220-62770 del 09 de Noviembre de 2006 Ref: Derechos del Accionista.-Incapacidad sobreviviente. Me refiero a su comunicación radicada con el número 2006-01-163271, mediante la cual manifiesta que es miembro de una junta directiva de una sociedad dedicada al transporte, en la que uno de sus accionistas sufrió una trombosis, circunstancia que al parecer lo incapacita para ejercer sus derechos, frente a tal circunstancia la esposa ha reclamado a la sociedad el ejercicio de tales derechos, actuación que la compañía le ha sujetado a la presentación de una orden judicial en la que declare la incapacidad del accionista. Al respecto consulta si la sociedad ha procedido conforme a la ley. Sobre le particular, sea lo primero observar que la función de atender consultas está circunscrita a la competencia asignada a esta Superintendencia, la que desde luego se concreta a las funciones de inspección vigilancia y control que por delegación del Presidente de la República cumple este organismo, de acuerdo con los artículos 83, 84 y 85 de la Ley 222 de 1995, en tal virtud, la función relacionada con la vigilancia de las sociedades cuyo objeto social sea el transporte, es de exclusivo conocimiento de la Superintendencia de Puertos y Transporte, autoridad a la que le corresponde de acuerdo con el Estatuto de Transporte contenido en la Ley 336 del 20 de diciembre de 1996. Confirma la referida aseveración, la Sala de lo Contencioso Administrativo en providencia del 25 de septiembre de 2001, con ponencia del Consejero Alberto Arango Mantilla, al definir un conflicto negativo de competencia entre la Superintendencia de Puertos y Transporte y la Superintendencia de Sociedades, en la que expresó que la función de Supertransporte es integral y que cualquier irregularidad jurídica, contable, económica o administrativa que se presente respecto de una entidad prestadora de servicio público de transporte, ha de ser objeto de inspección, control y vigilancia por parte de dicha Superintendencia, "con las atribuciones que expresamente se le delegaron precisamente para asegurar la prestación eficiente del servicio, que puede verse afectado no solo en el plano eminentemente objetivo de la prestación misma sino en el subjetivo, que tiene qué ver con la persona que lo presta, su formación, su naturaleza y características, su capacidad económica y financiera etc." No obstante lo anterior, en el entendido que la inquietud se circunscribe a un tema general de derecho civil, cual es la capacidad de las personas naturales, es preciso observar que de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 1503 del Código Civil, “ toda persona es legalmente capaz, excepto aquellas que la ley declara incapaces” ; a su vez el artículo 1504 dispone: “ Son absolutamente incapaces los dementes, los impúberes y sordomudos, que no pueden darse a entender por escrito… … … … .” Agrega la misma disposición en su inciso 3° “ Son también incapaces los menores adultos que no han obtenido habilitación de edad y los disipadores que se hallen bajo interdicción. Pero la incapacidad de estas personas no es absoluta y sus actos pueden tener valor en ciertas circunstancias y bajo ciertos respectos determinados por las leyes....” Al respecto, los doctores Guillermo Ospina Fernández y Eduardo Ospina Acosta, en su obra “ Teoría General del Contrato y del negocio jurídico” , en las páginas 461 y 462, expresan lo siguiente: “ Recuérdese que la ley también establece la incapacidad particular, al lado de la incapacidad general, y que aquella consiste en la prohibición que la ley ha impuesto a ciertas personas para ejecutar ciertos actos. En su oportunidad explicamos nuestro parecer en punto de estas incapacidades particulares consideradas por algunos como determinantes de nulidad absoluta y por otros como causales de nulidad relativa. Entonces distinguimos, así: si la prohibición legal se endereza a la protección del orden social, o de los incapaces absolutos, o su violación estructura un caso de objeto ilícito, está sancionada con nulidad absoluta; pero si la prohibición legal tiene por fin proteger el interés privado de la persona capaz o relativamente incapaz, el vicio que aparece la trasgresión queda comprendido en el inciso final del artículo 1741, que determina las causales de nulidad relativa.… ” La precisión doctrinal que antecede, permite concluir que la capacidad legal requerida para ejercer los derechos que confiere la condición de accionista, no se pierde automáticamente cuando sobreviene una circunstancia de salud, aunque ésta afecte la voluntad del accionista. A juicio de esta Oficina, frente a la situación descrita, solo en el evento en que se le declare por vía judicial la interdicción judicial, trámite dentro del cual debe designarse un curador para que lo represente, éste deberá ejercer sus derechos directamente o por conducto de la persona que el mismo designe para representarlo. En los anteriores términos ha sido atendida su consulta, no sin antes anotarle que el presente oficio tiene los efectos del artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.