Outreach Concern, Inc

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TEMA VIDA FAMILIAR – NOVIEMBRE 2013
EL AUTOESTIMA NO SE HEREDA
Es sábado por la tarde y los padres están sentados en las bancas en el campo
de pequeñas ligas locales, introduciendo a sus hijos a el pasatiempo nacional
de Estados Unidos. Dos equipos de niños de seis años de edad toman el
campo para jugar. La mayoría de ellos no tienen experiencia y parecen más
impresionados con sus uniformes, la casilla de aperitivos y una mariposa
ocasional que se desplaza en el campo, que con el juego de béisbol. Bobby se
acerca al base para golpear la bola por primera vez, arrastrando su bate que es
la mitad de su tamaño. Él se para en el base y observa volar la primera bola. El
árbitro grita "primer strike". Bobby mira inquisitivamente al árbitro, al mismo
tiempo oye el grito de uno de los padres, "mantiene el ojo en la pelota Bobby!"
El joven bateador ve una segunda bola llegar pronto a la base, alguien del
público grita "oscila" y Bobby lo hace , y hace un giro completo, hasta que cae;
"segundo strike."Bobby se pone de pie, aquí viene el tercer lanzamiento, y se
escucha otro grito del público, Bobby oscila el bate, de alguna manera hace
contacto con el balón, pero se detiene parado. El público grita para que Bobby
se ponga a correr. Cuando lo hace, corre a la tercera base. Alguien grita: "no, a
la inversa", y Bobby finalmente corre a la primera base. El público aplaude.
Unas entradas más tarde, el mismo niño, Bobby, que por pura suerte impacto
la bola, logro a llegar a la primera base, ahora se acerca al base por segunda
vez al bate. Sin embargo, Bobby parece un poco diferente. Esta vez tiene una
arrogancia en su paso, y no parece necesitar tanta ayuda como lo hizo antes.
De hecho, Bobby casi parece que sabe lo que debe hacer.
Desafortunadamente, no golpea la pelota esta vez , pero parece un poco más
seguro de sí mismo, y de lo que hizo cuando se acercó al base la primera vez.
¿Cuántas veces un niño persigue una pelota en un campo de fútbol, pasa a batear, lanzar un
pase, anda en monopatín, pasea su primera ola o consigue un empleo. Lo importante es que
todos los Jake’s, Shirley’s, Cathy’s y Bob’s hacen el intento una y otra vez y por medio de
estos intentos encontran el éxito y los logros, estableciendo una identidad personal fuerte. O
simplemente, se siente bien con ellos mismos, apoyando una fuerte autoestima, un mayor
grado de confianza en sí mismo y la auto-motivación para intentarlo de nuevo.
Por desgracia, una percepción errónea que tienen algunos padres es que ellos creen la falta
de éxito de sus hijos se basa en el pobre sentido de sí mismo de sus hijos, la falta de
confianza en sí mismo o estar desmotivados, intangibles que no pueden ver ni tocar. Los
padres creen que si su hijo tiene un sentido de orgullo, garantía y unidad, el comportamiento
que quieren ver aparece por arte de magia. Sin embargo, lo contrario es la realidad,
identidad personal sin desarrollar resulta por falta de rendimiento o experiencias que
conducen a los logros, no cómo se siente un niño acerca de sí mismos.
La autoestima no es heredada, tiene uno que trabajar para ello. No es automático y no se
puede ir a Target y encontrarlo en la isle nueve. No se puede ver, saborear ni tocar, pero
seguro se sabe si lo tienes. No hay ninguna pastilla o solución rápida para su desarrollo,
pero si no se trata puede afectar a un niño durante toda su vida. Es la queja número uno de
los padres en la oficina de un terapeuta, diciendo que el "problema de mi hijo es una baja
autoestima, un autoconcepto pobre o que simplemente no esta motivado", pero están
equivocados.
¿Como se ve un niño con identidad personal bien desarrollada? Ellos toman la iniciativa, son
asertivos, hablan, son voluntarios y toman riesgos en la aula, logran, y a veces no, pero
vuelven a intentarlo. No dejan que pequeñas decepciones los detengan, miran hacia arriba y
afuera, en lugar de abajo y lejos, participan, aceptan la responsabilidad y las oportunidades.
¿Qué pasa con los niños que no tienen un bien desarrollado su identidad personal? Se
esconden, no se arriesgan, no inician y no son voluntarios. Están asustados, no tratan y son
los últimos en ser seleccionado en los deportes, ya que no han desarrollado las habilidades
para impresionar a sí mismos o a otras personas y no logran porque no saben o sienten que
pueden.
Logros son los pre-requisitos para una vida sana, identidad personal bien desarrollada y un
factor de motivación hacia un enfoque asertivo a otras oportunidades en la vida de un niño.
En resumen, es la demostración de un resultado, esa es la motivación hacia el aumento de
la autoestima y la voluntad de proseguir los esfuerzos. Lo contrario traduce una duda que
afecta su credibilidad personal y afecta como sienten acerca de sí mismos, la creencia en
sus capacidades para realizar metas y la motivación que se necesita para estimular una
mayor acción.
Los padres necesitan reconocer sus logros que construyen la identidad personal y deben
establecer una base tangible de los logros que se convierte en el estímulo para que estas
respuestas crezcan. Sin esta base para desarrollar y prosperar, la inversa se establece. El
niño desarrolla un sentido negativo de sí mismo, evita nuevas oportunidades, y esto influye
negativamente su autoestima y motivación, evitar nuevos intentos basados en la falta de
éxito anterior. Por otra parte, esta falta de confianza en su propia capacidad puede resultar
en el desarrollo de un enfoque “indefensa aprendida” hacia las oportunidades, que se
pueden llevar a lo largo de su vida.
Desempeño exitoso es la base de una identidad personal bien desarrollada. Padres deben
ayudar a diseñar estrategias en el medio ambiente de su hijo, conectar a los niños con
resultados exitosos alcanzables temprano en la vida, enseñándoles a reconocer la emoción
positiva mayor que acompaña el éxito. El resultado de los cuales es el motivador de la
actividad, convirtiéndose en la base básica para el desarrollo. Buscando continuo éxito de la
experiencia del niño y luego creando un sentido de significado personal, estimulando un
sentido general de la autoestima, la confianza y la motivación para arriesgar y hacer más
intentos durante toda su vida.
Rick Capaldi, Ph.D.
Director Ejecutivo
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