www.dnp.gov.co Departamento Nacional de Planeación Dirección General Carolina Rentería Rodríguez Subdirección General Andrés Escobar Arango Dirección de Desarrollo Social José Fernando Arias Duarte Equipo Técnico Roberto Carlos Angulo Salazar Natalia Ariza Ramírez Miguel Ángel Cardozo Tovar Juliana Morales Noguera Diana Isabel Cárdenas Gamboa Félix Régulo Nates Solano Edición Lucía Mina Rosero Grupo de Calidad de Vida Lina Maria Castaño Mesa Patrícia García Cano De la asistencia a la promoción social Hacia un sistema de promoción social Grupo de Comunicaciones y Relaciones Públicas Luz Dary Madroñero Pachón Luz Ángela Andrade Arévalo Corrección de Estilo Carmen Elisa Villamizar Camargo Carátula Clara Victoria Forero Murillo Impresión Gráficas Ducal Ltda. Tel. 341 74 34 Impreso y hecho en Colombia © Departamento Nacional de Planeación Calle 26 n.o 13-19 Teléfono: 5960300 / 5663666 ISSN 0123-5028 Bogotá, D. C., Colombia De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social Contenido Siglas Con el fin de facilitar la lectura se incluye esta lista de las siglas utilizadas en los distintos apartes del documento. CPPE: Consejerías Presidenciales de Programas Especiales DABS: Departamento Administrativo de Bienestar Social Distrital DANE: Departamento Administrativo Nacional de Estadística DAPR-FIP: ECV 2003: Encuesta de Calidad de Vida 2003 FSP: Fondo de Solidaridad Pensional Icbf: Instituto Colombiano de Bienestar Familiar IVC: Inspección, Vigilancia y Control MPS: Ministerio de la Protección Social PPSAM: Programa de Protección Social al Adulto Mayor PS: Protección Social SGP: Sistema General de Participaciones SPS: Sistema de Protección Social CCF: Cajas de Compensación Familiar 3 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social INTRODUCCIÓN Durante los últimos cuatro años, Colombia ha iniciado el camino hacia el desarrollo y consolidación de su Sistema de Protección Social –SPS–, lo cual le exige, además de la creación del Ministerio de la Protección Social –resultante de la fusión de los ministerios de Salud y Trabajo y Seguridad Social–, estudiar y generar mecanismos de coordinación institucional necesarios en función del alcance y las necesidades demandadas por tan importante reto. En la medida en que se analizan los alcances conceptuales de una propuesta de tal magnitud, es claro que las instituciones actuales resultan inadecuadas, cuando no insuficientes, para organizar y proveer dirección estratégica que le permita al país avanzar hacia el logro de tal propósito, sin que ello signifique un incremento en el número de entidades estatales. Antes que un aumento en el aparato estatal, el país está llamado a revisar y analizar qué tan ajustados son los arreglos institucionales actuales frente al propósito de desarrollar y consolidar un marco de políticas públicas, tanto para un adecuado manejo social del riesgo como para la reducción de la pobreza y la desigualdad, objetivos fundamentales de un sistema de protección social. Las bases del Plan Nacional de Desarrollo Estado comunitario: desarrollo para todos, avanzan al otorgar un marco de referencia básico para determinar el alcance conceptual del Sistema de Protección Social. Dicho sistema debe ser integral en la oferta de servicios y no excluyente frente a las diferencias en los niveles de vida de la población. El objetivo fundamental sobre el cual se sustenta la oferta de protección social parte del hecho de garantizar unos mínimos socialmente aceptables, sin embargo, no toda la población está en capacidad de acceder por sus propios medios al aseguramiento formal que ofrece el mercado, por lo que deben existir mecanismos redistributivos y de solidaridad implícita, así como tratamientos integrales y de promoción social para la población pobre y vulnerable. Esta atención integral y prioritaria a quienes sufren las peores condiciones de vida debe tener un carácter temporal, es decir, hasta que dichos grupos sean capaces de integrarse por sus propios medios al mercado del aseguramiento formal. De estos aspectos en particular se ocupa el presente documento, sobre la premisa fundamental de que para lograrlo se debe transitar de la simple acción de asistirles, como sujetos pasivos, hacia la promoción de sus capacidades como sujetos activos de su propio desarrollo y hacia la transformación de oportunidades de inserción en mecanismos formales de gestión de sus riesgos y vulnerabilidades. Tal tipo de promoción es el que se debe alcanzar a través de los componentes del Sistema de Protección Social, disponible para el conjunto de la población. Una de las condiciones necesarias para disminuir los niveles de pobreza y desigualdad consiste en garantizar el funcionamiento adecuado de los mecanismos de aseguramiento, reducir la vulnerabilidad de la población y crear las herramientas para que los grupos rezagados superen las condiciones adversas a las cuales se enfrentan. Para ello, es necesario que el Estado y la sociedad hagan posible el fomento del aseguramiento frente a riesgos de la población en general, como parte del Sistema de Seguridad Social Integral (salud, riesgos profesionales, fondo de pensiones y protección al cesante), mediante mecanismos de cotización o subsidios de acuerdo con sus condiciones socioeconómicas. A su vez, es fundamental la existencia de un sistema de promoción social eficiente y eficaz, y la consolidación del sistema de formación para el trabajo, adecuadamente articulado al sistema educativo. Además, se debe prever un mecanismo de manejo social del riesgo que complemente las anteriores estrategias en coyunturas particulares y temporales. 4 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social De esta manera, la protección social puede apreciarse como intervenciones públicas, en el sentido en que comprometen al Estado y a la sociedad en su conjunto, para i) asistir a personas, hogares y comunidades en su manejo del riesgo, y ii) proporcionar apoyo a quienes se encuentran en condición de pobreza. Esto implica entenderla como un sistema no excluyente de condiciones mínimas de protección para toda la población y, a la vez, como una herramienta para superar las condiciones adversas de los más pobres. Además, parte de entender la protección social como una inversión en capital humano y de reconocer que la sostenibilidad del sistema no puede condicionarse a que las transferencias fiscales superen por sí solas las brechas de pobreza. El Sistema de Promoción Social abarca un conjunto de subsistemas, los cuales deberán complementarse y articularse con otros elementos de política social que involucran el acceso a la vivienda y al saneamiento básico, así como la posibilidad de insertarse en el mercado de activos, principalmente mediante el acceso al sistema financiero y al crédito (como se espera del desarrollo y consolidación de la Banca de Oportunidades [Conpes 3424]), la tierra y los procesos productivos, así como a la seguridad y la justicia. Adicionalmente, el país debe profundizar la investigación sobre mecanismos informales de manejo del riesgo por parte de los hogares, los cuales pueden ser costosos y contribuir a la perpetuación de la pobreza. El esquema presentado, si bien supone los elementos constitutivos básicos, o por lo menos con los cuales el país ha creado condiciones para la estructuración de la protección social, y que se constituyen en el punto de partida, carece de mecanismos efectivos de articulación en la oferta de programas o servicios y en su capacidad de vinculación con la demanda, particularmente de aquella población tradicionalmente excluida de sus beneficios (en pobreza o miseria). Además resulta aún insuficiente para el manejo de condiciones especiales de crisis de diferente índole (riesgos covariantes, como las crisis económicas, sociopolíticas y ambientales). El Sistema de Protección Social tiene en los próximos años como reto fundamental lograr la efectiva articulación de tres grandes componentes: i) Seguridad Social Integral –salud, riesgos profesionales y protección al cesante–; ii) Sistema de Promoción Social y Sistema Social de Riesgo, y iii) Sistema de Formación de Capital Humano –sector educativo y formación para el trabajo–. Diferentes estudios señalan las limitaciones de los enfoques de promoción social de carácter sectorial y desde la perspectiva de grupos poblacionales –infancia, jóvenes, madres cabeza de hogar, etc.–, dado que no permiten una respuesta integral a la multidimensionalidad de la pobreza1; por el contrario, el resultado es la proliferación de programas y la segmentación de la oferta pública. Esta dispersión ha afectado la definición de objetivos claros de política, ha dificultado la focalización, la promoción social y ha promovido la conformación de un esquema de financiamiento en el cual priman la diversidad y desarticulación de las fuentes. Con el propósito de consolidar en el próximo cuatrienio los pilares que componen el Sistema de Protección Social, es necesario identificar para cada uno de ellos los retos y necesidades que deben afrontar, desarrollar políticas y estrategias que hagan posible el Sistema y, principalmente, traducir sus efectos en resultados e impactos para el conjunto de la población. En tal caso, el énfasis debe recaer en las comunidades pobres y vulnerables, condición necesaria para cerrar las brechas sociales. 1 DNP-DDS-SS (2006) “Hacia la consolidación del Sistema de Asistencia Social” (documento técnico). DNP - Misión SocialPNDH-PNUD-ICBF (2002) Familias colombianas: estrategias frente al riesgo. Fedesarrollo-BID-BM (2001) Hacia una red de protección social para Colombia.. Acosta O. L., Ramírez J. C. (2004) Las redes de protección social: modelo incompleto.. Núñez J., Espinosa S. (2005) Asistencia social en Colombia - diagnóstico y propuestas. Documento Cede n.o 42. Bogotá, Universidad de los Andes.. 5 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social Como se mencionó, este documento procura avanzar en desarrollos conceptuales y propuestas de política pública con el propósito de transformar el enfoque y alcance de las acciones redistributivas propias de la asistencia social que tiene a las familias e individuos como receptores pasivos del apoyo estatal, sin temporalidad definida, hacia acciones que promuevan sus capacidades y la expansión de sus libertades y oportunidades como agentes activos, a las cuales se les denomina promoción social . Al reconocer esta situación y como estrategia fundamental para prevenir y superar la pobreza extrema, se pondrá en marcha la Red de Protección Social para la Superación de la Extrema Pobreza –Juntos– creada mediante el Conpes Social 102. Juntos hace parte del Sistema de Promoción Social y articula tanto políticas como programas de los demás subsistemas con el objetivo de promover la incorporación efectiva de los hogares más pobres a las redes sociales del Estado y asegurar la superación de su condición, a través de: i) integrar la oferta de servicios sociales para hacer coincidir varias prestaciones alrededor de la familia de manera simultánea; ii) brindar transitoriamente, acompañamiento familiar y acceso preferente para asegurar que los recursos e intervenciones permitan superar condiciones mínimas de calidad de vida que no están cubiertas, y iii) generar un marco de corresponsabilidad con los usuarios para que las familias coadyuven a superar su situación. Juntos promoverá, entre 2007 y 2010 a 1,5 millones de familias en extrema pobreza, en condición de desplazamiento o clasificadas entre los más pobres del nivel 1 del Sisbén. Así, en adelante se tomarán los elementos de la asistencia social como parte de la protección social, reconociendo que la primera hace parte de la segunda, en cuanto se constituye en la acción básica de apoyo con la cual procura evitar que se caiga en situaciones de privación inaceptables, pero que necesariamente debe propiciar procesos de estabilización y acumulación de capital humano, físico, financiero y social, más propios de la protección social. El análisis posterior empieza por reconocer los problemas actuales de la asistencia social para adentrarse a definir e identificar los elementos de la protección social que se pretende desarrollar como marco de política pública y la base institucional de la cual se parte para avanzar en tal sentido. Finalmente, se trazan planteamientos acerca del arreglo institucional necesario para progresar en esta construcción colectiva. Para ello el país deberá en los próximos años debatir ampliamente acerca de la conveniencia y pertinencia de muchas de sus instituciones actuales, y sobre la manera efectiva como pueden contribuir o no a la reducción de la pobreza, de la desigualdad y al manejo eficaz del riesgo, o por el contrario, simplemente a perpetuar estados de captura institucional, inequidad y exclusión característicos en Colombia. 6 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social DIAGNÓSTICO Y PROBLEMÁTICA DE LA PROMOCIÓN SOCIAL EN COLOMBIA A lo largo de este documento, el término promoción social se utiliza en forma indistinta para caracterizar la situación actual, la problemática y la propuesta, no obstante, en el contexto del diagnóstico, que corresponde a la situación actual, debería hacerse referencia a la asistencia social. Cabe anotar también que entre los ejecutores, algunos hacedores de política y para la sociedad, el significado y aplicación del término asistencia social es ambiguo, pues hace referencia, en la mayoría de los casos, al asistencialismo2. Sin embargo, la asistencia social –no el asistencialismo– hace parte de la promoción social. Un examen sistemático de los problemas de la promoción social puede plantearse desde tres perspectivas: problemas de la demanda, de la oferta, y asimetrías entre ellas. Al seguir esta estructura, el siguiente análisis ordena las principales conclusiones y hallazgos de varios estudios sobre promoción social realizados en Colombia. Problemas de la demanda El enfoque de manejo social del riesgo puede adoptarse como marco para el análisis de la demanda de servicios de la promoción social efectuado por las familias3. El punto de partida para un análisis de las estrategias de las familias frente al riesgo, señalado con especial interés en el estudio de la Misión Social et al. (2002), es examinar lo que se denomina percepción subjetiva del riesgo. La percepción subjetiva es importante porque tiene implicaciones sobre la seguridad de la familia y sobre la forma como la sociedad se organiza para avanzar en la objetivación del riesgo4. Tiene implicaciones sobre la seguridad de las familias porque determina el conjunto de acciones o estrategias con las cuales éstas enfrentan las amenazas, pero también afecta el colectivo pues existen estrategias diseñadas por la sociedad en su conjunto. Una forma práctica de inferir hipótesis sobre la percepción subjetiva del riesgo de las familias, apoyada en información de la Encuesta de Calidad de Vida 2003, es comparar el ingreso observado con la pregunta “¿Cuál considera usted que debería ser el ingreso mínimo mensual que requiere su hogar para satisfacer adecuadamente sus necesidades?”5, cotejado, a su vez, con su clasificación de acuerdo con niveles del Sisbén en la misma encuesta. El ingreso mínimo considerado por el jefe del hogar como suficiente para cubrir las necesidades puede entenderse como una percepción del riesgo, por cuanto: • El ingreso considerado como mínimo por el jefe de hogar es una versión “subjetiva” de la línea de pobreza (LP). Refleja indirectamente su percepción sobre las necesidades básicas y del costo que se necesita para no caer en privación. 2 La ambigüedad se mantiene aunque se ha avanzado en la conceptualización de la promoción social entre los formuladores de política, tal como se evidencia en el Plan Nacional de Desarrollo (Ley 1151 de 2007). 3 Cuando se afirma que la elección de la familia se enmarca en el manejo social del riesgo, no se está refiriendo exclusivamente al concepto de Holzman y Jorgenssen (2000), sino también a una perspectiva más amplia y general con los siguientes ejes temáticos: i) elección dentro de la familia y no solo por parte del individuo; ii) elección en la incertidumbre, y iii) percepción subjetiva del riesgo. Un análisis más detallado de este enfoque se encuentra en Misión Social, ICBF, PNUD (2002). 4 Tomado de Misión Social et al. (2002) p. 1. 5 Pregunta M13 de la Encuesta de Calidad de Vida de 2003, efectuada por el Dane. 7 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social • • Las acciones y elecciones del jefe del hogar en el marco del manejo social del riesgo, en especial las relacionadas con sus decisiones intertemporales, están influenciadas por la percepción que se tiene del ingreso mínimo necesario para no caer en una situación de privación. La comparación de esta línea subjetiva con el ingreso observado por niveles de Sisbén, refleja las diferencias en la percepción en los diferentes niveles de calidad de vida. La percepción subjetiva del riesgo de acuerdo con el nivel del Sisbén puede apreciarse en el Gráfico 1, que presenta dos características: las curvas están correlacionadas y tienen pendiente positiva. De cada característica se desprenden dos hipótesis: i) las expectativas del perceptor principal no están significativamente desvinculadas de la situación actual en los niveles de estándar de vida bajos (correlación de las curvas), y ii) los hogares con estándar de vida bajo son menos exigentes que los que tienen un estándar de vida alto (pendiente positiva de las curvas). Gráfico 1 Percepción subjetiva del riesgo según nivel de Sisbén y ECV Ingreso percápita de la unidad de gasto 2.500.000 2.000.000 1.500.000 Ingreso Observado 1.000.000 Ingreso que considerado como mínimo por el jefe de la unidad de gasto 500.000 1 2 3 4 5 6 Nivel de Sisben Fuente: Cálculos DDS-SS con base en ECV 2003 Fuente: Dane: ECV 2003. Cálculos DDS-SS La primera hipótesis hace referencia a la coincidencia de las curvas hasta el nivel 3. Es decir, las personas con un nivel de vida bajo consideran que su ingreso es suficiente para cubrir las necesidades mínimas. Este dato pone de manifiesto los siguientes elementos: i) no hay una noción de riesgo futuro propiamente dicha; si consideran que lo que han de necesitar es igual a su situación actual, es porque no tienen en cuenta eventos negativos o choques que podrían enfrentar las familias; ii) el ingreso mínimo considerado como suficiente está aún por debajo de la línea de pobreza. En otras palabras, los niveles 1, 2 y 3 de Sisbén no han objetivado el costo mínimo de dicha línea. La segunda hipótesis hace referencia a que las personas con un estándar de vida bajo son menos exigentes que quienes tienen uno alto. Tal punto es clave para entender la demanda de seguros y de servicios de promoción social, por ejemplo, se ha demostrado que los hogares colombianos, especialmente los de ingreso medio-bajo y bajo, no recurren a las aseguradoras para protegerse de los riesgos futuros; la demanda de seguros se concentra en el quintil 5 (Misión Social et al. 2002). 8 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social Problemas de la oferta La mayoría de los estudios recientes sobre promoción social en Colombia apuntan en la misma dirección. Para Fedesarrollo (2001), debido a la fragmentación y desarticulación de los programas y de las competencias, no existe un sistema asistencial propiamente dicho, como sí ha ocurrido con el Sistema de Seguridad Social. Para Núñez y Espinosa (2005) la desarticulación tiene su origen en la multiplicidad de las poblaciones objetivo y en la ausencia de un único responsable de la promoción social. Según la caracterización de la Misión Social et al. (2002), la oferta de servicios a la población vulnerable (oferta total) tiene las siguientes características: i) es heterogénea; ii) es coyuntural; iii) está animada por la gratuidad, y iv) está por fuera de una red institucional. Los puntos i, ii, y iii no serían problemáticos si no se diera el punto iv. En otras palabras, la heterogeneidad sería deseable si estuviera en función de las amenazas y los riesgos que enfrenta la población (privaciones multidimensionales a poblaciones heterogéneas). Esto podría darse en una red institucional con un sistema de información, monitoreo y focalización tanto consolidado como unificado6. Su característica de coyuntural puede ser explotada desde el punto de vista de los riesgos covariantes e idiosincrásicos, pues una red institucional fuerte aprovecharía lo coyuntural con complementariedad y pertinencia frente a choques covariantes, empero, en ausencia de institucionalidad termina convirtiéndose en falta de continuidad de los programas de promoción. Finalmente, la gratuidad en ausencia de una red institucional no favorece la continuidad de la oferta de programas, los cuales, en su mayor parte, quedarían dependiendo de la disponibilidad y la motivación altruista. Asimetrías entre la oferta y la demanda de servicios Los inconvenientes de demanda y de oferta descritos en la sección anterior se configuran en un problema general: la asimetría entre la oferta y la demanda de servicios de asistencia a la población vulnerable. Según la Misión Social et al. (2002), los eventos críticos o amenazas enfrentados por las familias colombianas, en orden de importancia, son: desempleo del jefe del hogar, pérdida económica importante, presencia de un enfermo grave, abandono del hogar de un menor de 18 años, y muerte de algún miembro del hogar. Por otro lado, los factores de protección, también del más al menos importante, son: trabajo de los hijos y del cónyuge del jefe de hogar, movilización de mano de obra adicional, tenencia de vivienda, cesantías, y afiliación del jefe a seguridad social. Las tres amenazas que más afectan a las familias son asegurables y/o mitigables, las tres estrategias que utilizan las familias para enfrentarlas no son del manejo social del riesgo propiamente dichas y aunque reflejan reacciones de las redes familiares, no son las más convenientes. Por ejemplo, sacar a un niño del colegio para que trabaje y ayude a que la familia supere la crisis económica es inconveniente porque tiene efectos sobre la acumulación de capital humano y en la vulnerabilidad de esa familia en el largo plazo. Otros elementos de carácter transversal que impiden una armonía entre la oferta y la demanda de servicios de promoción social son dos: i) los instrumentos de focalización carecen de medidas de 6 En ausencia de una red institucional, la heterogeneidad obedece más a las restricciones de información, la ausencia de incentivos de especialización, la multiplicidad de motivaciones y objetivos, tanto de la oferta pública como privada. 9 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social vulnerabilidad lo que dificulta la objetivación del riesgo, cuyo primer paso consiste en medirlo; la oferta no tiene claridad sobre la población objetivo, la demanda tiene una percepción subjetiva del riesgo, y ii) la financiación de la oferta pública de servicios de promoción social es pro cíclica, lo que implica que el gasto cae fuertemente durante las crisis, justamente cuando más se necesita7. 7 Este punto ha sido resaltado por Misión Social et al. (2002), Núñez y Espinosa (2005) y Fedesarrollo (2001). 10 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social PROPUESTA DE UN MARCO CONCEPTUAL PARA EL SISTEMA DE PROMOCIÓN SOCIAL COLOMBIANO Formular un marco conceptual para la promoción social implica, entre otros elementos, definirla en un sentido amplio, es decir, establecer qué se entiende por promoción social; cuáles son las acciones que el Estado debe desarrollar en ese sentido y cuál será el límite de esas acciones; qué se entiende por familia como sujeto de intervención, y la relación entre ella y pobreza, definida esta como falla en las capacidades. A continuación se desarrollan los conceptos básicos. La promoción social, en general, es una acción o conjunto de intervenciones dirigidas a impulsar8 una persona o un grupo de personas de la sociedad que carece de los medios y oportunidades para manejar una situación de privación o vulnerabilidad. Esa intervención puede ser individual o colectiva, su provisión de carácter público o privado y las motivaciones para intentar contrarrestar la situación, diversas: altruismo, compromiso, religión, sentimientos morales, sentido de la justicia, cumplimiento de las normas o acuerdos sociales y solidaridad, entre otros. Asimismo, la naturaleza de la privación que se pretende subsanar es multidimensional y su existencia motiva esas intervenciones debido a que es considerada inaceptable por quien las ejecuta o promueve. Esta definición amplia de promoción social evidencia el gran número de variables que intervienen en la delimitación del concepto: por un lado, existen diversas motivaciones de quien desarrolla la acción, por otro, el individuo o familia en situación inaceptable o en riesgo de caer en ella es un sujeto complejo y su diversidad se manifiesta en dos aspectos: percepción subjetiva de sus propias necesidades o carencias, y multidimensionalidad de su situación, lo que demanda también soluciones multidimensionales. La coherencia entre la motivación, la consistencia en las definiciones de pobreza y vulnerabilidad y la multidimensionalidad de las carencias configuran la forma de la acción. Una acción de promoción social no es perversa o virtuosa per se9, sino que implica una reacción por parte del sujeto intervenido, y esa reacción puede ser virtuosa o perversa dependiendo de las características y del diseño de la acción. En este punto, y como se verá más adelante, resulta necesario entrar a diferenciar la asistencia social mencionada en la introducción. El reconocimiento o no que se haga de la potencial reacción del sujeto de la intervención diferencia en gran medida la asistencia social de la promoción social. Y como se mencionará a continuación, la promoción social10 estatal que tradicionalmente se ha venido prestando, tiende a permanecer en el nivel redistributivo, situación que limita su accionar hacia formas que permitan subsanar las fallas en capacidades y la apertura de oportunidades de sujetos con un papel activo como agentes de su propio desarrollo. Así las cosas, tradicionalmente, la promoción social estatal ha sido vista como la acción directa o prescrita por el Estado, dirigida a impulsar a un grupo de personas en condiciones de privación y vulnerabilidad socialmente inaceptables. Su característica esencial hasta ahora, implica una transferencia dirigida a un grupo identificado y reconocido como pobre o vulnerable y desde ese punto de vista, En el Diccionario de la lengua española de la Real Academia, las acepciones de promover son: 1. “Iniciar o impulsar una cosa o un proceso, procurando su logro”. 2. “Levantar o elevar a alguien a una dignidad o empleo superior al que tenía”, y 3. “Tomar la iniciativa para la realización o el logro de algo”. 9 A menudo se identifican las acciones de asistencia social como asistencialistas, con la pretensión de emitir un juicio de valor per se (negativo), sobre la pertinencia de la acción. 10 La promoción social estatal tradicional se refiere a la asistencia social ambigua y desarticulada. 8 11 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social contiene un criterio de redistribución que puede ser en forma de renta o especie y adquirir el talante de satisfactor (bien o servicio específico) o de seguro11 transitorio. En síntesis, una acción es definida normalmente como promoción social estatal cuando tiene las siguientes características: i) proviene del Estado y está dirigida a la garantía de los acuerdos sociales; ii) está orientada a un grupo claramente identificado en condiciones de privación y vulnerabilidad socialmente inaceptables; iii) la acción o prescripción implica una transferencia en efectivo o en especie, y iv) tiene un criterio redistributivo. Recuadro 1 Desde esta perspectiva, el objetivo de la promoción social estatal es el de garantizar que la población no caiga en situaciones de privación socialmente inadmisibles al tiempo que expanda sus oportunidades. Es una acción dirigida a incrementar el bien-estar de la población al ocuparse de la promoción de las capacidades, la objetivación de los riesgos y la apertura de oportunidades. Cualquier acción o intervención que cumpla con las anteriores características puede ser definida como una acción de promoción social estatal. A estas características se les denomina generales porque permanecen independientemente del enfoque conceptual de pobreza y vulnerabilidad especificado. La familia como sujeto de intervención El sujeto de intervención de las acciones de promoción social estatal debe ser la familia, con tres justificaciones: una de carácter normativo, que pone de manifiesto el principio de corresponsabilidad; una desde la teoría económica, y una práctica, que considera la familia como célula fundamental para el manejo social del riesgo. Desde el punto de vista normativo, la Constitución Política de Colombia ampara la familia “como institución básica de la sociedad” (art. 5) y establece que: • • 11 12 […] La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. […] Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás (art. 44)12. El Estado, la sociedad y la familia concurrirán para la protección y la asistencia de las personas de la tercera edad y promoverán su integración a la vida activa y comunitaria (art. 46). Stiglitz en La economía del sector público equipara la asistencia social a un seguro. El texto completo del artículo 44 de la Constitución Política de Colombia es el siguiente: Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia. La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los infractores. Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás. 12 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social • […] El Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación, que será obligatoria entre los cinco y los quince años de edad… (art. 67). [Los destacados son nuestros] Desde el punto de vista económico, la elección dentro de la familia no se desarrolla de la misma forma que entre individuos que no tienen ningún tipo de parentesco o no pertenecen al núcleo familiar13. Este punto es de vital importancia para el tema de la promoción social: la unidad que reacciona a la intervención es la familia, no el individuo de forma aislada. En el sentido práctico, se ha demostrado que en Colombia la familia es un sujeto activo en el manejo del riesgo(Misión Social et al., 2003). En ausencia de una red de protección social propiamente dicha, las familias se manifiestan con mecanismos de respuesta: Durante la recesión este tipo de organización familiar (hogares extensos biparentales) ha logrado protegerse de la desintegración, a diferencia de lo que ha sucedido con otro tipo de familias, como las nucleares biparentales pobres. La antropología colombiana ya había hecho afirmaciones semejantes: en las familias extensas existe un alto grado de cooperación, que en casos de emergencia genera un fuerte sentimiento de solidaridad [que] aprieta las ramas de parentesco14. En síntesis, una manera de ampliar las oportunidades de los individuos de forma sostenible es fortaleciendo los vínculos de solidaridad entre miembros de la familia. El valor agregado consiste en diseñar estrategias de aprovechamiento de los vínculos ya existentes (robustecerlos cuando son débiles) y canalizarlos en forma de estrategias convenientes desde el punto de vista del manejo del riesgo. El debate sobre la familia como centro de las políticas de protección y promoción social se puede analizar desde dos perspectivas: la primera, es considerar la familia como fin y, la segunda, es considerarla como medio. El primero consiste en enfocar las acciones de política social en la defensa de la familia como institución con determinada forma particular, el segundo hace referencia al enfoque de familia como medio para garantizar a la sociedad civil los derechos sociales fundamentales. En vista de la anterior argumentación y puesto que no se está definiendo un modelo ideal de familia o una constitución concreta de ella, se analiza el problema desde la segunda perspectiva: la familia como medio para la garantía de los derechos15. El enfoque de pobreza como falla en las capacidades16 Para entender la definición de pobreza como falla en las capacidades es preciso aclarar tres conceptos fundamentales propios del enfoque de Sen: 1. Funcionamiento, que se define como las acciones y estados que al interrelacionarse constituyen la vida de una persona. Entre los ejemplos de funcionamiento se encuentra estar suficientemente alimentado. Para ahondar aún más sobre lo teórico, se sugiere ver Misión Social et al. (2002). Misión Social et al. (2002). 15 Sonia Montaño en su conferencia “¿Políticas de familia versus políticas de género?”, recogida en Políticas hacia las familias, protección e inclusión sociales, (Irma Arriagada [ed.], Cepal, 2005) diferencia así entre la perspectiva de familia como fin y familia como medio: es decir ya no se trata de tener políticas que produzcan, por decirlo de alguna manera, un tipo de familia, sino de políticas que a través de la familia como a través de otros ámbitos, permitan el bienestar de las personas. 16 El enfoque de pobreza como falla en las capacidades ha sido formulado por Amartya Sen. Al respecto ver Sen (1992, 1999, 2003), Sen y Nussbaum (1993). 13 14 13 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social 2. Realización que puede entenderse como el conjunto de sus funcionamientos, es decir, los que efectivamente elige el individuo. 3. Capacidad, es el concepto más importante por cuanto es la contribución fundamental de Sen (1992) que se define así: Estrechamente relacionado con la noción de los funcionamientos es la capacidad de funcionar. Representa las diversas combinaciones de funcionamientos (estados y acciones) que la persona puede alcanzar. Por ello, la capacidad es un conjunto de combinaciones de funcionamientos, que reflejan la libertad del individuo para llevar un tipo de vida u otro. En el enfoque de pobreza como falla en las capacidades, el concepto bienestar (welfare) adquiere una connotación diferente a la convencional que está más relacionada con el concepto utilitarista del disfrute obtenido por el individuo después de la elección. Se trata del bien-estar (well-being) que incluye la situación del individuo en el momento previo a la elección. El bien-estar de una persona puede entenderse como la calidad de su vida y la capacidad se interrelaciona con él de dos formas: • • En el momento previo a la elección donde el bien-estar alcanzado depende de la capacidad de elección. Independientemente de cuáles sean los funcionamientos alcanzados, la posibilidad de haber elegido entre un grupo razonable y amplio de opciones es constitutivo del bien-estar. En el momento posterior a la elección, en el cual cuando el conjunto particular de funcionamientos alcanzados corresponde al bien-estar de una persona, la capacidad para alcanzar los funcionamientos valiosos constituye la base de la libertad. Pobreza como falla en las capacidades o fracaso desde el punto de vista de las capacidades puede entenderse como la imposibilidad por parte de un individuo de obtener las realizaciones valiosas y de esta manera comenzar un proceso de expansión de oportunidades. En coherencia con los dos puntos anteriores, un individuo o familia es pobre si: i) carece de un conjunto razonablemente amplio de elecciones posibles, es decir, el individuo no es libre, con una interrelación independiente del vector de funcionamientos elegidos, y ii) no puede alcanzar funcionamientos (estados o acciones) constitutivos de la vida, en otras palabras, se dice que el individuo no puede funcionar. Si el desarrollo es entendido como un proceso dinámico de expansión de las capacidades de la sociedad, la superación de la pobreza constituye su base. Que un individuo salga de la situación de pobreza es una condición necesaria para que empiece un proceso de expansión de oportunidades; una persona solo puede ejercer su libertad de agencia cuando no presenta una privación en las capacidades fundamentales o cuando cuenta con herramientas para manejar esta privación. Una acción de promoción social estatal, dirigida a impulsar a una persona que está en situación de pobreza como falla en las capacidades, debe favorecer la ampliación del campo de elección de los individuos y promover el alcance de los estados o acciones socialmente deseables y técnicamente posibles, de tal manera que el individuo entre en un proceso de expansión de las capacidades. La acción que no implique favorecer la expansión de las capacidades y la promoción de la libertad de agencia será insuficiente desde el punto de vista de Sen, y es la que se ha referido como acción asistencialista. A partir de esta definición, un segundo grupo de características constitutivas de promoción social estatal que se desprenden del enfoque de pobreza como falla en las capacidades, es el siguiente: 14 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social • • • • Es transitoria sobre el individuo o familia. Si el fin último es la expansión de las capacidades y la promoción de la libertad de agencia, la acción debe tener condiciones de salida explícitas desde el momento previo a su ejecución17. Es multidimensional. Una acción, o conjunto de intervenciones, debe contemplar en su diseño la multidimensionalidad de la privación. Es integral. La integralidad se refiere a la unidad sujeto de intervención: si la unidad sujeto de intervención es la familia se debe contemplar la dinámica que se da en su interior, es decir las posibles reacciones de la unidad intervenida. Debe ser relativa en los satisfactores. Debe contemplar el hecho de que la naturaleza de la privación es relativa en los bienes y absoluta en las capacidades18. La definición teórica de pobreza delimita aún más el objetivo de la promoción social. La privación puede ser en el espacio de los medios e instrumentos (pobreza por carencia de ingresos, nivel bajo de consumo, acceso a alimentos, desempleo permanente, etc.) o en el espacio de las libertades constitutivas (no tener una vida larga y saludable, padecer hambre, exclusión social, etc.). Al seguir el enfoque de Amartya Sen, al primer grupo de privaciones se le denomina pobreza como falla en los medios e instrumentos del bien-estar, al segundo grupo se le llama pobreza como falla en las capacidades. Los dos grupos están estrechamente relacionados, la falla en el espacio de las capacidades puede tener su origen en la insuficiencia de medios e instrumentos, pero la falla también puede estar en la facultad del individuo para transformar los medios en bien-estar. El enfoque de Sen es completo porque se centra en los fines y no en los medios: un individuo deja de ser pobre una vez supere sus fallas en las capacidades. Las acciones de promoción social estatal pueden orientarse bien sea hacia el espacio de los bienes o instrumentos (subsidios alimentarios) o hacia incrementar la capacidad del individuo o familia para convertir los medios en bien-estar (promoción de hábitos de vida saludables). Esquema 1 Características generales y constitutivas de una acción de promoción social enmarcada en la pobreza como falla en las capacidades La ausencia de esta característica es típica en las acciones que son denominadas coloquialmente asistencialistas cuya acepción es la de una acción o intervención que genera dependencia sobre el individuo. 18 En coherencia con Sen (2003). 17 15 C ara cterística s q ue se d esp ren de n de l en fo qu e d e po bre za co m o falla e n la s ca p acida de s C a racterística s ge ne rale s De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social 1. Es una acción o intervención del Estado dirigida a la garantía de derechos. 2. Está dirigida a un grupo en condiciones de privación y vulnerabilidad socialmente inaceptables y claramente identificado (no es de carácter universal). 3. Implica, en el resultado, una transferencia en efectivo o en especie. 4. Tiene un criterio redistributivo (la transferencia no es entre iguales). 5. Es transitoria sobre el individuo o familia. Debe tener condiciones de salida explícitas desde el momento previo a su ejecución. 6. Contempla la multidimensionalidad de la privación. 7. Es integral 8. Debe ser relativa en los satisfactores. 9. Debe promover la generación de medios de autosostenimiento para procurar la superación de la condición de privación o vulnerabilidad. Oferta total y demanda de servicios de promoción social frente al Sistema de Promoción Social La oferta total de protección social se configura como la suma de las ofertas estatal y privada. En la primera se consideran los servicios suministrados por el Estado de forma directa o indirecta; en la segunda, los servicios cuya provisión no tiene ningún vínculo contractual con el Estado sino que está a cargo de ONG, fundaciones, iglesias, entre otros. La demanda total de la promoción social está definida por la población pobre y vulnerable según el agente que ejecuta la acción, mientras que la demanda potencial, o prescrita, de los servicios de promoción social estatal está determinada por los mecanismos y criterios oficiales de focalización. La promoción social, entonces, es el conjunto de agentes y organismos, oficiales y particulares, que en el marco del manejo social del riesgo conforman, diseñan y dirigen la oferta total de promoción social. Tales organismos tienen funciones de formulación de política, vigilancia y control y provisión de servicios. Los objetivos apuntan en dos sentidos: por un lado, a proteger las familias identificadas como pobres y vulnerables de las contingencias que menoscaban la calidad de vida, con sustento en los acuerdos sociales, e igualmente garantizar sus derechos con un criterio de corresponsabilidad sobre los principios de solidaridad y equidad, y por otro, promoverlas hacia la libertad de agencia y la expansión de las oportunidades. Con base en este enfoque la Ley 1151 de 2007 en su artículo 31, define el Sistema de Promoción Social como el que comprende las acciones del Estado en sus diferentes niveles de gobierno, la sociedad, la familia y los ciudadanos, así como las instituciones y los recursos dirigidos a la superación de la privación y a la expansión de las oportunidades de los grupos poblacionales pobres y vulnerables, en un marco de corresponsabilidad. Desde el punto de vista de la problemática actual y las características 16 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social intrínsecas de la oferta y la demanda de promoción social, el sistema debe ser capaz de minimizar las asimetrías entre la oferta total y la demanda de servicios de promoción. Formulación de la problemática La problemática del Sistema de Promoción Social tiene dos dimensiones: la oferta y la demanda. La oferta estatal de promoción social se caracteriza por una motivación, o justificación, que tiene un sustento técnico de eficiencia y otro de carácter ético. El primero se refiere al conjunto de intervenciones del Estado suscritas en la definición de protección social estatal, orientadas a solucionar fallos del mercado. El segundo tiene asidero en un criterio de justicia redistributiva, garantía de bienes preferentes y de derechos y se apoya en los acuerdos sociales. Ambos se complementan y en algunos casos convergen por ejemplo en la provisión de bienes públicos cuyo contorno ha sido delimitado por los acuerdos sociales. La oferta privada de promoción social, por su parte, tiene la siguiente característica: en principio, puede asegurarse que las firmas proveedoras del servicio no actúan bajo el criterio de maximización de beneficios, aunque esta conducta no es compatible con la motivación de los oferentes. Sin embargo, al prestar un servicio tienen una estructura de costos y buscan nichos de demanda para cumplir su objetivo y preservar su existencia. El principio conductual es más cercano a una disciplina de costoefectividad que a la de costo-beneficio. La oferta y la demanda de servicios de promoción social están sujetas a fallos de mercado y a ciertas complejidades sobre los agentes, lo que dificulta su interacción. Para el caso específico de Colombia, se ha demostrado que existen grandes asimetrías entre su oferta total y los riesgos que enfrentan las familias, además, en el caso de la demanda, estas tienen una percepción subjetiva del riesgo. En este contexto surgen las siguientes preguntas: ¿Cuál es el papel de la promoción social estatal dentro de la oferta total? ¿Cuál es su alcance en cuanto al ordenamiento, articulación y flexibilización de la oferta total? ¿Cuáles son las fallas en el arreglo institucional actual de la promoción social? Y finalmente ¿cuál es el arreglo social más apropiado para solucionar las asimetrías entre la oferta y demanda de servicios de promoción social? El marco conceptual avanza de la siguiente forma: en primer lugar, se define la promoción social estatal como un conjunto de intervenciones del Estado desde el punto de vista de las justificaciones económicas; en segundo lugar se exponen los conceptos de vulnerabilidad y riesgo, y al mismo tiempo, se contextualiza su función en el manejo social del riesgo y como parte del Sistema de Protección Social. Estos tres enfoques delimitan conceptualmente el Sistema de Promoción Social. El paso siguiente es incluirlo de forma armónica en el Sistema de Protección Social para ello se analizará la relación entre el Sistema de Promoción Social y el Sistema de Seguridad Social Integral; de esta relación se extraen los principios sobre los cuales debe estar construido. Delimitación conceptual de las acciones o intervenciones de promoción social estatal Cuando a la promoción social se le agrega el adjetivo de “estatal” es posible hacer algunas consideraciones que son esenciales para delimitar su definición. ¿Por qué es importante hacer una tipología de las intervenciones de promoción social estatal? Entre los argumentos para avanzar en esta distinción figuran: i) se establece un marco conceptual sobre sus posibles intervenciones y su alcance; ii) 17 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social permite saber qué actividades realiza el Estado y cuáles son los canales por donde actúa; iii) sirve para comprender y prever las consecuencias que se derivan de cada tipo de intervención; iv) es útil para determinar un arreglo institucional, pues según la naturaleza de la intervención se pueden asignar competencias y repensar las existentes, y v) una vez dimensionado el alcance y las posibles consecuencias, contribuye a delimitar y reformular de manera nítida los objetivos específicos de cada intervención. La promoción social estatal es una intervención que puede ser analizada y tipificada en dos momentos: obedece al cumplimiento de un propósito dada una justificación económica, desde el punto de vista de la eficiencia y/o de la equidad, y está asociada al impacto que genera sobre la población identificada como pobre y vulnerable en el marco del manejo social del riesgo. El primero es de fondo, el segundo de contenido. Las acciones de promoción social como intervención del Estado desde la perspectiva de sus justificaciones económicas Las justificaciones de la intervención del Estado pueden ser de dos categorías: i) la necesidad de corregir fallas que impiden que la economía sea eficiente en el sentido de Pareto, y ii) la redistribución de la renta con un criterio de justicia y los bienes preferentes. Las fallas del mercado que pueden justificar la intervención del Estado, desde el punto de vista del alcance de la eficiencia en el sentido de Pareto, según Stiglitz, son las descritas en el recuadro 2. Recuadro 2 1. Fallos en la competencia. Ausencia de un funcionamiento precio-aceptante por parte de las firmas de un mercado en particular, es decir, ausencia de un mercado competitivo. Cuando ello ocurre se está frente a la presencia de competencia imperfecta –monopolios y oligopolios–, cuya característica principal es que una firma o grupo de firmas tiene poder sobre la fijación del precio. 2. Bienes públicos. Existen bienes que por su naturaleza, o porque los acuerdos sociales han delimitado sus contornos como bien público, no pueden ser suministrados por el mercado o, si lo hace, es de manera insuficiente. Externalidades. Cuando los actos de una persona o firma le imponen costos a otra se dice que hay externalidades negativas; cuando generan algún beneficio son externalidades positivas. En uno u otro caso, la asignación de recursos no es eficiente. Mercados incompletos. Tal como en los bienes públicos, existen mercados incompletos que no asignan los recursos eficientemente. Según Stiglitz un mercado de este tipo suministraría todos los bienes y servicios con un costo de suministro inferior al precio que los individuos están dispuestos a pagar. Como ejemplos aparecen los mercados de seguros, de capitales y los complementarios. Fallos en la información. Mercados con información incompleta que menoscaban al consumidor o a las firmas en una cadena productiva. Paro, inflación y desequilibrio. La incapacidad de los mercados de generar pleno empleo, aunque ese punto no necesariamente implica una intervención del Estado. 3. 4. 5. 6. El segundo grupo de intervenciones, según Stiglitz, no tiene su justificación en la eficiencia en el sentido de Pareto; aún alcanzándola, es posible que alguna parte de la población quede en una situación socialmente inadmisible. En este grupo de intervenciones hay dos subgrupos, las intervenciones para la redistribución y las intervenciones relacionadas con la promoción de los bienes preferentes (recuadro 3). 1. Recuadro 3 Distribución inequitativa de la renta. Un mercado competitivo puede generar una distribución de la renta muy desigual y dejar algunas familias en una situación de privación socialmente inadmisible. 18 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social 2. Existencia de bienes preferentes. El segundo argumento a favor de la intervención del Estado en una economía óptima en el sentido de Pareto está relacionado con el temor de que el individuo pueda no actuar en su propio interés (Stiglitz). Los acuerdos sociales determinan cuáles son los bienes preferentes y la intervención estaría dirigida a conseguir que estos sean consumidos por la sociedad. La primera pregunta que se deriva de este análisis es ¿cuáles son las intervenciones del Estado que implica la promoción social y que configuran el arreglo institucional o Sistema de Promoción Social y cuáles son sus justificaciones? Las intervenciones del Estado en esta materia tienen una justificación que puede clasificarse en los dos grupos definidos por Stiglitz. Entonces, hay acciones o prescripciones de promoción social estatal que por un lado se justifican en la corrección de fallas del mercado que generan situaciones de privación, socialmente indeseables; y por otro, se apoyan en un criterio de justicia distributiva y en la definición de bienes preferentes (este último independiente de los fallos de mercado). 19 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social Esquema 1. Intervenciones de promoción social estatal Ejemplos I. La promoción social como una intervención del Estado desde la perspectiva de sus justificaciones económicas Intervención de promoción social estatal dirigida a corregir fallos de mercado que dejan a la población en una situación de privación o vulnerabilidad. Intervención de promoción social estatal dirigida a corregir la distribución inequitativa de la renta (que no tiene origen en un fallo de mercado) y a garantizar los bienes preferentes. 20 a) Privación o vulnerabilidad por carencia o falta de acceso de bienes públicos (salud, agua potable y saneamiento básico, etc) porque los mercados lo asignan de forma insuficiente. b) Privación o vulnerabilidad por la imposibilidad de alguna parte de la población para asegurarse contra riesgos importantes por la naturaleza incompleta de los mercados de seguros; c) Carencia de oportunidades de acceso a capital humano por la naturaleza incompleta de los mercados de capital; d) Carencia de ingresos a razón del desempleo permanente (paro) o por el ciclo económico. a) Nivel bajo de consumo. b) Deserción escolar por percepción subjetiva del riesgo. c) No afiliación a seguridad social por percepción subjetiva del riesgo. d) Privación como falla en las libertades constitutivas determinadas por los acuerdos sociales. De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social Las acciones de promoción social como un conjunto de intervenciones del Estado en el marco del manejo social del riesgo La forma como las familias, la sociedad y el Estado responden a las situaciones de riesgo se denomina manejo social del riesgo, que es el conjunto de decisiones y el arreglo institucional mediante el cual la sociedad se pone de acuerdo para protegerse frente a las contingencias que menoscaban su calidad de vida. La garantía de un acuerdo social implica acciones de distinta naturaleza que dependen de la situación de las familias y del carácter intertemporal de la prescripción (se garantiza un derecho de forma constante en el tiempo a una población diversa). No se trata únicamente de atender a quienes ya están en una situación socialmente inadmisible, es necesario garantizar que el resto de la población no caiga en ella. Este argumento tiene un fundamento ético y otro técnico19: i) una persona no debe caer en una situación socialmente inadmisible porque la sociedad ha determinado, mediante un acuerdo, que es una condición necesaria para avanzar hacia lo bueno, y ii) la política social es sostenible en el tiempo si la población en situación de privación disminuye también de forma sostenida. En otras palabras, lo que a menudo se conoce como el enfoque de derechos es compatible con el manejo social del riesgo. El derecho define qué es lo socialmente deseable –o lo socialmente inadmisible–; el manejo social del riesgo permite definir cuál es la estrategia y cómo deben llevarse a cabo las acciones para garantizar el derecho a toda la población de forma permanente y sostenible. Mediante la objetivación del riesgo, las familias, el Estado y la sociedad diseñan estrategias que incluyen acciones para prevenirlo, mitigarlo y superarlo, y que tienen dos características: i) están dirigidas a toda la población con acciones que difieren entre grupos poblacionales, y ii) se adaptan a las vulnerabilidades y amenazas de la población con el fin de brindar una protección de carácter permanente. Operación del enfoque de riesgo y vulnerabilidad20 El enfoque parte de tres conceptos como base, en primer lugar, una crisis se materializa a través de un proceso de cambio producido por un evento y puede llevar a que personas que antes no estaban en privación, empiecen a estarlo. En segundo lugar, un evento no afecta a todas las personas en la misma forma; en otras palabras, un evento puede generar resultados diferentes a distintos grupos o personas. Y en tercer lugar, un evento puede afectar los grupos y llevarlos a una situación de privación con diferente grado de intensidad y predictibilidad. De aquí se desprenden tres definiciones del enfoque de riesgo: • • • Amenazas, choques o factores de choque: eventos que causan daño. Vulnerabilidad: susceptibilidad a eventos específicos. Riesgo: probabilidad de obtener un resultado indeseable, derivado de la ocurrencia de eventos dañinos y la susceptibilidad de quienes están expuestos. La ingeniería de desastres aporta una metodología para relacionar estos conceptos. En esta disciplina el riesgo se define por la siguiente función: 19 Al 20 respecto, ver Bhagwati (1998) Esta sección retoma el enfoque de Maxx Dilley y Tanya Bourdreau (2000) quienes hacen una lectura crítica de las principales conceptualizaciones de vulnerabilidad al tiempo que proponen otra nueva, más nítida y concreta. Los autores enriquecen el enfoque convencional de ingeniería de desastres naturales, al tener en cuenta, no solo los choques exógenos, sino también la vulnerabilidad contingente a la posición y a las características socioeconómicas de los individuos. 21 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social R = f (V , A) (1) Donde R es el riesgo o la probabilidad de ocurrencia de un resultado negativo específico y claramente identificado (por ejemplo padecer hambre o malnutrición), V la vulnerabilidad y A la amenaza. ∂f (V , A) > 0 (a) ∂V ∂f (V , A) > 0 (b) ∂A Las ecuaciones (a) y (b) son las derivadas parciales de la función e indican que existe una relación directa entre el riesgo, el incremento de la vulnerabilidad y las amenazas. De la función (1) se puede hacer una tipología de las acciones dirigidas a eliminar o a reducir el riesgo de un resultado negativo. Prevención y promoción ↓ R = f (↓ V , ↓ A) (1.a) La minimización del riesgo llevada a cabo por la vía de la reducción de las amenazas se define como acción de prevención. Las acciones de promoción están relacionadas con la disminución de la vulnerabilidad. Las acciones de prevención pueden ser universales o focalizadas, al igual que las de promoción. Es decir, pueden ir dirigidas al 100% de la población o a los grupos expuestos a amenazas específicas. Para el caso específico de la promoción social, las acciones de prevención que se incluyen en la oferta total de servicios, son las que implican una transferencia y están dirigidas a un grupo focalizado. Mitigación ↓ R = f (↓ V , A) (1.b) Cuando la amenaza es inminente o inevitable, y se interviene para disminuir la vulnerabilidad a ese evento previamente identificado, a la acción o intervención se le denomina mitigación. El resultado puede menguar el riesgo o la intensidad del resultado negativo. Las acciones de mitigación se focalizan, requieren de la identificación de grupos vulnerables a determinados riesgos y de tener en cuenta que recaen sobre las características intrínsecas del individuo. Superación Un individuo, población o comunidad presenta un resultado negativo (padece hambre o malnutrición); la estrategia para superarlo consiste en evitar que permanezca en esa situación, para ello se fortalecerán sus medios de vida convirtiéndolos en instrumentos que le permitan lograr un cambio positivo. Las acciones de este tipo aplican después de la perturbación y están orientadas a los impactos no cubiertos por la mitigación. Estas acciones, también se focalizan, y van dirigidas a grupos identificados como pobres. Rt = 1 Rt +1 = f (↓ V , A) Rt +1 ∈ (0,1) 22 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social La conclusión más importante de la aplicación del enfoque de ingeniería de desastres es el concepto de vulnerabilidad: el riesgo surge de la forma como los individuos, grupos o comunidades responden a determinadas amenazas que pueden ser de carácter exógeno covariante o idiosincrásico. Las primeras están por fuera de lo individual o familiar y afectan a un grupo suficientemente amplio (desastres naturales, crisis económicas, crisis políticas) y las segundas se encuentran dentro del ámbito familiar (enfermedad del jefe del hogar, discapacidad). La vulnerabilidad hace referencia a las características del individuo, grupo o familia, y su relación con las amenazas que probablemente enfrenta, aunque también depende de características posicionales, se refiere a la composición intrínseca de las fuentes de sustento de la unidad de análisis. Esquema 2. Sistema de Promoción Social desde las dos perspectivas y a partir de las relaciones público-privadas I. La promoción social como una intervención del Estado desde la perspectiva de sus justificaciones económicas II. La promoción social como un conjunto de intervenciones del Estado en el marco del manejo social del riesgo 1) Tiene su justificación en la corrección de fallos del mercado que generan situaciones de privación socialmente indeseables 2) Tiene justificación en un criterio de justicia distributiva y en la definición de bienes preferentes 1) Acciones de prevención 2) Acciones de mitigación 3) Acciones de superación Intervenciones de promoción social estatal que configuran la oferta pública 1) Provisión Directa 2) Provisión Indirecta (Hay un contrato de por medio) III. Las intervenciones de promoción social estatal desde la perspectiva de las relaciones público privadas Intervenciones de promoción 3) Coordinación, asociación, social estatal creación de incentivos y que involucran a la aprovechamiento de la oferta privada oferta privada (no media ningún tipo de contrato) Sobre la relación entre promoción social y seguridad social Existe una estrecha relación entre la promoción social y la seguridad social en dos sentidos: i) los programas de seguridad social, particularmente los que se estructuran sobre el principio de solidaridad, muchas veces tienen un componente de transferencia hacia un grupo identificado como pobre, y ii) la promoción social, según su definición, funciona con los criterios de solidaridad y equidad, que comparte con el Sistema de Protección Social. La diferencia entre seguridad social y promoción social no siempre es nítida En primer lugar, la promoción social se relaciona con la seguridad social porque esta, además de ser un programa de seguro, suele tener un componente de redistribución y transferencia. En Colombia el Sistema de Seguridad Social Integral tiene el objeto de proteger a la sociedad de las contingencias que menoscaban la salud y la capacidad económica (protección al cesante), y está construido, entre otros, sobre los principios de universalidad y solidaridad. 23 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social • • El principio de universalidad se define según Ley 100 de 1993 como “… la garantía de la protección para todas las personas, sin ninguna discriminación, en todas las etapas de la vida” (art. 2, lit. b). El principio de solidaridad la misma ley lo define como: … la práctica de la mutua ayuda entre las personas, las generaciones, los sectores económicos, las regiones y las comunidades bajo el principio del más fuerte hacia el más débil. Es deber del Estado garantizar la solidaridad en el régimen de Seguridad Social mediante su participación, control y dirección del mismo. Los recursos provenientes del erario público en el Sistema se aplicarán siempre a los grupos de población más vulnerables (art. 2, lit ). El traslape es evidente; por un lado cumple la función de un seguro universal y, adicionalmente, implica una transferencia hacia un grupo identificado como pobre o vulnerable. En términos de Stiglitz, tiene funciones de seguro y de transferencia. En el caso del sistema de salud21, el Régimen Subsidiado, a pesar de estar enmarcado dentro de un sistema de salud que busca la universalidad, se caracteriza por transferir recursos hacia un grupo identificado como pobre. Este régimen cumple con las características de promoción social especificadas anteriormente: es una acción prescrita por el Estado que consiste en la entrega de un subsidio en forma de póliza, dirigido a un grupo identificado como sin capacidad de pago (niveles 1 y 2 del Sisbén). Esa acción implica una transferencia en forma de renta; es transitoria –se espera que la persona pase hacia el régimen contributivo– y por todo lo demás, tiene un criterio redistributivo. Adicionalmente, si la promoción social toma la forma de una red de protección hacia los individuos pobres puede ser concebida como un concepto cercano al de un seguro. Stiglitz afirma que Por otra parte, también puede considerarse que los programas de promoción social proporcionan un seguro contra los tipos de contingencias con que podríamos encontrarnos nosotros o nuestros hijos. Si no supiéramos si íbamos a nacer pobres o ricos, probablemente desearíamos que el Estado nos proporcionara un seguro contra la primera posibilidad, es decir, quizá pediríamos al Estado que aumentara el gasto destinado a la promoción social, es decir el consumo de los pobres a expensas de los ricos. Es en este sentido en el que los programas destinados a redistribuir la renta 22 pueden entenderse como seguros . Los principios de solidaridad y equidad en la promoción social La promoción social estatal no equivale exactamente a la seguridad social23, pero sí es un componente sustantivo de la política de protección social, íntimamente ligado al modelo de seguridad social. Si este 21 Este traslape se evidencia con mayor fuerza en el sistema de salud en Colombia: Equidad: el Sistema General de Seguridad Social en Salud proveerá gradualmente servicios de salud de igual calidad a todos los habitantes en Colombia, independientemente de su capacidad de pago. Para evitar la discriminación por capacidad de pago o riesgo, el sistema ofrecerá financiamiento especial para aquella población más pobre y vulnerable, así como mecanismos para evitar la selección adversa (Ley 100 de 1993, artículo 153, num. 1 “Fundamentos del servicio público”). Se trata de un seguro de carácter universal y con un tratamiento de transferencia y redistribución hacia un grupo identificado como pobre. 22 Stiglitz. La economía del sector público. Resaltados del autor. 23 Misión Social et al. (2002, p. 114): La asistencia social normalmente es concebida como las diversas formas de atención a los más pobres. Es una versión moderna y con mayor alcance de la Ley de Pobres. A diferencia de la seguridad social, los programas de asistencia social 24 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social funciona bien, la población pobre, que no aporta pero sí participa de la seguridad social, se reduce, lo que favorece la equidad y la sostenibilidad financiera del aseguramiento. El diseño de una red de promoción social estatal debe incorporar los criterios de solidaridad y equidad. En la definición se destaca su connotación de transferencia –en efectivo o especie– y que funciona con un criterio redistributivo. Esos principios ponen de manifiesto parte de los lineamientos de política que ayudan a la delimitación de la promoción social. • • El principio de solidaridad. Una vez se incluye el criterio de solidaridad, aparecen nuevas consideraciones, porque implica el componente de compensación en la financiación de programas de promoción social, es decir, la existencia de algún nivel de centralización de los recursos. La descentralización absoluta no permitiría que, por ejemplo, los municipios ricos transfirieran recursos a los municipios pobres para las acciones de promoción social estatal. La solidaridad implica la identificación de los individuos objeto de intervención, ello obliga a desarrollar e implementar instrumentos de focalización que cumplan con el proceso de identificación, selección/exclusión, asignación del gasto social y egreso de los programas24. El principio de equidad. La solidaridad no implica equidad, la equidad en cambio sí implica solidaridad, es una condición más fuerte. Le da un objetivo concreto a la promoción social: la ampliación de las oportunidades para toda la población en un contexto de corresponsabilidad. Para que se promueva la ampliación de las oportunidades es preciso fijar umbrales mínimos; la solidaridad debe ser tal que al menos se los alcance. No es suficiente con cualquier grado de solidaridad. Para alcanzar la sostenibilidad financiera de la promoción social con criterio de solidaridad y equidad, es preciso que se fije un objetivo claro de política económica y social: que el grupo de pobres y vulnerables sea cada vez más pequeño. Este punto remite a un aspecto igualmente importante: esas políticas deben ser contracíclicas. Es necesario, entonces, un cambio de visión frente al grupo de individuos pobres y vulnerables que por ende, dejan de ser entendidos como sujetos pasivos (pacientes) para ser tomados como un sujetos activos. Por otra parte, es fundamental avanzar en la objetivación del riesgo, particularmente en la medición de la vulnerabilidad y las amenazas que enfrentan los diferentes grupos poblacionales, pues como se ha visto, el criterio de equidad incorpora objetivos concretos en la promoción social, y por consiguiente aparecen varios retos para el Estado: formular una política promoción social y vigilar y controlar la prestación de sus servicios en forma integral y dentro de un mismo marco conceptual. Fijar un objetivo común de la promoción social implica avanzar en la organización de la oferta de servicios públicos y privados que permita configurar la opción de consolidar una red: i) en la objetivación del riesgo por parte de los prestadores (en el conocimiento de las amenazas y la identificación de grupos vulnerables y en sistemas de información que superen las asimetrías de información), y ii) en la especialización y organización de las instituciones prestadoras de servicios para atender las necesidades de la población pobre y vulnerable de manera eficiente. Esta labor pone de manifiesto la necesidad de avanzar en las mediciones de vulnerabilidad y de privación para hacer compatible la demanda de servicios de atención a la población vulnerable con su oferta. no suelen ser concebidos como un sistema, en el sentido de que las interrelaciones entre las fuentes financieras y los usos no son tan directas como en los sistemas de seguridad social. 24 Existe una prescripción ética sobre el grupo de población pobre y vulnerable. 25 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social 26 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social ARTICULACIÓN DE LA ASISTENCIA SOCIAL ACTUAL El objetivo de esta sección es analizar el componente de la asistencia social del Sistema de Protección Social tal como funciona actualmente, verificar cómo está conformado, cómo se articula la oferta estatal de programas y, a la luz del marco conceptual, determinar cuáles son sus puntos críticos. Finalmente se plantean conclusiones y recomendaciones con el fin de responder a las preguntas: ¿Cómo pasar de la asistencia a la promoción social con un sistema en el cual la oferta estatal funcione como una red? ¿Qué hacer para que ese sistema minimice las asimetrías entre oferta y demanda de servicios de atención a la población vulnerable? La respuesta a estas preguntas demanda identificar en primer lugar, los subsistemas y los organismos de la periferia que integran el componente de asistencia social, descritos en el Esquema 4. Esquema 4 La asistencia social en la actualidad Constituyen políticas y estrategias de Manejo Social del Riesgo al Sistema de AsistenciaSocial Definido formal y explicitamente como Sistema de Bienestar Familiar por la ley 7 de 1979. Bienestar Familiar Grupos Vulnerables (proteccion CH e ingresos) Cuidado y protección al menor y la familia Nutrición Discapacitados Atencion a ancianos Prevención Mitigación superación Accion Social Familias en Acción Definido formal, conceptual y explícitamente como SSR por los Conpes 3144 (2001) – 3187 (2002). Riegos Económicos Red de Seguridad Alimentaria RESA Presidencia de la Republica Sistema Social del Riesgo Riesgos Sociales políticos - SNAIPD Otros Riesgos Naturales Consejeria Presidencial Programas especiales Equidad para la mujer MAVDT Subsidio de interes social MPS PPSAM Fondo de Solidaridad Pensional CCF Subsidio Familiar Fuente: DDS-SS. 2006 Por sistema se entiende un “conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí”25. A continuación se analizan los subsistemas del componente de Promoción Social a la luz de esta definición. 25 Real Academia Española (2002) Diccionario de la lengua española, 22ª ed., p. 2073. 27 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social Estructura orgánica de la asistencia social La estructura de la Asistencia Social se puede resumir en la existencia de dos subsistemas, el primero compuesto por el Sistema Nacional de Bienestar Familiar y el Sistema Social del Riesgo, y el segundo por un conjunto de organismos independientes, tal como se detalla a continuación. Sistema Nacional de Bienestar Familiar –SNBF– El SNBF se estableció con la Ley 7 de 1979 y se reglamentó con el Decreto 2338 de 1979. La Ley 7 tiene tres objetos; el primero, formular los principios fundamentales para la protección de la niñez; el segundo, establecer el SNBF; y el tercero, reorganizar el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Desde este punto de vista, el SNBF se ajusta a la anterior definición de sistema, pues cuenta con unos principios explícitos (fundamentales para la protección de la infancia y adolescencia), tiene unidad de materia (apunta a la prestación del servicio público de bienestar familiar que consiste en la garantía de los derechos del niño) y existe formalmente como sistema en la medida en que designa competencias. A pesar del nombre, el SNBF está exclusivamente dirigido a la primera infancia, niñez y adolescencia. Los principios y reglas de este sistema aparecen en relación con la garantía de los derechos del niño y los deberes que el Estado tiene al respecto, los cuales más que rectores, son fundamentos que definen la garantía de la protección de la infancia y la adolescencia, y que se pueden sintetizar de la siguiente forma26: • • • • • Niños y adolescentes como sujetos de derechos. Niños y adolescentes como prioridad de la política para el progreso social27. Equidad como igualdad de oportunidades para todos los niños y adolescentes28. Igualdad en el acceso a los servicios que garantizan los derechos sociales29. Definición de los derechos de los niños y adolescentes que más adelante se convierten en Servicio Público de Bienestar Familiar30. Quizás el punto más importante del SNBF es la conformación de un servicio público de bienestar familiar a cargo del Estado. Este pasa por tres momentos: creación, definición y delimitación y surge en el marco de la Ley 7 de 1979: Artículo 12: El Bienestar familiar es un servicio público a cargo del Estado y se prestará a través del “Sistema Nacional de Bienestar Familiar” que se establece en esta norma y por los organismos oficiales y particulares legalmente autorizados. En el Decreto 2388 de 1979 se define el servicio público de bienestar familiar como: Artículo 3. Se entiende por Servicio Público de Bienestar Familiar, el conjunto de actividades del Estado, encaminadas a satisfacer en forma permanente y obligatoria las necesidades de la sociedad colombiana relacionadas con la integración y realización armónica de la familia, la protección preventiva y especial del menor necesitado y garantía de sus derechos. Este servicio se presta a través del Sistema Nacional de Bienestar Familiar. Esta categorización es de los autores. Artículo 2, Ley 7 de 1979. 28 Artículo 3, 4 y 5, Ley 7 de 1979. 29 Artículo 6, Ley 7 de 1979. 30 Artículos 5 al 10, Ley 7 de 1979. 26 27 28 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social El mismo decreto delimita el servicio público de bienestar familiar, particularmente en lo relacionado con las acciones que lo conforman, y que básicamente son la protección al menor y el fortalecimiento de la familia, la protección preventiva, la atención integral al preescolar, la protección especial (al menor necesitado de ella, en abandono o en peligro físico, moral o con limitaciones y al que tenga problemas de conducta) y los programas de nutrición y adopción. Una vez precisados los principios y el servicio público de bienestar familiar, se define propiamente el SNBF como el encargado de su prestación en todo el territorio nacional. Los fines del SNBF son a. Promover la integración y realización armónica de la familia; b. Proteger al menor y garantizar los derechos de la niñez; c. Vincular el mayor número de personas y coordinar las entidades estatales competentes en el manejo de los problemas de la familia y del menor, al propósito de elevar el nivel de vida de nuestra sociedad (art. 13, Ley 7 de 1979). A su vez, la ley determina que el SNBF estará conformado por la Nación los departamentos distritos, municipios, el Icbf, los servicios regionales que se prestan a través de los Departamentos de Bienestar y Promoción Social y, finalmente, las entidades públicas y privadas de todos los niveles de gobierno que realicen actividades relacionadas con la protección preventiva y especial del menor, la garantía de sus derechos y la realización e integración armónica de la familia31. Se define también al Icbf como la entidad que tendrá por objeto propender y fortalecer la integración y el desarrollo armónico de la familia, proteger al menor de edad y garantizarle sus derechos. Igualmente la Ley 1098 de 2006 define al Icbf como …ente coordinador del Sistema Nacional de Bienestar Familiar [que] mantendrá todas las funciones que hoy tiene (Ley 75/68 y Ley 7ª/79) y definirá los lineamientos técnicos que las entidades deben cumplir para garantizar los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes, y para asegurar su restablecimiento…(art. 11, parágrafo). Asimismo establece que el Instituto actúa como “…ente rector del Sistema Nacional de Bienestar familia, y tiene a su cargo la articulación de la entidades responsables de la garantía de los derechos, la prevención de su vulneración, la protección y reestablecimiento de los mismos en los ámbitos nacional y territorial, y como ente coordinador deberá definir los lineamientos técnicos que las entidades deben cumplir para garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes y el reestablecimiento de los mismos” (art. 205) El Sistema Social del Riesgo El Sistema Social de Riesgo –SSR– se estableció mediante los Documentos Conpes 3144 y 3187 de 2001 y 2002, respectivamente, y tiene como antecedente la Red de Apoyo Social –RAS–, que se diseñó con el fin de mitigar el impacto de la recesión económica y el saneamiento fiscal sobre la población más vulnerable. Su objetivo es articular y flexibilizar la oferta de programas sociales del Estado y fortalecer su capacidad para prevenir, mitigar y contribuir a superar los riesgos resultantes de las recesiones económicas El SSR busca asistir a la población vulnerable en la satisfacción de necesidades objetivas durante periodos recesivos de la economía, de tal manera que no se comprometa su capital físico y humano (Conpes 3144). 31 Este último según el artículo 8 del Decreto 2388 de 1979. 29 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social En síntesis, se enmarca en el manejo social del riesgo como la instancia articuladora de los programas estatales de política social, diseñados por las entidades del Gobierno central, y que tienen como objetivo brindar atención en los riesgos covariantes. El Documento Conpes 3144 establece que los componentes del SSR son el Consejo Nacional de Política Económica y Social como entidad decisoria; el DNP como el coordinador técnico de los ministerios de Educación, de la Protección Social, de Agricultura y Desarrollo Rural y del Interior y de Justicia; las entidades ejecutoras de los programas que cumplen la función de provisión, el Fondo de Protección Social –creado por el mismo Documento Conpes y la Ley 789 de 2002– como la fuente de financiación, y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público como el administrador de los recursos de dicho fondo. Si bien el SSR es un sistema diferente, dadas sus características se considera parte del Sistema de Promoción Social cuando sus acciones se enfocan a enfrentar problemas de pobreza estructural. El Plan Nacional de Desarrollo lo define como parte del Sistema de Promoción Social cuando sirve … como instrumento para enfrentar de forma permanente la pobreza estructural (incorporando incentivos precisos a la formación de capital humano)… [y en forma específica cuando sus esfuerzos están orientados] [h]acia la disminución de la pobreza crónica presente en algunas zonas del país, …y en particular en las zonas rurales (Familias en Acción), donde los impactos presentes son importantes y las posibilidades de ofrecer alternativas costo-efectivas son menores, así como en algunas zonas urbano-marginales32. Organismos que no pertenecen a ningún sistema No menos importante que los dos subsistemas del Sistema de Promoción Social mencionados anteriormente, son los denominados Organismos que no pertenecen a ningún sistema, cuyos componentes no están constituidos formal y explícitamente como un sistema interinstitucional ni forman parte de alguno, lo que no significa que su participación sea marginal en las acciones o intervenciones sobre la oferta de servicios de promoción social o que en su funcionamiento no articulen acciones interinstitucionales. La Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional –Acción Social–33 Acción Social es una entidad creada por el Gobierno, y que integra la Red de Solidaridad Social –RSS– con la Agencia Colombiana de Cooperación Internacional –Acci–. Es un establecimiento público adscrito al Departamento Administrativo de la Presidencia de la República que tiene por objeto “coordinar, administrar y ejecutar los programas de acción social dirigidos a la población pobre y vulnerable y los proyectos de desarrollo”. Coordina y promueve la cooperación nacional e internacional, técnica y financiera no reembolsable que reciba y otorgue el país. La unidad de materia en Acción Social está dada por el manejo social de riesgos idiosincrásicos y covariantes asociados a crisis económicas, violencia o narcotráfico. Los programas que actualmente coordina la entidad son: Atención a Víctimas de la Violencia, Área de Gestión de la Reconstrucción, Red de Seguridad Alimentaria –Resa–, Familias en Acción, Minicadenas Productivas y Sociales, Apoyo Integral a la Población Desplazada, Familias Guardabosques, Proyectos Productivos y Reconversión Sociolaboral. Colombia, Congreso de la República (2007, 24 de julio) Ley 1151 DE 2007 (julio 24) “Por la cual se expide el plan nacional de desarrollo 2006-2010”, en, Diario Oficial, año CXLIII, n.o 46700, 25 de julio de 2007, p. 1. 32 33 Información tomada de www.accionsocial.gov.co. 30 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social Programas del Ministerio de la Protección Social El Ministerio de la Protección Social participa en el Sistema de Promoción Social desde tres perspectivas: una general, como articulador del sistema, en su dirección y en la formulación de sus políticas; una específica porque participa directamente en el diseño y la ejecución de programas concretos como el Fondo de Solidaridad Pensional a través de las subcuentas de Solidaridad y de Subsistencia y el Programa de Protección Social al Adulto Mayor –PPSAM–, y una transversal por el vínculo que existe entre el Sistema de Seguridad Social y la promoción social, particularmente en lo relacionado con el Régimen Subsidiado de Salud. Otros organismos Existe una serie de entidades públicas, de diferentes sectores y niveles de gobierno que realizan acciones de promoción social estatal sin pertenecer formalmente a un sistema. La Presidencia de la República, además de Acción Social cuenta con las Consejerías Presidenciales de Programas Especiales –CPPE– y de Equidad para la Mujer. Por otra parte, el Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial realiza acciones de promoción social a través de subsidios de interés social (hogares sector formal, informal y rurales). El Servicio Nacional de Aprendizaje –Sena– por su parte, se encuentra adscrito al Ministerio de la Protección Social pero no hace parte de un sistema formal y sus programas de protección social son: Formación Ocupacional para Jóvenes Rurales, Atención a la Población en Situación de Desplazamiento, Jóvenes en Acción y Atención a Discapacitados. Si bien es cierto que estas entidades no integran formalmente la estructura del sistema, sino más bien de otros sistemas, como el de formación de capital humano para el caso del Sena, sus programas y acciones contribuyen en forma directa a la promoción social. De hecho, la formación de capital humano es una condición necesaria y suficiente para lograr la expansión de oportunidades y capacidades. En suma, uno de los retos del Estado, como ya se mencionó, y del Sistema de Promoción Social, es lograr la articulación e interoperabilidad de la oferta pública y privada, por ejemplo, la Red Juntos de la cual hace parte no solo el Sistema de Seguridad Social, sino varios ministerios, consejerías gubernamentales, el DNP, y el Sena, la Universidad Abierta y a Distancia y otras entidades enfocadas a la formación de capital humano y a programas de formación de activos. Lo anterior implica, entonces, delimitar las acciones del Sistema de Promoción Social y tener claridad sobre la complementariedad con otros sistemas. Consideraciones sobre la estructura del Sistema de Promoción Social y su relación con los problemas de oferta A la luz del marco conceptual y de la formulación del problema en el capítulo anterior, el análisis del Sistema de Promoción Social se puede dividir en los siguientes puntos: i) ¿Son consistentes los subsistemas y demás organismos? ii) ¿Es consistente con el manejo social del riesgo en todos sus componentes? iii) ¿Cómo están planteadas las relaciones público-privadas? Al responder estas preguntas es posible identificar algunas relaciones entre la estructura del Sistema y los problemas identificados en la oferta de servicios de promoción social. La consistencia entre los subsistemas y demás organismos del Sistema de Promoción Social Los subsistemas no son consistentes. La Tabla 1 sintetiza las diferencias en cuanto a la unidad de materia de los principales organismos que hacen parte del Sistema de Promoción Social. Se han 31 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social excluido los otros organismos porque su participación se realiza mediante programas con objetivos específicos que serán revisados más adelante. Se incluye el SSR debido a que al tener a cargo acciones encaminadas a solucionar la pobreza crónica, integra explícitamente el Sistema de Promoción Social. Tabla 1. Diferencias en objeto (unidad de materia) entre el SNBF, SSR y Acción Social Intervención del Estado Ítems Objeto (o unidad de materia) justificada para: Se entiende por Servicio Público de Bienestar Familiar, el conjunto de actividades del Estado, encaminadas a satisfacer en forma permanente y obligatoria las necesidades de la sociedad Garantizar y proveer un servicio Sistema Nacional colombiana relacionadas con la integración y público delimitado por los acuerdos de Bienestar realización armónica de la familia, la protección sociales. Tiene el tratamiento de un Familiar servicio público. preventiva especial del menor necesitado y la garantía de sus derechos. Este servicio se presta a través del Sistema de Bienestar Familiar (art. 3, Decreto 2388 de 1979). El objetivo del Sistema Social del Riesgo (SSR) es articular y flexibilizar la oferta de programas sociales del Estado y fortalecer su capacidad para prevenir, mitigar y contribuir a superar los riesgos La protección del capital físico y resultantes de las recesiones económicas. EL SSR Sistema Social del busca asistir a la población más vulnerable en la humano de la población afectada Riesgo satisfacción de necesidades objetivas durante por una crisis. periodos recesivos de la economía, de tal manera que no se comprometa su capital físico y humano [el resaltado es nuestro] (Conpes 3144 de 2001). Mitigar el impacto de la recesión económica sobre la población La Red de Apoyo Social, como parte de la vulnerable. En los impactos Estrategia de Recuperación Económica y Social del esperados del programa Familias en Plan Colombia, es un programa diseñado para Acción Social Acción se relaciona con el Servicio (antes RAS) mitigar el impacto de la recesión económica y el Público de Bienestar Familiar pero saneamiento fiscal sobre la población más no de forma explícita. No hace vulnerable (Conpes 3081 de 2000). referencia al tópico de servicio público. El SNBF garantiza un servicio público de bienestar familiar, mientras el SSR protege la senda de acumulación de capital humano y físico, y Acción Social realiza acciones relacionadas con el primero pero no de forma explícita. La unidad de materia del SNBF es la prestación –y la garantía– de un servicio público de bienestar familiar cuyo alcance está delimitado por los acuerdos sociales, es decir, se define a partir de los derechos de los niños y adolescentes. Por su parte, la unidad de materia del Sistema Social del Riesgo es proteger el capital humano y físico de los individuos en periodos de crisis covariantes. En el programa de Familias en Acción de Acción Social, esa unidad no está explícitamente relacionada con el servicio público de bienestar familiar, es decir, si bien los impactos de corto y largo plazo34 coinciden con los de esta institución, su relación no 34 Los impactos esperados del programa Familias en Acción son: i) A corto plazo: reducir la inasistencia y deserción de los alumnos de educación primaria y secundaria; complementar el ingreso de las familias con niños menores de siete años en extrema pobreza, para incrementar el gasto familiar en alimentación; aumentar la atención de la salud de los niños menores de siete años, contribuir a la alimentación durante la etapa crítica de crecimiento y desarrollo de los niños más pequeños. ii) A largo plazo: contribuir a mejorar las prácticas del cuidado de los niños en salud, nutrición, estimulación temprana y en la 32 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social es evidente, en la medida en que no se distingue claramente si a las acciones que lleva a cabo se les va a dar un tratamiento de servicio público o no. Esta diferencia, aunque aparentemente sutil, es muy importante no solo para el programa de Familias en Acción sino para el conjunto de programas desarrollados por Acción Social, pues las implicaciones derivadas del objeto de cada uno, como la garantía y la prestación de un servicio público determinado por un marco de derechos, contrasta con la falta de delimitación de acciones en función de la prestación de un servicio público. Ello implica determinar dentro de un mismo ámbito conceptual e institucional, los programas que deben desarrollar, implementar y masificar las diferentes agencias. El Sistema de Promoción Social frente al manejo social del riesgo El Sistema de Promoción Social, como se enunció, forma parte del Sistema de la Protección Social que por definición está enmarcado en el manejo social del riesgo, y en esencia sí apunta a una estrategia de ese tipo por las siguientes razones: • • • Identifica entre riesgos covariantes e idiosincrásicos. El SSR está diseñado –aunque todavía no funciona– para flexibilizar la oferta de servicios de protección social de tal manera que pueda responder a los riesgos covariantes. Tanto el SNBF como Acción Social tienen programas de carácter permanente que atienden riesgos covariantes e idiosincrásicos. El SNBF no se enmarca explícitamente en una estrategia de manejo social del riesgo. Identifica entre las estrategias de prevención, mitigación y superación. Sin embargo, este enfoque es más explícito en Acción Social que el SNBF. Los subsistemas identifican grupos pobres y vulnerables. En el diseño de los programas ofrecidos existen mecanismos de focalización para identificar población pobre y vulnerable (en menor medida este último). Este es un aspecto constitutivo del manejo del riesgo. Aunque el sistema apunta a una estrategia de manejo social del riesgo, todavía no se ha consolidado por las siguientes razones: i) es posible avanzar de forma más nítida en la consolidación de un sistema que se vea reflejado en una oferta de servicios de promoción social en forma de red si este tiene unidad de materia; en otras palabras, si todos los organismos que lo componen apuntan al mismo objeto; ii) el componente carece de un organismo cuya función sea la de objetivar el riesgo, sobre todo en la demanda: mientras la incertidumbre no se transforme en riesgo, no puede hablarse de una estrategia de manejo social del riesgo propiamente dicha35. En el Sistema de Promoción Social las relaciones público privadas se dan de dos formas: provisión directa e indirecta (público-privada donde media un contrato). El Icbf es el prestador del servicio público de bienestar familiar y es la entidad que coordina en mayor medida este componente, aunque Acción Social también lo aplica. En resumen, la problemática del Sistema de Promoción Social se puede sintetizar de la siguiente forma: • • Es fragmentado. Existe un conjunto de organismos independientes que no se articulan formalmente como sistema. Carece de unidad de materia. En los organismos independientes no es explícita esa unidad, con excepción de algunos programas como Familias en Acción. prevención de la violencia intrafamiliar; contribuir al mejoramiento del estado de la salud infantil; atraer a niños en edad escolar que hayan desertado a regresar a la escuela y promover el aumento de los años de escolaridad. 35 Un organismo que se encarga de la objetivación del riesgo es, por ejemplo en Chile, el Programa Puente, el cual diagnostica los riesgos de la familia, induce a la demanda de programas de promoción social y hace seguimiento a quienes ingresan. 33 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social • • • Es desarticulado. Se evidencia un serio problema de desarticulación entre organismos. La coordinación no se da en todos los órdenes, solo existe de forma frágil en el nivel operativo (por ejemplo, la sinergia que debiera existir entre Familias en Acción de Acción Social y el Icbf es apenas en el ámbito operativo y no hay evidencia de que se lleve a cabo). Es insuficiente como estrategia de manejo social del riesgo. Aunque hacia ella apunta, la falta de unidad de materia no permite que las estrategias de prevención, mitigación y superación funcionen de forma orgánica y articulada. Se concentra en la coordinación de la oferta estatal. Así se desaprovecha la oferta privada de servicios de promoción social. 34 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social ANÁLISIS DE LA OFERTA DE SERVICIOS DE ASISTENCIA SOCIAL DEL ORDEN CENTRAL En la sección anterior se revisó la articulación del Sistema de Promoción Social en los organismos que lo constituyen. En esta se estudiará la articulación en la oferta de servicios (programas) del orden central. El análisis se hará teniendo en cuenta los dos grupos de características que definen una acción como de promoción social. En un primer momento se eligieron los programas sociales del orden central que cumplen con el primer grupo de características (están dirigidos explícita o implícitamente a la garantía de derechos, a un grupo en condiciones de privación y vulnerabilidad, implican una transferencia y tienen un criterio redistributivo). Un segundo grupo de características hace referencia a la acción o intervención del Estado cuyo logro final es la expansión de las capacidades, por lo tanto, el rediseño del portafolio de servicios puede entenderse en términos concretos como avanzar en la definición de las condiciones de salida (intertemporalidad de los programas), en el aspecto multidimensional de la privación o vulnerabilidad, en la integralidad y en la adaptación de los programas a las particularidades de los grupos a los cuales van dirigidos (satisfactores relativos). Transversalmente, debe pensarse en el tema de la eficiencia, que en el portafolio toma la forma de la especialización y de la reducción del número de programas con el mismo objetivo. En consecuencia, la caracterización de la oferta de servicios de promoción social estatal del orden central puede efectuarse desde el punto de vista de las entidades o por tipo de servicio. Entidades involucradas en la promoción social Sobre la base de la definición de Promoción Social estatal del capítulo 2, se pueden identificar seis entidades prestadoras de programas de este tipo en el orden central. En el Gráfico 2 se presenta el porcentaje de programas que presta cada entidad: el Icbf es el de mayor importancia al representar el 60% de la oferta estatal, seguido por Acción Social, con el 15%, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, la Consejería Presidencial y el Sena, con el 7% cada uno, y el Ministerio de la Protección Social, con el 5%. La oferta de servicios del Icbf se clasifica en dos grandes líneas, la primera se denomina Acciones de apoyo y fortalecimiento al bienestar de las familias (47% de sus programas) y la segunda Acciones de protección integral y reestablecimiento de vínculos (53%). Aunque son líneas diferentes, los programas se ajustan a la definición utilizada en este documento. La característica principal de la primera línea es que las acciones están dirigidas a la población con vulnerabilidad económica y social en general; la característica de la segunda línea es que hace referencia a grupos específicos en los cuales ya han sido vulnerados algunos de sus derechos o se encuentran en situación de desprotección o abandono por parte de las familias y/o la sociedad civil. En general, puede decirse que el primer grupo toma en cuenta la corresponsabilidad de la sociedad y la familia, mientras que el segundo implica una intervención mayor en ausencia de esta y, por lo tanto, constituye una intervención de última instancia. 35 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social Gráfico 2. Porcentaje de programas de promoción social, por entidad La segunda entidad es Acción Social del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República –Dapre–,a cargo de programas como Familias en Acción, Familias Guardabosques y los programas de la Consejería Presidencial de Programas Especiales y de Equidad para la Mujer. La característica fundamental es que son programas de choque36 o programas piloto con miras a institucionalizarse. Clasificación de la promoción social según tipo de servicio El Gráfico 3 muestra el porcentaje de programas que ofrece cada tipo de servicio. Es importante anotar que con frecuencia un mismo programa presta varios servicios. Los más repetidos a menudo son educación (58%), salud (52%), restitución de derechos (47%), alimentación y nutrición (45%), asistencia psicosocial (38%), cuidado infantil (33%), cuidado al adolescente (20%) y alojamiento (17%). Gráfico 3. Servicios que componen la oferta de promoción social del orden central El Gráfico 4 permite analizar la oferta por tipo de servicio y la participación de cada entidad en cuanto al número de programas. Se observa que en todos los servicios37 el mayor número de programas lo tiene el Icbf, seguido por Acción Social, el Ministerio de la Protección Social, la Consejería Presidencial y por último el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. En lo concerniente al cuidado infantil y la atención al adolescente, el Icbf brinda el 100% de los servicios. Gráfico 4. Porcentaje de participación de la entidad por cada tipo de servicio Para seleccionar los beneficiarios de un programa de promoción social se tienen a disposición tres métodos de focalización: evaluación individual, focalización por categorías y autofocalización. (Grosh, 1994, 2004 y Hoddinott, 2004)). Con base en las consideraciones de estos autores, las definiciones de los instrumentos de focalización asociados a cada método se especifican en la Tabla 2. La focalización por categorías es el método más utilizado en la oferta de programas de promoción social del orden nacional. La autofocalización está presente en todos los programas, sin embargo, se ha especificado una cifra del 73% que hace referencia a los programas donde es explícita y constituye el principal método de focalización. Categoría I. Focalización individual/hogar a) Test de medios Tabla 2. Mecanismos de focalización Definición Una entidad de carácter oficial determina, hogar por hogar o individuo por individuo, si es candidato para el programa. Para tal efecto tiene que preguntarle su nivel de ingreso y proceder a verificarlo mediante soportes confiables como documentos de carácter oficial, entrevistas o visitas al hogar. 36 Inicialmente Familias en Acción fue creado como un programa de choque para atender riesgos covariantes, con el tiempo se ha convertido en un programa que atiende choques idiosincrásicos. 37 Excepto en los de vivienda (en manos del Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial), asistencia laboral (en Acción Social-Dapre) y procesos civiles (Icbf). 36 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social Categoría b) Proxy mean test (Sisbén) Definición Se estima un puntaje o un índice con base en características observables que ordena a la población teniendo en cuenta un criterio de pobreza o calidad de vida. Una vez se cruza el puntaje de la persona con un punto de corte, determinado por el hacedor de política teniendo en cuenta una definición de pobreza o un criterio de elegibilidad para cierto programa, se decide si la persona es potencial beneficiaria o no. c) Focalización por parte de la comunidad II. Focalización por categoría Un líder del grupo o de la comunidad decide quién debe ser, y quien no, el beneficiario del programa social. a) Geográfica La elegibilidad de los beneficiarios se determina por el sitio de residencia. Este método utiliza información proveniente de encuestas de hogares, encuestas de calidad de vida o mapas de pobreza (generalmente se utiliza Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas que contiene variables de contexto). En Colombia el mecanismo de focalización geográfica más importante es la estratificación socioeconómica b) Demográfica La elegibilidad es determinada por la edad, el género, o alguna otra característica demográfica. Este instrumento suele utilizarse en combinación con otro de carácter individual. Un ejemplo es cuando se establecen condiciones de entrada con base en variables demográficas y se exige el puntaje de Sisbén. Cuando se hace disponible un bien o servicio y por el diseño del programa se dirige y se espera que llegue a la población determinada como población objetivo. Por ejemplo los comedores comunitarios. III. Autofocalización Fuente: Grosh, 2004. Gráfico 5. Focalización y forma en la que se entregan los subsidios Las siguientes son algunas observaciones que se desprenden de analizar métodos de focalización y los mecanismos adoptados en cada caso (Gráfico 5): • • • Los programas de promoción social utilizan en todos los casos más de un método de focalización. La combinación más frecuente es la que usa categorías y el individual, o por núcleo familiar. En la focalización por categorías, los criterios más frecuentes son la edad (63%), grupo especial (58%), otra vulnerabilidad de grupo (55%), salud (42%) y otros tipos (37%)38. En la focalización individual predomina la vulnerabilidad específica (87%), seguido por vulnerabilidad económica (73%), el Sisbén (37%) y, por último, la decisión a través de la comunidad (3%)39. El grupo especial está asociado a personas o familias con: madres gestantes, madres lactantes, niños menores de 7 años (primera infancia), adultos mayores, niñez en situación de peligro o abandono, personas con discapacidad o trastornos mentales, niñez con consumo de sustancias psicoactivas o en explotación laboral y sexual, adolescentes vinculados a grupos armados irregulares, víctimas de la violencia, población rural, discapacitados y población desplazada entre otros. Otra vulnerabilidad alude a situaciones en las cuales las familias, el grupo de personas o la persona se encuentran vulnerados social, cultural y psicoafectivamente. La categoría de salud está relacionada con la nutrición, trastorno mental, discapacidad, servicios básicos complementarios (PPSAM), entre otros. 39 La vulnerabilidad específica, está relacionada con población desplazada, victimas del conflicto armado, personas con trastornos mentales o con discapacidad, familias que residen en áreas rurales, adultos mayores, primera infancia, entre otros. La vulnerabilidad económica está asociada a familias y personas con mayor riesgo ante choques idiosincrásicos y covariantes. El criterio cuando decide la comunidad, se asocia al apoyo a la comunidad para su participación solidaria en la atención de la niñez. 38 37 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social • • La mayoría de los servicios de promoción social del orden central (75%) entrega los subsidios en especie. Los criterios de salida no están formalmente explícitos en la mayoría de los programas de promoción social del orden central; en los del Icbf el más común es el límite de edad, mientras en el Sisbén es el aumento del puntaje, es decir, cuando el beneficiario pasa al nivel 3. 38 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social PROPUESTAS PARA EL ARREGLO INSTITUCIONAL Y PARA LA ORGANIZACIÓN DE LA OFERTA DE PROMOCIÓN SOCIAL (SÍNTESIS DE LA DISCUSIÓN) En esta sección se consignan las propuestas y los diferentes escenarios formulados por las entidades que participaron en la discusión del documento, en lo concerniente a las acciones de corto y mediano plazo para consolidar el arreglo institucional del sistema. Las entidades participantes son: DNP, Icbf, Acción Social; Consejería Presidencial de Programas Especiales y Ministerio de la Protección social. En relación con el problema de la falta de unidad de materia entre los subsistemas –SNBF, SSR y organismos que no pertenecen a ningún sistema– Una forma de darle unidad de materia al Sistema de Promoción Social, es reformar el SNBF, en general apuntando a: i) redefinir las competencias del Icbf para que se concentre en su función de proveedor de servicios de bienestar familiar; ii) incluir directamente como agentes del sistema a los demás organismos; iii) clarificar el significado de servicio público de bienestar familiar, siendo preciso delimitar el contorno de bien público de tal forma que no haya espacio para ambigüedades, y iv) definir las competencias de rectoría y de inspección, vigilancia y control (IVC) del sistema, así como el (los) organismo(s) responsables(s)40. Sobre el organismo rector del Sistema de Promoción Social Funciones de la entidad rectora. Las funciones que debe tener el organismo rector son básicamente las de orientador de la oferta pública de servicios de promoción social, diseño, seguimiento y evaluación de la política e integración y coordinación con la red privada. El desarrollo de tales funciones está asociado a las siguientes acciones: • • • • • 40 Establecer los estándares de habilitación y acreditación para prestadores públicos y privados de los servicios con o sin vínculo contractual con el Estado. Esta actividad la realizaría el Ministerio de la Protección social, incluso en el caso de que no fuera la entidad rectora. Formular y efectuar seguimiento y evaluación de la política de promoción social. Propender por la integralidad de las acciones, en otras palabras, concebirla como un portafolio de estrategias y servicios y adelantar acciones para que estos se adapten a la demanda de la población. Crear y actualizar los directorios de servicios de promoción social estatal y privada. Propender por minimizar las duplicidades de objetivos y los programas traslapados de la oferta estatal; La Ley 1098 de 2006 precisa la definición, objetivo, las autoridades competentes para la inspección, vigilancia y control y las funciones de la Procuraduría, Contraloría y Defensoría del Pueblo. El reto es poner en funcionamiento el IVC del SNBF en el marco del SPS. En las bases del Plan Nacional de Desarrollo el SNBF quedó suscrito al Sistema de Promoción Social. De igual forma la Ley 1098 definió como ente rector del sistema al Icbf, y como tal debe coordinar las acciones de los diferentes agentes, tanto nacionales como territoriales, y emitir los lineamientos técnicos requeridos. 39 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social • Lograr armonía dentro del Sistema de Protección Social y entre la promoción social y otros de sus componentes. Ministerio de la Protección Social. En primer lugar el Sistema de Promoción Social se encuentra ubicado dentro del Sistema de la Protección Social, el cual es dirigido por el Ministerio de la Protección Social. Desde este punto de vista una primera opción es que la entidad rectora (encargada de la formulación de política y de la regulación) sea el Ministerio. La ventaja es seleccionar la actual entidad rectora del Sistema de Promoción Social. Por otro lado, las desventajas serían las siguientes: • • • que el Ministerio de la Protección Social no cuente con la capacidad institucional para dirigir el Sistema de Promoción Social. que la entidad rectora no cuente con una visión intersectorial y un poder de convocatoria lo suficientemente transversal como para que todas estas acciones sean articuladas. Se presume que el Ministerio puede tener aún una visión sectorial centrada en el sistema de seguridad social (salud, trabajo y pensiones). que la entidad rectora sea ejecutora de programas en forma tal que no se pierda la independencia entre la función de formulación de política, orientación estratégica y provisión. Consejo Nacional de Promoción Social. Como el Ministerio de la Protección Social, es la entidad rectora del Sistema Promoción Social del cual hace parte el Sistema de Protección Social (Ley 1151 de 2007, artículo 31), se debería contar con un consejo para dirigir el sistema conformado por todos los componentes del Sistema de Promoción Social. El consejo discutiría y aprobaría decisiones generales y sectoriales con el fin de crear una mesa de discusión que unifique criterios, evite las duplicidades en la oferta de servicios sociales y desarrolle política y estrategias para la consolidación del sistema. Las funciones básicas que se consideran relevantes son las siguientes: i) servir de vínculo con las entidades territoriales a través de sus representantes, y ii) abrir un espacio de diálogo y convocatoria interinstitucional donde se tomen decisiones de diseño, rediseño, creación o supresión de programas y estrategias de promoción social estatal para posibilitar un grado importante de atención integral de sus intervenciones. De esta manera, una primera aproximación a la definición de una instancia de coordinación y orientación estratégica del Sistema de Promoción Social deberá contar con la secretaría técnica del Ministerio de Protección Social y convocar instancias de análisis y decisión sobre los aspectos relevantes para el desarrollo del sistema en el orden nacional y el suministro de lineamientos que ayuden a su desarrollo en el ámbito territorial. El Consejo Directivo de la Red Juntos creado con el Conpes Social 102, podría constituir una instancia básica sobre la cual se realicen los desarrollos y adecuaciones pertinentes para su implementación. Sobre el rol en el mediano y largo plazo de los diferentes organismos que conforman la oferta de Promoción Social estatal Con miras a definir las acciones de largo plazo sobre el diseño de los programas de la oferta estatal se le hizo a las entidades presentes en la discusión la siguiente pregunta: ¿Cómo se ve la entidad en el largo plazo frente al marco conceptual expuesto y al sistema de promoción social que se propone? Los elementos que se tuvieron en cuenta fueron: (i) las acciones en el marco del manejo social del riesgo; (ii) la flexibilidad de la oferta de promoción social estatal, y (iii), la convergencia a la complementariedad de programas y la eliminación de las duplicidades desde una perspectiva integral. • Icbf. La perspectiva de mediano plazo del Icbf sería la de una reestructuración producto de una reforma al SNBF que lo haga i) especializado en el tema de infancia; ii) exclusivo como entidad ejecutora, no como reguladora ni con funciones de vigilancia; iii) más descentralizado y cofinanciador para los temas de juventud y tercera edad; iv) con mayor flexibilidad para la 40 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social oferta que resulta de la creación de “fondos flotantes” de financiación; v) componente fundamental de la oferta de promoción social estatal en la medida en que provee programas permanentes (en su funcionamiento, no sobre individuos) para el manejo de riesgos tanto idiosincrásicos como covariantes, y vi) implementador de programas probados por otros organismos del sistema. La Ley 1098 de 2006 avanza en la consolidación del Icbf como ente rector del SNBF en los temas de infancia y adolescencia, y establece criterios para ejercer una mejor coordinación entre las acciones de los diferentes agentes. Esta ley precisa el responsable de diseñar la política pública en materia de infancia y adolescencia, sin embargo se requiere avanzar en los puntos (ii) a (v), anteriormente descritos. • Acción Social. La perspectiva de mediano y largo plazo es consolidarse como el componente flexible de la oferta de promoción social estatal, sin dejar de reconocer que su función es la de llevar a cabo iniciativas de gobierno, lo cual les da cierto grado de independencia pero no de desarticulación en el Sistema de Promoción Social. En la perspectiva de atención integral y con base en los resultados de las evaluaciones, el diseño de los programas es susceptible de reformarse. Sería, a su vez, canalizador de los recursos de cooperación internacional y gestaría programas piloto que una vez probados y depurados se entreguen, mediante un canal institucional, a la reserva de programas de la oferta permanente. Con respecto a Familias en Acción, Acción Social está a la espera de los resultados de la segunda evaluación para diseñar una agenda que defina la perspectiva del programa, pues es necesario ajustarlo en coherencia con los principios de integralidad que propone el Sistema de Promoción Social. Por su parte, y de manera particular, Familias en Acción considera que, una vez en marcha el programa, ya no es necesario que se especialice en población que enfrenta riesgos covariantes, sino que también tenga en cuenta los idiosincrásicos. Puede ser visto como un programa de choque, que encauza a la familia en un grupo de programas de carácter permanente. • Consejería Presidencial de Programas Especiales. Se ve en el mediano y largo plazo estrictamente como gestante de pilotos para experiencias de promoción social en el orden territorial. El aporte consiste en el diseño de metodologías probadas y el trabajo con las entidades locales. • Temas de carácter transversal Proporcionar una mayor flexibilidad a la oferta de servicios de promoción social. Sobre este punto se tienen las siguientes opciones, en ocasiones complementarias entre sí: i) capitalizar el Fondo de Protección Social que existe, el cual no ha sido alimentado con recursos en épocas de crecimiento tal como se planeó. De esta forma la oferta puede adaptarse a los riesgos covariantes que enfrenta la población; ii) consolidar el Icbf como componente fijo de la oferta permanente y a Acción Social como el componente flexible en contraste con esta opción; iii) crear presupuestos flotantes para lograr flexibilidad en las entidades por separado –revivir el fondo ministerial–. No obstante, la puesta en marcha de la Red Juntos, aunque dirigida a la población en extrema pobreza, podría aportar elementos adicionales de diseño y ajuste institucional al Sistema de Promoción Social que permita adecuarse a las condiciones cambiantes de la demanda, con el suministro de elementos apropiados para la coordinación, focalización, articulación, adecuación de la oferta y mecanismos de seguimiento y evaluación pertinentes. De esta manera, para el país resulta fundamental implementar un apropiado seguimiento y una evaluación operativa, técnica y de impacto de la Red, que permita dilucidar elementos relevantes para ajustar el diseño y consolidación del Sistema de Promoción Social. — La atención integral. Las acciones de promoción social deben apuntar a la atención integral en dos sentidos: primero, en cuanto a la multidimensionalidad de la privación, y segundo, por estar dirigida a la unidad familiar. Aunque siempre debe intervenirse — 41 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social desde la perspectiva integral, esa integralidad puede tener varios grados de profundidad y en consecuencia habrá grupos específicos que requieran una atención de mayor calado que otros. — Inspección, vigilancia y control. Actualmente el Icbf desarrolla las funciones de inspección, vigilancia y control del SNBF. Una reforma al sistema debe contemplar la eliminación de esta función y diseñar un mecanismo que cumpla con estas tareas, capaz de abarcar la oferta total de los servicios de promoción social (pública directa e indirecta y privada). Aunque las propuestas de estudios previos apuntan a crear una nueva superintendencia de promoción social41, en la discusión se propuso descentralizar el mecanismo para aprovechar en la medida de lo posible las superintendencias ya existentes. Las razones fueron: i) la heterogeneidad del servicio; ii) el gran número de prestadores públicos y privados, y iii) la capacidad administrativa y operativa que requeriría un ente de esa naturaleza. 41 Núñez y Espinosa (2005) y Archila Abogados (2005). 42 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social 43 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social DESCENTRALIZACIÓN Y FUENTES DE FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA DE PROMOCIÓN SOCIAL Tradicionalmente la oferta de servicios de promoción social se ha concentrado en las entidades del orden nacional42 aunque se aprecian procesos territoriales interesantes que involucran el diseño y ejecución de programas de este tipo en los cuales participan organizaciones de la sociedad civil43. Igualmente en la regulación vigente, se reconoce la importancia de contar con la participación de departamentos y municipios tanto en la planeación como en la ejecución de los programas44. La participación de los gobiernos locales en la planeación, financiamiento y ejecución de programas de promoción social permite expandir las coberturas y disminuir las asimetrías entre la oferta y la demanda de servicios. Sin embargo, dado el marco regulador y programático actual que sustenta la asistencia social el país está expuesto al desarrollo y fortalecimiento de un sistema desarticulado, conclusión que ya ha sido anotada. Dado lo anterior, esta sección incluye un análisis de las competencias establecidas por la legislación vigente para los gobiernos departamentales y municipales, y de las acciones que los relacionan con los programas centrales de promoción social. A partir de la evolución del gasto en los programas, en el Cuadro 1 se analizan las posibilidades de financiación del Sistema y los cambios por introducir en un futuro en cuanto a competencias y financiamiento para mejorar la coordinación entre las acciones nacionales y territoriales. Competencias territoriales en promoción social según la legislación La competencia alude a la “idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado”45 y en ese sentido el Estado colombiano ha establecido cuáles son los temas y actividades en particular en los que debe intervenir uno u otro orden gubernamental. A través de las competencias se intenta dar cuerpo a la estrategia de descentralización que incluye aspectos administrativos, políticos y fiscales los cuales se van transformando para otorgar a los gobiernos del nivel local mayor autonomía y capacidad de gestión en la toma y ejecución de decisiones políticas. Este esquema de organización del Estado debe cumplir dos propósitos: i) el mejoramiento de la infraestructura y servicios locales y ii) la democratización de la sociedad46. El Sistema General de Participaciones –SGP– es una de las principales fuentes para el financiamiento de las competencias asignadas a las entidades territoriales. Las precisiones para su distribución y la asignación de competencias en diversos sectores se encuentran en la Ley 715 de 2001. En el marco de la protección social, el desarrollo de las competencias que mejor se especifican en los diferentes niveles de gobierno corresponde al aseguramiento en salud para la población sin capacidad de cotizar. La Ley 715 de 2001 establece que a los departamentos les corresponde dirigir, coordinar, Núñez y Espinosa (2004) “Asistencia social en Colombia. Diagnóstico y propuestas”. Documento Cede n.o 42, Bogotá, Universidad de los Andes. 43 Zapata, J. (2006) “El gasto social en Colombia en el año 2003, su financiamiento y una propuesta de cofinanciación de la política social”. Informe final (borrador para discusión), Bogotá, Ministerio de la Protección Social.. 44 Ibídem. 45 Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, [en línea], disponible en www.rae.es, recuperado el 6 de enero de 2008.. 46 Colombia, Departamento Nacional de Planeación (2001). Evaluación de la descentralización municipal en Colombia: balance de una década. Bogotá, Imprenta Nacional. 42 44 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social controlar y vigilar el sector salud y el Sistema General de Seguridad Social en Salud en el territorio de su jurisdicción, atendiendo las disposiciones nacionales sobre la materia. Esta ley confiere a los municipios, las facultades de formular, ejecutar y evaluar planes, programas y proyectos del sector salud, en armonía con las políticas y disposiciones del orden nacional y departamental. Los municipios en su mayoría47, financian y cofinancian el sistema, identifican los beneficiarios, promueven la afiliación, celebran los contratos para el aseguramiento e incluso realizan vigilancia y control. Al Gobierno nacional se le asigna la facultad de formular las políticas, planes, programas y proyectos de interés general para el sector salud y el Sistema General de Seguridad Social en Salud, regularlos y coordinar su ejecución, seguimiento y evaluación. La Nación debe apropiar recursos del presupuesto nacional que demanda la afiliación en el régimen subsidiado en salud, distribuir el SGP, expedir regulación para el Sistema y realizar su evaluación y control. De esta forma se garantiza que la política de aseguramiento en salud corresponda a lineamientos bien definidos para cada nivel gubernamental. La Ley 715 de 2001 faculta a los municipios para ejercer programas en restaurantes escolares, atención a grupos vulnerables y educación formal para niños de 5 y 6 años. Al poner en marcha los restaurantes escolares los municipios pueden utilizar recursos provenientes de la partida de educación por concepto de calidad48 y parte de los incluidos en la partida de propósito general. Este programa es complementario con otros del Icbf49. Por otro lado, la atención a grupos vulnerables cubre parte de los programas del SNBF y de Acción Social. Como grupos de este tipo se reconoce a la población infantil, ancianos, desplazados o madres cabeza de hogar. Antes que proveer una definición, la ley describe dicha atención mediante ejemplos, por ello, el municipio también tiene la competencia para establecer programas orientados a sectores vulnerables. En cuanto a vivienda, generación de ingresos y capacitación, la Ley 715 de 2001 otorga la posibilidad a los municipios de promover y apoyar proyectos como los de vivienda de interés social, desarrollo para el área rural, desarrollo empresarial e industrial, actividades generadoras de empleo, capacitación, apropiación tecnológica avanzada y asesoría empresarial. En todos esos temas, las competencias de los departamentos incluyen la planificación y orientación de las políticas, la financiación y cofinanciación de proyectos del orden nacional, departamental o municipal, la evaluación y el control, e incluso, la ejecución. En la práctica existen, por lo tanto, programas departamentales de promoción social ejecutados en municipios en donde se llevan a cabo otros similares del orden municipal. Adicionalmente, como desarrollo del proceso de descentralización, independientemente de que los programas se ejecuten desde el nivel central, algunos de ellos han dado un papel preponderante a los territorios con respecto a planificación, selección de beneficiarios, cofinanciación, vigilancia y control, entre otros50. 47 Excepto los que pertenecen a los nuevos departamentos. Los municipios no certificados que reciben recursos de calidad pueden destinar parte de ellos para complementar los programas de alimentación escolar (Directiva Ministerial n.o. 13 de 2002). 49 Asistencia Nutricional al Escolar y Adolescente y Desayunos Infantiles. 50 Zapata (2006) considera tres elementos para argumentar el rol de los municipios en la política de promoción social: i) la firma de convenios de gestión entre el Icbf y las autoridades territoriales para adelantar programas; ii) el papel que otorgan a los municipios el Decreto 2099 de 1997 por medio del cual se crea la Red de Solidaridad Social y la Ley 368 del mismo año, y iii) la mención que hacen el Conpes 3144 del 2001 y la Ley 789 de 2002 respecto del papel de los territorios. 48 45 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social Cuadro 1. Ejecuciones presupuestales por fuente (Porcentaje sobre fuente, 2006). Porcentajes Porcentaje por fuente Total SGP Tipo de inversión Inversiones corrientes de libre destinación (Ley 715 y recursos propios) Ingresos corrientes con destinación específica (recursos propios) Saldos no ejecutados, rendimientos financieros y venta de activos (recursos propios) 100,00 0,24 7,04 11,95 37,02 Crédito interno y externo Coifinanciación de entidades nacionales (incluye Fosyga) Impuesto de importe por oleoductos y gasoductos Total inversión 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 1. Alimentación escolar 1,16 1,95 0,06 0,04 1,15 1,23 2. Educación 46,86 9,37 0,90 23,09 3,82 19,38 3. Salud 31,59 13,59 3,57 1,15 68,14 10,68 4. Agua potable y saneamiento 9,05 7,74 5,61 10,43 7,22 26,84 básico 5. Deporte 1,13 3,43 7,15 3,32 2,14 0,44 0,28 6. Cultura 0,85 3,11 4,14 1,21 0,43 0,46 0,27 7. Otros servicios públicos 0,38 1,10 8,75 1,80 0,34 0,39 4,46 8. Vivienda 0,80 3,10 2,45 2,40 5,28 0,68 2,64 9. Agropecuario 0,83 0,42 0,25 1,08 0,10 0,28 7,51 10. Transporte 2,36 18,49 41,60 18,40 24,51 14,28 5,48 11. Ambiental 0,27 2,04 7,34 0,85 0,08 0,46 2,20 12. Centros de reclusión 0,05 0,20 0,08 0,03 0,04 0,00 0,00 13. Prevención y atención de 0,26 3,02 2,05 0,94 13,58 0,80 0,27 desastres 14. Promoción del desarrollo 0,15 2,25 0,27 1,79 0,30 0,07 0,63 15. Atención a grupos 1,40 7,21 1,61 1,67 0,05 0,38 1,53 vulnerables 16. Equipamiento municipal 0,68 5,63 1,94 2,17 13,08 0,68 0,84 17. Desarrollo comunitario 0,16 1,78 0,32 0,88 0,04 0,02 0,01 18. Fortalecimiento institucional 1,64 12,10 8,74 6,47 4,63 0,41 15,69 19. Justicia 0,37 3,43 3,15 0,74 0,69 0,32 0,06 20. Otros sectores 0,00 0,04 0,02 0,00 0,00 0,00 0,00 Fuente: DNP – DDT. Ejecución presupuestal SICEP 2006. Muestra de 1044 de 1086 municipios que reportaron información (42 municipios excluidos). 46 Regalías directas y compensaciones Fondo Nacional de Regalías 100,00 1,11 24,51 10,89 36,96 100,00 0,38 22,81 10,18 23,76 2,22 0,52 3,25 1,76 1,68 6,27 3,89 0,00 0,69 0,11 0,27 1,31 26,10 0,02 3,28 1,16 0,00 0,54 0,50 1,04 0,01 0,08 1,33 0,03 3,31 0,04 0,00 1,11 0,00 8,90 0,00 0,00 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social Acciones del orden territorial en los programas del orden nacional Cada una de las tres instituciones que concentran la ejecución de los programas sociales en el país – Icbf, Acción Social y Ministerio de la Protección Social–, ha desarrollado acciones tendientes a vincular los gobiernos locales en alguno de los procesos de sus programas. En no pocos casos, sin embargo, estos vínculos son todavía débiles con una participación local limitada. En lo que se refiere al Icbf, por ejemplo, según Acosta (2004), es “necesaria la racionalización de los programas del componente asistencial mediante una integración efectiva de los componentes locales en sistemas más eficaces de asistencia”. No obstante lo anterior, es importante ejemplificar algunos de los procesos de articulación adelantados en los programas de promoción social que dependen directamente del orden nacional. Esto permitirá explorar alternativas a los problemas observados en el Sistema de Protección Social colombiano. Desayunos infantiles51 El Icbf diseña y gerencia el programa, se encarga del proceso de contratación de los operadores y hace el seguimiento y la evaluación. Su ejecución implica convocar las instituciones públicas o privadas que integran el Sistema52, u otras instituciones53, la sociedad civil, la Iglesia y la comunidad. Igualmente, en coordinación con el alcalde municipal convoca las instituciones y sectores en el Consejo Municipal para la Política Social para dar a conocer los lineamientos del programa, las funciones y los compromisos por desarrollar de acuerdo con las competencias institucionales. Entre otras, el gobierno local se encarga del análisis y políticas de infancia y familia54. La totalidad de aspectos relacionados con la operación y gestión del programa deben incorporarse a la agenda social de esos Consejos. La operación final del programa55 se realiza a través de operadores de servicio contratados directamente por el Icbf, pero el Consejo Municipal para la Política Social en cabeza de la alcaldía, tiene el compromiso de escoger los beneficiarios, designar un dinamizador municipal para el programa, tener disponible información actualizada del Sisbén y coordinar con los organismos de salud la atención a los beneficiarios. Así mismo, el Comité Municipal de Infancia y Familia56 es el ente que asume la responsabilidad de la coordinación y ejecución del programa, se compromete a participar en la selección de los beneficiarios, a convocar a las familias beneficiarias para informar sobre todos los aspectos del programa, organizar y desarrollar el proceso de inscripción de los beneficiarios, seleccionar los puntos de distribución, comunicarlos oportunamente al Icbf y reportarlos a los proveedores. Dicho Comité selecciona también los sitios de almacenamiento y distribución de los productos que conforman los desayunos infantiles. La cofinanciación en el programa de desayunos infantiles no se utiliza para ampliar la cobertura, sino para complementar acciones de su ejecución: gastos por concepto de almacenamiento, distribución de los desayunos, bonificación de agentes educativos, distribución de los complementos o desarrollo de actividades lúdicas o formativas con las familias de los niños beneficiarios del servicio. Se encuentran, sin embargo, municipios en los cuales el programa opera con problemas para el pago de sus compromisos, lo que afecta el desarrollo normal del proceso. Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (2003, julio) Manual operativo. Desayunos infantiles - 2004.. Son instituciones del SNBF en el municipio: las alcaldías, el ICBF, las CCF y las instituciones que en forma habitual realizan actividades inherentes a los objetivos del servicio público de bienestar familiar. 53 Personería, secretarías o centros de salud, secretaría de Educación o jefaturas de núcleo. 54 Decreto 1137 de 1999. 55 Transporte y entrega de alimentos. 56 El Consejo Municipal para la Política Social, tiene organizados comités operativos responsables de los diferentes temas de la política social local, uno de ellos es el de Infancia y Familia. 51 52 47 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social Los mecanismos de articulación de este programa han sido definidos, pero en la práctica la ejecución de gran parte de las acciones quedan en manos del Icbf. Cuando se considera la participación de los municipios en el proceso de planeación del programa, no queda clara la relación entre el planteamiento de las metas en cobertura con las necesidades. Familias en Acción57 En Familias en Acción los municipios apoyan la ejecución del programa con la designación del enlace municipal58 y al cumplir los compromisos establecidos en el convenio firmado con el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República-Fondo de Inversiones para la Paz – Dapr-FIP–. El municipio se compromete a llevar a efecto el Plan de Atención Básica y, en particular, a optimizar la atención a la población infantil; dar cumplimiento al Plan Municipal de Racionalización Educativa acordado con el departamento; a optimizar la relación alumno/aula, alumno/docente y jornadas existentes, al posibilitar cupos escolares a toda la población beneficiaria59, y a facilitar el intercambio de información municipal, en particular la relativa a la educación, la salud y al Sisbén. Finalmente, la responsabilidad del funcionamiento del programa será de la administración municipal y su ejecución corresponde a la Unidad Coordinadora Regional con la colaboración del Enlace Municipal. Mediante convenio formal entre Familias en Acción y el Icbf se comparte información sobre beneficiarios pues el acceso al programa excluye a quienes ya lo son de los hogares comunitarios e infantiles del Icbf. Familias en Acción enlaza sus beneficios con los otorgados por los sistemas de educación formal y de salud, sin embargo, no son claros los incentivos que tiene la población para retirarse del programa, situación que lo hace insostenible. Adicionalmente, aunque en teoría se ha asignado un papel relevante a las entidades territoriales, no se evidencia de forma clara la participación de los gobiernos locales en la programación de cupos y metas. Programa de Protección Social al Adulto Mayor60 Este programa del Ministerio de la Protección Social lo ejecuta el Icbf y el Consorcio Prosperar como administrador fiduciario del Fondo de Solidaridad Pensional –FSP–. El programa se financia con recursos del Presupuesto General de la Nación (subcuenta de subsistencia del FSP) y es cofinaciado por las entidades territoriales. La Ley 100 de 1993 establece que los municipios o distritos deben garantizar la infraestructura necesaria para la atención de los ancianos indigentes y señala que, como parte integral del plan de desarrollo, deben elaborar un plan municipal de servicios sociales complementarios para la tercera edad. En la primera etapa del programa, las entidades territoriales elaboran un proyecto de acuerdo con la metodología del Banco de Programas y Proyectos de Inversión Nacional –BPIN– y lo presentan ante el Icbf. Ese proyecto incluye información sobre los beneficiarios seleccionados por la entidad territorial según las posibilidades de cofinanciación y los criterios de focalización. El valor del subsidio surge de la estimación de la línea de indigencia ($106.000 en 2003), pero es la autoridad territorial la que define el monto exacto por entregar en efectivo o en servicios sociales básicos dentro de un rango establecido ($35.000 - $75.000). La otra parte del subsidio, el componente en efectivo o en servicios sociales complementarios ($31.000) es cofinanciada por la entidad territorial. El Consejo Departamental y/o Municipal para la Política Social participa con la difusión de las actividades de gestión del programa, la identificación de los diagnósticos sociales situacionales sobre las necesidades de los adultos mayores (alimentación, vivienda, medicamentos, etc.), y el apoyo a la Colombia, Fondo de Inversiones para la Paz (2004, noviembre) Manual Operativo - Familias en Acción - Versión 5. Profesional preferiblemente del área social o con experiencia en desarrollo social y comunitario quien se encarga de relacionar a las familias con el programa. 59 Población entre los 7 y los 17 años de edad. 60 Colombia, Ministerio de la Protección Social (2004). Manual Operativo - Programa de Protección Social al Adulto Mayor. Bogotá. 57 58 48 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social formulación de los proyectos a través del Comité Municipal para la Atención al Adulto Mayor o de apoyo a los beneficiarios61. Este Comité debe difundir las actividades de gestión del proyecto y denunciar ante las autoridades competentes las actuaciones o hechos irregulares, tanto de funcionarios como de miembros de la comunidad. Finalmente, el ente territorial por ser el proponente, cofinanciador y ejecutor del proyecto, debe actualizar las bases de datos del Sisbén, propender para que los beneficiarios del proyecto reciban los servicios de promoción y prevención, y recibir y remitir los certificados de supervivencia de los beneficiarios a escala regional del Consorcio Prosperar Hoy, de esta forma se garantiza la participación activa de los gobiernos locales. Sin embargo, aunque el programa ofrece gradualidad en el rango de cofinanciación exigido al gobierno local, se requiere seguimiento a su ejecución para que las restricciones fiscales no se conviertan en un factor de inequidad. Programas del orden territorial Como se mencionó, varias entidades territoriales participan en la ejecución de programas de promoción social, aunque algunas han creado los propios, unos más exitosos que otros. En el desarrollo de estos programas se observan problemas en cuanto a capacidad institucional de las entidades territoriales al asumir las responsabilidades relativas al Sistema de Promoción Social. Programa de Mejoramiento Alimentario Nutricional de Antioquia –Maná– Para contribuir a mejorar la situación alimentaria y nutricional del departamento, la Gobernación de Antioquia implementó el programa Maná con seis ejes estratégicos: complemento alimentario, inducción a los servicios de salud, pactos por la infancia, sistema de vigilancia alimentaria, proyectos productivos y proyectos pedagógicos. En el marco de este proyecto y a través del Fondo de Solidaridad para la Seguridad Alimentaria y Nutricional de Antioquia y Medellín se han financiado actividades que incluyen: la implementación del proceso de capacitación en hábitos saludables de alimentación (42.569 personas en los municipios participantes), complemento alimentario (alrededor de 141.000 niños hasta 2004), atención directa a unos 5.000 niños con problemas de desnutrición, e implementación de la cultura de vigilancia nutricional en 98 municipios. Estas acciones han beneficiado la integración de las políticas de promoción social frente al tema de la seguridad alimentaria. Es importante destacar que los avances en la cobertura del programa muestran un gran potencial en cuanto a capacidad de gestión de la mayoría de los gobiernos locales adscritos. Programa Buen Comienzo - Medellín La Secretaría de Bienestar de Medellín desarrolla el programa Buen Comienzo que articula sus acciones para los niños menores de 6 años con las adelantadas por las secretarías de Salud, Educación y Bienestar. Esas acciones que procuran promover el desarrollo integral de los niños en edad de primera infancia, atienden problemáticas de desnutrición, desescolarización y maltrato. Buen Comienzo es un buen ejemplo de los esfuerzos interinstitucionales necesarios para que los programas de promoción social se integren y así obtener mejores resultados en el bienestar de la población en condiciones de vulnerabilidad. Este programa atiende anualmente 30.000 niños y 7.000 familias que se benefician de aumentos en cobertura y calidad de la educación en preescolar (transición), educación inicial de calidad en ambientes extraescuela, la creación de espacios lúdicos y recreativos, la formación de agentes educativos, la creación de un sistema de información y un observatorio de infancia, del trabajo en 61 Este Comité está conformado por un representante del centro zonal del Icbf y grupos de base de la entidad territorial, organizaciones comunitarias de base, consejos comunitarios y cabildos indígenas, el sector salud, el sector educativo, los beneficiarios, las autoridades locales, las entidades privadas autorizadas y los organismos de control social. 49 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social política pública de primera infancia, y de la construcción y el desarrollo de una alianza con diferentes entidades en beneficio de los menores”62. Programa de Atención Integral para la Inclusión Social de Ciudadanos(as) Habitantes de la Calle - Bogotá El Departamento Administrativo de Bienestar Social Distrital –Dabs–63 desarrolla programas de promoción social en el ámbito local con grandes impactos para el bienestar de la población más pobre. Con el programa de atención a los habitantes de la calle, el Dabs demuestra su capacidad para articular diferentes programas con el fin de ofrecer servicios integrales a la población para salir de su condición de indigencia. De igual forma, en los casos en los cuales es posible, toma la familia como sujeto de intervención y realiza seguimiento continuo a cada uno de sus miembros hasta que el núcleo familiar logre estabilización socioeconómica y afectiva. Así mismo, este programa, como pocos, determina condiciones claras de entrada y salida. Las cinco modalidades de intervención del programa64 se configuran, a su vez, en etapas del proceso de restablecimiento de derechos e inclusión social. Sin embargo, las personas que no logran superar cada una de las etapas pueden acceder a los servicios primarios de atención. Cuando el sujeto de intervención es la familia, la oferta de servicios incluye nutrición, cuidado al menor y educación formal, entre otros. Articulación de la política de promoción social entre los diferentes niveles de gobierno En términos de competencias, tanto el nivel central como el territorial son responsables de la ejecución de los programas de promoción social, pero esto da lugar a dos inconvenientes. Por un lado, el énfasis en la centralización del componente de promoción social desconoce el impacto de la participación de los gobiernos locales en el diseño y ejecución de los programas. Por otro, la superposición de competencias amplía la tendencia a la dispersión de los esfuerzos, lo que ocasiona pérdidas de recursos. Redefinir las competencias de cada nivel gubernamental en el Sistema de Promoción Social es una condición necesaria, mas no suficiente, para la reorganización del sistema. En principio los gobiernos nacional y municipal pueden desarrollar programas, pero esas acciones deben ser articuladas. Algunos de los programas que están en marcha en la actualidad, en los cuales hay participación del Gobierno nacional y local, permiten resaltar ventajas y desventajas del modelo dual de protección social65. Este modelo de gestión, donde la responsabilidad es compartida entre al menos dos niveles de gobierno implica altos costos de transacción, manifiestos en la firma de convenios y compromisos, pero sigue siendo una salida para efectuar la ejecución de programas de promoción social en municipios con baja capacidad técnica. De esta forma, el proceso de reorganización tendrá que contemplar gradualidad en la intervención de los diferentes niveles gubernamentales, tanto en la ejecución como en el proceso de planeación, conforme a la capacidad institucional de la entidad territorial, así como su posibilidad de negociación y la participación de las organizaciones de la sociedad civil. En este sentido, fortalecer la capacidad de gestión local debe llevarse a cabo paralelamente con la estructuración de un nuevo sistema de promoción social. Colombia, Ministerio de Educación Nacional (2005, agosto 30). “Alcaldía de Medellín presentó programa estratégico ‘Buen Comienzo’”. Noticias sobre educación, Boletín de prensa n.o 864, Alcaldía Medellín [en línea], disponible en Centro Virtual de Noticias http://www.mineducacion.gov.co/cvn. 63 Actualmente la Secretaría Distrital de Integración Social. 64 Las cinco modalidades son: brigadas de atención en la calle, hogar de paso, centro de atención transitoria, comunidades de vida y enlace social. 65 Se llama “modelo dual” aquel donde la participación de la Nación y los gobiernos territoriales es activa. De esta forma se entiende que los modelos no duales cuentan con participación activa de solo un nivel de gobierno. 62 50 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social Cabe destacar como aspecto relevante el hecho de que la participación del gobierno local en la planeación de los programas de promoción social es relativamente baja, debido a su capacidad técnica y en algunos casos al desconocimiento de sus propias necesidades. La cofinanciación municipal de los programas de promoción social puede incidir de manera positiva en el proceso de articulación del Sistema de Promoción Social. La cofinanciación es más efectiva cuando considera el financiamiento de uno de los eslabones más fuertes y visibles del proceso. Se presentan, sin embargo, situaciones en las cuales el incumplimiento de la cofinanciación no necesariamente implica la interrupción del programa, tal como ocurre con Desayunos Infantiles. En Familias en Acción, donde el enlace municipal es una pieza clave del proceso y un requisito indispensable para el establecimiento del programa, el compromiso es mayor. Así mismo, la estructura de cofinanciación del programa PPSAM obliga a las entidades a responder con recursos de acuerdo con la cobertura que requieran; en este sentido el compromiso es ineludible, siempre y cuando el municipio desee cumplir sus metas. Existen diferencias en el grado de articulación de las competencias de los diversos niveles de gobierno según sectores. Por ejemplo, en el caso del aseguramiento en salud, es posible que los niveles gubernamentales realicen actividades que se complementen en alto grado, mientras que otros sectores son más dispersos, por ejemplo los relacionados con la generación de ingresos, situación que afecta la sostenibilidad del Sistema de Promoción Social. Los programas de promoción social se caracterizan por la ausencia de la complementariedad intersectorial. La integración de las acciones está igualmente ausente en la definición de las competencias gubernamentales. La Nación puede jugar un rol importante frente a los temas de inspección, vigilancia y control, sin embargo, son los gobiernos departamentales los que pueden desarrollar un papel mejor dada su estrecha relación con el gobierno municipal. Financiamiento de la promoción social Los ingresos municipales presentan, desde comienzos de la década, un incremento explicado por otro en las transferencias del nivel central que ganan participación en los ingresos totales municipales (Cuadro 2)66. Adicional a los recursos por transferencias, los ingresos municipales dependen del recaudo tributario. Los procesos de descentralización y de responsabilidad territorial fiscal han hecho que los municipios del país tengan mayores capacidades para cubrir sus deudas y ser sostenibles. Cuadro 2. Ingresos municipales. 2000 - 2006. Ítem Total ingresos Ingresos corrientes Ingresos tributarios Ingresos no tributarios Ingresos de capital Ingresos establecimientos públicos Millones de pesos 2006 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 16.030.612 17.542.979 19.096.848 21.285.776 22.064.455 25.317.243 28.839.143 11.967.711 13.372.138 15.331.803 17.966.880 18.698.010 20.273.763 20.986.111 4.186.995 4.439.787 4.695.580 5.523.658 5.997.174 6.602.465 6.600.961 7.780.716 8.932.350 10.636.222 12.443.222 12.700.836 13.671.297 14.385.150 2.923.300 2.322.413 2.802.166 2.543.128 2.614.572 4.889.102 7.678.298 2.124.629 1.848.428 962.788 775.761 751.873 154.379 187.823 Fuente: DNP - DDT. Ejecuciones presupuestales SICEP 2000 - 2006 Conforme a lo anterior, en 2003 los municipios recaudaron 11,7% del total de impuestos del país frente al 7,2% en 198767 (DNP - DDTS, 2005). El recaudo de impuestos municipales en Colombia sigue siendo bastante deficiente. El estudio en mención resalta que: i) más del 80% del total del recaudo por impuestos en los municipios se concentra en 41 ciudades del país; ii) los municipios no 66 67 Núñez, Jairo (2005) “Diagnóstico básico de la situación de los ingresos por impuestos del orden municipal en Colombia”. Documento Cede n.o 44, Bogotá, Universidad de los Andes, p. 55. Colombia, Departamento Nacional de Planeación (2005) Análisis financiero y capacidad fiscal de las principales ciudades colombianas. Bogotá, DNP - Dirección de Desarrollo Territorial Sostenible, p. 13. 51 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social recaudan a las tasas máximas impositivas permitidas (aunque la ley les permite recaudar por el impuesto predial hasta 16 por mil, cerca del 80% de los municipios cobra solo 4 por mil); iii) el 43% de los predios del país se encuentra desactualizado catastralmente, y iv) existen altas disparidades en los niveles de recaudo municipales, así mientras las principales ciudades recaudan en promedio $213.000 por predio y $52.000 por persona, el resto de municipios recauda en promedio $48.000 por predio y $13.000 por persona. Lo anterior parece indicar que, al aplicar los correctivos necesarios, existen altas probabilidades de expansión tributaria en los municipios, con el correspondiente aumento en los ingresos corrientes. Históricamente, los recaudos tributarios representan 26% del total de los ingresos municipales. Si se considera que gran parte del recaudo municipal se concentra en algunos municipios entonces, varios de ellos dependen de impuestos no tributarios, tipo transferencia. Gráfico 6. Porcentaje de recursos SGP en el total de ingresos. 2006 Fuente: DNP - DDT. Ejecución presupuestal SICEP 2006. Al analizar el Gráfico 6, más del 80% de los municipios dependen de las trasferencias (SGP) en al menos 50% del total de sus ingresos; más exactamente 44% de los municipios del país depende casi exclusivamente de las transferencias (en una proporción superior al 80% de los ingresos). Son estos últimos los que presentan mayores niveles de pobreza. Al tiempo en que los municipios donde las transferencias representan menos del 50% del total de los ingresos la proporción de personas en Sisbén 1 y 2 está por el orden del 38%, en el resto de municipios este porcentaje llega al 63%. Es decir, que además de existir una alta dependencia de las transferencias –y por ende, un bajo recaudo impositivo frente al total de ingresos–, se observa dispersión en las finanzas municipales. La destinación específica de los recursos de las transferencias del nivel central en la Ley 715 de 2001 marca la pauta de los gastos de inversión municipales. Los sectores con mayores asignaciones por concepto de transferencias –educación y salud– son los de menor cofinanciación territorial (Cuadro 1). Los recursos territoriales cofinancian en mayor parte inversiones en servicios públicos – diferentes a acueducto y alcantarillado–, transporte y promoción del desarrollo (apoyo empresarial, capacitación, proyectos productivos). La atención a grupos vulnerables, en concordancia con lo definido por la mencionada ley, está financiada por recursos de transferencias y por recursos propios de libre destinación. Del Cuadro 1 se concluye que parte de la asignación en las fuentes distintas a las transferencias corresponde a inversiones en transporte, fortalecimiento institucional (gastos administrativos, asistencia técnica, capacitación a funcionarios) y servicios públicos68. Cabe anotar que si bien la Ley 715 destina 58,5% a educación y 24,5% a salud69, en la práctica al conjugar todas las fuentes estos porcentajes son un poco más bajos. De lo anterior se concluye que los municipios priorizan la inversión de recursos propios en sectores no necesariamente relacionados con programas de promoción social. La información indica que los recursos propios se concentran en sectores que no tienen una gran participación en la bolsa del Sistema General de Participaciones. En este contexto surge la pregunta ¿podrían cambiar las preferencias de inversión para trasladarlas a programas de protección social u otros sectores? La respuesta es negativa. Existen estudios como las auditorías al SGP efectuadas por la Contraloría que demuestran que los municipios destinan recursos a actividades que no son de su competencia (inversiones en pago de docentes en municipios no certificados, por ejemplo), o que se registran inversiones en rubros diferentes a los originalmente estipulados, aspecto que no significa que dichos recursos estén disponibles para ser A excepción del Fosyga, cuya destinación es casi exclusiva para el sector salud, y las regalías, que destinan una porción importante a educación. 69 Del 96% del total de las transferencias, descontado 4% destinado a alimentación escolar, municipios ribereños, Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales –Fonpet– y resguardos indígenas. 68 52 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social invertidos en otros sectores. A primera vista y al considerar las limitaciones en cuanto a recursos propios, solo su ampliación –vía tributación o crédito externo– podrían permitir aumentar la cofinanciación territorial para esos programas. No obstante, es importante señalar que la orientación del gasto para propósitos de protección social, tanto en el nivel nacional como en el territorial, debe considerar el carácter variable y su ajuste según las condiciones que generen un justificado incremento cuando se presentan situaciones de crisis que ameriten la expansión de programas de duración limitada, bien por fenómenos económicos, sociales, ambientales o de otro tipo, en cuyo caso el componente asistencial transitorio de los programas que se expanden resulta ser prioritario; es decir, debe contemplar el carácter contracíclico del gasto, tanto para el mantenimiento como su eventual expansión. Este elemento resulta fundamental en la orientación de políticas y estrategias de promoción social, de manera que mayores recursos no siempre se hayan justificados, sobre todo, cuando se experimentan períodos de expansión económica. Cuando los municipios se analizan de acuerdo con la composición del gasto en inversión se identifican al menos tres grupos importantes: i) municipios con una baja dependencia de las transferencias del SGP pero con un gasto atado a los fondos provenientes de la regalías; ii) un grupo conformado por municipios grandes con una mediana dependencia de las transferencias, pero con un aporte importante de otros recursos incluido el crédito externo a la financiación del gasto, y iii) los municipios más pequeños y con mayor dependencia de los recursos de transferencias. Lo anterior se resalta en el Gráfico 7, que muestra la forma de financiamiento de los diferentes rubros presupuestales por grupos de municipios según su dependencia del Sistema General de Participaciones. Los municipios con una dependencia del SGP menor al 30% de sus ingresos corrientes tienen altos niveles de inversión por otras fuentes nacionales (regalías, Fondo de Regalías, otras fuentes nacionales); los que tienen una dependencia del SGP entre el 30% y el 50% de los ingresos corrientes, aproximadamente, presentan una alta inversión de otras fuentes, donde se incluye crédito externo, además de mostrar los rangos de inversión más altos. El Gráfico 7 también muestra la situación de los municipios más pequeños y con una alta dependencia de los recursos de transferencias. Del Gráfico 7 se concluye la baja participación de las transferencias departamentales en los gastos de inversión municipales. En promedio no representan más del 2% del gasto total municipal; más aún, la situación es similar para los tres grupos de municipios definidos anteriormente. Esto indica que los aportes departamentales no solo tienen un peso reducido en la inversión municipal sino que no están dirigidos preferencialmente a los municipios con mayores problemas de financiamiento del gasto y con menores ingresos propios. Gráfico 7. Gasto municipal en inversión por fuente según dependencia del SGP. 2006 a) Menos del 30% de los ingresos corrientes Fuente: DNP – DDT. Ejecución presupuestal SICEP 2006. Muestra de 1.044 de 1.086 municipios que reportaron información (42 municipios excluidos) b) Más del 80% de los ingresos corrientes Fuente: DNP - DDT. Ejecución presupuestal SICEP 2006. Muestra de 1.044 de 1.086 municipios que reportaron información (42 municipios excluidos) Del Gráfico 7 se colige también la baja prioridad a la inversión en vivienda en todos los municipios, el aumento en importancia de los gastos de fortalecimiento institucional conforme se pasa de municipios con baja dependencia a municipios con alta dependencia del SGP y el desempeño del rubro Atención a Grupos Vulnerables, que es un gasto prioritario en el grupo de municipios ubicado entre el 30% y el 50% de los ingresos corrientes provenientes del SGP. El papel de los departamentos es clave a la hora de plantearse alternativas de financiación a programas municipales 53 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social de protección social. Según la Ley 715 de 2001, la concurrencia es una función de los departamentos que pueden tener un rol importante en la cofinanciación de iniciativas locales. Aspectos en torno a la articulación de los distintos niveles gubernamentales al desarrollar programas del Sistema de Promoción Social La transformación gradual del Sistema de Promoción Social requiere, en primer lugar, dinamizar las relaciones entre los diferentes niveles de gobierno, con el rescate de las experiencias exitosas de articulación al ejecutar programas de este tipo. La estrategia adoptada debe considerar la participación de los gobiernos departamentales y municipales en todos los momentos del proceso, incluidos los de planeación y diseño de la política, y aumentar su capacidad tanto fiscal como de gestión. A escala central se debe procurar la coherencia en la política de protección social con las demás políticas sociales y macroeconómicas –particularmente considerar el carácter contracíclico del gasto– y ampliar la asistencia técnica. Así mismo, los programas de promoción social ofrecidos por diferentes niveles gubernamentales deben converger y responder al mismo mapa de riesgos si se quiere lograr unidad de materia y conformar un sistema menos fragmentado. Para lograr esta articulación es necesario unificar criterios de focalización y definir claramente las condiciones de entrada y salida de los programas. Para lograr que la oferta de programas del Sistema de Protección Social se articule de forma que la atención a la población vulnerable sea integral, el rediseño del marco de competencias de todos los niveles de gobierno debe explicitar el diseño de programas articulados en los cuales la familia actúa como sujeto de intervención. Un sistema de información único que apoye el seguimiento de los programas de promoción social se convertirá en una herramienta necesaria para lograr la integralidad en la atención. Lo anterior implica aumentar la capacidad técnica de los gobiernos territoriales y la tecnología informática utilizada en algunos programas sociales, para mejorar la calidad tanto de las bases de datos que contienen información de beneficiarios como de los mecanismos de seguimiento y evaluación. A través de la información administrativa, las entidades territoriales y la Nación podrán mejorar los resultados en cuanto a inspección, vigilancia y control y contar con diagnósticos más acertados sobre la situación de la población atendida. Los mecanismos de cofinanciación no se deben limitar a contrapartidas económicas de las entidades territoriales70. Existen programas del nivel central que reciben apoyo municipal a través de mano de obra, y apoyo a los procesos e instalaciones locativas en el municipio. En la medida en que estas iniciativas sean viables para los gobiernos locales y que no representen mayores riesgos al funcionamiento de los programas, deben ser consideradas, en particular en los casos que involucran municipios con restricciones de corto plazo en recursos propios. Pero en el desarrollo de la política de protección social, los municipios con menores ingresos deben fortalecer sus finanzas públicas. Es clave que el esfuerzo fiscal, adelantado por las entidades territoriales tenga un horizonte de mediano y largo plazo. La efectividad de los programas y su sostenimiento dependen claramente de un cronograma de inversiones territoriales que acompañen la inversión nacional. El rol de los departamentos es clave pues pueden concurrir con los municipios para dar continuidad a los programas. La estructuración del Sistema de Promoción Social debe generar capacidades de ahorro en los municipios mediante la creación de mecanismos de financiación de carácter contracíclico; además, los diferentes niveles de gobierno deben generar ahorros para períodos de crisis sin afectar la programación anual de inversiones. 70 El crédito es una vía para efectuar la cofinanciación, sin embargo, financiar la promoción social mediante crédito es una alternativa indeseable e insostenible; por lo tanto, estos recursos deben vincularse a programas de largo plazo y con impactos territoriales de escala. 54 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social CONCLUSIONES: ACCIONES DE CORTO, MEDIANO Y LARGO PLAZO PARA CONSOLIDAR EL SISTEMA DE PROMOCIÓN SOCIAL Las acciones de corto, mediano y largo plazo que se derivan del diagnóstico, guardando su estructura son: i) acciones sobre la demanda; ii) acciones sobre la oferta y iii) acciones de articulación y sobre el marco institucional. Acciones sobre la demanda La principal acción debe ser diseñar una estrategia de objetivación del riesgo de las familias identificadas como pobres y vulnerables. La objetivación del riesgo tiene dos dimensiones (Misión Social et al. 2002): de medición y de persuasión. En este orden de ideas, se proponen las siguientes líneas de acción de mediano plazo: • • • Convertir la incertidumbre en riesgo. Para tal efecto se debe avanzar en la construcción de indicadores de riesgo y vulnerabilidad de las familias para con ellos enriquecer los mecanismos de focalización. Objetivar el riesgo de las familias mediante una estrategia de articulación de la oferta y la demanda, que focalice activamente a las familias pobres y vulnerables, las informe sobre sus condiciones de riesgo y vulnerabilidad, y se hagan beneficiarias de un portafolio de servicios de promoción social. La experiencia de la Red Juntos aportará elementos importantes en este sentido, sin embrago, los desarrollos de la misma deberán tener la capacidad de ajustarse a las condiciones reales de exigencia de mecanismos activos de focalización, acordes con los principios enunciados, de manera que efectivamente permitan la inserción de las familias en mecanismos formales de protección social, para que superen el carácter asistencial y avancen hacia la promoción social. Generar mecanismos de divulgación de información de los programas estatales y privados de promoción social, por ejemplo, la actualización de directorios de prestadores de ese tipo de servicios. Acciones sobre la oferta Acciones sobre la oferta estatal Los programas deben diseñarse teniendo en cuenta la familia como sujeto de intervención y dentro de los criterios de focalización, de entrada, permanencia y salida, en los condicionamientos, en la asignación, y contemplando los incentivos perversos o virtuosos que generen sobre ella. También es indispensable identificar los programas que tengan duplicidades y traslapes en su diseño y tomar acciones al respecto, ente ellos: • • • • • Evaluar los programas con duplicidades. Homogeneizar la calidad, fusionarlos o suprimir los menos eficientes si son sustitutos. Rediseñarlos de tal manera que los traslapes desaparezcan si son complementarios. Ajustar los criterios de focalización de los programas una vez se avance en los mecanismos de identificación de población en riesgo y vulnerabilidad. Clarificar los criterios y objetivos sobre los cuales están montados los programas. Por ejemplo, los que pretenden incrementar la productividad vía acumulación de capital humano, los que procuran garantizar derechos fundamentales o consumo de bienes preferentes, los que prestan un servicio público o las diferentes combinaciones. 55 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social El punto anterior es vital para fijar los umbrales mínimos y las condiciones de salida de los programas, sobre los cuales adquiere sentido el criterio de solidaridad y equidad. Acciones sobre la oferta privada En este sentido se propone diseñar mecanismos de aprovechamiento de la oferta privada: • • • Compartir procesos de focalización con la oferta privada de promoción social para fortalecer las relaciones público-privadas de la oferta en ambas direcciones. Compartir esfuerzos en lo relacionado con la objetivación del riesgo (medición y persuasión de las familias en riesgo). Las ONG pueden aportar bastante en la estrategia de articulación entre oferta y demanda. Dimensionar la oferta privada y clasificar las entidades que prestan servicios de promoción social (actualizar el directorio). Acciones de articulación y de coordinación institucional Acciones de articulación • • • • • • Diseñar estándares de habilitación para las entidades y organismos prestadores de promoción social, tanto privados como públicos. Avanzar en el diseño de mecanismos de focalización que incluyan variables de vulnerabilidad. Aprovechar y fomentar las buenas prácticas y los usos alternativos del Sisbén para los programas de promoción social en todos los niveles gubernamentales. Definir las competencias por niveles de gobierno. Delimitar funciones en materia de inspección, vigilancia y control y de regulación, en coherencia con el modelo de descentralización. Dar unidad de materia a la formulación de la política de la promoción social (en los diferentes sectores y niveles de gobierno) en la definición y justificación de las acciones más generales y que se suscriba a los principios de solidaridad y equidad. Acciones de coordinación institucional Definir en el orden central, los organismos que de forma separada se encarguen de: • • • • Las funciones de inspección, vigilancia y control y de regulación cuando se considere pertinente. La función de modulación y formulación de política: diseño de programas, de las condiciones de entrada, de salida, periodicidad, tipo de transferencia, fijación de reglas de juego y estándares. El sistema de financiamiento. Los prestadores de los programas. Los vínculos para avanzar en la coordinación institucional entre los niveles de gobierno son los siguientes: • • Transferencias condicionadas a las entidades territoriales: la cofinanciación es una herramienta que permite integrar objetivos de los programas entre niveles de gobierno de forma recíproca. Los mecanismos de cofinanciación no se deben limitar a contrapartidas económicas de las entidades territoriales. Existen programas del nivel central que reciben apoyo municipal a través de mano de obra, apoyo a los procesos e instalaciones locativas en el municipio. 56 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social • • • • • La efectividad de los programas y su sostenimiento dependen de un cronograma de inversiones del nivel territorial que acompañe la inversión nacional. En este punto el rol de los departamentos es clave, ya que pueden concurrir con los municipios en darle continuidad a los programas. Se deben generar capacidades de ahorro en los municipios (y en el nivel nacional) para crear mecanismos de financiación contracíclicos de la promoción social. Se debe avanzar en el fortalecimiento de las finanzas territoriales, particularmente el sistema tributario, para que cofinancien los programas de promoción social. Generar y promover mecanismos de información basada en los registros administrativos. Promover usos alternativos de los instrumentos de focalización en el orden territorial, por ejemplo, usos alternativos del Sisbén. 57 De la asistencia social a la promoción social Hacia un Sistema de Promoción Social BIBLIOGRAFÍA Acosta, Olga Lucía y Gamboa, L. F. (2004). Estrategia de Financiamiento de un Sistema de Protección Social en Colombia. Bogotá, Ministerio de la Protección Social. Acosta, Olga Lucía y Ramírez, Juan Carlos (2004). Las redes de protección social: modelo incompleto. Serie Financiamiento del Desarrollo, n.o 141. Unidad de Estudios Especiales. 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