En Colombia existe y se profundiza la impunidad frente a graves violaciones de los derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario CONTRA LA IMPUNIDAD: JUSTICIA Y VERDAD EXAMEN PERIÓDICO UNIVERSAL - COLOMBIA Corporación Jurídica Libertad La lucha contra la impunidad es un compromiso inclaudicable de la comunidad internacional que rechaza fórmulas que impiden el juzgamiento y sanción de los responsables de graves violaciones de los derechos humanos e infracciones al DIH y obstaculizan el acceso de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación1. “La impunidad propicia la repetición crónica de las violaciones de derechos humanos y la total indefensión de las víctimas y de sus familiares”2. Colombia tiene la obligación de combatir tal situación por todos los medios legales disponibles, aun en aquellas circunstancias en que se aleguen procesos de paz. Sin embargo, con el argumento del logro de la paz duradera y la reconciliación, el Estado colombiano ha implementado una legislación que consolida la impunidad de graves crímenes contra los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario, contrariando el compromiso adquirido en el Examen Periódico Universal de 20083. La ley 782 de 2002: por medio de la cual se viabilizó la desmovilización de más de 35.000 personas, de las cuales 30.000 se beneficiaron con una amnistía generalizada a través del decreto 129/034. Posteriormente, dado que los paramilitares carecen de la calidad de delincuentes políticos, la Corte Suprema de Justicia les negó ese beneficio jurídico. Sin embargo, se expidió la Ley 1424/10, la cual establece que, a cambio de una contribución a la verdad y la reparación, los paramilitares pueden permanecer en libertad; y que la información por ellos entregada no Con el argumento del logro podrá ser usada en su contra ni en contra de terceras personas5. La de la paz duradera y la norma contraviene los derechos de las víctimas por varias reconciliación, el Estado razones: 1) El desmovilizado no puede reconocer ningún hecho distinto a los “delitos de concierto para delinquir simple y agravado, colombiano ha la utilización ilegal de uniformes e insignias, utilización ilícita de equipos implementado una transmisores o receptores, y porte ilegal de armas de fuego o municiones legislación que consolida de uso privativo de las Fuerzas Armados o de defensa personal”. De la impunidad de graves lo contrario quedaría excluido de los beneficios previstos en la ley; 2) la información entregada respecto de terceros no tiene el carácter de crímenes contra los prueba judicial; 3) las decisiones de suspensión de la pena y la libertad derechos humanos y el no son recurribles y, por tanto, no hay control de sujetos procesales; Derecho Internacional 4) El Gobierno o quien éste determine recolectará, sistematizará, Humanitario, contrariando preservará y producirá los informes que surjan de la información el compromiso adquirido suministrada por los victimarios. Las víctimas no tienen ninguna participación en el desarrollo de los mecanismos de la denominada en el Examen Periódico justicia transicional. Universal de 2008 La ley 975 de 2005: también llamada ley de justicia y paz, cobija los Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz Para mayor información por favor visite www.coeuropa.org.co desmovilizados con procesos judiciales abiertos por crímenes no contemplados en la ley 782/02. Establece penas alternativas de entre 5 y 8 años a cambio de la confesión plena y completa de la verdad, la entrega de bienes para la reparación de las víctimas, poner a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar a los menores de edad, no interferir en el libre ejercicio de los derechos políticos y libertades públicas y liberar las personas secuestradas y desaparecidas que se hallen en poder del grupo. Las versiones de los paramilitares son acogidas sin verificar los hechos y sin que se realice ningún esfuerzo investigativo por parte de la Fiscalía para establecer la verdad. Siete años después de implementada la ley, de los 4.070 paramilitares postulados, sólo se ha proferido sentencia condenatoria contra 13 de ellos6. Esa situación demuestra que el Estado Colombiano no ha cumplido las recomendaciones del EPU del 2008 formuladas entre otros países por Bélgica, Suiza y España, respecto de la efectiva aplicación de ley 975 de 2005. Las versiones de los paramilitares son acogidas sin verificar los hechos y sin que se realice ningún esfuerzo investigativo por parte de la Fiscalía para establecer la verdad Entre el 21 de junio y el 27 de diciembre de 1996 tropas paramilitares del Magdalena Medio y de la Fuerza de Tarea Águila del Ejército de Colombia perpetraron en la vereda La Esperanza (Carmen de Viboral - Antioquia) las desapariciones forzadas de 14 personas incluidos cuatro menores de edad, uno de ellos de dos meses de nacido. El jefe paramilitar de las ACMM Ramón Isaza Arango, confesó el hecho criminal. Sin embargo en sus versiones libres ha dicho que los autores estatales que participaron en la planeación y ejecución de los crímenes murieron, los paramilitares que lo ejecutaron también fallecieron y que todas las víctimas fueron arrojadas a tres grandes ríos del país. En cuanto a la Fuerza Pública que operaba en el área, dice no conocer nada de ellos así como tampoco de los ganaderos y comerciantes que según sus aseveraciones exigían medidas para frenar el accionar de los grupos subversivos que operaban en la zona. No obstante que en el proceso hay evidencia de falta de la verdad, el trámite judicial de Justicia y Paz continua para concederle el beneficio que trae la Ley 975/05, sin que los familiares de las víctimas tengan satisfechos los derechos a la verdad, la justicia y la reparación7. Acto legislativo 01 de 2012: denominado marco jurídico para la paz, reformó la Constitución con el fin de determinar criterios de priorización y de selección de investigaciones contra máximos responsables de delitos de genocidios, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra; establecer requisitos y condiciones para la suspensión de la pena; determinar los casos en los que proceden sanciones extrajudiciales, penas alternativas, modalidades especiales de ejecución de la pena y cumplimiento de la pena; y, en los casos no seleccionados, autorizar la renuncia a la persecución penal. La reforma constitucional permite también instaurar un tratamiento diferenciado para los Agentes del Estado que hayan tenido participación en el conflicto armado. Este marco jurídico es contrario a la obligación internacional del Estado de investigar, juzgar y sancionar a los responsables de graves violaciones de los derechos humanos. Impide De acuerdo con la establecer la participación de los poderes públicos y agentes del Estado reforma, la justicia penal en el diseño, planificación y ejecución de políticas o estrategias que militar será la instancia propiciaron la comisión de crímenes de lesa humanidad, crímenes de encargada en exclusiva guerra y genocidio en Colombia. La Alta Comisionada de las Naciones de aplicar el DIH de Unidas para los Derechos Humanos ha señalado que la investigación de este tipo de crímenes implica la definición de una estrategia judicial acuerdo con reglas -no improvisada-, que permita realizar, ya sea en relación con una serie específicas de de actos criminales o de un hecho particular, “una exploración detallada interpretación y del propio sistema y no simplemente de los resultados, que se armonización con el manifiestan en los crímenes subyacentes que constituyen los componentes de los crímenes (asesinatos, torturas, violaciones, derecho penal, que serán emanadas del deportaciones)”8. poder legislativo Acto legislativo 02 de 2012: por medio del cual se reforma la Constitución Política con el fin de ampliar el fuero penal militar e impedir el juzgamiento de las infracciones al Derecho Internacional Humanitario en la justicia ordinaria. Además crea la Jurisdicción Penal Policial para lo cual se adoptará un código penal policial. La reforma crea una comisión técnica de coordinación, integrada por representantes de la jurisdicción ordinaria y la penal militar, encargada de determinar la jurisdicción competente para la investigación de hechos que involucren a miembros de la Fuerza Pública. También crea un Tribunal Especial de Garantías integrado por ocho magistrados, cuatro de los cuales serán militares en retiro ternados por el Presidente de la República, que intervendrán en cualquier investigación o proceso penal que se adelante contra miembros de la Fuerza Pública, controlará la acusación penal, y dirimirá los conflictos de competencia entre la jurisdicción penal militar y la ordinaria, función que antes correspondía al Consejo Superior de la Judicatura como órgano imparcial e independiente. De acuerdo con la reforma, la justicia penal militar será la instancia encargada en exclusiva de aplicar el DIH de acuerdo con reglas específicas de interpretación y armonización con el derecho penal, que serán emanadas del poder legislativo. Además, los integrantes de la Fuerza Pública contarán con un fondo para la defensa penal del Ministerio de Defensa y dispondrán de centros de reclusión especiales pudiendo, incluso, ser recluidos en las instalaciones de la unidad a la que pertenecen. Todas estas reformas de orden legal y constitucional fijan la política de impunidad del Estado Colombiano frente a los responsables de crímenes de lesa humanidad, de guerra y graves violaciones de los derechos humanos que no serán investigados, juzgados y sancionados conforme a los compromisos internacionales. Sobre esta base el Gobierno pretende llegar a consolidar una paz duradera y la reconciliación. Sin embargo, tal como lo sostiene el Informe final acerca de la cuestión de la impunidad de los autores de violaciones de los derechos humanos, de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, “No existe reconciliación justa y duradera si no se satisface efectivamente la necesidad de justicia; el perdón es, sin duda, un factor importante de la reconciliación, pero supone, como acto privado, que la víctima o sus derechohabientes conozcan al autor de las violaciones y que éste haya tenido la posibilidad de reconocer los hechos y manifestar su arrepentimiento”9 Recomendaciones al Estado colombiano: Instar a las autoridades de control de constitucionalidad y de reglamentación de las reformas constitucionales del marco jurídico para la paz y fortalecimiento del fuero penal militar para que ajusten sus decisiones y normatividad a los estándares internacionales de superación de la impunidad y reconocimiento efectivo de los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación, y para que no aprueben medidas tendientes a avalar la renuncia a la persecución penal y la aplicación del fuero penal militar frente a graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. Se fortalezcan los recursos para garantizar la investigación, juzgamiento y sanción de los responsables de estos graves crimines. Las autoridades judiciales deben adelantar de forma pronta y con la debida diligencia las investigaciones que enmarquen graves violaciones de los derechos humanos e infracciones al derecho internacional humanitario perpetradas contra la población civil y particularmente contra sindicalistas, defensores de los derechos humanos, mujeres, indígenas, afro-descendientes, niños y niñas; desapariciones forzadas, desplazamiento forzado, ejecuciones extrajudiciales, torturas, tratos crueles inhumanos y degradantes. Las autoridades judiciales se deben comprometer con la investigación de los más altos responsables de las graves violaciones de los derechos humanos e infracciones del DIH. De los promotores, financiadores y beneficiarios del proyecto paramilitar en Colombia en la perspectiva de crímenes de sistema. Debe agilizarse y llegar hasta la sanción de los más altos responsables implicados en las actividades de inteligencia del DAS. Las autoridades colombianas se deben comprometer con la efectiva depuración de los archivos de inteligencia que reposan en los organismos de seguridad del Estado y que pueden ser la base para ataques contra de defensores y defensoras de derechos humanos. 1 Tal como lo reconoció a través de la construcción y validación de los Principios Joinet. 2 Corte I.D.H., Caso Ivcher Bronstein. Sentencia de 6 de febrero de 2001. Serie C No. 74, párr. 186; Corte I.D.H. 3 Proseguir los esfuerzos de lucha contra la impunidad y las violaciones de los derechos humanos y cumplir los objetivos voluntarios en la esfera de los derechos humanos aprobados por el Consejo en la resolución 9/12. Tal como lo recomendó Brasil en el dialogo interactivo. (Recomendación No. 7). 4 Periódico el Tiempo. Noviembre 1º de 2012. En las próximas semanas, en departamentos como Antioquia y Córdoba, el Centro de Memoria Histórica comenzará a impulsar los acuerdos por la verdad para recibir testimonios de 15.000 'exparas' acogidos a la ley 1424, diseñada para sacar del limbo jurídico a cerca de 30.000 desmovilizados de las autodefensas que no tenían delitos atroces como para ir a Justicia y Paz, pero que no podían quedar libres, según fallos de las cortes Suprema y Constitucional. 5 La ley establece expresamente que a cambio de un “acuerdo de contribución a la verdad histórica y a la reparación” donde “la información que surja en el marco de los acuerdos en ningún caso podrá ser utilizada como prueba en un proceso judicial en contra del sujeto que suscribe el acuerdo o en contra de terceros”. La Unidad de desmovilizados de la Fiscalía General de la Nación empezó a conocer de 30.038 procesos sobre los cuales los beneficiarios de esta Ley 1424 de 2011 tendrían que hacer confesiones. Sin embargo, la misma ley prevé que no se judicializará la confesión respecto de acusaciones del mismo postulado o un tercero. Informe de Gestión de la Fiscalía General de la Nación. Febrero de 2012. Página 60. 6 Informe de gestión Fiscalía General de la Nación. Febrero de 2012. 7 Se encuentra a la espera de fijación de fecha para la celebración de la audiencia de legalización de cargos ante el Tribunal de Justicia y Paz. 8 Naciones Unidas. Nueva York 2006. 9 Informe final acerca de la cuestión de la impunidad de los autores de violaciones de los derechos humanos (derechos civiles y políticos) preparado por el Sr. L. Joinet de conformidad con la resolución 1996/119 de la Subcomisión. E/CN.4/Sub.2/1997/20. 26 de junio de 1997.