ESTRATEGIA A MEDIO PLAZO DE LA CES SOBRE MIGRACIÓN, ASILO E INCLUSIÓN Adoptada en el Comité Ejecutivo de junio de 2016 Resumen La UE es el destino de 2 millones de migrantes de larga duración al año. Pero las entradas son más heterogéneas que en el pasado y las políticas de migración y asilo deberían estar más integradas para adaptarse a una nueva realidad. La UE necesita políticas sociales basadas en la solidaridad, la integración y la inclusión para el beneficio de todos. Con el fin de integrar eficazmente a los migrantes en el mercado laboral y en la sociedad, y para evitar la explotación, el dumping y la competencia desleal en el mercado laboral, los migrantes y trabajadores locales deben tener acceso a los puestos de trabajo que se ajusten a sus niveles de cualificación, igualdad de derechos en el trabajo e igualdad de acceso a los sistemas de seguridad social. Las preocupaciones legítimas de las personas, que observan la considerable incapacidad de sus gobiernos para proporcionar soluciones humanitarias y sostenibles para los refugiados, necesitan respuestas inmediatas. El movimiento sindical tiene que ser más influyente en la toma de decisiones de la UE, ganando el desafío de la inclusión de los refugiados en el mercado de trabajo, y desbloqueando el estancamiento político en las instituciones de la UE. Los sindicatos representan la tolerancia y el respeto por la dignidad humana y fomentarán la afiliación sindical de los migrantes como factor de integración. La CES cooperará con la CSI para el desarrollo socio-económico y la consolidación de las instituciones democráticas en las regiones de origen y tránsito de los flujos migratorios. UnionMigrantNet se desarrollará aún más para aumentar la capacidad de los sindicatos para organizar a los trabajadores migrantes y apoyarles en la reivindicación de sus derechos en el trabajo. La UE - un destino para 2 millones de personas al año - principios fundamentales para una la política migratoria de la UE La UE es un destino para un número creciente de migrantes, de los que un número mayor que en el pasado solicitan protección internacional. En 2015 hubo un significativo aumento en el número de refugiados que llegaron a la UE, superior a un millón. Sin embargo, los países de Oriente Medio han acogido un porcentaje mucho mayor de refugiados, 4,5 millones de ellos se encuentran en la actualidad en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Las políticas europeas tienen que reflejar esta nueva realidad. Europa necesita establecer vías legales y seguras para la migración económica, la reunificación familiar, los estudiantes y las personas que buscan protección internacional, para evitar más muertes en el mar y en fronteras terrestres, y poner fin a la trata de seres humanos y la migración irregular. Una estrategia global sobre migración y asilo, y mayor coherencia entre las agendas internas y externas de migración y asilo, permitirán a los 28 Estados miembros recibir, proteger y alojar a al menos dos millones de personas al año, como la UE hizo con éxito en el pasado. Los retos relacionados con la demografía pueden conducir a una mayor apertura gracias a flujos bien gestionados y a un enfoque de la integración basado en la igualdad de trato y derechos. Las normas internacionales están destinadas a proteger a todos los migrantes alrededor del mundo pero, como es el caso en Europa, o bien no están ratificadas o no se cumplen adecuadamente. Los convenios internacionales que establecen normas de protección para los migrantes tienen que ser traspuestos y aplicados, incluido el Convenio 97 de la OIT (trabajadores migrantes, revisado en 1949), el Convenio 143 de la OIT (trabajadores migrantes, Disposiciones complementarias, 1975), y la Convención 144 del Consejo de Europa sobre la participación de los extranjeros en la vida pública a nivel local. La Convención Internacional de Naciones Unidas sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migrantes y de sus familiares aún no ha sido ratificada por todos los Estados miembros de la UE. Los países también deben cumplir con la Convención de Ginebra de 1951 para proteger y proporcionar asistencia humanitaria a los refugiados. La estrategia europea de migración, basada en la selectividad y la circularidad, ha colapsado como resultado de ser manifiestamente incompatible con la composición real de los flujos migratorios en todo el mundo. Por otra parte, los fallos en la gestión de la crisis de los refugiados y las políticas migratorias darán lugar a un número cada vez mayor de personas y trabajadores en situación incierta o sin el apropiado estatus de residencia. Se necesitan políticas que respondan a la nueva realidad de los flujos migratorios La CES pide a la UE y a los Estados miembros que sigan el enfoque holístico para las políticas de migración como propone el Parlamento Europeo. La futura estrategia de la UE debe prestar mayor atención a la situación de la población migrante que ya reside en la UE, favoreciendo un enfoque basado en los derechos que garantice el derecho de residencia a todos los trabajadores obligados a una situación irregular por sus empleadores, y la plena igualdad de trato con los trabajadores locales. La CES está convencida de que la migración controlada puede ayudar a hacer frente a los retos sociales a los que Europa tiene que hacer frente en los próximos años. El mantenimiento de una tasa de migración neta positiva debe ser un objetivo de la UE a medio plazo. Pero los recién llegados deben poder contribuir de forma rápida y plenamente al desarrollo socioeconómico de las sociedades de acogida, al igual que otros miembros de las comunidades de acogida. El movimiento obrero lucha por la protección de todos los trabajadores, por sistemas de protección social universales y de calidad, y por la solidaridad e igualdad en las economías de alto rendimiento. El modelo social de la UE ha sido objeto de muchos ataques, mientras que vemos un fuerte resurgimiento de la retórica xenófoba que culpa a los migrantes en lugar de a las malas decisiones políticas y económicas, que generan altos niveles de desempleo y exclusión social. Cada vez más, los líderes de la UE explotan los temores de algunos trabajadores, incluidos los afiliados a los sindicatos, declarando que aceptar más migrantes conducirá a una reducción de las normas de protección social, a menos empleo y socavará las condiciones de trabajo. Tenemos que responder a estos temores con hechos, y promover soluciones. Los sindicatos están a la vanguardia de la lucha contra la explotación, la trata y el trabajo no declarado. Los casos de empleo irregular de nacionales de terceros países planteados por los sindicatos deberían facilitar su regularización. La legislación de la UE, empezando por la Directiva de sanciones a los empleadores, debe ser revisada para crear condiciones más favorables para los migrantes para escapar de una situación de irregularidad forzosa y de explotación. Los sindicatos se oponen a la explotación y a la competencia desleal entre los migrantes y los trabajadores locales, y luchan por la plena igualdad de trato en el mercado laboral, en los lugares de trabajo y en el acceso a los sistemas de protección social y a las prestaciones. Los sindicatos se han comprometido a construir una narrativa diferente sobre la migración y los refugiados, a través de la presión y la negociación, pero también a través de estrategias de comunicación y educación. Una política migratoria basada en la solidaridad, la integración y la inclusión para el beneficio de todos La evidencia muestra que en los países con políticas de integración más eficaces, los migrantes son contribuyentes netos a la solidaridad global, ya que pagan más impuestos y contribuciones de lo que reciben en términos de asistencia o servicios. En cambio, un contexto de migración puede conducir a malos resultados económicos y sociales cuando los migrantes están expuestos a muchos tipos de discriminación. La igualdad de trato es el aglutinante de una sociedad cohesionada y la igualdad de oportunidades es el motor de las sociedades dinámicas. Consecuentemente, todas las políticas de la UE deben promover la inversión en servicios y bienes públicos universales y de calidad. Es una tarea de la política migratoria colocar a los migrantes en el ciclo de la solidaridad, preservando la cohesión social. Para que esto suceda es necesario que los migrantes y los trabajadores locales tengan acceso al empleo y se beneficien de la igualdad de oportunidades del mercado laboral y la igualdad de trato en el lugar de trabajo. Los sindicatos en Europa están preocupados por el incremento del empleo en condiciones precarias y la utilización de los migrantes - y otros trabajadores vulnerables - por malos empleadores con el fin de debilitar a los trabajadores locales. Estas condiciones de trabajo precarias y de explotación, junto a los recortes de los servicios públicos llevados a cabo por un número de los gobiernos que aplican 2 políticas de austeridad equivocadas, han alimentado las preocupaciones sobre la migración y los refugiados entre los trabajadores y las comunidades locales. Las formas generalizadas de empleo precario están debilitando la posición de los trabajadores en el mercado laboral. Los migrantes y las mujeres migrantes en particular, son más propensos a encontrarse en situaciones precarias y en paro. Contratos de trabajo más estables y fiables para todos siguen siendo una demanda esencial del movimiento sindical. Esta es la única manera de eliminar las injusticias en el mercado de trabajo y detener la espiral descendente de la protección laboral y derechos que afecta a todos los trabajadores en la UE. Todos los trabajadores deben tener derechos de empleo que se apliquen de manera efectiva y los empleadores deben negociar con los sindicatos para asegurar que todos los trabajadores tienen contrato de trabajo estable y un salario justo. Establecer un umbral de derechos para todos los trabajadores es también esencial para poner fin a la competencia desleal en el mercado laboral. Mientras tanto, los gobiernos deben controlar la evolución de la población y realizar las inversiones necesarias para abordar los cambios necesarios. Comprometerse con una posición más influyente para los sindicatos en la toma de decisiones y los marcos legales de la UE La CES se asegurará de que las reivindicaciones sindicales sobre la integración y las condiciones de trabajo de los migrantes se presentarán y escucharán en todos los principales procesos de toma de decisiones de la UE, incluyendo el semestre europeo y el Pilar Social, cuando proceda. Los derechos sociales son universales y deben cubrir a la totalidad de la población, independientemente de su nacionalidad o estatus migratorio. Las excepciones basadas en la nacionalidad o el estatus migratorio son inaceptables. Las diferencias entre los trabajadores por la situación laboral o la inmigración deben ser eliminadas. La CES continuará vigilando la evolución de la legislación comunitaria actual y nueva para garantizar la correcta aplicación de la Directiva relativa al estatuto de los nacionales de terceros países residentes de larga duración y de la Directiva de reunificación familiar, supervisando la correcta aplicación de la Directiva relativa a los migrantes estacionales. Se trata de abordar las deficiencias en el principio de igualdad trato de la Directiva relativa a los traslados dentro de la empresa. La CES apoyará la revisión de la Directiva sobre la tarjeta azul si abre vías legales, ampliando el acceso a la tarjeta azul a un mayor número de migrantes, sin poner en peligro las normas de protección. La CES seguirá abogando por una directiva marco que establezca un único nivel de igualdad de trato para todos los nacionales de terceros países que trabajan en Europa. La CES se opondrá a cualquier forma de liberalización de visados y otras disposiciones derivadas de la conclusión de los acuerdos comerciales que apunten a la apertura de los mercados de servicios a empresas de terceros países, derogaciones o excepciones del principio según el cual se aplica la legislación del país en el que se realiza realmente el trabajo. Ganar el desafío de la integración y acogida de los refugiados en el lugar de trabajo La Unión Europea y sus Estados miembros tienen obligaciones internacionales para acoger e integrar a los solicitantes de asilo y las personas que necesitan protección humanitaria. Por el momento tenemos que reconocer que la UE, a pesar de los esfuerzos puestos en marcha por la Comisión Europea y algunos gobiernos, no está cumpliendo con tales obligaciones. Sin embargo, una política más responsable y compartida respecto a los refugiados permitiría a Europa sacar el máximo provecho de una contribución potencialmente positiva que los refugiados pueden aportar a la economía europea, al mercado laboral y a la sociedad. La inclusión en el mercado laboral de los refugiados es un desafío que los países que les acogen pueden transformar en una oportunidad. Se estima que una integración rápida de los refugiados puede tener también efectos positivos inmediatos sobre el PIB por el crecimiento del gasto público para financiar nuevas infraestructuras y empleos. Efectos más notables aún pueden producirse a largo plazo debido al dinamismo que los refugiados pueden aportar a las comunidades de acogida. Este es un motivo para crear políticas activas del mercado laboral que incluyan a los migrantes y a los refugiados en el mercado de trabajo. Sólo unos cuantos países mostraron confianza en su propio potencial y decidieron asumir el desafío. Está claro que esto sólo puede suceder si los refugiados son 3 adecuadamente reubicados en todos los países de la UE, de acuerdo con las necesidades y capacidades de cada uno y cada economía nacional y mercado laboral para incluirles. Poner la carga de una política de asilo de la UE sólo en unos pocos países, como ha ocurrido en los últimos años y meses, crea malestar político y social, así como sentimientos hostiles entre las poblaciones locales, destruyendo la solidaridad y la capacidad europea para hacer frente correctamente a esta emergencia. El impacto que un aumento repentino y excepcional del número de refugiados podría tener en los mercados locales de trabajo no debe ser subestimado. Su capacidad de trabajo puede verse afectada por las difíciles condiciones de su viaje, su sufrimiento físico y psicológico y sobre todo el estrés vinculado al pago de los traficantes de seres humanos. Muchas mujeres se encuentran sometidas a violencia y acoso durante su viaje. Necesitan atención específica y programas de apoyo a medida. El éxito de la integración de los refugiados depende de la satisfacción de las necesidades y los derechos humanos básicos tales como la tramitación eficiente y equitativa de las solicitudes de asilo (incluidos los procedimientos de recurso), vivienda, salud, alimentación, educación para los niños, el acceso a otros servicios públicos y recursos económicos suficientes para cubrir las necesidades básicas. El acceso al empleo necesita una mayor inversión en la evaluación de las cualificaciones, mejora de las capacidades, reconocimiento de las competencias y cualificaciones y ajuste de las cualificaciones. Además, sólo uno de cada tres refugiados tiene una esperanza razonable de establecerse permanentemente. Esto puede desalentar a las personas a invertir en su permanencia y animarles a preferir ingresos bajos pero inmediatos, y hace que sea difícil para todos, actores privados y públicos, planificar el mejor uso de los limitados recursos disponibles. La “garantía de competencias” incluida en la Agenda de Competencias debería ser una oportunidad para todos los migrantes y refugiados, si es necesario con programas específicos adaptados a sus necesidades individuales específicas. La CES quiere subrayar que los países que recibieron refugiados en 2015 ya registraron beneficios en el crecimiento del PIB (entre 0,3 y 0,5%) debido principalmente al gasto adicional en infraestructura pública y nuevos puestos de trabajo para los médicos, funcionarios, psicólogos, profesores, formadores, etc. Los efectos sobre el empleo y el crecimiento seguirán siendo positivos en los próximos años si hoy tomamos las decisiones correctas. Los refugiados con mayor potencial son los niños. Hay que dar acceso inmediato a los niños a la escuela y oportunidades para establecer relaciones con la población de acogida. Para los refugiados adultos, los interlocutores sociales europeos han identificado prioridades claras. Cuanto antes se empleen los refugiados, mayores serán los beneficios para la sociedad de acogida. Para que esto suceda, las autoridades públicas tienen que invertir en la evaluación de las competencias, en la mejora de las capacidades y ajustar las cualificaciones. Los interlocutores sociales pueden contribuir para mitigar el impacto de una llegada repentina de refugiados a los mercados de trabajo locales. El diálogo social es una respuesta a la necesidad de movilizar a todos los actores, sociales y económicos, para crear un entorno propicio para las políticas del mercado de trabajo inclusivo. La Declaración Conjunta sobre los refugiados de los interlocutores económicos y sociales europeos, firmada en marzo de 2016, debe animar a los interlocutores sociales a nivel nacional, junto con las instituciones, a combinar sus esfuerzos para aplicar medidas concretas para la integración de los migrantes y refugiados, según las situaciones nacionales. El reciente acuerdo tripartito suscrito en Dinamarca, es un ejemplo de la verdadera cooperación, con visión de futuro para una inserción rápida y justa de los refugiados en el mercado laboral. Ya se han concluido acuerdos tripartitos y programas multipartes en otros países europeos. Estas buenas prácticas tienen que difundirse y multiplicarse. La CES seguirá apoyando el Diálogo sobre migración y competencias lanzado por La Dirección General Migración y Asuntos de Interior de la Comisión europea en enero de 2016. La colaboración de empresas y sindicatos debe explotarse mejor con el fin de determinar las deficiencias del mercado laboral y crear las condiciones para la apertura de canales legales. En el marco de la coordinación de la participación sindical en el Diálogo, la CES exige un enfoque basado en la igualdad de trato y en los derechos para la integración laboral de los migrantes y refugiados. 4 Desbloquear el proceso político en las instituciones de la UE Para desbloquear el potencial de la migración, Europa necesita una política común de asilo y una nueva política de inmigración. El proceso político en las instituciones europeas debe ser desbloqueado. La CES ya ha denunciado la falta de aplicación de las decisiones conjuntas, y concretamente de los planes de reubicación y reasentamiento. Criticó las últimas decisiones del Consejo y, en particular, solicitó que se pusiera fin al acuerdo entre Turquía y la UE. Es el momento de pedir a los gobiernos nacionales que se comprometan con un sistema europeo común de asilo, aceptando al mismo tiempo normas europeas comunes vinculantes para la acogida y la reubicación de los solicitantes de asilo. En cumplimiento con la letra y el espíritu de las obligaciones internacionales de protección de los refugiados, el sistema común de asilo debe tener los intereses de protección de asilo internacionales en su núcleo. Los Estados miembros están llamados a respetar sus deberes de solidaridad y responsabilidad dentro de un sistema común de asilo y aumentar de este modo la capacidad de recepción de la UE. Este sería un ejemplo para todo el mundo. El sistema común de asilo contribuirá al buen funcionamiento del espacio Schengen, que constituye uno de los principales logros de la UE y un símbolo de libertad para los 500 millones de ciudadanos europeos. El 4 de abril de 2016, la Comisión Europea presentó una Comunicación: “Hacia una reforma del sistema europeo común de asilo y una mejora de vías seguras y legales de entrada a Europa”. La Comisión siguió con el lanzamiento de un primer paquete de medidas legislativas que incluyen una propuesta de refundición del Reglamento de Dublín III. Un segundo paquete de medidas se propondrá en junio y un plan sobre integración y migración regular se espera para julio. En este contexto, la CES se movilizará para: a) Desmontar las falsedades sobre los migrantes y refugiados, y dando a conocer las obligaciones internacionales con respecto a los solicitantes de protección internacional. b) Presionar para la puesta en marcha de un mecanismo europeo permanente para la reubicación de los solicitantes de protección internacional y oponerse a cualquier forma de monetización del derecho fundamental de los refugiados a la protección. c) Apoyar las propuestas encaminadas a establecer normas más vinculantes para la asistencia y recepción de los refugiados con el fin de hacer de todo el territorio de la UE un lugar seguro para los solicitantes de protección internacional. d) Exigir la apertura de vías legales y seguras para los solicitantes de protección internacional y migrantes económicos para luchar con más eficacia contra el contrabando y el tráfico de seres humanos. Los sindicatos por la tolerancia y el respeto por la dignidad humana Hay una desconfianza creciente en la capacidad de la UE y las instituciones nacionales para gestionar las políticas de asilo y migración. Si no hay una respuesta, las mentiras pueden conducir a la adopción de actitudes intolerantes. Las personas tienden a reaccionar de forma exagerada porque muchos otros factores, como la crisis económica y el desempleo, han socavado la cohesión social en Europa. Para luchar contra el populismo y la xenofobia, el movimiento sindical debe vencer estas mentiras y presentar su propio discurso. Los sindicatos se dirigirán a sus afiliados y a la población en general, así como a los autoridades públicas a todos los niveles, con mensajes basados en valores que no pasen por alto las dificultades que entraña la migración pero explicando sobre la base de los hechos y las pruebas, las ventajas que los flujos migratorios bien gestionados pueden generar para todos. La CES denuncia las limitaciones impuestas a la libertad de prensa. En los campos de refugiados, en los centros de recepción y detención, no siempre se permite a los periodistas ser testigos e informar de la situación real de los acogidos-refugiados. Al mismo tiempo, la CES pide a los medios y a la prensa que respeten sus valores éticos, que se comprometan a decir la verdad y se abstengan de alimentar falsas representaciones de la realidad que pueden generar sentimientos injustificados en la opinión pública europea y en el mundo entero e incitar al odio. El movimiento sindical está convencido de que Europa prospera gracias a sus sociedades inclusivas y las relaciones humanas basadas en la confianza. La xenofobia y la intolerancia cierran las mentes y obstruyen el desarrollo cultural en las sociedades europeas. Fuerzas políticas irresponsables juegan con los miedos de la gente, difundiendo mitos y falsedades no sólo sobre los migrantes, sino también 5 sobre todas las personas que representan la diversidad. La realidad muestra que las sociedades que están arraigadas en sus temores experimentan un crecimiento económico más lento y menos progreso social para todos. La CES seguirá proponiendo políticas de migración y asilo basadas en los hechos y la evidencia, asentando su mensaje en el respeto de los derechos, la igualdad y las oportunidades para todos. La afiliación sindical en sí misma ya ha demostrado ser un vehículo de integración. En la medida en que el 7% de la afiliación sindical a nivel europeo se compone de migrantes, no hay espacio para el racismo, la xenofobia o cualquier forma de intolerancia dentro del movimiento sindical. El movimiento sindical defiende los derechos de todos los trabajadores. Los sindicatos de la CES tienen el compromiso de combatir cualquier influencia xenófoba que se encuentre en sus integrantes. UnionMigrantNet muestra al mundo exterior que el movimiento sindical representa a los migrantes y les proporciona un apoyo concreto, libremente y con independencia de su estado. También muestra que los sindicatos no están dispuestos a permitir que nadie explote a los trabajadores para detener el progreso social en Europa. Ha llegado el momento de hacer propuestas para que la voz de los trabajadores con experiencia de migración se escuche permanentemente en el marco de la formulación de las políticas sindicales. La CES trabajará por un camino para la integración en dos vías, invirtiendo en la afiliación sindical de los migrantes e incrementando su visibilidad en los órganos de la CES. La CES animará a sus afiliadas a hacer lo mismo. UnionMigrantNet muestra el trabajo que están haciendo las afiliadas de la CES para ayudar a los migrantes a reclamar sus derechos en el trabajo y a ser tratados igual que otros trabajadores. UnionMigrantNet también sirve como ejemplo de cooperación sindical transfronteriza para apoyar y organizar a los trabajadores. El movimiento sindical europeo está preparado para compartir sus conocimientos en el campo de la ayuda e integración de los migrantes y el servicio en las zonas de libre circulación. UnionMigrantNet reúne, en una red transfronteriza única, las mejores experiencias a nivel europeo y está en mejores condiciones para llevar a cabo las actividades del proyecto para aumentar la cooperación con los sindicatos, especialmente en los países de origen y tránsito. La CES reforzará UnionMigrantNet para aumentar el atractivo y la visibilidad de la asistencia sindical a los migrantes. Se constituirá un grupo ad-hoc para identificar propuestas piloto de cooperación transfronteriza y reconocimiento mutuo de pertenencia entre los miembros de UnionMigrantNet. La migración en las políticas de cooperación al desarrollo La estrategia a medio plazo de la CES incluye un compromiso renovado para mejorar el vínculo entre la migración y la cooperación para el desarrollo, también coordinando a los miembros europeos de la Red de Cooperación Sindical al Desarrollo. Tras la declaración conjunta de la CSI-CES dirigida a la Cumbre UE-África en 2015, la CES estudiará la interdependencia de las dimensiones interna y global de la migración, aumentando el conocimiento de los efectos positivos y negativos que la movilidad laboral puede tener en los países y regiones menos desarrollados. La CES apoyará estrategias de cooperación internacional para el desarrollo socioeconómico y la consolidación de instituciones democráticas. La CES reforzará su cooperación con la CSI y los sindicatos en otros continentes en el ámbito de la migración, el asilo y, en general, en la lucha contra el populismo y la xenofobia. De vital importancia será controlar la aplicación de los objetivos de Desarrollo Sostenible y la agenda de Naciones Unidas 2030, en Europa y en todo el mundo, incluyendo la protección de los trabajadores migrantes en los objetivos del trabajo decente en los sectores público y privado. Se prestará especial atención a la contratación ética de trabajadores bien informados y a los riesgos vinculados a la fuga de cerebros. El Código de conducta EPSU-HOSPEEM para la contratación y la retención transfronterizas éticas sigue siendo una buena práctica. El diálogo social debe integrarse en el paradigma de la cooperación de la UE con el objetivo de implicar a las empresas multinacionales para apoyar la agenda de trabajo decente en los países de origen de los flujos migratorios masivos. Con este fin, la política comercial de la UE debe exigir a las empresas el compromiso de defender los principios de las directrices de NNUU en las cadenas de suministro. La política de desarrollo de la UE 6 también debe reflejar los objetivos sobre la justicia climática, la promoción de la igualdad de género y la igualdad de oportunidades para todos, la lucha contra la esclavitud moderna y el trabajo forzoso, y el desarrollo de la educación en la escuela. La CES pide a los Estados miembros que apliquen y financien adecuadamente las políticas al desarrollo que promuevan estos objetivos y que trabajen con la CES y la CSI como socios en este trabajo. La CES apoyará a la CSI en su lucha para mantener los recursos económicos asignados a los fondos de cooperación al desarrollo en el marco de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD). 7