Los farsantes de la ciencia - Universidad Complutense de Madrid

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O.J.D.:
E.G.M.:
Tarifa:
Área:
84835
263000
21842 €
1450 cm2 - 140%
Fecha:• LA10/04/2014
Jueves. 10 de abril de 2014
RAZÓN
Sección: SOCIEDAD
Páginas: 42-43
El antes y el
después de
una joven
promesa
E
Pase lo que pase,
la carrera de
Haruko Obokata,
de 30 años,
quedará marcada
por el escándalo
de las células
STAP. En la imagen
de la izquierda, se
la puede ver
presentando con
firmeza un
hallazgo que se
prometía
revolucionario. A la
derecha, ayer,
lloraba y pedía
excusas en un
hotel de Osaka
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El último escándalo
Los farsantes
de la ciencia
El falso estudio
japonés sobre
células madre,
cuya autora dio
explicaciones ayer,
revela los puntos
negros de las revistas
científicas
J. V. Echagüe
«S
iento mi falta de conocimiento y el haber hecho las
cosas a mi manera. No hice
nada con mala intención».
Con lágrimas en los ojos,
Haruko Obokata, investigadora del Instituto
Riken, compareció ayer ante una sala abarrotada de un hotel de Osaka. Fue su primera
aparición tras la publicación en «Nature», el
30 de enero, de lo que se prometía un trabajo
revolucionario: el hallazgo de las células STAP,
aquellas que, sometidas a estrés ambiental,
podían regresar a su estado embrionario, por
lo que podían transformarse en cualquier
tejido. El entusiasmo fue generalizado...
hasta mediados de marzo. Otro laboratorio
fue incapaz de replicar el experimento y
denunció que se manipularon las imágenes
que se adjuntaban al «paper». El Instituto
Riken pidió que se retirara el trabajo de la
revista hasta que se aclarará el asunto. Y el
pasado 1 de abril, admitió que contenía aspectos «fraudulentos». Con todo, Obokata
negó ayer que su trabajo fuera un fraude. De
hecho, afirmó que consiguió producir células madre más de 200 veces. Como dijo su
abogado, todo se debió a una mala presentación de las imágenes.
Dentro de lo que se conoce como comunicación científica, por la cual los investigadores revisan y difunden sus trabajos, las
revistas copan un rol clave. A grandes rasgos,
el sistema funciona así: «Science» o «Nature»
reciben diariamente unos 150 «papers» de
instituciones e investigadores que aspiran a
publicar en las dos revistas más prestigiosas;
en una primera criba, se descarta el 90%; el
10% restante se somete a la revisión por pares
o «peer review», por la cual se envían los
trabajos a dos o tres jueces, científicos que
colaboran gratuitamente con la revista; para
evitar controversias, sus nombres permanecen en el anonimato y son independientes
entre sí; estos realizan sus observaciones y
redactan un informe anónimo que devuel-
LOS FRAUDES MÁS CÉLEBRES
✗ EL «HOMBRE DE
PILTDOWN»
Hasta 45 años duró este
engaño. En 1908, un
cráneo hallado en Sussex
fue atribuido al «eslabón
perdido». Finalmente, se
supo que el arqueólogo
Richard Dawson mezcló
un cráneo humano con
dientes de primate.
✗ LA TRIBU DE LOS
TASADY
Presentada a comienzos
de los años como una
tribu que aún vivía en la
Edad de Piedra en Filipinas, acabó revelándose
como un fraude ya en los
ochenta.
en este caso entre las
aves y los dinosaurios, fue
un fósil hallado en China
y publicado en «National
Geographic».
✗ EL ARCHAERORAPTOR
✗ EL PALEOLÍTICO QUE
NUNCA EXISTIÓ
Otro «eslabón perdido»,
Impreso por Francisco Rincón Durán. Prohibida su reproducción.
O.J.D.: 84835
Fecha: 10/04/2014
Sección: SOCIEDAD
Páginas: 42-43
E.G.M.:
263000
LA RAZÓN
• Jueves.
10 de abril de 2014
Tarifa:
Área:
21842 €
1450 cm2 - 140%
43
Sociedad
Ap
El análisis
Un método de revisión
válido, pero no perfecto
José María Baldasano
Catedrático de Ingeniería
Ambiental de la UPC
ven al editor de la revista; por último, es el
editor –o editores, en las revistas «grandes»–
quien tiene la última palabra. Al final, «sobrevive» un 3% del total de ese 10%.
«El ‘‘peer review’’ no es el ideal, pero es el
mejor sistema», sostiene Tomás MarquésBonet, investigador ICREA del Instituto de
Biología Evolutiva UPF-CSIC. Y como dice
José María Bermúdez de Castro, del Grupo
de Antropología Dental del Centro Nacional
de Investigación sobre la Evolución Humana
(CENIEH), «los ‘‘goles’’ son anecdóticos». Sin
embargo, Marqués-Bonet señala algunos
«agujeros negros». Y es que hablamos de un
sistema que se basa en la «confianza», y por
tanto en la honradez de los investigadores.
«Es una crítica que nos hacemos a nosotros
mismos y no puede utilizarse como excusa,
pero la única forma de medir si un científico
es bueno o malo es ver, en su currículo, en
cuántas revistas grandes ha publicado. Si lo
ha hecho en ‘‘Nature’’, ‘‘Science’’ o ‘‘Cell’’, es
bueno. Y eso crea unas presiones fortísimas
para publicar. Una presión que te puede llevar a engañar», indica. Y es que ese currículo
lleva a que las universidades reciban a los
científicos de brazos abiertos. De hecho, «si
en cinco años no publicas en alguna de las
mejores revistas, pueden echarte de la universidad», así como peligrar la adjudicación
de grandes proyectos. «Te juegas mantener
Hwang Woo-Suk, acusado de fraude en 2005
un grupo y tu salario», añade.
Mientras, las revistas, como dice Bermúdez
de Castro, «quieren publicar lo más increíble,
lo que traspasa las fronteras del conocimiento, pues para ellas supone dar un paso adelante». No en vano, recuerda, hablamos de
«empresas, y todas quieren ganar dinero». Y
la competencia entre ellas es fuerte. Además,
si un artículo tiene la suerte de ser elegido
para su publicación, pueden cobrar a una
institución entre 2.000 y 5.000 euros. «Es un
negocio brutal», dice Marqués-Bonet.
El científico de la UPF-CSIC también cree
que sería interesante «profesionalizar la figura del revisor»: lo hacen gratuitamente y, si
están en medio de un proyecto, sólo tienen
tiempo a revisar el «paper» por encima. Por
su parte, Bermúdez de Castro afirma que
alguno de sus artículos ha podido ser víctima
de un «conflicto de intereses» de algún revisor. «Uno de mis ‘‘papers’’ cayó en manos de
una persona que no quería que se publicara»,
asegura.
Ahora bien, ambos señalan que el 99,9%
de los científicos son honrados. «¿Es posible
engañar? Claro. Si eres un científico muy
hábil, puedes hacerlo. Pero es rarísimo: te
estás jugando tu carrera profesional. Si te
pillan, puedes despedirte. Y los científicos,
por lo general, somos personas honradas»
concluye Bermúdez de Castro.
Muy prestigioso en Japón,
el arqueólogo Shinichi
Fujimura halló utensilios
de 600.000 años de antigüedad. Unos periodistas
decidieron seguirle y le
«cazaron» depositando él
mismo sus «hallazgos» en
● ¿La presión de publicar en revistas
científicas acentúa el fraude en los
«papers»?
–Sí, en mi opinión sí.
● ¿En qué consiste la revisión a
pares que se lleva a cabo en revistas
científicas?
–Es el sistema histórico que se ha
utilizado en ciencia para decidir si se
publica o no un trabajo científico y si
está sujeto a cambios. Es como si a un
periodista otros periodistas de otros
medios valoraran su
información y le pidieran
determinadas
modificaciones en sus
noticias antes de que éstas
pudieran ser publicadas.
● ¿Cómo valora este
sistema de revisión?
–No es perfecto, pero, en mi
opinión, sí es un sistema de
revisión válido.
● Cuando una revista
científica tiene un material
muy potente, ¿les puede
más el deseo de publicar la
investigación que el rigor?
–De acuerdo al
comportamiento ético, la
respuesta debería ser no.
Pero a veces se cae en esa tentación.
Aunque en general funciona bastante
bien y prima el rigor. Por ejemplo,
hay escuelas de pensamiento y
metodología que a veces sesgan o
penalizan determinados trabajos
según su filosofía. Esto también pasa
en otros sectores. Otro punto débil es
que a veces también se han
penalizado determinadas
investigaciones que se salen del
camino trillado, por así decirlo.
● ¿Es más importante publicar una
investigación o un trabajo en
revistas científicas como «Science» o
en «Nature» que en una publicación
específica de su campo?
el yacimiento
✗ EL «ESCÁNDALO
SCHÖN»
Jan De Schön, físico
alemán, falseó hasta 16
artículos. Con sólo 32
años había publicado en
–Mi opinión es que no, pero hay
personas que le responderían sí. Las
revistas «Science» y «Nature» tienen
una representatividad puntera
contrastada y generalizada que una
revista específica no tiene. Por
ejemplo, yo acabo de publicar un
estudio en «Environmental Public
Health», pero no me dejan ponerme
una medalla. Si mi trabajo lo hubiera
publicado en la revista «Nature» sería
una medalla, lo otro se entiende en el
mundo científico como un galón.
● ¿Qué tipo de estudios o
investigaciones científicas son los
más polémicos? ¿La biología es
Varios ejemplares de revistas científicas
especialmente sensible? Por
ejemplo, ¿los estudios que tienen
que ver con la clonación?
–Hay polémica con aquellos trabajos
que tienen que ver con las ciencias de
la vida, así como con los estudios con
sistema de simulación en los que no
se puede conseguir una
comprobación fidedigna de
resultados.
● ¿Sería importante que los
revisores de los trabajos científicos
repitieran los estudios?
–Sería importante que, por lo menos,
los revisores tuvieran elementos de
verificación para el conjunto o parte
de los resultados.
las mejores revistas
grandes hallazgos sobre
chips más pequeños y
potentes.
✗ FALSAS CÉLULAS
MADRE
El último gran escándalo.
En 2005, el surcoreano
Hwang Woo-Suk publicó
en «Science» que había
obtenido células madre
de embriones clonados.
Poco después se descubrió que los datos fueron
falsificados.
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