naci en leon el 3 de octubre de 1948

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NACI EN LEON EL 3 DE OCTUBRE DE 1948 ...
MI PEQUEÑA HISTORIA PROFESIONAL EN LA MUSICA
1948-1962 - Mis primeros encuentros con la música. Escucho a Blue Diamonds, Dúo
Dinámico, Miguel Aceves Mejía, Enrique Guzmán, Los Llopis, Elvis Presley, Alberto
Cortez.
1962-1967 - Mi primera guitarra española. Escucho a Pino Donaggio, Tony Renis, Gino
Paoli, Doménico Modugno, Charles Aznavour, Les Surf, y a The Beatles por primera
vez.
Tuna del Instituto Padre Isla, León.
1967-1969 - FRANKENSTEIN, León.
1969-1969 - GREEN SMOKE, León.
1969-1970 - KIKIS KLAN, León.
1971-1973 - ZAPATOS VIEJOS (o Los Iris), Viana del Bollo (Orense).
1973-1973 - LOS PLATINOS, León.
1973-1982 - VIENTO NORTE, Bembibre (León).
1982-1982 - POP 60, León.
1982-1983 - LA PATRULLA, León.
1983-1988 - LOS MAGICOS, León.
1988-1988 - POLVOS MAGICOS, León.
1989-1989 - BAILA CON NOSOTROS, León.
1987-A la actualidad: Creo LEON AUDIO para apoyar con sistemas de sonido e
iluminación actuaciones de artistas y espectáculos.
Nací en León el 3 de Octubre de 1948, también en ese año se
inauguró la Plaza de Toros, por lo cual, la Plaza de Toros de León
y yo somos quintos.
A los 6 años, mis padres me disfrazaron de mejicano en los
carnavales de Viana del Bollo, un bello pueblo de Orense, en la
Galicia
licia profunda, con un sombrero y una guitarra de juguete.
Aquello debió marcarme profundamente, ya que siempre he
estado pegado a una guitarra y siempre he sentido una gran
admiración por los grandes cantantes y compositores de boleros
de ese país.
A los 13 años, tuve mi primera guitarra española. El destino natural para los que
rascábamos las seis cuerdas y queríamos aprender algo más, era entrar en las tunas o
rondallas de los colegios y por ello entré precisamente en la del Instituto Padre Isla, del
cuall era alumno. Allí estuve unos cuantos años. Aprendí las típicas canciones de la tuna
y conocí a otros compañeros más mayores que yo, que sabían tocar otras canciones más
interesantes, que se oían por la radio. Las primeras canciones que toqué con una guitarra
guit
fueron Sapore di Sale, Quando, Quando Quando, Si tuviera un Martillo, Yo que no vivo
sin ti, La Casa del Sol Naciente, Dile, Please, Please Me y otras.
Jesús García, el Beatle
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El profesor de aquella tuna era el Maestro Bardal.
FRANKENSTEIN
Mi primer grupo. En 1967 entré a tocar con el grupo que se llamaba Frankenstein. El
panorama de grupos musicales en el León de aquella época era tremendo: Por un lado
estaban todos los grandes (y ortodoxos): Los Megatones, Los Tricolores, Los 5 Reylons,
Los Paladines, Los Torbellinos, Los Arañas, Los Dukes, Los King Boys, auténticos
profesionales, maestros de todos nosotros y con mucha experiencia. Por otro lado, los
pequeños (o ye-yés): Los Criollos, Generación 2000, Mundo Joven, Los Angeles del
Infierno y nosotros.
Nuestro proyecto era llegar a ser famosos y
mientras tanto, y para ir tirando, convertirnos en el
modesto conjunto musical de barrio que tocaba para
divertirse y actuar en alguna Sala de Fiestas o
festejo popular y ganarnos unos duros si nos dejaba
la Guardia Civil.
En aquella época para que te dejasen actuar en
público, tenías que tener un carnet acreditativo del Frankenstein en 1969: Velasco,
Sindicato Nacional del Espectáculo y lo normal, era Bene, Jesús García, Jesús Marcos
que se presentase una parejita del cuerpo en plena y Fernando.
actuación, te lo pidiesen y te pusieran toda clase de pegas, porque nosotros, en el
principio, aún no lo teníamos. Pensábamos con cierta ironía, que cuando llegásemos a
famosos, seríamos nosotros los que les pediríamos la acreditación a la Guardia Civil.
Cuando se acreditasen convenientemente, entonces les autorizaríamos para que nos
protegiesen de las alocadas fans que vendrían a devorarnos a las llegadas de los
aeropuertos y a las entradas de los conciertos ....
Ensayábamos en una carbonera de Trobajo del Camino. Mis compañeros fueron
Velasco (órgano), Fernando Prieto (bajo), Chus Valbuena (batería), Santi Lozano
(guitarra) y Bene (vocal).
Teníamos un buen equipo externo para la época, un Music Son 80+80 W de lámparas y
como el resto de los grupos, no disponíamos de efecto para la voz ni de monitores de
escenario. Los instrumentos sonaban directamente por sus respectivos amplis y no se
amplificaban más. Las voces, exclusivamente, se metían por el equipo externo (equipo
de voces, de ahí su nombre). Así lo hacían todos los grupos y nosotros también. Yo
tocaba la guitarra eléctrica, una Jomadi modelo Rock Black.
Mi primera actuación con ese grupo fue en la Sala La Pista de Sahagún. Tras unas
cuantas actuaciones aceptables, nos ilusionamos, nos calentamos la cabeza y pensamos
que podríamos intentar dar un salto, ir a Madrid, grabar discos, salir en las revistas,
alcanzar la fama, y codearnos con los grandes grupos españoles de la época. El proyecto
no podía salir bien porque no teníamos mucha idea, éramos absolutamente autodidactas
y no teníamos ningún conocimiento musical. Además, los temas estaban montados en
bruto, sin pulir y sin matices. Tocábamos las canciones muy fuertes, sin cuidarlas, tal y
como nos salían.
Jesús García, el Beatle
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Tuvimos que conformarnos con actuaciones en Discotecas, Salas de Fiestas, en la fiesta
de algún pueblo de la provincia y en algún que otro Festival de grupos como nosotros,
que se hacían en colegios de curas y monjas, en los que actuábamos gratis.
En estos conciertos, los chavales y chavalas de los colegios se volvían locos con la
murga que metíamos. Los curas y monjas nos miraban como si fuésemos auténticos
demonios, pero los alumnos y nosotros lo pasábamos muy bien.
No teníamos mucha idea, vuelvo a insistir, pero en nuestro repertorio teníamos temas de
Beatles, Bee Gees, Los Brincos, Los Flecos, Sam the Sam & The Pharaons y Lone Star
entre otros, que tocábamos con bastante alegría. Actuamos por bastantes sitios de la
provincia, hasta que nos echaron del grupo a Velasco y a mí.
GREEN SMOKE
Durante un tiempo Velasco y yo anduvimos buscando otros compañeros. Mientras los
encontramos, hicimos tres fechas con Kike Cardíaco y Manuel Oblanca (fallecido), que
correspondían a tres contratos que teniamos firmados. Una de ellas fue en Benavente, en
la Sala Sansueña, otra en Ponferrada y la otra en Santa María del Páramo, en el Club
Atlético Paramés. Como teníamos diez o doce temas ensayados nada más, los hacíamos
interminables, dándoles varias vueltas. En el medio de esas vueltas, nos marcábamos
sendas improvisaciones sobre la canción ...
KIKIS KLAN
Velasco y yo formamos un nuevo grupo. Localizamos a Tino, un batería que andaba
suelto y vivía en Navatejera y a Carlos -Tívoli- Díez, que se encargó del bajo.
Entre Tino y Carlos existía una pequeña enemistad
por cuentas pendientes en grupos anteriores y
tuvimos que apaciguarles.
Comenzamos a ensayar y preparar un repertorio
abierto, que nos sirviese para actuar en festivales y
también en fiestas de pueblos y salas, ya que esta
demanda era mayor y más rentable que la
Foto promocional del grupo:
festivalera. En una carbonera del barrio de Pinilla,
Jesús, Tino (arriba), Carlos,
empezamos a trabajar en ello, ante la sorpresa de
Velasco y las piernas de una
los vecinos, que nos veían como a chavales
chica.
responsables y emprendedores, implicados en un
tipo de música que se oía por la radio y la tele. Una música que les sonaba extraña, pero
que les llamaba mucho la atención. Los ensayos eran anárquicos y participativos.
De vez en cuando entraban los propios vecinos a ver los ensayos y a poner caras raras
por el alto nivel con el que tocábamos en aquel diminuto espacio. Esta fortaleza de
medios, motivó serias broncas con los vecinos. Algunos nos amenazaron seriamente y
ante la posibilidad de ser expulsados del local, optamos por rebajar la potencia de los
ensayos. Aquellos encontronazos fueron decisivos para nosotros. A partir de ese
momento, lo hacíamos más fino y sencillo y además, estábamos pendientes cada uno de
los demás, escuchando su instrumento y empacando las voces. Fue un momento
Jesús García, el Beatle
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histórico e importante para nosotros: ¡Estábamos aprendiendo a tocar y cantar de una
manera correcta!.
Por el local apareció un buen día Carlos Mariano (vecino del propio barrio) que ya tenía
la ilusión de cantar y que además, lo hacía muy bien. Con el tiempo ha llegado a ser
probablemente, el cantante más universal que ha dado nuestra tierra, con años de
dedicación profesional y con conciertos con su gran orquesta (Suavecito Orquesta) por
toda la geografía española.
El cuarteto opositó con éxito y contra otros grupos a la titularidad en la Sala Club
Radio.
Tuvimos que comprarnos un uniforme (pantalón campana verde y jersey negro muy
ajustado y de cuello cisne) y una vez instalados como grupo residente, con la Orquesta 5
Amigos mano a mano, estuvimos tocando muchos meses, los miércoles, jueves, viernes,
sábados, domingos y festivos de cada semana.
Aquella práctica diaria de tocar en directo ante un público -más bailarín que mirón-, nos
dio la posibilidad de pulir las canciones y desechar otras por difíciles o imposibles,
mejorando notablemente como grupo.
Nuestro repertorio era variado, con un poco de todo lo que se oía en las incipientes
emisoras musicales (español y anglosajón, sobre todo) pero la presión del lugar
(tocábamos en una Sala de Baile) hacía que cada día que pasaba, fuésemos un poco más
orquesta y un poco menos grupo.
De repertorio andábamos un poco justos. Aunque teníamos la Sala para ensayar, a
nuestra disposición, lo cierto es que no nos molestamos mucho en renovarlo y
tocábamos casi todos los días las mismas canciones. Recuerdo temas de Equals, Troggs,
Up With The People! y de Los Buenos que tocábamos en plan fuerte ante la mirada
crispada de Felipe el gerente de la Sala, que nos hacía señas y aspavientos desde la
puerta de su despacho. En plan suave, algún bolero y canción italiana, como aquel
clásico Arrivederci Roma, que Velasco tocaba magistralmente. Guitar Tango, Blue Star
y otras de The Shadows y el tema París te amo, de Cole Porter, con el que nos
cambiábamos con la orquesta dos veces en cada sesión ...
Este grupo lo deshizo mi mili, porque me tuve que marchar a Orense a cumplir con la
Patria. Así que colgué mi Rock Black y recogí mi ampli Tenoxy 80 y durante un largo
año, estuve tocando chuscos e imaginarias ...
ZAPATOS VIEJOS ( o Los Iris)
Jesús García, el Beatle
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Cuando terminé la mili (a mí me gustaba decir, cuando pasé la mili), encontré trabajo en
una constructora de embalses en Villarino de Conso (Orense). Yo vivía al lado, en
Viana del Bollo con mis padres. Ellos no sabían que hacer conmigo y yo no sabía que
hacer con mi vida. Allí conocí a los hermanos Manuel y Antonio Cruz, que también
trabajaban en la constructora y que años atrás habían formado un grupo en El Barco de
Valdeorras llamado los Iris. Ellos aportaron a un tal Mauricio con el que habían tocado
antes. Nos planteamos salir a tocar -casi sin ensayos- aprovechando las navidades
inmediatas y el conocimiento común de las canciones que habíamos tocado con
nuestros respectivos grupos, años atrás.
Este grupo era muy curioso, porque tenía dos nombres: Zapatos Viejos y Los Iris. El
primero se lo puse yo y el segundo, por una cuestión de marketing o de recordar
tiempos pasados, nos lo colocábamos cuando actuábamos en la zona de El Barco y de
La Rúa.
Actuamos en Viana del Bollo, El Barco,
Ponferrada, La Rúa, Toreno, Morisca, San Mamed,
etc. Las actuaciones más emotivas, al menos para
mí, fueron las que hicimos en Viana en la calle, en
las Fiestas de San Antonio, en el Carnaval, en la
fiesta de la Androlla y en el desaparecido Casino
Club Náutico Vianés, más tarde Cafetería Cambey
(actualmente cerrada), en el que actuábamos con
cierta frecuencia. Nuestro local de ensayo era una
vieja dependencia del Ayuntamiento de Viana del
Bollo, una antigua escuela vacía, que nos cedió mi
primo Neftalí Prieto -el alcalde eterno de Viana-.
Nunca estuve muy cómodo en ese grupo y el viaje
de conveniencia pronto iba a terminar.
Zapatos Viejos en 1972. Fiesta de
la Androlla en el Cambey de
Viana. (Mauricio, Manolo, Jesu y
Antonio).
Al final entró en el grupo mi amigo Manuel Somoza que se hizo cargo del bajo, ya que
Mauricio nos dejó sin avisar y para más fastidiar, se llevó con él, un bafle nuestro. El
ambiente cambió para mejor. Posteriormente llegó Tony, un chico de la Rúa que
sustituyó a Somoza. El conjunto tenía su rollito con canciones de Donovan, Santana,
Eric Burdon, Lone Star, Los Tamara, etc. así como boleros, cumbias y las canciones de
verbenas y de baile, que obligatoriamente teníamos que interpretar y que en un grupo
como el nuestro no podían faltar. El mejor recuerdo de este grupo es una versión de la
canción Venus (de Santo & Johnny) que nos salía bastante bien.
Aquí tocaba también la guitarra (Stratocaster) y al final, también el órgano eléctrico
(Gem). Este grupo, aunque parezca un chiste, lo disolvió una gripe o enfriado colectivo.
En la nochevieja de 1972, actuando en la Sala Azul de Toreno, todos menos un
servidor, se pusieron malísimos ya que cometieron el error de salir en camisa a
refrescarse al exterior -en los descansos- viniendo de un ambiente muy caluroso y
cargado.
Yo fui el único "superviviente". Como repetíamos actuación en la Noche de Reyes y
ellos estaban en la cama con fiebre, tuve que buscar otros músicos in extremis a petición
del empresario, para salvar nuestro compromiso. Tras un breve ensayo, momentos antes
de la actuación, resolvimos la papeleta lo mejor posible y salimos airosos de la prueba.
Jesús García, el Beatle
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Comprendí que los mercenarios se habían portado tan bien y con tanta responsabilidad,
que tras aquella actuación decidí abandonar el grupo y asociarme con ellos para
preparar un nuevo grupo en León. Tuve un mínimo detalle para los convalecientes –ya
ex compañeros-; les llevé sus instrumentos hasta El Barco de Valedoras en una
furgoneta y así se acabó el viaje.
Nunca más volví a tocar con la gente de Zapatos Viejos, ellos no tuvieron culpa alguna
de lo que pasó, pero lo que les hice a aquellos chavales fue una auténtica guarrada.
Espero que me hayan perdonado.
LOS PLATINOS
En 1972 volví de nuevo a León con la intención de estudiar, trabajar y tocar música.
Demasiadas cosas para mí. Lo único que hice bien fue esto último y estuve un año
tocando con Dionisio Abril Cano, en el Hotel Conde Luna de León, como orquesta
residente, actuando fundamentalmente en bodas y en otras celebraciones o
programaciones del hotel.
Dionisio era un buen organista que había viajado con orquestas por toda España e
incluso, había salido al extranjero. Se afincó definitivamente en León, al final de los
sesenta, donde a parte de tocar con un cuarteto en el cabaret Universal, regentó durante
unos años la Sala de fiestas Balansé en Villaobispo. Cuando le conocí, me contó todo
esto y también, que cuando estuvo en Israel actuando con una orquesta, conoció en
persona al mismísimo Dave Brubeck. Aquello me dejó idiotizado. Dionisio, sigue
tocando los teclados en la actualidad y es un gran acordeonista. Como tal, hace unos
años, grabó y le editaron en discos compactos, temas propios y clásicos de acordeón,
que son una preciosidad.
El grupo no tenía el nombre pintado en el parche delantero del bombo de la batería,
como es de rigor, pero nos hacíamos llamar Los Platinos. Con esa denominación
salimos en varias ocasiones a tocar fuera del hotel, en fiestas de los pueblos y verbenas,
siempre que podíamos y siempre que era compatible.
El grupo estaba compuesto por el citado Dionisio al teclado, Tato como cantante,
Francisco Ruiz "Gori", a la batería, un antiguo componente y fundador de los míticos
Arañas, que venía de hacer una gira con Dino Washington, y yo a la guitarra.
Tato era un cantante bien parecido que sorprendentemente, se metía a la audiencia en el
bolsillo con facilidad y sin palabras, ya que no era de mucho parlamento, más bien de
escaso o ninguno. Se fue a Valencia, tras la disolución del grupo y le perdimos la pista
definitivamente.
Francisco Ruiz Pérez (el Gran Gori) era nuestro batería. Estuvo algunos años en Ibiza
antes de juntarse con nosotros. Gori, tras la disolución de Los Arañas, trabajó como
profesional de la música, con las grandes figuras del Blues y del Jazz que circularban
por países de Europa, América y de las propias islas. Tras un tiempo con nosotros, al
ver que aquello no daba para más, regresó definitivamente a Ibiza, donde reside en la
actualidad. Gori, es y ha sido, sin duda alguna, el músico más universal que ha dado
esta tierra. Viajó por todo el mundo con artistas internacionales de altísimo nivel,
aportando su extraordinaria base percutiva, su perfecto conocimiento del instrumento y
sobre todo, su facilidad de acoplamiento ultrarrápido a cualquier tipo de estilo musical o
Jesús García, el Beatle
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intérprete.
Lo más relevante de ese grupo fue que acompañamos en una ocasión al gran cantante
Roberto Rey en una actuación en Laguna de Negrillos. En aquella actuación, casi
improvisada, donde casi no hubo tiempo para chequear más que dos o tres temas,
Dionisio y Gori resolvieron perfectamente la sesión. Yo me bloqueé entre la partitura y
las notas que tomé en el pequeño ensayo y no aporté gran cosa a la actuación. Roberto
Rey, el cantante que mejor cantó a León, tuvo una gran actuación, con un público
vibrante y entregado y fallecería años más tarde, en la época que actuaba como
atracción por toda España, en el Teatro portátil de Manolita Chen. Las extrañas
circunstancias que rodearon su muerte, siguen siendo un auténtico enigma al día de
hoy.
VIENTO NORTE
En 1973 fiché por la Sala Dancing Club de
Bembibre, donde pasé los mejores años de mi vida
musical. A la sala, nosotros le llamábamos el Fito´s,
ya que Eusebio (Fito) era su propietario. Le tuvimos
como jefe y también a sus hijos Horacio y José
Eloy García Iglesias. Esta buena gente, aparte de
pagarnos religiosamente y muy bien, tenían el
detalle de financiarnos sin intereses, la compra de
instrumentos y equipamiento para el grupo, amén
de adelantarnos dineros y socorrernos en
necesidades económicas puntuales y en algún caso,
crónicas.
Bembibre 1975: Miguel Soto,
Billy, Jesús, Luis Garzo e Isaac en
la Pista de Verano de la Sala
Dancing.
Gracias a esa generosa financiación, pude comprarme buenos sintetizadores, órganos,
pianos, amplificadores, leslies de diversas marcas, y hasta un auténtico órgano
Hammond electromagnético que todavía conservo.
Tanto el nivel del grupo, con sus mejores y peores épocas, como por el ambiente, las
canciones que interpretamos, las juergas, la camaradería entre los músicos y las
inolvidables vivencias que tuve, mi época en Bembibre (1973-1982), la tengo siempre
muy presente y no voy a olvidarla nunca. Durante todo este tiempo, estuvimos actuando
todos los domingos y festivos del año. Un buen número de sábados además, venían
atracciones nacionales e internacionales con las que compartimos escenario, ante las
cuales no nos arrugábamos, sino todo lo contrario. Recuerdo con especial cariño las
actuaciones de Juan Bau, Cholo Aguirre, Betty Misiego, Pedro Ruy-Blas, Los
Pekenikes, Alberto Cortez, Las Madres del Cordero, Señores de Rodríguez (antiguos
Angeles), Bruno Lomas, Carlos Mejía Godoy y tantas otras.
El punto principal de aquel grupo era Germán Alfredo Robles Carro, que ostentaba el
título de buque insignia y gran maestro de todos los músicos de León desde el comienzo
de la movida de los conjuntos músico-vocales allá por 1964. A continuación estaba
Angel –Cacharrón- de Ponferrada, el más grande contrabajista que he conocido. El
sonido que le sacaba a su bajo Fender Jazz Bass es el mismo que se escucha en los
discos de los grandes del pop y del jazz, es decir, perfecto. En todos los años que
tocamos juntos, jamás le oí dar una nota en falso ni equivocarse. En los últimos años en
Bembibre, también estuvo con nosotros Tony Lozano, probablemente el guitarrista más
Jesús García, el Beatle
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fino y brillante de toda Ponferrada y resto de el Bierzo. Tony y Germán se cambiaban la
guitarra por el bajo a lo largo de las actuaciones. Los puntos restantes, entre los cuales
me incluyo, éramos satélites, músicos de medio rango, que nos entregábamos con gran
esfuerzo e ilusión, para intentar que no se nos viese demasiado pequeños al lado de
aquellos extraordinarios planetas..
Germán, había actuado con todo el mundo conocido
de la historia de la música española e internacional
años atrás y además, había actuado varias veces en
la única Televisión que había. Anduvo también por
Portugal, Marruecos, Túnez, Bilbao, Madrid,
Barcelona, etc. como era un gran profesional, que
se las sabía todas, tocar a su lado, más que respeto,
daba miedo, sobre todo por ciertas miradas que te
Bembibre 1982: Detrás del
echaba cuando metías el cuezo, te adelantabas o te
mostrador de la Sala: Silván,
pasabas de tiempo.
Jesús, Luis Olea, Germán y Tony
Germán ha sido y siempre será para mí y para los músicos de mi generación, el
referente eterno y perfecto del artista completo: Buena voz, excelente timbre, intuición
natural, oído privilegiado, impecable guitarrista, majestuoso y fino en los solos, chispa
para la interpretación y excelente en las improvisaciones.
Germán era además, un colaborador desinteresado, un perfeccionista del medio y un
caso único interpretativo; era un artista tan completo y todo terreno que lo mismo tocaba
y cantaba un bolero o una canción de Beatles, pasando por Elvis, Credence, Sinatra,
América, Roberto Carlos, Shadows, Gardel, Santana, Machín, Booker T, Perales,
Aznavour, Nicola di Bari, etcétera, etcétera, etcétera, con un punto extraordinario.
Genio, maestro, figura y ejemplo para todos los que tuvimos la gran suerte de compartir
con el, años, escenarios, trabajo y actuaciones, Germán, trataba perfectamente cualquier
tema que se le echase encima. Como guitarrista, estaba justo en el medio del sonido
Shadows y del gran Chet Atkins.
Por si todo esto fuera poco, he de decir que cuando cogía la armónica, un cepillo
mágico, suave, invisible e inmenso, y de alguna manera que no se explicar, se encargaba
de peinar simultáneamente la piel de todos los que le escuchábamos, para a
continuación, ponernos el pelo de punta y la carne de gallina. Disfrutar de su presencia
en el escenario y oírle cantar y tocar, era exactamente, escuchar y estar viendo a Dios.
Jesús García, el Beatle
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Jesús García en 1975. (Izquierda): Sintetizador Farfisa, Farfisa Fast 5 y Vox
Continental. En 1980 (Derecha): Sintetizador Farfisa y Hammond.
El sueño de Bembibre se acabó cuando comenzaron a empujar las discotecas y se
abrieron las licencias a los bingos y nuestro público se redujo. La dirección de la sala,
colocó en el escenario un tablero para el juego del bingo y probaron fortuna durante una
temporada. Aquellos primeros bingos tenían cosas muy curiosas; los de Bembibre se
iban a jugar a Ponferrada y los de Ponferrada venían a Bembibre.
Nosotros actuábamos los días que no había juego y teníamos que soportar como telón
de fondo, aquel enorme disparate de tablero con los números de las bolas que ni siquiera
se retiraba. Por otro lado, cada vez se hacían mas largas las sesiones del DJ que
amenizaba nuestros descansos pinchando los éxitos del momento. Nuestra banda se
hacía cada vez más y más pequeña ... En Bembibre toqué los teclados y durante una
breve época, también la guitarra.
MONTSE Y XENTE NOVA
Con el grupo a punto y sin una sala-dársena para todo nuestro inmenso material
(teníamos un gran equipamiento) la situación se complicó tanto que sólo había dos
alternativas: o cada uno se iba para su casa o intentábamos continuar como orquesta y
rentabilizar todo nuestro esfuerzo y trabajo en común de tantos años. Decidimos probar
fortuna un verano y organizamos una orquesta con los que quedábamos de la Sala y con
gente nueva (xente nova, en portugués o gallego) de Ponferrada y de Bembibre.
Los miembros del grupo eran Germán, Mandi y Silván de Bembibre, Luis Olea y
Manolo de Ponferrada, Montse que vivía en Torre del Bierzo y yo, que era el único que
vendría desde León y por lo tanto, el grupo, la orquesta o lo que fuese a ser, lo iban a
diseñar ellos. Por primera vez en Bembibre, mi rol cambió a peor, ya que me convertí
más en un “invitado” que en un componente activo, como lo había sido hasta entonces
en tantos años.
Las nuevas incorporaciones fueron: Nuestro buen amigo Mandi de Bembibre, de
Ponferrada un trompetista, Manolo y de cantante, una chica llamada Montse a la que
también conocíamos, como a los anteriores, Las agencias artísticas de Ponferrada, que
conocían nuestro buen hacer (mejor dicho, buen tocar) nos reclamaban carteles y fotos
del grupo para colocarnos en la zona. Nos teníamos que hacer la foto rápidamente para
el cartel e incluso me compraron el uniforme (camisa blanca, pantalón negro y jersey
burdeos). Aquello prometía ... ¡a orquesta!.
Jesús García, el Beatle
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Entre semana montaban números del verano, rancheras para Montse (que se le daban
muy bien) y otros buenos temas por el estilo. Poco a poco, en los fines de semana,
preparábamos juntos lo que ya tenían adelantado ellos. Yo me atragantaba con tanta
canción en tan poco tiempo para actualizarme y a veces me empachaba con tanta
anotación. El nombre de la orquesta quedó definitivamente en Montse y Xente Nova.
Aquello duró un duro verano. Fue duro sobre todo para mí, que tras las verbenas tenía
que conducir mi auto hasta León, donde entraba a trabajar en el banco a las 8 de la
mañana. A veces según llegaba me ponía la corbata y me sentaba a trabajar. En otras
ocasiones, llegué tarde al trabajo y en otras me quedaba dormido en el vater durante un
rato. Fue un duro verano al conjugar dos trabajos y jugármela cada vez que cogía el
coche, pero ya pasó felizmente y sin problemas ni accidentes, afortunadamente.
Actuamos en bastantes localidades de la zona de Ponferrada y Orense.
POP 60
Se acabó Bembibre y de vuelta en León, tomé contacto con otras personas que pensaran
en la música como diversión, nunca como orquesta al uso. Formé un grupete que se
llamó Pop 60 y se apellidaba “Ritmos y canciones de una época”. En ese grupo estaba
mi buen amigo Miguel Trillo al bajo, Tino a la batería, Yari “Maragato" a la guitarra y
un servidor al teclado.
Cuando preparamos un montón de temas de los que nos gustaban a nosotros, vino la
pregunta: “Bueno, ¿y ahora qué?”. El que, fue que nos llamaron para actuar en una
fiesta con una orquesta de baile; nosotros, claro está nos apuntamos. Iríamos de
“estrellas” con un único pase y la orquesta se dedicaría a cansar al personal antes y
después, haciéndole bailar.
Sólo actuamos aquella vez. Aunque el grupo tenía su marchita, porque la selección de
los temas era buena (Credence, Booker T, Eric Clapton, Santana, etc), aquel primer y
único directo fue desastroso. Tuvimos problemas técnicos de todo tipo y de puesta a
punto, nerviosísimos como si fuésemos novicios, la actuación fue una auténtica cagada
y la orquesta con la que compartimos cartel, nos machacó, meándonos y pasándonos por
encima. A veces sueño con esa actuación y lo paso francamente mal.
LA PATRULLA
Más asentado y sobre todo pensando en que no
debía complicarme mucho la vida, conocí a unos
chavales más jóvenes que yo que necesitaban un
hermano mayor en la cofradía para darle un cierto
empaque y organización sobre todo, a su orquestita
sin nombre.
Los chicos eran: Alfonso Mateo (ex Gran Café) a la La Patrulla en su póster de
batería, César a la guitarra, Nacho a los teclados, promoción: Jesús, César, Fifí,
Fidela -Fifí- cantante y un servidor al bajo. Alfonso y Nacho.
Jesús García, el Beatle
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El nombre de La Patrulla se lo puse yo porque nadie aportó otro mejor y comenzamos a
actuar por pueblos de la provincia y en clubes sociales de la capital. En La Patrulla
siempre toqué el bajo.
LOS MÁGICOS
El grupo de los hermanos Quiñones precisaba un bajista para su grupo. Yo estaba libre
de La Patrulla y me ofrecí. Para un empleado de banco como yo, tocar con un grupo de
ámbito provinciano y local, era demasiado; aquello parecía diseñado expresamente para
mí.
Durante unas cuantas sesiones, mientras continuaba el
anterior bajista iba a verles para aprender su repertorio. El
grupo lo formaban los citados Quiñones: Agustín, voz y
guitarra, su hermano Esteban a la voz y la batería, Jacinto
–Fast Cinto- a los teclados y acordeón, Esther a la voz y
un servidor al bajo.
Con este grupo actuamos por toda la provincia pero
nuestra mayor actividad estaba en León ciudad, actuando
constantemente en el Hostal San Marcos, Casa de Galicia,
Aero Club, La Venatoria, Casino Peñalba, Casa de
Asturias, Hotel Conde Luna, Restaurante El Patrón,
Con mi bajo Ibáñez en la Nuevo Recreo Industrial, Pub 3000 y otros.
época con Los Mágicos.
Esther nos abandonó al poco tiempo de entrar yo y el
quinteto, definitivamente se convirtió en cuarteto. Los mejores contratos de mi vida (en
cuanto a dineros y nivel de los lugares donde actuábamos) los he vivido con este grupo,
más –como siempre- el dinero no da la felicidad y a la larga, acabé dejando el grupo.
Tengo que decir que las canciones estaban bien orquestadas, las voces muy afinadas y el
grupo caía bien por donde íbamos.
Tocamos en muchísimas fiestas de bodas, tantas bodas, que decíamos en broma que
“casábamos más que el cura de San Marcelo”.
Como anécdotas, recuerdo que en una ocasión, actuamos cuatro veces en la misma
jornada; es decir, a mediodía, por la tarde, por la noche y de madrugada, y para mayor
complicación, ¡en dos locales diferentes!.. También, durante una Nochevieja, actuamos
de un tirón y sin descanso alguno, desde las 24 H a las 6 de la mañana, también en dos
locales distintos: En el Nuevo Recreo Industrial y en el Hotel Conde Luna de León. En
cada sitio estábamos con otra orquesta. Cuando dábamos el relevo a la otra orquesta en
el Recreo Industrial, corríamos por la acera a toda pastilla y con las guitarras a cuestas,
para tomar el pase que a su vez nos daban en el Hotel y viceversa. Así toda la noche
hasta las 6 de la mañana sin parar ni un solo instante... hasta que nos caímos de culo.
Jesús García, el Beatle
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POLVOS MÁGICOS
Polvos Mágicos era un nombre con aguja. Decíamos que nos llamábamos así porque a
las chicas “las echábamos unos polvos y las convertíamos en princesas“. Bromas aparte,
el nombre era la ambigüedad de haber estado con los Mágicos unos cuantos años y
seguir siendo Mágicos pero con otra gente y con el mismo nombre, o ... muy parecido.
Esa gente eran Germán (el Gran Germán, de Bembibre), Luis Mendaña a los teclados
(que también había estado con nosotros en Bembibre), Miche a la batería y un servidor
al bajo. Germán después de Bembibre anduvo dando trompicones como yo, Luis
redescubría la música a modo de una segunda juventud (había estado veinte años antes
con Los Megatones) y Miche, otro que tenía un historial muy semejante al de Luis.
Actuamos en muchos pueblos de la provincia de León y de Zamora. Siempre queríamos
ir a pueblos pequeños. No queríamos grandes verbenas ni grandes responsabilidades. El
planteamiento era sencillo: Nunca ensayamos, tocábamos las canciones del cancionero
“Canciones de siempre” y algún éxito del verano para refrescar a la audiencia joven.
Teníamos un buen equipo de sonido (mi primer equipo de sonido León Audio) y el
grupo quedaba bien en pueblos pequeños, regular en pueblos medianos y mal cuando
nos metían en pueblos grandes con orquestas mastodónticas. Realmente quedábamos
bien, cuando no había que competir con las megaorquestas.
BAILA CON NOSOTROS
Fue un experimento más de lo que uno es capaz de hacer cuando no quiere complicarse
la vida.
En la misma línea que el grupo anterior, nada de ensayos,
si buenas canciones y algún éxito del verano. Las
canciones que a la primera no nos salían bien, las
retirábamos y nos olvidábamos de ellas.
Solíamos quedar en un bar para luego ir a ensayar un
poco, pero ensayamos muchas más horas en la barra del
bar que en el local. “¿Conocéis esta?, pues apuntadla y ya
tenemos otra”. “¿Esta otra os suena? No. De todos modos
apuntadla porque va a salir por intuición, seguro. Es muy
fácil”.
Así anduvimos por la vida (y por los prados) durante otro En mi época de Baila con
verano. El póster de aquel grupo era un dibujo sencillo de Nosotros.
una orquestita con rotulador negro “nada de fotos” –
dijimos- “que luego van a vernos”.
Como éramos cuatro perros viejos, ideamos un sistema para tocar menos tiempo y
enredar al público: Hicimos una especie de tarjetas con el logo y el dibujo de la orquesta
y en el medio de la función los repartíamos y entregábamos un reloj digital de chico y
Jesús García, el Beatle
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otro de chica de premio a los que mejor lo pintasen ...
Mientras explicábamos las bases del concurso, repartíamos los papelitos, recogíamos
los dibujos, nos reuníamos para ver a quien le dábamos los premios (éramos el jurado) y
las entregas de éstos “serrábamos una hora de actuación” descansábamos y nos
divertíamos mucho. Por increíble que parezca, nunca nos llamaron la atención; en algún
sitio nos dijeron incluso “que era todo un detallazo”.
En septiembre lo dejé definitivamente. Me sustituyó Miguel Trillo, pero el grupo sólo
duró hasta la Nochevieja de aquel año. Cada día estaba más metido en LEON AUDIO.
MIS GUITARRAS:
1954: GUITARRA DE MEXICANO.
1968: GUITARRA ESPAÑOLA.
1968: ESPAÑOLA CON PICK-UP.
1968: JOMADI ROCK BLACK.
1969: EKO WESTERN.
1969: EGMOND.
1970: GALANTI.
1972: FENDER STRATOCASTER.
1975: IBANEZ
1977: GIBSON LES PAUL
1980: GIBSON SG
1998: PEAVEY Raptor
MIS TECLADOS:
MIS BAJOS:
1972: GEM JUMBO
1973: HOFNER VIOLIN
1973: VOX
1980: GIBSON RIPPER
CONTINENTAL
1981: FENDER JAZZ
1973: FARFISA FAST-4
BASS
1974: FARFISA FAST-5
1984: IBANEZ
1975: GEM
1986: HOFNER
CHALLENGER
STEIMBERG
1975: HAMMOND T200 1987: HONDO FLASH
1975:
SYNTHORCHESTRA
1976: GEM SX 2000
1976: KORG LAMBDA
1978: CRUMAR
MULTIMAN
1980: KORG C-3
1999: FARFISA VIP-600
1999: ROLAND E-28
2003: HAMMOND
AURORA
Jesús García, el Beatle
MIS AMPLIFICADORES:
1967: TENOXY 80
1969: VOX AC-30
1973: FENDER TWIN
REVERB
1974: FARFISA LESLIE
1975: CABOTRON
LESLIE
1976: TREP LESLIE
1977: HAMMOND 900
LESLIE
1984: PEAVEY TKO
1990: ROLAND CUBE 40
1999: HH 100
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MIS COMPAÑEROS DE BANDAS:
FRANKENSTEIN:
Juanjo Velasco, Santiago Lozano, Fernando Prieto, Jesús Valbuena y Bene.
GREEN SMOKE:
Kike Cardíaco, Manuel Oblanca y Velasco.
KIKIS KLAN:
Velasco, Tino y Carlos Díez.
ZAPATOS VIEJOS (LOS IRIS):
Manuel Cruz, Antonio Cruz, Mauricio, Manuel Somoza y Tony.
LOS PLATINOS:
Dionisio Abril, Tato y Gori.
VIENTO NORTE:
Germán Robles, Angel Cacharrón, Billy, José Mari Silván, Miguel Soto, Pelayo, Luis
Olea, Tony Lozano, Naranjo, Luis Garzo, Pepón, Isaac, José Manuel, Tino, Luis Díez,
Luis Mendaña, Montse, Pepe –Cardíaco-, Fidel.
POP 60:
Yari, Miguel Trillo y Tino.
LA PATRULLA:
Alfonso Mateo, Fidela (Fifí), César y Nacho.
LOS MÁGICOS:
Agustín y Esteban Quiñones, Esther, Jacinto.
POLVOS MÁGICOS:
Germán Robles, Luis Mendaña, Miche y Jesús -Universo-.
BAILA CON NOSOTROS:
Germán Robles, Javier Beltrán, Miche y Miguel Trillo.
A todos vosotros:
Gracias, muchísimas gracias. Ha sido un gran honor para mí, poder compartir con
vosotros gratos sentimientos y vivencias en una época inolvidable de mi vida. Gracias a
todos por vuestro cariño y apoyo y por haberme escogido por compañero, cuando
podríais haber tenido en todos los casos, mejores músicos que yo y también mejores
personas.
Jesús García, el Beatle
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Como si nuestras formaciones fuesen matrimonios,
tuvimos épocas difíciles, con enojos, disputas y
discusiones. En alguna ocasión, algunos se fueron,
otros se quedaron, y en otras, otros se fueron pero
volvieron y en otras, alguno se fue sin avisar, con
otra... orquesta.
Fuisteis mis confidentes y yo fui el vuestro, León Audio en el Día de la Bici
compartimos ilusiones, responsabilidades y en 2001.
alguna agrupación –las primeras- sueños baldíos de
alcanzar el estrellato. Compartimos también mucho trabajo en común y ganas de
superación. Teníamos gustos similares y también distintos, pero en el fondo éramos
unos para otros, una prolongación de nuestras respectivas familias.
Gracias de nuevo a todos, queridos compañeros. Perdonadme si en alguna ocasión en
todo este tiempo, no estuve a la altura de vuestras categorías o necesidades, o si os causé
algún daño en nuestra relación diaria ... Perdón a todos de nuevo; más vale tarde que
nunca.
Todo esto que hemos vivido y pasado juntos ha sido una maravillosa experiencia para
mí. Cada uno de vosotros, habéis sido mis hermanos y también mis amigos. Gracias,
gracias a todos.
Jesús García, el Beatle
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