local.
Todos estos problemas espinosos están siendo
estudiados por los investigadores, puesto que
el funcionamiento exacto de los ecosistemas
marinos no se conoce lo suficiente. Según el
“principio de precaución” dictado particularmente por la nueva Política Pesquera Común (1)
de 2002, ante la incertidumbre científica relacionada con una actividad en el mar, al menos hay
que poder contar con una sólida evaluación
previa de los riesgos medioambientales. Tal
enfoque también es del interés de las explotaciones de acuicultura, cuya rentabilidad
depende ampliamente de un medio ambiente
de calidad, como lo demuestran las pérdidas
periódicas sufridas por los conquilicultivadores tras la proliferación de algunas algas
productoras de toxinas. Pero subsisten aún
otros interrogantes, particularmente en lo que
se refiere a los desechos, al no poderse instalar
en las explotaciones marícolas un sistema de
recirculación del agua, lo que hace que vayan
a parar al mar todos los desechos. En cuanto
a los peces que se escapan de las granjas
acuícolas, los especialistas temen la alteración
del patrimonio genético de las especies
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
19
ACUICULTURA
Cría de salmones en
Vestnes (Noruega).
Una práctica que podría
contrarrestar la sobrepesca
y proteger las especies
silvestres próximas.
Breve historia de la acuicultura
L
os vestigios de las primeras pisciculturas rudimentarias, que se remontan al año 2000
a.C., fueron descubiertos en China y en Egipto. Unos 1.500 años más tarde, los griegos
empezaron la cría de ostras mientras que la vallicultura, que consiste en mantener a
peces capturados durante su remontada hacia las aguas salobres, apareció en el siglo XV.
Hubo que esperar el descubrimiento de la fecundación artificial de los salmones en el siglo
XVII para poder dominar todo el ciclo de vida de una especie de pez. El siglo XX propició el
auge de la acuicultura como nueva fuente de proteínas en un contexto de demografía mundial
incontrolable. Las primeras granjas de cría de anguilas nacieron en Japón en los años cincuenta.
Una década más tarde, la producción de la trucha arco iris se generalizó en Europa y en los
Estados Unidos. A partir de los años setenta aparecieron con el medregal, el pez gato y algunos
mariscos, los primeros pastoreos marinos, en los que las etapas precoces de desarrollo estaban
controladas con vistas a garantizar la repoblación en el medio ambiente natural. Las décadas
siguientes marcaron la llegada de las nuevas acuiculturas, principalmente situadas en medio
marino, con la producción de salmón, gambas, lubinas o doradas, y más recientemente de
atún, cuya reproducción se controla aún mal: los alevines se capturan en el mar y se alimentan
en cautividad, pero esta práctica ha sido condenada por algunas ONGs de defensa del medio
ambiente…
silvestres cruzadas con peces de acuicultura, aunque nuestros conocimientos en la
materia sean aún insuficientes. Cuantificar los
riesgos de la acuicultura constituye el objetivo
principal de ECASA (2). Este proyecto propone
determinar los mejores indicadores para evaluar
el impacto de la acuicultura sobre el medio
ambiente con vistas a desarrollar modelos
adaptados a las diferentes explotaciones de
maricultura europeas. El proyecto pretende
también seleccionar los espacios más adecuados para el desarrollo de piscifactorías, ante la
ardua competencia que existe con los demás
usuarios del mar (turistas, puertos de recreo,
pescadores, etc.). Los resultados son como
verdaderas cajas de herramientas pedagógicas destinadas a ayudar a los explotadores a
que comprendan mejor el vínculo entre la
acuicultura y el medio ambiente.
Alimentos para peces sostenibles
© WWF-Canon/Jo Benn
La maricultura europea se concentra esencialmente en la cría de especies piscívoras. Las
tres principales especies producidas son: el
salmón atlántico, el rodaballo y la lubina, y
estas especies se alimentan exclusivamente de
peces dentro de su medio natural. Así, hacen
falta cuatro kilos de pescado para producir la
suficiente harina y aceite como para obtener un
kilo de salmón atlántico: una práctica que plantea un gran problema en términos de sostenibilidad. La ampliación de la cría de los piscívoros
20
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
ACUICULTURA
Optimizar la producción acuícola
Sin duda, los consumidores quieren que el
producto que consumen sea sano, pero no es
el único criterio de calidad. En efecto, antes
que nada, comemos con la vista: rechazaríamos sin duda un pez con deformidades. Un
fenómeno que se regula automáticamente con
la predación en el medio natural, representa
pérdidas para los criaderos, puesto que un
pez con malformaciones consume también más
comida y tiene que ser descartado de la producción. Determinar los factores que favorecen la
aparición de deformidades y controlarlos para
La estación noruega de investigación en
acuicultura (Fiskeriforskning) de Tromsø
participa en la sección “Ética” del proyecto europeo
SEAFOODPLUS. Los investigadores observan
especialmente los comportamientos y la tolerancia
al estrés de las diferentes especies de peces de cría.
ción y el entorno del estanque de cría.
“Intentamos determinar cómo se pueden optimizar estos factores para limitar el índice de
peces con deformidades en cinco tipos de
criaderos diferentes”, declara Margreet van
Vilsteren, asistente del proyecto dentro de la
FEAP. “Una primera fase experimental se lleva
a cabo en los centros de investigación.
Seguidamente, se prueban los resultados in
situ dentro de los 10 criaderos que participan
en el proyecto. Esto nos permite probarlos en
situación comercial real y garantizar al máximo
su eficacia”.
Otros estudios intentan aprovechar el control
que permite la acuicultura de cada estadio de
cría de los peces para aumentar las propiedades
benéficas de los productos marinos. Dentro
del marco de SEAFOODPLUS (7), otro amplio
proyecto de investigación apoyado por fondos
europeos cuyo objetivo es el aprovechamiento
de los productos marinos, Edward Schram,
investigador dentro de IMARES (8), propone
enriquecer los filetes de pescado con selenio
orgánico, que se piensa que contiene componentes con propiedades anti-cancerígenas. El
científico ha añadido ajo, por su alta concentración en selenio orgánico, a las harinas destinadas
a la acuicultura. El experimento ha tenido éxito:
la carne de los peces estudiados, peces gato
africanos, contienen una gran concentración
de selenio, sin que por ello se haya perturbado su metabolismo. “Ahora estamos esperando que la Universidad de Madrid desarrolle un
método experimental que permita identificar y
cuantificar todos los componentes de selenio
detectados en los filetes. Se ha comprobado la
© IFREMER/Olivier Barbaroux
limitar las pérdidas permitiría aumentar la producción de los criaderos. Una mejora que
conllevaría una disminución del costo de producción de los alevines y que beneficiaría a
todo el sector acuícola. FINEFISH (6), un proyecto gestionado por la Federación Europea
de Productores Acuícolas (FEAP, por sus siglas
en inglés), pretende paliar este problema estudiando tres factores principales de los que se
sabe con certeza que causan malformaciones
en los juveniles: la temperatura, la alimenta-
© Sandie Millot
presupone un aumento de la presión ejercida
sobre las poblaciones de pequeños pelágicos (3),
con escaso valor comercial, necesarios para la
fabricación de la harina y del aceite de pescado.
Algunos sustitutos de origen vegetal ya están
integrados en los alimentos destinados a las
granjas pero la técnica tiene que ser mejorada
para reducir el impacto de la acuicultura sobre
los recursos pesqueros. Se trata de un problema
al que pretenden dar respuesta varios proyectos
de investigación, entre ellos AQUAMAX (4), financiado en gran parte por la Comisión Europea.
Este proyecto pretende desarrollar nuevos
alimentos, evaluar la calidad de los mismos y
sus efectos sobre el ciclo de vida de un pez de
acuicultura, la cría, así como sobre el consumidor y el medio ambiente. “La mayor dificultad
está en determinar la composición vegetal ideal
que garantiza un régimen alternativo de calidad. Un trabajo a largo plazo, puesto que
cada especie tiene necesidades específicas”,
declara Bente Torstensen, investigadora dentro del NIFES (5) y responsable de la sección
“Metabolismo lipídico de los salmones” en
AQUAMAX. Un enfoque cuya ventaja no radica únicamente en limitar las capturas de peces
silvestres, sino también en mejorar la calidad
del producto. “El entorno natural contiene a
menudo numerosos contaminantes, acumulados por los organismos acuáticos silvestres”,
precisa Bente Torstensen. “Al minimizar las
capturas se puede controlar mejor el nivel de
contaminación de los peces de cría, limitando
los riesgos para el consumidor. No obstante, la
utilización de recursos vegetales podría
aumentar el índice de pesticidas del producto.
No existe una solución milagrosa, así que conviene siempre sopesar las ventajas y los inconvenientes para determinar el sustituto ideal”.
Distribución de granulados en las
jaulas de lubinas de Cannes
Aquaculture en Golfe-Juan (Francia).
transferencia de selenio, pero tenemos que
estar seguros de que la sustancia que deseamos infiltrar esté presente en la carne del pescado”, explica Edward Schram. Queda por
saber cómo reaccionarán los consumidores.
Un estudio llevado a cabo dentro del marco de
SEAFOODPLUS revela que son algo reticentes a
los productos naturales mejorados...
JVR
(1) Véase artículo Sobrepesca págs. 16-18
(2) An Ecosystem Approach for Sustainable Aquaculture.
La Comisión Europea financia el proyecto con 2,5 millones
de euros.
(3) Pez que vive en alta mar en las capas superiores
de la columna de agua (de 0 a 200m)
(4) Sustainable Aquafeeds to Maximise the Health Benefits
of Farmed Fish for Consumers – La Comisión lo financia
con 10,5 millones de euros, sobre un presupuesto total de
15 millones de euros.
(5) National Institute for Nutrition and Seafood Research
(Noruega)
(6) Improving sustainability of European fish aquaculture
by control of malformations – El presupuesto total es
de 4,8 millones de euros, la Comisión lo financia con
3 millones de euros.
(7) Health promoting, safe seafood of high eating quality
in a consumer driven fork-to-farm concept
(8) Institute for Marine Resources and Ecosystem Studies
(Países Bajos)
www.ecasa.org.uk/
www.aquamaxip.eu/
www.aquamedia.org/finefish/
www.seafoodplus.org/
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
21
BIOTECNOLOGÍA AZUL
Mina de oro acuática para
Desde los peces polares hasta las bacterias de las
fuentes hidrotermales, algunas criaturas marinas
se instalan en medios tan inhóspitos que es
difícil imaginar cómo pueden sobrevivir allí.
Su resistencia en condiciones excepcionales,
como un fuerte índice de salinidad y temperaturas
extremas, o su capacidad para producir
substancias tóxicas, intriga a los investigadores
de la red de excelencia europea MARINE
GENOMICS (1). Con paso lento pero seguro,las
biotecnologías se interesan por esta naturaleza
sorprendente, susceptible de facilitar nuevos
remedios contra los cánceres, o conseguir plásticos
biodegradables y antibióticos revolucionarios.
“A
lgunos organismos sobreviven
a profundidades extremas,
casi sin oxígeno, resistiendo a
temperaturas extraordinariamente calientes o frías”, constata Mike
Thorndyke, responsable de los aspectos
Evolución, Desarrollo y Biodiversidad dentro
de la red MARINE GENOMICS. “¿Cómo consiguen
adaptarse estos animales a tales condiciones?
¿Cómo pueden resistir a las profundidades, temperaturas y presiones exorbitantes? Intentamos
comprenderlo, estudiando sus metabolismos
podemos hacer descubrimientos útiles para
todos, incluso en términos de salud humana.
Las enzimas de estos organismos son más
interesantes que las utilizadas habitualmente:
por ejemplo, podemos utilizarlas con soluciones muy salinas y a temperaturas extremas”.
Extremófilos
Tomemos el caso de los peces polares. ¿Cómo
consiguen resistir a las temperaturas heladas?
Tras treinta años de intensas investigaciones
se ha podido poner al descubierto el secreto
22
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
de su resistencia a las aguas heladas. Un equipo
de biólogos canadienses ha demostrado que
algunas proteínas “anticongelantes”, diez
veces más activas que las que se conocen, se
fijan sobre los cristales de hielo para impedir
que aumenten. Una propiedad que podría ser
muy útil en el campo médico, particularmente
para el almacenamiento de órganos y para la
criocirugía, una técnica que consiste en destruir
las células cancerígenas congelándolas.
Otro ejemplo: la bacteria Desulfotalea, resistente al frío puesto que vive en los sedimentos
marinos a temperaturas bajo cero. Al sustituir
las enzimas de esta bacteria por sus homólogas
mesófilas (que actúan únicamente a temperaturas moderadas), la industria agroalimentaria
o el sector de los detergentes podrían conseguir
importantes ahorros de energía.
En el otro extremo del termómetro, la bacteria
Pyrococcus abyssi vive en las fuentes hidrotermales. Mantiene una actividad enzimática
óptima a temperaturas que oscilan entre 80 y
110 °C. La naturaleza bioquímica de sus enzimas
podría ser de utilidad para las tecnologías
futuras de recombinación del ADN. Algunas
enzimas ya están disponibles en el mercado:
el ADN polimerasa I, aislado a partir de la
bacteria termófila Thermus aquaticus, se utiliza en el transcurso de las reacciones en cadena
de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés)
para producir múltiples genes para las investigaciones in vitro.
La lista de las sustancias marinas útiles en
biotecnología no deja de ampliarse para
englobar tanto a las proteínas como a los
lípidos, o las denominadas cazymes (del
inglés, Carbohydrate-Active enZymes), enzimas
capaces de transformar glúcidos complejos en
“gasolina verde”. Algunas bacterias se utilizan
en la descomposición de los polímeros, procedimiento a partir del cual los científicos del
IFREMER (Instituto Francés de Investigación
para la Explotación del Mar) fabrican plástico
completamente biodegradable. “Al utilizar
microorganismos capaces de resistir a muy altas
temperaturas o de sobrevivir en condiciones
extremas, podríamos llegar a aplicaciones
industriales revolucionarias”, explica Philippe
Goulletquer, coordinador nacional de la biodiversidad marina y costera del IFREMER. “Por
eso la biodiversidad es fundamental para la
biotecnología”.
Guerra química
Las virtudes de los organismos marinos no se
explican únicamente por su hábitat sino también
por su forma de existencia. El sedentarismo y el
tener un cuerpo blando hacen que algunos
seres sean verdaderos “holgazanes” de las
profundidades, cuya seguridad se garantiza
mediante complejos mecanismos de defensa
químicos. Gracias a los metabolitos secundarios,
moléculas que realizan funciones distintas a las
de supervivencia del organismo (lucha contra
los competidores ecológicos o los predadores)
también sintetizan sustancias tóxicas o explotan
a otros microorganismos para conseguirlas.
Estos productos naturales, particularmente
potentes (tienen que ser eficaces en el agua)
y tan diversificados como la microfauna y la
flora que los producen, interesan enorme-
BIOTECNOLOGÍA AZUL
la biotecnología
mente a los científicos. Allí encuentran una
inmensa reserva de sustancias que, por ejemplo,
podrían servir para desarrollar nuevos tratamientos contra enfermedades infecciosas o los
cánceres. Más de 16.000 nuevos compuestos de
este tipo han sido aislados gracias a organismos
tales como las esponjas, las ascidias o las
laminarias.
Diversidad genética
En Europa, la red MARINE GENOMICS contribuye a la puesta al día de nuestra información
sobre numerosos metabolitos. “Secuenciamos
los fragmentos de ADN para medir la diversidad genética de diferentes emplazamientos en
las costas europeas, pero igualmente en otros
sitios como en el Océano Antártico. Es importante para poder estudiar los extremófilos, es
decir, los organismos que viven en condiciones extremas”, explica Mike Thorndyke. La red
crea amplias bases de datos genéticos que apoyan la investigación biotecnológica, como el
Brotes de energía
desarrollo de antibióticos a partir de fragmentos de ADN, la creación de chips microconductores o la puesta en marcha de
bioreactores destinados a producir a escala
industrial sustancias raras como las hormonas
de crecimiento.
William Fennical, director del Centro de
Biotecnología Marina y Biomedicina de San
Diego (EE.UU.) es uno de los pioneros en la
investigación de nuevas moléculas marinas
anticancerígenas. Su equipo, pasando del
estudio de los invertebrados al de los microorganismos, ha descubierto que innumerables
actinomicetos colonizan los sedimentos bentónicos, contrariamente a las hipótesis más
frecuentes según las cuales no estaban presentes en el mar. En 2003, estos investigadores
demostraron que la Salinosporamida A, un
compuesto aislado a partir de uno de estos
actinomicetos, tenía la capacidad de fijarse
sobre un tumor y de neutralizar el crecimiento
del mismo. En la actualidad, algunas
P
roducir energía verde a partir de la
lechuga de mar, Ulva lactuta, es el
desafío prometedor de un equipo de
investigadores daneses del Instituto
Nacional de Investigación Medioambiental
(NERD-DMU). Aunque el estudio de la producción de bioetanol a partir de este alga
verde está aún en sus inicios, las primeras
estimaciones son alentadoras: la lechuga de
mar proporciona una biomasa por hectárea
700 veces superior a la de un campo de trigo
tradicional. La Ulva y otras especies similares
están muy extendidas por la mayoría de las
regiones del mundo, en particular, en las
zonas eutróficas en las que su abundancia
perjudica a los ecosistemas locales. Un problema medioambiental que la recogida de
algas y su transformación en biocarburante
permitiría resolver. Además, las plataformas
de producción previstas en Dinamarca
podrían utilizar CO2 excedentario producido
por las centrales eléctricas y los abonos.
¿Quién da más?
Innovaciones culinarias
A
lrededor del 20 % de las proteínas consumidas diariamente por la humanidad
provienen de los océanos. Los beneficios de los productos del mar sobre la
salud son notorios y el futuro parece muy prometedor. Los avances de la
genética posiblemente abrirán la vía a los así llamados nuevos “alicamentos”, basados
en organismos marinos: al ser ricos en ácidos grasos saturados y en proteínas de
pescado podrían reducir los riesgos relacionados con varias enfermedades crónicas. Por otra parte, numerosos organismos
marinos contienen enzimas que interesan especialmente
a la industria agroalimentaria. Por ejemplo, algunos
aminopéptidos específicos del atún reducen el sabor
agrio de algunos alimentos, mientras que las proteasas del pescado eliminan la piel de las sepias, los
calamares o incluso de las huevas de pescado. Algo
que sería muy útil en la preparación del caviar de
salmón…
© CNRS/Photothèque/Odile
Richard
Detalles de frondas del alga roja
Chondrus crispus. Las algas, cuando son agredidas
por microbios, pueden ser verdaderas fábricas de derivados
oxidados de ácidos grasos, que se podrían utilizar como
medicamentos.
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
23
BIOTECNOLOGÍA AZUL
“A pesar de estas aplicaciones prometedoras, la
investigación relacionada con los organismos
marinos y el amplio potencial de los mares
sufre un enorme déficit. Sin embargo, los
mares están llenos de riquezas que hay que
aprovechar lo mejor posible antes de que desaparezcan”, destaca Mike Thorndyke. En efecto,
a la industria farmacéutica le falta interés por
este tipo de investigaciones, debido entre
otras cosas a incertidumbres jurídicas y a problemas de disponibilidad. De hecho, es difícil
aplicar los métodos tradicionales de prueba
y de desarrollo en el caso de un compuesto
producido en muy pequeñas cantidades por
una esponja que está a varios centenares de
metros de profundidad… Pero gracias a algunos
apasionados del mar, la odisea de la biotecnología marina sigue su camino. Desde hace
unos veinte años, la empresa biotecnológica
PharmaMar (España) intenta determinar las
posibles propiedades anticancerígenas de los
productos marinos descubiertos por sus propios investigadores o por otros científicos.
Actualmente, la empresa española ha censado
unos 40.000 organismos y compuestos marinos
susceptibles de tener un potencial terapéutico.
Seis de ellos están en fase de pruebas clínicas.
En el futuro, la investigación podría prescindir
de las criaturas abisales inaccesibles. Numerosas
sustancias interesantes podrían cultivarse en
laboratorio, ya que no siempre provienen de
organismos marinos sino más bien de las bacterias asociadas a los mismos. Otra opción
consiste en aislar el gen responsable de la síntesis del compuesto con vistas a “injertarlo” en
un organismo más fácil de manejar. Sea como
fuere, estos avances no se pueden lograr sin
inversiones, tanto públicas como privadas,
como lo recuerda el Libro verde sobre Política
Marítima de la Comisión Europea sugiriendo
la creación del llamado “Fondo de Inversión
Azul” (2).
Charlotte Brookes
(1) Financiado por la Comisión con 10 millones de euros
para cuatro años y medio.
(2) Libro Verde de la Comisión: Hacia una futura política
marítima de la Unión: perspectiva europea de los océanos
y los mares (7 de junio de 2006).
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research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
Medicamentos pescados en el océano
Ecteinascidia turbinata. Este invertebrado del Caribe o del Mediterráneo es la base de la
sustancia anticancerígena Yondelis (PharmaMar).
Actinomicetos. Extraído de la bacteria actinomiceta Micromonospora marina, el producto
farmacéutico anticancerígeno Tiocoralina está en fase de desarrollo en PharmaMar.
Bugula neritina. Este briozoario marino cosmopolita vive en simbiosis con una bacteria capaz
de secretar una biomolécula activa, la briostatina, que actúa como repulsivo de los peces
predadores. Se conoce por sus virtudes contra los cánceres de páncreas y de hígado, los
leucomas, los melanomas y los linfomas del tipo no Hodgkin. Está en fase clínica.
Cianobacterias. La escitonemina es un pigmento de crema solar ultravioleta amarillo-verde que se encuentra en el azul-verde acuático de
ZALYPSIS®,
las algas. Se puede utilizar para desarrollar inhibidores en los productos
YONDELIS®,
antiinflamatorios y antiproliferativos.
APLIDIN® ilustran
Aplidium albicans. Este invertebrado ha permitido a la empresa
investigaciones
PharmaMar aislar a un agente marino anticancerígeno, el Aplidin,
sobre el cáncer,
realizadas a partir de actualmente en fase de prueba.
Tiburones. Los tiburones están poco expuestos a los cánceres, partiespecies marinas
cularmente gracias a la escualamina, una molécula presente en su
utilizadas por la
hígado. Podría servir para luchar contra algunos tumores cerebrales.
empresa de
Esponja japonesa. El KRN 7000 no es una molécula natural sino un
biotecnología
análogo de síntesis de una serie de compuestos extraídos de una
española
esponja japonesa, Agelas mauritianus. Probada sobre los ratones, ha
PharmaMar.
demostrado su efecto sobre los tumores y es útil para el tratamiento
del cáncer de colon.
Conus magus. Este molusco de la familia Conidae paraliza a su presa
con una espina venenosa. El veneno, que actúa sobre el dolor de forma
mucho más potente que la morfina, ya existe en el mercado con el nombre
de Prialt.
Gusano nemertinos. GST 21 es la primera molécula de origen marino
probada para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.
Marthasterias glacialis. El CNRS de Roscoff (Francia) ha extraído la
molécula Roscovitina de esta estrella de mar espinosa. Bloquea las
células cancerígenas sin afectar las células sanas y, por lo tanto, podría
constituir una nueva arma química y terapéutica contra los tumores.
© PharmaMar
Una larga odisea
Fauna de las aguas frías del
Atlántico Norte, que viven en una
zona marina protegida estudiada por
los investigadores del proyecto
MARBEF. El Gadus morhua (o bacalao
común) destaca sobre el fondo de
coral blanco (Lophelia pertusa) y
naranja (Paragorgia arborea), en el
norte de Noruega, a 200 metros de
profundidad.
© Institute of Marine Research (IMR)
pruebas clínicas pretenden evaluar su
eficacia para el tratamiento del mieloma
múltiple, un tipo de cáncer sanguíneo.
ENERGÍA
Wave Dragon
Además de sus vientos
intensos, sus corrientes
marinas y el poder de
sus mareas, el mar ofrece
otro potencial energético:
la fuerza de sus olas.
El presente artículo ofrece
un análisis de Wave
Dragon, un dispositivo
que produce electricidad
a partir del oleaje.
E
n 1986, Erik Friis-Madsen, un ingeniero danés, observó un atolón del
Pacífico Sur y cómo las olas rompían
en sus playas. Cuando eran lo bastante potentes, franqueaban los diferentes
niveles de playa y se acumulaban en el centro
del atolón, en la laguna. Cuando dicha laguna
estaba demasiado llena, el agua salía por los
pasajes, hasta volver al océano. El ingeniero
quedó convencido de que se podía reproducir
este fenómeno natural para producir energía.
Entonces se lanzó a la realización de los primeros bocetos de lo que había de convertirse,
una década más tarde, en el Wave Dragon:
una estructura circular parecida a un “atolón
flotante”, con una turbina en el centro por la
que el exceso del agua puede salir.
Del sueño al prototipo
Pero hubo que esperar a 1997 para que el
proyecto tomara forma. Erik Friis-Madsen se
rodeó de un equipo de colaboradores. HansChristian Sorensen tomó la dirección de la
empresa Wave Dragon (Dinamarca) y sigue
coordinando sus actividades en la actualidad. Los
dos socios, con el apoyo científico y logístico
de empresas y universidades europeas, perfeccionaron sus conocimientos hidráulicos y eléctricos. Probaron varios modelos en laboratorio.
© Earth-vision.biz
La fuerza de
Wave Dragon, parecido
a un “atolón flotante”,
con sus dos largos
brazos, acumula el agua
de las olas en un
depósito central a una
altura ligeramente
superior al nivel del mar.
El agua acciona las
turbinas cuando se
vacía el depósito.
Erik Friis-Madsen explica: “La idea inicial es
utilizar los principios tan conocidos de las instalaciones hidroeléctricas clásicas, pero en una
versión off-shore. Por lo tanto, es bastante simple. El Wave Dragon está compuesto por dos
largos brazos que concentran las olas hacia el
centro del aparato, el cual flota a una altura
ligeramente superior al nivel del mar. El agua
se acumula en un gran depósito y sale por el
centro accionando una serie de turbinas generadoras de electricidad”.
En 2002, la Unión Europea se unió al proyecto
y lo dotó de 1,5 millones de euros para la realización y la puesta en funcionamiento de un
modelo a escala 1:4,5. Con un peso total de
237 toneladas, se lanzó al mar en junio de 2003,
en las costas danesas. Según Hans-Christian
Sorensen: “Fue sin duda el momento más
importante en el desarrollo de Wave Dragon:
cuando empezamos a proporcionar periódicamente electricidad a la red danesa”. No
obstante, la producción de electricidad de
este prototipo reducido del Wave Dragon sigue
siendo modesta y no llega a superar los 20kW.
Una auténtica central off-shore
“Pero vamos a mejorar”, continúa Hans-Christian
Sorensen. “Gracias a una nueva contribución de
la Unión Europea (de 2,4 millones de euros)
pudimos firmar en abril de 2007 un acuerdo
con las autoridades de Gales para instalar en
sus costas una unidad de producción a tamaño
real de 7 MW. Esperamos que empiece a
funcionar en agosto de 2008. Después, en los
tres años siguientes, pensamos que podremos
crear diez unidades más, para una producción
total de 77 MW”.
Evidentemente, Wave Dragon no puede
hacerle la competencia a una central nuclear
clásica que genera entre 500 y 2.000 MW de
electricidad, pero el sistema presenta ventajas
nada despreciables. Primero, se puede modular el tamaño de las unidades de producción
(por ejemplo, constituyendo una “central” de
diez o veinte aparatos) y el número de turbinas
que cada aparato puede contener (hasta 24).
Luego, Wave Dragon necesita un mantenimiento mínimo, que cuesta mucho menos. Y
finalmente, el dispositivo tiene poco impacto
visual y medioambiental, por lo que será más
fácil conseguir la aprobación de los inversores,
los responsables políticos y la opinión pública.
Por eso podemos ser optimistas sobre la
viabilidad del proyecto.
Matthieu Lethé
www.wavedragon.net
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Fronteras frágiles
El 40 % de la población mundial vive cerca de
las costas. En cinco años, las ciudades se han ido
extendiendo hasta apropiarse de una parte del litoral,
concretamente un 34 % en Portugal, un 27 % en
Irlanda y un 18 % en España. Las inmediaciones del
Mediterráneo reciben una cuarta parte del turismo
mundial: 158 millones de personas al año.
Pero, desde 1993, el mar se adentra en las tierras
unos 3 mm al año de promedio, a causa de la
dilatación térmica de los océanos, el deshielo
de los glaciares y de los casquetes polares.
Algunos modelos predicen una elevación
de 20 a 60 cm de aquí a 2100.
El hombre destruye la biodiversidad y el cambio
climático dilata los océanos. Para afrontar esta
degradación, ya en marcha, numerosos países
están poniendo en práctica una “gestión integrada
de las zonas costeras” (GIZC).
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GESTIÓN COSTERA
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89.000 km de litoral
europeo
Europa, con un territorio tres veces menor que el de África, tiene un
litoral tres veces más extenso. En dicho litoral, el hombre está poniendo
en peligro los recursos hídricos, la estabilidad de los suelos, la ecología
marina y, lo más preocupante, la calidad de las aguas. La UE pretende
aplicar una Gestión Integrada de las Zonas Costeras (GIZC),
para que puedan cohabitar de forma sostenible estos sistemas naturales
complejos y variados. Pero frente a la lentitud de los procesos de
restablecimiento de los equilibrios naturales, el nuevo proyecto
SPICOSA (1) pretende prevenir los daños antes que remediarlos.
L
os fiordos de Noruega, los lagos de
Escocia o las rías de Galicia ilustran
los contrastes de las costas europeas
y la geografía tan diversificada del
continente. Sus propiedades naturales y
socioeconómicas heterogéneas conllevan
condiciones medioambientales específicas y
formas de vida adaptadas. Lugares de vida
para la fauna de los pantanos y para las aves
silvestres (el litoral cuenta con el 30 % de sus
zonas de protección) en los que los humanos
también están presentes. Van acompañados
de paisajes rurales y urbanos únicos, reflejos de
culturas centradas en el comercio y volcadas
hacia el exterior.
Pero actualmente el litoral está cambiando.
Cerca de la mitad de la población europea
vive a menos de 50 km del mar y explota sus
riquezas: turismo, pesca, acuicultura e industria. Estas actividades, a veces en competencia,
amenazan los equilibrios naturales, la biodiversidad y la identidad cultural de las costas. El
cambio climático también supone una amenaza. La subida del nivel de los mares, junto con
el aumento de la frecuencia y de la intensidad
de las tormentas costeras, dejan presagiar graves repercusiones. Además, estas problemáticas abarcan más de un ámbito y las políticas
sectoriales consiguen pocas veces detener los
procesos de degradación.
Una gestión integrada, pero no lo
suficientemente proactiva
“La alarma frente a las problemáticas costeras
no es algo nuevo”, relata Denis Bailly, coordinador científico de SPICOSA y director adjunto
del CEDEM/UBO (2). “En los años setenta surgió
la idea de planificar las costas de forma
integrada, reuniendo a todos los actores de
una zona para comprender sus problemáticas
y remediarlas. Frente a los conflictos entre
urbanización, turismo y preservación de la
naturaleza, Europa se interesó por este nuevo
concepto y firmó en 1992 la Declaración de
Río que oficializaba la GIZC”. Para conciliar
sosteniblemente la actividad humana y los sistemas naturales, la gestión integrada debe tomar
más en cuenta los desafíos físico-naturales,
socioeconómicos y jurídico-administrativos
del territorio costero.
Pero en Europa los primeros pasos de la aplicación de dicha gestión no fueron fáciles,
puesto que las problemáticas identificadas y las
estructuras locales eran demasiado variadas. La
acción, más paliativa que reparadora, tan sólo
vino tras la identificación de los cambios en el
medio ambiente.
Anticipar con SPICOSA
Para impedir a tiempo los cambios irreversibles,
la Unión pone a prueba una nueva metodología
con el proyecto SPICOSA, financiado con 10 millones de euros entre 2007 y 2011. “Frente a las
degradaciones inminentes y a las pérdidas
vitales, se deben acelerar los procesos de decisión teniendo en mente una política costera
preventiva en vez de reparadora”. La espiral de
retroalimentación contemplada por SPICOSA
se basa en escenarios prospectivos, que se elaborarán gracias a una concertación más abierta, un método de recopilación de información
lo suficientemente fiable para apoyar la acción
política y eficientes herramientas (multimedia
y virtuales) de cruce de datos científicos y
socioeconómicos, aún demasiado segmentados.
Este enfoque transversal integra también los
efectos colaterales, como los de la Política
Agrícola Común (PAC). “53 socios, universidades, PYMEs y ONGs de 21 países de la Unión
están creando herramientas para integrar los
conocimientos y apoyar la concertación”. Pero
SPICOSA tendrá que tomar en cuenta también
las especificidades de cada zona costera, para
que su marco metodológico pueda aplicarse
tanto a los cordones de dunas de Dinamarca
como al Parque Nacional del “Banc d’Arguin”
francés o a las infinitas playas de Portugal.
Delphine d’Hoop
(1) Science and Policy Integration for COastal System Assessment.
(2) Centro de Derecho y Economía del Mar de la Universidad
de Bretaña Occidental (Francia).
www.spicosa.eu
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
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GESTIÓN COSTERA
SPICOSA, del Mar Báltico
al Mar Negro
Pictures © Shutterstock
12
1
Barcelona, Mar Mediterráneo
La urbanización y el vertido de
aguas contaminadas
El marco metodológico de SPICOSA
se probará a partir de septiembre
de 2007 en 18 lugares con
características muy variadas.
Seis de ellos ilustran los desafíos
a los que se enfrentarán los
investigadores.
El golfo de Riga, Mar Báltico
Contaminación química
y eutrofización
En Riga, la mayor ciudad báltica, capital de
Letonia, 720.000 ciudadanos viven en las inmediaciones del golfo del Daugava y su productiva
bahía, con una alta densidad de población y con
intensas actividades agrícolas, turísticas e industriales. Pero esta efervescencia, sin infraestructura
adecuada de gestión de los desechos, va contaminando la capa freática y propiciando la
incidencia de la eutrofización, con la afluencia de
los desechos industriales de Riga y de otras ciudades, entre ellas Pärnu.
El concepto de eutrofización designaba en su
origen la riqueza en nutrientes de un medio
acuático. Actualmente, se refiere a un exceso de
nutrientes que el sistema no puede absorber
con la suficiente rapidez, transformando gradualmente los estanques en pantanos. Las plantas acuáticas, alimentadas en exceso, captan los
rayos luminosos y van agotando las reservas de
oxígeno del agua, ya de por sí treinta veces
menores que las del aire. Entonces, el medio se
vuelve hipóxico, después anóxico, y reúne las
condiciones propicias para la aparición de gases
deletéreos, como el metano.
Como consecuencia, desaparecen los organismos
aeróbicos (insectos, crustáceos, peces, plantas
marinas). El biotopo del subsistema de la bahía,
así como todo el ecosistema del golfo se va
transformando, modificando a su vez la cadena
alimentaria. Para los ribereños se trata de una
urgencia: el 30% del agua potable letona no
satisface las normas químicas del país.
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research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
En 2006, España obtuvo el récord de urbanización
costera más rápida de Europa. Barcelona, la
segunda zona demográfica de España con 4 millones de habitantes, alberga centros de ocio,
turísticos, comerciales y algunas industrias
pesqueras, actividades que contrastan con la
agricultura y la industria pesada aguas arriba en
los ríos Besòs y Llobregat.
Dichos ríos atraviesan zonas industriales, urbanas
y rurales, llegan al alcantarillado y se vierten en
la plataforma continental de la ciudad. En
España, el 13% de las aguas residuales se vierten
directamente al mar. En 1979, Barcelona instaló
una fábrica depuradora de aguas residuales en
las desembocaduras de los dos ríos. Pero los
grandes volúmenes de agua y las partículas que
conllevan siguen afectando las interacciones entre
la tierra y el mar. Las bacterias y la eutrofización
invaden las playas; el transporte y la resuspensión
de los sedimentos provocan erosión.
Además, la urbanización integral de 30 km de
litoral rectilíneo se basa en un suelo frágil de
fango y arena, cuyos granos de diferentes
tamaños pueden desencadenar desprendimientos de tierras. Incluso el derrumbe de los
terrenos de golf, por ejemplo, tendría un gran
impacto socioeconómico sobre los recursos
inmobiliarios adyacentes.
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Venecia, Mar Adriático
La explotación de los recursos
biológicos
La ciudad de los Dogos y sus góndolas seduce
cada año a 14 millones de turistas, además de
acoger actividades portuarias, recreativas,
industriales, agrícolas o pesqueras, que influencian las dinámicas naturales y la capacidad de
recuperación de la laguna del Adriático norte,
y degradan su medio ambiente.
Desde siempre, las actividades pesqueras rodean
a “la Serenísima”. El 60 % de las almejas italianas
provienen de sus aguas. Actualmente, se pescan
los caparozzoli, bivalvos con gran valor comercial.
Pero los barcos a motor y la mecanización fraccionan y desvían los sedimentos, que se quedan
mucho más tiempo en suspensión, siguen las
5
11
Los 18 emplazamientos estudiados por
los investigadores de SPICOSA.
1
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3
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Golfo de Riga
Golfo de Gdansk
Estuario del Oder
Himmerfjarden
Limfjord
Sonderled
Mar de Clyde
Puerto de Cork
Delta del Escalda
GESTIÓN COSTERA
15
3
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18
corrientes marítimas y arrastran con ellos nutrientes y contaminantes. El fenómeno agrava la erosión y desvía las masas hacia las vías navegables
poco profundas, que precisan de dragados costosos. Además, este “arado” continuo empobrece la
fauna y la flora. Los daños en el ecosistema afectan
a los pescadores puesto que, entre 1997 y 2001,
perdieron el 40% de la producción de marisco.
4
El delta del Danubio, Mar Negro
Los turistas deforman los paisajes
1
2
3
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10
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16
Pertuis Charentais
Estuario del Guadiana
Costa de Barcelona
Laguna de Thau
Taranto Mare Piccolo
Laguna de Venecia
Golfo de Thermaikos
Bahía de Kocaeli
Delta del Danubio
El Danubio atraviesa 17 países europeos y forma
un delta en la costa rumana y ucraniana. Este
santuario de la vida silvestre, considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, refugio
de millones de aves migratorias procedentes de
Siberia, es una zona de pantanos y cañaverales
con un ecosistema frágil y complejo, protegido
desde la antigüedad.
Hoy en día, 15.000 personas viven en simbiosis
con este entorno. Numerosos pescadores tradicionales parecen vivir a espaldas de la modernidad.
Pero más lejos, la ciudad de Tulcea (Rumania) se
hace cada vez mayor. Los recién llegados pretenden sacar provecho del tesoro turístico local y,
a pesar de las advertencias, las construcciones
ilegales van alterando el paisaje. Y las futuras
carreteras, depuradoras de aguas residuales y
servicios relacionados con el turismo traerán
consigo un gran número de trabajadores a los
que habrá que alojar.
La llegada de inversores extranjeros, que buscan
beneficios rápidos, acentúa la necesidad de que se
establezca una estrategia global para conservar su
ecosistema y su atractivo.
Estuario del Oder, Mar Báltico
La cooperación germano-polaca
Antes de llegar al mar, el Oder, el mayor río de
los países bálticos, forma una laguna con dos
partes: Kleines Haff (Alemania) y Wielki Zalew
(Polonia). Esta región de estuario protegida, de
gran valor ecológico y cultural, alberga la fauna
de los bosques, las dunas o los pantanos dentro
de paisajes excepcionales.
Pero las jóvenes generaciones descuidan estos
parajes debido a la crisis económica. La elevada
tasa de desempleo (de casi un 25 %) y las disparidades entre los niveles de vida de Alemania y
Polonia hacen que el turismo sea la principal
esperanza, basándose en una naturaleza protegida. Precisamente, para gestionar los litorales
del Oder, se está organizando una cooperación
germano-polaca.
En 2002, los dos ministros de medio ambiente firmaron la “Agenda 21 – Laguna del Oder – Región
de dos naciones”, con objetivos idénticos a los de
la GIZC. La colaboración se articula en torno a diez
campos de acción que se centran en el desarrollo
sostenible y la gestión costera. Un Forum 21 fija y
aplica las prioridades (la cooperación científica, la
educación y el turismo sostenible) y hace posible
que los ciudadanos y los representantes alemanes
y polacos cooperen activamente, compartiendo
sus resultados y apoyando sus aplicaciones.
El puerto de Cork, Mar del Norte
La biodiversidad frente a la subida
de las aguas
Más abajo de las murallas del siglo XVII, el puerto
natural de Cork está al lado de una gran zona
industrial irlandesa. Como segundo puerto del
país, alberga una refinería y un centenar de
industrias farmacéuticas, entre ellas, los gigantes
Pfizer, Novartis y Janssen Pharmaceutica.
Las riquezas biológicas del ecosistema costero
benefician también al turismo y a la pesca. Los pescadores capturan truchas, salmones o bacalaos,
actividad que se complementa con los grandes
criaderos, la conquilicultura y la ostricultura.
Pero el cultivo de las tierras adyacentes y el funcionamiento del puerto agotan el medio
ambiente. Por ejemplo, la agricultura aumenta
las concentraciones de fósforo y de nitrógeno en el
agua, con efectos desastrosos para la acuicultura.
Y más globalmente, las amenazas del cambio climático afectarán casi con seguridad a la región. La
subida del nivel de las aguas, asociada a tormentas más fuertes y más frecuentes, amenaza
directamente el puerto. Además, hay que
tomar en cuenta que cinco ríos desembocan en
el mismo y que se prevé el aumento del 15 % de
las lluvias en invierno. Este agua erosionará el
litoral de Cork, formado por sedimentos no consolidados. Es urgente elaborar modelos de
simulación y escenarios posibles para establecer
una estrategia a largo plazo.
DDH
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
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GESTIÓN COSTERA
Hay turismo… y turismo
La Unión Europea ocupa una posición
central en el mercado del turismo mundial,
y los 458 millones de visitantes que afluyen cada
año al territorio de sus Estados miembros
representan un motor económico incuestionable:
el 5 % del PIB europeo proviene directamente del
turismo y el 10 % indirectamente. No obstante,
aunque sea generador de empleo y fuente de
crecimiento, el turismo también puede pasar
a ser víctima de su propio éxito. Eso es
especialmente cierto en el caso de las zonas
costeras, que sufren con regularidad la llegada
masiva de turistas, con consecuencias negativas
para su tejido social, su equilibrio económico
y la calidad de su medio ambiente, lo que también
termina perjudicando a su atractivo turístico.
Del turismo no sostenible…
Supone todo un reto enumerar los impactos de
un turismo costero mal gestionado, puesto que
se podría hacer una lista de varias páginas. No
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research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
© Shutterstock
E
n algunas décadas, el turismo se ha
convertido en un fenómeno de sociedad ineludible. Cada año, centenares
de millones de viajeros se cruzan en
los cuatro puntos cardinales del planeta, sin
olvidar lo esencial: bañador, juegos de playa y
crema solar. De hecho, del gran número de
destinos propuestos, las zonas costeras son el
destino más preciado y con diferencia: el sol,
el mar y las playas idílicas tienen un poder de
atracción nada despreciable. Según Gabor
Vereczi, responsable del desarrollo sostenible
dentro de la Organización Mundial del
Turismo (OMT): “El Mediterráneo es el primer
destino turístico en el mundo, muy por delante
de los demás, con cerca de 160 millones de
turistas en sus costas europeas en 2006”.
invertido masivamente en infraestructuras
pesadas destinadas a facilitar la vida de los
turistas (aeropuertos, carreteras y autopistas,
diques, urbanizaciones...). Aunque luego aparece la otra cara de la moneda, en particular,
para la población local. La estructura del
empleo cambia con el turismo. Las actividades
relacionadas con la industria, la agricultura y
la pesca tienden a desaparecer, mientras que
se van generalizando los empleos de temporada. Como consecuencia, con lo que ganan
los trabajadores no pueden hacer frente al
aumento del coste de la vida (en particular,
en el mercado inmobiliario) inducido por la
afluencia de una población acomodada.
Este último aspecto tiene además un impacto
sociocultural. Frente a la expansión de complejos hoteleros y de residencias secundarias a lo
largo del litoral, las poblaciones locales suelen
emigrar hacia el interior de las tierras. Muy a
menudo quienes han preferido quedarse, no
tienen más remedio que adaptarse a la
demanda turística: creación de comercios de
todo tipo, artesanía local que tiende hacia los
Arena dorada y sombrillas de paja en Bulgaria.
obstante, los expertos en estas cuestiones
coinciden al definir tres grandes categorías de
impactos: los impactos económicos, los
impactos socioculturales y los impactos
medioambientales.
Desde el punto de vista económico, es evidente
que la llegada de los turistas tiene efectos positivos para las administraciones locales. Esto
representa un aporte de divisas considerable
y por esa razón las autoridades a menudo han
estereotipos, etc. Así se va perdiendo la identidad cultural de la población, un fenómeno
agudizado por la desaparición de los empleos
tradicionales.
Y finalmente, desde el punto de vista medioambiental, las consecuencias de un turismo
costero mal gestionado son muchas:
- La urbanización a ultranza y la construcción
de vías de comunicación suplementarias ocasiona numerosos problemas para el medio
ambiente: desforestación y destrucción de
zonas naturales, destrucción de los hábitats
de la fauna, extracción de arena marina para
los materiales de construcción, etc., sin olvidar
el impacto visual, verdadera contaminación
paisajística.
- Las reservas de agua potable son cada vez más
limitadas, por el notable exceso de consumo
para satisfacer las necesidades de los turistas,
que utilizan cotidianamente hasta el triple de
agua dulce que la población local (piscinas,
riegos, higiene...). Además, se produce con
demasiada frecuencia el vertido de las aguas
residuales al mar sin ninguna forma de tratamiento.
- Lo que ocurre con el agua también ocurre con
las diversas fuentes de energía: el consumo de
electricidad y de combustibles fósiles por
parte de los turistas es muy elevado (aire
acondicionado y calefacción, transportes...),
lo que conlleva elevadas emisiones de gases
contaminantes. Además, los turistas producen
gran cantidad de basura, que las administraciones locales tienen que gestionar como
buenamente pueden.
- La erosión costera: los diques, los rompeolas
y otros espigones tienen un efecto positivo
al proteger las playas y los centros urbanos
del efecto de las olas, de la erosión y de las
posibles inundaciones. Pero muy a menudo,
el problema se traslada más allá de las zonas
urbanizadas, es decir, a sitios donde no existen
tales infraestructuras, erosionando poco a
poco dichas zonas.
…al turismo responsable
“Desde hace varios años, las autoridades
locales, nacionales e internacionales se han
sensibilizado ante el hecho de que el turismo,
si se desarrolla mal, puede minar su propio
desarrollo”, manifiesta Jean-Pierre Martinetti,
especialista del turismo sostenible y miembro
del Grupo para la Sostenibilidad del Turismo
creado por la Comisión Europea para reflexionar sobre la problemática del turismo
sostenible. Y continúa: “Cuando se habla de
turismo sostenible, siempre hay que tener en
cuenta esta ambivalencia: por un lado, el
turismo puede ser predador y destructor de
todo un medio, llegando incluso a autoinmolarse, ya que además de dañar el medio en el
que se integra, se destruye a sí mismo al
hacerse incontrolable. En ese sentido, nada
© WWF-Canon/Cat Holloway
GESTIÓN COSTERA
Los tres pilares del turismo
sostenible
E
conomía, sociedad y medio ambiente. Tres palabras
clave ineludibles cuando se habla de turismo sostenible. En efecto, se trata de generar prosperidad a
diferentes niveles de la sociedad, aunque preocupándose
por la rentabilidad de los diferentes sectores de la actividad
económica. Paralelamente, se deben respetar los derechos
humanos y la igualdad de oportunidades para todos, hay
que combatir la pobreza y reconocer las diferentes culturas.
Y finalmente, hay que preservar el medio ambiente en toda
su diversidad, en particular, los recursos no renovables y los
que son vitales para el hombre. Pierre Martinetti explica:
“Para conseguir el último objetivo que es la viabilidad de esos
tres pilares, hay que desarrollarlos de forma equilibrada. Muy
a menudo se han cometido errores porque se ha destacado
tan sólo uno de los tres pilares, en detrimento de los demás”.
Por lo tanto, el turismo tiene que desarrollarse siguiendo una
sabia combinación de estos tres elementos para conseguir
un futuro sostenible. De ser así, entonces el medio en el
que se desarrolla será respetado en toda su diversidad.
Vídeo submarino. Otro aliciente
para las costas exóticas.
tiene que ver con los principios de sostenibilidad. Dicho esto, por otro lado, puede ser
impulsor del desarrollo sostenible, si es fuente
de desarrollo económico, avances sociales,
intercambio entre los seres humanos, conocimiento y valorización de las culturas, y si es
respetuoso con el medio ambiente”.
Este Grupo para la Sostenibilidad del Turismo,
compuesto por expertos activos en todos los
sectores relacionados con el turismo y procedentes de todos los países de la Unión Europea,
empezó sus trabajos en enero de 2005. Dos
años más tarde, publicó su informe final (1),
sometido a una amplia consulta. Según JeanPierre Martinetti: “A medida que se realizaban
los trabajos, se fue desprendiendo una cultura
común de turismo sostenible, y eso a pesar de
los diferentes orígenes y sensibilidades. Los
retos aparecieron de forma evidente: reducción del carácter estacional de la demanda,
gestión del impacto del transporte turístico,
mejora de la calidad de los empleos turísticos,
mantenimiento y refuerzo de la prosperidad y
de la calidad de vida locales, racionalización y
minimización de los recursos y la producción
de basuras, observación y valorización del
patrimonio natural y cultural, acceso a las
vacaciones para todos y, en fin, la utilización
del turismo como palanca del desarrollo sostenible”.
El experto continúa: “El Grupo pretende
generar medidas prácticas y por eso emitimos
una serie de propuestas concretas que responden a estos desafíos y que están destinadas a los
diferentes actores de la industria del turismo: los
responsables públicos y privados en los lugares
de destino, las empresas turísticas y, por supuesto, los propios turistas y toda la influencia que se
pueda ejercer sobre ellos en materia de actitudes
y comportamientos sostenibles (educación, asociaciones de consumidores, ONGs, etc.)”.
Jean-Pierre Martinetti concluye: “Cada uno tiene que aportar su contribución por un turismo
más sostenible; todos ellos comparten esta
responsabilidad”.
Matthieu Lethé
(1) http://ec.europa.eu/enterprise/services/tourism/
tourism_sustainability_group.htm
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
31
© Jakub Kanta
CONTAMINACIÓN
En Filipinas, equipos de
la empresa Dekonta
(República Checa)
trabajan en soluciones
para el tratamiento
biológico de la
contaminación tras
la marea negra que
alcanzó las costas
vecinas del estrecho
de Guimaras en 2006.
El refuerzo marino
T
El océano está en baja
forma y a su sistema
inmunitario le cuesta
cada vez más hacer
frente a las amenazas.
La lucha contra la
contaminación, uno de
los principales males
que minan la salud
de nuestros mares,
se convierte en una
de las prioridades de la
investigación europea,
que encuentra a su
paso algunos aliados
excepcionales:
los propios organismos
marinos.
32
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
arde o temprano, la casi totalidad de
la contaminación terrestre acaba
yendo a parar a las profundidades
marinas. Aunque el océano posea
propiedades autodepuradoras, no va a poder
seguir absorbiendo este incesante aporte heteróclito provocado por la acción del hombre. Tal
y como explica Christophe Rousseau, director
adjunto de Cèdre (1): “La contaminación marina
es tan inmensa que no se puede contrarrestar
con medidas uniformes. En Cèdre nos ocupamos únicamente de las contaminaciones accidentales, causadas sobre todo por el transporte
marítimo. Esta problemática de por sí implica
una multitud de limitaciones técnicas. No obstante, el trabajo no es tan amplio como en el
caso de las contaminaciones crónicas causadas por las actividades terrestres del hombre.
Estas últimas son infinitamente más numerosas y heterogéneas que las causadas por los
buques”. De esta breve exposición de los
hechos se puede concluir que cada tipo de
contaminación tiene su propia solución y que
cada fuente de contaminación precisa de una
acción específica. Estamos así ante una multitud
de temas de investigación para los que en algunos casos, afortunadamente, se cuenta con la
ayuda de la naturaleza.
Desde los “mejillones centinelas”...
Una jaula, algunos mejillones, un sistema de
fondeo… ¡y nada más! En esto consiste una
estación de vigilancia de la contaminación de
las aguas costeras. Las soluciones más simples
a veces son las más eficaces y los creadores del
proyecto MYTILOS, lanzado en 2004, lo aplicaron
bien al elegir el control biológico activo para
la elaboración de una red de control de contaminantes químicos. Este proyecto cuenta
con un presupuesto de más de 1,5 millones de
euros, 800.000 de los cuales fueron obtenidos
a través del programa Interreg III B Medocc,
financiado por el FEDER (2). El objetivo de
MYTILOS es precisamente aprovechar el control biológico activo, una técnica simple y
poco costosa, para vigilar la contaminación en
el Mediterráneo Occidental. “Teníamos un
gran déficit de información homogénea sobre
el estado de contaminación de este mar frágil,
cuyas aguas se renuevan de forma muy limitada por su estructura semicerrada”, explica
Charlotte Blottière, coordinadora del proyecto
en Toulon Var Technologies, la estructura de
animación de la red MYTILOS, bajo coordinación científica del IFREMER. “Es cierto que los
Estados responsables realizaban un control
periódico de las aguas, pero cada uno aplicaba
CONTAMINACIÓN
© IFREMER/Olivier Barbaroux
© IEO & IFREMER
© Cèdre
Vigilancia del
El control biológico realizado por los
fitoplancton tóxico en el investigadores de proyecto MYTILOS.
laboratorio del Centro
IFREMER de Nantes.
su propia metodología de vigilancia, definida a
nivel nacional, lo que hacía imposible la comparación de los resultados a nivel transregional”.
El control biológico consiste en utilizar organismos vivos, en este caso mejillones, para
evaluar el nivel de contaminación química de un
medio natural. Los mejillones han sido elegidos
como elementos de referencia, puesto que
filtran constantemente el agua del mar buscando el plancton del que se alimentan. Su
fisiología hace de ellos perfectos “bioacumuladores” al concentrar las diferentes sustancias
presentes en los océanos. En definitiva, son
magníficas herramientas de medición de la
contaminación química. “La utilización de los
mejillones como sensores biológicos de la
contaminación fue sugerida ya en los años
setenta, pero las primeras pruebas utilizaban
especies directamente extraídas del medio
natural. Al hacerlo así, se planteaban numerosos
problemas, como la evaluación de la contaminación de origen, la comparación de los
resultados obtenidos a partir de diferentes especies o incluso la disponibilidad de mejillones en
partes del litoral en los que no había”, explica
Charlotte Blottière. “Para subsanar estas dificultades, MYTILOS promueve el control biológico
activo. Tras realizar una localización con un
sistema GPS, los expertos instalan las estaciones
artificiales de mejillones mediante un sistema
de cestas y de fondeo, denominado caging.
Todos los especimenes son de la misma especie
(Mytilus galloprovincialis) y provienen del
mismo lote de referencia, lo que permite evaluar
precisamente la contaminación de origen”. A
finales de junio de 2007, los iniciadores de la
red MYTILOS presentaron una primera imagen
del nivel de contaminación de la cuenca mediterránea occidental. Aunque los resultados no
divergen en lo fundamental de los obtenidos
anteriormente por los estudios nacionales,
este dispositivo es el punto de partida de una
© Cèdre
Contaminación debida a los petroleros Prestige en Galicia
(España), en 2002, y Erika (a la derecha) en Francia, en 1999.
colaboración y uniformización de los métodos
de vigilancia de contaminación a nivel transregional. Mytimed, un proyecto del mismo tipo,
se lanzó en 2006 con vistas a ampliar la red
existente hacia la parte oriental de la cuenca.
... hasta las bacterias
“devoradoras de petróleo”
La contaminación marina se asocia a menudo
con las mareas negras. Pero aunque el vertido
de hidrocarburos constituya un grave peligro
para el medio ambiente, estos contaminantes
tienen la ventaja de ser biodegradables, ya
que algunas cepas de bacterias, naturalmente
presentes en el entorno marino, utilizan el
petróleo como fuente de carbono y, por lo
tanto, de energía. Un proceso más o menos
rápido según el tipo de hidrocarburo, de
bacteria o de ecosistema. No obstante, las
comunidades que dependen del mar no se
pueden quedar de brazos cruzados esperando
a que la naturaleza actúe. Por lo tanto, a veces
es necesaria una “pequeña ayuda” para acelerar
la biodegradación. “Estos organismos existen en
la naturaleza, en la mayoría de los medios
naturales contaminados por hidrocarburos.
Por ejemplo, al optimizar la temperatura, la
concentración de oxígeno o el contenido de
nutrientes, podemos crear condiciones ideales
para la proliferación de las bacterias, acelerando así la biodegradación”, precisa Petra
Zackova, del laboratorio del departamento de
Tratamiento biológico de la contaminación y
Medio Ambiente dentro de Dekonta, una empresa checa especializada en la prevención y en la
reabsorción de la contaminación. Esta experta
fue enviada a Filipinas por el Mecanismo comunitario de protección civil para aconsejar a las
autoridades locales sobre las diferentes opciones de tratamiento biológico de la contaminación causada por la marea negra que degrada
las costas vecinas del estrecho de Guimaras
desde agosto de 2006. Esta región, que cuenta
con muchas zonas de manglares y arrecifes de
coral, encierra una biodiversidad única en el
mundo y permite la subsistencia de toda una
comunidad de pescadores artesanales.
“En un primer momento, recogimos muestras
de suelo y de agua en diferentes sitios con
vistas a confirmar la existencia de bacterias
autóctonas y a determinar su potencial de
degradación del petróleo. Los resultados de
las pruebas de laboratorio revelaron que, al
añadir los catalizadores apropiados, se podía
utilizar la microflora local. Por ejemplo, en un
mes, las bacterias acuáticas estimuladas habían
degradado alrededor del 90% de los hidrocarburos”, prosigue Petra Zackova. “Ahora estamos
trabajando para aislar estas cepas bacterianas,
a fin de garantizar que su utilización no conlleve ningún riesgo para el medio ambiente. En
efecto, algunos de esos organismos podrían
liberar toxinas perjudiciales para todo el ecosistema tratado”. Los tratamientos biológicos de la
contaminación no son una solución milagrosa,
puesto que su utilización sólo se contempla
como complemento de los métodos mecánicos
y químicos existentes para combatir las mareas
negras, pero permite recordar el increíble potencial de los océanos, del que sólo se ha censado
hasta la fecha el 1% de su biodiversidad.
Julie Van Rossom
(1) Centro de Documentación, Investigación y
Experimentación de Contaminación Accidental de las
Aguas, un organismo francés de referencia mundial.
(2) Interreg III B Mediterráneo Occidental (Medocc) es un
programa de promoción para la cooperación
transfronteriza europea apoyado por el Fondo Europeo
de Desarrollo Regional.
MYTILOS
mytilos.tvt.fr/
Dekonta
www.dekonta.com
Mecanismo comunitario de protección civil
ec.europa.eu/environment/civil/
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
33
© Shutterstock
© ESPO
© ESPO
Espacio marítimo
Cada año, se embarcan o desembarcan dos
mil millones de toneladas de mercancías en los
puertos de la Unión Europea. En ellos se realizan,
además de la gestión de los contenedores,
actividades de pesca, servicios relacionados con el
mar y, a veces, construcción naval. Su importancia
estratégica, cada vez mayor, hace que se esté
produciendo una saturación y se esté generando
una competencia cada vez más encarnizada entre
ellos. El refuerzo de los puertos intermedios podría
desbloquear la situación, ofreciendo lugares ideales
para las conexiones del transporte intermodal.
La combinación de los modos de transporte
conlleva numerosas opciones, tanto económicas
como ecológicas. El transporte marítimo, cinco veces
más barato que el de carretera, representa en
la actualidad hasta un 90 % del comercio exterior
de la Unión Europea y más de un 40 % de sus
intercambios internos, y además, genera unos
3 millones de empleos en Europa.
34
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
TRANSPORTES
¡Avante toda! La investigación,
motor de avance para la
© CESA
construcción naval
E
Prueba del ferry Berlioz. Astilleros del Atlántico (Francia).
Con un rendimiento estándar en Europa de
13 mil millones de Euros en 2006, la construcción
naval es un sector estratégico. Desde que Japón
y Corea del Sur se apropiaron del mercado de los
buques simples, producidos en serie, Europa
mantiene su ventaja en la fabricación puntera
y la innovación. Pero los dos países asiáticos, con
China pisándoles los talones, han emprendido la
construcción de buques para cruceros, que hasta
ahora se consideraba casi un monopolio europeo
y la base de la actividad del viejo continente en este
sector. Frente a la amenaza, Europa afila sus armas
con la creación de la plataforma WATERBORNE
TP – Technology Platform, que reúne a todos los
representantes del transporte marítimo con el fin
de remodelar el proceso de decisión estratégica de
la investigación en este sector y garantizar una
competitividad duradera, con vistas al año 2020.
l astillero de Saint Nazaire (Francia)
es inmenso, más grande que quince
campos de fútbol. A lo largo de los
diques secos (dedicados a la construcción), las grúas alineadas y el elevador de
70 metros de alto apuntan hacia la parte superior de los hangares, las cadenas de corte de
acero, los talleres de ensamblaje. Los soldadores se afanan en su trabajo, algunos descansan
fumando un cigarro bajo su casco. En lo alto,
tres hombres suspendidos en sus arneses
finalizan la pintura del casco.
7.300 personas trabajan en las 108 hectáreas
de uno de los astilleros más antiguos de
Europa, a orillas del río Loira. Allí se mezclan
expertos en motorización, fabricantes de equipamiento para puentes, técnicos electrónicos,
arquitectos de interior, y otros tantos especialistas. Cada uno viene a equipar el esqueleto
de acero de Poesia, futura “ciudad-balneario”
flotante, con 325 m de largo, y capacidad para
acoger hasta 6.400 pasajeros... un verdadero
ejemplo de las tecnologías integradas. Todo el
proceso sigue un minucioso y exacto calendario de intervenciones de los subcontratistas
y que ha sido establecido por Aker Yards, grupo
internacional propietario desde 2006
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
35
TRANSPORTES
de los antiguos Astilleros del Atlántico
y de otros 17 astilleros por todo el mundo.
Las reglas del juego
Esta agrupación de astilleros ilustra la intensa
competencia que rige este mercado. Tras la
Segunda Guerra Mundial, Corea del Sur y
Japón constituyeron su estructura industrial
invirtiendo en la construcción naval, una actividad que genera un gran número de puestos
de trabajo y que fomenta la innovación tecnológica y la entrada de divisas extranjeras. Pero
el exceso de inversiones gubernamentales de
forma masiva alteró el tablero comercial internacional. En 1999, Corea del Sur, tras haber
multiplicado su capacidad de producción sin
tomar en cuenta la evolución de la demanda,
se puso a la cabeza del mercado mundial.
La industria naval europea encajó el golpe de
estas políticas de lleno, perdiendo el 75 % de
los puestos de trabajo en sus astilleros en las
tres últimas décadas. Pero gracias a su historia
marítima única (que va desde las rutas de la
expansión comercial hasta la conquista geográfica), Europa no se ha ido a pique y ha
mantenido su ventaja en la construcción de
los buques complejos. Mientras la producción
en serie de los petroleros simples se implanta
en Asia, la mano de obra europea se especializa
en la construcción y la integración de equipos
sofisticados.
Esta red de subcontratistas especializados ha
ofrecido desde entonces una gran reactividad
a la demanda y tecnologías punteras. Más de
9.000 productores externos (PYMEs en su
mayoría) generan en el viejo continente alrededor del 70 % de la producción total. Gracias
a ellos, Europa conserva hoy en día los
nichos del mercado de los buques con alto
valor añadido, tales como las plataformas
petrolíferas offshore, los buques de transporte
de gas y de productos químicos, los buques de
dragado, los megayates y sobre todo el mercado
del crucero, del que tiene prácticamente el
monopolio.
Alta tecnología en el mar
Aunque sea difícil de creer, estos buques de
turismo encierran tras sus tabiques verdaderos
laberintos de circuitos y sistemas. Basándose en
las normas actuales de comodidad, seguridad y
ecología, los buques se equipan con instalaciones de aire acondicionado (uno de los mayores
36
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
epígrafes del presupuesto), distribución del
agua, almacenamiento de los alimentos, electricidad, sistemas de socorro, gestión informatizada incorporada, además de un dispositivo
de tratamiento de aguas residuales, un incinerador y un compactador de basuras para no
tener que arrojar nada al mar.
Es muy raro que salgan dos buques idénticos
de un mismo astillero. Teniendo en cuenta que
los plazos para su producción y renovación
son bastante grandes (tres años de construcción para una duración de vida de 30 años),
estos gigantes de los mares integran aplicaciones tecnológicas propias, desarrolladas caso
por caso. La adaptación a los criterios de la
demanda conlleva una innovación constante,
muy característica del sector. Y tan sólo un
tejido industrial riguroso, fiable y con experiencia puede responder a las expectativas de
los armadores, quienes insisten en que no
haya retrasos en la entrega ni errores financieros. Se debe al hecho de que los presupuestos comprometidos obligan a anticipar
la explotación del buque aunque esté aún
desmontado en el astillero.
La versatilidad industrial europea ofrece en este
caso una ventaja innegable. Si bien es verdad
que Asia contrata los servicios de ingenieros
extranjeros, aún no ha conseguido destronar
al viejo continente en la construcción de los
buques complejos... ¿Pero por cuánto tiempo
más se mantendrá esta situación? Corea y
Japón tienen las miras puestas en los buques
para cruceros desde hace unos quince años.
Inquietos por la reciente entrada de China en
el mercado de la construcción naval, los dos
países confirman actualmente sus ambiciones.
Según los industriales europeos, habrá que
esperar al menos diez años para conseguir un
producto acabado. [NDLR: los astilleros surcoreanos STX Shipbuilding han adquirido el
39,2 % de Aker Yards].
La investigación en el centro de la batalla
Pascal Monard, responsable del servicio de
investigación y desarrollo de Aker Yards en
Saint-Nazaire, advierte: “Con este desfase,
Europa no puede dormirse en los laureles.
China pretende acabar su primer buque de
aquí a 2012-2015. A partir de 2003, en el lanzamiento de la experiencia Leadership
2015 (1), Europa se concienció de que tenía
que defender su posición en el mercado”.
Como prolongación directa, desde 2003, el
proyecto INTERSHIP (2) desarrolla herramientas,
métodos de concepción y de producción para
seguir a la cabeza en los aspectos relativos al
medio ambiente y la seguridad, así como para
mejorar la rentabilidad y optimizar el ciclo de
vida de los buques. Pascal Monard explica:
“En Saint-Nazaire, el proyecto INTERSHIP nos
ha permitido cooperar con otros astilleros
europeos, por ejemplo, sobre la fusión de las
redes informáticas (la aplicación de la informática móvil en los astilleros y a bordo de los
buques). Concretamente, se trata de simplificar todos los datos integrando los sistemas
digitales y analógicos. En la actualidad, ya se
han fusionado 15 aplicaciones de a bordo”.
Una gran parte de la comunidad (7 astilleros,
fabricantes de equipo, empresas de clasificación y otras industrias) se beneficia de los avances de la investigación gracias a INTERSHIP, que
inició una colaboración horizontal y vertical con
éxito y que, en octubre de 2007, logró su objetivo de competitividad. “A pesar de la fuerte
competencia existente en nuestro sector, la
colaboración ha sido un éxito puesto que se
ha tratado el desarrollo de procedimientos,
más fácil de compartir que la innovación aplicada”, continúa Pascal Monard. “Se ha creado
una red de intercambios y enlaces impensable
hace algunos años. Nuestra participación en
otros proyectos, como Flagship (2007-2011)
(para realizar un sistema de a bordo para la
ayuda a la toma de decisiones, al pilotaje y
mejora de la seguridad) se realizó en el ámbito
de las relaciones establecidas en INTERSHIP”. Y
finalmente, de cara al futuro, manifiesta:
“Además, INTERSHIP ha permitido definir las
bases de la cooperación a partir de 2008”.
Reaccionar enérgicamente
Esta nueva colaboración constituye un gran
avance. Pero para seguir en buena posición en
la carrera mundial, Europa debe mirar más allá.
Desde 2005, la Plataforma Tecnológica
WATERBORNE TP inaugura un foro que reúne
a las asociaciones europeas de las empresas
de cada sector implicado (los armadores, los
reparadores, los fabricantes de equipo) con los
representantes políticos, los centros de investigación, las universidades y los sindicatos. Paris
Sansouglou, Secretario de la Plataforma y del
CESA (3) que la coordina, describe los objetivos
buscados: “La Plataforma emprende una refle-
TRANSPORTES
tas”. Paris Sansouglou opina lo mismo: “La
reflexión a largo plazo constituye un problema general para las empresas. Pero al repartirla entre varios participantes, por un lado, se
obtienen mejores resultados y por otro, se disminuyen los costos de cada uno”.
No tienen otro remedio, puesto que la innovación constituye el fundamento de la competitividad duradera en la construcción de
los buques para cruceros, el cimiento de la
construcción naval europea.
Delphine d’Hoop
Astillero
de Setúbal (Portugal).
(1) Reunión de personas emblemáticas, expertos de todos
los campos del sector en Europa.
(2) Concepción y producción colaborativa e integrada de
los buques para cruceros, paquebotes y RO-Pax
(buques de pasaje y transporte de cargas rodadas).
(3) Comunidad Europea de Asociaciones de Astilleros.
www.cesa.eu
www.intership-ip.com/
www.flagship.be/
www.waterborne-tp.org/
© CESA
xión fundamental para establecer y coordinar
la estrategia de I+D europea. Implica a sus
participantes desde la definición estratégica
hasta los proyectos de investigación resultantes. Esto permite garantizar que se acepte la
estrategia europea y que todos sus representantes la apoyen. Y, frente a los desafíos del
mercado, fija objetivos que ponen a prueba
las innovaciones en la industria. Por ejemplo,
se sabe que el objetivo de ‘emisión cero’ es
irrealizable: ¡los pasajeros tendrían que dejar
de respirar! Pero no por eso dejamos de tender hacia este objetivo”.
“Los participantes describen esta nueva estrategia en tres documentos. El primero es la
Visión a medio y largo plazo, denominada
“Vision 2020”, que define tres pilares: transporte marítimo seguro, sostenible y eficaz; industria
marina europea competitiva; y gestión del crecimiento de los volúmenes de transporte así
como de los cambios en las tendencias comerciales”, completa Paris Sansouglou. “A partir de
ahí, los representantes de la Plataforma evalúan los desafíos de la industria y formulan las
acciones necesarias para lograr los objetivos
resultantes en la Agenda Estratégica de
Investigación Marítima (WSRA, por sus siglas
en inglés), que delimita las etapas a seguir
hasta el año 2020. Y finalmente, tiene que
establecerse un plan de puesta en marcha, el
WSRA Implementation Plan, a partir de dicha
Agenda. Igualmente, se definirán los proyectos y los miembros que participarán en el mismo”. Y añade: “Este plan de aplicación
práctica incluye la recogida de fondos para los
proyectos ‘más delicados y políticos’, ya que
afectan a las especificidades comerciales de
cada interviniente, en este sector en el que
todo está interconectado a través de la subcontratación”. WATERBORNE TP, con estas
medidas, pretende influenciar la política de
investigación en los ámbitos europeo, regional,
nacional y privado.
Además de las especificidades de cada uno,
otra dificultad aparece en lo que se refiere a
los plazos. La cooperación del sector privado
en la investigación a largo plazo no siempre se
asume como algo lógico. En Aker Yards, Pascal
Monard confirma: “La dificultad radica en la
sincronización entre los imperativos económicos, de aplicación a medio plazo, y los determinados por la lógica de la investigación, a largo
plazo, generalmente sin aplicaciones inmedia-
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
37
TRANSPORTES
Los puertos en “P
punto muerto
© Shutterstock
¿Hay que demostrar el papel esencial desempeñado
históricamente por los puertos en la economía?
Sin embargo, el volumen de mercancías no ha
dejado de aumentar con la globalización,
causando problemas logísticos. La investigación
mira con buenos ojos la solución de los puertos
intermedios, pero las ideas no superan la fase de
prototipo. ¿Por qué la investigación y la sociedad
no acaban de comprenderse? CAPOEIRA (1)
pretende estudiar con detenimiento las experiencias
pasadas para reducir los riesgos futuros.
Pero el tiempo apremia y la situación, ya de
por sí crítica, podría empeorar.
38
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
uerto” viene del latín “portus”
y del griego “poros”: el pasaje.
Desde Alejandría, o incluso
con los fenicios, los puertos
florecieron siguiendo así la estela de la expansión del comercio. Y de “pasaje”, “puerto” se convirtió en derivado del verbo “portar” y tomó el
sentido de la carga máxima de embarque. Hoy
en día, la semántica no ha cambiado: 6 mil
millones de toneladas de materias primas (en
bruto) o de productos diversos recorrieron los
mares en 2005, representando el 90% del
transporte mundial de mercancías.
Centros estratégicos del transporte
Una característica fundamental del transporte
marítimo y de su creciente demanda radica en
la mayor internacionalización de las prácticas
económicas. Desde finales de los años cincuenta, la invención de los contenedores ha
facilitado el trasbordo entre diferentes modos
de transporte. Una vez llegados a puerto, se
descargan los contenedores en el muelle
mediante elevadores, transportándose luego
la mayoría de las veces por carretera o por
tren. Sus dimensiones estándares y su sistema
de fijación única hacen que sean “la unidad de
referencia del transporte intermodal”.
Las limitaciones geográficas no constituyen la
única razón por la que se utilizan sucesivamente
varios modos de transporte. Por ejemplo, el
menor coste de los desplazamientos marítimos
llevó a los especialistas del sector a contemplar
seriamente estas soluciones. En consecuencia,
los puertos se han adaptado y algunos se han
convertido en “hubs”: plataformas que centralizan y distribuyen los contenedores a escala de
un país, incluso de un continente.
El problema actual de la densidad de tráfico
por carretera favorece también el transporte
TRANSPORTES
Nudo de tope
Los puertos intermedios, mayoritarios en
Europa, podrían resultar sumamente útiles
para llevar las mercancías al interior con un
menor impacto ecológico. Pero ¿cómo se puede convencer a los armadores de los beneficios
que ello supone? ¿Cómo se pueden transportar contenedores en muelles de 30 metros de
ancho, cuando se genera en ellos un flujo
denso y continuo de unos 200 vehículos?
Para esta pregunta, el proyecto ASAPP –
Automated Shuttle for Augmented Port
Performance – ha encontrado una respuesta,
basándose en un concepto de la empresa
Reggiane (Italia): un sistema de descarga de
los contenedores en altitud, en una plataforma
intermedia, que duplica el espacio explotable.
De esta manera los contenedores son transportados por una lanzadera automática, cuyo rendimiento se asimila al de los vehículos pesados
utilizados actualmente. Según sus diseñadores, este sistema optimiza el empleo de los
elevadores de carga (al procesar 200 contenedores/hora) y permite rentabilizar rápidamente las inversiones. La idea y el prototipo
habrían podido seducir a los operadores y a
los armadores, pero, desde 2001, fecha de finalización del proyecto, ninguna nueva plataforma
En 2005, Rótterdam, número uno de los puertos
europeos, procesó 9,3 millones de contenedores y
un volumen de flete de 396 millones de toneladas.
No obstante, el esplendor de los puertos del Norte
de Europa empieza a verse eclipsado por el avance
de los del Sur. Valencia, Algeciras y Barcelona
forman parte de la lista de los 10 puertos de
contenedores más activos por sus intercambios
con el Extremo Oriente.
ni lanzadera inspirada en el proyecto ASAPP ha
aparecido en las costas europeas (2)…
Análisis de aguas turbias…
Para comprender el destino de las investigaciones llevadas a cabo sobre las terminales
(entre ellas ASAPP), el proyecto CAPOEIRA
utiliza un cuadro de lectura que toma en
cuenta las estrategias de todos los participantes: desde el concepto, pasando por la propuesta, la constitución del consorcio, la vida
del proyecto, hasta sus resultados.
Jean-Louis Deyris, antiguo operador de terminal
terrestre y uno de los coordinadores del proyecto ASAPP, nos explica dónde se detuvo este
último: “Efectivamente, las investigaciones
llegaron al concepto de la terminal y al desarrollo de una lanzadera. Su prototipo, construido en
Trieste (Italia), incluso estuvo seguido por un
segundo – ASAPP 1 – capaz de transportar tres
contenedores al mismo tiempo. Pero todo eso
quedó en agua de borrajas”.
CAPOEIRA, proyecto financiado íntegramente
por la Comisión (con 500.000 €), lleva a cabo
un enfoque de evaluación hasta 2008. Antes
de construir el futuro, hace falta una primera
fase, en la cual se estudien los antiguos proyectos, para esclarecer el porqué de su fracaso. Según Jean-Louis Deyris, igualmente
implicado en CAPOEIRA, en el que trata las
cuestiones metodológicas: “Los obstáculos
observados constituyen una problemática
compleja y van más allá de la cuestión de los
costes. Utilizamos un enfoque sistémico transversal para averiguar los criterios de éxito o de
fracaso. Este trabajo igualmente empírico saca
a la luz factores muy diversos y toma en cuenta las necesidades de los intervinientes (armadores, operadores de los puertos) o la forma de
organizar la investigación dentro de la Comisión
Europea. Asimismo, el mercado ha evolucionado, pasando de una situación en la que la oferta de los industriales se imponía a los
operadores, a un sistema en el cual la demanda
de los participantes se toma en cuenta”.
…y del caso de los puertos
Además, la incapacidad de los participantes
de unirse y colaborar ha aparecido como una
de las iniciativas. “Cada puerto está en
La vida de los puertos a nivel estadístico
L
os puertos son puntos centrales de distribución de mercancías hacia las redes interiores:
en caso de incidente, las repercusiones afectan a toda la cadena de suministro. Eso
muestra su importancia, puesto que 3.500 millones de toneladas transitan cada año en
más de 1.200 puertos europeos, es decir, respectivamente, un 90 % y un 43 % del comercio
exterior e interior del continente. Si se pusieran en fila india, estos contenedores medirían la
mitad de la circunferencia terrestre.
Los puertos de la Unión, centros llenos de vida, embarcaron y desembarcaron en 2005 a más
de 500 millones de pasajeros, casi cerca de dos de cada tres europeos, según el informe anual
2006-2007 de la ESPO (3). El sector emplea a 350.000 personas, teniendo en cuenta los servicios
directamente relacionados con las actividades portuarias.
Y finalmente, como entorno costero, un puerto europeo medio alberga a 250 especies de
animales marinos, 70 de aves y 60 tipos de plantas.
© ESPO
intermodal. Por lo tanto, los cargueros sacarían
partido poniendo rumbo a los puertos intermedios, situados dentro de las ciudades. Una
ventaja que sin embargo hace que su posición
en el mercado sea más difícil, puesto que no
tienen suficiente espacio y no pueden absorber
la actividad necesaria para construir infraestructuras y aumentar la velocidad de transferencia
de las mercancías. No obstante, este rendimiento es un factor determinante para competir
con el transporte por carretera.
research*eu SPÉCIAL MER I DÉCEMBRE 2007
39
TRANSPORTES
Se acerca la tormenta
Efectivamente, Europa está a la zaga. Sus
mayores puertos no se han podido ampliar lo
bastante rápidamente como para absorber las
exportaciones exponenciales de Asia. En concreto, Rotterdam no ha podido ampliarse por
litigios medioambientales. Esto conlleva una
densidad de tráfico caótica, retrasos en las
entregas, incluso el desvío de los buques, por
falta de espacios de amarre suficientes, y suscita dudas entre los puertos asociados. En el
primer trimestre de 2007, el 73 % de los contenedores fueron descargados con retraso debido a esta razón. Y según la Organización de
Puertos Marítimos Europeos (ESPO, por sus
siglas en inglés) (3), el transporte marítimo se
multiplicará entre 2006 y 2015.
Como conclusión temporal, Deyris precisa:
“Hay que hacer cambios radicales aunque
sean difíciles de aceptar, como la construcción
de puertos en alta mar y la nueva logística de
distribución que seguirá. Pero ni la investigación, ni el mercado están actualmente lo bastan-
Los puertos, vías de acceso
a las “autopistas” del mar
C
Cada año, los atascos bloquean el 10% de la red viaria europea y causan la pérdida del 0,5 %
del PIB. Tan sólo en la UE de los 15, se prevé que el transporte de flete aumente en un 70 %
de aquí a 2010. La carretera, con sus gastos de infraestructura, su impacto paisajístico y su
contribución de un 90 % en las emisiones de CO2 del sector del transporte total, ha superado su
punto de saturación, paralizando la buena marcha del transporte, que habría que reorganizar
urgentemente.
Este es objeto del proyecto AUTOPISTAS DEL MAR de la DG de Energía y Transporte, centrado en el
transporte marítimo de corta distancia. Este modo de transporte es más seguro, fluido y económico en
términos de consumo de carburante. Además, está en pleno auge (más del 25% entre 1995 y 2002)
y es más competitivo en tiempo y costes que la mayoría de los itinerarios por carretera, sobre todo
de cara a los obstáculos naturales, como las cadenas montañosas. Los frutos y hortalizas que salen
cada año de España a bordo de 60.000 camiones para alimentar Irlanda e Inglaterra reducirían su
trayecto entre 600 y 1.200 km si su itinerario pasara por el mar.
Pero estos productos perecederos no pueden esperar ni un día en el muelle. El transporte marítimo
tiene que poder intensificar sus servicios para absorber el flujo constante de mercancías llegadas
por carretera, tren o por vía fluvial. El desarrollo de la navegación (el 30% de los presupuestos de investigación del sector marítimo en el 6PM) se inscribe dentro de una perspectiva más amplia, que toma
en cuenta todas las modalidades de transporte y sus articulaciones.
Este enfoque multimodal (intermodal cuando se habla de contenedores) es una de las claves de la
política de la UE. Exige que se vuelva a pensar toda la gestión del transporte, que se aumente por
supuesto la frecuencia de los servicios marítimos, pero también que se definan verdaderas cadenas
logísticas que concentren los flujos de todas las modalidades de transporte, siendo cada una como
un eslabón de la cadena, hacia un número limitado de puertos rigurosamente seleccionados que
unan las autopistas del mar. Ya se han designado cuatro corredores principales: en el Mar Báltico,
en Europa Occidental, en el Sudeste de Europa y en el Suroeste de Europa.
40
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
te maduros como para entrever estos horizontes.
Dicho esto, desde hace poco, parece que la tendencia se va invirtiendo: algunos grandes puertos manifiestan un deseo de participar en los
proyectos en curso o futuros”.
DDH
(1) Coordinated Action of Ports for integration Of Efficient
Innovations and development of adequate Research,
development and innovation Activities.
(2) No obstante, próximamente se realizarán pruebas en
un gran puerto europeo.
(3) Organización de Puertos Marítimos Europeos.
www.capoeiraproject.com
ec.europa.eu/transport/white_paper/
La actividad de los puertos se contabiliza
en millones de EVP. Como ejemplo, Rotterdam
(Países Bajos) obtiene una cota de 9,3, Amberes
(Bélgica) de 6,5 y Algeciras (España) de 3,2. EVP
significa “Equivalente a Veinte Pies” y es una unidad
de referencia utilizada para medir el transporte por
contenedores, que generalmente tienen esta
longitud (es decir, poco más de seis metros).
© ESPO
© ESPO
competencia con los otros para adquirir
y conservar su propio tráfico. Si bien algunos
proyectos excepcionales reúnen a siete u ocho
socios, lo que ocurre generalmente es que cada
uno conserva sus propios conocimientos.
Algunos disponen incluso de su propia ingeniería. Y no obstante, en otros sectores donde
existe una fuerte competencia, como la aeronáutica o el automóvil, la investigación se realiza de
forma concertada entre varios participantes y la
competencia se limita a las aplicaciones específicas de cada uno”, prosigue Deyris. Además, hay
que lamentar la falta de concertación de los interlocutores sociales en algunos países.
La etapa de análisis de los proyectos pasados
concluyó con recomendaciones que fueron
presentadas en París el 19 de octubre. “Toda la
comunidad esperaba con impaciencia los
resultados, puesto que antes de construir
escenarios predictivos, nos habíamos tomado
el tiempo necesario para el análisis”. Todo ello
a pesar de la enorme urgencia del desarrollo
de los puertos europeos.
NAVEGACIÓN
Una torre de control
del tráfico marítimo
Según la ESPO (1), más de tres mil millones
y medio de toneladas de mercancías transitan
cada año en los 1.200 puertos de mar distribuidos
por las costas europeas. Unos 20.000 buques surcan
nuestro litoral permanentemente: un verdadero
rompecabezas logístico para los controladores
marítimos, puesto que este intenso tráfico genera
una avalancha de información entre los propios
navíos, pero también con las autoridades costeras.
Desde noviembre de 2004, el programa de
investigación MARNIS (Maritime Navigation and
Information Services) pretende racionalizar
y organizar estos flujos de información,
para limitar los riesgos de accidente.
H
erald of Free Enterprise, Erika,
Prestige… recordamos estos nombres y las pérdidas humanas, las
rocas llenas de petróleo, las aves
impregnadas de alquitrán. ¡Nunca más! Y aún
así, con demasiada frecuencia, siguen ocurriendo accidentes en el mar, con o sin catástrofe
medioambiental, con o sin drama humano. Los
pescadores están especialmente expuestos a los
riesgos: el índice de mortalidad de la profesión
llega a proporciones inquietantes, del orden
de 2 por cada 1.000, mientras que en otros
sectores de actividad de riesgo, como la construcción o la explotación minera, “tan sólo” se
eleva al 0,3 por cada 1.000. Ahora bien, muy
a menudo, estos accidentes se deben a la falta
de comunicación entre los buques.
La generalización de los dispositivos AIS
Para remediar este problema, la Comisión
Europea pretende ampliar la obligación de llevar
aparatos AIS (Automatic Identification System) a
todos los buques y barcos de pesca de más de
15 metros, mientras que, según las prescripciones de la Organización Marítima Internacional,
tan sólo son obligatorios en los barcos de
pasajeros y en los barcos de mercancías que
tengan un volumen de carga de más de 300 grt
(300 Gross Registered Tonnage, o toneladas de
registro bruto); es decir, 849m3. Pero, ¿qué es
el AIS?
Este sistema de identificación es un aparato de
intercambio automatizado de mensajes que
utiliza ondas de radio de muy alta frecuencia
(VHF). El AIS, conectado a los demás dispositivos de navegación del navío (indicadores de
posición, de velocidad, de cambio de rumbo,
etc.), envía automáticamente, a intervalos periódicos, una serie de información que permite que
tanto los otros navíos como los sistemas de
vigilancia situados en las costas lo localicen de
forma precisa. Asimismo, proporciona infor-
mación complementaria sobre su carga, sus
dimensiones, su destino, etc. Al mismo tiempo, el AIS integra la misma información proveniente de los navíos que pasan cerca.
Gabriele Mocci, responsable de los estudios
sobre telecomunicaciones marítimas de alta
velocidad, en el centro Telespazio (Italia) afirma:
“Este sistema permite claramente aumentar la
seguridad en el mar pero para aumentar la eficacia del mismo, haría falta que el sistema fuera
ampliado a escala mundial, en todos los barcos”. La Comisión pretende precisamente esta
generalización, al menos a nivel europeo.
MARNIS por una gestión integrada
Como Cas Willems, coordinador del proyecto,
explica, “Paralelamente, gracias al proyecto de
investigación MARNIS, la Comisión pretende
desarrollar mejor las potencialidades del AIS”.
MARNIS, lanzado en noviembre de 2004 en
cooperación con más de 40 socios (entre ellos
Telespazio), en 13 países europeos, se ha fijado
como ambicioso objetivo el de mejorar la
seguridad global en las aguas europeas. “Para
conseguirlo, los sistemas de telecomunicación
desempeñan un papel preponderante”, destaca
el coordinador de MARNIS: “En particular,
intentamos combinar lo mejor posible la información proporcionada por el AIS con una
serie de datos como las imágenes de satélite,
las indicaciones enviadas por los sistemas
LRIT (Long Range Identification and Tracking
Systems), las herramientas de localización
como GPS y Galileo, o los sistemas de visualización cartográfica. Con la integración de
todos estos datos y su representación gráfica
en una interfaz única, el tráfico marítimo
podría gestionarse a través de un único centro
de operaciones, una especie de torre de control
única, como se hace en la aviación”.
Matthieu Lethé
(1) Organización de Puertos Marítimos Europeos (ESPO son las
siglas de European Sea Port Organization).
www.marnis.org
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
41
INVESTIGACIÓN OCEANOGRÁFICA
RESULTADO OBTENIDO:
SOBRESALIENTE
En junio de 2007, la conferencia EurOcean (1) reunió a las figuras más emblemáticas de la investigación marítima europea en torno a la cuestión del papel
de las ciencias y de las tecnologías marinas en Europa. Se trataba de un
evento sin precedentes en este campo. En lo que se refiere al conocimiento de
los océanos y al procesamiento de datos, Europa dispone de un dominio mundial que debe mantener y desarrollar. Eso se plasma en el refuerzo de la coordinación, a nivel europeo, de los institutos nacionales especializados, así como en
la puesta en marcha de ambiciosos programas de investigación. El presente
artículo es un repaso de algunos grandes pilares de la excelencia oceanográfica
europea que dejan el listón aún más alto.
ponerla en relación con otras regiones
oceánicas del mundo en los ámbitos biológico, físico, químico y geológico.
© Cédric d'Udekem d'Acoz
www.horta.uac.pt/
Anfípodo del Antártico.
AWI I Instituto Alfred Wegner (DE)
Con una sólida experiencia en la materia, el Instituto Alfred Wegner, basado
en Bremerhaven, coordina toda la
investigación polar en Alemania y asegura el seguimiento de una parte de
las investigaciones llevadas a cabo en
los Océanos Ártico y Antártico. Lideró la
iniciativa del Polarstern, un enorme
rompehielos que acaba de llevar a
cabo la primera campaña de exploración biológica profunda de los fondos
marinos del Antártico (véase
Research*eu 52).
ICES I Consejo Internacional para
la Exploración del Mar (DK)
El ICES realiza la coordinación y la promoción de la investigación marítima
en el norte del Atlántico y en otros
mares adyacentes como el Báltico o el
Mar del Norte. Este organismo hace las
veces de centro de reunión de más de
1.600 científicos procedentes de 20
países del Atlántico Norte. Su objetivo:
recoger el máximo de información
sobre el ecosistema marino y solventar
la falta de conocimientos sobre el mismo.
pretende ser catalizador de decisiones
de los ámbitos político y social.
© IFREMER/Vicking 2006
Storegga que vive a la altura de las
costas de Noruega.
IFREMER I Instituto de
Investigación para la Explotación
del Mar (FR)
Este emblema de la investigación
marítima francesa trabaja en 25
emplazamientos repartidos en todo el
litoral francés y en ultramar. Sus principales misiones: la explotación sostenible de los recursos oceanográficos, la
vigilancia y la protección del medio
marino costero y el desarrollo económico del mundo marítimo.
www.ifremer.fr
IOPAN I Instituto de Oceanografía
de la Academia Polaca de las
Ciencias (PL)
El IOPAN es el mayor instituto de ciencias marítimas de Polonia. En 2003, la
UE le otorgó el estatus de centro de
excelencia en estudio de los mares
continentales. Funciona principalmente en las regiones del Mar Báltico
así como en el Atlántico Norte y en las
regiones europeas árticas.
www.ices.dk/
DOP/Universidad de las Azores I
Departamento de Oceanografía y
Pesca (PT)
Las Azores, que rebosan de riquezas
aún no explotadas, atraen a los investigadores oceanográficos de todos los
campos. Las investigaciones del DOP/
UAç tratan esencialmente de la descripción, la experimentación y la modelización de los sistemas oceánicos. A
bordo del navío Arquipélago, el joven
equipo de las Azores se esfuerza por
comprender mejor esta dinámica y
42
www.ieo.es
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
© NOCS
Buceador-investigador.
NOCS I Centro Nacional de
Oceanografía de Southampton
(UK)
El NOCS, situado en un campus al lado
del mar, es uno de los cinco mayores
institutos marinos del mundo. Sus 520
científicos se ocupan tanto de la flota
nacional de investigación oceanográfica
como de programas estratégicos para el
National Environmental Research
Council o NERC (Consejo Nacional de
Investigación
Medioambiental).
Favorece también la transferencia de
conocimientos, compartiendo su
experiencia con el gobierno, las
empresas y los organismos de utilidad
pública.
www.noc.soton.ac.uk
© Stein Sandven, NERSC.
www.iopan.gda.pl
www.awi.de/de/
IEO I Instituto Español de
Oceanografía (ES)
Este centro de investigación multidisciplinaria se centra principalmente en
los problemas derivados de la explotación de los recursos y en la contaminación. Al realizar acciones de
investigación y de asesoría, el IEO contribuye al desarrollo y al mantenimiento
de las actividades industriales, sociales
y económicas relacionadas con la
explotación sostenible de los océanos.
www.nioz.nl
© NIOZ
Barco científico Pelagia.
NIOZ I Real Instituto Neerlandés
para la Investigación Marina (NL)
El NIOZ, fundado en 1876, es una de
las instituciones oceanográficas más
antiguas de Europa. Trabaja estrechamente con físicos, químicos, geólogos
y biólogos. Busca una investigación
pluridisciplinaria volcada sobre todo
en las costas y los mares continentales y,
en la medida de sus posibilidades,
El oso polar en el logotipo de un
instituto preocupado por el cambio
climático y el deshielo de los glaciares.
NERSC I Centro Nansen para el
Medio Ambiente y la Teledetección
(NO)
El NERSC pretende comprender, vigilar y anticipar mejor las fluctuaciones
ecológicas y climáticas a una escala a
la vez regional y mundial. Sus trabajos
se centran principalmente en la
modelización oceánica, la asimilación
de datos, la teledetección y la investigación climática.
www.nersc.no/main
(1) www.eurocean2007.com/
ONGS
LAS BANDERILLAS
DE LA SOCIEDAD CIVIL
Sus acciones apasionadas y llenas de
humanidad movilizan a la opinión pública.
Según una encuesta de Euractiv (1),
las organizaciones no gubernamentales
(ONGs) serían los comunicadores más eficaces
para dar profundidad al debate entre la UE y
los ciudadanos. Se convierten en verdaderos
lobbies, capaces de hacer presión ante las
autoridades políticas y los dirigentes de
empresa para lograr sus objetivos. Cuando el
planeta Mar está en peligro, las ONGs más
emblemáticas dan la señal de alarma.
Greenpeace, la agitadora
Greenpeace, verdadero activista en defensa del
planeta, denuncia abiertamente a los “maleantes”
del océano y les confronta con sus “fechorías”.
Su talento reside en su capacidad de llegar
directamente a los ciudadanos llevando a cabo
acciones de envergadura y mediatizadas.
Las campañas espectaculares de lucha contra
la caza de la ballena en Japón (en las que los
militantes protegían a las ballenas poniéndose
directamente en la línea de tiro de los arponeros)
se han convertido en una de sus principales
marcas de fábrica.
Desde 2002, el navío Esperanza (bautizado así por
los ciberactivistas de Greenpeace) lleva a cabo
© Greenpeace/Daniel Beltrá
El barco Esperanza,
en guerra contra los balleneros,
acercándose a Sidney.
misiones muy específicas como la campaña
contra los arrastreros asesinos de delfines en el
Canal de la Mancha o la pesca de arrastre de
fondo en el Atlántico Norte.
Greenpeace, con ocasión del Día Mundial del
Océano el 8 de junio de 2007, destacó tres temas
prioritarios en su campaña de sensibilización: la
protección del atún rojo demasiado
sobreexplotado, la información a los
consumidores sobre la necesaria diversificación
de las especies consumidas y la creación de una
amplia red de reservas marinas en el 40% de los
océanos que permitiría reavivar los ecosistemas y
reconstituir los recursos marinos.
oceans.greenpeace.org/fr/
WWF, la diplomática
WWF (World Wide Fund for Nature), está
fuertemente implicada en el desarrollo
sostenible, y es la mayor organización
independiente de protección de la naturaleza
en el mundo. Sus grupos de expertos trabajan
en más de 40 países prestando especial
atención a una veintena de regiones ecológicas
marítimas que incluyen tanto los casquetes
glaciares del Gran Norte como los arrecifes
de coral. Para desarrollar lo mejor posible su
misión, WWF ha instalado una Oficina de
Política Europea en Bruselas que actúa como
catalizador de influencias y puede orientar de
modo decisivo la toma de decisiones a nivel
europeo. Al adoptar una visión transversal de
la protección del mar, WWF se alinea con
(o más bien inspira) la nueva estrategia
marítima europea y trabaja estrechamente con
científicos, pescadores, economistas,
abogados, grupos de presión y otros expertos
de la comunicación para continuar su propio
programa marítimo.
El 2002, WWF lanzó una campaña con vistas a
cambiar la Política Pesquera Común en Europa.
Sus objetivos de aquí a 2020: la implantación
de un sistema de pesca altamente sostenible
y la creación de zonas marinas protegidas en el
10 % de los océanos.
Friends of the Earth International,
la solidaria
Desde 1969, la mayor red ecologista mundial
(70 países) se moviliza contra los problemas
medioambientales actuales considerándolos
dentro de un contexto a la vez económico,
social y político. Estos Amigos de la Tierra
actúan como una especie de confederación,
siendo cada miembro autónomo en sus acciones.
Está presente en eventos al alcance de todos
(festivales, manifestaciones no violentas)
y difunde una información que pretende ser
pertinente y unificadora. Esta ONG, que busca
crear acciones comunes con las asociaciones,
los sindicatos y otros movimientos sociales que
comparten sus objetivos, sensibiliza al
ciudadano sobre su papel activo en la
protección del medio ambiente. Así, desde
1992, el programa Mediterráneo MedNet reúne
a las organizaciones miembro de Croacia,
Chipre, España, Francia, Italia, Túnez y Oriente
Medio para reforzar cualquier movimiento
ecológico en torno al Mediterráneo. A más
largo plazo, el programa MedNet espera
desarrollar un modelo turístico, organizar la
gestión de la basura en la región y destacar
(de aquí a 2010) los impactos negativos
relacionados con la introducción de una zona
de libre cambio en el área euromediterránea.
www.foeeurope.org/
(1) www.euractiv.com
Algunos otros
defensores
del Océano
Seas at Risk
www.seasatrisk.org
Oficina Europea de Conservación y
Desarrollo (EBCD, por sus siglas en inglés)
www.ebcd.org
Fundación Nicolas Hulot “Planeta agua”
www.planete-eau.org
EUCC - Unión Litoral
www.eucc.net
Oceania
www.oceania.org
Deepwave
www.deepwave.org
www.worldwidelife.org/oceans/
research*eu ESPECIAL MAR I DICIEMBRE 2007
43
© IFREMER/Campagne Phare 2002
KI-AH-07-S03-ES-C
LA CIENCIA EN IMÁGENES
Victor y las fuentes
cálidas
A 2.630 metros de profundidad, en el Pacífico Oriental, Victor 6000 efectúa
muestreos y mediciones en una fuente hidrotermal. Este robot sumergible
teledirigido, que pertenece al IFREMER, es un factor clave de la campaña
Phare 2002. Ayuda a los investigadores a analizar el funcionamiento de las
comunidades biológicas que viven en estos medios naturales calientes (algunas
fuentes llegan hasta los 350°C), descubiertos a finales de los años setenta.
Desde entonces, Victor 6000 continúa su trabajo. En 2006, exploró con sus
ocho cámaras la vida subterránea de las emisiones hidrotermales de la dorsal
medio-atlántica en el sur de las Azores, durante la campaña Momareto.
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