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ESTRATEGIA A MEDIO PLAZO DE LA CES SOBRE
MIGRACIÓN, ASILO E INCLUSIÓN
Adoptada en el Comité Ejecutivo de junio de 2016
Resumen
La UE es el destino de 2 millones de migrantes de larga duración al año. Pero las entradas son más
heterogéneas que en el pasado y las políticas de migración y asilo deberían estar más integradas
para adaptarse a una nueva realidad. La UE necesita políticas sociales basadas en la solidaridad, la
integración y la inclusión para el beneficio de todos. Con el fin de integrar eficazmente a los migrantes
en el mercado laboral y en la sociedad, y para evitar la explotación, el dumping y la competencia
desleal en el mercado laboral, los migrantes y trabajadores locales deben tener acceso a los puestos
de trabajo que se ajusten a sus niveles de cualificación, igualdad de derechos en el trabajo e igualdad
de acceso a los sistemas de seguridad social. Las preocupaciones legítimas de las personas, que
observan la considerable incapacidad de sus gobiernos para proporcionar soluciones humanitarias y
sostenibles para los refugiados, necesitan respuestas inmediatas. El movimiento sindical tiene que
ser más influyente en la toma de decisiones de la UE, ganando el desafío de la inclusión de los
refugiados en el mercado de trabajo, y desbloqueando el estancamiento político en las instituciones
de la UE. Los sindicatos representan la tolerancia y el respeto por la dignidad humana y fomentarán
la afiliación sindical de los migrantes como factor de integración. La CES cooperará con la CSI para el
desarrollo socio-económico y la consolidación de las instituciones democráticas en las regiones de
origen y tránsito de los flujos migratorios. UnionMigrantNet se desarrollará aún más para aumentar la
capacidad de los sindicatos para organizar a los trabajadores migrantes y apoyarles en la
reivindicación de sus derechos en el trabajo.
La UE - un destino para 2 millones de personas al año - principios fundamentales para una la
política migratoria de la UE
La UE es un destino para un número creciente de migrantes, de los que un número mayor que en el
pasado solicitan protección internacional. En 2015 hubo un significativo aumento en el número de
refugiados que llegaron a la UE, superior a un millón. Sin embargo, los países de Oriente Medio han
acogido un porcentaje mucho mayor de refugiados, 4,5 millones de ellos se encuentran en la
actualidad en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Las políticas europeas tienen que reflejar esta
nueva realidad.
Europa necesita establecer vías legales y seguras para la migración económica, la reunificación
familiar, los estudiantes y las personas que buscan protección internacional, para evitar más muertes
en el mar y en fronteras terrestres, y poner fin a la trata de seres humanos y la migración irregular.
Una estrategia global sobre migración y asilo, y mayor coherencia entre las agendas internas y
externas de migración y asilo, permitirán a los 28 Estados miembros recibir, proteger y alojar a al
menos dos millones de personas al año, como la UE hizo con éxito en el pasado. Los retos
relacionados con la demografía pueden conducir a una mayor apertura gracias a flujos bien
gestionados y a un enfoque de la integración basado en la igualdad de trato y derechos.
Las normas internacionales están destinadas a proteger a todos los migrantes alrededor del mundo
pero, como es el caso en Europa, o bien no están ratificadas o no se cumplen adecuadamente. Los
convenios internacionales que establecen normas de protección para los migrantes tienen que ser
traspuestos y aplicados, incluido el Convenio 97 de la OIT (trabajadores migrantes, revisado en
1949), el Convenio 143 de la OIT (trabajadores migrantes, Disposiciones complementarias, 1975), y
la Convención 144 del Consejo de Europa sobre la participación de los extranjeros en la vida pública
a nivel local. La Convención Internacional de Naciones Unidas sobre la protección de los derechos de
todos los trabajadores migrantes y de sus familiares aún no ha sido ratificada por todos los Estados
miembros de la UE. Los países también deben cumplir con la Convención de Ginebra de 1951 para
proteger y proporcionar asistencia humanitaria a los refugiados.
La estrategia europea de migración, basada en la selectividad y la circularidad, ha colapsado como
resultado de ser manifiestamente incompatible con la composición real de los flujos migratorios en
todo el mundo. Por otra parte, los fallos en la gestión de la crisis de los refugiados y las políticas
migratorias darán lugar a un número cada vez mayor de personas y trabajadores en situación incierta
o sin el apropiado estatus de residencia.
Se necesitan políticas que respondan a la nueva realidad de los flujos migratorios
La CES pide a la UE y a los Estados miembros que sigan el enfoque holístico para las políticas de
migración como propone el Parlamento Europeo. La futura estrategia de la UE debe prestar mayor
atención a la situación de la población migrante que ya reside en la UE, favoreciendo un enfoque
basado en los derechos que garantice el derecho de residencia a todos los trabajadores obligados a
una situación irregular por sus empleadores, y la plena igualdad de trato con los trabajadores locales.
La CES está convencida de que la migración controlada puede ayudar a hacer frente a los retos
sociales a los que Europa tiene que hacer frente en los próximos años. El mantenimiento de una tasa
de migración neta positiva debe ser un objetivo de la UE a medio plazo. Pero los recién llegados
deben poder contribuir de forma rápida y plenamente al desarrollo socioeconómico de las sociedades
de acogida, al igual que otros miembros de las comunidades de acogida.
El movimiento obrero lucha por la protección de todos los trabajadores, por sistemas de protección
social universales y de calidad, y por la solidaridad e igualdad en las economías de alto rendimiento.
El modelo social de la UE ha sido objeto de muchos ataques, mientras que vemos un fuerte
resurgimiento de la retórica xenófoba que culpa a los migrantes en lugar de a las malas decisiones
políticas y económicas, que generan altos niveles de desempleo y exclusión social. Cada vez más,
los líderes de la UE explotan los temores de algunos trabajadores, incluidos los afiliados a los
sindicatos, declarando que aceptar más migrantes conducirá a una reducción de las normas de
protección social, a menos empleo y socavará las condiciones de trabajo.
Tenemos que responder a estos temores con hechos, y promover soluciones. Los sindicatos están a
la vanguardia de la lucha contra la explotación, la trata y el trabajo no declarado. Los casos de
empleo irregular de nacionales de terceros países planteados por los sindicatos deberían facilitar su
regularización. La legislación de la UE, empezando por la Directiva de sanciones a los empleadores,
debe ser revisada para crear condiciones más favorables para los migrantes para escapar de una
situación de irregularidad forzosa y de explotación.
Los sindicatos se oponen a la explotación y a la competencia desleal entre los migrantes y los
trabajadores locales, y luchan por la plena igualdad de trato en el mercado laboral, en los lugares de
trabajo y en el acceso a los sistemas de protección social y a las prestaciones. Los sindicatos se han
comprometido a construir una narrativa diferente sobre la migración y los refugiados, a través de la
presión y la negociación, pero también a través de estrategias de comunicación y educación.
Una política migratoria basada en la solidaridad, la integración y la inclusión para el beneficio
de todos
La evidencia muestra que en los países con políticas de integración más eficaces, los migrantes son
contribuyentes netos a la solidaridad global, ya que pagan más impuestos y contribuciones de lo que
reciben en términos de asistencia o servicios.
En cambio, un contexto de migración puede conducir a malos resultados económicos y sociales
cuando los migrantes están expuestos a muchos tipos de discriminación. La igualdad de trato es el
aglutinante de una sociedad cohesionada y la igualdad de oportunidades es el motor de las
sociedades dinámicas. Consecuentemente, todas las políticas de la UE deben promover la inversión
en servicios y bienes públicos universales y de calidad. Es una tarea de la política migratoria colocar a
los migrantes en el ciclo de la solidaridad, preservando la cohesión social.
Para que esto suceda es necesario que los migrantes y los trabajadores locales tengan acceso al
empleo y se beneficien de la igualdad de oportunidades del mercado laboral y la igualdad de trato en
el lugar de trabajo.
Los sindicatos en Europa están preocupados por el incremento del empleo en condiciones precarias y
la utilización de los migrantes - y otros trabajadores vulnerables - por malos empleadores con el fin de
debilitar a los trabajadores locales. Estas condiciones de trabajo precarias y de explotación, junto a
los recortes de los servicios públicos llevados a cabo por un número de los gobiernos que aplican
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políticas de austeridad equivocadas, han alimentado las preocupaciones sobre la migración y los
refugiados entre los trabajadores y las comunidades locales.
Las formas generalizadas de empleo precario están debilitando la posición de los trabajadores en el
mercado laboral. Los migrantes y las mujeres migrantes en particular, son más propensos a
encontrarse en situaciones precarias y en paro. Contratos de trabajo más estables y fiables para
todos siguen siendo una demanda esencial del movimiento sindical. Esta es la única manera de
eliminar las injusticias en el mercado de trabajo y detener la espiral descendente de la protección
laboral y derechos que afecta a todos los trabajadores en la UE.
Todos los trabajadores deben tener derechos de empleo que se apliquen de manera efectiva y los
empleadores deben negociar con los sindicatos para asegurar que todos los trabajadores tienen
contrato de trabajo estable y un salario justo. Establecer un umbral de derechos para todos los
trabajadores es también esencial para poner fin a la competencia desleal en el mercado laboral.
Mientras tanto, los gobiernos deben controlar la evolución de la población y realizar las inversiones
necesarias para abordar los cambios necesarios.
Comprometerse con una posición más influyente para los sindicatos en la toma de decisiones
y los marcos legales de la UE
La CES se asegurará de que las reivindicaciones sindicales sobre la integración y las condiciones de
trabajo de los migrantes se presentarán y escucharán en todos los principales procesos de toma de
decisiones de la UE, incluyendo el semestre europeo y el Pilar Social, cuando proceda. Los derechos
sociales son universales y deben cubrir a la totalidad de la población, independientemente de su
nacionalidad o estatus migratorio. Las excepciones basadas en la nacionalidad o el estatus migratorio
son inaceptables. Las diferencias entre los trabajadores por la situación laboral o la inmigración
deben ser eliminadas.
La CES continuará vigilando la evolución de la legislación comunitaria actual y nueva para garantizar
la correcta aplicación de la Directiva relativa al estatuto de los nacionales de terceros países
residentes de larga duración y de la Directiva de reunificación familiar, supervisando la correcta
aplicación de la Directiva relativa a los migrantes estacionales. Se trata de abordar las deficiencias en
el principio de igualdad trato de la Directiva relativa a los traslados dentro de la empresa.
La CES apoyará la revisión de la Directiva sobre la tarjeta azul si abre vías legales, ampliando el
acceso a la tarjeta azul a un mayor número de migrantes, sin poner en peligro las normas de
protección. La CES seguirá abogando por una directiva marco que establezca un único nivel de
igualdad de trato para todos los nacionales de terceros países que trabajan en Europa.
La CES se opondrá a cualquier forma de liberalización de visados y otras disposiciones derivadas de
la conclusión de los acuerdos comerciales que apunten a la apertura de los mercados de servicios a
empresas de terceros países, derogaciones o excepciones del principio según el cual se aplica la
legislación del país en el que se realiza realmente el trabajo.
Ganar el desafío de la integración y acogida de los refugiados en el lugar de trabajo
La Unión Europea y sus Estados miembros tienen obligaciones internacionales para acoger e integrar
a los solicitantes de asilo y las personas que necesitan protección humanitaria. Por el momento
tenemos que reconocer que la UE, a pesar de los esfuerzos puestos en marcha por la Comisión
Europea y algunos gobiernos, no está cumpliendo con tales obligaciones. Sin embargo, una política
más responsable y compartida respecto a los refugiados permitiría a Europa sacar el máximo
provecho de una contribución potencialmente positiva que los refugiados pueden aportar a la
economía europea, al mercado laboral y a la sociedad.
La inclusión en el mercado laboral de los refugiados es un desafío que los países que les acogen
pueden transformar en una oportunidad. Se estima que una integración rápida de los refugiados
puede tener también efectos positivos inmediatos sobre el PIB por el crecimiento del gasto público
para financiar nuevas infraestructuras y empleos. Efectos más notables aún pueden producirse a
largo plazo debido al dinamismo que los refugiados pueden aportar a las comunidades de acogida.
Este es un motivo para crear políticas activas del mercado laboral que incluyan a los migrantes y a los
refugiados en el mercado de trabajo. Sólo unos cuantos países mostraron confianza en su propio
potencial y decidieron asumir el desafío. Está claro que esto sólo puede suceder si los refugiados son
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adecuadamente reubicados en todos los países de la UE, de acuerdo con las necesidades y
capacidades de cada uno y cada economía nacional y mercado laboral para incluirles. Poner la carga
de una política de asilo de la UE sólo en unos pocos países, como ha ocurrido en los últimos años y
meses, crea malestar político y social, así como sentimientos hostiles entre las poblaciones locales,
destruyendo la solidaridad y la capacidad europea para hacer frente correctamente a esta
emergencia.
El impacto que un aumento repentino y excepcional del número de refugiados podría tener en los
mercados locales de trabajo no debe ser subestimado. Su capacidad de trabajo puede verse afectada
por las difíciles condiciones de su viaje, su sufrimiento físico y psicológico y sobre todo el estrés
vinculado al pago de los traficantes de seres humanos. Muchas mujeres se encuentran sometidas a
violencia y acoso durante su viaje. Necesitan atención específica y programas de apoyo a medida.
El éxito de la integración de los refugiados depende de la satisfacción de las necesidades y los
derechos humanos básicos tales como la tramitación eficiente y equitativa de las solicitudes de asilo
(incluidos los procedimientos de recurso), vivienda, salud, alimentación, educación para los niños, el
acceso a otros servicios públicos y recursos económicos suficientes para cubrir las necesidades
básicas. El acceso al empleo necesita una mayor inversión en la evaluación de las cualificaciones,
mejora de las capacidades, reconocimiento de las competencias y cualificaciones y ajuste de las
cualificaciones. Además, sólo uno de cada tres refugiados tiene una esperanza razonable de
establecerse permanentemente. Esto puede desalentar a las personas a invertir en su permanencia y
animarles a preferir ingresos bajos pero inmediatos, y hace que sea difícil para todos, actores
privados y públicos, planificar el mejor uso de los limitados recursos disponibles. La “garantía de
competencias” incluida en la Agenda de Competencias debería ser una oportunidad para todos los
migrantes y refugiados, si es necesario con programas específicos adaptados a sus necesidades
individuales específicas.
La CES quiere subrayar que los países que recibieron refugiados en 2015 ya registraron beneficios
en el crecimiento del PIB (entre 0,3 y 0,5%) debido principalmente al gasto adicional en
infraestructura pública y nuevos puestos de trabajo para los médicos, funcionarios, psicólogos,
profesores, formadores, etc. Los efectos sobre el empleo y el crecimiento seguirán siendo positivos
en los próximos años si hoy tomamos las decisiones correctas.
Los refugiados con mayor potencial son los niños. Hay que dar acceso inmediato a los niños a la
escuela y oportunidades para establecer relaciones con la población de acogida.
Para los refugiados adultos, los interlocutores sociales europeos han identificado prioridades claras.
Cuanto antes se empleen los refugiados, mayores serán los beneficios para la sociedad de acogida.
Para que esto suceda, las autoridades públicas tienen que invertir en la evaluación de las
competencias, en la mejora de las capacidades y ajustar las cualificaciones. Los interlocutores
sociales pueden contribuir para mitigar el impacto de una llegada repentina de refugiados a los
mercados de trabajo locales.
El diálogo social es una respuesta a la necesidad de movilizar a todos los actores, sociales y
económicos, para crear un entorno propicio para las políticas del mercado de trabajo inclusivo. La
Declaración Conjunta sobre los refugiados de los interlocutores económicos y sociales europeos,
firmada en marzo de 2016, debe animar a los interlocutores sociales a nivel nacional, junto con las
instituciones, a combinar sus esfuerzos para aplicar medidas concretas para la integración de los
migrantes y refugiados, según las situaciones nacionales. El reciente acuerdo tripartito suscrito en
Dinamarca, es un ejemplo de la verdadera cooperación, con visión de futuro para una inserción
rápida y justa de los refugiados en el mercado laboral. Ya se han concluido acuerdos tripartitos y
programas multipartes en otros países europeos. Estas buenas prácticas tienen que difundirse y
multiplicarse.
La CES seguirá apoyando el Diálogo sobre migración y competencias lanzado por La Dirección
General Migración y Asuntos de Interior de la Comisión europea en enero de 2016. La colaboración
de empresas y sindicatos debe explotarse mejor con el fin de determinar las deficiencias del mercado
laboral y crear las condiciones para la apertura de canales legales. En el marco de la coordinación de
la participación sindical en el Diálogo, la CES exige un enfoque basado en la igualdad de trato y en
los derechos para la integración laboral de los migrantes y refugiados.
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Desbloquear el proceso político en las instituciones de la UE
Para desbloquear el potencial de la migración, Europa necesita una política común de asilo y una
nueva política de inmigración. El proceso político en las instituciones europeas debe ser
desbloqueado. La CES ya ha denunciado la falta de aplicación de las decisiones conjuntas, y
concretamente de los planes de reubicación y reasentamiento. Criticó las últimas decisiones del
Consejo y, en particular, solicitó que se pusiera fin al acuerdo entre Turquía y la UE.
Es el momento de pedir a los gobiernos nacionales que se comprometan con un sistema europeo
común de asilo, aceptando al mismo tiempo normas europeas comunes vinculantes para la acogida y
la reubicación de los solicitantes de asilo. En cumplimiento con la letra y el espíritu de las obligaciones
internacionales de protección de los refugiados, el sistema común de asilo debe tener los intereses de
protección de asilo internacionales en su núcleo. Los Estados miembros están llamados a respetar
sus deberes de solidaridad y responsabilidad dentro de un sistema común de asilo y aumentar de
este modo la capacidad de recepción de la UE. Este sería un ejemplo para todo el mundo.
El sistema común de asilo contribuirá al buen funcionamiento del espacio Schengen, que constituye
uno de los principales logros de la UE y un símbolo de libertad para los 500 millones de ciudadanos
europeos.
El 4 de abril de 2016, la Comisión Europea presentó una Comunicación: “Hacia una reforma del
sistema europeo común de asilo y una mejora de vías seguras y legales de entrada a Europa”. La
Comisión siguió con el lanzamiento de un primer paquete de medidas legislativas que incluyen una
propuesta de refundición del Reglamento de Dublín III. Un segundo paquete de medidas se
propondrá en junio y un plan sobre integración y migración regular se espera para julio.
En este contexto, la CES se movilizará para:
a) Desmontar las falsedades sobre los migrantes y refugiados, y dando a conocer las
obligaciones internacionales con respecto a los solicitantes de protección internacional.
b) Presionar para la puesta en marcha de un mecanismo europeo permanente para la
reubicación de los solicitantes de protección internacional y oponerse a cualquier forma de
monetización del derecho fundamental de los refugiados a la protección.
c) Apoyar las propuestas encaminadas a establecer normas más vinculantes para la asistencia
y recepción de los refugiados con el fin de hacer de todo el territorio de la UE un lugar seguro
para los solicitantes de protección internacional.
d) Exigir la apertura de vías legales y seguras para los solicitantes de protección internacional y
migrantes económicos para luchar con más eficacia contra el contrabando y el tráfico de
seres humanos.
Los sindicatos por la tolerancia y el respeto por la dignidad humana
Hay una desconfianza creciente en la capacidad de la UE y las instituciones nacionales para
gestionar las políticas de asilo y migración. Si no hay una respuesta, las mentiras pueden conducir a
la adopción de actitudes intolerantes. Las personas tienden a reaccionar de forma exagerada porque
muchos otros factores, como la crisis económica y el desempleo, han socavado la cohesión social en
Europa. Para luchar contra el populismo y la xenofobia, el movimiento sindical debe vencer estas
mentiras y presentar su propio discurso. Los sindicatos se dirigirán a sus afiliados y a la población en
general, así como a los autoridades públicas a todos los niveles, con mensajes basados en valores
que no pasen por alto las dificultades que entraña la migración pero explicando sobre la base de los
hechos y las pruebas, las ventajas que los flujos migratorios bien gestionados pueden generar para
todos.
La CES denuncia las limitaciones impuestas a la libertad de prensa. En los campos de refugiados, en
los centros de recepción y detención, no siempre se permite a los periodistas ser testigos e informar
de la situación real de los acogidos-refugiados. Al mismo tiempo, la CES pide a los medios y a la
prensa que respeten sus valores éticos, que se comprometan a decir la verdad y se abstengan de
alimentar falsas representaciones de la realidad que pueden generar sentimientos injustificados en la
opinión pública europea y en el mundo entero e incitar al odio.
El movimiento sindical está convencido de que Europa prospera gracias a sus sociedades inclusivas y
las relaciones humanas basadas en la confianza. La xenofobia y la intolerancia cierran las mentes y
obstruyen el desarrollo cultural en las sociedades europeas. Fuerzas políticas irresponsables juegan
con los miedos de la gente, difundiendo mitos y falsedades no sólo sobre los migrantes, sino también
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sobre todas las personas que representan la diversidad. La realidad muestra que las sociedades que
están arraigadas en sus temores experimentan un crecimiento económico más lento y menos
progreso social para todos.
La CES seguirá proponiendo políticas de migración y asilo basadas en los hechos y la evidencia,
asentando su mensaje en el respeto de los derechos, la igualdad y las oportunidades para todos.
La afiliación sindical en sí misma ya ha demostrado ser un vehículo de integración. En la medida en
que el 7% de la afiliación sindical a nivel europeo se compone de migrantes, no hay espacio para el
racismo, la xenofobia o cualquier forma de intolerancia dentro del movimiento sindical. El movimiento
sindical defiende los derechos de todos los trabajadores. Los sindicatos de la CES tienen el
compromiso de combatir cualquier influencia xenófoba que se encuentre en sus integrantes.
UnionMigrantNet muestra al mundo exterior que el movimiento sindical representa a los migrantes y
les proporciona un apoyo concreto, libremente y con independencia de su estado. También muestra
que los sindicatos no están dispuestos a permitir que nadie explote a los trabajadores para detener el
progreso social en Europa. Ha llegado el momento de hacer propuestas para que la voz de los
trabajadores con experiencia de migración se escuche permanentemente en el marco de la
formulación de las políticas sindicales.
La CES trabajará por un camino para la integración en dos vías, invirtiendo en la afiliación sindical de
los migrantes e incrementando su visibilidad en los órganos de la CES. La CES animará a sus
afiliadas a hacer lo mismo.
UnionMigrantNet muestra el trabajo que están haciendo las afiliadas de la CES para ayudar a los
migrantes a reclamar sus derechos en el trabajo y a ser tratados igual que otros trabajadores.
UnionMigrantNet también sirve como ejemplo de cooperación sindical transfronteriza para apoyar y
organizar a los trabajadores. El movimiento sindical europeo está preparado para compartir sus
conocimientos en el campo de la ayuda e integración de los migrantes y el servicio en las zonas de
libre circulación. UnionMigrantNet reúne, en una red transfronteriza única, las mejores experiencias a
nivel europeo y está en mejores condiciones para llevar a cabo las actividades del proyecto para
aumentar la cooperación con los sindicatos, especialmente en los países de origen y tránsito.
La CES reforzará UnionMigrantNet para aumentar el atractivo y la visibilidad de la asistencia sindical
a los migrantes. Se constituirá un grupo ad-hoc para identificar propuestas piloto de cooperación
transfronteriza y reconocimiento mutuo de pertenencia entre los miembros de UnionMigrantNet.
La migración en las políticas de cooperación al desarrollo
La estrategia a medio plazo de la CES incluye un compromiso renovado para mejorar el vínculo entre
la migración y la cooperación para el desarrollo, también coordinando a los miembros europeos de la
Red de Cooperación Sindical al Desarrollo.
Tras la declaración conjunta de la CSI-CES dirigida a la Cumbre UE-África en 2015, la CES estudiará
la interdependencia de las dimensiones interna y global de la migración, aumentando el conocimiento
de los efectos positivos y negativos que la movilidad laboral puede tener en los países y regiones
menos desarrollados. La CES apoyará estrategias de cooperación internacional para el desarrollo
socioeconómico y la consolidación de instituciones democráticas. La CES reforzará su cooperación
con la CSI y los sindicatos en otros continentes en el ámbito de la migración, el asilo y, en general, en
la lucha contra el populismo y la xenofobia.
De vital importancia será controlar la aplicación de los objetivos de Desarrollo Sostenible y la agenda
de Naciones Unidas 2030, en Europa y en todo el mundo, incluyendo la protección de los
trabajadores migrantes en los objetivos del trabajo decente en los sectores público y privado.
Se prestará especial atención a la contratación ética de trabajadores bien informados y a los riesgos
vinculados a la fuga de cerebros. El Código de conducta EPSU-HOSPEEM para la contratación y la
retención transfronterizas éticas sigue siendo una buena práctica.
El diálogo social debe integrarse en el paradigma de la cooperación de la UE con el objetivo de
implicar a las empresas multinacionales para apoyar la agenda de trabajo decente en los países de
origen de los flujos migratorios masivos.
Con este fin, la política comercial de la UE debe exigir a las empresas el compromiso de defender los
principios de las directrices de NNUU en las cadenas de suministro. La política de desarrollo de la UE
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también debe reflejar los objetivos sobre la justicia climática, la promoción de la igualdad de género y
la igualdad de oportunidades para todos, la lucha contra la esclavitud moderna y el trabajo forzoso, y
el desarrollo de la educación en la escuela.
La CES pide a los Estados miembros que apliquen y financien adecuadamente las políticas al
desarrollo que promuevan estos objetivos y que trabajen con la CES y la CSI como socios en este
trabajo. La CES apoyará a la CSI en su lucha para mantener los recursos económicos asignados a
los fondos de cooperación al desarrollo en el marco de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD).
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